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Introducción a los Estudios de Género

(2019)

Unidad 1 - Teoría
Teoría /s. Feminismo/s. Estudios de género. Las practicas teóricas.
Teoría y Política. Políticas de la Teoría. Mapa conceptual de las teorías
Niveles: condición de posibilidad de la teoría feminista.
Categorías: género – sexualidad.

Docente: Dra. Adriana Boria

Docente: Dr. Facundo Boccardi


Sheyla Benhabib

Es difícil evitar la impresión de que en estos primeros pasajes de The


La paria y su sombra: sobre la invisibilidad de las human condition Arendt ontologice la división del trabajo entre los sexos y las
mujeres en la filosofía política de Hannah Arendt* presuposiciones naturalistas que históricamente han confinado a las mujeres
sólo al ambito doméstico.
Si este fuera el caso, entonces ¿por qué no terminar la historia ahí? ¿Por
SHEYLA BENHABIB qué no relegar a Hannah -Arendt a la categoría de esas cuantas mujeres, que
Harvard University, EE.UU. siendo excepcionalmente dotadas y brillantes, fueron- para usar la frase de
Arendt, «parias», es decir, excluidas? Aunque como parias no pertenecieron a la
comunidad predominantemente masculina de la erudición y el pensamiento, ni
I convirtieron su estatus de paria en un reto colectivo ni cuestionaron la tradición
occidental del pensamiento, cuya herencia fueron encargadas de cuidar. ¿Por
qué no admitir simplemente que Hannah Arendt era una prefeminista, o incluso
Al referirse a una serie de conferencias dedicada a «Judinnen in Kultur und
una antifeminista, cuya obra, de acuerdo con la poeta feminista y crítica
Wissenschaft>> acerca de Hannah Arendt, una se ve confrontada desde el princi-
Adrienne Rich, debe interpretarse «no tanto por lo que dice, sino por lo que
pio con una paradoja: la autoconciencia de Hannah. Arendt como }~~ía, y s~
es»? Permítanme citar ampliamente los enfáticos comentarios de Rich sobre
creencia de que ser judío en el siglo xx se ha convertido en una pos1c1on «poh-
The human condition. Escribe:
tica>> inevitable en agudo contraste con su casi total silencio acerca de la cues-
tión femenina. En tanto que el destino de los judíos en el siglo xx está en el
centro de su pensamiento público-político, su identidad como mujer y las di- Al reflexionar sobre los temas de la mujer y el trabajo[ ...] he recurrido a The
human condition de Hannah Arendt para ver cómo ha abordado el tema una
mensiones sociopolíticas y culturales de ser mujer en este mismo siglo, carecen
importante filósofa política de nuestro tiempo, una mujer sumamente respetada en
de un reconocimiento explícito en su trabajo teórico. Por su biógrafa, Elisabeth
el medio intelectual. Su ensayo me parece brillante, no tanto por lo que dice,
Young-Breuhl, sabemos que Arendt «recelaba de las mujeres "que daban órde-
sino por lo que es [... ]. El impedir que las mujeres participen en la vita activa, en
nes", era escéptica acerca de si las mujeres deberían ser líderes políticas, y el «mundo común», y la conexión de esto con la reproductividad, es algo de lo
estaba radicalmente opuesta a las dimensiones sociales de la liberación femeni- que ella no sólo no aparta la mirada sino que ve lo que no se ha visto [... ]. Leer
na» (p. 238). dicho libro, escrito por una mujer de un gran espíritu y profunda erudición, pue-
Esta paradójica imagen parece aclararse más, aunque también quizá se de ser doloroso, porque encarna la tragedia de una mente femenina nutrida con
haga más problemática, cuando uno abre las primeras páginas de The human ideologías masculinas. De hecho, la pérdida es nuestra, porque el deseo de
condition. Una primera lectura nos da fácilmente la impresión de que Arendt no Arendt de atrapar los profundos temas morales es la clase de interés que necesi-
sólo pasaba por alto la cuestión femenina sino que era casi reaccionaria respecto tamos para crear un mundo común, que responda a algo más que a «estilos de
a que aceptaba el secular confinamiento de las mujeres al ámbito privado do- vida>> [p. 212].
méstico y su exclusión de la esfera pública. Cito del libro The human condition:
Sin embargo, si esto es todo lo que puede decirse sobre la cuestión de
El hecho de que Ja era moderna haya emancipado a las clases trabajadoras y Hannah Arendt como mujer alemana judía, no vale la pena ni mencionar el
a las mujeres casi en el mismo momento histórico, definitivamente debe contarse
tema. No obstante hay mucho más que decir, y de hecho, espero mostrar lo más
entre las características de una época que ha dejado de creer en que las funciones
del cuerpo y los intereses materiales deban esconderse. Es de lo más sintomático interesante e importante. Empezaré con una observación metodológica: la lectu-
de la naturaleza de estos fenómenos que los escasos remanentes de la estricta ra de la obra de Arendt desde el punto de vista de una cuestión que ella misma
privacía, incluso en nuestra propia civilización, se relacionen con las «necesida- no colocó como centro de su pensamiento -a saber, la cuestión femenina-
des» en el sentido original de ser necesitado por tener un cuerpo. 1 requiere de determinadas habilidades hermenéuticas y sensibilidades interpreta-
tivas. Ni la indiferencia historicista o la autoprobidad dogmática del recién
llegado pueden ser nuestras guías en está tarea interpretativa. La indiferencia
historicista requiere que comprendamos un texto, una teoría, a un pensador en
* Versión castellana de Martha Hemández. Revisada por María Pía Larn. el contexto de su sola génesis. Este punto de arranque evidente y carente de

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problemas de cualquier esfuerzo interpretativo está acompañado del supuesto de tectar esos rastros de mujeres y sus actividades que de otra manera están tan
que comprender es sólo comprender en el contexto y de que plantear problemas profundamente eliminadas en su obra teórica.
contemporáneos a textos históricos es caer en anacronismos. Sin embargo, a
partir de la obra de Hans Georg Gadamer sobre hermenéutica sabemos que toda II
comprensión es también interpretación y que ésta implica una «fusión de hori-
zontes», un diálogo a través del tiempo, las generaciones y perspectivas. En este La biografía intelectual de Hannah Arendt sobre Rabel V arnhagen, nacida
proceso, nosotros, como lectores contemporáneos, desde donde nos encontra- como Rabel Levin en Berlín en 1771, empezó en 1929, poco después de que
mos hoy en día, no podemos evitar el planteamiento de determinadas interro- terminó su disertación sobre el concepto agustiniano del amor bajo la dirección
gantes a textos y pensadores del pasado. En este sentido, nunca puede haber de Karl Jasper en Heidelberg. Este estudio parece haber sido su Habilitations-
una mera «indiferencia historicista>> en la lectura del pasado, sino siempre una schrift.2 Quedó listo en 1933, excepto por los dos últimos capítulos, que fueron
conversación de comprensión así como malos entendidos a través de los hori- terminados subsecuentemente durante su exilio en Francia en 1938. Se publicó
zontes. casi veinte años después en 1957 en una traducción inglesa; la primera edición ale-
La práctica fructífera de la «fusión de horizontes» también debe guiamos mana no fue sino hasta 1959. Rahel Vamhagen, que Arendt subtituló en alemán
contra el «dogmatismo autoprobo de los recién llegados». Al plantear interro- I..ebengeschichte einer deutschen Juedin aus der Romantik, es un texto difícil.
gantes al pasado, no podemos asumir que las respuestas que ya obtuvimos sean Uno de sus primeros revisores escribió que es «un libro inexorablemente abs-
las correctas. Porque entonces no habría motivo para tratar de comprender el tracto -lento, confuso, estático, curiosamente opresivo; al leerlo, uno siente
pasado. Pero dicho dogmatismo mata el espíritu y deseca el alma, y definitiva- como si estuviera sentado en un invernadero sin reloj. Hace que uno se sienta el
mente no conduce a la tarea de «construir un mundo común», en palabras de sujeto, la enloquecida mujer a la espera; hace que uno cobre conciencia, casi
Adrienne Rich, «que responda a algo más que a "estilos de vida"». Al enfocar físicamente, de su intensa femineidad, de su frustración» (Sybille Bedford).3
el pensamiento de Arendt desde donde nos encontramos ahora y de ponerlo a «La abstracción inexorable» del libro se debe en parte al ángulo metodoló-
prueba desde el punto de vista de su identidad como judía alemana y como gico de Arendt, que ella misma admite que es «poco usual». 4 «Nunca fue mi
mujer, ninguna de las siguientes actitudes serviría: la que afirma que ese cues- intención», explica Arendt, escribir un libro acerca de Rabel; acerca de super-
tionamiento, en particular el del problema de la mujer, es anacrónico e insensi- sonalidad, que podría prestarse a diversas interpretaciones conforme a los están-
ble a los propios intereses históricos de Arendt; y la que señala, como lo hace dares y categorías psicológicas que la autora introduce del exterior; ni acerca de
Adrienne Rich, que leemos la obra de Arendt «no por lo que dice sino por su posición en el Romanticismo y el efecto del culto a Goethe en Berlín, del
lo que es». Esto hace suponer que ya no nos es posible aprender más de cual de hecho ella fue la originadora; ni tampoco acerca de la importancia de su
Arendt, que su obra ha dejado de comprometemos, que podemos tratarla como salón para la historia social del período; o acerca de sus ideas y su weltan-
una curiosidad sociológica y psicológica que ejemplifica la «mente femenina schauung, hasta donde esto se puede reconstruir a partir de sus cartas. «Lo
identificada como masculina». En virtud de la enormidad de la contribución de único que me interesaba era narrar la historia de la vida de Rahel como ella
Arendt al pensamiento político de este siglo, me parece que esta conclusión es misma la hubiera contado ... Por tanto, mi retrato sigue lo más fielmente posi-
dogmática. ble las reflexiones de Rabel sobre ella misma, aunque expresado naturalmen-
Entonces, ¿cómo debemos proceder? Abordar la cuestión femenina, como te en un lenguaje diferente y que no sólo consiste en variaciones sobre citas»
siempre, significa efectuar un movimiento del margen al centro en la tarea her- (pp. XV-XVI).
menéutica. Empezamos buscando en las notas de pie de página, en las aposti- Esta aseveración de «narrar la historia de la vida de Rabel como ella mis-
llas, en los trabajos menos reconocidos de un pensador, aquellos «rastros» (Spu- ma la hubiera contado» es asombrosa. La confianza de Arendt en sus juicios
rren) que quedaron atrás por la presencia de las mujeres y, con más frecuencia sobre Rabel Varnhagen es tan profunda que no vacila en corregir la presenta-
de la que debiera, por su ausencia. La lectura feminista es una forma de «análi- ción que hace el esposo de Rabel de la propia Rabel. En realidad, en un nivel,
sis spurreneano». Aplicado al trabajo de Hannah Arendt, este método significa el libro rescata la vida y recuerdo de Rabel de las garras de su marido -el
que tenemos que comenzar no con The human condition sino con un texto que generoso y dador, pero honesto y aburrido funcionario civil prusiano Karl Au-
no ocupa un lugar central en ninguna interpretación sistemática de su filosofía gust Vamhagen von Ense, quien, sostiéne Arendt, presentó la vida de Rabel
política. Me refiero, desde luego, a su libro sobre Rahel Vamhagen. Empece- pretendiendo que sus «asociaciones y círculo de amigos parecieran menos ju-
mos por leer lo que Hannah Arendt dice acerca de Rabel V amhagen para de- díos y más aristócratas, y mostrar a Rabel misma bajo una luz más convencio-

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nal, más a tono con el gusto de la época>> (p. XV). Uno sentiría la tentación de Haltung, nicht begründbar aus der historischen Lage, aber Schicksal, dem die
preguntar qué da a Arendt la confianza de que ella podría conocer o afirmar LOsung aus der verzauberten Burg nicht widerfuhr» 6 (el subrayado es mío).
que conoce a esta mujer mejor que su marido? ¿Cómo puede ella, mientras Es evidente que Jaspers está muy confundido por el estatus de la categoría
escribía un libro sobre Rahel a casi 100 años de la muerte de ésta un 7 de de <~üdische Existenz» y por si Arendt está o no atribuyendo un estatus más
marzo de 1833, afirmar que narra su historia como si ella misma 'la hubiera fundamental a este hecho del que es permisible por las categorías de la filosofía
contado'? ¿Qué misterios hermenéuticos tiene esta pequeña frase subjuntiva, existencialista. Jaspers mismo considera la «existencia judía>> como un asunto
«la hubiera contado»? por completo accidental o contingente o, como él dice, «a f~on de parler» (una
Hay por lo menos tres niveles diferentes de lectura y comprensión que manera de hablar), o «la manifestación de un modo de ser relacionando lo que
deben desenmarañarse para enfocar el intento de Arendt de contar la historia de es negativo en su origen». Sin embargo, ni individual ni colectivamente puede
Rahel como si ella misma «la hubiera contado». Primero, a principios de la ver en el asunto de «ser judío» algo más que una contingencia de cultura e
década de 1930 la propia comprensión de Arendt sobre el judaísmo en general historia, o un accidente de nacimiento.
y su relación con su identidad judía estaban atravesando por profundas transfor- La respuesta de Arendt es precavida: señala que no ha tratado «die Ra-
maciones. Estas transformaciones la alejaban cada vez más de los ideales ilumi- h~lsch~ Existenz 'judisch' zu begründen. Dieser Vortrag gilt nur als Vorarbeit,
nistas igualitarios y humanistas de Kant, Lessing y Goethe hacia el reconoci- die zeigen soll, dass auf dem Boden des Judeseins eine bestimmte Moglichkeit
miento del hecho no eliminable y no asimilable de la diferencia judía dentro de de~ Exis~nz erwac~sen ka~, die ich. in aller Vorliiufigkeit mit Schicksalhaftig-
l~ ,cu~tur:i alemana. El li~r~ de Rahel documenta las paradojas de la emancipa-
ke1t bezeichnete. Diese Schicksalhaftigkeit erwiichst gerade auf dem Grund ei-
cion JUdia entre el rompimtento del ghetto y el surgimiento de la moderna na- ner Boden losigkeit und vollzieth sich gerade nur in der Abgelostheit von Ju-
ción-estado cristiano burguesa del siglo XIX. Es en este pequeño intermedio, de dentum>>. Ahora es notable que para Arendt el «Judesein» permite una cierta
1790 a 1806, cuando Napoleón entra en Berlín, que florece el salón Berliner clase de condición existencial, que ella designa como «Schicksalhaftigkeit». En
Dachstube de Rahel Levin. Con categorías como la 'advenediza' y la 'paria' otras palabras, ser judío es una forma de destino -es más que un accidente,
que t~ma. prestadas del periodista francés Bernard Lazarre, Arendt penetra en porque el destino, aunque también accidental, determina la vida propia más
un episodio extremadamente interesante de la historia social judío-alemana: el fundamentalmente y con más continuidad ae lo que lo hace un accidente. Así,
de los asistentes judíos a los salones y el mundo de uno de estos salones. Iróni- Arendt atribuye un papel más fundamental al «hecho» de ser judía de lo que
camente, es su perspectiva de 100 años después y «SU conciencia de la fatalidad hace Jaspers. Aunque, por otra parte, Arendt también concuerda con Japers en
qu~ una ~titud ~xistencial auténtica, consciente de su propia «Schicksalhaftig-
del judaísmo alemán» (p. XVII) lo que le permite contar la historia de Rahel de
una manera en que ésta no pudo pero podría haberla contado. Al contar esta ke1t>> es solo posible cuando uno ya se ha distanciado del judaísmo tradicional
histori3? ~endt se ~o~prometía en un proceso de a~tocomprensión colectiva y -<::orno ella dice- «in der Abgelostheit vom Judentum».
~defimcmn como JUdia-alemana. Su correspondencia con Karl Jaspers, quien
Dada la perspectiva de una percepción tardía y qué significaría ser judío
sigue de cerca el desarrollo del trabajo de Arendt en este libro con un asombro en Alemania a fines de la década de 1930, este intercambio es casi asombroso
que raya en la irritación y la perplejidad, es bastante reveladora a este respecto. en su abstracción e indiferencia. Ni Jaspers ni Arendt podrían haber previsto
El 20 de marzo de 1930, Karl Jaspers escribe a Hannah Arendt acerca de una situación cuando el hecho de ser judío sería el destino de millones y millo-
una conferencia que ésta impartió sobre Rahel Varnhagen. Desafortunadamente, nes. Aun ~~ es interesai_ite que Arendt esté llena de premoniciones, que parece
esta conferencia no la tiene el Nachlass de Hannah Arendt. El intercambio epis- estar percibiendo una cierta «naturaleza peligrosa>> («das unheimliche») en el
tolar entre Jaspers y Arendt da Ja impresión distintiva de que Arendt está propio intento de Rahel de vivir su vida como su «Schicksal». Respecto a Ra-
abriendo nuevos horizontes, y encaminando la Existenzphilosophie de su maes- bel? ~ndt escribe «Was dieses alles eigentlich ist: Schicksal, Exponieertheit,
tro Jaspers en nuevas direcciones. Jaspers indica que él quiere saber «Was Sie es ist mtt dem Leben etwas gemeint- kann ich nicht in abstracto sagen, sondem
eigentlich meinen». 5 Continúa: «Die 'jüdische Existenz' wird von Ihnen exis- hochstens vielleicht exemplifizierend aufweisen». 7 Finalmente, Arendt describe
tenz-philosophisch objektiviert-und damit dem existentiellen Philosophieren des la actitud de Rahel hacia el judaísmo como un cambio de la psicología de la
Moglichkeit nach vielleicht die Wurzel abgegraben ... Die von Ihnen wunderbar advenediza a la de la paria. Mientras que la advenediza niega la «Schiksalhaf-
ausgewalhten Briefstellen (gemeint sind SteJen aus dem Vamhagen Briefe, tigkeit>> convirtiéndose como los demás,~borrando las diferencias y asimilándo-
S.B.) lassen mich etwas ganz andere spüren: Das 'Judische' ist ein fa~on de se, la paria es la excluida y la desterrada que no puede borrar el destino de la
parler oder eine Erscheinungsform eines Selbstseins unsprunglich negativer diferencia. Pero Ja paria consciente de sí misma transforma Ja diferencia de ser

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una fuente de debilidad y marginalidad en una de fuerza y desafío. Esto es en V arnhagen y sus contemporáneos y la propia búsqueda de Hannab Arendt de
última instancia lo que Arendt admira en Rabel: comentando las reflexiones de una recuperación del «mundo público» a través de la acción política auténtica
Rabel sobre su vida como «Fredrike Vamhagen», la respetable esposa de un en su filosofía política. Observemos, sin embargo, cómo la propia búsqueda de
funcionario civil prusiano, escribe: «tenía que deshacerse de su yo de Rabel Varnhagen por un lugar en el «mundo» no está defmida sólo por su identidad
Levin, pero no quería convertirse en Fredrike Varnhagen de Robert». Lo prime- como j~día, y como romántica, sino también como mujer. Vamhagen trata de
ro no estaba socialmente aceptado; lo segundo no podía resumir la resolución reconquistar un lugar en el mundo para sí misma, recurriendo a las típicas
de hacer una autoidentificación fraudulenta. Porque «toda mi vida me he consi- estrategias femeninas.
derado Rabel y nada más». 8 En los últimos párrafos de su Prefacio de 1956 a Rahel Varnhagen,
La identidad judía de Rabel y la propia comprensión cambiante de Arendt Arendt señala: «El lector moderno rara vez dejará de observar que Rabel no era
de lo que esto significa en la Alemania de 1930 en oposición a un siglo antes ni hermosa ni atractiva; que todos los hombres con los que ella sostuvo algún
-en 1830-- son los motivos hermenéuticos centrales de la historia de V arnha- tipo de relación amorosa eran más jóvenes que ella; que no poseía talentos con
gen. El trabajo tiene también otra dimensión que conduce más directamente a l?s. cuales aplicar su extraordinaria inteligencia y apasionada originalidad; y, por
temas futuros en la filosofía política posterior de Arendt. Al contar la historia de ultimo, que era una personalidad típicamente "romántica'', y que el problema de
Rabel, Arendt también es sensible a documentar una cierta forma de «lnnerli- la i:nujer, es decir, la discrepancia entre lo que los hombres esperaban de las
chkeit» romántico. Arendt cita una frase casi tautológica de Rabel, «Todos tie- mujeres "en general" y lo que éstas podían dar o querían a su vez, ya estaba
establecido por las condiciones de la época y representaba una brecha que vir-
ne~ un ?es~ino q~e sabe qué tipo de destino tiene él» (p. XVI). Este concepto
d~ desuno , sostiene Arendt, reduce a Rabel a una determinada pasividad, a un
tualmente no podía cerrarse[ ... ]» (p. XVIll).
cierto rechazo a elegir y actuar. Al escoger y actuar una no viviría sino que Las estrategias de Rabel para enfrentar el destino de su judaísmo eran
haría «que la vida sucediera». Para vivir la vida «como si fuera una obra de característicamente femeninas: asimilación y aceptación mediante relaciones
arte», escribe Arendt, «creer que mediante la ''formación" (Bildung) una puede amorosas, cortejarnientos y, por último, matrimonio con hombres cristianos.
hacer una obra de arte de la propia vida, fue el gran error que Rabel compartió También puede ser importante resaltar que el hombre judío que se casaba con
con sus contemporáneos» (p. XVI). El sentimiento «claustrofóbico» acerca del una m~jer, cristiana y tenía hijos con ~lla no podía considerar que sus hijos
libro antes señalado, la sensación de que básicamente <<Una está en un inverna- fueran JUd10s, en tanto que en la actualidad, la ley judía reconoce que un hijo
dero sin reloj», se deriva del éxito literario de Arendt al transmitir este sentido nacido de una mujer judía es judío. Este aspecto matrilineal de la herencia
de espera sin fm, de un anhelo interminable sin deseo, de la inacción acoplada religiosa judía pudo haber facilitado a las mujeres judías de clase alta que retu-
con. el deseo de vivir y experimentar con la mayor intensidad el «-¿Qué estoy vieran su relación con su identidad judía aunque se casaran con hombres cristia-
h~ciendo?» de Rabel. «-Nada. Estoy permitiendo que la vida llueva sobre mí» nos para tener mejor suerte en el mundo. La estrategia femenina de asimilación
(citado en p. XVI). Es esta sensibilidad «no mundana» la que Arendt encuentra por medio del matrimonio es posible, desde luego, en un mundo asimétrico de
sumamente objetable en Rabel. En los primeros capítulos del libro sobre la géneros en el cual es el estatus público del esposo el que defme a la mujer, y no
insn:o~pecc~ón ro~tica, Arendt ~ndica lo que ve como la mayor debilidad y al revés. La vida de Rabel Levin V amhagen estuvo llena de historias de amores
en ultima mstancia como la cualidad «apolítica» del lnnerlichkeit romántico. fracasados, promesas rotas y compromisos infructuosos. Al darse a sí misma al
«La introspección cumple dos proezas: aniquila la situación real existente disol- hombre correcto, Rabel confiaba en conseguir el «mundo» que le era negado
viéndola en un estado de ánimo, y al mismo tiempo pone a toda subjetividad un como judía y como mujer.
aura de objetividad, de notoriedad, de extremo interés. En el estado de ánimo, ~~~ ¿«?ónde>~ ~stá el mundo, y «quién» lo compone? Es interesante que la
las fronteras entre lo que es íntimo y lo que es público se hacen borrosas; Ju~ defmic10n mas exp~cita de Arendt acerca de esta categoría proviene de un ensayo
intimidades son hechas públicas, y las cuestiones públicas pueden ser experi- de 1960 sobre Lessmg, en el que enfoca la Nathan der Weise. <<Pero el mundo y
mentadas y expresadas sólo en el reino de la intimidad -en última instancia, la gente que lo habita --escribe Arendt-, no son los mismos. El mundo está
del chisme.»9 La introspección romántica nos conduce a perder un sentido de entre la gente, y este estar entre es hoy en día objeto del mayor interés y la más
realidad al perder las fronteras entre lo público y lo privado, lo íntimo y lo evidente revuelta en casi todos los países del globo. Aun donde el mundo todavía
compartido. La instrospección romántica conforma la «no mundanidad» de la está ~ialrnente en orden, o se mantiene, parcialmente en orden, el reino público
que padece Rabel V arnhagen hasta el final. Quiero sugerir que la categoría de ha perdido el poder ~ iluminación que originalmente fue parte de su propia
«mundo» es el eslabón faltante entre la realidad «no mundana>> de Rabel Levin naturaleza [... ] [El] retiro del mundo no necesita herir al individuo; [... ] pero con

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cada uno de esos retiros se da una pérdida casi demostrable para el mundo; lo que ¿Pueden las mujeres compartir y construir un «mundo» de la misma manera en
se pierde es el específico, y por lo general, irremplazable estar entre que debió que pueden los hombres, a partir de los supuestos sitemáticos de Arendt? ¿O
haberse formado entre este individuo y sus congéneres». 10 están confinadas al reino privado del ámbito doméstico como sugieren algunos
El pasaje que he citado proviene de un discurso de Arendt en 1959, al pasajes de The human condition, que cité antes? Si las mujeres ya no están en
recibir el Premio Lessing de la Paz de la ciudad de Hamburgo. Sus reflexiones el «reino privado» ¿qué sucede con el público? ¿O cómo la presencia de las
casi melancólicas acerca de la pérdida del «mundo» como ese frágil «espacio mujeres modifica los límites entre lo público y lo privado? Aquí sólo puedo
de apariencias» que «mantiene unidos a los hombres» presentan un interesante sugerir que estas interrogantes abren un diálogo entre la teoría feminista con-
contraste con el tema de la «no mundanidad» que domina al libro Vamhagen. temporánea y el pensamiento de Hannah Arendt: las feministas escudriñan la
Rabel y sus contemporáneos no pudieron crear un mundo, excepto en el breve obra de Arendt para encontrar la «especificidad del género» de sus argumentos,
intermedio de 1790 y 1806 cuando pudieron surgir unos cuantos judíos prusia- a la vez que la critican por su «ceguera de género» en sus categorías. Al mismo
nos excepcionales al mundo de la sociedad cosmopolita, sólo para ser empuja- tiempo, el proyecto de Arendt de recuperar el mundo público de la política a
dos de nuevo a la oscuridad con la violenta embestida del antisemitismo en través del lenguaje y la acción comunes, según algunas feministas, incluyéndo-
Prusia tras la victoria de Napoleón. La fragilidad y casi ilusoria índole del mun- me, es la base de una teoría normativa de acción y fuerza política. Permítanme
do de los «salones» que judías como Rabel Vamhagen y Henriette Herz crea- ilustrar esta doble maniobra hermenéutica de rechazar y apropiarse de Arendt
ron por un breve instante en ese tiempo, permanece en agudo contraste con el respecto a la categoría de «reino público», que es una de las maneras de com-
destino de la gente «sin estado» y «sin mundo» que vendrían a ser los judíos en partir un mundo que Arendt tanto apreciaba y cuya desaparición tanto lamentó.
el siglo xx. Sin embargo, en el momento en el que Arendt imparte su discurso Sin duda, Hannah Arendt es la pensadora política nodal de este siglo, cuya
Lessing, está preocupada además por otro fenómeno: esta vez no es la pérdida obra nos ha recordado con gran intensidad los <<tesoros perdidos» de nuestra
de un mundo común a través de la violenta embestida de regímenes asesinos y tradición de pensamiento político, y específicamente de la «pérdida» del espacio
políticas totalitarias lo que le preocupa, sino la desaparición de un mundo co- público, del der offentliche Raum, bajo las condiciones de modernidad. 11 La prin-
mún de «lenguaje y acción» mediante los sistemas de valores privativos de las cipal obra teórica de Arendt, The human condition, es por lo general tratada, y
sociedades de consumo capitalistas y el creciente mundo fabricado de verdades no sin justificación, como una obra política antimodernista. Por «el surgimiento
políticas creadas por los medios de comunicación masiva. La «recuperación del de lo social» en esta obra, Arendt quiere decir, por un lado, la diferenciación
mundo público» de la política bajo condiciones de modernidad es un tema cen- institucional de las sociedades modernas en un reino político mucho más estre-
tral a todo lo largo de la filosofía política de Hannah Arendt. La historia perso- cho y, por el otro, el mercado económico y la familia. Como resultado de estas
nal de Rabel V amhagen, de su círculo de amigos, el fracaso de su salón y la transformaciones, los procesos económicos que aquí se han confinado al «reino
ingenuidad política de su generación de judíos son como la utopía negativa del penumbroso del ámbito doméstico» se emancipan y se vuelven asunto público.
concepto de Arendt sobre la comunidad política en sus trabajos posteriores. Los mismos procesos históricos que produjeron al estado constitucional moderno
Pero ahora que hemos recuperado un tema que une la historia de Rabel también dan lugar a una «sociedad», cuyo reino de interacción social se interpo-
Varnhagen de Arendt con las preocupaciones más amplias de su filosofía políti- ne por una parte, entre el «ámbito doméstico» y, el estado político en la otra. 12
ca, es tiempo de preguntarse por qué mi estrategia de leer la obra de Arendt Arendt ve en este proceso la obstrucción de lo político por lo «social» y la
sesgadamente, desde los márgenes hacia el centro, ha contribuido a que enten- transformación del espacio público de la política en un pseudoespacio de interac-
damos su pensamiento político. Aunque las mujeres están presentes en los már- ción en el que los individuos dejan de «actuar» y «meramente se comportan»
genes del pensamiento político de Arendt, moverlas al centro donde no son como productores económicos, consumidores y habitantes urbanos.
invisibles será una tarea harto dificultosa. Pero si uno ubica el concepto de «espacio público» de Arendt en el con-
texto de su teoría del totalitarismo, el término adquiere un enfoque diferente de
m aquel que predomina en The human condition. En tanto que en esta obra, la
polis griega y el espacio político que representa son el pasado utópico contra el
La cuestión sistemática sugerida por mi interpretación hasta aquí de la filosofía que Arendt juzga al burgués moderno y, a la sociedad consumista, en The ori-
política de Arendt es la siguiente: la «recuperación del mundo público» median- gins of totalitarism, el énfasis es muy diferente. Esta figura topográfica es suge-
te el lenguaje y la acción comunes es una desiderata principal de la teoría políti- rida al final de The origins of totalitarism para comparar las diversas formas de
ca de Arendt. En este proceso de «recuperación» ¿dónde están las mujeres? las reglas políticas. Se considera que el gobierno constitucional se mueve dentro

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de un espacio donde la ley es como las cercas levantadas entre los edificios y En su rechazo a la violencia como forma de actividad política, y al susti-
uno se orienta en un territorio conocido. La tiranía es como un desierto; bajo tuir la locura del lenguaje por el valor en la guerra, que después de todo era la
condiciones de tiranía, uno se mueve en un vasto espacio abierto y desconoci- experiencia existencial del héroe-guerrero homérico, Arendt parece haber em-
do, donde a veces la voluntad del tirano cae sobre uno como la tormenta de prendido una calmada transformación feminista del ideal del guerrero-homérico
arena que sorprende al viajero del desierto. El totalitarismo no tiene topología en el «domador>> y «más razonable» ciudadano deliberativo aristotélico.
espacial: es como una barra de hierro, que comprime cada vez más a la gente Por el contrario, conforme al «punto de vista que yo denomino asociati-
hasta que se vuelve una sola persona.13 vo», dicho espacio público emerge siempre y en todo lugar, en palabras de
El contraste entre estos modelos de espacio público puede ser captado a Arendt, en que «los hombres actúan en concierto». Bajo este modelo, el espacio
través de términos como «agonista>> versus «asociativo». Las implicaciones de público es el espacio «donde puede aparecer la libertad». 15 No es un espacio en
estos modelos de la vida pública para las mujeres también serán más claras, si ningún sentido topográfico o institucional: un municipio o una plaza de ciudad
distinguimos estos dos modelos. Según la óptica «agonista>>, el reino público donde la gente no «actúe en concierto», no es un espacio público en este senti-
representa ese espacio de apariencia en que la grandeza moral y política, el do arendtiano. Un comedor privado en el que la gente se reúna a escuchar un
heroísmo y la preeminencia son revelados, desplegados, compartidos con los Samizdat o en el cual se encuentren unos disidentes con unos extranjeros puede
demás. Este es un espacio competitivo, en que uno compite por reconocimiento, convertirse en espacio público; igual que un campo o bosque también pue-
prioridad y aclamación. El espacio agonista se basa en la competencia más que den convertirse en un espacio público si son el objeto y el lugar de una «acción
en la colaboración; individualiza a aquellos que participan en él y los separa de en concierto», de una demostración para detener la construcción de una autopis-
los demás; es exclusivo porque presupone sólidos criterios de pertenencia y ta o de una base aérea militar, por ejemplo. Estos diversos lugares topográficos
lealtad de sus participantes. La esfera pública «agonista>> se ejemplifica mejor se convierten en espacios públicos en tanto se vuelven «sitios» de poder, de una
con toda la polis masculina y la griega, por la vida de los patricios en las acción común coordinada mediante el lenguaje y la persuasión. Para Arendt
ciudades-estado del Renacimiento y en los tiempos modernos por los Miinner- misma, los ejemplos de recuperación de dichos espacios públicos bajo condi-
bunden, sea en clubes de caza, militares o en sociedades secretas. Pero hay un ciones de modernidad estuvieron presentes no sólo en las revoluciones norte-
aspecto menos benigno para el espacio agonista, que hace que las feministas lo americana y francesa, sino también en la resistencia francesa durante la segunda
denuncien como articulador de las experiencias típicamente masculinas de guerra mundial, en el levantamiento húngaro de 1956, y en los movimientos de
muerte mediante la guerra y la dominación. En su perceptivo análisis, Nancy los derechos civiles y antibélicos de fines de la década de 1960 en EE.UU.
Hartsock, señala por ejemplo que «En el caso de un héroe-guerrero, entonces, Mientras que las mujeres encuentran un pequeño espacio para sí mismas
cada uno de los aspectos de eros toma una forma negativa. Las relaciones con en el modelo agonista del espacio público que Arendt delinea, el modelo aso-
los demás toman la forma de la lucha por la victoria en una batalla, una lucha ciativo está fenomenológicamente más cerca de la experiencia del levantamien-
por la dominación que requiere del sometimiento del otro o incluso.de su muer- to de la conciencia y la construcción de coaliciones en los movimientos femeni-
te [... ]. El cuerpo y sus necesidades, aun la vida misma, son irrelevantes [... ]. nos contemporáneos. Son precisamente estos aspectos del pensamiento político
Por último, la creatividad y la generación, cuestiones que se centran en la vida, de Arendt los que Ann M. Lane resalta en su intento por mostrar que la «feno-
son reemplazadas por el. héroe-guerrero mediante una fascinación por la muer- menología de la opresión y liberación» de Arendt, y su magnífico retrato de la
te [...]».Uno de los aspectos curiosos de la aseveración de Arendt sobre el espacio psicología de la «paria>> y de la «advenediZa>> siguen alumbrando las luchas de
agonista de la polis es que ella somete, e incluso «domestica» al héroe-guerrero las mujeres. Instándonos a reenfocar nuestra atención sobre los primeros traba-
homérico para producir al ciudadano deliberativo aristotélico. Ella escribe: jos de Arendt, y en particular sobre su encuentro con el sionismo, Ann Lane
escribe que «aun cuando ella no es feminista, la teoría política de Arendt com-
El pensamiento era secundario para el lenguaje, pero éste y la acción eran parte mucho con quienes lo son, como lo demuestra sin proponérselo Adrienne
considerados como coetáneos y recíprocos, del mismo rango y de la misma clase; Rich [... ]. Aun cuando se aparta de Arendt, Rich identifica los mismos temas
y en sus orígenes esto significó no sólo que la mayor parte de la acción política, para el feminismo que Arendt destacó para el sionismo: la calidad de vida
en tanto permanece fuera de la esfera de la violencia, era negociada con palabras, como un excluido; la tradición implícita de la identidad para la paria que pro-
pero más que encontrar las palabras correctas en el momento correcto, muy por porciona los recursos para recrear la cblectividad; los experimentos sociales que
aparte de la información o comunicación que puedan transmitir, estaba la acción. son modelos para toda la comunidad». 16
Sólo Ja violencia absoluta es muda [... ]. 14 El modelo asociativo de la esfera pública resuena con las experiencias

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La paria y su sombra: las mujeres en la filosofía política de H. Arendt Sheyla Benhabib

políticas que han tenido las mujeres en su movimientos contemporáneos. Tam- nadas transgresiones de los límites entre lo público y lo privado. Arendt desa-
bién de manera conceptual, el modelo asociativo es más fructífero para pensar rrolló parte de su filosofía política para rechazar dicha transgresión, pero como
no sólo a través de las luchas de las mujeres sino de la experiencia de los demócrata radical no pudo más que darle la bienvenida si resultaba de una
movimientos sociales en la modernidad en general. Para los modernos, el espa- acción política no auténtica, en una comunidad de «lenguaje y acción». Las
cio público es esencialmente poroso; ni su acceso ni su agenda de debates pue- siguientes observaciones de Deborab Hertz, cuyo fascinante estudio ha sido
den ser predefinidos mediante criterios de homogeneidad moral y política. Con traducido al alemán como Die jüdischen Salons im alten Berlín, establece que
la entrada de cada nuevo grupo al espacio público de la política después de las estos salones eran características formas femeninas de esfera pública y que en
revoluciones francesa y norteamericana, la influencia de lo público se extiende. un breve lapso pudieron haber permitido que Rabel Vamhagen recuperara una
La emancipación de los trabajadores hizo que las relaciones de propiedad se parte del mundo público. Definitivamente, el implacable pesimismo de Arendt
volvieran un tema público-político; la emancipación de las mujeres ha implica- acerca de su importancia puede no separarse del trágico final de las esperanzas
do que la familia y la así llamada esfera privada se conviertan en asunto políti- utópicas y optimistas que al principio habían prendido en las almas de mu-
co; el logro de los derechos de los no blancos y los no cristianos ha insertado chos. Cito a Hertz:
las cuestiones culturales del yo colectivo y de las representaciones del otro en la
agenda «pública>>. No es sólo el <<tesoro perdido» de las revoluciones en que Que el hogar fuera tanto un lugar público como uno privado obviamente fue
eventualmente tcxlos pueden tomar parte, sino también cuando la libertad emer- una de las razones por las que los salones fueron organizados por mujeres. La
ge de la acción en concierto, que puede no haber agenda para predefinir el tema síntesis de lo privado y lo público en los salones era evidente en la curiosa y
de la conversación pública. La lucha por saber qué incluir en la agenda pública olvidada forma en que los invitados llegaban a la puerta [...] Que las instituciones
es en sí misma una lucha por la justicia y la libertad. sociales como los salones pudieran haber aparecido en la Europa preindustrial,
El modelo asociativo de la esfera pública, que está tan presente en la obra incluso de mcxlo intermitente, llegó a ser muy raro. Era raro que los salones de
de Arendt como el modelo agonista. aunque menos analizado está abierto en dibujo privados hubieran sido lugares públicos, raro que en una época en que las
ambos extremos: ni el quién de los participantes o el qué de la conversación mujeres eran excluidas de las instituciones educativas y cívicas, incluso las espo-
pueden ser definidos, como lo fueron y lo son en el mcxlelo agonista. Tcxlos sas de los hombres ricos y poderosos, se llevaran a cabo discusiones intelectuales
aquellos que están dispuestos a ejercer el valor público y tomar parte en la entre los más sabios de sus ciudades. Era raro que los hombres y mujeres hubie-
actividad recíproca de los iguales políticos son miembros de la esfera pública ran tenido intercambios intelectuales de importancia durante siglos cuando los
dos sexos generalmente tenían poco que decirse y pocos lugares públicos dónde
asociativa; todas las relaciones de pcxler asimétricas, y no sólo los asuntos estre-
decirlo. 17
chos de la «política>> pueden ser temas de conversación. El modelo asociativo
de la esfera pública es el legado que Arendt nos dejó, la mcxlernista y la judía-
alemana que encontró la protección del gobierno constitucional y la igualdad Hoy, como una nueva generación de mujeres con nuevas experiencias po-
política a partir de los estragos del antisemitismo europeo en los EE.UU. El líticas, hacemos de nuevo estas preguntas; pero es claro que en este proceso de
modelo agonista del espacio público es el legado de Arendt, la estudiante de la cuestionamiento, la obra de Arendt seguirá siendo un reto, seguirá causando
filosofía alemana fenomenológica y existencialista, que siguió usando la memo- enojo y seguirá siendo fuente de inspiración.
rable frase: «la tiranía de Grecia sobre Alemania». Estos legados y sus concep-
tos no siempre estuvieron en armonía, y la tensión entre ellos se filtra en tcxla
su obra. NOTAS
¿Y qué sucede con ese breve intermedio en la cima de la modernidad, l. Hannah Arendt, The human condition, Chicago, The University ofChicago Press, 1973 8,
cuando el Iluminismo, los ideales de la Revolución Francesa, el espíritu de las p. 73. Todas las referencias que se hagan en este artículo corresponden a esta edición.
reformas prusianas y el romanticismo alemán se reunieron para hacer posible 2. Ref. Boumow, pp. 30-31.
esa esfera pública efímera pero fascinante -de Rabel Vamhagen y su salón? 3. Según citado por Boumow, p. 48.
Si procedemos a descentrar el pensamiento político de Arendt, si reemplaza- 4. Aquí me baso en la edición de 1974 de la traducción inglesa hecha por Richard y Clara
Winston, Rahel Vamhagen. The Ufe of a Jewish Woman, Nueva York / Londres, Harcourt,
mos su fascinación por la polis por sus reflexiones más modernistas y favora- Brace y Jovanovich, ed. revisada, 1974.
bles para la mujer sobre la esfera pública asociativa, entonces los «salones» 5. Hannah Arendt-Karl Jaspers Briefwechsel, Lotte Kl:lhler y Hans Saner (eds.), Munich,
deben considerarse como precursores transitorios pero fascinantes de determi- Piper Verlag, 1985, p. 46.

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La paria y su sombra: las mujeres en la filosofía política de H. Arendt

6. Jbíd., p. 46
7. lbtd, p. 48
8. Arendt, Rahel Vamhagen, op. cit., p. 212.
9. Jbíd., p. 21.
10. Hannah Arendt, «Ün Humanity in Dark Times», en Men in Dark Times, Nueva York/
Londres, Harcourt, Brace y Jovanovich, 1968, p. 4.
11. Esta sección reproduce partes de un artículo reciente; véase S. Benhabib, «Hannah
Arendt and the Redemptive Power of Narrative», Social Research, vol. 57, núm. 1 (primavera,
1990), pp. 167-196.
12. H. Arendt, The human condition, op. cit., pp. 38-49.
13. The origins of totalitarism, Nueva York, Harcourt, Brace, 1951, cap. 13, p. 466.
14. Arendt, The human condition, op. cit., p. 26.
15. «Preface», en Between past and future, Londres, Faber and Faber, 1961, p. 4.
16. Ann M. Lane, «The Feminism of Hannah Arendt>>, Democracy (verano, 1983), pp. 107
y 118; p. 112.
17. Debora Hertz, Jewish High Society in Old Regime Berlin, New Haven /Londres, Yale
University Place, 1988, p. 18.

