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Cuaderno Principal
Escrito N° 01
Sumilla: Demanda Contenciosa
Administrativa
ANYPSA PERÚ S.A., identificado con RUC N° 20510957319, con domicilio fiscal en Calle
Santa Ana, Lote 107, Fundo Chacra Cerro (paradero Chacra Cerro), distrito de Comas,
provincia y departamento de Lima, debidamente representado por su Gerente General,
el señor Alejandro Torvisco Palomino, identificado con DNI N° 21887815, quien tiene el
mismo domicilio que nuestra empresa, señalando domicilio procesal en la Casilla N°
3064 del Colegio de Abogados de Lima y con Casilla Electrónica N° 1078, ante usted nos
presentamos y respetuosamente decimos lo siguiente:
I) PETITORIO:
Que, dentro del plazo previsto por el artículo 19° del T.U.O. de la Ley que
regula el Proceso Contencioso Administrativo – Ley N° 27584- interponemos
Demanda Contencioso Administrativa contra el Tribunal Registral de la
Superintendencia Nacional de los Registros Públicos, a fin de que se amparen
las siguientes pretensiones:
1. PRETENSIÓN PRINCIPAL:
1
1.1. PRETENSIÓN ACCESORIA:
IV) CUANTÍA:
2
V) FUNDAMENTOS DE HECHO Y DE DERECHO DE NUESTRAS PRETENSIONES:
1. Con fecha 10 de diciembre del 2018, nuestra empresa ingresó tres solicitudes de
cancelación registral de embargos coactivos dictados mediante Medidas
Cautelares Previas por la SUNAT, y que recaían sobre tres inmuebles ubicados
en Lima (Registro de Propiedad Inmueble de Lima), por motivo de que el plazo
de CADUCIDAD de los mismos ya había operado. A continuación, mostraremos
la partida electrónica de cada uno de esos bienes inmuebles, así como también
los Asientos en donde obra la información de cada uno de los embargos previos
dictados:
3
3. Por motivo de ello, con fecha 18.01.2019 interpusimos un recurso de apelación
-dentro del plazo legal- contra la tacha emitida por el Registrador Público, el cual
fue resuelto por el Tribunal Registral mediante su Resolución N° 745-2019-
SUNARP-TR-L del 22 de marzo del 2019, notificada el 25 de marzo del mismo año,
en el que se confirmó la tacha formulada, dándose así el agotamiento de la vía
administrativa.
4. Ahora bien, el fundamento principal expuesto por el Tribunal Registral para que
no se ampare nuestro recurso de apelación fue el siguiente:
Revisando los citados asientos se tiene que se trata del embargo coactivo
trabado en el proceso seguido por la SUNAT con ANYPSA PERÚ S.A.
(Asiento D00004), el mismo que fue prorrogado según el Asiento D00005
y por último dispuesto su conversión en embargo definitivo conforme se
desprende del asiento D00006.
4
5. Siendo ello así, permítanos señalar los siguientes fundamentos que sustentan
que dicha Resolución del Tribunal Registral no se ajusta a derecho, así como
tampoco lo fue la tacha sustantiva emitida por el Registrador Público; ya que, se
ha contravenido distintas normas y leyes que posteriormente detallaremos, cuya
vulneración (ya se aplicando o interpretando de forma errónea dichas normas)
sustenta la configuración de la causal de nulidad establecida en el artículo 10°
inciso 1 del T.U.O. de la Ley N° 27444.
5
procedimiento administrativo y, en especial, a la debida motivación que debe
tener la resolución administrativa que se pronuncie sobre nuestra apelación, la
cual debía contener EL ANÁLISIS Y PRONUNCIAMIENTO DE TODOS LOS
ASPECTOS RELATIVOS AL EXPEDIENTE ADMINISTRATIVO (en virtud del Principio
de Congruencia Procedimental) Y, EN ESPECIAL, DE NUESTROS FUNDAMENTOS
JURÍDICOS Y HECHOS EXPUESTOS EN NUESTRO RECURSO IMPUGNATORIO.
6
recurso, es el límite natural al requisito de la congruencia de las
resoluciones administrativas.”1
9. Por otro lado, el inciso 5) del artículo 139° de la Constitución Política del Perú, el
inciso 3) del artículo 122° del Código Procesal Civil y el artículo 12° de la Ley
Orgánica del Poder Judicial, establecen lo que se conoce como debida o
adecuada motivación, que no es otra cosa que el deber de los jueces y de la
Administración Pública de exponer en sus resoluciones, el razonamiento lógico
que los llevó a adoptar determinada decisión. En efecto, “Si la fundamentación
de la sentencia tiene jerarquía constitucional, y existe un control de
constitucionalidad, va de suyo que es atinado un control del razonamiento del
juez. Este control, por cierto, no sale de los límites de lo formal – lógico. De ahí
que el proceso reposa también en la teoría del razonamiento correcto, ya que el
juez tiene la obligación constitucional de razonar correctamente y no violar las
reglas que rigen el pensar”2.
