Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Seguridad Vial PDF
Seguridad Vial PDF
Departamento de Geografía
Universidad Autónoma de Barcelona
Bellaterra, Julio de 2010
SEGURIDAD VIAL: LA NECESIDAD DE UN NUEVO MARCO TEÓRICO
2
JUAN CARLOS DEXTRE QUIJANDRÍA
Departamento de Geografía
Universidad Autónoma de Barcelona
Bellaterra, Julio de 2010
3
Agradecimientos
En primer lugar, quiero agradecer a las personas que me brindaron todas las
facilidades para poder acceder al programa de doctorado: Pau Avellaneda,
Carme Miralles y Antoni Tulla.
4
TABLA DE CONTENIDO
INTRODUCCIÓN
1.1 Introducción………………………………………………………………... 10
1.2 Justificación de la investigación…………………………………………. 11
1.3 Objetivos de la investigación…………………………………………….. 13
1.4 Hipótesis de trabajo………………………………………………………. 14
1.5 Precisión terminológico-semántica: ¿accidente o siniestro?............... 14
METODOLOGÍA
2.1 Metodología………………………………………………………………. 17
EL PROBLEMA
3.1Las otras externalidades causadas por el transporte…………………. 20
3.1.1 La congestión………………………………………………………. 22
3.1.2 La contaminación………………………………………………….. 25
3.1.3 El ruido……………………………………………………………… 26
3.1.4 Intrusión visual…………………………………………………….. 27
3.1.5 Efecto barrera……………………………………………………… 28
3.2 Los accidentes de tránsito
3.2.1 Un problema de salud pública……………………………………. 30
3.2.2 Cifras registradas versus cifras estimadas……………………... 31
3.2.3 El uso de indicadores de accidentalidad………………………... 34
3.2.4 Un problema económico………………………………………….. 40
3.2.5 Un problema de equidad social………………………………….. 44
3.3 La movilidad y la inseguridad vial en Lima……………………………. 49
3.4 Resumen y conclusiones……………………………………………….. 73
MARCO CONCEPTUAL
4.1 Tipos de seguridad vial…………………………………………………... 76
4.1.1 Seguridad nominal………………………………………………… 76
4.1.2 Seguridad sustantiva……………………………………………… 79
4.1.3 Percepción de seguridad…………………………………………. 81
4.2 Visiones en relación a la seguridad vial……………………………... 83
4.2.1 La Visión Cero de Suecia………………………………………… 84
4.2.2 La Seguridad Sostenible de Holanda…………………………… 88
4.3 Principales enfoques metodológicos…………………………………… 91
4.3.1 Enfoque de la OMS (2004-2009): Aproximación desde el
punto de vista de la salud pública………………………………... 91
4.3.2 La Matriz de Haddon……………………………………………… 94
4.3.3 Enfoque sistémico…………………………………………………. 96
4.4 Soluciones de final de tubería…………………………………………... 101
4.4.1 Tratamiento de puntos negros (TPN)…………………………… 109
4.4.2 Auditorías de Seguridad Vial (ASV) e Inspecciones de
Seguridad Vial (ISV)……………………………………………………... 112
4.4.3 Evaluación del impacto en la seguridad vial (EIS)…………….. 115
4.4.4 Seguridad activa de los vehículos (SAV)……………………….. 117
4.5 Resumen y conclusiones……………………………………………….. 119
5
LA NECESIDAD DE UN NUEVO MARCO TEÓRICO
5.1 De la circulación a la movilidad sostenible…………………………….. 122
5.1.1 Enfoque orientado al transporte…………………………………. 123
5.1.2 Enfoque orientado a la movilidad………………………………... 128
5.1.3 Enfoque orientado a la movilidad sostenible…………………… 130
5.2 La necesidad de un nuevo marco teórico……………………………… 133
5.3 Resumen y conclusiones
CONCLUSIONES FINALES
6.1 Conclusiones finales……………………………………………………… 138
BIBLIOGRAFIA
7.1 Bibliografía………………………………………………………………….. 142
6
LISTA DE FIGURAS
Figura 3.1 Externalidades y nivel de desarrollo…………………………… 21
Figura 3.2 Representación esquemática de la demora causada por la
congestión………………………………………………………… 22
Figura 3.3 Mortalidad reportada y estimada según nivel de ingreso……. 33
Figura 3.4 Mortalidad reportada y estimada por regiones………………... 33
Figura 3.5 Defunciones causadas por el tránsito en Malasia……………. 35
Figura 3.6 Potencial de reducción de accidentes fatales………………… 36
Figura 3.7 Muertos estimados y reportados en África……………………. 37
Figura 3.8 Muertos estimados y reportados en América…………………. 37
Figura 3.9 Muertos estimados y reportados en el sudeste de Asia……... 38
Figura 3.10 Muertos estimados y reportados en Europa…………………. 38
Figura 3.11 Muertos estimados y reportados en el Mediterráneo
Oriental…………………………………………………………….. 39
Figura 3.12 Muertos estimados y reportados en el Pacífico……………... 39
Figura 3.13 Mortalidad reportada y estimada por tipos de accidentes….. 40
Figura 3.14 Estimación de la mortalidad por traumatismos causados
por el tránsito en la región de África………………………….. 45
Figura 3.15 Muertos en las carreteras de la Unión Europea de jóvenes
de 18 a 25 años – promedio de 5 años………………………. 46
Figura 3.16 Proporción de muertes causadas por el tránsito según tipo
de usuario en países seleccionados de las Américas……… 46
Figura 3.17 Población en Lima, según zonas (1993 y 2007)…………….. 51
Figura 3.18 IDH versus muertes por accidentes de tránsito (2006)…….. 52
Figura 3.19 Partición modal por niveles de ingresos familiares…………. 58
Figura 3.20 Ratios de viajes a pie en Lima Metropolitana……………….. 58
Figura 3.21 Defunciones por accidentes de tránsito en el Perú (2001-
2006)……………………………………………………………... 59
Figura 3.22 Los 10 puntos con más peatones muertos – Lima…………. 61
Figura 3.23 Proporción, según grado de gravedad de las
discapacidades registradas (2008)…………………………… 61
Figura 3.24 Intersección con semáforo peatonal y contador regresivo,
Av. Camino Real, San Isidro…………………………………... 62
Figura 3.25 Cruce desordenado en la Carretera Central, Ate Vitarte…… 63
7
Figura 3.26 Cruce de peatones a la altura del puente la Pascana……… 66
Figura 3.27 Líneas de deseo peatonal en la Av. La Marina……………… 68
Figura 3.28 Canalización de la circulación peatonal mediante la
implementación de un semáforo……………………………… 69
Figura 3.29 Cruce de peatones por la calzada……………………………. 70
Figura 3.30 Peatones utilizan el puente luego de colocar una valla en la
mediana de la vía……………………………………………….. 70
Figura 3.31 La prioridad del peatón no se respeta y es más fácil para él
cruzar antes de llegar a la intersección………………………. 72
Figura 4.1 Visibilidad en una curva vertical parabólica…………………… 77
Figura 4.2 Regresión a la media……………………………………………. 80
Figura 4.3 Relación entre la seguridad objetiva y la percepción de
seguridad………………………………………………………… 83
Figura 4.4 El entorno influye en el factor humanos……………………….. 96
Figura 4.5 Conductor de un bus con 90 papeletas de tránsito…………... 99
Figura 4.6 El enfoque sistémico…………………………………………….. 100
Figura 4.7 Congestión obliga a los peatones a cruzar entre vehículos… 102
Figura 4.8 Reducción de la demora mediante el incremento de
capacidad………………………………………………………... 103
Figura 4.9 Conflictos en el ingreso y salida del estacionamiento……….. 103
Figura 4.10 Bloqueo de la intersección Av. Argentina y Pasaje el Sol…. 104
Figura 4.11 Congestión en el Pasaje el Sol………………………………... 104
Figura 4.12 Nuevo acceso a la playa el Sol……………………………….. 106
Figura 4.13 Pasaje el Sol después del rediseño………………………….. 106
Figura 4.14 Ingreso clausurado del Pasaje el Sol………………………… 106
Figura 4.15 Nuevo ingreso con zona protegida…………………………… 107
Figura 4.16 Vereda a nivel y servicio de taxis organizado……………….. 107
Figura 4.17 Delimitación de la intervención de un punto negro…………. 110
Figura 4.18 Delimitación de la intervención de una ASV…………………. 114
Figura 4.19 Zona de influencia de un EISV………………………………... 116
Figura 5.1 Inauguración del intercambio vial Habich-Panamericana
Norte……………………………………………………………… 124
Figura 5.2 Intercambio vial Habich en noviembre del 2009……………… 124
Figura 5.3 Variables que pueden influir en los atropellos………………… 134
8
LISTA DE TABLAS
Tabla 3.1 Mortalidad anual reportada y estimada…………………………. 32
Tabla 3.2 Costos de los accidentes por región……………………………. 41
Tabla 3.3 Valor promedio de la prevención según severidad……………. 42
Tabla 3.4 Valor promedio de la prevención según usuario………………. 43
Tabla 3.5 Viajes en Lima según modo……………………………………… 53
Tabla 3.6 Modos de viaje según nivel de ingresos………………………... 54
Tabla 3.7 Propósito del viaje………………………………………………… 56
Tabla 3.8 Costo del transporte según nivele de ingreso…………………. 57
Tabla 3.9 Muertes peatonales en ciudades con y sin puentes………….. 65
Tabla 3.10 Cantidad de peatones que cruzan por el puente……………. 66
Tabla 4.1 Velocidades máximas en relación con la infraestructura…….. 86
Tabla 4.2 La matriz de Haddon……………………………………………… 94
Tabla 4.3 Circunstancias en que se produce el accidente………………. 97
Tabla 4.4 Comparación de criterios de puntos negros…………………… 109
Tabla 5.1 Accidentes en York comparados con el resto de UK…………. 131
9
INTRODUCCIÓN
1.1 Introducción
Por otro lado, este informe señala que, de los 178 países considerados en el
estudio, el Perú ocupa el primer lugar en porcentaje de peatones muertos del
total de muertos en accidentes de tránsito (78%). Como contraste, en Chile,
donde consideran que el problema es bastante serio, el porcentaje es de 40%;
preocupación que es válida si consideramos que en Portugal es 16.1%, en
España es 15%, en Francia es 12% y en Bélgica 9.7%.
10
La pregunta cae por su propio peso: ¿cómo es posible que en una sección de 5
kilómetros de carretera existan 38 muertos por año, mientras que para dos
distritos completos la cantidad sea cero? La respuesta es simple: Lima tiene
zonas muy similares a las del primer mundo, mientras que otras se pueden
comparar con ciudades de África o Asia (Dextre, 2010a), lo cual ya es un
indicio de que el diseño y gestión de las ciudades influye en la cantidad de
muertos y heridos producidos por los accidentes de tránsito.
11
Este derecho a la movilidad y al espacio público de la ciudad que tiene todo
ciudadano está permanentemente amenazado por la inseguridad vial, que,
por un lado, termina con la vida de muchas personas y, en muchos casos, deja
desprotegida a la familia que pierde al ser querido que, con su trabajo, era el
que sostenía el hogar. Por otro lado, deja un número significativo de personas
con discapacidades permanentes, las cuales, además de tener que superar el
trauma causado por la pérdida permanente de su movilidad, enfrentan enormes
problemas en ciudades, como Lima, donde la infraestructura vial, los edificios y
el transporte público no están preparados para que sean utilizados por este
grupo de personas.
Además, la seguridad vial está, por lo general, en manos, por un lado, de los
ingenieros civiles, de transporte o de tránsito y, por otro lado, de los ingenieros
de seguridad vial automotriz, los cuales centran su trabajo en paliar los
síntomas de los accidentes de tránsito (una especie de “analgésico vial”), en
lugar de atacar el origen del problema.
12
imperativo social, dado que las personas desean más automóviles que sean
más confortables y más rápidos, lo cual está dirigido a mantener el negocio que
gira alrededor de la venta de vehículos y en la construcción de infraestructura
para acomodarlos en la ciudad.
13
d. Justificar la necesidad de un nuevo marco teórico para la seguridad vial,
especialmente para países en vías de desarrollo.
14
De acuerdo con las definiciones anteriores, se podría decir que un accidente es
un hecho eventual e involuntario, es decir un hecho que ocurre por azar.
En este caso, un siniestro ya no es un hecho que ocurre al azar, sino que está
relacionado en algunos casos con mala intención, en otros casos con malas
costumbres o prácticas (no respetar las normas de tránsito, mal estado de la
infraestructura vial, mal funcionamiento de los equipos de control del tránsito,
etc.).
García señala por ello (2008, p.152) que un accidente es un hecho imprevisto,
inesperado e inevitable bajo las circunstancias posibles, es decir, producto del
azar; razón por la cual, es preferible utilizar el término siniestro, dado que será
solo después de la investigación del mismo que se podrá saber si fue o no un
accidente. Por ejemplo, un siniestro en el cual un conductor ha consumido
alcohol por encima del límite legal, no se considera un accidente, debido a que
el conductor decide manejar a sabiendas que está legalmente incapacitado
para hacerlo. Sin embargo, esto también es discutible, dado que hay estudios
científicos que demuestran que ninguna tasa de alcoholemia es inocua
(Borkenstein et al, 1974). Por eso, Tabasso (2008, pp. 101) señala que toda
tasa legal que no sea “cero” es una concesión a la naturaleza sociocultural del
fenómeno alcohólico y su elección implica una responsabilidad ética, social y
política. En este sentido, un siniestro en el que participa un conductor que ha
consumido alcohol podría o no calificar como un accidente, dependiendo del
límite legal de alcoholemia que ha fijado el país.
15
También se podría decir que las consecuencias de un siniestro tienen
componentes aleatorios. En el ejemplo del conductor que ha excedido el límite
de alcoholemia, éste podría perder el control del vehículo justo en una zona
donde se ubica un elemento duro (poste, muro, etc.) o en una zona donde hay
un espacio libre de obstáculos: que el siniestro ocurra en una zona u otra
depende del azar y esto influye directamente en las consecuencias del mismo,
es decir en la severidad del siniestro. Esta puede ser una de las razones por
las cuales algunos investigadores o especialistas en el tema utilizan el término
accidente, tales como Monclús (2007), Montané (2009), Manso y Cataño
(2008).
16
METODOLOGÍA
2.1 Metodología
La investigación se ha basado en la búsqueda de bibliografía académica y
profesional, así como de documentos e informes de organismos públicos y
privados. La bibliografía académica ha permitido definir el marco conceptual de
la investigación; la bibliografía profesional está ligada a la seguridad normativa
y al estudio de casos; y las publicaciones de organismos públicos y privados
han sido utilizadas para explicar cómo se desarrolla la movilidad en la ciudad
de Lima, y para definir el problema de la inseguridad.
revistas científicas;
informes de institutos de investigación;
actas de congresos internacionales de seguridad vial, y;
libros.
17
Ministerio de Transportes y Comunicaciones – Perú;
Ministerio de Salud – Perú;
Ministerio del Interior – Perú;
Ministerio de Educación – Perú;
Policía Nacional del Perú;
Consejo Nacional de Seguridad Vial – Perú;
Defensoría del Pueblo – Perú;
Municipalidad de Lima Metropolitana;
Congreso de la República del Perú;
Instituto Metropolitano PROTRANSPORTE;
Centro de Investigación del Transporte – CIDATT, y;
JICA.
18
(especialmente en países en vías de desarrollo), sino que esta responsabilidad
recae principalmente en ingenieros civiles, ingenieros de tráfico o transporte y
arquitectos.
19
EL PROBLEMA
20
desarrollados es ilustrada por Dextre (2010b) en una pirámide, tal como se
muestra en la Figura 3.1
21
disminuyen los efectos negativos de otras externalidades y, por lo tanto, tienen
un efecto sinérgico. Por esta razón, antes de presentar el problema de los
accidentes de tránsito –tema de la investigación- se presentan brevemente las
otras externalidades que genera el transporte en las ciudades.