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Fanón, Masters y Johnson. Las mujeres usaban estos textos en sus
intentos de incluir a las mujeres como iguales a los hombres en
¿Qué es la teoría feminista?* el campo del análisis teórico, lo cual se derivaba de diversas teorías
de la opresión (clasista o racial), modificando y ajustando sus
detalles para dar cuenta de la opresión específica de las mujeres.
Entre los rasgos o características relevantes que describen esta
Elizabeth Gross fase en el desarrollo de la teoría feminista, podría señalarse Jo
siguiente:
1. Las mujeres y lo femenino se convierten en objetos dignos de
la teoría y la investigación. Dado que fueron ignoradas o que se les
Si seguimos hablando lo mismo, si nos hablamos como los hombres han hablado negó su valor en términos patriarcales, las mujeres se convierten en
durante siglos, como nos han ensei'lado a hablar, nos fallaremos. Una vez más ... las puntos focales de la investigación empírica y teórica.
palabras pasarán a través de nuestros cuerpos, por arriba de nuestras cabezas, 2. Las mujeres y lo femenino, en tanto que objetos excluidos
desaparecerán, nos harán desaparecer (lrigaray, 1980:69).
o ignorados en términos teóricos tradicionales, ahora se
conceptualizan como iguales a los hombres, como lo mismo que
n la década de 1960, las feministas empezaron a cuestionar
E diversas imágenes, representaciones, ideas y suposiciones
desarrolladas por las teorías tradicionales respecto de las mujeres
los hombres en términos socioeconómicos e intelectuales
relevantes.
3. Si bien se critican algunos elementos o componentes de
y lo femenino. En primer lugar las feministas dirigieron su atención
los discursos patriarcales, no se cuestiona la estructura y las
teórica a los discursos patriarcales, tanto a los que eran abiertamente
suposiciones fundamentales, ya sean ontológicas, epistemológicas
hostiles y agresivos contra las mujeres y lo femenino, como los que
o políticas.
no tenían nada que decir al respecto. Las feministas parecían muy
4. Si bien la teoría feminista es crítica respecto de la actitud
interesadas en la inclusión de las mujeres en los campos de los que se
de los discursos patriarcales ante la postura de las mujeres, se
les había excluido, es decir, en la creación de representaciones que
ocupa mucho de los "asuntos de mujeres", los que afectan
permitirían considerar a las mujeres como iguales a los hombres. En
directamente la vida de-las mujeres, sin criticar otros as untos "más
lugar de ser ignoradas y excluidas por la teoría, las mujeres debían ser
amplios" o "más públicos".
incluidas como posibles objetos de investigación. Los asuntos de
5. Los discursos patriarcales fueron sometidos a una decisión
relevancia directa en la vida de las mujeres -la familia, la sexualidad,
entre opciones mutuamente excluyentes: o bien se consideraban
la esfera "privada" o doméstica, las relaciones interpersonales--
totalmente infiltrados con valores patriarcales y, por lo tanto,
debían incluirse, en algunos" casos por vez primera, como un objeto
debían rechaz.arse, o bien son susceptibles de "rectificación", de
relevante y digno de interés intelectual. En general, las feministas
modo que ahora puedan incluir a las mujeres. En otras palabras,
seguían dependiendo de los métodos, técnicas, conceptos y estructuras
los discursos patriarcales o bien se rechazaban por completo o bien
de las teorías patriarcales tradicionales sobre todo en su forma
se aceptaban más o menos íntegros (con "ajustes menores").
izquierdista o radical, y los utilizaban para dar cuenta de la opresión
Sin embargo, en poco tiempo quedó claro que el objetivo de
de las mujeres. Algunos de los nombres relevantes que circulaban en
incluir a las mujeres como iguales a los hombres dentro de la
los discursos feministas en esa época incluían a Marx, Reich,
teoría patriarcal contenía varios problemas que no se habían
Marcuse, McLuhan, Laing, Cooper, Sartre,
previsto. Tal vez lo más notable es que cada vez fue más claro que
no era posible simplemente incluir a las mujeres en esas teorías
• Este es un capítulo de Fenñtiist Challenges. Social and Poütica/ Theory. Eds. Caro le de las que antes habían quedado excluidas, ya que esa exclusión es
Patemany Elizabeth Gross, Northeastern University Press, Boston, 1986. un principio estructurador fundamental y una presuposición clave
de los discursos patriarcales. Muchos discursos patriarcales no
podían ampliarse
85 86
o extenderse para incluir a las mujeres, sin sufrir trastornos y trans- extensión de los objetos lo que requería una transformación; de
formaciones muy importantes. No había espacio dentro de los límites manera más profunda, y más amenazadora, debían cuestionarse
de estos discursos para acomodar la inclusión y participación seriamente las preguntas que se planteaban y los métodos usados para
equitativa de las mujeres. Además, aun si se incorporara a las mujeres contestarlas, las suposiciones básicas acerca de la metodología y los
en los discursos patriarcales, en el mejor de los casos sólo se les criterios de validez y méritos. Los compromisos políticos, ontológicos
consideraría como variaciones de una humanidad básica. El proyecto y epistemológicos que subyacen en los discursos patriarcales, así como
de la inclusión equitativa de las mujeres significaba que sólo podría sus contenidos teóricos, requerían una revaloración desde
analizarse la igualdad con los hombres de las mujeres, sólo la perspectivas feministas, a medida que se aclaraba que las mujeres sólo
humanidad de las mujeres y no su especificidad como rmgeres. Por otra podrían ser incluidas en los textos patriarcales como duplicados o
parte, mientras que ahora se podía incluir a las mujeres como objetos desviaciones de los hombres: las suposiciones a priori de igualdad e
de especulación teórica, no se planteaba su posición como sujetos o intercambiabilidad, neutralidad o indiferencia sexual, la ignorancia
productoras de conocimiento. En otras palabras, al adoptar el papel de total de las especificidades y diferencias de las mujeres, no podían
sujetos (masculinos) de conocimiento, las mujeres empezaron a asumir acomodarse en términos teóricos tradicionales. Era necesario sacudir
el papel de hombres vicarios. todo el apuntalamiento social, político, científico y meta-fisico de los
Como sujetos de conocimiento, las mujeres se enfrentaban a un sistemas teóricos patriarcales.
dilema. Podían permanecer desligadas de los "objetos" de sus Aunque es problemática y finalmente imposible, aspirar a una
investigaciones teóricas (en que estos objetos son las mujeres o la igualdad entre hombres y mujeres, no obstante, fue política e histó-
feminidad), en cuyo caso podría considerarse que las mujeres man- ricamente necesario. Sin esos intentos, las mujeres no podrían cues-
tienen su "objetividad" y "neutralidad"; o bien las mujeres podían tionar la naturalidad o aparente inevitabilidad de la posición de se-
mantener una cercanía y una identificación con sus "objetos". En el gunda clase de las mujeres como ciudadanas, sujetos, seres sexua-
primer caso, tales mujeres, aunque conseguían la aprobación de sus les, etc. Este objetivo de igualdad sirvió como un requisito político y
colegas masculinos y posiblemente una posición respetable dentro de tal vez experimental para las luchas más amplias dirigidas hacia la
las comunidades académicas, debían desconocer su posición como autonomía femenina, es decir, el derecho de las mujeres a la autode-
mujeres. En el segundo caso, mediante su auto inclusión dentro de la terminación política, social, económica e intelectual. Tal vez éste sea
categoría de los objetos investigados. muchas mujeres pierden la el cambio más notable en la política feminista desde su renacimiento
distancia necesaria para que se les considere "científicas" u "objeti- en la década de 1960.
vas", lo cual tal vez resultara en el ridículo o alguna forma de posición El cambio básico de una política de igualdad a una política de
académica secundaria Pero estas mujeres, a través de los riesgos que autonomía puede haber creado una tensión incómoda dentro de los
toman al cuestionar las suposiciones más generales y los datos de la círculos feministas, ya que estos dos compromisos no necesariamente
indagación intelectual, conservan alguna posibilidad de mantener su son compatibles. La autonomía implica el derecho de considerarse
identidad en tanto que mujeres. A largo plazo, esto puede haber en los términos que uno quiera, lo cual puede o no implicar una
llevado a cuestionar el uso y el valor de la distinción entre sujeto y integración o alianza con otros grupos e individuos. Por otra parte,
objeto, transformando las bases mismas de las discusiones actuales. la igualdad implica una medida que esté de acuerdo con una norma
Al abandonar tales intentos de incluir a las mujeres donde las determinada (cf Thomton, Thompson, Gatens). La igualdad es la
excluía la teoría, muchas feministas se dieron cuenta de que el pro- equivalencia de dos (o más) términos, uno de los cuales cumple la
yecto de la inclusión de las mujeres como iguales a los hombres no función de norma o modelo de manera 'incuestionable. Al contrario/;
tendría éxito. Esto se debía a que no era simplemente la gama y la autonomía implica el derecho de aceptar o rechazar tales normas;
o modelos de acuerdo con su capacidad de adecuarse a la autodefinición

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que se elija. Las luchas por la igualdad --tan convincentemente cri- considerarse como una interferencia en los procedimientos
ticadas en muchos ensayos de este libro-- implican una aceptación de "objetivos" del conocimiento, de la misma manera en que las
normas determinadas y una conformidad respecto de sus expectativas y producción? teóricas de los hombres se dan en función de sus
requisitos. Las luchas por la autonomía, por su parte, implican el posiciones vividas en el mundo. La producción del discurso se está
derecho de rechazar tales normas y crear otras nuevas. examinando, Po.- primera vez, como un proceso de exclusión y
Aunque parezca irónico, las feministas interesadas en las cues- división sexual. Las feministas de la autonomía pueden compararse
tiones que tienen que ver con la autonomía y la autodeterminación de con las feministas comprometidas en luchas por la igualdad por lo
las mujeres no dejan de interesarse por el trabajo sobre la teoría menos en los siguientes aspectos:
masculina o masculinista de sus contrapartes orientadas hacia la l. Las mujeres se convierten en sujetos así como en objetos del
igualdad, aunque los nombres propios masculinos hayan cambiado conocimiento; pero, al ocupar la posición de sujeto, las feministas
significativamente durante los veinte años de la existencia del femí- no siguen produciendo el conocimiento como si fuesen hombres,
nismo como una intervención política consciente en la teoría. Los como si el conocimiento fuese sexualmente indiferente. La femini-
nombres de Freud, Lacan, Nietzsche, Derrida, Deleuze, Althusser, dad de las mujeres se reafirma como una tarea teórica con varias
Foucault en Francia, y Richard Rorty, Anthony Wilden, Frederic consecuencias, entre ellas:
Jameson, Stephen Heath, Terry Eagleton, Paul de Man, etc. en In- 2. Al asumir la posición de persona conocedora o de sujeto, se
glaterra y Estados Unidos constituyen sólo algunos de los "nombres" cuestionan los métodos, procedimientos, suposiciones y técnicas de
con los que se ha involucrado la teoría feminista contemporánea.-Pero la teoría
lo que ha cambiado radicalmente es la actitud feminista ante los 3. Las feministas desarrollan perspectivas no sólo sobre o acerca
discursos patriarcales y su uso. En lugar de que estos discursos y sus de las mujeres y los "asuntos de mujeres" sino acerca de cualquier
métodos y suposiciones proporcionen herramientas y estructuras no objeto, incluidas otras teorías, sistemas de representación, etc., etc.
criticadas con los que las mujeres se analizaban como objetos, ahora 4. Las feministas no afirman simplemente las opciones mutua-
estos discursos se convierten en objetos del escrutinio crítico feminista mente excluyentes, basadas en "expulsar" elementos patriarcales
Tales discursos y métodos ahora se utilizan de modo táctico sin "erróneos" o en adoptar puntos de vista teóricos al mayoreo. Más
mantener necesariamente el compromiso general con sus estructuras y bien, al intentar "introducirse en" los textos patriarcales, comprender
suposiciones. Las feministas no parecen tan dispuestas a encasillar a cómo funcionan y cómo ejercen su dominación, las feministas
las mujeres en categorías y espacios teóricos patriarcales intentan utilizar lo que pueden de esas teorías ... ¡con frecuencia
preexistentes; más bien, la vida y experiencias de las mujeres contra ellas mismas! Ahora ya no condenan o aceptan simplemente
proporcionan los criterios con los que se juzgan los textos ciertos discursos, sino que los analizan, examinan y cuestionan: se
patriarcales. Las suposiciones básicas inexpresadas de las teorías les involucra y desafia activamente en sus operaciones.
patriarcales, las maneras en que desarrollan y adquieren importancia, 5. La teoría feminista desafiaba tanto el contenido como las
su uso de criterios y métodos de inclusión y exclusión ahora empiezan estructuras de los discursos, disciplinas e instituciones, intentando
a analizarse desde perspectivas feministas (por ejemplo, Harding y presentar alternativas o desarrollarlas donde aún no existían.
Hintikka; Fino y Miles). Las mujeres se reafirmaron no como objetos Estas intervenciones e interrogaciones pueden haber producido
sino como sujetos del conocimiento, con perspectivas y puntos de vista uno de los desafios más subversivos que la teoría patriarcal haya
específicos que con frecuencia difieren sistemáticamente de los de los conocido en este siglo o esta época: "Es un acontecimiento histórico
hombres. Tales perspectivas o puntos de vista no son simplemente fundamental que contiene la promesa de' permitir un desafio mas
"subjetivos" en el sentido de posiciones individuales, personales o completo a la dominación de lo que antes había sido posible" (Fino
idiosincráticas; la "subjetividad" suele yMiles, 1982:10).

89 90
En las distintas disciplinas que constituyen las ciencias sociales y
Corre el riesgo de proyectar un futuro ideal o utópico para las mujeres,
humanidades en que la mayoría de las teóricas feministas han recibido
que no está anclado ni relacionado con lo que existe aquí ahora. Corre
su entrenamiento, muchas maduraron a partir de una posición parecida
el riesgo de una serie de compromisos que, tras una reflexión,
a la de aprendiz (en que las mujeres aprendían las técnicas de las
preferiría rechazar. Corre el riesgo de repetir problemas del pasado sin
formas [masculinas] predominantes de estudio e investigación) hasta
reconocer que son problemas o sin aprender de ellos El proyecto crítico
una posición de autodeterminación relativa (en que las mujeres pueden
antisexista se dirige contra los métodos, suposiciones y procedirníentos
usar las técnicas y habilidades que han adquirido contra las mismas
mediante los cuales los discursos patriarcales reducen a las mujeres a
disciplinas en que fueron entrenadas). Estas disciplinas, y los textos y
una dependencia necesaria de los hombres y también contra las
prácticas específicos asociados cün ellas se han convertido en objetos
expresiones estructurales más insidiosas déla misoginia, que, en lugar
del análisis y la crítica feministas. La teoría, más que la "Mujer", es
de hacer pronunciamientos sexistas acerca de las mujeres, presentan
ahora el terreno de controversia entre feministas y no feministas o
perspectivas del mundo desde un punto de vista masculino como si tal
antifeministas.
posición fuese sexualmente neutral.
Las luchas feministas por la autonomia, la autodeterminación y un
Sin embargo, si la teoría feminista permanece como una simple
lugar viable que las mujeres puedan ocupar en tanto que mujeres en el
reacción, una mera crítica, entonces paradójicamente afirma los mismos
universo teórico y sociopolítico --como puede verse en los distintos
paradigmas que procura combatir. Permanece sobre las mismas bases
ensayos que aquí se presentan- se han desarrollado en una forma con
que pretende cuestionar y transformar. Criticar los sistemas teóricos
dos puntas o dos facetas. Por una parte, la teoría feminista ha
predominantes sin plantear alternativas viables es afirmar que esos
cuestionado radicalmente e intentado minar las suposiciones, los
sistemas teóricos son necesarios. Aunque la teoría feminista debe
métodos y las estructuras de disciplinas y discursos falocéntricos o
mantener una familiaridad con esos sistemas, también debe establecer
patriarcales. Por otra parte, la teoría feminista simultáneamente ha
una distancia teórica respecto de una adherencia demasiado estrecha a
intentado explorar y desarrollar alternativas a estos sistemas-
ellos. Si la teoría feminista no se extiende más allá de los términos del
falocéntricos, creando perspectivas femeninas nuevas, hasta ahora
antisexismo, quedará ligada a una política de identidad o igualdad, aun
inexpresadas, respecto del mundo. En otras palabras, ahora la teoría
cuando la critique. La meta limitada, pero estratégicamente necesaria,
feminista está involucrada en un proyecto antisexista que implica
de desestabilizar y desmantelar los discursos patriarcales sólo es la
desafiar y desconstruir discursos falocéntricos, así como en un proyecto
primera etapa o requisito para un desafio más global y amenazador al
positivo de construir y desarrollar otros modelos, métodos/
dominio patriarcal: la lucha por la autonomía, que implica la lucha por
procedirníentos, discursos, etc.
el derecho a paradigmas y herramientas teóricas diferentes y tal vez
El proyecto antisexista implica claramente un conocimiento minucioso
también una reconceptualización de todo el sistema de
y una familiaridad con los paradigmas teóricos predominantes y sus
conocimientos y métodos teóricos aceptables.
historias. Tal tarea significa trabajo, comprensión y reflexión respecto
Junto al proyecto antisexista, pues, el feminismo también debe
de los sistemas teóricos que incluyen la historia de las mujeres y su
involucraise en la tarea positiva de experimentar y crear alternativas
situación actual, y que participan en la opresión las mujeres. Pero el
a las normas teóricas patriarcales. La teoría feminista ya no puede
anti sexismo es en gran parte negativo y reactivo y tiene la meta de conformarse con adaptar las teorías patriarcales de modo que sean
desafiar lo que existe en la actualidad, lo que ahora es dominante y capaces de analizar a la mujer, lo cual en sí es una tarea falocéntrica,
responsable de la posición falocéntrica de las mujeres en la dado que reduce a las mujeres a teorías y categorías adecuadas a
representación teórica. Este proyecto crítico y reactivo es necesario si la puntos de vista masculinos y desarrolladas a partir de éstos. Los
teoría feminista pretende evitar los peligros intelectuales de la componentes positivos cuestionan y desplazan los fundamento
abstracción, la idealización o la irrelevancia mismos en que se basan las teorias tradicionales.

91
92
términos de su utilidad, su funcionamiento en contextos específi-
No puede especificarse por adelantado lo que incluiría una cos, más que en términos de una pureza ideal pero imposible. En
temía feminista autónoma, ya que esto contradice el concepto mismo tanto que estrategia, necesariamente está implicada en los sistemas
de autonomía, el derecho a que una misma elija y defina el mundo. que pretende desafiar. Parece ingenuo aspirar a una pureza teórica,
En su diversidad y multiplicidad, las mujeres exigen el derecho a una posición "inmaculada" por las infracciones patriarcales, es decir,
definir sus propios objetivos y metas. Aunque no pueda especificarse formas de separatismo teórico en que se rechacen los términos y las
con el uso de uno o muchos modelos, la teoría feminista puede, sin prácticas patriarcales. No son capaces de luchar contra los térmínos
embargo, delimítarse negativamente, ya que parece claro que hay patriarcales que regresan y las acosan, para así avanzar. Para desafiar
muchas suposiciones teóricas que no querría reproducir. Por ejemplo los modelos patriarcales y superarlos, las femínistas deben ser
no puede considerarse como el reverso o lo opuesto de los textos capaces de utilizar todos los medios que tengan a la mano, incluidos
patriarcales, transformando sus objetos y no sus suposiciones los de los sistemas mismos que desafían.
subyacentes. Al contrario, intenta ir más allá de éstos, de sus estructuras La teoría feminista, como una serie de intervenciones estratégi-
y de sus límítes. cas en Jos textos patriarcales, no intenta simplemente revelar en qué
En otras palabras, la teoría feminista no puede considerarse son "incorrectas" o falsas las teorías patriarcales, ni remplazar una
correctamente como un discurso competidor o rival, que diverge de los "verdad" con otra. Su objetivo es hacer que los sistemas, métodos y
textos patriarcales en lo que cuenta como verdadero. No es un discurso presuposiciones patriarcales no puedan funcionar, no puedan retener
verdadero, ni tampoco sólo un informe objetivo o científico. Sería su dominio y su poder. Su objetivo es aclarar cómo ha sido posible
adecuado considerarla, más bien, como una estrategia, una intervención ese domínio, y hacer que ya no sea viable. Dado que la teoría
local, específica, concreta, con objetivos y metas políticas definidas, feminista carece de los medios para confrontar directamente un com-
aunque sean provisionales. En la década de 1980, la teoría feminista ya plejo régimen teórico patriarcal creando alternativas, las feministas
no parece buscar la categoría de verdad inalterable, transhístórica y han tenido que recurrir a formas de guerrilla intelectual, dando gol-
transgeográfica en sus hipótesis y propuestas. Más bien busca formas pes en los puntos de mayor debilidad del patriarcado, en sus puntos
efectivas de intervenir en sistemas de poder con el fin de subvertirlos y ciegos (ver lrigaray, l 985a: parte 1). Las bases y el terreno en que el
sustituirlos con otros preferibles. La estrategia implica un patriarcado desarrolla sus argumentos revelan su posición parcial y
reconocimiento de la situación actual, tanto en sus rasgos estructurales partidaria en lugar de una universal o representativa. No es probable
generales (alineaciones macrolíticas de poder), como en sus formas que los sistemas intelectuales patriarcales permitan que tales intentos
regionales, detalladas, específicas (inversiones microlíticas de poder). de subversión política procedan sin ser cuestionados. De hecho,
Necesita conocer los espacios y estrategias de sus adversarios para queda claro que los discursos tradicionales y las posiciones que
minar sus posiciones dentro de un sistema global. Así, debe estar apoyan han desarrollado una serie de estrategias y res puestas tácti-
consciente de los tipos de estrategia o tácticas utilizadas y desplegadas cas a las incursiones del feminismo y, en particular, de las mujeres en
por los discursos falocéntricos, para buscarlos puntos vulnerables. En sus campos de operación. Estas abarcan desde tácticas más o menos
suma, todas las formas de estrategia implican reconocer lo que es para personales y mezquinas hasta amenazas más serias y de mayor
seguir hacia lo que debe ser. La estrategia siempre implica metas a alcance, desde el ridículo, la ignorancia y el estereotipo personales
corto plazo, que se consideran necesarias para lograr los ideales a más hasta formas de contraataque, que incluyen la tergiversación inten-
largo plazo que, a su vez, Pueden modificarse y transformarse durante cional, negar el acceso a una categoría y/o una subsistencia profesional
los procesos de lucha. Como una forma de estrategia, la teoría o provocar que se absorba o neutralice el trabajo. Estos contraataques
feminista necesita usar los medios que estén disponibles, sean o no de ninguna manera son mutuamente excluyentes y se ejercen con
"patriarcales". Los hallazgos, herramientas teóricas y conceptos mayor o menor fuerza, de acuerdo con el grado de amenaza
falocéntricos se evalúan en

93 94
que planteen las teorías y objeciones feministas. Sin un mínimo de
conciencia de la extensión y ferocidad de estos contraataques, el teoría feminista hay un haz de suposiciones que comparte la mayoría
femínismo podría ser incapaz de efectuar las subversiones diversas de las ciencias sociales, si no todas. En especial, ha cuestionado
que intenta. No es necesario que esté comprometido con discursos seriamente la adherencia patriarcal a los siguientes compromisos
patriarcales y sus valores, pero si no los comprenden en detalle, las teóricos:
feministas serán incapaces de superarlos. 1. Compromiso con un concepto de verdad singular o universal y
En resumen, la teoría feminista incluye, en primer lugar, un métodos para verificar (o falsificar) la verdad. Pocas teorías que
reconocimiento de las formas abiertas y ocultas de la misoginia en aspiran a la categoría de objetividad científica y verdad, entendida
que participan los discursos. Esto significa desarrollar la capacidad de manera convencional, aceptan su propia historicidad y los efectos
para reconocer qué hace que estos discursos sean patriarcales, in- que el contexto, el ambiente y circunstancias particulares tienen en la
cluidos sus pronunciamientos explícitos acerca de los hombres y las producción y evaluación de la teoría. En especial, tales aspiraciones
mujeres, y sus valores respectivos, así como la capacidad de entender teóricas no reconocen los costos (silencios, exclusiones e
cómo estas teorías dividen al mundo de acuerdo con intereses invalidaciones) en los que se fundan: al buscar la categoria de verdad,
masculinos. En segundo lugar, implica una capacidad para reconocer buscan una posición más ali á de la historia y fuera del poder.
los discursos patriarcales en términos de sus ausencias, huecos, 2. Sus compromisos con la objetividad, la neutralidad del ob-
lagunas, en tomo al asunto de la mujer y lo femenino, y entender servador y la independencia del contexto como valores teóricos no
cómo funcionan estos silencios para estructurar y posibilitar los dis- cuestionados. Estos están estrechamente ligados con la sobre
cursos patriarcales. En tercer lugar, la teoría feminista debe ser ca- valoración de la ciencia y la verdad como modelos para el conoci-
paz de articular la fimción que cumplen estos silencios y representa- miento. La objetividad se considera como una manera de lograr que
ciones masculinistas en la supresión de la femínidad, y de afirmar la observadores o experimentadores sean intercambiables o sustituibles,
posibilidad de otras perspectivas distintas, Jma que los textos patriar- como un freno contra el prejuicio individual. Este ideal de lo inter-
cales no puedan reafirmar su hegemonía. Y en cuarto lugar, debe cambiable se basa en la suposición de una semejanza de punto de vista
desarrollar métodos viables para remplazar sistemas falocéntricos y posición entre observadores, quienes deben estar "adecuadamente
de representación, aunque esto signifique apoyarse en métodos entrenados". Tal suposición es necesariamente ciega frente a las
patriarcales y usarlos como punto de partida para nuevas direcciones distintas posiciones estructurales que ocupan hombres y mujeres, sus
en la investigación teórica. Con su sola existencia., tales furmas de distintos grados de acceso a un entrenamiento adecuado, y su relación
teoria feminista demuestran que los discursos patriarcales no son (posiblemente) diferente con sus disciplinas. La supuesta neutralidad y
modelos neutrales, universales o incuestionables, sino que son el universalidad de muchos discursos patriarcales en las ciencias sociales,
efecto de las posiciones (políticas) específicas ocupadas por los pues, es ciega al sexo, es decir, incapaz de reconocer las diferentes
hombres. posiciones sociales de hombres y mujeres suponer que hay un sujeto
neutral, intercambiable.
Sobre la base de los ensayos recogidos en este libro y las obras
3. El compromiso con un sujeto universal de conocimiento, un
de muchas otras fumínistas sobre teoria política y social (ver biblio-
sujeto que se supone tiene ciertas características y rasgos; la
grafia), la teoría feminista puede ubicarse provisionalmente entre el
capacidad de separarse de sentimientos, emociones, pasiones,
proyecto negativo antisexista y un proyecto más positivo, especula-
intereses y motivos personales, factores socioeconómicos y políticos, el
tivo. Es el rechazo de muchos valores, conceptos y operaciones cen-
pasado; las aspiraciones para el futuro, etc. Este sujeto de
trales necesarias para el funcionamiento de la teoría patriarcal, y
conocimiento es capaz de lograr una distancia respecto del objeto
una afirmación de las alternativas a estas formas determinadas de
conocido, de modo que puede reflexionar acerca de él. Sin embargo,
discurso. Entre los conceptos y valores centrales cuestionados por la
es un sujeto in paz de aceptar sus propios límites, su materialidad e
historicidad:

95
96
su inmersión en valores socioeconómicos y políticos. Se concibe al das como específicas de un observador o un contexto. En lugar
sujeto sin cuerpo, como un sujeto racional sexualmente indiferente, de negar sus condiciones y límites espacioternporales, la teoría
una mente no ubicada en el espacio, el tiempo o interrelaciones feminista los acepta y afirma, dado que son su razón de ser. Al
constitutivas con otros (¡característica que normalmente sólo se atribuye igual que Nietzsche, esta teoría parece dispuesta a aceptar su
a los ángeles!, cf Irigaray, 1984). propio perspectivismo, su posición específica de enunciación, el
4. El compromiso con una verdad fija y estática, una realidad estar escrita desde un punto de vista particular, con objetivos y
dada e inmutable, un conocimiento garantizado del Ser y el acceso a la metas específicos.
Razón. Una visión ahistórica como ésta no puede dar cuenta de la 2. Al aceptar sus condiciones de producción, la teoría feminista
variabilidad y la naturaleza histórica de lo que se considera como parece dispuesta a cuestionar el valor de los criterios de objetividad
verdadero, salvo en términos de un acceso cada vez mayor a la verdad y cientificidad aceptados de manera tan rígida e imperial por las
y a su conocimiento, es decir, salvo en términos de que las visiones ortodoxias intelectuales. Sin embargo, esto no es una aceptación de
históricas sean visiones falsas. Se niega a endosar la posibilidad de una un "prejuicio subjetivo". Se cuestiona la distinción misma entre lo
"política de la verdad", de invertir políticamente en la verdad (cf. objetivo (conocimiento) y lo subjetivo (opinión). Las feministas pa-
Foucault, 1976; 1978). La verdad, como correspondencia o reflejo recen dispuestas a aceptar que el conocedor siempre ocupa una po-
verídico de la realidad, es un conocimiento sin perspectiva, un sición en lo espacial, lo temporal, lo sexual y lo político. Éste es un
conocimiento sin un punto de vista o, lo que es lo mismo, una verdad corolario de su perspectivismo. No es ni subjetivo ni objetivo, ni
que se atribuye una perspectiva universal. absoluto ni relativo. Estas alternativas, ante todo, no pueden expli-
5. El compromiso con el carácter intertraducible de conceptos, car las inversiones productivas de poder en la producción de conoci-
términos, verdades, proposiciones y discursos. Encamado en forma de mientos. No obstante, esto no significa que la teoría feminista no
proposición, el conocimiento no se considera dependiente de sus utilice ningún criterio de evaluación o autorreflexión. Más bien, sus
particulares de formulación, sino en los pensamientos subyacentes que normas de juicio se desarrollan a partir de efectos y funciones com-
supuestamente expresa La lengua se considera un para la partidos, intersubjetivos y en términos de las funciones intertextuales
comunicación de pensamientos o ideas preexistentes, sólo como un de un discurso, de su capacidad para minar o afirmar diversos siste-
medio, una herramienta prescindible para la del pensamiento, en lugar mas y estructuras dominantes.
de verse como la condición del pensamiento. Al negar la materialidad 3. En lugar de suponer un espacio o brecha entre el sujeto ra-
de la lengua, los discursos predominantes pueden evitar reconocer su cional conocedor y el objeto conocido, la teoría feminista reconoce la
dependencia y deuda con los tropos, las figuras retóricas, imágenes, contigüidad entre ellos. Las visiones predominantes del sujeto ra-
metáforas, etc. Que evocan lo femenino, las mujeres o la maternidad cional postulan un sujeto separado artificial y arbitrariamente de su
Los discursos patriarcales ignoran la complicidad de los sistemas contexto. Esto crea la distancia necesaria para su separación de las
discursivos con estructuras sociales opresoras, y la dependencia de emociones, pasiones interferencias corporales, relaciones con otros
discursos de posiciones específicas establecidas por modos específicos y el mundo sociopolítico. La teoría feminista parece abiertamente
de la lengua. dispuesta a aceptar las interrelaciones constitutivas del sujeto, su
Desde luego hay muchos rasgos positivos --que pueden posición social y su relación con el objeto. Para las feministas (en la
bosquejarse de manera general-, que no se excluyen de antemano de medida en que sostienen esa idea) el sujeto racional no está libre de
los distintos esfuerz.os de las mujeres por la autodeterminación. Entre intereses personales, sociales y políticos, sino que necesariamente
ellos estan: está implicado en ellos. Se considera que las teorías son sexualizadas,
1. compromisos intelectuales no con la verdad, la objetividad y la que ocupan una posición en relación con las calidades y valores
neutralidad si no con posiciones teóricas abiertamente reconoci- asociados con ambos sexos, o los atributos de masculinidad y femi-
nidad. Pero decir que hay una sexualización de los discursos y co-

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97
nacimientos no es igualar la posición del discurso con la de su autor o
productor; no hay una correspondencia (directa) de lo femenino o los
4. Dado que se niega a aceptar los valores de verdad predeter-
textos feministas con autoras mujeres, o de textos falocéntricos con
minados, la objetividad, la universalidad, la neutralidad y un razo-
autores hombres. La "posición" sexual del texto sólo puede discernirse
namiento abstracto, la teoría feminista -junto con algunos teóricos
contextualmente y en términos de la posición desde la que habla el
hombres contemporáneos-no está comprometida con estos valores ni
sujeto hablante (el "yo" implícito o explícito del texto); el tipo de sujeto
motivada por ellos. Se considera a sí misma en términos de una
(implícitamente) supuesto como el sujeto (o público) a quien se habla, estrategia crítica y constructiva. No es ni abstracción, ni programa ni
y el tipo de sujeto (u objeto) de quien se habla. Al igual que la gama manual de acción, ni tampoco una forma distanciada de reflexión.
diversa de sujetos situados en todo texto, la posición del texto también Estas visiones, ante todo, implican una teoría fuera de la práctica o
depende del tipo de relaciones afirmado entre estos distintos sujetos más allá de ella. Al cuestionar la conceptualización dicotómica de la
(cf Benveniste, 1961: caps. 19-20). En el caso de la teoría feminista, el relación entre teoría y práctica, la teoría feminista se considera
sujeto, el objeto y el público no están divididos de manera dicotómica como una "práctica teórica": una práctica en el mismo nivel déla
en categorías mutuamente excluyentes y mutuamente exhaustivas teoría, una práctica ligada aunque crítica respecto de las estructuras
(sujeto/ objeto, conocedor- maestro/ ignorante- discípulo, profesor/ institucionales en los que suele ocurrir la producción de discursos
alumno, yo/ otro, etc., cf lay), sino que pueden definirse más bien en teóricos, una práctica que implica escribir, leer, enseñar, aprender,
términos de continuidades y/o diferencias. El sujeto hablante, el sujeto evaluar y muchos otros rituales y procedimientos; también se considera
a quien se habla y el sujeto de quien se habla pueden ser equivalentes; como una "teoría práctica": una teoría abiertamente considerada como
pero, en todo caso, hay una .calidad constitutiva de interrelación parte de la práctica, una herramienta o táctica que cumple; una
supuesta entre los tres términos. Esto significa, por ejemplo y tomando función muy importante en el asalto subversivo, y con frecuencia
un caso concreto, que los hombres no hablan con mayor objetividad peligroso, a un sitio particular del funcionamiento de las relaciones
acerca de la opresión de las mujeres, como afirmaron recientemente de poder patriarcales, a saber, la esfera del conocimiento, que
con gran sinceridad unos académicos masculinos. También los proporciona racionalizaciones y justificaciones al patriarcado para
hombres están necesariamente implicados en la opresión de las control cada vez mayor. La teoría feminista es una urdimbre de
mujeres y forman parte de ella. Desde luego, queda claro que sus hebras que simultáneamente son teóricas y prácticas. Es un donde es
relaciones con tal opresión deben ser muy diferentes de las que tienen posible penetrar los discursos dominantes, los discursos subyugados,
las mujeres. En suma, se sirve a intereses particulares en toda las voces hasta entonces silenciadas o excluidas (cf. Alíen, Thiele),
posición teórica y en todo sistema textual o discursivo. Sin embargo, las formas de coerción y control así como las formas concertadas de
la política o "poder" del texto (cf Foucault, 1972) no puede leerse resistencia, en sus relaciones mutuas. Es un umbral para la
automáticamente en lo que el texto dice abiertamente, sino con más intervención de las teorías en prácticas concretas, y la
frecuencia en cómo lo dice, qué se invoca y, así, qué se efectúa Al reestructuración de la teoría por parte de los imperativos de la
contrario de los sistemas discursivos predominantes, la teoría experiencia y la práctica, una especie de bisagra o puerta entre ambos
feminista tiene el mérito de ser capaz no sólo de aceptar sino de afinnar campos. Al tener como objetivo la destrucción de la teoría misógina y
activamente su(s) propia(s) posición(es) política(s) y sus aspiraciones, sus suposiciones fundamentales y el establecimiento de una
aceptar que, lejos de ser objetiva en el sentido de "desinteresada" o influencia positiva en las interacciones cotidianas y estructurales entre los
"inmotivada", está muy motivada por las metas y estrategias sexos, no es ni un preludio para la práctica, ni una reflexión acerca de
la práctica, porque es en sí una forma de práctica dentro de una
implicadas en crear una autonomía para las mujeres. Tal motivación o
intención, sin embargo, no invalida la teoría feminista, sino que es su región específica de las operaciones del patriarcado.
5. De manera semejante, la teoría feminista no puede
función reconocida, su razón de ser;
concebir, categorías de racionalidad o irracionalidad

99
seo como la voluntad para lograr ciertos arreglos de "objetos" poten-
Por menos desde el siglo XVII, si no mucho antes, se ha entendido en cialmente satisfactorios: el deseo de una identidad, una sexualidad y
términos dicotómicos, o sea que se ha caracterizado por oposición y un lugar reconocido en la cultura, que son los más claros e
adquiere su coherencia interna sólo por la exclusión de los "otros" incuestionables entre las feministas) y del poder (el poder no sólo
respecto de ella: las pasiones, el cuerpo, las emociones, la naturaleza, como una fuerza visible en los actos, sucesos y procesos dentro de la
la fe, la materialidad, los sueños, la experiencia, la percepción, la vida política y pública, sino también como una serie de alineaciones
locura o muchos otros términos (cf Jay; Lloyd, 1984; Irigaray, 1984). tácticas entre instituciones, conocimientos, prácticas que tienen que
Al cuestionar este modo binario de categorización, las feministas han ver con el control y la supervisión de individuos y grupos) o, en
demostrado que la razón es un concepto asociado con las normas y los términos más específicos, las alineaciones de la dominación socioeco-
valores de la masculinidad, y sus opuestos, sus "otros", con la nómica masculina con las formas de aprendizaje, entrenamiento,
feminidad. Hoy en día, la teoría feminista no se interesa simplemente conocimiento y teoría
en invertir el valor de lo racional y lo irracional o en afirmar lo que se 7. Al rechazar los modelos principales de indagación intelectual
ha subordinado dentro de la jerarquía, sino más significativamente, en (entre ellos, los requisitos de la lógica formal, la estructuración de
cuestionar la estructura misma de las categorías binarias. En suma, la conceptos según estructuras opositivas binarias, el uso de la gramática
teoria feminista intenta transformar y extender el concepto de razón de y la sintaxis para crear modos de articulación singulares, claros, no
modo que, en lugar de excluir conceptos como experiencia, cuerpo, ambiguos, precisos, y muchos otros valores textuales supuestos), y su
historia, etc., éstos queden incluidos o reconocidos como necesarios aceptación de la idea de su materialidad como teoría, la teoría
para que funcione la razón. Al tomar experiencias y vidas de mujeres feminista se ha involucrado en exploraciones y experimentación con-
como punto de partida para el desarrollo de la teoría, el feminismo tinuas de nuevas formas de escritura, nuevos métodos de análisis,
intenta desarrollar alternativas al concepto rígido, jerárquico y nuevas posiciones de enunciación, nuevos tipos de discurso.
excluyente de razón. Busca la racionalidad que no esté dividida de Ja Ningún método, forma de escritura, posición del habla o modo
experiencia, de la opresión de la particularidad o especificidad; una de argumento puede fungir como representante, modelo o ideal de la
razón, al contrario, que las incluya es una racionalidad que no está más teoría feminista. En lugar de tratar de establecer una nueva norma
allá o encima de la experiencia sino que se basa en ella teórica, la teoría feminista busca un nuevo espacio discursivo, un es-
6. Al desafiar el falocentrismo, la teoría feminista también debe pacio en que las mujeres puedan escribir, leer y pensar en tanto que
desafiar la evasión de la historia y la materialidad tan marcada en las mujeres. Este espacio fomentará una proliferación de voces, en lugar
tradiciones teóricas occidentales. Al concebirse a sí misma como una de estructurarlas en una jerarquía, una pluralidad de perspectivas e
actividad racional, privada, individual, y al luchar por la verdad y el intereses en lugar del monopolio del uno: nuevos tipos de preguntas y
conocimiento, o sea una actividad pura, intelectual, también debe distintos tipos de respuesta. No se privilegiaría una sola forma como
negar su posición como producto histórico y político. Las tradiciones la verdad, la interpretación correcta, el método correcto; más bien, los
teóricas predominantes se niegan a aceptar su dependencia de la ma- conocimientos, métodos e interpretaciones pueden juzgarse y
terialidad de la escritura, de las prácticas que tienen que ver con utilizarse de acuerdo con su adecuación a un contexto dado, una
enseñar, producir, publicar y promover ciertos métodos, puntos de estrategia específica y efectos determinados.
vista y representantes, y de las luchas por la autoridad y la dominación. La teoría feminista es capaz de ubicarse en lo histórico, lo ma-
En oposición a estos ideales teóricos predominantes, la teoría feminista terial, lo enunciativo y lo político en relación con las estructuras
reconoce abiertamente su propia materialidad como la materialidad de la patriarcales. Durante su desarrollo en los últimos veinticinco años,
lengua (en que la lengua se considera corno un arma de lucha, esta teoría ha surgido como un a capacidad, para considerar a las
dominación y resistencia política), del deseo (el de- mujeres de maneras nuevas, hasta ahora no exploradas, al negarse a

101 102
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Desarrollando distintos tipos de teoría y práctica. Esta descripción Marxism, Sydney: inteivention Publications, pp. 99-102.
puede sonar como una versión idealizada y utópica de lo que debería
incluir una práctica teórica consciente y políticamente comprometida, Alíen, J. (1984) 'The Making of a Prostitute Proletariat in Twentieth
activa e informada Tal vez. Todavía no.está claro cuánto han recorrido Centu¡y New South Wales' in Daniels (ed.), So Much Hará Work.
los discursos feministas en este sendero utópico. Pero, como lo Alíen, J. (1986) 'Evidence and Silence; Feminism and the Limits of
atestiguan los ensayos aquí publicados, la teoría feminista está en el History', en Pateman, Carole y Gross, Elizabeth, Feminist
proceso de revalorar la herencia teórica que necesita remplazar para Challenges. Social and Political Theory, Northeastem University,
proclamar un futuro propio. Este fu buró puede iniciar una nueva Benveniste, E. ( 1961) Problems in General Linguistics, Miami:
época teórica, capaz de aceptar todas las implicaciones de reconocer las University of Miami Press.
diferencias sexuales. En el futuro, la teoría se consideraría como una
Finn, G. y A. Miles (eds) (1982)Feminism in Canadá: FromPressureto
producción sexual, textual, política e histórica. Aun cuando esto
Polines, Montreal: Black Rose Books. 7oucault, M. (1972) The
pueda amenazar a quienes se adhieren a los valores del falocentrismo,
puede abrir espacios, fuentes y herramientas hasta ahora no Archacology ofKnowledge, New Yorle; Harper
and&Row.
imaginados para la exploración teórica. Una feminidad autónoma
puede introducir, por primera vez en nuestra historia registrada, la Foucault, M (1976) Discipline and PW1ish, New Yorlc: Pantheon Books.
posibilidad del diálogo con una "voz ajena", la voz de la mujer. Foucault, M. (1976) L'Histoire de la sexualité, vol. 1, Paris: Gallimard.
Foucault, M (1978) The History ofSexuality, vol. l, New Yorlc: Pantheon
La diferencia sexual constituirla el horizonte de los mundos de una Books.
fecundidad aún desconocida ... La fecundidad del nacimiento y la regeneración
para los compafteros en el amor, pero aun así la producción de una nueva Gatens, Moira, (1983) 'A Critic of the Sex/Gender Distintion' en].
época de pensamiento, arte, poesía, lengua ... La creación de una nueva poiesis Alien y P. Patton (eds) Beyond Marxism? Interventions Ajter Marx,
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105
,
I

CAPÍTULO 7

Conocimientos situados:
la cuestión científica en el feminismo
y el privilegio de la perspectiva parcial 1

La investigación académica y el activismo feminista han


tratado repetidamente de ponerse de acuerdo sobre lo que
significaba para nosotras el curioso término de «objetivi-
dad>>. Hemos utilizado toneladas de tinta tóxica y gastado
miles de árboles convertidos en papel para desacreditar lo
que ellos han dicho y para dejar claro el daño que nos ha
causado. Ese imaginado ellos representa a la invisible cons-
piración de científicos y de filósofos masculinistas que go-
zan de laboratorios y de abundantes subvenciones y, el nos-
otras, a «las otras», esas mujeres a quienes-fuera de nues-
tros limitados círculos, en los cuales el periódico más
vendido sólo puede alcanzar unos cuantos miles de lectoras,

1
Este capítulo fue iniciado como un comentario sobre Harding
( 1986) en la reunión de la Western Division de la American Philosophi-
cal Association, San Francisco, en marzo de 1987. El Alpha Fund del
Institute for Advanced Study, Princeton, New Jersey, suministró una ge-
nerosa ayuda económica para su escritura. Mi agradecimiento a Joan
Sean, Rayna Rapp, Judy Newton, Judy Buder, Lila Abu-Lughod y Do-
rinne Kondo.

