Está en la página 1de 2

¿LA DAMA O EL LEÓN?

Pulú, rey de Pululandia, aficionado a los juegos lógicos, ha decidido conceder


una oportunidad de salvarse a cada uno de sus prisioneros, sometiéndoles a pruebas
de inteligencia. La alternativa consiste, ni más ni menos, en casarse con la
hermosa dama, o bien tropieces con un hambriento león.

PRIMERA PRUEBA:
El rey Pulú ha encerrado en cada una de dos habitaciones contiguas o bien una
dama o bien un león. Es decir, puede haber, o bien dos damas, o bien dos leones, o
bien una dama y un león. Para dar una pista, el rey manda colocar los siguientes
carteles en las puertas:
I
En esta habitación hay un dama y en la otra un león. II
En una de las habitaciones hay una dama en la otra un león.
Ahora bien, el rey Pulú avisa que uno de los dos carteles es cierto, y el
otro es falso. Si el prisionero elige a un león morirá bajo sus garras, pero si
elige a una dama, quedará libre y se podrá casar con ella.¬¿Qué puerta elegirías
tú?

SEGUNDA PRUEBA
Tras el primer día, el rey Pulú se da cuenta de que sus prisioneros siempre
aciertan, por lo que decide cambiar la prueba por otra mas difícil. Coloca nuevos
carteles en las puertas:
I
Al menos en una de las habitaciones hay una dama. II
Hay un león en la otra habitación.

Y advierte ahora que, o los dos carteles son verdaderos a la vez, o los
dos son falsos a la vez.

TERCERA PRUEBA:
Advierte el rey Pulú, sorprendido que sus prisioneros siguen acertando y decide
cambiar la segunda prueba por otra mas difícil. Coloca nuevos carteles:
I
O bien hay un león en esta habitación o bien hay una dama en la otra habitación.
II
Hay una dama en la otra habitación.
Y advierte de nuevo que, o los dos carteles son verdaderos a la vez, o los
dos son falsos a la vez. ¿Serías capaz de averiguar de nuevo en qué puerta hay una
dama para salvarte?.

CUARTA PRUEBA:
Sigue sorprendido el rey Pulú de la inteligencia de sus prisioneros y, por
ello, busca una prueba más difícil. Coloca nuevos carteles:
I
Hay damas en las dos habitaciones. II
Hay damas en las dos habita¬ciones.
Pero ahora advierte: si en la habitación I hay una dama, enton-ces el cartel de
la puerta es verdadero, pero si hay un león, en-tonces, el cartel miente; en
cambio en la habitación II ocurre al revés: Si hay una dama, el cartel miente, y
si hay un león, el cartel dice la verdad. ¡Inténtalo!
QUINTA PRUEBA:
Casimiro y Olegario son dos viajeros que llegaron al reino de Pululandia, cuando
el rey ya había renunciado a continuar sus juegos lógicos, dado que todos los
prisioneros se salvaban. Los extranjeros le sugieren al rey que ponga los
siguientes carteles en las puertas:
I
Al menos en una habitación hay una dama. II
Hay una dama en la otra habitación.
¿Qué puerta ha de elegir el prisionero para salvarse, si las reglas son
exactamente las mismas que en la cuarta prueba?

SEXTA PRUEBA:
Visto que la quinta prueba sigue siendo demasiado fácil, Casimiro y Olegario
proponen al rey Pulú que coloque los siguientes carteles:
I
No importa qué habitación elijas. II
Hay una dama en la otra habitación.
Seguimos con las mismas condiciones: si la puerta I lleva a una dama,
entonces el cartel dice la verdad, pero si lleva a un león, entonces el cartel
miente; para la puerta II ocurre lo contrario, si lleva a una dama entonces el
cartel miente, pero si lleva a un león, entonces el cartel dice la verdad.

SÉPTIMA PRUEBA:
Casimiro y Olegario empiezan a enfadarse, pues los prisioneros siguen acertando,
colocan nuevos carteles:

I
Sí importa qué habitación elijas. II
Te irá mejor si eliges la otra habitación.
(Continuamos con las mismas condiciones que en la prueba anterior.)

OCTAVA PRUEBA:
Desesperados, Casimiro y Olegario se marchan del reino, dejando al rey Pulú
los carteles para una última y definitiva prueba (iguales condiciones que antes):

En esta habitación hay un león. Hay leones en las dos habitaciones.


Pero, ¡ojo! Al carpintero real se le olvida marcar en qué puerta ha de ir
cada cartel. Pero el rey dice que tal información no es necesaria para hallar la
solución. Si lo resuelves, te regalamos un viaje con los gastos pagados al reino
de Pululandia, donde viven los prisioneros más listos del mundo.

También podría gustarte