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El olor

de la esquizofrenia
Carmen Conde Díaz*
Sabe de qué sufre.
De 995.3. Color, núm. 47.

*Psiquiatra.
Unidad de Salud
Mental. Lugo. L os pacientes con esquizofrenia aban-
donan su aseo personal y en los ma-
nicomios de los años 80 había un olor
Edward T. Hall (1914-2009) describió
el espacio olfativo, dentro del espacio
interpersonal, distinto según las cultu-
característico, que también había en las ras, y consideró el olfato como una de
En los manicomios de cárceles y en los asilos de ancianos. Era las formas más primitivas de comuni-
los años 80 había un el olor del hacinamiento y de la falta de cación.
olor característico que
higiene. Hubo una época, durante el Si-
también había en las
cárceles y en los asilos glo XIX en que se diagnosticó la locura, David Le Breton explica que el olor cor-
de ancianos. Era el la alienación mental, por el olor corporal. poral nos individualiza como las huellas
olor del hacinamiento digitales. Cada persona tiene su olor,
y de la falta de
higiene
El olor corporal un olor único que se desprende de su
piel, sobre el que no actúa ni la limpieza
Hubo una época, du- Ha sido objeto de estudio por distintos ni el perfume y que interfiere en su rela-
rante el Siglo XIX en sociólogos y antropólogos: G. Simmel, ción con los demás.
que se diagnosticó la
locura, la alienación E. Hall, N. Ellis, A. Corbain, Le Breton,
mental, por el olor cor- C. Larrea. Este envoltorio olfativo es una señal
poral que los familiares reconocen. Los be-
Para Georges Simmel (sociólogo ale- bés identifican muy pronto el olor de su
El olor corporal nos in-
dividualiza como las mán del siglo XIX) “el olor revela nues- madre. Para un niño pequeño, no exis-
huellas digitales tra intimidad.” ten los malos olores, no siente repug-

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Para un niño pequeño, nancia y le gusta oler y jugar con sus ex- yo y los otros es porosa en el registro
no existen los malos crementos. Lentamente por medio de olfativo, los límites corporales desapa-
olores, no siente re-
pugnancia y le gusta la educación y de la represión cambiará recen al mismo tiempo que las fronte-
oler y jugar con sus ex- su percepción de los mismos. “Cree- ras entre el yo y los otros, entre la vida y
crementos mos que una deyección nos da asco la muerte” (Le Breton).
por su mal olor. Nos olvidamos de los
esfuerzos empleados, para comunicar “Las experiencias olfativas fundamen-
a nuestros hijos, las aversiones que nos tales en relación con los otros seres hu-
constituyen, y que hicieron de nosotros manos son la sexualidad y la muerte.”
seres humanos”(Georges Bataille). “El hombre y la mujer occidentales se
esforzarán en disfrazar los olores cor-
El médico, a través de El olor personal varía a lo largo del día porales como manera de negar el pa-
los olores, percibía el y con el estado de salud. Cuando no se pel sexual del olfato.” (H.Ellis). “Con el
desorden de los hu-
mores y de las pasio- huele bien es porque se está enfermo. olor aparece la tragedia de la muerte
nes La medicina europea del Renacimiento, en todo su realismo. El verdadero luto,
fundaba su diagnóstico en el olor (mé- como separación definitiva del ser que-
todo hipocrático). El médico a través de rido comienza con el olor de putrefac-
los olores percibía el desorden de los ción, que destruye toda esperanza de
humores y de las pasiones, por ello se vuelta a la vida” (Diaconu).
decía: “vir bene munctae naris” (algo
En el siglo XIX los mé-
dicos hicieron una cla- así como: “es muy importante que el Elemento importante en la represen-
sificación detallada de médico se suene bien las narices“). tación de los demás, Simmel señalaba
todas las emanaciones su influencia en las relaciones sociales.
patológicas y se intere- En el siglo XIX los médicos hicieron una Existe también el olor del otro, que se
saron por el olor de la
locura clasificación detallada de todas las ema- impregna de los sentimientos que nos
naciones patológicas y se interesaron inspira. En la época moderna el olor
por el olor de la locura. El manejo del se asocia a menudo a la moral, el que
olor pasó de ser un saber tradicional a huele mal es un pecador. A finales del
convertirse en una técnica científica. Es- siglo XVIII y principios del siglo XIX el
quirol cita varios casos de mujeres que olor diferencia las clases sociales (el olor
enloquecieron por haber olido almizcle de los obreros asquea a la burguesía).
Las experiencias olfati-
vas fundamentales en durante la lactancia. Hasta Pasteur, los El deseo de oler bien se desarrolla en el
relación con los otros olores actúan sobre la salud. XIX, cuando existe el mal olor del pobre.
seres humanos son la La higiene permite al burgués tapar los
sexualidad y la muerte El olor tiene una dimensión psíquica, olores, que el pobre conserva. El pue-
remueve afectos y sentimientos. Lo que blo apesta como la muerte y el pecado
algunos han llamado el subconsciente (“pobre pero limpia”). “La posición del
olfativo. “El olor actúa sobre nosotros individuo en la jerarquía social, se corre-
sin límites, dicho de otra manera nos laciona positivamente, con la sensibili-
sumergimos en él” (Tellenbach) “El olor dad a los olores, que se presenta como
del otro se impone a mí, como el rostro el fruto de la civilización” (Corbin).
del otro, sin dejar ninguna oportunidad
de resistencia” (Levinas). “El olor del Cada raza tiene su olor en función de su
otro nos atraviesa”; “la frontera entre el alimentación, costumbres y sistema pilo-

