Durante muchos años, los seres humanos se basaron en elementos
conocidos para hacer mediciones. Los más comunes fueron parte del cuerpo humano. El pie, la yarda, el palmo y la pulgada, que son partes del cuerpo. Este sistema sirvió durante bastante tiempo, pero, como no hay dos personas que sean exactamente iguales, estos valores y las mediciones variaron. La primera norma de referencia para medición conocida fue el codo real egipcio. Por vez primera los humanos tuvieron un modelo exacto para sus mediciones. Después hubo el codo olímpico griego, el pie olímpico griego, el pie romano y el pie anglosajón.
Los sistemas más raros de medición coexistían hasta la Revolución
Francesa, allá por el año 1789. En esta época de tumulto y grandes cambios, los franceses, enardecidos por su afán de cambiar y ordenar el mundo, decidieron que tenían que fundar un sistema de mediciones racional y único que fuera superior a todos los demás.