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“AÑO DEL BICENTENARIO DEL PERÚ: 200 AÑOS DE INDEPENDENCIA”

UNIVERSIDAD PRIVADA DE TACNA

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

“LOS TAITAS O DELEGADOS DE PABELLON Y SU PODER EN

LOS PENALES”

Autor

LLANQUE ROMERO, Andrea Paola

Docente:

Dra. Silvana Alcalá

Asignatura:

Derechos Penitenciario

Sección:

“D”

TACNA - PERÚ

2021
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DESARROLLO

En la entrevista que le hicieron al Ex Técnico de la INPE, Edgar Castro, se hace mención

que existen algunos reos que tienen cierta jerarquía en el penal, los llamados Taitas y/o

existen los llamados también Delegados de pabellón, siendo estas personas como autoridades

ante los demás reos del penal, teniendo cierto poder sobre ellos, disciplinándolos, entre otras

cosas y que la misma policía y los agentes y/o técnicos de la INPE tienen conocimiento sobre

esto, pero me cuestiono ¿Por qué es que dejan que exista dicha jerarquía entre reos?.

Averiguando mas sobre el tema encontré una pequeña entrevista que le hicieron a un ex

recluso, Miguel Pacheco, que pasó cuatro años de su vida en la prisión de Lurigancho y salió

en libertad cuatro días antes de la reyerta donde murió su padre.

En sus palabras menciona “Lurigancho es peor que el infierno, sé lo que les digo,

créanme. Yo estuve preso con mi padre, a él lo mataron y a mí me arruinaron la vida...”,

recuerda el ex convicto Miguel Pacheco Mendoza, quien pese a todo tuvo suerte: salió libre

cuatro días antes de la última reyerta que dejó cinco muertos y 25 heridos graves en ese

centro carcelario.

Su progenitor Guillermo Pacheco Ramírez fue uno de los primeros en morir en el

incidente. La explosión de una granada lo alcanzó de lleno en el llamado ‘Jirón de la Unión’,

extenso pasillo que cruza el penal y separa todos los pabellones pares e impares. ¿Pero cómo

es que sucedió esto y la policía no hizo nada? Entonces Miguel menciona que “La policía está

de pantalla y los agentes del INPE no pueden hacer nada. En Lurigancho los ‘taitas’ son los

que controlan todo y deciden quiénes viven y quiénes no. Parece una locura, pero es cierto:

ellos son dueños del penal, de la gente, tienen bandas que hacen respetar sus órdenes”.

Para esto el penal de Lurigancho tiene 22 pabellones. Los 1, 3, 5, 7, 9 y 11 son los

denominados “Jardín”, los más tranquilos, de gente con recursos. “La pampa” son los
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números 2, 4, 6, 8, 10 y 12, que son ocupados por el estrato más bajo de los internos. El resto

son conocidos como “los puchos”, edificaciones no construidas para albergar gente (La

Capellanía, por ejemplo) pero se han utilizado por necesidad.

Casi todos los pabellones son dominados por internos de un barrio: El 1 por Comas, el 4

por La Victoria, el británico por el Callao. Pero hay excepciones. El 5 y 7 lo habita gente de

dinero y narcotraficantes. El 13 por homosexuales, etc.

1. SOBRE LOS TAITAS, DELEGADOS Y FAITES

Tradicionalmente, el “taita” es el poder real, oculto y perverso dentro de la cárcel, con

capacidad de decisión sobre la vida de los internos.

Los “delegados” son el poder formal, los intermediarios en la relación con la autoridad del

penal. Los taitas no suelen oficiar de delegados, pero deciden su elección.

Los “faites” viven del prestigio que les da ser autores de los delitos de mayor reputación

en el mundo del hampa. No les interesa el ejercicio del poder dentro del penal, les basta con

que se les respete.

Por pabellón eligen un delegado general cada año , el más instruido, que cumple así el rol

de autoridad administrativa ante la dirección del penal. Pero el verdadero poder está en

manos de un “taita”, el jefe oculto del edificio. Al delegado general del pabellón lo ayudan

otros delegados con cargos peculiares (alimento, disciplina, derecho, mantenimiento, salud...)

y que coordinan todos los aspectos de la vida de los presos mediante el pago con “pasta”, o

sea pasta básica de cocaína, la moneda informal circulante entre los presos comunes de San

Pedro como de los demás penales del Perú.

2. LAS AUTORIDADES EN EL PENAL


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Según testimonios de ex reclusos, el frágil control de las autoridades ha convertido a

Lurigancho en una suerte de ‘mercado infernal’: el dinero mueve la prostitución, el crimen

por venganza o las drogas, así como también se compran y venden armas.

Según ellos todos saben, y también los policías que están a cargo del penal, que en sus

pabellones se comercializa la droga a precios aún más bajos que en las calles de Lima.

“Muchas personas ingresan con pretexto de realizar una visita, pero lo cierto es que van a

comprar cocaína”, afirman.

Así como también mencionan que segura que durante el tiempo que permanecieron en

prisión comprobaron que los ‘nachos’ (narcotraficantes) reciben alimentos del día, tienen

televisor, equipos de música, DVD y hasta refrigeradora.

Los ‘taitas’ (delincuentes que imponen a los delegados) y los jefes de bandas criminales

pueden gastar hasta 30 soles diarios en el penal. “Solo por seguridad cobran 50 soles”,

enfatiza. Los reincidentes son amigos de los delegados y manejan la seguridad y la disciplina.

BIBLIOGRAFIA:

https://larepublica.pe/sociedad/316173-los-taitas-deciden-quienes-viven-y-quienesmueren-

en-el-penal-de-lurigancho/

https://larepublica.pe/politica/575818-taitas-versus-delegados-partido-de-fondo-por-el-

control-de-lurigancho/

https://halshs.archives-ouvertes.fr/halshs-00714655/document

https://www.enfoquederecho.com/2015/03/02/entrevista-a-jose-luis-perez-guadalupe-

sobre-su-libro-faites-y-atorrantes-una-etnografia-del-penal-de-lurigancho/
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