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BIBLIOTECA
DE

JURISPRUDENCIA Y LEGISLACION.
DEL

DERECHO DE PROPIEDAD EN EUROPA,


ltemorl. premiada por la academia de Inscripciones y Bellas letras
en la sc!>lon del dla 10 de agosto de 1838.

poa

EDUARDO LABOULAYE.

,u )u~ p~i~'atllm lawt sub tutela


JurlS pllblIcl.
B,\.CON, aforismo III.

/ '/ ! /

ID:l~lllm!:llll.
IMPllEm DE LA SOCIED!D llTER.\RLI y TlP06RUlCA,
C4tLB Da l .... I\h.~ZA!IU. , NVIt!. U.

1845.

BIBLIOTECA DE LA
SUPRfMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACION
(lE
k'S2021(,
L. :3zSh
T

A LOS SEÑORES

DE LA .II:IIiEJIII DE nscilPf.lmS y BELUS LE' 11lS,

SE:\-om:s:

ACEPTAD el homeuage que os riado al publicar un libro cuyo


pensamiento es vuestro. Realizar segun sus fuerzas el magnífico
plan trazado por ,'080tr08 ha sido el 11n constante de su autor, y
es ~¡n duda su único mel"ito. A pesar de lo débil que fué mi primer
ensayo, no os desdeñásteis de animarme con vuestro voto; oja-
la que este bosquejo, mejorado por un asíduo trabajo, parezca
hoy menos indigno de la benevolencia de mis jueces.

Humilrlp y seguro servidor de la acadrmia


Eduardo Laboulaye.
INTRODUCCION.

t. '11..\0:mas de siglo y m~dio


que un sáhio, demasiado 01·
,'idado en nuestros dias, Eusebio de LaUl'iere, haeja presente á
Luis XIY:
«Que habiéndose convenCido pOl' el pal'tlcnlar estu'dio que
,-,habia h~cho de la jurisprudencia fj'ancesa, de que ~I'a muy di-
"ficil hacer en ella g¡'andes progresos sin remontarse hasta su
lJol'Ígen, habia procurado siempre estndJarla,' históricamente; y
»como este método no solo le ha cOllvencido de que habia descu-
"brimi(,llto,f q1le hacer en IlUe.I'tl'O (kreclw ji'flUCf:S tan gl'fll1de.r al
""u'nos como en el derecho rMllano que ha sid() po!' todos talt
H('.rtudindo, sino tambien de que la mayOl' parte de los de-
»fectos en que han iocurrido, los que de él se han ocupado hasia
llaquí, pl'ovienen de que no hun conoCido bnstaúte su Ol'í-
"gen, creia que era preciso tratal' cada materia en particu-
-lar (1)." .
Lauriere fué fiel á sus promesas: su trotado Del origen del
dl'l'ecllO de amorti=acioll, su Di.rerlacioll acerca de' l. po.\'esion
enfitéutica por cinco mios, curioso estudio sobre la . pcse-
s10n consuetudinaria; su prefacio y sus notas á lAs Orde-
nfln-;lU. de los reyes de FraNcia; su Glosario, y esprcialmen-
te sus llotns acerca de las lllstitociones con.l'Iletudina,.ias de Loysf'r,
Se {~uentan entre las mas curiosas investigaciones acerca de nues-
tra antigua legisladon, Y si en lugar de estar esparcidas en co-
mentarios y notas, estuviesen presentadas bajo una forma mas
re~uJar, es probable que nada fuera necesario añadir para la
historia de nuestl'O allti~ru{l derecho civil. _ ' ,
2, Lamiere no fué el único (lue se ocupó de la historIa del
derecho; es preciso tambien cita,' entre aquell,os de. sus contempo-
ráneos que han considerado el del'echo bajo el aspecto histól'ico,
á Brusell, CllyO exámen de los feudos es muy notable; á Sal-
(1) J}pl ol'¡yen del derecho /le amorti;odoH.
VIII
baing; á Secousse, el continuador de las ordenanzas; ¡] loger,
autor de una memol'ia sobre el orígen del derecho fmncés (1) á;
FlelHy, cuya historia es aun lo mrjor que tenemos, cQusidrrada
como historia Jiterdl'ia de nuestra legislacían antigua; á La Thau·
massiere, á Basnagt', á Brodeau, tres de nuestros mejores juriscon-
sultos consuetudinarios. No podemos olvidor tampoco á Balllze,
Dachery, Mabillón y DllC(ln~e, que nos han con~ervndo en sus
notables colecciones de antigüedades los tl:'80rOS de la euad media,
manantinl de ciencia donde todos l1ao bebido.
3. Pero si las investigaciones particulal"es fueron llevadas
adelante con grande ardor y ('on mucho éxito, es preciso con-
fesar, sin embargo, que baJo el aspecto de la profundidad de los
descubrimicntos- de la unidad y del conjunto de las ideas- del
verdadero aspecto de la época feudal, los sábios del gran rei-
nado estuvieron lejos de alcanzar á la escuela de jurisconsultos
que en el sj~lo XVI han esclarecido estas cuestiones de tal ma-
nera que nada despues se ha adelantado (2). A los gloriosos
nombres de los Dumoulin, los D'Argentré, Pithou, Charon~
das, Cóquille, Loyseau , Rodio, Pasquier, no puede oponer el
siglo del grao rey, sino uno solo, Daguessau; no hablo de
Domat que, aunque es un admít'able filósofo, no es jurisconsulto.
4. }:s fácil de esplicar esta inferioridad. En las épocas de
lucha, cuando la anarquía domina los espíritus y los negocios;
cuando el edificio sorial se conmueve y amenaza ruina, no sa-
biendo los grandes talentos donde coloC'a/'.:ie en la unive,"sal in·
certidumbre, se refugian á lo pasado, df'SCllbl't~n la base del edi·
fieio, y examinando cuidadosamente los tiempos pasados, buscan
en el derecho y en la historia las lecciones de la esperiencia
para afirmar de nuevo y reedificar los cimientos destruidos; el
siglo entonces peL'tenece á los jurisconsultos.
Pero cuando estos laboriosos artífices han ase!.!urado o (¡
cos~a de sus vigilias)) la se~uridad de sus hijos, la generacion
llueva indiferente á las cuestiones que han hecho encanecer pre-
maturamente los cabellos de sus padres, se entrega á la litera-
tura y á las bellas ¿¡rtes, agradable recreo del espíl'itu t/'floql1i1o;
el del'('eho abandonado se hace una ciencja especial, objeto de
b curiosidad de algunos eruditos en (lujenes el amor puro de la
ciem'ja es mas fuerte que la indiff'rencia pública. Tal es el cur-
so de las ('osns humanas; despues de Ckel'on, Yirgilio; lles-
pues de Dumoulin , Hacine; para nosotros las fatigas, pat"a nues-
tros hijos los recreos de la literatura y de las bellas altes.

(1) En la Bihliol('ra de las co,~tllmbres publicada por Lallrierf' y B('r ..


Toyrr.
(2) mré aun mas; 10.~ c¡;rrilorrs dcl ¡¡iglo tic luís XIV ni aun i¡!lIa-
laron á los Jurisconsultos fll'l siglo de r.uis XII' ,fTallanrl, r:,I~Cnl'U\-'e, Ihu-
lcserre (.-tltl'sl'rraJ, que dos siglos antes que Savigny ha pl'ohado la exiskn-
cia del derecho romano durnnte 1.1 {'dad mediR, y J, fTodefroy 1,1 ud ...
mirable coml'utador del Cúdlgo Teodosiano,
IX:
,5. En tiempo de Luis XY lué moda deaigl'al' lo pasado que DO
se romprendia, y buscar eH l.ma pretendida filosofía natural la so-
)ucion de todas las grandes cllE'stiones sociales. Aun aquellos
que escribian acerca de nuestras antiguas institllcionE's lo hacian
sin empeüo y como si lo hicieran contm Sil voluntad (1). Con
tal indiferencia, cuanto se hizo no pasó de ser m€dinDO; exceptúo
sin embargo la obra de lIouard acerca de las antiguas costum-
bres anglo-normandas; rl comentario de Bouhiel' sobre las cos-
tumbres de Borgoña; la Tt'urfa de las leyes de la monal'quía
francesa publil'ada por la señorita de la Lezardiere, estudio im-
portante de nuestntS dos primeras razns, en cllyn obra se dice
que Rl'equigni tomó mucha parte; siendo tambi('n dignos de
escepcion los prefacios que éste puso delante de lns Ordl'Il{[1¡Zfl,r,
especialmente sus dos memorias sobre las municipalidades, esce-
lentes investigaciones á que no han alcanzado ni aun los im-
portantes trahajos de Thirrry,
6, - Pero si los estudios pal'tieulnl'es fueron rarOS y de pora
importancia, esta escasez fué ampliamente recompellSada con
la aparirion de la grande obra del siglo, Ft e~pfrilll de las h'j"l's.
])e todas Ifls diferentes inyestigaciones, de tantos tl'ubajos espar-
cidos, aislados, l\Iontesquieu hizo una ciencia de la que pudo
sin temeridad proclamarse su creador, cuando puso al frente de
su obra este atrevido pero justo epígrafe: Prolem ,I'ille maln' CJ'ca-
lamo En sus manos poderosas la historia del derecho, esa nlH'Va
cienéid que habían adivinado Uodin, Gl'otieux y Gl'avina, se hi-
zo de repente la mas importante y la mas cierta de las ciencias
llolíticas.
Hacer de la hbtol'ia del del'echo una ciencia positiya, es pa-
ra muchos y entre ellos personas instruidas adelantar una insos-
tenible paradoja. Para ellos la histol'ia del derecho es una in-
vestigacion de el'udicion que facilita el conocimiento de costum-
bl'es estl'aflas y cnl'iosas por su antigüedad, y nada mas. l'\o es
así como Montesquieu la juzgaba.
7. ¿Sobre qué pl'incipios, pues, ha asentado Montesquieu la
ciencia? ó en otros términos, ¿ cual fllé su filosofía del der{'cho~
Cuestion capital, pues que {lel conocimiento deJ derecho depende
_ la importancia y el mérito de su historia.
}~n efecto; si el derecho no E:S otl'a cosa que ('1 resultado de
la ley, segun pl'ett'nden Hobbes y todas las eseuelas sensualbtas;
si no hay justo ni injusto fuera de la loluntad del It"gislador (es
indiferente que este sea el pueblo ó el rey); si, en Ulla palabra, la
ley y el derecho son palabl'as idénticas, no existe el espíritu de
(1) Vrase rl prcf¡¡cio {J¡'I aha.le de Grosley al- frl'lIte tle su memoria
sobl'c el Eslado de las per,wUQS en Francia baJo la pril/wra 11 la se-
flunda rfl:;a de JWl'stros rey{'.~. P,JI'ís, 1769. Esta obra que tlO es mas
(lue mrdiana., drbe 'oda su I't'pu tilcjon á sl'r casi 1" Ílnica: esta rirclIns-
cill es lalllbien la que da mayor mérito Íl la obra de r.ro~ley, Infl'sti-
garlones para la 1/istoria del d(w('c/Hl (ranr;hI,
"
las leyes. ¿Qué pri"ncipros, qué ron secuencia general puede J:edu~
dl'se de diferente~ hechos pal,ticulares sin una regla que les sea
comnn, si ]dS leyes en este sistema no son sino el resultndo fol'-"
tuito de los caprichos del hombre fel'muJados bnjo el imperio de
preocupaciones divel'sas, por mil legisladores diferentes?
Montesquieu principió por combatir esta escuela.
« Los séres inteligentes, dice, pueden tenel' leyes que ellos
»hayan hecho, pero tienen tambien leyes que no han hecho. An-
»tes ele que hubiese séres inteligentes, eran ya posibles; tenia n
¡Ipues relaciones posibles, y por consiguiente leyes posibles. An-
»tes de que hubiese leyes hechas habia relaciones de justicia po·
»sibles. Decir q~e nada hay justo ni injusto sino lo que mandan
)}ó prohiben lus leyes positivas, es decir <lue antes de trilzar un
"círculo no son iguales todos los rádios (1).»
8. POl' otra parte, si el derecho es una cosa necesaria C04
rno afirma 'Yolf y 'toda la escuela de los jurisconsultos na~
tUl'alistas j si existe en el eOfazoo de todos los hombl'es no solo
una tendenl'ia fiMul hácía lo justo, sino tambien una verdade-
ra ley nat.Ul'ul clm'a, y distintamente escrita en la cOnCif'-llCia rH\~
mana, ley universal, eteroa, siempre la nlisma eo todas partes
y para todos, ley perfecta, norma absoluta que no puede ram·
biar ni la saucion ni la desaprobarion de las leyes positi.vas; en
una palabra, si lo justo y el derecho son una misma ('osa, es
una puerilidad ocuparse de la historia del derecho. ¿ Qué im-
portan las sucesivas alteraciones que el legislado!" impotente ha
querido hacer sufrir á esas grandes y eternás máximas? Solo es
necesario conocer los principios absolutos. Además, esas leyes
p;rabadas en el fondo del corazan del hombre y que hacen parte
de su naturaleza, no las revela la historia, sino la filosofía (2).
9. :;\"0 quiero entrar en la controversia acerca de la existen·
('in del derecho nntural, cuc::ition tan largo tiempo agitada y hoy
ahandonada pOI' todos, aunque en el mundo y entre las [H'l'SO~
nas lulgarí's subsista aun la idea de una ley natural diferente de
ese sentimiento de lo justo y de lo injll",tu puesto pOI; Dios en
el fondo de nuestl'Os corazones, y que es nlle~tra razon y unes-
tl'a conciencia. l\'[ont.aigne habia dc.:itruido mucho tiempo antes
esta opinion con esa enel'gía de rHdocinit> que imitó des pues Fas~
cal sin esceuerle, «No hablan sériamente los que para dar 81-
"guna certidumbre á las le~·es dicen que hay algunas fil'mes,
»perprtufls, é inmutabh's que llaman naturales, que están
»gnlbadns en ('J corazon del hombre pOI' la condicion de su pro-
"pia esencia, y de estas unos marcnn tres, otl'OS C\1atl'o, unos mas,
»otros menos. Son ademns desgmciados (porque ¿cómo se
¡)puede califical' sino de desgracia, el que en un número de leyes
'(O Espiritu ¡le las leyes. libro ]. cap, L
(2) yr'a,'),' la disertadon de Thomasius /JI' tlS~ vndo atúdii (lnaqui~
tatum en la ellicion de Sigonius (lJe lIntiq,(1) Jure pn¡l!Ili rnnutnl), LClp~
sic, tit.'), 2 torno ro ~."
XI
~tan infinito no se encuentre al menos una á quien ]a suerte
"haya permitido ser univel'salmente recibida por el consenti~
JJmiento de todas las naciones?) son, digo, dignos de lásti-
»ma, puesto que de esas tres 6 cuatro leyes elegidas no hay una
"sola que DO haya sido contradicha y desautorizada, no solo
»por una nacian sino por muchas. Por otra palte, el ser univer-
))salmente aprobadas es la única razoo verosímil con la cual pue~
"den defenderse las leyes naturales, porque si verdaderamente
)) la naturaleza nos hu hiera ordenado alguna cosa, todos la ob-
userval'Íamos sin duda por un rómun consentirniento, y no sola-
»mente toda nacian, todo hombre conocería la fuerza y la lliolen-
)'cia que le habia de haCe!' precisamente el que le obligase á con~
"tral'iar la ley natUl'at. Que enseilen sus pal'tidm'ios nlguna ley
))que reuna estas circustancías (1). )J
10. Montesquieu, sin empeñarse en esa metafísica sin salida,
restringe prud('ntemente el derecho natural á las leyes que se dcri-
l'anlÍnicmuf'lltt> de la cOl1.\"tilucioll de nuestro SIT. (,Para conocerlas
lJbien, añade, es preciso considerar al hombre antes del rstable-
"cimiento de la sociedad: las leyes de la natUl'aleza serían aque-
)) Has que recibiría en .aquel estad.o.
)JEl hombre en el estado de naturaleza tendría mas bien facultad
"para conocer, que no conocimientos .... Pensaría en la consel'va-
"cion de su sel'. En ese estado no sentiría de pronto sino su de-
)Jbiliuad; tendda miedo á cuanto le rodeara, y si de esto pudie-
"ra dudarse, no es necesario sino acudir" á la espericncia de lo
llque siempre han hecho los salvajes hallados en los bosques; to~
)ldo les huce tembla¡', todo les hace huir.
)1.En este estado cada hombre se cree inferior á los demas;
uninguno se juzga igual. No procurarían pues atacarse, y la paz
upar consiguiente resultal'Ía como la pl'irnera ley natmal.
"Al conocimient.o de su debilidad uniría el hombre el sen ti-
))miento de sus necesidades; es, pues, otm ley natUl'al la que
llle inspim buscar su alimento,
» He dicho que el temor baria á los hombres huil' unos de
"otros; pero las manifestaciones de su miedo recíproco les esti-
¡!mularía naturalmente á acercarse, á lo que tambien se inclina~
"rían pOI' el placer que todos los animales sienten al aproximal'~
»se á otro animal de su especie, Por otra parte, ese encanto que los
nc10s sexos se inspiran uno á otro por su diferencia, aumenta-
»ría f'ste place l': las relaciones naturales que el miedo, el pla~
"cer de estar juntos, y la diferencia (le los sexos forman entre
"los hombres, son la terrera ley natural.
)1 Ademas del sentimiento qlle uIIe á los homb¡'es, llegan estos
)}despues á tener conocimiento; así, pues, tienen un víoC'ulo
¡,que los animales no tienen (2). Tiene por lo mismo el

(L) ElIsflyo!l.lib, 11., cap. 12. apología de Raymond Sebore,


(:l) Los bruto~ , dict' eTl {'I lib, 1, l'ap, L, tienl'n leyes na!uralrs pllr_
:
XlI

"hornlJl'f' mas moti\'os de nnÍl'se á Jos demas hombres que Jo~


"cleml1s animales de unirse entre sí; el desro de liyj¡' pn SO~
"eiedad es la euarta ley natural (1).»
'1. Admito con Montesquieu y ron el ,imisconsult.o romano,
de quien aquí rs Montesqu!eu illtél'prete elocuente, ciertas leyes
supel'iOI'C3 que rigen nuestra naturaleza, si se limita á llama!' á
esos apetitos, á esas tendencias leyes de la naturaleza, derecho
nfllural.
¿ Pero cuál ('S ese derecho que rige las relaciones sociales~
¿ Cuál. es Su principio? Dejemos habla,' á l\iontesquieu.
«La ley en general (así llama al derecho) es la razan hu-
"mana cuando gobiema todos los pueblos de la tierra; y las
,¡leyes políticas y civiles de cada nacion no deben ser, sino los ca-
l)SOS particulares ti que se aplica la razon humana.
l) De tal manera deben sel' propias y conformes á las costum~
)¡1H'{~s del pueblo para el que e:;tau hechas. que es una gran ca~
»snalidad qne las de una nacian puedan com'enil' á otra.
)) Es preciso que se conformen con la naturaleza y con el
l,principio del gobierno establecido, ó que se quiere estllblecf>l',
"ya sea que le fOl'men como sucede con las leyes políticas, ya
:.que le consel'Yen como las leyes civiles.
), Deben sel' relativas á la natma!t'za del pais, al clima hf:!la-
"do, al'cliente, ó h'mplado; á la calidad del terreno, á su situa-
)cion, á su estel1sion, al génel'o de vida de sus pueblos, labra-
l/dores, cazadores ó pastores; deben sel' conformes al grado de
"libertad que su constitucion puede permitil', á la religion de
"sus habitantes, á sus inclinaciones, á sus riquezas, á su pobla~
))cion, á su comercio, á sus costumbres, á sus maneras, En
)\fin, deben estar ligadas entre sí, dehen ser confOl'mes á su ori~
1I gen, al objeto del legislador, al órden de cosas de la sociedad
"en que yan á sel' establecidas. Bajo todos estos aspectos es
"preciso considerar las leyes.
j¡ Esto es lo (jue me propongo hucer en esta obra, ]~xamina­

"ré todas estas relaciones ('u~'o conjunto es lo qne selI3ma el es-


"píl'itu de las leyes, ))
12, .El conocimirnto del derecho tal como Montesquien le
C'ümprendia, no era nuevo; antes que él, Bossnet habia dieho
easi en los mismos términos que el tlaecho 110 es otra CO.f(l que lu
lJIú/J/({ TI7"!,OIl, ,r la rezon ma.\' cierta, pue."lo '1"(, ('S la razon re-
conocida por el cnn_"('t1timiento d" 10.1' hO/llbres (2), Y Rossuet no
('ra sino el eco de la fi!CJsofía católica (:1).
_Pero el mérito de ~Iolltesqujeu, lo que le hace {ladre y fl1n-

{lile ('-"tilO urlidos flor el sentimiento; no til'nen Ic)'es positi,-/ls (Jorque un


lus uTle r:1 tou()dillicnto.
(1) E.1piritu de loy l'l!Jes, lib. 1, rOf), :J.
(2) Quinta advrrIPllcia sobn~ la!> obras de .Jmll'u, edidnn de F{'vl'("
torn. '.(, pág. :WO.
{:J) V(.a,c la .'iU1II1Ilrl /J. l'IrrJJlm, Prill/(l .~I}('., 'lIU,.M, 90 el \11,
XllI

dadol' de la ciencia, fué aplical' estas ideas lel'daderas y fecull-


das á la ldsto,./a del derecho, buscando Ctl testas olvidados,
~ll ohidadas costumbres, el espiritu que animaba á esas naciones
muertas, abandonadas en su sepulcro y a las que su genio volvia
la ,ida; mostrando que el del'echo llO es una cosa arbitraria ni
absoluta, sino el resultado de las costumbres i de las ideas, de
la rrligion, del gobiemo; que el derecho es el alterium de la
civilizucion y la historia de) derecho; por consiguiente, la his·
tofia mas fidedigna del drsal'follo social.
jo] derecho adquiere con el sistema de l\Iontesquieu nueva y
grande importancia; este sistema es la I'ealizacion de uno de los
votos mas fervientes de Bacón que deseaba que la ciencia del de·
l'echo no cayese en manos de Jos ahogados ni de los íilósofos,
sino en manos de los políticos, Porque, dice el eanriller, todos
Jos que han escrito sobl'e las leJP':', lo han hecho 6 como filóso-
tos ó como cUI'jales, Los filósofos han dicho frases muy bellas en
teOl'íi.l, pero inaplicahles {'O la pl'áctica. Los cUl'iales~, escla\'os
-de las leyes de su ciudad ó .de las leyes romanas, ó del derechu
l'Huónico, DO tienen libertad en sus juicios y son en .su raciOCI-
nio siempl'e esclavos. Ciertamente este estudio es propiedad de
Jos polítieos que saben verdaderamente lo que con viene á la su-
ciedad humana, al interés del pueblo! a la equidad natural, ú
las costumbres de Jas naciones, á las diversas formas de gobier-
no, y por consiguiente Jos que pueden juzgar las leyes segull Jos
principios de- la equidad natural y las exigencias de la polí-
tica (1).
-t3. Montesquieu rué mas admirado que comprEndido por sus
contemporáneos. Dominahan en las escuelas las ideas de ,y olf,
las de nouseau ('einaban en la sociedad; doctrinas difei'clItes en
el foudo, pero semejantes C11 absol'ver el derecho por la filosofia;
ambas pOI' consecuencia igualmCIlte contmrias á los estudios l¡j~·
tóricos. Nadie, pues, siguió á Montesquieu. ¿Quien por otra par~
te hubiera tenido valor para abismarse en los I'azonamientos dt~
oscuros y profundos pensadores, cuando la Francia, sujeta a
una terrible I'eaecion, quería .IJOlTiH' hasta rI recuerdo de lo pa-
sado? Tmbuidfls en la idea de que lo pasado no era sino UII teji-
do de locuras y de crueldades humanas sin intlucllcia sobre lo
presente; pel'suauidos que habia llegado el siglo de la perfee-
cion, y que la l'azon ilustrada pOI' la Hlosofía tenia en sí misma

!t) JJacon, de FOlltib. ,;uris P¡'WIn. Qlli de Il'gihus scripseruut, olllnes


n~¡ lamquam IJhjJosophi \'1.'1 tallllluam juriscollSlllU arglllllí'llturn illUlllrasla-
Vi'I'unt, Ah¡ui philosophi propon'Jllt mulla 4!ietll puh.:hrn ~ell ab USll re-
mota • .Iuriscollsulti an{em SUte quisque pa,riJ! Icgum. wl ctiam rOIllIlHO-
rum, aut IlOntilieiafL1l11 pliltilis obnnxii rt adduti. judicio sin('ero non Iltun-
tur; sed Inllquarn e villculis scrmorillnnlur. eerte cogllitio isl~ ad \'irQsci-
"iles propie spettat, (¡ui oplimc lIurUlll, fluid rcnll ~ocictas humnIlil, quid
salus populi. quid (t:lluitn~naturalis, t¡uid gentiulIl more~, 'luid l'('rllm pll~
hlit;arum rormre diver~ül. ideoque possunt de I('gi~bus. €X llrindpiis el prre"
CE'pti~, !am ül1luilatis lI<lturaHs ,_ fjl¡ilIll pulitices dnernere,
Xl \"
t.odas las ciencias humanas separando la vista de siglos q-uc
despreciaban, reclamaban los franceses los derechos que perte·
necen al hombre antes de toda sociedad en el estado de naturale·
Zrl, espeeie ue edad de oro que cada uno embellecia á su capricho.
Entre los aplausos unánimes d~ la asamblea constituyente de-
cia uno de sus miembros: « El hombre nacido para ser libre llO
use ha sometido al régimen de una sociedad po{üica, sino para
"poner sus derechos naturales bajo la proteccian dt~ ulla fuerza ca·
"mUll (I).
)JElolyáo de toda asociacioli po/lrica e.f la COnSel'lVlcion de tus
,'deredos natura/e,\' ti imprescriptibles del hombre. Estos derechos son
)) la libertad, la propiedad, la seguridad.r I(l resistencia tÍ la opre-
nsfon. )) Así dice. el artículo segundo de la Declaracioll de los de-
recho.~ del flambre:r del ciudadano ctel año 1789, testo que
reprodujeron las ideas favoritas de Lafayette y de sus amigos
partieipadas aun por aquellos que combatian todas aquellas de':"
claracianes metafísicas (2). '
14. Bajo el imperio de estas teorías no es de estl'añar que los
legisladores se bayan empeñado en formar constituciones univel'·
sales aplicables á toda la humanidad. Herault de Scllelles, hom-
bre distinguido por su vira imaginanion, hacia que se pidiese á la
biblioteca las Leyes de Jllino.\' para buscar en -ellás principios natura~
les aplicables á la Constitucion francesa, y nadie bailaba ridícula
su peticiono Uno solo, de Mnistre, carácter tétrico y solitario, se
bmlabf\ sarcásticamente de aquellos sueños legislativos (:~).
" La Constitucion 'de 179;-, así 'camo las que la han antecedi·
uo, está hecha en favor del lzolllbn~. Sin ~Jla no puede babel'
hombres en el mundo. He ,'isto f"aoceses; italianos, rusos, etc.
Sé tainbien, gL'arias á l\Iontesquieu, que hay persas; pero en
cuanto al hombre (con la constitucion francesa) declal'O no haber~
lo "isto en mi vida sino en Francia y en aquella época; si exis ..
te es sin mi conocimiento. • -'
" ¿ Hay acaso un solo pais en el universo, en que no puedan
encontrm'se un consejo de Jos quinientos, un consejo de los an-
cianos y cinco directores? }:sta constitucion puede ser presenta-
da á todas las sociedades humanas desde la China hasta Gine~
bra; pero una constitucion que está hecha para todas las naeio'-
nes no sirve para ninguna; es una pura abstraecian, una obra
escolástica, hecha para ejercihr el entendimiento segun una
hipótesis ideal, y en la que es necesario dirigil' al hontbre á los es-
pacios imaginarios en que habita. "
r(¿ Qué es una constitllcion? Es la resoltlcion del lll'obIema si ..
"guientc:' .

(1) Dut:hel: y ROUl. llistotúJ parlamentaria. Torno. IJ, pág. 309.


(2) Véase el discurso de ~J.\I. l.\-hlouct y Delattdine. Historia parlame¡t ..
taria. Tomo 11. pág. 200 Y s i g . · · ,
(3) Consideracione1 s~bre la Fra.ncia. l..ausanne, 1196.

xv
., ])adas la, poblac/on, las costumbres" la religiun, la s¡'{ua-
»('ion 'rJeográfica. las l'elacionf1,) politicas las l'iq'lle:;as, las
I

») buenas y malas cualidades -de -una nadan determinarla. /ta-


l) llar las ley'! . . que la c()}t!'ienell.

"Este pl'obléma no está ni aUIl planteado en la Constitllcion


),de 179.j, en la que na se ha pensado sino en el hombre.
"Todas las razones imnginablrs se ¡'euneu, pues~ para pro-
),bar, que la Constitucion de 179.5 no es una obra divina:-no
),es mas que un teilla.
15. "Lo que de Maistre decía de la Constitucion del año IlI,
¡'puede decirse con igual justicia de toda la legislacían revoluC-io·
"naria j es un edificio sin lH\Se, cuyos escombros embarazan por
)!todas partes; de todas aquellas leyes solo han quedado las que han
"destruido costumbres ya caidus en desuso, como par ejemplo,
dos usos feudales, ó las que mejorándolos se han unido mas á
lJlmestra antigua legislacion; tales son nllestl'OS códigos, sobre
"todo, el código chil, hábil transacian entre las costumb¡'cs
"del Norte y las del Mediodia; ley que mas aun que todas las
),dernas ha preparado y consumado para siempre la fmion de to-
lIdas nuestas provincias en un solo pais;--Fl'ancia.
1 ti. El código chit fné un gran bien lJara Francia: vencio
interminables tliíicultades; armonizó costumbres mas diversas
que opuestas; correspondió, en fin, al yoto formado tres siglos
antes por los lmeblos y los reyes, yoto, en) a ¡'{'tltizarion estaba
muct..J tiempo antes preparada pOI' todos nuestros grandes juris-
consultos; que era la 1l11idaJ en la legislacíon (t). I'ero precisa-
mente pOI' lo mismo que el código civil correspondia perfecta-
mente á los deseos y ú las necesidades de la Frul)cia, rué un sue-
ilo de conquistador quercrle impOlH'l' á otros pueblos, (~uyas cos-
tumbres y cuyas idea5 eran difel'entrs de las nuestras, como si
aquel código, resumen de nuestra legislacion consuetudinaria, y
que no Se comprende ni se esplica sino por ella, fuera una obra '
de tan absoluta perfcecion, que pudiese senil' de norma á todas
las legislaciones civiles. Así que, impuesto por la conquista, de-
sapareció con ella, y la Alemania en 1St.! presentó el curioso
espectáculo de un pueblo convocado Él optar entre la legislacian
(Iue le hahia impuesto UD conquistador y sus antigllaS costum-
bres. AIH tuvo lugar la eterna cllestion de la natumleza del de-

{t1 ((Tambien Luis Xl deseaba que en su rcino domilluse sola unu cos-
»lm;lhre; que hubipsc uni['urmidad en pt.'sos y medidas. y que todas a/lufl!as
))('sluvicsen escritas en francés en un !;olo libro, para evitar Jü'ssu tilczüs y liL~
l~cx¡J('ci()lles injusl¡IS que son mas grandes en Francia que en ninguna part!.';
lJlos nobles de su époea debieron conocerlo, y si llius le hubicl'a IJerlllitidi¡
)¡\'ivir cinco 6 seiS' años lIIilS J disfrutando de mejor s:¡\ud IllIe la floe disfl'u-
)16, hubiera hecho mucho en favor de la unid.:Ili del reino d .. Franeia, (' j
)V¡la~e a Loisel, prcfildo it. las 111stilllcione,' con.wet'ldinari(fs, y los llre-
l)fados á las ORIHi:'\A;¡ZAS SOBRE LH l>üNACTO!Ul'3 y LOS TEST A~IE~TOS, »)

c..) Philippe de Commjrie~) ediriun de Godefror, p, 399,


• 'X <\0'1

recho, '¿ Era necesario conse,'var las leyes impOI'tadas del eXtran-
jero ó encargar al legislador la promulgacion Je un nuevo códi·
go, dejándosele redactar á su solo urbitl'io? ¿ Era preciso, por el
contrario, volver á los antiguos pl'jne.ipios suspendidos mas. bien
q:ue destl'Uidos por la legislacíon francesa? En otras palabras,
;, qué es el derecho positivo? ¿ ('s arhitmrio ti fatal? ¿ Cómo se cs-
tableee?
17. .Eutonces fué, cuando apareció un hombt'e colocado ya
en primera línea entre los intél'pretes del derecho Romano; un
sábio, cuya gloria es hoy europea, Federico Cárlos de Sa-
vigny.
En un escrito tan célebre por la exactitud como por lo atl'c-
vid o de sus ideas (1) destruyó las teol'ías escolásticas y fundó
sobre sus ruinas una do(·trina llena de vida, que reina hoy sin ri-
va! en ~\.Iemallia, en Italia, y que en Francia ha hecho grandes
pro~l'esos entre Jos s~bios.
Hé aquí su doctrina (2).
(. Al conside¡'aL' atentamente Jos diferentes sistemas que han
Ill'einado sucesivamente en la jurispl'lldencia, es fácil de obscr-
))var, que esta diversidad puede reducirse á dos clases, dividién·
"dose los jurisconsultos en dos escuelas princi pales, las únicas en-
,-,tl'e las cuales existe diferencia fundamental; las discusiones in-
"tcl'iol'es de cada una de las dos escuelas son tan solo aparentes,
})y muy fáciles de conciliar por medio de concesiones de poca im-
" porta ocia.
"La primera de las dos escnelas es la designada mncho tiem-
"po há con el nombre de escuela histól'Íca. Para la segunda, pOI'
"el ('ontl'ario, sería casi imposible encontrar una calificacioll exac-
"ta y positiva, pues que, á uecir verdad, no es otm cosa que la
"negac;on de la escuela histól'ica~ y además se presenta por sus
"partidarios bajo las formas mas diversas y mas contradictorias,
"Ullas veces con el nombre de filoso/ia y de derecho natural,
I'otras con el de Jelltido comull de la IUlIllaru"dad. A falta, pues,
, ,}de otl'a espresion la llamaremos la escuela nu ltist()rica.
l8. "La contradiccion absuluta de estas dos maneras de CUI1-
"sidcl'al" el derecho, no puede comprenderse completamente, Ii-
, mitándose á considerarla en las escuelas de los jurisconsultos.
"Es preciso entrar en considel'aciones mas elevadas, porque la
',oposicion que entre ellas existe, es de una naturaleza absolu-
"tamente general. Existe mas ó menos en el fondo de toda cosa
"humana, sobre todo en aquellas cuestiones que interesan á la
,,'constitncion y á la administrarion de los Estados.

(() /Je la lJocadon d~ nuestra {¡poca pOi' la lPfJiskw':oll y 1ft jurispru-


deuda, UUi (en Alemania).
(2) Prefacio al nillrio de juris¡U'lulcncia histúri('(l (ZeiUchri(l (ur fJcs~ld.
dttU('hc. Bc(·htsldHen,y(~ha/~) Hcrlill, tH( J. Tradlll.eo este prefacio mas tJi!~1l
flUt~ pI Von Bcru{, POfll'H' esU, 1'11 él lIIt'jnr reasumido el si,~teflla filosófico de
la fS'2'uelil histril'ifa.
XYIC

«IJé aquí el problema en toda su genernlidad: l Cuál es la


»injluencia de /0 pasado sohre lo presente? ¿ Cuál e~' la J'eladoll
)!elare lo que es y lo que ,f(,!,({?
(, Los unos enseñan que cada generacíon libre é inde-
»pendiellte en su esfera, vive feliz y })rillantc, ó desgraciada
"y oscura, segun la medida de sus ideas ó de sus fuerzas. Este
IIsi:;;;tema no desdeña absolutamente el estudio de lo pasado,
})puesto que lo pasado nos enseúa cuál fué para nuestros abup.-
1)los el resultado de su conducta; la histol'ia es, pues) una es-
"pecie de moral y de política en ejemplos; pero despues de
»todD no es sino uno de los estucHas accesorios de que el talen~
"to puede dispensarse.
d~n el otro sistema no hay existencia humana absolutnmen~
"te ijulividual, absolutamente independiente, Tal "cz aun lo
"que nosotros consideramos como un individuo visto mas de
"cerca será tan solo una parte de un todo mayOl'.
"Así que, todo individuo humano se presp.nta necesariamente
"á nuestro pensamiento como miembro de una familia, de un
!Jpueblo, de un Estado; cada edad de una nacion como la con~
"tinuaeion y el desarrollo de todas las edades pnsadas. Cual~
))quiera otra mancl'a de considerarle es incompleta, y al querer
¡,¡prevalecC'l' sola, es falsa y perniciosa.
"Siendo esto cierto, no obra, pues, cada siglo arbitraria-
»mente, y en una independencia egoísta, sino que está sujeto
"por jazos comunes é indisolubles á todo lo pasado, Cada épo-
J!ca debe pOI' ]0 tanto admitir ciertos elementos anteriores nece-
J!sarios, y al mismo tiempo absolutamente libres; necesal'ios en
"el sentido de que no dependen de la voluntad estl'aúa y de la
))ul'bitl'ill'iednd de lo presente; libl'<~s en el sentido de que no
»Ios impone una voluntad estl'uña (como la del señor con I'es-
)) pecto ti su (>,sclavo) sino que se le han dado pOl' la naturaleza
lJmisma de la oncion considerada como un todo que subsiste y
"se mantiene en medio de sus desal'rollos sucesivos (1).
(, La nacion de hoy no es otra cosa que un miembl'O de esa
Nnacion pel'pétua; y quiere y obra en él y con él, de tal ma-

(t) «Los erectos del r:.dodllio se aumen!an sin cesar, micntras que
llel insUIl!o permanece sicmpre cn el mismo estado .... De aquí r{'sulla
nque 11M un privil¡'gio Jlarticular, no solamente adelanta de tija en tlia
¡¡en IlIs tiencias cada uno tle los hombres, sino <lue todos juntos haten
))CII eHas un progreso eontínuo á HIf'¡lidJ que el lJuh'ersu t'TI\'ejet'e, por~
»que lo mimlO es la succsion tle los hombrcs que son las diferentcs {'da~
Mies tle un indh"j¡luo. De manera que lodas las gellCfadones de hombres
))que se 'mil sucedido dllrall/I' el CI{I'SO de farllo! siglos, lIebtm ser ("ollside~
))radas COIJW un mismo hOfl,bre que Sl/bsúlc siempre y que aprende COllti·
)lnllamellte.l) Pascal, l'CJlsflmientos, priwera parte, art. l.u
u¡':xistiendo lodas las cOlias eOfllO cUllsa y cemo ereClo. allllladas Y
)){'OJIIO aynda, mediara é iUIllCtliutulllcnte, y cOIlsenúnuose por un "íncu·
)110 natural é illsemible, que Ii:-~a las III;,IS Icjaulls y las JIjas diferelltes,
))me ¡wrrec tan imposible eOflorer las partes sin CUIIOCN ('1 todo, COIIIO
»COIIOl'rl' el todo sin COTllleer partil'ularlll('J1le las plutt'S.
a
"1.YIÍl

nnera, que pllpde t]rril'se fiue lo qflf': impone el enerpo es al


})mismo tiemp() cumplido por el miembl'O.
«( En este sistema la historia no es )'a tan solo una moral en

nrjemplos, sino el solo camino que nos conduce al verdadero co-


»llocimiemo de nuestro propio estado (1).
»)En cuanto á esos elementos ~mteriol'es nO puede haber
>'cuesUon considerándolos como un bien ó como un mal, porque
)suponer que fuese un bien el admitirlos ó un mal el desecharlos,
¡,sería conceder la posibilidad de admitidos ó desecharlos. Ade-
"más es ahsolutamente imposible sustraerse á esos elementos da-
"dos, pues nos dominan inevitablemente; lJOdremos acerca ile
),ellos hacernos ilusiones, pel'O no podemos cambiarlos. :I<:( que
"s~ tngaña así y no quiere obrar sino segun el cflpdcho de su ,'0-
);luntad, pierde las mas hellas prcrogativns de la sola libertad que
"le es posihle; es un csclayó que se estravia, ~oñando en sel' rey,
"ruando podría ser un hombre libre.
1!l. "Huho un tiempo en que se defendió vigorosamente y
ilcon gran conflanza la separacion del individuo del todo de la
»sociedad; ~"a no solamente se pretendía aislar lo presente de lo
)!pasado" sino tamhicn hacer al ciudadano independiente del Es:"
.. tado. Lna funesta esperiencia ha hecho conocer demasiádo,
)!cutío pel'Dicioso y criminal era este último ensayo, y si aUn
"hubieseaTgnno que lo creyese aSÍ, no se atrevería hoy á aven-
»t1.lrar semejante teoría. Pero.no sucede lo mismo con Jos par-
)¡tidarios de la independencia entre lo presente y lo pasado, pues
"este sistema tiene aun muchos y decididos defensores, á pesar
»de la io('onsecuencia de admitir en un punto lo que desechan
»en otro. la razon que hace subg¡stir mas tiempo el egoismo his.-
),tórico (pel'mítaseme llamal'lo así) es que muchas personas ('on-
"funden las ideas que se forman sobre la marcha del mundo Con
)!Ia marcha misma del mundo. Para ellos, y sin que puedan dar-
),se á sí mismos la razon de la ilusion que les ciega, el mundo
») ha principiado con ellos y con sus pensamientos.

~1) «El fin de tOllo sistema ~i~IÓdco. dire l'n otra parle, es sf'guir
Jlcse elemento que qUl'da al lraves de todas las tr,IllSrormac!ones ha~t<l re-
»montarse ¡¡ 511 orijen, nríjrt) que proviene de la nalUrn!('za de la na-
»don , de su dl'stino, ch, sus TlPrc¡;illadl's. EIl el sislcnlll de la escuela
nbist{¡riea ese elemento anterior no es romo en el si~rellla de la esclwla
!lOpuesta, una lelra muerla, un hecho c\Jn~nmatlo , cuya t'li~tentia se pa-
ntelllizlI sin comprelH!pr la rillfJn. ('.~ por el conlrario una cosa lIeua de
¡)vidil, rs una de l<ls fuerzas, uno de los ml'dios de adividad de la na-
¡)eion. El principio 1;('nr'ral lle la doetrina Ilislúrira, es que un puehlo,
)¡siempre, y eS[H'cilllrnentr bajo el ¡)Unto de vi~la delil1 41rrecho civil, nu
»)es nna individualidall arci(!l:lIlal> sino una inllividllalid;¡¡l I'senl'ial, nc-
)lccsari;( ronsc('uel¡tia de lodo Sil liMado: por ¡;oIllligllirllte sería (1m loco
¡)el emlleiío de ~uporwr un derecho cOllllln, corno el de qurrel' encontrar
)!lIn ¡/Iiorna ulliverslll que reemplazllse todas las dirl~rentl's ¡i'lIguas de las
ndi(rrl'utrs llil(;Íon/'s. ~o quif're decir esto, sin embargo. ql]l' esta eseue-
nla nirgue en la hUlllllnidad eirrlas trndclll'ias unil"ormes, [¡ las (lile se
¡¡puede consitlrrar eomo el elemenlo filosólico de tOllo 1I('I'(~rho pnsitivo,»
Rr.<fputsta tÍ (;/l'nll/'f. Zrits('rbifl. !. J, {l. :mu.
XI~

20. "Apliquemos ¡í fa jurisprudencia esta contrariedad de opi~


¡,niones; y no será diQcil fijar'el carácter especial de las dos es ..
),cuelas de que acabamos de hahlar.
«La escuela histórica admite, que el tejido, si así puede decil'~
"se, del derecho, tiene su principal trama en el pasado de la mis~
"ma nacion, y así no es una cosa arbitraria el que puedan existir
},indiferentemente tales ó cuales instituciones, sino que estas son
"el resultado de la esencia Íntima de la nacion y de su histo-
))rin (1). El fin de la actividad de cada época, es pues exami-
llnar aquella trama que no la es dable elegit·, rejuvenecerla y con·
¡)servarla en toda su frescura.
«La otra escuela"por el contrario defiende que en cada época
¡,el derecho es un resultado, que está al arbitrio de la yo-
tlluntad dellegisladol', independiente del derecho anterior ya<,o-
"modado á las exigencias y á la utilidad del momento.
llSi el derecho no puede renovarse eu un momento; si
))no se reconstituye desde su base de una manera enteramente
)independiente del derecho antiguo, es por la tolerancia del le-
llgislador que deja subsistir las ideas antiguas; y á esa toleran-
llcia debe solo atribuirse su mérito y su virtud.
,,,Si se reflexiona acerca de las aplicaciones de estas dos teo-
"rías, se conocerá fácilmente cuán grave y cu{m profunda es la
JJoposicion de estas dos escuelas; las funciones del legislador,
"las del juez, y sobre tollo el estudio eientífico del derecho, son·-
"l\bsolutamente diferentes en cada uno de los dos sistemas.
"Sin embargo, en la práctica no aparece tan grande la opo-
llsicion de las dos escuclas que frecuentemente obtienen resnl-
),tndos semejantes; pero esto consiste en que en la práctica se
)lobra fL'eC\lCutemente por sentimiento, y se olvidan los principios
)lV las consecucncias.}1
" 2 t. Tal es la doctrina de Savígny; procede de la teoría de

(l) ((El ,f('r~cho se mantiene en todlls las épocas en una relacion e~encial
))eon la naturaleza y el carácter de la nadon; y en esto puede comparÍlr-
))sele Íl la lengua del pais. Para la lengua COmo para el derecbo no bay
njamás H.'mpo determinado ¡Ji perío!lo fijo de subs!stencia; Ilmbos están
nsomelirlos á la misma lIlarcba y al mismo de~arrollo que los drmás me-
)Jdios de, actividad ~Ie la nadon, y Sil desarrollo el10lá sometido á la mis-
))Jna Iry de necesidad, que lo estuvieron sus principios. As! el derecho
),crpre ton la nacion, se desarrolla con ella. y perece y IOm're, '~Iland() la
,¡nacinn pienle su prrsolllllídatl)) (dll la 1Jü('(lcion de 1westro siglo, eap. 2,",
J). 11, etlidon de 1R28).
uPor mncho flue nos remontemos OIll la historia, veremos siempr~J
)Jqu('. el tlw\(Oho civil tiene su carilele.. determinado y lIuticular en cada
¡lllilcion. como su lengua y ,<;IIS toslnmbrrso Y á drt:ir verda.I, la lengua
),y el .leredJO TW tienen 11M exisl(,llcia irulependirllte y por sí; son me-
)Idios de activhla~1, fuerzas de la nacion, naturalmente inselHlrables: ~olo
»)Ia rel1exion las considera como Cualidades distintas y particulare~m (de la
vocarion de nuestro .~iglo, cap. 2,°, p. 8).
En olra parle (respondiendo á (;rennet) compara el derecho íl la cir~
eulacion ,Iel dinero i el Irgislador la declara) In lIutOl'iz3, pero no la ejl'-
.uta,
I
xx
~Iontesq111t'u , . pero es.. una teoda más fil'anzada que la de este;
Savigny ha determinado mejor la manera como oaee, y se de-
sarrolla el (lerecho en una nacion determinada. Savigny no se
ha contentado con decir como Montesqllieu, que es nece~ario. que
las leyes se nJieran tÍ la nalurale;;a !I al principio del !/úbier-
no establecido ó que se quiere establecer, l)l'illcipio que nin-
guna eseuela se negada hoy á adoptar; ha querido demostl'11r
que el derecho tenia una relacian necesaria y fatal con el gobier-
no, las costumbres y las ideas de la nacion; . que el desarrollo
del derecho del gobierno y de las costumbres el'a necesario y fa-
tal como el de la nacian misma, porque este desarrollo estaba
hasta cierto punto determinado por el del'cclro, el gobierno, las
costumbres, las ideas de la genel'acion precedente; en una pa-
labra, y pam límitarnos á nuestro objeto, que el derecho de
hoy no es diferente del derecho de ayer, sino el fruto germina-
do por el derecho que le ha precedido.
22. Estas ideas son vel'daderas y fecundas; dan una admira·
bJe claridad á _la historia y al derecho, y revelan el secl'eto
tIe esos encadenamientos de causas y efectos que forman la \'ida
de. los puebles y de los Estados,. Ademas son profundamente mo-
rales, porque en lugar de hacer á cada individuo centro y me-
dida de lo bueno y de lo mato, á cada genel'acion juez y seüo-
ra sobCi'ana de sus leyes y de sus costumbres, subordinan lo par-
ticulal' á lo general, el individuo á la sociedad, la edad presen-
te á la que la ha precedido y á la que la seguirá, En este siste-
ma el mundo camina pl'O'i'ideneialmente á un fin determinado;
cada siglo es una jornada, cada generacion un paso en esa mar-
cha inmensa, La suprerl.1u libertad, e3 mal'char voluntariamen-
te hácia ese fin divino con el mundo, éon el siglo, con la gene-
raeíon; el abuso de la libertad es querer contral'Íar ese movi-
miento de todas las naciones y de todos los tiempos. El legis·
ladol' que abusa de la libertad, aniquila su poder, y desaparcce
con sus leyes.
23. f:sta filosofía está lIena de grandeza, y jamás edificio
alguno tuvo un atl'io mas brillante é imponente; pero á decir
vel'dad la escuela alemana no ha avanzado tanto como prome-
tian sus principios; se ha pl'eocupado demasiado con el peso fa-
tal que cada siglo impone en la balanza del siglo que le sigue,
y no ha atendido bastante al elemento libre, es decir, á las ideas
nuevas, cuya realizacion legislativa reclaman las generaciones
nuevas, de los nuevos intel'eses en favor de los cuales cada
época reclama garantías y la proteccion del derecho. Y en
efecto, en cada siglo el filósofo Pllede encontl"ar tres elementos
distintos que constituyen la vida política de la naeion: 1. u in~
terf'-ses antiguos que desaparecen; mientl'as que las leyes desti-
nadas á protegel'los se conservan en la legislacion, la perturhan
como superfetaciones inútiles ó como privilegios insoportables,
porque ya no representan nada: 2. o intt~I'eses ante dores prote-
XXI
gidos pOI' la ley, que subsisten y se desanoll.n ba.io el Impe-
rio de la antigua y de la nueva legislaCiOli: 3. n finalmente, ¡otee
reses nuevos que no tienen la garantia de la ley, y que agitan
la sociedad hasta que llegan á ser intereses rC'conocidos. De eSe
tos tt'es elementos solo vé Savigny el segundo, cuyo desarrollo
es en efecto necesario, pero no reconoce el último que es sin
embargo en el que ordinariamente hay mas vida y movimiento.
Por ,lluir de la preocupacion de los sistemas arbitrarios de
derecho natural, que en Alemania, aun mas bien que en :Francia,
dominaban los estudios jurídicos, se ha Ca ido en el cstl'emo
contl'Rl'Ío, y se ha ohidado tal "ez demasiado el elemento libre,
que es el progl'cso y la vida de las legislaciones. Savigny no
considera lo bastante la intluencia de los ftIósofos y de los le-
gisladores, influencias reales en nuestro estado adelantado de
civilizacíon, y que es imposible desatender: porque para servir-
me de una comparadon que no rehusará M. de Savigny, sería
lo mismo que pretender, que la formacíon de uua lengua es en-
teramente fatal, y (fUedan pum siempre sus espl'esiones cons-
tantes y determinadas, sin que la intluencia de los literatos
y de los sábios pueda introducÍI' es presiones nuevas.
24. Otro defecto de la escuela alemana y que ha contribuido
á retm'dar el triunfo de sus ideas, sobre todo en Francia, es ha-
ber estudiado demasiado la ciencia en sí misma, y haberse cuida-
do poco de sus n:~sultados. En una pulabl'a; haber escrito como lo
hace un profesol' para eruditos, y no como escribe un político
para ciudadanos.
Sin duda tiene su mérito la historia de las colecciones lega-
les, las de sus ediciones, la -de los trabajos que han sido nece-
sarios para aquellas, á lo que puede llamarse su historia litera-
ria, pero esta se ha exagerado demasiado; se ha escrito para la
escuela, y la obra ha quedado olvidada en la biblioteca de algunos
sábios despues de haber consumido en minuciosas investigacio-
lles mas talento, mas instl'uccion, y aUn mas genio que el que
se hubiera necesitado para hacer una obra de pl'imel' órden, y
que hubiera hecho trÍlmfnr en toda EUI'opa ideas gl'andes y ver~
dnderas.
25. Tomemo5 pOl' ejemplo la grande obra de la escuela Ale-
mana, la histol'Ía del del'ccho romano en la edad media pOl' M.
Savígny. Es dificil hallar un objeto mas interesante pOl' su gl'll11.
deza, mas importante por su resultado histórico. Demosh'8I' CÓ-,
mo este elemento antel'ior ele las ideas romanas no ha podido ser
destruido ni aun por la conquista de los bárbaros, pOl'que el de-
recho anterior no puede des<tpnrecer, sino cllando In nneiun desa-
parece, pOI' ser aquel dererhn una manera de existh' de la na-
cion, una porcion de ella misma; obsel'Val' en su desarrollo el
dcmentn lluevo del dl'l'ceho gennánico; pintm' la lucha de dos
legislaciones pal'alclas hasta la misma Icgislacion feudal, la mas
antipática para 10s romanos) y la tille estos lograroll vencer y
XXlI

asimilar á la suya hasta cierto punto; seguir las aguas de estoi


dos rios largo tiempo despues de haberse reunido y hasta el mo-
mento en que han venido á perderse en las legislaciones moder-
nas, es una cuestioo de grande importancia, es un asunto
magnífico.
26. M. de Sa,'igny ha comprendido toda la importancia de
su objeto. El primer tomo que trata de la administracion munici-
pal y de la ol'ganizacion judicial entre los romanos y los bárba-
ros, es' perfecto y puede ponerse en manos de cualquiera
admil'ador de l\Iontesquieu; pero en lugar de continuar pOlo tan
buen camino, en el segundo tomo 'Vuelve á la histol'ia literaria
sin (I~upal'se de otra cosa en los cinco restantes, que de las co-
lceciones del derecho romano en la edad media, de l:\s biografías y
de los trabajos de los glosadores. El autor, dirán algunos, no que-
ría hacer otra cosa que una historia literaria, y bajo este concep·
to esta historia es un modelo; ¿qué mas puede pedírsela? Yo
responderé: las investigaciones sobre la época y la patria de las
'P~tri exceptiones leyum }'mnanarum tienen sin duda en la es-
cuela un intel'és verdadero, y valen, científicamente hablando,
tanto como las investigaciones sobre el espíritu y las tendencias
de las costumbres germanas ó feudales; pero uo basta pura sel'
un hombre gt'uD(le é imponer ideas á su siglo, sel' admirable
en pequeñeces de ]a 'vida; es pl'eciso considerar la grandeza del
objeto, no la perfeecion de los detalles. Nadie debe contentarse
con ser Gerardo Dow, pudiendo ser .Miguel Angel.
27. Pero si se pueden reprochar á la escuela alemana imper~
fecciones, que no pueden considerarse importílntes en el fondo del
sistema, cuanto no las indemnizan pOl'la profundidad de sus in-
vestigaciones, la profusion de su ciencia y la cantidad innume-
rable de sus observaciones! ...
~inguna parte del derecho ha olvidado esta escuela llena de,
ardor y de ,'ida. I.a histOl'ia del derecho romano se ha hecho
una cicpcia enteramente nueva en mnDOS de M. de Savigny,
Haubold, llugo, Von tohl', Schrade, Zimmern, Mahlcnbruch,
ni que la escuela dogmática disputa á la escuela histórica; '\\ -altea',
cuya Historia de la C071:itilucion romana, aun no ha sido tra-
ducida; Klenze, .])il'ksendil'sen , l\'¡ackeldc~v, -W arnkecnig, Hol-
tius, talento claro y profundo; Schilling, Blume, Hefftel', Hm-
net, Zacbarhc, nethmann~Holh\eg y otros muchos que la bre-
. vedad no me permite cita¡·.
La historia del derecho germánico 1m sido tambien como po~
cas profundizada, siendo I>ara nosotros tanto mas interesante,
cuanto que en el siglo X nuestros destinos CI'an los mismos que
los de Alemania, nuestra vida fué su vida, nuestras institu-
ciones fueron las suyns. A la ('nbrza de estos escritOl'{'s que debe
consultar todo el que quiera compl'endel' nuestro antiguo de-
recho francés en el (Jue domina el demento gel'mano, es prc-
cbo titar ¿J "Eiehvl'lI, cuya fti . . torü! del iWjI'3r i o !J dd dcrec!IU {J'!,..

XXlll
mánico está considerada como una obl'a clásica en toda .\.le..
mania. Aliado de Eichorn tienen derecho á figurar la ltiiitolin
de Alemania y ltt historia del derecho illglé8 de l)hilipps, la
del derecho sueco de Kolderup-Uosenvinge, y finalmente, la
últimamente publicada, pero no la última pOI' su mérito, la hL~­
iorü& del derecho y del gobiern.o de ZUl'ich por 1?luntschli,
cna{ho precioso aunque de dimetisiolles muy reducidas. No ha-
hlo ac[uí sino de las historias genernles, porque sería no concluir
nunca si hubiel'n de nombral' todas las investigaciones particul.a-
res de que ha sido objeto la ciencia. Rnste citm' los nombres de
Hullmann, de los hermanos Grimm, tan buenos (~iudadanos co-
mo -profundos pensadores, los Thierl'y de Alemania; de GaUl}P,
de Pel'tz, de \YarnkU'nig;, que la fl"Unria hubiera debi90 dis-
putar á los e-xtl'anjeros; de Hogge, muerto demasiado pronto pa~
1'8 la ciencia; de Sl'hmidt, de Manso, de 'Vachsmuth, de ..:\1-
breeht, etc.
Estos escritores siguen mas () menos la escuela de Savigny;
pero fuem de esta t'scuela es preciso citar como obra~ de gmu
mérito, el Derec/to de s'llcesion por Gans, t'.l adversario íilosó-
fieo de Savigny, el repl'es~ntantc de las ideas de .Hegel; 10.\'
principios del derecho COJnun privado de l\littermaier, t~iell­
to claro y preciso {Iue se resiente de su proximidad á nues-
tro territorio; sin que podamos olvidar finalmente la Hi..,torüt
tic O:ihabruh: de Mo~~er, patriarca y precursor de )a escuela his~
to.iea.
:l8. Todos estos trabnjos que en 2:' Ulíos han dado por rcsul·
lado, que así la histol'ia como la legisladon hagan mas rápido--"
progresos que ~'n IOl dos siglos pl'ecedentes; todos estos traba·
jus, y nótese esto bien, han sido obra d~ jurisconsultos. Se ban
apoderado po\' Hu de la historia r~tos sábios jurisconsultos, de
CUyOls mallos nunca hubiera debido salir.
En 'F.·ancia 110 ha sucedido así. Los estudios mas interesan·
tes. han sido debidos á hombres estl'años á la ciencia def derecho,
MM. Naudet, Sismondi, Guizot, ltaynouard, lo~ dos TIlien},
(fuerard; así que, cualquiera que por otra parte sea el mérito de
tan grandes escrit.ores, se nota estraordinarianwute eH sus
preciosas obras la falta de) conocimiento l)l'ofundo del derecho.
Es Inmentable esta cil'cunstancia. ño podemos estudiar lus
siglos pasados sino en los monumentos que los mismos siglos nos
IJan df'jado. J<:$tos monumentos son de dos especies; particulares,
como las cl~niCfl<\', las lIu:moria,\·, las novelas JI las poesias; ye~
nerales, como las medallas, las leyes, h.t cédulas t'eales . .En
las cránicas lo que ~e Yé antes que todo, lo (lue puede lIarnnr ...
se su idea uominante, son las ideas.v las preocupaciones dd
autOl'; ideas y Pl'cocupariones que no siempre son las de su si-
g:lo. Aun succde esto mm'ho mas en los poetas '~r los noycUstas,
a CU~ U vel'sonalidacl puede dccir~e que est" snhordinado cuan·
lo l'scriben. E~tus fnel1tc~ tI IlHl!I(lutialt::;, :..¡ a:;;í l'uetl~~lJ !J¡lf~H:tI'::;e,
l:XIY
de la histol'Ía son, pues, particulares, pel'sonales, impm·fectos.
El derecho, por el contrario, es el eco de las palabras, la mas
exacta idea de las generaciones pasadas. En las revoluciones SU~
cesivas de las leyes, vienen á reasumirse y clasificarse, por el
mismo órden en que triunfan, las necesidades, las costumbres,
las ideas de cada época; las leyes son algunas veces injustas y
apasionadas, y bajo este concepto ccnsurodas y hasta olvidadas
pOI' los filósofos; pel'O esas injusticias y ('S~lS pasiones son 'las del
siglo, y por lo mismo mel'ecen toda la atencion dcl historiador.
Marculfe es mucho mas curioso é instructivo que }'redegaire;
LittIeton mucho mas que los cl'onistas de In conquista norman~
da~; y para la histOl'ia de su época nadie ha alcanzado á Benu-
manoir, cuya obra es tan interesante como poco conocida (1).
29. Es un error el'eel' que sin un estudio especial se pue·
den comprende¡' las leyes y las costumbres. tas leyes tienen su
lengua particular que no es el idioma p:encral; es una cifl'8 eu·
yo secreto es preciso poseer. Por no haber hecho un estudio sé-
rio y profundo del derecho, se esponen á t'Cjuh'ocul'se en sus
juicios acerca de las leyes; así ha sucedido á los mas profundos
pensadores, corno por ejemplo, á M. Uainoual'd en su Historia
del derecho municipal (2) y aun á M, GuílOt en sus Ensayos
$obre la historia de Francia (3).
y esto nos prueba que el talento no es bastante por sí solo
para comprender la historia, sino {Jue es preciso además el pro-
fundo estudio del jurisconsulto, reuniéndose estas dos cualidades
en un solo hombre, cuyo nombre escl'ibc mi pluma instintiva-
mente como el tipo de la pel-feccioll, Montesqllieu (4).

(1) ({Cualquiera homhre de ('ntenllimicnto claro, sin necesidad de leer


))Ia hisloria completa de un ¡'Hleblo. puc(lc easi imaginar enfiles rueron sus
))coslumbres y sus necE'sidades al leer sus eslatufos y ol'denanzas. así e~O~
))!lIO puede facilul('nle dedueir, leyendo Ja~ costumbres (le un pueblo, t'uá-
))les fu¡'ron sus leye .... )) (P;lsfJuirr, lnvestil/aciolles, lib, IV, cap. 1.
(2) YéllllSC las objeciont's que le h;lce Savigny en la lJistoria del de-
recito romano, lntrodu('don, pág. W, '
(3) V éanse en la l'hcmis las reconvenciones que se le dirijen con esfe
mo!i\'o.
('-) lU. lUkhcJet es un ejemplo de los graves errores á fine puede {'on-
dudr la ignurancl1l (le! derecho, a.~i en su Ilistoria rOnlmw, púg-, 100, lO-
mo 1 , hablando del (le,recho (le vida y muerte que tenia n los padres so-
bre sus hijos, dice «hé aquí ese Lf'HilJle dere('ho del padre de familia
.s()lm~ lodos los que esfán UiljO su Jloder») (sui jliris).
Slti juda quiere decir prel:Ísamcnte lo contrario; es .~,Ii j,m's el padre
de ramflia que 110 dl'pentlc d!~ lla(!íe, el que 110 reconoce ú nacHe en la
(¡¡milia como superior; los que drprwl(~1I de él. los que rstáll sujetos Íl
su poder, CSIíIlI in P()l('.~t(lt(l, in fllfIll!/., in IIIf11if'ipio .
•\Ia.~ a(lc];lIIlc ('n rl W'ISfIIO V(Jlíunell, pilg, tRI !liIIJ1IJn!]o de la Ley de
la., doce l'((f¡fa,~, dice': ((Para que 1" lIIuj!'r qu('(!c ohlig:'lIla ú vivir bajo la
))iluforida.J del homhre, bastarílll el cOflSelllirni('fllo. el goce (IJalabm Jlro·
))f¡wa) )' In pos('silln IIor tél'mino dc un a!lo, y lumbi{'/¿ sertÍn ba,~I(mle$
),tTe.~ J/fJc!¡es (tril/tH Iludir/m IlslfrjJutio).
Lo1 Le1j de las dlJce T(IIJl(/.~ no (Jice una JI,11i1bra dI' ('~Ia flosesion de
tres I1ocbcs, Ó por lIIr.jor decir uHlllda prcl'isamcute lo coutrario. La palabra
XXV
30.. En }<~l'an('ia hasta el año 1830 no puede decirse -que ha-
bia {'mpezado con algun t~xito el estudio histórico del derecho.
POl' los inteligentes esfuerzos de jóvenes ilustmJos, ha pasado el
RlJin la e!!cuela de Bedin , Ji ya tenemos algunos nombres que
uni!' á los nombres 1I1emunes. La obra mas notable y la mas á
propósito para la enseñanza, es las iJu:estiyaciuncs sobre el de-
recho de propiedad pOlo Ch. Gil'aud, profesor de la facultad de
Aix. Inspirado este libro l)or él programa académico que ha sido
tambien causa de nue~tl'fi obra, tiene todo rl mérito así eamotodos
los defectos de la escucla. Ha~v en ella profusion de ciencia, inau-
dita riqueza de testas; cada ft'ase lIcyu consigo la prueba, cada
capítulo es una disertacion. Pel'O que se me permita decir con la
franqueza del que se cree honrado con la rhalidad de M. Giraud,
su trntado no es un libro; no se saca de él consecuencia alguna.
Sus disertaciones son tan solo mutstras de ciencia que prueban
cuando mas, talento y el'udicion; este. es precisamente el defecto
ue la escuela alemana, trilito mas notable en Francia, cuanto que
Jos fmncescs tellemos rl defecto contrario, que es, el de principiar
una obt'u con sujecioll á un sistema pl't~pa!'ado de antemano, sacri-
ficnndo al plan la abset'vacion mas importante. Pero en ninguno
lle los dos estremos está la ciencia útil y pt'áctica; la vel'dadera ('ien-
eia no es la que obsel'\'u sin deducir consecuencias, ni la que
deduce con5ccuencias sin obsel'var, sino la que primemmcnte
hace todas las obset'\'aciones neccsat'ias para deducir dcspucs las
consecuencias. Seribilur non ad prubandwn se(l a(l nrtrran.-
dum es un lema futil, pudiendo compararse esos prodigios de
erudicion á las bl'illantes fantasías musicales que prueban el gran

usurpatio es la qne ha conruntlido á :JI. l\Iiehelet, pues ha creido qne


liignHkaha tlsurpocion, tOllla de l'0sesion do/puta. U.wrpacion sigllifiC"a
tan solo en el Icngu1lje legal, inlerrupeion de la prescl'ipcion.
La Ley de las fl()ce Tablas no habla de consenlimicnto ni de goce,
sirIO dl,1 USIU que significa posesiOil .
.\.ntiguarnrnlc, dice Gayo, quedaba 1.1 mujer bajo la potestad del ma-
rido (ma/PI) de tres maneras, por uso, confarfl'aciofl, y cocmpcion. Por
uso, cnando la mujer "ivi" en casa de su marido un ailo l:onLínllo, po]"~.
que en ('sle caso el marido lil ath]uiría por una es¡wdc ~Ic usucllpeion por
la posesion dc un Mio, cn(rab.l cn la familia ,lel IIIflrido, y era cOllsi-
deriHla como hija. Así, tlllC, tlreia la Ley de la.f doce T/lbla.~, flllC la
mujer que no quisiera caer hojo II potf'slad del morillo, h!luirsc de au-
~~ntarse trr.s lIoc.:hes cada afIO para interrumpir de esta manera la pose-
SlOn anual.
llUSII in manum com"cllirbat, f[lIce anno cOlllill1l0 Ilupta pt'l'srvrraha!:
»nam velllt annua possrssione nsurapieha!ul', in ramiliam yiri lran~ibat.
)¡{itim que locnm olllill('bat: ¡laque l('ge 1U tahularurn ,',mtum eral, si
llqUil nollct 1'0 modo in manum lIlaritll'Onrcllrri, ut quu(annis trinodio
Mlhrsscl, tl!flllc Ha llsunl rujllsque un ni inlerrumprr{'l.ll
)1. ~Iichclet, que ha Pllhlkado un libro sobre 1'1 orígell tle 1111{'sll'O
derecho IIllligllo, cr!'ia, sin eluda, cuando cseribia esla f'slrt1ila tlodrillll
tlgl matrimonio por ¡ardio de ·las In>~ noches, cn el imligllo adagio;
Ullirc, maugcr, coucher t'nSclIlble.
C'est /IlilriiloC, se me semblc.
XXVI

lalenlo de su aulol'; pero cuyo gran mérito solo puede apreciar"


se por los inteligentes.
31. AlIado de la escuela germánica l'epr~sentada pOI' M. Gi-
raud se ha levantado la escuela filosófica que se ha unido á Vico
mientras que en Alemania seguia á lJegel. Ln hi.'doria del de-
recho franCés de M. I.afel'riel'e es un libro escrito con mucho al'·
dor por la ciencia, pCl'O que tiene el detecto de que se I't'siente
casi siempre del espírit.u de nuesh'u nacion; principia pOt' saCal'
consecuencias, y abordando la ciencia, fundado en fórmulas de
antemano establecidas, logra übtenel' la unidad de pllln que
seduce vivamente al lector , pero que suele ser á espensas de la
verdad hist6rica.
ni. I.atel'riere ha querido, como anuncia en su prefacio "ma-
»nifestar por medio de la historia la relucion esencial y mosú-
)inca que exbte entre el derecho romano yel cristianismo y su
"asociacion en el mundo como elementos civilizadores .... con-
J)siderar el derccho romano en sus divc¡'gencias y en sus comhi-
,!naciones con los demas diferentes elementos de la sociedad
lJpara la fOl'macion y el desarrollo uel derecho francés .... st'guü'
)Jy observar cuidadosamente, en su,s interrupciones y sus alian~
))zas al pensamiento dyilizador fIue ha conducido lluestras le-
)Jyes civiles al través de las revoluciones del feudalismo y de la
)¡monarquía francesa desde las leyes capitulares hasta los cüdi-
)'gos del siglo SIX..n
a2. La obra de l\I. Laferriere tienc sin duda rasgos brillan-
tes, pero á primera ,'ista se ,'é que el autor ha olvidado en ella
completamente uno de los elemento~ esenciales de nuestras socie-
dades modernas, el espíl'itu gm'mánico. En la historia de 1\1.
Laferl'iere apenas se hace mencion de 1M. leyes bárbal'as. Lus
costumbres de los bárbaros, que durante muchos siglos han do-
minado toda la Europa por los mismos pl'incipios y las mismas
iaeas, no son para M. l.afcl'l'iere sino el resultado de un régimen
de violencia y de fuerza, á que llama feudalismo. Entl'e ellas y
las costumbres germanas no reconoce el autor relacíon ni couc-
xion alguna; las leyes bárbaras han desaparecido sin (Iue el au-
tor nos esplique, cómo han desaparecido las instituciones del
pueblo conqubtador; el feudalismo no ha sido en sus doctrinas
SillO una cosa accidental, una nube que el derecho romano, lar-
go tiem¡)o oscul'ecido, penetró {l1 tino
No es este en verdad el lug{lf oportuno para refutm' estas
doctrinas; pero desde las primer{ls palabras se reconoce en la
historia, del dgJ'(~clw frollrés, que el autoL' no ha yencido, ni
aun lIegndo á las verdadel'lls dificultades del asunto de su
obra. ¿Cuáles son entre nosotros las leyes que rigen en la fami-
Jia, en el matrimonio, y acerca de los bienes de los ('ón~'u.irs?
las leyes de los germanos, la m.ainbournie (el poder limitado) del
padre y del marido, y 110 el atroz poder de los romanos, El es-
píritu gel'ftlániC'u- dumina asimismo f:'U las l.'itlet'~il)IICS, en la I'U1'-
~xnl

ma de las obligaciones, en nna palabra, en todas las partes de


nuestra legislacíon; y si de estas paginas que someto t\ mis
lectoi'cs resulta alguna demostracioll, es indudablemente la de
estar aun vigentes las ideas germanas.
No es tampoco mas exacto l\I. de I,aferriel'e cuando atribu-
ye al del'echo romano las ideas civilizadoras del cristianismo,
¿ Qué derecho ba habido mas cruel ni mas egoista que el dere-
cho romano? ¿ cuál era la constitucion de la familia en aquella
legislacion, basada en ]a e.o;;clavitud de los siervos, siendo sien os
lo's hijos y las mujeres? es muy justo rendil' á las leyes roma-
nas el homenaje de elogios que se deben á aquellos gnmdes juris-
consultos, á aquellos admirables estoicos que espresaroD en tan
brillante estilo los principios de equidad que hao yalido al dere-
cho romano el nombre de razon ch'U de todos los pueblos.
Pel'O sus bellas teorias estaban encerradas en una legisll1cion ca-
prichosa, agoYiada de fórmulas, estrictamente ridícula (1), y
basada en el sistema de la personalidad mas egoísta, es decir,
en el espíritu mas opuesto al del cristianismo que es el de la fra-
ternidad universal •.
.Es indudable que si nuestras sociedades modernas v8len mas
que las sociedades antiguas, tan gran resultado se debe á la
influencia de las ideas cristianas; á esa religion divina, que pres-
tándose á todas las formas de civilizacion bárbara, feu.dal, mo-
nárquica, se ha asimilado las leyes germánicas y las romanas,
dC~ltruyendo alternativamente los elementos egoístas y salvajes
de las dos legislaciones, para hacer tl'iunfm' sus ideas de cari-
dad, y las de la emancipacion de las clases pohres y desvali-
das; pero estas ideas grandes y fecundas, que llevan en sí el
secreto de nuestl'Q porvenir, no son el re~ultado de las leyes
romanas.
:J3. Sin emuRI'go., para ser justos con M. Laferriere es pl'e~
ciso conflJ,sar que sus defectos sistemilticos están indemnizados
IJor notables cualidades personales; tiene una gran vivacidad en
las palabras y en las id,eas, una perfecta exactitud en sus jUi-
cios, mérito 1'al'O entre los escI·itores sistemáticos, y un esqui~i­
to conocimiento del ~I'istianismo y de su influencia sobre el de~
fecho moderno. El segundo tomo en que ~l autor se sep:lI'a ya
de su~ preocupaciones filosóficas, es superior al primero; es un
libro indispensable para el que quiera conocer el espíritu de las
leyes l'evolucionarias.
S-l. No han faltado tampoco cul'iosas inycstigaciones que no
pertenecen ti nioguna de las dos escuelas. ¡, Quién no COllore la
eoleccion de las leyes I)larítimas de M. Pardessus? su escelen-
te, aunque demasiado corta memoria sobre' el oríjen de nuestro de~
rccho consuetudinario, hare deplora¡' que el autor no se decidiese á

(1) Véas~~ la graciosa crítira qur Pilali de Tassulo bacc ~Id derrcho
romano. l'1l sus Lt'!le~ [llIliUw,s de 10$ rO/ll(OW8. CIIJI. XI. tnmo 11. Ilá-
ginil .íi r ~iguie-nte~.
XXVIII
abordar una cuestion mas larga, y por ser mas completa, mas ¡m ..
portante, Una historia del derecho francés es uno de los deslde-
rata de la ciencia, '
Desplles de los escritos de M. Pardessus es necesario ci-
tar á M. Troplong que de nue\'o ha unido la ldstoria á la jmis-
prudencia pI'áctica, de la que la habia destel'rado una falsa fi-
losofía; uignos son tambien de que de ellos se haga meneion,
1\1:\1. YictOl' Fouchcr, Championniére y toda la generosa falan-
ge que combate en la Revista de le,r¡islacion para alcanznl' el
triunfo de una ciencia demasiado olvidada. Recorriendo las pá-
ginas de esta interesante coleccion, me he encontl'ado ron el
úombl'e de 1\ limrath, y á pesar mio no he podido continuar. Klim·
r3th, si la muerte no le hubiese 8ITebatado á la cienda, hubiera
sido el Savigny y,el Eichol'O de la Francia. ¡ Qué rasgos tan
magníficos en las poca's páginas de su obra sal"fldas del olvido!
_ ¡Cuánta ciencia oculta bujo aquella sendllezl ¡Qué ideas! Ko pode.
mos menos de íflallifestal' nuestro profundo agl'adeeimiento M. a
'Volowski que ha salvado aquellos pl'eciosos fl'ilgmentos.
3';. ta el'udicion humilde é investigadora, la escuela filasó·
ílea, la escuela histórica, renacen ya prometiendo gnmdl's ade-
lantos al estudio de la historia del derecho, tan largo tiempo
dpsculdado; pero la escuela f't'ancl'sa de la que es jefe Montes-
quien, la escuela que en el estudio de los tiempos antiguos no
busca lo curioso sIno lo útil, que busca lo Hl'dadel'O y no lo
sistemático, nadie la ha continuauo. A fines del último siglo
un jóven desconocido entonces, olvidado hoy, Pedro Chnbl'it,
se atrevió á \'ol"er á levantar la bandel'a de la escuela política:
pero su empeIio fué superior á sus fuerzas. A pesar de la bené-
"ola protecdon de Hiclerot y de la nyuda que le prestó
Garat, Clwbl'it cscribió con miedo su tratado de la monarqula
francesa y de sus leyes, obra muy bien concebida pel'O débilmen-
te ejecutada, bosquejo bien indicado; pero ('n el que faltó á su
autor "alDl' y estudio para concluirle; el conocimiento de su inle·
I'iorjdad y de la indiferencia pública, le perseguía sin cesm' y le
desanimaba.
{( -En vano qucrría disimularlo, dice: no, no tengo la noble
¡,confianza del verdadero talento: á cada paso que doy tiemblo
"que cltertor de quien espero toda mi recompensa, est~ ya ente·
"ramente disgustado, cien'e el libro y me abandone á mí mismo
"eomo un bárbaro. ))
36. A mi HZ vuelvo yo hoy á Icvilntar la bandera del desgra-
ciado Chahrit. Como él conGZCO mi debilidad; pero mas feliz que
("1, {IBerIo tener confianza ell mi época y en la benévola inteli-
g(IIlL'Ül de mis h~(;tol'l's., ";'105 restos de· los tiempos nntignos que
desanimaban á Clwbl'it, yo los he I't'cojido, y los he interrogado
con respeto porque son las cenizas de nuestros padrcs y de IÚlCS-
tros ahuclos, 'Iue fucron gTulldus y dignos de Illlcstra memoria;
porque ellos SUhÜUl, \'usat!os, morir pOI' sus souerano.\;; duda-

XXIX.

danos, morir par sus ciudades; súbditos, morir por su 1'(')';


mientras nosotros, que hemos reasumido todos estos nombl'E's en
el de ciudadano, llpenas sabemos alU31' nuestra patria, como si el
amor del pais, siendo el pais mas grande, escediese las fuerzas
de nuestro corazon. TCllían nuestros antepasmlos lo que nosotros
no tenemos ho,Y, aqu!?lla fraternidad que reuniendo el mundo
germano bajo las mismas banderas, lo lIcvaba en masa álas snn-
tas cl'llzadas pl'csE'rn:.doras de la civilizacían. :Mientras que las
revoluciones y las largas guerras tienen á los reyes y á los pue-
blos en mútua desconfianza, toca á la ciencia disipar esos falsos
y peligrosos resplandores, y reunir por la comunidad de senti-
mientos y de ideas Francia, España, Italia, Alemania, Ingla-
terra, naciones todas que tienen ('1 mismo origen, y que pien-
san y que quim'en lo misrno. A nosotros los jurisconsultos, nos
toca I'omper las barreras artificiales dellenguajc; demostl'al' en la
unidad del desarrollo de las leyes, cl'itel'ium de la civilizacion,
esa unidad de costumb¡'es, de sentimientos y de ideas que du-
rante catorce siglos hace mm'chal' junta, aunqlle á pasos desigua~
les, toda In gran familia romano-germana. Hacer conoc('I' á la
J<'rancia naciones que son demasiado poco conocidas, como pOI'
ejemplo, la Alemania, nuestra hermana, que hace tanto tiempo
sufre, desea y piensa como nosotros, es un objeto noble y digno.
¿ Habrán de seguir aun mas tiempo aislados y enemigos, pueblos
que piensan y quieren lo mismo?
37. Elevando á tanta altm3 el objeto de esta obra, conoce
el autm' mas que nunca, cuán inferior ha de ser al modelo ideal
que se formMá cada uno de los lectores; su único méL'ito es su
sincero deseo de hallal' la verdad. El auto!' ha tpnido siempl'c el
mismo deseo, todas sus acciones han trnido siempl'e el mismo
objeto, así en medio del movimiento y dell'uiclo de la industria,
como en el silencio del gabinete, estudiando los hombres en lo
presente para comprender en ]05 libros los hombl'es de lo pasa-
do, sin pl'eocupa'cion política, sin. espíl'itu de partido ni de sis-
tema, pero siempre y pOL' todns partes bu sean do la verdad ('on la
sola ambicion de haceda tdunflll', ó al menos de abril' el ('umi~
no á otro mas fdiz que él. Con {~stos títulos reclama la indul-
gencia de sus lectores, conoeiendlJ que nadie ha podido tener
tanta necesidad de indulgencia como el que concluye este prefa~
cio uemasiado largo con la cabeza débil y temblando la mano.

PARIS 30 DE JUNIO DE lS39.


31

DEL

DERECHO DE LA PROPIEDAD lN~IlíEBLE,


LIBRO PRIMERO-
Del detecbo de la )lropielad illmueble en CeDeral.

CAPiTULO PRIMERO.

D1\ 1._\ .'\iAT1!RU"EZA llEL DERECHO DE PROPTEOAD.

LA DRTENTACro_, del sucIo es un HECHO que solo la ftwl'za hace


respetar, hasta que la soeiedad consagra la eausa del detentador;
{~ntonces bajo el imperio de {'sta gUl'antía social, el HECHO se
convierte en IlEHEGHO, y este del'echo es la rnOPIEDAD.
El derecho de pmpiedad es una cl'cacion sodal; las leyes DO
solamente protejen la propiedad, sino que son las que la hacen
NACI<:R, las que la ddel'miuan, las que la dan la cat('goría y la
estension q?e tiene en los derechos del ciudadano (1).' .
(1) Vi'ase el discurso póstumo de l\'lirabcall sobre el derecho de sllcesion,
y El e.wifiltt de lus l~yB1 ¡le l\1ontesfluieu, libro i6. cap. 2:; y 26.
Si el lector ha observado en la introduccion nut'stra~ opiniones sobre la
naturaleza fiel dCl'e\~ho. no lenernlls netcsidal( de dl'senvo!y('l' TIlas nuestras
idcils 1'obrr la naturaleza del d('recho de prOpitldad. Este derrcho 1'1' á nues-
(ros ojos tic la misma naturaleza que todo ('llleredlO, Ulla Crf'ntiflll social.
La llpropiadon del suelo es 1'10 duda ujlO Ile los hecho1' (:onlemporáneos de
1,1 (Jrimera sOfiedad, que la ciencia está ohligada á admitir enmo punto de
partida, y sobre los que no puede discutir sin csponerse á pOller en teln
d~ juit:lo la sociedad misma; {lNO los derechos que ('onfit~re esta detf'ularion
del suelo. sea en el orden pohtico ó en el úl'den de la familia. no son defr-
diOS ab.<;olulos, d"reclws naturales, anteriorc$ á la socirdad, son derecll4).~
sodulcs que varían segun Ins Ilecesidafi('s de la grau rarniti,l humana.
As! que, las gl'aves ruestiOIws acerca de la na(L1mlrza del Ilt'recho M sut'e-
iOinn-si la hen'llcia. si el testamento son ó no de derecho natural ó de pr-
fI'cho de gentes (")-no son cut'stiolles para nosotros que no admitimos tJe-

(.) Uynkl!I'sllOck, Obs, lih. 1I. cap. ser,undo.- V, d discurso de ~lil'ah('all


(Ruc\!rz. IV, :t.'lS) en la disCIISioll del c/JllSé'.io de Eii/ado (Fend, .\.11, 2.~1) Y
~Ohl'f' 10,10 la~ JlIido~¡I~ OhSCI'Vill'iOIll'_' tic POI·talis,
32 HHlTOmA

Como la propiedad del suelo ha sido siemp¡'e la primera ri a

queza y el primer pode¡', se han organizado sob¡'c esta base to-


uas las sociedades antiguas y modernas; en manos de los posee-
dOl'es del suelo (por una ley inflexible de la historia) se ha ha-
llado siempt'e el poder-absoluto y tiránico cuando la propiedad
se concentra en pocas manos-dulce y templado cuando, dividida
la propiedad del suelo, llama mayor número de brilzos á vli-
mentm' y á defender la ,patria.
Para obtener el padel' pOI' medio de la propiedad ó la pro-
piedad pOI' medio del poder, han luchado en todas épocas las
clases inferiores, desde la plebe romana, cuando pedía la repar-
ticían del monte Aventino, hasta el tercer estado, aboliendo en
una noche memorable lo poco que quedaba de los prhilegios
territoriales de la nobleza y del clero.
Así causa y efecto alternativamente del poder, el derecho de
propiedad refleja en sus vicisitudes todas las revoluciones socia~
les; á la propiedad se dirijen todos los cambios en la condicion
de las personns, que se reducen finalmente á capacidades é inca~
pacidadps de poseer. Cualquiera que sea el nombre de los par-
tidos qne se disputan el poder-pntl'icios y plcveyos -señOl'cs
y villanos-tercer estado y nohleza ~la cucstion capital es sipm·
pre: ¿ lJe quién es la tierra?
l.a ley civil de la propiedad está por tanto sujeta siempre á
la ley política, y mientras que el derecho de los conh'utos que
no determina sino los intereses de individuo á individuo, 110 ha
yariado en muchos siglos (sino en ciertas formas, que mas bien
tienen pOI' objeto, probar la obligacion que la obligacion misma),
la ley civil de la propiedad que determiua las relaciones de
ciudadano ñ ciudadano, ha sufrido muchas variaciones absolutas,
siguiendo en ellas todas las ,'icisitudes sociales.

fecho na(uf!l.), así como tampoco estado natural preexistente al estado


social,
]'ara nO,liotros, el hombre es un ser rscncialmcnt<.> sociable como la abeja,
como la hOfmi~a. Asi corno no cOTlll1fendo la abeja ni la IHH'lIIi¡;a, separa-
das é indepenrlientes de las dcma!S de su rspecie, tampot'o COIII¡lfCllrlo al
hombre fuera de la soeiellad. El :salv,1jc. que no es mas l¡llC un hombre ais~
Inrll) de 11 gran fdmilill humana, en el aislamiento uI'genera. y pcret:e. El
hombre no wdsle sino Ilor y Ilar;l la sociedad, La sodedad es Jlecesaria y
tiene f'TI si misma la razon de su existencia; su objeto es asegurar á touos
sus mir~mtJros la mayor suma posible de bien estar, y destruir torlos los
uhsfá(:ulos !n-¡ra[es, y lorJas las incomodirl:J(les l'iskas que ¡npiden <11 hOIll-
bre lIegllr al (in para que Dios le ha criado. Siempre que la sodi.'dad, sin
separilr,~e (le su call1in~J provirlencial, ci.mbia de medios-que por ejemplo
varía las herencias ó los privilegios políticos, unidos á la propiedad d~1 ~IlC~
Jo-csfil en su ¡)ereeho, y nadie puede redamar de (~l1a en virtuJ de un uere-
dIO IInteri()r, prlrr(lle uillguno hay antes ni dcsplles de ella: la sociedu:1 es
la fucnte y el origen del derecho.
Si Indos hubieran ((millr) estas ideas arel'ca del derecho. se hullieran e\'j-
larlo lIIuchas y l'c1igr()~<1s l!isclI~ion('s sobre [os prdclldidos dl'l'eehos naturales
del IlOmbr!!. dj~c(lsl(Jnes lIIanc!Jar!,ls con la sangre de nu{'stl'Os padrc,~ J sin
provecho para la rienda, sin I'esultado para nosotros.
DEL DERECHO DE PROPIEDAD. 33
La ley de los contratos que se funda en los principios de (',ter·
na justicia 'gmbados ('n el fonuo del corazon humano; es el ele-
mento inmutable del der~cho, y puede decirse que es su FlLOSO-
FIA: por el contrario, la ley de b propiedad ,es el elemento "aria·
blc del derecho, es su HISTORIA, ES su POLITICA.
Nunca se ha propuesto en academia alguna cuestion tan gra·
ve y tan importante, porque ¿ qué importancia tiene el elogio de
un héroe comparado con los mbtedos de la distribucion de la
tierl'a, que hace la grandeza ó la miseria de las naciones? ta vi·
da de un hombre no sería bastallte para este estudio; y yo no he
podido dedicarle sino algunas noches que he podido robar á los
negocios. Sin embal'go, no creo digno de censura ensangrentar-
se las manos para separm' las zarzas de un sendero apenas tl'an-
~itado. Otros mas felices llegarán alHn.
34 HiSTORIA.

CAPITULO n.

ntVISroN DE LA. OBRA.

Es preciso distinguir en esta historia tres épocas, 1as tres


marcadas por tres grandes revoluciones en la propiedad in-
mueble:
1.0 LA EPOCA RO)IANA, que llega hasta el t~stablecimiento de
Jos bárbaros en los paises que formaban el imperio romano;
2. o LA EPOCA. BARBARA, que llega hasta el establecimiento de
los feudos (del siglo VI al X);
3. (1 L.l EPOCA FElillAL, que llega hasta el establecimiento de
las grandes monarquías modernas (á mediados del siglo XV).
4.° Concluiré con algunas reflexiones sobre el estado actual
de la prqpiedad inmueble y sobre su porvenir, considerando el
prodigioso desarrollo de la propiedad mueble, propiedad nueva
destinada á absofvcr la propiedad inmueble, y cuya repal'tirion
es la gran lmestion de los tiempos modernos, así como la ff'par-
ticion de la tierra fué la cuestioD ca}lital de Jos tiempos anti-
guos.
'En cada época procUl'aré considrl'ar el derecho de propie-
dad bajo tres aspectos diferentes, e!l decir, en sus relaciones:
1.° Con el DERECHO PUBLlCO.
2," Con el DERE.CHO C[\'JL Ó PRIVADO.
S. o Con el DE.m:CHO DE F üllLIA, derecho de naturaleza mis-
ta, y que tanto participa de la ley política como de la ley civil.
PRnIERA ÉPOCA.

LOS DOMANOS.
DEL DERECHO DE Pl\'oPlt.DAD. Si

LIBRO 11.
De la propiedad romana bajo el atpeCio polhtciJ.

CAPITULO PRIMERO.

DE U,S DlVERS,\S ESPECIES DE PROPIEDAD E:."lTRE LOS RmIA sos.

« DESPllES de habel' dividülo su pueblo en tl'ibus, y las h'ibllS


),~n curias, Rómulo repartió Ia,ticrra en treinta Jlorciones igl1a~
"les y seiialó ti cada curia una de estas porciones. Del I'f'sto de
1

))Ias tierras dedicó al culto la pal'te que era necesaria y dt~jó lo


),demas para el Estado)) (1).
Esta division de la propiedad, hecha en la cuna de la socie-
dad romana, sub:;istió lwsta una época muy adelantada de la his-
toria. En todas las colonias romanas, colonias fundarlas á imagen
de la metrópoli (2), al lado de las propiedades asignadas á los
colonos se hallaban siempre bienes religiosos y tierras comu-
nes (3).
Las tierras consagradas al culto, aunque eran muy consi-
derables, puesto que, segun Appiano (4), una parte de estas
pl'Opiedades, vendida por ól'den del senado, bastó pal'a todos los
gastos de la guerra contra Mitrídates, no hacen, sin embnrgo,
en la historia de la pl'Opíedad romana un papel bastante impor-
tante, para que nos drtengamos en ellas especialmente; estos
bienes además se cuentan pOI' rntlChos conceptos entre Jos bienes
del Estado (ó).

(1) Dioni ... io de nalicarna~o, Anti, 111. 1.


(2) r:rfigies parvíP- simlllrwraflue populi romani. A. Gel!, XVI, 13.
(3) Pasrua. compnmltl communia, pro indiviso. FrollLim, d~ limite agro-
Tum. l'd Gor~ins, p . .\.l.
(4) Apviano, guerra ¡le lUit.'ülnles, c. 22.
(a) Aggenus (ú filas bien Froulin) de CúNTROV. AGIHlRl'!tJ, los cuenla en ('1
núrnrro de lus bienes MI ¡':Mailo. In Jlali:t densilas poss('ssornrn lIlultUIlI im-
probc racil, 1'( Ineos ~:Il'l'ns ol'cllpan, qólonu/t ,~(Jlum iI/.flltbitfll~ populi ro~
mnui est. etiafllsi in linibus coloniarullI ant fIIunil'ipiorum. Go('s., tI. 7i.-
livius YIII, U,-~'irbt1br) \. U. i ed. p. 61J5.
38 , HISTORIA

Nos ocuparemos, pues, solamente de las dos grandes y capi-


tales divisiones de la propiedad romana:
1. o Propiedad del Estado (agel' publicus) ;
2.° Propiedad privada, propiedad del ciudadano (ager pr;-
I'atus).
DEL DERE~HO DH PROPIEDAD.

CAPiTULO Da

PROPIEDAD PRIVADA.-AGER PURLICliS (t).

Los límites de las tierras que const.ituiat~


la pl'opíedad privada
estaban demarrados y al mismo tiempo consagrados por ciertos
ritos tomados de las costumbres etruscas. La religion protegía el
dominio del ciudadano. Saltar la cerca del campo ,¡eeino era un
cl'ímen capital. .
Esta demarcacion de límites era la señal de la .propiedad de
Jos ciudadanos, agá· bOmitati, llgr¡ dil'is;, -a,rs;6',flnti; á difet'éncia
de los bic;mes del Estado, cuyas tierras no tenían mas límites que
los naturales, ngri an_:~/illales (2).
I ..ü demarcacion de las, tierras J v nótese esta circunstancia, no
cm un siinp'le 'límite' establecido bajo la garantía de la autoridad
y destinado á Pl'evenir cuestiones entre los propietal'~os de cam~

. (1) Rei agrarire altctares sura W. Goesii. AmsLerdam, 167·', in 4.° Es en


su mayor p:ute una reimpresion de los anclores fi.niuJ1/" r.e,'Jundot!¡.¡n con ~s-,
cele[l~es Ilo.!as, ,por N. Rignult, l'aris, 16H, in 4. -Nicbul\!', sobre 1011' L'ú;rd-
0

tes. Apéndice 81 L. 2.° de su Historia Bomana, segllTllla e1idon, p. 69' Y si-


guientes.
(2) nC\~upatorii díennLul' agr:, quos quidam arrifinales vocant; hi.áutem
arcifinales dici ¡Jeben!. quibus agris victor populus oteupando Ilomen dedito
BeHis enim gestis victol'es pop111i Lerras omnes ex <¡uibus ,·ietos ejeeerunf, pu-
blicavere, atllue lmÍ\'ersalitcr terl'itorium dixl'runt, inlra quos filies jus ouccn-
di essel. lleinde ul quisque virlule colendi occupa,'it arcf'ndo vidou',", arcifi-
nalern dix.H. Horurn ergo agrorum nllllum lES, _Dulla forma qure publiCa! tide'
possessoribus tl'stimoniUIll reddat: quoniam non ex mensuris 8/;lIS unusquis-
que miles modum accepil sed quod aut cxcoluit aut in speeolrlldLoccupa . . it.
Quidam vero possessionum suarum privatim formas (uerunt, qum nec ipsos
vicinis, nee sibi vilinos o.bligant, qlloniam res est volunlarill.- Hi tamen ,fi..
niuntllr terminis el llrbo.ribus nolalis el anlemisis et sllperciliis, el vepri-
bus, el viis, el rivis. el rossis. Sicp.IlIs Flaccus de crmdit. agror. {Go.es .•
p. 3'1 Véase Aggenus rn Fro.ntin (Goes,. p • .i-5;.-Livius. V, 55.-Festus de-
tlne as pos~si(mes casi en lo.s mismos lérrninos que define Siculo los agri oc·
cupaLorii: I'OSSESSIO~¡':S aflpellanLur agri lah patentes llUblici privalique quia
no.n maneifl.ltio.nc (CI~ pTopierlad) sed usu tcm',b,mtllr d ut, lIui~(¡lle occupa-
yeral cOl!-idflJul (wleba,l. ó mas 'lIjen IlI)s~jtlchat).--:-Ishlor., urigen 1;;, '3,'
~. 3, sr. ha fUlulad,o .tl! ~illI~isma doctr~lla ~I"e Vcstus: .fJOs;'icssiones Slllll agri
fato patl'nlt's Jlub"rt lIr1vallqlle,lIuos millO nOn ml\lIclll.1honc, sel quisque
potuit oceupavIt al1lue possedil , uude et nUIll'upati; Nicllllhr, 11,696.
u,·
40 HISTORIA
po~ 'vecinos, sino que era una consagracían re1igiosa de la pro-
piedad.
Fundar una colonia, por pjemplo, era una obra sagrada. hIn-
gistrados especiales nomb¡'udos por una ley, asignaban á la co-
lonia un territorio deteJ'minado; á los colonos, las tierras que po-
dian ararse, qua fille et arater ierit; á la colouia, los bosques, los
pastos, los prados destinados al alimento de los animales: ~ las
tiel'ras comunales no se les señalaban limites como á las tierras
de los particulares. Despues de las ceremonias sagradas se repar-
tia todo lo que habia de pertenecer á los particulares en ccntu-
rías (1).
Se subdividían las centurias en jllgera, se señalaba á cada
uno una pOl'cion de terreno, y se formaba un estado del valol' de
las tiefl'as ~r su distrihllcion (ces ~/orma) destinado á mantener la
pe,·petuidad de la pl"Opiedad de los ciudadanos (2); quedaba enton-
ces la colonia fundada para siempre (3), La demarcacion de lími-

(1) Feslus, V. Centun'atU$ ager,-Haciéudose la reparticion siguiendo


una delineacioll regular, quedaban gcncralmente algunos pedazos de terreno
¡Illado de las centurias y (lile no hadan parte ue ellas. Estos trozos (subse-
('in) hacian parte del dominio de la la colonia, ó seguian perteneciendo al
A.ger publiclu. Esta era 1,1 lierr(l ma.s freruenlemenlr usurpada. porque los
Sub.~lJ(;it'a eran pfJCO con sillera bies y estaban siempre al nlc,lncc dr los colo-
nos. Ve~fJolSiano, conmovió talla la Italia cuanúo quiso reivindicar y vendrr
('stas ped,17.os de tierra usurpados poco á poco por los colonos; y tuvo al fin
que detcnersc aula las quejas de IOdos lo~ puelllos; Domiciano, que abandonó
t'stns tierras á los poseeúores, fué det:!arado el hiellhet'llOr t!e la Italia (Agge-
nus de controversia agrorum Gocs., 68, 6ft). En !Ina inscripcion se ha conser-
vado un reslTipto de I}orniciano terminando 1In pleito entre dos colonias ve-
cinas con motivo de los sllbseeivu; la traslarlalllos aquí por pareccmos además
de rara, curiosa.
Imp. eesrer dÍL'i Ve,~jJasiani F. DomUianus A.u,1u.~tus, ponU{e:¡; ..lIa.T •
.Trib. potet. Imp. 1I. Coso V lII. Designat VIl11. P. P. salulem dieit.
111/ viris etdeettrionib. Falcriensium ex Pieeno. (juit eOflSl1'tuerim de
subsecivis, cegnita causa inter vos el Firmanos ut notllm haberUis lude
epiJtolm suúieijll$si.
P. Valerio Palntino" .. Cos XlIII ¡íal. AU[Jltslus.
Imp. Cmsar did VesjJasiani F. lJomitianus .-lu,1ust. adhibitis utrilt.HJ.
urdiH}" .~plendidis vids, cognita ea/Ha inter Falirienses el Firmanos pro-
lluntiavi quod subscritum et.
El vetustas litis 'luw post tol molOS rMractalltr a Firmanis advcl'slU
FaUrienses vehementer me mOllet, cum possessorurn sef/lritate vel minu.y
mltlti anni suffieere possint et divi Au.[}lIsti dUiyctttissimi el 'indllluelltis-
sime erua Quortanos suos prindpl.~ epistoln qU/l adm01tllit eos ut ornnia
subseeiva !l/la colligerent et vrnderent 'lltos tmn salubri admonitione pn-
ndase non duMlo, propier qttW possessorillll .fus confirmo. Valete. /). Xl
Kal. aug. in Albano.
Agente el/ram. T. lJov"" Yero.
Legatis. P. lIovia Sublno.
P. Petrono .4.ehille.
(2) La prolJicd¡¡!I IJfi"ada era invari,'lble; asi que, no fJodia aumcntar~c
por In aluvion. L. 16, de Adll. n'r. domo L. t, Ii). 6. lIe Flurninib. n. XLIII, 12.
(3) Jlcduxislj coloniam Casilinum QUo Ca~snr ante deduxera!. Consuluislt' me
prr lillrfó¡s .... pO~SI'S TIC u!Ji colollia rssrl, en colollinrn novan jure dl~dll(,l'rl'.
~{'gJri in qU<lUJ colulliam qll~ rsse auspic,lto Ilcducta, dUIIl ('~sel iucolllwis, 1'0'
¡oniam Ilovam jure deduei: col(lnos noyos IH!scr¡h¡ IJosse r('scripsi. Tu aulem
DEL DERECRO DE PROPIEDAD. . 41
tes y la asignncion de tierras que convcl'tian el Agrr publiCll,f en
propiedad privada, eran el objeto de todas las LEVF.S AGR.\RIAS.
;ramás enh'e los romanos se diel'On ni aun se pensó en dar leyes
que atentase u á la pl'opiedad de los ciudadanos. Semejante ley
ademús de ser una violacion de los derechos ele la propiedad, de·
rechos respetados por todos los legisladores, hubiera sido un in-
digno sncrilet:io: la religion protegia contra todo ntaque la tierra
de cada ciudadano y el sepulcro de sus pndl'es (1).

insolelltia dedulisli, quo erar paueis annís ante tleduda, nt vexillllDl tolleres
el aralurn eircum durc!'es ~ cujns quidem vomere portam Cnpmc prene pers tin-
xiste, ut florelltis l'oloni¡p terl'iLorium minueretur. Cir., Philipp., 11. ,tOo
(1) .Es justo devolver á XielJlJhr la gloria de haber sabido descuhrir lo
que eran las le:ves agrarias hasla entom'es tan mal conocidas. RIPm. (teseh.,
1. U, p. I i-G Y slg, Yom gemeinrn Fel und dl'sSCIll nulzung.
MISTORlA

CAPÍTULO III.

POSESIONES.

SEC,UN el de,'echo e"a imprescriptible el dominio del Estado (1),


La república no podia roncedel' SiDO el uso, conccsioD siempre
revocable mientras que una ley agraria ó una Huta pública he-
cha por los enestores, no hubiera hecho que una tierra entrase
en la categoría de las propiedades privadas, mm'cándola lími-
tes (2),
En el hecho cm necesario respetar el usufructo que se habia
concedido á medida que el tiempo lo consagraba: pues la conmina-
rion de revocar este usufructo sumia á la república en agitaciones
perpétuas. Las leyes agrarias eran en Roma la espada de llamo-
eles á merced de cualquiera ambicioso (3); era incontestable (';1
derecho del Estado, pero al mismo tiempo la inmemorial pose-
sioo á cuya sombra se habian formado tantos interes~, em tam-
bien hasta cierto punto Jejftima (4)0 Si es cierto que era la tierra
del Estado, tambien lo es que los poseedores la habian fecunda-
do con gran trabajo, la habian enriquecido con diferentes plan-
taciones y hermoseado con edificios. Casi siempre podia decirse

(1) Jurisperili negant i\Iud sotum {luad P. R. esse ClPpit 11110 modo usu-
capl a quoquam mortalium posse. El est verisimile. Aggenlls Urbie. de (on ..
trovo agror (Gocs., p. 69),-L. 12, §. 2.-De publico in rem-l>. YI, 2.-L .
.. , Fin, rcgund. ; e Th. 1I. 26,
(2) Qu&storii dicunlur agri, quos ex lioste captos popullls romams per
qu¡estores velldidit. Ibi aulem limitibus institutis, laterculis 50 jugeru!] errec~
lis, venierunt. Quen modum 50 ~ugcrulll duem actus in quadl'alum p~r limi-
les demensi el'ficiunt , unde etiam limites Decllmani SUlll dicli. Sil11lus, de
Condict. agror. ((loes., p. a).-v. IIJginus J de Candit. agror. (Got's., po
2(5).-Savi¡my. lJeslt:;. p. 176, ad. noto
(:-J) Liv. VI,H. Agrariis legiblls qum mat<.>ria semper lribunis plevis 51'-
ditioncrn fuissct.
(~) Qui agrurn Recentorillm possident vclnstale posscssionis Sl', non jure,
misericordin scnalus • non agri ('¡)JIJiliane d('renIlIlTl!, n1lm iluU1 ngrum pll-
b1icum l'S!ie r!ltentllr; ,~c moveri Ilossf'ssionihus. amieissimis ¡.:e,¡blls, ae diis
penalihus nrgan oportere. t:il'., de leue aurar, §. 'U, el. 31.-1.11, de .Ev,'ct
D, XXI, 2.
DEL DERECHú DE PROPIEDAD. 43
que la habian comprado-en ella estaban los sepulcros de sus
abuelos-era)a herencia paterna-la dote de las mujeres, la
de las hijas-la única prenda de los acreedores (J). Por la fuer-
za de estos títulos y la de las cosas mismas, aunque conservañ-
do su nombre, la posesion se trasformó en ,'erdadera propiedad.
Tal es la historia constante de las largas posesiones.
Esta division de tierras ha dejado huellas profundas en la le-
gislacion romana, y sin tener una idea clara y distinta de lo que
era la posesion del ager publicllS, es imposible comprendpf lo
que filé dcspues la posesion de las tierras particulares. Las leyes
romanas relativas á la posesion, han sido enigmas hasta que Sa-
vigny las ha esplicado (2).
El detentador del ager publicllS podia considerarse de dos roa-
neras-con relacion al estado-con relacion á los demás.
Para el Estado, no era sino un detentador; su poses ion era
un simple uso (usus possessio) , mas no un derecho de propiedad (do-
minium) (3); su título era siempre precario y revocable; pero para
los demás, su poses ion estaba protegida por el pretor que. era la
voz viva de las leyes. La posesion del detentador estaba por Jo
mismo reconocida en el comercio cuando habia sido garantida
por el magistrado~ Era una especie de propi~dad, trasmisible por
venta, por donacion, pOl' sucesion; el derecho era diferente, pero
en el fondo de lás cosas era lo mismo, pues que se podía disponer
de la possessio tan libremente como del dominiunl: habia sin em-
bargú una gran diferencia en las furmas, difel'encia que manifies-
ta qüe no son dl'. la misma época estas ~los especies de p¡'opiedad,
y que fué en época muy postel'ÍOl' (~uando se conoció la necesidad
de pl'oteger pOl' medio del edicto del pretor, las infinitas rela-
ciones que nacen cada dia de las diferentes concesiones del Esta-
do. Esto es lo que ha demostrado perfectamente M. de Sa-
vigny (4).

(t) Appiano, guerra civil, ],10.


(':!) Su tratado de la posesioD es sin duda uno de los mejores que se han eS-
crito acerca del derecho filrnano. Citamos la quinta edicion. Giessen, 1827,
en octavo.
(3) Festu~, Possessio psl, ul definitGallus .\clius. usus quidam agri. aut
redificii, non ipse fundlls, aut ager, )ion eoim possessio et e rebus qme tangd
possunt, neque qui lhcit se possidere • is suam rem potesl dieere. Itaque in
legitimis aelionibus nemo e-x jI/re Qniritium possessionem suaffi voeare au-
dit, sed ad interdictum venil ut pn:etor his verbis utatur: uti Dune possilletis,
cum fumlum Quo de aqUlIr quotl me vi , nee clam • ore precario nller ab al~
tcm possitleatis, ita possidctis. Adrersus ea vim fieri \'elo.
Javolenus. Posscssio ab agro juris [lroprietati distal: quidquitl rnim ap-
prehendimus. cujus proprictas 3d nos non pertinet, nut ncc potest p~rlincri
hoc possessionem llllpellamos; possessio ergo usus, ager proprielas loei esto
L. U;). D. de V. S. :
(4) Silvignr, llcsilr , ~. I t , a Xicbuchr , rrem. Gehs, t. 11, p, 168 Y si-
guil.'oles. .
44 H1STORIA

= =

CAPÍTULO IV.

DE LAS LEYES AGRART!\.S.

11mB. en su ol'Ígen estaba dhid"ida en dos clases, la una era la


plebe Ínfima y mlsel'ah!e; la atra la fOl'maban las gl'anucs familias
patricias, dueñas esclusivas de la tiriTa y del podel',
1.05 patricios se atribuian la posesion escJnsiva del {1¡;;~'1' pu-
Mictl.\' (1), y muy semejantes ú los señores feudales, concedian
alguna porcion de sus tierras ú sus elicntes (2), cOIlcesioll ente m-
mente precaria y revocable cnapela qneda el donndol' (S). La ple-
be, por el contrario, no tenia derecho sino á la posesion de al-
gunos pastos comunales.
Tal estado de cosas era profundamente injl1sto, porque el im-
puesto (census) gm\'aba mucho mas á los pobres que 6 tns ricos.
J~n efecto, Jos patrieios se libertaban casi siempl'e del diezmo que
debian como precio y como reconocimiento del dominio, y por
otra parte no pagaban tampoco el impuesto en proporrion de es-
tas pOH~sio!l(-'s ~ si, como es muy probable, no se contaba para el
censo sino la propiedad quil'itaria ("t).
Así que, arruinada por los impuestos la plebe, no tenia sino.
una alternativa-hacerse eSClaYél Ó clil'nte-ó apode¡'arse de la

(1) U\,jll~, IV, 5!, 5:J.-Deni:;; (1,' lIal VIII, 10, 13, 7L X, :12, :l1.-Cnssills
lIcmillll, Quit'nmquc (wopter pleóitnlf'ln <lgl'o puhlico ejetO sunt, IIp. Nonrr,
_'I<lI'f'clllI, 61V.
(2) J',1!rc scnalorcs itleo apr\lat~ SlIm, fJllin agrorllm p.1rtrs altrihllcbanl
leneóoriblls. ar.;\ihrris prnpriis, dire Paulo ('1 comperuliador dr :F('slus.
(3) Hnjo rslé punto de yisla e¡¡plica Snvigny la teoría de In po¡¡rsion roma-
na {lile sill ('sta inlcflll'rtacion no hubiera sido ¡¡ino un cOlllral,) enlrramente
rnigmblico. Ven'lr, §. 123 Y H.
(i) Festns. Crnsni censl'ndo ngri proprie i1pprllantuf f1ui el cmi el Yrnire
jure civili PO~S111ll.- I'rmdia (dice Scalig:cro) srmul ("rnspno!o drcibantllf ea,
(jn:.e CS,CBt manl'uJli: qll;C hahcbíllLt jll~ tivilr: '1;¡¡C sllhsiguari aplhl :rrnriuTll,
apud censl)rem PI)SSCIlI, ni nudor H Cierro in ca pro Crecil\na, lIeque pos-
S"1~ssiont's ; ¡II ('sl il::;-ri, flui nOB rnnncipnliolH' sr1l liSO tCllfhillllur cl'llsui ero-
sl'lldo úid jHlterallL, 1l('(ltW hnc nomine ill(~ensura dieari.
J~a priUlt'ra plll'll~ tic esta nula rslil lomuda de Uro },1'0 Flocc(J, r.:12. I.a
srgunda, que sería l1ecisiva, no la he clI('onlrado rTl el Or, pro Cwdn(ta.
DEL DERECHO DE PROPIEDAD.

propiedad del suelo, y por este nwdio alcanzm' el poder. Tul C~·
tado fué el orígcn de todos los alborotos populares en noma.
EII'í'y Servio, protector de la plebe Sl"gUll todas las historias
romallas, creó en cierto modo esta clase de ciudadnllos, seña·
lilndol?s tierras (1). Despue.:s de la espulsion de T,éll'quino, y para
jntereSéll' ti la plebe cn la revolucion, ::;e dió á cada ciudadano
pobre siete jl1~;era de los hienes del rey (2;1.
En 298 se repartió entre la plehe e! monte Aveutino, del que
una gran parte eran -pflstos comunales (3). Desde entonccs pl'iu-
cipió la plebe á salil' de su antiguo abatimiento (4), Y por lo
tanto se aumClüaron sus exigencias. }:n yaBO para prevenil' sus
incesantes pdiciones se fundal'on colonias destinadas á alejar de
Roma los pobres descontentos; la plebe yolvia siempre á sus re·
clamaciones con nuevo D,l'dm' y CO!l fuerzas nuevas, mas exigen.
te y mas ansiosa que nutes.
l l oL' ji n, despues de una lucha de do~ siglos, C. Licinio
Stolo y L. Sextio consiguieron que la plebe tu\"icse pa\'ticipa~
don cn el ager ¡mbliCll.l', é introduciendo la igualdad en el dere-
cho de poseel', destmyel'On el poder político de la clase patri-
cia (5).
Veinte y ocho años de.spues de la obra de Licinio y oe SeXa
tia, era la plebe dueña del gohiel'flo; el dictador Philoll habia
hecho pllblieal' la célebm ley que puso el poder en manos de las
tl'ihus: Ul pleúi.rcita OfllllCS Quirites tellcrent: Ql'E LAS DECTSlO:U:s
DE LA. PJ,EIlE OIlLW-.\SEN A. TODOS LOS CIUDADANOS (6).

(1) Jlcnis, IV , 9,10. t3.-Livins, 1, -i-6.-~onnius lUar(;('lIu!'!, \'. "f.o


rithn. 1.O:!. Eslril urhem in reglones;!tl, agros viritim Iibe!"i . . üllribuil.
(2) Plinio. n.
N., XVIII. 4.
(:1) J~ivius,Jll, 31.-Dcnis. X, 31, 3:!.-Níebuhr ,11, 1ü9, .1~Ht
(J.) J.iviu."i, IV, 32.
(á) J~iv¡us. V . 3;); X. 13.-Colurnella, J, 3.-.\ppiüno. glterra civil,
1, 8.-Pilali de Tassulo ,leyes políticas de los romanos, t. 11 , l. 16.
(6) Livius, VllI, t:!.
46 HISTORIA

CAPÍTULO V.

RESULIADO DE LAS LEYES LlcnilAs.

LAS leyes licinias organizando una clase media' de propietarios


contribuyeron á la grandeza del pueblo romano. Júzguese si no
por el hecho siguiente:
En 405 (diez y siete años despues de las leyes agrarias) con-
siderando el senado que estaba amenazada la rCJ,Jública d~ que se
volviesen en contra suya Jos aliados, y de quedal'se reducida á sus
propias fuerzas, creó de repente diez legiones, ,esto _es, 'cuiJl'crita
y cinco mil hombres de tropas rornanas: (,Lo que for~aba, dice
"Tito Livio, un ~jército de soldados ciudadanos tan numeroso, que
»scl'ía mu~' difícil en nuestros dias reunirle igual en este mismo
»imperio que se estiende á todos los estremos de la tielT8; tan
»cierto es, que solo sou hoy mayoi'cs su I~jo y sus riquezas, úni·
)!co objeto de nuestros cuidados y de nuestros trah:ajos."
Siendo ya la plebe p.'opictaria, y organizada la clase media,
los romanos marcharoD de conquista en conquista. De la domina~
cion de algunas leguas al rededor de Róma, pasaron á dominar
el universo en menos años que habían empicado en terminar sus
disensiones intestinas despues de la espulsion de los reyes.
DEL DERECHO DE PROPIEDAD.

CAPÍTULO VI.

DE LAS SEGUNDAS LEYES AGRARIAS.

DESGRACIADAMENTE para Roma las conquistas que la enrique-


cieron, destruyeron su constitucion fundada en la igualdad de
los ciudadanos, la que suponía la posible igualda~ en las fortn-
,nas. LE.). institucion de u,n censo ,senatorio, puso á los ricos en es-
elusiva posesion de la administracion en la que aumentaron sus
gralldes fortunas con el botin de la guerra y -el despojo de las pro-
"incias de una manel'a desmesurada (1).
Los nobles y los ,ricos, dueños del senado, teniendo el con-
suladó en sus manos (2), teniendo suJetos á los aliados p'Jl' el te-
mor, á los caballeros poi- el interés (3) formaron una faecian po-
derosa que, despreciando las leyes, concentró la propiedad en
sus avarientas manos, y reprodujo Un nuevo piltriciado con ,to-
dos los defectos que distinguen la nobleza del dinero de la noble-
la de sangre.
Despues de las leyes ,de Licinio ,se habian hecho tambiel) al
pueblo algunas distribueiones de tierrns (-f) , pero Jos ricos se -ha-
bian repartido entre ,sí las inmensas llanuras conquistadas, que
eran una paite considerable de la Italia (.:i). Aun hicieron mas;
unas veces por compl'a, otras; por ,'iolencia., se apropiaron las
heredades de sus vecinos pobres. Dueños de poblaciones entera,s,
reeniplazarón pam el cultivo los hombres libres con esclavos,
siendo de este modo para ellos" mas ve1!tajoso, porque ]ós es~
clayos no tenirm la carg'a d~l servicio militar; así poco á poco
fueroD rlesapareciendo los 'labradores pobres, arruinados por
los ga,stos y las fatigas de la gil erra , y arrojados de la herencia
de sus padres por la n1i'seria, .la ,usura y.Ia violencia.

(1) Salustio, Jug. ,31, 41.


(2) Salustio, Jug .• 68.
(3) Salustio. Jug,. 40. 42.
(4) PolyvlO. 11. 21,-L!viQ XXXI, 4-. __tu; xtu, Yaleri.o lláli·
,no. IV • 3. 5.
([)} Livio IV. ~1. VI, 5 J 31, XUI, 19.
48 HISTORIA
Appiano en su gurfl" civil, pinta así la destruccion de las
clases medias. (lA medida que los romanos subyugaban una pm'~
lite de HaHa, se hacian dueños de una parte de tierra; en ella
)¡fundaban ciudades ó bien poblaban con colonos las (lue ya exis·
)¡tian; de esta tierra conquistada la parte culthada se yendia ó
))5e arrendaba á los colonos. La parte illclllta, OI'dinal'iamente
»muy considerable, se abandonaba sin dividirla á los que la
»quisiesen cultivar pagando un cánon anual que consistia en el
:¡diezmo de los granos y en la quinta parte de los frutos. llabia
»además un impuesto determinado por el derecho de aprovechar
»105 pastos pura el ganado. Quisieron los romanos multipliear
uJa raza italiana, raza sufrida y valerosa para aumentar el nú·
.mm'o de los soltlndos ciudadanos; pero sucedió lo contral'io de
"lo que se habia previsto, porque los ricos, dueÍÍos de la mayOl'
lJ parte de las tierras á que no se habia marcado límitrs yalenta·

l!dos pOI' la duracíon de su posesion, compraron de buen grmlCl


lJÓ se apoderaron por fuerza de las heredades de sus vecino::;
}'pobres, y transformaron sus campos en inmensos feudos. Em·
,! picaron esclavos para labradores y pastores, para evitar que
"privase de la agricultura á Jos hombres libres el servicio mi-
... litar, siendo estas posesiones las mas productivas por la rápida
)multiplicacíon de los esclavos que estaba especialmente fa\'ol'e-
"cida por la exencion del senicio militar. Los ricos se hicieron
"desmesuradamente ricos, y 103 esclavos se multiplicaron rápi-
lJ damente; pero la rnza italiana se empobreció y nniquiló, tl'a~
),bajada por la miseria, el impuesto y la guerra. Si el hombre
"libl'e sobrellevaba alguna vez tan grandes desgracias, se veia
),obligado á sucumbir en la ociosidad, porque siendo los ricos
"dueños de fa tierra, pI'efcl'Ían cultivarla por esclayos y no ad~
»mitian á los hombres libres» (1).
Tiberio Graceo quiso poner remedio á este mal que traia con·
sigo la ruina de Roma (2). Mas decidido que el prudente Lc-
lio, atacó el mal en su raiz, é hizo pasar una ley por ]a cual
indemnizando los derechos adquiridos, se limitaba la poses ion del
ager publicus, conforme á las leyes licinias, al maximum de cJlli·
nicntos ¡ugera (3). Lo restante debía repartirse eutre los ciudada~
nos pobl'es, con solo las cargas ordinarias (4). Así que, por me-
dio de un golpe atrevido de politica rtOl'ganizc> en Itali(l la cla-
se media (5), Y restableció al mismo tiempo el medio menos one,
roso para aumentar los ingresos del :":stado.
(1) Salllstio, .Jug .• ';'1.- T.ivius VI. 12.-Plinio, ;\ ,:'i., XVIH, 7, a.-
Séncra, Ep., A9- Florus 1, 21.- Quintilinno, nednm. 1:1. 2.
(2) .\n1cs de ~icbt1hr un autor cuya libra es poco conocida, Pila ti de
Tassulo, leyes poUtica.~ de los ronta/lOS, lo JI, cap, 16, habia determina-
do l:on exactilud cuálf's eran entonces las leyes agrarias, y cuál fue el fin
'Iue se propuso el noble rOrilzon de Tiberio.
(3) .:\wiano 1, 9, Guerra civil.
(4) Plut., T. Gra¡;c" C. 9.
(5) Gril(rhu~ colonos dcdit munit:ilJiis, vel ud oup1enJurn nurnerum c¡~
DEL DERECHO DE PROPIEDAD. 49
Tiberio pagó con su cabeza su atrevida empresa, sin que le
salvase su carácter sagrado. Cayo fué tambien como su hermano
asesinado por uoa aristocracia corrompida. Despues de la muer-
te de estos dos hombl'es que habian querido fBQrganizar una
clase media entre la esclavitud y la gran propiedad, que aumen·
tándose todos los dias se hacia cada vez mas imposible, se con-
virtió la república en un pueblo de ricos y de miserables; todos
igualmente corrompidos ó por la estremada miseria ó por la e~tre·
ruada opulencia. Cuando Mario llamó á servir bajo iUS banderas á
los proletarios y los C(ll'itelellsi, DO lo hizo por ambicion sino por
necesidad (1): porque ya no habia ciudadanos romanos (2).
Las gralldrs propiedades han perdido la Italia, escribia PJi·
Dio, ¡y ahora pierden las provincias! grito penetrante de un'
patriota que leia en el porvenir (3).
vium. 'el .... Id coercendos tumultus, qui subinde movebantur. Prreteru.
Jegerntulit De quis in Italia amplius qua m duocenla ,iugera possideret, inte-
ligebat emm contra jus ellse, majorem modum possidere, qUAm qui ab ipso
possidente coli pos~it. Sicul. Plae., de Cond. agror. (G<rs., p.2).
(1) Salustio, Jug•• 86,-Plul., •.tlariu$, C. 9.-A. Gillius, XVI, 10.-
Valeri!') Maximo, 11. 3.1.
(2) Segnn el tribuno Filipo. no babia en Roma sino dos mil personas qlle
1ue~en propietarias; á 8U lado vivian rn la indigencia frescirotos mil hom-
bres 3 merced del prímtr t:omprador. Cict'ron de offit., ll, !I.
(3) Plinio, H. N. XVIII, 7.
¡JO 1l1STOln~

CAPt'llULO VII.

CÓMO DESAPARECltl EL ager pub/iclIs.

eUA,NDO' un hombre ha Ilrgado á ser el rt'prescntante de las des-


gracias de un pueblo, mata!' á aquel es·un mal medio de destruir
los nlOth'os de -q~e.ia' de'este; es' la ilusion de los entendimientos
Jimita(los de los políticos paóo previsores. La sangre' de Grélco po-
dia atemOl·izar á la plebe, pero esta necesitaba 'vivir de cualquier·
modo que fuese'y no podia 'vivir no habiendo en R()ma sfno gran-
des prop'ietttrios 'y esrlavos rultivadores. -
La plebe se alistó, pues, bajo las' banderas de los flmbiciosos
para obtener por la fUf'rza la propiedad que las leyes la negaban.
Una colonia sirvió de reromptmsa á una legion victoriosa; des-
]}Ucs ya no fué solamente el ager publicus, sino la Italia entera,
lo que se puso á merced de las legiones. Sita distribuyendo tierras
á cual'enta y siete legiones fué el primero quc dió tan terl"ible
ejemplo (1), y de un solo golpe aniquiló la "rpública (2).
César ~i,guieDdo los pasos de Sila estableeió mas de ciento veio·
te mil legionarios (3). Antonio siguió á César (4); durante su triun-
virato dió á sus soldados diez y ocho ciudades de las mas flore-
cientes (.J), y siendo emperador fundó solo en Italia l'einte y ocho
colonias (6).
En esta mezcla de asignarían y proscripciones desapareció ea·

(1) Appiano, Guerra civil, ],96, 100.-1'lul., SJllla, 31. 33.-FI6rus,


IlI. '\.
(2) Clceron, de orticc., n, 8, Nec vero unlluam beHorum dvilium ¡pmen
et {'on."a derrit dum hornines perditi hastllm iI1am cruenlam el rncminerint
f!t speraIJUnt .... El quo debel inlcllrgi lalibus prrerniís I)ropu~iti¡. nllIlquoffi
derulllra bella civilia. Itaque parieles urbis modo slanl el manenl, iiqu~ ip-
li jam extrema srclcra melnf'nles: rcm VPro pllhlicam IJl'nilus nmssimulI.
(:l) Appiono, r;l/erra eh'a. n, 9&., 119, no, 13á. H1. -Suct., in J!Jlio,
r. 20, aS.-Ciecron , ad {amit, XIII, 8; ad Att., 11, 16.-Agrar., 11, c. 16.
(í.) Ciccffl!l, Filip. V, 2, 3.
(á) Appiano IV, :1, rila á CapulI, I\hegium, Nuceria. Arhuinillm.-Ap-
piano V. 3, 1!. 16, 19, 20,22, iJ. 27, ¡,3.-])io Cass. 4,7, U, 48, !-8.-
SueL, oct., 13.-l"eI1. Pal., TI, 74.-l"Iorus IV, 5.-Virgll. Edog. 1.
(6) Suet., oc. a.-lIyginlls de limito Coust. (Gre.5 .• p. UJO).
,DEL DERECHO DE PROPIEDAD. 51
si enteramente el ager publicus (1); -lo poco que de él quedaba se
confundió en los bienes imperiales (fulldi patrimoniales, rei pri-
vata?): sin embargo, la causa del mal, la acumulacion de la pro-
piedad, se hizo mayor que nunca. César se vió obligado á tomar
medidas para evitar que siguiera disminuyéndose la poblacion de
la Italia (2), medidas inútiles entre la plebe y. los ricos; únicos pro-
pietarios en un pais sin industria, no habia lugar para la clase
media que es en la que consiste la fuerza de los imperios. No po-
dia existir.
(1) Los agrimensores no eonodan ya sino Jlorciones insignificantt's del
ayer publicus.-Sicul. Flace., De condit. agror., p. 2.-Frontilllus, de Con-
trovo • p. '2.-A~genus, in Pront., p. 60.
(1) 8uet.. in Ju,l., -\.3. Octoa;inta aulem civicum millibus in transmarinas
colonias distribulis, ul exhausta quoque urbis frecuentia suppe!eres. sanxit:
De qtlis civis major allnis vigilllí minorye xi Qui sacramenlo non teuerelur..,
plus trieonio continuo Ilalia abes~er; IICtl QU;~ senalOres lilins, oisi C¡lIltu-
bernnlis, aut comes m3gislralus peregre profl~dsceretur : neve hi qui pe-
cuariam' facerent, minus lerlia parte llUberum ingenuorulH ,illtN pasto!'es
habereot. . ,
52 BlSTOlUA

CAPiTULO VIII,

DE L.o\. PROPIEDAD JT.\LIA:'iiA (1).