16 Átopos 
so. Una representación racial y discrimi- Olor y enfermedad mental
natoria está presente cuando hablamos
del olor corporal. El discurso racista del Los alienistas durante todo el siglo El discurso racista del
siglo XX implica invariablemente el mal XIX harán alusión al olor especial, que siglo XX implica inva-
olor de la población despreciada (ju- permanece tras la desinfección. Los riablemente el mal
olor de la población
díos, negros, gitanos, rumanos hoy), lo olores, sobre todo el del sudor, serán despreciada
que Corbin llama el “prejuicio olfativo”. sintomáticos de ciertas enfermedades
En las guerras mundiales, la propaganda mentales. Considerado nauseabundo
sobre el mal olor del enemigo suprime y penetrante, el olor de la locura es
su humanidad y hace más fácil matarlo. tan característico que algunos psi-
El extranjero y el enfermo mental hue- quiatras, no dudarán en hablar de si-
len mal pues representan la alteridad en mulación de la locura si éste no está
el ámbito social y cultural. Olor y odio presente.
comparten la misma raíz latina.
Algunos alienistas ingleses afirman re- El extranjero y el enfer-
Mención especial merece el “olor de conocer a los enfermos en la oscuridad mo mental huelen mal
pues representan la al-
santidad”: olor suave de los cadáveres solo por el olor. teridad en el ámbito
de los santos y vírgenes. Como si el olfa- social y cultural
to detectase la ausencia de pecado. Y… Muchos son los autores que señalan los
no nos olvidemos del olor del Diablo. perfumes inhabituales que acompañan
a las enfermedades mentales. Se des-
La publicidad nos recuerda que no per- criben casos de corea, migraña, histe-
cibimos nuestro propio olor, que solo ria, que huelen a piña, canela, violeta,
los otros lo perciben. El lugar que da- queso o almizcle. La jerarquía de estos
mos al mal olor se puede medir por el perfumes, refleja la de los pacientes,
número de anuncios de desodorantes, para la nariz del médico. Solo la histéri-
ambientadores, jabones, geles y perfu- ca burguesa, huele a rosas. El pobre y el
mes. Se pone el acento sobre el olor ín- loco, siempre huelen mal.
timo, siendo la mujer el principal punto
de mira, con un cuerpo naturalmente “Cuando el olor pasa de moda, al- El olor de la locura es
maloliente. Busca lo que se ha llamado gunos psiquiatras, no renunciarán tan característico que
algunos psiquiatras no
el “silencio olfativo”. a ejercer su buen olfato sobre los dudarán en hablar de
enfermos. Ya no se tratará de de- simulación de la locura
Paradójicamente, intentamos tapar tectar su olor repulsivo, pero sí de si éste no está presen-
te
nuestros olores naturales con perfumes sentir intuitivamente la atmósfera
compuestos de sustancias de fuerte que baña el paciente, y será desa-
connotación sexual y que en estado rrollado por los fenomenólogos... La
puro presentan un olor nauseabundo intuición del médico, que analiza lo
(almizcle, ámbar de cachalote, castóreo que siente delante del paciente, será
y la algalia). una guía para predecir su evolución.
Este diagnóstico, subjetivo, se apoya
Para la sociedad actual, el olfato y la vis- en el prejuicio, la repulsión y el ma-
ta constituyen los dos polos de la jerar- lestar, que suscita el paciente en su
quía sensorial. interlocutor”(Bottero).

