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7-5-2016

SEMINARIO
FISIOLOGÍA EMBARAZO
DOCENTE:

Dr. Robinson Leon Zuloeta.

INTEGRANTES:

.
INTRODUCCIÓN
Se denomina embarazo, gestación, preñez o gravidez al periodo que transcurre desde la implantación del óvulo fecundado en el útero hasta el
momento del parto.
A partir de que el óvulo es fecundado se producen cambios en el cuerpo de la mujer, tanto fisiológicos como metabólicos, destinados a proteger,
nutrir y proporcionar todo lo necesario para el desarrollo adecuado del feto.
Durante el embarazo se ponen en marcha complejos procesos hormonales que afectan a casi la totalidad de los órganos del cuerpo de la mujer
provocando lo que conocemos como síntomas de embarazo.
El primer síntoma es la amenorrea o ausencia de la menstruación, pero pueden presentarse también otras señales de embarazo como
hipersensibilidad en los pechos, mareos, náuseas, vómitos, malestar y cansancio.
En el embarazo humano la gestación suele ser única, sin embargo pueden producirse embarazos múltiples. Dependiendo del número de óvulos
fecundados y el momento en que se produce la división del cigoto, hay diferentes tipos de gemelos: gemelos univitelinos, bivitelinos, embarazo
gemelar triple, cuádruple, quíntuple, etc.

La duración aproximada de un embarazo es de 280 días. Son 40 semanas desde el primer día de la última menstruación o 38 semanas
(aproximadamente nueve meses) desde el momento de la fecundación.
Se considera un embarazo a término aquel que trascurre entre la semana 37 (259 días cumplidos)y la semana 42 de gestación (294 días cumplidos).
Un embarazo de menos de 37 semanas se considera pre-término, mientras que uno de más de 42 semanas se considera post-término.
Existe una fórmula para conocer la fecha probable de parto, conocida como Regla de Nagele, que consiste en restarle tres meses y añadirle siete
días a la fecha (el primer día) de la última menstruación.
El embarazo se divide en trimestres. El primer trimestre abarca hasta la semana 14 de embarazo (12 semanas de gestación), el segundo trimestre de
la semana 14 a la semana 28 de embarazo y el tercer trimestre desde la semana 28 a la semana hasta el nacimiento.
El período embrionario se extiende desde la implantación del cigoto en las paredes del útero hasta ladécima semana de gestación, cuando se han
completado las estructuras principales y pasa a considerarse feto.

El aumento de peso en el embarazo es de 12 kilos de media. Está provocado principalmente por el peso del bebé, la placenta y el líquido amniótico,
así como también por el aumento del tamaño del útero, de las mamas y del líquido extracelular.
Además de los cambios físicos más obvios como es el aumento de peso y el crecimiento de la tripa, hay otros menos visibles responsables en gran
medida de las molestias más frecuentes en el embarazo como el edema, el dolor de espalda, los cambios en la piel y el estreñimiento.
Se producen modificaciones a nivel hormonal, pero también a nivel respiratorio, hormonal, digestivo, circulatorio, renal, óseo y nervioso.
El volumen sanguíneo de la embarazada se incrementa entre un 50 y un 80 por ciento para satisfacer las necesidades de crecimiento del bebé,
propiciando la dilatación de los vasos sanguíneos, la aparición de varices, las palpitaciones y la taquicardia.
A medida que el útero va aumentando de tamaño, los órganos internos se desplazan ligeramente de su posición. A su vez, se producen cambios
posturales del esqueleto que se adapta al embarazo se prepara para el parto.

CUESTIONARIO

1.- ¿Cuándo se inicia la gestación?

El embarazo (gestación) es el proceso fisiológico en el que un feto se desarrolla dentro del cuerpo de la madre. Se utilizan varios términos para definir
la etapa de desarrollo de la concepción humana y la duración del embarazo. Para los fines de la obstetricia, la edad gestacional o edad menstrual es
el tiempo que ha transcurrido desde el primer día del último periodo normal (LNMP), que de hecho antecede al tiempo de la fertilización del ovocito.
La edad gestacional se expresa en semanas terminadas. El inicio de la gestación (que se basa en el LNMP) ocurre, en general, dos semanas antes de
la ovulación, suponiendo un ciclo menstrual regular de 28 días. La edad fetal o del desarrollo es la edad de la concepción, que se calcula a partir del
momento de la implantación, la cual ocurre 4 a 6 días después de terminar la ovulación. La edad gestacional del embarazo se calcula en 280 días o
40 semanas completas. La fecha probable de parto (EDD) se puede calcular sumando siete días al primer día del último periodo menstrual y restando
tres meses más un año (regla de Naegele). La gestación se puede dividir en unidades que consisten en tres meses calendario cada una, o tres
trimestres. El primer trimestre se puede subdividir en los periodos embrionario y fetal. El periodo embrionario inicia al momento de la fertilización
(edad del desarrollo) o desde la segunda hasta la décima semana de gestación. El periodo embrionario es la etapa en la que ocurre la génesis de los
órganos, en esta etapa el embrión es más sensible a los teratógenos. El final del periodo embrionario y el inicio del fetal ocurre ocho semanas después
de la fertilización (edad del desarrollo) o 10 semanas después del inicio de la última menstruación.