ROMA pal'ticipaba de la idea dominante en todos los pueblos de


la antigüedad, á saber, que el derecbQ de Una nacion no protegia
siDO los miembros de aquelln nacioo. ,El estranjero no tenia, pues;
en Roma derecho ni proteccion alguna; era un enemigo (llOstis) (2).
No habia, pues, union legítima, ni poder paternal, ni propiedad
sino en la familia y en In propiedad romana: el citran,iero no po - '
dia Dunca casarse en Roma ni adquirir propiedad; advcrsus has-
tem ll!terna autoritas esto.
Cuando Roma conquistó la Italia aplicó estos rígídos princi-
pios en su conducta con los vencidos; y lo que Cayo y Ulpiano
manifiestan acerca del derecho de los pcrt'grini 1 de los dediteces,
dá una idea aproximada de In condicion de los pueblos conquis-
tados. Pero desgraciadamente no tenemos sino muy incompletas
noticia. sobre la situacion política de los pueblos de Italia duran-
te los doscientos cincuenta años que precedieron á la reorgani·
zacion general de la Italia por la ley IULIA en el año 664. De es.
época nada mas se sabe que conjeturas.
La coodicion de los italianos no era igual en todas partes: los
noos estaban ahtlolutameote escluidos de toda relacion civil y po·
lítica con la ,'ilIa Reina; no podian unirse en matrimonio á las fa·
millas romanas, ni podian adquirir el dominio Cluiritario; eran
considerados como e,tranjcros (peregrini) (3). .
Loo latinos tenian el Commercium (4) lo que les hacia capace,
(1) Saviyfly Yebtr die Ent,'clumgund. l'orrbi tlng d~s Latillit~. Z~ih.
V, 2i9 J slguiente,!;.:M.. Giralll ha hecho un anftlisi. mUJ e18clo de ('~ta me-
moria. lnve'tigacioRtl ,obre ,t der~ch() de propiedad. 1. l. 281-293.-
Walter. Ge,ch. DE." R1I!rn. Rrehls., 1. 1, c. S, 9, J[eraclefl. Zeits, t. IX, pá-
gina 300 r slguientrs.
(!) Ft'litus. V. Ilostis.-Varr!) de L. L. IV. p. lfulla Terba aliud nune os·
1f'lldum aliud ante significabant, ut hO$lil. Nam tum eo nrbo dicebanl pere-
grinum qui suis legibus uteretur: nune dkunt eum quem dicebam p~rduclcm.
(a) Gaius, J, 19.-Séneca. de lJenefil.:iiJ, IY. 35.
l.i) U!pil!oo. XIX. 5. Cornmercium t e!t emendi vendendique in viCP'nt
jlls.-Liviu3, Vln, H.
DEL DERECHO D"i PBOPIE1U.D. 53
para ser propietarios jure Quiritium, y de hacer todo aquello .á
que tenian derecho los ciudadanos romanos en cuanto á la con-
servacían ó enagenacioD del domínio, tales como la mancipaa
cicn (t) la cessio injurc, el llc:csum, la vindicatio; asimismo teniao
derecho á dar ó recibir por testamento, porque haciéndose el tesa
tamento en la forma de la manc;Plltio se consideraba como un mOa
do de adquirir comprendido en el commercium (2).
1.0s que además del commérciltm tenian el derecho de connu ..
bium (3), que traia consigo el poder paternal, la aguarían y la
succesion ab intestalo que era una consecuencia de la agnacion, BOa
]0 se distinguian de los ciudadanos romanos en sus derechos po·
Iiticos; en la capacidad civil no babia la mas pequeña diferencia.
(1) Ulpiano, XIX, l. MancI palio locum babet ioter cíves romanoset latinos,
coloniarios. btinos que Junianos, eOIl que pereginos, quibus commercium
datum es!.
(~) Ulpiano, XX. l. Llllinus lunianus eL ramilice entor el le.dis el ubrl-
I'ens riere pott'st quoniam t~lIm eo tcsllllllenti radio esto XXI, 11). Lalinu8
habel quidem teslamenti I'ilclionem.
(3) U1piallo. fít. V.
54 HlSTORI.~

CAPÍTULO IX.

ElIANCIP1CION DE U, ITALIA.

E~ el siglo VII era Roma hacia mucho tiempo la s'oberana


de la Italia, pero no erd idéntica ni aun pa¡;ecida la situal'ion de
los pueblos sometidos; unos habian obtenido el derecho de ciudad
con condiciones mas ó menos favorables', como las colonias nu-
merosas que poseían puntos importantes y aseguraban como pla-
zas fuertes la supremacía de In metrópoli; otros pueblos depen-
dientes de Roma que la servian con legiones auxiliares, equipa ..
das y mantenidas á su costa, tenian todas las cargns de la guerra,
sin tencr parte en los beneficios de la victoria; tal era la posicion
de los latinos, iguales en otro tiempo á Jos romanos, y la de los
socii Ó ftederati, pueblos, cuya condirion política era muy dife-
rente, pero que habian obtenido igualmente todos Jos derechos
civiles, el jus commercii y el jus connubii (j).
Roma habia tambien concedido fácil participacion de los de-
rechos políticos; eran dudadanos romano~ Jos magistrados de las
ciudades latinas al concluir sus funciones, medio segm'o de ab-
sorver toda superioridad loeal. Mas adelante se concedió el dere-
cho de ciudad á todo Jatino que se inscribia en el censo con tal
que dejase en el pueblo de su nacimiento UD hijo destinado á reem-
plazarle (2); sin embargo, estas concesiones no eran mas que un
paliath'o que no podia curar un mal que se agravaba cada dia.
La esclusion de los derechos políticos era una herida siempre
abierta é incurable en los pueblos escluidos.
Por la ley invariable que sujeta la condicion política de los in-
dividuos á la condicion de la propiedad, la inferioridad de las na-
ciones italianas, que á pesar de tener propiedad, estnban priva~
da~ de los derechos de ciudad, era una situacíon contraria á la

(1) Rsle h~eho importante rrsulta de un fracmNlto de Diodoro dt'scubierto


lwr Angelo 1\lari. Exc. XXXVII, 6.
(2) Uv. XLI, 8. Lex sodis ne nominiis Illtini, qnl sllrpem PI sese domi
rdinquerpnf, dnbat. ut civp~ romnni fierint.-V. l'invigny, Volkelehuu dl.'f
Taf'. t'on lff'rar.lea. Zt'its, 11, p. 316.

• DEL DEBE~HO DE. PROPIEDAD, 55

nat.uraleza, y _que antes ó despue3 había de traer neeesa"rilúneute


consigo una revolucibn que. elevase la ltalia. al nhe,1 de, RO Ill 8 P}.
Grarco quiso que se concedieran' á los latinos los' derecho's de ciu-
dadanos romanos (2), Y no pudo conseguirlo; .pero los pueblos la-
tinos. abandonando sus desiertas ciudades, corrieron á hacerse
inscribil' en masa en: el censo romano para estaL' compl'endidos en
el núil1ero de los ciudadanos (3). Era cruel,. en efecto, ,que des-
pues de. haber vertido su sangre bajo las banderas de. Roma, estu-
,'iesen escluidos de los derecllos políticos de una ciudad, á eu ..
ya grandeza bahian contribuido (4). . . ..
J__a ley Licinia Muda (año 6."ii) que' mandó .que Se re\'iSaSel1
exactamente las listas del censo, y fuesen inscl'iptos rn sus res·
pectivos rimnicipios los que se encontraron inscriptos fraudulen·
tamente en Roma, ocasionó en Italia una gran agitacian (5), que-
á la muerte de Druso se convirtió en una guerra social, que des·
pertando el antiguo odio Samnita puso á Roma al bOl'de de su
ruina (6). Al fin fué lweciso ceder; á los cinco años de la ley Li-
einia ~Iucia se concedieron á los latinos los derechos políticos, y
algunos años despues á toda la península: Roma, la señora de la
Italia, no era ya siuo su capital (7).
Concedidos á la propiedad italiana los privilegios del dominio
quirital'io, y habiendo desaparecido en Italia el ager pub{icus,
no quedaron en el mundo romano mas que dos especies de pro·
piedad; la pl'opiedad italiana (Dominium) y la propiedad pl'ovin-
cial tPosscssione.I'); el dominio quiritario, la exeneion del impues.
to dh'eeto (8) y la libre administracíon municipal constituyeron
(t) Vell. Pat.. 11. tá. t6.
(2) Vell. Pat., 11, i, 6,-Vall. :llu • IV. 5, t.-.\ppiano, GlUrra civU,
J, 21, 2i.-Plut •• T. (;mcchlu. V, 8,
(:1) Livius. XXXIX, 3; XLI, 8, 9; XLlI,10.
(i) V('lI. Palo, 11,16. Quorurn (de los aliados). Ut forluna alrol. ita causa
fuit justissima. Pelehllnt enio calO ci\'italcm euju! ilnperiulO armis luebantiu.
per omnes annos atlJuc omnia bella dUl'lici numero se mililllm rquitumqur
ftmgi, oeque io ejus civilnlis jus recipi Qua: ,Ier eos io id ipsum pen'enissrt
fasligium, pf'r quod homines ejusdern el gentis sanguinis; nt edernos alie-
n(¡.~qnc fastidire posset.
(5) CieNon. I'ro lJalbo, 21, 2-i. Pro Sextio, 13. Pro Cornelio. r. Sil. De
officiü, 111, t t.-Asc·onius, in Comel. l~. !1 (ed. Orelli, p, (7).
(6) Appiano, Guerra civil, J, 3.", 39,-FlorOll, ni, n. 18.
(7) Lt>X Júlia fiel ailo 662. Appiano,l, 49, .'l3, 68.-Cic., pro Balb(), r. R.
-Á. r.ell. ,IV, '.-Lex Plaulia drl MIO 663.-t:ic., pro AfrMn. c. ',7,-
Cic" afl (amil., XIII, 30.-Vell.l1 al., 11, 16.
(8) Per Italiam ubi nulus agrorum lributarius esl, dice, Simlllil'ius (ed.
Go>s, p. 76). El impuesto sobre la propiedad inmueble no potlia recaer sobre
las propiedades dc los dudada nos • porque hubiera sido una contradiccion de
las ideas romanas; el impuesto á que eslaba sujeta la vropietlad inmueble, su-
ponia entre los romanos la t'oncrsion del tlSurrudo, conservando la pl'Opie-
dad la reJ.ública, YNa el reconoeimiento del oominio direclO Ó. si asi put'de
dedrse. de la ,obcrullia del Eslado.
lIabia un impuesto rn projlorcion de la riqueza stipendium (TacH., ann.,
XI, j:l:); Ilero era un impuesto personal tlue como el censo rOlllono no acep-
taba la propiedad si 110 con relacion á la persona.. Véa~e tambifn L.1, De Pu-
bUco ('t Vutiy., n, XXXlX. 4.
56 RISTORU.
la preeminencia de la Italia, el jUJ Halicllm; este era el sello poli..
tico de l. propiedad romana, que fué alguna vez concedido (1)
por privilegio á ciertas ciudades de las proYincias.
La inmunidad de la propiedlld quiritaria se confirtió en 13, rra.quicia alo-
uia1. La idea de los im(JueslOs directos sobre la piedad de lo~ ciudadanos que
·110 sean p.l reconocimiento de una concesion • sino la parte que cada uno paga
al Eslado por interés general. es una idea muy mo~ernaJ Y que empezó en
Francia en 1'189.
(1) Domninicy, de prlrrogativa aUodl'orum, lo j , 3.-Sllvigny. Yebtr,
das jtU italicllln. leils., V. p. 2" Ysiguienles, y el resÍlmf'n que dió de ellA
lU. Giraut • Inv88ti!Juciones 'sobre el derecho de propiedad. p. 51:93, 3U.-
Savigny. Ytber die RlP'mische SteRer vtrfauung unter den Ka'isern, Zeits.,
VI, p. 320 et ss. GeJ~hjc"teder Rremischen Rer:htJ, t. 1, p. 51; IV, p. 466.
DEL DEBIeRO ,~E PBOPliDAD. Si

CAPiTULO x.

DI LA. PBOPIEDAD rROVI]SCL\t,

EL territorio de las provincias c'Ouquistadas quedaba agregado si


dominio del Estado, perdiendo sus habitantes con la propiedad
de la tierra sus leyes, sus franquicias y sus magistrados (1). Los
procónsules ejercian sobre los vencidos un poder absoluto. Las
oraciones de Cieel'on contra Verl'es, por ejemplo, son una san-
grienta acusacion de la avara ferocidad, que €l'a entonces la pri-
mera condicion del carácter romano (2).
Una parte de la tierra conquistada se vendia ó arrendaba pú-
hlicaJll~nte por los censores (3) , Y la otra se dejaba á los antiguos
poseedores, mediante un cánon impuesto sobre la misma tierra
tambien arrendada (4). Los caballeros. á quieoes se adjudicaban
comunmeote los impuestos, especulaban con las tierras y las ha-

(1) Liv. 1.38.


(2) Salvillno, de Guv. Dei, lib. Vil, ed. Baluze, p. 188. Prretereo avari-
CÚP inhumanitatem, proprillm, eJt Romanorum pene ollmÍtnn malum.
(3) Ciceron, in Rull •• 1, 2. 3; J, 19, ¡l.-Tácito, ann. XIV. 1S.-Uygí-
nus, de condit. agro'r. (ed. Gce!, 1"'. iOS). Qurestori. aulem dicuntur agri.
ql10s populos rornanus devktis pulsisque hOllibus possediL mandavitqut'
qu:e~torlbus ut eos venundarent qUa! c"nturi~ Dunc appellanlur Pli.nlbi, id
est latercull. Easdem in quinquagenis jugeribus qlladrltas cluserunt limili-
bus, atque ita rerLum cuique modum vendinderunt.-Vectigalis eulern agri-
sun! obliga ti , quidarn reipublirre populi romaoi, quidam coloniarum /lul
municilJiorum , aut civitalum aliquarum, qui eL ¡psi pleritJue ad populum
romanum pertinentes, ex horte capll parlilique De divise sunl per centurias,
aut assignarelllur militibus. quorum virlute capli erant amplius quam desti-
natio modi qllam\'e rORlanorum mililillm eligebat numerus. Nam qui super-
fuerant agri Vt'ctigalibu~ !lubjecti lIunl. alii per allflOS quinos, alii vero maJl~
eipibu... ementibus, id est conducentibus in amlos centenos; piures yero, fini-
lo iIlo tempore. ilerum vendunlur locanturque Ita ut vectigalibus psI consne-
ludo. In quo tamen genere agrorum sunt aliquibus nomimlim reddilre posses-
siooes. Ji habcnt seriplum in formis quantum cuique eorum relllitulurn sil.
lbi agri qlli redditi sllnt. non obliganlur \'ccligalibus • quoniam scilicel prio~
ribus nominis redditi suot. Mancipes autem qui emerum lege dicta jUll vecti-
galis ¡psi per centurias locanrunt aut vendiderunt pr81imh quibmque POi-
se¡soribus.
(4) Cie., in l'lfrem, III (IV), 6, inf•• cap. XI, nola primera.
8
58 HISTORlA
cian valer mas por sus esclavos ron gl'an perjuicio de la pobla·
cion libre que no podia sostener concurrencia alguna con lo cul-
tivado por esclavos (1).
Este dominio directo del Estado en las tierras conquistadas
influia notablemente en el derecho de pl'opiedad provincial; pues
á no ser que fuese una ciudad libre ó privilegiada con el jus
italicunl (2) era siempre propiedad del pueblo romano.
In eo solo, dice Gayo JI, 7. Domilúum pOpllU 10malli ese pel
Cresaris, nos alltem possessionem tantum etusufrucllllJI habere ~}i­
demur (3).
El detentador de las tielTas provinciales no era mas que un
simple poseedor sin tener la pt'opiedad como el detentador del
ager p,dAicus en Italia (4); por consiguiente no podia consagrar-
la ni enagenal'la jure quiritium, ni someterla al nexslIs á la man-
cipacion, á la usu~apion (5); pero sin embargo podia disponer de
ella, empeñada y aun prescribir'la naturalmente, útilmente, es
decir 1 coo la proteccion juríd~ca del gobernadot· (Iue en las pro-
vincia~ ejercía Jas funciones de pretor (6). Por último, la difel'eu-
eia que exi~tia entre la propiedad romalla y la provincial acabü
por consistir mas bien en la forma que en el fondo de las cosas.

(1) Florus, lIt 9.-.\ggen' Urb., de Control). agrnr. (Grus .• "11). In pro·
,ineHs', priEcipue iD Arrica .••• 'saltus non minores babenf, priyali qllam rei·
publica, lerriloria. Quinimo lIIulti saltlls longe majores suot territoriis. Ha-
bent alltem in saltihus privali non exigllum populum, amplos eliam vicoll
cirea vill3m in modum rnHnicipioruJO.-Plinio,/I. N .• XVUI,'.
(~) LivíU!I, XXIII, :tofo!; XLV,~9.-Cujac. Olm., X.3á.
(3). Utique lamen, ailade Gayo, ejus _modi ,Ioens lice! non sit r('ligiosus
,ro religioso bah('tur. quill e{iam qllod in provinciis non ex auctoritate pOpll-
li romalli consecrtltum esl 'l/.tamquam proprie sacrnlO non esl lamen pro sa-
cro habetur.-Y l'eofilo. Inst. 11, 1, Si. 10. ({Los que alltiguamente por con-
»cesion del pueblo ó del príncipe oblenian tierras tributarias, no eran pro-
))pietarlos de ellas; el dominio pertenecla al puclllo tí al emperador. pero ellos
lllenian el usufructo y la posesion mas complet.a; ¡lOdian transmitir eutre ,t¡vos
»ó dejar á SU! herederos; solo .los propielarios de las casas f de las tierras itit-
»lic~s tenian verdadero dominio.-Asi sucedia nnli~uam{'nle; "abora por unn
»constitucion de nuestro emperador (L. un .• c. de IUU('. tran.~f.) no hay di-
~r¡>rencia alguna entre las lierras i1álicas y las lrlbularills. IJ or tanto si un
J>propietario me entrega una cosa de su propiedad. sea á título de donaciou.
J>de dole 6 cualquier otro, como por ejemplo la permuta, es indurlable Que
J>me lran!ifiere el dominio.)) Bynkersbockh. De refJ!u manciri, c. 9 in opp. t,
l. p. 313.
(4) Cie. ad AlI., VI, 1, U. I.iber Simplicii (Gres., p. 16). Prima ronditio
possidendi h~~ est per lIaliam, ubi nullus agrofufO tributarills, sed aut t'olo-
nicus, aut mUllicipalis, aut alicujus casteli. aut couriliabuli. aut saltlls pri-
nli. Al si ad provi'llcias respiriamus. habent agros l'olonlcos quidcm '¡mmu-
nt!!i habl'"! el colonicos stipendiltrios; habeul ault'fII pruvincire el munit'ipa-
les agros • aut cjvilalum peregrinarulIJ. et sI ipcllIli<lrios (Jui ne1um nou ha-
beoL nequc (possidcndi) ab alienationem quia lp4,,~¡;idcnl) possid('ntttr lan-
114m á privatis. sed nlia conditionc (e) ven e unto Se.1 nec mallcipatio eorum
legitima potp.sl esse; pouidere eniID Ilis qUllsi fru('lus tollendi caUSd et prres-
1iludi tributi conditin L'oncessa est., ' .
(5) Gaios 11,21 • .\.6.-lost. Prrem. de usucap.' .
(6) Gaios JI, 7, 46.-Ulp. XIX. t.-I.... U, St). 2. O. flB Publie.-PlinioJ
Ep. JI, 16.

DEL DERECHO DE PROPIEDAD. 59
L. diferencia mas importante y en la que consistió por mu-
cho tiempo la inferioridad política de las provincias fué el impues-
to. In prol'jllciis dice Aggemus Urbicus (t), omnes ~t¡am pri¡'ati
agri tributa at que vecUgalia perso/vunt. El impuesto sobre la pro-
piedad inmueble era la consecuencia del principio que resenaba
al Estado el dominio, el vt?r;tigal era en ,cierto modo el alquiler Ó
arrendamiento que los habitantes de las provincias pagaban por
sus posesiones á Roma que les concedia su usufructo (2).

(\) G",•• ,p.47.' , .


(') M. de Savigny, despues de haber partiCipado de la opioion que aqut
emitimo~ (Zeits. V, p. !!S'), no considera este dominio tlel Estallo sino co-
mo una bipótesi. ingeniosa invenlllda por los juri!lconsul&os para esplicdr el
origen de los impuestos (Zeit,. VI .11.355. nota 3). Esta el t.ambien la opi-
Ilion de Niebuhr. Room. Gelch. lL 31~. No vemos motivo alguno para no
admitir como verdlldero J conrorme al carácter romano lo que dict>n Gllyo y
T{'ofilo.
60 HISTOB11..

CAPtTULO XI.

DEL IMPUUTO EJIi L..\S PBOVI:XCIU.

E. . cada provincia eL'no diferentes los impuestos (1); pero en


casi todas habia un impuesto personal (tributum) y un impuesto
jobre los hienes (vectiga~. Este último impuesto, aun cuando en
algunos pllntos se pagaba en dinero, generalmente se pagaba en
frutos; solia consistir en la décima parte de Jos granos y la quin~
la de los demás productos (2).
l,as exacciones de los publicaDos eran tan vejatorias que Cé-
sar convirtió el pago de los diezmos del Asia en un impuesto de·
terminado. Respiró aquella provincia cuando pudo verse libre de
los publicanos recaudando los diezmos por sí misma. L. dureza
del impuesto consiste mas bien en la manera de exigirle que en
su cantidad (3).
Pagaban adcmas las provincias derechos de puerto, de mi-
Das, de salinas ;-Ia conservacían de las flotas y muchas veces
la construccion y el equipo de navíos enteros,-Ios gastos de los

(1) Cic. J in Yero ni (IV), 6.-loter Siciliam ceterasque provincÍ!ls. in


agrorum vecligalium ralione J hoe inlerest J quod referis aul Imposilnm t"st
Yfcligal cerluUl. (IUod estipeDdiarum dicHur, ut Ilispanis el plerisllu~ Pwno-
nUD • quasi vidoría! pr:emium /le preDa belli i au! cenloria locatio constiluta
est. nt Asiz lege Semproni.; Sicili:e civitates sic in amidliam fidf'mque rt'-
cepimus J ul rodem jure essent quo rulisenl j eat!rID conditjone populo ro-
mano parerent qua suis antea paruissenl.
a
Perpaucm Siciliz civitales sunt bello majoribus noslris snbacl:e; qua-
rUID nger cum esset publicus P. Romani tactus, lamen iIIiil est reddllus. Js
Ilger a censoribul locari solet FlI!deralm civilat('~ dure SUflt quarum decuma!
venire lIon soleanl, l\Ialllerlinl el Taurominitana; flllinque prreterea sine fU!-
dpre, immunes civilatt's ac liberm, Centuripina. lIalt'sina. Scgeslana. lIa-
lieyensis. Panormilana; príetf!rea omn;s ager Sicilim civitalum deruma·
DUS Cit.
(2) Hyg .• de Limit consto (Gres., p. 198). Agri aultlfl Yectigalis multas
habent con!iWncj()nes. In qllihusdam (trovinf'iis ffUetus parlem conslillllam
)Jrleslant: alii quinta!. aUi septimas; nun mulli veeuniam; el ho(' prr soli
reslimationem. Cerla ('nim pretia agris conslitula sunt. ut in Pannonill arvi
primi. ani seculldi J sylvre g1andil'era:, ¡ylvle ",Igllris Ilascu/!!. Ilis omnibu~
agrls vecligal ad modum ubt>rlatill "er singula jup-era conslitulum.
(3) App •• Guer. Ci'l)., V. '.-Dlo Cassius. XI.II , 6.
D1!.1 D1!.RECHO DE Pl\QFIE.DA.D. 61
cuarteles de io\'iemo-Ios gastos de correos y almacenes milita-
res, lus cargas públicas;-Ia subvencion que tenia el pretor que
unas veces se pagaba en frutos (1) Y otras en dinero, fijando á
su arbitrio el pretor la cantidad de dinero que equivalía á los
frutos (2),-108 traspOl'tes, causa perpétua de v~iacione8. Pagaban
además el impuesto en dinero,--vestuarios y caballos; estaban su-
jetos además á cargos municipales muy pesados y que no esta-
ban compensados con la libertad de administracion.-Finalmen-
te, pagaban impuestos estraordinarios sobre la propiedad inmue-
ble, el aurulIl coronarium é infinitas socaliñas que inventaba la
avaricia de los pretores y que agobiaban y empobrecian las pro-
vincias para aumentar en noma los placeres y s&tisfacer la ava-
ricia de Jos publicanos .
... Non peculallls rerario factus , fleque per I,j,l sociis erepta! pe-
t'cunlre, qUa! quanquam gral'ia sunt, 'amen consuetudine p,o nl-
"hilo haben""" (.1) ¿qué podría yo añadir á estas palabras de Sa-
lustio?

(1) Frumentum in ecHam. eie., Verr., 111. 8.


(2) Frumenturn reslimalum. Cic., in Ve:rr., n, l, 38. Asconiuli in Cie.
-I.ivius. XLIII, 2.
(3) Es preciso leer la! rerrirws y la carla. de Cieeron á Quinlas 5U her-
mano (l. 7). En ellas se encuentran curiosas noticias acerra del estadu de lu
provincias en tiempo de la república.
HlSTOl\U

CAPtrULO XII.

DE L_"- R~YOLUCIO:'i IMPERIAL.

LJ.. revolucion que creó el gobierno imperial consumó la reu~·


nion de todos los podel'es en las manos de un hombre. La auto~
ridad de las diversas magistraturas de la república, la autoridad
del senado, el carácter sagrado y el veto de los tribunos, el po~
der legislativo y soberano del pueblo;. Iodos los. poderes ta!)to
mas -absolutos cuanto que estaban destinados á equilibrarse -en-
tre sí por una independencia. mútua, se reunieron én: la persona-
de los emperadores poniendo en sus manos el podér absoluto.
Las clases medias diezmadas por la prolongacioll de las guer ..
ras civiles no podían oponer resistencia; la plebe hambrienta que·
ría tan solo pan, los ricos tranquilidad; todo en fin contribuía
al despotismo (J). .

(t) 'racHo, Aun •• ', !.-Dio Cassius, Liv. 53.


DEL DERECIlO nE PROPIEDAD. 6a

CAPiTULO xnl.

Li. ITi.LH. '\' LAS PROTINCIAS EN TIEMPO DiL IMPERIO.

LAS pl'ecminencias de la Italia debian causar recelos al drspo-


tismo imperial. Los privilegios de la propiedad quiritaria, )a exen·
cioll del impuesto directo y la organizacíon municipal sobre todo,
recordaban demasiado la libertad romana. Italia fué pues conver-
tida por los emperadores en una provincia.
Augusto habia comenzado ]a reyolucion encargando á la cu·
ria la eleccion de magistrados hecha hasta entQllces en la libre
asamblea de todos los ciudadanos (1). Augusto fué tambien el
primero que atacó las franquicias de la propiedad romana con dos
gravosos impuestos, la Yigésima parte de las sucesiones (2) y la
centésima de las adjudicaciones (a), que pesaban sobre la propie-
dad en sus mus frecuentes trasmisiones.
Adriano consagró en el ól'den político la revolucion comeDza·
da pOI' Augusto, entregando la administracion de Italia á cuatro
magistrados consulares (4); Caracalla pam estendcr en las pro-
vincias el impuesto de la vigésima parte (5), y los impuestos in-
directos con que se habia sobrecargado á Italia, hizo comun á
todas las provincias el derecho de ciudad romana; rehusado en
otro tiempo á los l'eyes,-vano oropel, ya en aquella época que
no t~nia valor alguno SiDO pam el fisco.
Por el contrario, no se est.endió á las provincias el impuesto
SObl'C la propiedad inmueble, ultimo vestigio de su antigua gran·

(1) Suetonio, aug • • c. 46. '


(2) Dio Ca¡;siu~, LV,25; LYI, 28. Plinlo, pa'nefl" 3'1, 40: Vicfsima
rfpel'ta est tributum tolerabile el racile breredibus dunlaxat C":Iótranels, domrs·
licis gave.
(3) SlIclonio. caligula, 16.
(') Spart., in Adrúmo. :\Jarco Aurelio sustituyó los cuatro magistrado~
por los j'llridicii (que ej('rcilln las mistnns runciones bajo un nombre de me ..
IlOr importancia). Julio Capitolino, in Marc.-Aureliano cmlfió toda la lIa-
Ha. como ¡j rUfra una sola provincia, á Tctri('u~ con el título de corregidor.
Trpb. polllo. in l'crril:.
(5) Dio C1ssius LX'XVn. 9, los llenaba de honores porque .urrfa euri-
f'Jueeer::-l':, es1endiendo lus derechos de ciutJ..dania para que fuesen ma,ore5
ks ingre~os del fisco.
64 RrSTOalA
deza que Conservó la Italia hasta Maximiano (1). Tao solo se
cambió la condicion de los individuos (2) pero no la de las
tierras.
Continuó pues siendo dife¡'ente la propiedad quiritaria de la
propiedad provincial. Esta diferencia no era ya sino un recuerdo
polltico, pero existió largo tiempo aun en el derecho civil, que
generalmente conserva mas de Jo pasadO' que el derecho po-
litico. .

(f) Savigny. Yeber die Rrern. Stmer ver{asju-ng, Zeils .• t. VI.


(2) Desdeentonees ,'a no hllbo mas latinos que los manumitidos (Latilli
juniani) y SUs bijos (esta latinidad era mas bien una inrerioridad política que
una incapacidad civil), así como lampoco huho ya mllS pcre!/rini entr~ los
súhditOii del imperio que lo~ manumitido~ dediticioJ.-@lavigny, Yehf'r dir.
LaU,.itlrt. Zeils., V, iiO.
nEL DERECHO DE PR()PIEDÁD. 65

CAPÍTULO XIV.

DE LAS REFORMAS DE JUSTINIANO.

J USTfNIAl'iO al anuiar estas diferencias que tanto le incomoda·


ban (1) Y que no comprendia , hizo lo ,¡ue el árabe, que destruye
sin compasion las lápidas de los sepulcros egipcios para colocar
sobre ellas su miserable tienda, y se rie desdeñosamente de aque-
nos signos estraños lengua santa desconooida para él.
(t) 1. UD., de nudo jure IJ!tiritUln tollendo, C. Just., VIII, 75.

9
HISTORIA

CAPÍTULO XV.

ORGANlZACION MEXICIPAL E~ TIEMPO DEL lMl'ERIO (1).

LA concrsion del derecho de ciudad romana á todas las ciuda-


des del imperio destruyó para siempi'e las antiguas distinciones
de municipios, prefecturas, colonias. }~n todo el imperio la admi-
nistracion municipal cayó en manos de una clase hereditaria de
propietarios, curia, senatus, ordo, decur;oncs. Las funciones mu-
nicipales útiles y honrosas mientras quedó algo dc libertad, se con..
virtieron por los pl'ogresos del desp.otismo en la condicion mas in-
tolerable y la mas insufrible carga •.Por un fenómeno digno de DO-
tarse, pesó esta carga casi esclusivamente sobre la clase media
que es la vida de los Estados; cualquiera hubiese dicho que la
ley se había empeñado en aniquilarla. Los senadores, los magis-
trados, los oficiales de palacio por su dignidad, sus descendientes
por privilegio, los militares por la natmaleza de su senicio (2),
el cIero por la dignidad del sacerdocio, los cohortales y la plebe
por su miseria, estaban exentos de las fundones curiales. Resul-
tó de estas opuestas es('epcioIlcs, que la cmia sc componia úni-
camente de los pcqueúos pl'Opietarios (lue 110 tenían Jlin~Ull prhi 4

Icgio en rI Estado, y que á pesar de su pobl'l'za no l'stahan exen-


tos de los cargos municipales.
Su miserable estado en los últimos tiempos uel imperio, es su-
pcrior á toda ponderacíon. Cautivos en la ciudad que administra-
ban (3), sometidos á las vejaciones de los prefectos, de los que
no eL'an mas que pasivos ugentes; responsables de Jos he(:hos de
sus (:oh:~as y de sus sucesores que est.aban ohligados á designar
~iendo fiadores :myos (<1); oblig-ados solidariamente á pagar al fis-

(1) Gorlefro}. parntit~lrl al C. TIl. X.I1. t.-Sllvigny, Gp,s('hic}¡(e 41r,~ R<rlll.


Rl'chts., c. 2.-I~uizof. Emayos ,,>(¡rJTe la historia de ¡,'rancia. l'rim('f ell-
sayo.
(2) 1... ;', C. Th., úe fit milit., VJI. :t2.
(3) C. 1'11., XII, t. L, U.
(q J..Irgaroll hosta ser responsables de los bechos de sus prellet'{'sfJres lus
decuriones numbrados en época en que los acusaJus habiall ya ces81lo mi sus
funciones. Juliano se ví6 obligado á prohibir este abuso. L, 5~, C. 1'11" XIl.
J.-L. j, L. 8. C. JuH., de SU6cept.

DEL DERECHO 'DE PROPIEDAD. 61
co el total de los tributos por mas que el esceso del impuesto hi-
ciese imposible la exaccion; pm'seguidos de mil maneras cuando
no podian pagar (1) procuraban l\bl'arse de estos cargos intolera-
bles pOlO cualquiera medio, ya fues~ por el abandono de Jos bie-
nes que la ley amortizaba en sus manos (2), por el estado reli-
gioso (3), por el servicio militar (4), y aun por la esclavitud que
era menos dma que la curia (á). Todo cm en vano, la ley les su-
jetaba para siempre á ellos y á sus hijos en su deplorable con-
dicion.
('lYeque cUTialis, llegue curia lis /iliu.l' conditione deserta, aliam
llaudeat adspiral'e fortunam, qui majoru/ll SllorUIII exempla pree-
)¡judicant (6). b
En vano los empel'adores acumularon privilegios para conser-
var la clase de los decuriones; su número disminuia todos los
dias (7). Llegaron hasta á condenar á los malhechores á entrar en
la curia, y por una revolucion inaudita en las ideas el privilegio
mas honl'Oso en un pueblo libre, que es el de administrar á sus
conciudadanos, fué la mayor de las vejaciones bajo el despotis-
mo (8).
¡Ve quú ofJidaliu!1l, dice Valentiniano, pcence specie atque
(Cstimatione crtrlrr dedatrw; nisi si quis forte cnriam defngiens,

(1) C. Th., de QU&st., IX, :15, L. 2. Decuriones, sitie ob aUenmn. sit'e ob


suum debitum, exorles omnlno carulO volumus esse prrmarum quas fiduculre
ce tormenta constituunL Quod quirlem capitale judici erit, si in contume-
lian ordinis exitumqne tcmptelur. Majestatis lanlummodo reos, el qure ne-
fanda dicto sun! conseios aut molientes, ex ordine muniripali. maneat lam
cruenta condilio : dcbitor('s vero et 'lu05 allt',dos nllt susceptores memurant. A
sUlIlmo USjlUC ud infilllum ordinem curiilles cxortcs talium volumus essc pm-
narum.llabel sevrrit,1S IIl'JHa qlUl' sumat ad sanciendam publici offidi disci-
[llin.1m, IJ t ahstincllol tlln crucntis.
Plumhalarum vero ierus, quo~ in iog:l'olli~ corlloribus non proba mus non ab
Ollllli ordinc suhmovclllus. sed rlccclll primos lantum ordinis curiales <lb illl-
rnunit.,tc hujuslllodi verberum ~egrl'gamlls: ita nt in t:ctcris onimadvcrsionis
istius habcatur lUoderalio commomcntii (GraciaDo, año 367). L. 115, C. 1'11.,
XIII. 1.
(2) C. J. X•.'13. De prrediis decurionum s-ine decreto non alienandis. L.
l.-Nov. XXXVIII, prer. .
(3) San Ambrosio. Ep. 40 ad Theodo".-Pre~byleri quidem gradu fUIlC-
ti et ministri ccdesire retrabUfllur a munere et curiredeputantur. C. Th., XII.
1; L. Sil, 63, 1M, U!); XVI, 7, L. 3.
(t) f.. Th., XII, 1; ',.13; L. 22; ' •. 168.
(5) ~t'llhi,lllo, de Gubern. /)(!i Novcll. L Majori,1ni.
(6) C. Th" VIlI. 4, L. 2~. lIouol'ins, an. ,'..2:1.-1.. B,· C. TiI. VI, :15.-
L. 10,11, n. 5.-Cassinjl., ,'lIrior. 11, IR; IX, 2, 4.
(7) C. Th., XlI, t, L. t86. Nov. :IS. prrr. V. Lydus, 1,28; 111, 46. ''.l.
(8) Cassiod., Varior, 11, 18.-GucliJre episcopo Theodoricus rrx: llrisca-
rUIIl l¡'gUIll re\'ercJlcla dielal auelnritos uL nólscendo cllrialis nuln Illlldo possU
ab origini,o; su¡e mllllji.~ drSUf'p.1rc IleC 111 nlitlcl rt'illltblil"ib oI'Hcium trahi, qui
l,aH prt'vI'nlus fuerit surtc' nasr'cluli ; tlllod si eos vd ad honores lrall~ire jura
VC.lucrunl, I/ua!n t'/'dclllr c,~se conlnuium. c~tri(lleln reipublicro amisslI
turpiter libertatc servire. /Jl IIsquc ad conditiollem pervenisse pnstremam.
q"em t'ucavit antiquita! minorem senatum.-N'ove!1. 1. Majoriani de Cu-
rialib.
es BISTOIUA
ob hoe creperit militare, nc ingenitis fungatur officlis. OmneS
itaque omnino jud~ces tUle cens~re loco supplicii quemquam de-
patandum: Cllm nUque unumqucmque eximi flosum non digflit(l$
debea! sed ~na comitari (aDD. 364) (1).

(1) 1. 38. C. JuSI. X; L. t&; 1,. 19; l.. 6*. C. Tb .• XII, t.


nEL DERECHO Dt PROPIEDAD.

CAPiTULO XVI.

DEL IMPUESTO EN LOS UJ,TQlOs '1;I:pIPpS DEL IIP~B.IO.

EL sistema fiscal se hizo cada vez mas gravoso; el tributo de las


provincias (vect;g{l~, que se pagaba ~n frutos, se convirtió en tri-
butllm que se pagaba en plata en tiempo de Marco Aurelio (1). La
Italia se mantuvo exenta del impuesto sobre la propiedad inmue-
ble hasta Maximiano (2).
La cootribucion sobre los bienes inmuebles llegó á ser enorme
y á producir el abandono de las tierras menos fértiles; pero co-
mo la avidez del fisco era cada qia mayor y sus necesidades ma-
YOI'es, se tomó el 'partido de recargar á los call1pos fértiles lo que
habi •• dejado de pagar los ya incultos y abandonados por esté-
. riles. Con este dest,estable sistema se hicieron tan gra'·osos los im-
puestos, qlle los propietarios tuvieron que abandonar tambien las
tierras fél·tiJes. Cuando es escesivo 'el impuesto' se hace imposible
h pequeua propiedad. ¿Qué sel'ía, pues, cuando iI la exorbitancia
de los impuestos se añadia la pesada carga de las funciones curia-
les? La ('Iase de pequeños propietarios desapareció casi enteramen-
te; trifmtorum villculis cuasi pl'eda!llum manibus stmmgulata, di~
ce Salviano (3).
En "8no se ofreciel'on las tiefl'as abandonadas al que quisiera
tomadas; las leyes que sujetaban á la curia á todos los plebeyos
en cuanto adquirían veinte y cinco ¡ligera (4), hacían que nadie
cultivase inmensas posesiones, pues el fisco se hubiera llevado
todos los productos.
Entre la condicion de los decuriones y la esclavitud, solo ]11
pobreza estaba liI)I'c de las exacciones del 'gobierno y de la ava-
ricia forzada de los desgraciados rUl'iales ansiosos sipmpre de ins-
cribir en su clase á tiquet cuyos bienes les podian causar Digno
alivio en su desgracia ( 5 ) . · .
(I) Savlgny, Vebtr die Rmtn. Stmerl,p.rfassung, Zt"'its, VI, 350.
(2) J~ ...c1Ull • •le mortib.11erser., c. \1:1, 26.
(3) Sa1viano,de (¡ub.De;, lil'. IV, etl Haluzt'. p. ,:1.
(!l
("
C. Th., XII, t; l.. '3,1t.
Salvillno, de Gub. 1)01 ,liv. Y, Balu!. 1'. 103. ll1utl ¡ravlu:í est quod
70 HISTORIA
Inútilmente se dieron leyes para estimular al matrimoriio á Jos
infelices ciudadanos que se abstenian de uniones legítimas para
no perpetuar su raza desgraciada (t), para prohibir á los padres
que espusiesen ó yen diesen los hijos que no podian mantener (2),
pam prohibir á los curiales que se espatdasen (3), ó que se hi-
cirsen colonos de los ricos (4).1..a inutilidad de estas leyes, de~
masiado débHes contra la COI'rupcion, la miseria y la desgracia,
,muestra hasta (filé punto habia degl'ac1ado el despotismo los sen-
timientos naturales de alluellos pueblos que aborrecian el trabajo
y la propiedad. A pesar de estas leyes 'cada dia fué mayor el nú'
mero de escJayos y menor la poblacíon.
Segun Procopio (5) Italia tl'es veces mayor que la Africa esta-
ba sin embargo menos poblada; Salviano hace la mas deplorable
pintura del estado de la Galia y véase Jo que dicen las leyes, tes~
ti l,llo.nio. que no puede r{'eusarse. .
"Habiendo en 1& Campania, dice, una ley de Honorio (6) segun
"la relacion de nuestros inspedorcs y de los antiguos catastl'Os
l)quinientos veinte y ocho mil cuarenta y dos jugern de tierras
l.>abandonadas é incultas, IUlcemos gracia del impuesto á los habi-
1l taotes de aquel pais mandando que se quemen los rrgistl·os he~
"chos ya inútiles,,,
Hé aquí en lo que habia convertido el despotismo la fértil Cam-
pania. Arruinándola, habia perdido Roma lo que producían sus
impuestos por un esce~o de avaricia.
a
plurimi proscribuntur palleis quibus e'í.8clio puhlica pf'culiarisesl prreda •. ,
. Qua~ntlm enim sunl non modo urbes. sed eHam municipia atqul'! vid ubi non
qUl)t curiales fuerint tol granni sunt. Quid ergo lo('.us est ulJi non il priucipali-
bus civitatulll, vidutlrum et pupilloruUl viscera devoren!ur'!
(1) C. TII., XII, 1, L. 6.-Norell. 1. l\lnjorialli. Curiales, servos c'sse rei-
pulJliclC:lc viscera civitatum nullns ignorat, quorum crelum rf'dc nppelavil
i111li{luitas minllrem sellatllm, hoc rcdigit, iniquilas jutlicum I'~actorufllqlle
pledt'nda venttlitas cst mullí patrias drsercutes, 1l,~lillium splendol'e ncglct:lú,
ocrnltas latebras ef Iwhitationem eligerent juris alieni. JlIud quoque sibi de-
c1ccoris addcntes, ut dum uH yohml patrociniis pohmtum, ~~()lofl<lrum se aneí-
lIarum{lue conjunctione polluerint. Ilaque fllCfllffi est ut urlJihus ordinps de-
perirent. et prolJe liberta lis ~U(ll ,statum non nuH per conttlgionem consor..
lii deferiori¡ amillerellt.
(2) L. on., de patribul QU1' filios rlútra·¡;erunt. C. Th., nI, y C. JUSI ..
IV, t3.
(3) C.Th.,XIJ,l;L.16,29.C. Jusf.,X, 31; L. 16.-Salviano, de Gu-
bern.,lJei, liv. Y 'tlpéndice núm. 1). .
(4) Salviano, !Iv. V (apéndice núm. 1).
(!j) I1islon·u secreta, c. 18.
(6) Quingena Yijinti ocIo millia quadrtlginla duo ¡ugera, qu<e Campanire
provincia, justa inspectorlllll rel.llioncm el velerulll If)IJIlumcnla charlarum,
in ,lrsertis el squlllillis loeis hallcrc dignoscitur, f¡isdem pl'ovindaliblls t'onres-
simus et t'harlas superflum descriplioniscremari t'ensemus (ann. 395). C. Th.,
:XI, 28, L. 2.

_. DEL DERECHO DE PROPIEt;lAD.
m= mm

CA'!'ÍTULO XVII.

DEL CI.!LTlVQ pon ESCL,\'·OS.

JI F. diChO;1\ uno de los anteriores capítulos, 'que los ricos pae


fa hacer producir JJl¡\S á sus hienrs, habían reemplazado ron es·
clavos Jos hombres libres que antes tenían para el cultivo de las
tierras; esta medida hizo en el cultivo una re,'oJuelon muy grave
en sus eonsecurncias.
La concentrarion de la propiedad que produjo una miseria eSe
tremn habia obligado á los emperadores á uar de comel' á la ple-
be y darla funciones para distrael'la de su miseria; panem el dr.
cen,,'es era en Roma la condicion de los PObl'CS , mal necesario de
toda grande aristocracia terl'itorial. Para alimentar á estos desgra-
ciados se tl'ajan de Afríen y de las provincias grandes cantida-des
de g:rano que se distribuian g:ratuitamcntc á la multitud necesita-
da . .En tiempo de César recibian este socorro trescientas veinte
mil personas (t). Augusto había conocido queestns distribuciones
traían consigo la ruina de las clas~s tl'abajadoflls, pero como abo-
lir aquellas era dar al'mas á cualquiera ambicioso (2), el empera-
dor no se atrevió pOI' esta consideracion.
El lujo que se aumentaba de día en dia fundó en Itf\1ia sun-
tuosns villas; bosques y jardines reemplazaron á los barbechos; la
poblacíon libre vivía en las aldeas abandonando el cultivo y dis-
minuyéndose cada dia los Inhrnrlores. De Africa tl'aian á Romn
el trigo y el vino de Grecin. Tiberio se quejaba amargamente de
este mal qlle ponía la vida del· pueblo romano al arbitrio de las
olas v de los ,'ientos. La tardanza de un dia en la lIe!!'ada de las
naves, dejaba en Homa sin pan á trescientas mil personas, y es·

(1) SuellJnio, in Jul., c. 4t.


(2) Suet.,1'» Allg •• c. 37. Magna vero (IUondnm sterilitale, ae dilTIclli
reOledio, ('um veualilias et lanislaruOl ranlilias, peregrinos que omnf'S t'lCt'p-
tis me!lids el pra'cl'plOrihus, parleOlllue sNvi liorum ul'bf' expulissel : ul tan-
dem allllUII8 ('ollvalnit imlll'tllOl se c{'pisse srribit, frumenlaliones publicas
in perpelunm abolrndi, qund t'Ofum IIrluria cultura agrol'Um cessaret: oe-
que IHmen flerseverasst', quin ('l'rlum haberet posse per ambitionf'OI quan-
doque rcsUtui.
72 HI9TO.RIA

lo h.bla de causar necesariamente una revolucion (1). Quantú-


lum istud est, de quo rediles admonent! Quam si cetera respicias,
in Jevi habendum J At Hercule nemo refert, quod Italia externre
opis indigf't, quod vita populi romani per ineerta maris et tem-
pestatum quotidie ,'olvitur; ae Ilisi pro"inriarum copia et domi-
niis et sel'vitiis et agris suhvenerint, nostra nos scilicet Demora,
nostrmque viJIre tuebuntur ? HaDe P. C. CU/'am sustinet princeps
hree omissa funditus rempublie'am trahe1. Reliquis ¡ntra anirnum
medendum esto
Cada vez fué mayor la decadencia de Italia y de las provin-
cias. En tiempo de Neron llegaron casi á flespoblarse célebres ciu-
dades, entre ellas Antium y Tarento (2). En tiempo de Pcrtinax
eran tantas las tierras abandonadas, que el emperador concedia
su propiedad á los que quisieren cultivarlas, y además la exen-
('ion de tributos por diez años (3). Se obligó á.los senadores á po-
seer en Italia la tercera parte de sus bienes inmuebles (4), pero
esta medida no hizo mas que aumentar el mal que se pretendía
curar. Obligar á los ricos á poseer en Italia era aumentar la acu~
mulacion de la propiedad que habia arruinado al pais. Aurtlia-
110 quiso enviar cautivos á los campos abandonados de Etru-
ria (5); Valentiniano tuvo que establecer á Jos Al/u/JIanni en las
fértiles orillas del Po (6).
Baroarus llas segetes (7).

(t) Tácito, ann. IJI,S', V. Séneca, de benefi-riis, VU, tO.-TilleAlont,


Graciallo, arto XVI.-Naudet, primera partl', Ilota primera.
(2) Ti/cilo. ann. XI, 27.
(:J) Ucrodi., l/1st., U, 4.
(4) Plinio, Ep., vr, 1!1.
(5) Vopis, c. , immrel.~. 48.
(6) Amm. -,,"arcell •• XX VIII, 15. l'heodosiu.~ fa tempeslatc ffiagister Qui-
lum pluribns ciCsis (l\Jllrn:181l0rum) quoscumque ccpit ad lIaBam jussu Prin·
cipis missit, ubi fertilitms apis acceptis jam tribularii rlrcuffi('ullnt l'adum.
(7) Virgilio, Egloga primera.
bEL DEntCno bE PROPIEDAD.

CAPiTULO XVIII.

DE LOS COLONOS (1).

EN medio. de.Jas miserias de la propit>dad aparecieron dos insti-


tuciones {lue fuerOldas mas notables de aquella época, y que te~
nian entre sí una estrecha afinidad, la de IGS colonos' y la enfi-
teusis.
I--os jurisconsultos no hablaron de cDlo.no.s; no cODocian sino.
hombres libres ó esclavos. Sin emba¡'go en tiempo de Constanti-
no habia colonos en todo el imperio; en Italia (2), en las Ga-
Iias (3), en Palestina, en la T,·acia, en 1Ii,·ia (4), y en todas par-
tes su condicion es la misma, entre la esclavitud y la Hbertad.
Este !'~mómeno se ha esplicado sucesivamente por dos cau-
sas, que juntas concurl'ieron sin duda acrcar la ins!itucion de IGS
eolonos. 1. 0 Una trasformacion de la esclavitud para evitar tal
vez la despoblacion (oS). 2.° LGS bárbaros que se harian colonos
de las tierras desiertas, siendo muy frecuentes estas irrupciones
de bárbaros en los últimos tiempos del imperio (6), que aumen-
taron ('onsiderablemente el número de colonos, si bien no fueron
la imira ransa ni el solo orígen- de esta condiciono
Una ley de HOllorio recientemente descubierta aclara mucho
este punto.
«Seyras barbaram nationum .•.•. imperio nostro subegirnus.
»Ideoque damus omnlbus ex prll'dicta {fente hominum agros pro-
(1) Savignr, Veber die Rmmi!Jchem colonat, VI, 213, 320. Viscende
~ella preprietn. in Italia, di Batldi de V('sme, Co Spirito FossaU, Torino, 1836,
J~ 40 o. p. 3S el ss.-'Vinspeare, 'Jo 106 el ss.-Los colonos tenian nombres
dl~erenles, segun eran, rU!Jtid coloni inqllilini;-origioari, originales¡-
trlbutari, adscritici, censiti, sf'gnn fl impuesto prrsonal que pagaban.-Zim-
mem" Ro Go, (. J,~. j31 0 •

(2) L. 3, e, Th., de cenm.


(3) L. 1:1, 14. C. Justo, de (,grieol. .
(.t) e. Justo, L. Xl, tito 5'.1, 51, 52 Y sig.-San Agu¡¡tin. ciudad de Diol,
X, CO 1.
(5) .\rg.,Lo '1,CoTh" de Tiron. '
(6) l:um~n., jJfUugo CQustllntino ('.re~ari, ('. 1, 8. 9, 21.-Con!Jtanti'7lo
Aug o, c. 6,-AmUlo .lrarcrll .• XXXI, 9; XXIII, V. Eulropio, IX. 15.-
l'rev. Pollio, in d~ld¡uUl.
10
74 IlISTúR1A
"prios frequentandi; ita nt ornnes sdant susceptos non afio jure
ltquam colonatus apud se futuros, nulli qum.licere ex hoc genere ro.
l>lonorum ah el) e·ni semelad tribuiti fO{'lint, vel fraude nliqua ab-
lldncere, velfugientem suscipcl'e; pama proposita qure recipien-
))tes alienis eensíbus nd scriptos vel non propl'ios colonos inse-
})<]uitur.
« Opera autem eorum terrarum do mini libera· ase sciant, ae
»nullus sub acta per;:equatione -"el ccnsui sulJjaccat: nulique liceat
»velut donatos cos ÍI jure census in servitute¡n trahcl'e, urbanisve
lJobsequiis addiccre."
La condicion del colono era intermedia enh'c la libertad y la
esclavitud (1); C01\10 nm-lllllE LlBnE tenia elju.r connuÍ'i y por COD-
siguiente todos los del'echos de familia (2); poseía 8U peculio con
pleno derecho de propiedad, si bien no podia enagenarla sin el
consentimiento del señor (3); como esclavo estaba sometido á. las
pr.nas corpol'ales (4), y era castigado· si se escapaba con la pena
de los siervos qlle huian como ladron de su propia persona (!i).
Aunque el colono tenia algunos de los derechos del hombre
Jibre, la eh'cunstancia de ser esclavo de la tierra hacia su con-
dirion peor que la de los siervos; ('1 siervo teo·ia la espel'anza de
la libertad, pero el colono no podio. sel' manumitido ni separarse
de la tierra de que formaba parte (6). El sacerdocio y la milicia,
las dos gl'andes escepciones privilegiadas estaban prohibidas á
los colonos (7) .•Tustiniano llegó á prohibirles hasta prescribÍ!' su
libertad, ley salvaje que quitaba á estos desgraciados la única fe-
licidad de la miseria, la espe,'anza (8),
Esceplo la Iiberlad, por lo demás su condicion era tal vez me-
nos desgraciada que la de los labradores Iibl'es; el señor no po-
dia echarlos de la tierra y seguían en ella aunque pasase "a
otras manos; no tenian que pagar sino una renta fija y módica
que el señor no tenia d~l'echo de aJtCl'ar (9); por desgracia el he-
cho desmenlia con demasiada frecuencia al derecho (10),

(1) Licet conditione vhleanlur ingenui. servilamell terne itsuis quinati-


sum exislimenlUr • dicf'. Teorlosio, L. 1111., de colon. Thrac. C. J .• X f, 5t.
(2) L. 7. L. 21. C. J., de agricoUs.-L. UIl •• de colon. TlJrac. C. J ..
XI •• 1.
(3) L. 10, Comm. 'Ut. jud., C. Jus. lB. 3R.
(.1.) L un .• C. Th., ne eotonus.-Y.. 2, C. J .• in quiv. cans.rolt. XI, 49.
(5) L. 1, t.:. Th., de fU!Jilil" colon.-L. 23, C. J .• de agrfeoUs XI, n.
(6) L. un .• de Colon. l'hrac.-C. J., XI. 51. l •. 7, de agrie". XI. 47.
(7) Acerca de esLa legi~ladon que ha variado. véas~ L. 1. C. J. de ep1's-
copiJ L. 16, 37. Y Nov. 12:J, c. l, 11.
(8)' L. 23. pro de ngrie .• C. J •• XI, n.

(IQ) GJeg. Maglli,.Ep. J, .'i


(9) L. 2. C. J .• in fJuiv. eaus. coloni.
V, 35.
DEL DEBtCllO DE PROPIEDAD.
±±!!

CAPiTULO XIX·

DE LOS DO,mNIOS DEL PRINCIPE y DE LA ENFITEUSIS (1);

CUANDO el'tesoro del príncipe (fÚCllS) reemplazó al tesoro del


pueblo (rerar;,uJI) los hienes ue la república pasaron á ser bienes
del emperador; losf"rulij¡,fCfl!t~S, fWllli rá pr¡l'{llcl.· rt'emplazaron
al agt'r puhlicll,f, en lo (!ual solo_ cambial'oú los nombres. La COll-
cesion no varió en su esencia; fué siempl'e un alquiler ó arren-
damiento perpétuo que en timnpo de los emperadores cristianos
tomó una forma mas determinada, bajo el nombre de, enfi-
teusis.
Estos bienes eran inmensos; los bienes particulares de los prín-
ciprs se GJian á ellos desde su adyenimiento al imperio (2); los
bienes vacantes (3), las sucesiones caducadas y mas que todo las
multas y las confiscaciones (4) aumentaban sin cesar el patrimo-
nio imperial. M. Naudet contó ,"'cinte y nueve delitos que traian
. cons.igo la confiscacion, entre los cuales uno solo, el de lesa ma-
gestad que era el crímen de los inocentes (:.i), compl'endia todos
Jos casos que podia SOiHll' el capricho ó la avaricia del empera-
do!' (6). La Jegislacion romana estuvo siempre manchada con el
vicio de la rapacidad y de la avaricia, Se inventaban mil pretes-
tos pal'u apoderarse de los grandes patrimonios; y era un trá-
fico pel·pétuo entre la codicia del príncipe y la infamia de los de-
latores.
Las tienas del patrimonio imperinl estaban perpétuamente
arrendadas, estaban sujetas como los bit'lles de los particulares

(1) 'Yimpcarc, p. 102. el. ss.-Uominiey. de Prarogatit'Q allodioTltm,


p. 7S.-A. Vuy, de origillibus el naturn .iuris Emp!lytelllici Romanorum.
~e!delherg. 18:18, y el análisis que he dado de esla 1,lclIloria en la revista de
leglslatioo y jurisprudencia, lo IX, p. 393 .
. (2) Spllrt., ht hadriau.-tamp., in alex.-Spart •• in scv.-Vopisr.,
m taco
(3) De JI/ri fisco, J). XUX. 14.-C. J .• X. 1. .
(i) Tacilo, Ann., IV. 3; Mst., 1, 2•
. (5) Naurlet, de las reformas'que se !del'eron en la adm¡'nislracion del
imperio romano en lo,! reinados de lJiocledano, Constantino y sus sllce-
BOl'e,~ haslaJuUano, d(),. vollÍmwes en 8.°, Parls, 1817, t. J, p.10!».
(6) Plinio, paneg .• ('lIP, XLII.
76 HiSTORIA
á los tributos, por lo,!ue se hizo imposible cultivarlas; enton~es
apareeió la enfiteusis, arrendamiento privilegiado que se inventó
para sacar partido de los bienes del fisco. ~uando habia en el
imperio un número considerable de tierras abandonadas, el fisco
se npoderaba de ella~, las daba valor eximiéndolas de las eargas.
que pesaban sobre las tierras de los ciudadanos, y procuraba de
este modo volver á crear aquella riqueza ya perdida (1).
Siendo las tierras el valor mas comun, se comenzó á pagar con
tierras los servicios y los gastos públicos.; se dieron tierras á las
legiones de las ft'onteras, especie de enfiteusis con que el servicio
militar sustituyó el censo en metálico; se diel'On enfiteusis con obli-
gacíon de construir en Constantinopla casas que embelleciesen la
ciudad (2). La Iglesia tuvo el privilegio de pagar COn tienas sus
deudas cualquiera que fuese su naturaleza; en una palabra, la en-
fiteusis fué en los últimos tiempos del imperio lo que los feudos
en la edad media.
Esta relacion entre la enfiteusis y el feudo que ha sido muy
bien observada por algunos de nuestros buenos feudistas, como
por ejemplo Chantereau-Lefévre, merece que entremos en algu-
nos de sus detalles que por otra parte son muy curiosos.
Así como el feudo, la enfiteusis no podia enagenarse sino con
el consentimiento del propietario, deljudex por ejempl(l, represen ..
tante de los derechos del fisco. El propietario tenia un derecho de
pI'elerencia, que el'a el retracto. El pro.pietario era además el que
ponía en posesion al nuevo enfiteuta, y tenia como el señor feu-
dal UD derecho en las ventas (/arulemitlm) que .Tustiniano fijó en
dos por dento; la ley tercera C. J. IV, 66, dice así:
"Juslinianus A Juliano, PP. §. 1.0 Minime Iicere Emphyteu-
lItro sine consen.fU ,lomini meliol'aUones gU~S aliis vendere vel jus
J!Emphyteuticum transferre.
,'S. .2. Sed De hac occasione aeeepta, domini minime-conce-
~dant .Emphyteutas suos accipere pretia meliorationum qme in ..
JJvenerunt, sed eos deludant , et ex. hoc eommodum Emphyteu ..
¡ltle depereat, disponimus attestationem domino trllDsmitti, et
oprredicere quantum pretium ah alío l'evera 8ccipi potest. Et si
»)fjlút!em dominus /toc dare maluerit, et tantam pl'restare quaoti-
J!tatem quantam ipse revera Emphyteuta ab alío recinere potf:'st,
vip.wlll dominum omnimodo ha?c comparare. Sin autem duorum
¡lmensium spatium fuerit emensum, et dornillus hoc facere no
lJluel'it, liceotia Emphyteutm detur, ubi voluel'it, et sine conSen-
llSU domini meliorationes suas vendere; his tamen pct'sonís qure
l¡Don solent in .~mphyteuticis contruc'tibus vet:\I'i ad hujusmodi
lJvenire emptionem.
«~. 3. Necesitatem autero habere dominos, si nIHi meliora-

(1) 1)~ collaUolle 'tmll&rum parrimont't:t,lI'llttt flt Ephiteut. C. J., Xl, 64;
L. I • L. t. .
(t) J.. 1. J.. 2, (le txtraorfl. num" C. Tb. Xl, 16,-1. t, d" itim. mfl-
ní,ndo, XV, 3.-L. t, de Ptwjui., J G~derroy, ad J~. 1, t:. Th. ~1, 16.
DEL DERECHO DE PROPIEDAD. 77
-tio secundum prefatum modum vendita sit, accipere Emphyte~­
))tam: vel si jus Emphyteuticum ad personas non prohibitas sed
»concessas et idoneas ad solvendum Emphyteuticum canonem
))traosponere Emphyteuta maluerit, non contL'adicere, sed no·
»vum Emphyteutam in posscssionem suscipere, non per conduce
»torem vel per procuratorem sed ipsos dominos per se, vel per Ji..
"tteras suas, vel (si hoc non potuerint vel noluerint) per deposi-
lltionem in hac quidem civitate apud V. C. magistrum censuum,
uvel pl'resentibus tabulariis per aUestationem: in provinciis autem
"pel' prresides ,'el defensores celebrandam.
«S. 4. Et De avaritia tenti domini magnan molero pecunia-
"rum propter hoc efflagitent (quod usqne ad prresens tempus
»pncstari cognovimus) non amplius eis Bceat pro subscriptione
))sua ,'el depositione nisi 50 pal'lem pretii, vel restimationis Joei
»qui ad aliam personam transfertur accipere. Sin autem novum
»Emphyteutam vel emptorem melioratioDis suscipere mini me do·
uminus maluerit, et attcstatione facta iDtra duos menses hoc fa·
»cere supersederit, licere Emphyteute etiam non consentienti-
,bus dominis ad alios suum jus vel Emphyteumala tran.ferre.
,Sin autem aliter fuerit versatus, quam nostra conotitutio dispo-
>suit, jure Emphyteutico cadat.»
78 HISTO.RU
A

CAPÍTl1TO XX.

DE LA ORGAiXIZACION MILITAR.

u~o de los primeros efectos de la revol~Cion


({ue esiableció en
Roma el poder imperial, fué quitar á los italianos el derecho de
tomar las armas (t); á las legiones ciudadanas sustituyó un ejél'cito
permanente que era un cuerpo diferente y separado, y que de~
pendia únicamente del príncipe (2).
Buena paga, dádivas y recompensas escesivas que se aumen-
taban a cada acontedmiento, legislarían y tribunales privilegia-
dos, excncion de las funciones curiales y otras muchas ventajas
á los militares concedidas, tendian á hacer ,al ejél'cito el árbitro
del gobierno (3). ~;sta fué la pérdida del impeL'io. .
Marco AUI'elio admitió en el servicio militar á los bárbaros
que habia vencido (4); Probo los admitió en las legiones (5). Des-
de entonces comenzó el sistema fatal que puso en manos de los
bárbaros la fuerza y d destino del Estado. .
En tiempo de DiocJeciano se esparcieron Jos bárbaros por to-
do el impcl'io con nombres diferentes: llIu;i!iare,\', ¡fEderati. La::ti,
Rljmarii. En recompensa de sus servicios se les dió, como en otl'88
épocas se habia dado tí los lct.eranos, tiel'l'ns exentas del impues~
to (6), Y que pa:)aban á sus hijos como premio del servicio mili-
tar (7). J+:n aquellas concesiones que llevaban algunas veces el
nombre de heneficios, se vislumbraba la idea de los feudos (8).

(i) Herod., JI, 2, Y ti." Y "l."


(2) lIein~('riu~ anl. 1l0'tn . • el bauboltl. p. 2"16.
(3) Enri'Iuecp¡J los snldadl)s y burlilo~ de lo rlcmils. Tal era el (dOmo con-
sejo de Srvcro á sus hijlls.-Dio Cassius, LXXVI, c. 1á. Y LXXIV. 2.
(~) Dio ,(;assius.. LXXII. 2.-l'eb.l'ollio. Claudills. c. 9.
(al Voplseus. 11tJlrov., c. B.
l6) L. 3, C. J. , de flludís limilropbis et len'i$ el palodibu$ el pascuis et
limitaneiN vel ('(lllteltorum. XI. 59.
(1) f~, TII .• V1I, 1[" ¡JI) terris Umitaneis el (iodefruy. ad. L. 1, L. t.-
Sulpicin S~veru, in viln lJ. JI(lrtilli.
(8) J. . aHlJlri¡Jins, in Ale,T, Sola tlua, 11t~ !Jostiblls rapta slInl,. Iilllitanei,~
ducilJUS el mililibus tlonavit, ila IIL COrlllll ila es~tmt, si heredes illorlllll
militarenl, IH'C ulHluaUJ ad vrintos I'crtinerrnt; dit'l'IlS attcntius {'os rnill-
tatufos, si etiam sua rllra defentlercnt; addiclit sane his et animalia el ser-
Yf)S, ut possent catere quod IIcc.:eperanf, nI' per inopiam hominum nI lwr
DEL DERECHO DE PR01>lEDAD. 79
Desde los hijos de Constantino llegaron á reinar en el ¡,a lacio de
los emperadores y en el imperio francos, ,'ándalos, sue'Vos y otros
de diferentes naciones.
Mientras que los jefes dominaban en d palacio imperial, los
soldados se habian mezclado por todas partes en Italia y en las
proYincias. Guardaban las frontl'ras, el pais y la soberanía (t).
"Entre las monarquías bárbaras y el imperio puramente JaUno
,,(dice juiciosamente M. de Chateaubriand) (2), hubo un imperio
»romn.no bárbaro que duró cerea de un siglo antes de la caida de
»Augustulo. Esta circunstancia que no ha sido generalmente ob-
)sel'vada, csplica suficientemente; porque aun fn el momento de la
. IJfundacion de Jos reinos bárbaros pareció que nada se habia eam ..
l,biado en el mundo: eran casi siempre los mismos hombres y las
"mismas costumbres. II
.Minado así sordamente el imperio, el nombre romano 110 el'a
ya sino una palabra vana, yen cuanto un bárbaro osó levantar sus
atrevidas manos sobl'e el coloso alTuinado, cayó de un golpe el
imperio romano. '

senectulem possidentium drserrrenlur rura vid na Barbariz, quod lurpissi-


.v.
mUm iIIe t1uc¡'bat. Vopise., in Prob:; Arnm. llarcel, lib. 28, Y Chan-
lereau-Lefevre en su 1'ratado de, los {tudas.
(t) JnGallia status publicus perturbalur, c1auso Ipud Vienam palalii éPdi-
bus Valentiniano prindpe. el pene ínlra privatj modum redacto, militaris re i
cura fr!.':'1ciis sa!ellitibus lradita.-Greg. Tur .• Hist .• lib. 1, c. 9.
(:!) Estudios históricos, pfer., p. 51, ed. de LeCevre,
nEI. lIERtenO Dl. pr.OPIED.\D. 81

LIBRO III.

De la propiedad romaaa ea IUI relacionel eOIl el derecbo


privado.

CAPÍTULO l.

DF. LA I<'ORlIH DII LOS ACTOS.

EN una sociedad atlelallt.ada, la escritma es la prueba genel'al-


mente adoptada, y por tanto los contratos se dift'rencian mas que
por la forma, por la esencia de las cosas; 11;0 sucede así en los.
pueblos poco ci\'iUzados en los que la forma es lo principal. Las
formas que deben gl'abarse tanto mas profundamente en la memo-
ria de los asistentes como qllt' el recuerdo que df¡jen en ellos ha de
~('r dpSpllf'S la única prurba del acto, se componen de símbolos y
manUestaciones que lIanmn vivamente la atencion de los cont.ra-
yentes y de los testigos.
De estas formas simbúlicns usaron los primeros romanos, y
tambien los bárbaroi y 10:01 pueblos de la edad media; en el último
f'stado de la jmisprl1dencia romana se dieron ~'a reglas 8rrrru de
la rorJ)lu de los nctoR esrritos.
Si el derecho no es sino la espr($ion y el producto fiel de las
costumlH'es y de las ideas de la sociedad, es indudable que un
mismo grado de civilizacion en épocas y en pueblos diferentes da~
i'á siempre instituciones análogas. Probar esta "erdnd es uno de
los nobles objetos <le la lIistol'Ía.

It
82 HJSTORIA

CAPi'l'VLO 11.

DOMIXIllM QUIBITARIllM. M.4.NCIPATIO. CESSIO IN n'RI.

LA ley romana habia establecido formas solemnes para la pro-


piedad civil: estas formas eran la esencia de todos los contratos,
y solo odservándolus eser~puIQ~amente ,crnlícito transmitir la pro~
piedad, ya fuese entre vivos ya despues de la muerte.
Así que, la simple entrega no podia conferir la propiedad civil,
dominium quirital'ium (1). Era necesario para conferir inmedia-
tamente el dominio un pl'o<:edimiel)to solemne, cual era la manci ..
pacíon (2) Ó la cessio in jure (3). La trndidon no constituia l)Or sí
(1) La tradicion no podia conrerir la propiedad quiritaria .Ie las cosas
mancipi. como por t>jemJllo los rundos ltalianos.-Gaius, 11, 18. 23, 65.-
lJlp. XIX, 1, 7.-Gaius,lI. '1: Nam si tibi rem mancipi neque maneipave~
IO~ ,neque iD jure eessero sed tantnln Iradidero, in :bonis quitlcm Luis ea res
erlidtur, eJ, jure Quiritiurll 'tero uwa Jl~rlllanel'tit, ~onee tu eam possidendo
usucapías; sémel enlm i~.p[l"la usuc,apione proinc1e pleno jure inci)lil, \d f'~t
el iu' boul!l, et el. Jure Quiritíunl tulÍ. res esse, ae si ea mauciJlala vel injore
l:t'ssa cuel. Docthius, ud Top., V, 28, ed. Orclli,lt. 322.
(2) MancipaUo, m~lJcipiu.I,llJ CIJlClncipaJio.
(3) Gaius JI, ~h!, ...l.-Vlp. XIX, 3.-Cie., Top" c. 28.-Docthiu.s ad Cie..,
Ilefinil CJlílll qlli,d sil a~alienata rjils reí qure mancipi eSI, dit:fns: AbaUe,nato
tlt ejul re¡' q//lI! 'manr-ipi est, aut trudilio aUeri nexu, aut cenio in jllr",
¡"tlr quol ea jure civiU fieri ponunt; Nam jure civili fieti aliquid non inler
alios nisi ínler dves romanos polest, quorum est etiam jus civili quoll XI [
'fabulis continetur. Omll_es vero res c¡ure alJaJienari possunt, id I'st) qme il
nostro ad alterius transire dominiu," possuntaut m:ltu;ipi S\llIt, But nec rnan-
cipi. lUancipi res ,veteres aJli)(~laballt' qure' ita abalienabllulur ut ea abalieuatio
pt'r ql,landam nOIUS [¡eret solenmitalem (1) . .Nexlls yero esl qumdllm juris
solenmitas) flUlP fiebat eo mndulfui iu Inst . • Gaiu.~ cxponit. J<:jusdem Hlltem
Gaii) lib. 1) lnJt. de nexu fadendo hree verIJa sunt: ((F.st autem inancipa-
ntio, ut supra qlloque indicavimns, ima!?inaria qlUl'dam yrnditio, «(Tlotl ilJSum
»jus pro)mum rom<lnorum cst civium; faque res ita agitur, adbibitis non
nminus quam quintluc lestibuJl. civihus rnmallis Jlubcribus. el prretrrea alío
llejusdcrn cfJuditionis, ~)ui Iilmllll a;lIea01 leucal, qui appeJlatur libr¡ pí'ns.
»Is qui maudpiurn aecipil, res t.enens. ila llicit: In:NC '((;0 1I0:VI:"OE~ EX Jl'R1!:
»QI'lOITIUM MIWlI I!IISK .410, ISQVE ~1I111 EMl'Tt;S EST uoe AmE Ao:NRAf,¡l:E LlIiK'.
))Deinde :ere perculit libram. Idque res dat el it quo mancillium accipif, qua-
(t) Festus), V, :Sf.XDI eSI, u! ail GaUus !Eliu~) qUOIIUlUl/IIP Tlcr :rs I't 1iI11'am Jl;I'I'itUl', hl
9,UIl ntetl dll'lhu',l)ulI In ~cnel'll ~unt IUI'I:: tcslamenti ¡¡('lit', IH'XI ,laHll, Ilcd Iilwri;I,/IIJ,
\\elllJlI Iilli avu,l,antílluflll dwd,atur vccuuill) IllIm per 1l1:l1l1U wlig;ILu._\'lll'ru, de 1i"fl14a
la/lila, VI, ;),-CIC.) de Ol'al., 01, ~o.
DEL DERECHO DE PROPIEDAD. .83

en favor dei que habia recibido la cosa sino una simple det.n~
tacion, quedando siempre en el vendedor el del'echo de domi-
nio (1).
La forma de la mancipacion supone una época en que no exis-
tiendo aun moneda acuñada, se estimaba el metal al peso. La ce-
remonia tenia lugar en presencia de cinco ciudadanos romanos,
que representaban sin duda las cinco clases de Set'vio Tolio (2) y
la sc::..ta'ellibre pens que tenia la balanza (3). El precio de la com ..
pra le representaba un pedazo de metal (4) , Y cuando se conoció
la moneda acuñada, una moneda. El comprador tomando la co-
sa vendida ó algun símbolo de ella pronunciaba ·ciertos palabras
sacramentales y despues tocando la balanza. con la ~oneda se la
daba al vendedor, quien la aceptaba como precio de la venta. He~
eha así la enngenacion confería al instante el dominio quiritario.
J~ otra ~orma solemne de et1ngenacion la ces.rio in jure (Cesion
t'1l derecho). consistia en una reivindicacíon fingida intentada
contra el vendedor por el comprador como único y verdadero
dueño de la cosa reclamada. Si el vendedor reconocía el derecho
de su ad "ersarío ó no pOllía contradiccion, adjudicaba el magis-
trado la cosa al que la reivindicaba, addicrbat (5). Esta forma de
VQnta conocida tambien en la edad media haciendo el seílor las
funciorles de pretor (6) se halla en la Ley de .las Doce Tablas (7).
Pero su uso era menos frecuente (lue el de la mancipacion, pro-
cedimiento mas sencillo y mas fácil en cuanto á que no exigia la
interveucioQ del magistrado (8)~ La cesi<.m conservó toda su im-
»si IJretii loco.)) Qurecumque igitur res lege XII Tab. aliter nisi per hane 80-
lemnitatem abalicnari non poterant mancipi, cctcrre res ncc mancipi vocaban~
tur. Ereuem vero eliam in'jllrc cedebnlltnr. CcssiQ vero taH ficbat modo ut se-
cundo commentario idem Gaius eXJlosuit: In jure ilulcm ecssio fit hoc modo:
uap\ld magistratum populi romani ,vel aplld prctorem, vel apud prresiJl'm
"'Ilrovincire is ,cui res in jure cCditnr, rem fenells ita vindicat; nuxe Erro HO~
))MIl'lIUII E\. JURE Ql'lalTn;lI MEUM ES!!!':, AIO. Deinde poslqullm hic viudicaverit
¡¡prretor intcrrogat cum qui cedil, an contravinwcet. Quo m'ganle aut tacenle
nLUllc ei, qui viudicaverit ,eam rem adllicit: iuque ¡egis adio vocalur... )) Al
si ca res,' qure manci pi cst, nuIla solemnilatc inLcrposita tradlltur, nbatienal'i
non pOlerit nisi ab (',O cui lrllditur usucapiulllr .... l'\am ¡iura. traditioue
abalienalio rei mancipi Ilon esplicalur. '
. (1) Gaius. n, 4t.-Vlp., 1, 1, t6: Qui tantum in bonis non eHam ex jure
Quiritium servum hallel; mallumittendo la/.inum ratito In bonis tantum aliru-
a
jus servus est, velut hoc modo: si civis romanus cive romano servum f'merit,
isque Iradilus ei sito n~que tamen mancipalus ei, neque in jure cessus, ne-
que ab ipso anno posscssus sil: nam qU¡lm diij horum quid fial, is seryus in
bonis quidem cmptoris est, ex Jure QuiriliU/n alttem venditoris esto
(i) Festlls, Y, CLASSIC( TESTBS. Schlling conjetura ingeniosamenle que dc-
bia haber alguna relacion entre esla ceremonia. y el censo. Lcltrfmch, §. 15:l.
(3) eaius,'. 122,-~ichurlt, rrem G-est:b., t. l. p. 5t6.-Plinio, II. ¡'f"
XXIII, l:l, 3. llespues se ha{'e meneioll de otra sétima persona el antestátlls.
Gaii, Epit., 1.6, 5,2. No sabemos cuál era su liarte en la ceremonia.
(4) }'estus. V, Room.
(5) Gaius,lI, 2i ....¡.o..(flp. XIX, 9, 10.-Boelhins, in topo
(6) Anc., Cont. d' Artosis.
(7) Frag. Val" Si. 50. El mancipalionum in jure cessionem 1 lcc. XII~ Tab.
confirmat. •
(8) Gaiu._ 11, ~5.
I
8,( :-' HIM'OBU
portancia" para 18-transmisioD de los derf'ch~~, para "l~s' cu;le~ nun-
ca era aplicable la tradicion y la mancipacion rara vez (t).
En los últimos tiempos del imperio, la mancipacíon, á que se
refieren aun dertos rescriptos de Diocledano (2) y aun algunas
ordenanzas de Constantino (3), habia caido enteramente en desu-
sa, s.obre tódo en Oriente, en que la lengua griega habia e"itado
que seconociera bien la Itmgua latina, que era sin embargo abso-
lutamente necesaria para las fórmulas sacramentales de la man-
cipacion (4)." . '
~I; Gai~s, ~f, 19, iS, 30.-Flp" XIX, H. '

¡ 2) Valle. hag., §. 313.-C. Hermog., VIII, l. •


3) L.' Y 5.-C. '1 h. de DORaL VIII, t2.
,
4) La mancipacion no l'ra solamente uno de los modos solemnes de eoa-
genacion, sillo que era lambien la forma dellllatrimonio flor cotmptiQ (Gaius,
JI, tl3) de la lIdOIlCioD (Gell., V. (9), 00 la emanclpacioo (Gaius, J, 132, lai),
y en gent'ral d~ toda venta de un bombre libre iumancipio (Gaius, J, U7. no,
ti;)). era ademll:s una forma de teslamento. el testamento pef teS et Ilbram
(Gajos, 11, lot-U1p., XX, 2: Yti. t.-J, de Ic~t. ord.]], tOJo •

, ..
DEL DERECHO Uf! PROPIEDAD •

. , ,~

CAPÍTULO. IIX.

..
USt:CAPIO,i\', 'rREsClUr(;lO~ (1»

Ár, I~d~ d~ ma~CiParion


la y de la cesslo in j~re
se halla mo- ~h'o
do de adquisirion tambien muy antiguo y propio solo de los ciuda-
danos romanos (2) la I;SLC"PIO~.·· .
La usucapion era la adquisiciou del uominio quirital'iCJ.>por la
posesion coutinua de dos años (3); así lo habia establecido la ley
. de las Doce Tabla. (~). Nada importaba con tal que hubiese buena
fé que la ttadicion hubiese sido hecha por un dueño incapaz, 6
mm por una persona que no fuese el dueño; pues era la posesioll
la (Jue rlaba el dominio (5): " .
l~a usucapiDo sirvió despues para dar el dominio quiritario á
los que habian recibido la cosa de manos de UI\a persona capaz
! verdadero dueüo, pero sin usar las formas solemnes que .~e exi-
gían para confel'ir la pl'Opiedad civil (6). J~a usucapion que pl'odu-
cia el dominio quiritario no era aplicable sino filas pl'opiedades ro·
manas, es dedr, á los fundos itálil'os, y ,en las pro,'incias á los
fundos de las ciudades pl'ivilegiadas con el jus i!alicufJI. Las do-
más tierl'as pro\'indales no eraD ~usceptibles de usut-'apiun , flsí ro-
mo tampoco de propiedad el e,r: jurr (}llirüum porque" cOlIst!t'Yaha
siempre el Estado el dominio directo (¡lO' • .'.
. Tambien fué protegida la posesion de los fundos. provineiab.

(1) Paul., \'.'2. de CUH:opione.-e. Th.,IY,13, de L~1!ri, t~mporis pflts-


rr1ptione. J)e VltlJ..c. el longi temporis posses,io"ibus.-J~. 11, 6, de e. mr-
patiowiblls et lfmNfp-iQllibus. '
(2) GIISU!<. 11. 65.
(3) -U1p., XIX, 8, L',n,capio est .... dominii at.leptio per l:olltinudtiollelll
possessiollis .... llienni. L. 3, D., h. t.-Isid., Orig., V, ti)
(') eie., l'op .• c• .ij Pro c(1!Cilllla, C. 19.-fiaiu!<, n, U Y r¡i.-:- Teolilo,
11.6, prt:tm. .
(á) J~. 2á, n.. h.
t • ... ine pos~l'Ssione usucapio rontill~erp 11011 potest. '.
(6) Por simple trudidon, por ejemplo, t~aius,lI, 41i 111, SO.-f1piaJlo,
I,IL .
(7) Tabolenus habla de la pl't'scriJlciún, r~. 21. D.,It. t., Y Gaiuil •. f,. 5••
P. R. D., d!l F.vict., -XXI. ':!. F~ IOU~' nO!í!hlf', sin ('mllargo.. 'TUI' hllil) 110 hll_
hle II€ tlli' ,~Il su IfII<JU,"la.
86 HISTORIA
A imifacion de la· usucapion se introdujo; no se sabe la época, el
principio de que, el que hubiese adquirido de buena fé en virtud
de un título justo y hubiese poseido cierto tiempo (1), obtenia
siempre.una escepcion (prescriptio) (2) contra lai pretensiones del
primitivo dueño. Esta escepcion buena para la defensa no daba
sin embargo aecian para obtener el dominio. 'l>ero cuando á la
prescripcion se le aúadió UDa aclio ·.utilis (3) la IOllgi tempons pos~
sessio tuvo touos los caracteres de una adquisicion de dominio;
sin embargo no daba la propiedad ex jure Quiritium sino simple~
mente la propiedad in bonis, la propiedad natural.
En tiempo de J ustiniano subsistían aun como en su principio <

estas dos institucioneS' paralelas, la usucapion y la IOllgi temporis


prccscriptio. Las alteraciones que hizo este príncipe en el derecho
de propiedad hicieron inútil la usucapion en cuanto á transformar
en dominio (Iuiritario la propiedad natural ó pretoriana; la usu~
capioo no sirvió ya SiDO para dar la pt'opiedad al poseedor de bue-
na fé, y au~ esta utilidad desapareció cuando JustiniEmo cODvir~
lió en verdadera propiedad el derecho de los delentaQOL'es de fun-
dos pl'ovinciales; confiriendo por consiguiente la poscsion de buc-
o na fé verdadera propiedad~ ,
Despues de las ordenanzas de .Tustiniaoo no que(~ó otra dife-
rencia entre la usucapioo y la prescripciom, sino que la una servia
11ara las tierras de Italia ó, pOI' mejor dech', par~ los fundos pri-
\Oilcb'Íados del ¡liS italicflm, mient¡'as que la otra se aplicó á los de-
más fundos provinciales', es decir, á la mayO!' parte del imperio.
Justini1;lno abolió en 531 esta última diferencia y estableció pa-
ra todo el impel'io una usucapion uniforme de diez y de veinte
años (4), F..sla sábia legislacion es aun hoy la nuestra (.¡), .
(t) Diez r veinte años, segun las leyes imperiales. L. '16, §. t, D., de Com.
trovo Empt.
(2) L. 8, p., C. h. l.-Drisson, V, pnEScnrPTW Utcrholzner, Verj. §. to,
p.1H.175. "
(3) Justininno, l.. 8,pr. e. b., t. vn, 39.-Arg., L. lO, pr. D., Si ~ert'i­
tus vindicetur, VIII, 5, 1, 13, fí, 1, D., de JureJur. xn, 2.-Un!erholzncr.
Verjahrung, i, n, p. 76, Schilling, J,!'chrbueh, p. 54.8.
(4) l.. J, C.• de U~ucap. tralIsf., VIJ, 31, pr., J, de Usucap., 11;6.
(á) Código ciVIl, 2:lGá-2l!10.
DEL DERECHO DÉ PROPIEDAD. 87

CAPiTULO IV.

DE LA 10M DE POSESro" CONSUETODl:ÚRIA (Saisine) (ij.

Es un hallazgo muy curioso encontrar en las costumbres de los


pueblos del Norte instituciones que se parezcan hasta cierto pun-
to á las que acabamos de considerar.
Segun las leyes bárbaras y las antiguas costumbres de Fran ..
cia (2), de Inglaterra y de Alemania no se transmitia la prppiedad,
sino por ciertas fórmulas solemnes, cuya sencilla pintura copia á
continuacion de las ANTIGUAS COSTlJUnllES DE ARTórs,
«~uando el hombre vende con consentimiento de su he-
"federo, conviene primeramente que tengan noticia de la venta
»el señor y los hombres que han de juzgar si el vendedor !cstará
)¡ó no á ]a eviccion ó saneamiento: porque si el señor y los
»hombrcs dicen que no hay eviccion ni saneamiénto, no se pue-
),de procedm' á la Yenta.
(j. "y conviene al vendedor en~rcgar la herencia por rama y
l/por palo en la mano del señor para iIlYcstil' al comprador con la
.propiedad.
7. »Y conviene que el heredero, si es hiJo, tenga t"ambien paro.
lite en ello, y diga qué del'echo tiene á la herencia, ó cuál otro de-
)!fecho. puede recaer en él; y qüe le ponga en la mano del sciior; y
~le debe nombrnr.
8. »Hcchn la rélacioÍl de esta manel'a, el sí'ñor debe intcl'ro-
»ga1' á SUI hombres' si hUll hecho algo porque haYí\ll perdido el de-
)¡recho: debe preguntat'les qué hay que hacl'l', y ellos deben decir
)len juicio que el señortl'ansmitesl.!- pl'opiedad al comprador. "
Il. -<El señol' debe irimcdiatan1t~llte transmitirle la Pl;opiedad,
IIpero ha de pl'eguntar antes III vendedor si se dá por pagado; y

(1) Albrechl, llir Gewere nls Grulldlage dl's "Iteren deute:ben S'acherÍréchls.
Freningsbcr,;. tS2S.-lTcnri Klimratb, de la Saisine (Rl'vista de legislacion y
de jurisprodl'ocia. L U, p. 356 el ss.), lfl'\ermaiN. GTlHld~O't;::e de,s gernei-
nen dWHcltel¡ pri'vat, reef,t.,. SS. t3".-Dritton. ch. 4'i, de Dissei~;'18 ch.
U. Deremedir de disseü¡'¡e._UeauflHlRois, ch. 3i.
(2) (;,.u"nd Cuutu""er. liv. lI, ch. :1.1, 29.-Desrnares, dc'ci ... ion. 189'. COIl-
tumes nuto/re"" arto tU,-Drodeau, sur rart. S:Z. de la Cout. deParis.
~8 HlstO.nJA
"seguro de su derecho debe despues asir al comprador diciéndo-
llle; os POXGO EN POSESIO:~ DE ESTO, SALVOS TODOS LOS D.KHECHOS,
~poniéndole el bl:lston en la mano como esta figura muestl'a (1).
10. l,HeclH> esto el señor debe preguntar á sus hombres si el
»comprador está bien investido de sus d~rechos con arreglo iI la
)¡Iey: los homores deben decir que está bien y legalmente in-
"vestido.
11. (( Si así se hace, queda bien y solemnemente hecho, y co·
),mo el del'echo y la costumbre lo requieren.
12. ,,1'~ en esta manera han de hacerse los arrendHmientos por
\\Ios renteros que los tienen." '
Toda enagenacioD que no era hecha con estas solemnidades
consuetudinarias, con esta in jure ccssio germana, no confería
sino la ocupacían de hecho, especie de posesion natural, quedan·
do el dominio hasta cierto punto en manos del vendedor.
Solo la venta solemne podia conferir la toma de posesion (saj.
sine) de derecho, que privaba de toda accion al vendedor y que
cuando á ella se unia la pO.5esion de un año y un día, el que la
adquiría tenia plena y absoluta propiedad, sin que )ladie tuyiesc
el dertc.ho de inquietarle (2).
({Si quis terram aliquam in pace anno et die tenuerit, dein-
lJCCpS libere et quiete possideat, nisi aliquis extra provinciam
>Jegressus fuerit, aut aliquis nondum emancipatlls super hoc cla-
"ffiorem feteril (Charte de Roye de l'all 1183) (3)."
En una sociedad nacientf! en tlue solo se conoce la pr'ueba tes~
tilllouial , prueba por su naturaleza incierta y pasagera, la seiml
mas cierta de la pl'opiedad es la posesion ; yel hecho es lo que
la ley debe respetar autes que todo. En una' civilizacioD mas ade-

(1) ta figura que se encuentra en el m:muscrito (Biblioteca del rey) repre-


senla aljuez seu lado en una silla y tCOIendo P,U la mano derecha el pslremo
d~ un bllstun: el comprador de rodillas delanle de t'l tiene asido f'1 olro estre-
mu. Delras del comprador y en frente deljuel. bay cualro hombres que re-
presentan sin duda al vendedor Y. {j los humbres ó apreciddon's.
(2) Esto mismo se observaba eo Holanda. lUatlheos. de lfubilil., 11, 11.
Yenditis oHm pra:diis oisi credilor de bypothecll fidem faceret iotra ImnOOI
et diem jus in re amiUcbat... Jmlllo t~t amittebat domillium vellluasi, si de 1'0
non doeeret iotra aOOUllJ et diem, uude el cmplionem signo dato ¡ler CllnI-
panalll quotannis ter publicabant, ut actionem non instituenti ¡otra lempus.
jam diclum silenlium e[jam deinceps imponeretur. Nec tantum per eampa-
muo, ad valvas eurite cliaro scripto.
(3) Ordenanzas de los reyes de Frallda .. l. XI, t. 228. Carla de llontoise,
año 1188, art. 11 y 12, p. 25i, Carta de San Quintin del al10 1195. arto 1.",
p.270.
El Rspejo de Sajonia dice; Svelk gut en man in gW1erem ftevet jar Ul/.-
lit dach ane recf¡fe JYederprake. dje Itet'et dar an enc redile gewere, n,
44. y la costumhre de Soe51, la mas antigua de las leyes JIIuukipales de Ale-
mania dice: Quicumque de manu Schulteti, vel ab tO qui audoritalem ha-
bel domurn vel arcam, vel mansuUl. vel mansi parlem rcceperit, el per an_
Hum el dicm legilimum quiele pns5ederit. si quis in eum n~ere voluerit pos-
"f's~nr latli5 rr]il1uiis sola manIJ olJlinehit, el sic de (cIrro sui wilrandus cril,
me IIlIlplius sopra flr~rlicta gravari pOlerit (<lrt. 3'.) l·ublié par Eminghaus,
d.lfts 51'S .. felllumbi/i(l HUSlll., 1755, in L~
DEL DERECHO DE Pft~PIEUAD. 89
lanlada en la que yn las pruebas son escritas, el hecho impor-
tante no es ya la deteotacion del suelo, SiDO el ACTA Ó escritura.
ta posesion no tiene entonct'S mas fuerza que la que le dá el ni"·
cho trascurso de tiempo, que es uoa prueba de abandono ó de
renuncia del derecho que el ncta .confel'Ía.
Tal fué la marcha de la legislacion romana; primero la üsu-
capioD ó torna de posesion de la tierra, y la propiedad corno
consecuencia de esta toma de posesioll, l des pues , la prescl'ip·
cion ü la escepcion que opone el detentador del suelo por mu-
cho tiempo segun las circunstancias de la ley al antiguo dueño;
escepcion que no destruye su derecho de propiedad pero que le
paraliza.
Tal fué tambien la mUl'cha paralela de las legislaciones mo-
dernas; primero la usucapio'n de un mio y un dia, términos que
se fueron prolongando á medida que la civilizacion hizo progre·
sos (1); y des pues de esta usucapion germana reapareció la pres-
crircion romana de diez y de veinte años que es hoy la ,'igente.

(1, HaynaulL c. ~7, art. 1.


90 HISTORIA

CAPiTULO v.

DE LAS ALTEn!CIONES HECHAS POR EL EDICTO DEL PRETOB EN


EL DERECHO DE Pll0l1 IED_\D(I).

NADA modificótanto)a I;gislacion dela propiedad como eledie-


to del p¡'etol'. El pretor dió efectos análogos á los que se hubieran
conseguido por la mas solemne enagenacion , á la simple tradi-
cion de cosas que no debian enagenal'se sino en la forma quiri-
taria. Pero como esta tradieion no podia quitar su derecho á los
ojas de la ley al dueño t',1: jure 'iuiritiu/Jl, resultó que había al
mismo tiempo dos dueños de una misma cosa ;-una propiedad
civil I e.1-'jure quiri[ium).-Otl'a p¡'o)Jiedad natural (in bOTds) (2).
La primel'a casi nominal (3) la oh'a no reconocida por la ley pe-
ro pl'Dduciendo casi todos los efectos de la ,'erdadera propie-
dad (4): porque el pretor la defendia-contl'a el dueño e,r llLulo
jun' quiritum pOl' una esccpcion (5) ,--contra los demás por la
fórmula del pretor Publicio , que anticipando la usucapion la su·
ponía cumplida desde la entrega de la cosa (6).

(1) T:nlerlJolzner sobre 11Is diversas espt'cies de propiedad (en el rehin. ítlu~
seu, primer afio, p. b!\t Y sig,).~Zjmmern, soh,.e el caT(lr./u de la prn]Jit·-
dad in bonis (tercer .liío, p. 311 Y sig.).-!\Jllier sobre t'llh¡tJle rlomiIlio de
D. R. (en ('1 tliario ¡le Sllyigny. L. VIII. p. 1 Y sig.).-SchiJling, Lckrburch.
~. HIi.-Wllller, reth T.~!le.f('f¡., p. 591.
(2) (~aius, JI, 4.0. Se(!uitur uf admoncamus, apud peregrinos quidem
unum esse ¡JominuHl, italJt ,Iomillus qllis¡¡ue sit, lIut dominus nOH inlelli~¡I­
tur. Quo jure etiam populus romallllS olim ulebatllr; IUlt ellim el jure Quiri-
tium unus{!IIisrJue dominus eral, aut non in/elligcbatur dornillus, sed poste;!
divisionrm IIccepit domillium. ut alius possit esse ex jure Quiritium dominus,
alius in lHJnis habrre.-Theoph. , I • á, i..
(3) Gaius, l. r,-i.. Ccterum rum apnd ('ives romanos dllplex sit domi-
nillm (na m vrl in honis. vel ex jure Quiritium, velex n/roque jure cujusQ1Hlm
Sf'rVIIS ('s..;r inlrlli~it1Jl') iln dl'mum servurll in ¡lOr.~s/ale Ilomini csse dicemus
si in honis ejus ~ít rliam si símlll f'X jUr(' Qlliri/,iIlTn rjusdrm non sit; nam
"u.i 1/1ulum .ilf~ OU'Ír-ilht1ll in SPTro !rabel, ü lJotestnll'1II habere non in te-
lli!}itl/r.-Y. (~ilius, 1,11;-1'1)1., J-, 16, 2~•.
((1 (faius, J, :)~, 161; JI, SR; Irl, tli6.-fTlp .• XIX. 20.
(5) 1'lIr la f~S('('ptioll rri vcn~lita' r! (TiHlilre, l. 1, 2,:J. O., d(', Exc.) reí
\'cnd. cltrad.-U., XXI, 2, lí por la rSI:('p(:ion W'llcral.
(fi) Gajus IV, 31.\. Dlltur autern hóEr lidio ei (luí ex jusl,l cau~n trHfJi/am
lSiLi rem lIondum usuccpil , carnque amissa possc5siunc~ peti!; nam quia non
DEL DERECHO DE PROPIEDAD, ~ 91
No f.ié ;sta la sola m~dificacion que introdujo el derecht> P"P-
torial. El edicto introdujo muchos modos de adquisicion que no
eonocia el derecho civil (1). Las transmisiones pretorianas no po-
dían confel'ir el dominio quiritario, y no daban sino una simple
posesioo; pm'o el edicto la protegia acomodando á su proteccion
acciones tomadas del derecho civil por medio de ficciones (2{.
l:sta poses ion era pues enteI'ame'nte igual á la propiedad nn-
tural de que acabo de hablar (3), Y se la dá frecuentemente e1-
nombre de dominiulll (4).

polest eam éx jure QtlirHitlm Stl8IU esse in temiere , fingituf rem uStJcepisse
el ita quasi ex jure QuiritiulD dominus fadus esset, iÍltrndit hoc moqp: Je·
lJBX ESTO: SI QUE)!: 1I0lll~E:M. A. A. E!rIIT. El TRADfTUS J.;ST AN~O POSSEDlSSET,
TuSe SI ErM IIQMINEl1 DE- Q"O AGtTUR ,EJt'S EX JrRE QUUIlTIrM ESSE OPORTERET
el reliqua. La L. 1, pro n" de Publico (VI, 2) está interpolada. Triboniano
ha ailadido evidenlemente el á non domino para acomodar la aedon publi-
ciana á las modificaciones introducirlas por Jusliniano. Véase mas abajo ca·
lJítulo VII. nota última.
(1) I.as mas importantes son la bonor/un possessio y la emptlo bOlW·
t'um; cs. preciso con lar entre las ficciones del Edicto la segunda 1nr.~si() en
la aecion de damnu'm in(ectum y el servus jussu pt'eloris duelUs·, cuando el
~eüor no se presenta en la accion noxal.
(2) Hayls, II!. :12; IV, :n, 35. Hllbemus adhuc nUerius generis fic(illncs
in quibusuarn formulis: "elut quurn is qui ex edicto bonofllffi llossessÍollrrn
~tiit ficlo se huede agit: quum cnilll prretorío jure et non legitimo surtedaL
in locum defuneli, non habet directas aCliones, et neque itl quod defundi
fuit potest intendrrc suum esse, ne'l'ue id gltOd de(tlncto debebalur. po!csL
intendf.~ dad sibi oporlere.llaque ficlo se herede inlendit: veluti hoe m(J-
do: Jl"DRX ESTO SI .l. A., id est ¡jHC actor. J.. SElé III~RES ES,,"1' TUNe SI IS Fl':\"~
lIrs llf{ QI10 ..t,GtTrR EX JURE QUlRlTlOI EJlTS ESSY.T, 'lid si quid def)eballlr seio
)lra>1l0si(a simili !irUune inlentio ita subjicitur: TrNC SI I'ARET N. l'i. A, A.
s,est. x linLUA DAR E OPORTRRl-:. §. 35. Similiter el bonorum emptor ficlo se
herede agito Sed interdum el nlio modo agrre solel; nam ex Jlersona ejus, cu-
jus bona crncrit, surnpla inlentiolle. ronvcrtit comlemnationem in suam ¡ler-
sonam: id est llt quod iIIius essct. vel illi dare oporlercl; eo nomine atl\'er5a~
rius huje coudemnel,ur: qure, species acUonis 1I1lpellalur ltulilliana quia a
prretore l)ublio Rutilio. qui el honorum vcnditioncm introdm.isse dicilur.
comparala es!. SU¡Jcriur lIuh'lIl sfJccies a¡;liollis. qua til~tO se herede bonoruru
emptor agit, Serviana vocatur .
.(3) L. 2, §. 1, D .• Si ex noxali, lI, 9.-L .. 26, §. 6,· de noxali áct.,'.
IX, 4..
(4.) l .. 1, D., de D. P •• XXXVJII, 1.-1., +,1, D., de Ftlrtis, XLVII,
2.-t. 1, ~, 1. n.. de UStl(., VII, 1.-1. 15, §. 16,11,83, D., de Dam·
no inf. i XXXIX. 2.

:
92 BISTO.l\U

CAPtTULU VI.

rllf,L llEBECllO DE PROPIEDAD EN LAS PRO\- L\'t:HS.

EN I~s provincias e~a


mas complicado el derecho de p,'opledad;
los de las provincias (peregrini) que no tenian el commercium,
que no podian por consiguiente ser pl'Opietarios ex jure qu;ri_
tiúm (t), eran sin embargo detentadores de la tierra que poseian;-
y esta detentacion perpétua é irrevocable efa en el fondo verda-:
del'a propiedad. Se reconoció pue~ á los de las pl'ovincias dere-
cho de propiedad (2) y necesariamente hubo'de dárseles Ulla ac·
eion que protegiese este dominio en los edictos de los goberna':"
" dores que no el'an otra cosa que una (m¡tacíon del (~dicto de 1\0-
ma (3), . . . . ••.. .
Pero esta propiedad fué UDa posesiou natural, porque ailc-
más de que Jos peregl'ini Dotenian dereeho á los privilegiqs del
dominio rQma~o , la condicion civil de los fundos provinciales
se oponia á la introduccion del jliS qu(riüum aun, cuando el pro-
pietarió fuese un ciudadano romano. Ya he dicho I,a I'azon (.1)"
l'\'O h¡:tbia pues en los fundos provinc~ales ni nexus ni /lJ(lIIci-
plum (5); teóricamente el detentador no tenia sino, el'·usufructo
de la tierra, pero se le reconocia la propiedad, el dominitim X la.
l'civindicadoll en el sentido natural de lüs palabras. ' • '
En estas propiedades no habia formas solemnes de trausmisioll; .
la tradiciou ó la simple toma de posesion constituian por sí sola.",
'el derecho del detentador., « Cum ex causa donationis utel'qum
»dominium rei tributarüc· v"illdicetis, eum, cui priori possessio
»8oH tradita est, haberi potiorem COIlHuit. " Así dice un- rc~-
cripto de Diocleciano (6), '. .
ta constitueion de Cal'acalla, concediendo ,1 los pCl'egl:iñi
el derecho de ciudadanos romanos, DQ modificó sen~iblemente la.
legislacion de la propiedad, la di,lincion dé las ticr,'a. de Italia
y de las provincias (Jue se pel'petuaron hnsta Justiniano.

(1) r,lpi,no, XIX, 4.


(2) Ga¡us, lit 40.
(3) Cie •• ad Att .• vr. 1, 12.
(i) Supo ,Iih. 11 . c. X; Iih. JlI. c. JlI •
. ([,,¡ flaiu~.n. 27.-Slmplicius, r. d. f't (Jo's., p. 16.
,:fi) Frug. bat" ~. :.If~.-~. t.;, f.o de rei l.:w,/~.• 111, ato
nu I)lo'RECUO DE pnOPIEOAD. '!)3

;.. ..

CAPÍTULO VII.

"
~' DE Li. LEfHSLACroN DE RSTINUNO (t) •
.'
~r_U.ES er~·ll.en 'tiemp~
de .1 ustiDi31;O 105 principios teó¡'icos ~do.
rninantes; pero en la práctic'a, el dominio quirital'io habia perdi-
do toda su importancia, puesto que la p"opiedad natural tenia en
su favor una accion real, y por lo tánto, se hallaba, en tan bue-
na posicion como la propiedad civil.
Justiniano abolió esta distincioD de los dos dominios y desde
.entonces todos tuvieron en las cosas de su 'dominio plena y ab-
soluta propiedad (2). Así se acabó la distincion entre las cosas
qU,e eran Ó B.O susceptibles de mancipacioD (a) y al mismo tiempo.
desapaJ'eció la diffrencia entre fundos italianos y fundos provin;
eiales ;(4) así como la antigua teoría á cerca del dominio directo
del Estado. Desde' entonces fueron ya una misma cosa la propie-
dad ('i"tI y la propie4ad pretoriana, sin que fuese por 10 mismo
necpsarin por mas tiempo ninguna escepcion para proteger la pro- '
pi'ed~d ,natural contra el nudo jliS q,p;ritillm (5). .
l.atradicion" sustituy6 á todos los antiguos modos solemnes
de enagenacion (6); la fórmula pt'litOl'ÜI, lIeg6 á sel' por la snpre- ,
,ion de ciertas palabras la fómlUla general (7) de todos loo pro-
('cdimientos reales, y la. acciQn publiciana enteramente. nnla ~'a
eomo necion destinada especialmente á la proteccion de la {lro-
piedad '¡ir bnnis la de la posesion de buena fé (8) .

.(1) Waltrr, nlléhl. Gsch,. 11. 59~,


\,:!)N'. un."C. de nudo,iure QuirUlIl1lI to/.leudo, VII, 2:;.-
('I) t. un .• (;. de usucapo trallsforru .• VII, 21.
(~) l~' '0, 1, de Rer. d;v., 1I.-TeoHlo 11, L. t. . .
,\i) .3 cscl'pcio~ rei 'venditre el trfl(litre subsistió sin emb:u'go. pero ron
dLlerenle obji'to. N. t. :l:. 3. D., de E,rc, rey 't'end. et tra(l., XXI J 3.
(6) l'cofilo. JI, IJ §. 40.
(7) Gaiu¡;¡, IV, {jI, 113. V. Exs.-L 1'78,~. n, de V. S. D. J . . . 16.
(8) A,q se esplica,n Ius pillabrus lIon á flomino rll 1'1 L. t J p. n" de
Public.,(VI, !!). V. supo L', V, 1I0la 6. _
94 HISTORIA

..

CAPÍTULO VIII.

DE LA NATITRALEZA y DEL CARACTER DE Ll PROPIEDAD ROMANA.

l . B-S le;e~ rO,mnnas c',lncedian nI dUf'ño la 'libre y absoluta di;-


, posieion de toaas las cosns que estaban en su dominio. Tenia sin
duda la propiedad algunas restl'icciones (1), algnnas seryidum-
bres de interés general, 'instituciones int~oducit.las por todas las
legislaciones) -pero en las que ninguna estableció tantas limitacio·
nes como en la .edad media. ~ ..
JI abin en ella ciertas cosas que no podian ser objeto. de la
propiedad particular, ya fuese por su naturaleza, ya po,r' el uso
á que estaban destjnadas, como por ejemplo, ,los rios, los ca-
minos, los templos, los pienes del Estado y los de las cinda-·
des (2). 'Es absolutamente inútil insistir ma.s sobre este punto,
puesto que son disposiciones esenciales á la vida comno y se ha-
·lIan en todos los 'códigos modernos.' .
Lo que llama mas nuestm atencion, es el 'carácter determina-
do que las leyes romanas habian dado á la propiedad:y la distin·
,cion establecida r,ntre la propiedad y la obligacion, distincion
fundamental é importante en el derecho.
La propiedad afeeta directamente todas las cosas qlle son oh-o
jeto de ella, es un derecho inmediato y absoluto que tiene. fnel'zl'l
as! en favor como en contra, y que todos están obligados á.res-
petar.
La obligacion por el contrario no afecta de manera alguna la
cosa sino la persona obligada; es un derecho relath'o que no tie-
ne yalor alguno sino en favor de uno solo y solam.ente contra la
persona obligada; en u~a palal)ra, un
derecho puramente per-
wnal. •
"No conesponde, plles, á In obligacion hacer nuestra una
:.cosa Ó un del'ccho, sino sohlmente obligar á alguna per~ona-á
,.

(t) Sily Ni(!huhr. .•


(2, Yéase el lít. I del lib. 11. Iostltut.-\YaHer J R. echt.-Gesí'hlrbtt',.
p. 5DH 1 ,ig,
DEL DERECHO DE PROPIEDAD. 95
darnos ut;'a cosa ó hacer ó procurarnos un servjcio.)) Así dice
Paulo en su lI"tituta (1).
Esta distincion que los jurisconsultos l'Qmanos seguian hasta
sus mas remotas consecuencias con todo el rigor de su admira-
ble lógica ~ no e5 arbitraria ni esclusiva de la ley romana; se
halla mas ó menos en todns las legislaciones, porque se funda en
la naturaleza misma de las cosas.
])escansando el Estado sobre la pl'opi~dad, á la cual casi siem a

pre se hallan unidos los derec'llOs políticos, no puede atacarse á


la propiedad sin alterar la seguridad ó el crédito público. ~:s,
pues, necesario un derecho de propiedad que sea por todos re-
conocido, que valga contra todos, y en una palabra, que $en un
del·echo absoluto. Pero no hay igual necesidad en el derecho de
obli~acion que solo tiene un vnlor individual, y que nada inte-
resa á las personas qUE:'. no han sido obligadas; la obligacion no
existe sino para los contrayentes y nada mas, personam llon egl'Pa
ditllr; pero la propiedad existe para todos los miembros de la so·
ciedad ..
De aquí la costumbre de no, dejar inciertas las transmisiones
de la propiedad y de hacerlas COn algunas solempidades, ó al
menos de una manel'a bastante positiva pam que no sea posible
dudar en qué mallOS debe hallarse legalmente el dominio. Así
que, entre los romanos la mancipacion y despues la tradicion
probaban las transmisiones de la pl"Opiedad; entre los griegos
se usaba la tl'adicion in mallo ante la asamblea del canto n (2).
En la edad media como en todas las rpocas la ley exigió siem-
pre y en todas partes la publicidad de las transmisiones de la
propiedad.
El código civil es el pl"imel'o que ha desconocido esta juicio a

sa distincion confundie'ndo la ohligacíon y la propiedad (artí-


culo 11 38).
«El comp"ador adquieJ'P: la pl'Opiedad de una cosa desde qm:
use ha cOlli'ellido con el I'endedor l'n la cosa )' en el precio (artí-
ll{'ulo 1,,)83),,, Esta desgraciada innovacion ha vi~iado nuestro
sistema hipotecario, put'sto que drja oculta la transmision de la
p¡'opiedad, base 4e todo el edificio. La propiedad no puede que:.
dar oculta como la obligacion que es un contrato ente¡'amente
personal; es un derecho absoluto que debe sel' de todos conoci-
do pam que pueda Sel' respetado por to4os.

(1) OhligaliollUm suslanLia non in eo, ul aHquoJ corpus nostrmll, lI11l srr-
vitulem llos(ram racial SCIIlll "Hum nohis oLslnngat ad dandllm ilHquid vel
faciendum, vel pr¡{'~tafl[lum , L. :1. p, de O. el A. n., XLl V • , .-Gaius, lJ,
38, 39.-J'ray, Tal., 260, 2G3.-Somirta, dicr la glosa, sive actio1H's non pos-
$tmt separari ti domino, sicut nec m~im(t (1 r-orporr. Otra glosa filas rnt'I'-
gica que la obligadon es inhrrenle á los hu('sos <lrl hombre ctlmo la lepra nI
tulis: ossibu.~ llOminlult inlucret 'lit li!pra cuti.
(2) 1\Iarclllf. appeudi;r formul., 19, 20.-Cap., ann, i19, e, 6.-Grimm.
reches alterthumcr, p. 1:U.
• HIS'fORLl

Decir que por eferto de la obligacion se transmite la propie"


dad del vendedor al comprador, es una sutileza si se ha de res~
petar el derecho que tienen los demás; la fuerza de las cosas se
opone á las palabras de la ley. El comprador que no está en
posesion de lo que ha comprado, no es mus que un art'eedor, no
es dueño. Si al contrario no se respeta el derecho del tercer po~
seedor J es tender un lazo á la buella fé"; es atacar la propiedad
y destruir el crédito, porque la leyes entonces un instrumento
de fraude. «Non pejores laquel cuam laquel legum» dice el ean~
ciller (1), al fin será necesario volver á la doctrina romana.

!1} Bacon, arorismo 53.


»J:L DEB.EeRO DE PROPIEDAD,

CAPÍTULO IX.

DE LA PIANZA y DE LA HIPOTECA.•

Muy al principio conocieron Jos romanos la fianza ó prenda


(pignus); la hipoteca no estuvo en uso sino mucho despues (t). ,
. La fianza ó prenda se constitnia de dos manera!l, por fiducia, por
pir;nuris dalia. La prenda por fiduci, se contraia pOl' la man~
dpacioll Ó la in jure cessio (2), pel'ofidllci.callsa (3); en otros
tfl'minos, el deudor para gal'antir al acreedor le tl'ansfería so~
lemncmente su propiedad, pero con promesa de parte de este
últirr:: de devolver á su yez al deudor la finca empeñada en el
momento que la desempeüara. Quedando en manos del acreedor
la propiedad e,r: jure QlI'iritillm, dejaba este generalmente la po~
ses ion al deudor bajo el título de alquiler ó USUfL'ucto hasta que
pudiese desempeÍlarla.
}~sta especie de fianza nun se lltlllaba en uso en tiempo de
los grandes jurisconsultos (4); pero yn no se hace mencion de
ella en los libros de .Tustiniano.
La fianza por pignorú dalio que se halla en las colecciones
de Triboniano era la institucion natural que en el derecho ro-
mano se encuentra siempre al lado de la institucion civil. Esta
obligacion de la cosa empeüada tenia lugúr sin formas solem~
nes (5) y aun entre los que no eran ciudadanos, en los fundos

(1) Cíe., ad {amil., XIII, 56. hace mcncion de ella, es verdad que tra-
ta de una pro. . indü y de una provincia griega,
(2) Vlp" XIX, H.-Gaius, ll, 22, 2., l!:G.-rsidoro, olig., V, 25,
fiducia est cum res aliqua sumenda:: mutm:c pecunia:: grafia vel mancipalur,
ni in jure ce¡]ilur,
(3) (iaills, 11. 5t!, GO.-Boethills, mi Topic., IV, Fidllciarnvero acci-
pit, fuiqurnqne res aliquil mancipatur, ut cam mancipanti l'clllancipct.....
lIalc manci palio fidudaria nominalur idcirco quotl restilue'lldi fides IU-
lerponitur.
- (4) Gaills, 11, 130.-Paul., 11, 13, §. 1, 1.
(á) L. "',1. 23, D., de Piyn., XX, 1.-1.. "', De fide instrum. XXU,
4.-L 3, §. 2, n., Qt,i potiore" in Pian., xx, l.-L. 2, 1. 9, C. QUID res
pignorí, "IIJ, 17.-[.. 26. p. t, D., de l)igllor, Det., XIII, 1.-L, 1, C.
Commun. de ¡rgat., VI, U.
13
HISTORIA
pro,'inciales, en el ogcr ¡'ectigoli.f, en la enfiteusis (1) no daba
propiedad sino solamente la posesion (2) única garantía de que
el deudor no enajenaría la prenda porque la ley no le concedia
el derecho de perseguir la cosa, ni tampoco derecho alguno de
preferencia; se limitaba á castigar iI los deudores estelionata-
rios (3), idea propia de una época en que se desconocia el crédito.
La hipoteca obligaba á la cosa que quedaba en manos del
deudor siguiendo la deuda á la finca empeüada á todas sus ena~
jenaciones (4). La ¡nstitucion era buena en este sentido, 'pel'o
mala en otro; como no estaba sometida á ninguna publicidad
ni á registro alguno que pudiese hacer fé y admitía una multi-
tud de hipotecas que se disputaban unas á otras (5), no podia
dar al que prestaba seguridad ninguna y hacia las adquisieio·
Des inciertas y peligrosas.
Un buen sistema hipotecario que garantice iI la vcz los inte·
reses del prestamista y los no menos sagrados del que recibe el
dinero, que dé igual seguridad á los capitales prestados que á
la propiedad inmuebIe empeñada, ambas á dos bases de la for~
tuna publica, es un problema que ocupa hoy la atencion de las
personas entendidas y que ¡'cclama una pronta solucion.
l Qué razon hay pam que despues de mil trescicntos ailOs
suframos Jos inconvenientcs de la lejislacion Justiniana que tan
desgraciadamente rije hoy en este punto?

(1) Seh. Weppe, Rremischc Rchlgcscllichete, ~~, 286, 281.


(2) L. t6. deUJllrp., D. XU, 3.-Savigny, nrsitl, $S. 2i.-lsid., orig.,
V, 25. Pignus est ..... quoll propter rcm credililm obligatur: c:Jjus rei
posscssíoncm solam ad lempus conscquitur creditor. Cetcrum dominium pe-
Iles dchilorcm esto
(~i L tá,~. 2, de pign. el h}'p. , D. XX, t.
(4 Isidoro, orif)., V, 2;'. lIypotheca est cum res nliqllll commodtltur
,in e deposítione piguoris. padrl, vl'l cnutione sola Intcrycnicutc,
(á) SChillins, learbucb, ~~, 212, ';l13.
DEL n~nECHO DE PROPIEDAD. 99

CAPÍTULO X.

llANERA. DE I'llOCEDER E~ L1S ACCIONES REALES (t).

I...Ia manera de proceder en las acciones reales recuerda la de


las leyes bárbaras y los liSOS ~onsuetud¡Darios. En el lugar seiia~
lado para los pleitos en presencia del pretor, el demandante, te~
nicndo una harita en la mano ([estuca), emblema del dominio
quiritario (2) , rehindicaba su cosa p0r palabras sacramentales:
lame er;o llOminem ex jure quiritiun meum csse ala seclITldulIl
.\·uam cauram .ficut elixi ecce tibi l!icdittlfJl inpo.wi (3): el demandado
la l'cilindicaba; igualmente seguia un combate fingido que en el
orígen fué tal vez una lucha verdadera (manum cOllsertio) (4). El
pretor interpon in su autoridad mittite ambo rem; despues deci~
(1) G,1ius, IV, In, 1'1.-Cirnmer, Recht.fgcschichte. t. 111, ~. 39,40.
(2) Gaius, IV • 16. Fesluca auteUl utebantur qUllsi hnstre loco, signoquo-
dam justi domioii : omnium cnin maxime sua esse crcdebaot qure el bostibus
cCJlissenl.
(3) Gnius, IY, 16.-Yalerius probus (ed GOlh., p. H7G), S. S.C. S.
D. E. T. Y.
(4) A. Gemus, XX, 10. i\Ianumconsercre esl.dc qua re disceptatur.
in re pr:t'senti, sive a.ger. sive quid aliud est, CUIll adversario simulmanu preo-
drre, el in ca re otllnibus yerbis yilHlicare. Vindicin. id est eorreptio ma~
nus in re atque b loco prwscnti, apu~1 lm~torem ex XII Tabulis fichat, fu
quibus ita s('riptuD1 cst: SI Qt:l I~ JURE MA:";U:'t1 CmiSEI\UXT. Sed poslquam
I¡r;elores propagatis Itali;e finibus. datis jUfisdictionibus. negotiís o('('uIJa-
ti Jlr()lidsri viudiriarurn dieendarUIII causa in lon;;isquns res graballlur.
inslilutulll estcontra Xll l'abulas. tacita l'Onseosu, ut ¡itigalores non in
jure aplld Jlfretorem maDUro conserercnL sed ex jure manulIl consertnm
vocarenl: id est nller alterum ex. jure ad cooserelldalll lllaTlIlD1 in rcm de
qua agcretur, vocarel: ¡Hquc l)rofecti sirnul i/l agrum de qua Iiligabatur
tcrr;e aliquid ex eo. uti U!lam glebulIl in jus in urhem ud prrelorem ue-
ff!rrrut; el in ca gleba tanqualll in tato agro vindicarent. Idque Ennius
si¡':lIiUcarc voleos, ait, non ut ad prretorcTll solitulil est ngi Iegilimis actio-
n¡bus, neqllc el jure manu conscrLum. sed bello ferroque el vera vi atqlle
solida. Quod videtur dixisse. conferens vim illam civil~)1U el frstucariam
qua: verbo diceretur non qUa! lUallU liere!, Cllm vi bellica el crllenta.-
Silvigny, reber lis Viudiciarwn, 111, p. 4U.-Cie., pro .lltm¡:1w, ch.
1'2.-fcstus, V. SVl'ERSTnli~ 1''1' VJ!'WIC¡.'IL
100 HTSTORIA.

dia á quién le tocaría la p.asesioo durante el litigio, "indicias di-


cebat, y enviaba las partes ante el judr.x;, que decidia la cuestion
de propiedad. Despuf's, cuando la multitud de Jos negocios hizo
difícil !a presencia del pretor en la finca litigada, un poco de ces-
ped representaba la finca: vcamos ahora la ley alemana que sal-
va la rudeza del lenguaje, parece una continuacion de Gaius;
costumbres semejantes, á pesm' de la distancia de los siglos, exi-
jen formas que tambien lo sean. La esencia del hombre no varía
al través de las edades.
-Si se promueve una disputa entre dos tribus con motivo de
"Ios límites de su territorio (1), y la una dice: "lié aquí nues-
,,[ros ¡imites)), y la otra dice en otro lugar: ((estfin aqul", haIlán-
»dose presente el conde del canton (comes de pleúe ¡Ila) , pone
¡,éste una señal donde cada uno quiere colocar sus límites, y
IJdespues deben jurarlo, jurcm ipsam contentiOllt'm. Despues de
),haber jurado deben adelantarse, y en presencia del conde le-
¡(vantaran entre ambas partes el cesped, seiíal I't'presentati-
"va de la propiedad inmueble, poniéndolo hajo su custodia (2).
»Ei conde lo en"olverá en una tela cualquiera, lo sellará, depo-
"sitúndolo en una persona fiel hasta el dia en que hílJíl de deci 4
"dirse )a cue~tion, combatiendo por cada tribu un campeon (lne
"sostenga su causa respecth'n. Cuando los dos campeones estén
"dispuestos al combate, pondrán en medio el cesped depositado,
,,10 tocnrán con sus espadas, pidiendo á Dios que dó la victoria
})al que tenga mejor derecho, y emprzará el combate. A los yen4
Nccdores se les dará la posesion de la parte litigada; y los que
"sin ralon habian disputado la propiedad de sus adversarios,
l>pa~arán doce sueldos.»
En noma, como entre los bárbaros, reemplazarun á cstos
sencillos procedimientos formas mas sáhias y paeíficas; para IU4
rel' conocer las formas de los procedimientos romanos, sería pre4
ciso cntrar en infinitos detalles, curiosos y llenos de interés sin
duda, porC(uo en las leyes de procedimientos se pinta el carácter
de los pueblos del mismo modo que en las leyes ue la pl'Opiedad,
pero que sería involuenu' dos oLras en una, para lo que ni teu4
go tiempo, ni fuct'zas; tal yez llegará dla en que lo haga (3).

(1) Terra eS la tierra comlln plark).


(2) COIIlIII{'mlen t in llW JI/anu.
(3) Acerca del llroce,lilllienlo romano es preriso leer el lomo 3,Q de la
Historia del derecho de Zilllllcrn; la~ obficrvaciunes de nemer y el iUn-
nual Sch«:eppe. que rcasu:lic los licscubrimiclllus· moJernos.
- DEL DEnEellO DE PROPIEDAD. 101

LIBRO IV.

De la propied;d romaDa eD 5U5 relaciones Con el derecbo


de familia.

GAFÍTULO l.

DEL DEnECIIO DE FAl\llLIA EN GEl'iERA.L.

lIay un punto en que el derecho de propiedad con'csponde


á la vez al uereeho público y al derecho privado, siendo, pOI' de-
cirlo así, la comunicacion cntl'e uno y otro; hablo de su relncioo
con los del'echos que conciernen á la familia, tales como el rna-
t¡'imonio, el poder paternal, los testamentos, y las succsionrs.
lo qne es pl'cciso natm' aquí, es que la propiedad no modifi-
ca el dcrecho como sucede ol'dinariam.ente {m el del'echo políti-
co, porque en él la propiedad es la que dá la rapacidad pura los
dercchos políticos, sino que por el contrmio el derecho de fami-
lia modifica la propiedad. Es la condicion de la persona la que
determina la condicion de la cosa, y no la condicion de la cosa
lit que ymía el estado de la persona; esceptúo, sin embargo, el
derecho fcudal, Icgislaeion enteramente especial, en la cll[llla pl'O-
piedad Ü'rganizada COIl un objeto militar 1 hizo que se plegase el
dcreeho de familia á las exijcllcias del st'r\'ieio.
~o pensamos estudiar la hbtol'ia de la propiedad en las modi-
:ficaeionc~ que resultan de la or~nniZll('Íon de las familias; esto SC~
ría cntl'Ur en el estudio dp las legislaciones personales. ¿Qué ven-
tajas, por otra parte 1 harían soportable el análisis de esas mil
leyes diversas, lÍ no ser In enc¡:iín de Túcito ó la eanebion de
.:\lontesCfllicll ~ Limitl'monos, pues, á los principios.
La historia eH su variado cursol nos presenta la gran instil.u-
don Jc la familia en llO:>idollCS muy diferentes. Cuando la ol'ga 4
102 i. ltISTORU
llizacion central y vigorosa del gobierno proteje todos sus miem ..
bros y garantiza directamente una seguridad completa en
las personas yen las propiedades, la gnm comunidad, que es
el E~tado, absOt'ye por su ('nerjía y hace desaparecer todas las' C04
munidades particulares. najo esta poderosa garantía se desarro-
Jla el individuo, y cada uno obra aislado segun sus neccsidades
y sus deseos; entonces la familia no tiene valor alguno político.
Hayal lado de la cuna del niño una madre que le aduel'me, un
padre que proteje á los dos; pero la familia acaba en el dintel del
hogar doméstico, y cuando el hijo le ha salyudo, vil él tambien
á fundar una nueya familia, políticamente estraña á Ja que aban-
dona; es como la mujer romana, ¡{¡milite el caplll etfinis.
En lln pais en que la familia está constituida así, la legisla.
cion doméstica en sus relaciones con la propiedad es bien selll'j-
)/a; libertad completa para la persona y los bienes del hijo des-
de que está en edad de defenderlos; sucesion fundada en los
vínculos de la sangre y la areecion presunta del difunto; eonfu-
sion de todos Jos bienes que le corresponden desde que se reunen
en su. mano; en una palabra, y para abreviar, legislacion demo-
crática, individual como la de nuestro código civil.
Otras veces al contrario, en la infancia de las sociedades, y
en ¿¡quelIas en que domina la aristocracia J la famWa es uno de
los elementos políticos del :Estado. El Estado no es entoncrs mas
que una federacian de familias, pequefias sociedades indepen-
dientes, cuyo jefe es á la vez majistl'ado, pontíflcey capitan. J.a
familia en este caso no se disuelve mientras ,'ive su jefe; á su
muerte, el hijo ocupa ellugm' del padre, y se conservan sus vín-
culos al través de muchas generaciones; cuando ya no queda del
oríjen comun sino recuerdos lejanos que dejan la comunidad de
nombres y de sacritlcios (1).
En este sistema constituyen la familia Jos vínculos políticos
mas bien (Iue los vínculos de la sangre; y el individuo, á pesa!'
de los derechos mas sagrados, es sin piedad sacrificndo á esta oc-
cesidnd pública.
Rajo este aspecto, es preciso considerar las leyes romanas que
á primera vistanos parecen crm-Ies, salnljes, contrarias á los prin-
cipios naturales, Así se concibe ese omnímodo poder del padre de
familia, seúor y Juez doméstico de todos'los suyos, con del'cl'ho de
vida y muerte (2). Así se csplica la pl'efercncia de los Yal'Onesj la
tutela perpétua de las mujeres, la eselu!iion de los descendientes

(f) Tales ·rueron los caballeros entre los_ romanos. los Clans cn Escocia.
-Cjc .. l'op .• r. 11, (icntiles sunt fJui inter se f'ndrm non:ille sun[;- lIui
ah ingl'nuis oriundi sUflt- qUlJrurn maj'lrurn fiemo scrvitutcrn s('J'vh'it,-
qui rapite non SUIJ~ diminuti-l,'estus. l~enti1i5 diritur rt ex codrrr¡ ~Wlwr~
urtllS, et is qu i sirniJi nomine IIp/wllanlur, u~ lIit Cillcius: (.ienlilcs Inihi
su",- quí meo nomine appdJalltur. L 1!),'i. §. 2, D., d. V, S.
(2) SCllcca, COtl'ruv., II, 3, ¡Je beneliciis IIJ. 11.-SU{!~OJ¡jo, Clulul.,
e, 16.
DEL DERECnO DE PROPIEDAD. 103
Icognati) de los bienes del abuelo paterno (1), la esclusion del hi-
jo una vez salido de la familia y ]a asimilncion absoluta del hijo
adoptivo al hijo natural, porque la familia romana era en la re-
pública un pequeño Estado que tiene su organizacion, su culto y
sus leyes particulares. El que no es miembro de esta sociedad
santa, es comR-arable al extranjero en Roma' en cuanto á dere-
chos civiles y políticos.
Guardémonos de Juzgar aquellas legislaciones con nuestras
ideas de hoy, nosotros que subOl'dinamos la familia y el Estado
mismo al individuo, porque estas legislaciones han sillo tambien
grandes y necesarias. No olvidemos tampoco que si la democracia
parece mas favorable al libre desarrollo del individuo y á la fe-
licidad del mayor número, el goúierno de las grandes familias por
la perseverancia y la consecuencia de su 110Htica parece tal vez
mas á propósito qne la democracia para la grandeza y el poder
del Estado; testigos Roma, Venecia y Lóndres.

(1) D., de V. S., t!)(j, §.1. Fcminarum liberos in familia carum nOn
csse palam es!, quia qui nascuntur patris non mutris familf.:m scquunlur.
104 1IISTORI.l

CAI'ÍTULO 11.

nJ<:L JE.t'E DE LA FAMILIA (paterfalllilias) (1).

