Está en la página 1de 6

Taller 4: El racionalismo crítico y el historicismo

Juan Pablo Ospina Sánchez


William Stevens Rueda.
A mitad del siglo XX autores como Karl Raimund Popper, Thomas Khun, Karl Feyerabend,
entre otros autores, abrieron paso a la discusión epistemológica sobre el criterio de
demarcación en la ciencia, y por tanto lo entendido por conocimiento. Estas ponencias
revolucionaron el trasegar neopositivista de su definición de ciencia y criterio verificacionista
para la justificación del conocimiento. En el presente texto se realizará una exposición de las
críticas, contrapropuestas y planteamientos principales de Karl Popper, Samuel Thomas
Khun y Kal Feyerabend ante los criterios de evaluación de las teorías, racionalidad científica
y criterio de demarcación científico que el positivismo lógico había sostenido hasta la mitad
del siglo XX. Por consiguiente, el desarrollo del texto será el siguiente: Diferencia entre cómo
surgen las ideas y cómo se justifican para Karl Popper, su estructura y evaluación de teorías,
crítica al método inductivo del neopositivismo, el racionalismo crítico y el uso de la falsación.
Después, criterios de evaluación de una teoría para Thomas Khun, análisis sociológico de los
paradigmas, valores y elementos dentro de los paradigmas. Por último, la racionalidad
científica planteada desde Karl Feyerabend, el argumento de lo absurdo, y la carencia de un
criterio de demarcación.
Para Karl Popper es prioritario hacer una diferenciación entre la psicología de la ciencia y la
justificación de la ciencia. Esto debido a que es prioridad aclarar la diferencia entre como
surgen las ideas, los planteamientos, las hipótesis, entre otros, a cómo están verdaderamente
justificados estos elementos. Según Popper: el hecho de inventar una teoría no exige un
análisis lógico. Este es un tema de gran cobertura e interés para la psicología empírica, pero
carece de importancia para el análisis lógico del conocimiento científico (Popper, 1980,
p.30). Además, introduce la idea de que el desarrollo del conocimiento científico está
condicionado por teorías, métodos, criterios y valores heredados de manera histórica, que
orientan el planteamiento de problemas, la formulación de hipótesis y su aceptación o
rechazo. Popper denomina a estos elementos heredados tradición (Velasco, 2004, p.73)
Acorde con Popper, lo relevante en la ciencia es establecer un método para la evaluación de
las teorías científicas, el cual debe estar fundamentado en lo que él denominó la
contrastación. En este sentido, cada vez que se postula una idea, hipótesis o teoría, la cual no
se encuentra totalmente justificada, se deben comparar las conclusiones obtenidas
deductivamente del planteamiento, compararlo con otros enunciados, teorías o conclusiones,
y así revisar la compatibilidad o incompatibilidad que existan entre ellas (Popper, 1980,
p.32), o de manera individual diseñando nuevos test hasta que no resista la contrastación y
quede refutada, haciendo que se abandone y se idee otra mejor que supere todas las
contrastaciones de la primera y otras nuevas. Así es como se desarrolla y progresa la ciencia,
por ensayo y error (Diez y Moulines, 1997, p. 421).
Popper ataca al principio inductivo sabiendo que este no es una garantía para la justificación
de los enunciados universales (leyes, teorías). Según Popper (1980): “dista mucho de ser
obvio que estemos justificados al inferir enunciados universales partiendo de enunciados
singulares, por elevado que sea su número; pues cualquier conclusión que saquemos de este
modo corre siempre el riesgo de resultar un día falsa.” (p.27). En consecuencia, es inválido
construir enunciados generales a partir de hechos particulares, puesto que estos solo permiten
describir una regularidad. De ahí que, el método de la ciencia es un método de contrastación
de hipótesis, el cual mediante la contrastación no pretende justificar sus hipótesis sino
refutarlas (Diez y Moulines, 1997, p. 421). A propósito:
“El razonamiento inductivo sostiene que el conocimiento científico se alcanza a través de la observación de
fenómenos y la frecuencia con la que estos se presentan. A partir de dicha información se generaliza al total del
universo. Sintetizando, en el inductivismo se parte de los datos individuales a lo general. La postura falsacionista
presentada por Karl Popper critica frontalmente la primera y declara que el conocimiento científico solo se da
a través de teorías que puedan ser sometidas a contraste, de tal modo que sean susceptibles de experimentación,
siendo escrutadas para obtener como resultado su corroboración o refutación, en otras palabras su falsación.”
(Gómez, 2013)
En este autor se encuentra una alta afinidad con una teoría coherentista de la justificación.
Popper establece al menos cuatro formas para contrastar una teoría con otra. Primero, se
debe realizar una comparación lógica de las conclusiones derivadas de las teorías, lo cual