3.1.1 La congestión
Después de los siniestros de tránsito, la congestión es la externalidad más
conocida por el público en general. De manera intuitiva, la congestión se puede
definir como la circulación de una cantidad importante de vehículos que obliga
a que estos circulen a bajas velocidades y de manera irregular (arranques y
paradas). En la ingeniería de tránsito, la congestión se define haciendo una
comparación entre la capacidad de la vía (número de vehículos por hora que
pueden circular por la vía) y el número de vehículos que circula por dicha vía
(vehículos por hora); es decir, cuando el número de vehículos se acerca a la
capacidad de la vía, entonces surge la congestión y el tiempo de viaje aumenta
a un valor muy superior al que se presenta en condiciones de baja demanda y
que normalmente se conoce como “flujo libre” (Ortúzar y Willumsen, 2001). El
concepto de “flujo libre” y la aparición de la congestión se pueden representar
de manera esquemática, según Bull (2003), tal como se muestra en la Figura
3.2
22
Mientras el flujo sea menor a un valor q0, el tiempo requerido para circular por
una calle es constante (t0). Es en este intervalo en el que se tiene “flujo libre”.
Cuando el flujo alcanza un volumen de tráfico igual a q0, cada vehículo que
ingresa experimenta su propia demora, pero también aumenta la demora de
todos los que ya estaban circulando. En la Figura 3.2, la distancia vertical entre
las dos curvas representa el incremento del tiempo de viaje de los vehículos
que ya estaban circulando y que es originado por el ingreso de un vehículo
adicional.
23
Lamentablemente, existe evidencia que demuestra que la construcción de
infraestructura para autos no solo no resuelve el problema de la congestión,
sino que lo empeora. Por ejemplo, en el año 2001, el Texas Transportation
Institute mostró los resultados de un estudio sobre 68 áreas urbanas en
Estados Unidos, desde el año 1982 al 1999, período en que la población en
esas áreas creció en 11%, mientras los kilómetros de vías urbanas aumentaron
en un 15%. Sin embargo, en promedio, las horas de congestión en esas áreas
crecieron en un 50% y el tiempo de viaje lo hizo en un 7% (Jara, 2002). El ex
Alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, dice que combatir la congestión
aumentando la infraestructura para los automóviles es como querer apagar un
incendio echando gasolina (Peñalosa, 2001).
Por lo general, son los ingenieros civiles, los ingenieros de tráfico o de tránsito
los que se han encargado de diseñar la infraestructura vial con un marcado
sesgo hacia la movilidad del auto particular (Dextre, 2009a). Esto es una
consecuencia del tipo de formación que tiene este grupo de profesionales, lo
cual se puede ilustrar con la siguiente definición de lo que es la ingeniería de
tránsito:
24
De esta definición se desprende que el objetivo principal es maximizar flujos
como unidades, sin importar si se trata de un automóvil con un pasajero o un
bus con 80 pasajeros. Por lo tanto, en el caso de automóviles, la eficiencia se
alcanza con la mayor cantidad de vehículos por hora por carril, lo cual se
consigue aumentando carriles, construyendo pasos a desnivel o intercambios
viales.
Esto concuerda con lo que señala Hamilton-Baillie and Jones (2005), cuando
dice que, en muchas ciudades de EEUU, alrededor del 70% del espacio urbano
está destinado para calles y aparcamientos. Aun en el caso de UK, se estima
que entre un 30 a 40% del espacio público está en manos de los ingenieros de
tráfico, a pesar de que estos profesionales no tienen formación sobre diseño
urbano y usualmente no tienen en cuenta la calidad del espacio público, debido
a que su interés está centrado en la capacidad vial medida en cantidad
vehículos por hora que pueden circular.
25
En algunos países las investigaciones muestran que los efectos nocivos de la
contaminación son infravalorados, por ejemplo, en el caso Gran Bretaña, en
donde mueren 2,600 personas por accidentes de tránsito, las cifras oficiales
muestran que son 24,000 las personas que mueren antes de tiempo como
resultado de la contaminación ambiental (CARLine, 2010), sin embargo, un
reciente estudio del House of Commons’ Environmental Audit Committeee
estima que la cifra estaría entre 35,000 a 51,000. Este problema representa un
costo de 20 billones de libras al año en términos de enfermedad y tiempo de
trabajo perdido.
3.1.3 El ruido
De acuerdo con la Unión Europea y la Organización Mundial de la Salud (OMS,
2009), el ruido ocasionado por el tráfico es el más molesto para los ciudadanos.
Este problema se ha venido incrementando en los diferentes países europeos
desde 1998 hasta 2003.
Existe una relación directa entre el ruido del tráfico, las horas de sueño y los
problemas de salud (problemas cardiovasculares). Los problemas
cardiovasculares más comunes causados por la exposición al ruido son
hipertensión, arterioesclerosis y enfermedades del corazón, que afectan cada
vez más a una mayor cantidad de personas (OMS, 2009).
26
La forma de cuantificar el impacto del ruido y vibración es considerando
principalmente el efecto en la salud de las personas y las propiedades. En un
análisis comparativo realizado por Quinet (1993), se concluyó que los costos
debido a la exposición al ruido se encuentran entre el 0.2% y 2% del PIB
(Green paper EU, 1996). Datos más recientes obtenidos por Lambert (2002)
muestran que el costo económico del ruido del tráfico asciende en los EEUU al
0.5% del PIB, en Francia (0.1%) del PIB, en Alemania (1.4%) del PIB y
Finlandia (0.3%) del PIB (Martínez, 2005).
27
mientras que para Cullen (1961) la legibilidad se da mediante una secuencia de
cuadros que representan la percepción del sujeto en intervalos de tiempos
regulares, basados en el movimiento por el espacio urbano al ritmo uniforme de
un peatón. Es claro que Lynch está pensando en el recorrido que realiza un
conductor (a 50 o 60 km/h), mientras que Cullen está pensando en el recorrido
de un peatón (a 5 km/h). La señalización o publicidad pensada para ser vista a
una velocidad de 60 km/h tendrá que ser de grandes dimensiones y, por lo
tanto, causará mayor intrusión visual, mientras que las señales y publicidad
para ser vista por un peatón que se mueve a 5 km/h será mucho más pequeña
y, evidentemente, menos intrusiva.
Barrera física
28
de los viajes (las personas se desvían de su ruta más conveniente, en términos
de tiempo de viaje) y problemas de accesibilidad para el cruce de personas con
movilidad reducida.
Barrera psicológica
Impactos sociales
29
de 200 vehículos por hora, el número medio de amigos por persona es de 3 y
el número de conocidos es de 6,3. Por el contrario, cuando el flujo alcanzó los
1.900 vehículos por hora se observó que esas cifras disminuyeron a 0,9 y 3,1,
respectivamente.
30
aproximadamente 50 millones de personas las que resultan heridas. También
se resalta que aproximadamente el 85% de las muertes se producen en los
países de ingresos bajos y medios. Además, las proyecciones indican que, a
pesar de que entre el 2000 y el 2020 se espera una reducción en la cantidad de
muertos del orden del 30% en los países de ingresos altos, las cifras
aumentarán significativamente en los países de ingresos bajos y medios, con lo
cual se incrementará el problema de equidad.
Esta diferencia del 130% reportada por Lu et al. para el caso de Taiwan
pareciera que es demasiado alta o, en todo caso, que se trataría de una
excepción a la regla y por eso se sale del intervalo que sugiere la World Road
Association. Pero, en el último estudio realizado por la Organización Mundial de
la Salud (2009), se aprecia que estos factores de corrección pueden ser aún
más altos. En la Tabla 3.1 se muestran los diez países con mayores
31
variaciones entre las cifras oficiales y las estimadas mediante el uso de otras
fuentes (al final de la tabla se incluyen los datos de dos países de América:
Guatemala y Perú). Por ejemplo, en el caso del Congo, las cifras oficiales
tendrían que multiplicarse por 55 para obtener la cifra estimada. Esto indica
que en estos países (la mayoría en África) una de las medidas más importantes
sería mejorar el sistema de registro de accidentes y, de esta manera, evitar que
las consecuencias de los accidentes de tránsito estén subvaloradas.
En la Figura 3.3, se puede apreciar que las variaciones entre las cifras oficiales
y las estimadas se incrementan cuando el nivel de ingreso disminuye, mientras
que en la Figura 3.4 se muestra lo mismo pero por regiones.
32
Figure 3.3: Mortalidad reportada y estimada según nivel de ingreso.
Fuente: Elaboración propia basados en datos de la OMS (2009)
33
3.2.3 El uso de indicadores de accidentalidad
Los dos indicadores más comunes son el número de muertos por cada 100.000
habitantes y el número de muertos por cada 10.000 vehículos1. El indicador
del número de muertos por cada 100.000 habitantes pretende evaluar las
variaciones en el tiempo del riesgo personal y, además, permite hacer
comparaciones entre países OPS (2008). Por otro lado, el indicador de muertos
por cada 10.000 vehículos pretende evaluar el riesgo del tráfico, es decir, qué
tan seguros son los desplazamientos por carretera. Este indicador no es
recomendable utilizarlo para hacer comparaciones entre países, a pesar de que
en los países de ingresos bajos y medios está muy difundido, como por
ejemplo en el Perú, en donde el Consejo Nacional de Seguridad Vial utiliza este
indicador para evaluar los logros de su estrategia de seguridad vial (Ministerio
de Transportes y Comunicaciones, 2010).
El uso del indicador de riesgo del tráfico tiene, además, dos problemas
adicionales. El primer problema es que si se mantiene el número absoluto de
muertos y se incrementa el parque vehicular, entonces el indicador nos diría
que estamos mejorando; por lo tanto, el mensaje sería “motorízate para bajar el
indicador”. Mientras que un segundo problema aparece cuando se utiliza la
cantidad de kilómetros recorridos (en lugar del parque vehicular), debido a que
un estudio de Forsyth et al. (1995) muestra que no existe una relación lineal
entre la accidentalidad y la motorización, sino que la tasa de accidentes
disminuye drásticamente a medida que la distancia recorrida anual aumenta
(Elvik & Vaa, 2006).
1
En el caso de países que tienen un buen sistema de estadísticas, en lugar del parque vehicular se
utiliza la cantidad de kilómetros recorridos, sin embargo, en los países de ingresos bajos y medios
predomina el uso del parque vehicular.
34
En este caso, el mensaje sería “vive más lejos –por lo tanto viaja más
kilómetros- para bajar el indicador”, lo cual está en contra de la sostenibilidad
urbana. No es una coincidencia que los EEUU utilice el indicador de riesgo del
tráfico para evaluar la evolución de los accidentes de tránsito, mientras otros
países utilizan cifras absolutas. Holanda, por ejemplo, en 1972 tenía 3.200
muertos; en el 2005, esta cifra se había reducido a 800 (Wegman, 2007), lo
cual significa un éxito importante en la reducción de los muertos en este país.
35
cantidad de kilómetros recorridos, la población, debido a que lo importante es
cuánto dolor genera a la sociedad (Asociación de carreteras de España, 2006).
36
Figure 3.7: Muertos estimados y reportados en África
Fuente: Elaboración propia basada en datos de la OMS (2009)
37
En la región sudeste de Asia, son la India e Indonesia los países con la mayor
cifra absoluta de muertos en accidentes de tránsito, tal como se muestra en la
Figura 3.9.
En el caso de Europa, son tres países (Rusia, Ucrania y Turquía) los que juntos
tienen más muertos en accidentes de tránsito que los restantes 46 países de la
región, tal como se muestra en la Figura 3.10. En la región del Mediterráneo
Oriental, son Irán, Egipto y Pakistán (Figura 3.11).
38
Figure 3.11: Muertos estimados y reportados en el Mediterráneo Oriental
Fuente: Elaboración propia basada en datos de la OMS (2009)
Finalmente, en la Figura 3.12 se muestran los datos para la región del Pacífico,
en donde China sola tiene más muertos que los otros 25 países de la región.
39
Con respecto al tipo de accidentes, también hay una diferencia importante
entre regiones. Mientras que en los países de las regiones de América, Europa
y el Mediterráneo se involucra a personas que ocupan coches, en África la
mayoría son peatones y en el sudeste de Asia los accidentes involucran a los
usuarios de vehículos de dos o tres ruedas (ver Figura 3.13).
40
o Para poder decidir cuál es la mejor forma de inversión según las
opciones que se tengan, y;
o Para garantizar que se implementen las medidas más rentables,
teniendo en cuenta los beneficios que se derivan de ella y los costos de
su implementación (evaluar la relación beneficio/costo).
41
Los estudios relacionados a los costos de los accidentes de tráfico involucran
una serie de parámetros que están relacionados con la pérdida de
productividad, los costos de rehabilitación, los costos de reposición de
propiedades, etc. Un estudio realizado por Cambridge Systematics (2008)
denominados “Crashes Vs. Congestion – What’s the cost to society” determina
el costo mediante la evaluación de once componentes: 1) daño a la propiedad;
2) lucro cesante; 3) pérdida de producción del hogar; 4) gastos médicos; 5)
servicios de emergencia; 6) demoras en los viajes; 7) rehabilitación profesional;
8) costos en el lugar de trabajo; 9) costos administrativos; 10) costos legales; y
11) el dolor humano y la pérdida de calidad de vida. Los resultados de esta
investigación indican que el costo promedio de un accidente fatal es de US$
3.246.192, mientras que un accidente con lesiones tiene un costo promedio de
US$ 68.170 (dólar del 2005). Con estas cifras, el costo anual de los accidentes
de tránsito sólo en los EEUU es de 164.2 billones de dólares americanos.
En el caso del Reino Unido (UK), los valores utilizados provienen de aplicar la
metodología conocida como “Willingness to Pay”, es decir cuánto está
dispuesta la sociedad a pagar por evitar una muerte, un accidente serio o uno
leve. Los costos incluyen el lucro cesante, el costo humano y los gastos
médicos y de las ambulancias (Whitelegg and Haq, 2006). El Department for
Transport en su informe TAG Unit 3.4.1 (2009) presenta los valores promedio
de la prevención de un accidente, los cuales se muestran en las Tablas 3.3 y
3.4
42
Tabla 3.4: Valor promedio de la prevención de un accidente según usuario
Tipo de usuario £ junio 2007
Peatón 84.690
Ciclista 53.630
Conductor y pasajeros de bus 27.750
Ocupantes de un vehículo de carga 53.620
Ocupantes de un coche y taxi 40.980
Conductor y ocupante de una motocicleta 100.050
Todos los usuarios de un vehículo a motor 48.020
Promedio de todos los usuarios 52.850
43
lo cual las autoridades no están dispuestas a invertir en seguridad vial (“dicen
que es muy caro”) y, por otro lado, los conductores cuando atropellan a un
peatón prefieren que muera a que quede herido.
44
2002, observándose que la mortalidad es más alta para los grupos de
mayor edad. Además, en todos los grupos de edades, son los hombres
los que tienen una mayor tasa de mortalidad, tal como se muestra en la
Figura 3.14
90.0
80.0
70.0
60.0
50.0
hombres
40.0
mujeres
30.0
20.0
10.0
0.0
0‐4 5‐14 15‐29 30‐44 45‐59 60‐más
45
Figura 3.15: Muertos en las carreteras de la Unión Europea de jóvenes de 18 a
25 años – promedio de 5 años.
Fuente: European Commission (2003).
46
El uso correcto de las estadísticas de muertos y heridos en los accidentes de
tránsito es fundamental para poder diseñar cualquier estrategia de intervención;
pero, como lo explica Kevin Watkins2, las cifras pueden dar una imagen
aséptica de la situación y ocultar la cara humana de las víctimas. Como
ejemplo pone a John Njau, de Nairobi, Kenia, que producto de un accidente en
julio de 2007 quedó paralítico, después de que el taxi que estaba compartiendo
derrapó por una carretera y fue golpeado por un camión. Era el único que
ganaba el sustento de la familia; desde entonces, sus hijos no han podido
comprar libros para la escuela (Commission for Global Road Safety, 2009).
Caso 1
Victima : Jane Njawe. Camerún, 16 de setiembre de 2002
Testimonio : Pius Njawe, esposo de la víctima
2
El Dr. Kevin Watkins es Senior Visiting Research Fellow en el Global Economic Governance
Programme de la Universidad de Oxford. Fue Director de la Oficina del Informe sobre Desarrollo
Humano en las Naciones Unidas y antes de eso Responsable de Investigación en Oxfam, Reino Unido.
