La llegada de las hadas

Las hadas son tan antiguas como los seres

humanos que las crearon, las creencias en los seres
sobrenaturales ha existido siempre, aunque ha tenido un
significado diferente para cada generación.

En el siglo XVI a las hadas se les consideraban criaturas

sobre naturales poseedoras de ‘’una naturaleza intermedia
entre el hombre y el ángel’’. Hoy en día, el uso más común
abarca a todos los seres fantásticos con poderes tanto
benéficos como malignos.

En el folclor inglés, en mundo de las hadas cobija u extenso

abanico de personajes que van de los conocidos elfos,
dragones y sirenas a los más escasos selkies, semejantes a
focas pero capases de adoptar forma humana en tierra
firme, a los monstruosos firbologs irlandeses o a los
babetrots escoceses, mañosos hilanderos. Fairy designa
además una gran variedad de espíritus de características
parecidas que se prodigan en cuentos tradicionales de
toda gran Bretaña.

Hoy en día se saben que son personajes literarios, nacidos

de la imaginación popular. Sin embargo, antiguamente
mucha gente consideraba peligroso el simple echo de
pronunciar la palabra hada, ya fuera en sentido general o
particular. Es probable la prohibición tuviera su origen en
la creencia primitiva según la cual nombrar a una persona,
o a un espíritu, otorgaba sobre ellos. Las hadas de las
antiguas leyendas representaban poderosas fuerzas
naturales que convenía temer y aplacar. Quienes no
deseaban ofenderlas aludían a ellas con palabras amables,
como ‘’los buenos vecinos’’ o ‘’la buena gente’’ .