313
la mayoría de ellas opuestas a la ciencia:-(se nos pr?~~e no puesto a nuestro alcance un poderoso argumento construc-
tener un cuerpo o pqseer un punto de vista o un preJUlClO en cionista social todos les temas del conocimiento, espe-
cualquier discusióRJEsco_nd1dos tras al~s amargas ~e~e­ cialmente los seductoras posiciones no
xiones publicadas con mi nombre en la .lite~atura femu~ista se ve privilegiada ninguna perspectiva interna, ya que todos
sobre la historia de la filosofia de la ciencia, yo confieso los esquemas qve limitan el conocimiento son teorizados
guardar estos rencores paranoicos y a~ad~micos. Noso~s, como actitudes de poder y no como actitudes que buscan la
las feministas de los debates sobre la ciencia y la tecnologia, verdad. Por lo tanto, desde la perspectiva construccionista,
somos los «grupos de interés especial» d~ la era de Re~&an ¿por qué deberíamos sentirnos intimidadas por las descrip-
en el enrarecido mundo de la epistemologia, donde tradicio- ciones de los científicos sobre sus actividades y sus logros?
nalmente lo que tiene la etique~ de conocimiento es contr~­ Tanto ellos como sus patrones tienen un enorme interés en
lado por los filósofos que codi~can ~a ley de.l canon c~gni­ lanzarnos arena a los ojos. Cuentan parábolas a propósito de
tivo. Por supuesto, un grupo d~ mter.es es~ec~a~ es, se~ la la objetividad y del método científico a los alumnos de pri-
definición reaganiana, cualquier sujeto .histonco colectivo mer curso, pero ni uno solo de los que practican el elevado
que se atreve a desafiar el desnudo atmmsmo. de la pos?11o- arte científico podría ser sorprendido actuando como dicen
dema ciudadanía de la Guerra de las Galaxias, de.l hil¡J~r­ los libros. Los construccionistas sociales dejan bien claro
mercado y de la falsedad de los medios de co~umca~10n. que las ideologías oficiales sobre la objetividad y el método
Max Headroom no tiene cuerpo y, por lo tanto, el por si so- científico son malos mentores sobre cómo el conocimiento
lo ve todo en el gran imperio del comunicador* de la Re~ científico es practicado en realidad. Al igual que nos suce-
Global de Comunicaciones. Con razón Max pose~ un se11:ti- de a todos, entre lo que los científicos creen o dicen que ha-
do ingenuo del humor y una especie d~ sexualidad feliz- cen y lo que hacen de verdad hay un abismo.
mente regresiva y preedípica, _una sexual~dad ,que nosotra~, Los únicos que terminan creyendo y actuando según las
haciendo gala de ambivalencia -y eqmvocandonos peli- doctrinas ideológicas de la descamada objetividad encerra-
grosamente- creíamos que estaba reserva~ ~ las oc~pan­ da en los libros de texto elementales y en la literatura cien-
tes de cuerpos femeninos colonizados y, qmza~ tarnbien, a
los navajeros informáticos de raza blanca confmados en su
2
soledad electrónica. . Por ejemplo, véase Knorr-Cetina and Mulkay ( 1983); Bijker et al.
Me ha parecido que las femi~stas, de forma selectiva y (1987); y especialmente, Latour (1984, 1988). Inspirándose en ~ndredi
de Michel Tournier ( 1967), la brillante y enloquecedora polémica afo-
flexible han utilizado y se han visto atrapadas .en dos polos rística de Latour contra todos los reduccionismos, logra el consejo esen-
de tent~dora dicotomía a propósito de la ,cuestión de la .ob- cial para las feministas: «No os fiéis de la pureza, es el vitriolo del
jetividad. Desde luego, y e11: lo que a mi respecta, sugiero alma» (Latour, 1984, pág. 171 ). Latour no es, por otro lado, un notable
que existe un discurso colectivo so~re ~stos asuntos. P~r una teórico feminista, pero podria ser convertido en uno con lecturas tan per-
parte, estudios recientes sobre la ciencia y la tecnologia han versas como las que hace del laboratorio, esa gran máquina de cometer
grandes errores con más rapidez que nadie, obteniendo así el poder del
mundo que cambia. El laboratorio, para Latour, es la industria del ferro-
carril de la epistemología, en donde los hechos pueden solamente ser
* Ronald Reagan fue conocido durante su presidencia como «~l
encarrilados desde dentro hacia afuera. Aquellos que lo controlan, con-
gran comunicadom. En cuanto a M~ H~adr?om, se tr~t~, del person~Je trolan el territorio de alrededor. ¿Cómo podíamos haberlo olvidado?
del episodio piloto de un serial fu~s~.mgles de telev1s1on con el rms- Pero ahora no es la bancarrota del ferrocarril lo que necesitamos, sino la
mo título (Max Headroom, 1985), dmg1do por Rocky Morton Y Anna- de la red de comunicaciones por satélite. Los hechos circulan estos días
bel JankeL (N. del T.) por haces de luz.
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tífica, son los no científicos y unos pocos filósofos que se lo práctica consiste en persuadir y todo está enfocado hacia la
creen todo. Por supuesto, si hablo así de este último grupo práctica. Todo cono · · es una condensación en un te-
se debe al chauvinismo disciplinario residual que me hace rreno de poder a programa fuerte en sociología
identificanne con los historiadores de la ciencia y también a del conocimiento se une con las hermosas y obscenas herra-
las muchas horas pasadas, de joven, mirando al microscopio ~entas de la semiología y de la deconstrucción para insis-
en una especie de momento disciplinario poético, preedípi- tir en la naturaleza retórica de la verdad, incluida la verdad
co y modernista, cuando las células parecían ser células y, científica. La Historia es un cuento con el que los mentiro-
los organismos, organismos. Apenas Gertrude Stein. Pero sos de la cultura occidental engañan a los demás; la ciencia
luego vino la ley del padre y resolvió el problema de la ob- un texto discutible y un campo de poder; la forma es el con~
jetividad con referentes siempre vacíos, con significados di- tenido3• Punto final. La forma en la ciencia es la retórica so-
feridos, con sujetos desdoblados y con el juego interminable cial creadora de artefactos que configuran el mundo mundo
de los significantes. ¿Quién, con esta «ayuda>>, no se hubie- en objetos efectivos. Es una práctica de persuasiones que
ra corrompido? lÉl género, la raza, el propio mundo, todos cambian el mundo y que se disfrazan de maravillosos nue-
parecen ser efectos creados para escurrirse en el juego de vos objetos, tales como los microbios, los quarkes y los
los significantes dentro de un terreno de fuerzas cósmicas. genes.
Todas las verdades se convierten en efectos retorcidos en un Pero tengan o no la estructura y las propiedades de obje-
espacio suprarreal de simulació~ero no podemos permi- tos retóricos, las entidades científicas de finales del siglo xx
tirnos estos juegos de palabras, ya que los proyectos de po- -vectores infecciosos (microbios), partículas elementales
ner a punto conocimientos creíbles a propósito del mundo (quarkes) y códigos biomoleculares (genes)- no son obje-
«natural» no pueden dedicarse al género de la ciencia fic- tos románticos o modernistas con leyes internas de coheren-
ción cínica o paranoica. Para los políticos, el construccio- cia4. Son huellas momentáneas enfocadas por campos de
nismo social no puede deteriorarse en emanaciones radian-
tes de cinismo.
3
En cualquier caso, los construccionistas sociales po- Para una elegante explicación de una versión de este argumento
drían mantener que la doctrina ideológica del método cien- véase White ( 1987). Pero aún deseo más, y el deseo no satisfecho pue:
de ser una poderosa semilla para cambiar las historias.
tífico y toda la palabrería filosófica sobre la epistemología 4
En su análisis que explora la falla entre el modernismo y el post-
fueron ideadas para distraer nuestra atención y para evitar modem1smo en la etnografía y en la antropología---en el que lo más im-
que conozcamos el mundo con efectividad mediante la prác- portante es la autorización o la prohibición de asentar el conocimiento
tica de las ciencias. Desde este punto de vista, la ciencia comparativo a través de las «culturas», desde algunos puntos ventajosos
--que es el asunto verdadero donde debemos intervenir- epistemológicamente situados ya dentro ya fuera, o en relación dialógi-
ca con cualquier unidad de análisis-Marilyn Strathem (1987a) hizo la
es retórica, es decir, la persuasión que tienen los actores so- observación fundamental de que no es la etnografia escrita lo que va en
ciales importantes de que el conocimiento manufacturado paralelo a la obra de arte como objeto del conocimiento, sino la cultura.
que uno tiene es un camino hacia una forma deseada de Los objeto~ del conoc~en~o naturales y ~é~cos del romanticismo y
poder objetivo. Tales certezas deben tener en cuenta la es- del modem1smo, en la c1enc1a y en otras practicas culturales, se sitúan a
tructura de hechos y de artefactos, así como a los actores lin- un lado de esta línea divisoria. La formación postmodernista está en un
lado, con su «antiestética» de «objetos» del conocimiento y su práctica
güísticamente mediados que interpretan el juego del conoci- permanei:te desdobl~os, en retroceso y relegados , incluidos los signos,
miento mediante el lenguaje. Aquí, los artefactos y los he- los orgarusmos, los sistemas, los yoes y las culturas. La «objetividad>> en
chos forman parte del poderoso arte de la retórica. La un marco postmodemista no puede tratar de objetos no problemáticos,
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fuerza o son vectores informativos en una semiosis escasa- terreno militar de alta tecnología, una especie de académico
mente encarnada y altamente cambiante, ordenada por actos campo de batalla automa~ado, en el que los destellos de
de reconocimiento y de error. La naturaleza hwnana, codi- luz piden a los coJlMllíl1lll*1s que se desintegren entre ellos
ficada en su genoma y en sus prácticas de escritura, es una (¡va;;ra .metáfora!) para poder permanecer en el juego delco-
vasta biblioteca digna del laberinto secreto imaginado por nocmuento y del poder. La tecnociencia y la ciencia ficción
Umberto Eco en El nombre de la rosa ( 1980). La estabiliza- se enfrentan en el sol de su radiante (ir)realidad: la guerra5.
ción y el almacenamiento del texto de la naturaleza hwnana No deb~ríamos n~cesitar décadas de teoría feminista para
promete costar más que su escritura, lo cual es un terrible descubnr al eneIIllgo. Nancy Hartsock (1983b) lo dejó bien
panorama de la relación entre el cuerpo y el lenguaje para claro con su concepto de la masculinidad abstracta.
aquellas de nosotras que aún quisiéramos hablar sobre la Yo, entre otras, inicié mi andadura deseando un podero-
realidad con más confianza de la que le prestamos a la dis- so utensilio que deconstruyese los aspavientos de verdad de
cusión cristiana de la segunda venida del Mesías y del ser la ciencia hostil y mostrase la especificidad histórica radical
Salvador de la destrucción fmal del mundo. Quisiéramos y, por lo tanto, la contestabilidad de todas las construcciones
creer que nuestra petición de un mundo real es algo más que científicas y tecnológicas. Al fmal, todas hemos terminado
una sacudida para escapar del cinismo y un acto de fe como con una especie de terapia de electrochoque que, lejos de
los de cualquier otro culto, sea cual sea el espacio que gene- acomodarnos en los lugares preferentes del juego de contes-
rosamente le demos a las ricas e históricamente específicas tar verdades públicas, nos expulsa de ese juego con múlti-
mediaciones a través de las cuales nosotras, y todos, debe- ples trastornos de la personalidad que, para colmo, nos he-
mos conocer el mundo. mos autoinfligido. Queríamos un camino para mostrar la
/ Así, cuanto más avanzo en la descripción del programa parcialidad de la ciencia (cosa que, de todas formas, fue
construccionista social radical y de una versión particular bastante fácil de lograr) y para separar el buen cordero cien-
del postmodernismo asociada con las ácidas herramientas tífico de las malas cabras de la parcialidad y del error. Nues-
del discurso crítico en las ciencias humanas, más nerviosa tra empresa parecía prometedora a causa del poderosísimo
me pongo. Como todas las neurosis, la mía remonta hasta el argwnento construccionista que no dejaba resquicios para
problema de la metáfora, es decir, el de la relación entre los reducir los temas a parcialidad contra objetividad, a buen
cuerpos y el lenguaje. Por ejemplo, la imaginería de las ma- uso contra mal uso o a ciencia contra pseudo ciencia. De-
niobras en los campos de fuerza del totalmente textualizado senmascaramos las doctrinas de la objetividad porque ame-
y codificado mundo es la matriz de muchos argwnentos so- nazaban nuestro embrionario sentido de la subjetividad y de
bre la realidad socialmente negociada para el sujeto postmo- la función colectiva histórica y nuestras definiciones de ver-
derno. Este mundo-como-un-código es, para comenzar, un dad, y tenninamos con una excusa más para no aprender
5
Zoe Sofoulis (1988) ha llevado a cabo un deslwnbrante (perdón
síno de prótesis especificas y traducción. La objetividad, que en sus raí- por la metáfora) tratamiento teórico de la tecnociencia, del psicoanálisis
ces ha tratado de la puesta a punto del conocimiento comparativo (cómo de la cultura de la ciencia ficción y de las metamorfosis del extraterrito-
nombrar las cosas para que sean estables y como las demás), se convier- rialismo, incluido un maravilloso estudio de las ideologías y de las filo-
te en una cuestión de la política de redistribución de los límites para po- sofias de la luz, de la iluminación y del descubrimiento en los mitos oc-
der mantener conversaciones y conexiones no inocentes. De lo que se cidentales de la ciencia y de la tecnología. Mi ensayo fue revisado dia-
trata en los debates sobre el modernismo y el postmodemismo es el tipo logando con los argumentos y con las metáforas que utilizaba Sofoulis
de relación entre cuerpos y lenguaje, y dentro de éstos. en su disertación de doctorado.
318 319
ninguna de las fisicas posteriores a Newton y una razón más bién con las utilizaciones feministas de los recursos marxia-
para dejar caer las viejas prácticas feministas de reparar nos para llegar a~ ··encia que continúe insis-
nuestros propios coches. Son sólo textos, de todas formas, tiendo en los signific 'timos de objetividad y que
así que dejemos a los muchachos que los recojan. Por otro siga siendo impúdica hacia un constructivismo radical con-
lado, estos mundos textualizados postmodernos dan miedo jugado con la semiología y con la narratología (Harding,
y nosotras preferimos nuestra propia ciencia ficción para ser 1986, págs. 24-6, 161-2). Las feministas tienen que insistir
un poco más utópicas, quizás como Women on the Edge of en una mejor descripción del mundo; no basta con mostrar
Time [Mujeres al borde del tiempo] o como Wanderground. la contingencia histórica radical y los modos de construc-
Algunas de nosotras tratamos de no perder el juicio en ción para todo. Aquí, nosotras, como feministas, nos encon-
estos tiempos de armar y desarmar, buscando una versión tramos perversamente en conjunto con el discurso d~ mu-
feminista de la objetividad. Aquí, motivadas por los mismos chos científicos practicantes que.(cuando todo se ha dicho y
deseos políticos, se encuentra el otro fin seductor del pro- se ha hecho, creen estar describiendo y descubriendo cosas
blema de la objetivida_d: El marxismo humanista estaba po- mediante sus construcciones y sus argumentacion~ Evelyn
lucionado en su origen por su teoría ontológica estructuran.- Keller ha insistido mucho sobre este asunto fundamental, y
te de la dominación de la naturaleza en la autoconstrucción Harding llama al objetivo de estos enfoques una «ciencia
del hombre y por su íntimamente relacionada impotencia ..del auces9rn. Las feministas han apostado por un proyecto
para historiar cualquier cosa que hiciesen las mujeres que de ciencia del sucesor que ofrece una versión del mundo
no tuviese relación con un salario. Pero el marxismo era to- más adecuada, rica y mejor, con vistas a vivir bien en él y en
davía un recurso prometedor bajo la forma de una higiene relación crítica y reflexiva con nuestras prácticas de domi-
mental epistemológica feminista que buscaba nuestras pro- nación y con las de otros y con las partes desiguales de pri-
pias doctrinas de visión objetiva. Las posiciones iniciales vilegio y de opresión que configuran todas las posicionei!
marxistas ofrecían herramientas para alcanzar nuestras ver- En las categorías filosóficas tradicionales, se trata quizás
siones de las teorías sobre el punto de vista, sobre la insis- más de ética y de política que de epistemología.
tente encarnación, y poseía también una rica tradición de Así, creo que mi problema y «rmestro» problema es
criticas de la hegemonía sin relativismos ni positivismos li- cómo lograr simultáneamente una versión de la contingen-
mitadores del poder, así como teorías matizadas de la me- cia histórica radical para todas las afirmaciones del conoci-
diación. Algunas versiones del psicoanálisis fueron de gran miento y los sujetos conocedores, una práctica critica capaz
ayuda para este enfoque, sobre todo la teoría anglófona de de reconocer nuestras propias «tecnologías semióticas» para
las relaciones del objeto, que posiblemente hizo más por el lograr significados y un compromiso con sentido que consi-
socialismo feminista estadounidense durante un tiempo que ga versiones fidedignas de un mundo «real>>, que pueda ser
cualquier cosa escrita por Marx y Engels, por Althusser o parcialmente compartido y que sea favorable a los proyectos
por cualquiera de los últimos pretendientes a la herencia de globales de libertad finita, de abundancia material adecua-
tratar el sujeto de la ideología y de la ciencia6. da, de modesto significado en el sufrimiento y de felicidad
Otro enfoque, el «empirismo feminista», converge tam- limitada. A este deseo múltiple y necesario Harding lo lla-
ma necesidad de un proyecto de ciencia del sucesor e insis-
6
Fundamentales para esta discusión son Harding (1986), Keller tencia postmodema en la diferencia irreductible y en la mul-
(1985), Hartsock (l 983a, l 983b), Flax (1983, 1987), Keller and Gront- tiplicidad radical de los conocimientos locales. Todos los
kowski (1983), H. Rose (1986), Haraway (1985) y Petchesky (1987). componentes del deseo son paradójicos y peligrosos y su
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combinación es a la vez contradictoria y necesaria. Las fe- textos. Se aplica a las ciencias exactas, naturales, sociales
ministas no necesitan una doctrina de la objetividad que y humanas, a pesar de las resbaladizas ambigüedades de las
prometa trascendencia, una historia que pierda la pista de palabras objetividatil:. · · conforme avanzamos en
sus mediaciones en donde alguien pueda ser considerado el terreno discursivo. esfuerzos por trepar por el
responsable de algo, ni un poder instrumental ilimitado. No engrasado poste que conduce a una doctrina utilizable de
queremos una teoría de poderes inocentes para representar la objetividad, yo, junto con muchas feministas inmersas en
el mundo, en la que el lenguaje y los cuerpos vivan el éxta- el debate, nos hemos agarrado, simultánea o alternativa-
sis de la simbiosis orgánica. Tampoco queremos teorizar el mente, a ambos lados de la dicotomía. Es lo que Harding
mundo y, mucho menos, actuar sobre él en términos de Sis- describe como proyectos de la ciencia del sucesor, en oposi-
tema Global, pero necesitamos un circuito universal de co- ción a las versiones postmodernas de la diferencia, que yo he
nexiones, incluyendo la habilidad parcial de traducir los esquematizado en este capítulo como constructivismo radi-
conocimientos entre comunidades muy diferentes y diferen- cal en oposición a empirismo crítico feminista. Por supuesto,
ciadas a través del poder. Necesitamos el poder de las teo- resulta dificil trepar cuando una se agarra simultánea o alter-
rías criticas modernas sobre cómo son creados los significa- nativamente a los dos extremos de un poste, debido a lo cual,
dos y los cuerpos, no para negar los significados y los cuer- ya va siendo hora de cambiar de metáforas.
pos, sino para vivir en significados y en cuerpos que tengan
una oportunidad en el futuro.
7
Las ciencias naturales, sociales y humanas han estado LA PERSISTENCIA DE LA VISTA
siempre implicadas en esperanzas como ésta. La ciencia ha
tratado siempre de una búsqueda de la traducción, de la con- Quisiera continuar otorgándole confianza metafórica a
vertibilidad, de la movilidad de los significados, y de la uni- un sistema sensorial muy vituperado en el discurso feminis-
versalidad, a la que yo llamo reduccionismo si un lenguaje ta: la vista. La vista puede ser buena para evitar oposiciones
(adivínese cuál) es implantado como norma para todas las binarias. Quisiera insistir en la naturaleza encamada de la
traducciones y conversiones. Lo que el dinero hace en los
órdenes de intercambio del capitalismo, el reduccionismo lo 7 El relato de ciencia ficción de John Varley titulado «The Persis-
hace en las poderosas órdenes mentales de las ciencias glo- tence ofVision» [La persistencia de la vista] forma parte de las influen-
bales: al sólo existe una ecuación. Esta es la fantasía mortal cias de este capítulo. En él, Varley construye una utópica comunidad di-
que las feministas y otros han identificado en algunas ver- señada y construida por ciegos sordos. Luego, explora las tecnologías y
siones de doctrinas de la objetividad al servicio de ordena- los otros medios de comunicación de éstos y sus relaciones con niños y
ip.ientos positivistas de lo que se considera conocimiento. con visitantes que gozan de visión (Varley, 1978). En «Blue Champa-
gne» [Champaña azul], Varley (l 986) altera el tema para interrogar las
Esta es una de las razones por las que importan los debates políticas de intimidad y de tecnología de una joven parapléjica cuya pró-
sobre la objetividad, metafóricamente y de otras maneras. tesis, el «gitano de oro», le permite total movilidad. Pero como el carísi-
La inmortalidad y la omnipotencia no son nuestros fines, mo aparataje es propiedad de W1 imperio intergaláctico de comunicacio-
pero podríamos utilizar versiones creíbles y aplicables de nes y artistas para el que ella trabaja como agente de prensa buscando
cosas que no se reduzcan a maniobras de poder, a juegos adeptos, puede gozar de su compañero tecnológico, que le pemute ser
otra a cambio de su complicidad en la comercialización de todas las ex-
agonísticos de retórica o a arrogancia científica y positivis- periencias. ¿Cuáles son sus límites en la reinvención de la experiencia
ta. Esto se aplica ya estemos hablando de genes, de clases con el fin de venderla?, ¿se encuentra lo político personal bajo el signo
sociales, de partículas elementales, de géneros, de razas o de de la simulación? Una manera de leer las repetidas investigaciones de
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vista para proclamar que el sistema sensorial ha sido utiliza- píos electrónicos, de escáneres para tomografías guiados
do para significar un salto fuera del cuerpo marc~do hacia por ordenador, de técnicas .para hacer resaltar el color, de
una mirada conquistadora desde ninguna parte.. Esta es la sistemas de vigilamd :1l1satélite, de cámaras para cual-
mirada que míticamente inscribe todos los cuerpos marca- quier cosa, capaces de filmar desde la mucosa intestinal de
dos, que fabrica la categoría no marcada que reclama el po- un gusano marino que habita las profundidades hasta he-
der de ver y no ser vista, de representar y de evitar la repre- misferios planetarios en cualquier lugar del sistema solar.
sentación. Esta mirada significa las posiciones no marcadas , La vista en esta fiesta tecnológica se ha convertido en gloto-
de Hombre y de Blanco, uno de los muchos tonos obscenos nería incontenible. Cualquier perspectiva da lugar a una vi-
del mundo de la objetividad a oídos feministas en las socie- sión infinitamente móvil, que ya no parece mítica en su ca-
dades dominantes científicas y tecnológicas, postindustria- pacidad divina de ver todo desde ninguna parte, sino que ha
les, militarizadas, racistas y masculinas, es decir, aquí, en la hecho del mito una práctica corriente. Y como truco divino,
panza del monstruo, en los Estados Unidos de finales de los este ojo viola al mundo para engendrar monstruos tecnoló-
años ochenta. Yo quisiera una doctrina de la objetividad en- gicos. Zoe Sofoulis (1988) lo llama el ojo caníbal de los
carnada que acomode proyectos de ciencia feminista para- proyectos masculinistas extraterrestres para un segundo par-
dójicos y críticos: lª_obje.tivi®d.~mi@§.tª.s,!@!fi~ª2...seng­ to excrementicio.
llament~ conocimientos situados. Como tributo a esta ideología de la visión directa, devo-
,, Los ~jüs.han'sid.o'utffizadospara significar una perver- radora, generadora y sin límites, cuyas mediaciones tecno-
sa capacidad, refinada hasta la perfección en la historia de la lógicas son simultáneamente celebradas y presentadas
ciencia -relacionada con el militarismo, el capitalismo, el como totalmente transparentes, el volumen que celebra el
colonialismo y la supremacía masculina-para distanciar el centenario de la National Geographic Society termina el re-
sujeto conocedor que se está por conocer de todos y de todo corrido por su revista, efectuado mediante fotografías in-
en interés del poder sin trabas. Los instrumentos de visuali- creíbles, con dos capítulos contrapuestos. El primero trata
zación en la cultura multinacionalista y postmodema han del «Espacio», introduciéndolo con el exergo «La elección
compuesto esos significados de des-encamación. Las tec- es entre el universo o nada>> (Bryan, 1987, pág. 352). No
nologías de visualización no parecen tener límites. Los ojos hay duda. Este capítulo cuenta las hazañas de la carrera del
de cualquier primate ordinario como nosotros pueden ser espacio y muestra las fotografías --con el color realzado--
mejorados sin fin mediante sistemas de sonografia, de ima- de planetas lejanos recibidas mediante señales digitalizadas
ginería de resonancia magnética, de sistemas de manipula- transmitidas a través del espacio infinito para hacer que el
ción gráfica basados en inteligencia artificial, de microsco- lector sienta la «experiencia» del momento del descubri-
miento con una visión inmediata del «objeto»8. Estos obje-
Varley de encarnaciones siempre limitadas, de seres diferentemente ap- tos fabulosos nos llegan simultáneamente como prueba in-
tos, de tecnologías protésicas y de encuentros cyborgianos, con su fini- dudable de lo que sencillamente existe y como una fiesta
quitud a pesar de su extraordinaria trascendencia de órdenes «orgáni- heroica de producción tecnocientífica. El siguiente capítulo
cos» es encontrar una alegoría para lo personal y de lo político en el es el gemelo del espacio exterior: el «Espacio interior», in-
tiempo mítico histórico de finales del siglo xx, la era de la tecnopolíti-
ca. La prótesis se convierte en una categoría fundamental para el cono-
cimiento de nuestro yo más íntimo. La prótesis es semiosis, la creación 8
Debo la comprensión de la experiencia de estas fotografias a Jim
de significados y de cuerpos, no para la trascendencia sino para la co- Clifford, de la Universidad de California en Santa Cruz, que identificó
municación que otorga poder. su efecto de «¡tierra a la vista!» sobre el lector.
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troducido con el exergo «El polvo de estrellas a su alcance» ideologías de 1~ ~;;;;e~ de eso que Uar.n:amos .mente y
(Bryan, 1987, pág. 454). Aquí, el lector es conducido al rei-
no de lo infinitesimal, objetificado mediante radiación más
cuerpo, de la dt 8 ··de la responsabilidad, mmersas
dentro de la cuestión científica en el feminismo. La objeti-
allá de las longitudes de onda que «normalmente» son per- vidad feminista trata de la localización limitada y del cono-
ceptibles por los primates homínidos, es decir, por rayos lá- cimiento situado, no de la trascendencia y el desdoblamien-
ser y microscopios electrónicos, cuyas señales son procesa- to del sujeto y el objeto. Caso de lograrlo, po~mos respon-
das dentro del mundo maravilloso y a todo color de los lin- der de lo que aprendemos y de cómo miramos}
focitos defensores T y los virus invasores. Éstas son lecciones que aprendí en parte paseando a mis
Pero, por supuesto, esta visión de lo infinito es una ilu- perros y preguntándome cómo sería el mundo sin una fóvea
sión, un truco de los dioses. Yo quisiera sugerir de qué ma- y unas pocas células retinianas para la visión en color pero
nera nuestra insistencia metafórica en la particularidad y en sí con una enorme área sensorial para procesar los olores.
la encamación de toda la visión (no necesariamente una en- Se trata de una lección fácil de aprender en las imágenes de
camación orgánica que incluya una mediación tecnológica) cómo el mundo mira los ojos compuestos de un insecto, o
y nuestro no ceder ante los mitos tentadores de la visión incluso en el objetivo de la cámara de un espía satélite o en
como un camino hacia la des-encamación y un nacer de las imágenes transmitidas digitalmente de las diferencias
nuevo, nos permiten construir una doctrina de la objetividad percibidas por los vehículos espaciales «cerca» de Júpiter,
utilizable, pero no inocente.fYo busco una escritura feminis- todas ellas transformadas en fotografias en color. Los
ta del cuerpo que, metafóric1tmente, acentúe de nuevo la vi- «ojos» disponibles en las modernas ciencias tecnológicas
sión, pues necesitamos reclamar ese sentido para encontrar pulverizan cualquier idea de visión pasiv~. Es~os ~efactos
nuestro camino a través de todos los trucos visualizadores y protésicos nos enseñan que todos los OJOS, mclutdos los
de los poderes de las ciencias y de las tecnologías modernas nuestros, son sistemas perceptivos activos que c<;>nstruyen
que han transformado los debates sobre la objetividad. Ne- traducciones y maneras específicas de ver, es decrr, formas
cesitamos aprender en nuestros cuerpos, provistas de color de vida. No existen fotografias no mediadas ni cámaras os-
primate y visión estereoscópica, cómo ligar el objetivo a curas pasivas en las versiones científicas de cuerpos y má-
nuestros escáneres políticos y teóricos para nombrar dónde quinas, sino solamente posibilidades visuales al~ent~ es-
estamos y dónde no, en dimensiones de espacio mental y fi- pecíficas, cada una de ellas con una manera parcial, act~va y
sico que dificilmente sabemos cómo nombrar. Así, de ma- maravillosamente detallada de mundos que se organizan.
nera no tan perversa, la objetividad dejará de referirse a la Todas estas facetas del mundo no deberían ser alegorías de
falsa visión que promete trascendencia de todos los límites movilidad e intercambiabilidad infinitas, sino de especifici-
y responsabilidades, para dedicarse a una encarnación parti- dad y diferencia elaboradas, y la gente de buen corazón de-
cular y específica)La moraleja es sencilla: solamente la bería ponerse a aprender cómo ver fielmente desde el pun~o
perspectiva parciar'promete una visión objetiva. Se trata de de vista del otro, incluso cuando ese otro es nuestra propia
una visión objetiva que pone en marcha, en vez de cerrar, el máquina. No se trata de distancia alienadora, sino de una
problema de la responsabilidad para la generatividad de to- posible alegoría para versiones feministas de la objetividad.
das las prácticas visuales. La perspectiva parcial puede ser Comprender de qué manera esos sistemas visuales funcio-
tenida como responsable de sus monstruos prometedores y nan técnica, social y psíquicamente podría ser una manera
de sus monstruos destructivos. Todas las narrativas cultura- de encamar la objetividad femenina.
les occidentales sobre la objetividad son alegorías de las Muchas corrientes en el feminismo tratan de teorizar
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motiv_os para confiar por encima de todo en las posiciones rias formas del relativismo como las más explícitas y totali-
ventajosas de .l~~ subyug~dos. Existe una buena razón para zadoras versiones de las ,p~tensiones de autoridad científi-
creer que la vts1on es mejor desde abajo que desde las bri- c~; P~r~ la altemati~'idll-'. Jtlvismo no es totalización y vi-
llantes plataform~ de los poderosos (Hartsock, l 983a; San- s10n uruca, que es s1empre.fmalmente la categoría no mar-
doval, n.d.; Hardmg, 1986; Anzaldúa, 1987). Unido a tal cada cuyo poder depende de una estrechez y oscurecimiento
so.specha,. este capítulo argumenta a favor de los conoci- sistemáticos. La alternativa al relativismo son los conoci-
ffilentos situados y encarnados y contra las formas variadas mientos parciales, localizables y críticos, que admiten lapo-
de declaraciones de conocimiento irresponsable e insitua- sibilidad ~e conexiones l.lamadas soli~dad en la Eolítica y
ble. Irrespons~ble significa incapaz de dar cuentas de algo. c?nversac10nes compartidas en la ep1stemología. ~l relati-
Hay un prem10 par~ el establecuniento de la capacidad de vismo es una manera de no estar en ningún sitio mientras se
ve~ desde l~ pen~ena y desde las profundidades. Pero aquí pretende igualmente estar en todas partes. La «igualdad»
e::'1~~e el seno pehgro de romantizar y/o de apropiarse de la ..' del posicionamiento es una negación de responsabilidad y
v1s1on de los !?~nos pod~rosos al mismo tiempo que se mira de búsqueda critica. El relativismo es el perfecto espejo ge-
desde sus pos1c10nes. ~rrar desde abajo no se aprende fácil- melo de la totalización en las ideologías de la objetividad.
mente y tampoco deja de acarrear problemas incluso si Ambos niegan las apuestas en la localización, en la encarna-
«~osotras» habitam?s ~<naturalmente» el gran te~eno subte- ción y en la perspectiva parcial, ambos impiden ver bien. El
rraneo de los conocmuentos subyugados. Las posiciones de $ relativismo y la totalización son ambos «trucos divinos»
fefd~r~=er~~ :f~m-iiet~e~a~saee~u .!º~~it~~tX1s1t~
los subyugados no están exentas de re-examen critico de i.i \ 1
de~odificación, de deconstrucción ni de interpretació~, es
~ecir, .de l.~s do~. modos hermenéuticos y semiológicos de
mvestlgac1?~ cntlca: Los puntos de vista de los subyugados
=~lHtiÉir~:~¡~ie~~~~~b~l~=
vas parciales donde se encuentra la posibilidad de una bús-
no son pos1c~on~s. «n~ocentes». Al contrario, son preferidos
porque ~~ pnnc1~10 tie~en menos posibilidades de permitir queda objetiva, sostenida y racional.
l~ n~gac10n del nucleo mterpretativo y critico de todo cono- Por lo tanto yo, con otras muchas feministas, quiero lu-
cim1e~~o. Comp~enden los modos de negación mediante la char por una doctrina y una práctica de la objetividad que
repres1on, el olvido y los actos de desaparición, todos ellos favorezca la contestación, la deconstrucción, la construc-
maneras de no estar en ninguna parte mientras se afirma ver ción apasionada, las conexiones entrelazadas y que trate de
de ma!l~r~ comprensiva. Los subyugados tienen una decen- ~sformar los sistemas del conocimiento y las maneras de
te pos1b1hdad de estar del lado del truco de los dioses y de ffilfar. Pero no podrá lograrlo cualquier perspectiva parcial.
to~as ~us deslumbrantes -y, por lo tanto, cegadoras- ilu- Debemos ser hostiles a los relativismos fáciles y a los holis-
ffilnac1ones. Los puntos de vista «subyugados» son preferi- mos construidos a base de destacar y subsumir las partes. La
dos porque parecen prometer versiones transformadoras «imparcialidad apasionada» (Kuhn, 1982) requiere más que
más adecuadas, sustentadas y objetivas del mundo. Pero una parcialidad asumida y autocritica. Debemos asimismo
cómo mirar ~e~de abajo es un problema que requiere al me- buscar la perspectiva desde puntos de vista que nunca cono-
nos ~~ pencia con. l~,s cuerpos y con el lenguaje, con las ceremos de antemano, que prometen algo extraordinario, es
~ed1ac10nes de la v1s1on, como las «más altas» visualiza- decir, el poderoso conocimiento para construir mundos me-
c10nes técnico-científicas. nos organizados en tomo a ejes de dominación. Desde este
Una posición privilegiada como ésta es tan hostil a va- punto de vista, la categoría no marcada desaparecería de
328 329
- · ·---- ----·- -

verdad, lo cual es muy diferente de la simple repetición de A esta duda generativa, prefiero llamarla apertura de suje-
un acto que desaparece. Lo imaginario y lo racional -la vi- tos, de agentes y de J!Ptgpios narrativos no isomórficos,
sión visionaria y objetiva- rondan juntos. Creo que el de- inimaginable desde ~ntajoso ~el ojo .ciclópeo y ~u­
seo de Harding de una ciencia del sucesor y de sensibilida- tosatisfecho del sujeto dommante. El OJO occidental ha sido
des postmodernas debe ser leído para afinnar que este toque sobre todo un ojo vagabundo, una lente viajera. Estas pere-
cercano del elemento fantástico de esperanza en el conoci- grinaciones han sido a veces violenta~ e insistentes en. e~pe­
miento transformador y en la severa verificación y el estímu- jos para un yo conquistado~,, pero no sie~pre. Las fennrustas
lo de la búsqueda crítica sostenida, son conjuntamente la occidentales heredan tambien una capacidad para aprender a
base de cualquier pretensión creíble de objetividad o de ra- participar en la nueva visualización de mundos puestos patas
cionalidad, no cargada de negaciones desalentadoras y de re- arriba en los ataques transformadores contra los pun~os
presiones. desalentadoras. Resulta incluso posible leer la his- de vista de los amos. No todo hay que hacerlo desde el pnn-
toria de las revoluciones científicas en los términos de esta cipio. .
doctrina feminista de la racionalidad y de la objetividad. La El yo dividido y contradictorio es el que puede interro-
ciencia ha sido utópica y visionaria desde el principio, y ésa gar los posicionamentos y ser tenido como respo~ble, el
es una de las razones por la que «nosotras» la necesitamos. que puede construir y unirse a con~ersacio~es i:a~ional~s .e
El firme compromiso de los posicionamientos móviles imaginaciones fantásticas que ~~bi.en la histona : La divi- 1¡
I'
y de las desvinculaciones apasionadas depende de la impo- sión el no ser es la imagen pnvilegiada de las epistemolo- ¡:
gías feminis~ del conocimiento científico. La «división», en
1

sibilidad de la política inocente de la «identidad» y de las ;¡i:¡


epistemologías como estrategias que buscan ver desde los este contexto debería tratar de multiplicidades heterogéneas
puntos de vista de los subyugados para poder ver bien. Una que son sim~ltáneamente necesarias e incapaces de ser api- :i¡¡·
¡.
no puede «sem una célula o una molécula -o una mujer, o ñadas en niveles isomórficos de listas acwnulativas. Esta 1¡
una persona colonizada o una trabajadora, etc.- si trata de geometría se encuentra dentro y entre los sujetos. La topo- J¡
1.
ver y de ver críticamente desde estas posiciones. «Sern es grafia de la subjetividad es multid~ensional, y también la 11
mucho más problemático y contingente. Asimismo, una no visión. El yo que conoce es parcial en todas sus facetas, !I
se puede situar de nuevo en ningún puesto ventajoso sin ser nunca terminado, total, no se encuentra simplemente ahí y
responsable de ese desplazamiento. La visión es siempre ¡;li

una cuestión del «poder de vern y, quizás, de la violencia 9 Joan Scott me recordó que Teresa de Lauretis (1986a, págs. 14-15) !lI·
implícita en nuestras prácticas visualizadoras. ¿Con la san- lo dice así: ",¡
1'

gre de quién se crearon mis ojos? Estos temas se aplican


también al testimonio desde la posición del «yo». No esta- Las diferencias entre las mujeres pueden ser mejor com-
prendidas como diferencias dentro d~ la.s mujeres ... Pero ~
mos presentes de inmediato para nosotras mismas. El cono- vez comprendidas en su poder consntu~vo -una ve~ sa~1do
cimiento de una misma requiere una tecnología semiótica que estas diferencias no solamente constituyen la conc1enc1a y
que enlace los significados con los cuerpos. La autoidenti- los límites subjetivos de cada mujer, ~~~ que definen el suj~to
dad es un mal sistema visual. La fusión es una mala estrate- femenino del feminismo en .su espe~1~1c1dad, en su ~ontr~c­
gia de posicionamiento. Los muchachos de las ciencias hu- ción inherente y, por ahora, rrreconc1hable- estas difer~nc1~,
por lo tanto, no pueden de nuevo ser colapsadas en una 1.dent1-
manas han denominado «la muerte del sujeto» a esta duda dad fija, en una igualdad de todas las mujeres. como Mujer, en
de la presencia de uno mismo, a este punto ordenador de la una representación del Feminismo como una imagen coheren-
voluntad y de la conciencia, lo cual a nú me parece extraño. te y asequible.
330 331
en estado original/ Está siempre construido y remendado de discursos filosóficos y científicos occidentales! Ocupar un
manera imperfecta y, por lo tanto, es capaz d,e,._unirse a otro, lugar implica responsabilidad en nuestras prácticas. Sigue a
de ver junto al otro sin pretender ser el otro.lEsta es la pro- aquello que da base a b•ff- ltS>políticas y ~ti~as por l~s de-
mesa de la objetividad: un conocedor científico busca lapo- bates sobre lo que será considerado conocnruento rac10nal,
sición del sujeto no de la identidad, sino de la objetividad, es
decir, de la conexión parcial. No hay manera de «estarn si- . es decir, querámoslo o no, lo que da base a las luchas políti-
cas y éticas sobre los proyectos del conocimiento en las
:,
multáneamente en todas, o totalmente en algunas de las po- 1 i' ciencias exactas, naturales, sociales y humanas. En otras pa-
siciones privilegiadas (subyugaill!s.) estructuradas por el gé- I~

1
labras, la racionalidad es sencillamente imposible, una ilu-
nero, la raza, la nación y la clase.JY ésta es sólo una corta sión óptica proyectada de manera comprensiva desde ningu-
lista de posiciones críticas. La búsqueda de una posición h na parte. Las historias de la ciencia pueden ser poderosa-
«llena» y total como ésta es la del perfecto sujeto fetichiz.a- mente contadas como historias de las tecnologías, las cuales
do de la historia opositiva que a veces aparece en la teoría son formas de vivir, órdenes sociales, prácticas de visualiza-
feminista como la esencializada Mujer del Tercer Mundo ción: las tecnologías son prácticas habilidosas. ¿Cómo ver?
(Mohanty, 1984Y. La subyugación no es una base para una ¿Desde dónde ver? ¿Qué limita la visión? ¿Para qué mirar?
ontología. Podría ser una clave visual. La visión requiere I1: ¿Con quién ser? ¿Quién logra tener más de un punto de vis-
instrumentos visuales; una óptica es una política del posi- \ ta? ¿A quién se ciega? ¿Quién se tapa los ojos? ¿Quién in-
cionamiento. Los instrumentos de visión hacen de interme- terpreta el campo visual? ¿Qué otros poderes sensoriales
diarios entre puntos de vista. No existe visión inmediata deseamos cultivar además de la visión? El discurso moral y
desde los puntos de vista de los subyugados.fÍa identidad, político debería ser el paradigma del discurso racional en la
incluida la autoidentidad, no produce ciencia. El posiciona- imaginería y en las tecnologías de la visión. La afirmación,
miento crítico sí, es decir, la objetividad Sólo aquellos que o la observación, que hace Sandra Harding de que los movi-
ocupan posiciones de dominación son autoidénticos, no mar- mientos de la revolución social han contribuido grandemen-
cados, ~s-encamados, no mediados, trascendentes, nacidos te a las mejoras de la ciencia, debería ser leída como una
de nueva1 Desafortunadamente, es posible para el subyugado afirmación sobre las consecuencias para el conocimiento de
desear e incluso introducirse en esa posición del sujeto y, lue- las nuevas tecnologías del posicionamiento. Pero me hubie-
go, desaparecer de la vista. El conocimiento desde el punto de se gustado que Harding dedicara más tiempo a recordar que
vista del no marcado es verdaderamente fantástico, distorsio- las revoluciones sociales y científicas, incluso si siempre
nado y también irracional. La única posición desde la cual la han sido visionarias, no siempre han sido libertadoras. Qui-
objetividad no podría ser practicada ni alabada es el punto de zás esta idea pudiera ser aprehendida en otra frase: la cues-
vista del amo, del Hombre, del Dios Uno, cuyo Ojo produce, tión de la ciencia en lo militar. Las luchas sobre lo que será
se apropia y ordena todas las diferencias. Nadie acusó nunca considerado como versiones racionales del mundo son lu-
a Dios de monoteísmo de la objetividad, solamente de indi- chas sobre cómo ver. Los ténninos de la visión: la cuestión
ferencia. El truco divino es autoidéntico y lo hemos confun- de la ciencia en el colonialismo; la cuestión de la ciencia en
dido con la creatividad y el conocimiento, incluso con la el extemúnismo (Sofoulis, 1988); la cuestión de la ciencia
omnisciencia. en el feminismo.
Ocupar un lugar es, por lo tanto, la práctica clave que da El fin de los ataques políticamente comprometidos con-
base al conocimiento organizado en tomo a la imaginería de tra los varios empiricismos, reduccionismos u otras versio-
la visión, de la misma manera que están organizados tantos nes de la autoridad científica no debería ser el relativismo,
332 333
sino la situación. Un esquema dicotómico que expresara te~ objetividad no puede tratar de una visión fija cuando
esto podría ser de la siguiente manera: lo que cuenta co~o.- ~ecisamente de lo que termi-
na por versar la bis · , mundo.
racionalidad universal etnofilosofias ¿Cómo debería una situarse para ver en esta situación de
lenguaje común heteroglosia tensiones, de resonancias, de transformaciones, de resisten-
nuevo sistema deconstrucción t cias y de complicidades? Aquí, la visión primate no es in-
teoria unificada de campos posicionamiento opositivo 1
mediatamente una poderosa metáfora o una tecnología para
sistema mundial conocimientos locales 1
¡ la clarificación política y epistemológica feminista, puesto
teoria del amo relaciones interconectadas ¡ que parece presentar a la conciencia temas ya procesados y
objetificados. Las cosas parecen ya fijas y distanciadas.
Pero un esquema dicotómico representa pobremente de Pero la metáfora visual le permite a una ir más allá de las
manera crítica las posiciones de la objetividad encarnada apariencias fijas, que son únicamente los productos finales.
que yo trato de apuntar. La principal distorsión consiste en La metáfora nos invita a investigar los variados aparatos de
la ilusión de simetría que hace que cada posición aparezca, la producción visual, incluidas las tecnologías protésicas co-
primero, como alternativa y, segundo, como mutuamente nectadas con nuestros ojos y cerebros biológicos. Y aquí en-
excluyente. Un mapa de tensiones y de resonancias entre los contramos maquinarias altamente especializadas para pro-
fines fijos de una dicotomía cargada representa mejor las cesar regiones del espectro electromagnético en nuestras re-
poderosas políticas y epistemologías de la objetividad en- presentaciones del mundo. Es en los entresijos de estas tec-
carnada y, por eso mismo, responsable. Por ejemplo, los co- nologías de la visualización en que estamos inmersas donde
nocimientos locales han estado también en tensión con las encontraremos metáforas y medios para comprender e inter-
estructuraciones productivas que fuerzan traducciones desi- venir en los modelos de objetificación dentro del mundo, es
guales e intercambios -materiales y semióticos--- entre las decir, en los modelos de realidad de los que seremos respon-
marañas de conocimiento y de poder. Las marañas pueden sables. En tales metáforas encontramos medios para apre-
tener la propiedad de la sistematicidad o, incluso, de los sis- ciar simultáneamente lo concreto, el aspecto «real» y el de
temas globales estructurados centralmente con profundos la semiosis, y la producción en eso que llamamos conoci-
filamentos y tenaces zarcillos incrustados en el tiempo, el miento científico.
espacio y la conciencia, las dimensiones de la historia de] [Jicho a favor de políticas y de epistemologías de la lo-
mundo. La responsabilidad feminista requiere un conoci- calización, del posicionamiento y de la situación, en las que
miento afinado con la resonancia, no con la dicotomía. El la parcialidad y no la universalidad es la condición para que
género es un campo de diferencia estructurada y estructu- sean oídas las pretensiones de lograr un conocimiento racio-
rante, donde los tonos de extrema localización, del cuerpo nal. Se trata de pretensiones sobre las vidas de la gente, de
íntimamente personal e individualizado, vibran en el mismo la visión desde un cuerpo, siempre un cuerpo complejo,
campo con emisiones globales de alta tensión. La encama- contradictorio, estructurante y estructurado, contra la vi~ión
ción feminista, por lo tanto, no trata de una localización fija desde arriba, desde ninguna parte, desde la simpleza) Uni-
en un cuerpo reificado, femenino o de otra manera, sino de camente está prohibido el truco divino. He aquí un criterio
nudos en campos, inflexiones y orientaciones y de respon- para decidir la cuestión de la ciencia en el militarismo, la
sabilidad por la diferencia en campos material-semióticos ciencia y tecnología soñadas por el lenguaje perfecto, la co-
de significados. La encarnación es una prótesis significan- municación perfecta, el orden final.
334 335
El feminismo ama otra ciencia: las ciencias y las políti- tiva, critica y parcial. 'He aquí un terreno para la conversa-
cas de la interpretación, de la traducción, del tartamudeo y ción, para la racionalidad y la objetividad, que sea sensible
de lo parcialmente comprendido. El feminismo trata de las al poder, no pl~ tmta ni siquiera de los dibujos
ciencias del sujeto múltiple con (como mínimo) doble vi- míticos de la flsicayaelás matemáticas -incorrectamente
sión. El feminismo trata de una visión critica consecuente caricaturizados en la ideología anticientífica como exactos,
con un posicionamiento critico en el espacio social generi- como conocimientos super simples- que han representado
zado no homogéneo 10 . La traducción es siempre interpreta- al otro hostil para con los modelos paradigmáticos feminis-
tas del conocimiento científico, sino de los sueños de lo per-
10
fectamente conocido en los permanentemente militarizados
Harding (1986, pág. 18) sugirió que el género tiene tres dimen- posicionamientos y producciones científicas de la alta tec-
siones, cada una de las cuales históricamente específica: el simbolismo
genérico, la división socio-sexual del trabajo y los procesos de construc- nología, en los trucos divinos del paradigma de la Guerra
ción de la identidad individual generizada. Yo agrandaría su visión para de las Galaxias del conocimiento racional. Por lo tanto, la
señaJar que no hay razón para esperar que estas tres dimensiones varíen localización trata de vulnerabilidad y se opone a las políti-
o sean determinadas entre sí, al menos no directamente. Es decir, puede cas de clausura, de finalidad o, tomando prestadas palabras
que las diferencias muy agudas entre ténn:inos contrastantes en el sim- de Althusser, la objetividad feminista resiste la «simplifica-
bolismo genérico no se relacionen directamente con divisiones socio-se-
xuales muy claras del poder socia] o laboral, pero sí que se relacionen
íntimamente con una estratificación raciaJ extrema o con cualquier otra ticamente entre sí. Dentro de cada término expreso o explícito pueden
cosa. De manera similar, los procesos de formación de sujetos sexuados excavarse otros desdoblamientos asimétricos, como desde género, mas-
pueden no estar directamente iluminados por el conocimiento de la di- culino a femenino, y desde ciencia, ciencias puras y ciencias aplicadas.
visión sexual del trabajo o del simbolismo del género en la situación his- Se trata de que recordemos cómo funciona una herramienta analítica
tórica particular que esté bajo examen. Por otro lado, deberíamos supo- particular, quiera o no quiera, lo pretenda o no. El esquema refleja los
ner la existencia de relaciones mediadas entre las dimensiones. Las me- aspectos ideológicos comunes del discurso sobre la ciencia y el género
diaciones pueden girar en diferentes ejes sociaJes de organización de y puede ser de provecho como herramienta analítica para romper unida-
símbolos, de práctica y de identidad, taJes como la raza, y viceversa. Yo des mistificadas como la Ciencia o la Mujer.
sugeriría también que la ciencia, así como el género y la raza, podrían
ser divididos en un esquema múltiple de simbolismo, de práctica socia] Género Ciencia
y de posición del sujeto. Surgen más de tres dimensiones cuando se tra-
zan paraJelismo. Las diferentes dimensiones de, por ejemplo, el género, sistema simbólico sistema simbólico
la raza y la ciencia podrían mediar relaciones entre dimensiones de un división social del trabajo división social del trabajo
esquema paraJelo, es decir, las divisiones raciales del trabajo podrían (por sexo, raza, etc.) (por hechura, lógica industrial o
mediar los patrones de conexión entre conexiones simbólicas y fonna- postindustrial)
ción de las posiciones del sujeto individua] en los esquemas de la cien- identidad individual/posición del identidad individual/posición del
cia o del género. O fonnaciones de subjetividad genérica o racial po- sujeto sujeto
drían mediar las relaciones entre la división social científica del trabajo (deseante/deseado; (conocedor/conocido;
y los esquemas simbólicos científicos. El esquema que sigue comienza autónomo/relacionado) científico/otro)
con un análisis por disecciones paralelas. En él (¿y en la realidad?), tan- cultura material cultura material
to el género como la ciencia son analíticamente asimétricos, por ejem- (parafernalia genérica y tecnologías (laboratorios: los estrechos caminos
plo, cada ténnino contiene y oscurece una pareja binaria estructurada je- diarias genéricas: los estrechos ca- por donde avanzan los hechos)
rarquizante, sexo/género y naturaleza/ciencia. Cada pareja binaria orde- minos por los que avanza la dife-
na el término silencioso mediante una lógica de la apropiación, como de rencia sexuaJ)
recurso a producto, de naturaleza a cultura, de potencial a actual. Am- diaJéctica de la construcción y del dialéctica de la construcción y del
bos polos de la pareja binaria están construidos y se estructuran diaJéc- descubrimiento descubrimiento
336 337

j
ción en última instancia>>. Esto se debe a que la encarnación tada.JNo buscamos la parcialidad porque sí, sino por las co-
feminista se opone a la fijación y ~s .insaci~bleme!lte c~o­ nex10nes y aperturas inesperadas que los conocimientos si-
sa a propósito de las redes del ~osicionarruento diferencial. tuados hacen posibhtlil. tica manera de encontrar una vi-
1

