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CORTE SUPREMA DE JUSTICIA

BIBLIOTECA JUDICIAL "DR. RICARDO GALLARDO"

BIBLIOGRAFÍA DE TESIS

CLASIFICACION T AÑO 2000,


342.22
G149i
INVENTARIO 012359 PAGINA(S) iv, 107 h.
EJEMPLAR CM 28 cm.
AUTPPAL Galdámez Ardón, Óscar Antonio CARRERA Optar al grado de Lic. en Ciencias Jurídicas,
AUTOR(ES) Óscar Antonio Galdámez Ardón TITULO La inadmisibilidad del amparo
PAIS San Salvador, El Salv. UNIVERSIDAD Universidad de El Salvador
FECHA 28/02/2005 MATERIA INADMISIBILIDAD DEL RECURSO DE AMPARO
DESCRIPTORES TÍTULO La inadmisibilidad del amparo
1. INADMISIBILIDAD DEL RECURSO DE AMPARO I. Título TOPOGRÁFICA Galdámez Ardón, Óscar Antonio
CONTENIDO Protección de los derechos fundamentales, proceso de amparo, rechazo de la demanda de amparo, inadmisibilidad según la
jurisprudencia salvadoreña

Texto
UNIVERSIDAD DE EL SALVADOR
FACULTAD DE JURISPRUDENCIA Y CIENCIAS JURÍDICAS PLAN 1993

"LA INADMISIBILIDAD DEL AMPARO"

TRABAJO DE INVESTIGACIÓN PARA OPTAR AL TITULO DE:


LICENCIADO EN CIENCIAS JURÍDICAS

PRESENTADO POR:
ÓSCAR ANTONIO GALDAMEZ ARDON

DIRECTOR DE SEMINARIO:
LICDA. MORENA ELIZABETH NOCHEZ DE ALDANA

CIUDAD UNIVERSITARIA, SEPTIEMBRE DE 2000.-

__________________________________________________

UNIVERSIDAD DE EL SALVADOR

RECTORA
DRA MARÍA ISABEL RODRÍGUEZ

VICE-RECTOR ACADÉMICO
LIC. JOSÉ FRANCISCO MARROQUÍN

VICE-RECTOR ADMINISTRATIVO
LICDA. MARÍA HORTENSIA DUEÑAS DE GARCÍA

SECRETARÍA GENERAL
LICDA. LIDIA MARGARITA MUÑOZ

FISCAL GENERAL
LIC. PEDRO ROSALIO ESCOBAR CASTANEDA

FACULTAD DE JURISPRUDENCIA Y CIENCIAS SOCIALES

DECANO
LIC. FRANCISCO ALBERTO GRANADOS HERNÁNDEZ

VICE-DECANO
LIC. EDGARDO HERRERA MEDRANO

SECRETARIO
LIC. JORGE ALONSO BELTRÁN

UNIDAD DE INVESTIGACIÓN JURÍDICA


LIC. WILMER HUMBERTO MARÍN SÁNCHEZ

DIRECTOR DE SEMINARIO
LICDA. MORENA ELIZABETH NOCHEZ DE ALDANA

____________________________________________________

AGRADECIMIENTOS

A DIOS: Por haber iluminado mi pensamiento y hacer posibles que lograra coronar mi carrera.

A MIS PADRES: Quienes me apoyaron, impulsaron y animaron en todo momento a seguir adelante.

A LOS DOCTORES CARLOS ARTURO LAZO MARTÍNEZ Y FRANCISCO RODOLFO GARAY PINEDA, quienes en todo
momento me brindaron su oportuna ayuda y enseñanza.

A MIS COMPAÑEROS DE TRABAJO Y DEMÁS AMIGOS: Que de una u otra f orma me animaron y apoyaron para que
continuara y lograra este triunf o académico.

A LA LICDA. MORENA ELIZABETH NOCHEZ DE ALDANA: Por la dedicación asesoría y paciencia que ha tenido para
conmigo en el desarrollo del presente trabajo de graduación, sin la cual me hubiera sido dif ícil la realización del mismo.
__________________________________________________________

DEDICATORIA

A DIOS: Que ilumino mi pensamiento para realizar el presente trabajo.

A MIS PADRES: Por todo su apoyo incondicional en todo momento.

A MIS HIJOS: Eduard, Óscar e Iris, que son los mejores regalos que me ha dado el Creador.

A MARTA ALICIA: La mujer, esposa y compañera que siempre ha estado apoyándome y dándome aliento cuando los
momentos se han puesto dif íciles.
A MIS HERMANOS: Leticia, Emilio y Carlos, por el apoyo desinteresado que siempre me brindaron.

A TODA MI DEMÁS FAMILIA, COMPAÑEROS Y AMIGOS: Que de una u otra f orma estuvieron conmigo brindándome su
apoyo.
____________________________________________________________

INTRODUCCIÓN

CAPITULO I

LA PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS FUNDAMENTALES

INTRODUCCIÓN AL CAPITULO I.

1.1. MECANISMOS DE PROTECCIÓN CONSTITUCIONA L


1.1.1. MECANISMOS JURISDICCIONALES
1.1.1.1. MECANISMOS ORDINARIOS
1.1.1.2. MECANISMOS EXTRAORDINARIOS ESPECIALES
1.1.1.2.1. EL HÁBEAS CORPUS
1.1.1.2.2. LA INCONSTITUCIONA LIDAD DE LAS LEYES.
1.1.1.2.3. LA ACCIÓN DE AMPARO.
1.1.2. MECANISMOS NO JURISDICCIONALES
1.1.2.1 MINISTERIO PÚBLICO
1.1.2.1.1. FISCALÍA GENERAL DE LA REPÚBLICA
1.1.2.1.2. PROCURADURÍA GENERAL DE LA REPÚBLICA.
1.1.2.1.3. PROCURADURÍA PARA LA DEFENSA DE LOS DERECHOS HUMANOS.

CAPITULO II

EL PROCESO DE AMPARO

INTRODUCCIÓN AL CAPITULO II

2.1. EL PROCESO DE AMPARO


2.1.1. CONCEPTO
2.1.2. PERSPECTIVA HISTÓRICA
2.1.3 NORMATIVA JURÍDICA DEL PROCESO DE AMPARO
2.1.3.1. REGULACIÓN CONSTITUCIONAL
2.1.3.2. REGULACIÓN EN LA NORMATIVA INTERNACIONA L
2.1.3.3. REGULACIÓN EN LA LEGISLACIÓN SECUNDARIA
2. 1. 4. CARACTERÍS TICAS DEL PROCESO DE AMPARO

CAPITULO III

EL RECHAZO DE LA DEMANDA DE AMPARO

INTRODUCCIÓN AL CAPITULO I I I

3. 1. ACCIÓN
3. 2. PRETENSIÓN
3. 2. 1 CONCEPTO
3. 2. 2. REQUISITOS BÁSICOS DE LA PRETENSIÓN DE AMPARO
3. 2. 2. 1. EXISTENCIA DE AGRAVIO
3. 2. 2. 2. EXISTENCIA DE UN ACTO DE AUTORIDAD
3. 2. 2. 3. VIOLACIÓN U OBSTACULIZACIÓN DE UN DERECHO
SUBJETIVO DE RANGO CONSTITUCIONA L
3.3. LA PRETENSIÓN EN LA DEMANDA DE AMPARO
3. 4. LA DEMANDA DE AMPARO.
3. 5. EL RECHAZO DE LA DEMANDA DE AMPARO
3. 5. 1. LA INADMISIBILIDAD DE LA DEMANDA DE AMPARO
3. 5. 2 LA IMPROCEDENCIA DE LA DEMANDA DE AMPARO
3. 5. 3 DIFERENCIAS ENTRE INADMISIBILIDAD E IMPROCEDENCIA.

CAPITULO IV.

LA INADMISIBILIDAD SEGÚN LA JURISPRUDENCIA SALVADOREÑA.

INTRODUCCIÓN AL CAPITULO IV.

4. 1. DEMANDAS DECLARADAS IMPROCEDENTES PERO QUE SON VERDADERAS INADMISIBILIDADES.


4. 1. 1. INCUMPLIMIE NTO DE PREVENCIÓN
4. 1. 2. CUMPLIMIENTO DE PREVENCIÓN PERO NO A SATISFACCIÓN DE LA SALA.
4. 1. 3. CUMPLIMIENTO DE PREVENCIÓN EN FORMA EXTEMPORÁNEA
4. 1. 4. PROHIBICIÓN LEGAL PARA SUPLIR LAS OMISIONES DE HECHO.

4. 2. CRITERIOS JURISPRUDENCIALES DE OBLIGATORIA OBSERVANCIA PARA EL IMPETRANTE.


4. 2. 1 DEMANDAR A TODAS LAS AUTORIDADES
4. 2. 2. FUNDAMENTAR ESENCIAL Y SUFICIENTEMENTE LA VIOLACIÓN A DERECHOS CONSTITUCIONA LES.

4.3 RESOLUCIONES EN LAS CUALES LA SALA HA FALLADO CONFORME A LO PLANTEADO EN ESTE TRABAJO.
4. 3. 1. INADMISIBILIDADES
4. 3. 1. 1. POR DIRIGIR LA DEMANDA A TRIBUNAL INCOMPETENTE
4. 3. 1. 2. INCUMPLIMIENTO DE PREVENCIÓN.
4. 3. 1. 3. CUMPLIMIENTO DE PREVENCIÓN PERO NO A SATISFACCIÓN DE LA SALA.
4. 3. 1. 4. FALTA DE CAPACIDAD PARA EJERCER LA PROCURACIÓN.
4. 3. 2 IMPROCEDENCIAS
4. 3. 2. 1 ASUNTOS DE MERA LEGALIDAD
4. 3. 2. 2. INEXISTENCIA DE AGRAVIO
4. 3. 2. 3. FALTA DE TITULARIDAD DEL DERECHO ALEGADO.
4. 3. 2. 4 INFRACCIÓN AL PRINCIPIO DE DEFINITIVIDAD
4. 3. 2. 4. 1 PRINCIPIO DE SUBSIDIARIEDAD
4. 3. 2. 4. 2. PRINCIPIO DE ALTERNABILIDAD

CAPITULO V.

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

5. 1. CONCLUSIONES
5. 2. RECOMENDACIONES.

BIBLIOGRAFÍA.

ANEXOS.
_________________________________________________

INTRODUCCIÓN

El presente trabajo de graduación, me ha permitido la oportunidad de externar mis ideas sobre un tema muy especial, " la
inadmisibilidad en el control constitucional de amparo", y que, sin pretensión alguna, lo consagro a la lucha por la
def ensa de los Derechos Constitucionales.

Este trabajo, será de utilidad a muchos estudiantes y litigantes del Derecho Procesal Constitucional, específ icamente para
aquellos que deseen conocer los requisitos exigidos por la Ley y la jurisprudencia, para incoar una demanda de amparo, ya
que su desarrollo está vinculado a la etapa de admisión de las demandas, con el cual se inicia un procedimiento donde su
f undamento es la violación a derechos constitucionales.

En la actualidad la carencia doctrinaria en este aspecto, es notable razón por lo que se procedió a esta selección temática, a
f in de contribuir en la identif icación y estudio de las causas por las cuales la mayoría de las demandas de amparo que se
presentan a la Sala de lo Constitucional, no alcanzan el f in propio del amparo: LA PROTECCIÓN INMEDIATA DE LOS
DERECHOS CONSTITUCIONALES, conculcados por actos de autoridad, directamente e, indirec tamente el control de la
constitucionalidad.

Para llevar a cabo este trabajo, han contribuido de gran manera, mi Directora de Tesis, Licenciada Morena Elizabeth Nóchez
de Aldana y el Licenciado Wilf redo Arnulf o Leonor Contreras, distinguido Colaborador de la Sala de lo Constitucional; e
quienes agradezco de antemano toda su paciencia, amabilidad y apoyo que me brindaron durante la ejecución de mi
investigación.

Ante una realidad como la nuestra, donde continuamente se están ref ormando las leyes que regula n la convivencia social, la
Jurisprudencia desempeña un papel determinante en el proceso de actualización de la norma jurídica, respondiendo así a
las exigencias de dichos cambios.

La hipótesis aquí sostenida, consiste en apuntar que la declaratoria de inadmisibilidad se da como consecuencia de la f alta
de los requisitos legales o jurisprudencia en la demanda o en el escrito de cumplimiento de prevención.

Se ha pretendido, para hacer más f ácil el estudio y comprensión del presente trabajo, iniciar con el estudio de los dif erentes
mecanismos de protección de los derechos f undamentales, aquí se analizan tanto los que se hacen valer ante los Tribunales
de justicia, llamados mecanismos jurisdiccionales, como aquellos que se desarrollan en sedes administrativas a los que se
les llama: mecanismos de protección no jurisdiccionales.

En el capitulo II, desarrollo el proceso de amparo: concepto, sus orígenes o antecedentes más remotos, la normativa jurídica
que lo regula y sus características; todo ello con el objet ivo de que sirva de apoyo para la comprensión de los capítulos
posteriores.

En el capitulo I I, titulado El Rechazo de la Demanda de Amparo, lo divido en dos partes, la primera trata de la
inadmisibilidad y la segunda de la improcedencia. Al inicio de est e capítulo hago una descripción de los elementos que
f undamentan la acción, la pretensión y la demanda de amparo, examinándose en esta última, tanto los requisitos legales,
como los jurisprudenciales, ya que su conocimiento y distinción permitirá al impetrante lograr que su demanda sea admitida
y que su pretensión sea estimada por la Sala.

En el capitulo IV, se enf oca la Inadmisibilidad según la jurisprudencia de la Sala de lo constitucional; se hace acá un análi sis
de las resoluciones proveídas por la Sala de lo Constitucional, durante los años de 1997 y 1998, agrupándolos según los
criterios utilizados por la Sala, atreviéndome a af irmar que muchas de ellas f ueron declaradas improcedente cuando lo
correcto hubiese sido declararlas inadmisibles, dejando co n ello intacto el derecho del solicitante para volver a incoar una
nueva demanda.

En conclusión, sirva este trabajo de investigación como un aporte a los estudiosos del derecho, pero especialmente a todos
aquellos que desean hacer valer sus derechos constitucionales, y que por circunstancias ajenas a su voluntad, estos quedan
en virtual desprotección por no llenar todos los requisitos para la admisión de su demanda.

CAPITULO I

LA PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS FUNDAMENTALES

Una de las ideas básicas del constitucionalismo moderno, la constituye, sin lugar a dudas, la existencia de un conjunto de
derechos f undamentales, cuyo reconocimiento en la Constitución de todo Estado, es inexcu sable para el desarrollo de la
persona humana. Sin embargo, a lo largo y ancho de nuestra trayectoria histórica no han f altado las denuncias acerca de la
inocuidad de las declaraciones de derechos, que con f recuencia no han pasado de ser una prueba de buen as intenciones
del constituyente, sin ef ectividad alguna posterior, ya que de poco sirven las nuevas Declaraciones de Derechos si no van
acompañadas de las garantías procesales que aseguren su ef icacia.

Las garantías constitucionales de los derechos f undamentales aparecen pues, hoy en día, como un elemento especial y
relevante de los textos constitucionales de signo liberal.
La expresión, “garantías constitucionales”, tiene dos posibles acepciones; así: de un lado, en sentido amplio o subjetivo,
alude a la inserción en los textos constitucionales de principios, institutos o situaciones subjetivas, que a partir de su
incorporación al texto constitucional quedan especialmente asegurados, en suma, garantizados constitucionalmente los
derechos de los gobernados. Ante esta acepción, se encuentra otra de utilización más restringida, la cual es considerada
más aceptada. Garantías Constitucionales, sería así los mecanismos jurídicos de seguridad que el ordenamiento
constitucional establece, a f in de salvaguardar y def ender la integridad de su valor normativo; aquí los derechos
f undamentales no serían instrumentos aseguradores, sino objeto de las garantías.

La preocupación por la def ensa de tales derechos f undamentales genera lo que hoy se denomina “def ensa de la
Constitución”, situación que se vio en aumento posteriormente a la segunda Guerra Mundial, lo que trajo consigo el
aparecimiento de instituciones y medios vinculados a la def ensa de la Constitución, dentro de las cuales podemos
mencionar: La jurisdicción constitucional, el control constitucional, las garantías constitucionales, etc. En la actualidad dichas
instituciones o medios de protección se han multiplicado: tribunales de justicia, los órganos legislativos o parlamentos y su s
comisiones investigadoras, los partidos de oposición, lo órganos de la administración, instituciones independientes, la
opinión pública, la Procuraduría para la Def ensa de los Derechos Humanos, y así podemos mencionar muchos más.

1. 1. MECANISMOS DE PROTECCIÓN CONSTITUCIONAL

Además de la existencia de condiciones socio -políticas que deben reinar en un Estado Constitucional de Derechos, para que
tengan plena ef ectividad los derechos consagrados en la Constitución, deben proporcionarse por la Constitución misma los
mecanismos necesarios para garantizar su protección. Estos mecanismos tienen como principal objetivo el proporcionar a
los particulares un medio de def ensa f rente a las extralimitaciones de los órganos estatales, y constituyen por los tanto, un
f reno al poder estatal.

Para su mejor comprensión, dividiremos estos mecanismos en dos grupos: Jurisdiccionales y no jurisdiccionales.

1. 1. 1. MECANISMOS JURISDICCIONALES.

Los instrumentos jurisdiccionales que protegen los derechos f undamentales, tienen suma importancia tanto en e l plano
teórico, como a nivel concreto, por cuanto que son los instrumentos que se encuentran más al alcance de los ciudadanos,
cumpliendo así lo estipulado en la legislación internacional, donde se establece que los Estados suscriptores deben
proporcionar a los gobernados un recurso sencillo, ef icaz y rápido ante los tribunales de justicia a f in de que la amparen
contra actos que violen sus derechos humanos.

En este grupo incluiremos todos aquellos medios de protección, proporcionados tanto por nuestro or denamiento jurídico
procesal constitucional, así como por la legislación común, para garantizar la protección de los derechos plasmados en
nuestra Carta Magna. Estos mecanismos de protección son llamados por Fix Zamudio “garantías Constitucionales”.

Dividiremos estos medios de protección, de acuerdo al marco regulatorio y a la sede en donde se hacen valer en: Ordinarios
y Extraordinarios.

