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“¡Esta es una frase que me encanta!

Quisiera que sirviera de


prolegómeno a todo lo que hago, pues creo que es
profundamente verdadera. Si tener sentido de la historia , es
leer con una atención respetuosa las obras de los
grandes historiadores, pasarlos por la derecha con una
pizca de fenomenología existencial, y por la izquierda con
un poco de materialismo histórico, si tener sentido de la
historia, es tomar la historia acabada, aceptada en la
Universidad, añadiendo sólo que se trata de una historia
burguesa que no tiene en cuenta la aportación marxista,
entonces, ¡es cierto que carezco totalmente de sentido de la
historia! Sartre tiene tal vez sentido de la historia, pero no
hace historia. ¿Qué ha aportado a la historia? ¡Nada!”
El conjunto del pasaje puede ser leído con el criterio de la
circularidad

conciencia sentido historia

del mismo
“Extrae su movimiento
significado por el cual
está determinada”

Pese a esa lectura primordial, el pasaje también contiene, a través de


la ironía que lo gobierna, referencias significativas que permiten
ubicar el escenario que dominará el contexto intelectual en el que se
desarrollará casi toda la obra de Foucaul -recién desplazado por la
incidencia de su planteo hacia fines de los años 70'.
“Si tener sentido de la historia , es leer con una atención
respetuosa las obras de los grandes historiadores...)”

serie de engranajes saber / poder

saber / poder real / incorporal

serie de engranajes real/incorporal

“(...serie de engranajes mediante los cuales se produce lo


imposible...)”

“(...real /incorporal mediante el cual se produce lo


imposible...)”

En cuanto la historia se produce como la emergencia de lo


imposible, instalado mediante un juego de fuerzas que
sostiene y foja las relaciones de sentido, el relato cristalizado
como “Historia” forzosamente oculta la “serie de engranajes”.
serie de engranajes saber / poder

saber / poder real / incorporal

serie de engranajes real/incorporal

“(...serie de engranajes mediante los cuales se


produce lo imposible...)”

“(...real /incorporal mediante el cual se produce lo


imposible...)”

Incorporales: dan lugar al vínculo entre los


cuerpos, sin ser parte ni de los cuerpos ni de
cada acaecimiento entre los cuerpos
“(...pasarlos por la derecha con una pizca de
fenomenología existencial...)”

La fenomenología husserliana plantea la cuestión del sentido


(en la conciencia, como conocimiento) por oposición al
naturalismo de las ciencias fácticas. La cuestión
existencialista del sentido ya se encuentra prefigurada por la
radicalización cognitivista de Husserl y su “desencanto” como
efecto de la inviabilidad del proyecto de una “filosofía de la
ciencia”.
“Justamente aquí reside nuestro propio desamparo, el de
todos nosotros que, educados por los auténticos filósofos del
gran pasado, vivimos para la verdad, y sólo así, viviendo en
nuestra propia verdad, somos y queremos ser. Pero como
filósofos de este presente hemos caído en una penosa
contradicción existencial. No podemos abandonar la fe en la
posibilidad de la filosofía como tarea, y por lo tanto en la
posibilidad de un conocimientos universal. A esta tarea nos
sabemos vocados, en tanto que filósofos serios. Y sin
embargo, ¿cómo conservar esta fe, que sólo tiene sentido
por referencia un sólo objetivo único que nos es común a
todos, a la filosofía?” (Husserl, “La crisis de la ciencias
europeas y la fenomenología trascendental”).
Husserl va a plantear la cuestión de sentido de cara al
conocimiento, como su horizonte propio. En un primer
período, Heidegger va a continuar esta interrogación, pero no
de cara al conocimiento, sino al propio significado del ser
como analogon de la condición humana (Ser y tiempo,
Introducción a la Metafísica). De ahí que frecuentemente se
vea una continuidad entre fenomenología y existencialismo,
que sin embargo no corresponde al período de la madurez
del planteo heideggariano.
“(...y por la izquierda con un poco de materialismo
histórico...)”

“Se borra todo esto para permanecer en una forma de


necesidad que, si se inscribe en un vocabulario marxista,
pasa por ser políticamente revolucionaria pero, me parece
que, finalmente, tiene efectos completamente distintos”.

“(...deduce de la forma de lo que somos lo que nos es


imposible llegar a hacer o conocer...)”
hipérbole conceptual

“forma de necesidad” “forma de lo que


no puede
ser de otra forma”

“forma de necesidad” estereotipo de


necesidad

“(...y por la izquierda con un poco de materialismo histórico...)”

Foucault alude con la frase a cierto empleo del materialismo


histórico como “frase hecha” o “lugar común”, que equivale a
“declararse de izquierda” con una función de etiquetado político y
no de planteo conceptual genuino.
“(...si tener sentido de la historia, es tomar la historia
acabada, aceptada en la Universidad, añadiendo sólo que
se trata de una historia burguesa que no tiene en cuenta
la aportación marxista...)”