E~IOS primeros siglos de noma la familia estaba unida por vín.


culos poJíticos y religiosos muy estrechos. Muchas familias que
tenían un mismo orígen formaban una gens, muchus {Jentes, una
curia.
La familia se reasumía toda entera en la persona de su jefe,
el pater familias; los bienes y las personas estaban bajo su abso-
luto dominio; él era el señol' y el único independiente (suiJurir).
Patcr familia.! appellatllr qui in domo dominum habel, dice el
jurisconsulto (2). Todos los demás miembros de la familia están
sometidos á su podelo doméstico; la mujer está in maJlll, Jos hi-
jos y los esclayos in pOl('.f{ate. Todo lo que adquieran cualquiera
de ellos, pertenct:!c ni jefe de la familia. No pueden poseer pro-
piedad algun~ las personas que están bajo el dominio de otra, si-
no mientras lo quiera tolerar el padl'c de familias. Mujeres, hijos,
esclayos son todos instrumentos de que él se sirve para adquirir
nada mas (3). Todas las personas que componen la familia no
son nada ante su jefe; el hijo tiene iguales derechos contra su
padre que tiene el esclayo contra su sellor (4). El padre puede
crnaneipimdolc romper sus lazos con la familia sin que el Estado
interponga su autoridad; puede, rOSa increible, espaner su hijo,

(1) Sobre este poder del padre de familia véase Bynli.ershock'. ])0 iure oc-
cidertdl vendendi et espanendi libero,~ in opp., t. 1,11. 318 el ss.
(2) [Jpiano, L. Wa,~. 1, de V. S. n .. L. 16.
(3) La~ ¡rycs rom;wns' mandan que Jos hijos esten sll,jetos á sus Jladrrs: sc-
~Iln ellas. no son los hijos dncfws de los hirmes silHJ los padres, IlIlsttl (Iue
tll¡uellos haran sido manumitidos corno verda.rlero~ escla.vo!; que ;;on.-Sex-
tus Empírirus. P!Jrr/lfJn. Uyput. ]11. c. 2~.
(t) L :J8; r, fi,.D., de candit. imleh., xn, 6.-llucJ¡cr, r. dur l'ur-
darum~Jfln. ~. 5."
DEL DERECHO DE I'B01>!EDAD. 10:;
matarle, yenderle como su esclavo, como una bestia suya, como
cualquiera cosa suya, su derecho es absoluto. QlIod jus proprium
est ci{Jlzlm romanorum, dice Gnius (t), ¡ere enim nulli n/ti sutil ho~
mines qui ta/cm infilios SllOS ¡wbent putestatclIl qllalem nos ha"-
bCflIUS.

(1) Insl. 1, 5S.


106 nISTomA

CAPÍTULO IIJ.

DE LOS IHJOS DE .f<'.UIILlA. y DF. SU l' ECIJLlO (1).

LA omnipotencia del padre de familia sobl'e la persona y los bie-


nes de sus hijos, se conservó en todo su vigor durante la repú-
blica; era una de las b3SCS políticas del Estado que ninguno po-
dia quebl'antar sin impiedad. Cuando :fulvio hizo morir á su hi-
Jo, el cómpli.~e de Catilina, ni una sola voz se levantó á diSpu-
tarle aquel derecho sangl'iento (2).
Semejante poder no podia sostenerse ante el despotismo im-
perial al que toda asociacian hacia sombra, porque toda aso-
ciudan es una resistencia. Augusto concedió á los hijos de fa-
milia soldados, derecho de propiedad sobl'e lo que habian ad-
quirido en la guclTa, permitiéndoles disponer por testamento de
su peculium cmtrensc (3). ]~ste privilegio confirmado por Nervíl
y por Trajano, le estendió Adriano á los veteranos retirados
del servicio. Hrconoccr al hijo de familia una propiedad sobre la
cual no tenia su padre llingun derecho (4) era constituirle una

(t) Zimmern, R. c.. t. J, %. 18G. HIO.-Schwcppe J R. G., ~. 315.-


Gafls. Erhrcc:ht. t. 11. p. 31$ et ss.
(2) "·u~re lamen ('xtro1 conjurationem l~omp1ures, qui nd f.atilinam initio
11rofecti suu!. In hi~ erat l"nlvius ~en¡¡1.oris filiu5: qu{'m refractum ex itiner/'.
I

113H'ns necari jllssit, dice friarnrntr Salustio, Uellwn CaWinorium, c. :1fI.


(!!) Up. XX. 10. Filius ramilias testamcntllJll facere n()1I pntesl, {llIoniam
nihil SIIIIIII hahel, ut testari tic en llOssil; sed di\'tlS Aup:.lIstus constiluilut ¡¡-
Bus familia! rnilc~ IIe en 1wcnlio quoll in castris a¡lqllbivit tcslalllrn/um facere
Jlos~('J. fruto J¡t,~alt., lib. 11, tít. 12 llr. f.)¡¡i/'¡u.~ wm est permiss!tTn (acere
testamenlum. Juvenal, 6at. XVI. v. 51.
So!isJlriC[(~rra [rsland¡ m¡\itiIHJ~ ju~
Vivo ¡¡a!re d,ltur.
(q Pa¡Jiniawl, 1. 12. de ca,trensi pcculi().-lnst. JU5., 11 ,12, pro
nEL DtRECHO DE PROPIEDAD. 107
personalidad distinta que debía tl'acr consigo su emancipa-
cion del poder paternal. Trajano obligó á un padl'c que maltrató
á su hijo á emanciparle, y á la muerte del hijo cscluyo al pa-
. dre de su sucesion (1). Adriano condenó á la deportacíon á un
padre que en una partida de caza había muerto á un hijo suyo
pOI' incestuoso: «Esto em, decia el pl'Íncipe, obrar no como un pa-
l.>dre sino como un bandido» (2). Alejandl'O SCYCfO remitió á los
magistrados la confirmacion ó revocacían de la pena dictada pOI'
los padres (3). Constantino incluyó entre los reos de parricidio al
padre que matase á su hijo (4). Solo el magistl'l:ltlo pOllia pronun-
ciar la pena de muerte (5). tos bienes lIeI hijo llegaron á ser
tambien independientes como su persona. Adriano obligó á un
padre á restituil' á su hijo una sucesion fideicomisaria (6). Al pe-
culio castrense se asimilaron por diversas concesiones otros llC-
cuJios (7). Constantino concedió á Jos hijos la propieclad de la 5U-
res ion matcl'lla, hona materna, dejando rl usufl"Ucto al pa-
dre (8). Arcadio y Honurio concedieron tambien al hijo la stlce-
sion de SU~ parientes maternos, bona matemi gen.eris (u). Teodo-
sio les habia concedido ya la propiedad de los lucra lIuptialia (1 O)~
Finalmente, JustiniaUD les dió la propiedad de cuanto adquiriesen
sin distincion alguna. El derecho de dominio del padre se con-
virtió en usufructo; el padre no tUYO ya mas que la administra-

(1) L nlt. si aparente quis n1anulU. SiL D. XXXYIT. t2. Papianu5. Di-
vns Traj,mus fili 11 m, qUCHl pale!' male contra p¡rtlltcrn al'licichat. coegi t {'man-
cipare, qWl postra dcl'nncto pater ut lllillHlfiliss(lr, bon<lrurn !lOssessinncm
¡¡¡tli l'Ompctrfc dlt'cuat; sed cOllsilio :K~l'a¡Íi Priseii el Arislonis ei ¡lfopter ne-
ccssitalt'1ll SQ!vcllt.lm pictaLis denegnta esto
(2:) L 5. (Id L POlllpei. de [)arridd.-:Uarcien. n. ,\driullus ferlur qUUffi
in vcrlillione ¡¡lil1m StlUfll {Jllidarn IlprüHrat" qui 1l0VNeü:n üdulterahat, in
insulalll eUI!l ¡Jep\lrtasse, quotllalronb mag-is qn:un patri, jure eulU in!crfc-
cil; IliUlI IJ:llria pntcslas in pietil!c (!t'hct, Hlln atrad/alC' ('on~iqerc.
(3) L 1:1, §. ú\t. de remilit. })i~.XLIX.l(i. L. ;~, depatr¡a por. C. YlIf.
4ü. L. 2, D. w1 L. Corwlium de $ú:(¡riis XLYIII, 8; L tl, in fine n., de
l/beris et posthwnis J¡ercdUJ!l~ XXVllI. 2.
p.) L. un., de his qui par. vel lib. OCdll., e., IX, 17.
Ui) L. UIJ .• dlJ Emend. prüpinrJ .• C .• IX, l5. ThomassiL Diss. dlJ
11SIt procl. tito ln.~t. dI) Patria pot., 1. 2:!, serq .• p. 9 Sil. Y la discr-
larion /Ie Bynkershock, citarla ea ('1 eil[l. lI. .
(I-i) Papiniano,liY. 1 L tjUillsf,. 1. 50. ad S. C. Trl'hrliano. n., XXXYJ, 1.
(7) L. 1, §. t.J. D., dI; rol/at. bOlI., XX.XVII. ü. fuerO:l conside-
rados romll (lp.eulio e/tasi c(Htren~e el s\lr111,) de los mngi~!l'alllls, ('1 de
los ¡mlatini tll~ los asse.~S()res, oflicía/cs tlel prefecto ó det pretor. lll~
honorarios de los ahllgatlos, de. Véase Zimmcrn .• H. {;., t. [, Si. 1St!
et ,l. Godr{roll. (111 1. 2. C. Th., [, 2, L ~. C. Til. 11. 10. l'

(8) L. 1. 4..:., de bO)¡¡'.~ matulIi> , YI, 1;0. Re:\. flum I'X malris SlJ-
I'Pssionc. ¡¡¡ve ex testamento. sivc <lb illleslillo fucrint /\11 liIios rlr\'olu-
1m, ila sint in parrnlulIl polrstate. ut ulrndi fl'uendi ¡!umtaxat halwilll[
in llif'rIl vit¡e facultalrm. tlorniIlio ,'idl'licet l'~rllTn ad libcl'os pertinente.-
J. Co(l('froy ad lit. C. Th., ¡le bonis 1fIaternú.
(~l) 1.. 2, C. 1 ... VI, ¡¡o.
(lO) L. 1, t'. 9, De bonis, ¡¡lile /iberis in pvtcstatlJ palris COIIStitU-
Hs est matrimonio 'l'cL alias adqaiflwtar. Vi, tH.
lOS HISTORIA
cion y el usufructo de los bienes adventicios (j)eculium adi!enti-
tiulJ/); el hijo era ya el dllCt10. La revolucion estaba consuma-
da, las consideraciones de equi<lad natUl'al habían ,'cncido á las
antiguas consideraciones políticas; la familia romana ya no
existia.
DEL DERF.CHO DE PR6PTF.DAn. 109

CAPÍTULO IV.

DE LA TUTELA DE LAS MUJERES (1).

EN los primeros años de Roma las mujeres romanas como


todas las mujeres de la antigüedad (2) estaban sometidas {lu-
rante tocla su vida á la tutela de los agnados : no podirm ena-
jenar ni prestal", ni testar sin su autOl'izacion , y no era esta una
precaucion legislativa para preseryarlas de su debilidad ü de su
inespcriencia (3), em una institucion política que tenia por objeto
que los bienes no saliesen de la familia (4). La tutela l'stuba ('stu-
blecida en fayO!' de los intereses de los ugnados; hasta un menor
era tutor de una mujer; era además en sus manos un valor que
podian ceder (;j). Su pupila no tenia además accion contra ellos
porque no era ,fUi juris: como el hijo y el esclayo, estuba tambien
en poder de otro (GI.
La incapacidad de las mujeres hacia la propiedad impres-
criptible cuando habia sido enajenada sin la autorizacion del tu-

(1) Cujns, obs .• VII, tt.-Sa\'igny. Heilr'., Zllf Gcsch. da Gesch-


t. IlI, p. 328 et ss.-Zimmcrn. IL G., t.I,
lcchts cUl'otel, en su diario,
~§. 2H, 2í-j.
(2) C.aius. J, t93.-r:ic .• Pro Flaceo. c. 39 .-Saumaise, De modo
'U,mrarum. c. ,¡. ,c. lG.-lieursius , ALt. Icet. 111, 2í.
(3) Gaius, l. ,tOO.
(-i) Gailts 1 1\12. Sane patrnnorum el p,1f(~ntum legitime tut<e!;c vim
nliquam habere intclligllntur ca (Il1n(¡ hi nef¡Ue ad tesl;uncnlurn f:H"icu-
durn, neque iHl res m,nlcipi alien,wdas, ll<.'t¡ue ad oLI¡gut!ülles susdpien-
das audorC's flcrc cogllntur. pr:c(rrqllarn si mug-na causa lIJ¡clluw!arUIII re-
rum mllncipi auligatiollisquc suscipicOl];e inlel'veniat; caqiJe amuia ipso-
rum causa constituta sunt ut Quia ad ('os in!estarum mortuarUHl hcre-
¡JUates perliuent, neque pcr lestamcntulll C"üludantur ab Ileredilatc , IlC-
quc alienatis pretiosioribus rcuus suscep!oquc ml'e alieno winus lo el/pIes
ud eos I!ercilitas lJCrl'f'lllaf.
(5) Gnius, l. 1G8, 172.
(6) G,¡jus, l. Hlt.-Cic" Top., f'. t.-noelhius, ad Top" Iih. 11.,
p. 302 (ed. C. Orelli). Quid {'ni m of!icrre pot('st, ne seCUIHlum Illulirres
nunquarn capile diminuta' tabulas posscssio defel'ntur 'lId seilicrf quod fa
qu,c Icstaml'lltllm confeccrnt slli non fucrat jUI'is, r¡uod ¡urll! ('( dc IJU('-
rls ct de scn'is diei potf'SI. lIlorurn ('nim retas, il!orum coudi!jn in aHc ..
rius sita {'st potestilte.-Cic., pro .uurcna, rapo 12.-Lh'iu8 XXXIV, :1,
1 iD HIstORIA
tor; así lo habia decidido la le)' de las Doce Tablas (t). El rigor
del derecho civil, se dulcificaba pOi' el edicto del pretor. llutilio
admitió la usucapion del comprador despues del p!l.go del precio,
reservando sin embargo á la mujer el derecho de iutcrrumpir la
usucapion restituyendo el dinero recibido (2). Esta incapacidad
no se estendia sino á las C03US mancipi tales como los esclavos,
ó los fundos italianos; no afectaba por lo tanto á las posesiones
provindalcs (3).
En tiempo de Gayo c3taba casi cnteramente abolida la tutela
de las mujeres, si se esceptua la del padre que no era ya sino una
'vana formalidad; era necesaria sin duda la autorizacíon del tu-
tor para los actos juris civilis (4) , Y sin esta autorizacian no te-
nían efecto alguno las obligaciones que podian scr onerosas á la
mujer (.5).
En cll'cinado de Augusto, el senado concedió á Lhia la exen-
eian de la tutela, privilpgio hasta entonces reservado á las vcf)-
tales (6). Un scnadoconsulto Clalldiano abolió la tutela de los
agnados (7) que no tenia valor alguno despues de introducidas
las modificaciones que hizo el pretor al derecho de sucesion. Las
leyes Juliu y Papia Popprca cambiaron enteramente la conuicion
de las muJeres. Estas leyes habían eximido de la tutela á,la ingé-
Hila madre de trcs hijos, á la manumitida madre de cuatro (8);

(1) r.aiu~, 11, 41. 2\lu!icris qllffi in agnatotum ttl{cla erat res mao-
cipi non potcrunt. pretcl'fJua¡n sí ah ipsa tuture auctore tradita! csscnt:
id ita leg(} XII Tabularum caulum crat.- Cie. , pro Jo'lacco, c. 34; ad
Att .• 1 • 5.
(2) rato Fray., §. 1. Qui a mlllicre sine tuloris auctoritate seicns
rcm mallcipi emlt. ve! falso tutorc tlllclorc qucn suit non cssc, non ,-i_
dctur b::ma ticle emisc; ilaque el veteres putant et S~lhinus et Cassills serí-
bunt. Lr.bco quidcm putabal noe pro cmptorc eum possidcrc, sí:!d pro posscs-
sorc. Proculus et Cclslls pro cmp(ure. quod est vcrius j narn et fructus suos
f,lCit, quia sriliecL ,'olunlate dornillO pcreipit, et mulicr sine tutOI'Ü auctul'Í-
tate possessionem aliCllitre {lO test. Julianus l'roptcr ltutilianarn eonstilulio-
nelil cUrIlfjui pretilun Hlulirri dcdisct, cHum USllCtlpCrc, et si ante usucapio-
ncm offerat mulirr pecuniam. desinere ('UHI usucapcrc.-Gaills IV, 35.
(3) Gaius ll, SO, 83.-Llp. XI, 21.-Bat. Fray. §. 1.0, §.45,
(¡.) Ulp. XI, 27. Tutoris aueloritas Ilcccssaria c~t ffilllicrilHls {{uidcm in
his rcbus: si lr;;c aut legitimo jlldicio a;;lwt, si se obligent, si ci"He negotíum
gcrant, si libcrtro sum perlllittant illcoutubernio alicni sCf\'i morari, si rem
tnanripi alicncnt. Pu[liliis a'utem hoc alnlllills etiurn in rcrUal nec mancilJi
alienaliollc lutoris aucLnritalc opus cst.
(5) Galus 1, 1UD, HH. Al principio estaban ohligados á autorizar los tu-
tores fhlttciarios, dl'spuCS los testamentarios, y últimamente los legítimus.
Pero en cl caSI1 de la tutela pa!ronorllm al1t parenluTn, la tutela conscf\'ó
tl)dos sus dcrcr,hos, y eran neccsarias causas graves para que el tulor estu-
viese obligado á autorizar. Y. sup., p. 172, Il. t; véase tambicn Gaius I1,.
118, 122.
(n) Bio Cassius, l... V, 2.
(1) fi·aius 1, 171, s('d C]u'JOlum :ul t1gnatos pertillel, nihil hoc tempore Ile
l!~ssici:l tutela 1l1lcriLllr. cum agna{urum tutclm infeminLs tege Claudia sub la-
tro sinl. Ulpit'll. Xl, 8.
(8) '[Ip. XXIX. 2, 3.-Dio Cas~ius, 56 J 2. La duntlcion de Stalin Irene
(~IJ:lngenberg, 11. 15;)) hech:t bajo el iruper(o de 1"rebunio y Yulusiaoo re-
I;ucrda varias VCCClillUC la donadora (COid ctiH.! trillln lifJerorum, 'i por (011·
DEL DERECHO DE PROPIEDAD. 111
esta escncion concedida por los emperadores á un grnn número de
per50nas; que no reunian las condicione:; que exigian las leyes,
trajo consigo la ruina de la institucion, de la que aun se encuen-
tran vestijios basta el reinado de Diocleciano (1).

siguiente que tiene dcrceho de hacer una mancipacion sin la autoridad de


Sil tulor. .
l\lonume[]!um, quot cst via lriumphale inter ·milillrium secundum et ter-
tium, euntibus ab urbe parle la!va in divo Cinne. el {,5t in agn> Aurcli Pri-
rniani. fictoris po[]lificum, Calaloris, Curiali. Virginunt Vestaliunt el np-
pellltllr Terell(ianorum justa monumeulum Claudii quondam Procun et si
qui alii aflines sunt, el qua qucmque taflgit et populum Stalin Aircnc, jus
Iiberorurn hallcns, 1\1. Udnio Timothcu, donaliouis mancipatiunisquc causa
JI. S. nummo uno mancipio dcdit,libripendeClaudio Dativo, flntcst,lto Cor-
nelio Victore, cique \'ilcuam posscssion~m llIúfluII\cnti ss. {'cssit el ud id mo-
l1umentum itUHI, adictum, alllbisum alque haus[um. coronare. nsei, mor-
tUllm morfllosve 05sa ¡nferre uL liceat. Quod mihi Licinio TilIlothro tu Stóltia
Aircncjus liberorum habens lIlonUmcntllln, ss, H. S. n. 11 lIlancipio dedisti
de ca re dolilll abcssc afutUl'umquc csse.1 te, herede tuo, et .. b bis omnihus,
ad quos ca res pcrtineLil, hiCe sic reele dari, fieri pnl'stariquc stipulatus
est Licinius Timothcus. spopondit 50itlltia Irene j. l. h.
Aelum Pro l\:al. Aug. IUlJlp. D. D. N. N. (Jallo Aug. 11 et Yolusillno
Aug. consulihus.
Isdcm consuliLus cadero ¡Jie Stalia Irene, j. l. h. donationi monumenti ss.
e c. ut supra scriptum est, con sen si SllDScripsc et adsignavi.
(t) }'raum. rato 32j, 3'27. Zimlncrn, B. G. , t. 1, SS. 233, nota 50.

"
112 llISTORI_\

CAPÍTULO V.

DE LA manU$ (1).

EL matrimonio se contraia en Roma pOl' el simple cO:lse~timien­


to, nllpt-ias non concubitus se! const'nms fudt, dice el jmiscon-
~mlto; pero el palier marital (rnanus) que hacia salir ti la mujer de
la f[l mil ia á que pertenecia y que despojaba á sus agnados de los de~
I'echos de sucesion, no se adquiría sino con el consentimiento de
los agnados (2), ó por una ceremonia religiosa, la confarrentiv (3),
ó por una mancipacian solemne, la coemptio (4), ó por un allo

(1) Jlugo R. G.;p. 102 et S~ .• 119 et ss., ·1.09 el ss., 1;)5 et ss., !H1.-Zim-
rncrn. R. e., t.l, ~. 222.-SWep¡Jc. R. G., §. 387, 2IJO.-Ed Gans, Er-
brccuL t. 1, p. 22 et ss.; l.lI, p. 2\.5 el ss., Schradcr V, f.i7.-WmchICf,
Veuer Elwschetdun[Jcrl bey den Rtrmcrn. Stultgart. 1822. A. d'lIllulhuille.
sobre e~ origen y lo,~ proyresos del régimen dotal entre los romanos (Re-
vi5ta de Ll!gislacion !I úe Judsprudenci,•• t. VII, p. 305).
(2) Cie., pro Flaceo, cap. 3'h Nihil potest (le tutela lf'giUma nisi omnium
tutorurn auctori!ali dominui.-SclwUa JJoúiennii.. ... Negotilllem qumstiHIl-
cul,lm rolei!, proponente ü(lrcrsario inciviliter cgis8e Flaccurn. ljuorl bOlla eu-
jusdam. Y.. lerim posscderit, r¡wc Audroni Scstlll!iO murito SilO in rnanum
t'onVl'llerat. Iloc aulem juri.~ obscrVaV,1!llr, ut 101'0 tlliarum haucrrntur. qUID
in maoum viris convenisscnl. Verurn fuit hree Valeria de liber!is Flaeei; ac
prop!erea in legiLil'll1 lutela c¡uasi ¡¡pud patronum hlLbebalur; nec ,'ideri po-
teral jure in rO;IOIlI1I eonvenis~e, qllum Ilie ei lulor legilimus auclOr non fuc-
rito et ¡'leo heredilas <Id hune .Flaccum legitimo jure Ilervenerit.
(3) l'Ip. JX.-Gaius 1,112.
(4) r.nius 1, 11:.1 Ysiguientes. Nülese que esta venIa se parece mucho á ta
del matrimonio gNnJann. El precio dc la coemptio era sin duda la ind(,I1111i-
zatiOIl de la succsion flue p('rdian los agna.dos; Ulla illscripóoll cilada por
Ilcinccio. Comm. ad. 1. J. Y1). P .• p. 255, manifiesta e\ precio de ,"cuta
(Iue se dalla á los parientes.
Pub!. Gaudio QUICS.
Acr.
Antouinam Volumniam
Virg;incllI
Yvlellt. Auspic.
,\ purcntillus suis cocruit
El fac. HIl in domo
DUllt.
DEL DERECHO DE PROPIEDAD. 113

de cohabitacion no interrumpida (usus); el marido prescribia á su


mujer como una res mancipi (1).
El poder marital (malllls) guardaba relncioo con el poder pa-
ternal (potatas); menos absoluto en cuanto á los derechos sobre
la persona (2), pero igual en cuanto á los bienes.
La mujer no es un igual de su marido; la posicion de esta con
respecto á él es l:l de una hija (3), es la hermana de sus hi~
jos, la nieta de su suegro, si su marido está aun bajo la patria
potestad (4). .
Su situacíon en la familia es la regla de su derecho; es un
hijo ndoptiyo; los bienes qne pudiertt poseer antes de caer en la
potestad del marido (com'clltio in manlfm) se entrcAan al jefe de
I¿l familia que la adopta (5). La manuses como la abrpgacion una
adquisicion por título uniYersal (G), y todo lo que la mujer ob-
tiene en adelante por cualquier título que sel pertenece al jefe
de la familia (7), porque no puede tener ningun del'echo. de pro-
piedad pues que no es SUl jurEs.
Si muere la primera, nada tiene que dejar porque todos sus
hienes son de su marido (8). Si sobrevive, no yuelve á la familia,
cuyos dioses ha nbando:..1ado para adoptar Jos de su marido (!J);
queda en su nueva familia u11jo la tutela de los agnados de su
marido que son tambirn los suyos. Sucede [¡ su marido como una
hija á su padre, romo sita ,"urres; en todos los bienes si es sola
coma heredera SU'yIl, Ó por una porcioll viril si hay otros her{'de ..
ros suyos (10). Su título de hel'edem e¡) igual al de sus hijos; es

(1) f.aiu.i 1 , 103~ 11fi


(2) .Es fierto que no se pot!i.'l ni YCnt!fl' la mujer ni darla no.rre dare.
(;lJ Filite 10f'1l1ll oLlinf'bat, (lite Gaius 1, t t t.-Doelhius, in l'rop" lib. 11.
(ell, Ore!!i, p. 2n9,) ),!ulier viri (,fI"nniehat in milnUlTl, eL voeabr.nfm' hm
llupti¡r pcr mClllpLiorH'l1\. cl rrat lIlu!ier maler fJmilias viro loco filim.-
Gains JI , t3t1,-L. J, Br'I·. amol., D. XXY, 2.
(t) (Ti/ius JI. 159.
(5) Gaiu~ IIl. lB. Sanl aU!i"m ctinm n1!"rins gen<'ris sllcrcssioIlfS, QU<2
nC'lluC Irge XII Tabl1lJrnm, ncquc prreturis ediclo, :;rd eo jure quod con-
sensu r;'Cl'jltum f'st ir:lro,~mfm SlIllt, re/u.t cum palcr fillnilias se in adoptio-
llCIlt dedil. mulierquc in IIl1!1mn ("onvenif.-Cicrro. Tcp., c. 4.-noethins,
Il.d Tnfl. ({'¡lit. Orrlli. p, 311) il1sa igitnr in nHlIIns ('0tlHntio omnia fltI<p mll-
licris fllr'rc "id fl'dl (h!.is l\()Il!i!¡e, IlOIl procedenlr tf~H1p()rc, snl slalim pro-
prill "i n,1Iufe. X<ltll u!. ia manuflI qlllC,!UC CUIIYCflcrit, mOl eju. bOIla t.Iolis
Iluminc "irllm s·:'(jHan[llr.
(ú) (;,1iIlS IV, H:l,-l'crC!lcin .1nrlrin 1.5, in fine.
(1) (iain, n. fHi, !}:). !H'f ca, n'ro ]Jf'I"SOIlil.S, 'lUJS in m~mll TIlIl!wipioyc
b!lCl!ll!S pi"opril'11I5 (lui¡]('!ll adqlliri!ur nobís ('X GlIInibus eallSis. sicut }"Ier
('OS ({ni 1il pllf.l'-;[:l[C ¡¡ns[ra snnL: an aa!cm ilOS~(,S5io üdquiratur flU<l'ri SO~
h'l qui:\ ip~lS !wn pfl.'isi¡!rrl1lls.
!S) Lic. ¡no Flo('co, C;lp. :H.-Sen¡'ls nrl lEnrid. VIr, ~:!:J,
U)) ni()nl~;i() tle Ih1. 11, :!.').-])irl~s;)n, (JI,rllC'!1 de.', IL1'H!, Bc('hit, p, 2'.l:1.
-~¡lrig!ly ('11 Sil di;I!"!", 1. H.
(lO, (l¡¡ius ]I!, ;1. l;l.or quoqlle qUiC in !H,lIl1t esI, Sllo'l Ilcn's es!, qui;¡ fij¡(p,
¡;lC() {'~t: ilt'!I\ nmllS. qua' in filii !n,HHl t~t, l10ml l't ha'c nrptis 10t'0 psI. ~('d
il'l drm¡¡;n ('l'it sua lie!"!'s, ~i !ili<lS ('u.i(]~ in IllilllU eril. l'lIm pa!rr mori!lu',
iu pOII'sLal¡' (,¡¡¡~ I\~I!J sito Idt'IlH!Ill' di .. iraUli eL tlc ea Ilu<c in IH'Jlolis lIIa:m
malriruollli CüU~tl sil, quía pl"O !lepLí:; 101.:0 esto
15
114 HISTORU
en la hm'eDcia tenida como su hermana consangufnea. A título de
hermana les sucede, y como hermanos la ~uceden sus hijos (1).
Mientras el matrimonio fué perpétuo, fué soportable la eoo-
fusion de los bienes de la mujer en el patrimonio del marido; si
maria antes que éste, sus hijos heredaban sus bienes confundidos
en la sucesion de su pt1dre; si por el contrmio sobrevivía, el de-
recbo que tenia en la sucesion de su marido la equhalia á su
dote (2). Pero cuando en el siglo YI Cm'bilio dió el primer ejem-
plo de diyorcio, la mujer divorciada que habia uejado de perte-
necer á la familia del marido por ceremonias análogas á las que
la habian hecho entrar en ella (;rJ, se encontró sin bienes y sin fa-
milia ninguna, pues (Jue al casa~,se habia abandonado los dioses
de su famiJia, y confundi'Jo sus bienes en los del marido. Para
salvar este inconveniente los jurisconsultos y los pretores inven·
tamo en beneficio de las mujeres las caulion~s y las actioncs rci
u:roria: (4). Los parientes de la mujer estipulaban en su fayor.
,al celebrarse el matrimonio, la restittlcjou en caso de diYorcio de
los bienes que Hevaba al matrimonio (caulio rci ll.rorhe) {5). El
pretor concedió además á la mujer una ¿¡eeioD (aello rci ll.xor¡{v),
para dn fuerza á los contratos matrimoniales ó suplirlos si se hu·
biel'nn omitido (6).
La restitucion de la dote (res uxoria) introducida para solo
el ea.m del divol'cio, se generalizó despues y se aplicó al caso de
«isolucion del matrimonio pOL' muerte del marido; basta la le-
gislacion de Jus.tiniano no tuvo lugar la resUtucion en el caso de
morir antes la mujer (i). Hasta .Tustiniano, salvas algunas escep-
ciours, ganaba el mal'ido la dote (8). .

(1) Gaius 111. U.


(2) Zimmern. B. G, J. §. IG6.-Srhweppe, R. G., §. 400.
(3) Frstlli; V.o Diffarrracio y Y." BemtllH~ipat(lm.
(4) A. Gel!. IV, !I. l\Iemorill~ tradilulIl esL quingiuli.'i tere annis post
Romafn condílam, nullus rej morire m'que actíonrs nefllle f.ilutiones in urbe
noma allt in Lntio fuisse: q\lin pfofcr(o nihil dcsiderabnntllr, nul!is cliam
Lune flIatrimoniis r\ivcrlrutiblls. S{'n ius quoque Sulpidus in libro qucm
cOHlJlosuil de dolibus. Lurn prilllUIlI cautiotlcs rd uxori¡c nercssnrias csse yi$-
sas scripsit curn Sp. Canilills cni Hugn cognomctltmn fuit, yir lIúbilis, dh-or-
Limn cum In.ore fcdt quia Iibrri ex ea cOl'poris y¡tio non gigncrcnlur, anno
urbis (:o!ldiLiP, 5:23, i\1. Alilio. r. Yalerío ross.
(5) La mujer no ¡JOdia \lor !'í miS!LlU h,J(:er esla estipulacion, PMflUC Ilf'-
valldo cOlISigo la mallus la capitis dimil~ulio. perdia ton ella la mujer la
aclio ea; sti¡J/llutll.
(6) Vinflius, COJIIIII. in lnst .• 1. 11 , l. G, ~. 20.-llngo, R. G. §. 363.
(7) ~i§. 4. J G. L un .• C. de rri Hxorire flclione in es $tipularu actio-
nem Irtllu{llM, et de natura ¡[o(iúus pra:stituta. Y. 13.
(8) Vlp, VI, "', 5.
DEL DEnECHO DE PROPIEDAD.

CAPÍTULO VI.

DEL REGmEN DOTAL (1).

EL régimen dotar debió tener su origen antes que la exis·


tiese; no entrando ]a mujer en ]a familia de su marido sino que
mallllS

se quedaba bajo la tutela de sus agnados, por una Consecuen-


cia necesaria toda la fortuna que pudiese adquirir, antes ó des-
purs de su matrimonio, pertenecia á su madl'e mientras estuvie-
se bajo su potestad, y á sí propia mientras ella no dependie·
se de nadie.
En tal posicion era natural que contribuyese por su parte á
las cargas del matrimonio, sea que aportase á él toda su fortuna
ó una parte solamente, sea que se le dieran estos bienes por uno
de sus ascendientes ó por un estraño en favor del matrimonio;
lo que lIevaba era el dote. Por ]0 demás el dote fué en su ol'Ígcn
adquirido por el marido tan completa y tan irrevocablemente ca·
mo lo estnha en el matrimonio por lJIal1l1S la universalidad de
los bienes de la mujer. Dotis causa p~rpe'l1a est, dice Panl, el CUIll
I'Olo ejus quidat ita cOlltraitur ul semper apud marilum sil (2).
La constitucion del dote no fué en su principio sino una me-
ra traslacion de propiedad sin ninguna reserva para el porvenir.
A la adquisicion del derecho universal que tenia lugar por la
I}Ul1lUS, se sustituyó una entrega cOllvcncional y con un título par·
ticular: esta fué toda la diferencia; pero cuando se introdujo la
restitucion del dote, quedó e!'te constituido con todos los ca-
racteres que ]e distinguen aun entre nosotl'Os. }:! ohjeto del do·
te es la conservarion de los bienes de ]a mujer dnrante el ma-
t~imonio. Así que, todo en el dote concurre á este fin; la obHga-
cion de restituirle, la separaGioú de los patl'imonios, la imposi·

(1) H,,~s{', Beyt. Z'ur Revision dcr vislten·gl'» 7heorie l)On chelo Güler
grlllrinsfhafl, §. 1{j.~Zimm('rn, lt (;., §~. 156, t18.-Schweppr. R. G.,
3!J7-403.-IJugn, R. (J., §§. 102, 209, :15!.-A d'lIaulhlliUc, ensalo sobre la
dale (Revista u(' Lrgislacion, 10m. '1.", t. 305-325. .
(2) L. t, de Jure dutiUlfl D. XXIII, 3. Si ('[1 erecto las accIOnes de n's~
tilucion de la (lote no se eOllocierún hasta el si~do XVI de Roma, es preciso
a(lmilir (lile htlsta IIquella época se conrundió 1.'\ dote en el patrimonio dp!
marido. V. Aulio GeJio lV, 3. .
116 IUSTúRIA
bllidad de enajena" fincas pertenecientes á (,I, la prohibicion
de donaciones entre los cónyuges, el no poder la mujer obli-
garse por el marido ni el muddo restituir ála mujer el dote du-
rante el matrimonio (1); en una p::labl'ft, la conscl'vaCÍon absolu-
ta y hasta si es posible en la misma forma que tenia cuando se
constituyó, independiente de todos los azares huenos ó malos que
pueda correr el mnl'ido, es el fundamento de los dotes.
Hasta el principio del imperio, el marido era dueño absolu-
to del dote mientras dUl'úba el matrimonio; hacerle usufructuario
hubiera repugnado á la idea romana acerea dd padre de fanli-
Has (2). El mnrido tiene el dominio quiritario de las Hnens dota-
les y son suyos 105 frutos; puede como dueño Vl'uder las fincas
dotales, pero en el monlC'nto de disolverse el matrimonio, de~
be indemnizar á su mujci del valor del dote (3).
En tiempo de Augusto la ley Julia de adflltel'¡¡s en el títlllo
dcjundo dolr!lis limHo ese pleno dominio del mnddo con elob-
jeto de conceder alguna proteccion á las mujcres que la frecuencia
del divorcio solia dejür sin fortuna y aisladas en medio de la so-
ciedad, con créditos ilusodas contra Hn marido arruillado, im-
posihiHtadas de snlil' do la viudez y de contraer sE'gLmdo matri-
monio, que el'a sin embargo b intcncion de la ley (!).
rara ennjellíH' las flncns dotllIcs era IU'cl'sariu el consc{ltimien~
to de la mujer y no p8diJn empeüarse ni aun COIl .su consenti-
miento. El espíritu de la lcgb:al'ion tendia entonces a considerar
á las mujeres incapaces de obligLll'Se por su marido, incapacidad
que fué saneiolHuJa por el senadoconsulto VrIeyuno (.3).
La prohidon ele cnJjeom' t:l!l solo comprcndia á las pl'Opie ~
dades itálicas, únicas que estaban sometidas <11 (bminio (luirila-
río . .1 ustiniano estendió esta prohibicion á todas bs propiedades del
imperio y prohibió cllnjcllurbs é hi.r:0t(~cnr!n.s .Hin con el COllsen~

(l) Hilssr, rsplic.1cion (le h Iry 73, §. 1, J), de jure d9linm, en el dia~
rio de S,'\\'igny, V. n. H.-D'lIlllltllUi!lc, p. :t:!2.
(2) Zirnml'fn. JI. e.,
~,16:) .
. (:~) L.I¡~. 3D/UtO malrinw11io ¡!,)$ (1'ICI1Wtlinl),lum pel!It.'tr. n. XXIV, :1.
§. tI). Qllod ait lex (lU.\:'i'l·A P~cU:'\IA E.flIT. TA'IT,Dl 1':.lr:l::iI_HI ¡I.-\TO, ostcnl!lt
H'slilll1!luuel!l lJerc(::tlltis ,el huIlO¡"U1U litlPrti, non ips1tm herCllilalcrtl ,"0_
Illissc le[.;{,!ll pr('~!i1re, n:si ¡:liIri(u.s i;l3as r€~ tridere maluerit; el IHJC enim
lJenignius <¡,lil,;!!i deLe{.
p.) 1.. :2, de Jllra dotium, D. XXIH. :J. nriplIhliere i¡¡!erest, rnuli"rcs
doles ~alr;¡s hillJerc, pwpter líu:ls J)n]¡rr~ poss'lul.-L 1. Sulu! 'i1:{llrim. Uo-
timll C<lH.';,} seill¡Jl'I' rL u;)iquc rr,::,c~!'\la P.';!; n¡¡m ct p!l~]·ee inlprcsl tlotrs 11111-
]ic¡illflS ("(]lJ~-~r"il"i, flllllrtl dnt.1!ils PS"i' r;'c'nlms nd ~U!J()1eI!l pr,) "]"e;-¡n~l<1rll r('-
pknd;¡lOque li:jrri~ I'¡·,'ilalem III nill¡c sit J1f'("1'';,1['¡l1m.-,~. ¡I"H::IlU¡uillr, 1. (";/.,
JI, :HIi. {',,(" la misma ralOn la lr~!I Pap:JÍ'l )JuJ!f}(l'lt IlO J;"l ¡:j IHitl't\!O ('11 ([ISI)
tI\' aUllllrrio de MI ItlU,:er IIl~S qtW la ,.esta parID de la dole. mip:¡[r,u qnc IHI~
le:; era ll:Lla p;lra él. La ley llem,'!Ja siempre t'll [,lcili:ar el seguntlo IlIall"i-
IlIl1llio. •
(5) r!p .• L. '2,_.'111 i".
C. Vc::~g¡lImm. H. XVI, f, ha t"QIlS['I"V,,!lo edi([os
di' Au;.:mto y de UUlldlO (!lI!~ hi1IJJilll dcdi.lrüdo la llulJuau Lle e~[a d¡¡5C U('
0bl:gilljOnttl eJe C~l<l natuf<llrlü.
DEL nr.¡;lECRO DE rR/}PJED!D. t t7
timirnto (Ir la mnjel' (1), lH' j,.agili!(:le natune sua: in repentinnm
dcducafur Iflopiam, '
La J'{'~tl'iccion f'stablccida por la ley Julia al derecho de pro-
pi!'d~d del marido sobre el dote, derecho hasta entonces comple-
to y absoluto, condnjo poro <l poco á la doctrina hoy l'einnnte
que C'ollsillera ;í la nlUjcl' nUEúa del dote aun mientrDs dura el
matl'im::mio: Cllln na[llralitcrin rci !i"rlllanserit dominio, dice Jus-
tinfano (2), 1\0 se concedió ya al marido sobre el dote sino un
dominio impel'fedo tnl como el que tieue el poseedor de un ma-
yorazgo en los bienes vinculados; no habia mas que un paso que
d::\' para considerarle como un mero usufructuario.
]\'0 sería necesario lwblm" de las donaciones entre esposos
prohihidas ha mucho tiempo por el uso, si no se debiera hacel'
notar que las instituciones proceuelltes ue contratos e{an desco-
nocidas en Roma; y no se habia hrcho cscepcion en favor del ma-
trimonio á la regla del derecho comun que pl'Ohibe toda CODvcn·
cion fundada en sucesiones futuras. Nada diJ'é tampoco de la
dOllatio propter lluptias del bajo imperio, especie de dote que daba
el marido á la mujel' como equivalente al que de ella recibía.
Todas estas instituciones interes:m mncho mas directamente á
las personas que á la propiedad, y no crean e30S derEchos absolutos'
que los demás ,e~tán obligados á conoce!' y respetar; pero no con-
cluiré sin recordar que fué Justiniano el que creó la hipoteca le-
gal del dote de la mujer (3), punto delicado de la legislarían hi-
potecaria, justo siempre como prlnC'ipio, pero falso y peligroso
siempre en su ejecuclon.

(1) I.. ún.,C.ueReillxorimac/¡one, V. 13,§. !¡j,p. J, Quib. aUen.


licet, Il, 8.
(~) L. 30, C. flejllrc floliltlll, Y, H.-V. J.ochr. ¡,Quitm es rl dlleíio del
note? Grolm[ln lY, {l. 5, p. 57-77 .-Cllyar, Ob~s. X, 52.-Donclli, Comm.
X, -to
(3) L. ún.j C. de Reí H.roria! arto V, t:J.
118 HISTOnI.l

CAPÍTULO VII.

C01JPAR!Cro~ -ENTRE EL REJIMP.:'i DOTAL Y LA COMUNIDAD DE


BIENES.

E" el matrimonio in mtullls era sacrificnda la mujer á la unidad


política de la familia que la reasumía toda en la persona del je-
fe; la mujer no era en la familia mas que un esclavo, casi en si·
tundan igual á la de las mujeres del Oriente. E!:)ta Icgislacion lle-
gó á ser perjudicial ti medida que se aumento la dignidad de la
mujer, lo que debió sucede¡' rápidamente en Occidente, en que
la mujer era única esposa y única madre en la casa conyugal.
La legislacian de la dote que reemplazó la de la Nl{lllllS fué
una I'caccion tal vez demasiado trascendental. No pudiendo ha-
('(')' á la mujer igual á su marido, pues que esta supremacia de
la familia no sufria participacian, la ley hizo de la mujer una
persona estraiía en la familia de su marido, y de tal rnanc!'íl,
que el objeto constante de la jurisprudencia fué la absoluta sepa~
racion de los dos cónyuges; así el marido tenia contra su
mujer la accion lc¡;;s Ar¡uiliw para reparar los perjuicios qne es-
ta pudiese hacer en las alhajas que usaba de su marido (1). Les
estaba prohibida hasta la donacion que se permite entre perso-
nas estrañas, ne melio]", dice un emperador; in pau{'crtalcm in~
cider~t, deterior diaor fierct (2). J~a jUl'isprudencia consideraba
corno una donacíon del marido toda adquisicion que J}{l.cia la
mujer durante el matrimonio (3). En una palabra, la mujer era
si se quiere, una esposa, pero no em una madre de familia.

(1) Sirum maritns UIori margaritas c:<.lricalas dcdissl't in U¡¡U, cuque


Invilovc\ inscio viro perfl>rllSSct, ut pcrtusis in linea utcrctul', teneri cam
)rge .\qui!ia, sive IJivcrlit, sive nupta est adhul.'. L. n, §l. 30 D., ad ley.
Atj/Jiliam, IX, 2.-L.:;6, codo
(2) J~. 3, D. , XXIV, l de J)on. int. vir el ux.
(3) L 51, D., de Don. int. 'Ji, et /J.c., XXIV, 1. Quinlus Mucius ait,
'¡UUnI in cou!roYersiam ,'cnil. unde ad muliercrn (I'¡j(\ pen'crll'rit, et verills
rL lronestius ('st, quod non drlllonSlralur unde halle .. t. C'tistinHII'I a "iro,
aut qui in potes tate cjns es~et, ad eam Jlervenisse. EvilfllHJi ,w!rlll lur-
pi .. qmcsllls gralill circlI Ulorem hoc Yidctllr (Jrrilltus :\lucillS llrobassf.".
DEL DERECaO DE PROl'IRD.-\U. 119
C"IlJJS l'nim csl uxor, Pjus dllce toril/ce, una matrum familias,
earum 'Jure in nlallllm COll1'Cncnml, altera earum flure tanlllmmo~
do l/iCOreS !¡abentur (1).
Así que, el derecho romano ha ido siempre mas allá de lo eon·
"eniente; unas veces cxajerando y otras debilitando sin medida
ladependenda de la mujer. Estaba reservado ni derecho germano,
bíljO la influencia de las idtas cristianas y del derecho canónico,_ el
colocará la mujer en su ,'el'dadero lugar en la familia, hacer de
ella Unn compañera y no una esclava ni una estraña, realizar, en
una palabra, la bella definirion del jurisconsulto: J.Yuptire sunl con-
jll11ctis maris el femim(!, el consortilfnl omnis "ilce; t/j¡'ini cl hu-
fIlalli gcneris comll/unicátio (2).
llajo el imperio de las ideas de igualdad de la mujer, la
union de las personas, cOllfundiendo las necesidades, los traba~
JOs, los deseos, ha conducido naturalmente á la unian de los hie-
nes. El interés que ambos esposos tienen por todo lo que es comun
de no poder existir nunca pura ellos intereses opuestos, la tran·
qnilidau que dá la se~uridad de un porvenir igual, ha contri·
buido flla felicidad de los casados. La educaríon y la ('olocacion
de los hijos es otl'O o~ieto de intel'és comun, nuevo medio de
eTitar riyalidades, oríjen siempre de graves disgustos. Son t;Jn
evidentes estiJS ventajas, que en nuestras sociedades modernas
la comunidad de bienes, bajo el título de bienFS gananciales, se
ha n50ciado al derecho romano, aun en las naciones en que es-
tá v(lente el régimen dotal (3).
(1) Cie .• Top., c. 3.
(2) L. 1, de IWu nupt .• D., XXTIJ, 2.
(;1) Aceren del sistema tic cOlllunillud J 11el dc do les , r 1,'ire t:ersa.
vCllnse ¡as ¡\L~cusiones del Ci\Ilsrjo de Estado, tít. 5, Iih. :1." del C. r.. Y los
informes tic Berlirr. llunyvi('r y Silllcon. clfn los discursl1.~ de Carioll-Ni-
sa~ (Fenet,l. XIII); las fJb~crvarionl'S de los lribun.11rs de GrerlTloblr, ROUCIl,
)lonlpcllier (t'erlC't, 1.111, IV Y V). Vl'üse IUlUhií'n la rrlPIIl()ria de ~1ineoll.
del re!.!;imen dotal y de los bienes gananciales. (Revüta dI la legisladol.,
lom, IT J p. 306).
120 nTS1'onH.

CAPÍTULO VI!!·

REFLEXIONES (;E~ER.nES SOBRE EJ, DERECrrO DE SrrCESJQX.

DECIDln segun qué órden y á qué manos pasará la pl'Opicdad


despues de la muerte del actual poseedor, es un problema que
en todas épocas ha llamado vivamente la atencioll del legislado¡'.
J~as permutas convencionales apenas interesan al Estado; la con-
dicion de la propiedad es siempre la misma, sin IHlber variado
mas que el nombre del poseedor; no sucede lo mismo en las va~
riacioucs hereditarias qlle altel'an el estado de la propiedad, de-
ciden de la condicion de la familia y por mecHo de la familia la
organizaríon de la sociedad. Las leyes de sucesion son la pa!an-
ca de Arquimedes. A un pueblo sin pasado, un pueblo nuevo
cunl lo soüaba el divino })laton, es mlly fácil darle leyes de su-
cesion; y encargado de formar su legislacion me atrevería á or-
ganizal' iÍ mi capricho una república popular ó una poderosa aris-
tocrácia. Haciendo al primo~ónito horedero privilegiado de teda
la fortuna paterna, la propiedad se aglomcra, y ncumulada en
pocas manos, se concentra en ellas el poder y se forma un go-
bierno aristocrático;-por el contrarío, dest:'uyendo todo pl'Ívile-
gio, dividiendo igualmente entre los hijos los hienes de sus pa-
dres sin distincion de edad ni de sexo, admitiendo indefinida-
mente la representacion aun en la línea colateral sin distincion
alguna pOl' el ol'íjel1 ó la naturaleza de los bienes, la propiedad
(liseminada dá por resultado necesario la democrúeia; las leyes
forman las costumhres: 10 que digo de las sucesiones abintestato
se aplica igualmente á las sucesiones testamentarias; son dos mo-
dos de suceder diferentes en la forma, pero idénticos eu el fon-
do. l~u Jos gobiernos democráticos las leyes suelen ser poco fa ..
,'orahles á los testamentos; porque la yoluntad del hombre se
inclina generalmente á la {lglomerarion y á la desigualdad de las
fortunas, y esta df'sigualdaa es la llaga mortal de Jos gobiernos
~opulares. La sucesion Il'gul Ó abintestato, como que nada df'ja
al capricho, conviene mucho mejor ti. la c1ivision de la propieuad
inmueble, medio seguro de aumentar la pohlacion , {le cstimu·
lar los matrimonios, y conservar la ignaldad grnf'ral que l~S á la
DEL m:m:cno DE rnOPIEl),I, O. 1~1

vez el principio y el fin de una eonstitucion dcmocl',ílicLl, Par el


contrario, en los gobiel'llos aristocráticos la l¡¿y favorece l:J.s dis-
posiciones testamentarias que perpetúan ó aumentan cl brillo y
el podel' tic las razas privilegiadas, La uesigtmldad de fortullllS y
cierta concentracion de b propiedad es necesaria para que las
grandes fnmilias, dueñas dél gobiemo, existan y se consel'ven.
De aquÍ las leyes de prlmogenitma y las vinculaciones; la per-
petuidad de las posesiones es la base de las leyes de los gobier-
nos aristocráticos, así como la subdivision de la propiedad es la
base de las leyes de los gobiernos democráticos, siendo caJa una
en ambas formas de gobierno condicion absoluta de exis-
tencia.

IG
122
_ ._ ...
HISTORIA_
=

CAPÍTULO IX.

DEI, TESTAl\IE;'iTO nOl\IANO (1).

Ác.uo de decir que se~un


él estnd'o político de la nacion In
ley favorece unas yeces el testamento, y otras la sucesion legal.
Sin emhal'go, en Roma, desde una época muy rrmota, estaban
admitidas igualmente las dos instituC'ivnes, igualmente favol'eci-
das. La causa de esta singnlnridad ('I'a el omnímodo podel' del
jefe de familia que dorllinnba hasta la misma legislaeion. Como
podia _matar á su hijo, era imposihle negarle el derecho de des-
heredarle (2). Su voluntad hacia ley utilegasit supe/familia pecu-
nia tutela pe Sll(e rei ita jas esto. Asi deeia la Ley- de las Doce Ta-
Mas (3).
No me detendré en las formas del testamento romano; todos
saben que al testamento in calati.\" comitü, especie de abl'ogacion
solemne, hecha en presencia de los pontífices (4), sucedió el tes-
tamento p('/' teS et lihram (5), Y que despues por el progreso na~

(1) Dp,ruburg B'!llr(l(je zur (;e~chic!lt~ dM J{a!misclten testament.,


Bonn. IB.:!I, Gans Erbrct;ht, JI. p. Ha. el ~s.
(2) Licel (~()S cx:herCll:lre (1IlOS el oddere liceoa!. Paul, L. 11, D. de lib.
·el post .• XXVlIl. 2.
(3) Cíe. de Jus., JI, 50.-L"lp., XI,I~. L. 120, n., de 'V. S. Vcrbis
I{'~is Xli Tabularum his: Uf! 1.IlGASSIT SV.-H REI 1(,\ JI:¡; ESTO, lalissima
[JlIllstas triouLa videlur, et hercdis instiluelHH ,et legata et lihertates dan-
di, tulelas (juuque eOllstituen(\i, sed i(1 inlerpretatiolle eoangllstaturn est,
vellegurn, vel aulorilatc jura ¡·onslitllclltium.
(~.l (;aius, 11,101.-.-\. fiell., XV, 21.~EII('stamenlo inprocinctu era
un pri~·ileg·1O de los c'ludndillllls romanos que testaban en el campo de ba-
lalla.-IJlut., in (;of'io[al/l., r. \).-I"estu~, Y. E"no I'ROCI"CTl".
(5) Gaius 11, lO:!, qui neque c¡¡latis carnitis ne.!ue in proeindu tesln·
menturn fCL'erat, is si subita morle 1ll'geIJatur, arnÍfO familiam suam. itl
est patrimouiurn SllUIII mancipio ¡Jabat., ('lltllque togo'lbat flui() clJique post
fTll'lrlem sUilm dilri vellet; quo¡J testamcntufH ¡lidtur ppr <l'S rt librnlll, sd-
lire! quia 1)f~r IIIl1lleipaliunl'lll ¡!f'rilur. 103. Sed illa quidcrn duo genera tes-
lamentol'Um in tlesuewdincrn auicrunt; hoe yero snlum quou per res et li-
hralll lit, in llS:1 rdenturn est S:HW ulInc aliler nrdinalur arque o!:m sole-
J¡al: nalllllllC olim ramili f' emplor j¡¡ est qui il [r,!atore raruiliarll accipit'_-
[¡al rn:Ulcl\lio, herc¡Jis locllm ohtinehat. el ob id ei IIllllldabilt lestafor, {JU¡¡¡j
cui'llle I)()sl mortcm suam dari vellct. nune vero alius her,"s tt'slalllenln
instltllitur, á ({UO ctiam lpgata relif¡untur, allus dicis gralia propter vete..
DEL DERECHO DE PRQl'IED}.. D. 123
tural de la eiviiizacion que se aviene mal con los símbolos, el
pretor, suprimiendo las formalidades de la mandpacion , dió la
bOllorum posscssio secundll/JI talmlas al testamento que tenia sim-
plemente las firmas de siete testigos (1).
Pero creo necesario considerar con atencion la naturaleza del
testamento romano; y haré ver en seguida como la ley y la ju-
risprudencia limitaron el del'echo absoluto del jefe de la. familia.
El testamento romano al mCQos en su oríjeu, tenia un carác-
ter particular que le distingue de todas las disposiciones de últi-
ma voluntad admitidas por las legislaciones model'11[\s. Ei'U mas
bien que la donacion de los bienes del test3¡dor la transmision de
toda la familia y del culto doméstico (sacra prj¡'ata) , cuya con-
servacion era,cntre los romanos objeto de viva solicitud (2). El
heredero instituido continuaba la persona. del difunto como si
fuera tambien heredero de su sangre. lleres in OlllllC jus mortui,
non tafllum singularlllll rerum dOlJlif/illlJl sucedit qllllln el ea q/tte
innomiriiblls sint, ae !zercdclIl transeant (3).
La importancia 'que se daba al título de heredero, y la indi-
visibilidad de los deberes. religiosos que imponia, habia-imbui-
do á los romanos la idea de que In fami/ia no podia trasmitil'se
sino toda con todos sus beneficios y todas sus cargas: nema pro-
parte teslatlls, pro parte intcstatus dcccdere potest (4). Admitir á

ris juris imilalionem familia' cmplar auhibetur. (Tcafilo da la razon dc es-


ta diferencia, a s,1ber, quc el emptor (amilire sillliclIUO Que era herl'dcro so-
lia alenlar á la vida dell~slador, 11, tn. §. t.) 10~. KlqUC res ita agitur:
flui rarit, adhibitis sicut in cc1cris Illilncipationihus V. tl'stilHls eh'ihus ro-
manis puheriblJs rllihripende, poslquarn lilbulas testarncnli scripserit. lllao-
ripat alic:ui diris ~ratiil fümiliam SUllIll; in qUil re his vcrhis f3mi!i;c ewptor
utílur. F.unUA:l1 pI'Gr,¡l.I.lfQn: 'fUA11 E,,"OO 11"\~IL\T ........ ~1 Cl"STOllEL.\QCH Ml::.L,.
QUO TU JI'RE TESTAlltrSTnl FJ.CERE I'OSSIS ~ECt:~\ll':'Il L\Wlnl PCnl.1Cnl, 1I0C :1.;nE,
ct ut quidam lIdjererunt, JP''¡Eh.(}CE LlIlRA ESTO :'I1HLI F"~IPH"; deintle relc }lCr-
cnLit libram id(IUC res dat tes/Mori, ,'clut pretii 101'0; deiut!e testator tabu-
las lesl('rTleoti tcncns ila dicil: I-Ll,C ITA cr IS Imi T.\lIl"LlS CE¡US1..lnl SCRWfA
Sl'~T, IT,\ no, ITA LEGO, IfA TE~TOU: ITAQn¡ YOS, QnUlTES TESTI:\lO"';tul(
:\11111 p¡.:nJllDETOTE; eL Iloc tlidtur IJIlIlCllpatio: IlUllcuJlare est euim palüm
Ilominare. el salle qUtC testllor speri¡¡Jita in tabulis tl'sfamcnti sl:ripserit
ca videtur generali s~rmO!le Ilo:nillare ¡!lqac conlirmll"c. Yéa~c lambiclI Tea-
filo. lnsl., 11, 10, ~. t, 2.
(1) Gaius. JI, 119,121. Esta proteccion drl pretor cmprl.ó eo I:t época
de Ciceroll. Ycrrrs habia introducillo e$ta disposicioIl en ~ll l'dido: SI nE
IIFllt~J)ITÁTI" A~IIlIGnTn l;T T."IH~Ll' TESTJ."E!'\TI :\0"1 31.t"iIJS ~lt'I.TIS SlG"I(i; QUA:'!I
n.BGE OI·onTE.~T A"f lilE I'ROFEII¡,::HI1ll.. SEC¡""Illl"l( TAiltTLAS TI'.ST.nn::"\T1 l'OS-
SESSiO:"\E'1 llEIIElllTATlS DAYO. lloc lraslatitiwn est, ailatl!} Ciceron.-Ulp.,
Fragm. XXYIII, G.-Gaius, 11, 11!l, 1 ~7.-nllIlger, Das R/J!Jnüchc Er-
brerht, ~. 27, 28.
(t) Yc:)~c la di~rrl:lcion de Savigny sobrc los Saeta privata. Zeits Chrisrt,
t. II.-A. (~('II. XV, 21, Y sobre [OlIo Gaim. 11. !í2, ¿¡5.
(3) L. 37, de adeqltat, veZ omiU. hCl"ed" n.• XXIX, 2,-L, n, §. t2,
de hcft'tI. lnst., Il.
(i) lnsl., 11, H, §. 5.-L, 53,~" l, de adlJ. vr! om. heretl.. D., XXIX,
2. Qui serncl aliclta esl parte cres estiterit. dcfieiCIlliuffI partes ctiam in-
vituli cxcipit, id rst flelicientiurn p¡lrtes ctiam imilo nderC'sl'unt.-L. 80,
de lego 3 J 1),. XXXII, Conjunctim heredes Instilul nut conjulHtim Icgari,
nlSTOF.TA

un tiempo b sllcf'sion te.;;¡tamPlltnl'ia y h succsion Irgítim.1, hu·


]liel'a sido una rontl'aJiL'<.'ioll con la naturnlrza misma del testa-
mento: J'.'arulllqut' rCf"lllll natllra!¡h'F ¡nltr se !J{fglla ('sI inle.l"lfl-
!nl' (1). El objeto principlll,~' me {l.trcn~ría ti decir casi el úriico
del testamento, cl'a 1<1 úHtitllc/OIl de /u:l"('(!r:ro. 1'od.1s lJs disposi-
ciones que contenia el t,estamcntlJ alltes de llq..;ar á la institneion
de heredero se tellian como no escritas, porque hasta la institu-
cían de hereuero r.o habia testamento. .1nle /zercdis illstilutioflem
[('{Jari non pote.a, dice Ulpiano, t¡!!oniam el pOlcstas teslall/culi (2)
ab lleredis institllliorte inápit (3). La bstitucion de herede.ro era,
pues, necesaria en el testamento rom,mo j sin ella todo era nulo.

hoc eS!: tn[nm hereditale.n, el tola lrg:~Lt singuli5 uala C5.'iC,~ partes autem
concursa fieri.-Cie, de 1,'1:~at" II, ,:27,
{I) 1.. 27. n" de lL J,
('2) Up" XXIV, 1~,
(:1) §, :H, 1, rleLe!í.'1tis, n, 20,-Gaills, 11, 2W . .\nte hCl'e,]is ins-
li!ulioncm innlilittr kg:¡lllr, ~I'iiicclqui:¡ lc~lall1cnla virn ex instilutionc
Iwrcdis accipiunt, el 01) id velat eapul et flnd,mwntum in!clligilllr, r.otill~
II'slarw'.nti IJUi'Ji5 ir13tHuli,I,- 230. P:lri r:¡[Ínfle rwe liberlas ante hCI·(~di~
institutiollc:n ¡[·¡ri p jtl'st.- 23l. ~oslri pnccrplol'es nr,~ lUturrm es IOC'1
dari p:ISSC exislimllHt: sed (¡¡heo el ~)rllclll11s tut'Jrcm possc d,ui (pUlrmt),
quoli uil ('1 heri'diti¡tc crogüLur tuloris dalionc,-Ulp., XXIV, I.,.-Paul,
le S" IJI, (j) 2, -L. 1, ~. 3, de t'u/V' el Pilpil. suec., D., XXVIII, 6.
DEL I>EllEC:t.Q DE pnOP1EDAD. 125

CAPÍTULO X.

DE LA. Qlu~r!!lia ino¡ficio,\'/: \' DE LA LEG ITlMA (1).

]~L derecho absoluto del padre de familia c1ebia irse limitando á


medida que en~l'.1nclccit'ndosc el Esta!10 absorvia la fmnilia. Des-
pues se mandó hajo per,a de nulidad dd testamento (::!) que d
paure de familia instituyese ü drshcr{'dase formalmente :í 10:< l:ijos
que tu\'icsa DUjO su potestad; porque la .iurisprudencia tendia ca-
da YPZ mas á considerarlos como condll.:ños tIe los bienes pater-
1105 (3) Y cra nna consecuencia natural de aquella tE~ndcDc¡a que
llo valicra la deshercdal'ion sino en el cuso de estCl.i' espl'esa y ter·
millünte la vobnt.ad del te.stador.
Sub cOlllUtiollC e,rher{'dalus, dice Hcrmogcniano (--1')' contra
talmln.\· bonorulII possessioncm pt:tct, '-'at .wh {'o!lrlitiollc h('TN
illJfiwtliS a contra fabulas bOflorulII posstssiolle cSc!llrlalttr, serlo
('!11m Jtu/icio /iberi tl parcnlt'lll slIcccsionc l"(~lllc{'('lllli sunt,
En CUílnto á la hija y n los t1esccodirutes del hijo, la ky mc-
nos favorable pel'miUa e'l;.h~re larlo5 pOI' Wla fót'malll geIH'J'al,
inlCl'ct'clore::;; y aunque el tcsta(~ol.' los hubics~ omItido en sus úl-

(1) nofw'~:rr, l)is~. 3iM"ns hi~f!)rimn jI/t'. Cil.'. d·~ CJ::,aedalio.'11! cl


prtrteriUOllc, Tubingn(', l'"iS::!. - rram:h.r Das Hch¡(ür JYotheró?n 1IIul
l'¡!cf"Mlhails ú~rl'cf¡tifjten. n¡cllinguc, lH31.-H'lgO, 1(. (J" §. 10ti,-
Srhwellpe, 17, (;., §. ;;r¡í, ~1¡2.
(2) (¡,,¡us. H. 123. Qui i1lillTll in I)r)t('s!a!.~ hal¡rt, curare drbct rl e!1rn
vel hert'dem ills!ituat y('lllr¡millatilil ("\~l('rl'd('l: n.liofJuiTl si cal1J si!rnlio
Jlm~lcrit'lit, iuutiliter trstf!~I:t.ill": a:!rr¡ljuidem ut TI),tri pr~s(>pfr¡,('~ r~i!i­
tinH'!il ('1i:1I1l si Y¡VII p:ltrr Ji\ins dd;llll"lll.'> sit. B"llIinem lieH,¡J,'1Tl ¡>'\ /'0
11'~1,11lJ('!l!,1 (',i~:{'n' í''.J~~'c, ~rilkt,!. 1.J[j¡f1 sl¡¡lilll ;,}l i¡:i!j;¡ IIOI: ('O!l~:iterif iN-
li!IlL~ll.-r.:lil!~, 11. l:lL-;_.. :i'n. ~i. 10.-L. ;~o, !le !¡hrr. rt. T'fJSllill1ll.,
J) .. XX';IH, 2,-L 11. 1~~, P. pero en l'¡¡q) (:e I!lo,ir .1!l!ps ('1 hijr" In~ !l{'-
I'('drro:¡ insliluidllS !rll!,!Il 1:1 Uo)),'lrt/1I1 !!()_t,~f',qiO secllnd'lIlt 1~!J:/7as.-L 12,
p, de IUfI. rUJI, el ¡·rrit.lc.;t.. H,. XXY¡n, ;1.
(:1) L.l!.d,~url.et p~i:;11J1l1ll., n., XXVlll,:!.
1\) L IH, \11'. 1) •• Ile lJ. JI. ('mi/m Uú(~'as, D" XXYHI, L-L. l\l,
{{¡J' [tÚ, ct llU~lhum,. D., XXVIII, :J,
HIS'l'OlUA
timas voluutades, vaHn sin e:nbargo el testamento; pero la l,y
concedia una parte á Jos descendientes preferidos (1), sábia dis~
posicion que cuidaba de sagrados intereses para salvarlos de la
indiferencia ó del olvido dpl testador.
El pretor fué aun mas Ipjos que el derecho civil, pues no so~
lamente protegió el derecho de los miembros de la familia contra·
la absoluta voluntad del testador, sino que estendió su protec-
cion á todos los que eran parientes del testador, aun cuando hu~
biesen salido de la familia. Y cuando el testador se olvidaba de
desheredar á los hijos que no estaban ya en su familia, á su hi~
ja ó á sus nietos, el pretor daba á cualquiera de estos descen-
dientes suyos la poses ion de bienes contra faúulas, y el inter-
dicto tjuorum bonorum. Con esta protccrion pretoriana empeza~
ron á prevalecer cada dia mas los vínculos de la sangre sobre la
arbitrariedad del testador (2); en el pro~reso de ideas mas hu-
manas se llegó en.,tiempo de la república á dar á los heredel'os
exheredados, no ya una acrian, sino lmll queja, CJuerella inoffi-
ciosi (3) contra el testamento que les desheredaba. Se supuso que
el padre que sin justa causa habia mal"cado á uno de sus hijos
con el sello infamante de la desheredacion, y que así habia vio-
lado el officium picfatis, no estaba en su juicio. Por esta razon,
cuando fa CJu(>ja parecia fundada, los centunyiros anulaban el
testamento como si estuviera hecho por una pel'sona incapaz (..J).
Anulado el testamento, pasaba la herencia aúlntCJ"lalo á los he-
red('ros suyos.
Esponiendo la querella inofficiüssi"á los azares de un proceso á
todo testamento en que no fueran instituidos (.5) los hel'edcl'Os
suyos, sugirió la idea de desinteresados hasta cierto punto, ase-
gurándoles una parte determinada. Esta parte, á imitaeian sin du-
da de la cuarta fuJeidia, se ítjó eD la cuarta de los bienes here~i-

(1) {iaius, JI, l:H. ce!crélS H~ro libcrorum p('r~onas, si pr:etcrierilles-


tator valrt 1('~tllmrntllm.
Prmlrritre ¡slre pel"SOllm srriptis hprediblls adercs~
r/mt, si 5¡¿i institllti sint, in virilem; si extranei in dimidiüm.-U1j1.,
:XXII, 17, 20,-lnst., IJ. 1:1, pro
(2) Cuj., üdtit. D., de lnm.J!o8S. rontratabulaJ etde leualisprU's.
Ir/ndis in opp. (pd. Fabrol; t. IV. p. 11, p. 26, 86). Gaius, IJ, 1:1.').-
Elp" XXIII, 2-1.. 3, §. 9, de B. P. contl'a tabulas. -Vlr., n., XXVII,
l. ~i patrr alkujus prfvenerit in adoplivam familiam, Hlios non, an patris
~ui in adoplira famili,l mor!ui hOflorum [Josscssionem accipere POSSlt? J~t
nrbitror humaniorern csse hane ¡wnlcntjam, ut mius hie, fjuarnvis non sil
id eadcrn ramilla in fjua" paler, ad bonorurn posscssionem turnen cjus ad-
milla/ur.
(:1) Cic .• in Yrrr., 1, H"-Valerio ~Ia\imo, vn ,'1,5.
(i) L 2, de Inno{t. test,. n., Y, 2, L. 5, UlljUS aulr,m vcrbi de ¡no.
(fiejIJSO vis iIla es!, ¡Jueen' immNcntcJII se!'t idco et irulignc pfil'leritum
vel I'liam nlwrctlatiollc sUlflmoturn. rcsquc i 110 mlore defend", (Uf apull ju-
di("crn, ut vhlr,ltur iIle 'Ia.1si TllHI san¡c rncn/is ruissc quum I('stamentulJI
illll[IlC nrdinMet.-L. 6, $;i. 1; L. 17, Si. 1, ibirl.
O")) L. 1. n.. de lur¡{r. kH", V.2.-I, 1,1. 3, C. 1'11 .• codo tit., IL
1~.-L. 27. <.;. J., cod .• IJI. 28.
• DEL DEB.ECHO DE PROPIEDÁD. 12i
tarias. Dada esta parte á los herederos, no podia ser atacado el
testamento por la ljllerdla inol/ic/ossi (1).
Crear una legítima fué, PUC$, intro(hlCir la sucesion ab¡nles~
lato en la sucesion test.amcntaria, y hasta cierto punto identifi-
carlas una y otra.

(1) UlIl., 1. 8, ~. 11.-1);1111. 1, 23. n. de [¡wrr. test., Y, ~.-L. 30,


C. b. t.lns~ .• II, 11, §. 3 Y ss.
128 HISTORIA

DE LAS LEYES Iulia y- Pappi(l POPP/E.\. (1).

DEJA~DD á un lado los codlcilos y los fidL'icomisos, modos de t(';54


tamento natural, si ('~ (Iue pueden llamarse así, que l'cemplaw 4

ron Iu.s solemnidades del testamento civil, una simple lectum do


la instituta instruiril suiicientcmeote al lector, virndo en ella co-
mo Aus;usto 5~ em peúó en favorece,r eS,tas formas lluevas comu-
ne;; á todos los habitantes del Imperio, procurando a~:í destruir
pOl' la facWdud de estns las fOl'ma!ic1¡ulC's del antiguo derecho ei-
vil, mas estrictas, mas ri~orosJs, pero que hadan á los ciudada-
nos romanos un puebh cspc(:ial cn el Imperio, COl1 costumbn's y
leyes especí:¡Jc:" que le con.5erVab~Ul siempre á mJY0l' altura que
las naciones provinciales.
~Ie he arresu!'af}o á llegar á las notahles leyes por medio de
las cuale~ intentó Augnsto fu n dat' 1.1 mnun:'quía en las casturn-
h!'cs: Yoy ti 11a:)lal' á mis lectores de las leyes .T Ulill y l l appia
l)oppíl:~a.
Augusto, queriendo evitar la decadencia de Itatia (2), Y la
falta de POb!::lCio:1 qtle habian producido las gucl'l'as civiles, es-
peró remediar este mal incurable concediendo ventajas y pl"ivi-
legi'js ú los que contrajeron matrimonio, y castigando el celiba-
to, lo que hab!an cnsa.raflo [liltcs que él Jos censores (:3), y
CC.j:1l' (.1) por medios dií\~rcnte5, Augu'ito quiso a!Lanzarlo pDI'
los pt'emios y 105 castigos de la ley civil. Tal fué el oujet,o de la
ley .fulia y de la ley Pappia Pnppw,1, ¡('yes dctestu'Jas en homa
y (pJe no consiguieron S~l objeto pOI'quc no atacaron el mal en
su miz, y oprjmi(>nJo ¡.í li).') jndiyiduos HO pudieran ntíljar el

(1) H,'illf~"c·i'l; nd ¡'~."/NI1 !,¡!;l1m pt T'I1Ppirl'Jt Pnpp(!'mn, ,\OlstCI'r1illJ),


tí:!!;, in .-\..-.\. d' 1I1llllhuil:l'. Es,ni .Wf le droit d'allJ"uisse:nrnt, Jlar5cillp,
lB;}>.-Hu,,;!) H. (;. !'0, 2!).-J.
(2) L. HJ.. di! C(¡wl. ct f)~.'!r •• B., XXXV. 2.-Horacio, Epod. XVII
v, 11, ,~.-,.-SfmHtJ:'fle, lIi.;!. ¡;rc!¡;s., 1, ~.
(:JI F(',!lI~, V. 1I0X()i;Jt;.\I.-.\ G~lJ, ;J, 1~.- Lidi EJlit . • lib. lX.-CI)-
IU:lldle, 1, fL
~í) Dio t.:J~~ius, liJ:¡, XLlH,-Sw~! .. in Juliu, c. ~J.-.AI)p¡cn, lilJ. U.
DEL DERECHO DE PROPIEDAD. 129
inaudito refinamiento d{'l lujo, y la CODcentracion de la gran pro-
piedad que habian hecho á Italia patl'imonio de algunas fami-
lías. Cesar habia calculado mejor cuando repartió la Campania
entre veinte mil ciudadanos casados y que tuvieran tI'es hijos.
Era preciso sobre todo estimular la agricultu!'a y dividir la pro-
piedad. Las familias, que son la gran riqueza del Estado, se
hubieran multiplicado rápidamente con la riqueza de la tierra.
«Siempre que, dice Montesquieu, se halla un sitio en que
»puedcn 'vivir dos personas cómodamente, allí debe haber ma-
lItl'imonio: marcándolo así la misma naturaleza." (1)
Ni los premios, ni los castigos de la ley civil, bastan á pro-
porcionar la subsistencia y la seguridad necesarias para el desar-
rollo de las familias. Creando incapacidades, la ley no aumentó
el número de los matrimonios, consiguiendo tan solo aumentar
los ingresos del fisco, y multiplicar la infame raza de los de..
latores (2).

(1) Espiritu de las leyes, XXXII. 10,-Plinio, pauegir., 21.


(2) Tacito Aun, IIJ, 25 Jlelatum. Dí'inde de modcranda lege llappia
Popprea. quam senior Augustlls. post Julias rogatioues, incilandis crrlibum
prenis el üllgendo rerario sameral: nec ideo conjugill et educatioucs libe-
rllm fre((uenttlbanlur. prmvaliLla orbilale. Ceternm mullilurlo periclitanlium
gliscebat quum omnis domus delatorum interpretalionibus SlIbverleretur:
nlque ante bree flagiLiis, ita tune l('gibus laborabatur. Ibid. J ch. 2:8.

17
130 nTSTOnTA

CAPÍTULO XII.

CQXTINUACION.

LA ley prohibió á los senadores y [¡ sus ucscf>ndi('n!cs· contraer


matrimonio con mujeres manumitidas ó con las hislrionisns, ó
aquellns cuyo padre ó mad¡'c habian f'jl'l'ciJo nlgull oficio infa·
mante ; en cuanto á los dcmas illgCfllfOS, aunquü se los pl'ohibió
como á las selladores l'aShrSC {'Oil mnjcl'f's dt'sh'.mnulas, se les
pNmitió casarse con Ins que h¡¡lhm sido mnl!tuniti(1ns, dCl'ogan~
do {1St las antiguas CO::itulllor{'s (1).
La ley, ni proteje!' y estimula!' por todos los me(li()~ pmillles
el matrimonio, pl'Ocu(,() limittu' la fl'ceucllda de los divorcios (2);
favoreció las segundas l111pdus, restringió la atinidad (3), Y de-
claró nula toda condicion tcstamrntaria que fuese contraria al
matrimonio; QUUfiI ea legis nostrrr. fueril scnlenthe, l/i' fjllod Ofl/ 4

nino nllf'tii,~ impedim cntulIl irjeratur (.J). 1.:1 ley hizo aun mas;
sin respetar el antiguo derecho de la familia romana, dió ti la
mujer bajo la tutela de un pupilo, un tutal' ad !:oc (.5), . .\.drmn.'i el
maf!istl'Hdo pudo obligar al padre que se 0llonia ni mt\tl'ÍI,lOllio (le
sus hijos sin justa causa ti dejal'ios ('asarse,)' Severo dedar{) qne
em impedimrnta injusto cuando el padre rehusaba dotados.
Qui lil,el'O.f fjllOS ¡wúenl in potestate ]>m/ti/merunl ¡/u('('rc lf,I'Oa
res, I'el nuóerc, vel qui dolem dore fI{Jfl ¡'Ol/lll!, e.x cO/lftilflliont'
dimrulIi SCP(,I'i el Anlonil/i /Jt'!' proroflsules ¡ml:,\',;t!esqllc Juo¡,im;in 4

rum coguJllur in malri!llOlliufll collocare el dolare (G).

(1) "rin .• liu. n. c. t.


(2) IIt·in.! (l. 32t;,
(a) J!('jll., p. :)\0.
($.) L. 72, JI! Cnn1Jit, el DCllIonst., 1. 1\1, §. últ, D., XXXV, 2,-Ilcin.,
p. 2!lB I.'l ss.
(5) nI'. Xl, 20.
(ti) L. 19. D.. de R/t.llupl .• XXIII ••.
IrEL DERECHO DE PROPIEDAD. 131

CAPÍTULO XIII.

CO:'iTINUACION DEL CONCUBINATO (l).

ÁDE1IUS del matrimonio legítimo, sacrificándolo todo al deseo


de aumentar la poblacion, toleró la ley una union menos hon-
rosa; reconoció el concubinato (2), se pocHa elegir una concubi-
na entre las mujeres Con las cuales no estaba permitido casarse
legítimamente, destruyendo así con una mano lo que con tanto
tl'11bajo se edificaha con la otra, la con:;iderJcioll. del matrimo-
nio, El concubinato rué eonsiUerado pOl' la ley como una union
natural, pel'o no como una union civil; f'ra, como <1ieeIleineecio,
una especie de union morganática·(3). Los hijos no llevaban el
nomb¡'p del padl'e, no estaban bajo su potestad, y no le succ-
<lian; pero pOI' otl'O lado, no eran considerados como hastm'dos,
y podian recibir toda clase de bienes por testamento: la ley que
toleraba esta unían, no hubicl'll podido, n menos de se:!.' injusta,
pt'ival'les de la capacidad de adquirir.
Castigando la ley la viu~ez lo mismo que el celibato, solian
tomal' ulla concubina romo segunda mujer: de este modo se con~
scguia obedecer á las disposiciones legales sin da!' una madl'astm
á los hijos del prime¡' rnrrtrimonio; así lo hiciel'on Vespasiano (.t) ,
Antonino (á) Y Marco AUl'elio (()). Las leyes Pappia eran con-
sideradas como una da las bases uol Imperioj así que, aun ClWI1-
do estaban dispensados de su obediencia los emperadores, creian
que era deber suyo obedecerlas. Licet ('IÚIll lf'gibus sollitisimus,
dice Severo, attamem 1(';;i{Jll~' j,¡¡¡jo/lls (7).
Constantino, bajo la influencia de las ideas cristianas, atacó
directamente el concubinato, que se habia multiplicado dema-

(1) IIcincccius, ad. 1. Jul. eL Puppia Popp<ra, II. c. 4. Zimmern. R. G.


J, §~, 133. 13.~.
(i) J•. 4, ~. 1. n., de COlnw7)Ín .• XXV, 7,
(3) IIcin, ~y ~illta:;m. autiq., ap¡"ndit:c al lib. I. §, 47.
(.q SUd., VesJlwi" c.3,
(.») Julills Capiwlin., in .i.ntonino, c,8,
(6) llJ" in IJita Marci, c.2u.
(7) Inst.. 11, 11, §. últ. Lege.1 en 10:; cscritos de los jurisCOnlfUUO&
romanos úesignan sicmpre lns leyes Julia y Pllppia POppiD.
132 HISTORIA
siado en el Imperio para que se pudiese atfl('arl~ directamente.
Pl'ohibió al padre dejar nada á sus hijos naturales (1), y al mis-
mo tiempo les concedió la iegitimacion por subsiguiente matri-
monio, remedio momentáneo en el concepto de Constantino, y
que no debia tener efecto sino para lo pasado, pero que pe¡'pe-
tuado eu el código de sus sucesores, contribuyó á que conU·
nuase el concubinato que con dicha legitimncion pretendía evi-
tar (2); Prohibió igualmente tener concubinas á todas las per-
sonas notables por su rango ó por su posicion (rili ilIus/res,
clarissimi, spectabiles, perjt:ctissimi) , con el objeto de qlle die-
sen ejemplo á las clases inferiores (3). Pero sus sucesores fut'l'on
menos rígidos que él. Jllstininno consideraba aun el concubinato
como un ion lícita (4), y Leon ('1 filósofo fué el primero que le
abolió en Oriente (oS). En Occidente subsistió mucho mus hallán-
dose aun en las leyes de los lombardos y de los francos (G).

(1) T~. 1, e, TII. de naturalifJlls liúuis.-L. 2, C. J., V. 21.


(2) ))esid Heraldus. rerllm qiiotidianr, I. 4, 2.
(3) L. t. C. J., de Na!.. lib. Y, 21. Esta Iry cruel 1ll,1lIt1aba Íl las
concubinas devolver al marido (1 en su ddcrlo ni ¡lseo las donadoncs que
babi,lIl n-,~;ibido, sometiéndolas al tormento si habia duda de que Ius ol'ul-
laban.
(") J~. 5. C•• nd S. r:. OrfHinnum. f¡<lY •• 18, c. 5.
(5) l\'orel., V'onis, XCI, vrase IUlllhien .,'(J1J.flU y 90.
(6) Véase el Concilio de T(Jledo, 1, cap. 17. Si 'I1Iis haht'lIs uxorrm fillr-
Icm, conl'uhiuum hllbrut. non colllmulliec(. Ct'lcrum 'qui non IHluct U:Wrt'III,
el pro UlllrceOlltuhin,111l hahet. á (,()lrInlUniI)IH~ 11011 replJellalur: InntufIlllt
UOIUS mulieris, aul uIOriS, aul t'ollcubinre (ul ri placuerH) iiit conjufl-
tiolle cOlltenlu5.
DEL DERECHO DE PROPIEDAD. 133

CAPÍTULO XIV.

CO~TlNl1ACION ,-DE LOS I'R1VILEGIQS DE Li PATERNIDAD.

J.JAS le) es de Augusto no tm'ieron por csclusivo objeto conceder


\'cntnjas para estimuial' á los romanos á contraer matrimonio, si-
no que su lcgislacion tendia tambien á dar á los padres t.odos los
privilegios posibles, á premiar mas qne nada el tener hijos. Los
padre!' eran preferidos para el sPl'vicio de los empleos y para ob-
tener toda clase de honores (t). Se les permite obtener las mal;is-
tratnras antes de la edad determinada por las ¡l'¡Jes nnna[es, dis-
pens,lndo cada hijo de un nño (2). El que tenia tres hijos nacidos
en Roma, cuatl'o en Italia y cinco en las provincias, estaba exen-
to de toda carga personal (:1), Tambien se concedieron IJriyile-
gios á las madres, La ingénua que tenia tres hiJos, la méIDumi-
tida que tenia cuatro, salian de la tutela perpétua dc la familia ó
del patrono y se les conced¡a la libre disposicion de sus bienes y
el derecho de testDr (4).
"Fiel á su objeto, la lry prohibia á los maridos sin hijos do·
narse entre sí mas de la décima parte de sus bienes (derimn). Pero
en teniendo UD hijo) aun cuando no hubiese sobl'evido á Sil ¡ns·
crípcion en los registros públicos (lIominum pmfe.du) , porHan los
cónyuges donarse otra décima. Teniendo tres hijos permitian que
pudiesen donan:e los esposos recíprocamente todos sus bienes.
Los premios otol'gados fl los p<1drcs emn t<11es que «un cuando el
matrimonio hubirsc sido estéril, si uno de los cónyuges tenia hi-
jos de una unian ,lntcrior) podia rccihil' por donacion del otro una
dl~eima por rada hijo (."j). Cuando AUf!:usto instituyo heredera su-
ya por un t<,'!'cio ¡) Libia, madl't~ de dos hijos, y que por esta I'azon
no tenia derecho sino á llos dl'cimas , rogó al senado que la dis~

(1) I1rin"tHl L. l •. Jll1 1 ell'" lilltf 11, C.1[l, 6.-.\. (;elliu!l, 11, 15.
(2) Túrill), Ann, 11, ~il; f~l, HI,-rliniHs, EII. YII, lij.-L. 2,de Mi-
IUT., n. IV, ~.-lI!'in., p, 202r1 ss.
(:1) llcin., lih. 11, rapo 8.-.I111,eeal. (ltl, \", ~)(4. ::;1It. IX, Atulela e:Uusalllt
\ircri. el in f!I";l"ihu~ sU!IIt'IHIi." prior NI. qui prl'~t Lt nUlllt'rt1 libelOl"Ulll,
(.~) 1;1p. XXIX, 3.~-PIIl(al'co. in ,Y'lIM. FrOf.i, D:)~ilhcanllm. §. 15,
(;-ji el!'. xv, !I,-l'liuio, !'p, VIII. iR.
134 HISTORIÁ
pensase lo que sobraba desde las dos décimas que lal.y permitia;
el srnado In concedió eljlfs libcrum (1).
El mayor privilegio que se concedió á la patcmidad fué la M·
paddad de adquirir por testamento. Mientras que el celibatario
no podia adquil'ir nada por mas que fuese nombmdo heredero
en el testamento de una persona est¡'n.ña, y que los casados sin
hijos (orói) no podian adquirir sino la mitau de la dúnacion; el
hombre que tenia un hijo y In muJer que tuviese tres, podian mI·
quiril' cuanto se les drjusc en su testamento; ó de otl'O modo y mu-
chas veces auula 1)arte del cadUCllm como veremos mas nllc-
laDte.
«De qué te qurjas, dice el adúltero al marido en uim sátira
nde .Tuvénal:
Nullllffi ergo rncritum est ingratc, ae perfide, nullum,
Quad tibi iHiolus, vd 111ia nascitur ex mc'?
Tollis cnim, ct libris f1ctOl'um spargcl'c gaudcs.
Argumenta viri. Foribus suspendc coronas,
Jam pater es; dedimlls quod famre oppon(:l'C plJssis.
J ul'a parentis habes, prapter me scriberis Iwri'S;
LegatuJ12 Onllle capis llCC non el dulce caducullI;
Commoda prlTterea jUllgCltlUI' mulla caducis
Si numeru/lI, si tres illlpll'l'ero (2).
"LO.f romaNos, dice I1Jutarco, se casan)' tienen bijo¡j no para
tener hcrcdcl'Os sino para tCl1rl' herencias (3).

(l) f\uet., in a'lrJ., c. 101.-Dio Cassius LVI.


(t) .Tllhcnal, Sato IX, V. 82 el tlS.
(;1} ])!tttarco. '
nEL n"EnECHO DE rnOPIIm:iD. 135

--
CAPÍTULO XV.

CONTE'mACJON .-DEL CELIBATO.

y A desde los tiempos de la repúbli(la ~cntian


los romanos gran
repugnancia hacia el matrimonio i por mus que los CCDSOl'rS
amt>1l37.ahan Ú los célibes con imponerles mu!téls, ó inscribirles
ca l~lS tl'ibus urlxlllas, que CI'<\ una especie de Hfl'(;ntJ, ni pcnns
ni recompensas eran bastantrs pnra estimulul' á Iv:;. ciudadanos á
las uniones legítimas. El lujo y la dcprabacion de las mujeres, la
sumision y la facilidad de las esclavas y manumiti(bs, y los ha~
lagos de una vida licenciosa harían casi nccesal'Ío el concubi[la~
to. La pendiente era denwsiado reshaladiza para que fuese posi~
tIc contcnCl' el 111.11; !:t') costnrnlu'es triunfaban de las leyrs.
Añádase ú est\) que en medh de aquella eorrupdon los roma·
nos sé vanaglori<lban de S0r ricos y de no tener herrderos lmsta
el puntJ de al'l'Djal' de sn lado á S11S propios hijos (1). A nadie
se respH¡l!..m ni Cllllsidl'raha sino á los qtH~ poclian nomIll\1l' here-
derus. 'o rile tul/e Fiollla.> (',ristifJ/atuIJ/, oiee Ammiano .Marc('lIi~
"ao, quiu'Iuid (',r/r,l Ur!iI:I' ]Jo'murria natu11I f/li,I'.\'ct, pra'/a o,.úo,~ l.'t
"c('fi/lc,r, /lec (,!'l'di pus,I'e, (¡(lO ObSNjllOrUfI1 dil'crsitalc culti sint 1m.
"mincs sine !i!Jeri,\', ut his, Ijlfi pafrt'S f/lCrillt, [{(ofjuam in capila
o,f}/(,lldlcol'flIll crr:libcs domill(lf'Cfllur (::!),
Srr e~liLe era una garantía de srgnridad cuando reioüban ma·
los pl'íneipes. Todns cspcrahan p~\J'a hcrl'dmlos la muerte de los
edibes y pOI' In mbmo todos teni;¡n illt.r!'l>s Cll ser\'il'le para tenrr
ll.l;..!una parte en d tE'jt,l:llcnto, y si huhit'l'an sido pndres de fa·
milia lc hubicl'an pen-:iido aClls:lIldnle de I~sa J11fl.grstatl (3).
·\l:,..:nsto prohibió ¡¡!le los célilll's pudiesen adquiJ'iL' nada pOl'
t~l testamento d~ un C'xtranj('l'o, 6. no sel' CInc eUlllf'liesen ('on lo

(1) Hl'int'{", (Id 1" /" .JI)(, el l}app, l}"PP" p, :H~,


(t) ,\'¡illHlillllJ :'.Lm'"llil1, Xi '" 1\1.-1'I01I1Lo, Mil'lS {jlurivwS: J !1ft. 111,
se(', l, v. \r::l y siguie¡ll\~,-T;JdLll, AUII. XY, Hl, de ,~lurib, GL'rlH" 20,
1,:)1 T:!t.:i!I>, Al!.'l, XilI, ,Y?',-VaL ~~;IX, VI.:1,
136 HISTORIA

mandado en la ley casándose en el 'término de cien dias; de la


que provino el epigrama de Marcial:

Qure legis causa nupsit tibi Lrelia Quinte


Uxorem potest hane dicere legitimam (l).

Esta incapacidad duró hasta el emperador Constantino que


abolió casi todo cuanto se mandaba en la ley Julia y Pappia Po-
ppre tao contraria á las ideas cristianas (2). No era obligando á los
hombres á contraer matrimonio con la esperanza de la recompen-
sa ni el miedo del castigo como el divino maestro elevaba á tan
alta dignidad la union de Jos esposos cristianos, sino reprimien-
do los deseos desenfrenados de los sentidos, por la perfeeeion del
celibato y de la virginidad, uDion aun mas grande y mas sao-
ta que el matrimonio, la union del alma y de Dios. A/iud est, di-
ce Tertuliano, si el apud Christum legilms JulHs (1gi credul1t, el
existimant crelibes el OlLas ex teslamefllo Dei solidum non posse
capere (3).

(I) Marcial, Epigramm. V. '15. Los celihes y los orbi (casados sin hijos)
pudieron adquirir por fideicomiso hasta qlle, en tiempo de Vespasiano, el se-
nadoconsulto Pegasiano estendió á los fideieomisos líl prohihícion que tenían
los célibes y los orbi de adquirir por testamento. Esto mismo dice GayolJ, 286.
(2) L. 1, C. Th .• de infirm. prenis, cmlib.
(~J) Tertuliano. de ,llonogamia, p. 58'J, edicion de Beatus-Rheotlnus.
DEL DERECHO DE PROl'IEnÁD. 137

CAPÍTULO XVI.

DE LOS caduca (1).

AL mismo tiempo que las leyes combatian el celibato, procuraban


estimular el nacimiento de hijos asignando In parte que COl'l'ps·
pondia á los incapaces, iÍ los padJ'{ls instituitlo3 herederos ó le·
gatal'i6S en el mismo testamento (:2).
I~a su cesio n testamentaria ó el le~a du dejado al célibe, la mi·
tau del que el testador dejaba nI m-bus, In que eseedia las deci-
lJI{e que pueden legal'se recíp¡'ocamentc los esposos sin hijos, ('o
una pfl l 1bra , cuanto la ley niega á los instituidos en razon de lns
incapacidades que ha creado, son parte del testamento caducad[ls
(caduca) (3), y por esta razon cOI'r{'sponden á los flue in {eslallu'fl·
lo IihNOS /wbent, La lf'.y Julia riceúmar;rl intl'odujo para aUl11en-
tal' los ingresos del 11sco sin duda, que las tabulm se nbl'iel'un so-
lemnemente, y prohibió accpt,[ll' la herencia antes de licuar esta
t'ormdlhlad. Nadie estaba de ella (lsceptuauo sino el heredero su~
yo (4), y el instituido e.t' a.o·(~ cuya incapacidad nnda interesaba
al fisco (5). Hetardando la ley Yiccsimada el efedo del testamcn-

(t) Iloltius, sobre el. derecho tl(~ (laecer, T.I1,ja, tlH7.-Rudolll'., Yebl'r
die éa¡[¡ACOrUm vind¡'eutio. en rl (!iario .lc Sarip;ny. t. VI. p. 896 el. si;.;.-
A. d'IJaulhuil1r, enSU!lo sobre el derecho de acret'cr, Marsella, HI3~.­
;U,'Ifl'zoll, §. 207 'Y ~igl1ienlrs.
(2) l':slc privilegio 110 alc;lllZal:a á las mO,.lrrs. raro fr., §. H15. Ex fi-
lia lIe 1)OIt's lIon "rodl'.~se ad lult'la~ liherationrm sil'ufi lIt'e ,lfl radueornm
yindicaliolll'm p:llnm ('~t, nisi I/Iihi proIJonas ("\ nll'rano [lra'torillno son'-
rllm a\'lIrn ('lft'(~1tlfll. TUlle en;rn, SPtllTH]UllI (lralio!l('lll Ud lUarci ......... id
hlllwhil :lrus, '1uud habet in IlC pOlihus ex filio IliItiS.
(:1) rlp. XVII, 1. QuoIl fluis sibi tl'stalncnto rl'lklum ¡11I tlt ,inrI' l~i­
"'iJi capen' pnssit. a1if]ua Cl: ('UtlS;¡ lIon crperit. cluhll'HIll :lPlwllalllf, wlu-
f.i crcidcrit. ah eo: Verbi gralia. si cwlihi vel L;ll;llnJuniallu !l'galulII ftH'-
rit, llrc iulra llirs ('enlual \'{'l c;l'lehs l{'~i p'ln1rrU. vd LaLillll-; jus 1)lIiri-
lium conseelltll~ sit; ¡llIt si ex parte Iwres snil'tLls "el 1t';;;ltarius anll' apcr-
las lallulas dt'o'sst'rit, ve! ]I~re¡!('r rilctu~ sil.
(i.) L. 3, C. de jure deJih. Tt'lHjuro y Valentiniallo estcnuwroll {'~la C~­
cf'pcion á tlJdos los ,Iescendicn(cs del tc~tat1or siu dislindull ul.:;una. L. ún.,
C. de isqui ante aJlcrr.
(á) 1. l. ~. 4. D, de juris el racli ignorantin.
18
138 HIsrORB,
to desde el aia de la muerte del testadol' nI dia en quc se nhl'Ían
bs InlJ/ll'e (1), hubo tamhien incapacidades intermedias que asi~
mismo se llamaron cadu('{[ (2). Yeamos nhol'u como se aplicó el
privH0gio de la ley. CJtluC':1das csta:5 pJrtes, la ley las (listribuyó
ent.re los herederos instit¡.idos en el mismo testamento cuando
teni.1n hijos, y ¡) falta de hCJ'cd~ros privilegüdos, entre Jos le~
g'-1.tnrios qu'~ tnvicsrn hijos (:1). (hlyo h;t sido el {fU3 ha revelado_
(':;tas disposici0!leS de la lry Pappia hasta entonces poco cono-
cida (1).
A falta de padres pI ff'rnl'illm rcvindicaba los raduca: l!t si
/, pri('i!t'giis ¡m/mm ce,wrelur, yclut pnrcl1s omninm popullls va·
cantia tcncret (;',). Todos ('itas hie~C's C:lUUC03 yinieron á parar ni
fiseo; pues Caracalla abolió el privil?gio oc 111 paternidad sin su-
primil' las incapacidades le:~~¡}es, heredando el fi~co todos los ca-
{"t('a (fi).
Trl1jU!10 dulcifleó el rigor de estas leyes crulllcarie (así se lla-
ma frecuentemente la ley Julia) dando al incapaz que se denun-

(1) Ulpinnlls XXIV J 31. f.e2;Il!OI'UIti qUiT' ¡lUrr ycl in tliem rrrtum re-
¡id!l snnt J ¡J;['~ ccdit. IInl111110 quitll'rn jure, ex morte {rsralori, lempor/';
pl'r Iq::wI nutrlll POlppi[!l;¡ Poppa'am, ex: apcrlis tuhulis te~lilmcnti, po-
rU1Jl vero 1!lP~ sub I;ond¡~i!)ile rclid;¡ sunt. ('llm conditio f'1:titerif,
(2) Pipiar)!) l. 21. l~l le.~t:¡aH'Il!O Ú Ililrt¡~ di': ti illl'alidado nnfl's de la
fJllwrle del Irstf¡;Jor. rué rOf)si:1cr;¡r!r) t~r:lbif'n ('om!) cildu('() , in ClliUQ en-
dui.-J .. 3. D. !le !lis f{ 1m pro n'Jn ,H,tipti,~.-L 50,:\), ~. D. de Contlit.
et 1)CIll.-Y. d·lI,lll!.huill~, p. t1~) et s'.-~lilr('nll. §. 2i19.
(3) Hahia sin e!JJ~):1rg;) una ('scepcion rn fa'¡'(lr {le los padr<!s (I('J !CSlil-
Ibr, Ú fJU;(,il se cOllscrnJ el anfiguo J"rrch/j d~ acrecer, .1J./s rmtir/rlllm.
j/'>rn libf.'ri, el parrlltihu, \('"I:\10I"i5 u~q\lC ad [crlium gmuum !ex: l'appi::l
jU'i 1l11lir¡uu:n (],!rllt. nt, here,lihllS ¡Ilis irisLitutis, ([uod tluis c\: eo Il'sl,1-
m~~lo nun ('apit, (1'1 lJ/jS p,'!rti[lf':lt, aut lutUill, cut el parte, ¡¡fout per-
IjlL':'e jlll'isit. Hlp .• Fm,'/IJI. XV(li.
(-t) f;;¡i¡l~ JI. 2!l'i. ()H,] aatl'~,¡ ¡)¡~i;H'15. (le(i"¡~n!is j1nr(inn:>!U in I)('r
,1¡¡iflnali'HleIJ) f!l\id~'rn 1/'[1:1[') in h~'r~lli¡!lI(~ rl'~inl'ri, in ]IN yinrlil'i'I!ionp,iI
vcr!) c(¡I(~g'nf:lrj'l '-1LlaC;iCl'I'l', :ldmOfl('lldi sm!ltl.~ rjiJt,(~ II'grm Pllppiam ,¡Ul'e
d"ili ila flli.;~p: ;u:.[ 11'(1:¡'iIl 'I'ro !l;'ppiilill ']:l!ltirntis jlorliu l'adaca fit et
ad POS ¡If'rlind T:! j:¡ 1('~t:l!ill'lltl) liLp!'i)S haLI~Ilt.
207. Et ql!J.nl,i,~ prima cal1~<1 sil in r:duds ,inrJi('¡tndi~ hcrrtlcm lihe-
ros ha:¡en{ilJ:Jl. ¡J,;i!HJ,) si hert~.l(·s lihero .. non hrtlwanl. tc,,:¡larionJliI Jibr.-
ros h:Jbcn!ill¡:¡; 1,\:lll'rI ipsa h';.:c l'appi:t sig;¡i~icallir lit ('()I\cgalarins ('orl-
jlln~!II:;, !'; liiH~r.'H inl)(';¡!. pOli')r ~¡ hercdill\ls ()IL1nl si liuf'rúS hnlll'bunl.
:!illi. Srd plllris1]l!I! p! II'!I;I qUHIIIll11 ;:d IJlu,: j!¡.; '1;1!!1 ll',~!) P.1Ppi¡¡ eonjlllll'-
,::.; c,)[b~II¡¡:luir, llihillnlr're,ise utJ'll!ll per "Illdiealio¡:cill un I'~I' uatJln;¡tiOlll'ra
I~;.:a[ulll sil.
tn. C:el¡¡)f).~ Ijlli p'r 1l',~:"11 Jill:üill J¡;'l'('rli~ltcs 1:';'::I!:H]aI) t':lp!~rc pro:,i-
h~lJ~llr, oLnl!i Jr'>'nrn:!l-~q údr]¡¡Hllllr C,1]J~rc pi)~se. Hcm or)¡i qlli Iwr lt\~\·;¡¡
P,I"pia,:I, 0:1 id 'pI1:1 11111']"" lloa /¡;¡'IPnl, d:lll;t!;:LS ['arli's hr'rrdi!,'¡llUlI h';'::I-
Il)rnmqnl Jl.~rdll:1l, nli,tl ~¡¡Iida fl'k¡UI;JI¡lIi~~a ,-irle'l,l11!nr l'a!lrrl~ :I¡J:L'C. Sl'd
jll)';[f';1 ~:'rl,IL;lr CI),Lill:¡11 1\'::nii;¡;¡11 pf'l'in,!(' nlh'i('I):nrlli~q quol[ue nc 1,Ignta
h'rl~llit;¡kslJ111' t:il;ln.' jlns.,¡, pr\l:liiJi!i ~'¡1'11, ca '111o~ Iran,lalll ~UJlt ad pos qui
h"!;lIflf'lILo 1¡!~,'I"H h¡dwl. ¡¡lit ~i 1'lJn(¡~ !il)t'rll~ h;¡!W!'lIllt, ¡Id l¡:Jjlulu¡:I, si-
nl¡i .;ltr:~ ("! :n 1"~iLI's d, ¡lllwl',!dJl.ltillll~.-l;li'., XXV, 17.
1,:)) 'I'¡'i"Íj,;¡ •• \IIU. lB, =.!:l.
(Ii) tip. XVII h',.lif! bl ffllbtitutioOl' i:nlJ~'r¡¡t(lri,~ ~\n¡nnilli (Illlnia caduca
(.1 •. ,:.) \;[1 ~'!: ,n/u" .'d s;.!I')¡.!'; ,j"rJ 'lIl(t;.;U I Idl'::,,; n ¡ja¡::ll~ibua.
DEI, DEHECHO DE PnOPIED.\n. 139
ciaba á sí mismo al crnrio la mitad que la Iry dHba ni delator (1).
Ohtener por las Ic)'c~.y las costumbres lo qne los malos príncipes
no pocJian m-rancnr sino por medio de infami<ls y deJaciont's, es 10
que en el imperio rumano distinguió á lus buenos emperadores
de los tiranos.
Constan tillO disminuHl cOllsiclcrnblernentc los caSliS cmlu- ce
cidad, volviendo á !os c('libe:;; y il los orbi la plelln c{lpacidad dl'
nd(lUil'ir por testamento (2). JllstinimlO aboiió los últimos \'('~ti­
gios de este derecho (3).

(1) Plinio, pOllc{Jir :~6. Fragr:l. df!- Jure (¡sr. 53. Jus Jl<lln:m I1()1l mil:\lÍ-
tur, si se is deferll!. qui solillurn id. l¡wHI rclicllllTl es!, cnpcre non potc~l. s;¡-
He ~i post diClIl cClltcsiOllllU ¡Jalres Cü¡!ucmJ1 \'llilliecDt, 01l111i1l0 flsclI torus I<I;U
esto
(':!) L C. ¡lc l'¡l'nis orlJ.
l3) L. ún., C.
140 HISTORIA
.!lILi miX:;,:

CAPÍTULO XVII.

DU DERECHO DE ACHECER.

'A"TES de la ley Pappia Popprea (ll del'rcho de aCl'eCEr era simplo


y tal cual lo exigía la naturaleza misma del legado. Cuando un
individuo en cuyo fayOl' disponia el lcstanor de Ulla parte de la
hCl'eneia n') la tomaha, nccesariamf'ntc dehia recaer toda en el
que Iwbia sido con ti nombrado solidariamente'. A falta de los
Ilombrndos solidarinmente, (lucclaLa la parte llD tomnda ti favor
elel que estaha cn('(lrgado de la ('jecllcivn de los Irgados. 'Eljus cadu-
ca ~'illdical1di se fundó en otrn hase absolutamente diferellte de la
dd llamamiento sDlidario. FLlé un favor especial concedido por
la ley á un individuo, que segun las reglas del dL'l'ccho civil, no
tenia á (~I derecho alguno. El lbmamiento solidario depEndia ah·
solutamcnte del testamento; su durcho c5taba fllndado en su
pI'opio título; el otro, por el contral'Ío, h,dJia sustituido por la
ley tí la persona declarada incapaz. El llamamiento solidario no
obligaba á nin,~ulla de las cnrgas impn~st¡¡s al co!cgíltario, por-
que (~I no rcpresentJba mas (fue á 5í mismo; pero pOI' la mi~mn
rnzon UD podia !'elluueim al íHTccimicllto de la parte caducada,
puesto que hubiera sido renuncia]' <i su mismo kgadn, no ~;iÜlldo
el jI/s rres(;('ndi, á dt'{'ir verdad, sino r! jll,~ non t!('crC.f('('IUh, pa·
ra hablar <~n el lenguaje de los :,.:losaclol't'5; pOI' d contrario d
bustituido pel' la lry cudu('nl'ia, 110 estaba obligmlo á aceptar el
¿¡en'cimiento (la ley 110 Ir oLli!:!"aha) y ('ra preLiso rdvínc1icar]a
parle cadlleada p¡¡nl oufeol'r1a); pero ulla H'y' ohtenido, d 5US-
tituto repl'('s<'lltaha tí la pnsOIlu á quien r('emplazaba) y ('omo
('j{'I'Cia todos los UCrl'CllOS, estaba sometido á todélS las cargas del
1<',!.!tltíJrio. ·En el {krt'l'hn c¡"iI 110 tenia, pUfoS, lU~(11' d acreci-
mif'nto 5:no l'unndo !whinn .sido lI[ullmlos solidarbmentc los dos
{'()J¡>gtltarios; ('uilIldo l')(ln ('()njllflctil'l', la ('onjnnrion pummrntr
\'('rlml, no ¡¡,lIla tle)"¡'l'lio de :lnrl'I'!'; llU('~to (ltlC supOldíl ncel':'.a-
riallll'utc uml di\'i~;:O;l ele legados, tumo pUl' elempio, la qlle
~e huda ('ulu::: h'~~i\dIJS de <,bligarioll: dafliltatil) jJllrlt's I(lCi!, se
Jeda.
DEL DERECHO DE PROPIEDÁD. 141
1.a ley Pappia que pm'tia de un punto diferente, trastornó
el derecho civil, y dió el primel' lugm' ti los I'f'rbi,r coniuncti. La
intencion presunt..1. del testadO!' sr hizo superior á la nuturalt'za
del legado. Dice Gayo: Pleri.rrfl!e p!aquil, qualltUJJl ad hoe jlls
qllod lq;e PilPpia cOfljuntis constitllílu,., n:1ul illlase ultJ'llIJl per
~'¡'ldiC(itio(jCIll an per d((fl/lIat¡'onem ll';;allllll sito
Cuando Justiniano abolió la lcgislacion de los caducas, en lu-
gar de volver á la antigua simplicidad del derecho de acrecer,
introduJo un del'echo misto fundado en la voluntad presunta del
te~tador, y en el que ~e encucntl'an al lado de la antiguá teol'ía
algunos principios de las leyes c{J{!ucmüe, así que el colegat.ario
re tantlllll conjU/lclUS tielle derecho al acred miento sine Oll{'re (1);
pero el !!erbis COl/jl/IIClUS toma el legado con todas sus cargas. La
ley de ;Justininno que ha uado lugar:l tantos sistemns sobre el
derecho de acrecer, es sencilla y fJcil csplicada desde el punto
de vista de la ley Puppia. Re cOlljuncti videntur, non ctiam ver-
bis, quum dnobus separatim eaden res leg~ltnr. (Este es ellega-
do pel'vindicationem, en el íjlU' se lega ti cada tino separauamente
una misma COS:l) iteffi verbls non etiam re Titio ct Se lo fun-
dum ccquís partibus do lego: quoniam scmper (desde SIL od-
ien) partes hubent legatari. Pl'a:~fé'rtU!' L.!jitur omnímodo cetc-
ris (ti todos lo.\" demas padre.\" qui intesta mento liberas habcnt),
qui l't re et verbís conjunctus sito Quod si re tantUI11 conjunctus
sit, COllstat non ese potiOl'cm. (No se le prefiere d los otros fa.
dn~s.; Si Yero "cruis quh1cm conJunctus sit, re nutem non: (jures-
tiones est an conjtmetns potior sH? Et magis est al ipsc prafera-
tUl' (2). Esta lt'gisJacion de ;rustiniano, tanto mas oscura Cllanto
que Tribonümo habia nu'iado en ella el verdadero sentido de las
disposiciOlH'~ de b. lc.c caducaria, ha silla la interminahle Cllt'S·
tion de los jurisconsultos modernos. "La TltitllJ'tJ!e::.a dd derecho
"de ac,eccr, dice Domat, se luz hecho tan dl/leil, que algwlO.\' i/l-
"u:'lJrctes han dicho que no llar nada CI/ el den'ellO Ijue /0 H'{l
¡,tanlo.» (3). No podia eH efecto resolverse acel'tadamente esta
cuestion mientras se buscase en simples ruciol'inios una solucion
que solo pocHa dür la hhitoria.
No quiero cansar teuio á mis Irctol'es Con este laberinto de
g)OSllS y de comentnrios, y paso á tmtar de la mas política de
las leyes chiles; la de la succ:,ion alJiutt·::;tato.

(') §. tt. C. de caduco toli.


(2) L.I12 de V. S.
(3) Domnt, Leyes cit'ilu, lib. 111. lit, J, se!' U.
IIISTonf.l

CAP!TULQ XVIII.

CUAL FUE EJ. I'RIXCIPIO DF.L DERECHO DE SUCESION l:NTRE LOS


ROllANOS (1).

E_'i los pneblo:; rnode!'nos, el {Iefecho de sncesion f'sttí.- fund;rdo


eri bs vínclllo~ C" la sangre. Nndll, en efecto, parece mas ron-
v('ni~llte qll(', trn~",.,¡tii' los bienrs á aquellos il <luipnes la comuni-
dad de 01 íjC'1l Y la f;lmiliaridad de la vida ha debido colocar en
primer Ingill' f'n el C1l'iÜO del difunto. Nuestl'a su('esioll es en
cicrto rnodn tm testamento presunto en que la ley Jmhla á falta
del testadO!'; no fué así entre los primeros romanos.
Cuanuo e: ciudadano moría sin haber dispuesto de sus hie-
nes por testamento, la sueesion pertellecía toda á la fAMILIA;
y la familia en los tiempos antiguos no se fllndab:t como hoy en
la union indisoluble que el lJn.('imiento rstablecc entre el padre y
Ja Ilija, entre la madre y el hijo. La familia entre los romanos
era una condicion civil y política (status, cripta), independien-
te del nacimiento y de la sangre, en una palabra, de la misma
nntul'alf'zn que la condicion de hombre libre ó de ciudadano.
Tenemos tl'l~S estados civiles, dijo el jurisconsulto: la libertad,
la eiudndanía, la familia (j).
La familia trnia su fundamento en el pode!' paternal, y no
('n el YÍnculo de la sangre; así que, el hijo nncido de matrimonio,
ó el hiJo ndoptiyo, ó la mt1jcI' in Illanll, los tres hajo la misma
potestad, tienen igual derecho á la sucesion dd palt'r jam;-
!iaJ' (3); Y el hijo dado en adopcion ó emancipado, y la hija

1) i\hrczoll, §. 68-60, 18L-Gans, Erbrecht, 1. n, t. 326 Ysigo


[2) Cllpitis ~jill1inulior:is fria SUllt g!'ncra: rrHn:s'lma, mp¡Jia, mini m....
l'ria enim sl/nt qure h(1bcml/,~. Jibel'latem, cil'¡'[nlem, ¡izmiUnm. JgHllr
curn omnia IIi[~e amillimu.,>, hoc est lilJcr[alcm, f'ivHatern, farniliarn, ma-
limlln l'~S[l capilis dilldllutiollC'm; rUIlI \'lWIJ arnittillltls civiliilcm, Iibert.1-
Ir.m rr[ilwnlus, tIIedi ... m rS3P eaJlHb¡ t!imilllltiollcm; CUtll cllilH'rUls el ti-
vit,:s rC'lillctur, ramilia tanlu/II 111 11 t... 1111' , mi¡¡illlilO essc rapili." ~Jjlllinllti{l­
lIf'H1 cous/aL Paul, L. 11, de cap. mút., n., IV. 5.-Gaus, ErLrccht,lI.
3:W.-MarezoJl, §. 5i.
(3} Coll. Ley, mOJ., XVr,3, -i., sui hCrNlc¡¡ sunl hi: primo loco filiu!!,
m¡l! I In IlOtcslatcJn flatrls constltuli j J1CC inleresl aJoptivj sillt un J]atu ..
])"F.L DEP.ICRO fJF. PI\üPIEDAD. 143
que casándose ha pasado ti otl'[\ famWa, ni snlir de la patria po-
testad Ilan perdido sucondil'icn eh-il (capile mi:lUlltur))' su de-
rccho de sucesion, porque Ó s!}n jefes ó miembl'0S de otra fa-
milia, y no se puede trl":.el' mas que una familia (1St como 110 se
tiene m{!s qne una patria. El poder paternal era de tal modo la
base del dcrC'eho de familia y del dC¡'C'cho de sucesion , siempre
SUbol'dinado á la condiejoll política de la familia, que los 1I('l'c-
deros suyos (sui hrrede,f) sucedian aunque no quisieran ni
paler !mllif¡ris: oltlni/JIodo sil'C pclliflt sj¡'c lIofint 1 tam ab intesta-
lO fjU(lfil est testamrnlos herct!c,\'jiunt (1). Eran herc(leros nec('~a­
l'ios (sui el flcct'ssa,.li) como el C'sclavo, y era necesaria la ínter-
ycnCÍon bienhechora del pretor para permitirle abstenerse de una
herencia oncl'osa. En una al'istocl'ácia como el patriciado, em
llna nercsitlud política y rclij¡o2u que no se concluyesen nunca
las familia3.

fales. el sccunJum ¡eGen Juliam PlIppiamvr, qures!i, w;:,do l!l<1rJcant ir¡


ll()[es!aie.
(1) Gilills 1::i1.-r1r., -XVfI, ::H. filler l\C1'c~sari()s her('J('~. id f·~t, ~er­
'Vos t:1l1ll libe¡'laie li{'l'(;dl'-, ,~ni¡)!os, et SU0S rl. net:c~s:lri(]~, ill f'st ¡ibero;;(lui
in po!rslale 5unl. jur,~ d,.¡li ni!dl in,errsl; n:l!1l u(riqlle etiam inviti he-
ITIIl'.~ 5l!:Ü. Sp,¡ jure pr;:~!orill sais et ll,'t'ess;\;'iis lWJ'I'.l!:)'IS (\!J~!illere S~ a
pnrenlis lWfcjilatr peri1liltill1l'; ¡¡,->n's1ri':'~ lllltrm l.:lntutll hcrcdihus aLsti-
nCíI!1i potcSI¡¡s 1l01l datur, lIiS!., 11, 19, §.2.
144 IITSTORTA

CAPITULO XIX.

DEL DER'EClIO DE SlJCP.SIO~ SEGU:"l' u. f¡,j' de las Doce Tablas.

EL sistema de la ley de las Doce 1'aUas manifiesta clara y


tinta mente el espíritu de la legislacían romana.
dis~
Si el padre de familia muere sin testar, los herederos suyos
(.mi heredes), sin distincion de e¡]ad ni de sexo, sea que estén
bajo su potestad pOI' nacimiento, por adopcion, o pOI' I1lUllllS, se
l'cparten en porciones iguales, en stilpcs, todo lo que constituye
el patrimonio dci difunto.
Si no hay herederos suyos, pasa la sucesion á 103 agnados,
que son los único:; que constituyen entonces la familia (1). AST
SI INTESTATO ilIOIHTlJ1\, cm SllUS HEUES :iEC seIT, ADGSATL'S
PRDCSDIVS l?A'ITLJ.UI UARETO.
Los agnados sucedían en razon de la proximidad de grado,
por rabczas y sin distincion de sexo (2). Cuando el mas próximo
agnado no aceptaba la hcrenein, niogun otro agnado tenia de-
recho á ella, y lo que es mas estl'aÍÍo , toda la herencia pertcne~
cia al p¡'imcl' ocupante, y se preset"ibia por un año de posesiono
Ratio, dice Gaius, fjuod voluerullt velero maturius llert'ditatcs
adiri, ut esscnt qui sacra/acerent, r¡llorum IlIis temporilms Sllm~

(1) Jure proprio, dice Ulpiano, filmiliam dicimus piures persona, qu:c
sun! sub unius pI)(cslate, aut natura. aut jure subjf'clre, ut Vula JlOltrem-
familias, maLremramilias, "filiumfamiliils, Iiliamf:unilias, quique tlejnceps
vicem c:¡rum sequrltur. ut pO'e nepotes et neplrs eL tlcinc{'ps.-CoHlmu~
ni jure familiam dirimus omniufn agllatorum: hanc clsi patrefalllilills morfu
singuli singulas r,1milias habrnl, lHllen omoes qui sub ,.unius Jlolt'.~tate
fuerllnt rerle ejusdem fatllilile appellahlln(ur, 'Iui Cl cadem ¡fomo et gen-
te profliti .~Ullt. L. 19,j. D., de V. S,-~, 1, Iust., de Leg, agnllt. tuL,
l, 15,-.\larczoll: §. 6ij.-Gallll Erbrecht, JI, 366 Y siguientes.
(2) Ulpillllfl, XXVI, S. Si plurrs eodcm gradu sint agnati. et qllldam
eorurn Iwredila!crn lid se pel'tillcre Jlolul'rint, "cl anlequam l¡dicrinl, dt:-
cI'ssrrinl, e(¡rum Jlllrs adel't~sdt his 'luí IHlierunl. Quod si llcmo ('OI'lIm
ndirrit, lid insrqUl!n!WI grlldum ('l Il'ge hcrcditas non trnsrnititllr, quo-
ni:trn in IegiLimis hercditlllilms sut'Ccssio non est.-Paul IV. 8,2;1, Jn he-
f('fIHale It'gitima stlccrssiolli luells non esl. Et Ideo rl'lllre (Ircedenle ante-
qnarn ade;!! aut repudiet hcredilatcm pntrls lillus alimitti non pote¡¡!, qula
omnis S!\cc{'~.~il) prucsimlori Jefl'rlur,-.. Gaius, 111, 11-12.
DEL DERECRO tlE l'!\OPIEDAD. 145
ma Obser'1atio fuit; el' lit credltores haberent á quo SUllm COI/U"
quetentur (1).
Estando siempre las mujeres in manu Ó in tutela no habia
ningun lnconveniente político en admitirlas á la sucesion legítima
cuando estaban en el número de los agnados, porque quedando
pOl' la tutela los bienes ue estas en poder de los agnados, y so-
lo con el consentimiento de los interesados podian los bienes sa-
lir de la familia. l"o habia, pues, que temel' , ni el lujo ni la di-
sipacion de las mujeres; sus gastos no podian esceder de la can-
tidad que se les tenia señalada. J?ero cuando modineada la lllaflUS
la ley Vaeonia decluL'ó que las mujeres eran incapaces de suce-
der por testamento, por una consecuencia natural del espíritu
de la ley Vaconia (Voconiana ratione, di~e Panl), (2) no sead-
mitió ya á las mujeres á suceder entre los agnados, allll cuando su
herencia perteneciese á estas. Solo estaban esceptuadas las agna·
tm, consan~uimc, es decir, las hermanas paternas del difunto (3).
Despucs de los aguados, venidn los gentiles: SI AGNATGS-
NEC EseI, GENTILES :n1IILUtlI HABENTO (4). El parentesco á que
se refería este título, no se sabe sino hoy muy imperfectamente (5).

(1) Gaills, 11. a5, V. ibid .• 52-53.


(2) }'cminre at' hcrcdil;¡les Icg.ilimfl~ ultra ronsanguineas succesioncs non
ndmittuntur. luque jure civili Voc/lniana ratioue yitlrtur erfoclum. Ccte-
mm Lex JI Tnbularumnulla ,!iscrctionc scxus aguatos arlmiltil. Paul, IV:,
8, 2~.
(:l) C01l. Leg. ?nO.f., XVI, 3. §. l6.-L. H. C. de Legid. fleJ·ed.
(.1.) Coll. lA'r!. mos .• XVI. 452.
(5) Festus. Y. G¡¡:'iTlLEs.-Gaius lit 17.-Gans, Erbrecht IL 31J2.-
Mal'ezolL §. 'jO.

19
146 HlSTOIIJA

CAPITULO :XX.

DE LA lW:\ORUi\I POSSESSro (1).

EL derecho de sucesion . como casi todas las institutiones civi~


les, se modifico csencialinente por el edicto del pl'ctOI'. Eslas
modificaciones son tanto mas ilignas {le esturliar en la obra de
que nos ocupamos, cuanto quc (':) el dc:'('cho ue sucC'sion es don~
de puede cstudia;'sc mrjor lo ingen:oso que era el edirto. En me·
dio de uoa república njitada y rcnl('lla, el edicto, prestándose á
todas las variaciones de las costumbres y (lel gohiemo 1 conset'-
vo siempre sin sacudimientos y sin violencias el derccho civil al
nivel del derecho político. No han reflexioonc1o bnstante en esto
los que se han oCllpado de la constitucion romana. El derecho
de sllc('sion, cual lo establecía la ley Ge las Doce Tablas, era
cruel, y ndcmas incompleto. Debia resultar en la práctica mnch~s
"eces Jo que s!l.Cedia, que no hubiese herederos. El pretor, po.'
razones ae e(luidad, llamó, no ú b herencia, sino á la posesion
de los bienes de la herenria á lo:; qne parecía teni[m me.in[' titu-
lo tí la posesion de c::;tos hienes que f=e hallalw.11 sin dueÍÍo. Esta
poscsion no perjudicaba á lladie, pue~,to que rl Estado no se ha-
hía atfilnlido aun los bien,:>:) .Hlcuntes. tos acreedores hel'edittl-
rio:, y los pontíficrs ganaban con el edicto, p1..1C5 que el difunto
se hal!aba representado.
Asegurando la honontm PO,\'.I'CS.I'¡O ciertas Ycntnjns al heredero,
estos, en ,'irtud de la ley, dpmambt·on al pretor la posesion de
los hif'IlPS; hubo, pues, en el ('el ieto, una /;ollomm PO,f.l'c,l'sio pa-
ralrla ó la herencia ,-bonomlll poss{'Ssio .fcc/lruIUrll [ahulos, pa~
ra los herl'del'OS tpstnmentnl'Íos i-illlc,\'tati bO.'lOllllll posJ'Nsio pa~
I'a los herederos legítimos (2).
HuellOS del u{'I'(,l'ho de SIl{T~ioll, los pretol'es lo fU{,l'On mo-
difir(HHlo poeo á poeo; y d('spues liD ~o!amente dieron la pose-
sion de los blent's á f,dtll. de hcrrdcros Irgítimos, sino t(lmbkl1
mudws 'Tees eu coneul"rca("ia y en 0pobieioll ron lo~ krcde·

(1) ~dnYcppe. §~~. 4t,2-,1~7G.-:Uürcl'JlI, §. 11i.


~:!J Ve óun, pass" ~.:;;. t--J.
DEL DERECHO DE PROPIEDA.D. 147
ros á quienes llamaba la ley. Vamos á ocuparnos de estas modi-
ficaciones.
El bonorum possessor, y nótese esto bien, DO era heredero,
pues solo la ley podia hacer heredero. No tenia el dominio qui-
ritario de los bienes de la herencia, sino la simple posesion has-
ta que la usucapion le daba el dominio; y como esta posesion
estaba garantida por el p¡'etor, y protejida por el interdicto
fjuorulfl bonorum, en último resultado de las ficciones y acciones
útiles el bonorum possessor era un verdadel'O heredero menos en
el nombre (1).
(1) Hi quibus ex succesfario edicto honorum posscssio datur beredes
quidem non sunt sed hcredis loco cOllstlluuntur beneficIO fmetoris. Ideo-
que seu ipsi agant, seu cum his agatnr, nctit.:iis aclionibus opus est in qlliLu5
heredes essefingllntur. Clp .• XXVIII. 12.-Habernus eliarn alterius grlleris
fictiones in qllibusdam formulis. vel1Jteum is. qui ex edicto bonorum pos-
scssionem petiH, ficto se h('rede ng;i t. Cum enirn prrelorio jure el non le-
gítimo sllccedat in 'Iocum defuncli, non habel directas actiones. f't neque id
quod dcfuncti fuH p()test ¡nlendete sumn esse. neque id quod drfundo de-
beha(ur pol.cst intenriere dari sihi opottcre. Itnque ficto se herede ngit,
yeluti hoe modo: Jnw;x ESTO; si Anus AGERn:s, ¡(I e.~t irse artor (lliCII
TnJl HE RES ESSET. TU~I 51 t<:nl }T~Dnl) DH QUO AGITUn 1:1: J('nl> QUlRITrn~1
FnS~E (llI'ORTERET. Ol!t si itl persona.m a.'latur) Iu·oposita simili formula ita'
subjicitur: Tt:M SI ".4.RET l'\tlIERlt;~l NEGlDIl'lIl AULO (,\GERto) SE5TEIilTIUM I
MILLIA DARB OPORTE!\E. Gaius, IV, :u.
148 HISTOlUA

CAPÍTULO :XXI.

SUCESION PREl'ORIA:'iA.

EL pretoL', al dar la lwllorum po:;esion, lIamabn en primer


gm' á los herederos suyos por 1.1 clausula HtWF. LmEUI. En
Ju~
esto el pretor copió la ley civil; pero ndcmas admitia á la
sucesion p8.terna en concurrencia con los herederos suyos al
'hijo que por emancipncion Ó pOI' otra causa habia salido de
la familia, suponiendo que ti la muerte del padre e~taba aun
bajo la patria potestad el hijo emancipndo, y era .fllUS he-
res (1). Así que, la patria potestad era al mellOS en apariencia
la base de la sucesion pretoriuna lo mismo que la de la suce-
sion civil.
Venian en seguida por la cJjuSllla r~DE LEGlTnn los agl'c-
gados, yen concurrencia CDn los a~llac1os ¡ns que estaban i~ua­
Jados por la ley ;í iJs hel'eíkJ'os le}.::ítimns. Tale~ eran (~n tiempo
del fmpcrio los que hel"eullban en virtud de los senauoscollsultos
OrficiallQ y Tertuliano, ó en ,'irt~lLl de la <'Ollstitlleion de Anas-
tasio (2). En l::t sucesion d(' los herederos legítimos introJujo
Jastiniano una modj(j(,¡1cion importante; admitiü la devolueiuu
ele un grado al otro cuando el agnaclo mns próximo no se pre-
sentaha á peúil'la herellcia (:~), Hasta entonces no habia otro me-

(t.\ L, 1. §, 6, de bon, prH. C(ml. t,¡b., XXXVIT, 3, El !lui juris fac-


tos hbcros indm'it [n hOllnrllfl¡ !l0."sesifliH'nI [lril'tor; sire igitul' CHI/llld-
pati S!lut, sl,-c /llias (:'(i(~ru¡lt de palris [lIJteslale, admillun!ur ,1d hl.norum
J)(J!:~rssion('rn; ~r.1 !:Id a¡ir¡jlti;'¡, p:ltris llnll plllrsl, ut f'llim adrllitti possit.
el: lílJeris e"se cunl oportr':. t;niu.'i, IIJ, ~(;.-el~L, XXVIII, 8.
(2; AllIlstn~i{J 1l¡¡!JI,') illns Ir('rfflilllf¡S y h;,rr;\ana~ l'/lW[U';P;u];\S á li! 8urc··
8ion del tWl"lllr,no Ú tH'rm:\;¡;, 1;0 (,!1l.,wip:l'llJ~ ¡¡nudo ¡¡;lrte ¡j¡)!;;p á los (¡!le
halJi.1n qi:"t!ad,) I,ajl) lit ¡qt¡'h ['f)!t,~t:id (:,,;. 1, d') SIIL ('I.!;·II.,lnst, 111,
5.) tlistir:l'IlIl) 1I;)''::d:¡ ror Ju:;lill:ilIlO (L. 1;), §. 1, dI' [('biL. lil'red, C. \'2,
!iR,) Jus,i¡¡i.lIl() 1'."):Wf' ¡ji) IlJs r1·;¡"(~chos II(~ ('III!.",r~1\if:idilr1 fL Ills ¡'('rrl~¡lIlns y
IH'rmHlla~ llLr'rill:,~ JI.. t:i. ~. 2 Y l'Is tll'rt'!'llfls d!~ 1I~lIad,)a :"1 in. ¡lijos Il(~
I¡I~ IWrfl1;lIl;IS (L. I í, §, 1, e,) y Ú ¡'IS hijlJs llc lols hl'flllü:n:; i.,:;;I:IUdjlüdos
It:•• §. l. C,)
(~) Gaiu", l, n. ~>; §, 7,0, J¡J~~., de le:;, (lIlg, S!lec" lit 7.
D'EL DERECHO DE I'ROl'fiDAD. 149
dio de rehusar la herencia sino por In in jure cessio que el here-
dero llamado haría ,'oluntariamente al agnado que scguia ~n le
grudo; poniendo de este modo al cesionario absolutamente en
t'l mismo lugar cel ql!e la cedia (l).
l)ero el pretor hizo aun mm;; no lldmitió ya como aguados á
los parientes legítimos del segundo grudo, sino como coguados,
Jo qae le proporcionó lIare!' tl'iunfm' (') parentesco natul'al cuan-
do concunían cognados mas próxilUo~ del difunto que los le-
gitimi.
La cláusula l"~DE CDONAn llamaba á la ÚONOrtlm pusse.rsio, á
los parientes que no estaban ya (:11 la familia (2" y pOlo consi-
guiente las mujeres, y permitia á los hijos de la hija suceder
á su abuelo materno á falta de herederos legítimos (agllrlli). Así
se dulcificó la esclusion de las Hnea~ femeninas, esclusion que
no estaba fundada como en el derecho feudal, en una absoluta
< preferencia hácia Jos varones, pues que podia suceder la her-
malla, sino que tenia pOl' objeto la conservacíon de ]a familia.
POl' 'otra pmte, los hijos de la hija estaban en la familia de su
padre, y no en la de su abuelO nlr,terno.
Cu~ndo los estrechos úncnlos de la familia no existinn sino
un 1<1 memoria, Ya!entiniano admitió aquellos hijos á la succsion
de los abuelos maternos cn (,Ollcurl'Cllcia COIl sus ti os ó primos
agnaJos, pero no les concedió sino las dos tercrl'8S partes de la
que habría tocado ti. su madre, restl'iccion sin ob.ieto, y que Jus-
tiniano abolió (3).
La cláusula UNDE COGl\ATI admitia á la sucesiun recíproca de
]a madre á los hijos, y de los hijos á la madre, puesto que erun
sus mas próximos cognados. Pero it pesar de este favor del edic-
to, no se sucedian sin embargo .sino á falta de agnado3, muC'has
veces muy lejanos: en este punto la ley civil ataba las manos al
pretor. Hubiera podido: sin embargo, suponer que el hijo eman-
cipado se hallaba aun bajo la p~tria potestad, y esto em interpre-
tar la ley sin contrariada; pero la patria potestad, base del de-
)'echo de sueesion, DO habia jamás existiJo entre la madre y los
hijos. Suponerla en pel'juicio de las agnados, hubiera sido ata-
car de frent{~ la ley de /o.\' Doce Tablas, preferiL' abiertamente
lo:; vínculos -de la sangre á los derechos civiles, y esto no lo po-
dia hacer el pretor.

