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A la hora de recomendar la edad a la que va dirigido el texto me encuentro ante una duda, porque

por un lado puede ser atractivo para niños de 3 y 4 años, pero por otro lado, por los valores que
resalta -el esfuerzo por alcanzar tus sueños, ser tu mismo pese a las circunstancias- puede
recomendarse para niños de más edad, incluso para jóvenes y adultos. Así, ante la duda, mejor que
seas tú quien decida.

El gusanito
Autor de esta adaptación: José Luis García

(Estamos en mitad del campo. A nadie se ve. Entra Gusanito que se arrastra por el suelo,
lentamente).

(Cada vez que el Gusanito entra en escena, la atraviesa en su totalidad y sale por el extremo
opuesto al que entró).

(Cuando lleva un rato con su avance, y desde el otro extremo entra Saltamontes, que se acerca al
primer personaje).
SALTAMONTES.-
Hola pequeño, -¿hacia dónde vas?
GUSANITO.-
Anoche tuve un sueño.
SALTAMONTE.-
No está mal para ser un gusano. -¿Y…?
GUSANITO.-
En el sueño estaba en lo alto de la gran montaña y veía todo el valle. Fue todo tan bonito, que he
decido ir hasta la montaña y realizar mi sueño.
SALTAMONTES.-
Estás loco, pequeñajo; la gran montaña está muy lejos y tu eres diminuto.
GUSANITO.-
(Comienza a caminar de nuevo).
Llegaré si me esfuerzo lo suficiente.
SALTAMONTES.-
-¿No te das cuenta de que es imposible? Una simple piedra será una montaña inmensa y un
agujero en el suelo será un valle imposible de cruzar.
GUSANITO.-
Tengo que intentarlo.
(Sale Gusanito).
SALTAMONTES.-
-¡Estás loco, gusano!
(El Saltamonte sale por el centro).
(Vuelve a entrar el Gusanito, lentamente).
ESCARABAJO.-
(En off, cuando Gusanito lleva un rato con su acción de avanzar).
-¿Se puede saber a dónde vas?
GUSANITO.-
Hacia la gran montaña.
(Entra el Escarabajo).
ESCARABAJO.-
La gran montaña, es muy grande y está lejos, muy lejos.
GUSANITO.-
Tuve un sueño y en él yo llegaba a la gran montaña.
ESCARABAJO.-
Los sueños, sueños son; gusano loco.
GUSANITO.-
Prefiero ser loco que estar todo el día con la cara hacia abajo. Adiós escarabajo.
(Sale Gusanito).
ESCARABAJO.-
-¿Y qué tiene de malo mirar hacia abajo? Así ves lo que está en el suelo.
(Mira en la dirección en la que salió el gusano).
Pobre gusanito loco.
(Sale por el centro).
(Entran una Rana y el Saltamontes).
RANA.-
No te puedo creer.
SALTAMONTES.-
Yo salto y salto, pero nunca miento, ni lo intento.
(Entra Gusanito, con su esfuerzo, y se le ve más cansado).
Mira, ahí viene.
RANA.-
(Que se acerca a Gusanito).
-¿Es cierto que quieres llegar a la gran montaña para poder ver todo el valle?
GUSANITO.-
Ese es mi sueño.
SALTAMONTES.-
-¿Está loco o no lo está?
RANA.-
Nunca llegarás. Eres más pequeño que yo y yo jamás lo he intentado.
GUSANITO.-
Y si no lo has intentado, -¿cómo sabes que no llegaré?
SALTAMONTES.-
-¿Te dije o no te dije?
RANA.-
No lo he intentado porque soy razonable.
GUSANITO.-
Dejadme. Es mi sueño.
(Sale Gusanito).
RANA.-
Mi sueño es comerme una mosca tan grande como un saltamontes.
SALTAMONTES.-
-¿No querrás comerme, verdad?
RANA.-
No eres una mosca.
SALTAMONTES.-
Pero soy tan grande como un saltamontes.
RANA.-
Porque eres un saltamontes.
SALTAMONTES.-
Como intentes comerme, te monto una plaga.
RANA.-
Me estás dando sueño.
SALTAMONTES.-
-¿También tu tienes un sueño?
RANA.-
(Qué ríe).
Esa si que es buena… -¡Un sueño!
SALTAMONTES.-
(Ríe. Imita al Gusanito).
Dejadme. Es mi sueño.
RANA.-
Que se convertirá en su pesadilla.
(Salen ambos con sus risas).
(Entra Gusanito que avanza por la escena hasta llegar al centro de la misma, lugar en el que se
detiene un instante).
GUSANITO.-
Estoy muy cansado… Muy cansado. Debo seguir. Mi sueño es mío y prefiero morir antes que dejar
de intentarlo.
(Sigue avanzando hasta que sale de escena).
(Durante un tiempo en el que la escena permanece vacía, suenan truenos y si existieran
posibilidades técnicas la escena se iluminará, como si resplandecieran los rayos en ella).
(Entran Rana y Saltamontes).
RANA.-
-¡Menuda tormenta!
SALTAMONTES.-
La mayor que hemos tenido nunca.
RANA.-
-¿Qué habrá sido del gusano loco?
SALTAMONTES.-
Ya te puedes imaginar…
(Entra Escarabajo).
ESCARABAJO.-
-¿Sabéis algo del gusanito que tenía un sueño?
RANA y SALTAMONTES.-
Ya te puedes imaginar…
ESCARABAJO.-
Yo no imagino nada. Soy un escarabajo y sólo miro hacia abajo.
RANA.-
Seguro que algún día, encontrarás su cuerpito enterrado en el barro.
ESCARABAJO.-
-¿Creéis que ha muerto?
RANA.-
Ya te puedes imaginar…
ESCARABAJO.-
Precisamente por imaginar cosas ha muerto ese gusano. Lo mejor es tener siempre los pies en el
suelo, y a ser posible también la cara.
SALTAMONTES.-
Cada uno debe conformarse con lo que le ha tocado en suerte.
RANA.-
La vida es como es, y ningún gusano la cambiará jamás.
(Escuchamos una risas de alegría).
(Volando sobre los tres personajes entra una Mariposa, que cuando habla, reconocemos por su
voz que es el Gusanito que se ha transformado en mariposa).
MARIPOSA.-
-¡Puedo volar!, -¡ahora alcanzaré mi sueño!
RANA.-
-¡El gusano se ha vuelto mariposa!
ESCARABAJO.-
-¡Qué poca vergí¼enza!, si uno es gusano, siempre debe seguir siéndolo.
MARIPOSA.-
-¡Adiós amigos!, la montaña me espera. Un nuevo mundo se abre ante mi.
(Sale Mariposa).
ESCARABAJO.-
-¡No sigas adelante; volverás a morir!
RANA.-
Los jóvenes creen que con volar se arregla todo.
SALTAMONTES.-
-¡Si tienes los pies en el suelo, estarás siempre seguro!
(Una red inmensa atrapa a los tres personajes).
NIÑO.-
(En off).
Mamá, he atrapado a tres bichos.
MADRE.-
(En off).
-¿Y qué vas a hacer con ellos?
NIÑO.-
(En off).
Los meteré en una caja.
(Sale la red con los tres personajes).
MADRE.-
(En off).
-¡Bichos!, -¿cuándo sentarás la cabeza?
(La Mariposa atraviesa la escena y sale).