1
MORÓN URBINA, Juan Carlos. Comentarios a la Ley del Procedimiento Administrativo General. Tomo II,
12va Edición, Gaceta Jurídica. Lima, 2017, pp. 233
2
GHIRARDI, Olsen. El razonamiento judicial. Academia de la Magistratura: Lima, 1997, p. 105.
7
“(...) por encima de la ley y de la doctrina de eximios juristas, rige la lógica
jurídica, o sea aquél raciocinio correcto o inferencia natural que nuestro
entendimiento realiza por un proceso de análisis o identidad de
conceptos. Este raciocinio natural, que llamamos lógico, preexiste a la ley
y a toda doctrina particular. Quien no observa sus cánones
necesariamente debe desembocar en el error, cuando no en una verdad
aparente, llamada falacia o sofisma”3.
12. Por su parte, refiriéndose a la motivación razonada, Ana María Arrarte dice que
estaremos ante ella en la siguiente situación:
“(...) cuando el itinerario mental seguido por el juzgador para llegar a las
conclusiones que configuran su fallo, se respeta la corrección en la
aplicación de reglas estrictamente lógicas. Así, por ejemplo, será
imprescindible que el razonamiento respete los principios lógicos clásicos
(identidad, no contradicción, tercio excluido y razón suficiente), y arribe a
una decisión que sea una consecuencia necesaria de las premisas
empleadas. De este modo, es perfectamente posible verificar la corrección
de la motivación”4.
3
FRAGUEIRO, Alfredo. Citado por GHIRARDI, Olsen. Op. cit., p. 105-106.
4
ARRARTE ARISNABARRETA, Ana María. Sobre el deber de motivación y su aplicación en los arbitrajes de
conciencia. En: Themis N° 43, Segunda Época. Noviembre 2001, p. 56.
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a) Inexistencia de motivación o motivación aparente. Está fuera de toda
duda que se viola el derecho a una decisión debidamente motivada cuando
la motivación es inexistente o cuando la misma es solo aparente, en el
sentido de que no da cuenta de las razones mínimas que sustentan la
decisión o de que no responde a las alegaciones de las partes del proceso,
o porque solo intenta dar un cumplimiento formal al mandato,
amparándose en frases sin ningún sustento fáctico o jurídico.
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en las que ha basado su argumento. El control de la justificación externa
del razonamiento resulta fundamental para apreciar la justicia y
razonabilidad de la decisión judicial en el Estado democrático, porque
obliga al juez a ser exhaustivo en la fundamentación de su decisión y a no
dejarse persuadir por la simple lógica formal.
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14. En ese orden de ideas, podemos concluir que la RTR impugnada ha sido emitida
afectando nuestro derecho a la debida motivación de las resoluciones
administrativas y nuestro Derecho de Defensa, pues omitió pronunciarse sobre
los otros dos inmuebles en los que también se aprecia que se configuró la
caducidad de las medidas cautelares previas que recaían sobre dichas partidas
registrales, y los cuales también fueron materia de solicitud de cancelación
registral al haberse configurado la caducidad de embargos coactivos previos.
16. Antes de entrar al análisis de este punto, resulta relevante citar las normas
relacionadas a las medidas cautelares (tanto las previas al procedimiento de
cobranza coactiva, como las dictadas dentro de la misma). Nótese que son dos
tipos de medidas cautelares o embargos distintos, de diferente naturaleza
jurídica, por ello es que una es (i) MEDIDA CAUTELAR PREVIA (embargo dictado
de manera previa al procedimiento coactivo) y (ii) la otra simplemente Medida
cautelar o embargo definitivo (pues se dicta dentro del procedimiento coactivo).
17. El artículo 56° y 57° del T.U.O. del Código Tributario señala lo siguiente respecto
a las Medidas Cautelares Previas:
11
Excepcionalmente, cuando por el comportamiento del deudor tributario
sea indispensable o, existan razones que permitan presumir que la
cobranza podría devenir en infructuosa, antes de iniciado el
Procedimiento de Cobranza Coactiva, la Administración a fin de asegurar
el pago de la deuda tributaria, y de acuerdo a las normas del presente
Código Tributario, podrá trabar medidas cautelares por la suma que baste
para satisfacer dicha deuda, inclusive cuando ésta no sea exigible
coactivamente.”
5
Artículo sustituido por el Artículo 25° del Decreto Legislativo Nº 953, publicado el 5 de febrero de 2004.
6
Primer párrafo modificado por el Artículo 3° del Decreto Legislativo N° 1263, publicado el 10 diciembre
2016.
12
Si el deudor tributario, obtuviera resolución favorable con anterioridad al
vencimiento de los plazos señalados en el párrafo anterior, la
Administración Tributaria levantará la medida cautelar, devolviendo los
bienes afectados, de ser el caso.
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establecidas por la Administración Tributaria mediante Resolución de
Superintendencia o norma de rango similar.
