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JORGE DIEGO SÁNCHEZ,

M.ª ELENA JAIME DE PABLOS,


MIRIAM BORHAM PUYAL (Coords.)
 
 
 
LA UNIVERSIDAD
CON PERSPECTIVA
DE GÉNERO
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
LA UNIVERSIDAD
CON PERSPECTIVA
DE GÉNERO
JORGE DIEGO SÁNCHEZ,
M.ª ELENA JAIME DE PABLOS,
MIRIAM BORHAM PUYAL (Coords.)
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

LA UNIVERSIDAD
CON PERSPESCTIVA
DE GÉNERO
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
AQUILAFUENTE, 254
 
©
Ediciones Universidad de Salamanca
y los autores
 
Motivo de cubierta:
Eleonora d’Arborea
© Adriana Assini
 
En la realización de este libro han colaborado los grupos de investigación
«Escritoras y personajes femeninos en la literatura», de la Universidad de Salamanca
y «Escritoras y escrituras» de la Universidad de Sevilla, además de los proyectos de investigación
Escritoras inéditas en español en los albores del s. XX (1880-1920). Renovación pedagógica del canon
literario (SA019P17), financiado por la Junta de Castilla y León y el Fondo Europeo de Desarrollo
Regional (FEDER) y Ausencias II. Escritoras italianas inéditas en la querella de las mujeres
(siglos XV al XX) (FEM2015-70182-P) del Plan Estatal 2013-2016 Excelencia - Proyectos I+D.
 
1ª edición: septiembre, 2018
ISBN: 978-84-9012-969-2
 
Ediciones Universidad de Salamanca
Plaza San Benito s/n
E-37002 Salamanca (España)
http://www.eusal.es
eus@usal.es
 
Maquetación:
Mattia Bianchi, Mª Isabel García Pérez, Sara Velázquez García, Paula Barba Guerrero,
Sara Casco Solís, Diana Gatea, Laura Requena Pérez, Candela Salgado Ivanich, María
Tellería Seoane
 
Realizado por:
Cícero, S. L.
Tel. 923 12 32 26
37007 Salamanca (España)
 
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puede reproducirse ni transmitirse sin permiso escrito de
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Ediciones Universidad de Salamanca es miembro de la UNE
Unión de Editoriales Universitarias Españolas
 
www.une.es
CEP. Servicio de Bibliotecas
 
La UNIVERSIDAD con perspectiva de género / Jorge Diego Sánchez,
Ma. Elena Jaime de Pablos, Miriam Borham Puyal (coords.).
—1a. ed., septiembre 2018.—Salamanca : Ediciones Universidad de Salamanca, 2018
1 memoria USB (382 p.). —(Aquilafuente ; 254)
Tít. tomado de la página de inicio
Sistema requerido: Adobe Acrobat
Contribuciones en español e inglés, con abstracts en español e inglés
Bibliografía al final de cada capítulo
1. Mujeres en la enseñanza superior. 2. Feminismo y educación. 3. Estudios sobre las mujeres. I. Diego
Sánchez, Jorge, editor. II. Jaime de Pablos, María Elena, editor.
III. Borham Puyal, Miriam, editor.
378.4-055.2
141.72:378.4
305-055.2
 

Índice
 
INTRODUCCIÓN: Viaje al centro de los techos de cristal   
en el mundo universitario  
JORGE DIEGO SÁNCHEZ, Mª ELENA JAIME DE PABLOS,  
MIRIAM BORHAM PUYAL 11
 

I – LOS ESTUDIOS DE GÉNERO EN LAS UNIVERSIDADES


La igualdad de Género empieza por la educación: el   
Máster Universitario en Estudio de Género en la UNED  
SALVATORE BARTOLOTTA, MERCEDES TORMO ORTIZ 19
 
Programa Institucional de Estudios de Género de la  
Facultad de Estudios Superiores Iztacala UNAM: Pasado  
y presente  
ANDREA GARCÍA HERNÁNDEZ, IRENE AGUADO HERRERA 33
La Cátedra Leonor de Guzmán y los estudios de género en   
la Universidad de Córdoba  
MARÍA ROSAL NADALES, ROCÍO RUBIO ALEGRE 45
 
