Está en la página 1de 76

Revista chilena de infectología

versión impresa ISSN 0716-1018


Rev. chil. infectol. vol.36 no.3 Santiago jun. 2019

http://dx.doi.org/10.4067/S0716-10182019000300292

Infecciones de Transmisión Sexual

Cribado de infecciones cervicales de transmisión sexual en mujeres embarazadas y su


relación con la microbiota vaginal

Screening of cervical sexually transmitted infections in pregnant women and the


relation with the vaginal microbiota

Carlos Palma1

M. Angélica Martínez†2

Ester Santander3
1
Departamento de Dermatología, Facultad de Medicina, Universidad de Chile. Santiago,
Chile
2
Programa de Microbiología, Instituto de Ciencias Biomédicas (ICBM), Facultad de
Medicina, Universidad de Chile. Santiago, Chile
3
Servicio de Dermatología y Venereología, Hospital San José, Santiago, Chile

Resumen

Introducción:

La mujer embarazada está expuesta anumerosas infecciones de transmisión sexual


(ITS), las que pueden producir aborto, enfermedad en el feto y/o en el recién nacido,
además de alteraciones en el curso normal del embarazo.

Objetivo:

Realizar tamizaje de infección cervical asintomática en mujeres embarazadas y su


relación con la microbiota.

Pacientes y Métodos:

Se enrolaron 85 mujeres embarazadas sin cervicitis clínica que consultaron en control


de rutina de embarazo (47 pacientes) o que fueron derivadas a una unidad de ITS (38
pacientes). Se tomaron muestras de fondo de saco vaginal, que fueron analizadas por
técnicas clásicas de microscopía y cultivo corriente y reacción de polimerasa en cadena
para Neisseria gonorrhoeae, Trichomonas vaginalis y Chlamydia trachomatis.

Resultados:

Se encontró 12,9% de infección por C. trachomatis, 2,4% de T. vaginalis. En este


estudio no se encontró N. gonorrhoeae. El 23,3% de pacientes con microbiota alterada
(vaginosis bacteriana y microbiota intermedia) fue positiva para C. trachomatis.

Conclusión:

En este trabajo, encontramos una alta frecuencia de infección por C. trachomatis, que se
relaciona en forma significativa con la presencia de microbiota alterada. Esta alta
frecuencia debería promover estrategias preventivas en los controles de salud de la
mujer embarazada.

Palabras clave: Enfermedades de transmisión sexual; Chlamydia trachomatis;


Neisseria gonorrhoeae; Trichomonas vaginalis; vaginosis bacteriana

ABSTRACT

Background:

Pregnant woman is exposed to many sexual transmitted infections (STI). Many of these
infections may produce diseases in the fetus and newborn, and also alteration in the
normal course of the pregnancy.

Aim:

Screening of asymptomatic cervical infection in pregnant woman and its relationship


with the vaginal microbiota.

Patients and Methods:

85 pregnant women without clinical cervicitis who consult in the routine pregnant
control (47 patients) and women derived from STI service (38 patients). The samples
were obtained from the vaginal fund sac and were analyzed with optic microscopy,
cultures and PCR of Neisseria gonorrhoeae, Trichomonas vaginalis and Chlamydia
trachomatis.

Results:

12,9% of the enrolled women were positive for C. trachomatis, 2,4% for T. vaginalis. In
this study, we did not found N. gonorrhoeae. We observed 23,3% of patients with
altered microbiota (bacterial vaginosis and intermediate microbiota) was positive for C.
trachomatis.

Conclusions:
In this study, we found a high frequency of C. trachomatis infection, that correlates with
the presence of altered microbiota. This high frequency would promote preventive
strategies in the pregnant women routine controls.

Key words: Sexually transmitted diseases; Chlamydia trachomatis; Neisseria


gonorrhoeae; Trichomonas vaginalis; bacterial vaginoses

Introducción

Las infecciones de transmisión sexual (ITS) son una causa importante de morbilidad en
la mujer en edad fértil y en el recién nacido; además, estas infecciones son factores de
riesgo para adquirir otras ITS1,2.

En relación con las infecciones cervicales, la OMS estima la infección por Chlamydia
trachomatis, en más de 100 millones de infectados al año en el mundo3. En Chile, la
información epidemiológica de la infección por C. trachomatis es más bien limitada y la
mayoría de los estudios han sido efectuados en población femenina de la Región
Metropolitana. Estos estudios han descrito una prevalencia de 4,7% en mujeres en
consulta ginecológica general4, 6,9% en mujeres adolescentes5 y 5,9% en mujeres
embarazadas atendidas en un policlínico de alto riesgo6. Un estudio efectuado en la
Araucanía, reveló una prevalencia de 11,5%7.

Chlamydia trachomatis ha sido aislada en 25 a 60% de los procesos inflamatorios


pélvicos (PIP)8. En Chile, el único estudio disponible en pacientes hospitalizadas con
PIP informa de 28% de infección por C. trachomatis8. Además, se ha asociado a
endometritis post parto, partos prematuros, restricción del crecimiento intrauterino
(RCIU) y muerte fetal9.

Chlamydia trachomatis se transmite al recién nacido (RN), principalmente, al pasar por


el canal de parto infectado. Se describe que hasta 44% de los RN expuestos pueden
presentar conjuntivitis y hasta 7% neumonía10.

En relación con Neisseria gonorrhoeae, la OMS estima una prevalencia de 36 millones


de infectados y una incidencia anual de más de 100 millones. En el continente
americano, la prevalencia alcanza los 6,7 millones con una incidencia de 11 millones de
casos anuales11. En Chile, el Instituto de Salud Pública (ISP) ha confirmado que en el
período 2010-2012, se registraron 2.070 aislados de N. gonorrhoeae, mostrando el año
2012 un aumento de 53,2% en relación al año 201012. Entre enero y junio de 2017, se
han notificado 1.184 casos, lo que corresponde a una tasa de 6,4 por 100.000 habs, 11%
superior a lo registrado en igual período del año anterior13. La infección cervical por N.
gonorrhoeae cursa en 50 a 80% de los casos en forma asintomática y con frecuencia es
diagnosticada cuando ha ascendido causando PIP. En Chile, ha sido descrita en 23,9%
de casos de PIP8. En el embarazo, la infección por N. gonorrhoeae se asocia a trabajo de
parto prematuro, ruptura prematura de membranas, infección ovular y endometritis post
parto. La infección vertical se adquiere generalmente al pasar por el canal del parto
infectado y se expresa en el RN como una conjuntivitis purulenta que puede conducir a
ceguera14. La infección del RN constituye una emergencia médica por el riesgo de
infección sistémica.
Trichomonas vaginalis es un protozoo flagelado causante de la tricomoniasis, ITS no
viral más frecuente en el mundo15. La infección por T. vaginalis es un factor de riesgo
para la adquisición de otras ITS bacterianas y virales y, en la mujer embarazada, es un
factor de riesgo muy significativo de parto prematuro9. En el área metropolitana de
Santiago ha sido detectada en 2,2 y 3,6% de mujeres gestantes y no embarazadas,
respectivamente, enroladas en atención primaria16. En otro estudio en atención primaria
fue detectada en 2,4% en mujeres embarazadas6. El presente estudio tiene por objetivo
realizar cribado de las ITS cervicales en mujeres embarazadas asintomáticas y su
relación con la microbiota vaginal.

Material y Métodos

Consideraciones éticas

El estudio fue presentado y aprobado por el Comité de Ética del Servicio de Salud
Metropolitano Norte y financiado por el fondo concursable Facultad de Medicina,
Universidad de Chile. Los fondos para este concurso fueron donados por Laboratorios
SAVAL. El laboratorio no participó en ninguna de las etapas del proyecto, ni en la
redacción del manuscrito. Todas las pacientes dieron su consentimiento informado antes
de ser enroladas.

Población estudiada

Se incluyó a un total de 85 mujeres embarazadas, que consultaron consecutivamente.


Cuarenta y siete pacientes consultaron por control de rutina, sin ITS asociada, en el
consultorio Dr. Cruz Melo de Independencia, Santiago, Chile y 38 mujeres embarazadas
provenían de la Unidad de Atención y Control de Salud Sexual (UNACESS) del
Hospital San José, Santiago, Chile, con ITS asociada, entre abril y septiembre de 2017.
Se excluyeron aquellas pacientes inmunosuprimidas, aquellas que presentaban cervicitis
clínica, o quienes hubieran usado antimicrobianos por cualquier causa 30 días previos a
la toma de la muestra y aquellas mujeres con abstinencia sexual menor a 3 días. Se
excluyeron las pacientes inmunosuprimidas para acotar la muestra a una población con
inmunidad normal, las pacientes con cervicitis clínica, dado que el objetivo del trabajo
es estudiar una población de mujeres embarazadas asintomáticas, y se excluyó a quienes
usaron antimicrobianos, para no alterar los resultados y la abstinencia sexual para no
alterar las RPC.

Examen clínico y recolección de muestras

Se completó una ficha con los antecedentes demográficos en el consultorio de atención


primaria. En UNACESS se recolectaron los antecedentes demográficos de la ficha
clínica del servicio.

Obtención de muestras

Se obtuvieron tres muestras del fondo de saco vaginal. La primera fue colocada en 2 ml
de tampón sacarosa fosfato (2SP) para examen al fresco, destinado al recuento de
leucocitos, células parabasales, clue cells y las reacciones de amplificación del ADN
mediante RPC. Con la segunda muestra, se efectuó un extendido para tinción de Gram,
destinado al recuento de los morfotipos bacterianos. La tercera muestra fue colocada en
medio de transporte Amies (Copan) para el cultivo bacteriano habitual.

Las muestras fueron conservadas a 4°C para un transporte dentro de las 24 h de


obtenidas e inmediatamente procesadas una vez llegadas al laboratorio.

Estudio microbiológico

La microbiota vaginal fue clasificada en normal, intermedia (MI), vaginosis bacteriana


(VB) y vaginitis aeróbica (VA). El diagnóstico de microbiota normal, MI y VB fue
efectuada mediante el test descrito por Nugent y cols., de acuerdo a las
recomendaciones de los autores17. El diagnóstico de VA fue efectuado de acuerdo a las
recomendaciones de Donders y cols.18. Se consideró microbiota alterada a MI, VB y
VA.

El diagnóstico de C. trachomatis, N. gonorrhoeae y T. vaginalis fue efectuado mediante


RPC, de acuerdo con los protocolos indicados a continuación.

Reacción de polimerasa en cadena

El ADN fue extraído mediante el kit comercial WizardMR, SV genomic purification


system (Promega, E.U.A). Para el procedimiento de extracción se procesaron 200 μL de
la muestra en tampón sacarosa fosfato (2SP), siguiendo las instrucciones del fabricante.

El diagnóstico de C. trachomatis fue efectuado mediante RPC anidada, utilizando como


blanco de amplificación el gen omp14,19. El gen fue amplificado en la primera reacción
con los partidores SERO1A y SERO2A, obteniéndose un producto de 1.049 pb de las
1.142 pb del gen Omp1. En una segunda reacción, se utilizaron los partidores Omp1 y
OMP6AS que permiten amplificar 500 pb de la región 5’ del gen4.

Para el diagnóstico de N. gonorrhoeae se efectuó una reacción de RPC simple, que tuvo
como blanco el gen cppB de 390 pb, contenido en el plásmido críptico de la bacteria y
según las indicaciones de Mahony y cols.20. El tiempo de extensión fue reducido a 30
seg, para ajustar la especificidad de la RPC.

El diagnóstico de T. vaginalis fue efectuado por amplificación del ADN mediante RPC
convencional con los partidores TVK3 y TVK7, según el procedimiento descrito por
Kengne y Crucitti21,22.

En cada RPC se incluyeron controles positivos (muestras positivas obtenidas de


estudios anteriores) y negativo (agua). Como control de la calidad de la muestra y
descartar la presencia de inhibidores de la reacción, se amplificó en todas éstas 327 pb
del gen β-globina10.

Los productos de amplificación de todas las RPC fueron analizados por electroforesis
en geles de agarosa al 1,5% teñidos con GelRedMR (Gene X-Press) y visualizados con
transiluminador de luz UV.

Los estudios microbiológicos y las RPC fueron realizadas en el Laboratorio de


Microbiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile.
Análisis estadístico. Las diferencias entre proporciones fueron evaluadas mediante la
prueba de χ2 y la prueba exacta de Fisher. Para el análisis de las diferencias entre
variables continuas se usó la prueba de t de Student. Se consideró estadísticamente
significativo un error tipo I ≤ 0,05.

Resultados

Se enrolaron 85 mujeres embarazadas. Del total de pacientes enroladas, en 10 de ellas


no se contó con los datos demográficos y solamente fueron incluidos para el análisis
microbiológico.

Cuarenta y siete (55,3%) pacientes fueron enroladas en el Consultorio Dr. Cruz Melo,
que consultaban por ingreso o control de embarazo, mientras que las 38 pacientes
restantes (44,7%) fueron derivadas desde la red de atención primaria de salud (APS) a la
UNACESS por patología venérea, principalmente condilomas acuminados y un
porcentaje menor (7,14%) por moluscos. No hubo casos de sífilis debido a que se
excluyeron aquellas pacientes que habían utilizado antimicrobianos, y estas pacientes
son derivadas a la UNACESS con la primera dosis de penicilina.

A 75 pacientes se les realizó el análisis demográfico. Este grupo tuvo un rango de edad
de 16 y 41 años y un promedio de 27,5 años. El 48% eran chilenas, siendo el porcentaje
restante de otros países americanos (Perú, Colombia, Haití, República Dominicana,
Ecuador, Bolivia, Venezuela). En el análisis por centro de origen, en APS, 74,5%
correspondió a mujeres extranjeras, mientras que, en la UNACESS, 85,7% eran chilenas
(p = 0,000). No se encontraron diferencias significativas entre ambos grupos en las
variables demográficas ni en las conductas sexuales (Tabla 1).

Tabla 1 Características demográficas y conducta sexual de las muestras analizadas

APS UNACESS Total Significancia


Edad ( x¯
) 28,26 ± 5,77 26,32 ± 5,01 27,53 ± 5,55 p > 0,05

EIAS ( x¯
) 17,79 ± 3,24 16,68 ± 2,31 17,37 ± 2,96 p > 0,05

U12M ( x¯
) 1,15 ± 0,47 1,46 ± 1,71 1,3 ± 1,1 p > 0,05

Parejas sexuales en el último año


1 n (%) 42 (89,4%) 23 (82,1%) 65 (86,7%) p > 0,05
2 n (%) 3 (6,4%) 4 (14,3%) 7 (9,3%) p > 0,05
> = 3 n (%) 2 (4,3%) 1 (3,6%) 3 (4%) p > 0,05

Edad de inicio de actividad sexual (años)


12-15 11 (23,4%) 8 (28,6%) 19 (25,3%) p > 0,05
16-18 24 (51,1%) 17 (60,7%) 41 (54,7%) p > 0,05
19-21 6 (12,8%) 1 (3,6%) 7 (9,3%) p > 0,05
22-27 6 (12,8%) 2 (7,2%) 8 (10,7%) p > 0,05

Uso de preservativo
Sí 7 (14,9%) 1 (3,6%) 8 (10,7%) p > 0,05
A veces 1 (2,1%) 6 (21,4%) 7 (9,3%) p > 0,05
No 39 (83%) 21 (75%) 60 (80%) p > 0,05

Escolaridad
Básica 3 (6,4%) 0 (0%) 3 (4%) p > 0,05
Media 25 (53,2%) 21 (75%) 46 (61,3%) p > 0,05
Superior 19 (40,4%) 7 (25%) 26 (34,7%) p > 0,05

EIAS: edad de inicio de actividad sexual; U12M: número de parejas últimos 12 meses.

De las ITS analizadas (Tabla 2) se encontró 12,9% de infección por C. trachomatis y


2,4% de casos de infección por T. vaginalis. No se detectó N. gonorroheae en las
muestras analizadas.

Tabla 2 Comparación de la frecuencia de ITS por grupo de estudio

Pacientes C. trachomatis N. gonorrhoeae T vaginalis


Centro médico
n n (%) n (%) n (%)
APS 47 4 (8,5) 0 (0) 0 (0)

UNACESS 38 7 (18,4) 0 (0) 2 (5,3)

Total 85 11 (12,9) 0 (0) 2 (2,4)

Diferencias entre centros de salud no significativas.

En la Tabla 2 se comparan las frecuencias de las ITS según procedencia de las


pacientes. No se observaron diferencias significativas en la frecuencia de C. trachomatis
(p = 0,176) ni de T. vaginalis (p = 0,111) por centro de origen.

En relación al tipo de microbiota, encontramos 64,7% de microbiota normal y 35,3% de


microbiota vaginal alterada; 16,5% correspondieron a MI y 18,8% a VB. No se
detectaron casos de VA en las muestras analizadas. En el análisis por centro del tipo de
microbiota, encontramos en APS 70,2% de microbiota normal, 14,9% MI y 14,9% VB.
En UNACESS el porcentaje de microbiota normal fue de 57,9%, 18,4% MI y 23,7% de
VB, sin diferencias significativas entre ambos grupos (p = 0,469).

Al determinar la asociación entre microbiota vaginal normal y alterada y la frecuencia


de ITS (Tabla 3) se detectó a C. trachomatis en 7,3% de pacientes con microbiota
normal y en 23,3% con VB o MI, siendo esta diferencia significativa (p = 0,046).
Tabla 3 Prevalencia de infección vaginal según categoría de microbiota

Chlamydia sp Trichomonas sp
Categoría de microbiota vaginal n
n (%) n (%)
Normal 55 4 (7,3%) 1 (1,8%)

Vaginosis bacteriana* 30 7 (23,3%)** 1 (3,3%) NS

NS: no significativo.
*
Incluye microbiota intermedia y vaginosis bacteriana.
**
Significativo (p < 0,05).

Del análisis del país de origen y agentes infecciosos detectados (Tabla 4), encontramos
diferencias significativas en relación a C. trachomatis, donde 16,7% de las chilenas es
positiva, frente a 2,6% de las extranjeras con un p = 0,05.

Tabla 4 Frecuencia de infección separado por nacionalidad

Paciente Chlamydia sp Trichomonas sp


Origen
n n (%) n (%)
Chilena 36 6 (16,7)* 0 (0)

Extranjera 39 1 (2,6)* 1 (2,6)

Total 75 7 (9,3%) 1 (1,3)

*
Significativo. p = 0,05.

Se realizaron comparaciones entre infección y los factores demográficos de la Tabla 1,


así como microbiota y estos mismos, no encontrándose diferencias significativas. La
distribución etaria en relación con la frecuencia de infección se encuentra en la Tabla 5.
El análisis estadístico para ésta no mostró diferencias significativas.

Tabla 5 Frecuencia de infección vaginal total, separados por rangos de edad

Edad Total n (%) muestras positivas Chlamydia


APS UNACESS
(años) pacientes sp
n pacientes
16-20 3 4 7 2 (28,6)

21-25 15 10 25 2 (8)

26-30 15 7 22 1 (4,5)
Edad Total n (%) muestras positivas Chlamydia
APS UNACESS
(años) pacientes sp
n pacientes
31-35 7 6 13 1 (7,7)

36-41 7 1 8 1 (12,5)

Total 47 28 75 7 (9,3)

Diferencias entre grupos no significativas.

Discusión

En relación a la prevalencia general de las ITS estudiadas, encontramos 12,9% de C.


trachomatis y 2,4% de T. vaginalis. En este estudio, no se encontró N. gonorrhoeae.

Al comparar los resultados de prevalencia global de C. trachomatis de este estudio con


datos anteriormente publicados en Chile en mujeres de consulta ginecológica general,
encontramos este agente como una causa frecuente de infección (12,9 vs 4,7%)4,
especialmente en el grupo de 16 a 20 años, que triplica la frecuencia global y es hasta
siete veces más que los demás rangos etarios, aunque no estadísticamente significativo,
lo que puede estar relacionado a lo pequeño de la muestra.

Al comparar con otro estudio realizado en adolescentes, encontramos una prevalencia


bastante menor en nuestro trabajo en el subgrupo de mujeres embarazadas, la que
alcanza a 19% en la literatura médica nacional5. Sin embargo, en el grupo de 16 a 20
años, encontramos una tendencia mayor, superando el 28%. Esta mayor prevalencia
descrita en la literatura médica y encontrada en este trabajo, pudiese reflejar mayores
conductas de riesgo en adolescentes. Otro estudio, realizado en la Región de la
Araucanía en Chile, muestra resultados similares, encontrando una prevalencia general
de 11,4%7.

En Estados Unidos de América se reporta una prevalencia de 4,7% entre las mujeres
sexualmente activas entre 14 y 24 años, siendo mayor a menor edad23.

En este estudio encontramos una relación estadísticamente significativa entre


microbiota vaginal alterada e infección por C. trachomatis, lo que había sido descrito
anteriormente en mujeres chilenas4. Los lactobacilos regulan la microbiota comensal e
inhiben el crecimiento de patógenos de transmisión sexual mediante el fenómeno de
exclusión microbiana creando un ambiente ácido que dificulta el desarrollo de otros
microorganismos24, compitiendo con microorganismos patógenos por los receptores de
adherencia25,26 y mediante la producción de peróxido de hidrógeno27 y bacteriocinas28.
La alteración de la microbiota vaginal conduce a la destrucción de la barrera de mucina
cervico-vaginal29,30, al daño de las células epiteliales de la mucosa vaginal31 y altera los
mecanismos de la respuesta inmune innata local, lo que lleva a una inflamación
vaginal32,33, además de constituir un factor de riesgo reconocido para adquirir una ITS,
incluida la infección por VIH34,35. Algunos autores han mostrado que en mujeres
gestantes con microbiota vaginal alterada, la frecuencia de infección bacteriana
ascendente (IBA) entre las 20 y 32 semanas de gestación es muy alta.
La IBA es un factor de riesgo para aborto y parto prematuro, de 90% a las 24 semanas
de gestación y de 60% a las 32 semanas36. En un grupo de mujeres gestantes con rotura
prematura de membranas, la IBA se asoció a sepsis, hemorragia intraventricular, asfixia
grave y muerte neonatal37. En un estudio en el Hospital Clínico San Borja Arriarán, la
IBA se asoció a parto prematuro menor de 30 semanas en 52% y a 71% de los casos con
rotura prematura de membranas38.

En nuestra investigación, no se encontró N. gonorrhoeae, como en otros estudios


efectuados en años recientes en nuestro país5,6, lo que puede estar relacionado con la
baja prevalencia reportada por el ISP de Chile (6,4 por 100.000 habs)13 y el pequeña
tamaño de muestra en este trabajo. Es importante destacar que se han descrito falsos
negativos en la técnica de amplificación del gen cppB del plasmidio críptico de N.
gonorrhoeae, técnica aquí utilizada, debido a la existencia de cepas (descritas en
Australia), que carecen del gen blanco amplificado en esta RPC39; sin embargo, los
falsos negativos no son más de 1,9%40.

En relación a T. vaginalis, detectamos una frecuencia baja, en línea con lo reportado en


otros estudios nacionales, efectuados en mujeres embarazadas, con cifras que varían
entre 2,2 y 2,4%6,16.

En relación a la categoría de microbiota, no se encontraron diferencias significativas


entre microbiota alterada y normal; no obstante, existe una tendencia a mayor
microbiota alterada en pacientes consultantes de la UNACESS. Ésta podría estar en
relación al riesgo por ya tener una ITS. La falta de significancia estadística sería
atribuible fundamentalmente al N bajo de nuestra muestra.

La Comuna de Independencia ha sido, durante los últimos años, lugar de residencia de


inmigrantes provenientes de otros países americanos. Este fenómeno migratorio lo
pudimos pesquisar en el análisis de la población de mujeres embarazadas consultantes
en APS, no así en la UNACESS, aunque ambos centros reciben pacientes de la misma
área geográfica; esto puede estar explicado por menor patología venérea (sin contar los
casos de sífilis y VIH, que fueron excluidos de este estudio) en mujeres gestantes
extranjeras, lo que apoya de igual forma el hallazgo de menos infección por C.
trachomatis en este grupo de migrantes.

Entre las fortalezas de este trabajo podemos mencionar que es el único nacional que
compara dos muestras, con y sin ITS concomitante, además de buscar tres ITS
cervicales y su asociación con la microbiota vaginal.

Entre las limitaciones de este estudio, podemos mencionar lo pequeño de la muestra,


especialmente, de las pacientes provenientes de la UNACESS, la falta de datos
demográficos en 10 de las pacientes estudiadas, la ausencia de descripción clínica del
flujo vaginal (solamente se excluyeron pacientes con cervicitis clínica), el
desconocimiento de datos relativos al parto y recién nacido y la exclusión de pacientes
con diagnóstico de sífilis.

Conclusión

Con los resultados obtenidos, podemos recomendar el estudio sistemático de C.


trachomatis en todas las mujeres embarazadas en su control de salud de rutina, dado su
alta frecuencia de portación asintomática detectada durante la gestación y los riesgos
asociados de compromiso del binomio madre-hijo: endometritis post parto, partos
prematuros, restricción del crecimiento intrauterino (RCIU) y muerte fetal9, además de
la implicancias en el recién nacido como conjuntivitis y neumonía10. Sin embargo, se
requieren más estudios para evaluar el real impacto que esta conducta puede tener.

Agradecimientos.

Agradecemos el invaluable trabajo del equipo de matronas de la UNACESS del


Hospital San José. Agradecemos también a la matrona Srta. Carla Avendaño por su
dedicación y tiempo invertido en la toma de muestras de las pacientes enroladas al
estudio.

Fuente de financiamiento: Fondo concursable Facultad de Medicina, Universidad de


Chile-SAVAL.

Referencias bibliográficas

1.- Abarca V K. Infecciones en la mujer embarazada transmisibles al feto. Rev Chilena


Infectol 2003; 20: 41-6. http://dx.doi.org/10.4067/S0716-10182003020100007. [ Links ]

2.- Martinez T MA. Diagnóstico microbiológico de las infecciones de transmisión


sexual (ITS): Parte 1. ITS no virales. Rev Chilena Infectol. 2009; 26: 529-39.
http://dx.doi.org/10.4067/S0716-10182009000700008. [ Links ]

3.- Organización Mundial de la Salud. Estrategia mundial del sector de la salud contra
las infecciones de transmisión sexual 2016-2021. 2016; 61.
https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/250253/WH0-RHR-16.09-
spa.pdf;jsessionid=4DD31A6D2E0AB0A87839F5AC17321509?sequence=1. [ Links ]

4.- Martinez T M A, Reid S I, Arias C, Napolitano R C, Sandoval Z J, Molina C R.