1. 1. 1. 1. MECANISMOS ORDINARIOS

Es f undamental en todo procedimiento legal, que los actos u omisiones de un juez que puedan causar agravios a las partes
intervimientes, sean impugnables, es decir, que exista algún recurso contra las resoluciones por él proveídas, con el f in de
que se enmienden los errores o vicios en que se haya incurrido y que causen dicho agravio.

Los recursos que nuestras leyes procesales proporcionan, son peticiones que la parte agraviada f ormula al mismo juez que
prof irió la providencia o a su superior; los cual se podrá hacer posteriormente a la notif icación respectiva en donde se nos
desf avorezca en nuestras pretensiones.

Lo anterior nos indica que, para que los mecanismos ordinarios jurisdiccionales puedan accionarse, debe previamente
haberse seguido un proceso, en el cual se haya pronunciado una resolución que lesione los intereses de las part es.

Los mecanismos jurisdiccionales ordinarios de protección de los derechos f undamentales, son aquellos que están
contemplados en la legislación secundaria, con el f in de proteger o garantizar los derechos f undamentales de una manera
general, pero que en una f orma indirecta constituyen mecanismos de protección. A manera de ejemplo podemos mencionar
el recurso de apelación, el de revocatoria, el de revisión, etc. Que son recursos establecidos en la mayoría de las leyes y c on
los cuales se pretende, como antes se dijo, proteger los derechos de las personas de una manera general,
salvaguardándolos de posibles vicios o irregularidades en la interpretación y aplicación de la Ley.

1. 1. 1. 2. MECANISMOS EXTRAORDINARIOS O ESPECIALES

Estos mecanismos de protección de la Constitución, son aquellos que se han conf igurado para otorgar una protección rápida
y ef icaz a los derechos f undamentales de manera directa y generalmente con ef ectos reparadores, (por regla general (1 ), en
virtud de que no es suf iciente la sanción de tales violaciones, requiriéndose la restitución al af ectado en el goce del derecho
inf ringido, constituyendo por lo tanto una garantía para la pronta y real protección de los mismos.

Estos mecanismos constituyen lo que doctrinariamente se conoce co n el nombre de: “Control de la Constitución”, que
consiste en el control ejercido por un organismo especial, para el caso de El salvador, es la Sala de lo Constitucional;
atribución que le viene dada directamente de la Constitución, y cuya f inalidad exclus iva es tutelar los derechos
f undamentales de los habitantes de la República.

Los mecanismos de protección constitucional extraordinario o especiales, son los siguientes:

1.1.1. 2. 1. EL HÁBEAS CORPUS (2)

El hábeas corpus o exhibición de la persona, es una garantía constitucional que tiene como f inalidad la protección de la
libertad personal de cualquier individuo, y se encuentra reglamentado en los artículos 11 inciso 2º y 247 inciso 2º, de la Le y
Fundamental y desarrollado en los artículos 4, 38 y siguientes, de la Ley de Procedimientos Constitucionales.

__________________________________
(1) Es señalar que excepcionalmente el Amparo tiene un carácter preventivo, por ejemplo: el amparo frente a agravios inminentes.
(2) Voz Latina que literalmente significa “tráigase al Cuerpo”, y cuyo origen se encuentra en la frese latina “Cabeza Corpus. . . ad sudjiciendum”, con que debería
comenzar la orden escrita de la persona de . . . para ponerla bajo mi amparo”. RIVAROLA, Rodolfo , Diccionario Manual de Instrucción Cívica y Práctica Constitucional
Argentina. 1980. Pág. 265.

Las garantías constitucionales, entre las que se encuentra el hábeas corpus o exhibición de la persona, son instrumentos
técnicos-jurídicos, que están encaminados a la integración del orden constitucional, cuando este es desconocido, violado o
es inminente su trasgresión por cualquier particular, autoridad o f uncionario del estado o de instituciones descentralizadas,
con lo que se conf igura lo que la doctrina llama “la jurisdicción de la libertad”.

Esta garantía, supone la protección inmediata de una persona a la que se le ha restringido ilegal o arbitrariamente su libert ad
ambulatoria, ya sea por una autoridad o por un particular, y puede hacer uso de el, cualquier persona que tenga
conocimiento de tal ilegalidad, es decir, existe una acción popular para su inicio, lo que lo dif erencia de otros como el
amparo, en el cual solo está f acultado para iniciarlo, el agraviado directamente, o por medio de su represent ante.

Se ha sostenido que el hábeas corpus o exhibición de la persona es una f orma de amparo, al grado que se le considera una
f orma específ ica del amparo o una especie de éste, todo ello en base a que los objetos litigiosos de ambos procedimientos
nos revelan que en ellos la pretensión es idéntica: obtener de un órgano jurisdiccional el pleno reconocimiento y
establecimiento de un derecho f undamental vulnerado, La Ley de Procedimientos Constitucionales vigente, en su artículo 12
inciso segundo, dispone que cuando se utilice la acción de amparo para rendir protección por violación al derecho de libertas
ambulatoria, se debe seguir los dispuesto en el Título IV de dicho cuerpo legal, es decir, el procedimiento del hábeas corpus .

1. 1. 1. 2. 2. LA INCONSTITUCIONALIDAD DE LAS LEYES, DECRETOS Y REGLAMENTOS.

Regulado en los artículos 174 y 183 de la Constitución, como una atribución de la Corte Suprema de Justicia, encomendada
a la Sala de lo Constitucional; mediante éste se pretende garantizar la preeminencia de la Constitución, sobre cualquier
norma secundaria que viole, limite o af ecte los derechos consagrados en ella. (3) En otras palabras, la inconstitucionalidad
opera cuando cualquier disposición secundaria o tratado internacional contraiga el texto de la Constitución.

Cabe aclarar, que aunque directamente el objeto de este mecanismo no consiste en la protección de los derechos de las
personas, si lo hace de una manera indirecta por medio de la declaratoria de inconstitucionalidad de una ley violatoria de
derechos constitucionales o de garantías, que, de no producirse esta declaratoria, se podría llegar a af ectar, la esf era
jurídica de las personas.

_____________________________
(3) El principio de Supremacía Constitucional, implica la existencia de un me canismo procesal para controlar La Constitucionalidad de las leyes ordinarias, como lo
expresa Hernández Valle, Rubén, en “El control de la Constitucionalidad de las Leyes”, Juricentro, la Ed. San José, 1978. Pág. 24.

1.1.1.2.3 LA ACCIÓN DE AMPARO

Por constituir, en f orma general el tema de estudio, nos limitaremos a manif estar, que la acción de amparo tiene como
f inalidad el proteger a las personas de las violaciones de sus derechos constitucionales o de la amenaza de los mismos,
(con excepción de la libertad individual), cometida por autoridades o f uncionarios de gobierno o de organismos
descentralizados.

1.1.2. MECANISMOS NO JURISDICCIONALES


1.1.2.1 EL MINISTERIO PÚBLICO.

Los mecanismos no jurisdiccionales de protección de los derechos constitucionales, pretenden asegurar la protección de los
derechos constitucionales, a través de procedimientos verif icados en sede administrativa de las instituciones pertenecientes
al Ministerio Público, es decir, dentro de la Fiscalía General de la República y de la Procuraduría para la Def ensa de los
Derechos Humanos; al f inal se concluye en un acuerdo, o resolución que se pronuncia sobre el caso en concreto, aunque
dicha decisión en la mayoría de los casos, no es vinculante para las partes, esto signif ica, que no e s de obligatorio
cumplimiento para aquel señalado como responsable en dicha resolución y, por ende, la contraparte no tiene el derecho de
exigir tal cumplimiento. Como ejemplo de acuerdos no vinculantes podemos citar: La resolución emitida por la Procuradu ría
para la Def ensa de los Derechos Humanos, donde se recomienda al patrono, el reinstalo de un trabajador, que ha sido
despedido de su trabajo.

Es necesario aclarar, que en ciertos mecanismos no jurisdiccionales, la decisión que se emite puede ser vincul ante para las
partes o para una de ellas; este es el caso del padre de f amilia que llaga a un acuerdo dentro de la Procuraduría General de
la República, de proporcionar alimentos a su hijo otro sería, el reconocimiento de hijo por parte del padre. Estos ca sos son
obligatorios, debido a que, el legislador, por la naturaleza de los derechos que se tutelan, concede a la institución que rea liza
el procedimiento administrativo, la potestad de exigir el cumplimiento de la resolución dictada,. Aún coactivamente.

Los mecanismos no jurisdiccionales, presentan las siguientes características: a)pueden llegar a ser f uente indirecta de
creación de derechos y obligaciones, b) No establecen sanciones, c) en principio sus decisiones no son vinculantes para las
partes, implicando esto que aquellas no pueden ser exigidas coactivamente; aunque posteriormente, de llegarse a un
acuerdo entre las partes esto pueda servir de base para promover las acciones legales pertinentes a f in que sea una
autoridad judicial la decida la situación, caso en el cual, si existiría obligación de cumplimiento. Como ejemplo podemos citar
el caso cuando se celebran convenios sobre alimentos entre el alimentante y el alimentado ante el Procurador General de la
República o de sus Auxiliares, regulado en el Art. 263 del Código de Familia, en cuyo caso, dicho acuerdo tendrá f uerza
ejecutiva para ef ectos de hacerlo valer ante los Tribunales judiciales competentes; y d) El procedimiento que utilizan, es
verif icado sin los elementos que son propios de la f unc ión jurisdiccional, como la realización de un juicio, en donde es el
Juez quien conf orme a Derecho dirime el litigio a través de la sentencia, ésta a su vez crea derechos y obligaciones cuya
aplicación puede ser exigida coercitivamente; y al f inal dicha resolución es generadora de cosa juzgada.

1.1.2.1.1. FISCALÍA GENERAL DE LA REPÚBLICA

El Ministerio Público, a través de la Fiscalía General de la República ejerce una tarea sumamente importante en la def ensa
de las disposiciones constitucionales: La f isc alización o vigilancia del respeto a los derechos de los particulares y de los
intereses del Estado y de la sociedad; esto lo hace a través de las siguientes actividades ( 4) : a) La def ensa de los intereses
del Estado, lo que da pie a que por ministerio d e Ley, el Fiscal General de la República f unja como el representante legal del
Estado; b) la def ensa de los intereses de la sociedad, la cual básicamente la realiza a través del ejercicio de la acción
pública por medio de la cual se verif ica la def ensa de los derechos que garantiza la Constitución, c) la def ensa de la
legalidad, esto es, velando por el respeto de la Constitución y la aplicación de la ley vigente, y d) El ejercicio de la dire cción
f uncional en la investigación del delito.
_______________________
(4) Como lo establece los Art. 193 Cn. Y Art. 3 LOMP.

1.1.2.1.2. PROCURADURÍA GENERAL DE LA REPÚBLICA.

Las f unciones de la Procuraduría General de la República están establecidas en el Art. 194 romano II de la Constitución
vigente, y su f unción principal es proporcionar asistencia legal para la def ensa de intereses jurídicos particulares de las
personas de escasos recursos económicos.

Dentro de la actividad de la Procuraduría General de la República encontramos los siguientes mec anismos no
jurisdiccionales: 1) el procedimiento para el establecimiento de cuota alimenticia el cual luego de la realización de un brev e
procedimiento administrativo, persigue establecer el monto de la pensión alimenticia mensual que el padre o la madre
proporciona a su hijo en concepto de manutención; 2) El procedimiento para el reconocimiento de hijos por medio del cual se
pretende establecer legalmente el vínculo de parentesco entre padres e hijos; 3) el procedimiento conciliatorio contemplado
en la Ley Contra la Violencia Intraf amiliar, en el cual trata de avenir a las partes en conf licto en un caso de violencia dentro
de la f amilia.

1.1.2.1.3. PROCURADURÍA PARA LA DEFENSA DE LOS DERECHOS HUMANOS.

Esta institución tiene como principal mandato según lo regulado en el Art. 194 romano I de la Constitución, procurar por el
respeto de los Derechos Humanos de los habitantes de la Nación; este mandato lo desarrolla a través de la denuncia pública
y la interposición de recursos judiciales y administrativos cuando se violan los derechos humanos, también procediendo a
iniciar la investigación por violación a los mismos, haciendo inspecciones y emitiendo posteriormente las recomendaciones o
conclusiones que resulten de la investigación. Además la institución debe mantener un programa de promoción y dif usión
con miras a evitar por parte de los f uncionarios estatales, f uturas violaciones a los derechos humanos y que el pueblo
adquiera conocimiento sobre este campo a f in de que cuando se violen o restrinjan los mismos , se aboquen a dicha
institución.

La actividad del Ombudsman (5) Def ensor del Pueblo o Procurador Para la Def ensa de los derechos Humanos, emerge
como un complemento de protección de los gobernados f rente al estado, como consecuencia del hecho de que los controles
clásicos resultan insuf icientes, según Jean Marie Becet “es en términos de complementariedad que se debe comprender la
acción del Ombudsman. Es decir, que el Ombudsman, no pretende sustituir a las demás vías de control constitucional ya
existentes, sino que por el contrario ref orzarlas para un mejor f uncionamiento”. En este sentido la PDDH es una institución
de control que colabora para el mejor f uncionamiento del estado dentro del marco constitucional de derecho, en el sentido
que supervisa y vigila a sus f uncionarios, autoridades y agentes para que su conducta sea conf orme el principio de legalidad
y de esta manera se verif ica que los f uncionarios y autoridades del estado y de sus entes descentralizados se abstengan de
realizar cualquier acto que pueda constituir una arbitrariedad en prejuicio de los gobernados y con ello consecuentemente se
vela por el respeto a los Derechos Humanos del pueblo.
_________________________________
(5) El Ombudsman o Defensor del Pueblo. Llamado en nuestro medio Procurador para la Defensa de los Derechos Humanos, tiene su origen escandinavo, cuando en
1809 el Monarca Gustavo IV de Suecia se vio obligado a abdicar, la nueva Constitución incorporando en la organización del Est ado al Ombudsman de la Justicia,
elegido por el parlamento para supervisar la administración pública y con la obligación de rendir cuentas. GINER DE PRADO, CARLOS “Los Ombudsmen Defensor
del Pueblo Europeo”, Tibidado, 1ª. Ed. Barcelona 1986 Pág. 13. Así también ÁLVARO GIL ROBLES, manifiesta “que debido a que en primer lugar la administración
pública raramente rectifica sus actos en vía interna, en segundo lugar que los tribunales de justicia por su misma dinámica y compleja tramitación procesal son lentos
en la resolución de los casos que ante ellos se plantean; es que en los distintos países, con independencia de su régimen jurídico o sistema político inician los
primeros pasos para asumir y adaptar a su propia idiosincrasia, la institución del ombudsman, designándola de varias maneras pero manteniendo sus características
básicas”. GIL ROBLES ÁLVARO, “El Defensor del Pueblo y su impacto en España y América Latina” Artículos en estudio de Derechos Humanos T II, Instituto
Interamericano de Derechos Humanos, Pág. 446.

CAPITULO II

EL PROCESO DE AMPARO.

La Constitución de todo Estado presenta en su estructura dogmática, un conjunto de f inalidades de valor, con los cuales se
pretende asegurar en def initiva la f elicidad del género humano. De ahí nace la escogencia de tres grandes valores: Justicia,
seguridad jurídica y Bienestar Común, representativos del conjunto de valores -f ines, los cuales están f undados en el valor
central: Dignidad Humana. Esta trilogía de f inalidades de valor se consideran complementarios y no antagónicos como lo
puede sostener más de algún iusf ilósofo, no puede haber justicia sin seguridad jurídica y el bien común no puede
garantizarse sin el concurso de los otros dos valores.
Sabemos que para La Constitución y el Estado mismo, el f in último es el hombre, la persona humana, pero el Estado no se
concibe como organizado para el benef icio de los intereses individuales, sino el de las personas como miembros de una
sociedad; la persona humana aislada, es imposible concebir puesto que debe su vida a otros seres humanos con los cuales
se relaciona. La regulación de esas relaciones, las relaciones de la sociedad con sus miembros entre sí, es el objeto y
f inalidad del derecho y del Estado.

Para que en una sociedad se cumplan estas f inalidades de valor, es que se crea en la misma Constitución un conjunto de
derechos de los cuales van a gozar los gobernados. Por tal importancia y jerarquía, tales derechos merecen estar
garantizados por mecanismos que la misma Constitución arbitra a f in de asegurar su valor normativo; mecanismos cuya
estructura es muy diversa, ya que unos actúan con carácter previo ante los hipotético ataques que puedan suf rir los
derechos f undamentales, en cuanto que otros actúan con carácter reparador ante la violación consumada de tales normas.

2.1 EL PROCESO DE AMPARO


Tal como en el capitulo anterior se dijo, uno de esos mecanis mos o medios de protección de los derechos f undamentales
establecidos en la Constitución es el PROCESO DE AMPARO, del cual la f ase de aceptación o admisión de la demanda, es
el tema cuyo estudio hoy nos ocupa, y para poder entenderlo de la mejor manera se ha considerado que primeramente es
necesario hacer un recorrido de los aspectos más importantes para conocer su concepto. ¿Cuándo surge?, ¿Cuál ha sido su
evolución a través de la normativa jurídica que lo regula?, ¿Qué derechos protege?, etc.; por lo que a continuación se
presenta una breve reseña histórica del proceso de amparo a través de las diversas Constituciones que ha tenido El
salvador, así como también los Tratados Internacionales ratif icados y que reconocen tal garantía, y además, la regulación e n
las leyes secundarias que ha tenido nuestro país.

2.1.1. CONCEPTO

Héctor Fix Zamudio, entiende que el “amparo es un procedimientos armónico, ordenado a la composición de los conflictos
suscitados entre las autoridades y las personas individuales y colectivas por violación, desconocimiento o incertidumbre de
las normas f undamentales”.

Para Ignacio Burgoa (6) el amparo “es una institución procesal que tiene por objeto proteger al gobernado contra cualquier
acto de autoridad, que en detrimento de sus derechos, viole la Constitución”.
El texto de la Constitución explicada (7) nos dice que el Proceso de Amparo, es aquel que le proporciona protección a las
personas contra actos que violan sus derechos reconocidos en La Constitución. Esto como una explicación del ordinal
primero del Art. 182 Cn.