(
1

La posición feminista ~o es ~ca, porque nuestro~ mapa~ sión más amplia es estar en algún sitio en particular. La
requieren demasiadas dimensiones pa:a que esa me~fora de cuestión de la ciencia en el feminismo trata de la objetividad
base a nuestras visiones. Pero la finalidad de una epistemo- como racionalidad posicionada. Sus imágenes no son el
logía y una política de los posicionamientos responsables y producto de la huida y de la trascendencia de los límites de
comprometidos que buscan las teóricas del punto de vist;a la visión desde arriba, sino la conjunción de visiones parcia-
feminista sigue siendo eminentemente poderosa. La fi~ah­ les y voces titubeantes en una posición de sujeto colectivo
dad es que }1.ayª_m~or~siQ.nes del ~, es dectr, la que prometa una visión de las maneras de lograr una conti-
<~a>>. nua encarnación finita, de vivir dentro de límites y contra-
Por encima de todo, el conocimiento racional no preten- dicciones, de visiones desde algún lugar.
de dejar de ser comprometido: situarse desde to~s partes y,
por lo tanto, desde ningún lugar, liberarse de la mtefJ?reta-
ción, de ser representado, ser totalmente autocontemdo o ÜBJETOS COMO ACTORES:
formalizable. El conocimiento racional es un proceso de EL APARATO DE LA PRODUCCIÓN CORPORAL
continua interpretación critica entre ~<c~pos» d~ intérpre-
tes y de descodificadores. lÉL,co~ocimiento racional es la A través de esta reflexión a propósito de la «objetivi-
conversación sensible al poder{K.ing, 1987a): dad», me he negado a resolver las ambigüedades que con-
lleva el referirse a la ciencia sin diferenciar su extraordina-
conocinúento: comunidad:: conocinúento:poder rio abanico de contextos. A través de su insistente ambigüe-
hermenéutica: semiología:: interpretación critica: códigos. dad, he puesto al descubierto un campo de temas comunes a
las ciencias exactas, fisicas, naturales, sociales, políticas,
Descodificación y transcodificación más traducción y biológicas y humanas, y he ligado ese mundo heterogéneo
critica. Todas son necesarias para que la ciencia se convier- de producción institucionalizada del conocimiento, acadé-
ta en el modelo paradigmático no de lo cerrado, sino de lo mica y también industrial (por ejemplo, en la publicidad, en
que es contestable y contestado, para que sea el mito no de el mercado de armas y en el de productos farmacéuticos), a
lo que escapa a la capacidad y a la responsabili~d humanas un concepto de la ciencia que insista en su capacidad para
en el terreno que está por encima de la lucha,. sm? de la res- las luchas ideológicas. Pero, en parte para dar juego a las es-
ponsabilidad en las traducciones y en las soh~da~es que pecificidades y a los enormemente permeables límites de
enlazan las visiones cacofónicas y las voces visionarias que los significados en el discurso sobre la ciencia, quisiera su-
caracterizan los conocimientos de los subyugados. Un des- gerir una solución para una ambigüedad. A través del terre-
doblamiento de los sentidos, una confusión de voz y visión, no de los significados que constituyen la ciencia, una de las
en vez de ideas claras y diferenciadas, se convierte en la me- cosas comunes trata del modelo de cualquier objeto del co-
táfora para el terreno de lo racional.(}fo buscamos l~ reglas nocimiento y de las pretensiones relacionadas con él a pro-
conocidas del falogocentrismo (que son la nostalgia de. un pósito de la fiabilidad de nuestras versiones a un «mundo
Mundo único y verdadero) ni la visión des-encarnada, sm? real», sea cual sea su mediación con nosotros y sin tener en
las que están regidas por la visión parcial y por la voz limi- cuenta lo complejos y contradictorios que puedan ser esos
338 339
mundos. Las feministas y otros que han sido muy activos para ser apropiado, en el que un objeto del conocimiento no
como críticos de las ciencias, de sus pretensiones y de sus es más que materi~~~'·:poder seminal -el acto- del
ideologías asociadas, se han separado de las doctrinas de la que conoce. Aquí, el~ garantiza y refresca el poder del
objetividad científica en parte a causa de la sospecha de que conocedor, pero a cualquier estatus como agente en la pro-
un «objeto» del conocimiento es una cosa pasiva e inerte. ducción del conocimiento debe negársele el objeto. En bre-
Descripciones de tales objetos pueden parecer, o bien apro- ve, el mundo debe ser objetificado como cosa, no como
piaciones de un mundo determinado y fijo, reducido a re- agente. ~ebe ser la materia para la autoformación del único
curso para los proyectos instrumentalistas de las destructi- ser social en la producción del conocimiento, el conocedor
vas sociedades occidentales, o bien máscaras de intereses, humano. Zoe Sofoulis ( 1988) identificó la estructura de este
generalmente dominantes. modo de conocer en la ciencia tecnológica como «recur-
Por ejemplo, el «sexo» como objeto del conocimiento sarn, el segundo nacimiento del Hombre mediante la homo-
biológico aparece normalmente bajo la forma de determi- geneización de todo el cuerpo del mundo como un recurso
nismo biológico, amenazando el frágil espacio del construc- para sus perversos proyectos.('ía naturaleza es sólo la mate-
cionismo social y de la teoría crítica, con sus posibilidades ria prima de la cultura, apropiada, reservada, esclavizada,
acompañantes de intervención activa y transformadora, exaltada o hecha flexible para su utilización por parte de la
puestas a punto por conceptos feministas del género como cultura en la lógica del colonialismo capitalista.1'De manera
diferencia social, histórica y semióticamente situada. Y, sin similar, ~~s únic~ente la mawria .del&cto_delgéne-
embargo, el hecho de perder la versión biológica autoritaria IQ...La lógica produccionista parece inevitable en las tradi-
del sexo, que pone en marcha tensiones productivas a causa ciones binarias occidentales. A esta lógica narrativa analíti-
de su pareja binaria -el género-, parece ser mucho per- ca e histórica se debe nú nerviosismo sobre la distinción del
der, parece ser perder no sólo poder analítico dentro de una sexo/género en la historia reciente de la teoría feminista. El
tradición occidental, sino el propio cuerpo, que no es sino sexo es «convertido en recurso» para su re-presentación
una página en blanco para inscripciones sociales, incluidas como género, que «nosotras» podemos controlar. Ha pareci-
las del discurso biológico. El núsmo problema de pérdida do prácticamente imposible evitar la trampa de una lógica
atañe a la «reducción» radical de los objetos de la física o de apropiacionista de dominación construida dentro de la pare-
cualquier otra ciencia para los asuntos eflilleros de la pro- ja binaria naturaleza/cultura y de su linaje generativo, inclu-
ducción discursiva y de la construcción social 11 • yendo la distinción sexo/género.
Pero la dificultad y la pérdida no son necesarias. Deri- Parece claro que versiones feministas de la objetividad y
van en parte de la tradición analítica que tanto debe a Aris- de la encamación -es decir, de un mundo- tales como las
tóteles y a la historia transformadora del «patriarcado capi- que han sido esquematizadas en este capítulo requieren una
talista blanco» (¿de qué otra manera podríamos llamar a esa maniobra decepcionantemente sencilla dentro de las here-
Cosa escandalosa?), que transforma todo en un recurso apto dadas tradiciones analíticas occidentales, una maniobra ini-
ciada en la dialéctica, pero que no llega a efectuar las nece-
11
sarias revisiones. Los conocimientos situados requieren que
Evelyn Keller (1987) insiste sobre las importantes posibilidades el objeto del conocimiento sea representado como un actor
que se abren con la construcción de la intersección entre sexo y género,
por un lado, y naturaleza y ciencia por el otro. Insiste asimismo en la ne- y como un agente, no como una pantalla o un terreno o un
cesidad de mantener alguna base no discursiva en el «sexo» y en la «na- recurso, nunca como esclavo del amo que cierra la dialécti-
turaleza», quizás lo que yo llamo «cuerpo» y «mundo». ca en su autoría del conocimiento «objetivo». El tema está
340 341
paradigmáticamente claro en los enfoques crític'?s de las Quizás hayan sido las ecofeministas quienes más han insis-
ciencias humanas y sociales, en las que la actuación de la tido en una vers~ como sujeto activo, no como
gente estudiada transforma todo el proyecto de producción recurso p~a ser~~ apropiado en proyectos burgue-
de teoría social. Más aun, llegar a un arreglo con la actua- ses, marxistas o mascuh.mstas. Reconocer la intervención
ción de los «objetos» estudiados es la única manera de evi- del mundo en el conocimiento deja espacio para otras posi-
tar un grave error y un falso conocimiento en las ciencias. bilidades, que incluyen un sentido del independiente sentido
Pero lo mismo debe aplicarse a los otros proyectos del cono- del humor del mundo. Tal sentido del humor no resulta con-
cimiento llamados ciencias. Un corolario de la insistencia fortable para los humanistas y para los que se dedican al
con que la ética y la política, abierta o encubiertamente, pro- mundo como un recurso. Existen imágenes muy evocadoras
porcionan las bases de la objetividad en las ciencias como de las visualizaciones del mundo como un agente irónico.
un todo heterogéneo, y no sólo en las ciencias sociales, es el No es necesario que nos detengamos en la de la madre pri-
hecho de dar el carácter de agente/actor a los «objetos» del maria que se resiste a ser considerada un recurso.IEl Coyote
mundo. Los actores aparecen bajo muchas y muy maravillo- o el Correcaminos, encarnados en relatos de los indios del
sas formas. Las versiones de un mundo «real» no dependen, sudoeste de los Estados Unidos, sugiere nuestra situación
por lo tanto, de una lógica de «descubrimiento», sino de una cuando abandonamos la destreza pero conservamos la bús-
relación social de «conversacióm> cargada de poder. El queda de la fidelidad, a sabiendas de que seremos burlados.
mundo no habla ni desaparece a favor de un amo descodifi- Creo que éstos son mitos útiles para los científicos que po-
cador. Los códigos del mundo no están quietos, a la espera drían ser aliados nuestros. La objetividad feminista permite
de ser leídos. El mundo no es materia prima para la huma- ·I las sorpresas y las ironías en el meollo de toda producción
nización. Los ataques contra el humanismo, otra rama del del conocimiento. No estamos al cuidado del mundo, sola-
discurso de la <<muerte del sujeto», han aclarado bien este mente vivimos aquí y tratamos de entablar conversaciones
punto. En sentido crítico, esto está crudamente insinuado no inocentes por medio de nuestros aparatos protésicos, que
por la torpe categoría de lo social o de la intervención, el incluyen nuestras tecnologías de visualización. No resulta
mundo encontrado en los proyectos del conocimiento es una extraño que la ciencia ficción haya sido una práctica de es-
entidad activa. Mientras que una versión científica ha sido critura tan rica en la reciente te01fa feminista. Yo quisiera
capaz de encaminar esta dimensión del mundo como objeto ver a la temia feminista como un discurso reinventado del
del conocimiento, el conocimiento fidedigno puede ser Coyote dedicado a las fuentes que le permiten su existencia
imaginado y puede reclamarnos algo. Pero ninguna doctrina mediante muchas versiones heterogéneas del mundo.
de la representación o ninguna descodificación o ningún Otra rica práctica feminista en la ciencia durante las dos
descubrimiento garantiza nada. El enfoque que yo reco- últimas décadas ilustra particularmente bien la «activacióm>
miendo no es una versión del «realismo», que ha demostra- de las anteriormente pasivas categorías de objetos de cono-
do ser una manera bastante pobre de ocuparse de la inter- cimiento. La activación problematiza permanentemente las
vención activa del mundo. distinciones binarias como el sexo y el género, pero sin eli-
Mi maniobra, sencilla y puede que ingenua, no es, por minar su utilidad estratégica. Me refiero a las reconstruccio-
supuesto, nueva en la filosofía occidental, pero tiene un ses- nes en primatología, en general, pero no exclusivamente, a
go feminista especial en relación con la cuestión científica la práctica de las mujeres como primatólogas, biólogas evo-
en el feminismo y con las cuestiones asociadas del género lucionistas y ecologistas del comportamiento, de lo que
como diferencia situada y de la encarnación de la mujer. puede considerarse sexo, especialmente sexo femenino en
342 343
las versiones científicas (Haraway, l 989b). El cuerpo, el ob- mujeres con las tecnologías de la escritura (King, l 987b).
jeto del discurso biológico, se convi~rt.e en u_n ~e~ muy Yo quisiera adaptar su trabajo para comprender la genera-
atractivo. Las pretensiones del deterrmmsmo b10logico ya ción -la producción ~MlflüJUl !Cción actuales- de cuerpos
nunca serán igual que antes. Cuando el «sexo» de la muJer y de otros objetos de valor en los proyectos científicos del
ha sido tan extensamente re-teorizado y re-visualizado que conocimiento. A primera vista, existe una limitación en el
emerge como algo ~distinguible de l,a «mente»_, es q_ue algo esquema de King, inherente a la «elaborabilidad» del dis-
básico les ha sucedido a las categonas de la biologia. A la curso biológico, algo que no posee el discurso literario en
hembra biológica que puebla las versiones actuales del sus pretensiones de conocimiento. ¿Son «producidos» o
comportamiento biológico no le quedan.prácticamente pro- «generados» los cuerpos biológicos de la misma manera
piedades pasivas. Es estructurante y activa en todos los as- que los poemas? Desde los inicios del romanticismo en el
pectos, el «cuerpo» es un agente, no un !ecw:so. La diferen- siglo XIX, muchos poetas y biólogos han creído que la poe-
cia es teorizada biológi.camente como situacmnal, no como sía y los organismos son hermanos. Frankenstein puede ser
intrínseca a todos los niveles, desde el gen al modelo forra- leído como una meditación de esta propuesta. Yo sigo creyen-
jero, cambiando de manera fundamental la política biológi- do en ella, de una manera postmoderna y no romántica. Qui-
ca del cuerpo. Las relaciones entre sexo y genero han de ser siera traducir las dimensiones ideológicas de la «facticidad>> y
reformadas categóricamente dentro de estos marcos de co- de «lo orgánico» en una incómoda entidad llamada «actor
nocimiento. Quisiera sugerir esta tendencia de las estrate- material semiótico». Este abultado término trata de poner de
gias explicativas en biología como UI_lª ~l~goría de.i~terven­ manifiesto el objeto del conocimiento como un eje activo,
ciones fieles a los proyectos de obJetiv1dad fenurusta. La generador de significados del aparato de produ?ci?n corpo-
cuestión no es que estos nuevos retratos de la mujer biológi- ral, sin implicar de ninguna manera la presencia mmediata
ca sean simplemente verdaderos o no aptos para la contes~­ de tales objetos o, lo que es lo mismo, su determinación fi-
ción y para la conversación, al contrario. Pero hacen surgir nal o única de lo que puede ser considerado como objeto del
el conocimiento como conversación situada en cada uno de conocimiento en un momento particular histórico. Al igual
los niveles de su articulación. La frontera entre animal y hu- que los objetos de King llamados <<poemas», que son luga-
mano es uno de los desafios de esta alegoría, así como lo es res de producción literaria donde el lenguaje es también un
la que existe entre máquina y organismo. , . ,. actor independiente de intenciones y de autores, los cuerpos
Por lo tanto, voy a terminar con una categona fmal util como objetos de conocimiento son nudos generativos mate-
para una teoría feminista de los conocimientos situados: el riales y semióticos. Susfronteras se materializan en interac-
aparato de la producción corpo~al. En su anál~sis d~ la prc;r ción social. Las fronteras son establecidas según prácticas
ducción del poema como un objeto de valor hterano, Kat1e roturadoras. Los objetos no existen antes de ser creados, son
King ofrece herramientas q:ue. c~arific~ asunt?s en lo,s d~­ proyectos de frontera. Pero las fronter~s cambi~ ~esde den-
bates feministas sobre la objetividad. King sugiere el terrm- tro, son muy engañosas. Lo que contienen prov1s1onalmen-
no «aparato de producción literaria» para poner ~e mani- te permanece siendo generativo, productor de significa~o~ y
fiesto el surgimiento de lo que toma cuerpo como literatura de cuerpos. Implantar (y ver) fronteras es una practica
en la intersección de arte, negocios y tecnología. El aparato arriesgada. . .
de producción literaria es la matriz de la que nace la «litera- La objetividad no busca abandonar el comproIDiso, smo
tura». Centrándose en el poderoso objeto de valor llamado la estructuración mútua y habitualmente desigual, el arries-
«poema», King aplica su marco analítico a la relación de las garse en un mundo donde <<nosotras» somos permanente-
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345
mente mortales, es decir, donde nunca poseemos el control
«final». No tenemos ideas claras y bien establecidas. Los
varios cuerpos biológicos en liza emergen en la intersección
de la investigación biológica y de la escritura, de las prácti-
cas médicas o de otro tipo y de la tecnología, tales como las
visualizaciones tecnológicas señaladas como metáforas en
este capítulo. Pero asimismo invitada en este nudo de inter-
sección se halla la analogía de los lenguajes vivos que se
mezclan activamente en la producción del valor literario: el
Coyote y las encarnaciones proteicas de un mundo como
agente y actor irónico. Quizás el mundo se resiste a ser re-
ducido a mero recurso, porque no es ni madre, ni materia, ni
murmullo, sino un Coyote, una imagen para el siempre pro-
blemático y siempre poderoso enlace entre significados y
cuerpos. La encarnación feminista, las esperanzas feminis-
tas de parcialidad, de objetividad y de conocimientos situa-
dos se vuelven conversación y códigos en este poderoso
nudo en terrenos de cuerpos y significados posibles. Aquí es
donde la ciencia, la fantasía de la ciencia y la ciencia ficción
convergen en la cuestión de la objetividad del feminismo.
Quizás nuestros deseos de responsabilidad, de política, de
ecofeminismo, terminen por visualizar de nuevo el mundo
como un engañoso codificador con quien tenemos que
aprender a conversar.

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PAPERS DE LA FUNDACIÓ/88 PAPERS DE LA FUNDACIÓ/88

Este artículo defiende la tesis de que la relación entre marxismo y feminismo ha sido
siempre desigual en todas las formas que ha tomado hasta ahora. Aunque tanto el
método marxista como el análisis feminista son necesarios para comprender las
sociedades capitalistas y la posición de la mujer dentro de éstas, de hecho el
feminismo ha sido constantemente subordinado. Este artículo pone en tela de juicio la
labor tanto del marxismo como del feminismo radical en torno a la “cuestión de la
mujer” y mantiene que lo que hay que analizar es la combinación de patriarcado y
capitalismo. Espero que éste sea un artículo que suscite grandes polémicas.

El “matrimonio” entre marxismo y feminismo ha sido como el matrimonio según el


derecho consuetudinario inglés: marxismo y feminismo son una sola cosa, y esta
Un matrimonio mal avenido: hacia una unión más progresiva cosa es el marxismo1. Los recientes intentos de integrar marxismo y feminismo son
insatisfactorios para nosotras como feministas porque en ellos la lucha feminista
entre marxismo y feminismo. queda subsumida en la lucha “más amplia” contra el capital. Prosiguiendo con nuestro
símil, es preciso un matrimonio más saludable o el divorcio.
Heidi Hartmann
Las desigualdades en este matrimonio, como en la mayoría de los fenómenos
sociales, no son accidentales. Muchos marxistas suelen afirmar que, en el mejor de
los casos, el feminismo es menos importante que la lucha de clases y que, en el peor,
divide a la clase obrera. Esta postura política da lugar a un análisis en el que el
feminismo se absorbe en la lucha de clases. Además, el poder analítico del marxismo
con respecto al capital ha hecho que pasaran inadvertidas sus limitaciones con
respecto al sexismo. Aquí mantendremos que si bien el análisis marxista aporta una
visión esencial de la leyes del desarrollo histórico, y de las del capital en particular, las
categorías del marxismo son ciegas al sexo. Sólo un análisis específicamente
feminista revela el carácter sistemático de las relaciones entre hombre y mujer. Sin
embargo, el análisis feminista por sí solo es insuficiente, ya que es ciego a la historia y
no es lo bastante materialista. Hay que recurrir tanto al análisis marxista, y en
particular a su método histórico y materialista, como al análisis feminista, y en especial
a la identificación del patriarcado como estructura social e histórica, si se quiere
entender el desarrollo de las sociedades capitalistas occidentales y la difícil situación
de la mujer dentro de ellas. En este ensayo proponemos una nueva orientación para
el análisis feminista marxista.

En la primera parte de nuestro análisis se examinan varios enfoques marxistas a la


“cuestión de la mujer”. Luego nos centramos, en la segunda parte, en el trabajo de las
feministas radicales. Tras observar las limitaciones de las definiciones que da el
feminismo radical del patriarcado, ofrecemos las nuestras. En la tercera parte
tratamos de utilizar la fuerza tanto del marxismo como del feminismo para hacer
algunas sugerencias sobre el desarrollo de las sociedades capitalistas y sobre la
actual situación de la mujer. Intentamos utilizar la metodología marxista para analizar
los objetivos feministas, corrigiendo el desequilibrio de la reciente labor del feminismo
socialista y proponiendo un análisis más completo de nuestra actual formación
socioeconómica. Defendemos la tesis de que un análisis materialista demuestra que
el patriarcado no es simplemente una estructura psíquica, sino también social y
económica. Sugerimos que nuestra sociedad puede ser mejor comprendida si se
reconoce que está organizada sobre bases tanto capitalistas como patriarcales. Al
tiempo que indicamos las tensiones entre los intereses patriarcales y los capitalistas,

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PAPERS DE LA FUNDACIÓ/88
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mantenemos que la acumulación del capital se acomoda a la estructura social
patriarcal y contribuye a perpetuarla. Sugerimos en este contexto que la ideología igual. La mujer se haría económicamente independiente del hombre y participaría en
sexista ha asumido una forma peculiarmente capitalista en la actualidad, que ilustra pie de igualdad con él en la realización de la revolución proletaria. Tras la revolución,
una de las maneras en que las relaciones patriarcales tienden a apuntalar el cuando todos fueran trabajadores y la propiedad privada hubiera sido abolida, la mujer
capitalismo. Defendemos la tesis, en resumen, de que se ha producido una quedaría emancipada del capital al igual que el hombre. Los marxistas eran
colaboración entre patriarcado y capitalismo. conscientes de las penalidades que la participación de la mujer en el trabajo suponía
para la mujer y su familia, al hacer que la mujer realizase un doble trabajo: el
En la cuarta parte, para terminar, mantenemos que las relaciones políticas entre doméstico y el asalariado. Sin embargo, no hacían tanto hincapié en la continua
marxismo y feminismo explican el predominio del marxismo sobre el feminismo en la subordinación de la mujer en el hogar como en el carácter progresivo de la “erosión”
concepción de la “cuestión de la mujer” por parte de la izquierda. Así pues, una unión de las relaciones patriarcales por el capitalismo. El socialismo liberaría a la mujer de
más progresiva entre marxismo y feminismo requiere no sólo una mejor comprensión su doble carga colectivizando el trabajo doméstico.
intelectual de las relaciones de clase y sexo, sino también que la alianza reemplace al
predominio y la subordinación en la política de la izquierda. Las implicaciones políticas de este primer enfoque marxista son obvias. La liberación
de la mujer requiere, en primer lugar, que ésta se convierta en una trabajadora
asalariada como el hombre, y en segundo lugar, que se una a éste en la lucha
revolucionaria contra el capitalismo. El capital y la propiedad privada, decían los
El marxismo y la cuestión de la mujer
primitivos marxistas, son las causas de la peculiar opresión de la mujer, del mismo
modo que el capital es la causa de la explotación de los trabajadores en general.
La “cuestión de la mujer” no ha sido nunca la “cuestión feminista”. La cuestión
feminista se refiere a las causas de la desigualdad sexual entre hombres y mujeres,
Aunque eran conscientes de la deplorable situación de la mujer en su época, los
del predominio del hombre sobre la mujer. La mayoría de los análisis marxistas de la primitivos marxistas no se preocuparon de las diferencias entre las experiencias del
posición de la mujer parten de la relación de la mujer con el sistema económico, y no hombre y las de la mujer en el capitalismo. No se preocuparon de la cuestión
de la relación de la mujer con el hombre, suponiendo al parecer que esta última feminista: cómo y por qué es oprimida la mujer como mujer. No reconocieron, pues,
quedará explicada en su análisis de la primera. El análisis marxista de la cuestión de el interés personal que tenía el hombre en que continuara la subordinación de la
la mujer ha adoptado tres formas principales. Todas ellas ven la opresión de la mujer mujer. Como mantendremos en la tercera parte de este artículo, el hombre se
en nuestra conexión (o en nuestra falta de conexión) con la producción. Al definir a la beneficiaba de no tener que hacer el trabajo doméstico, de tener a su mujer y su hija a
mujer como parte de la clase obrera, estos análisis subsumen la relación del obrero su servicio y de tener los mejores puestos en el mercado de trabajo. Las relaciones
con el capital. En primer lugar, los primitivos marxistas, incluidos Marx, Engels, patriarcales, lejos de ser reliquias atávicas, de quedar rápidamente pasadas de moda
Kautsky y Lenin, pensaban que el capitalismo arrastraría a todas las mujeres hacia el con el capitalismo, tal como sugerían los primeros marxistas, han sobrevivido y
trabajo asalariado y que este proceso destruiría la división sexual del trabajo. En prosperado a su lado. Y dado que el capital y la propiedad privada no son la causa de
segundo lugar, los marxistas contemporáneos han incluido a la mujer en el análisis de la opresión de la mujer como mujer, su fin no provocará por sí solo el fin de la opresión
la “vida cotidiana” en el capitalismo. Dentro de este punto de vista se supone que de la mujer.
todos los aspectos de nuestra vida reproducen el sistema capitalista, y que dentro de
este sistema todas somos trabajadoras. Y en tercer lugar, las feministas marxistas se Tal vez el más popular de los últimos artículos que ilustran el segundo enfoque
han centrado en el trabajo doméstico y su relación con el capital, manteniendo marxista, la escuela de la vida cotidiana, sea la serie de Eli Zaretsky en Socialist
algunas que el trabajo doméstico produce plusvalor y que las amas de casa trabajan Revolution4. Zaretsky está de acuerdo con el análisis feminista cuando afirma que el
directamente para los capitalistas. Estos tres enfoques son examinados sexismo no es un nuevo fenómeno producido por el capitalismo, aunque subraya que
sucesivamente. la forma particular que toma ahora el sexismo ha sido configurada por el capital. Se
centra en las diferentes experiencias del hombre y la mujer bajo el capitalismo. Un
Engels, en El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado, reconocía la siglo después de Engels, cuando el capitalismo ya ha madurado, Zaretsky señala que
posición de inferioridad de la mujer y la atribuía a la institución de la propiedad el capitalismo no ha supuesto la incorporación de la mujer al trabajo en un plano de
privada2. En la familia burguesa, afirmaba Engels, la mujer tenía que servir a su amo, igualdad con el hombre. Lo que ha hecho el capital ha sido más bien crear una
ser monógama y dar herederos que heredaran la propiedad. Entre los proletarios, separación entre el hogar, la familia y la vida personal, por un lado y el lugar de
proseguía Engels, la mujer no era oprimida porque no había propiedad privada que trabajo, por otro5.
legar. Engels continuaba diciendo que, a medida que la extensión del trabajo
asalariado destruía la pequeña propiedad campesina y que las mujeres y los niños se El sexismo se ha vuelto más virulento bajo el capitalismo, según Zaretsky, a causa de
incorporaban a la fuerza de trabajo asalariado junto con los hombres, se socavaba la esta separación entre el trabajo asalariado y el trabajo en el hogar. La creciente
autoridad del cabeza de familia y se destruían las relaciones patriarcales3. Para opresión de la mujer tiene por causa su exclusión del trabajo asalariado. Zaretsky
Engels, la participación de la mujer en el trabajo era la clave de su emancipación. El mantiene que mientras el hombre está oprimido por tener que hacer un trabajo
capitalismo aboliría las diferencias de sexo y trataría a todos los trabajadores por asalariado, la mujer está oprimida porque no se le permite hacer un trabajo asalariado.

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PAPERS DE LA FUNDACIÓ/88
PAPERS DE LA FUNDACIÓ/88

La exclusión de la mujer del trabajo asalariado es debida primordialmente al


capitalismo, porque éste crea el trabajo asalariado fuera del hogar al tiempo que exige
que la mujer trabaje en el hogar a fin de reproducir trabajadores asalariados para el Del mismo modo que Engels ve en la propiedad privada la contribución capitalista a la
sistema capitalista. La mujer reproduce la mano de obra, proporciona cuidados opresión de la mujer, Zaretsky la ve en la esfera privada. La mujer está oprimida
psicológicos a los trabajadores y procura una isla de intimidad en un mar de porque trabaja en el hogar de forma privada. Zaretsky y Engels idealizan la familia y la
alienación. En opinión de Zaretsky, la mujer trabaja para el capital y no para el comunidad preindustrial, donde hombres, mujeres, adultos y niños trabajan juntos en
hombre; es sólo la separación entre el hogar y el lugar de trabajo y la privatización del una empresa centrada en la familia y participaban todos en la vida comunitaria. El
trabajo doméstico provocada por el capitalismo lo que crea la apariencia de que la socialismo humano de Zaretsky reunirá a la familia y recreará este “taller feliz”.
mujer trabaja para el hombre de forma privada en el hogar. La diferencia entre la
apariencia de que la mujer trabaja para el hombre y la realidad de que la mujer trabaja Si bien afirmamos que el socialismo interesa al hombre y a la mujer, no está del todo
para el capital ha dado lugar a que las energías del movimiento de la mujer estén mal claro que todos estemos luchando por el mismo tipo de “socialismo humano”, o que
encaminadas. La mujer debería reconocer que también forma parte de la clase obrera, tengamos la misma concepción de la lucha requerida para llegar a él, y mucho menos
aun cuando trabaje en casa. que el capital sea el único responsable de nuestra actual opresión. Mientras que
Zaretsky piensa que la mujer parece trabajar para el hombre, pero en realidad trabaja
En opinión de Zaretsky, “el ama de casa y el proletario son los dos trabajadores para el capital, nosotras pensamos que la mujer trabaja en la familia realmente para el
característicos de la sociedad capitalista desarrollada”6, y la segmentación de sus hombre, aunque evidentemente reproduce también el capitalismo. Una nueva
vidas oprime tanto al marido-proletario como a la mujer-ama de casa. Sólo una nueva conceptualización de la “producción” puede ayudarnos a reflexionar sobre el tipo de
conceptualización de la “producción” que incluya el trabajo de la mujer en el hogar y sociedad que deseamos crear, pero de aquí a su creación la lucha entre el hombre y
todas las otras actividades socialmente necesarias permitirá a los socialistas luchar la mujer tendrá que continuar junto con la lucha contra el capital.
por establecer una sociedad en la que se supere esta separación destructiva. Según
Zaretsky, el hombre y la mujer deben luchar juntos (o por separado) a fin de reunir las Las feministas marxistas que han examinado el trabajo doméstico también han
esferas divididas de sus vidas y crear un socialismo humano que satisfaga todas subsumido la lucha feminista en la lucha contra el capital. El análisis teórico de
nuestras necesidades privadas y públicas. Al reconocer al capital como raíz de su Mariarosa Dalla Costa acerca del trabajo doméstico parte de la relación del trabajo
problema, el hombre y la mujer lucharán contra el capital y no entre sí. Puesto que el doméstico con el capital y del lugar del trabajo doméstico en la sociedad capitalista, y
capitalismo es la causa de la separación entre nuestras vidas, pública y privada, el fin no de las relaciones entre el hombre y la mujer, tal como se dan en el trabajo
del capitalismo pondrá fin a esta separación, reunirá nuestras vidas y terminará con la doméstico7. Sin embargo, la postura política de Dalla Costa de que la mujer debería
opresión tanto del hombre como de la mujer. exigir un salario por el trabajo doméstico ha despertado una mayor conciencia de la
importancia del trabajo doméstico entre las mujeres del movimiento feminista. Los
El análisis de Zaretsky toma prestados muchos elementos del movimiento feminista, grupos de mujeres de todos los Estados Unidos debatieron y siguen debatiendo la
pero en última instancia está a favor de una reorientación de este movimiento. necesidad de esta reivindicación8. Al pretender que la mujer en el hogar no sólo
Zaretsky acepta el argumento feminista de que el sexismo es anterior al capitalismo, proporciona servicios esenciales al capital reproduciendo la fuerza de trabajo, sino
acepta buena parte del argumento feminista marxista de que el trabajo doméstico es que también crea plusvalor a través de este trabajo9, Dalla Costa despertó también en
crucial para la reproducción del capital; reconoce que el trabajo doméstico es un la izquierda una mayor conciencia de la importancia del trabajo doméstico, y dio lugar
trabajo duro y no lo minimiza, y utiliza los conceptos de supremacía masculina y a un largo debate sobre la relación entre el trabajo doméstico y el capital10.
sexismo. Pero su análisis se basa en última instancia en la idea de separación, en el
concepto de división como el quid del problema, división atribuible al capitalismo. Al Dalla Costa utiliza la concepción feminista del trabajo doméstico como un trabajo real
igual que el argumento de las “esferas complementarias” de principios del siglo XX, para reivindicar su legitimidad bajo el capitalismo, afirmando que debería ser un
que mantenía que las esferas del hombre y de la mujer eran complementarias, trabajo asalariado. La mujer debería reivindicar un salario por el trabajo doméstico, en
distintas pero igualmente importantes, Zaretsky niega en buena medida la importancia lugar de dejarse incorporar al trabajo tradicional, donde, al hacer una “doble jornada”,
y la existencia de la desigualdad entre el hombre y la mujer. Lo que le preocupa es la la mujer seguiría suministrando trabajo doméstico al capital gratuitamente al mismo
relación de la mujer, la familia y la esfera privada con el capitalismo. Además, aunque tiempo que trabajo asalariado. Dalla Costa sugiere que las mujeres que recibieran un
el capitalismo creara la esfera privada, como afirma Zaretsky, ¿cómo es que la mujer salario por el trabajo doméstico serían capaces de organizar este trabajo doméstico
trabaja en ella y el hombre fuera? Indudablemente, esto no puede explicarse sin hacer colectivamente, atendiendo de forma comunitaria al cuidado de los niños, la
referencia al patriarcado, al predominio sistemático del hombre sobre la mujer. Desde preparación de la comida, etcétera. Si reivindicara un salario y lo obtuviera, la mujer
nuestro punto de vista, el problema de la familia, el mercado de trabajo, la economía y tendría mayor conciencia de la importancia de su trabajo, vería su significación social,
la sociedad no es simplemente una división del trabajo entre el hombre y la mujer, sino así como su necesidad privada, primer paso obligado hacia un cambio social más
una división que sitúa al hombre en una posición de superioridad y a la mujer en una amplio.
posición subordinada.

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PAPERS DE LA FUNDACIÓ/88
PAPERS DE LA FUNDACIÓ/88
Mientras que el enfoque de los primeros marxistas ignoraba el trabajo doméstico y
Dalla Costa mantiene que lo socialmente importante del trabajo doméstico es su hacía hincapié en la participación de la mujer en el mercado de trabajo, los dos
necesidad para el capital. En esto estriba la importancia estratégica de la mujer. Al enfoques más recientes subrayan el trabajo doméstico hasta tal punto que ignoran el
reivindicar un salario por el trabajo doméstico y negarse a participar en el mercado de papel habitual de la mujer en el mercado de trabajo. Sin embargo, los tres intentan
trabajo, la mujer puede encabezar la lucha contra el capital. Las organizaciones incluir a la mujer en la categoría de la clase trabajadora y comprender la opresión de
comunitarias de mujeres pueden ser subversivas para el capital y sentar las bases no la mujer como otro aspecto de la opresión de clase. De este modo todos ellos pasan
sólo para la resistencia a los abusos del capital, sino también para la formación de una por alto el objetivo del análisis feminista: las relaciones entre el hombre y la mujer.
nueva sociedad. Nuestros “problemas” han sido las relaciones de clase; el objetivo del análisis marxista
ha sido la comprensión de las leyes de la sociedad capitalista. Creemos que la
Dalla Costa reconoce que el hombre se opondrá a la liberación de la mujer (que se metodología marxista puede ser utilizada para formular una estrategia feminista, pero
producirá cuando las mujeres organicen sus comunidades) y que la mujer tendrá que evidentemente los enfoques marxistas analizados hasta ahora no lo han sido; en ellos,
luchar contra él, pero esta lucha es complementaria de la que debe ser librada para el marxismo predomina claramente sobre el feminismo.
lograr el fin último del socialismo. Para Dalla Costa, las luchas de las mujeres son
revolucionarias no porque sean feministas, sino porque son anticapitalistas. Dalla Como ya hemos indicado, esto se debe en parte a la fuerza analítica del propio
Costa hace sitio en la revolución a la lucha de las mujeres, convirtiendo a las mujeres marxismo. El marxismo es una teoría del desarrollo de la sociedad clasista, del
en productoras de plusvalor y, por consiguiente, en parte de la clase trabajadora. Esto proceso de acumulación en las sociedades capitalistas, de la reproducción del
legitima la actividad política de la mujer11. dominio de clase y del desarrollo de las contradicciones y de la lucha de clases. Las
sociedades capitalistas se rigen por las exigencias del proceso de acumulación, que
El movimiento de la mujer nunca ha dudado de la importancia de la lucha de las pueden resumirse muy sucintamente en el hecho de que la producción está orientada
mujeres, ya que para las feministas el objetivo es la liberación de la mujer, que sólo hacia el cambio, no hacia el uso. En un sistema capitalista, la producción es
puede ser conseguida a través de esta lucha. La contribución de Dalla Costa a una importante sólo en la medida en que contribuye a la realización de ganancias, y el
mejor comprensión de la naturaleza social del trabajo doméstico ha supuesto un valor de uso de los productos no es sino una consideración incidental. Las ganancias
avance incalculable. Pero, al igual que los otros enfoques marxistas aquí examinados, provienen de la capacidad de los capitalistas para explotar la fuerza de trabajo y pagar
el suyo se centra en el capital, no en las relaciones entre el hombre y la mujer. El
a los trabajadores menos del valor de lo que producen. La acumulación de las
hecho de que el hombre y la mujer tengan diferentes intereses, objetivos y estrategias
ganancias transforma sistemáticamente la estructura social a medida que transforma
queda oscurecido por su convincente análisis del modo en que el sistema capitalista
las relaciones de producción. El ejército de reserva del trabajo, la pobreza de gran
nos oprime y del importante y tal vez estratégico papel del trabajo de la mujer en el
número de personas y la situación cercana a la pobreza de un número todavía mayor;
sistema. El lenguaje del feminismo está presente en la obra de Dalla Costa (la
estos reproches humanos al capital son subproductos del propio proceso de
opresión de la mujer, la lucha con el hombre), pero no lo está el meollo del feminismo.
Si lo estuviera, Dalla Costa podría mantener, por ejemplo, que la importancia del acumulación. Desde el punto de vista capitalista, la reproducción de la clase obrera
trabajo doméstico como relación social estriba en el papel esencial que desempeña en debe “ser abandonada confiadamente a sí misma”14. Al mismo tiempo, el capital crea
la perpetuación de la supremacía masculina. El hecho de que la mujer haga el trabajo una ideología que crece a su lado, de individualismo, competividad, dominación y, en
doméstico, de que realice un trabajo para el hombre, es crucial para el mantenimiento nuestros días, consumo de un determinado tipo. Cualquiera que sea la teoría de la
del patriarcado. génesis de la ideología de la que se parte, hay que reconocer que éstos son los
valores dominantes de las sociedades capitalistas.
Engels, Zaretsky y Dalla Costa no examinan suficientemente el proceso de trabajo
dentro de la familia. ¿Quién se beneficia del trabajo de la mujer? Sin duda, el El marxismo nos permite comprender muchas cosas de las sociedades capitalistas: la
capitalista, pero también sin duda el hombre, que, como marido y padre, recibe unos estructura de la producción, la generación de una determinada estructura ocupacional
servicios personalizados en casa. El contenido y la extensión de los servicios puede y la naturaleza de la ideología dominante. La teoría de Marx del desarrollo del
variar según las clases o los grupos étnicos o raciales, pero el hecho de que son capitalismo es una teoría del desarrollo de los “puestos vacantes”. Marx predijo, por
recibidos no varía. El hombre tiene un nivel de vida más alto que la mujer por lo que ejemplo, el crecimiento del proletariado y la defunción de la pequeña burguesía.
se refiere al consumo de artículos de lujo, al tiempo de ocio y a los servicios Braverman, entre otros, ha explicado más precisamente y con más detalle la creación
personalizados12. Un enfoque materialista no debería ignorar este punto crucial13. De de “puestos” de trabajo administrativos y en el sector servicios en las sociedades
aquí se desprende que el hombre tiene un interés material en que continúe la opresión capitalistas avanzadas15. Del mismo modo que el capital crea estos puestos al margen
de la mujer. A largo plazo, ésta puede ser una “falsa conciencia”, ya que la mayoría de de los individuos que los ocupan, las categorías del análisis marxista, tales como
los hombres podrían beneficiarse de la abolición de la jerarquía dentro del patriarcado. “clase”, “ejercito de reserva del trabajo”, “trabajador asalariado”, nos explican por qué
Pero a corto plazo esto equivale a controlar el trabajo de otra gente, control al que el determinadas personas ocupan determinados puestos. No dan ninguna pista sobre
hombre no está dispuesto a renunciar voluntariamente. por qué la mujer está subordinada al hombre dentro y fuera de la familia y por qué no
es al revés. Las categorías marxistas, como el propio capital, son ciegas al sexo. Las
categorías del marxismo no pueden decirnos quién ocupará los “puestos vacantes”. El

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PAPERS DE LA FUNDACIÓ/88 PAPERS DE LA FUNDACIÓ/88

análisis marxista de la cuestión de la mujer ha adolecido hasta ahora de este fallo aprenden a ser mujeres y hombres. Aquí Mitchell se centra en las esferas que
básico. inicialmente desdeñó - la reproducción, la sexualidad y la crianza de los hijos -, pero al
colocarlas en el ámbito ideológico mantiene los puntos flacos de su análisis anterior.
Presenta claramente al patriarcado como la estructura ideológica fundamental, del
Hacia un feminismo marxista más útil mismo modo que el capitán es la estructura económica fundamental:

El marxismo es también un método de análisis social, el materialismo histórico y Dicho sea esquemáticamente (...) nos estamos refiriendo a dos
dialéctico. Juliet Mitchell y Shulamith Firestone han puesto este método al servicio de áreas autónomas: el modo económico del capitalismo y el modo
las cuestiones feministas, abriendo así nuevas vías al feminismo marxista. Mitchell ideológico del patriarcado20.
afirma, en nuestra opinión correctamente, que
Aunque Mitchell analiza su interacción, no da al patriarcado una base material en la
la cuestión no debe nunca ser “nuestra relación” con el socialismo, relación entre la fuerza de trabajo del hombre y la de la mujer, ni tampoco señala los
sino el uso del socialismo científico (que nosotras denominamos aspectos materiales del proceso de formación de la personalidad y de creación de los
método marxista), como método para analizar la naturaleza géneros, con lo que limita la utilidad de su análisis.
específica de nuestra opresión y, por consiguiente, nuestro papel
revolucionario. Este método necesita, creo yo, comprender el Shulamith Firestone tiende un puente entre marxismo y feminismo al aplicar al
feminismo radical, del mismo modo que antes desarrolló las teorías patriarcado el análisis materialista21. Su uso del análisis materialista no es tan
socialistas16. ambivalente como el de Mitchell. La dialéctica del sexo, dice, es la dialéctica histórica
fundamental, y la base material del patriarcado es el trabajo que hacen las mujeres al
Como escribía Engels: reproducir la especie. La importancia de la obra de Firestone al usar el marxismo para
analizar la posición de la mujer y afirmar la existencia de una base material del
Según la teoría materialista, el factor decisivo en la historia es, en fin patriarcado nunca será demasiado elogiada. Pero hace excesivo hincapié en la
de cuentas, la producción y la reproducción de la vida inmediata. biología y la reproducción. Lo que necesitamos entender es cómo el sexo (hecho
Pero esta producción y reproducción son de dos clases. De una biológico) se convierte en género (fenómeno social). Es necesario situar todo el
parte, la reproducción de medios de existencia, de productos trabajo de la mujer en su contexto social e histórico, no centrarse sólo en la
alimenticios, de ropa, de vivienda y de los instrumentos que para reproducción. Aunque la obra de Firestone ofrece un nuevo uso feminista de la
producir todo eso se necesitan; de otra parte, la producción del metodología marxista, su insistencia en la primacía del dominio del hombre sobre la
hombre mismo, la continuación de la especie. El orden social en que mujer como piedra angular sobre la que se basa toda otra opresión (clase, edad, raza)
viven los hombres en una época o en un país dado está indica que su libro ha de ser clasificado más bien entre los feministas radicales que
condicionado por esas dos especies de producción17. entre los feministas marxistas. Su obra sigue siendo la exposición más completa de la
postura del feminismo radical.
Este es el tipo de análisis que ha intentado hacer Mitchell. En su primer ensayo,
Women: the longest revolution, Mitchell examina tanto el mercado de trabajo como el El libro de Firestone ha sido despachado con demasiada premura por los marxistas.
trabajo de la reproducción, la sexualidad y la crianza de los hijos18. Zaretsky, por ejemplo, lo llama “canto a la subjetividad”. Sin embargo, lo interesante
para las mujeres del libro de Firestone era su análisis del poder del hombre sobre la
Mitchell no logra todos sus objetivos, tal vez porque para ella no todo el trabajo de la mujer y su saludable irritación ante esta situación. Su capítulo sobre el amor era y
mujer es considerado producción; las otras esferas (vagamente englobadas en la sigue siendo fundamental para comprender esto. No es sólo una “ideología machista”
familia) en las que trabaja la mujer son consideradas ideológicas. El patriarcado, que que los marxistas pueden afrontar (una mera cuestión de actitudes), sino una
organiza en buena parte la reproducción, la sexualidad y la crianza de los hijos, no exposición de las consecuencias subjetivas del poder del hombre sobre la mujer, de lo
tiene ninguna base material para Mitchell. Women’s estate, donde Mitchell amplía este que se siente al vivir en un patriarcado. Decir que “lo personal es político” no es,
ensayo, se centra mucho más en el desarrollo del análisis del trabajo de la mujer que como supone Zaretsky, un canto a la subjetividad, al sentimiento: es una
en el desarrollo del análisis del trabajo de la mujer dentro de la familia. El libro se reivindicación de que se reconozca el poder del hombre y la subordinación de la mujer
preocupa mucho más por la relación de la mujer con el capital y su trabajo para él que como realidad social y política.
por la relación de la mujer con el hombre y su trabajo para el; está mucho más influido
por el marxismo que por el feminismo radical. En una obra posterior, Psychoanalysis
and feminism, Mitchell explora un importante campo para estudiar las relaciones entre Feminismo radical y patriarcado
el hombre y la mujer: la formación de las diferentes personalidades, basadas en el
género, de la mujer y el hombre19. El patriarcado actúa primordialmente, parece estar
El gran esfuerzo de los escritos feministas radicales se ha encaminado a documentar
diciendo Mitchell, en el ámbito psicológico, donde los niños, hembras y varones,
la consigna de que “lo personal es político”. El descontento de la mujer, afirman, no
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algunas sociedades prefeudales en las que la jerarquía seguía unas determinadas
es el lamento neurótico de una inadaptada, sino la respuesta a una estructura social características. En cuanto a las sociedades capitalistas, los científicos sociales
en la que la mujer es sistemáticamente dominada, explotada y oprimida. La posición burgueses las consideran meritocráticas, burocráticas e impersonales, y los marxistas
de inferioridad de la mujer en el mercado de trabajo, la estructura emocional centrada ven en ellas sistemas de dominación de clase26. Para ambos tipos de científicos
en el hombre del matrimonio de clase media, el uso de la mujer en la publicidad, la sociales, ni las sociedades patriarcales históricas ni las sociedades capitalistas
supuesta interpretación de la psique femenina como una psique neurótica - occidentales de hoy son sistemas de relaciones entre los hombres que les permiten
popularizada por la psicología académica y clínica - son algunos de los aspectos de la dominar a las mujeres.
vida de la mujer en la sociedad capitalista avanzada sucesivamente investigados y
analizados. La bibliografía feminista radical es muy amplia y no se presta fácilmente a Hacia una definición del patriarcado
un resumen. Al mismo tiempo su interés por la psicología se mantiene. El documento
que aglutinó a las feministas radicales de Nueva York fue “The politics of the ego”. “Lo Podemos definir el patriarcado como un conjunto de relaciones sociales entre los
personal es político” significa, para las feministas radicales, que la división de clase hombres que tienen una base material y que, si bien son jerárquicas, establecen o
original y básica es la división entre los sexos, y que el motor de la historia es el crean una interdependencia y solidaridad entre los hombres que les permiten dominar
esfuerzo del hombre por conseguir el poder y la dominación sobre la mujer, la a las mujeres. Si bien el patriarcado es jerárquico y los hombres de las distintas
dialéctica del sexo22. clases, razas o grupos étnicos ocupan distintos puestos en el patriarcado, también les
une su común relación de dominación sobre sus mujeres; dependen unos de otros
De acuerdo con esto, Firestone hizo una nueva lectura de Freud para interpretar la para mantener esta dominación. Las jerarquías “funcionan” al menos en parte porque
conversión de los niños y niñas en hombres y mujeres en función del poder23. Su crean un interés personal en mantener el status quo. Los que están situados en los
descripción de los caracteres “masculino” y “femenino” es típica de la literatura niveles superiores pueden “comprar” a los que están en los inferiores ofreciéndoles
feminista radical. El macho busca el poder y la dominación, es egocéntrico e poder sobre los que están aún más abajo. En la jerarquía del patriarcado, todos los
individualista, competitivo y pragmático; el modo “tecnológico”, según Firestone, es hombres, sea cual fuere su rango en el patriarcado, son comprados mediante la
masculino. La hembra es nutricia, artística y filosófica; el modo estético es femenino. posibilidad de controlar al menos a algunas mujeres. Hay indicios de que cuando se
institucionalizó por vez primera el patriarcado en las sociedades estatales, los
No hay duda de que la idea de que el “modo estético” es femenino habría dirigentes en alza hicieron literalmente a los hombres cabezas de su familia
escandalizado a los antiguos griegos. Aquí estriba el error del análisis feminista (imponiendo el control sobre sus mujeres e hijos) a cambio de que éstos cedieran
radical: la “dialéctica del sexo”, tal como la presentan las feministas radicales, algunos de sus recursos tribales a los nuevos dirigentes27. Los hombres dependen
proyecta las características “masculinas” y “femeninas” que aparecen en la actualidad unos de otros (a pesar de su ordenamiento jerárquico) para mantener su control sobre
retrospectivamente sobre toda la historia. El análisis feminista radical resulta más las mujeres.
convincente cuando examina el presente. Su mayor fallo es su interés por lo
psicológico, que le hace ser ciego a la historia. La base material sobre la que se asienta el patriarcado estriba fundamentalmente en
el control del hombre sobre la fuerza de trabajo de la mujer. El hombre mantiene este
La razón de esto estriba no sólo en el método feminista radical, sino también en la control excluyendo a la mujer del acceso a algunos recursos productivos esenciales
naturaleza del propio patriarcado, ya que el patriarcado es una forma notablemente (en las sociedades capitalistas, por ejemplo, los trabajos bien pagados) y restringiendo
elástica de organización social. Las feministas radicales usan la palabra ”patriarcado” la sexualidad de la mujer28. El matrimonio heterosexual y monógamo es una forma
para referirse a un sistema social caracterizado por la dominación del hombre sobre la relativamente reciente y eficaz que parece permitir al hombre controlar ambos
mujer. La definición de Kate Millet es clásica: campos. El hecho de controlar el acceso de la mujer a los recursos y a su sexualidad,
a su vez, permite al hombre controlar la fuerza de trabajo de la mujer, con objeto tanto
Nuestra sociedad (...) es un patriarcado. El hecho se pone de que le preste diversos servicios personales y sexuales como de que críe a sus
inmediatamente de manifiesto si se recuerda que el ejército, la hijos. Los servicios que la mujer presta al hombre, y que libran al hombre de tener que
industria, la tecnología, las universidades, la ciencia, los cargos hacer muchas tareas ingratas (como limpiar retretes), se realizan tanto dentro como
políticos, las finanzas; en resumen, toda vía de poder dentro de la fuera del marco familiar. Entre los ejemplos que se dan fuera de la familia están la
sociedad, incluida la fuerza coercitiva de la policía, está por entero en persecución de trabajadoras y alumnas por patronos y profesores, y el uso habitual de
manos masculinas24. las secretarias para hacer recados personales, preparar café y proporcionar un
ambiente “sexy”. La crianza de los hijos (sea o no la fuerza de trabajo de éstos de
Esta definición feminista radical del patriarcado se aplica a la mayoría de las inmediato provecho para sus padres) es, sin embargo, una tarea crucial para
sociedades que conocemos, sin hacer distinciones entre ellas. El uso de la historia por perpetuar el patriarcado como sistema. Así como la sociedad clasista debe
las feministas radicales se suele limitar a proporcionar ejemplos de la existencia del reproducirse a través de las escuelas, los centros de trabajo, los normas de consumo,
patriarcado en todos los tiempos y lugares25. Tanto para los marxistas como para los etcétera, así también deben hacerlo las relaciones sociales patriarcales. En nuestra
científicos sociales anteriores al movimiento de la mujer, el patriarcado fue un sistema sociedad, los hijos son por lo general criados en casa por las mujeres, socialmente
de relaciones entre los hombres que configuró el perfil de la sociedad feudal y de
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definidas y reconocidas como inferiores a los hombres, mientras que éstos sólo jerarquías de género. Rubin señala que teóricamente un sistema de género/sexo
aparecen rara vez en el cuadro doméstico. Los niños criados de esta forma aprenden podría ser de predominio masculino, de predominio femenino o igualitario, pero
a conocer sus puestos en la jerarquía de los géneros. Sin embargo, en este proceso renuncia a calificar a los diversos sistemas de género/sexo conocidos o a periodizar la
son fundamentales ciertos campos ajenos al hogar donde se enseñan los historia de acuerdo con ellos. Nosotras optamos por calificar a nuestro actual sistema
comportamientos patriarcales y se impone y refuerza la posición de inferioridad de la de género/sexo de patriarcado, porque este término conlleva las nociones de jerarquía
mujer: iglesias, escuelas, deportes, clubs, sindicatos, ejército, fábricas, oficinas, y predominio masculino que consideramos centrales en el actual sistema.
centros sanitarios, medios de comunicación, etc.
La producción económica (a la que los marxistas suelen referirse como el modo de
La base material del patriarcado no se asienta, pues, únicamente en la crianza de los producción) y la producción del hombre mismo en el sistema de género/sexo
hijos en la familia, sino en todas las estructuras sociales que permiten al hombre determinan conjuntamente “el orden social en que viven los hombres en una época o
controlar el trabajo de la mujer. Los aspectos de las estructuras sociales que en un país dados”. Así pues, sólo se puede entender el conjunto de la sociedad si se
perpetúan el patriarcado son teóricamente identificables y, por consiguiente, considera ambos tipos de producción y reproducción, la de los hombres y la de las
separables de sus otros aspectos. Gayle Rubin nos ayuda enormemente a identificar cosas30. No hay un “capitalismo puro”, como tampoco hay un “patriarcado puro”, ya
el elemento patriarcal de estas estructuras sociales al identificar los “sistemas de que los dos deben coexistir necesariamente. Lo que sí hay es un capitalismo
género/sexo”: patriarcal, o un feudalismo patriarcal, o sociedades cazadoras/recolectoras
igualitarias, o sociedades hortícolas matriarcales, o sociedades hortícolas patriarcales,
Un “sistema de género/sexo” es un conjunto de dispositivos etcétera. No parece haber una conexión necesaria entre los cambios en un aspecto de
mediante los cuales una sociedad transforma la sexualidad biológica la producción y los cambios en otro. Una sociedad puede sufrir una transición del
en productos de la actividad humana y con los cuales se satisfacen capitalismo al socialismo, por ejemplo, y seguir siendo patriarcal31. El sentido común,
estas necesidades sexuales transformadas29. la historia y nuestra experiencia nos enseñan, sin embargo, que estos dos aspectos
de la producción están tan estrechamente interrelacionados que los cambios en el uno
Nacemos hembra y varón, sexos biológicos, pero nos crean mujer y hombre, géneros crean habitualmente movimientos, tensiones o contradicciones en el otro.
socialmente reconocidos. La forma en que nos crean es ese segundo aspecto del
modo de producción del que hablaba Engels: “La producción del hombre mismo, la En este contexto se pueden entender también las jerarquías raciales. Es posible afinar
continuación de la especie”. más definiendo los “sistemas de color/raza” como campos de la vida social que toman
un color biológico y lo convierten en una categoría social: la raza. Las jerarquías
La forma en que se propaga la especie está socialmente determinada. Por ejemplo, si raciales, como las jerarquías de género son aspectos de nuestra organización social,
las personas fueran biológicamente polimorfas en el plano sexual, la reproducción de la forma en que la gente produce y se reproduce. No son fundamentalmente
sería accidental. La estricta división del trabajo por sexos, invento social común a ideológicas; constituyen ese segundo aspecto de nuestro modo de producción, la
todas las sociedades conocidas, crea dos géneros muy distintos y una necesidad de producción y reproducción de los hombres. Sería, pues, tal vez más exacto referirnos
que hombres y mujeres se unan por razones económicas. Esto contribuye así a dirigir a nuestras sociedades no como sociedades simplemente “capitalistas”, por ejemplo,
sus necesidades sexuales hacia la realización heterosexual. Aunque es teóricamente sino como “sociedades capitalistas patriarcales basadas en la supremacía blanca”. En
posible una división sexual del trabajo que no implique desigualdad entre los sexos, en la tercera parte de este artículo citamos un caso de capitalismo que se adapta y hace
la mayoría de las sociedades conocidas la división del trabajo por sexos socialmente uso del orden racial y varios ejemplos de las interrelaciones entre capitalismo y
aceptable es aquella que otorga un status inferior al trabajo de la mujer. La división patriarcado.
sexual del trabajo es también el puntal de las subculturas sexuales en las que
hombres y mujeres experimentan la vida de formas diferentes; es la base material del El desarrollo capitalista de lugar a una jerarquía de trabajadores, pero las categorías
poder masculino que se ejerce (en nuestra sociedad) no sólo para no hacer el trabajo marxistas tradicionales no pueden decirnos quién ocupará cada puesto. Las jerarquías
doméstico y conseguir mejores empleos, sino también psicológicamente. raciales y de género determinan quiénes ocupan los puestos vacantes. El patriarcado
no es simplemente una organización jerárquica, sino una jerarquía en la que
La forma en que la gente satisface sus necesidades sexuales, la forma en que determinadas personas ocupan determinados puestos. Al estudiar el patriarcado
reproduce, la forma en que inculca las normas sociales a las nuevas generaciones, la aprendemos por qué y cómo es la mujer la dominada. Aunque creemos que la
forma en que aprende el género, la forma en que se siente hombre o mujer, se mayoría de las sociedades conocidas han sido patriarcales, no consideramos el
desarrollan en el ámbito de lo que Rubin denomina el sistema de género/sexo. Rubin patriarcado como un fenómeno universal e invariable. Creemos más bien que el
subraya la influencia del parentesco (que nos enseña con quién podemos satisfacer patriarcado, como conjunto de relaciones entre los hombres que les permiten dominar
las necesidades sexuales) y el desarrollo de personalidades de un género específico a a las mujeres, ha cambiado de forma e intensidad a lo largo del tiempo. Es
través de la educación de los hijos y de la “máquina edípica”. Además, podemos usar fundamental examinar la relación de la interdependencia de los hombres con su
el concepto de sistema de género/sexo para examinar todas las demás instituciones capacidad de dominar a las mujeres en las sociedades históricas. Es fundamental
sociales en cuanto al papel que desempeñan en la definición y el reforzamiento de las examinar la jerarquía entre los hombres y su diferente acceso a los beneficios del
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patriarcado. No hay duda de que aquí entran en juego la clase, la raza, la nacionalidad
respeta al uso de la fuerza de trabajo femenina. He aquí una forma en que puede
e incluso el estado civil y la orientación sexual, así como la edad. Y las mujeres de
manifestarse este conflicto: la inmensa mayoría de los hombres desean que sus
diferentes clases, razas, nacionalidades, estados civiles y orientaciones sexuales mujeres estén en casa a su servicio personal. Sólo un pequeño número de hombres,
están sometidas a diferentes grados de poder patriarcal. En la jerarquía patriarcal, las que son capitalistas, desean que las mujeres (aunque no las suyas propias) trabajen
mujeres pueden ejercer un poder clasista, racial, nacional o incluso patriarcal (a través como asalariadas en el mercado de trabajo. Si examinamos las tensiones de este
de sus relaciones familiares) sobre los hombres inferior al de sus parientes conflicto en torno a la fuerza de trabajo de la mujer desde el punto de vista histórico,
masculinos. podremos identificar la base material de las relaciones patriarcales en las sociedades
capitalistas, así como la base de la colaboración entre el capital y el patriarcado.
En resumen, definimos el patriarcado como un conjunto de relaciones sociales que
tiene una base material y en el que hay unas relaciones jerárquicas y una solidaridad La industrialización y el desarrollo del salario familiar
entre los hombres que les permiten dominar a las mujeres. La base material del
patriarcado es el control del hombre sobre la fuerza de trabajo de la mujer. Este Los marxistas hicieron una serie de deducciones muy lógicas de los fenómenos
control se mantiene negando a la mujer el acceso a los recursos productivos sociales que presenciaron en el siglo XIX, pero en última instancia subestimaron la
económicamente necesarios y restringiendo la sexualidad de la mujer. El hombre solidez de las fuerzas sociales patriarcales preexistentes con las que tuvo que luchar
ejerce su control al hacer que ésta le preste servicios personales, al no tener que el capital en ciernes, así como la necesidad del capital de acomodarse a estas
realizar el trabajo doméstico o criar a los hijos, al tener acceso al cuerpo de la mujer fuerzas. La revolución industrial arrastró a todo el mundo, incluidas las mujeres y los
por lo que respeta al sexo y al sentirse y ser poderoso. Los elementos cruciales del niños, hacia el mercado de trabajo; de hecho, las primeras fábricas emplearon
patriarcado, tal como los experimentamos habitualmente, son: el matrimonio exclusivamente mano de obra femenina e infantil32. El hecho de que las mujeres y los
heterosexual (y la consiguiente homofobia), la crianza de los hijos y el trabajo niños pudieran ganar un salario al margen de los hombres socavó las relaciones de
doméstico a cargo de la mujer, la dependencia de la mujer con respecto al hombre autoridad (tal como se analiza en la primera parte, supra, de este artículo), a la vez
(impuesta por los dispositivos del mercado de trabajo), el Estado y numerosas que redujo los salarios de todos. Kautsky describía de esta forma el proceso en 1892:
instituciones basadas en las relaciones sociales entre los hombres: clubs, deportes,
sindicatos, profesiones, universidades, iglesias, corporaciones y ejército. Todos estos (Cuando) la mujer y los hijos del obrero (...) son capaces de cuidarse
elementos han de ser examinados si se quiere comprender el capitalismo patriarcal. de sí mismos, el salario del hombre puede ser reducido
tranquilamente hasta el nivel de sus necesidades personales sin el
Tanto la jerarquía y la interdependencia entre los hombres como la subordinación de riesgo de interrumpir la constante oferta de mano de obra.
las mujeres son elementos integrantes del funcionamiento de nuestra sociedad, es El trabajo de las mujeres y los niños, además, tiene la ventaja
decir, estas relaciones forman parte del sistema. Dejamos a un lado la cuestión de la adicional de que éstos son menos capaces de resistir que los
creación de estas relaciones y nos preguntamos: ¿podemos reconocer relaciones hombres (sic), y su incorporación a las filas de los trabajadores
incrementa enormemente la cantidad de trabajo que se ofrece a la
patriarcales en las sociedades capitalistas? Dentro de las sociedades capitalistas
venta en el mercado (...).
podemos descubrir esos lazos entre los hombres que, según los científicos sociales,
Por consiguiente, el trabajo de las mujeres y los niños (...) disminuye
burgueses o marxistas, no existan ya o son, como máximo, reliquias sin importancia.
también la capacidad de resistencia (del obrero), por cuanto que
¿Podemos saber cómo se perpetúan estas relaciones entre los hombres en las satura el mercado; debido a ambas circunstancias, reduce los
sociedades capitalistas? ¿Podemos identificar la forma en que el patriarcado ha salarios de los obreros33.
configurado el curso del desarrollo capitalista?
Los marxistas reconocieron los terribles efectos de los bajos salarios y la participación
La colaboración entre el patriarcado y el capital forzada de todos los miembros de la familia en el mercado del trabajo sobre la vida
familiar de la clase obrera. Kautsky escribió:
¿Cómo podemos reconocer las relaciones sociales patriarcales en las sociedades
capitalistas? Parece como si cada mujer fuera oprimida sólo por su propio hombre; su El sistema capitalista de producción en la mayoría de los casos no
opresión parece asunto privado. Las relaciones entre los hombres y entre las familias destruye el hogar del obrero, pero le priva de todo lo que no sean
parecen igualmente fragmentarias. Es difícil reconocer las relaciones entre los sus rasgos más desagradables. La actividad de la mujer hoy en las
hombres, y entre el hombre y la mujer, como relaciones sistemáticamente patriarcales. empresas industriales (...) significa incrementar su antigua carga con
Afirmamos, sin embargo, que en el capitalismo existe el patriarcado sistemáticamente una nueva. No se puede servir a dos amos. El hogar del obrero se
como sistema de relaciones entre el hombre y la mujer, y que en las sociedades resiente siempre que su mujer tiene que ayudar a ganar el pan de
capitalistas existe una fuerte y provechosa colaboración entre el patriarcado y el cada día34.
capital. Sin embargo, si partimos de la producción, reconoceremos inmediatamente
que la colaboración entre el patriarcado y el capital no es inevitable, puesto que los
hombres y los capitalistas a menudo tienen intereses opuestos, sobre todo por lo que
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El salario familiar, para la mayoría de los hombres adultos, significa la aceptación y la


Tanto Kautsky como los obreros reconocían las desventajas del trabajo asalariado
connivencia de los hombres para reservar los salarios más bajos a jóvenes, mujeres y
femenino. No sólo las mujeres eran “competencia barata”, sino que, además, eran sus
hombres socialmente definidos como inferiores (irlandeses, negros, etc..., los grupos
propias esposas, y no podían “servir a dos amos”.
que ocupan los puestos inferiores en la jerarquía patriarcal, a quienes se niegan
muchos de los beneficios patriarcales). Para reservar salarios más bajos a mujeres,
Los trabajadores se opusieron a la entrada en bloque de las mujeres y los niños en el
niños y hombres inferiores se recurre a la segregación de los puestos de trabajo en el
mercado del trabajo y trataron de excluirlos de los sindicatos y de los puestos de
mercado, perpetuada a su vez tanto por los sindicatos y la patronal como por
trabajo. En 1846, el Ten-Hours’ Advocate afirmaba:
instituciones auxiliares, tales como la escuela, los programas de formación e incluso
Ni que decir tiene que todos los intentos de mejorar la situación física
de familia. La segregación de los puestos de trabajo por sexos, al hacer que la mujer
y moral de las trabajadoras fabriles serán inútiles a menos que sus tenga los trabajos peor pagados, asegura también la dependencia económica de la
horas de trabajo sean materialmente reducidas. De hecho, nos mujer con respecto al hombre y refuerza la idea de que hay una esfera adecuada para
atreveríamos a decir que la mujer casada estaría mucho mejor el hombre y otra para la mujer. Así pues, para la mayoría de los hombres la creación
ocupada en realizar las faenas domésticas del hogar que siguiendo de un salario familiar aseguró la base material de la dominación masculina en dos
el incesante movimiento de una máquina. Esperamos, pues, que no formas. En primer lugar, la mujer gana un salario más bajo que el hombre. El salario
esté lejos el día en que el marido pueda mantener a su mujer y a su más bajo que recibe la mujer en el mercado del trabajo perpetúa las ventajas
familia sin tener que enviarlos a soportar el duro trabajo de una materiales del hombre sobre la mujer e incita a la mujer a escoger la carrera de
fábrica de tejidos de algodón35. esposa. En segundo lugar, la mujer hace el trabajo doméstico, se ocupa de los hijos y
realiza otros servicios en el hogar que benefician directamente al hombre41. Las
En los Estados Unidos, la National Typographical Union decidió en 1854 “no alentar responsabilidades de la mujer en el hogar refuerzan a su vez su posición de
con su acción el empleo de cajistas femeninos”. Los sindicalistas no deseaban que el inferioridad en el mercado de trabajo42.
sindicato protegiera a la mujer trabajadora y trataron de excluirla. En 1879, Adolph
Strasser, presidente de la Cigarmakers International Union, afirmaba: “No podemos La solución que se encontró a principio del siglo XX puede parecer beneficiosa tanto
expulsar a las mujeres del gremio, pero sí podemos restringir su cuota de trabajo para los intereses capitalistas como para los patriarcales. Los capitalistas, se afirma
diario a través de las leyes laborales”36. con frecuencia, reconocieron que en las condiciones penosas que existían en la
industrialización de comienzos del siglo XIX las familias de la clase obrera no podían
Mientras que el problema de la competencia barata podía resolverse organizando a reproducirse debidamente. Se dieron cuenta de que el ama de casa producía y
las mujeres y a los jóvenes asalariados, el problema de la vida familiar rota era mantenía trabajadores más sanos que la esposa asalariada, y que los niños que
irresoluble. Los hombres reservaban la protección del sindicato a los hombres y habían recibido una instrucción se convertían en mejores trabajadores que los que no
abogaban por leyes laborales que protegieran a las mujeres y los niños37. Si bien la habían recibido. El trato, consistente en pagar un salario familiar al hombre y
estas leyes laborales protectoras mejoraban algunos de los abusos más flagrantes de mantener a la mujer en casa, convino tanto a los capitalistas de la época como a los
la mano de obra femenina e infantil, también limitaban la participación de las mujeres trabajadores. Aunque los condiciones del trato se han alterado con el tiempo, todavía
adultas en muchos trabajos “masculinos”38. El hombre trataba de reservar los trabajos sigue siendo cierto que la familia y el trabajo de la mujer en la familia sirven al capital
bien pagados para sí mismo y de elevar los salarios masculinos en general. Abogaba al proporcionar una fuerza de trabajo y servir al hombre como el espacio en el que
por un salario suficiente para mantener con su exclusivo trabajo a su familia. Este puede ejercer sus privilegios. La mujer, al trabajar al servicio de su marido y de su
sistema del “salario familiar” se convirtió gradualmente en la norma de las familias familia, sirve también al capital como consumidora43. La familia es también el lugar
estables de la clase obrera a finales del siglo XIX y principios del XX39. Varios donde se aprenden el dominio y la sumisión, como han explicado Firestone, la
observadores han declarado que el hecho de que la esposa no realizara un trabajo Escuela de Francfort y otros muchos44. Los niños obedientes se convierten en
asalariado formaba parte del nivel de vida del trabajador40. En lugar de luchar por la trabajadores obedientes, y niños y niñas aprenden sus respectivos papeles.
igualdad de salarios para hombres y mujeres, el trabajador pedía el “salario familiar”,
puesto que deseaba retener los servicios de su esposa en el hogar. De no haber Mientras que el salario familiar demuestra que el capitalismo se adapta al patriarcado,
existido el patriarcado, la clase obrera unificada podría haberse enfrentado al el nuevo status de los hijos demuestra que el patriarcado se adapta al capital. El niño,
capitalismo, pero las relaciones sociales patriarcales dividieron a la clase obrera, como la mujer, fue excluido del trabajo asalariado. Cuando la capacidad de ganar
permitiendo que una parte (los hombres) fuera comprada a expensas de la otra (las dinero del niño disminuyó, su relación legal con sus padres cambió. A comienzos de la
mujeres). Tanto la jerarquía como la solidaridad entre los hombres fueron era industrial, en los Estados Unidos se consideraba crucial, e incluso primordial, para
fundamentales en este proceso. El “salario familiar” puede ser interpretado como una el feliz desarrollo del niño que su padre cubriera sus necesidades; el padre tenía la
solución al conflicto en torno a la fuerza de trabajo femenina que se produjo entre los prioridad legal en caso de disputarse su custodia. Carol Brown ha demostrado que
intereses patriarcales y los capitalistas en aquella época. cuando la capacidad del niño de contribuir al bienestar económico de la familia
disminuyó, la madre empezó a ser considerada cada vez más crucial para el feliz
desarrollo del niño y a obtener la prioridad legal en casos de disputarse su custodia 45.

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Aquí el patriarcado se adaptó al nuevo papel económico del niño; cuando el niño era capital a adaptarse (el mantenimiento de wc separados para blancos y para negros en
productivo, el hombre los reclamaba; cuando se hizo improductivo, fue cedido a la Sudáfrica sólo puede ser interpretado como un coste económico para los capitalistas,
mujer. pero en cualquier caso menor que el coste social de obligar a los sudafricanos blancos
a compartirlos con los negros).

La colaboración en el siglo XX Si el primer elemento de nuestro argumento acerca del rumbo del desarrollo capitalista
es que el capital no siempre es todopoderoso, el segundo es que el capital es
La predicción de los marxistas del siglo XIX de que el patriarcado se desvanecería tremendamente flexible. Cuando la acumulación del capital se encuentra con formas
ante la necesidad del capitalismo de proletarizar a todo el mundo no ha resultado sociales preexistentes, las destruye y se adapta a ellas. La “adaptación” del capital
cierta. No sólo subestimaron la fuerza y la flexibilidad del patriarcado, sino que puede ser considerada como un reflejo de la fuerza de estas formas preexistentes que
también sobreestimaron la fuerza del capital. Creyeron que la nueva fuerza social del perduran en un medio nuevo. Sin embargo, aun cuando perduren no permanecen
capitalismo, que había acabado con las relaciones feudales, era prácticamente invariables. La ideología con que se interpretan la raza y el sexo hoy, por ejemplo,
todopoderosa. Los observadores contemporáneos están en mejores condiciones para está en gran medida configurada por el reforzamiento de las divisiones raciales y
ver la diferencia entre las tendencias del capitalismo “puro” y las del capitalismo “real”, sexuales en el proceso de acumulación.
tal como se enfrenta a las fuerzas históricas en la práctica cotidiana. Los análisis de la
“colaboración” entre el capital y el orden racial, así como de la segmentación del La familia y el salario familiar hoy
mercado de trabajo, ofrecen ejemplos suplementarios de cómo las fuerzas capitalistas
“puras” hacen frente a la realidad histórica. En este proceso, el capitalismo ha hecho Antes afirmamos que la mutua adaptación del capitalismo y el patriarcado tomó la
gala de una gran flexibilidad. forma de creación de un salario familiar a comienzos del siglo XX. El salario familiar
cimentó la colaboración entre el patriarcado y el capital. Pese a la mayor participación
Los marxistas que han estudiado la situación de Sudáfrica afirman que, si bien el de la mujer en el mercado de trabajo, especialmente rápida desde la segunda guerra
orden racial puede no permitir una proletarización por igual de todo el mundo, esto no mundial, el salario familiar sigue siendo, afirmamos, la piedra angular de la actual
significa que las barreras raciales impidan la acumulación de capital46. En abstracto, división sexual del trabajo, en la que la mujer es primordialmente responsable del
los analistas podrían discutir sobre los mecanismos que permiten a los capitalistas trabajo doméstico y el hombre lo es primordialmente del trabajo asalariado. El salario
extraer “el máximo” de plusvalor. Sin embargo, en una situación histórica determinada, más bajo de la mujer en el mercado de trabajo (unido a la necesidad de que los niños
los capitalistas deben hacer frente al control social, la resistencia de los grupos de estén al cuidado de alguien) asegura la existencia continuada de la familia como
trabajadores y la intervención del Estado. El Estado puede intervenir a fin de asegurar unidad global de ingresos. La familia, apuntalada por el salario familiar, facilita pues el
la reproducción de la sociedad en su conjunto; puede ser necesario vigilar a algunos control del trabajo de la mujer por el hombre tanto dentro como fuera de la familia.
capitalistas, frenar las tendencias más nefastas del capital. Teniendo en cuenta estos
factores, los capitalistas maximizan la mayor ganancia realizable. Si, con vistas al Aunque el incremento del trabajo asalariado de la mujer pueda crear tensiones en la
control social, los capitalistas organizan el trabajo de una forma determinada, no hay familia (similares a las tensiones que Kautsky y Engels detectaron en el siglo XIX),
nada en el propio capital que determine quién (es decir, qué individuo con qué sería erróneo pensar que, como consecuencia de esto, pronto desaparecerán el
características) debe ocupar los puestos más altos y quién debe ocupar los puestos concepto y la realidad de la familia y la división sexual del trabajo. La división sexual
más bajos en el mercado de trabajo. A ello contribuye el que los capitalistas sean del trabajo reaparece en el mercado de trabajo, donde la mujer realiza labores
probablemente el grupo social dominante y, por consiguiente, racista (y sexista). El femeninas, a menudo las mismas que solía hacer en casa: preparar y servir comidas,
capitalismo hereda las características primordiales del grupo dominante, así como las limpiar, cuidar personas, etcétera. Todos estos trabajos están mal considerados y mal
de los subordinados. pagados, por lo que las relaciones patriarcales permanecen intactas, aunque su base
material cambie algo al pasar de la familia a las diferencias salariales. Carol Brown,
Los recientes estudios de la tendencia del capital monopolista a crear una por ejemplo, mantiene que estamos pasando de un patriarcado “de base familiar “a un
segmentación en el mercado de trabajo confirman esta interpretación47. Allí donde los patriarcado “de base industrial” dentro del capitalismo50.
capitalistas segmentan deliberadamente a la mano de obra, usando unas
características determinadas para dividir a la clase obrera, esto se debe más a las Las relaciones patriarcales de base industrial se imponen de diversas formas. Los
necesidades de control social que a los imperativos de la acumulación propiamente contratos sindicales que especifican salarios más bajos, beneficios menores y
dicha48. Y con el tiempo no todos los intentos de división tienen éxito ni son rentables. oportunidades de promoción más escasas para la mujer no son sólo reliquias atávicas
La capacidad del capital para configurar la fuerza del trabajo depende tanto de los -mera cuestión de actitudes sexistas o de ideología machista-, sino que mantienen la
imperativos particulares de la acumulación propiamente dicha (por ejemplo: ¿está base material del sistema patriarcal. Si bien algunos llegan a afirmar (véase, por
organizada la producción de tal forma que requiera una comunicación entre un gran ejemplo, Stewart Ewen, Captains of consciusness51) que ya no existe patriarcado en la
número de trabajadores? En tal caso es preferible que todos ellos hablen inglés) 49 familia, nosotras no compartimos esa opinión. Aunque los términos del compromiso
como de las fuerzas sociales dentro de la sociedad que pueden incitar/obligar al entre el capital y el patriarcado estén cambiando a medida que se capitalizan las

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tareas adicionales antiguamente localizadas en la familia y cambia la localización del El argumento de que el capital “destruye” la familia pasa también por alto las fuerzas
despliegue de la fuerza de trabajo de la mujer52, lo cierto es, sin embargo, que, como sociales que hacen atractiva la vida familiar. Pese a las críticas de que la familia
antes afirmamos, las diferencias salariales, provocadas por la extrema segregación de nuclear es psicológicamente destructiva, en una sociedad competitiva la familia sigue
los puestos de trabajo en el mercado, refuerzan la familia y, por consiguiente, la satisfaciendo las necesidades reales de mucha gente. Esto es aplicable no sólo a la
división doméstica del trabajo, al incitar a la mujer a casarse. El “ideal” del salario monogamia a largo plazo, sino aún más a la educación de los hijos. Los padres
familiar -que un hombre pueda ganar lo suficiente para mantener a toda la familia- separados soportan unas cargas financieras y psíquicas. Para la mujer de la clase
puede estar dando paso a un nuevo ideal: que tanto el hombre como la mujer obrera, en especial, estas cargas pueden hacer ilusoria la “independencia” de su
contribuyan con su salario a los ingresos de la familia. Las diferencias salariales participación en el mercado de trabajo. Las familias de un solo progenitor han sido
serán, pues, cada vez más necesarias para perpetuar el patriarcado, el control consideradas recientemente por los analistas políticos como una formación familiar
masculino de la fuerza de trabajo de la mujer. Las diferencias salariales ayudarán a transitoria, que se convierte en una familia de dos progenitores tras un nuevo
definir el trabajo de la mujer como secundario para el hombre al mismo tiempo que matrimonio54.
servirán para prolongar la dependencia económica de la mujer con respecto al
hombre. La división sexual del trabajo en el mercado y en otras partes debe ser Es posible que los efectos de la creciente participación de la mujer en el mercado de
entendida como una manifestación del patriarcado que sirve para perpetuarlo. trabajo puedan verse más en el debilitamiento de la división sexual del trabajo dentro
de la familia que en el aumento de los divorcios, pero tampoco hay pruebas de que
Mucha gente ha afirmado que aun cuando ahora exista una colaboración entre el esto sea así. Las estadísticas sobre quién realiza el trabajo doméstico, incluso en las
capital y el patriarcado, ésta puede resultar a la larga intolerable para el capitalismo; el familias donde la mujer gana un salario, muestran pocos cambios en los últimos años;
capital puede terminar por destruir tanto las relaciones familiares como el patriarcado. las mujeres siguen haciendo la mayor parte de éste55. La “doble jornada” es una
La lógica de este argumento estriba en que las relaciones sociales capitalistas (de las realidad para la mujer asalariada. Esto no es de extrañar si se piensa que la división
que la familia no es un ejemplo) tienden a universalizarse, en que, a medida que la sexual del trabajo fuera de la familia, en el mercado de trabajo, mantiene la
mujer sea cada vez más capaz de ganarse la vida, se negará cada vez más a dependencia financiera de la mujer con respecto al hombre, aun en el caso de que
someterse a esa subordinación en la familia y en que, dado que la familia es opresiva, aquélla gane un salario. El futuro patriarcado no depende, sin embargo, únicamente
sobre todo para las mujeres y los niños, se hundirá tan pronto como éstos puedan de las relaciones familiares, ya que el patriarcado, como el capital, puede ser
mantenerse al margen de ella. sorprendentemente flexible y adaptable.

Nosotras no pensamos que las relaciones patriarcales encarnadas en la familia Sea o no la división patriarcal del trabajo, dentro y fuera de la familia, intolerable “en
puedan ser destruidas tan fácilmente por el capital, y vemos pocos signos de que el última instancia” para el capital, lo que sí es cierto es que está configurando al
sistema familiar se esté desintegrando en la actualidad. Aunque la creciente capitalismo hoy. Como pusimos antes de manifiesto, el patriarcado legitima el control
participación de la mujer en el trabajo ha hecho más factible el divorcio, los incentivos capitalista al tiempo que ilegitima ciertas formas de lucha contra el capital.
para divorciarse no son irresistibles para la mujer. Son pocas las mujeres a las que su
salario les permite mantenerse a sí mismas y mantener a sus hijos de forma adecuada
e independiente. Los signos de decadencia de la familia tradicional son todo lo más La ideología en el siglo XX
muy débiles. Más que aumentar, el índice de divorcios se ha igualado entre las
distintas clases; además, el índice de divorciados que se casan de nuevo es muy alto El patriarcado, al establecer y legitimar una jerarquía entre los hombres (al permitir
también. Hasta el censo de 1970, el índice de matrimonios en primeras nupcias que los hombres de todos los grupos controlen al menos a algunas mujeres), refuerza
proseguía su decadencia histórica. A partir de 1970, la gente pareció posponer el el control capitalista, y los valores capitalistas configuran la definición de utilidad
matrimonio y los hijos, pero a partir de entonces el índice de natalidad comenzó a patriarcal.
crecer de nuevo. Es cierto que sectores más amplios de la población viven ahora al
margen de las familias tradicionales. Los jóvenes, en especial, dejan la casa de sus Los fenómenos psicológicos que Firestone describe son ejemplos concretos de lo que
padres y establecen su propio hogar antes de casarse y fundar una familia tradicional. sucede en unas relaciones de dependencia y dominación. Estos fenómenos son
La gente mayor, y en especial las mujeres, se siente sola en su propia casa cuando consecuencia de la realidad del poder social del hombre -que se le niega a la mujer-,
sus hijos crecen, tras la separación o la muerte del cónyuge. Sin embargo, todo indica pero están configurados por el hecho de que acontecen en el contexto de una
que las nuevas generaciones de jóvenes tienden a formar familias nucleares en algún sociedad capitalista56. Si examinamos las características de los hombres tal como los
momento de su vida adulta en mayor proporción que antes. Los grupos de personas describen las feministas radicales -competitivos, racionalistas, dominantes-, vemos
nacidas a partir de 1930 arrojan un índice de nupcialidad y natalidad mayor que los que coinciden en buena parte con nuestra descripción de los valores predominantes
grupos de personas nacidas de esa fecha. La duración del matrimonio y la crianza de en la sociedad capitalista.
los hijos pueden acotarse, pero su incidencia sigue en aumento53.
Esta “coincidencia” puede explicarse de dos formas. En primer lugar, los hombres,
como trabajadores asalariados, están inmersos en unas relaciones sociales

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capitalistas de trabajo, son obligados a competir en la forma prescrita por estas valores de cambio con una demanda de valores de uso podrá ser evitada. Así pues,
relaciones y asimilan los valores correspondientes57. La descripción que hacen las no es el feminismo, sino el sexismo lo que divide y debilita a la clase trabajadora.
feministas radicales de los hombres no está del todo desencaminada en las
sociedades capitalistas. En segundo lugar, incluso cuando los hombres y las mujeres
no se comportan realmente tal como prescriben las normas sexuales, los hombres
reclaman para sí aquellas características que son más valoradas en la ideología Hacia una unión más progresista
predominante. Así, por ejemplo, los autores de Crestwood Heights descubrieron que
aun cuando los hombres que ejercían una profesión se pasaran el tiempo Nos quedan aún por explorar muchos problemas. El término “patriarcado”, tal como lo
manipulando a sus subordinados (utilizando a menudo técnicas que apelaban a hemos utilizado aquí, resulta más descriptivo que analítico. Si pensamos que el
motivos fundamentalmente irracionales para conseguir el comportamiento deseado), marxismo por sí solo es inadecuado y el feminismo radical insuficiente, necesitamos
hombres y mujeres describían a los hombres como “racionales y pragmáticos”. Y aun desarrollar nuevas categorías. Lo que hace nuestra tarea difícil es que los mismos
cuando las mujeres dedicaran grandes energías a estudiar métodos científicos sobre rasgos, tales como la división del trabajo, a menudo refuerzan tanto el patriarcado
la crianza y el desarrollo de los hijos, hombres y mujeres de Crestwood Heights como el capitalismo, y en una sociedad profundamente capitalista y patriarcal es difícil
describían a las mujeres como “irracionales y emocionales”58. aislar los mecanismos del patriarcado. Esto es, sin embargo, lo que debemos hacer.
Ya hemos señalado algunos puntos de partida: considerar quién se beneficia de la
Esto ayuda a explicar no sólo las características “masculinas” y “femeninas” en las fuerza de trabajo de la mujer, descubrir la base material del patriarcado, investigar los
sociedades capitalistas, sino también la forma especial que reviste la ideología sexista mecanismos de la jerarquía y la solidaridad entre los hombres. Las cuestiones que
en las sociedades capitalistas. Así como el trabajo de la mujer sirve al doble propósito debemos plantearnos son infinitas.
de perpetuar la dominación masculina y la producción capitalista, así también la
ideología sexista sirve al doble propósito de glorificar los valores capitalistas y las ¿Podemos hablar de leyes del sistema patriarcal? ¿Cómo engendra el patriarcado la
características femeninas. Si la mujer es denigrada o privada de poder en otras lucha feminista? ¿Qué tipos de política sexual y de lucha entre sexos podemos ver
sociedades, la razón (racionalización) de los hombres para hacerlo es muy diferente. fuera de las sociedades capitalistas avanzadas? ¿Cuales son las contradicciones del
Sólo en una sociedad capitalista tiene sentido considerar a la mujer emocional o sistema patriarcal y cuál es su relación con las contradicciones del capitalismo?
irracional. Estos calificativos no habrían tenido sentido en el Renacimiento. Sólo en Sabemos que las relaciones patriarcales dan lugar al movimiento feminista y que el
una sociedad capitalista tiene sentido considerar a la mujer “dependiente”. El capital engendra la lucha de clases, pero ¿cómo se ha desarrollado la relación entre
calificativo de “dependiente” no tendría sentido en una sociedad feudal. Dado que la feminismo y lucha de clases en los distintos contextos históricos? En este apartado
división del trabajo hace que la mujer, como esposa y madre, se ocupe sobre todo de intentamos dar una respuesta a esta última cuestión.
la producción de valores de uso en la familia, la denigración de estas actividades hace Históricamente y en la actualidad, la relación entre feminismo y lucha de clases ha
olvidar que el capital no puede satisfacer las necesidades socialmente determinadas consistido en seguir caminos totalmente separados (el feminismo “burgués”, por una
al mismo tiempo que degrada a la mujer a los ojos del hombre, proporcionando una parte, y la lucha de clases, por otra) o, dentro de la izquierda, en el predominio del
excusa para el dominio masculino. Un ejemplo de esto puede verse en la peculiar marxismo sobre el feminismo. Esto último ha sido consecuencia tanto del poder
ambivalencia de los anuncios en la televisión. Por una parte, hay unos obstáculos analítico del marxismo como del poder de los hombres dentro de la izquierda, lo que
reales para satisfacer unas necesidades socialmente determinadas: detergentes que ha dado lugar tanto a una lucha abierta en la izquierda como a la posición
destrozan la ropa e irritan la piel, porquerías de todo tipo. Por otra parte, hay que contradictoria de las feministas marxistas.
denigrar la preocupación por estos problemas; esto se consigue burlándose de las
mujeres, las trabajadoras que deben hacer frente a estos problemas. Muchas de las feministas que se consideran radicales (antisistema, anticapitalistas,
antiimperialistas, socialistas, comunistas, marxistas de todo tipo) coinciden en que el
Se podría esgrimir un argumento paralelo para demostrar la colaboración entre el ala radical del movimiento de la mujer ha perdido impulso, mientras que el sector
patriarcado y el capitalismo hablando de la división sexual en los centros de trabajo. “burgués” parece haberse aprovechado de la ocasión para avanzar. Nuestro
La división sexual del trabajo coloca a la mujer en los puestos peor pagados y en las movimiento no está ya en ese período excitante y activo en el que, hiciéramos lo que
tareas supuestamente apropiadas al papel de la mujer. Las mujeres son maestras y hiciéramos, todo valía: despertar una conciencia, arrastrar a más mujeres (más de las
asistentes sociales, y son también mayoría entre el personal sanitario. Los papeles que podían incorporarse fácilmente) al movimiento, incrementar el conocimiento de las
educativos que la mujer desempeña en estos puestos de trabajo están mal cuestiones femeninas en la sociedad mediante métodos que a menudo ponían en tela
considerados en parte porque el hombre denigra el trabajo de la mujer. Están también de juicio tanto las relaciones patriarcales como las capitalistas dentro de la sociedad.
mal considerados porque el capitalismo hace hincapié en la independencia personal y Ahora nos damos cuenta de que algunos sectores del movimiento están siendo
en la capacidad de la empresa privada de satisfacer las necesidades sociales, lo que asimilados y de que el “feminismo” está siendo usado contra las mujeres, por ejemplo
se contradice con la necesidad de unos servicios sociales colectivos. Mientras la en los tribunales cuando los jueces dictaminan que las mujeres que se divorcian tras
importancia social de las tareas educativas pueda ser denigrada porque es la mujer la un largo matrimonio durante el cual desempeñaron el papel de amas de casas no
que la desempeña, la confrontación de la prioridad que concede el capital a los necesitan pensión alimenticia porque todo el mundo sabe que ahora las mujeres están

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emancipadas. El hecho de no haber conseguido que se aprobara la Enmienda de la considerado una crisis. En la última de las grandes crisis económicas, la de la década
Igualdad de Derechos indica que muchas mujeres sienten un legítimo miedo a que el de los treinta, el desempleo se subsanó en parte excluyendo a la mujer de todo tipo de
“feminismo” siga siendo usado contra la mujer, e indica una necesidad real de que trabajos: si había de haber un solo empleo remunerado por familia, ese empleo era
reforcemos nuestro movimiento y analicemos por qué ha sido asimilado como lo ha para el hombre. El capitalismo y el patriarcado salieron reforzados de la crisis. Del
sido. Es lógico que nos volvamos al marxismo en busca de ayuda para este mismo modo que las crisis económicas cumplen una función restauradora para el
reforzamiento, puesto que el marxismo es una teoría desarrollada del cambio social. capitalismo al corregir los desequilibrios, pueden también desempeñarla para el
La teoría marxista está muy desarrollada en comparación con la teoría feminista, y en patriarcado. Los años treinta pusieron a la mujer en su sitio.
nuestro intento de usarla a veces nos hemos desviado de los objetivos feministas.
La lucha contra el capital y el patriarcado no tendrá éxito si se renuncia al estudio y a
La izquierda se ha mostrado siempre ambivalente en lo que respeta al movimiento de la práctica de las cuestiones del feminismo. Una lucha dirigida sólo contra las
la mujer, considerándolo a menudo peligroso para la causa de la revolución socialista. relaciones capitalistas de opresión estará condenada al fracaso, ya que se pasarán
El que una mujer de izquierdas se adhiera al feminismo puede ser personalmente por alto las relaciones patriarcales de opresión que le sirven de base. Y el análisis del
amenazador para el hombre de izquierdas. Y, por supuesto, muchas organizaciones
patriarcado es esencial para una definición del tipo de socialismo capaz de destruir el
de izquierdas se benefician del trabajo de la mujer. Así pues, muchos análisis de
patriarcado, el único tipo de socialismo útil para la mujer. Aunque hombres y mujeres
izquierdas (ya sean progresistas o tradicionales) buscan el propio provecho, tanto
compartan la necesidad de acabar con el capitalismo, siguen conservando los
teórica como políticamente. Tratan de inducir a la mujer a abandonar sus intentos de
intereses propios de su género. Ni nuestro bosquejo, ni la historia, ni los socialistas de
desarrollar una visión independiente de su situación y a adoptar su propia visión de la
género masculino ponen en claro si el socialismo por el que luchan hombres y mujeres
situación. En cuanto a nuestra respuesta a esa presión, es natural que, dado que nos
es el mismo. Porque un “socialismo humano” requeriría no sólo un consenso sobre
hemos vuelto hacia el análisis marxista, tratemos de sumarnos a la “fraternidad”
cómo debería ser la nueva sociedad y cómo debería ser una persona sana, sino más
usando este paradigma, y podemos acabar tratando de justificar nuestra lucha ante la
concretamente que los hombres renunciaran a sus privilegios.
fraternidad en lugar de tratar de analizar la situación de la mujer para mejorar nuestra
práctica política. Finalmente, muchos marxistas se contentan con el tradicional análisis
marxista de la cuestión de la mujer. Ven en la clase el marco adecuado para entender Como mujeres, no debemos permitir que nos hablen de la urgencia y la importancia de
la posición de la mujer. La mujer debe ser entendida como parte de la clase obrera; la nuestras tareas como nos han hablado tantas veces en el pasado. Debemos luchar
lucha de clase obrera contra el capitalismo debe prevalecer sobre cualquier conflicto contra los intentos de coacción, más o menos sutil, para que abandonemos los
entre el hombre y la mujer. No se debe permitir que el conflicto de sexos se interponga objetivos feministas.
en la solidaridad de clase.
Esto implica dos consideraciones estratégicas. En primer lugar, una lucha por
A medida que la situación empeoraba en los Estados Unidos en los últimos años, el establecer el socialismo debe ser una lucha en la que se alíen grupos con distintos
análisis marxista tradicional se reafirmaba. En la década de los sesenta, el movimiento intereses. La mujer no debe confiar en que la “libere” el hombre “después de la
de los derechos civiles, el movimiento estudiantil por la libertad de expresión, el revolución”, en parte porque no hay razón alguna para creer que sabría hacerlo, y en
movimiento contra la guerra, el movimiento de la mujer, el movimiento ecologista y la parte porque éste no tiene necesidad alguna de hacerlo; de hecho su interés
militancia cada vez mayor de profesionales y administrativos plantearon a los inmediato radica en que continúe nuestra opresión. En lugar de esto, debemos tener
marxistas nuevos problemas. Pero ahora, el retorno de problemas económicos tan nuestras propias organizaciones y nuestra propia base de poder. En segundo lugar,
obvios como la inflación y el desempleo ha hecho que se olvide la importancia de pensamos que la división sexual del trabajo dentro del capitalismo ha dado a la mujer
estas reivindicaciones y la izquierda vuelva a lo “fundamental”: la política de la clase una práctica en la que hemos aprendido a comprender lo que son las necesidades y la
obrera (estrictamente definida). Las sectas marxistas-leninistas cada vez más interdependencia humana. Estamos de acuerdo con Lise Vogel en que, mientras que
numerosas son profundamente antifeministas, tanto en la doctrina como en la práctica. el hombre ha luchado durante mucho tiempo contra el capital, la mujer sabe por qué
Y hay indicios de que el interés por los problemas feministas en la izquierda ha de luchar59. En general, la posición del hombre en el patriarcado y el capitalismo le
académica está también en decadencia. Está dejando de haber servicios de guardería impide reconocer tanto las necesidades humanas de educación, cooperación y
en las conferencias de la izquierda. A medida que el marxismo o la economía política desarrollo como las posibilidades de satisfacer estas necesidades en una sociedad no
resultan intelectualmente aceptables, la antigua red de jóvenes de ideas liberales jerárquica ni patriarcal. Pero aunque le hagamos tomar conciencia de ello, el hombre
encuentra su réplica en una red de jóvenes marxistas y radicales, machistas en cuanto puede sopesar los pros y los contras y elegir el status quo. El hombre tiene algo más
a afiliación y opiniones pese a su juventud y radicalismo. que perder que sus cadenas.