Mujeres, sujetos con agencia o agentes del patriarcado.  
Una aproximación desde la investigación antropológica  
sobre la maternidad  
Mª ELENA HERNÁNDEZ CORROCHANO 59
 

II – HUMANIDADES Y CIENCIAS CON PERSPECTIVA DE


GÉNERO
 
Reescribir lo simbólico. La representación de las mujeres  
y las imágenes de lo femenino a través de la crítica  
feminista  
MARÍA BURGUILLOS CAPEL 73
 
Homoerotismo en la poesía de Luis Cernuda  
ANTONIO CAZORLA CASTELLÓN 85
 
Viana de Rocagrís y el mito del amor romántico  
omnipotente: la transformación por amor de la  
 
protagonista de Laura Gallego y el papel de la mujer en la  
literatura juvenil contemporánea  
FRANCISCO JAVIER GARCÍA MONSERRAT 99

  7
 
Il logos sessuato: la pneumoepistemologia femminile
 
ELVIRA LOPS 115
Claves pictóricas en una novela negra de campus:  
Naturaleza casi muerta Pictoric Keys in a Campus  
Detective Novel: Naturaleza casi muerta    
EMILIO RAMÓN GARCÍA 129
La literatura a examen: perspectivas feministas de la
disciplina
MARÍA REYES FERRER 143
La reconstrucción de la identidad, historias de vida
CARLOS SALDAÑA RAMÍREZ 155
La recepción de las escritoras de posguerra. Crítica
tradicional vs. Crítica feminista
ANDREA SANTAMARÍA VILLARROYA 169
Aplicación de las teorías psicoanalistas de Julia Kristeva
para hacer crítica literaria de obras sobre violencia de género
NURIA TORRES LÓPEZ 183

III – PRESENCIA DE LAS MUJERES EN LAS ASIGNATURAS,


LIBROS Y MANUALES UNIVERSITARIOS
Análisis de la bibliografía en dos programas académicos
desde la perspectiva de género
IRENE AGUADO HERRERA, ANDREA GARCÍA HERNÁNDEZ 199
La visibilización de la trata de mujeres en el espacio
universitario: las ausentes en textos literarios en lengua
inglesa
CARMEN GARCÍA NAVARRO 211
Estudios en las Escuelas Normales Femeninas: la
instrucción de las niñas, según la ley Moyano de 1957
Mª TERESA GIL GARCÍA 225
Artistas mujeres referentes para estudiantes mujeres de
bellas artes
ALBA SOTO 237

  8
Emily Brontë y el poder de las letras: la evolución de
Hareton Earnshaw en Wuthering Heights
ANA PÉREZ PORRAS 253
Women’s education in the Nineteenth Century:
Perceptions in Louisa May Alcott’s Works
LAURA REQUENA PÉREZ 267
Margaret Mary Wood: la eterna olvidada entre las
teorizaciones de la figura del extraño
ÁNGELA SUÁREZ RODRÍGUEZ 281

IV – ASIGNATURAS CON PERSPECTIVA DE GÉNERO


Códigos de ética para la erradicación de la violencia en la
Universidad Mexicana del Tercer Milenio
LILIA GRANILLO VÁZQUEZ 297
Mujeres y enseñanza de lengua extranjera. Un proyecto
que visibiliza el papel de la mujer en la literatura, las artes
o las ciencias
MARÍA VICTORIA GUADAMILLAS GÓMEZ 313
 

La perspectiva de género en la docencia universitaria de


lengua, literatura y ELE
Mª DOLORES JIMÉNEZ LÓPEZ, Mª ISABEL CALLE ROMERO,
Mª ISABEL GIBERT ESCOFET, SANDRA IGLESIA-MARTÍN, Mª
JOSÉ RODRÍGUEZ CAMPILLO, ADRIÀ TORRENS URRUTIA,
LILICA VOICU 327
 

