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Session10 RevisitaModeloSec Estevez PDF
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Alejandro M. Estévez1
y Susana C. Esper2
1. Investigador Jefe, Instituto AFIP
2. Investigadora, Instituto AFIP
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constituyen un campo de estudio cuya (Nakamura, 1987).
complejidad aumenta día a día, por lo Otros autores, coincidieron en que
que es cada vez más difícil prescindir de parecería que en base a críticas no del
grillas de análisis adecuadas a su estudio. todo justificadas, el modelo ha sido pre-
En ello se fundamentaron Paul Sabatier maturamente abandonado (Robert Eger
y Hank Jenkins–Smith (1999 y 1993), & Justin Marlowe, 2006; Saetren, 2005).
cuando afirmaron la importancia de A razón de ello, el presente artículo se
buscar mejores teorías para hacer frente orienta a analizar el grado de validez ac-
a este desafío. Claramente, esa urgen- tual del modelo, como así también las
cia viene motivada por otros alicientes. ventajas que el esquema puede ofrecer al
Cómo bien explica Thomas Dye (1976), momento de acercarse al estudio de una
política pública es todo aquello que el go- política pública y, consecuentemente,
bierno decide hacer o no hacer. En la me- para conocer en mayor profundidad la
dida que cada política estatal constituye relación Estado–sociedad. Si bien bue-
una toma de posición por parte del Esta- na parte de las críticas son aceptables,
do frente a una demanda problematizada también es cierto que el MS constituye
por la sociedad, lograr una comprensión un esquema analítico que presenta varias
integral de las políticas públicas permite, ventajas cuando la intención es realizar
en realidad, conocer más profundamente estudios de caso de carácter exploratorio.
la relación entre la sociedad y el Estado En ese sentido, su principal aporte es po-
mismo (Oszlak & O’Donell, 1982). der reducir complejos escenarios en don-
En el campo de las «ciencias de las de se desarrollan las políticas públicas,
políticas» (policy sciencies), el modelo se- en una estructura relativamente simple
cuencial de políticas públicas (MS), pro- (Sabatier & Jenkins–Smith, 1999; Guy
ponía dividir el proceso de la política pú- Peters, 1992).
blica en una serie de etapas, discutiendo El artículo se estructura de la siguien-
los diversos factores que afectaban a cada te manera. En un primer momento, se
una de ellas (Sabatier & Jenkins–Smith, presentarán los antecedentes más rele-
1999 y 1993). Su impacto no fue menor, vantes del MS, para luego avanzar sobre
ya que desempeñó un lugar estelar, espe- las diferentes versiones propuestas del
cialmente durante las décadas del 60 y mismo. Luego, se revisarán los princi-
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70. Asimismo, estimuló buena parte de pales ejes de debate en torno al modelo,
la investigación centrada en cada una sus especialmente las ya mencionadas críti-
etapas, específicamente, la de la fijación cas realizadas por Sabatier, Nakamura y
de agenda (como los trabajos de John John. En último lugar, se esbozarán una
Kingdon, 1984). No obstante, analistas serie de conclusiones orientadas a resca-
de políticas públicas del tamaño de Paul tar y proponer el modelo como una he-
Sabatier, Peter John y Robert Nakamura, rramienta válida aún hoy.
lo criticaron duramente y hasta se refi-
Las fuentes // A continuación, se
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premisas (Forester, 1984): con el racionalismo que reinaba en ese
momento en las disciplinas vinculadas
»» El problema está bien definido; a la investigación en políticas públicas
»» existe una selección integral de las al- (Nakamura, 1987).
ternativas a considerar; Uno de los grandes críticos de la teo-
»» existe información plena; ría de la elección racional, ha sido Char-
»» existe información plena sobre todas les Lindblom (1963), quien aportó una
las consecuencias de cada alternativa visión muy detallada sobre la forma en
de política pública; que, según él, se toman las decisiones
»» existe información plena de los valo- en el sector público. La descripción del
res y preferencias de los ciudadanos; autor se centra en la idea de que los poli-
»» se cuentan con tiempos, capacidades cy–makers (los hacedores de políticas pú-
y recursos adecuados. blicas) están más cerca de «ingeniárselas
para hacer algo» (they muddle through),
nativas posibles clasificadas en un orden los años 50, la teoría de los grupos gozó
de importancia decreciente; más bien, la de amplia aceptación por la ciencia polí-
decisión se toma en un contexto en el que tica. La misma promovía la idea de que el
intervienen múltiples actores y presiones, sistema político no sólo estaba compues-
tiempo escaso e información incompleta. to por individuos, sino por grupos. Al-
En ese sentido, se trata de decisiones de gunos de estos grupos están politizados
racionalidad limitada (bounded rational- y ejercen un poder sobre sus miembros y
ity), donde se supone que la capacidad sobre el gobierno o los partidos políticos.
