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Los componentes básicos de un espectrómetro de absorción atómica, son:
Una fuente de radiación que emita la línea espectral del elemento de interés.
Un sistema de atomización, que suministre energía suficiente para la disociación del analito y la formación de átomos libres.
Un monocromador para aislar la línea espectral medida.
Un detector acoplado con un sistema medidor o de registro de los datos obtenidos.
Los componentes básicos de un espectrómetro de absorción atómica, son:
Una fuente de radiación que emita la línea espectral del elemento de interés.
Un sistema de atomización, que suministre energía suficiente para la disociación del analito y la formación de átomos libres.
Un monocromador para aislar la línea espectral medida.
Un detector acoplado con un sistema medidor o de registro de los datos obtenidos.
Los componentes básicos de un espectrómetro de absorción atómica, son:
Una fuente de radiación que emita la línea espectral del elemento de interés.
Un sistema de atomización, que suministre energía suficiente para la disociación del analito y la formación de átomos libres.
Un monocromador para aislar la línea espectral medida.
Un detector acoplado con un sistema medidor o de registro de los datos obtenidos.
Los componentes básicos de un espectrómetro de absorción atómica, son:
Una fuente de radiación que emita la línea espectral del elemento de interés. Un sistema de atomización, que suministre energía suficiente para la disociación del analito y la formación de átomos libres. Un monocromador para aislar la línea espectral medida. Un detector acoplado con un sistema medidor o de registro de los datos obtenidos. 1. Fuentes de radiación: Los métodos de absorción son muy específicos debido a que las líneas de absorción atómicas son notablemente estrechas (0.002 a 0.005nm) y porque las energías de transición electrónicas son únicas para cada elemento. Por otro lado, las amplitudes de línea estrechas crean un problema porque incluso los monocromadores de buena calidad tienen anchos de banda significativamente mayores que la amplitud de las líneas de absorción atómica. Como resultado, las curvas de calibración no lineales son inevitables cuando las mediciones de absorción atómica se hacen con un espectrométro ordinario equipado con una fuente de radiación continua. Además, las pendientes de las curvas de calibración que se obtienen en estos experimentos son pequeñas porque la muestra absorbe sólo una pequeña fracción de la radiación proveniente de la rendija del monocromador; el resultado es una sensibilidad deficiente. La parte más crítica de un instrumento de absorción atómica es la fuente, ya que es muy difícil medir con buena exactitud líneas de absorción tan estrechas como las que presentan los átomos. El problema se ha resuelto aplicando el principio de que "cada especie química es capaz, en condiciones adecuadas, de absorber sus propias radiaciones". Bajo esta premisa se han desarrollado las lámparas de cátodo hueco y las lámparas de descarga sin electrodos. Lámparas de cátodo hueco. Consisten en un tubo de vidrio conteniendo argon o neón a baja presión (1–5 torr.) y dos electrodos. El ánodo suele ser de volframio, y el cátodo, de forma cilíndrica, está construido con el metal que se desea determinar (figura 5.8.). Cuando se aplica una diferencia de potencial suficiente entre los dos electrodos tiene lugar la ionización del gas y los cationes gaseosos son acelerados hacia el cátodo, adquiriendo la suficiente energía cinética para arrancar algunos átomos metálicos del material catódico. Algunos de estos átomos metálicos son excitados al chocar con los iones gaseosos, y al retornar a su estado fundamental emiten radiación característica.