2. - Cual es el rol de la Progesterona durante la gestación?

Los principales órganos blanco de la progesterona son útero, mamas y cerebro. Esta hormona es responsable de los cambios progestacionales en
el endometrio y de los cambios cíclicos en el cuello uterino y en la vagina. Tiene efectos antiestrógenos sobre las células del miometrio,
disminuyendo su excitabilidad, su sensibilidad a la oxitocina y su actividad eléctrica espontánea, al tiempo que incrementan su potencial de
membrana. La progesterona disminuye la cantidad de receptores de estrógeno en el endometrio y aumenta la tasa de conversión del 17ß-estradiol
en estrógenos menos activos.
En la mama, la progesterona estimula el desarrollo de lóbulos y alveolos. Induce la diferenciación del tejido de los conductos preparado por los
estrógenos y apoya la función secretora de la mama durante la lactación.
Los efectos de retroalimentación de la progesterona son complejos y se ejercen tanto al nivel hipotalámico como al hipofisario. I.as dosis altas de
progesterona inhiben la secreción de LI1 y potencian los efectos inhibitorios del estrógeno, con lo cual previenen la ovulación.
La progesterona es termógena y es probable que sea responsable de la elevación en la temperatura basal al momento de la ovulación. Esta hormona
estimula la respiración, y a ella se atribuye el hecho de que la presión parcial de dióxido de carbono (Pco 2) alveolar de las mujeres durante la fase
lútea del ciclo menstrual sea menor que en los varones. Durante el embarazo, la Pco 2 alveolar desciende a medida que se eleva la secreción de
progesterona.
Las grandes dosis de progesterona producen natriuresis, lo cual es probable que se deba al bloqueo de la acción de la aldosterona sobre los riñones.
La hormona no tiene un efecto anabólico importante.
3.- ¿Cuáles son los componentes del incremento de peso en la gestante?

El aumento de peso durante el embarazo es, por término medio, de nos 10 a 15 kg, produciéndose la mayor parte del mismo en los 2 últimos
trimestres. De ese peso:
3,5 kg corresponden al feto
1,8 kg al líquido amniótico, la placenta y las membranas fetales.

El útero aumenta aproximadamente 1,4 kg y las mamas otros 900 g, quedando por término medio un aumento de peso del cuerpo de la mujer. De
ellos, unos:

2,3 se deben a la retención de líquidos en la sangre y el medio extracelular


los 1,3 a 6 restantes corresponden en general al mayor depósito de grasa.

Los líquidos en exceso se secretan por la orina en los días que siguen al parto, es decir, una vez desaparecidas de la placenta las hormonas causantes
de esa retención de líquidos.

Durante la gestación, es frecuente que la mujer tenga gran apetito, en parte porque los sustratos alimenticios desaparecen de su sangre en disección
al feto y en parte por factores hormonales. Sin unos cuidados adecuados de la dieta, el peso de la madre puede aumentar en 34 kg, en vez de los 10
a 15 kg habituales.

Opcional:
Como consecuencia del aumento de secreción de muchas hormonas durante la gestación, tales como la tiroxina, las hormonas suprarrenales y las
hormonas sexuales, el metabolismo basal de la embarazada. Debido a ello, es frecuente que la mujer experimente sensaciones de calor excesivo.
Además, el peso suplementario que transporta consigo le lleva a consumir más cantidad de energía de lo que sería normal para desarrollar su
actividad muscular.

4. ¿Qué ocurre con el nivel de los lípidos en sangre? ¿Por qué ocurre esto?

Durante el embarazo se produce un aumento (absorción) fisiológico (no debe considerarse patológico) en el nivel de lípidos (triglicéridos, colesterol,
fosfolípidos y ácidos grasos libres) en la sangre, principalmente en el último trimestre de gestación (se encuentren elevados los niveles de colesterol
y triglicéridos en sangre, debido a las adaptaciones maternas al embarazo) para estar disponibles en el metabolismo materno (cambios metabólicos)
y en el caso de necesidad fetal.