Al respecto luego de analizar los anteriores conceptos, se propone el siguiente: “La acción de amparo, es el mecanismo
establecido en la Constitución, mediante el cual se pueden impugnar las acciones u omisiones de cu alquier autoridad o
f uncionario público, que violen o restrinjan el ejercicio de los derechos reconocidos en ella”

________________________
(6) Burgoa, Ignacio, “El juicio de Amparo”, 12ª. Ed. Editorial Porrúa, México 1977, p176, 179.
(7) FESPAD, Constitución explicada, Ediciones Felpad. Tercera Edición. P. 112.

2.1.2. PERSPECTIVA HISTÓRICA DEL AMPARO.

Revisando el desarrollo histórico, encontramos que en algunos Estados Antiguos, en donde la religión era la piedra angular
de los monarcas, en los que el individuo ha tenido la obligación de obedecer y callar, sobre todo que las órdenes que recibía
se consideraban como provenientes del representante de Dios sobre la tierra, en otras palabras, aquí los individuos no
podían ni siquiera pensar en la existencia de derechos de ninguna clase, ni mucho menos en la presencia de garantías para
evitar su violación. Por otra parte en los regímenes primitivos lo que predominaba era la esclavitud, lo cual supone la
negociación de derecho alguno para los esclavos, ya que se les consideraba seres inf eriores, cuya f unción únicamente era
la de trabajar para sus amos.

Ya en el Siglo XII, autores como Juan de Salisbury expresaba limitaciones al poder del Rey, o sea, las necesidad del
sometimiento de la autoridades al derecho y a la justicia; es así que en 1215, el rey Juan sin Tierra f ue obligado a otorgar la
Carta Magna, que le f ue exigida por los nobles del reino. Esta carta es considerada el antecedentes más antiguo de lo que
hoy llamamos: Acción de Amparo. En ella se estableció que el Rey debía respetar las leyes y tradiciones, pues de lo
contrario los vasallos quedaban liberados de obediencia. Además, se estableció que nadie podía ser detenido, desterrado o
ejecutado arbitrariamente; es decir, sin el previo juicio legal. Po steriormente se creó un Consejo de barones (Parlamento
Inglés) para que vigilara el cumplimiento de esta Carta. Más adelante surgió la Petition of Rights (1628), el Agreement of th e
People (1647), el Instrument of Gobernment (1653), el Hábeas Corpus Act. (1679) y el f amoso Bill of Rights (1689),
instrumentos que en conjunto constituyen leyes básicas con signif icado verdadero de protección de los derechos
f undamentales, limitando ef icazmente las tentativas de los monarcas para ejercer su poder absoluto.

Un hecho histórico que inf luye de gran manera en la consolidación de la protección de los derechos f undamentales, es la
Revolución Francesa de 1789, la cual tuvo sus antecedentes en la decadencia de la situación f inanciera de Francia ocurrida
durante el reinado de Luis XVI, quien cuando vio cerradas todas las posibilidades de salida a tal situación, mandó a reunir
los f amosos Estados generales, ausentes desde 1614 con lo que desencadenó el derrumbe aristocrático, la antigua
servidumbre se autoproclamaron “Asamblea general”, lo que constituyó el detonante de la Revolución uniéndoseles gran
parte del Clero y de la Aristocracia, quedando establecida con ello la “ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYE NTE”, que
dictaría y aprobara el primer texto constitucional, el 26 de agos to de 1789, llamándole “DECLARACIÓN DE LOS
DERECHOS DEL HOMBRE Y DEL CIUDADANO”, y cuyo cumplimiento estaba conf iado al “Tribunal Constitucional”, al cual
se podía recurrir demandando protección ante la violación de los derechos reconocidos en la Declaraci ón citada.

En el caso de El salvador, el antecedentes jurídico constitucional más remoto de protección de los derechos f undamentales
aparece en 1886, ya que es en la Constitución de este año, que se establece por primera vez, en f orma ef ectiva el amparo
constitucional por la violación de los derechos individuales distintos a la libertad personal, y es también en este año que se
promulga la primera Ley de Amparos, para desarrollar tales disposiciones constitucionales.
El surgimiento y posterior desarrollo d el proceso de amparo, lo podemos ver ref lejado en el siguiente bosquejo histórico de la
normativa jurídica, el cual lo hemos ordenado de acuerdo al rango de las normas reguladoras.

2.1.3. REGULACIÓN JURÍDICA DEL PROCESO DE AMPARO

2.1.3.1. REGULACIÓN CONSTITUCIONAL

Es interesante conocer primeramente como surge en el Derecho Constitucional Salvadoreño el Proceso de Amparo; al
respecto, su antecedentes más remoto lo encontramos en la Constitución de 1886, en su artículo 37, que establecía: “Toda
persona tiene derecho de pedir el Amparo de la Suprema Corte de Justicia o Cámara de segunda Instancia, cuando
cualquier autoridad o individuo restrinja la libertad personal o el ejercicio de cualquiera de los otros derecho individuales que
garantiza la presente Constitución. Una Ley especial reglamentará la manera de hacer ef ectiva este derecho”. De lo anterior
cabe destacar: a) Se le da competencia para conocer de tal proceso a la Corte Suprema de Justicia y a las Cámaras de
Segunda Instancia; b) Se remite el procedimiento a una Ley especial a la cual se le llamó “Ley de Amparos”, la cual, como
mas adelante se verá, f ue decretada el mismo año; c) Concede el amparo para la protección a la libertad personal y por
violación de los demás derechos individuales plasmados en la Constitución.

La Constitución de 1939, extendió su campo de aplicación al mencionar: “cuando cualquier autoridad o individuo restrinja la
libertad personal o el ejercicio de los derechos que garantiza la Constitución”; es decir, contra todos los der echos
constitucionales, sin circunscribirlo a la violación de los derechos individuales.

En la Constitución de 1944, se hicieron algunas ref ormas, quedando redactado el artículo que regulaba el amparo suprimido
de la f rase: “cuando cualquier autoridad o individuo”, conservando lo demás. Posteriormente, en este mismo año, en vista de
los movimientos políticos, se volvió a adoptar la redacción de la Constitución de 1886, lo que suponía que el amparo
procedía contra las acciones u omisiones de las autoridades y/o particulares, a la vez que se limitó a la protección de los
derechos individuales.

En la Constitución de 1950 en su Art. 22 estableció: “Toda persona puede pedir Amparo ante la Corte Suprema de Justicia
por violación de los derechos que le otorga la presente Constitución”.
De lo anterior se deduce: a)que siempre concede competencia a la Corte Suprema de Justicia, pero lo suprime para las
Cámaras de Segunda Instancia, b) amplía la esf era de protección al decir que protege los derechos otorgado por la p resente
Constitución, lo que para algunos exponentes del derecho incluye tanto los derechos individuales como los sociales.

En la Constitución de 1962, la regulación del amparo no suf rió ningún modif icación, es decir, se conservó lo redacción del
Art. 222 de la Constitución de 1950, antes citada.

Así llegamos a la Constitución de 1983, en la cual el proceso de amparo reviste sus más importantes transf ormaciones
desde sus orígenes, y que encontramos reguladas en los Artículos 174, 182 inc. 1º y 247 y dentro de los cuales se destacan:
a) en el Art. 174 se crea la Sala de los Constitucional, como Tribunal encargado de conocer y resolver, entre otros de las
demandas de amparo; y respecto del numeral primero del Art. 182 Cn “es de aclarar”, que el conocimiento de la acción de
amparo es competencia única de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, esto lo aclaro por el hecho de
que en el estudio realizado, se observó que varias demandas de amparo f ueron dirigidas a la Corte Suprema de Justici a;
b)se hace una separación entre el proceso de amparo y el hábeas corpus, el primero se pide ante la Sala de lo
Constitucional y el segundo se puede solicitar ante la misma sala de lo Constitucional o ante las Cámaras de Segunda
Instancia que no residan el San Salvador; y c)La Constitución de 1983, al igual que las últimas Constituciones, concede el
Amparo “por violación de los derechos que otorga la presente Constitución”; pero hecho por si solo no implica que se
garanticen los derechos sociales, como tales, pues el amparo requiere para su procedencia que el derecho que se alegue
conculado sea individualizado a la persona del impetrante y no de terceras personas, de ello se colige que en el caso de los
derechos sociales, no es que se dejen sin protección, lo único es que para su procedencia se debe individualizar la violación
o agravio a la persona que esta demandando protección ante la Sala.

2.1.3.2 REGULACIÓN EN LA LEGISLACIÓN INTERNACIONAL

En la legislación Internacional, el proceso de amparo aparece regulado en la “Declaración Universal de los Derechos
Humanos” en su Artículo 8 cuando dice: “Toda persona, tiene derecho a un recurso ef ectivo, ante los tribunales nacionales
competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos f undamentales reconocidos por la Constitución o por la
Ley”.

La “Convención Americana Sobre derechos Humanos” o “Pacto de San José, Costa Rica” en su Artículo 25.1 “Toda persona
tiene derecho a un recurso ef ectivo, sencillo y rápido ante los jueces o tribunales competentes que los ampare contra los
actos que violen sus derechos establecidos en la Constitución. . . “
En la “Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre”, Esta declaración nace en el seno de la O. E. A.
como un regulador de las aspiraciones comunes entre los pueblos americanos. Esta declaración al igual que la Declaración
Universal de los Derechos Humanos no tienen carácter vinculante entre los Estados, y carece a nivel de la región Am ericana
de mecanismos coactivos para sancionar los Estados partes. Aquí se encuentra contemplado el amparo en el artículo 18.

El Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos, en su artículo 2.3, hace ref erencia a “que toda persona puede
interponer un recurso ef ectivo, cuando los derechos o libertades reconocidos en ella, sean violados”.

2.1.3.3. REGULACIÓN EN LA LEGISLACIÓN SECUNDARIA

En la legislación secundaria, El Salvador a tenido cuatro Leyes de Amparo y una última, la cual es la que esta vigente, estas
son:

La primera llamada “Ley de Amparo”, f ue decretada el 21 de Agosto de 1886, y publicada en el Diario Of icial Número 194
Tomo 21 del 27 del mismo mes y año. En ella se desarrollaba lo establecido en los artículos 37 y 49 de la Constituc ión de
ese mismo año. Esta Ley permitía el amparo contra actos de autoridades o f uncionarios violatorios de las garantías
individuales, incluyendo la violación a la libertad personal, también disponía que podía interponer la demanda el agravio, su
representante legal o cualquier otra persona hábil para comparecer en juicio. En el Art. 7 establecía que no era admisible el
recursos de amparo en asuntos judiciales puramente civiles, ni en sentencias def initivas en causa criminal.

La segunda “Ley de Amparo”, f ue decretada el 31 de enero de 1939, la cual amplio su esf era de aplicación, al disponer que
él (el amparo) tendría por objeto resolver controversias suscitadas por actos de autoridades o f uncionarios violatorios de
cualesquiera de los derechos y garantías consignados en la Constitución (y no sólo para actos violatorios de las garantías
individuales, como en la ley anterior)

La tercera “Ley de Amparo”, es la de 1945. En este año La asamblea Nacional Constituyente, declaró vigentes las leyes
constitutivas de 1886 siendo una de ellas la Ley de Amparo decretada en dicho año y derogó por otra parte, la Ley de
Amparo de 1939.

La cuarta “Ley de Amparo” es la del 25 de septiembre de 1950, publicada en el Diario Of icial Número 219 del 9 de octubre
del mismo año, la cual surgió a raíz de la derogatoria de leyes constitutivas establecida en el Art. 224 de la Constitución de
ese mismo año, por lo que se mandó que mientras se citaba una nueva ley, se adoptaba el texto de la Ley de Amparo,
decretada por la Asamblea Constituyente el 27 de Agosto de 1886 con las modif icaciones necesarias para adaptarla a la
Constitución vigente en ese tiempo. Dentro de estas modif icaciones podemos mencionar la introducción de la única instancia
en materia de amparo, al declarar que el trib unal competente para conocer de dicho recurso era únicamente la Corte
Suprema de Justicia.

La Ley de amparo de 1950 f ue derogada en 1960 por la vigente “Ley de Procedimientos Constitucionales”, publicada en el
diario Of icial el 22 de enero de 1960, y dentro de su considerando III establecía: Que la acción de amparo constitucional
tenía más de 70 años de proteger los derechos individuales y precisaba ser mejorada tanto en su f orma como en su f ondo a
f in de que estuviera en concordancia con las exigencias so ciales de ese entonces y pudiera darse una mayor protección a
los derechos establecidos en la Constitución a f avor de los particulares. Esta nueva Ley tiene como novedades las
siguientes: a)Que se reunió en un solo cuerpo legal, las leyes relativas a los m ecanismos de def ensa de la
constitucionalidad: La Inconstitucionalidad, Proceso de Amparo y el Hábeas Corpus o Exhibición de la Persona; y b)en lo
que respecta al tema, el Artículo 13 establecía que el juicio de amparo era improcedente en asuntos judiciale s puramente
civiles o comerciales y respecto de sentencia def initivas ejecutoriadas penal. Artículo que debido a los cambios en la
legislación procesal laboral f ue ref ormado en diciembre del mismo año quedando redactado de la siguiente manera: “El juicio
de amparo es improcedente en asuntos judiciales puramente civiles, comerciales o laborales y respecto de sentencia
def initivas ejecutoriadas en materia penal”. Esta ref orma obedeció a que en esa misma f echa entró en vigencia la Ley
Procesal de Trabajo.

2.1.4. CARACTERÍSTICAS DEL PROCESO DE AMPARO.


El amparo tiene sus características propias en nuestro ordenamiento jurídico, entre las cuales podemos mencionar:

a) Protege solo derechos constitucionales. Según lo establecido en el Art. 247 de la Constitución y lo sostenido por la
Jurisprudencia de La Sala de lo Constitucional; el amparo, es un medio jurídico que preserva únicamente los derechos
constitucionales del gobernado contra actos de autoridad. Los derechos que pueda tener el gobernado y que estén
plasmados en los demás cuerpos legales, serán protegidos por otros mecanismos de control.

José L. Cascajo Castro y Vicente Gimeno Sendra (8), manif iestan al desarrollar el ámbito de aplicación, que “el recurso de
amparo protege solo derechos constitucionales y f uera de la Constitución no existe ningún derecho f undamental”.
_____________________________________
(8) José L. Cascajo Castro y Otro “El Recurso de Amparo”, Editorial Tecnos, S. A. 1992, Madrid España, Pág. 101

b) Es de carácter extraordinario (9) y especial. Esta característica estriba en los siguientes puntos: 1)El objeto de su tutela:
Los derechos constitucionales, son protegidos en un primer momento por los mecanismos ordinarios y ante los tribunales
comunes, la extraordinariedad del amparo, surge ante la insuf iciencia o ausencia de dichos mecanismos, f acilitando la
oportunidad de acudir a otros mecanismos que no son utilizados normalmente para protegerlos; en otras palabras, a f alta de
protección ordinaria emerge la necesidad de protección extraordinaria, a través del amparo; 2) El tribunal ante quien se
exige la protección del derecho constitucional violentado es la sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, la
cual únicamente conoce de ciertos procesos encomendados por las Constit ución.
______________________________________
(9) Sentencia de Amparo 19-H-96 del 14/8/95 y 14-G-95 del 13/2/96.

Es especial, porque los derechos constitucionales tienen su propia peculiaridad, f undamentalmente por su jerarquía en
relación con la demás normas del ordenamiento jurídico, así como también por la naturaleza especial del Tribunal que
conoce de las violaciones de los derechos consagrados en la Constitución. Es decir, que se tutela directamente y en sede
constitucional de f orma rápida y ef iciente, previo ejercicio y agotamiento de los mecanismos ordinarios de impugnación. Lo
anterior por una parte le da al amparo la característica de especial, más sin embargo dicha especialidad también estriba en
el hecho de que se ha diseñado un procedimiento es pecif ico a seguir para el desarrollo de todo el proceso, el cual lo
encontramos del artículo 12 al 37 de la Ley de Procedimientos Constitucionales, vigente a la f echa.

c) No procede contra actos de particulares. En el proceso de amparo la parte demandada o sujeto pasivo de la demanda,
está representada por la autoridad o f uncionario estatal o de sus instituciones descentralizadas y/o por aquellas personas
que realicen actos de autoridad por delegación de los mismos, que se les acusa de violaciones a los de rechos
constitucionales.

