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ARTÍCULOS

Pensar la educación física

Alixon Reyes 1
Cristóbal Reyes 2
Arli Reyes 3

Repensar la educación física es una tarea ineludible dados los tiempos que corren,
y más aún cuando esta es pensada desde la particularidad de la formación docente. Así,
no puede ser desagregada de premisas fundamentales como la generación de conoci­
miento, la conformación valórica de la personalidad y el carácter, la construcción de
identidades, la consolidación de la motricidad humana, y la correspondiente formación
cultural. De esta manera, la epistemología y la praxiología como campos que se asu­
men hermanos dan paso a una posibilidad para comprender la educación física desde
una perspectiva integral en función del ser a quien pretende formar.

Educación - Educación física - Epistemología - Motricidad - Formación

To rethink the physical education is an unavoidable task given the times that
run, and even more when it is thought from the particularity o f the educational
formation. Physical education cannot be considered apart from fundamental premisses
o f premises like the generation o f knowledge, the conformation o f values in the

1 Doctor en Educación. Magíster en Educación Superior. Magíster en Enseñanza de la Educación Física.


Profesor de Educación Física, Deporte y Recreación. C oordinador de Núcleo de Investigación en
Pedagogía del Movimiento de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador. Maturín, República
Bolivariana de Venezuela. E-mail: alixdavid79@ gm ail.com .
2 Profesor de Educación Física. Docente del Complejo Educativo Nacional Negra Matea. Maturín, Repú­
blica Bolivariana de Venezuela. E-mail: cristobal1984_3@ hotm ail.com .
3 Profesora de Lengua y Literatura. Docente de Unidad Educativa Colegio Adventista "Dr. Braulio Pérez
Marcio". Maturín, República Bolivariana de Venezuela. E-mail: profarli@ hotm ail.com .

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Pensar la educación física

personality and the character, the construction of identities, the consolidation of human
mobility, and the corresponding cultural formation. Through epistemology and
praxology, both fields closely related, physical education is understood from an inte­
gral perspective depending on the individual who is to be educated.

Education - Physical education - Epistemology - Motor skills - Formation

Introducción

Así como Francis Fukuyama procla­ zudo de la educación, en aras de en­


mó hace apenas algunos años (1992) contrar posibilidades de mejorar las con­
el fin de la historia; también se escu­ diciones de vida de las personas en
chan voces, rumores proclamadores del todo el mundo, flaco esfuerzo se haría
fin del discurso sobre la educación físi­ entonces desde la educación física, si
ca. Y es que, como diría algún colega d ejáse m os de p re g u n ta rn o s por la
en discusión, hay quienes creen que vida, si dejásemos de preguntarnos por
"ya Cagigal y Parlebas dijeron todo lo las personas con quienes se aspira a
que tenía que decirse en educación fí­ desarrollar una propuesta formativa en
sica". Es probable que muchos otros colectivo (niños, niñas, adolescentes,
piensen de esta manera en atención a adultos, personas de la tercera edad,
una vieja y estéril lucha en este campo personas en edad vulnerable, entre
del saber (teoría vs. práctica). Obvia­ otras poblaciones). Mal haríamos si de­
mente, se trata de la m anifestación jásemos de preguntarnos por la forma­
específica de un dualismo anacrónico ción integral y la elevación de la condi­
que, es, a su vez, persistente (Missoum, ción humana (el propósito superior de
1987). Al mismo tiempo, es probable la educación), por la escuela (y también
por todo aquello que no sea escuela,
que en medio de tan fatídica expresión
pero que de seguro sea un ambiente
(forma de pensar) esté encubierta una
de aprendizaje), por la misma idea de
muy desafortunada idea de la educa­
educación, y por la pluridimensionali-
ción física, de su origen, de su evolu­
dad de la educación física. En ese con­
ción y de la factibilidad en lo que con­
texto, pensar la educación física se ins­
cierne a su consolidación disciplinar, de
cribe como un proyecto de carácter in­
su presente, y aún más, de sus pers­
eludible en tanto se trata de premisas
pectivas futuras.
que se configuran partiendo del reco­
En momentos en los que se hacen nocimiento de los derechos humanos
esfuerzos importantes para un estudio universales, de los derechos sociales,
mucho más profundo, serio y concien­ de los mismos derechos políticos de las

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personas. Y, al tratarse de derechos Pensar la educación física se con­


políticos, nos referimos al tema de la vierte entonces en una urgencia, en
justicia social, porque la educación es - una necesidad sentida (además de ser
junto con la salud, la seguridad, la jus­ -como hemos dicho con anterioridad- un
ticia, el empleo, entre otros-, elemen­ proyecto de carácter ineludible), y en
tos fundamentales de la vida nacional una posibilidad emergente para el de­
en la que, las políticas públicas, juegan sarrollo de nuevas alternativas educa­
un papel primordial en el marco de la tivas orientadas hacia la trascendencia
idea del Estado de derecho y de la ga­ de una disciplina que, sabemos, puede
rantía de justicia social en un país. En­ consolidarse, atestiguar y testim oniar
tonces, pensar la educación física no es un alcance superior al que tradicional­
poca cosa, y tal situación no debería ser mente le hemos asignado desde las
banalizada desde la esfera de la com­ pedestres restricciones normativas.
placencia académica en tanto se evi­
dencia un agotamiento del discurso.
Desarrollo
Sin ánimos de caer en un ejercicio
retórico, se hace necesario resaltar el Tal y como sostienen por un lado,
carácter dinámico y transformacional de G racia (20 07 ), por otro lado, Ríos
la educación, no solo con respecto al (2005), y por otro lado Zamora (2009),
sujeto de la educación, sino también de partida es destacable el uso de va­
con respecto a sí misma. Y ello es así riadas expresiones que conviven des­
en tanto la sociedad y la dinámica mun­ de hace muchos años con la expresión
dial, la ciencia y la tecnología, las for­ educación física, y que intentan válida­
mas de organización, los procesos y los mente delimitar el objeto de estudio de
movimientos sociales, culturales y ge­ la disciplina, expresiones tales como:
neracionales, los constantes cambios cultura física, cultura corporal, expresión
económicos y políticos producidos en corporal, cultura del movimiento, edu­
to d a s las e s fe ra s , los fe n ó m e n o s cación corporal, ciencias del deporte,
geológicos y geográficos ocurrentes a educación dep ortiva, pedagogía del
diario, el crecimiento poblacional y la deporte, ciencias de los ejercicios físi­
densidad poblacional avanzan sin re­ cos y corporales, fisiografía, gimnología,
troceder un ápice. Es decir, la vida avan­ fisiopedagogía, educación psicocinética,
za, continúa; y la historia se hace en la antropocinética, homocinética, educa­
cotidianidad misma. La educación inten­ ción por el movimiento, educación mo­
ta interpretar y reinterpretar todo esto, triz, psicomotricidad, pedagogía de la
comprender al hombre en tales contex­ actividad física y el deporte, estudio de
tos, a la realidad, al mundo, todo ello a la performance, ciencia de la actividad
fin de formar al nuevo hombre, justo en motórica, educación física y deportiva,
esa vorágine social vivida y puesta en kinantropopedagogía, ciencias de la
perspectiva. Si todo esto es suscepti­ motricidad humana, ciencias del movi­
ble de ser pensado y asumido desde la miento humano, praxiología, al fin, tér­
educación, ¿qué más podemos decir de minos que son usados para definir un
la educación física, y desde esta? campo del saber que ha sido conocido