Fin

La Cabrita Mentirosa
Autora: Isabel Tapiador
(Entra el padre, lleva el típico cucurucho de Mago en la cabeza)
PADRE.-
Regordito, Largucho, -¿dónde estáis?. Estos hijos míos siempre dormitando. Como tienen un padre
mago, -¡hala, a la bartola! -¡Regordito, Largucho!
(Oímos las voces de los hijos)
HIJOS.-
-¡Ya va papá, ya va papá!
(Entran apresuradamente, tropiezan entre ellos, se lían y se caen)
REGORDITO.-
-¡Quítate!
LARGUCHO.-
-¡Quítate tú!
PADRE.-
-¡Silencio! Hijos, he tomado una decisión, -¡vivir de la magia no es serio!
HIJOS.-
-¡Pero papá!
REGORDITO.-
-¿Qué dirá el mago Merlín?
LARGUCHO.-
Eso, qué dirá, qué dirá.
PADRE.-
No es preocupéis por eso, ya he hablado con él. Nos ganaremos la vida trabajando.
REGORDITO.-
-¿Tabajando?
PADRE.-
Trabajando, Regordito.
LARGUCHO.-
-¿Tlabalando?
PADRE.-
Trabajando, Largucho.
HIJOS.-
-¿Y eso cómo se hace?
PADRE.-
Convertiré mi gorrito de mago en una cabra.
HIJOS.-
Pero papá, -¿tú has dormido bien?
PADRE.-
La cabra nos dará leche y haremos queso, natillas y muchas cosas más.
Regordito, cógeme el gorrito.
(Regordito se lo coge de la cabeza al padre y se queda con él entre las manos, el gorro le tapa la
cara y no puede ver nada)
-¡Ponlo ahí!
REGORDITO.-
-¿Dónde?
PADRE.-
-¡Ahí!
REGORDITO.-
-¿Dónde?
PADRE.-
-¡¡¡Ahí!!!
(Se asoma por un lado y lo coloca)
-¡Abracadabra, pata de cabra! No, no, no, no, éste no es.
LARGUCHO.-
-¿No queremos una cabra?
PADRE.-
-¡Silencio!
-¡Hierba comerás,
leche nos darás,
la tela romperás
y una cabra serás!
Ahora todos: -¡Rantamplán!
HIJOS.-
-¡Oh!
PADRE.-
«¡Oh!» no, -¡rantamplán!. Una, dos y tres:
TODOS.-
-¡Rantamplán!
(El gorrito empieza a temblar y sacudirse cada vez más fuerte hasta que desaparece y aparece
convertido en una simpática cabrita blanca)
CABRA.-
-¡Beeee, beeee!
REGORDITO.-
-¡Uy, qué bonita es!
LARGUCHO.-
-La llamaremos Negrita.
PADRE.-
-Pero hijo, si la cabra es blanca.
LARGUCHO.-
-¿Y qué tiene que ver?
REGORDITO.-
-¡Hola Negrita!
NEGRITA.-
-¡Beeee!
PADRE.-
Bueno, es igual. Negrita, -¿estás contenta?
NEGRITA.-
Yo sí, pero qué hambre tengo.-¡Beeee, beeee!
PADRE.-
Normal, estás recién hecha.
Hijos, atentos: tenemos que cuidar bien a Negrita para que nos dé sustento.
REGORDITO.-
Yo prefiero leche, papá.
LARGUCHO.-
Y yo natillas.
PADRE.-
-¡Ay! La llevaremos al campo para que coma hierba y beba agua fresca.
NEGRITA.-
-¡Beeee, beeee!
PADRE.-
Mañana os iréis los dos con ella al campo, así, lo que no sepa el uno lo sabrá el otro… o ninguno,
ya veremos.
HIJOS.-
-¡Vale!
PADRE.-
Ahora todos a dormir.
(Mientras se van)
LARGUCHO.-
A ver si la cuidas bien.
REGORDITO.-
A ver tú.
LARGUCHO.-
No te duermas.
REGORDITO.-
Ni tú.
NEGRITA.-
-¡Beeee, beeee!
(Salen todos)
(Comienza el nuevo día, oímos el canto de un gallo)
GALLO.-
Quiquiriquí, amanece por aquí,
quiquiriquí, yo me río así: -¡ji, jirijí; ji, jirijí!
(Oímos las voces de Regordito y Negrita)
NEGRITA.-
-¡Beeee, beeee!
REGORDITO.-
-¡Voy, voy, voy!
(Al rato)
NEGRITA.-
-¡Beeee, beeee!
REGORDITO.-
-¡Ya estoy sentadito!
(Entran, Negrita va tirando de la ropa de Regordito que está medio dormido)
REGORDITO.-
-¡Si no he desayunado! Voy a tener que comer hierba yo también.
NEGRITA.-
(Protesta)
-¡Beeee, beeee!
REGORDITO.-
-¡Vamos, vamos!
(Comienzan a caminar, van cruzando la escena)
Largucho, -¿dónde estás?
LARGUCHO.-
(Entra de repente, hablan mientras caminan)
-¡Te has dormido!
REGORDITO.-
-¡Tú te has dormido más!
LARGUCHO.-
Yo estaba preparando la comida.
REGORDITO.-
-¿Qué comida, dónde está?
LARGUCHO.-
(Se mira, no lleva nada)
-¡Ahí va, que lo he soñado!
NEGRITA.-
-¡Beeee, beeee!
REGORDITO.-
-¡Ya vamos, Negrita!
LARGUCHO.-
-¡Negrita, ya vamos!
(Han cruzado la escena, salen)
(Aparece en escena una larga ristra de hierba, entran los personajes)
REGORDITO.-
-¡Mira Negrita!
NEGRITA.-
-¡Beeee, cuánta hierba!
LARGUCHO.-
Toda para ti, come, come.
(Van avanzando a medida que la cabra se come la ristra de hierba, de repente, aparece un
melocotón, se paran)
REGORDITO.-
-¡Un melocotón, me lo como yo!
LARGUCHO.-
-¡No, me lo como yo!
REGORDITO.-
-¡Me lo como yo!
LARGUCHO.-
-¡Me lo como yo!
(Se lo come Negrita)
NEGRITA.-
-¡Beeee, beeee! -¡Qué bueno todo!
(Siguen su avance)
REGORDITO.-
Tendrás que beber agua.
LARGUCHO.-
Te vas a atragantar.
(Dicho esto aparece una fuente, se paran sorprendidos)
AMBOS.-
-¡Ahí va!
NEGRITA.-
-¡Beeee, beeee!
REGORDITO.-
Esto parece cosa de magia.
LARGUCHO.-
Bebe Negrita, bebe.
NEGRITA.-
-¡Qué fresquita, beeee!
REGORDITO.-
Vamos para casa, que se hace de noche.
LARGUCHO.-
-¡Qué hambre que tengo!
REGORDITO.-
Yo tengo más.
(Salen)

