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Introducción:

El cultivo de soja (Glycine max L. Merril) es una planta anual, perteneciente a las familias de
las leguminosas, de consistencia herbácea. Las hojas son compuestas, menos las primeras
que se forman, que son simples.

Las flores son amariposadas y el fruto es una legumbre que contiene de una a cuatro
semillas. La semilla es generalmente esférica, del tamaño de un guisante y de color amarillo.

Las hojas, los tallos y las vainas son pubescentes.

Es una planta sensible a la duración del día. Es de las llamadas de día corto.

Una de las cuestiones principales en el cultivo de la soja es mantener el cultivo limpio de


malas hierbas, ya que es una planta poco agresiva. Por lo tanto, hay que implementar ciertos
cuidados para tener éxito en la producción.

El aprovechamiento más importante de la soja es la obtención de aceite, lecitina y forrajes.


Contiene de un 17 a un 19% de aceite, que se utiliza para la alimentación humana y usos
industriales.

Como forraje verde produce alrededor de cinco toneladas de un producto rico en proteínas,
es también fijadora de N (Nitrógeno) por lo que se trata de una planta mejorante.

Introducción: La introducción debe expresar con claridad, precisión y en forma atractiva el


pensamiento independiente del autor sobre la observa- ción del hecho, fenómeno u objeto
que solicita su interés, atención y su justificada decisión para investigar.

La introducción resume e interpreta el marco teórico de la tesis operacionalmente. Es


importante que el tesista investigador garantice la precisión con que se defi- nen y abordan
los siguientes componentes principales de este capítulo:

- Problema: Se define como la diferencia entre la situación observada y la deseada. El


investigador tesista debe precisar el significado y alcance del problema y verificar la posible
acción e interacción de los factores causales en base a investigaciones realizadas
previamente.

FCA - UNA Manual de Tesis

- Importancia o justificación: Se debe señalar con claridad y objetivi- dad la necesidad de


llevar a cabo las investigaciones del hecho o proble- ma y el impacto del cambio de una
situación actual a otra deseada.
- Objetivos generales y específicos: El propósito de la tesis es inves- tigar para descubrir,
inventar, construir o reconstruir conocimiento cien- tífico, tecnológico, metodológico o de
innovación, como estrategia para abordar en términos científicos la investigación de los
problemas que solicitan el interés y la atención de la sociedad.

5. Conclusiones y Recomendaciones

Las conclusiones y recomendaciones constituyen el quinto capítulo de la tesis. En este


capítulo se condensa y destaca los aspectos más relevantes de la inves- tigación, sus
hallazgos, aportes y recomendaciones. Las conclusiones se deben presentar preferiblemente
en forma de párrafos cortos, claros y precisos.

El encabezamiento de este capítulo se identifica con 5. En este capitulo se deben presentar


las convicciones que se derivan de las evidencias de los hechos corroborados por los
resultados, su interpretación e implicaciones. Las conclusiones y las recomendaciones deben
presentarse en forma orde- nada, de ser necesario con numeraciones en los acápites,
conforme a lo desarrollado en la tesis; se aconseja dividir el capítulo en dos sub-capítulos, las
conclusiones identificadas con 5.1 y las recomendaciones como 5.2. Dentro de cada
subcapítulo se debe numerar con 1, 2, 3, …, etc., los puntos más importantes.

Las conclusiones deben incorporar las inferencias científicas y las recomenda- ciones y las
sugerencias derivadas de los resultados. Finalmente, las conclusio- nes y recomendaciones
técnicas no se deben presentar en forma entremezclada con respecto a aquellas que
guardan relación con aspectos metodológicos.