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Pensar la educación física

como educación física desde mediados N attk am p er, A m a v e t, S u a u d e a u ,


del siglo XVII, muy a pesar e indistinta­ Salzman, Cagigal, Pedraz, Dumazedier,
mente de que algunas de estas con­ Huizinga, Seybold, Altreek, Missoum,
cepciones sean abarcantes o insuficien­ Blázquez, Sanz, Bernett, Fetz, Parlebas,
tes (Reyes, 2012). De acuerdo con Tocqueville, Cecchini, Hegedus, etc.
Zamora (2009), no sería novedosa tal
Cagigal (1986 citado por Zamora,
situación para esta incipiente discipli­
2009, p. 32), en torno a tal discusión,
na pedagógica. Así, sostiene que
agrega que
ha sido muy frecuente en el reco­
a pesar de los diferentes avata-
rrer de la educación física afrontar
res e intentos de otorgar otra de­
el d e s a fío de una d iv e rs id a d
nominación el término educación fí­
terminológica, la que muchas ve­
sica se ha consolidado de forma
ces ha llevado a generar mayor
casi universal. Esto quiere decir
ambigüedad en la significación de
que la actividad que genera y por
sus conceptos. La misma denomi­
la que se le asigna el nombre está
nación de "educación física", es
básicamente imbricada en el mun­
motivo de debate actual, en la que
do pedagógico.
algunos propugnan su sustitución.
(p. 20) La expresión educación física se con­
figura entonces como un concepto nue­
Ahora bien, es necesario recordar
que la expresión educación física fue vo si se toma en cuenta su escucha e
utilizado en primera ocasión por el em­ incipiente uso en el siglo XVII como el
pirista inglés John Locke, en Inglaterra, antecedente más antiguo. Si nos ubi­
en el siglo XVII, y que fue documenta­ camos en el plano gramatical, compren­
do en primera ocasión por J. Ballersexd, deremos que está elaborada y construi­
en Francia, en el siglo XVIII. Ballersexd da sobre la base de un sustantivo al
fue un médico suizo que en 1792 em­ que se le ha agregado un adjetivo, el
pleó la e x p re s ió n en su obra cual aparentemente establece el carác­
Díssertation sur l ' éducation psysique des ter de la disciplina. Siendo así, para
enfants depuis leur naissance ju s q u 'á Gracia (2007), esta adjetivación deter­
¡age de leer puberté (citado por Martin, minaría, de alguna manera, que la na­
1999). Desde entonces hasta la fecha, turaleza de la educación física tiene o
esta expresión ha sido abordada des­ tendrá cierto carácter físico. Probable­
de diversos escenarios, situados en la mente (y no generalizam os), eso ha
p la ta fo rm a de la p o lis e m ia y la sido caldo de cultivo para que se pien­
contextualidad historiográfica. En ese se en una educación física que, aunque
c o n te x to hem os de re c o n o c e r en teoría apostaría por el desarrollo de
asertivamente el legado de ilustres per­ un proceso formativo, a la verdad, pien­
so n a je s com o R ou sseau , C om enio, sa en él como un espécimen retórico
M e rc u r ia lis , M u th s, Lin g, Jah n , (necesario para los gestores y adminis­
M o n ta ig n e , A m o ró s , B ased o w , tradores de la educación). Así -y por lo
Natchegal, Arnold, Coubertin, Zemmer, menos eso sucede en Venezuela-, a la
Diem, Selviller, Spencer, Gruppe, Grell, educación física (y a sus gestores) se

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le reprocha un sesgado caminar hacia Visto el caso, el adjetivo "física" in­


el deportivismo, esto es, hacia una pre­ dicaría de alguna manera el punto de
ponderancia del elem ento y el gesto partida y arranque, incluyendo en sí
técnico-deportivo como fin supremo; y/ mismo la posibilidad vehicular, es decir,
o hacia una linealidad unívoca de la dis­ el medio "para...", el "canal conductivo
ciplina educativa como plataforma para para..."; pero no indica de manera al­
el desarrollo físico, como herramienta guna que sería, al mismo tiempo, el
para la configuración de patrones téc­ centro y el fin de la acción pedagógica.
nicos del deporte, como estrategia para Es decir, lo que podría estar indicando
el disfrute de lo que una importante la predisposición terminológica es que
cantidad de especialistas y teóricos lla­ esta disciplina parte del cuerpo y el mo­
man tiempo libre, entre otras cosas. El vimiento (de lo físico) para desarrollar
uso y el sentido retórico de la expre­ una idea terminal de educación que tie­
sión vienen dados por la incoherencia ne como ideario, como fin, como propó­
práxica que se evidencia en el campo sito último, el desarrollo integral del ser
formativo de la educación física. humano. Y en tanto es así, conviene ha­
Se piensa que quizás esto tenga cernos eco de René Suaudeau (1951),
mucho que ver con problemas de con­ quien a pesar de escribir en tiempos de
cepción de la educación física, con la fal­ la Segunda Guerra Mundial, ya soste­
ta de identidad disciplinar, quizá con una nía ideas de avanzada que permitían
comentada debilidad institucional y/o avizorar una concepción sólida de la
poca fortaleza investigacional; pero, educación física como disciplina peda­
definitivamente sucede que, en muchas gógica. De acuerdo con Suaudeau, nin­
ocasiones (no pocas), quienes materia­ gún aspecto de las posibilidades de la
lizan las posibilidades de la educación educación física debe ser descuidado.
física en las clases y en los ambientes
De allí que la sola implicación del
de aprendizaje, han terminado por con­
fundir abruptamente una cosa (educa­ desarrollo de las posibilidades de mo­
ción física) con otra (deporte), o con la vimiento como fundamento de la edu­
otra (recreación), en tanto las líneas cación física signifique limitarla arbitra­
que las contextualizan se han hecho riamente. Es decir, si es "educación" es
cada vez más difusas. En ese sentido, porque tiene que ver con algo m á s .
y a pesar de tal situación, es posible ¿Con la motricidad humana, tal vez?,
hallar otra posibilidad para pensar la por supuesto, pero también con algo
educación física. Podemos pensar la más. No se trata entonces solo del mo­
educación física desde el estudio y aná­ vimiento, sino que parte de ello se con­
lisis semántico. Siendo así, lo más im­ vierte en la posibilidad conductiva para
portante que se intenta decir desde la el desarrollo de algo más. Y si tiene que
estructura léxica y el análisis semántico ver con algo más, es porque se vincula
es que, antes de ser física, la educación con algo que no es solo el elemento fí­
física es educación. Y si es prioritaria­ sico, sino que comporta otra dimensión
mente educación, entonces, tiene que de la humanidad. Estamos hablando de
ver con todo lo que comporta y confor­ aquello que Hannah Arendt (2003) de­
ma a un ser humano en su integralidad. nomina la condición humana. Y es que,

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la condición humana no se disocia de todos utilizados; las ciencias y las


