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Trastorno pasivo/agresivo

Este trastorno de la personalidad es una condición crónica en la cual la persona parece ser
condescendiente con los deseos y necesidades de los demás, pero en realidad se resiste pasivamente a ellos y
está cada vez más hostil y enojado.

En psicología, el trastorno pasivo/agresivo se caracteriza por un patrón habitual de la resistencia pasiva


a los requisitos de trabajo previstos, la oposición, terquedad y las actitudes negativistas en respuesta a las
necesidades de los niveles normales de desempeño que se espera de los demás.

Es un trastorno de la personalidad crónico en el cual una persona parece ser condescendiente con los deseos
y necesidades de los demás, pero en realidad se resiste pasivamente a ellos. En el proceso, la persona se vuelve
cada vez más hostil y enojada.

También llamado Trastorno de la personalidad negativista. Se caracteriza porque estas personas se


resisten a los requerimientos externos, es decir, a las demandas de los demás, con expresiones como el
obstruccionismo, la dilación, la terquedad o el olvido, combinado con actitudes negativas y derrotistas.

Este tipo de comportamiento persiste incluso cuando es posible mostrar un comportamiento distinto y
más efectivo. Las personas con este tipo de trastorno de personalidad son manipuladoras y son dependientes
de los demás, por lo que se muestran como pesimistas y resentidas.

Síntomas

 Las personas con este trastorno rechazan la responsabilidad y lo demuestran a través de sus
comportamientos en lugar de expresar sus sentimientos abiertamente.
 Una persona con este trastorno, aparentemente cumple con los deseos de otros, e incluso puede
mostrarle entusiasmo, pero la acción que se le solicita la puede realizar demasiado tarde para que tenga
alguna inutilidad, la realiza de una manera que no sirva o realiza un sabotaje para expresar la ira que
no ha manifestado verbalmente.
 Criticar o protestar frecuentemente sobre los demás
 Ser desagradables o irritables
 Ser olvidadizos e irrespetuosos con los demás
 Realizar las tareas de manera insuficiente
 Actuar de forma hostil o cínica
 Actuar de manera obstinada
 Culpar a los demás aunque sea su culpa
 Quejarse de nos ser apreciado
 Mostrar resentimiento y malhumor
 Temer a la autoridad
 Rechazar las sugerencias de otros

Características:

 Dilación.
 Ineficiencia intencional.
 Evasión de la responsabilidad argumentando el olvido.
 Quejas.
 Atribución de culpabilidad a otros.
 Resentimiento.
 Malhumor.
 Hostilidad o ira no expresadas abiertamente.
 Temor a la autoridad.
 Rechazo a las sugerencias de otros.

Trastornos asociados:

Se le puede asociar con:

_ Trastorno paranoide de la personalidad (patrón de desconfianza y suspicacia general).

_ Trastorno narcisista de la personalidad (desórdenes dramáticos, emocionales o erráticos).

_ Trastorno explosivo intermitente de la personalidad (expresiones extremas de enfado/rabia incontrolada).

Causas:

Las causas del comportamiento pasivo/agresivo suelen buscarse en la infancia, en el estilo educativo de los
padres y en el tipo de relación que establecieron con los hijos.

Este trastorno puede deberse a un estímulo específico en un entorno en que no era seguro para expresar la
frustración o la ira. Las familias en las que se prohíbe la expresión sincera de los sentimientos, tienden a
enseñar a los niños a reprimir y negar sus sentimientos y utilizar otros canales para expresar su frustración.

Los investigadores piensan que las personas que muestran comportamientos pasivo-agresivos, ya suelen
expresarlos en la infancia. El estilo parental de sus progenitores, las dinámicas familiares y otras influencias
de la infancia pueden contribuir al desarrollo de este trastorno de la personalidad. El abuso durante esta etapa
vital o los castigos severos, el abuso de sustancias psicoactivas en la adolescencia o la baja autoestima también
pueden fomentar el desarrollo de comportamientos pasivo-agresivos.

Es importante mencionar que otras condiciones de salud psicológica pueden parecer comportamientos pasivo-
agresivos, por lo es necesario tenerlo en cuenta a la hora de hacer un diagnóstico correcto de este trastorno de
la personalidad. Por ejemplo:

Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH)


Estrés
Trastornos de ansiedad
Depresión
Trastornos de conducta
Trastorno de oposición desafiante
Trastorno bipolar
Trastorno de personalidad esquizotípica
Esquizofrenia
Abuso de alcohol
Adicción a la cocaína
Tratamiento:

_ El uso de la psicoterapia a largo plazo (terapia hablada), busca hacer comprender las causas de su ansiedad
y a reconocer su comportamiento desadaptado.

_ Se debe hacer enfrentar con sus actitudes erróneas e indispensables y las consecuencias de estas.

_ Las terapias de grupo y familiares contribuyen al desarrollo integral con la sociedad de sus nuevas actitudes
positivas.

_ El uso de fármacos antidepresivos y ansiolíticos se debe usar solo en el caso de síntomas o problemas
agregados a causa del estado de evolución.

