Está en la página 1de 4

Sagrado Corazón de Jesús

¡Paz y bien! ¡Buenas noches queridos hermanos y hermanas! Nos reunimos hoy para celebrar
juntos la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús… Hoy con toda la iglesia estamos invitados
a tomar conciencia de que hay un corazón que late, que palpita en el sagrario; un corazón que
se alimenta de amor y se nos da cada día como pan venido del cielo.
Es un corazón paciente, es un corazón amigo: es el corazón de Dios, quien siempre nos espera,
nos perdona y nos invita a empaparnos en la fuente de la vida.

Reconociendo a ese Corazón de Jesús manso, humilde y sencillo, colocamos en él todas nuestras
intenciones y le pedimos que con la celebración de esta Eucaristía nos regale un corazón
semejante al suyo. Iniciamos la Eucaristía cantando juntos…

Entregando el Corazón – Acto penitencial –

Cuando recibimos a Cristo Jesús en nuestras vidas, es muy común que iniciemos con mucho
entusiasmo y con muchas ganas de salir adelante; cada uno de nosotros por propia voluntad
decide entregar su corazón al Señor, pero, ¿verdaderamente entregamos nuestro corazón?
Tengamos en cuenta que, entregar el corazón va más allá de una simple oración a Dios y decirle
que le amamos y que le ofrecemos nuestro corazón y nuestra vida a Él; entregar el corazón es
algo mucho más profundo, pues no tiene que ver solamente con las palabras, sino tiene que
ver con hechos.

Te pedimos perdón, Señor, por las veces en que sólo con palabras decimos que te entregamos
el corazón, pero en realidad nuestros actos dicen que estamos lejos de ti. Te entregamos
nuestro corazón de piedra que muchas veces no es capaz de amar como tú nos amas. Señor,
ten piedad de nosotros…

Cantamos…

La Biblia nos dice en Marcos 12,30 “… amarás al Señor con todo tu corazón, y con toda tu alma,
y con toda tu mente y con todas sus fuerzas. Este es el principal mandamiento”.
Y tú, Sagrado Corazón de Jesús, nos mostraste que cuando verdaderamente amamos a Dios,
nosotros podemos superar cualquier prueba o adversidad por muy dura que ésta sea. Y es que,
si entregamos nuestro corazón y permanecemos en el amor del Padre, Él mismo estará con
nosotros en todo momento.

En este momento colocamos nuestras vidas delante de ti y te pedimos perdón por las veces que
flaqueamos, que dejamos que el desánimo llegue a nuestra vida y la apatía tome el control de
nuestros actos dejando de lado la esperanza y la fe. Señor, te entregamos nuestro corazón y te
pedimos que rompas ahora todo aquello que impide que te amemos con toda le mente, con
toda el alma y con todas las fuerzas. Cristo, ten piedad de nosotros…

Cantamos…
A lo largo de su vida terrena, Jesús vino a mostrarnos el rostro de Dios y nos dio a conocer su
corazón, invitándonos a ser seguidores suyos y a imitar sus gestos de amor para con los
hermanos. Y dice en Mateo 25,42-43 “aléjense de mí, porque tuve hambre y no me dieron de
comer; tuve sed y no me dieron de beber; era forastero y no me recibieron en su casa; estaba
sin ropa y no me vistieron; estuve enfermo y encarcelado y no me visitaron”

Hoy, Sagrado Corazón de Jesús, te pedimos perdón por las veces en que hemos tenido el
corazón duro y no te hemos reconocido en aquellas personas que a diario acuden a nosotros
pidiendo algo, suplicando ayuda para sus necesidades físicas, psicológicas o espirituales…
perdón, Señor, por nuestra omisión, por no haber hecho el bien; por no haber tenido un corazón
como el tuyo, capaz de donarse y pasar la mano al que necesita.
Por nuestra falta de amor al prójimo, Señor, ten piedad de nosotros…

Cantamos…

Liturgia de la Palabra

Hoy, en la liturgia de la Palabra, escucharemos imágenes y descripciones emocionantes acerca


de cuánto amor Dios nos tiene. Estaremos invitados a mirar nuestras vidas y a reconocer en ella
los lazos de amor con que Dios nos llama, nos sostiene y nos eleva hasta su presencia.
Deleitémonos con este mensaje de amor que el Señor nos regala y abramos nuestra mente y
corazón teniendo una escucha activa…

Oración de los fieles

Dios Padre, rico en misericordia, manifestó su amor incondicional por medio de Jesús, cuyo
corazón vivía la misma pasión de Dios. A Él dirigimos hoy nuestras plegarias y a cada intención
respondemos:

Por tu sacratísimo Corazón, escúchanos, Señor-

• Por la Iglesia, para que tenga la misma grandeza del corazón de Cristo y abra siempre sus
puertas a todos los hombres y mujeres que necesitan una palabra de esperanza. Oremos.

• Por todos sobre quienes recae la responsabilidad de hacer un mundo más justo,
especialmente por las autoridades políticas. Que, en aras de su propia humanidad, sean capaces
de superar la complejidad de las estructuras y pongan como centro de sus intereses la dignidad
de la persona. Oremos.

• Que nuestro corazón sea, como el de Jesús, un corazón paciente, capaz de transformar el
mundo desde la no violencia y la ternura. Oremos.

