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Vivimos bajo una hipnosis cultural que nos dice que somos frágiles.
Incluso nos condicionamos a creer que las cosas simplemente nos suceden.
Hemos sido condicionados a creer que las medicinas son la respuesta a nuestra
enfermedad.
La mayoría piensa que sus cuerpos están constantemente atacados por bichos,
gérmenes, virus...
Mantener el miedo de la gente ¡Vende! Vende medicina. Vende periódicos, Incrementa los
ratings de los noticieros... estaciones de Televisión, radio, periódicos y revistas ganan
billones por la publicidad que nos condicionan en alguna manera.
No creas nada de lo que los medios te dicen. Por ejemplo, cada semana escuchas en las
noticias que esta y aquella compañía farmacéutica está a punto de descubrir una cura
para el cáncer. Sip, la cura está a la vuelta de la esquina... Esta patraña ha andado por ahí
por 50 años. Es una manipulación total.
MATANZA DE LA INOCENCIA
¿Has visto la película "Matrix"? Millones de seres humanos que PIENSAN que están
experimentando la realidad cuando de hecho viven una ilusión que ha sido "cosechada" y
explotada.
"Esta es tu última oportunidad. Después no hay vuelta atrás. Si tomas la pastilla azul la
historia termina, te despiertas en tu cama y crees que las compañías NUNCA encontrarán
la cura contra el Cáncer, SIDA, o Diabetes, etc. Miles de millones de dólares han sido
gastados para encontrar tratamientos para los SÍNTOMAS de las enfermedades. Se están
enriqueciendo con billones cada año por venderte productos de consumo para tratar
síntomas. Productos que tienes que comprar día tras día hasta el día que te mueras”
Esta ha sido la mayor decepción nunca antes infligida sobre el público americano inocente,
y está costando trillones de dólares y millones de vidas.
De hecho, mientras más saludable seas, menos dinero ganan los establecimientos
médicos y farmacéuticos.
Más aun - hoy en día la industria médica y farmacéutica está haciendo TODO lo que está
a su alcance para desacreditar 3,000 años de ciencia ancestral, hasta el punto de
cabildear a la Comisión Europea para aprobar leyes que prohíban empresas de vitaminas
y suplementos!
El distinguido economista Pazul Zane Pilzer, en su excelente libro "La próxima economía
del trillón de dólares" (www.paulznepilzer.com), expone y culpa a las compañías de
alimentos procesados y farmacéuticas por el triste estado actual de los temas relacionados
a los problemas de salud de Estados Unidos.
Esto es lo que el Sr. Pilzer dice a los delegados del rubro de marketing en el 2001:
Así que las compañías de alimentos empacados siguen la regla de "Está bien,
tenemos tantos clientes ¿Qué hacemos para que consuman más?" La industria
farmacéutica, por cierto, se valora en $1 trillón (del todo de la economía de $10
trillones).
Los actores y actrices de Hollywood saben cómo ocultar sus hábitos dietéticos
cuando promocionan compañías de alimentos... No quieren dañar su carrera. Ellos
no consumen esa chatarra, pero ¿quiénes son los patrocinadores de todos los
programas de TV que tú ves? Empresas de comida chatarra y empacada... Tienen
enorme influencia sobre las elecciones editoriales de los canales de TV.
Así que dependen de las compañías médicas/farmacéuticas para que les enseñen
nuevas cosas, les enseñan todo lo relacionado a los productos que desean vender.
Existen dos problemas principales en la medicina actual: la forma en la que los
dólares para Investigación y Desarrollo son gastados y el hecho de que se gasta el
dinero de "otras personas" cuando se trata del cuidado de la salud.
O... puedes crear un producto que trata un síntoma de la enfermedad por $1 al día
por el resto de la vida de las personas. ¿A dónde pones tu dinero? ¡Ellos no te han
contratado para ser la Madre Teresa!
Los sistemas de Seguros de Salud se están viniendo abajo. Hoy en día las
personas trabajan de 4 a 5 años en una empresa. A tu compañía le interesa
mantenerte productivo y saludable, pero no a largo plazo.
Algo tendrá que desmoronarse en tal sistema. La triste realidad: cuando se trata de
ir al médico para perder peso, nutrición, dejar de fumar, todo lo relacionado a "estar
bien", no está cubierto.
O quizás ya estás listo par tomar responsabilidad, vivir la verdad, y ser libre de las
enfermedades.
Deseo compartir contigo un reporte que te abrirá los ojos acerca de cómo surgió todo esto.