cognitiva de los individuos es restringi- Incluso entre sí, por lo que hay compe-
da, por oposición a la racionalidad per- tencia entre ellos. La decisión pública,
fecta que promovía el rational choice que, por ende, es resultante de las interaccio-
en definitiva, ha fallado en construir un nes entre éstos, mientras que los intereses
modelo explicativo del comportamiento no organizados (opinión pública) consti-
humano (March, 1978; Jones, 1999). La tuyen el «molde democrático» que pone
racionalidad de la Administración, con- límites (políticos, éticos o económicos) al
secuentemente, dependería del contexto accionar de los grupos organizados.
en el cual se trabaja; en política pública, Esta escuela teórica tuvo como pro-
entonces, «se hace lo que se puede» (Fo- ducto dos líneas de pensamiento que han
rester, 1984). sido protagonistas de grandes debates
Recapitulando, Lindblom (1963) expli- durante los años 60, siendo el objeto de
citó dos tipos de decisión sobre políticas la discusión el grado de apertura del sis-
públicas, que se presentan en la Tabla 1. tema democrático y el nivel de influen-
Tabla 1
Método de las comparaciones
Método racional–global
limitadas y sucesivas
La clarificación de los objetivos es previa al análisis de La selección de los objetivos y de los medios empíricos
políticas alternativas. para alcanzarlos no son procesos escindidos. Objetivos y
medios están estrechamente entrelazados.
La formulación de las políticas es hecha de acuerdo a la En virtud de que no existe una separación entre los
relación entre los medios y los fines. Los fines son detalla- objetivos y los medios, el análisis de tipo medios/fines
dos y luego se buscan los medios para obtenerlos. resulta inapropiado.
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Una política pública será buena si demuestra que posee Una política pública será buena cuando múltiples analistas
los medios más apropiados para obtener el fin buscado. le brinden un consenso afirmativo, aún cuando no estén
de acuerdo sobre los medios necesarios.
El análisis es global. Todos los aspectos pertinentes son El análisis es muy limitado: 1) las consecuencias impor-
tenidos en cuenta tantes y posibles, generalmente, no son consideradas, 2)
las alternativas políticas potenciales e importantes no son
consideradas, y 3) los valores más importantes afectados
por la política no son considerados.
La teoría es muy importante y está siempre presente. Las sucesivas comparaciones reducen la confianza en la
teoría limitada.
Fuente: Lindblom (1963)
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El MS es un modelo genérico para la comprensión de políticas
públicas, cuyo eje central es la idea de que la hechura de las
políticas públicas (policy–making) se inicia con una fase de
identificación del problema y, luego, atraviesa una serie de etapas
que se espera concluyan en una evaluación, a partir de la cual
podría tener lugar una reformulación y reinicio de la misma (Guy
Peters, 1992).
cia que los ciudadanos individualmente sistema utilizada en las ciencias biológi-
considerados pueden ejercer sobre las cas (la metáfora de la célula). Dentro de
políticas públicas. la ciencia política, el autor más influyente
La primera postura, el pluralismo, sos- de esta escuela probablemente sea David
tenía que si bien los grupos organizados Easton (1965), quien homologó al sistema
eran una realidad innegable de sistema político a una caja negra (black box), que
político, el poder estaba descentralizado recibe insumos o demandas (inputs) y los
porque éstos últimos están en competen- transforma en productos –leyes, decisio-
cia entre sí para influir sobre las políticas nes, o políticas públicas– (outputs). Tales
públicas. Son justamente ellos quienes productos impactan sobre el medioam-
desarrollan el concepto de «poliarquía», biente político (la opinión pública, la
tan utilizado en la ciencia política. El au- realidad, etc.), generando nuevamente
tor pluralista más reconocido es Robert demandas que dan lugar a una retroali-
Dahl (1967), autor de la obra Pluralist mentación (feedback), por lo que el ciclo
Democracy in the United States. Opuesta- se reinicia continuamente.