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Higiene 2.- La teoría miasmática: Se consolidó
durante la Edad Media y el saber
Lo que se considera ¿Cómo se explica lo anterior? Para in- médico la hizo suya, a partir del si-
sucio o limpio no es tentar entenderlo, hay que saber que la glo XVIII. Sostenía que las enferme-
igual en todas partes, higiene, lo que se considera sucio o lim- dades infecciosas, eran producidas
ni lo ha sido a lo largo
pio, no es igual en todas partes, ni lo ha por los miasmas. Estos eran ema-
de la Historia
sido a lo largo de la Historia, sobre todo naciones, exhalaciones o efluvios,
en Europa entre los siglos XIV y XIX. imperceptibles, disueltos en el aire
y procedentes de los enfermos, de
– Higiene siglos XIV -XVIII la putrefacción de los cadáveres,
En Europa las ciudades eran asenta- de las cárceles y de la tierra en des-
mientos fétidos, caldo de cultivo de composición. Provocaban la corrup-
grandes epidemias. En su interior: ce- ción del aire. Se propagaban por el
La molestia olfativa, menterios, curtidurías, mataderos, ani- aliento, el sudor, el contacto físico y
no solo responde a un males muertos, aguas estancadas, el se pegaban a los cuerpos y objetos
cambio perceptivo. Es “agua va” (se arroja por puertas y ven- como los perfumes.
también la consecuen-
cia de una mayor into-
tanas las aguas sucias y fecales). No
lerancia hacia los olo- había alcantarillado y los callejones ser- 3.- Concepción del cuerpo. La “concep-
res de putrefacción, vían para aliviarse. En iglesias se ente- ción imaginaria de los flujos y aber-
de la suciedad y del rraba a los señores, y en fosas comunes, turas peligrosas” (Vigarello): el cuer-
confinamiento.
desbordadas, a los pobres. po estaría compuesto de envolturas
permeables, que se dejaban pene-
Y justo en esa época, en Europa, se trar por el aire, el agua y los mias-
abandona el uso del agua, para la lim- mas. Cuanto más poroso y húmedo,
pieza del cuerpo y al mismo tiempo se más amenazado y cuanto más seco,
cierran los baños públicos. ¿Cuáles son más protegido. La suciedad saldría
las causas?: del interior del cuerpo y serviría de
protección contra los miasmas.
1.- El brote de Peste Negra de 1348,
que acabó con 1/3 de la población. 4.- Concepción del agua, que atrave-
Los miembros de la facultad de me- saba la piel, favorecía el contagio,
dicina de París establecen entonces, reblandecía la carne y debilitaba el
una relación entre la contaminación cuerpo.
y los malos olores. Se identifica la
peste con un olor, la pestilencia. Lo a-Los baños públicos (herencia del
que Le Guerer llama el “poder mor- termalismo romano y de las cos-
tífero del olor” y Diaconu las “metá- tumbres higiénicas musulmanas)
foras prepasteurianas”. Se asociará se consideran nocivos para la sa-
fetidez y nocividad. La peste es tam- lud física y espiritual y se cierran,
bién un castigo divino, la venganza pues los médicos los denuncian
de Dios ofendido por el alma ma- como lugares de contagio, ya que
loliente de los pecadores. Durante el agua caliente abría los poros
siglos se verá la peste como un olor y permitía la penetración de los
demoníaco que corrompe el aire. miasmas. Además en España, por