3
Los casos han sido traducidos del inglés al castellano y sólo se presenta una versión resumida de
los testimonios.
47
que ella no tenía el dinero suficiente para pagar el costo de la ambulancia. Mi
esposa murió cinco horas después de llegar al hospital, llorando, “por favor
ayúdenme, he perdido mucha sangre”. Más tarde, un doctor me dijo que si
hubiera sabido que era mi esposa la hubiera atendido rápidamente.
Jane tenía 42 años cuando murió, ella dejó atrás a cinco niños. Nuestra hija
Amanda tenía 17 años cuando ella murió; Mandela tenía 15, Mario 14,
Freedom 11 y Justice Jr. Sólo 3 años de edad. Fue terrible, yo no estaba en el
país cuando ella murió. Yo hablé con Amanda por teléfono y ella no paraba de
llorar. Mi tío se llevo a los niños a su casa hasta que yo regresé al país.
Caso 2
Victima : Thiago de Moraes. Brasil, 20 de mayo de 1995
Testimonio : Diza Gonzaga, madre de la víctima
Cuando la ambulancia llegó ambos pasajeros estaban por morir. Una persona
conocida me llamó a la casa y luego de 15 minutos yo estaba en el lugar del
accidente. Pude ver a mi hijo morir, tirado en la calzada. Nunca podré olvidar
esa imagen.
48
Perder a un hijo es perder una inversión que uno hace en la vida, pero también
es una perdida emocional devastadora. Yo dejé de trabajar inmediatamente
después de su muerte, no tengo el corazón para trabajar nuevamente. Yo veo
esto como que él nunca llegará a ser un arquitecto. Mi esposo dejó de trabajar
durante un mes y hasta ahora tiene problemas para enseñar, debido a que ve
en sus alumnos algunas de las características de nuestro hijo. También
tenemos problemas en fechas especiales como la navidad, el día de su
cumpleaños o cuando vamos a comprar a la tienda. Por ejemplo, cuando
vamos a la tienda, veo la comida que le gustaba a mi hijo. Nuestro hijo de 7
años tuvo que ser tratado por un psicólogo durante 4 años y tiene problemas
para hablar, por lo cual dejó de estudiar un año. Nosotros consideramos que
los problemas emocionales son más severos que el daño físico. El gobierno no
provee ayuda para este tipo de problemas. Para el gobierno, el problema
termina con la muerte. Mi hija de 20 años, quien estaba en el último año de la
universidad, abandonó sus estudios y decidió marcharse del hogar.
49
La zona financiera de la ciudad se concentra en el distrito de San Isidro,
mientras que la industria textil a pequeña escala y su comercialización se
desarrollan en el emporio de Gamarra, en el distrito de La Victoria. Si bien la
vieja Lima, y en particular el llamado “damero de Pizarro” ahora conocido como
Centro Histórico, ya no concentra el grueso de actividades económicas como
antaño, la descentralización ha sido mínima, pues las actividades se
concentran mayoritariamente en el actual casco central de la ciudad (Vega-
Centeno et al., 2010).
4
Al mismo estilo de los barrios lujosos de Manhattan, Berlín y Los Ángeles, que como
explica Marcuse (2005), el cerramiento o muro cumple la finalidad de proteger un privilegio.
50
Figura 3.17: Población de Lima según zonas en los censos de 1993 y 2007
Fuente: Elaboración propia, a partir de los censos de 1993 y 2007 del Instituto
Nacional de Estadística e Informática (INEI).
51
Figura 3.18: IDH versus muertes por accidentes de tránsito – año 2006
Fuente: MTC (2007b)
5
Los medios de transporte público que operan en Lima y Callao son el mototaxi, vehículo de tres
ruedas utilizado para trayectos cortos; el taxi, que incluye a taxistas formales e informales; el colectivo,
coches que usualmente tienen rutas fijas y compiten con los buses. La combi o camioneta rural, el
microbús y el bus forman parte del transporte público colectivo y se diferencian por su capacidad de
pasajeros.
52
embargo, casi todos los recursos del municipio se invierten en función de la
circulación vehicular, mientras que el peatón es tratado como un usuario
marginal de la ciudad.
53
pasajeros, conocida como “la guerra del centavo”6, que es finalmente una de
las principales causas de accidentes en donde están involucrados vehículos de
transporte público.
Si bien es cierto que, por un lado, la atomización del transporte colectivo ha
originado una serie de externalidades en la ciudad de Lima (principalmente
congestión, accidentes y contaminación), por otro lado, cumple una función
social. En primer lugar, por brindar accesibilidad a la población más pobre y
que vive más lejos (Avellaneda y Dextre, 2007, 2008); en segundo lugar,
porque, en su momento, fue una válvula de escape a la falta de empleo, que de
otra manera hubiera creado una explosión social (Matos Mar, 2004).
Además, como dice Avellaneda (2007), el transporte colectivo tiene una amplia
cobertura territorial que los mismos pobladores – sin distinción de género, lugar
de residencia, poder adquisitivo, tipo de desplazamiento que realiza, lugar
donde se dirige, etc.- coinciden en afirmar que “llega a todas partes”. En la
Tabla N° 3.6, se aprecia la importancia de las combis y los microbuses para las
personas de menos ingresos familiares, mientras que los de mayores ingresos
utilizan el coche y el taxi (expresados en %).
6
La guerra del centavo es un término utilizado en Bogotá, para referirse al transporte público
donde cada vehículo tiene un dueño y, por lo tanto, sus ingresos dependen de cuantos pasajeros pueda
hacer subir a su unidad. En condiciones de sobre-oferta, produce una disputa por los pasajeros en los
paraderos, que finalmente se traduce en la conducción agresiva que aumenta el riesgo de accidentes.
54
Una nueva relación entre modos de transporte e inseguridad vial aparece, si
tenemos en cuenta que, según el Informe Defensorial (Defensoría del Pueblo,
2008), durante el año 2007, la participación de los vehículos en accidentes
fatales fue de la siguiente manera: los buses estuvieron involucrados en el 18%
de los accidentes fatales; la participación de las camionetas rurales o combis
fue del 18%; un 30% aparecen en el rubro de “otros”, dentro de los cuales
están las moto-taxis, las motos, remolcadores, locomotora y tractor; y un 9%
corresponden a las station wagon, que si bien pueden ser utilizadas de modo
particular, un porcentaje importante son destinadas para hacer taxi, y tal como
se determinó en un estudio realizado por el CIDATT (2007), 8 de cada 10
station wagon de timón cambiado que participan en accidentes de tránsito
corresponden a taxis7.
Con respecto a las razones por las cuales las personas se trasladan de un
lugar a otro, se tiene que un 30.5% lo hace para ir a trabajar, mientras que un
26.2% lo realiza por motivos de estudio. Estos dos motivos de viaje se
caracterizan por su regularidad diaria y, muchas veces, horaria. Es importante
señalar que existe un número importante de viajes que son incluidos en la
categoría de otros (16.2%), que, a través de estudios complementarios, se ha
podido establecer que son viajes para visitar a familiares, compadres y amigos,
que al estar en la categoría de otros pareciera que no tienen importancia.
7
El CIDATT estima que el 58% de las station wagon corresponden a taxis y el 42% a vehículos
particulares.
55
Sin embargo, son viajes fundamentales para la consolidación de redes sociales
y, en los casos de los sectores de bajos recursos económicos, este capital
social se convierte en una estrategia fundamental de supervivencia (Vega-
Centeno et al., 2010). En la Tabla 3.7, se muestra el propósito de los viajes de
las personas encuestadas.
8
Actualmente, la tarifa es regulada por el libre mercado. Es ilegal que los transportistas se
pongan de acuerdo sobre el precio del pasaje.
56
representar hasta el 42.7% de su presupuesto familiar, lo cual contrasta con el
grupo de mayores ingresos que cubre sus necesidades de movilidad con sólo
el 8.7% de su presupuesto familiar. En la Tabla N° 3.8, se muestra el costo del
transporte según niveles de ingreso.
57
Figura 3.19: Partición modal por niveles de ingresos familiares
Fuente: Yachiyo (2005)
58
Algunas de las conclusiones del estudio Cities on the Move (Banco Mundial,
2002), con respecto a la relación entre pobreza y transporte, se aplican al caso
de Lima. En primer lugar, la exclusión es multidimensional, y para que el costo
del viaje sea bajo, disminuye la calidad del transporte9 y aumenta la duración
de los viajes10. También hay una diferencia entre los patrones de viajes de los
hombres comparados con el de las mujeres, originados por las actividades
tradicionales asignadas a éstas – el cuidado de los hijos, el manejo de la casa y
los empleos informales- que demandan viajes cortos más frecuentes que
aquellos que realizan los hombres (Vega-Centeno et al., 2010). También es
importante notar que ellas realizan más viajes fuera de la hora pico y lejos de
las vías principales de la ciudad, lo cual complica su movilidad desde el punto
de vista de los transbordos. Pero, para fines de seguridad vial, son los hombres
los que están más expuestos a sufrir un accidente, debido a la mayor distancia
de sus viajes, a la circulación por vías principales de mayor velocidad y a la
necesidad de cruzar estas vías para poder acceder al transporte público o para
llegar a su destino. En la Figura 3.21, se puede apreciar que, tanto para el año
2001 como para el año 2006, son los hombres, entre 20 y 40 años, los que más
han muerto como consecuencia de los accidentes de tránsito.
9
Las posibilidades de transporte según los ingresos están en el siguiente orden: en primer lugar,
está el coche, luego el taxi, microbús, combi, bus y moto-taxi, en ese orden.
10
Según Yachiyo (2005), el tiempo promedio de los viajes en bus es de 44.7 minutos, que pueden
llegar a ser hasta 75 y 90 minutos si el viaje se inicia en algunas zonas de la periferia. La duración del
viaje aumenta, por un lado, para evitar hacer un transbordo y pagar otro pasaje y, por otro lado, al
aumentar la distancia de la vivienda, donde los terrenos son mucho más baratos.
59
Como ya se ha indicado, en el último estudio de la Organización Mundial de la
Salud (OMS, 2009) donde se analiza la seguridad vial en 178 países, el Perú
está en el primer lugar en porcentaje de peatones muertos del total de muertos
en accidentes de tránsito (78%), mientras que, por ejemplo, en Chile, donde
consideran que el problema es bastante serio, el porcentaje es de 40%;
preocupación que es válida si consideramos que en España es el 15%, en
Francia el 12% y en Bélgica, el 9.7%.
Los resultados encontrados por la OMS (2009) son coherentes con el estudio
realizado por el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (2008a)
denominado “Análisis de los Accidentes de Tránsito en el Área Metropolitana
de Lima y Callao – Información 2006” que señala que de los 40.390 accidentes
de tránsito11, 11.796 corresponden a atropellos (29.2% del total); sin embargo,
las consecuencias de los accidentes de tránsito, produjeron 442 muertes12, de
las cuales el 79.6% fueron por atropellos. A pesar de que en Lima
Metropolitana, casi el 80% de las víctimas son peatones, la inversión destinada
a brindar más facilidades para los peatones es insignificante, lo cual es fácil de
comprobar por la ausencia casi absoluta de lentes especiales para peatones en
los semáforos que controlan las intersecciones.
11
Los 40.390 accidentes de tránsito produjeron 95.637 personas afectadas, de las cuales 37.867
quedaron heridas y 450 perdieron la vida.
12
Es importante recordar que hay una diferencia importante entre la cantidad de muertos
reportados con los estimados utilizando otras fuentes (servicios de salud, compañías de seguros, etc.), que
para el caso peruano el factor de corrección es de 1.71, con lo cual se podría decir que la cantidad de
muertos estimados es de 756.
60
Figura 3.22: Los 10 puntos con más peatones muertos
Fuente: Ministerio de Transportes y Comunicaciones (2008b)
61
muertos en un pequeño tramo de una carretera Central (Ate Vitarte), mientras
que el mismo estudio no reporta muertos para la totalidad de los distritos de
San Isidro y Miraflores.
62
Figura 3.25: Cruce desordenado en la Carretera Central, Ate Vitarte
13
Considerando únicamente los atropellos, según la estadística de la Policía
Nacional del Perú, el 53% son causados por imprudencia del peatón, el 37% por
imprudencia del conductor, el 5% por exceso de velocidad, el 4% por ebriedad del
conductor y el 1% es debido a otros factores.
14
El nivel de alcoholemia para los conductores tiene el objetivo de disociar el
consumo de alcohol con la conducción. De esta manera, la persona que ha consumido
alcohol por encima de 0.5 g/l debe dejar su coche y utilizar el transporte público; sin
embargo, colocar el mismo nivel de alcoholemia para los peatones significa que es
ilegal dejar el coche y caminar hasta el paradero del transporte público, lo cual además
de no tener sentido, deja desamparado al peatón que, teniendo un nivel de alcoholemia
mayor de 0.5 g/l, es atropellado, debido a que legalmente él sería culpable de sus
lesiones o de su muerte.
63
la ciudad, que es lo que finalmente influye en su comportamiento errático
cuando cruza las calles (Dextre, 2010a).
15
En un estudio realizado en la Av. Circunvalación cuadra 22 –Salamanca/Ate, el
puente peatonal construido únicamente con rampas significaba para los usuarios un
recorrido de 327 metros y un tiempo de cruce de 4 minutos y 10 segundos, con la
finalidad de llegar al paradero de transporte público, que anteriormente estaba
controlado por un semáforo y, por lo tanto, la distancia de cruce era la décima parte de
la distancia actual (Dextre, 2007g).
64
Tabla N° 3.9: Muertes peatonales en ciudades con y sin puentes
Fuente: King (2006)
(*) Valor estimado por J. C. Dextre a partir de las estadísticas
65
Figura 3.26: Cruce de peatones a la altura del puente la Pascana
(Foto tomada desde el puente peatonal)
66
todo un despropósito, si consideramos que a un hospital llegan personas con
problemas de movilidad.
16
Cuando se construye infraestructura para coches, no sería válido que, por
seguridad, las longitudes y tiempos de recorrido aumenten 10 veces, lo cual si ocurre en
la mayoría de lugares donde los peatones están obligados a utilizar un puente peatonal.
67
tiempos de cruce, y el único beneficio es el menor tiempo de viaje de los
coches que ya no son interrumpidos por los peatones.
En Lima, los pocos estudios de circulación peatonal no han sido realizados por
las autoridades municipales, sino que han sido efectuados por interés de
alguna institución privada. A continuación, se presentan dos casos que ilustran
cómo se representan las líneas de deseo de los peatones (sus rutas
preferenciales), así como la forma en que se puede influir en su
comportamiento,
El primer caso se trata de una vía arterial (Av. La Marina) en la cual, por falta
de facilidades explícitas para peatones, estos cruzaban por cualquier lugar y en
condiciones inseguras. Luego de identificar las líneas de deseo y la demanda
peatonal, se propuso implementar un crucero peatonal regulado con
semáforos, modificándose, de esta manera, el comportamiento de los
peatones, que siempre tratarán de hacer lo que es más fácil y rápido para ellos.
En la Figura 3.27, se muestran las líneas de deseo de los peatones, mientras
que en la Figura 3.28 se muestra el cambio originado por el nuevo sistema de
gestión (Dextre, 2006b).
68
Figura 3.28: Canalización de la circulación peatonal mediante la
implementación de un semáforo
69
Figura 3.29: Cruce de peatones por la calzada
(Foto tomada desde el puente peatonal)
A pesar de que, en el caso del puente, se puede lograr que los peatones lo
utilicen haciendo que la trayectoria por la calzada tome más tiempo o sea difícil
o imposible cruzar, es importante resaltar que la construcción de un puente
70
peatonal debe ser la última alternativa para acomodar al peatón en la ciudad y
solo se debe utilizar luego de haber descartado otras opciones más amigables
para el peatón. Además, hay que tener en cuenta que los puentes peatonales
que solo tienen escaleras impiden el paso de las personas en sillas de ruedas,
mientras que los que tienen solo rampas, alargan innecesariamente la longitud
de recorrido para los que no utilizan una silla de ruedas. Por lo tanto, de ser
necesaria su construcción, se deben construir tanto escaleras como rampas.