Actitud de la familia y docentes hacia la imagen de la


mujer proyectada en las películas de princesas de Disney
RAQUEL LOZANO BLASCO 341
 

Incorporar la perspectiva de género en la enseñanza de la


moda
SARA QUINTERO POMARES 355
 

La resiliencia en las mujeres supervivientes de la Violencia


de Género: desde la fenomenología interpretativa
ANA SÁNCHEZ GÓMEZ 369

9
 
 
 
 
 
 
MUJERES, SUJETOS CON AGENCIA O AGENTES
DEL PATRIARCADO. UNA APROXIMACIÓN
DESDE LA INVESTIGACIÓN ANTROPOLÓGICA
SOBRE LA MATERNIDAD
WOMEN: SUBJECTS WITH AGENCY OR AGENTS
OF PATRIARCHY. AN APPROACH
THROUGH ANTHROPOLOGICAL RESEARCH
ON MOTHERHOOD
Elena HDEZ. CORROCHANO
Universidad Nacional de Educación a Distancia
 
 
 
RESUMEN
Desde el famoso debate de los ochenta entre Godelier y la
antropóloga feminista Mathieu (1985) y su revelador “ceder no
es consentir”, hasta el concepto acuñado por Ana de Miguel
(2017) “patriarcado del consentimiento” de la actual década, la
teoría feminista intenta dilucidar en qué medida las mujeres en
occidente actúan como sujetos con consentimiento o están
sujetas a la heterodesignación patriarcal. En esta propuesta
intento aportar cierta luz a esta tesitura, partiendo del estudio de
la maternidad –también muy controvertido en el feminismo–, a
través de la investigación etnográfica que he realizado en el
marco actual de las TRA.
Palabras clave: teoría feminista, agencia, heterodesignación,
maternidad.
 
 
ABSTRACT
From the famous debate in the 1980s between Godelier and
feminist anthropologist Mathieu (1985) and its revealing
statement that “to give in is not to consent” to the concept coined
by Ana de Miguel (2017) “patriarchy of consent” in the present
decade, feminist theory has attempted to clarify the extent to
which women in western society act as subjects with consent
  59
or are subjected to patriarcal heterodesignation. In this

  60
MARÍA ELENA HERNÁNDEZ CORROCHANO
 
 
paper, I will attempt to shed some light on this issue, based on
the study of motherhood –also very controversial in feminism–
through ethnographic research that I have carried out in today's
framework of Assisted Reproduction Techniques.
Key words: feminist theory, agency, heterodesignation,
motherhood.
 
 
 
1. INTRODUCCIÓN
 
La propuesta que presento al X Congreso Internacional de
AUDEM, La universidad de las mujeres. Ocho siglos de luces y
sombras, en primer lugar, pretende analizar el concepto
consentimiento 1 desde la teoría feminista, en general, y la
investigación antropológica feminista en particular, bajo el
prisma de una corriente feminista a mi parecer poco reconocida
en España como es el Feminismos Materialista Francés (FMF).
Desde el famoso debate de los ochenta entre Godelier y la
antropóloga y representante del FMF, Nicole Claude Mathieu
(1985), hasta el concepto acuñado por Ana de Miguel (2017)
“patriarcado del consentimiento” de la actual década, la teoría
feminista ha intentado dilucidar en qué medida las mujeres
consienten y en qué medida están sujetas a la heterodesignación
patriarcal. Por lo que, en esta propuesta y, en segundo lugar,
intento aportar mi grano de arena a esta cuestión, partiendo del
estudio de la maternidad–tema también muy controvertido
dentro del feminismo, a través los primeros datos de la
investigación etnográfica que el grupo de investigación UNED,
Familias y parentesco en el siglo XXI, estamos realizando sobre
la maternidad y la subrogación gestacional 2.
 
 
 
 
 
 
1
Consentimiento, en su acepción de: Manifestación de voluntad, expresa o
tácita, por la cual un sujeto se vincula jurídicamente (RAE).
2
Hernández Corrochano, Elena; Konvalinka, Nancy; et al. (2016-2018).
Madres, sujetos agentes o individuos con agencia. Estudio etnográfico a través
de la subrogación gestante. MINECO, Proyecto I+D FEM2016-80012-R.

