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INTRODUCCION
Para empezar, podemos afirmar que el análisis económico del Derecho (AED) es el movimiento
intelectual más exitoso surgido en el mundo jurídico académico durante las últimas décadas debe
ser matizada. El éxito no ha sido precisamente idéntico en todos los países ni en todas las
disciplinas jurídicas.
En términos generales, la afirmación vale, desde luego, para los Estados Unidos de América,
donde esta corriente metodológica se originó en los años sesenta del siglo XX y donde en
relativamente poco tiempo ha alcanzado una posición alta o cuando menos prominente,
especialmente en las Universidades de élite, de las que procede una buena parte del profesorado
de las Facultades de Derecho norteamericanas. Y algo parecido cabe decir de países como Canadá
e Israel. En el resto del mundo, la influencia del AED ha sido, por lo general, mucho más modesta,
En algunas franjas del ordenamiento jurídico, como es el caso del Derecho de la competencia,
el éxito del AED ha sido ciertamente clamoroso, pero en otras, como las de los Derechos de
El presente trabajo pretende dar respuesta a dos cuestiones especialmente relevantes que aquí
se plantean. La primera es por qué merece la pena estudiar el Derecho desde una perspectiva
Ciertamente bajo este título se engloban diferentes aproximaciones al fenómeno jurídico, unas
de carácter descriptivo y otras de carácter normativo. Antes de entrar a analizar con precisión el
significado del análisis económico del Derecho, quiero citar a los siguientes autores y sus
definiciones:
Según el profesor Alfredo Bullard González “Es una metodología de análisis que apareció,
aproximadamente, en los ’60 en los EE.UU., y que lo único que persigue es aplicar los métodos
de la ciencia económica al Derecho. Es difícil explicar y dar una definición de lo que es el AED.
Es como definir correr; la única forma de entenderlo realmente es corriendo o viendo a una persona
correr. El AED es parecido. La única forma de entenderlo es aplicándolo, y viendo cómo funciona
en la realidad. Lo que busca es establecer los costos y los beneficios de determinadas conductas,
y como el Derecho está plagado de conductas en sí mismo es una técnica de regular conductas, el
AED puede ser aplicado para determinar los costos y beneficios de estas conductas. En realidad,
lo que se consigue a través del AED es predecir conductas de seres humanos. Se parte del principio
que los seres humanos actúan en base a incentivos, y que en consecuencia buscan los que les
favorece y evitan lo que les perjudica. En otras palabras, tratan de maximizar beneficios y
minimizar costos. En base a ello es posible encontrar fórmulas que permiten predecir (al menos
presumir) como los individuos actuaran ante tales incentivos. Dado que el Derecho es un sistema
de regulación de conductas, su relación con la economía aparece como evidente. Si uno quiere
regular conducta, aprender a predecirla es de suma utilidad. Saber el impacto de una Ley, de una
El profesor Gabriel Doménech Pascual nos dice que el análisis económico del derecho “consiste
en estudiar bien con una finalidad práctica, bien con una finalidad puramente cognoscitiva las
método de interpretación del derecho que se orienta a maximizar beneficios al menor costo, o
maximizar los resultados o beneficios en un marco de recursos escasos. El análisis económico del
derecho aplica reglas de la economía al derecho. En tal sentido desde cierta perspectiva el análisis
Siguiendo a Posner, podemos distinguir dos ramas dentro del análisis económico del Derecho:
económica (lees antitrust, sistema impositivo, comercio internacional), que se remontaría a los
análisis de Adam Smith sobre las consecuencias económicas de la legislación mercantilista; por
otro lado, una rama más reciente, que encuentra su origen en dos trabajos de Ronald Coase y Guido
Calabresi, y que se caracteriza, por un lado, por extender el análisis económico a sectores del
ordenamiento jurídico que no regulan actividades económicas, y por otro lado, por proponer un
doble objetivo para el Derecho: proveer las condiciones necesarias para que el mercado funcione
DERECHO
Cabe, sin embargo, una mayor precisión a la hora de concretar las diferentes actividades que
caen dentro del análisis económico del Derecho. Jules Coleman ha propuesto diferenciar tres tipos
de actividades, dos de carácter analítico (una descriptiva y otra positiva) y una de naturaleza
normativa.