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la influencia del cristianismo, al res. La higiene es fundamentalmente
cuerpo solo se le presta atención seca y consiste en:
en caso de enfermedad. Un buen
cristiano se distingue de un mu- 5.1- Cambio de la ropa interior (al
sulmán por no acudir a los baños parecer, lo que se cuenta de Isa-
públicos, considerados también bel la Católica es una leyenda,
como lugares para la lujuria. pues su confesor, Fray Hernan-
do de Talavera, le reprochaba el
b- Los baños fríos fundamentalmen- excesivo cuidado que, según él,
te, eran una medida terapéutica y dedicaba al cuerpo).
prescritos por el médico. Su obje-
tivo no era eliminar los miasmas, 5.2- La Aromatoterapia, que data del
sino la obtención de los beneficios Antiguo Egipto, preconiza el uso
del contraste de temperatura. de los perfumes no solo para
la limpieza, sino también como
La hidroterapia, ya recomendada método de lucha contra los
por Hipócrates para la melanco- miasmas, el “poder curativo del
lía, se usa para los alienados des- olor” (Le Guerer). Los perfumes,
de el siglo XVII hasta la llegada como las sangrías y las purgas,
de los neurolépticos (como ya ayudan a la limpieza de los órga-
refiere Foucault). Entre las técni- nos y de la sangre pues penetran
cas más conocidas: los chorros de en el interior del cuerpo. El uso
agua fría en la cabeza, los baños de los olores como terapéutica
de asiento, los lavados vaginales solo se explica por un concepto
y el baño por sorpresa (este se anclado en la herencia médica,
utilizaba para los casos de agita- la peste es olor. El vinagre calien-
ción: inmersión brutal del pacien- te fue uno de los perfumes más
te, con los ojos vendados y hacia populares. “Al carácter antisocial
atrás. Su objetivo era luchar con- del olor se opone el poder socia-
tra la enfermedad, gracias al efec- lizante del perfume” (Simmel).
to sorpresa).
En la histeria, la fumigación
c- El uso del agua se restringe a las vaginal, de sustancias de olor
partes visibles: la cara y las manos, agradable, atraerá al útero y evi-
muchas veces mezclada con per- tará su migración.
fumes y otros productos.
En el siglo XVII se inventa una
5- Concepción de la higiene que sí exis- vestimenta especial, para que
te, pero es distinta. (G. Vigarello). Su los que los médicos se prote-
objetivo, es la expulsión de lo nocivo jan de la peste. Consiste en una
que está dentro del cuerpo y su eli- máscara protectora con una es-
minación de la superficie corporal. La pecie de pico de ave, lleno de
verdadera suciedad son los miasmas sustancias aromáticas para evi-
y la corrupción interna de los humo- tar el contagio por inhalación.

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La suciedad sería una En el siglo XVIII se ponen de por los romanos, que la trans-
estrategia inconscien- moda el uso de olores fétidos y portaban hasta Roma. “Es pre-
te que protegería con-
tra la disociación y la fecales (el almizcle, la algalia, el ciso ser muy cuidadoso de tener
fragmentación castóreo y el ámbar gris). “Los los dientes limpios… servirse de
perfumes se utilizaron no para la orina para este propósito es
disimular los olores, sino para cosa de españoles” (Erasmo de
acentuarlos” (H. Ellis).Una sus- Rotterdam).
tancia utilizada fue la momia, lí-
quido oloroso y meloso, que los 5.4.2- Lavado de ropa: por su
ladrones de las pirámides egip- contenido en amoniaco, se re-
cias, recogían de los sarcófagos cogía en recipientes, en calles y
de los faraones. Tuvo tal éxito portales. La blancura de la ropa
que se hicieron falsificaciones de los nobles procedía de la ori-
y médicos de la época intenta- na de los siervos.
ron hacer algo similar con mé-
todos modernos: “del cuerpo 5.4.3- También en lo que Fou-
de un hombre joven, pelirrojo y cault llama “curar al hombre
fallecido de forma repentina, se por el hombre” se consideraba
extraerán trozos de carne que que la “orina del hombre recién
se desengrasará y se lavará con expelida...es buena para los va-
vino, se expondrá a la luz del sol pores histéricos”.
y de la luna durante 2 días y 2
noches, con el fin de exaltar los – Higiene finales siglo XVIII-XIX
principios vitales contenidos en Nace el Higienismo. La limpieza se con-
la carne. Al final se secará como vierte en la 1ª barrera contra el vicio y
el jamón en una chimenea, lo la miseria. Aparecen las teorías sociales
que le dará un olor delicioso.” sobre la enfermedad. Hay un cambio en
la percepción olfativa, apareciendo la
5.3- Cepillado y empolvado del pelo. intolerancia a los olores fuertes, la “re-
Se usan pelucas hasta el XVIII. volución olfativa” (Corbin). Una vez que
Los parásitos (pulgas y piojos) se establece el vínculo entre la miseria y
resultado del desequilibrio de las enfermedades la suciedad comienza
los humores, nacían en el inte- a ser un objetivo médico fundamental.
rior del cuerpo y salían al exterior
como los gusanos de la carne en Con la aparición de la Química, dejan
descomposición. No se enjabo- de atribuirse cualidades terapéuticas a
na la cabeza hasta el XIX. los olores. Se ponen de moda los olo-
res delicados y florales en los perfumes.
5.4- Usos de la orina: Aparece el uso del agua entre las mi-
5.4.1- Lavado de dientes, cos- norías, pero más para tonificarse, que
tumbre de origen íbero y roma- para lavarse. Es la edad de oro de la
no que desaparece en el siglo hidroterapia. El baño tendrá que espe-
XVI. Al parecer la orina de los rar casi un siglo para llegar a todas las
españoles era muy apreciada clases sociales.