(Entra el padre)
PADRE.-
Ya es tarde, mis hijos tienen que estar al caer.
(Entra negrita y a continuación los hijos que tropiezan con ella y caen)
NEGRITA.-
-¡Beeee!
REGORDITO.-
-¡Culpa tuya!
LARGUCHO.-
-¡Tuya más!
PADRE.-
-¡Silencio!
Cabrita Negrita,-¿has comido bien?
Leche nos darás, que muy bien sabrá.
NEGRITA.-
Leche no tengo, porque nada comí.
Lo único que puedo hacer, es irme a dormir.
(Y con las mismas se va)
HIJOS.-
-¡Es mentira papá!
PADRE.-
-¿Mentira? -¡A la cama sin cenar! No habéis hecho vuestro trabajo.
HIJOS.-
-¡Pero papá!
PADRE.-
-¡A la cama! Mañana cuidaré yo a Negrita.
REGORDITO.-
Tiene gracia, aquí la única que come es la cabra.
LARGUCHO.-
Gracia no tiene ninguna.
(El padre les ve irse, se desespera, sale por el otro lado) (Amanece un nuevo día, se oye un gallo)
GALLO.-
Quiquiriquí, amanece por aquí,
quiquiriquí, yo me río así: -¡ji, jirijí; ji, jirijí!

(Una ristra de hierba llena la escena, entran el padre y Negrita)