_ La asesoría puede ser valiosa para ayudar a la persona e identificar y cambiar el comportamiento.

Este trastorno suele hacerse evidente durante la adolescencia, mas no por esto quiere decir que no esté presente
en otras etapas de la vida. La tendencia a trastorno es la cronicidad y su evolución es dependiente del tiempo
del tratamiento que reciba y de la integración que llegue hacer con los compañeros que estén en las terapias
grupales. Por lo general este trastorno es de buen pronóstico en la medida que la familia y amigos apoyen.
El trastorno pasivo/agresivo de la personalidad, es considerado un diagnóstico demasiado unidimensional y
genérico, por eso de ser una categoría oficial del DSM-III fue relegado a la sección de “Criterios y ejes
propuestos para estudios posteriores” y se le dio un término más general, “Trastorno negativista de la
personalidad”, en el DSM-IV.

Es más considerado un mecanismo de defensa con escaso constructo histórico (“depresivos malhumorados”
de Schbeider en 1923), ya que responde como un patrón general de resistencia pasiva a exigencias sociales y
laborales.

Según Millon, esta tendencia a ser oposicionista, no complaciente, malhumorado, pesimista y crónicamente
quejoso, a estar descontento con facilidad y a desmoralizar a los demás. Es la búsqueda a un autoajuste para
obstruir los esfuerzos y placeres de los que le rodean.

El trastorno de la personalidad dependiente es un tipo de trastorno de la personalidad del grupo C (desordenes


ansiosos o temerosos).

SINONIMIA

_ Trastorno negativista de la personalidad.

_ Trastorno de la personalidad por negación.

EPIDEMIOLOGÍA

 Se encuentra asociado a la ansiedad generalizada en un 4.5% de los casos.


 Se asocia a episodios psicóticos en 8.3% de los casos.
 En pacientes con riesgo suicida se asocia en un 30%.

ETIOPATOGENIA

Los componentes genéticos que acompañan a este trastorno no son tan claros, pero el temperamento depresivo
y el carácter envidioso heredado pueden predisponer a que en un evento en el cual la autoestima se vea
vulnerada, el individuo desarrolle un arquetipo de antihéroe, una personalidad mediante la cual hace frente a
los errores de los demás, superponiendo pasivamente su persona hasta legar a un estatus de “yo hipertrófico”,
para proteger su baja autoestima, mostrándose a este nivel agresivo y avasallante.

CLÍNICA

 Estos individuos acostumbran a mostrarse abiertamente ambivalentes, oscilando indecisos desde un


extremo al opuesto, generan disputas constantes con los demás, para acabar defraudándose a sí mismos.
 Para la mayoría de las situaciones prevén el peor de los resultados, incluso en aquellas que parecen ir
bien (negativistas).
 Presentan dependencia de los otros y la necesidad de autoafirmarse, lo cual muestra su falta de
autoconfianza.
 Este visión catastrófica de los pensamientos suele provocar respuestas hostiles y negativas por parte
de los demás, hartos de aguantar sus continuas quejas.
 Este tipo de comportamiento suele verse en individuos con trastornos de la personalidad límite,
histriónico, paranoide, dependiente, antisocial y por evitación.

