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de
Aprendizaje
Asignatura
DERECHOS
HUMANOS
• Unidad 3: Derechos
Humanos
de
grupos
en
situación
de
vulnerabilidad
1
Nombre
de
la
asignatura
DERECHOS
HUMANOS
Duración
36
Horas
2
Nombre
del
autor
Mery
Rodriguez
y
Cristian
Valerio
3
Objetivos
de
la
asignatura
Objetivo
general
de
• Desarrollar
en
los/as
estudiantes
conocimientos
la
asignatura
relevantes
sobre
derechos
humanos
que
les
permitan
identificar,
analizar
e
intervenir
la
realidad
social
nacional
e
internacional,
desarrollando
prácticas,
actitudes
principios
y
valores
democráticos
que
promuevan
y
funden
una
cultura
de
la
paz.
Objetivos
• Reconocer
instituciones
e
instrumentos
jurídicos
de
específicos
de
la
protección
y
defensa
de
derechos
humanos
a
nivel
nacional
e
asignatura
internacional.
• Identificar
el
lenguaje
y
la
terminología
de
derechos
humanos.
• Desarrollar
en
los/as
estudiantes
habilidades
de
análisis
e
investigación
de
casos
en
derechos
humanos.
• Reconocer
el
desafío
de
los
derechos
humanos
en
la
actualidad.
4
UNIDADES
DE
CONTENIDO
3.1 Sub
Unidad
1
Antecedentes
generales.
Estimado(a)
estudiante:
A
continuación
usted
comenzará
el
estudio
de
la
asignatura
a
través
de
las
diversas
Unidades
y
Sub-‐Unidades.
Para
que
usted
alcance
los
objetivos
proyectados
y
que
su
aprendizaje
sea
de
calidad,
le
entregamos
algunas
recomendaciones:
1. Tómese
su
tiempo
para
el
estudio
y
acomódese
en
un
lugar
que
le
sea
grato
y
sin
distractores.
2. Deténgase
en
aquellas
materias
que
le
sean
más
difíciles
de
entender.
Vuelva
atrás
toda
vez
que
lo
necesite.
3. Apóyese
en
el
material
complementario
para
el
estudio,
el
cual
le
permitirá
profundizar
y
obtener
mayor
información
sobre
un
tema
en
particular.
4. Si
se
le
presenta
alguna
duda
que
no
pueda
despejar
en
este
documento,
diríjase
al
foro
de
la
asignatura
y
plantéesela
a
su
tutor(a).
¡Bienvenido(a)
al
estudio!
Nombre
de
la
Unidad:
Derechos
Humanos
de
grupos
en
situación
de
vulnerabilidad.
3.1 Sub
Unidad
1
Antecedentes
generales.
3.1.1 Sub
Unidad
2
Revisión
de
algunos
grupos
en
situación
de
vulnerabilidad.
a) Las
Mujeres.
9
y
madres.
Por
supuesto
esta
distinción
sólo
es
aplicable
a
las
mujeres,
puesto
que
los
hombres
transitan
y
en
definitiva
gobiernan
ambas
esferas.”1
La
base
fundamental
de
la
ideología
patriarcal
es
el
denominado
androcentrismo,
que
es
aquella
perspectiva
o
visión
de
mundo
que
posiciona
al
hombre,
sus
intereses
y
preferencias
como
el
eje
central
de
la
vida
humana.
De
esta
forma
se
establece
un
verdadero
“imperio
de
los
hombres”,
los
que
se
transforman
en
paradigma
de
lo
humano,
lo
que
implica
una
clara
situación
de
desventaja
de
las
mujeres,
que
se
traduce
en
abusos
y
opresión
con
características
sistémicas,
en
el
sentido
que
se
encuentra
legitimado
a
nivel
social
y
jurídico.
Legitimación
que
se
configura,
y
se
entiende
como
lógica,
en
la
medida
que
en
un
modelo
androcéntrico
todas
las
instituciones
son
creadas
precisamente
para
responder
a
los
intereses
y
necesidades
de
los
hombres,
en
desmedro
de
las
mujeres.