la integralidad humana (de allí se des­ teorías que le prestan su apoyo;
prende la formación integral como fin los diferentes campos de interven­
último de la educación), sino que pasa ción pedagógica; los principios fi­
a ser el propósito último de la educa­ losóficos, antropológicos, axiológi-
ción, y por ello, lo es también de la edu­ cos, que la fundamentan, etc.
cación física.
No obstante, la confusión no solo
El análisis lingüístico de la expre­ abarca lo conceptual y lo teórico, sino
sión educación física nos impone la revi­ que como resultado de ello, la práctica
sión de los antecedentes que se tie ­ educativa también se ve implicada. Es
nen sobre el significado actual de la decir, allí están implicadas tanto la teo­
babel terminológica (préstamo lingüís­ ría como la práctica. Por ello es impor­
tico suscrito originalmente por Cagigal, tante definir en todo caso la teleología
1979) en la que está enredada la ex­ educativa para saber hacia dónde nos
presión que da nombre a esta discipli­ dirigimos, y ello tiene que ver con las
na. Hablamos de la existencia de una creencias disciplinares que finalmente
b a b e l p o rq u e esa c a ra c te r ís tic a asumimos y terminalmente practicamos.
polisémica de la expresión educación fí­
sica ha sido caldo de cultivo para la con­ La expresión educación física ha pre­
fusión en cuanto a su concepción. En­ valecido -sobre todos los demás térmi­
tendemos que la abultada diferencia­ nos que con ella conviven- porque, en
ción en cuanto a la apreciación de la primer lugar, es la que tiene mayor tra­
disciplina y la evolución conceptual de dición histórica (a pesar de su novedad
la disciplina tienen mucho que ver con o juventud disciplinar), y, en segundo
los antecedentes históricos y con el lugar, porque la idea educativa se en­
devenir del tiempo, con el contexto so­ cuentra abonada por p en sam ientos
cial, con las teorías, los supuestos y las orientados hacia un desarrollo integral
ideas de educación en las distintas épo­ partiendo de la physis, y ello en clara
cas. Tocqueville (1999, p. 66) sostiene alusión al pensam iento de la paideia
que "la falta de unidad de criterios en griega. Pero, aunque pareciera que es­
la terminología supone un serio obstá­ tamos casados con la expresión educa­
culo para la educación física". Cecchini ción física y su concepción, aunque pa­
(1996 citado en Ríos 2005, p. 81) sos­ rece que sabemos a qué nos referimos
tiene que cuando hablamos de educación física,
realmente lo que queda en evidencia
Educación Física es una expresión es que una cosa es la que se dice y
no unívocam ente entendida [...] otra la que se hace.
que ha evolucionado de una ma­
nera im portante en los últim os Pongamos un ejemplo para ser más
años. Una lexia con significados claros en torno a esto que se viene di­
muy distintos en función de: el ciendo. Existe una cantidad importan­
momento histórico en el que se te de autores que están de acuerdo con
desarrolla; la tradición y el contex­ la idea de que el juego tiene que ver
to cultural; las escuelas y los mé­ con una manifestación lúdica que a su

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vez presenta tres características defi- juego, el que funda su relación lúdica,
nitorias: libertad, espontaneidad y vo­ es la libertad". Peralta (2008, p. 54) se
luntariedad. Schmitt (1991, p. 367) sos­ suma al coro de voces que protestan
tiene que en contra de la normalización del jue­
go como experiencia lúdica libertaria,
al querer normalizar el juego de los
cuando sostiene que "a medida que los
niños, se corre el riesgo de traicio­
niños acceden a los niveles de educa­
nar el potencial de creatividad que
ción superior llevan varios estigmas,
supone y desarrolla, esterilizar la
aquellos a los cuales les quitaron el jue­
aventura... Los adultos están siem­
go autodeterm inado para 'enseñarlos
pre tentados a aprovechar ciertas
a jugar'". Mercado (2009, p. 81) dice
disposiciones de la infancia para
que "el juego se articula libremente, es
m otivar artificialm en te acciones
decir, que no es dirigido desde afuera".
conforme a los fines que se han
Y Carnevale (2011, p. 5) confirma que
fijado. En esta recuperación, la ac­
tividad, privada de lo que le era no es acaso una incoherencia en­
esencial, no guarda ya más que la tre el discurso y la práctica escu­
apariencia equívoca de su origen. char de los profesores decir: en mi
clase los alumnos aprenden a tra­
Huizinga (2000, p. 20) asoma una
vés del juego, a mis alumnos les
consideración contundente cuando afir­
encanta los juegos que "yo" les
ma que "el juego por mandato no es
doy en clase, entre otras expre­
juego, todo lo más una réplica, por en­
siones que se escuchan por d o ­
cargo, de un juego". Dinello, Jiménez y quier en boca de los profesores.
Motta (2001, p. 186), al respecto, sos­
tienen que Nótese que -independientem ente
de que se pueda estar o no de acuer­
el juego conduce en forma natural,
do con esas teorías o con algunos ele­
espontánea y libertaria a la expe­
mentos de tales teorías acerca del jue­
riencia cultural; observar estas
go como fenómeno social- esos auto­
prácticas en su espacio natural nos
res y sus textos son usados regular­
permitirá comprender el juego en
mente en las clases y asignaturas en
forma diferente a que cuando tene­
mos puestas las gafas didácticas de universidades formadoras de docentes.
nuestros dominios experienciales Así sucede en la Universidad Pedagó­
que solo buscan didactizar o utili­ gica Experimental Libertador, institución
zar el juego, sin comprender que en la que los autores de este trabajo
hemos sido formados y desde la cual
estas prácticas culturales deben de
suscribimos este trabajo. Posteriormen­
estar desprovistas de toda preocu­
te, en las asignaturas correspondien­
pación funcional.
tes a la formación pedagógica (Planifi­
Yonnet (2005, p. 58) afirma que "no cación de los Aprendizajes -¿cómo pue­
hay juego que sea obligatorio y que no de entenderse un planteam iento tan
pierda inm ediatamente su naturaleza anacoluto como el que enuncia esa
de juego: el primer carácter formal del asignatura?-) y en asignaturas de las


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fases profesionales (Fase de Ensayo puesto la idea, no de juego, sino de


Didáctico, Fase de IDA), los estudian­ forma de ejercitación lúdica; mientras
tes y los profesores se ven implicados que Inés Moreno (2005) propone la idea
en cuestiones como: profesores que de situación lúdica; Emiliozzi, Galak y
asignan tareas a sus estudiantes, quie­ Viñés (2009) plantean que las y los es­
nes a su vez deben planificar una clase tudiantes jueguen sus propios juegos,
de Educación Física, y concluir en la generados por sí mismos en colectivo;
fase final de esta con un asunto al que ideas estas que se aproximan mucho más
ellos denominan "juego". Si en las dis­ a eso que sucede en el momento peda­
cusiones que los estudiantes y los pro­ gógico en la clase de educación física. El
fesores tienen en clases (de asignatu­ juego tiene que ver con otra cosa.
ras como Fundamentos Teóricos de la
Educación Física, el Deporte y la Recrea­
ción, Recreación, etc.) llegan a com ­ E p is te m o lo g ía , p r a x io lo g ía y
prender que el juego es libre, espon­ pluridimensionalidad de la educa­
táneo y voluntario, nos preguntamos ción física
¿cómo es posible entonces el que, en
Tal com o señala Reyes (2014),
asignaturas que atienden la didáctica
T a d e u sz K o ta rb in k i, en su lib ro
de la educación física, deba ser obliga­
Praxeología: Una introducción a las cien­
torio planificar ese asunto al que deno­
minan "juego"? ¿Es que acaso no se cias de la acción eficiente (1965), empleó
genera allí una contradicción entre teo­ la palabra praxiología para definir la
ría y práctica? Y el problema radica en ciencia de la acción eficaz, es decir, una
que, así como sucede con este ejemplo, práctica fundamentada en los elemen­
existen muchas otras situaciones simi­ tos de la razón, y una razón que se
lares generadoras de divorcios práxicos. reconfigura progresivamente con aque­
llos elementos transformadores y revo­
Al parecer, tanto en el ejercicio do­ lucionarios de la práctica. Sin existir un
cente como en las prácticas escolares orden o una relación de prelación en­
en la universidad, no tenemos claridad tre la razón y la práctica, es evidente
respecto a la praxiología de la educa­ que existe entre ellos un diálogo armó­
ción física. Y ello porque abordamos el nico revitalizador de la acción humana,
constructo teórico con sendos distan- a pesar incluso de que existe no poca
ciamientos en referencia a la práctica; literatura especializada que las perci­
es decir, pareciera ser que los profe­ ben como contrapartes dicotómicas y
sionales de la educación física no po­ para nada aproximadas.
dríamos hablar con propiedad de una
praxiología en la educación física en la Pierre Parlebas (2001) y Jean Jac­
universidad; así, teoría y práctica cami­ ques Tocqueville (1999) -cada cual en
nan cada cual por su brocal, y por su­ un contexto temporal y espacial espe­
puesto, como es de esperarse, la in­ cífico- emplearon el término praxiología
versión realizada en la formación do­ para referirse a una disciplina que con­
cente no queda justificada a juzgar por sidera la praxis como el clímax del ac­
los resultados. En el caso específico cionar humano. Víctor Guédez (1987) ha
mencionado, Seybold (1976) ha pro­ hecho mención al término praxis en alu­