PADRE.-
Hoy sí que vas a comer bien, Negrita.
NEGRITA.-
-¡Beeee, beeee!
(Negrita salta y bala emocionada, come a toda velocidad, de esta manera cruzan la escena y salen)
(Otra ristra de hierba aparece, vuelven a entrar y avanzan en sentido contrario al de antes)
PADRE.-
Pues sí que tienes hambre, sí. Habrá que buscar agua.
(Aparece una fuente,el padre mira a todos lados buscando su origen, Negrita bebe y bebe)
PADRE.-
-¡Cáspita!
(Unas nubes oscuras se les acercan, comienza a llover)
PADRE.-
Cabrita, a casita que llueve.
(De camino a casa, Negrita devora lo que queda de hierba, salen) (Entran, ya han llegado a casa)
PADRE.-
-¡Ya estamos aquí!
(Entran los hijos)
HIJOS.-
Hola papá.
PADRE.-
Hola hijos. Hoy sí que has comido bien, -¿eh Negrita?
NEGRITA.-
Leche no tengo, porque nada comí.
Lo único que puedo hacer, es irme a dormir.
PADRE.-
-¿Pero qué dices?
HIJOS.-
Ya te lo dijimos.
PADRE.-
-¡Esta cabrita es una mentirosa!
HIJOS.-
Ya te lo dijimos.
NEGRITA.-
-¡Beeee!
HIJOS.-
Ya te lo dijimos.
PADRE.-
-¡Silencio! Negrita, -¿por qué dices que no has comido?
NEGRITA.-
Mañana quiero comer también, porque hambre vuelvo a tener.
PADRE.-
Te daremos comida todos los días,hoy…
REGORDITO.-
…Mañana…
LARGUCHO.-
…Y pasado también.
TODOS.-
-¡Bieeeen!
NEGRITA.-
-¡Beeee!
PADRE.-
Negrita, hay que decir la verdad.
NEGRITA .-
-¿Verdad y mentira qué son?, nadie me lo enseñó.
PADRE.-
-¡Cáspita!
HIJOS.-
-¡Ahí va!
NEGRITA.-
-¡Beeee!
PADRE.-
-¡Qué brutos hemos sido!
HIJOS.-
-¡Oh, papá!
PADRE.-
La cabrita está recién hecha y no sabe nada.
REGORDITO.-
Estamos muy ocupados.
LARGUCHO.-
Hay que enseñar a la cabrita.
PADRE.-
-¡Atenta Negrita; hijos, vamos allá, lección primera!
Un, dos, tres y…
HIJOS.-
Dos por una es dos.
PADRE.-
Verdad y mentira qué son.
HIJOS.-
Dos por dos cuatro.
PADRE.-
Te lo cuento en un rato.
HIJOS.-
Dos por tres seis.
PADRE.-
Cuidado con lo que hacéis.
HIJOS.-
Dos por cuatro ocho.
PADRE.-
Te lo explico con un bizcocho.
NEGRITA.-
-¡Beeee, beeee!
(Salen de escena mientras cantan esta cantinela)
(Oímos la voz de un hombre, desconocido hasta ahora)
HOMBRE.-
Blanquita, no te quedes atrás; vamos Azulona; -¡Rojita, te estoy viendo!
(Entran tres cabritas, cada una del color correspondiente, seguidas por un hombre vestido de
mago y ejerciendo de pastor)
HOMBRE.-
Vamos, vamos, no os paréis.
(Ve que el público le mira asombrado, se dirige a la concurrencia)
Si, si, estáis viendo bien, si. Soy el mago Merlín, qué queréis que os diga. No están los tiempos
para trucos, hay que hacer de todo.
(Se dirige a sus cabras)
Pequeñas, por hoy ya hemos terminado, -¡ a casita!
(Los cuatro hacen una piña en el centro)
HOMBRE.-
-¡¡Ashazaflam!!
CABRITAS.-
-¡Beeee!
(Desaparecen todos)

FIN

El guión de hoy trata de la guerra, aunque más bien habría que decir que resalta el valor de la paz
y de la no violencia. -¿Cómo iniciaron ratones, gatos y perros su enemistad ancestral? La respuesta
a esa pregunta nos lleva al porqué de la guerra.

La guerra de los ratones


Autor: José Luis García

(En un extremo del escenario vemos un grupo de árboles, callados, como verdaderos árboles).
(Entra el Presentador).
PRESENTADOR.-
La historia de hoy nos cuenta la historia de porqué se llevan tan mal los gatos y los ratones.
PERRO.-
(En off).
-¡Guau!
PRESENTADOR.-
Y los perros con los gatos…
(Entra el Perro).
PERRO.-
Vaya, esto me interesa. -¿Puedo quedarme a escuchar?
PRESENTADOR.-
Es algo irregular, pero…
PERRO.-
Prometo que no me haré pis.
PRESENTADOR.-
Eso es un detalle.
PERRO.-
Cuenta, cuenta; que estoy impaciente.
PRESENTADOR.-
Esto, vale…
PERRO.-
-¡Guau!
PRESENTADOR.-
-¡Guau!… Digo, no… Quiero decir… Habían una vez tres ratones. Los tres compartían una porción
de tierra tan grande como la palma de mi mano.
(Muestra su mano).
Durante el inverno, cayó sobre la tierra un puñado de nieve. Los ratones comenzaron a quitar la
nieve y se encontraron un pedacito de tocino del tamaño de un guisante.
(Al Perro).
Escondámonos entre los árboles…
PERRO.-
Guau, esto me gusta.
PRESENTADOR.-
-¡Guau!
PERRO.-
Veo que me entiendes.
(Se esconden ambos entre los árboles).

