Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Las glándulas mamarias son glándulas accesorias especializadas de la piel. En el embrión se localizan a lo
largo de las líneas mamarias, las cuales se extienden desde la axila a la ingle, a ambos lados de la línea media
anterior. Su número y localización varía según las especies animales. En la mujer normalmente sólo se
desarrollan dos. Durante la vida intrauterina su diferenciación es similar en ambos sexos. Sin embargo, en el
macho no se desarrollan durante la vida postnatal, mientras que en la hembra se producen extensas
modificaciones estructurales en relación con la edad y estado funcional del sistema reproductor. El mayor
desarrollo de la mama femenina se alcanza hacia los 20 años de edad, su involución se produce a partir de los
40 años. Además de estas modificaciones graduales, existen variaciones en relación con el ciclo menstrual y
notables diferencias en la cantidad y estado funcional del tejido glandular durante la gestación y la lactancia.
Al principio del ciclo menstrual, las células epiteliales tienen escaso citoplasma y el lumen de los conductos es
estrecho o nulo. Más avanzado el ciclo, las células epiteliales son cúbicas o cilíndricas bajas, el lumen se hace
evidente y contiene alguna secreción. El estroma de tejido conectivo que las envuelve está muy vascularizado.
La mama humana no
posee un conducto
excretor único. Cada
lóbulo constituye una
glándula túbulo-
alveolar compuesta
independiente, cuyos
conductos primarios
se unen a otros,
formando conductos
cada vez mayores, los
cuales terminan en un
conducto galactóforo.
Cada conducto
galactóforo se abre
separadamente en el
pezón. Por
consiguiente, la mama
es en realidad un
conjunto de glándulas
mamarias
independientes (Fig. 1).
En los últimos meses de gestación, la hiperplasia del tejido glandular disminuye y el subsiguiente aumento de
tamaño mamario se debe, en gran parte, a hipertrofia de las células parenquimatosas y a una distensión de los
alvéolos por la presencia de una secreción eosinófila, rica en lacto-proteínas, relativamente pobre en lípidos,
que se conoce como calostro. Es la primera leche que sale de las mamas después del nacimiento. El calostro
tiene propiedades laxantes y además anticuerpos que proporcionan al recién nacido cierto grado de inmunidad
pasiva. Durante los primeros días que siguen al parto, el grado de infiltración del estroma de la glándula por
elementos linfoides disminuye y el calostro se convierte en una copiosa secreción de leche, rica en lípidos.
Los estrógenos estimulan el crecimiento (aumento del número de mitosis) y promueven la ramificación de los
conductos. La progesterona estimula el crecimiento de las porciones secretoras (alvéolos). Durante la gravidez
aumentan los niveles plasmáticos de estrógenos y progesterona. Ambas hormonas son producidas
inicialmente por el cuerpo amarillo y más tarde por la placenta. Existen evidencias sobre la participación de
PRL en la fase inicial de crecimiento de las glándulas mamarias, pero no para la continuación del crecimiento.
Tiroxina y somatotrofina actuarían reforzando las acciones de estrógenos y progesterona. Hacia el final de la
gestación, el aumento de los niveles plasmáticos de PRL de origen hipofisiario y la secreción de
corticoesteroides estimulan la secreción láctea en la glándula mamaria plenamente desarrollada. Para la
mantención de la lactancia es necesaria la estimulación continua por PRL. Su liberación estaría mediada, por
un reflejo neurohumoral, en el que el estímulo periódico de la succión actuaría a nivel hipotalámico,
provocando la liberación de PRL.
Involución senil de la glándula mamaria. En la vejez la glándula mamaria involuciona aún más. Los epitelios
de las partes secretoras y en parte también de los conductos se atrofian y la glándula se asemeja al estado
prepuberal, observándose sólo algunos conductos dispersos.
En la enfermedad quística crónica, muy frecuente en mujeres entre 30 y 50 años de edad, los conductos
terminales y los acinos pierden su continuidad con el resto del sistema excretor y forman quistes de tamaño
variable.