Prevalence of cervical infection by Chlamydia trachomatis among Chilean women
living in the Metropolitan Region. Rev Med Chile 2008; 136: 1294-300. doi: /S0034-
98872008001000009. [ Links ]

5.- Huneeus A, Pumarino MG, Schilling A, Robledo P, Bofil M. Prevalencia de


Chlamydia trachomatis y Neisseria gonorrhoeae en adolescentes chilenas. Rev Med
Chile 2009; 137: 1569-74. http://dx.doi.org/10.4067/S003498872009001200004.
[ Links ]

6.- Ovalle A, Martínez M A, de la Fuente F, Falcon N, Feliú F, Fuentealba F, et al.


Prevalencia de infecciones de transmisión sexual en mujeres embarazadas atendidas en
un hospital público de Chile. Rev Chilena Infectol. 2012; 29:517-20.
http://dx.doi.org/10.4067/S071610182012000600006. [ Links ]

7.- Silva R, León D, Viscarra T, Ili C, Roa J C, Sánchez R, et al. Frecuencia de la


infección por Chlamydia trachomatis en un grupo de mujeres de la Región de la
Araucania, Chile. Rev. Chilena Infectol 2013; 30: 611-5.
http://dx.doi.org/10.4067/S0716-10182013000600006. [ Links ]
8.- Ovalle A, Martínez M A, Casals A, Yuhaniak R, Giglio M S. Clinical and
microbiological study of acute pelvic inflammatory disease. Rev Chil Obstet Ginecol.
1993; 58: 103-12. PMID: 8209036. [ Links ]

9.- Ovalle Salas A, Martínez Tagle M A. Libro “Selección de temas en Gineco-


obstetricia Tomo II” Guzmán E (Ed), Editorial Publimpacto, 2007 Páginas 875-923
Capitulo Infeccion Genital. 2007. p. 875-923. [ Links ]

10.- Martínez M A, Millán F, González C. Chlamydia trachomatis genotypes associated


with pneumonia in Chilean infants. Scand J Infect Dis. 2009; 41: 313-6. doi:
10.1080/00365540902744758. [ Links ]

11.- World Health Organization. Global incidence and prevalence of selected curable
sexually transmitted infections-2008. WHO. 2012; 1-28.
https://www.who.int/reproductivehealth/publications/rtis/stisestimates/en/. [ Links ]

12.- Instituto de Salud Pública de Chile. Vigilancia de Neisseria gonorrhoeae. Chile


2010-2012. 2013. [ Links ]

13.- Instituto de Salud Pública de Chile. Boletin Epidemiológico Trimestral Gonorrea.


Semanas 1 a 26. 2017. [ Links ]

14.- Ovalle A, Martínez M, Ferrand P, Ocaranza M, Schwarze J. Infección


intraamniótica por Neisseria gonorrhoeae en un caso de rotura prematura de
membranas de pretérmino. Rev Chil Obstet Ginecol 1999; 64 (2): 130-2. [ Links ]

15.- Newman L, Rowley J, Vander Hoorn S, Wijesooriya NS, Unemo M, Low N, et al.
Global estimates of the prevalence and incidence of four curable sexually transmitted
infections in 2012 based on systematic review and global reporting. PLoS One.
2015;10:e0143304. doi: 10.1371/journal.pone.0143304. [ Links ]

16.- Villaseca R, Ovalle A, Amaya F, Labra B, Escalona N, Lizana P, et al. Infecciones


vaginales en un Centro de Salud Familiar de la Región Metropolitana, Chile. Rev
Chilena Infectol 2015; 32: 30-6. http://dx.doi.org/10.4067/S0716-10182015000200005.
[ Links ]

17.- Nugent R, Krohn M, Hillier S. Reliability of diagnosing bacterial vaginosis is


improved by a standardized method of gram stain interpretation. J Clin Microbiol 1991;
29: 297-301. PMCID: PMC269757. [ Links ]

18.- Donders G G G, Vereecken A, Bosmans E, Dekeersmaecker A, Salembier G, Spitz


B. Definition of a type of abnormal vaginal flora that is distinct from bacterial
vaginosis: aerobic vaginitis. Br J Obstet Gynecol An Int J Obstet Gynaecol 2002; 109:
34-43. PMID:11845812. [ Links ]

19.- Morré S A, Ossewaarde J M, Lan J, van Doornum G J, Walboomers J M,


MacLaren D M, et al. Serotyping and genotyping of genital Chlamydia trachomatis
isolates reveal variants of serovars Ba, G, and J as confirmed by omp1 nucleotide
sequence analysis. J Clin Microbiol. 1998; 36: 345-51. PMCID: PMC104540. [ Links ]
20.- Mahony J B, Luinstra K E, Tyndall M, Sellors J W, Krepel J, Chernesky M.
Multiplex PCR for detection of Chlamydia trachomatis and Neisseria gonorrhoeae in
genitourinary specimens. J Clin Microbiol 1995; 33: 3049-53. PMCID: PMC228636.
[ Links ]

21.- Kengne P, Veas F, Vidal N, Rey J L, Cuny G. Trichomonas vaginalis: repeated


DNA target for highly sensitive and specific polymerase chain reaction diagnosis. Cell
Mol Biol (Noisyle-grand). 1994; 40: 819-31. PMID: 7812190. [ Links ]

22.- Crucitti T, Van Dyck E, Tehe A, Abdellati S, Vuylsteke B, Buve A, et al.


Comparison of culture and different PCR assays for detection of Trichomonas vaginalis
in self collected vaginal swab specimens. Sex Transm Infect. 2003; 79: 393-8. PMCID:
PMC1744760. [ Links ]

23.- Torrone E, Papp J, Weinstock H, Centers for Disease Control and Prevention
(CDC). Prevalence of Chlamydia trachomatis genital infection among persons aged 14-
39 years-United States, 2007-2012. MMWR Morb Mortal Wkly Rep. 2014; 63: 834-8.
PMCID: PMC4584673. [ Links ]

24.- Haya J, García A, López-Manzanara C, Balawi M, Haya L. Importance of lactic


acid in maintaining vaginal health: a review of vaginitis and vaginosis etiopathogenic
bases and a proposal for a new treatment. Open J Obstet Gynecol. 2014; 4: 787-99. doi:
10.4236/ojog.2014.413109. [ Links ]

25.- Vielfort K, Sjölinder H, Roos S, Jonsson H, Aro H. Adherence of clinically isolated


lactobacilli to human cervical cells in competition with Neisseria gonorrhoeae.
Microbes Infect. 2008; 10: 1325-34. doi: 10.1016/j.micinf.2008.07.032. [ Links ]

26.- Rizzo A, Fiorentino M, Buommino E, Donnarumma G, Losacco A, Bevilacqua N.


Lactobacillus crispatus mediates antiinflammatory cytokine interleukin-10 induction in
response to Chlamydia trachomatis infection in vitro. Int J Med Microbiol. 2015; 305:
8158-27. doi: 10.1016/j.ijmm.2015.07.005. [ Links ]

27.- Hawes S E, Hillier S L, Benedetti J, Stevens C E, Koutsky LA, Wolner-Hanssen P,


et al. Hydrogen peroxide-producing lactobacilli and acquisition of vaginal infections. J
Infect Dis. 1996; 174: 1058-63. PMID: 8896509. [ Links ]

28.- Aroutcheva A A, Simoes J A, Faro S. Antimicrobial protein produced by vaginal


Lactobacillus acidophilus that inhibits Gardnerella vaginalis. Infect Dis Obstet
Gynecol. 2001; 9: 33-9. doi: 10.1155/S1064744901000060. [ Links ]

29.- Howe L, Wiggins R, Soothill P W, Millar M R, Horner P J, Corfield A P. Mucinase


and sialidase activity of the vaginal microflora: implications for the pathogenesis of
preterm labour. Int J STD AIDS. 1999; 10: 442-7. doi: 10.1258/0956462991914438.
[ Links ]

30.- Wiggins R, Hicks SJ, Soothill P W, Millar M R, Corfield A P. Mucinases and


sialidases: their role in the pathogenesis of sexually transmitted infections in the female
genital tract. Sex Transm Infect. 2001; 77: 402-8. PMCID: PMC1744407. [ Links ]
31.- Gelber S E, Aguilar J L, Lewis K L T, Ratner A J. Functional and phylogenetic
characterization of vaginolysin, the human-specific cytolysin from Gardnerella
vaginalis. J Bacteriol. 2008; 190: 3896-903. doi: 10.1128/JB.01965-07. [ Links ]

32.- Frew L, Stock S J. Antimicrobial peptides and pregnancy. Reproduction. 2011;


141: 725-35. doi: 10.1530/REP-10-0537. [ Links ]

33.- Fichorova R N, Buck O R, Yamamoto H S, Fashemi T, Dawood H Y, Fashemi B,


et al. The villain team-up or how Trichomonas vaginalis and bacterial vaginosis alter
innate immunity in concert. Sex Transm Infect 2013; 89: 460-6. doi: 10.1136/sextrans-
2013-051052. [ Links ]

34.- Wiesenfeld H C, Hillier S L, Krohn M A, Landers D V, Sweet R L. Bacterial


vaginosis is a strong predictor of Neisseria gonorrhoeae and Chlamydia trachomatis
infection. Clin Infect Dis 2003; 36: 663-8. doi: 10.1086/367658. [ Links ]

35.- Schwebke J R. Abnormal vaginal flora as a biological risk factor for acquisition of
HIV infection and sexually transmitted diseases. J Infect Dis 2005; 192: 1315-7. doi:
10.1086/462430. [ Links ]

36.- Al-Adnani M, Sebire N J. The role of perinatal pathological examination in


subclinical infection in obstetrics. Best Pract Res Clin Obstet Gynaecol 2007; 21: 505-
21. doi: 10.1016/j.bpobgyn.2007.02.001. [ Links ]

37.- Ovalle S A, Gómez M R, Martínez T MA, Kakarieka W E, Fuentes G A, Aspillaga


M C, et al. Invasión microbiana de la cavidad amniótica en la rotura de membranas de
pretérmino: Resultados maternoneonatales y patología placentaria según
microorganismo aislado. Rev Med Chile 2005; 133: 51-61.
http://dx.doi.org/10.4067/S0034-98872005000100007. [ Links ]

38.- Ovalle A, Kakarieka E, Rencoret G, Fuentes A, del Río M J, Morong C, et al.


Factores asociados con el parto prematuro entre 22 y 34 semanas en un hospital público
de Santiago. Rev Med Chile 2012; 140: 19-29. http://dx.doi.org/10.4067/S0034-
98872012000100003. [ Links ]

39.- Lum G. A cluster of culture positive gonococcal infections but with false negative
cppB gene based PCR. Sex Transm Infect. 2005; 81: 400-2. doi:
10.1136/sti.2004.013805. [ Links ]

40.- Tabrizi S N, Unemo M, Limnios A E, Hogan T R, Hjelmevoll S-O, Garland S M,


et al. Evaluation of six commercial nucleic acid amplification tests for detection of
Neisseria gonorrhoeae and other Neisseria species. J Clin Microbiol. 2011; 49: 3610-5.
doi: 10.1128/JCM.01217-11. [ Links ]

Recibido: 24 de Abril de 2018; Aprobado: 28 de Marzo de 2019

Correspondencia a: Carlos Palma Ducommun cafrapa@gmail.com

Ninguno de los autores presenta conflictos de interés.


This is an Open Access article distributed under the terms of the Creative
Commons Attribution Non-Commercial License, which permits unrestricted non-
commercial use, distribution, and reproduction in any medium, provided the original
work is properly cited.

Bernanda Morín #488, 2° Piso, Providencia

Santiago - Chile

Fono/Fax: (56-2) 23413539

revinf@sochinf.cl
000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000

Prevalencia de vaginosis bacteriana y


factores asociados en veinte ciudades del
Perú
Prevalence of bacterial vaginosis and associated factors
in twenty peruvian cities
Lorena López-Torres Marina Chiappe César Cárcamo Geoff Garnett King Holmes
Patricia García Acerca de los autores

 RESUMEN
 ABSTRACT
 Text
o INTRODUCCIÓN
o MATERIALES Y MÉTODOS
o RESULTADOS
o DISCUSIÓN
 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
 Fechas de Publicación
 Histórico

RESUMEN
Objetivos.
Determinar la prevalencia de vaginosis bacteriana (VB) y factores asociados en mujeres
peruanas de 18 a 29 años de edad en 20 ciudades a partir de datos del proyecto
PREVEN.

Materiales y métodos.
Estudio de tipo transversal, la definición de VB se realizó previa selección de una
muestra de secreción vaginal en una lámina portaobjetos. Las láminas fueron teñidas
usando la tinción Gram para ser observadas al microscopio usando el puntaje de
Nugent, el diagnóstico de VB se aplicó a los puntajes 7-10. Se estimaron razones de
prevalencias (RP) y sus intervalos de confianza al 95% (IC 95%) mediante el uso de
modelos lineales generalizados.

Resultados.
Un total de 6322 mujeres contestaron la encuesta epidemiológica y proporcionaron
muestras vaginales. La prevalencia de VB fue de 23,7% (IC95%: 22,6-24,7) y se asoció
con tener un mayor número de parejas sexuales en los últimos 12 meses (RP: 1,22, IC
95%: 1,03-1,44, p=0,020; para dos parejas y RP: 1,46, IC 95%: 1,23-1,74, p<0,001 para
tres o más parejas), no usar condón en la última relación sexual (RP: 1,16, IC 95%:
1,01-1,34, p=0,034), ser residente de la sierra (RP: 1,18, IC 95%: 1,05-1,31, p=0,004) y
tener flujo vaginal anormal o con mal olor (RP: 1,20, IC 95%: 1,09-1,33, p<0,001).

Conclusiones.
La alta prevalencia de VB encontrada remarca la necesidad de fortalecer los servicios de
salud para la detección y tratamiento de esta condición.

Palabras clave:
Vaginosis bacteriana; Coloración de Gram; Puntaje de Nugent

ABSTRACT
Objetives.
To determine the prevalence of bacterial vaginosis (BV) and associated factors among
18-29-year-old women in 20 Peruvian cities using PREVEN project data.

Materials and Methods.


In this cross-sectional study, BV was defined using previously provided vaginal
discharge samples on slides, which were Gram stained and observed under a
microscope to determine the Nugent scores. A BV diagnosis was applied to samples
with scores of 7-10. Prevalence ratios (PR) and 95% confidence intervals (95% CI)
were estimated using generalized linear models.
Results.
A total of 6,322 women participated in the epidemiological survey and provided vaginal
swabs. The prevalence of BV was 23.7% (95% CI: 22.6-24.7) and was associated with a
greater number of sexual partners in the last 12 months (PR: 1.22, 95% CI: 1.03-1.44,
p=0.020 for two partners; PR: 1.46, 95% CI: 1.23-1.74, p<0.001 for three or more
partners), not using a condom during last intercourse (PR: 1.16, 95% CI: 1.01-1.34,
p=0.034), being a sierra resident (PR: 1.18, 95% CI: 1.05-1.31, p=0.004), and having
abnormal vaginal discharge or a bad smell (PR: 1.20, 95% CI: 1.09-1.33, p<0.001).

Conclusions.
The high prevalence of BV highlights the need to strengthen health services aimed at
the detection and treatment of this condition.

Key words:
Bacterial vaginosis; Gram stain; Nugent score

INTRODUCCIÓN
La vaginosis bacteriana (VB) es la causa más común de molestias vaginales, muy
prevalente a nivel global en mujeres en edad fértil, sexualmente activas y se origina por
la alteración del ecosistema de la vagina. En el mundo, el África Subsahariana registra
las prevalencias más altas de VB, sobre todo en las zonas afectadas por el virus de la
inmunodeficiencia humana (VIH). En Norteamérica, una de cada tres mujeres tienen
VB 1. En Latinoamérica, Chile reporta hasta un 32% 2 en tanto que en adolescentes del
Brasil se reportan prevalencias de más de 30%, ya sea con pruebas de pH y KOH, o con
puntaje de Nugent 3. En el Perú, un estudio en Lima ha reportado una prevalencia de VB
de 23% en mujeres que asistieron a consultorios ginecológicos 4.

Existe controversia en si la VB es una infección de trasmisión sexual (ITS), pues


algunos estudios muestran que determinados comportamientos y hábitos se asocian más
frecuentemente a la VB, como por ejemplo, tener varias parejas sexuales, el sexo sin
protección (sin condón), tener parejas sexuales mujeres (lesbianas) o realizarse duchas
vaginales. Reconocer y tratar la VB es de suma importancia, pues se sabe que está
asociada con problemas obstétricos y ginecológicos como parto prematuro; bajo peso al
nacer, ruptura prematura de membranas, corioamnionitis, endometritis posparto,
enfermedad inflamatoria pélvica o infección pélvica posquirúrgica, cervicitis y hasta
infertilidad tubárica 5,6. Adicionalmente, se ha demostrado que la VB incrementa el
riesgo de adquirir otras ITS (herpes, clamidiasis, tricomoniasis, infección por virus del
papiloma humano y gonorrea), incluida la infección por VIH, para la cual casi se
duplica el riesgo (7, 8).

Del total de mujeres con VB, aproximadamente la mitad son sintomáticas. Estos
síntomas incluyen: incremento del flujo vaginal, irritación o prurito vaginal, dispareunia
(dolor con las relaciones sexuales) y un mal olor característico a pescado (9, 10). El
diagnóstico de VB es complejo, pues requiere de personal bien entrenado en el uso del
método clínico (criterio de Amsel) 11 o en la aplicación del puntaje de Nugent 12, que es
la observación microscópica de morfotipos bacterianos en extendidos vaginales teñidos
con coloración Gram. El puntaje de Nugent sigue considerándose como la prueba de
referencia para el diagnóstico de VB por su elevada especificidad, sensibilidad y
reproducibilidad. Actualmente, la VB también se puede diagnosticar con pruebas
rápidas y por métodos moleculares. Sin embargo, estos métodos no son populares por su
elevado costo, baja especificidad y complejidad en comparación a los tradicionales.

En el 2006, en un esfuerzo colaborativo, la Universidad Peruana Cayetano Heredia


(UPCH), la Universidad de Washington y el Colegio Imperial de Londres, realizaron un
ensayo aleatorizado comunitario para la prevención de ITS curables en 20 ciudades del
Perú. Este proyecto llamado PREVEN (www.proyectopreven.org ) incluyó la
realización de encuestas, toma de muestras y pruebas de laboratorio para el diagnóstico
de clamidiasis, tricomoniasis, sífilis y gonorrea, en población general peruana de 18 a
29 años. PREVEN permitió la obtención de extendidos vaginales así como encuestas a
mujeres peruanas para la realización de este trabajo.

El objetivo principal del presente estudio es determinar la prevalencia de vaginosis


bacteriana en mujeres de 18 a 29 años residentes en 20 ciudades del Perú, utilizando las
muestras recolectadas como parte del estudio PREVEN en el año 2006.
Adicionalmente, se evaluó la correlación entre los datos clínicos y de comportamiento
con el diagnóstico de vaginosis bacteriana.

MATERIALES Y MÉTODOS
DISEÑO DEL ESTUDIO
Este es un estudio transversal utilizando datos del estudio PREVEN 13 diseñado como
un ensayo aleatorizado en comunidades urbanas, dirigido a controlar gonorrea,
clamidiasis, tricomoniasis y sífilis a través de intervenciones combinadas en 20 de las
30 ciudades con más de 50 000 habitantes del Perú. Las ciudades incluidas en el estudio
fueron Ayacucho, Barranca, Cajamarca, Cerro de Pasco, Chimbote, Chincha, Cusco,
Huancayo, Huánuco, Huaraz, Ica, Ilo, Iquitos, Juliaca, Piura, Pucallpa, Tacna, Talara,
Tarapoto, y Tumbes. La encuesta base del estudio tuvo lugar en el 2002, con posteriores
mediciones en los años 2005 y 2006. Para el análisis del estudio se han utilizados los
extendidos vaginales y datos más recientes, correspondientes a la encuesta del año 2006.

MUESTREO Y CRITERIOS DE INCLUSIÓN


Las ciudades seleccionadas fueron divididas en conglomerados de 40 viviendas
contiguas cada una. Un total de 108 conglomerados fueron seleccionados
aleatoriamente en cada ciudad. Dentro de cada conglomerado seleccionado se eligió al
azar hasta diez hogares elegibles, y dentro de cada hogar una persona elegible. La
selección de viviendas continuó hasta tener una muestra de 300 mujeres por ciudad.

Los criterios de inclusión fueron: mujeres de 18 a 29 años de edad, residentes en los


hogares elegidos, residentes en la ciudad al menos los últimos 6 meses, capaces de
responder un cuestionario además de decidir por sí misma para dar el consentimiento
para su participación.
RECOLECCIÓN Y TRANSPORTE DE MUESTRAS
Después de completar el cuestionario, las encuestadoras explicaban los procedimientos
para la toma de muestras vaginales autoaplicadas, guiadas por el material instructivo
preparado. Solo en casos excepcionales la toma de las muestras las realizaron las
encuestadoras a petición de las participantes. Al obtenerse la muestra vaginal con el
hisopo, la encuestadora realizó el extendido en una lámina portaobjetos. Las láminas
fueron almacenadas en cajas portaláminas y enviadas al laboratorio central en Lima.

MÉTODOS EN EL LABORATORIO PARA EL


DIAGNÓSTICO DE VB
Las láminas fueron teñidas usando la tinción Gram para, finalmente, ser observadas al
microscopio usando el puntaje de Nugent 12. Se definió flora vaginal normal a aquellas
láminas con puntaje de 0-3. El diagnóstico de VB se aplicó a todas las muestras con
puntajes 7-10.

CONSIDERACIONES ÉTICAS
Si la persona accedía a colaborar con el estudio firmaba el consentimiento y se le
realizaba la encuesta. Estas fueron hechas a través de un cuestionario en las
computadoras de mano (PDA por sus siglas en inglés: Personnal Digital Assistance) y
por dos métodos de entrevista: la directa, lectura de preguntas por la encuestadora y la
autoaplicada, realizada por las mismas mujeres seleccionadas. Para este estudio se han
seleccionado un subgrupo de preguntas como: número de relaciones sexuales en los tres
últimos meses con la última pareja sexual, número de parejas en los últimos 12 meses,
presencia de síntomas de ITS y el uso del condón en la última relación sexual.

ANÁLISIS ESTADÍSTICO
Se utilizó STATA 8 para Windows. Para comparar las variables nominales de las
mujeres con flora normal versus las que tenían VB se utilizó la prueba exacta de Fisher.
Para comparar las variables ordinales se utilizó el chi cuadrado para tendencia lineal.
Las variables seleccionadas a priori fueron: edad actual en años (18 a 23 y 24 a 29);
nivel de educación (sin estudios/primaria, secundaria y superior); estado civil (soltera,
casada, conviviente y otros); número de parejas sexuales en los 12 últimos meses (0, 1,
2 y ≥3); el número de relaciones sexuales en los 3 últimos meses (no tuvo, 1-10, 11-20,
21-30 y ≥30); presencia de flujo vaginal; uso del condón en la última relación sexual, y
región del Perú (costa, sierra y selva). Se estimaron razones de prevalencias (RP) y sus
intervalos de confianza al 95% (IC 95%) mediante el uso de modelos lineales
generalizados.

RESULTADOS
El estudio PREVEN incluyó una muestra aleatoria de 7087 mujeres de 18 a 29 años de
edad. De estas, 765 (10,8%) fueron excluidas del análisis por no haber respondido al
cuestionario, porque no accedieron a realizar el hisopado vaginal, o porque no se pudo
obtener un extendido adecuado para la lectura del puntaje de Nugent. De esta manera, el
número de muestras incluidas en este estudio fue de 6322.

La prevalencia de VB encontrada fue de 23,7% (IC 95%: 22,6-24,7). El promedio de


edad en las mujeres con flora vaginal normal (FVN) fue de 23,4 años (desviación
estándar (DE): +/-3,6) y de 23,1 años (DE: +/-3,5) en mujeres con diagnóstico de VB.
Las ciudades con mayor prevalencia de VB fueron Juliaca 37,6%; Pucallpa 33,7%;
Talara 33,5%; Tarapoto 33,1% y Cajamarca 32,2%. Las ciudades con prevalencias
menores fueron Ica 10,1%; Huánuco 12,2%; Huaraz 13,4% e Iquitos 16,8% (Figura 1,
Tabla 1).

Thumbnail

Figura 1
Prevalencia de vaginosis bacteriana según ciudades estudiadas, Perú 2006
Thumbnail
Tabla 1
Prevalencia de vaginosis bacteriana en 20 ciudades del Perú

En el análisis bivariado se encontró significativamente mayor prevalencia de VB en las


mujeres más jóvenes (p=0,006) y no casadas (p=0,020). Así mismo, se encontró más
VB en mujeres con mayor número de parejas sexuales en los últimos 12 meses
(p<0,001) y con reporte de flujo vaginal anormal o con mal olor (p<0,001). La VB fue
más frecuente en quienes no usaron condón en la última relación sexual (p=0,004) y
residen en la región sierra (p=0,002) (Tabla 2).

Thumbnail
Tabla 2
Comparación de las características de las mujeres con flora vaginal normal (FVN) y con
diagnóstico de vaginosis bacteriana (VB)

La Tabla 3 muestra que todas las variables asociadas a mayor riesgo de VB en el


análisis bivariado son predictores independientes de esta condición según el análisis
multivariado. Los determinantes más importantes asociados a tener mayor prevalencia
de VB fueron: tener un mayor número de parejas (RP: 1,22, IC 95%: 1,03- 1,44,
p=0,020; para dos parejas y RP: 1,46, IC 95%: 1,23- 1,74, p<0,001 para tres o más
parejas) y presentar flujo vaginal anormal (RP: 1,20, IC 95%: 1,09-1,33, p<0,001).