Ante
esta
situación
surgen
los
movimientos
feministas
para
reivindicar
sus
derechos
y
exigir,
desde
la
diferencia,
una
igualdad
en
el
trato
entre
hombres
y
mujeres.
Verdadera
lucha
que,
finalmente,
persigue
la
modificación
del
entramado
jurídico
mismo
y
el
cambio
en
la
forma
de
ver,
pensar
y
sentir
las
relaciones
humanas,
en
definitiva,
el
cambio
cultural.
Se
suceden
las
instancias
de
lucha
por
terminar
con
todo
tipo
de
violencias,
por
la
autonomía
económica
(igualdad
de
condiciones
en
el
trabajo
y
los
sueldos),
por
una
plena
ciudanía
y
participación
política
(igualdad
ante
el
sufragio
y
los
cargos
políticos)
y
por
sus
derechos
sexuales
y
reproductivos
(control
total
sobre
sus
propios
cuerpos).
En
estas
circunstancias
se
configura
el
concepto
de
género,
que
les
permite
a
las
feministas
explicar:
1
Facio,
Alda,
“Feminismo,
género
y
patriarcado”,
p.8.
Disponible
en:
http://justiciaygenero.org.mx/wp-‐content/uploads/2015/04/Feminismo-‐
g%C3%A9nero-‐y-‐patriarcado.-‐Alda-‐Facio.pdf
“que
la
subordinación
de
las
mujeres
en
las
sociedades
se
relaciona
con
dos
elementos:
uno
de
diferenciación
y
otro
de
poder
o
jerarquía.
El
primero
corresponde
a
la
construcción
cultural
de
las
diferencias
entre
lo
femenino
y
masculino
y
la
atribución
de
estas
características
a
mujeres
y
hombres
desde
su
nacimiento,
definiendo
así
el
estatus
que
cada
uno
detentará
en
la
sociedad
y
los
roles
que
desempeñarán
en
la
vida
pública
y
privada.
El
segundo
elemento,
por
su
parte,
expresa
que
las
características
diferenciadas
que
se
atribuyen
a
hombres
y
mujeres
constituyen
una
jerarquía
en
que
lo
masculino
resulta
favorecido
y
socialmente
valorado,
en
detrimento
de
lo
que
se
construye
y
señala
como
femenino.
De
esta
manera,
el
género
no
solo
construye
identidades,
sino
que
también
define
y
legitima
relaciones
de
poder”.2
A
pesar
de
que
los
derechos
humanos
fueron
reconocidos
jurídicamente
en
diversos
documentos
nacionales
e
internacionales,
las
mujeres
siguen
atravesando,
durante
todo
su
ciclo
vital,
situaciones
que
desfavorecen
el
disfrute
pleno
de
sus
derechos.
Claro
está
que
en
los
reconocimientos
iniciales
(como
la
Declaración
Universal
de
Derechos
Humanos
de
1948)
no
se
explicitaban
las
necesidades
específicas
de
las
mujeres,
respecto
a
su
menoscabada
situación.
Por
tal
motivo
se
fueron
configurando
herramientas
jurídicas
específicas
para
la
protección
de
los
derechos
humanos
de
las
mujeres,
con
una
perspectiva
correctiva
de
las
omisiones
anteriores.
Surge
así
en
1979
la
Convención
para
la
Eliminación
de
todas
las
formas
de
discriminación
contra
la
Mujer
(CEDAW,
por
sus
siglas
en
inglés),
dependiente
de
la
ONU,
que
precisamente
busca
corregir
estas
omisiones
que
se
traducen
en
desigualdad.
Siendo
los
artículos
4
y
5
los
explícitamente
referidos
a
la
obligación
del
Estado
de
adoptar
medidas
de
corrección,
a
corto
y
a
largo
plazo
respectivamente:
2
Lacrampette,
Nicole
(Editora),
“Derechos
humanos
y
mujeres:
Teoría
y
práctica”,
p.62.
