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Tabla de Contenido
Contaminantes acumulativos y no acumulativos
Contaminantes locales y contaminantes regionales
Contaminantes provenientes de fuentes puntuales y de fuentes no
puntuales
Emisiones continuas y emisiones esporádicas
Tipos de contaminantes
Algunos contaminantes se acumulan con el paso del tiempo, mientras que otros
tienden a disiparse poco después de ser expulsados. Por ejemplo, un contaminante
no acumulativo es el ruido: mientras la fuente opera, el ruido se manifiesta en el aire
circundante, pero tan pronto deja de funcionar la fuente, cesa el ruido. Un ejemplo
de un contaminante acumulativo lo constituyen los desechos radiactivos. También
los materiales plásticos. Durante años se buscado un plástico degradable, pero
hasta ahora el plástico es un elemento que se
Existen otros tipos de efluentes que son acumulativos hasta cierto punto, pero no
completamente. Por ejemplo, la materia orgánica arrojada en las masas de agua.
Los desperdicios tratados o no, que arrojan las plantas municipales de tratamiento
de basuras. Una vez dispersados, los desechos quedan sujetos a los procesos
químicos naturales que tienden a descomponer los materiales orgánicos en sus
elementos constitutivos, haciéndolos así mucho más benignos.
Sea o no acumulativo un contaminante, se tiene el mismo
problema básico: tratar de corregir los deterioros ambientales y
relacionar éstos con los costos para reducir las emisiones.
Sin embargo esta labor es mucho más difícil para contrarrestar los contaminantes
acumulativos, que para los no acumulativos.
Las concentraciones en el ambiente están estrictamente en función de las
emisiones actuales: reducir éstas a cero, conduciría a concentraciones cero en el
ambiente. Pero en los contaminantes acumulativos, la relación es más compleja:
una reducción en las emisiones actuales tiene sólo un efecto incipiente en las
concentraciones actuales en el ambiente. Incluso si las emisiones actuales se
redujeran a cero, la calidad del ambiente se dañaría debido al efecto acumulativo
de las emisiones anteriores.
Las emisiones que producen las plantas de energía eléctrica o alcantarillado son
más o menos continuas. Sin embargo, el hecho de que las emisiones sean
continuas no significa que los daños también sean constantes. Los hechos
meteorológicos e hidrológicos pueden convertir las emisiones continuas en daños
variables. En este caso, el problema político consiste en manejar el ritmo de las
descargas. Pero, por otra parte, tenemos el caso de contaminantes que son
emitidos esporádicamente. Por ejemplo, el caso de derramamiento accidental de
petróleo o químicos. En este caso, el problema político consiste en diseñar y
manejar un sistema que reduzca la probabilidad de descargas accidentales.