Las presiones para que las mujeres radicales abandonen estas estupideces y se Como socialistas feministas, debemos organizar una práctica que dirija la lucha contra
conviertan en revolucionarias “serias” también han aumentado. Nuestro trabajo parece el patriarcado y la lucha contra el capitalismo. Debemos insistir en que la sociedad que
una pérdida de tiempo en comparación con la “inflación” y el “desempleo”. Es queremos crear es una sociedad en la que el reconocimiento de la interdependencia
sintomático de la dominación masculina que nuestro desempleo no fuera nunca sea liberación y no temor, en la que la educación sea una práctica universal y no una

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práctica opresiva, y en la que la mujer no siga soportando tanto las falsas como las
concretas libertades del hombre.
capitalismo, cit.); Margaret Coulson, Branka Magas y Hilary Wainwright, “The housewife and her labour
under capitalism. A critique”, New Left Review, 89, enero-febrero de 1975, páginas 59-71 (“El ama de
casa y su trabajo en el sistema capitalista”, en Fini Rubio, comp., Marxismo y liberación de la mujer,
1 Madrid, Dédalo, 1977); Jean Gardiner, “Women’s domestic labour”, New Left Review, 89, enero-febrero
El derecho inglés, a menudo en los términos “marido y mujer son una sola cosa, y esta cosa es el
de 1975, páginas 47-58 (“El papel del trabajo doméstico”, en El ama de casa bajo el capitalismo, cit.); Ian
marido”, mantenía que “por el matrimonio, marido y mujer son una sola persona ante la ley, es decir, que
Gough y John Harrison, “Unproductive labour and housework again”, Bulletin of the Conference of
la existencia legal de la mujer queda en suspenso durante el matrimonio o al menos es incorporada y Socialist Economists, 11, junio de 1975 (“El trabajo doméstico de la mujer”, En Teoría, 4, enero-marzo de
consolidada en la del marido”, I. Blackstone, Commentaries, 1765, pp. 442-445, citado en Kenneth M. 1980); Wally Seccombe, “Domestic labour: reply to critics”, New Left Review, 94, noviembre-diciembre de
Davidson, Ruth B. Ginsburg y Herma H. Kay, Sex based discrimination, St. Paul (Minnesota), West 1975, pp. 85-96; Terry Fee, “Domestic labour: an analysis of housework and its relation to the production
Publishing Co., 1974, p. 117. process”, Review of Radical Political Economics, vol. 8, 1, primavera de 1976, pp. 1-8; Susan Himmelweit
2
Friedrich Engels, The origin of the family, private property and the State, con una introducción de Eleanor y Simon Mohun, “Domestic labour and capital”, Cambridge Journal of Economics, vol. 1, 1, marzo de
Burke Leacock, Nueva York, International Publishers, 1972 (El origen de la familia, la propiedad privada y 1977, pp. 15-31.
el Estado, en Marx y Engels, Obras escogidas, 2 vols., Madrid, 1975, II, pp. 177-345). 11
En Estados Unidos, la crítica política más frecuente a los grupos que reclaman un salario para el trabajo
3
Friedrich Engels, The condition of the working class in England, Stanford (California), Stanford University doméstico ha sido la de oportunismo.
Press, 1958; véanse especialmente páginas 162-66 y 296 (La situación de la clase obrera en Inglaterra, 12
Laura Oren lo documenta para la clase obrera en “The welfare of women in laboring families: England,
en Obras de Marx y Engels, vol. 6, Barcelona, Crítica, 1978). 1860-1950)”, Feminist Studies, vol. 1, 3/4, invierno-primavera de 1973, pp. 107-25.
4
Eli Zaretsky, “Capitalism, the family and personal life”, Socialist Revolution, núms. 13/14 (enero-abril de 13
El fallecido Stephen Hymer nos señaló un fallo básico en el análisis que hace Engels en El origen de la
1973, pp. 66-125) y 15 (mayo-junio de 1973, pp. 19-70). Véase también Zaretsky, “Socialist politics and familia, fallo que se debe a que Engels no analiza el proceso de trabajo dentro de la familia. Engels
the family”, Socialist Revolution (ahora Socialist Review), 19, enero-marzo de 1974, páginas 83-98, y afirma que los hombres impusieron la monogamia porque querían dejar su propiedad a sus hijos. Hymer
Capitalism, the family and personal life, Nueva York, Harper & Row, 1976 (Familia y vida personal, mantenía que, lejos de ser un “regalo”, entre la pequeña burguesía la posible herencia es utilizada como
Barcelona, Anagrama, 1978). En la medida en que afirman que sus análisis están relacionados con la amenaza a fin de que los hijos trabajen para sus padres. Hay que considerar el proceso de trabajo y ver
mujer, Bruce Brown, Marx, Freud and the critique of everyday life, Nueva York, Monthly Review Press, quién se beneficia del trabajo de quién.
14
1973 (Marx, Freud y la crítica de la vida cotidiana, Buenos Aires, Amorrortu, 1975), y Henri Lefebvre, Esta es una paráfrasis. Karl Marx escribió: “La conservación y reproducción constantes de la clase
Everyday life in the modern world, Nueva York, Harper & Row, 1971 (La vida cotidiana en el mundo obrera siguen siendo una condición constante para la reproducción del capital. El capitalista puede
moderno, Madrid, Alianza, 1972), pueden ser incluidos en el mismo grupo que Zaretsky. abandonar confiadamente el desempeño de esa tarea a los instintos de conservación y reproducción de
5
En esto, Zaretsky sigue los pasos de Margaret Benston (“The polical economy of women’s liberation”, los obreros”. Capital, Nueva York, International Publishers, 1967, I, p. 572 (El Capital, Madrid, Siglo XXI,
Monthly Review, vol. 21, 4, septiembre de 1969, pp. 13-27 (“La economía política de la liberación de la 1975, libro I, p. 704).
15
mujer”, en María José Ragué, comp., Hablan las Women’s Lib, Barcelona, Kayrós, 1972)), quien hace de Harry Braverman, Labour and monopoly capital, Nueva York, Monthly Review Press, 1975.
16
la tesis de que la mujer mantiene con el capitalismo una relación diferente que el hombre la piedra angular Julliet Mitchell, Women’s estate, Nueva York, Vintage Books, 1973, p. 92 (La condición de la mujer,
de su análisis. Afirma que la mujer en el hogar produce valores de uso, y el hombre en el mercado de Barcelona, Anagrama, 1977).
17
trabajo, valores de cambio, y califica el trabajo de la mujer de precapitalista (y descubre en el trabajo Engels, Origins, “Preface to the first edition”, páginas 71-72 (prefacio a la primera edición de El origen
común a todas las mujeres la base de su unidad política). Zaretsky se basa en esta diferencia esencial de la familia, en K. Marx y F. Engels, Obras escogidas, II, p. 178). La continuación de esta cita dice así:
entre el trabajo del hombre y el de la mujer, pero los califica a ambos de capitalistas. “...por el grado de desarrollo del trabajo, de una parte, y de la familia, de la otra”. Es interesante que el
6
Zaretsky, “Personal life”, I, p. 114. trabajo sea implícitamente excluido del seno de la familia; éste es precisamente el fallo que queremos
7
Mariarosa Dalla Costa, “Women and the subversion of the community”, en Mariarosa Dalla Costa y corregir en este ensayo.
18
Selma James, The power of women and the subversion of the community, Bristol, Falling Wall Press, Juliet Mitchell, “Women: the longest revolution”, New Left Review, 40, noviembre-diciembre de 1966,
pp. 11-37, reeditado por New England Free Press (“Las mujeres: la revolución más larga”, en Margaret
1973 (“Las mujeres y la subversión de la comunidad”, en El poder de la mujer y la subversión de la
Randall, comp., Las mujeres, México, Siglo XXI, 1970).
comunidad, México, Siglo XXI, 1975). 19
8 Juliet Mitchell, Psychoanalysis and feminism, Nueva York, Pantheon Books, 1974 (Psicoanálisis y
Es interesante señalar que en el artículo original (citado en nota 7 supra) Dalla Costa sugiere que el
feminismo, Barcelona, Anagrama, 1977).
pago de un salario por el trabajo doméstico no hará sino institucionalizar el papel de la mujer como ama 20
Mitchell, Psychoanalysis, p. 412.
de casa (pp. 32, 34), pero en una nota (nota 16, pp. 52-53) explica la popularidad de la reivindicación y su 21
Shulamith Firestone. The dialectic of sex, Nueva York, Bantam Books, 1971 (La dialéctica sexual,
uso como instrumento para lograr una toma de conciencia. Desde entonces ha apoyado activamente la Barcelona, Kayrós, 1976).
reivindicación. Véase Dalla Costa “A general strike”, en Wendy Edmond y Suzie Fleming, comps., All 22
“Politics of ego: a manifesto for New York Radical Feminists” se encuentra en Judith Hole y Ellen
work and no pay: women, housework and the wages due, Bristol, Falling Wall Press, 1975. Levine, comps., Rebirth of feminism, Nueva York, Quadrangle Books, 1971, pp. 440-443. Las “feministas
9
El texto del artículo dice así: “Tenemos que dejar claro que, dentro del salario, el trabajo doméstico no radicales” son las que afirman que la dinámica más importante de la historia es el esfuerzo del hombre
sólo produce valores de uso, sino que es esencial para la producción de plusvalor” (p.31). La nota 12 dice por dominar a la mujer. En este contexto “radical” no significa anticapitalista, socialista, contracultural,
así: “Lo que queremos decir es precisamente que el trabajo doméstico, en cuanto trabajo, es productivo etc., sino que reviste el significado específico de este determinado conjunto de creencias feministas.
en el sentido marxiano de la palabra, es decir, produce plusvalor” (p. 52, subrayado en el original). Que Otros escritos de feministas radicales, de las cuales las de Nueva York fueron probablemente las más
nosotras sepamos, esta reivindicación no ha sido planteada nunca de forma más rigurosa por el grupo influyentes, pueden encontrarse en Ann Koedt, comp., Radical feminism, Nueva York, Quadrangle Press,
que reclama un salario para el trabajo doméstico. Sin embargo, los marxistas han respondido 1972.
profusamente a la reivindicación. 23
El enfoque del poder fue un importante paso adelante en la crítica feminista de Freud. Firestone afirma,
10
La bibliografía sobre el debate incluye los nombres de Lise Vogel, “The earthly family”, Radical America, por ejemplo, que si las niñas “envidiaban” el pene de los niños era porque sabían que al crecer éstos se
vol. 7, 4/5, julio-octubre de 1973, pp. 9-50; Ira Gerstein, “Domestic work and capitalism”,Radical America, convertirían en miembros de una clase poderosa, mientras que las niñas al crecer serían dominadas por
vol. 7, 4/5, julio-octubre de 1973, páginas 101-128; John Harrison, “Political economy of housework”, ellos. El fondo de la cuestión de la mujer no era la neurosis, sino la falta de poder. Más recientemente,
Bulletin of the Conference of Socialist Economists, 7, invierno de 1973 (“Economía política del trabajo las feministas han criticado a Firestone por negar la utilidad del concepto de inconsciente. Tratando de
doméstico”, en AA.VV., El ama de casa bajo el capitalismo, Barcelona, Anagrama, 1975); Wally explicar la fuerza y la continuidad del predominio masculino, los últimos escritos feministas han insistido
Seccombe, “The housewife and her labour under capitalism”, New Left Review, 83, enero-febrero de en la naturaleza fundamental de las diferencias de personalidad basadas en el género, sus orígenes en el
1974, pp. 3-24 (“El trabajo doméstico en el modo de producción capitalista”, en El ama de casa bajo el inconsciente y la consiguiente dificultad de su erradicación. Véanse Dorothy Dinnerstein, The mermaid

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and the minotaur, Nueva York, Harper Colophon Books, 1977; Nancy Chodorow, The reproduction of
mothering, Berkeley, University of California Press, 1978, y Jane Flax, “The conflict between nurturance 35
Citado en Neil Smelser, Social change and the Industrial Revolution, Chicago, University of Chicago
and autonomy in mother-daugther relationships and within feminism”, Feminist Studies, vol. 4, 2, junio de
Press, 1959, p. 301.
1978, pp. 141-189. 36
24 Estos ejemplos están sacados de Heidi I. Hartmann, “Capitalism, patriarchy and job segregation by
Kate Millett, Sexual politics, Nueva York, Avon Books, 1971, p. 25 (La política sexual, Madrid, Aguilar, sex”, Signs: Journal of Women in Culture and Society, vol. 1, 3, segunda parte, primavera de 1976, pp.
1977). 162-163.
25
Un ejemplo de este tipo de historia feminista radical es la de Susan Brownmiller, Against our will. Men, 37
Así como las leyes fabriles fueron decretadas en beneficio de todos los capitalistas, a pesar de las
women and rape, Nueva York, Simon & Schuster, 1975. protestas de unos pocos, así también las leyes que protegían a las mujeres y a los niños pudieron ser
26
Sobre la concepción del patriarcado en la ciencia social burguesa, véase, pore ejemplo, la distinción de decretadas por el Estado con vistas a la reproducción de la clase obrera. Sólo una concepción del Estado
Weber entre autoridad tradicional y autoridad legal, en Talcott Parsons, comp., Max Weber: the theories totalmente instrumentalista negaría que las leyes fabriles y la legislación proteccionista legitiman al Estado
of social and economic organization, Nueva York, The Free Press, 1964, pp. 328-357. Esta concepción que hace las concesiones y son una respuesta a las reivindicaciones de la propia clase obrera.
es analizada también en Elisabeth Fee, “The sexual politics of Victorian social anthropology”, Feminist 38
Para un análisis más completo de la legislación laboral proteccionista para la mujer, véase el trabajo de
Studies, vol. 1, 3/4, invierno-primavera de 1973, pp. 23-39, y en Robert A. Nisbet, The sociological Ann C. Hill, “Protective labor legislation for women: its origin and effect”, multicopiado, New Haven
tradition, Nueva York, Basic Books, 1966, especialmente cap. 3, “Community”. (Connecticut), Yale Law Scholl, 1970, partes del qual han sido publicadas en Barbara A. Babcock, Ann E.
27
Véase Viana Muller, “The formation of the State and the oppresion of women: some theoretical Freedman, Eleanor H. Norton y Susan C. Ross, Sex discrimintion and the law: cases and remedies,
considerations and a case study in England and Wales”, Review of Radical Political Economics, volumen Boston, Little, Brown & Co., 1975, excelente texto legal. Véase también Hartmann, “Job segregation by
9, 3, otoño de 1977, p.p. 7-21. sex”, pp. 164-166.
28 39
Las formas concretas en que el hombre controla el acceso de la mujer a importantes recursos y Una lectura de Alice Clark, The working life of women, e Ivy Pinchebeck, Women workers, sugiere que
restringe su sexualidad varían enormemente, tanto de una sociedad a otra como de un subgrupo a otro y la expulsión de la producción del hogar fue seguida de un proceso de ajuste social que creó la norma
de una época a otra. Los ejemplos que utilizamos en este apartado para ilustrar lo que es el patriarcado social del salario familiar. Heidi Hartmann, en Capitalism and women’s work in the home, 1900-1930, tesis
están basados, sin embargo, en las experiencias de las mujeres blancas en los países capitalistas inédita, Universidad de Yale, 1974, próxima publicación en Temple University Press, afirma, basándose
occidentales. Esta diversidad queda de manifesto en Towards an antropology of women, Rayna Rapp en datos cualitativos, que este proceso se produjo en los Estados Unidos a comienzos del siglo XX.
Reiter, comp., Nueva York, Monthly Review Press, 1975; Women, culture and society, Michelle Rosaldo y Habría que probar esta hipótesis cuantitativamente examinando los presupuestos familiares en diferentes
Louise Lanphere, comps., Stanford (California), Stanford University Press, 1974, y Females, males, años y observando la tendencia de la proporción de los ingresos familiares aportados por el marido en los
families: a biosocial approach, de Lila Leibowitz, North Scituate (Massachusetts), Duxbury Press, 1978. El diferentes grupos de renta. Sin embargo, no se puede disponer de datos comparables para este período.
control de la sexualidad de la mujer va estrechamente unido al lugar que ocupan los hijos. La demanda de La solución del “salario familiar” ha perdido probablemente fuerza en el período posterior a la segunda
niños (por parte de los hombres y de los capitalistas) es crucial para comprender los cambios en la guerra mundial. Carolyn Shaw Bell, en “Working women’s contributions to family income” (Eastern
subordinación de la mujer. Economic Journal, vol. 1, 3, julio de 1974, pp. 185-201), ofrece datos actuales y afirma que ahora no es
correcto suponer que el marido es el que más gana en la familia. Sin embargo, cualquiera que sea la
Allí donde se necesiten niños por su fuerza de trabajo actual o futura, la sexualidad de la mujer tenderá a
situación real hoy o a comienzos de siglo, nos atreveríamos a afirmar que la norma social era y es que el
ser encaminada hacia la reproducción y la crianza de los hijos. Cuando los hijos sean considerados
hombre gane lo suficiente para mantener a su familia. Decir que ésta ha sido la norma no quiere decir que
superfluos, se fomentará la sexualidad de la mujer con fines ajenos a la reproducción, pero el hombre
haya sido universalmente seguida. En realidad, lo notable es que no lo haya sido. De aquí la observación
intentará destinarla a satisfacer las necesidades masculinas. La chica del Cosmopolitan es un buen de que cuando no hay unos salarios suficientemente altos desaparecen los modelos familiares
ejemplo de mujer “liberada” del cuidado de los hijos sólo para acabar dedicando todas su energías a “normativos”, como por ejemplo entre los emigrantes del siglo XIX y los americanos del Tercer Mundo
atraer y satisfacer a los hombres. Los capitalistas pueden también utilizar la sexualidad femenina para sus hoy. Oscar Handlin, Boston’s inmigrants, Nueva York, Atheneum, 1968, analiza el Boston de mediados del
propios fines, como demuestra el éxito de Cosmopolitan anunciando productos de consumo. siglo XIX, donde las mujeres irlandesas trabajaban en la industria textil; las mujeres constituían más de la
29
Gayle Rubin, “The traffic in women”, en Reiter, comp., Antropology of women, p. 159. mitad del total de asalariados y a menudo mantenían a sus maridos en paro. El debate en torno a la
30
Himmelweit y Mohun señalan que ambos aspectos de la producción (hombres y cosas) son lógicamente estructura familiar entre los negros americanos hoy sigue al rojo vivo; véase Carol B. Stack, All our kin.
necesarios para describir un modo de producción, ya que, por definición, un modo de producción debe ser Strategies for survival in a Black community, Nueva York, Harper and Row, 1974, especialmente capítulo
capaz de reproducirse. Ninguno de estos aspectos es por sí solo autosuficiente. En otras palabras: para la 1. Nos atreveríamos también a afirmar (véase infra) que en la mayoría de las familias la norma depende
producción de cosas se requieren hombres, y para la producción de hombres se requieren cosas. Aunque del lugar relativo que hombres y mujeres ocupan en el mercado de trabajo.
40
Marx reconoció la necesidad de hombres del capitalismo, no se preocupó por averiguar cómo eran Hartmann, Women’s work, afirma que el hecho de que la esposa no trabajara era considerado como
producidos o qué conexiones había entre los dos aspectos de la producción. Véase Himmelweit y Mohun, parte del nivel de vida masculino a comienzos del siglo XX (véase p. 136, nota 6), y Gerstein, “Domestic
“Domestic labour and capital” (nota 20 supra). work”, sugiere que la norma de que la esposa trabaje sirve para determinar el valor de la fuerza de trabajo
31
Para un excelente análisis de una de estas transiciones al socialismo, véase Batya Weinbaum, “Women masculina (véase p.121).
41
in transition to socialism: perspectives on the Chinese case”, Review of Radical Political Economics, vol. 8, Nunca se insistirá demasiado en la importancia del hecho de que la mujer preste servicios al hombre en
1, primavera de 1976, pp.34-58. el hogar. Como decía Pat Mainardi, en “The politics of housework”, “la medida de vuestra opresión en su
32
Es importante recordar que en la era preindustrial la mujer contribuía en buena medida a la subsistencia resistencia (la del hombre)” (en Robin Morgan, comp., Sisterbook is powerful, Nueva York, Vintage Books,
de su familia, ya fuera participando en una artesanía familiar o en las actividades agrícolas. El comienzo 1970, p.451 (“La política de las tareas domésticas”, en Margaret Randall, comp., Las mujeres, México,
del trabajo asalariado permitió y exigió a la mujer que esta contribución se ralizara indedendientemente Siglo XXI, 1970). Su artículo, tal vez tan importante para nosotras como el de Firestone sobre el amor, es
del hombre en la familia. La novedad, pues, no estuvo en que la mujer ganara unos ingresos, sino en que un análisis de las relaciones de poder entre el hombre y la mujer tal como se dan en el trabajo doméstico.
42
los ganara al margen del control de su marido o de su padre. Alice Clark, The working life of woman in the Libby Zimmerman ha explorado la relación entre la inclusión en el mercado de trabajo primario y
seventeenth century, Nueva York, Kelly, 1969, e Ivy Pinchbeck, Women workers in the Industrial secundario y los patrones familiares en Nueva Inglaterra. Véase su Women in the economy: a case
Revolution, 1750-1850, Nueva York, Kelly, 1969, describen el papel económico de la mujer en la era study of Lynn, Massachussets, 1760-1974, tesis inédita, Heller School, Brandeis, 1977. Batya Weinbaum
preindustrial y los cambios que se produjeron a medida que progresó el capitalismo. Parece ser que ni está actualmente explorando la relación entre los papeles familiares y los puestos en el mercado de
Marx, ni Engels, ni Kautsky fueron plenamente conscientes del papel económico de la mujer antes del trabajo. Véase su “Redefining the question of revolution”, Review of Radical Political Economics, volumen
9, 3, otoño de 1977, pp. 54, 78, y The curious courtship of women’s liberation and socialism, Boston,
capitalismo.
33 South End Press, 1978. Otros estudios sobre la interacción del capitalismo y el patriarcado pueden
Karl Kautsky, The class struggle, Nueva York, Norton, 1971, pp. 25-26.
34 encontrarse en Zillah Eisenstein, comp., Capitalist patriarchy and the case for socialist feminist revolution,
Podríamos añadir: “fuera del hogar”, Kautsky, Class struggle, p. 26; el subrayado es nuestro.

30
29
PAPERS DE LA FUNDACIÓ/88 PAPERS DE LA FUNDACIÓ/88

Nueva York, Monthly Review Press, 1978 (Patriarcado capitalista y feminismo socialista, México, Siglo
XXI, 1980). sociedad capitalista (éste es el contexto del consumo). Véase Weinbaum y Bridges, “The other side of the
43
Véase Batya Weinbaum y Amy Bridges, “The other side of the paycheck: monopoly capital and the paycheck”, para un análisis más completo de este argumento. El hecho de que la mujer suministre
structure of consumption”, Monthly Review, volumen 28, 3, julio-agosto de 1976, pp. 88-103, para un “simplemente” valores de uso en una sociedad dominada por los valores de cambio puede ser usado para
análisis del consumo femenino. designar a la mujer.
44
Sobre las tesis de la Escuela de Francfort, véase Max Horkheimer, “Authority and the family”, en Critical 59
Lise Vogel, “The earthly family” (véase nota 10 supra).
theory, Nueva York, Herder & Herder, 1972 (Teoría crítica, Buenos Aires, Amorrortu, 1974), y Frankfurt
Institute of Social Research, “The family”, en Aspects of sociology, Boston, Beacon, 1972.
45
Carol Brown, “Patriarchal capitalism and the female-headed family”, Social Scientist, India, 40/41,
noviembre-diciembre de 1975, pp. 28-39.
46
Para más precisiones sobre el orden racial, véanse Stanley Greenberg, “Business enterprise in a racial
order”, Politics and Society, vol. 6, 2, 1976, páginas 213-240, y Michael Burroway, The color of class in the
copper mines: from African advancement to Zambianization, Manchester, Manchester University Press,
Zambia Papers, 7, 1972.
47
Véase Michael Reich, David Gordon y Ricard Edwards, “A theory of labor market segmentation”,
American Economic Review, vol. 63, 2, mayo de 1973, pp. 359-365, y el libro compilado por ellos, Labor
market segmentation, Lexington (Massachusetts), D.C.Heath, 1975, para un análisis de la segmentación
del mercado de trabajo.
48
Véase David M. Gordon, “Capitalist efficiency and socialist efficiency”, Monthly Review, vol. 28, 3, julio-
agosto de 1976, pp. 19-39, para un análisis de la eficiencia cualitativa (necesidades de control social) y
cuantitativa (necesidades de acumulación).
49
Por ejemplo, los fabricantes de Milwaukee organizaron a los trabajadores en la producción en un
principio por grupos étnicos, pero más tarde exigieron que todos los trabajadores hablaran inglés, cuando
cambiaron las necesidades de la tecnología y de un adecuado control social. Véase Gerd Korman,
Industrialization, immigrants and Americanizers, the view from Milwaukee, 1866-1921, Madison, The State
Historical Society of Wisconsin, 1967.
50
Carol Brown, “Patriarchal capitalism”.
51
Nueva York, Random House, 1976.
52
Jean Gardiner, en “Women’s domestic labour” (véase nota 10 supra), aclara las causas del cambio de
localización del trabajo de la mujer, desde el punto de vista del capital. Pasa revista a las necesidades del
capital (en términos de nivel de los salarios reales, oferta de trabajo y tamaño del mercado) en diversos
estadios del desarrollo y de los ciclos económicos. Mantiene que en épocas de auge o rápido crecimiento
es probable que la socialización del trabajo doméstico (o más exactamente su capitalización) sea la
tendencia dominante, y que en épocas de recesión se mantenga el trabajo doméstico en su forma
tradicional. Sin embargo, al intentar pronosticar la probable orientación de la economía británica,
Gardiner no considera las necesidades económicas del patriarcado. En este ensayo mantenemos que a
menos que se tome en cuenta tanto el capital como el patriarcado no se podrá pronosticar debidamente la
probable orientación del sistema económico.
53
Sobre el número de personas que componen la familia nuclear, véase Peter Uhlenberg, “Cohort
variations in family life cycle experiences of US females”, Journal of Marriage and the Family, vol. 36, 5,
mayo de 1974, pp. 284-292. Sobre el índice de divorciados que se casan de nuevo, véanse Paul C. Glick
y Arthur J. Norton, “Perspectives on the recent upturn in divorce and remarriage”, Demography, vol. 10,
1974, pp. 301-314. Sobre los niveles de divorcio y renta, véase Arthur J. Norton y Paul C. Glick, “Marital
instability: past, present and future”, Journal of Social Issues, vol. 32, 1, 1976, pp. 5-20. Véase también
Mary Jo Bane, Here to stay: American families in the twentieth century, Nueva York, Basic Books, 1976.
54
Heather L. Ross e Isabel B. Sawhill, Time of transition: the growth of families headed by women,
Washington, D.C., The Urban Institute, 1975.
55
Véase Kathryn E. Walker y Margaret E. Woods, Time use: a measure of household production of family
goods and services, Washington, D.C., American Home Economics Association, 1976.
56
Richard Sennet y Jonathan Cobb, en The hidden injuries of class, Nueva York, Random House, 1973,
examinan tipos similares de fenómenos psicológicos dentro de las relaciones jerárquicas entre los
hombres en el trabajo.
57
Esto debería dar algunas pistas sobre las diferencias de clase en el sexismo que no podemos examinar
aquí.
58
Véase John R. Seeley et al., Crestwood Heights, Toronto, University of Toronto Press, 1956, páginas
382-394. Aunque se pueda decir que el puesto del hombre está “en la producción”, esto no significa que
el puessto de la mujer no esté en la producción, puesto que también sus tareas están confliguradas por el
capital. Su trabajo no asalariado es la solución, sobre una base cotidiana, de la producción para el
intercambio con unas necesidades socialmente determinadas, el suministro de valores de uso en una
31
Nelly Richard 75

La crítica feminista como modelo de crítica cultural


76 feminismo: historia y pensamiento

Nelly Richard
mezclando políticas y poéticas, desbordan las categorías de "identidad" y
"diferencia" preorganizadas por la sociología del género.

Políticas del significado y emancipación subjetiva


Uno de los primeros rasgos que convierten a la crítica feminista en un
modelo de crítica cultural, se debe al uso político que le da al análisis del
discurso para desmontar a la "mujer" como signo. Según varios autores li-
El campo de la reflexión contemporánea se ha visto influido por el despla- gados a las corrientes postestructuralistas, el "análisis del discurso apunta a
zamiento de la atención, antes colocada en la racionalidad objetiva de los la reorientación de las ciencias sociales que, en la actualidad, se encuentran
procesos socioeconómicos y político-sociales, hacia la nueva dimensión desafiadas por el reconocimiento de los límites de las trayectorias social e
"cultural" (imaginaria y simbólica: figurada) de los regímenes de significa- intelectual de la modernidad" (Torfing 1998: 31). El análisis del discurso
ción que comunican e interpretan la realidad por vías indirectas. sustenta, hoy, la formulación de teorías antiesencialistas que examinan
Según Michelle Barrett, prácticas e identidades en el cruce entre lenguaje, hegemonía, represen-
tación, cultura, valor y poder. Entendemos por "discurso" un conjunto
en los últimos años hemos visto una importante "vuelta a la cultura" (también) en el
feminismo. Desde el punto de vista académico, las ciencias sociales han perdido su in- múltiple de prácticas significantes inscritas en materialidades diversas (no
fluencia sobre el feminismo y la estrella ascendente está en las artes, las humanidades exclusivamente lingüísticas) y, también, el campo de realización simbólica,
y la filosofía. En este cambio general se observa un señalado interés en los procesos de análisis material y comunicativa de las ideologías en el que surgen los conflictos de
de la simbolización y la representación, es decir, en el campo de la "cultura".1
interpretación que se libran en torno al uso social y político de los signos.
Me interesa partir con esta cita de M. Barrett (aunque, sin duda, se debe La crítica feminista se ha beneficiado, más que ninguna otra, del análisis
matizar su afirmación según los contextos) para argumentar a favor de este del discurso porque este le ha permitido destejer las maniobras ocultas de
giro "cultural" de la nueva crítica feminista.2 No como algo que desvía el los signos que, supuestamente neutros, fingen que la razón abstracta del
combate de las mujeres hacia cuestiones (lenguaje y discurso) supuesta- pensamiento universal es una razón superior, ya que es imparcial y desin-
mente alejadas de las urgencias de las transformaciones sociales y políticas teresada. De ahí que Giulia Colaizzi afirme que
sino, al revés, como una orientación vitalmente necesaria para incidir en el feminismo es teoría del discurso, y hacer feminismo es hacer teoría del discurso, porque es una
las luchas por la significación que acompañan las transformaciones de la toma de conciencia del carácter discursivo, es decir, histórico-político, de lo que llamamos
sociedad. Sólo así el potencial emancipatorio del feminismo logrará abarcar "realidad", de su carácter de construcción y producto y, al mismo tiempo, un intento cons-
ciente de participar en el juego político y en el debate epistemológico para determinar una
las figuraciones imaginarias y simbólicas de las economías subjetivas que, transformación en las estructuras sociales y culturales de la sociedad (Colaizzi 1992: 105).

Los aportes del análisis del discurso al feminismo respondieron a su


necesidad teórica de desnaturalizar el "cuerpo" —locus privilegiado de la
1
Sigue M. Barrett diciendo: "El tipo de sociología feminista que tiene más público, por ejem- "experiencia" de las mujeres para el feminismo esencialista que lo considera
plo, se ha apartado de un modelo determinista de la 'estructura social' (llámese capitalismo,
un territorio primigenio, una superficie virgen aún libre de marcaciones
patriarcado o mercado de trabajo dividido según el sexo, o lo que sea), y se ocupa de asuntos
de la cultura, la sexualidad o la actividad política, contrapesos evidentes al énfasis en la es- de poder— sobre cuya desnudez se inscribirían a posteriori las categorías
tructura social". Barrett 2002: 216. formuladas por la cultura. El feminismo teórico ha sabido rebatir esta
2
T. Eagleton dice lo mismo de otra manera: "Para las demandas políticas del feminismo [la naturalización del cuerpo al demostrar que todo cuerpo original es un
cultura] es algo central en la gramática en que se enmarcan. El valor, el discurso, la imagen, la
experiencia y la identidad son aquí el lenguaje mismo de la lucha política". Eagleton 2005: 59. cuerpo ya significado por la diferencia sexual en el acto mismo de tener que
corresponderse, realistamente, con las definiciones y las clasificaciones que
ordena el dualismo de género.
Nelly Richard 77
78 feminismo: historia y pensamiento

El modo en que cada sujeto concibe y practica las relaciones de géne-


ficados. La crítica feminista parte sacudiendo los límites de las disciplinas
ro está mediado por todo un sistema de representaciones que articula la
universitarias que resguardan la integridad de los corpus académicos,
subjetividad a través de prácticas sociales y formas culturales. Los signos
para detectar los vicios de las sistematizaciones funcionales encargadas
"hombre" y "mujer" son construcciones discursivas que el lenguaje de la
de reproducir la autoridad del canon e incorporar lo desechado por ellas a
cultura proyecta e inscribe en el escenario de los cuerpos, disfrazando sus
zonas intermedias.5 Es decir, que la crítica feminista transgrede, dentro de la
montajes de signos tras la falsa apariencia de que lo masculino y lo feme-
academia, los recortes de los campos de estudio con los que las disciplinas
nino son verdades naturales, ahistóricas.3 Nada más prioritario, entonces,
buscan circunscribir sus objetos al manejo especializado de un saber bajo
para la conciencia feminista que rebatir la metafísica de una identidad ori-
resguardo academicista. Pero, además, la crítica feminista se aventura a
ginaria que ata el signo "mujer" a la trampa naturalista de las esencias y las
trabajar, fuera de la academia, las relaciones entre la universidad y otras
sustancias. Y para cumplir dicha tarea, la crítica feminista debe aprender
zonas de cultura y poder (movimientos sociales, demandas ciudadanas,
a desmontar las estratagemas del discurso, asumiendo que lo discursivo-
luchas democráticas, grupos subalternos, etc.), estimulando prácticas crí-
representacional es el medio a través del cual se formula la ideología sexual
ticas que combinan las construcciones de objetos con las formaciones de sujetos.
que busca confundir naturaleza y significación en la categoría supuestamente
Son estas prácticas críticas del feminismo las primeras en haber desbor-
invariable de lo femenino.
dado los archivos y las bibliotecas del conocimiento a salvo, rompiendo
Un segundo rasgo que asocia la crítica feminista a la crítica cultural es
así con el principio de "no interferencia" que, según Edward Said, aísla el
su énfasis transdisciplinario. Siendo la lógica de diferenciación genérico-
saber universitario de lo que él llama "la resistencia y heterogeneidad de
sexual una lógica universal que lleva la oposición masculino-femenino a
la sociedad civil" (Said 1987: 24). Quizás no encontremos mejor ejemplo
funcionar como una invariante que atraviesa el pensamiento filosófico y la
que la revista mexicana debate feminista —dirigida por Marta Lamas—
organización social a la vez, la teoría feminista debió forjar instrumentos de
para ilustrar esta fuerza de desorganización de la separación convencional
reflexión suficientemente transversales para analizar los distintos sistemas
entre la acción y el pensamiento mediante una capacidad de intervención-
de jerarquía, oposición y negación que rigen la generalidad del mundo del
invención diseminante en territorios múltiples. Los índices mismos de la
conocimiento.
revista debate feminista ("desde la literatura", "desde la filosofía", "desde
Al participar de lo que M. Foucault llamó la "insurrección de los sabe-
el lenguaje", "desde la mirada", "desde la crítica", pero, también, "desde la
res sometidos",4 la crítica feminista no puede sino romper los marcos de
calle", "desde la política", "desde el activismo", "desde lo cotidiano", "desde
vigilancia epistemológica y desobedecer los protocolos de disciplinamiento
otro lugar", etc.) testimonian este deseo de cruzar lo crítico-intelectual y lo
académico que controlan las fronteras de inclusión-exclusión que separan
político-social, para que la teoría arme conexiones plurales con las máqui-
los saberes pertinentes y calificados de los saberes impertinentes o descali-
nas de agitación y sublevamiento que dinamizan sus usos ciudadanos en
el afuera de la página impresa.6

3
M. Wittig dice: "Hemos sido obligadas, en nuestros cuerpos y en nuestras mentes, a corres-
ponder rasgo por rasgo a la idea de naturaleza que se nos ha establecido". Monique Wittig
citada por Butler 1990: 202.
4
Dice M. Foucault: “Por saberes sometidos, entiendo dos cosas: por una parte, quiero designar los 5
La crítica cultural feminista se reconoce en el gesto descrito por L. Arfuch: el de “habilitar
contenidos históricos que han estado sepultados, enmascarados en el interior de las coherencias los tránsitos, los desplazamientos, la valoración de los márgenes, de lo intersticial, de lo que
funcionales o en sistematizaciones formales. […] Los saberes sometidos son estos bloques de resiste al encerramiento en un 'área restringida' del saber y por ende a la autoridad de un
saberes históricos que estaban presentes y soterrados en el interior de los conjuntos funciona- dominio específico”. Arfuch 2008: 208.
les y sistemáticos. […] En segundo lugar, por saberes sometidos, pienso que debe entenderse 6
Sólo cabe lamentar que una revista como debate feminista no esté habitualmente incorporada
también otra cosa y, en cierto sentido, una cosa diferente: toda una serie de saberes calificados como referencia a los debates académicos de los estudios culturales latinoamericanos ya que,
como incompetentes o insuficientemente elaborados: saberes ingenuos, inferiores jerárquicamente sin lugar a dudas, le quitaría monotonía a su agenda temática proponiendo materiales que
al nivel del conocimiento o de la cientificidad exigida”. Foucault 1979: 129. recorren en inexploradas direcciones la separación trazada por el latinoamericanismo entre
las humanidades y las ciencias sociales.
Nelly Richard 79 80 feminismo: historia y pensamiento

Las nuevas producciones críticas del feminismo teórico son también de la razón práctica que sólo describe lo directamente objetivable. La di-
un modelo de crítica cultural por la manera en que prefieren las vueltas y mensión crítico-estética de lo cultural que investiga el feminismo desafía
las revueltas de una textualidad híbrida7 a la exposición científico-social de el reduccionismo socio político de las categorías funcionales del análisis
los conocimientos moldeados por la industria del paper que suele aplicar el de género, haciendo jugar un excedente de sentido que genera desconciertos,
sociologismo de género a las agendas temáticas de las políticas públicas. Tal paradojas y ambivalencias en el mundo seriado, unidimensional, de la ra-
como lo sugiere Ana Amado a propósito de Donna Haraway, son cada vez cionalidad comunicativa. El trabajo intensivo de la crítica feminista sobre
más las feministas que despliegan sus teorías "como una ficción apasiona- las relaciones entre lo crítico, lo político y lo estético va destinado a expresar
da, sin reconocer fronteras entre la reflexión especulativa, la estética y la política" mundos de experiencia que no quieren sacrificar lo vago ni lo divagante a
(Amado 2000: 235), recurriendo para ello a figuraciones del pensamiento, favor de lo exclusivamente recto, ni tampoco renunciar a las brechas de
a "conceptos-metáforas" que se mueven en sutil rebeldía contra las guías indeterminación que le permiten sacudir los repertorios de los nombres y
investigativas de las demostraciones-de-saber que controlan el registro cuerpos ya clasificados a lo todavía-sin-formular de subjetividades en proceso.
científico-social de los datos numerables y verificables. La crítica feminista Ya lo decía Julia Kristeva:
busca, en palabras de Rosi Braidotti, "manejar fluidamente una variedad ¿Por qué la literatura? Es porque frente a las normas sociales, la literatura despliega un
de estilos y ángulos disciplinarios, y en muchos dialectos, jergas y lenguas saber y a veces la verdad sobre un universo reprimido, secreto, inconsciente. Porque
duplica así el contrato social revelando su no dicho, su inquietante extrañeza. Porque del
diferentes" (Braidotti 2000: 78) con el fin de que su "política de resistencia orden abstracto y frustrante de los signos sociales, de las palabras de la comunicación
periférica a las formaciones hegemónicas" (Ibid: 48) del conocimiento vaya corriente, hace un juego, espacio de fantasía y de placer [...]. El papel de las experiencias
acompañado de nuevas formas de decir —inventivas, riesgosas en tanto estéticas debería incrementarse no sólo para hacer de contrapeso al almacenamiento y
la uniformidad de la información, sino para desmistificar la comunidad del lenguaje
sinuosas en su gusto por las torsiones de lenguajes, estilos y voces— para
como herramienta universal, totalizante, niveladora (Kristeva 1995).
desajustar con ellas los parámetros de comunicabilidad dominante del
conocimiento garantizado. La libertad creativa que juega con la metaforicidad de las palabras y
La crítica feminista es crítica cultural en un doble sentido: 1) es crítica de las imágenes hace que el arte y la literatura sean capaces de vislumbrar lo
la cultura, en tanto examina los regímenes de producción y representación aún no integrado a la circulación comunitaria por los lenguajes normaliza-
de los signos que escenifican las complicidades de poder entre discurso, dores del ordenamiento social. Sorprendentemente, el "más que eso" y el
ideología, representación e interpretación en todo aquello que circula y se "nunca del todo" del arte y de la literatura, de una subjetividad feminista
intercambia como palabra, gesto e imagen, y 2) es una crítica de la socie- en permanente descuadre de roles y guiones, se topan con la multiplicidad
dad realizada desde la cultura, que reflexiona sobre lo social incorporando batallante de muchos otros nombres y cuerpos "fuera de lugar". Estos otros
la simbolicidad del trabajo expresivo de las retóricas y las narrativas a su nombres y cuerpos —restados o sobrantes— son los que no se sienten parte
análisis de las luchas de identidad y de las fuerzas de cambio. Nada de eso de la democracia, al haber sido rechazados por el orden del consenso, tal
se entiende sin compartir el supuesto de que la "cultura" es el teatro oblicuo como lo señala brillantemente J. Ranciére:
de las figuraciones indirectas que le dan una voz quebrada a lo social, en- Si la literatura testimonia algo que importa a la comunidad, es por el dispositivo que
trometiéndose en sus pliegues más difusos, en sus urdimbres semiocultas, introduce la heteronomía en el yo (una heteronomía que separa todo sí de sí mismo). Y es allí
donde se anuda la pregunta de la literatura con la de la democracia: una y otra instauran,
en los huecos donde rastrear las huellas de lo inconexo, lo escindido, lo
por sobreimpresión en la cuenta de las partes de la comunidad y la completud de los
residual, lo disperso, etc. que se escapan de los reticulados aprisionadores cuerpos, consintiente y conveniente, la existencia de seres sin cuerpos, que no son propie-
dades de cosas intercambiables, ni convenciones de una relación de intercambio.

El "más que eso" del arte y el "nunca del todo" de la democracia, lo


7
Esta dimensión híbrida se debe a que “la palabra, más allá de su (obligada) pretensión de
siempre incompleto de la demanda feminista, figuran el litigio de los cuerpos
exactitud, está marcada por la duplicidad, la falta, el desvío, el desvarío […]. Esta preeminen-
cia de la dimensión simbólica, como distancia crítica de toda afirmación [...] es inherente a toda y los nombres "sin lugar". Estos cuerpos y nombres "fuera de lugar" (J. Ran-
indagación del campo cultural”. Arfuch 2008: 209. ciére), lo sabe el feminismo, ocupan cualquier margen de descentramiento
Nelly Richard 81 82 feminismo: historia y pensamiento

para reclamar contra las jerarquías oficiales de distribución del valor y la que el cuerpo y la experiencia de las mujeres eran el soporte naturalista de
representación culturales. una feminidad auténtica que se retrataba en palabras e imágenes. El femi-
La crítica de la cultura surge del conflicto entre el dictamen de la nismo postestructuralista, en diálogo con el psicoanálisis y las filosofías
transparencia (el realismo práctico del orden social —funcionalizable y pla- de la desconstrucción, sospecha del yo-mujer como totalidad unificada
nificable— que demanda lenguajes operativos) y las sombras de opacidad por un conjunto supuestamente estable de atributos genérico-sexuales
que rodean las fallas y los sobresaltos de lo refractario a las economías del contenidos en lo idéntico-a-sí-mismo de lo femenino. El feminismo postes-
cálculo. Y es por ello que la crítica feminista no puede limitarse ni a denun- tructuralista postula, más bien, que el yo se deshace y se rehace mediante
ciar los estereotipos masculinos dominantes ni a estimular representacio- cambiantes posiciones-de-sujeto que construyen sus marcas relacionales,
nes alternativas de las mujeres como única tarea necesaria del feminismo, contingentes y transitivas, en la intersección de contextos entre fuerzas
aunque también y a la vez —en un gesto doble, desdoblado— este debe heterogéneas y significados disímiles. Al igual que la arena de los signos
seguir cumpliendo con el imperativo de las luchas antidiscriminatorias teorizada por Bajtín, todas las identidades son multiacentuadas, en tanto
y promoviendo la igualdad de género. La crítica feminista como crítica son recorridas por una variedad de intereses y conflictos que exceden la
cultural debe salirse de la consigna de las identidades y las diferencias línea principal de la oposición sexual masculino-femenino. Al distanciarse
pensadas como categorías ya fijadas por un orden binario de afirmación y del contenidismo de la identidad y/o de la diferencia que se basaba en un
negación —"sí" o "no"— que no admite las interrogaciones y vacilaciones núcleo preexistente de propiedades sustanciales de "la mujer" o "las muje-
del "quizás", del "tal vez", etc. La crítica feminista como crítica cultural debe res", el feminismo posmetafísico deja de centrarse en la particularidad de
usar las asimetrías y los descalces de la perspectiva de género para sacudir cada asignación de género (masculino-femenino) para desplazarse hacia la
los códigos de estructuración del sentido y de la identidad, subrayando generalidad de las marcas de identificación-diferenciación del valor sexual
las fisuras e intervalos que contradicen la noción —hegemónica— de una que se reparten socialmente en múltiples cadenas de fabricación del sentido.
representación total de los nombres y los cuerpos que los llama a coincidir Este es el momento teórico en el que, dentro del feminismo, "la diferencia
lisa y llanamente consigo mismos. La creación de subjetividades rebeldes se redefine, no como masculino versus femenino, no como biológicamente
a las definiciones unívocas de "identidad" y "diferencia" requiere activar el constituida, sino como una multiplicidad, ambigüedad y heterogeneidad" que,
"en lugar de simplemente mostrar, como en aproximaciones más tradicio-
plural heterogéneo del sentido que se aloja en los pliegues de lo simbólico-
nales, los temas y las representaciones de la opresión de la mujer", convierte
cultural, movilizar las dinámicas internas y externas de confrontación de los
al sujeto "en la sede del desafío y la otredad" (Jacobus 1999) de lo que lo
signos mediante disyunciones de enunciados, para que la crítica feminista se
desconfigura interna y externamente.
deslice fuera de las totalizaciones identitarias en homenaje a lo suspensivo
La práctica feminista de las organizaciones de mujeres se ha resentido
y lo intermitente.
de este socavamiento crítico de las categorías de identidad que, al volverse
Identidad, diferencia: la alteridad como línea de fuga discontinuas e inestables en vez de coherentes y seguras, fragilizan el tra-
zado colectivo de las líneas de acción que necesitan de la operacionalidad
La crítica feminista de los años setenta que se dedicaba al arte y la literatura estratégica de un "nosotras" para reunir lo disperso en torno a objetivos
se preocupó sobre todo de compensar el lugar desfavorecido que la tradi- comunes. Aquel combate feminista orientado a darles poder a las mujeres
ción le asignaba a lo femenino en las escalas de representación culturales —a fortalecerlas socialmente como sujetos dueños de su "yo", con todo lo que
dictadas por el canon masculino-dominante, mediante un gesto de simetría esto supone de autodeterminación— se vio afectado por el debilitamiento
invertida (aún cautivo del binarismo de la oposición sexual) que, finalmen- posmoderno de las narrativas de identidad que, desde lo fragmentario y
te, buscaba otorgarle prioridad absoluta al segundo término —la mujer— descentrado, se entienden ahora como identificaciones siempre parciales
subordinado durante siglos por el discurso patriarcal. La crítica feminista y ocasionales. Sin la categorialidad plena de un "nosotras" integrador, el
desconstructiva que emerge en los años ochenta, supo cuestionar la defensa feminismo teórico debe entrar a sospechar de la "representación", en su
del femenino-en-sí que, esencializado por el dualismo de género, planteaba doble sentido —estético y político— de semejanza y delegación.
Nelly Richard 83 84 feminismo: historia y pensamiento

El feminismo se trasladó primero de la identidad de las mujeres (un lo numerable, gobernable y sistematizable. La crítica cultural feminista ya
conjunto de propiedades cerrado sobre el núcleo homogéneo de una fe- no se limita a que el sujeto marginado del reparto sexual hegemónico (la
minidad esencial) a la diferencia (lo femenino como reverso asimétrico de mujer) coincida realistamente —o sociológicamente— con la categoría de
lo masculino-patriarcal que busca reivindicarse, separatistamente, con marginalidad que le asigna la lógica representacional de la subordinación
base en un sistema de referencia aparte). El feminismo pasó luego de la y la discriminación de género. Quiere, más bien, invitar a los sujetos y las
diferencia absolutizada como femenina, a las diferencias que se multiplican identidades disconformes, con lo que reparte el consenso de las identida-
en cada mujer y entre las mujeres. Hoy la teoría feminista abarca el plural des clasificadas, a constituirse a partir de la separación entre lo asignado y
multidiferenciado del conjunto de identidades y diferencias que traspasan la lo reinventable, entre lo unánime y lo divergente, entre la clasificado y lo
simple oposición sexual al interconectar distintas coordenadas de poder, inclasificable, etc. Para esto, la crítica feminista debe acoger la dimensión
hegemonía, cultura y resistencia. Este acento en la multidiferenciación del ideológico-cultural de los conflictos de valor, significación, poder, represen-
sujeto y de las prácticas de identidad le permite a la teoría feminista usar tación e interpretación que acompañan las prácticas sociales y políticas de
el género no para reafirmar una "propiedad" de la diferencia sexual, sino identidad, resistencia y oposición. Pero, además, la crítica feminista debe
como una fuerza que impulsa cada territorio subjetivo a moverse creativa- interesarse por las figuraciones imaginarias y simbólicas, por los modelajes
mente entre centralidad y márgenes, entre unidad y fragmentación, entre expresivos de aquellos nuevos montajes de la percepción y la conciencia que
autonomía y heteronomía, etc. despiertan la imaginación de los signos al no hacer coincidir gestos y enun-
Esta nueva perspectiva de género —fluctuante e intersectada— sirve ciados con una matriz de significación única. Es así como la crítica cultural
para que la crítica feminista entendida como crítica cultural ensaye la feminista genera tumulto y discrepancia en lo ya ordenado y repartido por
tensión del límite entre el adentro y el afuera de los marcos fijados como las clasificaciones sociológicas que hacen de la pertenencia y la pertinencia
dominación o subalternidad. Esta tensión del límite hace oscilar el género su única base de entendimiento para reconocer identidades y diferencias.
entre pertenencia y diseminación, entre comunidad y des-identidad, entre Partimos diciendo que la crítica feminista, al asumirse como crítica cul-
la grupalidad del "ser parte de" un "nosotras" y la excentricidad del mar- tural, amplía su capacidad de desensamblar los entramados discursivos que
gen que reclaman los "otros inadecuados" (Trinh T. Min-ha) en un ejercicio anudan signos, representaciones e intereses en torno a la diferencia sexual.
deliberado de des-ubicación de sí mismos. De manera recíproca, la crítica cultural encuentra en la crítica feminista el
Al asumir los múltiples fraccionamientos que desunieron los significa- modelo de una "diferencia situada" cuyos tránsitos por los mundos cruza-
dos "mujer", "identidad", "diferencia" y "representación", la teoría feminista dos del activismo teórico-académico, de la militancia social y de la creación
sabe que debe cuestionar la linealidad —engañosamente transparente— del estética, la llevan a alternar registros de la voz y posiciones subjetivas siem-
vínculo entre "ser", hablar "como" y "en nombre de". Sin el referente pleno de pre variadas y variables. En ambos casos, son las fuerzas de la alteridad las
identidades y diferencias enteras, el feminismo debe subrayar los cortes, las que llevan la no correspondencia y el desfase a ser el escenario en que cada
fisuras, las escisiones y las dislocaciones que, en todo proceso configurativo sujeto puede ser otro para sí mismo •
de la subjetividad, se resisten a las identificaciones completas y suturadas.
Al des-naturalizar la relación entre cuerpo, experiencia, sujeto, represen- Bibliografía
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' C:1l·nc1.L' dl· l.1 Educ.Kión

¿Puede habla r el sujeto subalterno?'