  61
MUJERES, SUJETOS CON AGENCIA O AGENTES DEL PATRIARCADO
 
 
 
2. SOBRE EL CONSENTIMIENTO
 
En los años ochenta, como nos indica Lourdes Méndez en su
libro Antropología Feminista, las antropólogas feministas se
interesan por el estudio de las prácticas concretas de los
diferentes sistemas sociales, políticos, económicos y simbólicos
para poder entender, “por qué las mujeres parecen a veces actuar
en contra de sus intereses” (2017: 184). Una pregunta que sigue
preocupando a la teoría feminista en la actualidad y que no sólo
se ha abordado desde la disciplina antropológica. En 2007 la
filósofa Geneviève Fraisse escribirá Du consentement, un
interesante ensayo en el que entre otras cuestiones expresa la
dualidad a la que nos enfrentamos las mujeres en las sociedades,
sujetos/objetos, que,
 
[...] la mayor parte del tiempo, [aparecen como] posiciones
mezcladas y relativas a contextos específicos. En el ensayo,
Fraisse apunta en la misma dirección en la medida en que, en la
expresión del consentimiento, no siempre hay un sí que refleje
una posición liberada de todo efecto de dominación o presión.
El consentimiento se presentaría casi como una ventana a través
de la cual se observan a la vez avances y resistencias en la
emancipación de las mujeres (Tinat, 2012: 235).
 
Actualmente, otra filósofa, Ana De Miguel (2015), aborda el
tema desde una doble conceptualización del patriarcado, aquel
que denomina “patriarcado duro o de coacción”, imbricado en
sociedades donde las mujeres se consideran seres inferiores a los
hombres legal, sexual y políticamente; y el “patriarcado blando
o del consentimiento”, donde hombres y mujeres interactúan
socialmente en equidad, como ciudadan@s de pleno derecho,
existiendo políticas activas y de acción positiva que permiten, al
menos formalmente, hablar de igualdad.
No obstante, esta autora se plantea la misma pregunta que se
hacían las feministas de los ochenta, aunque con diferente
formulación, ¿cómo se sigue reproduciendo la desigualdad en
estas sociedades del patriarcado blando? O lo que desde mi
perspectiva es lo mismo, ¿cómo el consentimiento, que se les
atribuye individual o colectivamente a las mujeres, justifica
actuaciones que como persona y/o grupo las somete o subordina?

  62
MARÍA ELENA HERNÁNDEZ CORROCHANO
 
 
La autora del Neoliberalismo sexual (De Miguel, 2015) acude
al mundo de la creación, desde el cine a la pornografía, desde
los servicios de la carne, al constructo del amor, para responder
a su pregunta. Así, para Ana De Miguel las desigualdades se
esconden detrás del supuesto consentimiento que las sociedades
del patriarcado blando otorgan a unos actos que las mujeres
realizan, pero que claramente las someten. Actuaciones
justificadas por sus supuestas habilidades para influir en el
sistema, es decir, a su agencia. Una agencia que, como veremos,
no siempre está unida a la voluntad (Sequeiros, 2014) pues,
como expone Nicole Claude Mathieu al hablar de las relaciones
entre hombres y mujeres,
 
[...] los intereses no son los mismos en ambos lados (son incluso
antagonistas), el conocimiento no será el mismo según el lugar
del interlocutor en el campo de las relaciones de sexo.
Recordemos que, si uno puede –en una relación de explotación
dada–, hablar de una posición objetiva de clase para los
dominantes, y de una posición objetiva de clase para los
dominados, uno no encuentra esta simple aposición en el campo
de la consciencia. Existen en el dominado muchos tipos de
consciencia y producción de conocimiento, fragmentados y
contradictorios, debidos precisamente a los mecanismos
mismos de la opresión [...]
Para los(as) oprimidos(as), una posición de clase objetiva no da
una sola forma de consciencia [...]
Hay un campo de escrupulosidad estructurado y dado por los
dominantes, y de forma coherente de cara a la menor amenaza
contra su poder; y diversas modalidades de fragmentación,
contradicción, adaptación o negativas [...] más o menos
(des)estructuradas por parte de los(as) dominados(as),
modalidades cuya aprehensión parece particularmente difícil
para un dominante (1991: 140-141) 3.
 