(Entran los tres ratones. Uno de ellos es claramente más pequeño que los otros dos. El Mayor lleva
el pedazo de tocino entre sus manos).
RATÓN GRANDE.-
Deberíamos guardar este trozo de tocino para cuando tengamos hambre.
RATÓN MEDIANO.-
Efectivamente, hay que ahorrar; nunca se sabe cuándo será difícil conseguir comida. Te propongo,
juicioso hermano, que se lo demos a nuestro hermano pequeño para que lo guarde y aprenda el
valor del ahorro.
GRANDE.-
Sabias palabras, hermano.
(Entra el Gato).
GATO.-
Hola coleguillas… Hoy estoy más cansado que nunca. Esta noche ha sido muy larga y me he
cansado como jamás lo he estado.
GRANDE.-
Si uno está cansado, hay que descansar.
MEDIANO.-
Sabias palabras, hermano.
GATO.-
Por favor, no hagáis ruido, no me despertéis.
MEDIANO.-
Seremos tan silenciosos como ratones.
GRANDE.-
Sabias palabras, hermano.
GATO.-
-¿Eh?… Da igual, sólo quiero dormir.
(El Gato se hace un ovillo sobre si mismo y queda dormido al instante).
GRANDE.-
-¿De qué hablábamos?
MEDIANO.-
De darle el trozo de tocino a nuestro hermano pequeño para que lo guarde hasta que tengamos
hambre.
(El Ratón Grande se acerca al pequeño y le tiende el trozo de tocino).
GRANDE.-
Aquí tienes, pequeño.
PEQUEÑO.-
(Que coge el trozo).
Gracias.
(Se lo come en un momento. Visto y no visto, había tocino, y ahora no lo hay).
-¡Riquísimo!
GRANDE.-
-¿Qué has hecho, pedazo de ratón?
MEDIANO.-
Lo he cogido, es pedazo de ratón, porque es tan pequeño que no parece un ratón entero… -¡Un
momento! -¡El muy pedazo de ratón se ha comido el trozo de tocino!
PEQUEÑO.-
Es que tenía hambre. Y dijiste que lo guardara hasta que tuviera hambre. Y yo ya tenía hambre.
GRANDE.-
-¿Y te parece bonito?
PEQUEÑO.-
Bonito, no sé; pero estaba bueno que te cagas.
GRANDE.-
-¡Esto es una infamia!
MEDIANO.-
-¡Se ha comido el tocino y encima bromea!
GRANDE.-
-¡Merece un castigo! Necesitamos un juez, que dicte sentencia.
MEDIANO.-
Eso es, una sentencia dictada por un juez.
GRANDE
El señor Gato nos servirá.
(Grande y Mediano agarran cada uno por un brazo al Pequeño y lo llevan hasta el lugar en el que
duerme el Gato).
MEDIANO.-
-¡Señor Gato!
GATO.-
(Sin moverse, dormido).
Eso, un gato; un gato soy…
GRANDE.-
Necesitamos su juicio. Somos tres hermanos.
GATO.-
(Sin moverse. Seguirá así hasta que se diga lo contrario).
-¡Oh, si!, un enorme pueblo.
MEDIANO.-
Compartimos un trozo de tierra tan grande como la palma de una mano.
GATO.-
Sois toda una nación; dejadme dormir…
GRANDE.-
Encontramos un pedazo de tocino del tamaño de un guisante.
GATO.-
Extraordinario festín…
MEDIANO.-
Se lo dimos a nuestro hermano pequeño para que lo guardara.
GATO.-
-¡Qué comilón!
MEDIANO.-
(Que trepa sobre el Gato dormido).
-¡Necesitamos un castigo!
GATO.-
Sólo quiero dormir…
MEDIANO.-
(Que salta sobre el Gato).
-¡Despierta Gato!, -¡necesitamos justicia!
(Mediano sigue con sus saltos sobre el durmiente hasta que éste se levanta de un salto).
GATO.-
Sois unos bichos horribles.
MEDIANO.-
(Que cae al suelo cuando se levanta el Gato. Sin embargo, Mediano se incorpora de un salto).
Necesitamos un castigo.
GATO.-
Claro que vais a tener vuestro castigo. Os voy a comer, igual que vuestro hermano pequeño se
comió el tocino.
GRANDE.-
-¡Es injusto!
GATO.-
-¿No queréis justicia?, os condeno a los tres por pesados. Venid aquí, tocinos con patas.
LOS TRES RATONES.-
(Que corren sin concierto de un lado a otro).
-¡Socorro!, -¡la justicia nos trata como a tocinos!
GATO.-
Tocinos pesados, tocinos horribles, tocinos asquerosos…
(El Gato persigue a los tres ratones. Salen todos de escena).
(El Presentador y el Perro abandonan su escondrijo entre los árboles).
PERRO.-
-¡Ha comenzado la guerra!
PRESENTADOR.-
Aunque yo preferiría que firmasen la paz.
(Entran los tres ratones, que huyen del Gato; pasan junto al Presentador y al Perro y salen de
escena).
PERRO.-
-¡Cómo corren estos ratones!
(Entra el Gato y en su persecución tropieza contra el Perro y lo tira al suelo).
GATO.-
-¡Quita de en medio, adoquín!
PERRO.-
Yo no tengo nada que ver con vuestra guerra.
GATO.-
Claro que no, tienes cara de no ver nada. Pero, -¿qué hago?, -¿hablo con una piedra con pelos?
PERRO.-
Sin pelos te voy a dejar, por insolente y apestoso.
GATO.-
Tu, -¿y cuántos tocinos como tu?
PERRO.-
-¡Guau!
GATO.-
Vaya, ese ruido no me gusta nada.
PERRO.-
-¡Guau!
GATO.-
Eso lo serás tu, -¡miau!
PERRO.-
-¿Me has llamado qué?, -¿miau?; ven aquí que voy a acabar contigo.
GATO.-
Creo que no voy a esperar a eso.
(Y entre “guaus” y “miaus” entran y salen de escena con sus persecuciones; sin olvidar a los tres
ratones. Todo es un correr y un gritar sin fin).