mente, los elitistas, adherían a la idea de En forma simultánea al momento de
que el poder está centralizado y, por tan- desarrollo y auge del MS, tenían lugar los
to, los grupos representativos de intereses estudios behavioristas de Herbert Simon,
establecidos permiten a la opinión públi- el pensamiento sobre políticas públicas
ca influenciar la política en el caso de que y las etapas de Harold Lasswell (1953).
esa decisión sea favorable a sus intereses. También ocupaban un lugar relevante
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social y económico (como así también sarrollo del MS hayan sido Charles O. Jo-
la creencia en un futuro mejor) también nes, James E. Anderson y Nelson Polsby.
influyeron la producción teórica de éste Charles Jones, tomó las etapas descritas
período. por Lasswell, y les otorgó una impronta,
al definirlas en términos de subsistemas
El modelo secuencial para el que conforman un proceso más amplio.
análisis de políticas públicas // Anderson, por su parte, fue quien enfa-
Antecedentes, fundamentos y tizó la dinámica secuencial del modelo.
evolución del modelo. El MS es un Y, por último, Nelson Polsby aportó una
modelo genérico para la comprensión de visión enfocada desde la perspectiva de la
políticas públicas, cuyo eje central es la tarea legislativa, a pesar de que su aporte
idea de que la hechura de las políticas no logró la centralidad de los anteriores.
públicas (policy–making) se inicia con De esta manera, surgiría lo que él llamó
una fase de identificación del problema la «más influyente de las concepciones
y, luego, atraviesa una serie de etapas que sobre el proceso de las políticas» (Naka-
se espera concluyan en una evaluación, a mura, 1987).
partir de la cual podría tener lugar una Retomando lo expuesto, probable-
reformulación y reinicio de la misma mente, una de las fuentes centrales para
(Guy Peters, 1992). el MS sea el trabajo de Charles Jones,
Como se mencionó, la primera ver- quien explicaba:
sión del modelo etápico, ha sido pro-
puesta por Harold Lasswell (1953), quién «Si bien yo tengo algunas preferencias
esbozó el siguiente orden: sobre como la política [policy] debe ser
hecha, mi propósito inmediato es proveer
»» Inteligencia: información, predicción, un marco teórico o encuadre [framework]
planificación. dentro del cual usted pueda analizar cómo
»» Recomendación: promoción de las al- la política es hecha. Luego de haber hecho
ternativas políticas. esto, usted estará en una mejor posición
»» Prescripción: promulgación de reglas de determinar cómo las cosas deben fun-
generales. cionar». (Jones,1970:9)
»» Invocación: caracterización provisio-
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nal de conductas de acuerdo con pres- En sintonía con ello, Jones (1970:9)
cripciones y demandas de aplicación. establece una serie de supuestos donde se
»» Terminación: una vez finalizada la asientan los fundamentos del modelo:
política en cuestión, se formulan pres-
cripciones o medidas a ser tenidas en 1. Los hechos en una sociedad son in-
cuenta en futuros marcos teóricos. terpretados en forma variada por las
diferentes personas y en múltiples
Además de Harold Lasswell, para Ro- momentos.
bert Nakamura (1987), probablemente,
2. Muchos ‹problemas› pueden resultar 13. No existe un ‹sistema político ideal›
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a partir de un mismo hecho. independiente de las preferencias del
3. La gente goza de diferentes grados de arquitecto de dicho sistema.
acceso al proceso de las políticas en el
gobierno. Consecuentemente, Jones atribuye un
4. No todos los problemas públicos son papel determinante a la opinión pública,
tenidos en cuenta por el gobierno. especialmente, cuando enfatiza que los
5. Muchos problemas privados sí son te- problemas públicos de una sociedad son
nidos en cuenta por el gobierno. el resultado de aquello que la misma per-
6. No todos los problemas son resueltos cibe como necesario. Las demandas son
por el gobierno si bien muchos son te- acercadas a quienes poseen la potestad de
nidos en cuenta. tomar decisiones. Éstas son llevadas a la
7. Los ‹hacedores de políticas› no nece- práctica con la idea de afectar los proble-
sariamente se enfrentan con un pro- mas públicos y que, consecuentemente,
blema determinado. afectarán nuevamente a la opinión públi-
8. Buena parte de la decisión está basada ca, que reaccionará y las demandas emer-
pequeñas transformaciones y en co- gerán nuevamente, reactivando y reali-
municaciones pobres. mentando el ciclo (Jones, 1970). De esa
Gráfico 1.
