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LECCIÓN 1 5 / OCTUBRE / 2019

UNA INVITACIÓN
Proverbios 1
A LA SENSATEZ
PARA MEMORIZAR
“Mas el que me oyere, habitará confiadamente y vivirá reposado sin
temor del mal.” (Proverbios 1:33).

OBJETIVO
Escuchar con atención el llamado que Dios
nos hace en el libro de Proverbios, para
lograr una vida sensata que sea bendición
plena en todos los ámbitos de nuestra vida.

NARRACIÓN
El libro de Proverbios consiste en una colección de dichos que son
resúmenes de la sabiduría que Dios ha depositado en el corazón
de los seres humanos. El término hebreo mashal se refiere a un
recurso utilizado para dar una enseñanza por medio de figuras
literarias como son: símiles, parábolas, alegorías y otros, alude
principalmente a “un dicho para ser repetido”. Estos dichos son
enseñanzas necesarias que orientan a las personas sobre cómo
lograr que sus vidas sean estables y prósperas.
Cuando Dios creó el mundo, puso en él un orden que lo mantiene
funcionando de manera perfecta a lo largo de las generaciones,
este mismo orden sirve como inspiración al ser humano para
replicarlo en el tejido social y que se preserve como el sello que
Dios puso en su obra. La pretensión de transmitir los dichos de
los sabios consiste en proveer al oyente o lector, elementos que
le permitan descubrir este orden dejándose guiar por la sabiduría
divina contenida en ellos, de manera que pueda experimentar las
mejores condiciones vitales y ahorrarse así disgustos o fracasos.
La sabiduría (en hebreo hokmá) consiste en entender las reglas

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UNA INVITACIÓN A LA SENSATEZ

que intervienen para que esta creación sea plena: el orden, el


equilibrio, la sustentabilidad, su funcionalidad y otros, con el fin de
apropiar estos principios para alcanzar una existencia en sintonía
con la justicia de Dios, logrando la armonía interna.
La sabiduría consiste en la adopción de valores que dan bendición
a los humanos y su entorno. Es el recurso que nos permite estar
conscientes de los grandes desafíos que conlleva la existencia:
sobre el sentido de la vida, la amenaza de la muerte, la justicia, las
relaciones personales, la vida familiar, el manejo de las finanzas
y muchos otros aspectos. No consiste en saber mucho sino en
entender la naturaleza humana y hacer lo que corresponde en
cada situación y, sobre todo, adquirir la dirección espiritual en la
vida. No consiste en afirmaciones abstractas sino concretas. La
sabiduría tiene un énfasis práctico, promueve la capacidad de
hacer bien las cosas; no sólo de saberlas sino de realizarlas.
La sensatez se alcanza al desarrollar la agudeza mental que
permite reunir información, sintetizarla, hacer proyecciones a fu-
turo para tomar decisiones que acerquen a las personas a lograr
los propósitos esperados. Es una capacidad de saber, aprender
y comprender. Tiene una dimensión que es el discernimiento,
que consiste en la cualidad moral de distinguir el bien del mal, lo
bueno de lo mejor, la verdad del error. Su resultado es la justicia
y la equidad.
La sabiduría no busca imponerse por amenazas, como la ley,
y no remite a encontrarla por medio de revelaciones o visiones
como en el caso de los profetas. La sabiduría bíblica es la ver-
dad que los humanos necesitan y que está al alcance ya que se
encuentra presente en la vida cotidiana y su estrategia es invitar
a adquirir lo que posee. Lo ofrece de forma gratuita, como una
madre o un padre amorosos que dan consejos a sus hijos con el
fin de asegurarles una vida exitosa, armoniosa y libre de penurias.

Nota: Investigue el significado de las palabras: mashal (en


hebreo), símil, parábola, alegoría, metáfora. Comparta en clase.