PRESENTADOR.-
Y así, por un pequeño trozo de tocino inocente, comenzó la guerra entre ratones y gatos, entre
perros y gatos. Una guerra que dura siglos y que se hereda de generación a generación.
(Gritos y carreras).
Todas las guerras son tan miserables como esta. Se lucha por un trozo de tierra, por un pedazo de
comida, por creernos más importantes que nuestros vecinos.
(Gritos y carreras).
-¡Basta de luchas, insensatos!, -¿no veis que termina la obra?
(Gritos y carreras en las que atropellan al Presentador y lo tiran al suelo).
PRESENTADOR.-
(Que se levanta del suelo).
La guerra, como el rascar, es fácil de empezar; pero nunca sabe uno cuando acabará.
(Entran con sus carreras y vuelven a atropellar al Presentador).
PRESENTADOR.-
Y así termina esta historia, en la que no fueron felices, ni comieron perdices…
(Entran y atropellan al Presentador).
PRESENTADOR.-
(Que se levanta).
Bueno, me voy, otro día os contaré una historia de perdices felices que no tocan las narices.
(Sale).
(Persecuciones y carreras).

FIN

ay que ser valientes y atreverse con las cosas de la vida, así aprendemos a hacernos mayores. Esto
es lo que nos enseña el simpático león Roberto en este pequeño texto teatral, «El León que no
sabía rugir», pensado para los pequeños y para los que no lo son tanto.

Recomendado a partir de tres años.

El León que no sabía rugir


Autora: Isabel Tapiador

(Entra en escena una pelota, botando aquí y allá, oímos voces, son el perro Bruno y el gato
Nicasio)

BRUNO.-
-¡Quita!
NICASIO.-
-¡Quita tú!
BRUNO.-
-¡Déjame pasar!
NICASIO.-
-¡Déjame tu!
(Entra Bruno)
BRUNO.-
-¡La tengo, la tengo, la tengo…!
(Coge la pelota con la boca)
-¡¡La tengo!!
(Entra Nicasio)
NICASIO.-
-¡Me has hecho trampa!
BRUNO.-
(Con la pelota en la boca)
-¡De efo nada, de he ganado dimpiamedte!
NICASIO.-
-¡Que no!
BRUNO.-
-¡Que fí!
NICASIO.-
-¡Que no!
BRUNO.-
-¡Que fí!
(Están en éstas, cuando aparece un leoncito, Roberto, en un extremo y se queda mirándoles, el
gato le ve)
NICASIO.-
-¡Ahí va! -¡Un gato roquero!
BRUNO.-
Y yo voy y me lo creo. -¡Me quiedez quitad da pedota!
NICASIO.-
-¡Cuidado, que se lanza!
BRUNO.-
(Se le cae la pelota de la boca, Nicasio aprovecha para esconderla)
-¡Ay, mi madre! -¡Ahí va! Nunca había visto un gato roquero.
ROBERTO.-
-¡Yo no soy eso!
NICASIO.-
Pues tienes toda la pinta.
BRUNO.-
-¡Menudo melenudo!
ROBERTO.-
-¡Que yo no soy eso!
NICASIO.-
Bueno, -¿y entonces qué eres?
ROBERTO.-
(Muy orgulloso)
-¡Soy un león!
BRUNO.-
-¡Ay, mi madre!
(Pretende salir corriendo, pero choca de inmediato con el gato, que se bambolea, el perro cae,
asoma la cabeza)
-¡Huye, huye, tú que puedes!
NICASIO.-
(Todavía mareado)
-¿Pero estás bobo, no ves que es un pequeñajo?
(Bruno se levanta)
ROBERTO.-
-¡No soy un pequeñajo, soy un pequeño león!
BRUNO.-
-¡Ay, mi madre!
(Pretende huir, vuelve a chocar con el gato, que se bambolea, el perro cae)