Esta relación entre la creación y la sociedad, de la que nos
habla Ana de Miguel, entre lo simbólico y lo real, se materializa
por lo tanto en la capacidad que tienen los sujetos de reconocer
y relacionarse en su entorno “en base a su sexo biológico”
 
 
3
Traducción de la autora.

  63
MUJERES, SUJETOS CON AGENCIA O AGENTES DEL PATRIARCADO
 
 
(Mathieu, 2005: 142). En este sentido, Colette Guillaumin,
representante también del FMF, para hablar del consentimiento,
habla de la apropiación de la subjetividad de las mujeres por
parte de los hombres y la fragmentación de nuestros actos como
hechos asilados atribuidos a quién los realiza, y “no al seno en el
cual los llevamos a cabo”, siendo esto entre otras cuestiones lo
que permite “afirmar la independencia del grupo dominado”
(Méndez, 2017: 186), de las mujeres. Una libertad que, como
dice De Miguel, es más que cuestionable, cuando no ilusoria.
 
3. CEDER NO ES CONSENTIR
 
A mediados de los ochenta Maurice Godelier publica
diferentes trabajos sobre el consentimiento, señalado como “el
punto más fuerte de un poder de opresión, de dominación, no es
justamente la fuerza física, sino por el contrario el del
consentimiento de los dominados a su dominación” (1978:
110) 4. Partiendo de sus estudios etnográficos sobre los Baruya
de Nueva Guinea, analiza una sociedad con ausencia de clases y
donde las relaciones de poder se estructuran en relación a la
edad – ancianos/jóvenes – y el sexo – hombres/mujeres. Estas
jerarquías se articulan en relación a los recursos materiales y
económicos entre los diferentes clanes, y en el plano político-
simbólico entre los sexos, donde un lenguaje cifrado al que solo
los hombres iniciados pueden acceder, tiene una especial
relevancia pues,
 
Poder y lenguaje están en esa relación que no es solo la señal en
el lenguaje de una diferencia. Es más profundo, es el acceso, a
través del lenguaje, a la esencia oculta de las cosas. Es un poder
sobre las cosas al mismo tiempo que un poder sobre los
hombres a través del poder sobre las cosas. En el centro del uso
del lenguaje, hay una representación, hay una «teoría», no solo
una manera de hablar, sino una manera de pensar, una manera
de plantear los problemas, de interpretar el mundo (1978: 111)5.
 
 
 