Un efecto del aumento de los lípidos en sangre periférica materna es que existe disponibilidad de éstos para el metabolismo materno. Cuando
existen periodos de ayuno, cuando no se ha ingerido en horas, se va a realizar un metabolismo de estos ácidos grasos para transformarlos en glucosa,
la principal molécula energética para el cerebro y el corazón. Pero esta generación de glucosa a partir de ácidos grasos conlleva la generación de un
producto de desecho, los denominados cuerpos cetónicos. Estos cuerpos cetónicos no son perjudiciales en cantidades bajas, ya que el organismo
materno es capaz de controlar sus niveles mediante su depuración por el sistema urinario. Los cuerpos cetónicos son eliminados por la orina materna,
y pueden ser cuantificados en ésta para determinar el estado metabólico de la mujer. Cuando los niveles son muy elevados, lo que suele ocurrir ya
en estados muy extremos o en embarazadas con diabetes, se crea un estado de cetoacidosis, que requiere tratamiento hospitalario. Además, durante
el primer trimestre, los cuerpos cetónicos se pueden tener un efecto facilitador de las náuseas y vómitos.

Cómo actúan los lípidos en el feto


La glucosa es la principal molécula energética que emplea el feto. Pero es necesario el transporte de grasas de la madre al mismo a través de la
placenta, principalmente para la generación de estructuras como las membranas celulares y su cerebro. Este aporte materno va a estar favorecido
por los niveles elevados en sangre materna. El 50 por ciento va a obtenerse de la madre a través del transporte placentario. Al principio del embarazo,
las necesidades son mucho menores; es a partir del segundo y tercer trimestre cuando el hígado del feto se encarga de producir los ácidos grasos
que no es capaz de obtener vía placentaria.

El feto presenta una cantidad de grasas en la semana 20 de gestación, que coincide con la mitad del embarazo, de tan sólo un 1 por ciento de su
peso. Este porcentaje va aumentando progresivamente hasta convertirse en un 7 a 8 por ciento en las 34 semanas de embarazo, y hasta un 16 por
ciento en el feto en el momento del nacimiento. Por ello, es en el segundo y tercer trimestre cuando el metabolismo fetal contribuirá a la formación
de estas grasas.

Los lípidos son esenciales para la creación de las membranas celulares. Además son básicos en la creación de las membranas de las neuronas y de
tejidos específicos encontrados en el sistema nervioso central, como la mielina.

LOS ÁCIDOS GRASOS, VITALES CUANDO SE QUEMAN LOS HIDRATOS DE CARBONO

El combustible principal del organismo de la madre son los hidratos de carbono. Durante el embarazo, estas necesidades son mayores dadas las
exigencias metabólicas del feto y de las estructuras que se encuentran en desarrollo en el organismo materno, como el tejido muscular uterino. A
excepción del cerebro materno y del fetal - que pueden emplear únicamente glucosa como combustible - el resto de tejidos están preparados para
emplear las grasas o lípidos, una vez consumidos los depósitos de hidratos de carbono en el organismo.

Durante los primeros meses de embarazo se va a favorecer un incremento de los depósitos de lípidos. ¿La razón? Se trata de anticipar las mayores
necesidades de ácidos grasos que se van a ser clave a partir del segundo trimestre de gestación.

Cambios metabólicos durante el embarazo

El metabolismo de toda mujer embarazada experimenta ciertas adaptaciones en su organismo con dos finalidades principales:

- Por un lado, permitir la presencia de depósitos energéticos que puedan ser empleados cuando sean necesarios durante la gestación.

- Por otro, favorecer un eficiente uso de los nutrientes disponibles. De este modo, el organismo materno asegura que puedan cumplirse las
necesidades materno-fetales en todo momento.

Especialmente a partir del segundo trimestre de gestación, los niveles de glucosa en sangre materna tienden a estar algo aumentados después de
las comidas y a ser estables en las horas de ayuno. Este hecho -asociado a un aumento de la resistencia a la acción de la insulina, que disminuye la
captación de esta glucosa por los tejidos maternos- va a favorecer la disponibilidad de glucosa en sangre materna, y su paso por la placenta para el
crecimiento fetal.

A más glucosa, más depósitos de grasa:

De igual forma, estos niveles de glucosa mantenidos van a favorecer la generación de depósitos en forma de grasas. Estos ácidos grasos de origen
materno, van a suponer el 50 por ciento de las necesidades de lípidos que necesita el feto para su crecimiento y maduración, los cuales van a
atravesar la placenta por un mecanismo denominado pinocitosis. El otro 50 por ciento restante será generado por el propio feto para satisfacer sus
propias necesidades.

A más lípidos, más colesterol y triglicéridos en sangre.

Durante el embarazo la absorción de lípidos se encuentra aumentada, principalmente en el último trimestre, donde se ve incrementado el tejido
adiposo y los triglicéridos circulantes en sangre, para estar disponibles en el caso de necesidad fetal.

http://www.natalben.com/alimentacion-embarazo/como-funciona-el-metabolismo-de-los-lipidos-en-la-embarazada

El metabolismo de los lípidos durante la gestación, al igual que el de glucosa y proteínas, se ve alterado.