Conciencia sentido historia

historia burguesa no tiene en cuenta


la aportación marxista
“Y es posible tener un pensamiento político que no
pertenezca al orden de la descripción triste: es así y ya ven
que no es gracioso. El pesimismo de la derecha consiste en
decir: mirad que canallas son los hombres. El pesimismo de
la izquierda, por su parte, proclama: ¡mirad que repugnante
es el poder! ¿Podemos escapar a estos pesimismos sin
caer en la promesa revolucionaria, en el anuncio del ocaso
o del alba? Creo que en estos momentos eso es lo que está
en juego”.

desencanto ilusión
desencanto
La dualidad
Ilusión

Corresponde a la concepción de una fatalidad “objetiva” de la


emancipación (pergeñada por la Ilustración). La oposición
“socialismo utópico”-”socialismo científico” (que fue mucho
más allá del marxismo) fue una respuesta al primer
desencanto de la Modernidad.

La explicación de derecha es: “el poder debe cundir porque


los hombres necesariamente “fallan”

La explicación de izquierda es: debe eliminarse el poder


(bajo el criterio anarquista de la abolición o el marxista de la
extinción)
La respuesta de Foucault va a ser que no existe sociedad
que no esté articulada por el poder, de forma que el poder es
intersticial al vínculo social (affectio societatis), lo que supone
que los sometidos ejercen, en la sumisión, cierta forma de
poder (reconocida, por ejemplo, en “La dialéctica del amo y
del esclavo” -Hegel- o “ Los trabajadores no tienen nada que
perder, salvo sus cadenas” -Marx-).

Inicialmente la respuesta de Foucault consistirá una


radicalización de la biopolítica: defender a la sociedad del
Estado, en cuanto tanto una como el otro corresponden al
mismo “cuerpo social”.

Posteriormente desarrollará la propuesta de la


gubernamentalidad, vinculada al gobierno de sí tanto como al
gobierno de los demás.
“Lo que escapa al poder es el contrapoder, el cual, sin
embargo, también está dentro del mismo juego. Por ello
es necesario recuperar el problema de la guerra, del
enfrentamiento. Es necesario retomar los análisis tácticos
y estratégicos a un nivel extraordinariamente bajo,
ínfimo, cotidiano. Hay que repensar la batalla universal
escapando de las perspectivas del Apocalipsis: en efecto,
desde el siglo XIX, hemos vivido dentro de una estructura de
pensamiento apocalíptica. Hegel, Marx o Nietzsche, o
Heidegger en otro sentido, nos prometieron el futuro, el alba,
la aurora, el amanecer, el ocaso, la noche, etcétera. Esta
temporalidad cíclica y binaria a la vez gobernaba nuestro
pensamiento político, dejándonos desarmados cuando se
trata de pensar de otro modo”.
“Lo que escapa al poder es el contrapoder, el cual, sin
embargo, también está dentro del mismo juego”

La sociedad es poder que se ejerce entre los cuerpos. No


existe poder que no intervenga, incluso como mera
resistencia (a obedecer, a participar, a creer).

La respuesta de Foucault es irónica, define como


“contrapoder”, lo que es una forma de poder. La identidad
entre cuerpos y poder no es somática (ni menos, física),
corresponde a la imposibilidad de separar el saber de la
conjugación de fuerzas-actividades que lo habilita (como
cotejo). Ejemplo: la disciplina escolar, desideratum de la
emancipación Moderna.
“Es necesario retomar los análisis tácticos y estratégicos a un
nivel extraordinariamente bajo, ínfimo, cotidiano”.

La transformación social pasa por el cuerpo social como tal,


respecto al cual la soberanía supérstite no es sino una creencia
que ha sobrevivido al feudalismo (biopoder).

Foucault vincula su análisis al criterio según el cual “las sombras


que arroja el presente sobre el pasado permiten una relectura de
la tradición” (Agamben). Por lo tanto, se abandona la linealidad
del proceso histórico, que a su vez había sucedido al relato de las
“formas ejemplares” de la organización social.

Este planteo de Foucault se desarrolla con vigor social a partir de


los años 80'. Auge de la cuestión de los DDHH (más allá de los
crímenes de Estado, bajo los regímenes de excepción), de los
movimientos ambientalistas, de la lucha de las mujeres, etc.
la noción de revolución
supone el fin de un ciclo
y el comienzo de otro
esta temporalidad
cíclica y
binaria a la vez
el paso de un ciclo al otro,
se da a través de la oposición
de dos polos que inducen
el paso al nuevo ciclo

Tesis-antítesis//vida-historia//burguesía-proletariado
(...pensar de otro modo...)”

La totalización del sentido, en cuanto identificación de la


conciencia con un significado, acota la imaginación teórica,
porque prescribe un criterio unívoco de elaboración del
conocimiento.

“(...significa ser capaz de efectuar siempre una


totalización...)”

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