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sión a la armonía posible y deseable de las coordenadas de las dimensiones


entre la teoría y la práctica; Reyes humanas; y como al formar se forma al
(2014) lo considera como el puntal cla­ ser humano, pues, la educación tendrá
ve de la coherencia entre el ser, el pen­ como propósito el desarrollo de las fa­
sar y el hacer, tríada que convoca a la cultades humanas en su máxima expre­
plenitud en la transformación de la rea­ sión. Como ya se mencionó, se trata de
lidad desde la gestación y construcción un alto contenido antropológico de la
permanente, reflexiva, responsable, crí­ educación en su comprensión del ser
tica y participativa del conocimiento. Así, humano. De esta forma, la educación
es muy probable que exista entre ellas física propende al desarrollo de todas
-teoría y práctica- una relación de con­ las dimensiones de la humanidad, y en
tigüidad, esto es, una relación dialógica esto queremos enmarcar precisam en­
en la que se entrelazan aproxim acio­ te las siguientes:
nes y acercamientos, encuentros, pero
- Desarrollo del pensamiento.
también tensiones, paradojas, desen­
cuentros, etc. Ello habla de posibilida­ - Movimiento (sociomotricidad, desde
des efervescentes y constantes para la el planteamiento de Parlebas, 2001).
transformación. Y para lograr la pleni­
- Desarrollo de la ludicidad (Emiliozzi
tud en la transformación de la realidad
et al., 2009).
es imperativa la multidimensionalidad y el
reconocimiento que unos elementos ha­ - Corporeidad.
gan de los otros como coadyuvadores. - Desarrollo de aptitudes, habilidades
Ahora bien, si pensamos la episte­ y destrezas.
mología como la teoría del conocimien­ - G eneración autónom a del co n o ci­
to (Hessen, 1981), la praxiología viene miento.
entonces a compaginarse con aquella
- Espiritualidad.
en tanto se enraiza en la relación dia­
léctica de la teoría y la práctica. Vale - Conciencia ecológica.
decir que no hay ningún tipo de saber - Conciencia crítica y reflexiva.
que deje de pasar por las experiencias
- Cultura, paz y valores.
y los saberes corporales, entendiendo
acá el cuerpo desde la persp ectiva - Identidad, ciudadanía y globalidad.
merleupontiana -no tenemos un cuer­ - Desarrollo del pensamiento lógico.
po, sino que somos cuerpo (Merleau-
Ponty, 2009)- y que desde las posibili­ - Trabajo liberador.
dades y situaciones motrices se mani­ - Condición humana.
fiesta. En tal sentido, valorar la educa­
ción física en su carácter integral nos Ahora, más allá de todo lo plantea­
conduce a pensarla en varias dimensio­ do, es importante comprender que se­
nes, esto es, pensarla con un telos ría infructuoso pensar en dos cosas:
visualizado en las múltiples posibilida­
- Que el problema de la praxiología de
des humanas de desarrollo.
la educación física se reduce, se ori­
Al pensar la pluridim ensionalidad gina y se resuelve en/con los aspec­
de la educación física lo hacemos des­ tos formales del lenguaje, en/con los


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elementos de la semántica y de la mordial (lo físico), al igual que lo harían


semiótica, incluso más allá de que otros campos del saber (en sus respec­
s u rja n p a ra d o ja s y c o n fu s io n e s tivos contextos). Y como en esas an­
lingüísticas que terminan de tradu­ damos, esto es, pensando la particula­
cirse en desequilibrios conceptuales; ridad curricular, tendríamos que pensar
- que el problema se traduce en el aho- también en otros campos del saber: his­
gamiento de la teoría por la práctica toria, geografía, matemáticas, idiomas,
o viceversa, incluso, pensar en que ciencias, entre otros no menos impor­
una de ambas cosas debe prelar so­ tantes. Cada uno de ellos, desde su
bre la otra. condición particular, tributa al propósi­
to de la educación, y no mira hacia in­
Aunado a todo lo anterior tenemos
tereses particulares, porque de lo que
que los roles incomprendidos, las con­
realmente se trata es de potenciar la
cepciones utilitarias y pragmáticas de
integralidad del ser humano.
la actividad física, la inclinación hacia el
deporte, la juventud disciplinar, e inclu­ Sería absurdo pensar que un pro­
so la no participación o la escasísima fesor de Educación Física que atiende
participación de los profesionales de la a 38 o quizás 40 estudiantes en una
educación física en debates y reflexio­ escuela termine creyendo que debe for­
nes paradigmáticas junto al resto de las marlos pesando en la mayor cantidad
disciplinas científico-pedagógicas para de deportistas posibles. Si cada uno de
su construcción, reconstrucción y/o re­ los profesores de los respectivos cam­
novación filosófica (Fridman, 1998) han pos del saber hiciera lo mismo, enton­
gestado el surgimiento de idearios ex­ ces tendríamos un serio problema; y ello
traviados del escenario pedagógico. Así,
porque el profesor de Historia querría
notamos que el lema olímpico entra a
formar y graduar en el mismo grupo de
un espacio al que no debería entrar, es
atención entre 38 y 40 historiadores;
decir, a la escuela, a la clase de la ac­
el profesor de Matemáticas intentaría
tual Educación Física. Se confunde de
entonces graduar matemáticos puros,
esta manera el propósito del deporte y
el de Biología querría graduar biólogos,
el propósito de la educación física y tan­
el de Literatura aspiraría a graduar crí­
to el maestro como -por supuesto- el
ticos literarios, y así sucesivamente. Ese
niño terminan pensando en instrucción
sería, obviamente, un craso error para
a través del deporte cuando deberían
la educación, y un gran daño para quie­
estar pensando en la formación a tra­
nes podrían ser susceptibles de tal ex­
vés de la clase de Educación Física.
perimento.
La educación física, vista desde la
particularidad curricular, es asumida Jacques Maritain, en su obra maes­
como un campo del saber que abona y tra titulada La educación en la encruci­
tributa al propósito mismo de la educa­ jada (2008), habla de siete errores in­
ción: la elevación de la condición hu­ terpretativos de lo que es la educación.
mana desde el desarrollo y la form a­ El p rim ero de esos e rro re s, según
ción integral; solo que lo hace partien­ Maritain, es el olvido de los fines. Él lo
do desde su espacio potencialmente pri­ suscribe de la siguiente forma:

116 Diálogos Pedagógicos. Año XIV, N° 27, abril 2016. Pág. 107-129
ARTÍCULOS

El primer error es la falta o el olvido Aunque parezca trillado y retórico,


de los fines. Si los medios se de­ es muy probable que no sea agradable
sean y cultivan en virtud de su pro­ para quienes investigamos y ejercemos
pia perfección, no solo como medios la docencia desde la educación física,
que dejan de guiar hacia el fin, en­ reconocer que, a pesar de los grandes
tonces el arte pierde su sentido debates que se han generado y a pe­
práctico; su eficacia vital se susti­ sar de los aportes grandiosos de diver­
tuye por un proceso de multiplica­ sos investigadores, aún padecemos una
ción infinita, cada medio se desa­ falta de identidad disciplinar [ya denun­
rrolla y se expande a su voluntad. ciada por Cagigal (1979), y reafirmada
Esta supremacía de los medios so­ por una diversidad de autores (Reyes,
bre el fin y el consecuente colapso 2012; Valdivieso, 2007, entre otros)].
de todo serio propósito y eficacia Tal cosa ha venido causando dificulta­
real parecen ser el principal repro­ des en cuanto a los logros esperados.
che que se le puede hacer a la edu­ ¿Por qué? Pues, básicamente porque,
cación contemporánea. Los medios aunque ya se discute hasta la sacie­
no son malos. Por el contrario, nor­ dad, aún se sigue percibiendo una con­
malmente son mucho mejores que fusión epistémica en cuanto a la razón
aquellos de la vieja pedagogía. La de ser de la educación física, su objeto
desgracia es que, precisamente, de estudio y el sujeto de atención. Aún
son tan buenos que perdemos de persiste un em pastelam iento concep­
vista el fin. De aquí surge la sor­
tual entre la educación física, el depor­
prendente debilidad de la educa­
te, la actividad física, la recreación, el
ción actual, que no es otra que
juego, etc., que perjudica a la pobla­
nuestro compromiso con la perfec­
ción que viene siendo atendida desde
ción misma de nuestros medos y
estas posibilidades tan formativas como
métodos educativos y nuestro fa­
institucionalizadas. Quizá por ello mis­
llo al no poder orientarlos hacia el
mo (sin aventurar alguna otra hipóte­
fin. (pp. 19-20)
sis) se perciba la dificultad presente en
la enseñanza de la educación física y
en un elemento tan básico como lo es
Planteamientos... la planificación de las clases de Educa­
En la oportunidad que nos convo­ ción Física, entendiendo que allí se con­
ca, nos hemos propuesto pensar la edu­ creta esa confusión entre medios y fi­
c a ció n fís ic a d e sd e una v isió n nes (¿para qué planifican los docen­
pluridimensional del ser humano aten­ tes?). Y si a eso se le suma el tema de
diendo a las posibilidades que desde la formación docente en este campo del
este campo del saber se ofrecen. Y, pen­ saber, la continuidad o no de las posi­
sarla desde esa plataforma nos lleva a bilidades formativas tras el egreso, la
la interrogación por la condición de la pertinencia y la contextualización de los
identidad disciplinar de la educación fí­ saberes, la probable desconexión en­
sica, además de impulsarnos a pregun­ tre currículum y la vida real, la posible
tar por la identidad que le agencian falta de interés de algunos y/o el des­
quienes hacen vida en ella. conocimiento de las condiciones y po­


D iálogos Pedagógicos. Año XIV, N° 27, abril 2016. Pág. 107-129 117
Pensar la educación física

sibilidades psicofísicas, intelectivas y asume la intencionalidad educativa en


neurológicas de las poblaciones a aten­ instituciones y grupos sociales tan de­
der (o atendidas), pues, el problema terminantes como la familia, la escue­
será mayor. la, la comunidad, los pares, entre otros.

S u ce d e en c ie rto s e s p a cio s Podría resultar paradójico, pero su­


formativos la siguiente historia (por de­ cede que, desde los mismos espacios
más repetida): estudiantes y profeso­ de formación docente, es decir, desde
res de Educación Física que confunden la academia, se sigue confundiendo for­
el medio con el fin. Esto es, confunden mación con instrucción y adiestramien­
el deporte y la actividad física con la to, educación con capacitación y entre­
educación física. De allí que en las es­ namiento, y así podríamos cuestionar­
cuelas se hayan convertido casi que en los, pero ¿cómo hacerlo si ni siquiera la
"norma" expresiones tales como: "allí educación que ha sido secuestrada des­
viene el profesor de deporte" (refiriéndo­ de la escolarización ha provisto esa po­
se al profesor de educación física); sibilidad del pensar en el niño?, ¿cómo
"¿cuándo inicia la hora de deporte" (en hacerlo si la perspectiva sigue pendien­
referencia al horario destinado a la cla­ do de la cinta de una medalla y un lu­
se de Educación Física), o referencias a gar en el podium?
"la nota de deporte". Incluso, hay insti­
Hoy, en pleno siglo XXI, pareciera
tu cion es en las que los estudiantes
que no encontram os la fórmula para
usan uniformes específicos para la cla­
construir una idea diferente de educa­
se de Educación Física, pero estos es­
ción a partir del cuerpo y el movimien­
tán estampados con la palabra depor­
to. Confundimos deporte con educación,
te. Y lo paradójico de ello es que son
confundimos el medio con el fin, cruza­
usados en/para la clase de Educación
mos olvidadiza e involuntariamente la
Física. Claro está, eso sucede por va­
línea que separa el deporte de la edu­
rias razones, entre ellas: porque las au­
cación y nos instalamos en el primero
toridades lo imponen; porque los pro­
por el desconocimiento o por el interés
fesores de Educación Física no corrigen
-determinado por un concepto banca­
el entuerto; porque el imaginario colec­
rio expuesto por Paulo Freire en toda
tivo ya lo ha asumido así, sin que exis­
su obra- que históricam ente reposa
ta explicación o resistencia de los pro­
sobre el deporte desde principios del
fesionales del campo (que generalmen­
siglo XX con la incorporación de los Jue­
te son los principales confundidos). Es
gos Olímpicos modernos en la dinámica
más, en muchas ocasiones, estos tér­
de la sociedad mundial.
minos son usados de manera sinónima
y sustitutiva (aun entre quienes forman La invitación está hecha para que
y son formados en el espacio académi­ primeramente desde el repensar de la
co). Obviamente, estas razones tienen praxis redefinamos y resignifiquemos a
un anclaje en cuestiones de fondo tan la educación física comprendiendo a su
importantes como la concepción que te­ vez que el maestro debe saber qué ser
nemos del ser humano, de la educación humano está formando, a quién está
misma, de los fines de la educación; tie­ formando y para qué. Tanto como Gon­
nen su anclaje en la forma en que se zález (2007), creemos que la educación

118 Diálogos Pedagógicos. Año XIV, N° 27, abril 2016. Pág. 107-129
ARTÍCULOS

física ha sido interpretada bajo el sig­ ción del cuerpo; entendiendo que lo que
no del sesgo como una disciplina a la más debe interesar al maestro de edu­
cual le compete exclusivamente el as­ cación física es la formación, no la ins­
pecto físico con fines utilitarios, sepa­ trucción, no el adiestramiento, no el en­
rando y generando a su vez una esci­ trenamiento. Creemos profundamente
sión del ser humano en cuerpo-mente, en las palabras del sabio Salomón:
sin comprender que el ser es una uni­ "Todo tiene su tiempo, y todo lo que se
dad indivisible, y que no se tiene un quiere debajo del cielo tiene su hora"
cuerpo, sino que se es un cuerpo. (Eclesiastés 3:1, Santa Biblia).