18. Por su parte, el artículo 118° del T.U.O. del Código Tributario señala, respecto a
las Medidas Cautelares dictadas dentro de un procedimiento de cobranza
coactiva (es decir, no son de naturaleza “previa”), lo siguiente:
14
19. Habiendo ya señalado ello, veamos a continuación un cuadro que detalla el
régimen de las medidas cautelares previas antes de que se disponga su
conversión a definitivas, lo cual demostraría que, efectivamente, estamos ante
medidas dispuestas de manera previa al procedimiento de cobranza coactiva o
expediente coactivo iniciado por SUNAT:
15
ii. El mismo contribuyente liquida los impuestos a los cuales está obligado a
pagar, por ello se denomina autoliquidación. En función de ello, si no lo
paga, la SUNAT emite una Orden de Pago (OP) que pasa a cobranza
coactiva, en donde se traba medidas cautelares definitivas (embargos
definitivos) para su posterior ejecución mediante un procedimiento de
cobranza coactiva.
7
El Artículo 56° trata sobre las Medidas Cautelares Previas al Procedimiento de Cobranza Coactiva. Las
mismas que se traban, excepcionalmente, cuando por el comportamiento del deudor tributario sea
indispensable o, existan razones que permitan presumir que la cobranza podría devenir en infructuosa,
antes de iniciado el Procedimiento de Cobranza Coactiva. La SUNAT a fin de asegurar el pago de la deuda
tributaria, y de acuerdo a las normas del Código Tributario, podrá trabar medidas cautelares por la suma
que baste para satisfacer dicha deuda, inclusive cuando ésta no sea exigible coactivamente. cuando el
comportamiento del contribuyente amerita trabarla, siempre que incurra en cualquiera de los supuestos
que se detallan en el mismo artículo.
16
procedimiento contenciosos tributario se denomina Reclamación. Este
procedimiento culmina con la emisión de una Resolución de Intendencia
(RI) que ampara la pretensión del deudor tributario, o lo desestima. En
este último caso, o sea en el caso de la desestimación del recurso de
reclamación, en ejercicio de su derecho constitucional a doble instancia,
el deudor tributario puede apelar para que así el Tribunal Fiscal pueda
resolver en última instancia administrativa. Pero lo pertinente de todo
esto es que este acto, el de la emisión de la Resolución de Intendencia
que desestima la reclamación, establece el momento de ampliación de la
Medida Cautelar Previa por dos años adicionales (art. 57° del Código
Tributario).
vii. Este plazo está relacionado con el tiempo que se tome el Tribunal Fiscal
para resolver la impugnación y emitir la correspondiente Resolución
(RTF), la misma que si resulta contraria a los intereses del deudor
tributario, confirmará la determinación realizada en el procedimiento de
fiscalización, y por lo tanto será la oportunidad legal para que la Medida
Cautelar Previa pueda ser convertida en definitiva en un procedimiento
de cobranza coactiva, y así se pueda proceder a la ejecución patrimonial
correspondiente.
21. Siendo ello así, en el caso que nos ocupa NO ESTAMOS CUESTIONANDO
EMBARGOS QUE SE HAN DICTADO DENTRO DE UN PROCEDIMIENTO DE
COBRANZA COACTIVA (que es lo que regula el artículo 118° antes mencionado),
SINO MÁS BIEN LAS MEDIDAS CAUTELARES PREVIAS DICTADAS POR SUNAT
(Embargos previos dictados antes del inicio del procedimiento de cobranza
coactiva) QUE HABÍAN CADUCADO DE PLENO DERECHO ANTES DE SU
CONVERSIÓN A DEFINITIVAS, en las respectivas Partidas registrales.
22. Más adelante, y con mayor detalle, desarrollaremos lo que ocurrió en cada
partida electrónica (Partida Electrónica N° 12935088, N° 43325140 y N°
07050999), en donde vamos a poder apreciar que estamos ante MEDIDAS
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CAUTELARES DICTADAS DE MANERA PREVIA AL INICIO DE ALGUN
PROCEDIMIENTO DE COBRANZA COACTIVA, y por tanto se les aplicaba el plazo
de caducidad establecido en el art. 57° del T.U.O. del Código Tributario, mas no
el artículo 118° de dicho cuerpo legal como mal lo señaló el Tribunal Registral al
manifestar que no se aplicaba ningún plazo de caducidad.
23. Siendo ello así, tendríamos que en el caso de las medidas cautelares dispuestas
antes del inicio del procedimiento de cobranza coactiva (medidas cautelares
previas o embargos previos), estas tienen un plazo de caducidad de un año desde
que fueron trabadas, siendo que en el caso que se hubiera expedido la resolución
desestimando la reclamación del deudor tributario, la medida cautelar se
mantiene vigente por un plazo adicional de dos años según se señala en el primer
párrafo del artículo 57° del Código Tributario.
24. Pues bien, continuando con nuestro análisis, recordemos que las medidas
cautelares previas son aquellas que se dictan de manera anterior al
procedimiento de cobranza coactiva, pero ello no solo se agota ahí, sino que
además dichas medidas cautelares previas deben ser convertidas a definitivas
(con inscripción en los registros) para así poder ejecutarlas.