permite contrastar la coherencia interna del sistema. Segundo, determinar el carácter de la
teoría expuesta, para saber si es empírica o tautológica. Tercero, saber si la teoría, en caso de
superar todas las contrastaciones, aporta un avance científico en su materia. Y finalmente,
contrastarla por medio de la aplicación empírica de las conclusiones que pueden deducirse
de ella (Popper, 1980, p.32). Cabe resaltar que para Popper la contrastación se logra a través
de la deducción de los enunciados.
De esta manera, el racionalismo crítico indica que a partir de problemas, identificados por lo
que conocemos y por lo que ignoramos de un evento, generamos hipótesis que deben ser
probadas a través de la experimentación. Si la hipótesis declarada no puede someterse a
experimentación u otra forma de ser contrastada entonces dicho conocimiento no es objetivo,
no tiene validez. Por otra parte, si de los experimentos realizados obtendremos dos posibles
resultados: la hipótesis saldrá victoriosa o bien será falseada. En el primer caso esta hipótesis
saldrá corroborada y será tomada por la comunidad científica como cierta de manera
provisional, sin embargó nunca habrá un acercamiento a la verdad absoluta, dado que, para
Popper, siempre está la posibilidad en un futuro de falsar las teorías (Gómez, 2013, p.127).
Entonces, si nos remitimos al postulado de los neopositivistas de que “todo enunciado tiene
sentido si es analítico o sintético” se encuentra que: este enunciado no puede ser considerado
ni verdadero ni falso por sus conceptos, y tampoco puede ser verificado como verdadero o
falso por medio de la experiencia. En este sentido Popper ha planteado una crítica
desarrollada como "crítica al verificacionismo", en la que se afirma que la función de la
experiencia no es justificar (vía verificación) nuestras creencias, sino falsarlas (Haack, 1997,
p.101). Así pues, si los neopositivistas quisieron establecer un método de justificación
científico sin “conceptos metafísicos” se ven en la difícil tarea de justificar las inferencias
inductivas a partir de otras inferencias inductivas de “orden superior”, y así sucesivamente.
En síntesis, fundamentar la inducción en la experiencia, en lo “dado”, acarrea una cadena
infinita de la justificación.
Por otra parte, Thomas Khun establece otros criterios para la estructuración de la ciencia y la
manera en cómo se evalúa el conocimiento. Para Khun una teoría se acepta de manera
pragmática, esto quiere decir que es evaluada acorde con su suficiencia y utilidad. Para ello,
debe cumplir con cinco requerimientos: primero, la teoría debe ser precisa. Las
consecuencias deducibles deben estar en acuerdo demostrado con los resultados de. los
experimentos y observaciones. Segundo, debe de ser coherente consigo misma (fuera de
cualquier contradicción) y con otras teorías ya aceptadas. Tercero, debe ser amplia en el
sentido en el que abra la posibilidad de ir más allá de las observaciones, leyes o subteorías a
las que se destinó en principio. Cuarto, ser simple, dado que con esta teoría se ordenan
fenómenos que estaban aislados y generaban confusión. Finalmente, debe ser fecunda, lo que
significa generar nuevos resultados de investigación (Khun, 1982, p.345-346).
El análisis sobre la historia de la ciencia que realiza Thomas Khun aborda la parte sociológica
que Karl Popper ya había identificado como Tradición científica, pero que no había
desarrollado totalmente. De manera que: “El aparato conceptual que Kuhn introduce en ella
tiene como pilares el concepto de paradigma, que oficia de unidad en la reconstrucción
histórica de la ciencia, la determinación de la actividad de resolución de rompecabezas como
propia de la ciencia normal, y el funcionamiento de las comunidades científicas como una
variable relevante para su comprensión.” (Ache, 2015). Lo anterior en relación con que Khun
argumenta que los paradigmas forman y guían las investigaciones científicas. Dentro de estos
paradigmas existen métodos, ejemplos, problemas, procedimientos, soluciones propios que
dan un orden investigativo, el cual es adoptado por los científicos que aceptan tal paradigma.
En consecuencia, las revoluciones científicas, dentro de las cuales hay crisis al interior de los
paradigmas por la aparición de anomalías (problemas que no tienen respuesta lógica con el
sistema paradigmático adoptado) indican que existe una necesidad de posición de un nuevo
paradigma, lo cual implica traspasar el periodo de crisis, pues sin ella no habría rediseño de
herramientas (Santibáñez, 2008, p.43). Esto, lleva a Kuhn a defender que el cambio operado
a través de ellas no implica solamente la sustitución de un cuerpo de hipótesis teóricas por
otro, sino también modificaciones profundas a nivel de las reglas aceptadas para hacer
ciencia, los métodos, los valores e incluso las cosmovisiones asociadas a las teorías