Thumbnail
Tabla 3
Modelo multivariado de las características asociadas a vaginosis bacteriana

Otras variables independientemente asociadas a mayor con excepción de conviviente


(p=0,131) con respecto a prevalencia fueron edad de 18-23 años (RP: 1,16, IC ser
casada; no usar condón en la última relación sexual 95%: 1,05-1,29, p=0,005) con
respecto a 24-29 años; ser (RP: 1,16, IC 95%: 1,01-1,34, p=0,034), y ser residente
soltera (RP: 1,29, IC 95%: 1,06-1,58, p=0,013), u otro en la región sierra (RP: 1,18, IC
95%: 1,05-1,31, estado marital (RP: 1,44, IC 95%: 1,07-1,94, p=0,018) p=0,004),
respecto de aquellas que viven la costa.
DISCUSIÓN
Uno de los objetivos de este estudio fue determinar la prevalencia de vaginosis
bacteriana (VB) en la población general de mujeres peruanas de 18-29 años de edad en
20 ciudades del Perú y su asociación con comportamiento sexual y hallazgos clínicos.
El presente es un estudio único en el Perú y el mundo, por ser el primero en incluir
muestras representativas de 20 ciudades, obtenidas por muestreo aleatorio con base
poblacional.

La prevalencia de VB encontrada en este estudio fue de 23,7%, porcentaje muy similar


al reportado por Medina et al. (23,24%) en 370 mujeres atendidas en consultorios
ginecológicos, y menor a lo encontrado por Jones et al. en Lima (27%) en mujeres de
poblaciones socioeconómicamente desfavorecidas, 14 y por García et al. (39%) en un
mujeres que acuden a farmacias 15. Es bien conocido que la prevalencia de VB varía de
acuerdo al tipo de población estudiada y según la metodología de diagnóstico empleada;
por ejemplo, Perla et al. (2012) encontraron una prevalencia de 44,8% en 212
trabajadoras sexuales 16. García et al. (2004) encontraron prevalencia de 43,7% en
mujeres de áreas rurales de 18-67 años en las tres regiones del Perú 17. Por otro lado,
Marazzo et al. reportaron una prevalencia de VB de 29% en mujeres que tienen sexo
con otras mujeres 18.

Mundialmente se reportan prevalencias altas en África subsahariana, tal como se


muestra en un metaanálisis de más de 170 estudios, en el que la prevalencia de VB en el
sur y oriente de África fue de 50,8% (43,3-58,4%), y en el centro y occidente de África
fue de 37,6% (18,057,2%) 19. En los EE.UU., en una muestra representativa de 3739
mujeres reclutadas durante 2001-2004 a nivel nacional, casi una de cada tres
participantes (29,2%; IC 95% 27,2-31,3) tenía VB por tinción de Gram del líquido
vaginal 1. En Chile se reportaron prevalencias entre 27 y 32% 2. La alta prevalencia
detectada en nuestro estudio resulta muy superior a la detectada en países de Europa y
similar a las detectadas en EE.UU. y otros países de Latinoamérica.

En el presente estudio la prevalencia de VB es mayor en mujeres más jóvenes, no


casadas, con más parejas sexuales y que no usan condón. Es conocido que el rol de las
relaciones sexuales contribuye, al menos en algunas mujeres, al cambio de una vagina
saludable a aquella colonizada por comunidades complejas de bacterias. En este estudio
hemos encontrando que la prevalencia de VB mayor en quienes tienen más parejas en
los últimos 12 meses. Esto confirma lo encontrado en la literatura 20. Podría pensarse
que las mujeres jóvenes y solteras tienen mayor número de parejas sexuales, y esto
explicaría el hallazgo de mayor prevalencia en mujeres más jóvenes. Sin embargo, el
análisis multivariado muestra que esta asociación persiste luego de controlar por las
otras variables independientemente asociadas a VB: número de parejas, estado civil y
región.

Un hallazgo consistente con otros estudios 20 es que la prevalencia de VB es mayor


cuando no hay uso de condón en la última relación sexual (indicador de uso
inconsistente del condón). Esto se podría deber a que el semen contribuye a la
eliminación de FVN y al desarrollo de VB 21,22.
La literatura reporta que casi el 50% de mujeres que tienen VB presentan síntomas10.
Uno de estos síntomas es el típico flujo vaginal anormalmente abundante y de muy mal
olor. Nuestro estudio muestra que es más frecuente el diagnóstico de VB cuando las
mujeres reportan esta sintomatología clínica. La formación del flujo anormal se debe a
la degradación de la mucina en la vagina gracias a las enzimas producidas por las
bacterias anaerobias Gram negativas. El mal olor, descrito como "olor a pescado" se
debe a la volatilización de las aminas producidas por el metabolismo de las bacterias
anaeróbicas 8-10.

Un hallazgo interesante fue encontrar mayor prevalencia de VB en mujeres residentes


de la sierra. Se esperaba encontrar mayor prevalencia de VB en mujeres de la selva,
pues se reporta mayor prevalencia de ITS en esa región. Esto podría explicarse por
algunos aspectos relacionados a prácticas de "higiene" vaginales (que no se exploraron),
el uso de productos intravaginales u hormonales o tal vez a otros factores biológicos
particulares en estas mujeres. Es conocido que los lavados vaginales están asociados a
un riesgo incrementado de VB 23 y existen prácticas tradicionales no documentadas de
higiene vaginal en población andina.

Como el estudio es un análisis secundario de datos a partir del Proyecto PREVEN, una
de nuestras limitaciones es que el cuestionario no contemplaba preguntas sobre el uso
de duchas vaginales, dispositivos intrauterinos, hormonas contraceptivas, uso de tabaco,
periodo menstrual y estrés crónico, que son actualmente considerados como factores de
riesgo para VB.

El proyecto PREVEN, por haber sido un estudio aleatorizado realizado en población


urbana en 20 ciudades del Perú, nos da resultados con menor posibilidad de sesgo y que
puedan ser reproducibles y comparables con otros estudios.

En vista de la alta prevalencia de VB en las mujeres peruanas, es importante que el


profesional de salud esté alerta a esta enfermedad muchas veces asintomática, para
prevenir complicaciones como: parto prematuro, ruptura prematura de membranas,
enfermedad inflamatoria pélvica, cervicitis y riesgo de adquirir otras ITS. Se
recomienda focalizar los esfuerzos para el control de esta condición en poblaciones de
mayor riesgo, es decir, mujeres jóvenes y no casadas de la sierra, y tratar de incidir
sobre factores de riesgo modificables, como número de parejas sexuales y el uso de
condón.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1

Koumans EH, Sternberg M, Bruce C, McQuillan G, Kendrick J, Sutton M, et al.


The prevalence of bacterial vaginosis in the United States, 2001- 2004;
associations with symptoms, sexual behaviors, and reproductive health. Sex
Transm Dis. 2007;34(11):864-9.
2

Lillo GE, Lizama I, Medel C, Martinez T. Diagnosis of bacterial vaginosis in
women attending a family planning clinic in the Metropolitan Region of Chile.
Rev Chilena Infectol. 2010;27(3):199-203. doi: /S0716-10182010000300002.
» https://doi.org/10.4067/S0716-10182010000300002
3

Campos AA, Leite AP, Lisboa CV, Andrade CC, Bezerra AF, Mattar R, et al.
Comparative study between the pH test and of the KOH versus Nugent score for
diagnosis of bacterial vaginosis in pregnant women. Rev Bras Ginecol Obstet.
2012;34(5):209-14.
4

Medina G, Rechkemmer P, Garcia- Hjarles M. Prevalencia de vaginitis y


vaginosis bacteriana en pacientes con flujo vaginal anormal en el Hospital
Nacional Arzobispo Loayza Lima Perú. Rev Med Hered. 1999;10(4):144-50.
5

Gonzales-Pedraza A, Ortiz C, Dávila R, Valencia C. Infecciones


cervicovaginales más frecuentes, Prevalencia y Factores de Riesgos. Rev
Cubana Obstet Ginecol. 2007;33(2):1-12.
6

Gillet E, Meys JF, Verstraelen H, Verhelst R, De Sutter P, Temmerman M, et al.


Association between Bacterial Vaginosis and Cervical Intraepithelial Neoplasia:
Systematic Review and Meta-Analysis. PLoS One. 2012. 7(10):e45201. doi:
10.1371/journal.pone.0045201.
» https://doi.org/10.1371/journal.pone.0045201.
7

Cohen CR, Lingappa JR, Baeten JM, Ngayo MO, Spiegel CA, Hong T, et al.
Bacterial Vaginosis Associated with Increased Risk of Female-to-Male HIV- 1
Transmission: A Prospective Cohort Analysis among African Couples. PLoS
Med. 2012;9(6):e1001251. doi: 10.1371/journal.pmed.1001251.
» https://doi.org/10.1371/journal.pmed.1001251
8

Caballero R, Batista R, Cue M, Ortega L, Rodriguez M. Vaginosis bacteriana.


RESUMED. 2000;13(2):63-75.
9

Hillier S, Holmes K. Sexually Transmitted Diseases. 2nd ed. New York:


McGraw-Hill; 1990.
10

Morse S, Holmes K. Vaginal infections. In Atlas of Sexually Transmitted


Diseases and AIDS. 2nd ed. London: Elsevier Limited; 1996.
11

Amsel R, Totten PA, Spiegel CA, Chen KC, Eschenbach D, Holmes KK.
Nonspecific vaginitis. Diagnostic criteria and microbial and epidemiologic
associations. Am J Med. 1983;74(1):14-22.
12

Nugent RP, Krohn MA, Hillier SL. Reliability of diagnosing bacterial vaginosis
is improved by a standardized method of gram stain interpretation. J Clin
Microbiol. 1991;29(2):297-301.
13

García PJ, Holmes KK, Cárcamo CP, Garnett GP, Hughes JP, Campos PE, et al.
Prevention of sexually transmitted infections in urban communities (Peru
PREVEN): a multicomponent community-randomized controlled trial. The
lance 2012;379(9821):1120-8. doi: 10.1016/S0140-6736(11)61846-1.
» https://doi.org/10.1016/S0140-6736(11)61846-1
14

Jones FR, Miller G, Gadea N, Meza R, Leon S, Perez J, et al. Prevalence of


bacterial vaginosis among young women in low-income populations of coastal
Peru. Int J STD AIDS. 2007;18(3):188-92.
15

Garcia PJ, Cárcamo CP, Chiappe M, Holmes KK. Sexually transmitted and
reproductive tract infections in symptomatic clients of pharmacies in Lima, Peru
Sex Transm Infect. 2007;83(2):142-6.
16

Perla ME, Ghee AE, Sanchez S, McClelland RS, Fitzpatrick AL, Suarez-Ognio
L, et al. Genital Tract Infections, Bacterial Vaginosis, HIV, and Reproductive
Health Issues among Lima-Based Clandestine Female Sex Workers. Infect Dis
Obstet Gynecol. 2012;2012:739624. doi: 10.1155/2012/739624.
» https://doi.org/10.1155/2012/739624
17

Garcia PJ, Chávez S, Feringa B, Chiappe M, Li W, Jansen KU et al.


Reproductive tract infections in rural women from the highlands, jungle, and
coastal regions of Peru. Bull World Health Organ. 2004;82(7):483-92.
18

Marrazzo JM, Koutsky LA, Eschenbach DA, Agnew K, Stine K, Hillier SL.
Characterization of vaginal flora and bacterial vaginosis in women who have sex
with women. J Infect Dis. 2002;185(9):1307-13.
19

Chico RM, Mayaud P, Ariti C, Mabey D, Ronsmans C, Chandramohan D.


Prevalence of malaria and sexually transmitted and reproductive tract infections
in pregnancy in sub-Saharan Africa: a systematic review. JAMA.
2012;307(19):2079-86. doi: 10.1001/jama.2012.3428.
» https://doi.org/10.1001/jama.2012.3428
20

Fethers KA, Fairley CK, Hocking JS, Gurrin LC, Bradshaw CS. Sexual Risk
Factors and Bacterial Vaginosis: A Systematic Review and Meta-Analysis. Clin
Infect Dis. 2008;47(11):1426-35. doi: 10.1086/592974.
» https://doi.org/10.1086/592974
21

Gallo MF, Warmer L, King CC, Sobel JD, Klein R, Cu-Uvin S, et al.
Association between semen exposure and incident bacterial vaginosis. Infect Dis
Obstet Gynecol. 2011;2011:842652. doi: 10.1155/2011/842652.
» https://doi.org/10.1155/2011/842652
22

Nurris Turner A, Carr Reese P, Snead MC, Fields K, Ervin M, Kourtis AP, et al.
Recent Biomarker-Confirmed Unprotected Vaginal Sex, But Not Selfreported
Unprotected Sex, Is Associated With Recurrent Bacterial Vaginosis. Sex Transm
Dis. 2016;43(3):172-6. doi: 10.1097/OLQ.0000000000000414.
» https://doi.org/10.1097/OLQ.0000000000000414
23

Klebanoff MA, Nansel TR, Brotman RM, Zhang J, Yu KF, Schwebke JR, et al.
Personal hygienic behaviors and bacterial vaginosis. Sex Transm Dis.
2010;37(2):94-9. doi: 10.1097/OLQ.0b013e3181bc063c.
» https://doi.org/10.1097/OLQ.0b013e3181bc063c

 Fuente de financiamiento

el proyecto fue financiado por el Wellcome Trust and Burroughs Wellcome


Fund y Center for AIDS Research

Fechas de Publicación
 Publicación en esta colección
Jul-Sep 2016

Histórico
 Recibido
24 Ago 2015
 Acepto
01 Jun 2016

Este es un artículo publicado en acceso abierto bajo una licencia Creative Commons


o
o
o
o

Instituto Nacional de Salud Lima - Lima - Peru


E-mail: revmedex@ins.gob.pe
Acompañe los números de esta revista en su lector de RSS
SciELO - Scientific Electronic Library Online
Av. Onze de Junho, 269 - Vila Clementino 04041-050 São Paulo SP - Brazil
Tel.: (55 11) 5083-3639/59 E-mail: scielo@scielo.org

Lea la Declaración de Acceso abierto


0000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000
0000000

Revista Colombiana de Obstetricia y Ginecología


Print version ISSN 0034-7434
Rev Colomb Obstet Ginecol vol.67 no.2 Bogotá Abr./June 2016

Respuesta a: Comentarios sobre el artículo


"Características operativas del diagnóstico clínico con y
sin pruebas de consultorio (ph y pruebas de aminas)
para el diagnóstico de vaginosis bacteriana, en
pacientes sintomáticas en Bogotá, Colombia"
Answering to Comments on "Operational
characteristics of the clinical diagnosis in the office,
with and without tests (pH and amine test), for
diagnosing bacterial vaginosis in symptomatic patients
in Bogotá, Colombia"
Agradecemos el interés de los doctores Espinola-Sánchez, Aguilar-Villanueva y Del
Castillo-Morillo en nuestro estudio. Estamos de acuerdo con ellos en que el estudio
aborda la temática de la exactitud de las pruebas diagnósticas, recordando que los
signos y síntomas también son pruebas diagnósticas, realizadas por el médico en la
anamnesis y el examen físico.

Vale la pena anotar que en nuestro estudio no se pretendió evaluar la concordancia


interobservador. Coincidimos con los autores de la carta en que el estudio tiene
bajo riesgo de selección, debido a que fue un muestreo consecutivo; hubo bajo
riesgo de sesgo de mala clasificación, debido a que se utilizó uno de los patrones de
oro más recomendados, como es el puntaje de Nugent. También hubo bajo riesgo
de desempeño y detección, ya que los médicos no conocían los resultados del
patrón de oro (puntaje de Nugent), lo que nos indica, de acuerdo con la
herramienta Quadas, un bajo riesgo de sesgos.

Los autores de la carta dan claridad acerca de la aplicación de las pruebas


diagnósticas por los clínicos y los investigadores. En el caso de nuestro estudio, los
resultados orientan a que en una paciente que consulta por flujo vaginal, si se
encuentran los criterios clínicos de vaginosis bacteriana y un test de aminas
positivo, la probabilidad de que la paciente presente la infección es mayor a 99 %.

Consideramos que el aporte de los autores de la carta enriquece nuestro artículo y


facilita a los lectores la interpretación de la lectura del mismo.

Dauris Mejía-Pérez, MD

Residente, Departamento de Obstetricia y Ginecología, Facultad de Medicina,


Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, Colombia

Edith Angel-Müller, MD

Docente, Departamento de Obstetricia y Ginecología, Facultad de Medicina,


Universidad Nacional de Colombia Bogotá, Colombia eangelm@unal.edu.co

Andrea E. Rodríguez-Hernández, MD, MSc

Instituto de Investigaciones Clínicas, Facultad de Medicina, Universidad Nacional de


Colombia, Bogotá, Colombia

Ariel I. Ruiz-Parra, MD, MSc

Docente, Departamento de Obstetricia y Ginecología, Facultad de Medicina,


Universidad Nacional de Colombia. Instituto de Investigaciones Clínicas, Facultad de
Medicina, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, Colombia

Jorge E. Tolosa-Ardila, MD, MSCE


000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000
0000000000000

Department of Obstetrics & Gynecology, Oregon Health & Science University,


Portland, Oregon, USA.

Global Network for Perinatal & Reproductive Health, Portland,

Revista Colombiana de Obstetricia y Ginecología


Print version ISSN 0034-7434
Rev Colomb Obstet Ginecol vol.66 no.4 Bogotá Oct./Dec. 2015

http://dx.doi.org/10.18597/rcog.292

DOI: http://dx.doi.org/10.18597/rcog.292

Características operativas del diagnóstico clínico con y


sin pruebas de consultorio (ph y pruebas de aminas)
para el diagnóstico de vaginosis bacteriana, en
pacientes sintomáticas en Bogotá, Colombia
Dauris Mejía-Pérez, MD1; Edith Ángel-Müller, MD2; Andrea E. Rodríguez-Hernández,
MD, MSc3; Ariel I. Ruiz-Parra, MD, MSc2,3; Jorge E. Tolosa-Ardila, MD, MSCE4;
Hernando Gaitán-Duarte, MD, MSc2,3

Recibido: mayo 25/15 - Aceptado: octubre 1/15

1
Residente, Departamento de Obstetricia y Ginecología, Facultad de Medicina,
Universidad Nacional de Colombia, Bogotá (Colombia).

2
Docente. Departamento de Obstetricia y Ginecología, Facultad de Medicina,
Universidad Nacional de Colombia, Bogotá (Colombia). eangelm@unal.edu.co

3
Instituto de Investigaciones Clínicas, Facultad de Medicina, Universidad Nacional
de Colombia, Bogotá (Colombia).

4
Department of Obstetrics & Gynecology, Oregon Health & Science University,
Portland, Oregon, USA. Global Network for Perinatal & Reproductive Health,
Portland, Oregon (USA) y Fundared-Materna, Bogotá (Colombia).

RESUMEN

Objetivo: evaluar las características operativas del diagnóstico clínico (síntomas y


signos) solo y con pruebas de diagnóstico en el consultorio (pH y prueba de
aminas), teniendo como patrón de oro el puntaje de Nugent, para el diagnóstico de
vaginosis bacteriana.

Materiales y métodos: estudio de validez diagnóstica, ensamblado en un estudio


de corte transversal en pacientes con síntomas de infección del tracto genital
inferior, quienes consultaron a tres centros de Bogotá en 2010. Se calculó un
tamaño de muestra de 1400 participantes. Se realizó un muestreo secuencial. Se
tomaron muestras de la pared vaginal para medición de pH, prueba de aminas y
tinción de Gram para puntaje de para puntaje de Nugent, considerado como patrón
de oro de la entidad. Las bacteriólogas estaban enmascaradas con respecto al
diagnóstico clínico y a las pruebas de consultorio. Se midieron la sensibilidad y
especificidad, razón de probabilidades RP (+) y RP (-). Se presentan como
proporciones con su respectivo intervalo de confianza del 95%.

Resultados: la prevalencia de VB fue de 39.6 %, las características operativas de


las pruebas con sus respectivos IC 95 %, con el puntaje de Nugent como patrón de
oro, fueron: diagnóstico clínico, sensibilidad 75 % (71-78), especificidad 54 % (51-
57), pH≥ 5 sensibilidad 99,3 % (98,2-99.8), especificidad 0,57 % (0,2-1,3);
prueba de aminas, sensibilidad 99,3 % (98,2-99,8 %), especificidad 99,8 % (99,2-
100 %); diagnóstico clínico, más prueba de aminas,más pH ≥ 5,0, sensibilidad 74
% (71-78), especificidad 100 % (99-100).

Conclusiones: el diagnóstico clínico es una estrategia sensible para el diagnóstico


de VB; la especificidad mejora cuando se combina con la prueba de aminas y el pH
vaginal. La prueba de aminas presentó excelente sensibilidad y especificidad, y es
útil para mejorar el diagnóstico de VB.

Palabras clave: vaginosis bacteriana, diagnóstico, "técnicas de laboratorio clínico",


"sensibilidad y especificidad".

Operational characteristics of the clinical diagnosis in


the office, with and without tests (pH and amine test),
for diagnosing bacterial vaginosis in symptomatic
patients in Bogotá, Colombia
ABSTRACT

Objective: To assess the operational characteristics of the clinical diagnosis (signs


and symptoms) alone and with diagnostic tests in the office (pH and amine test),
using the Nugent score as the gold standard for diagnosing bacterial vaginosis.

Materials and methods: Diagnostic validity study assembled in a cross sectional


study in patients with symptoms of lower genitourinary tract infection seen in 3
centres in Bogota in 2010. The calculated sample size was 1400 participants, and a
sequential sampling was used. Samples were taken from the vaginal wall for pH
measurement, amine test and Gram staining in order to derive the Nugent score,
considered the gold standard in this disease. The lab technicians were blinded to
the clinical diagnosis and to the office tests. Sensitivity, specificity ad odds ratio OR
(+) and OR (-) were measured, and they are presented as proportions with their
respective 95% confidence intervals.

Results: The prevalence of bacterial vaginosis was 39.6 %, and the operational
characteristics of the tests with their respective 95 % CI were as follows: sensitivity
and specificity of the clinical diagnosis were 75 % (71-78) and 54 % (51-57),
respectively; sensitivity and specificity of pH ≥ 5 were 99.3 % (98.2-99.8), and
0.57 % (0.2-1.3); amine test sensitivity 99.3 % (98.2-99.8 %) and specificity 99.8
% (99.2-100 %); clinical diagnosis plus amine test and pH ≥ 5.0, sensitivity 74 %
(71-78), specificity 100 % (99-100).
Conclusions: Clinical diagnosis showed a good sensitivity for diagnosing strategy
for diagnosing bacterial vaginosis; specificity is improved when clinical findings are
combined with amine test and vaginal pH. The amine test was shown to have
excellent sensitivity and specificity, and it is useful to improve the diagnosis of
bacterial vaginosis.

Key words: Bacterial vaginosis, diagnosis, "Clinical Laboratory Techniques",


"sensitivity and specificity".

INTRODUCCIÓN

La vaginosis bacteriana (VB) se define como una alteración de la flora vaginal (1),
en la cual hay disminución de los lactobacilos y aumento de bacterias anaerobias y
de otros microorganismos como la Gardnerella vaginalis, el Mobiluncus sp. o el
Mycoplasma (1, 2), se caracteriza por la presencia de secreción vaginal aumentada
típicamente, de color blanco grisáceo, de mal olor, con ausencia de síntomas
inflamatorios como eritema, edema o prurito (1, 2).

La VB puede ser asintomática en un alto porcentaje de pacientes y es la causa más


frecuente de flujo vaginal a nivel mundial (3-5), con una prevalencia que varía en
función de la población estudiada (5). De esta forma, por ejemplo, se ha reportado
que en Estados Unidos el 29,2 % de mujeres presentan la enfermedad (5) en tanto
que en países como India, la entidad exhibe una frecuencia menor y cercana al 16
% (6), alcanzando el 23 % durante la gestación (7). En Colombia, la VB afecta al
9,0 % de las gestantes (1) y es la responsable del 46 % de los casos de flujo
vaginal anormal en pacientes con síntomas sugestivos de infección del tracto
genital inferior (8).

A pesar de que la VB no se cataloga como una infección de transmisión sexual (1),


la importancia de su diagnóstico y tratamiento radica en que su presencia ha sido
considerada como un factor de riesgo para adquirir otras infecciones del tracto
genital, al igual que para el desarrollo de desenlaces perinatales adversos (9-12).
De esta forma, se ha descrito que la VB incrementa el riesgo de infección o
reactivación del virus del papiloma humano (OR = 1,43; IC 95 %: 1,11-1,84) (13),
y el riesgo de desarrollar lesiones premalignas del cérvix (OR = 1,51 IC 95 %:
1,24-1,83) (14). La VB también aumenta la probabilidad de adquirir otras
infecciones del tracto genital tales como Chlamydia trachomatis, Neisseria
gonorrhoeae, Trichomonas vaginalis (15, 16), o el virus de inmunodeficiencia
humana (VIH) (17). En poblaciones africanas, se ha evidenciado mayor riesgo de
transmisión de VIH1 a parejas masculinas, cuando la mujer presenta un Gram que
indica el diagnóstico de VB (HR = 3,62; IC 95 %: 1,74-7,52) (10), lo que podría ser
explicado, en parte, por un aumento en la tasa de replicación y eliminación viral
(18, 19). Finalmente, la VB también podría duplicar el riesgo de presentar
enfermedad pélvica inflamatoria (20); no obstante, esta asociación es aún materia
de debate (21).

Con respecto al diagnóstico de la entidad, el patrón de oro es la coloración de


Gram, aplicando el puntaje de Nugent (22, 23), el cual consiste en una
cuantificación ponderada de los siguientes morfotipos: lactobacilos, Gardnerella
vaginalis o bacteroides, y bacilos Gram-variables curvos; considerando normal la
presencia de lactobacilos y anormal la presencia de los otros morfotipos (22). Se
hace diagnóstico de VB cuando se encuentra un puntaje igual o superior a 7 sobre
10 (22, 23).

