D O M I N O Y A L G O M A S ( 493 )

Ignacio Zaibert H.

En días pasados me correspondió presenciar y dirimir una discusión que tuvo lugar
entre el salidor de la “mano” y su compañero, con ocasión de la segunda jugada del
salidor,
Las cosas sucedieron así:
El salidor usó como “ficha ir de salida” el 3/3.
El segundo jugador castigó el tres con el 3/1.
El tercer jugador (compañero del salidor) colocó el 1/1 “con larga pensada previa”
(tenía entre sus siete fichas, cuatro fichas del “palo” uno, el 1/1, que colocó, más el
1/2, el 1/4 y el 1/6.
El cuarto jugador castigó el tres de la “ficha de salida” con el 3/5 “sin pensada previa”
(tenía entre sus siete fichas, cinco fichas del “palo” cinco”, el 3/5 que había colocado,
más el 5/2, el 5/4, el 5/5 y el 5/6.
El salidor, en su segundo turno ejecutó la jugada que provocó la discusión, esto es:
“cuadró” a cinco con el 1/5…
Ante dicha jugada, su compañero, el tercer jugador, casi, casi que se cayó de su silla…
El segundo y tercer jugador “pasaron” y el cuarto jugador colocó el 5/5.
Acto seguido el salidor jugó la única ficha del “palo” cinco que le quedaba y el cuarto
jugador quedó con todas las fichas restante de dicho “palo”.
Al concluir la “mano” (dominada por el cuarto jugador) el tercer jugador le preguntó al
compañero (el salidor):
“¿Por qué “cuadraste” a cinco, en lugar de “cuadrar” a uno?”
“¿Es que acaso no tomaste en cuenta que “pensé una hora” antes de colocar el 1/1?
Y el salidor, de mala forma, respondió:
“No cuadré a uno, porque no tenía ni una ficha más del “palo” uno, y si tenía dos fichas
del “palo” cinco…”
Y el tercer jugador dijo:
“¿Y yo, yo no existo…La verdad es que, quien te dijo que sabías jugar este juego, te
engañó…”
Acto seguido comenzó un “toma y dame” verbal, “in crescendo”, entre el salidor y su
compañero, hasta que éste me pidió que interviniera para dirimir la controversia, lo
cual hice en función de que:
PRIMERO:
El “palo” uno fue iniciado por el segundo jugador (jugador contrario), sin embargo la
larga pensada del tercer jugador (compañero del salidor) previa a la colocación del 1/1,
indica su posesión de varias fichas del “palo” uno
SEGUNDO:
El “palo” cinco fue iniciado por el cuarto jugador (jugador contrario), mediante jugada
“sin pensada previa”, con lo cual se indica, por vía de consecuencia, el interés y fuerza
del cuarto jugador en el “palo” cinco.
TERCERO:
La información suministrada por el tercer jugador (en su primera jugada) al colocar con
“larga pensada” el 1/1, indica claramente su fuerza en dicho “palo” uno. En
consecuencia, su compañero, el salidor, debe colaborar con tal realidad, a tenor de lo
dispuesto en el Criterio atinente a la “Colaboración que debe existir entre los
integrante de la pareja”.
En el entendido, los miembros de cada pareja se deben prestar ayuda, apoyo, y
cooperación recíproca.
En el entendido también que la consecución de lo antes dicho se logra, en la medida
que cada miembro de la pareja conozca las fortalezas, debilidades y necesidades del
compañero.
Todo lo cual se alcanza mediante el registro y recuerdo de las jugadas “con pensada
previa” y “sin pensada previa” ocurridas en la “mano”, de los “pases”, y el
descubrimiento de la ubicación de las fichas no jugadas.
CONCLUSION:
En el caso que nos ocupa, la “larga pensada” previa a la colocación del 1/1 por parte
del tercer jugador en su primera jugada, indica incuestionablemente, su posesión de
varias fichas y fuerza en el “palo” uno, por una parte.
Y por la otra, la primera jugada del cuarto jugador, al castigar la “ficha de salida” con el
3/5, mediante jugada “sin pensada previa” indica sin lugar a dudas el interés y fuerza
del cuarto jugador en el “palo” cinco.
En virtud de lo cual, el “cuadro” a cinco hecho por el salidor con el 5/1, no es una
jugada mala, es malísima, y la defensa de dicha jugada, es peor.
La jugada correcta es, el “cuadro” a uno con el mismo 5/1, “con pensada previa”,
indicando así, la posesión de una ficha más del “palo” castigado” (el cinco) y la no
fuerza en el “palo” uno, de conformidad, como antes se dijo, con el Criterio de
“Colaboración que debe existir entre los integrantes de la pareja”.