científicas. Y por lo tanto, no es posible ninguna comparación de tipo lógico o empírico entre
paradigmas rivales, debido a que no hay punto de comparación alguna en el tipo de
racionalidad científica que ha sido establecido en una comunidad científica y en otra. (Ache,
2015, p.210)
Para los positivistas lógicos la racionalidad de la ciencia está definida por la procedencia
metodológica que ha sido establecida dentro de su marco normativo. Este es: evaluar los
enunciados científicos a través de una lógica proposicional con un componente matemático
muy fuerte y la verificación observacional. En este sentido, asumen dos tipos de enunciados,
los analíticos, que son verdaderos o falsos por el valor de sus conceptos mismos, y los
sintéticos, que pueden ser verdaderos o falsos en la medida en que se compruebe a partir de
la experiencia. No obstante, este argumento positivista ya ha sido fuertemente cuestionado
por el método inductivo como justificación del conocimiento, la incapacidad de aceptar una
diversidad metodológica acorde con los valores, creencias, problemas prioritarios y criterios
elegidos por las diferentes comunidades de investigación científica que pueda haber.
A diferencia de la objetividad como fundamento del racionalismo crítico de Popper o el
cambio de criterio racional según el paradigma por parte de Khun, Karl Feyerabend formula
en los años setenta un anarquismo epistemológico como una reducción al absurdo de las
interpretaciones tradicionales de la ciencia, es decir, de los intentos de definir axiomática o
metodológicamente a la ciencia. A través de su anarquismo epistemológico Feyerabend
busca demostrar las contradicciones y limitaciones que los intentos del neopositivismo lógico
y del racionalismo crítico suponen de establecer un criterio de demarcación que defina qué
es la ciencia. Al destacar la presencia de la metafísica o el mito en la ciencia Feyerabend no
pretende denostar la ciencia, tal como sus críticos apuntan habitualmente, sino demostrar que
es falsa la dialéctica que el racionalismo crítico y el positivismo lógico establece entre ciencia
y metafísica (Vasquez, 2015, p.66-67). Asimismo, no existe algo como un “criterio de
demarcación” único para definir a la ciencia.
Para Feyerabend todas las teorías en correspondencia con su marco ontológico definen un
modo particular de ver la realidad, establecen una manera de seleccionar, disponer y explicar
la evidencia o hechos observacionales, fijan la significación que adquieren los términos
teóricos y observacionales, crean los instrumentos de observación y medición, y codifica los
modos en que los resultados deben interpretarse. De aquí que, en la medida en que las teorías
estén informadas por una ontología distinta, el conjunto de datos observacionales, términos,
leyes o principios de una teoría resulten incompatibles o, más propiamente,
inconmensurables con los de otra (Gargiulo, 2016, p.65). Lo que para Khun fue una
inconmensurabilidad por los valores internos de cada paradigma, para Feyerabend trasciende
la barrera de la cosmovisión adoptada por los investigadores.
En conclusión, se ha realizado un chequeo general sobre el debate contra los principales
postulados de la corriente neopositivista durante los años cincuenta y sesenta. Estas
discusiones han contribuido a romper una ceguera casi que dogmática sobre cómo debe de
funcionar la ciencia. Debido a esto, ha quedado descartado cualquier posibilidad de monismo
metodológico. Todo lo contrario, las discusiones han llevado a analizar la posibilidad de
diferentes criterios asumidos por las comunidades científicas para realizar ciencia. Por
ejemplo, en el caso de Khun (1962): “The reason we do not feel that philosophy has made
any progress since Plato, is that no branch of philosophical inquiry has ever been rejected
once and for all.” (p.160). Lo cual deriva de una carencia de un criterio a través del cual se
puedan evaluar las teorías científicas, ya que estas corresponden a unos criterios propios,
valores y contextos diferentes y por lo tanto no existe algo como “avance científico”.
Estas discusiones sobre la filosofía de la ciencia abrieron el campo visual a la ciencia
contemporánea para que se despojase de una rigidez dogmática que lo único que provocaba
era un estanque para la resolución de nuevos problemas, lo que en palabras de Ulf Persson
(2016) logró el método crítico de Popper: “The imagination never works in a vacuum, it
needs to be provoked by encountering obstacles. This is the true role to be played by
falsification. Falsification are like diamonds forever, they cut off possible avenues, and thus
allow us to probe much deeper into the configuration space of ideas” (p.462). Este criterio de
objetividad de Popper que avala directamente la crítica, sea cual sea el criterio científico del
momento, logró transmitir un dinamismo a la ciencia para suscitar una competencia y mejore
constante en la ciencia moderna.

