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José Navarro Talavera

Filosofía mexicana: Trabajo final

El propósito de este ensayo es analizar el concepto de independencia de fray Melchor de

Talamantes en su texto Representación Nacional de las Colonias. Discurso Filosófico

dado que me parece hay un desacuerdo entre algunos comentadores (Villoro, Ávila y

Rovira) respecto de qué está entendiendo Talamantes sobre la noción de independencia.

Así pues, este trabajo se divide en cuatro partes: breve contextualización de la situación

en la que surge la Representación…; exposición de la noción de independencia por

Talamanes en dicho texto; posiciones de Luis Villoro, Alfredo Ávila y Rovira Gaspar

respecto de la interpretación de la noción de independencia en Talamantes; y

conclusiones.

Breve contextualización de la situación en la que surge la Representación Nacional

de las Colonias. Discurso Filosófico

En 1808 el asiento y posesión de la soberanía es un problema para la Nueva

España. Pues ese año Carlos IV abdicó y el poder lo cedió a Fernando VII. Sin embargo,

por influencia de Napoleón, Carlos IV reclamó la soberanía, excusando que en su

momento había sido necesaria la abdicación, pero era preciso que se le devolviera.

Después por la misma orientación de Napoleón, Carlos IV cede su poder al francés

duque de Berg, mientras la familia real de España fue llevada a Francia y hecha

prisionera.

Dado esto, en la Nueva España surgió el problema sobre quién tenía la soberanía

en ausencia del rey y su descendencia, pues era claro que los residentes de la Nueva

España no iban a entregarse bajo el dominio francés porque España estuviera bajo su

yugo. Así pues, surgen, por lo menos, dos posiciones opuestas en la colonia respecto al

gobierno de la misma. El primero, sostenido por los peninsulares (más adelante se


aclarará con exactitud quiénes sostenían las diferentes posiciones): “(…) nada ha

cambiado en la Nueva España. Todo debe permanecer como estaba” (Villoro, 2010,

Pág.42). Es decir, el gobierno de la Nueva España deberá esperar y resguardar el poder

hasta el regreso de su legítimo soberano, el rey español, por lo que la organización de la

colonia tendrá que ser tan sólo: una acción administrativa de los que ostentaban los

cargos de ejecución de la legislación real y una continuación de la legislación vigente

aplicándola a las situaciones que se vayan presentando.

La segunda propuesta “(…) indicaba al virrey que ante la falta de monarca y

gobierno legítimo, la soberanía residía en el propio país, principalmente en los cuerpos

que llevaban la voz pública, en sus guardadores (…)” (De la Torre, 1992, Pág.79). Esto

es, en un congreso conformado principalmente por un grupo de criollos. Cabe señalar,

por tanto, que la primera propuesta era sostenida por peninsulares. Aunque, para Villoro

(2010), estas distinciones raciales entrañan divergencias económicas más profundas, a

saber, aquel grupo económico al que le convenía la dependencia de la metrópoli (es

decir que no eran peninsulares exclusivamente) y a aquel grupo al que afectaba su

dependencia respecto de España. Para terminar, y dados los objetivos de este trabajo, es

preciso señalar que tal independencia exigida por el ayuntamiento de México no es una

independencia absoluta y tiene diferentes significaciones entre los criollos que

escribieron sobre el tema. Así pues, tal es el motivo del presente trabajo, concentrándose

en el texto de uno de esos criollos que según parece es, en consenso de algunos

comentadores, el más osado y revolucionario de los otros criollos.

Explicación de la noción de independencia en la Representación Nacional de las

Colonias. Discurso Filosófico de fray Melchor de Talamantes.

Para empezar, primero hay que señalar el objetivo explícito del escrito de Talamantes:

examinar la afirmación de que “(…) el Reyno de la Nueva España, como Colonia, no


tiene representación nacional ni puede congregarse en Cuerpo para organizarse y

regenerar su Código Legislativo” (Talamantes, 1998, Pág.81). Es decir, a primera vista

parece que lo que Talamantes llegará a concluir es que si la Nueva España tiene

representación nacional (teniendo en cuenta que por representación nacional entiende

“(…) el derecho que goza una sociedad para que se le mire como separada, libre e

independiente de cualquiera otra nación” (1998, Pág.89)) la tendrá en tanto colonia.