Gayatri Chakravorty Spivak


(Columbia University)

Traducido por José Am ícola


Spivak, Gayatri Chakravorty

lPuede hablar el sujeto


U[ subalterno? Algunos de los más radicales enfoques críticos nacidos en Occidente hoy en día pro-
vienen del deseo interesado de conservar al sujeto de Occidente así como está, o conservar a
Occidente como el único sujeto y tema.2 La teoría de los "efectos de sujeto/tema" pluralizados
provoca la ilusión de socavar la soberanía del sujeto, mientras a menudo lo que hace es servir de
cobertura para la supervivencia de ese mismo sujeto/tema de conocimiento. Aunque la historia
de Europa como sujeto/tema está narrativizada en la ley, en la economía política y en la
ideología occidentales, este sujeto/tema omnipresente y latente pretende no poseer
Orbis Te1·tius "determinaciones geopolíticas". La muy publicitada crítica de la soberanía del sujeto, por lo
tanto, funda, en realidad, un suj eto, un único tema. Mi argumentación al respecto va a basarse
1998, año 3 no. 6, p. 175-235
en la consideración de un texto de dos de los grandes representantes de este tipo de crítica:
"Intellectuals and power: a conversation between Michel Foucault and Gilles Deleuze" ("Los
intelectuales y el poder: una conversación entre Michel Foucault y Gilles Deleuze"; citado
como: Foucault, 1977).3
He elegido ese intercambio amistoso entre dos filósofos de la historia y activistas del
Este documento está disponible para su consulta y descarga en post-estructuralismo, porque significa una síntesis entre una producción teórica autoritaria y la
Memoria Académica, e l repositorio institucional de la Facultad de
libre práctica de la conversación que permite una mirada en los rastros que va dej ando tras sí la
Humanidades y Cienc ias de la Educación de la Universidad
ideología. Los participantes en esta conversación hacen hincapié en las más importantes
Naciona l de La Plata, que procura la reunión, e l registro, la difusión y
la preservación de la producción científico-académica édita e inédita contribuciones de la teoría post-estructuralista francesa. Insisten, en primer lugar, en que los
de los mie mbros de su comunidad académica. Para más información, entramados entre el poder/el deseo/el interés son tan heterogéneos que su reducción a una
visite el s itio narrativa coherente puede resultar anti-productiva y que lo que se necesitaría sería una crítica
www.memoria.fahce.unlp.edu.ar persistente. En segundo lugar, afirman que los intelectuales deben intentar arribar a la
separación y el conocimiento del discurso del Otro en la sociedad. A pesar de esto, los dos
Esta iniciativa está a cargo de BIBHUMA, la Biblioteca de la Facultad, interlocutores ignoran sistemáticamente la cuestión de la ideología y la manera en que ellos
que lleva adelante las tareas de gestión y coordinación para la concre- mismos están inmersos en la historia intelectual y económica.
ción de los objetivos planteados. Para más información, visite el sitio Aunque una de las primeras presuposiciones en la conversación entre Foucault y
www.bibhuma.fahce.unlp.edu.ar Deleuze es la crítica del sujeto autónomo, ella está enmarcada por dos concepciones del sujeto
que son monolíticas pero anónimas y que aparecen insertas en los procesos revolucionarios: el
Cita sugerida: maoísmo y la lucha obrera (Foucault, 1977: 205 y 217). Sin embargo, los intelectuales pueden
Spivak, G. C. (1998) ¿Puede hablar el sujeto suba/temo? Orbis
Tertius, 3 (6), 175-235. En Memoria Académica. Disponible en: 1
En: C. Nelson y L. Grossberg (comps.), Marx ism and the lnterpretation of C11/t11re, Basingstoke,
http://www.fuentesmemoria.fahce.unlp.edu.arlart_revistas/pr. 2732/p
Macmillan Education, 1988, pp. 27 1-3 13; reimpreso en: P. Williams y L. Chrisman (Comps), Colonial
r.2732.pdf
Discourse and Post-Colonial Theory, N. York, Columbia University Press, 1994, pp. 66-1 11. (Nota del
traductor: La presente versión sigue la publicación de la Columbia University Press; la autora ha cedido
expresamente los derechos de la presente traducción a la revista Orbis Tertius].
2
(Nota del traductor: La autora hace aquí un juego de palabras con el término inglés "subject", que
Licenciamiento significa tanto "sujeto" como "tema"].
Esta obra esta ba10 una lrcenc1a Atnbuctón-No comercral-Sm obras denvadas 2.5 3
Michel Foucault, Language, Counter-Memory, Praclíce: Selec1ed essays and inlerviews, (trad. de D. F.
Argenljna de Creawe Commons. Bouchard y Sherry Simon), lthaca, Comen University Press, 1977, pp. 205-217. Es importante notar que
Para ver una copta breve de esta l1cenc1a, v1s1te la gran "influencia" de los intelectuales de Europa Occidental sobre la academia norteamericana se
http:l/creativecommons.org/licenses/by..flc·nd/2.5/ar/. canaliza a través de colecciones de ensayos más bien que a través de extensos libros traducidos. Y es
comprensible que en estas antologías sean las contribuciones más diferenciadas las que ganen mayor
Para ver la /1cenaa completa en códrgo legal, vrsrte difusión. Como ejemplo de esto puede citarse el trabajo de Derrida "Structure, sigo and play".
http·//creat jyec ommo ns pmJljcenses/by:0c. nd/2 S(arJlegalcode

O envíe una carta a Creat1ve Commons, 559 Nathan Abbott Way, Stanford, Calrfomra
94305, USA
Orbis Tertius, 1998, m (6) Orbis Tertius, 1998, m (6)

tener nombre y estar bien diferenciados, mientras que el maoísmo chino nunca tiene carácter Bewegung vertrete11, von denen sie aber, als von den offiziellen R epriise111a11te11
operativo. Más bien el maoísmo aquí crea s implemente un aura de especificidad narrativa, que der Partei, sich nie ganz unabhiingig machen konnen." Die politischen Einsichten
podría ser una trivialidad retóricamente anodina si no fuera porque, dada la excentricidad del Baudelaires gehen grundsiitzlich nicht über die dieser Berufsverschworer
maoísmo intelectual francés y de Ja subsecuente "nouvelle philosophie", la apropiación inocente hinaus.(...) Allenfalls hiitte er Flauberts Wort "Von der ganzen Politik verstehe ich
del nombre propio "maoísmo" da visibilidad internacional al nombre de "Asia" [referencia a nur ein Ding: die Revolte zu seinem eigenen machen konnen''.7
4
otra compilación de entrevistas en inglés citada desde ahora como: Foucault, 1972-1977] .
La referencia de Deleuze a la lucha obrera es igualmente problemática; se trata obvia- En su descripción del conspira/eur de profession Marx procede del siguiente
mente de una genuflexión: modo:(...) "Con tales proyectos en la cabeza no tienen otra meta que la proximidad
de la caída del régimen imperante y desprecian de todo corazón cualquier
Somos incapaces de tocarlo <se refiere al poder>' en cualquier punto de su explicación aproximadamente teórica de los obreros sobre sus intereses de clase.
manifestación sin encontramos nosotros mismos enfrentados a una masa difusa, de De aquí proviene su enojo no proletario, sino plebeyo contra Los habils noirs
modo tal que somos arrastrados... por el deseo de hacerlo saltar por los aires. Cada (traj es negros), gente relativamente culta, que represe11tan ese lado del
ataque revolucionario parcial o defensivo se halla ligado de esta manera a Ja lucha movimiento, y de los que, sin embargo, en tanto represe11ta11tes oficiales del
de los trabajadores. (Foucault, 1977: 2 17) partido, no se pueden independizar del todo." Las opiniones políticas de Baudelaire
no sobrepasan en principio las de esos consp iradores profesionales. ( ...) De todos
Esta visible trivialidad oculta en el fondo un repudio. Su afirmación revela, en rigor, la modos, podria haber hecho suya esa frase de Flaubert que dice: "De toda la política
ignorancia de la división internacional del trabajo, un gest o que a menudo caracteriza a la teoría lo único que entiendo es una cosa: poder hacer suya la rebelión''. [Negrita de la
política del post-estructuralismo. 6 La invocación a la luch a obrera es funesta de puro inocente, autora]8
dado que es incapaz de enfrentar al capitalismo global, que implica: la producción de un sujeto
de los obreros y los que se hallan sin empleo dentro de las ideologías de Estado-nación en los El nexo entre la lucha obrera aparece as í simplemente ubicado en el deseo. Por su parte,
países centrales; la creciente substracción de Ja clase obrera en la periferia de Ja producción de Deleuze y Guattari intentaron una definición alternativa del deseo, revisando la que había
la plusvalía y, por ello, del entrenamiento " humanista" en el consumismo; y la presencia a gran suministrado el psicoanálisis:
escala de un trabajo para-capitalista, como también el estatuto estructural heterogéneo de la
agricultura en los países periféricos. Pero los problemas aquí presentados, como: ignorar la Le désir ne manque de rien, il ne manque pas de son objet. C ' est plutót le sujet qui
división internacional del trabajo, hacer de "Asia" (y a veces de "África") algo visible (salvo manque au désir, ou le désir qui manque de suj et fixe; il n'y a de suj et fixe que par
que el tema sea visiblemente el "Tercer Mundo'') o re-implantar al sujeto jurídico de Ja sociedad Ja répression. Le désir et son objet ne font qu 'un, c' est la machine en tant que
capitalista, todos ellos son problemas comunes tanto al post-estructuralismo como a la teoría machine de machine. Le désir est machine, l 'objet du désir est encore machine
estructuralista. ¿Por qué se han de aceptar, en definitiva, tales enfoques que implican una connectée, si bien que le produit est prélevé sur du produire, et quelque chose se
exclusión justamente en intelectuales que representan nuestros mejores profetas de la détache du produire au produit, qui va donner un reste au sujet nomade et
heterogeneidad del Otro? vagabond. 9
El eslabón con la lucha obrera se ubica en el deseo de hacer estallar el poder en
cualquier punto de su decurso. Ese lugar está visiblemente ubicado en una valorización de El deseo no carece de nada, no carece de su obj eto. Es más bien el sujeto lo que le
todo tipo de deseo que destruya algún género de poder. Walter Benjarnin puede ser una falta al deseo, o el deseo que carece de sujeto fijo; no existe sujeto estable más que
interesante autoridad al respecto cuando comenta la noción de política en Baudelaire por por medio de Ja represión. El deseo y su objeto no forrnan otra cosa que una
medio de comparaciones tomadas de Marx: unidad: es la máquina, en tanto máquina de máquinas. El deseo es una máquina, el
obj eto del deseo también es una máquina conectada, aunque el producto tiene
Marx fáhrt in seiner Schilderung der conspirateur de profe ssion folgenderrnassen prioridad sobre el acto de producir y aunque de ese acto queda en el producto algo
fort:( ...) "Mit solcher Projektmachetei beschaftigt, haben sie keinen anderen Zweck que va a dotar de un residuo al sujeto nómada y errático.
als den niichsten des Umstürzes der bestehenden Regierung und verachten aufs
tiefste die mehr theoretische Autldiirung der Arbeiter über ihre Klassenintetessen. Esta definición no altera, con todo, Ja especificidad del sujeto deseante (o el residuo del
Daher ihr nicht proletarischer, sondern plebejischer Árger über die habits noirs efecto suj eto) que aparece apegado a instancias determinadas del deseo o de la producción de la
(schwarzen Rocke), die mehr oder minder gebildeten Leute, die diese Seite der máquina deseante. Y lo que es más: cuando Ja conexión entre deseo y suj eto es considerada
irrelevante o cuando simplemente se Ja invierte, el efecto sujeto/tema que emerge de modo
4
Existe una explícita referencia a la ola de maoísmo en Francia después de Mayo de 1998. Para este subrepticio se parece mucho más al sujeto/tema ideológicamente generalizado de los teóricos.
punto véase: Michel Foucault, "On Popular Justice: a discussion with Maoists", en idem: Éste puede ser el sujeto legal del capital socializado [socialized capi1af] - no del trabajo ni de
Power/Knowledge: Selected interviews and other writings (trad. Colin Gordon), N. York, Pantheon,
1972-1977, p. 134. Este tipo de explicación refuerza mi convicción al poner al descubierto los
7
mecanismos de la apropiación. El estatuto de China en este sentido es paradigmático: Mientras que, por Walter Benjamín, Charles Baudelaire. Ein l yriker im Zeita//er des Hochkopitolismus, en idem:
una parte, Foucault aclara su postura diciendo "No sé nada sobre China", sus interlocutores muestran Gesammelte Schriften, bajo el cuidado de R. Tiedemann y H. Schweppenhiiuser, Francfort, Suhrkamp,
sobre el tema lo que Derrida ha llamado "el prejuicio chino". 1974-1989, Tomo l. 2, pp. 514-515.
8
' (Nota del traductor: Se ponen entre ángulos las aclaraciones de la autora que aparecen entretejidas en (Nota del traductor: Se han colocado corchetes para indicar aportes en otros idiomas o aclaraciones de
textos de otros). traducción].
6 9
Esto es parte de un síntoma más amplio corno lo ha demostrado Eric Wolf en Europe and the People Gilles Delleuze/Félix Guattari, L 'anti-Oed ipe. Capitalisme et schizophrénie, Paris, Minuit, 1972/1 973,
witholll Hislory, Berkeley, University of Califomia Press, 1982. p. 34 ("Les machines désirantes").

2 3
Orbis Tertius, 1998, m (6) Orbis Tertius, 1998, m (6)

su administración-, que exhibe un pasaporte "fuerte'', que hace gala de una moneda "fuerte" o Estos filósofos no abrigan la idea de una contradicción constitutiva; y es justamente en
"dura" y que posee un acceso supuestamente no cuestionado al proceso correspondiente. Éste este punto donde se alejan de modo explícito de las izquierdas. En nombre del deseo,
no es, por cierto, el sujeto deseante como Otro. reintroducen al sujeto no dividido en el discurso del poder. Así Foucault parece a menudo
El fracaso de Deleuze y Guattari al considerar las relaciones entre deseo, poder y contraponer las nociones de "individuo" y "sujeto", 12 mientras que el impacto de esto en sus
subjetividad, hace a estos autores incapaces de articular una teoría del interés. En este contexto, propias metáforas se baila intensificado quizás en el discurso de sus seguidores. Justamente
su indiferencia frente a la ideología (instancia que está en la base de la comprensión del interés) gracias al poder que posee el término "Poder" , Foucault admite que usa esa "metáfora como un
es llamativa, pero coherente. El compromiso de Foucault con la especulación "genealógica", centro que va extendiéndose paulatinamente a su entorno". Pero el peligro consiste en que tales
por otra parte, le impide a este autor ubicar en los "grandes nombres", como Marx y Freud, las deslizamientos se toman la regla antes que la excepción en manos menos cuidadosas. En ese
divisorias de aguas en cierta corriente de la historia intelectual.'º Este compromiso ha creado punto de irradiación, animando un discurso efectivamente heliocéntrico, el lugar vacío del
una desafortunada resistencia en su obra hacia todo lo que sea "mera" crítica ideológica. Las agente se llena con el sol histórico de la teoría: el Sujeto Europeo. 13
especulaciones occidentales sobre la reproducción ideológica de las relaciones sociales Foucault formula otro corolario de su desacuerdo sobre el papel de Ja ideología cuando
pertenecen, por cierto, a la rama principal de las discusiones y es justamente dentro de esta reproduce las relaciones sociales de producción; una valoración no cuestionada sobre los
tradición que Althusser afirma: oprimidos como sujetos, "el ser objeto", como nota no sin admiración Deleuze cuando dice:
La reproducción de la fuerza de trabajo requiere no sólo de una reproducción de sus "establecer las condiciones donde los mismos prisioneros tengan la posibilidad de hablar". A lo
habilidades, sino también, al mismo tiempo, de una reproducción de su sumisión a la ideología que Foucault agrega: "las masas lo saben perfectamente bien, sin dudas; ( ...) lo saben mucho
dominante para los obreros, así como de una reproducción de la habilidad para manipular la mejor <que los intelectuales> y lo dicen, por cierto, sin ambages" (Foucault, 1977: 206 y 207),
ideología dominante de forma correcta hacia los agentes de la explotación y de la represión, de donde volvemos a encontrar el lugar común del "no ser engañado".
modo tal que también la provean para afirmar la dominación de la clase dominante en la palabra i.Dónde ha quedado la crítica del suj eto soberanamente independiente en estas decla-
y por la palabra. 11 raciones? Los límites de este realismo representacionalista alcanzan su cima en la siguiente
Cuando Foucault considera la heterogeneidad huidiza del poder, no lo hace ignorando la afirmación de Deleuze: "La realidad es lo que sucede, a decir verdad, en una fábrica, en una
inmensa heterogeneidad institucional que Althusser estaba tratando de catalogar. De modo escuela, en un cuartel, en una cárcel, en un destacamento policial" (Foucault, 1977: 2.1 2). Este
similar, al hablar de las alianzas y sistemas de signos, del Estado y de sus máquinas de guerra veto a la necesidad de iniciar la dificil tarea de una producción ideológica contra-hegemónica no
(Mil/e plateaux), Deleuze y Guattari estaban abriendo el fuego en la misma dirección que ha sido precisamente bienhechor. Más bien ha ayudado al empirismo positivista a definir su
Althusser. Sin embargo, Foucault no puede admitir que una teoría de la ideología desarrollada propio campo de lucha como "experiencia concreta" o como "lo que en realidad sucede" 14 , en
reconozca su propia producción material como institucionalización, ni tampoco como tanto fundamentación j ustificatoria del capitalismo neo-colonialista avanzado. Pero la
" instrumentalización efectiva para formar y acumular conocimiento" (Foucault, 1972-1 977: experiencia concreta como garantía de la atracción política de prisioneros, soldados y alumnos
102). Dado que tanto Foucault como Deleuze/Guattari parecen obligados a dejar de lado se encuentra escindida, por cierto, a causa de la experiencia concreta vivida por los
cualquier argumento que implique la mención del concepto de "ideología" (que consideran sólo intelectuales, que son quienes diagnostican la episteme.15 Ni Deleuze ni Foucault parecen
como esquemática y no a nivel textual), se ven igualmente compelidos a diseñar una oposición conscientes de que los intelectuales dentro de la sociedad capitalista, haciendo gala de una
mecánicamente esquemática entre interés y deseo. Por este motivo, se ubican a sí mismos entre experiencia concreta, pueden contribuir a consolidar la división internacional del trabajo.
los sociólogos burgueses que llenan el vacío de la ideología con un continuwn del La contradicción sin conciencia de sí en el seno de una posición que valoriza la expe-
" inconsciente" o con una "cultura" para-subjetiva. La relación mecanicista entre deseo e interés riencia concreta de los oprimidos, y que, al mismo tiempo, es acrítica acerca del papel
aparece en toda su magnitud en frases como la siguiente: "Nunca deseamos en contra de nuestro histórico del intelectual se ve reafirmada en el lapsus verbal. En este sentido, Deleuze hace
interés, pues el interés siempre va detrás, encontrándose siempre donde el deseo lo ha colocado"
12
(Foucault, 1977: 2 15). Un deseo indiferenciado es, entonces, el agente, y el poder se cuela Para un ejemplo de los muchos que se pueden encontrar, véase Foucault, 1972-1977: 98.
13
dentro para crear los efectos de ese deseo, pues: " ...el poder... produce efectos positivos a. nivel No debe sorprender, pues, que la obra de Foucault, en cualqu ier período de su producción, esté basada
del deseo y también a nivel del conocimiento" (Foucault, 1972-1977: 59). en una simplista concepción de represión. En este punto el antagonista no es Marx, sino Freud. Así
La matriz para-subjetiva aparece entrecruzada con la heterogeneidad, que viene a dar Foucault declara: ''Tengo la impresión de que ello <la noción de represión> es completamente inadecuado
para el análisis de los mecanismos y efectos del poder que aparece de modo tan agudizado en las
en el sujeto innominado, por lo menos, para, aquellos obreros intelectuales que están bajo
caracterizaciones que se usan hoy en día" (Foucault, 1972-1977: 92). La delicadeza y sutileza de la idea
la influencia de Ja hegemonía del deseo. La carrera hacia la "última instancia" se da ahora freudiana, que consiste en que bajo la represión la identidad fenoménica de los afectos aparece
entre la economía y el poder. Puesto que el deseo aparece tácitamente definido como un indeterminada porque algo desagradable puede ser deseado corno placentero, de modo de provocar así
modelo ortodoxo, se lo presenta de manera unitaria como lo contrario al "ser engañado". una reinscripción radical en la relación entre deseo e " interés", aparece en Foucault completamente
Pero la ideología, considerada como " falsa conciencia" (el ser engañado) es lo que a justo debilitada. Para una elaboración' : acerca de la idea de represión, véase Jacques Derrida, De la
título ha llamado la atención de Althusser. Ya Wilhelm Reich tenía en cuenta, en las décadas del gramatologio (1967), ed. castellana trad. por Osear del Barco, Buenos Aires, Siglo XXI, 1971; y del
30 y del 40, ciertas nociones que implicaban una voluntad colectiva más que una mismo autor: limited inc: abe , trad. de S. Weber, en: Gly ph. 2, 1977, p. 215.
14
dicotomía entre decepción y deseo no traicionado: "Debemos aceptar el grito de Reich: [Nota del traductor: La autora alude aquí a una frase de Walter Benjarnin en su quinta tesis "Sobre el
no, las masas no fueron engañadas; en un momento dado, deseaban, en rigor, un régimen concepto de la historia" (Benjamin, 1974-1989: 695) que satiriza la postura de quien cree que existe una
fascista" (Foucault, 1977: 215). sola manera de hacer historiografia como le sucedía al maestro de escuela Knoche].
" La versión althusseriana de esta situación particular puede parecer demasiado esquemática, pero, sin
embargo; se muestra más cuidadosa en su programa que la argumentación de Deleuze y Foucault. Así
'º El diálogo con Jacques Alain-Miller es revelador a este respecto (Foucault: 1972-1977). Althusser declara: "El i11slinto de clase es subjetivo y espontáneo. La posició11 de clase es objetiva y
11
Louis Althusser, l enin and Phi/osophy and 01her Essays, (trad. de B. Brewster), N. York, Monthly racional Para llegar a posiciones proletarias de clase, el instinto de clase del proletariado necesita sólo ser
Review Press, 1971 , pp. 132-133. (Nota del traductor: Por la índole de la publicación la traducción no educodo; el instinto de clase de la pequeña-burguesía - y por lo tonto de los i11telec111ales- necesita, en
pudo ser hecha en este caso del original francés]. cambio, ser revo/11cio11orizado". (Althusser, 197 1: 13).

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Orbis Tertius, 1998, m (6) Orbis Tertius, 1998, m (6)

la siguiente llamativa declaración: "Una teoría es como una caj a de herramientas. No tiene segundo sentido) según son utilizadas en un famoso pasaje de El 18 de Brumario de Luis
nada que ver con el significante." (Foucault, 1977: 208). Considerando que la verbalidad Bonapane, donde Marx apunta a la idea de "clase" como un concepto descriptivo y
del mundo de la teoría y su acceso a cualquier mundo que sea definido en contraste con transformativo en una manera algo más compleja que la d istinción que permitiría la separación
ése como "de la praxis" es una verdad insoslayable, una afirmación como la expresada por de Althusser entre "instinto de clase" y "posición de clase".
Deleuze sólo sirve para un intelectual que desee justificar que el trabajo intelectual es Lo que le importa a Marx en ese texto es que la definición descriptiva de clase puede
como el manual. Y es justamente en el momento en que se abandonan los significantes a ser considerada diferencial en su condición de apartamiento y diferenciación de todas las otras
su propia suerte cuando ocurren estos lapsus. clases: "En la medida en que millones de familias viven bajo condiciones económicas de
El significante "representación" es uno de los que no pueden ser librado a su propia existencia que las distinguen por su modo de vivir, sus intereses y su cultura de otras clases y
suerte. Pero en el mismo tono despectivo con que separa los eslabones que unen la teoría con el las oponen a éstas de un modo hostil [feindlich gegeniiberstellen], aquéllas forman una clase" .18
significante, Deleuze establece: "Ya no existe la representación; no hay nada más que acción"/ Por supuesto, no aparece aquí obrando algo así como un "instinto de clase". De hecho, la
"acción de la teoría y acción de la práctica que se encuentran relacionadas entre sí como las condición grupal de la existencia familiar, que puede ser considerada el campo de lucha de algo
piezas y la forma de una red de engranajes" (Foucault, 1977: 206 y 207). A pesar de la así como un " instinto", aparece como una discontinuidad en relación con el aislamiento de las
displicencia con que se trata el tema, hay aquí algo que no se puede pasar por alto: la clases, aunque este aislamiento sea maniobrado por ellas. En este contexto, mucho más
producción de la teoría es también una práctica. De ese modo, la oposición entre teoría abstracta pertinente en Francia de la década del 70 que en cualquier otro punto de la periferia
"pura" y la práctica "aplicada" concreta es liquidada demasiado pronto y demasiado internacional, la formación de una clase es artificial y económica, y su agencia económica o
fácilmente. 16 interés es impersonal en tanto es sistemática y heterogénea. Este operativo de interés está
Si aquí se tratara, por cierto, de la real argumentación de Deleuze, sería problemático vinculado a la crítica hegeliana del sujeto individual, porque marca el lugar vacío del sujeto en
aceptar tal formulación. Además, aparecen programados dos sentidos de "representación" como ese proceso sin sujeto representado por la historia y la economía política. En este caso el
paralelos: "representación" en el sentido de "hablar por otro" (como se da a nivel socio-político) capitalista es definido corrió "el portador consciente" [bewusster Trager] del movimiento
y de "re-presentación" (como se utiliza el término en arte y filosofía). Dado que "teoría" sería ilimitado del capital. 19 Mi intención aquí es mostrar que Marx no está intentando crear un sujeto
solamente también "acción", el teórico no representaría (es decir, no "hablaría por") grupos indiviso en el que coincidan el deseo y el interés. La conciencia de clase no opera teniendo en la
oprimidos. En este caso, realmente, el sujeto no sería visto como una conciencia representativa mira esa meta. Marx se ve obligado a construir modelos de un sujeto dividido y fragmentado
(una realidad adecuadamente re-presentante). Esos dos sentidos de "representación" -dentro cuyas partes no son ni continuas ni coherentes entre sí, tanto en el área económica (el área
de la formación de un Estado y de la Ley, por un lado, y en la predicación del sujeto, por el capitalista) como en la política (el área del agente histórico a nivel mundial). Un pasaje muy
otro-- están relacionados pero son irreductiblemente discontinuos. Sin embargo, empalmar esta famoso en su obra con la descripción del capital en su calidad de monstruo fáustico no hace más
discontinuidad con una analogía que se presenta como una prueba, refleja nuevamente un modo que resaltar este aspecto.2º
de privilegiar al sujeto que termina siendo paradójico. 17 Puesto que "la persona que habla y El siguiente fragmento, que continúa con la cita tomada de El 18 de Brumario, también
actúa ( ...) es siempre una multiplicidad" no existe "intelectual teórico ( ...) <o> partido o (...) reelabora el principio estructural de un sujeto de clase disperso y fragmentado: la conciencia
sindicato" que pueda representar "a aquellos que actúan y luchan" (Foucault, 1977: 206). Pero, (ausente a nivel colectivo) de la clase de los pequeños propietarios campesinos encuentra su
¿acaso aquellos que actúan y luchan son mudos, en oposición a los que actúan y hablan? Estas "portador" [Trager] en un "representante" que aparece corno trabajando en interés de otro. La
enormes cuestiones aparecen enterradas en las diferencias que se hallan en la misma palabra: palabra aquí utilizada en alemán no es la que hemos caracterizado como "representar"
"conciencia" (que en inglés se diversifica en "consciousness" y "conscience" [en el sentido de [darstellen]; esto, a mi j uicio, agudiza el contraste con el lapsus de Foucault/Deleuze, como si
"conscientización" y de "conciencia"]) o "representación" y "re-presentación". La crítica de la dijéramos que es el contraste que hay entre una persona que funciona como apoderado de
constitución ideológica del sujeto dentro de las formaciones estatales y de sistemas de economía alguien y el retrato de ese alguien [vertre/en vs. darslellen]. Hay, por supuesto, una relación
política puede ahora desvanecerse, del mismo modo como puede evaporarse la práctica teórica entre ellos. Éste es el nexo que ha sido llevado a una exacerbación política e ideológica en la
activa de la "transformación de la conciencia" [transforma/ion ofconsciousness]. La trivialidad tradición europea, por lo menos desde que el poeta y el sofista, el actor y el orador han sido
en que se encuentra el repertorio de todo lo que saben los intelectuales de izquierda los considerados todos pares completamente anodinos. En el estilo de una descripción post-
representa en toda su ingenuidad. marxista de la escena de poder, encontramos, entonces, una polémica mucho más antigua: el
Si estamos resueltos a no bajar los brazos en la tarea crítica, no debe permitirse que se debate entre la representación (o la retórica) como: 1. ciencia de los tropos; y 2. como
pasen por alto las cambiantes distinciones entre una representación dentro de la economía de persuasión. " Re-presentar" en el sentido de dars1el/en pertenece a la primera constelación [cf. el
Estado y la economía política, por un lado, y dentro de la teoría del Sujeto, por el otro. ejemplo del retrato]; y "representar" en el sentido de verlrelen -con una fuerte idea de
Consideremos, por eso, por un momento las implicaciones del uso de las palabras alemanas substitución- a la segunda [cf. el ejemplo del apoderado]. Por supuesto, ambos sentidos están
"verlrelen" ("representar" en el primer sentido) y "dars1e/len" ("re-presentar", como sería el vinculados, pero hacerlos aparecer como sinónimos, especialmente cuando se tiene la intención
de expresar que desde ambos términos es desde donde los sujetos oprimidos hablan, actúan y
16
La subsiguiente explicación de Foucault de esta afirmación deleuziana (Foucault, 1977: 145) se acerca
a la propia noción de Deleuze de que la teoría no puede ser una taxonomía exhaustiva y de que está
18
siempre formada por la praxis. Karl Marx, El 18 <de> Brwnario de luis Bonapane, (trad. de O. P. Safont), Barcelona, Ariel, 197 1, p.
17
Cf. las nociones sorprendentemente acríticas de "representación" que surgen en otro texto de Foucault 145.
19
(1972- 1977: especialmente 141 y 188). Mis observaciones al final de esta sección de mi articulo donde Karl Marx, Das Kapilal. Kritik der polilischen Ókonomie, Francfort, Marxistische Blatter, 1972, Tomo
critico las representaciones que se hacen los intelectuales de los grupos subalternos deberían distinguirse 1, p. 167.
20
rigurosamente de una política de coalición que tome en cuenta su marco dentro de una sociedad Karl Marx: Das Kapita/, op. cit., p. 101: "In ihrer Verlegenheit denken unsre Warenbesitzer wie Faust.
capitalista que una al pueblo no porque son oprimidos sino en s u calidad de explotados. Por supuesto que Im Anfang war die Tat. Sie haben dahe r schon gehandelt, bevor sie gedacht babeo" (En su incomodidad
este esquema funciona bien en el caso de una sociedad democrática, donde la representación no sólo no nuestros comerciantes [lit: poseedores de mercancías] piensan como Fausto : Al comienzo estuvo la
está prohibida sino que aparece matizadamente elaborada. acción. Por ello ya han hecho la transacción antes de pensarla).

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conocen directamente por sí mismos, significa estar operando con una política esencialista y comunidad cuyo modelo estructural es la famil ia. Aunque no identificada con la naturaleza, la
utópica. familia aquí aparece constelada con lo que Marx denomina "intercambio de forma natural", que
Aquí nos encontramos, entonces, con el pasaje donde Marx utiliza la palabra alemana en terminología filosófica sería el vocablo que ocupa el lugar del "valor de uso"
"vertreten" (mientras en las traducciones a otras lenguas se echa mano a la raíz latina en el (Gebrauchswerr).22 La noción de "Naturalform des Tausches" aparece opuesta en la obra de
ténnino "representar"), para reflex.ionar sobre el "sujeto" social cuya conciencia social y Marx a la noción de intercambio de "forma social" (gesellschafiliche Form des Tausches); al
"Vertretung' (que aúna los sentidos de "substitución" y "representación") se dan de modo mismo tiempo Marx utiliza la palabra "Verkehr" con el sentido corriente de "comercio"/
dismembrado e incoherente, pues los pequeños propietarios campesinos: "transacción"/''tráfico". De tal modo, esta "transacción" que ocupa el lugar del intercambio
natural conduce a la producción de plusvalía, y es justamente en esta zona de "transacción"
... no pueden representarse, sino que tienen que ser representados. Su representante donde debe desarrollarse el sentimiento comunitario que desemboca en un agenciamiento de
tiene que aparecer al mismo tiempo como su señor, como una autoridad por encima clase. Un operativo de clase pleno (si es que tal cosa existe) no es una transformación ideológica
de ellos, como un poder ilimitado del gobierno que los proteja de las demás clases de conciencia a nivel básico, una identidad deseante de los agentes y de sus intereses - una
y les envíe desde lo alto la lluvia y el sol. Por consiguiente, la influencia política identidad ante cuya ausencia se inquietan tanto Foucault como Deleuze. Es, más bien, un
<en el lugar del interés de clase, dado que no existe un sujeto unificado de clase> reemplazo contestatario así como una apropiación (un suplemento) de algo con lo que se debe
de los campesinos aparceros encuentra su última expresión <con una fuerte empezar y que es "artificial": "condiciones económicas de existencia que las distinguen <a esas
implicación en una cadena de sustituciones [en el sentido de: Ver/re/ungen]> en el familias> por sus modos de vivir" . Las formulaciones que utiliza Marx muestran un cauto
hecho de que el poder ejecutivo someta bajo su mando a la sociedad (Marx, 1971: respeto por la crítica naciente de un agenciamiento subjetivo tanto individual como colectivo.
145). Los proyectos de conciencia de clase y de su transformación son en su obra elementos
discontinuos. Y, a la inversa, las proclamaciones de una "economía libidinal" y del deseo como
No solamente sucede, entonces, que tal modelo sin meta social llena necesariamente un interés determinante, combinados con la praxis política de los oprimidos (en la sociedad
vacío entre la fuente de "influencia" (en ese caso los campesinos propietarios de pequeñas capitalista), "hablando por sí mismos'', restablece la categoría del sujeto soberanamente
parcelas), el representante (Napoleón Ul) y el fenómeno histórico-político (el control ejecutivo), independiente dentro de esa teoría que j ustamente más parece cuestionarlo.
lo que implica una crítica del sujeto como agente 'individual', sino que lo que ocurre es que se Sin ninguna duda, la ex.clusión de la familia, aunque se trate de una familia que perte-
da una crítica justamente de la subjetividad como agenciamiento colectivo. La maquinaria de la nece a una conformación de clase, es parte de un marco masculino dentro del cual el marxismo
historia necesariamente fracturada funciona a causa de " la identidad de los intereses" de esos ha puesto sus límites desde su comienzo.23 Desde un punto de vista diacrónico, pero también en
propietarios " falla en el momento de producir un sentimiento comunitario, de eslabón nacional la actual economía política globalizada, el papel de la fami lia en las relaciones sociales
o de organización política" . El hecho de representación como "Vertretung" (en la constelación patriarcales es tan heterogéneo y controvertido que el simple hecho de reemplazar el término
de la retórica como persuasión) se comporta como si fuera re-presentación (o retórica en tanto "familia" por otro en esta problemática no ha de solucionar el cuestionamiento general. La
figura o tropos), tomando su lugar en el hueco entre la formación de una clase (descriptiva) y la solución tampoco se hallaría en la inclusión positivista de una colectividad monolítica de
falta de formación de una clase (transformativa), como si Marx dijera: "En la medida en que "mujeres" como formando parte del elenco de los oprimidos cuya subjetividad no fracturada les
millones de fami lias viven bajo condiciones económicas de existencia que las distinguen por su permitiría (en tanto grupo) tomar la palabra por sí mismas contra el "mismo sistema"
modo de vivir ( ... )forman una clase. En la medida en que ( ...) la identidad de sus intereses deja igualitariamente monolítico.
de producir un sentimiento de comunidad ( ...) no forman una clase" La complicidad entre En el contexto de un desarrollo típico de una conciencia estratégica, artificial y de
"vertreten" y "darstellen", en su identidad en la diferencia como el lugar de la praxis - una segundo nivel, Marx utiliza la noción de patronímico, siempre dentro del concepto lato de
complicidad que todo marxista debe exhibir precisamente como el propio Marx lo hace en El 18 "representación" -en el sentido de Vertretung. los pequeños propietarios campesinos "son
de Brumario- sólo puede apreciarse si no se la escamotea en un malabarismo verbal. incapaces, por tanto, de hacer valer su interés de clase en su propio nombre [im eigenen
Sería simplemente tendencioso argumentar que estoy "textualizando" [en el sentido de Namen], ya sea por medio de un parlamento, ya sea por medio de una asamblea" (Marx, 1971:
hilando demasiado fino a nivel lingüístico) demasiado los pasajes de Marx, al hacerlo 145). La ausencia de un nombre propio (no perteneciente a una familia, aunque sí
inaccesible al "hombre" común. Éste se hallaría, como víctima del common sense, tan pro- artificialmente creado y colectivo) aparece suplantada por el único nombre propio que puede
fundamente inmerso en una herencia positivista que el irreductible énfasis de Marx en tomo a la ofrecer una "tradición histórica" -el propio patronímico- el Nombre del Padre:
labor de la negación y a la necesidad de quitarle el carácter de fetiche a lo concreto, serían para
él algo persistentemente arrebatado y disperso por el aire por la fuerza de un adversario más La tradición histórica hizo nacer en el campesino francés la fe milagrosa de que un
poderoso, "la tradición histórica".21 En otras palabras: lo que he tratado de acentuar aquí es que hombre llamado Napoleón le devolvería todo su esplendor. Y se encontró un
el "hombre" no común, el filósofo contemporáneo de la prax.is, muy a menudo ex.hibe el mismo individuo que se hace pasar por tal hombre, por ostentar el nombre de Napoleón
positivismo. gracias a que el Code Napoleón ordena: La recherche de la paternité est interdite.
La gravedad del problema se toma evidente cuando se acepta que el desarrollo de la (Marx, 1971: 145-146). [Los subrayados pertenecen a la autora)
conciencia de clase en transformación proveniente de una "posición" de clase descriptiva no
aparece en Marx como una tarea que implique el fondo básico de la conciencia. La conciencia 22
de clase permanece ligada al sentimiento comunitario que, a su vez, se vincula con lazos de El valor de uso ( Gebraucbswerf) podría ser considerado en Marx una "ficción teórica'', así como
también un oxímoron potencial del "intercambio natural". He tratado de desarrollar esta idea en un
nacionalidad y Organización política, pero no se asocia a ese otro tipo de sentimiento de
artículo titulado "Scattered speculations on the question of value", en Diacritics: A Review of
Contemporary Criticism, 15:4, 1985, pp. 73-93.
21 23
Véase al respecto la excelente breve definición de "common sense" y el debate que el concepto ha La contribución de Derrida sobre el Círculo Lingüístico de Ginebra puede proveer un método para
generado en el artículo de Errol Lawrence, "j usi plain common sense: the ' roots' of racism", en: H. V. evaluar el lugar irreductible de la familia en la morfología de Marx en tomo a la formación de clase.
Carby, The Empire Strikes Back: Roce and racism in 70s Britain, Londres, Hutchinson, 1982, p. 48. Véase J. Derrida, Marges de la philosophie, París, Minuit, 1972; esp. pp. 165-184.

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menudo sea erráticamente. Teorías de tal tipo no pueden darse el lujo de pasar por alto la
En este pasaje es interesante prestar atención a las palabras alemanas utilizadas en el categoría de la representación en sus dos sentidos. Esas teorías deben tomar nota de cómo la
original: "se encontró" (esfand sich) es una construcción gramatical que opaca las relaciones de puesta en escena del mundo en tanto representación --<:s decir: la escena de la escritura (su
agenciamiento y las conexiones del agente con sus intereses (este opacamiento, sin embargo, " Darste/lun?,")- disimula la elección de una necesidad de "héroes", de apoderados paternales
aparece contrastado con la continuación del texto, donde hay una superabundancia del nivel y de agentes de poder (su "Vertetrung').
agente); "ostentar el nombre" [den Nomen tragen] es una frase, en Ja que se usa el mismo verbo Mi lectura consiste, entonces, en que una práctica radical presta atención a esta doble
que servía para calificar las relaciones del capitalista con el capital. Así, Marx parece estar sesión de las representaciones más que a reintroducir al sujeto individual mediante conceptos
trabajando aquí con metáforas patriarcales, pero no hay que olvidar por sobre este rasgo la totalizadores de poder y de deseo. Mi enfoque, pues, pretende hacer evidente también que, al
enorme sutileza que despliega este fragmento. Se trata de la Ley del Padre (el Código mantener la zona de la praxis de clase en un segundo nivel de abstracción, Marx estaba
Napoleónico) que, paradójicamente, prohíbe cualquier indagación acerca del padre natural En manteniendo abierta, en efecto, la posibilidad de la crít ica hegeliana (y kantiana) del sujeto
4
consecuencia, es acordando con Ja observación estricta de la Ley histórica del Padre como se individual como agente.2 Este enfoque no me obliga a mí a ignorar que, al definir por
niega la fe en el padre natural en base a una clase todavía no formada. implicación la familia y Ja lengua materna en el nivel básico donde la cultura y la convención
Me he demorado tanto en este pasaje de Marx, porque creo que en él se encuentra parecen el propio modo de la naturaleza de organizar su propia subversión, Marx mismo está
paradigmáticamente expresada la dinámica interna de la palabra Vertretung, en el sentido de ensayando un antiguo subterfugio. En el contexto de las pretensiones post-estructuralistas de
"representación" en un contexto político. Como contraste con esto, "re-presentación" aparecería ejercitar una práctica crítica, esto parece más digno de recuperar que la restauración
en un contexto económico como Darste/lung, el concepto filosófico de "re-presentación" como clandestina de un esencialismo subjetivo.
puesta en escena o, mejor, significación, que aparece relacionada con el suj eto escindido de La reducción de Marx a una figura benevolente pero fechada puede servir a veces a los
modo indirecto. El pasaj e más citado al respecto es, naturalmente, muy conocido: intereses que se obstinan en lanzar una nueva teoría de Ja interpretación. En Ja conversación
entre Foucault y Deleuze antes citada, lo que parece estar en juego es que no existe allí ni
Im Austauschverhaltnis der Waren selbst erschien uns ihr Tauschwert als etwas representación ni significante. (¿Habría que suponer que se ha liquidado al significante con
von ihren Gebrauchswerten durchaus Unabhangiges. Abstrahiert man nun wirklich anterioridad a la polémica? Es decir: ¿no habría, entonces, una estructura sígnica que estuviera
vom Gebrauchswert der Arbeitsprodukte, so erhalt man ihren Wert, wie er eben manejando la experiencia, lo que conduciría, en definitiva, a que se podría mandar a dormir a la
bestimmt ward. Das Gemeinsame, was sich im Austauschverhiiltnis oder semiótica?). Pero Ja teoría es un relevarse en el tumo de la práctica (es decir: mandando a
Tauschwert der Ware d arstellt, ist also ihr Wert. (Marx, 1972: 53) dormir los problemas de práctica teórica) y los oprimidos p ueden saberlo y tomar la palabra por
sí mismos. Esto reintroduce al sujeto constitutivo por lo menos en dos niveles: el Sujeto del
En las relaciones de intercambio de las mercancías mismas su valor de cambio nos deseo y del poder como una presuposición metodológica irreductible; y al suj eto aproximado a
parecía algo completamente ajeno a sus valores de uso. Pero si se abstrae realmente sí mismo, si no, por lo menos, al suj eto idéntico de los oprimidos. Además, los intelectuales,
el valor de uso de los productos del trabaj o, se obtiene así su valor como éste que no forman parte integrante de ninguno de estos dos grupos de S/sujetos, se toman visibles
j ustamente era. El elemento común que se re presenta en la relación de en Ja carrera por ocupar los puestos en los turnos sustitutivos, pues sólo pueden informar acerca
intercambio o en el valor de cambio de Ja mercancía, ése es, por lo tanto, su valor. del sujeto sin representación y analizar (sin analizar) las elaboraciones del poder y del deseo
[Negrita de Ja autora] (del Sujeto innominado pero irreductiblemente presupuesto por ese mismo poder y deseo).
La "visibilidad" así producida marca el lugar del "interés" que se mantiene incólume
Según Marx, entonces, en el seno del capitalismo, el valor como se produce en el por una obstinada negación: "Ahora ese papel de árbitro, de juez y de testigo universal es un rol
trabajo necesario y en Ja plusvalía aparece calculado como Ja representación-signo de un trabajo que yo me niego absolutamente a adoptar". Una responsabilidad de Ja crítica puede ser Ja de leer
objetivado ó materializado ( lo que debe distinguirse de modo riguroso de la actividad humana). y escribir de tal modo que sea tomada con toda seriedad la imposibilidad de tales rechazos
Por oposición, en ausencia de una teoría de Ja explotación en tanto extracción (producción), interesadamente individualistas contra los privilegios institucionales del poder conferidos al
apropiación y realización de valor (plusvalía) como representación de la ji1erza de trabajo, la sujeto, pues el rechazo del sistema sígnico cierra el paso a una teoría desarrollada de la
explotación capitalista debe ser considerada como una subespecie de dominación (con los ideología. En este caso, también, se puede escuchar el tono peculiar que conlleva tal negativa.
mecanismos de poder en esa función). Por ello, Deleuze sugiere que: " La preocupación Así, respondiendo a la sugestión de Jacques-Allain Miller de que "la institución sería ella misma
principal del marxismo consistió en determinar el problema <es decir: que el poder es más discursiva", Foucault dice: "Sí, s i Usted quiere, pero eso no importa demasiado en mi noción de
difuso que la estructura de explotación y que Ja formación estatal> esencialmente en términos que el aparato es capaz de decir que ella sea discursiva y no lo sea en realidad...dado que mi
de interés (dado que el poder se halla en las manos de una clase dominante definida por sus preocupación no es de índole lingüístico" (Foucault, 1972-1977: 198). ¿Por qué nos
propios intereses)." (Foucault, 1977: 2 14). encontramos con esta colisión entre lenguaje y discurso j ustamente en una frase del maestro del
No se Je pueden hacer objeciones a este sumario minimalista del proyecto de Marx, del análisis discursivo?
mismo modo que no se puede pasar por alto que en algunos pasaj es del Anti-Edipo, Deleuze y En este punto es el momento de traer a cuento la crítica de Edward W . Said a la noción
Guattari construyen su caso basándose en un brillante y tal vez poético préstamo tomado de la de poder foucaldiana como categoría atractiva pero misti ficadora que le permitiría a Foucault
teoría marxista sobre la "forma-dinero" (Geldform). A pesar de todo, nos interesa reafirmar
nuestra crítica del siguiente modo: la relación entre el capitalismo global (la explotación en
economía) y las alianzas del Estado-nación (la dominación en esferas de Ja geo-política) 24
Soy consc iente de que la relación entre marxismo y neo-kantianismo está connotada políticamente. Por
alcanza tal nivel macrológico que no puede servir de parámetro para la textura micrológica del mi parte, sin embargo, no veo cómo podría establecerse una línea de continuidad entre los propios textos
poder. Para acercarse un poco más a una consideración más precisa es necesario moverse hacia de Marx y la ética kantiana. A pesar de ello, me parece que el cuestionamiento de Marx sobre el
teorías de la ideología, es decir, hacia teorías de las formaciones del sujeto que a nivel individuo como agente de la historia debería ser leído en el contexto de una ruptura con el sujeto
micrológico manejen los intereses que se condensan en las áreas macrológicas, aunque a individual inaugurado en la crítica kantiana frente a Descartes.