• Que nuestro corazón sea, como el de Jesús, un corazón misericordioso y no caiga en la


insensibilidad y la indiferencia ante el sufrimiento de la gente que nos rodea. Oremos.

• Que todos nosotros, los cristianos, logremos un corazón unido por un único ideal y formemos
una fraternidad en comunión teniendo todos los mismos sentimientos de Cristo Jesús. Oremos.
Ofertorio
En el altar del Señor colocamos nuestra vida, nuestro corazón y todo lo que hay en él. Que, como el pan
y el vino, son transformados en cuerpo y sangre de Jesús, también nuestro corazón sea transformado
por la gracia del Espíritu Santo.
Agradecemos la colaboración en la colecta para el sostenimiento de esta Iglesia y las obras de los
Hermanos Capuchinos.

Comunión
Jesús dijo: “Vengan a mi todos los que están cansados y agobiados y yo los aliviaré”. Acudamos a recibir
el sacramento de la comunión, alimento para el alma y fortaleza en nuestras luchas cotidianas.
A quienes no pueden recibir a Jesús en forma sacramental, les invitamos a rezar la oración de la
comunión espiritual…
Oración de Sanación al Sagrado Corazón de Jesús
Yo vuelo a Ti, Sagrado Corazón de mi Salvador, porque tú eres mi refugio, mi única esperanza.
Tú eres el remedio para todas mis miserias, mi consuelo en todas mis angustias, la reparación de todas
mis infidelidades, el suplemento para todas mis deficiencias, la expiación por todos mis pecados, y la
esperanza y fin de todas mis oraciones. Tú eres el único que nunca se cansa de mí y el único que puede
soportar mis defectos, porque Tú me amas con un amor infinito.

Por lo tanto, Oh Dios mío, ten piedad de mí de acuerdo tu gran misericordia, y haz de mí, y para mí, y en
mí, lo que sea que Tú quieras, porque yo me entrego enteramente a Ti, Corazón divino, con la plena
confianza de que Tú nunca me rechazarás. Tú que invitas a todos los que están sobrecargados a que
acudan a ti, permite que tu mano sanadora se pose sobre mí y me dé la sanación del cuerpo y el alma.
Señor mío, me pongo en tus manos. Por sobre todas las cosas, quiero y necesito aprender a expresarte
mi amor, mis sentimientos y todo lo que hay en mi ser. Te digo con todo mi corazón que te amo y deseo
conocerte cada día más y más. Señor mío Jesucristo, sabes que todos los vacíos de mi ser sólo pueden
ser llenados por tu gracia y tu presencia. Mis miedos, mis preocupaciones, mis dolores, mis confusiones,
sólo pueden encontrar soluciones y sanación en Ti.
Abre los ojos de mi mente y de mi corazón para que pueda escucharte. Fui creado por Ti y para Ti, quiero
unirme a tu pueblo en una sola alabanza y adoración. Abre mis labios para que hable solo verdad, para
que cante tu amor, para que exprese lo que has puesto en mí
Deseo y necesito sentirme amado por Ti, porque quiero corresponder a tu amor, que a la vez me sana y
me levanta. Enséñame a vivir en tu presencia, quiero compartir mi vida contigo, quiero estrechar lazos
de amistad fiel contigo.

Dios mío, aunque me duela, quita de mi interior todas aquellas malas inclinaciones, falsas pasiones,
deseos mundanos que quieren separarme de tu amor, aleja de mí todo lo que entorpece mi unión y
relación contigo. Saca de mi corazón todo lo que no proviene de Ti, porque quiero ser grato a tus ojos.
Te suplico que seas el escudo que no permita que los malos deseos, las palabras destructivas y las
acciones de aquellos que no me quieren, me hagan daño y me hagan sufrir.
Cuento con tu presencia que me protege siempre y que me brinda fortalezas para la realización de tantos
sueños que tengo y quiero ver realizados.
Gracias, porque sé que siempre estarás conmigo y me ayudarás a que todo me salga bien y harás que
todas las dificultades y todos los problemas sean auténticos trampolines que me impulsen a la
consecución de los objetivos que tengo en mi vida..

Arranca de mi corazón todo sentimiento de miedo frente al futuro, dale tu seguridad y paz. Límpialo de
todo sentimiento negativo y de toda emoción destructiva. Envíame la abundancia de tu luz, para que
pueda verme libre de toda equivocación. Quiero ser valiente, sin miedos y con ganas de seguir luchando.
Señor mío, deseo hacer tu voluntad porque deseo vivir de ahora en adelante para agradarte. Llena mi
corazón de alegría y ánimo para poder seguir adelante. Te confío toda mi vida.

Toca mi alma con Tu compasión por los demás. Toca mi corazón con Tu coraje e infinito amor por todos.
Toca mi mente con tu sabiduría, para que mi boca siempre proclame tu alabanza.
Enséñame, oh Sagrado Corazón de Jesús, a alcanzarte en mi necesidad, y ayúdame a guiar a otros a Ti
con mi ejemplo. Sagrado Corazón de Jesús, fuente del divino amor y consuelo, tráeme salud en cuerpo
y espíritu para que pueda servirte con todas mis fuerzas. Ven y toca suavemente esta vida que has
creado, dándome un corazón semejante al tuyo. Ven ahora, Señor con tu gracia y sana mi mente, sana
mi corazón, sana mi historia… en una palabra sana todo mi ser.
Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío y espero…
Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío y espero…
Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío y espero…
Amén.

También podría gustarte