Ahora bien, y como se verá con Villoro y Ávila, lo anterior plantea el problema de

decidir si Talamantes estaba proponiendo una independencia y autonomía absoluta.

A mí parecer, según el escrito de Talamantes, hay una idea principal respecto de

la noción de independencia. Esta idea principal está ligada estrechamente con la idea de

libertad (de hecho las llega a identificar). La cual consiste en la capacidad de una

sociedad para satisfacer por sí misma sus necesidades, la facultad de dirigirse ella

misma y no por otros y, finalmente, la de igualarse políticamente a otras naciones. Es

decir, como se verá después, le otorga el mismo rango que tiene una nación

independiente. Además, cuando dice que puede satisfacerse por sí misma no esta

diciendo que la colonia produzca todo lo que necesita, sino como la igualdad política

específica, puede intercambiar con otras naciones para conseguir aquello que le falte y

dar aquello de lo que la otra nación carece.

Sin embargo, antes de esta conclusión Talamantes considera otra forma de

independencia que precede la principal. Esta me parece consiste en al menos dos ideas:

la de colonia como una sociedad separada y en la de Cuerpo político. Talamantes define

colonia como “(…) una Población formada de individuos o familias de otra nación

principal o de los descendientes de ellas, establecida en terreno distante de su Metrópoli

y dirigida por sus Leyes” (1998, Pág.81). Ahora consideremos un elemento de la

representación nacional, el derecho de considerarla separada y, además, que este


derecho se justifica por un principio natural. Este principio establece que las Américas

“(…) están naturalmente separadas de otras naciones (…)” (Talamantes, 1998, Pág.89),

y básicamente consiste en las distintas determinaciones políticas dada la distinta

situación geográfica y cultural respecto de la metrópoli. Por otro lado hay que

considerar la idea de la sociedad como Cuerpo político:

Los Americanos y Europeos residentes en Indias, no componen ya sino un solo Cuerpo,


cuyas partes se sostienen mutuamente por la unión y harmonía; todos ellos deben
mirarse igualmente como naturales del pays. (…) Deben, pues, cesar, desde el momento
todas las disputas y competencias suscitadas entre unos y otros; la causa es comun (…).
(Talamantes, 1998, Pág.85)

De esto podemos considerar la idea de cierta independencia de una colonia aun estando

bajo el yugo de su metrópoli, que consiste en lo siguiente. En la noción de la Sociedad

como Cuerpo incluye a todos los residentes en el territorio de la colonia. Es decir, a

todos aquellos que tienen algo en común, a saber, el territorio. Este territorio, separado

de la metrópoli, forzosamente necesita distintas determinaciones políticas, distintas

leyes. Además, y me parece que Talamantes tiene muy en cuenta la metáfora de la

antigüedad de la Sociedad como Cuerpo, dada la comunidad de territorio, la colonia se

constituye como una, como cuerpo en tanto que sufren en común. La problemática es

común, pues como señala Talamanes, la causa es común.

En pocas palabras se puede decir que Talamantes considera a una colonia

independiente, casi por definición, en tanto que esa Sociedad constituye un Cuerpo

separado de otro Cuerpo social, a saber, la metrópoli. Ahora bien, como el mismo

Talamantes menciona, dicha colonia esta regida por las Leyes de la metrópoli. Tales

leyes son de dos tipos: coloniales y regionales. Las regionales son aquellas que se

proponen legislar la colonia dada las condiciones de la misma colonia. Las coloniales

son aquellas que mantienen la dependencia entre la colonia y su metrópoli, tales como

las leyes de exportación que prohíben el comercio con otras naciones extranjeras. Según
esto, a diferencia de la idea anterior de independencia, Nueva España no se concibe

como independiente.