 
4
Traducción. Rosato, Ana.
5
Traducción. Rosato, Ana.

  64
MARÍA ELENA HERNÁNDEZ CORROCHANO
 
 
Y es en esta manera de construir la consciencia, de interpretar
el mundo, desde donde parte Nicole Claude Mathieu para
expresar su demoledora crítica a la presunción de Godelier de
que, “la existencia de las relaciones de dominación y opresión
más antiguas [parten del] consentimiento de los dominados a su
dominación, [por lo que] la dominación masculina es
ordinariamente reconocida y vivida por las mujeres como
legítima” (112). En este sentido la autora de La anatomía
política (Mathieu, 1991), comienza recriminando al antropólogo
francés, como su análisis interpretativo parte de su posición de
sujeto dominante, una consciencia que difícilmente puede
entender la psiquis del dominado.
Para demostrar esta y otras cuestiones, Mathieu acude a varias
y variadas etnografías para ir perfilando, en primer lugar, como
la socialización del sujeto mujer se construye en aparentes
contradicciones que, en diferentes culturas y en determinados
contextos, las limitan y condicionan. Pareciera que hagan lo que
hagan las mujeres siempre están expuestas a cumplir con los
mandatos de un sistema dominado por los hombres.
A este tipo de cuestiones, se unen otras que ella organiza
alrededor de la diferente alimentación que tienen hombres y
mujeres, del trabajo o la posición social; de los diferentes
caminos de acceso al poder o al conocimiento, que van siempre
en contra de los intereses de las mujeres como clase. En este
sentido, la resistencia individual que Godelier adjudica a algunas
mujeres y que para él no es más que una prueba en si misma del
consentimiento, es para la autora una toma de conciencia y una
solidaridad de clase ante una violencia que, como expone
Lourdes Méndez siguiendo a Mathieu, es una violencia de facto,
no ideal y que solo aparece de vez en cuando- como pretende
el autor-, una violencia “que [a las mujeres] se les impone a
través de las limitaciones físicas y cotidianas que les
conciernen” (2007: 189).
Nicole Claude Mathieu, por lo tanto, recrimina al autor no
solo su androcentrismo, sino también un sesgado análisis
etnográfico que le permite exponer una tesis totalmente
inaceptable, en tanto que el consentimiento necesita de
conocimiento y reconocimiento de las situaciones vividas, a la
par que el miedo a la violencia—del tipo que sea—no permite a

  65
MUJERES, SUJETOS CON AGENCIA O AGENTES DEL PATRIARCADO
 
 
las mujeres ejercer la voluntad para consentir, limitándose
cuando son conscientes de ello a ceder.
 
En las sociedades patriarcales (justamente aquellas que
privilegian a la vez el «honor» de la mujer –en lugar de sus
hermanos y padre– y la violación), hay más normas contrarias
para una mujer. Contrarias, pero que, si son vividas de manera
contradictoria a nivel psicológico por las mujeres –la
contradicción permanente es justamente un factor de alienación
de las mujeres (que hace que ceder no sea consentir), no son del
todo contradictorias al nivel sociológico (1991: 144) 6.
 
4. CONSIDERACIONES AL CONSENTIMIENTO A TRAVÉS DE UNA
ETNOGRAFÍA SOBRE LA MATERNIDAD EN LA SUBROGACIÓN
GESTACIONAL
 
En este apartado voy a tratar el tema del consentimiento en el
contexto de la maternidad, partiendo de la práctica de la
“subrogación gestacional”, término que utiliza Helena Ragone
para definir el tipo de subrogación en el que “la madre
subrogada solo pone el útero y solo es madre de parto, pero no
madre genética” (2007: 561), pudiendo o no ser la madre
intencional (o madre social) la donante del óvulo.
A estas actoras habría que sumarle, por un lado, las agencias
de subrogación, empresas que cuentan con clínicas de
reproducción, seleccionan a las posibles gestantes y dan
asesoramiento jurídico a los futuros padres del bebé. El
mercado, por lo tanto, juega un importante papel en esta práctica
de reproducción – independientemente de si se gratifica o no a
las donantes y a las gestantes. Y, por otro lado, estarían los
padres intencionales (sociales), clientes de estas empresas:
mujeres que quieren ser madres, solas o con parejas y que por
diferentes motivos no pueden o quieren gestar; y hombres,
parejas homosexuales o varones solos, que desean acceder a una
nueva paternidad.
 
 
 
6
Traducción de la autora.

  66
MARÍA ELENA HERNÁNDEZ CORROCHANO
 
 
Mi análisis parte de la etnografía que estoy realizando
actualmente sobre la subrogación gestacional trabajada desde un
estudio de caso, donde donante y gestante actuaron de manera
altruista y los acuerdos entre ellas y la madre intencional no
pasaron por una agencia, sino que fueron de carácter privado,
aunque como es lógico se acudió a una clínica para la extracción
de los gametos y la implantación del embrión. Junto a estas
narrativas, utilizo también los discursos públicos de partidarios y
detractores de esta práctica, en los que –como en el caso de mis
informantes– son dos los conceptos que continuamente se
repiten: el deseo y la voluntad, --inseparablemente unidos al
consentimiento.
El deseo se refiere, concretamente, al deseo de la condición
de madre 7, que siguiendo el texto de Nicole Claude Mathieu al
que me he referido arriba, se expresa como un deseo compartido
por todas las mujeres, en este caso, donantes, gestantes y madres
intencionales. Un deseo compartido que se funda en los valores
admiración social y autorealización que se otorga a una
maternidad cada vez más mitificada (Badinter, 2011). El mito de
la madre y, por lo tanto, el deseo de la maternidad, siguiendo las
tesis del FMF, formarían parte de la mitificación del
pensamiento del dominante por parte del dominado,
fundamentado en un hecho natural/deseo que al parecer todas las
mujeres quieren cumplir. Una construcción cultural que ya en el
siglo XIX Stuart Mill ponía en tela de juicio.
 