Este artículo declara que no son personas aptas para cruzar las vías “los
ancianos, los niños y las personas con discapacidad”, a pesar de que en el
Perú también existen las normas de accesibilidad arquitectónica y urbanística,
que obliga a todas las entidades públicas y privadas a tener que considerar la
accesibilidad tanto de la infraestructura urbana como la de los edificios.
Considerando que hay muchos peatones que cruzan por la mitad de la cuadra,
en lugar de hacerlo por las esquinas de las intersecciones, se realizó un
pequeño estudio en la intersección de la Av. General Vivanco con Av. San
71
Martín en el distrito de Pueblo Libre, Lima (Dextre, 2007f). Se encontró que la
prioridad del peatón sobre los vehículos que giran a la derecha o izquierda con
la luz verde (artículo 64 del Reglamento Nacional de Tránsito) no se respeta,
originando que los peatones no puedan cruzar, a pesar de tener la prioridad, lo
cual hace que sea más fácil, para ellos, cruzar antes de llegar a la esquina (por
la mitad de la cuadra). Sin embargo, las autoridades, y también los medios de
comunicación, señalan que este comportamiento se debe a la falta de
educación vial de los peatones. En la Figura 3.31, se muestra la dificultad de un
peatón para hacer valer su derecho de prioridad.
Figura 3.31: La prioridad del peatón no se respeta y es más fácil para él cruzar
antes de llegar a la intersección
72
peatones fue sancionado solo 878 veces durante todo el año, a pesar de ser la
infracción que los conductores cometen con mayor frecuencia. Esto significa
que los conductores perciben que es casi imposible que les pongan una
infracción por no ceder el paso a los peatones, cuando estos tienen legalmente
la preferencia y es esta impunidad total la que refuerza la actitud de los
conductores con respecto a los peatones. Algo parecido sucede con la
circulación o estacionamiento de los coches en aceras o pasos peatonales, que
siendo también una infracción bastante frecuente, las papeletas impuestas en
todo el año 2008 llegaron a 183, lo cual indica que la policía tiene poco interés
en hacer respetar los derechos de los peatones que circulan por la ciudad.
Las ideas más importantes del presente capítulo son las que presentamos a
continuación:
73
f) Los accidentes de tránsito constituyen un problema económico. Su costo se
estima (a nivel mundial) en 518 billones de dólares americanos, de los
cuales 65 billones corresponden a los países de ingresos bajos y medianos,
monto que es mayor del que reciben como ayuda para su desarrollo.
g) Los accidentes de tránsito causan un impacto desproporcionado en los
sectores pobres y vulnerables de la sociedad que, además, tienen menos
posibilidades de ser atendidos de urgencia y cuentan con menos recursos
para su rehabilitación.
h) El último estudio de la Organización Mundial de la Salud indica que, de los
178 países considerados en el estudio, el Perú está en el primer lugar en
porcentaje de peatones muertos (78%).
i) Según uno de los estudio realizados por el Ministerio de transportes, en
Lima, el 79.6% de los muertos son peatones.
j) Los peatones que mueren atropellados son los de menos recursos
económicos y la ubicación geográfica indica que estos accidentes fatales se
producen en las zonas más pobres de Lima.
k) A diferencia de los países desarrollados, en donde el transporte público es
mucho más seguro que el particular, en Lima es justamente este medio de
transporte, que utilizan los pobladores de menores recursos, los que están
involucrados en una cantidad importante de accidentes.
l) Una de las medidas de “seguridad vial” más utilizadas por las autoridades
para brindar seguridad a los peatones es la construcción de puentes
peatonales; sin embargo, las estadísticas muestran que esto, en lugar de
bajar la cantidad de atropellos, aumenta la cantidad de víctimas.
m) Los peatones tienen un comportamiento errático al cruzar las vías no por
falta de educación vial, sino que el diseño de la infraestructura o el sistema
de gestión es inadecuado. Algunos ejemplos de rediseño muestran que es
posible canalizar los flujos peatonales, siempre y cuando se respeten, en la
medida de lo posible, sus líneas de deseo.
n) En Lima, no se realizan estudios sobre la movilidad peatonal, en la misma
medida que se hacen estudios para acomodar al tráfico motorizado. Por lo
tanto, el peatón es considerado un usuario marginal de la ciudad.
o) Finalmente, la policía tiene poco interés en hacer respetar las prioridades
del peatón, lo cual se evidencia en la cantidad mínima de infracciones
74
impuestas a los conductores por no respetar la prioridad de los peatones.
Por ejemplo, durante todo el año 2008, se impusieron solo 183 multas por
estacionar en las aceras o pasos peatonales, mientras que fueron 63.535
las infracciones impuestas a los conductores por no conservar su derecha al
circular.
17
Es importante resaltar que un estudio realizado en Bangalore (India) encontró que la mortalidad
causada por los accidentes de tránsito fue de 13,1 por cada 100.000 habitantes en los grupos
socioeconómicos más pobres, comparada con el 7.8 por cada 100.000 habitantes en los grupos más
acomodados (Aeron, T. et al., 2009).
75
MARCO CONCEPTUAL
18
El slogan de la Organización Mundial de la Salud en el año 2004 fue “La seguridad vial no es
accidental”, lo cual significa que la seguridad vial hay que provocarla, es decir no va ocurrir por
accidente, o en otras palabras la seguridad vial tiene que ser premeditada.
76
El caso del perro muerto
Sin embargo, ni la forma de la parábola ni la altura del objeto a ser visto fueron
determinados en función de la influencia que tiene la distancia de visibilidad de
parada en la frecuencia y severidad de los accidentes. Las normas americanas,
en 1942, fijaron la altura del objeto (H2) en 10 centímetros, sin pensar en algún
objeto en concreto, por lo cual algunos se referían a este criterio como el del
“perro muerto” (es decir, pensando que el objeto a ser visto es un perro muerto
en la vía). Después de 20 años observaron que en los coches nuevos la altura
de los ojos del conductor era menor que 10 ó 20 años antes; por lo tanto, sin
tener ningún estudio que mostrara cómo había influido esta nueva altura (H1)
en los accidentes de tránsito, pero considerando que la norma ya no cumplía
con lo que se había previsto anteriormente, decidieron modificar el tamaño del
objeto de 10 a 15 centímetros, lo cual quedó fijado en el “libro azul” de la
77
AASHO19 de 1965, es decir se modificó la altura con el único objetivo de poder
seguir utilizando el mismo procedimiento de diseño y no como resultado de un
estudio de seguridad.
Las normas de un país las fijan los ingenieros con mayor experiencia en el
tema y, al no tener información sobre la influencia del diseño en la seguridad
vial, terminan decidiendo utilizar algún procedimiento que consideran
razonable. Es por esto que la altura del obstáculo es de 0 cm en el caso de
Alemania, 10 y luego 15 cm en los EE.UU., 20 cm en Australia y 40 cm en
Canadá; es decir, el procedimiento de cálculo es el mismo y lo único que
cambia es la altura del “perro muerto”.
19
American Association of State Highway and Transportation Officials
78
4.1.2 Seguridad sustantiva
La seguridad sustantiva, que también es conocida como seguridad objetiva o
estadística, está relacionada con los registros de la cantidad y severidad de los
accidentes (Sorensen and Mosslemi, 2009). La relación que existe entre el
diseño de una vía y la cantidad de accidentes que ocurrirán en ella ha sido
poco investigada, razón por la cual es una práctica común en el mundo diseñar
según las normas, es decir, bajo los principios de la seguridad nominal. Sin
embargo, lo más preocupante de esto es que la gran mayoría de profesionales
piensan que esta seguridad nominal automáticamente asegura un nivel
apropiado de seguridad sustantiva, lo cual, como indica Hauer (1999), es
totalmente falso.
79
peor con el mejor año. En la Figura 4.2, se explica gráficamente el efecto de la
regresión a la media.
80
4.1.3 Percepción de seguridad
Según Elvik, Erke y Vaa (2008), la seguridad subjetiva tiene dos dimensiones:
a) qué tanto riesgo perciben las personas del tráfico, y b) qué tan disconformes
se sienten las personas a ese nivel de riesgo. La primera componente es la
parte cognitiva, mientras que la segunda componente es la parte emocional y,
por lo tanto, se relaciona con la inseguridad, el miedo o la ansiedad (Sjoberg,
1993).
81
Hay estudios que relacionan la seguridad sustantiva, real u objetiva con la
percepción de seguridad o seguridad subjetiva (Elvik & Bjornskau, 2005; Hauer
1999; Sorensen & Mosslelmi, 2009). Por ejemplo, Hauer explica que un estudio
realizado en San Diego por Herms (1972) muestra que el pintado de dos líneas
para identificar el cruce peatonal en una intersección aumenta la percepción de
seguridad de los usuarios del crucero; sin embargo, el riesgo aumentó, lo cual
significa que hay una falsa percepción de seguridad.
Por otro lado, las campañas de televisión que muestran víctimas y el estado en
que terminan los vehículos aumentan la percepción de inseguridad de las
personas, pero su efecto sobre la seguridad objetiva es mínimo. Lo ideal es
que las medidas de seguridad vial tengan un efecto positivo, tanto en la
seguridad real como en la percepción de seguridad. Por ejemplo, la
implementación de un crucero elevado20 mejora la percepción de seguridad de
los peatones (especialmente si el crucero tiene una textura diferente al de la
calzada) y, al reducir la velocidad de los conductores, también mejora la
seguridad sustantiva (Dextre, 2010c). En la Figura 4.3, se ilustra la relación
entre estos dos tipos de seguridad.
20
Un crucero elevado es aquel que mantiene el mismo nivel de las aceras; por lo tanto, los
peatones tienen un cruce a nivel, mientras que los vehículos tienen que subir y bajar , lo cual funciona
como un reductor de velocidad.
82
Figura 4.3: Relación entre la seguridad objetiva y la percepción de seguridad
Fuente: Hauer (1999). The Traffic Safety Toolbox, ITE.
Tal como ocurre con cualquier institución, una de las principales tareas de la
organización responsable de la seguridad vial es definir qué se busca a futuro,
lo cual constituye la visión de la seguridad vial del país y cuáles son los
beneficios que brinda esta visión (Loo et al., 2005). La visión permite generar y
justificar el cambio de actitudes y comportamientos necesarios para lograr una
mejora significativa en la seguridad vial (Monclús, 2007).
83
Seguridad Vial en Suiza, el programa TARVA de Finlandia y el Fondo de
Seguridad Vial Belga, entre otros (SUPREME, 2007). A continuación, se
explican brevemente las dos primeras.
84
Bajo la Visión Cero la responsabilidad recae, principalmente, sobre los que
configuran el sistema de carreteras y transporte, entre los cuales están los
que diseñan, construyen y dan mantenimiento a las vías, los fabricantes de
vehículos, las empresas de transporte, los políticos, los funcionarios, las
autoridades legislativas y la policía (Vagverket, 2006). En el caso anterior
del peatón que es atropellado por no utilizar el puente peatonal, la falla sería
del sistema, a lo mejor por una ubicación inadecuada del puente peatonal,
por no tomar las medidas necesarias para canalizar el flujo peatonal (por
ejemplo, la colocación de una baranda para evitar los cruces peligrosos),
por falta de vigilancia policial o por no contar con los cursos de educación
vial (si los peatones no tienen educación vial, es porque el sistema
educativo está fallando). Dejar de culpar al usuario individual y preguntarse
en que está fallando el sistema es fundamental para poder mejorar
significativamente la seguridad vial.
Esto implica que, en las zonas urbanas, donde hay una cantidad importante
de peatones que entran en conflicto con los coches, se hace necesario
limitar la velocidad a 30 km/h. Además, es necesario eliminar los elementos
duros de los vehículos que puedan agravar los daños en caso de atropello.
Una medida más ambiciosa sería limitar el tamaño y la potencia de los
coches que circulan por la ciudad (Estevan y Sanz, 1996). En las
intersecciones donde es posible que ocurran accidentes a 90°, la velocidad
se debe limitar a 50 km/h, dado que a velocidades mayores los vehículos no
son capaces de impedir que ocurran lesiones serias o la muerte. De la
21
En la Visión Cero, la velocidad es utilizada como parámetro para medir la mayor o menor
movilidad.
85
misma manera, en el caso de existir la posibilidad de choques frontales, la
velocidad máxima debe ser de 70 km/h (Tingvall & Haworth, 1999).
d) Esta nueva visión de seguridad vial requiere que todos los involucrados
en la seguridad vial entiendan que los seres humanos comenten errores
y no es posible evitarlo del todo, dado que no existe el ser humano
perfecto. En este sentido, se acepta que ocurran accidentes, pero no
que resulten en lesiones serias o en la muerte.
86
serias o la muerte, la rotonda tiene mejores resultados. A pesar de que
es probable que ocurran más accidentes, estos se producen a menores
velocidades y con ángulos de impacto menos agresivos para los
involucrados; por lo tanto, las lesiones serían leves en la mayoría de los
casos.
87
iii) Estimular que los usuarios utilicen el sistema de una manera segura.- El
sistema debe estar organizado para que los usuarios lo utilicen de una
manera segura. En este caso, es importante contar, por ejemplo, con
servicio de transporte público nocturno, para evitar que las personas estén
obligadas a llevar sus coches. Esto también puede lograrse con servicios
de taxi especiales22 o el sistema de conductor acompañante23.
22
Taxis seguros, en donde el servicio lo presta una compañía conocida y, por lo general, el usuario
conoce a los conductores.
23
Es un servicio brindado por las compañías de seguro para aquellos conductores que asisten a
una reunión en su coche y saben que consumirán alcohol, entonces solicitan un conductor para una hora
determinada de regreso y éste conducirá el vehículo hasta el domicilio del usuario.
24
A diferencia de los accidentes de tránsito, en donde la sociedad se acostumbra a convivir con el
problema y, en algunos casos, se justifica diciendo que es el precio que hay que pagar por la modernidad
88
a) Funcionalidad.- El principio de funcionalidad tiene la premisa de que las
vías deben tener una sola función (monofuncionales). Por lo tanto, en un
extremo están las vías principales que están diseñadas para favorecer el
flujo del tráfico y garantizar la conexión entre las diferentes zonas de la
ciudad; en el otro extremo están las vías locales o de acceso a las
propiedades y en donde es necesario priorizar la circulación peatonal y la
de los ciclistas, así como limitar la presencia de vehículos (Dextre, 2008).
Sin embargo, con la finalidad de brindar una transición entre estos dos tipos
de vías, se considera una tercera categoría denominada vía distribuidora y
donde será necesario compatibilizar las necesidades de los vehículos
motorizados con las del transporte no motorizado.
89
el sistema –la vía y su entorno, los vehículos y los usuarios- debe ser
indulgente con el que comete un error (Wegman, 2007).
Por ejemplo, un vehículo que se sale del camino no debe golpear ningún
obstáculo u objeto fijo, porque esto significaría una lesión severa. A pesar
de que el despiste se pueda deber a que el conductor ha excedido la
velocidad, en cuyo caso –en la forma tradicional de definir
responsabilidades- el conductor sería el único responsable, con el principio
de indulgencia, es el que tiene a cargo la administración de la vía (agencia
pública o concesionario) el responsable de eliminar los objetos fijos en las
márgenes de la carretera o, en su defecto, haber colocado elementos
traspasables25.
Con respecto a los vehículos, se busca que estos puedan brindar protección
a sus ocupantes, así como a los peatones que pueden ser atropellados.
Aquí es donde aparecen todos los sistemas de protección pasiva de los
vehículos (cabina reforzada, bolsas de aire, etc.) y, últimamente,
dispositivos para aminorar los daños en caso de atropello, entre los cuales
están las bolsas de aire para peatones, el capot activo etc. Este principio
también tiene un sentido social, es decir, los conductores más
experimentados deben anticiparse al error de los menos experimentados,
de tal manera de evitar que el error de un inexperto sea castigado con una
colisión (Dextre et al., 2008).
25
Los elementos traspasables, que pueden ser postes para señalización, publicidad o para sistemas
de ayuda SOS, se diseñan para que los vehículos puedan chocar con estos elementos, que han sido
diseñados para colapsar y, de esta manera, no causen daños a los ocupantes del vehículo.