Ahora, pero es que si aun quisiéra­ Cuando descuidamos lo básico y lo


mos analizar el ideario de la educación fundamental de la conducta motora in­
física particularizando contextualmente fantil atrofiamos a futuro las posibilida­
el elemento motor, tendríamos incluso des que a partir del cuerpo y el movi­
que pensar en otra cosa, esto es, una miento pueden gestarse. Así, no per­
educación física que privilegia el desa­ mitimos que se logre el desarrollo por
apresurar procesos técnicos y de ase­
rrollo de la integralidad humana por en­
guramiento de ciertas habilidades y des­
cima de la especialización (asunto que
trezas e sp ecíficas que, aunque son
sí compete a la esfera deportiva). Si hi­
adaptables, violentan abusiva y desca­
ciéramos un análisis comparado entre
radamente la maduración, y hemos de
algunos elementos que pueden conce­
recordar que la maduración implica de­
birse como lógicas binarias (que no
sarrollo y crecimiento, pero también im­
excluyentes) en lo que concierne al cuer­
plica la posibilidad de un enriquecimien­
po y el movimiento, tendríamos que lo
to motor en edades claves para que
que más debe interesar al maestro de
este se dé. Después de los procesos
Educación Física es el rendimiento mo­ mielinizantes será harto difícil -por no
tor, no el rendimiento deportivo; y esto decir imposible- consolidar estructuras
comprendiendo que el foco de acción del de movimiento especializado si antes
maestro es el desarrollo de habilidades no se produjo una maduración con ca­
y destrezas motrices básicas, antes que rácter integral. Necesario es que impli­
el desarrollo de la técnica y la táctica quemos entonces el movimiento para
deportiva; comprendiendo que en ese el logro del desarrollo y la maduración,
contexto, lo que más debe interesar al no para la tecnización deportiva, no
maestro es el desarrollo de patrones y/ para el entrenamiento físico, no para
o esquem as básicos de m ovimiento, el adiestramiento. Eso vendrá después
antes que el desarrollo de las capacida­ afortunadamente. Pensemos que si al
des y com petencias físicas con fines construir una edificación, no sentamos
utilitarios y secundarios; asumiendo que primariamente las bases (o fundacio­
bajo tales directrices, lo que más debe nes -como también le llaman los maes­
interesar al maestro de Educación Físi­ tros en albañilería en nuestro país-), di­
ca es el desarrollo de los elem entos ficultosamente podrá esta mantenerse
constitutivos de la motricidad humana firme cuando arrecien los primeros vien­
para la apropiación del cuerpo, antes tos. Así sucede con esa conformación
que el desarrollo físico para la utiliza­ básica y fundamental.

Diálogos Pedagógicos. Año XIV, N° 27, abril 2016. Pág. 107-129 119
Pensar la educación física

Acá entran en juego tres importan­ deporte de las horas de ocio y brin­
tes premisas del deporte vistas desde dar múltiples experiencias de mo­
la política pública. Me refiero a la inicia­ vimiento en el mayor número po­
ción deportiva, a la masificación depor­ sible de ám bitos deportivos. El
tiva, y al alto rendimiento. Generalmen­ deporte exige la temprana selec­
te estas premisas van juntas la una a ción de una élite, la promoción de
la otra, pero generalmente han estado talentos ya en la niñez. La Educa­
desamarradas del ideario de la educa­ ción Física presta la misma aten­
ción física, tanto en la universidad como ción a cada alumno, con el fin de
en los altos estamentos propiciadores posibilitar a cada uno el desarrollo
de las políticas públicas. Es como que óptimo de sus aptitudes. Por ra­
si no hubiese una posibilidad de articu­ zones pedagógicas tiene que re­
lación; y si realmente se aspira a po­ chazar o diferir en todo lo posible
tenciar el alto rendimiento deportivo, el modelo de performance compe­
será imposible hacerlo si la educación titiva y la clasificación de los alum­
física no forma parte de esa ecuación, nos. Junto con la temprana espe-
esto es, si no se ha desarrollado una cia liza ció n , el deporte necesita
base sólida desde la motricidad huma­ también la temprana canalización
na. Es allí donde se comprende mejor del movimiento. La Educación Físi­
la metáfora de la construcción. ca, en cambio, exige el desenvol­
vimiento individual y trata de pre­
S e y b o ld , en su obra P rin c ip io s
servar todo el tiem po posible la
didácticos de la educación física (1976),
plasticidad del movimiento... El de­
hace un llamado a los profesores de
porte tiene que cumplir su propia
Educación Física para que no confun­
ley: cada vez más rápido, más alto,
dan la gimnasia con la magnesia, a sa­
más fuerte. Mediante el equipa­
ber, la educación física con el deporte.
miento técnico del material y el tra­
Dice la autora que "el deporte como
tamiento médico el hombre enga­
ámbito sui generis no está supeditado
ña a la naturaleza y pone cada vez
a premisas pedagógicas. Se desarrolla
nuevas marcas a los lím ites del
según su propia ley de citius, altius,
rendimiento humano. La Educación
fortius, sin tener que preguntar por los
Física como institución pedagógi­
efectos formativos sobre el ser huma­
ca tiene otra misión. Hasta ahora
no" (p. 37). Además, agrega que
no ten em os m ejor form ulació n
ese deporte, sometido al cálculo para describirla que la de 'salud y
científico y a la búsqueda de pres­ naturalidad' por medio de los ejer­
tigio político, abandonó la esfera cicios físicos y el deporte. (Seybold,
de lo natural, ingenuo, elemental. 1976, pp. 37-38)
Así, el deporte y la Educación Físi­
ca se distancian cada vez más. El
deporte necesita la temprana es-
Algunas respuestas
pecialización. La Educación quiere
echar la base más amplia posible A propósito del debate que se vie­
para la elección posterior de un ne generando, hemos dispuesto algu­

120 Diálogos Pedagógicos. Año XIV, N° 27, abril 2016. Pág. 107-129
ARTÍCULOS

nas conversaciones con estudiantes y para la que se planifica y se trabaja con


profesores de la Universidad Pedagó­ la enseñanza de un fundamento técni­
gica Experimental Libertador, a fin de co como lo es el de la conducción de
constatar la relación que existe entre balón (fútbol sala) en zig-zag. La res­
las premisas de la formación, los imagi­ puesta ha sido muy parecida en sus
narios sociales, la teoría y la práctica. variadas acepciones:

Algún colega con quien conversa­ Profesor 2: "Pues, está claro que lo
mos en m edio de estos en treveros que se persigue es que el mucha­
investigativos, y, en referencia a la pla­ cho conduzca el balón en las condi­
nificación de la clase de Educación Físi­ ciones previstas sin caerse y sin lle­
ca, nos decía: varse los conos".

Profesor 1: "Obviamente, lo primero Profesor 3: "Que no pierda el control


que tomo en cuenta para planificar la del balón".
clase es lo que tengo a la disposición, Estudiante 3: "Que logre el dominio
o sea, veo cuáles son los recursos del balón".
con los que cuento. Si tengo balones
Estudiante 4: "Que logre manejar el
de baloncesto, pues, la clase será de
balón sin perder el control del mismo".
baloncesto... Pues claro, todo el ma­
terial que tengo es deportivo". Adem ás de ello, sucede que nos
encontramos con estudiantes de Edu­
Las respuestas de algunos estu ­
cación Física (y hasta profesores) que
diantes no distan mucho de ello. Y es
no distinguen entre un elemento cons­
entendible en el caso de que los estu­
titutivo de la motricidad humana y una
diantes son o han sido alumnos de los
cualidad física; o un patrón o esquema
profesores con quienes conversamos.
de movimiento y una destreza motora.
Estudiante 1: "Bueno profe, la idea Al conversar con estudiantes de Edu­
es que nosotros trabajemos con el cación Física (de la universidad en cues­
deporte para que los alumnos desa­ tión), cursantes de la asignatura Fase
rrollen los fundamentos técnicos de de Ensayo Didáctico, nos percatamos
la disciplina". de situaciones que develan fugas en la
Estudiante 2: "La Educación Física propuesta formativa de la universidad.
tiene que ver con el desarrollo físico A la proposición: "nombra un elemento
de los alumnos. Es decir, ellos de­ de la motricidad humana", los estudian­
ben hacer deporte para que se de­ tes responden:
sarrollen completamente. Por eso, el Estudiante 5: "¿El deporte?".
deporte es el centro de la Educación
Estudiante 6: "La fuerza y la poten­
Física".
cia".
Hemos preguntado incluso, a estu­ Estudiante 7: "El lanzamiento".
diantes más avanzados y a profesores
de nuestra especialidad, por el propó­ Podemos preguntar: ¿cómo abor­
sito de una clase de Educación Física dará un estudiante de estos últimos