NICASIO.-
Este perro está lelo, lelo, lelo…
(Dice esto a ritmo de su bamboleo)
BRUNO.-
(Desde el suelo, levantándose)
-¡Ay, qué vida tan dura la del perro!
NICASIO.-
-¡No te digo!
ROBERTO.-
-¡Yo no he dicho nada!
BRUNO.-
(De los golpes, no se acuerda de nada, ve al león)
-¡Mira, Nicasio, un gato roquero!
NICASIO.-
-¡No te digo! -¡Despierta, Bruno, que llevamos con esto media hora!
BRUNO.-
(Mira al gato y al león)
-¡Ah, ya me acuerdo, es un león!
(Se esconde detrás del gato)
NICASIO.-
-¡No te digo! A ver, pequeñajo, demuestra que eres lo que dices que eres.
ROBERTO.-
-¿Y, y, y… y yo por qué? Demuéstralo tu.
NICASIO.-
-¡Anda, qué genio el pequeñajo! Muy bien, tú lo has querido. -¡Quita Bruno!
Yo soy un gato, el gato Nicasio, y maúllo y maúllo como hacen todos los gatos.
(Dicho esto, comienza a maullar, flojito, más fuerte, en tono amenazante para asustar a Roberto)
ROBERTO.-
-¡Ay!
BRUNO.-
-¡Ay!
NICASIO.-
(Muy orgulloso, lamiéndose y acicalándose)
Ya lo has visto, un verdadero gato. Y ahora te toca a ti, pequeñajo.
ROBERTO.-
-¡Que no soy pequeñajo!
BRUNO.-
-¡No le enfades, Nicasio!
ROBERTO.-
-¡Le toca a él, le toca a él!
BRUNO.-
-¿Por qué no me habré quedado calladito?
NICASIO.-
Sin problemas. Tu turno, Bruno.
(El perro no se mueve del sitio)
-¡Tu turno, Bruno!
(Le arrastra hasta el centro)
BRUNO.-
Bueno…esto…-¿todos tranquilos, eh?
ROBERTO.-
Vale.
BRUNO.-
Yo soy un perro, el perro Bruno, y ladro y aúllo como hacen todos los perros.
(Comienza a ladrar educadamente, Roberto se ríe)
NICASIO.-
-¡No te digo! -¡Ponle más emoción, Bruno!
(Bruno se anima, ladra, gruñe y aúlla intentando asustar a Roberto)
ROBERTO.-
-¡Ay!
NICASIO.-
Y ahora, tu turno.
BRUNO.-
(Que se ha envalentonado)
-¡Eso, eso, tu turno!
(El leoncito duda, remolonea)
NICASIO.-
-¡Buah, éste ni es león ni es nada!
BRUNO.-
-¡Eso, eso, ni es nada!
ROBERTO.-
-¡Claro que soy un león, y te lo voy a demostrar!
NICASIO.-
-¡Adelante!
BRUNO.-
-¡Adelante!
ROBERTO.-
(Muy erguido y orgulloso)
Yo soy un león, el león Roberto, y rujo y rujo como hacen todos los leones.
(Perro y gato se miran)
NICASIO.-
-¡Adelante!
BRUNO.-
-¡Adelante!
ROBERTO.-
(Todavía más erguido y orgulloso)
Yo soy un león, el león Roberto, y rujo y rujo como hacen todos los leones.
(Intenta rugir, lo intenta y lo intenta para al final conseguir un «-¡burf!», perro y gato se miran y
estallan en risas)
BRUNO.-
-¡Ji, ji, ji, que me parto!
NICASIO.-
-¡Vaya un león de chichinabo!
ROBERTO.-
-¡No os riáis de mí, soy un león de verdad!
NICASIO.-
-¡Adelante!
BRUNO.-
-¡Adelante!
(El leoncito lo vuelve a intentar, pero sólo consigue otro «-¡burf!», perro y gato se miran y estallan
en risas)
NICASIO.-
-¡Que me mondo!
BRUNO.-
-¡Que me mondo lirondo!
ROBERTO.-
-¡Ya está bien, ahora vais a ver!
(Gato y perro le miran sin confianza ninguna, apoyados el uno en el otro, están agotados de tanto
reirse)
(Roberto vuelve a intentarlo, de repente un gran rugido lo llena todo, gato y perro dan un salto del
susto y se alejan todo lo que pueden del pequeño león)
NICASIO/BRUNO.-
-¡Ay, mi madre!
(Roberto se ha quedado inmóvil, asombrado, vuelve a intentarlo y de nuevo un gran rugido lo
llena todo)
BRUNO.-
-¿Nos vamos, Nicasio?
NICASIO.-
Nos vamos, Bruno.
BRUNO.-
-¡Un placer!
NICASIO.-
-¡Encantado!
(Salen por patas, ladrando y maullando)
ROBERTO.-
-¡Lo he conseguido, lo he conseguido!
(Se oye otro gran rugido, Roberto se queda inmóvil, mirando al público, entra su padre, Nicolás,
un estupendo león)
NICOLÁS.-
Pero Roberto, hijo, -¿no te he dicho que eres muy pequeño para poder rugir?
ROBERTO.-
Entoces, -¿has sido tú, papá?
NICOLÁS.-
Claro, esos listillos se estaban poniendo muy pesados, que se metan con uno de su tamaño.
ROBERTO.-
-¡Eso!
NICOLÁS.-
Pero mi pequeñín es el más valiente, no se ha dejado asustar.
ROBERTO.-
-¡Eso, y cuando sea mayor rugiré y rugiré y nadie se meterá conmigo!
NICOLÁS.-
-¡Eso es! Y ahora vamos a comer para que te pongas fuerte .
ROBERTO.-
Sí. -¡Mira papá, una pelota!
NICOLÁS.-
Seguro que es un premio por ser tan valiente.
ROBERTO.-
-¡Después de comer podemos jugar!
NICOLÁS.-
Claro que sí.
ROBERTO.-
-¡Cómo mola!
(Salen de escena)

(Entran sigilosamente perro y gato)


BRUNO.-
Se ha llevado nuestra pelota.
NICASIO.-
Bueno, es el rey de la selva.
BRUNO.-
-¿Pero esto es la selva?
NICASIO.-
Pues debe ser.
BRUNO.-
Pues yo he pasado antes por delante de un supermercado.
NICASIO.-
Y yo.
(Se oye otro gran rugido)
BRUNO/NICASIO.-
-¡Ay, mi madre!
(Al público)
-¡Nos vemos!
(Se miran)
-¡Nos vamos!
(Salen de escena, maullando y ladrando)

El tratamiento de los contenidos transversales a través de proyectos de trabajo hace posible un


verdadero abordaje interdisciplinario de los mismos, garantizando espacios y tiempo
específicamente destinados a ellos”
Ministerio de Educación de La Rioja, Diseño curricular. Nivel inicial. Contenidos transversales.

¿Por qué trabajar con títeres en el Jardín de Infantes?

El objetivo de las exploraciones y producciones (con títeres) apunta a propiciar la expresión


genuina, la improvisación libre sobre el tema propuesto, a desarrollar la expresión en función de la
comunicación, la capacidad de adaptarse a distintas situaciones, apuntando a la creatividad,
combatiendo estereotipos, estableciendo la comunicación con el otro y desarrollando la capacidad
de gozar jugando.
Todo esto implica conocerse más a sí mismo, desarrollar el sentido crítico, aceptando y haciendo
críticas.
Es importante que los niños participen tanto como espectadores y como productores de este
proyecto.