90
4.3 Los marcos analíticos
Existen varios marcos analíticos que son utilizados con la finalidad de
identificar los factores de riesgo que intervienen en la ocurrencia de los
accidentes de tránsito: a) el enfoque de salud pública; b) la matriz de Haddon;
c) el enfoque sistémico; etc.
Todos estos marcos analíticos han sido desarrollados con el objetivo de poder
trabajar la accidentalidad vial de una manera sistemática, en lugar de asumir
que los accidentes solo tienen una causa y, por lo tanto, se debe solo a una de
las tres: al usuario, al vehículo o al entorno vial.
91
a) Vigilancia.- La única manera de tomar decisiones para prevenir la
ocurrencia de accidentes o disminuir su severidad es conocer cuál es el
problema y, para esto, no basta con saber la cantidad de accidentes,
muertos y heridos, sino que lo más importante es conocer quiénes son
los afectados desde el punto de vista socio-económico, de género y grupo
etario, dónde es que ocurren estos accidentes (su ubicación geográfica),
cuándo ocurren estos accidentes (características temporales), cómo
ocurren estos accidentes y cuáles son sus consecuencias (la severidad
del accidente). Tal como lo señala la OMS (2009), esta información es
importante para:
- establecer la magnitud del problema;
- evaluar los factores de riesgo;
- establecer prioridades y asignar recursos para la prevención de
traumatismos causados por el tránsito;
- desarrollar y evaluar la intervenciones;
- informar a quienes elaboran las políticas y a los responsables de
ejecutarlas, y;
- aumentar el grado de concientización.
26
El trabajo más arduo del estudio fue recopilar la información de los libros de
ocurrencia de las 27 comisarías, para luego construir una base de datos con toda esta
información.
92
tenemos en cuenta que una de sus conclusiones es que de los 16.470
accidentes registrados, solo se pudieron ubicar el 77%. El resto carecía de
la información necesaria para ubicar dónde ocurrió el accidente.
93
relación beneficio/costo. Finalmente, es importante documentar las
experiencias exitosas, dado que puede utilizarse como material de difusión
o de apoyo para trabajar nuevas intervenciones en otra comunidad.
Si bien es cierto que las medidas que se tomen para la fase del choque y
después de choque servirán para disminuir la gravedad o las secuelas del
94
accidente, lo más importante es trabajar de manera coherente las medidas de
prevención en sus tres factores: humano, vehículo y entorno.
95
Figura 4.4: El entorno influye en el factor humano
Fuente: Elaboración propia
96
Michel Roche, quizá el padre de la moderna psicología de la
seguridad vial, solía hablar del accidente inexplicable. Tal sería, por
ejemplo, el que sufre un varón de dieciocho años, que sólo hace
tres meses que obtuvo su permiso de conducción, una noche en la
que sale a tomar unas copas con los amigos, en parte para
consolarse de las sucesivas discusiones que ha tenido con sus
padres y con su novia como consecuencia de las malas notas que
ha obtenido ese día. Sale con el segundo coche de la familia, un
vehículo de más de diez años de antigüedad, y de madrugada se
estrella contra un árbol que había al lado de la calzada –se trata de
una carretera de tercer orden- y fallece; añadamos que no lleva
puesto el cinturón de seguridad y que el auxilio se demoró más de
una hora por ser una vía escasamente transitada.
97
Según la tabla anterior, se pueden visualizar los factores determinantes y las
consecuencias del accidente; sin embargo, sería necesario utilizar otro ejemplo
para ilustrar las interrelaciones que existen cuando se diseña e implementa una
solución, para lo cual utilizaremos el sistema de “licencia por puntos” que ha
tenido bastante éxito en países desarrollados, pero su efectividad ha sido muy
limitada o nula en países en vías de desarrollo.
98
En el caso del Perú, la Licencia por Puntos entró en vigencia en mayo del
2009. Sin embargo, son muy pocos los conductores que conocen y entienden
el sistema27. Todavía no está funcionando el sistema de registro nacional de
infracciones en tiempo real. La percepción de la comunidad es que la policía
tiene un elevado nivel de corrupción28. Las escuelas, donde los conductores
deben reeducarse, no tienen cursos que garanticen el cambio de conducta y se
sabe que en muchos accidentes se comprueba que el conductor tenía un
número elevado de infracciones (ver Figura 4.5) y, en algunos casos, su
licencia estaba suspendida29. Teniendo en cuenta lo anterior, se puede concluir
que una medida que ha dado muy buenos resultados en algunos países ha
fracasado en los países que no han tenido en cuenta que su funcionamiento
está interrelacionado con otros factores externos30.
27
El sistema, de licencia por puntos, es percibido como represivo, en lugar de un
sistema reeducativo, lo cual produce un rechazo de la comunidad.
28
Según el estudio realizado por el Instituto de Opinión Pública de la Pontificia
Universidad Católica del Perú en setiembre del 2009 reporta que el 73% considera a la
Policía algo corrupta o muy corrupta, y sólo el 11% considera que es nada corrupta o
poco corrupta
29
El 14 de febrero del 2010 el Diario Perú 21 informa que pese al Plan Tolerancia
Cero, son 9.083 los conductores detenidos por provocar accidentes sin tener licencias
de conducir (8.22%).
30
En Argentina no ha tenido buenos resultados, debido a que no es de ámbito
nacional, sino que sólo se ha implementado en la Región Metropolitana de Buenos
Aires.
99
Los dos ejemplos anteriores muestran la variedad de interrelaciones que
pueden existir entre los factores determinantes y las consecuencias de un
accidente, así como en las soluciones propuestas para reducir el problema de
la inseguridad vial. En este sentido, se puede decir que la red vial y el
transporte, donde están incluidos los usuarios de las vías públicas, la red vial,
el entorno y el vehículo, pueden producir efectos positivos (la movilidad
necesaria para que las personas puedan realizar sus diferentes actividades
cotidianas) y negativos (accidentes y las demás externalidades que produce el
transporte). Estas diferentes interrelaciones que se presentan en el enfoque
sistémico son representadas, esquemáticamente, por Muhlrad and Lassarre
(2005), tal como se puede apreciar en la Figura 4.6.
100
Considerando que en los países en vías de desarrollo las medidas de
seguridad vial están a cargo de los ingenieros civiles, de tráfico o de transporte,
así como en los arquitectos, a continuación se presentan las formas de
intervención más utilizadas, se explican brevemente en qué consisten y,
además, se utiliza el concepto de soluciones de final de tubería, con la finalidad
de realizar una crítica de cada una de las medidas presentadas. Es importante
señalar que se está centrando la atención en las medidas que tienen relación
con el factor “entorno” y la influencia que éste tiene en los otros dos factores:
humano y vehículo, sin embargo, se está considerando a la seguridad pasiva
de los vehículos, teniendo en cuenta que es una medida preventiva
desarrollada por la ingeniería automotriz.
Las soluciones de final de tubería son muy utilizadas por los ingenieros
responsables de la infraestructura vial de las ciudades, donde la aplicación más
generalizada consiste en combatir la congestión vial mediante el incremento de
la infraestructura (aumento de la capacidad vial). Con esto, se evita analizar
cuál es realmente el origen del problema y, además, se genera más trabajo
para el gremio.
31
El ejemplo tiene la única finalidad de explicar el concepto de “soluciones de
final de tubería”
101
la solución obvia sería incrementar un carril adicional por cada sentido de
circulación; sin embargo, un análisis del problema revelará que su origen no es
una falta de capacidad vial, sino un mal diseño de la infraestructura (Dextre,
2007a). En la Figura 4.7, se puede apreciar que, efectivamente, existe un
problema serio de congestión vehicular32, lo cual normalmente ocurre cuando la
cantidad de vehículos, que circulan por dicha vía, se acerca a la capacidad
máxima de la misma.
Figura 4.7: Congestión obliga a los peatones a cruzar entre los vehículos
32
El conflicto entre vehículos perjudica la circulación peatonal, obligando a estos a
cruzar entre los vehículos y de forma insegura.
33
Este es un error muy frecuente, debido a que los flujos son dinámicos, por lo tanto,
un incremento en la capacidad de una vía atraerá, en el corto plazo, a un grupo de
usuarios que antes utilizaban otra ruta; mientras que en el largo plazo estimula la
motorización.
102
Figura 4.8: Reducción de la demora mediante el incremento de capacidad
103
En el otro extremo del Pasaje el Sol, se encuentra la Av. Argentina y ésta
intersección funciona por prioridad de paso, es decir, los vehículos del Pasaje
el Sol deben cederle el paso a los de la Av. Argentina. Entonces, el segundo
problema se presentaba debido a que el estacionamiento del centro comercial
tenía un ingreso para el servicio de taxis mal diseñado y sin un sistema de
gestión para que el servicio se preste de manera ordenada. Producto de este
mal diseño y de la inexistencia de un sistema de gestión, los taxistas
ingresaban girando en “U” en la intersección (Figura 4.10) e impidiendo la
circulación de los vehículos del Pasaje el Sol, lo que originaba congestión en
esta zona (Figura 4.11). Si bien es cierto que el problema es visto por parte de
las autoridades municipales como un problema de congestión, es importante
resaltar que todos los conflictos mostrados influyen negativamente en la
movilidad y seguridad de los peatones, en algunos casos porque se ven
obligados a cruzar entre los vehículos y, en otros, debido a que están
obligados, al momento de cruzar una vía, a observar giros vehiculares que en
principio están prohibidos, pero al no hacerlo pueden ser atropellados.
104
El diseño consideró una zona de 25 metros para que los vehículos puedan
hacer cola para pagar el estacionamiento y, de esta manera, evitar que la cola
obstruya un carril de la Av. Argentina. Además, teniendo en cuenta que es
necesario mejorar la seguridad sustantiva y la percepción de seguridad de
los peatones, se diseñaron las veredas a nivel, de esta manera los conductores
tienen que subir y bajar como si se tratara de un reductor de velocidad
(seguridad sustantiva) y los peatones al ver la vereda continua hacen valer su
preferencia de paso, lo cual es el resultado de mejorar su percepción de
seguridad (ver Figura 4.15).
105
Figura 4.12: Nuevo acceso a la playa de estacionamiento
106
Figura 4.15: Nuevo ingreso con zona de cola protegida y vereda a nivel. Se
observa a los peatones cruzando el ingreso de manera tranquila.
107
económica, sino que permite mejorar las facilidades de los peatones y la de los
usuarios del servicio de taxis.
108
atención a los familiares que pierden a un ser querido, pues es evidente que
estas acciones están al final del proceso.
109
cantidad de accidentes y su frecuencia, sino que lo más importante es su
severidad. En este sentido, por ejemplo, en Bélgica se le da un peso a cada
uno de los tres tipos de accidente (leve, serio o fatal), considerándose que el
lugar es peligroso cuando la suma de los accidentes ponderados (P) es igual o
mayor a 15 (Geurts and Wets, 2003).
P = X + 3*Y + 5*Z
Donde:
X = número total de accidentes leves
Y = número total de accidentes serios
Z = número total de accidentes fatales
110
1997 y 2001. Esta medida -que ha tenido resultados positivos en muchos otros
países, en donde se logran reducir los accidentes en un 25% en promedio-
tuvo, en muchos casos, mejores resultados en Chile (CONASET, 2008).
Como producto de este trabajo piloto, se publicó un libro: Hacia Vías Urbanas
más Seguras: Medidas correctivas de bajo costo aplicadas en ciudades
Chilenas (CONASET, 2005). Esta publicación contiene todos los casos que
fueron tratados y, para cada uno de ellos, se identifican los factores
contribuyentes a la ocurrencia y riesgos de accidentes, se definen los objetivos
de la intervención y se determinan las medidas adoptadas. Este documento es
muy importante, debido a que muestra el antes y el después de la intervención
en cada lugar; además, realiza una evaluación cuantitativa de los accidentes
antes y después, lo cual permite saber cuál ha sido el nivel de reducción
logrado.
111
económicos y humanos (debido a que la información está en libros y hay que
leer cada ocurrencia para pasarla a un formato, para luego pasar la información
de los formatos a un archivo digital), sin embargo, si bien los estudios han
determinado los puntos negros, no se ha llegado a proponer la forma de
intervención que se debe hacer en cada lugar detectado.
AUSTROADS (2002) define una ASV como “un proceso formal de evaluación
de un proyecto vial, o de tránsito, existente o futuro, o de cualquier proyecto
que tenga influencia sobre una vía, en donde un equipo de profesionales
calificado e independiente informa sobre el riesgo de ocurrencia de accidentes
y del comportamiento del proyecto desde la perspectiva de la seguridad vial”.
112
Las ASV se diferencian de las Inspecciones de Seguridad Vial (ISV) debido a
que es necesaria que sean solicitadas por la autoridad competente y, además,
existan las normas para su ejecución34. Si el proceso no es solicitado por la
autoridad competente, o la autoridad competente quiere hacer una evaluación
sin que exista una norma que rija su ejecución, entonces se le denomina
Inspección de Seguridad Vial (Dextre et al., 2008).
34
Estas normas definen quiénes pueden ser auditores, cuál es el procedimiento
para realizar una ASV y cuál es el producto que deberá entregar el auditor. También las
normas incluyen una lista de chequeo mínimo que está obligado a cumplir el equipo de
auditores.
113
seguro-, con lo cual la medida aún siendo mejor que el tratamiento de puntos
negros, no se ubica al inicio de la tubería.
114
Un paso previo a una Auditoría de Seguridad Vial o a una Inspección de
Seguridad Vial es la Evaluación del impacto en la Seguridad vial (EISV), dado
que, en este caso, permite comparar proyectos alternativos, y es justamente la
medida de la cual nos ocuparemos a continuación.
Tanto las ASV como la EISV son herramientas que contribuyen a la seguridad
vial. Su diferencia principal tiene que ver con el alcance y el momento en que
se realiza cada una. Mientras que la ASV se realiza sobre un proyecto que ya
ha sido seleccionado y el trabajo se restringe a evaluar este proyecto en
específico, la EISV se utiliza para comparar proyectos alternativos y para
analizar su efecto no sólo en el proyecto específico, sino en toda la red vial
donde el proyecto tendrá influencia. Por lo tanto, se puede afirmar que un EISV
–si se realiza- se lleva a cabo en una etapa anterior a la de la ASV (que es
cuando ya se tiene seleccionado el proyecto).
Si bien es cierto que un EISV puede ser considerado como una solución más
cerca al inicio de la tubería –dentro de lo que se considera una solución de final
de tubería-, podrían estar comparándose 2 ó 3 escenarios, de los cuales uno
terminará siendo el mejor desde el punto de vista de la seguridad de toda la red
vial involucrada; sin embargo, podría, especialmente en países en vías de
desarrollo, no tener relación con un modelo de ciudad más sostenible y segura.
En este tipo de análisis, el dónde y cuándo intervenir se regula de manera
similar al de las Auditorías de Seguridad Vial, sin embargo, la diferencia está en
que se pueden comparar proyectos alternativos, mientras que la zona de
influencia considera a la red vial que será afectada por el proyecto.
115
En la Figura 4.19 se muestra la zona de influencia de un Estudio de Impacto de
la Seguridad Vial.
35
En este caso la selección es mediante un procedimiento de consulta ciudadana sin que se tenga
en cuenta la seguridad vial de todos los usuarios
116
propuesta con rambla y propuesta con boulevard), de esta manera se podría
haber seleccionado aquella que sea la más conveniente desde el punto de
vista de la seguridad vial. En este caso, se tendría la posibilidad de analizar
cómo afecta, cada una de las alternativas, a la zona de influencia donde se
trasladará el tráfico que ya no podría pasar por la Av. Diagonal.
117
Wilde (1985), la cual explicaremos utilizando uno de los sistemas activos de
seguridad: el sistema antibloqueo de frenos.
El sistema ABS
Otro estudio realizado por la policía de Oregón en los años 1991 y 1992
(Centro Zaragoza, 2001) determinó que aquellos conductores propietarios de
vehículos equipados con ABS tenían un 18% más de multas por exceso de
velocidad con respecto a aquellos cuyos vehículos carecían de ABS.
118
Si bien es cierto que los sistemas de seguridad activa han sido diseñados para
evitar que se produzcan accidentes –más allá de que en algunos casos los
logren y en otros no-, son tecnologías diseñadas para mantener el papel
protagónico de los vehículos en las ciudades, sin importar que su uso irracional
genere una serie de externalidades: contaminación, accidentes, segregación,
etc. (Estevan y Sanz, 1996).