(1) r,.aius. 11, :~:¡. Si i:i [111 qurlll ca ah inteslal!) legitimo jnre pcrli-
ml herrllitas. in ,jure ('nm aHí ~lIfe atlilioncm rcdal, id cst anff(}lIam
lwrcs ('\Litl'riL. \ll'rindc lit lll'rc.~ i.~, rui in .iure rcsscrit, Ole sí ipst' Pl'r
Irgl'lll a(1 hrl'cllltafe!a Yocatus ('¡-¡set. Post adilioncm vero si CC!ls{,l'it. Ilihi-
lornillus ipse Ilcres prrlIland et eh id crl'ditüritJus (cnebi!ur. d"bila ,'e-
ro perennt, l'OqUC mor!o llchilorcs hcretlitarii lucrum ftlcillnt: corporn \'e-
ro pjus hereditatis ¡u'rinde (rnll~cunt 11(1 t'um tui ccssa est hercditas, ae
si pi sing:uln in jure crsstl fllisSCJlf. V. §. 36. ibid.
(2) §. último t, de sueco cOyll •• 111. 5. Theoph., 11. l.
(3) L 9, G. de 'Ut',.
1 SO HISTORIA
Finalmente, á falta de cognado, llamaba el edicto ni espo,o
super"i\'ente á la sucesion del difunto (usnp. "In ET UXOB) , su~
cesioo DecesaI'ia, cuando abolida la manus dr.jó de ser el mari-
do el dueilO de los bienes de la mujer, y la mujer he"edera de
su marido. .
DEL lYEl'.tCHO D~ T'nOPIED.\D.

CAPITULO XXII.

DEL DERECHO DE LOS PADRES.

N o he hablado del pad¡'e entre las personas llamadas á la su-


resion, porque el vínculo de la sangre, y ruego á mis lectores
(Iue noten esto bien, no era la base de la ley hereditaria. La
cualidr.d de padre, lo mismo que la de hijo, no fué un derecho
de su('csion sino despues de una lucha de mas de diez siglos. El
padre tenia á su hijo bajo su potestad, y esta era su título; el hi-
Jo no tenia nada que no fuese de su padre; pOl' consiguiente no
podia tratarse de derecho de SUl'CSiOll del padre al hijo; y cuan-
do la ley l'econoeió al hijo ulla propiedad distinta, el pecllliunl
caslrerue, del que se le permitió disponer por testamento, el pa-
dre tUYO la snccsion del hijo intestado, no por su cualidad de
padre, sino en virtud de su potestnd; tomó el peculio del hijo
como hubiera tomado el de uno de sus esclavos. Si Jilius
fafl};[fas miles decc,fScrit, si1.uidem intestatlfs, bona ejus 1I0llljlla~
si hcrech!a,r, Jed quasi pccllliulIl patri dcferentul', si autell1 tes-
tamento ¡;lr~lo, lúc pro /wreditate. habetlll' castren.re peclIlium (1).
Si el hijo estaba ('mancipado, estaba destl'Uido el vínculo de la
patria potestad; en este caso, el padt·...'; tampoco het'edaba á su
hijo eomo padre, sino como patrono, y en ,¡irtud del edicto:
Hmancipatus (i parellte in ca C(1If.\'(l e,j't, ut in contra talmlas bo~
llOl'Um possc.I'sionc libali paliatur c,útU/Jl; quad aquissimum plW·
tori I'Ú'UlIl Nt, quite a prtrCnlc !;enr::/h'/aflj Iwbuit 'lutVrendol'luu,
quippe, si jilill.f /anúlim' cssrt f}uodr¡umqlfc sibi (cqui,.iret, fjUS cmo·
lumelllltm palri qu(crcret: ;1 iden itum ('si m hoe, ut parells,
exemplo patroni lid contra lalm[as lJOfwl'U{ll pos.l'es.\'ionef)l admit.
'itur (2).
He dicho mas al'l'Íbn cómo se desarrolló el peculio de los hi-
jos, y cómo la ley tendhj á I'cstl'ingir á un simple usufructo Jos
derechos que tenia el padre sobre los bienes de los hijos 9ue te-
(l) L. 2, n., de J)(~tlll. casi. Xl.1X, 17.
(.2) 1.. 1, JI\'. 1)" Si a l)(;mmtc q!ti$, XXXVIJ, 12, §. 6. Inst., qllib.
'»1odi,~ iUlI ¡JOt., 1, 12.
152 HISTORIA
nia en su potestad. Una constitncioo de Leo y de Anthemius pre"
firió los hermanos y hermanas nI padl'e en )a sucf'sion de los pe ..
cuJios, dejtínllole el usufructo (I); y cuando 110 habia hermanos
ni Ilel'manas, el padre sucedía al hijo como heredero, pero no
jure peculi (2). Tambien fueron los vínculos de la sangre los que
á la muerte del nieto dnban la herencia de los bienes maternos
del muerto al hijo que estaba bnjo la patria potestnd, y no al
abuelo (3).
El padre tenia los derechos de patronato para suceder á los
hijos emancipados; así que, sucedian al hijo emancipado en pri·
mer lugar sus hijos, y á falta de estos su padre como patrono.
Pero en la sucesion de la hija era el padre el primer heredero
hasta que el senadoconsulto Orficiano llamó á los descendien-
tes de la hija antes que al padre (4). Despues heredó como pa·
dre y con tan sagrado título escluyó de la sucesion á todos los
agnados y ó la madre misma (5).
El senadoconsulto TCI·tliliano de la época de Adriano, ad-
mitió á la madre privilegiada con el jus liherol'um ti la sucesion
de sus hijos cuando no tenia herederos suyos ó agnados de pl'i ..
mer grado, es decir, á falta del padre ó de los hermanos con-
sanguíneos del difunto. La madre partia con la hermana con-
sanguínea (6). En tiempo de Marco Amelio, el selladoconsulto
Orficiano completó los beneficios del scnadoconsllllo Tertulia-
no, admitiendo los hijos ó la sucesion de su madre con prefe-
rencia á los agnados maternos (7). ~o fué ya necesmio que el
heredero estuviese aun en la familia de su padre, porque esta
,"cesian no estaba fundada en la familia (8).

(1) L. 4, C. de bonü qua:: lib. VI, 61.


I

(2) L ••. C. (VI, 61).


(3} L. 3, iúid. (YL 61). Sin Dulero m'pos supcrstilibus lam )Jatre quam
avo paterIlO diern Sllum sin!! liberis obierit, eorum dominium (Ium .111 ip-
sum el maLrr. vel ab rjus linea prrvr'nerint, non ud aVlllll sed ad patrem
f'jus perveoiat, usurrurlu videlicet hujllsrnodi casibus ayo, dUIIl supererH
reservando.
(4) fiaus, Srolie$ sur Gaius, [J. 308; E,bl'echt, 11,316.
(5) §.3. e Inst., de S. C. Tertuliano. nI. :l.
(6) Llp" XXIV, 8. Acerca de las dh'crsils alteraciones que sufrió el
derecho de las madres, vcase L. t, r.. Th., de Leg. hend., V, t,-L. ':',
Th., eod. L. 2, C. J., de jure lib. YJII, 59.-~. :), Jost. de S. C.l'er-
tulliano, IlI, 3.
(7) Ulp., XXVI, ~. 7, 1. 9, D., ac S. C. Orfic., XXXVIII J l't.-P.
l.. h. t.
(8) Inst. de S. C. Orfic. nI, 4. Sciendum aulem e~t, hujus modi suc-
cessiuues qum a Tertulliauo el Orfitiauo ddel'ulltur, capitis lIlinutione lIon
perimi, propler iIlam regularn qua llovlfl hcrcditalis legitimre capitis di ..
minutione non pcreunt J ¡sed iIIm solru qure el Lege XII Tubulurum des ..
c{'ndunl.
DEL DERECno DE PROPIID/lD • 153
• e¡¡¡

CAPÍTULO XXIII.

DE LA l\"QVEU. 118.

JUSTl"'IlA"XOr('~ulnrizó este caos del derecho ele sucesion. Su-


pl'imió todo lo"que no tenia ya mas n'ntnjas que su "rllor his-
tórico, y abolió la di:;¡,tincion de la herencia y de la bonortlm pOJ-
srssio que no rOllsistia mas quc en las palabras.
Su sistema, muy sencillo, está fundado en el línculo de la
sangre y la proximidad del grado, No hay ya familia en el sen-
tido político de la paJ¿tlwa, ,ISÍ como tampoco hay la mas míni-
ma difencia entre los hijos in potestate ó emancipados, ni entre
los agnado.I' Ó cogllados; no hay ya mas que parientes. El patri-
rooniudol difunto cm-responde sin distincion de línea ni de sexo,
1. o á los descendientes con derecho de representacian; 2." ti los
ascendientes en concurrencia l'on los hermanos y hermanas de
}mdre y de madre, y Jos hijos del hermano ó de la hermana pl'e-
muertos; 3.° á los uterinos ó consanguíneos y filos hijos del se·
mi-hermano premuerto; 4. u n los colatl'rales de grado mas próxi-
mo. El carácter de la familia romana ha desaparecido entera-
mente.
No me detendré á clesenvoh'er un sistema que nos es familiar
pOl'que es el fuouamento de bs legislaciones modernas, La sim-
ple lectura de la novela 118 ba5tani para dar de él una idea exac·
ta ; remito á dicha Dovela á mis lectores.

20
SEGUNDA ÉPOCl.
DEL DERECRO DE PROPIEDAD. 157

LIBRO V.

De l. conquista. 610-912.

CAPÍTULO PRIMERO.

DE LOS GERMA:\'OS.

l-'ACITO en su admh'able Germania describe á los bárbaros en


una condicie,n social semejante á la delos salvajes de América (1).
Entre los h3rbal'os no habia propiedad y por consiguiente no ha-
hia tampoco soeierlacl ni Estado: el Estado no es otra cosa que el
resultado de las relaciones permanent.es que traen. consigo la es-
tabilidad de las posesiones y h necesidad de mútua proteccion.
Las t~1milL1s germ,mas se establecen en cada estacían del año,
donde encuentran una l)l'adcra, un bosque, Ó lma fuente que les
gusta mas (2). Algunos esclay(ls siembran ó mas bien espa!'cen un
poco de grano en las tierras menos eriales, mientras que sus amos
reunidos de vuelta de la caza, en sus inmundas moradas, se ani-

(1) (;illJ{'rt Stuart, Ur:vieu' ofsocietis in Europa, cap, 1. Sc ¡Iél. rstcndido


dcmasiaul) en rsr,a relacion,-V. tambif'n Hobf'rlson. llltrClblCciolt rí la his~
tr)rlrt de Ccidos l"; Jn!rouucl'iOTl, nofas 6-8.-11. Guizot C'n sus Essn.is
$'If I'hi,~loire de Frnnce; y :\1. UUTllouf pn sus [loll\~ sobre la Gp,rmanie.
(2) Tae (;UI/"t X VI. ~ul\.1s grrrnanoflllll POlll,lis urllt's hahilari, nnturn
est; ne flati ljuillf'fIl ¡flirT ~(~ juncl[}S srd('s. C(llunt t11~crdi al: (lin.'!'~i ut f()[ls.
lit c~mJlu~. ut 11Plllll:> plilrllil..". lldd, X XYI. .~,~I í 1m) DllI,¡rrq nll!orullt, (lb
IlniH'l'sis pl'1' \it-cs on'upanlur, qllllS IIJU'!: ¡HIt'L' ~I~ .'~~(,lI1HIIl¡;: d¡gn:lliOlwHI pa~­
tiuntur: f,lriliLatt'1Il paslil'lldi t'IlJllVOrUIll opalla pTiI'~tnnL Ana peT anuos
JIlulant d SlIpl'frst IIg"l'r, JIre ('llirn t'1I1ll lIurrtde el ampliludirH\ suli l,¡tl(lre
(:unlrn(hmt, uf ¡¡onll'dll ('omeralll, d pr;lla separent el hurtos ri~l'll', sola
I(.'rra~ se¡:l's ¡lllpl.'ri\t(l\',-ü\~aT, (,'U/:rrc dc' (¡U ti/es VIII. ::!:!.-S,J!Jr¡> ('\ l'~t;l­
do de la propiedad PIl la (.iNlllania. V. Gilbert Stn.1rt, llistoricat Disscrlat
row:ernil!f) lile A/ltirJ.lIity üf lhe euglisfl co/tstillltion, part, I.
1·i8 lHS'l'OP.lA
man jugando sin freno y bebiendo sin medida á proyectar lejanas
cuanto arriesgadas espediciones.
Si se decide la espedicion, se organiza una partida: se reunen
Jos mas jóvenes y valientes al rededor del jefe que se han elegi-
do á sí mismos libremente; y en seguida pal'ten los espedicion-a-
rios unidos á su jefe y sujetos á él por su misma ,'oluntad que
respetan como el mas sagrado de Jos compl"Omisos , y se lanzan
á buscar en el territorio romano ó la fortuna ó la muerte (l).
(1) Es preciso leer '1 releer la Germania de rúci!o, en la que se encuen·
lran curiosos defalles sobre la yida gerIDtlna. Hubiera sido m'cesario copiar
íntegro aquel precioso libro.
DEL DERECHO DE PnOPJ'F.DAn. J59
1hiil3li& =

CAPÍTULO n.

DE L,\ CO~Q['JSTA.

CREO que no se ha formado hasta ahora un juicio exacto acer··


ca de la conquista. Eonlainvilliel's y ~Iontcsquieu la han con si-
dCl'udo con la }WCocu¡J[lcion de yanidad con que miraban la no-
}}leza como antepnsmlos hijos á les antiguos conquistadores; Du-
bos, á pesar de sa detestable lógica, ~. Sismondi, ti pesar de SCl'
siempre sistemñtico, se han apl'Ox.imildo rnas á la verdad.
Nos hemos hecho i111sion{~s en 1::1 palabm conquista. Imagina-
mos una invasioll de multitud de bát'baros, que se preeipitan á san-
gre y L:ego sol)!'e U!1a nacion compacta y que tiene defendidos
tocios los puntos dc. su terl'itorio; des pues suponemos una lucha
sangl'ienta que termina por la destt'Uccion de la chilizacion, la
etema esclavitud ue los vencidos, y la reparticíon de las tierras
conquistadas entre la raza salvaje; yeso es Yel" lo pasado con
las ideas de nuestm époen, el mundo antiguo con la,'i i~lcns del
mundo moc1el'no,
1'\0 fué así. ta Galia estaDa, como la Italia, despoblada por
la faitll de eulUro que habia convertido en prados incultos les
barbechos. La poblacion libre ,,¡vin en bs ciudades; las clases me-
dias aniquilrindosc con el impuest.o y la {~llOI'midad de las car-
gas municipales; los Ul'teS<lnos divididos en corporaciones, servi-
dumbre pesada é insopol'table. En los campos algunos eselayos
y colonos espm'cidos en inmensas llanuras procurando salva¡' sus
miserables ganados de la avidez de fisco y del piliage de las le-
giones bÍ1l'haras {¡ pesal' de que aparentan se,· S115 defensores.
Amenazndos sin cesa" (~n Italia, por los b:ít'baros , los empe~
rndorrs par.1 1il1l'lll'Se ue ellos los tomahan tt sueldo, que consistia
en tiel'ras, ~'muchas veces en provincias enteras. Cuando .rovin
fué proclamndo empcl'ndOl' de las G~llias, lIonorio para ,·engar-
se,de un competidol' y libertarse al mismo tiempo de la peligrosa
\'ccinurul <le los ,'isogados l creyó muy ('onnuirntc casal' su her-
mana Phíeitla con el sucesor de _\Inri{'o) dándola por dote el im-
perio tic las Galias, y seüulándole como campü de cOIHlui.'sta la
Espaün.
160 lIIsToalA
Un capricho de los bárbaros causó In ruina de lo que todavía
se llamaba el imperio de Occidente. Los Hel'ule3 al servicio del
emperador quisieron la tercera parte de la Italia. Ol'estes que lo
rehusó, fué asesinado. Oc1oacro 'jue lo concedió, fundó el primer
reino de los que despues poseyeron los bárbaros (1).
Odoacro no supo que habia hecho una revolucion, porque na-
da se habia cambiado en el imperio sino la muel'te de un hom-
bre, Rómu}o Angustulo, que habia dejado su nombre de empe-
radol' para volver á la vida tranquila de un particular. El bárba-
ro envió las insignias imperiales á Constantinopla para que el em-
perador se [as devolviese {~omo confirmaeion de su nueva (ligni-
dad (2). Pero allí se hallaba tambicn otro bárbaro, cónsul y pa-
tricio de Constantinopla, además peligroso vecino del imperio de
Oriente, y que deseaba mucho alejar enviándole á conqllistal'
pueblos mas lejanos, cn,'iimdolc á conquistar para el empel'adol'
la Italia que él codiciaba. Este cónsul, este patricio habia triun~
fado en Constantinopla y su está tu a ecuestre se elevaba delante
del palacio del príncipe (3); así que, esceptuándo la grande invasion

(1) Procopio, Guerra G¡Jtira, 1.1-


(2) El anonyme de Ya/ois, Facta pace cum Ánastasio impcratore per
Faustum de pr<rsllmptitme r<'gni, ei (Theodorieo) ornoilt ornamenta palatii
qUa! Odo,lchar Conslantinollolirn transmiserat remitlit.-Manso. Historia de
los ostrngor1os, p. 40.
(3) Junandos, de rebus geticis (ea 'Iufatori, Serip. rer. Ital. t. l. p.2),
c. 57,
'fheouoricum Yero ~rnti SU¡2 regem ordinatum aUllieos Zeno, gralum su~­
repit, ei (fue. erocatolia IleSLill,'lta, ad se in urb{'I!l lenire preccpit, dignoque
susripirns honore, ifiler proC'crps flldatii sui coloc'Hit. El post nliwwl! tempus
3d alllfJliandurn honorem ('jus, in arma sibi e()Jn filillm ado[ltarit, de suis-
que stipendiis Iriunphum in urbe dona,it: f,'lcluS(jue r5l consut ordinariusj
qund summum bunum primumqlle in munllo dccus edidtur¡ nee lalltum hne,
sed eLiarn equestrclll slatuam ad famam tauli riri ante regialll palatii eollo-
eavit. Joter el ergo TheodorÍCus, Zenonis imperio f¡l'dere sociatus durn ¡psc
in urbe bonis onmibus frucrelur, gentcmque sllum In Jltirieo residenlcm,
non omnillo idoneam allt referlarn aucirct. elegit potius solito mose gentis
sum ¡abOle qUinerc riclurn quam ipse oeiosc frui regIli rornllIli bona, et grn-
tcm suam rnedioeriler rielilare, SCeUmf!Ue delibernns ad priudpem: «Qmun-
yis nihil uee~t nobis imprrio n'slro fll.rnnlanlibus, tamen si dignum !lucit. pie~
tas restra desiderium mei eordis lihcntcr cxandial)) i q llllJnque ei. ut snlebal,
fami!iarifr:s fuissct locuendi COIlceSSlI. ((Hesperia (in(juit) pinga qlla' duduTJI
decrssorulII pr,ede{'cssurulllrc, \'€sfrorum regillline gubernalll est el urbs ¡lla
caput orbis el domina, fluare nUDC sub r{'gis Turcilingornm et UugorulIl
t}ranuide tlucluat? Dirige cllm gente mca, si Ilra:l:ipis, ut lIie e~Jlensarulll
pondel'e ('area.~, el ibi ~i adjutus ü neo vierro, fillll:!. yeslrm picta!is irra-
fliet. EXJledil narnque, ut (,~,j, qui Slllllll senus \"l'~ter et fi!ius, si yicero,
yoLis 1],)IlIHltil,;us rrglJUIII il!ud Jl0,:~id('aHl, hnlH! i1le, queln unn no',lis, Iy-
r'lHlli jugo Sl'nn!((i!l \estrU!fJ partemque reijJuLliew tapllritntis sl'nitio pre-
Illill. Ei!() e!lira ~,i riC¡'IIJ, ">('sllo (\01)1) vfslroqlw mUnfl"(' possidebo; si ,ir ..
tus fUI'l"u vt:.lra picllls lliJ¡iI alllitlit, i!llo lunalur e~lll'IlSas.)) (Jno t\IHJiIIl.
qUillmis il'gl're ferrel impernlor tlisce~slllll ejlls, nulrns lalllen eum eOlllrisra~
re. aou\lit (Iu;e 1)(j~t"l'iJ,Jt, magnisque dHalurn IIlllTleribus lliltli~sit á se, ~e­
IwIllIJI ¡wpulumque ei t"UJIIII!('TIlJ¡¡1lS romallum.-!)roL(lpi(),lIli1S J'rlmt"n, 1'011-
lil'sa que (ué fa l:onseeuemia de UIla f(~ntl'lta (le los godos tic Iliria, des-
ron lentos de sus ¡¡cantonamienLos, el acon~l'.iar Zcnon á Trodflrieo, pa(ricio
y c¡)nsul, que ruese IÍ. alaCilr á Odoacro, (Isiendo mas t.Iigno de un S('llador
DEL DERECHO DE PROPIEDAD. 161
de Atila que decidió la ruina de Occidente, la conquista del im.
perio por los bárbaros fué hasta cieltu punto una guerra interior.
Los godos y los hernlos y los ripual'ios de los mejores soldados
de su época establecidos mucho tiempo hacia dentro del imperio
romano, se repartieron sus despojos. Pero la condicion de los ha-
bitantes no cambió notablemente, pues si Jos grandes propietarios
perdieron una parte de sus inmensos dominios, las demás cIa·
ses qucdal'Ou en el mismo ('.stado que tenia n antes de la conquis-
ta. No tenían patria ni nacíonalidad que cchar de menos; los
conquistadores no hubian aumentado el impuesto; un rey bárba-
ro costaba menos que un prefecto del pretor, y como señores
valía mas el yugo de los godos que el de los romanos. «Nuestros
»)conciudadanos, decia Salviano, prefieren la dominacían de los
,¡godos ó cualquiera otra dominacían bá¡'bara, porque querían mas
')vivir libres bajo la apariencia de la esclavitud, que vivir escla-
l,1VOS bajo]a apariencia de la libertad (1). ))

»)deslruir á un,lirano 'Y mandar á los romanos y ep toda la Ilalia, que nla-
))car al mnperador y correr lan grandes peligros,» Guerra gótica. l. 1.-
el anon,!/m de Va/vis: Jtliltcns Zeno TheodorieulIl.
(I) Sah'iano. lill. V de Gubrrnalione Dri. Paul. Orole. VJI) 18, quam-
quam el Jlo ... t oc continuo barbari execrali ~Iadios suos adaralra comcfsi
sunt, rcsiduosque romanos ul soeitlS modo et amicos forent. ut inl'f'nian-
lur jarn ¡!lIra eos quidam B.omani, (luí malillt inter barbaros paupt'rent. li-
berlalern quarn inlf'r Homallos tributariam solliciludillernsustinere.-L'iidorr,
eMon., art. "'~1. Cnde et bor usque HOlllani. qui in r{'gno Gothorurn con-
sistunt, .::..deo alllplecluntur. ut. fIlclius sil illis cum GCJlhis paupcres v¡r~­
re (Iunm ¡ntrr Homnnos potril tes csse J el grayc jugulII tributi por la re.
J

l'¡mlin., i" Eucharistico.


I\'am quosdam scimus summa humanitllte Golhurum
Ilospilibus studuisse suis, proctesse tucmJis.

Sitlonius Apollin., "111, Ep. ti et 9.

21
162 IIISTOnIA

CAPÍTULO 111.

PE CLQDOV.t:O y DE LOS FRANCOS.

E:.'l esta decadencia universal, la (Jalia conservó mas vitalidad


que las demás provincias. Muchas H'ces intentó nomhrarse un
jefe independiente y separarse del imperio que la aniquiliba sin
gobernarla (1).
Mas de una vez los til'unos que In Galia puso á su cabeza sal-
varon de la barbarie al Estado perdido por la malicia, pOI' la co':-
bardía de los emperadores (2); entreg-ada á sus pl'Opias fuerzas la
Galia se curaha de sus heridas con una energía incl'cible; reuni-
da al imperio, volvia á ser vencida por una debilidad que no era
suya: rste em el suplicio de Mecencío.
Cuando apareció Clodoveo, los, ¡sogados y los borgoü~nes se
habian apoderado de las bellas }ll'ovincias meridionales; el resto
de la Galia, una parte se lwhia hecho independiente, y la otra
reconocia nominalmente al imprl'io.
Entonces tUYO lugar un carnbio muy notilble, y que no ha sido
tal vez bastante estudiado. El jefe de una de las horuas de bárba-
ros esparcidas en las fJ'Ontcras del imp('rio, Clodoyeo, un rey frH:lco
que cuando él abrazá la I'eligion cristi.ma no contaba á su lado
mas que seis mil fieles, se hizo de repente el señor del pa¡s hm;ta
el Loil'a, el rey reconocido por todas las ciudades jefe adoptado
portadas las tropas auxiliares ó romanas, en una palabra, el ver-
dadero emperador de las Galias; y mientras que el voder de los
visogodos era turbulento é inseguro, rJ sUJo no fLlé nuoca ata-
cado, y se hizo cada dia mas seguro y fuerte. Todas las puertas
se abrían á su vista, las murallas caiun cuando se accl'cnba á las

(1) Galli (Jllihus insi!lIIn est es~c 1{'l'es IH~ ue ¡.;cnf',ranlf'S tiC civitate romana,
d hl\uriosos princirps r~rre non posse.-Treh. Pollio,
(2) C.allieno perJellte rempuhlir:HIII, in r:alia primulll Púrlurnius, tleinM
J.ollianns, Yictorinlls dPincf'ps, poslrrHlo TeLrit'us asscrlores rflmani lIorninis
f'xlitr'runl: fllIOS 1)1111]('5 datos diyinilus ('rrdo : ne CUIII il!!! pc·.~tis inallllila lu-
xuria impcdireLur in aljis possidrndi rOnlllJlunr ~olnJII gerrnani~ darplur r.1cul-
ta~; 'Iui si co ~enere Illne {'rasi.'~eI1L filIO (;oLhi el l'ersil'. l'onsf'nlirnlihus in
rmrt!lnfl soln gcnlihus. vrnrrabilJe lIoc romani nomiuis filolilum erat impcrium.
-Treb. 1'ollio, ¡ti Lollium.
DEL DRAECHO DE PROPIEDAD. lG3
ciudades sitiadas (1). De noche uno luz divina guia sus pasos (2);
es el fa,rorecido de los obispos y el protegido de Dios (3).
Indudablemente Clodoveo DO fué mas que UD instrumento de que
se sirvieron los verdaderos jefes del país, los obispos, señores de las
ciudades á donde se habia retirado lo poco que quedaba del im-
perio roma DO.
Habia en todos los corazones esa necesidad de unidad sin la
cual Francia parece que DO puede vivir: la unidad que demanda-
ba la Galia católica no podian dársela á los visogodos porque eran
arrianos. Además los galos se conservaban aislados y como algo
mas que los de las otras provincias á quienes no admitian en sus
legiones. Eran vencedores en pais conquistado cuyo podrr se au·
mentaba cada dia. Lo que hacia falta á la Galia pra un Jefe á
quien elevar, un bárbaro igcorante pero dócil á la voz del clero
y buen capitan , y bajo cuya bandera pudieran reunirse todas las
fuerzas que tenian entonces esparcidas. Era, pues, necesario un
brazo para salvar la Iglesia y las Galias; y este brazo fué Clodoveo.

(O Greg. tur. 11, 31.-Dubos hit. crie lib. IV,c. t6.


(2) Greg. Tur., llist., lib. n, c. 31.-Fortum., lib. 11, de .lIiraCIJI. Hi-
Jaris.
(3) Collat epis. loram ref}e Gondobt1ldo. en li1~ obras de Gregorio de
Tours, p. 1322.-Greg. Tm., bisl., JI. 36 J el martirio de San VOJU5., hist.
del Langucdoc, t. l.
164 RIS'fOlHA

CAPÍTULO IV.

RHAR'fH.:rO~ DE LAS TlEURAS.

Los bárbm'os, señores del imperio, se content3l'on en todas par-


tes con algunas tim'ta., dejando las demás a sus anti~uos pm:ee-
dore."). Los borgoiioues y los visop:odos tomaron Ins dos trrccnlS
partes de las tielT:lS (1); los hérulos se apoder~ron de IR. ferce-
ra parte d(~ la Italia; los ostro~~odos tomal'on la pnrte de los héru-
los (2); los lombardos dCSpllCS de hnbel' tomado las tierras y
{'uanto IPs convino exigieron ademÁs la tercrm parte de los tru-
tos de las pl'opiedíldes qllC dt'jaban á los romanos.
I':n cuanto (l los frallc{)s que no ei'an como los hor!-!ollollt.'S y
los go(hs, plH'hlos que man'haban bajo las hJlldel'ns de un fl'y
sin a simplemente, al¡.!ulws hordas germanas unidas pOI' la conquis·
ta para hace]' la guerra, pnr{'l'c que no dcspo.inmn a hs Hlltig1l0':;
poseedores, 1lnbia sin duda en las (jalias mas tkrras ineultas ú
~eü()l'i(\ll's
rlue bs que hubieran necesitado p:mt s:ltisfaccl' á todos;
c.';to es al menos lo que se pued8 .iUZg,11' pOI' los inmensos domi-
nios que se abjndicaron á los reyes francos como tierrns del fisl'o.,
Los bárbaros se repartieron pOl' suerte las tierras conquistadas;
de aquí los nombres de Sorte.\' ror¡.;-alldiol'llfll, Gotlwrull/, lUcre)(,
¡antlilo,,; de aquí tambien ti llombre germ:lllico d~ Ano!>, cnya
raiz. Loos, Lot, se reprodujo en touJ.'das lenguas modernas para
designal' cuanto se hace por suerte ~:::).

(1) l\lanl:irilJflltll Lcrliam, rt dn,1S INrarum par!:'~, pcro ul'jaron á los rl)-
m.1HOS la miliul de las lierras JI,) culli\·ad'H, Y. [rl ley dI! los úOf[j()¡ioIlCS, tí-
lulo ¡d. y ;J;', [.cyrlc lo.~ visoyo,lus,lih. X, W, 1, ¡:;, R, O, Hi,
(2) Cllsilldoro iI, 16.-Proce[);o, Guerra ~!Ítita 1,1.
(:~) V. Cilseupu·;r, dn rr,lnc-<J!!l':l (:c L:ngill'(br, !l' H:-,.-]):)miBid (l'rr"-
ro!}, A.liad,l, p, 1n et ss,. I,i·opl~ne TlIlIrh,(s c1i:nIlI{)gij[~ del r.ornhrc de A!lt·u;
\.l mas e<lrarm:inarllJ rs la que ~tlp()r:{' (IW~ r.I llollllll"l.~ r;c J\lbl Y¡('n(~ tic
olrlllrl (a/owla): r{]r.:i~aTl lIillld{'l'l~ y:ddm ad l.ujlls u·.inl"lllw rnnrrlll in sim-
holis Illcru!Ilquc \l~'lrpatllrn, qu:r u! á krra SI'S(' r[l'Vllns. Ilf)S~ ,¡hIUil[ l'ri,-
jJ~llllc \'on~ n'l'~icul(;~ drr.;;mla[(!s ra·lid 1'f!O!lO ·kllnt hUllal ; ita ¡dllldiuTiJ sil
(¡'rra ¡dEs su;¡liTllior. r('iuti q\la~ $o!¡¡:n dnml rnlir:llc 41nmini rrl'ogcoscd in
Hlp('rion'JU.-II{~ (,llcOI!lrado (',1;1 cSj'["("sion llr ":'or!f'., ('Il 1:;1 llil(ipl{) diploma:
Qnillquid Ni:JlIl in N!dl'i¡¡ vilb ('"'¡ Oseo !lO: (ro Torllln(i:¡ ..\!~H ri«i·~ t¡i:r'li~ nos-
t~,(" in ilt'lll'fkilllll ("{J;'!!Ios("ilur ha¡'u;)<.'l', id ('~t ~(\I"!f'S ljlW!'IO\, ti 4J¡It¡j~¡¡alll
C:I:!l 1ll:1nI<¡piis d~ sllprr 1'001l1lIilncutil!\ls, 'el ad c¡¡~t.lelil.jlldc pel"lilll·ntihus,
AHH,llcncJict. IIl,1:i1':).
DU. nrUF.CHO DE PROPHnAD. 165
Aa

CAPÍTULO V.

CO~DICION DE LOS VENCTDOS.

No fllÓ igual en. todas partes la condicion de los vencidos. En


Jtalia, cuando la conquista de Tcodoriro, en España y en las
Galias 1 no parecia haber sufrido !!I'an{!{'s alteraciones la condi-
('10n de los rOméltlOS; desde les p!:¡mcl'os tiempos dela domina-
cion LúO;¡!'[l S~ cr,contl'ahan ('O estos difcrenh's pabes romanos
libres y propietarios. Alln prlrt.'cia quP S~ habían aumentado 31-
gunls ci:Idades dpspreciadas pOI' los LÚl'Laros que vivinn en Jos
campos . .En bs ciudades <,s donde se gumdó el depósito de las
idrr15 romanns; fut'l'on los obispos lus que <1e mano en m,:lIlO S~
tl'asmitian tan preciosos datos, y cunnd.) un rey hárbal'O llegó á
tener alguna idea civilizadOl'a, se la debió a los obispos que
('1'3n asimismo la base sob¡'c qGC se ap~)yah;m para gobernar lns
cilldades, Este fué ('1 secreto del podet' de los Carolingios. El pl'e w

dominio ele lús yencielos se espljea fúcilmente con las razas godas,
pues que ("st.as tendian siempre it confundirse Ctm las poblacio-
nes romanas. La administrae!on de 103 ostogrodos era muy seme·
junte ti la del Jmpel'io (1). Casiodoro Cl'e:a con razon vÍ\'ir en
Jos mas helios siglos del Impel'io, tas leyes de los visogodos
están tum!Jien todas impt'ep:nada5 de la~ ideas romanas. En las
Galias dominaban especi.:llmt'nte un c:)['to número de conquista-
dores v la influcncia del eh'ro.
¡,Li't J'nzn de los Snjnnrs, diee .L\ith:1rdllS, (2) se dhide en tl'f'S
"órdcll('s: nobles; libre:. y siervo:;." Esta (!istincioll exisUa en la
ley sálka p.:u'a 103 l'omnnos, nsimilarla ya ú los germanos, Sola-
mente que el ít'elugrld de Jos l'üman05 no ('3 mas qtl~ la mitad del
lI'dugeld de los gel'manos; e.'> tnn solo l!lla ;¡ltanería de ven w

cedo!', pl'I'O en el fondo lacondicion {Jolíth'a, la misma, (3) des-


aparecÍcnuo absolutamente toda distineilliJ eU:llldo galos y ger-
manD3 combatieron juntos l lo que no ta!'lló·mucho, p:lrque dice
(1) ~janso, Historia del lmp,'rio de Ills 03t ogo¡lo~,-Jivool. c. 39,-
'Yins¡Je.lI'c. p, 1\17,
(2) ~ital'Clus. hilO\., lih, IV.
(3) La ley de 105 borg'li\oIlI'S no di:i!illguc los b;lrbaros de los rorn:mOi.
166 HT~OBIA

noblemente Dubas ( I ;: "tos galos no han sido jamás de esos


»pueblos pacíficos que han tenido la paciencia de ver ejércitos ex-
»tranjel'Os batirse entre sí y en su territorio sin mezclarse en la
"pelea." (2)
En la Halia Alta, bajo la domiuacion Lombarda, fué mas du-
ra la condicion de los vencidos. Tomando sus nuevos señores pa-
ra sí la tercera parte del pI'oducto bruto de las tierras que deja-
ban á los romanos, se hallaron estos en una posicÍon solo seme-
jante á la de los colonos ó de los ald;ones (3), salieron pOL' fin
de esta miseria cediendo á sus dominadores una parte de las
tierras (4).
(1) Hist. nit. lib. IV, c. 15, l. 11, p. 303.
(2) Daniel fija la union de las dos naciones en el reinado de los bijos
de Clovis Hist. de la Milicia francesa, lib. J, c.2.
(3) Ducange. V. Aldio.
l') Populi lamen aggravali per langohardos hospites pnrtiuuntur.-Paul.
diae. 11, 16. Sobre la eondicion de los romanos bajo los lombardos, V. della
Vicende deUa propricla in Italin, lib. H. c. '1.
DEL hERReno DR PROPIED.1n. 167
a!')I'C r lolIiI

LIBRO VI.

:Da lo. bombres libres 7 de lo. vaulla •.

CAPÍTULO l.

nF.FJ.'EXIO~ES GENERALES.

EL estado de las personas fué e~ que d€termiuó la condicion de


las propiedades [',n tiempo de la conquista. La tierm del noble
fué noble; la de los húrbaros fraue(l, y la de los romanos sujeta
al impuesto; pero sienrlo la ticlTa el ol'Í.len y la señal del poder,
el estado de lo propiedad significó hien pronto mejor que nada
la condirion de las personlts. La li'eüal t'ntonces se hizo rml$(l,
y el estad() de )¿IS personas se determinaba por el de la propie-
dad. tn gran pl'opietario búrbal'o Ó romano se haria bien pron- .
to noble y ~l'ande; los descen<licn!ps de los que habinll perdido
sus bienes se confundian t'n la masa del pueblo, y los stH'esl'1'ps
de aquella pl'opiedad , rualquit1fa que fllese su oríjen, eran á su
yez nobles ~' grandes.
Esta I'cyolucion lenta que hizo prevalecer las relaciones de la
propiedad sobre las I'flaciollPS personales, es la historia de la épo-
ca germana. Cuando la I'cvolncion sc cumplió, y la aeumulacion
de la pl'opiedad formó la nobleza J la grandeza, empezo t'l sis-
tema feudal. A su \'t'Z lIt'gá la fuina de este sistema cuando la
condicion de las personas IIpgo á prevalecer sobre la condicion
de la propiedad. Este fué el reinado oe la nobleza de raza y de la
monarquía real.
Así que, en íntima relncion desde la ronquista de las condi-
ciones sociales con la acumulacion ó subdivision de la propiedad,
168 HTSTORIA
ItB snce5iva5: variaciones de esta han determinado Nl.si por sí so-
las el modo y las yicisitudes de todas las condiciones, de tndos
los derechos, de todas las Iibe,'tac1es (1), Y esto, que no debe ol-
vidarse, es la llave de este libro.

(1) Gui:r;ol. tercer ensayo sobre la historia t!~ Francia.


:DEL DERECHO m: PROPIEDAD. lG~

-'?""

CAPÍTULO XI.

nEL C,\NTO:'i \' DE LA !IlARCA (1).

EJ.
los
poderoso espíritu de asociacian que hahia dado el mundo {I
germ.1l1as, no se debilitó con la yidorin. tos ,'ínculos del
tel"l·itorio unieron aun mas estreChiJmcllte á todos los \'enre-
dares.
Dejaron las ciudade5 á los romanos, diddie¡on la tirrra en
cantones (2), los cantones en centenílS (3), las centeníl.s en decc~
IHIS (4), las decenas en casas particulares dl'1 fl:llUO (;":i;; y Jo que
quedaba fuera de estas casas de feudo, era la propiedad eomun,
la marca, como se decía entonces (()). IA\ mUl"t'a se componia dI'
inmensos pastos, donde los h{u·haro .., l'l1vii\ban sus ganndos (7), y
bosques en que se entl'egahnl1 á b eaza con ('.1 frenesí con que
aun lo hacia n los reyes normandos (R).

(1) Mrescr 050a nruki.~c/H! Geschirhte, t. 1, 1.' ~e('ciou.-Eichorn. de


l' origine des t'illes allemalldes, eo el di:uio tle ~arigll)' t. I. t. tG7 Y si-
guientes.
(2) f'agus, gilO, enll'e los alcmanes; srgl'e cntre los ,m~lo-sajo!\('s.
(3) Crntenru, U .. "'isip;., IX. 2.-§~, t ,3, ,~, L. alam., L. aü Jmn-
dred entre los anglo-sfljones, He estn palilhril /wmlred (huntlrada) hall he-
cho algunos drrivnr la paladra italiana cOlllrnrÜt.
(,q Las derenas han sido ¡¡,uuadas ordir:,uiamelltc nlilI'CIl, loothiJlU
tienmuntali {'nh'e los anglo-sajonrs.
(5) Villa, manslls, fIOV(/. En las ventas ó tlollacionrs de inmuebles se
flesignlln siempre el tantoll y la rcnlcna. ChL'ouie. l'o¡¡(altellense, c. 7.
VillIUIl ..... sitarn in llago ü\imensi. in C(.'lltella '\OViilC(·lIse. ('. R. !le villa
Digrnaniaeo, qu.~ sita es in pa~o O"il!l('llsi, in rcutcna Alanciollellsi. l'alJ/t-
larium abb(l[ire Bclliloci in Lwwdl'ibu~. Hec on.luia SlIllt in pago J.c-
movicino, el Caturciuo, ct cenlcni" Vel'le!cn~e et Lid!~nse.
(6) 1\Ie sirvo de esta palabra anti¡;u.1 en el sculido en que en Sl1 tiempo
se usaba.
Si saisirrz vos honors el \'os nHlrchrs
Que l' ollmus a donnés.
En l<llio marca, rll alem:1Il IIIt¡rk, entre II)~ anglo· sajones meare. entre
los suizos afmelule. ,
(1) Sobre rlll.<;() de las liCiTas cOJTmnalrs llsurpad.1S dcspncs por Ins I'on-
d(>.~ y los m{)llil~h'rios, vease Ze!lwrgl'r. dipl. 11 Y un diploma curioso l'P.
l1.Eser t O~llab, grsdl., t. 11, di(J1. ,~9.
(IS) Le.x "tam., tito 81, §. 2: lit, 15. §, 1.
tiO nrSTOnTA
CadJ canton tenia tl su cabeza un conde ('), jefe durante la
guerra, juez durante la paz, cuyas dos funciones no se se¡mra-
han nunca en aquella época (2). La cent.ena y la decena ten ian
tambien su jefe.
El renturioil (3) y el decano (4) qu~ tenian su jUl'isdiccion co-
mo el conde (:.;).
Solo por las leyes anglo·sajonas conocemos hoy la organiza-
cían de las decenas y centenas, único medio de establf'cer la se-
guridad pública en un pais que no tiene administrncion central.
"Hay, dice Eduardo el confesor (6), un gran medio de segu-
~ridad que mantiene á tojos en paz, y es que cada uno sepan-
"ga bajo la garantía comun que los ingleses llaman jrithhorg, y
,.Ios de Yorltien mamUl tala, lo que quiere decir un númel'o de

(1) Coma, en íllcman graf. enlre los ang-lo-srljoncs yreve. ~Iuratori, dig-
serla:ioni $opra le antichila ilaliafte lIisertat. S.-~lariana. de re bus
llisp .• lib. VI, c. lo
(2) He ofluí un diploma. ele {'on:!~ 11,\(10 por Carlo·Magno y que delaUa.
las runciones de este rnagistradn. Dalucc, 1, 250. f)U.1pI'OptCI' in iIlJ parle
Saxo/lire Truhnallnulll virurn i11ns(rem ihirlcrrJ ('oJllilcllI orJinlllllus. ut re-
sideat in curte ad cumpos, in mallo publico 3d llnivcrsorum CaU31lS 8U-
(Jiendas vel I'{'da ju'Jkia lerlllin,mrlt!, iS(juc H"ocalmu omniulll preshy-
terorum in (ola Saxoni;J fiJelilcr 8i!at. su].wrqlle "icarios el srabinos, l]uos
SUD se habet. diligcn:er inquirat. el Ilnimadvertl:ul ut officia sua sedulo pe-
rngant. t.,ndcm idcrn COillCS omnia sua sihi singulariler á Mbis pr:es(:rip-
la tuLo conalu et "irilms flcrfjcial, tltqn~ Ha lllcllIora(us noslcr fomes Truf-
lIlannus brne ingcnnll~, afque sewrus c1.istJI. \Yinspeare, Storia de[Jli
alHui (erulali, p. 201 el ss.
(3) Centmari'l.f, el ttm[}inus de la ley sÍllica? Centuriones, Vicari. En-
Irr> los sajones llera el nombre de aclvoeülus. l\l:rser. Osnaúruk. gesch.~
J. 1, lo 21-:1.
(1.) ])ecnnus. Leqrs Edow., r, 32, R. Srhmid, ])¡'I! (;ese!:;1! rler An-
f/P/-Saren p. 291. St.:ltuerunt jusUtiario. super quosquc decrrn {rillOrgns
((/ Iii fri ttl bor¡;()s 1, q IWS Mr,l nos pn,su rn liS ~I pp('l1are. nngl ice yero 1ifm,!1 rnl;¡¡{
(,IHi tcnrleheved) dic!i sr!!!!, bl ('sl, ('apllt d(~ ¡]('('r!n. §. 1. Isli inli'r vi.
Has et "icinos ctln,('lS fradab~nt, ct sPcunrlllJll forisf{lc!nr;¡s elll('nc:la!ionr~ en-
¡Jiehanl, el C'fI\H'ord;¡lionrs fadehan!. videlit't'l. de paseuis, pralis mrssihll.~,
pt (le Jiti~ationilJus ¡tlfer ,'icinos. rt innu!Il(>rr:bilibus hlljllS Hlodi decrrfilHo-
Ilibus qU1C human;lrtl fragililnlem infpstnnt el e,lIll inl'cssllnlcr flppupnlllll.
§.2. Curn üutem causru majares rrmllpcbanl, rrferrbnntllr atl sllw'rj(t¡'('~
corurn justitiarios qllOS snpraditli sílpiro(rs. fHlppr ros eOIlsl itucrant, scilkel
super dc{'cm tlecnnos, {[\lOS ¡wssnmus 41kerc ('cuturiollrs. "el t:entenarios, el)
{JUlHI super ('cnlull1 frihur¡ws judie.1hnnL
(5) T,ICHo, yerm., r, t:!.-\VaJ¡lfridus Sfr.1ho, fle {'.r()rflit'~"I'r¡¡rn u('lll-
,'¡(HUI:" C. 31. Porm ~il'llt comiles (jIJidam Illissos ~llns pra~ponunt pop1l1<1ri-
hll~. quí minores {'ans~s df'terminf'nl, ip~is lWI,jnra resrnelll. ita 4luidcm
epi seo pi ChOH'pis('n¡JOs habCIl(.-Cenlenari fJ'li 4'l (,(,Ilturiones, el ,'¡rarii {illi
per ra~os sfallllí sun!, preshyteris plebiull}, quí haptislll,,1t~s rccJcsii1s tt'I1cnt
el wirwribns pr;¡'sunt pl'r~bJtf'ris con[l'rri q1J('I.mL IIccuri'ITl{'S el (le¡:llni quí
sub ipsis vkllriis (¡u:cdam minora rlrr¡:cof rtllnorihus presh~'I('ris tilll!Il],1l1ll
pO .• sunl con!p:lrari.-lIillcmar. Epist., IV, 1;;. Cornites rf "icari vel rtiarn
rll'c.mi phlrima pladla t:onstilllanl J et si i:,¡ non vrncrint, COlllposiLionrlll
ejll~ cl,olvere f<l('ianf.
V(o¡tS1~. sin clIlbar¡!!;o, el drcrPlI1 41d f('r Childplwrfo hárll1 1'1 aiLO 5:1.".,
ca"ítul11 octavo y signirtlles. y d decreto eJe! r ry Clotario, h[¡da el mismo
ailo. c¡¡p'llulo pl'imcro (n<lltl4'l~ t. 1, p, 19 Y 2~)),
\6) Leye$ Bdou.'anli con{cuorir, L. 20 J Srhmidl j p.287.
DE.L DERECHO. DE PROPltDAD. 171
,.dieJ hombre~. §. 1. Hé aquí cómo se establece esta seguridad .
0

.. En todas las casas del reino : l~ada persona debe e5tar en garan~
»tía comun con otras nueve personas: si una de las diez delin~
"que, las otras nueve la harán dar satisfaccion del hecho (adree~
»tum etlm habere). Si huye, la ley concede un término de tn'in-
uta dias. §. 2.° Si durante este término se le encuentra, se le
IOconduce á la justicia dell'ey, indemniza con dinero el mal que
"ha hecho, y si no puede, lo indemniza con su persona. §. 3.°
"Pero si no ha podido ser hallado despues de este término, en~
"tonces el jefe del Frithborg, que se llama el l!'rit/¡borges helor!
,,(al Frithbol'ges hevde) lleve consigo dos de los mejores de su
))Frithborg y los jefes de los tres Frithborgs vecinos y dos de los
"mejores de cada uno de estos tres Frilhborgs •


))§. 4.° Si no puede hacerlo que repare él y su },itlz¿org ti dalia
-causado, primero de los bienes pl'opios del mal hechor, y cuan~
",do esto no baste, que complete con sus bienES y los del Frilh-
»borg, y que pague la multa así como ha sido juzgado. §. 5.°
»Finalmente, si no pueden obtener el juramento de los tres Pri,h~
... borgs vecinos, que juren 10i nueve que ellos no son culpables,
"y que si encuentran al ladran lo presentarán ó le denunciaran á la
"justicia.»
El Frithborg, esta garantía comun, no comprendia sino al
jefe de la familia, y entre los jefes de familia á los pl'Opieta~
ríos, porque en aquella época en que Ta responsabilidad se re.·
salvia siempre por reparacione'3 pecuniarias, ti hombre sin pro~
piedad debia ser espulsado de todas las decenas como UD miem~
bro peligroso, sin que le quedase otro recurso posible que el va-
sallaje (1).
En cuanto á la famila, en el sentido mas lato de la palabra,
mujer, hijos, huéspedes (2) ó vasallos, colonos, esclavos á to~
dos los representaba, y de todos respondía el jefe de la familia,
pl'Oplie farnilice filie jussor, segun la espresion de una ley de
Canuto.

(1) Llldovici Pii capit. anuo 829, c. ¡j', Baluze 1, 67t.-Capit. V, 150.
(2) lIahia que responder del huesprd á las tres noches de "¡"'il' en la casa.
L. EdlJardi con{l'uorú. L. 21. 1'lI'a liight ye.~t, thridnight gestt1!Jw "¡nI'.
-Ein dreytregiger gast 1st jedcm eine last, dit:e el proberbio ah'mao: ((V"
huesped de tre$ dial, e:i para fllalq!u'era una cosa muy pesada.))-Vease
Ma'se osnabrues Geschichte, I, 17.
CAPÍTULO r.U.

m: L.\ ..\SA.1IIH.. L\ nEL CAi'lTON y DEL PU:lTO (f).

Es tlll deber ue todos los hombres lihres rOll1p:lt'f'('~r


en la asnm-
hlea del canton plncitum (2) tria/tus (Z)~ cllanclo ('1 pais está tran-
quilo, esta Rsamb!ru tiene lu.~m· generalmrntc cada qnincctdias ó,
s2gun dedan nuestl'os anlC'pasad{)Sl cadaqninec noches (4). Tiene
ingar cada orh03 dias qurtl!du !,a:r pal'l'!z est in ¡uodncia (t)), el dia
de rE'unio!1 C3 ~cneralrn('ntE' pI ~jJn.d,).
Preside !a reunioo d conde ó Stl delegíHl0, lIIis.\lIS ('icnrills, Ó
el c~'nt:Jrion. El que falta ;'¡ una asamblea que interesa al ran-
ton (fi} incurre en la multa de doce slI{'ldos (7) si es el duqnc el
que convoca, de sc'is siJ{'jdos si es el coude, y si el centul'Íon de
tres sueldos.
Hay dos especirs de pldtos, 103 grandes rn los que se t!'a-
tan negocios de intcrés público y il ID:) (%11('s t.'S pi'eciso asisti!',
y los p['tJucñ~)s (planta millom) en los cua[{~s se tl'atan especial-
mente negocios jl1uicii1lrs cornfi las tmsmisione.q de pmpiedad, do-
ll~cioncs, mayorías (R). El cande pt'{'sidia y dirigia el juicio, P(,I'O

(1) r.G;;~~, Cerirhü1("esnn da r.ermanrm, 1820,-1fiU\rl'r. (;escfticMI1


des alt f/CI'In(m¡~clwl1o, ¡;esicftt:wcr(arw.-Sarigny en su Jibturia del tlcretilo
rom,lI!O, ll.
({¡ )}~ este pl(LCitttm proúcne la 11,'i]u!Jra francesa plaid. plrlider., la pro-
wllJ.al }Jlu"; , la CSP:liiola plej(() , la hula:HIl'S.1 plcit, pll'ilem, la italiana pla.-
(itu. la irJ~les:l ¡Jifa, ple,ul.
(:1) :O;o]¡rc 1'1 orígrfllle c.• fa palabra Y(~IlS(~ Grirn'!l., n. n. A., p. ';'Hi. tos
;i!('lllalW~ se si¡ .... ell !;lInbicn tl<l la pld~tJra di!!;'f.
(4) Túd~o. genilrtll., c. 11.-U.:: (¡/nm., 35, 2. Vn in:::!:\., !!~!¡¡ !}uim'(,fla
se l!anl,'J [lar¡ (1 FOrllli,Ij,'d. Lu.., galos cOJ)[nLnn t:m::bipil pOI !}lliucrfi:Js. C(';ar,
H. Ci. Vj. 5.
(5) {,(',1: (¡{:¡m •• :HL 1.
(6) G(wlifl.
(7) J,e.r u/flm., :1{j, 6.
(R) U:r nllll!l •• 31;. :J.-Cap. V, 11. 819, rnp. 11., ,le IJ1;¡cilis siqui\lrrn
q!lO:t litJen hnmiw's (Jh~prra1"e dl'1wnt. cOTbl,lnlin J.!cniloris nos{ri ¡CarIo l\l;¡g-
U,ji !)('[ÚIHS. OIl~(,l'n!Hda ,¡[ql1/' kllPIHla (',.t. ~ \ \ilil',lif,cl 'In <illllO tr'l:! ~(!htll!­
lll!)l!o gl~Jl('r,llill pll]('ifa O:I~rnr[ll. ¡~f 1\1l1l1l~ ('(,:i n:r:pliIIS plal'ita oh~l'l"\llreCUII!­
jJi'llnl: ni~i r,Jrle qu:ld)('¡ aill an'u'ialns furr;l, ant alilllll nrrlls<l\Pl'it. ;]lIl :Id
IfsfilllOnilJlIl IltrililWlldllTll nli",\ln~ I'nrril. Al! ('{'!l'ra WI"fI qlla' f"{'nl(~n;Hii lt'-
Hellt 111)11 ,IIIUS v('llire jub(';:lur. uisi ¡lui ilI!1 lit;~;~f, ,~Ill jlldwal. alll 1(':;\;li-
rarn.-Ca/lit.: lib. IV, e. f¡7. Ypa~c un rjrlllp)o de esle pleito, /Iist. del Lall-
gw'dq¡1 I , IlIp) •.t2, lilJl!lIdice ~.
n:n DF.f\ECHO DE PROPIEDAD. 173
no juzgaba; estaba·auxiliado de sábios consultores versados en
las costumbres ,lndíces (1) , rachinlJUJ'gi (2), sagibarones (3), ase-
ga (4). Ln opinlon de estos hombres honrados era ue gran pe-
so pal'a la decision del negodo, y la íl5[!lUblea st'guia general-
mente el dictámen de los jl:r!icc,l' (¿); sin rmbargo, es indudable
que la :l:;amblea pocHa juzgar en contra ele la cpinion de e~to~.
El juicio se hacia por adamacioll, y levuntando las maDOS (I¡). El
conde no pouia yariar el juicio ni su resultado (7); pero e:;tabu
encargado de la ejecueion. Despues cuando estas asamh1r!a3 se
cOlnil'tieron en medio de opresiol1 t'n manos del conde, desapa-
recieron los l'uchinDurgi. Crl!'lo )íagno reemplazó estos hombrf's
buenos que ayudaban en las asnml.ú,üs, al conde en sus jnicios
con asesores titulares (Sctli)iui) nombrlldos pOI' el conue con el
cODsentimiento de los hombres jibrrs (8). DeslÍe entonces los l'S-
cahini en número de sidc ó de doce fUeron de hecho los verda-
deros jueces, no pO!'que se hubiese prohibido á los honlbrcs H-
hl'(~:" que as¡s~ic6en á tema¡' parte en eljuil'io, pues esto em de su
dt.'l'Crho, sino porque no exig1-.5ndoll's que (\Si5tie~en se hizo rr.as
rara cada dia su p:'csen{.'ia en la asmnolc.:1 (D).

(1) Lex hllj. JI, 15, 2. COale; H'ro S,;(!il1 h(ll!rat j~i,li(rm <¡ni ibi (,('nsti:u-
tus c~t jll~h:¡lrc tl !ibl'lllll lf.gi", !JI. SC!ll¡lI'i' r:'rlu;n judil'iurn .iud;~('t d~ (¡Hl-
III ("ansa, Ca1'¡(l1l1. LlldolJic. Ir, (!tlllTlé par ]\juratorio De jn:!:cio nnlrln .lIJ-
lIiels 1:lrll frcclH'ul('l' I'r[llemnralllus, (!Ilia t~IlI;I¡aIOd() COl,SlIPllldl111'rn jud:r¡,n-
¡li injmlf' ;lI!r','frr yolnrnm. ::('<1 lantuHI src\llldufll srriplnrillll jlldi{,fllf, r-t
m¡l!:lIcnus ~('('1;n¡Julll arbilrillfll S\lIUJ1. Srd di~¡;arl( p¡('llit~'r k;;\'1ll st'ri!lI¡~I~l.
Be <11101 ilull'1I1 Iwn (',~[ Srrip!Uíll, ¡lOC I~oslll!n ('ow;ihum h'ibealur il! qu¡u~:~­
,i;!rll. Gl'imnl., D. n. .1., p. í8,., ,Err (¡lIe la formlila dc \r~s antiguos juiálS
"úvaro.; cú!JJrnzüLa s:l'lJil~rc .. sí: ((S:';t!lldn ~'rJ [lara hl1.\''']' jusliria ('on l'l ho'l~­
))Iu!! rll la m(lliO y fr!'l'a de IlIÍ el f,of]'ih,1no jm:\do COn ell1hro i!e la le)', Yiuo
)~Jlara ql!(~ se le hicier;¡ j\ls:iri:\, C!c.l)
(:2) Gr:JHIIl., V. n. . -L, p, 77;). forl11l\1. Liwh'nhr., n.O lG~. ]lr<l'~('n[i­
b\l~ qnüm pln,iilUs riris H'lO\'l'a\'iLhns r"chiml:nr¡:ds <¡ui illirkm .11) un!, nsonun
¡-ilUSaS llullicIHitnJl ni fecla jlldicill It'rminantkm resi¡i('hllnf, "tI luhlahüEI.
(,1', lll!!'illlge. V. SumAlio.
(.~) GrillJlIl., D. R. A., p, O¡R¡.
(:» Talle (l¡:llli~ pkhs C11'l1 [\u,Jicr,~l l'onólillill. lum príncipc:, qt:nm l1:e-
di()(T('s • .illdiraherunt Ju;;¡issirllllm jlll¡;rinm. Cr:IIIIl1 .• de ¡;.
(G) I~s:a Co~llltnbr(' e\isli;¡ allll en HIt!i" ell ('1 sig~o :XIV. m p¡lJla l'rbano
se J,¡:l1('nla de ello. Yé¡¡"e el I!pt~;',lk(' 11,
(7) Cap, H, nnn. 81:1, e. 13. (Ba\uze 1, 1iGQ.¡ rt Yi~ari¡ rnllncra r:c iHTi-
pian! pro illis Jatro!lilms qui ,11M ¡'Omiten¡ jllt!il'illi flll'ri¡¡¡ ,ld nlGr:('lIl. l.)uGd
si llor jler¡l('!ravet~l'ri[Jt, tale jwlir:llm sustine:lnl ,<:('lit ('lln\ro l\l¡l!catns rui,l:
,!lIia jll1stqutl<lJ sl'ubini film {\ijIlJitar~rint, IlOIl c~t li(c!Llia (U miEs rel liut-
rii ('[ "il;:nl t'01!Crurr{'.
(8) l.cy .¡,H <.le Lolhair. r~f l;¡issi :wsLri, uuiCIlIl,qllC Ill,-lles scrthines irnr-
TI:'rhll !'ji\'ianl, el. {'ulf¡ 101)11; populi (,OIl~tnsU in ('orllIll1u(:1I11I l~','llos d:gilul.
n ('¡¡:TI rledi fllf'rint, jur:lre filciilllt, u! s(':t'nter injuslt' jutlirilW nOIl éd.it'ilnl.
-S;lri~;n]', Ili,it, ¡/il r]roit f("iil;¡'n, \. t.
(U) Cnful. JI. LI'U¡'L f.riHf}OU. r-, 1':1, n mtllls alins de !ihcris hr,minil'lls
a,! \I!.1cililill vd ,111 m¡¡llu!Jl '('1I!1'l' rO.'!:!t!!!'. f''''¡'pti, ,i.\';dl¡nis f'l H(SS;~ ('flnlil¡lll!
¡I¡si i\ie qni CUIL-¡¡m ~(lnJll ~lIol'r;l, :1<11 ~¡ ¡litn idl I¡il,pl'pre l!dw<ll, rt illi' ¡:Hi
f('.~p('\ld('t. L Ilü, 1/lld. l,L llullus id pLdll!1\ h;llllli;<lur, Ili.oi q\¡i rtlll~al¡l
~Il;¡rn t¡1IU'rit, ,1nt ~i 1lIIl'r ri ql],1'l'rre di'lH't: (,'i{'('plis s((lhill;~ 6t'plt'lTl, q\li ¡\t!
UI:J:l¡a platila ('~~e lll'l:cul. ~y éüsc el pleltu t!d t't'lll!e Uhlarií', ¡[ti auCl ~;):! y
171 HISTORIA
CarIo Magno estableció la apelacíon á los missl domillici de
los juicios del conde y del ceoturion (1). Dismiouye además la
jurisdiccion de este último, escluyendo de su competencia todas
las cuestiones que interesasen á la libertad y ]a pl"Opiedad de los
"asallos ó de los esclavos, encargándose al conde el juicio de es-
tos dos grandes pleitos. Prohibió igualmente que el tribunal del
centUl'ion pudiese condenar á muerte (2), no dejando á este tri-
bunal sino las causas pecunial'ias y los delitos.

el de los lcnient('s de Hunrrid. marqués de Golhie. Historia de Languedod


l. J. disp. 88. Y el diploma 90, apéndice 9.) J

(1) Capil., lib. 11. t:. 2G.-Eichorn, R. G" §. HU.


(2) L 36. Ut nullus homo in placito ccntenarii. neflue ad mortem ncque
ad libertatem suam amittendam. aut res reddendilS. ,'el rnancipia jurljcelur.
Sed ea omnia in prresentia comilum vel missorum noslrorum judicentur.
,
DEL DERECli.O DE PROPIED,lD • 175
• •

CAPÍTVLO IV.

DE Ll ORG \::\[ZÁCIO:'i JUDICIAL ACTUAL CQ)IPARAl>A eo:x L\ HE


LOS GEIDIA:'\OS.

rf~.u fué la organizarían judicial de los germanos; cada propie-


tario, cada hombre libre tenia su parte en el pode¡' judicial, y era
juzgado por aquellos mismos á quienes él juzgaba á su "ez. Los
germanos estaban muy lejos de la perfeccionada organizacian de
los estados modemos. Entre nosotros en un país que se dice Ji-
bre, los ciudadanos no tienen parte eu la administracían de la jus~
ticia ciyil ni aun en el nombramiento del juez, como si la jus-
ticia civil no fuese así como b justicia criminal una parte de las
mas importantes de la libertad política. El derecho tan precioso
de juzgal' a sus conciudadanos, corresponde ú una clase privi-
legiada sin responsabilidad, sin emulacian, sin necesidad de obrar
bien, quc dispCll53 la justicia como pudiera dar limosna en al-
gunos momentos quitados á sus placeres.
1J ura completar tan bello sistema se ha puesto en manos del
poder el nombl'amiento y los ascensos del juez, el nombramiento
sin condiciones de capacidad, Jos aseemo~ sin condiciones de ser·
,'icios; así que, en cuanto á administl'aC'ion de justicia nada tie-
nen que envidiamos los turcos. Sus caclís tienen de menos que
Jos nuestros la inamovilidad; pel'O la inarnovilid:td cuando el po·
del' tiene sujeto al juez pOI' la facultad de ascenderle y de hala-
gilJ' cuando quiera su ambician, es sin duda un admirable medio
para coadyu\'al' á la pereza, la iguOI'uncia, la debilidad ú la de·
cl'cpitucl deljucz; ¿ pel'O qué ventajas puede ofrrccl' al litigante?
Nue~tl'os antepasados eH d momento de salir de la vida salvaje
t~l1tcndian sin embal'go mejor quc nosotros la libertad.
fi6 HISTORIA
v;;; (4 4iM&

CAPÍTULO V.

DEL SF.RYlCIO MILITAn (1).

ESTA organizacion del cantan y de la Centena era enteramente


militar. La sociedad bárhara no era otra que un ejército acam-
pado , y el ma!!as un ronsrjo de guelTa en que siempre era la
cucstion pl'inripn¡ ,,¿ eH dlÍndlO! se hará la guerra? Todos los j)

militi1res libJ'('$ se reunlan bajo las órdenes de sl1s decanos, de


, sus centuriones y del conde (.~augl'aff), jefe del rjército del can-
ton; al lado de estos vení,m 105 gl'andes con sus vasallos; nue-
vo ej(>rcito se reclutaua sin cesal' á espensas de los hombres libres,
cUJo desanolb tl'ajo eO!1sigo la ruina de la constitucion germana
y el establecimienta d~l sistema feudal. El ejército se reunia to-
dos los [lilaS en el mes de mnrzo; y dcspues en tiempo de los
carolin 6 ios, í':ll el n)~s de mayo (2). La pena del qlle faltaba al
llamamiento, al hf'ribanllllm, era Una multa de sesenta sueldos (3),
suma considerable; '5: no la podia pagar, se hacia siervo del rey
hastn fIue ('on sus servicios pagase la multa (,1).

(1) M\Jnk:;quicu, Espiritll de las leyc.v, XXX, c. 11.-D!lniel de la.Mi-


liria Frrmre.w,1. Jf, c. l.-EidlOrn, %. 161), 1.-Felip. 11, 56.
(2) Analf'5 lJclav. eonf., ann. 75;) vrnit. Thassilo ah marli:i campo el ma-
lahernnt manis r[\mpUnI ill HH:'IlSe mayo. Los antiguos anales haceo nolar
rlli[L1d(J~¡:IIIJ\"lltc ~i hah;n Ó ::10 calla aCw campo de mayo (Sine oste Sf1.llS osi)
fui! it nn:)!lS (.{lUl. !tetay., a. 781).-.4 nn. fa/lrisfl., a. 7{jO, eo /lnllO cOmbentunl
rr1. ahllit iQ tJormada, non lamen rnajis cmnpmu el ipsum annum transit si-
IlC lIoste.
(3) Esta mulla nevaba tambien el nOmbre de hcribaml1llll.-Capít. Ca-
rua. VI, 1. Ir!, c. 67. QairUllHjllfl líber horno in osle bnnnitus fuer('L ct hrni-
re COml¡H'flSNit, ptf~ntlirl h('ribilnllllln componat, secundum legcTtl franroruIll
jrl es! LX, So!. solvllt.-J.I?:;¡; Lrll1rJúb. J, l. t¡" ~. 1::J.-Etablisscme"s de
SUllll-LfJuis (dll("a])~e. ar!. ;"")9, laur. 61),
p.) CapU., lih. IV, ar/¡Iit 2. r. 29 (ca ne. IlI, 211), 11e Ileribanno, ut di~
ligenter ifl1luiranl missi no~ll"i. lIui hostr-JIl (;wrrc potuil el non recito ut ha-
nllm wIs[l"lIm i]l.;~ ("rlmpun:!!, si hahN unde componerr vos~if. Et si tantutn
non h;¡hlJ!~rit un l .• ('(llrIp()!lcre vale.lt, l'fsv.1flinlultl ¡¡.'tl, ct imbrevio'l.tum: el
Ilihi! c:( hoe eX'I., ... 1 lia l U,(!I!(' rll.Im ad lJolitlam dOlllini illlpcratoris ,"cníaL
L. 111, c.67. ,\1/1 si non halolll'rit tU¡,1r ilt.1Hl pl'rsohat scmetipsum pro wa-
dio in sl'rvitiulII priul"ipis trad,l!, dilTlCI~ Jl('r temporr irse hannlJs ab ro Ilal
rll'r.,oill(ll~; 1"1 tUlle i{rrillJJl ad s(il[um IibNt:1lis S!l;¡~ revrrtatur. Ihid., c. 6S
I.Capit. 11. ann 812, G. 'i). UL non per aliqualll ot.:casiOIlCllluec proyuad;\ fH'"
DEL DERECHO DE PROPIEDAD. 177
El servicio militar €I'a la gloria y el privilegio de los hombres
libres; ciertos barbaros, los visogodos por ejemplo, eran tan celosos
de este honor, que nunca admitieron á los romanos en sus le-
giones. La guerra en efecto era el orígen de la riqueza y del po·
del': todos pues ansiaban el combate; pero cuando, en tiempo
de los prime¡·os carolingios, se tranquilizó la sociedad y se hi-
cieron las guerras menos frecuentes y mas costosas, el servicio
militar se convirtió en un impuesto de los mas pesados y en un
medio mas de opresion puesto en manos del conde; entonces fué
cuando CarIo Magno hizo del servicio militar una carga propor-
cionada á la propiedad (1).
Estas leyes redactadas con obj~to de pro tejer la clase de los
hombres libres, fueron impotentes contra la violencia de Jos gran·
des, y no pudieron evitar el rápido establecimiento de la sobe·
ranía territorial y la transformacÍon del servicio bajo la bandera
del conde en servicio, bajo el estandarte del señm·; los oficiales
del emperador, los condes y los duques eran los que siendo mas
poderosos que los otros 'arruinaban á los hombres libres por los
llamamientos de guerra y de justicia, los obligaban á refugiarse
por fuerza en el yasallaje.

de ~cara JIre tle vuardía ne pro hcribergare Il('C pro aJio banDo, heribannum
comes elactare presumat, nisi missus nostl:'r prius hcribannum ad parfem
noslmm recipiat, f't ei suam terliam (W'Irtem cxinde Jll'f jussionem llostfilm
donet. Ipse Yero herib;lfllluS non eXll.ctelur in terris neque in mancipiis, sed
in auro Lt ar¡.;ento, palliis nltJue arrnis, et animnlitJUs alque pecudibus, sive
lal~bus speciehus (Ium ad utilitem pcrtincnt. .
(1) Capil. 1, ann. 812 ( nalule 1, 490). Brevi{. capitulorum quem mis-
si domütici, habere debent ad exerciturn promovendllm.-Cap. 1. Ut om-
nis liuer horno llui ql1atuor filnsos vcslilos de propio suo, siTe de alicujus be-
nefieio habel, ipse se prreparel, el ipse in hoslrm pergat, sive cura seniore 5110.
Qui vero lres mansos de proprio hahuerit, huie adjung,llur unus, qui ulJum
mansum halH'at, et del ilIi ,l<ljntorilIrn lIt ille pro ¡¡mbobus ire possit. Qui
antclIl dWJS mansos t:mtuTII de proprio habel jungllfllr HIi alter qui similitcr
duos man505 habrat, eL unns rx t'is • alLero ilIi adjuyanlc, prrgant in hoslem.
Qui clialO unurn tuntum lOansum de proprio habe!. adju~antur ei Ir{"s qui si-
mili ter babeant, et dent pi adjutorium, el ille lanLllm ¡Jergat. Tres vero qui
iIIi u(ljulnrium rirderunt domi rrlllanellut,-Cap. 6. Volumus ut missi no&tri
diligclltcr iuquiranl in quibus l(leis hot raclum sit quod ad nos prrvenir, quod
quidilUl homines postquum srcunrlum nostram jussionrm sociis suis • qui in
hostcm p¡;orrexerunt, dI' stiprlldill sua atljulorium fecerunt, juoente comite ve)
minislcrialihns ejus proptrr se redimendum pretium dederunt nt eis domi ro-
manere licuisset , rum i1Ii in hostem ¡re non deberent • (Iuia jam sociis ,uis
cOlIslitntuma nobis adjulorium dederunt.-Eichorn 1, §. 166, V. lambiMl
¡'Edict. Pistenle.

23
liS

CAPiTULO VI.

DI LA TI"'" ALODIAL (!).

No se de,ben busl.!ar entre los bárbaros señales de un g~biel'llo


regular. Un Estado en que cada uno sacrifica su parte de liher~
tad para conseguir el ól'den y la prospel'idad comllll, era para
ellos asi como para los salvajes una idea incompl'cnsible. No co~
Docían sino la libertad, y esta era en su concepto la índepen~
dencia individual llevada á lo mas absoluto v estremado.
La propiedad era independiente como Jos indh'iduos, y ca~
da bárbaro, sometido solamente á las tres grandes obligaciones
de la comunidad, la asamblea del canton, el ser juez de sus igna-
les, y el servicio militar (2), era por lo demas rey absoluto en
sU casa, jefe y juez de sus vasallos, señor de sus siervos, fi-
nalmente no dependiendo, como se dijo des pues , sino de Dios
y de su espada.
tlTener una tierra alodial, es tener una tierra que nada debe
.á nadie, siDO solamente á Dios. Y no debe ni censo, ni ren-

(1) Alodü terra SaNca ;-Terra abiatiea enlre los ripuarios;-Sors en-
tre los bnrgoflOnes y los godos, proprium, propTielas, ('11 los capitulares;
-{olelamd enlre los am.:Jo-sajo[lt's: eijen, vrigcn eéjen echtesei,t¡en, en Ale-
mllllia la edad media,-franc-alleu en Fmncia,-Ducarlge, ,o. Illlodis el
Grinm, O. U. A•• p. 493 Y siguientes.
(:l) Capit, ap. Curisiac., si aUquis ex fidelibus nostris post obitum
nostrum. Dei el nostro amore compuuclus. secuJa renuntiare voluerH.
ei licc.ilt pl/lcitare. el si in alo:~e suo quiete viverl~ yoluerit. nullus ti
aliquad imprdimcntuTll facelc prlUsulIIal. D('Que aliud aliqnid ah eo r('-
(juirnlur, nisi solurnmodo lit ¡Id Jlatrire ddcnsio!'elll pcrgal. Un diplo-
ma dd siglo XIII dado por )I¡¡;ose( O,.,n(u1., (icsl'h. 111. clip. 119, contipne
los privill'gios de 111S tiE'rras alotlialps t'n hl¡; siguiE'nles términos: Jus autclIl
ejusdclII pl'1l'dii p~t; IIll0d ;Ih olllni jurisrJ¡"lione eujnslihet lam Sl'culilri quam
ipiritwlli (lr;plf'rquarn illius l'ujus t's! P10!(j¡UIU caprllalli qui eildem celebra-
Yl'rit. fuil selllper el eril irnmulIc. HOlldne.~ cUam h01l<1 I'at!cm incolcuLes
nullalll nisi sal'cnlúLis synut!um f{'nl'hnnlur ohSl'rl'ilre. Nullns jllclt'x st'eu-
luís pEécLer dorninulll {JI'mdii jllris¡Jidiollcm aliquam ilLrra pr;edillm pur-
("{'bit. Pr<l'scripLum igilur jus ~imul CUIIJ prlUlliu tllTn (,mni iILlegril11'le n.
Pelro collalum el ei!! iu preudo rceoll('rosum csse lIo\'eriut uni\'t'rsi ad ma-
jorem cHam firrnitatcm in judido scculilri Joanuis Dillf'gravíi de (:apclJt'n,
quod vulgariter Hbinc dicitur • lime omnia sunl consummala.
DEL DERECHO DI PROPIEDAD., 11t
litas, ni deudas, nf servidumbre, ni tieDe ninguna otra carga .•
En los cronistas de la época feudal, se observa el antiguo espíri-
tu germano que fué siempre el de la independencia y de la li-
bertad.
(!Pasando por la villa de Thun, diócesis de Constanza, el em-
~perador Francisco 1, el señor del lugar , baron de Krenekin-
»gen , no se levantó ante él ni le saludó, sino solamente por via
.de cortesanfa saludó con el sombrero. Habiéndole pregun-
»tado cuál era la causa de semejante conducta, respondió: que él
)Jera tan franco y tan libre, que no rendia á nadie homenaje .•
Es fácil, pues, de comprender que en una época en que el pq-
del' central era un poder desconocido, los grandes propietarios
alodiales volvieron rápidamente á la soberanía. Desde que no hu-
bo á la cabeza de los conquistadores un jefe cuya mano poderosa
contuviese á todo el mundo en la obediencia, la propiedad alo-
dial, desembarazada de este obstáculo, fué por sí y sin revolu-
cion una propiedad absoluta y soberana. Esta era su naturaleza.
Dumoulin, al querer dar una idea de la independencia absoluta
del dominio de los re:res de Francia, dice que es una tierra alo-
dial (1).

(1) Autonomastiee alaodium est terra saltea, seu saeram dominium n05-
tri Franeorum regi!ll slll2que coron<fl patrimonlllm; quod est ven. slmpU-
cissime et absolulissime alaudium, nativa soa natllralis juris Iibertale.
origin<iliter et perpetuo gaudens; nullius unquam hominis servituti auI
recognitioni subditum.

:
180 H_ISTOP.U.
_.1/ .... TUi '--_1

CAPTroLO VII.

~OllO DESAPA..'KClERON LOS ALODIOS P:EQUEWOS.

EL espfritu de los germanos de compañerismo y de asoeiacion,


dominó el territorio como habia dominado los individuos. Era
preciso que las tierras como los hombres se sujetasen á un jefe Ó
señor por un lazo mútuo de proteccion y de fidelidad, que rué
el principio de los feudos. De grado ó por fuerza, todo propie-
tario que no pudo ser jefe, tuvo que ser vasallo.
Tres causas, cuyo origenes el mismo, contribuyeron á destruir
la propiedad alodial (propiedad enteramente individual é inde-
pendiente) y conV81'tirla en propiedad beneficiaria (propiedad ge-
rárquica), única capaz en aquel gl'ado de civilizacian de formar
de un gran territorio un Estado, y de la masa de propietarios
una sociedad. Eran estas tres cau~as: la violencia de los gran-
des, las costumbres de los vasallos y las donaciones á la Iglesia.
Aquí DO nos tocn hablar sino de la primera.
Los bechos y las leyes nos atestiguan que desde el siglo VI
al X los pequeños propietarios de tierm alodial fueron poco á po·
ca despojados y reducidos á la condicion de vasallos ó de tribu-
tarios, por las invasiones de los grandes propietarios y de los
condes. Las capitulares abundan en disposiciones represivas; pe-
l'O estas amenazas, sin cesar re-novadas, tan solo manifiestan
la pel'severancia del mal y la importancia del gobierno.
La opreston, por lo demás, no varía sus antiguos m\'dios, y
al escuchar las qut'jas de los propietarios francos, cree uno oir
los lamentos de la plebe en tiempo de los graeos.
IODicen que siempre que se niegan á dar su heredad al obis-
IIPO, al abad, al conde, al juez Ó <-.1 centurian, buscan en se-
"'guída una acosion de perder al pobre. Le hacen i1' al ejército,
-hasta que arruinado completamente tenga que vender Ó entre 4

»gar su tierra alodial de grado ó por fuerza; pero aquellos que


-han cedido al capl'icho de sus opl'esores, se quedan ro sus h0 4

.gares sin que jamás se les inquiete» (1).

(1) Cap. 3, ano. fU I (Baltue, J, 485) cap. 3.-cap ..... Dicunt quod
Episcopi el abbates sin eomites dlmittunt eirulll liberos homines {lo. qu,
:DEL DEUJ¡CHO DI PROPIEDAD. 1St
As! que, la propiedad se concentró cada vez mas acumulóndo-
se nuevos estados; la fuerza, en efecto, y fuerza soberana, po-
dia solamente garantir entonces la propiedad. A cada momento
eran atacados, saqueado5 y desposeidos los pequeños propieta-
rios ; el'a preciso, pues, reducíl'se al simple usufructo, entre-
gando la pl'opiedad á los poderosos, que así al menos les deja-
ban g~zar lo que tenian. <

han rendido vasallaJe) ad cnsam, in nomine mlllisterialium. Jbi sun'


ríllconarii, ..enatores, telonarii. prrepositi, decani, el alii qui missoll re-
cipiunl eL eorUm sequentes.-Cap. 8,° SUllt iterum et lllii qut remanellt.
el dicunt quod ¡¡elliares eorum domi residrant. et deheaut cum eorum 5e-
nioribus pcrgere ubicumque jussio domini imperllloris Curril. AlU vero sunt
flui ideo se rommendanl ad aliquos seniores quos sciunl in bostem non pro-
rerlmos. Quod super omnia magis fiunt inobedientes ¡psi pagenses comi-
ti el missis decurrcntibus quam antea ruissent.-V. tambien el Pra>uptN'"
de Ilispanis, Baluze, t. L p. 499, et l' Hiltoire du Languedoc ~ t. l.
apprndix N.
En la época feudal. el pleito homenaje fué uno de los principales me-
dios de opresion.
Roman de llo" V. 3580:
A eil (Torte) Iivra ti reis tates bi préveslés
De Cal et de Roern, e des altres dtés.
eil a mull tezti hOlOS laidement desménés
Ue plaid5 é d'nchoisons domagié8 é grevés.
Altrcssi les menout com s'jl ful quens fieufe¡:
Se paisans osassent. pur chent reiz l'ollssent tUCI.
Mu Ji barons lar dient: «Filz 11 putains. soITrn.
Ge ne durrl mez ¡aires. tost est un teml passOl:."
182 HISTOBIA

CAPiTULO VIII.

LA t";IU_N PROPIEDAD GERMANA COMPARADA CQl1 LA GRA.N PRO-


PIEDÁD .ROHANA.

LJ.. concenlracion de dominio, y nótese esto bien, en nada se '


parecia á esa gran propiedad romaDa que arruinó el Imperio y la
Italia. Habla en la naturaleza de estas dos propiedades Ja misma
diferencia que entl'c el genio de los dos pueblos. El gran propie-
tario romano era orgulloso y absoluto en sus goces; necesitaba
bosques y florestas donde no le mortificasen en sus bacanale~ Ó
en su orgullo las miradas de los cultivadores libres. El gran pro-
pietario germano, el senior, era antes que todo capitan; su pri-
mera necesidad era tener soldados y compañeros; si quería ha-
cer suya la pobre morada del hombre libre, era solo para tener
un brazo mas á su disposicion. El romano quería la propiedad;
el germano solo pedia la soberanía. El podu del primero era de·
v8stador, el del segundo, por el contrario, protejia el cultivo
de la tierra, dando parte en ella á todo el que estuviese pronto á
seguirle á la guerra. ¡ Y es á 105 germanos á 105 que ]a historia
llama bárbaros!
DEL DERECHO DE pnOPIEUÁD. 183,

CAPÍTULO IX.

DE LA RECOME:.xDACION (1).

Vi"l\. costumbre singular y '.el'daderamente característica de


aquella época 1 la rccomendacion, esplic[l el orígen de los bene~
tirios v la coO\"ersion de las tierras alodial es en beneficio, fenó-
meno 'importante, que haciendo de la concliCioll beneficiaria el
c.:.tado legal (h~ la mayol' parte de las propiedades, trajo consi~
go el feudo.
La reeomendadon era la libre elercioo que hacia túdo guer~
tero de un jefe á quien entregaba su persona y su vida, vínculo
fundado en recíprocos cómp¡:omisos, y que entre los visigodos
podía I'ompel' á Sil arbitrio ell'ecomendado, devolviendo á su jefe
lo que de él habia recibido (2).

(t) .Marcnlf, Form, , 1, 2t; n, 32,-Foismondi. formo U..-Linoembro-


gi. formo t'11.-L. Wisig., v, l. 3, §. t; IX, l. 2. §. últ.-Cap. karlU.,
813. art. 16, H06; art. 10.-Ducangc v.O CO;o,¡¡WENDATCS.
(2) 1. L. "Wisig., V, lit. 3, 1. Si quis ri qUf'm in p¡lIrocinio habuerit
arma dpderit, vel aliquid donaveril apml ipsnm qnre sunl ¡lonala ·perma-
ocant. Si vpro, aJium siM palroouTIl e[egerit, habeal licenliam cui SI! vo-
luerit cOllllllcndarc, quoniam ingenuo boruini nOn pn[rsl probiberi, quia
in wa poLesl<ltc cOTlsis[.it: srd re~hl¡¡t omnia patrono quelli drscruit.
SimiOs riren et mios plltroui vel filios ejus (Iui in patrocinio fuit. forma
¡:;ervelnr: ut si tam ipse qui in patrodnio fuit, quarn UIH ('jus, lHi¡s pa-
troni obseQui vducrinl. danala pO.'isideanl. Si vero pllLroni filios vel nepo-
tes ipsis nolcntibus rredillerint relinquentlos. fC(ldant universa qure parén-
tibus eonUTl á patrono donata snn!.
Qllirnmquc aulcm in patrodnio t'on~Lilullls (FUERO JrzGo. E M aguel
q'lI~ ayuda a .~o $Imor en (J.~le Ó eYb lid) sub palt'"ono aliquid ilt'quisieril. me-
dirtas r:¡. olllnH:JUs in JHltrflni vel filinrUII\ lpsins \lo[eslatc t:ünsistat. Aliam
yero mCI!it'lal{'lll hlcm bw'cclal'ius qui ,wquisivil ohlincilt.
Qllod si l)ll("cclarill~ miam L1I1II11IIrull(1(10 r¡'liquerit, el filium non reli-
queril. ipsam in pOICS!iltl' palnllli. mallere jUbC1111lS; sic IIIO!!'II ut ip::e pa-
lronllS mqu.l[elll ei provi¡\('al; ¡¡ui e:lm sihi possit in lllalriulOl\io ~Ol'Í<\r('.
et quicquid p;;.lri ve! malri fneril dalullI atl ealll JlPI liUt'al •.(Jui'd si ill~a
sibi • con Ira VOIUIl tatclIl pa lroni ir. fl'riorl'lH fúqe mil ri 111111 I'lrg"1 i t, '-l Uinj u:11
¡111tl"i rjns [\ patroll() fm'rat donalmn, vl'l 11 plul'ulil.Jus Ilillrolli, piltrnllo
\"1'1 hrf('diul\s t"jU:'l rrsl.iluat,-~. H {[¡hl. Qllii;urilqne p;\lronulll stlum 1"('-
1ill'lrrit, el ad aHlIl1I !Nlllens forll\ ~e rontulcril., iHe t:Ui l\e comm~nrlaH~­
rilo (lel ei [(-rralll. :"iam Illllrofllls (¡\lcn! reli\l.\\erit, el lerram ¡:;l QU~ {"i
dedil obtíneat.


IB4 HISTORIA
La ley lombarda determina tambieu estas relaciones, y esta-
blece á qué condiciones puede un señor recibir homenaje del re-
comendado de otro (1).
La ley de los francos establecia la pe"petuidad del homena-
je (2), lo que esplica que los francos fueron la verdadera patria
del feudalismo; las capitulares de Carlo Magno dicen lo mismo
que las costumbres feudales .
• Ninguno, dice el Empel'ador (3), podrá dejar á su señor
Ndespues de haber recibido el valor de UD solidus , á no ser que
»este quiera matarle, darle de palos, deshonra!' á su mujer, á su
"hija, ó arrebatarle su heredad;» Del mismo modo estaba esta-
blt'.cida en nuestras antiguas costumbres; en los estatutos de
Saint-Louis se lee lo siguiente (4) :
«Cuando el señor niega la administracion de justicia á su
IIhombre, nada tendrá de él, y sí del que sea supel'iOl' á aquel;
by así si conociere carnalmente á la mujer de su hombre ó á
)Jla hija, si esta fuere doncella, Ó si el hombre tuviere alguna
ude sus parientas que fuere doncella, y la hubiem dado en guar-
lida á su señor y este la desflorase, nada tendrá de él. Pero si
)Jel hombre, dice Beaumanoir (5), acusase á su señor de' mal-
)Jdad, convendría que la tributase su homenaje. u

(1) Capie. Pippini, regiJ ltalire I1nno 793, Balnze 1, 536.-Capit. 5. De


¡¡lis Iwmim'btu qul ,~eniore.r suo.' dimittunt. SletH nobis de iHis homi-
nibus qui bic intra lIaliarn eorum srniorrs dimiUunt ut nullos cos de-
beat recipere in vassallatico .!!iue eamiato seniorcs sui (sin el permiso
de su señor) antequlIm sciat veraeiter pro qua causa aut culpa ipse suum
seniorem dirnisit. El iUe hamo qui {'um recipere voluerit, eL ipsurn se-
cum babuerit. debeat eum in noslra prresf>ntia prresenlare. aut ipsc llUt
missus suns ¡otra XL noetes posftluarn ipse horno ad eum veneril, si nos
¡u/ra Italia sumus Et si n'1s inlra Italia non fuerimus, tune postquarn
Illde non ruerimus reversi, irJ(ra XL noeles eum in nostra prrescntia de-
beat lJrre~enlarr, sicut supra di xi mus. Et (Jui super hoe facere prresump-
3erit, et si non adimpleverit, exinde bannum nostrum a(1 parlem nostrnm
companal. .
(2) Formul Sirmond., 44. Domino magnifico ilJo ego enim iIIe. DuJO
el omnibus habetur percognitum qualiler ego mini me habeo unde me pas 4

cere vr! vestire debeam ¡ideo petii pietati vl'strm el mihi decrevit volull-
las, uf me in \'estrum mundo hurdum (radere vel ('ommcndare debram;
quod Ha et feei; eo videlicet modo ut me Mm de vietu quam et de
vestimento, jU1.ta quod vobis scrvire et promereri potuero, adjuvare vel
consolare debeas, 1'( dum ego in caput advixero, ingenuiJj ordine tibi
servHium vel obsequium imprndrre debeam, el de me vestra potestal.e
vel mundo hurllo tempore vitre mere poLestatem non habeam sublra-
hendi, nisi (pro 3cd) sub veslra potcst.ate "el defensione dicbus vitre
mere debl'am permanere. Unde convenit ut si UIlUS ex Ilobis de his
convenientiis .'le emulare voluerit, solidos tantos pari SUD componat, el ipsa
convenientia firma permancat. Unde convenit ut dUIl~ epislo'.1S uno tempo-
re conseriptas ex boe inter se facere vel adfirmare deberent; lJuod ita el
recerunt.-Conv. ap. Marsfinm. c. 3 unlJsqui~que Iiber hamo post lllor-
tem domini sui, licentiam habeat se collllnemlaUfIi inter hrec tria re:.;na ad
quemclllnQue voluerit.
(3l Karol. Magn. cap. 2, annO 813, cap. 16. Daluzc, 1, SIO.
(, Chapo 51, ord. du Louvre. t. ,.
(5 Coustutnel d8 ,Bi·(luvoigín', ch. 51.
DEL DERECHO DE PROPIEDAD. 185
La recomendacion se constituia tambien pOI' homenaje, tal
cual le han conser\'ado las leyes feudales.
«Illie. et Tassilo, dux Baioal'iol'um, cum principibus gentis
)¡sme venit, et more francico in manus l'egis in vRssaticum mani-
\lbus suis semetipsum commendavit, fidelitatemque tam ipso re-
ngi l)ippinoquam filiis ejus Kal'lo et Karlomanno jurejurando su-
»pra corpus sancti Dionysii promisit; et non solum ibi, scd
lJetiam super corpus sancti Martini et sancti Germani símili sa-
»cramento fidem se pr;:edictis dominis sUls diebus \'itro sua>. ser-
»,'atlll'urn est pollicitus. Similiter et omnes primores ae majores
»natu llaioarii, qui cum ea in pl'ffisentiam regis pel'venerunt, fi-
_dem se regí el íiliis ejus scrvaturos in prredictis venerabilibus lo-
'leis pl'OmiSel'unt (1).
No es esta, sin embargo, la seneilla fórmula del buen Litt-
leton (2).
«Homenaje es el sen"icio mas honroso y humilde de re"e-
»rencia que un Franco puede hacer á su señol'; pues cuando
»aquel l'inda homenDje, debe estor desceI1ido y con la cDbeza
»descubierta, y su seúol' se sentará y él doblílfá ambas rodillas
ndelante de aquel, y teniendo sus manos cstendidas y juntas
/,lentre las manos del señor le dirá: Yo me constituyo en I'uestro
/,llwmbre para de (u/u! en adelante en pida, en miembros y t'n
»honor 1 y os seré fiel y leal, guardándoos fé por las considera-
»ciOlles que reclamo tle l'O,f, fÍ escepcion de la fé que debo al re,Y
»nuestro señor: y entonces el sei'ior permaneciendo sentado apo-
nyará en él la mano. l )

(1) Einh. annales, año 757. n, Bouquet, tomo á.", p. 198.


(2) Lil.1. Leton le.1J tenure"., 1. 11, e, 1, n. 85. Sigo la edicion de Lon-
dres de Wigbt, 16B4.-Ilouard altera casi continuamente la ortl)grafia: lrr,
por ejemplu, et doneques le seig n/lllr y S.fUe ".eyant,)' traduce: el sefior se
levanta y abraza al vasallo:)) para ser eIacto hubiera dcbirlo tradul'ir: «el
sefior sale y se sien la,))

24
186 HISTORIA

CAPÍTULO X.

DE LOS EFECTOS DE LA RECO~[E~DACION CON RELACION ..\ LA


PROPIEDAD.

EN el orígen habia pel's.onas recomendadas que no habían red-


biao tierras de sus patronos (O. Tales eran los ~'a.\·,I'i dOlllinici (2)
que \'ivían en la misma cusa de su señol' hom}wes libres que le
servían sin renunciar á la librrtad. Uno de los rasgos caractel'Ís~
ticos de los germanos, es la facilidad con que se ponian al ser vi-
CiD de un jefe suyo con tan noble desinterés y tan sencilla inde-
pendencia que honraban rI mismo servicio de el'jadas domésticos
que se proponían desempeñar. Kste espíritu fué el fundamento
de la fé feudal y de ese amor caballeresco que guardaba el tl'OOO
de nuestl'Os antiguos reyes, y que es hoy una I<~tra muerta que
nosotros ya no compl'endemos. Así se comprende por qué da-
ban tiel'l':'ls, única riqueza que entonces se ,con ocia , los señores á
sus recomendados (3). Tal fué el orígeu de los beneficios; con-
firmándome en esta opinion, que si alguna vez he hallado rec()-
mendacion sin beneficio, no he hallado nunca beneficio sin reco-
mcndncion (4).
La recomendacion presentaba ventajas demasiado grandes
para que los hombres libres no procurasen crearse de esta mane-

(1) .lloine de Saint Uall ,lib. I. c. 2. lIic (cierto Ollispo) hahnit nnllm
vB5snlum non ignobilen elviurn suorurn valtle strfnuum et industriuffi. qui
tamen iIIe He dieam aliquod bencficium sed IJc unurn quidcrn alicnando
blandum serJlloneHl impcndit.
(2) Cupit. III. 73. (Cap. 2, ,10n. 8(2, c. 7) De Yassis dorniniris(lui aúhuc
¡ntra casam scrviunt el lllmen heneficia habere Hoscuntuf stalutum estul
qúkunque ex cis curn domino imperatore domi remanseat. vasallos SUOS.C3-
satos se('urn non tctineat. seú ('um comite cujus pagenses sunt ire per-
milLat.
(3) En los escrif().~ de aqur'¡ tiempo se vé que rsra costumbre ('ra ge-
neral. El autor De Hila ~ovillin('o en las ouras de I1inrnlar: Prorcssu
deniquc trmporis eomendahit [lonlltus, filiurn SUlIIl1 (jozclinum Carolo r('-
lI:i; ql1i in bceelkium dedit Ca.rolus vilJam novilliacttm f:uru appl'lUlilii~
suis.
(4) Ducan¡1i! Y. OI1'!IJVlClllJI. l.
DEL DERECHO DE" PROPIEDAD. 187
ra un protector, llegando despues la recomeodacion á ser un~
necesidado .
En la anarquía que precedió al establecimiento de los feudos,
fué destruido el poder central que CarIo Magno habia procurado
organizar imitando la administracion romana, y que solo hubie-
ra podido protejer á los pequeños propietarios. El cantan, a50-
ciacion de hombres libres para el consejo y el juicio coronn, de-
bilitado por el vasallaje que le hahia quitado la mayor parte de
sus miembros, desapareció ante la persecucion de los condes. El
conde de oficial público que era, se hizo soberano; el consejo de
los fieJes sustituyó á la asamb.lea del cantan; los vasallos
reemplazaron en la guerra á los hombres libres. La administra-
cion de justicia no era ya una de las funciones de conde, si no
una parte de su propiedad; el tribunal feudal sustituyó á la asam o
blea de hombres libres. Ante tan poderoso feudalismo, no eran
posibles, al menos en el Norte, los pequeños propietarios débi-
les y aislados; por lo que no se recomendaban para obtener COllw
cesiones de beneficios, sino para salvar su propiedad. Cantones
enteros se recomendaron á los poderosos que muchas veces llbu·
SUfon de la confianza en su fé, depositada para reducir sus pro-
tegidos al estado de siervos.
¡¡Jo ,,'ola habitavit- quondam secularis ae pl'repotens vir,
»Ilomine GUl1tl'amnus (diee una antigua rédula del siglo X ), ha-
»bens multas possessioDes, et tibi et alibi" vicinol'umque suo-
»rum rcbus inhiaos. jEstimantes autem quidam liberi homines
)Jqui in ipso vico erant benignum et clementem illum fore, prre w

),día sub censo legitimo ilIi contradidel'Unt, ea ronditione nt


)Jsub mundiburdio iIIius sem}ler tuti valerer.t esse. lIle gravissus
)Jet suspiciens statim ad oppresionem iIIoruro incubuit, erepitque
»eos primum petitionibus aggredi, deinde libera uteos potestate
»pene quasi mansoari suí essent, jussit sibi servire, scilicet in
»agricultura sua, et secando feuum, et meten do , et in omnibus
,rebus quibus voluit, oppressit eos (¡)o"
La ley les consideraba como homb,oes Iib,oes (2), Y en la fór-
mula de Sirmond, citada mas arriba, se vé que ellos se reserva w

ban la libertad; pero la idea de su libertad se hacia de dia en


dia mas incompatible con s'" independencia personal, y los cen-
sos con que estaban cargadas sus tierras. Los grandes, por otra
parte, no tenian muchas veces inconveniente en iguahu'los á
aquellos de sus siervos á quienes habian concedido alguna tierl'3
á censo (3), sin que los monjes tratasen meDOS tiránicamente que
(1) Herrgot. Genet Diplom. domu$ A.1utrioo. t. l. p. 322.
(i) Lel Alam., tito 9. Qllicllmqlle liberum Ecclesiw. qllem C010nllIn VOw
cant. occid{'rit lIicut alii Alarnanni ita cornponalur.-Tit. 36. eh. 5.-Lex
Bapu., 11, 15, §. 1. 13, Si. 1. Si quis IiberulH homiDclII occiderit, 'solvat pa·
rentibus sllis, si hilbel; si aulCIII nOn bahel, solvat duci vd cui commwda-
tu" (uit dUln vixit. bis octuaglnta solidos. itI sunt cenlulIl se-xaginta.
(3) Ranfrl'do, que ül¡ia I'D lil'mpo de Fedl'rieo 11, pinta en f'stos tl'rllli.
nOIi el estado de los recomendados: Recomendat,¡ dicuntur, qui veniuIll8ulJ
188 HISTORU.

los grandes á sus desgraciados protejidos. Testimonio de esto es


la crónica de Volturno (1).
Nos el paren tes noslri semper l¡berí fuimos, escldmaban los re-
comendados; nal1l1l0S per dcfénsioni,r callsamfuimus ¡iberihomi.
nes commelldati, non f'cro ser!!i.
Este era su último grito de libertad. Un rescripto de Hugues,
rey de Italia, dado á principios del siglo X, contil'mó al monas-
terio de San Zenon de Veron. en la propiedad de todos los bie-
nes que poseia, cl1m familiis el serr'is utriusqttc sexus, mancipíis,
colonis, libellari.l' (los enfiteutas) , carlofali,.,.. commendatis (2) .. El
cambio .. ha sido completo, y el hombre Jibre ha quedado CUD\-er·
tido en esclavo.

alicnis partibus el habitare yolun! in ciyítate tua, eligit patrorinium tuurn.


el dicit: dorninus, volo esse tuns recommendafUs, ut habeamus lunm defen·
~ionem annis singulis el serviam in Paschll ni in l'íatali duas gallinas, velli- .
bram Viperis, "el aliquid aliud. De ¡sUs multos ¡nvenies "pud Neapolim in
villis eorum et baronire. lsti de jure nihil aliud dehelll conferrej sed Nellpo-
¡¡Iani ah iUis multa exigunt, et fere omllia qua: domini eligunt a Yassallis.
(1) 1\IuratorL ant'u:bila, elc. dis. 15.
(2) 1\Juralori, dicto loco.


I
DEL D'ERECHO DE PROPIEDAD. 189

CAPÍTULO XL

DEL IlODO cmlO SR RECOllENDABA. L..\ PROPIEDAD.

~1ARCULFO nos ha conservado la forma en que se reco·menda-


ba la propiedad (1), que no era otra que la de una ena~ena­
cion solemne. El propietario se despojaba de la propiedad y
transfería la posesion al señor por el símbolo ordinario de una
varita, ó de una rama de cesped. Acto contínuo recibia la pro-
pirdad á título de beneficio-para gozal' de ella ab.rque aliqua
diminut;one usufructuario ordine. Pero como el recomendarlo,
asemejándose al beneficiario, quedaba en la posicinn de un usu-
fructuario, tenia gran cnidado de asegurar de antemano para sus
descendientes la sucesion del beneficio, lo que se hacia comun·
mente presentando el sucesor al señor, quien lo aceptaba por
el mismo acto.

(1) lUarrulfo. l. 12. PrClceptum de J.:1!seut'f~rpo fde dejadon) per


muuum regiJ • •Quidquid in prresentia nostra agitur, ve. per "HUm nostra
vide!ur t'sse trans\"uhmm, volumus ae jubemus ut mancal in postenull ro-
bustissimo jure firmissimum. Idcoque veniens iIle fidelis noster ¡bi, in pa-
latio nos[ro, in nostra vel prorerum nostrOnlTD prll'senlia, villas nuncu_
pantN BIas. sitas in pago ¡1I0, sua spontanea volunlate 1I0bis per festuram
'"¡sus esl l('ust'uYerpi.~se. vel condonasse, in ea ratione. si ita ronYenil, ut
duro vixerit eas ex nostro permisso sub USIl beneficio debeat possidere; et
post suum (Iis("es~um ,sirnt ejus adfuil peLilio, nos ipsas villas fid~li nos-
tro ¡1I0 plena gratia visi fnimus concessissr.
QUllpropler per pra:osenlem rlecernimus decrelum, quod perpetullliler
mansurum esse jubrffius, tlt dummod" tbliler ¡lIsius iIIius drrre"it "olun-
tas quod ipsas villas in suprascrillta loca llObis voluntario ordine visus est
leusl'uverpisse vel condoni'lsse, d nos lmedidú ,"¡ro iIlo el. nostro munere
largitalis, sicut ip~il1s ilIius dene,"it yoluntas concessimus, lloc est, tam
in terris domibus • redificiis, accolabus, mancipiis, vineis, silvis, campis.
pratis, pascuis, aquis. aquarumve decursibus, ad integrum quidquid
Ibídem ipsius ¡Ilius porlio fuit. dUIll advixerit, absqut'c aliqna diminutione,
de qualibet re usufrucluario ordine debeat possiderc, el post ('jus discessunl
memoralus ilIe hoc habeat. tencal rt lJossideat, el Iuis posteris aul cui
voluerlt ad possidendum relinqual. Et ut bree autorUas, etc. •
'{
190 RISTOB.TA.
De suerte que Ja recomendacion no daba las mas veces á la
condicion del pequeño propietario otro cambio que el de pro-
porcionarle un patrono territorial (senior) ; que era en quien or-
dinariamente se apoyaba para sustraers..e á la justicia y á la mi-
licia del conde, las dos pesadas cargas de la época. .
JI
.DEL DERECHO n"E PROPIEDA.D. t 9t

CAPÍTULO XII.

DE LAS RECOMENDACIONES A .I.A. IGLESIA.

""tras
N riquezasfiscohanse hapasado
UESTRQ empobl'ecido, esclama Childeberto ;
á las Iglesias; el honor de nuestra
Dues·

»corona ha desaparecido, y los obispos se han investido con


"él (1). " .
La Iglesia era la protectora mas segura y benigna, el único
retiro que se respetaba en tiempo de guerra-; el único amparo
contra las persecuciones de los grandrs; el único refugio en don-
de las viudas podian estar á cubierto de la Hududa de los bárba-
I'OS; la única escuela en donde se consel'vaba alglln resto de luz;
en una palabJ'a, el único asilo para todo lo que no pel'tenecia
al servicio militar.
Dábanse, pues, á la Iglesia los bienes en toda propiedad para
recompensar ó solicitar su santa tutela, para la salvacion del al~
ma (2), para obtener, por medio de la dejacion del dominio, el
alimento y vestido durante la vida. Con frecuencia se l'ecomen~
daba á la'lglesia la persona y bienes, posicion tanto mas venta~
josa, cuanto que el gobierno de los obispos era mas suave que el
de los condes, y mediante una corta I'etribucion se participaba
de las inmunidades de la Iglesia, esto es, de la exeneion de l'e-
tril:mciones onerosas, y del impuesto mas opresivo de todos, cual
era el del se!'Vicio militar (3).

(1) Greg. Tur .• VI, 46: Erce pauprr rflmansit fiscus noster; dives eccle·
sia; di\"itire lJostrre lid ccclesi,1s sunt translalw. ~ulli prnitus nisi soli episco-
pi regnallt: periit honor lIoster et translatus cst ad episcopos. IIrec agens as-
.~idue tes[alllenla qure in t'cclesiis conscripta erant plerumque dirupit. ip~
sasque patris sui prlfcepeiunes. etc.
(2) !\lIIrculfo, lib. H, formo 1,2, S, 4, Formulre GoTda!time.
(3) I'ol.llpticum Jrndn~nis abbatis, p. 31. n. o til. De alado samti Ger-
maní sito in pago Madriat'cllsi. Quem alodnm • id est, villam qUID "ocalur
l\idalpha. paritcr cum ectlesia dederullL sando Germano ad luminaria Sigf?-
berLlls. Hilduinus, fuicoltlus. Dodo, l'rannus. Ber[a ingemlll felnina.. Isti
homlnes ruerunt liberi ct ingenui, sed quia militiam regis non ,'olebant
exercerr. tradiderunt alados suos sancto Germano.
Deinceps ,'ero post breve lemllUs proptcr amorcm ac dilutionem ejus~
192 HISTORB.
La facilidad que habia para librarse del servicio milita,' em·
pob¡'ecia de una manera pal'ticular el ejét'cito franco: Lothario
para cortar el mal mandó á los recomendaddS que se sujetasen al
servicio, y para en caso de oposicion encargó á los condes que se
apoderasen de los bienes puestos bajo la proteccion de la Igle-
sia (1). Pero el favor del clero era tan grande que prevaleció sobre
aquellas sábias disposiciones, y tanto en Francia como en Ale·
mani~ vemos f¡'ecuentemente á los obispos y á sns vasallos exen-
tos del servicio militar, á escepcion del caso de landwehr.
«Ita ut ni si Dani ad delendam christianitatem suí episcopí na-
"ves ascendel'ent, nullum se suosque ad alium exercitale iter
"dcbite conscensuros, nec aliquod de l'egali servitio secum
,-haberi. •
Asi se espresa un diploma dado en el año 8gg por el empe·
rador Arnoldo al obispo de OSDabruk (2),
dem rpiscopl, seipsum cum omni bono suo q1Jod tune habuil. et post hree
adcpturus erat ad eundefll tradidit ecclesiam, et cum sacramcnlo sicut pro-
pril1s liddo merito debuiC eidem ecclesi;¡~ el {'piscopo fidclilatclll fecit (\Ve-
rimberlhus). E contra Yero episcolJU~ in prresentia fideliurn suorum clerico-
rllm et lai(~orurn rum manu advocati sui trarlidit eidem Werimbertho in
beneficium bree omnia qu<e ipse lradidil, et insllpef decimte libras dlltlS,
el de SCl'vitio quod siLi deberet anualim in eircuitionc sua de bonis lIbbatis
Corhe('ensis (Torrey) farris videlict't sigulis, hordeil~, aven<r et brasii li-
bras 11, lIee non per singuios annos vini Karrarlas JI, si uutem vinum dí'-
fucrit, quod s<rpe contingit, pro yino marchas 11, si ve a¡'genti. sire ranis,
el annUíllim duas reras. in est, cervum et cerV,HlI unam, aut srepe c"piat,
aul ad eapiendas del cuicumque sibi placcat. "Eo ratiouis lenore ,ut ipse et
Ulor sua Hazueba IradituHI simnl et IIcreplum mquc ad finem vitre illorum
absque omni molestia et famulatu possideallt eL tlbtine!JIlt. Sciant insuper
olllnes quia idem \Verinbraih hoc specialiter h;lhet partum quod nullllsepis-
copus neque aliqua alia persona eum cogat ¡re in exprditionrm autad curlem
regalern. Si aliquis episcopus vel advocatus, qUild absit, hanc i¡¡orum pllC-
tionem infringrrit, sirc destrurrit, cognOstanl omnes Dri enltofes quod hoc
firmiler pepigerunt ut libertlltem et pr¡edium et mandpia cum ceferis CUflC-
lis bonis suis sicut antea possedcrant, ira absque ornni contradictio ne libe-
re alque pOlestativc possideant et rctine<Hlt, El ut hoc vCl'ius (;redatur han e
p,1~in.11Il ud rncmorinm et agnitionem illius r{'i ~cri[)tam t;piseolJUS idem si-
¡::-ilii sui impressione sig-navit, IInjus reí lestes: 'Val, advocatus. I1einrkh,
Giselbratb, .\bbo, ,Ubico, AtlJalbralh, Athalword, Ilildilcch. Ew, Gode-
(rilz. De familia; Re~il, Hedo, Eilllard. Ezo, Sicto, Frarie, Luidllrath,
Gerard (afio tOW), l\hscr. Omabru¡'-üchc Gesch, t. II, pág, íH1.
(1) n~in, Corp. jl/ris fJerm. Placuit nohis ut liberi homines qui ad vi-
tanrlam reipuhliciC ulililalem res suas ingeniose ecdesiis ddrgant ut quous-
que fes ipsas possidcnt et hostcs el reliquas publicas functioncs faeianl. Quod
si jussas facere neglexeriot , liccnliam eos distringrlJlli cornilibu5 per i¡¡sas
Fes permitimus non obstante immunitate • ut status et utilitas regni nos tri
hujuslflodí adinventionibus non infinnetur, Véase tambien Lex Salica Be-
{orm. Capit, Itd omnes general.
(2) Alre"~er, Osnab. Gesch., tomo 1, pág. 344. ~
DEI, DERECHO DE PROPlRDAD. 193

CAPiTULO XIII.

DEL PRRCARIO (1).

U NA de las causas que con mas frecuencia dió á las iglesias el


dominio de los alodios, fué el uso dell)l'Ceario. La Iglesia, á fin
de escitar el celo de los fieles, devolvia, al mismo que)e entl'tl-
gaba sus bienes, aquellos mismos bienes á título de precario, pero
aumentados con una porcion las mas veces no despreciable de
bienes de la Iglesia.
(( Ut precarire, dice el concilio de Meaux, a nemine de re-
.)bus ecclesiasticis fieri prresumautur, uisi quantum de qualitate
»convenienti datur ex proprio, duplum accipiatur ex rebns Ec-
>¡clesht, in SUD tantum qui dederit nomine, si res proprias et ee-
)Icl~siasticas usufructuario tenere volucrit (~).))
Este uso introducido por las constituciones de los "empera-
dores (3) y favorecido por las leyes bárbaras en que el clero lomó
parte (4), lo encontramos basta en el duodécimo siglo en Fran-
cia y en Italia .
.?or lo regular estos precarios volvian á la Iglesia á la muer-
te del donante (5) .. medio seguro é ingenioso de poner á merced

(t) Llamábasc así loda concesion vitalicia de bienes de la Iglesia, ya


~e le recornendára una propi(~dad y se recobrára en usufructo sohnneute, )'8
uniese la Jglesia ulla donacion beneficiaria á la propiedad que daba en usu-
fruelo, ya la Iglesia concediese un usufructo sin que el donatario le ofrecieM'
nada de lo suyo.-Histoire du Langiiedoc~
Es preciso no confundir el precario eclesiáslico (precaria, precatur1'u)
con el precario romano (precarium), aun cuando es muy prohable que este
IlItimo contrato haya dado origen al primero. La precaria se constituía por
un tiempo dado, que ordinariamente era el de cinco afios, y ('1 precarium
cesllba á voluntad del propictario; este {'u adema s gratuito al paso tille la
prtfcaria se constituia mediante un censo.
(21 Ann. 8-~5, can. 22. Baluzio. 11, pago 32.
3 L. Jubemu$. C. de sar. sanet. Ecd •• §. S. Sane omn{s.
Lex Alam. 1, 2.-Lex Bajuo. 11.
1á~ .Form. Goldast. 41. Cl1nrialli. tomo I1.lUmser. OnlUb. Gech. dipl.
-4

82. tomo II.-Hcec omnia sub taH ronditionis conclusione ordinnla sunt ut
si post mortem ipsius Ueclivigis aliquis trinm filiorum suorum legitimum
matrimollium contraxerit., el iode legitimos filios generaverit. illi filii el ul-
tra I non .ni. eadem Dona eodem pacto obtineaol. SI YirO sine legitimii Ii-
25
194 RISTORIA

de la Iglesia á los herederos de aquel, y de valerse d. una .nce-


síon para comprar otra. Carlo-Maguo quiso, DO obstante, que la
Iglesia procediese con discrecion, y no rehusara la continuaciou
del precario á los herederos sin fortuna, aun cuando no estu-
viesen reservados sus derechos en la donacioo (1). Mas de una
vez tambien el donante tuvo la prevision de reservar el precario
para todos sus descendientes (2), lo cual debió :producir en es-
tos enfitéusis una posicion análoga á la de los beneficios, por lo
menos cuando los servicios eran dobles por su naturaleza (3).
Los poseedores del precario pagaban en signo de dependen-
cia (4) una corta retribucion anual (census) , y á veces se sujeta-

beris fuerint defuncti, cum omni integritate in potestatem ecclesire libere


pl'r omnill revocentur.
(t) Cap. IV. anno 819, cap. 4-.-Cap. lib. IV, 39. Si quis terram ccnsa-
lem h,1buerit quam antecesorcs .<;ui vd ad aliquam tcdesialO, vel ad villam
nostr<llll dederullt, nullatenus eum secur.durn legem teuerc pote.st, nisi ill¡~
,'olnerit ad cujlu polestalern vel illn ecc1esia. wl i!ln vllla pertinct; nisi for-
te filillS aut nf'püs cjus sil qui eflHl trndidit, et ei CJr!eTll lerra ud tenendufH
lllacitala sito Sed in hac re considerandurn cst utruna iIle qui hanc tenet tii-
vefl un pnuper sil, et utrum aHud bcnelidum hatlcat, vel etiam pro(lrium.
Et (¡ui horum nelltrum habel, erga hune miseritordiler agcmlum ~st 111' P.I.
toto dispoliatur in ege~latrm incidat ut allt talem censum inuc persolyul,
qualis ei fuerit constitulUs, ve! portionem aliquum indc in lJeneticium llC-
cipiat Hndc se sustentare vo!rllt.
(2) Zellwcgcr, j)ipl. 3.-1bid. Dipl. 5. Post mcum yero obitum I'undcm
runcalem (hald/o) hlllJeal nepos meus nomine !üICWUHI, el eumdrm censum
perSOIVi.lt, simili mudo faciat cjus lola prücreatio ah 1'0 legiHwa geníla us-
que lid nHirnam Jlrogeniem, ellensus Ilr<edictus a dumo Dei ¡lrIedida Ilullo
modo defidilt iS:ll). lhid. ¡JipI. t;J. El dmlanle reserva á sus ¡,€'rcdcros hasta
la faeullad de n-~t<Jlar.lJipl. 20, 21.. 22, 2(oJ. l\l uOIMnlc (dipl. 2,i.).se reser-
va el 'irrt'tlIlJ de dis¡:Gnf'r uet preC'i,rio. '
(3) Fnril!. (;"ld(!Sl., 7~. (;ilOI.:. li. Plwit,us cognilum es~c ~pcramm, qua-
litPi duo grftllil,:i fr"llb; An¡olt 2t AlnJ.i f¡jii Url'!IHoti ex UsII'lIwiiítfr iJl'/)-
prkl;,11'1:: ."1;1(1' t¡ui¡ll.llid 1'\ p<Jll'ruil:1 hCL"l'dH,,{c \"11 ex l'uHt¡uiSlltHIH" ("orum
habac, unl 11¡:um l't iui.(';::.run; I,L'\lis Gl'illl¡,!d¡J ¡¡b!J,ilÍ t'l il'lrlllwlo "el ad,"o-
cblCl Ilo~tro Tagiluerto in ma:lUS l!o~lrdS \,ut1(jen;¡vo'unl, Ilil:il e C0ntl1l pos-
tulantes llisi (an!um ('I1S!.Jem J"es ilIis el legilirw.e pOll'slati eorurn in lirueü-
cium cOHccJcremus 'Vel in ceusulll. Quapruplcr ebo GI imaldus pClillOnibus
prrefatorurn hominum el teterorum popu!cu"um prec¡;lionibus ,aurelO pietuti.s
aecollwuans. CUIn lila 11 U advocati nICi 'Jagaurrtt, post yesLilurülll el con ses-
SUIIl, eosúcru res illis in bellelirium el m rCH.'>urn cOIl('l'~sinllls ipsis el cunc-
fre legitilil<E procreutlr,ni t'úr!lm. id f'~l. ul üllnis ~inguiis iwJe cellSUIll per-
so!v;wt. it1 (st. aul ru donarLus vd lres maldras de grano, ipsi el universa
legiLima pos[crilas eornm suL eodem mOJla~lcni dominio dciflct,ps llrrniter
consi.,lnnt el cquit,~nl ulHCluuque cis ~lnecf[Jturn fucrit. Si autem contigcrit
ut le~it¡mi hen~l;t~s ddl'cerilll tUlle ¡¡rrerata~ res üd nos reHflantur ab~que
utUus cIJ[¡lradictil'ne in &vurn lJos¡;icjeurJ¡c.
Artlllll in ¡U(;¡l!Islrrio Samti-Galli, coraut nobis, videlicet Grirnaluo Velltt-
rabili abh,1le el Ilarlu¡()r,ú dl'¡:nlJo. flCI: lJon cl Tügaberlo advol"l:Ito, Yuulrc\.z-
zo pr!Cpl)sito ..... Th:1 r !1) sal"l",1t..lrio, ..'iliwaguhl0 celkrariu, Erleba!dú porta-
rlO. CO!1\!Jer!o ("amcrario. IrJin~o !JospiliJriO, UliJlle bibliothccal io J tauza-
rir) el ('f'lrris multis. [/;;0 l~orJJiujJlgus !Jft'suytrr I'ilTiIJsi (anno 8:10). Véanst'
tambien I;JS rórmulas 81. 8~ Y tl:l. V.ap¡wndix C.l\1ilrculfo. Form.lI. :39, 40.
(4) Flo¡]O;¡rd, llist. }lo/n. I1J, 26 (e:~ llincrlliu"o). Ne rorte suggeratur illl-
pcratori quod cupiditate ilJectus hunc eensulIJ respctat (episropus) quem in
5UOS usus nunquam redegprat sed enpien, cvadere periculum ne silentlo suo
in diebuli 5uis ('cnsos ipse dcpereat. et ipsa villa jo alodem vcrtatur.
J
DEL DElI.ECHO< ni:' PROPIEDAD. 199
háh' f ci'tdos'tleí·'vlclós' p-alticüla-¡;'es-. J~a coñce~s¡~ri se" ú~D-ovaba·
cada eiaco años, precaucion prudente que tenia por objeto im-
pedir ne·per tenlionem d¡«turnam prtejudicium (posses.I'or) tlffirat
Ecc/eshe, usando de las palabras de un concilio de Toledo (1).
?Entre los f;'ancos, en quienes este contillto estuvo muy en
UiO, se habia aumentado tle tal suerte esta especie de bienes de
la Iglesia, que Cárlos ~arter sé aptidérñ "de 'ellos para ellriqueceL'
sus bandas de guerreros. Pepino se hizo autorizar por el concilio
de LE>ptine para retener á título de pre('urio bienes tambitn así
adquiridos! Ul sub precario el censa aliquam partem ('cc!esialis pe.
cunice in adjutorium e:rerdttú nóslri t}u'hi inWdi1'en¡ia De; aliquflll~
lo tempare relineamus (2). ]}e ahí dicen que tomó su orígen el
diezmo (3).

(O Concilio Y[ de Toledo" c. !l.-Sínodo de Reims en tjl'mpo de Carl~;'


:Ullgnlr. c; ::J5:-Slnodó de Ep[lOna. c. Is'.
(:!) C-{/pit. lib. V. c. 3. l'X sínodo r."plin. (lHluzio, ('a!ilt. l.)
(3) El aulor de Villa i~¡o/)¡lia(';ll. K;~rlJlys dedit villam I'ioviliacam íu he-
nefkio Auchero S:n:oai Qui n,unas tiC decirna.s ad.(Jartcm llhemclJsis erclesilP
usque nd mortém Sllarn pMso[vit.-V. RaluHo. i y Thómassin. Ud bene~­
C'e-.~,-Il11.I,cap. 4, 5 .. 6 Y 7.
196 Bl:STOItU

CAPiTULO XIV.

DE LA. FORMA DEL PRECARtO.

EL que desee ver en toda su sencillez cuánto se enriqueció l.


Iglesia por el precario, lea la fórmula setenta y siete de Gol-
dasl (1) •
• Todos deben hacer lo que advierte la ley del Evangelio al
Ifdecir: «Dá y te darán. JJ En el nombre de Dios, nosotros Lui ..
• tulf y Merolf, y Zaozzo y Pi,calf, bijos de Marulf, hemos re":
»conoeido ante el conde Cozpert y ante la asamblea de nuestro
.canton que nuestro padre Marulf ha dado todos sus bienes al
.monasterio de Saint·Gall (2) construido en el canton de Arhon,
»)en donde repasa el cuerpo del santo; y que nosotros mismos,
.despues de habernos desprendido de todos los bienes paternos,
»105 hemos transferido á Vuolframm, mange y roviada del abad,
upor tres dias y tres noches, entrando despues nosotros en la
JI posesion de esos bienes por beneficio de los manges. Y en se-

"guida, de$pues de hecha la convencian, nosotros los dichos


IIhermanos, hijos de Marulf, con el asentimiento del conde Goz..
»pert y ante la asamblea del cantan, hemos entregado todo
.. nuestro haber y la herencia paternl\ al precitado m~nasterio
"'por mano de Vuioidhar, dean y monge. Esta transmision ha
"sido hecha bajo la condicion de prestar al monasterio los ser-
.. vicios. que habríamos p¡'cstad() al rey y al conde por razan dr.
»esta tierra, y de tener esta tierra como beneficio de los moo-
.. ges por carta de precario. Y si nuestros hijos y sus descendíen-
»tes quiel'en obrar del mismo modo que nosotros que pa· J

»gueo el servicio de la tierra, y ténganla como beneficio de Jos


->mongrs, ó en otro caso fa devuelvan. Hé aquL lo que nuestro pa·
))dre .Marulf y nosotros sus cuatro hijos citados hemos dado al
»JUonasterio: todo lo que poseemos en el cantan de Nibelgau,

(1) Canciaoi, 11, "5. Appendix D.


(2) Acerca de este monasterio de Saint-Gall, véase á Zell",eger. Gesehich-
t6 dtr ApPIIRlelU,ehen Yolkll'. t. J J p. Si J siluientesj t.11I dlplomaa,
D'. 1-10.
DBL DEBICBO DE PROPIEDAD. 117
"campos, bosques, casar, corral, baldíos, prados, pastos, ca-
»minos, aguas y arroyos, nuestra parte en la comarca de Nibel..
ligan. Y nosotros traspasamos enteramente todos esos bienes
.bajo las condIciones preeitadas, y á cargo de satisfacer por
»censo las fieras que podamos cazar, y de pl'estar al monasterio
,los servicios que los demas habitantes del canton prestan al
))conde ...•••
l)

Esta fórmula es una tradicion solemne hecha en presencia


del conde; es la transmision de la propiedad libre, del alodio y
8U transformacion en propiedad beneficiaria. Un cambio Seme~
jante interesaba demasiado á los hombres libres para que se pu-
diera hacer en otra parte que en la asamblea cantonal; pero el
contrato de la Iglesia al donante se hacia, segun la forma roma~
na, por medio de una doble carta (1), de que abundan fórmulas
en las antiguas colecciones hechas por manges que pensaban ante
todo en los iDtereses del convento. La mano de los manges se
reconoce tambien en aquellas terribles maldiciones con que el do·
nante conmina de antemano á cualquiera que se atreviese en
cualquier tiempo á reclamar una heredad dada á la Iglesia .
• Encargo á mis herederos, por aquel que es y ha de venir
lJlIn dia, que no hagan guerra ni muevan rencillas por causa
lIde esta donacion; pero defiendan á mi hija y la congregacion
})así en guerra como en justicia. El que otra cosa hiciel'e, tenga
'su ~arte con Dathan y Abiron, y no le sean perdonados ja-
1tmas sus pecados ni en este mundo ni en el otro. Así sea I así
,se. (2) l.

(t) La carla del donante se llama ptlMaria, la del obispo prmltaria.