7. Anexos o Apéndices

El último capítulo de la tesis incluye materiales como Figuras, Cuadros, defini- ción de
términos, diagramas, ilustraciones, fórmulas, cálculos, etc. Estos ele- mentos no son
indispensables para la interpretación cabal del contenido de la tesis, pero son resultados de
la investigación o material trascripto de otra fuente y se consideran de importancia para la
comprensión global de la tesis. También se deben incluir los cuestionarios e imágenes de
sensores remotos, fotos, etc. Los títulos o encabezamientos de los anexos se identifican en
forma secuencial, con numeración arábiga antes de la letra, ejemplo: 1 A, 2 A, 3 A.......etc

Introducción

La soja, una especie adaptada completamente a las condiciones y factores que ofrece el
ambiente de casi todos los departamentos de la región oriental del país, ejemplos: San Pedro,
Amambay, Kanindeju, Ka´a guasu, Ka´a sapa, Alto Paraná, Itapúa y últimamente en el
departamento de Misiones. La región del Alto Paraná, se caracteriza por ser la región del país
donde la superficie de siembra de ésta especie oleoproteica, ocupa la mayor extensión,
aproximadamente 900.000 ha, según datos de CAPECO. Los ensayos fueron instalados en un
Diseño Bloques Completos al Azar, en fajas y los tratamientos con distribución factorial de 5
variedades de diferentes ciclos de maduración y, dos niveles de riego, con y sin riego por
aspersión (Figura 1) La siembra fue realizada el 3 de Noviembre de 2011 y cosechada el 13 de
Febrero de 2012. Las variedades utilizadas en el ensayo fueron: NIDERA4903RG, DM 5.9 i, DM
6.2 i, NM 70 RR y BMX POTENCIA y, los riegos fueron aplicados por aspersión y, las cantidades
de agua aplicados se muestran en una tabla posterior. En la Figura 1 se muestra el mapa del
ensayo de soja

SOJA EN PARAGUAY

La producción de la soja, constituye el principal cultivo agrícola de importancia económica en


el Paraguay. Nuestro país se mantiene entre los cinco mayores productores; y el cuarto mayor
exportador de soja a nivel mundial.

La Plataforma Nacional de Soja Sustentable trabaja en la implementación de un Plan de Acción


para mejorar el desempeño económico, social y ambiental de la cadena productiva.

La soja pasó a ser el primer producto de exportación del país, y es el producto agrícola que
genera más ingresos, un poco más de 3.000 Millones de U$D; además de contribuir con
alrededor del 17 % del PIB y aproximadamente el 62 % de las exportaciones.

Se ha seleccionado trabajar con este commodity por el impacto del mismo a nivel ambiental,
económico, social y financiero en la región del BAAPA. Considerando como elemento clave el
trabajo con productores de mediana y gran escala de la producción de soja, buscando cambios
transformacionales que garanticen el cumplimiento de políticas y regulaciones ambientales en
el país; animándolos a adoptar mejores prácticas que favorezcan la conservación de las
funciones del ecosistema, incluyendo la biodiversidad, para garantizar la sustentabilidad de la
producción a largo plazo.

Introducción. Dentro de los granos producidos en nuestro país, la soja es el cultivo que ha
logrado un mayor crecimiento en área sembrada y producción, representando actualmente
2.870.539 (dos millones ochocientas setenta mil quinientos treinta y nueve) hectáreas
sembradas, con una producción estimada de 8.372.941 (ocho millones trescientos setenta y
dos mil novecientos cuarenta y uno) toneladas de granos (Inbio-Capeco, 2011).

El cultivo de la soja se ha desarrollado enormemente en estos últimos años. En la región


oriental del Paraguay, el área sembrada de soja presenta una tasa de crecimiento positiva y
relativamente alta, ya que en 7 años esta área se ha duplicado prácticamente, pasando de 1,35
millones hectáreas en los años 2000/2001 a 2,65 millones hectáreas en 2007/2008.

Hay que saber que el 87% de las áreas cultivadas con soja se encuentra en propiedades de 100
a 1000 hectáreas y el resto en propiedades de más de 1000 hectáreas. Esto demuestra que la
mayor parte de la producción de soja se encuentra entre las manos de pequeños y medianos
productores. La soja paraguaya es destinada principalmente al mercado exterior, con un
promedio de 75% para la exportación, quedando solamente 23% para la industria y 2% para las
semillas. Estas cifras se mantuvieron durante los últimos años.