De acuerdo a lo anterior aparentemente queda descartada la posibilidad de pedir amparo por violaciones de los derechos
constitucionales por parte de los particulares, sin embargo, esta regla no es tan general ya que la Sala de los
Constitucionales en f orma limitada ha estimado procedente el amparo para los particulares cuando la parte demandada
actúa materialmente como autoridad “por encontrarse de derecho o de hecho en una posición de poder”. Tal es el caso,
señalado por la jurisprudencia, de los partidos políticos los cuales deben ser vistos como instituciones independientes y
separadas del aparato f ormal de gobierno; pero ello no obsta a conocer su calidad de elemento esencial en el sistema de
gobierno, pues están reglamentos por la Ley, y son reconocidos como realizadores de f unciones públicas; en vista de que en
nuestra normativa constitucional ha quedado establecido que determinados derechos políticos solo pueden ejercerse a
través de los partidos políticos; con lo que se concede a tales agrupaciones una naturaleza que excede el ámbito del
derecho privado, convirtiéndolas en asociaciones de derecho público no estatales. Consecuentemente el concepto de
autoridad y por consiguiente de actos de la misma, no pueden ser exclusivament e f ormal, esto es, atender a que
ef ectivamente f ormen parte de alguno de los órganos del estado, sino además, debe ser un concepto material de tal manera
que comprenda aquellas situaciones en que las personas o instituciones que realicen actos de autoridad , sean considerados
materialmente como tales, esto es, cuando las mismas hagan uso de la f acultad de imperio del estado y realicen sus actos
unilaterales, imperativos y coercitivos que se impongan a los gobernados”(10)
____________________________
(10) Véase. Sentencia de Amparo 5-M-93 del 4/4/94 y 4-V-93 del 5/1/94 en revista de Derecho Constitucional Nº 10, Corte Suprema de Justicia, san salvador, Enero -
Marzo 1994, Págs. 195 y ss y 239.

d) Es de carácter personal. Según lo regulado en el Art. 14 inc. primero de la Ley de Procedimientos Constitucionales y la
jurisprudencia misma, sólo puede pedir amparo, la persona que ha recibido directamente el agravio en sus derechos
constitucionales, o bien lo puede hacer por med io de su representante legal, si es menor o incapaz, o por medio de
procurador; por lo que es requisito indispensable que exista una violación directa personal y concreta de los derechos
f undamentales. Lo que se ref leja con esta característica es un atraso en cuanto a otras legislaciones, ya que, en muchos
países, tienen legitimación para interponer el amparo los parientes más cercanos al agravio. (11)
___________________________
(11) Véase González trevijano, Pedro José, “La Legitimación en el Recurso de A mparo: Los interesados legítimos”. En Revista de derecho Público, Madrid, Marzo
1985 Pág. 24

e) La sentencia de amparo genera cosa juzgada. En cuanto a sus ef ectos, el amparo tiene la característica de que loa
resolución f inal que se pronuncie, produce ef ectos de cosa juzgada en lo que respecta a que si el acto reclamado es o no
constitucional, lo cual signif ica que contra ella no puede oponerse recurso alguno una vez pronunciada y notif icada, y en
consecuencia queda f irme y lista para su ejecución. Esta f irmeza de que está dotada la sentencia def initiva en un proceso de
amparo, no sólo es para las partes que han intervenido en el proceso, sino para toda persona o f uncionario demandado, ya
sea que haya o no intervenido en el proceso.
En la sentencia def initiva de amparo, en vista de que sólo se resuelve únicamente sobre la constitucionalidad del acto
reclamado, no se reconoce en la misma propiedad, posesión, trabajo ni cualquier otro derecho; la existencia de éstos deberá
establecerse, en consecuencia en el juicio correspondiente, pues, naturalmente queda a salvo el derecho de las partes a
discutirlo ante los tribunales ordinarios, si el tiempo para ello, aún no les ha prescrito. Art. 35 L. Pr. Cn.

También puede hacerse ref erencia a aspectos importantes, co mo que el amparo “es Un Proceso”, ya que durante su trámite,
se cumple con todas las etapas de un proceso: esto es, se inicia con una demanda, en donde hay una parte demandante y
una autoridad o f uncionario demandado, posteriormente y una autoridad o f unci onario demandado, posteriormente una serie
de actos y traslados a las partes y al Fiscal General de la República, de ser necesario se aporta y valora prueba, para que a l
f inal se pronuncie la resolución respectiva; todo ello se lleva a cabo ante un Tribunal Jurisdiccional. Estas características nos
llevan a la conclusión, que el amparo, es un proceso de naturaleza puramente constitucional. Decimos que es de naturaleza
constitucional, porque, su base está el la Constitución, por que con el se protegen derechos de rango constitucional, por lo
tanto, su pretensión debe ser de la misma naturaleza y debe desarrollarse ante el máximo tribunal de justicia.

De las características anteriores podemos concluir: Que el proceso de amparo es un mecanismo jurisdiccional, de carácter
extraordinario y especial, mediante el cual se garantiza en sede constitucional la def ensa de los derechos constitucionales
de los gobernados, ante acciones u omisiones, por parte de cualquier autoridad o f uncionario estatal o de sus entes
descentralizados.
CAPITULO III
EL RECHAZO DE LA DEMANDA DE AMPARO.

Es menester considerar en este capítulo, el desarrollo de aquellos conceptos que son comunes a todo proceso y por lo
tanto, lo son también del proceso de amparo, considerando que su correcta d ef inición evitará posibles conf usiones al
respecto; estos son los de acción y pretensión, los cuales presentan para muchos cierta conf usión, al grado de utilizarlos
como sinónimos, tal es el caso de los Art. 125 y 198 ambos del Código de Procedimientos Civ iles, en los cuales el mismo
legislador equívoca la verdadera naturaleza de cada uno de estos conceptos en el caso del Art. 125 cuando nos habla de
que “Las acciones son reales o personales” está concibiendo la acción en sentido material y la utiliza como sinónimo de
pretensión; en el segundo caso, (Art. 198 inc. f inal Pr. C.) se habla de acumulación de acciones, cuando lo correcto sería
hablar de acumulación de pretensiones, pues la acción es una sola.

Se intenta a continuación, brindar un breve desarrollo para dejar bien def inidos dichos conceptos, ya que juegan un papel
primordial en el proceso de amparo y específ icamente en el tema cuyo estudio hoy nos ocupa, su inadmisibilidad.
3.1. ACCIÓN

En materia de amparo, por acción entenderemos el derecho subjetivo público de carácter constitucional, que tiene toda
persona, ya sea natural o jurídica, que consiste en excitar o poner en movimiento la actividad jurisdiccional del Estado, por
medio de la Sala de lo constitucional, pidiendo el restablecimiento de un derecho f undamental violado u obstaculizado en su
ejercicio por algún f uncionario o autoridad estatal. (12)
_____________________________
(12) Aldo Enrique Cader Camilot, “La Improponibilidad de la Demanda de Amparo”, Revista de Derecho Constitucional Nº 2 0 Centro de Jurisprudencia, C. S. J.

Entendido así, el concepto de acción, constituye:

a) Un derecho constitucional, ya que es una manif estación del derecho de petición, es decir, que dicho carácter le viene
dado por su incorporación dentro de la normativa constitucional. Art. 2. 11. 18. y 247

b) Un derecho subjetivo: porque se concreta en un poder que asiste a todo ciudadano y conf iere a toda persona, sin
distinción alguna, la oportunidad de comparecer ante la Sala de lo Constitucional a exigir de ella , el restablecimiento de un
derecho que el ha sido violado u obstaculizado por autoridad o f uncionario estatal.

3.2. PRETENSIÓN

Consideramos este concepto de gran importancia para nuestro tema, ya que de la claridad con que lo manejamos
dependerá la identif icación de elementos de f orma o de f ondo con que debe contar la demanda de amparo; también es
necesario, por que la pretensión, constituye el objeto de todo proceso, es decir, que se conf igura con la presencia de todos
sus requisitos, tanto de f orma co mo de f ondo.

3.2.1 CONCEPTO

Este elementos de la demanda de amparo ha sido desarrollado con mayor certeza y concisión por el Maestro Jaime Guasp,
para quien la pretensión proviene del griego pretender, que signif ica desear. Pero más acertadamente dice q ue la pretensión
procesal es “Una declaración de voluntad por la que se solicita una actuación del órgano jurisdiccional f rente a una persona
determinada y distinta del autor de la declaración. . .”(13) Así entendida la pretensión es simplemente una declar ación, en la
cual la persona expresa llanamente lo que quiere, sin importarle si son válidos, ciertos y sostenibles los argumentos que en
ella expone. Después reparamos que, para que esta se conf igure, es decir, para que la demanda sea aceptada y que al f i nal
la resolución que emita el tribunal que conoce del caso, sea acorde a nuestras pretensiones, es necesario que concurran
ciertos requisitos o elementos, los cuales exponemos más adelante.
___________________________
(13) Guasp, Jaime “derecho procesal Civil” Pág. 217.

Los autores españoles Cascajo Castro, José L. y Gimeno Sendra, Vicente, expresan al respecto que: “La pretensión de
amparo, es una declaración de voluntad, f undada en la amenaza o lesión ef ectiva de alguno de los derechos o libertades
públicas. . .y por tanto dirigida contra alguno de los poderes públicos del estado, por la que se solicita al órgano jurisdiccion al
el reconocimiento de dicho derecho o libertad f undamental, así como la adopción de cuantas medidas sean necesarias para
establecer o preservar su libre ejercicio”(14)
______________________________
(14) Cascajo Castro, José L. y Gimeno Sendra, Vicente, “El Recurso de Amparo”, Madrid España Editorial Tecnos, S. A. Reimpres ión, 1992. Pág. 136 y 137.

3.2.2 REQUISITOS BÁSICOS DE LA PRETENSIÓN DE AMPARO

3.2.2. EXISTENCIA DE AGRAVIO

De la lectura del art. 14 inc. 1º de la Ley de Procedimientos Constitucionales, se deduce que para lograr la pretensión
deseada a través del amparo, es necesario, la existencia previa de un agravio o lesión producida o de inminente causación,
en una persona cierta y determinada.

AGRAVIO: Vamos a entender por agravio, todo daño perjuicio u of ensa, material o moral, que suf re una persona en alguno
de los derechos otorgados por la Constitución, como ef ecto de un acto u omisión de autoridad, ya sea actual o de inminente
causación.
PERSONA AGRAVIADA: De acuerdo a lo anterior, es pues aquella persona cuyos derechos constitucionales han sido
dañados o perjudicados por actos u omisiones de las autoridades o f uncionarios del estado.

ELEMENTOS DEL AGRAVIO: El agravio en materia constitucional consta de dos elementos.

El agravio en materia constitucional consta de dos elementos:

1.-ELEMENTO MATERIAL
2.- ELEMENTO JURÍDICO

ELEMENTO MATERIAL: Para Ignacio Burgoa, el agravio material está constituido por la presencia del daño o perjuicio, es
decir, por la producción de estos, en la esf era jurídica de una persona determinada.

Según nuestra jurisprudencia, el elemento material del agravio es “cualquier daño, lesión, af ectación o perjuicio que el
gobernado suf ra en f orma personal y directa en su esf era jurídica” (15)
___________________________
(15) Gutiérrez Castro Gabriel M. “Catálogo de Jurisprudencia”, Derecho Constitucional Salvadoreño, Primera Edición, 1990 Pág. 8

ELEMENTO JURÍDICO: Es la f orma, ocasión o manera bajo las cuales la autoridad estatal causa el daño o perjuicio, es
decir, que el daño sea causado o producido mediante la violación de los derechos contemplados en la Constitución.

Para Octavio A. Hernández, los elementos del agravio son cuatro (1) Element o Material u objetivo: representado por el daño
o perjuicio, propiamente dicho, inf erido a la persona que lo recibe; (2) Elemento subjetivo pasivo: persona a quien la
autoridad le inf iere el agravio; (3) Elemento subjetivo activo: autoridad que al actuar i nf iere el agravio; (4) Elemento jurídico o
f ormal: precepto constitucional violado por la autoridad que inf iere el agravio y protegido por la Constitución.

NATURALEZA DEL AGRAVIO

En lo que responde a la naturaleza del agravio, tanto la doctrina, como la jurisprudencia, sostienen que presenta dos
aspectos básicos a saber:
1.- EL AGRAVIO DEBE SER PERSONAL

La tesis más generalizada es que el agravio personal, es el que recae en una persona determinada, por lo cual, todos
aquellos daños o perjuicios que al manif estarse el agravio no af ecten a una persona concretamente identif icada, no pueden
considerarse como agravios, para ef ectos de la protección del amparo. Así lo ha sostenido la Sala de lo Constitucional en
sus resoluciones como la siguiente: “El agravio para determinar la procedencia del juicio de amparo debe ser personal y
directo, es decir, que la persona que promueve el juicio de amparo tiene necesariamente que haber suf rido en f orma directa
y personal, los ef ectos del acto de autoridad contra el cual reclama. . . “(16)
____________________________
(16) Gutiérrez Castro Gabriel M. Derecho Constitucional Salvadoreño Catálogo de Jurisprudencia, 1990 Pág. 7. -

Respecto de lo anterior, si revisamos lo estipulado en los incisos primeros de los Arts. 247 Cn. Y el Art. 12 de la Ley de
Procedimientos Constitucionales, vamos a observar que estos no restringen de ninguna manera la legitimación procesal
activa, es decir, enuncian una f acultad general para que toda persona pueda pedir protección ante la Sala de lo
Constitucional por la violación de los derechos contenidos en la Carta Magna. Esta f acultad general es delimitada por los
artículos 14 Inc. 1º, y 16 L. Pr. Cn. Mencionando el primero que la demanda debe presentarla la persona agraviada por si o
por su representante legal o mandatario y el segundo menciona que se va a tener como parte en el juicio de amparo a la
persona agraviada que promueve el juicio.

En relación a esta característica del agravio, es importante en la actualidad observar la relevancia que h a cobrado la
protección de los intereses dif usos o colectivos, llamados también: Derechos de Tercera Generación. Con el ánimo de darles
la protección correspondiente a su naturaleza, una de las medidas que varios Estados han tomado, es ampliar la
legitimación procesal activa, incluso a quienes no hayan sido directamente af ectados por el agravio, o permitir que uno de
los af ectados gestione dicha protección, a nombre de los restantes. En el primer caso, la acción se le adjudica a un
determinado f uncionario o a los representantes legales de los grupos o instituciones llamados protectores de estos
derechos.

Para el caso de El salvador, la jurisprudencia de la Sala ha mantenido su criterio de rechazar las demandas de amparo
donde se pide protección de este tipo de derechos en f orma colectiva o dif usa, tal como lo podemos ver en el siguiente
ejemplo: “. . . Habiéndose establecido que el juicio de amparo solo incumbe al gobernador por violación únicamente a sus
derechos, se vuelva necesario al ejercitar la acción de amparo, individualizar el derecho público subjetivo violado y limitarlo a
la persona del peticionario, pues su ejercicio debe ser individual, no pudiendo, en consecuencia, el autor arrogarse la
atribución o f acultad de extender sus peticiones a los derechos que él estima se violan en otras personas, cuya voluntad no
ha sido por ellos manif estada, y es tan autónoma como la del peticionario para ejercer la acción de amparo. Al atribuirse tal
f acultad el actor y ejercerla, no hace más que incumplir el requisito de procedencia del amparo de individualizar su derecho,
dejándolo dif uso al conf undirlo con los de otras personas. . .”(17)
_________________________
(17) Gutiérrez Castro Gabriel M. “Catálogo de Jurisprudencia”, Derecho Constitucional Salvadoreño, 3ra. Edición, 1993 Pág.18.

Examinado minuciosamente las demandas y posteriores resoluciones, relacionadas con los Derechos Sociales, se ha
llegado a la siguiente conclusión: El f actor principal que determina la procedencia de la acción de amparo, en el caso de los
derechos sociales protegidos por la Constitución, es que en la demanda, deben precisarse e individualizarse, esto es,
señalar en que medida la esf era jurídica propia de cada individuo protegida por la Ley Fundamental, resulta lesionada con el
acto de autoridad impugnado.

En la vigente Constitución, se reconoce a la colectividad, ciertos derechos colectivos o difusos, como por ejemplo: El
derecho a un medio ambiente sano (Art. 69 parte f inal Cn.); . . . derecho a la def ensa de los consumidores (Art. 101 Inc. 2º
Cn.), etc lo que nos lleva a considerar la necesidad de revisar la normativa sobre el amparo, en especial la ref erida a la
legitimación procesal activa y la correspondiente corrección de dichos criterios, específ icamente en lo ref erente a este tipo
de derechos, ya que, el artículo 247 reconoce la garantía del amparo por violación a los derechos que otorga la Constitución,
entendiéndose que no excluye ninguno, todo ello orientado a proporcionar los medios ef icaces de tutela de dichos derechos.
El Ordinal 4º del Art. 194 de la Constitución establece que dentro de las f unciones de la Procuraduría para la protección de
los Derechos Humanos”, lo que nos lleva a la deducción que esta institución gubernamental, esta f acultada para procurar, en
benef icio de los ciudadanos de la República, interponiendo demandas de amparo ante la sala de lo Constitucional, cuando
se han violado los derechos humanos establecidos en la Constitución, sin embargo, durante la investigación se pudo
constatar que esta es letra muerta, ya que en el período que comprendió la investigación no se encontró ninguna demanda
promovida por esta institución.

2.- EL AGRAVIO DEBE SER DIRECTO

Esta característica, es la que se ref iere al aspecto de temporalidad de la existencia del agravio y comprende: El agravio
consumado, en consumación y el de inminente consumación o dicho de otra manera, el agravio pasado, presente y f uturo;
sin embargo, cabe recalcar que el agravio f uturo para su procedencia debe ser de clara y certera realización, de ah í su
calidad de inminente, puesto que una mera expectativa o eventualidad no puede considerarse como un daño que una mera
expectativa o eventualidad no puede considerarse como un daño potencial para ef ectos de amparo. Así lo explica el
siguiente razonamiento de nuestro tribunal Constitucional:”... la violación alegada para justif icar la acción de amparo, debe
consistir en un agravio concreto, y no en eventualidades o meras expectativas.

Esta Sala ha manif estado en anteriores resoluciones que la petición hecha por un f uncionario a un empleado público en el
sentido que presente su renuncia, no constituye por sí misma privación u obstaculización del derecho al trabajo, sino que
plantea un evento incierto que podría dar lugar o no a una acción de amparo, precis amente porque ninguna autoridad tiene
f acultad legal o competencia para hacer tal petición.

Es el caso señalar que la violación alegada por el impetrante está basada en meras eventualidades, por lo que estamos ante
un acto en que no está concretada la vio lación de los derechos constitucionales. . .”(18)
_______________________
(18) Gutiérrez Castro Gabriel M. “Catálogo de Jurisprudencia”, Derecho Constitucional Salvadoreño, 3ra. Edición, 1993 Pág.17.
3.2.2.2 EXISTENCIA DE UN ACTO DE AUTORIDAD

Los conf lictos jurídicos tienen su origen generalmente en acciones u omisiones de las perso nas, quienes a su vez pueden
realizarlas en dos calidades: en su carácter personal o como autoridades o f uncionarios, los actos u omisiones que realicen
los primeros, no son considerados por nuestro ordenamiento jurídico, como promotores de la acción de am paro, no así los
ejecutados por los segundos, los cuales sí pueden ser atacados en caso de no ajustarse a lo establecido en la Constitución,
por medio de la acción de amparo.

Haciendo un estudio comparativo con otras legislaciones internacionales, vemos p or ejemplo, que en el Derecho Argentino,
la idea de consagrar exclusivamente el instituto del amparo como la protección f rente al Estado y sus entes descentralizados
tiene una explicación histórica muy clara. El derecho liberal nació como una respuesta al absolutismo. Era el poder del
estado el único que tenía tradición de poder ef ectivo f rente a los derechos individuales. Fue esto tan directa f rente al
absolutismo, se desconf ió siempre del poder f ederal. Los Estados miembros de la Federación se protegieron desde el
nacimiento mismo de la nación, de la f uerza o de la inf luencia del Estado Federal.