25. En ese sentido, por la razón expuesta en el párrafo anterior, la SUNAT procede a
inscribir en los Registros Públicos no solo la Medida Cautelar Previa, sino también
su prórroga (de dos años adicionales de acuerdo al art. 57° del Código Tributario)
y su conversión a definitiva (cuando se encuentra en trámite un procedimiento
coactivo); ya que, esas fechas de inscripción son pertinentes para así determinar
si se cumplieron o no los plazos de caducidad que establece el artículo 57° del
Código Tributario. Más adelante desarrollaremos este punto, pero lo que sí
debemos manifestar de plano es que antes de que se disponga la conversión a
definitiva de las medidas cautelares previas que corren inscritas en las partidas
registrales ya referidas, AQUELLAS YA HABÍAN CADUCADO DE PLENO DERECHO;
ya que, además de que la caducidad opera de manera automática sin necesidad
de una resolución (judicial o administrativa) que la constituya como tal, LAS
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NORMAS DE CADUCIDAD SON DE ORDEN PÚBLICO, motivo por el cual la
emisión de la resolución coactiva que dispone la conversión de la medida
cautelar previa (YA CADUCA) en definitiva, estaría viciada de nulidad conforme
a lo establecido en el Artículo V del Título Preliminar8 del Código Civil, pues se
estaría pretendiendo “convertir” a definitivo (ejecutable), un hecho que ya
caducó, que ya no existe a nivel jurídico.
27. Dicha resolución del Tribunal Registral resulta ser aplicable al presente caso,
puesto que estamos ante MEDIDAS CAUTELARES PREVIAS que, si bien fueron
prorrogadas y/o convertidas a definitivas, estas ya habían CADUCADO ANTES DE
QUE SE INSCRIBAN SUS PRÓRROGAS Y/O SU CONVERSIÓN A DEFINITIVAS. Es
decir, o bien la inscripción de las prórrogas de dos años adicionales o las
conversiones a definitivas de las medidas cautelares previas se habían realizado
de manera posterior al plazo de un año o al plazo de ampliación de dos años
8
CÓDIGO CIVIL. “Artículo V. - Orden público, buenas costumbres y nulidad del acto jurídico. - Es nulo el
acto jurídico contrario a las leyes que interesan al orden público o a las buenas costumbres.”
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adicionales, respectivamente (ES DECIR, CUANDO YA HABÍA OPERADO LA
CADUCIDAD DE LAS MEDIDAS CAUTELARES PREVIAS), razón por la cual debía
proceder la CANCELACIÓN DE DICHOS EMBARGOS QUE YA ESTABAN CADUCOS.
28. Ello quiere decir que el registrador solamente debe verificar si transcurrió el plazo
de caducidad, tomando en cuenta la inscripción en el registro respectivo del título
del embargo, para así declararla o no. ¿Y ello a qué responde? Justamente a la
protección de los derechos constitucionales como de Propiedad y Seguridad
Jurídica, para que así los administrados o contribuyentes no sufran un perjuicio
irreparable e indefinido en el tiempo (por ello es que se establecen los plazos de
caducidad que operan de PLENO DERECHO).
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(C) ANÁLISIS DEL ARTÍCULO 57° DEL T.U.O. DEL CÓDIGO TRIBUTARIO:
31. En los párrafos precedentes hemos hecho referencia al art. 57° del Código
Tributario, así como también su contenido normativo. En ese sentido,
procederemos a analizar detalladamente lo que quiere dar a conocer esa norma,
la cual es aplicable al caso que nos ocupa, puesto que estamos ante Medidas
Cautelares dictadas de manera PREVIA:
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Tómese en cuenta que en el caso que se disponga la prórroga de dos años
más, este empieza a correr desde la emisión de la Resolución de
Intendencia que desestimó el Recurso de Reclamación.
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G. Finalmente, si el Tribunal Fiscal no resolviera el recurso de apelación
después de vencido el plazo de prórroga de dos años, calculado desde la
fecha de emisión de la resolución desestimatoria del reclamo (Resolución
de Intendencia que desestima el recurso de reclamación del
contribuyente), la medida cautelar caducará de pleno derecho.
32. El artículo 57° del Código Tributario expresa que “Vencidos los plazos antes
citados [Es decir, el plazo de uno (antes de la prórroga) o de dos años adicionales
(debido a la prórroga)], sin necesidad de una declaración expresa, la medida
cautelar caducará (…)” (Resaltado y subrayado es nuestro)
34. A manera de ejemplo, y tomando en cuenta los plazos señalados por el artículo
57° del Código Tributario, suponiendo que una medida cautelar previa fue
inscrita en los registros públicos el 15 de abril del 2013, esta tendrá plazo de un
año para que caduque; es decir, vencería en principio el 15 de abril del 2014.