Ahora pasaré a explicar la idea principal de independencia de Talamantes,

tomando en cuenta la expuesta primeramente. Recuerdese dos cosas. Primero que

Talamantes quiere demostrar que aun siendo colonia la Nueva España puede tener

representación nacional. Segundo, que este escrito surge dentro del problema de

establecer la soberanía de la colonia a causa de la ausencia del rey. Dado esto, es preciso

decir que Talamantes considera la dependencia como un acuerdo, un pacto entre la

colonia y la metrópoli con el objetivo de beneficiar a la primera. Esto es, la dependencia

surge de un pacto entre el rey y la los conquistados, dado un deber impuesto a una

sociedad más ilustrada. En tanto tal, la soberanía, el fundamento de la sociedad “(…) se

ha trasladado del rey a la nación” (Villoro, 2010, Pág.47). Pero esta afirmación es

común a otros criollos que no plantean sino una independencia moderada, siguiendo al

mismo Villoro.

Talamantes cree que en ausencia del rey la colonia está desvinculada totalmente

de su metrópoli, pues la colonia, como se mencionó, tenía un pacto con el monarca y no

con la metrópoli. De hecho, la colonia debe ser considerada como otra provincia de

España con los mismos derechos. Las leyes coloniales, dada la ausencia del rey, del

representante de la soberanía, han cesado. Ahora bien, la audiencia, la posición que

afirma que la administración de la Nueva España sigue igual, está haciendo uso de la

soberanía aun faltando el rey. Por lo cual, la colonia, en tanto sociedad como Cuerpo,

tiene representación nacional:

Si los Ministros de la audiencia de México dixesen, como han solido decirlo, que ellos
no tratan de obrar a nombre del Pueblo, sino del Rey, cuya autoridad representan, se les
diría que no existiendo el Rey, civilmente en la nación, tampoco pueden existir sus
representantes (…)” (Talamantes, 1998, Pág.88).
Luego, Talamantes afirma que tal soberanía no recae en la audiencia pero que de hecho

hay representación nacional. Y dado que, primero, originariamente tal soberanía

pertenece al pueblo, segundo, tal poder no puede recaer en el pueblo ínfimo pues carece

de la libertad de un Ciudadano dada su ignorancia y sólo en los Ciudadanos puede

recaer la administración de la sociedad, “(…) entonces tampoco se le puede confiar a él

el gobierno de un pueblo, así que ese gobierno debe quedar en hombres ilustrados y

poderosos, es decir, en los criollos” (Rovira, 1997, Pág.39). Por esto, afirma Villoro

(que para Talamantes “La separación en el gobierno y administración, aun cuando

continúe el estado colonial, es ya, por sí sola, independencia” (2010, Pág.53). Y

efectivamente este era el objetivo de Talamantes. Pero Talamantes va más allá del

simple cambio de administradores de la colonia, de acuerdo con su principal idea de

independencia:

Si una colonia tiene dentro de sí misma todos los recursos y facultades para el sustento,
conservación y felicidad de sus habitantes; si su ilustración es tal, que pueda encargarse
de su propio gobierno, organizar a la sociedad entera, y dictar las leyes mas
convenientes para la seguridad publica; sus fuerzas o sus arbitrios son bastante para
resistir a los enemigos que la acometan; semejante sociedad, capaz por sí misma de no
depender de otra, está autorizada por naturaleza para separarse de su Metrópoli.
(Talamantes, 1998, Pág.91)

Esto es, Talamantes cree que cuando una colonia puede no sólo satisfacer sus

necesidades sino ser capaz de dirigirse por sí misma, de organizarse por sí, esta

legítimamente autorizada para clamar su independencia. Ahora bien, hay que notar esta

idea de dirigirse por sí misa pues además de ser una clara influencia de la Ilustración se

puede considerar como una causa de la revolución de Independencia. Tal como lo

señala De la Torre, el “(…) conocimiento y aprecio del adelanto intelectual obtenido y

de la igualdad y aun superioridad de la mente y capacidades americanas en relación con

las españolas (…)” (1992, Pág.11) puede considerarse como una causa de la revolución

de Independencia. Esto es, de la conciencia de ser capaces de gobernar y organizar la

sociedad entera, tal como lo españoles o más, surge esa idea de liberarse del yugo de
otro, de buscar, tal como afirma Talamantes, el bien mayor, a saber, la libertad, la

carencia de necesidad de ser dirigido por otro dada la posesión de las luces para

dirigirse por sí mismo.