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ANÁLISIS
I. Dios es el sabio que regala sabiduría.
1. Sólo Dios es verdaderamente sabio, los seres humanos
están atrapados en la necedad. Dios es un Maestro de
Sabiduría que enseña sobre la vida por diferentes medios,
considere lo que señala Proverbios 3:11-12, a pesar de que
el aprendizaje incluya la corrección, la motivación principal
es el amor. Dios nos ha creado, y reconocer que somos
criaturas es el primer papel que debemos ocupar. Estudie
Proverbios 2:6,10-11; 9:10. Si Dios ha diseñado nuestra
vida ¿Cómo nos ayuda el escuchar a Dios?
2. Dios rechaza a los arrogantes porque no aceptan aprender
de Él. ¿Qué dice Proverbios 16:5 sobre el que tiene una
opinión demasiada elevada de sí mismo? 26:12; 28:26.
¿Qué significa la metáfora de Proverbios 15:25a? Es clara
la sentencia de que ante Dios no tenemos recursos que
valgan 21:30. Es mejor la humildad ante el Creador de la
Sabiduría 3:5, 7.
3. El temor al Señor trae bendiciones. Observe lo que afirma
Proverbios 10:27; 14:27; 19:23a; 15:33 y 22:4 ¿Cuáles son
los dones que brotan de la obediencia al Señor? ¿Cómo
se hacen evidentes estas bendiciones? ¿Valdrá la pena
el camino de justicia? 14:26. Su finalidad es prevenir, lea
2:12-19 y explique las bondades de una vida recta.


II. La Sabiduría bíblica consiste en saber vivir bien.


1. La sabiduría es el arte de vivir correctamente la vida co-
tidiana, en el mundo creado, en la sociedad humana y
frente a Dios; no es un saber meramente intelectual sino un
saber artesano: saber hacer, realizar sus proyectos, lograr
el objetivo de toda la vida1. Mencione algunos versos de
Proverbios que llamen su atención por las recomendaciones
ofrecidas.

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UNA INVITACIÓN A LA SENSATEZ

2. La sabiduría es un saber nacido de la experiencia:


a. La experiencia propia que pasa por el filtro de la reflexión
(no basta la totalidad de las experiencias; el necio
también puede tener experiencia, pero no la madura,
no la reflexiona, y por eso no le aprovecha nada) vea
lo que refieren: Proverbios 24:30-34; Eclesiastés 2:1;
3:10, 16-17; 4:1, 4; 6:1-2.
b. La experiencia de los mayores, atendida, escuchada,
aprendida.
c. La experiencia ajena (hasta de otras culturas y pueblos)
compartida y la reflexión sobre las grandes cuestiones
de la vida humana: vida, muerte, felicidad y sufrimiento,
el mal y la injusticia; retribución; relación con Dios y
con los demás; la “suerte”, entendida como la creencia
de dejar al destino que determine los hechos o las cir-
cunstancias, frente al empeño y el esfuerzo constante;
lo que realmente vale en esta vida y la vanidad de ésta.



III. La Sabiduría se sustenta en el temor del Señor


1. El temor del Señor significa: respeto, sujeción a Él o tener
confianza plena en Él. Vea los conceptos expuestos en
Proverbios 1:7; 9:10; 15:33.
2. El cimiento de una vida sabia consiste en la disposición a
dejarse guiar. Es una actitud de obediencia positiva. Consiste
en entender al Señor y aceptar sus caminos 28:5 ¿Tiene ven-
taja la postura de sumisión a Dios?, ¿por qué la obstinación
humana de resistirle? Salmo 14:1; Proverbios 12:15.



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IV. Dios establece lo bueno y lo malo.


1. Proverbios enseña que hay valores que le agradan a Dios.
Son los valores que reflejan su carácter. Anote algunas de
las cosas que le satisfacen a Dios: Proverbios 11:1b, 20b;
12:22b; 15:8b, 9b, 26, 29.
2. También nos dice lo que abomina: el fraude y la falsedad
en todas sus formas: enliste las verdades que declara Pro-
verbios 6:16-19; 11:1a, 20a; 12:22a; 15:8a, 9a; 16:5; 17:5;
20:10, 23.
3. El Señor prefiere la justicia y el derecho más que los sacrificios,
¿qué le enseña Proverbios 21:3? ¿Qué expresiones religiosas
equivocadas podemos tener los creyentes? A Dios le desa-
grada la alegría que surge del mal ajeno 24:17-18. Dios es un
Dios justo y veraz, que defiende la causa de los inocentes y
que es amigo de la humildad y las palabras amables.