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Ahora, si dentro de ese plazo de un año se inscribe su prórroga por dos años
adicionales, se tendrán que contar esos dos años extras hasta que se cumpla el
nuevo plazo de caducidad, tomando en cuenta por supuesto la fecha de
inscripción. Pero, si cumplida esa prórroga no se llegase a inscribir ninguna
conversión a definitiva de la medida cautelar previa inscrita, ESTA CADUCA DE
PLENO DERECHO.
35. Por eso es que el artículo 57° del Código Tributario señala, textualmente, que
“Vencidos los plazos antes citados, sin necesidad de una declaración expresa,
la medida cautelar caducará“; es decir, LA CADUCIDAD OPERA DE PLENO
DERECHO, sin necesidad de que se emita una resolución administrativa o judicial
que la constituya. Este aspecto lo tiene que verificar el registrador, y es por ello
que toma pertinencia la fecha de inscripción de un embargo previo o una MCP,
para conocer desde cuándo se inicia el cómputo del plazo de caducidad y cuándo
es que vencería dicho plazo para que opere dicha figura jurídica.
36. Por tanto, hasta este punto tenemos que el plazo de caducidad de las MCP o
embargos previos es de un año o de dos años si hubiese prórroga dictada por el
Ejecutor Coactivo de la SUNAT. La fecha de inscripción en los Registros Públicos
es determinante para conocer desde qué momento se inicia el plazo de
caducidad de dichas MCP, para así también verificar cuándo es que ya operó la
caducidad de las mismas, LA CUAL SE CONFIGURA DE PLENO DERECHO.
(D) SOBRE LA APLICACIÓN DE LAS NORMAS DEL CÓDIGO CIVIL SOBRE LA
CADUCIDAD:
37. Para desarrollar este punto, debemos remitirnos a lo regulado por el Código Civil
en cuanto a la naturaleza, plazos y efectos de la caducidad, lo cual lógicamente
se aplica en la integridad del sistema jurídico por ser una norma de orden público
y de estricto cumplimiento para todos los operadores jurídicos.
38. En primer lugar, comencemos por el artículo 2003° del Código Civil. Este señala
que “La caducidad extingue el derecho y la acción correspondiente”. La norma
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citada quiere decir que no solo el derecho o la titularidad de un derecho
determinado, que se encuentra dentro de la esfera jurídica de un sujeto (persona
natural o jurídica), ya no existe más en el mundo jurídico, sino que también deja
de existir la posibilidad de que el mismo sea ejercido o reclamado ante un
tercero.
39. Ahora bien, qué ocurre en el presente caso, pues que la SUNAT trabó medidas
cautelares previas (MCP) de embargo en forma de inscripción en los partidas
registrales de inmuebles antes descritos, pero que a la fecha en que se pretendió
convertirlos a definitivos ya había transcurrido el plazo establecido en el
artículo 57° del Código Tributario; ES DECIR, YA HABÍAN CADUCADO DICHAS
MCP. Siendo ello así, hubo un derecho por parte de SUNAT (derecho de
embargo), pero que caducó por el transcurrir del tiempo de acuerdo a lo
establecido en dicha norma.
40. En segundo lugar, tenemos el artículo 2004° del Código Civil, el cual expresa lo
siguiente: “Los plazos de caducidad los fija la ley, sin admitir pacto contrario”.
La presente norma regula el principio de reserva de ley de la figura de la
caducidad; es decir, se determina que la ley es la única fuente para fijar los plazos
de caducidad. Siendo ello así, en el caso que nos ocupa, dicha fuente legal es el
Código Tributario, pero de manera más precisa es el artículo 57° del mismo (plazo
de uno o dos años adicionales, según corresponda). Dichos plazos se cumplieron
en su integridad desde antes que la SUNAT pretenda convertir en definitiva la
medida cautelar previa que dictó; es decir, pretendió la conversión de una
medida cautelar previa YA CADUCA.
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a definitivas de dichas MCP, con lo cual se podrá verificar que, efectivamente,
cuando esto se pretendió realizar, el plazo de caducidad ya había operado con
anterioridad, dándose así la caducidad de dichas MCP o embargos previos; ya
que, desde antes de que se pretenda e inscriba su conversión a definitiva, ya
no existían en el mundo jurídico porque la caducidad ya había operado de
pleno derecho.
41. En tercer lugar, el artículo 2005° del Código Civil señala que “La caducidad no
admite interrupción ni suspensión, salvo el caso previsto en el artículo 1994°,
inciso 8”, y finalmente tenemos lo regulado en los artículos 2006° y 2007° del
mismo cuerpo legal, los cuales señalan lo siguiente: “La caducidad puede ser
declarada de oficio o a petición de parte”; y “La caducidad se produce
transcurrido el último día del plazo, aunque éste sea inhábil”. Como se puede
apreciar, el artículo 2006° advierte que la caducidad puede ser declarada de
oficio o mediante solicitud de parte, lo cual quiere dar a conocer que la
CADUCIDAD YA HABÍA OPERADO DE PLENO DERECHO.