Con la política del gobierno argentino, que aplica nuevos impuestos a la exportación, los
márgenes de productores argentinos se redujeron, lo que consolidó el interés de la soja del
Paraguay.

El Paraguay, 7mo productor mundial y 4to exportador mundial de soja, detrás Estados Unidos,
Brasil y Argentina, ha tenido una recolección record en la campaña 2009/2010 con un total de
7,5 millones de toneladas.

El cultivo de soja se ha desarrollado en la región oriental del Paraguay en tierras utilizadas


antes para la cría y ha tenido como consecuencia el desplazamiento de la hacienda bovina
paraguaya a la región del Chaco.

Objetivos

Objetivo General: Identificar la especie de Spodoptera que ataca al cultivo de la soja

Objetivos Específicos: Colectar larvas en las principales zonas sojeras del país Obtener adultos
a partir de los especímenes colectados

Conclusión

En base a las investigaciones realizadas se puede concluir lo siguiente:

En el Paraguay, la producción de soja representa aproximadamente el 40% de la producción


agrícola y contribuye con el 9% del PIB nacional. En el año 2008, como rubro de exportación
aportó el 35% del valor total de las exportaciones agrícolas y juntamente con otros cultivos del
complejo (trigo, girasol, maíz y canola) llegó al 40%.

El auge y posicionamiento como rubro de renta de la soja en el Paraguay tuvo su inicio en el


año 1974 cuando los precios tuvieron un signifi cativo aumento en el mercado internacional.
Desde entonces su cultivo ha crecido en superfi cie, en producción y en rendimiento. En el
periodo 1980/2007, la superfi cie de siembra aumentó en 411% llegando en el año 2007 a
2.429.000 hectáreas. Por su parte, la producción creció 990% en el mismo período de tiempo y
se situó en 5.856.000 de toneladas en 2007. La producción de soja ha crecido de manera
sostenida al punto de convertirse en el principal cultivo del país con más de 47 millones de
toneladas en la campaña 2007/08.

32 SOSTENIBILIDAD DE LA SOJA: ARGENTINA-PARAGUAY –URUGUAY El fuerte aumento de la


producción, cuyo crecimiento superó el dinamismo del área sembrada, se sustentó
fundamentalmente en el mejoramiento de la tecnología y del manejo del cultivo, alcanzando
rendimientos al mismo nivel que el de los principales productores mundiales (Brasil, Argentina
y Estados Unidos) que oscilan entre 2.400 a 2.700 Kgs./hectárea. Estos rendimientos son
ilustrativos del nivel tecnológico aplicado en la producción primaria.

El posicionamiento de la soja como cultivo de renta permitió además la producción


mecanizada de otros rubros agrícolas tales como el trigo, el maíz, el girasol, la avena, la colza y
la canola. Este posicionamiento también fue factor determinante para la consolidación del
cultivo del trigo, llegándose hasta el autoabastecimiento y la exportación de este cereal. Al
igual que la soja, estos cultivos han tenido similar tendencia en área de siembra, producción y
rendimiento.

La consolidación del cultivo de la soja ha permitido el surgimiento de la industria de los


molinos harineros, la de balanceados, y ha apuntalado la de aceite ante la caída de la
producción algodonera. Así mismo, en la zona de producción mecanizada, se ha establecido un
sistema de servicios relacionados con la producción y el procesamiento agrícola,
especialmente la venta de insumos y de asesoramiento técnico. Los tradicionales
departamentos productores de soja son Alto Paraná e Itapuá que concentran actualmente el
60% tanto del área de siembra como de la producción. En el año 1980 conjuntamente
concentraban el 75%. La participación porcentual de estos departamentos presenta una
tendencia a disminuir en los últimos años, debido principalmente a la apertura o la ampliación
de zonas productoras en otros departamentos, tales como Canindeyú, Caazapá, Misiones, San
Pedro, Guairá, Concepción y Caaguazú. Entre estos nuevos departamentos, el de más rápido
crecimiento ha sido el departamento de Canindeyú que de tener un área equivalente al 12%
del total en el año 1980, pasó a representar el 17% del total de la superfi cie sembrada de soja
en el año 2005.