1
(POSNER, págs. 3-5)
Negligence»16, señala Coleman, es un buen ejemplo de este planteamiento; en él,
ser entendida a la luz del principio de eficiencia. Posner sostiene, genéricamente, que
muchos sectores del ordenamiento, especial pero no únicamente, las grandes áreas del
common law (propiedad, accidentes, delitos y contratos), deben ser comprendidos como
materia de intimidad.
El AED puede hacerse igualmente desde un plano positivo o normativo. En el primer caso se
estudian hechos, que a su vez pueden ser de dos tipos. Cabe, en primer lugar, analizar cuáles son
o pueden ser las consecuencias reales de las normas jurídicas (ya sean de origen constitucional,
legal, administrativo, judicial, privado, etc.), precisar cómo reaccionará la gente frente a una
determinada norma y cuáles serán los costes y beneficios que para la consecución de ciertos fines
se derivarán de tal reacción. Cabría analizar, por ejemplo, el impacto que diferentes reglas de
imposición de costas procesales vencimiento, temeridad, no hay condena en costas, etc., puedan
tener o hayan tenido sobre la conducta procesal y extraprocesal de los justiciables, en particular
sobre las decisiones que éstos han de adoptar en relación con: el nivel de cuidado y la frecuencia
con los que realizan las actividades que pueden desembocar en un pleito; el surgimiento de un
También puede ser objeto de un análisis positivo, en segundo lugar, la manera cómo influyen
teoría económica se ha utilizado para explicar, por ejemplo, por qué ciertas regulaciones
El análisis normativo se ocupa de estudiar qué es lo que los agentes (el legislador, la
Administración, los tribunales, las partes contratantes, etc.), a la vista de las consecuencias
esperadas de sus diversas alternativas de actuación, deberían hacer, qué decisiones deberían
ciertas preferencias. Imaginemos un trabajo teórico en el que se examina en qué casos es preferible
establecer una regla de responsabilidad por culpa o de responsabilidad objetiva, a la vista de cómo
puede influir en la conducta de los afectados y qué costes y beneficios sociales conlleva cada una
de ellas.
teórico dirigido a entender, explicar y eventualmente criticar el orden jurídico. Pero ello no quita
que los conocimientos y los instrumentos analíticos elaborados en el seno de esta corriente
metodológica puedan ser utilizados con una finalidad no simplemente cognoscitiva, sino
inmediatamente práctica, para interpretar y aplicar el ordenamiento jurídico al objeto de resolver
jurídicas, por ejemplo, es incluso obligado efectuar un análisis de los costes y beneficios que éstas
otros países sí es perfectamente normal que los jueces consideren y esgriman, para motivar sus
circunstancias, tales como el propósito del análisis, el público al que uno pretende dirigirse y las
Cabría distinguir así dos grandes géneros: el análisis fundamental y el análisis aplicado. El
mayoritariamente por académicos con estudios avanzados en economía. Los trabajos en curso de
través de un procedimiento abierto y competitivo16. Una vez finalizados, los trabajos se publican
evaluación externa por pares. La lengua de publicación es, por descontado, exclusivamente el
inglés.
jurídico, sino generales, abstractos. Hay, ciertamente, trabajos de tipo empírico, inevitablemente
referidos a uno o varios sistemas normativos concretos, pero estas referencias se hacen a título
ilustrativo. La intención es casi siempre analizar cuestiones de relevancia global, que puedan
interesar en cualquier parte del mundo. Los contenidos son cada vez más técnicos y sofisticados.
menguando hasta llegar a niveles ínfimos. Ni que decir tiene que en estas revistas no hay ni rastro
pero también por profesionales (abogados, jueces, consultores, funcionarios, etc.). Los autores no
suelen poseer estudios superiores en economía, sino «tan sólo» en Derecho; son normalmente
profesores, aunque también pueden encontrarse profesionales prácticos. Es más, muchos de ellos
la investigación del Derecho con el ejercicio práctico del mismo, normalmente en el sector privado.