Hipercolesterolemia durante el embarazo:

El embarazo es una situación especial en la cual el organismo de las mujeres deben adaptarse al bebe que está creciendo dentro de ella. Debido a
esto, en ocasiones, se producen cambios metabólicos que se ven reflejados en un aumento de los niveles de colesterol. Según diversos estudios
este ácido graso puede aumentar hasta un 43% durante la gestación y se produce en mayor proporción durante el tercer trimestre.

Puede deberse a diversas causas:

- La causa principal está relacionada con el aumento de las hormonas esteroideas producidas por la placenta (función endocrina): estrógenos y
progesterona (pueden ser creadas si hay un buen nivel de colesterol.). El colesterol es una grasa fundamental para la formación de estrógenos
y las hormonas placentarias. Por ello para aumentar los niveles de dichas hormonas en sangre, se produce un aumento de colesterol,
provocando hipercolesterolemia. Asimismo durante el embarazo los procesos anabólicos se encuentran acelerados provocando un aumento
de sustancias a partir de las cuales se sintetiza el colesterol. En este caso la hipercolesterolemia se normaliza una vez producido en parto.
- En ocasiones debido al aumento de progesterona se reduce la contracción vesicular, provocando un aumento de síntesis de colesterol hepático,
que puede incidir en la formación de cálculos biliares.
- La administración de ciertos medicamentos durante el embarazo cono agentes retrovirales, puede provocar el aumento de colesterol en sangre,
especialmente durante el último trimestre de gestación.
- La aparición de hipotiroidismo durante el embarazo puede provocar un aumento de colesterol en sangre. El mismo puede corregirse con la
medicación adecuada para tratar la patología de base.

Si bien la hipercolesterolemia es una condición bastante común durante el embarazo, siempre es importante realizarse chequeos médicos que
permitan no sólo controlar los niveles de colesterol, sino determinar cuáles serían las posibles causas. Es importante tener en cuenta que, si la
hipercolesterolemia no es controlada y tratada a tiempo, puede provocar complicaciones en la salud del bebe.

http://www.innatia.com/s/c-dislipemias/a-por-que-aumenta-el-colesterol-en-el-embarazo-3436.html

Algunos expertos relacionan el colesterol con la facultad de crear vida por las funciones que cumple ésta en la producción de membranas celulares
y no sólo eso, también cumplen una función primordial en hormonas esteroides como glucocorticoides, mineralocorticoides, andrógenos,
estrógenos, y progestágenos que sólo pueden ser creadas si hay un buen nivel de colesterol. Si pensamos en una gestación sana es necesario que
estas hormonas estén en pleno rendimiento y para ello se requiere de un mayor índice de colesterol pero tampoco caigamos en el exceso.

En el caso de que haya un nivel excesivo de colesterol, que puede indicárnoslo el médico con un simple análisis, aumentan las probabilidades de que
haya alguna alteración en el desarrollo de la placenta, lesiones en los vasos sanguíneos del feto, partos prematuros, etc.

Por otra parte, si se tiene un colesterol bajo durante el embarazo hay estudios que lo relacionan con un aumento en la probabilidad de que se
produzcan partos prematuros, por otra parte también habría consecuencias emocionales como la depresión ya que la serotonina (hormona de la
felicidad) se vería afectada.

Sin duda alguna, tanto durante el embarazo como después es fundamental que se lleven a cabo controles para que el médico pueda ver si los niveles
de colesterol son los adecuados o se puede derivar a otro tipo de enfermedades, tanto por exceso como por defecto.

Si existiese un estado de hipercolesterolemia previo al embarazo, la gestación podría exacerbar dicha situación.

Riesgos de padecer valores de colesterol elevados por encima de 250 mg/dl en embarazadas

Partos prematuros.
Alteración en el desarrollo de la placenta.
Preeclampsia, en el caso de asociarse con hipertensión arterial.
Posibles lesiones en los vasos sanguíneos del feto.
Ateroesclerosis en el bebé.
Valores elevados de colesterol en embarazadas pueden ocasionar complicaciones importantes, tanto en la mamá, como en el futuro bebé. Por ello
es necesario poner en práctica una serie de medidas, que protejan la salud de la madre y del niño, entre las cuales se puede mencionar una dieta
adecuada para reducir el colesterol.

Sin embargo, esta debe tener en cuenta las necesidades de una mujer en etapa de gestación, además de complementarse con la práctica rutinaria
de actividad física, adecuada a los meses de gestación que esté cursando.

http://www.buenasalud.net/2013/10/19/colesterol-alto-durante-el-embarazo.html

Sin embarazo: en exceso puede obstruir las arterias y aumentar el riesgo de enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular.