Sin embargo, dado que no siempre es factible establecer el diagnóstico de VB


utilizando los criterios de Nugent, se dispone también de los criterios de Amsel, los
cuales tienen como ventaja su mayor simplicidad y versatilidad (24). Dichos
criterios evalúan la presencia de células guía, pH vaginal mayor de 4,5, la prueba
de aminas positiva y secreción vaginal homogénea para el diagnóstico de VB (24).
No obstante, la principal desventaja que impone el uso de los criterios de Amsel,
radica en que, al igual que para el puntaje de Nugent, se requiere del uso de un
microscopio de luz para evaluar, en este caso, la presencia de células guía en el
extendido (24). Este es el principal limitante para el uso de estos criterios, si
consideramos que los otros tres pueden ser valorados por el clínico en el
consultorio (24).

A la fecha, existen pocos estudios que hayan evaluado individualmente o en


combinación, el desempeño diagnóstico de los criterios clínicos dados por síntomas
y signos, y de las pruebas usadas en el consultorio, como el pH vaginal y la prueba
de aminas para el diagnóstico de VB (25). Aunque el patrón de oro es el puntaje de
Nugent (22), en nuestro medio no siempre está disponible el laboratorio clínico, o
una bacterióloga entrenada en la lectura de este puntaje, por lo cual, si se
encuentra que el diagnóstico basado en signos, síntomas y pruebas de consultorio,
tiene unas características operativas adecuadas, se podría implementar fácilmente
en cualquier nivel de complejidad de nuestro sistema de salud.

El objetivo de este estudio es estimar las características operativas -la sensibilidad,


especificidad, y las razones de probabilidad positiva y negativa- de los signos y
síntomas solos o en combinación con el pH vaginal y la prueba de aminas, para el
diagnóstico de VB, utilizando el puntaje de Nugent como patrón de oro, en
pacientes con síntomas de infección del tracto genital inferior, que asisten a
consulta externa. Un objetivo secundario fue estimar las características operativas
de diferentes puntos de corte del pH vaginal para el diagnóstico de la VB.

MATERIALES Y MÉTODOS

Diseño. Estudio de exactitud diagnóstica ensamblado en un estudio de corte


transversal en pacientes con síntomas de infección del tracto genital inferior (ITGI).
Este es un análisis secundario, de un estudio de prevalencia y abordaje sindrómico
comparado con el diagnóstico etiológico de infecciones del tracto genital inferior en
mujeres sintomáticas, no gestantes (26).

Población. Se incluyeron mujeres entre 14 y 49 años de edad, sexualmente activas,


que consultaron por síntomas de ITGI (flujo, ardor, prurito o mal olor), durante el
año 2010, a tres centros de atención en Bogotá. Los centros participantes fueron:
Profamilia, institución privada especializada en planificación familiar y salud sexual
y reproductiva, a la que acuden pacientes afiliadas al régimen contributivo de
seguridad social y pacientes particulares de clase media; el Hospital de Fontibón y
el Hospital de Engativá de segundo nivel, hospitales públicos generales que
atienden pacientes del régimen subsidiado (aseguramiento subsidiado por el
Estado). Se excluyeron mujeres con condiciones médicas que requerían manejo en
otro nivel de atención, embarazo al momento de la consulta, antecedente de
histerectomía, menstruación al momento del examen ginecológico, participación
previa en el estudio o que hubieran recibido tratamiento antibiótico sistémico o
local en el tracto genital en los últimos siete días.

Para el estudio principal se calculó un tamaño de muestra de 1.400 participantes


con base en una prevalencia esperada de 40 % para cualquier infección endógena o
ITS, con un margen de error del 3 % y un nivel de confianza del 95 %. Se realizó
un muestreo secuencial.
Procedimiento. El médico del estudio realizó la historia clínica, el examen físico
general y el examen ginecológico: inspección externa, especuloscopia y tacto
vaginal.

El diagnóstico clínico de VB, basado en síntomas y signos, se realizó al referir la


paciente flujo vaginal y mal olor, y al encontrar en el examen ausencia de signos de
inflamación vulvar y vaginal, o signos de cervicitis (24). La toma de muestras fue
realizada por el médico en el consultorio, obteniéndose muestras del tercio medio
de la pared vaginal. Con la primera muestra en un hisopo, el médico realizó la
medición de pH con papel tornasol, en el consultorio. El papel usado en este estudio
da resultados de pH en números enteros: 4, 5, 6, etc. La segunda muestra se usó
para la realización de la prueba de aminas con KOH al 10 %, siendo positivo cuando
al aplicar el KOH al hisopo con la secreción vaginal, se producía un olor a pescado.
La tercera muestra para extensión en lámina, se llevó al laboratorio donde se le
realizó tinción de Gram y posterior lectura del puntaje de Nugent, la cual fue
realizada por dos bacteriólogas, entrenadas con el atlas desarrollado por la red
Global Network for Perinatal & Reproductive Health (27).

Como patrón de oro para el diagnóstico de VB se usaron los criterios de Nugent,


que consisten en hacer un frotis de gram de la secreción vaginal y, en este, realizar
una calificación ponderada de cada uno de los siguientes morfotipos bacterianos:
lactobacilos (bacilos Gram positivos), Gardnerella vaginalis y bacteroides
(cocobacilos), y Mobiluncus (bacilos Gram variables curvos); el test se interpreta de
la siguiente manera: puntaje 0 a 3, flora normal; puntaje 4 a 6, flora bacteriana
intermedia; puntaje de 7 a 10, vaginosis bacteriana (22). Las bacteriólogas que
realizaron el puntaje de Nugent estuvieron enmascaradas al diagnóstico clínico y a
los resultados del pH y de la prueba de aminas.

Se creó una base de datos en Access® para digitar la información contenida en los
formularios de recolección de información. Para el análisis estadístico de los datos
se utilizó el programa STATA 11® y Excel 2010®. A partir de los resultados de
laboratorio y de la información recolectada, se estimaron las características
operativas (sensibilidad, especificidad, razón de probabilidad positiva [LR+] y razón
de probabilidad negativa [LR-]) de las pruebas aplicadas en el consultorio,
asociadas a vaginosis bacteriana. Cada estimación se acompañó de un intervalo de
confianza del 95 %. Para el diagnóstico de VB se tomó como punto de corte un ph
de 5.0.

Aspectos éticos. El estudio fue aprobado por el comité de ética de la Facultad de


Medicina de la Universidad Nacional de Colombia y de las instituciones
participantes. Las pacientes firmaron el consentimiento informado, previo a la
inclusión en el estudio. Se mantuvo la confidencialidad de la información para
garantizar los derechos de las participantes, mediante numeración del formato de
recolección de datos.

RESULTADOS

De un total de 1.444 pacientes estudiadas, de enero a septiembre de 2010, se


diagnosticaron 549 con VB, por medio del puntaje de Nugent, lo que correspondió a
una prevalencia del 39,6 %. En este grupo de pacientes, las otras infecciones
diagnosticadas fueron: candidiasis en 153 (11 %), Chlamydia trachomatis en 134
(9,7 %), Neisseria gonorroheae en 19 (1,4 %), Trichomonas vaginalis en 11 (0,8
%), sífilis en 12 (0,8 %) y VIH en 1 paciente (0,07 %). En cuanto a las
características sociodemográficas, encontramos que el promedio de edad de las
participantes fue de 31,3 (± 8,9) años, la edad promedio al inicio de las relaciones
sexuales fue de 16,9 (± 3,07) años. El nivel socioeconómico de las pacientes
correspondía a los estratos 1 y 2 en el 51,6 %, y a estratos 3 y 4 en el 44,9 %. El
mayor porcentaje de las pacientes (43,5 %) tenía un nivel educativo de secundaria,
como fue descrito en una publicación anterior (26). Las pacientes con VB tuvieron
infección simultánea con otros patógenos en un 23,6 %; los patógenos asociados
fueron: C. trachomatis, Candida, N. gonorroheae y trichomonas (figura 1). Se
encontraron 10 pacientes con VB y dos infecciones adicionales: 7 con Chlamydia
trachomatis y Candida, 2 con Chlamydia y trichomonas vaginalis y 1 con Candida y
N. gonorroheae.

1. Características operativas del diagnóstico clínico (síntomas y signos) de VB,


utilizando como patrón de oro el puntaje de Nugent. El diagnóstico clínico presenta
una sensibilidad de 75 % (IC 95 %: 71-78 %) y una especificidad de 54 % (IC 95
%: 51-57 %). El LR positivo fue de 1,63 (IC 95 %: 1,5-1,8) y el LR negativo de
0,46 (IC 95 %: 0,4-0,5) (tabla 1).

2. Características operativas del pH vaginal utilizando como patrón de oro el


puntaje de Nugent. De las 1.444 pacientes del estudio, encontramos que 1.435
(99,4 %) presentaron un pH ≥ 5,0; 767 tuvieron un pH ≥ 6,0 y 139 tuvieron un pH
≥ 7,0. El pH ≥ 5 presenta una sensibilidad de 99,3 % (IC 95 %: 98,2-99,8), una
especificidad de 0,57 % (IC 95 %: 0,2-1,3) (tabla 1).

Las características operativas en los diferentes puntos de corte se observan en la


tabla 2.

3. Características operativas de la prueba de aminas utilizando como patrón de oro


el puntaje de Nugent. De las 1.444 pacientes del estudio encontramos 563 (40 %)
con prueba de aminas positiva. La prueba de aminas presenta una alta sensibilidad
(99,3 %) (IC 95 %: 98,2-99,8) y especificidad (99,8 %) (IC 95 %: 99,2-100)
(tabla 1).

4. Características operativas del diagnóstico clínico combinado con pH y prueba de


aminas, utilizando como patrón de oro el puntaje de Nugent. Cuando se combina el
diagnóstico clínico con un pH mayor 5,0, las características operativas de la prueba
son similares al diagnóstico clínico solo. Al combinar el diagnóstico clínico con la
prueba de aminas positiva, encontramos una sensibilidad de 74 % (IC 95 %: 71-
78), una especificidad de 99,9 % (IC 95 %: 99-100). Al combinar el diagnóstico
clínico con un pH mayor de 5,0 y con la prueba de aminas positiva, encontramos
una sensibilidad de 74 % (IC 95 %: 71-78), una especificidad de 99,9 % (IC 95 %:
99-100) (tabla 3). En este estudio se encontró que los criterios clínicos de Amsel
(utilizando los síntomas y signos clínicos: pH > 5,0, y prueba de aminas positiva),
tuvieron una sensibilidad de 74 % y especificidad del 100 %.

DISCUSIÓN

Los hallazgos de este estudio muestran que el diagnóstico clínico basado en signos
y síntomas descritos aquí para VB tiene una sensibilidad de 75 % y una
especificidad de 54 %. Landers et al. (28) estudiaron una población de 598 mujeres
(con una prevalencia de 62 % de VB diagnosticada por coloración de Gram) y
encontraron un mayor rendimiento para el diagnóstico clínico de VB, con una
sensibilidad de 92 %, una especificidad de 77 % y valor predictivo positivo de 80
%. Moussavi y Behrouzi (29), en una población de 102 pacientes, encontraron que
la presencia de flujo vaginal presenta una sensibilidad de 63 % y una especificidad
de 80 % para el diagnóstico de VB, siendo la especificidad mayor a la encontrada
en el presente estudio.
La prueba de aminas o de whiff, como único criterio diagnóstico, tuvo una una
sensibilidad del 99,3 % y una especificidad del 99,8 % en el presente estudio. En
un estudio de Thulkar et al. (30), en un grupo de mujeres con flujo vaginal
anormal, y con una prevalencia de VB de 39 %, la prueba de aminas tuvo una
sensibilidad de 94,0 %, similar a la de este estudio, pero con una menor
especificidad, de 67,7 %. Para la prueba de aminas, otras investigaciones, como la
de Moussavi y Behrouzi (29), encontraron características operativas inferiores a la
de nuestro estudio (sensibilidad de 75 %, especificidad de 73 %).

En el presente estudio se puede observar que de los criterios estudiados, el que


presentó mejores características operativas fue la prueba de aminas, esto se
correlaciona con el estudio de Chaijareenont et al., quienes también concluyeron
que la prueba de aminas fue el mejor criterio clínico de Amsel en el diagnóstico de
BV debido a su alta sensibilidad y especificidad (31).

El estudio de Thulkar (30) encontró que un pH mayor de 4,5 como único criterio
para el diagnóstico de VB tuvo una sensibilidad de 100 %, especificidad de 33,4 %,
valor predictivo positivo de 49,11 % y valor predictivo negativo de 100 %; y al
evaluar el pH ≥ 4,5 más una prueba de aminas positiva, encontró una sensibilidad
de 94,1 % y una especificidad de 87,5 %, lo cual concuerda con nuestro estudio, en
el cual encontramos que el pH ≥ 5, como único criterio, tiene una especificidad muy
baja, dado que el 99,4 % de todas las pacientes estudiadas tuvo este pH. Ghuman
et al. (25), en una población de 269 pacientes, de las cuales 102 tenían diagnóstico
de VB, encontraron que el pH vaginal mayor de 4,5 tuvo una sensibilidad de 89 % y
especificidad de 74 %, y cuando se conjugaba con la prueba de aminas presentaba
una disminución en la sensibilidad, a 69 %, con aumento de la especificidad, a 92
%.

Kraus-Silva et al. (32) documentaron que el uso del pH vaginal facilita el


diagnóstico de VB, considerando que el punto de corte de 4,5 tuvo una sensibilidad
del 100 %, y el de 5,0 una sensibilidad de 82 %; sin embargo, la especificidad
mejoró de 41 a 82 % con el punto de corte de 5,0. En nuestro estudio, observamos
que el punto de corte de 6,0 para el pH vaginal, comparado con el punto de corte
de 5,0, mejora la especificidad, de 0,57 a 59,4 %.

Las características de los criterios clínicos de Amsel en nuestro estudio, fueron


similares a los hallazgos reportados por Modak et al. (33) en una cohorte de 50
pacientes de las cuales solo 12 presentaban el diagnóstico de VB. Por lo anterior,
consideramos que el uso de estos criterios es una herramienta útil para el
diagnóstico expedito de VB en el consultorio.

Según los resultados de este estudio, de los criterios diagnósticos de VB, el que
mejores características nos aporta es la prueba de aminas. Si se va a utilizar la
determinación del pH vaginal, el punto de corte en 6,0 tiene una mayor
especificidad, comparado con el de 5,0. Cuando se usan los tres criterios de
consultorio (síntomas y signos, pH y prueba de aminas), la tasa de falsos positivos
es menor al 1 %, a expensas de una tasa de falsos negativos cercana al 25 %. De
esta forma, la mayor utilidad para la aplicación de las pruebas combinadas radica
en la presencia de un resultado positivo; este hallazgo confirma la existencia de la
entidad. No obstante, un resultado negativo durante el uso combinado de estas
pruebas no descarta la enfermedad.

Las fortalezas del presente estudio son que se realizó en el marco de un estudio de
corte transversal con una muestra significativa de pacientes, las bacteriólogas
fueron entrenadas para la lectura de Gram para el puntaje de Nugent y fueron
enmascaradas para los signos y síntomas de las pacientes, al igual que para el
resultado del pH y de la prueba de aminas. Por otra parte, los profesionales de la
salud que examinaron a las participantes, también fueron previamente entrenados
en la evaluación de los criterios clínicos.

Como debilidades del estudio se señala que las tiras con las que se evaluó el pH no
permitieron establecer pH intermedios, debido a que sus resultados se expresaron
en números enteros. Finalmente, el tipo de población incluida podría sobrestimar la
exactitud diagnóstica de las pruebas, al tratarse de pacientes sintomáticas, lo que
supone algunas limitaciones para su aplicación en la población general.

CONCLUSIONES

El diagnóstico clínico es una estrategia útil para establecer la presencia de VB; la


sensibilidad y especificidad de este mejoran cuando se combina con la prueba de
aminas o con el pH vaginal, en pacientes con síntomas de infección del tracto
genital. La prueba de aminas presentó un buen desempeño para el diagnóstico de
VB utilizando el puntaje de Nugent como patrón de oro. Por lo anterior, la
utilización de esta prueba de consultorio podría contribuir al diagnóstico de la VB,
disminuyendo las dificultades asociadas al uso del patrón de oro, que requiere el
procesamiento en un laboratorio, por una bacterióloga entrenada en la
metodología.

FINANCIACIÓN

Este trabajo tuvo financiación de Colciencias Grant 621/2009; el Instituto de


Investigaciones de la Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá; la Secretaría
Distrital de Salud de Bogotá, y la Global Network for Perinatal & Reproductive
Health, Fundared-Materna, Bogotá (Colombia).

REFERENCIAS

1. Tolosa JE, Chaithongwongwatthana S, Daly S, Maw WW, Gaitán H, Lumbiganon


P, et al. The International Infections in Pregnancy (IIP) study: variations in the
prevalence of bacterial vaginosis and distribution of morphotypes in vaginal smears
among pregnant women. Am J Obstet Gynecol. 2006;195:1198-204. [ Links ]

2. Marrazzo JM, Thomas KK, Fiedler TL, Ringwood K, Fredricks DN. Relationship of
specific vaginal bacteria and bacterial vaginosis treatment failure in women who
have sex with women. Ann Intern Med. 2008;149:20-8. [ Links ]

3. Mascarenhas RE, Machado MS, Costa e Silva BF, Pimentel RF, Ferreira TT, Leoni
FM, et al. Prevalence and risk factors for bacterial vaginosis and other vulvovaginitis
in a population of sexually active adolescents from Salvador, Bahia, Brazil. Infect
Dis Obstet Gynecol. 2012;2012:378640. [ Links ]

4. Ness RB, Hillier S, Richter HE, Soper DE, Stamm C, Bass DC, et al. Can known
risk factors explain racial differences in the occurrence of bacterial vaginosis? J Natl
Med Assoc. 2003;95:201-12. [ Links ]

5. Koumans EH, Sternberg M, Bruce C, McQuillan G, Kendrick J, Sutton M, et al.


The prevalence of bacterial vaginosis in the United States, 2001-2004: associations
with symptoms, sexual behaviors, and reproductive health. Sex Transm Dis.
2007;34:864-9. [ Links ]
6. Rathod SD, Klausner JD, Krupp K, Reingold AL, Madhivanan P. Epidemiologic
Features of Vulvovaginal Candidiasis among Reproductive-Age Women in India.
Infect Dis Obstet Gynecol. 2012;2012:859071. [ Links ]

7. U.S. Preventive Services Task Force. Screening for bacterial vaginosis in


pregnancy to prevent preterm deliver y: recommendation statement. Ann Intern
Med. 2008;148:214-9. [ Links ]

8. Ángel-Müller E, González MP, Núñez L, Pacheco J, Tolosa J, Díaz LA et al.


Frecuencia de infecciones del tracto genital femenino en mujeres sintomáticas y uso
de pruebas rápidas para su diagnóstico en dos poblaciones de Bogotá (Colombia)
2008: Estudio piloto. Rev Colomb Obstet Ginecol. 2010;61:220-30. [ Links ]

9. Allsworth JE, Peipert JF. Severity of bacterial vaginosis and the risk of sexually
transmitted infection. Am J Obstet Gynecol. 2011;205:113.e1-6. [ Links ]

10. Cohen CR, Lingappa JR, Baeten JM, Ngayo MO, Spiegel CA, Hong T, et al.
Bacterial Vaginosis Associated with Increased Risk of Female-to-Male HIV-1
Transmission: A Prospective Cohort Analysis among African Couples. PLoS Med.
2012;9:e1001251. [ Links ]

11. Hauth JC, MacPherson C, Carey C, Klebanoff MA, Hillier S, Ernest JM, et al.
Early pregnancy threshold vaginal pH and Gram stain scores predictive of
subsequent preterm birth in asymptomatic women. Am J Obstet Gynecol.
2003;188:831-5. [ Links ]

12. Oakeshott P, Hay P, Hay S, Steinke F, Rink E, et al. Association between


bacterial vaginosis or chlamydial infection and miscarriage before 16 weeks'
gestation: prospective community based cohort study. BMJ.
2000;325:1334. [ Links ]

13. Gillet E, Meys JF, Verstraelen H, Bosire C, De Sutter P, Temmeman M, et al.


Bacterial vaginosis is associated with uterine cervical human papillomavirus
infection: a meta-analysis. BMC Infect Dis. 2011;11:10. [ Links ]

14. Gillet E, Meys JF, Verstraelen H, Verhelst R, De Sutter P, Temmerman M, et al.


Association between Bacterial Vaginosis and Cer vical Intraepithelial Neoplasia:
Systematic Review and Meta-Analysis. PLoS One. 2012;7:e45201. [ Links ]

15. Wiesenfeld HC, Hillier SL, Krohn MA, Landers DV, Sweet RL. Bacterial vaginosis
is a strong predictor of Neisseria gonorrhoeae and Chlamydia trachomatis infection.
Clin Infect Dis. 2003;36:663-8. [ Links ]

16. Brotman RM, Klebanoff MA, Nansel TR, Yu KF, Andrews WW, Zhang J, et al.
Bacterial vaginosis assessed by gram stain and diminished colonization resistance
to incident gonococcal, chlamydial, and trichomonal genital infection. J Infect Dis.
2010;202:1907-15. [ Links ]

17. Atashili J, Poole C, Ndumbe PM, Adimora AA, Smith JS. Bacterial vaginosis and
HIV acquisition: A meta-analysis of published studies. AIDS. 2008;22:1493-1501.
doi:10.1097/QAD.0b013e3283021a37. [ Links ]

18. Losikoff P, Fichorova R, Snyder B, Rodriguez I, Cu-Uvin S, Harwell J, et al.


Genital tract interleukin-8 but not interleukin-1beta or interleukin-6 concentration is
associated withbacterial vaginosis and its clearance in HIV-infected and HIV-
uninfected women. Infect Dis Obstet Gynecol. 2007;2007:92307. doi:
10.1155/2007/92307. [ Links ]

19. St John EP, Martinson J, Simoes JA, Landay AL, Spear GT. Dendritic cell
activation and maturation induced by mucosal fluid from women with bacterial
vaginosis. Clin Immunol. 2007;125:95-102. [ Links ]

20. Ness RB, Kip KE, Hillier SL, Soper DE, Stamm CA, Sweet RL Cluster analysis of
bacterial vaginosis-associated microflora and pelvic inflammatory disease. Am J
Epidemiol. 2005;162:585-90. [ Links ]

21. Taylor BD, Darville T, Haggerty CL. Does bacterial vaginosis cause pelvic
inflammator y disease? Sex Transm Dis. 2013;40:117-22. [ Links ]

22. Nugent RP, Krohn MA, Hillier SL. Reliability of diagnosing bacterial vaginosis is
improved by a standardized method of gram stain interpretation. J Clin Microbiol.
1991;29:297-301. [ Links ]

23. Schwebke JR, Hillier SL, Sobel JD, McGregor JA, Sweet RL. Validity of the
vaginal gram stain for the diagnosis of bacterial vaginosis. Obstet Gynecol.
1996;88(4 Pt 1):573-6. [ Links ]

24. Amsel R, Totten PA, Spiegel CA, Chen KC, Eschenbach D, Holmes KK.
Nonspecific vaginitis. Diagnostic criteria and microbial and epidemiologic
associations. Am J Med. 1983;74:14-22. [ Links ]

25. Gutman RE, Peipert JF, Weitzen S, Blume J. Evaluation of Clinical Methods for
Diagnosing Bacterial Vaginosis. Obstet Gynecol. 2005;105:551-6. [ Links ]

26. Angel-Müller E, Rodríguez A, Núñez-forero LM, Moyano LF, González P, Osorio


E, et al. Prevalencia y factores asociados a la infección por C. trachomatis, N.
gonorrheae, T. vaginalis, C. albicans, sífilis, VIH y vaginosis bacteriana en mujeres
con síntomas de infección vaginal en tres sitios de atención de Bogotá, Colombia,
2010. Rev Colomb Obstet Ginecol. 2012;63:25-35. [ Links ]

27. Andrews WW, Cliver SP, Lyon MD, Tolosa J, Lum biganon P. Validation of a Self-
Teaching Instruction Manual for Bacterial Vaginosis Gram Stain Inter pretation for
the Global Network for Perinatal and Reproductive Health. 50th meeting of the
American College of Obstetricians and Gynecologists, Los Angeles; May
2002. [ Links ]

28. Landers DV, Wiesenfeld HC, Heine RP, Krohn MA, Hillier SL. Predictive value of
the clinical diagnosis of lower genital tract infection in women. Am J Obstet
Gynecol. 2004;190:1004-10. [ Links ]

29. Moussavi Z, Behrouzi R. Diagnostic Amsel criteria compared standardized


method of Gram stain for the diagnosis of bacterial vaginosis. International
Congress Series. 2004;1271:392-5. [ Links ]

30. Thulkar J, Kriplani A, Agarwal N. Utility of pH test & Whiff test in syndromic
approach of abnormal vaginal discharge. Indian J Med Res. 2010;131:445-
8. [ Links ]
31. Chaijareenont K, Sirimai K, Boriboonhirunsarn D, Kiriwat O. Accuracy of
Nugent's score and each Amsel's criteria in the diagnosis of bacterial vaginosis. J
Med Assoc Thai. 2000;87:1270-4. [ Links ]

32. Krauss-Silva L, Almada-Horta A, Alves M, Camacho K, Moreira ME, Braga A.


Basic vaginal pH, bacterial vaginosis and aerobic vaginitis: prevalence in early
pregnancy and risk of spontaneous preterm delivery, a prospective study in a low
socioeconomic and multiethnic. BMC Pregnancy Childbirth. 2014;
14:107. [ Links ]

33. Modak T, Arora P, Agnes C, Ray R, Goswami S, Ghosh P, et al. Diagnosis of


bacterial vaginosis in cases of abnormal vaginal discharge: comparison of clinical
and microbiological criteria. J Infect Dev Ctries. 2011;5:353-60. [ Links ]

Conflicto de intereses: ninguno declarado.

000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000

Revista Colombiana de Obstetricia y Ginecología


Print version ISSN 0034-7434
Rev Colomb Obstet Ginecol vol.66 no.4 Bogotá Oct./Dec. 2015

http://dx.doi.org/10.18597/rcog.292

DOI: http://dx.doi.org/10.18597/rcog.292

Características operativas del diagnóstico clínico con y


sin pruebas de consultorio (ph y pruebas de aminas)
para el diagnóstico de vaginosis bacteriana, en
pacientes sintomáticas en Bogotá, Colombia
Dauris Mejía-Pérez, MD1; Edith Ángel-Müller, MD2; Andrea E. Rodríguez-Hernández,
MD, MSc3; Ariel I. Ruiz-Parra, MD, MSc2,3; Jorge E. Tolosa-Ardila, MD, MSCE4;
Hernando Gaitán-Duarte, MD, MSc2,3

Recibido: mayo 25/15 - Aceptado: octubre 1/15

1
Residente, Departamento de Obstetricia y Ginecología, Facultad de Medicina,
Universidad Nacional de Colombia, Bogotá (Colombia).