Posiciones de Luis Villoro, Alfredo Ávila y Rovira Gaspar respecto de la

interpretación de la noción de independencia en Talamantes

Así pues, se ha explicado la noción principal de independencia de Talamantes en la

Representación…, sin embargo, me parece que no hay un acuerdo al decir si Talamantes

proponía una genuina independencia. Considerare a Villoro, con sus debidas

precauciones, como defensor de la postura que afirma que Talamantes sostenía una

genuina independencia, mientras que a Alfredo Ávila y a Rovira Gaspar como la postura

que niega esta tesis.

Villoro distingue en el pensamiento criollo ilustrado dos posturas o dos sentidos

respecto del pensamiento independentista. Una la independencia moderada y otra la

independencia absoluta. La independencia moderada consiste en libertad de gerencia

pero no en autonomía, es decir, el criollo exige ser él quien se ocupe los bienes del rey,

y no otra nación, otro a quien de hecho no afecta las decisiones podría decirse. El criollo

afirma que la colonia es dependiente de la Corona pero no de la metrópoli, lo cual

significa ser considerada como otra provincia más de la metrópoli con los mismos

derechos. Por lo cual, si una provincia quisiera gobernarla no sería legítimo en tanto que

la provincia y la colonia son iguales. Por otro lado, el criollo adjudica a la nación la

soberanía, pero entendiendo por esto las autoridades ya constituidas, un gobierno ya

constituido. Sin cuestionar, pues, el pacto social originario, o los principios

fundamentales en los que se asienta la sociedad. Es. como dice Villoro, libertad de

administrar más no de hacer una patria. Ahora, en un primer momento Villoro identifica

a Talamantes con esta postura. Y efectivamente, como se mencionó en la segunda parte


de este ensayo, es el objetivo explícito del peruano. Pero también se mencionó que

exigía la total libertad respecto de la metrópoli y con ello el derecho a organizarse por sí

misma. Además, no sólo eso sino que, primero, considera la dependencia de la colonia

como un pacto, el cual se rompe dadas ciertas circunstancias. Una de ellas es la

capacidad de la colonia para dirigirse por sí misma. Así Villoro concluye respecto de

Talamantes:

“Sin embargo, ya no puede detenerse, y una pregunta le inquieta: ¿Cuál es el origen de


aquel pacto primero?¿Cuál es la fuente de que nacieron las primeras sociedades? Es
Talamantes quien ve en el proyecto del Congreso [los criollos] la posibilidad para
plantearse esa pregunta decisiva (…)Fascinado por esa posibilidad da el paso de sentido
moderado de independencia y soberanía (…) a la noción de independencia absoluta”
(2010, Pág.60).

Es decir, Talamantes se pregunta por el fundamento de la sociedad y por ello está

pensando en un cambio radical, de raíz, esto es, un genuino pensamiento

independentista, según Villoro. Ahora bien, por otro lado se encuentra la posición de

Rovira y de Ávila. Empezaré con el segundo. Para Talamantes la soberanía debía residir

en la nación, y esa representación implicaba o constituía igualmente la independencia.

Pero tal soberanía residía en el Congreso, es decir, por criollos principalmente. Por lo

cual, Alfredo Ávila (2002, Pág.75), argumenta que “(…) para estos criollos

privilegiados el pueblo no estaba formado por individuos libres e iguales, requisito para

una nación soberana, sino por las autoridades y corporaciones” . No había tal soberanía

en la nación, tal representación y por ello mismo, me parece, según esta interpretación,

no habría tal pensamiento independentista. De hecho Ávila Afirma que Talamantes

“(…) no era un demócrata ni quería ningún cambio drástico” (Pág.74). Esto se puede

contrastar con la interpretación de Villoro, pues, mientras que para éste si hay un

cambio fundamental en el pensamiento de Talamantes, en tanto se cuestiona sobre los

fundamentos de la sociedad, para Ávila no hay ningún cambio drástico, al no haber una

igualdad social, o una soberanía nacional que incluya a todos los miembros.
Por otra parte tenemos la postura de Rovira. Rovira afirma que Talamantes fue el

iniciador y el más osado en el pensamiento de independencia respecto a los demás

criollos. Sin embargo, me parece que la independencia que entiende del pensamiento de

Talamantes es la independencia que Villoro llama moderada. Esto por lo siguiente.