20 Átopos 
El olor del cadáver y de las emanacio-
nes de las iglesias se hace peligroso
(Ariès, P). Se reivindica la tumba indi-
vidual “que se reserve una fosa para
cada individuo y los cementerios ole-
rán menos”.

“La molestia olfativa, no solo responde


a un cambio perceptivo, por el refina-
miento de las costumbres, resultado del
proceso de la Ilustración. Es también la
consecuencia de una mayor intoleran-
cia hacia los olores de putrefacción, de
la suciedad y del confinamiento. A par-
tir de la 2ª mitad del siglo XIX, aparece
la intolerancia a la miseria social de los
obreros, instrumento de protección de ría una estrategia inconsciente que Un dormitorio
la vida burguesa” (N. Elías). protegería contra la disociación y la de tercera.
fragmentación. Manicomio
de la Santa Cruz
– Higiene siglo XXI hacia 1930.
Un dato significativo: cuatro de cada Se habla de la relación con el pacien-
diez habitantes del planeta no tiene ac- te a través de la escucha y el contacto
ceso a ninguna letrina, inodoro, cubo ó visual, pero la observación olfativa tam-
cubículo. Nada. Cuatro de cada 10 per- bién es importante. Cuando un pacien-
sonas viven rodeadas de excrementos te empiece a oler mal, podemos pre-
humanos (Rose George). guntarnos si no se está deteriorando.

Algunas reflexiones sobre higiene También puede ser revelador de pro-


y esquizofrenia blemática social. ¿Hasta qué punto el
mal olor del indigente no le sirve de
La falta de higiene es un síntoma nega- pantalla ante una sociedad que le ex-
tivo de la esquizofrenia difícil de tratar, cluye?.
y que contribuye a la estigmatización
del paciente y al rechazo social. El mal olor del paciente puede per-
turbar la relación con su cuidador o
Esta incapacidad es más bien una di- terapeuta, pero ante una persona
ficultad para lavarse sin ayuda, que que huele mal “el problema no es
tiene que ver con su conciencia del solo el no poder tolerarlo, sino el
cuerpo. Las sensaciones olfativas tolerar, que alguien a nuestro cargo
pueden ayudar a la sensación de es- pueda desprender ese olor” (Pierre
tar vivo. Para algunos pacientes la Laszlo).
suciedad que cubre la piel es una
protección contra toda amenaza de Cómo no recordar que durante mucho
intrusión o pérdida. La suciedad se- tiempo el único cuidado en psiquiatría