La placenta elabora dos tipos de hormonas: las hormonas polipeptídicas y las hormonas esteroideas.

Las hormonas polipeptídicas más importantes son la gonadotropina coriónica humana, que la madre elimina por orina, y que se produce desde la
formación del corion hasta que en la 12ª semana decrece la producción (se emplea en pruebas de embarazo a partir de la tercera semana); y
la lactógeno placentario humano, que aparece en el plasma sanguíneo de la madre desde la tercera semana y cuyos efectos son los cambios
somáticos del cuerpo, como el aumento del tamaño de las mamas.

Entre las hormonas esteroideas, cabe destacar la progesterona, que al principio es secretada por el cuerpo amarillo y a partir del segundo mes por
la placenta, y cuya producción aumenta durante todo el embarazo; y los estrógenos, cuya producción también aumenta durante el embarazo. Es
importante destacar la acción conjunta de las hormonas hipofisarias, ováricas y placentarias para el correcto desarrollo del embarazo.

En el Segundo y tercer trimestres.

En colaboración con la madre y el feto, la placenta asume la responsabilidad de la producción de hormonas esteroideas. La progesterona es
sintetizada por la placenta del siguiente modo: el colesterol entra en la placenta procedente de la circulación materna. En ésta, el colesterol es
convertido a pregnenolona, que a su vez se transformará en progesterona.

El estriol, principal forma de estrógeno durante el embarazo, se produce mediante una colaboración coordinada de la madre y la placenta y, lo que
es muy importante, con la participación del feto. De nuevo, el aporte de colesterol a la placenta procede de la circulación materna, siendo convertido
en pregnenolona. La pregnenolona entra en la circulación fetal y se convierte en dehidroepiandrosterona-sulfato en la corteza suprarrenal fetal.

Durante el embarazo se produce un aumento fisiológico en el nivel de lípidos en la sangre, y se produce una hipercolesterolemia fisiológica, debido
al efecto de los compuestos estrogénicos que aumentan su formación en el hígado y disminuyen su degradación por las enzimas, aumentando
predominantemente las lipoproteínas de baja y muy baja densidad que predominan sobre las de alta densidad, llegando a tener los valores normales
del colesterol total en la embarazada del tercer trimestre el doble del límite de una mujer no embarazada de la misma edad. Se cree que esta
modificación se produce para aumentar el aporte de nutrientes al feto y favorecer su desarrollo, y esa alteración se normaliza rápidamente después
del parto.

5.- ¿Cómo y por qué se modifica la función renal durante el embarazo?

La formación de orina por la embarazada suele ser algo mayor de lo habitual a causa de la mayor ingestión de líquidos y a su elevada carga de
productos de desecho. Además se producen varias alteraciones especiales de la función urinaria. En primer lugar, la capacidad de resorción de sodio,
cloro y agua en los túbulos renales aumenta incluso el 50% como consecuencia de la mayor producción de hormonas que retienen sales y agua, en
especial hormonas esteroideas de la placenta y la corteza suprarrenal. En segundo lugar, el flujo sanguíneo renal y la filtración glomerular también
se elevan hasta en el 50% durante el embarazo normal, debido a la vasodilatación renal.

6.- ¿Cuáles son los requerimientos nutricionales adecuados en una gestante?

Calorías. Durante la gestación se produce un incremento del metabolismo anabólico, especialmente en el tercer trimestre.
Esto está determinado por la presencia de feto y placenta en continuo crecimiento, aumento del trabajo mecánico externo dado por el mayor peso
materno, aumento del trabajo mecánico interno dado por mayor uso de la musculatura respiratoria y del trabajo cardíaco. Todo esto implica un
aumento del aporte calórico equivalente a un 13% de las necesidades pregestacionales. El costo energético total del embarazo se estima en 80.000
kcal, equivalente a un aumento promedio de 286 kcal/día, distribuidas en 150 kcal/día en el primer trimestre y 350 kcal/día en el segundo y tercer
trimestre.

Proteínas. Los requerimientos proteicos durante el embarazo se incrementan en promedio en un 12%. La acumulación total de proteínas en el
embarazo es 925 g, equivalente a 0,95 g/kg/día. Estos cambios del metabolismo proteico están dados por una acelerada síntesis proteica, necesaria
para la expansión del volumen sanguíneo materno, el crecimiento de las mamas, del útero y muy especialmente el aumento de los tejidos fetales y
placentarios.

