existen una serie de tipos de monopolios presentes, tanto en la teoría, como en la realidad; sin embargo, el que concierne a este texto es el llamado monopolio natural. Este caso en particular, se caracteriza principalmente por una situación donde una sola empresa ya sea de carácter pública o privada puede satisfacer toda la demanda del mercado en la que esta compañía se encuentra especializada, con la única pero crucial diferencia que esta lo hace incurriendo en un coste menor que si el servicio o el bien en cuestión fuera ofrecido por varias entidades pública y/o empresas privadas compitiendo a la vez.
Una de las particularidades de este tipo de monopolio
es que nacen en industrias con altos costos fijos y de inversión para desarrollarse en esta por lo que presenta altas barreras de entrada al mercado, dando así la posibilidad a que una sola empresa maneje el sector sin competencia latente alguna. De forma más amigable, esto significa que los costos en los que incurriría una empresa para poder tanto entrar como mantenerse a flote en esa industria son tan altos que desalientan a la empresas a participar de ese mercado, debido a que se vuelve económicamente inviable la competencia.
Este tipo de monopolios usualmente surgen en
economías que están pasando por un proceso de industrialización o bien llamadas economías de transición o en vías de desarrollo. En muchos de estos casos, el producto del sector en el que está presente este tipo de monopolio no posee competencia extrajera tampoco, puesto que las políticas de carácter público están enfocadas en proteger a dicha industria con el fin de que supuestamente pueda conseguir, inicialmente, un grado de competitividad suficiente como para que cuando se presente la competencia en el futuro, este sector presente una ventaja comparativa en la producción del bien o en la entrega del servicio.
Alejándonos ya de la teoría, es también de carácter
necesario asentar la teoría respecto a los monopolios naturales en ciertos casos de nuestra vida cotidiana. Ya a muchos sin embargo, se les habrá ocurrido alguno que otro ejemplo con respecto a este tipo de mercado, y es que en efecto, en el Perú y también en la mayoría de los países de Latinoamérica, los monopolios naturales son bastante comunes, justamente por el tipo de economías que representamos. Es así que los monopolios naturales están en su mayoría presentes en las industrias de suministro de agua por alcantarillado, las industrias de red de energía, transporte, telecomunicaciones, suministro de gas, etc. Uno de los casos más controversiales en nuestro país es el caso de Sedapal, empresa que se encarga de la distribución de agua por alcantarillado en Lima. Sin embargo existen otros tantos ejemplos como el de la industria de luz eléctrica que prácticamente está manejada en Lima por dos industrias privadas llamadas Luz del Sur y Edelnor, sin embargo este último ejemplo es el más discutible de los dos.
Como se acaba de denotar, la existencia de un
monopolio natural, como la de cualquier otro es siempre cuestionable y discutible, pues como es de saber, lo que funciona en la teoría no siempre es plasmable en la práctica. No está demás mencionar que si bien los monopolios naturales tienen la característica inherente de ser socialmente eficientes, no siempre poseen la capacidad para ser económicamente rentables; tal vez es por eso es que algunas empresas, tal y como lo es Sedapal, consideradas como monopolios naturales, sigan hoy en manos de la administración estatal, puesto que, evidentemente, no existen empresas privadas que estén dispuestas a incurrir en los largos periodos de pérdidas debido a los altos costos fijos que conlleva ser parte de un monopolio de carácter natural.