Appendit de MarcuIt. formo 2'1. j8. ,1, ". FormulO) antiqual AbafulJ,
rorm. 12. Candani, n. 402. Appendix E.
(2) Dlplomata :Mirmi, l. 1, p. U6.-Donacion del conde Eberbard al
monasterio de !\Ionrbach, Annal. Bened. t. JI. Si quis vero, Quod ruturum
~se Don trtdimus. si ego ipse. au! aliquis bered1lm aut proheredum meo..
rom , aut u\la opposita persona. VI"I ctiam quilibel l.lOmo prresentcm pagi ..
nam vel hree acla mea. qUa! ego devoto ammo pro reterna retributione reci
et firmare rogavl. ¡nrringere conaverit. vel altemptare aut minucre prro-
sumpseriL imprirnitus iram omnipolentis Dei el omnium sanctorum vel an-
gelorum rjm! orfensionem ineurral. sed el cundre Ecclesire calbolkm elcom ..
municationrm, el ab omni populo cbrisliano se extranelllfl, el prenam iIIam
quam llalban et Abiron aperta telTa deglutivit. sirvenlrsque eos in("rllos
absorbuit; vel damoalionem qunm Judas Iscariothis qui Christnrn Iradidit,
et suspensus crepuit medius I sic diffusa viscera ejus igne relNno pcrenni-
terque intereal i vel Sodomorum intrrilu qui sulphureo igne llammanle con·
,"umpti sunt. el diern judicii t'l.periendum damnandornmque omnium ini-
qllorum consummanduUl se exhorrescat j et ¡usuper si Deum remere nolue-
rint, judlcanfes principlbusque eum ..... auri libras centuro. argenti lalenta
centum, similiter coaclus elsolvat, eL quod repetit DÚn vindicet: eL hmc rae-
ta mea omni lempore firma et ¡nviolala llCrmaneant cum slipulatione sub-
nba.
Véase It :ft.larcu!f(), lib. TI.- Veniam consequlltur ql1ando c()naecu'uru.
I

" ' d diabolus.


CAPÍTULO XV.

P.AL~ll,-\S NQTABLES :QIE C!.B.L.O-)lAGNO •

.EN aqueila época de tinieblas" cuando cada cual DO trataba mas


-que de apoderarse i!e cualquier pedazo de terreno, ,y cuando in-
dividuos indignos de la Iglesia se dejaban llevar, por imitar al
siglo, de .una .vergonzosa codicia, se vé eon gus.to, 'no obstante,
brHlar como ,una vi va luz la cordura y el ,buen juiCio de Carlo-
Magn:o.
«¿Han abandonado el siglo, dice, alue.IJos que todos los días
"procuran por ,todos Jos medios y de todos modos aumentur ~u
"p-atrimonio, prometiendo ,la feHcidad del ffino de Jos cielos,
u8menazando ton el suplicio eteroo del inJi(~J'no .y de~pojando en
lInombre de Dios ó de algun otro santo al rico y al pobre, si
IIson mas inocelltes ó meDOS eO:'l'ompidos? Ellos desheredan a
I;los herederos If>gítimos, y los arrastran, ~nmiéndo!os en la mi-
-seria, á las malas acciones y á los crímenes; porquo p.ill'a esos
"desgl'aeiados á quienes se de~p~ja de la h.~renc¡~ pat,nna, el ~?bo
"y "~~ pillaje JJeg:;;lfl a ser ,una Dec,es~dad.
»/.lIan abandonado el .:JgIo los que impulsados por -la avari-
"c_ia ~. con el fin de adquirir le) que otro posee, .compran á pre-
"d~ ~é oro el p~rjQrio Y el falso testimonio, y eligen p~r pro-
.-,eur~d,ol· Ó prebos~e suyo ,no un hombre justo y temeroso d(~
"Dios, sino un individuo cruel, ambicioso, que se burla del
"perjurio; y que]1o ,repara en ~I mo~o sino en lo que puede ad-
"quirir?' , '
"1 Y qué diremos de aquellos que bajo pretesto de amor a
liDios, y á los tmntos, Ó á los mártires, ó á les confe'wrcs, van
~pfls.e;mdo' lus sagradas reliquias de lugal' en Jugar, ~~J;lstruyen
.. ü~a iglc.s:ia en cadfl sitio. qu~ abandonan, y ,exhortan á lús fieles
"it (Jue les entreguen sus bienes? 'Estos quieren aparentar que
.obran ~jen, y perslladh' á lüs obi,~pos qU,e de es~ modo ~on­
~traen meritos á Jos··ojos de Dios; perú es evidente' qué'·solo ha-
,cen eso po,' alcanzar el poder (1), >
(i} e.pi/lllar iPgunda nf:laño lit. EalulE. 1. 480.
DEL DERECHO DE PROPIEDAD. 199
Por lo demas sería injusto atribuir á la astucia y á la seduc-
cion esa acumulacicn de tierras que convirtió al clero en el pri-
mer cuerpo del Estado. Por fuerte que sea la constancia en sus
miras de esos graDdes cuerpos que nunca perecen, y que no
abandonan jamas lo que una Vf!7. han adquil'ido, Ilunea sera
bastante esa razon para esplicar el fervor y apresuramieIlto que
manifestaban los donantes en poner su persona y bienes bajo ]a
proteccion y amparo de la Iglesia como el único puerto de
salvacion.
La religion, el terror del L.:fierno, el deseo de gaum' el cie-
lo, el temor del fin del mundo (1), el huir de la opresiou de las
potestades temporales, el remordimiento (2), la necesidad que
esperimentaron muy pronto los reyes gerI!lanos de ser algo mas
fIue jefes de bando, y de apoyarse en los obispos, depositarios
de las tradiriones romanas, para f;er emperadores en su pais;
mil causas, en una palabra, con~ribuyeron á esa fortuna inau-
dita del clero, y, preciso es confesarlo, nunca se ha hecho me~
,ior uso de un 'Poderío tan inmenso. A los monaEterios, á la se-
guridad que e' respeto á la religion daba á estos piadosos asilos,
es á 10 que debemos lo que somos. Los manges son los que han
roturado, reducido á cultivo y poblado los vastos desiertos que la
naturaleza, la avaricia romana ó la conquista habian hecho: eBos
los que diel'OD vida á Francia.. Alemania, Italia é Inglaterra. Ciel'-
to f'S que Ilep;ú una época t'.n que pasada la de su tut{'la~ ese pue-
blo de trabajadores que los monges habían creado, encontró muy
gravoso el yugo que pesaba sobre su cabeza, y envolvió en un
odio comun á lag opresores del presente siglo ~' a los bienhe-
chores de, los siglos pasados; pero al filósofo corresponde hacer·
se superior á esas preocupaciones del vulgo, y harer justicia á
virtudes sobradamente descopocidas en el dia. Como agricuito-
res y como hombres instruidos lo~ monges han sido nuestros
-primeros maestros; y si en nuestras ciudades se erigieran mo-
numentos á los promovedores de la civilizlclon, no teng-o re-
paro en decir que el primero y mas suntuoso correspondería ti
la órdeu de benedictinos.

(2) Marculfo, lib. 1I, fono. ¡.


(2) V(!llnse los prólogos de !;¡S ¡"urmulrlS de l\Iarclltro: lile rens quidern
meritis llai2:íliis, quoqlle scelcribus, prmlaschis actibus ae nimia (rudilate
[lollutus "el O!lere omnium bODOrun! chrislianorum loogo satis edremus.
Lih. n , rorm. 1. ,
Los bárbaros creian horrar t0110s sus crhm'nes con esplendidas donacio-
nes. Sinl hife Ecrlcs¡re data (dire un barbaro) ut dum de his flnllPeres reti·
cinntllf mihi veniam ohtine;¡nt ilpLld Ileuln (Greg-. Tur. VI). El concilio de
Chalons I'elebrado I'n tiempo de Carlu-MM!nO, clamó contra esa (alsa idea.
t~aJ). 3t>. :Non enim itlcirco fluis pcerare dehet ul. f'lee-rnosynam racial. seu
Ítll'tl f'!ef'moiloyu;;nn ra('('fC detJct quin IwccavH,
200 J'lISTOIlU
¿

OAPÍTULO XVI.

P.US.Rl!l .In... QUE Si CONSERVARON L.08 ALODIO:).

HE manifestado ya las causas que influyeron en la diminucioll


progresiva del número de los pequeños alodios; pero como estas
causas no obraban en todas partes con igual intensidad, de ahí
provino que se conservasen los alodios ~n ciertos paises. Así
sucedió, por ejemplo, en los territorios del otro lado del Loira,
y á la continuacian de los alodios es á lo que yo atribuyo esa
division capital, de paises regidos por la costumbre, y paises en
que impera el derecho escrito: division aplicable á la Euro}.>(\.
franco-romana.
En eJ Norte de Francia ,. en donde un ¡¡ujo y rellujo dé bár-
baros ~e sucedió continuamente por espacio de dos generaciones,
la organizaciolJ feudal fué una necesidad, y como consecuencia de
ella las costumbres feudales que nacían de principios ent{'ramente
diversos de los del derecho civil, y la jurisdiccion territorial
ahogaron el derecho romano.
Ráci. eJ ~fedi"dia, en donde Ja pobJacion gaJo-romana era
rlca y numerosa; en donde la conquista de los visigodos no ha~
hia echado por tierra la legislacion romana; en donde la uni~
(ormidad en eJ espíritu de Ja JegisJaeion babia hecho de.apare-
cer toda distincion enti'e llaturales y vencedores, los terrenos li-
bres, ó, como entonces se llamaban, los alodios, se conser,'aron,
y con los alodios la legislacion romana, que siendo á la ve¡ cau·
sa y efecto de Ja libertad de Jas tierras, protegió Jos aJodios con-
tra el derecho feudal, y contrarestando el espiritu germano,
obligó á Jos señores feudaJes deJ Mediodia á pJegarse a Jas for-
mas y al espíritu de la legislacion romana (1).
Esta observancia de las leyes romanas ({ue conservó la civili-
zacion en las pl'Ovil1cias del Mediodia, haciendo libres y florecien-
tes á esas grandes ciudades meridionales en una época en que el

(l) Ca~neu,e. Traité du Francallw de Lanyiledoc. Tolou, t645.-


Purgolf':. da Franl.:-~Uelt. París. t777.-MonresfJlIieu, lib. XXX]. ,,"'p. 8:
lib. :XXVII). H4,toire du LangÜedoc.
DIL'DEBEcno DR PROPIEDAD.
Norte se hallaba sumergido en la mas crasa barbarIe, ha llamado
fuertemente la atencioD de M. de Savigny en su bella Historia
del derecho romano en la edad media. Pero ya antes que él tres
.iuriseoDsultos del Mediodia CaseDeuve, Dominiey (1) y Haute-
serre habian atribuido la libertad de las tierras y de los hom-
bres á la legislacion romana. Hauteserre especialmente, hombre
de ingenio vivo y exacto en sus juicios, que ha segoido mino ..
ciosamente, á la legislacion romana en todas sus fases, demos ..
trando cómo y por donde los usos romanos fueron iDvadidos por
el derecho consuetudinario, no incurrió nunca en el error general.
Segun él, la legislacion romana es la madre de los alodios, aUo-
~liorum pal'ens. ,
No fué solo en el Mediodia de Francia donde se conservó
el derecho romano, sino tambien en España y en Italia; pero en
la Lombardía mas principalmente es donde mereee estudiarse
cómo penetró ese espíritu profundo del derecho romano y con ..
cluyó por absorver en sí las costumbres lombardé!s, que eran las
mas puramente germanas entre los bárbaros. El libro de los feo-
1105 es una curiosa demostracion de cuanto dejamos asentado.

(1) En el prólogo de Renml ~4quitan, lib. X. edicion de Nápoles. t. IV.


Th"oo leerse lodo el libro tercero. lIauteserre lo babia publicado ya por sepa-
rado con el lítulo de Lex Romana rD el año !6U, edic. de Nápolrs, t. JV,
pars prima. Donacion de Rauls, conde de Cubors, en tiempo de Luis el Pia-
¡loso: I..egum au!boritas et patrum constitutio monet qualiter homines CUDC"
ti sub vinculo legis romana> eon!!lstentes ex propriis rebus Cacere Quidquid
volllerint justa Dei volunlatem Caciendi Ucelltiam habean'. Idcirco in nomi-
ne Dei, ego ipsfI Rodulphus. comes. etc. Dominicy, p. 136.

K
!~

202 HISTO-RIA

CAPÍTULO XVII.

DE LOS GRANDES ALODIOS.

RESPECTO de los grandes alodios, esto es, de los que el poderio


de sus propietari.os preservaba de la violencia ó de la jurisdic-
cian invasora del cunde, su condicion era preferible á la de los
beneficios.
La propiedad de los alodios el'a plena, perpetua, ¡ndepen-
,diente y en cierto modo soberana: la de los beneficios era pre-
caria, dependiente y vitalicia. Por eso los poseedores de gran-
des beneficios se l:SfOf7,abílD continuamente en convertidos en
alodios (1).
Cado-Magno amenazó sin Ct~sar á los espoliadores de los be-
neficios reales, que con desprecio de la fé jurada enagenuban el
beneficio y -lo recobraban despues como nn alodio en la asamblea
del canton (2) : ]~uis el Piadoso mandó flue se les retirase esta COD~
resioo. porque de ella abusllbélll. Pero todos estos esfuerz.os fue.~
ron inútiles; todo gnm propietario quiere hacerse independiente
á medida que se cree ,meno:; apoyado pOI" el poder centl·al.
y así ~e esplica el smgular fenómeno que se observa en tiem-
po de Carlos el CalYo; fenómeno que ha sorprendido igualmen-
te á todos ;3J. Al llegar la época en que comienza á prevalecer
el sistema feudal, en la que, segun las ideas ordinariamente re~
cibidas, la propiedad alodial vá á confundirse con los beneficios,
entonces precisamente se hace mas frecuente que nunca la pa-

(1) Cap. Kar. M. ann. 802, c. 6. (Daluze, J, 364.) Capit. VII, ann. 803,
c. 3. (Ua!. 1, ¡03.) Cal'. incertianni, c. 4-9. (Ralo 1, 518.)
(2) Capit. V. ann. 806. cap. 1. Auditum habemus qualiler et comites,
et aHi homines qui hcorficia nostra babere videntur, comparant sibi pro-
prielates de ipsl) noslro bcnefido ct raciunt ~ervire ud ipsas proprietates
servientes nostros de corUJII bCllcudo et curtes nostne rem.'lnent deserta', el
in aliquibus loeis ipsi vi,-inantes multa mala paliuntur.-Cap. 8. Andivimus
quod alibi reddant beneficium noslrllm ¡Id alios homines in propl'ietntem, el
in ipso placilo dnto pretio comparant ipsas res iterum in alodum; quod om-
ninl') cavendlJlu ~~: 'Quia qui hoc Caciun', non l)flne custodluo' fidem quaru
nobj~ promillRam batlfmt. (Bllhl'/:e ~ 453.)
(J) GuizlJt, Enr:us IUr 4' hi,totrc ti, Frane6, ensay9 lerceT').
DEL DEl\ECllO DE PBOPIEDAD. 203
labra alodio en las leyes, diplomas y en todos los monumentos
de la época. l..legó á darse el nombre de alodio á tierras que
eran evidentemente beneficiarias; y se rompió el vínculo del be-
neficio (1) que unia á los grandes y pequeños propietarios, en-
tre la corona sin podel' alguno y considerablemente empobrecida,
y los grandes vasallos omnipotentes por sus grandes propiedades
y personas dependientes de ellas. CarIo-Magno multiplicaba las
amenazas para evitar que se convirtiesen los beneficios en alo-
dios; Carlos el Calvo dió el nombre de alodios á todos los bene-
ficios que aquel habia concedido (2). As! se hizo la revolucion;
los grandes beneficios adquirieron los pdvHegios y la indepen-
dencia de los alodios, y tos pequeños alodios desaparecieron ó
se convirtieron en precal'ios y en beneficios; y el régimen feu-
dal conquistó la propiedad.

(1) Cap. Postreditnm a coufluentibus, cap. i. 1). (Bal., 11. 145.) Ad.
nunciatio, cap. 5. eRal.. n. HS.) Apud TusiaclIm. cap. 5. '1. (Dal., n.
t91, t98.)-l'\os damos. al ronde de Oliya, dice un diploma de Cátlns el
Calvo. omIles alarles flure fUl'runt olim infideli nostro Etclio Drrani, et ob
illius infidelitatEm in jus el domimlliouem nostram lcgaliter devenerullt. Es-
tus alodios son inuudablemenLe beneficios: [listoria detLangi¡,edoc, 10m. 1,
dipl. 101.
(2) Et dominus Korollls excelsiori vare lingua romana dixit: ((mis llOmi-
nibus qui contra me sic (p¡'Nun! sient satis, et ad meum fratrern venerunf,
]lroptrr Deum etllrol'ter i!!i11S amorem, el pro iJlills gratia loturn perdono,
quod l'(.ntm me nisi (rl'crunt. et i\lnrum alodr!j de hert'ditate tI de conQlli-
situ, rlflnod de donalione !Iflslri t1enioris hllbuerunt, exeeplo ¡¡Jo flnod de
mt>a donalione veuil. il\is cmwedo. si mihi tirmitatrm (('('erint qllOd in l'('g-
no meo p¡wil1ci sint. et sie ibi vivan! si¡'u! christilmÍ in christiano regnQ
y¡vere debr!ll: in hoe si rralt~r meus meis fidelibus (jui fl.'nlra ilIllm nihil mis-
(eremnt. et mi' QlHlndo mihi 0llUS f\lit adjuvaverunt J ~imiliter iIIoruO! ale-
des qllos in regno lHills habcn ('ollccsserit. S{'u et de iIlis alodibus quos oe
me.'! donalionr habucl'unt et cliam de honoriblls. skut ('11m iIlo mcHus consi-
derahn, ¡\lis qui nrl me se re(orllflhunt, volunlarie faciam.
Et (\ominlls lIIotaril!s linc:ua theorlisea in supra adnuntiatis l'llpilalis sr
rnnsen!irc dh,it, pt se o\:l~ervaturum ilIa promi~it. Adl1l1lltiatio apud C01l-
(lIHJnre,1. c. 7. (Balo, n. ti,;'.)
DEL OIBECRO n,B P!.OP'IIDAD. ,os
- _-.,1

LIBRO VII .

. . .IDI.. ••• r.,. 1•••a'''.'1 , .......,...

CAPtruLO PBIMB1\O.

D'IL BET.

S. comprende hoy bien lo que era un rey bárbaro? Paréceme


que no. Al ver la facilidad con que un visigodo y un francosuce-
dieron en el mando de aquellas ricas provincias, en donde el
genio romano habia realizado la centralizacion en la hacieoda,
la unidad en la administracion, en la organizacion de la justi-
cia y en la del ejército, se persuade uno sin dificultad de que no
!Je hizo mas que cambiar de jefe; de sustituir, por ejemplo, un
Teodosio por un Clodoveo, y se j •• ga aquella época, que á nin-
guna otra se parece, con las ideas que se tienen formadas del
imperio que la precedió ó de los tiempos modernos que la si-
guieron. A. Thierry es el primcro que nos ha manifestado la
verdad.
Habia entonces tribus diseminadas por el territorio conquls.
tado, cada una de las cuales tenia sus hábitos, sus usos, sus
custumbres, y reconocian, en diferentes grados, un jefe cornUDo
Habia, sí 1 UD general pero no un soberano; UDa federacion pero
no un estado; una autoridad sobre lo. hombres de los cantones
pero DO sobre el territorio de estos, porque cada uno era sobe-
rano en el suyo respectivo; el rey no era mas que el jefe del ejér-
cito franco, TY!xfrancorum (1).
AlIado d. los germanos e~tahan los d. las ciudades, para

(1) Vwe la bil\Oria del filO di 80ioool. GrtS. 'Iut.


HI~TORH

quieneS' el" jefe- bárbal'O era una especie de pl'oéonsul romano, un


1,atricio, un Yir inluster, como se intitul,m aquellos reJes en sus
diplomas (1). Ahí estaba el germen de un gobierno fpgular que
Cario-Magno quiso desarrollar cuando se hizo coronar emperador.
Por último, al lado de los hombres Lbres y de los habitan-
tes de las ciudades estaban los parciales del rey, sus vasallos,
sus esclavos, esparcidos en todos sus dominios, prontos á se-
guirle a donde quiera que fmfconüüjese, y que consideraban en
su jefe no al rey, sino á su dueño y sellar natmaJ.
Esta fué la relacion que prevaleció sobre las demas, y pa-
~ando la confusionde las icleas. á las cosas, vino el l~stado á ser
consideradó"{!ómó ui:ta¡pro~rf(TáU· dm- re);>. El' golB~rño'se orga-
nizó como la administracion de un patrimonio, si se esceptúan
algunos usos del imperio, restos escapados de la púrpura impe.
rinl y conservados para lisongear la vanidad del jefe bárbaro.
El rey franco hizo adlllinistrar .el Estado comu 81 Fuese cosa su-
ya, por 5US vasallos, y:'i}Rr~lhfes;· tos: eh\iados ·(mis.n' dO/Jlinici) ,
encaI'gados de una cornision de interés general, tenian iguul·
mente iI su cuiuado la insperckm de las tierras del fisco y de
los beneficios (2). El Estado, en una palabra, se convirtio en
el mayor de los alodios, así cómo nias adelante no fué mas que
el mayor de los feudos.

(1) Winspeare, Storia degli abrlsi feudali. En la vida de S. Murlia


(Seripl. rer. franc., tomo l.) se intitula Dtlgoberto re} de los francos y de
10s romanos.
\2} Cap.]. ann. 802, c. 6.-Cap.H, ann. 813, t. 4, e. 19.-Cap. ]11,
anu. fH2. c. :i. Uf mbsi nostri diUgenter ¡nquiranl eL dcscribere faciant
uUllsquisque in rnissatico quid unllsquisque de. hene(jdo Imbeal. vel quo&
oomine:> ('a!atos in ipso beneficio. Ql1nmodo t'ldcm beneficia comlucla ';Iilll,
aut quis df' beneflcitl ¡UO 3lo¡j~m compllrnlt vrl stmlit. Cap. VIL ¡bid.
lB.I. l.)
DEL nERECRO· DR PROPI~DAD. 201

CAPÍTULO' Il.

DOMINIOS· DEL mfY".

Los reyes f!'ancos poseian inmensos dominios diseminados en


todas sus provincias. Hullman ha llegado él contar hasta ciento
setenta y cinco posesiones de esa clase en el imperio carlovin-
gio. Muchos de rsos dominios han Jlegado á ser con el tiempo
ciudades importantes, talrs Cómo Aix-Ia-Chapelle, Andernach,
Coblenza, Boppmt, Ma.vencia, :Francfort, OppenlU'im, Gern-
sh{'im, 'Vorms, Spira, Seltz, Strasburgo, Schelestadt, Colmar,
Rerniremont, Thionville, l\1etz, Stenay, Lieja, S.r>a, Stavelot,
Theux, Paderborn en Sajonia, Ratisbona en Baviera, Zurich y
Ulm e;: Alemania (1).
El rey se trasladaba de un dominio á otro con sus vasallos,
parciales, I(~lldes, antrluliones, cOllpidat!os del rey (2). Vivia con
estos fieles compañE'ros hasta tanto que agotada la recolcccion
en un dominio (3), pasaba con su córte á otro. Esto era lo con-
trario de lo que accnsf'jaban las ideas ¡,omanas. Los romanos to..
do lo consolidaban prora cE'ntralizar les ingresos y los gastos: el
emperador era el jefe del Estado. Los reyes francos se lucra..
ban por sus agentes, recibían los réditos de los censos y los
consumian en el acto: el rey 110 era mas que un propietario, y
su dominio absorvia el Estado.
Cuando los hijos de Clodoveo se repartieron la herencia de
su padre, no fué el imperio lo que diYidieron futre si, sino los
tesoros, los dominios y el mando de los bandos guerreros: así
Sí' esplica cómo á Chariverto, por ejemplo, le cupo en suerte
Chateaudum, Vendome, Etampes, Chartres, Meaux, Bourges,

(1) D. Hullman. Geschichte des Ursprungll der Strender in .Deutschlan-


tle,/iegunda edicion, llcrlin, 1830, §. ,.
(2) Anlrusliones. in lruste regia, los drw; de los romances de la eda.d
media. lJasintli en Lombardla, thanes reale$ en Ingltlterra, conviv(!' reyi.
por los leudes romanos. ~'ortunatus, ap.llonquet. ll, 518.
(3) Jlinemnr, de ordine palatii, cap. 2:~. Omnes actores regis prlfsci-
rent ubi vel ubi fel iIIo vel iIlo tempore tanto ve! tanto spatio maoefe de-
buisill 1 propter adductíonem vel pneparaUonem.
!OS BISTOIIA
la mitad de Scnhi, la cuarta parte, pro indiviso de: Paríí', la
j •

Lorena, el Poitou, Avranches, Aires, Conserans, BayoDa y el


territorio de Albi; mientras que Thierry, hermano del anterior
y que tenia la capital en Metz y sus posesiones principales al
otro lado del Rhin, mandaba en Auvernia y en muchas ciuda-
des de l.s dos Aquitanias (1). La Borgoña conquistada se divi·
dió, como la Gauta; no fué mas que una herencia que los vence-
dores se repartieron entre sí.

(l) V. Dubos; Historia crfttca de la mODllrqllÍl. rrancesa, IJ.-Phillip"


Rl.doria df' Alemania. 1, a15; 11, 33, US .


nF.L nERECRO DI PlOPIEDAD. 209

CAPiTULO IIJ.

EN el eompaiiet'ísmo tIe los germa"nos y en los pl'esentes ti ~'e~


galos del jefe del bando veia Montesquicu nacer los vasallos y los
feudos. La framea y el caballo de batalla. fueron reemplazados
por tierras; y estas tierras son los bcneHcios.
Desde )a conquista empezaron en efecto los rcyps bárbaros á
rodearse de sus parciales como antes el jefe lo estaba de sus com-
pañeros, dividiendo con ellos los dominios reales (firci) conside-
rablemente aumentados por las conii~caciones y las guefl'8s ci-
viles. Los parciales del jefe (fideles) tenian el primel' puesto en
el Estado, las funciones públicas y las del palacio, los títulos
de conde, los mandos militares y por l'etribucion los beneficios.
La recomendacion y la concesion de beneficios efectuó mas
poderosamente que todo lo demas la fusíon de los bárharos y de
Jos rornanos. El com'ií'(J regis fué menos que el antrustion, pero
mus que el hombre libre: la l'nza romana mas civilizada. mas
diestra se insinuó muy luego en la córte de aquellos semi·bár-
baros, y cada uno de ellos quiso bact'l' cerca de Clodoveo f'l
mismo papel que Cassiodoro habia desempeñado con tan buell
éxito y con tanto talento cerCa de Thmdosio. El primer f[\\'orito
del rey franco, el que inclinándole al matrimonio fIue contrlJjo,
preparó su conversion al ('atolicismo, fué d duque AUl'elialio,
cuyo nornure indica bastante su origen (lj.
He dicho ya que los germanos no tenia n formad liS las mh-,-
mas ideas que nosotros de las funciones domt'sticas: la epol'j\
feudal habia conservado eu este punto el espíritu germ;mo, y
DO hace mucho todavía que se mil'aba como un gl'ande llonol'
el ser paje en una casa i1ustl'e. Fácil es de comprender <,ómo
con semt'jantes id{'~s se apresuraban todos á elevarse al run-
go de vasallos del rey. Marcuifo nos ha conservado hasta la

(1) .\hnonlus, 1, U. lride rum Clodowus frgnum Sllllnl IlSflllC Srqua ..


1l31n atque post modum U!quc J.igcl'im lhnios 8m¡.lliílssef, Miltdl('DUHI e¡¡s~
,rum cjiJem Al1I'cliallo rum lolills rlut'alu rl'gionj~ jure bl'lll'lidi (,(¡I\l·t'~!l\t.
,7
~10 RfSTonrA

fÚl'mula, púr la cunl un señol' que llegaba ron todo su 3coInpnñft~


miento (cum al'imamda sua), con su mesnada.. como se decia en
)a edad media, se hacia admitir entre los parciales, jideles (1).
Este U50 se generalizó en tiempo de Cal'lo.i\lagno: todos querían
tomar parte en tanta gloria y en tanto poder. Cierto es que hubo
algunas razas principales que se iudignaroD de semejante servi·
lismo, y el monge Yfeingort nos pinta á Eticho, de la antigua
casa de los Güelfos, á Etirho, el cllüado de Luis el Piadoso,
negándose á admith' á su hijo que se babia hecho ,'asallo de su
tia aceptanuo de él un beneficio (2). Pero estos casos eran es-
cepeionales: esa fidelidad que no e,'a una esclavitud, toda "ez
que el ,'asallo era libre siempre de sustf<lerse á ella renunciando
el dominio, engrandecia á los ojos de todos las obligaciones del
beneficiario, y realzaba su condicion sobre la del hombre libl'e.
El wehrgeld del antrustion real era tres veces mas que el ",ehr·
geM del hombre libre, y 1m solo Dombre, el de vasallo, desig-
naLa á la vez al hombre como valiente y como leal (3).

(1) I\larculfo, Fonn. 1, 13. De regis antrustione. Rectum esl ut qui


nobis fidcm poHiccntuf Wresam, IJOstro luc<.:n(ur auxilio. Et quia iUe lldt>Us
])eo propitio Dostcr veniens ibi-in palatio noslro ,una cum llrimanuia sua,
jo mallU nostra trustcm et fidc!Halem nobis visus est conjur.:t5se. propterea
IJer pr¡cscntem prreceplum dc¡;rrnilllUS ae juhemus lit dciuceps mernoratus
ilIc in numero antrustioJlum computctur. El si (luis rurlasse eum interficere
lH<l!sUllIpst'rit, nDvcril se wingi!Llo suo soli<.lis sexcclllis esse ¡;u]palJilem ju-
diettur.
(~) Ap. f.f'ilmitz. ,,('(l/llores t'eftlllt ~runstil'ar!lm, L í82.
(:1) HlnrnJar, j'H d libro cunlril ,,1I ~OLJI"III(), cajJ. 5~. J,\-JIIlLi le apu,¡ ItIIJ~
rilllu_~ IUCllllt úe fortíturline d :lgditnte lui j·orf!orís. el de IJf<ulii~, alque ut
lIustratiUIlI ling:lJil diritur, de VJS~¡¡tÍ('i.':i i frecuenLcr ac lit¡cntcr ~ermonrm
haiJere.-La al/ligua cr(¡nica de Flandes, cap. 18; Y rundó muchos y gran·
des de estos SCilOfl05 durtlnte la yida de su padre.
líE}, DEP,rr.nO llr. T'T'..OP1F.D-\n. ~ jI

CAPÍTULO IV.

llE LÁS nML-'¡ mAnES.

]~J. efecto mliS notable de dichos soñodos de los reyes era sus-
traer á la jurisdiccion del conde los yasnll05 del recomendado y
someter al leal ó parcial á la ,lmisdiccion del rey que lo habla
tumado bajo su proteccion (sub mwulelmrdo) (1). A la sombra
de e5te priyilegio ó de esta inmunidad (corno entonce:¡¡ se decia)
el dominio del Jidelis venia á se!' en el ea[¡ton ('omo Ull peque-
Ílo E,o.;tado independiente.
-, Prohibimos, elice la fórmnJa de inmuilidil.(l (:n, lll'ohihimos

(1) Jtcdum est ut rc;;~lis l'0trs(as ilIis Initionl~m imper!ínl, c;:norum nc-
cessitas ccmpl'obatnr. Igitur fogn05l'at mq¡nitm!o seu utiiit.::s \'eslra quuri
nos apuslolico llul nnerühili \"iro illo de ci\"ilate <tut (le mO!Hlstel'io ill hUI:o-
re sancti ¡llius cooslrurlo, fum ornnibus rebus ..,C\ hOllli¡:ihus suis auí ga-
sindis, vel arnicis, seu uodecumque ipsc legitimo I'ct::(lrLi! mitlio juxla t'jus
petitionem, proplcr walorum hon:inuUJ inlil'itas ir:r!~sta!lenes sub ~C'rrr,():le
tuitromi IloslTW visi fuimus recepissc, ut mun¡frhurrlo vel Gefcnsionc in lu..,-
tris viri iilitis JJlajoris domus nos!ri, mm omnibus Icbus pf<!..'LLre en"lcsire
iH1t momls!erii, quietus dcheat residere, et sub ¡¡-'SO liro ¡do in luslris ..,ir
i!lm caUSilS ijjsius pontiflds [tut abhaLis "el cCl'lcsi;c üut HJO[!lls{erii nI qui
per cum sperüre vid.:'nlur vel ufHlceun;¡juc Il'gitilllo rrdt!ebH mitlio. ¡;un iu
pago quaOl in Plllatio nastro perse1ui nl'oerfl. l'roplr[e(l [irr ¡mesentcrn de-
ccmitllus "c jubemus ¡lrrr:repLulll ut I!l~mol"alus ponlifex ¡¡ut 11Lbn ~l1l) IW,s-
¡ro sermone el IlIU1Hlcbur;!¡) i!nte r:il'O "iri quietus re~id{'¡¡L et Dl'l: ros me
jUlliores aulsucl'cso!"!'s Hstri \'(,1 [Juis\i\.et pum dc iOLluisit¡~ (¡I"r,'lsicniuus in·
.illriare ~",I j¡:quicti<!e nOIl pr:l'Sl1m(lti~, 1:; si <l¡i{]u:!s l'i¡n~a~ a::'"ersn, "U[\I
wl suo millilJ ~urrf');.('rinl !l'l¡¡~ iu p::!'!!) [lh~l!!!e rJUs g:ari dis!I{'rlllill c~¡of¡tli:¡~
non fU('I"ilJt, ih 11llS:ri (ll'il'StllliJ rl'~t'rr{'nlllr. ()lWIlt pr,I'I'('ptieUClJ: tll ¡i¡--
miar 1Lallc¡!lur IH"dWia Illü¡lll sub~("rlIJ<;in'us, .'.i:nruih. 1, :!~, Y('ilS(" !"ItlLJ:"ll
la tédula de Olho:l en i"i\\'(jf rk\ r:llIl'q\Jés d:' f,¡ij¡miil. l'l!eihom,-,tWt. Ih-
"ned.II, 721.-JÍttJ,!;¡.qllieu, XXX, r. i2.-IlaILl/~, (¡¡[l. 2, p. HUS, n-H.
y la cédula 2\), lIi~! JI;:' (:e LlIngne!lo,:" t. J.
(2) i\larcull'¡). 1, ;1, fl .... l1Ui!ióS "il!lJ"x pnL!il'lls ;J(! (í\U:,;¡S :mdh':1l11lIJJ íJut
freua u[Hli(pe c:d",( ',,111m n1l1:0 Ill!r¡II;11ll ll'm¡lIll'c lwn 1"1'" SU,lI"t ill¡.:fC(ilrc.
sed hoc ip:'c POlltilt'\ vd ~w:re~:;orl'S t"jas pi'opkr HOml'n ])01UíLi SlIU ilJ[l'grc
I

cnumitnt"is nomine \"alean!. Sliltuenll's ergo lit rll'que YOS neq<J(' jUllwres, ne·
que succrssorrs veslri, nrqm' ulla publica judidJJ"Ííl porestas quoque lempo ...
re in "illas \\bicumquc in reguo Ilustro ipsius ci,;dcsj¡.l~ alll regia aut priya.
lHSTORa

"á tüdo jUi'l. público que eH lllngnn tiempu entre toll e.:.te düulÍ-
,-'nio para conocer de las causas ó exigir multas, pues el pon-
"ti1ice Ó sus !lucesores serán los ÚIjÍCos que han de gobernar baj!)
>Jeste privilegio de entera inmunidad. Prohibimos á vos, conde,
ná vuestros oficiales (1), á vuestros sucesores, á todo poder ju-
J)dicinl. cualquiera que este sea, que entre en 103 dominios pre..
)) sentc5 y futuros de e~ta iglesia ti que este n situados en mIeS"
JJtro reino, ya pro\'engan de Iluestra libm'alidad ó de la de Jos
»particulares, para juzgar (~), cxigiL' multas (:J), tomar aloja-
"miento (,t), imponer contribuciones, pedir cane-iones (5), y da-
',mos con la intcncion de nuestra salvacion, para consagrar al
"Inminar de la iglesia todo lo que nuestro fisco deha recaudar,
»)sea por razon de los Ji'edll , sea por otras causas, de 103 hom-
"hres libres, de los esclavos ti de las demas pt-'J'sonas ljUe habi ..
"tan dentro de la circunferencia ü en las tielTas de la Iglesia."
De este modo' se encontraba el señor convertido en juez de,
Jos hombres libres tJ.ue residian en su territorio, así como el rey
)'odeado de sus fieles ó pal'ciale~ era el juez in palatio de los que
et-taban bajo bU potestad. De~de entonces le pertenecia la retl'Íbu-
cíon (eljn'dum); y por una consecuencia natural la administracion
dejusticia, fuente d'J emolumentos nada despreciables, fué consi ..

lorllOl largitale eonl.ltas, aut qlli in ¡¡n((la furrin! ('oolaturas, aut riú .1U-
di('lldum altertatioocs ingredcrc, ant fr{'(/a de quaslibet Cilusas c\igere. ant
mflnsiones lwt par.'lla:-; nllitlcju3snrcs lotlere non pra'sulILati,~. sed f/uidquirl
j'X ilHlr: aul de ingcnuis aut de servie!¡tibus erterisque IH¡tionibus qum suut
iorra agros \'('1 fines ~ell iiupra lrrr¡¡s pr1nlinIC €('c!esi:c commancnle:-; fiSfU';;
aut fle freda aut undecumque pl,(ueral sperare, ex !lostra indutg('otia pro (11-
Inra salute in luminaribus ipsillS ecdesire per m<:num agcnliu!Il CO(um pro-
fkiat ill pcrpct!lmfl.-.t\PIH'w]i:\ llarculfi. formo 4\..-1'ormulw AlsaUcw,
formo 7.
!Jar(1ce fuera de duda (lue los vasallos scglan>5 in 1nundeburdio regis es-
taban en una po~icion análoga á la del clero privilegiado eno inmunidades.
Vean se !'obre este punto dos ~'é(lulas que publica llaluze (núms. 19 r 2.')) en
IiU edieion de los cavitulnrcs. tOIll. n.-Historia de Langiiedoc, t. l. (.Ap-
pendix O.)
{ti Yé.1se á lUur.1tori. Alltichita d'Ital. dis. 60.-Eichorn. R. fr. 161.-
1 ~ 172, E~le {'s rl Sf'nliuo tic la palabra juniores. Cap. J. Grcg. Tur. V, 26,
A juniorihlls Ercll'sire jussit b:.HlIlOS cligi, pro ro qUflll in c:\erdlu non I.lm-
Lllla~scnl.
(2) Seu placifum teneal. dice una cI:dllla de .\ uhert-Ie-'3Iira (Mira':I1!'» J,
1:11. Yí'a~l' la r~\du!il de Carlos el Simple en fan,r de la igle~ia de NarlH>l13,
lJistoria (lellanyiiedoc. 1. H, cédula 2:1.
(:1) Gf(lg. Turcna, de lJlirac, s(1ncCi .Mart, IV, 26. Affirma"lt rex Ql1os",
darn ex his qui eLsoluli fucrant a(l se venisse, {'ompo~ilionernque fiseo dl'bi..
lam, (Iuam illi freJum ,'o1:<:nL ¡¡ ~c indullam.-TúdIO había ya dicho en Sil
Uf~rm(1llia: Pill'S mul!¡p rrgi \'('1 tivi!aLis pars ipse qui "¡¡Hlieafur ,'el pro-
pinflUis I'jus I"Bolvitur. l.a parre del ofendido ('5 la cUlllpo~id()n, el U'ehryelil,
lIL fl:Lri~ ~Ie[ rry {',~ la rrlribu!'Íon pública Ilnr la paz ,'iolada. ti (reí/11m.
f. i) Ei IIlojamien!'1 de los oliclaJes reales era una rle las cargas lilas pesa-
(las de la prn¡Jirr!:ul. Carlo-.'Jai!:rLo, Capil. 1If. 39, De missis noslris di~{'ur­
rentihus, vcl ccfrrls pro¡¡ler utililaLelll lIOslram Her agentihus, ut Ilullus
Dlllnsionem cOILlradic('re cis pl'il'sumat. I1eincmar, Ep.,III, 25.
(5) Se Jaba eaucion de comparecer ante la nudiel1cill del conde, prore.
4hniepto ~ue recuerda inroluutariul'pcnle el de las Leqi$ acCiones,
btL llEuttUlO m: Pl\Ol'lE1L\U.
derada como uno de los fmtos de la tierra, como uno de los
atrihutos de la propiedad (1).
Para formal' una idea de f'sns jl1l'isuicciones señoriales, debe
leerse el fdmoso capitular de !Vilbs, el cual puede considerarse
romo el primer cnsH,yo de la ,justicia ft.'udal (2\,

(1) Montesquieu, .t:spú'it/l dI! rfl,~ le'les, XXX.-\Vitbllc;Ht'.


,~t)llalulf', 1. Cap.:l. (Jt nülI pr:rmnlanl juuices Ilostram famUi¡Ull in
eortlm sl'r\"iUurn ponnc; non (,oi'\'ad¡¡~, nun lIlalerialn ('a~derc Tlce .1Iiuc!
opus sibi facem cogant. Et Ilt'qur Ill!j uoníl ah illsis 3edpiant, IlOTl caha-
Hum ,-non bovem, non vacam. 11011 pUrl'llln. non y('[vecero, non po},l'ellulll.
Jlon a¡:;neHum, riec aliam causam (cosa, nisi bulirulas el ortulII, ¡Joma, pu·
Ilos ft ova.
Si familia nostl';) p¡¡rtibll5 nostris aliqllam fet'crit fraudcm de latrocinio
:mt alio neglecto, Hlud ¡JI capuL corn\)onat. de r('¡¡quo ,'ero pro lege rccipiat
diseipHnllm yapnlando; nL,¡ tantum pro bomil'ioío ct int'cndio unrle feirla ed-
re po!pst. Arl fl'liqnos autcm homincs jllsliti3m eOl'um qunlrm hohuerinl.
fcdrl~re s(udeilnt sicut \l'x esl. Pro feidil vero nostra. u( dhimm, ran,ilia Ya-
Jluletur.
}'ranci autem qui in fistis aut ,,¡\lis nDslris commrlnent quidqnill commi-
~('rillt, secmulllm ¡r!!;em C(¡nHn cHlmubro studc¡jllt: rf. quod pro reida d":II~­
rnnt ad {'I'US 1I",<;!nnn H'Jli'll.ld e~t in l'('mlill, a\lt in ,llio IH'('\ir..
HISTf)RJ,\
<fG,~

CAPíTULO V.

Ji los obispos y a los mouges que eran los fieles mas asiduos y
adirtos al rey, fué á quienes mas especialmente se prodigaron
las inmunidades. J~a política de los carlovingios IJes-ó hasta á
ha~el' de este priYilegio la conclicion comUIl de los obi5pados, y
de )115 (lbadÍ-Js.
I:::,tas inmunidades contl'1huyemu poderosamente á disminuir
el número de los hombres lihres y pm'2edores de requeños alo-
dios. COll el oiJjeto de librnrsc r1el f.ervicio Illilltar (1) ó de la carga
del servicio C(WPOflll (2), ó á fin de tener parte en fas exenciones
de penges y dcrecbr:s cun frecuencia muy pesados (3), se refugia·
ban en aqtlel!~l' jnrnunicIa(~es (-1)'y ~e rN'omrndaban entregando los
terr'3il05 a la Iglesia y mas todavía; pues para evital' que les al-
caaz::so el }m:~zo del conde, 1,c reducian al estado de sien os de
b Iglesia: MaJ'culfo nos ha conservado la fórmula, triste cuadro
de las miserias de entonces (5).

(1) En la c(~dl!1a 21 de i\Ia~srr, OSl/. r;~scJ¡., cede "·er¡mb~rto sus prol)ie-


dades á la i;;lr'si¡¡ de O;nahmek, 111. enal se las devuelve en clase de precario,
f'O rationis lenore lit irse \Vrrirr;]¡crlu.'l eL da(mn ct arrerlmn usquc fHi obi-
IlItH "iVe Stl(f! po!cslalive et nl:-,que omni molestin possidcnt Ulf¡lle obtinral,
~¡c ut al, f'O[j('m ('p¡~roJ)(), minirflc co~afllr propter ¡¡¡ud bonufll in eXJleditiQ';
ncm si\{) ad f'Ul'1l'rll j'f'galem mil;rare,-Cé;JuliJ 22 ¡!Jill.
(:!) El flJolIgr de S. ti;}l!. ,";'cripl. rer. Fmlle. \'. tt9.-ClI,'J. a!lIlO 703.
(', t:1,-('ap.". afilIO 803, r.al). 17,-('(Jp. IV, [(!lijO flU~J,~. l:).-Capit. V,
aUllO 8[1:1, r. 17.-'1.1'5CI'. O.\Jwu. (;/}teh. ted. 17.
¡:l) V(.,¡I.~I' Ú B,1lt~ze, (:(/[lit., ¡.IL
! 1) C{',dul:ls fH llIiO SR!. lldiít e[iarn HIlt'faLilis ahha ,\ Itila ('elsituditlf'nI
n'lslr,1!1! uf humines lilH'ri t:()mlJlalll'nte~ inrl'.1 lerlllinos rjusdcm monJsterii
fllloS pflfdh:rrunl <luf'torit<l!C ¡Jolllini I.rulnyirL .... el Bem,]rdns ('orni!rs, {er-
ras qtw.~ ex ('reir]') '-Iujc'te fJos~idc'lnt. el ('fHl¡..o;I"UUm Oh~('qlliulII si('ut hmniJ)t'.~
in~('lJIli r,xiude ri¡Jclll H10I)OJ~tcrio c"hibcant. nI' rnrtllll irtgenuit¡¡s vel no-
fl"tlilas vilr~~at. Ilíst. del Lan.'1iierLoc, t. II.-:Uu'SCI', (}sllob. (;csrh., ('r-
fll1lll 1/).
~·5) Pl"i~·ilr.c:il) de la ig-le:.i.1 de HarJllmrgo lkl ailO {)~8. Vt nullnsjlldcx pu-
blt"u,., rel qH(eliflr~t ,iudkiari:_I, Il(Jtesta~, ,IJiq(lilrn sihi rirldi"et pulr.\'latrm ;I!
DU, DEllteRO !lE PnoPIE~.'ll,

Los beneficios dados por el rey, las recomendaciones de los


grandes ,'asallos, las inmunidades concedidas á los dominios de
la Iglesia inundaban el territorio del conde de una multitud de
jurisdicciones privilegiadas, y atrayéndose poco á poco a los
hombres libres, iban preparando la ruina política del cantono
Los obi9pOS intentaron alcanzar de lo's empei'adOl'cs lo que que ..
daba de la jurisdiccion del conde, y lo consiguieron con una ra-
pidez admirable en tiempo de los últimos carlovingios (1); Y cs-
pecialmente en el reinado de 105 primeros emperadores de Ale-
mania, dispuestos siempre á engrandecer el POdCl' vitalicio de
los obispos para contral'€star el amenazador p9der hereditario de
Jos duques y de los condes (2).

snpra(lictol'um llOminihns monaslcriorum J liti~ videlicct et r(¡loni~, vel ('0,'\


aliquis capitis banno ob capitis furtum 'Vel fluocumfplC banno constrin~at.
"el aliquum jllstiHam f..1cere co;;i\t. nbi ll¡h'OCiltUS archicpiscn\li Ijuamrliu cos
corrigcrc nJucrit. Qnutl I'i lJuisJliam mornrn incorfr;::ibilis c\[ilt,rit tUlle ah
advocal.o cídem pr.:c3cntrtur jtldidaria~ po(rstilt¡, ce [Ni \'rfO in subditiol1f\
arehiepisropi permunraut. Si ',el'O aUquis t'x libt:'ris volllcrit jam munrlhiJlg
'Vel ¡itus ficri, :mt ('ti<lm colonus 3d Illonaslrria Sllprtulict,l ClIlll I:OnS'l'nslJ r()~
hcredum Sllorllm non prohibenlur a Qualibct potestalc. sed hnhl'Ht lircl\tiam
l1ostra!lI. habeat qlloquc potrstalrm prredirlus Adu\¡lag, suc!'cssoresqllc ejus
lIarnmaburgensis eccll"sire art'hicpiscopi. super librros et jalO mundilingos
monastcriormn slljlradirlorulH in cxpeditioI'leln sive ad placilum f{'di.
(t) Yé<'se la cédula de Carlos el Calvo en favor del ohispado de :\arbona.
1lisi. del Lan.l}i¿edoc, t. 1, cer!. S2.-Céclula del rey Raull'TI rilvor del obis-
po de Puyo (aúo HH.) ClIjus petiLion; bet~i;;num pra·benles a~s('nsum. re-
gllnt mores scrvanles hoc pra'l'eptulll inmunitatis fieri jusslmus, conce-
denLes ei olJllJibnsQue suref'ssnriuus omM hurgllrn ¡psi cn:!esi¡c adjacE'll-
lenl et 1I1livrrsa {jUal ihidem ud domillilllll el potestall'fll l'omitis 1t.1!,tenlls
prrtinuissc visa Hmt; fotulll scilit'l'!, te!O!ll'Hm, 1II0THJn.m t'l flmnClIl I.Hf-
tr;c!uH\ rum lerra eL mansionibus ip~illS bur;;i [lrreripiclltrs, el~. lfisto-
rt'a del Lanyiiedoc, 11. cedo ML-tédnla elel al-la 11);:,1 ..... Heiuricus .....
Impcrator ..... nolnm sil omnibus Chrisli l1os!risquc litlelihl!s (am el fll-
turi~ qualU et pr.l.'s('IHibns qUiditrr Albcricns (hnubrngcllsi:- rcd('~i,e rp;.<-
cO]lus nnstram imprrialc!lI adiit rll'mellliam flucrimoniam r'll·iclJs de Ber-
nhardo comite, quo(1 liberos hornjnes in suo cpisrop:.ttu habitantes mu-
helmall lloadnat(ls (Jos mahelman son los hombl"es libres) ad SUUlll placi-
LUln vi eL injusta IlJtrstate cnnslringeref.. ..... tllltlwoplf'l' lnodis omnihus
inlerdieimus ul fhn: ncque ('omes aul ·vice COOl."S vd aliqllil persona judi-
ciaria suos liberas vel servos conslringere prlEsumat pra:tcr Cj11S udyora-
tmll. 1\{a'ser, lJ.mab. G!'sch •• t. n, ('rd. 23.
(2) C{>:.!nla del ¡;iglo XI11 (~f:r~cr, o.mab. Gese". TU, :?13). lleinricu~,
Dei gratia ]\illll1100rnm ret, spmrcr ",\ngn5tll~. Ad tolius ignor,lDlire s('rupu-
111m resccanrlufll nolUlll facimus Iloiycrsis imperii fidelibns quod dilectus
primeps rt cons:mguincus n0stc" Engrlbnlus Osnllbllrg('n~iullll'l('ctlls a nos ..
Ira posllllavit cxcrl!mtin ut in quihusdam ,·mis sui l'!liSl'o/latus ,'hll':icet ciyi M

tate nSllabJ"llgl'n~i, Jhnrg, :.\fd\~, rte,. judil'ilJlIl quo,1 YIl ~o (;ogl'ricl!t (Jus-
licia del cnllton! a[lcllMur, ips/J suk[uc slIcce.osüres prr GO,4ra'''¡os (I'ondl's
del crl1lton) Ilroprius, per ('os inslitul<):; lihere exequalltul'. lPI/id hnbranl li-
hrriorelll slIIJdilornm suorum rxt'PSS:1S el imo!rn!ins corl"igrf].1i facullulcm.
1'\05 ergo Cl!nll'''( ~n~crptil cura rq;iminis promotlonil:l\s cl"desiarllln inlemlr-
re teneamur. et t<lS sui juri~ t:nu~en·alione {:lrmeulrr f'onfowre, IIIcmor;¡li
prindl¡is nfls!ri Ellgclberli ¡wlilinld pío f'Ol\t:urrcll!1'S assrmn ill pril'l\omina-
tis ,·mis idem juc1kium qllo(1 Gogcrirht llidtur 51hi et S\li~ Sl\Ct~c5;;Ol"ihn" ¡le
,"nllsilii:; primipulfI ('!. Iid(:1inrtl ull,!rDrulll l'ICI!11('llúi f'.\IH'C.":>il!!lIS m!I."I'lr:lil-
{cm ... " llat 1.lIH W()rmilt¡t,~., 1:.!:!;;.
~16 HlS!OnU
La Inmunidad nO fué ya solamente UDa excncion de jurls-
diccion (1), SiDO la cODcesion de aquellos derechos que forman
hoy parte de la soheranía: el derecho de acuñar moneda (2), el
de f'stahlecer merc(ldos (3) y'fortificac,iones, el de atajar Jos ríos
para colocar molinos (4), el de pesca, la jurisdiccion privilegia ..
da, la exencion de aduanas. (teloneum) , de peages, de puentes y
rios, en una palabra, la exencion de todo impuesto y el pl'ivile-
gio de establecerlos (5).
Así sucedió que el obispado engrandecido de esa manera no
fué ~'a solo llDa dignidad espiritual, sino una jurisdiccion terri-
torial, y un poder político que en casi todas las ciudades en don~
de residia el ohispo, concluyó por ab,orrer el poder de los
eondes.
nNos, dice UDa cédula de Enrique II (tOOi), nos Camera-
"I:ensi ecclesioc, ..... comitatum Cameracensem in proprium dona-
"vi mus. Prrecipientes igitur ut prLClibatm sedis, venerabilis Ewal-
.. winus episcopus suique successores libuam dehil1c habeant po-
.",testatem eumdem comitatum in usum ecclesire supradictro te-
1Ioelldi, comitem eligcndi, bimnos habendi, seu quídquid sibi
.. libeat, modis omnibus faciendi (6)."
Sometida al obispo la eleceion de conde, quedó este reducido
á ser el oficial, el adl'ocatus del obispo; sin embargo de que como
en calidad de tal se hallaha todavia encargado de la josticia y de
la guerra, no dejaba de ser un rival muy temible. Durante casi dos
siglos, la historia de Gínebra no es otra cosa (lue la llistol'ia de las
'¡u.rellas entre el conde y el obispo (7); y lo que digo de Ginebra,

(1) Acerca de la estension de la inmunidad véase la llistoria del Lall~


flilcdoc. l. r, cedo 39. (append. P.)
(2) 'Vinspeare, Storia degli abusi feudali, p. 261.-Historia del Lan-
fliledúc. t. J, Led. 69.
(3) Privilegio de la iglesia de l\Iagdeburgo (ailO 9(5) apud lUei·
Lom. 126.
(4) Privilegio concedido por Othon 1 al obispo tle Padua (año 9S:;;
llpud Meiborn. 12a.-Privilegio de~la ¡glesta de l\Jagdeburgo, ibid. pá-
sina 124.
(5) Céllul" de Carlos el Calvo en fayor tle la iglesia de Agda, llistoria
del Lan!lii.edoIJ. t. 1, ted. 70.-lJirreus, l. 148.-0thon 111 concede á Hcl'-
loin, obispo tle Cambray, jus, Cas atque licentiam rllciendi, sl¡¡tuendi arque
('onslruenfli mCfrhll[urn rurn monera, tcloneo, banno et totius publicre rei
ministcriis, in tllladarn proprirtate sancfm Carnrracensiis ecdesire, in loco
'111i v()ca'ur CllsteHurn sandre ::\larire (Cato-Cambresis). quod silum cst in
}llq;::O Carneraccnsi, tiC camita tu .\rfllultl cOfllilis. AlqlJe prredictum merea~
tUIIl, fllor::etlllJl, teloneum, bannum eum lOla publica rUr!etiolle in proprium
,'oneedirnlls Silnct;¡) Camerncensi crclcsire l:lli tellore u~ nullus IIUl mal'chio,
~iYe rOrue¡¡. seu aliquis homo ullam poteslatclII haneal, ctc.-Yéanse los pri-
,"ilrgios tontedidos Jlor el rmperador Amoldo .tI obispado d(~ Osnabruck eJl
"'¡'¡f), ~Ia:~scr. t. J.-Felibien 1'11 su Historio dI' Paris, t. V, menciona la~
ímnllnidades del {jbi.~¡:¡;¡do de Pilfí~.
!ó) ~lirru1lS.'. J81,
,1) Spon. 1/i.~{fJrirt dt; ú"w:bn J • Yt¡¡J)~" lu~ prilm'l'il'j rí:'1ulali tkl 1. IlJ
(r~iwrra) l1Jtl"
IltL llEntellO !lE pnOPiEnÁn, ~17

puede hacerse estenslvo á otra multitud de cludade" Los obispos


amaestrados por la persecucion concluyeron por guardar para s[
ese poder tan peligroso fuera de sus manos, y tomaron plaza
con el título de condes en la gerarquía feudal, en la que los
volveremos á encontrar mas adelante.
218 llISl'Ol\l.\

CAPÍTULO VI.

CO~l'L\ljACION.~P.ENACll\lIE:"iIO DE lAS CItJD.>\.DES (1).

1" proteecion de los emperadores de Alemania y la debilidad


de los reyes de Fl'ancia dieron márgcn al engrandecimiento de
los obispos. En Italia que se hBlll1ba alejada del imperio. ~'en
don¡]t>. el señorío territorial habia echado raices poco pI'ofundas,
fué principalmente donde mas se desarrolló em omnipotencia
episcopal. Rodeados los obispos de los vasallos á quienes les habian
conquistado la inmunidad, ~; siendo á la HZ condes, jueces y
jefes militares (2), fueron por espacio de cerca de tres siglos due-
DOS del poder público.
Por otra parte la dulzura del gobierno eclesiástico, la segu-
ridad de las ciudades, residencia ordinaria de los obispos. pro-
tegida á la vez por fortificaciones privilrgiadus (3) y por el res-
peto que se tenia al SEUlto patrono de la Iglesia (4), las cruelda-
des y las exacciones de los señores, dlleiíos de los campos, tono
eontl'ihuyú á aumentar el poder de los obispos, agrupando en
torno de la silla episcopal cuanto quedaba de moral ó industrial;
todo lo que no era milicia ó ,-undalismo (.,).

(1) Eichorn, Yeber den ursprllng der stmdlischem 1HJrtassung in JJenls-


eMand. (JJili.rio de ~;l'iig-ny. t. I Y 11.) lIu!lman, StmdteU'esen rle.f mittel
alters. Ronn. t82(J.-Reyn()llard lfisl/Jire de.~ droit municipal. París, 1829.
(2) Anonylltus ("assin. Ex.tilit suis civibns (LflIldolrlls, Capure episco.
pus) non sohlln cpiscopus sed et comes rt jlldct, IlOIl solum 'Pra~sul vcrunr
ctiam gastaldius, ncque lantum pootirc't (Iuio el "elut rnilrs snpi"'r cunelos
prreerüt.-Chaleaubriand. Genio del crislianümo, parle IV.lilJ. VI y X.
(3) Es un pr;yilegio ordinario de los obispos el de poder castella CUIn
turs¡bu~ el prO¡JUr:nacu{ú c(m~truere. (J}ip. de Otilan J. ap. :\Jpiltom ••
123.)-naluzc. 1. JI, p. 19;;.-:\laratori (ctnti. d'/taHa) tldla mili':.ia dOI:
secuLi c(c.-·Winspearc. p. 30.1
(4) La imagen dr.! santo protegia el territorio de la Iglesia; y ¡J('. allí trajan
su orí;trn las denominaciones (le }Veich!Ji[rJ¡'etht y de t':orpi Sfl1!Cti, para úe~
.~i¡;nar·la illmunidad de la ciudad. 1.0s nrrabales de .l\liIans se llaman aun
hor en dia corrn: sandio
(.-,) Bllln'~rhli. Sfftrlls unrl n('cf¡(s~G(,lcM("dr, dl)r slrult ZlIrith. p. 121.
21!)

= LA 42

CAPÍTULO VII.

CO-:'\Tl:\lIACION.-I:\~lU,'IlJH,llES DE LUS )IO.:'\ASTERlO~,.

1obispados,
. . emperadur,es
05· y reyes no solo con ferian inmunidades á los
sino que tDmbien las conferían á ¡liS monasterios; los
piarlosos habitantes de los conventos tenian gl'all necesidad de la
pl'üteccion real, porque de otro modo los condes no tenian grande
escrúpulo de hucer una presa tan fácil como 10 era la de mon-
ges inermes é inofensh'(Is (1). El obispo añadia al prestigio del
poder 1'rul el poder de la palabra divina, y procuraba intimidar
por medio de anatemas á los dos enemigos de los monasterios,
las nn¡jeres y Jos soldados (2).
Pero los obispos no eran siempre los mejores defensores de
105 monasterios, y así desde el principio los monges se vieron
ohligados á solicitar la protrccion real, para librarse de la juris-
dit'cion de los ohi~;poti no meno~ oprcsora <IlIe la de los con-
des (3).

(1) Plank, IIlstoria de la1glcsia, t. 11, p. M2 Y sig.-Da!., Capil. n,


p. 1420.
('2) Ann. Rened., V. !HG.-La cscomunion era una pella muy ~f,WI',
porque llc\'aha rOllsigo la inhllhilH!\cion [Hlfa tOlles los cargos publicas.
Planl(, 1. 111. p. ,jt 1 Y ~iguiefll('s. Acerca (le estas inmunidades que COIlCC-
di:lO los obispos, véase l\larclllL Form .• 1, 1.
(:1) niplollla de inmunidad elorgado hácia mm por los reyes Lotario y
I.\lis á la iglrsia de Santa ~\Jagloi~c (FclibiCIl. nI. p. ,l-fi). Ut nullus ahhinc
ad CtImas ni!!:cnd:ls, aut fn'da "ut tributa exigemla. elr. etc. Yalurnus ('Iiam
llt nos[er Re Yrster, o ¡!u\ c\aris~iHl('. omniurnr¡uc rpiscollOrum <le comitullI
in hoe concordet :l.ssen~I!S, lit ídem Ionls sempcr abbatcm habeat ex !lro-
liria ('on,i!rc~atione, qni iilsum causam Dei el mo[};\chos urgentes, cum llOr-
müli honore Clls1_l'uicndo (r;:Jete!. SiIllU!r¡Ilf' VOIIlIllUS, lit T1ullus TllclrOpoli-
tanus, lJllt alius subjel'\lJs. etiamlllw pon!i fex p ... ri~i;wus. callS:l nlieujus or-
lliwlliOTlis ¡llut impedí pl'tl'Sllmnt, ni"i yoca/us YCJlerH, ant;:Jd sancfam mis-
05,101 cclebrandalll, au! ;l(ll'l'd('~i,!s I'onserrandas, aut ad brller!irlionps cleri-
COI'\lm facil'nrla~, c{('.-Y('ilSC lawbirn el diploma de Snn :\ruur-l('s-fo~.';(·,~
(F('tibien , 111, :W, :!21, Y (;'('1>('[('1', LcbrblleJ¡ der Ttirclwn Deschichle • 10-
TIlO 11,1." parIr, p. ::!Gl y sig,¡iente .... -Ihluzc, Cap. 11, H3G.-lJiplollla
th' Cildos el Calvo (Ha!., JI, IlliO). Pf;pdpif'lItr,~ \1t nulllls rpi:wnporurn IlI'f
sIH:cl'ssionf's s!lll!rahrl'r lIut minnrrr, allt ¡¡d usus ~IlOS rf'lorqllf'at ¡m( ali-
l'ui in bendido trihuat au!. "llum t'X pncdil'tis villi~ eis inferat. sr¡J n('(JH1'
~('n'it!i! ex. t'i~dt'J1! yillis elilctJ't. ueque ullas in aliqllit re c\ill:ti<)n{'~ ¡n(jI-' ('Xt-
220 lllstOR!.\
Lo ((ue se ha dicho acerca de la innuencia civilizadora dé
Jos obispos, es aun mas cierto en la influencia que ejercian los
abades. Dueños de tierras inmensas, cultivadores hábiles y los
únicos que vivian tl'anquilos en medio de la inquietud y deso ..
lucian general, los manges tm'iemn bajo sus ól'denes naciones
enteras. San Berlín ha 'Visto formarse bajo su amparo la ciudad
naciente de Saint-Omer, Saint-Amand. Bel'guespSaint-Vinox,
Saint-Gall, MUllster; y mil ciudade3 hoy ricas y florecientes se
elevaron bajo la sombra protectora del claustro.
Jlero 01 vidaba UDa observacíon importante. J<:ste género de in-
mnnidades, aunque separaron el monasterio de la jurisdiccion
del obispo, en nada ataenban la subordiD~cion espiritual (Iue les
estaba espresamente rtseryada (1). Sin embargo esta indepen-
dencia era perjudicial, y no podía menos de ser contraria al es ..
píritu gerárquico de la Iglesia. :En adelante era al Papa á cuya
proteccion se acogian los monasterios; y ya no cran los reyes los
que conferían estas inmunidades) sino que era siempre el suce-
sor de San Pedro (2;10 Y mientras la .Europa, dividida en mil SO~
ciedades feudales, se agitaba en ,'ano para alcanzar la desenda
unidad que aun no existe, desde el siglo \1 el Papa era el jefl'
reconocido de esas innumerables abadías que cubrian el snelo
de ltalid, .FtOancia, J\lemania é Inglaterra, cuyos anaJes ha es-
crito Mabillon del mismo modo que se escribe la historia de un
imperio. El Papa en efecto cra el único defensor posible de Jos
monasterios, el úniro protector fuerte contra la avaricia de los
reyes y las vejaciones de los seúores, y contri! la am1Jicion de lo))
obispos.
1\0 nos admiremos, pues~ de que el Papa hablase tall ¡·IIto
a los reyes de la edad media, siendo el jt.d'e cspil'itual de todos
ellos y teniendo como tenia en sus manos Jos illtl'i'l'::WS tClIlporn-
les de mas de la mitad de la Europa.

~iJ'. ~i aug("'c tis 1l1iquid ~,Ia('u('l'it. liccuti¡1/11 h"IWillIl¡ dbtrallf'lHli alllrn,


:mt mi01H'ndi ea qu:c pro D,·j statuta sunt ¡llllfm~, llf'q1Jalluam Ilr<emmant.
-lliploma tlel emperador Arn(¡ldo rn rnn'r ¡]el JIlOJHlsll~rio dí> San fiall-
bllwrgcr. dip. 1!10-Histarin drl [wl[Jiiedoc, t. f, pruehas. nil!p. ,¡ j,.
(1) Cap.,lih. VI • cap. jaU. Ahbull's JlI'O hUlllilila!/' rcli:!ioni .. in cpisl'o-
pf}rum potcstatc consistan!. El si quit! I;ltra regulan! fcccrinl, ah cJli~copi'i
mrrigantur.
(2) /list. del L(Wfliledur;, t. n, prlll'h,ls. p. ~q. V('ase ~(lhH' ti! fOIlI1\l-
1;1 de estlls 1)l]1ó1~ la dc! Papa JI1(IIl'IH'!O H (1l!1O tí 1I¡\. c(¡ohrrnullt!n los I'rI-
,'¡h~g!{J: d(~flllinl-~laur-h-S~rQ~S0S (l'ili"¡rn . 111, 2=1. Plilllk. 1. 11, V~g¡-:
"a~ -f8,-i).11.
lYF.L nrr,ICHO DE PP,OPlf.Illll.

CAPiTULO VIII.

nt LOS RE:.'. RFICIOS (1).

I:'s la opinion
·~

generalmente recibida que los beneficios fueron


}lI'imcrarncnte tempornles, despues vitalicios y últimamente he-
reditarios; los doctores italianos han ido aun mas lejos y han
tontadu hasta ocho re, oluciones sucesivas que han tran!lformado
el beneficio anual en feudo hereditario (2). En los hechos no su
descubren de manera alguna estas combiDRciones matemáticas de
la ciencia, y me par~ce que para la historia de los bCDeflcios la
mayol' parte de los que sobre esta materia han escrito, se hall
contentado con el superficial estudio de las palabrns, pero sin
pent'trar en el fondo de las cmas.
J~I mismo nombre de heneficium indica el got,'e una especie
de derecho de uso (a), un usufructo (4); esla rs una espr.,ioll

(1) 1\1uralori, Antichita d'Italia, disert. IJ.-Dncange, Re)l(:¡;dam.


(2) Federico Sdupis. Slof"ÍiI dril' (!¡¡Ucn legislazi:me del Pie/TIuMp,
1S:l:1 in S.". 11, 1=;,
(:1) Lil¡ram de u'rgwlo )¡¡illi arl benc[it:ium pr¡pslitlllio, dicen las rór ..
nltllas de Marcull'. 11, 2;1; ideo [Jcr llItllc vinca/!w! ca tlf¡OliÚ • spondw mlJ
Itl1lendml il!ru }Jroxi,nas ipsum uryentmn veslris parfilJUs esse redditu-
J"lllH, Yéansr. la~ fórmulas ti, 27 Y :;;),-Si quis Imrstilum aut tonductum
ha¿uerit t'llballum, vd- órJt'cm, QU.t cnncm 've! 'luotl/ibet pcclIliwn, et rlUIlt
in i!Jso uClll'tkio l'l cowlu':llIra est hoinicidil/lIt (eccrit ......... (l,c,)! Rotf¡arr~
3:12. Canc .. 1. 1, üu).-i:cdimus tibi a die prlPscnte locel!a nllllcup,1nlr ¡1I0
cum olnlli ntlja:':l!n!ia ;Id ¡pso lorello aspitit'llte. tenis, dO:llibll~, mandpiis.
,·¡neis. Vratf'lla Silrol,l. rel re!iqu¡s bl'lIdidis ilJitlem llspit:icutibllS.-Y ..\p~
pcndix, F.
t~) Estu es lo 'Iue significHIl las frecuentes e.~prt'sioU('s ari l/SI/m llPtI('.fi-
triu1lt (Furm. Dign., 2t);-ad W¡¡UlI fJlmcficii (Marculf, n, 89~ ;-sllb l/SU
beneficio (.'Jare., 11, 8);-sub 1lSU bC1W/¡eii CUarc., 11, 6);-ad bwefici"um
usufructuad!) ordine (Man·" 11. 5;'j_jure usufructuario et benl'ficíart'o¡-
nTSTOIU..\

¡:!,enérica y qnr~ }Ia significado concesiúllC's do muy l1i\'tWSft~ r:i-


pecies., tales, por ejemplo, los censales de los bienes eclesiás·
ticos (1), los bienes uestinadús á retribuir iI los servidores de Jos
príncipes, ya fuese en la milicia ó en cualquiera otro servicio (2);
y fInalmente las tierras cuyo usufl'utto concedia el rey á sus va-
~allos, que eran Jos beneficios propiamente tales.
No perdiendo de vista tantas y tan difex'entes acepciones, se
hará mucho mas fácil comprender bien la historia de los bene ..
ticios. No hay duda ninguna, por ejemplo, que los beneficios.
honores anejos á un empleo cerca del príllcipe eran en su mígen
esencialmente temporales y revotablcs de igual modo que el
empleo mismo (3); pero DO puede asegurarse con igual certeza
que haya habido beneficios censualc:) ni beneficios propiamente
tales concedidos para tiempo determirwdo y J'evocablts. Alas
arriba hemos visto, al tl'ata-r de los precarios 1 que no obstanttl
la renovacian del acta cada cillco años, los donadores rese:'vaban
en favor de sus herederos la sucesion del beneficio; y aun mas,
haciendo perder el beneficio el solo hecho de no pagar el censual
(qui llt'gligit cen.fUlIl, perdat ogrll/ll) (.J), los que daban su alodio

usufructuario et jure beneficH, beneficiario usufructuario ordine. Quás


(res) uxori mete, r¡uamdiu L'ivet, ego Calfredus úcneliciuvi.-Ducangc, V.
t1F:~!EFICJCr.J , úeueficiario jure p033idere.
(1) VL'; t'sprcsioncs Ilue se usan eDil mas fl'ecllenciD. para designar lns CCII-
sll!Jles ~ in ven~fi("¡'Iltn pt f'enSU1f1, 'ud ce/lSUIn vl'1wjiciarc, Ann. Bn]cd.
111, 712¡ ;-in vcul'ficio leltt'l'c 1'1 precario mo!/o. ~lIh bwc¡;cio priP.~fürúr.
{lIurangc, loco cit.)-;U:rser, OS/t(lh. (;PSc/l_, ¡JipI. 21 ,l.ll.-Ducuuge. V.
Ih!sI'.VrCIA RCCLEsr.-I..STlCA. I.:}s leyes wisigodüs empican en este sentirlo la
llülaúra venejidum como sinónimo de enHteusis.
(2) La manera mas comun de designar estos heneficios es: beneficiara
honores, (A nn. Bertin., ann. 839.)-lIouores. cap., all. 77U , c. U. a. "SIJ,
c. 2'h-Cap. n. ann. 812, C. 3.-Qllicum(~ue horno !lOstrOs habcns honore¡"
in hostl'rtl hannitus fllerit, el ud eondidum pJarilum non venerit, (juot die-
bl1s post pllltiturn condilum venissc comprobalus fucriL {ol dicbus abslineat
a 'iino.-Eic!Jorn, R. G., 1, 161.-Ilistoria del Lan.qiiedoc, t. 1, documen.
tos justifit:ati\'os, numo 12.-Xitl¡tlrd, lib. 111. Ulcloriam lit CaroH essc llidi-
ci! (ncrnbardus, dux Sel)Lím:mire) filium suum -Willehnun ad ¡Hum ¡Jircxif,
ct si honores fluOS idem in llurgundia habuit, eldcm donare nllel, ut se iJle
eOllllflrnd,1srt, pril'Ccpit.-Capit. Aarl. Calv., alln. 8,)7, tit. 2.2. nt'~ino,
anllu ~HO. Ulo comes obiit, qui permissu rev,is, (juirfr¡uid hClleficii aut prJ:'fec~
turarum hnbuil, quasi hcrellitalclll inler ¡ilios divisil.-Ducangc, Y. Ho~o·
lIas. La 11ll11lbra honor significó tlt'spues (cmlo del mismo moúo que antes
babia f'ignificnd.o benefkio. Leges I1ear¡ci, cap. 55, )tou, Y. ',05t

1'\'1} tlteit el fic, ne a ronor


I\.i se cumbnt a'son scigllior.
V. tí,9!lO:

Quanílli primier nichaf IllIJllfllnf


J:. Ji s('cunL I"onur rct;llf.

t;lj Greg. Tur., VIIr,1G.-Frl'del!;. Seho!. Chroll' J !~3.-:Pitblo Diae., IV,


tI; 19: V, 1.'), 2;1, aG: VI, 2:;, 26, 21.
(-.) Cnnl;i!io de .!\leau, (an. Si,')), c.62.-·Y(oase lo hecho en semejante
nF.L m::P.r,CRO DE PROPIEn.H" 22:;
it la Iolesia y le volvían á tomar en benel1eio, estipulaban pl'e-
\;iameOnte que el no pagar el censo, solo daría lugar á una multa
pero no á la pérdida del fundo (i).
Eo los beneficios cor,cedidos á los "asallos, en los que el ser-
vicio militar hacia las yeces del censo (j), he encontrado siem-
pre sucesiones ,'itaticias (3). A la muerte del rey los ,'asallos Ye-
nian á encomendarse en manos del sucesor para obtener ]a con-
servacíon del beneficio, pero de aquí no se deduce ni puede de-
ducirse otra cosa que la prestacíon de fé feudal (4), Y nada au-
toriza á suponer por aquel acto que el nuevo señor pudiese á su
arbitrio privar del beneficio al vasallo que habia venido á pres-
tar homenaje; al menos es indudable que si tln'ieron los reyes
tal facultad en los primeros tiempos, el uso derogó esta arbi-
trariedad.
(,¡Yuninem injuste pripalJimus sed neque privari absque l('gall
))sanc,'lone aliquem nostroram fideliam ~'olumuJ' bemjicio.)) lsta

caso en el diploma 82 de la lliston'u de OS/lab"uc];, p. 328.- Dominicy f


p. ~9 , hace Dotar que la legislacivo del precario era e\adamen!c la mísma
legislaeion rolllalla Ileerca del enfiteusis.
(1) Formulre LindenfJrogii, fonn. 2:-;.
(2) Teoría de las leyes de la monarquia francesa" t. Vl.-Ilistoria
del Lanyiledoc, tomo 1, documentos juslificatiyos • núm, 9, p, :l9.
(3) .Esta es lambieu la opinion de Ducange eu la. lJa.labru Bell(lfiL'ium, y
tle Bignoll cu la formo á de lUarculf, liL. 11. 1.0 llue sllb,'e Indu t:oulirma esl;1
upiniú .. , es tille nada es mas fl'i~('uenle que dOllat'iollt'S Ill'di,lS á lil I~I('~¡;I,
cutre IJs eu:lles h,-1Y twnelieiO!l, t'n las t¡lIe siempre ~t' fl~~t'l'ra d IIsul'ru{:[o á
l()s llCllelki:lriu~,-J)¡pluJ/la de ('arios el Calt'/) {D., Uouquet, VIII. 5:i3',
j)ellilllu~ ... " monasterio Saflrtj-Gerrllani.. ... res proprietati,~ nostla sitas ...•.•
in pago Anti~iodorcnsi ..... eL quídquid fidelis nos ter Gausmarus eL modo Ite-
rius ..... per nostrum, .... benclitilltll visi sunt halJllisse, lit pnedictus ltcrius
lluIlalcnus omui (empare vitre sua~ memoratas res amHtat, nisi nos alibi eL. ...
aliud tribllamlls.-V. ibid., r;ip. 219, p. 617 el dip, 223,11. 622.-Fredeg.,
21. ~,Egila putricius lcgaLus inLerficitul', instigan te Brnnerhilde ob nnllum
commissum, sed lit racultales ejlls fiscus adsumerC't. Eichorn. J, §. t1fl.-
Dominicy, p. 98.
(t) , :n~oria de las leyes, t. VI, úoculllcn(os justificativos, p. !j.8.-1~gi­
nhard, Ep. 2G. (ap. Eouque!, 'VI, p. 374).-Frurnol(ltls mins, Y, cOTllitk ....
lItagis ¡nOrmitale qtlam sencelute confrctus ..... ¡taLe! Lcnefirium lIon gr¡lIlde
in Burgundill, in pilgO Gcncweuse ..... Timct ilIud prnlel'c, nisi vestra bCllig-
nilils iIli opituletUl', eo quod pl'a~ infil'milate qua pra'lIlilur <tll palaliullI ve-
nire mm potesf.ldcirco lJreralur u1. .... imperalol'rHl rogare dignrmini, lit
pCl'luitlnt se haherc beneficiulll, quod avus ejns iIIi roncessit, 1'1 pater hallf'-
re permisit, qtlosque ririous r('eeplis, ud ejus pl'~~entiam ,'enerit nc St~ com-
mrudaveril. Bjusdem Epit., 1'1., "O. '~I ,42.-\'i"ase tamoirJl l'\1arculf.l,
formo 17.-Ann. Bertin., ann, 877. Et discurrenfiblls If'galis ¡nlN Lllrl(]vi~
CUlIJ et [{'gní primol'rs ct ¡JOelis honorilms síngulis CjIlOS pelieffint YI ¡(¡n¡¡
decembris ronSl'nsu omniulII (am episcoJlorulll el abbatum, quam l'rgni pri-
morUlli e:rlerorumque (Iui mlfurrunl, consecralus el cOl'onallls est íJl rf'grm
Ludolicus ah Ilincmaro, RClIlorum elJiscopo, el epi~copi se suasQue {'cde~ia~
illi ad dehílam deft'IISionelll el rauonica psioilegia sibi s('rranda commend:l-
Vt'fUut, profilelllcs sel'lllldurll imum scire, el pos~e justa suum ministcrillJlI
t:oflsilio I't auxilio iIli lid{'\cs fürc: abbatcs ou1l:1I1 t't [('gni plimores al' \',mJ-
lIi I'egii se .il!i cOmnll'UdliYCrulll, el saWJlI\CII!is, ~cculUdulH lIIoH,'JIlliúelila ..
tcm promlS\'runl.
22~ HISTOBl\

ley del emperador Lui, 11 no es otra rosa que la conllrmacion


de la costumbre que regia en los beneficios (1). .

(1) Conv. ap ..Marsnam, l. anno 8t1.c. 5.-Ut singulja eorum fiuelibus


lalir lex consen'clur. qualcfIl lelQPoribus priorum rrgum et prrecipue avi
patrisque eorum babuisse noscunlur: si tamen et ¡psi pristinam fidem er¡¡::a
ipiO¡ conservenf.
DEL DERECHO DE PROPIEDAD. 2U
i

CAPiTULO IX.

OBLIGACIONES DEL BENEFIClARIO.-t.·, SlllVICIO llILITAJ.

EL beneficiarlo se haria por la ¡;restacion del juramento va-


sallo del ,eñor, y esta cualidad le imponia hácia el donador cier-
tas obli¡,mciont's que se pueden rerlucil' á dos prinripalt's.
1. o El servicio de gUf'rra cmmdo ('18 I"f'quttl'ido por t') feñor.
2.° Servieh·s celca de la persona ó en la COlle dt'1 srñ('r, de
que 110S Oí'upal'emos despurs al tratar ele las costumbrt's f~udhles.
PI'('I~'eclando muy freruentp.mente Jos reyes r ancos 'e~pedi­
cio[¡e~ lf'jall8s y atrevidas, no recurdan pal'c1 ellas al ('ji'l'cito
franco ~ino á sus súbditos y vasallos (1); ptltque aquellos se ale~
jaban con mucha dificultad de la tif'rra que cultivaban, mien·
tras que estos so pena de fdonía eSLaban obligfldos á seguir á su
señor por todas putes. }'áci!.mente se comp.'ende así que en un
pais ro que la guerra f ra la única o('upucion, fm'sen estos mu-
('.ho mas f.!\'o!t:cidos que aquellos. Carie magno se octlpaba con·
tinuamente en mejorar Je situacivn del beneficiario (2) no SO~

(t) Constituí::!'!': de tal manera los vasallos el poder de los seiiort's r Its
eran tlln útiles, Ii;J~ los reyes rram'o~ solian ~IMtar no Cjmlársplcll unos b.
airas. Greg. Tllr. IX, 20. COllvenit (pnlre Gonlram el r.¡"ldeberlo! ut lJuJlus
alki'ius 1f'IHh's nce sollidlct nPt~ ,'enientes acc!pillt.-Vp8sr tarnhif'n el arIa
(le repArllmiento de Luis el I'iadoso. y el rapÍ!. de Carlos el Calvo, apud
eODnuel' II'S,
(:!; Cuplt. \", ann. 800, cap. 19. (Dal. L 45;¡,'-('apit. lib, I. c. 126.
Cons:fit'ravimlls itll(:n~ quin [lel" p!llrillla lora fames latida t's~e viJclur, ot
OIlHItS rpis('oIJi, ahb¡d"S, ;!bbal\~~re.IJ[llim;.I('", el rn':lÍlfS. srll d(;m'~I¡ci ct
l:U1J('U fidf'h~ Ilui brudicia rr¡¡.ali" (am dc bl'IIlS c('rlrsill~!it'is, qUílff:qlle ft
tle rf'lil¡uh j¡.:ilrrc \'it1n! nr. ul Ilflll~r¡uiH1U(l dt, SU,) bnrfu.:lo ~U¡¡1Il rnnilt,'m
lwl' it';lI'{' f;lt'inl ('1 ¡le su,, pruIII ,('tale 111'opriam ranlili 1111 nlllrj¡ll. El SI DfO
dunante, SIIJlI-I" ~e et supf'r fallli·jau: ~tJam Aut in h{'""tirio aul in 1I11.¡le an-
"'lWHIl h:lhut'1 i' ,,' VI '~IH1.:¡lre \"o!ui'fil, onu rari'ls H'fHl¡ll n¡si n"o,tium (fe
aVi'lla conlra ,I('tmrios 11. lII"dinm de 1\, r.-!ell ¡'¡,Jllra ~f'lmr;os IIf, modiuru
unum rle sigiln ¡'unlru dc!·,lrit's IV. lIlorliurn U!llIm di' frnm('lllo pnr¡¡oo rOIl-
Ira Ilrnllrips \' 1. Et ipse mOtjius sil qllCIll oUlnihus htltJere f~"nstitulum rst.
.EI uHusqui~qlle habeut ll'quíllll flien'iuram et reqlllllell lIlodioll.-Cflpit. prim
tt\cerU anni, c. 49, 50, ~t. 52. (Da!.], 5t8.}-Cap., lllln. 807 J e. t. Qu¡-
W
ftlSTOE,(;'i.

l . - t i e'n'fMot lb quéeonC.".rtla.1 ,erv!t!ÍJ millt~f; si qúéh\m~


bie~ en lo que corre..-pond¡;¡ á IR rpnyor segu' hiad rle In conce:;:inn,
pr:trqup IO!i b:'l,d!dcll'ks iwbillO )¡t'gl.tdo ó ha{'t'l'se el ncnio de
sus ('jérc;tfls J drl E-tüd,t,
Slt'u:lo las f¡bligac¡(1!}I'~ dt"! los vn::nIJo:". de !el mbma n,'ltUl'j1'
Jt.za qu~ 1:1'" del 1)-e'H?n,~¡'H'io, ('1 {'JHpe¡>ndur e tre SlJ'5 inut,lt's
esfuerzos pnra t;otablecP-f "l1:0 .,~!hh·,nVl': r:elltral, (lec!': lo 'Ju'.~ ~n
ausencia del bPDCfi, Lnirl, los v¡¡s,do;;; del Lelwlido e~tadiHl á
las ol'denes de! conde {l). Lns h:ycs de ['us suctSJres e~peciíica­
ron y detallaron mas)- mílS If\s obligacioD::-s mili!íHt's dtl iH"ne·
flciario, porque sujetándose todo;, 105 dl,1" hombres libres al
poder. dtt lo! señores 1-eLf!jórcito< no se c:omp¡mia mes que de se-
llores srguiJos de sus \"ilsallos {2}. p(>f{) CM todas e~tus leyes se
reconoció '-iempl'e el prir,cirio de (Jue 1ft obngllcion ('ra real, y
cesaba la ()blignci'1ü de Hdelidad eu d n~on\p{¡to de Hb,lndnnar
d bent'fieio (:1). Este~; no O).ru l'l'tl el !'spílitu de las le.ves feu·
dales como hemos dicho mas u;ribll.

cumqUl! hl'wf¡~ j:l' hll!¡l',e ,"í.'~f'ntnr. (Iil:nrs i':l 11O!'!'l'm veniar!.-fap. 1,


illl. HI.2 • .':. I.-.C(lp. n, ano ~I:!. '>, fJ.-Cllp. 111. a'l. xl!, 1' • .¡., ¡.o, ,
(1) Crljl, I! • .1f1.'fjl:L ~'. 7, l'l: q,~;~ ·!fJlIIénki ... q,;i "é1' hil!' ¡ulra q)~'m
s,:of,'iu[l-l t'll:l'l""U he :dL~¡J h·¡!:I'r"IIIJSfll"tur. M,II!!l!!"'! fS'. '[Ir qtli 'wn'11¡e
(l, eis {lIdt -r'J"'in,, P:1P¡'rt,t, 1'1' :¡')',rl ,'( :1'.\11, -, it \;I!;; 1·1·\... !'W,· 1 ,'l'; "r¡,~ fl'JU

r,~.:-~t~(::~;::-; '1 ~';:; 1;'''' "~~ 1:' ¡'~l'; ~~~¡; ,,'.~t:,~ ;'\'l~'¡~::t:: _
~~;li;'_~,~! :;;~¡;;~~' -!I.~::: ¡;,_~~ll~ ¡' .1 ;~l";;-; T (,t
1

ti C{¡fH. (j,J. -dnr .. ,,-uJ, 111.11. 11, H, j 1!i,,;lIl:/lU,j Ji'fJn/i, e. ~).-Rt


\'O:llalllll tU t U1U~I'um¡fIlP 1I1!~lrum B')llio. in ,lfj!H'lltIltlU~ r('gIlO s)l, ~ 11m ¡¡C~
morc SilO irl ll{ls[cflI vrl alils sui" U!iIJJHlil,II.~ r:e,'gal ; uisl (¡¡lb n'gni iava-
,io '111;UII lanlwe! i dinml, 'Ino.1 II!!,<;:!. arri cdt. ti t o¡unis ¡¡()jJulus iJlius
trgni íI:'¡ ellln rt'pl'll\,il,ia;n ':O¡¡lJPUOit"i ¡l!'ij.(:'!I.
(3) Et si alhl"ltS e,; isti~ hominihu .. s{'niMalllm :llklijns clr>geril, librrllffi
habeal IkeftliélTll n',wunrrl. H'rum tlllfl-l'lI W\ Id" Ilfl:C pllssidd Ilih¡l, hallful,
nihilqtlc 5('wm ferat. Si!<lolllaiJ in uO!llinium {'t fJúl,'slah'lIl pri,¡ris ~wiuris'
plenisslme re\'crlanlur. Dip,toma.W t.:urlus el Call\1 ('¡LlIlo ¡¡O~ Chlllltel'~IlU­
tefevre, lJel orÍom:rle loy ¡t/J'lM, 1, p. ltU.-féasc lamllicD el PiIXCf'p_
tum pro lli$pan •• B«luzo, U. 21 .

..
DEL DEltECHO DK PROPlEDJ,D.

CAl'fTULO X.

CO~TlriACION.-2.1I, SERVICIOS DE CORTE Y DE COItSBJO.

ENTRE los serVICIOS que .1 vasallo ({ideti.,) debia á su señor,


adem&s del servicio militar, objeto prinl'ipal del b~ Defleio, habia
toda\'Ía dos muy prin(~ipaIL-s: 1.° (',1 cons~jo; 2. 1, los juidos.
El reJ se rodeaha de sus ,'asallos, obispos y Irudu; cllando
teda que decidir al¡!un pUllto irnportilote; los leudes y Jos oLis·
pos sou los úllicos que ti gura n en el trati1do de AnderaD y eu el
eoueUlo de .llads dtl aüo 615; tlotal'io 1I reunió sus '-3:81108
para juzgar á Brnnehaut mesino "de diez reyes (t}: habiendo
COO<:'11Hildo pLéviamente lus suyos, publicó Rotharis las Jeyn
lombardas (2); siguiendo el consejo y con el consentimiento de
sus vAsallos Pipioo dividió el gobierno de SllS estados entre sus.
hijos Cárlús y Cadomagno (3); Carlomagno los con soltó anle. de
proclamar empel'ador a su hijo (4); sus vasallos hicieron pro~
clamar á Lolario emperador ,iviendo aun su padre (.5): ellos
fUNon los que formaron 103 lotes de la dhision hecha entre los
tl'es hijos de Luis el Piadoso (6); bajo los últimos reye, ca·

(l) Fred., Chron •• f. 40 J 42.


(2) Wimveare.l'_ 287.
(3) 'Vinspearc; lIola -H12, p. 286. .
(4) The)'üHlus (ap_ J)ulhC,iIlC, Scl'ipt. rer~ Pronc., p. 276). Cum omni
elercitu qJls~üVis. allblllLbus. duo ¡bus, comillbus, IOfo ¡JUSltlS, uilbui! grilD-
de cúllOqUlUIll 11I1II tis Át¡uisgrani valalio. illtrtfv¡.;ans üUWfS a n:a"imo IlS-
que ad miuimum, si ds pll1rUISSt'l ut )HJlllen SUUJIl, lu t'~L IIIJl'cri:lllJri~, fi-
ho 8UO LUlluvlI.'o tradrliscl,
(."J¡ .lImal . .liCtietlSl',i. ann. 76~. Iljppinus onllll'S oplimllles SilOS. ('uf,es
el t'omit('s fr.!ll< vl'um, ('p,s~'0l-JüS 'cJ!lúquc de s¡Herdoh's IlIi lot' H'lIirc prll'l'C¡;II.
Ibiqul' \lIJa fum lOllS{'llloU prol't:'rulIl SUOI'UUl lNlüüli SUllc ¡hiel duvS Ciies
Ki:lrolu/II et Rarol{JlIlunnLail re¡::num f¡an¡ 01 um Hlh?rtW jllre Jlvi~L1.-(,'f¡lIl­
ta «ivision. impt!1 d. au, 81"J, plltf. \BJI,.'. á~a.) ClIm 1lO~ .... Allui,glblli
f1.11'I1 io 1l0~lro, JIIOHl sol i' o sar! 11m cum en~ UIil l't ~l'ljcra¡ i lalulI rv¡J ,di IIOl>tri
pl'Optel' el! lesiaslicas \'d totius impedí uo~lrL 1Ililili: 't'~ "erll,u (,11 ¡las. L'I<II·
tregib~cmUl> el in tJis Sludcl'tlllUS, sullito uÍ\'iuu ilDpCLú(HHle <!lIulLIl'sl ut
JlúS 1idelc~ UfJ,!ri conuILOllcrcllt. qualcllus mancille noslta iULolumitnle, el
pace undique a neo lOlll'CSSLL. de stalu lotius regni eL óe filiorum nostrl:.ll'UID
causa, mOl'e panmturo Doslrorum lI'1I~taremu8, y demuI que ligu6.
(6) .4.»1\ • .l'uld., aono 849. Ymdus Inire maluerunt {Luis y Carlol! un
HI:;TOR!A

roIiD~io. ellos eran los' que. vigllab~n la administrncion de ·Ios


beneficios. (I), en una pa!abi a, eran los con~rjel os perpétl1os,
juecrs y únicos adrntnistl'adorrs dt-I Sf'ñtlr (2).
CarIo magno organizó de tod\lS elJ.:s una clase, y su reunion,
que hasta entonces s')lo tenia Jugar por voluntad del prfncipr,
se hizo' ordinaria, el,c\'ándolos al I ango de ser una institucion po-
lítica.
Estos va,allos (lideli·.,) que debían·tomar parte en los consejos
del rey 'una Vf'7. todo,; lus años, fo~mnban una especie de gran
eons(jo ql1f" d.-Ib;l su opinion sebre la 'administrarian del E·lado
durante el tlño. que entonces prinl·ipi¡¡ba. Hincrnar ba conser-
"ado la orgnni-ludon de e td H.iIHllb!¡;[I j'Y f:'S de Ilotéll' el tspí: ¡tu
de orden, ti de ('O de il.II~1 rar las rl1f'~ti(ln( S y de hac('I"lI bh'u
que eu elJns J einubu, 1., que debl'J'Íall tNH:'" prt'~1 nte los que tal
vez por ignqrancia afcet:l:1 ,it'spl'ecim- cuanto corresponde á aqueo
1105 tiempos re~ut"d", Lá,Laros (:¡).

LOlario) qU.1m f'onlrn'JQnih;:.s di"li¡lS dr~('rvirc: ca (amrn ron¡!i!i(1ile 'ut e


p:.li'tibu~ siu:.!ulorum XI I'X prim.,rJI.J;s ele, li, in IIllum 'OIl\"l'l1ielJl,,~. re).\:-
num lrlfualiter ¡,es! ri¡'crcu:. IplO rOl; ilWll 'pllst IIH./, U/II iUh'r COS )J,ui M)rfc
dh'iJcn"ur. .
(1) C(Jpit liaroZ lía/v; in vilfa S¡mrimf:(I, 1'. 2!1, I IInhil:io. IJ, :)j.) ¿(ls.
va.mllos (.leru" lo,( '1'w Ili}el'fln lOE! ne nwglliJin'uliaul n'sfriJlIl ¡llue n'~1116
f.li~l)ita(i iIlJe¡·t'ns el illhouesln illli"'Jilt Ilel'CS~IIIJS IlllO unn lra\¡i\ v:o!ulIlus
pI flarliru 11el'e~sit;\il':. IIHlhl ('11 1111 ~uhn·IJfioll:'. 1]11101 ¡diler {¡U,Hn ~e rl'Í ve-
ri!lJ~ habent "ob:s liidulII \'eI Jln~[¡d¡llalll fui!. 11I<1\IIIH' IJI/ud (Ji! relllfJulJl,t ¡IIU
pl'rtiu.lls. <in! prrereplionc iu 11('fll'lkiario jure. llul ín alodl~ il.l!Olúnpllllll
fH¡belur. vi,lelur 1I{JI;is ulill's el 1Il'!'t's,-¡lJ'iulII 111 ¡¡,leles el S'r,'I!II{J,.r IlIi~s(l5
ex u/ruque ¡lr;JÍIII~. Iwr sin~lllo, rI)tl1ilatl'i~'I:t'glli v{'~lri lJIill .. lis, ~¡III orlluia
d¡ii~rJlter unhreviclIll11II1! 1~'IIlIJOrC ¡¡vi ¡It' ,!,!lris ,\rslri ,'1" ia ¡-('¡¡io )<11" iali-
la S¡~rvitio '-el in nllOsaUorll!/j ,JoiHinil'OfU'lI lll'ne!j,'¡is fu('nml. 1'1 ('ni l' r('1
(jUaJiler aut flllflutUrlI ,·,indl· fj:lI~qne /lindO fel¡llcnl. el se, ILII 11111 'rrJ J~('IU
relluulielUr "\Ibis. Et uuí ill""llt'ntis !J(J'u ~all.' \'l II!dll,IS .ill: (JI' ,o te,t ":1'1-
tas in nbSlJlIlp!IS vd dO .. llti¡lIlibll~ hiÜ,,'lITdur, i/l' "":1111 jlrflli!lIle'rll. ¡.!Ji uu-
(CIn inn¡liouI¡uililas. ,..-1 fl ¡IIUS f¡'ilns IU\'I'U!,L' LIt'r;nl "l/in r'llft C1ut\'i:¡'o fi-
de:¡llfll l'eSlll"/!/f1 h'lf: lil/ill'l' f'(JI'riyill'. ,d rllio alqlll' IIqlil1l~ ~:'II jlJ~li!i;1
ti ¡a Jl'.~er;liJttjC I:'l digllills ,"c.,lrll tlJ.1;.jni(l,!'II¡¡;¡' ji T 111'· {'ssil,¡!e,11 ¡la vilis Ilull
fiJt. Sltut \").'1 non \,e .. cn~ l'o;;nlh ¡¡ur; tlUU:'¡.IiH oll)IJ1f'.~lll·¡¡ ¡Io:uus \"I'slr.:! ;¡!¡-
ter (,bs(''1l1i~ ,l.,mc's!i: 01 UIII r'~JlII'ri Jl1)l] p'll.'r,I, IIJ.'oI h Ihllcrit¡s Il/llj¡' els IJIC-
rHis l'e~pnfllJere el indi(jelJti" S!Jlll!1U1lI f,'l'Ie LJ{JS~ltl~. El ~IC l!cm!lJII le PII-
L1i~'a ,'('¡;Iro. de SUO su(f¡¡lgeiur '~itJi, d En.ksiiC a quiIJUS non l-'-xfJt'iJit. tJa-
·beantur inn:lJlIl-'s.
(tj t-;idlOl'H. 1, t2~.-lb¡omdn, ¡.'ranr,OeG"l/i",. ,',1 Y sigu:cntrs,
,(3) lliut'lIIar.de Urdir/./Jalfll., t. :2\1, 3,l.-llul1rmwn, UII:>IHUIl[J der
Sla'nrJe. p. 195 Ysiguinllt lO,_Eh hom, Ir. G•• 1, lti1.-~lably, llistoi"
de j<'ruhcB, lo l. p. 283 Y siguientei.
nEL DE~ECKO nE·PBOPI~DAn.

GAPÍTl1LO Xl.

CO'NTIlXUAClON.-DE LOS JUICIOS.

E, las 'fuDcion .. de juez es donde mas resaltab, la importancia


que tt'DlaD los fidelt',~.
Una "ez que babia sido rt:comend(Jdo, el hombre libre no
podifl figurar en la Dsamblea del cantoD al menus I-'n ros];!. pprte~
Ilecientrl al beneficio; porque pi no era libre, ~' ('n e:-!c ca"'o t-U
8tilOr tomaha su Illg3l' ~.. respondía lor é!; toc.lba put'~ al señur
juzgar JO"dfidclt·,\" del mismo mod(~ que ua el Juez tatll de los
crindos de su casa (I). l'~I'O 1,UI' UII t'enómeuo digno de notarse
y que yo ntl ibuyo á la ir.troduccion ~!e los hOrr.DI't'S librc's t'n los
s.-'Ii,¡río;, en d."os l'111[J"za¡'lln á re¿\parccel' fodus los pri\'i!egios
dt'1 hombre Iibl'G (:2), El p'opie1inio de 11Iodic·s, e.l F"anro no
podja sel' .lllz,gado Silh) t'n la f1samLlea del rrmton presidida. por
el conde: el lJeneíiriario dehia, pues, ser tHmbie~ juz?,ado por
los otl'OS vasanos (fldt'k.l") Il'Ul,idos llUjo la presidenc:a del5e-
¡lar (3). -Y ,no eran las c:msa:s dI.! peco inttrés las 'que Juzgaban

(1) HiJ. dll Lrltlflucdor. r. 1. rlipl. 53. Yolumus {'lhm alque prrecipi ..
mus 111 si ¡::Jwr:.us ruu llirlum ,l(,hall'm C'jllsrr:r MI('erssoribll~ "1.'1 f'lialll mo~
n;¡l'hi~ illió/,1It Ht'l' ratllti\anlf>~, (lJT'ill'qUl' rcbus Vl'1 filmilia ¡¡Iiqua ("auste ~ur­
retire nol UTI,!' fÜerihl. <lnl t'lia·') ul!!I!lo ~iL qui de eOTlJ1Il r!'Lus ~ubslra¡¡¡>Tr ,'d
imillllare ¡·{l:.(al. lI,dl¡¡leUI s pra·~lIlJl1lt. W'I' ¡'OS tlislrill~f'rr. lU~qll(' d(' {'orum
n'bus .,liqllltllllsiIlIUlrt'. 4u:JU~que in pm'st'nliam llO~Ir¡UIl ni t:!)!nileS fin la-
tii lIoslri ¡;illl SIlSpl'II~¡1' n'l fl'SI'n'ala': qU<I!I'lius i"íh; runl'ta ¡lll ('OS perlin('n-
lia se('lIlldUIIl <equiJal:.; orl~illCln ue¡'iuiiIIlIUr,-Di¡JlolI,<!. de [livinu, rey de
Aqtllt,l!Ji", nilll [,:1:1. lIisl. du Lall,cJul'duc.
\t) .\lil'sPf, u.~I,(Jb t;(,!ill:,. t!ill', 8¡,
(3) EI¡'walwl1Im l ('I.(o flrdiuilrllJ dI' los diplcmll;; ero: Cum ¡;os in Dei no~
miue in lJillatio 110:.;11"11, ad UII.\"('n(lrnlll 11lUS;IS re!"!o jUdlf'io tí'rll\inan~f;Js,
una ('11111 .rnrl,iui" el p;¡lnl,IIS l)o~lli~ l'llisl"opi!'. ('plimalihll,•• II"nlt'sticis 1'8-
I¡¡lis miui" ¡j~, \'1'1 I"PI'llllis nlle<Ílills IJflstris. 111'1' I,{JI! ('11m (>clII.le vala!!, fC-
sidcrcnms. ('le. \8:1111110, l. 11. 9i1!).) :r-l'lIi1'IJ!"f1,Il, .H,alla Iflllst., 1. l. pa-
gina al. 11l!~
h,j rUIl.!';' r\"lulu IlI:O tle aqlll'II,,1'I juirius n'¡¡ks dr Carlumagno.
-l':lllulur de Villa ~'IJ¡;iliaCII (OIIl'IIS ,iC IIillcrllar. 11, SU). Dedil Carolus
Honato in Lellefirium villam lSn\'ilillnlllJ. I'Tlle('~su d¡'uitlue It'mporis (om-
mcntla\",L DOllilll¡s 1i1¡\H1I S'llJOI GOl"lclinum CalOlo rrp:i ("ni in benelkium de M

da CllfúlilS \'jllaIH l'"oviliacJm ..... ()eill4lr landra.la tnor Dona!l. Sed et fili¡
oorUIIJ PCf&;i!D!e ""1rnlo {Calvo) le"e;ld ohsi¿~ndo~ ~onuaJln(l¡;;·,." I':tlm "Il¡i~
'80 HISTOIlIA
tle/loltivemente los vasallos (fiJe/es), sino todos los negoctos que
podian ir terrsar al rey ó á su Cfl:tt>, aun en f'J ('8'"0 de que la flCU-
Mcion rpC"Jl:'se ~ohi'e rf'I'SODas tle salJ~le í({.I. T s~ilon Reusado
dI. fe/ouÍa (1), B~,ub'<\l'd (1) eipihO (:1) élcu~\ados de conspir(lcio[),
la ernpe¡'.'ltriz Olldah (..a) acusada de adulter!o fueron juzgados
por los /icle{¡:,I',
Estos privilegios del alodio, que se hicieron ('s~m1sÍ\'os á los
beneficios, espUcan como los fel1do& reprodujeron los privilegios
de los alodios; prueba e"idente que entre ti beneficio y el feudo
no habia otra diferencia que su duroeion.

tler,.,~runt. Qllorum honores el propriefates a francis auferri el in fiscum re-


di¡:i judicatre SUDl. Este nombre ce {ranci se usa frecucll'emenle para desig-
nar los ¡¡deles. especialmente en los ul!imos tiempos de la monarquía.
(1) Ann. 1'lelten~es, Imn. '188. Rex eongregavit ~ynodum in [lrrerata "illa
(Ingelheim) el ibi venir Tas~ilo.-Ab omnibus ¡!ijuJirarus est ud mr>rlpm j et
eum omlles c3pltillem ¡¡ent('ntiam proc!,¡m:trc:II, Rrx. misericorr!.ia motus. ('o
Qua:! con~anguincu¡; cjus e55ct. obtinuít <lb ipsis Dei. et suis fidelitiUs uL non
morerelur.
{2j Einharrl. annales, 400. 818.-.Jnn. fuldenses, ano. 818 (D. Bou-
quet. VI. ~ 11).
(3) ..inq. Bertin., ann. 1l64..
(4) Ann. BerUn .• ano 830.-D. Bouquet. VI. 193. Ab omnibus rpisco-
pis. abba!ibu$. rOtnilibu5 ad cü'teris FrilUcls judicatum esl: ut conj:lx Impe-
ratoris reduceretnr.-lbid., ano 831. Purificavit se secundum judicium Fran-
COfum.
'&!L DEB'ECllO ])E ·PP.OPlEDAJ).
2; 2d§L

CA.PÍTULO XII.'

'OL ALCALDE DEL ".LAClO (1) •

.gl!nizacioD
LAS sucesivas concesiones beneficiarias que modificlIban"la ar-
militar, pns:mdo al servicio de la casa real los que
fintes seguhm la mmcia, lHlmcn t ó la categoría del jefe del :pnln-
cio. Este oficial no era al pr;ncipio sino el admini50tqH~"or de Iris
bit'nes reales, lo que ernn el lI/a,',Ol', el I'illírus en .las tierras de
hls gr:mdes; hech.:~s oh,ieto del bentH, io I:'~,tos bif'nf:~,' el ,'nlra:dl",
en-r;:¡rg¡:¡do de EU lldmird.:;¡tl';¡clon \' de la dh¡: ens;,chm de loS' be!le.~
fieios (2), se h:zo realrn ntt> 1'1 p~'imel' pt'rS{lIHlje dd reino, y Se
e!'>tublec,ó entre d y rosfidehw una ronspil'lIl'ion IJCrm¡¡ntnte, e.'i·
pf'cie de seguridad múlun que garantía á nquel la perpltliidi"!-d
del ofieio, pua que él éI~,(,~ul~ara tí todo:, la pel prtl¡id¡1rl del b-e;;'"
nt'fll'io (3). Cuando los I~ud~ ti de llorgulfi {ntl'('f!.a~rn Brta)thl'ut
Ji Clot[!!'iO. hiriemn jural' ¡ti I't"y q~H' cltllser\'ü'Ív. toda su ,'ida
en el f"mpko de alcalde de pHlaeio a \Yn:naclluiie, ti Jt'fe de la
dl f. ('('ion: y {'~ta rl.1 en rfeeto la Olas segun! ¡:P:tl antm de que
e otario. no ¡,h i la' ía nnnl~a los s('nidns q"e le hfl,bian hrrho (4).
I..I,S Ipudes M(¡IH\\'on por 11l1ccne du; ños de dil'ho fmpko,
único medio dp a~pgU\élr la P05l'siun t!llllquila de la CODC, siun:
y la decdo,l (lel a'c,¡lde 41epcnrlio en r.d/-'!nnte de su voluntad. El
tJlraldt' oe p.'-¡Ir:cio mand, ln sol,) á !t:s.lirll'/e.f t'1I t:empo de glltT-
fil: pnr lo (jue ell la {'ode ft'udal la flutOl'h'ad del I't.·y era (!ura-
n1f'nt~' nomtrlui (;j), f'st¡lllllo ti Ye!UaUel'o podu' en maDOS de
aquel otro c~ptcie de ,'¡sir.

(1) ~fai(lr Ilo!'mr¡; re:!itp, m~j~Jr p:llllli!l, nl<l;nr in flnlll, ~('nior d('lmu~.
pnl'llosl!lI~ pnlalii, rerl¡'f nlJ~H'. sut'If':!\dus, Pe: Iz, Geschirltle dr-r .lIerotL'ill-
9;$1"/1,,'11 .lInIlS¡¡¡"ier, nl!!!'))'r!'. IR:\l.
(2) Yk!lIJTIl. [)1'1Uh·f¡~ }h,{¡t~ IIwi 8/aat.f (frsl'f¡¡'('!de. ~). 1~5.
(:1) Fr"dr¡.!,. fhl()¡i., r. ~\). Flaorhlll\).~ ('1111< lis l(udllU~ M r!'¡!IIO nllrgun-
dia' ~('II ('1 P,lhlil1,'jll 1JS l'er I'pi~!(!lam, ('1 ¡am r! so'l.('r:UJIf'Il"i~ il"!1111\ it UlJkUl-
(1111' ~r.1(h·m houflri~ 1'1 di;wil,¡[NII ~"\l el nmi,'¡'iam ill'ilwtulI (ODsetl'll.r('.-
MOII"tC~f1ait,tl, XXXI. t'. l-:l.-EidLOrn, l. li3.
¡'l.) :Frf'dl'g •• Chrun •• c, H.
(5) ,,'rerte~ .. Chron,. H, ,-~. fl9 • 92, \)5. !I~, tú1 , W5.-V.'inl!¡.wiH{, .
•itnr(a d·NJU abmi f("¡.doU, ~l. lORo
2" 1ItlrOau..
En Aas!rasla los leudes eligieron el alcalde siempre en la
misma- familia: vesta rué la causa de la elevacion de los Caro·
_Ungías: Jos benéfirio.¡ i!e acumula'oD en sus mallos, y con ellos
hirieron bUyOS los fidelt>s. El nombre de I'(>Y acabó por caer en
completo olvido en Austrasla, y el alcalde leuia ,u8ft"eles (1),
su ejél'cito y su corte.
L. vietoda de Te,!ri completó la absoluta indepeDrteneia de
la famili,l Carolingia. Un recurJ'dv de su !'ap;l'ada dc.scendeucia
canse. vó all!un tiempo todavía Jos últimos Alt'rí1vi/J;,ios; pero
hacia la mucho que!'ol) p'·der se bahia desvanel'ido, y que no
eran ya nada en el Estado sino un f'storbo inú!iI, cuando el pa-
pa Zacdl ías declaró, 3 petieion de Pipino (2), que fl tl'ODO de-
bía pertenecer al que tenia el podp,1' ~ la cie:Jcia de gouernal', de-
biendo ser preferido .1 que d. rey DO tenia sino ti uombre (3).

(') Fredf'¡•• Chron., c. 109. Egrejius bellator Kllrolus prinf'eps regionem


Burgllndie si.!!(llciler penelravit. fines leudihus lIuis probatissimis viris ¡n~
dustriis 011 rrsi~lendum ¡;;enllbus rebellibus 1', infideliLus s(atml: IJilCI" plleLa
Luerluilum in Gallia mis fiueHbus Iradidir.- nla 8. Salvii pplsrOfJ'l'. Hux
{Karolus) •.••• ronv"cavit omnes rrincines slrapas el oplimatf's ae m~gistralus
el duef'';. et omnes (lotneslicos suos q,li ,!tubernallant sub ipso rl:'gnum el irn-
per~um. P(',rlz, p. 8C.-Eirhorn. 1.127 Y sigUlcntrs. .
Plar.ilum. ann· 7~{) y 146 :.:Uartene el Duralld. t. IL p. 15. p. 19). Pro-
jnde IIOS (dice Carlo~ Marle!'1 laUler nna fUUI fidelibus fiostris if1 esl-rpisco-
pis-et abhale-rornili palJlio noS'IO.
(2) PbiJipps ~ Disto d6 A lemonifl, se ha tomado un gran Irabajo ~n pr,)bar
que Pi pino ¡lO fué usurplldur. l. J, p. 5t3 Ysi~1Ji{,HI{'s.-U(\loman • F1 aaoo-·
Gallia, utrum Pip1nus papa! ao foncilJi rranco-galUd uU([udlate rex ractus
fueril. ,
(3) ",pp. ad Gella Franc. (Bouquct ~ 11 , p. 576.)
DEL DEREClIO DE-PROPIEDA.n.

CA?ÍTULOXIII.

DE LOS BE~EFIC[OS 'EN 'nEMPO DE CARLOMAGNO.

L.-\. lucha de los benpfieiaríos pDra obtener fI seguro nsuf,'ucto.


de h tiPI'ra, hnbia colocado en el trlHlO á lús Cal'oliut;ios;,pero
el tl'iunfo de una flmilia no rodia ser Hunra ba~taofe á satbflce ..
)a necesidad de qUt! fue:o:en" pe' pttuos los beneficios que agitaban
a toda la sociedad. SU!'ipendída UIl momento la lucha por la yio-
It'nria de las conquistns y las inmensas tierrEls que distribuyo
Cadoma~n", rcapíll'eció dÍ'spue~ ue ~u muerte con nueva y ma'-·
yl..l" viclt'llcia, trayendo c{Jnsigo la desmembracion del imperio
y el establecimiento de la sociedad feud¡d.
La ínfiole misma del beof'fil'io dt>bia original' un combate
perpétllo entre el senor y el vasallo: la agricultura exije la })er-
petuidad: el usufructuario quería ser propietario, y el donador
quería que volviesen á él las tierras que cUlIstituian su poiler, á
la muerte del usufructual'io. Esta es la historia de los benelicios.
Diré mas: esta es y ha de ser necesariamente la histol'ia de
todas las propiedades vitalicias, cualquiera que haya s:do ósea
en adelante su nomb,'e: ager pllblicu, , ager "f'ca¡;alis, emfiteusis,
beneficio, feudo, censo, Al lado del derecho del propietario,'
hay un hecho muy importante y que acaba á la larga por do-
mir:ar el de,'cC'ho, que es la posesion y el culti\'o. Sobre ~a tier-
ra que habeis ft!cundado con vuestro sudor, que habeis culti\'a·
do y mejorado, habei, adquirido un derecho que cada año se
hace mas sagrado, el dm'ccho que dá el trabajo, ol"Ígen dI;: la
misma prcpiedad, Llega un momento en que los intereses del
cultivador se. van desarrollando tan poderosamente soine la
tierra, que sería una injusticia estl'cma despojar al poseedor en
provecho d~l propietario, La ley toma er~tonces á su cargo la
causa del colono ó beneficiario, La propiedad se divide, qUf>dando
la propiedad al colono, con la obligacion de pagar ni propietario
un cánon como reconocimiento de su paralizado derrcho. Pero
este derecho se hare cada \'e7. mas insoportable á medida qlJe
Jos años van haciendo olvidar el del'echo del propietnl io , y st'.
t~oD\'iel'te en una cal'g:a que grava la nueva pl'opiedad y que
~o
JUSTODIA
acaba por reunirie ó eitlnguirse. El feudo reemplaza al benefi.
cio: el e,nsal al precario, y la propiedad nI feudo y al cen,nl:
siendo esta una de las revoluriünes periód;cas que se reproduje ..
ron eu los pueblos antiguos como entre las naciones de la edad
media. La c;)nce~ion, el canon, la propiedad sen las tl'es gran ..
des -fases que las clases pobres ti esclava'5 han recorrido suce¡i·
v.mente para lIe;;ar á la libertad, y de la libertad al poder.
DEL DERECnO DE PIWPlEDAD.

CAPÍTULO XIV.

CARLOltlAG.NO.

No es posible admirar mmca bastuDte el superior talento de


aquel grande hombre, que en medio de la sorda disohwión del
imperio, Sl1pO reunir po:, la grandeza de sus ideas y de :"us em~
pre~ns tElntas fuelzas di\"el'~ns p:OI1t.~s ya á !::pparar¡;e. najo su
reinflc!o ttldo fué grnn,:(~ y bril!l\otc: de~pues de él todo tinieblas:
Carloma~no al mOli!' 1I~'i'o l'onsigo ~l inlpc:'j¡J á su sppulcro.
(lEn 103 tiempos de bue¡:a meüloria del gtun Curios, mHcrto
-hace apeoHs tl'~iDta Rilo", 1ft paz y coneordIa. reinaban en to~
»das pal'tes, pürque el tJlIl>blv no seguía sino un solo rrtmino, el
»camlilo recto, el camino de su seúOI'. Ahora al contrario, cada
"uno toma el sendero que le place: y no hay pOl' todas partfs
"mas que disensione::; y quel'ellas. Entonces todo era abundancia
."y nl{l~ría, hoy todo es perjurio y tdstezil. Los elementos mis-
limos favol'ecian al gritn re)", y ahora son en todas partes con-
Dtrarios segun la~ divIna!) palflbr¿\:i de la escritura: el pugnabrt
Dorbis terrarum contra insensatos (1).}j
En el fondo de las palabras de Nithal'd se observa el incu-
rable desalip.Dto que ar,~rta aun á los grandes talentos cuando
una a~arquía profunda disuelve la sociedad.
tiRé aquí, dice en otra llarte (2), lo que me parece mas ad-
,.,mirable que todo lo demas, A aqu~llos bárbares, á aquellos

(1) Nilh:ml, lib. IV in tillc.l\"am Icmporihus honre recnrdutionis magni


Karoli qui ('voluto jam pene fmllO XXX flrct'ssit, quoni.1m bie [Jopufu~
unl101 ramtlemQuc sl'cfam ae I)('r hoe viant uomini pull!icllIn incet!ebaL paz
iIIis IItQue concordi,1 uhi(lUf' t'rat: lit nune e ('ontra. qlloniarn qUi1lllc ~emi
tam quam r.upif, sllr.f'ilit ubique liisseusiolt('s el !,ila: SUllt manifeslre tllne
uhi(¡uc ahundanfia alque Ia>litia. num: uhiljlle pcrjuria ;¡[que mrestilia. Jpsa
e,('!Ill'nT,1 tUll" fuiquf' rr¡:;i rOIl:;:l"Ila, nunc lWtCJIl umnihus lI11it¡ue contraria.
uli sniptura divino mUIINC prolata lest.dur: (\EI pugull.tJit orLJis lerrarum
.;onlra insPllsalos.) ,
(2) Nilhard, lib. (iTl prínripil1. j\'mn super ornTlC. quod ar:lmírnble faleor
f'll'o. FraucoruOJ, Bar1:JarorUlllll'lc fero. in Ulj fcrrea COl'lla qUID nec romnnlt
P()(CUli.l domare voluil. hil~ so!!!s modeuto terrare ita repressit lit nihil il!
imppri(1 moliri IlrlP.ler QIJod pub1íI':¡ ut¡lltali cnngnwh¡¡l, numiffste IHHIl'rent.
236
. . HISTOIUA'
:fl'anco~ espíritus salvajes, Almas fél'retts que el po'del' "romano
~mismo no habia pollioJo domar, él !:'olo (CflI'JOmagno) los supo
"contener pOI' medio de lIn terror modert~do, de modo qUfl no
\losaban -emprender nada en el imperio que no cOllt~'ibuyese al
.bien público.»
Nada mas justo y mas verdadel'o que la admiracian de su
nieto hacia Cal'lomagoo.· Solamente el emperador supo tener'
á raya toJas {'stas y tan diversas naciones: remanos, lombardos,
alemanes, sajones, báv81'uS, fr:HlclJs, pl'o\'incia!es; él sol.o en
tod::; ... p3rt('s presente por medio de IiJS enviados, 103 obispos y
3

condes' tUYO el genio n!'t'('séll'io pat'a dirigir una tan nurnel'Osa


administracíon y hacer á cada uno cumplir ron su debet'. Ctlvn-
do la muerte heló su mano poderosa, toda 51! ob~·a se perdió,
cual sr hubiera sido su existencia esclusiyameote necesaria.
DEL DERECHO DE PROPIEDAD. 237
wux

CAPÍTULO XV.

DB LA, HlBENCIA. DE LOS .BENEFICIOS (1,1.

DESDE la muerte de Carlomagno, ,casi todos los benpfielos se


hiriC'I'I111, hf'redit;¡rio~. Th(>~an, fldnlando á Luis el Piadoso, en-
~alw I~ ,!.!'''lWI'o~idad de este pl'Íotipe que nada supo rehusa,' á
sUo,; co' te!'l,\fl{lS ;lsí c,'mo t..¡mpo{'{) á su C!('fO que le <lió el sobre-
llOlUb."f' de Piado:w (2); pero :\irhal'd. hombre de estado, "fia en la
lan POOdH¿ldil genel o~idatl b ¡'uina fle la república (3). En h,s guer-
ras que dt"~t!(izal'on (,1 impedo drspurs dr la mtlt'rte d¡' Llds el
Piad{ls,)~ 1;0 purlieroll ya p ínl"iprs dem'lsiado débiles rehu~(\r la
hC¡'enl'ia de, los benrfit't/1s a ""salles püdaosos: negar la t'uc'e-
¡..ion j lós benefIcios o á IcJs honore; 1 era haCl'rS€ un enemigo
implacable, y dH á sus' a'l\'€rsarios un l'ul'th!ario mas (4). '

(I) 'Winspc:lre. Stor¡"o. tle~'U alJlW' {eudali, lB. 1, c. 6 y 1.


(i) TIll',.:allu~, de {;e,~¡ia Lu.dIJv. imp •• c. Hl. In [alllll!ll largllS ut an!cll
m"- in ::niiquis lioris Jlel' iUlllo.lcrai .. I"tIlpnrih;,s iJu'liLu,ll (,5t, ut ,·illas rc-
¡d<ls qu:c pr,JlIl ... ui ¡ t <Jvi rt Lrilad Ii,lf'!ihll~ ~lIi ... Imlli .. ;L in (J'J"sl'ssiun"s )Oern~
jJill'rU,IS el pr,~'..ep(a l'Oil"lIlU:jt el allJluli sui impres"ione Clun sl!llsni!Jlione
IlIo'lIoll I'fU¡Hitl rfJ,mr;;\'¡¡, (S hilll'r. p. ¡ L) L:ll;. l'uncc ... ioncs de ilHllllni.llld de
LH;S el Pi"duso abundlln fU Ind;¡s la" fulccejolll'S .:c diplulllilS ¡ll: ¡¡qnella (PI)-
riJ.-Y. Hw:lH'slIe, Serip. re,'. F,aac,. l. 11, p. 231, }' los ducumenlos tlel
t01ll1) I de ¡,1 1I;~tOI i,tlle 1,,ol1!¡;ü,'dlil:.
(:J) Aill'l.Jrdus (l'! ln¡n¡~lro de Luis) nlilitnti public(p minus (ln'spidem
plan~rc l'uillUe iutnulil. Hinc liLlt'l'lnICS, huw public1I in IJI'oprios USIIS oiSLri-
!lucre su;l~iL, ae dimi qu,) 1 quisqll;' pdchal nI liere! eHkit, l'l'lllllub:kuru pe-
nilus ar,IllL11:lvll. Qno quj,j{'uI mollo errC\'lu,n (',~l nt iu hae lcnqwstillc !lOpn-
IllHl (JIU vcllet radIe din~r{ecet. Et hae de re Kar"ltrs (Carlos el (,'alv r.; pr¡c-
ralas Hupliüs (clmalJimo.'lio rle lli. menlvwlis, sobriua dI! .-Jdclardo) ma-
xillw inlit,l}uia CUtll en 1I',lxilllam parlern !-J1elJis sibi villllicare pos~c pula-
bif.l\'ithürd, hb.IV, inf. (Sdlillcr, p. lOS.) ,
(4) AIIIl, Ful:1/JlIse~. ano. S¿,'I.. Igitur UU!) rralres WiIlihalllllls f>t Engis-
rah'lIs ('um t¡'rmittu!ll rrgui BolnurllJrurn in eri".lle a ref!C, id e~{ seniore
lI!urlnvico C()Urt'~ ..1jfil, contra .\I;¡,rHS lIlUS Iruuerinl.-Ti\ill!em dielll u\lirnum
fiuiert': rl1m ¡lOn n'iü {'~set honor i!loruU! filiis fedditus, A('bu in comilJtuTn,
nomino rcge ('oneedcnLc SUl'('CSSit. Quod pr:.edielonJlll virorum flurruli ¡l1o~
rurnque pUl'eot.'s JlrolJillqui in conll'arium a~t:ipicllles vel Vcr!elltc~, dixrruot
alLcl'ulrUm tieri, ni Mb,mcm l'orr,ilrm, si uon retederd de comifatl1 pan'lJ-
tum Sllorum, H:!I se illSOS monturos glouil unte raciem.-A n/l, Fuld .• all. 8S3.
llllperator animus optimatum regilJuis, illius (la ltalia) contra se concitavit,
238 HISTd.au.