APLICACIÓN O
PERCEPCIÓN DEFINICIÓN ORGANIZACIÓN REPRESENTACIÓN FORMULACIÓN LEGITIMACIÓN REACCIÓN EVALUACIÓN
ADMINISTRACIÓN
Tabla 3.
Actividades Categorización para Categorización para Productos
Funcionales el Gobierno el sistema
Percepción, definición, El problema para el Gobierno Identificación del problema Demandas
agregación, organización,
El accionar dentro del Formulación Encadenamiento de
representación Formulación
Gobierno acciones
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2. La palabra proceso, de acuerdo a su origen latino, significa a) encadenamiento ordenado de hechos o fenómenos;
o b) forma de hacer una cosa determinada.
las políticas públicas. Jones ha hecho un
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nes› (issues) de las políticas públicas. La
análisis estático (las actividades funcio- ‹creación› de políticas publicas (policy–
nales, el sistema) y, al mismo tiempo, making) es política e involucra a la políti-
dinámico (el proceso de las políticas pú- ca. Sus características incluyen el conflic-
blicas). Para terminar, la dinámica mis- to, la negociación, el ejercicio del poder,
ma del MS la que pone el acento sobre el compromiso; y a veces las nefastas
los comportamientos, las funciones y los prácticas de la decepción y el soborno
procesos. […] o es nada, sino ‹política›». (Anderson,
El otro autor que ha popularizado el 1975:38)3
MS es James Anderson (1975), quien ha
adoptado una visión más sencilla que la Anderson (1975) reconoce que hará
de Jones. En relación a los supuestos de un análisis de tipo positivo del proceso
su esquema, se expone la siguiente posi- de las políticas públicas y, con ello, da lu-
ción: gar al modelo que actualmente se conoce
como el MS (ver Tabla 4).
«Dentro de este enfoque o encuadre,
la formación e implementación de políti- Anderson, en respuesta a una de las
cas públicas son vistas como políticas en críticas más populares, reconoce que las
tanto implican conflicto y lucha entre los etapas del MS son construcciones teóricas
individuos y grupos, funcionarios y agen- y que, en la realidad, es posible topar-
cias, con ideas contrapuestas, intereses, se con superposiciones entre éstas. Por
valores e información sobre las ‹cuestio- ejemplo, podría registrarse una superpo-
Tabla 4.
Etapas
Actividades
Funcionales
Agenda Formulación Adopción Implementación Evaluación
Gráfico 2.
Tabla 5.
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Sistema Producto
Agenda La demanda de la sociedad que pide por la solución de su problema.
Formulación El curso de acción para resolver dicho problema
Legitimación La política pública (curso de acción gubernamental ya legitimado)
Aplicación Implementación, o puesta en obra de la política pública.
Evaluación Recomendaciones o juicios sobre el valor de la política pública.
Por lo cual, si bien no puede ignorarse que es posible hallar
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superposiciones o encabalgamientos (incluso retrocesos) entre
las etapas, las políticas públicas que efectivamente finalizan su
ciclo, sí atraviesan un camino relativamente similar al prescripto
por el MS. Entonces, podría tomarse el modelo como un principio
orientador de la sucesión entre las secuencias, ya que la mayor
parte de los casos sigue el esquema del MS, pero siempre con el
resguardo de mantenerse flexible a los distintos casos de estudio.
cos teóricos con mayor capacidad expli- 1. Los encuadres o frameworks están li-
cativa. gados a los paradigmas. Pueden tam-
bién generar algunas hipótesis.
El debate en torno al modelo se- 2. Las teorías brindan conjuntos de re-
cuencial // El MS ha sido blanco de laciones coherentes. Ellas aplican
mucha producción teórica y, por ende, los valores sobre algunas variables y
múltiples son los aspectos que han sido especifican –usualmente– como las
debatidos y hasta cuestionados. A con- relaciones entre las variables pueden
tinuación, se expondrán los principales variar según los valores atribuidos a
puntos en torno a los cuales ha girado el las variables críticas.
debate académico. 3. Los modelos son una representación
Especialmente, se atribuirá un lugar de una situación específica y son más
central a las críticas que reconocidos estrechos en cuanto a su alcance y a
autores como Paul Sabatier, Peter John, sus suposiciones.