[…] Si las mujeres poseen una mayor inclinación natural por
unas cosas que por otras, no hay necesidad de leyes o
inculcación social para hacer que la mayoría prefiera las
primeras a las últimas. […]
Se supone que la opinión general de los hombres es que la
vocación natural de la mujer es la de esposa y madre. Y digo
que se supone porque, a juzgar por los hechos y por el conjunto
de la constitución actual de la sociedad, cabría inferir que su
opinión es justamente la contraria (2001: 177).

  7
Utilizo el término condición en tanto que estado, situación especial en que
se halla alguien o algo.

66
MUJERES, SUJETOS CON AGENCIA O AGENTES DEL PATRIARCADO
 
 
La gestante que actuó como informadora en mi estudio,
expresaba el consentimiento a la donación, a prestar su panza,
como el único camino para que la madre intencional cumpliera
un deseo que todas las mujeres comparten, considerando sus
actos como el camino necesario que otra mujer tuviera, no solo
un hijo, sino un bebé con el que disfrutar de las bonanzas una
maternidad plena.
Este deseo compartido de la condición de madre, que en las
sociedades patriarcales ha beneficiado más al dominante que al
dominado (Mathieu, 1991: 159; 172-175), actualmente en -- la
subrogación gestacional ha traspasado las fronteras del género, a
la vez que en los discursos a favor se ha trasformado de un
deseo a un derecho individual, entrando en juego lo que Karl
Polanyi denominó “intereses de clase”. En el marco del
liberalismo económico en que nos movemos, los intereses de
padres/madres intencionales 8 adquieren “un papel esencial en
las trasformaciones sociales”, aunque estas afecten de manera
diferente a las distintas partes de la comunidad, (Polanyi, 1989:
249), en concreto a cualquier mujer.
En este punto, la utilización que la subrogación gestacional
hace del cuerpo de las mujeres –donantes y las gestantes– Tabet,
2005) y que los contrarios a esta práctica esgrimen para razonar
su prohibición, es contrarrestado por sus partidarios con el
discurso de la voluntad. Es decir, del consentimiento que tanto
donantes como gestantes otorgan en base al slogan –tomado
prestado del feminismo radical– “mi cuerpo es mío” 9. Un slogan
 
8
Siguiendo los postulados del FMF, hombres y mujeres se pueden considerar
clases diferentes, donde la primera domina a la segunda, por lo que: En la
medida en que las mujeres han sido sometidas con éxito a la represión, la
homosexualidad masculina puede ser estructuralmente homogénea con el
poder de los hombres sobre las mujeres y, por lo tanto, no necesariamente
contradictoria con la heterosexualidad reproductiva masculina. (Mathieu,
1991:197). Traducción de la autora.
Por otro lado, las propias mujeres pueden explotar a sus congéneres,
haciendo de algunas relaciones intragénero relaciones de dominación, tal
sería el caso que estamos tratando (Tabet, 1985).
9
Sobre este tema Verónica León Burch señala como "mi cuerpo es mío",
slogan que surgió en la segunda ola del feminismo, se ha mantenido como un
hito para denunciar la violencia contra las mujeres y promover la
despenalización del aborto. Me parece importante señalar cómo este tipo de

  67
MARÍA ELENA HERNÁNDEZ CORROCHANO
 
 
que permite que las mujeres que donan y gestan para otros
revindiquen su agencia, su capacidad de actuar en el sistema, y
que oculta los riesgos que conlleva que las sociedades utilicen
los cuerpos de los sujetos (mujeres) como herramientas de
trabajo (Tabet, 2005). En este sentido, el FMF contrapondrá a
mi cuerpo es mío, tú eres tu cuerpo.
 