APLICACIÓN
A. ¿Qué principios de sabiduría bíblica hemos olvidado en la
generación actual? ¿Por qué despreciamos los preceptos
que fueron dados para nuestra verdadera felicidad? ¿Por qué
repetimos errores que otros cometieron o incluso nosotros
mismos? ¿En qué consiste adquirir sabiduría por medio de la
experiencia?
B. ¿Cómo podría mejorar nuestra vida familiar si escuchamos las
recomendaciones de Proverbios? ¿Podemos asociar la verda-
dera felicidad con la bondad? ¿En qué aspectos podríamos
prevenir para evitar las consecuencias dolorosas?

CONCLUSIÓN
Los seres humanos fuimos creados para el bien y el orden. Estas
cualidades nos conducen a la bendición de una vida plena. La
sabiduría del libro de Proverbios nos invita a seguir los preceptos
de Dios para alcanzar las metas apropiadas y en la forma correcta.
Escuchemos al Señor para disfrutar una vida reposada.
1
Von Rad, Gerard. Teología del Antiguo Testamento Vol. I. Ed. Sígueme, 1982. “La sabiduría
empírica de Israel” pp. 508-534.

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12 / OCTUBRE / 2019 LECCIÓN 2

Proverbios
GUARDA TU 2:2, 10; 3:1, 3, 5;
4:4, 21, 23; 6:14,
CORAZÓN 18, 21, 25; 14:10,
13, 30, 33.

PARA MEMORIZAR
“Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón;
porque de Él mana la vida.” (Proverbios 4:23).

OBJETIVO
Mostrar que, para lograr una vida justa,
la tarea primordial del ser humano es
hacerse responsable de sí mismo, per-
mitiendo la dirección de Dios en su vida.

NARRACIÓN
La sociedad actual está marcada por la superficialidad y claras
tendencias al materialismo y hedonismo, es decir a la idea de que,
por sobre todo, deben buscarse las posesiones y tener acceso al
placer sin restricciones. Esto está llevándonos a conformar una
sociedad que justifica la destrucción del otro si se contrapone a
mis intereses. Muchos de los delitos que se cometen a nuestro
alrededor están asociados con la peor droga de todas: el dinero
fácil. La corrupción, el secuestro, los robos, las extorsiones, el tráfico
ilegal de personas y bienes, y otros. Muchas son las manifesta-
ciones de corazones torcidos de un mundo que pretende vivir sin
tener que dar cuenta a un ser Soberano. Todo está en el corazón.
En la Biblia, el término corazón es tan relevante que en Pro-
verbios aparece 98 veces. Muestra distintas acepciones: órgano
físico, sentimientos, deseo, razón, conocimiento y decisión; se
refiere a la mente, a las emociones, a la voluntad, a la naturaleza
pecaminosa. En resumen, el término corazón en Proverbios se
refiere al hombre interior total, a la persona en su conjunto1. Es

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GUARDA TU CORAZÓN

equivalente a las funciones mentales. Para el hebreo es el asiento


de los pensamientos, por tanto, donde se determinan las acciones
es en el corazón. Al asociarse con la percepción, lo sensorial, el
intelecto, la visualización, el entendimiento y la atención, el libro
de Proverbios describe que la sabiduría radica en el corazón.
Lo más importante es que el corazón está llamado a razonar,
en especial, a escuchar la Palabra de Dios. A Dios le interesa el
corazón, la realidad de lo que somos, no sólo la apariencia o las
expresiones externas, porque la persona puede aparentar lo que
es o desea de verdad. Un hombre es, lo que es en lo profundo de
su corazón. Jeremías dice que el corazón es engañoso (17:9-10),
pero Dios lo conoce, nada queda oculto a su mirada ni fuera de su
juicio. Es el centro donde se decide para lo peor o lo mejor. Puede
inclinarse a la maldad (Génesis 6:5) o puede creer para salvación
(Romanos 10:10). Puede fabricar iniquidad (Isaías 32:6) o aceptar
ser dirigido por la prudencia (Proverbios 2:2). La exhortación es
clara: cuida tu corazón. Dios nos hace sabios para escoger el
camino de la justicia.