Peter De León y Robert Nakamura, han
formulado, siendo éste último quién le Robert Nakamura (1987), uno de los
otorgó el famoso mote de «modelo de grandes críticos del MS, establece su posi-
manual» (textbook approach). En ese sen- ción de la siguiente manera:
tido, se intentará clarificar las dificultades
y problemas atribuidos al modelo, con la «El ‹enfoque del libro de texto› [MS] no
intención de superar dichos escollos. es un paradigma […] nos da una impre-
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otro de los grandes teóricos del MS, con- tica utilizada para categorizar eventos
sidera que no se trata de una teoría en si que ocurren durante el desarrollo de las
misma, sino de un modelo: políticas públicas, de manera de hacer
más comprensible un proceso que de por
«Dadas la complejidad y la diversidad sí, es altamente complejo.
del proceso de ‹fabricación› de las políticas De lo expuesto, se desprende que
públicas, el desarrollo de alguna clase de aquello a lo que Charles Jones (1975) se
teoría general dotada de un amplio poder refiere como marco teórico o encuadre
explicativo, es una aspiración irreal. Pero (framework), coincide con la definición
podemos alcanzar algún punto de partida de Elinor Ostrom (1999) de un modelo.
útil en aquello que los cientistas políticos Retomando las ideas de Robert Naka-
llaman ‹construcción de teorías› (theory mura (1987), para quien el MS no es un
building) si luchamos por desarrollar paradigma, y a la luz de las aclaraciones
grandes generalizaciones sobre tópicos de Anderson (para quien el MS no es una
como quién está involucrado en la forma- teoría), puede concluirse que la esencia
ción de las políticas públicas, o sobre qué del MS debe ser tratada desde su particu-
clases de cuestiones, o bajo que condicio- laridad. Consecuentemente, el MS podría
nes, o bajo qué formas se producen de- abordarse como un modelo, en la medi-
terminados hechos y con cuáles efectos». da que se trata de una representación de
(Anderson, 1975:36) una situación específica (el proceso de las
políticas públicas), pero es más estrecho
En otro orden de cosas, Charles Jones en relación a su alcance que una teoría.
(1975), se refiere al MS como un marco De todas maneras, si se toma el MS de
teórico: Jones (1970), se lo notará más preciso en
sus supuestos y en su propio funciona-
«Este libro completo es un marco teó- miento.
rico o encuadre [framework] para el análi-
sis, ofreciendo una base para una razona- La propuesta de linealidad y se-
ble examen sistemático de la ‹fabricación› cuencialidad del MS // En esta sec-
de políticas públicas y la administración ción, se revisarán las críticas vinculadas
de políticas en un gran número de áreas a los aspectos de linealidad y secuencia-
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destacado que muchas políticas públicas mantenerse flexible a los distintos casos
no comienzan por la agenda, no conclu- de estudio.
yen en la evaluación, ni siguen un orden Una segunda crítica esbozada en este
preestablecido (John, 1998; Guy Peters, aspecto, es que el MS describe etapas que
1992). Sin embargo, era justamente la vo- confunden más de lo que esclarecen,
luntad de Jones (1970), la de simplificar porque la división entre éstas no alcanza
la realidad de las políticas públicas, de tanta claridad en la realidad de las polí-
manera de poder procesar los eventos y ticas públicas, sino que las divisiones son
encontrar patrones recurrentes. Por otra borrosas y confusas (Guy Peters, 1992). El
sistemas complejos que representan las vez una función diferente y, por lo tanto,
etapas del análisis. no sería problemático que cada función
Una tercera crítica vinculada a esta se resuelva de una forma distinta a la an-
situación, es la idea de que no es posi- terior.