2
Docente. Departamento de Obstetricia y Ginecología, Facultad de Medicina,
Universidad Nacional de Colombia, Bogotá (Colombia). eangelm@unal.edu.co

3
Instituto de Investigaciones Clínicas, Facultad de Medicina, Universidad Nacional
de Colombia, Bogotá (Colombia).

4
Department of Obstetrics & Gynecology, Oregon Health & Science University,
Portland, Oregon, USA. Global Network for Perinatal & Reproductive Health,
Portland, Oregon (USA) y Fundared-Materna, Bogotá (Colombia).
RESUMEN

Objetivo: evaluar las características operativas del diagnóstico clínico (síntomas y


signos) solo y con pruebas de diagnóstico en el consultorio (pH y prueba de
aminas), teniendo como patrón de oro el puntaje de Nugent, para el diagnóstico de
vaginosis bacteriana.

Materiales y métodos: estudio de validez diagnóstica, ensamblado en un estudio


de corte transversal en pacientes con síntomas de infección del tracto genital
inferior, quienes consultaron a tres centros de Bogotá en 2010. Se calculó un
tamaño de muestra de 1400 participantes. Se realizó un muestreo secuencial. Se
tomaron muestras de la pared vaginal para medición de pH, prueba de aminas y
tinción de Gram para puntaje de para puntaje de Nugent, considerado como patrón
de oro de la entidad. Las bacteriólogas estaban enmascaradas con respecto al
diagnóstico clínico y a las pruebas de consultorio. Se midieron la sensibilidad y
especificidad, razón de probabilidades RP (+) y RP (-). Se presentan como
proporciones con su respectivo intervalo de confianza del 95%.

Resultados: la prevalencia de VB fue de 39.6 %, las características operativas de


las pruebas con sus respectivos IC 95 %, con el puntaje de Nugent como patrón de
oro, fueron: diagnóstico clínico, sensibilidad 75 % (71-78), especificidad 54 % (51-
57), pH≥ 5 sensibilidad 99,3 % (98,2-99.8), especificidad 0,57 % (0,2-1,3);
prueba de aminas, sensibilidad 99,3 % (98,2-99,8 %), especificidad 99,8 % (99,2-
100 %); diagnóstico clínico, más prueba de aminas,más pH ≥ 5,0, sensibilidad 74
% (71-78), especificidad 100 % (99-100).

Conclusiones: el diagnóstico clínico es una estrategia sensible para el diagnóstico


de VB; la especificidad mejora cuando se combina con la prueba de aminas y el pH
vaginal. La prueba de aminas presentó excelente sensibilidad y especificidad, y es
útil para mejorar el diagnóstico de VB.

Palabras clave: vaginosis bacteriana, diagnóstico, "técnicas de laboratorio clínico",


"sensibilidad y especificidad".

Operational characteristics of the clinical diagnosis in


the office, with and without tests (pH and amine test),
for diagnosing bacterial vaginosis in symptomatic
patients in Bogotá, Colombia
ABSTRACT

Objective: To assess the operational characteristics of the clinical diagnosis (signs


and symptoms) alone and with diagnostic tests in the office (pH and amine test),
using the Nugent score as the gold standard for diagnosing bacterial vaginosis.

Materials and methods: Diagnostic validity study assembled in a cross sectional


study in patients with symptoms of lower genitourinary tract infection seen in 3
centres in Bogota in 2010. The calculated sample size was 1400 participants, and a
sequential sampling was used. Samples were taken from the vaginal wall for pH
measurement, amine test and Gram staining in order to derive the Nugent score,
considered the gold standard in this disease. The lab technicians were blinded to
the clinical diagnosis and to the office tests. Sensitivity, specificity ad odds ratio OR
(+) and OR (-) were measured, and they are presented as proportions with their
respective 95% confidence intervals.
Results: The prevalence of bacterial vaginosis was 39.6 %, and the operational
characteristics of the tests with their respective 95 % CI were as follows: sensitivity
and specificity of the clinical diagnosis were 75 % (71-78) and 54 % (51-57),
respectively; sensitivity and specificity of pH ≥ 5 were 99.3 % (98.2-99.8), and
0.57 % (0.2-1.3); amine test sensitivity 99.3 % (98.2-99.8 %) and specificity 99.8
% (99.2-100 %); clinical diagnosis plus amine test and pH ≥ 5.0, sensitivity 74 %
(71-78), specificity 100 % (99-100).

Conclusions: Clinical diagnosis showed a good sensitivity for diagnosing strategy


for diagnosing bacterial vaginosis; specificity is improved when clinical findings are
combined with amine test and vaginal pH. The amine test was shown to have
excellent sensitivity and specificity, and it is useful to improve the diagnosis of
bacterial vaginosis.

Key words: Bacterial vaginosis, diagnosis, "Clinical Laboratory Techniques",


"sensitivity and specificity".

INTRODUCCIÓN

La vaginosis bacteriana (VB) se define como una alteración de la flora vaginal (1),
en la cual hay disminución de los lactobacilos y aumento de bacterias anaerobias y
de otros microorganismos como la Gardnerella vaginalis, el Mobiluncus sp. o el
Mycoplasma (1, 2), se caracteriza por la presencia de secreción vaginal aumentada
típicamente, de color blanco grisáceo, de mal olor, con ausencia de síntomas
inflamatorios como eritema, edema o prurito (1, 2).

La VB puede ser asintomática en un alto porcentaje de pacientes y es la causa más


frecuente de flujo vaginal a nivel mundial (3-5), con una prevalencia que varía en
función de la población estudiada (5). De esta forma, por ejemplo, se ha reportado
que en Estados Unidos el 29,2 % de mujeres presentan la enfermedad (5) en tanto
que en países como India, la entidad exhibe una frecuencia menor y cercana al 16
% (6), alcanzando el 23 % durante la gestación (7). En Colombia, la VB afecta al
9,0 % de las gestantes (1) y es la responsable del 46 % de los casos de flujo
vaginal anormal en pacientes con síntomas sugestivos de infección del tracto
genital inferior (8).

A pesar de que la VB no se cataloga como una infección de transmisión sexual (1),


la importancia de su diagnóstico y tratamiento radica en que su presencia ha sido
considerada como un factor de riesgo para adquirir otras infecciones del tracto
genital, al igual que para el desarrollo de desenlaces perinatales adversos (9-12).
De esta forma, se ha descrito que la VB incrementa el riesgo de infección o
reactivación del virus del papiloma humano (OR = 1,43; IC 95 %: 1,11-1,84) (13),
y el riesgo de desarrollar lesiones premalignas del cérvix (OR = 1,51 IC 95 %:
1,24-1,83) (14). La VB también aumenta la probabilidad de adquirir otras
infecciones del tracto genital tales como Chlamydia trachomatis, Neisseria
gonorrhoeae, Trichomonas vaginalis (15, 16), o el virus de inmunodeficiencia
humana (VIH) (17). En poblaciones africanas, se ha evidenciado mayor riesgo de
transmisión de VIH1 a parejas masculinas, cuando la mujer presenta un Gram que
indica el diagnóstico de VB (HR = 3,62; IC 95 %: 1,74-7,52) (10), lo que podría ser
explicado, en parte, por un aumento en la tasa de replicación y eliminación viral
(18, 19). Finalmente, la VB también podría duplicar el riesgo de presentar
enfermedad pélvica inflamatoria (20); no obstante, esta asociación es aún materia
de debate (21).

Con respecto al diagnóstico de la entidad, el patrón de oro es la coloración de


Gram, aplicando el puntaje de Nugent (22, 23), el cual consiste en una
cuantificación ponderada de los siguientes morfotipos: lactobacilos, Gardnerella
vaginalis o bacteroides, y bacilos Gram-variables curvos; considerando normal la
presencia de lactobacilos y anormal la presencia de los otros morfotipos (22). Se
hace diagnóstico de VB cuando se encuentra un puntaje igual o superior a 7 sobre
10 (22, 23).

Sin embargo, dado que no siempre es factible establecer el diagnóstico de VB


utilizando los criterios de Nugent, se dispone también de los criterios de Amsel, los
cuales tienen como ventaja su mayor simplicidad y versatilidad (24). Dichos
criterios evalúan la presencia de células guía, pH vaginal mayor de 4,5, la prueba
de aminas positiva y secreción vaginal homogénea para el diagnóstico de VB (24).
No obstante, la principal desventaja que impone el uso de los criterios de Amsel,
radica en que, al igual que para el puntaje de Nugent, se requiere del uso de un
microscopio de luz para evaluar, en este caso, la presencia de células guía en el
extendido (24). Este es el principal limitante para el uso de estos criterios, si
consideramos que los otros tres pueden ser valorados por el clínico en el
consultorio (24).

A la fecha, existen pocos estudios que hayan evaluado individualmente o en


combinación, el desempeño diagnóstico de los criterios clínicos dados por síntomas
y signos, y de las pruebas usadas en el consultorio, como el pH vaginal y la prueba
de aminas para el diagnóstico de VB (25). Aunque el patrón de oro es el puntaje de
Nugent (22), en nuestro medio no siempre está disponible el laboratorio clínico, o
una bacterióloga entrenada en la lectura de este puntaje, por lo cual, si se
encuentra que el diagnóstico basado en signos, síntomas y pruebas de consultorio,
tiene unas características operativas adecuadas, se podría implementar fácilmente
en cualquier nivel de complejidad de nuestro sistema de salud.

El objetivo de este estudio es estimar las características operativas -la sensibilidad,


especificidad, y las razones de probabilidad positiva y negativa- de los signos y
síntomas solos o en combinación con el pH vaginal y la prueba de aminas, para el
diagnóstico de VB, utilizando el puntaje de Nugent como patrón de oro, en
pacientes con síntomas de infección del tracto genital inferior, que asisten a
consulta externa. Un objetivo secundario fue estimar las características operativas
de diferentes puntos de corte del pH vaginal para el diagnóstico de la VB.

MATERIALES Y MÉTODOS

Diseño. Estudio de exactitud diagnóstica ensamblado en un estudio de corte


transversal en pacientes con síntomas de infección del tracto genital inferior (ITGI).
Este es un análisis secundario, de un estudio de prevalencia y abordaje sindrómico
comparado con el diagnóstico etiológico de infecciones del tracto genital inferior en
mujeres sintomáticas, no gestantes (26).

Población. Se incluyeron mujeres entre 14 y 49 años de edad, sexualmente activas,


que consultaron por síntomas de ITGI (flujo, ardor, prurito o mal olor), durante el
año 2010, a tres centros de atención en Bogotá. Los centros participantes fueron:
Profamilia, institución privada especializada en planificación familiar y salud sexual
y reproductiva, a la que acuden pacientes afiliadas al régimen contributivo de
seguridad social y pacientes particulares de clase media; el Hospital de Fontibón y
el Hospital de Engativá de segundo nivel, hospitales públicos generales que
atienden pacientes del régimen subsidiado (aseguramiento subsidiado por el
Estado). Se excluyeron mujeres con condiciones médicas que requerían manejo en
otro nivel de atención, embarazo al momento de la consulta, antecedente de
histerectomía, menstruación al momento del examen ginecológico, participación
previa en el estudio o que hubieran recibido tratamiento antibiótico sistémico o
local en el tracto genital en los últimos siete días.

Para el estudio principal se calculó un tamaño de muestra de 1.400 participantes


con base en una prevalencia esperada de 40 % para cualquier infección endógena o
ITS, con un margen de error del 3 % y un nivel de confianza del 95 %. Se realizó
un muestreo secuencial.

Procedimiento. El médico del estudio realizó la historia clínica, el examen físico


general y el examen ginecológico: inspección externa, especuloscopia y tacto
vaginal.

El diagnóstico clínico de VB, basado en síntomas y signos, se realizó al referir la


paciente flujo vaginal y mal olor, y al encontrar en el examen ausencia de signos de
inflamación vulvar y vaginal, o signos de cervicitis (24). La toma de muestras fue
realizada por el médico en el consultorio, obteniéndose muestras del tercio medio
de la pared vaginal. Con la primera muestra en un hisopo, el médico realizó la
medición de pH con papel tornasol, en el consultorio. El papel usado en este estudio
da resultados de pH en números enteros: 4, 5, 6, etc. La segunda muestra se usó
para la realización de la prueba de aminas con KOH al 10 %, siendo positivo cuando
al aplicar el KOH al hisopo con la secreción vaginal, se producía un olor a pescado.
La tercera muestra para extensión en lámina, se llevó al laboratorio donde se le
realizó tinción de Gram y posterior lectura del puntaje de Nugent, la cual fue
realizada por dos bacteriólogas, entrenadas con el atlas desarrollado por la red
Global Network for Perinatal & Reproductive Health (27).

Como patrón de oro para el diagnóstico de VB se usaron los criterios de Nugent,


que consisten en hacer un frotis de gram de la secreción vaginal y, en este, realizar
una calificación ponderada de cada uno de los siguientes morfotipos bacterianos:
lactobacilos (bacilos Gram positivos), Gardnerella vaginalis y bacteroides
(cocobacilos), y Mobiluncus (bacilos Gram variables curvos); el test se interpreta de
la siguiente manera: puntaje 0 a 3, flora normal; puntaje 4 a 6, flora bacteriana
intermedia; puntaje de 7 a 10, vaginosis bacteriana (22). Las bacteriólogas que
realizaron el puntaje de Nugent estuvieron enmascaradas al diagnóstico clínico y a
los resultados del pH y de la prueba de aminas.

Se creó una base de datos en Access® para digitar la información contenida en los
formularios de recolección de información. Para el análisis estadístico de los datos
se utilizó el programa STATA 11® y Excel 2010®. A partir de los resultados de
laboratorio y de la información recolectada, se estimaron las características
operativas (sensibilidad, especificidad, razón de probabilidad positiva [LR+] y razón
de probabilidad negativa [LR-]) de las pruebas aplicadas en el consultorio,
asociadas a vaginosis bacteriana. Cada estimación se acompañó de un intervalo de
confianza del 95 %. Para el diagnóstico de VB se tomó como punto de corte un ph
de 5.0.

Aspectos éticos. El estudio fue aprobado por el comité de ética de la Facultad de


Medicina de la Universidad Nacional de Colombia y de las instituciones
participantes. Las pacientes firmaron el consentimiento informado, previo a la
inclusión en el estudio. Se mantuvo la confidencialidad de la información para
garantizar los derechos de las participantes, mediante numeración del formato de
recolección de datos.

RESULTADOS
De un total de 1.444 pacientes estudiadas, de enero a septiembre de 2010, se
diagnosticaron 549 con VB, por medio del puntaje de Nugent, lo que correspondió a
una prevalencia del 39,6 %. En este grupo de pacientes, las otras infecciones
diagnosticadas fueron: candidiasis en 153 (11 %), Chlamydia trachomatis en 134
(9,7 %), Neisseria gonorroheae en 19 (1,4 %), Trichomonas vaginalis en 11 (0,8
%), sífilis en 12 (0,8 %) y VIH en 1 paciente (0,07 %). En cuanto a las
características sociodemográficas, encontramos que el promedio de edad de las
participantes fue de 31,3 (± 8,9) años, la edad promedio al inicio de las relaciones
sexuales fue de 16,9 (± 3,07) años. El nivel socioeconómico de las pacientes
correspondía a los estratos 1 y 2 en el 51,6 %, y a estratos 3 y 4 en el 44,9 %. El
mayor porcentaje de las pacientes (43,5 %) tenía un nivel educativo de secundaria,
como fue descrito en una publicación anterior (26). Las pacientes con VB tuvieron
infección simultánea con otros patógenos en un 23,6 %; los patógenos asociados
fueron: C. trachomatis, Candida, N. gonorroheae y trichomonas (figura 1). Se
encontraron 10 pacientes con VB y dos infecciones adicionales: 7 con Chlamydia
trachomatis y Candida, 2 con Chlamydia y trichomonas vaginalis y 1 con Candida y
N. gonorroheae.

1. Características operativas del diagnóstico clínico (síntomas y signos) de VB,


utilizando como patrón de oro el puntaje de Nugent. El diagnóstico clínico presenta
una sensibilidad de 75 % (IC 95 %: 71-78 %) y una especificidad de 54 % (IC 95
%: 51-57 %). El LR positivo fue de 1,63 (IC 95 %: 1,5-1,8) y el LR negativo de
0,46 (IC 95 %: 0,4-0,5) (tabla 1).

2. Características operativas del pH vaginal utilizando como patrón de oro el


puntaje de Nugent. De las 1.444 pacientes del estudio, encontramos que 1.435
(99,4 %) presentaron un pH ≥ 5,0; 767 tuvieron un pH ≥ 6,0 y 139 tuvieron un pH
≥ 7,0. El pH ≥ 5 presenta una sensibilidad de 99,3 % (IC 95 %: 98,2-99,8), una
especificidad de 0,57 % (IC 95 %: 0,2-1,3) (tabla 1).

Las características operativas en los diferentes puntos de corte se observan en la


tabla 2.

3. Características operativas de la prueba de aminas utilizando como patrón de oro


el puntaje de Nugent. De las 1.444 pacientes del estudio encontramos 563 (40 %)
con prueba de aminas positiva. La prueba de aminas presenta una alta sensibilidad
(99,3 %) (IC 95 %: 98,2-99,8) y especificidad (99,8 %) (IC 95 %: 99,2-100)
(tabla 1).

4. Características operativas del diagnóstico clínico combinado con pH y prueba de


aminas, utilizando como patrón de oro el puntaje de Nugent. Cuando se combina el
diagnóstico clínico con un pH mayor 5,0, las características operativas de la prueba
son similares al diagnóstico clínico solo. Al combinar el diagnóstico clínico con la
prueba de aminas positiva, encontramos una sensibilidad de 74 % (IC 95 %: 71-
78), una especificidad de 99,9 % (IC 95 %: 99-100). Al combinar el diagnóstico
clínico con un pH mayor de 5,0 y con la prueba de aminas positiva, encontramos
una sensibilidad de 74 % (IC 95 %: 71-78), una especificidad de 99,9 % (IC 95 %:
99-100) (tabla 3). En este estudio se encontró que los criterios clínicos de Amsel
(utilizando los síntomas y signos clínicos: pH > 5,0, y prueba de aminas positiva),
tuvieron una sensibilidad de 74 % y especificidad del 100 %.

DISCUSIÓN

Los hallazgos de este estudio muestran que el diagnóstico clínico basado en signos
y síntomas descritos aquí para VB tiene una sensibilidad de 75 % y una
especificidad de 54 %. Landers et al. (28) estudiaron una población de 598 mujeres
(con una prevalencia de 62 % de VB diagnosticada por coloración de Gram) y
encontraron un mayor rendimiento para el diagnóstico clínico de VB, con una
sensibilidad de 92 %, una especificidad de 77 % y valor predictivo positivo de 80
%. Moussavi y Behrouzi (29), en una población de 102 pacientes, encontraron que
la presencia de flujo vaginal presenta una sensibilidad de 63 % y una especificidad
de 80 % para el diagnóstico de VB, siendo la especificidad mayor a la encontrada
en el presente estudio.

La prueba de aminas o de whiff, como único criterio diagnóstico, tuvo una una
sensibilidad del 99,3 % y una especificidad del 99,8 % en el presente estudio. En
un estudio de Thulkar et al. (30), en un grupo de mujeres con flujo vaginal
anormal, y con una prevalencia de VB de 39 %, la prueba de aminas tuvo una
sensibilidad de 94,0 %, similar a la de este estudio, pero con una menor
especificidad, de 67,7 %. Para la prueba de aminas, otras investigaciones, como la
de Moussavi y Behrouzi (29), encontraron características operativas inferiores a la
de nuestro estudio (sensibilidad de 75 %, especificidad de 73 %).

En el presente estudio se puede observar que de los criterios estudiados, el que


presentó mejores características operativas fue la prueba de aminas, esto se
correlaciona con el estudio de Chaijareenont et al., quienes también concluyeron
que la prueba de aminas fue el mejor criterio clínico de Amsel en el diagnóstico de
BV debido a su alta sensibilidad y especificidad (31).

El estudio de Thulkar (30) encontró que un pH mayor de 4,5 como único criterio
para el diagnóstico de VB tuvo una sensibilidad de 100 %, especificidad de 33,4 %,
valor predictivo positivo de 49,11 % y valor predictivo negativo de 100 %; y al
evaluar el pH ≥ 4,5 más una prueba de aminas positiva, encontró una sensibilidad
de 94,1 % y una especificidad de 87,5 %, lo cual concuerda con nuestro estudio, en
el cual encontramos que el pH ≥ 5, como único criterio, tiene una especificidad muy
baja, dado que el 99,4 % de todas las pacientes estudiadas tuvo este pH. Ghuman
et al. (25), en una población de 269 pacientes, de las cuales 102 tenían diagnóstico
de VB, encontraron que el pH vaginal mayor de 4,5 tuvo una sensibilidad de 89 % y
especificidad de 74 %, y cuando se conjugaba con la prueba de aminas presentaba
una disminución en la sensibilidad, a 69 %, con aumento de la especificidad, a 92
%.

Kraus-Silva et al. (32) documentaron que el uso del pH vaginal facilita el


diagnóstico de VB, considerando que el punto de corte de 4,5 tuvo una sensibilidad
del 100 %, y el de 5,0 una sensibilidad de 82 %; sin embargo, la especificidad
mejoró de 41 a 82 % con el punto de corte de 5,0. En nuestro estudio, observamos
que el punto de corte de 6,0 para el pH vaginal, comparado con el punto de corte
de 5,0, mejora la especificidad, de 0,57 a 59,4 %.

Las características de los criterios clínicos de Amsel en nuestro estudio, fueron


similares a los hallazgos reportados por Modak et al. (33) en una cohorte de 50
pacientes de las cuales solo 12 presentaban el diagnóstico de VB. Por lo anterior,
consideramos que el uso de estos criterios es una herramienta útil para el
diagnóstico expedito de VB en el consultorio.

Según los resultados de este estudio, de los criterios diagnósticos de VB, el que
mejores características nos aporta es la prueba de aminas. Si se va a utilizar la
determinación del pH vaginal, el punto de corte en 6,0 tiene una mayor
especificidad, comparado con el de 5,0. Cuando se usan los tres criterios de
consultorio (síntomas y signos, pH y prueba de aminas), la tasa de falsos positivos
es menor al 1 %, a expensas de una tasa de falsos negativos cercana al 25 %. De
esta forma, la mayor utilidad para la aplicación de las pruebas combinadas radica
en la presencia de un resultado positivo; este hallazgo confirma la existencia de la
entidad. No obstante, un resultado negativo durante el uso combinado de estas
pruebas no descarta la enfermedad.

Las fortalezas del presente estudio son que se realizó en el marco de un estudio de
corte transversal con una muestra significativa de pacientes, las bacteriólogas
fueron entrenadas para la lectura de Gram para el puntaje de Nugent y fueron
enmascaradas para los signos y síntomas de las pacientes, al igual que para el
resultado del pH y de la prueba de aminas. Por otra parte, los profesionales de la
salud que examinaron a las participantes, también fueron previamente entrenados
en la evaluación de los criterios clínicos.

Como debilidades del estudio se señala que las tiras con las que se evaluó el pH no
permitieron establecer pH intermedios, debido a que sus resultados se expresaron
en números enteros. Finalmente, el tipo de población incluida podría sobrestimar la
exactitud diagnóstica de las pruebas, al tratarse de pacientes sintomáticas, lo que
supone algunas limitaciones para su aplicación en la población general.

CONCLUSIONES

El diagnóstico clínico es una estrategia útil para establecer la presencia de VB; la


sensibilidad y especificidad de este mejoran cuando se combina con la prueba de
aminas o con el pH vaginal, en pacientes con síntomas de infección del tracto
genital. La prueba de aminas presentó un buen desempeño para el diagnóstico de
VB utilizando el puntaje de Nugent como patrón de oro. Por lo anterior, la
utilización de esta prueba de consultorio podría contribuir al diagnóstico de la VB,
disminuyendo las dificultades asociadas al uso del patrón de oro, que requiere el
procesamiento en un laboratorio, por una bacterióloga entrenada en la
metodología.

FINANCIACIÓN

Este trabajo tuvo financiación de Colciencias Grant 621/2009; el Instituto de


Investigaciones de la Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá; la Secretaría
Distrital de Salud de Bogotá, y la Global Network for Perinatal & Reproductive
Health, Fundared-Materna, Bogotá (Colombia).

REFERENCIAS

1. Tolosa JE, Chaithongwongwatthana S, Daly S, Maw WW, Gaitán H, Lumbiganon


P, et al. The International Infections in Pregnancy (IIP) study: variations in the
prevalence of bacterial vaginosis and distribution of morphotypes in vaginal smears
among pregnant women. Am J Obstet Gynecol. 2006;195:1198-204. [ Links ]

2. Marrazzo JM, Thomas KK, Fiedler TL, Ringwood K, Fredricks DN. Relationship of
specific vaginal bacteria and bacterial vaginosis treatment failure in women who
have sex with women. Ann Intern Med. 2008;149:20-8. [ Links ]

3. Mascarenhas RE, Machado MS, Costa e Silva BF, Pimentel RF, Ferreira TT, Leoni
FM, et al. Prevalence and risk factors for bacterial vaginosis and other vulvovaginitis
in a population of sexually active adolescents from Salvador, Bahia, Brazil. Infect
Dis Obstet Gynecol. 2012;2012:378640. [ Links ]
4. Ness RB, Hillier S, Richter HE, Soper DE, Stamm C, Bass DC, et al. Can known
risk factors explain racial differences in the occurrence of bacterial vaginosis? J Natl
Med Assoc. 2003;95:201-12. [ Links ]

5. Koumans EH, Sternberg M, Bruce C, McQuillan G, Kendrick J, Sutton M, et al.


The prevalence of bacterial vaginosis in the United States, 2001-2004: associations
with symptoms, sexual behaviors, and reproductive health. Sex Transm Dis.
2007;34:864-9. [ Links ]

6. Rathod SD, Klausner JD, Krupp K, Reingold AL, Madhivanan P. Epidemiologic


Features of Vulvovaginal Candidiasis among Reproductive-Age Women in India.
Infect Dis Obstet Gynecol. 2012;2012:859071. [ Links ]

7. U.S. Preventive Services Task Force. Screening for bacterial vaginosis in


pregnancy to prevent preterm deliver y: recommendation statement. Ann Intern
Med. 2008;148:214-9. [ Links ]

8. Ángel-Müller E, González MP, Núñez L, Pacheco J, Tolosa J, Díaz LA et al.


