Título: “La predicación de Jesús: el Reino de Dios”
imparablemente hasta que un día llegue a convertirse en un árbol
» El reino de Dios, una buena noticia
El anuncio de la venida del reino de Dios es una buena noticia
porque significa que ya está en el mundo la salvación que Dios
había prometido a su pueblo con la llegada del mesías. Jesús no es
solo el mensajero que anuncia el reino de Dios. Lo más
sorprendente es que el reino de Dios comienza con su persona.
Y ¿en qué consiste el Reino de Dios? El Reino es la salvación de
Dios que toma forma en una nueva sociedad en la que la justicia, la
igualdad y la solidaridad alcanza todos los rincones. Una sociedad
en la que todos vivan bien, a los otros se les trate como hermanos y
a Dios como Padre.
El reino de Dios aparece entre nosotros como un don de Dios hacia
los hombres, pero somos los hombres los que con nuestro
compromiso y trabajo en favor de la justicia, la igualdad y la
solidaridad se puede construir poco a poco esta nueva sociedad.
Las personas deben acoger el reino de forma parecida a como los
niños acogen la vida: como un regalo y con confianza. Pero también
como adultos responsables con la solidaridad y la fraternidad entre
todos.
» El reino ya está aquí, pero no en plenitud
Jesús cura enfermos, concede el perdón a los pecadores, anuncia a
los pobres una época de prosperidad. Estos son signos de que el
reino de Dios ha comenzado con Jesús.
Pero en el mundo existe el mal y el pecado. Esto significa que el
reino aún no está desarrollado plenamente: ya está aquí, pero
todavía no en plenitud. Ya está aquí cada vez que se trata a los otros
como a un hermano. Pero sabemos que sigue habiendo odio e
injusticias entre los hombres. Por eso, Jesús comparó el reino con la
semilla que ya está plantada y va creciendo lenta pero
frondoso.
El desarrollo del reino como sociedad en que se trata a todos como
a hermanos, es lento y se encuentra con muchas dificultades. Pero
Jesús también anuncia que la plenitud, la perfección del reino llega
en el más allá, en el futuro tras la muerte. Allí se mostrará todo el
poder de Dios como dador de vida que está en contra de todo
maltrato y daño a los hombre.
» Buscad el reino de Dios
Los cristianos están llamados a trabajar por el reino. Un reino que
es regalo de Dios, pero que necesita la colaboración de los seres
humanos para fomentar la solidaridad, implantar la justicia,
construir la paz.
» Las parábolas, imágenes del reino
La parábola es la narración de una historia sencilla que por
comparación explica una verdad importante. Se trata de un relato
breve que puede ser entendido por cualquier persona, niños o
adultos. Su finalidad es transmitir una enseñanza y hacer
reflexionar.
Jesús extrajo los temas para sus parábolas de los hechos de la vida
cotidiana: los trabajos del campo, los pastores, la pesca, una mujer
que barre su casa... Así resultaba más cercano a sus oyentes.
Según su contenido podemos clasificar las parábolas en tres tipos:
- Las que hablan del reino de Dios, como las parábolas de El trigo y
la cizaña y El tesoro escondido.
- Las que presentan las actitudes de Dios, su bondad, su
desconcertante misericordia, su perdón. Podríamos incluir aquí las
parábolas de El hijo pródigo y La oveja perdida.
- Las que contraponen dos comportamientos humanos, uno positivo
y otro negativo, de modo que se invita a escoger el positivo. Por
ejemplo, la parábola de El buen samaritano.
Título: “Los signos del Reino”
» Los milagros en la época de Jesús
En la época en que vivió Jesús la creencia en los milagros era
general. La literatura griega y romana muestra cómo los dioses
intervienen en la vida de los hombres salvándoles de peligros y
liberándoles de enfermedades.
El milagro era para los judíos un signo del poder de Dios y, a la vez,
un mensaje: Yavé se preocupa por su pueblo.
» Los milagros son un signo
Si damos una flor a un botánico, este la analiza, la clasifica, y
determina su origen. Se puede decir que su actitud como cien- tífico
busca una respuesta a la pregunta ¿qué es esto? Si, por otra parte,
un joven regala una flor a su novia, esta no se preguntará tanto
“¿qué es esto?” como “¿qué significa esto para mí?”. Así, la flor, se
convierte en un signo de amor.
Los judíos del tiempo de Jesús creían firmemente en la fuerza
salvadora de Dios. Para ellos era un milagro toda manifestación
maravillosa de Dios. De hecho, si tradujéramos literalmente el
griego del Nuevo Testamento veríamos que los evangelios no
utilizan la palabra “milagro” sino “fuerza” (dýnamis) y
especialmente “signo” (semeia). Es decir, lo que nosotros llamamos
milagro en realidad son fuerza y signo del reino de Dios.
» Los milagros son signos del reino de Dios
En una ocasión Juan Bautista envió a algunos de sus discípulos a
preguntar a Jesús si él era el mesías que debía inaugurar el reino de
Dios. Y Jesús respondió: “Id y contad a Juan lo que habéis oído y
visto: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios,
los sordos oyen, los muertos resucitan y a los pobres se les anuncia
la buena noticia”.
Jesús dice a Juan que sus milagros son el signo de que las antiguas
promesas de Dios se están realizando. Por medio de ellos, Dios
muestra que su reino ya ha llegado con la venida de Jesús. Lo que él
hace, atender a los enfermos, acoger a los marginados, trata a todos
como a hermanos, es un signo de que el reino de Dios como nueva
sociedad ya ha comenzado.
» Clasificación de los signos de Jesús
Los signos que realiza Jesús pueden clasificarse en cuatro
apartados:
- Curaciones. Los evangelios cuentan que Jesús devolvió la salud a
muchas personas: dio la vista a ciegos, el oído a sordos, el habla a
mudos, hizo andar a cojos y paralíticos. Es decir, los sanó y los
reintegró a la vida social. En una sociedad en que se marginaba a los
enfermos y discapacitados, que Jesús le acogiese y les tratara como
iguales es un signo de que el reino de Dios ya ha empezado. Los
verdaderamente difícil es que no se margine a los excluidos.
- Expulsiones de demonios. Algunas de las posesiones demoníacas
de las que habla el evangelio podrían interpretarse hoy como
problemas mentales. En todo caso, Jesús acoge a este tipo de
enfermos, alivia sus dolencias y les devuelve su dignidad de
personas.
- Resurrección de muertos. Los relatos evangélicos narran algunas
resurrecciones de muertos por parte de Jesús: la hija de un hombre
llamado Jairo, el hijo de una viuda, su amigo Lázaro. Son signos de
que el reino de Dios es vida que vence a la muerte.
- Actuaciones sobre la naturaleza. Los evangelios también cuentan
que Jesús realizó algunas acciones que causaron asombro, como
transformar el agua en vino, caminar sobre las aguas o apaciguar
una tormenta. Estos relatos son un modo de decir que Jesús es
Señor de la naturaleza.