El principal destino de los productos obtenidos del procesamiento de la soja son los países de
la Comunidad Andina de Naciones (CAN). En el año 2008, la CAN importó el 83% del aceite y el
68% de la harina producida. Otro mercado importante para la harina lo constituye Brasil, ya
que en el mismo año absorbió el 15% de las importaciones. Por su lado los granos de soja son
principalmente exportados a los Estados Unidos (60%), MERCOSUR (30%) y Medio Oriente con
un 2%. Por lo tanto se puede afi rmar que el crecimiento de la producción sojera se ha dado
más por expansión antes que por efi ciencia agronómica en el rendimiento.

En este estudio, el análisis del caso paraguayo se centra en tres departamentos2 que
concentran el 77% de la superfi cie sembrada de soja a nivel nacional. En el Departamento de
Alto Paraná se registra una superfi cie de 710.000 hectáreas que representan el 36,05% del
área total de siembra. En el Departamento de Itapúa existen 479.225 hectáreas sembradas, es
decir el 24,32% y el Departamento de Canindeyú cuenta con 329.740 hectáreas sembradas, o
sea el 16,73% del área total de siembra

Para facilitar la comparación, se agruparon en tres grupos o zonas: Zona A o tradicional mayor
(Itapúa, Alto Paraná y Canindeyú); Zona B o tradicional menor (San Pedro, Caaguazú y
Caazapá), y Zona C o nueva (Concepción, Guairá y Misiones). Se han considerado los años
agrícolas 1999/2000 y 2004/2005 a efectos de comparación.
En términos reales el costo directo de la soja ha disminuido entre el 2002 y el 2005 mientras
que el precio internacional medido en dólares americanos se ha incrementado un 4,5%, dando

2 Los departamentos equivalen a provincias o estados y se dividen en distritos. Los distritos


son la menor división política del país.

SOSTENIBILIDAD DE LA SOJA: ARGENTINA-PARAGUAY –URUGUAY 33 indicaciones que la


rentabilidad del cultivo se incrementó notablemente. Similar comportamiento ha tenido la
producción de algodón, una caída real de sus costos y un incremento del 19,6% en su precio
internacional. No se poseen datos sobre la evolución del precio de la caña de azúcar. Frente a
esta situación, el aumento de la producción de soja se entiende por el incremento de la
rentabilidad, mientras que la caída de la producción algodonera habrá que buscarla en otros
factores no relacionados con la rentabilidad del mismo, sino tal vez en acceso al fi
nanciamiento, limitaciones agronómicas, etc.

En general se concluye que en una economía como la de Paraguay donde la agricultura es el


motor, tanto para el crecimiento como para generación de divisas, es de entender que un
producto como la soja, que en los últimos años se ha caracterizado por una elevada demanda
y precio creciente, incremente su área de siembra.

Por otro lado, este crecimiento en superfi cie generó cambios en la estructura productiva no
sólo en la concentración de área utilizada sino que además alentó a los pequeños agricultores,
ante la falta de alternativas de producción optaran por la venta de sus tierras para el cultivo de
la oleaginosa. En el estudio se describe el incremento de la superfi cie de siembra de la soja,
que ha sido tres veces superior al de los cultivos de los pequeños productores agrícolas sin
opciones de renta (PAC). La mayor renta de los productores sojeros podría incentivar el
aumento del área sembrada independientemente a que los rendimientos marginales
disminuyan. Frente a esta situación, los PAC probablemente opten por la venta de sus tierras y
migrar a las ciudades.

Se ha visto además que la expansión del cultivo de la soja fue favorecida por un aumento
internacional del precio, que ha compensado el incremento en los costos directos. Frente a
esta situación, el cultivo del algodón que ha tenido con similar comportamiento en las
variables (subida de precio internacional y caída de los costo directos reales) no incrementó su
producción al ritmo de la soja. Consecuentemente desde un punto de vista exclusivamente de
generación de rentas, el país tendería a dar apoyo al cultivo de la soja.

