Respecto a éste juego Martín Gardner, colaborador durante muchos
años en la revista Scientific American, comenta que en los dominós chinos, llamados kwat p’ai, no existen piezas con caras en blanco . Estas contienen todas las combinaciones por pares desde el 1-1 hasta el 6-6. En los dominós chinos cada ficha tenía un nombre; el 6-6 es “el cielo”, el 1-1 “la tierra”, el 5-5 “la flor del ciruelo”, el 6-5 “la cabeza del tigre” etc.
Se cree que fue Marco Polo quien en sus viajes a Oriente, trajo el domino de la China a Italia, donde se arraiga y se expande por Francia.
En Venecia adquiere el valor etimológico y se asocia con uno de los
disfraces del Carnaval: EL DOMINO, disfraz blanco con puntos negros.
Existen otras versiones, como la denominada “Benedictus
Dominus” (bendigamos al Señor). O también del italiano dominare = dominar.