Diálogos Pedagógicos. Año XIV, N° 27, abril 2016. Pág. 107-129 12 1


Pensar la educación física

(hasta tanto no corrija tal concepción), Un estudiante de Educación Física,


una clase de Educación Física?, ¿para haciéndose eco de tales afirmaciones,
qué planificará?, ¿en quién estará pen­ ha mantenido el rumbo de aquellos, di­
sando?, ¿cuál creerá será el propósito ciendo:
de la educación física? En las respues­
tas mencionadas se pueden percibir con­ Estudiante 8: "Uno no tiene por qué
fusiones de relevancia e importancia, saber hablar o escribir bien, o estar
dado que podría suceder que de man­ leyendo libros de filosofía de la edu­
tenerse tales confusiones, la práctica cación, sino enseñar bien los movi­
docente sea tergiversada, la planifica­ mientos y las técnicas deportivas.
ción sea contraria a los fines de la edu­ Eso es lo que importa realmente en
cación, y el daño que se haga a niños, Educación Física".
niñas y adolescentes sea irreversible.
Profesor 6: "La educación de los va­
Nos hemos encontrado con casos lores deben hacerla los padres. Cla­
en los que se percibe una pobre valo­ ro, uno como maestro intenta ayu­
ración de la educación física como dis­
dar en la escuela, pero los padres tie­
ciplina pedagógica. Tenemos casos en
nen que hacer lo más importante,
los que, tanto profesores como estu­
porque si no, a uno no le queda tiem­
diantes de Educación Física revelan la
po de enseñar lo que realmente debe
valoración que tienen. En clases, un
enseñar. No podemos pensar que el
profesor ha dicho:
maestro va a arreglar los problemas
Profesor 4: "Ese asunto de las pala­ de conducta de los jóvenes".
bras mal escritas y los errores orto­
gráficos no es problema mío. Yo aquí Como se ha dicho con anterioridad.
no tengo por qué estar corrigiendo A juzgar por las respuestas de profe­
esos errores en los informes. Para sores (as) y estudiantes con los (as)
eso están los profesores de Lengua cuales conversamos, pareciera que se
Española. Además, ustedes (en re­ trata de una falta de comprensión del
ferencia a los estudiantes) se están objeto de la educación física y de las
formando para ser profesores. Tie­ posibilidades pedagógicas que ofrece.
nen que saber escribir". Moraima y Rojas (2008, p. 2), lo atesti­
guan de la siguiente forma:
Otro profesor (autoridad departa­
mental), al enterarse de que en la cla­ Trabajar el aspecto pedagógico en
se de gimnasia artística masculina, el la educación física es un tanto difí­
grupo de estudiantes y uno de noso­ cil para nosotros los venezolanos,
tros (coautor de este trabajo) están le­ que siempre hemos visto esta asig­
yendo y discutiendo el libro El valor de natura, con una concepción que
educar (de Fernando Savater), ha dicho: dista de posiciones metodológicas
Profesor 5: "¿Qué hace esa gente dirigidas hacia el individuo como un
leyendo a Savater en la clase de gim­ ser sintiente, donde está implícito
nasia, en vez de estar practicando no solo lo motriz, sino también lo
los elementos del programa?". afectivo, lo cognitivo y lo social.

122 Diálogos Pedagógicos. Año XIV, N° 27, abril 2016. Pág. 107-129
ARTÍCULOS

Sumándose a este ideario, Moreno lizado (como lo ha proclamado Fuku­


(2008, p. 2), considera que "para el yama, 1992). Hay mucho que hacer
maestro de educación física, lo impor­ y también mucho que decir; ambas
tante no es formar para competir, sino cosas deben interpelarse la una a la
formar al ser sintiente total, que pien­ otra y convivir. Ello abrirá las puertas
sa, se mueve y aflora afectividad". para el fortalecimiento de la discipli­
na como una forma pedagógica ba­
Confusiones conceptuales, falta de
sada y sustentada en una verdade­
identidad de una práctica de la educa­
ra praxis. Además, mientras siga dán­
ción física, conformismo académico en
dose primacía a uno de esos dos ele­
la asunción de la enseñanza en la uni­
mentos, existirá el germen posible
versidad, disimulos de investigación e
para fortalecer una forma de colonia­
investigación complaciente y epidérmi­
lismo en la producción y generación
ca en la disciplina, complican el pano­
de conocimiento.
rama en el plano formativo. De allí que
sea tan urgente el pensar la educación c. La confusión entre medios y fines en
física desde una plataforma crítico-re­ el campo de la educación ya ha ro­
flexiva en función de su redimensión en bado suficientes posibilidades de de­
el contexto universitario y escolar. sarrollo a la disciplina pedagógica, y
peor aun, a nosotros como sujetos
de atención. Los procesos de forma­
Consideraciones ción docente y la praxis docente, de­
ben ser reflexionados en función de
En función de los planteamientos
la misión docente y el fin último de la
ofrecidos con anterioridad, considera­
educación.
mos que la ed u cación física puede
redimensionarse desde la consagración d. Ya en el plano específico de la pluri-
de varios elementos, a saber: d im e n sio n a lid a d de la ed u cación
física, creemos que no es adecuado
a. La producción discursiva en el cam­ e s co g e r una d is c ip lin a d ep o rtiv a
po de la educación física es tan im­ como prioridad en la planificación de
p o rtan te com o d eterm in an te . No la enseñanza en la clase de Educa­
debe soslayarse, mucho menos res­ ción Física. Lo recom endable sería
tarle importancia. No debe ocurrir una que el profesor pensase en las posi­
minusvaloración de la interpelación a bilidades educativas de la oportuni­
la programación discursiva en el cam­ dad. La educación física ofrece opor­
po debido a que ello solo acarrearía tunidades para el desarrollo multidi­
empobrecimiento de la disciplina. mensional del ser humano. Así ten­
b. La diatriba teoría vs. práctica debe dría una visión mucho más amplia de
ser superada, sí o sí. Se ha tratado su labor como maestro y de las posi­
de una forma despectiva de sospe­ bilidades de aprendizaje y desarro­
char del otro, de los otros, de las for­ llo que tiene la población que atien­
mas de hacer y pensar en lo que des­ de (Ver Figura 1).
de el campo de la pedagogía se ha e. Si lo que el maestro desea es traba­
dicho y hecho. La historia no ha fina­ jar desde la perspectiva orientativa

Diálogos Pedagógicos. Año XIV, N° 27, abril 2016. Pág. 107-129 123
Pensar la educación física

del movimiento humano, pues, pue­ una te o ría p e d a g ó g ica que se


de ayudar al estudiante partiendo de concretice en la vida y en las accio­
propuestas y actividades tendientes nes cotidianas realizadas y realizables
a desarrollar algunos de los siguien­ en los am b ien tes de a p re n d iza je
tes elementos: patrones o esquemas (aula, cancha, campo, gimnasia, etc.).
de m o vim ien to, e le m e n to s de la
g. Es necesario que quienes desarro­
motricidad humana, cualidades físi­
llan procesos didácticos y formativos
cas, habilidades motoras, destrezas
desde la esfera de la educación físi­
motoras, etc.
ca (profesores o estudiantes), com­
f. El currículum no es un patrón unívoco, prendan la perspectiva y la posibili­
y tampoco tiene esa pretensión. Lo dad de trascendencia que genera la
que sí se ofrece desde esa platafor­ disciplina pedagógica, al punto de
ma es una posibilidad para pensar penetrar y fomentar el desarrollo de

Figura 1: Pluridimensionalidad de la educación física

M o v im ie n t o
( s o c io m o t r ic id a d )

D e s a r r o llo d el f A p tit u d e s , h a b ilid a d e s ,^


p e n s a m ie n t o d e stre za s j

G e n e r a c ió n a u tó n o m a E s p ir it u a lid a d y
d e l c o n o c im ie n t o c o n c ie n c ia e c o ló g ic a

C u ltu r a , paz C o n c ie n c ia c r ític a


y v a lo r e s y r e fle x iv a

I d e n t id a d , c iu d a d a n ía C o n d ic ió n
y g lo b a lid a d hum ana

P e n s a m ie n t o T ra b a jo
ló g ic o lib e r a d o r

C o r p o r e id a d L u d ic id a d

N ota: Elaboración del autor.