ANÁLISIS
I. El corazón define la verdadera persona. Corresponde a la
identidad real
1. Algunos textos hablan del corazón como algo inexorable,
lo profundamente oculto, donde se decide lo definitivo de
la vida. Lea Proverbios 26:24-26, use varias versiones y
explique por qué es necesario que nuestros pensamientos
y deseos sean íntegros. El corazón define lo que somos
Proverbios 27:19.
2. En la Biblia, las actividades esenciales del corazón hu-
mano son de índole espiritual-psíquica. Proverbios 15:11.
¿Qué significa que nada está oculto a la mirada de Dios? 1
Samuel 16:7. ¿Por qué el ser humano no puede reconocer
su corazón? Ezequiel 11:19.


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GUARDA TU CORAZÓN

II. El corazón es el asiento de los sentimientos y deseos


1. Sentimiento. Se refiere sobre todo a la sensibilidad y emo-
cionalidad, son aspectos irracionales de la persona. Con-
sidere las exhortaciones de Proverbios 14:30; 23:17. ¿Cuál
es nuestra participación en estos consejos? El corazón es
asiento de alegría y preocupación, por ej. Ana: 1 Samuel 1:8,
2:1; Proverbios 15:13; 17:22, también del miedo: Isaías 7:4;
1 Samuel 17:32.
2. Deseo. Se refiere a las motivaciones internas u ocultas ¿Qué
puede desear nuestro corazón? Salmo 21:2; Proverbios 6:25.
Hay el impulso de sentirse mejor que los demás, Deuteronomio
8:14; Oseas 13:6; Isaías 9:8-10, ¿a qué se debe? ¿Somos
responsables de lo que deseamos? ¿De dónde brota el
pecado? Mateo 5:28; Santiago 1:14-15.

III. El corazón es el asiento de la razón y la voluntad


1. Razón. Se le asignan funciones intelectuales, racionales,
lo que asignamos al cerebro, 1 Samuel 25:37. El hecho de
que en el texto hebreo se emplee la mayoría de las veces
lebab para indicar corazón, que refiere a los sentimientos,
hace creer que la persona hebrea se guiara por sus emo-
ciones, pero se debe a que, ante los sentimientos o el acto
de pensar, hay respuestas fisiológicas internas y muchas
de ellas se detectan en el cambio en el ritmo del corazón.
¿Cómo debería entenderse: Deuteronomio 29:3, 4; Job 8:10;
1 Reyes 3:9-12? Salomón pide un corazón capaz de oír. Hay
textos que indican que la falta de reflexión es como falta de
corazón: Proverbios 24:30. El conocimiento debe llevar a
una conciencia duradera, Deuteronomio 6:6 y Proverbios
7:3. Subir al corazón, es hacerse consciente, Isaías 65:17;
Pensar, Oseas 7:2; o Meditar, 1 Samuel 27:1, Salmo 14:1.
El vino diluye la conciencia, Proverbios 23:29-30.

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GUARDA TU CORAZÓN

2. Decisión. El hebreo no hace mucha diferencia entre conocer


y elegir, entre “oír” y “obedecer”. No hay separación entre
teoría y práctica. El corazón es al mismo tiempo órgano de
entendimiento y del querer hacer, de planear: Proverbios
16:9; Salmo 20:4; es el lugar de las decisiones, Proverbios
4:20-21, 23; hablar al corazón es impulsar a decidirse, tener
intención, Salmo 24:4, Deuteronomio 6:5 ¿Cómo asocia ser
consciente, ejercer voluntad, ser obediente? Considere lo
que Dios pide en Proverbios 23:26.
Lo más importante es que el corazón está llamado a razonar,
en especial, a escuchar la Palabra de Dios.