Muchas de las cuestiones tratadas, en consecuencia, suelen ser específicas del correspondiente
Los estudios se escriben casi siempre en alguna de las lenguas nacionales y se publican en
revistas y libros cuya difusión es básicamente estatal, lo que los hace internacionalmente
«invisibles». Si bien a veces han sido previamente presentados en congresos científicos, por lo
general de ámbito local, no siempre ocurre así. En cualquier caso, y dado que han sido pensados
para una audiencia carente por lo común de conocimientos matemáticos y con el fin de influir en
LÓPEZ, 1987)
El AED se puede aplicar tanto antes de la entrada en vigencia de una norma como durante su
aplicación. Cuando se analiza la norma antes de su entrada en vigencia lo que pasa es que tiene
que hacerse desde el punto de vista teórico; no puedes determinar la consecuencia económica y
social de la norma, cuando aún no está vigente. Sólo se podría especular teóricamente sobre cuáles
serán sus consecuencias. Podríamos tomar como referencia otras normas que se han aplicado en
el país o en otros lugares, pero definitivamente no puedes medir las consecuencias directamente.
Recién cuando entre en vigencia la norma podrán medirse las consecuencias de la misma. La
principal crítica, que se le hace a los economistas es que actúan en base a supuestos. Por ello, ¿qué
tan efectivo puede ser el AED si la sociedad y el Derecho en sí son cuerpos vivos que se mueven
y cambian? Ese argumento, que se usa con mucha frecuencia, es en realidad un «engaña
muchachos», porque parte de la idea de que el ser humano está en capacidad de entender todas las
variables que van a afectar un determinado evento, y calcular todas las consecuencias que se van
a derivar de éste, todo junto y al mismo tiempo. Pero ese es justamente uno de los problemas que
el AED ayuda a desmitificar. Los economistas realizan una predicción en base a la simplificación
así como puede realizar predicciones a pesar de la complejidad de la conducta humana. Pero el
economista sabe que tiene un margen de error. Para poder hacer predicciones el arte está en saber
cuáles son los factores relevantes. Los economistas han desarrollado toda una ciencia de
Es admirable y quizá no tenga parangón en Latinoamérica. así, aparece a inicios de los 80 con los
trabajos del Instituto de Libertad y Democracia Liderado (ILD) por Hernando De Soto
principalmente con el análisis de la informalidad en el Perú, luego con su obra “el otro sendero”
(1986) como influencia de la dación de la ley de simplificación administrativa y las normas para
facilitar el acceso a la Llamada propiedad informal y al crédito. a los trabajos publicados por el
ILD se suma el de Aníbal Sierralta “Introducción a la Ius economía”. Sin embargo, pocos
asociaban el aporte de ILD con el AED y es recién que a fines de los años 80 e inicios de los 90 (a
treinta años de su aparición) el AED comienza a ser reconocido como tendencia importante en el
Cantuarias) son enviados a EE.UU. a estudiar maestrías en las cuales concentraron importantes
CONCLUSIONES.
económicos producidos por las leyes. en consecuencia, predice y previene la conducta humana ya
- El AED entiende la eficiencia maximizando la riqueza social, así, como el ser humano actúa
Quizá eso sea lo único por lo que el AED debe ser estudiado y aprendido.
- El AED no es un conjunto de propuestas sobre cómo debe ser el derecho, es más bien, una
contenido valorativo.
- Parafraseando a Guido Calabresi “el AED no trata de reemplazar a la justicia por la eficiencia,
ya que, en este mundo de recursos escasos, desperdiciar es injusto, por lo tanto, el AED hace que
BIBLIOGRAFIA
EDITORES.
MADRID.
DOCTRINAL.