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La Vision Apocaliptica en El Adventismo PDF
La Vision Apocaliptica en El Adventismo PDF
[1]George Knight, La visión apocalíptica y la castración del adventismo (Miami, FL: Asociación Publicadora Interamericana,
2008), 62.
La centralidad del mensaje de los
tres ángeles para la teología de los
adventistas del séptimo día, es
menos enfatizada hoy que en los
primeros días del movimiento
adventista.[1]
[1]Alberto Timm, El santuario y el mensaje de los tres ángeles: factores integradores en el desarrollo de las doctrinas de la Iglesia Adventista
del Séptimo Día, trad. Joel Leiva (Lima: Universidad Peruana Unión, 2004), 5.
Pero vosotros sois linaje escogido, real
sacerdocio, nación santa, pueblo
adquirido para posesión de Dios, a fin de
que anunciéis las virtudes de aquel que
os llamó de las tinieblas a su luz
admirable (1 Ped. 2:9)
Entonces el dragón se llenó de ira
contra la mujer, y fue hacer guerra
contra el resto de la descendencia
de ella, los que guardan los
mandamientos de Dios y tienen el
testimonio de Jesús (Ap 12:17).
Aquí está la paciencia de
los santos, los que guardan
los mandamientos de Dios
y la fe de Jesús (Ap 14:12)
Apocalipsis 12:17 revela que Dios levantará un
remanente antes de la segunda venida de Cristo.
[1]Elena de White, Testimonios, vol. 3 (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 1902), 140.
Los adventistas del Séptimo Día
poseían una profunda convicción
de que Dios les había confiado los
últimos mensajes de advertencia
para ser proclamadas a todo el
mundo antes de la segunda venida
de Cristo.[1]
[1]Alberto Timm, “Escatologia Adventista do Séptimo Dia, 1844-2004”, O Futuro (Sao Paulo: UNASPRESS, 2004), 274.
Creemos que él ha suscitado
un movimiento –denominado
Iglesia Adventista del
Séptimo Día– con el
propósito expreso de hacerlo,
de manera especial,
depositario y exponente de
este mensaje.[1]
[1]Seventh- Day Adventists Answer: Questions on Doctrine (Washington, DC: Review and Herald, 1957), 196.
Los Adventistas se ven a sí mismos
como el cumplimiento de la
profecía apocalíptica, un
movimiento profético llamado a
preparar a un pueblo en todas las
partes de la Tierra para estar listo
para la aparición de Cristo.[1]
[1]Hans
LaRondelle, “Remanente y mensajes de los tres ángeles”, en Tratado de teología adventista, ed. Raoul Dederen, trads.
Aldo Orrego, et al (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2009), 997.
La base principal de esta identificación fueron la
misión y el mensaje apocalípticos: la Iglesia
Adventista, como pueblo de Dios del tiempo del
fin, cree y predica la verdad presente: LOS
MENSAJES DE LOS TRES ÁNGELES DE
APOCALIPSIS 14:6-12.
Como Satanás iba a generar una terrible
apostasía en el mundo cristiano antes de la
segunda venida de Cristo, era necesario para
Dios levantar a su remanente con la verdad
presente.
Y él me dijo: Es necesario
que profetices otra vez sobre
muchos pueblos, naciones,
lenguas y reyes (Ap 10:11).
Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que
tenía el evangelio eterno para predicarlo a los
moradores de la tierra, a toda nación, tribu,
lengua y pueblo, diciendo a gran voz: Temed a
Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio
ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la
tierra, el mar y las fuentes de las aguas. Otro
ángel le siguió, diciendo: Ha caído, ha caído
Babilonia, la gran ciudad, porque ha hecho beber
a todas las naciones del vino del furor de su
fornicación.
Y el tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz: Si
alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la
marca en su frente o en su mano, él también beberá
del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro
en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y
azufre delante de los santos ángeles y del Cordero; y
el humo de su tormento sube por los siglos de los
siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los
que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que
reciba la marca de su nombre. Aquí está la
paciencia de los santos, los que guardan los
mandamientos de Dios y la fe de Jesús (Ap 14:6-12).
Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid
de ella, pueblo mío, para que no seáis
partícipes de sus pecados, ni recibáis
parte de sus plagas (Ap 18:4)
La misión del remanente, también, incluye:
[1]Alberto Timm, “Antecedentes históricos de la interpretación adventista de la Biblia”, Entender las Sagradas Escrituras, 17.
El problema principal de nuestra iglesia es
que nuestro mensaje distintivo no está
siendo predicado por muchos de nuestros
hermanos.
Un segundo problema en nuestra iglesia es
que estamos tomando prestado las prácticas
de Babilonia. Esta es la razón principal de la
secularización del adventismo.
Por ello, estamos perdiendo nuestra
relevancia y nos estamos
secularizando.
La mayor amenaza para el
adventismo hoy es la pérdida
de la visión apocalíptica.
Cuando la visión se pierde,
también se pierde la razón de
ser del adventismo.[1]
[1]George Knight, “La educación adventista y la visión apocalíptica”, Revista de Educación Adventista 27 (2008): 7.
El pensamiento apocalíptico está
tan afianzado en nuestra
conciencia y nuestra identidad
como iglesia que intentar librarse
de él conlleva el riesgo de la
existencia de este movimiento.[1]
[1]Ángel Manuel Rodríguez, “Los adventistas y el método histórico crítico”, Entender las sagradas Escrituras, 427.
Si la imagen apocalíptica de
conjunto del adventismo no es
válida, lo más sensato que se
puede hacer es cerrar el
chiringuito, largarse a casa y
hacer de nuestra vida algo que
merezca la pena.[1]