La Jurisprudencia Argentina arroja una luz abundante sobre el instituto del amparo, al grado que podría af irmarse que no
existe en América Latina, f uera de México , una jurisprudencia más clara, mas lúcida, de mayores alcances que ésta; tanto
así, que el amparo argentino no solamente protege a los ciudadanos de los actos y omisiones del aparato estatal, sino
también f rente a las acciones de los particulares, ya que, en la sociedad moderna, no es solo la acción del estado, es decir,
la de los poderes públicos, de sus entes descentralizados o los actos realizados por personas que actúan por delegación del
Estado, la que puede af ectar los derechos de los particulares, individuos o asociaciones; son también los actos o los hechos
de los particulares, los que pueden menoscabar el ámbito de los derechos consagrados en la Constitución. De ahí que una
legislación previsiva y actualizada debe estar encaminada a la protección f rente a los distintos orígenes de la acción
perturbadora.

La legislación sobre el amparo en Venezuela, f ue inspirada en la Argentina, por lo tanto, el tratamiento que recibe es el
mismo que antes se mencionó, lo que viene a conf irmar que la acción de amparo en Venezuela procede contra actos u
omisiones o amenazas provenientes del Estado o de gobierno, es decir, contra las decisiones de carácter político del Poder
Ejecutivo.(19)
________________________________
(19) Escovar Salom, Ramón. “El Amparo en Venezuela”, Ediciones del Colegio de Abogados del Distrito Federal. Caracas, 1971.

En España, el recurso de amparo, tal como ellos lo llaman, tiene por objeto primario restaurar a los particulares en la pleni tud
de sus derechos públicos subjetivos lesionados por los poderes públicos; en otras palabras el amparo constitucional
constituye una garantía en la def ensa de la Constitución, ref erida tan solo a actos de los poderes públicos, correspondiendo
a la jurisdicción ordinaria, custodiar la regulación de las relaciones entre particulares.

Dice Vicente Jimeno Sendra, “El recurso de amparo tan solo protege a los ciudadanos f rente a las violaciones de los
derechos y libertades sometidas por “disposiciones jurídicas o simple vía de hecho, de los poderes públicos de l Estado, las
comunidades autónomas y demás entes públicos de carácter territorial, corporativo o institucional, así cómo de sus
f uncionarios o agentes”(20)

En México, el juicio de amparo tiene un f in superior, cual es la def ensa de la Constitución de un modo general y está dirigido
únicamente contra actos de Estado, (21) es decir, que en México a pesar de ser la cuna del amparo, se sigue sin aceptar el
amparo contra los particulares e instituciones autónomas, aunque reconocen que este es uno de los aspect os en que dicho
mecanismo permanece estacionario.
____________________________
(20) José L. Cascajo Castro y Vicente Gimeno Sendra “El Recurso de Amparo”, Editorial Tecnos, S. A. Madrid 1992, Pág. 124.
(21) Héctor Fix Zamudio, “El Juicio de Amparo”. Editorial Porrúa, México 1964. Pág. 96

Analizando los puntos anteriores, vemos que ha sido doctrina tradicional que la acción de amparo proceda únicamente
contra actos de autoridad violatorios de derechos constitucionales, sin embargo, en legislaciones moderna s se ha extendido
la legitimación procesal pasiva hasta a los particulares, ya sean estos personas naturales. Colectivas o grupos de presión.

La Sala de lo Constitucional a través de sus resoluciones, a def inido ciertos conceptos propios del presente tema , cuyo
estudio nos ayudará a una mejor comprensión de lo que debemos entender por este apartado:

“AUTORIDAD”

La jurisprudencia a dado el siguiente concepto:


“Aquellas personas o instituciones que f orman parte de algún órgano del estado o que actúan por delegación de los mismos,
haciendo uso de la f acultad de imperium del estado y que realizan actos de autoridad, unilaterales y coercitivos que se le
imponen a los gobernados”(22) Aquí quedan englobados tanto aquellas autoridades cuyo establecimiento, organ ización y
f uncionamiento están previstos en el ordenamiento jurídico del Estado (autoridades en sentido f ormal), como también
aquellas personas o instituciones que en determinadas situaciones especiales ejercen f unciones de autoridad por delegación
o de cualquier situación similar (autoridades en sentido material). Ejemplo de las primeras, son los Jueces, los Ministros, los
Directores, etc. Y de las últimas, los jueces ejecutores que intervienen en el proceso de hábeas corpus, los ejecutores de
embargos, los árbitros de los procesos laborales, etc.
________________________________
(22) Revista de derecho Constitucional, · 29 y 21 Maximario Corte Suprema de Justicia.

Una vez visto el concepto de autoridad, corresponde estudiar el de “ACTO DE AUTORIDAD”. Para el tratadista Ignacio
Burgoa, acto de autoridad es “cualquier hecho voluntario e intencional, negativo o positivo, imputable a un órgano del
Estado, consistente en una decisión o en una ejecución o en ambas conjuntamente, que produzcan una af ectación en
situaciones jurídicas o f ácticas, y que se impongan imperativa, unilateral y coercitivamente. (23)
_________________________
(23) Burgoa, Ignacio. “El Juicio de Amparo”, Editorial Porrúa, Sexta Edición, México. Pág. 206.

Del anterior concepto se coligen los siguientes aspectos o circunstancias:

1. Que el acto sea doloso, ya por acción o por omisión.

2. Que provenga de un órgano del estado, o de alguna institución autónoma del mismo.

3. Que puede ser decisorio o ejecutorio, vamos a considerar como decis orio, cuando proceda contra actos de realización a
f uturo, es decir, cuando la ejecución de un acto ya se ha acordado, pero no se ha ejecutado aún, lo que signif ica que no ha
causado agravio; no obstante, es inminente que lo hará; y el acto va a ser ejecut orio cuando ya ha sido realizado.

4. Que af ecte situaciones jurídicas determinadas, es decir, que viole la esf era de derechos del gobernado, que de acuerdo a
nuestra legislación, deben ser derechos de rango constitucional.

5. Que dicho acto sea una decisión unilateral de la autoridad, de obligatorio cumplimiento y además susceptible de
ejecutarse a la f uerza en caso de ser ello necesario.

El acto de autoridad es producto de las relaciones de supra subordinación entre el estado y los particulares, en dond e el
Estado actúa unilateralmente obligado al particular, conminándolo a acatar el acto en virtud de la potestad de imperio de que
está investido.

3.2.2.3 VIOLACIÓN U OBSTÁCULIZACIÓN EN EL EJERCICIO Y DE UN DERECHO SUBJETIVO DE RANGO


CONSTITUCIONAL.

La acción de amparo requiere para su procedencia de la existencia de un derecho subjetivo de naturaleza constitucional y
que haya sido violentado u obstaculizado su ejercicio por la incidencia de una acción u omisión de una autoridad o
f uncionario estatal.

Frente al poder del estado, el derecho subjetivo opera como una barrera limitante del mismo, con la f inalidad de evitar
arbitrariedades en las relaciones de aquel con los administrados o con sus propias instituciones.

Todo derecho subjetivo presume la existencia de una norma jurídica. A la tutela constitucional le son atinentes aquellos
derechos plasmados únicamente en la Carta Magna; consecuentemente es valido af irmar que no todo derecho subjetivo es
objeto de resguardo mediante la acción de amparo, ya que como sabemos, en nuestro ordenamiento jurídico se presentan
derechos f undamentales de rango inf erior los cuales los encontramos dentro de la legislación secundaria o la normativa
internacional. En otras palabras, los derechos constitucionales, por mand ato constitucional, son los únicos que pueden ser
objeto de protección a través de la acción de amparo.

De lo establecido en el Art. 247 Cn. Y 12 L. Pr. Cn. Se deduce que los derechos protegidos por el amparo, son todos los
consagrados en la Constitución, en cualquiera de sus partes y no solamente los comprendidos en el Título II, como
sostienen algunos, los que af irman que el amparo solo protege a los gobernados por violación de los Derechos
Fundamentales Constitucionales, dándole este nombre a aquellos regulados en el antes citado Título II de la vigente
Constitución.

Al respecto es importante aclarar la f rase del Art. 247 Inc. 1º Cn. Que expresa que el amparo se puede pedir por violación
de:”. . . los derechos que otorga la presente Constitución”. Tal c omo esta redactada esta disposición pareciera que la acción
de amparo se puede accionar por la violación de los derechos sociales o colectivos, cuyo disfrute bien se sabe está
destinado a grupos de personas y no a una sola, por ello, y tal como antes se ac laró, para que la demanda de amparo
prospere en este tipo de derechos constitucionales, es necesario, que el peticionario individualice la violación o agravio a su
persona, en otras palabras, que si cien son los dañados por la ejecución del acto, tienen lo s cien que abocarse a la sala de
lo Constitucional, a presentar su demanda o bien pueden hacerlo por medio de uno ovarios apoderados que los representan
ya se individual o colectivamente. Como ejemplo, podemos citar el siguiente: cuando un empleado público incorporado por la
Ley de salarios, es destituido de su empleo por su superior sin ser previamente oído y vencido en juicio con arreglo a las
leyes. En este caso el despedido tiene derecho a ser protegido por medio del amparo, a pesar que el derecho al tr abajo es
un derecho de naturaleza social, pero en el caso concreto se esta causando un daño individualizado al destituido. Muy
contrario sería el hecho de que la acción de amparo en este mismo caso la iniciara una asociación prof esional o Sindicato,
alegando violación al derecho del trabajo de sus asociados o bien que el mismo peticionario manif estara en su demanda que
también a su compañero lo despidieron y que es su deseo se le ampare con la misma demanda.

3.3. LA PRETENSIÓN EN LA DEMANDA DE AMPARO

Sentadas las bases sobre la pretensión, como parte de un proceso, se hace necesario entrar a explicar como se perf ila ésta
dentro del amparo. Al órgano jurisdiccional competente, para el caso la Sala de lo Constitucional, que preserve o restablezca
su derecho constitucional vulnerado y que ordene vuelvan las cosas al estado en que se encontraban antes de habérsele
violado su derecho constitucional. Así estará manif estada la pretensión dentro de la demanda de amparo.

3.4 LA DEMANDA DE AMPARO

En una primera aproximación, por demanda entenderemos: el acto procesal a través del cual se da inicio a un proceso, es
decir, que ésta constituye el primer paso indispensable para el ejercicio del derecho de acción. La demanda tiene una íntima
relación tanto con la acción como con la pretensión. Con la acción, por que la demanda constituye el instrumento de
materialización de este derecho; y con la pretensión, la demanda es el vehículo mediante el cual la pretensión se somete al
órgano jurisdiccional correspondiente para su conocimiento y posterior resolución.

En el amparo, por ser éste uno de los procesos en donde prevalece el principio dispositivo, la demanda constituye el único
medio para poner en marcha el órgano jurisdiccional; esto es lo que sucede en nuestro ordena miento jurídico, en el cual la
demanda de amparo debe ser presentada por la persona que ha recibido directamente el agravio, por su representante legal
o por su mandatario, este último debe reunir los requisitos requeridos para ejercer la procuración que e numera el Art. 99 del
Código de procedimientos Civiles.

3. 5 RECHAZO DE LA DEMANDA DE AMPARO

Todos los actos procesales están sometidos a ciertas f ormalidades, las cuales constituyen una garantía para las partes, ya
que aseguran la igualdad jurídica ante el órgano jurisdiccional. En el caso del amparo cuyo estudio hoy nos ocupa, la
demanda debe reunir para su admisión ciertos requisitos, los cuales los podemos clasif icar así: a) DE FORMA: son todos
aquellos que deben concurrir en el escrito de la demand a, son requisitos de presentación de la misma, por lo que se
consideran elementos extrínsecos de ella, estos están enumerados en el Art. 14 de la Ley de Procedimientos
Constitucionales. Como ejemplo podemos mencionar: El número de copias que exige el Art. 14 L. Pr. Cn. Los documentos
que acrediten la personería del apoderado, etc. Y b) DE FONDO: Están representados por aquellos sin los cuales no se
conf igura plenamente la pretensión de amparo contenida en la demanda, los cuales hemos estudiado en el present e trabajo
y les hemos llamado Requisitos Básicos de la Pretensión de Amparo, éstos requisitos son los que determinan la amplitud
que ha de tener la resolución judicial f inal, por lo tanto, constituyen el límite puesto al conocimiento de la Sala. Son ejem plos
de este tipo de requisitos los siguientes: la narración precisa algún derecho Constitucional, la correcta identif icación de l a o
las personas que han realizado dicho acto o personas demandadas.

Al hacer un estudio comparativo de los requisitos que se han venido exigiendo a través de las dif erentes normativas que ha
tenido nuestro país, vemos que se han venido aumentando conf orme al avance del tiempo; así tenemos que con la entrada
en vigencia de la Ley de Procedimientos Constitucionales de 1960, se pret endió atemperarse la rigidez en cuanto a la
admisibilidad de la demanda, mediante la f ormulación del artículo 18, en el cual se regulaba la declaratoria de
improcedencia, cuando la demanda no llenarse los requisitos establecidos o si no se subsanaban en el tiempo establecido.

Actualmente, en las nuevas legislaciones internacionales surgidas a partir de los década de los noventa, se ha pretendido
suprimir y en caso de no ser ello posible, reducir al mínimo el carácter f ormalista del amparo permitir así una mayor
accesibilidad a esta garantía constitucional. En el caso de El salvador, existe dentro de la asamblea Legislativa, un proyect o
denominado “LEY DE LA JUSTICIA CONSTITUCIONAL”, tendiente a sustituir a la vigente Ley de procedimientos
Constitucionales; en ésta se hacen ciertas ref ormas encaminadas a ubicarse en igualdad con las demás legislaciones.
Dentro de las observaciones respecto de este punto, se han propuesto las siguientes:

1) Que la demanda pueda ser interpuesta en f orma escrita o verbal.


2) Reducir al mínimo posible los requisitos de la demanda.
3) Aumentar el plazo para subsanar aquellas omisiones o errores que no puedan ser corregidas por La Sala.
4) Ampliar la capacidad para accionar esta garantía, hasta aquellos parientes más próximos del a gravio.
5) Conceder al tribunal competente f acultades para que pueda suplir o subsanar las omisiones que presente la demanda.

3.5.1 LA INADMISIBILIDAD DE LA DEMANDA DE AMPARO

Literalmente, inadmisibilidad, es la negativa o imposibilidad en que se encuentra la Sala de lo Constitucional, de conocer


sobre una petición, por def ectos de ésta; (24) y más concretamente saber al impetrante que la demanda presentada ante él,
tiene def ectos de f orma, lo que lo imposibilita para continuar su trámite normal.
______________________________
(24) Sobre este particular es importante tomar en cuenta la opinión de Parra Quijano quien afirma que “el juez debe estudiar cuidadosamente la demanda y si falta o
es deficiente alguno de los requisitos formales, debe inadmitirla”. Para Quijano, Jairo: “Derecho Procesal Civil”, Tomo I, 1ra. Edición. Bogotá, 1992, Pág. 145 y Sig.

La declaratoria de inadmisibilidad es consecuencia del principio de f ormalismo procesal, el cual propone que los actos
procesales deben cumplir con ciertas f ormalidades para su tramitación, como por ejemplo: presentar la demanda ante la
autoridad competente, que está acompañada de las copias requeridas, etc. Materializándose así el carácter absoluto del
derecho procesal. En este sentido la f igura procesal de la inadmisibilidad se perf ila como una necesidad y una garantía a la
vez, por medio de la cual el juez se ve obligado a declararla ante la ausencia de los requisitos legales haciendo prevalecer
con ello los principio de legalidad, del debido proceso y el de las f ormas procesales.
Unif ormemente tanto la doctrina como la jurisprudencia han sostenido que la declaratoria de inadmisibilidad se da por la f alt a
de los requisitos f ormales, es decir, aquellos exigidos por la ley al momento de presentar la demanda, por consiguiente, una
demanda es admisible si “Es propuesta y progresiva en el modo prescrito por el derecho procesal”(25)
______________________________
(25) Calamandrei, Piero. “Instituciones de Derecho Procesal Civil” Tomo I, Pág. 349.

En nuestra Ley de Procedimientos Constitucionales, la f igura de la Inadmisibilidad, señalada como tal, es relativamente
nueva, ya que f ue establecida en el Decreto Legislativo No 182, del 18 de diciembre de 1997 y publicado en el Diario Of icial
No 239 Tomo 337 del 22 de diciembre del mismo año. Anteriormente no estaba contemplada expresamente, sino de una
f orma tácita en los Art. 18, cuando se ref ería a que si la demanda reúne todos los requisitos se admitirá y también en el
apartado del sobreseimiento, (Art. 31 Numeral 3 L. Pr. Cn.) estableciéndos e que “el juicio de amparo terminará pos
sobreseimiento en caso, entre otros, de advertir el tribunal que la demanda f ue indebidamente admitida, siempre que no se
trate de un error de derecho”, estos son los dos únicos casos en que se hacía una ref erencia vaga a la inadmisibilidad; en
los demás casos solo se hacía una ref erencia a la improcedencia y se utilizaban éstos dos términos como sinónimos,
cuando sabido es, que son conceptos completamente dif erentes.