Los datos presentados muestran que el cultivo de la soja ha venido creciendo en proporciones
geométricas en Paraguay, paralelamente se evidencias confl ictos emergentes en las zonas de
la expansión de este cultivo.

En un análisis económico, este crecimiento destacado del área cultivada genera divisas
importantes para el país además de tener una posición privilegiada entre los grandes
productores de la oleaginosa.
La expansión de la superfi cie sembrada de soja se está realizando en zonas ocupadas
tradicionalmente por la ganadería y la agricultura familiar que ante la situación de
descapitalización y défi cit de fi nanciamiento, encuentran como alternativa, la de vender sus
tierras a productores de soja quienes ofertan buenos precios por las tierras.

Los campesinos localizados en colonias y asentamientos son los que más fácilmente venden
sus tierras (derecheras) por las difi cultades de arraigo en las mismas, la baja inversión en
infraestructura social como agua potable, escuelas, hospitales y caminos de todo tiempo que
posibiliten la subsistencia digna y facilite el desarrollo de los miembros de la familia. Esta
situación de escasa, y en algunos casos nula, capacidad de proporcionar la infraestructura
básica necesaria tropieza con faltas de recursos del organismo ejecutor generando la
migración de los campesinos. En general, los campesinos venden sus tierras a precios
relativamente altos, que en el corto plazo otorga una alternativa pero en el mediano plazo
genera efectos, aumentando la franja de miseria.

El incremento de la producción de soja en zonas próximas a asentamientos humanos y cursos


de agua ha generado roces entre los productores de soja y los campesinos quienes sostienen
que la gran agricultura empresarial trajo consigo el aumento del uso indiscriminado de
defensivos agrícolas que, utilizando sofi sticadas máquinas y equipos, están perjudicando la
salud de la población aledaña a los sojales, destruyendo el ambiente, contaminando los cursos
de agua.

Según la percepción de algunos grupos sociales y de productores, la problemática del uso de


agroquímicos se incrementó con la aparición de la soja transgénica, la cual se utiliza el glifosato
como medio de control de malezas. Sin embargo otro grupo sostiene que este producto de
franja verde es uno de los más bajos en toxicidad comparado a otros productos utilizados en la

producción de soja

Anexo

2intro

En los últimos 40 años, el cultivo de la soja1 se ha propagado velozmente en vastas zonas de


Sudamérica. A pesar de ser un cultivo que se originó en Asia, hoy en día es un importante
componente de la dieta popular tradicional en el mundo (FAO, 1992; INBIO & UGP, 2011). La
soja es, principalmente, un cultivo industrial, cultivado para el aceite y la proteína. A pesar del
relativamente bajo contenido de aceite de la semilla, la soja es la mayor fuente de aceite
comestible y representa aproximadamente el 50% de la producción total de semillas
oleaginosas del mundo (FAO, 1992). La expansión del cultivo de soja en la región sudamericana
provino de la demanda del mercado de soja asiático, atribuido principalmente a su uso como
alimento (forraje) para el ganado vacuno (Tomasone, 2017; Cristaldo, 2017). Esto se debió al
aumento del consumo de carne vacuna en la región oriental del mundo, lo cual está
directamente relacionado al aumento de las condiciones en cuanto a poder adquisitivo, es
decir, el aumento de la clase media y el cambio en preferencias de consumo (Ferreira, 2017;
Rojas, 2017). Así pues, América del Sur se convirtió en la región donde se encuentran los
principales productores del grano. En Brasil se empezó a cultivar en Río Grande do Sul, y la
cosecha, que en 1970 no superaba 1,5 millones de toneladas, llegó a 68 millones de toneladas
en el período 2009-2010. En Argentina, el cultivo de la soja se propagó igual de rápido, donde
en el 2010, la cosecha alcanzó unos 55 millones de toneladas, en contraste con las 27 mil
toneladas de 1970 (INBIO & UGP, 2011). El impulso de los países del sur, si bien partió de una
demanda internacional, se vio influenciado por varios factores como ser: el incremento de
nuevas áreas de cultivo, la disponibilidad de semilla de soja genéticamente modificada, los
marcos que regulan la bioseguridad, y la adopción de los agricultores de tecnologías
innovadoras al sistema de producción agrícola2 , contribuyendo así al 50% de la producción
mundial de la soja (IICA, 2015). En Paraguay, si bien la economía se sustentó históricamente en
el sector agroganadero, el sector servicios tuvo un sostenido crecimiento, y en menor escala,
el sector industrial. Arce, Herken Krauer & Ovando (2011) explican que la estructura
productiva del Paraguay se mantuvo anclada en el sector primario, aumentando la expansión
del área cultivada. Además, señalan que el cultivo de soja, aparece con un rol determinante en
la generación de divisas, lo cual puede ser verificado a partir de un análisis de las cuentas
nacionales.

