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LA DAMA O EL TIGRE – RAYMOND SMULLYAN

Según una antigua historia un prisionero debe elegir entre dos habitaciones, si escoge una en la
que hay una dama, es liberado y se casa con ella, si encuentra un tigre, será devorado por él. El rey
de cierta tierra había leído esta historia y tuvo la siguiente idea:
-¡Es la manera perfecta de tratar a mis prisioneros! Lo único es que yo no se lo dejaré a la suerte,
pondré letreros en las puertas de las habitaciones. Si el prisionero es inteligente podrá salvar su vida
¡y encima se llevará una hermosa novia!
Las pruebas del primer día.
Se eligieron tres prisioneros, el rey les explicó que en cada una de las dos habitaciones había una
dama o un tigre (o una dama en cada una o un tigre en cada una), no estando vacía alguna de ellas.
Llegó el primer prisionero, el rey señaló los letreros de las puertas de las habitaciones:
I II
En esta habitación hay una dama y en la En una de estas habitaciones hay una dama,
otra un tigre y en una de ellas hay un tigre
-¿Es verdad lo que dicen los letreros? –preguntó el prisionero.
-Uno de ellos dice la verdad, el otro no –replicó el rey-
Si tú fueras el prisionero, ¿cuál elegirías? (Suponiendo que prefieres la dama).
Una vez el primer prisionero salvó su vida los letreros fueron cambiados y se seleccionaron nuevos
ocupantes para las habitaciones. Al llegar el segundo vio esto:
I II
Al menos en una de las habitaciones hay Hay un tigre en la otra habitación
una dama
El rey avisó que o bien los dos letreros dicen la verdad, o bien ambos mienten. ¿Qué habitación
debe escogerse?
Al tercero se le advirtió que, otra vez, los letreros eran ciertos ambos o falsos ambos. Aquí están:
I II
O hay un tigre en esta habitación o una Hay una dama en la otra habitación
dama en la otra (o ambas cosas)
¿Qué eligió?

Las pruebas del segundo día.


-Ayer fue un fracaso- dijo el rey. Los tres prisioneros se salvaron!, hoy vamos a tener cinco pruebas
y las pondré un poco más difíciles. Se llamó a los prisioneros y se les dijo que si en la habitación I
hay una dama, el letrero de su puerta dirá la verdad, pero si hay un tigre, el letrero mentirá. En la
habitación II ocurrirá lo contrario, si hay una dama el letrero mentirá, si hay un tigre el letrero dice la
verdad.
El primer prisionero si vio estos carteles en las puertas:
I II
Hay damas en ambas habitaciones. Hay damas en ambas habitaciones.
¿Cuál debería escoger?
Con las mismas reglas, los carteles que encontró el segundo fueron:
I II
Al menos hay una dama Hay una dama en la otra habitación
¿Qué debería elegir?
Al rey le gustaba especialmente este acertijo, y también el siguiente. Aquí están los letreros.
I II
No importa qué habitación elijas Hay una dama en la otra habitación
¿Qué eligió el prisionero?
El séptimo prisionero se desanimó al ver los letreros, trata de ayudarle.
I II
Sí importa qué habitación elijas Deberías elegir la otra habitación.
-¡No hay letreros en las puertas! –exclamó el octavo prisionero.
-Es cierto -dijo el rey-. Aquí los tienes. Y se los entregó en mano. Decían:
En esta habitación hay un tigre. Hay tigres en ambas habitaciones.
-Muy bien, pero ¿en qué puerta va cada letrero?.
El rey pensó un momento. –No necesito decírtelo, puedes resolverlo sin esa información-. ¿Cuál es
la solución?.

Las pruebas del tercer día.


-¡Maldita sea! –dijo el rey- ¡Otra vez han ganado todos los prisioneros! Hoy habrá tres
habitaciones en lugar de dos; en una estará la dama y en las otras habrá tigres.
El primer prisionero encontró estos carteles:
I II III
En esta habitación hay un En esta habitación hay una En la habitación II hay un
tigre dama tigre
El rey le explicó que como mucho uno solo de los carteles decía la verdad. ¿Cuál eligió?