Actualmente la inadmisibilidad de la demanda de amparo se regula en el Art. 18 de la Ley de Procedimientos


Constitucionales, que dice:

“recibida la demanda, la sala la admitirá si hubiere llenado los requisitos que exige el Art. 14 En el caso contrario, preven drá
al demandante que lo haga dentro del término de tres días contados a partir del día siguiente de la notif icación. La f alta de
aclaración o de corrección oportuna, producirá la declaratoria de inadmisibilidad de la demanda”. Antes de la f echa citada
(22 de diciembre de 1997) este mismo artículo rezaba de la siguiente manera: “recibido el escrito de demanda, la sala lo
admitirá si se hubiere llenado los requisitos que exige el Art. 14. En el caso contrario, prevendrá al peticionario que lo ha ga
dentro del término de setenta y dos horas a contar de la notif icación respectiva. La f alta de aclaración o de corrección
oportuna, motivará la declaratoria de improcedencia”.
Analizando detenidamente la redacción del Art. 18, se inf iere que tal como estaba redactado, antes de las ref ormas ya
mencionadas mezclaba dos tipos de rechazo de la demanda se amparo: La inadmisibilidad y la improcedencia. En ef ecto,
establecía que una vez recibido el escrito por la Sala de lo Constitucional, ésta la ADMITIRÍA si llenaba los requisitos del
artículo 14; en caso contrario prevendría al peticionario que lo hiciera dentro del término de setenta y dos horas a partir de la
notif icación respectiva; hasta aquí todo estaba bien, sin embargo, al f inal establecía que la f alta de aclaración o de
corrección oportuna motivaría la declaratoria de IMPROCEDENCIA, lo cual considerado un equívoco ya que la doctrina
moderna encabezada por la suramericana establece que por tal motivo la demanda debe declararse limine litis, inadmisible,
teniéndose por no presentada y por ende quedando a salvo la pretensión del actor, pues tal rechazo no af ecta lo esencial de
la petición. Como puede apreciarse este artículo conf undía los tipos de rechazo, pues se regulaba la f alta de cumplimiento
de los requisitos exigidos por el artículo 14 para la presentació n de la demanda implícitamente como inadmisibilidad y la
consecuencia del incumplimiento de una prevención al respecto como improcedencia.

Siendo f lexibles con este artículo se pudiera pensar que nuestro legislador quiso regular en el mismo rechazo límine litis,
tanto por vicios en la pretensión como en la postulación. En el primer caso, debido a que como es conocida la Sala al
estudiar toda demanda de amparo, debe analizar no sólo si la misma reúne los requisitos de admisibilidad, sino también si la
pretensión ejercitada se enmarca dentro del ámbito constitucional, es decir, va más allá de una simple corroboración de los
requisitos f ormales y entra al análisis del f ondo de lo pedido. Ahora bien, el legislador no dif erenció esto en la parte f ina l del
artículo 18, dejando la puerta abierta para declarar improcedente una demanda cuando no se aclaraba o corregía algún
requisito que constituya un mero f ormalismo.

3.5.2 LA IMPROCEDENCIA DE LA DEMANDA DE AMPARO

Según lo establecido por la jurisprudencia de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, “La
improcedencia de la acción de amparo se traduce en la imposibilidad jurídica que el órgano jurisdiccional encargado del
control de la constitucionalidad estudie y decida el caso; y se esta f rente a ella cuando la pretensión carece de f undamento
en la Constitución”(26).
____________________________
(26) Revista de Derecho Constitucional Nº 22, Centro de Jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia, Pág, 654 y 655. 1997.

En el lenguaje jurídico procesal constitucional, improcedencia tal como ya antes se dijo, es aquella f orma de rechazar una
demanda por f alta o def ecto de ésta en los requisitos de f ondo y consecuentemente, redunda de una def icien cia en la
f ormación de la pretensión; es decir, f alta la f undamentalidad de la pretensión; su declaratoria trae como consecuencia la
imposibilidad absoluta en la f acultad de juzgar por parte del Tribunal competente, sobre el f ondo del asunto planteado, ya
que como ante se vio los requisitos de f ondo determinan el ámbito de decisión del juez y consecuentemente, el f undamento
de la demanda.

De lo anterior expuesto se concluye que, no basta que en la demanda aparezcan consignados los requisitos enumerados
taxativamente en el Art. 14 de la Ley de procedimientos Constitucionales, sino que es indispensable que la pretensión del
impetrante sea f undada en las disposiciones de la Constitución, pues sólo así se habilita plenamente la competencia de la
Sala para conocer y resolver la cuestión planteada, en pocas palabras, la pretensión la que determina en def initiva la suerte
del proceso de amparo.

Durante la investigación se pudo constatar (Ver resumen f inal) que la mayoría de declaratorias de improcedencia se dan po r
inf racción al artículo 13 de la Ley de Procedimientos Constitucionales, a estos se les llama, “asuntos de mera legalidad” ya
que se ref ieren a la improcedencia del amparo en asuntos puramente civiles, comerciales y laborales, regulados en el Art. 13
de la Ley de Procedimientos Constitucionales, el cual tiene su origen en el Art. 7 de la Ley de Amparo de 1886, el cual decía:
“No es admisible el recurso de amparo en asuntos judiciales puramente civiles. . .”, posteriormente el Art. 7 de la Ley de
Amparo de 1950 de 1950, establecía: “No es admisible el recurso de amparo en asuntos judiciales puramente civiles. . .”,
luego en la Ley de Procedimientos Constitucionales de 1960, se regulaba en el Art.: “El juicio de amparo es improcedente en
asuntos judiciales puramente civiles o comerciales. . .”, a f inales de ese mismo año, dicha artículo f ue modif icado, quedando
redactado de la siguiente manera: “El juicio de amparo es improcedente en asuntos judiciales puramente civiles, comerciales
o laborales. . .” Esta ha sido la evolución de la disposición legal que ha venido desarrollando la improcedencia en materia de
amparo.
La constante conf usión que genera la redacción de este artículo amerita un severo examen para conocer, la especial
cobertura del amparo y erradicar las múltiples dudas que al f inal resultan lesivas a los intereses de las personas en general.

La pretensión de amparo, debe tener especial f undamento en la normativa contenida en la Constitución, por lo tanto, si dicha
pretensión carecer de f undamento en las disposiciones de la Carta Magna, la misma es inf ructuosa o f allida y amerita ser
desestimada para evitar un procedimiento inútil.

Analizando detenidamente el artículo en comento (Art. 13 L. Pr. Cn.), cabe preguntarnos: Que quiso decir el legislador po r
asuntos puramente civiles. . .? Según lo expuesto por el Doctor Mauricio Alf redo Clará, (27) la clave en este caso, radica en
la expresión “PURAMENTE”, la cual atendiendo al signif icado que le da el Diccionario de la Lengua española es: “con
pureza, sin mezcla de otra cosa”. Por lo tanto, asunto puramente civil, comercial o laboral, es aquel en que se plantea una
situación o cuestión jurídica exclusivamente regulada por el derecho civil, comercial o laboral, es decir, sin mezcla de otra s
situaciones o cuestiones regidas por el laboral, es decir, sin mezcla de otras situaciones o cuestiones regidas por el derecho
constitucional; y por ende, cuando éstas aparecen Implicadas en aquellas materias, dejan de ser puramente civiles,
comerciales o laborales.
_____________________________
(27) Clará, Mauricio Alfredo “Improcedencia del amparo en asuntos puramente civiles comerciales o laborales”, Revista de Dere cho Constitucional Nº 21, Corte
Suprema de Justicia, 1992.

Cuando a través del amparo se plantean cuestio nes puramente civiles comerciales o laborales, bajo el rodaje o apariencia
de una violación a derechos constitucionales, la sala de lo Constitucional, carece de toda competencia para conocerlas y
resolverlas, ya que, en tales casos, la pretensión de amparo carece de toda f undamentación constitucional y en el f ondo lo
que se persigue es obtener un f allo que darse, suplantaría al de los jueces ordinarios, con inf racción de las normas de
competencia.

3.5.3 DIFERENCIAS ENTRE INADMISIBILIDAD E IMPROCEDENCIA


Se sabe que la inadmisibilidad dentro del proceso constitucional de amparo, es el rechazo de la demanda por motivos de
f orma, es decir, aquellos que se ref ieren a la manera exigida por la Ley para presentar una demanda, esto es, su calidad
extrínseca; en cambio la improcedencia, es el rechazo por la f alta de def iciencia en los motivos de f ondo, es decir, en su
calidad intrínseca, los cuales atacan directamente la pretensión constitucional del impetrante.

Otra discrepancia entre éstas, es el hecho de que con la declaratoria de improcedencia no se puede volver a incoar una
nueva demanda, dejando al peticionario privado del derecho a recibir protección del estado cuando alguno de sus derechos
constitucionales es violado u obstaculizado su ejercicio, ya que, en la mayoría de los casos las personas utilizan el amparo
como último medio de satisf acer sus pretensiones, es decir, cuando ya se han agotado los demás mecanismos de
protección; situación dif erente se da cuando la demanda es declarada inadmisible, ya que con ella queda a salvo el derecho
constitucional del impetrante para poder volver a interponer una nueva demanda.

La Ley de Procedimientos Constitucionales, vigente hasta la f echa, les da una regulación dif erente a estas dos instituciones,
ya que la inadmisibilidad la regula en los artículos 14 y 18, y en cambio la improcedencia la encontramos en los artículos 13,
donde regula los llamados “Asuntos de Mera Legalidad”, además en el Art. 12 Inc. tercero o principio de def initividad del
amparo, esta dif erenciación a sido posible gracias a la constante pronunciación de los agravios, litigantes y estudiosos,
respecto de la conveniencia de regular separadamente estas dos instituciones, ya que sus ef ectos son completamente
dif erentes.

Otra dif erencia que se encontró al investigar éstas dos situaciones, se ref iere al momento en que se pronuncian: la
inadmisibilidad, por ref erirse a la f alta o def iciencia de los requisitos exigidos por la Ley para su presentación, es declar ada al
inicio del proceso, en otras palabras, cuando se verif ica que la demanda contenga expresamente las f ormalidades
requeridas, sin entrar a valorar ningún elemento de f ondo, y para ef ectos posteriores, se tiene por no presentada. Por el
contrario, la improcedencia por estas vinculada a los vicios o motivos de fondo, es declarada en cualquier etapa o grado del
proceso, es decir tan pronto como la Sala de lo Constitucional advierta que los hechos en que se f undamenta la pretensión
constitutiva de la causa, no son idóneos para obtener una f avorable decisión de mérito.

A continuación se consideran algunos parámetros genéricos de la jurisprudencia de la Sala de lo Constitucional, en los


cuales la demanda es declarada improcedente:

1)Un caso de improcedencia se da cuando la acción u omisión violatoria d e los derechos constitucionales no ha sido
realizada por una autoridad o f uncionario estatal, de sus órganos descentralizados o como consecuencia de la sentencia
pronunciada por la Sala de lo Contenciosos Administrativo. Al respecto es de señalar que no de be olvidarse el criterio que se
maneja jurisprudencialmente y que antes se mencionó, el cual es que el amparo procede contra actos y omisiones
realizados por los partidos políticos.

2) La demanda será improcedente si el impetrante no señala claramente cual es el derecho (s) constitucional que considera
le ha sido violado o que se ha obstaculizado su ejercicio, el cual siempre debe ir acompañado de su respectivo artículo (s)
de la Constitución, que constituyen el f undamento jurídico constitucional de la pet ición.
3) Cuando en la demanda no se hace una relación clara de las acciones u omisiones en que consiste la violación alegada,
es decir, cuando no se dice cuales son los actos de autoridad o sus omisiones que considere violatorios de los derechos
constitucionales. A este punto se le conoce jurisprudencialmente como el f undamento f áctico de la demanda de amparo.

4) En virtud del carácter extraordinario del amparo, es improcedente la demanda si no se han agotado dentro del respectivo
procedimiento, los recursos que la Ley f ranquea y que podrían darle solución al acto contra el que se reclama. Aquí se esta
aplicando el principio de def initividad o subsidiariamente de amparo.

Dentro de los parámetros ref erentes a la declaratoria de inadmisibilidad, tenemos:

1) Cuando la demanda de amparo es dirigida a un Tribunal dif erente de la Sala de lo Constitucional. En nuestro
ordenamiento jurídico (Art. 174 y 247 Cn. Y 12 L. Pr. Cn.) el único Tribunal competente para conocer de la demanda de
amparo es la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, por tanto cualquier demanda o en general cualquier
petición relacionada con el amparo, debe dirigirse a éste Tribunal, porque de lo contrario se estaría dirigiendo a un tribuna l
incompetente.

Durante la investigación realizada, se pudo comprobar en las resoluciones y por consultas hechas a Colaboradores de la
Sala de lo Constitucional, que este criterio ha sido superado, ya que en la actualidad la Sala es del criterio de aplicar el
principio “iura novit curia”, que signif ica, “que el Juez conoce el Derecho”, el cual le permite a la Sala de lo Constitucional
subsanar los errores de derecho en que incurren las partes al incoar una demanda de amparo, y por lo tanto deduce que
este tipo de demandas sólo puede ser dirigida a ella y por lo consiguiente procede a su admisión y conocimiento, y a la vez
le hace una aclaración al impetrante en donde le manif iesta su error y la corrección de of icio.

2) La debida identif icación del peticionario. Este requisito es importante p orque el impetrante debe quedar plenamente
identif icado, para ef ectos de saber quien es el que pide protección y donde puede ser localizado y/o notif icado.
3) Establecer con claridad la autoridad o autoridades demandadas. Este requisito puede ser visto tan to de f ondo como de
f orma y permite establecer la relación procesal, en la cual debe existir un sujeto demandante y un sujeto demandado, de lo
que se deriva la importancia de identif icar claramente la autoridad o f uncionario contra quien se interpone la de manda.

Este aspecto resulta ser un verdadero problema, debido a que al momento de plantear la demanda, en muchas ocasiones
existe dif icultad para individualizar el autor del acto u omisión, pues a veces es persona distinta quien dispone y quien lo
ejecuta y en otras, no aparece individualizado ninguna de ella; circunstancia que se agrava porque la Ley de Procedimientos
Constitucionales no establece ningún plazo para interponer la demanda y suele ocurrir que cuando se acciona tal derecho,
ya es otra persona la que está desempeñando el cargo, es decir, ya no es la misma que ejecuto el acto contra el que se
reclama. En este punto es necesario señalar que cuando se trate de actos de ejecución, se debe demandar tanto a la
autoridad que ordena o decide el actos, como también la que lo ejecuta. Así lo ha sostenido la Jurisprudencia de nuestra
Sala de lo Constitucional “Cuando se reclama contra actos de ejecución la acción de amparo debe dirigirse contra los dos
hechos, el decisorio y el de ejecución y contra todas las autoridades que hayan participado en el acto; ya que, autoridades
responsables lo son, tanto la autoridad superior que ordena el acto, como la subalterna que lo ejecuta o que trata de
ejecutarlo.(28)
_____________________________-
(28) Revista de derecho Constitucional. Octubre-Diciembre 1991, Pág. 92.

La exigencia de demandar a todas las autoridades que han intervenido en el acto u omisión que causa agravio, es un
requisito creado por la jurisprudencia de la Sala de lo Constitucional, sin f undamento legal, con el cual se está negando al
peticionario el acceso a la jurisdicción a que tiene derecho.

4) También se exige en el Art. 14 numeral 6 L. Pr. Cn. Que en la demanda se debe señalar al tercero benef iciado con el acto
reclamado, esto debido a que en un determinado momento éste puede llegar a intervenir en el proceso. Este requisito es
considerado un mero f ormalismo, ya que existen casos en que no hay tercero benef iciado y aunque lo haya, no es
indispensable su participación en el proceso.

5) Mencionar el lugar y f echa del escrito, que este f irmado por el peticionario o de quien lo haga a su ruego. Siguiendo las
reglas del Derecho Común (Art. 1252 Pr. C.) en toda petición dirigida al Órgano Jurisdiccional, la f echa debe ir en letras y no
en números.

6) Finalmente, para que la demanda sea admitida, debe ir acompañada de una copia f irmada por el exigida para cada una
de las autoridades demandadas. A este respecto debemos señalar que siguiendo la literatura de tal disposición se habla de
“copia f irmada”, por lo que se entiende que la copia de la demanda o de todo escrito que se presente a la Sala de lo
Constitucional deberá estar f irmada primeramente por el peticionario, es decir, una copia de la demanda o escrito ya con las
f irmas.

CAPITULO IV
LA INADMISIBILIDAD SEGÚN LA JURISPRUDENCIA SALVADOREÑA

La jurisprudencia desempeña un papel determinante en el proceso de actualización de la norma jurídica, ya que la dinámica
social es cambiante y es precisamente la jurisprudencia como f uente del derecho, la que mejor responde a las exigencias de
dichos cambios.

E el presente capitulo, se ha revisado la jurisprudencia de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia,


únicamente en materia de procesos de amparo, y específ icamente, las resoluciones en donde las en donde las demandas
han sido declaradas inadmisibles y/o improcedentes, resueltas en los años de mil novecientos noventa y siete y mil
novecientos noventa y ocho.

Es necesario aclarar, que aún cuando el objeto de análisis de este trabajo es la inadmisibilidad de las demandas de amparo,
se ha considerado necesario también estudiar las declaratorias de improcedencia proveídas en dicho período, por dos
motivos: En primer lugar, antes de las ref ormas ya mencionadas, ocurridas a f inales de mil novecientos noventa y siete, la
improcedencia era el único caso de rechazo in limite de la demanda contemplado expresamente en la Ley de
Procedimientos Constitucionales y, en segundo lugar, por considerar que muchas declaratorias de improcedencia,
pronunciadas en tal período debieron ser declaradas inadmisibles.

Hechas las anteriores aclaraciones, pasaremos a señalar y analizar las resoluciones proveídas al respecto por la Sala de lo
Constitucional en el período de tiempo señalado, para lo cual se ha considerado necesario agruparlas siguiendo las reglas
utilizadas al respecto por la Sala.

4. 1 DEMANDAS DECLARADAS IMPROCEDENTES, PERO QUE SON VERDADERAS INADMISIBILIDADES

4.1.1. INCUMPLIMIENTO DE PREVENCIÓN

La declaratoria de improcedencia debido a la f alta cumplimiento a prevención, es uno de los casos más f recuentes por los
cuales la Sala declaraba improcedente una demanda de amparo, y es el caso cuando la demanda adolece de algún error en
su postulación, por lo que se previene al impetrante para que lo subsane dentro del termino de setenta y dos horas a partir
del día siguiente de la notif icación respectiva; y el impetrante simplemente hace caso omiso de tal prevención y no
comparece a contestarla. En este sentido se ha pronunciado la sala en las sentencias de amparo número 31, 32, 33, 34, 77
y 78 resueltas el 20 de abril de 1997.

Este criterio se venía manteniendo a lo largo de toda la jurisprudencia de la Sala de lo Constitucional, sin embargo,
considero que en este tipo de casos lo más apropiad o hubiese sido declarar la demanda como inadmisible y no
improcedente, ya que la def iciencia en la demanda como inadmisible y no improcedente, ya que la def iciencia en la
demanda es íntima, es decir, no existe ningún impedimento que toque el f ondo de la demanda, y tal como antes se dijo
pueda quedar expedito el derecho del impetrante a volver a entablar una nueva demanda.