“La verdad acerca de las curas sin medicinas se ha suprimido. Ya sea que estas
curas sean realizadas por quiroprácticos, Naturópatas, Osteópatas, Sanadores en
Fe, Espiritistas, Herboristas, Científicos Cristianos, o Médicos que usan sus
cerebros, nunca te enteras de ellas en los grandes periódicos.”
En los 30’s, Morris A. Bealle, un prometedor editor del Times and Herald de
Washington, se encontraba dirigiendo un periódico local, a donde una compañía
de electricidad compraba un gran espacio de publicidad cada semana. Esta
cuenta le quitaba un gran peso de encima a Bealle cuando le tocaba pagar sus
facturas.
Bealle relata que un día el periódico publicó la opinión de uno de sus lectores
quien afirmaba que recibía un pobre servicio por parte de la empresa de
electricidad, y fue entonces que la agencia de publicidad suspendió la campaña
de la compañía eléctrica en su periódico. Le advirtieron además que si su
periódico seguía con tal conducta cancelarían las cuentas publicitarias del gas y
del teléfono.
Aunque “La historia de la medicina” es uno de los libros más importantes que se
publicaron en temas de salud y política en los Estados Unidos, nunca ha sido
admitida en las grandes librerías y tampoco ha sido revisada por ninguna editorial
limitando su venta únicamente a través de correo. Sin embargo, cuando la leímos
por primera vez, en los 70’s, se encontraba en su 33ª edición bajo la firma Biworld
Publishers, Orem, Utah.
Todo ello ocurrió en los años en los que la Oficina General de la Armada y el Buró
de Medicina y Cirugía actuaban no solo como promotores de las empresas
farmacéuticas sino que forzaban a todos los soldados americanos a inyectarse
medicamentos hasta llegar a los 200 millones de “pinchazos”. No es de extrañar,
reporta Bealle, que las Rockefeller, y sus aliados en la Administración de
Medicamentos y Alimentos (FDA), el Servicio Público de Salud de Estados
Unidos, la Comisión Federal de Comercio, los Cuerpos Médicos de la Armada, la
Oficina de Medicina de la Marina, y los miles de oficiales a lo largo del país,
juntaran fuerzas para retirar del mercado a cualquier forma de terapia que
redujera el consumo de medicamentos.
“El último reporte anual de la Fundación Rockefeller”, reportó Bealle, “lista todos
los obsequios que han entregado a colegas y agencias públicas en los pasados
44 años que totalizan alrededor de medio billón de dólares. Estos colegas, por
supuesto, enseñan a sus estudiantes todo el credo de la medicina que las casas
farmacéuticas Rockefeller quieren que enseñen. De otro modo ya no habrían más
regalos como sucede para aquellas 30 instituciones en los Estados Unidos que no
utilizan terapias basadas en medicamentos.
Y mientras “regalaban” esas grandes sumas a colegas que les hacían más
propaganda, los intereses de los Rockefeller subían a niveles impresionantes.
Bealle demuestra que a lo largo de 30 años los intereses de los Rockefeller
habían formado un imperio nunca antes imaginado por la mente humana. La
industria petrolera, desde luego, es la base de todo este imperio. La historia del
Viejo Jonh D. es muy conocida pero convenientemente ignorada. La piedra en la
que se fundó esta industria mamut fue el Banco Nacional, ahora conocido como
Banco de Manhattan.
El hecho de que la mayoría de sus 12,000 productos son dañinos para la salud no
le interesa al Trust de los Medicamentos… La Fundación Rockefeller fue
configurada en 1904 y se llamó Fondo General de Educación y gracias al dinero
Rockefeller ingresó a papeles legislativos de Nueva York.
Era por tanto muy fácil para el Trust Rockefeller persuadir al Editor de Ciencia de
la Asociación de Prensa adoptar una política en la cual no permitiera ninguna
noticia médica que no fuera aprobada por algún “experto” del Trust de
medicamentos, y este no aprobará ninguna noticia que pueda perjudicar las
ventas de medicinas.
[…]
Los colegas médicos eran instruidos que si deseaban obtener los fondos de los
Rockefeller más les valía convencer a los más de 500 millones de chinos para que
arrojaran a las alcantarillas los seguros, útiles y baratísimos remedios naturales de
sus médicos descalzos, que los recetaban tras siglos de pruebas, a favor de los
“milagros” carcinógenos y caros Hechos en USA, que debían ser constantemente
reemplazados por nuevos, cuando los fatales efectos colaterales ya no podían ser
escondidos; y si ellos no podían “demostrar” a través de experimentos animales a
gran escale la efectividad de su ancestral acupuntura, esta no podía ser
reconocida de tener ningún “valor científico”. Su milenaria efectividad en los seres
humanos no le interesaba a los estándares Occidentales.
[…]