Hierro. La anemia por déficit de hierro constituye una patología nutricional de alta prevalencia en las embarazadas, debido a los importantes
requerimientos de hierro durante el embarazo y a dietas pobres en este elemento, especialmente en las dietas promedio de los países en desarrollo.
Los requerimientos de hierro durante el embarazo son aproximadamente 1.000 mg, estimándose 270 mg transferidos al feto, 90 mg a la placenta,
450 mg utilizados en la expansión eritrocítica materna y 170 mg de pérdida externa.

Calcio. El embarazo produce modificaciones del metabolismo del calcio, dado por la expansión del volumen plasmático, disminución de la
albuminemia, aumento de las pérdidas por orina y la transferencia a través de la placenta que llevan a una disminución del calcio iónico.
Con fines de mantener la estabilidad se produce un aumento de la hormona paratiroidea que, a término, alcanza 30 a 50% de los valores basales; de
igual forma aumenta la calcitonina para proteger al hueso del aumento de la hormona paratiroidea. La placenta transporta activamente el calcio
hacia el feto, con una acumulación neta de 30 g al término de la gestación, estando casi todo en el esqueleto fetal. En un 90% esta acumulación
acontece en el tercer trimestre.
Durante el embarazo los requerimientos de calcio aumentan hasta 1.200 mg/día, lo que equivale aproximadamente a un 50% más que en el estado
pregestacional. Se recomienda un aporte extra de 400 mg/día mediante aporte adicional de productos lácteos o calcio medicamentoso.

Vitaminas. La embarazada que tiene acceso a una dieta balanceada no requiere de suplementación adicional de vitaminas.
Prácticamente todas las vitaminas aumentan sus requerimientos durante la gestación, especialmente ácido fólico y vitamina D, los cuales alcanzan
un 100% de aumento. En el resto de las vitaminas su mayor requerimiento es inferior al 100%.
El consumo excesivo de vitaminas condiciona un potencial riesgo perinatal, especialmente con las vitaminas liposolubles como son la vitamina A y D
que tienen un efecto acumulativo.

7.- ¿Qué modificaciones en la función respiratoria se producen en la gestación?

 La respiración aumenta durante el embarazo


 La cantidad total de oxigeno que se consume antes del parto es alrededor de 20% mayor de lo habitual y al mismo tiempo, forma una
cantidad considerable de CO2
 Las altas concentraciones de progesterona propias del embarazo hacen que aumente la ventilación; porque la progesterona aumenta la
sensibilidad del centro respiratorio al dióxido de carbono; el resultado es que aumenta la ventilación por minuto en un 50% y un descenso
de la Pco2 de la sangre arterial.
 El útero al crecer empuja hacia arriba el contenido abdominal y este, a su vez, eleva el diafragma, por lo que reduce la amplitud de sus
excursiones; en consecuencia, la frecuencia respiratoria aumenta con el fin de mantener el aumento adicional de la ventilación.

8.- ¿Qué cambios hormonales se producen en el embarazo?


Primer tercio del embarazo Aumenta la GnRH Aumento de la hCG
Últimos 2 tercios gestación disminuye la hCG y secreción de: hCS o Hpl, progesterona y estrógenos.
 Aumento de gonadotropina coriónica humana, estrógenos, progesterona y somatomamotropina coriónica humana.

La hormona Gonadotropina coriónica humana (HCG) se produce solo en el embarazo. Los niveles de esta hormona que se encuentran en el plasma
y la orina materna aumentan de forma drástica durante el primer trimestre y esto puede contribuir a provocar las náuseas y vómitos.
Su función más importante es impedir la involución normal del cuerpo lúteo al final del ciclo sexual mensual femenino.
Lactógeno de la placenta humana (HPL) es la hormona que estimula las glándulas mamarias mientras se preparan para la lactancia. Esta hormona
asegura el desarrollo correcto del feto.

Estrógeno: Este conjunto de hormonas estimulan el crecimiento del útero para apoyar el desarrollo del feto. Así mismo este grupo de hormonas es
responsable del desarrollo de las características sexuales femeninas.

Progesterona: Esta hormona estimula el engrosamiento del recubrimiento del útero preparándolo para la implantación del embrión. También
estimula el desarrollo de las glándulas mamarias en la producción de leche. Además ayuda al útero a relajarse para que no des a luz antes de tiempo.

OTRAS HORMONAS QUE AUMENTAN EN EL EMBARAZO:


El lóbulo anterior de la hipófisis produce mayores cantidades de corticotropina, tirotropina y prolactina.
La corteza suprarrenal secreta mayor cantidad de glucocorticoides estos ayuda a movilizar aminoácidos desde los tejidos de la madre para ser
utilizados en la formación de los tejidos del feto.
La glándula tiroides secreta mayor cantidad de tiroxina.
Aumento de la secreción de las glándulas paratiroides está ayuda a mantener los niveles de concentraciones normales del ión calcio cuando el feto
lo necesite.
Los ovarios y la placenta secretan una hormona conocida como la relaxina se dice que esta hormona relajaría el cuello uterino de la embarazada en
el momento del parto.