4. 1. 2. CUMPLIMIENTO DE PREVENCIÓN, PERO NO A SATISFACCIÓN DE LA SALA.

Otra situación similar a la anterior sucede en sentencias, dond e la Sala previene al impetrante para que aclare situaciones
oscuras u omisiones en la demanda, y éste cumple la prevención pero no a satisf acción de la Sala, por lo tanto, ésta se ve
f orzada a declarar improcedente la demanda presentada; sin embargo, cons idero que esta declaratoria constituye una
inadmisibilidad, donde la pretensión de amparo manif estada por el impetrante queda sin ser estimada y pueda entonces
volverse a incoar dicha demanda en el mismo sentido, ya con las correcciones hechas.

Así tenemos el caso de la Sentencia de Amparo 33-S-96 resuelta por la Sala el día 27 de marzo de 1998, en donde la Sala
previene al impetrante que expresa algunos conceptos ininteligibles en su demanda, específ icamente que expusiera con
más claridad y especif icidad los hechos relatados en la misma, pues por lo oscuro de la exposición de los hechos relatados,
no podía tenerse como suf iciente para conf igurar el sustrato f áctico de la interpretación de amparo.

El impetrante cumple dentro de las setenta y dos horas pero en los mismos términos expresados en la demanda, es decir,
de una manera incomprensible, oscura e ininteligible al manif estar que las acciones u omisiones en que hace consistir la
violación es “Haberla condenado (la Cámara) dolorosamente a pagar una canti dad de dinero que no debía”, estos motivos
son la base para que la Sala le declare improcedente su demanda.
4.1.3 CUMPLIMIENTO DE PREVENCIÓN EN FORMA EXTEMPORÁNEA

Este otro tipo de resoluciones de la Sala, en donde se previene al impetrante para que en el plazo de setenta y dos horas,
posteriores a la notif icación presente a ese tribunal las aclaraciones requeridas y, sucede que el demandante ef ectivamente
lo hace, pero, pasado dicho lapso de tiempo, teniendo por lo tanto la Sala que pronunciar la declar atoria respectiva.
Ejemplos de este lo constituyen las resoluciones: 182-97, 172-97 y 211-97 pronunciadas el 5. 6 y 23 de junio de 1997.

Es necesario aclarar que a partir de las ref ormas hechas a la Ley de Procedimientos Constitucionales en diciembre de m il
novecientos noventa y siete, este tipo de resoluciones ya no se dio, es decir, que actualmente cuando en un proceso de
amparo no se cumple con la prevención de la Sala en el término legal, o cuando se hace y resulta insatisf actorio para la
Sala, este emite su resolución declarando la demanda como inadmisible y no improcedente como sucedía antes.

4. 1. 4. PROHIBICIÓN LEGAL PARA SUPLIR LAS OMISIONES DE HECHO.

Este criterio está directamente relacionado con el principio de “estricto derecho”, según el cu al la Sala debe resolver
únicamente sobre los hechos sometidos a su decisión. En este sentido la Sala al examinar la demanda de amparo y
determinar que presenta errores u omisiones de hecho no puede suplirlas ya que la Ley (29) únicamente la f aculta para q ue
pueda subsanar los errores u omisiones de derecho en que incurren las partes en su demanda o escritos.
______________________
(29) Art. 80 Ley de Procedimientos Constitucionales.

Es muy f recuente que el impetrante al f ormular su demanda no señale con exactitud los actos contra los cuales reclama; tal
es el caso de la declaratoria de improcedencia 8-M-95 del 19 de abril de 1995, en la cual la Sala previene al impetrante para
que identif ique los actos contra los cuales reclama, es decir, que haga una relación pormenorizada de las acciones u
omisiones en que hace consistir la violación a sus derechos constitucionales, ya que de la lectura de la demanda se observa
que existe una insuf iciencia en lo planteado, y teniendo en cuenta, lo antes dicho, la Sala no puede suplir las omisiones de
hecho en que incurren las partes, si no tiene que emitir una resolución declarando la demanda como inadmisible; ya que de
hacerlo se estaría extralimitando en sus f unciones, porque no le corresponde a ella proporcionar los ele mentos de juicio para
decidir el caso concreto.

En otras palabras podemos decir, que el juzgados de amparo está limitado a conocer y resolver en el juicio respectivo
únicamente dentro de los límites de lo reclamado en las demanda, comprendiendo esto: La a utoridad demandada, los actos
contra los cuales se reclama, los agravios causados, los conceptos de violación que se invoquen y la relación de las
acciones u omisiones en que se hace consistir la violación alegada.

En el período señalado dentro de la investigación realizada, se encontraron varias resoluciones bajo esta circunstancia; y en
estas, la sala previno al peticionario para que lo subsanara dentro del término legal, pero al no cumplir con lo pedido o
hacerlo en f orma def iciente se declara inadmisib le la demanda en base al incumplimiento de tal prevención.

4.2 CRITERIOS JURISPRUDENCIALES DE OBLIGATORIA OBSERVANCIA PARA EL IMPETRANTE

4. 2. 1 DEMANDAR A TODAS LAS AUTORIDADES

Este es un criterio que se ha establecido a través de la jurisprudencia de la sala de lo Constitucional de la Corte Suprema d e
Justicia. La Ley de procedimientos Constitucionales contempla en sus disposiciones (30) como requisito que debe contener
la demanda de amparo, el que se indique la autoridad o f uncionario demandado. Sin embargo, en el desarrollo de la
investigación se observó que la Sala exige que el impetrante mencione en la demanda o en el escrito de cumplimiento de
prevención, a todas las autoridades o f uncionarios que han participado en la decisión o ejecución del acto u omisión
violatorio de derechos constitucionales. Es de hacer notar que para la Ley basta con la simple mención de la autoridad o
f uncionario que dictó o/y ejecutó el acto que causa agravio al particular; pero en cambio, la jurisprudencia se extiende en su
exigencia al pedir que se mencione a todas las autoridades o f uncionarios participantes en el acto u omisión objeto de la
demanda de amparo.
__________________________
(30) Art. 14 Numeral 2º Ley de Procedimientos Constitucionales.

Respecto de este criterio, es necesario hacer la siguiente consideración:


Si el acto que causa agravio es de naturaleza ejecutiva, es decir, cuando este obedece a una orden o decisión anterior, la
acción de amparo debe dirigirse contra los dos hechos, -el ejecutivo y el decisorio- pues, siendo el primero una mera
realización del segundo si solo se entabla la acción contra el que ejecutó el acto, se corre el peligro de que la Sala nos
declare improcedente la demanda; por consiguiente, para que la pretensión nuestra prospere debe señalarse en la demanda
como autoridades responsables tanto a la que ordena o decide el acto reclamado así como también la que lo ejecuta o trata
de ejecutarlo.

Esta posición a sido acogida por nuestra jurisprudencia, ya que la Sala en múltiples resoluciones ha declarado
improcedentes las demandas, sosteniendo: “Cuando se reclama contra actos de ejecución, la acción de amparo debe
dirigirse contra los dos hechos, el decisorio y el de ejecución y contra todas las autoridades que hayan participado en el acto,
ya que autoridades responsables lo son, tanto la autoridad superior que ordena el acto, como la subalterna que lo ejecuta o
que trata de ejecutarlo”(31)
____________________________
(31) Sentencia de Amparo número 170-98 del 22-5-98

Este es el caso del amparo identif icado con el número 170-98 del 22 de mayo de 1998, en el cual se demanda únicamente
al Ejecutor de Embargos, que es la persona que ejecuta la orden dada por el Juez, es decir, f altó demandar a la autoridad
judicial.

También respecto de este apartado se vuelve necesario señalar un punto muy importante, el cual es el hecho de la no
procedencia del amparo contra actos de particulares. (Art. 12 Inc. 2º) Este tópico ha sido muy criticado por algunos
tratadistas, los cuales tratan de justif icar tal procedencia aduciendo que la violación u obstaculización de los derechos
f undamentales plasmados en la Constitución, puede tener su origen en mayor medida en los actos realiza dos por los
particulares; por lo que se vuelve necesario la utilización del amparo como remedio urgente y ef icaz para prevenir, hacer
cesar o reparar tales ataques; continúan diciendo que el amparo debe igualarse en su procedencia al hábeas corpus, en el
cual desde hace mucho tiempo se ha admitido la procedencia contra actos de particulares. Para f inalizar manif iestan que la
existencia de otros remedios procesales ordinarios para atacar tales actuaciones u omisiones no debe limitar tal procedencia
por el hecho de que estos son lentos e inef icaces, lo cual, no está en consonancia con la jerarquía de los bienes jurídicos
protegidos, ni con la necesidad urgente de su tutela.

4. 2. 2. FUNDAMENTAR ESENCIAL Y SUFICIENTEMENTE LA VIOLACIÓN A DERECHOS CONSTITUCIONALES

La demanda de amparo, debe presentar ciertas cualidades o requisitos básicos para que la acción no sea demeritada. La
f alta de f undamento constitucional se da cuando al acto atacado o reclamado no se le imputan vicios o def ectos de
inconstitucionalidad por parte del agraviado, por lo que jurídicamente se entiende que ésta convalidando el acto impugnado
y por ende sus consecuencias jurídicas; en pocas palabras, la f alta de f undamento constitucional se traduce en que no se
alegan o f undamentan en las disposiciones constitucionales, las razones motivadoras de la acción.

El articulo 14 de la Ley de Procedimientos Constitucionales en sus numerales 4) y 5) señalan que el escrito de la demanda
de amparo debe expresar el derecho de derechos protegidos por la Constitución que se consideren violados u
obstaculizados en su ejercicio, que se haga una relación de las acciones u omisiones en que consiste la violación; si en la
demanda no se cumple con estos requisitos se dice que esta carece de f undamento y como cons ecuencia se rechaza.

Con relación a estos dos aspectos se sostiene que no pueden ser considerados como meros f ormalismos que debe
presentar la demanda, ya que están estrechamente vinculados a la pretensión constitucional del impetrante; si se incumple
con ellos la demanda merece la declaratoria de improcedencia en límine litis, es decir, sin entrar a valorar el f ondo del asunto
planteado. (32)
______________________________
(32) Cader Camilot, Aldo Enrique “La Improponibilidad de la Demanda de Amparo”, Revista de Derecho Constitucional Nº 20 Pág. 27 y Sig.

La improcedencia de una demanda de amparo por la f alta de f undamento constitucional la vemos ref lejada en el amparo
número 435-97 resuelto el 23 de diciembre de 1997, en el cual El Apoderado del Señor Federico Armando Castro Magaña
reclama contra providencias del Juez Segundo de lo Civil de Santa Ana, manif estando que el día 25 de abril de 1995
presentó al Registro documento de Mutuo Hipotecario el que se inscribió el 28 de agosto del mismo año de presen tado.
Cuando se pide inf orme al registrador, éste manif iesta que sobre el inmueble objeto del litigio, le af ectan varios gravámenes ,
entre los cuales se encuentran la hipoteca a f avor de Ricardo Armando Morales; que dicho documento f ue presentado el 24
de enero de 1995, la cual si bien es cierto f ue presentada con anterioridad a la del impetrante Señor Castro Magaña, la
misma se inscribió hasta el 29 de mayo de 1997.

Cuando se subastó el inmueble por resolución del 16 de octubre de 1997 el juez en mención ordena entregar el producto de
la venta del inmueble al señor Ricardo Armando Morales, aduciendo que la hipoteca constituida a f avor del señor Morales,
debe pref erirse para el pago de lo obtenido por haberse presentado antes que el instrumento presentado p or el ahora
solicitante.

Manif iesta el impetrante en su demanda que si bien es cierto que la presentación realizada por el señor Ricardo Armando
Morales f ue anterior a la suya la inscripción –QUE ES LO QUE CUENTA PARA SURTIR EFECTOS FRENTE A
TERCEROS- realizada por el señor Federico Armando Castro Magaña f ue 21 meses antes a la del señor Morales, razón por
la que el instrumento inscrito por su poderdante goza del derecho pref erente.

La Sala manif iesta en sus resoluciones que, para que la pretensión de amp aro sea procedente y poder dirimir el conf licto
planteado, es imprescindible que el asunto expuesto en la demanda sea propio del marco constitucional. En el presente
caso, el hecho del que el impetrante pueda o no tener el derecho pref erente sobre el producto de la venta no conf igura para
ef ectos del proceso de amparo hechos constitutivos de una violación a normas de rango constitucional; lo que el solicitante a
expresado, si acaso podría constituir sería una ilegalidad, pero en ningún caso expone, ni en su demanda ni en el escrito de
cumplimiento de prevención, la derivación de una violación de contenido constitucional que pueda transgredir los derechos
que ahora alega como conculcados, y es que el demandante se circunscribe a relacionar vicios legales, los cuales no
necesariamente pueden equipararse a violaciones de normas de carácter constitucional. Lo anterior permite a la Sala
concluir en su resolución que en este caso, la pretensión de amparo está f undamentando únicamente en inf racciones a
varias f ormalidades legales, argumentando bajo el ropaje o apariencia que las mismas trascienden al ámbito constitucional.

4. 3 RESOLUCIONES EN LAS CUALES LA SALA HA FALLADO CONFORME A LO PLANTEADO EN ESTE TRABAJO.

En el transcurso de la investigación se encontró resoluciones en las cuales la Sala a resuelto conf orme a lo planteado en
este trabajo, lo que signif ica, que a declarado una demanda inadmisible cuando así corresponde, lo mismo ha sucedido
cuando con la inf racción cometida se af ecta el f ondo de la misma, esta se a declarado improcedente.

A continuación, primeramente se expondrán aquellas resoluciones declaradas inadmisibles, agrupadas de acuerdo al criterio
seguido por la Sala, para después señalar las improcedencias.

4.3.1. INADMISIBILIDADES

4.3.1.1. POR DIRIGIR DEMANDAS A TRIBUNAL INCOMPETENTE.

La Constitución vigente en los artículos 174 y 247, y la Ley de Procedimientos Constitucionales en su Art. 12. establece que,
el Tribunal competente para conocer de las demandas de amparo es únicamente la sala de lo Constitucional de la Corte
Suprema de Justicia, de ello se deduce, que si una demanda se dirige por ejemplo a determinada Sala equivocadamente, al
Presidente de la Corte Suprema de Justicia o a la misma Corte Suprema de Justicia, traería como consecuencia su
declaratoria de inadmisibilidad, y de acuerdo a los sostenido en el presente trabajo, el impetrante mantendría su derecho
intacto para volver a incoar su demanda ya en f orma correcta. Respecto de es te tipo de rechazo pueden consultarse las
resoluciones 34-S-96 del 24 de septiembre de 1997 y 423-98 del 20 de noviembre de 1998, cuyas demandas respectivas se
dirigen a la Honorable Corte Suprema de Justicia.

La declaratoria de improcedencia debido a que el impetrante dirige la demanda a tribunal dif erente de la Sala de lo
Constitucional, a sido superada, actualmente y en base al principio “iura curia novit” que signif ica “el Juez conoce el
Derecho”, la Sala admite la demanda y hace la aclaración al impet rante, en donde le dice que lo correcto es dirigir la
demanda a la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia.
Ejemplos: 36-B-91 del 25 de septiembre de 1997 y 11-98 del 5 de f ebrero de 1998.

4.3.1.2 INCUMPLIMIENTO DE PREVENCIÓN

Se encontró en la jurisprudencia analizada, que la sala a partir de las ref ormas de diciembre de mil novecientos noventa y
siete ha venido declarando atinadamente como inadmisibles aquellas peticiones de amparo en las que el impetrante no
cumplió con lo prevenido, o sea, cuando el peticionario no manif iesta ninguna respuesta a la prevención durante las setenta
y dos horas posteriores a la notif icación. Como muestra, podemos revisar los amparos siguientes: 187, 119, 116, 190 del 2
de julio de 1998.

4.3.1.3 CUMPLIMIENTO DE PREVENCIÓN PERO NO A SATISFACCIÓN DE LA SALA.

Tal como antes se vio, existen casos en los cuales la Sala, ante las omisiones o partes obscuras de una demanda, previene
al impetrante para que dentro del término de setenta y dos horas se presente al Tribunal a subsanar dichas omisiones o
explicar lo oscuro de su demanda. Es el caso de su demanda. Es el caso que el impetrante trata de cumplir, pero lo hace de
una f orma que no satisf ace los requerimientos de la Sala y como en la mayoría de casos el tiemp o ya se ha agotado, la Sala
no tiene otra alternativa mas que pronunciarse al respecto, declarando inadmisible la demanda y por consiguiente dejando
intacto el derecho del agraviado a volver a intentar nuevamente la acción en el mismo sentido ya con las co rrecciones
hechas.

4.3.1.4. FALTA DE CAPACIDAD PARA EJERCER LA PROCURACIÓN

La Ley de procedimientos Constitucionales, exige que la demanda de amparo sea presentada directamente por el agraviado,
su representante legal o por su procurador o apoderado y és te ultimo, en los casos de representación judicial, debe estas
legalmente autorizado expresamente por su mandante para el tales actos. Pero se dan casos en los cuales la persona que
comparece como impetrante judicial por no estar debidamente autorizado com o Abogado de la República, que es un
requisito indispensable para actuar en nombre de otro ante las instancias judiciales, por lo que la Sala estima que es
inadmisible la demanda de amparo incoada en este tipo de situaciones.

Al respecto, la jurisprudencia de la Sala la que se ha manif estado en el sentido de que la comparecencia del mandatario en
el proceso de amparo, se va a regir por las disposiciones del Código de Procedimientos Civiles, ya que, en la Ley de
Procedimientos Constitucionales, no existe ref erencia alguna, en cuanto a la aplicación supletoria de tales disposiciones, por
lo que se considera este aporte jurisprudencial de gran valor, al suplir la omisión del legislador.