Recordemos que si una figura o situación jurídica “puede ser declarada por una
autoridad judicial o administrativa”, ello quiere decir que aquella ya se configuró
en sí en el mundo jurídico. En efecto, la declaración se realiza sobre un aspecto
que ya existe, que ya se dio, confirmando así su mera existencia o configuración
en el plano jurídico, y si se señala que la caducidad puede ser declarada, esto
quiere decir que dicha caducidad ya operó en la realidad.
42. Por esa razón es que el artículo 2006° señala el término “declarada”, justamente
porque la caducidad ya había operado en el mundo jurídico. Recordemos que
se declara lo pre existente, lo que ya se configuró en el ámbito jurídico (piénsese,
por ejemplo, en la configuración de la prescripción adquisitiva de dominio, la cual
opera de pleno derecho y que la sentencia judicial es meramente declarativa), y
no se necesita de ningún pronunciamiento judicial o administrativo para que se
constituya como tal.
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43. Todo ello quiere decir que el propio Código Civil acepta la configuración
automática, de pleno derecho, de la caducidad, en el momento en que se cumple
el plazo fijado por ley (artículo 2007°, en concordancia con el artículo 57° del
Código Tributario), y no se requiere de ningún pronunciamiento judicial o
administrativo que la configure o constituya.
46. Por otro lado, es importante señalar que la SUNAT dispuso la ampliación por dos
años más de la medida cautelar previa (embargo previo), tal y como se detalla a
continuación en el Asiento D00005 de dicha partida:
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“Mediante Resolución Administrativa N° 0110070119603 del 30 de
diciembre del 2016 de la ejecutoria coactiva de la Intendencia de Principales
Contribuyentes Nacionales de la SUNAT, suscrita por el Ejecutor Coactivo (…),
se ordena prorrogar el embargo en forma de inscripción inscrito en el Asiento
D0004 de la presente partida por el plazo de dos años. En el procedimiento
coactivo seguido por la SUNAT contra ANYPSA PERÚ S.A., sobre pago de
deuda tributaria (Exp. N° 0011009000015). El título fue presentado el 09 de
enero del 2017 (…). LIMA, 11 de enero del 2017”.
47. Llámese la atención que el título de la prórroga es de fecha 09 de enero del 2017
y con inscripción el 11 de enero del mismo año.
28
“Artículo 57.- Plazos aplicables a las medidas cautelares previas
51. Dicha norma es clara al señalar que ni bien se vence el plazo de un año o tres,
según corresponda, la medida cautelar previa CADUCA sin necesidad de realizar
alguna declaración expresa o una solicitud para obtener tal fin, si es que no se
inscribe la prórroga o la conversión a definitiva del embargo; es decir, la
CADUCIDAD OPERA DE PLENO DERECHO.
52. Teniendo en cuenta lo señalado hasta este momento, podemos sustraer los
siguientes datos:
29
cautelar previa de embargo en forma de inscripción, cuya fecha de
emisión es 30 de diciembre de 2016.
53. Conforme a ello, se puede observar que el ingreso del título a Registros Públicos
de la medida cautelar de embargo en forma de inscripción es del 17 de diciembre
del 2015 y con inscripción del 21 de diciembre del 2015; mientras que, el ingreso
del título a Registros Públicos de la prórroga por dos años adicionales de dicha
medida cautelar previa es del 09 de enero del 2017 y con inscripción del 11 de
enero del 2017.
54. Esto quiere decir que EL PLAZO DE CADUCIDAD DE UN (01) AÑO YA SE HABÍA
CUMPLIDO ANTES DE QUE LA SUNAT DISPONGA SU PRÓRROGA POR DOS AÑOS
ADICIONALES; es decir, se buscaba prorrogar una Medida Cautelar Previa YA
CADUCADA, lo cual no puede ser admitido por el ordenamiento jurídico, pero
que a pesar de ello el Tribunal Registral no emitió pronunciamiento. Tómese en
cuenta que aquí estamos frente a Medidas Cautelares Previas (embargos
previos) y no ante embargos definitivos dictados dentro de un procedimiento
coactivo. En efecto, LA CADUCIDAD OPERÓ CUANDO SE ENCONTRABA EN
TRÁMITE LA MEDIDA CAUTELAR PREVIA y no en una dictada dentro de un
expediente de cobranza coactiva, y por ese motivo es que se le aplica lo
dispuesto por el artículo 57° del Código Tributario.
55. Para señalar ello, nos amparamos en lo resuelto por el Tribunal Registral
mediante su resolución de observancia obligatoria N° 283-2013-SUNARP/PT, la
30
cual ya hemos hecho referencia en líneas anteriores, en la cual se hace referencia
a la CADUCIDAD DE LAS MEDIDAS CAUTELARES PREVIAS.
31
[Expediente de Medida Cautelar Previa]. El título fue presentado el 17 de
diciembre del 2015 (…). LIMA, 22 de diciembre del 2015.”