9.- ¿Qué cambios cardiovasculares se producen durante el embarazo?

Cambios del sistema circulatorio materno durante el embarazo

El flujo sanguíneo placentario y el gasto cardíaco aumentan durante el embarazo.

En el último mes del embarazo pasan a través de la circulación placentaria materna unos 625 ml de sangre por minuto. Esto, junto al aumento general
del metabolismo materno, eleva el gasto cardíaco de la madre entre el 30 y el 40% por encima de su valor normal hacia la 27.ª semana de la gestación,
pero luego, por razones no aclaradas, el gasto cardíaco desciende hasta situarse sólo un poco por encima de lo normal en las últimas 8 semanas, a
pesar del elevado riego sanguíneo del útero.

El volumen de sangre aumenta durante el embarazo.

El volumen de sangre de la gestante antes del final del embarazo es alrededor del 30% mayor de lo normal. Esto sucede en mayor medida durante
la segunda mitad de la gestación, como se deduce de la curva de la figura 82-8. La causa de este aumento de la volemia es, al menos en parte,
hormonal, por la aldosterona y los estrógenos, cuya producción se incrementa mucho durante el embarazo y además se producen una retención de
líquidos de mecanismo renal. Además, la médula ósea exagera su actividad y produce hematíes adicionales para adaptarse al mayor volumen de
líquido. Por tanto, en el momento del parto, la madre tiene alrededor de 1 a 2 l de sangre más en su aparato circulatorio. Sólo la mitad o una cuarta
parte, aproximadamente, de esta cantidad se pierden normalmente con la sangre expulsada al nacer el niño, lo que constituye una considerable
salvaguarda para la madre.
10.- ¿Qué factores determinan el inicio del trabajo de parto?

Aumento de la excitabilidad uterina cerca de llegar a término


El parto es el proceso por el que el niño nace. Hacia el final del embarazo, el útero se hace cada vez más excitable hasta que, por último, comienza a
contraerse de manera sostenida y rítmica con tal potencia que expulsa al feto. La causa exacta de la intensa actividad del útero se desconoce, pero
hay al menos dos grandes grupos de efectos que culminan en las intensas contracciones responsables del parto: 1) los cambios hormonales
progresivos que inducen una excitabilidad mayor de la musculatura uterina, y 2) los cambios mecánicos progresivos.

Factores hormonales que aumentan la contractilidad uterina

Aumento del cociente estrógenos: progesterona.


La progesterona inhibe la contractilidad uterina durante el embarazo, ayudando así a evitar la expulsión del feto. En cambio, los estrógenos tienen
una clara tendencia a aumentar la contractilidad del útero, en parte porque incrementan el número de uniones intercelulares comunicantes entre
las células adyacentes de la musculatura lisa del útero, pero también por otros efectos menos conocidos. Tanto la progesterona como los estrógenos
se secretan en cantidades progresivamente mayores a lo largo de casi todo el embarazo, pero a partir del 7. ° mes, la secreción de estrógenos sigue
ascendiendo, mientras que la de progesterona se mantiene constante o quizá incluso disminuye algo. Así pues, se ha propuesto que el cociente
estrógenos: progesterona se eleva lo suficiente hacia el final del embarazo para ser, al menos en parte, responsable del aumento de la contractilidad
uterina.

La oxitocina provoca la contracción del útero.

La oxitocina es una hormona secretada por la neurohipófisis que estimula de forma específica la contracción del útero (v. capítulo 75). Hay cuatro
razones para pensar que la oxitocina podría ser importante en el aumento de la contractilidad del útero hacia el final del embarazo: 1) el músculo
uterino contiene un número mayor de receptores de oxitocina y, por tanto, es más sensible a las diversas dosis de oxitocina durante los últimos
meses del embarazo; 2) la secreción de oxitocina por la neurohipófisis se aumenta de forma considerable en el momento del parto; 3) aunque los
animales hipofisectomizados pueden seguir pariendo a sus crías al término del embarazo, el proceso del parto se prolonga, y 4) ciertos experimentos
realizados en animales demuestran que la irritación o distensión del cuello del útero, como la que se produce en el parto, pueden causar un reflejo
neurógeno que, a través de los núcleos paraventricular y supraóptico del hipotálamo, hacen que el lóbulo posterior de la hipófisis (la neurohipófisis)
incremente su secreción de oxitocina.

Efecto de las hormonas fetales sobre el útero.