La
vigilancia
de
la
Convención
queda
a
cargo
del
Comité
para
la
Eliminación
de
la
Discriminación
contra
la
Mujer,
un
grupo
de
23
expertos
procedentes
de
los
Estados
que
ratificaron
la
Convención.
Los
países
en
cuestión
deben
presentar
cada
cuatro
años
informes
detallados
sobre
el
cumplimiento
de
sus
cláusulas.
El
Comité
se
encarga
de
examinar
dichos
informes
y
de
las
denuncias
sobre
violaciones
e
investigar
las
situaciones
de
vulneración
grave
o
sistemática
de
los
derechos
de
las
mujeres.
El
Comité
está
facultado
para
la
aprobación
de
Recomendaciones
Generales.
Recomendaciones
u
observaciones
con
características
generales
que
el
Comité
establece
posterior
al
examen
de
los
informes
transmitidos
por
los
Estados
Partes.
Recomendaciones
Generales
que
no
tienen
como
destinatario
a
un
Estado
concreto,
sino
que
van
dirigidas
a
la
totalidad
de
los
países
que
ratificaron
la
Convención.
3
Texto
CEDAW.
Disponible
en:
http://www.un.org/womenwatch/daw/cedaw/text/sconvention.htm
Finalmente,
en
1994
la
Comisión
de
Derechos
humanos
de
Naciones
Unidas,
en
el
contexto
de
Procedimientos
Especiales,
estableció
una
Relatoría
Especial
sobre
violencia
contra
la
mujer
-‐a
cargo
de
un
experto
independiente-‐,
cuya
función
es
la
de
realizar
investigaciones
respecto
al
tema
específico,
examinar
denuncias
para
luego
informar
y
recomendar
soluciones
a
la
Comisión.
Otro
hito
importante
en
las
declaraciones
en
defensa
de
los
derechos
de
las
mujeres
lo
representa
la
Conferencia
Mundial
de
los
Derechos
Humanos,
realizada
en
Viena
en
1993.
La
que
planteó
en
su
informe
final,
en
el
punto
18:
Los
derechos
humanos
de
la
mujer
y
de
la
niña
son
parte
inalienable,
integrante
e
indivisible
de
los
derechos
humanos
universales.
La
plena
participación,
en
condiciones
de
igualdad,
de
la
mujer
en
la
vida
política,
civil,
económica,
social
y
cultural
en
los
planos
nacional,
regional
e
internacional
y
la
erradicación
de
todas
las
formas
de
discriminación
basadas
en
el
sexo
son
objetivos
prioritarios
de
la
comunidad
internacional.4
Por
otro
lado,
dependientes
de
la
OEA,
surge
tempranamente
la Convención
Interamericana
sobre
la
Concesión
de
los
Derechos
Civiles
a
la
Mujer
(1948)
y
la
Convención
Interamericana
sobre
la
Concesión
de
los
Derechos
Políticos
a
la
Mujer
(1948).
Más
tarde
se
crea
la
Convención
Interamericana
para
Prevenir,
Sancionar
y
Erradicar
la
Violencia
contra
la
Mujer
o
Convención
de
Belém
do
Pará
(1994).
Mediante
estos
específicos
mecanismos
se
explicita
en
el
Derecho
Internacional
la
igualdad
de
condiciones
entre
mujeres
y
hombres
respecto
a
los
Derechos
Humanos,
respetando
y
promoviendo
sus
intereses
y
necesidades
específicas.
Sin
embargo,
esto
no
implica
que
se
hayan
acabado
las
discriminaciones
y
violencias
contra
ellas.
La
igualdad
de
género
es
una
4
Informe
Conferencia
Mundial
de
Derechos
Humanos.
Disponible
en:
https://documents-‐dds-‐
ny.un.org/doc/UNDOC/GEN/G93/142/36/PDF/G9314236.pdf?OpenElement
circunstancia
aún
en
proceso
de
configuración,
que
requiere
de
mayores
compromisos
y
esfuerzos
globales.
b) Los
Niños,
Niñas
y
Jóvenes.