60. Por otro lado, es importante señalar que la SUNAT dispuso la ampliación
(prórroga) por dos años más de la medida cautelar previa dictada en el
Expediente N° 0011009000014 (embargo previo), tal y como se detalla a
continuación en el Asiento D00004 de dicha partida:
32
Expediente N° 0011009000015 (embargo previo), tal y como se detalla a
continuación en el Asiento D00005 de dicha partida:
33
66. De igual manera, la SUNAT dispuso convertir en definitiva la Medida Cautelar
Previa de embargo en forma de inscripción dictado en el Expediente de Medida
Cautelar Previa N° 0011009000014, tal y como se detalla a continuación en el
Asiento D00007 de la partida de la referencia:
68. Recordemos nuevamente lo señalado por el artículo 57° del Código Tributario:
69. Teniendo en cuenta lo señalado hasta este momento, podemos sustraer los
siguientes datos respecto a la medida cautelar previa de embargo en forma de
inscripción del Expediente de Medida Cautelar Previa N° 0011009000014:
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(i) Resolución Coactiva N° 0110070112143, mediante la cual se emite
medida cautelar previa de embargo en forma de inscripción, cuya
fecha de emisión es 27 de marzo del 2015.
35
70. Conforme a ello, se puede observar que el ingreso del título a Registros Públicos
de la medida cautelar de embargo en forma de inscripción es del 31 de marzo
del 2015 y con inscripción del 08 de abril del 2015; mientras que, el ingreso del
título a Registros Públicos de la conversión a definitiva de dicha medida cautelar
previa es del 29 de mayo del 2018 y con inscripción del 05 de junio del 2018.
71. Esto quiere decir que EL PLAZO DE CADUCIDAD DEL TOTAL DE 03 AÑOS YA SE
HABÍA CUMPLIDO ANTES DE QUE LA SUNAT DISPONGA LA CONVERSIÓN A
DEFINITIVA DE DICHA MEDIDA CAUTELAR PREVIA (EMBARGO); es decir, se
buscaba prorrogar una Medida Cautelar Previa YA CADUCADA, lo cual no puede
ser admitido por el ordenamiento jurídico, pero que a pesar de ello el Tribunal
Registral no emitió pronunciamiento. Tómese en cuenta que aquí estamos frente
a Medidas Cautelares Previas (embargos previos) y no ante embargos definitivos
dictados dentro de un procedimiento coactivo. En efecto, LA CADUCIDAD
OPERÓ CUANDO SE ENCONTRABA EN TRÁMITE LA MEDIDA CAUTELAR PREVIA
y no en una dictada dentro de un expediente de cobranza coactiva, y por ese
motivo es que se le aplica lo dispuesto por el artículo 57° del Código Tributario.
72. Ahora pasemos a sustraer los datos respecto a la medida cautelar previa de
embargo en forma de inscripción del Expediente de Medida Cautelar Previa N°
0011009000015:
36
(iv) Resolución Coactiva N° 0110070119602, mediante la cual se prorroga
por un plazo de dos (02) años adicionales la vigencia de dicha medida
cautelar previa de embargo en forma de inscripción, cuya fecha de
emisión es 30 de diciembre del 2016.
73. Conforme a ello, se puede observar que el ingreso del título a Registros Públicos
de la medida cautelar de embargo en forma de inscripción es del 17 de diciembre
del 2015 y con inscripción del 22 de diciembre del 2015; mientras que, el ingreso
del título a Registros Públicos de la prórroga por dos años adicionales de dicha
medida cautelar previa es del 09 de enero del 2017 y con inscripción del 17 de
enero del 2017.
74. Esto quiere decir que EL PLAZO DE CADUCIDAD DE UN (01) AÑO YA SE HABÍA
CUMPLIDO ANTES DE QUE LA SUNAT DISPONGA SU PRÓRROGA POR DOS AÑOS
ADICIONALES; es decir, se buscaba prorrogar una Medida Cautelar Previa YA
CADUCADA, lo cual no puede ser admitido por el ordenamiento jurídico, pero
37
que a pesar de ello el Tribunal Registral no emitió pronunciamiento. Tómese en
cuenta que aquí estamos frente a Medidas Cautelares Previas (embargos
previos) y no ante embargos definitivos dictados dentro de un procedimiento
coactivo. En efecto, LA CADUCIDAD OPERÓ CUANDO SE ENCONTRABA EN
TRÁMITE LA MEDIDA CAUTELAR PREVIA y no en una dictada dentro de un
expediente de cobranza coactiva, y por ese motivo es que se le aplica lo
dispuesto por el artículo 57° del Código Tributario.
75. Para señalar todo ello, nos amparamos nuevamente en lo resuelto por el Tribunal
Registral mediante su resolución de observancia obligatoria N° 283-2013-
SUNARP/PT, la cual ya hemos hecho referencia en líneas anteriores, en la cual se
hace referencia a la CADUCIDAD DE LAS MEDIDAS CAUTELARES PREVIAS.