APLICACIÓN
El corazón necesita ser cuidado
A. Porque tenemos la inclinación natural a dejar que nuestros senti-
mientos y deseos nos guíen, pero no siempre lo que pensamos
es la voluntad de Dios, a veces nos mueve el egoísmo, los celos,
la lascivia, la amargura en las acciones o palabras. Los valores
actuales están centrados en el bienestar egoísta sin referirse a
la voluntad de Dios y en buena medida somos cautivados por
estos. Usted es lo que piensa. ¿Es usted consciente en qué
aspectos ha abandonado las prioridades de Dios?
B. Porque centramos la confianza en nosotros mismos. En lugar
de apoyarnos en nuestro propio entendimiento, confiemos en
que el Señor dirija nuestro camino (Proverbios 3:5). El corazón,
debido a nuestros temores y preocupaciones egoístas, nos
engaña a través de sus vanas racionalizaciones y recurrimos a
nuestras propias soluciones. ¿Se ha dado cuenta cómo reac-
ciona su corazón?

10 LECCIONES DE ESCUELA SABÁTICA


GUARDA TU CORAZÓN

C. Porque el corazón es la fuente de la vida; la fuente de actitudes,


valores, creencias, aspiraciones y búsquedas, Proverbios 4:23.
¿Está cuidando bien su corazón? En ciertos ámbitos, hemos
adquirido patrones de pensamiento falsos o engañosos, re-
conozcámoslo y pidamos a Dios que nos ayude a corregir.
Alimente su corazón con la verdad y resista los pensamientos
destructivos.
D. Porque es un error permitir que nuestros corazones se llenen
de amargura, dejando que nos empujen los resentimientos y
los deseos de venganza. ¿Habrá algo que deba dejar ir? “El
corazón conoce la amargura de su alma…” Proverbios 14:10;
Hebreos 12:15. ¿Mantiene un corazón limpio?

CONCLUSIÓN
Pon asimismo tu delicia en Jehová, y Él te dará las peticiones de
tu corazón (Salmo 37:4). El secreto de una experiencia bendecida
radica en permitir que nuestra vida se conforme a los deseos del
Señor y que en esto hallemos la delicia de la existencia. Si damos
a Dios el primer lugar, Él atenderá con bondad nuestras peticiones
porque sabremos qué pedir.

1
Botterweck, G. Johannes. Theological Dictionary of the Old Testament. Vol. VII. Artículo
leb/lebab, págs. 399-437.

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LECCIÓN 3 19 / OCTUBRE / 2019

Proverbios
1:10-19; 2:12, 14;
3:29; 4:16; 6:14;
RESISTE LA MALDAD 16:27-30; 17:11-
15, 20; 19:28-29;
21:10-12; 22:5;
24:8; 28:10-14.
PARA MEMORIZAR
“El camino del hombre perverso es torcido y extraño: Mas la obra del
limpio es recta”. (Proverbios 21:8).

OBJETIVO
Persuadir sobre la necesidad de resistir la se-
ducción del camino de maldad, escuchando el
juicio que hace Dios de los malvados y descu-
briendo las consecuencias de sus acciones.

NARRACIÓN
No siempre es fácil distinguir el mal. La maldad tiene diferentes
facetas y se muestra en grados. Enfocaremos esta la lección en
el tema de la violencia. La violencia es todo tipo de actos destruc-
tivos que dañan la integridad física, emocional y espiritual de las
personas. Hay expresiones estruendosas de la maldad, como la
vemos todos los días. Además, si las personas dominadas por
ésta se hallan en áreas de influencia, como líderes de naciones,
la historia nos revela cómo encabezan exterminios, aniquilan po-
blaciones, destruyen vidas sin piedad. Lamentablemente, nuestro
mundo se halla inundado de violencia, está dominado por la ira y
emociones destructivas.
El corazón malvado procura deshacerse del otro porque le in-
comoda. El hombre de corazón malvado se puede hallar molesto
de que ese otro posea capacidades o dones, que sea amado, que
le “robe” la atención de otros, o simplemente que exista o tenga
algo que desea. Por ejemplo, el rey Saúl se sintió incómodo con el
entusiasmo que despertó el joven David en el pueblo y se enceló