A) Patrón permanente de actitudes de oposición y respuestas pasivas ante las demandas que exigen un
rendimiento adecuado, que se inicia a principios de la edad adulta y se refleja en una gran variedad de
contextos, y que se caracterizan por cuatro (o más) de los siguientes síntomas:
 Resistencia pasiva a rendir en la rutina social y en las tareas laborales.
 Quejas de incomprensión y de ser despreciado por los demás.
 Hostilidad y facilidad para discutir.
 Crítica y desprecio irracional por la autoridad.
 Muestras de envidia y resentimiento hacia los compañeros aparentemente más afortunados que él.
 Quejas abiertas y exageradas por su mala suerte.
 Alternancia de amenazas hostiles y arrepentimiento.
B) El patrón comportamental no aparece exclusivamente en el trascurso de episodios depresivos mayores
y no se explica mejor por la presencia de un trastorno distímico.
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
 El diagnóstico diferencial inicial será de trastorno de la personalidad no especificado, para luego
descartar los demás.
 Trastorno negativista desafiante, existe un patrón similar de actitudes de oposición y problemas con
las figuras de autoridad, si bien suelen diagnosticarse en niños y el trastorno pasivo/agresivo solo debe
diagnosticar en adultos.
 No se ha de establecer el diagnóstico de trastorno pasivo/agresivo de la personalidad si los síntomas
se explican mejor por la presencia de un trastorno distímico o si sólo aparecen en el trascurso de
episodios depresivos mayores.
TRASTORNOS ASOCIADOS
Se le puede asociar con:
 Trastorno paranoide de la enfermedad.
 Trastorno narcisista de la personalidad.
 Trastorno explosivo intermitente de la personalidad.
TRATAMIENTO
 El uso de psicoterapia a largo plazo (terapia hablada), busca hacer comprender las causas de su
ansiedad y a reconocer su comportamiento desadaptado, esto es la clave de la mayoría de los
tratamientos.
 Se debe hacer enfrentar con sus actitudes erróneas e indeseables, y las consecuencias de estas. Con
esto se busca una retroalimentación en búsqueda de la aparición de actitudes positivas.
 Las terapias de grupo y familiares, contribuyen al desarrollo integracional con la sociedad de sus
nuevas actitudes positivas.
 El uso de fármacos antidepresivos y ansiolíticos se deben usar solo en el caso de síntomas o problemas
agregados a causa del estado de evolución.
INICIO, CURSO Y PRONÓSTICO
Este trastorno suele hacerse evidente durante la adolescencia, mas no por esto quiere decir que no esté presente.
De la adolescencia a la tercera década de la vida se hace evidente.
La tendencia de este trastorno es la cronicidad y su evolución es dependiente del tiempo de tratamiento que
reciba y de la integración que llegue a hacer los compañeros que estén en las terapias grupales.
Por lo general este trastorno es de buen pronóstico en la medida que la familia y amigos apoyen.
RECOMENDACIONES
 Generalmente el paciente puede responder al apoyo que se le presta, pero suele mantenerse firme en
cuanto a los patrones de pensamiento y de comportamiento propios de su desadaptación. Generalmente,
el apoyo es más eficaz cuando intervienen en él otros pacientes o un psicoterapeuta.
 Mantener la calma con baja reactividad y controlar nuestras reacciones negativas, en caso de no tolerar
los comentarios deprimentes u ofensivos que realice el paciente.
 Resulta útil y a menudo esencial la aplicación de la familia de la persona afectada, puesto que la presión
del grupo puede ser eficaz.
Cómo saber si sufro el Trastorno Pasivo-Agresivo de la Personalidad: 12 claves para detectarlo
¿PERO CÓMO SABER SI SUFRES EL TRASTORNO PASIVO-AGRESIVO DE LA
PERSONALIDAD?
1. Te muestras huraño
No dices la verdad abiertamente, con amabilidad y honestidad cuando te preguntan por tu opinión o cuando te
piden que hagas algo por alguien. Además sueles comprometerte con otras personas cuando quieres decir no,
lo que provoca confusión y conflictos con otros individuos.
2. Doble cara
Aparentas ser dulce, obediente y agradable, pero en el fondo estás resentido, enfadado y sientes una gran
envidia. Vives con estos dos extremos, y esto provoca que las personas que están a tu alrededor estén
confundidas y enojadas.
3. Dependencia emocional
Tienes miedo a estar solo y ser dependiente. Te cuesta tener una comunicación directa, y, ante un conflicto de
pareja, sueles expresar: "Te odio” “No me dejes”. Este caparazón que te pones no es nada más que la
inseguridad y el miedo al rechazo. Con esta actitud puedes distanciar a las personas que se preocupan por ti y
a las que importas, pues suele parecer que no quieres apoyo. En vez de mostrarte abierto, te cierras en banda
y te vuelves impenetrable.
4. Responsabilizas a los demás
Frecuentemente te quejas de que los demás te tratan de manera injusta. En vez de responsabilizarte de lo que
haces mal, asumirlo e intentar cambiar, prefieres hacerte la víctima. Sueles decir que los demás son demasiado
duros contigo o te piden demasiado.
5. Procrastinación
Procrastinas de manera habitual, especialmente cuando has de hacer cosas por otros. Siempre tienes una excusa
por la que no has sido capaz de hacer las cosas. Incluso puedes culpar a los demás cuando el culpable eres tú.
Así destrozas relaciones y pierdes amistades.
6. Te comunicas mediante indirectas
No das respuestas directas. Esta es otra manera por la que la gente con la que estás a menudo se puede sentir
ofendida. Y es que, en vez de dar respuestas directas, envías siempre mensajes confusos sobre tus
pensamientos, tus planes o tus intenciones.

7. Estás de mal humor


Sueles mostrarte enfurruñado y pones mala cara. Te quejas de que los demás no te comprenden y carecen de
empatía cuando esperan que estés a la altura de tus promesas, obligaciones o deberes. En realidad, eres tú el
que te comprometes y luego no cumples.
8. Falta de deferencia hacia los demás
Sueles llegar tarde y eres olvidadizo. Una de las razones por las que te cuesta entablar relaciones con los demás
es porque eres desconsiderado. Por lo que no te tomas en serio el ser respetuoso con los pactos que llevas a
cabo. Eso incluye llegar tarde cuando has quedado con alguien.
9. Mientes con frecuencia
Te inventas historias, excusas y mentiras. Eres el maestro de la evasión de la respuesta directa, siempre tienes
que tener alguna frase para distraer la atención de los demás cuando te piden explicaciones. Esto te lleva a
contar una historia o manipular la información. Prefieres tenerlo todo bajo control mediante la creación de
mentiras.
10. Ocultas tus inseguridades
Constantemente te proteges a ti mismo para que nadie sepa cuánto miedo tienes de ser imperfecto, dependiente
o simplemente humano.

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