El niño como espectador

Es fundamental exponer a los niños a múltiples y variadas representaciones con títeres. Desde la
presentación de un personaje, la dramatización de un breve diálogo o escena hasta una obra de
teatro.
Estas representaciones podrán estar realizadas por actores titiriteros, por docentes, por padres o
por otros niños.
A medida que éstos asistan con mayor frecuencia a representaciones, se puede avanzar hacia la
formación de espectadores críticos.

El niño como productor

La producción de escenas dramáticas con títeres, involucra tres aspectos:


Lo literario: es la historia que se cuenta. Lo que hace en esencia posible la teatralidad es el
conflicto.
Lo expresivo: es la construcción y elección del títere, del retablo, de la escenografía, la utilería y la
iluminación.
Lo teatral: es la expresividad del actor por medio de la voz y el movimiento del títere.

Objetivos
* Expresar y recrear la realidad, adquiriendo sensibilidad estética, apreciación artística y capacidad
creativa a través de distintos lenguajes artísticos (el títere) que le permitan imaginar, inventar y
transformar desde sus sentimientos, ideas y experiencias.

* Comunicar sensaciones, vivencias, emociones, sentimientos, necesidades, acontecimientos e ideas


a través del uso progresivo y adecuado del lenguaje no verbal y verbal, mediante la ampliación del
vocabulario y el enriquecimiento de las estructuras lingüísticas.

* Potenciar la expresión oral a través de la dramatización.

Contenidos

Eje: La literatura como goce estético y como posibilidad de pensamiento autónomo.

Conceptuales:
Lo real y lo imaginario (diferencia, interrelación)
Narrativa (secuencia de un relato, personajes, tiempo, lugar)
Literatura oral (entonación y pronunciación)
Teatro (recursos expresivos, dramatización, representación)

Procedimentales:
Reconocimiento de la interrelación entre lo real y lo imaginario.
Identificación de personajes centrales, conflictos, resolución, tiempo y lugar.
Exploración de recursos expresivos a través de títeres y otros (diversos muñecos)

Actitudinales:
Placer e interés en la exploración de recursos expresivos para desarrollar las propias capacidades
creativas.
Interés en la representación dramática como fuente de placer para desarrollar las propias
capacidades creativas.

Desarrollo del proyecto

El proyecto se desarrollará teniendo en cuenta tres etapas.


En la primera etapa los niños participarán como espectadores.
En la segunda etapa participarán como productores desde la literatura y la plástica (elección del
títere, confección, etc.)
En la última etapa lo harán como productores.
Secuencia de actividades de la 1º etapa (los niños como espectadores)
Presentación de un títere.
Obra de títeres: “La abeja Lola”
Confección de un títere de varilla.

Crónica de las actividades de la 1º etapa


Para dar inicio al proyecto se presentará un títere: una abeja llamada Lola, confeccionada en goma
espuma sobre un guante. Ella les contará su historia y el sueño que tiene: formar un grupo de
amigos y vivir momentos divertidos junto a ellos.
Lola les propondrá quedarse en la sala.
A través de este personaje se introducirá al los niños al mundo mágico de los títeres, contando la
historia de estos y mostrando los diferentes materiales para crear los muñecos.

Secuencia de actividades de la 2º etapa (los niños como espectadores y productores)


Escucha de una pequeña obra a cargo de la docente.
Presentación por parte de la docente de una dramatización a partir de un conflicto.
Presentación, por parte de cada niño, de su títere de varilla.
Confección de un títere de dedo.
Enseñanza de técnicas básicas de manejo del títere.
Realización de pequeñas improvisaciones, utilizando el títere confeccionado.
Producción de diálogos entre el títere y la docente.

Crónica de las actividades de la 2º etapa:


Por medio de una pequeña obra, se les presentará un nuevo títere.
Coco, un mono confeccionado a partir de un peluche.
Coco era amigo de Lola, que la vino a visitar y se quiso quedar a vivir con ella. Los dos contaron a
los niños sus divertidas historias.
En las historias contadas por los muñecos se presentarán conflictos, para dar carácter de teatralidad
a las representaciones espontáneas. En esta pequeña obra se puede incluir elementos (como una
tela, como retablo) y musicalización.

Secuencia de actividades de la 3º etapa (los niños como productores):


Diseño del boceto del títere.
Confección de títere de guante.
Asignación de un nombre y de las características del personaje.
Presentación del títere a sus pares.
Juego libre con los títeres.
Aprendizaje de las técnicas de manejo.

Actividades optativas:
Preparación, en grupos, de un guión.
Representación del guión, detrás de un retablo (para las otras salas).
Representación de otro guión (para los padres).

Crónica de las actividades de la 3º etapa:


Esta última etapa, los niños serán exclusivamente productores.

Duración del proyecto:


Desde el mes de junio hasta noviembre.

Evaluación:
Se llevará a cabo, observando cómo el niño construye a través de las diferentes situaciones
planteadas o surgidas espontáneamente y en las confrontaciones, cómo se desenvuelve o manifiesta
individualmente. ¿Se muestra implicado? ¿Cómo lo demuestra? ¿Qué aportes hace al grupo? ¿Sus
consideraciones, aportes o ideas son tenidos en cuenta?
Desde lo afectivo se observarán los sentimientos, las sensaciones, las emociones y las distintas
actitudes que provoquen las acciones y experiencias que se lleven a cabo.
Desde lo conductual, se observará cómo se desenvuelve y cómo se expresa, para obtener
información respecto a la calidad de la propuesta de enseñanza puesta en marcha, pudiendo
recapacitar, cambiarla o mejorarla.

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