Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Rafaela, Argentina
8 a 12 de setiembre de 2004
EL CONOCIMIENTO DE SÍ MISMO
PARA LA EVOLUCIÓN CONCIENTE
1) INTRODUCCIÓN.
Si ha hecho a los demás cuanto hubiera querido que se hiciese por él”.
Es muy común escuchar esta excusa: “No pude evitarlo”, “Me sacaron de
quicio”, justificando de este modo reacciones de violencia o ira. Esto no es real.
Nadie puede sacarnos de quicio si no queremos. Si reaccionamos con violencia
es porque esta tendencia es propia de nuestra personalidad. Lo mismo sucede si
nos desconformamos o rebelamos frente a las diferentes situaciones adversas de
la vida.
Cada uno es responsable de su modo de actuar, pensar y sentir y el primer
paso para la transformación moral, es el reconocimiento sincero de de nuestra
imperfección.
Una pauta importante para tener en cuenta es que, la verdadera
personalidad del espíritu, no aflora en la tranquilidad y en el bienestar sino cuando
somos contradecidos en nuestros anhelos, en nuestras ambiciones y es en estos
momentos cuando nos evidenciamos tal cual somos. Es aquí entonces, cuando
podremos analizar con sinceridad nuestro modo de reaccionar y tener un
conocimiento real, auténtico y cierto de nosotros mismos.
Análisis retrospectivo al comienzo de la adolescencia. (13/14 años) Es
en esta edad cuando la persona comienza a ser responsable de lo que hace,
piensa y siente, porque empieza a ejercer su libre albedrío. En esta edad tenemos
conciencia de nuestro Yo y la influencia que éste ejerce en los demás.
En determinadas circunstancias de la vida, se hace necesario focalizar
nuestro análisis en esa etapa para advertir los rasgos de nuestra personalidad
que fueron evidenciándose a partir de esa edad y reflexionar cómo han ido
manifestándose y transformándose a lo largo de nuestra vida.
Constancia y continuidad: Todo método requiere de un orden y una
sistematización. Por ello es preciso disponer nuestra voluntad a la tarea del
autoconocimiento. La voluntad es una de las facultades del espíritu que
necesitamos desarrollar y fortalecer. Por el contrario, la apatía, el desgano, el
desinterés, son tendencias erróneas que impiden u obstaculizan el conocimiento
de sí mismo.
Humildad: La humildad es la virtud por la cual, el hombre, con verdadero
reconocimiento de sí, acepta sus limitaciones, sus tendencias erróneas y su
necesidad de progresar, a través de un proceso paulatino que requiere de su
propio esfuerzo. La humildad significa también aceptar, sin deprimirnos y sin
sentimientos de culpa, que no podremos superar todas nuestras limitaciones en
una existencia. Aceptarnos como somos y trabajar con fe y optimismo en nuestra
transformación moral.
Implica además, la aceptación de Dios y de sus leyes, perfectas, justas y
misericordiosas; la aceptación de las pruebas dolorosas de la vida y de las
dificultades o conflictos generados por nuestra propia imperfección.
8
Bibliografía:
El Libro de los espíritus – Allan Kardec (Editorial 18 de Abril)
La revolución de la conciencia – Ervin Laszlo, Stanislav Grof, Peter Russell-
(Editorial Kairós)
El problema del ser y del destino – Leon Denis (Editorial Kier)
Curso de Doctrina Espírita – Sociedad Espiritismo Verdadero
Adolescencia, posmodernidad y escuela secundaria – Guillermo A.Obiols y Silvia
Di Segni de Obiols (Editorial Kapelusz)
Iniciación Espiritual – Norma Rosetti
Material de sesiones mediúmnicas de la Sociedad Espiritismo Verdadero de
Rafaela.