Frecuencia de infecciones del tracto genital femenino en mujeres sintomáticas y uso
de pruebas rápidas para su diagnóstico en dos poblaciones de Bogotá (Colombia)
2008: Estudio piloto. Rev Colomb Obstet Ginecol. 2010;61:220-30. [ Links ]

9. Allsworth JE, Peipert JF. Severity of bacterial vaginosis and the risk of sexually
transmitted infection. Am J Obstet Gynecol. 2011;205:113.e1-6. [ Links ]

10. Cohen CR, Lingappa JR, Baeten JM, Ngayo MO, Spiegel CA, Hong T, et al.
Bacterial Vaginosis Associated with Increased Risk of Female-to-Male HIV-1
Transmission: A Prospective Cohort Analysis among African Couples. PLoS Med.
2012;9:e1001251. [ Links ]

11. Hauth JC, MacPherson C, Carey C, Klebanoff MA, Hillier S, Ernest JM, et al.
Early pregnancy threshold vaginal pH and Gram stain scores predictive of
subsequent preterm birth in asymptomatic women. Am J Obstet Gynecol.
2003;188:831-5. [ Links ]

12. Oakeshott P, Hay P, Hay S, Steinke F, Rink E, et al. Association between


bacterial vaginosis or chlamydial infection and miscarriage before 16 weeks'
gestation: prospective community based cohort study. BMJ.
2000;325:1334. [ Links ]

13. Gillet E, Meys JF, Verstraelen H, Bosire C, De Sutter P, Temmeman M, et al.


Bacterial vaginosis is associated with uterine cervical human papillomavirus
infection: a meta-analysis. BMC Infect Dis. 2011;11:10. [ Links ]

14. Gillet E, Meys JF, Verstraelen H, Verhelst R, De Sutter P, Temmerman M, et al.


Association between Bacterial Vaginosis and Cer vical Intraepithelial Neoplasia:
Systematic Review and Meta-Analysis. PLoS One. 2012;7:e45201. [ Links ]

15. Wiesenfeld HC, Hillier SL, Krohn MA, Landers DV, Sweet RL. Bacterial vaginosis
is a strong predictor of Neisseria gonorrhoeae and Chlamydia trachomatis infection.
Clin Infect Dis. 2003;36:663-8. [ Links ]

16. Brotman RM, Klebanoff MA, Nansel TR, Yu KF, Andrews WW, Zhang J, et al.
Bacterial vaginosis assessed by gram stain and diminished colonization resistance
to incident gonococcal, chlamydial, and trichomonal genital infection. J Infect Dis.
2010;202:1907-15. [ Links ]

17. Atashili J, Poole C, Ndumbe PM, Adimora AA, Smith JS. Bacterial vaginosis and
HIV acquisition: A meta-analysis of published studies. AIDS. 2008;22:1493-1501.
doi:10.1097/QAD.0b013e3283021a37. [ Links ]

18. Losikoff P, Fichorova R, Snyder B, Rodriguez I, Cu-Uvin S, Harwell J, et al.


Genital tract interleukin-8 but not interleukin-1beta or interleukin-6 concentration is
associated withbacterial vaginosis and its clearance in HIV-infected and HIV-
uninfected women. Infect Dis Obstet Gynecol. 2007;2007:92307. doi:
10.1155/2007/92307. [ Links ]

19. St John EP, Martinson J, Simoes JA, Landay AL, Spear GT. Dendritic cell
activation and maturation induced by mucosal fluid from women with bacterial
vaginosis. Clin Immunol. 2007;125:95-102. [ Links ]

20. Ness RB, Kip KE, Hillier SL, Soper DE, Stamm CA, Sweet RL Cluster analysis of
bacterial vaginosis-associated microflora and pelvic inflammatory disease. Am J
Epidemiol. 2005;162:585-90. [ Links ]

21. Taylor BD, Darville T, Haggerty CL. Does bacterial vaginosis cause pelvic
inflammator y disease? Sex Transm Dis. 2013;40:117-22. [ Links ]

22. Nugent RP, Krohn MA, Hillier SL. Reliability of diagnosing bacterial vaginosis is
improved by a standardized method of gram stain interpretation. J Clin Microbiol.
1991;29:297-301. [ Links ]

23. Schwebke JR, Hillier SL, Sobel JD, McGregor JA, Sweet RL. Validity of the
vaginal gram stain for the diagnosis of bacterial vaginosis. Obstet Gynecol.
1996;88(4 Pt 1):573-6. [ Links ]

24. Amsel R, Totten PA, Spiegel CA, Chen KC, Eschenbach D, Holmes KK.
Nonspecific vaginitis. Diagnostic criteria and microbial and epidemiologic
associations. Am J Med. 1983;74:14-22. [ Links ]

25. Gutman RE, Peipert JF, Weitzen S, Blume J. Evaluation of Clinical Methods for
Diagnosing Bacterial Vaginosis. Obstet Gynecol. 2005;105:551-6. [ Links ]

26. Angel-Müller E, Rodríguez A, Núñez-forero LM, Moyano LF, González P, Osorio


E, et al. Prevalencia y factores asociados a la infección por C. trachomatis, N.
gonorrheae, T. vaginalis, C. albicans, sífilis, VIH y vaginosis bacteriana en mujeres
con síntomas de infección vaginal en tres sitios de atención de Bogotá, Colombia,
2010. Rev Colomb Obstet Ginecol. 2012;63:25-35. [ Links ]

27. Andrews WW, Cliver SP, Lyon MD, Tolosa J, Lum biganon P. Validation of a Self-
Teaching Instruction Manual for Bacterial Vaginosis Gram Stain Inter pretation for
the Global Network for Perinatal and Reproductive Health. 50th meeting of the
American College of Obstetricians and Gynecologists, Los Angeles; May
2002. [ Links ]

28. Landers DV, Wiesenfeld HC, Heine RP, Krohn MA, Hillier SL. Predictive value of
the clinical diagnosis of lower genital tract infection in women. Am J Obstet
Gynecol. 2004;190:1004-10. [ Links ]
29. Moussavi Z, Behrouzi R. Diagnostic Amsel criteria compared standardized
method of Gram stain for the diagnosis of bacterial vaginosis. International
Congress Series. 2004;1271:392-5. [ Links ]

30. Thulkar J, Kriplani A, Agarwal N. Utility of pH test & Whiff test in syndromic
approach of abnormal vaginal discharge. Indian J Med Res. 2010;131:445-
8. [ Links ]

31. Chaijareenont K, Sirimai K, Boriboonhirunsarn D, Kiriwat O. Accuracy of


Nugent's score and each Amsel's criteria in the diagnosis of bacterial vaginosis. J
Med Assoc Thai. 2000;87:1270-4. [ Links ]

32. Krauss-Silva L, Almada-Horta A, Alves M, Camacho K, Moreira ME, Braga A.


Basic vaginal pH, bacterial vaginosis and aerobic vaginitis: prevalence in early
pregnancy and risk of spontaneous preterm delivery, a prospective study in a low
socioeconomic and multiethnic. BMC Pregnancy Childbirth. 2014;
14:107. [ Links ]

33. Modak T, Arora P, Agnes C, Ray R, Goswami S, Ghosh P, et al. Diagnosis of


bacterial vaginosis in cases of abnormal vaginal discharge: comparison of clinical
and microbiological criteria. J Infect Dev Ctries. 2011;5:353-60. [ Links ]

Conflicto de intereses: ninguno declarado.

Caracterización de la vaginosis bacteriana en edad


reproductiva en el área de salud de Yara

Characterization of bacterial vaginosis in the reproductive age


in the health area Yara

MsC. Enfermed Infecc. Michel Eduardo Prats Blanco, MsC. Atenc.


Integr.Haydee Araujo Rodriguez, MsC. Enf. Infec.Gisela Lorente Cabrales,
MsC. Enf. Infec. Belkis Julia Lorente Cabrales, Lic. GIS Blanca A. Gainza
González.

Policlìnico Docente Luis E. de la Paz. Yara. Granma, Cuba.

RESUMEN

El presente trabajo se desarrolló en el laboratorio de Microbiología ubicado en el


municipio de Yara, provincia Granma, donde se analizaron muestras de exudados
vaginales a todas las pacientes que acudieron al laboratorio con la indicación
médica de este tipo de complementario, el universo estuvo comprendido por 440
pacientes del área de salud de Yara, con los objetivos de identificar a los agentes
causales más frecuentes de infecciones vaginales, principalmente Gardnerella,
como causa de vaginosis bacteriana. Los datos para el estudio fueron: edad de
comienzo de las relaciones sexuales, estado conyugal, uso de preservativo y área
residencial. Para el análisis de los datos se aplicaron medidas de frecuencia relativa
(porcentual) y se expresan a través de tablas para su mejor comprensión. Nuestros
resultados indicaron que los agentes más frecuentes encontrados son Gardnerella
vaginalis y Mobiluncus spp, siendo éste un indicador de la vaginosis bacteriana, el
grupo etáreo más afectado fue el de 14-19 años.

Descriptores DeCS: ENFERMEDADES VAGINALES/etiología.

ABSTRACT

The present work was developed at the Microbiology laboratory located in Yara's
municipality of Granma province, where there were examined signs of vaginal
exudations to all of the patients that came to the laboratory with the medical
indication of these complementary tests. The universe was made by 440 patients of
the health area of Yara, with the objectives to identify the most frequent cause
agents of vaginal infections, principally Gardnerella as the cause of bacterial
vaginosis. The data for the research were: age of the beginning of sexual relations,
conjugal status, use of condoms and residential area. For the analysis of the data
there were applied measures of relative frequency (percentage) and they were
evidenced through charts for their better understanding. Our results indicated that
the more frequent agents met are Gardnerella vaginalis and Mobiluncus spp, being
this one a bacterial vaginosis's indicator, the most affected etharian group was
between 14- 19 years.

Subject heading: VAGINAL DISEASES/etiology.

INTRODUCCIÓN

La vaginosis bacteriana es el tipo más común de infección vaginal entre las mujeres
en edad reproductiva y presenta cuando menos una tercera parte de todas las
infecciones vulvovaginales. 1

Controversia y gran confusión se han relacionado con vaginosis bacteriana,


ciertamente debido a su larga y complicada evolución histórica de nomenclatura
sucesiva. Por consiguiente, la vaginosis bacteriana no es un síndrome nuevo, sino
una enfermedad que finalmente se ha reconocido.

Mientras la patogénesis y la transmisión de la vaginosis bacteriana no se entienden


todavía del todo, es ahora posible establecer un diagnóstico definitivo para casi
todas las mujeres con descarga vaginal anormal, incluyendo las que tienen
vaginosis bacteriana. 2

La secreción vaginal es uno de los motivos de consulta más frecuente en las


mujeres en edad fértil. La presencia de este síntoma causa en muchos casos una
gran molestia para la paciente; además, suele acompañarse de otros como prurito,
vulvovaginitis, disuria, y coitalgia. La leucorrea en muchas ocasiones precede o
acompaña enfermedades que pueden comprometer seriamente la salud de la mujer
y su descendencia, como, la cervicitis y la enfermedad inflamatoria pélvica. 3
Dentro de las causas de este síntoma las infecciones juegan un papel
preponderante en esa etapa de la vida; en muchos estudios se señala la vaginosis
bacteriana como la causa más frecuente de estos síntomas, o como la segunda,
después de la candidiasis.4

Hasta hace poco tiempo el estudio de vaginosis bacteriana era de poco interés para
los especialistas, hasta que aparecieron múltiples evidencias que relacionan esta
infección con numerosos cuadros clínicos, tanto obstétricos como ginecológicos,
asociación con abortos del segundo trimestre del embarazo, amenaza de parto
pretérmino, endometritis puerperal y enfermedad inflamatoria pélvica (EIP). 5 En el
presente estudio se trazó como Problema Científico, la elevada incidencia de
leucorrea vaginal en edad reproductiva en el área de salud del Municipio Yara.

Objetivos

General

Describir los principales agentes biológicos que infectan el aparato reproductivo en


pacientes con vaginosis bacteriana.

Específicos

Establecer la aparición de gérmenes productores de vaginosis bacteriana en el


municipio de Yara.

Identificar el grupo etario más frecuente en la vaginosis bacteriana.

Determinar la zona residencial más afectada por la vaginosis bacteriana.

Identificar el estado conyugal que con mayor frecuencia se afecta con esta infección
vaginal.

MÉTODO

Se realizó un estudio analítico y prospectivo en mujeres aparentemente sanas a las


que se les realiza chequeos médicos periódicos, embarazadas y mujeres
provenientes de la consulta de Ginecología, que acudieron al Laboratorio de
Microbiología en el período de un año (enero del 2010 a Noviembre del 2010) con la
indicación médica de exudado vaginal y células guías. Estas muestras se obtuvieron
del fondo de saco y/o endocervix, y fueron procesadas de inmediato, realizándoles
a todas los siguientes métodos para el diagnóstico directo. El universo estuvo
determinado por toda la población femenina del área de salud de Yara que
presentaban síndrome de flujo vaginal e indicación médica de exudado vaginal.

Criterios de inclusión

Pacientes con derecho a servicio médico social que aceptaron participar en el


estudio, no haber ingerido antibióticos al menos 15 días antes de la toma de la
muestra, no haber utilizado duchas vaginales, ni medicamentos locales en las
últimas 72 horas, no haber tenido relaciones sexuales el día anterior, y no haber
tenido sangramiento abundante el día de la toma de la muestra (significa pico
máximo de la menstruación).
Delimitación y operacionalización de las variables

Edad: Se tomó la edad en años cumplidos, dividiéndolos en:

14 a 19 años.

20 a 25 años.

25 años o más.

Sexo: Femenino.

RESULTADOS

Los resultados obtenidos en el muestreo, así como los resultados que se


evidenciaron en el estudio, se mostraron en porcientos de positividad y negatividad
respectivamente. Se obtuvo una positividad de 38.6 %. El bajo índice de positividad
se debe probablemente, a la gran cantidad de agentes etiológicos productores de
vaginosis bacteriana que son difíciles de diagnosticar por examen directo como por
ejemplo los micoplasmas por carecer de pared celular (tabla 1).

Se analiza el estado conyugal de las pacientes que aceptaron participar en el


estudio conjuntamente con los grupos etáreos que se dividieron en tres grupos, se
observó que en el grupo de 14 a 19 años predominó el estado conyugal de soltera
con el 74.5%, seguido del estado de acompañadas con el 17.5% (tabla 2).
Se manifiesta el comportamiento de las pacientes en cuanto a la edad de la primera
relación sexual. El 50.5% inició las relaciones sexuales de 15 a 17 años de edad
como se observa, existe un inicio precoz de las relaciones sexuales aspecto que
está muy vinculado a las infecciones de transmisión sexual (tabla 3).

El nivel de conocimiento que presentan las pacientes sometidas al estudio que se


practicó en nuestro municipio revela que el gran porciento de los casos positivos se
debe a la promiscuidad de las personas, repercutiendo en la desorganización sexual
que practican principalmente la adolescencia una etapa de la vida que afecta a este
tipo de personas, por desconocimiento o por descuido propio de la edad. Lo que
demuestra que el 69.5% de las pacientes encuestadas son promiscuas (tabla 4).
Las conductas sexuales de riesgo se presentan en la tabla 5. Es llamativo, como, a
pesar de la gran divulgación del preservativo como método eficaz de prevención de
las enfermedades de transmisión sexual, aún la mayoría de los jóvenes, no lo
utilicen, en esta tabla se observa que el 83.0 % realizan sexo no protegido (365
pacientes), pacientes que refirieron usar el condón en cada relación sexual aún con
su pareja estable lo representa un 11.4% (50 pacientes) y un 5.6% de las
pacientes lo usan de manera ocasional.

Se presenta la distribución de las pacientes estudiadas por grupos etáreos. Fue el


grupo de 14 a 19 años el de mayor frecuencia con un 58.9%. Si tomamos en
cuenta el grupo de 20 a 25 años y el de más de 25 años y lo sumamos al
anteriormente referido notamos que las adolescentes son las que presentan mayor
positividad en el estudio realizado (tabla 6).
Se evidencia la positividad por los diferentes agentes etiológicos involucrados y los
diferentes grupos etáreos, señalando que el grupo de menos de 14-19 años y el de
20-25 años fueron los más afectado, razón que demuestra que la adolescencia es la
etapa de la vida que hay que seguir de la mano ya que no muestran ninguna
responsabilidad ante los prejuicios que le traería una relación sexual desprotegida
(tabla 7).

DISCUSIÓN

Con este porciento de positividad confirmamos que las infecciones vaginales son
muy frecuentes en la mujer, teniendo en cuenta que en el universo están incluidas
mujeres sanas del chequeo. Estos resultados coinciden con autores como Sheila,
Jorge Adad, que realiza un estudio en diferentes décadas del exudado vaginal de
las mujeres, demostrando la alta frecuencia de infecciones vaginales. Autores como
Barberis, Isabel Lucila y Ortiz Rodríguez coinciden en que la vaginosis bacteriana es
la causa más frecuente de infección vaginal, mientras que Berdasquera Corcho
aboga que es Candida la que ocupa un primer lugar. 5,6

En nuestro trabajo correspondió a Gardnerella vaginalis, aunque existen otros


agentes que pudieran estar involucrados como es el caso de los micoplasmas para
los que se dificulta el diagnóstico por no presentar pared celular y no tener las
condiciones necesarias para poderlos diagnosticar.

Lo que demuestra que el estado de mujeres solteras fue el que presentó mayor
incidencia, por no presentar estabilidad conyugal y por lo tanto son más hábiles en
la búsqueda de pareja. En el grupo de más de 25 años, la situación cambia y
observamos que el mayor porcentaje 82.2 % lo constituyen las pacientes casadas,
y por tanto con vida conyugal estable. Esto se explica porque es más aceptado
socialmente legalizar la relación de pareja por vía del matrimonio con el aumento
de la edad.

En un trabajo presentado por Ortiz C, Ley M, Llorente C en el XIII Congreso de


Obstetricia y Ginecología en abril del 2007, referente a la vaginosis bacteriana,
Álvarez M, Escobar, Acosta A, Cutié M., encontraron que el 63,6 % de las pacientes
estudiadas tuvo un inicio precoz de las relaciones sexuales. 7,8

Todo esto habla a favor de lo reportado por la literatura internacional y avala los
datos de esta investigación, en la que se demostró que el 46.7 % iniciaron las
relaciones sexuales entre los 12 y 14 años.

Nuestros resultados señalan la alta frecuencia de vaginosis bacteriana en


adolescentes que consultan por secreción vaginal, lo que concuerda con las
características microbiológicas que hacen al tracto genital de las adolescentes, más
susceptible a la infección. La mayoría de los casos de infección vaginal
correspondieron a vaginosis bacteriana.

Esto está en relación con la inestabilidad conyugal y la inmadurez al inicio, cada vez
más precoz, de las relaciones sexuales.

Como es sabido las relaciones desprotegidas constituyen un factor indispensable


que debe ser tenido en cuenta al estudiar las infecciones causantes del Síndrome
de flujo vaginal en las producidas por agentes exógenos, esto justifica nuestros
hallazgos además del aseo inadecuado de los genitales, que en nuestro país por las
costumbres y el clima se realiza frecuentemente, o sea, varias veces al día, lo cual
incide en el cambio y arrastre del ecosistema vaginal. 9,10

En American Journall of Obstetrics and Gynecology aparece el artículo «Crece la


actividad sexual en adolescentes y decrece el uso del condón», aquí se plantea que
el 48 % de los adolescentes dijo haber tenido sexo con un incremento del 2 %, en
relación con el 2006, según datos del CDC. Plantean que en este mismo período en
esa población decreció en un 2 % el uso del condón y el 15 % dijo haber poseído 4
o más parejas sexuales, el 35 % tuvo cambio de pareja reciente. 11,12.

En comparación con mujeres adultas, las adolescentes presentan una mayor


incidencia de vaginosis bacteriana, lo que concuerda con lo mencionado
anteriormente respecto a las características del tracto genital femenino.

En la mujer adulta existen mecanismos defensivos a la agresión por


microorganismos exógenos como son: el desarrollo anatómico de las estructuras
vulvoperineales y vello que ocluyen funcionalmente la vulva, y la producción de
ácido undecilénico por las glándulas vulvovestibulares; la acción del mucus cervical
(antimicótico, antiparasitario) y el pH vaginal cuya acidez es autodefensiva y
depende de la producción de estrógenos. Estos mecanismos defensivos no actúan
aún de manera correcta en los adolescentes.

Rodríguez Ayllón Y, en su estudio, al realizar la caracterización de la sepsis vaginal


en 300 pacientes que acudieron a la consulta de ginecología del Policlínico «Los
Pinos» concluyó que Gardnerella vaginalis alcanzó el 42 %, estos resultados se
corresponden con los datos obtenidos en la presente investigación. 13

De forma similar, fueron los resultados obtenidos por Puentes Rizo EM, Enrique
Domínguez B, en su estudio, donde Gardnerella vaginalis alcanzó el 58,9 %. 14
El elevado porcentaje de infección vaginal encontrado se relaciona con lo
anteriormente expresado en cuanto al inicio precoz de las relaciones sexuales, la
promiscuidad y el no uso del preservativo como medio de prevención de las
enfermedades de transmisión sexual, así como la inestabilidad conyugal de este
grupo etáreo.

En relación con la distribución etiológica por edades en el grupo de 19 años y


menos predominó la vaginosis bacteriana. Se concluye que es altamente
significativa la incidencia de vaginosis bacteriana en jóvenes de menos de 19 años,
con vida sexual activa.

La promiscuidad, el inicio precoz de las relaciones sexuales y el no uso del


preservativo favorecen la aparición de la vaginosis bacteriana.

Podemos concluir que el grupo etáreo que predominó fue el de adolescentes y


adultas muy jóvenes. Los factores predisponentes que se presentaron con mayor
frecuencia fueron el sexo no protegido seguido del aseo inadecuado de los
genitales. Con respecto a la conducta sexual de riesgo, el sexo no protegido ocupó
el primer lugar. Existió un inicio precoz de las relaciones sexuales. El germen más
frecuente constatado fue Gardnerella vaginalis seguido por Mobiluncos spp y la
característica: homogénea no adherente blanco grisácea y fétida (con olor a
pescado). 15

En este estudio las pacientes que comprenden la totalidad del universo estudiado se
encontraban en las edades comprendidas de 14 a 38 años.

Donde la mayoría procedían de las zonas rurales observación esta que nos orienta
hacia el tipo de hábitos y costumbres de esta parte de la población. La variabilidad
de la frecuencia de la vaginosis bacteriana está influida por diversos factores como
la calidad del agua, la higiene personal, la educación sanitaria y antecedentes de
enfermedades que disminuyen el estado inmunológico de estos pacientes aspectos
que son sometidos a descripción en esta investigación.

Existen parámetros que no se corresponden con este estudio pero esto pudiera
estar dado porque fueron 14,000 estudiantes jóvenes los incluidos en ese estudio y
nuestro trabajo abarca otro grupo de edades.

De todo lo anteriormente planteado se infiere que es necesario programar talleres


dirigidos a adolescente y jóvenes referentes a las conductas sexuales de riesgo e
infecciones vaginales vinculando al área de salud a la casa comunitaria y centros
educacionales.

CONCLUSIONES

Se obtuvo una positividad de 98 casos con vaginosis bacteriana donde el principal


agente etiológico involucrado fue Gardnerella vaginalis.

El grupo etáreo de 14 a 19 años resultó ser el más afectado.

La zona rural fue la más afectada en la vaginosis bacteriana.

Las pacientes solteras resultaron las más afectadas debido a la inestabilidad de


parejas sexuales.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. Jawetz E, Melnick JL, Adelberg Edwart A. Manual de Microbiología Médica. La


Habana: Pueblo y Educación; 1985.

2. Cutié E. Infecciones de Transmisión Sexual. En: Rigol O. Obstetricia y


Ginecología. La Habana: Ciencias Médicas; 2004. p. 391- 399.

3. González Pedraza A, Ortiz C, Mendoza R, Valencia CM. Infecciones


cervicovaginales más frecuentes; prevalencia y factores. Rev Cubana Obstet
Ginecol 2007; 33 (2): 1-12.

4. Alemán Mondeja LD, Almanza Martínez C, Fernández Limia O. Diagnóstico y


prevalencia de infecciones vaginales. Rev Cubana Obstet Ginecol [Internet]
2010 Jun [citado 2011 Nov 01]; 36(2). Disponible en:
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sciarttext&pid=S0138-
600X2010000200008&lng=es.

5. Fernández Limia O, Betancourt A, Lesteiro M, Faure R. Prevalencia por


diagnóstico inmunológico de Candida spp, Trichomonas vaginalis y Gardnerella
vaginalis en mujeres embarazadas a nivel primario del sistema de salud. Rev
Cubana Obstet Ginecol [Internet] 2010 Mar [citado 2011 Nov 01]; 36(1): 66-
72. Disponible en:
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sciarttext&pid=S0138600X2010000100009&l
ng=es.

6. González-Pedraza Avilés A, Ortiz Zaragoza C, Dávila Mendoza R, Valencia Gómez


CM. Infecciones cervicovaginales más frecuentes: prevalencia y factores de riesgo.
Rev Cubana Obstet Ginecol [Internet] 2007 Ago [citado 2011 Nov 01]; 33(2).
Disponible en http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0138-
600X2007000200007&lng=es.

7. Rodríguez Núñez AC, Molina Pérez CR, Pérez Pérez BC. Morbimortalidad por
infección Intraabdominal de origen ginecológico. Rev Cubana Obstet
Ginecol [Internet] 2006 Ago [citado 2011 Nov 01]; 32(2). Disponible en:
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sciarttext&pid=S0138-
600X2006000200010&lng=es.