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fue la ducha helada y el baño. “¿Cómo Pankow, psicoanalista que ha trabajado
hablarle a un paciente de olor nausea- con la imagen corporal de los pacien-
bundo, de su mal olor sin humillarlo, ni tes con esquizofrenia, dice “se trata de
agredirlo?” dice Anzieu. proporcionar al enfermo las sensaciones
corporales táctiles y otras que le permi-
Tema tabú, ante el mal olor acaba tan el reconocimiento de sus límites cor-
nuestra tolerancia. Es difícil hablarle a porales”.
alguien de su mal olor aunque sea una
persona cercana. Un mal aliento es un Bibliografía
problema para la comunicación. En las
experiencias olfativas no existe empa- – Andrieu, B. «La thérapie corporelle en eau froi-
de: Inmersion, depresion, submersion». En: Lau-
tía, solo simpatía o rechazo hacia las rence Muñoz ed. Usages corporels et pratiques
personas que emanan olores. “El olor sportives aquatiques du XVIIIe au XXe siècle.
bueno o malo se introduce en nues- 2008, Paris, L’harmattan. Tome 2, p. 255-266.
tra intimidad y limita nuestra libertad” – A propos de l´hygiène en psychiatrie. http://
(Kant). promo2004.2007.free.fr/PSY2/O_NO/PSY2_
Hygiene_du_psychotique.html

Aseo del paciente con esquizofrenia – Bau AM y Canavese GF. Agua que cura, agua
que alimenta: La dietética para sanos y el uso
del agua en la sociedad española bajomedie-
Podríamos pensar que el lavado de un val y moderna. Cuad. hist. Esp. [online]. 2006,
paciente es solo un conjunto de gestos vol.80, pp. 127-146. ISSN 1850-2717.
técnicos, pero es un cuidado funda- – Coulmas, C. Metaphores des cinq sens dans
mental. l´imaginaire occidental. http://www.corinna-
coulmas.eu/metaphores-des-cinq-sens-dans-l-
imaginaire-occidental.html
Ayudar a un paciente con psicosis a la-
varse es algo difícil, por su disociación – Corbin, A. Le miasme et la jonquille. L’odorat
et l’imaginaire social, XVIIIe-XIXe siècles. París,
psíquica y la perturbación de su imagen 1986. Flammarion, coll Champ; 165: 342.
corporal. Puede ser vivido como una
– Diaconu, M. La experiencia de la alteridad ol-
violación, como una intrusión. fativa. Investigaciones Fenomenológicas, 2010.
Vol. monográfico 2: Cuerpo y Alteridad: 77-88.
Si le obligamos a lavarse, nos desinte- – Duperret Dolange, H. Le nez du soignant. In-
resamos de lo que siente en su cuerpo terdit, 1995. nº30/31. Lyon.
y de lo que se protege no lavándose. – Elias, N. La civilisatión des mœurs. París, 1993.
Calmann-Levy.
El lavado del paciente debe servir de – Friard, D. La levée du corps. http://www.serpsy.
mediador, permitiendo la palabra que org/piste_recherche/mediations/La_levee_
La gran dificultad, con- nombra al cuerpo, sus partes y su cui- de_corps.html
siste en tocar al pa- dado. El contacto debe ser lento y mi- – Foucault, M. La historia de la locura en la época
ciente, aportándole clásica. México, 1976. Fondo de Cultura Eco-
nucioso. La gran dificultad, consiste en
bienestar y relajación, nómica.
sin erotizar la relación tocar al paciente, aportándole bienes-
tar y relajación, sin erotizar la relación. – George, R. La mayor necesidad. Un paseo por
las cloacas del mundo. Madrid, 2009. Turner
Publicaciones.
También permite la exploración de los
– Gestion du risque infectieux lié à l´incurie du
límites entre el yo y los otros. Gisela psychotique au CHU de Pointe-á-Pitre. 9émes

22 Átopos 
Journées de prévention des Infections asso- – Le Guérer, A. Les pouvoirs de l’odeur. Odile
ciés aux Soins, 9 et 10 Décembre 2010. Jacob, 2002.
– Giménez López, E. La exhalación de la muerte. – Odeurs. L’essence d’un sens. Autrement nº 92.
La aportación del matemático Benito Bails a la Sep 1987.
polémica de los cementerios en el S. XVIII. Re-
– Pankow,G. L´ Être- là du schizophrène. París,
vista Historia Moderna 1998-1999; 17: 113-146.
2006. Champs, Flammarion.
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– Quevedo, E. Cuando la higiene se volvió públi-
1971. Editions du Seuil.
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