Referencias Bibliográficas:

Ache, P. M. (2015). De los esquemas conceptuales a los paradigmas. Evolución del. Acta
Scientiarum, 13.

Gómez, O. I. (2013). Inductivismo y falsacionismo en epidemiología. CES Salud Pública,


125-128.

VÁZQUEZ, M. T. (2015). LA NOCIÓN POSITIVA DE CIENCIA. CRÍTICA, Revista


Hispanoamericana de Filosofía., 61-94.

Popper, Karl. (1980). La Lógica De La Investigación Científica. Editorial TECNOS, S. A.,


1980 O'Donnell, 27. Madrid-9.
Diez y Moulines (1997). Fundamentos de la Filosofía de la Ciencia. Editorial Ariel S, A.
Barcelona.

Velasco, A. (2004). Hacia una filosofía de Karl R. Popper. Signos Filosóficos, suplemento
núm. 11, vol. IV, pp. 71-84.
Khun, T. (1982). LA TENSIÓN ESENCIAL Estudios selectos sobre la tradición y el cambio
en el ámbito de la ciencia. Fondo de Cultura Económica S. A. de C. V. Av. Picacho Ajusco,
227. 14200 México D. F.

Kuhn, T. (1962). The structure of scientific revolutions. Chicago: University of Chicago


Press (3rd ed. 1996).
Gargiulo, T. (2016). La doctrina de la inconmensurabilidad en Paul Feyerabend: una objeción
contra una particular concepción de racionalidad científica. Areté, Revista de Filosofía, Vol.
XXVIII. Pp,61-87.

Santibáñez, C. (2008). Crítica a Thomas Kuhn Science, Incommensurability and Rules: A


Critique to Thomas Kuhn. Revista de Filosofía, Nº 58, 2008-1, pp. 41 - 78 ISSN 0798-1171
Ciencia, inconmensurabilidad y reglas:
Ulf Persson. Is Falsification Falsifiable? , Found Sci (2016) 21:461–475 DOI
10.1007/s10699-015-9420-4

También podría gustarte