8. Cutié Bressler ML, Almaguer Almaguer JA, Álvarez Fiallo M. Vaginosis bacteriana
en edades tempranas. Rev Cubana Obstet Ginecol [Internet] 1999 Dic
[citado 2011 Nov 01]; 25(3). Disponible en:
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0138-
600X1999000300007&lng=es.

9. Ortiz Rodríguez C, Ley Ng M, Llorente Acebo C, Almanza Martínez C. Vaginosis


bacteriana en mujeres con leucorrea. Rev Cubana Obstet Ginecol [Internet]
2000 Ago [citado 2011 Nov 01]; 26(2). Disponible en:
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sciarttext&pid=S0138-
600X2000000200002&lng=es.

10. Gallardo J, Valdés S, Díaz ME, Romay C. Comportamiento de las enfermedades


de trasmisión sexual en pacientes con sepsis ginecológica. Rev Cubana Obstet
Ginecol [Internet] 2000 Abr [citado 2011 Nov 01]; 26(1). Disponible en:
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sciarttext&pid=S0138-
600X2000000100002&lng=es.

11. López Abraham AM, Delgado Delgado I, Iglesias Pérez E, Romero Céspedes M,
Espinosa Castaño I, Fernández Masso JR. Evaluación de un método de aglutinación
con partículas látex sensibilizadas para el diagnóstico de Gardnerella vaginalis. Rev
Cubana Med Trop [Internet] 2008 Ago [citado 2011 Nov 01]; 60(2). Disponible
en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0375-
07602008000200003&lng=es.

12. Fernández Molina C, Zamora Martínez Y, Rodríguez Preval N, Rodríguez


González I, Berdasquera Corcho D, Ortega González LM. Diagnóstico de
Mycoplasma hominis, Ureaplasma parvum y Ureaplasma urealyticum en pacientes
con vaginosis bacteriana. Rev Cubana Med Trop [Internet]. 2007 Ago
[citado 2011 Nov 01]; 59(2). Disponible en:
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sciarttext&pid=S0375-
07602007000200006&lng=es.

13. Espinosa I, Lorenzo M, Riverón Y, Álvarez E, Villoch A. Evaluación de diferentes


medios líquidos para el cultivo de Gardnerella vaginalis y caracterización del perfil
de proteína por electroforesis PAGE-SDS. Rev Cubana Med Trop [Internet]
2003 Ago [citado 2011 Nov 01]; 55(2). Disponible en:
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sciarttext&pid=S0375-
07602003000200001&lng=es.

14. Rojas Rivero L, Rodríguez Peña M, Sarría Pérez C, Palma Monroy S, Sariego
Ramos I, Fraga Nodarse Jorge. Frecuencia de infección por Trichomonas vaginalis
en parejas con trastornos de la fertilidad. Rev Cubana Med Trop [Internet]
2002 Ago [citado 2011 Nov 01]; 54(2). Disponible en:
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sciarttext&pid=S0375-
07602002000200001&lng=es.

15. Espinosa I, Álvarez E, Amaral C, Alonso M, Lorenzo M. Obtención de un


conjugado látex inmunoglobulina para el diagnóstico de Gardnerella vaginalis. Rev
Cubana Med Trop [Internet] 2000 Ago [citado 2011 Nov 01]; 52(2). Disponible
en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0375-
07602000000200004&lng=es.

000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000
VERSION ON-LINE: ISSN 1028-4818
M

Comportamiento de la Vaginosis Bacteriana por Gardnerella vaginalis.


Centro Municipal de Higiene y Epidemiología, 2011

Francisco de los Angeles Cañete Aguilar, Caridad de La Paz Lorente, Aliuska Castillo
Mompié, Yudelkis Sánchez Blanco

Texto completo:

PDF
Resumen

Se realizó un estudio descriptivo transversal del comportamiento de la Vaginosis


Bacteriana por Gardnerella vaginalis en las pacientes que acudieron al Laboratorio de
Microbiología del Centro Municipal de Higiene y Epidemiología (CMHE) de
Manzanillo en el año 2011. Este constó de 300 exudados vaginales, realizados durante
el período julio-septiembre del 2011, y cuyas edades fluctuaron entre los 18 y 44 años
de edad. De ellos 86 fueron positivas a Gardnerella vaginalis (39,82 %) y los grupos de
edades más afectados fueron los comprendidos entre 18 y 29 años, (mayor incidencia
reproductiva de las mujeres). Este microorganismo se diagnosticó mediante
determinaciones específicas; además a las pacientes positivas se les aplicó una encuesta
que determinó los factores epidemiológicos que produjeron la infección. La información
obtenida se procesó en una base de datos (paquete estadístico SPSS 11.5) y se expuso
en tablas para su mejor análisis y discusión de los resultados.

Palabras clave

vaginosis bacteriana; gardnerella vaginalis

Referencias

Caballero Pozo RI, Batista Moliner R, Cué Brugueras M, Ortega González O,


Rodríguez Barrera M. E. Vaginosis bacteriana. Resumed. 2003; 13(2): 63-75.

Alemán Mondeja LD, Almanza Martínez C, Fernández Limia O. Diagnóstico y


prevalencia de infecciones vaginales. Rev Cubana Obstet Ginecol [Internet] 2010
[citado 23 enero 2012]; 36(2): [aprox. 11p.]. Disponible en:
http://scielo.sld.cu/scielo.php?pid=S0138-600X2010000200008&script=sci_arttext

Montes de Oca Mejías E, Payán M, Pérez de Ávila M, Loyola Domínguez M.


Comportamiento clínico epidemiológico de la infección vaginal en gestantes de dos
consultorios. Arch Méd Camagüey [Internet] 2005 [citado 23 enero 2012]; 9(3): [aprox.
9p.]. Disponible en: http://www.amc.sld.cu/amc/2005/v9n3/1033.pdf

Espinosa I, Lorenzo M, Betancour A, Riverón Y, Romero M, Álvarez E.


Caracterización bioquímica y antigénica de diferentes aislamientos de G. vaginalis. Rev
Cubana Invest Biomed [Internet] 2005 [citado 23 enero 2012]; 24(2): [aprox. 6p.].
Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?pid=S0864-
03002005000200003&script=sci_arttext

González Alfaro J. Laboratorio de Microbiología. Instrumentación y Principios Básicos.


Ciudad de la Habana; Editorial Ecimed; 2004.

Chandeying V. Evaluation of two clinical protocols for the management of women with
vaginal discharge in southern Thailand. Sex Transm Infect. 1998; 74(3):194-201.

Schneider. Screening for sexually transmited diseases in rural southem african women.
Sex Transm Infect. 1998; suppl 1: 147-152.

Thomason JL, Schreckenberger PC, Spellacy WN. Clinical and Microbiological


characterizacion of patients with nonspecific vaginosis associated with motile curved
anaerobic rods. J Infect Dis 1984; 149:801-9.

Tschoudomirova K, Stanilova M, Garov V. Clinical manifestation and diagnosis of


bacterial vaginosis in a clinic of sexually transmitted diseases. Folia Med (Plovdiv).
1998; 40(1): 36-40.

Enlaces refback

 No hay ningún enlace refback.000000000000000000000000000000000000000


 PREVALENCIA DE VAGINOSIS BACTERIANA EN UNA
CLÍNICA UNIVERSITARIA
 Rosalinda Flores Escamilla, Rebeca Thelma Martínez Villarreal y Jorge Martín Llaca
Díaz
Clínica Universitaria de Pueblo Nuevo, Programa Universitario de Salud y Educación
para la Vida, Universidad Autónoma de Nuevo, León (México)
E-Mail: tmartinez@prounisev.uanl.mx
 Introducción
 Sin duda las infecciones de
genitales representan en todo el
mundo un alto índice de consulta en
la mayoría de las instituciones que
prestan los servicios de salud. Estas
infecciones pueden ser causadas
por diversas entidades, desde
bacterias aerobias y anaerobias,
hongos, virus y parásitos, algunos
de estos pueden o no ser
transmitidos sexualmente.
 Algunos factores que predisponen a
la mujer en edad fértil a estas
enfermedades son los tratamientos
hormonales, debido a que modifica la consistencia del moco cervical, también en
pacientes con el dispositivo intrauterino y frecuencia de duchas vaginales (1).
 De los cuadros infecciosos en cuello uterino, cérvix y vulva que cursan con flujo vaginal
encontramos la vaginosis bacteriana la cual es una enfermedad causada por un
microorganismo llamado Gardnerella vaginalis y que está presente en forma casi
universal en la vagina de la mujer asociada con la flora anaerobia mixta como
Bacteroides, Peptoestreptococos, Mobiluncus, Micoplasmas etc. (2,3)
 De acuerdo a algunos investigadores (4,5), la prevalencia de vaginosis bacteriana se
encuentra entre un 15 a 30% en mujeres en edad reproductiva. En México, un estudio
(5) realizado en mujeres de bajo riesgo reveló una prevalencia del 32%.

 La vaginosis bacteriana es una de las causas de infecciones de genitales más


comunes en las consultas general o ginecológica, así como en clínicas de perinatología
y de transmisión sexual. La vaginosis ha sido relacionada con riesgo de complicaciones
durante la gestación y de parto pretérmino, y aumentan el riesgo de enfermedad
inflamatoria pélvica. (7,8,9)
 El presente estudio realizado en la población femenina en edad reproductiva que acude
a nuestra clínica universitaria, pretende evaluar los riesgos que significa la vaginosis
bacteriana y prevenir repercusiones ginecológicas y perinatales.
 Material y Métodos
 Las muestras fueron obtenidas de 118 pacientes femeninas que acudieron al
departamento de planificación familiar de la Clínica Universitaria de Pueblo Nuevo
(PROUNISEV) en Apodaca, Nuevo León México; en el período comprendido entre 1 y
el 31 de octubre del 2001. Previa explicación del procedimiento por parte del personal,
las pacientes respondían la encuesta y firmaban el consentimiento para realizarles el
estudio.
 Se incluyeron pacientes con edades entre los 15 y 45 años, que manifestaran síntomas
o no. Se excluyeron aquellas pacientes que mencionaron estar menstruando, en
tratamiento con antibióticos, que mantuvieron relaciones sexuales horas previas al
estudio o por el uso de duchas vaginales. Cada paciente se preparaba y se coloca en
posición ginecológica y se introduce el espejo vaginal sin lubricantes para impedir
alteraciones de la muestra. La muestra se tomaba de las paredes de la vagina, se
realizaba una extensión en portaobjetos para la tinción de Gram, se deposita un poco
de muestra en el papel reactivo para medir el ph y se observa el cambio de color del
papel. En un tubo de ensayo, a un poco de secreción se le agregan 3 a 4 gotas de
KOH 10% e inmediatamente se debe percatar del desprendimiento de las aminas con
el típico "olor a pescado" cuando es positiva. Un examen microscópico en fresco
permitió observar la presencia de células guía, levaduras trichomonas y leucocitos.
 Se utilizaron los criterios para diagnosticar la vaginosis bacteriana que son (10):
 1. La presencia de flujo vaginal homogéneo y grisáceo.
 2. Prueba de liberación de aminas positiva.
 3. Presencia de células "guía" ó "clave" en el examen en fresco.
 4. Detección del PH vaginal alcalino por arriba de 4.5.
 El diagnóstico se establece cuando se presentan tres de los cuatro criterios anteriores.
El presente, es un estudio prospectivo transversal, no probabilístico. En el análisis
estadístico se utilizó el programa Epi Info 2000.
 Resultados
 Se estudiaron 118 pacientes, el promedio de edad fue de 28 años, con un rango de 16
a 44. El promedio de edad de inicio de relaciones sexuales fue de 18 años con un
rango de 12 a 29. El diagnóstico de vaginosis bacteriana se estableció en el 33.8%
(40/118) de las mujeres en estudio. La candidiasis vaginal se observó en el 9.3%
(11/118), mientras que en el 2.5% (3/118) se descubrieron trichomonas. El 60% (24/40)
de las mujeres con vaginosis bacteriana, manifestó notar un incremento del flujo
vaginal o de su olor desagradable. De las mujeres con vaginosis bacteriana, 18 (45%)
utiliza como método anticonceptivo el DIU, el 35% (14) no utiliza ningún método, 6
(15%) orales y 2 (5%) preservativos.
 Del grupo en estudio que no presentó vaginosis, 29 (37.1%) utiliza el DIU como método
anticonceptivo, 35 (44.8%) ningún método, 8 (10.2%) anticonceptivos orales, 4 (5.1%)
preservativos y 2 (2.5%) inyectable. De las 118 mujeres, 14 (11.8%) tienen mas de una
pareja sexual, de estas el 78% (11/14) presentaron vaginosis bacteriana. Respecto a
las características de la secreción vaginal en las mujeres con vaginosis bacteriana, el
65% (26/40) presentaron un flujo color gris, un 20% (8/40) de color blanco, en un 10%
(4/40) flujo verdoso y de color amarillo en el 5% (2/40).
 El olor desagradable de la secreción en mujeres con vaginosis que liberan las aminas
al agregar KOH se presentó en el 87.5% (35/40). En el mismo grupo, las células "guía"
o "clave" se observaron en 31 (77.5%) de las pacientes. El ph vaginal mayor de 4.5 se
detectó en 37 (92.5%) de las mujeres con vaginosis.
 Discusión
 Si bien la vaginosis bacteriana se puede presentar con incremento en la secreción
vaginal y mal olor o aún sin ningún dato clínico, no todas las mujeres con vaginosis
reconocen su presencia. Los resultados obtenidos en este estudio demuestran que no
hay diferencia significativa (p>0.05) con un estudio similar llevado a cabo por Canto de
Cetina et al (11), respecto a la prevalencia de vaginosis bacteriana. También se
observo que no hay diferencia significativa entre el uso del Dispositivo Intra Uterino
(DIU) en mujeres con vaginosis y las que no la presentaron, por lo que no parece haber
relación entre la vaginosis y el uso del DIU, tal y como lo señala Shoubnikova et al.
(12). Se ha demostrado la transmisión sexual de la Gardnerella vaginalis al aislarse de
parejas sexuales, un estudio ha demostrado que un factor que favorece la vaginosis
son las parejas múltiples (13). En el grupo en estudio encontramos una diferencia
estadísticamente significativa (p< 0.05) en las mujeres con vaginosis y más de una
pareja sexual y las mujeres con vaginosis con una sola pareja sexual.
 Conclusiones
 La vaginosis bacteriana representa la infección más común entre las mujeres en edad
reproductiva y es similar a la reportada en otros estudios. Esta enfermedad afecta a la
tercera parte de las mujeres en edad reproductiva, lo que significa que puede tener
repercusiones perinatales y ginecológicas. Su diagnóstico es sencillo y económico fácil
de ejecutar en el primer y segundo nivel de atención lo que representa que esta
enfermedad se puede prevenir y tratar evitando repercusiones en la salud reproductiva
de la mujer.
 Resumen
 Sin duda las infecciones de genitales representan en todo el mundo un alto índice de
consulta en la mayoría de las instituciones que prestan los servicios de salud. Estas
infecciones pueden ser causadas por diversas entidades, desde bacterias aerobias y
anaerobias, hongos, virus y parásitos, algunos de estos pueden o no ser transmitidos
sexualmente. Se determino la prevalencia de vaginosis bacteriana en mujeres en edad
fértil de 15 a 45 años en pacientes que acuden a la Clínica Universitaria. de Pueblo
Nuevo (PROUNISEV) en Apodaca, Nuevo León México. Las muestras fueron
obtenidas de 118 pacientes femeninas que acudieron al departamento de planificación
familiar de la Clínica Universitaria. Se estudiaron el promedio de edad fue de 28 años,
con un rango de 16 a 44. El diagnóstico de vaginosis bacteriana se estableció en el
33.8% (40/118) de las mujeres en estudio. La candidiasis vaginal se observó en el
9.3% (11/118), mientras que en el 2.5% (3/118) se descubrieron trichomonas. El 60%
(24/40) de las mujeres con vaginosis bacteriana, manifestó notar un incremento del
flujo vaginal o de su olor desagradable. De las 118 mujeres, 14 (11.8%) tienen mas de
una pareja sexual, de estas el 78% (11/14) presentaron vaginosis bacteriana. La
secreción vaginal en las mujeres con vaginosis bacteriana, el 65% (26/40) presentaron
un flujo color gris, un 20% (8/40) de color blanco, en un 10% (4/40) flujo verdoso y de
color amarillo en el 5% (2/40).El olor desagradable de la secreción en mujeres se
presentó en el 87.5% (35/40). Las células "guía" o "clave" se observaron en 31 (77.5%)
de las pacientes. El pH vaginal mayor de 4.5 se detectó en 37 (92.5%) de las mujeres
con vaginosis.
 Palabras clave: Vaginosis bacteriana, prevalencia, edad fértil
 Abstarct
 Without a doubt the infections of the genitals anywhere in the world represent a high
index of consultation in most of the institutions that serve of health. These infections can
be caused by diverse organizations, from aerobic bacteria and anaerobic, fungi, virus
and parasites, some of these can or not be transmitted sexually. It determine the
prevalence of bacterial vaginosis in women in fertile age of 15 to 45 years in patients
who go to the University Clinic. of New Town (PROUNISEV) in Apodaca, Nuevo Leon,
Mexico. The samples were obtained from 118 feminine patients who went to the
department of familiar planning of the University Clinic. They studied the average of age
was of 28 years, with a rank from 16 to 44. The diagnosis of bacterial vaginosis settled
down in the 33,8% (40/118) of the women in study.The 60% (24/40) of the women with
bacterial vaginosis, declared an increase of the vaginal flow or its disagreeable scent.
Of the 118 women, 14 (11.8%) have but of a sexual pair, of these 78% (11/14)
presented bacterial vaginosis. The vaginal secretion in the women with bacterial
vaginosis, 65% (26/40) they presented flow gray color, a 20% (8/40) of white color, in a
10% (4/40) greenish flow and of yellow color in 5% (2/40). The disagreeable scent of
the secretion in women appeared in the 87,5% (35/40). The cells key they were
observed in 31 (77.5%) of the patients. pH vaginal greater of 4,5 was detected in 37
(92.5%) of the women with vaginosis.
 Key words: Bacterial vaginosis, prevalence, fertile women


 Referencias
 1. Holzman, C., JM. Leventhal, H Qiu, NM Jones, J Wang 2001. Factors Linked to
Bacterial Vaginosis in Nonpregnant Women American Journal of Public Health Vol 91,
No. 10: 1664-1670
 2. Mandell, G., G. Douglas, y J. Bennet 1991. Enfermedades Infecciosas. Principios y
Práctica Ed. Panamericana. 3 edición pp 1006-1011
 3. Scapini, JC y CA Guzmán 1986. Detección de bacilos Gram negativos curvos
anaerobios en pacientes con vaginosis Revista Obstetricia y Ginecología
Latinoamericana Vol.44 No. 9:320-325.
 4. Holzman, C., et. al. Op.cit.
 5. Peipert JF, AB Montagno, AS Cooper and CJ Sung 1997. Bacterial vaginosis as a
risk factor for upper genital tract infection. American Journal Obstetric Gynecology Vol.
177 No. 5:1184-1187
 6. Canto de Cetina T, L. Polanco Reyes, V Fernández González y G Cupul 2002.
Prevalencia de vaginosis bacteriana en un grupo de mujeres de una clínica de
planificación familiar. Gaceta Médica México Vol. 138 No. 1: 25-30
 7.Hillier SL , J Martius, M Krohn, N Kiviat, KK Holmes and DA Eschenbach. 1988. A
case-control study of chorioamnionic infection and histologic chorioamnionitis in
prematurity The New England Journal of Medicine Vol. 319:No. 5, 972-978
 8. Gustaaf MV 2001. Parto espontáneo pretérmino: reducción, tratamiento y resultado.
European Journal of Obsterics and gynecology an Reproductive Biology (Edición
Española) 1, 181-183
 9. Rado AM, JF Mere y M García 2001. Riesgo de las complicaciones de vaginosis
bacteriana en gestantes Ginecología y Obstetricia Vol. 47 No. 3:177-183
 10. Spiegel CA, R Amsel and Holmes KK. 1983. Diagnosis of bacterial vaginosis by
direct gram stain of vaginal fluid. Journal Clinical Microbiology Vol. 18 No.1:170-177
 11. Canto de Cetina, T., et. al., Op. Cit.
 12. Shoubnikova M, D Hellberg, S Nilsson and PA Mardh 1997.Contraceptive use in
women with bacterial vaginosis. Contraception Vol. 55 No.6:355-8
 13. Canto de Cetina, T., et. al., Op. Cit

0000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000
209

REV CHIL OBSTET GINECOL 2014; 79(3): 209 - 217

Artículo de Revisión
Infecciones bacterianas del tracto reproductivo
masculino
y su papel en la fertilidad
Jenniffer Puerta-Suárez
1
, Mariluz Giraldo
2
, Ángela Patricia Cadavid
1
, Walter Cardona-
Maya
1
.
1
Grupo Reproducción, Facultad de Medicina, Universidad de Antioquia, Medellín, Colombia.
2
IPS Universitaria,
Universidad de Antioquia, Medellín, Colombia.
RESUMEN
Antecedentes:
El espermatozoide es una célula altamente especializada encargada de llevar el
material
genético paterno hasta el tracto reproductivo femenino en búsqueda del oocito, no
obstante durante su
desplazamiento puede interactuar con sustancias, otras células e incluso
microorganismos que puede
transportar desencadenando procesos infecciosos que alteran el éxito
reproductivo.
Objetivo:
Describir las
bacterias involucradas en la alteración de la función reproductiva y sus efectos
sobre calidad espermática,
así como la capacidad de los espermatozoides para transportar infecciones y
diseminarlas al tracto repro-
ductivo femenino.
Resultados:
Las infecciones bacterianas que afectan el tracto reproductivo masculino se
clasifican en infecciones de transmisión sexual, del tracto urinario y las asociadas a
la microbiota bacteria
-
na, donde están implicadas una gran variedad de agentes etiológicos como
Chlamydia trachomatis, Ureo-
plasma urealyticum, Mycoplasma hominis, Escherichia coli y los Staphyloccoccus
coagulasa negativos.
Aún es controversial el efecto de estos gérmenes sobre los parámetros seminales
así como la presencia de
microbiota en el semen; su diagnóstico depende de la calidad de la muestra, de la
sensibilidad de la técnica
de detección y de los factores de riesgo que presente el individuo.
Conclusión:
Los procesos inflamatorios
e infecciosos en el trato reproductivo masculino influyen en la fertilidad, por lo que
se requiere profundizar
en el estudio de estos procesos, establecer más y mejores métodos diagnósticos y
pautas para el autocui
-
dado que disminuyan la propagación de estos agentes patógenos.
PALABRAS CLAVE:
Infección, inflamación, infertilidad, espermatozoides, microorganismos,
bacterias
SUMMARY
Introduction:
Spermatozoon is a highly specialized cell responsible for carrying the paternal
genetic material
toward the oocyte. During its journey in the female reproductive tract, the sperm
cell interacts with substan-
ces, cells and also microorganisms that can be transported, thus triggering
infectious processes that could
alter reproductive success.
Objective:
Describe the species of bacteria involved in the alteration of sperm
cells reproductive function and their effect on the sperm quality. In addition,
evaluate the ability of the sperm
cell to carry infections and disseminate them in the female reproductive tract.
Results:
Bacterial infections
that affect the male reproductive tract are classified as sexually transmitted
infections, urinary tract infec
-
tions, and infections associated with bacterial microbiome. Chlamydia trachomatis,
Ureoplasma urealyti
-
cum, Mycoplasma hominis, Escherichia coli and coagulase-negative
Staphylococcus are the main etiologic
agents of these infections. The presence of bacteria in semen and their effect of in
semen parameters are
still controversial. To probe that bacteria are present in semen depends on the
quality of the sample, the
sensitivity and specificity of the detection technique and the patient risk factors.
Conclusion:
Inflammatory
and infectious processes in the male reproductive treatment affect fertility;
therefore, further study of the
role of thoseprocesses, establishment of more and better diagnostic methods and
guidelines for self-care
to decrease the spread of these pathogens will be necessary.
KEY WORDS:
Infection, inflammation, infertility, sperm, microorganisms, bacteria
INTRODUCCIÓN
El cuerpo humano es una aglomeración de cé-
lulas que se especializan para cumplir diversas fun-
ciones partiendo de dos gametos fundamentales
para el desarrollo de la vida: el oocito y el esper-
matozoide. Durante el desarrollo de un nuevo in-
dividuo, estas células especializadas que compar-
ten un origen común, desde el momento en que el
espermatozoide transfiere la información genética
paterna a su homólogo femenino, logran agruparse
para formar tejidos que integrarán órganos con una
comunicación estrecha la cual posibilita su funcio-
namiento armonioso.
De otro lado, los microorganismos participan du
-
rante el desarrollo y el proceso adaptativo al ambien
-
te, los cuales alcanzan a cubrir cerca del 90% del
cuerpo humano (1), cumpliendo diversas funciones
como lo relacionado con la absorción de nutrientes y
la protección por competición contra la invasión por
patógenos. Sin embargo, el carácter entrópico de
la vida y la disponibilidad de nutrientes, hacen que
exista cierto tropismo de los microorganismos por al
-
gunos sitios anatómicos y que algunos virus, bacte
-
rias, hongos e incluso parásitos sean responsables
de procesos infecciosos en el organismo (2).
Dentro de los sitios anatómicos colonizados
por microorganismos se encuentra el tracto repro-
ductivo, donde se desarrollan las infecciones de
transmisión sexual (ITS) las cuales han sido tradi-
cionalmente, de mayor relevancia en mujeres que
hombres. Los mecanismos de control y las estrate-
gias de prevención, promoción y restablecimiento
de las condiciones de salud sexual y reproducti
-
va se han orientado a la población femenina con
ejemplos tan claros como la implementación de la
citología para el diagnóstico de neoplasias asocia
-
das a la infección por el virus del papiloma humano
(VPH), tomando medidas de prevención como la
aplicación de la vacuna contra este agente etioló
-
gico principalmente en mujeres adolescentes. En
contraste pocas son las estrategias de acción en
hombres, lo que finalmente ha relegado no solo su
estado de salud, sino su papel al actuar como re-
servorio de un alto número de microorganismos de
forma crónica e incluso subclínica (3).
Con el objetivo de rescatar el papel que cumple
el hombre en la transmisión de microorganismos
para su inclusión en programas de salud y resal-
tar el papel de la célula espermática como posible
vehículo de patógenos, esta revisión se enfocará
de forma especial en los microorganismos involu
-
crados en la afección de la función reproductiva, la
calidad espermática y los problemas de fertilidad
asociados, así como en la capacidad de la célula
espermática para transportar infecciones y disemi
-
narlas al tracto reproductivo femenino.
INFECCIONES BACTERIANAS DEL TRACTO
REPRODUCTIVO MASCULINO
Las infecciones del tracto reproductivo mascu-
lino se pueden clasificar en tres tipos: i) las infec
-
ciones de transmisión sexual, ii) las infecciones del
tracto urinario, debido a que ambos tractos, genital
y urinario, comparten varias porciones anatómicas,
y iii) las infecciones asociadas a desequilibrios en
la microbiota bacteriana.
Un gran número de bacterias puede colonizar
el tracto reproductivo masculino y desencadenar
procesos infecciosos con múltiples consecuencias.
Este tipo de infecciones se caracterizan por ser
comunes pero generalmente autolimitadas y en la
gran mayoría de los casos asintomáticos, lo que le
da el carácter de infección crónica acompañada en
algunas ocasiones de inflamación persistente, que
puede finalmente generar alteraciones en la ferti
-
lidad (2). Estas alteraciones pueden desarrollarse
bien sea por daño directo de la célula espermática
o de su nicho, o como vehículo para el ascenso de
un gran número de microorganismos en el tracto
reproductivo femenino lo que promovería procesos
infecciosos e inflamatorios como es el caso de la
enfermedad inflamatoria pélvica.
210
REV CHIL OBSTET GINECOL 2014; 79(3)
0000000000000000000000000000000000000000000000000000000000