Carlos el Cal vo no hizo otra cosa que contentar en todo y


lisotJjear rada vez mas á los beneficinrics (l). Bajo su rei-
nado, se m:Jltiplietll'lJn ('jpLla'lJt'ollj !as pf(lpieduoe., en que se
fJPI'On cOllvLtienllo los ucm-fidos ('2), Y eH fin, eu 8i7, Lajo la
i . . fluellcia, (;'3 verdad. de Un[l ir. \3siun de los j\¡¡I'lliau,:os, lt'!tO-
l'ocio la I](~i enria dt'l Lent'ÍL:io sir'mp!'f' qUf-l el hi'l't'dcf(, fues". ('U-
paz de tilmar IrlS ¡-¡rme!:;; y cumplir lí\S coudiciout's de lu coucc-
,;un (3). He aquí el feudo.
Nam ,,'iloncm Illiosqur. n-mnullos nlluclnrJ,rit. el brncficía qum iIIi el pa-
tre.~ el (:\\"i d ali.lvi ,¡¡Ortllll telllllCl'lIut, m'_Jlto vi;juribus ¡lel!it JlNsnnis.-
VJliki¡¡¡J, p. 19 (e,l. de .UeitJumll~, F/"aucfurt. ttal). 19itur piilre IJa!l'írc el
rnag:lO duce Oltone defUlhlu, illuslri et Jllilgnifiw lilio lI~tJrh;(J lullus S:.l-
1.0nJm ¡pse rcliquit uuc.:llulll.-Hcx llutClIl Iuzlradus ("UIU ~re¡Je u:pel'tus eS5ct
yirtutem Ilovi ;Jul'is. \'erlLus e~l ei traJere OUlIH'rJ] pulestaH'm patris. QUIl fac-
lum est u! indi¡¡:natioliClll incurrcrct totius (',"-,:n itus Saxuuid Fide lameD
pro laude el gloria optilllis dllds plüra loeatus. prolIlisil se lIHlJora sibi ua-
t'JiUiU el honore magno glnrifleaturnm. SifXJIICS rero hujuscemoJi simuta-
l:oolibus non 'Itten leh"I;! sed ~\J,lllt'bant dud suo, ut si hOlllJle IMler'IIU t'lllll
D')lIet sponW hon')[',ue, rf'gc ¡¡In!o quíC vellcl oh: ¡uerc pos~c!. Ht'x "utellt \'j-
de¡¡s rul:uill S<l,(jnur~1 erga se S,-,n¡ri ;'lU,IeJ i¡,relll. Ilt't: lJos~e puhlieo bdlo
dUfem enrUIH cou(L'rerr. s~p!,df'I!IC iHI fOlliullI mili[ulII millJU, el.ercilus
quoque inmunera ,lIultituIIIIlC, ('gil ui CIUtlI!",) Il!O,Jo iutcrlil'('retur doll).
(lj Conu. aj). Jlarsi!am, 11, ,1. tt-" , {'o (¡.lit Iloslri fj¡i('il'S, IUHlsquisque
in SU:l s{atll el onlllJc, ver<ltilt'r sir:l \;0 no;.is srtul'i, IlIJlil Jlu,lum auiliza; in
/luje LO~;lr¿¡ legem el, jmlltiarn \el aul'loril¡¡1l'1Il ctjus(¡¡1II r¡¡l_ioIlCJIl aut cJ¿¡m-
u1tJillHIS, illlt deshon}I'¡¡"j1U~¡S, <lU! nppl'i{JIcltlu~, vd illdl'bitis llI;lIhiuülioni-
bus alOi;.(cllJus, et i:!orulll .•.• ('OlUllIll;¡¡ COI1SiliO, scrurzdllill Dei \·olulltatelll.
et tOllllllurze salva merilU;JI ad res!itulWllí'm ~n[l( tm lJei etdesire et s(a[um
I'rgni el üd JlOuorcIll regí!l!Jl atque pil('elH po¡:;uii lurnfHi~si lIotJis pcrtincnti
ad SCllSUfll /lrmlJclziJlllJs: in ho¡; ut ild !lU:1 ~ulurn llO!l siut nohis nOIl cOl/lra·
dicelltes el rcsislell:cs ar! Hin e'-sl'qlwIHlll, nrum eliülll ~"J¡t lJobis HJe!ls et
obcrlientcs üe ved :Ifljulores ahluc roojlcratnrl's H'ro cOllsilw ('1 sinccro auxi-
lio atl ida pcragen,ja qu;.~ pr¡crJli.,simu~, ,~irul p~r retlum unus!]l1isque io
SilO ordiue et ~lalu SilO prilJl'ipiet suo deniori C6~ll debet. (OIlV. ap. Curis.,
871, c. 11. (Unl. JI, 2ü!).)
I

(2) Halulio, 11. 1 , lH: 1, H.i; 1 , 475. llistorirl del Lallg'Üerloc. l. 1,


dip. 72, 7:1. H. 82 Y especialmente ~3. El encauezamiento onliu1Irio de es-
tos diplomas era: He6'alis l'clsituIlinis rnos c51, Jiddes rrgni Ide dolO! Illul-
tiplicibus et jJOlloribus ingenlibus honorare, sublhlLC'sque rmene. P¡'l,IimJe
ergo llIorem patcrnum rrgum vhJelicd llrredc~('ssorum lIostrOl'um sequclI-
teselc. .
(:J) Cap. ap. Carisiawm, rapo 10. (B.1J., II, 203.) Si ;¡liqui,~ ex fideli-
bu.i nO.'ilris po~t ohilllm noslrum, D:'¡ rt n'lslro alllürc cum¡;UndJl5, 5e~'ulo
rcnulltiilrc ytJ!ucrit et filiu'o vel [[11.-'111 I,ropin(IUll¡¡¡ I:Jbul'rd. lJhi rei¡;utJli-
cre prodesse va:cat, suos lwnol'l's, prlJut /II"l.us volllcrit, ei val.'al plM'lture.
_El ~i in alode suo quirlc "h'crc "O:lIi'lIt, llUllus ei iditIuOIl illlpCollml'ululIl
lacere prreslunat, uequc ¡¡Iiud a1j1luid aD I'(j rCfluiralur, nísi ~oJll'n modo
ut ad patrlw IJ!'fcmi0n(~rn p,!rp-.ll.-,1ddit .• c:II1. 3. (Bal •• 11, ;!¡j9,) Si ru-
mc~ de i,to regno abierit_, fUjuS Illilb ,no1riSl'1l1llIiit, li1ius UDsl"1 (111(1 ('le-
teris li;Jelibu;¡ nostris ordwel de !lIS q~11 d¡Jem ('omití plus r¡¡milhl't's pl'O-
pinquioi'l's 111I'fUIII, flui CIJTfl minis[f'II,IJi:lus ipsius roml!IlIU;¡ I't rulU cjlis-
cOpe) in l'UjU; pnr0Lhia t:on~i~lit, ('ulnd:'/fl rO!IIl!¡J!tHJl prJ l¡de~nt. donrc
obi!lI.~ IJfref.1fi cfllIlitis all noliti<1r1l Uf)strilm pf'l'rrUill! el iJJs(~ ¡¡¡ius eJus ¡Jrr
ulJslram crln¡;cs,~ioncliJ Ile ili¡us IWtllJriiJlls hOll'¡l'elnr. Si Yero [¡JiU!!1 non ha-
l.m;:ril, fiJius Mster cum e<eteris li,lc]jhll~ nr,slr:s onJineL flui CUIll mi¡:¡is-
ler"i.1lilJlJ,i i¡Jsius ('omil.1tIlS, el eurn epist:O¡Jo pruprio i¡Z~llrn lornitalum priC-
videat donec jussio nuslra ¡ude ¡iat. _Et pro Loe ilIe Don ira5catur '-lui ilIUIU
tomitatum prreviderit 6i eumdl'm ('omital1JOI aUeri , cui nobii placuerit de-
DIL DERECHO DE PROPIEDAD.
Sin emb8r~o es: pr'eciso no buscar en la historia: una reyolu-
cion que cambiase bl'us('umente y de repente bAos los beneficios
en f~lu:l\ls: la humDnid~d no mil.rrha de (',sa manera. La costum-
bre fué!a que roe" a po,'O ¡,¡trodnj:) en toda EUl'oVa que los be·
nefirj,·s fUt'sen IW1'fditario". Cuando el f m~;{'n¡uLl' C()ll¡"u10 (1)
lJUulL-o ~u ('éltbl'e Ctlllstiluci..ln, pi imrl' l'crol1oc'imknto J¡'~al de
lús ft'udo.i, h~bia ,\ n hacia mucho tiempo benVficiQ3 hereditarios
en Alrmnoif1 y en llllli(l,
.El rst;.¡blecimieoto de Jos ftudas no fue obl'a de un dia ~ino
de dllS siglos, y bajo ia palabt'ü feudo se comprenden tambien
ot, liS t!'pecies de propiedad, ademas de la que pro" iene del be-
uelieio: mas almjo hablaremos de ellas (2).

drrimus qUllm iIIi qni cum cotenus prmvidet. Simililer f!t de vass:11is nos-
tr¡~ facll'ndum esto Et volumus a!que ¡lricdpimus ut t3m cpis\'opi quam
abbales el eorllltcs ~eu cUam cctcri tidelrs lIoslri huc crga homines SU,lS stll-
dcanl conSt'rvnre.
(1) Estd I:Ol1Slilucioo (lib, 5, FeIM •. lit. l.) nof'S .:e Conrado ('1 Sáli-
co ~¡no dc COllro1r!o 11, El ('jelllplar puhli.'a lo P'lf Call'-iani (l. V. p. H.)
en 1,1 que t's!a t'ulblitution liwe la fecha. riel afIO lI3~, n() lleja nin¡.,uua du-
da Lllj I ('s le punlo. -
(2) Libro Xl, ni printillio.-Ilullman, lirsprung der Stam:le. §. 3~.
_'4{) HJSTOIllA

CAPiTULO XVI.

COMO SB BOMPIÓ EL VINCULO QUE UNJA LOS BENEFICIOS A LA


MONARQUIA.

LAS relaciones que' existiflO PO~


razon de los beneficios entre
fI rry y los VDSfl!ll~ ~ub~i~li(m ('ntl'p los vfl!'allcs y los.fiile/l's que
f(cibi;,¡: un be)",efh'io de ~u sf'ñor. T~){lo jf-fe de bando l!l"ande Ó
I'fqlH lio, qlle H{'~aba á jl)~tf":Hse ('n \'('!-t05 dominios qUf' posria
á titulo (Í{' :'\!odio ó de hendido, sub d\-idia pntre !"liS compuñe!'l's
esta nueva riqu€Za para tener tan::bien su f'jército, su cortt: y
Sus}i:/eles (1). .
Asi ~e. formó poco á poro la !!e"arquía de propiedades y de
per'sonas que debia ('onstituir' ('1 f, ud¡qJismn. POI' In dh'ision pro·
gresiva de los beneficios, se est('ndió eJe {Ha t'll día la cadena df!
vfi::,alfos y \:asallos (:e ('sto s mbrr.os ligM!OS Jos uno~ con los
otros por f·bli~a('ionf·s de la trh,ma n(ltul'í1lt'za, ~i("mprc com-
prcndidns en d jurnmrnto de fiddid.9d que era el titulo mismo
de p05t"~¡Qn, Bajo la in·f1ul.:ncia dr. las immunldade3 y de la be-
rfnl.la de los bendicios era f:;{'iI de ndhin(1!' {p,:c'dtbía drhih-
tUl"se toda"ía mflll el yínculo qne unia los últimos \-asallos (que
inmcdint~meDte dependian de: llS señol es, tarubien v:tsaílos) y

(1) I'retrept. de Hisp. (Rnl,.l. a~,I.). liT. El- sí qlli~l'iam f'orum (de
aqur[lo.i esprd¡o]es (i (f',¡enr.~ se halda dad!) ti(,)Ta.~ " fIue I'ffflÚan llOjll ,1
p()(lrl' ¡I'al, .~llfJ rP!fjfl dl?l('n.~")lW IIlfrJf! 11" ()/cr-ti()/tI') in par1f'1I! Iplllfll me
1l!1 h·:I.itan:111111 ~iU 1}(/:lIp;lsnitl. Il'jns hnmim's !Jld('r'llWltH~ \"(,Ilit')¡te~ lid·
lrwll'ril 1'. S"('urn jI, fl'ór:ior,,' sua. Ipla!tt nd prision"lIf t'il/'Ilnt. !labililre
r('f'f'rlt. I¡tillm ¡llnr!!:1I s':r\·¡rio. ah'-qup .'¡ikojlll nlll!r,l.·lt·!¡()B~ \tI impnlj·
IrH'IJln 1"1 ¡¡'I·.,I ¡lIi ¡(;s /lisrriJtvrl(, .111 jU.qiriilS fa¡i,:Il!~,'lS <lllllll's ¡psi in'rr
Ile definis" I¡,·ssur.t, l<eh'fit '1'1"11 jlHliri;1 id rst, nil1lina:l's Ill"riOlH's ür! ('lO-
men ¡omiLis r<,scnenLur l\'. Et si ¡lIiquis rx ('i~ hOllliniLus flui 1I1l rorum
a!J(juo adtrüllus I'st. Il in 5U,1 portiOflC t'olllntillus lorulII reliquerit. 10l.'u5
tanll'n qui relit'tus esL, a dominiQ ¡lIius qui eum pdus lenebllt. lIon re ..
(edit,
DEL DERECHO DE PROPIEDAD. 241
el soberano: los francos por otra parte no reconocilm otro jefe
que el que ellos se habian elegido: porque ni sus ideas ni sus
necesidades iban mas adelante (1).
Cario magno emprendió la obra colosal de arreglar y organizar
el feudalismo entonces naciente. Con este fin en cuanto fué procla-
mado emperador exigió que le rindiesen homenaje todos los hom-
bres libres (2). Hacer un vasallo ;fideli.\') de cada súbdito del im-
perio y proclamarse b'jo el sagrado título de emperador el jefe
supremo de la gerarquía feudal, era conducir con una habilidad
admirable_ una fuerza que no podia contrarrestar; y bajo la
apal'iencia de una organizacion feudal, hacer realmente predo-

(1) CapU. Pippini (Canciani, V, 18.) cap. 35. Quia modo isU infide-
les bornilles magnum conlurhium in regnum Karoli regis voluerint termi-
nare, ct in cjus vila consiliati sunt, et inquisiti dilerunt quod fidelilalem
('j non jurasscnl.
(i) Cap. L ano 802. (Waller, Corpus}uris germanfci aut t. 11. p. 159.)
c. 2. de (idelitate promiltell()a domilHI imperatorio Prrect'!lilque ut om-
nís hrlIDO in loto regno SU\) , si ve ecdcsiasticus sive ¡a ¡rus • unusquisque
seeundum ~olum eL propositum suum, qui fintea fidelilalem sibi regis
nomine prornisissent, nunc ipsum promissum bominis Cresari f¡¡ciat. Et
iique qui adbuc ipsum promissum non perfccerunt, alOnes usque ad XII
relatis annum simWler facerent. Et ut omnibus traderetur publicfi~ qua-
Jiter ulIlIsquisque inteiligere posset magna in isto sacramcnto ~ et quam
mulla romprchensa suot, lIon ut mulli~ usquc nune existimaverunt, tan·
lum Jidelitatem domino imperatt'ri usquc in vila ipsius et ne aliquem ¡ni-
micu:, in SUUIJI regnum causa inimicilire indul'at, et nI' aHcui infidelitate
¡lIius con~E'n!iat o.ut rclacial, sed ut sciant olIlncs islam in se ralionfm
bnc sarramenfum h<lhcre.-Capit., V. anuo 806, e_ 2.-Capit;, ]11, ann.
812, r. lij.-Capil. Pippiniregis llalim. C. 36 (l:anciani. V. t8).-Capil.
]{aroll' Ca/vi, l. 15. e. t3~ da la fórmula del juramento de fidelidad,
(IUC es lil fórmula feudal. S1\('ramenlum anteJO tidC1itdtiS tale es!: f'rgo HU
I\arolo U!u'¡oyid el Juditre mio ab ista die in antra fidelis ero, secun-
dum "mrurf] saVlrUnl. sicut rranrus hamo (il'f reclum esse (Jebel suo rcgi.
Sic me neus adjuvct et ¡slre rpliquire.-Tít. 81, C. 2.-EI tí/. .u. inserla la
pro/,essio fpl'scoporum, el sacramenlrlm laif'orum y el sacrameTitum om-
n¡lIm fideliunt .. l1é.le arfl~i: ~ic promil!o ego qu¡~ (le islo die in antea senio-
ri meo. qua'lHlm vlYCro f¡¡lchs el 01)1'r!I('ns el adjutor qUJlnlllPleurnqlle fllus
et melills sti,.ro ,t !Jtl!uero 1',1 consllio el auxdio st"-,uIH..!um m{'urn minis-
teriulll in omnibns erfl abst[uc frilude el f!Jalo in~elli¡r el ¡)I'sql!~ l:1Ja do-
h~ilalf' n·l s!.':lw'iione Sl'U i!Ct'cptlHl1e el IllNlue fespe<'ltlS alirujus persoum
el. nequr Ilf'r me, n¡qlll" IlI'r lIliS~UIII. nrqw' flN liller¡;s sed uC(Jllr pcr
emiSS:1I11 .~ell illll'oud,s:II!1 pr!'S')hillH \('1 qll"( un.fl"(' Il'udn <oC ~i~(li!katio­
JlC ('(,lllrn l'uum hnllllrpm ~t s·wfl:e f'n·l,·~'re reglli ¡Ili 1·'\lHfl·i~~1 ~!"k!,-¡~.
et tr:Hlqllllila!('TI1 . l:]lJ(~ sf)lidit:ltCf'l m:lr hiJ:nLo \('1. nl<l( I:it::!.); r·n.,~' n:'ü:· ,
JI"<1UC UIJq\I,IPI ¡diqn,,¡J ~'·;¡I·l! llUp lH".· j,¡ •. :I:"~ , •.•...• ¡",I'~' ,.', . ~ 1 1'.'1°: \
S:I¡1l1i ('vlli;;lrlU'!I '1I'i lln,-iYlIlIl r·,;., , 1,,·,_,:1 ..";1, ··.t- lO; t¡., ,I':J'I·.( l ti I'iol .,¡ji
Inrlllii J-I<llr,·cinia. l' el J'e.:1 j!1"('slu!m d.\"II I c; rI jU¡(III.r'Nfo .\cw;)·¡ol_ C{;pii,
/ífllr-¡[i Cald, lit. 2U. Sa('rilllwnt"/III r('vis. Ell'gfJ, IJu:mlum ::dcro el rll[Í0~
ll:!bililr'r potero, Domino ,~¡Jju"nnlc, unurnquE'mque vestrum ~;"'('undlllll suum
ordirH'1Jl et l)cr~(!fi'¡1ll hlJr10l'ilho el s,1J\'abo, cl h:¡lIllri'turn ¡-II: s.:II\'atum absque
ullo dplo IH, t1atllmlÜ r¡lle vel dC('cptiollf' rOIlSf'rvnbil, el uniruique rompeu'n-
trln l('~ern el ju_IHiam (·omen·ah!). Et (jU! illillll r.Ci'esse hilhul',·it f't 1'3liolla R

lJililcr lll'lil'rit, raliun:lhikm mi~f'r¡¡'ortjialJl exhiheLo, sicut ti.lelis rex suos


fidl'lrs per reetum honorare el salvare, l't unicuhluc ('ompclCllleTll legem et
justitiam in unoquoque on.line (:oIlSe1'Vare, et indigentibus et rationabiliter
pelentibus ratlonabilem misericordiam debet impendere.
It
24.~ . HISTORIA
min • .)a relacion.entre el rey y el ciudadano sobre la de el ~eñor
y el.vasallo; pero tan generosos intentos no fueron bastantes á
vencer la fuerza de las cosas. A pesar de los esfuerzos del empe-
rador, á pesar de las impotentes .amenazas de sus débiles suce-
sores, la obligaeion de fidelidad no volvió á tener lugar sino en-
tr. el beneficiarlo y su señor directo.
DEL DERECHO' DE PROPIl!:DAD.

COItTINUÁCIOl'f.

"ANTES de partir el rey, mandó que todos los barones de ~r8n­


ncia viniesen á París.á rendirle homenaje, jurando que gUl1rda-
))rían lealtad á sus hijos,· si {>I moría en el camino; y·así me lo
lJmandó á mí tambien. Pero ~'o que no era su súbdito, no qui..
>lse prestarle diehíl sllmh,jon (1).))
Lo nü~mo que en tiempo de SIII1 Luis se intentó fn tiempo
de Cal'los el Calvo. E~'a á los Stñ'He¡; á qt1¡ene~ este fOlpel'ridor
se dirigia- para reprimir los desórdenes cometidos en t-us rt's-V ('4
Uvas tierras (2). Se valia de la autoridad de estos parH apoyar
en ella la suya (3). Los señores, Jos obispos y los condes NnIl
príncipes independientes: el imperio no e1'a m1lS qne un título. Y
no podia ser de ctl'a manfra: la clase de hombres libn's q\..le era
la única que podia haber hecho contrapeso al podel' de los gron-
des señores, se habia disminuido en los señorfos (4). Los benefi-
cios se aumentaban de día en dia en su número y en su duracion
haciéndose hereditarios. Y siendo las tifrras la única riqueza,
con ellas era preciso pagar en servicios militares; por lo que cuan-
do los oficiales reales se perpetuaron en la propiedad de sus fun-
ciones y de sus tierras, de una vez quedó el fisco arruinado y el
poder real completamente aniquilado.
Reducidos los merovingios á un solo palacio al qU6 S6 haUa-

(1) loinville, edicton de Ducange, p. 23,-JoínvllIe dependía del conde


de Champagne, vasallo inmediato de la corona. Véase tambien la disertacion
13.· de Dllcange acerca de Joinville.
(511) Capil. Karoli Cal·v •• t. 35, post reditum a confluentibus. (Ba1., 11,
145 Y siguientes).
(3) Conv. ap, Marsnam, I (Bal., 11. 4i) I IV. Et volumus ut sciatls quia
nos fidelibus nostris rectum consentire volumus et contra rationem eis fllcere
uon volumus. El similiter vos ae celeros fideles nostros admonemus ut VOl
veslris homlnibus rectum consentiatis. et contra rationem ¡lIis non faciatill.
(4) Karoli Calvi Capit" tít. D. in'. Volumus cUam ut unu.qul.que Ii..
ber horno In nostro regno seniorem, qualem voluerU in nobi. el in nostri. fi·
dellbuJ eUgat.
~44 HISTORIA
ban unidas sus únicas tierras y dependencias (1) el trono habia
pasado á los señores austrasianos, que se habían hecho Jos dis-
pensadores de los beneficios reales: y otra revolucion de la mis-
ma naturaleza que la primera destruyó el imperio de Carlomag-
no en manos de sus sucesores desposeídos.
Pefo para recojer aquella inmensa propiedad, no habia ya un
hombre que pudjese como Carlos, Martel distribuir eotre sus guer-
reros Jos inmensos bienes del clero, ní como Cario magno dividir
entre sus fidela la Italia y la Sajonia (2). En Alemania, en
Italia, en Francia, la soberanía se dividió en mil diversas frac-
ciones, y por un fenómeno notable se incorporó á la soberanía
de la tierra con todos ,us atributos: el derecho de declarar la
guerra, de imponer contribuciones, de acuñar moneda, la juris-
diccion civil y criminal y todo en fin era resultado y conse-
cuencia de los frutos de la tierra, porque la tierra era la so-
beranfa (3).

(l) Eginhard, rita Karoli, vr (Eirhorn, l. 125). -.


(2) Pbilipps. Denliche Geschichle, JJI, 57.
(3) Regino, Chron •• J. I1 , ad ann. 9.t9. Uto comes obiít, qui permissu
regís quidquid benrfidi out pra-fetfurarum hllbuil quasi brrrllilalem ir.ter
filios divisit.-In comitatu Bahludni eju~qlle f"'lnHia, jrl mullis jam se{'u-
lis servabalur, ut unus flliorum qui pald polissimum V1¡j('uisset nomen
patris acciperel, et td!illS Flandrire principalum. sollls tlcreditaria sucees-
sione obtineret ceteri vero fratres aut huie subditi didoque oblemperanLes
in gloriam "Ham ducerent. out peregre profecti ma~is propriis rebus gesLis
florere contenderent, quam dendim oc socordiru dedili egestalem suam vana
malorum opinione cODsolarentur. (LUIllbert. Scbafr., ad ano. 1071.)
DEL DE::8.ECHO DB PROPIEDiD. 245

CAPÍTULO XVIII.

DB l.... 140NARQUIA :ellANCEU.•

.»rante
& reino de Francia, dice muy bien Mezeray, ha estado du-
mas de trescientos años sujeto á la ley de Jos beneficios
»como un gran feudo mas bien que como una gran rnonar-
))quía.)) (1) El vínculo que unia los barones franceses á los con-
des de París era bien débil y muy vivamente disputado, no
solo por los vasallos poderosos, muchas Yeces mas poderosos
que su soberano, sino tambíeu por la multitud de pequeños se-
ñores que pretendían cada uno su independencia. Luis VI tuvo
que hacer inauditos esfuerzos de poder para reducir á los seño-
res Oe Montlhery, que interceptaban todas las comunicaciones
de París á OrleaDs y haciaD descaradamente la guerra al rey (2).
No tuvieron pues otro arbitrio los primeros Capetos que el de
limitarse á ser reconocidos nominalmente como reyes, señores
mediatos ó inmediatos de la multitud de sus vasallos segun de-
pendian unos de otros: su soberanía no era mas que un señorío
uDiversal: pero el homenaje que todos los feudos debían á su
señor natural, era un hilo que unia á la corona aquel inmenso
número de partes fraccionadas. Entl'e las manos hábiles de nues~
tros reyes por una política seguida con una perseverancia admi-
rable, política que se apoyaba en la proleccion de las clases
medias y el talento de los legistas, representantes de las tenden-
cias populares, aquel hilo <1ébil al pl'iDeipio condujo al gobicr-
no fuerte y poderoso de Luis XIV y á la uDidad nacio~al, el
mas graDde de los beneficios que la Fraucia debe á sus anti-
guos reyes.

(O Mezeray, Abre}e, t.IV, p. 102. edicion en ti." de t'tl1.-Brussel,


de "usaga des fie(s. pág. 141 Y siguientes. .
(51) Vense Joinville, edicion de Ducange, p. 15.
DEL DBBECHO DE PBOP!EDÁD, '41

LIBRO VIII.
:D~ I.~ propteda" lerm.~a t?D IUI relacloDee 00111 el "1",
derecho
"
priva~o_

DEL .i.LODIO.-Pl\.OPIOS y GA.NA.NCIALES.

LAS leyes bárbaras


bienes
distinguen el patrimonio hereditario, Jos
(altad, bomun paternum, ayitum '. hereditas, terra
PROPIOS
sálica) de los G.>\.NANCIALES attractum, bonum ex conquistu, co~¡que$-4
tum (1). Esta distincion que no conocieron los romanos, es esclu-
sivameote germana y existe aun hoy en las legislaciones mo-
deroas, .
La disposicion de los gananciales (acque/.,) era libre: El guia
emptio sua eral, potcr{jt etlm dare cui I>olebat, sine u/la contra-
(lietione, dice un diploma citado por G.n.nd (2),
De los biene~ propios no era posible di~ponel' sin e} consen-
timiento y en presencia (3) de los herederós (4), No babia escep-

(1) lUarculf., formo ti, B.-lex Rlpuar . • tiI. 56.-Lex Salica, t. 't.-
Lex Burg., l. %. l.-:\litLermaier, Crunúsrutze, Si. 131.
(2) Dt'1 atedio, p, 2á.
(3) Diploma del siglo XI. Sed cum hree res (psla donadon) minorpm fir-
milalem llah"re viderelur, eo quod justus hu'rps, froter videliceL ejus Temo
uppote vulnerum infirmilate dclentus, Ilr&SenS nnn esset sed nunlius ('-jus,
iterum constitulO die in loco Remcsl'lhm, in comitalu Ada'~eri, idem Eve-
rhasdus, prC-l'l\[e el consl'ldienle el t'ollnnr:lanle ffalre ejus Temoneju~lo he ..
relle. suprndiclam cnrlem ... ,. lraui¡lit el in reternum conlirmAvit, (.llreser
OSJlllbrw: (;c.~ch .. 1, 11, p, iGQ,)-Gllcrllrl1, Polypfique, p. 3.tO.
(4) EiI'hOl'Il cree que esta limitncion á. la facultil/I II~ ef\a~enar no es del
anti~uo uerecho germánico (Privat recht, p, '01). i\littermaier, Grundsa?t ...
le, §. 141, opina lo contrario. Es indudable que esta probiblcionestaba en el
e&píritu del derecho ¡ermánico.-V. Blunt!chll. p. 91.
248 HISTORIA
clon alguna sino en favor de las donaciones hechas al rey ó á
la iglesia (1): y sin embargo para evitar las coacciones que en-
tonces eran tan frecue.utes, la iglesia tenia gran cuidado en to-
das las donaciones de hacérselas aprobar y firmar á la mujer (2)
y á los hijos (3).
Galland ha reunido sobre este punto noticias muy curiosas
que no puedo menos de recomendar (4) á mis lectores. Este de-
recho de la familia fué despues reducido por la legislacion feu-
dal á UDa simple prelacioD bajo el nombre de retracto. En
Oriente, donde DO habia penetrado la legislacion de los feudos,
se conoció bajo el nombre dejus protimiseos. Este derecho exis-
tió en la familia. en las ciudades de Francia y Alemania, y en
la mayor parte de los fueros españoles (5).

¡31
i
1) Lea; SaJJon., tít. 15, C. 1.
Ann.Bened., 11, '718.
En el diploma en que Pipino y su mujer fundaron el monas ferio de
Prum, firmaron sus dos hijos C¡lflas y Carlomagno _Si gnu m liaroli filii ron-
sentienLis,-sigoum Karolimanni flUi sui consentienlis. (Ann.' Bened. J 11,
101.)
(4) Lex Saxon .• t. 15.-i\Ieichelherk, Hútoria Frisingensis. flipl. nu w

mero '1. p. 28; ninD. t:~, p. 32. Ego in Dei nomine Poapo, vir nobiJis ':00-
gregavi multiludinem parenlum meorum nohilium virorum per qUMndllm
dubilationem filiorum meorum consiliavi, curo iIIis sicnl ipsi cOllsiliurn rnihi
perfidem dederllnt, ut liereditalcm meam dOInlli Sanctre l\farire lradidissern.
-Dlpl. del afIO t087.-Nutum esse VOIUrIlllS, ornnibus üdeHhus tam ruturis
quam et prcscntilJIIs. quod Hildeberga F'rrelherundre .1bbattissre, eL Uilde-
cuiLb soror, quredam lora iufra nominanda, quro jure beredilatis in par-
lem proprietatis .. prredictis sororibus acceperat, e3rum et numdiburdi (su
tutor) et hmredium suorum prresenlia el collandalione ccclesire S. Pelri in
jus proprir,talis et perpelure pos..:.essionis in placito Wecclonis comitis, iJabi-
to Eppirslot. contradidit. Mreser, Osnabr. Gesch., 1. n, dipl. 37.-Sac¡'sell
Spieyel, 1, 21.l\1am mut ok ,vol vrowen geven egen lo irme live mil erven
gelove. svo jung se sin, binDen deme gericble dar't egro inne legf't, in
jewelker statL (jeste dar konigrs ban si.-52. ~. L Ane crno gelof linde lloe
eeht ding ne mut nieman sin egen noch sine lü(f(· gcvcll ..... Gift lIc'r we,1er
reehle sunder erren gelof, liic rrve undenvinde's ~ik mil ordclen, a!s of he
do! si jene de'l d.u gar. so he's nieht gr\'en De mochle.-Sydow, Erbrecht
des Sachsen spieuels, p. 18l, 2'-I.-Apprndil V.
(5) Foro de lJaeza. a 27. Empero a que! que raiz (radix, sourhe) al-
guna quisiere vendar, fagala pregonar 111 dias en la villa, é estonce si algu-
no de sus parienles la Quisiere comprar, compre la por quanlo aquel que mas
clIra la quisiere comprar.
nEL DERECHO DB PROPIEDAD. 249

CAPÍTULO IX.

DE LAS FÓRMULAS POR LAS CUALES SE TRAS)lITIA LA PROPIEDAD.


1.0 l'ÓRMULA GERMANA. (1).

LA propiedad del alodio se transfería por una tradicion so-


lemnE', (lt>gitima traditio) (2) hecha en la asamblea del eanton
bajo la presidencia del conde (3). La trudicion se bílcia por me-
dio de un símbolo cualquiera Una varita, por ejemplo (tradi-
tio pe, festucam, infeJtucalio, scolatio, en las legislaciones del
Norte), nu puñado de ¿ erba, un guante etc. GdlJand ha recogido
con notable escrupulosidad muchos y muy curiosos detalles so-
bre este punto (4).
La tradicion por llna varita se perpetuó durante, la edad
media (ó).

(t) Philipps, Ilist. diJ Alemania, 1, 593 Y sig., 11, p. 532. El mas cu-
rios!) de todos estos diplomas es el que cita la Ilistoria de Lanyitedoc, 1. 1,
dipl. 109. (Appendil, n.)
{2) Capit., 1, ano 819. c. 6.
(3) lUarcolf, appellll .• form. 19. VeniE'ns horno aliquis nomine ilIe, in
pago i1\n, in ¡OI'O q\li didlur ille, tinte bnO()s homines qui subter firma"e-
rllnt, [crram ¡11am id cst tarn mansis. elc. TotuTn el ad intf'grum qllam an-
te hos llirs homillC' aliQllo lIomine ille per venditionis tifuhnTl, ac('cplo vero
prrlio, ,'isus fuit vcndidissc sed ante ipsos bonos !lomines ud inle~rum ut
quidquid pr<edicta \'enrlitionc ei vendidll, [ler munus partilms ipsius lui vcl
terram visus fuit Iradidisse, el per suant Ilslueam con Ira ¡psum mum ex iOde
exilum (alias elutum) feeit ut quidquid irse ilIe de ipsa terra a die pr;rsen-
te facere voluerit liberam et firlllissimam in omnibus habeat potestatem ra-
cieDdi. etc. l~orms. 20 y 43, ibid.-Véase D111ntschli, p. 9.
(4-) l<'ranc-allcu, p. 323 Y sig.-~rhnm., R. A .. p. 121 Y sig.-Dreyer,
en la publieacion de Spangcnberg (Beyt. zur kunde dentscher RechtsaUer-
thuemer, nums. 24-, 26 Y 29).
(5) Diploma de (Juy, conde de lJoilou (del aiio 1068). Yobis el omnibu8
aHis abhinc in anlea permilto, concedo et ad integrum restituo terras eas-
dero et cretera omnia cnm omnibus pristinis consuetudinibus sicut ipse el
mater mea CUOl illo lenuerunt ut babea lis el teneatis firmissimo stabilimenlo
vos ~t lIosteri veslri tune inclinavit se comes el accepil viridem scirpum Mm
dornlls eral rCl'elller juncata "icut solemus facere, quando aliquem personre
potentls vel dominum suscipimus vel amicum. Tune junco ipso, non. tam
domum faciens quam restaurationem, dedit duobus fralribus, etc. Bignon.I,
13 (Canc. 11, '"8).
32
2S0 HISTORIA
Siguió esta misma costumbre basta una época muy avan-
zada en todos los paises en que dominó el espíritu germánico,
en Alemania. en Holanda (1) Y mas ce "ca de nosotros en las
costumbres de Haynaalt, de Flandes y de Picardía.
((La mujer (dice el arto 136 de la nuera costumbre de Ártois),
»es capaz de adquirir (acquesteresse) como su marido y trans-
»rnite despues de su muerte la mitad de sus bienes á sus IDas
upróximos herederos.» Esta tradicion solemne (2) daba el de-
recho de ocupacion (inrestitura, gewehr). El que entregaba la
cosa, abandonaba por aquel neto su propiedad y el que la re-
cibia por la poses ion' de' un año y un día, despues de dicha trtt,"
diciou hacia incuestionable su derecho (3).
Hecha la tradicion sin estas solemnidades legales, no daba
propiedad ni derecho. Esta especie de derecho de ocupacion
quedaba en favor del vendedor, único propietario á los ojos de
la Jey. Asi que, cuando se hacia cualquier venta fuera de la
asamblea del cantan, se prestaba callcian de legitimar, 'por de-
cirlo así, dicho acto delante del conde. .
Capit. LO año 819, c. 6. (¡Si quis ,'es suas pro salute ani-
»mffi Bure vel ad aliquem vcneratilem locum vel propinquo SUD
»vel cuilibet alteri tradere voluedt et 1;',0 tempol'e iotra ipBum,.
¡,eomitatum fuerit in quo res iIIffi positro sint, legitimam tradi~
JJtionen facere studeat. Quod si eodem tempare quod iIIas tra-
)Jdere vult, extra eumdern comitatum fuerit, id est sive in exer..
»eitu si \' e in palatio, sive in al10 quolibet loco, adhibeat sibi
"vel de suis pagensibus (4) vel de aliis qui eadem Jeg!3 vivunt
»qua ipse vivit, testes ido neos : vel si ilIos habere non patue-
lJl'it, tune de allis quales ibi meHores invenire pOSsllot. Et CO~
uram eis rerum suarum traditionem faciat et fictejussorem ves~
,titurro (5) donet eí" quI iIIam traditionem .ccipit ut vestituran¡

(1) Sande Commentatio de effestucatione (Arnheim, 1658) p. 276 Y sig,


(2) Abdicare, u'erpire, exutum se werpire; en los diplomas halan de ..
Bes y flamencos del sigla XIV: Enile hren A't selve ~oel voor op ge¡Jragem.
ende nal' daer op met handt hallO ende mondt verteghen, ende IS daer oock
mel allen rechten nyl~hegaell, ende heeft }J darr <lell geerrt ende gevest in
alle der hesle forme des rerbten. ende sao sieb d:..t met recht gebeurdl'; also
dat na het oor(\ecl ;van Gericbtshuyden, A ende syne Ervan daer arte n eeu-
wigen dal~en onlerft ende ontyuedt sal ,wes('n ende blyvcn, ende tlner aeo
nUfIllIIcrmeer geen rechl toeseggcn. lJOch acnspracck meer bebben norll be...
holden J ende H voor herIl ende syne Ervell daer /lell geguedt cruje ghevest
zyn, ende daer aen vast ende slede blyven sal.-Charondas. Paudectus
del derecho francés, Iív. JI J e, 16.-11istoire du Lan[J'uedoc J t. H, di-
plo-ma 35.
(3) Esta ocupacion por un año y un dia es la ocupacion propiamente
dicba de nueslrus costumbres antiguas J y que I(lS ulelllllncs IJuman rech-
te geu:ehr. f:\1illermaif'r, Grundsrolze, §. 137), los suecas y los daneses
la!/ahevd. (K. Rusenvillge, llistoria del derecho, Danes, ~ 55).
(i¡ Le:r:JJajuv .• XVi, 1. Jllebomollui hoe lesliü('dre voluerit, com-
marchanus ejus debeL csse, et devct habere sel solidorum peculliam et simi-
lem lIgrum,
(5) La antigua "eHion alemana traduce siempre t'estitura por geweri.
DEL DERECHO DE- l'ROPIEDAD. 251
"facial. Et post quam hrec traditio Úa facta fuel'it, hreres UHuo
»de prredictis rebus valeat farere tepetitionern. Insuper et ipse
J¡pel' se fidejlls-sionem faciat ,ejusdem vestiturre, ne heredi ulla
)Joccasio remaneat han e traditionem' immutandi sed potius tie;.
»)cessitas illcumbat illam perficiendi (1). J) I

La ley ripuar~a (2) f'xijia en este caso que la tradicion se hi-


ciese en el mismo lugar 1 en presencia de seis ó doce testigos
que debian ir acompañados de otros tantos niños; la ley man-
daba ademas que el comprador, despues de hecha la tradicion y
pagado el precio, pegase una bofetada y diese un tiran de orejas
á los niños, para que estos en su ella diesen testimonio de la ren-
ta ante la asamblea del cantan.
Lex l'ipuar., tít. 60 de Traditionibus et testibus adhibendÜ.
«Si quis villam aut viueam vel qnnmlibet p08sesiunculam ah
ualio comparaverit, et tC'starnentum (el testimonio ante el canton)
uBccipel'e non potnerit, si mediocus res est, cum sex testiblls et
»si parva cum tribus, quod si magna cum duodecim ad locum
))traditionis eum totilem numero pueris accedat, et sic prlCsen-
))tibus eis etiam pretillm tradat et possessionem accipiat et uni~
»cuique de parvulis alapar donet et tOl'queut auriculas ut ei in
))post modum testimonium pncbeant.u
Estas formas de tl'adicion que recuerdan la mancipacíon ro-
mana I se aplicaban como aquel acto tambien solemne á la traos-
mision de toda la herencia (3) y á la donacioD.
(,¿X Salica, tít 49, de Adframil'e, Hoe convenit observare
uut tungimus aut centenarius mallum indicent, et sentum in ip~
»50 mallo habere debet, et postea tres hornincs tres causas de-
))mandare debent: posten in ipso mallo requirant bominem qui
»ei non pertinent (que 110 es pariente del donante) et sic festucam
»in Jaisam jactet, et ipse in cujus laisam festucam jactaverit
))dicat verbum de fortuna sua, quantum ei yoluerit dare, aut si
»)totam aut si media m fortunam 8uam iIIi voluerit dare.-Lex
))longob. lib. 11, tít. 14, C. 13. Si quis desperaverit propter
))senectutem aut aliquam corporis infi¡'mitatem quocl filios non
)possit haber!l, et res su as alii thingaverit, posteaquc cum con~
lItigerit filios lrgitimos pl'ocreat'e, omne thinx ({uod est dona'do,
))(JUtB prius facta est rumpatul', et filii Jegitimi unus aut pIures
))qui postea nati fucrint heredes patri in omnibus succedaot. Si
)autero fitiaro Jegitimam unam aut pJures seu falios naturales

Philipps, llist. de Alem .• II, 5:l6.-Hrower., Diss. (le 'eeteri popuU Tre~
virorum lin{/ua, p. 102.
(t) Arerca de csta obli~ncion del heredero, véase el lWroir de Saxe,
aef. 9, Dlun(schli, p. 91.
(2) Leyes riflll,1I'iHS se dedan llls do los antiguos pueblos de las orillas
del Rhin y dp) Mossa. (~ota del T.)
(3) Capil. IV. mm. 8 1);1. t', 7. Qui filios non hahucrit ct aliulll qUl'mli-
bet hcrCllclII r"eere sibi volunit, ('OrafO rege. "el comBc et seaLinis, vel mis-
SU!! dominicis qui tune ud justitias fdcieudas in provintiam rucrint ordinali,
tradHioncm raciat.
252 1llSTOllIA
_UDum aut pIures postthfnx facturo habuerit, habeant el ipsi
»legem suam, sient supra constitutum est, tamquam si nulli
ltalii tbingatum fuisset. Et ilJe cui thingatum est tantum habeat,
-quantum alii paren tes proximi debuerant habere, aut curtis
_regia suscipere, si alii thingatum non fuisset.",
DEL DERECHO DE PROPIEDAD. 253

CAPÍTULO 111.

CONTINUACIO::¡;-2. o F6RMULA. ROH.lNA.

AL mismo tiempo que la tradicion solemne hecha antEl el can-


tOD, estaban tambien en uso la venta y la dOllacion romapu,
y mas de una vez se disputaba sobre insertar Ó DO estos COD-
Uatos en las actas municipales (1). La fórmula germana fu~ mas
frecuente en los paises del Norte, y la romaDa (2} en las del
Mediodia. La iglesia que vivia bajo la ley romana seguia esta
ley en las donaciones que (3) se hacían en su favor.
La ley rOJr.ana subsistió mucho mas tiempo de lo que ge-
neralJllente se Cl'ee. Fórmulas que datan del siglo XII, á juz....
gar POl la corrupc1un del btin en que están escdtas, presentan
el modelo de una venta en la forma misma de la cesio n judicia-
ria, al mismo tiempo que manifiestan, y es por cierto no menos
curioso, se distinguia aun para arreglar las fórmulas del con-
trato cual era la ley del vendedor (4).
La ventaja que llC\"a una acta escrita al recuerdo fugaz ó al-
terable de algunos tal vez corrompidos testigos, hizo adoptar la
costumbre de redactar UDa acta, Ó mas bien un proceso verbal
de venta, para las enagenaciones que se hacian en la asamblea
del cantono Y en este punto puede decirse que uniéndose, se
confundieron las dos fórmulas hasta entonces diferentes.
Goldas!. Form. 11. Pernhardus, subdiaconus. «Superventu-
»rll igitur contentiones qum srepuis etiam causis ex minimis
.orlri solent ad debitandas, placuit mihi Amalperto traditionem
»quam filiis meis feci Jl conscriptione firmari et ad memoriam
.posteris tradere de di itaque tribus filiis meis Annoni, Am.l-
(1) llarnonard, lIistoria del derecho municipal, lib. 11, cap. 't, 8, 9,
ha publicado documentos muy curiosos sobre este punto.
2) Hist. de Langüedoc, t. 11, diploma nlHIl. 5.
(3) Donacion del cOlule Eberhard al monasterio de l\lurbach en 727 (Ann.
Bened., ][, 702). Prrosentem vero donaUonem nequa4.unm civililer gesli:i
muoicipalibus nlligare curavimus. el omnillo decernilllus ne alioquill in eam
ob bane causa m quisquam valeat rcpetere.
(4-l Formulce anUquCB ex :veronensi codies, ap. Canciani, 11, 4'72 Y474,
V. APP'Ddil G.
2S4 HISTORIA
"perto el Reginfredo, qnl mihi nati sunl ex ancma Sancti-GallJ,
"omúem pl'oprietatem meam quam honierna die in \'uoleramnes
»wilare vh.us sum po,,:-.idel·~: ea videlicet ratione ut eadem pos-
JJsessio sine ulJius contl'auil'tione ab illis peJ'petualiter possi-
JJdeatur, censusque Ir denat'iorum ah ei~dern singuHs annís pero,
))solvatur. Actum in ZuocewiIJ,are. in Pllblico mallo Notkeri ad·
)J vocatí coram monasterii Sanct Gal/i abb.1te Cl'alone, aliisque
>Jtestihus quorum hic nomina continentu!'. Signum Amalperti
~qui hane traditionem fecit. Signa et aliol'um testium quí ibídem
»prresentes affuerunt: (Hay doce nombres)_ Ego itaque Pernllar-
»dus subdiaconus, scrlpsi et SUbs9ripsi in vicem vualdonis. No ..
»tavi diem feriam III, ano XII rege OttoDe regnante sub pedn-
»gasío corote.))
Diploma del año 1238. rrQuoniam negotia et actus hominum
)srepius volubilitate tempol'is transeunt in obJivionem, hinc est
¡)quod perutile agitur et necesse est ut scriptul'tc testimonio robo~
¡)rentUl'. Quapropter universi tam p1'ffisentes qUélm posteri nos-
¡)cant halle paginam inspecturi (fuod dOI1l11m qu¡:¡mdllm in Ha 4

)!Jlen buseo quro Jibera hereditas dicitur, ab Helmwico con-sen-


»tientibus heredibus suis, qlli omnc~ Jibt'ri diclII!tul' pro triginta
¡¡mancis comparavimus et Udmwicus cum IH'l'edibus suis in ju-
¡¡dicío quod dicUur \"idynch resignaverunt.>J (1)

(t) J\J<eser, Osnab. Gescli' l IH, 32G.-Uistoda dell.angüedoc, t. II J


dip, 64.
DEL DER~CHO DE PROPIEDAD. 255

CAPiTULO IV.

DE LA. PRESCRIPCIOM (1).

LA pr~scripeion era una institucion estraña á las ideas germanas,


y que los que conquisteron tomaron completamente del derecho
romano (2)! solamente que confundieron sus diferentes términos.
Para los bienes inmuebles la prescripcion fué de treinta años y
de cuarenta si los bienes eran de la Iglesia: las leyes lombar-
das daban tambien este privilegio al fisco (3).
No habia necesidad de buena fé ni de justo título, porque
solo se conoció la prescripcion como medio de librarse de la
dependencia: sin embargo es tambien indudable que fué tam-
bien UP~ de las maneras de adquirir.

(1) Eieborn, 1, ~. 200.-Leyes lVisigoda5, II, tO.-L. Burg., títu-


lo '9.-L. Longab., lib. 11, t. 35.-Marculf, appendix formo 23.-Do..
miniey,_'p. 48 Y sig.-Sidonio, VIII, 6.
{2} Winspeare'flib.l, c. 6, p. 195.
(3) Capit. lib. , c. 389.
256 HISTORIA

CAPiTULO V.

DEI. BENEFICIO Y EL CENSO (1).

COMPARANDO la idea que Jos romanos tenian del dominio qui.


ritario, y la que tenían los gE'rmanos del alodio, puede decirse
que esta última especie de propiedad no cedia en nada á la
primel'a en cuanto á la importancia de sus atribulos (2). Pero
eran absolutamente diferentes todas Irts pose~ioues que se esta-
blecieron al mbmo tiempo que Jos alodios, quedando afecta la
tiel ra á UDa porcioo de cargas que DO con ocian las leyes roma ..
. Das, las cuajes evitaban cui-dadosamente cuanto hubiera podido
coartar la independencia de la plOpiednd.
La degenfTacion de la propiedad fué el resultado del estable-
cimiento y rápido desarrollo de los Lent ticios y los cenSOs.
Estas dos espesles de posesion se diferenciab¡-lll en VArios
puntos: pero en ambas sus poseedores tomaban su derecho de
un dueño directo, reconocian perpétuamente su propiedau como
directa, superior á la suya (dominio directo c¡.; la espresion fl:udaI),
en una yen-otra estaban obli~arlos al pngo de un cánon por J'a·
zon de la poses ion de que disfrutaban, y ninguna de las d03 era
directamente reconocida ni protrgida por la ley nacionál. Tdl
era la posicion de los recomendados (reccommendati) de los be·
neficiarios y aun de los ~ief\'os á quien su señor habia conce·
dido el culth'o de una pOf('ion mayor ó rnrnm de su propied¡¡d.
Mas arriba hemos hüblado de Jos !'ervicifls cid bf'fletieia·
rIo (3). El cánon á qu? estaban obligados I/¡s hombres libres,
concesionarios de la Iglesia, de los gl'l1ndes Ó dt'1 rey, le pa-_
gaban ó en senieios ó en fl'Utos ó en dinero, siendo Ul1 C?n~o
enteramente semejante al que pagaban Jos coJODOS (4), con la sola

(1) nlunfschli. p. Q!l Y sigo


(2) En alg-unos IJasoIjl's de Ins rróniras ~c llAma al a!o,!jo ~cs manripif. Si.
gl'bert. lib, 111. c. 2~1. 'JIILlquill in n' mauriJlii ILlbrua!, in frt'~ P;IIIl'S ¡Ii\"i-
sito Y NI útr/J p,1rte. Q~lidljllid in re IIJauu.!Jii L:J.uuit .!Jcr (eS!dlUcntullI Ecdc-
liia! delegavil. DorrlÍnity, p. 21-
(3) Sup .• l. VII.
(') ~_ Zellweger, dep. 3. (ano. 82S.) Christl eni.m ravente clementia ego
DEL DElt!CHO DE P!.OPIEDAD. 257
diferencia de que el cánon en plata solia ser muy mddlco y mas
bien únicamente como reconocimiento de dependencia del due-
ño directo.
El pago del censo, el quedar el concesionario afecto á la tier-
, ra, y la dependencia de sus herederos produjeron la ruina fa-
tal de la 'libel tad de los poseedores: pero por otra parte esta
asimilacion entre el hombre libre y el colono, tan funesta á los
primeros, contribuyó indudablemente á mejorar la condicion
de Jos segundos. Llegaron á una especie de tél'mino medio en-
tre la libertad y la esclavitud. Pero á medida que los UllOS su-
frian y se empeoraba su suerte bajo el peso de la miseria y
las vicisitudes de los tiempos, Jos esclavos se elevaban con el
favor de sus sf>ñorf's y teldan cada vez mas estabilidad en 1.a
posesi<m de la tif'l'J'a que cultivaban. La.condicion, vue~, de los
colonos, asimilándose á la de 105 hombres libl es, Sto, rt'gulmizó.
Se e:-tab!ecieron tn lbS tirrras sl'ñoriales costumbres que tr¡,je-
ron consigo en"2mRs de un CflSO 1ft ley de los hnmbns libl'fS, y
protef.:ieron la po~esioll del mismo mr.dil que la it·y ~'rotpgh U,l
estos el dominio. Los eensos, pues, que Plll<!ujel'\'u lHll'lt ¡¡IS
homln'ps libl'f's una f's¡..¡ecie dt' estado de t'::-c!¡¡\ ¡tud l rué para Jos
culonos Id tl'ansicion de la esclavitud á la libertad.

f:ozberlus abba fongregalionis S,:!neli Galli: rotm'nit nos una fum consenSn
fralmm no~:rorllm, ul illas res quos nobis Rihhoh el Roauhoh illorum jure
proprietlllis Iradhh'rnnt pari consilio, in loco qui dirilur Suweinperc tStb-
weinher~) eis iterum pfr precaripm repr<I.!slare debuerimu~ quod ita el fe-
cimus. Ea vidPlicet raliflne ut annis ~ingulis nollis inde r{'n~ulll per~ol\'ant,
boc esl X rnodin~ de ¡.trano: el inl!'r amhos unum inregrllln juehurn nrent,
et in tempore mrssis II dÍ('s in laboris opere prrsnlnnl. Simililer et in
lempare freni s¡>candi alios duos dirs. El sil ut enim alií líberi homincs ser-
vilia opl"ra nohis f'xhibrol, ¡la ft illi, similitrr el illorun¡ "Ufli la de reU_
quo poslcritas faciat lejtime prOl'reala. Artum pr¡esens prcr<lria in ¡(ISO
monasterio publice prresentibus quorum bic s:ignacula cOlltinell(Ur. Jbid.
dipl. i.

11
258 1IISTORIA

CAPiTULO VI.

PROCEDIMIl<NTO J)E LA" ACCIOIlE. REALES (1).

E" las cuestiones Rcerca de la propiedad la, dos especies de


pruebas mas frecuentes, y por cierto bien poeo convenientes,
eran el juramento (2) y el duelo. La ley de los bharos pare-
cía como que dejaba á las partes el dertcho de decidir en este
punto.
Le:r: .BaiIHl. XVII 2. «De bis qui propriam alodem venduot
--vel quascurnque rex et Bb emptore alter abstrahere yoluerit et
:.¡sibi sociare in patrimoniurn tune dicat emptor ad venditol'em;
v Termm abJtrahere mihi ",uft ricinfls meus (uut qnis fli"erit). Et
»iste respondet: Ego, guari tibi donm'¡, clim I{'ge' integra el perbis
»testificalione fi"nare volo. Super septem nocter fiat constltu-
~tum. Si dicit, curo utrisque utl'reque partes cOHveniunt: Cur
rdnvadere conaris territorium quod q;o juste jure heredil,Jtis do-
»navi? lile alius contra: Cur meum donare debuisti qlfod ante-
»cessores mei antea lenllcrunl? Iste vero dicit: Non ita sed mei
»antecessores lenuerunt. el mihi in alodem re!ltjuerunt, et veslita
»est illius mama cui tradidi el firmare ~'olo Cllm [ege. Si Eltatim
»voluerit, liberam habeat potest~tem: sin autem, postra super
»tres dies aut quin que aut certi septem ea I'atione firmet. Per
»quatoor angulas campi, aut designatis terminis, per hroc ,'er..
:liba tollat de ipsa terra, val aratnlm rircum ducat, vd de her-
»bis aut ramis, silva ~i fuerít: Ego ti!Ji tradidi el legitime fir-
»mabo per terna,~ I'f"ces. Dicat hree yerba et cum drxtera manu
»tradat: cum f'inistra ,'pro pOl'rigat wadium huie qui de terra
»ipsa cum rnalJat, per h~c verba: Erce wwlillm ,ild do quod
»terram lUam alteri flan do, rrfjt:fII !u("il'm!o. Tune iIIe vlter ~us­
»cipiat wadium et donpt illum ,'jce~'sorihu.; btlll~ ¿¡d It'gcm fa-
»riendam. Si cama fuerit inter illos pugna~, dicat. ¡He (¡ui wa-
lIdium suscepit: Injuste iterritorium fIleum alteri jim/Usti (ídest

(1) Philipps, Oísl. de la Alem., 1, p. 5-Hi Y siguientes.


(51) Ánn • .Bened., 11, 736._Form. Gold. 8a (appendil. Gbis): ibid.,
tormo 90.• 91,92, 93, 94, 95: y el dipl. 98, HiJtoria del Langüedoc, t. J,
1".
,.
DEL DEREC,l',Q IR~:.,f.ROPIEDAD.

,~~swiroto~)., !p,sum mJ~i: ~~b~~s ;redde.re,. fl cllIn ,du.9.dccim so-


):/ldt;_~ C,0I~IJ)O~lf're. ,TUl;l.~}¡Pfm4~a~t ,pq~r,arr. pqQru!U ,~t i1~, .p.!()
·~p,El'tll.l~at judjriu!n. $ip a~I!~m, C~nl s.ac:r~m~nto '..~e ,drf~fJ~ar,
"Id e~t rUin ~!'-'qd~(·~~ quq~ SU'.fi,ffi ~:terl'~'!I ,i~just~ npn fil(n~xe¡;
!¡a,l(~·~·b n.~c Slt~ d.itioni r~stitlle~e (l~b~.ret, Il~c ~u.,w,;4U9aeciQ.,~
asolld¡s compor.ere.») ',,,;,,' <

La ley de los afemanf's no conócia sino el dtlE'Io"(1}: la' de Jos


~~r.gorpn~s.~a\'Rre~!~~" combatt_~i~g~ldrparf\ efit~r ~ P~~J.~I i?,.
Iex JJurg; tlt. 45. ,Multos In populp nostro el pe.~\lca¡!O!l~
l,lcausantium et cupiditatis instinctu ita cognoseimus depraúlri
)¡nt de rebus incel'tis sacramenta plerumque offere non dubitent
l!et de cognitis jugiter perjurart', Cujus sceleris consuetudinem
lIsubmoventes prresenti lege decernimus ut quotiens ínter homi-
»Des 005tl'05 caesa sur¡'exerit et his qui pulsatus fuerit, non
lIdeberit a se quod requiritur, aut non factum quod objicitur,
)Jsacl'amentorum obJigatione negavel'it, bac ratione eorum finem
)JoppOl,tt'bit irnponi. At si pars ejus, cui o,11atum fuerit jusjuran-
. )Jdum nol'.lerit sacramenta suscipere, sed adVf'l'sal'ium suum,
)!veritatis fldllcin, armis dixerit posse convioc¡ pt pal'5 diversa
)Jnon ces:;erit, pugnandi IiCOf'ntia nen nep:ftur: ita nt unus de
lJeisdem testibus qui ad dan da conVfl1eriJnt sacramenta, Deo
¡¡judlcnnte conflif.mt: quoldam justum est, ut si quis H'l'itate rei
»itlcnoctantel' sl'ire se dixelit, et obtl1!elit ,!o:f:CrcDwntum png-
"IJi1re n¡lI} dubitet. QU"lfi si testis pdrtis ejüs qt!re obtulerit ~a­
)Jl'l'amentum, in ro ccrtarnine fuerit supel'utus, ornnes testes qui
"se promisenlllt jUl'atul'os, trecenos solidos muldre nomine,
"ab~quc ulla indudilrum pncstationc, coganttu exsolvere. Yerum
)Jsi ilJe qlli rcnuerit sacl'amcntum fuedt interemptus, quidquid
lldebehat de facultatibus ejus novigildi solutione pars victori:i
lll'eddatur indemnis, nt vel'itate potius qua m perjuris delec-
"tentur. DATA &UB DIE V. KAL. JUNIAS, LUGDENI, ABtENO
),V. C. CONS.lt
A tan bárba··'os medios se unieron afOl'turadamente muy
pronto bajo la infl ucncia de la civilizacion e! istiana medidas mas
humanas, como la prueba pOI' la CI'UZ (2); Y otl'as aun mas sen·
satas, cual fllé la prurba por escrito (3) destinada á lemediar
los pt'ligl'OS dp. la ausencia de la mUelte Ó de la versatilidaa de
Jos testigos (4).

(1) Tít. 8"-. Sup,


(2) Grlmdiliier Historia de fa Iglesia de Straslmr{jo, Ir, di pI. 69,
J

(Arr. 11.)
(:1) Lpx /lipuar., LTX. La Prllf'ti;l por {'!irrito rrpmplazó por e!ila ley A
la pru\>ha (Itol rludo.-Vé,lSC landlirlllex -'Iam .• lit. I.-Lex /lajutl., U-
lurnt. r.1: rít,1!l, c.2, c. 1:l.
(4) Véasr UIl liligin,l~ r~ta rsprl'ip, ((;oldnts. F?rm •• 99. llpp~ndil l.) J
el diploma cilado por lI¡gnnn.-,"Jar('ulf, IIpPI'rHhl. forlll. 1,-\~as{' 1¡ITn-
bien el p1eit.o del monastrrio .de Farra .rlel afio ~ou.. Ann. fl/lued., IV,
704: el juicIO en favor d~ Damel, arzobispo de l'iarbona. contra ~I co~de
Milon f el !o8tenido en Nlmes por el conde Raymond e~ 890 (Appendl11 bIS).
,.
280 !IlSTOllU
·Diremos finalmente qoe la asamblea del eanton presidida
por el condp~ era la única que podia juzgar los procesos en que
Ele disput(>b~n hereftcia...;, y que aquellos b3:fbaros, nuestros maes-
tros en este punto, habbn aJivinado que hay dflS cosas PU las
qUf' un ciudadano 01) puede depender sino de sus conciudada-
nos igoales á él, so libertad y su propiedad (1).

(1) Cap. E.r . •V. 111, 19 {.up).-Cap. 1, Inno 819, ••p. 11.-LOl
BaJay_, 'il. t, eap. L l. ,.
D_L DERECHO DI PAOPIBDAD. 26.

CAPiTULO VII.

»5 LA PIIOPJBDAD J'BTlDAL•

No entraremos ya en mas detalles despues de baberencontrado.


en el feudo la propiedad alodial con todas sus preeminencias y
su sello propio y particular. El feudo como el alodio era una pro-
piedad de una esfera mucho mas esteusa que la propiedad ro-
mana: no existia en estas dos e'pecies de propiedad el derecho
superior del estado que reconocen nuestras leyes modernas. en-
teramente romaDas en este punto.
El alodio era una propiedad absolutamente independiente.
Todos luí> derechos que hoy están reservados al soberano, caza,
pesca, etc. formaban parte del alodio. Cnando se vendia, se de-
cia siempie, cum omnibus pertinentiis, pratls, pascuis silvis, ve-
nation;bu$, piscatiollibus, molendinis, etc. (1).
El feudo fué una propiedad soberana: la propiedad feudal
comprendia, arlemas de los privilegios del alodIO, todos los que
mas tarde se han llamado derechos de regalía, derechos que se
tomaron los señores feudale5 en la gran usurpaeion que j(lcor-
poró la soberanía al dominio de las tierras, y recoDquhtados
despues uno á uno por la paciencia de nuestros reyes. La jurj¡¡-
diccion civil y crirnjDal~ los impuestos y portazgos, el derecho de
acuñar moneda y todos los demas derechos que hoy correspon-
den á la sobrranfa, formaban parte de los feudos.
En cuanto á las formas de transmision, distincion de bienes
propios y gananciales, y el derecho de prefereDcia que tenia la
familia, el feudo siguió enteramente las leyes del alodio. El se·
ñor natural en su corte asistido de sus vasallos hacia d papel
del conde y de la asamblea de hombres libres, y esta era la úni·
ca diferenria.
La distincion del feudo y del alodio no fué, pues. sensible

(1) SchO'plio, Alsatia diplomátir,a~ l. p. 16, 36.-Grandidier, Hilfo-


ria de la igleliG de Strasbourg. t. IJ, dipl~ SS.-Grimm. R. d., p. jUg.
-LI fhaumalli;re de' alodio.
d~2' ;"rs'~óR'J'~:!'
":-.-.-.. "',,,"'>"~'~,,-,_~.;,',;_-,,.' -,'" _ -.. _ ,'- .'.::c!>.'-

en IIi le~¡slaCióo sino en las suct>siónes; y esto consistía en la


l' ,~,,¡-> l~_\;k;::' ,l,_: {'~;:.L '~Pljl,' d!~-'-:!· n~'-h <'_e; :l_'r.~;,.
F) (, 111 '1 ;.:' [:: r;:¡ in::-Ld ¡;,' 1.1 rU;~'lHt i;;.LlJ"í:h'Ld que los
akdi,;s~ CUitut,) que fué 111 I~'y de los a!otÍws, ¡ex saliea, h que
rigió en la corona de Francia, el mas antiguo de todos los feu-
dos (1).
'. .l"

(1) Dominicy, de prt1!rogat• .A..lIod" p. 59.

:',! I i: ,"'; 'l J.1

;!
'DEL DERECHO Di. PROPIEDAD. 261

LffiRO IX.

De la propiedad en-tn 101 bárbaros considerad. haJo el ....


pecio de aua relaclÓbes con l. órgalilzacloD de familia. .a

CAPÍTULO l'l!UMEBO.

DE L.i. F.i.MILlA.

L. familia se reasumía en el jefe de ella que prote~ia y defendía


á todos los suyos . .:\lujeres, hijos, ,'asallos, siervos, recomendados,
toda la familia en fin, eu la acepe'ion mas lata de esta palabra,
estaba h:jo la potestfld (1'.'1 ,pcH]¡-e (1) ~ él era el quP la l'epreSeD~
taba en la asamblea dd canton, en la que solo podia figurar el
hombre lib.'e, indppelldiente en su persona y bienes~ a él era
á quien pertenecia el fr'ehrgdd de todos los suyos (2), y, era en
una palabra el seúor natural de aquella -sociedad doméstica.
Pero el jde de la frtmilia enhe los ¡:ennaO'ts no era, COmo
el paler familias, el señor absoluto de todl's los que estaban bfljo
su potestad: no era sino su pl'pteptor (3). En 'irtud de est,1
proteccion truia la adrninistl'flcion de los bienes de Sl1 mujer y
el usufruto de lo:; bienes dI' sus hijos llasta que tom'lban estado,
pt'l"O no tenia nunca la pr,_ piedad.. Su derecho e.. 11u, era mas
qae la tutf'la, y nwuos q'le la ¡/WIlUS y q'1e la patria p()testad de
los romanos; en un.! palabl'(\, el mé,'f/diulIl.

(1) In mundia, in tutela.


('3) ¡.ex AIlJm, , tito 80. Lex FI'i,s(an., IX _ 9. Lcx Saxon., VI J S.
() Muncloaldus, 6ulIl'llian) defensor.
'264 BIS'IORIA

CAPiTULO n.

DIL HIlO DE l'AMILlA..

ESTE poder del jefe d. la familia sobre los bienes y personas


que á ella pertenecian, hacia necesariamente del padre eJ guar~
dian de la familia. .
El padre tenia bajo su potestad (mundium) todos sus hijos
nacidos en legitimo matrimonio: permaneciendo el hijo así has-
ta que tomaba estado, la hija hasta que su pa~lre la casára.
Una vez casada, el mundium pasaba al marido que la habia
comprado (t). Pero si uno robaba la hija sin el consentimiento
del padre, el autor del rapto no adquida el mundium sobre su
mujer, que quedaba bajo la potestad de su pad,'e,
La ley alemana autorizaba en este caso al padre á reclamar
su hija, con una multa de 40 so/idi. Y si la hija moría antes
que el I'aptor hubiese adquirido de maDOS del padre el mun-
dium, los hijos eran bastardos, y quedaban en poder del abue-
lo materno que podia ademas pedir un wehrgeld de 400 .rolidi
para ,1 caso (21 del fdllecirniento de su hija,
El padre t/mia la administracion y el usufruto de los bienes
de sus hijos, mientras permanecían bajo su potestad. Era asi-
, mismo para él el producto del trabajo de aquellos; pero por

(1) Lex Burg. J 3L c. 2.-Lex Saxon., lit. 9.-Le» Longob' J IJ, f. 2.


r. 2.-Lex Solica. tít. 46. c. 1.-I)hiJipps. lIist. de Alem., L p. 20:1 Y
siguient('s.-Thriro, de M. G. Dotrm nlm mor milrito. sed mori marilus
orrert. Intersunl [larentes el propinqui ac munera probant." .. rn hree mune-
ra Ulor aecipitur.
(2) Lrx Alan¡ .• tit. 54. de eo Ijui filiam alienam non de spomatam
(JCceperit, c. t. Si quis liliarn :Illrrius non de sponsalam acrrperit sibi
Ul:orem. si paler (',jus eam rf·qrlirit. reddat ('arn el cum XL solidi¡ eam
cornponat.-C. 2. Si llutem ipsa reminll sub iIIo viro ,"orlua ruerit. anle-
I'Jllarn ille rnun~lium apud patrem Ilrquirat -"olval eaID, patri ejus qUlldringen·
ti, solidis.-C. 3. Et ~i filios IlIIll1lias g('nuit anre JIlllnllium el omnes mor-
tui ruerint. unumquemque cum werrgildo suo componal patri remina~,-Lex
Langol) .• 1, 30, 2.-Gl.lns., Erbrecht, llr, p. 176.
DEL DER~CKO UE PROPIEDAD. 26.
otra parte no podia disponer in ter vivos de sus bienes sin su
consentimiimto, ó al menos sin reservarles su legítima (1).

(t) Lex Burg., t. t, tiI. 5t, C. 1; tito '18.-Pbilipp's, Hist. de Alem. 1,


pago 608 sig.-Eicborn. R. G.. §. 63.-Bluntscbli. §. 24. Lel LI!.Dgob., 11,
t. U. Si paler filiam suam aot Crater sororem suam legilimam alii ad mari-
lum d erit in hoe sibi sil contenta de palris out fratris substantia quantum
ei paler aut fraler in die uptiarum dederi&, et amplius non requirat.

3.
., "",
HISTORIA

.'

CAPÍTULO nI.

DE LA TUTELA DE LAS ">!JERES (t).

HillA entre los germanos una lulcla para las mujeres que re-
cuerda involuntariamente la tutela romana, y fué sobre todo en·
tre los lombardos donde tomó determinada forma esta instítucion:
pero es indudable que existió tambien en todos los pueblos de
orígen germánico. Toda mujer bajo la ley lombarda, dcbia le-
ner un tutor (mundualdus): la mujer casada tenia por tutor á
su marido, la bija á su padre, la hermana á su hermana, Ja
madre á su hijo (2).
A falta de estos parientrs el agnado mas próximo era el
que se hacia cargo de la tUlela, y á falta de agnados la asam-
blca real nombraba tutor.
Ninguna mujer podia enajenar ni contraer sin el consenti-
miento de su tutor; y cuando el tutor era el marido, era pt'eciso
que asistiesen al contrato de venta dos ó tres de sus mas pró-
ximos parientes, á quienes la mujer declarase que ella obraba YO·
luntal'iamente y sin coaecian alguna.
Aun se hallan vestigios de esta costumbre en los estatutos
de algunas ciudades de Italia, sobre todo en el reino de Nápo-
les, en que las costumbres germanas (3) duraron mas tiempo

(1) ilIuratori. diss. 20.-GaDs Erbrecht, Uf, p. 1'í3.-B1untscllli, §. 25.


(2) t\}1I'_scr, Oso. G-esclJ .• t. JI , díp\. 44. Swanehurg mu\(orllm anoo~
rum viduil quamdam eurtcrn l\olt!enfeld norninattlnJ ..... consensu f't collauw

daliGue ¡egilimorurn heredurn suorum, id est, Erpbonis fiHi sni et Thctm fi-
Jim sum prr manum munrliburdi suí, id est, cjusdrrn Erphon¡~, ql1i hefe"
et mundibtmlus ejus eral mihi ,VirJoni CpiSf'OPO rt ecclesi;e Saneli Petri ad
manum a,!vocali mei Amulungi in jus el proprietatem perpetum possessio-
nis eontradidi!.
(3) llolltaris, 1. 205. (Lomb. 11. 10, t.) Nulli rnulieri Iihrrre suh fpgnl
noslri di liuue. lege Ltln~ouardorum vivE'nti. ¡¡eral in sum polesl:tlis arbi-
trio, id cst sine rnundie viven~ uísi semper suh poteslale virorum allt po-
tcstale curtís regis uehcat permanere. Nec aliquid ¡JI' rcbus mobilibm Bul in-
lJIohilibus siue voluntatc ipsius, in cujus rIlundio fuerit babeat potestatem
dlJllil.udi aut alieBaudl.
f '1, ',._.'~. 'i ;'1,"
DEL DERECHO DE PROPIEDAD. 267
que en el resto de la' penfnsula" ViUaui hace menci~~ d"ó ella
como de una costumbre muy en uso de aquellos tit'mpos: «E fe-
uciono la le;ge, che ancora si chiama lungobartla,. e tengono
«ancora i Pug!iesi, e gli a/tri Ita,'iani in quella parte dove dan-
¡)no monualdo, overo ill10lgare monol'aldo aUe donne, quando s'ob-
lJbligano in alcun contralto; efu .~ona ~ biusta tege.))!

.,

"
2es IIISTOBU.

CAPtTtl'LO IV.

111. . . .ÓIIl!UL.l ACERCA DB L.l TlTELA EN EL SIGLO XII.

HE aquí un formulario lombardo del siglo XII que pinta mejor


que cuanto pudiéramos decir, la existencia de las costumbres
gprmanas cuyo estudio se ha descuidado demasiado, romo si el
régimen feudal no fuese sobre todo la legítima .consecuencia del
germen bárbaro.
En la preciosa eoJeccion de Canciani es donde he encon-
trado esta fórmula: se trata en ella de deponer un tutor y del
matrirnonio de la mujer que estaba en tutela.
-«Señor conde, dad á esta mujer un tutor.))
-«Que se le dén.»
-«Señor conde, hé aqul lo que dice esta mujer de Pedro su
utulor: parece que ,a muchas veces se ha quejado ante vos de
»dicho tutor, que la ha acusado ó que ha atentado á su vida,
»ó que ha querido casarla á pesar suyo, y vos ya muchas veces
"le babei, mandado que comparezca en justicia y no ha que-
nrido venir,»
-,Mujer, lo decís asl?
- . A,¡ es v"dad.
-l) y vos Pedro, su tutor, convenís en ello?
-»Es cierto lo que se me pregunta.
-l!Señor conde, recordais que esto haya sucedido así?
-lJSí lo recuerdo.
- » y vos jueces, lo cODfirmais tambien? •
-»Lo confirmamos.
l)Entonces el conde debe interrogar á los jueces:
-"Decid lo que ordena la ley, y los ¡ueres deben decir lo
_que la ley m.nda. En seguida el conde debe preguntar á la
»mujer y decida: '
-ullfljo qué mundium quereis estar? baJo el de )a persona
»que os h:l ofendido ó bajo el mundium del tribunal?
lJ y la mujer si no tiene parientes debe responder:

-"Baj(' el mu"dium del tribunal.


DEL DEBleRO DE PROPIE.DA,.D. 269

• Y entonces uno de los jueces debe decir por aquel que


»quiere por espns-a á lUcha mujp.-I':
-~Señnr conde, si así es, hé aquí á Martin que quiere ca-
,",al's, con i\!aría, pupila del tribunal (mundua/da de pa/ario).
-»VenÍs pal"a eso?
-l>Si.
_l> Prometed en ese caso al conde que asegurais á esta mujer
»Ia cuarta parte de cuanto poseeis actualmente y de cuanto po-
... dais adquirir, sea mueble ó inmueble ó siervos (seu defaf!zilia)
»Y si faltareis á esta promesa, pagareis mil solid/?
-Por esta capa y por esta espada prometo casarme contigo
-María, pupila del tribunal. Y (dirigiéndose á los jueces) os la
.recomiendo hasta el dia de mi casamiento (1).
-»Señor conde, dad seguridades de que vos le cODcede-
oreis en legítimo matrimonio á María, pupila del tribunal, y
lIque se la entregareis y quedará bajo su mundium con todos
»Sus bienes muebles é inmuebles y sus coJonos.
- » y vos, Mal1in, prometed que aceptals y afianzad qU6 si
.faltareis á vuestra palabra, pagareis mil solidi.
-.Que se estienda acta de esto (charta) y que se entregue
.á la mujer.
-,Señor cQnde, tomad esta pupila del palacio y dadsela á
llMartin, para que sea suya en legitimo matrimonio.
--»~~ñor conde, Martin dá esta capa (2), esta lanza y este
Mescudo al señor emperador como precio del mundium de María,
.pupila del tribunal, á fin de que la pongais bajo el suyo con
.todos su, bienes, muebles, inmuebles y colonos que le perte-
»necen de derecho.
- . y conservando la lanza y el escudo, dadle la capa y el
»mundium, porque la lanza y el escudo son par.8 el conde.
·-Señor conde, haced que se estienda acta de todo esto •

. (1) Et eommendo eam nsque ad terminum talem, dice igualme"nte la


f6rmula. . .
(51) Grosinam (rono • .,.) Cro,nam unam 'Valenttlm solido. XX. (Cane.,
p.413.)V.Ducange.lI. V.
,',-; -·t. ~ª

C4PÍ'l't1L.O V.

1)E .LA .W¡n~Is"pP?N 1'~ ~O~ RIE.~E~ PW.\''\~' ~~


.,IATalMOXIO (1)0

LAS legislaciones accrca~e laadmjqistraci941 rl~ Jos bic~es ~U;


rau~e el matrimonio, tftl como nos le pn'sentftp ips !\yrs ,h~.r.>~a­
ras; y como ~e ha cr~se~~'a¡jo h.rysta n(;i~iJ,'ps<.sin rPti1~,~~"qlt,f(­
~acione~" {'or¡:esPQndia p~rft'etnrn,\r;te :p)a J~q~fl qqe ten11l~ ros
g€fmánOS del matrimonio. Era un mediO entre las dos Institu-
ciooe-~ romana$ '_ la mallus y Ja dQte: _lIP.3 /jbl"~.qJ.J.e IH',priJÍlei·d y
mas íntima que la: l:iegund~. r, " I , L . ' , 1.... ' ,,' ._-
En
. '
la fl/anus la mUjer" no, tenia
,. , ,
derechos:
- "
pcrdia corpp'eta'
R

, " , 1, _ , ,"--
11J~nte e~ dqm!lIio de sus bjep~:~, ,que :rertercci,an cp¡n0,clJ,{\l!t9
~n adelante pllflie~e Qd{Iuj~ir, flI ,e~prso bqjo (!uy-a,p6tl;s~~d.~,~
halJába. No babia Lieües mhtrimunidl~s,sino -bieile's!tlel máridb,
sob,"e'los que' la
mujer' tenia"riilsolutamellW'los'" Ml,s9WS ,d1¡"~Ce9S
que una hija en los bienes de su padre; _cl.<lel'_echo 'def 111':::lrIdo
era'es'c1u~'ivo. "- l . . I ! , ' , I , ' , " , , ' 'J,-'" 'e': t,-._",
.Lado'tt; se fLindaba' en un principio opue~to: cada uno pe-ío.s
espo.sos 'gúa'rdaba 'separada!Y]ente"stls bienes 'corno. 'su 'ú¿'Ú;il'dúeüo
y posE'edor. Cada uno 10.5 admini1\traha y dispo.nía de ellos á su
N~jtrio sin cpns~ltar p!o\roo l/abia pue~ ¡lq~ fqrlunn,~ .djstiq\~s:
y la uniddd y,cJmunidad de existenc'ia que es la base (ter ,m'a:-:-
trimonio"; no ocnpaba sino nn sitio muy !\ecundarjo':,to-dó'·se~S:a­
crifir'uba para conservar íntegra la fOltumi Ide'Tri' niú)el/~ 'slend'ó
su única obligadon ceder una parte de sus bienes (dos) para ayu·
dar al marido. á llevar las cargas del matrimonio..
Segun el dtrecho. germ{¡nico, los do.s f'Spo.~o.S rran dueños
de los bienes que respectivamente llevaban, perú siendo. f'~c!u­
sh a del marido. su adminhtrac:on, no para favorecer á nin~uno
de los cónyuges sino. en favor de la familia, en el interés de la
sociedad conyugal.
La comunidad, PO eferto, existia aprnas en estas primc¡'as
institucio.nes: el marido, en Yirtud de su mundium, hacia suyos

(1) Bluotschli, $0 t30


DRL DERECH<!,,~,R ~ROPIEDAD.

los frutos duraote..el matrimonio, y la mujer co.mo que estaba en


tutela, nada podia enajenar: pero á la muerte del marido se di-
solvia esta comu!,idad de intel'e~es. Una parte de los ganancia-
les pCL'teneria á la mujer segun la ley salica (t): segun la ley ri-
pua! in la tercera parte: lf'Ttiam parlem de omllis re qllam simul
co,dabora~'erint. La ley de los bávaros la concedía una paI'te co-
mo uno de los hijo~: la de los sajones la cOl~ccdia la mitad: y
esta es la comunidad de gananciales, que es el sistema adoptado
hoy por el código civil.
Así pues el mundium daba al marido la administracion de los
bienes de la mujer, porque el interés ~oml1n lo reclamaba así: pe-
ro no ledaba la propiedad, ni el marido podia e~agenar los bie-
nes de su mujer ni sus bíenes propios, si estaban afectos á la
viudedad de aquella (2).
,La mujer por su parte, no podia enagenar sus birnes sin
conscntif.I1iento de 1 mrtl'idcl: y era, muy frecuente ,'er figurar a~e­
roa: ;:n estas enagf'uaeiones, un tut,Oi ad hoe ~ Ó ('o~o .~e i!ecra
ClltOllCC:;, u~ w(pocaltl.\'. Para 'que era necesaria ~11 presencia, es
.cosa que yo ignoro toaavíá. . i , . , ,', (, ' .'.'.

, . '
(1) Le.Y- SaliCf~,' tít. 9. Esta ll:ute de ~a romupidiHl se.1\ama ctaboratiu1i,
Trad. Fuld. lib. I. "Q\¡(}¡i manellte rOlljugio apud jU:;llli meo iHa vi Sil súm
cOllquisisse. Las fórmulils de L\lan:ulf h¡lUlan uel tercero. Form .. 11', 11;'"
(2) Ad h~btll1danlem nuti'lll cal\lehml pfIDliidu.s ,1Ienllunnlls adVocaLus
Utorero suarn Agnelem el l(lill!n SUUIIl Ad0:p!\lI1ll tju~m tune llau .. hat urli-
{'um ad,;,¡x:il p,t (,,(h'!bnit (',OrJ'm nohis et qlllbn~(lilm de 'c1l:draLribus no~tris
BUllCdc, ubi id?m pUf'r si qui~ juris halwbat' 10 pral,lidis, .,dvdeatlls 'et
mil ter ejns ¡;in,iliter jtB qllO,j in iisdelll advQcatus lenuiL QlIotl dicunt Ilr-
lu\'ht (viudedall) in manllS lIostras libere eL absoluLe resignarunt. l\lreser,
OSl1ab. GílSC'~., lU, P" 258 '1 2Gl. -' .' :'

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'; .1' I

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:; .'
272 lHST(UUJ.

CAPÍTULO VI.

DE LA VIUDEDAD (1).

ADEHAS de su parte en los bienes comunes, la mujer lomaba


de los bienes del mal'ida la viudedad (du,<) que este la babia pré-
viamente señalado. Nada era tan frecuente en los dip!omns an-
tiguos como la cOllcesion de viudedades por las cuales el marido
daba á su mujer, si le sobrevivia, la propiedad Ó el usufructo
de una parte de sus bienes; generalmente la tercera parte de
su fortuoa.
E:)ta facultad concedida á la viuda, se designaba en las an-
tiguas actas con el nombre de u.w,ifructus; pero es preciso no
confundir la viudedad y el usufructo romaod, qur uan insti~
tuciones muy diferentf's. Desde el matrimonIo la mujer tenia
ciertos derechos sobrp. los bienes que constituian su viudfdad, y
el marido DO podia enagenar los que eran inmuebles (2).
Ademas que mientras los derechos del usufl'uctuario estaban
por las leyes romanilS lSujetos á muy e.'.. trecho~ límites, los de la
viuda, escepto el de enagenar, eran como si fuera dlJeña y úni·
ca propietaria. Los herederos del marido tenian es cierto la
propiedad de sus bienes; pero su derecho quedaba, por decirlo
así, suspendido durante la viudedad, y no tenia lugar sino á la
muerte de la viuda.
La viudedad se eODstltuia antes del matrimonio y por me-
dio de las mismas fórmulas solemnes que tenia n lugar en la
enagenaeion de la propiedad (3): algunas veces comprendia to-
dos los bIenes del marido, y consistia siempre en bienes in-
muebles.
La mujer no tenia derecho á la viudedad sino mientras per-

(11 En aleman witthum, leibzueht. Blunschli, p. f06.


{iI Goldast, Form. 60 (an. 760). Donavi ..... quidquid ibidem lisus sum
babere ..... excepte tudem (dotem) 'Uxoril meai Yaldradanai quid ego illi
dedi. '
(3) Gisla dedil amantissimo nepoti SUD Wiberlo omnia sub ea dallone
quidquld vir RaUhingul, dalia gratia. legaliter donaverat in comltalu Noill~
tanaco. {Mireu., 1, UO.}-Marculr, n, U, dá una fórmula de la viudedad.
DEL DRRECHO DE PROPIEDAD. 213
manecla viuda. Si volvia á casarse,sus derecllos pasaban á log .
herederos del primer marido (1). Lo general era establecer para
este caso espresamente lo que habia de hacerse (2).

1) Lex Ripuar., titulo 37·.-Saxon., título 8.-Alam., 55.-blar-


1
cu f. 11, 15.
(2) Si abs",ue herede obiero, lune uxor mea Waldarat, si Don nupserit.
ipsas res omnes habeat; si vero post me nupserU lune nepotes mei iIIud re-
dimant.

:5
274 HISTORiA'

CAPiTULO VII.·

Dos, meta, morgengab~.

AL lado de la ;iudedad inmueble, babia en muchas leyes una


dote que consistia en cosas inmuebles .. (1), dada
dos kgítima
por el marido como regalo de boda, y cuyo máximum estaba
limitado por la ley ;~). Esta especie de dote que fué tal vez el
orígen de la viudedad 1 ¿era el precio del lJIundiuJJ1 concedido
primero á los padres de la hija, y transfel'ido despues á esta co-
mo fué la meta lombarda (3) Ó era una douacioo dIferente? No
me atrevo á decidir en esta cuebtion aunque ,me- inclino á 'la pri-
mera opinion (4).
Lo que es indudable, es que esta dote pertenecia en propie-
dad á la mujer al disolverse el matrimonio (5): pero en caso de
morir primero la mujer, sus herederos no podian reclamar
nada del esposo supervivente (6). Si se la disputaba la dote,

(1) BlunschlL p. lO...


(2) Lea: Alam., tít. 45,2. Dotls enim legitima quadragillta ¡.;olidis cons~
tal aul in auro, aul in argento, aut in mancipiis, aut in qualicumquc re
quam habet ad dandum.-Grimm, R. A" p. 422.
(3) Lnitprand, VI, 35. Si quis conjugi SUiIllnetam dare volu('rit, ita 00-
bis justurn esse comparuit~ ut i!le qui ('5t judex dare ¡j('bcat si volucrit soli-
dos et:ec. arnphus non. minus quando plaruerit. Reliqui nobiles bomines
debeant dare solidos cee, amplius non. Et si quisQuarn alter horno minus
dare voluerit, del quomodo cotlvenit, el ipsa mela sub alstimatione fiat data
el appretiata. nI Hullo ternporc exinde inteol iones aut causatioIles proce-
dant. (Lomb •• 11, 4, 2.) L. Rutharis 178, 199:
(4) Esta es tarllbi('Il la opioion de Grirnm, 1L A., p. 423, que se apoya
en el pasaje de T~tito: Dotem Ilon u'lor marHo, sed ulorí mari tus olrerl.
Intersunt paren tes ae Jlropinqui, (lC rnunera probant ..... In hmc munera
Ulor accipltul'. Bluntschli, [J. lu4, es de oplnioll contraria, sin motlv.u su
opinion.
(5) Lex AZam., tít. 1~6, f. Si quis liher mortuus ruerit, el reliquit U:'W-
rem sine fiJiis et filiabus, el de illa hereúilale rlire vo!u('rit nubrfC sibi .. Iio
corequali, sequalur eam dotis legitima. et quidquiú paren les ejus ei legitime
pladlaverint, et quid quid de sede pat/'flJa ¡,eculn adtulit~ amula in potes tate
habeat auferendi quod non mandllcavit aut non vendidit.
(6) Blutschli, p. 105. Arg. Lex Alam.~ lit. 46, c. 1.-Eichorn, R. G.,
61 b.
~ DEL DER~CH¿ DE PROPIEDAD. .275
la mujer se defendia por el duelo ó por el jurament~. (\),
Lacostumbre geúe.ralmente establecida era hacer eLmari<lo ,¡í
su mujer al dia siguiente d'e la boda, un, re_falo (morieng.a_:~~)~
C~ando Galsuinde, la hermana _de Brunehaut, !Ieg? á ,:Franc~a. para
casarse "éón Chilperico, la dió este co'mo su morgellgt;lbe~,(~) Bur~~os~
Limoges, Cahors, etc. yeste era el piecio de la virginidadJ3)
(preülI'.n pUlchritUdinis).; por esta razou las vhida's DO tenian¡pqr-
¡¡en¡¡abe \,1). Todas las leyes que hablan de esta dOli~do~, a fa-
vorecian_ si~gularmente. La léy de los Alemanes, por, ejempl,o,
que establec~ la prueba del duelo cuando se disfruta l~ Yiud{(d~d,
tratán~ose del ,!lOrgengabe, cree á la mujer bajo su pala,bra, y la
permite afirmar, per pectus SUllJU (5), que el marido, la .q~_hef'.1:1Q
esta donación. Esto pii'smo se hacia en el siglo' XV eIl Suiz~, pai~
étl: que se' ha conservado largo tiempo el derecho gel'mániro
puro de toda alianza con el derecho romano.(6).,. .
(,Ademas' si un rnal'ido q'uiere dar á su mlljer un morgenga ..

(1) Lex Alam., tít. 46, 1. Si Bulem proxirnlls mari ti defuncti contradice..
re ipsarn do(em UU mulieri yoluit quod lex non ,est J iIIa sequatur,cmn sacra~
menlO cum nOfll:in'alis quinqtie, aut curn spala lr.ncta pugna,duorum: sipQtest,
ildquirere aut per sacrllrnenlum aut per pugnam, ill .. pecunia post, mo.r:tcm
mulieris retro nunquam revertalur, sed ¡!le ,o;equens maritns Ilut mH eJtii ItS"
que in sempiternum jlossideant.
(2) GI'Cg. Tm" ad <In. 588, Iih. IX, c. 20, De civitatibus ,'ero' hoc est
Burdcgala .vI.emoviea, Cadureo. llenaroo el Bigorra qua5 Galesuindam ,ger-
manam,dominre Urunrchildis, lam in rlote quam in morgam'geba, hoc est
mlltulinali dono, :in Franciam yenicn(em certum est acqllisissc, ila convenit
ut CadureuUl r.ivitütem eum I",nninis el eUnflo populo domilia nT'I1l1echHdis
d.~ prreselÍ!Un sua proprielate pertipiat. Ueliquas Ycro civitatos ex hilC con-
dilione superius nOIOllllltas cJorninus Guntramnus dum adj~vet po~s¡deat, ita
l!.t quandoqlle post ejus transitulll in dominationem dominm. Urllncchildis
heredurnquc suorunt cum omni soliditale, Deo propitio rrV'ertanÚlr. Pact()
de JÍndelau. .
(3) Diploma citado por Galland. p. '32t. "
{4} En Suiza llaman al regalo que el marido puerlé oar cnantlo se casa
con mujer viuda, regalo de noche (abentgab). llIuntschli. p. 109.
(5) ~'ste cr~ <:l jUfiunrnto de las mujerl's y de los clérigos; los 'hombres'
juraban por s':l espada. (Lcx Alnm, •. t. 89.)
(6) Lex Alam., t. á2, 2. S, :mlem ipsa femina diterit: maritus' rneus'
dedit milli morgamgeba, cornputct quantutll valet aut in duro, aut in argen..
to, aut in mandpiis aut in ct.¡uo pf'CBlliam XII solidos valentem. Tune l¡-
ecat illi mulieri jurare per pe<;lus suum et dic.ll: Quod marHus meus rnibt
dedit in potestate eL ego Jlossidere debeo. Hoc dieunt Alemunni nastahU.
(Grimm, R • .A •• 906.) Landre~ht, cap. XXI, arto 2. Heineccius. Elemen . .
ta ju.ris germanici, p. ti t ,-223. .
nlunt~c~I¡, p. t~8. (Hofrecht VO~ JI.lInc~ ~ltorf, ano 1439.)',SI spre:';
cbent oeh. 1st daz cm mall slUem eWlb, Jst SI cm tochter, ein niorgengab'
gil, das ma::{ dp,r mun wol tuon der ersteo Nacht, so el' von ir ur slatl, und~
lIlag si die wfsen mit zweyn Bicdermannc, so sol es ghot ktan han ',' wie:
vil joch der Sllmlll ist •
•\lrecht 'si abet· die 7.wen llidf'rm:m oit gehaben, so mug si von l\lund ir
morgengaue erzclleu, uud ,Wlrlt man ir daz nit gloubeIl, so mag si nemen
die reehlen BJ'tlst in die linggen lJand und iren Zopf, und mit der reeblen
Hand swerren liplich 1.1\0 Gua nn den lIeilgen, und waz si da behebt. das
sol so ¡¡;uot krart han, das ira das nieman sol abwysen.-Schwaben spiege'
20, Biuntscbli, noto 237.
276 HISTORIA
}Ibe, si su mujel,6era soltera pu~de hacerla una donacion la pri-
»mera nOl;!he al levantarse de la cama; y si ella puede probar
»esta do~acion por dos testigos) la donacian será válida por
»grande que sea la suma donada.
«Si la mujer no puede prese.ntar dicho testimonio, se la ad-
Drnite bajo su sola palabra á demandar su morgengabe, y si no
lJquieren darla crédito, debe ella cogm' con la mano izquierda una
»trenza de sus cabellos y poner dicha maDO sobre el pecho; y
»hecho esto, jurar con la mano derecha que la donacían es cierta
»por Dios y por los SaLtos: este juramento teudrá fuerza de
llprueba plena y nadie-la podrá disputar su morgengabe.))
Entre los lombardos que DO conociao "iudedad, el rno-rgen-
gabe bacia sus veces: pero esta donacion no podia nunca esceder
el cuarto de los bienes del marido: así lo habia establecido
Luitprand (1). •
La costumbre de aSf'gnrar á la mujer el cuarto' de los bienl:'s
('on('hJ~ o pOi se" !:' ! f'!,!ia .'Il'f1f'ral. LA factlltau se cdnvirtió en
de,t'lhu y 1(1 u:i.lrt¡¡ .\ie hiz,! l¡:gítjellíl. Las n(lvias en ti momento
mismo de los df'sposorios pf'(!ian su morgengóbe (2) y hacian
ademas que se las señalase su 'viudedad antes del matrimonio (3).
Muratori ha publicado sobre este punto documentos muy cu-
riosos (4).

(1) Leyes Langob. LuU .. lib. JI J lege 1.


(2) Formulce regni }lalú:í ad LefJem 182 Rothari,~ regís: IJa wadillm
quod facies ei qUllrLam portionem de quanto tu hlll){'s, allt in antea adqui-
rere polueris, 111m de re mobiH qunmque immnbíli, seu farniliis, et si te
subtraxeris componas libras C.-V. lambien la fórmula que hemos citado,
c.IV.
(3) De aqui el nombre de antefactum, antefatto, que se dá á la viude-
dad por algunos jurisconsultos italianos.
(4) Antlq. ltalic., diss. 20. Jlé aflui uno de ,HlucHas diplomas: Jn no~
mine Dornini noslri J.-C., anno ¡Ialivi/ate ejusdem 1185. 15 ka!. JC\'emb.
lnd. 111. Dilecta valde olque arnahi1is mihi scrrlJwr l\'orncnrale, filia Guas.
coní de ~ronte~Clorkulo, hones!a remina, sponsa'me,,; t'go quidem in Dei
nomine Guido(us filius quonrJam Vilani de prretlictn 10(,0, qui I'rofc~sus sum
ex nalioDe mea lege Lungobardorurn \'irere; sponsus el dalor luus. prlC-
sens pra'~enlihus dixi: ;\lanifesla causll {rosa) e~,t mihi. quoniam die illo
quolldo te spousavi. prorniseram lihi dare jusliliam luum (tu le[Jitima) Sf'-
cundum Irzem meam in flInrgiw!'lp, id est qUiII'lnrn pUl'tionem omniuln re~
rum mobilium et immobilium qUilS nun(~ hdheo aut in nnlea h"hurro Nunc
autern si Chrislo auxiliantc te in conjllg:,io sodaH'ro, sllprascriplmn quartam
portionem ornnltlm rerurn mobiliulfI et immobi!iuHI nt supra Irgi1ur, (me
diledíoni do. ('edo, courero, el per ImBs{'otpm rartarn morginC'ap in le ha-
bendum confirmo, ut faóes exinde a prmsruti die tu el heredes tui, allt rui
vos del erills, Qlliequi:l vulu{'/'itis el lIlea plrnisSirna ';¡rgitate. Acturn .Mon·
tis-Clariculi feliciter. Ego Ainricus, nolarjus sacri palatii, rogatl,ls interfui et
scripsi.-Véase tambien GulJand, p. 321 Y sigo
DEL DBREClIO DB PROPIEDAD. 277

CAPÍTULO VIII.

Fadediurn.-DONACIO~ MUTUA..

E" aq"ell~ legislaeion del matrimonio, las mas frecuentes eran


las donaciones del marido á la mujer, enteramente.1o contrarit'J,
de las ideas romanas. No era raro sin embargo que la mujer
llevase á su vez dote á su marido. Atque invicem ipsa arlTllJrum
aliquid viro affert, dice Tácito (1). Era gencflllmente una especle
de anticipacion que hacia el padre, y en este sentido hablan de
eJIa las leyes alemanas y bávaras (2).
A esta dote que daban el padre ó los hermanos de la mujer
en el dia mismo del matrimonio, la llamaban las leyes lombardas
fade/fium (3), que era toda la legítima de la hija en la herencia
de su padl'e, si tenia hermanos; pero si no tenia mas que her..
manas traia á colacion su dote, y participaba de la herencia con
ellas por partes iguales. El fade!:fium pasaba á sus hijos y si
no tenia hijos volvia á sus parientes (-1).
. . .
La ley lombarda prohibia al marido dar nada á su mujer á

(1) De llIoribtls Germanicis. 16.


(~), Le,"C Alam., t. 55~ Quidquid de sede \la terna secum atlulit.-L,;r:
J1ajuv. IV. u.. Quidquid de rebus parentum ibi adduxit.
(3) Muratori. dis. 20,tra¡luce esta palabl'a herencia paterna. y me pa-
rece su LraducciHn preferible á la de Grimm R. A., p~ 4.30, que la traduce
I

dillcrp dal padre ('valcryeld). l~sta palabl'a pum parece que es el origen del
feudo ({evum, .(eodum) que proviene de I.ombllrclía.-En' la edad media esta
rlonadon del JI!ldre llevaba en Frdnda y en Inglaterra el nombre ,de rnari-
tUyill11l. llomines de territorio dc Urrnvalle possunt dare filii.'l suis el filia-
bus suis in ',naritagio de terri~ suis quantllTll volucrinL el facere dotaUtium
compeLell5 UXOIibus suis. Así dice un acuerdo entre Odo', obispo de Seulis,
y lns lJabitllnles de Bernvalle. (Gulland I p. 32~.) ,
(4.) Rutharis L. 201. Etsi Iilios de ipsa muliere habuerit legitimas, ba-
heant fitii HlorgiuL'ap eL fadcrlium sme maLris; ct si filias de ipsa non ba..
uueriL. rcverLatur ipsa I'lIeultas ad llarentes quí earn nd maritum tradide-
raot; eL si paren tes uon babuerit lunc ..... prretJicta facullas ad curtem re--
gis perveniat. (Lomb., 1,9. U.) Gans, Erbrecht, IU, p. 116.
2.78
~~ql~P. pe la mela· y del morgengabe:' esta restriccion parecr.
debida á la influencia de las leyes romanas: yo no la he visto al
menos en las demas Jeyes germanas.
La ley de los ripuarios (1) autoriza formal y esplícitamente
las donaciones mútuas entre esposos en el caso en que no ten-
gan hijos, ,olamente que no concede sino el usufructo (2): la nu-
da propiedad vuelve á los herederos legítimos, á menos que el
esposo supcrvivente DQ. h.aya di,spu~st.o 4~ las tierras po~ impe-
riosa necesidad ó parª úsos piadosos (3): De todos modos esta
especie de usufructo es lo mismu que la viudedad, mucho mas
estenso que el u.rusfrucllls de las leyes romanas.
Que estas donaciones eran muy frecuentes, lo prueba satis-
factoriAmente Mal'culfo, en cuya coleccion hay hasta tres ó
cuatro fórmulas diferentes de esfe"-género de liberalidades: dona-
cion mútua in palatio, por mano del rey' (4), donacion mútua
en la asamblea del canton (5), donacion mútua por testamento
recíproco (6), fórmula romana que fué introducida por una no-
vela de Teodo,io y de Valentiniano (7).
,~a q.onacion mútua tal co~o nos la presen~a la ley .. ¡puaria
era tlÍmbien'· phn'litidá por nue'stra antigua juHspruaenria co'n·
su·rtrldinárla, ¡ior la que e,taba sin embargo prohibida toda do~
iÚlcilin ~ntrp. los rónyugfs: . .
'" 'lYotlas'dice el' autor de la GRAN COLECCIO~ CQXSUETUDINABU ...
securu!um éorÚ'ueittdi,!em parisieJisem~ quod uxori "j¡Jee nikI Mjare
poss'um vél in murle, 'donare, pOSSUtllUS lamen in"icemfacere dona~

(t) Lex Ripuar., tit. ,S. De homine qui sine lteredibuI morit',r. Si
qU!S procrealionem filiorum vel 'filiarnm non babllerit; omnem farultatem
$uam in prrese,Iltia rr~is, sive vir mulieri • vel muJier viro, .seu eukumql1e
HlJel úe proxirn1s vel exlraneis wloplare in hereditalem .. vel arlratimi pcr
scriprnra:m serif'm,' seu 'per traditionrm, el lestibas adhibitis secundum le-
gern'ripuariani licenliam habe.!I .....!.TíL 49, de Adfatimi re."Quod si adfa-
timus fuerit ¡nter virum et mulierem post t1iscessurn arnborum ad legitimos
hcrede~, ~:ev.el'!alur; nisi talltum qui parem suum superyixerit 1 in eleemosy·
na 'vel in suéÍ riecessilale ·expenderit. '.' :. " ' .1

(2) Vlu{r1tctuario ordine .. slJb u.m beneficio. l\Iarculf, n, r. 8.


(3) Frecuentemente se prohihía el derecho de enagenar: Dum advixeris
usurructuario ordine deheas posshlere, post tuum (Iuoque discessurn ad le-
·#(itirnos'nostros rever(alor heredes, e~ nullum ponlificium quicquam cxin-
de lllienandi anl minullndi babere non debeas. Marcutr, IL 8 . ' .
. ,("-) ,\1arculf. '. 12. .'
(5) Martulr, VI .. '1 • S.-Capit., 1.212. Qui filíos non habuerit et alium
querutibet bercdem sibi facere voJuerit. toram rege ve! coram' comite el 'sea-
binis vel missis dorninicis, qui ab eo au juslitias faciendas in pro\;'incia fue-
rint. orrlinati', tra(li¡iouem r.1ciat.
(6) M<Jtcu!r. lJ .. 1'1 (nflpt-'nrlil, K). Esta úl!ima rórmula es muy notable
por tener lug<lr pi ,Jon múlu(}, .111l1que hHya hijos del mismJt rn'ltrim'onio.
(7) Novellarum 1"hc(1!J. et Vulr'nf., lilt. 11, tit. i. de Testamentis; en
el apéndiee dp. GntlerrO!. In uniu.'l ebll.rlm volumiM supremurn votis p:lribus
{'.ondidere judir'ium, seplern (pstium subscriplíonlhus robora'tom: cui 'nos
re!ernllm tribuí fmnitatem legis hujus deflnilione censuimus: quoniam nf!c
raplaVtrium did pou:d. curn duorum fl!erit similis: arrectus j et limplel ri~
ligio testamenta condf!ntium. ' .
"J.' ,
DEL DEBECRO DE PROPIEDAD. 279
tionem mutaam omnlun bonorum, qUa! quidem dónatio"valei et te..
nel non extantibu,~ liberis, alias non (t). Así ló previene el artí..
culo 280 de las Costumbies de París (2).

(t) Coleccion consuetudinaria de Francia (París. 1536), r. 59. to" ,j


(2) Lauriere, Introduccion al título 13 de las Costumbres de París.

"
280 HISTORIA.

==
CAPiTULO IX.

DE L.1 SUCESION GERMANA COMPÁRADA CON LA HBB.ENCU.


ROMANA.

L·A herencia romana era la un-¡versalidad de los bienes y del'e..


chos del finado: el heredero continuaba en toda la e~tension de
la palabra la persona del difunto, y era la herencia una masa
oDiea y compacta que DO admitia divisjOD, ya fuese por causa
de su orígen ó de la naturaleza de los bienes que la componían.
Era preciso que fuera siempre uní,versal: no se podia llOmb~ar
heredero para una parte, nemo pro parte testatus, pro parle inteJ'·
tatu$ decedere potest: y maS arriba hemos espUeado ya la razon
de este principio (1).
La sucesion germana no tenia el carácter absoluto de la he-
rencia romana: DO porque no se encuentren entre los bárbaros
herederos que sucedian en todos Jos derechos y en todas las car-
gas del difunto, SiDO porque no habia la unidad en la herencia,
ni la continuacion de la persona, que constituian el sello de mü-
versalidad propio d~ la herencia romana.
La suce3ion de los germanos no es la masa indivisible de la
familia romana; era una re un ion de diferentes patrimonios con-
servando cad.1 uno su carácter' particular, y sin confundirse en
las manos del nuevo poseedor. La sucesion de Jos bienes de fa
familia, propios, no es la misma que la de los gananciales: el he-
redero de los bienes muebles no era tampoco precisamente el de
la herencia inmueble; y habia frecuentemente para el wehrgeld
una sucesion particular. Rabia tambien en uua misma hereNcia
varios patrimonios, diferentes órdenes de succsion y diferentes
herederos. Vamos á ocuparnos de esta fecunda diversidad.
De las leyes germanas que han influido en Ja Jegislacion fp,u-
dal, ningunas han tenido tanta influencia como las leyes que es-
tablecieron la sucesion.

(1) Sup., IiY. V, c. IX.


DEL DERECHO DE PIWPIEDAD. 281

CAPÍTULO X.

DEL PARENTESCO (1).

;),Ios
. E. padres
un deber heredar los rencores asi como las amistades de
ó parientes .. Por lo demas las enemistades no hay
»necesidad de que sean todas irreconciliables. El homicidio mis~
),mo se indemniza con una cierta cantidad de ganado lanar y va-
"cuno, y esta satisfaccion debe ser aceptada por toda la familia.
))(Política tanto mas sábin cuar.to que nunca son mas peligrosas
»Ias querellas eutre las familias que en un estado de libertad) (2) .•
Esta com·unidad era la base de la succsion germana al menos
en lo que concernia á los bienes propios. La tierra sálica, los bie·
nes comunes á toda la familia no pertenecian SiDO al que quería
y sabiú defenderlos.
((Corresponderá, dice la ley inglesa, al hijo y no á la hija la
),herencia del padre. Si el difunto no tiene hijos se dará á la hija
llel dinero y los esclavos; pero el alodio pertenecerá al agnado
"paterno mas próximo (3). .
),Al sucesor del alodio es á quien pasan los arneses de pelear,
ola venganza de familia, y el wehrgeld (4). Los agnados paternos
»suceden hasta el quinto grado. llasado este quinto grado, la hí ..
)'Ja recibe toda la herencia, sea de su madre ó de su padre; la
»hel'cncia pasa de la lanza á la rueca (5).ll

(1) Parentela, parentilla (Lea; Sal .. tít. 63) , sippschaft.-Grimm. R.
A., p. 467.-Eichorn, le (;" §. 19, 65.-:"\Iitlermaier. Grund-sreUe, §. 382.
-Blunlschli. §. 21.-Philipps ~ D. G•• J, 139 Y sigo
(2) Tácito, Germ •• t. 21. V. 'tambien e. 20. traduccion 'de Durnour.-
Montesquieu, ;Esprritu. de las leljes. XXX. 19 Y si;;.-Rob{'rlson, lntro-
duccion á la his!oria de Carlos 'V. nola 21.
(3) Lex Ang. et Wcrin., tít. 6. de A.lodibus, I. lIereditatcm defuncti
filius non filia sllsripiat. Si fUium non h,11mit qui defuncLus est, ,"Id filian¡
pecunia et m¡u3cipia. terra Yero ad proximurn pnternID gcnerationis consan.
guincllm pcrtincat. Si. autrm ncc mi.1m habuit. soror ejns pecuniam ct man.
cípia. terram proxirnus plltcrnre gencrationis arci[Jiat.-Lex Salica alltiq .•
tít. 69, §. 6. •
(n lbid. 5. Ad quemcumque bereditas terne pervcncrit, ad iIIum ycstis
bellica, id est Iorica, ct ulLio proximi, et solullo leudís, debet perlinerc.
(5) lbill. 8. TJsque ud (}uintam gcncrntiooem paterna genrratio sucredat.
Post quintam autcm filia ('1 tot(\. sivc dl~ palris sive ffinlris parte, in here-
ditatem succedat, ct tUlle dcmulU hcreditas ad fu~um 11 lancea trausca!.
36
282 HISTORIA.
Este derecho de sucesion era el privilegio de lo, mienbros ac-
tivos de la familia: la defensa comun era la condicion de este
privilegio. No era posible reDunciar á las cargas sin renunciar
tambien á los benefIcios. La renuncia debia ser pública porque
era una abjuracian política que interesaba á todo el cantan (1).
El desarrollo de la sociedad feudal que hizo prevalecer las
relaciones de vasallaje sobre las de tribu y aniquiló el cantan,
unian política ele algunas familias: la infIuencja de la- Iglesia
que dulcificó las costumbres, y la introducion de las ideas roma-
nas y el uso del testamento hicier,o)1 desaparecer poco á poco el
privilegio de la herencia fundado en la actividad y la obligacion
de la defensa de los bienes comunes (2). Fué la sangre la que
prevaleció y concluyó por triunfar enteramente de las ideas gel'..
manas y del servicio feudal. La ley de sucesion fué .Ia ruina del
feudalismo: y al llegar el aia en que por el progreso lento é in-
sensible de las cosaS el feudo no era sino un patrimonio sin ot,ros
derechos, se constituyó la sociedad moderna.

(1) Lex Saliea ¡tít. 63. De eo qui se de parentillá tollere vult. 1. Si


quis de paren tilla lollere se voluerit, in mallo ante tunginum aut ccntena ...
fium ambulel. el ibi qualuor fllstcs alninos super caput SUllm frangat, ct
iJlas quatuor partes in m,dlo jactare debet. eL ih¡ dicerc, ut el de juramento.
el de hercditate. ct de lo la i!!orum se rJltione toUat.-t.. El si postea aliquis
de panmtibus suis aut llJoritur, aut occiJiWr, nihil ad eum de ejus hcredi-
tat6, vel de mrnpositioue pcrtinrat.-3. Si an/cm Hle occiditur, aut mori-
(ur, compositio aul hered¡ta~ ejus non ad heredes ejus , sed ad fiscum pcrtt ..
neat J ¡¡ut cui fiscus dare voluerit.
(2) Mittermaier, GrundswlzlJ # Si. 382 •


DEL DEREC~O DE PROPIEDAD.

CAJ'ÍTULO XI.

5UCESIO~ E~ LINEA RECTA.-1. () PREFERENCIA DE J.OS VARO~ES (1).

HABlA gran variédad en ~l derecho de las sucesiones: pero en


medio de todo, ha habido siempr~ un principio comuo que se ha·
Ha en todas las leyes bádJaras y era como la base del espíritu
germánico.
Asi que, en todas estas, lrgislaciones las mujeres estaban esclui·
das de la sucesion en beneficio de los varones ó al menos eran
admitidas bajo un pie de desigualdad. J~'a ley de los wisigodos
era la únJca esccpciün: y esta ley redactada por los obispos, es-
taba toda impregnada del espíritu romano (2).
El:! todas las legislaciones estaban la!) mujeres escluidas de la
sucesion alodial, como despues lo fueron de la hm'encia de los
feudos: pero esta misma esclusion no tenia en todas partes el
mismo rigor. La ley inglesa~ por ejemplo, no admitia las muje-
res á la sucesion de la tierra sino á falta de parientes varones
hasta el quinto grado (3), las leyes Ripuaria (4) y Sálica (5) no
eran menos severas que la ley inglesa: pero la de los sajo ..
nes (6), la de los borgoñones' (7) y la de los alemanes (8) eran me-
llOS esclusivas y llamaban á las hijas á la sucesion cuando el di-
funto no habia dejado hijos varones.
Semejante inferioridad de las mujeres se esplica fácilmente
en una sociedad semi-salvaje en que existian familias pero no Es-

(1) l\1ittermaicr, Grunrlsmtze, §. 383.


(2) L. L. lVtsigoth., IV J 29. }?eminru ad hereditalem patris vel ma-
tris ..... requaliler CUffi fratribus veniant.
(3) Lex Anglior. et Verin, C. VI. supo c. X.'
(i) Lex Ripuar., tít. 56. de Alodibus. ~. 4. Dum virilis sexus cltilerit,
remina in hcreditatem aviatieum non sucrcdat. .
(5) Le.v Salica J tít. 62. §. 6. De terra Vero salica nuBa portio helcditn-
lis mulieri veniat: seJ ud virilem sexuflI tota terrre heredifus perveniat. Te-
niendo' el feudo los mismos pl'ivilp-gios que el alodio. puede convocarse con
rilZOIl la ley Sáliea como la ley de la (~OI'OIlIl de l,'rancia J que era el gran
alollio, elmilyor feudo del )mis.
(6) Lex Saxon •• tít. 7. c. 1. 5 Y 8.
(7) ',ex Burg.• tit,' 1~. 1. V~aije tambien al tito 65.
(8) Lex Alam., tlt. il1 Y 9;.,
284 HISTORIA
tado, familias soberanas en sus respectivos dominios, en paz, en
guerra ó aliadas con las familias yeeinas : era pues indispensable
un jefe capaz de protejer á las que respectivamente tuviese cada
uno bajo su jurisdiccion. La sucesion de la tierra sálica, y de la
casa solariega debía pertenecer al jefe, al mas valiente capaz de
aceptar con la sucesion el cargo de defender á su familia de los
ataques de las famUiás vecinas. La mujer que no manejaba S!rlO.
la rueca, DO podia pues ser heredera sino cuando el espíritu
romanO empezó ya á penetrar en las ieyes bárbaras por la influen ..
cia del clero qué las redactaba.
Entl'e los varones no habia privilegio_ ninguno ni derechos
de primogenitura; todos Jos hermanos heredaban POl' partes igua~
les. Los hijos de Clovis y los de Luis el Piadoso se dividieroll
el reino como otro cualquiera patrimonio. La idea del derecho
de primogenitura no podia prevalecer' hasta q'c el servicio mili ..
tar del feudo necesitase la indivisibilidad de la sucesion.

BISLlOTECA DE LA
~UP¡¡EMA CORTE
------ --"--- DE JUSTICIA DE LA NAClQfiJ
---- - - .......
DEL mmECHO D"E PROPIEDAD. 285

GAPÍTULO XII.

2.° DE LA REPRESENTACION.

ENTRE Jos germanos no se conocia la representacion. Era sin em-


bargo muy fácil observar los esfuerzos que en diferentes épocas
se hic,;el'on pam introducir esta benéfica institucion: en Francia
el decreto de Childeberto (1) Y en tombardia una ley de Gri-
moald (2) intentaron natUl'ulizar laley romana (3): pero estos cn-
sayos no tuvieron gran rewltado.
,La representacíon encontró siempre muchas dificultades para
ser recibida entre los germanos. Es muy de notar que Carlomag-
. no se asoció anmperio á Luis el Piadoso con perjuicio de Ber-
nard, hijo de Pi pino que era su hijo primogénito, y á 'quien
11izo solamente rey de Italia(·1). En el siglo X Othon remitió esta
grua cuestion que embarazaba los jurisconsultos de la época á
dos campeones. ·EI campean del tio venció, y fué admitida la re-
. presentacion por el juicio de Dios (5).

(1) Decret. Childf';berti, ann. 595. (Georgisch~ p. 473.) Convenit utne-


potrs ex filio vel ex filia a:J aviatiras res cum avunculos et amitas sic ve ni-
f('Ut iI! her('ditrttcm tanquam si paler aut mater viví fuissent. De iIIis tamen
nepotibus il\ud placuit ohservari qui de filio vel Hlia nascuntur, non qui de
fralre. .
. (2) Grimoaldi Leges. c. 5. (Canc., 1,99.)
(3) "'lal'cull", 11, 10. inserta la fórmula por la cu,tl·se Ilamal1u á la suce-
.sinu del abuelo á los Hietos, cuyo padre habia muerto, modificándose por la
II~y romana la antigua cosLumbre germana: Quidquid fiHis vd nepotiLus de
facultale pater cognosrillll' ordinasse, volunlatem cjus in omnibus Lex Ro-
mana constrin~it adimplere (appendix. L).-Llndcnbrogi formo 22.-8ir-
mond, formo [j \.. .
(.1-) V. lamúien Charta divisionis impcrii inler Pippinunt. Ludovicum
et Jlaroluln. anno 831, c. 1. ·H:tluzio, Capil .• 1.685.
(5) Vitihind, p. 11 (t'd. de _'\lribom.) De ¡egnm quoquc varictalc facta
cst eontcnlio, fller(~que qui (lirerent, quia mil filiorum non dcberent com-
putad inter fIlios, b.?rcdita!emquc le¡;,riUmilIll cum íiliis sortiri, si forte pa-
tres,eol'um obiissl'nl avis superstilihus. Lnde exiit ed¡cLl1m a rege ut univer-
saiLs convenUo li('ret apufl viUam qu<c dicitur Stella, factumque est ul causa
¡oler arbitros jlillicaretUl" debrrc cl.arninari. Rex autem Olcliori ('onsilio usus
noluit viros nobiles ae sen(;'~ pO{luli lnhonl'stc lrildari, sed magis rcm inter
,gladialores discerni jussit. Vicil igitur pars qui mios tiliorum computabant
inter tilios el lirmatum Cit ut requaliter cum patruis hereditalcm dividerent
pacto sempiterno.-Sigebert Gelllblac. , ad ano. fl42._SachsCH. spieget, 1, [j.
286 llISTOIÚA
-Fué necesario despues que fuese tambien ganada en combate
singular la causa de los sobrinos. En Alemania (1), en Holanda (2),
en Inglaterra (3) no fué admitida la representacion sino raras ve-
ces, sucediendo lo mismo en Francia hasta la época de la refor-
ma (4).
((No ha lugar á la representacion en las sucesiones de línea
llcolatet'al ni recta, sino en el caso' que en el contrato de matri-
»monio que alguno hiciese con el hijo' ó con la hija, fuese así
)Jespresamente cOBvenido y acordado, que los hijos ó hijas pro ..
"venientes de aquel matrimonio tuviesen derecho, si sus padres
)Jmorian, á heredar por representacion en la sucesion de su ma-
)Jdre ó abuela, fuese padre ó madre de sus padres ó madres
)Jrespectivos (5).),
Despues de este gran trabajo de revision que mezclando las
ideas romanas á nuestras antiguas costumbres, preparó la ~inidad
de nuestra Iegislacion civil, no hubo eTI Francia sino cuatro cos-
tumbt'es que desecharan la t'('presentacíon en la línea recta (ü).
:Pero hubo aun despues un gran número que admitiéndola en' la
línea recta, la negaban en la línea colateral (7).

(1) .!\Ji.tterm3icr, Grundsretze ~ ~, 3 8 6 . , ,


(2J De Groot, lnleiding. p. 2()·í, Het naaste blood beurt het goot ~ dice
un prinripio legal de los tlOlimrlcsps. ",
(:i) G-Ianvilla, lib. VII, r. 3. {Houard, Cout. An[Jlo-Norm~, t. r. p. 4'14".,
-Ulackslone, del Titulo por descendencia, trad. franl.'csa. t. Uf, p.33.
(,q De LtllJrlerC, Costo de Paris, arlo 319 Y,3:W. ,
(5), Jchan Ocsmares, dcdsion 388.-({Rcpresentlldon n'a p9inet, lien en
sucression de ligue tollalét'üle oc ¡lirecte, si ce "'c<foil 1111 cas Que nu (r¡¡¡lié
du 1n1lri.,ge que ilUeuos fcr0it ,Je sa filie ou de ;;00 fils iI ¡nitre, fust exprcssé- .
Inent dit el ¡¡cI'ordé, fl"e ('s enfiHJS u'keux fils ou filies issans ¡J'iceluy maria-
ge, el1st I¡eu représentacioo en 1" suecession oc I('ur aiol au oiole, pere ou
mere' de leurs pere 011 mere.)) A pesar de tr,1ducirlo arriba, hemos creido
conveniente para la mejor inteligencia insertar aqui el testo literal. (Nota del
traductor'.
(6; Ponthicn, arto 8.-DO!.tlrnois, 3rt. 76.-Artols, arL 60 y 93.-Ray-
IlIlUIt. r. 77, arto 5.
(7) ArIt. Costo de Parú.-Senlis, art. HO,-Deauvoisis, 155 r 156.-
Monfargis, tít. de IdS sures iones , arto 4.-Bluis, 1:m.-Lille, 15.-Namur,
78.-Tournay, tílulo de las sucesiollcs, arto 3.- V¡>asc el t-ratado del dere-
cItO de reprcsentacion, por F. Guyné, París, 1779 en 12. 0
DEL DEREcnO DE PROPI.RDAD.
±23

CAPÍTULO XIII.

A falta de des'cendientes en -lÍtlea recta, la sucesion volvia ai pa-


dre (2) y en su defecto á los colaterales mas próximos. Esta pl'O~
ximidaci no estaba sin emb:wgo' c::¡]cuIada como en el dererho ro-
mano. La legislacion Justiniana llama á la sueesion á los parien~
tes mas -próximos del difunto, prevaleciendo el vínculo de la
sangre. Entre los germanos la sucesion em por líneas: y- era el
espíritu de conscrvacion de lno familias el que dominaba en la
lesblacion de la hermcia.
L(Js mas próximos uo eran tampoco sicmpl'o como en el de- '
recho ¡'¡)mano, los que la sangre unia mas f;'strechamente al di-
funto: el'an los que fiEl acercaban mas al t.!'0l1CO C0mun. Así qne,
se Hamaba prim6fo á In suceslon á los dl'seendiC"ntes del padre, en
su cereeto ,á los de~cenll¡entes del abuelo, y á falta de estos á los
descendiEntes del bisabuelo, etc. La línea mas próxima escluia
á la mas remota, y en la misma línea el parient.e mas próximo
flscltüa igualmente al mas lejano, sin que en ningun caso tuvie-
se lugar la repl'esentacion.
Segun aquel sistema, el sobrino estaba en la segunda línea
mientras que el tio estaba en la primera, porque el sobrino está
dos grados del padre comuo, y el tio uno solamente: pero el
sobrino heredtlha untes que el tio del diflll1tO, porque estaba
en la.línea del padre, mientras que el tio del difunto estaba
en la linea del abnelo (3). .
La preferencia concedida á los Varones tenia tambien lugar

(1) Eichorn, R. G., §. tlJ, 65; 373, Sydow; Erbrecht des Sachsen
spiegel.~, ~, 4::i, §. ü9 y sig.-Blunt~chH, B. (J., §. 27.
(2) Le,y; Almn, , 111., fl2.-~ellgi\rt, núm. 'H.
(a) La p;:Jlabr,l gradll 110 da sino una ille<l Illl1y imperfecta de la pnsidun
(¡!le ~c requería lIara s\u'pdcr segull la ley p;ernwna; la palahra línea es
ulgo Ims ('xa!.:t:!, Tiresc del tnHlf) t:Oil:lln \lila Jil'rpendiculnf sobre lus drsrrn-
dientes)' los quc hall (le heredal' i lodos se hallarán en la lHismil ¡inca al
paso qUe en el tlercdw romano habia mUchas veces personas del mismo
grado, de las que algllnas 110 heredaban porque no estahan en la misma
Ilnea.-Biunstchli J p. 117 .-Gans, J::rbrecht J t. llI, p. 10.
288 nISTORIA
en la línea 'colateral, al menos en los alodios. Como la sucesion·
lineal (y nótese bien esta circunstancia) se regia siemp·re de la
misma manera que la sucesion directa I era natural que el her-
mano hiciese el papel de hijo y la hermana el de hija. En algu-
nos diplomas he visto preferidos los hijos del hermano á la her-
mana; lo que. podría hacer creer que en ci,ertos pueblos los hijos
del bijo eran preferidos á la hija (1).
En cuanto á prefel'encia de parientes paternos sobre Jos pa-
rientes maternos, no hay ningun indieio bastante positivo para
poder afirmarlo con alguna certidumbre. Sin embargo, como
despues se desarrolló esta preferencia en toda la Europa hárba-
ra, es probable que tuviese su origen mas ó menos· en las pri ..
mera, costumbres (2).

(1)' Neugart. numo 397.-Post ejus (matris) vero obitam, si tamen ego
Icgitimurn heredem non relinquo, tune frater meus llagaDo el legitimi
ejus heredes si fnrte-pro«:reali fuerint, res supradictas-possideant. Quod
si ¡psi nao redemerint. tune sorores mere legitimis ,'iris nuptre easdem res
}¡abeanl-f't similiter-redimendi facultatem habeant, similiJer et leii~imi
earum filii. Si aurem neque ipsre redemerint. nee "earum filii tune filii
nvunculi ,"ei Amalung. V. ibid. numo 250.-Bluntschli, p. t 17.
(2) Blun[schli, p. 118 •


· DEL DERBCRO DE PROPIEDAD. 289

CAPÍTULO XIV.

nEL TKS·r.UIEXfO.

Los germanos no con ocian la sucesion testamentaria. Solamt!nte


Dios puede hacer herederos, dijo Glanvilla (t). Tácito habia di-
cho doce siglos antes, que los bárbaros no hacian testamento: He.
redes successoresque sui cufque liberi et nullum te.ftamentunt: si li-
beri non sunt,proximus gradus in successionefratres,patrui, Qj'lin-
culi.
La prohibicion de testar subsistió por mucho tiempo en Alema-
nia (2); pero en las Galias, en España y en Italia los conquista-
dores-tomaron de los romanos los testamentos yen diversas fol'·
mas. El. cleco, redactor ordinario de las fÓI'mulas, dehi6 pngnar vi-
vamente pOl' naturalizar entre los germanos la facultad de dispo·
Der; porque los bárbaros que durante su vida se cuidaban muy
poco de dar parte alguna de sus bienes á la iglesia ~ hubieran sido
muy generosos para des pues de su muerte.
El primer resultado del testamento fué pues la inmensa,rique-
Za de las iglesias: el segundo una moditicacion muy notable en
el rigor del derecho de sucesion.
Así fué que invocando la ley romana, y en forma de testamen-
to (3), un abuelo llamó á sus nietos en representacion de su hijo
premuerto, para que participasen de la sucesion con los demás
hijos superviventes. Asimismo siguiendo la ley romana y por tes-
tamento llamó un padre á su hija para participar con sus hermanos
de la herencia: y esta declaracion de su última voluntad preva·
leció sobre la ley que no habia hecho aun del órden de suceder
una cnestion de interés público.
Marculfnos ha conservado la interesante fórmula por la cual
se anulaban las crueldades de la ley Sálica.

(1) Glanvilla (Houard, 1, p. &6+).


(2 Véase el diploma del papa J~ucio en 1184 dado por Mrescr. Osnall.
Gesch., dipl. 76, t. n, p. 317. .
3) l\1arcuH,FQT1I!.11I. 10; appendil, 49.-Lex ¡JUTgUWl. tít, +3, Uf'
ha\ lado un testamento herho á viva V07. en el lecho de muerte, p, 36, lliUo-
ria dd Langiiedoc, t. J.
'7
290 HISTORIA
"Reina entre nosotros una antigua costumbre, pero impla y
»cruel, que prohibe á las hermanas participar coil los hermanos de
lila tierra paterna. Pero yo pensando en esta crueldad, amandoos
»á todos igualmente, pues que Dios me ha_dado igualmente á to..
»dos vosotros, he resuelto que despues de mi muerte goceis de
»mis hiene.;; por iguales partes. Así, por este papel, querida hija
nruia, te instituyo por mí legítima heredera y te doy en mi heren ..
licia parte igual con tus hermanos, mis hijos. Qpiero que partici o
lipes igualmente que ellos del alodio y Je cuanto he adquirido, y
nque de ninguna manera te se: adjudique UDa parte menor que la
»de cada uno de ellos. Pero si, etc. (1).)
El papel que representaban las fórmulas en la legisl.cion del
siglo X VI Y XVII no ha sido bastante ¡"tudiado. Las leyes sálicas
y ripuarias, redactadas segun las ideas anteriores á la conquista,
son á propósito para observar las costumbres primitivas de la Oer...
mania, pero DO dan sino una nocioo muy imperfe:~ta del estado so. .
cial des pues de la conquista. Las fó;rmulas solamente, mUad ~oma"
Das mitad bárbaras a,sí en la e:;;encia cQmo en el e~tilo, nos mani ..
fiestan claramente lo que era esta sociedad de dos razas, c.Qteramen ..
te diferentes, sociedad confusa y mezclada, elementos heterogé.-
Deos 'lue el pesado yunque del feudalismo habia de fundir y her-
manar. Las fórmulas eran fa legislacion de ~quella época detran-
saecioo, eran la transicion de las leyes bárbaras á las romanas, del
mismo modo que la época que eIJas reflejan era la transi~ion de la
conquista al feudalismo. Entonces como siempre, el estado s.ocial
se reflejó fielmente en las leyes. El que quiera conocer bien aque-
lla curiosa época, que lea á San Gregario de Tours sin olvidar á
Marculf.

(t.) .Uarcrrlr. tl, 10, 12 (appendis, form. 4'1).-Cujas., Oh"" VJU;7.-


Eicborn, l. 148 (appendix. M).
DEL DERECHQ DE fROfl'D~D. 291
5 --

LIBRO X.

De la e,el.vll.d.

CAPiTULO I'BIMEl\O.

lJn M ESCLAVITUD nOMA.~ y DE L' ESCLAVITUD GElM.I.\'iA (1).

EL esclavo romano los ojo. de la ley no era persona SiDO cosa;



absolutamente lo mismo que UD buey ó un caballo. No teDia Di
propiedad, ni familia ni personalidad; ni tenia tampoco ddensa
alguna contra la crueldad, la locura ó la avaricia de su amo. Ven- (t

de los bueyes que no te sirvan, dice Caton , tus vacas, tu laoa,


tus cueros, tus carros viejos, tus esclavos viejos ó que no te sir-
• vaD (2)."
Cuando DO era posible encontrar comprador para el esclavo por
demasiado viejo ó por enfermo, se ~ dejaba morir de hambre.
elaudio fué el primero que prohibió tan infame crueldad (3).
La condicion de aquellos infelices no se dulcificó casi nada en
lieRlpo de los emperadores, y lo mas favorable á que se estendió la
bondad de Antonino fué prohibir ciertas erueldades intolerable"
como no abuso de la propiedad: E.xpedit enim reipllblicre nr quis
rem suam male utatur, dice Gayo. Se vendia entonces el esclavo y
se daba el. precio al señor, sin que aquel desgl'aciado coosiguiera
otra cosa que cambiar de verdugo (4).
El cristianismo rué el que atacó con mas fuerza la e,sclavitud

(t) Winspeare, Storia degU abusi feudali, c. 3 y 5.-l\Iuralori, diss. 14.


(';1) Caton (edito de Griphe), p. t6.
(3', Suet., Clattd. I e. 25.
(4) Just., Inst., 1,8, §. uH.
292 HlSTORI1
proclamando el principio de la igualdad de los hombres anl" Dios.
u y vosotros amos y señores, dijo San Pablo, sabed que su seflOr
"y tambien el vuestro está en el cielo; y que ante Dios no hay di ..
>lferencia de personas (1).» Los sacerdotes esparcieron estas máxi..
mas de la divina caridad y la manumisioD empezó á considerarse
como una accion agradable á Dios (2); siendo las manumisio-
nes uno de los principales modos de solemnizar las grandes fies ..
tas de la religion (3).
Desde que la Iglesia se organizó en concilios lanzó en seguida
sus anatemas contra los señor~s que habian ejercido sobre sus es ..
clavos el terrible derecho de viday muerte (4): gracias al derecho
de asilo (f)) )' á su miseria, no eran por desgracia los esclavos Jos
mas protegidos por la religion. Constantino que realizó en la le..
gislacion toda~ las grandes ideas del cristianismo, fué el primero
que dió la misma importancia á la vida del esclavo que á la del
hombre libre, y declaró culpable de homicidio al señor que vol un-
tariamente matase á un esclavo suyo (6). Entre esta ley y la de
Antonino, fácil es ver que se babia obrado una completarevolucion
en las ideas morales: el esclavo era UDa cosa, y la religion le ele ..
vó á ser bombre.
En el árdeo mOl'al como en el árdeo físico nada se hace por
Yiolentas revoluciones. No es posible cambiar instantáneamente la
condicjon de los hombres así como tampoco la de las cosas: yen ..
tfe la esclavitud y la libertad habia un abismo, que no podia sal-
"Brse en UD solo dia.
Sin desconocer cuanto ha contribuido el espíritu de la religion
cristiana á la abolicion de la esclavitud, me parece .sin embargo
que las ideas germanas tuvieron una gran parte eo tan importan ..
te transformacion social. Los bárbaros fueron los primeros que rt1 ..
cODociefOD al esclavo el derecho de familia y el de propiedad (7):
capacidades ambas con las cuales eS incompatible la esclavitud (8)..