Las ideas más importantes del presente capítulo son las siguientes:
119
externa que tolera biológicamente el ser humano. El principal efecto
sobre el sistema es la limitación de la velocidad a 30 km/h, cuando hay
conflictos con los peatones, a 50 km/h cuando es posible los choques a
90°, y a 70 km/h cuando hay la posibilidad de choques frontales.
c) La responsabilidad de la seguridad recae, principalmente, sobre los que
configuran el sistema de carreteras y transporte; por lo tanto, dejar de
culpar al usuario individual y preguntarse en qué está fallando el sistema
es fundamental para poder mejorar.
d) Tres son los marcos analíticos más utilizados: el enfoque de salud
pública de la Organización Mundial de la Salud; la Matriz de Haddon,
que relaciona los factores humano, vehículo y entorno, con las fases
antes del choque, choque y después del choque, permitiendo tener
nueve celdas en donde es posible intervenir de manera sistemática; y el
enfoque sistémico, que permite interrelacionar los factores
determinantes, las consecuencias y las soluciones.
e) Las soluciones más utilizadas para reducir el problema de los accidentes
(tratamiento de puntos negros, auditorías de seguridad vial, inspección
de seguridad vial y, en menor medida, la evaluación del impacto en la
seguridad vial) son soluciones de final de tubería, mientras que la
seguridad activa de los vehículos es un aporte de la ingeniería
automotriz que apunta a mantener la hegemonía del coche en la ciudad.
En el caso peruano, el Estado está invirtiendo recursos para hacer
tratamiento de puntos negros tanto para carreteras como para las vías
urbanas de Lima y Callao; además, se están empezando a realizar las
inspecciones de seguridad vial en las carreteras nuevas que están
siendo concesionadas, lo que es considerado por los ingenieros como
una herramienta de seguridad vial del siglo XXI.
120
gestión de las zonas urbanas periféricas de la ciudad siguen sin considerar las
necesidades de los peatones.
121
LA NECESIDAD DE UN NUEVO MARCO TEÓRICO
122
denominados encuestas de transporte fueron reemplazados por las encuestas
de movilidad (Sanz, 2008). Además, es a mediados del siglo XX, cuando se
comienza a dar importancia a los límites ecológicos y ambientales del planeta
(Miralles y Cebollada, 2009), cuando aparece la sostenibilidad como un reto. Al
nombre movilidad se le añade un “apellido”, surgiendo, de esta manera, la
movilidad sostenible. Pasar del transporte a la movilidad y de ésta a la
movilidad sostenible no representa un simple cambio de nombres, sino que
constituye un cambio en el objeto y sujeto de estudio, en los métodos de
análisis, así como en los procedimientos de intervención (Herce, 2009; Miralles
y Cebollada, 2009; Sanz, 2008). Es necesario, por lo tanto, explicar
brevemente en qué consiste esta evolución conceptual.
123
ingenieros encargados o contratados para planificar el transporte en las
ciudades, es relativamente fácil criticar la metodología, únicamente observando
que, en la última etapa del modelo, lo que se asigna a la red vial son vehículos
motorizados. Por lo tanto, las necesidades de los peatones, ciclistas, personas
con discapacidad, niños, ancianos o mujeres, sencillamente no están
representados por el modelo. Además, al asignar el tráfico futuro a la red vial
actual, es obvio que el modelo identificará todos los tramos de la red vial que,
de no construirse infraestructura adicional, se terminaría congestionando. En
resumen, se predice la congestión futura para luego construir la infraestructura
necesaria para que, esta congestión estimada, no ocurra36.
El problema más serio para la ciudad de Lima es que tanto los técnicos como la
ciudadanía consideran que la construcción de infraestructura vial es
fundamental para resolver los problemas de movilidad en la ciudad, lo cual
explica que, a pesar de la gran cantidad de obras de este tipo, los problemas
de congestión se han agravado en lugar de aliviarse. En la Figura 5.1, se
36
Una crítica más detallada a los aspectos metodológicos de estos
modelos es realizado por Manuel Herce (2009).
124
muestra lo que ofreció en su momento el municipio de Lima y en la Figura 5.2,
se muestra la realidad a menos de un año de la inauguración.
125
El Plan Maestro de Transporte Urbano para el Área Metropolitana de Lima y
Callao (Yachiyo, 2005) ha utilizado la metodología de planificación de las 4
etapas, para estimar la cantidad de viajes para el año 2025, así como la
partición modal, teniendo en cuenta la información base del año 2004. En este
sentido, de los 12.1 millones de viajes motorizados del 2004, se pasaría a 18
millones de viajes motorizados para el 2025. El uso del coche, que representa
el 15.3% de los viajes motorizados en el 2004, se incrementaría al 22.5% para
el 2025. Esta mayor cantidad de viajes en coche estimadas por el modelo
requiere de un incremento de la infraestructura vial destinada a este modo37.
37
Esto contrasta con lo ocurrido en Curitiba, en donde -a pesar de que el ingreso
familiar creció, la propiedad vehicular se incrementó y la población se duplicó desde
1974 a 1994- el uso del coche disminuyó en 28%, lo cual ha significado una reducción
del orden de los 27 millones de viajes por año (Cervero, R., 1998), fenómeno contrario
a lo que se estimaría mediante el modelo de 4 etapas.
126
incrementar un carril adicional también producirá una mejora en los indicadores
del proyecto. Sin embargo, estas mejoras a la circulación se logran a costa de
disminuir la calidad y seguridad de la movilidad del peatón, lo que finalmente
influye en la cantidad de peatones atropellados que pierden la vida o quedan
con discapacidades permanentes. De acuerdo con Lerner:
[...] la gente tiene que atravesar pasos subterráneos, subir y bajar
escaleras, para, simplemente, cruzar una calle… Así se
construyeron y destruyeron muchas ciudades: dando prioridad a
los coches” (Lerner, 2005).
También, para que los proyectos sean aprobados por la Municipalidad de Lima,
es necesario realizar un Estudio de Impacto Vial, cuyo objetivo es estimar el
tráfico adicional que generará el proyecto. Con esta información, se debe
evaluar si la capacidad vial actual será suficiente para soportar el tráfico
esperado, sin que esto signifique disminuir la velocidad de circulación de los
vehículos ni aumentar sus demoras; en caso contrario, el estudio deberá
proponer medidas necesarias para que esto no ocurra38.
Algo similar ocurre con la dotación de estacionamientos. Las normas39 cada día
exigen mayor número de estacionamientos en destino, aduciendo que la falta
de estacionamientos fuera de la vía pública contribuye a la disminución de la
capacidad vial, sin darse cuenta de que esta mayor dotación de
estacionamientos estimula el uso del coche y es justamente este mayor uso el
que produce la congestión que desean evitar (Dextre, 2007b).
38
Estos requerimientos están dentro de los requisitos mínimos del Estudio de
Impacto Vial de la Gerencia de Transporte Urbano de la Municipalidad Metropolitana
de Lima.
39
Norma A.010; Norma A.070 del Reglamento Nacional de Edificaciones del Perú
del 2006.
127
de personas y mercancías sin que sea imprescindible el vehículo automotor
(Sanz, 2008).
128
Además, como lo explica Herce (2009), la geografía aporta una reflexión
importante sobre cómo la organización de un sistema urbano afecta al
comportamiento de la movilidad, donde las redes de infraestructuras influyen
en la geografía del territorio y en donde la fricción de la distancia ha pasado a
ser dominada por los adelantos tecnológicos que han permitido un aumento de
la velocidad (Miralles, 2002). Sin embargo, este incremento de la velocidad de
los medios de transporte ha influido en un incremento de la distancia de
desplazamiento y del tiempo necesario para recorrerla (Whitelegg, 1993;
tomado de Miralles, 2002).
129
hace necesario incorporar nuevas variables de análisis que permitan buscar un
equilibrio entre los objetivos de movilidad y los objetivos de sostenibilidad; de
esta manera, el derecho a la movilidad que tiene todo ciudadano no se puede
conseguir a costa de la sostenibilidad.
40
Uno de los principales impactos sociales en los países en desarrollo son los
accidentes de tránsito.
130
La accesibilidad sostenible busca que las personas puedan acceder a los
bienes y servicios que ofrece la ciudad sin tener que viajar grandes distancias y
sin tener que utilizar vehículos motorizados. Según Rogers (1997), si las
personas viven cerca de los lugares donde necesitan trabajar y entretenerse, y
donde están los servicios, sus viajes serán más cortos y muchos de ellos se
podrán realizar caminando o en bicicleta. Este tipo de diseño es conocido como
diseño compacto o compacidad (Herce, 2009; Sanz, 2008; Bohigas, 2004;
Oliva, 2005), en el que es necesario, como indica Miralles (2002), que se
valoren los términos peatón, proximidad, cohesión, diversidad, etc.
131
. Tabla N° 5.1: Accidentes en York comparados con el resto de UK
41
La exposición a los accidentes de tránsito tienen una relación directa con la
cantidad de kilómetros recorridos por una persona para realizar sus actividades
cotidianas. Por lo tanto, disminuir la distancia que tiene que viajar cotidianamente
reduce la exposición.
132
diseño influye mucho, tal como lo manifiesta Gehl (2006) en su libro La
humanización del espacio urbano. Además, es necesario lograr no solo una
diversidad de usos del suelo –para mantener la vitalidad de la ciudad durante
todo el día-, sino una diversidad social, tal como dice Richard Sennet:
133
Sostenible de Holanda, los organismos internacionales42 continúan prestando
ayuda a los países en desarrollo por intermedio de las dependencias de los
gobiernos centrales, tales como las direcciones de tráfico o sus equivalentes.
En este sentido, la transferencia de experiencias positivas centran su atención
en el diseño de la infraestructura vial (con énfasis en carreteras), en controlar la
velocidad y el consumo de alcohol, recomendando, además, no dispersar sus
esfuerzos en otras medidas, debido a que la experiencia muestra que con
estos tres tipos de intervención se pueden conseguir grandes resultados
(Navarro, 2010). Sin embargo, estas medidas están diseñadas para bajar la
accidentalidad en las carreteras y no en zonas urbanas, en donde el gobierno
central no tiene injerencia directa y son los municipios o comunidades
autónomas las que manejan el tema de la accidentalidad.
42
Banco Mundial, Organización Mundial de la Salud, Organización Panamericana
de la Salud, etc.
134
Además, en caso de la seguridad vial urbana, es necesario pasar del simple
análisis del accidente, en donde se le relaciona con el factor humano, factor
vehículo y factor entorno, para desarrollar un análisis de tipo sistémico, en
donde se traten de establecer todas las interrelaciones que influyen en la
ocurrencia de accidentes, así como todas las disciplinas que deben estar
involucradas. En la Figura 5.3, se muestra para el caso de atropellos, las
diferentes variables que pueden influir en la inseguridad, entre las cuales, si
tenemos en cuenta el enfoque sistémico, existen múltiples interrelaciones.
Además, es importante resaltar que algunas variables pueden influir en la
seguridad sustantiva, otras en la seguridad normativa, así como en la
percepción de seguridad.
43
Es importante reconocer que, en muchos casos, la limitación de los proyectos
son de tipo normativo más que de incompetencia de los encargados de revisar los
proyectos.
135
puede aprovechar su trabajo para mejorar la seguridad nominal mediante la
elaboración de un manual de diseño urbano, en el que se definan los
requerimientos mínimos para cada tipo de movilidad (peatonal, personas con
los distintos tipos de discapacidad, ciclistas, transporte público, transporte de
carga y transporte privado). La elaboración de este manual requiere el aporte
de las diferentes disciplinas.
Las ideas más importantes del presente capítulo son las siguientes:
136
c) ya no es posible pensar en la movilidad de un sujeto promedio, sino que hay
que tener en cuenta las necesidades que tienen los diferentes usuarios:
niños, ancianos, personas con discapacidad, mujeres, pobres, inmigrantes,
etc.;
d) la seguridad vial urbana se está tratando de enfrentar, en mayor medida,
influyendo en el comportamiento de los usuarios, en la seguridad de las
carreteras, y en mayor equipamiento de seguridad activa y pasiva de los
coches; sin embargo, hay poca o nula intervención en la mejora del espacio
público, el diseño de ciudades más compactas con uso diverso del espacio,
que son, finalmente, las que influyen en los patrones de movilidad,
considerando que se hace necesario viajar cada vez mayores distancias;
e) la cooperación internacional, dirigida a países en vías de desarrollo, debería
realizarse por intermedio de los municipios o comunidades autónomas,
especialmente de aquellos que han utilizado el concepto de diseño
compacto y diverso, han restringido el uso del auto, han potenciado el
espacio público, la red de aceras y la red de ciclovías; de esta manera, se
estaría mejorando la seguridad de los peatones, que, en el caso de Lima,
constituyen el 78% de las víctimas mortales;
f) es necesario introducir, en el análisis de accidentes, el enfoque sistémico;
así, se tendrán en cuenta todas las interrelaciones que existen entre las
diferentes variables que influyen en los accidentes y se incorporará a
profesionales de diferentes disciplinas, y;
g) la elaboración de un manual de diseño urbano, en el cual se incluyan los
requerimientos mínimos para cada usuario, permitiría mejorar
significativamente la seguridad normativa.
137
CONCLUSIONES FINALES
Los peatones tienen un comportamiento errático al cruzar las vías, no por falta
de educación vial, sino que el diseño de la infraestructura o el sistema de
gestión es inadecuado. Algunos ejemplos de rediseño muestran que es posible
138
canalizar los flujos peatonales, siempre y cuando se respeten, en la medida de
lo posible, sus líneas de deseo. En Lima, no se realizan estudios sobre la
movilidad peatonal, en la misma medida que se hacen estudios para acomodar
al tráfico motorizado. Por lo tanto, el peatón es considerado un usuario
marginal de la ciudad.
Dos visiones de seguridad vial son las más importantes: “la visión cero de
Suecia” y la “seguridad sostenible de Holanda”. En ambas visiones, se
reconoce que las personas cometen errores y son físicamente vulnerables; por
lo tanto, la movilidad se debe subordinar a la violencia externa que tolera
biológicamente el ser humano. El principal efecto sobre el sistema es la
limitación de la velocidad a 30 km/h, cuando hay conflictos con los peatones, a
50 km/h, cuando es posible los choques a 90°, y a 70 km/h, cuando hay la
posibilidad de choques frontales.
Tres son los marcos analíticos más utilizados: el enfoque de salud pública, de
la Organización Mundial de la Salud; la Matriz de Haddon, que relaciona los
factores humano, vehículo y entorno, con las fases antes del choque, durante
139
el choque y después del choque, permitiendo tener nueve celdas en donde es
posible intervenir de manera sistemática; y el enfoque sistémico, que permite
interrelacionar los factores determinantes, las consecuencias y las soluciones.
140
de esta manera, se estaría mejorando la seguridad de los peatones, que, en el
caso de Lima, constituyen el 78% de las víctimas mortales.
141
BIBLIOGRAFÍA
7.1 Bibliografía
Acuña, P. (2006). Transporte y lucha contra la pobreza. Lineamientos para una política
nacional. Perú.
Aeron, T. et al. (2009). The involvement and impact of road crashes on the poor.
Bangladesh and India case studies. Transport Research Laboratory.
Crowthorne, UK.
Amundsen, A. and Bjornskau, T. (2003). Utrygghet og risikokompensasjon i
transortsystemet. En kunnskapsoversikt for RISIT-programmet, report 622.
Intitute of Transport Economics. Oslo.
Ascher, F. (2004). Los Nuevos Principios del Urbanismo. Alianza Editorial S.A. Madrid.
Asociación Española de Carreteras (2006). El Libro Verde de la Seguridad Vial.
Conclusiones del congreso internacional de prevención de accidentes de tráfico
LA SOCIEDAD CIVIL ANTE EL RETO DE LA SEGURIDAD VIAL celebrado
en Madrid del 30 de mayo al 1 de junio de 2006. Madrid.
Austroads (2002). Road Safety Audit. Guide 2nd Edition. Australia.