Prevalencia de vaginosis bacteriana en trabajadoras


sexuales chilenas1

Prevalence of bacterial vaginosis in Chilean sex workers

Gloria VenegasI; Gioconda BoggianoII; Erica CastroIII,*

I
Hospital Las Higueras, Unidad de Atención de Control en Salud Sexual, Concepción,
Chile
II
Universidad de Concepción, Salud Pública, Concepción, Chile
III
Universidad de Concepción, Obstetricia y Puericultura, Concepción, Chile
RESUMEN

OBJETIVO: Determinar la prevalencia de vaginosis bacteriana (VB) en


trabajadoras sexuales chilenas y relacionar los hallazgos con variables
sociodemográficas, sexuales y clínicas.
MÉTODO: Se estudió una muestra de 379 trabajadoras sexuales que asistían para
control a Unidades de Atención y Control de Salud Sexual de Chile. A todas se las
entrevistó para obtener antecedentes sociodemográficos y sexuales, se les realizó
evaluación clínica que incluyó características del flujo vaginal, pH y prueba de
aminas, y se les tomó una muestra vaginal para tinción de Gram. Para el
diagnóstico de VB se empleó el criterio de Nugent. Los datos fueron analizados con
EPI-INFO 3.4.1 y BioStat, utilizándose un grado de significación de P < 0,005.
RESULTADOS: La prevalencia de VB fue de 69,1%. El síndrome no se asoció a las
variables sociodemográficas edad y escolaridad. Las mujeres que vivían (casadas o
no) con su pareja tuvieron menos frecuencia de VB en comparación con las mujeres
solteras (P < 0,001). No hubo variables sexuales asociadas a VB, en tanto que el
empleo del dispositivo intrauterino (DIU) sí lo estuvo (P < 0,0001). La presencia de
descarga vaginal, pH vaginal alterado y prueba de aminas positiva se asociaron a la
infección (P < 0,0001).
CONCLUSIONES: En coincidencia con otros estudios realizados distintos países, el
presente trabajo observó que las trabajadoras sexuales chilenas tienen una alta
prevalencia de VB, con mayor riesgo para aquellas que usan DIU como método de
anticoncepción o que no conviven (casadas o no) con su pareja.

Palabras clave: Vaginosis bacteriana; enfermedades de transmisión sexual; salud


de la mujer; prostitución; Chile.

ABSTRACT

OBJECTIVE: To determine the prevalence of bacterial vaginosis (BV) in Chilean sex


workers and relate the findings to sociodemographic, sexual, and clinical variables.
METHODS: A sample of 379 sex workers seen in Chilean Sexual Health Monitoring
and Care Units for check-ups was studied. All of them were interviewed to obtain
their sociodemographic and sexual history. A clinical examination was performed
that included the characteristics of vaginal discharge, pH, and amine test. A vaginal
sample was taken for Gram stain. The Nugent criteria were used for the diagnosis
of BV. The data was analyzed with EPI-INFO 3.4.1 and BioStat, using a degree of
significance of P < 0.005.
RESULTS: BV prevalence was 69.1%. The syndrome was not associated with the
sociodemographic variables, age or education. BV was less common in women
(married or unmarried) who lived with their partners than in single women (P <
0.001). There were no sexual variables associated with BV, whereas use of
intrauterine devices was related (P < 0.0001). The presence of vaginal discharge,
abnormal vaginal pH, and positive amine test were associated with infection (P <
0.0001).
CONCLUSIONS: Like other studies conducted in different countries, this study
observed that Chilean sex workers have a high prevalence of BV, with greater risk
for women who use IUDs for birth control or women (married or unmarried) who do
not live with their partners.
Key words: Vaginosis, bacterial; sexually transmitted diseases; women's health;
prostitution; Chile.

La vaginosis bacteriana (VB) es la infección vaginal más frecuente en mujeres en


edad reproductiva y da cuenta de aproximadamente la tercera parte de todos los
casos de vulvovaginitis (1). En términos económicos, genera en todo el mundo más
de 10 millones de consultas médicas al año, con un costo estimado mínimo de mil
millones de dólares (2).

La VB está descrita como un síndrome polimicrobiano heterogéneo, caracterizado


por la ausencia o depleción de Lactobacillus spp. -preferentemente los productores
de peróxido de hidrógeno y de ácido láctico-, lo que genera un incremento del
número y la diversidad de bacterias anaerobias o facultativas, con la consecuente
pérdida de la acidez vaginal (3). Esta vaginitis tiene importantes riesgos
reproductivos y ginecológicos tales como su asociación con la neoplasia cervical
intraepitelial, la ruptura prematura de las membranas, la corioamnionitis y
endometritis, y las infecciones post cirugía ginecológica (4, 5). Además, se asocia a
procesos inflamatorios pélvicos y diversos estudios longitudinales sugieren que
incrementa la susceptibilidad para adquirir gonorrea, Chlamydia trachomatis,
tricomoniasis, virus de inmunodeficiencia humana (VIH) y herpes simplex 2 (VHS-
2) (6).

Si bien la etiología de la VB es aún desconocida, diversos investigadores han


identificado una variedad de factores de riesgo y de comportamiento asociados a
esta alteración de la microbiota vaginal. Otros estudios por su parte han descrito
una asociación entre este síndrome y el empleo del dispositivo intrauterino (DIU)
como método anticonceptivo (MAC) (7, 8). Asimismo, se ha establecido una
relación estadísticamente significativa entre el consumo de tabaco y la VB,
hallándose que el riesgo de adquirirla sería proporcional al número de cigarrillos
fumados diariamente y que la acumulación de diversos químicos del cigarrillo en el
moco cervical alterarían directamente la microbiota vaginal, produciendo
inmunosupresión local (9).

Factores sociales tales como baja escolaridad, malas condiciones sanitarias y nivel
socioeconómico precario también han sido ligados a la presencia de VB, sugiriendo
que las mujeres con mayor nivel educacional y que están por encima del nivel de
pobreza tendrían significativamente menos probabilidad de desarrollarla (10, 11).
Respecto a la relación de hábitos de higiene con la aparición de VB, se ha descrito
que la ducha vaginal confiere un alto riesgo para el desarrollo de la infección,
probablemente a causa de un desequilibrio en la microbiota vaginal y a la inducción
de inflamación local (12). Adicionalmente, un meta-análisis de Fethers y
colaboradores describe al contacto sexual con nuevas o múltiples parejas sexuales -
sean varones o mujeres- y el tener relaciones sexuales sin condón como factores
de riesgo asociados significativamente a la VB (13).

La prevalencia de VB varía dependiendo de la población estudiada, pero es más alta


en mujeres que ejercen el comercio sexual. Así, en trabajadoras sexuales
brasileñas se encontró una prevalencia de 51% y en indias de 45%, donde también
se la asoció a sífilis, tricomoniasis, VHS-2 y VIH (14, 15). También se ha notificado
una alta prevalencia de VB en trabajadoras sexuales de Camboya (43%) y Perú
(34,6%) (16).

En el caso de Chile, se ha demostrado que la VB es una infección frecuente, con


mayor prevalencia que la descrita en estudios internacionales (17). Dadas las
pruebas de que el perfil epidemiológico de la vaginosis bacteriana es similar al de
una infección de transmisión sexual, en el presente trabajo se evalúa la prevalencia
y el perfil de esta vaginitis en una población chilena vulnerable como son las
mujeres que ejercen el comercio sexual (13). El objetivo de este estudio fue
determinar la prevalencia de VB en trabajadoras sexuales chilenas y relacionar los
hallazgos con variables sociodemográficas, sexuales y clínicas.

MATERIALES Y MÉTODOS

Se realizó un estudio observacional analítico de corte transversal. El grupo


estudiado estuvo conformado por 379 trabajadoras sexuales que acudieron para
control a las Unidades de Atención y Control de Salud Sexual (UNACESS) en Chile,
dependencias encargadas de proporcionar atención confidencial y gratuita a
personas con una vida sexual muy activa y donde acuden particularmente
trabajadores del sexo, en su inmensa mayoría mujeres. La muestra del estudio
incluyó a mujeres que eran controladas en UNACESS de las ciudades de Ancud (n =
31), Arica (n = 11), Concepción (n = 120), Chillán (n = 69), La Serena (n = 26),
Los Ángeles (n = 15), Osorno (n = 50), San Antonio (n = 29) y Talcahuano (n =
28), quienes fueron monitoreadas entre agosto y noviembre de 2006.

Todas las mujeres evaluadas habían ejercido el comercio sexual por un período
mayor a un año y eran originarias del área geográfica donde eran atendidas. La
selección del grupo de estudio fue realizada por medio de un muestreo estratificado
por conglomerados, y las participantes fueron elegidas al azar simple y con
consentimiento informado. Se excluyó a las mujeres que declararon haber usado
antibióticos por vía sistémica o local durante las últimas cuatro semanas antes del
control, así como a aquellas que estaban menstruando o refirieron relaciones
sexuales o uso de ducha vaginal durante las 12 horas previas al chequeo.

Evaluación clínica

A todas las mujeres se les realizó una especuloscopía, para evaluar características
del flujo tales como cantidad, color, consistencia y olor, así como la presencia de
otros signos en cérvix y paredes vaginales (p. ej. eritema, irritación, edema,
eritroplaquia y sinusorragia).

Recolección y transporte de las muestras

En cada mujer se midió el pH vaginal con una cinta reactiva (MERCK) de escala 4 a
7, se realizó prueba de aminas -adicionando gotas de hidróxido de potasio al 10% a
la muestra vaginal- y se obtuvo una muestra con tórula de algodón desde el fondo
de saco anterior y paredes laterales de la vagina, la que fue depositada en un
portaobjetos para realizar observación microscópica con tinción de Gram. Las
muestras fueron procesadas en el Laboratorio de Bacterias Lácticas de la
Universidad de Concepción.

Diagnóstico
La muestra vaginal obtenida fue observada con microscopio, previa tinción de
Gram, para cuantificar morfotipos de Lactobacillus spp., Gardnerella vaginalis,
Bacteroides (Prevotella/Porphyromonas) y Mobiluncus spp. El diagnóstico de VB se
realizó usando el criterio propuesto por Nugent y colaboradores, que consiste en
asignar al frotis un puntaje de 7 a 10 para infección, 4 a 6 para microbiota
intermedia y 0 a 3 para muestras normales o fisiológicas con predominancia de
Lactobacillus spp. (18) (cuadro 1).

Recolección de antecedentes

Las variables sociodemográficas (edad, nivel educacional, consumo de tabaco y


alcohol) y sexuales (sexarquía, número de parejas sexuales, tipo de relaciones
sexuales y uso de métodos anticonceptivos) fueron investigadas a través de una
entrevista personal, aplicando una encuesta validada y estandarizada en estudios
anteriores y en población similar.

Análisis estadístico

Los resultados fueron transferidos a fichas de registro diseñadas en un sistema de


base de datos. Para el análisis de los datos se emplearon los programas EPI-INFO
3.4.1 y BioStat (2008), considerando como estadísticamente significativos los
valores de P < 0,005.

RESULTADOS

Según el criterio de Nugent, la prevalencia de VB hallada en la muestra del


presente estudio fue de 69,1% (± 14,1%). En el cuadro 2 se puede observar que
52,1% de las mujeres sanas y 52,3% de las mujeres con VB eran mayores de 30
años, es decir que la edad no resultó una variable de significación estadística.
También se puede ver que el síndrome afectó significativamente menos a las
trabajadoras sexuales casadas o en unión consensual, sugiriendo que esta
condición civil podría constituir un factor protector (razón de probabilidades [RP]:
0,41; P < 0,001).

Al analizar las variables sexuales se halló que 90,8% de las mujeres con VB
iniciaron su vida sexual antes de los 20 años, valor levemente superior a las
mujeres sin la infección (83,7%), aunque las diferencias tampoco fueron
estadísticamente significativas (RP: 1,92; intervalo de confianza de 95% [IC95%]:
0,96-3,84). También se encontró una mayor frecuencia (no significativa) de estadio
vaginal anormal en mujeres que iniciaron su vida sexual antes de los 20 años.

Respecto a la relación entre el MAC empleado por las mujeres y el estadio vaginal,
se obtuvo una asociación estadística entre el DIU y las mujeres con VB (P <
0,0001), con 3,6 veces más riesgo de VB en las mujeres que empleaban este
método anticonceptivo que en aquellas que usaban otros métodos.

En relación con los signos clínicos presentes en las trabajadoras sexuales, se


encontró que 88,2% de las mujeres con estadio vaginal anormal experimentaron
descarga vaginal, comparado con 71,8% en las mujeres con estadio normal
(diferencia estadísticamente significativa [P < 0,0001]). Por otra parte, el análisis
reveló que 91,6% de las trabajadoras sesexuales con un estadio vaginal anormal
mostraron valores alterados de pH, también distinto del pH obtenido en las mujeres
con estadio vaginal normal (P < 0,0001). Asimismo, la prueba de aminas fue
positiva en 66,4% de los casos con estadio vaginal anormal, mientras que solo
7,7% de las mujeres con un frotis normal dieron positivo (P < 0,0001).

DISCUSIÓN

La prevalencia de VB, utilizando el criterio de Nugent, en las trabajadoras sexuales


del estudio fue de 69,1%, tasa comparable a la descrita por López-Olmos y
colaboradores, quienes notificaron una frecuencia de 71% (19).

Respecto a variables sociodemográficas, ni la escolaridad ni la edad estuvieron


asociadas con la VB. Eschenbach y colaboradores encontraron que la edad y el
estado civil eran variables asociadas a la colonización por Lactobacillus spp vaginal,
difiriendo con Allsworth y Peipert, quienes asociaron la VB a baja escolaridad, y con
Holzman y colaboradores, quienes informaron que las mujeres con escolaridad
menor a 13 años estaban altamente expuestas a vaginosis (11, 20, 21).

En cuanto al comportamiento sexual, diversos autores han informado que la


variable más influyente en las alteraciones del estadio vaginal es el número de
compañeros sexuales (6, 13). Con este antecedente, se esperaba encontrar que las
mujeres con mayor número semanal de clientes sexuales y uso ocasional del
preservativo tuvieran más frecuencia de VB que las que declararon menos
compañeros sexuales y emplearon el preservativo más a menudo. Sin embargo, no
se encontró una asociación significativa entre estas dos variables.

En las trabajadoras sexuales estudiadas, los MAC más utilizados fueron los
hormonales y el DIU. En lo que respecta a los anticonceptivos hormonales, la
literatura informa un efecto protector ante el desarrollo de VB, hallazgo que
también se obtuvo en la presente investigación (22). Esto difiere de lo publicado
por Wilson y colaboradores, quienes apoyan la teoría sobre la probable influencia
hormonal en el desarrollo de VB, postulando que ante un alza de los niveles séricos
de estrógeno se produciría una reducción de la flora vaginal anormal (23).

En este estudio el DIU estuvo asociado a VB, al igual que lo reportado por Plaza y
colaboradores, quienes también hallaron mayor incidencia de VB en trabajadoras
sexuales chilenas usuarias de este método (24). Por el contrario, Castro y
colaboradores observaron que la VB era independiente del MAC empleado por
mujeres controladas en una clínica de planificación familiar chilena (25).
No obstante, debido a que las mujeres que ejercen el comercio sexual tienen
condiciones particulares de vulnerabilidad social -como la mayor exposición a
situaciones de violencia, pobreza, discriminación, consumo de drogas y alcohol- y
sexual -como múltiples parejas sexuales y poco uso de preservativo-, se puede
postular que su salud podría ser vulnerable y que el empleo de un dispositivo local
podría favorecer la aparición de VB y tal vez de otras patologías ginecológicas
relacionadas (19).

Debido a la elevada frecuencia de VB en las trabajadoras sexuales estudiadas, es


necesario implementar métodos de diagnóstico de esta infección en forma rutinaria
y urgente. El criterio de Nugent ya ha sido validado en esta región de Chile como
una técnica sencilla, de elevada sensibilidad y rendimiento (26). Sin embargo,
también puede servir de apoyo la evaluación del pH vaginal y la prueba de aminas,
parámetros cuyos resultados se pueden obtener al instante y están asociados
significativamente al síndrome, hecho demostrado en la presente investigación.

Por otro lado, se ha descrito que la VB aumentaría el riesgo de adquirir VIH, dado
que el pH vaginal básico favorecería un incremento de los linfocitos CD 4, y por ende
la susceptibilidad de adquirir el virus (27). Será necesario además implementar
estrategias y programas de prevención que promuevan el uso de preservativos
para prevenir la transmisión del VIH/sida, y particularmente en Chile, donde en los
últimos años se ha observado un incremento de las tasas de infección en la
población femenina, lo que puede representar un mayor riesgo de adquirir esta
enfermedad por parte de las trabajadoras sexuales (28).

Cabe señalar que la ausencia en este trabajo de un grupo (control) de mujeres que
no incluyera a trabajadoras sexuales no permitió comparar objetivamente la
prevalencia de VB en ambos grupos, así como sus variables asociadas. Otra
limitación reside en que, debido al diseño del estudio, los resultados encontrados se
aplican solo al grupo investigado y no pueden extrapolarse a otras poblaciones.

Los resultados del presente trabajo revelan que las trabajadoras sexuales de Chile
registran una alta prevalencia de vaginosis bacteriana, con mayor riesgo para las
mujeres de esta profesión que usan DIU como método de preconcepción o que no
conviven (casadas o no) con su pareja. También confirman que la determinación de
pH y la prueba de aminas apoyan el diagnóstico clínico de VB.

Un minucioso control de salud sexual realizado por un profesional capacitado que


incluya la pesquisa, el tratamiento y la promoción de medidas preventivas para la
VB constituyen estrategias concretas para reducir la prevalencia de esta vaginitis y
de sus secuelas en esta población vulnerable. Técnicas sencillas y económicas para
el diagnóstico de VB, la promoción del uso de preservativo a través de campañas
efectivas y el empleo de probióticos vaginales para apoyar el restablecimiento de
una microbiota normal, son alternativas factibles de implementar en el corto plazo.

REFERENCIAS

1. Bradshaw CS, Morton AN, Garland SM, Morris MB, Moss LM, Fairley CK. Higher-
risk behavioral practices associated with bacterial vaginosis compared with vaginal
candidiasis. Obstet Gynecol. 2005;106(1):105-14.

2. Eckert LO. Clinical practice. Acute vulvovaginitis. N Engl J Med.


2006;355(12):1244-52.
3. Fredricks DN, Fiedler TL, Marrazzo JM. Molecular identification of bacteria
associated with bacterial vaginosis. N Engl J Med. 2005;353(18):1899-911.

4. Nam KH, Kim YT, Kim SR, Kim SW, Kim JW, Lee MK, et al. Association between
bacterial vaginosis and cervical intraepithelial neoplasia. J Gynecol Oncol.
2009;20(1):39-43.

5. Denney JM, Culhane JF. Bacterial vaginosis: a problematic infection from both a
perinatal and neonatal perspective. Semin Fetal Neonatal Med. 2009;14(4):200-
3.

6. Bukusi EA, Cohen CR, Meier AS, Waiyaki PG, Nguti R, Njeri JN, et al. Bacterial
vaginosis: risk factors among Kenyan women and their male partners. Sex Transm
Dis. 2006;33(6):361-7.

7. Evans BA, Kell PD, Bond RA, MacRae KD. Racial origin, sexual lifestyle, and
genital infection among women attending a genitourinary medicine clinic in London.
Sex Tranms Infect. 1998;74(1):45-9.

8. Joesoef MR, Karundeng A, Runtupalit C, Moran JS, Lewis JS, Ryan CA. High rate
of bacterial vaginosis among women with intrauterine devices in Manado,
Indonesia. Contraception. 2001;64(3):169-72.

9. Smart S, Singal A, Mindel A. Social and sexual risk factors for bacterial vaginosis.
Sex Transm Infect. 2004;80(1):58-62.

10. Koumans EH, Sternberg M, Bruce C, Mc Quillan G, Kendrick J, Sutton M, et al.


The prevalence of bacterial vaginosis in the United States, 2001-2004; associations
with symptoms, sexual behaviors, and reproductive health. Sex Transm Dis.
2007;34(11):864-9.

11. Allsworth JE, Peipert JF. Prevalence of bacterial vaginosis: 2001-2004 National
Health and Nutrition Examination Survey data. Obstet Gynecol. 2007;109(1):114-
20.

12. Brotman RM, Klebanoff MA, Nansel TR, Andrews WW, Schwebke, JR, Zhang J,
et al. A longitudinal study of vaginal douching and bacterial vaginosis-a marginal
structural modeling analysis. Am J Epidemiol. 2008;168(2):188-96.

13. Fethers KA, Fairley CK, Hocking JS, Gurrin LC, Bradshaw CS. Sexual risk factors
and bacterial vaginosis: a systematic review and meta-analysis. Clin Infect Dis.
2008;47(11):1426-35.

14. Amaral R, Giraldo PC, Gonçalves AK, Junior JE, Santos-Pereira S, Linhares I, et
al. Evaluation of hygienic douching on the vaginal microflora of female sex workers.
Int J STD AIDS. 2008;18(11):770-3.

15. Uma S, Balakrishnan P, Murugavel KG, Srikrishnan AK, Kumarasamy N, Cecelia


JA, et al. Bacterial vaginosis in female sex workers in Chennai, India. Sex Health.
2005;2(4):261-2.

16. Kim AA, Sun LP, Chhorvann C, Lindan C, Van Griensven F, Kilmarx PH, et al.
High prevalence of HIV and sexually transmitted infections among indirect sex
workers in Cambodia. Sex Transm Dis. 2005;32(12):745-51.
17. Lillo E, Lizama S, Medel J, Martínez M. Diagnóstico de vaginosis bacteriana en
un consultorio de planificación familiar de la Región Metropolitana, Chile. Rev
Chilena Infectol. 2010;27(3):199-203.

18. Nugent M, Krohn A, Hillier SL. Reliability of diagnosing bacterial vaginosis is


improved by a standardized method of Gram stain interpretation. J Clin Microbiol.
1991:29(2):297-301.

19. López-Olmos J, Terradez J, Gasull J. Prostitutas: infecciones vaginales y


lesiones cervicales en la citología cervicovaginal. Clin Invest Ginecol Obstet.
2009;36(6):194-202.

20. Eschenbach DA, Davick PR, Williams BL, Klebanoff SJ, Young-Smith K, Critchlow
CM, et al. Prevalence of hydrogen peroxideproducing Lactobacillus sp in normal
women and women with bacterial vaginosis. J Clin Microbiol. 1989;27(2):251-
6.

21. Holzman C, Leventhal JM, Qiu H, Jones NM, Wang J, BV Study Group. Factors
Linked to bacterial vaginosis in non pregnant women. J Public Health.
2001;91:1664-70.

22. Yen S, Shafer MA, Moncada J, Campbell CJ, Flinn SD, Boyer CB. Bacterial
vaginosis in sexually experienced and non-sexually experienced young women
entering the military. Obstet Gynecol. 2003;102(5):927-33.

23. Wilson JD, Lee RA, Balen AH, Rutherford AJ. Bacterial vaginal flora in relation to
changing oestrogen levels. Int J STD AIDS. 2007;18(5):308-11.

24. Plaza C. Perfil sociocultural, clínico y microbiológico de las trabajadoras


sexuales con vaginosis bacteriana [tesis]. Concepción, Chile: Universidad de
Concepción; 2001. P.100.

25. Castro E, Domínguez M, Navarrete P, Boggiano G, Zemelman R. Prevalence of


bacterial vaginosis in women attending family planning clinics. Anaerobe.
1999;5:399-401.

26. Navarrete P, Domínguez M, Castro E, Zemelman R. Evaluación de los criterios


de Nugent y Amsel para el diagnóstico de vaginosis bacteriana. Rev Med Chil.
2000;128:767-71.

27. Hay P. Life in the coast area: Lactobacillus that loses the parcel. Sex Transm
Infect. 2005;81:100-2.

28. Martínez P, Olea A, Chiu M. Situación epidemiológica de la infección por VIH y el


síndrome de inmunodeficiencia adquirida en Chile. Rev Chilena Infectol.
2006;23(4):321-9.

Manuscrito recibido el 23 de mayo de 2010.


Aceptado para publicación, tras revisión, el 3 de febrero de 2011.
* La correspondencia se debe dirigir a Erica Castro, ercastro@udec.cl
1 La presente investigación fue financiada con fondos del Proyecto FONDO CANADA
(No. 3006).

También podría gustarte