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Descripción teórica del proceso

El proceso de neutralización convencional en sí es un proceso que produce excelentes


resultados tanto por su facilidad de implementación como también porque no se necesitan
condiciones de operación demasiado complejas de lograr, al menos en la teoría. El hierro, el
aluminio y el manganeso, que son los los minerales que se encuentran en mayor proporción
en casi la totalidad de los drenajes mineros son solubles en medio ácido, por lo que un
aumento en el pH (neutralización) produce una precipitación de estos. A pesar de lo sencillo
que parece, hay que considerar una serie de factores que influyen en la precipitación.

Primero, hay que considerar que el hierro está presente en dos formas en los drenajes de
minas: en forma ferrosa (Fe2+) que no está oxidada y en forma férrica (Fe3+) que sí está
oxidada. El ión ferroso es mucho más soluble que el ión férrico, con solubilidad mínima en
en el rango de pH 9,3 a 12,0, mientras que el hierro férrico comienza a precipitar como
hidróxido sobre pH 4,0, con una solubilidad mínima de pH 8,0. Por lo tanto, resulta
ventajoso que la remoción de hierro se deba hacer con una previa oxidación de los iones
ferrosos y luego la aplicación de un neutralizante, considerando la optimización de los
costos del proceso.

Química de las Reacciones

Para entender la oxidación que se le realiza al hierro ferroso es importante conocer primero
la química asociada al proceso. Como ya se mencionó, el mineral principal que genera el
drenaje ácido es la pirita (FeS2) y en menor cantidad la marcasita (FeS2, con estructura
cristalina diferente), que se encuentran en los estratos rocosos en forma natural de acuerdo
a la formación geológica que ha ocurrido a través de los años. El disulfuro de hierro en sus
dos formaciones reacciona con el agua y el oxígeno para formar sulfato ferroso y liberar 2
moles de iones hidrógeno

+¿
7 (1)
Fe S 2+ O2+ H 2 O=Fe+2 +2 S O4−2+ 2 H ¿
2

El ión ferroso capta un ión hidrógeno y se oxida para formar un compuesto más estable: el
ión férrico

1
+¿=Fe +3+ H 2 O
2
(2)
1
Fe+2 + O2+ H ¿
4

Sobre pH 4,0 el ión férrico se hidrolizará y precipitará, liberando 3 moles de H+

+¿
Fe+3 +3 H 2 O=Fe (OH )3 +3 H ¿ (3)

Lo más importante que se puede inferir a partir de estas reacciones es que por cada 1 mol
de pirita se producen 4 moles de hidrogeno y a su vez estos producen 2 moles de acido
sulfúrico, por lo tanto, la acidez del DAM no solo se produce por la reacción de la pirita
sino también por la hidrólisis posterior que ocurre con los metales a medida que se oxidan.
Es por ello que la dosis del neutralizante que se elija debe agregarse en exceso y siempre
verificar los datos teóricos con datos empíricos ya que nunca una muestra de DAM será
igual a otra y cada una necesitará de dosificaciones de álcali, caudal de aire y tiempos de
oxidación únicos

Oxidación y Neutralización

Para llevar a cabo la oxidación existen diferentes maneras de realizarla, ya sea mediante la
adición de agentes químicos, aireación o agentes biológicos. Sin embargo, la aireación es
el preferido por ser un proceso sencillo y barato en comparación con los otros dos. El
propósito de la oxidación es llevar el hierro ferroso a sus condiciones mas insolubles al
mismo tiempo que se transforma en hierro férrico. Como se mencionó antes el ión férrico
tiene la menor solubilidad a pH 8,0, pero aun sigue siendo insoluble a pH cercanos a 4,0.
Por lo tanto se recomienda que la oxidación se lleve a cabo con exceso de aire para
asegurar la transformación de todos los iones ferrosos en su forma férrica y así el
neutralizante que se use pueda alcanzar los valores de pH más bajo posible, si se considera
el factor económico con respecto al uso del álcali. Sin embargo, a valores de pH por sobre
8,0 la reacción alcanza su mayor velocidad, lo que lleva a una mayor producción. No está
demás remarcar que tanto la oxidación forzada como la neutralización son procesos que se
llevan a cabo en forma conjunta.

Con el requisito del pH resuelto, la oxidación del hierro se vuelve dependiente de la


disponibilidad de oxígeno. Hay que considerar que las unidades de aireación tienen poca
retención hidráulica por lo que es necesario diseñar equipos reactores alargados con el fin
que las burbujas de aire tengan el mayor tiempo de contacto con el agua a tratar. El
requerimiento teórico de oxigeno según se puede obtener con la reacción (1) es una unidad
de masa de oxígeno por cada siete unidades de hierro ferroso que se oxida.

Floculación y Sedimentación

Una vez que ya se ha oxidado el DAM y se ha neutralizado, el siguiente paso en el proceso


de tratamiento es la floculación, si es necesario, y la sedimentación, que pueden llevarse a
cabo en equipos separados. En caso que se disponga de cuencas de sedimentación que
cuenten con al menos 12 horas de detención de las aguas, todos los sedimentos de
hidróxido férrico junto con otros minerales oxidados pueden decantar y precipitar en el
fondo formando un lodo, mientras que el sobrenadante de agua depurada puede ser
conducido para su posterior reutilización. Es por ello que una planificación adecuada para
el manejo y eliminación de los lodos se hace necesaria a la hora de diseñar una planta de
este tipo, considerando las horas de funcionamiento que tendrá y la cantidad periódica de
lodo que se irá acumulando. Una mala planificación puede influir notoriamente en los
costos finales en caso que se requiera hacer un traslado de lodo por sub-
dimensionamiento de alguna piscina de disposición final.
En caso de que no se cuente con este tipo de cuencas, lagunas ni construcciones para
sedimentación, es necesario en muchos casos hacer uso de soluciones de polielectrolitos
cargados de forma aniónica o catiónica (floculantes) para aglomerar todos los precipitados
formados y aumentar su volumen haciendo más fácil su precipitación para separarlos en
equipos sedimentadores. La elección del floculante adecuado así como también la carga
iónica va a depender de los análisis en laboratorio efectuados previamente con muestras
del AMD

Procesos de Tratamiento Anexos

Luego de la separación del afluente con el lodo, es posible hacer una deshidratación de éste
último para compactarlo y hacerlo más denso de manera que ocupe menos volumen, así
como también tener una mayor recuperación de agua en caso que se desee utilizar. Equipos
como lechos de secado, filtros mecánicos a presión o centrifugas puede ser considerados en
el tratamiento final de lodos.

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