Actualmente en el Paraguay la soja constituye el principal rubro agrícola de exportación, con


una

comercialización del 70% de la producción nacional en forma de granos. Esto es debido a los
elevados

gravámenes arancelarios impuestos por el principal comprador, la Unión Europea, a los


derivados como el aceite

de soja.

La introducción y expansión de la soja se produjo como consecuencia del fomento del Plan
Nacional del

Trigo que el gobierno paraguayo implementó a partir del año 1967, con objeto de
autoabastecerse y sustituir

importaciones. El mencionado Plan, contempló estímulos financieros acompañados de apoyo


técnico y fiscal a los

productores que deseaban iniciarse en la producción del rubro.

Con estos incentivos se constituyeron numerosas empresas agrícolas y se fueron incorporando


a la
producción nuevas y más extensas áreas de tierras fértiles a expensas de los bosques nativos.
Inicialmente era

producida por complementar bien la rotación con el trigo de invierno, y su destino final estaba
dirigido al mercado

interno.

Las buenas cotizaciones internacionales de las décadas del 70 y 80, aceleraron el proceso de

habilitación de tierras para su cultivo, experimentando tasas de crecimiento sin precedentes


en la agricultura

empresarial del país.

Hoy en día, el Paraguay ocupa el 6to lugar en cuanto a producción de soja mundial
(antecediéndole

USA, Brasil, Argentina, China e India, así mismo es el 4to exportador mundial (antecediéndole
Brasil, USA y

Argentina)1

(Anexos 1 y 2)

El Paraguay está situado en el tercer lugar en América Latina en niveles de productividad de


soja,

después de Brasil y Argentina. Actualmente posee un promedio ponderado de 2.600 Kg/Ha,


rendimiento similar al

de la Argentina y Brasil, y muy cercana al de los Estados Unidos.

La principal zona productora, la región oriental, se ve dinamizada en su economía por el sector


fuerte y

dinámico de la soja, que representa casi el 35 % de la producción agrícola nacional y alrededor


del 40 % de las

exportaciones agrícolas totales (incluyendo granos, harina, tortas y aceites de soja), así mismo
concentra la

mayor producción de soja en dos departamentos, Alto Paraná e Itapúa, produciendo ambos el
70% del total del

país ( Ver Figura 1 en Anexos).

La producción de ésta es altamente mecanizada, Se cultiva en grandes y medianas extensiones


de

tierras por empresarios “agricultores”, generalmente de origen brasileño, japonés y alemán, a


menudos

organizados en cooperativas, como también por pequeños productores paraguayos

La capacidad tecnológica de los productores sojeros se ve reflejada en el aumento de la


producción y la
productividad, debiéndose mencionar que la mayor parte de la superficie es realizada por la
técnica de la siembra

directa, que fue introducida en medianas y grandes fincas mecanizadas del Paraguay en 1.990,
y desde ese año

ha presentado un crecimiento ininterrumpido, actualmente es el país en el mundo con la


mayor proporción de

siembra directa sobre el total de superficie cultivada, donde, del total de hectáreas sembradas,
existen 1.100.000

Ha de soja con el método de siembra direc

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