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RESISTE LA MALDAD

porque le estaba robando la atención; sus victorias pusieron en


riesgo su trono, por ello intentó deshacerse de él (1 Samuel 18).
A Saúl le desagradó que Dios estuviera con este guerrero desco-
nocido e intentó asesinarlo de diferentes maneras. El “síndrome
Saúl” se repite hasta el día de hoy, una y otra vez. Algún “rey” al
sentirse amenazado en su trono egoísta atentará con sus medios
contra las figuras que teme y los convertirá en víctimas de su en-
fermedad. Los celos y la envidia, disfrazados de justicia, conducen
al asesinato de quien amenace destronar un corazón egoísta.
Por otro lado, la maldad también se mueve sigilosamente o se
oculta con aparente santidad y justicia. Jesús fustigó con sus duras
palabras a los escribas y fariseos a causa de los motivos ocultos
de su corazón más que de sus acciones visibles: “hacen todas sus
obras para ser vistos de los hombres…” (Mateo 23:13-33). Jesús
chocó de frente con la secta de los fariseos, no porque fuesen
malvados de forma evidente sino porque su maldad se escondía
tras una máscara de piedad. Se preciaban de ser mejores: más
rectos, obedientes y santos que los demás judíos de su tiempo,
poniéndose a la ventaja de los pecadores, entre ellos los publicanos.
En la intimidad de su conciencia se decían: “Dios, te doy gracias
que no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros,
ni aun como este publicano…” (Lucas 18:9-14). Es obvio que estos
hombres no eran pecadores comunes, no transgredían la ley de
forma evidente. Pero su problema era más delicado.
La confianza que habían desarrollado en sus acciones les hacía
ser ciegos de sus verdaderas intenciones. O tal vez ni siquiera
se preocuparon alguna vez por ellas. Su búsqueda de prestigio
religioso les hizo perder su ubicación a los ojos de Dios. Sus
largas oraciones eran un pretexto para granjearse la voluntad de
las personas vulnerables y apropiarse de sus bienes; el excesivo
cuidado de los rituales desentonaba con el desprecio que tenían
por los que en su opinión eran indignos del amor de Dios.
Cuando la maldad del corazón se despierta, convierte a su
dueño en un ser perverso que buscará destruir al otro, algunas
veces lo conseguirá. Un padre inmaduro destruye el carácter de
su hijo; los varones oprimirán a las mujeres; un cónyuge egoísta
aniquilará la confianza de su pareja; un jefe humillará perma-

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RESISTE LA MALDAD

nentemente a sus subalternos; un líder evitará que los demás se


desarrollen junto a él. Su motivación es matar al otro, ya sea con
muerte física, emocional o espiritual. El corazón malvado cosifica
(convierte en cosa) al otro, para él no es persona con valor de un
ser único e irrepetible, para él es sólo un objeto. La pareja es tratada
como cosa que satisface sus deseos distorsionados o encubre
sus miedos; si es líder, los que están a su lado son objetos a los
cuales mueve, limita, o liquida sin remordimientos; cualquiera que
se interponga en su camino será pisoteado, y siempre encontrará
una justificación. El reto del evangelio no es ver la maldad en los
otros sino de estar dispuestos a verla en nosotros mismos.

ANÁLISIS
I. Dios juzga a los violentos.
La violencia es el uso intencional de la fuerza o el poder físico,
efectivamente o como amenaza, contra uno mismo u otros,
que cause o tenga probabilidades de causar lesiones, daño
psicológico, trastornos del desarrollo, privaciones o muerte.
1. La violencia es fruto de la caída del ser humano. Se argu-
menta que la violencia es natural en la biología y, por tanto,
inevitable, pero observamos que no es natural a la creación,
aparece como una expresión de fracaso en la convivencia,
por ambición desmedida por los bienes, sean materiales,
afectivos o religiosos, considere Génesis 6:5 ¿Le duele a
Dios lo que ve en la humanidad? ¿Cuál era la forma en la
que esperaba que fuese la convivencia entre nosotros?
2. La ira de Dios vendrá sobre quienes destruyen la vida de
la Tierra. Lea Apocalipsis 11:16-18 ¿Qué le dice esta visión
al profeta? ¿Quedará impune para siempre la maldad que
cometemos?
3. La esperanza de los que sufren violencia está en el poder
y la rectitud del Señor, vea Salmo 55:18-22, ¿por qué dirá
que la violencia es una violación del pacto? ¿La violencia
son sólo las agresiones físicas?