Rovira afirma que:

Podríamos pensar que también cabría la posibilidad de que el “Congreso Nacional” al


ejercer sus derechos, constituyera otro tipo de gobierno (aristocrático o democrático),
pero, deducir esto de las ideas de Talamantes sería caer en una falsedad, ya que él no
quiere cambiar el tipo de gobierno de la Nueva España, sino variar los individuos en
quienes recae ese gobierno, esto es, que sean los americanos y no los peninsulares
quienes puedan ocupar los puestos de mando de la Nueva España. (1997, Pág.38)

La razón principal por la que afirma lo anterior es la misma que la de Ávila: Talamantes

otorga la soberanía a un grupo de criollos ilustrados y no a todo el pueblo en general.

Caería dentro del mismo argumento de Ávila, es decir, que para que haya verdadera

soberanía se debe incluir a todo el pueblo y no sólo a una parte. Por tanto, para Rovira,

Talamantes sólo exigiría el derecho de administrar la colonia. Pero tal es el sentido de la

independencia moderada planteada por Villoro. Esto es, Rovira, al parecer, negaría una

genuina idea de independencia a Talamantes.

Conclusiones

En primer lugar, se podría argumentar en contra de posiciones como las de Rovira y

Ávila el peso que Talamantes da a la voz del Pueblo, que incluye a todos los integrantes

del Cuerpo social y no sólo a unos cuantos. Es decir, esta voz es universal, no está

compuesta sólo de hombres que poseen de principios de la ciencia sino también de la

muchedumbre, pero que junto con la primera, dada su misma universalidad, no puede

equivocarse al evaluar el gobierno de un soberano. Tal voz proviene de un instinto

natural, que consiste en la conservación y búsqueda de la felicidad. Por lo cual, “(…) el

clamor general del Pueblo debe mirarse como una ley del Estado” (Talamantes, 1998,

Pág.104).
Por otra parte, como una propuesta más, hay que considerar la interpretación de

Pamplillo, “Aunque no pueda sostenerse que el ilustre mercedario haya sido precursor

de la democracia representativa, sí lo fue de la emancipación y de la misma

nacionalidad mexicana (…)” (2002, Pág.94), esto es, Pamplillo otorga una genuina a

Talamantes a pesar de no incluir al pueblo entero en la soberanía nacional, al contrario

de Rovira y Ávila. Esto es, aun cuando no haya una soberanía que incluya a toda la

sociedad sí hay un pensamiento emancipatorio genuino en Talamantes.

Bibliografía

-Ávila, Alfredo.(2002) En nombre de la nación : la formación del gobierno

representativo en México, 1808-1824. México: Taurus.

-De la Torre, Ernesto. (1992). La independencia de México. México: FCE

-Luis Villoro (2010). “Análisis de la situación“ El proceso ideológico de la revolución

de Independencia. México: FCE

---------------(2010). “La marcha hacia el origen” El proceso ideológico de la revolución

de Independencia. México: FCE

-Pamplillo Baliño, Juan. (2002). “El pensamiento independentista de fray Melchor de

Talamantes y su proyecto de organización constitucional”). En Anuario mexicano de

historia del derecho.

-Rovira Gaspar, María. (1997) “Criollos ilustrados” en Una Aproximación a la historia

de las ideas filosóficas en México : siglo XIX y principios del XX

Talamantes, fray Melchor. (1998) “Representación Nacional. Discurso filosófico” en

Pensamiento filosófico mexicano del siglo XIX y primeros años del XX. Compiladores:

María del Carmen Rovira, Arturo Almaguer… México UNAM.

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