Está en la página 1de 4

La certificación, es el proceso llevado a cabo por una entidad reconocida como

independiente de las partes interesadas, mediante el que se manifiesta la conformidad de


una determinada empresa, producto, proceso, servicio o persona con los requisitos
definidos en normas o especificaciones técnicas.

La certificación va dirigida a cualquier tipo de empresa, independientemente de su


tamaño, ubicación o área de actividad, y no necesariamente a las grandes empresas,
resultando más útil incluso para empresas pequeñas y medianas con menos
reconocimiento en el mercado y cuya necesidad de generar confianza en sus grupos de
interés es, si cabe, mayor. Aunque en algunos casos es un requisito imprescindible para
poder vender, ya sea por consideraciones legales, o porque los compradores del producto
siempre lo solicitan, lo cierto es que se trata de un proceso voluntario.

Conceptos básicos relacionados a la certificación

NORMA ISO 9001

La normativa ISO 9001 establece los requisitos necesarios para implementar en cualquier
tipo de empresa, con independencia de su tamaño o del sector al que se dedique, un
Sistema de Gestión de Calidad que garantice la calidad de los servicios y productos que
ofrece la empresa.

¿Qué es un Sistema de Gestión de Calidad?

Un Sistema de Gestión de Calidad es, ante todo, el resultado de acciones conjuntas que
una empresa u organización pone en marcha para la mejora de sus procesos. No es algo
aislado o que se implemente desde el exterior; todo lo contrario, obedece a un modelo
estratégico e integrado en todas sus etapas.

Estos procesos suponen la orientación de todos los elementos que se tengan a mano en
un sentido específico, que en este caso es optimizar las labores internas de fabricación,
diseño, distribución y venta para que, simultáneamente, dichos esfuerzos se reflejen en el
nivel de satisfacción de los clientes o destinatarios.

O dicho de otro modo, un Sistema de Gestión de Calidad es una valiosa herramienta para
la planificación, la coordinación y la ejecución de acciones que fomenten la mejora
continua en una organización.

Para ello, es fundamental que en cada caso se definan los elementos clave del proceso,
los cuales suelen agruparse en dos categorías esenciales:

Capital humano:

Es el valor que proveen los integrantes de una organización. Cuando se trata de procesos
de Gestión de Calidad, en ellos recaen las responsabilidades de ejecución, monitorización
y seguimiento. Sin embargo, dicho valor no es estático. La empresa debe invertir recursos
en su formación para que el personal pueda llevar a cabo con éxito las labores que le son
delegadas.

Recursos técnicos:

Son las herramientas, dispositivos o máquinas en los que se apoya el personal de una
empresa para llevar a cabo sus tareas, incluidas aquellas que tienen que ver con la
implementación de un Sistema de Gestión de Calidad. En este caso, la dirección debe
velar por su adecuado mantenimiento y actualización.

Sistemas de Calidad: otros conceptos esenciales

Los Sistemas de Gestión de Calidad suelen ser complejos y requieren de un minucioso


trabajo previo. Tal como hemos visto, se trata de alinear varios elementos y ponerlos al
servicio de un mismo objetivo, algo que habitualmente suele tardar meses o, incluso,
años. No es, por tanto, una tarea sencilla.

Por ello, antes de iniciar un proceso de implementación conviene repasar algunos de los
elementos esenciales en los que se sustenta un Sistema de Calidad:

Manual de calidad:

Es un documento en el que la empresa especifica lo que quiere alcanzar en el plano de la


gestión de calidad. Debe ser redactado de forma clara y concisa y describir la política de
calidad de cada organización. Aunque es una guía importante, estándares como el de ISO
9001 ya no lo contemplan como un requisito.

Auditoría:

Las auditorías son procesos documentados que determinan lo cerca o lejos que están las
empresas de alcanzar sus objetivos en materia de calidad. En las primeras etapas del
proceso suelen ser internas, es decir, desarrolladas por personal que forma parte de las
empresas; en las fases finales de un proceso de certificación, los auditores son los
encargados de llevarlas a cabo.

Registros de calidad:

Los registros son herramientas que permiten un control de las acciones posteriores a la
implementación del Sistema de Gestión de Calidad. En la mayoría de los casos, se usan
para reseñar avances o fallos, lo que facilita la elaboración de diagnósticos y, a la vez, la
adopción de soluciones específicas.

Compromiso:

Suele definirse como la actitud que asume una organización ante los retos planteados
para una mejora continua de sus procesos. El compromiso se refleja tanto en aspectos
conceptuales (manual y política de calidad) como en las acciones que se llevan a cabo
para la consecución de objetivos. Suele medirse por niveles.

Expectativas:

Este elemento habla de la demanda que existe entre los clientes o destinatarios de un
producto. Conocer lo que éstos piensan es fundamental para el diseño de la estrategia de
calidad y la implementación de las mejoras.

Objetivos de calidad:

En este caso están al final de la lista, aunque lo más oportuno es que la encabecen. Los
objetivos son el punto de partida de cualquier proceso de Gestión de Calidad, lo cual
supone que todos los demás elementos se alineen en pro de su consecución. Más que
metas o retos, se trata de los grandes faros que guían un proceso de implementación.

Responsabilidad:

La delegación de responsables es tan importante como las acciones en sí mismas. Son


las personas que se encargarán de ejecutar y supervisar las fases del proceso, lo cual
quiere decir que deben estar cualificadas y preparadas.

Procesos y sistemas de certificación.


La Norma ISO 9001: Requisitos de un Sistema de Gestión de la Calidad (SGC) es un
modelo de gestión que permite asegurar de manera consistente la mejora del desempeño
y la eficacia de las organizaciones, a partir de la planificación, control y mejora de sus
procesos, y con base en el cumplimiento de los requisitos del producto/servicio, la
satisfacción de los clientes, y la mejora continua.

Paso 1 - Diagnóstico y Planificación:

La primera etapa es realizar un diagnóstico para conocer cuál es el grado de


cumplimiento que tiene la organización con los requisitos de la norma ISO 9001:2015, a
partir del mismo trazar un plan de trabajo, donde se detallan las actividades, con sus
plazos y responsables, que se llevarán a cabo a lo largo del proyecto.

Paso 2 - Diseño del SGC:

En esta etapa se definen los elementos clave del Sistema de Gestión de la Calidad (SGC)
y se establece el soporte documental del Sistema.

Paso 3 - Implementación del SGC:

A medida que el SGC se diseña, se van implementando las metodologías y registros en


todos los procesos y áreas funcionales dentro del alcance definido.
Paso 4 - Auditoria interna:

Luego que se haya implementado el SGC en la organización, se llevará a cabo la


realización de la auditoría interna de todo el SGC, con el objetivo de determinar si el
Sistema de Gestión de la Calidad cumple los requisitos de ISO 9001:2015 y se aplica de
manera consistente en todo el proceso involucrado.

Paso 5 - Certificación:

Una vez que se haya verificado que el SGC cumpla con los requisitos de la norma ISO
9001:2015 y se encuentre en funcionamiento en la organización, ésta se pone en contacto
con algún organismo de certificación para comenzar con el proceso de certificación.

Después de conseguir la Certificación ISO 9001 es necesario su mantenimiento. Como


hemos apuntado al principio, este certificado se puede utilizar para mostrar al público y
generar publicidad positiva ya que pone en conocimiento la calidad de sus productos y/o
servicios.

También podría gustarte