Avellaneda, P. y Dextre, J. C. (2008). La gestión del transporte público en lima
Metropolitana: ¿más Estado o más Mercado? IV Seminario Internacional
RIDEAL. Mayo 2008. México.
Avellaneda, P. (2007). Movilidad, pobreza y exclusion social. Un estudio de caso en la
ciudad de Lima. Tesis de Doctorado. Bellaterra: Universidad Autónoma de
Barcelona.
Avellaneda, P. y Dextre, J. C. (2007). El COSAC, Nuevo Sistema de Transporte
Público de Lima: Un Análisis desde El Punto de vista de la Equidad. XVI
Congreso Nacional de Ingeniería Civil – CONIC. Arequipa (Libro de Ponencias)
Banco Mundial (2002). Cities on the Move: a World Bank urban transport strategy
review. Washington: The World Bank.
Barriga – Dall’Orto and Ross Silcock (1996). Estudio de Seguridad Vial, Informe Final.
Ministerio de Transportes, Comunicaciones, Vivienda y Construcción del Perú.
Lima.
Belcher, M., Proctor, S. and Cook, P. (2008). Practical road safety auditing, 2nd edition.
Thomas Telford. London.
Bermudez, J. (2008). Lesionología del trauma por hechos de tránsito (con Dextre,
J.C., Pirota, M., Tabasso, C. y Bermúdez, J.). En: Vías Humanas. Un enfoque
multidisciplinario y humano de la seguridad vial. Fondo Editorial de la Pontificia
Universidad Católica del Perú. Lima.
Bohigas, O. (2004). Contra la incontinencia urbana. Reconsideración moral de la
arquitectura y la ciudad. Grupo Editorial Electa. Barcelona.
Borkenstein, R. et al. (1974). The role of the drinking driver in traffic accidents – The
Grand Rapids Study- 2nd edition. Blutalkohol Vol. 11.
Buchanan, C. (1964) Traffic in Towns. Londres: Peguin Books.
Bull, A. (2003). Congestión de tránsito: el problema y cómo enfrentarlo (compilador).
Cuadernos de la CEPAL 87. Santiago de Chile.
142
Brown, G. and Park, D. (1982). Visual Intrusion Impact of Residential Traffic.
Transportation Engineering Journal of ASCE. Vol . 108, p.468, 470, 480.
Cai, K and Wang, J. (2009). Urban design based on public safety – discussion on
safety-based urban design. Translated from Architecture Journal, 2008, (5): 38-
42. Nanjing, China.
Cambridge Systematics, Inc. (2005): Traffic Congestion and Reliability
http://ops.fhwa.dot.gov/congestion_report/congestion_report_05.pdf. Retrieved
12-13-2009
Candia, M. (2010). Presentación del Highway Safety Manual. Seminario Internacional
organizado por el Área de Transporte de la Pontificia Universidad Católica del
Perú. Lima.
Cebollada, A. (2007). “Aproximación a los procesos de exclusión social a partir de la
relación entre el territorio y la movilidad cotidiana” Documents d’Anàlisi
Geogràfica, 48, p.105-121.
Cebollada, A. (2003). La ciutat de l’automòbil, un model urbà excloent. Sabadell com a
exemple. Tesis de Doctorado. Bellaterra: Universidad Autónoma de Barcelona.
Centro Zaragoza (2001). Frenando con ABS. Instituto de Investigación sobre
reparación de vehículos S.A. Zaragoza.
Chion, M. (2002). Dimensión metropolitana de la globalización. Lima a fines del siglo
XX. En: Revista Eure. V. 28, N° 85. Santiago de Chile.
City of Copenhagen (2002). Cycle Policy 2002-2012. Roads and Parks Department.
Denmark.
Clark, J., Hutton, B, Burnett, N., Hathway, A. and Harrison, A. (1991).The appraisal of
community severance. TRL, Berkshire.
Colectivo Revista Silence (2006). Objetivo decrecimiento. ¿Podemos seguir creciendo
hasta el infinito en un planeta finito? Barcelona.
Commission for Global Road Safety (2009). Carreteras Seguras. Una década de
acción para la seguridad vial. Fundación FIA.
CONAM, (2001): Inventario Nacional Integrado de Emisiones de Gases de Efecto
Invernadero del Perú en el año 2000
http://www.minam.gob.pe/index.php?option=com_docman&task=doc_download
&gid=387&Itemid=7. Consultado el 10 de diciembre de 2009.
Conaset (2008). Tratamiento de puntos negros con medidas correctivas de bajo costo.
Santiago de Chile.
Conaset (2005). Aplicación de medidas correctivas de bajo costo. Santiago de Chile.
Conaset (2003). Guía para realizar una auditoría de seguridad vial. Santiago de Chile.
Cullen, G. (1961). The Concise Townscape. The Architectural Press. London.
Davis, A. (1992). “Livable streets and perceived accident risk: quality of life issues for
residents and vulnerable road users. Traffic Engineering and Control, 33,6: 374-
387.
Dextre, J.C. (2010a). Fortalecimiento de la capacidad de inversión en infraestructura
para la seguridad vial. Reunión bilateral Perú-España: “Políticas Estatales en
Materia de Seguridad Vial”. Lima: Congreso de la República del Perú.
Dextre, J.C y Cabrera, F. (2010b). Small paper on transport externalities and their
quantification. United Nations (en proceso de publicación). Ginebra.
143
Dextre, J.C. (2010c). Introducción a la presentación del Highway Safety Manual.
Seminario Internacional organizado por el Área de Transporte de la Pontificia
Universidad Católica del Perú. Lima.
Dextre, J. C. (2010d). Nuevos paradigmas en la seguridad vial. XVI Congreso
Panamericano de Ingeniería de Tránsito y Transporte y Logística - Lisboa
2010.
Dextre, J. C. (2009a). Los problemas cotidianos de la ciudad. En: Los nuevos rostros
de la ciudad de Lima. Lima: Colegio de Sociólogos del Perú.
Dextre, J. C. (2009b). Las calles de Lima. En: ¡Ganar la calle! Compartir sin dividir.
Buenos Aires. Buenos Aires: Instituto para la ciudad en movimiento.
Dextre, J. C. (2009c). De la circulación a la movilidad cotidiana sostenible. Working
Paper N°1. Departamento de Ingeniería, Área de Transporte. Pontificia
Universidad Católica del Perú. Lima.
Dextre, J. C. (2009d). Estudio del cruce peatonal – Puerta Unión- hacia el campus de
la Pontificia Universidad Católica del Perú. Lima.
Dextre, J. C. (2008). Señalización vial: de la teoría a la práctica. Primer Congreso
Iberoamericano de Seguridad Vial (I CISEV) Mayo 2008. Costa Rica (Libro de
Ponencias).
Dextre, J.C., Pirota, M, Tabasso, C., Bermúdez, J. y García, A. (2008). Vías Humanas.
Un enfoque multidisciplinario y humano de la seguridad vial. Fondo Editorial de
la Pontificia Universidad Católica del Perú. Lima.
Dextre J. C. (2007a). Estudio de impacto vial en los alrededores del centro comercial
MINKA S.A. Lima.
Dextre, J. C. (2007b). Diseño y gestión de estacionamientos dentro de una política de
accesibilidad sostenible. Andinatraffic. Bogotá.
Dextre, J. C. (2007c). Por qué al aumentar la infraestructura vial aparecen más
coches. XVI Congreso Nacional de Ingeniería Civil – CONIC. Arequipa, Perú
(Libro de Ponencias)
Dextre, J. C. (2007d). Movilidad Sostenible o Accesibilidad Sostenible. El Caso de
Lima. XVI Congreso Nacional de Ingeniería Civil – CONIC. Arequipa (Libro de
Ponencias).
Dextre, J. C. (2007e). MTC dice que Tolerancia Cero redujo accidentes pero el 81%
cree lo contrario. Punto de vista del consultor: Ha tenido un éxito relativo. Diario
El Comercio, 17 de diciembre 2007. Perú.
Dextre, J. C. (2007f). Yo, Peatón – primera parte. Boletín de Seguridad Vial N° 13.
Departamento de Ingeniería, Área de Transporte.
Dextre, J. C. (2007g). Yo, Peatón – segunda parte. Boletín de Seguridad Vial N° 14.
Departamento de Ingeniería, Área de Transporte.
Dextre, J. C. (2007h). Transporte accesible: un complemento de la accesibilidad
urbana y arquitectónica. Revista del Consejo Nacional de Personas con
Discapacidad. Lima.
Dextre, J. C. (2006a). Estudio de impacto vial en los alrededores del Almacén ECO
S.A. Lima.
Dextre, J.C. (2006b). Estudio de la circulación peatonal frente a la tienda Santa Isabel
y el Centro Comercial Plaza San Miguel. Lima.
144
Dextre, J. C. (2005a). Ciudad, transporte y calidad de vida. Portal de Asuntos Públicos
de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Lima.
Dextre, J. C. (2005b). Vías Expresa de Javier Prado: Análisis de la ocurrencia de
accidentes de tránsito y propuestas para su reducción. Informe solicitado por la
Policía de Investigación de Accidentes de Tránsito del Perú. Lima.
Dextre J.C. (2004). Seguridad activa de los vehículos. Boletín de seguridad vial N° 7.
Departamento de Ingeniería de la Pontificia Universidad del Perú. Lima.
Dextre J.C. (2001a). Los accidentes de tránsito: Un problema multidisciplinario. XII
Congreso Nacional de Ingeniería Civil, Puno (Libro de Ponencias).
Dextre J.C. (2001b). Accesibilidad para todos en el contexto Peruano. Convención
Internacional de Transporte 2001. Cuba (Libro de Ponencias).
Dextre J. C. (2001c). El libre mercado del transporte en el Perú y los problemas del
medio ambiente. Convención Internacional de Transporte 2001. Cuba (Libro de
Ponencias)
Department of Transport (2009). The Accidents Sub-Objective. TAG Unit 3.4.1.
http://www.dft.gov.uk/webtag/documents/expert/unit3.3.12.php [Consultado el
05 de mayo de 2010].
Elvik, R., Erke, A. and Vaa, T. (2008). Trafikksikkerhetshandboken. http://tsh.toi.no.
Consultado el 20 de diciembre de 2009.
Elvik, R. and Vaa, T.(2006). El Manual de medidas de seguridad vial. Traducido al
Castellano por Jesús Monclús. Madrid.
Elvik, R., Bjornskau T. (2005). How accurately does public perceive differences in
transport risk? An exploratory analysis of scales representing perceived risk.
Accidenten Analysis & Prevention 37 (2005) 1005-1011. Institute of Transport
Economic. Oslo.
Elvik, R. and Amundsen, A. (2000). Improving road safety in Sweden. Main report 490.
Oslo.
Elvik, R., Kolbenstvedt, M. and Strangeby, I. (1999). Gå eller sykle? – fakta om
omfang, sikkerhet og miljø, report 432. Institute of Transport Economics. Oslo.
EPA (2006). Directrices del IPCC de 2006 para los inventarios nacionales de gases de
efecto invernadero. Grupo Intergubernamental de Expertos sobre cambio
climatic. UNEP. Hayama, Japón.
European Commission (2003). Saving 20.000 live on our roads. A shared
responsability. Luxemburgo.
European Commission (2004). Reclaming city streets for people, chaos or quality of
life?. http://ec.europa.eu/environment/pubs/pdf/streets_people.pdf [Consultado
el 15 de abril de 2010].
European Transport Safety Council (1997). Road Safety Audit and Safety Impact
Assessment. Bruselas.
Estevan, A. (2001). Los accidentes de tránsito: una matanza calculada. Artículo
publicado en la Revisa Sistema nª 162-163 de Junio2001.
Estevan, A. y Sanz, A. (1996). Hacia la reconversión ecológica del transporte en
España. Bakeaz. Centro de documentación y estudios para la paz. Secretaria
de Salud Laboral y Medio Ambiente. Madrid.
Ewing, R. and Brown, S. (2009). U.S. Traffic Calming Manual. American Planning
Association. Chicago.
145
Fernandez, R., Valenzuela, J. (2004). Gestión ambiental de tránsito: Cómo la
Ingeniería de Transporte puede contribuir a la mejoría del ambiente urbano.
Revista eure (Vol XXIX, N° 89), pp. 97-107, Santiago de Chile.
FHWA, (2000): Operations Story
http://www.ops.fhwa.dot.gov/aboutus/opstory.htm. [Consultado el 14 de diciembre de
2010].
Fondo de prevención vial de Colombia.
http://www.fonprevial.org.co/index.php?option=com_content&view=article&id=7
0&Itemid=65 [Consultado el 15 de noviembre de 2009].
Forsyth, E and Sexton, B. (1995). Cohort Study of Learner and Novice Drivers, Part 3:
Accidents, Offences and Rriving Experience in the First Three Yearas of
Driving. Projet Report PR 111, Transport Research Laboratory, Crowthorne,
UK.
Garcia, A. (2008). Investigación y reconstrucción de los siniestros en el tránsito (con
Dextre, J.C., Pirota, M., Tabasso, C. y Bermúdez, J.). En: Vías Humanas. Un
enfoque multidisciplinario y humano de la seguridad vial. Fondo Editorial de la
Pontificia Universidad Católica del Perú. Lima.
Gehl, J. (2006). La humanización del espacio urbano: La vida social entre los edificios.
Editorial Reverte. Barcelona.
Geurts, K. and Wets, G. (2003). Black Spot Analysis Methods: Literature Review.
Universitaire Campus, Gebouw D.
Gibbard, A., Mitchell, J., Lawton, B., Brown, E. and Harper, H. (2004). The effect of
road narrowings on cyclists. Preparing for Charging and Local Transport
Division, Department for Transport. TRL Report TRL621. London.
Green paper EU (1996). Future noise policy - European Commission Green Paper
COM(96) 540.
Guo, X. ,Dunne, M. (2001). Crossing Pedestrian and Dynamic Severance on Urban
Main Roads. Road and Transport Research.
Hamilton-Baillie, B. and Jones, P. (2005). Improving traffic behaviour and safety
through urban design. Proceeding of ICE. Civil Engineering 158, pp. 39-47.
Hauer, E. (1999). Safety in Geometric Design Standards. Professor (Emeritus),
Department of Civil Engineering, University of Toronto.
https://ceprofs.civil.tamu.edu/dlord/CVEN_635_Course_Material/Safety_in_Geo
metric_Design_Standards.pdf [Consultado el 20 de marzo de 2010].
Herce, M. (2009). Sobre la MOVILIDAD en la ciudad. Propuestas para recuperar un
derecho ciudadano. Estudios Universitarios de Arquitectura 18. Editorial
Reverté. Barcelona.
Hijar, M., Vazquez-Vela, E. and Arreola-Risa, C. (2003). Pedestrian traffic injuries in
Mexico: a conuntry update. Injury Control and Safety Promotion, 2003, 10:37-
43
IBM, (2009): Documentary Stockholm
http://www-05.ibm.com/innovation/uk/think/pdf/stockholm_transcript.pdf.
Consultado el 15 de diciembre del 2009.
Instituto MAPFRE de Seguridad Vial (2003). Identificación de problemas de seguridad
vial en travesías. Editorial MAPFRE S.A. Madrid.
146
Institute of Transportation Engineers (1999). The traffic Safety Toolbox, a primer on
traffic safety. Washington D.C.
Instituto de Seguridad y Educación Vial – ISEV (2004). Bases de implementación de
programas de institucionalización de la seguridad vial en países en desarrollo
latinoamericanos. Buenos Aires.
Jacobs, G. et al. (2000). Estimating global road fatalities. Transport Research
Laboratory, Report 445. Crowthorne
Jara, S. (2002). Más Vías, ¿más congestión?, Plan de Transporte Urbano para
Santiago 2010. Departamento de Ingeniería Civil, Universidad de Chile. Revista
Universitaria N° 78. Santiago de Chile.
Kahl, K. and Fambro, D. (1995). Investigation of object-related accidents affecting
stopping sight distances. Transportation Research Record 1500. Washington
D.C. pags. 25-30
King, M. (2006). Trafico Calmado: pequeñas obras de infraestructura, grandes
beneficios en calidad de vida. Conferencia Internacional sobre Tráfico
Calmado, Lima.
Lambert, Jacques (2002). International meeting on acoustic pollution in cities Madrid.