(1) San Pabl,J, ad Ephes •• c. 6.


(2) Codo lIt. J)e Ms qui in sacro sancN, ecclesiís.-L. 2 y 8. C., de Fe~
rUs. y la última fórmula del primer libro de Mtlf!'ulr.
(3) Grrg. :\ic. or. 2, de Uesttrrec!i()ne ('!trislÍ.
(4) Excommonicalioni vrl prenilentim hiennií esse 8ubjicicndum, qoi ~er"
vum proprium sine conscienli,. judicis occideret.-lUuratori • diss. 14.
(5) L. 5, C. Th., J)e his qui ad ecclesias con{uyiunt. El 5." cánon del
concilio de Ol'angc decidió, eos qul ad ecc1esiam conrugerint tradi non opor-
tere, sed loei sancti reVerl"nlia el intl"rressione defendi.
(6) L. unie., C., de Emend. sert).-Véase tambien la l. l, C. Tb., da
ExpositiJ.
(1) Tárilo, GeTm •• 25. Ceteris scrü!I non in noslrum morem descrlptis
per ramiliom ninislrriis utunlur. Suam quisque sedcm, suos penales regir.
Frumenli mo(]um dominos Rul pecoris. out vestis, ul colono injungít, el ser..
vus haclenulI (larrt. Cetera domus orflcia Ulor ac líberi elequunhlr.-Wim...
peare. c ••'j.
(8) L. 6. O., J}e fldq. rer. dom.-lIeineccius, Rlem • .iuris germanici,
tít. " lJa prima J¡()rninurn d/visione.
DEL DERECHO DE PROPliDAD. 293

CAPÍTULO n.

CON'nNUAClO.\.

LA. propiedad del siervo fué gravada coo sel'viclOS y pensiones en


provecho del señor directo, y á decir verdad, en su principio fué
una posesiOLi de las mas precarias: los progresos naturales de la ci-
vilizacion y la necesidad misma de estabilidad sin la cual es impo-
sible el cultivo, asegmaron y garantizaron cada vez mas esta pose-
SiDO, modificándose por consiguiente la cond:cion de los siervos
que empezó á aproximarse á la de los hombres libres recomen-
dados.
Seria no acabar lJUDea ~l detallar las fOL'mas de aqu~lIa escla-
vitud. No siendo absoluta la condicion de los siervos como la de
los esclavos romanos sino relativa y subordinada á las cargas de
]a propiedad, hubo tantas especies de escló.vos, y tantos grados de
servidumbre como condiciones dinlrsas en la manera de poseer.
Añádase á esto que se designa á aquellos seres desgraciados eon
mil nombres diversos, y que la ncepeion de estos nombres ha va·
riado segun la dife"cncia del pais y en cada pais segun la difereD~
cia de los años: la diflcultad de este estudio es pues muy grande.
Sin embargo si se atiende á la esencia de las cosas, me parece que
todos los grados de esclavitud podian eomprenderEe en tres d ivi-
sionc5 capitales: 1.0 los esrlavos que nada tenian que ver con la
tierra, y que pOt' lo mismo no estaban afectos á ella; 2. los sirL'-
{I

vos (Iiti) que estaban afectos á la tierra; 3, () los hombres libl'es (co·
lonas) que tambien estaban afectos á la tierra pero no con el mi~­
rnn rigor que los ¡iti.
Estudiemos pues las miserias de la esclavitud: In política :;r
aprende en el l'studio de ellas, del mismo modo que se aprend{'
la medicina observnlHlo las enfermedades hu:nanas, Dl'masiadll
ha sirlo hasta ahora la histol'ia una esclusiva ('elacion de haza lÍas y
consejos hecha para divertir á los reyes ~ magnates hablándose en
ellas tan solo de ellos: y asimismo demasiado desdeñada ha sido
ha::¡ta ahora la vida de~gl'aciacla de los Ur¡ y Jos colonos que com-
ponian sin embarp:o la gl'all ma:úHía de la pobJarion, Mas no: no
ol"id('llw~ ¡ufUellvs hotll;\(lo~ nl,udos dl'l pn{'hlo fl'anc{'~ (IlIe hítH
294 BISTOlIl.l
sufrido la fatiga y el peso de los di •• desgraciados para que DOSO-
tras sus hijos nos aprovechásemos hoy de sus sudores y de su san-
gre. Penetremos pues en los horrores de su oscura y desgraciada
historia.
Per me si va nella citta dolent.
Per me si va Dell eterno dolore:
Per me si va tra la perduta gente
J ustizia mosse ralto mio faUare:
Feceemi la di viDa Potestate,
La somma sapienzia, iI primo amore:
DiDanzi á me non fUf cose create
Se non €terne et iD eterno sano:
Lasciate omoi speranza voi che intrate (1).

(f) Dante, lnffflto, cantolJl. V.


DEL DERECnO DE PROPIEDAD, 295

CAl>iTULO 1íJ:.

DE LOS ESCLAVOs.

:EN la casa soÍariega de los señores habia esclavos destinados á


las ocupaciones domésticas: los unos cuidaban del servicio perso-
nal de su señor, los otros del de la casa. Las mujeL'es hilaban la
lana (1), los hombres iban á moler el grano, preparaban el pan ó
ejercian en provecho del señor lo poco que sabia n de las artes
Industriales (2).
. El señor los castigaba á su capricho, los mataba impunemen-
te (3), Y los veodia O3[como su peculio como UDa cabeza de ga-
nado (4). El esclavo no tenia personalidad, liD teniendo wehrgeld
(Jue !':lese propio suyo (5); era pues una cosa. El H'ehrgeld per~e­
necia al señor como indemnizacion de la propiedad que perdia.
Matar ó robar un t:'scla\'o, exigia la misma idéntic(l indemniza-
cion, porque el peljuicio se cOD~,idetaba igual en ambos casos (6).

,. (t) Lex Alam., tít. 22, tito 80.-Lex Rothar(, 222. Ancillre pcnsiles, sta..
mina pensaqllc ducenlcs in g)'nroceum.-Grim, D. lr. .J .• p. 351.
(2) Lcx Burg., XXI. c. 2.-Lex Alam .• tít. 19.
(a) Tácito. German., 2á. Verberare servum RC vim'ulis ct opere cocrecre
rarnm. Occidere solent, non disciplina et severitale. sed impelu el ira. ut
inirillcum, nisi quod impune.-Grimm, D. R. A., an.-Leyes JVisiy., VI,
s, 12.-Nam sidominus forlasse ni domina, in antilla "el io servo, Inm
proprio Qunm exlero. ,'el incitatiooe injurire vel ifa cornmotus, dum discipli-
Dam ingerit, qllocllmqlle ielu IJerelltiens homicidinUl perpetra\'erit, et 'vel
. testibus probari poluerlt. vel cel'te sacramento suam conscit'nliam expiaverit.
nolendo tole homicidium eornmísisse, ad hujus lcgis sentenliam teneri Don
:poleril..
(l) l\Iarculf, ti, 22. Vendldi scrvum juris mei aut aneillam nomen mo.
non furo., nOIl fUl/.itivo. llP,quc cadivo. sed mente el Onllle corpore sano.-
Balueio. CliP. 2. I ¡30. ' .
(5) Le:v Frlsion., lit. l.. lJ(l servo out jumento aliwo occiso. 1. Si Ijuis
~eryum alterius ocdderil, eomponat fum, juda quod a domino ejus fuerit
restimatn~. 2. Similiter equi et hoves, oves, cnpne, porfi. et quicqllid mobi-
le in animnntibus ad usum hominum ()crtint>l, ust¡ue ad CIHlcm, ita solvllu-
tur [lrout rnerint a posscssore earum adpretiata. Tít. t, §. t t • ibid. A ddit.,
C. 8. Ve rehus fllyitivis. Si servlls. nut aneilla, au~ ("lIuus, aul bus, aut quud-
libe! 81limal.fugiens tlolllillllTn SUUIII, ele.
(6) ¡,ex Sflhc •• ti!. 11. 1. Si qui¡; ~ervllOl 8Ut tJndll¡llll alterius furllve-
rit ..... :-4JI. XXXV ('lI\p;\bihs i1l1IkI'tUí". :l. ~i (Iui~ ,~t~fYIUH "liPlltlTn urdrlt'nl
'96 HISTOAU
La indemnizacion aumentaba ó disminuia segun el valor del sier-
vo (l). En todos estos puntos la esclavitud germana se parecia á
la servidumbre romana.
Sin embargo se principió á considerar hombre al esclavo, y ba-
jo este aspecto la ley de los wisigodos dada bajo la influencia de
las leyes cristianas, prohibia mutilar ó matar al esclavo (2) so pena
de multa ó destierro. Uoa de las capitulares declaró culpado al que
matase un esclavo suyo, si este quedaha muerto en el acto: pero
si sobrevivia un dia á la herida, la ley que tan solo quería refre-
Dar el futor de accesos insensatos de cólera, consideraba al pro-
pietario bastante castigado con la pérdida de su cosa (3).
N egar al señor el cruel dere:ho de vida y muerte, y poner la
vida del esclavo bajo la garantía pública~ era un paso importante
que conducia á dulcificar las costumbres; pero la verdadera rne-·
joda en su estado lo debie¡'on 105 esclavos á las costumbres germa~
nas. Las circunstancias de estar afectos á la tierra que cultivnban
Jes hizo adquirir derechos y tomar una categoría social, aunque
en verdad en gl·ado bien inferior y, en escala bien pequeña entre
los miembl'Os del Esta~o.
Desde la conquista hubo ya siervos en diferentes pueblos bai'ba-
ros, que tenian su casa, su pedazo de tierra y su peculio, recom·
. pensando á sus señores estas franquicias con cánones y corveas.
Casi nunca se les separaba de la tierra á que estaban afectos cuan-
do esta se vendia; pasaban con su peculio incluidos en la propie-
dad ,'endida al dominio del nuevo señor. La ley favol'ecia esta
inamovilidad del siervo, prohibiendo (Jue se le pudiese vender fue-
ra del pais. Su posicion se hizo por lo tanto muy semejante á la del
rolooo romano J á la del litus. Del mismo modo que este, obtuvie ..
ron poco á poco no poder ser castigados sino segun las costumbres
de cada pueblo ante la justicia señorial: pero sin embargo pOl'
mucho tiempo se diferenciaron del litas por la dureza de su COD-
dicion. El esclavo hecho colono, quedó sujeto á las corveas á mer-
ced de su señor (.1). Poco'; poco se fueron regularizando: el señor
aat vendiderit. yel ingcnuum dimiscrit ..... sol. XXXV culpabilis judicelur.
Lex .J lamo , tít. 8.
(1) Segun la ley Sálica. t'l carpintero, el porquero., el viñador y el caza~
dor valian 70 sueldos: segun la ley Alemnua, el paslor, el senescal, jefe de
los esclavos, el mariscal, jefe de la cablllleria. el ¡·,ocinero. el panadero •. cl
platero y el armero valian 40 sueldos: el precio del esclavo ordinario era el
de 15 sueldos.
(2) /'ex lVisig., VI, 1,13. Nuuc eUam oe imaginis Dei plasmalionem
adulterent. duro in subditis crudelita/es su as exercenl. dehilitaLem corpOl"um
prohih(~ndarn oportuit.
(3) Capil., VI. t1. Quí prl'cusserit sen'um suum vel ancillam lapide l'el •
\'irga el morluus ruerit in n1l1nihus ejus, rcus etit. Si aulem UIIO die sUllrr-
vi:terit vel tluobus, non subjacrbil pernlE; quia pecunia rjus esto
(4) 1'0/ !lptúJue d'Jrminon, p. tuá. de Man.~ibU$ scrvilis de decania (iui-
roldi. Ermenlarius (>t AdaJilrlis el 'Vinebcr/[Il. hU (eneot quar(afll plHtem
I

dli servili manso. hahentem de ¡erra arabili bunuarill fU. FodiL inde qUII-
tuor llripf'uno~ de ,·¡oel!; el quamto ipsam viuf'am non J'odit. faci! dies IU
in cbdIJm<l¡lil, d r,wit 'A adüm rllpdcfJnid I~is injungilur. El si VilllHII ('rcv"-
DEL Dt:RECHO DE PBOPIEUÁD. 297
por ejemplo, tenia derecho á una parte de los trabajos del .ieno,
tres dias por ejemplo a la semana, y lo restante para él (1). }:n
cuanto al domingo, este dia pertenecia á Dios y era un crimen aun
para los hombres libres trabajar en un dia consagrado al culto (2).
La religion daba pues al esclavo un dia de reposo seguro en cada
semana; y la filantropía de nuestros grandes politicos no ha ga-
rantido uoa sola hora al pobre joroalero.

rit in ipS8 vinea quam Caeit, donat inde modium 1 in pascione; si yero 1I0n
creverit. nihil donat. solum pullos nJ, ova XV. }'acit porlatura Parisius. Fa-
eH curradas. Estas cargas eran la condicíon comuo de los siervos de la misma
casa. V. p. tl2. ibid. et tl9.-Muralori, díss. U-, Antichita.
(1) Ncugart, n. 193. Ut serví et IIncillre conjogati el in mansis manenles
tribula el vehenda et opera vellexturas, sru funclioD('!O quaslibet dimidia ra-
cíaut. enepta araturs; puellre vero infra salam manentes tres opus ad ves-
trum et tres síbi Caciant die!, el hoc qUfld Alemanni cbwillwereb dieunt,
non Cacian. Grimm. R • .4 •• p. 353 Y sigo
(2) Lex Alam., lit. 38. S;. 3. Si aolem post terliam correptioneni in hoe
villo inventus fuerit (hamo liber) et Deo vacare die dominico neglexerit. et
opera servilia recerit. lune tertiam parlem de hereditate sua perdlll. § . .t.. Si
aulem super hree inventus fuerit ut did dominico hOnorem non impendal, et
opera servilia fecerit. tUlle coactlls el convictus coram comite, ubi lune dlH.
ordinavrrit, in servitium tradatur: el quia noluit Deo varare, in seJD(lilt'r-
Dnm srryus permaneat.
298 HISTORIA

CAPiTULO IV.

DE LAS CAUSAS DE LA. ESCLAVlTUD.

T~ ADA diré del cautiverio ni del nachnit:nt'o, causas generales de


la esclavitud en todos los pueblos en que esta ha sido admitidá:
pero sí llamaremos la ateneion sobre ciertas caUsas enteramente
peculiares del genio bárbaro, que reduciendo á la esclavitud hom~
bres libres, la dulcificaron y la comun!caron algunos de los pri-
vilegios de la libertad.
No hay mas que leer en Beaumanoir curiosos mOllumentos
de tradicion perfectamente conscnados.
(,In Dei nomine. Notitia yfl tradictione qualiter, quibus pl'i'c·
lIsentibus bonis hominibus, qni ane notilia vel tradiccionc subter
,_,1irmaverunt, insertum qualiter vcuít horno nomen Bertcrius in
"Asine villa in publico nd cccJesia Sancti-Pelri plena (lleba coo-
"jullcta, inluster vjr Teulbolt comite, ibique in eorum prreseDtia
"fuit mea petieia et vestra deerevit volnntas, nee invitus, ncc
lJcoactus, Dee circum\'entus, nisi per mea plenissima prunta YO·
"Iuntate, eorrigiam ad collum meDm misi et maníbus in po-
"testate Alariado vel ad uxorc sua El'mangart, ad integruru cs-
»tatum suum sE.cundum lege romana se tradidit, quo inserlum
»ESt quod horno bene ingenuus statllm süum meliorare et pe·
»giorv.re potes, ut post ac die de me ipsum et de mea agllitionc
"faciatis quitquit volueritis, vos vel eredes vestl'i, ad abendi.
"ycndendi, donandi, vel ingenuandi. Et si ego, per me mcip-
»sum aut per consilium malorum hominnm , me de sel'Vitio ves-
lItro abstraere voluCl'o, taliter mihi detinere vel destringere de-
"bcatis, Vos vel missi vestri, sient rcHeo mancipio origioalio
»nstro. Is prresentibus qui cOl'rigiam notaverunt, et tl'adictione
"ista subtcr lirmaverullt (doce testi{;os).
Los lJajur" VI, 3, 1. Ut nuJlllm liberum sine mOl'tali cri-
"mine liceat inservire, nec de hereditate sua expeliere: sed Ii-
"beri qui justis legibus deseL'viunt, sine impedimento hel'cdi·
dates su as possideant. Quamvis pauper sit, tamen libertatem
"SUI.\ffi lJon pel'<.Jat, )H'C h('ITditutem -"uum, nisi e.\ sponlallea
DEL DERECHO bE PROPTEDAD. 29~

"votuntate se a\ieui tradere YOlnerlt, hoc poteslatem "abeat fa~


»ciendi».
Marculf, Il, 28. ,Domino mlhi propl'io iIIo iIIe. Dum et Ins-
»tigante adversario, fragilitate mea prrevalente, in casus graves
J¡cecidi, un de mortis periculum incurrel'e potueram, sed duro
»vestra pietas me jam morti adjudicatum de pecunia vestra me
}¡rederoistis ~ ve] pro mea scelera res vestras quamplmes dedis...
»tis, et ego de rebus meis_ únde vestra beneficia rependere de-
»buissem non habeo; ideo pro hoe statum ingt'Duitatis mere vo·
¡¡bis visus suro obnoxiasse, ita nt ah hac die de vestro servitio
.penitus non discedam: sed quidquid reliqui servi vestri faciunt
¡¡pro vestro aut agentium vestrorum imperio facere spondeo •
• Quod si non fecero, aut me per quodlibet ingenium de servitio
¡¡vestro abstrahere voluero, vel dominium alteriux expetere aut
»res ~uscipere valuero, licentiam habéatis mihi qualemqumque
»volueritis disciplina m imponerc vel venundare, aut quod vohis
»placuerit de me facere. Facta obnoxiatione' tune, sub die illo.
Sismondi formo 44. Contigit, de~ia una antigua fürmula,
3

»_quod cellarium vel spicarium vestrum infregi, et exinde anno-


¡¡Dum, vel aliam raupam in solidos tantos furavi, dum et \'05
~et advocatus vester exinde ante iIluro comitcm interpellare fe-
»cistis, et ego hane causa m nullatenus potui denegare. Sic ab
»ipsis racimburgis fuit judicatum ut per wadium meum eaffi con~
»t~'l vos companere atque satisfacere debeam., hoc est solidos
JJtnntos. Sed dum ipsos so-lidos mínime habui, uode transsolve- ~
"re debeam I sic mihi aptiticavit, ut bl'achium in collum pOSUl
"ct per coman capitis mei coram pl'reseotibus hominibus traderr.
.deci, in ea ratioue, nt interim ~ quoad ips~s -solidos n~stru:.~
»reddere potuero et servitium vestl'Uffi et operam qualemcumqul~
JJYOS ,'el jUDiores vestd injuDxel'itis, facere et adimplere de·
"beam. Et si exinde negligeus vel ,jaetiyus adparuero, .spoDdeo
"me contra vos llt talem disclplinam super dorsum meullI fae('.rt~
»jubeatis, qu,:\m super r~liqu()s s~rvos "estros.1I
Soo HrSTonrA

CAPiTULO V.

DE Ll MA.~UMJSIO"-.

No entraré tampoco en el detalle infinito de 109 diferentes mo-


dos de manumitir: los curiosos que quieran tener de ellos exa~­
to conocimiento, lean en la escelente obra de Grimm las cere-
monias simbólicas de la manumision. Diré solamente que los li-
bertos eran de dos condiciooes esencialmente diferentes. 1,08
unos manu mitidos solemnemente se hicieron hombres libres: po~
dían casarse con una mujer ingénua, y su wehrgeld pertenecia
como el del hombre libre á los herederos de sangre Ó 811'ey (1).
Los demas, y estos etan el mayor número" manumitidos menos
.. solemnemente, salian de la servidumbre pal'a convertirse en titi
y colonos. Tales eran los manumitidos chartulari; y tabularii
obligados ti prestar determinados servicios ó pensiones á la igle-
sia ó al patrono que les habia dado su pl'Oteccion, al que per-
tenecia su wehrgeld y su hel'encia (2).

(1) l\Iarcutr. Form., 11 ~ 32. Rotharis L. 225. Si quis servum ¡¡uum pro-
prium aut ancillam suam propriam liberos dimiUcre voluerit ~ sit iIIi liceutia
qualiler ei placucrit. Nam qui folrreal (enteramente libre) el a se el.lraneum
id est 8mund (Stti juris) facere voluerit. sic debet facere. Tradat eum 'prius
in manus alterius hominis Iiberi, el per garathinx ipsum conflrmal¡ et ¡lIe
secundus tradat eum in mAnus terUi homillis, eoduro modo el tertius tradat
ellm in quarli. Et ipse quarlus ducnt eum in quadrivium, el tllingat in wa-
dja, el gisiles ibi sint, el dicant sic: De qualuor viis ubi t'olueris ambula-
re. liberarn habeos pott!statern. Si sic faclum fuerit. lunc erit amond el ei
manebit certa Iiberfas; el postea nullam repetilionem patronus adversus ip-
sum aut filios ejus habeat potestalem rcquirenril. El si sine heredibus legiti-
mis ipse. tlui arnund ractus est. morlllus rllerit, curtis regia illi succedal;
!Hlln lIon patronus aut heres patroni. Simililer el qui per impans, id est in
"olurn regis dirniltitur. ipsa lege vivat sicut qui amund rae tus esto Post(,/I
muruJi ('Ofurn "fC ab ipso ore a flUís ejus nullatenus requiralur. et si fllia
t'jus auf. ¡psa, qUte ruirrear rada est. Id maritum amhulare contigerit. d('-
lur pro ea mundius sieut pro libera. 1. 128. ibid.-Eichorn, R. r.-•• Si. 51.
-Lex Salir.: .• lit. 28.-Lex Ripuar., tít. 5'1. 58.-Cap. 3, ann, S03. c. 8i..
Cap. 3, a. S05, ('ap. 2t.
(2) Rotharí.f L. 127. I1em qui aldium aut aldiam raccrc voluerit non illi
debl't quatuor vias. Ibirl .. 1, 129. Aldius. dit une ancienDe glosf>. esl Iiher-
,o.~ rum imposilione o¡wrllrum fllclns. J1arculr. Form .. 11, 33.-(lolllasl.
('JrlII. J. ('{lllit., al1n, NU;I, d,~ IJP'!/c ltip., r, 8, lIomo dcuarinlis I/Im 811teil
DRL D'RRECHO 1)R PROPIED!D. 301
Estas manumisiones aumentaron de Uil modo notable la cla..
se de los litio Pero al lado de las manumisiones mas ó menos
solemnes, el tácito cambio de condicion, resultado de que-
dar el esclavo afecto al suelo, contribuyó mas que nada á dp.s ..
truir la esclavitud, como ya hemos dicho mas 8ifiba.

bereditare in suam agllalionem poterit usque quo lid t{'rtiam generationeUl


(Ierveniat.
302 . HISTOBIA

CAPÍTULO VI.

DE LOS liti, lassi, aldinnes (1).

DE mejor condicion que los esclavos eran los tití, cuya postcion
era media entre la servidumbre y la libertad, poco mas ó me~
nos tal como la del colono romano (2) que se llamaba general-
mente litus. .
El lillis así como el esclavo estaban bajo la proteccion de su
señor (in mundiburdio): estaba sujeto á su jurisdiccion, porque
él no podía presentarse ante la asamblea del cantan, donde so·
)0 eran admitidos los hombres libres (3), Y esta especie de
servidumbre les escluia igualmente del servicio militar, gloriosa
prerogativa de los fl'ancos, así como el esclavo debía tambieo
ciertos servicios, ó quedaba obligado al pago de un cánon (li.
dimonium). Pero este cánon era fijo como el del colono romano:

(1) Tambien se les llamaba mancipia, coloni, tributarii. Acerca de la


condidon de los liti véase á I\1uralori. A.ntich. d' Ital., dis o 15. Sicrana, 1'fo-
tre ad LL. Frisian., lit. L-llIuntschli. p. ·.9 Ysig.-Grimrn. lJ. B. A"
p. 305-309.-Gaupp. lUisccllen des Deulschen RechlS. llreslau. 1830. p. 60
Y siguientes.
(2) Lex Ripuar., lit. 62. §. 1, Si quis servum suum lributarium aut Ii-
lum recerit; si quis eurn inlerrecerit 30 solidis culpabilis judicetur. §,. 2. Quod
si dcnarialem eum racere voluerit, Iicenliam babeat. Et tune ducentos soli-
dus valeal.
(a) Appendil Form • .Hare., n. 6. !\'otitill qualiler vel quibus pr::esentibus
veoiens magnificus vir iIIe. die iIla. io iIIa civilate. in mallo publico, anLe
iIIuslre viro ¡Ue comitc. ct ante apostólico viro iIIo, "el prresentibus quam
pluribus viris venerabilibus rachimburgis qui ibídem ad universorum causa!
lIudiendum, vel recla in ))ei nomine judlda terminandum residcbanl vel ads-
taban!. quorum nomina snbter leDelltur adoexa. homine aliquo nomine ¡1I0
in\erpellabat, dixit eo quod ~erVllS ad colono suo nomine iIIo tic l'aput sllum
aderat, et venditjonem habebat quomodo ipse colonus ips"m comparaverar.
ellpsam vendilionem Ibidem ostclldelJat ad relegendum. Relec!a ('pistola, sie
¡psi viri ipsum in!errogaverunl si aliquid contra ipsa charta dicere volcbal.
vel si eam agnoscebat an non. Se,1 ipse servlls ipsa charla vera el legitima re.
cogno"iL Sic ¡psi viri tale tlcrreverunt judicio ut ¡pSI:' tIIe ipsum lid sCl'yitium
rf'cipere <lebcrel; quod ita el fecito f't per manu illius vicarii per jussionem
¡nlustre yiro illo romiLe el per judicium ad ipsas personas prm8entialiter re-
cepit. f1is prresentibuso Dalum ibi, sub die iIIoo
DEL DERECJlO DE PROPIEDAD. 303

sus servicIos est.ban determinados por l. ley de la coneesion,


contenida generalmente en el libro catastral (polytichum) del se-
ñor (r), y eslaba prohibido por las leye, cambiar aquellas condi-
ciones (2). .
En ciertas cosas el l/tus gozaba de los privilegios· del hom~
bre libre ~ del mismo modo que el franco tenia el lttus su
wehrgeld (3); era admitido á ~incerarse por juramento de los
cdmenes de que se le acusaba (4), Y era responsable de los da-
ños que habia causado (5) , en lugar de que el seúor respondía
y prestaba juramento por su esclavo. En este sentido el litus
era hasta ~ierto punto miembro de la nacion, pero era, sí así
puede decirse, un ciudadano no activo y que en sus mismas
pi:~rogativas se veian siempre vestigios de inferioridad. Así qur,
su wehrgeld no era sino la mitad que el del franco, y aun de
esta parte no pasaba á sus herederos sino una tercera parte; las
otras dos eran del senOl'.
:Finalmente, entre ellitu,f y el esclavo habia siempre la pl'O-
funda diferencia que el primero estaba afecto á la tierra que cul~
tivaba, y inamovible en ella como el colooo romano. mientras
que el esclavo podia ser separado de la tierra que cultivaba: el se-
iior no podia enagenar su casa solariega sin respetar el derecho
de los liti que á ella estabao afectos. Así que, el l/tus tenia la
ventAja del derecho de usufructo hereditario en la tierra que
cultivaba, y sus hijos le sucedian en la posesion (6) que sin em~
bargo él no podía vendilr ni enagenar porque la propiedad era

(1) AdnuntiatíQ Caroli ap. Pista" c. 29. Ut itli coloni t8m fiscales quam
et ecclesiastici qui sicul in polypticis continetur et ipsi lIon c1enegant carro-
pera el manopera ex antiqua consueludine debent, et margilam el tilia qure-
que carrirare, qUID iUis non placent, renllOnt, quoniam adhuc in iIlis allU-
quis temporibus forle margila non trabebalur, qua: tempore al'i ae domini el
patris nostri trabi C<l'pit, et de manoperia in seuria batlere nolunt, et tamen
non denegant quia manoperam debent, qukqllid eis earrieare prrecipitur de
opera carroperre, quando iIIam Cacere debent sine ulla difCcrentia carricC'nt,
el quirquid eis de opera mannoperre. quando ¡Ham ral~ere debent, prrecipi-
tur. simililer sine uU., diITercnlia faciant. Los mas curiosos ue cstos polypli-
tOS han sido publicados por 1\1. Guerard, al fin de su interesante publicacioR
ltel lnninon'iY poluptichon, que es la eolt'ccion mas rica en documentos acer·
en de la situacion de los esclavos durante los primeros ~iglos de la monarquía.
(2) Lolf¡ari'¡ l. too. Prrecipimus ut nova eondilio (lldioni a domino suo
non imponatur.
(3) Lu Frisia" •• tit. 15. Composilio hominis nobilis libra~ XL liberl
libl're V el dimidire ,-liti librre JI f't uncire 9 ex qua dure partes ad dominum
pertincnt. lerlia ad 11ropinqnos eju,~.-COmlltli'ilio seni libra] el ullci¡¡~ IV
d dirnirlire.
(4) Lex Fris'¡on •• 1, 15. El ¡¡i ¡¡ervus hoc se perpelras!le neg-averit, do~
minus ejus jurel pro iIIo.-t8. Si lilus eral ipse medietatem saeramenti cunl
uno lito jurel.
15! Ux l/rision., 111, §. 4. Litu!! conditionem suam pel' omnia ¡¡imililer
r.. ebt. id e$t, .,;ua sexta mano jurel. VI'I quod abstulit in duplum res!il llal.
--IX,~. 11. Si setvus aJiquitl vi sustlllit. dominus quantitatem rei snblal<e
111'0 ipso componat :te si ipse sustulisset.
(6) Volveremos á este derecho de sllcesion al !.ralar de lus manos mm'r..
ttls.-V. GrilD'm, D. 1(. A., p. 36' J sigo
304 R~STOR¡'l

del señor. Esta pl'Opiedad limitada no la conocieron las costum·


bres de los francos.
,Cuál es, pues, el origen de esta condicion? ,Qué es lo que
eran los primeros liti? Probablemente tL'ibus vencidas y hechas
tributarias: la palabra litu~ recuerda desde Juego involuntaria-
mente aquellas poblaciones léticas, razas bárbaras trasplanta-
dbS al territorio romallo eu los últimos tiempos del imperio,
para cultivar y defender las fl'ontm'as.
Al examinar de cerca la afinidad de la condicion de los liti
y la de los colonos ~ afinidad tan estrecha que por eBa se es-
plica el orígen de las instituciones romanas entre los bárbaros, es
muy fácil comprender cómo llegaron á confundirse en una sola
{~stas dos condiciones: se usaba en el Norte la palabra {itas y la
de colonos en el Mediodía, pero su candicion fué casi igual en
todas épocas. En el Mediodia sin embargo la cODdicion del co-
Jono se dulcificó mas ra pidamente: la ley romana de la enfi~·
leusis era mucho menos dura que la ley feudal del censo.
DEL DERECHO DE PBOPIEDAD. 805

CAPÍTULO VII.

DE LOS SIERVOS DEL REY (fiscalini) (1) y Dli LOS SIBRVOS 1)11:

LA IGLESIA.

EL estudio mas curioso acerca de la servidumbre sería el


que tuviera por objeto el desarrollo gradual de la condicion de
Iosfiscalini.
En el principio eran simplemente esclavos del fisco, y así
HOS los l'epresenta]a Je~' alemana (2). -El capitular de \ViIIis los
(~onsideraba como siervos de la tierra y exigia que pagasen C01l
8\1 persona lo que los hombres libres pagaban con dinero {:f!, Pf-
ro desde luego su situacioD se mE'joró y se asimiló á la de los
¡¡ti (4j, Tenian tambien su wehrgeld (5) y sn posesion, y así como
á los ¡¡ti el'a tambien permitido el los jiscalini de una misma tiel'-
ra ó propiedad venderse entre sí sus posesiones (6), puesto que
(1) Dluntschli, §. 12,
(2) Le.'C Alem,. tít. 8. Pero un capitulo de es La ley publicado Ilor Goldasl
sobre un manuscrito de Saint-Gall nos le pinta ya en una posicion mas fa-
vorable: Si quis servUln alienum occiderit, solidos XII in capitale restituat,
nut CUlO alio servo, qui babeat XIV palmas cum pollice rt'plicato et duos di·
gitos in longitudinem. et tres solidos in alio pretio .!iuperponat, quod fiunt si-
mol solidi XV. Si quis ecclesiasticu-m servum veZ regiltm occiderit tripli-
citer componal, hoc e.~t XL Y 30lidis.
(3) CapU .. add. quart .• ~. Ho, QUicuOique liber horno vel in emptione
vel in debiti solutione denarium merum et bene pensantem recipere nolnerit.
bannum nostrum id est sexaginta solidos componat. Si vero servi ecclrsiasti-
ci nut tistalini nostri aut comHum nut vassallorum noslrorulD hoc facere prre-
sumpserint, seuginta ¡ctibus vapulent.
(4) Capp. t add. ad. leg. Long., anDo 801. Aldiones vel aldiaDre ad jus
publicum pertinentes, ea lege vivant in Italia in servitute dominorum suo-
rum qua fiscalini velliti ,tvun! in Francia.
(5) Lex Bipltar., t. '.8,9-10, C. 1. Si quis hominem ecclesiasticum
Interreceril centum solidis (la mitad del wehrgeld del ripuario), culpa bilis ju-
dicetur aut ('um duoclecim jureL-C. 2.-Sic in reliqua composilione un\le
Ripuarius XV solidis (:ulpabilis judicetur regius el ecdesiasticus mcdielatem
compollat. vel deillccps qlluntumcumque culpa ascenderit.-Dm'nnge. Véa-
se FI!!CALlNI.
(6,\ Le."C Salica re{orm, (Capt, mino C. !O,) n IICC colonus nre liscali-
BUS possit aliclIbi foras mitio (ruera del seúorío) traditiones facl"Tf'. Y. Can-
l'iani, (. JJ, p. 161. Acerca del {oras mit-io que tnlltG ba dado que I.Hlcrr á
los fOmentadores, n'asr la PolYlltiq'lC d' Irmúwn. 11. 1ti.
39
306 HISTOBlA
al señór le era indiferente· que la tie!'ra se ·cultivase respectiva-
mente por unos ó por otros de sus siervos; pero esta facultad
no se esteDdía á poder vendel' la tierra a estraños, porque la
propiedad era del señor.
Lo que hemos dicho de los fis.lm, se puede aplicar igual~
mente á los colonos de la Iglesitt (y nótese bien que esta cIa-
se no solo comprendía la :.mayor parte de los escl:ivos, sino des-
de luego la mitad tal vez de la poblacion de "Europa): el rey y la
Iglesia mejoraron cada vez mas la condicion de e~ta clase privi-
legiada entre los siervos, hasta que la pusieron al nivel de los
lit¡~
Aquella transformacion de los ftscalini v de los siervos de la
Iglesia en colonos y el aum·e"rito dé' sn~ prerogativas , se esplicao
por causas muy sencillas. Primero los reyes y la Iglesia arma-
ron sus siervos para uefenderse ó eng¡'undecerse, y aun en los
gobi<¿raos despóticos las armas dan siempre libertad á los qu~
Jas Jlevan ,"y así'" $llcedió' y debia sueeder' á los 'fi,rcft/ihi.' -Entre
ellos y los hombres libr.es que ,rendían Yllsallaje'á los;l'eyes, ni la
diferencia podia sel' grande ni menos sostenerse mucho tiempo:
y hé aquí 'uno de los puntos por los cuales ambas c1nses se
asimilaron y llegaron á eonfundil'se. ,
Entre el esclayo y el ~ng-énuo la ley no padia admitir legí-
ti~a unian, puesto que un aiJismo los separaba. Semejante ma~
trimonio era uu c1'Ímen: «Si U~l ripuario tOIP-a por mujer la esclava
lJdeon l'ipunrio, se hace esclavo como lo es éUa (t). Si una mu w

"jer-Uhn" se casa con un esc!ayo }' -sus pal'ientes pcrmit~n tal


¡>lmÍoo },.d rey o el (,OD.jt~, ofrecerán á dichá mujer una espada
"y una rutea. Si elige la espada, que mate id siel'~'o: si,.I.a l'lIe~
~r,a, ~ea t'scli'l\a ('omo ~J.", Igualmente severas ,que ('sl,a5 eral. Ja~
léyes 'de ,Io~ wis,og9dos, la de los borgoiionc.s y la de lps lombar~
dos (2). . . .
·Había otras costurnhl't!s germanas menos fe,rores 'que esta,
la rey ~álica jlO,..~jeniplo: pe,.o ,si es verdad que perdp~a[1 la v[-
da, condenan á la escla\ itud á la perSUD<1 libre 'que ,SE' l~ne á un

(ll , ., 1: '
Lt.;p liipuar. , tít,· 58. §, t'í., .' _ i
(2 V. 1. r... ViSi!J., trI, 1. 1, 2. 1..: 89, Si Illulier :ingenu<l servo sao
vel proprio Iipef(o,H~ in adu!lerio 4;:o¡nrr.!Íscuerit, aut farsílan cum ffiaritum
bab(·re "oluerit, rl ex hoc wnnifcsla probalione cOIlvipcilul". ocddarur. ha
ut ndulter et udullera ante judipium Jlublire fusl\gentur eUgn'lbus epncrc-
melltur. Curn ólutCIII per realam larn lurpis admissi ~ quicumqlle judex ~ in
quaC~lJlque rrgllí nostri provincia cOIIslilutus agnovrrit uornillalll ser\'O su 0,
sive patrouarn li,bl!rlO fuis,se conjundl!frr, eo§ ~{'p;¡r;¡re nOIl difli'f¡¡L, ila ut
bOfia ejusdcm mulirris, ,Iut si _:iUllt de a!jo vil'o. illonei filii c\'idelJlrr ob-
tillcaut, ,lut ,Prupi'lquis ejus I('gilli Succc:isionc IIrolkianl (.}uod si IIs\lue al!
lerliurn gradu:Jl d,~rcc('filll herede_" tlllle urnnía Ii~cus IlsurpN; el la!i cnirn
consortio nlir¡s pnlCrca!o.'! cOllslitni rHJIl oppJ'let Ilcl"l!dcs. JIIa ergo, seu ,',irgo
siro vill!n fueril , pmflum cJll.'Ípiat supcrius e()mprch(~lIs;tln. QUlI(j si all Hlta-
ria s:JIlCla eoofugerj(, ¡Jnllrtur a rege. cui jU;SIIItI fucrif. llerenniter .;crvi-;<
turll,-Lc..c }j(,r:¡., X"Sxr. 2. J.-BctltariJ L, ':!2:l,
DEL-DERECHO DE PROPIEDAD. 807
esclavo .en el matrimonio lo peor domina r lo buello (1), anti-
guo proverbio feudal que fué ciel'to desde los primeros tiempos
del establecimiento de Jos b~rbaros.
Flle tal sin embargo la preponderancia que tomaron los va-
salios, que los ,fiscalini, los ,mas íntim,os entre los s~rvidores do-
mésticos de la casa I'eal,-tuvieron desde Carlomagno el derecho
de unil'se á personas libl',es, sin que la ,condicion de estas sufrie-
se nada por dio: así lo exigia eJ decoro del rey.
De liberis hominibus qlJ,i uxo-res fist'ulinas regiDs, et de ffl-
millis Hbel'Ís qui homines si.r.nilitc.,l' fiscalinos I-egios accipiunt, uf. ..
non <le hereditate parentum, vel.:,Je ,cau~,a .sua qurerenda, nec
<le testimonio pro hac re abjiciantur, sed tajis etiam nobis in
hae causa honor servetur, qualis ·t't aotecesso~'ibus -nostl'i,:S I'cgi-
bl1~ vel .hnperatoribus ~ervatus esse cognoscitur.
Esta especie de benevol~pci.a con q\le Jos capitulares -conside-
rapan el m~trim.onio de perSOD~S libres, e,on Jos fiscalini tenia
un objeto egoista, el aumento de los siervos del rey: porque en
semejantes -uniones el hijo no seguia la coudicion de la madre,
como establecian las leyes romanas en el concubioato. Si DO
intervenian estipulaciones antes del matrimonio entre el señol' y
la persona libre que se unia á ~a que era ,esclava, los hijos
eran esclavos.
l\Iarculf, Form., II, 29. Charta de agllatione si serl'w' ill-
genuam tmhit. Igitl,ll" ego in Dei nomine ute, illa femina_ Om-
llibus non habetur incognitum qnalitel' sel"vus meus nomine iHe
te, absque par,entum vd tua yoluotate, rapto, sce!ere in con-
'jugillm sociavit, rt oh hoc vitre periculum incul'l'ere pctuerat;
sed venientes et mediantes amicis vel J..¡oni~ hominHms eonve-
llit ínter vos, ut si aliqua I)fo,~reatio filiorum orta fuerit ioter
vos in integra iugenuitate permaoeant~ Et .fi voluntaria ser.I'l!m
accipit, dicis: Omnibus non habetul' incognituffi qualitE'r seno
meo llomine iIIo voluntaria secuta es et aceepisti mal'ituffi. Sed
dllm te ipsa et agnatione tua (tus hijos) in meo inclinare potne-
ram servitio, sed pl'opter nomen nomini ct remissionem pecca-
torum meorum propterea, pl'il':sentt'm epistolam in te mihi com-
placuít scl'ibere, ut si "liqua procre.1tio filiol'um aut filiarum io-
tel' ,'05 arta fuerit penitus nec nos nec hercdes nostri, nee quis-
Jibet persona ullo unquam tempofe. in servitio indinare non de-
heamus, sed in integra ingenuitate, tanquam si ah utl'isqlle pa-
rentibus ingenuis fuissent procreati vel nati omni tE'mpol'c vita'
sure permaneant ~ pc.!uliare concesso qllodcumque laborare po-
tuerint, et sub integra ingenuitate super terra Dostra Rut fiHo-
J'um nostl'orurn absque ullo pcr,iudicio de statu ingenuitatis
COl'um comrnanrrc dt'beant, 'ct reditus tente ut mos est, pro io_
gpl)uis, annis singulb desolvaot, tt sempel' in integra ingenui_

(2) TrUst tiu I/l(>hlc 'UlIlIte, ,~H wirsl rlu mein. "ah". dice t'1 adagIO ale-
mano Véase tarnbit'n á Rotharis, L, 2l3,
308 HISTOlHA
tate permaneant tam ¡psi quam et posteritas tIIorum. Si quis
vero, etc.
Ego WilIelmus abba, Santi·Petri.-Notifico hominem nomi-
ne Durandum, qui cum prius liber e58et; quia quandam nos-
tram ancil1am, nomine Dudam, accepit uxorem , vinculo serví ..
tatís apud nos est obligatus, pristinre Jibertatl .euro cum tota
procreatione ínfantium restituisse, ao. t 108.
E! hijo de un lifus y de una persona libre era titus: el hijo
de un litu" y de una persoDa esclava era siervo. Si quis aldire
alienre, id est qu(e de libera "matre nata es!, violentiam feeerit,
companat solidos XL.-Martinus servus et UXOf ejus aneiUa:
isU sunt eorun infantes: Ragambolda filia eorum est ancilla:
Faregams) '\Vielencus, \Vinevoldus sunt liti, quoniam de colona
.funt nati.-Adalbertus mumboratus (recomendado) quorum uxor
et infantes, omnes sunt Sancti-Germani.
Le<z:fam., § 76: .Tus erit si fisgilinus'(/iscalinus} hommo da·
gewardam accepit, ut filii qui iode nascantur, secundum pejo.
rem manum vivant, similiter si dagewardus fisgiliDsffi mulie·
rem accepit.
Por medio de un progl'eso insensible los fiscalinos se eleva~
ron casi al nivel mismo de lo~ hombres libres: su condicion era
aun en ciertos puntos casi preferible. Sin embargo habia siempre
entre ellos y los propietarios de alodios una diferenc:a esencial
y que caracteriza la libertad al mas alto punto: hablo del de-
recho de disponer de lo que poseian y de administrarse por sí
mismos, consecuencia natUl'al de la propiedad libre. La mayor
parte de las nuevas villas que se c~nstl'llyeron próximas á las
antiguas poblaciones, no eran corno la misma palaLra villa Jo
indica, sino antiguos terrenos fiscales a cuyos poseedores el
rey ó el señor concedian privilegios largo tiempo deseados. Y
aqui es donde se encuentran mas losjiscalini.
DRL DERECHO DE PROPIEDA.D. 309

CAPÍTULO VIII.

DE J.05 COLO'NOS, coloni, homine,I' pOlivi, momborati, commendn.tI,


capitales.

Es muy difícil determinar con exactitud la condicion de los


colonos, hombres libres ó descendientes de hombres libres que
se lIaD sometido á la servidumbre aceptando una porcian de
tierra, y la dificultad consiste en la naturaleza misma del asun-
to. La nniformidad en la candicioD de los ciudadanos es una
idea que no puede tener lugar SiDO en una época en qne la so-
ciedad está organizada: pero cuando la conquista todo estaba
confuso y como en el caos. En cuanto á la época feudal, la
ideil_ favOI'ita de los personas ilustradas era la de una inmensa
gel'31'quÍa cuyos grados se multiplicaban al infinito, tenicndo
hasta cierto punto cada individuo un rango distinto y una con-
dirian particular en aquella inmensa escala: no era posible pues
pensar ni en uniformidad en las condiciones ni en igualdad ci-
vil. La igualdad es una idea entei'amente nueva en el pensa-
miento del siglo: es la gloria del código que la ha consagrado.
¿Por qué, pues, nuestras leyes administrath'as han de estar tan
atrasad,as con respecto á las leyes civiles?
Siendo la condicion del colono infinitamente varia en sus
diversas situaciones lo mismo que la dellitus, Ilamándosele co~
lono en todo el Norte y litus en los pueblos del Mediodia, claro
es que en ella se comprendian todas las posiciones intermedia"
entre la esclavitud y la libertad.
Sin embaa-go I uno de los mas euriosos monumentos de la
epoca, la Polyptica de la abadía de San Germao de los Prad(\s,
distingue cuidadosamente los siervos, los liti y los colonos, así
como los mansi, sen'iles, lidiles el ingeuuiles. Esta distincion fun-
dada en la diferencia real de posicion, la creo la mas conveniente
y la adopto aquí: asf, pues, sin ocuparme de cuestiones de nom-
bre, voy á hablar de los hombres libres hechos siervos volunta-
riamente, y de sus descendientes. Los Humaré colonos para dis·
tinguirlos de los liti ó de los siervos de nacimiento.
Dejando á parte la preeminencia que la Po(yptica les concede
¡nSTOBJ.\
considerándolos siempre in~énuos (tr, este género de colonos se
diferenC'iaba, segun mi opinion, de losliti en dos puntos muy lm-
portantes;--Ips colonos no solamente tenian su peculio, sino
tambien otros bienes igualmente propios;-sus cánones ó pen-
sione~ eran generalmente mucho menoreS. Es tambien muy fá-
cil de observar, al pensar en aquella época 1 que la mayol' par-
te de Jos siervos voluntarios habian a'ceptado la esclavitud ó por
librarse del servicio mil"tar ó de la persecucion de los grandes,
ó para obtener alguna lu'te de la tierra; ó para suced€!' en el
precario paterno, en cuya herencia la voluntad del que hacia la
.,,( coo'cesien, era' J¿r sU'prelna ley.
nImser ha conservado sobre este punto un curioso diploma,
del que no podrfa nunca dispensarme de dm' cuenta á mis Jf'cto-
res: dice asÍ.
fI 'Vi/helmus Dei gratia, prrepllsittls, Johannes decanus, too
"tumque capitulum rnajoris ecclesire in Osenbrugge, omnibus
"hoc scriptum JÍltueútibus ret~rnre vitre berttiLudiri~rn:.. prlfsentis
"paginffi ,attestationc taOl fut'tll',is quam ptresentib'u's· notifica'rnus
Jlql1od, cum domus nostnl in VOl'enholte vacaret, dominus H{'r~
»nlanrius de Yechte el' Baldewinus, pr<epositus in' Batbei'gen
"cOIlcanonici nostri: prrefatre domus obedentiarii et custbdes,
>lnon stli ipsius specfalem sed nostl'um omniull1 cornmupeíii pl'O-
ofcctllm qurel'entes, in manús aJicujcts a noois álien'j (de un hbm~
"hre libre) dietam domum- in VOl'enholte' ad' ctirtds' annos si cut po~
"terant' non Jocarullt, sed earri nostl'o ~omiIio et v'e['bo' í1ccédente.
\ P esselii dt'fallet; 1u; enm quo'ndam excolebat ji"i;ori filio, Pre~
l><kricv nomine porrexit; ita ¡'idelic.et .. ut didus P; qui' 111m (l1it
"liber, a libertale recedens .'~erf'ilemque eligendo cOlldilionem .fit
"amodo !¡tus (colono) el proprlUJ donills in r orellkolte. Et III idelll
)¡P. et pueri mi, si quos flrtas,vis /wbuerft el.pueri legitim; post
"pueros, slIcr.es.dllt illi domlJi eorlem jW'e pertinente, ipsnm <10-
"mum perpetuo e:r:eotant, pell,ritationes.follllGS anllllatim el/m de-
"bitis sel'f'ltiis perso{¡'elldo~ Si antern' pnCíatus :F. ante'qWlm uxo-
])rem dúxerit I'egitimam morte prwventu,s fué'rit). fl'afflr suus
»l\feynardlls in eodem jure et domo exeoJanda succedat eidem,
updas tamen ah alteríus dominio exemptus el liberatrls. Si vero
»post eontracturn matrimonium ídem F~ mortuus fllerit absque
"herede, uxor rjus legitima ad dOfJ7um perlinen.r habebit usum
ufrnctum in bdnis' f't post ~ort{'m- ejus bon'a libera reqiblfnt ad
,,}<~ccJesiam, nec quidrjuam juris in smpedlcta domo Yorc'nholte
"atii pueri Wess'elii pru'mortui sibi' usurpabunt."

(I~ Pol,IJptica. p. 117. Coloni vero flui ipsllm inhabitant vlllam Ha


811huc sunL illgcoui, sieut¡ fuerunt lcmporibus s¡lTlcli (~{'I'HlaIJi. qUtl !"nus
nulli horuinmfl ;¡ul vi ;mt, \'olrmlaric sine prreccpto tltibatis Illlt ;¡reistr.rii
alíquod exhitJf'ant scrviliutn. Níllh i/Jsllm "Ior/um san('lus fontulil- Gcrrna-
I/US ad luminaria eccle"j;p. ¡¡aodID crucis, sallc/ique Stephuni,l¡uatenu!Oom-
¡¡¡Lus lIullis. pcrsoll'ilDl lliJ iP.'i<1lIl et'c!csiam VIII sextarios o/ei aut XXU cerre
librl:ls. La PO/'!lptiUI Ik 8an lJertin lo~ IIlltlli) siempre iJlgénuos.
:bIt DERECH'O n'F.' PBOPTEDÁD. 311
Muy ¡}ronto no's ocuparemos de las" cargas á qUé- estaban
obligados los colonos para con Sll.~' seúores. En cuanto á los hfe~
hes propios de I"os colonos, ,la Po(rp'tica; los menciona continua-
mente) y sobre esto no' puede haber ningunos duda. :
Estos b'cnes no' eran tiII simple peculio como- el qüe podian
bmel" los, tUi y los siel'vos ,peculio sometido á todos los capri-
" chos' del' patrono J campos: gravados con tódas las· cárgas que
,pluguieso, al señm', imponf-'l": eran por el contrario' bienés exet;l~
tos de toda carga como los que podia poseet un, ingénno, (t j: ellos
eran el germen del principio que ha dominado en la edad me-
dia: que todos log contratos fendales son reales y deben con-
siderarse como los f¡'utos de la tierra concedida, príncipio que ha
destruido la servidumbre (·.onfundiéndola con la esclavit.ud.
El Polyptico distingue minuciosamente el origen de estas pro·
piedades, segun son bienes adquiridos (2) Ó bienes heredita-
rios (3). Así á medida que la clase de hombres libres disminuía,
se aumentaba la capacidad de los ,colonos, y se les admitia á la
sucesioll de sus parientes (4).
¿ Y cuál era el derecho de los señ9res sobre los bienes que
el colono dejaba á su muerte? Esta es pret'isamente una de las
diferencias mas notables entre los colonos v los siervos.
El señor se hacia dueño á la muerte de( siervo de todas sus
t'conomías tan afanosamente alcanzadas (5), ó al menos tomaba
la mayor parte. Perlatum qUOfjUC est ad sanClam synodum , dice
Reg¡noo, qllod laici improbe agant contra presbJ"leros SilOS, ila
fll de mon'cntlum preJ"~yle,orl1ln slIbstanlia parles sibi l'illdicent
sicut de servis propriis.
Pero la ley de la con cesio n ó del precario determinaba ge:-
neréllmente la sucesion del colono, segun lo atestigua el curioso
diploma de l\fceser que acabo de transcribir, y algunos pasa-
Jes del Po['yptico. Donationem quam fecit Milo, in pago Dorcas~
sirio, in villa Erotcanti .•.••• Tl'uet nunc ram fllius ejus }[aime~
riel/s, qui per caltam 1llunboratiollem Sal!cti-Gt~rmalli habel, el
(('Ilenl cam ira/res ejllo\' simu[ cwn illo, qll; flOIl sUflt Sancti-Ger~
lIIani; sed Haimul/l¡ infanf("~' sunt Sancli·Gerl.'lfiUi , ,fO/Pl/llt i¡¡w
di' dcnario,f X11 ad /ffmil1arfa. Solamente estaban obliglldos
los colonos á pagar cierto cánon en cada mudanza de dueiw, CO~
(1) Polyptica, p. 10fl. Terram <.,uam Ermengurius coloous Sanc!i-
Germüni conquisivit i.n P"~O Carnotillo ..... Irnent nuIÍi: (lam Agnrdus et Ala-
ricius nepotes ('jus et nihil inde faciunl.
(~) lb id . • p. 12ii. Et :'lIJlf,'l islam terl'llTll l'OllfNl.raVerunl dc lihrra
polestate de terra arahili bunll:nia JV. Et ret'epit (ierradns. de eItl,<11ll'il
pot('~tllle (le t('rra IIrahili hnnuari3 Y. qllOs ip5l ,'(';ndidcfunl.
(il) lbltl .• p. 210. El hahent (/lay) ¡oter ErweIwldulIl et n¡~ndri(,lIm pt
Petnlln d Eodimiam, de hrreililatc bllIlullria XJl,-ArlriclIs ('!HU ¡¡¡lis su¡~
herctlilJ1ls habeot de "ropl'ietafc jornalf's VIII.
(.l) lbid., JI, 212. Er\enlells colonus ..... bah I't undam 1 de !,erra arahili
habcnlem butlullriülria, quin de hereditate pro:timorum suorurn ei iIllle ..
reditale successit.
(5) Cap. tan, 803, De lege. Rip, 1 S1.
312 HlSTORl!.

mo tácito reconocimiento del señorío directo que existió igual-


mente despl1es eu la época feudal bajo el nombre de rellif.
La condicían de los colonos era vor lo tanto mejor que Ja
de los pequeños propietarios alodiales; estaban exentos de las
cargas de la guerra á que Jos hombres libres estaban obligados,
y en cuanto á garantias legales nada tenia que envidiar el colo-
no que tenia por jueces iguales suyos, al hombre libre que era
juzgado eDla asamblea del can ton. Era mny preferible tener al
conde por señor á tenerle por juez.
DEL DERECHO DE. PROPIEDAD. 313

CAPiTULO IX.

CA.RGAS DE LOS HOMBRE:i LIBRES (1).

_ESTABAN los colonos en efecto sujetos al cánon ó pensiou y á


Jos servicios personales para con su señor: pero una rápida ojea-
da sobre las cargas que sufrian los hombres libres, manifestará
que las O'lfVeaS impuestas al colono DO eran tal vez mas penosas
fIue los strvicios á que estaba obligado el pequeño propietario
alodial, .
Al principio de lá conquista la persona y bienes de los fran-
cos aparecían libres de toda pensioo ó carga pecuniaria (2). El
censo era el sello de la servidumbl'e de la tierra (3), Y la capi-
tacion solo tenia lugar en los romanos tributarios ~4); pero á pe-
sar de la e:x:encion de todó impuesto no gozaban de una comple-
ta inmunidad, y las cargas á que estaba sujeto 1'.1 hombre libre
se fueron haciendo cada día mas pesadas~
Dejando á un lado el servicio militar que era preciso hacerlo
cada uno á sus propias espensas, y que era por sí solo suficiente
para arruinar al pequeño propietario, era preciso alojar al rey y
su comitiva, alimentarlos á ellos y sus caballos, y dar ademas
Jos bagajes necesarios para su transporte.
U na fórmula de Mareulf enumera detalladameDte las obliga-
ciones de aquellos á quienes se habia dil'igido una carta de alo-
jamiento (traclator;a) , dice así: "lile res omnibus agentibus. Dum .
»el nos in Dei nomine apostolico viro ilIo nec non et ¡n lustre yj-

{t} Winspeare, StOTia deyli abusi (eudali. p. 191 Y·sig.LUuratori, An·


tjr,hita. dis. 19.
(2) MonlesQuieu, Bspíl'it" de las leyes. liLJ. XXX, tO.-i\lably, (lbs.
$obre 'ft
hi!loria de };rancia. lib. 1, e. 2.
(3) .\IontesquiclI, Espíritu de la lB!lC,', XXX, t5.-BalulÍo, Capil. I.
:1.6.
(4) T.tx Salica, tít. 43, §. 7.
40
RTSTORU,
~rn iIIo partibus iIIis legationís {'ausa dixedmug, idéo jubemns
»ut (ocis convenientibus eisdem a vobis evectío simul et huma~
»nitas (el alimento) miuistretm', hoe est vet'edos sive paraveredos,
JJpane uitido modios tantos, vino modios tantos, cerevisa (cerl'e-
lOza) modios tantos, lardo libras tantas, carne libras tantas, por-
"eos tantos, porcellos tantos, verviccs tantos, agnellos tantos,
})aucas tantas, fasianos tantos, !=lUllos tantos, ova tanta, oleo
,.libras tantas, garo .libras ~an.tqs, m~~Je tantas, aceto tantas,
JJcyrnino libras tantas, pipere tantas, costo tantas, gariofile tan-
»tas, s¡Jico tantas, cinamo tantas, granomastice libras tantas,
J)dactylas tantas, pistacias tantas, amandolas tantas, cere05 Ji":'
lIbrares tantos, cas~o libras tantas, so lis tantas, olel'a, legumi-
}Jna, ligna carra tant.a" faculas t,allta,s, item,que victum ud caba-
"lIos eorum, frebo· ca'rra tánta',' s'úffus'o modios! tn'ntos. Hrec om~
»nia diebus singulis tam ad ambulandum quam ad nos in Dei
»nomine revertendo unusquisque vestrum per loca consuetudi-
»naria eisdem ministrare et adimplere procuretis, qualiter n{'c
-moram habeant, nec injuriam perferant, si gratiam nostralll
;¡optatís habere (t).l> Esta obligacion estaba tomada de la leg.is-
'lacLJlI ró'mana eri, los últimos tiempos del imPério (2) •. ' '
. En tiem'po de· Catlomagno el, diezmo gl'avó: direetamente- la
propiedad (3), y.el impuest<> destinado á hacer frente' á los gas-
tos· oe I"a guel'ra, se hizo permanente (4)":: las cOrveas públicas
se· hicil'l'un cada- vez ·mas gl'avosas~· y eran los hcirribres libres· los
que estaban obligados á entretener de su cuenta los puentes· y
los ·caminos . , Los: condps ·no pe'rdian geasian ningQna de ·exagé-
'ral' en provecho suyo lBS cargas·· públicas·, y el p,,¡;eceptltm pro
l1úpanú' pirita la {!0I1dicion de los ingénuQs· bajo muy triste
.,pecto(ó).· .

(1) Las cantiliadcs de estas prestaciones .cstabo1n calculadas~ segun la im-


"portnncia de la. persona, Cap. IV, 73. De rlispcnsll missorum nostrorum
qílalilcr. unicuiquejuxta suamqualitalcm dllOdurn vel nccipiendulil sit, vi-
'delieef, rpiscop(j panes Xl.. , frisklngm UI (cochinillo de leche). de potu modii
TII, pórcellus unus, pu!li Ires, ova XV .. annona.ar!·rnballos modi! IV: •.Abbll-
ti ('omití nttluq.- ministeriaU n¡)glro unicuiqu! dentur (Iuotidic: panes XXX.
frisl.illgre 11. de potu lIlodii 11, porcellus unus, plIlli tres, ova XV., IlnDO-
n!!. lld l"abaJlo~ modii IJI. Vllssallo 1l0stro ptmes XVII, ftisklnga 1, porccllus
1, dc'pot"rl moiliu~ 1:; pulli JI, oY,1 X. IIÍlnona ad caballos modii 11.
(2) C. Tb .• de l'ractoriis et Stativis. tujac. CId lcg. 13. de Cur,m pubfi-
CI), lib. XfI. Codkis. '
(iJ)" Winspearc. nola 74.t. Thomassill, de lJeneficiis, p:lI'l. 111", lib. J,
e. ,i.: ~,Tur,1tori. dis. 36.
(i) Caro Jl. ley. Lr-,nrr. 128. TTt, non per aliqu310 oc("aslonrm nce pro
w:lf"ta, IH~C de SC,1f:t. mc de warda, nre pro hrrih{'rgarc, nee pro aUo hanno
h"rih¡¡nnum com"s·etarlnre ImeSllmat. nisi mis!lus·nOs(er prius herihannurn
11ft parlefll nostrtlm rcdpiat, el ci sualll lerti¡¡rn parte," cxiride prr jllssioflt'm
noslrarn done!. Ip:mm )'el'o heribannuHI non eXlIr.tetnr !H'Qlle iJl (rrris, ne~
que 1113ndpiis, sed in auro el argento. pnnnis alr¡ne armis el nnililnlibu9' at-
:que penullbus·, sTv" lalibús sprciebm qUID o'I.d utililatcm pertinenl.
15) Pnl'::ep. pro I1i,'pull. Sicul ccu'ri liberi hOIJ¡incs cum comite suo in
exercilum ¡Jergant ~t in marcha Rostra juxlil ra!lonabilcm ejusdem cornltis
31.5
En la anarquía que dominaba en los ultimí1s reinados caro-
lingios ,. los .condes apodet'a¡)os . de la' fuerza pública ,abusaron
estra'Jrdinariamente, de su poder- parared,uck á .Ios hombres li-
bres á UDa condicion al menos tan' rniserabJ'e como las "de los
colonos. Se apoderaron d'e las aduanas (1), de lbs portazghs (2),
molinos, pastos, aun 1:Is pertenecientes á dehesas hasta enton-
ces comunes (3): todo en fin lo que podia servir al comercio, á la
agricultura (¡ á la industria, en sus avarientas manos todo quedó
de repente monopolizado: .Y era preciso pagar p()r todo y para to-
do (4). Los dones (:i) g\'atuitos que en otros tiempos se ofrecian al
rey, IOJ llamaron á sí y hicieron de ellos uo cánon habitual. Obli-
gaban á los habitant~s del condado no solo á hacer las con ea s
públicas, sino á sembral', cultivar y recojer para el señal' (6). El
hombre libre era pues de tan miserable conc1icion COIUO l'1
rolooo, con la únÍra diferencia de que aquel se quejaba sin
cesa!' de su miseria (7).
En una palabra, todas las vejaciones que hacto horl'orosa la
sola palabra feudalismo, eran mucho mas pesadas en aquella épo-
ca de conyulsiones que precedió al renacimiento de las sociedades

ordinationem alque tldmonilionem explGrationes et excubias, quod usilalo


vocabulo 1t'acta,~ dicunt, facere non negligant, el miss¡s noslris, aut fílii
nosLri quos pro rerum opportullilale iIIa~ in partes miserimus aut legntis qui
de partibus Hispanire ad nos!ras missi fuerint poralas faciant, el ad sulln-n-
tiones c~'rum vcr('dos doncnt. Alius vero ef'nsus ab eis neque a comite neque
a junioribus et minislcrilllibus ejus exigalur. .
(t) Teloneum. llaluzio, t. l. p. 175 á la 402.- Winspenre, nMa 615.
(2) llueangc, V. )'OI'iTATICL'M. POllTJ.TlCUM. BOTATICU!!, CESl'lHT1Cl'S,
l)ULVERATI('US, RIPATICUM.
(3) Ducangc, Y. EnUTlCUM, ESCATICUM. PASCIO, GLANDATICUM, P ..u-
CUATICt:S, SALATICUS.
(i) ,"Vinspeul'e ba formado uo gran catálogo de abusos feudales. Esta es-
pantosll.enumeracion tiene mas de 60 pá¡doas en S.". p. 151 á la 213.
(5) Wimpeare, no la 6In.-Curol. llIagn. lego Long. 121. Alldivimu~
flnod juniores eomilum ve! aUqui ministri reipulllicre, si ve eti(lm nonnll1Ji
fortiorcs vassi ('omitum, a.liquam rerlhibHioncTll, ve! coHectiones, quidam
per paslUm, quidam etinm sine posta. quas; dcprecaodo a po pulo exigere
soleant. Similitcr quoque opera, collectiones frll!mm, arare. seminare. run-
rare. carrurare vel c('tera bis simUia a popula pcr easllem "el alias machina-
liones exi¡:erc consueverunl,llOn lanlum ab eedesiaslicis, sC'1 a reliquo po-
pulo exigrbant. Qure omnia nobis /lb oTlm; Imputo juste movenuil essc yitlen-
tur. Quiil in Quibusdam laeis in lanlurn iode populus oppn'ssus est, nt mul-
ti rerre non ,'alentes, per fugam [1 dominis vel a palronis ~'lis Illpsi sunt, et
terne ips:c in solitndinem redaclm sunt. l'olt'ntiorihus autrm vel ditioribus
ex sllonlanca !:)fuell 'Vo!untale vel mutua dilceUonc volentillus sollltia flrresla~
re inviccm minime prohibenms. Véase la carla tlel mismo principe á Mu-
ratori.
(6) Ludov. 1I. 1. 32. Ut Iiucri homifles nullum obsefJuium comitibus fa-
riant nec vicariis, ncqne in ,,¡lslo, IlNlue in IlIrssc¡ nctlllc in ara/ura, llNlue
in vinea, el conjel'lum vel rcsiduuJO non solvant. exceplis ariballn3loribus
ve! missaliri~ qlli ICI:mlioncm dllcunL
(7) Guid. Imp .• L 3. NClllo comrs neque loco f'jl1s positus. neque srulda-
sius ab arimallnis ~lIis aliquirl W'r viro ('xigal. prretcr qllod conslilutuUl legi-
bus es!. Sed neque pro sua Ibrluna in maIlsione arimanni se opplicet. au'
placilum trncal, lIut aliquam violcntiam facial.
3t6 HISTORLl

modernas: el feudalismo que tan odioso nos parece, rué, sin em-
bargo, comparado con los tiempos que le precedieron, una época
de ol'ganizacion que regularizó abusos espantosos. Así lo pro·
curaré demostrar en el próximo libro, si el lector tiene el ánimo
suficiente para continuar en este árido estudio.
DEL DERECHO DE PROPIEDAD. a17

CAPÍTULO X.

CARGAS DE 1,05 COLONOS.

N O entraré en la enumeracion de las cargas de la esclavitud.


Su número, su crueldad y hasta su nombre variaban en cada
pais y casi hasta en cada cantono Procuraré solamente, tomaDdo
por guia el Polyptico de lrminon, dar una idea de la condicioH
agrícola de los siervos de San German. La condicioIl de los
siervos no se diferenciaba de una manera notable en EurOlla.
Por valiados y arbitrarios que fueran los servicios que se
exigian á los colon:1s, habia en ellos una especie de fondo co-
mun de servidumbre, que bajo diferentes nombres era igual
en todos los pueblos dfl la raza germana.
En el Polyptico se enumeran las pensiones pagaderas en plata
ó en fl'utos y servicios corporales. Las primeras eran general-
mente las que se exigían a los colonos, á los poseedores de los
mansi ingenuiles; Los segundos se exigian con mas dureza de los
siervos y de los cultivadores de los mansi serviles.
Entre las pensiones en plata habia: l. o el tributo personol
(capaticum) (1), y era el signo representativo del colo Dado (:?).
Este impuesto se elevaba ordinariamente á cuatro dineros y se
pagaba en pinta (a).
2." El OJI (4) era el impuesto que pagaba el coloLo cuando

(t) Capitale I capitalitiu'ln. eapitagium, colonilium. GrimDl. D. 1:.


Á •• p. 383.
(2) Duo manclllia mea in Dei amare IiberlaLe donavi ea lamen ralione ut
annis singulis ad cellnlll Rnlpoti. .... In ceosu IV denarios solvnnt (n. 836.)
Grimm, p. 383.-l'olypt., p. 69. Tempore Alberici nbbatis scnis, venll
qmedam mulier, nomine loga I nobilis, qui se tradidit Sancto-Germano,
omni ~nno solvendo IV denarios (an. 990).-Mnrculr, append., rorrn. 2. lbi~ .•.
¡J. 130, n. ~9.-Los Hti pagaban lambien una pension (titimonimn) dclllllS-
1110 valor.
(a) Rslable!'imicntos de San LUIs. L 81.-Pol!/pt., p. 69. tt5. 1:Ji.
(4) ."iuft'lIl!t n¡l flOr/cm es la esprrsion que emplea COIll-itlllltelllcnle el I'u-
318 HISTORIA
no era incorporado al ejército (1). Este impuesto se pagaba al-
gUDns veces en fruto:) ó en ganado5, en carnero" (2) Ó en bue-
yes (3) por ejemplo. Cuando se pagaba en dinero, la suma era
bastante fuerte, dos ó cuatro sueldos (4).
3. o El arrendamiento de la tierra que se pagaba alguna3 veces
en dinero (5), pero por Jo general en ganados ó con servicios
corporales (6).

lypHeo. Sin embargo en la página 214 le llama hairbannum. Ducallge, V.


AD HOSTEM. JlOST!LITICM y IlAtnBANNIlM.
(1) Polypt. de Sün ~Iauro \(iuerard, p. 28.t). So[vunt vestiti mansi hail'-
b.1llnum pro duobu~ hovibus solidos XX. pro amne redimendo de hoste
solidos IIJ.
(2) Polypt .• p. 97. Solvunt ad bastem multones JI.
(3) Dreviarillm rerum fiscalium Caroli llIagni. (Guerard. p. 2!18). Dant,
inler tIuos in hoste hovem, id est quaOflo in hostem non pergunt, equitat
quocurnque ¡!Ji prrecilJitur.-Polypt. de San Mauro (Guerard, p. 285). Sol-
vit unusquique de hostilcso, id est pro bove solidos 11.'
(J.) Polypt., p. 38. 132.
(5) Polypt .• p. 60. IstLduo teoen! alium mansum in cen~o, habent~m
de !erra arabili bunuaria XIII, de vinea aripennos VI. de prá.to aripenrlos
VI. Jnde solvunt solidos V e[ denarios IV. J . ,', ,.

{6) Polypt •• p. 132 . .Brex6 de Buxido. Isti tres manen! io Cumbis. Te-
nrnt rnansurn in~ellu.i!em 1, habentern de terrp arabili b!lDuarill XVIl, de
prato arlpf'nIlOS IV, de ,eondJis (ma«eras cortadas) bUtluaria 1I. Solvunt
ad bost<,rn. omai anno. solidos IJ {, de Iignaricia denarios IV, de t.'apite SilO
denarios JV, de spelta, omnes ,qui aliquid de ipso lHanso tenen!. el in¡¡:cnui
ruerint, modios 11, el de uno quoqlIe roeo de ~·i\'(1. (lno()nil dimidium modinm.
et .inler lotos qui ipSUfU l!It1nsurn ,'encnl, ílscitulos G.; sdnúolas tolideIll,
úovas XII, circulos VI et I,ImlS(lulsqlle In [mUos, OHI X. Arant ad hi!Jrrna-
t¡rllm perticlIs IV el lI.d tramisum IV, ad prosrrndcnrlllm IV. el per unam-
qualllque sationem curvadas 111 el. quarlam c1 qúintam film pime potu. l~t et
¡¡n ando curvad"s non faciunt in unaqunqlle ebdoml:lda 111 dies opcranfUr c1Im
manu; f't quando curvadas fIlCj¡,nI~, nullum rlicm operanlur Ild OflUS domi-
nicum, nisi SlImmll necessitas evenerit. Et c1amlllllt. de !uniui pertic<l'rn 1,
in curte dominica el dalldunt ad messes perlicas VIIJ. ,Faciunt rarropera
propter ,jnuIO il} Ande¡::-ave cu~ duohus animaliblJs de manso,· el dli{lunt
illud usque ,Id Sonane \'i,llao.l. Et in madium mcnse facit rarr,opcraru Parisiu.;
cum asciculas. similiter rum rluobus Ilnimalibus. ' ., .
. Polypt., p. 2'1.0. Sunt mnnsi Inl!enuiles 'T..XX absque rriinisterialiblls et
p;¡ravere¡Jariis. per roeos vera "XC. SolVLlllt·ud hastem. ornni IInno. aul boves
VIII autwlidos '(',:lXX: mulLnncs CIII. <.I~ vino morJjos,CXXXI~I. de Sil;'''
/lona modios VI. ¡JUlios c.:Cr.Xy, ova hlCCCCJ.X; pullos regales tXX abs-
'lue o'(is. de lignaricia sl>lidos XXVI el /Ienarios VIII. Ad 'lprtiuJIl annum
solvunt oviclIlos de uno Il"no LXX, item ad !el1iüm annum 'totidern leares
valenlem unumquemquc denarios IV; el soJrunt semper ad (crHum an-
Hum seindolas lIl1\W, si vero datur cis silva VJlU.
Sunt ihi H10nsi serHlfum X, per roco~ vero XX.
Sunt itJi Hlonsi paravcradorum VI. lsti solvun! de (lnoomt modios X el
denarios X.
Sunl ihi aljj [/la mi il1f.\{,lll,)i1e~, qui hOn soh'unt hosLiliciurn sc,~ c8rnati~
rllm V.tlf. pcr roeosXIr. S,)lvun! 1111 ho¡;lelli multolles VIII, pullos XXXVI,
ova C:LXXX,. .
Sunt ibi rnansi i!l¡;enuilrs UI qui racjunt vinrilS el solvunt in p¡¡scione de
tino lIJodios VI.
Pol!/pt., p. (), p. 22 Y p. 110. F:lroardus ..... súlvit ¡nde llll ho..,lem soli··
durn J, et prHPler manopera similjler, V modios de sprl!a, Jlu!lf)S JlI ¡'UITI
(Jvis; e~ .iJrat veniros Vf) ad unamquamq~e satiollem.
DEL DEB,1i:CRO DE l'R01'IKUAD. 319
4;0 Elderecho que pagaban por pastar ,tls ganados ,en la~'
dehesas del señor, y hacer leña en sus bosques, dere.cho que
unas veces se pagaba en ganados y otras en dinero (t).
~n .cll:apto a los servicios corpora.les" ,los h~y de dos es-
~- .' .
1 ~Q Servidos militares, como la guardia
' ...
y la ronda (wacú,
",arda) (2) y 'algunas veces aun el servicio á caballo (3). Estos
sel'vicici~. ~~cjl!-~ ~uy .parecida la condicion d,~1 fi~calino Ó 'd.e' co·
IODO con la del vasallo libre... .' . . .
2.° Servicios agrícolas, el carretear (canóperce), la mano
de obra (manoperal) (4), las eorveas (cul"'adce) (5), Y el tra-
bajo en el monte (caplim) (6). Todas estas carpas se imponiao
indiferentemente á los esclavos, á los colonos y aun á los hom M

bres libres (7) que tenian algun precal'io Ó beneficio con obli-
gacion de pagur un cánon ¡ in beneJicium et censum. ta úni·
ca diferencia era que todas ellas eran arbitrarias con respec-
to al cscla'vo, mientras que las corveas del colono ó del hom-
bre libre eran generalmente mas tolerables, y eran fijas y
determinadas por la ley de la concesion (8) 1 sin que sin em~

(1) Polypt. I p. 3S. Solvit ad tcrtium annuUl propter herbaticuln germnia


1 (una oveja nueva). de ,'ino in pasdone modios IJI, de lignar·jcia dena-
rios IV. El hcrllU~ic!tm se pagaba siempre (~on una ovrja, al paso que la
lignaricia se pagaba ('llsi siempre en dinero.
(2) Po/ypt., p. 212, n. 30, p. 337, n. 79 bi,~.-Pol.l/pt. de San Mauro,
n. 10 (G,~nrllrd, p. 286). lJehct mnnsionem et curtem custodire et slahulum
..'urare, et f;lcere Ijuidquid opus est.-EI pago de una prnsion sustituye alguM
nas veces e!tte servicio. Sunt ibl foei inler ingenuiles et lidiles 123 qui soh'unt
de ~peUa modios 123 propter wnclam, 50lvuot de axieulo ínter ingenuorurn
el lidorum et servorum mansos 800, de scindulis similiter. absque ministc-
rialibus.
(3) Equitat quocumque illi prreripitur, Guerard, p. 298, n. 5. Goldas!.
rorm. 78.
(4) Polyp., p. 6, 22, 2.~ Y U-9, n. 105, Solianus el Amingus ¡nter ulros-
{Iue prosoh'uot mallsum 1 servilem tle IlInnibus suis; et de uno quüque carra
quamlo carropera noo faciuo!, exeunt solido~ III.
{S} Polyp •• p. 228. Facit in uoaquaque ebdornada curmndam I cum
qtlanlis anilllaHlms habuel'it. quantuIIl ad lI03m rarrucam Ilertinet Jara! ad
bjbernalicum verticils lB, ad trami~um perticiI!; 111, et fari! ad unamquam-
que ~alil)nem eurvadas Ill, abbatilem, pTa'posililem. et judiciah·m. Polyp.,
p. 91. In ullaquaque saliooe f,ldt CUI"vandam I el alleram CUrIl pan e el (.otu.
PnfllJll. de San .llouro, TI. 10. Curo fr('eriot rúrIJarlas in mrnse marlio t1f!-
bent babrre pilnem et Iigulllen el. s;cernm. iliense maio panem et r,ilSl!lIll1,
mcnse octobrio I);¡nem el vinum si rsse (lotesl. Acrrca de los IIt'1aHes de estas
clln'eas véase ell'ol.IJpt., p. 384- {manumision de 10$ siervo$ de Yillm"IUt'va
San Jorge}, y p. 389 (manumisio!l de los siervos de Thiais). Goldllst, rOl!u.
59, {H Y 76.
(6) (;uerard, V. CAI'LlM.
(7) Daluzio, 11, 1452.
(S) Pol1/pt., p. 1:12. El colono ¡('nia ordinllriamente tres dias Ilarn si, ano
en la mas triste fllll"lidon: Arant tul hiberullticllm pertic'15 IV et ad trami-
sumlV "IlII)rO~cend(,lIdum IV eL per unamqllamque Sllliont,tn curvadas 111
el qu,Hlam el qllintilTII. cum valle d potu. Et quando rurv,'ltllls non furiUIII.
in unllqual¡ue ehdnmada 111 tlit's opl'rillllur l'1I111 m.HlU; el qu,llldo rlll\'admi
facillul. nulllJm diern operalltlll" ad opus dOlllinicum, ni.:)! humilla Ilrcl'¡..sifas
tVeneril. El c1audunt de tunini pertieam I in turte dominica, el claudunl a1
320 JIlSTOBJA.
bargo Be pueda afirmar nada en este punto resuelta y. politi-
va mente.

meses perlieas VIII. Faciunt carropera propter vinum in Andegavo cum duo-
bus animalibus de manso et dllcllnl i11l1d usqlle ad Sonane villam. El in ma-
dium mense raci! carropera Parisius cum asciculos. similiter cum duobus
animalibus.lbid.,p.á7,p.150.p.62.P·63,p.67. p.lát,179.183, 185.
208. La ley de los bávaros determinaba los servicios y las pensiones que de-
hilln los colonos de la iglesia tan exactamente como podia determinarse en unll
carla de la edad media, líl.1 J c. ti. (Canciani,n. 362.) Lex Alam., tit2j,
DEL nEIlECHO DVo PROPIEI>Al,.

CAPÍTULO XI.

CONCLUSJO' •

fJA1HENDO espuesto sencillamente v con la claridad que me


ha sido posible l'l impresion que me~ ha causado la lectura de
las crónicas y de los monumentos de aquella triste época, fácil
habrá sido á mis lectores observar de qué manera el abatimien~
to general de los pequeños propietarios y la mejoría progresiva
en la posieion de los colonos llegaron á confundir en una sola
ambas condiciones.
Detel'minando la tierra la condicíon de las personas y su-:
friendo PO la po~esion el hombre recomendado las mismas cargas
que el tifus" la posicion de los peqUl'llOS beneficiarios se asimiló
fácilmente á la d'e los colonos (1). I.ibres y 'no libl'es, como
cultivadores, se asemejaban en mas de una cil'cunstancin: ni los
unos ni los otros tenia u la plena propiedad de la tierra que clll-"
tivaban; ambos pagaban un censo en reconocimiento rle depen-
dencia del señor directo (2): no tenian unos ni otros la liber-
tad política que correspondia solamente á los propietarios de alo·
dios, miembros por este título de la asamblea df'1 eanton. ))f'
los servirios á las ('orveas, del censo á pensiones aun mas
gravosas,]a violencia produjo fá('i1m~nte]a transicion , y el nít-
mero de los colonos se aumentó considerablemente.
Pero este mismo aumento preparó en la propiedad una re-
volucion nueva que.trastornó el régimen feudal. Mientras que la
asociacíon germana, la union de los hombres libres en el cantan
se debilitaba y desapareeia de dia eu dia, se formaba á la som-
bra de los conventos ó del poder señorial una sociedad nueva
que se multiplicaba silenciosamerfte en la tierra fecundada con
sus manos, y que sacaba toda 5ll fuel'za del aniquilamiento
mismo de las clases libres.
Como co!onos fueron, los ([ue antes eran libres, adquiriendo
de generacion en generarion uel'cchos sagrados sobre la ticna

;Ilti Chanlercau Lerebvre, Tratado de tos feudos, p. 152 Y¡ig.


Golda.st, formo '78.
o ~I
~2~ lJIS1'ORu'
qu~ ~ul1iYt.ibau eu pf(}vecho dt st'uores tan orgullosas, cumo in ..
¡1olentes. A medida que la tormenta social fué aplacándose, sus
Jerechos tomaron mayor consistencia, y al fin fué preciso res..
petar la union y la herencia de aquellos villanos que con su su·
dor habian prescrito en su favor la tierra que cultivaban. PÓ-
dero50s los cnlonos por su número tuvieron necesidad las leyes
de gal'antil'les aquella propiedad qu~_ epos IInmaban suya, pero
::;in ninguna se¡!,uridad. La Iglesia fué la primera que benévola
y agradecida á los fieles que la habian defendido contl'8la rapa-
eidad de sus señores, organizó poderosamente sus dominios y
dio á cada colono, que no podia ser juzgado sino por sus igua-
les y,que podia disponer de' sus hieDes entre los de su mismo
señorío, derechos menores sin duda que los del hombre libre pe..
ro mucho mejol' garantidos.
l,as costumbres sancionadas por BUl'chard, obispo de WOl'IIlS,
las mas antiguas, conf'cidas (1) ~aniqe~~al? I~ f~y~rable ~on4icibn
de 103' COIr,¡;lOS _de San Pedro, posicion que es indispensable', es~'
tudi~r, ~¡"s~' qú'ic¡:e 'comp'l'ender fa r~volllcion Ae
las' ciudades
del sigl{)'41', revolucion que no fBé súbi'ta como' algunos creen,
sino"el resultado'y la consagracion de nn movjmi~nto' sordnmen-
te. ccniimzado y contÍnuado con ¡nfatigable persevef~[}(~la en los
dos siglos p'recedentes:' '.1 I
'J,"

El trabajo reconquistó lo que la violencia habia usurpado.


Los pequeños pl'Opietarjos se habian visto obpgados á reduGir-
se á la condicio'n de: colonos; pero luego Jos colonos Se: hiCíe ..
ron propietarios', y una vez dueños d~ la tierra: reclamar~,1l las
garaptías políticas: la propiedad no. e'I'8 mas que un precariQ á
la merced de aquellos qu'e tenia'o el' podé!- en sus man~s. :
Esta revolucion, obra l~nta di! la paciencia y del tie~po,
es la, que nosotros vamos á ,comenzar á estud¡ar',

r,) lJurchardi episc~pi, leyes et s~at¡da (amilim Sancti.. Pelri pr~srr¡p-


111; fJe incluido en d apéndice estas curiosas costumbres; son muy pu~o co-
uncidas'en Franci;j !I(JI' 110 flalter ,~¡do p'lIb!ieadas lilas que dos VCl'es en dos:
obras Jnuy plJ~O conoc1dits, la lllsl'oria del Ubispado dr ~VQrm,~. por' Schlln-
naf. y ('1 .''¡pidleyillm (lfJcle.~huticmn, de Lunig; en el prÓlimo yo!umen in ..
dllirJ' 1M primera" (~oilumbré~ th~ Slrashll\lrg lüu alJliguas y no menos e'l-
l'jtlSI1S, ' ' , ,

Fli),

"
re

APPENDIX.·

DAllOS a([ui un estraclo del quinto libro de la inte""'''lIh:


obra Oc Salvien • de (;ubernalio,,, De·;. Este libro. escrito
,m el momento mismo de la invasion • nos manifiesta el
secreto de la fuerza de los bárbaros y de la debilidad del
imperio arruina,lo por la ",teusion d" la propiedad ~. la
fiscalía.
Vastantur pauperes, vidure gemunt, orphani proculeantnr,
in tantum ut multí eo!'um et non obscurls natalibus editi ~ et
Jiberaliter instituti, nd hostes fugiant, ne persecutionis publi-
ere adflictione morianhll'; qururentes scilicet apud barbal'Os roma-
nam humanitatem, quia apud Romanos barbaram inhumanitatem
ferre non possunt. Et quarnvis ah his ad quos confugiunt dis-
crepent ritu, discrepent lingua, i pso etiam, nt ita dieam, cor-
porum atque,.induviarum barbaricarum fcetore dissentiant, ma-
lunt tamen in barbaris pati cultum dissimilem quam in Roma-
nis injustitiaro smvientem. Itaque passiro vel ad Gothós, vel ad
Eacaudas, vel'ad alios ubique dominantes barbaros migrant, et
migl'8sse non pamitet. Malunt enim sub specie raptivitatis vivere
liberi, quam sub spf>(~ie liht>rtatis esse captivi. Itaqufl, nornfln ci~
324 APPEXDlX.

lium rOrnanOfUÍn a1iquando non" solum magno restinlatum) sed


magno emptum , nune ultro repudiatur ae fugitur: nee vile tan-
tum, sed etianabominabiJe pene habetur. Et quod esse majus tes'
timonium romanre iniquitatis po test , quam quod plerique et h0 4

nestÍ, et nobiles, et quibus romanus status summo et splendor¡


csse dcbuit et honol'i, ad hoc tamen rOillanffi inlquitatis crudeli-
tate fompulsi sunt ut noliot e5se Ramani? Et hine est quod
etiam hi qui ad barbaros non confugiunt, barbari tamen e5se
coguntur; scilicet ut est l"ars magna Hispanorum , et non mini 4

ma Gallorum , orunes denitiue quas per universum romanum 01'-


bero fecit romana iniquitas jam non esse Romanos. De Bacaudis
Dune mihi sermo est: qui pel' malos judices et cruentos spoliati,
Hffiicti, nf'cati, pos~quam jus romanre Jibertatis amiserant, eUam
honorem romani nominis perdiderunt. Et impntatur his infelici-
tas ~ua, imputamus his nomen calamitatis sua',. imputamus no-
men quod ipsi fecimus, Et vocamus rebelles, vocamus perditos,
guas esse compulimus cJ'iminosos. Qllibus enim aIiis rebus Ba-
candre facti sunt nisi iniquitatibus nostris~ nisi improbitatibus ju-
dicum,. nisí eorum proscriptionibns et rapinis qui exactionis pIi·
hlicre nomen in qmestus pl'oprii emoTtlmt'nta verterunt, et in-
dietiones tJ'ihutarias prredas suas es se fecernot? qtli 'in similitu-
dinem immanium bestiarum non rexerunt traditos sibi, sed de-
lorarunt; Dee spolíis tantum hominum, ut plerique-Iatrones so-
lent, sed lacel'atione ctiam et, ut ita dicam, sanguine pascehau-
tur; ac sic aetum est ut latrociniis judicum strangulati homines rt
oeeati, inciperent esse quasi barb::tri, quia non permittehantur
~sse Uomani. Adquieveruot enim esse (jUDd non erant, quia non
permittebantur esse quod fuerant; cOflctique sunt vitam salte m
uefendere, quia se jam libertatem videhant penitus perdidisse.
Aut quid aliud ctian Dune agitur quam tlme llctum est, id est,
ut qui adhuc Bacaudre non sunt f'sse cogantur. Quantum enim ud
viffi atque injurias pertinet, compeHuotur ut velint csse; sed
imbecillitate impediuntur ut non sint. Sic SUDt ergo, quasi ('ap·
ti vi jugo hostium pressi. Tolerant supplicium nt'cessitate, non
voto. Animo desideraot libertatem, sed summam snstinent ser·
\'itutem. Ita ergo ft ctlm omnibus ferme h.umilio~·ibus agitur.
Una enim re ad c111as diversissimas coartantllr. Vis summa exi-
~it ut aspirare ad Iibel'tatem veJint. Sed eadem vis posse non si.
nit 'lua' velle compellit. Sed imputa,'; bis potest forsitao quod
APPENDlX.

hoc velint homines, qui nihil magis cup,erent quam ne cogeren·


tur hoc velle. Summa eoio iofelicitas es quod \'olunt. Nam cum
his multo melills ngebatur, si non eompeIlenn~ur hoe velle. Sed
quid possunt aliud ",elle miseri, qui assiduum immo continuum
exactionis publicm pntiuntUl' excidium, quibus irnminet semper
gravis et indefessa proscriptio , qui domos suas deserunt, ne in
ipsis domibus tOrqueantur, exilia petunt, ue suplicía sustineant?
I.e\'iores his host.es quam exactores sunt. Et res ipsa hoe indlcat.
Ad hostes fugiuot, nt vim c_\.actionis eyadant. Et quidem hoe
ipsum, quamvis dUl'Um et inhumanum, minus tamen grave at-
que aCel'bum erat, si amnes a:-qualiter atque io eornmune tolera-
rent., IIIud indignius [le pceoalius, quod omnium oons non omnes
sustinent, immo quod pauperculos homines tributa divitum pre·
munt, el iniirmiores fecunt sareinas fortionim. :r;ec alia eftu')a
,tfst quod sustinere non possunt, Disi quia major est miserorum
sarcinil quam "facultas. Res diversissimas dissimillimasque. pa-
tiuntur, invidiam et egestatem. Invidia est enim in soluUone,
egestas.iD facultate. Si respicias quod depelldunt, abundare arbi-
treris : si rcspicias quod habent, egere reperies. Quis ;.estimare
frffi bnjus iniquitatis potest? Solutionem smtinent divitllm, I.:t
indigentiam mendicorum.
Et putamus quod pU'na divina:~ ~everitatis indign~ su mus,
cum sic nos semper pauperes puniamos! aot credirnus, cum ini-
qui nos jugiter simus, quod Deus justus in nos omniDo esse
non deben!? Ubi enim, out in quibus sunt, nisi in Romanis tan·
tum , hree mala? QllOl'um injustitia tanta, nisi nostra? Fl'anci
cnim hoe scelus nesciun, Chuni ah his seelel'ibus immllnes suot.
Nihil hOl'um est apud Waodalos, nihil horum apud Gothos.
Tum longe enim est ut hmc intel' Gothos barbari tolerent, ut ne
Homani quidem qui inter eos "¡,,unt ista patiautur. Ttaque
unHm iIIíe Romanorum omllinm yotum est, ne unqllum ces lle-
cesse sil in jus t.ransire Romanol'um. Una et consentiens illk
J'omanm plebis oratio, nt liceat eis ,-itam quam aguot ag-el'c cum
bUl'baris. Et miramur si non '",ineuntlu' á nostris partibus Gothi,
'cum malint apud eos esse quam apud nos Homani. Itaque Don
solunt transfugere nb eis ad nos fmtl'es nostd omnino nolunt;
sed nt ad eos confugiant, nos relinquunt. Et quidem mirad
possim quod hoc non omnes omnio() faeel'{',nt t.I'ibntadi pauperes
ti f't~e.,tlw::-il nit-i '1'10111.\11;1 IHlilUtll l'<tl1!:-rt ~',,11f11~1'l' U{'II r;1t'inr.l,
326 APP1:!.NÚlX.

quia transferre ¡Uue rescutas atque habitatjilncula~ suas familias-


que non possunt. Nam cum ~ pIerique eorum agellos ae taberna-
cula sua deserant nt ,'im exactiónis e,'udant, quomodo non qure
compelluntur deserere vellent, sed secum, ~i possibilitas patere-
tUi'" auferrent1 Ergo quia hoc non valent quod furte mallent,
faciunt quód unum valent. Tradunt se ad tuendum protegen-
dumque majoribus, dedititios Se dititum faeiuot, et quasi in
jus eonim ditionemque. tras~enduut. Nec tAmen gra\'e hoc aut
iodignum arbitrarer, ¡Olmo potius gflltularer hane potentum
magnitudinem quihus se piltlpe'res dedtml, si patrocillia ista non
venderent, si quod se dictint humiJes defensare, hurrlanitati
trihuerent, non cupiditati. lllud grave ae peraccrhum est, quod
hae lege tÍJefi pauperes videntur nt spolient; hac lege de'fendunt
miseros, ut iniserIores laciant defl'ndendo. Omnes (mim hi qui
defendí videntur, derensoribus suis omDem· fere substantiám
suam prius quam defendantul' addieunt: ae sic, ot patres ha·
heant rlefensionem, perd~nt fÍm hereditatem. Tuitio pal'entum,
mendicitate pignorum comparatur. Ecee qmc sunt auxilia ac' pa-
trociflüi. majorllm. Nihil sllsceptís il'Íbullnt, sed sibi. Roe enim
pacto aliquid parentibus temporal'ie attribliitur, lit in futuro to-
tum filiis auferatur. Vendunt itaque, et tluidem gravissimo
p¡'eÍio vendunt, majores quidam cuncta qua~ pi·({'.staD'i. Et quod
di*i vendunt, utinnm venderent usitato more atque communi:
aliquid forsitan remaneret emptoribds. _~-ovum quippe hoc genus
et
venditionis emptionis ('::-;t. Yenditor nihil tradit. ét totom ac~
dpít. Emptor IlihiJ accipit, et totum peJl'itus anúilittit. Cumquf)
nmnís ferme contractus hoc in sé llabeat, ut invidia penes empto-
rem, inopia penes venditoi'em e.sse ,'¡deatur, quia emptor ad
hoc emit ut subst~ntiam suam augeat, "enditor ad hoc vendit
nt miouat, inauditum hoe comm'ercii geims est: vf'llditoribtls
erescit facultas 1 emptol'ibus nihH remanet nisi sola mendicitas.
\'am iIIl1d (IUale, quam non ferendum, atquc monstrigel'um,
, et quod non dicam pati human¡r. mentes , sed quod audiJ'e vix
possunt, quod plél'ique pauperculonirn atyue-lJ1ls~rol'Um spotiat~
resculis suis, et exterminatí agellis suis, cum rcm am"isel'int,
amissarum tamen remm tributa patiuntm', cum possessio ab hÍs
recesse¡"it, capitatio nOn recedit? Propríetatibus careut, et vectI·
g;¡libus obruuotnr. Quis <pstimare hoc malum possit? Hebus eo,-
fllll1 j1H:Ut'tllll. pl'r"il~jll"'~J l'l trihul;1 mi"'('l'i 11)'0 111'rYi\':wriIHI:5 sol-
,"( ; ,
.'-:rPENDIX. 327
"únt: Fost niói·tcm plitri~, nati obs'equiis juris suí ageiIo~ non
habent, et' ágrorum mUDere enecantur. Aé fieí' hor hu aUild
~celeribús tantis agitul', nisi ut qui privata pen'asioue n~dati
~UDI. publica ildf1iction8 rnb~iantur, ~.t qtiíbus rem dcprredatio
tuHt"vitam tollat exacÚo. Ttaque {lO~UI1i eornm' déquibus ,10--
quinlnr, qui aut consultiores ::iuut, aut quos comnlItos ne~essi~
tas fecit, cum domicilia atqne agellos suos aut pervasionibus per-
dunt, áht fugaU ab exactoribus deserunt, q UÚl tenere ri¿il 1l0S-
sunt, fundos majol'um expetunt, et coloni divitum nont." Al>
sieut solent hi qui hostium t~rrore compulsi ad castelIa se é'on-
ferunt "aut hi qui perdito ingenure incolumitatis staiti ,ud asy-
IJm aliquod desperatione confu-giunt; ita et isti, qui liabere am-
pllus vel sedem ,'el dignitatem suorum nataliurú non i¡u€~nt, jit·
go 'se iO(lüiiinre abjectionis addicunt; iu bac
necessitaii3 r~dach
ut exto'rres non facultatÍs tantum sed, efiam éo~ditionis s'ure,
ittque exulantes non a reb us taotum s~ts 5'13(1 etiam, a s~ Ip~is,
al~ perdentes _s~cum omnia sua, et rel'um liroprietate careant,
I:t jus libel'tat1s amittant. El quidem (¡u'in
" ,1 ' , :
ita
inf~lix nect;ssi-
' ,',.- "
-tas eogit, ferenda utcurnque erat _extl'ema }uec soI'~ f'urum, si
nim esset alitJ.uid extremius. }Ilud, gravi~s, el acei'bius 1, rluorl
additu~' húic malo sm,jú~ maluin. Nam s~sc¡ph;ntll~ úi ~dvi:m~.
1iunt pnl'judici~ habi'tatioriis io(Hgeilü'; et
exerripIo (¡uoclaro iIIill~
maieiiere. pra'potentis, qum ti'ansfel're h~inhies in bestias dice.
batnr, ita et {sti ümnes .. qtii ¡otra friildos di\'itu~ rec¡'pHmtlir
" ,. I~ , j ' ! .: ', .. ~ -
f(uasi Cil'ceí poculí transfiguratione mutantul'. Nam quos susri-
l'iiint lit extraneoS et alierlos, il1cipillllt habel'c quasi ,prop~io~:
quos, esse constat ingenuos, ,'cl'tunhl; in
ser"os~ ti inir~m'ii(', z¡i
nos barbari capillnt, cum'fl'atl~es nostros fac'iam'us c_sse ¡'aptivos?
Ni! ergo mirum est (¡uod ,'astaÚone's sunt atqu'e
excidili Cívlta-
tumo Diu' id pluriniorum oppressione elaboravimús lit Ct~l)ti~
"ando alio~ 1 eÜriÍll ipsi ineipih·jllus és~'e éáptivi.

B.

Urbánu:s episcopus, servus servorum D'ej veoerabili fmtrí..,,,


. " " I
l~.-,tl'illl'rhm
Aqllilegensi Mintcm et apo!<.tolíram hene~lictinn{'rn .
• I , " ,,-, .
Nup"1' (Id 1l(lsf.! \1m IlI'l'\'pllít ¡HlclitUOl, f¡lIOd in ('jYitatr '\rJ.llilq.§e~l~
~28 APPEN'HX.
si, Utinensi-, civitatis Austrire, Glemonre, Venzane, MarsDi,
Montis-Faleonis, Sacili, Sancti-Viti, Medunre locis, f't nonnn-
His aliis Joeis , ac tei'ris et cas(l'is, gastaldUs, et oppidis patrilP
FOl'Ojulii, Aquilegensis diocesls, tum temporali jUl'Ísdictioni sub·
jectis, iu criminali et eh'iIi foro lJuredam aLusiva consuetudo,
qme potins corruptela dici debet, inolevit reetorum judiciorum
q~ampJul'ium pel'versiva. Ex ea quia in judiciis antedictis, tam
in prreceptis, monitionihus, int€rlocutoriis, et definitivis sen ..
tentiis, qua m aJiis quibuscumque actibus judicialiblls, patrial'-
eha qui pro tempore est, et ipsius officiales examinare, cog-
uoscere , definire, terminare, et alios actus judiciales facer e ex
ponderata et matura deJiberatione DOD possunt: sed soluÍn in~
quantum in instanti per astantt5s, seu majorem parte m astantium,
indifferenfer et passim, sibe nobiles innobiles litterati, et ilm·
J

terati, artífices, seu ~ujusvis alterius conditionis, dignitatis, et


status homines existant: etiam per patl'iarcham seu ipsil1s om-
ciales in judicio pl'ffisidentes non vocati, sed eorum motu pro-
prio, vel ex casu, temporibus, quibus idem patl'ial'cha et ip-
sius officiales pro jure reddendo seden'l contigerit, in Joco judi.
r-j¡ convenientes: et facto per partes, seu ipsarum advocatos vel
prócuratores, atque omnibus qme ipsre partes diccl'e vel allegare
in ¡pso instl1nti voluerint respectu aFtiellli causre, de quo in ter-
mino ipsis partibus 5tatuto litigare contigerit, enl1rratis; tune
Rd vocatioDern patriarchre, S('.11 officiali\1m ejusdem, quasi morí
prreconis, eosdem astantes I'equil'entium, quid in pr;:emiSSis ílC-
tibus, seu al'ticulis judicialibus de jure videtur, sententiatum et
dictum fuerit ipso instanti, nulla alía deliberatione pnemisa,
gualis et quan~aeumque fuerit causa seu negotium in judicio de-
ductum no~ attentis; lidem patl'iarcha, ,et ipsius officiares ita
et taliter, sient per prredictos nstantcs, seu majorem partem dic~
tum et sententiatum extiterit ipso instanti, promulgare et sentcn-
tiare tenentur; et (lum pnedictorum a5tantium, sicot prremititur,
sententiantium major pars existat, ppr elevationem et nnmel'atio~
nem digitorum eorundem , divisim, et successive factas, demons-
tratur. Ex quibus incaute, et absque congrua delibcl'atione, et
srepe cum fraude partium , et dictorum astantium, vel con ve-
nientium in loco tt tempare judicii llnfedicti ad élmicorum·, pa~
rentum, seu aliquorum potentium lltigaotium .•• actus judiciarti,
intrrJo('utodoc scnfentia:, rt ddinitiví1', [l(" pra:rf'pta intlehitc
APPENDIX. 329
promulgantur.- Nos igitur attendentes, quod consuetudo, qure ('3-
noni~is obviat institutis, nuJius debet csse momenti: quodque
sententia a non 8UO lata judice , nnlJam obtinet firmitatem; ut
tarp tu, qllam officiales tui prredicti in causis subjectorum t004
rum, postquam tibi et ipsis de meritis earum canstitel'it, senten-
tias proferre \'al~atis, sieot ardo postulat. rntionis , prremis3 coo-
suetudinc non obstante, fl'aternltati ture authoritate pl'resentium
concedimus facultatcm. Datum Viterbii XIII, ka}, augusti, pon-
tificat.us nostri aono quinto.
(Ann.1367.)

He Robeis, l'tIoDum. Ece!. Aquil., r. 98 (CANC., JI t 350.)

Exemplum fide!iter de· verbo' ad yerbum ex libro, sh'e re-


gistro litterarum c3ncellari;:e revel'cndissimi n. Antonii patriar-
eh., dignissimi de i\lCCCXC. Indictione Y. sic ineipiens. 1\os
Antooius ten01'e pl'resentium facimus notum universis nostras
prresentes 1it.teras inspecturis: quod in hac nostra patria Foriju-
Iii noslt·os ad libitum facimus, constituimus, et ordillamus, et
cl·eamus offieiales: "idelieet, marescalcum, et ,'icarium in tem~
poraiious gener,tles, potestatr,s, capitaneos, et gastaJdione~; qUl
tam in eriminalibus, quam ci.Yilibus et profanis causis secundllm
llntiqllus pl'mfatre nostrre patrim consuetudioes, scilicet per astan-
tes, et non alios, unicuiqu~ postulatam habent justitiam minis-
trare. Dum enim pl'redicti nostri officialcs, vel ipsol'um aliquis
~edet pro tribunali ad jus reddemdum, petunt a cil'curnstímti-
bus in causa, de qua qu<cstio vertit, allditis bine iode allega~
lis; quid juris? Et tunc per ¡psos astan tes sententiatur: et lata
sententia per eos, rata et grata habetur, et invioJabiliter obser~
vatnr. In cujus reí testimonium prresentes scribi jussimus,' et
Ilostro ~igillo muniri. Datum in 1I0stra civitatc .\ustl'ia'. die
\XVI aprilis, anno et indietiont' quibl~s supra.

c.
Goldnst. I form. 83. (CA:'iC. , 11, ,U-1.)

In nomine Dornini nostri. Unicuique perpetranuum pst, quod


\'O\. illllJnflllet di(~t'Il~; "n-ol' f'L
tli','Ín:\ dn""'",.
t·~¡/J/·,\·. ,¡ El: "'''((t'
330
e{ec',lOsymul', el omnia -inunda sunt vobis,» Haé jgítur arnmoni·
tioni compuDcttis ego Yuolv81'at pro remedio animre mem'etpa- J
rentum meorUrrl Altilini et Puasini trado atque transfundo ad
monastel'iUffi S.-Galli quidquid proprietatiS in Vnilibdorf prro,enti
die visus sum habere, domibus, redifieiis, teri'is, campis, pratls,
pascuis, silvis, viis, aquis, aquarurnque decursibus, mobilibus et
immobilibus cultis et incultis, quid quid diei aut nOmin81'i potest,
exceptis tribus juchis et una curticuia, et de pratis ad udam ca'rra-
dum, cetera Vt!fO omnia, sient supra dicturn est, trado: in vi-ea
delicet raÍione, ut easdem fes 3d me recipiam tempus viÚe mere
perfl'uenda,. tensumque aunís singulis jude persolvam, id est,
ut ad pl'oximan curtem S.-GalIi unum juchum arem, et cum se·
mine meo seminem annis singulis in unaquaque celga. EL si
redimere iIIud velim, eum duobus solidis id agam. Si autmn
u.\or mea me,supervixerit, easdem res habeat censum,que annis
singulis perwivat, id est VI maldras de nvená, et 1 maldram de
kernoné. Si autem ex legitima uxor~ heres mihi proereatus fue-
rit, tune ipsc casdeni res in euridem censum, sieut et UXDI'
inea babeat. Similiter et tota recta P¡'pCl'cüÜO cjus in eunc1em t'en-
si.))ll, sient et tilins. Et sI redime re volufríut , cum una Iihra 1'C·
dimant. Post obitUnl ycro menm, 'she \lxuris, si mihi hel'~s
dfCS, tune dd jlÍs Prrepositi et Ad,oeati seu populol'um pel'ti-
ne~t, qucin ipsi elegerint t mihi p,'oxirrihm fUisse, qui é~sdclll
res in eundem censum habeat) sieut et uxor et filii. Si autem
lieglectum fuerit censum, tunc prreratm l'eS jntegdte~ i'evertan-
tUl' ad jU:s monasterii perpetuaÍiter p'ossidendre. Si autem ego aut
ulla opposita pCl'sona hane tradiction'em inrumpere vóliierit, 50:-
ciauti fisco multa conponat, id est, aud. uncias III, argenti
pondera V. Actum in Pazmuritingun pr<rsentibus ist.is. Sigo aue-
toris hujus earldl[e Vuoiliál'ati Sigo Swidgal'ii S. Vuinidhe'ri S.
Heirriolt S. Vuolfho S. ehaldalo S. Vuenilo S. Olgel" S. Megin-
¡lCl"t S. Liutpold S. "uolfram, eif. Ego itaque VÍlolfcozin vice
t-Ial'tmoti sCl'ipsi et subscripsi. Natavi diem .favis VIII kalend.
apl'il. anno quinto Ludowici súper Austl'iam, sub O,atlalricho co-
mite.
\J.

l'oldnst.) formo 77. (Cue .• ,11. itá.)

Perpetranduni est unicllique quod evallgelka vox a~lilOnet


dicen s : (,Date el dabitur ~'obis.)) In Dei nomine LiutuÍfus et
Merolflls et Zaoz:t.O et Piscolfus filii Marulfi confessi sumus unte
Cozpel'tum pi'i:esidem et ante pageoses Dosti'OS, quod gerHtor IlOS-
ter Martillus omnem hel'éditatem et subst,mtiarll 5uam ti'adidit ad
monasteridm Sancti-Galfo-nis, qÚi constructus est in pago Al\bo'nen-
se, ubi ejus sacrum requiescit corpus, et nos posthae ex lIH de om·
ni re paterna "astí'a revestivimus Vuolfl'amnium monachum et
missum ipsorum monachol'um pet tribus diehus et per tribus DOC-
tihm, et per beneficium jpsorum monachorum reintravimus. ]~t
post hree conveutione faeta, nos fratres filii Morulfi, consenticn a

te Cozpel'to comite ante pagensis nostros omnem rem nostram


et hereditatem patel'nam cornmunis manibüs tl'adidimus ud ip-
sum supcrius nominatum monasterium in manus VUinid,harii de-
cani et monachi, et in ea ratioue tmdimus, ut sieut debuera a

mu~ regi et comiti sel'vire, ita ipsam terl'urn ad ipsum monas-


tm'ium PI'osél'Viamu's, et per beneficium ipsorum mbnachorum
per cartulam pl'ecaÍ'lam post DOS rt;cipehimus. Et si fllii nostr'j
et agnitio eÓl'um ho'c facere \'oluerin, ipsas tes proserviant at-
que possedeant in benellcio ipsol'Um monachórum: sin aute'm,
reddant. Et hoc est quod genitor l\farulfus tradidit, et nos quilt-
túor filií ejus superius nominat!, quidqnid in pago Nibalgaweo-
si in ea die habuimus, id est campis , sitvis J curtís, ctll'Ülibus,
casis, salibus, pratis, pascuis, ,;Us, aquis, aquaH.lrilque decur-
sibllS, et omniá qoidquid in jp~a olal'ciüi NibaIgauge omnia et
ex integro tl'adimus adque transfundimus, ¡h ea tatioDe quod
stiperius - sel'iptum est, et Ípsúm censum in siivaticas feras,
quun'tüm posstmus consequi, solvamus: et quantum UDS pt.'tS-
Mrnus, quod cetcri p'agcnses llostri faciuát fpgi aut l'bmiti, ita c~
no's ad ipsüln moÍla:steritÍm faciamus. Et si quis vero, (iuod futu-
l'um esse non credimus, si no's ipsi ant ali(Juis de hel'edibus
n'osttis ant ulla opposita persontl, qui contl'á h~nc c3Itulam
traditionis \'eniret aut eriril infáulgel'e vo1ucrft , liaD solum quod
ei non Iiceat. sed tantum et aiiur'n tantóni quantum cal'túJa is-
ta ClIfl{.jrwf, tul ip::>\lrn m(lI1f1sll~l'i\lJll re~lit.ual.) et in dhellUeni i
332 APPENDlX.

fisco multa componat", id est auri uncias duas et argentl pon ....
dos V • coac~us exsolvat, et si repetit nihil evindicet, sed prre-
sen s cartuJa ista omni tempare firma et stabi!is permaneat cum
ornni stipulatione subnexa. Actum Nibelgavia villa publica uhi
cartuJa ista scripta est coram multis testibus , in anno XV , regni
domini n05tl'i Pippini, regis Fl'ancorum. Datum fe~it mcnsis
junius dies VII. Ego Hamedus clericus et lector rogitus a Íl'atri·
bus í:!cripsi tt subscripsi. S. Uutulfi, qui hnDe traditionem fieri
rogavit S. l\Ierulfi ffatris ejms qui haDe traditionem fieri roga-
vit S. ZiezzoDis fcutrís eorum qui. hane traditionem fieri rogavie
S. Piscolfi fratds eorum, etc. S. Scrutolfi S. Truogoni S. Ratbo·
ti, presbyteri, S. Herirr.aDui S. Heio S. Ricbaldi S. Strocgoni
s. Patari~ S. VU'llincki S. Baldmuoti.
E.
l'orm. Alsaticm. (CA.NC. J[ I 401,)

C!¡,arta. lratlitionis rnona.~ter¡o in precaria.

Ego ilIe curo manu advocati ilJud tI'ado ad monastm'ium S.


G, eui nune S. episcapus abbntis jure pl'tesidet, quidquid he-
reditatis in Arguna possideo, hac est in ilJo 6t ilIo loco, ca con-
ditione lit ego iode doos denarius singulis anois vitre mero ad
ipsum monaste¡'ium persolvam. Et filius meus, iIle ~ et ejus le-
gitime procreati easdem res intra sex aOllOS post obitum meum
decem Jibris, in argellto et auropuro, a supradicto monasterio
redemeruDt. Quod si partum quod CDm eis placitus sum contil'·
mavNint et impleVfwint, potest eadem redemptio, etiam me "~¡o
vente, si ita mihi et 8micis meis complacuerit, fieri. Quodsi
in aliquo pactionis mete contrarii fneriot, ego de rebus meis 01'-
dinandis potestatem habeam. Sic autem bruc omnia trado J ut
cuncta et filio meo, í1/i, et e.ius procreationi , et mOil3stm'io pro,
f1ciflnt, in agris, pratris, sylvis, aquis, aqultrumque decursibus
et omnibus. redificiis ae mancipiis atque universa supellectili: ni-
si tanturn quod mancipia qUID jugiter in domo mea coosistunt,
ct mihi spccialiter serviunt extra hanc traditionem rclinquere de-
rrevi. donce rnihi Ilorninus insinuare dignatus fuel'it (¡lIod de
}li-~ J ~f't'UlldulJl ~W¡fll vll/lln!tlh'lll I't lltilit<ltf'm Iw'am 1'(1(:('1'1: dt.J.
APPF.·NDTX. 383
Leam. Si quis yero ('onll'a han e cal'tam potestativa manu pr-
fllctam venire, i)ut eam il"l'umpere couatus fuerit, ad fiscum re-
gis- auri uncias tres, al'genti libras octo coaetus persolvat, et
hree cartn nibilominus firma et stabilis permaneat. Hree traditio
pl'im\1m plaeita el faeta esl io ilIa fel'ia IlI, VII. k.leod. oeto-
bds coram N. seniore Comite, et sllbscriptis proeel'ibus Re pie.....;
beiis, atque robo,'ata est -in iIla VI. die kalend. eal'Undem TI'.
VI. coram ilIo Comite juniore et multitudine procel'um ac popu ..
larium, quorum hie pauei admodum sunt adnotati. Signum N.
et advocatl.ls ejus N. qui han e traditionem fieri jussel'unt et oe-
rreveront. Ego itaque N. notavi supradictos díes, annllOl N. re-
gis piissimi VII. Comitem.

Cal'tha reprreslaUonis a monasterio in precaria,

Complae\1il mihi S. episeopo et abbati mooastel'ii S. G. ut


res quas nobis N. tradidit cum conscnsu fratrum et 'fiaou advo-
cati nostri N. hoe ci reprrestaremus. Tradidit autem nobis ea,
dem N. quidquid hereditatis io Arglloa in Australi parte Aqui-
IODís ArguDre possedit. Idem in i~to et ¡sto lo~o, ea conditio-
ue, ut ipsa iode duos denarios singuHs annis vitre-suro ad ipsum
S. G. monasterium persolvat. Et filius ilIius N. et ejus legitimi
pl'ocreati, easdem ,'es iotra sex aonos post obitum ipsius R. X.
libri, in argento et auro puro a supradicto monasteri redimant.
Quod si pactum quod cum eis idem N. et proCl'eatioDe rjus
placita est, contírmaverint et impleverint, potest eadem redemp_
tio. ¡psa vivente, si ita ¡psi N. et amicis ejus eomplacuerit,
fieri. Quod si in aliquo pactioni ipsius contrarii fueriot, ipsa
de rebus suis ordiDundis potestatem habeat. Sic autero bree
cuneta tradidit, ut omnia et filio ipsius N. et ejus procreationi,
et prredicto monasteLio in agris, pratis, syho"is, aquis, aqua·
rumque decursibus et omnibus redificiis, ac mancipiis, atque
universo supellectHi: Disi tanturo, quod mancil'ia quro jugiter
in domo illius consbtunt, et ¡psi specialiter servíunt, extra
hane traditionem relinquel'e decrevit, donec Deus illi insinnare
dignntl1s fuerit, quid de istis secundum voll1utatem ipsius et
utilitatem snam facere debeat. Hree cODditio primum placita et
facta est in N. feria IV. VIl. kalend. octobl'is coram N. scniOl'e
Comita. el sl1bsel'iptis proeelibus ae plebeis, alql1e I'Oborata eSI
. ,
APPE~DJX.

Ju.N. V. die k~le_l}~. ettrundem, feria IIl. cOI:am. N. C\Jmitt


juniore et multitudine proc~ruIJl a~ popularium, qU,orum hir. pauci
adm~dum SlJnt adn,otati. Sigll':lm S. episc«?p~ et abbatis. et advo-
cati ~jqs N. ql,li h~nc pre.cari~m fi~ri decr~veqm~. ~igDUro. De~~
Sacro Prrepo¡iti Port. H9spit. Cell. Cam. Signum ~t olim'um
testium qui ibi pral,cn!es fueJ'4nt. Signum iIlud et illud. Ego
itfLque N. notavi clie~ }'UP~~_~~~i ptqs. .!\nflUql N.. C_omit~~ fi~is
cartee pl'ec~rire.

F.

Cl1utioncs diverso modo factas. (.~larc. J 11, 25, 21, 35:. 3~. ~.l!ff:" U. i36.)

Domino mihí propitio ilto iIIe. Dum et ad mearo petitio-


nem et
neeessitatem supplendo vestra bonitas habuit ut libram
de argento de rebu~ vestris mihi 3d beneflcium pJ;'~stitístís,
ideo per hune vioculum cautionis spondeo' me kalendas iJlas pro,.
ximas ipsum argentum vestris pal'tibm~ esse reddi.turQ.m. QUQd
si non fecrro, et dies placitus mei prrefinitus tran~ierit, pro
duplum in crastinum me But heredes meas. vos nut l1erede&
vestri aut coi hane cautionem dederitis exigendam, ten~a~is ob·
Doxium. Facta cautiooe ibi, sub die.illo, anno, Hlo.

Domino fratri iIIo ille. Quatenus a necessitote mea suppleo-


do solidos vestros numero tantos mihi lid beneflcium prrestisti,
ideo juxta quod mihi aptiticavit·, taliter ínter nos convenit, ut
dum ipsos solidos de meo proppio reddere potuero, dies tan~
tos in unaquaque hebdomada servitio vestl'o, quale mihi vos
aut agentes vestri injunxeritis, facere debeam. Qnod si exinde
negligens aut tardus apparuero, licentiam habeatis sieut et ce·
teros servientes vestros disciplinam corporalem imponere. Et
quomodo solidos ,'estros reddere potuero, mea m cautionem abs-
que ulla evacuatoria intercedente recipiam.

Evacuatoria.

Ilomino fratri lito 11"'. Omnibus noo l¡abetur iocllgoitum


3S'j
q ltali~e~ ante },lOS armo., 1 htlt a-.H,e úuuo, !i.olido§ n.o~ho~ nUITH~d)
j-aotos Q,(} be~leficiurn aecepisU, et cautiooem nobis pro hoc
e~isisti '~t ips~s solidos tt~~9 nabis r~ddere deberes, quod ~t ita
fecisti. Sed d';lm iI~a eautione quod nopis emi~el'a~ ad pr.re~ens
1,100 invenimus, iueo tibi hane (',pistolam evaeuatorial!l f!3cimus,
ut 'j:le 'ipsis solidis tantQ~ omní temporr. dnctus et ~bsolutus re ..
~tdeas; et si i.psa cantjo apparuel'it, v~l a. l1~bi~ ~n~ herediQu~
nostris quoquo tempore ostens,a fuerit, ~ulluO) ,ortiatuf effec-
t~!n', sed ~a.~tÚl et i~anis pcrmanea~.

Si a!iq~is serv.~ vel gas.indo suo ali(!uid conceden' volu~ril.

Justissimis nostds sublevantur muneribus qui nobis fideliter


et in~tante~ 'fain¿l~ntur officio. Ego in Dei nomi~e me fideli nos-
tro iUo. Pro r~.~pc~tu tidei el .jervitii tui, qua m eh'ea nos impen ..
de~e non ilesistis, pr'omptissima voluntate eedimus tibi a die prre-
sente loeello n~~cupaJ)te iIIo, aut maQsp Hlo infra termino villa
no~tra· illa CUql omni adjarelltia ad ipso loeello aut TfIansello as"
pi~'íente, 'terri~, dornibus, mancipiis, villeis; pr~tclla, silvoIa;
vel reliquis beoefieiis ibidem aspicientibus, ita ut ab hae die ipso
jure proprietario, si ita convenit, aut sub reditus terrre in tUa!
revoces potestate et' n\llla fUDetione aut f(>ditus terne vel pa~cua­
rio aut agrario, carropera, aut quodeurnque diei potest, exinde
solvere p.ec tq nee tua posteritas D~bis Dee heredibus no~trís n~c
cuicumque post nos ipsa villa possederit, Don debeatis, ni si tan-
tu'm ~i ita vult riga; sed ipsun~ omuibus diehus vitre sure aut lle-
re'{lis' tui 'emu.~itú' dcb~.:l.tis po'ssidere, .vel quidquid exinde' fac~­
re \"oluel'itis libel"~,m hab~ati~ potestatem. Si quís ,'ero, ,qllod fn-
turum esse Don cr~dÍmus, aliquis de heredibus nosll'is, vel qui-
enmque contra haDe cessioncm Dostram agere aut ipsam rem tibi
aufcrre.conaverit, ¡nserat tibi cum cogente fisco auri tantum et
hreo epistola firma P,ermaneat, stipul~tione subnex~.

G.
Q1lllliter etuta osten~atur. (CA'!'IC., n, 472.)

Domnp Comes, pl'OpleL' hoc ostendit Petrus hane cartam \'t'.ll-


Jitiollis, q~li no~ sito silens¡ et, h6~et. et tenet l'e~ i~la~, qUK~ le-


!l :lli

guntur in hae car'ta a suam pl·opl'ietatem. JI:t si aliquis·homo est,


qui inde aliquid \-ult dieere, pal'atus est cum eo stare ad ratio-
nem, et, quod plus est, qmerit, et hoc vult, ut dicat Joaones,
qui est hic ad prresens, si carf,a Hla venditionis bona et vera est;
vel si ille rogavit cam fieri et firmari; vel si res, qUa! leguntur
in ealta iIIa venditioDis proprire sint sure Petri, aut, et si sibi
Joanni pel'tinent ad habendum et I'equirendum aut non, et si
habet scriptum, vel firmitate aliquam, quod iodfl paraboJare pos··
sit aut# oon. Dicis ita .Petre? Sic facio. Et tu .Toaones qt~id dicis?
Quid debeo dice re ? Hoe dic. quod carta iIIa venditionis bona et
lera esto Sic esto Et tu rogasti eam fieri et firmari. Et sic feci.
Et iJlm res qure leguntur io iJla carta venditionis sure propritr:
sunt. Sic sunt el esse debent. Cum lege. Sic deben!. !'iec tibi
pertinent'ad habendum et l'equirendum. Non faeiunt. Nec flrmi·
tatem habes, quod iode p1l.rabolare possis. Non habeo. Sed, si-
cut dictum habes, sure proprhe sunt, et esse debent cum lege.
Sic SUDt. Qua Iege vivis? Lúngobarda. Modo exponde te. Si un·
quam in tempore tu, aut flIii 1 aut filire, et heredes contra Pe-
trum, aut suos hel'edcs contra Petrum, aut su os heredes, au~
cui ipsi dederint, habebis agere, aut causare, et si apparuel'it ullum
datum, aut factum. aut scriptum, aut firm'itas, qure in alia par-
te facte habeatis, et ciare facta fuerit, et omni tempore non per-
manseritis taciti, et contempti, ut componatis dupla qurnrimonia,
et jnsuper poma argenti X Jibrarum. Spondes ita? Spondeo. Se-
niores judlees, mittote judicium.-.Tusta ilIorum professionem el
manifestationem P. habeat ad proprium res qure Jeguntur in iIIa
carta, et Joannes, e.t sui 'heredes permaneant inde taciti,' et con·
tempti. Domne comes, prreeipite Herí notitiam. Et similiter est
de Romana. In lege Salica die, et vuarpite et pro heredibus et
insuper.

Traditio venditionis cum detellsione. (C.\!'I"c., Ir, 47.1..)

Martine trade per halle pCl'gamenam eartam venditionis sub


duplh defensiooe de una pecia de terra, <fure e.;t tui juris, qure
est in tali Joco pro mensura tantum, et habet cohereutias tales
ad .Ioannem, quod de hinc in antt'a a prlCsenti die proprietario
nomine faciat ipse, aut sui heredes, aot eui ¡psi oederint, quid-
quid voluerint 1 sine omni contradictione tua, et tuorllm 'here-
APPENDIX¡ 337:
duro, et iOSUpel" spondete vos ab,ornni·homine defensare; quod
si dtfendere Don potueritis, aut si vos aliquid per quodvis io-
genium subtrahere quesieritis, tUDe Hli in duplum eamdem ear·
taro' venditionis restituatis, sieut' 'pro, tempare meHarata fuerit,
aut valuerit sub estimatiooe in consimili loco Joaoni. Dicis ita?
dieo. Sic trade ei 3d proprium, et huie notario ad scribendum.
Habes pretium justa cartam? Rabeo. Die tatos vos rogo tangere.:
Si est Romanus, similiter dic. Si est Robuarius, si est Francus,
si est Gothus I vel Alemannus venditor, pone cartam in terra, si
super cartam mitte cultellum, festucam nadatam, vuantonem,
vuasonem terrre, et ramum arboris, et atramentariumtet Ala-
manDi Vuandelabc, et lebet de tel'fa. Et ea cartam tenente, die
tradictionem ,'ut supra diximus, et adde io istórum carta et Ba-
joariorum et Gundebeldorum, nam in Gundebalda, et Eajoaria
non ponitur insuper cultellum per heredes, et repetitione, et to-
He, et spondite, et mitte, et obligate et omnium fine traditionis
adde, et super mitte puma stipulationis nomine, qure est muleta
uuri optimi uncia quatuol" et argenti pondera acto, quam infera·
tis ad 'illam partero, contra quam exinde Jitem intuleritis, et, quod
repetieritis, ,vindicare non valeatis. Et adde vuarpite: cetera
suut secundurn sit p1"Omissum. Die tantum in fine et ita trade
e-i per hoc missum, et huje notario ad scribendllm ..

G bis.

(Goldast•• Corrp. 35. CANC •• 11, "8.)

Notum sit tam prreseotibus quam fnturis, quod I anno secun-


do domini Arnolfi regis, factum est placitum in pago qui dicitur
Para, in villa nuocupata nurroheim coram Burghardo comite,
filio Adalberti illustl·i~, de ecclesia jn LeffingoD, qui esseDt a
progeoitoribus suis io rebus ejusdem ecclf"sire possldendis aut
ordinandis potentissimi. Et sacramento in sanctorum reliquiis
prremisso, sicnt et uu per factum est in dicbus Curoli impefutoris
seculldi, testificati SUDt pdmol'es popuH Ruodpert, Richkis,
Vualthere, Engelbt'l't, Cundbert, Reginhart, Ruodhoh, Kel'bert,
Richpcl't, Vuáldhere, Vodalhart, Liuppo, Roholf, Theoterich,
1'0110, Ruodhal't, .Adalrich, Engelbl'eht, Vl1altherc, Irimbreht.
T<.'stimonium ergo hi orones jllxta sacramwntnm suum pcrhjbue.
43
338: APPINDTXi
ron!, c¡uodsoJutnmodo parentessubtus scripto.um homldum, el'
hi ipsipbtestatem habetent ordinándiecClesiam in Leflingon ahs-
que:.- uHius ioferioris -aut suppositre per~oilre contrádict.lone,. Er-.
chamber!', Eri"i!,Hunolt, Liutpert,. Cozber!. El his Ua patra-
tis;,cum'adJiuc qti-ídam de iIlis,' qtü: se'in jifa ecclesia heredes ae-
dispdsitoi°es haberi voluerunt,' am -gatriendo, 3m musita'nd6 can·:
tradkertlnt, optimates- eju'sde'm ..coDcilii apprehensis' spatis suis'
deyotavérunt·, ,se hmc ita aífil"matÚ:ros-~sse eotam regibus et cUne·
tis pl'incipibus u'sque ad' 'sllngúinis effusio~eni.

