Está en la página 1de 3

PROZOS DE PRODUCCION PETROLERA

Los pozos petrolíferos más antiguos que se conocen fueron perforados en China en el año
347 d.C tenían una profundidad de aproximadamente 250 m y funcionaban mediante brocas
fijadas a cañas de bambú.1 El petróleo se quemaba para evaporar salmuera a fin de producir
sal. Largos conductos de bambú conectaban los pozos con las salinas. Numerosos registros
de la antigua China y Japón incluyen varias alusiones al uso del gas natural para iluminar y
cocinar. El petróleo fue conocido como «agua de quemar» en Japón en el Siglo VII.

La industria petrolífera del Medio Oriente se inició alrededor del Siglo VIII, cuando las calles
de la reconstruida Bagdad se pavimentaron con alquitrán, derivado de la hulla. En el Siglo
IX se explotaban ya campos petrolíferos en la zona lindante con la actual ciudad de Bakú, en
Azerbaiyán, para producir nafta. Tales campos fueron descritos por el geógrafo islámico Abu
al-Hasan 'Alī al-Mas'ūdī en el Siglo X, y por Marco Polo en el Siglo XIII, quien estimó que
la producción de los pozos era equivalente a la carga de cientos de navíos.

El petróleo fue destilado por el alquimista persa Muhammad ibn Zakarīya Rāzi (Rhazes) en
el Siglo IX, produciendo queroseno en alambiques,2 cuyo principal uso era como
combustible de lámparas.3 Alquimistas persas y árabes también destilaron petróleo crudo
para producir materiales inflamables con propósitos militares. Así, desde Al-Ándalus, la
destilación llegó a estar disponible en el occidente de Europa hacia el siglo XII.4

Los primeros pozos petroleros se perforaban mediante percusión, martillando una


herramienta sujeta a un cable. Poco tiempo después las herramientas de cables fueron
substituidas por la perforación rotatoria, que permitía perforar a mayor profundidad y en
menor tiempo. En 1989 se alcanzó un récord en el pozo Kola Borehole al norte de Rusia, que
alcanzó 12.262 m de profundidad, usando un motor de perforación no rotatoria en el fango.
Hasta 1970 la mayoría de los pozos petroleros se perforaban verticalmente (aunque la
diferente litología y las imperfecciones mecánicas causaban que la mayoría de los pozos se
desviaran, por lo menos levemente de la vertical). Sin embargo, las tecnologías modernas de
perforación direccional permiten perforar pozos marcadamente oblicuos y hasta con tramos
horizontales, los que pueden llegar a gran profundidad. Esta posibilidad es importante ya que
los yacimientos en rocas que contienen hidrocarburos son normalmente horizontales o
semihorizontales, por lo que un pozo taladrado horizontalmente logra una mayor superficie
en producción que uno hecho verticalmente, lo que implica una mayor productividad. El uso
de la perforación desviada u horizontal también ha permitido alcanzar depósitos a kilómetros
o millas de distancia de la perforación y ha hecho posible la explotación de yacimientos de
hidrocarburos situados debajo de sitios en los cuales es muy difícil colocar una plataforma
de perforación o bajo áreas ambientalmente sensibles, urbanizadas o pobladas.

Perforación[editar]

El pozo se construye perforando un agujero de 127 a 914,4 mm de diámetro en el suelo


mediante una torre de perforación que hace girar una línea o sarta con una broca en su
extremo. Luego de completada la perforación, se introduce una cañería de diámetro
levemente inferior al de la perforación, lo que permite sellar con cemento el resto del pozo.
Este caño camisa provee integridad estructural a la obra, y al mismo tiempo permite aislarla
en relación a zonas de alta presión que pueden resultar potencialmente peligrosas.

Completado el encamisado, la perforación puede llevarse a mayores profundidades con una


broca más pequeña, repitiendo luego el proceso con un encamisado de menor diámetro. Los
pozos modernos suelen incluir de dos a cinco conjuntos de encamisados de diámetro
descendente, para alcanzar grandes profundidades.

Para perforar el pozo:

 La broca de perforación, empujada por el peso de la sarta y las bridas sobre ella, presiona
contra el suelo.
 Se bombea fluido de perforación («mud») dentro del caño de perforación, que retorna
por el exterior del mismo, permitiendo la refrigeración y lubricación de la broca al mismo
tiempo que ayuda a elevar la roca molida.
 El material que resulta de la perforación es empujado a la superficie por el fluido de
perforación, que luego de ser filtrado de impurezas y escombros es rebombeado al pozo.
Resulta muy importante vigilar posibles anormalidades en el fluido de retorno, para
evitar golpes de ariete, producidos cuando la presión sobre la broca aumenta o disminuye
bruscamente.
 La línea o sarta de perforación se alarga gradualmente incorporando cada 10 m un nuevo
tramo de caño en la superficie. Las uniones entre segmentos presentan desde dos juntas
para caños de menor diámetro, hasta cuatro en los mayores.

Todo el proceso se basa en una torre de perforación que contiene todo el equipamiento
necesario para bombear el fluido de perforación, bajar y elevar la línea, controlar las
presiones bajo tierra, extraer las rocas del fluido, y generar in situ la energía necesaria para
la operación.

También podría gustarte