6
García,
Emilio,
“Derecho
de
la
infancia/adolescencia
en
América
Latina:
de
la
situación
7
O´Donnell,
Daniel,
“La
Doctrina
de
la
Protección
Integral
y
las
normas
jurídicas
http://www.ohchr.org/SP/ProfessionalInterest/Pages/CRC.aspx
años
1972
y
1983.
En
él
señala
que
“Las
comunidades
indígenas,
los
pueblos
y
las
naciones
son
aquellos
que,
teniendo
una
continuidad
histórica
con
las
sociedades
anteriores
a
la
invasión
y
precoloniales
que
se
desarrollaron
en
sus
territorios,
se
consideran
distintos
de
otros
sectores
de
las
sociedades
que
ahora
prevalecen
en
esos
territorios
o
en
partes
de
ellos.
Constituyen
ahora
sectores
no
dominantes
de
la
sociedad
y
tienen
la
determinación
de
preservar,
desarrollar
y
transmitir
a
futuras
generaciones
sus
territorios
ancestrales
y
su
identidad
étnica
como
base
de
su
existencia
continuada
como
pueblo,
de
acuerdo
con
sus
propios
patrones
culturales,
sociales
las
instituciones
y
el
sistema
legal”.9
El
fenómeno
histórico
de
la
colonización,
efectivamente,
marca
un
hito
fundacional
en
las
discriminaciones,
violencias
y
desarraigos
relacionados
con
la
raza
(diferencias
biológicas)
y
la
etnicidad
(diferencias
culturales).
Proceso
que,
bajo
diversas
formas,
perdura
hasta
la
actualidad.
Como
señalan
Bello
y
Rangel,
“el
colonialismo
va
a
ser
una
fuente
primordial
para
el
surgimiento
de
ideas
sobre
las
diferencias
raciales
entre
los
europeos
y
los
pueblos
“descubiertos”.
La
noción
de
la
superioridad
racial
europea
contrastada
con
la
supuesta
inferioridad
y
salvajismo
de
la
periferia,
serán
parte
de
los
procesos
históricos
a
través
de
los
cuales
se
construirán
imágenes
culturales
de
conquistados
y
conquistadores”10
Para
los
colonialistas
europeos
se
plantea
la
urgencia
de
satisfacer
sus
intereses
y
necesidades
mediante
la
expansión
territorial,
configurando
un
9
Martínez
Cobo,
José,
Study
on
the
problem
of
discrimination
against
indigenous
11
Extraídos
del
texto
de
la
Declaración
de
las
Naciones
Unidas
sobre
los
Derechos
de
los
…pese
al
enorme
y
variado
progreso,
muchas
personas
y
grupos
siguen
siendo
vulnerables,
aunque
ninguno
más
que
las
personas
con
discapacidad…
La
gran
mayoría
de
las
personas
con
discapacidad
tienen
dificultades
simplemente
para
sobrevivir,
y
ya
no
digamos
vivir
vidas
que
ellas
valoren
de
manera
razonada…”
Stephen
Hawking.
Históricamente
se
ha
desarrollado
un
proceso
de
invisibilización,
por
tanto,
de
desvalorización,
de
las
personas
con
discapacidad.
En
un
principio
se
fundamentó
un
modelo
de
prescindencia,
que
planteó,
en
una
vertiente,
orígenes
religiosos:
la
discapacidad
como
castigo
divino.
En
la
otra,
se
encuentra
la
noción
de
que
la
persona
con
discapacidad
no
tiene
nada
que
aportar
a
la
sociedad,
al
ser
improductivo
se
convierte
en
una
“carga”.
Las
soluciones
dadas
iban
desde
la
eliminación
de
las
personas
discapacitadas
(eugenesia)
o
su
enclaustramiento
en
el
entorno
privado
(marginación).