H.
CGrandidier, "iltaría de la Iglesia de StTas'bOterg~ t; IJ, dipl. 69.) ,

. ·,Carolos gratia.Dei fex Fl'ancorum et 'tangobardÓram, atque


patriCius Rom¿Ulornrn, vir inluster. Tune ·tegalis celsibido sui'
cuhn'¡nis soblimatur, quando cunctol'um 'jurgiá ju:dá: própositio~
nis. "el responsionls eloquia ¡nter alterutrum salubré deliberát
Sénte,ncrtl, quat(mus ,sub' Deo in rege manel potestasl quomodo'
cuncta terribilia; deheánt ordinare) Cum nos in Dei nomine Sca-
Jistatt villa: in pil'latio nostro ad 'universorum cAusas' audiendlhri,
"el recto .indicio termioandum: resederimus, ibique' veriieds ad-
,'ocatus Sancti-Michaelis, vel beati abbatis nomine Othberttls
interpellabat homines aliquos nomine Agissericum el Aldradum
arlvocatos monaste~ii Corbeire, et repetebat eis, ea qnod ¡psi iIIas
l'es in loco, qui diCiíu~O,tlíov"etGehfida ,q~as immo ad mo-
nasterium Sancti-Michaelis per suum instrumeotum tradidisset
itl',eórum pottstate injusta retinu'issetlt. Sed·et ¡psi ;AgisserÍcus et
Aldiadus, de pl'reserite, astabant, et taliier dederOllt in' res'p1msis·,-
quóddpsas res prredictas nuaquam tuHssent malo ordlrle iojuste;
pro· eo quod. dLterunt 4uod ras Gerbriga per' sllurii instru'mén-
tum co()donasset; undé· ;ct ipsum', instrumentmn prre manibtis se
habere affil'mabant;, et ipsas jn prresentia nostra prótulerunt re':'"
<'en sendas ; etiam: et de hac causa nd utl'itsque partes nihil certi
co~ndvimus ~ uu(le ·a'd divina, mysteria" Christi hliserlcol'dia coris~
pii'ante 1 sicut langa consu(l,tudo ex poscif, Ct ¡psi volu;DtáI"H~ con'-
sc¡!¡s€runt, jub(!mllS emanare judidum, ui dunl Ver ¡pS3 'instru-
menta de utraqué' pilft P, certamen non declaratllr, ut treta h"a-'
mitr ad J)c; .Iudkium ad'criiccmOthbertu, de l'.rte sa""tr·MI-
APPEr(DlX. 339
cha~j¡s vel beati abbatis et Agissericu~ Je parte monasterii Cor-
berro ex-rr~ aÜlUe staia deberent. Quo-d et ita visi fue~u~t stetisse~
et ea' hora!, pl'ótegénte diyiriá (l~xt~rat)ei, Deus omnipot~Ds SUUO;
justum Judicium dcclal'avit .. nt horno me(DQrati monasterii .Cor-
beiID' Ag·isseriéms ·~d ~psum. P~.i ·judi("iu.~ ad .ipsam crucero trepi-.
du~ et cODvictlls ap·paruii. :Et·. tune ipse el Aldradus in· prIDsentia
nostrá vel proeerúm nosÚol'um il~sas res pe.r: loca_ nominata Os-
thov~ et'Gehflda, pe(.forum ,ya,~ia una ,cuDl)egif?us :fidefacta,
ip~iu~ ádvocá!o SanCti-Mlcba~lis vel.beati abbatis nomine Oth.
bertó v¡si sunt reddidisse, vel revestísse, et per ¡Úoruffi; festu ..
c~m exi~de"in omn·ibus d~xisse exitum. PI'O iode n,os taliter una
cum fÍdelibus 11ostriS, id sunt I 'Vindl'ingo" Odrigo, Theodrico,
Bern~ardo,_ ,AlbuÚlO, Gherdrdo, Berngari<;> ~ com:itib~s et AI;l".
shejinó comite J?alatii nostri, vel reliquis quam plUl"imis, visi fui~
mus j~dfcasse; ut dum ipsi in pl'rosenÜ adsta~ant Agiss_el'icus et
Aldradus, ,et hane causam nullatenus poterant rl,cnegare, et ipse
Agis~eriéus ad ip,sum Dei judiCium· ad crucero trepidus et co.n-
Tietus apparuerit .. et ipSI de
prresenti per eorum ~Yadia, uoa cum
legibus fide·facta, ipsius advocato Sancti~Micbaelis vel beati ab·
batis nomine Othb'ertt,> "ísi lJ:1lI::tt r~ddidisse,. "el revestisse et per
eorum festucatn sibi in omllih'l1s du~isse exitum. Propterea,ju~
bemu.'i ut' dum luine causan;t si'c a~~·taín vel perpetratam ess~·'cog­
Dovimus,_ut superius, scriptus abbas beatus, vel pars monasteri
_Honogle jhm dietas ,r~s in loco qui _di~itu~ Osthova oi 'Gehfid~
cUra ·su'pradictos AgissericuJU et AJliradum eOl'urnque h.ered~s-,
"el.citra oinnes ilIas ~es illjuste retiner~' tentantes, oll,mi tempore
habeant élidicatas et evindicatas, et sit ~nte~ ipsos in pos~ modum
absque ulla repetitione omuí tempore subla!. a!que definí!., &eu
el indulta causatio. Theudegarius recoguovít.

lo

(Goldast. # formo 99. CA~C., n. 452.)


In Dei nomine. CUtu resederet Unfl'edus, vir inluster, Re-
tiarum comes·, in mallo publico ad uníversorum causas audien-
das vel recta judicia terminan da : ibique ,veniens homo aliquis
nomine Hrothelmus p~·oclamavit,. e(~ ,qúod in contl'adrutum
stlum mansum t;'i tolfutüm fuisset, q'uod p'i ad\'enit a parte lIXO-
ri! suro simul 'et ¡'~lavÚlOi et prop';c suum fUisSd, ~t legibus suum
340 ÁPPENDIX.

e5se deberet, quia jam de tradavio uxol'is suro fuisset, jd~ireo


suum e8se deberet. Tune prredictus comes convocaÚs iIIa testimo..
nía qni de ipso pago erant, interrogavit eos per ipsam fidem, et
sacramentum, quam nostro Domoo datam haberent, quidquid
exinde seirent ~ veritatem dicerent. At illi dixerunt: Per ip-
sum sacramentum , guod Domno Dostro datum 'habemus, sci w

mus quia fuh horno quidélm nomine Mado, qui ibi habuit suum
solum proprium, cujus confinium nos sCimus, qui adjacet et
confinat ad i psum mansum, unde iste proclamat ,. in qua iIIi fir-
bore dUl'em et de uno tature aqua cin~t\t: et' ínter eos terminum
est in petris et id arborís. Ipse est dorninus. Nam sicnt' iIIa
::rdificia desursum conjungunt, )storu'm hominum proprium est
et ílIorum legibus esse debet de parte avii ilIorum Quinti.' Tune
prredictlls comes jossit nt ipsa testimonia supra irent, et ipsos ter~ .
minos oBtenderent quod dicebant, quod ita e't fecel'unt, et ipsos
terminos firmavcnmt, qui inter ilIa dua mansa remeban. Sed et
plurimi ibídem adfucrunt nobiles, quos ipse commes cum eis di~,
rexerat, quod et omnia pienit.er factum fuit. Ut autem hree finita e

sunt, intel;rogavit ipse' comes iIIos seabinos, quid iIIi de bac


cáusa judicare voluissent. At illi dixerunt, secundum istorum
hominum t.estimolliuffi et secundúm vestram inqu'isitíonem ju~ ,
dicamu8, ut sicnt divisum et finitum est et terminis positis in-
ter ipsos mansos, 'ut isU hornines ilIorum proprium habeant,
absque ullius contradictione in pCl'petum: et quod in Dominico,
dictum et terminis divisum coram testibus fuit, 'receptnm sit ad
partem 'nomini nostri. Propterea opportunum fuit Hl'othelmo
et J<'Ia,,'lno cum heredibus eorum, ut exinde ah ipso cornite'
vel srahinis tale scriptum aceiperent, qunliter iD postmodum
ipsum rnansuru ab~que ullius contrarietate omni tempore valeant
possidcl'e. Actum curte ad ("[lmpos maHo publico,' Hnno VII.'
imperii Caroli Augusti et XXX VH. frgni l'jUS in Francia, et
XXXIV. in Italia. Dalum VII. id. februarii sub Unfredo co-
mite, feliciter Amen.
Hree nomina testium: Valeriano, Rurgolfo, UI'sone, Stefa-
no Majorinq', Valed o, Leontío, Victore, Maurestone, Fonteiano, :
Florrntio, Sipfone, Valentiano, QuinteHo, Stradario. '
Et héCe nomina seabinorum: Flavino, Orsicino, OJmaro..
,\Icxaúdro, "Eusehin, l\laurcntio, quam eUnm et ,aliiH plurimis.
Ego itaq-ue Val1c~ rogitus ~crjpsi el subscripsi.
APPENDT~'. 341

1 bis.
Fallo de los comisarios del rey Carlomagllo en Cavor de Daniel. arzo-
bispo de Narbona.

Danielo epúéopo .(érosolyman profecto, remansit causidicus


Arluinus igitur núnc in Dei nomine bree est notitia' tradiUonis
J~dicius. Cumque residel'ent rnissi gloriosissimo, scellentissimo
domino nostro Carolo rege Francorum in Narbona civitate die
martis per multas alter cationes audiendas de recHs negotiis ter-
minando, et per OI'datione ne suos missos id est de 6ualtarjo,
Adalberto, Fulcone et Giburoo, et vassis dominicis, id sunt,
Rodestagnus et Abundancius: et judices qui jussi sunt causas
dirimere et legibus difinire: id est, Guntario, Disiobo, Leode·
rico, Petro, Bona vita, e1. Siffredo et aliorum bODorum homi-
num qni ibídem adera.nt, id est Garibertus, \Vidalbus, Ingo-
hertus, Aruinus, 'Vical', 'Visulfus, Atila, Samuel, Donadeus,.
Argemundus, u'l'sione, Al'gimiro" Anselmo, 'Vfl.rnario;, in
eorum .iudicio vel prresentia quos causas fecit esse pr~sentes.
CnmCI'_'e ¡bide,m residerent prrescripti missj et judices vel piures
bonis hominibus in Narbona civitate, ad rectas justitias ter mi-
Danda~ ct causarum eXordías dirimendas, in emun ,pl'resentia.t
ibique in eOl'um judicio veniellS horno nomine Al'Iuinus, qui es,
assertor vel callsilicus et, mandatarius de-,Danie)o ~I'chiepiscopo,
et per ordinatione de domino et regi nostro Carolo "rege et di·
xli: Jubete me audire Cum isto prresentc Milane comito, qui
tales villas qui sunt in pago Narbonensi, de ~ausa ecclesiarum
sanctorum J usti ~t Pastoris et sancti Pauli et saneti Stephani .in
pago Narbanensi, iste Milo comes eas retin~t malum ordinem
injuste. H~c sunt nomina de ipsas vil.l<l;; : Quincianus et muya-
nus ecclesiarum sunt medius, villa Pucio-Valel'i, et Baxanus
et Malianus villas, SUDt ultra Ponte septimo, causa est e_celesía·
fum ah integre sanctorum Justi et Pastad s ; villre Antonia, Tm-
palianicus, Parodin8s, Agello, l\Iedellano, Buconiano, Follapiano,
An~iciano ex ~edietate; ~Iagriniano, Leccas, Centopinus, Chrjsti~
nianicus, Petrurio, ah intcgre; Canedo, Troilo, Laurcles, Curte
Oliva, media; Caunas, Nivianus, insula Lacco, villa GOl'go-.
ciano, Caunas, Casolus, Baías, Ursarias, Quiliano ah integre;
Lapedeto ipsa qual'ta parte; ClJlonieas, Mrrruriano ipsa qU8l'-
342 .i.PP.tr"DIX.
la 'parte; Maglaco fonde dic[. BUC~Di.no, Calla, Canovia longa,
_..\buniano ex medietate; Leoniano ex medietate; i\lasiniano ex
medietate; suburbium Sala super' ponte septimo in valle Gabia·
,~,OI~X ~~dietate; C~otas, (:agoano, sancti ,Mar~lIi, ,,,illa To-
tonís J santi Georgii, villa ~ CiliaDo j saneti C,'escenti J sanctre
l\fari~ SegenoJa, ex medietate; Gragn:mo ,'ilIa, Aql1aviv!l ex
medietilte; 'Rusiniaho ex 'medietate. ();nni'a é't in omnibus quan.
tÍrm: ioidem reÚnebat jam prrescriptus a¡'c~ie-¡}iscopus', per eau'sa
et
orriniblls e~clesiarum saúctorum' justi et P~~toris, ~~ sancti Pati...:
Ji 'et sancti Steptlani, quód 'ego jam dictus Ar,iúinús q~i sum
assertot\ 'vei éausilÚms et mllndaiarius' de jam dicto arch'icpis-
cópó 'Danieln, hóc ,'adprobavi 'per series <;oriditiones', ,quod iste
Milo comes tetinet ipsas ,villas malum ordiÓem Ínjuste',,' guro
invasit de potestate de ¡sto 'jam d'ieto .archiepisco'po :cujus ego
mandatarius sum, A tune 1:1OS' ~issi ~ va'ssi dominici, et' judíces
infét'rogavirrius jam 'd'ieto :MiloJie 'comité, qui respondis dd isto
Al'loyno ,. qUi esl' mandatarius' de jam dicto· archiepiseopo de ae
causa: TUh~. Milo' bornes in snum' respon~um' di~it: Ipsas ,~jllas
seniór Il'eus I(aroJus 'rex mihi eas dedit ad beoefle'io. A tune
Ipsi mis"sl et'judices ~t yassi dominici intÚrogaveru'nt .Miloiiem
comitem, 'si potebat habere condlctiones,' aut' recogniÜones,
aut judicium autiestes pro qúibus' ipsas v'iUaspartibus ,uis
retinérédebeat; tune Milo comis dixit: Non'habeo nullumju":
dicil1m veritatis ,nee ulla testi~onia per qUibus ipsas vdias par~
tibus rneis 'vindicare' debearll ~ nee in isto placito ~ "nee' in afio,
nee in t'útio, nee nuÍJoque tempore. A tune prrofati missi, va·
¡

sí domitlléi, et judices interrogaverunt Arioyno qni esrass~r-­


tor vel causilicus et mandátariu5: de jarn dicto D~anlero archie~
piSIOPO,' si potebat habere tale testimonia per qUibus hile quod
a
dicebllt 'super l\Iilone comito 'hoc legibus probare p,otuisset:
et tune 'as'ieruit Arluinus, d dixit': sic ·habeo. 'Unde ad ipsa
óra:pérju'dicio de 'supradictos !missos) vassis dominieis) ácju.
dices Arloynus númdMárius sus agrainivit 'testimonia. Nuper ve-
niens Arloyou') a suum plaJítum quod 8n;amitum habuit, et
ibidem 'sul. testimonia protulit bonos ho'mines idonéos 'bis no~
minibns': Undila, Ánrelianus, Beaireto, Narbonellus, Dodemi·
ros I Lunares, !Si!eneius, Bonus Eneus, Gumarieus', \Vite'rhi-
gns, Teudesindus al' SenÍíndus," qúi sic testificÚferunt 11.1 su-
pradictorn~m judieio; in -tar.ie 'Milone comitr, et serie'conditio-
,
r',
'
lPPENDU.

nes~ Hoe jUl'aTel'unt in -eccl~sia Sanct~4'Marire qll~; sita "est in-


tra muros éivitaUs Narbona: Quia' nos i supta nomi"natl i testes
scimtis~"! et beoe in "veritati"Dobís 'eognitum ~lrnaDet;; -. él; "'vldim-us
ipsas' villas superius" scriptas : cum Unes"pet 'te'tminos vel a:iácen~
eias qure ad'ipsas villas pertinet ,habeotes él ,1omiIlantem' 3d
Danielo ar:chiepiscopo, cujus fste Arloynils assertor ;causmeu~:ét
mandatarius' est, per caUsa ecclesiarllm' sancto'ru"m' J-usti 'et Pas-
toris, et saneti Pnuli ,et ,saneti Stephani. Nam 'et nos Undila,
Aurelianus, Beaireto" Narbonellus, Dodemltn's, 'Lunares,. Si-
lencius, Bonus-Eneus, -Gumarlc((s, Witérigus, Teudesioousi"et
Servandus vidimus jam dictas "mas cum -morum' -tiBes' et ter'..
Iliinos ,- -habentes' 'et dOffi'ÍDantem Danielo arch-iepiséopo;" 'cojus
iste Arloynus assert.or et callsillcus ne",mandatarius est, ab:fj'n-
tegre. Et cum nos prrefati missi, -vasf dominici et: judíces"':vi-
dentes talem adprobationem de Arloyno assertore, causiHcó :et
mandatariO. Danielo ' archiepiscopo ,'- et post tanta' reí" 'vel'itatelb
bené cogoovimus: alterca vi mus ,inter n{'ls ante' prrescr'iptos mis-
sos vassís dominicis et judic'es 'vel pIures bonis 'hommibtis' qui
míssorutU judicio residebant:, c:t ordinavim"us Milone' comite, 'ú't
de ipsas villas se 'exigere fecisset, et:'Arloyno-- 8S"5Crtorc :causlli-
(fÓ et mandatario llanieJo archiepiscopo per :'suum saiónem re-
yestire feeisset", sient {·t fecit, Bt congaudeat 'se ArloynuS '8.%'er-
tor, causilicus He . mandatarios' Danielo -archiepíscopo' in" :n'ostro
judicio suam pereepisse et hahere justitiam. llato .ludiera luotitia
t,'ndil'tionis IU~ ~non ' Junii'! ann, XIII, regriante' :',~a1"of'o ;rege
Francd¡'um. S. ~nlo comis qui ane notitiam"fradirtiónis-ijüdieii
et Evneuntionis red" et fhmare,rogávi 'tjQniS h'ominibos. S.IGal'j:..
bertu's., -S. 'Vidaldus,. S.- Ingo-bertus, S. Aruint.1s ',1 S, \Vicariu'!l,
S;"~lrulfus, 'S, Anselmus, S. Varnerio. S. Gon'l~aritIs I S. ,Leí};'
derieus, S. PetruS; S. Siffredus, S; Atil. , S. S¡,muel, S.,D,,~
na "Deus.' P. Boso" qui· hane notitiam tradietionis- J udieii scripsit
sub die, et anno quod supra.
(Ano. ,'12.)

JI. Plcito tenido en Nimcs por el 'conde Raymun¡Jo. lHist .. del Lang .• H,
".', dipl. 12.) "' ,

Cum ¡gitu!' more rrgio rex Odo in" fOl'esti's COyia 'ad exér:'
eemlillri venati"ném consisteretp"ope loéumi¡I'Ii' vocltt.,· 'Andi:
344 4PPB::'iDtX.
ta, cum episcopis, comitibus seu' vassis dominicis, vt!niens
Gibertus episcopus iD. conspectu {'jus proclamavit, quod res
quas Bligardis femina in comitatu N6mausensi per sl'ripturam
solemniter ejus ecclesire donaverat, et per XII anDOS fere seu
et amplius justo ardine possederat, horno quidam Genesius no-
mine absque ulla inquisitione, et malo seu jndicio, ipso absen·
te episcopo ~ viJIam Bizagium invasit ae maJo ordiné retinet.
Raimundus itaque comes ipsius pagi, ibidem eorarn rege ads:"
tabat: qui interrogavit ¡pile fex camitem, qualiter hac in ejus
potestate aetum fuissat; sed prredictus Raimundus comes dixit,
quod ex vestra parte prrefatus Genesius litteras mihi detulit, in
quibus continebatur ut de ipsa villa eum investirem. Qua, audito
omnes qui adstabant dixerunt , guod nequaquarn ex parte regis
prroeeptnm tibi fuit in prresentem episcopum de rebus suro eecle-
sire, ut dicit tanto tempore ab ea possessis, ipso absente, abs-
que inquisitione, et malo seu judicio expoliares et aJicui red-
deres. Itaque rex jussit prredicto episcopo suas Htteras dare,
in quibus conticebatur, nt Raimundus comes veniens in pago
Nemausense, inquisitionem per circummanentes hornines mitte-
ret, d si ipse epíscopus justam causa m haberet, et per suas
scriptul'as veras adprobare potuisset, absque ulla dilatione in
prrodictis rebus eum informaret. Veniens itaque Raimundus in
prredicto camita tu; prrefatos episcopus, regales Htteras ei asten-
.dit, et ot ipse comes ei justitiam secundum regis jussionem fa_.
ceret postulavit. Itaque prredietus comes suas litteras ad Gene-
sium misit, ut ante eum ad plaeitum veniens audiret, et vide-
ret inquisitionem atque approbationem scripturarum qua m rex
de prredictis rebus facere, jusserat. Ipsc Dutem Genesius accep-
tis littcris ad pJaeitum venire distulit. Expectata 'itaque aliquo
tempore, rursum pnedictus episcopus ante Raimundum cami~·
tem venieos postulavit, ut ei justitiam de suis rebus secun-"
dum regi~ jussionem faeeret. Igitur prredietus comes AJlidulfo
SUD vieiseamiti prrecepit ut super ipsas res veniret~ et omnem
justitiam et legem, sicuti in regalihus litteris cantinevntur, ip~
si episcopo adimpleret. Velliens Uaque Allidulphus super ipsos
res in valle Anagia, in villaBízago, convocan s omnes circum-
m3nentes ipsius loci, atque alios nobiliares tam presbyteros
quam laicos quarum bree sunt nomina, etc., in eorum prre-
selltia prrefatus episcopu. obtullt Iitteras regale., simul eti.m,
APPEI"IiDlX. 345
et scripturam quam Bligardis fernina partibus Sanctre-Marire faef'·
) re jusserat; et in ipsa scripturu contioebatur, quod yiIJam To-
riadem cum-ecclesiis ibidem fundatis, ne,c non et villam Cade-
rilam ab integl'UlTI, et in manso 'cOmendl'lto, seu et in Bruga-
rías nec non et ~-;elgarias quid quid ibi visa fllit habere, simili
modo villam Bizagum ab integrum, cnm ecclesia ibiqem fun-
data in, honorem Sanetre-Mari~, cum maDcipiis utr-iusque Sf>XUS
ibídem prrefixis, libenti animo prredictre sedi, episcopo, si-
mulque canonicis ibídem Deo famulantibus solemniter condo-
naverat. Qua scriptura relecta, omnibus in comune adunatis
fere ducentis homioibus, per auctoritatem regia m pr&dictos
vicecomes bannum imposuit, ot dicel'cnt quidquid de hac cau-
sa in vel'itate scirent, sed nobiliores vid primitus per ordi-
nem singuli .interl'ogati, cum ('eliquis omnibus tam presbyteris
quam !aicis ~bsque ulla val'ietate una voce testificaverunt: quia
nos scimus et in -veritate nobis compertum est J 'quía Bligardi~
remina per hane scriptllram prredicta5 res 'partibus Sanrtre··
Marire solemniter condonavit, et prrodictus episcopus prmdic-
tam villam Bidagium nobis videntibus tenuit ae possedit per
XII fere annos et amplius; at Genesius et alií malo oL'dioe res
qure in ipsa lícriptura resonant iuvaserunt. Itaque ex his omni-
bus XIV ele~tls hominibus, in ecclesiam Sanctre-Mari::e in-
gressi" iterumque ah ipso vicecomite per ordinem interrogati et
discussi, absque ulla varietat~ t~stificantes jurati dixerunt': quia
ipsa scriptUl'a vera e~t et non falsa, et ipsa res qlliE in ipsa scriptura
I.'['.sooant pluris ,debent esse ,Sallctm-Marim quam Genesio, aut
alicui qui eas injust~ de potestat.e ipsius ecclesire iLlvasit, per
Deum altissimun et istas virtutes sancton~m. His itaque peraetis,
Allidulfus vicecomes per ostium ipsius ecclesire. de ipsis rebus
Gibel'tum episcopum revest~vit, et in ipsis. rebus infol'mavit. AC 6

tum publice.die Jovis 1llense aprili anno UI, regnante Odone


rege. Propterea necesse fuit Giberto episcopo ut notitiam et
scripturam reclamation~s et infol'mationis scribere rogaret, quod
ita et fecit.
(Ann. 890.)

,.
.!PPENDl'X •

•1.

Form. artljq. in u,~um regmi 'ltaUcí. Ad Legem Cf..XXXIJ,' (~c .•


11.,46'1.)' -[ 'I'I',!,

Domne Comes, date huic mulieri tutorem. riato,-die. DotnJ.


ne Comes, hoc dieit mulicr com' :Petro"'StlO tuto're quod plt1~es
,'íces I¡eclamavi~ se ad";Lvós de' A. ~~o é'(1gnato, et !~mo :m~h'­
dualdo, quod n~gat suam' volunt.ate'm, 'et'maritum quem:habet
électum, non ,'ul sibi dai'e;' und~:" 'vos 'pful'f's 'vice'S" Hii 'irláh~
tlastis missos, :et epistolas ut,ad Yestrum' placitum':veniret;'ét
sibi justitiam fá:ceret,; et iIIe venire' noluit. 'Dices tu' ita,"rriu~
lier? Sic dico. Et tu SUUS tutor díeis lta? gic dico. Et: ~o~;
DOrime Comes, recorda~inÍlll ~ 'sic? sic' recordor'. Et vos Judices'?
sic recordamur. Didle vos judlces quid éómmandatle:i.t Tube
debent dice,é': Si qul, fiJi"in ,oam' HUI quaniJibetpUI'entein'ln
conjugio aHi dederit usque ad parentes 'proiimos, qui 'prilts
eam 'itd marittim dederint. Cum dicth fllerit lex ,,:il?-terroga:"eurh:~
iiui vult ipsnn{ feininam. Vis acCfpére nd eonjugilim 'le'gítrmurn
eam?'Volo Deo vofente. 'Et t'u', mulier, viS, eum' accipere 'Ád
Ie'gitimurn conjuglum? Vol o vol ente. Eltunc di.: Es tu paratus
ad danduni 'inedieta\em' de meta heredl, 'pdori, ma'riti? iS Ulll :
Centum soHilós dedito F.ece 1. Post die: Si adeo es\' fa~ttim,
¡iro 'hoe 'venit M., quod vriltsponsare n. filiam P. 'VenisH'tu
propter hbe? Veni. na vadiam, eluod faciesei quarüiii{ póF'
Úonem de quanYo tu hahes, aút' in' antea adquirel'e p'otuerís,' taril
de re mobiJI, quamque immobili Seu famiJiis, el si td'sublra-
xeris c'óm'ponas 'libras c. Et per istam 'spatam et ¡stum: vnan'~"
touero 'spbnsoftibi M~ 'meam filiam, el' tu aeeípe' eam' sponsario
rio~ine? "el; comanda Mm nuisquam ad terminum 'talem. t¿
pater reminre da vadia ei, qri,od tu 'des ea'ni 'a~ ux-o'rem, et'
matas cam sub mundio"et tu'da, quod eam acefpias;Jet qmllis'
s'e' subtraxerlt componat solidos mille: 'Cum venerint itd tdrmi·
nl1m flant c8I'Íulm, Iccfre et fiant femina tradita per i ~antim>
Propter hoc" dat Pétrus haDe gJ'OSllDm , ut mittas eam sub mun-
dio eum omnihus rcbus mobilibus, ct immobifibus, seu fa.
milis, qure ad eam per legem pertinent , et mundium et gros-
nam Iradas ,ibi ad proprium. Da ei lonechid. Prrecipile fieri no-
titiam , Domne Comes.
347

M ¡ ..g. CXXVI. ·.1 .:

J¡ .
Domne ü)mes, date huic .mulieri tutorem,, Dato, ,dic,Düm-
ne Comes, ita dicit "m'uliel' ~~m'.Petr~ s~~' tutore, quod jam
pel' plmes vices est ipsa vobis lamentata de Palllo de tnli loco
SUD mundualdo, quod misit ei' crimen, quod adllltel'RSset, aot
insidiatus est io animan ipsius, aut voluit, eam invitam ad ma~
rltum"tradere ~. ,ü~~e :yos jam pe'~ plur'es yi'cef., ei mandasti pe'r
breve m , aut pe!" epistolam, quod nd placitum yestrum venis·
set, et ei ju;titiam fecisset, et ipse noluit ,yeDire. Mutie!', di-
tls 'tu"ita?:p'¡co., et Pe'tre, qni es' suns 'tutor, ,dieis tu ita? Sic
dieo. Dom'ne Comes rc'cordamini vos ita? Sic facio, et vos ju-
dices, 4icitis sic?' Sic d'icimus. Tl,lnc debet interrogal'e Comes
jndice'. DicHe quod prrecipit ¡ex. Tune iudiees debent dicere
1E;g'~m'. T~nc ,postea Com~s d~bet 'iDterrog~l'e ipsam mulierem
et 'debet ei ita dicel'e. In 'cujus rnundió vis esse1 an in ejus, qui
titi offendit,
< an 'in mundio pa]atii? Ipsa mUÜer, "s'¡ n'ori habeat
"
si
paren~tes', v~1 respondel:e
,1
in
' ";
mundio pa)atii.' :run~ debet di-
".. '-.
eereunus 'judicull,1 pl'.O eo, quí vult e~.m aecípere uxol:em. Se-
ñíOl Comes, sí ideo est factum' p'er il~C yeni-t Martillus , quod
iRse v'ult .spo~~'are ~jariam_ m?-~dualda'm
I de
palaÚo: Venis proV-
ter ,110C? Sic facio, ,Dopa, Comiti vadi~ , ,quod, tu facias ei, mu~
Üe'ri' qU8Itam" pOI;tionem' de 'quunto' nune habes, et 'in anlea
~'d'qurreré 'potueris J taro de re, ~ob¡li, quamqúe immobili, st'.u
de" familia,' et site subtra~el'is, llt.. compooas soli~os mille.
-'
p'~r i~tam spatam, el
istum ~',vuaDtoúe'rn ego'
spo'ns'o tib'i l\fí\-
rfam muridunJdam de
pa','átio., 'Et .'ego vobis comendo eam' 'US~
que' modo. Domne Cómes .dona ei vadia, qllod tu des ei ad
legitimun conjugium Mal'iam ,mundualdam de p'alatio, et mit~
Ú\S' sub mundio cum omn!bus 'i'ebu's mobilibus, et ilnmobilib'us,
s¿u f~miliis. Et tu, Martine, don'a ei ,'adia, quod tu aecipias
éam, f{qualis se subt~axerit 'componat soÚdos roilIe.: Fiat
s·cdpta quarta (leg. charta) eLfiat tradita ad feminam. Senior Co-
més,"aeeipite illam mmidualdnm de'prllatio, ('t:don~te'l\1ll1tillo ad
legitimam uxo'l~em ad habendurn: Senior Comes, proptcr hóc do-
~at ,Martinus'isÚlm cl'osinam; et istam
'anceam, el istum scutum
a
ad babenuum dómino impel'atore pe~ mundium, Marire mundual-
d;;e 'de p~l~t~~ , _ ut miÚas ea~ ~9b mundio CU~ ~mnibu~ ..~bus
35Ó' , APPENDlX.
faciehdf lib'el'a;n háhéas potes:tatem. Et post
dj's¿éssum"yestril'm,'
quod. non fuerlt d1spensatum, ad· legitimós Dos'tros: revertatur
heredes.
HaDe pagina m ú!sta~enti et man'us· nO'strre proprire' süt~erjp~
tionibus, quód ex consüétudine' _uabu,imus, stlbscripsirrlúI, et pelo
pe¡'sonag feJí(luas shiduTin~S su~scrjptio~ii1US 'robo'rari •. Et ~t h'rec
pagina hujus:testame'nti in, d¡sceptatio~e' \'eDiré ,non pos:~ií~ s-j qUle'
liturre '_, caraxaturre., adjectiones, sú perin~ictiotiés\'e' f~ctro: ,sun~t,
nos eas :feciml1s vel facere jussimus~ dum- test-amentllm no~trúm:
srepicis recurrimu-g vel ~me~d~v¡"rilU5. Si quis nost:l'lL \"o'luntaie re_o
sistere aut testamentuÍn nostrnm C'ujuslibet calliditas conatus:
fuerit c~sb alitIuó refrag~ri t id implorantf's divini llO'ininis Rla-
jestatem obtestamal' ut pro nostroí'um omnfnm crimin'um pec- ae
catorvm obn~xius in die jucÜcii teneatur~ expel's Eeclesíre catho-
Itcre co~mnn¡onis éf pacis ante tribuUltl Christi P,I'O vioJata d~­
(uncti- v(jluntat~_ compélla't.ur subi ¡:e rationem, atque In' eum, Do-
mirms suam úItioném, q~am promiss¡'t injusÚs" cum .v,ener¡'t se-
cnlum' judic'are per ignem, feriatut;, et aécipia~ in cODspeétú' cjn's
damnatione:m perpetuam", qUftm su'scepit juda's, traditor no.mi-,
ni. IlIud naÍnque intimare vohimus, n't si ,aliiluls de hererl,ibus
vel proheredibns nostris seu qualibet persona conb'a hane ie~ta­
menti pagiÍuim, qua'm 'plena e~ illteg'ra vollnítate f(eri roga\i.'.
mus, venirc not aliquid pulsare Yoriier'it, infer8t contra q~ueiii
rflpetit tantum et aJium tantum, quantum in,huDc t~stame~túm
contin'etur sc·ript-u.rn ~ et j·nsu·pc~ fisco áúri iibr~s tantas, argenti
tantas, el quod repetít vindicare no6 valeat.

L.

Epistola cum in loco filiorum nepotes instituuntur ab á~o. I\lar~~If., 11.


tO.-Canc., IJ, 228.

Dulcissimis nepotibus meis j/'Jis eg~ il/e.Quidquid /lHis vel


nepotibus ,~e facutii,te pater congnoscitur órdinasse, ,voiunta-
tem ejus in o'mnilllls lex romana comtringit adimplere. Ideo~
que ego in Dei nomine ilie, dum et peccnti~ ~ei~ faci~nÚbus
genctrix vestra fiU,l .m'e~ iIla, qú()(l non op'f.avcram, t~rnpofC
.
naturre. suro corn plente ~b ~ac I~ce ~!S,Cf'5Sit, ego vel'o p,én-
~arís' consanguin"itat.is causa dl'lm' et, per lege cuin retrris ti·
J
APPBNDI:X., 3'5J:
liiil, meis avullculis vestris. ,in:. aloJe mea $uccedel'e mini me po..'.
tueratis " ideo per, hane epi~tolam YOS duleissimi nepotes mei,
,'olo:ut in omQi alode mea post meum discessum, si mihi ~upl'es.. '
tis fueritis, hoc est tam terris, _(~omibus, _8ccolabus, mancipiis,
vi neis , silvis, ram pis , pratfs, pascuis, aquis, aquarumvc decur..
sibus, mohilibus et inrnobilibus, peculium utriusque sexus majo ..
re vel minore, ornnique supellectilo domus, in quodcumque dici
pole,\, quid'luid ,upradicta genetl'ix. ~estl'a, si.lll,ilii supcrsli$
fuisset, de alade. mea l'~cipere potuerat, vos contra avunculos
vestros filias meas prrefata p:Jrtione recipere faciatis, et dum ¡p..
sius,filire m~re ,genetricm vestrre,. quando ,eafIl_ nuptam tradidi; in
aliquid_ de ,rebuSo meis mobUibus ,_ drappos., fabricaturas, -vd alí.
qua mancipia iD solidos tantos, dcdi, vobis hoc ,in parte yestra
supputare -contra filiis. meis faciatis. Et si ampliu~ vobis: insuper>
de prresidio, tostrQ Qbvenerit, tune curo filiis meis.avunculi~ \-es-
tris portionem yobiS ex hoc debitam,recipiatis, et quidquid. e.x~
ipde. omnia ~uperius cQ'nscripta ,fa~ere ,volu~ritis ,.libe.¡'arn }~abea.;
tis in omnibus potestatem. Si quis, ve¡'o, quo<l,futurum e88e.noO:
credtmus ,:Bliquis,.de beredibuS,vel.. proheredibus meis, vel qua-"
libet persona,. contm hane epistolam venil'c tentaverjt, aut eam
infrangerc; 'VoJuerit, iufurat' vobis ~antum et quod repeUt' Dullate,
nus "iodicare .. valeat) sed pl'écsens epis~olll vmn). tempore firma
permaneat, CUtD stipulatione: suboixa. Actum Hlo.

M,

Charla ul filia l'ur1l fratribus in paterna succedat alode. Marculr. 11, ¡O._
Canco 11 ~ 229.

Du}(;issima filia mea Hla, ego ille. Diutul'Da, sed impia,. ínter
DOS' consuetudo tenetur, ut de: ten'a paterna sorores cum fL'atri-
bus. portionem non: habeant. Sed ego, perpendens hallc_ impieta-
tem, sicut mihi a Deo requaliter donaq ,estis filii, ita et a me si-
ti:i requaliter. diligendi" et de res meas post meum discessum requa·
Iite¡' gratuletis. Jdcoque per halle epistolam te, du!cissima filia
mca, contra gennanos tuos tilios meos iIlos in ,omni hereditnte·
ml'a,requalcm et legitimam esse constitulI hereder:', ut tam de
alode paterna,quam de comparatum vel mancipia aut prresidium
Dost.rum vel quodcurnque Illt)riens reliquero, ffiqllale lance <'uro
352': APPEND1X.

11liis meis germanis tuis dividere vel exrequare debeas, et iil oullo'
penitus rortionem minorem qua m ¡psi non accipias,' sed amuia
vel ex ornolbus inter vos dividel'e vel exreqnare' requaJiter debea-
tis. Si. quis vera ..... et quod sequitur.

N.
Diploma de Carlomagno en ravor de los españoles establl~cidos en la 'Golhia r
la Septimllnia. (Ilist. del Lang., ., dipl. 16.)

In Domine Patris et Filii et Spiritus SancHo CareJus sereois-


simu:; augustus a Deo eoronatus, magnus, pacificus imperator;
romanum guberl1ans imperiulD, qui et per misericordiam Dei rex
Francorum et Langobardorum; BCI'anre, Gauscelino, Gisclafre:'-
do, Odilone, Eremengario, Ademaro, Laibulfo et Erlino comí·
tibus. Notum sit vobis quia isU Ispulli de vest1'8 ministeria, Mar··
tinns presbyter, Johannes, Quintila, Calepodius, Asinarius,
Egla, Stephanus, Rebellís, Ofilo, AUa,. Fredemirus, Amabilis,
Christianus, Elpericus, Homo~Dei, J acentus, Esperandei, ítem
Stephanus, Zoleiman, MafchateJlu!\, Theodaldus, Paraparius,'
,Gomis, Castellanus, Ranoidus, Sunirfredus, Amancio, Cazere-
Jlu~, I.ongobardus, Zate, Militeis, Odesindus, 'Val da , Ronra-
riolus, Mauro, Pasealis, Simplicio, Gabinius, Solomo presbyter·
ad nos venientes, suggcsserunt quod multas oppressiones susti-
ne3.Ut de paL'te vestra et juniorum vestrorum. Et dixerunt quod
aJiqui pagenses fiscum nostrum sibi alter alterius testificant ad
eorum proprietatem, et eos exinde expellant contra justitiam, et
tollant nostram vestituram quam per tl'iginta annos seu amplius
vestiti fuimus, et ipsi per nostrum donitum de eremo per nos-
tram datam Iicentiam retraxerunt. Dieulit eUam quod aliquas vi-
llas quas ipsi laboraverunt, laboratas iIIis eis abstractas babeatis,'
et beboranias iIIis supel'ponatis, et sajones qui per foreia super'
eos exactant. Quamobrem j~ssimus Johanne archiepiscopo misso'
005tro, ut ad dilectum filium nostrum Ludovicum regem veníret,
et hanc causam ei per ordinem recitaret. Et mandavimus illi ut
tempore opportuno ilIue veniens, et vos in f>jus prresentiam ve-
Dientes ordinare fóciat, quomodo aut qualiter ipsi lspani vivere
debeant. ProptCl'fa has litteras ficri prreL't'pimus atque demanda-
mus, ut neque ·vos ucque juuiores ,'estri memoratos lspanos nos·
APPENDIX. 3S3
tro~ qui nd nostram fiduciam de Ispania venientes, per nostram
datam Jícentiam crema loca sibi ad Iubol'icandum 'pl'opriserunt,
et laboratas habere videntur, nullum censum Supcl'ponerc prresu-
matis, negue ud proprium facere p~rmittatis; sed qlloadusque illi
Heleles nobis allt filiís nostris fuel':nt, quod per triginta annos
habuel'Unt per apl'Ísionem quieti possfdeant et ilJi et posteritas
eOl'um, et "OS conservare debeatis, et quid quid contra justitiam
eis vos aut juniores vestri factum habetis, ant si aliquid eis in-
juste abstulistis om,da in loco restituel'e faciatis, sicuti gratiam
Dei et nostram vulti.) habere propitiam. Et nt certius credatis,
de anulo nostro sul:tel' sigillari jussímus. Gllidbertus diacoñus nd
,'iccm Ercambaldi recognovit~ Data Iy non. apríl. anDO Christo
propitio, imperii nostri XII, regni ,'ero in Francia XI.IV, at-
que XXXVIII in Italia, indictiollC quinta. Actum Aquisgrani
palatio regio. In Dei n"omille feliciter. Amen.

(Ann. 812.)

u.
Oi¡I;.)ma de Luis el piadoso en ravor de uno de sus vasallos llamado Juan.
(Hist. del Lang. , t. 1, dipl. 25.)

In nomine Domini Dei 12t Snlvatoris nostl'i Jesu-Christi.


Hludocivus divina pl'oyidentia imperator augustus, omnibus
lidelibus sancttC Dei Ec·clesim tam nostris pl'ce~entibns scilicet
ct futlllis. Notnm sit qualiter .quidam horno fidelis nosteL' nomi-
ne ,ToRones veniens in nostra pl'alsentia ...... qUal in manibus
se eommenebvít et Plt~iyit llobis sua aprisione quidquid geni~
tOL' noste!' d concesserat ae nos, et quidquid iIle occupatum
Jlf1behat lJut aprisione fecerat, yel deinceps oecupare ant pren-
dcre potebat, sivc t1lii sUÍ, cum homines ('orum, et ostendit
nobis l'xinde aurtorititte qUüd genitor nO!jter ei fecit. Nos' ,'eru
alia ei filcere jussimus, siye amel'iolavimus, et concedimus
eídem fideli nGstro ,Toc,nne in pago Nal'bonense vilhue Foutes
et "ilJare CeUf.c2tl'lHHiilij cum ilIorum tel'minos et pel'tincl1cías
cultum et ill(~ultum ab integro, et quantum ¡He in yilla Fonte-
.Touros:! ,vd in suos tm'minos, siH~ io aliis locis, ,'el villís
:mw v¡¡ln\'cs (>l'cI1P~yit) ~i\'C {lrrisionfm fedt tina cum suis
4.
354 APFEND1X.

homió'lbus. vel deinceps facere poleril. t.m !ll~ quam filU sol;
omnia per nostrum donitum habeant iIIe et filii sul ~ et posteri~
tas ilIorum absque ullum censum vel alicujus inquietudine. Et nn-
Jlus éomes, nec vicarius, ~ec juoiores eorum, nec ullus jude,x pu-
blicus, illorum homines qui super ilIorum aprisione habitant~ aut
nullorum proprio (Úst,:ingere, nec jndicare prresumaut: sed
Joaones et filii sui et poster~tas ilIorum illi eos judicent et dis'
tringant, et quid quid per Iegem judicaverint, stabílis perma-
neat, et si .extra legem fuerint, per legem emendeut. Et hme
auctol'itas nO!:ltra firma permaneat, dum iIIe et filii suí e.1 pos-
teritas iIIorum ad nos el ~d filUos nostros, aut ad posteritate
iIlol'urn fidelis extitcl'int.· Et ot credatis, de anulo nostro im-
pressioDe signari jussimus. Du'raudus dillconus ad, vicem Heli-
sachar recoguovit. Data kal. janual'ias anno Christo propitio
1, imperii domni Hludovici pUssimi augusti, indicl. VIII. Ac-
tum Aquisgraui palatio regio, in Dei nomine feliciter. Amen.

(Ann. 815.)

P.

Diploma de Luis el piadoso en favor de la abadia de Anianc (Hist. del


Lang., 1 • dipI. 39.)

IÍl nomine Dei el Salv.loris noslri Jesu-Christi. Hludovi-


ellS divilla ordinante pl'Ovidentia imperntor augustus, omnibus
comitibus, ,'icariis, ccntenarii'i, sive ceteris judicibus T1ostl'is
partibus Provincire, Septimanire, et Aquitanire consistentibus.
Notum vobis sit, <fui a yil' venerahilis ~6dctesindus abba mo-
~asterii Anianensis, suggessit nobis atque indieavit, quod ho-
mines vel famnli memorati monasterii per diversa cOllsistentes
in ministeriis nostris, multa prejudicia et infestationes patinn ..
lur tam a junioribus vestris, quam ah aUis hominibus; et non
p05sunt haber e ucfensionl'ffi per preceptum immunitatis, quod
nos eiuem mona~terio propter Dei amol'cm (~t nostram clemo-
sinam conce~simlls, eo quod vos sive juuiol'es vesiri dicatis,
non plus immunitatis nomen complccti quam claustrum monas-
terii: eetcra OI-nnia , quamvis ad ipsum monasterium pel'tinentia
extra immuoitatt'm e.3~e. Propter hoc volumus, ut intdligatls
A:PP~ND~. 35'
non salum ad cJaustrum maDasterii, vel ecclesias, atque atrla
ecclesiarum irnmunitatis nomeQ pertinere; verum etiam domos,
et villas, et septa villarum, et piscatoria manufacta vel quid-
quid fossis vel sepibus aut fili\,> clusarum gf!nere prrCi!lgit~f,
eodem immunitatis Dorqine contineri; et quidquid íntra hujus-
madi munimenta ad jus cujuslibet monasterii pertinentia, a quo-
libet homine nocendi vel damnp.m ¡nfrreudi causa, spoutanea
voluntate commititur, in hoc facto, immunitas fracta esse ju-
dJcatllr. Quod vera in agro, vel campo, aut silv¡:\, que nu-
Ua munitione cinguntur, casu, sicnt fieri 801et, a quibuslibet
hornminihus comll1isum fuerit, quamvis idem ager, Vfl ca~­
pus, aut silva, ad ecclesiam precelltum immunitatis ha.bentem,
pertineat, Don tamen ~n hoc immunitas fraeta judicanda esto
Et ideo non sexcentorum solidol'um compositione, sed secuo-
cJum legem que in eo loco tenetur, multandus est, is. qui
frandem ~el damnum in tali loco convict~ls fuerit fecis8c. Pre~
cipimus tamen vobis, 1,1t vqs ¡psi caveatis et observetis, quam
juniores et ministeriales v.estri, ut hO!llines ac famuH memorati
monasterii, in omnibus Joci!t ad vestl'8 ministeria pertinenti-
bus pacem babeant, et eis liceat cum securitate memorato mo~
nasterio deservire, tam in privatis guam in publicis et commu-
nibus locis. Ne~ uHus vestrum vel juniorum vestrorum ulterius
audeat dil¡poliare, et vel in fluminibus v~l in plaga maris piscante::.,
vel in aliis locís, ad predictum monasterinm pertinentibus, diver-
sas utilitatem et servitia facieutes, infestare vel inquietare, aut a
debito ¡njuueto sibi sel'vitio ~rohjbere, vel alíqqtd contra legem
et justitiam facere. Quia si ulterius ud nostl'RS aures fuerit per-
IatuID, et verum inventum, temeritatem nostri mandati, con-
digna suis factis vindicta, cOCl'cere decrevimns. Propterea pre-
~jpimus atque jubemus, ut taliter exinde agatis, qualitcr gra-
tiam nostram vl)lti:; habere propitiam; et ut certius hane nos-
tram jussionem esse credatis, de anuJo nostro subter jussimu.s
sigillari. Data XIV kalendas aprilis aooo, Christo propitio, no-
DO imperií Hllldovici piissimi augusti, indictionne XV. Adum
Aquisgrani palatio. J. D. N. F. A.
(Ano. 822.)
356 A·PPE~DIX.

Q.

Audiencia general celebrada en Crespan siendo Uldarico marqués de la


GQtbia (lIíst. del Lang. JI, dipl. 16.)

Cum in Dei Domine resideret vir venerabilis Udalrieus rom-


mes in villa Crispiano in territorio Narbonense, pro multorum
hominum alterchassiones juxta hac recta judida terminanda,
una cum Artaldo, Stepbano, ct Teuderedo yassi dominici, Ala-
richo et Franchone utcl'que vicedomini, s~u etiam et judices,
qui jussi sunt causas didmere et legibus definire 1 id est Hulte-
redus, Tcudefredus, Teuriscus, Senderedus, Ermeldus, Apro-
Hnus, et Bidegisus saione, seu et bonorum hominum pn.:esen-
tia, id est, Sisefl'edus, Bera, Baldomare, Bellone, Remesa-
rio, ]~rmericho et Alaricho, quos causa feeít csse prresentes.
Jbique ir¡' eorum prresentia v(~niens Ramnus qui est mandatal'ius
Gondesalvio abbate de monasterii Chaunense, et interpellavit
Odilone pro silva, quam vocant Spinnsaria, pro tenas cultas
hac incultas, uLi ct dommos constructos habet, dicens: Juve-
te me audire. 15te prmdictus Oelito prendidit ipsas res de po-
testate Gondesalvio abbate injcste, malum ordine, suam prm-
sumsione, absque judicio, dum ipse abba recte jure hoe abuis-
seto Ad tune nos commis, ,'~ssi dominici, hac judicis inter-
rogavimus Odinole, quid ad ha~c rcspondere vellet. lile vero'
in suis respollii!; dixit: Manifeste verum est quod ipsas res ego
retineo, set non injuste, quia de cremo eas tl'acxi in aprisione.
Ad tune ipse Bamnus Rsserens dixit: Ego per testim'Jnia , et
per prreceptum et pCl' jlldicium pl'obare possum ipsas res ad
partibus abbati Gondesalvio. Unde Rllmnus ad tUlle hM3 prm.
ceptum imperiaIe et judicium ud relegendum osten·iit. Sed dum
relectus fuisset , invcnimllS vcritate GOlldisalvio abbate. Nam
ips¿ commis jussit su os , id est Ato, Gmtarcdu3, Gultcl'{:do et
]~rermello 1 ut super ipsas res venh:sent, et rei vel'itati vidisent,
si erant ipsas infra manitatc münastcdi Gond(>si\lvio~ ¡"In nOB.
Ita sicut et fecenmt rcw>;'si in e,ius vel COnTm jndicio pariter di~
xerunt: Nos virlimus et im'cnimus, quoel ipsas res infra signa
prct'xoria n'¡ tcrmbrs ipsas res sunt vel StlhjHcent a pnrtibus
müfl¡l~terii Gond,·si'1lvío. Ad tune 1I0S stlpmdieti il1tf'ITogavimu5
APPENDIX. 3.17
Odilone, si pOlebal habe .. e aliam scriptUi"am, fiul ullum indi-
dum veritati, aut pe!' testimonia ut ipsas res ad partibus suis
vindicare valuisset. Acl tune ipse Odilo se recognobit vel exva~
~uabit, quia de ipsas res superius, dictas, qure sunt in territo~
rio Narbonense, suburbio Ventslenense, ego eas prendidi injtts·
te mea propia prre3umsione absque judicio de potestate Gonde-
salvia abbati, dum ipse jure SUD kgibus retinuisset, quando
suam reeognitione simul et exvacuasione scripti fecit. Cum nos
vidissemus suam recognitione et vacuas ion e ! per quam sivimus
in lege Gotorum, ubi apertius invenimus in libro octavo, ti-
tulo primo, m'a V. ubi dicit: nNullus commis, vicarius, prre-
»P~situs, auctor aut pl'ocurator quislibet injenuus, atque etiam
JJserbus, rem ab alio passidentem post nomine regire potestatis
»VEl! dominorum suorum ant suunt usurpare_ pnesumat ante ju-
.dícium quod (finem) expectat discussione, id quod ab alio pos-
»sidetur, aut j~ris alterius esse dignoscitur , invaserit; omnem
»quod abstuJit et prresumsiosus invasit, in duplum ei restituat
.de cujus jure Yisus est abstulisse, hae singulorum nnnorum
>Jfruges. (luas in de fideliter collegit, juraverit petitori compe-
.1Iatur exsol\'cre.» Dum nos commis, ,'assi dominici, hac ju-
dieces ,-idissernus tale m l'ci veritati et Ramnone mandatario
Gondesalvio abbati, suamque patui'5set justitia, hOl'dinavimus
vel crebirr.us judicio, ut Bidegisus saione no~trum ut super ip-
sas res veniset, et OdiloDe exiode exigere feci!)set, et secun-
dum !egem ¡pso Ramnone ah omni integdtate revestire fecisset
a partiblls Gondesalvio abbate, sicut tt fecit. Gaudeat se Ram-
nus in nostl'ol'um judlcio suaque prmcepisset justitia. Dato et
confirmato judicio, qllal'to idus septemhris, anno XIII, regnan-
te domno nostro 1(arolo rege. Goltel'edus subscripsi, Stefranus
subscripsi, Sendefr~dus' subscripsi, Ermenfl'cdus subscripsi, Teud-
fl'edus subscripsi, Tenriscus subscripsi.

(Ann. 852.)

Juicio celebraú) en Narbona llOr los lugar-tenientes de Ilurnfrido. mar-


qués de la G-othin, (id .• dipl. 88.)

In judicio ImbHto misso Annufredo. comite, seu Adaulfo


judices, qui missi sunt causas dirimcl'e! legibus deftnire; hique
31>8 APPENDIX.
AderODSUS, Meufredus, Teudefredus, Teu",iscus, Adro"rius,
, Bexedemo, Fortes, et Feveresas judiciarii; sive in prestmtia
Haccori , Ebarico, Saloman, Eliane, Friderico, Refredo, Ba-
nimiro, EnnecaIie, Adimiro, Adibaro, Gudmo, Gomesirido,
AdUane, et aliorum multorum bonoruin hominum, qui cum ip·
sis ibidem re,ideban! in mallo publico in Narhooa civilale,
per multorum aminum altercationes nudiendas, et negotiis cau~
saturo dirimendis, vel rcctis et justis judiciis finiendis. lhique
In supradictorum judicio venicns horno, DomiDe Richimirus,
qni est mandatarios de Richimiro abbate et de congregatione
saneti Júarinis , qui si tus est iD territorio Carcassense juxta fll1-
vium Duramn6, dicens: Faeite rnejustitia de isto Duvigi1do .•.•.
casas petit De8s cum curte, cum exitia et regressia earum, si....
ve et terra, sive et viriea qui est in territorio Narbonense, in
'villa Staciano, vel infra ejos terminas, quod debet e8se de jam
dicto monasterio, vel de Richimiro abbate et de ejus congre~
gatione, cui ego mandatarius sum, quod Petrus et uxor suá 'tra-
diderunt, nomine 'Varnetrudes, per ipsam scripturam qui in
isto jl1dicium conditionis est inserta, et habuit ipsa casa Dei et
ejus congregatio, ínter Wilafl'edo et isto Richimil'o abbatibus
Jegitimam vestituram, seu et amplius iste Duvigildus hoc iuva ..
sit de illorum potestate malnm ordinem injuste ÍDfm istos dnos
aOhos, et exblatabit hoc injuste. Nos missi jndices , ioterro ..
gavimus Duvigildo, quid r~spondes ad hree de hac causa. Du ..
vigildus in SUD respo~so dixit: ip~as casas"petineas cum curte,
"exitia, et regrecia earum, sive et ter¡'a, sive et vinea ego re-
tineo: sed Don malum ordinem Dec injuste, quia ego exin-de
scri~turam emptionis habeo; exaetorem nomine Petrone, (¡ui
ipsas res in legalios autorisare debet. Tune nos missi et judi-
ces ordinavimos Dietore mfsso Dústro, nt ad Duvigildo fidiuxo-
rem tollere faciat, ut se prrosentare faciat una com sua scrip~
tura et suos aoctores nomine Petrone, vel uxori suro, in villa
PegaDo qme vocatur Caput-Stanio, in placido ante judices in
dies quindecim, et ad Richimiro mandatario similiter de sua
prresentia; etsi minime feceriot, unusquisque solidos decem, et
quidquid ibidem ab judices legibus factum f"eril de hae causa
sic consistat ••..•. vero venientes ad placidum constitutum in dies
quindecim, in villa Pegan o qUID vocatur Caput-Stanio Duvigil-
dus cum sUa sCI'iptura, et stlUl1l '8uctorem nomine Petronc, et
APPE~DIX. 359
lUchimirus mandatarius de sua presentia Ulla curo sua scriptul'a
aD~e 'Vandllrico misso Imberto qui est missus Anafredo comIte,
seu et Adaulfo, et judiees: id est Menfredus,QrTeuvriscus,
Adalvertus, 'Vi,lmundo, et aliis pIures bonis hominibus qui cum
ipsís in ipso judicio residebant; ibique eum supradictor,um ju-
dicio presentavit Duvigildús suam ~crjpturam et suum auctorem
nomiue Petrone, qui ipsius res et legibus autor,icare debeat,
sicot iile et fidiuxorem datum habebat. Et eum nos jndices ip-
sam scriptnram de Duvigildo ante nos legere ordinaremus, sic
in eam scriptum inveuimus: quomodo Petel' earo fecit et UXOl' .
sua Aldana de supl'adictas res, et firmaveruot et testes fir ... '
mare l'ogaverunt. Post hrec interrogavirous Petrone, si velís
autoricare ¡psas res ad jam dicto Duvigildo; Peter dixit: jp-
sam scripturam ego feci ad jam dicto Duvigildo, et firmavi et
testes firmare rogavi; sed ego eam legibus autol'Ícare non pos ..
suro, non hodie, non nulloque tempore, quia ego et uxor
mea \Vasnetrl1des antea tradidimus ipsas res per scripturam do~
nationis nd jam dicta m domum Dei, unde ¡ste Richimirus
mandatarius, quam ad isto Duvigildo. Richimirus preseDs ste ..
tit Ql_' od dixit: Ecce judicium vel relatum ubi ipsn scriptura
est iofra, quomodo iste Peter et uxor sua 'Vasnetrudes tradi ...
derunt ad jam dictllm monasterium in honol'e saneti Joannis,
vel ajus congregatione , cui mandatarius ego, ipsas res superius
scriptas, et habuerunt hoc per hos triginta annos ~;eu amplius
per legitimam vestituram, nsquequo iste Duvfgildus eas pren-
didit de iIlorum potestatem. Et cum nos judices ordioaremns ip-
suro judicium relatum ante nos relegcl'e, sic invenimús eum
verum et legibus factum, et ¡paa script,ttra quí ibídem est in-
rra de suprailictas res terminum legis conclusum babebat , "ct vi~
dimus eum testes juratum et firm.tum de júdices legi,bus ro-
boratum. Post brec interl'ogavimus Petl'one; quid vis dieere
contra istum judicium ubi ipsa scriptura. est inselta, si est ve-
rus allt le.gibus factus, aut non? reter dixit: i~ omnibus ve ..
rus est et "legibus factus , sientO ibidem insertum habet; et nu-
Ham infamiam contra eum dice re non. p05sum, nulloque tem . .
pore. At yero nos judices eum vidissemus quod Peter sic pro-
fessus fuit aute nos, et sic ipsam sCl'ipturam eollaudavit; sic
ordinavimus eum, ut suam recogniÜooem exinde scriptis fecis-
set, sicut et fecit) ubi dicit: Recognosco me ego horno, 00-
:,HiO A'PPENDIX.

mine Petel', in vestrOi'um jndicio ad petitior\em de isto homine


nomine Richimiro, qui est mandatarius Hichimiro abbate et de
congregatiolru sancti Joannis monasterii, qui situs est in ter ..
ritorio Carcas sen se juxta fluvium Duranno; deinde nude nos ju~
dices me interrogastis, iste relatus qnad ¡ste Richimirus man-
datarius ostendit ante vos ad relegendum, ubi ipsa scriptura
est inserta de casas, terra et vinea qui sunt infr,H terminos de
v'Hla Staciano, territorio ~ 11.rbonense, quod I..'go tradidi cum
uxore mea \Varnetrude (¡d jam dicto monasterio, si est vel'us
aut legibus, factus, allt non! Talitor vera me recognosco ego
jam dictus Peter, quia ipsa scriptura qui in ipsum relaturn est
inserta, ego eam fed autoricare mea jam diet.a de supradictas
res, et firmavimus et testes firmare rogavimus: et tradidi ego
jpsas res per ipsam seriptm'am ad ipsam dom1.ln Dei, sieut in
ipsum relatum insertum est; et iste relatus, ,'el jur:lices, vel
qui in euro ibídem insertum habet, in omnibus velus est, tt
Jegi~us factus, et nullam iufamiam contra eum dieel'e possum,
nee hodie, riee nulloque tempore, et vera est mea reeognitio.
Cum nos judíces vidissemlls qood Pcter sic collaudavit ipsam
seriptllram, quod fecit I:t tradidit ad ipsam domum Dei, sic
intcnogavimus Duvigildo, si potehat habere ~ullam scripturam
aot aliam rem unde ipsas res partibus-suislndicare debeat. Du~
vigildus dixit; non possum nec bo(He, nee ulloque tempore
nbi iIIa sériptura quam non est legihus faeta. E~ tune nos ju~
dices ordinavimus Duvigild(), ut eam excic1ere fecisset, sicut
et fccít, et guam recognitionem exinde scriptis fecisset sicut et
fecít; uhí dicit: Rec0¡,n0sco me e~o horno, nomine Duvigil~
dus, in vestrol'um judicio ...•.. de isto Richimil'O qui est man-
datarius Richimiro abbate, et de congl'egationy sancti Joannrs
rnonasterii qui situs e~t interritario Carcassense super fluvium
Durnnno, de id unde me repetit per casas, curtes 1 tel'l'a et
vinea qui est in villa Staciano, territorio Narbonense, unde
ego auctorem 'debui dare in vestrorum .ludicÍo; sed m!nlrne h(lc
feci, quia tamer in hoc legihus autoricasset: unde vos .ludi-
ces me intel'rflgastis, si habeo ('xinde auctares, ,'el aliam ullam
scripturarn Un de jpsas res superios scriptas. p¡utibus meis 1e-
gíbus indicare debeam. Talítcr vero me recognosco ego jam
dietu5 Duvigildus, quia de ipsas res supe-tius scriptns non hn-
beo nec habcl'e possl1rn, non scripttlm~ nec nurto'l'es, nt'e nu-
361

Hum judiciuOl veritatis;' pro quibus ipsas res supet'ius scriptlls
pal'tibus meis legibus indicare deben m , nec hodie, De~ nullo·
que tempOl'e, nisi ista scriptura quod ego in vestrorum judicio
abscidi J quia non est legibus facta \ quia nntea fecit istas serip-
turas, el tradidit ad ipsam domum Dei quam ad me.
Et tune DOS jndices cum vidissemus tales recognitlones de Pe~
trone, et de Duvigildo factas et firmatns, et de judicfS Icgibus
roboratas, sic ptrquisivimus in lege Gothorum J in libro quin-
to, tituh quarto, era octuya, ubi dicit: De his qui aliena vende ..
re, "el donare prmsumpserinl. Q/foties de I'endita pel donata re
cantentia commovebilur, id (St si alicnllfl lorlarse I'el/dere I'el
donare qucmcumquc cOllstitit, nullum emptori prrejlld;cio fiel1
polerit: sed ilfe qui alienam fortasse rem "endere pel donare
prrcJumpsit, dlplam se domino cogatul' e:xolvere. Emptori tamen
quod accepit pretiwn petitquc: el penam fjullm scriptura cominet
impletUl'llS: et qlll~lqllid irol projecra cOIJ1¡JIlratre rei emptor, ¡'el
guorl dOllatum acceperit, studio sure ulililalis adjecerat, h loco.
l'UrJI jut!icibus e,xaminelur, alque ei qlii laborare cO¡;nnscitllr, a
I'emlitore ~'el a donatore juris afielli, satisfactio ¡!lÚa reddatllr ...•••
tRctb SllCI'OSanctis ..... quomodo I1CS missos et judices cum vi ..
dissemus tales recognitiol1es Ílwtas et fil'matas de suprndidos
QfllllCS, et de judices lrgibus roboratns, et tale m rei veritatem
de Richimil'o ahbate, et talem legum auctoritatis; tune decl'c-
vimus juuicillm pel' GothoJ'um legem, et OJ'dinavímus R[}ndd-
co misso n05tl'0 , ut super" ip~as res yenil'c faciat, et de fUl'ti~
bus Petl'one eneat, et partiuus Richimiro mandatario Richimi a

ro abbClte jUl'e l'evcstir~ faciat. SiC' lex Gothol'um continet, et


in hac judicia insertum habeL Dato et confirmato judicio,
decimo quarto cnlendas deccmbris, anuo vigesimo tf'l'tio, reg·
11ante Carolo rege. S. Adefonsu5, S. l\Ienfredns, S. Lel1dcfl'e-
dus, Teudcmirus qui huue juJicium scripsi, una cum littet'as
supcrpositas, sub die et anno quo supra.
(Ann. 8ü2.)

fallo {lado en favor de la abadia de San Tiberio en un ]UICIO Ó asam-


blea teniJa en Narbona (id. t.I, dipl. ~O.)

Cum in Del nomine residcrct ne~'narc1us comes m¿H'chío,


1 missus 5CI'C[lissimo domno llostro Kurolo rege, in Narbonu ci·
46
362 ÁPPENDlX.

vitate pro multoí'um altereationes audiendas, et negoti~ eaU-


sarllm dirimenda, et recta ae jndicia ordinanda, UDa et cum
Leopardo et Adalberto vasos domenicos, seu et judices Teu~
defredo, Theriscone, l\ledemane, Odolrico, Argefrido, et Coro·
parato salane; ctiam et in prresentia Addrinlfo, VUitardo, Re~
camberto, Ilderico, Proroando, Andrico, OdiloDe, Austringo, et
prresentia aliorum pluriam bODorum hominum, quas causa fecit
esse et prresentes, venieos Bonesindus abbas ex monasterio sane-
ti Tiberii, cui vocabuJum est Cesarion, una' et cum rjus con-
gregatione, et se querela~it et proclamavit, et dixit: Audite me
qllerelantem et proclamantem, eo quod abbatia sancti Velosiani
curo ecclesias, et vineas, et terras, et omnibus appendiciis suis,
et fiscum nostrum qui etíam vocatur Homegianus, quem Karo-
lus l'ex perenniter contulit ad jam dicto monasterio saocti Ti ..
berii per istos prreceptos, quem ego hic in vestra ostendo
prreseotia ud relegeudum. Et sic dumque nos ipsam abbatiam
vel fiscum supra dicto s fetinuissemus, vel antecessOl'es mei
quiete retinuerunt pro partihu3 sancti Tiberii in Cesariane mo..
nasterii, ubi sacrum corpus requiescít; sic venit Ato, et sic ad
ipso monasterio vel rjus congregatione abstulit sua fortia ¡njus~
te. Tune nos missus et vasí domenici et supradicti judices 01'-
dinavirnus ipsos prreceptos ante nos relegere. Sed eum ipsi
prrecepti ante DOS relecti fuissent, sic hi unum pneceptl1m in-,
sertum invenimus, quomodo Karolus fCX derlit ipsam abbatiam
cum ipsas ecelesias, et vineis et terris, et omnibus appcndieiis
cum omni integritate; et mi placuit eonferre Deo, sanctoque
Tiberio: et ¡bi invenimus quod est ipsa abbatia in pago Tolosa-
no, suburbio Savartense. Et in alium prreceptum ¡nvenimus,
quamado ipse jam dictus domnus noster Karolus rex dedit fi:;-
cum, qui vocatur lIomegianus, ad prredicto monasterio sancti Ti~
berii, qui vocatur Cesarian, ab iutrgre; et est ipsa abbatia
supradicta in supradieto territorio. Tolosana, suburbio Savar-
tense, super fluvium Arega: et est ibi constructa ecclesia in
honore sancti Velosiani martyris: ipsum autem fiscum supras-
criptum est situm in territorio Eiterrense, in suburbio Capra-
riense: et cum caosilia Vinfridi mal'ehionis hoc dedit ad pnc-
dicto monasterio, vel Adrebalda abbati, 'vel sanctis fratribus
monachis loei ilJius monasterii C('sarionis, ubi S. Tiberius quies ..
cit; .cum omni)ms sibi perlinentibus, in integro, perpetuis tem-
Al'PENDlX. 363

pGribus, sine uUius hominis inquietudine. Et in unum prreceptum


invenimus In ipso datarllm anno deeimo quod Karolus rex regna~
bat, quod faetu, fuerat in Albia eivitate. Et in alio de fisco, quod
fuit datum anno nono decimo quod Karolus rex regnabat, quod
faetus fuerat in Pontiano palatío: et ¡bi invenimns, quod Ka-
rolus rex manibus suis et firmavit, et sigillare jussit. Curo nos
yero missus et judices vidissemus et audissemus ante nos Bo-
nesindum abbatem curo. sua eongregatione, et vidissemus ilIo-
rom prreeeptos, et eognoscentes illorum veritati; ordinavimus
Leopardo vaso dominico misso nostro, ut super ipsas res ve-
nire fecisset, et sic ipso abbati de prredicto monasterio, yel
ejus congregationi reddidisset monasterium saneti Velosianl eum
eeclesías, terris, et vineis, et omne appendiciis, et ipso fis-
cum Hamegiano in integro, sieut ip~i .prrecepti resonant, ad eos
traderet atque revestire fecisset. Et sic ipse teopardus venit, si-
cut ordinatus fuit, io comitatu Tolosano, cum Adalberto, Teud.
fredo , Tel'iscone, Ildimiro, Al'sulfo, et. I~imbel'to judiees 1 et
prresentia Gisclafredi, Taneooe, "Talarico, Bellone, Teudesin.
do, Audesindo, Eldebrando, Bonavidane: et sicnt per ipsum
fuit ordinatum, eos revestivit, atque tradidit ad partibus pnc-
dicti mODllsterii S. Tiberii in integro, sient iIIorum prrecepti
resonant, sic ipse missi monachos ipsius abbati nOD{'sindi, no-
miDe Ansimiro, Vulberto, Aimirico, tradidit sicut illorum prre-
cepti resonant. His prresentibns actum fuit et traditllm. Data
et raeta traditiooe idus J unius, anno XXX regoante Karolo re-
ge, indictione XV. Signum Antoninus, AtoDius, Tedriscus,
Letarius, Teudiseius, Salomon, Olibe, Isimbertus. Parasetb.-
dus scripsit.
(Ann. 862.)

R.
laicio ó asamblea tenj()a en A.lbi por Raimundo, cOllde de la espl'esada du-
dad. (lIist. del Lang. JI, dipl. 109.)

Notitia quorum roborntionis vel signacula eorum 'lui subtus


tenentur inserti, qualitel' venerunt alhiui homines his Ilominibus;
SE'garius et Alidulfus, necnoh et Hietarius seu et Ingilbaldus,
videlieet ex alia parte Karlssima abba\issa ex regula S. Satur-
nini monasterli Rutilenensls civitate degenti, nam et fulerada
~64 APN·:~WIX.

l)e{) devota, et ah utraquc parte venerullt die Jovis foras Albia-


civitate, in ecclesia sancti Affl'icaDi, in mallo publico, in pr(8 ..
sentía Reymundo comite, et civiles judices qui ibidem aderant,
quorum nomina qui subtas firmaverunt in eornm prresentia, ah
utraque pmte in ter se con~ootiones habebant, pro Rodunda~
Vahro, mansis, tenis, vineis, cum ecclesiis qure ibidem SUDt
funuatm; quidquid ad ipsam curte m aspicere dinoscitur, de
quantllillcumque Vudaldo et uxorc sua Ingelbergane, qui quon-
dnm fuerunt deblta fuH possessio. DieeLat Segarius et Hicta ..
J

riu& nam et Ingilbaldus 1 quoc1 sCl'iptos conligatos super Fulera ..


dane Deo devota, et super Karissima ..... abuatissa, scriptos
judlcios Ilotitias el jectivas perennis temporibus confirmútas ha-
berent ~ pro qu-as "olebant ipsos alodes, mansos, terras, vel vi-
112as legibus adquirere. Dum eos intendentes ct inter se 4Jter-
cantes, guirpivit supra nominata Karissirna, suam qui dicebat et
monucham ]?ulcradam nomine., et cartu!8m guam pro ípsam cur-
tem manu tenebat Fulcradane manibus l'eddidit~ et per omnia
l1ixit quod ipsas res llo1ebat tfuerc, neque contentionem pro boc
ipsut habere Fulcrnda; namque Sllam cartam videntibus cunctis
recipiens, cum suis contl'acuusadis in ratiollcm intravit, et. ínter
se contendentes consensel'Unt ¡psi judices, una per voluntatcm
ipsius comitis et ül'bitrium judicum, ut inter se pagurn fecissent,
quod ita et fecerunt: ita ut obtineat Fulerada, de Rodunda-Va-
bro, priorem ilIam hrereditatem in capite, quam Gilbulgis cum
Vua!do jllgale SUD adquisicrat, ilIam medictatem et I'eliqua. Ce-
tera yero omnem ilJam medietatem, de quantumcumque in Ho-
dUllda-Vabro vel omnibus ¡bi peltínelltibus, ({ure Vualdus et uxor
Bua Ingilberga, qui ante fuit, iIIam -aliam medietatem similiter
Fulcl'ada obtineat, et iIIas duas ecclesias dominical'ias, cum pra-
tis et yineis quce inter eos complacuit, cum il!ol'um adjacentiis,
ut donet Fulcrada contraria pro ipsas res in ipsa Lel'editatem,
et in ipso aice tantum de alia tel'ra, quantum et hrereditate illn
¡bi ilJi advenit pro ipsas res jam dictas, quod ita per omnia ad-
implevit. De mas vero vincas et maliclos, quos jam .dictos Ful-
erada hedificavit super ipsum territol'Íum, a suis partibus in in-
tegrum obtineat, et donet ad jam dictas hrel'edes alium tantum
terra in {~ontra, ql1antum ea die et ipsis viueis et malJiolis ipsis
advenil'e dehuisset. JIIud autem quod superfluum est, mansos et
omnia qure sllpel'ius sonat, inter se dividat, sieut superius jam
APPENDIX. 365
dictum est, quod ita et fecit. Deinde Segarius et Hictarius, seu
et Ingilbaldus ullanimitf:'r guirpierunt; Segarius de hoc quod per
brereditatem Godilane uxori suro interpellaverat, et Hictarius et
Ingilbaldus de iIlorum partibus in contra Fulcrad~ne, omnes
plantos quos inter eos de Rodunda-Vabm causa orta fuerat. Se-
gadus vero talem feeit fidem de partem uxori sum et sua, vel de
parte Petroní suum hm:'edcm, ot si post hune die m exiude COD-
tra Fulcradane aut suis snccessoribus pro ipsas res ulla l'epcti-
tioue removebat, Segadus suam legem camponat, et in antea
ipse et uxor sua, 'seu et Petrm illcm simul se taceant. Hietarius
similiter fidem fecit vinculo legís sm.e, et Ingilbaldlls secundum
legem SU3m fidem fecit, quod in contm FulCl'adane aut suis suc-
cessol'ibllS de ipSll 'causa repf\fal'e non se prrosumant. Unde Se-
garius in contra Fulcradane ftdejus301'em tale m dedit, de parte
Godilane uxore sua, Leoni nomine, nt si Fulcrada notitiam inde
ostendebat, et eum Segadus pro parte suro uxori firmare nOlebat,
J~eo suam legem componCI'et, et Segario ad hoe J1ermittat~ ut
ipsam notitiam d firmare faciat. Si mili modo Hictarius pro ipsam
l10titiam ei firmare faciat. Si mili modo Hictal'ius pro ipsam noti·
tiam fidejussorem alium opposuit, DeGtimio nomine, ut eam lIie·
.. tadus firmare non !'eoaat; et si hac facerc nolllel'it, Deotimius
!;iuam legem companat, et in antea ipsam notitiam Hictario fil'-
mare faciat. Iterum vet'O Jngilbaldlls alium fidejussorem de sua
parte dedit, llostagno nomine ut si IngUbaldus ips~-l.m notitiam
non firmabat, Rostagnus suam legem componat, et ipsam noti-
timn Ingilbaldo firmare faciat. Ita vero de hac prredicta causa
aliquis horno Alidnlfus nomine illOrulll .. oo. fidem talem feeít, sua
fistucu jactante in CODtl'íl. Fulcl'adnne, ut ipsam notitiam suam
rnanibus firmare fl'atl'i suo Vualdo faciat, et ut ipse .A.lidn!fus
eam maníbus firmet, et si hoe faeere contempnunt, suam Ali-
dulfus legem componllt, et fratl'i suo Vualdo eam firmare faciat,
et ipse Alidulfus manibus eam firmet, et han e cOll\'enientiam
stare et adimplCl'e faciat. Dnde .lam dictus AliduJfLls duos fide-
jussores ipsius I<\llcl'lldllne dedit, Segado et Bietado, nt post
hunc diem neque Alidulfus, neque fratel' suus Vualdus, de quan~
tumcumquc oc Uodunda·Yabm Fulcrac1a a sua parte I'ecepit, ut
l1ulla inqtlietlldine remOVCL'e non prresumat; et si quis ullns ex
ipsis 110(' f{:~(,(,l'it, Segarins ct llictarius, ullusquis'lue kgem ::.uam
COmp(iflat, (,t postl'U in autea Í.;?sa::; lides fudas adimplere faciat.
366 .APP.ENDU.
El ilIut iIIis iliserere placoi!,qui sr fueril ipsl aut ullus hrel'edum.
ae pro hreredum ver Hlarum successoribus de hac causa uHoque
tem pare causa cafumpnire removebat, auri libram eomponat, et
guad repetit vindicare rían valeat; sed hree naUtía stabHis et fir-
ma permaneat cum omni firmitate adnixB. Unde pro hac causa
necesse fuit Fulcradane, ut inde Dotitiam bon'oJ'um hominuD'l in
testimonium colligeret, quorum pl'resentibus actum fuit, sub die
Javis in rnfO&e augusto; Albire chitate mallo publico, in prre-
sentia Raymundo camite, anno primo regnante Ludovico rege
po,!. ohitilm Karoli impera!oris. S. Segarius, S. AliduJfus. S. Vu.l·
do. S. Hietarío, S. Ingilb.ldo, S. Teuberto, S. Garrigu" S. Ra.
duJfo, S. RodaJdo, S. Guilaber! auditor, S. Didimo, S. Teudo-
mo, S. Adalberto, S. G.rifredus, S. Bernardo, S. Ben.men,
S. Alibranoo, S. Ebroinus rogatlls scripsit, dictante Teudino
caDcellario.
(Ann. 878.)

S.

luicio celebrado en Ansone en la diocesis de Cll.rca!looa. (Hil!. del Lang. IJ,


d;pl.42.)

Cum in Dei DQmine resideret AridemandlJs episcopus sedis


Tolosre civitatls, cum 'Virp veDerabili Bernardo qui est missus
advocntus Raymundo comite Talasre civitatis et marchio, per
consensu Odona comite genitore suo, una cum abbatíbus pres-
byteris, judices, scapbinos et ragimbui'gos, tam Gotas qua m Ro-
manos seu etiam el Salicos, qui jlissis causam audire; dirimere,
et legibus deflnire; id est Donadeus monachus, nellus monachus,
'Amelius monachuliI, Adalbertus, JodoJenus, Donatus, Ilumaldus,
item Donntus judices Romanorum. Eudegarius, Aicabraodus,
. Radulphus, Hugo, judici Gothorum. Oliba" Rotgarios, A¡men-
radus, Joannes" Almo, Arloinus, Arimares .. Ailenus judiccs
Salicorum. Sive et in pneser.tia Autat'io; Adálardo, Otibano,
Aroulfo, Ugberto, llugone, Gairaldo, Ossendo, Bellone, B.lde-
ttedo, Ischafl'edo, 1\Ialaignaco, Segebrando, Aribel'to, Sanprog-
nano, Booemiro, Ostaldo, Salvardo sagione, et aliorum plul'i-
murum bonorum hominum qui cum eos re,idebant In mallo pu-
blico, in castro Ausopa, io die sabbalo. Ibique in eornm pr.. -
APPENDl1.. 367
sentia venlens homo nomine Adalbertu!, qul est mandatarius vel
á'dcertor advócatus Bern~rdo vicario seniori' SUD, dicehat: Domne
episcope et vos judices jubete me audire et facite mihi justitiam
de iste Arifonso ahbate S. J oaoois· Baptistal·Castri -Mal.ste,
qure est situs in territorio Carcassense super fluvillm Duranno.
[ste jam dictus abbas P.t ipsa congregatio de jam dicto loco ve-
ner.bile, retinent villare eujus vocabulum est Villa-Fedosi qUal
alium nomen vocatur Elsao, cum terminis et limitibus 'et adja~
CEmtiis suis, qui est situs in territorio Ausonense in suburbio Cal'''
cassense. Fines vel adjacentias habet ipse jam dictus villares: de
parte orientis adjacit a terminio de Ramiano; de meridie adjacit
in fluvio Fiscanum, siye a terminio de saricta Eulalia; de parte
cereii, adjacit a terminio de saneta Eulalia, sive a terminio de
Villa-Vallt:iriani, sive a terminio de Canevellos; et de parte aqui·
lonis adjacet a tel'Ininio de Cane,'ellos: de quantum in istas totas
affrontationes habet ipse villare constructo cum terminibus limi-
tibus et adjacentiis sUis, sic retinet iste jam dictus abba injuste
et ~alum ordine; mide servicius debet exire circá et quarta et
ca'Valcata, sicut alii Spanii debent facere de ilIorum aprisione.
Tune interrogaverunt ipsi judices supra nominati jam dicto ab-
bate: qui repondere vellis de hac causa unde iste mandatarius
Bemal'do te interpellat. Tune ipse abbas pralsens sletit et dixit:
Ego mandatario abeo qui pro mE respondere debet, et dedit ibi
suum mandatari,um vel adsertorem, advocatnm nomine Sonia·
l'iUm; et Soniarius ibi prresens stetit et dixit: non retinet iste
abbas nee ista congregatio jam dicta, cui ego voéem prosequor,
ipsum villareln su.pra Dominatum injusta et malum ordine; sed
legibus eum acqübierunt anteceSSOl'es '3ui per srripturas emptio-
Dis legalibus factus, et per jtidiciis legibus ordinatis, qui fuerunt
decreti in civitate Cal'cassona ante Olibane comite, et ante Fre-
dado vicecomite, si"e ante aliis víris et bonis hominibus, et prm·
reptum habet ipsa congregatio, ex regia auctoritate, quod ad ..
. quisivit Ugbertus, qui fuil quond.m, ante Odone rege de jam
dicto viHare, et Httera seu auctoritate habet ipsa congregatio "el
.Hum prlllceptum quod aequisivit Rainulfus abba, qul fuit Con-
dam, Carla gloriosissimo rege, et privilegium iste jam dictus
Arifonsus abba qui me maudatarium injuoxit, et Htteras domiai·
cas de Romam et de beato Joanne papa sedi, apostoliCal sancti
Petri, qui est m.ler omnium ecelesiarum, per quod nullum. oh-
368 APPENDlX.

sequium nec nullum servitium non debent facere de jam dicto


"illure nec de suum terminium; sed omoia hree in alimonia pan-
perum et in stipendia rnonachorum. Cum autem ipse episcopus
supra nominatus, et ipse judices audissent Soniario rnandatal'ium-
Arifonso abbate sic respondelltem, decrevel'unt judicium; el 01'-
dina\'erunt Soniario mandataril1m ut al'Dmiret suas fcripturas et
Jitte¡-as dominicas, quod iIle ibidem postulavit, si cut el fecit, et
éll'iímivit eas ad placitum constitutum,
Iterum ad ipsum placitum constitutmn ;reDit Arifonsus abba
el aúvocatus Soniarius cum suas auctoritates in prrusentia de
jílm dicto episco¡;o, et de supra nominato vicario, et iu pn::esel1-
tia de jam dictas .indices vel auditores, et sic pnesentavit ipsos
pl'éEceptos et ipsum privilegium, et judicios et auetoritates de
supra nominato villare, un de alodes legitimuill debet esse de jam
dicta casa Dei et de ipsa congl'egntione superius nominata. Rur":'
sum vero nos episcopus et juc1ices supel'ius nominati cum au-
dissemus et vídissemus talem rei veritatis tt talem !egum auc-
toritatis, intel'l'ogavimus Ad,¡Ibrrto mandatario de jam dicto
Bernardo vicario miss o Ruymundo comite, si potebat habel'e
sCl'ipturas aut testes aut ullllm judicium "cl'itatís, ut possit ap·
pI'ObRl't: quod beneficius debet cssc de seniore SUD Remardo per
uorwtivum ·vel consemu de jam dicto comite R<tyrnundo, quam
aJodes d~ ipse vene!'abile loco superius Dominq.to. Tune ipse Adal-
butus dixit: quia non possum habel'e testes nre srripturas. nre
ullum judieium veritatis, unde dit:e:'e l1ec probare p'.lssim quod
her¡cficius debeat esse seniori mro qui me rnandatariur:l injun-
xit, sed plus debet eL;se alodes legitimus de ipsc venerabile loco
jam dicto, per islas scripturas et per istas litter<ls dominicas,
et [)€,' bta:" rpgias auctoritates qUtC nos hocHe vidimus et audi-
vimus in btum p!acitum ¡egentes el relegentes, qua m h{'neficius
stniori meo aut de quolibet h0mine ..... nos episcopus et judiccs
cum audiyimus et vidimus tales l'cgins auctol'itnl'cs ad istulJI
mand;;tario Arifonso abbate, non fuimus ausi DulJam querelam
littel'is contra eum impendere: sed per If:'ge et justitia ordina-
vimus sagionem nostrnm supra nomiuntu111, et aE.tringere fceis-
set Adalbcrtu mandatario llcrnan!o, ut confirmasset SUllm COl}-
Jaudatium aaque eXH!cuatione de ipso supra nominato "mare
yel de suum t(~flninum. Hecognosco me (';":0 Adulbertus manda·
tm:ius, ({llOd Ht;LHre lIon po:.;~um, ('t s1,,-, fado meam professio-
,i.PPENDlX. 369
ne adque ~xvag",atiolle, ,quID de ipse villare sUl)erius nomina.,-,
tum, unde, ego per vocem seniOl'i meo interpellavi Soniario mau~
~atarium Arifon~o abbate" injuste ,et malum ordioe eqm inter:-_
jl!'lIa,vit adque m~lIavit, que plus debe! esse ipse' villa"es cum ti,-
~is et terminis suis, si cut scr~ptum, est,alodes legitir~1Um de ista,
jam dicta casa D~i atque yenerabili loco, sive Arifonso abbate,
'Yel ad ejus congr~gatione, per íllorum auctoritat,e et per regia
do.natione, quam beneficius: seniore me~"qui me mandatarium
injunxit, aul de quolÍbet hominem. Et ea qure ego. me, rf;lcog-
nosco atque exvacuo, sirnulque conlaudo recte et veraciter, ~e~
~ecognosco Dtque conlaudo, et mea recognoxio, vel'a est omnibus.
Et ~ongaudet se Suniarius mandatarius Arifonso abbate in nostr()
judi~io suam plf!nissimam adquesivitjustitiam. Dato jndicio istO'
XVI ka!. julii anno XXI, reguante Carolo rege. Signuml)aniel,
Adalbertus mandatarius, S. Gavarnal, S. AItal'ius, S.-Aldulfo,
S_ Jodoleno, S. Mmone, S. Leudgario, S. Ecprando, S. OJiba-
ne, S. Rodgario, S. Radramno t S. Guilberto ..... chone, S. Ra:-,
t~rjo, S. Donato, S. Hugone, S. Leutgario, S~,Ro4.ulfo, S.,Agi-.
leno, S. Seafred, S. Deudado, ~" Stephano, S. Joanne, S. EJi-
zreo, S.,Bertranno, S. Gootario, _S. Eldefredo, S. itero alio Den,
d~do, .:;~ Agita, S. Emidario, S. Amicaignago, S. Undelane,. ,

(AUn_9IS.)

T.

Jnielo celebrado en Narbona. (Hist. del Lang .."lI., dipl. 56.} ,

Veniens V,ihardus mandatarius DOlladeo abbati et congl'ega-


Uo sancti Joannis monasterii Castl'O':Mallasti die Veneris in ciyi-
tate Narbonre, in prresentia domino Ayrnerico archiepiscopo et
domino Pontione comite seu et marchione, vel judices. qui jussi
fiunt causas dirimere et legibus deffinire, tam Gotas quarn Ro-:
manos velut eUam Salicos, id est 'Varnarius, Abo-, Rogdarius,
BJastolco sajone; sive in prresentia Lorio, Bernardo, Rauibcl'to,.
Alal'ico, Rainiba'Ío t Alari,co, Ayrnerico, BOifredo, Adarz, Am-.
blordo, Alphanio; item Abone, Delgarane, Euvnltario ct aHo-
mm multorum honol'um hominum, quicurnque ipsos judices
ihidem residebant, in mallo publico, in Narbona civitate, in eo·
41
rtirrl prresentla ¡le s'"proclatnabaf .upra J\()mil>nttls mandattiriIM
d(dp'só 'ahbate,: de suiWa nominato comité, qúja tSte comes ~iv'd
sni homine, se prendiaerunt ¡>RmliD et vinnm el ¡Id,eDs; 'el ah¡s
cJWis rebus male or¡filie el irijust;', qUod fac~re 'non: debuérant;
de alode qure' voeatm PI'ancianó,' et de aliodlódés quniuht in
corriítatu N'arbonens'e de supra dicto' S. .roanne~' Et', ego'mrln(Ja....
tariús priviJegium in' mánu ten~o de Romam-q-tifu est mater 'ee':::
elesia, et prreeeptuinljúod domfnl impera!o,esel' rege~ feeer~iI\!
adJa", díetaeaso D<i,' el lpsaprrecepta' ¡pso' mano fuenint' osj
fensa et .oléínniter' fueldril tÍliee!.;' et'résoriaoaHri ípsi>prhinli'
gio 'vel' iri tpsos prreceptós', quod -nullus eomes, sci1! ".Íce.!.eorties;
nec "ieadus, n€(fcenié'b'arius", 'nee unoS' 'horno' ill' edrúlW vocáJ
Itmie tn! iIIol'l\ll( rollni!"!,, p,e"aTdi"et 'nec Iroves', II,,!, eabailo\!;
nec·asiÍlOs, nee!' pámtas; ne~ portálicum;' 'ned te1one!, :11~' 1ideiL
jussorés' toilendos, nel}' illorum hóiniries distrinfgendbs', ~'rré¿:' dr--
lum b-bsequium fa'cete non debebant! sed omnia sit in alirribnja
paupernm el stipendia roonaeborum.Tunc ipsi"j\ldiCé~ et ¡psi
atld-ttores cum audisse'l'It tálem rer "eritatis - e( taJem rega'm' 'aü J
thofitá;tes, intetrogaverunt ipso comtte'sripra 'dieto'~arén1~ lege~
vlve¡'at~'lV! qUiJ: respónd~¡'et {M caU'. 'uTide ¡si e molld.ror'''s
reqolrebaf, si" fui.s'e nOn sciehartl qrldd: fps~ abba,' ,~tl i~,., con'
gregatio cmuobitarl1m tales regales autbol'itates habuissent, unde
perdonaturn fuis~e;' et quantum ego feti, ignoranter ego feci.
J

Tune ¡psi jl1dices et ¡psi auditores cum audissent' ipso comite sic
respondente, decreverunt judiclum, et ordinaverunt ipso jam
dicto comite quod conlaudasset ipsas scripturas dominicas, et
vnadiaS86tlagaJItev ,icut in' Iege, sall<!a'ccntilléllrr" li. et fecit.
Oportum fuit Donadeo abbate, vel ipso jam dicto mandatario ut
notitia-ni' (!Oolalida'tiolli!l scl'itiét e;'vel 'fi'rn1are' ¡-tJga~seht, sie- et fe-
et
cerunt'. H'ic: ITt~seritil)tls-:netutn fli-it;' gatid~at' se ip~e' ahbas'-el
ipse' mnndatnrius 'quod· io'~ nostro JHdlcib" iHóhlm clarlssima per;.
cepissent justitin. 'Dnto' judicio'Y.' idus mal'tit ánno' n';r~gnante
Rodulpho rega pbst obitum·líJa1Oli· fegig¡ S. PonHi.me; coll'tifei et
mal'cbtone, qUI-'se eKaC\lavit~ S. Ric-hildis, vice¡.;dortJitI5S8., S .. Jo~
rfllS,S. J\;'rnardo:; S; AloriJo, Se. Aymeí'lco'"S. A\lays; íf. :An!!
blaido. S. Alfarlco'; S. W.ltarjo. s) fOl'!on,;; .¡ ;"

·.1
S1I
, .,:c-

u;

lI'UrcJ¡[irdi 'l)iicol»i Leijej ~t Üatuid' fá,nüÚtÍi S. PelU ¡;rtriÚri¡Jta (cirní


!- ,ano 102.1.). (Schanna"t, Hist~ episc. lVormat •• rlipl. 51.)

.c,. lo oomine' BáocliIl .tindlVidure Trioit.ti.,, "


Ego Eurchardus, Wormatiensis Ecclesire éplscoPilS"., pliopter
ass~duas támeiltaÚones miserorúm, et crebras insidias inultortirii
qni rriÓl'e canind ftüriiliaw S. 'Petri" dH:icerabañt,' diversas leges
eis; impon'entes; 'et in'firrilio'res qdosque SUiSjlldie'iis opprimentes;
CtlrrJ coIlsi;lIo' ~Iél'i et mifituht d' fotius familíre', has jussf scri~
h'e-te leges,. ne áliquis ¿\cfi'ó'C'átU'$ ltüt'vicedontiIíus, 'allt ministe'-:
rfMis-, Sive: inter fOS alia loqtia'x perSona', suprad-ictre familire
D'ovi 'alfquid subirlférre' poss-et; 's~d! una cademque lex tliVíti' el
paupeÍ'i anie ocuJos prm'nofalá esset cómm'u'nis, ,¡,;

i,' si quiS' ex familia S. Pelt'i ad soCiam sllaro legitime vel'i~ ..


rit " quidqtiid in doten"! di'.tfMit'; et hoe" ips'a anDum et ·diem uoJ.'i
proclamatnm possidet, si vil' prior motitm':, uxor é}üs tótam ba":
tieat'dotem usque :ia linero "iire suro; si autem ¡psa rifoti-tur s'ine
filiig l , lll'oximi heredes ma'riti sui dotenl recipient;-similitel' fiat
si uxor pl'ior moriatur; et quidql.Hd sttnut acquisierint,-' si quis
eornn)' alterum sU'Peh~i:xerit o' totum habeat iD' sua 'potestate, et
quidquid inde lacere voluel'it, ,faciat;-quod autem mulier se..;.
eUm' ad maritum attulerat", ambobns"" mortuis: si filios. habuerint
ipsl matris' hereditatem possideant; si autem filios nOn habuerintj
nisi ipsa traditione prillpediatm·,." post -vitarn '('jus ad proximos
muliel'is l'ede'at; et si filios sirnul genuerint, et mater prior obie ...
rit,' si quid hereditatis ex rnatrefiliis deveneraot" et ¡psi obíerini,
hereditas ad proximol' matl'is redeat-.·
2. Lex eritfamilim: si quis prredium, vel mancipia'in here·
dUatem :'acceperit, et in 'paupel'tatem iuciderit et ex hac' neces-
sitate hereditn.tem vellderc voJuerit'; prius proximis her~dibus
curo testimonio proponat' nd emendum; si autem emere oo1ue-
rint,- veudat cui voluerit. Si autem aliquis mansus in manum
episeOpl Judie!o Judieun)' pervenerit, et si heredum aliquis su-
persessum jus emendllre voluel'it, detur sibi potestas ut tali con ..
ditioni heredltatem acClplat. Si a"lem' mtllus heredum saUsfa-
Iocr rilinister, cuicumqu8 ex familia rnan-
eere!voluerit,! iIIius
sum lIlum dederit, hic postea heres fr"mus sit; si autem .tiquis
venerit post duos annos aut tres, aut pIures et dicat: «Ego
sum heres; pauper eram, orphanus eram, non habui qui me
paseeret, ideo extra patriam ibi, et ibi mque modo me meo
1abore conduxi;'J, et volt cum solo testimooio ilIum qui jussione
episcopi heres effectus est, el quia suum mansum bene excul-
tum et firmatum habet expeliere, constituimus: quia prius nn-
Uus heredum erat qui supersesSl1m jus emendare voluisset,
iIIe fhornus lucres sit quí a rnillisteriali heres effectus est: si he-
res erat, cur aufugerat? CUl", domi 110m sederat, ut hereditatem
,uam custodiret? Volumus lit Dulla VD" ejus de hoe, amplins
audiatur ni8i justa atque r8tionabilis causa ibi intelligatur. Si
autem ,aliquis qui hereditalem mansum habet, moritur, et par";
vulum heredem reliquprit, et me heres 'non pott~st debitum ser~
vitium persolvere, et sit aliquis proximior qui velit debitum ser ..
vitium de prredicto mamo facere quousque heres iIIe, ad su os
díes pel'venerit, ne propter teneritatem heredh (retatis?)' exhe-
l'edetur heres, concedimus et constituim~s, et ot. misericol'di ...
ter de ea agatur, rogamus.
3.· Si quis in dominicato nostro hereditaterQ habens mori ..
tur, heres sine oblatione heredik1.tem accipiat, et : postea debi-
tan~ sel'\'itut~m inde provideat.
4. Si quis ex familia moritur;- quidquid indotaturo rclique·
rit,. Di si traditione pnepediatur , pl'oximi heredes possideant.
5. Si quis cum manu conjugis·sure curo testimonio bono ali-
quam traditioDcm sive in dote, sive in aHis quibuslibet rebu5
j'ecerit, hoc firmum erit nisi alia res prrepediat.
6, Si quis pncdium vel hereditatem suam iofra familiam ven-
diderit, et aliqnis heredum SllorUffi- prresens fuerit, et nihil con-
tmdixerit; vel si absens aliquis heredum est,. pastea resciverit,
et si iofra spatium HliliS anni hoc' l'eticueJ'it, po~tea jure carebit.
7, Lex erit familire: si quis ex aliquo comm~sso in manllS
episcopi cum judic:o sociorum suorum pervenrrit, ipse eum orn-
nibus suis possessionibus ea dijudicetur.
S," Si quis cum [IBis qllos secum adduxit alirui ex societate
filla aliquid injustitim fece¡"¡t, jus erit fam. ut se tantum et suos
viros una satisfactiolJe reCOnCilil\t, et unusquisque aliorum· se-
metipsuID pl'Opria satisfactione reconciliet.
., v" .ro. erjl r.mili .. : ·nt de weregeldo Usealiol bomini. Y Ii-
A.Í'PEND1X.

brie' ad 'eameran reddantur, el dnre libl're el dimidia amlel.


ejus contingat.
10. Jus' erit: si ex familia vir aliquis 'et'uxOl' ejus obie-
fint) et filium cum filia' reliquerint, filios' , hereditatem servi-
lis terrre aceipiat, filia autem vestimenta matris,· et operatlim
peeuniam' accipiat, reliqua qua; remanserint in omnibus requa ..
liter inter se partiantur.
11. Urec etiam Jex edt familire: si qUÍs prredium vel man"
cipia in hereditatem acceperit, et in Jectum regritudinis ita in-
ciderit ut equitare, aut per se ambulare non possit, prredium
SUllm vel manci pi a heredibus suis alienare non poterit, oisi pro
anima sua aliquid inde uari libuerit, alium SUllm questum det
cuicumque libeat,
12, Ut in omoibus loeis, ubicumque fieÍ'i potel:it, deeli-
nentUl' perjuria; qualiscumque sit ex familia <lui cum socio suo
sive in agro, sive in vineis, sive in illis levioribus rebus aU ..
quid injuste fecerit, et se administrum loei proclamaverit , vo-
lurnus, ut illius loei minister cum subjectis concivibus suis si-
ne juramento, hoc determinet.
~ 3. Et hoc est constitutum ; ut si quis nscalinus horno ex
familia rem aliquam magnam vel parvam ad injustitiam p'atra-
verit ad bannum episcopi V solidos, ut dagewardus, 'vade-
tur, et 'V solidos compouat' cui iniquitas facta est, . UDa un-
cia vadietur, et nihil jnret.
14. Si quis nupserit ex dominicato episeopi in bE'neficium
alicujus suorum, jUl'is sui respondeat nd dominicatum episeopi,
si autem ex beneficio in dominicatum episcopi nupsel'it, juris
sui respondeat domino beufficii.
15. Si quis ex famili'a alienam uxorem acceperit, justum
est, u1' quando obiel'it duro partes bonorum suorurn aSSUman-
tUl' ad manum episcopi,
16. .Tus el'it si fiscaJinus hamo dagewardam ac'ceperit ut H-
lB qui iode "nascuntur secunc1um pejol'fm lUaDlIm jurent; simi~
Iiter si dagewardus fisci muliel'em Rccepel'it.
J 7. .1us erit familirn: si quis in placito ínjustum c1amOl'em
fecerít, aut . íratus de sua
sede recesserit, vel in tempore lid
placitüm non' \'enerit , et' in hoe a consedentibus supera tus non
fuerit, nihil 'juret, sed in testimonio st:l\binorum :sit.
IR, Lt''X crít fllmi!ií'_~: uf llnllsqnisf{llc rUin !'{l('io :;¡110 jnrd
I
comuna manu, si prQPter faid~m (Sel¡. feudum) .,il ~UI1I VlI.
et spiscopo simililer.
19. Uabuerant et hQC in consueludine; si quis .lleri pectln;am
soam prrestileral, redderet quantum voluiss.t, el q1lod noluis,
set eum juramento negaret; sed 'ut declinentur p~rjuria, cons'f7
titu;mus: si ille qui pecupiam $\J.~rp. prrestiterat, jpr,amentl,lfTl
ejus pati noluerit, ipse contra eum du~lIp pqgn,aturu$ llega~~Ql
pecunian acquir~t si v9Iuerit:, si aQt~m tam digpa p,~rsonfl est
gul pugoare CUm e.o pro tanta ¡e dediguetur, ricarjum suu.\ll
ponat.
' l :..20.. Si quis iJ;l eivitate Wormatia dueHo convictus c.eclderit
60- soliJ;is ,v:~ddur: Extra civitate11l vero, iufra farniljre, f!~ ¡fa
duello occubuerit, i)Ji quem impugnaverit, pro pugna, \njust~
mata suam justitiam ~rjpliciter COmpO\lat, bauDum episcopo
persolval advoc~!o 2p solidos tribual, aut cqteIll et capillos
amittat .
. 21. Si quis ex familiaS. p'.trj prredium vel maqcipia a·li-
hero homj.Q.6 comparayerit v~l ,a)iq~o ~od~ acqui~~vt;lrit extra
fam., neque curo advocato, neqQe sine aqvocat9,,- D.~SS~ <;om-
mulet, dare non liceat. -
: 22.. Si quis fiscali viro justitiam .~~am ~llfI'Íi)ger~, volu~~it,
id est,o ad dagowardum, v~l ad ceusum injustum, :(iscali~ ,'i~
Cl,1:Jn VII proximi& suis, non :we.rce4.e con~uc~~s jl,1stit~a1l} su~"'
obtineat, et si ex patris parte vit\lP~~etur, ,:x ra4em part~
ql)lB "j:!QgnatorurQ S\lpr\lm et te~ti,a. ex l)1atre assulUfl..tur; sil1)jJiter
fl'it ex, part,e matt'is, ~issi enO] judic{o s.cabinor~m, aut pl'O-
~i{nor\lm ~es~mo[liis superari possit.
23. Lex erit familire: si quis don¡un .ltorÍl¡, c,um arll!.a\a n¡.• -
J;l,~ introierit, et filiaryl ej\ls vi r?puerit; ~un~ta vestimenta, quí-
hus tune. iq¡juta fuerat, quaudo r~pt~ .~st singlllariler in triplqu¡
patri ejus, vel mundiburdo restituat, ~t ppr ~i.Dgu~¡;ts ,,:~~q~
mentorull). pjl~te.~ ~a~D1¡lm epi~copq cgmp.Qt"Hlt i P9~~I't'rn,um" ;p-
H)m tripHci SU~ satisfac;tione, CQR1 ballI~o episcop\, patri 1'~pr~7
sentet, et quia leg¡~ime e~~ s~cundul)l ~aD()nica, prmct'pta . J;1:a~
ber~ m;quiverit, amicís '~lIius XII .~cuta " e~ toti~em la,nc~l,l~ et
u.l}am hbr~,n ~enlJ,rio~llm I'I'Q r~c.o~cil~atione pel:~ol:li~t.
24. Ethoc ~qnstituimus: si quis debitum .HeDjus rei qora,m
ministro cQpfite,~l1r, et rnjohter il~ jJ~a ,di~ 19~t~fl) n,9n b~,~e.t d!f~':'
nirt',. P.t bi(' (Jui dehih,~ j~ pJ;iori die cO,l)fe~sus est 1 al.i~ di~
APPENDI~.

~~gar6_ voJuerit" mil;lÍstet'· et testimonium


. pl'i¡;tio,ce confessioO¡S:
" "(' "

hab,l'j' utrequQm ,est, ,de se, faciat sicut ,aute~,flcbuisset.


2.5 .. ·Et boc lex erit: si qu~~ ~e aliqua re ministeriali co~ti'l
t,etur " et l\Oc ad placit\lm differtur , sieut¡, ,tune in plaeito COUt
f~~ij.s,.fue.rit, judicetur; ,~i' miníst~r eum eu,m te~til)1Qnio de
priori .~DnfessiQn8: ibi convincel'e non P9tuel'~t.
,2f)", '~ex er;it co,ncivibus,:. u,t,·si q~is. in <..:iyitate h¡::l'e~litalém
arCiJill habuedt, ad martll.S .epi~copi.dijudicari non .poterit ni~i
tres aunos censum, et. ,aliarn suam justitiam .inde subse~erit,
et post hos tres aODOS ad tria legitírpa placit~ Jmmittatur ." 6~ sl
supersessum jus pleniter eP;lendare voluerit, ipse, ejlll1 sicut an~
tea possideat; et. sí domun in civitate, vendiderit ~.ream . per-:-:
dat"
27,' Et lex erit.: ut,sí quis in civitate aliquem ita per_clJs~e~
l'it'lIl ad. terram decidal, 3d b~DDum episcopi .60 ¡;olidos com-
ppnat: .Q au\em' eumpug0'l-aut aliquo levi fiag~.I,\O ,.q~od
~lultltiram, yoeant aHquem 'pereusserit, _et si ',non, decidcri~ 4, SQ-
!idos taotum camponaL,
2~k . Lex erit: si quis in cjvitate a4 aliquem o~cidendum
glad!'lUl suum ev~g.inaverit ,. aut ar~um tetenderit·, et sagittam
neno imrosuerit, vel Ian~eam BU aro ad fel'iepdum protendel'it,
6,0 solidos companat,
29. Lex erit: si episcopus fiscalem hominem ud ·¡servitium
suum assu.mere voluerit, ut 6.~ nliud.· servitilllD euro ponere
Don debeat nisi ad camerarium aut ad, pincernam ,.vel·ad infel'.;-
torem, vel ad 'agasonem, vel ad ministerialem; et si tal~ servi-
tium facere IlQl\1el'it, IV den. p~rsolyat ad regale sel'vitiu~, et
VI ad expeditionein, et tria inj~ssa plac.ita qurorat in ,aono, et
sel'viat cujcurnque vo]uerit.
-30.,' Propter, homtcidia autem, qUID quasi cO,tid~e fi~bant iofr.éI.
fam. S.-P. more helluino, quia srepe pro nihiJo, aut per .rbri~:­
tatem,. aut per superbiam alter in alte~~.Q1 insana mepte ita
insurgebat, ut in currículo unius anní 3~ servl S,- p, ~ine culpa.
a servís ejusdem Ecclesire sint interempti, et ¡psi Intel'fectores
magia ind,e glariati sint, et elati, ,quam aliquid pccnitudinis
p,r¿ebuis~ent; p.roinO~ op. jllud m,axirq.un detrimentum Dcstl'ro ec-
clesire ~ cum cOllsilio: n~strorum fldelium, h~nc cOI'rectionem
lied decl'cvimus: lit si quis ex fam, consocio suo sine necessi-
,
t"t~ d ,(luidel'(l SirH.' tali nece~sitatc, !'j b~ ill~,im interllcertl vo-
I
376 APPENDix.
el
loeri!; autsi latro era!;' se . Sua defendéDdo, sed siDe Islis
supradictis' rebus', interf~cerit, constituimus: 'ut ei tollaotur 001
rinm' et ~capim) et in: utraque :maxilla ; ferro 3d hoc facto com~
buratur, et weregeldum l'eddat, el cnn) proxiruis oceisL more
solito pacem faciat ,et ad hoc constringantur proximi' lit acci-
piant. Proximi autem occisi si persequí volúerint proximos oc.;.
cisoris, si 'quis iIIorum pi'oximorum eODsilii'"et 'faeti juramen-
to sese 'expurgare voluerint,: 'a proximis interfecti 'firmam et
perpetllam pacem' hahe(lt~. Si autem 'proximi occisi istud COTJS~
titutum c'ontempnel'e voluot et supradictis insidIas' parant, ta--
men "nihil':noéent l1isi quod insidillntur,' eorium 'el capillos
amitt.:lDt . sine combustione; si, autem aliquem iIIorum in ....
terfecednt, sive vulneraverint per comptemptum, corium' 'e't
capillos 'llmittant, et supradictarn combustionem patiantm'.
Si autem occisor aufugerit, et' capi non potest, quidquid ha ..
bet'· ad 'fiscum redigatur, et proximi ejus, si inculpabiles sUnt,
fhmam', pacem' habennt; si autem homicida 'Don aufugerit, sed
cum proximo occisi inocentiam per duellum defendere voJuerit,
et 'vicerit, weregeldum reddat; et curo proximis pacem faciat;
sí autem nullus proximorum occisi cum occisore pugna're vo-
ltierit, ipse se bullienti aqua 'ádversus' episcopum exp'urget, et
wcregeldum reddat, et pacem CUIn proximis'faciat , et."jpsi co-
gantur' ut accipiimt.
Si autem propt€r timorem istitis' constitutionis '-vadnnt' ad
aHtmam fam. tt iDeendu"t éam' contra proprlos consocios" et -si
non e.:it aliquis ql1i contra llliqnem illol'um 'dueHo pugmmrau ..
:tleat ; ,. singuli hullientl agua adversus episeopum se e~i{purgeht
et si '(¡uis victus fuet'it, expatiatur qure super seripta sunt.
Si quis autem ex familia in eivitate sine supradictis neces·
sltátihus aliquem ex familia' interfecerit, cOl'ium et capillas per-
daf, 'et cOrllbustiónem sliprascriptó more patiatur, el' baIlIlUm
pe!:so'Ivat, ét weregeldum reudat, et {¡'aeem cum proxirnis faciatj
et iIIi eonstringantul' 'ut accipiant.
Si autem aliquis de aliena familia terram S.-P. cola! I el
tale' prmsumptúm fecerit, id e,~t: si aliquem ex' nostra familia
5ine neCf's:sitate jam supraseripta intéi'fecerit, aut ¡¡-tn supra' mero
mornta patiRtUl', aut nostram 'perda!', et 'familire ('t· Ildvocatl
insidia habeat. Si autern noster servitol' qui in nostrft curte est,
.11lt flO1"tc'f ministcrialis, tilJia andellt prtrlsnrnere; volnmns ut
171
boe sit ln Mstr. potest.te', el cOlÍ,lIio nostrorúm Ilde)fum ,qua'"
Iiter talis prresurhptio vindicetur:' " '
'31, Si quis"ex familia contenderit 'com' éocio 'Uo'de una
qu-alibet reo, 'slve de a"gris', 's-h'e' 'de' vi'n-eis, sive dé ma'ncipiis,
sive' de -'pecunia '; sr potest' ex utraque 'parte cum testimoniis
utrO'rumque 'sine juramento' '-discerni, landamus; : sin :autem 'ut
desisM'ntilr perjuria,' volumus, 'ut ex utraque parte ostendari-
tur :iJI0rtUD téstimonia,' et ita collaudent testes' -quasi gratum
habeant;' et- ex. isupradictls duobus' testimoniis duo' eJigantur ad'
ímgnam 'et cnTn duello' Jitem' decel'llant, el' ~ujus 'camplo -ce..:.-
cidelit,perdatj el ejus'testimonium taliapatiatar propter fal...!
sum testimouium "quasi 'juratum haberet. _:,'~ :~I' !'j
32. Si qúis exfamifi., fU,tum fecedt, .et hec non peÍ> 'ne..
cessItate famis ,s'ed 'lH"opter :avaritiain et cupiditatein~ et prop~
ter consuetudiiJetn "feeit'; ef quod furatus est sev solidis appre~
ciari 'potest ~ -'et superal'i potest, quod' aut' ihi'-- máceHo publico
aut in conventu-conciviuffi·-'debitorl ;vadiattiS 's'it"; supradietum
furtum" ad correptionem 'maIofllm constituimus: ut Jegeni' sibi
innatam 'propter fUltum' perditíim 'habóat, 'etSi' ab:aliqtlO dé
aHqua 're incuJiiatus' ruedt ';' u"on' se! 'expurget juramentó'-, sed
áht duello> Rut "Ji'ulliente"aqua., 'aut fervente rerto; sirililiter fa l
ci.Hlle quiln perjurio 'publicó' cáptusest;' similiter et iIIe 'qui
in' fals'o testlmóilio captus -'est;· similiter " et' iIIe quf' propter in"
ramian furti ilj'duello' c~ciderit :'~fmiliterétmé qui donfta se:
niorem suum , episcopum videlicrt, cum suis inimieis concilia-
tus est, sive contra ejus honorem, sive contl'a ejus salutem.

v.
CartulariQ dD Vendoma. (GaUand, p. 22.)

Fuit mulier quredam in pago Vindocini, Fredllcia nomine,


quro habliit alodia, jure hered;tario a progenitoribus suis:
erantque alodia ipsa in duobus separata locis: uno se. aplld
Lutl'iacum, alterum apud vilIam qure dieitur Sigonis. Hree ae ..
cepit maritum, hominem quendam, qui dictus est Guitaldus:
manseruntque di!] paritel' bene seeumdum seculum habentes si-
bi sufficientem conrluctam. Sed cum pau]atim, tempOl'8 fieri
('{l.riOI'R ro'pissent, lid tantam pnllpertAtrm cle\'enernnt, nt \"ie-
f~
tu~,t v,estitns ~qff¡~!eDti~m ,:llis¡ pr,redia alo"i neB4~reot, ha~
bere DOD po",eDI. NoleDs .utem mulle,', &d fiualIl'Jus alodio,-
n,m maxime pl:lrtjlleb~t" &lienij.~~ :~~re4,itat,e,m,_ suam ,ah. ,agDat:io~
I!e ,s.ua; ven~t primum ~d .GerYiusillm fillQlll Lao,selini,. qui 11~..
be1nit uxoreTQ. quamda~ ipsiu~:.cognatQm, filiarn :~Gt Drogonis~
fratr¡s,Mat\brei de Monle aúreo: dixitque)lIi paupertat~\Il slIa\Il
el rogavit amb~, ut p,redjcta al04ia sua eapicotes in ~J1)1m
~u~m, .yictu" 1St}, .et vir~m SUUI}l quanpi':l "vjye~6rit ,. ,tali. condi~
tjoD~sustenlareDt, qtpost ll)or\ern sUam ,taQ} ipsj, quam tota
progeniespo,t ipsos, al odia s\la possidel'e"t.Quo~ Gerv.sins fi
u~or penitll~ fa~,er~~olu~ruDt;.:at ,mulle,'et vir eN"" eum,uo".
possent vivere non haberfnt, pullul]Ique ,adjutorjum apuu sibi
pro;ximos ·saDg~iDe r~p~rirent, _se ql,lpq~~,:~ó~.i" fame, pati non
vellent: eonsil,iqlfCeep\o, ,y,eneron,t, a~monachosS, Trinitati~
delibel'atione f~eta, l¡1 dare~t ei,suprad;eta a10,dia, per eamdeII\
conventionem (lU~,; Ge~va~i~ :I?t ~xQr~: ~jus. ~a {1~r~. vpJQer,¡:~n~.
Sed Illúl.ier pr~~av~ps in futu~u~ dix~i_, ~e nun.qua~'~c~lesÚe do-
patu~alll ~liqqid ,quod ~" postn¡9ltcm su.m a pal'entibu.
sui. ~liqua~cc,siQn, pos~~t '~ferri"ll,eliq,!it él'go, alodia villill
~igonis supr. !p.,m,OI'~t<} Drogopi de}lonte ~UI'~o,qU¡¡) comp't-
teban,t m~ 'co;o?a,nguinítati~ ju~e, ai,'pn~te t:n.a,t.l'is;- i.lIa. ~ero ;de
Li,triacQ qUill bahehal. dI' patre ~1J~ I et ,qqill fa1u'llnÍll)'i vel e08;
natu" ~el.liqui., :aljus ,1le~ jqrep,qterat, n~ ,~cb~bat donavit
S. Tripitati e¡ m!ln~cb,is, r.iusdem loc,il¡.~be,nda perp~tuq e.t te-
n~~da./ ',il

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INDICE.
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1!',lGHU,S.

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IJBI\9PIUl\IER(j,•
. P.fl 4el;e~ho' 4e, l~ prppie.d~4 (n[lIHef;{e r,r; g ener<z1.
C~PITqLO',I>Bm~l\O; Ue i~ nMur~le.¡a ~eI derecho de prO-
pied.ad. . • ...' .' ; -,., . ~ ',. ':' 3-"
C,H. JI. Division de' ía ot;ra. . H4
.. ' ,,'l'
LIBRO n.
De la propiedad roma~;4 Q,ajo ei a~Tecto polltico.

C~~lTqLO pRl"ERO" pe las diver¡a~ e~p~cies. d~, pr9l'j\l-


dad entre los romanos. • - I~ • - ,', 37-
C~~, ú., . Pr~pÍl!da~ priv~d~,;;h¡\.ger I'ubli~u~. ".,' 39
(;~f. VI. PosesiOl;H::S., .;~.: -',o , ' , " , , ; . • , • 42
G~f. ~v'. D~ I~s I~ye~ agra~ias.. ._, é,." ,-' " H
Cn, y. Resullado d.e las leH' J.ipilJi.s, J6
CAP. Y,¡. ,D~ la;; segundas \eye~ agr&rias, ,,' 47
c~~. '.'JI.. Cómo qesapal'ece el nger plfblir;us.
CAP, YIU,' De la propie~ad ital}ana.. •
" . .jO

~Af. I,X. E!'llol).cipacion de la H~lia. ;j.J


CH, '\, De la pl'Opi~dad prOvincial.. , • " S7-
CAP. ~J. D~limp.ue~tQ eQ,las, pro,.i\oci,as. 6t)
t;:AP, ,!,I1, De la reYOlllejo.u ilpperial. ''', . 6l
CAP, XlII, La 'Italia y las provincias en'tiempo del im-

CA~,~r~¡v: De 'la~ refol'm.ar de J~\~i;qQ: :. :: ,- :


C.A.!'. ~v. Ol'g~ni~aci.on mu~]ic~pai. en.tiempQ del iJnpel'lp.
C~r, xv,," Del, impUf,itQ_ ~¡\ lo~ ÍI¡timo~ \i~OlpO~ del im-
I
PAGS.

CAP. XVII. Del cultivo por esclavos. 71


CAP. XYIII. De los colonos. • 73
CAP. XIX. De los dominios del príncipe y de la enfiteusis. 75
C.<\P. xx. De la orga.nic~acjon militar. 78

"LIBRO III.
De Ül propiedad romana en sus relaciOnes con el derecho privado.

CU'ITULO PRnIERO. De la forma de los actos. 81


CAP. 11. Dominium quiritario. l\fancipatio. Cessio ¡njure. 82
CAl', IlI. Usucapian, prescripcion. •• 85
CAP. TV. .De la toma de posesion consuetudinaria. Si
CAP. Y. De las alteraciones hechas por el edicto del'pre.- ,.
tor en el derecho de propiedad, • • 90
CAP. VI. Del derecho' de propiedad eálas provincias. 92
CAP. VI[. De la legislacían de Justiniano. • • • 93
CAP. vnI. De la naturaleza y del carácter de la propie-
dad romana. ••••..••.••.• 94
CAP. IX. De la fianza y de la hipotecá! 97
CAP. x. Manera de proceder en I<~s acciones frall:'s. 99

LIBRO IV.

De la propiedad romana en, sus relaciones con el dere~ho de fa.


" milia.

CAPITULO PBIMERO-. ;-'Del derecho'de familia eh general.: tO!'


CAP. n. Del jefe de la familia. . . . . 104
CAP. Ill. De los hijos de familia y de su peculio: ' • 106
C,P. IV. Da la tutela de las mujeres. '." 109
CAP. V. DeJa malillS. '. 112
CAP. Del régimen dotal...
VI. • Hó}
CAP. VII. Comparacion entre el régimen dotal; t~.la eh·
munidad de bienes. ..." 118
C,ul. VIII. Reflexiones generales sobre 'el 'derecho de 'su·
cesion. •
, . ", ."<
.'
.", . 120
CAP. IX. Del testamento' romano. ." ,122
CAP. x. De la querella ino/flciosi y! 4e 'a'legíti~8.i; 125'
CAP. XI. De las leyes lulia'~'Y Papp;d Poppcea; '!; ,128
C,\P. XlI~ 'Contil1ljacioti. ... r. " , 130
CAP. XlII. Continuacion del concubinatO'. • '. 't31
CAP. XIV. Continuacio~.-.::...ne los privilegios de, I~ pater·
nidad •• . t33
CAP. xv. ,Continuacion. -':"Del celibato. 135
CAl'. XVI. De los ('adurn. . J 37
P"-Gi.
"~, \:
CAP. xvn. Del derecha de acrel'er. 140
CAP. XVIII. Cual fllé el principio del, derecho de suce ..
sion entre los romanos. 142
CAP. XIX. Del derecho de sucesíon segun la ley de las
Doce Tablas. • 144
CAP. xx. De la bonorum possessiQ •. , ". .' '.: l., i .;' 140
CAP. XX( .. Sucesion pl'etoriana• • :. \ .. " ,ó,i! • . '.' 148
CAP. HIl. ,Del del'echo de los padees.,' 151
ClP. XXIlI. De la Noyela 118., 153
l'
.'.' LIBRO Y•

De la conquista 510.-912 •
. _ ,1

.' , , ,157
~

CAPITULO PRIMBRO. De los germanos. .': ' ,. '

CAP. 11. De la conquista. 159


CAP. III. De Clodoveo y do los francos.
o
. 162
CAP. IV. Reparticion de las tierras. 164
CAP. V. Condicion de los vencidos. : • -' ! .! ,¡
,
>' • • 165

LIBRO VI.,
De los hombres libres y de [os ,'asallos.,
CAPITULO. palMERO. Reflexiones generales.·.- • ',; 161
CAP. 11. Del eanlon yde la marca. ; ." .. 169
CAP. III., De la asamblea del eanlon y. del pleito., '. '. 0172
CAP. IV. De la organizacion judicial actual comparada con
]a de los germanos. 175
CAP. Y. Del ~ervicio militar. 176
CAP. YI. Dela tierra alodial. •• . • '. 178
CAP. VII. Cómo desaparecieron los alodios pequeños. • 180
CAP. VIl l. La gran propiedad germana comparada con
la gran propiedad romana. ', , 182
CAP. IX. De la recomendacion. ' , . ".' • ó··.. 183
CAP. x. De los efectos de la recomendacioil con relacion '
á la propiedad.. • • o. • . . . . 186
CAP. XI. Del modo como se recomendaba la propiedad. 189
CAP. XII. De las recomendaciones ,á la iglesia. .• 191
CAP. XIlI. ,Del precario. ' .193
CAP. XIV. De la forma del precario; " .. ' '. 196
CAl'. xv. Palabras notables deCarlomagno. •• 198
CAP. XVI. Paises en que se conservaron los alodios. 200
C.... XVII. De los grandes alodios. 202
LIBRO VII.
>,' ;¡'-'
.'" Dontini(¡3lt.l r¡Y. l1i1r¡ull/dad~J y ~ehttfWios",'
.,í :.'<',1. I
<,.',I~' f·, !!:-':~:, f!:" .,l/PÁ'e'!I:} o,"~
, ¡ ; " L' , ,"""'..;+-
CÁPITULO.P.RlMBRO~ Delrey; "~o:"~ 'r ."';"'~ ~i ';J; .:¡ ·20a
CAP. 11 •. Dominios del rey • • ' ." "." .' ¡" :1>.-; .. ~;. ·2071
CAP. LIl. Del vasallajK'·'';;·;. ';Jj '::' l '~'-!', -.h ¡':1¡ • .J ~Og i' ..
CAl>. IV •. De las inmunidades.;-:!.I lo" .,' J' ,;il. ,'; .. t 2H~
CAP. v. Continuacion.-De las inmunidades eclesiásticas. 214
CAP. VI. Coutinuacion.-R~diél¡jMDto de las ciudades. 218
CAP. VII. Continuacion.-Inmunidades de 10$ monaste-
rios. • .l: ¡ . - Jll.· ';';, ',\,.' o··.··¡ • 219
CAP. VIl!. Delos beneficios. . . • • ' . •• 221
CAP. IX., Obligaciones del' b.....ficlarlb.'..:4I.', Serviciu mi' ,l
titar... • • .. '. " ~H:.'. '. "J.j. ,.j 'O ,22~1
CAP. x. ,CoutiguacloD.~2;' Se~vlcio';; de eórtey de conu
; sejo. ',' ;";' ." "" :,,~, I ,22'1
CAP. ::u •. ContinuacioD •...-De~ 10sI jUic:io$'¡j-, ¡i~ ji".,~' ,[ '22'9
CAP. XII. El alcalde del palacio. . • • • • • • 231
CAP. XIII. De los beneficlo's @dI tlémpo de Carlomaguo. 233
CAP. XIV. CarIomagno.. • • • • • . 235
CAP. XV. De' "" herenba'de 'rurBenmlcios. 237
CAP. XYI. Cómo se rompió el vínculo que unia los bene·
,·ficios á la monal!~ia~'·.\~:) ,;"¡j:" f-' ',J .' :":,"'! :J i24()
eA.p. XVI'" .Coutinuacion. • • ;~.' ~,' í '. J" .' I! .. J. 243
€AP. XYUl.,' D.: Id m<marqofg; I\>¡'uceilll" '1' ;\ 1" 24:S
",;:i' l.' ,;; .• :: '1:" ".'! -';
LIBRO VUI. " , , ',,,:

be; la .propiedad germana en sus r;diicid/~- t;ÓTV tt~' derlltho ¡ttiJ.


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e'iPITCLO, PRIMBRO. Del alodi".-PI'Óplbil ganallélates'.' ·247 f


CAP. 11. De la.. fórmulas por Iascmilesge' traDSniltia ,la
propiedad':~t.f' Fórmula: germana l; ~. i . .1. ,249
€""'P. III, Continu<'1cion.--2·,o Fórmula romaná~; .' 253
CAP, T" •.'·.·De:lqpl~egé'rlpcio·m· :; -lo. '·~t··. ;,' " : ,: '2·5.1
CAl'. V. ,Del banefi'eio' y el;
CAp, VI,. Procedimiento· de. las accio~~~ rea:l~s!
"en~o,1 • ,,;
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GAP. VII. De la propiedad' ll!\ldaE'. ' 11. 261
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LIBRO IX.

De la propiedad entre los bárbaros considerada bajo el aspecto de


sus relaciones con la organizacion de la familia.

PAO!.

CAPITULO PlU1IIERO. "De la familia. 263


CAP. n. Del hijo dé familia: 265
CAP. lll. De la tutela de las mujeres.. •• 266
CAP. IY. Una fórmula-acel'ca de la tutela en el siglo XII. 268
CAl~. V. De la administracion de Jos bienes durant\! el
matrimonio. • 270
CAP. VI. De la viudedad. 272
CAP. VIJ. Dos, meta, morgengabe. 274
CAP, VIII. Fade~fium.-DoDacion mútua. • 277
CA.P. lX. De.la sucesion germana comparada con la he·
l'enciaromana. 280
CAP. x. Del parentesco. 281
CAP. Xl. Sucesion en línea fecta.-1. o Preferencia de
los varones.. • 283
, CAP, XII. 2. D De larepresentacion. 285
CAP. XIII. Delasucesion colateral. 281
CAP. XIY. Del testamento. • 289

LIBRO X.

De la esclavitud.

CAPITULO PRIMERO. De la esclavitud romana y de la es-


clavitud germana. 291
CAP. n. Continuacion .. 293
CAP. 111. De los esclavos. 295
CAP. IY. De las causas de la e:;clavitud. 298
CAP. V. De la manumision. 300
CAP. VI. De los l/ti, lassi aldione.r. 302
CAP. VII. De los siervos del rey (¡¡sea/fni) y de los siel'·
vos de la iglesia. . . • • • • • 306
CAP. VIII. De los colonos, coloni, hominis, votilli, momo
\ borati, commem/atir capitales. 309
CAP. IX. Cargas de los hombres libres. 313
CAP. x. Cargas de los colonos.
CAP. XI. Conclusion.
.. 317
321
ApPENDIX. 323

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