A manera de ejemplo, podemos tomar el amparo número 277-97 resuelto por la Sala el 29 de julio de 1997 en donde el
señor Héctor Ricardo Silva Arguerllo presenta la demanda en representación de la Alcaldía Municipal de san salvador, pero
en las misma manif iesta que su prof esión es Médico y no se atribuye en ningún momento la cal idad de Abogado. En virtud
de lo anterior la demanda es declarada inadmisible porque el compareciente carecer de la capacidad de postulación
procesal que taxativamente mencionan los Arts. 98 y 99 del Código de Procedimientos Civiles y lo complementa el Art . 101
del mismo; además según el Art. 51 del Código Municipal, quien tiene la representación judicial de la Alcaldía Municipal es e l
Síndico.
4. 3. 2. IMPROCEDENCIAS

A continuación se mostraran algunos casos, con los cuales se pretende ilustrar las verdad eras declaratorias de
improcedencia, ya que están ref eridas a requisitos propiamente de la pretensión como los sujetos, el objeto y la causa.

Por tratarse de la persona que ha suf rido el agravio personal y directo del acto de autoridad.

Como muestra de este tipo de resoluciones podemos citar el caso del amparo número 238-98 del 21 de julio de 1998, en
donde el impetrante es la esposa del agraviado, y manif iesta en su demanda que también ella resulta indirectamente dañada
por tal violación, que la demanda no puede ser presentada por su esposo por el hecho de encontrarse privado de libertad.
La Sala después de examinar la demanda en base al artículo 14 de la Ley de Procedimientos Constitucionales, declara
improcedente la demanda.

4.3.2.1 ASUNTOS DE MERA LEGALIDAD

Tal como se dijo en el Capítulo III de este trabajo, Llamase asuntos de mera legalidad, a la improcedencia del amparo en
asuntos puramente civiles, comerciales y laborales. . ., regulados en el Art. 13 de la Ley de Procedimientos Constitucionales .

En el desarrollo de la investigación se pudo constatar que éste, es de los casos que con mayor f recuencia se presenta en la
resoluciones proveídas en el período de tiempo investigado; en ellas el impetrante pide que se le ampare ante resoluciones
administrativas o judiciales contrarias a su pretensiones, y generalmente, se alega violación al derecho constitucional de
audiencia durante el trámite de los procesos, lo cual al tenor literal del contenido de la demanda se concluye, que no hay ta l
violación, pues se observa que el impetrante ha intervenido en el proceso que se ha seguido, algunas veces hasta ha
interpuesto recursos, es decir, el proceso se ha tramitado siguiendo las f ormas preestablecidas; por lo tanto, la sala se
encuentra impedida legalmente para conocer de este tipo de casos, pues de hacerlo tendría que entrar a conocer del f ondo
del asunto litigado y resuelto por los tribunales comunes.

La f recuencia de este tipo de peticiones y sus respectivas resoluciones, se debe al hecho de que muchas per sonas
consideran a la acción de amparo, como una última instancia para resolver sus pretensiones, ya desvanecidas en otros
tribunales, por lo tanto, aunque lo conozcan, lo dejan para último momento.

A modo de ejemplo puede estudiarse la resolución del amp aro número 63-98 del 25 de f ebrero de 1998, en donde se
reclama por parte del Apoderado de la Academia de Seguridad Pública contra resoluciones pronunciada por el Juez de Paz
de San Luis Talpa y de lo Civil de Zacatecoluca, alegando violación al Art. 11 de la Constitución. La Sala deduce que no hay
tal inf racción por el hecho de que el solicitante participó en el proceso, ya que al revisar el proceso de observa que éste
interpuso recurso de revisión ante el Juez de lo Civil de Zacatecoluca, es decir, tuvo c onocimientos y participación en el
proceso que se siguió en contra de su representada.

4.3.2.2 INEXISTENCIA DE AGRAVIO

Tal como antes se dijo en este mismo trabajo, uno de los requisitos f undamentales de la pretensión de amparo es que la
violación u obstaculización alegada inf rinja realmente derechos constitucionales y no que se base en meras eventualidades;
en otras palabras, es indispensable para la procedencia del amparo la existencia del agravio, que tal como se ha dicho para
ef ectos del amparo constitucional consta de dos elementos: el material y el jurídico, el primero ref erido a cualquier daño,
lesión, af ectación o perjuicio que el gobernado suf ra en f orma personal y directa en su esf era jurídica, y el segundo exige
que el daño sea causado o producido en ocasión o mediante la violación de los derechos contemplados en la Constitución.

Durante las investigación se encontró un caso que bien merece ser considerado como ejemplo; y es el identif icado como
amparo número 452-97 del 19 de diciembre de 1997, en el cual el señor Orlando de Sola Wright. Reclama contra Acuerdo
número 569 del 15 de diciembre de 1997, emitido por el Presidente de la República, notif icando que le concede tres días
para que presente por escrito sus alegaciones, con inclusión de las p ruebas que estime pertinentes. Alega el impetrante que
con esto lo que pretende el Presidente es otorgarle el derecho de audiencia y def ensa que estableció sentencia de amparo
del 11 de diciembre de 1997 y cumplir así con lo establecido en dicha resolución y proceder luego a su destitución del cargo
de Superintendente General de Electricidad y Telecomunicaciones, considerando además que dicho término es muy corto
para todo ello.

La sala considera en su resolución que en ningún momento y bajo ninguna circunstancia el acto puede situarse dentro del
supuesto que genere agravio def initivo al impetrante, por ser el mero inicio del trámite de un procedimiento administrativo; en
consecuencia siendo el agravio uno de los f actores f undamentales que determinan la pro cedencia de la pretensión de
amparo, esta se declara improcedente.

Otro ejemplo de este tipo de casos lo constituye el amparo número 1- 98 resuelto el 3 de f ebrero del 1998 en donde se pide
protección a la Sala por la solicitud que hace el Ministerio de Hacienda a la Fiscalía General de la República para que inicie
diligencia de desalojo. La Sala resuelve que en este caso no existe agravio, ya que solo se ha hecho la solicitud, es decir, no
se ha emitido resolución de desalojo que bien podría darse el caso que no se emitiera.

4.3.2.3. FALTA DE TITULARIDAD DEL DERECHO ALEGADO

Se ha sostenido tanto por la doctrina como por la jurisprudencia constitucional, que para que la pretensión de amparo
prospere, el agravio que recibe el particular, causado ya sea por una acción u omisión de una autoridad o f uncionario, tiene
que ser reclamado exclusivamente por la persona que lo recibe, lo cual puede ser abocándose personalmente ante la Sala
de lo Constitucional o nombrando un Abogado para que la represente.

Existen casos en los cuales la Sala ha manif estado en sus resoluciones que la violación que se alega, no constituye un
agravio personal y directo al impetrante, sino a terceras personas, lo que conlleva a que no se conf igure un elemento
esencial de la pretensión: El sujeto, que para el caso en estudio, el sujeto activo de la pretensión, que no es más que aquella
en la cual recae la legitimación activa para presentar la demanda, análisis de la demanda que reclama contra providencias
del señor Alcalde Municipal, es d ecir, que ha hecho uso del recurso de apelación estableciendo en el Art. 137 del Código
Municipal a través del cual bien pudo haberse solucionado el problema que le causa agravio.

4.3.2.4 INFRACCIÓN AL PRINCIPIO DE DEFINITIVIDAD.

Este principio establece, que para interponer la demanda de amparo es necesario que se hayan ejercido y agotado
previamente en tiempo y f orma todos los recursos ordinarios que proporciona la Ley que rige el acto impugnado, o dicho de
otro modo, la demanda de amparo sólo procederá cuando el acto del que se reclama no puede subsanarse dentro del
respectivo procedimiento ya sea administrativo o judicial.

Este tipo de rechazo se presenta en la declaratoria de improcedencia número 31-98 del 2 de f ebrero de 1998, en la cual el
impetrante no manif iesta en su demanda ni en el escrito de cumplimiento de prevenci´`on si manif iesta en su demanda ni en
el escrito de cumplimiento de prevención si ha hecho uso de los rec ursos que la Ley le f ranquea, deduciéndose del análisis
de la demanda que reclama contra providencias del señor Alcalde Municipal, es decir, que no ha hecho uso del recurso de
apelación establecido en el Art. 137 del código Municipal a través del cual bien pudo haberse solucionado el problema que le
causa agravio.

4.3.2.4.1 PRINCIPIO DE SUBSIDIARIEDAD.

Como una excepción al principio de def initividad aparece lo que se ha llamado “principio de subsidiariedad del amparo”.
Dice, Enrique Vescovi (33) que ante la necesidad que impone el principio de def initividad de agotar los mecanismos
ordinarios para reparar o evitar el daño a un derecho constitucional, es indispensable que esta vía común constituya y brinde
una protección adecuada, pronta y ef icaz, porque d e lo contrario siempre procede la acción de amparo. En otras palabras,
este principio nos inf iere, que no es indispensable que esta vía constituya un medio pronto y ef icaz, puesto que si por el
camino normal no se alcanza la protección f rente al daño grave e inminente, es necesario recurrir a la vía extraordinaria, es
decir, al amparo. En todo caso, f inaliza diciendo, el amparo es una vía subsidiaria, a f alta de otra adecuada.
_______________________
(33) Enrique Vescovi, "Los Recursos Judiciales y Demás Me dios Impugnativos en Iberoamérica", Editorial Depalma, Buenos Aires, 1998 Pág. 459 y Sig.

Procedimientos Constitucionales. Respecto de este principio la Sala de lo Constitucional ha establecido en reiterados f allos
que “el amparo puede calif icarse de instrumento alternativo de protección de derechos constitucionales,. Lo anterior signif ica
que, ante una supuesta vulneración a derechos constitucionales, el particular af ectado puede optar, por la vía constitucional
–amparo-, o por otras vías que consagra el ordenamiento jurídico común, como el recurso extraordinario de casación, el
proceso Contencioso Administrativo, u otros remedios procesales equivalentes, según proceda”(35)
_______________________
(35) Amparo 13-S-96, Revista de Derecho Constitucional Nº. 20, Pág. 520.

El párraf o anterior contiene la f acultad que asiste al impetrante para hacer uso potestativo, ya sea del recurso de amparo o
de otros recursos comunes. A esta f acultad, reconocida por nuestra jurisprudencia se le denomina “principio de
alternabilidad”; por medio del cual se trata de f avorecer al agraviado en el sentido de no exigirle que haya hecho uso de los
recursos ordinarios previo al ejercicio de la acción de amparo, en virtud de ello, el quejoso puede recurrir en amparo luego
de resuelto un recurso de apelación.

Es necesario, y así lo sostiene la Sala en sus resoluciones (36) que, aunque el principio en estudio f aculta para elegir la v ía
procesal a seguir, no se permite el ejercicio simultáneo de las dos vías, pues esto podría llevarno s a la posibilidad de que al
f inal exista la pronunciación de dos sentencias contradictorias.
_____________________________
(36) Resolución Nº. 202-98, pronunciada el 22-02-98. C. S. J.

El razonamiento del tratadista antes citado, me parece muy atinado, p or el hecho de que existen situaciones en que resulta
indebido sacrif icar la realidad en aras de conservar la técnica jurídica en toso su pureza, y con mucha mas razón si lo que
está en juego son derechos f undamentales de las personas; por lo que soy def initividad, debe ser analizada minuciosamente
para determinar si es procedente aplicar el amparo en una f orma subsidiaria y evitar con ello que el acto reclamado cause
un mayor daño o se vuelva irreparable.

La tesis antes citada, tuvo eco en el pasado Seminario de Naciones Unidas. (34) al concluirse que es necesario como regla
general el agotamiento de los recursos ordinarios antes de interponer los extraordinarios o especiales, pero se sugirió
establecer ciertas excepciones a dicha regla, y una de ellas es, cuando los recursos ordinarios no f ueren adecuados o
suf icientemente rápidos para resolver la situación que causa agravio, debe proceder el amparo.
____________________________
(34) Seminario sobre el Amparo, Hábeas Corpus y Otros Recursos Similares, México 1961.

4.3.2.4.2 PRINCIPIO DE ALTERNABILIDAD


Este principio al igual que el anterior, puede considerarse como otra excepción al principio de def initividad que regula
nuestra Ley de se permite que el ejercicio simultáneo de las dos vías, pues esto pod ría llevarnos a la posibilidad de que al
f inal exista la pronunciación de dos sentencias contradictorias.

CAPITULO V

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
5. 1 CONCLUSIONES

Recapitulando todo lo anterior, me permito f ormular brevemente las conclusiones a que he llagado, con el af án de proponer,
a partir de ellas, algunas alternativas o sugerencias, Que hagan posibles la modif icación de las condiciones actuales del
proceso de amparo.

Son muchas las personas que en los último días han iniciado una serie de críticas al trabajo del sistema judicial de nuestro
país, pero son pocas las que se dan a la tarea de examinar las causas de tales def iciencias, de las cuales a manera de
ejemplo, podemos citar: def iciencia en el planteamiento de las pretensiones, f alta de cumplimiento de requisitos, ignorancia
de la Ley, y lo más grave de las disposiciones constitucionales. Estas algunas de las causas que podemos citar y que
inciden para que nuestro jueces y especialmente la Corte Suprema de Justicia por medio de sus Salas, se pronuncie en la
f orma que conocemos por los medios de comunicación.

Estos datos conf irman lo antes dichos: entre 1997 y 1998 se presentaron a la Sala de lo Constitucion al 1,081 demandas de
amparo, de las cuales solo 174 (16% en relación al total) f ueron las que llegaron a tener una resolución f inal, es decir, 907
(84% en relación al total) demandas tuvieron un f inal anormal, ya sea por haber sido declaradas inadmisibles improcedentes
o por haberse dictado sobreseimiento; resoluciones que son consecuencia del mal planteamiento de la demanda, ya sea, en
su postulación o en su pretensión. Estos datos estadísticos son los que ponen de manif iesto la gran cantidad de demandas
de amparo que se quedan sin ser estimadas en sus pretensiones, lo que redunda en igual o mayor número de personas que
quedan sin ser protegidas, sin recibir justicia cuando sus derechos constitucionales son quebrantados.

El estudio jurisprudencial realizad o, ha permitido detectar que la jurisprudencia por un lado cumple con la actualización de la
norma jurídica y por otro, ha permitido la identif icación de los criterios establecidos por la Sala en lo relativo a la
inadmisibilidad e improcedencia de las demandas en el proceso de amparo.

De acuerdo a lo sostenido en el presente trabajo, considero que la redacción del artículo 18 de la L. Pr. Cn. A pesar de
haber sido ref ormado hace muy poco, aún propicia conf usión para lectores y especialmente para los impetr antes, pues no
advierte si se puede o no volver a presentar la demanda, por lo tanto, el impetrante debe estar alerta a que cuando se le
rechaza la demanda, identif ique la causa de ese rechazo; esto le ayudará a determinar si puede o no volver a incoar la
demanda en el mismo sentido y así lograr que su derecho conculcado no quede en indef ensión.

En el desarrollo de la investigación se encontró que muchas demandas de amparo son rechazadas por la f alta de
conocimiento del particular de cuales son los derecho s objetos de protección a través del amparo, es decir, que se tiene el
equívoco concepto, que el amparo son rechazadas, por la f alta de conocimiento del particular de cuales son los derechos
objetos de protección a través del amparo, es decir, que se tiene el equívoco concepto, que el amparo protege cualquier tipo
de derechos, pero tal como aquí se ha dicho este mecanismo sólo protege contra violación u obstaculización a los derechos
plasmados en el texto de la Constitución de la República.

Fue de mucha satisf acción verif icar que al f inal de la investigación, la hipótesis que al principio se f ormuló quedó
comprobada, ya que se corroboró que ef ectivamente la declaratoria de inadmisibilidad es consecuencia de la f alta de los
requisitos f ormales en la demanda de amparo.

5.2 RECOMENDACIONES

Luego de haber estudiado y determinado las causas por las cuales las demandas de amparo son rechazadas por la Sala de
lo Constitucional, y con la f inalidad de que toda persona que presente una demanda de amparo, tenga la ce rteza de que con
el buen planteamiento de su demanda conseguirá en principio que su derecho constitucional violentado le sea protegido de
una manera rápida y ef icaz, me permito f ormulas las siguientes recomendaciones:

1) Que la vigente Ley de Procedimientos Constitucionales, viene desde 1960 y que si bien es cierto que se le han hecho
ref ormas, éstas no han cubierto los vacíos existentes por lo que urge la aprobación de una nueva Ley al respecto, que
regule los mecanismos de Protección de los Derechos Cons titucionales y que en ella se retomen las dif erentes
recomendaciones hechas, en el presente trabajo y en otros ref erente al tema, con el objeto de actualizar dicha normativa
con las disposiciones constitucionales, con los tratados internacionales que son Leyes de nuestro País, así como con las
actuales condiciones de sociales.

2) Que se advierta claramente en la Ley, sobre los ef ectos de la declaratoria de inadmisibilidad e improcedencia;
específ icamente, en cuanto a que la declaratoria de la primera deja expedito el derecho del impetrante para volver a
presentar una nueva demanda.

3) Es de mucha importancia, que el particular tenga presente que tipo de derechos son los que se protegen a través de la
acción de amparo, esto debido a que se pudo constatar que muchas demandas son rechazadas por que se f undamentan en
violaciones a derechos no protegidos por éste, es decir, derechos no comprendidos en la Constitución.

4) Identif icar la f uente del acto u omisión que causa agravio, con el objeto de determinar que ef ectivamente este ha sido
pronunciado y/o ejecutado por autoridad o f uncionario de gobierno. En este aspecto es necesario recomendar lo que ya
antes se dijo, ampliar la protección del amparo hasta los actos u omisiones provenientes de los particulares, e n otras
palabras, igualarlo al hábeas corpus.

5) Cuando el acto u omisión impugnado lesione derechos sociales constitucionales, es necesario recordar lo antes expuesto:
Que se debe precisar e individualizar dicha violación a la esf era jurídica de la perso na del peticionario, esto es, sin extender
sus peticiones por violaciones a otras personas.

6) También es necesario recomendar a nuestros legisladores, la necesidad ref ormar la Ley de Procedimientos
Constitucionales a f in de ampliar la legitimación proces al activa hasta aquellos parientes más cercanos del agraviado, a f in
que en un momento dado puedan estos interponer la demanda de amparo a f avor de aquel.

7) De igual manera se debería dejar establecido en f orma clara en la Ley los casos en que proceden l os principios de
subsidiariedad y alternabilidad del amparo, ya que estos sólo están regulados en la jurisprudencia, la que no está al día ni al
alcance de todos.
________________________________

BIBLIOGRAFÍA

TEXTOS

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