La hipófisis fetal también secreta mayores cantidades de oxitocina, que podría desempeñar cierto papel en la excitación del útero. Del mismo modo,
las glándulas suprarrenales del feto secretan grandes cantidades de cortisol que asimismo podrían estimular al útero. Además, las membranas fetales
liberan prostaglandinas en concentraciones elevadas en el momento del parto. Estas hormonas pueden aumentar igualmente la intensidad de las
contracciones uterinas.

Factores mecánicos que aumentan la contractilidad del útero

Distensión de la musculatura uterina.


El simple estiramiento de las vísceras dotadas de musculatura lisa aumenta fácilmente su contractilidad. Además, la distensión intermitente, como
la que experimenta de forma reiterada el útero con los movimientos del feto, también puede inducir contracciones en el músculo liso. Conviene
recordar que los gemelos nacen, por término medio, unos 19 días antes que los fetos únicos, lo que resalta la importancia de la distensión mecánica
en el estímulo de las contracciones uterinas.

Distensión o irritación del cuello uterino.


Hay razones para pensar que el estiramiento o la irritación del cuello uterino tienen una especial importancia en la producción de las contracciones
uterinas. Por ejemplo, es frecuente que el propio obstetra induzca el parto cuando, al romper las membranas, la cabeza del feto distiende el cuello
con más energía de lo habitual o lo irrita de alguna otra manera.
Se desconoce el mecanismo por el que la irritación del cuello del útero excita al cuerpo de este órgano, pero se ha sugerido que el estiramiento o la
irritación de los nervios del cuello uterino despertarían reflejos que actuarían sobre el cuerpo del útero, aunque este efecto también podría deberse,
simplemente, a la transmisión miógena de las señales desde el cuello hasta el cuerpo uterino.

CONCLUSIONES:
Durante el embarazo la absorción de lípidos se encuentra aumentada, principalmente en el último trimestre, donde se ve incrementado el tejido
adiposo y los triglicéridos circulantes en sangre, para estar disponibles en el caso de necesidad fetal. Es por ello frecuente y no debe considerarse
patológico.
En el aumento de peso durante el embarazo se podrá ganar de 11 a 16 Kg. Todo dependerá de la talla y altura de la gestante, ya que el aumento de
peso no suele ser igual en todos los embarazos.
Las trompas de Falopio Secretan líquido que dan apoyo nutricional al embrión antes de su implantación.
El útero Limita la capacidad invasiva del embrión que se está implantando, de forma que se quede en el endometrio sin llegar al miometrio.
La formación de orina por la embarazada suele ser algo mayor de lo habitual a causa de la mayor ingestión de líquidos y a su elevada carga de
productos de desecho.
Las altas concentraciones de progesterona propias del embarazo hacen que aumente la ventilación; porque la progesterona aumenta la sensibilidad
del centro respiratorio al dióxido de carbono.
Los principales cambios hormonales que se producen en el embarazo son: Aumento de gonadotropina coriónica humana, estrógenos, progesterona
y somatomamotropina coriónica humana.
Cambios del sistema circulatorio materno durante el embarazo. El flujo sanguíneo placentario y el gasto cardíaco aumentan durante el embarazo. El
volumen de sangre aumenta durante el embarazo.
La causa de este aumento de la volemia es, al menos en parte, hormonal, por la aldosterona y los estrógenos, cuya producción se incrementa mucho
durante el embarazo y además se producen una retención de líquidos de mecanismo renal. Además, la médula ósea exagera su actividad y produce
hematíes adicionales para adaptarse al mayor volumen de líquido.

Factores determinan el inicio del trabajo de parto:

Factores hormonales que aumentan la contractilidad uterina


 Aumento del cociente estrógenos: progesterona.
 La oxitocina provoca la contracción del útero.
 Efecto de las hormonas fetales sobre el útero.

Factores mecánicos que aumentan la contractilidad del útero


 Distensión de la musculatura uterina.
 Distensión o irritación del cuello uterino.

REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA:
 Guyton A, Hall J. Tratado de la fisiología médica. 12ª ed. España: Elsevier; 2011. Pg. 1010 – 1015.
 Koeppen B, Stanton B. Fisiología Berne y Levy. 6ª ed. España: Ed. Elsevier, 2009. Pg. 792 – 793.
 Arias F. Enfermedades renales durante la gestación. En: Arias F. Guía práctica para el embarazo y el parto de alto riesgo. St. Louis Missouri:
Harcourt Brace, 1995:267-83
 Guzmán López S, Guzmán López, A. Tratado de Ginecología, Obstetricia y Medicina de la Reproducción. Tomo I. Ed Panamericana, 2003
 González Merlo J. Anatomía e Histología del Aparato Genital femenino. Ed Salvat, 1986.
 Diagnóstico y tratamiento ginecoobstetricos (11a. ed.). McGraw Hill Mexico; 2014. 1048 p.

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