14 LECCIONES DE ESCUELA SABÁTICA


RESISTE LA MALDAD

II. La maldad se expresa en la violencia que destruye


1. La violencia tiene su origen en los conflictos internos del
corazón humano Santiago 3:13-18; 4:1 (Entre otros: el amor
a la muerte y un amor a sí mismo excesivo). Dios no justifica
la violencia, más bien, la reprueba. Dios escucha el grito
de la sangre derramada, Génesis 4:3-10. Considere lo que
muestra Proverbios 6:34; 27:4 ¿De dónde procede la ira de
las personas? ¿A qué conduce la ira? Proverbios 16:14.
2. La violencia destruye a quien la sufre y a quien la ejerce,
Proverbios 19:19. La existencia tiene una relación de causa
y efecto, ¿Qué pasa a quien siembra ira? Job 4:8; Prover-
bios 22:8; 26:17; 30:33. El violento busca su propia muerte,
Proverbios 28:17.



III. Cristo enseña a renunciar a la violencia
1. La fe cristiana establece que las relaciones deben ser guiadas
por amor (ágape) el cual, entre otras cosas, se distingue
por los rasgos de no-violencia. El Señor triunfó sobre el
mal haciendo el bien. La firmeza que mostró Jesús frente
a la injusticia o la falsedad nunca fue con el fin placentero
de aniquilar a las personas sino de confrontarlos con su
realidad y llamarlos a conversión. Tanto Jesús como Pablo,
declaran cómo debe ser el carácter del creyente, vea lo
que dice Pablo en Romanos 12:14, 17 y 19. ¿Es claro el
modelo de Jesús? ¿Cumplió Jesús lo que enseñó?
2. Pablo nunca separa la enseñanza doctrinal de las normas
prácticas. Así, establece un imperativo sobre la manera de
enfrentar las relaciones difíciles, analice Romanos 12:19-21.
¿Quién está sobre todas las situaciones de la vida? ¿Por
qué no debemos responder con ira ni maldad ante las per-
sonas? Entendemos, por el capítulo completo que, Pablo
no inhibe el derecho de justicia, pero para eso existen las
autoridades públicas y el Señor mismo, lo que inhibe es el
impulso carnal de venganza o la manipulación de los demás.

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RESISTE LA MALDAD

APLICACIÓN
A. La violencia despertada por el odio racial cobra muchas víctimas
inocentes ¿Cómo podemos resistir las ideologías y acciones
de quienes están esparciendo semillas de odio en nuestro
tiempo? ¿Por qué es tan grave la violencia de género? ¿Qué
podría detener los impulsos destructivos de los grupos violen-
tos? ¿Por qué en las personas las acciones violentas son tan
seductoras?
B. Considere la frase: “El mal en este mundo lo cometen los
satisfechos, los fariseos de nuestro tiempo, los que se creen
justos y sin pecado porque no quieren sufrir la molestia de un
examen significativo de sí mismos”1 ¿Es justificable la violencia
religiosa? ¿Puede haber creyentes que justifiquen sus luchas
ideológicas pero que ejerzan en ello distintos tipos de violencia?
C. ¿Cómo se supera el mal? ¿Se debe permanecer en un am-
biente donde se sufre violencia? ¿Cómo se puede ayudar a
las víctimas de violencia doméstica? ¿Usted sabe manejar su
propia ira? ¿Se podrá prevenir la maldad de las personas?

CONCLUSIÓN
Bajo ningún argumento se puede justificar la violencia; cualquiera
que sea su manifestación es una degradación humana de la que
todos podemos ser presa, incluso en la búsqueda del bien moral,
económico o religioso si se impone por la fuerza o por medios
de manipulación, ya que somos llamados a sembrar el bien con
el bien. Si pretendemos ser una morada del Dios Santo, nuestras
conciencias deben ser examinadas con toda sinceridad a la luz
de su Palabra y renunciar al ejercicio de la violencia.


1
(Scott Peck. El mal y la mentira, EMECE, Bs As. 1988, pág. 74).

16 LECCIONES DE ESCUELA SABÁTICA

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