Al apagar la lámpara, los átomos metálicos vaporizados tienden a depositarse
sobre las paredes del cátodo o sobre las paredes de vidrio del tubo, siendo mínima esta posibilidad, por el diseño cilíndrico del cátodo. El hecho de que los diferentes elementos tengan que ser determinados de uno en uno, hace que la absorción atómica sea una técnica de análisis cuantitativo, no siendo efectiva para la identificación de los elementos presentes en una muestra. Ordinariamente, para cada elemento se utiliza una lámpara, si bien, se han comercializado lámparas de cátodo hueco multi-elementales. Estas lámparas se construyen con aleaciones de diferentes metales, procurando que tengan similares puntos de fusión y volatilidad, como por ejemplo, Ca/Mg, Ag/Au, Cu/Pb/Zn, Co/Cr/Cu/Fe/Mn/Ni. Lámparas de descarga sin electrodos. Consisten en un tubo de cuarzo herméticamente cerrado conteniendo unos pocos miligramos del elemento de interés y un gas inerte a baja presión. La activación se lleva a cabo mediante un campo intenso de radiofrecuencias (100 kHz – 100 MHz) o radiación de microondas (>100 MHz). Cuando opera, el gas noble se ioniza, y los iones producidos son acelerados por el campo de radiofrecuencia hasta que adquieren la energía suficiente para excitar a los átomos del metal. 2. Sistemas de atomización: Históricamente, la llama ha desempeñado un papel importante en absorción atómica para la generación de vapor atómico a partir de disoluciones, o incluso de muestras sólidas. Actualmente, y a pesar de sus limitaciones, todavía se utiliza muy extensamente, debido a su sencillez, bajo coste del equipo y su versatilidad para varios elementos de diferente naturaleza. En cuanto al quemador, el más utilizado es el de premezcla, que opera en régimen laminar y que esquemáticamente se ha representado en la figura 5.5. Asimismo, se han desarrollado sistemas de atomización sin llama, que se comentarán al final del capítulo. 3. Monocromadores: La única finalidad del monocromador es aislar la línea de resonancia del elemento de interés. Para la mayor parte de los elementos, el problema suele ser sencillo, pues las diferentes líneas suelen estar bastante separadas, como se muestra en la figura 5.9., donde se representan las líneas más características de los elementos Ag, Pb y Zn. Ello hace que no sea necesario un moncromador de muy alta resolución, y, en consecuencia, no demasiado costoso, siendo éste uno de los factores que han contribuido a que la técnica sea muy utilizada en la práctica ordinaria del análisis.
Las anchuras de rendija juegan un papel importante, al determinar la fracción del
espectro que incide en el detector. La rendija deberá ser lo más estrecha posible, con objeto de reducir la cantidad de radiación emitida por la llama que llega al detector. Algunos instrumentos comerciales están provistos de dos tipos de rendijas, para usarlas con llama o con atomización electrotérmica respectivamente. 4. Detectores: El detector universalmente usado en absorción atómica es el tubo fotomultiplicador, ya que ningún otro sistema ofrece la misma sensibilidad en el margen de longitudes de onda utilizado en esta técnica. El detector son lámparas fotomultiplicadoras que traducen la señal luminosa a señal eléctrica, la cual es ampliada y medida. 5. Lectura: La lectura puede realizarse por gran variedad de métodos. El más común es potenciométrico sobre una escala de transmisiones o absorbancias, admitiendo también escalas convencionales. Asimismo hay equipos con lectura digital, o bien con impresión automática de datos en cintas, etc. El registro gráfico expresa el tanto por ciento de transmisión o absorbancias (a longitud de onda constante) según la muestra que se mide a lo largo del tiempo, y no presenta mayor interés que el de dejar constancia de los resultados experimentales. Los parámetros instrumentales que deben, pues, establecerse al realizar una medición son: Línea de trabajo, o sea longitud de onda a la que se mida la absorción. Características de llama: tipo de combustibles, caudal de combustible, altura del mechero, caudal de pulverización, etc. Características de la muestra: disolvente, aditivos y demás elementos de fondo. Los patrones de concentración deben ser lo más semejantes posibles al problema, obteniéndose así la línea de calibrado representando absorbancias frente a concentraciones. Sobre ella se interpolan las disoluciones problema. Las zonas de trabajo son generalmente del orden de 1 a 30 p. p. m. en la disolución, con una precisión de alrededor del 2 %, mientras que los límites de detección se sitúan, en la mayoría de elementos, en las décimas y centésimas de p. p. m. Para realizar una medición se precisan de 0,5 a 2 ml. de disolución. Las técnicas de alta precisión y sensibilidad se ajustan con patrones lo más cercanos posibles a las muestras. Bibliografía: http://absorcion-atomica.blogspot.pe/2009/07/componentes-de-un- espestrometro-de.html file:///C:/Users/USUARIO/Downloads/lectura9.pdf https://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/8252/4/T7Abasorc.pdf http://boletines.secv.es/upload/196908659.pdf http://ocw.usal.es/ciencias-experimentales/analisis-aplicado-a-la-ingenieria- quimica/contenidos/course_files/Tema_5.pdf http://depa.fquim.unam.mx/amyd/archivero/Apuntes10_18598.pdf