Posteriormente,
se
configuraría
el
modelo
rehabilitador
o
médico,
que
señala
que
la
discapacidad
es
una
enfermedad
o
anormalidad,
por
tanto,
debe
ser
tratada
desde
una
perspectiva
científica
que
tienda
a
su
cura.
Es
así
que
las
personas
discapacitadas,
en
la
medida
que
sean
rehabilitadas
o
“normalizadas”,
pueden
llegar
a
ser
un
aporte
social.
Este
modelo
se
caracterizó
por
el
enclaustramiento
en
lugares
específicamente
diseñados
para
los
discapacitados
(institucionalización).
Respondiendo
a
consideraciones
públicas
paternalistas
y
asistencialistas.12
En
la
década
de
1980
comienza
a
concretarse
una
nueva
perspectiva
respecto
a
las
personas
discapacitadas,
el
denominado
modelo
social. Que sitúa a la
caracterización
y
plasmación
en
la
Convención
Internacional
sobre
los
Derechos
de
las
Personas
con
Discapacidad”,
Agustina
Palacios.
Disponible
en:
http://www.cermi.es/es-‐
ES/ColeccionesCermi/Cermi.es/Lists/Coleccion/Attachments/64/Elmodelosocialdedi
scapacidad.pdf
13
Texto
de
la
Convención
sobre
los
Derechos
de
las
Personas
con
Discapacidad.
14
Palacios,
Agustinas,
Op.
Cit.,
p.
236.
debe
quedar
siempre
abierta
al
enriquecimiento,
ya
sea,
con
la
creación
o
ampliación
o
con
la
re-‐conceptualización
o
re-‐interpretación.
Asimismo,
se
entiende
que
los
derechos
de
distintas
generaciones
se
potencian
y
complementan.
En
relación
a
lo
señalado
de
los
Derechos
Civiles
y
Políticos
como
una
abstención
del
Estado
(en
el
sentido
de
no
coartar
las
libertades
de
las
personas)
y
de
los
Derechos
Económicos,
Sociales
y
Culturales
como
una
prestación
del
Estado
(en
el
sentido
de
proveer
los
recursos
necesarios
para
garantizarlos),
solamente
responde
a
un
criterio
clasificatorio
general
y
amplio.
En
la
práctica,
los
Derechos
Humanos
implican
tanto
una
perspectiva
de
abstención
como
de
prestación
por
parte
del
Estado.
Por
una
parte,
no
debe
interferir
en
el
ejercicio
de
las
libertades
y
al
mismo
tiempo
debe
realizar
las
acciones
jurídicas
necesarias
para
garantizar
tal
ejercicio
(en
las
que,
necesariamente,
deben
movilizarse
recursos
de
diverso
tipo).
Por
otro
lado,
en
su
carácter
de
prestador
de
servicios
a
la
sociedad,
el
Estado
debe
abstenerse
de
privilegiar
a
algún
sector
que
implique
detrimento
de
otro
(se
debe
recordar
que
sólo
está
permitida,
de
manera
temporal
la
discriminación
positiva
en
favor
de
grupos
en
situación
de
vulnerabilidad).
Finalmente,
es
relevante
señalar
que
los
Derechos
necesariamente
implican
un
conjunto
de
Deberes.
Siguiendo
la
perspectiva
kantiana
de
que
el
límite
de
mis
derechos
son
los
derechos
de
los
demás,
puede
decirse,
por
ejemplo,
que
el
derecho
a
mi
libertad
lleva
implícito
el
deber
de
respetar
la
de
los
otros.
Sin
embargo,
el
proceso
general
por
el
que
atravesaron
y
siguen
atravesando
los
Derechos
Humanos
se
caracteriza
por
una
falta
de
explicitación
clara
respecto
a
los
deberes
de
todas
las
personas.
El
sentido
de
obviedad
que
se
le
entrega
a
los
deberes
al
colocar
un
énfasis
explícito
en
los
derechos,
llama
a
la
cautela.
Un
verdadero
equilibrio
humano
debería
avanzar
por
una
plena
conciencia
de
ambos
aspectos,
Derechos
y
Deberes.