ble identificar relaciones claras entre las En otro orden de cosas, Paul Sabatier
pretensiones de una política y los impac- y Hank Jenkins–Smith (1999) y Peter De
tos obtenidos (John, 1998). Sin embargo, Leon (1999), criticaron al MS en la medi-
esta crítica podría extrapolarse a la vida da que no permite el ensayo empírico de
humana en general; el abismo que existe hipótesis. Sin embargo, habría que tomar
entre las intenciones y los resultados no en cuenta que se trata de un modelo y no
es un común denominador del MS, sino una teoría. De todas maneras, es posible
de las decisiones de los individuos. que esa crítica sea parcialmente válida,
En cuarto lugar, el modelo ha sido ya que si bien el MS es efectivo en pro-
criticado porque no explica relaciones veer de medios para investigar las dife-
causales, como así tampoco permite nin- rentes etapas de cada política pública, no
gún tipo de predicción ni tampoco expli- prevé categorías analíticas precisas para
ca cómo ocurre el pase de una etapa a la estudiar sobre el comportamiento de los
otra (Sabatier & Jenkins–Smith, 1999 y grupos políticos. Entonces, el MS es un
1993). Pero, en efecto, el modelo no bus- buen modelo heurístico para describir
caba relaciones de tipo causa–efecto, sino el proceso de políticas pero limitado en
describir la realidad del proceso de polí- explicar cómo funcionan las coaliciones
ticas públicas. Ello explica, consecuen- y los intereses organizados. No obstante,
temente, la escasa utilidad del modelo se ha visto ya que, por su lógica modular
para predecir. Asimismo, el MS permite puede refinarse cada etapa con la intro-
explicar el fracaso de una política dentro ducción de nuevos modelos teóricos, lo
de una etapa determinada. cual permitiría un mayor nivel de pro-
fundización.
La racionalidad en el modelo //
Otra serie de críticas se dirigió a los pos- La evaluación en el MS // Por otra
tulados sobre la racionalidad que propo- parte, Robert Nakamura (1987) ha cues-
ne el MS. Peter John (1998) explica que la tionado el MS por escindir la etapa de la
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etapas intermedias de una política. Por Estado (federal, provincial, municipal),
otra parte, es un sinsentido pensar en la observando como evolucionan en cada
evaluación durante el momento de la for- nivel. Consecuentemente, sería factible
mación de agenda, por ejemplo, ya que estudiar los sistemas de relaciones inter-
la aquella debería comenzar una vez que gubernamentales utilizando el MS.
haya algún producto para evaluar.
El lugar del conocimiento en el
La visión del MS sobre el Estado MS // Ciertos enfoques de políticas
// Paul Sabatier y Hank Jenkins–Smith públicas han destacado el papel que
(1999) también criticaron al MS por su desempeña el conocimiento en las polí-
visión excesivamente legalista, sesgada ticas públicas (Estévez & Esper, 2008a
por el foco «de arriba hacia abajo» (top– y 2008b). En parte, ello llevó a Paul Sa-
down approach) con el que explica las batier y Hank Jenkins–Smith (1999 y
políticas públicas. Sin embargo, es un 1993) a criticar el MS por no proveer de
dato de la realidad que hay decisiones un vehículo para integrar los roles del
públicas que son tomadas por iniciati- análisis y el aprendizaje de políticas pú-
va y consenso entre los grandes grupos blicas (enfoque cognitivo) a través del
de interés (stakeholders) o por demanda proceso de políticas públicas. También,
de la sociedad. Ello podría dar la pau- debido a su naturaleza no recursiva,
ta de que no necesariamente promueve no permite identificar cómo lo policy–
un enfoque top–down, ya que también makers pueden aprender de experiencias
permitiría procesar una política pública pasadas (Eger & Marlowe, 2006; Heclo
de tipo consensuada o decisionista. Por & Wildawsky, 1974; Heclo, 1978). En
otra parte, con respecto al sesgo legalista, parte, podría atribuirse esta deficiencia a
no debe olvidarse la idea de que política un sesgo «generacional»: el MS se origina
pública es todo lo que el Estado decide en los finales de la década del 60 y las
hacer o no hacer. Por lo cual, existen po- ideas sobre los aprendizajes colectivos (el
líticas públicas por omisión que, si bien enfoque cognitivo de las políticas públi-
podrían llegar a seguir un curso similar cas), no surgen sino hasta mediados de
al prescripto por el MS (agenda, formula- los 70, con la innovadora teoría crítica de
ción, decisión, implementación y evalua- Jürgen Habermas. También los estudios
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