5. CONCLUSIONES
 
En este artículo he querido, a través del concepto del
consentimiento, dilucidar que normas y valores entran en juego
en los discursos de la maternidad y, en concreto, en la práctica
de la subrogación gestacional basándome en los datos de mi
trabajo de campo. En este sentido, volviendo al texto de Nicole
Claude Mathieu, he estimado
 
[…] distinguir un valor de dominación (en relación al grupo
dominado en cuestión), de un valor que podría llegar a ser “de
liberación” (que podría –después de la toma de consciencia– ser
 
 
slogan, que yo misma utilicé por años, más allá de la importancia de las
causas que reivindica, esconde un ambiguo discurso postfeminista, que nos
llama a desplegar mayor creatividad y espíritu crítico en busca de nuevos
conceptos. La primera ambigüedad está en el énfasis en el cuerpo, reforzando
su objetización: poseemos el cuerpo, no lo somos. Este lenguaje falla en
cuestionar los imaginarios que nos reducen a un cuerpo o a ser sus
administradoras. Ligada a esta idea está la de la mercantilización, a través del
lenguaje de la propiedad. El capitalismo se ha esmerado en inventar
mecanismos de propiedad –títulos de propiedad, patentes, propiedad
intelectual– para mercantilizar lo que antes era no-transferible: la tierra, las
ideas, el conocimiento. […] Asociar los derechos a la propiedad, algo
característico del neoliberalismo, debilita otras posibilidades, como plantear
unos intangibles no-apropiables y no-mercantilizables: el aire, el agua, los
seres humanos [...] Y, por último, si bien este slogan promueve la autonomía,
también apunta a la individualización. Al ser mío, ¿soy la responsable de lo
que le suceda a ese cuerpo? ¿Incluso de que no sea violentado? ¿No tendría
más sentido esperar que, como sociedad, todas y todos velemos juntos por
que ninguna persona nunca sea violentada? El imaginario neoliberal siempre
busca desarticular a las sociedades, individualizando sus problemas, haciendo
recaer toda responsabilidad en las elecciones de cada persona, mientras
invisibiliza los factores externos que condicionan y la estructura económica
diseñada para generar desigualdad (León Bursch, 2015).

  68
MUJERES, SUJETOS CON AGENCIA O AGENTES DEL PATRIARCADO
 
 
utilizado por el dominado en su beneficio), siendo necesario en
cada sociedad preguntarse a que grupo se aplica principalmente
(1991: 196) 10.
 
Así, partiendo del consentimiento que, de nuevo, es el
argumento que justifica las actuaciones de unos colectivos
conformados por mujeres, que en principio no son las principales
beneficiarias de las trasformaciones del sistema, ni del sistema
en sí, he probado a bucear en el discurso del deseo compartido.
Un deseo, el de la maternidad, que al parecer está en el
imaginario de todas/os como benéfico para el desarrollo de la
persona, mientras que aquellas que lo no desean, aunque son
toleradas son poco comprendidas (Badinter, 2011).
Por otro lado, apunto la necesidad de entender la agencia que
se otorga a las mujeres al usar su cuerpo libremente, como una
habilidad de actuación que bien pudiera ir en contra de sus
intereses, ya que todo lo que hagas a tu cuerpo te lo haces a ti
misma. Entendiendo la necesidad de saber, de valorar, a quienes
beneficia las trasformaciones en las relaciones de reproducción
que socialmente se están dando. Unas trasformaciones que se
dan en un sistema, el neoliberal, pero también en un contexto
concreto que, como nos dice Polanyi (1989), no debemos nunca
olvidar, el del absoluto fracaso de las políticas de población
(reproducción) en occidente.
 
 
 
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10
Traducción de la autora. 

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ISBN: 978-84-9012-969-2

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