<http://www.inrets.fr/ur/lte/publications/publications-pdf/Lambert-publi/Madrid-
2002.pdf> - Madrid, Retrieved December 2009.
Lerner, J. (2005). Acupuntura Urbana. Instituto de Arquitectura Avanzada de Cataluña-
Iaac. Barcelona.
Loo, B., Hung, W., Hong, K. and Wong, S. (2005). Road Safety strategies: a
comparative framework and case studies. Transport Reviews: A Transnational
Transdisciplinary Journal, 1464-5327, Volume 25, Issue 5, 2005, Pages 613 –
639.
Lu, T., Chou, M. and Lee, M. (2000). Regional mortality from motor vehicle traffic
injury: Relationships among place of occurrence, place of death and place of
residence, Accident Analysis & Prevention, Volume 32, Issue 1, January 2000,
Pages 65-69.
Lynch, K. (1998). The image of the city. Editorial Gustavo Gili.
Manso, V., Castaño, P. (2008) Coordinadores. Educación y Seguridad Vial. La
aportación de los agentes sociales en la movilidad segura. Editorial Tráfico Vial
S.A. España.
Matos Mar, J. (2004). Desborde popular y crisis del Estado. Veinte años después.
Fondo Editorial del Congreso del Perú.
Martínez, A. (2005). Ruido por tráfico urbano: Conceptos, medidas descriptivas y
valoración económica, (Urban traffic noise: Concepts, descriptive measures
and economic value).
<http://bach.uao.edu.co:7778/pls/portal/docs/PAGE/UNIAUTONOMA_INVESTI
GACIONES/REVISTA_ECONOMIK/NUMEROS/ECONOMIA2/RUIDO_0.PDF>,
la revista económica y administración – Universidad autónoma de occidente,
Retrieved 12/17/2009
Mayoral, E., Cuevas, A. y Mendoza, A. El punto negro en la infraestructura vial y la
manera de combatirlo. http://132.247.253.89/apache2-
default/mesa/index2.php?option=com_docman&task=doc_view&gid=91&Itemid
=78 [Consultado el 20 de diciembre de 2009].
147
Miralles, C. (2002). Ciudad y transporte. El binomio imperfecto. Barcelona: Ariel.
Miralles, C. y Cebollada, A. (2009). Movilidad cotidiana y sostenibilidad, una
interpretación desde la Geografía Humana. Boletín de la A.G.E. N° 50 – 2009.
Miranda. J, (2007): Impacto económico en la salud por contaminación del aire en Lima
Metropolitana
http://cies.org.pe/files/ES/bol66/05-miranda.pdf. Consultado el 10 de diciembre
de 2009.
Mock, C., nii-Amon-Kotei, D. and Maier, RV. (1997). Low utilization of formal medical
services by injured persons in a developing nation: health service data
underestimate the importance of trauma. Journal of Trauma, 1997, 42:504-513.
Monclús, J. (2007). Planes Estratégicos de Seguridad Vial. Editorial Tráfico Vial S.A.
España.
Montané, J. (2009) Coordinador. La prevención de accidentes. Editorial Tráfico Vial
S.A. España.
Montoro, L., Carbonell E., Sanmartín J. y Tortosa F. (1995). Seguridad Vial: del factor
humano a las nuevas tecnologías. Editorial Síntesis S.A. Madrid.
Mungnimit, S., Jierranaitanakit, K. and Chayanan, S. (2009). Sequential Data Analysis
for Black Spot Identification. 4th IRTAD Conference, Seoul, Korea.
Muñoz, M. (2007). La seguridad vial, una responsabilidad compartida. Editorial Tráfico
Vial S.A. Madrid.
Navarro, P. (2010). Fortalecimiento de la capacidad de inversión en infraestructura
para la seguridad vial. Reunión bilateral Perú-España: “Políticas Estatales en
Materia de Seguridad Vial”. Lima: Congreso de la República del Perú.
Nilson, G. (2004). Traffic Safety Dimensions and the Power Model to Describe the
Effect of Speed on Safety, Lund Institute of Technology and Society, Traffic
Engineering. Sweden.
Novo, M. (1990). La educación ambiental en el marco del paradigma ambientalista.
Fundación Universidad-Empresa, Madrid.
Oliva, J. (2005). La confusión del urbanismo: Ciudad pública versus ciudad domestica.
Madrid.
Organización Mundial de la Salud –OMS (2009). Informe sobre la situación mundial de
la seguridad vial. Ginebra.
Organización Mundial de la Salud – OMS (2007). Faces behind the figures. Voices of
road traffic crash victims and their families. Ginebra.
Organización Mundial de la Salud – OMS (2005): Calidad del aire y salud
http://whqlibdoc.who.int/hq/2006/WHO_SDE_PHE_OEH_06.02_eng.pdf.
Consultado el 10 de diciembre de 20009.
Organización Mundial de la Salud –OMS (2004a). Informe mundial sobre prevención
de los traumatismos causados por el tránsito. Ginebra.
Organización Mundial de la Salud –OMS (2004b). Seguridad vial y salud – informe de
la Secretaría. 57ª Asamblea Mundial de la Salud, A57/10. Ginebra.
Organización Panamericana de la Salud (2008). Prevención de lesiones causadas por
el tránsito. Manual de Capacitación. Publicación Científica y Técnica N° 630.
Washington.
148
Organización Panamericana de la Salud (2007). Por una mejor seguridad vial en las
Américas. Primera semana global de Naciones Unidas sobre seguridad vial.
Whashington D.C.
Ortuzar, J. de D. and Willumsen, L. (2001). Modelling Transport, 3rd ed. Chichester
(UK): John Wiley & Sons. ISBN 0-471-86110-3
Peden, M. et al. (2004). Informe Mundial sobre prevención de los traumatismos
causados por el tránsito. Washintong, D.C.
Perú. Ministerio de Transportes y Comunicaciones (2010). Análisis de los accidentes
de tránsito en la Provincia Constitucional del Callao del año 2006 al 2008.
Lima: Secretaría Técnica de Lima y Callao. MTC.
Perú. Ministerio de Transportes y Comunicaciones (2009). La vulnerabilidad de los
peatones en la vialidad del área Metropolitana de Lima y Callao. Lima:
Secretaría Técnica de Lima y Callao. MTC.
Perú. Ministerio de Salud (2009). Accidentes de tránsito: problema de salud pública.
Informe Nacional. Lima: Ministerio de Salud del Perú, Oficina General de
Defensa Nacional.
Perú. Defensoría del Pueblo (2008). Informe Defensorial N°137: El transporte urbano
en Lima Metropolitana: Un desafío en defensa de la vida. Lima.
Perú. Ministerio de Transportes y Comunicaciones (2008a). Análisis de los accidentes
de tránsito en la zona central de Lima y Callao-información base del año 2006.
Lima: Secretaría Técnica de Lima y Callao. MTC.
Perú. Ministerio de Transportes y Comunicaciones (2008b). Estudio: El rol de los
puentes peatonales en las vías urbanas de Lima y Callao. Lima: Secretaría
Técnica de Lima y Callao. MTC.
Perú. Ministerio de Transportes y Comunicaciones (2007a). Construcción de la
Alameda en el Jr. José Gálvez cuadras 5 y pasaje comercial en el Distrito de
Magdalena del Mar. Evaluación Técnica de sus impactos. Informe Técnico N°
11-07-2007. Lima: Secretaría Técnica de Lima y Callao. MTC.
Perú. Ministerio de Transportes y Comunicaciones (2007b). Estudio de accidentes de
tránsito en 27 comisarías de Lima y Callao – año 2005. Lima: Secretaría
Técnica de Lima y Callao. MTC.
Perú. Policía Nacional del Perú (2007). Estudio integral de la problemática del tránsito
en el ámbito de Lima capital y carreteras. Departamento de Prevención e
Investigación de Accidentes de Tránsito (DEPIAT PNP). Lima.
Peñalosa, E. (2001). Ex Alcalde Mayor de la ciudad de Santa Fé de Bogotá.
Conferencia organizada por la Fundación para la Cultura Urbana. Caracas.
Proctor, S., Belcher, M. and Cook, P. (2003). Practical Road Safety Auditing. London.
Quinet (1993). The social costs of transport: Evaluation and Links with Internalisation
Policies in: Internalising the Social Costs of Transport. Paris.
RACC Automóvil Club (2008). Estudio sobre pasos de peatones en Europa.
http://www.racc.es/pub/ficheros/adjuntos/adjuntos_estudio_europeo__pasos_d
e_peatones_jzq_678efb27.pdf. [Consultado el 10 de mayo de 2010].
Ramirez-Heredia, J. d. D. (1989). El transporte de los minusválidos en Europa. Una
iniciativa del Parlamento Europeo. Centro de publicaciones del Ministerio de
Transportes, Turismo y Comunicaciones.
149
Rasmussen, J. (1983). Skills, rules, and knowledge; Signals, signs, and symbols, and
other distinctions in human performance models. In: IEEE Transactions on
Systems, Man, and Cybernetics, SMC-13, p.257-266.
Reason, J. (1990). Human error. Cambridge University Press, Cambridge.
Riofrío, G. (1991). Producir la ciudad (popular) de los ’90: entre el Mercado y el
Estado. Desco. Lima.
Road Danger Reduction Forum (1999). Casualties and road danger reduction.
http://www.rdrf.org/membarea/rdrfbs6.pdf [consultado el 10 agosto del 2009].
Rogers, R. (1997). Cities for Small Planet. London.
Ruiz, C. (2010). Presentación del Highway Safety Manual. Seminario Internacional
organizado por el Área de Transporte de la Pontificia Universidad Católica del
Perú. Lima.
Sagaris, L. (2003). Muévete por tu Ciudad, una propuesta ciudadana de transporte con
equidad. Santiago.
Sanz, A. (2008). Calmar el tráfico (3a Ed.). Ministerio de Fomento de España. Madrid.
Sanz, A. (1997). Movilidad y Accesibilidad: un escollo para la sostenibilidad urbana.
http://habitat.aq.upm.es/cs/p3/a013.html (fecha de consulta: 5 marzo del 2007)
Sanz, A. (1995). Apuntes sobre el amor al automóvil y los accidentes de tráfico.
Intervención psicosocial: Revista sobre igualdad y calidad de vida. ISSN 1132-
0559, Vol. 4, N° 11, 1995, pags. 37-45.
Servicio de Administración Tributaria – SAT (2009). Base de datos de todas las
infracciones de tránsito en Lima Metropolitana. Lima.
Sennett, R. (2001). El Capitalismo y la Ciudad. Lo Urbano en 20 autores
contemporáneos. Ángel Martín Ramos Ed. Ediciones UPC, pp. 213-220.
Barcelona.
Social Exclusion Unit - SEU (2003). Making the Connections: Final Report on
Transport and Social Exclusion. The Stationary Office, London.
Sheehan, M. (2001). Los límites de la ciudad. Cómo frenar la dispersión urbana.
Cuadernos Worldwatch. Bilbao.
Short, J. And Pinet-Peralta, L. (2010). No Accident: Traffic and Pedestrians in the
Modern City. Mobilities, Vol. 5, N° 1, 41-59.
Sivak, M. and Tsimhoni, O. (2008). Improving traffic safety: Conceptual considerations
for successful action. Report N° UMTRI-2008-21. The University of Michigan.
Sjoberg, L. (1993). Uro Och riskuppfatning. Contributions to FRN/Riaskk Ollegiets
Symposium, Stcockholm.
SUPREME (2007). Mejores prácticas de seguridad vial. Manual de medidas a escala
nacional. E25 + Suiza + Noruega. Proyecto financiado por la Comisión
Europea.
http://ec.europa.eu/transport/roadsafety_library/publications/supreme_c_es.pdf
[Consultado el 20 de enero de 2009].
Sorensen, M. and Mosslemi, M. (2009). Subjective and Objective Safety. The effect of
Road Safety Measures on Subjective Safety among Vulnerable Road Users.
Oslo.
Tabasso, C. (2008). Alcohol y volante: alianza trágica (con Dextre, J.C., Tabasso, C.,
Pirota, M., y Bermúdez, J.). En Vías Humanas. Un enfoque multidisciplinario y
150
humano de la seguridad vial. Fondo Editorial de la Pontificia Universidad
Católica del Perú. Lima.
Tabasso, C. (2007). La licencia por puntos. Congreso Internacional de Sistemas
Inteligentes de Transporte – ITE. Lima.
Tate, F. (1997). Social Severance. Transfund New Zealand Research Report No 80.
Tingvall, C. and Haworth, N. (1999). Vision Zero – An ethical approach to safety and
mobility, paper presented to the 6th International Conference Road Safety &
Traffic Enforcement: Beyond 2000, Melbourne, Australia, 6-7 September 1999.
http://monash.edu.au/muarc/reports/papers/visionzero.html [Consultado el 20
de abril de 2010].
Tonucci, F. (2004). La ciudad de los niños. Un nuevo modo de pensar la ciudad. 3ra
Edición. Editorial Losada S.A. Buenos Aires.
Transport and Road Research Laboratory (1991). Hacia vías más seguras en países
en desarrollo.
Transport Scotland (2006). Road Furniture in the countryside: Guidance for road and
plannig authorities and statutory under takers.
TRL (2005). Understanding Community Severance Part I “Views of practitioners and
communities”.
Tyler, N. (2002). Accessibility and the bus system. From concepts to practice. Thomas
Telford.
Tyler, N. A. (1999). “The APEX measure: concepts”. University of London Centre for
Transport Studies Working Paper.
United Nations Environmet Programme-UNEP (1998).
http://training.gpa.unep.org/documents/a_guide_to_the_use_of_water_quality_
management_principles_technology_selection_1_english.pdf. [Consultado el 23
de noviembre de 2009].
Vargverket (2006). Seguridad Vial. La Visión Cero en camino. Administración Sueca
de carreteras. Borlange, Suecia.
Wackernagel, M. y Rees, W. (2001). Nuestra huella ecológica. Reduciendo el impacto
humano sobre la tierra. LOM Ediciones. Santiago de Chile.
Wadhwa, L. (2001). Vision Zero Requieres Five Star Road Safety System, paper
presented at 2001: Road Safety, Research, Policing and Education
Conference, 19-21 November 2001, Melbourne, Australia.
http://www.monash.edu.au/cemo/roadsafety/abstracts_and_papers/135/LWrs20
01revised.pdf [Consultado el 15 de abril de 2010].
Vega-Centeno, P., Dextre, J.C. y Alegre, M. (2010). Inequidad y fragmentación:
movilidad y sistemas de transporte en Lima Metropolitana. Encuentro
Binacional Santiago-Lima.
Whitelegg, J. and Haq, G. (2006). Vision Zero: Adopting a Target of Zero for Road
Traffic Fatalities and Serious Injuries. Stockholm Environment Institute.
Stockholm, Sweden.
Wegman, F. (2007). Road traffic in the Netherlands: Relatively safe but not safe
enough!. SWOV Institute for Road Safety Research.
Wegman, F. and Aarts, L. (2006). Advancing Sustainable Safety. National Road Safety
Outlook for 2005-2020. SWOV Institute for Road Safety Research.
Leidschendam, Netherlands.
151
Wild, G. (1985). Risk homeostasis theory and its implications for highway safety. II
Seminario de Formación Vial. Monografías del Departamento de Psicología
General. Artes Gráficas Soler. Valencia.
Worl Road Association (2003). Road Safety Manual. Recommendations from the World
Road Association (PIARC). Québec.
Wright, L. (2001). Latin American Busways: Moving People Rather than Cars”. Reprint
from Natural Resources Forum, JNRF 25:2.
Wright, L. (2001). Presentación en la Comisión sobre Desarrollo Sostenible de las
Naciones Unidas. Agencia de Desarrollo Internacional de los Estados Unidos.
Nueva York.
Yachiyo (2005). Plan Maestro de Transporte Urbano para el Área Metropolitana de
Lima y Callao en la República del Perú. Lima: Agencia de Cooperación
Internacional del Japón (JICA), Consejo de Transporte de Lima y Callao, y
Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC).
Zegeer, J. (2010). Presentación del Highway Safety Manual. Seminario Internacional
organizado por el Área de Transporte de la Pontificia Universidad Católica del
Perú.
152