Al segundo le explicó que el cartel de la habitación donde estaba la dama decía la verdad y que al
menos uno de los otros dos mentía. ¿Qué debía hacer el prisionero?
I II III
En la habitación II hay un En esta habitación hay un En la habitación I hay un
tigre tigre tigre

Para el tercer prisionero el rey cambió la prueba, en una habitación había una dama, en otra un tigre
y otra estaba vacía. Si elegía la vacía continuaría preso. El letrero de la habitación donde estaba la
dama decía la verdad, el del tigre mentía y el de la habitación vacía podía mentir o no. Estos son los
letreros:
I II III
La habitación III está vacía El tigre está en la I. Esta habitación está vacía
¿Qué hay en cada habitación?

El cuarto día
-¡Horrible! –dijo el rey- ¡Parece que mis acertijos no son lo bastante difíciles!, hoy daré nueve
habitaciones con una sola dama, el resto tendrán un tigre o estarán vacías. Como antes el letrero de
la habitación de la dama dirá la verdad, el de los tigres mentirá y el de las habitaciones vacías pueden
mentir o no. Estos son los letreros:
I: La dama está en una II: Esta habitación está vacía III: O el letrero V está bien
habitación impar o el VII mal (o ambas)
IV: El letrero I está mal V: O el II o el IV está bien VI: El letrero III está mal
VII: La dama no está en la VIII: Aquí hay un tigre y la IX: Aquí hay un tigre y el
habitación I IX está vacía cartel VI miente.
- ¡El problema es irresoluble! –exclamó el prisionero- ¡No hay suficientes datos!
- Lo sé –rió el rey.
- Dime al menos si la habitación VIII está vacía o no.
El rey fue lo bastante decente para contestar con sinceridad y el prisionero pudo deducir dónde
estaba la dama. ¿Puedes ayudarle?.
SOLUCIONES.

Primer día.
Primera prueba: No puede ser que el primero diga la verdad y el segundo mienta, por tanto el
primero miente y el segundo dice la verdad. Hay que elegir la habitación II.
Segunda prueba: No puede ser que ambos mientan, se contradirían. Como ambos son ciertos la
habitación I tiene un tigre y en la II está la dama.
Tercera prueba: El rey estaba generoso, ambos no pueden ser falsos, si II lo es, entonces I es cierto.
Si son ciertos hay una dama en cada habitación.

Segundo día.
Primera prueba: Es contradictorio que en I haya dama, luego hay un tigre, entonces II miente, por
tanto esconde una dama.
Segunda prueba: Si en II hubiera una dama, II miente, luego en I hay un tigre, lo que sería
imposible porque I diría la verdad. Luego en II hay un tigre, por tanto II dice la verdad, hay una
dama en I y I también dice la verdad.
Tercera prueba: En I no puede haber dama, eso llevaría a que hay dama también en II y esto hace
cierto el cartel II. En I hay tigre, como I es falso, sí importa la habitación y en II hay dama (y su
cartel es falso).
Cuarta prueba: Si en I hay dama, en II hay tigre, por tanto II debe ser cierto, y así es.
Quinta prueba: Si “En esta habitación hay un tigre” fuera de la puerta I se violan las condiciones
del juego, luego es de la segunda y allí hay una dama. “Hay tigres en ambas habitaciones” es el cartel
de I, y es falso, luego en I hay un tigre.

Tercer día.
Primera prueba: II y III se contradicen, luego uno es verdadero y el otro falso, pero como sólo uno
de los tres es cierto, I es falso. Luego en I hay dama y en las otras tigre.
Segunda prueba: En II hay necesariamente un tigre (si hubiera dama el cartel mentiría), Si la dama
estuviera en III habría dos carteles verdaderos, es no puede ser. La dama está en I, y el cartel III es
falso.
Tercera prueba: De las posibles combinaciones sólo I:dama, II:tigre y III:vacía es compatible con
las condiciones
.
Cuarto día.
Prueba: Si has llegado hasta aquí no tendrás problemas para deducir que la dama está en la
habitación VII, los carteles verdaderos son: I, VI y VII.

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