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78. Nótese que el expediente al que se hace referencia es el N° 0011009000015, el
cual no es el expediente coactivo donde se traban embargos definitivos, sino que
es el EXPEDIENTE DE MEDIDAS CAUTELARES PREVIAS, DONDE ESTÁN
DICTADOS LOS EMBARGOS DE ESA NATURALEZA. Además de ello, téngase en
cuenta que el ingreso del título de dicha Medida Cautelar Previa es del 17 de
diciembre del 2015 y con inscripción el 31 de diciembre del mismo año.
79. Por otro lado, es importante señalar que la SUNAT dispuso la ampliación por dos
años más de la medida cautelar previa (embargo previo), tal y como se detalla a
continuación en el Asiento D00006 de dicha partida:
39
expedida por el Ejecutor Coactivo (…). En los seguidos por la SUNAT contra el
deudor tributario ANYPSA PERÚ S.A. El título fue presentado el 27/04/2018
(…). LIMA, 11 de mayo del 2018.”
83. Ahora bien, antes de entrar al análisis de dichos datos, recordemos lo regulado
en el artículo 57° del T.U.O. del Código Tributario, mediante el cual se regula el
plazo de caducidad de las Medidas Cautelares Previas:
84. Teniendo en cuenta lo señalado hasta este momento, podemos sustraer los
siguientes datos respecto a la medida cautelar previa de embargo en forma de
inscripción del Expediente de Medida Cautelar Previa N° 0011009000015:
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(iii) Inscripción de la MCP (embargo previo en forma de inscripción)
dictada por la Resolución Coactiva N° 0110070114044: 31 de
diciembre del 2015.
85. Conforme a ello, se puede observar que el ingreso del título a Registros Públicos
de la medida cautelar de embargo en forma de inscripción es del 17 de diciembre
del 2015 y con inscripción del 31 de diciembre del 2015; mientras que, el ingreso
del título a Registros Públicos de la prórroga por dos años adicionales de dicha
medida cautelar previa es del 09 de enero del 2017 y con inscripción del 11 de
enero del 2017.
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86. Esto quiere decir que EL PLAZO DE CADUCIDAD DE UN (01) AÑO YA SE HABÍA
CUMPLIDO ANTES DE QUE LA SUNAT DISPONGA SU PRÓRROGA POR DOS AÑOS
ADICIONALES; es decir, se buscaba prorrogar una Medida Cautelar Previa YA
CADUCADA, lo cual no puede ser admitido por el ordenamiento jurídico, pero
que a pesar de ello el Tribunal Registral no emitió pronunciamiento. Tómese en
cuenta que aquí estamos frente a Medidas Cautelares Previas (embargos
previos) y no ante embargos definitivos dictados dentro de un procedimiento
coactivo. En efecto, LA CADUCIDAD OPERÓ CUANDO SE ENCONTRABA EN
TRÁMITE LA MEDIDA CAUTELAR PREVIA y no en una dictada dentro de un
expediente de cobranza coactiva, y por ese motivo es que se le aplica lo
dispuesto por el artículo 57° del Código Tributario
87. Para señalar todo ello, nos amparamos nuevamente en lo resuelto por el Tribunal
Registral mediante su resolución de observancia obligatoria N° 283-2013-
SUNARP/PT, la cual ya hemos hecho referencia en líneas anteriores, en la cual se
hace referencia a la CADUCIDAD DE LAS MEDIDAS CAUTELARES PREVIAS.
88. Lastimosamente, todo ello no fue analizado por el Tribunal Registral, limitándose
simplemente a señalar que dichas medidas cautelares previas no están sujetas a
caducidad por el simple hecho de que ya fueron convertidas a definitivas y ya
forman parte de un Expediente Coactivo, LO CUAL ES ERRÓNEO; ya que, antes
de que se inscriban en los registros públicos las conversiones a definitivas, dichas
MCP ya habían caducado por la sola naturaleza jurídica y operatividad
automática y de pleno derecho de la CADUCIDAD. Es decir, dejaron de tener
existencia jurídica desde antes de que se inscriba la conversión a definitiva
(¿cómo se va a convertir a definitivo algo que ya no existe jurídicamente
hablando?).
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inscriba la conversión a definitiva de las mismas, entonces la consecuencia lógica
es que se cancelen los asientes registrales respectivos porque dichos embargos
previos ya estaban CADUCOS con anterioridad.
91. Por tanto, la RTR impugnada ha sido emitida contraviniendo el art. 10° inciso 1
del T.U.O. de la Ley N° 27444, motivo por el cual debe declararse su total nulidad.
VII) ANEXOS:
POR TANTO:
Al Juzgado solicitamos ADMITIR a trámite nuestra demanda y, en su oportunidad,
declararla FUNDADA en todos los extremos.
OTROSÍ DECIMOS: Que, de conformidad con el artículo 80° del Código Procesal Civil, se
otorgan a los letrados que suscriben el presente escrito las facultades de representación
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a que se refiere el artículo 74° del citado, manifestando estar instruidos de la
representación otorgada y de sus alcances.
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