124 Diálogos Pedagógicos. Año XIV, N° 27, abril 2016. Pág. 107-129
ARTÍCULOS

otras dim ensiones humanas; esta­ tículo 4, parágrafo 4 de la Ley Orgá­


mos hablando de sentim ientos, de nica de Deporte, Actividad Física y
emociones, de expresiones, de valo­ Educación Física, República Bolivaria-
res, de creacion e s, de esquem as na de Venezuela, 2011).
conductuales, de desarrollo del pen­
k. La educación física no puede estar
samiento (autónomo, lógico, crítico,
alejada de los planes y políticas pú­
reflexivo, etc.), de civilidad, entre
blicas de atención social. Así, los ges­
otros elementos. tores de la educación venezolana,
h. Los saberes escolares no serán de­ los(as) maestros(as) deberán com ­
sarrollados desde la ilusión catedrá­ prender que el proceso didáctico y
tica, sino que deben generarse opor­ formativo debe estar articulado con
tunidades concretas, posibles y via­ las políticas públicas nacionales con
bles, de manera que el estudianta­ base en: la justicia social, los dere­
do se sienta impelido desde la edu­ chos sociales, la equidad, la salud
cación física a generar conocimiento pública, la seguridad social y la edu­
y aplicaciones específicas y prácticas. cación. La Constitución de la Repú­
blica Bolivariana de Venezuela (1999)
i. La educación física debe ser repen­
sada desde la posibilidad de la des- en su artículo 111 lo señala de la si­
territorialización del currículum, esto guiente forma:
es, debe trascen d er a la realidad Todas las personas tienen derecho
escolarizada, siendo a su vez pen­ al deporte y a la recreación como
sada y asumida desde y para las po­ actividades que benefician la cali­
blaciones no escolarizadas (diversi­ dad de vida individual y colectiva.
dad poblacional). Ello por cuanto es El Estado asumirá el deporte y la
necesario sembrar una cultura dife­ recreación como política de educa­
rente en atención a la salud pública, ción y salud pública y garantizará
a la atención del derecho social e irre- los recursos para su promoción. La
nunciable de los pueblos a la activi­ educación física y el deporte cum­
dad física, el deporte, la recreación y plen un papel fundamental en la
la educación física. formación integral de la niñez y la
a d o lescencia. Su enseñanza es
j. La educación física no puede estar
obligatoria en todos los niveles de
alejada de lo pronunciado en el es­
la educación pública y privada has­
tamento de los instrumentos jurídi­
ta el ciclo diversificado, con las ex­
cos (base jurídica) establecidos para
cepciones que establezca la ley. El
legislar en torno al tema. Para ello,
Estado garantizará la atención in­
los(as) gestores(as) de la educación
tegral de los y las deportistas sin
deben comprender que como dere­
cho (en Venezuela) deben consolidar­ discriminación alguna, así como el
se las bases para el establecimiento apoyo al deporte de alta com pe­
y mantenimiento de las tres sesio­ tencia y la evaluación y regulación
nes mínimas semanales para las cla­ de las entidades deportivas del
sector público y del privado, de
ses de E d u c a ció n F ísica en el
conformidad con la ley.
subsistema de Educación Básica (Ar­

Diálogos Pedagógicos. Año XIV, N° 27, abril 2016. Pág. 107-129 125
Pensar la educación física

En concordancia con ello, la Ley Or­ nisterio del Poder Popular con com­
gánica de Deporte, Actividad Física y petencia en materia de deporte, ac­
Educación Física (LODAFEF) (República tividad física y educación física, con­
Bolivariana de Venezuela, 2011) en su junta y corresponsablemente con
artículo 8 establece que los ministerios del Poder Popular
competentes en las materias de in­
todas las personas tienen derecho
fraestructura, hábitat, salud, am ­
a la educación física, a la práctica
de actividades físicas y a desarro­ biente, educación y educación uni­
llarse en el deporte de su prefe­ versitaria, seguridad, mujer e igual­
rencia, sin más limitaciones que las dad de género, política penitencia­
derivadas de sus aptitudes depor­ ria, defensa, asuntos indígenas, ju ­
tivas y capacidades físicas, sin me­ ventud, adultos y adultas, adulto y
noscabo del debido resguardo de adulta mayor, turismo, ciencia y tec­
la moral y el orden público. El Es­ nología, comunas, planificación y fi­
tado protege y garantiza indecli­ nanzas; adicionalmente se conta­
nablem ente este derecho como rá con la participación de la Comi­
medio para la cohesión de la iden­ sión Nacional de Atletas.
tidad nacional, la lealtad a la pa­
El artículo 25 de la LODAFEF agrega:
tria y sus símbolos, el enaltecimien­
to cultural y social de los ciudada­ El Plan Nacional del Deporte, la Ac­
nos y ciudadanas, que posibilita el tividad Física y la Educación Física
desarrollo pleno de su personali­ contendrá las políticas, objetivos,
dad, como herramienta para pro­ medidas, metas y acciones para
mover, mejorar y resguardar la sa­ garantizar la progresiva incorpora­
lud de la población y la ética, favo­ ción de todos los ciudadanos y ciu­
reciendo su pleno desarrollo físico dadanas a la práctica de la educa­
y mental como instrumento de com­ ción física, de actividades físicas y
bate contra el sedentarismo, la de­ deportivas, como parte de su de­
serción escolar, el ausentismo la­ sarrollo integral, y potenciar el alto
boral, los accidentes en el traba­ rendimiento en pro de la exalta­
jo, el consumismo, el alcoholismo, ción del patriotismo e identidad na­
el tabaquismo, el consumo ilícito de cional, así como destacar el com­
las drogas, la violencia social y la promiso, entrega y esfuerzo de los
delincuencia. atletas venezolanos y atletas ve­
nezolanas.
El artículo 24 de la LODAFEF sos­
tiene a su vez que l. Las políticas públicas derivadas de la
la política de promoción y desarro­ atención del deporte, a saber, inicia­
llo del deporte, la actividad física y ción deportiva, masificación deporti­
la educación física será diseñada en va, y alto rendimiento, no pueden di­
concordancia con el Plan de Desa­ sociarse de dos elementos primordia­
rrollo Económico y Social de la Na­ les y básicos como son: la educación
ción, bajo la coordinación del Mi­ física y la condición humana.

126 Diálogos Pedagógicos. Año XIV, N° 27, abril 2016. Pág. 107-129
ARTÍCULOS

Finalm ente, creem os que existe de la vida humana. Y es allí donde debe
otra posibilidad para pensar la educa­ inscribirse la nueva educación física
ción física más allá de las líneas de cal, para el siglo XXI que nace... Es allí don­
más allá del cronómetro, de los balo­ de debemos inscribirnos quienes forma­
nes y colchonetas, más allá de los ta­ mos desde esta particularidad de la
cos y las mallas. Esto es, una educa­ educación.
ción física que se enriquece con todos
los elementos culturales posibles para
Original recibido: 05-05-2015
trascender desde el espacio formativo
de la escuela a la pluridimensionalidad Original aceptado: 17-02-2016

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