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La Fuente de las

Nereidas
La fecha: jueves 21 de mayo de 1903. El lugar: la
plaza Colón, en el Paseo de Julio, entre Cangallo
y Bartolomé Mitre (actuales avenida Leandro N.
Alem, entre Presidente Perón y Sarmiento). La
escena, algunos funcionarios de gobierno, las
bandas de música de los regimientos 2° y 10° de
línea y Lola Mora dispuesta a inaugurar su
primera obra escultórica en la Argentina.
21 DE MAYO DE 2019 - 07:21

Las Nereidas
Autora: Lola Mora / Material: Mármol.
POR NICOLÁS G. GUTIERREZ
A comienzos del año 1900, Lola Mora presentó al intendente municipal
Adolfo Bullrich los bocetos de una fuente que deseaba donar a la Ciudad
de Buenos Aires, siendo naturalmente aceptada. En aquellos años, la
escultora tucumana se encontraba viviendo en la ciudad de Roma
gracias a una beca de estudios del gobierno nacional y fue en la ciudad
eterna donde esculpió la fuente. Los trabajos fueron finalizados en el año
1902 y ese año fue despachada con destino a Buenos Aires. El lugar
escogido inicialmente para su emplazamiento fue la Plaza de Mayo,
hecho que generó intensos debates fundados en la sensualidad de sus
figuras, por lo que tal proyecto fue desechado. Finalmente, fue
inaugurada el 21 de mayo de 1903 en el antiguo parque Colón, sobre el
cruce de las actuales calles Leandro Alem y Juan Domingo Perón.

La Fuente de las Nereidas en su antigua ubicación, la intersección de Paseo de Julio y Cangallo, 1910.

En el acto inaugural estuvieron presentes el intendente Alberto Casares y


el ministro del Interior Joaquín V. González. Por su parte, la única mujer
presente fue la propia Lola Mora. Ello fue un claro indicio del malestar que
causó la obra entre las damas de la sociedad porteña de aquellos tiempos,
muy apegadas a los valores tradicionales. Tan fuerte fue la presión de los
sectores moralistas, horrorizados por las figuras desnudas, que la fuente,
en el año 1918, fue finalmente trasladada a un lugar acorde a su
condición de obra licenciosa e impúdica: la zona portuaria de la
Costanera Sur. Indudablemente se trató de un castigoexcesivo para una
de las obras escultóricas de mayor importancia de la Ciudad de Buenos
Aires. Sin embargo, con el correr de los años su majestuosidad sería
verdaderamente apreciada y reconocida: tal es así que en el año 1997 un
decreto del Poder Ejecutivo nacional le otorgó el carácter de Bien de
Interés Histórico Artístico Nacional.

La Fuente de las Nereidas en su ubicación actual.

La Fuente de las Nereidas está constituida por una valva de la cual


emergen las figuras de tres tritones desnudos que cargan las riendas de
tres corceles encabritados. En el centro del espejo de agua se eleva una
pila montañosa sobre la cual se hallan las dos nereidas, cuyos cuerpos,
mitad humanos y mitad peces, revelan una notable sensualidad. Ellas
sostienen con sus brazos una valva menor sobre la cual se alza la figura
de Venus, representada en su nacimiento. Las Nereidas forman parte de
la mitología griega y eran las hijas de Nereo y Doris. Habitaban el mar
Mediterráneo y eran las encargadas de guiar, mediante sus bellos cantares, a
los marineros que surcaban las aguas de aquel mar.

Lola Mora.

Dolores Mora Vega de Hernández (1866-1936), Lola Mora, fue una


escultora y pintora argentina. Nació en la localidad de Trancas, provincia
de Tucumán, en el seno de una distinguida familia de hacendados y
comerciantes. Los primeros pasos de Lola en el mundo artístico los daría
junto al pintor Santiago Falcucci. En el año 1893 donó al gobierno
tucumano veinte retratos de los gobernadores provinciales que había
pintado en carbonilla, siendo estos trabajos el sustento para que en el
año 1895 solicitara una beca al Congreso Nacional con el afán de
continuar sus estudios en Europa. La beca fue autorizada y Dolores se
trasladó a Roma. En la capital italiana ingresó en el taller de Francesco
Michetti, y recibió la instrucción del maestro Constantino Barbella.
Posteriormente fue discípula de Giulio Monteverde, uno de los emblemas
del clasicismo italiano de aquel momento. Fue Monteverde quien,
asombrado por la capacidad artística de la tucumana, le aconseja
especializarse en la estatuaria. La crítica y los diarios de la época se
maravillaron por sus trabajos, y los elogios tuvieron su eco en la
Argentina. Fue así que el gobierno tucumano en el año 1900 le encarga
el Monumento a Juan Bautista Alberdi. Dos años más tarde regresó a la
Argentina con las piezas de la fuente de las Nereidas que donara a la
Ciudad de Buenos Aires y que fuera inaugurada en 1903. Y un año
después, el 24 de septiembre de 1904 se inauguró en la ciudad de
Tucumán el monumento a Alberdi. También fueron inaugurados la
alegoría de la Independencia en la plaza central de la capital provincial y
los relieves instalados en la Casa Histórica en donde se declaró la
independencia. Lola recibió otros encargos oficiales, pero no todos
llegaron a un final feliz: el Monumento a Aristóbulo del Valle recibió
severas críticas y finalmente fue atacado por manos anónimas, de las
que sólo se rescató la figura femenina alegórica, que hoy se emplaza en
el Jardín Zoológico bajo el nombre de El Eco. La figura de Del Valle
también pudo ser localizada, pero reducida a un busto. Actualmente se
encuentra en el Palacio Municipal de La Plata. Por su parte, le fueron
encomendadas varias alegorías y estatuas de próceres argentinos para
decorar la fachada e interior del edificio del Congreso Nacional: Alvear,
Zubiría, Laprida y Fragueiro. En cuanto a las alegorías, se encontraba la
Libertad, el Comercio, la Justicia, la Paz y el Trabajo. Todas las
esculturas fueron emplazadas durante el año 1907, pero en 1915 fueron
retiradas y trasladadas a San José de Jachal, Jujuy, Corrientes, Salta y
Córdoba. Otra de sus obras que finalmente no puedo concretar fue el
Monumento a la Bandera de Rosario. Su boceto había sido el ganador
del concurso de artistas en el año 1909, pero diversos motivos
desencadenaron la cancelación del contrato en 1925. Sólo algunas
esculturas habían sido concluidas y arribaron al país, deambulando por
todo el territorio nacional hasta su emplazamiento final, contiguo al
Monumento a la Bandera en el pasaje Juramento de la localidad
rosarina. Sí fueron aceptados e inaugurados según lo estipulado su
Monumento a Nicolás Avellaneda, en el año 1913 en la localidad
bonaerense que recuerda al ex presidente. También el busto a Luis
Sáenz Peña, inaugurado en 1909 en el Salón de los bustos
presidenciales de la Casa Rosada.
Retirada del mundo artístico, sus últimos años los dedicó a la invención
de patentes, a la experimentación en la cinematografía a la luz, al tendido
de redes de ferrocarriles y en la explotación petrolífera. Falleció el 7 de
junio de 1936.

Indudablemente, Lola Mora fue una mujer adelantada a su tiempo, y por


carácter, ingenio y virtuosismo es considerada una de las principales figuras
en la historia del arte nacional. No en vano en el año 1998 se dictó la ley
25.003 que estableció que el día de su natalicio, el 17 de noviembre, se
festejará en la Argentina el Día Nacional del Escultor y las Artes Plásticas.

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