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"anular las clases, el papel de la economía, el papel del levantamiento y de la rebelión".2' Por mi orquestación remota, de largo alcance y heterogéneo para constituir al sujeto colonial como
parte, yo agrego al análisis de Said, la noción del sujeto subrepticio del poder y del deseo que Otro. Ese proyecto representa también la anulación asimétrica de la huella de ese Otro en su
aparece signado con la marca de la evidencia aportada por los intelectuales. Es curioso, por lo más precaria Subjetividad. Es bien sabido que Foucault ubica la violencia epistémica, como una
tanto, que Paul Bové le eche en cara justamente a Said la importancia conferida al intelectual, completa re-examinación de la epis1eme, en la redefinición de la locura a fines del siglo XVIII
cuando "el proyecto de Foucault es esencialmente un reto dirigido tanto a los intelectuales europeo.29 Pero, ¿qué sucedería si esa particular redefinición fuera sólo una parte de la
hegemónicos como a los opositores".26 En el curso de este trabajo, vengo sugiriendo justamente narración de la historia en Europa y también en las colonias? ¿Qué ocurriría si los dos proyectos
que ese "reto" es engañoso justamente porque ignora el punto sobre el que está haciendo de examen epistémico funcionaran como partes fracturadas y no reconocidas de una vasta
hincapié Said: la responsabilidad institucional del crítico. maquinaria dual? Quizás esto no sería diferente de preguntarse si el subtexto de la narrativa del
Este S/sujeto que aparece así, gracias a una serie de negativas atado a tal toma de imperialismo como palimpsesto no debería ser reconocido como un "conocimiento sojuzgado",
partido, tiene que ver con la esfera de los explotadores en el campo de la división del trabajo ''un conjunto de conocimientos que han sido descalificados como inadecuados para con su tarea
internacional. Es imposible, entonces, para los intelectuales franceses actuales imaginar un tipo o elaborados de modo insuficiente: conocimientos ingenuos, colocados en la base de la
de Poder y de Deseo que encame al sujeto innominado del Otro de Europa. Y el problema no jerarquía, por debajo del nivel requerido para adquirir dignidad cognoscitiva o cientificidad."
pasa solamente por el hecho de que cada cosa que lean -de modo critico o acrítico- aparezca (Foucault, 1972-177: 82).
atrapado en el debate de la producción de ese Otro, colaborando a la constitución del Sujeto o Esto no significa describir las cosas "según lo que en realidad sucede" ni tampoco
criticándolo pero siempre como Europa. Se trata, también, de que constituyendo al Otro de privilegiar la narración de la historia como un imperialismo que da la mejor versión de la
Europa se han preocupado de anular los ingredientes textuales con los que tal sujeto podría historia.30 Más bien, se trata de ofrecer un aporte en tomo a la idea de cómo una explicación y
tomar posesión de su itinerario (o realizar una "investidura"),27 no sólo con una producción narración de la realidad fue establecida como la norma. Para trabajar esta idea, permítaseme
31
ideológica y científica, sino también por las instituciones legales. Aunque un análisis económico levantar el velo para ver lo que hay debajo de la codificación británica de la Ley Hindú.
sea considerado peligrosamente reduccionista, los intelectuales franceses olvidan en su propio Primeramente, sin embargo, quiero hacer algunas aclaraciones previas. En los Estados
riesgo que una empresa semejante, al bailarse en absoluto estado de sobre-determinación, se dio Unidos el tercermundismo que discurre repartido corrientemente entre varias disciplinas
siguiendo el interés de una situación económica dinámica que requería que los intereses, los humanistas es a menudo abiertamente un fenómeno que implica consideración de etnias. Por mi
motivos (los deseos) y el poder (del conocimiento) fuera fracturado de modo sutil. Invocar tal parte, yo nací en la India, pero realicé toda mi educación en Norteamérica (que incluyen dos
fractura ahora como un descubrimiento radical que habría de hacemos diagnosticar las años como investigación de graduada). Por lo tanto, el hecho de que tome mi ejemplificación de
condiciones económicas de existencia (que distinguen nuestras "clases" de manera descriptiva) un continente lejano podría ser visto como una búsqueda nostálgica de las raíces perdidas de mi
como una pieza más de la maquinaria analítica informacional puede ser muy bien un modo de propia identidad. Aun cuando sé que no se puede atravesar libremente la espesura de las
continuar la obra de fracturación y colaborar involuntariamente asegurando "un nuevo "motivaciones", quiero insistir en el hecho de que mi proyecto principal es hacer notar el cariz
equilibrio: en las relaciones hegemónicas" (Carby, 1982: 34). Más adelante he de retomar este idealista y positivista de tal tipo de nostalgia, si la hubiera. Me dirijo hacia materiales tomados
aspecto de la discusión. Pero antes quiero recalcar que ante la posibilidad de que los de la India, porque carente de un entrenamiento científico avanzado, el accidente de mi
intelectuales sean cómplices en la tarea de la persistente constitución del Otro como una sombra nacimiento y educación me proveyó de una sensibilidad hacia el entramado histórico y de un
de sí mismos, habría una alternativa para una práctica política del intelectual si éste considerara instrumenta! en algunos de los idiomas pertinentes que son herramientas útiles para el bricoleur,
lo económico que se halla "entre paréntesis'', pero de tal modo como para ver ese factor en su especialmente si está equipado con el escepticismo marxista de una experiencia concreta como
condición de insoslayable según aparece inscripto en el texto social No se me oculta que este árbitro último y crítica de las formaciones disciplinares. Sin embargo, soy consciente de que el
enfoque debería darse aun cuando lo económico esté entre paréntesis, y aunque aparezca caso indio no puede ser tomado como representativo de todos los países, naciones y culturas,
imperfectamente delineado, pero esa consideración debe ocurrir mientras esa esfera pida a gritos etc., que puedan ser invocados como el Otro de Europa como identidad.
ser considerada el determinante último o el significado transcendental.28 En este trabajo se trata, entonces, de un sumario necesariamente esquemático de la
violencia epistémica sobre la Ley Hindú. Si mi contribución ayuda a aclarar la noción de
ll violencia epistémica, la reflexión final sobre la auto-inmolación de las viudas hindúes habrá de
adquirir, por cierto, una significación adicional.
El ejemplo más claramente presente de tal violencia epistémica es ese proyecto de A fines del siglo XVIII, la Ley Hindú, en tanto se la pueda definir como un sistema
unitario, operaba en función de cuatro textos que ponían en escena una episteme cuatripartita
25
Edward W. Said, The World, the Text, and the Critic, Cambridge, MA, Harvard University Press, definida en base al uso de la memoria por el sujeto: sruti (lo oído), smriti (lo recordado), sastra
1983, p. 243. (lo aprendido de otros) y vyavahara (lo realizado como intercambio). Los orígenes de lo que
26
Cf. Paul Bové, " lnte llectuals at war: Michel Foucault and the analysis ofpower" , en Sub-Stance, 36/37,
1983, p. 44. 29
Michel Foucault, Histoire de la folie a /'áge classique, París, Gallimard, 1972
27 30
[Nota del traductor: La autora utiliza en este pasaje un vocabulario freudiano que apunta a la idea de Aunque considero el libro de Fredric Jameson, Política/ Unconscious; Narralive as a social/y symbolic
"ocupación" o ''toma de posesión" , en el sentido de conquista de un territorio (imaginario), como act (N. York, Comell University Press, 198 1), como una obra de gran peso cr ítico, o quizás porque lo
"Besetzung" (en inglés: "cathexis"; y en francés: " investissemen t"), término con el que Freud describía e l hago, me gustaría que mi propuesta en este trabajo fuera distinguida de un intento de recuperar los restos
monto de energía libidinal que el individuo coloca en una meta imaginaria; véase al respecto: Anthony de una narración privilegiada. Pues como dice Jameson: "Es detectando las huellas de esa narración
Wilden, Speech and Language in Psychoanalysis. Jacques Lacan, Baltimore/Londres, The Jobos Hopkins ininterrumpida, recuperando hacia la superficie del texto la realidad reprimida y e nterrada de la historia
University Press, 1968, p. 199 1]. fundamental, como la doctrina de un inconsc iente político encontrará su función y su necesidad."
28
Este punto de vista es defendido por mi en el articulo ya mencionado bajo el título de "Scattered pameson, 1981: 20).
1
speculations...". Debe decirse que una vez más el Anti-Edipo no pasa por alto los textos económicos, [Nota del traductor: La autora hace, en su calidad de femin ista, un llamativo juego de palabras
aunque su tratamiento sea quizás demas iado alegórico. En este sentido, no ha s ido muy feliz el pasaj e intraducible en español gracias a la ambigüedad del vocablo inglés "1111derpinni11gs" (1. lo que está en la
recorrido en Mí/le plateaux (París, Seuil, 1980) por sus autores desde un esquizoanálisis a un rizoanálisis. base a modo de sostén, y 2. las prendas interiores femeninas)].

12 13
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había sido oído y lo recordado no eran necesariamente ni continuos ni idénticos. Cada Mahamahopadhyaya Haraprasad Shastri, un versado erudito en estudios de sánscrito y brillante
invocación de srwi recitaba (o reabría) técnicamente el acontecimiento de la "escucha" o representante de la élite vernácula producida por la colonización, quien fue requerido para que
revelación originarias. Los dos últimos textos - lo aprendido y lo realizado- eran escribiera algunos capítulos de la "Historia de Bengala'', un¡ royecto nacido del deseo del
considerados como dialécticamente continuos. Los teóricos jurídicos y los practicantes legales secretario privado del gobernador general de Bengala en 1916. Para marcar la asimetria en la
no estaban para nada seguros en un caso detenninado si esa estructuración estaba describiendo relación entre las autoridades y sus justificaciones (que dependen de la raza y clase de esas
el cuerpo de la ley o si había cuatro modos de encarar una querella. Esta búsqueda de autoridades), debe compararse lo dicho con la observación realizada en 1928 por Edward
legitimación de la estructura polimorfa de la realización legal, no coherente "internamente" y Thompson, intelectual inglés: " El hinduismo fue lo que parecía ser. ..Se trataba de una
abierta en sus extremos por una visión binaria, es, en verdad, la narración de la codificación que civilización más elevada que ganó <contra sí mismo> gracias tanto a Akbar'7 ya los ingleses."38
presento aquí como ejemplo de una violencia epistémica. Agréguese a estos comentarios, la reflexión de un soldado y estudioso inglés a fines del siglo
El relato de una estabilización y codificación de la Ley Hindú no es tan conocido como, XIX tomada de una carta: "El estudio del sánscrito - 'el idioma de los dioses'- me ha
por ejemplo, la historia de la educación en la India, de modo que será mej or empezar por esto procurado un gran placer durante los últimos 25 años de mi vida en la India, pero estoy
último. 32 Considérense, por ello, las infamantes líneas programáticas de Macaulay, citadas tan a agradecido de poder decir que no me ha llevado -como le ha sucedido a otros- a abandonar
menudo, en sus "Minutes on lndian Education"( 1835): nuestra profunda fe en nuestra propia gran religión." [Cursiva de la autora] 39
Estas mismas autoridades son la mejor de las fi1entes posibles para los franceses no
En este momento debemos hacer todo lo posible por formar una clase que pueda 4
°
especialistas cuando penetran en la civilización del Otro. Con todo, no me estoy refiriendo a
funcionar como intérprete entre nosotros y los millones a quienes gobernamos; una intelectuales y estudiosos que hayan trabajado después de la época colonial, como Shastri,
clase de personas, que sean indios en sangre y color, pero ingleses en gusto, en cuando sostengo que el Otro como sujeto es inaccesible a pensadores como Foucault o Deleuze.
opiniones, en moral y en capacidad intelectual. A esa clase debemos dejarle que pula Pienso, más bien, en las personas no especializadas en general, dentro de un amplio espectro de
los dialectos vernáculos del país, que los enriquezca con términos científicos población no académica, para quienes la ep isteme opera con una función programática
tomados de la nomenclatura occidental, y así transformarlos en el vehículo de silenciosa. Sin considerar un mapa de explotación, ¿en qué coordenada de opresión ubicarían
transmisión de conocimiento para una gran masa de la población.JJ estas personas esta variopinta tripulación?
Pasemos ahora a considerar los márgenes del discurso (o lo que podríamos denominar
La educación del sujeto colonial complementa, entonces, su producción jurídica. Uno de también "el centro silencioso o silenciado'') de un c ircuito marcado por una violencia
los efectos de establecer una versión del sistema británico fue el desarrollo de una separación epistémica: los hombres y muj eres entre un campesinado analfabeto, las tribus, los más bajos
(nada fácil) entre la formación disciplinar en estudios de sánscrito y la tradición nativa de la estratos del subproletariado urbano. Según Foucault y Deleuze (que escriben en el Primer
tradición de la "Alta Cultura" sánscrita, ahora una figura alternativa. Dentro de la primera Mundo, en condiciones de generalización y regulación de una sociedad capitalista, aunque no
manifestación, las explicaciones culturales generadas por eruditos de reconocida autoridad parecen tener conciencia de ello), los oprimidos podrían hablar y conocerían sus propios
venían a confluir con la violencia epistémica del proyecto legal. condicionamienlos una vez que obtuvieran la ocasión para hacerlo (el problema de la
Me interesa señalar .ahora que la fundación de la Sociedad Asiática de Bengala data de representación no pudo ser obviado en ese punto), lo que sucedería por medio de la solidaridad
1784 y el Instituto Indio de Oxford de 1883, y que de esas inquietudes nacieron los trabajos a través de alianzas políticas (aclaración donde se ve cómo funciona la temática marxista).
analítícos y taxonómicos de estudiosos como Arthur Macdonnell y Arthur Berriedale Keith, Debemos ahora comparar semejantes opiniones con nuestra propia pregunta: ¡;Puede realmente
quienes fueron ambos administradores coloniales y organizadores de la cuestíón del sánscrito. hablar el individuo subalterno haciendo emerger su voz desde la otra orilla, inmerso en la
De su fe en los planes utilitarios y hegemónicos para estudiantes e investigadores es imposible división internacional del trabajo promovida en la sociedad capitalista, dentro y fuera del
deducir una agresiva represión del sánscrito en los programas de la educación general ni un circuito de la violencia epistémica de una legislación imperialista y de programa educativo que
aumento de la "feudalización" del uso real del sánscrito en la vida cotidiana de la India viene a complementar un texto más temprano?
brahmánica hegémonica.34 Así paulatínamente una versión de la historia de la India fue
adquiriendo estado de institucionalización. En ella los brahmanes aparecían teniendo las mismas La obra de Antonio Gramsci sobre las "clases subalternas" ha extendido las nociones de
intenciones que los codificadores británicos (de modo tal que también proveían la legitimación posición y de conciencia de clase desde los argumentos aislados aparecidos en El 18 de
de los colonizadores): "Con el fin de conservar a la sociedad hindú intacta los sucesores <de los Brumario. Quizás porque Grarnsci critica la postura vanguardista de los intelectuales leninistas,
brahmanes originarios> habían tenido que reducir todo a la escritura, haciéndola cada vez más
rígida. Y eso fue lo que conservó a la sociedad hindú a pesar de los sucesivos levantamientos Government Collection under the Care of the Asiatic Society of Bengal, Calcutta, Society of Bengal,
políticos y las invasiones extranjeras.'.Js Este es el veredicto expresado en 1925 de 1925, vol. 3, p. v m.
36
Dinesachandra Sena, Brhat Banga, Calcutta, Calcutta University Press, 1925, vol. l, p. 6.
32 37
Entre los muchos libros posibles, me interesa citar el de Bruse Tiebout McCuily, English Education an [Nota del traductor: Akbar (1 556- 1605) fue el más grande de los emperadores Mughal de la India,
1he Origin oflndian Nationa/ism. N.York, Columbia University Press, 1940. reconocido por su capacidad de amalgamar el territorio bajo el principio de unidad].
33 38
Thomas Babington Macaulay, Speeches by Lord Macau/ay: Wilh his minule on lndian Educa/ion, Edward Thompson, Su/lee, A historical and philosophicol enqui1y in/o the Hindu rile of widow
a cargo de G.M.Young, Oxford, Oxford University Press/AMS Edition, p. 359. burning. Londres, George Alien & Unwin, 1928, pp. 130 y 47.
34 39
Ke ith, uno de los compiladores del Índice Védico, así como autor de Sanskril Drama in lts Origin, Carta hológrafa (de G. A. Jacob dirigida a un corresponsal innominado) agregada a la solapa interior de
Deve/opment, Theory, and Practice, y responsable de la edición crítica de Krsnayajurveda, para la la Sterling Memorial Library (Yate University) como copia de la obra del Coronel G.A.Jacob (comp.).
Harvard Universitv Press, publicó también los cuatro volúmenes de Selected Speeches and Documents of Mahonorayana-Upanishad of the Atharva-Veda with the Dpipika of Narayana, Bombay, The
Brilish Colonial Policy (1 763 a 1937) y de !nternational Affairs (19 18 a 1937) y de British Dominions Goverrunent Central Books Department, 1888. Las oscuras referencias a los peligros de un aprendizaj e
( 1918 a 1931). Keith escribió también libros sobre la soberanía de la dominación británica y una teoría por medio de aberraciones anónimas hace más firme la asimetría .
40
acerca de la sucesión estatal, con especial referencia a las leyes británica y colonial. He tratado este tema en todo detalle en mi comentario acerca de! libro de Julia Kristeva, Des chinoises
3
' Mahamahopadhyaya Haraprasad Shastr'i, A Descriptive Catalogue of Sanskrit manuscripts in the ( 1974), en "French feminism in an intemational frame", Ya/e French Swdies, 62, 1981.

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este autor se muestra especialmente preocupado por el papel del intelectual en los movimientos un vigor determinado y en una autonomía completa, dado que exigencias historiográficas
culturales y políticos subalternos en su búsqueda de hegemonía.41 Estos movimientos deberán prácticas no permitirían aceptar privilegiar una conciencia subalterna. Con todo, contra p osibles
ser los encargados de determinar justamente la producción de la historia como narración (de la críticas de esencialismo, Guha tiene el mérito de construir una definición de "pueblo" (como el
verdad). En textos tales como "La cuestión meridional", Gramsci considera el movimiento de la lugar de esa esencia) que puede entenderse solamente como una identidad en la diferencia. Este
economía histórico-política en Italia dentro de lo que ha sido considerado como una alegoría de autor propone también una grilla de estratificación dinámica para describir la producción social
la lectura tomada como la división internacional del trabajo o prefigurándola.4 2 Sin embargo, un colonial en toda su amplitud. Aun el tercer elemento de la lista, el grupo amortiguador, como s i
rendimiento de cuentas del desarrollo periódico de los individuos subalternos está fuera de la fuera una fuerza que estuviera entre el pueblo y los grupos dominantes al mayor nivel macro
perspectiva posible en tanto su dimensión macrológica cultural aparezca maniobrada, aunque estructural. Este grupo intermedio sería definido por su colocación como lo que Derrida ha
desde un lugar distante, por una interferencia epistémica que posee definiciones legales y denominado un "antre,,:46
científicas que acompañan al proyecto imperialista. Cuando, hacia el fin de este ensayo, llegue
a la cuestión de la mujer subalterna, se verá, entonces, por qué mi propósito es subrayar que la "Élite"
posibilidad de sentimiento de colectividad aparece persistentemente ocluida a causa de la l. Grupos dominantes extranjeros.
manipulaciones del agenciamiento femenino. 2. Grupos vernáculos dominantes a nivel pan-indio.
La primera parte de mi propuesta - es decir: que el desarrollo periódico de los indivi-
duos subalternos aparece complej izado por la interferencia del proyecto imperialista- se "antre" [alusión a "entre"]
muestra representada en los trabajos a los que se puede llamar " Subaltern Studies" ("Estudios 3. Grupos vernáculos dominantes a niveles regionales y locales.
43
Subalternos"), realizados por un grupo determinado de intelectuales. Todos ellos formulan la
pregunta: ¡,J>ueden hablar los individuos subalternos? En esta área de estudios nos hallamos
inmersos dentro de la propia disciplina de la historia preconizada por Foucault y entre gente que 4. El "pueblo" y las "clases subalternas" . ( Estos términos han sido
acredita la influencia de este pensador francés. Su proyecto consiste en repensar la empleados como sinónimos a lo largo de este trabajo. Los grupos y
historiografía colonial desde la perspectiva de una cadena discontinua de levantamientos elementos sociales incluidos en esta categoría representan la diferencia
campesinos durante la ocupación colonial. Éste es también el problema discutido por Said como demográfica entre la totalidad de la población india y aquellos
"el permiso para narrar" .44 Y así lo documenta Ranajit Guha: individuos que hemos denominado la "élite ').

La historiografía del nacionalismo indio ha sido dominada por largo tiempo por un Consideremos ahora el tercer estrato de la lista: este "antre" de indeterminación
elitismo -elitismo tanto colonialista como de la burguesía nacionalista- que situacional que los historiadores más escrupulosos presuponen, cuando deben responder a la
compartía el prejuicio de que la construcción de la nación india y el desarrollo de cuestión emblemática de nuestro ensayo: ¡,Puede hablar el individuo subalterno?
su conciencia -su nacionalismo- que confirmaba este proceso, eran logros que
pertenecían exclusiva o predominantemente a una élile. En las historiografías
colonialistas y neo-colonialistas estos logros se atribuían a la dominación británica, Tomada como una totalidad en abstract o ( ...) esta categoría ( ...) era muy
a los administradores coloniales, a sus agentes de control policial, a sus helerof{énea en su composición y, a causa del carácter desnivelado de la economia
instituciones y a su cultura. En los escritos nacionalistas y neo-nacionalistas se regional y el desarrollo social, era diferente de región a región. La misma clase o
atribuirían ahora a las personalidades, a las instituciones, a las actividades y a las elemento que era dominante en una zona ( ...) podía llegar a estar entre las dominadas en
ideas de una élite india. (Guha, 1982: 1) la región siguiente. Esto podía crear, y en rigor creó, muchas ambigüedades y
contradicciones en actitudes y alianzas, especialmente entre los estratos inferiores de la
Ciertos estratos de la élite india son, por cierto, el mejor tipo de informantes nativos nobleza rural, entre señores empobrecidos, o campesinos ricos o pertenecientes a la ciase
para intelectuales del Primer Mundo interesados en la voz del Otro. Sin embargo, no se puede media elevada, todos los que pertenecían, hablando idealmente, a la categoría de "pueblo"
dejar de insistir sobre el hecho de que el sujeto subalterno colonizado es irrecuperablemente o "clases subalternas" (Guha, 1982: 8). [El subrayado pertenece a Spivak y la cursiva a
heterogéneo. Guha]
Contra esta élite vernácula se puede esgrimir lo que Guha llama "the politics of the
people" (" la política del pueblo") tanto en el exterior como en el interior del circuito de la " La tarea de búsqueda" proyectada en este campo consiste en "investigar, identificar y
producción colonial. 45 Por mi parte, no puedo adscribir de modo absoluto a esta insistencia en medir la naturaleza específica y el grado de desviación de los eleme ntos <constitutivos del
tercer nivel> de un punto ideal, a la vez que situarlos históricamente." No podría pedirse nada
41
Véase especialmente Antonio Gramsci, Gli in1elle11uali e l'organizazioni della c11/111ra, (textos mas esencialista y taxonómico que este programa. Sin embargo, en él funciona un curioso
compilados por Valentino Gerratana), Turín, Editori Riuniti, 1975. imperativo metodo lógico. Ya he explicado antes que e n la conversación entre Foucault y
42
Utilizo el término "alegoría de la lectura" en el sentido desarrollado por Paul de Man en su libro Deleuze se escondía un proyecto esencialista detrás de un vocabulario post-representacionalista.
Allegories of Reading: Figura/ /anguage in Rousseau, Nietzsche, Ri/ke and Pro11s1. N. Haven, Yale En los " Estudios Subalternos", a causa de la violencia del imperialismo epistémico, así como
University Press, 1979. por la inscripción social y disciplinar, todo proyecto comprendido en términos esencialistas
43
Véanse los trabajos de Ranajit Guha (comp.), Subaltem Studies /: Writing on Sou1h Asian HislOIY and
society .N. Delhi, Oxford University Press, 1982; Suba/1ern Studies //. , 1983; y Elemenlary Aspects o/
Peasa111 lnsurgengy in Colonial India, N. Delhi, Oxford University Press, 1983. pesar del colonialismo, pero adaptándose a las condiciones prevalecientes bajo el Raj y, en muchos casos,
44
Cf. E. W. Said, "Permission to narrate'', en Review ofBooks, 16 de febrero de 1984. desarrollándose completamente gracias a nuevos impulsos tanto en forma como en contenido" (Guha,
45
Para el primer caso, "éste era un dominio autónomo, ni originado desde una política elitista ni 1982: 4).
46
dependiente en su existencia de ella", y para el segundo caso, "continuaba operando vigorosamente a Véase: J. Derrida: "La double séance", en La dissémination, París, Seuil, 1972.

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debe circular en un circuito de prácticas radicales textuales en tomo a las diferencias. En el caso conocimiento del campesino o del obrero y, posiblemente, arroja luz sobre cómo
de la consideración no justamente del ''pueblo" como tal, sino de ese estrato social de una w na un modo particular adquiere diferentes formas en diferentes regiones, lo que se
flotante amortiguadora de la élite subalterna regional el objetivo de este grupo es una desviación considera un problema de segundo orden en el marxismo clásico.[Cursiva de la
del ideal -el pueblo o los individuos subalternos- que, a su vez, se define como una autora]47
diferencia de la élite. La investigación está orientada justamente en contra de esta estructura. Se
trata de una dificultad algo diferente de las evidencias auto-diagnosticadas que encontrarnos en Esta variedad del marxismo "internacionalista", que cree en una pura e irrescatable
los intelectuales radicales del Primer Mundo. ¿Qué tipo de taxonomía sería válida para forma de conciencia para luego descartarla, al mismo tiempo que cerrando la puerta a lo que en
determinar tal territorio? Lo perciban o no (en rigor Guha enmarca su definición de "pueblo" Marx seguía siendo un aspecto de desconcierto productivo, puede ser muy bien el motivo del
dentro de la dialéctica del amo y del esclavo), sus textos vienen a articular la difícil, tarea de re- rechazo foucaldiano y deleuziano del marxismo y la fuente de las motivaciones criticas de los
escribir las propias condiciones de imposibilidad como condiciones de su posibilidad: grupos que se ded ican a los Estudios Subalternos. Chaudhury, tanto como Foucault y Deleuze,
está convencido de que existe una versión pura de la conciencia. En cuanto a la situación
Si pertenecen a estratos sociales jerárquicamente inferiores a aquellos de los francesa, allí se da un barajar y dar de nuevo los naipes de los significantes: "el inconsciente" o
grupos dominantes pan-indios en los niveles regionales y locales <los grupos "el sujeto en la opresión" llena clandestinamente el espació de "la forma pura del inconsciente".
vernáculos dominantes> (...) siguieron actuando en interés de ellos o no en En el marxismo ortodoxo "internacionalista" - ya se trate del Primer Mundo o del Tercero- la
conformidad a los intereses correspondientes verdaderamente a su propio ser forma pura de la conciencia sigue siendo una base idealista que, descartada como problema de
social. segundo orden, se gana a menudo la fama de ser racista o sexista. Entre los grupos de Estudios
Subalternos, ello necesita ser desarrollado en acuerdo con los términos de desconocimiento de
Cuando estos escritores toman la palabra para hablar, entonces, en su lenguaje su propia articulación. Para lograr tal formulación puede ser más útil, digámoslo una vez más,
esencialista, de un abismo entre los intereses y las acciones del grupo intermediario, sus una teoría desarrollada de la ideología. En una crítica como la que Chaudhury presenta, la
conclusiones se hallan más cercanas a Marx que a la ingenuidad auto-consciente exhibida en las asociación entre la "conciencia" y el "conocimiento" omite un punto medio de crucial
declaraciones de alguien como Deleuze. Guha, así como Marx, habla de "intereses" en el importancia: la "producción ideológica". Así se expresa Chaudhury:
campo de lo social más que como un tratamiento del ser libidinal. La imaginería del Nombre
del Padre desplegada en El 18 de Brumario puede servir para hacer resaltar que, a nivel de clase La conciencia, según Lenin, está asociada con el conocimiento de las relaciones
social o grupo de actividades, " la verdadera correspondencia con nuestro propio ser" es tan entre diferentes clases o grupos; esto significa: un conocimiento de los materiales
artificial o social como el patronímico. que constituyen la sociedad. (...) Estas defi niciones adquieren sentido solamente
Esto es lo que había que decir, entonces, acerca del grupo considerado un amortiguador dentro de la problemática en el marco de un objeto de conocimiento definido -
social. Para el "verdadero" grupo subalterno, cuya identidad es la diferencia, no hay, en rigor, comprender el cambio en historia, o, específicamente, el cambio de un modo a
sujeto subalterno irrepresentable que pueda conocer y hablar por sí mismo. Pero la solución de otro, conservando la cuestión de la especificidad de un modo particular fuera del
los intelectuales se halla en no abstenerse a la representación. El problema radica en que el enfoque (Chaudhury, 1984: 1O).
itinerario del sujeto no ha sido trazado para ofrecerle un objeto de seducción al intelectual en su
designio representacional. Por ello, en el vocabulario levemente desfasado del grupo indio la Pierre Macherey, por su parte, nos suministra la siguiente formulación para la inter-
pregunta paradigmática se torna articulada en los siguientes términos: "¿Cómo podemos arribar pretación de la ideología:
a la conciencia del pueblo, cuando estamos investigando su política?" "¿Con qué voz puede
hablar la conciencia del individuo subalterno?" El proyecto de este grupo, después de todo, es Lo que es importante en una obra es lo que no se dice. Esto no es lo mismo que la
re-escribir el desarrollo de la conciencia de la nación india. La planeada discontinuidad del descuidada observación de "lo que se niega a decir'', aunque ello también sería en
imperialismo establece rigurosamente una distinción en este proyecto, aunque su formulación sí interesante [conocerlo]: un método puede construirse sobre esto, con la tarea de
esté pasada de moda, con un "hacer visible los mecanismos médicos y jurídicos que rodeaban la medir los silencios, tanto de lo reconocido como de lo no reconocido. Pero más
historia <de Pierre Riviere>". Foucault tiene razón aquí al sugerir que "hacer visible lo invisible bien, lo que la obra no puede decir es lo importante, porque allí la elaboración de la
puede significar también un cambio de nivel, dado que u no se dirige a una capa de materiales expresión es realizada como una especie de jornada hacia el silencio.48
que no había tenido antes pertinencia en la historia y a lo que no se le había acordado ningún
valor moral, estético o histórico." Pero lo que se toma lapidariamente inquietante es este Las ideas de Macherey pueden ser desplegadas en direcciones que él mismo no podría
deslizamiento foucaldiano hacia el hacer visible los mecanismos para dar voz al individuo, quizás seguir. Aun cuando escribe, de manera provocativa, sobre la literaturidad de la literatura
evitando tanto "cualquier tipo de análisis <del sujeto> ya sea psicológico, psicoanalítico o de proveniencia europea, está formulando en verdad un método aplicable al texto social del
lingüístico" (Foucault, 1972-1977: 49-50). imperialismo, casi en a contrapelo de su propia argumentación. Así, inclusive el lema de "lo que
La crítica realizada por Aj it K. Chaudhury, un marxista de Bengala Occidental contra la el texto se niega a decir" puede ser anodino para el caso d e una obra literaria: algo así como un
búsqueda de Guha de una conciencia subalterna puede ser considerada una fase del proceso rechazo colectivo ideológico que sería detectado dentro de la práctica legal de codificación en el
productivo que incluya lo subalterno. La observación de Chaudhury en cuanto a que la visión imperialismo. Ello abriría el debate para una reinscripción multidisciplinariamente ideológica
marxista de la transformación de la conciencia implica el conocimiento» de las relaciones en ese terreno. Pero, dado que el proceso aparecería como una ''universalización del mundo"
sociales me parece, en principio, astuta. Sin embargo, la herencia de Ja ideología positivista lo [worlding of the world] en un segundo nivel de abstracción, el concepto de rechazo sería
obliga a agregar este codicilo:
47
A,K. Chaudbury, "New wave social science", en Frontier, 16-24, 28 de enero de 1984, p. 10.
Esto no es para minimizar la importancia de la comprensión de la conciencia de los 48
Pierre Macberey, Pour 1111e théorie de la prod11clio11 lilléraire, París, Maspero, 1966. Citado de la
campesinos o de los obreros en su f orma pura. Ello enriquece nuestro edición inglesa: A Th eory o/ Litera1y Production, (trad. de G. Wall), Londres, Routledge, 1978, p. 87.

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aceptable en este mismo campo. El trabajo de archivo, el historiográfico, el crítico-disciplinar e, hablar, cuando ese individuo subalterno es una mujer su destino se encuentra todavía más
inevitablemente, también el intervencionista49 implicados en este movimiento son, por cierto, profundamente a oscuras.
una tarea de "medir los silencios" . Esa metodología podría ser también una descripción de
cómo " investigar, identificar y medir la naturaleza específica y el grado de desviación hasta una La división internacional del trabajo es un desplazamiento del imperialismo territorial
distancia que es un ideal irreductiblemente diferencial. del dividido campo legado por el siglo XIX. En pocas palabras: un puñado de países -
Cuando llegamos al punto de la coherencia del problema acerca de la conciencia del especialmente del Primer Mundo-- se hallan en la situación de invertir capital; otro grupo,
individuo subalterno, ese lema de lo que no se puede decir se toma, en cambio, fundamental. En entretanto, mayormente del Tercer Mundo, provee el terreno para invertir, tanto gracias a la
la semiosis del texto social, las elaboraciones acerca de los levantamientos populares se hallan existencia de una burguesía vernácula "compradora" como por su mal protegida mano de obra
en el lugar de "la expresión" o "el mensaje" [the 111/erance). El emisor - "el campesino"- es en estado cambiante. Para mantener la circulación y crec imiento del capital industrial (y de la
señalado solamente corno un marcador de una conciencia irrecuperable. En cuanto al receptor, tarea concomitante de administración dentro del imperialismo territorial decimonónico), se
deberíamos preguntamos quién es "el verdadero destinatario" de una insurgencia. El habría llegado allí a un desarrollo en los transportes, en el sistema j urídico y en un programa de
historiador, por su parte, al trasladar la noción de "insurgencia" a un texto hecho para el educación generalizada, aun cuando también se hayan destruido las industrias locales y se haya
conocimiento, es solamente uno de los receptores posibles de una colectividad dada dentro de redistribuido la pertenencia de tierras, a la par que las materias primas hayan sido lransferidas
un acto de intención social. Dejando de lado toda posibilidad para la nostalgia por los orígenes del país corno territorio de experimentación a la nación colonizadora. Con la así llamada
perdidos de un fenómeno, el historiógrafo (y la historiógrafa) debe suspender, tanto como le sea "descolonización'', el aumento del capital multinacional y la cesión de la pesada carga de
posible, el clamor de su propia conciencia -o el efecto de la conscientización surgido en la administrar la colonia, el "desarrollo" no habría de implicar ya el control de la entera legislación
praxis científica- , de modo tal que la elaboración de la rebelión, envuelta en una toma de ni el establecimiento de sislemas educacionales, por lo menos en un modo comparable a lo que
conciencia del insurgente, no se congele en un frío "objeto de investigación" o, lo que es peor sucedía en la época colonial Pero ello impide ahora el crecimiento del consumo en los países
aun, en un modelo para imitar. "El sujeto" implicado en los textos de la rebelión puede servir "compradores" del Tercer Mundo. Con la aparición de las telecomunicaciones modernas y el
solamente como una posibilidad alternativa para las norrnatividades del relato garantizadas a los surgimiento de las economías de un capitalismo avanzado en los dos márgenes de Asia,
sujetos coloniales entre los grupos dominantes. Los intelectuales postcolonialistas aprenden así mantener la división internacional del trabajo colabora en la conservación de un suministro
que sus privilegios son también su desdicha. En este sentido, ellos mismos son paradigmáticos barato de mano de obra en esos países "compradores".
como intelectuales. El trabajo humano no es, por cierto, intrínsecamente "barato" o "caro". Ello va a estar
Es bien sabido que la noción de lo femenino (más que lo subalterno dentro del impe- asegurado, más bien, por una ausencia de leyes laborales (o su intensificación discriminatoria),
rialismo) ha sido utilizada de un modo similar dentro de la crítica deconstructiva y dentro de un Estado totalitario (a menudo acompañado por un desarrollo y modernización en la periferia)
algunas ramas de la crítica feminista.so En el primer caso, lo que está en juego es una figura de y condiciones mínimas de subsistencia en el área obrera. Para conservar estas premisas
la mujer, pero una figura cuya mínima predicación como algo indeterminado ya ha sentado toda definitorias sin variaciones, el proletariado urbano en los países "compradores" no deberá ser
una tradición dentro del falocentrismo. La historiografía subalterna formula acerca del método entrenado en la ideología del consumo (que aparece como el paradigma de la filosofia de la
justamente preguntas que habrían de prevenir contra el uso de tal estratagema. Pero, puesto que sociedad sin clases), lo que, contra viento y marea, prepararía el terreno para la resistencia a
la "figura" de la mujer, es decir: la relación entre la mujer y el silencio puede ser urdida por la través de políticas de coalición como las que menciona Foucault (1977: 21 6). Este alej amiento
misma mujer, las diferencias de clase y las diferencias étnicas se hallan subsumidas bajo el de la ideologja del consumo es exacerbado de modo creciente por los fenómenos proliferantes
mismo dictamen. La historiografía subalterna, entonces, debe enfrentarse con la imposibilidad de un sistema de subcontratos internacionales. En ese caso, el eslabón hacia el entrenamiento
de tales gestos. La estrecha violencia epistémica del imperialismo nos brinda una alegoría para el consumismo aparece prácticamente salteado:
51
imperfecta de la violencia general que sería la posibilidad de una episteme.
Dentro del trayecto parcialmente borrado del sujeto subalterno, el surco de la diferencia Desde esta estrategia, los fabricantes de países desarrollados subcontratan los esta-
sexual aparece doblemente desmarcado. No se trata, entonces, de una participación femenina en dios de trabaj o más intenso en la cadena de la producción, por ejemplo, haciendo
la rebelión, ni tampoco de las reglas básicas en la división sexual del trabajo, aunque para realizar la costura o el ensamblaje en el Tercer Mundo, donde el trabaj o es barato.
ambas cuestiones haya "evidencias palpables". La cuestión es, más bien, que, en ambos Una vez realizada esa tarea, las multinacionales re-importan las mercancías,
problemas, tanto como objeto de una historiografía colonialista y como sujeto de la rebelión, la gracias a generosas regalías tarifarias, a los países desarrollados en lugar de venderla~
construcción ideológica de género ["gender''] se p resenta bajo el dominio de lo masculino. Si en el mercado local donde j iteron producidas. / Mientras la recesión global hizo
en el contexto de la producción colonial el individuo subalterno no tiene historia y no puede retardar el paso del comercio y de la inversión a escala mundial desde 1979, se ha
producido luego, en cambio, un estallido de la actividad internacional del
49 subcontratismo... En estos casos, las multinacionales se encuentran más libres para
[Nota del traductor: Habría que hacer notar aquí que en los estudios nacidos a partir de la influencia de
Foucault, la palabra "intervención" aparece connotada como aquellas contribuciones que provocan un resistir a militantes obreros, levantamientos revolucionarios e inclusive bajas
cambio en la fijeza de la tradición]. económicas. [Cursiva de la autora)s2
so He trabajado con este tema en "Displacement of the discourse of the woman", en: Mark Krupnick
(comp.), Displacement: Derrida and Afier, Bloomington, Indiana University Press, 1983; y "Love me, La movilidad de clase aparece cada vez más agó nica en el escenario de países "com-
love my ombre, elle: Derrida's 'La carte póstale', en Diacritics. 14, 4, 1984, pp. 19-36. pradores". No debe sorprender, por lo tanto, que algunos miembros de los grupos vernáculos
s i Esta violencia, en el sentido general, es la posibilidad de una episteme y lo que remite al concepto
dominantes en estos países, que son miembros de la burguesía local, encuentren atractivo el
derridiano de "escritura", en sentido amplio. La relación entre la escritura en un sentido lato y escritura en
un sentido restringido (como algo marcado sobre una superficie) no puede ser formulada de manera muy
clara. La tarea de la gramatología (en la deconstrucción) es proveer un modo de notación de estos s> Cf "Contracting poverty'', en Multinational Monitor, 4, 8, agosto de 1983, p. 8. Este informe fue
elementos huidizos de la relación. En cierto sentido, entonces, la crítica del imperialismo es como tal una redactado por Jobo Cavanagh y Joy Hackel, quienes trabajan en el Proyecto de Consorcios
deconstrucción. Internacionales (International Corporations Project) en el lnstitute for Policy Studies.

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Orbis Tertius, 1998, m (6) Orbis Tertius, 1998, m (6)

lenguaje de las alianzas políticas. Identificarse con fonnas de resistencia plausibles en países del reinscripción del Tercer Mundo como Otro es la característica fundacional de mucho de!
capitalismo avanzado va de la mano, a veces, con la inclinación elitista de la historiografia tercennundismo que circula en las Humanidades del mundo académico norteamericano.
burguesa como es descrita por Ranajit Guha.
La creencia en la plausibilidad de una alianza política global es también predominante Foucault, por su parte, continúa la crítica contra el marxismo invocando la disconti-
entre las mujeres de los grupos sociales dominantes, interesadas en un "feminismo interna- nuidad. La marca real de la "discontinuidad geográfica <o geopolítica>" sería la división
cional" en los países "compradores". Al otro extremo del espectro, las más alejadas de cualquier internacional del trabajo. Pero Foucault usa el término para distinguir entre explotación (como
posibilidad de una alianza en una lista que contenga a " las mujeres, los presos, los soldados extracción y apropiación de plusvalía; es decir, dentro del vocabulario marxista) y dominación
conscriptos, los pacientes de hospitales y los homosexuales" (Foucault, 1977: 216) son (como noción de los estudios acerca del Poder) y sugerir así que el mayor potencial para la
justamente las mujeres del subproletariado urbano. En su caso, la negativa a marchar al ritmo resistencia basada en las políticas de alianza se halla en el segundo ténnino. Ese autor no puede
del consumismo y la estructura de la explotación aparecen combinadas con elementos basados de ninguna manera reconocer que tal acceso monista y unificado a una concepción de "Poder"
en relaciones sociales patriarcales. Hacia el otro lado de la división internacional del trabajo, el (que metodológicamente supone un sujeto de poder) ha sido posible gracias a un cierto estadio
sujeto explotado no puede ni conocer ni articular el texto de la explotación femenina, aun si se de explotación, dado que su visión de una discontinuidad geográfica es geopolíticamente
logra visibilidad en lo absurdo de la falta de representación llevada a cabo por el intelectual que específica al Primer Mundo. Así afirma Foucault entonces que:
le está creando un espacio para que ese sujeto hable. La mujer sufre así una doble violencia.
Aun así esto no abarca la heterogeneidad del Otro. Fuera del circuito del la división Esta discontinuidad geográfica de la que Usted habla puede significar quizás lo si-
internacional del trabajo (aunque no de modo absoluto), existe gente cuya conscientización no guiente: tan pronto como luchamos contra la explotación, el proletariado no sólo
se puede aprehender si nos cerramos a la benevolencia al construir el Otro homogéneo y lo conduce la lucha sino que define sus blancos, sus métodos, sus lugares y sus
referimos solamente a nuestro propio lugar en el sitio de la Identidad o del Yo. En esta zona hay instrumentos; y aliarse con el proletariado sería consolidar su posición, su
granjeros que viven de la propia subsistencia, hay trabajadores agrarios no sindicalizados, hay ideología; sería alzar de nuevo las motivaciones para su combate. Esto significa la
tribus y hay comunidades de obreros sin trabajo en la calle o en el campo. Enfrentarse con todos total inmersión <en el proyecto marxista>. Pero, si se trata de luchar contra el
ellos no significa representarlos (en el sentido de " vertreten"), sino re-presentamos (en el poder, entonces todos aquellos que no lo soporten pueden empezar a dar su batalla
sentido de "darste/len") a nosotros mismos. Esta argumentación podría conducimos, claro está, en cualquier lugar en que se encuentren y en los ténninos que su propia actividad
a una crítica de la antropología disciplinar y a una reconsideración de la relación entre la (o pasividad) les dicten. Al embarcarse en esta lucha que es su propia lucha, en la
pedagogía elemental y la educación científica. Ese gesto habría de llevamos también a que comprenden con claridad sus objetivos y donde pueden determinar ellos
cuestionar la exhortación implícita nacida entre intelectuales que han elegido un tema de mismos los métodos, esas personas entrarán en el proceso revolucionario. Como
opresión que estuviera "naturalmente articulado", y que tal tema llegara a través de una historia aliados del proletariado, para estar seguros, p uesto que el poder se maniobra de tal
abreviada en su modo de producción, modo que como para que pueda prolongarse la explotación capitalista. Ellos sirven
El hecho de que tanto Deleuze como Foucault hayan ignorado la violencia epistémica genuinamente la causa del proletariado al luchar en los lugares en que se
del imperialismo y de la división internacional del trabajo sería menos importante de lo que en encuentren ellos mismos en estado de opresión. Las muj eres, los presos, los
realidad es, si al finalizar su conversación no entraran a considerar asuntos del Tercer Mundo. soldados conscriptos, los pacientes de hospitales y los homosexuales han
Pero, en Francia, es imposible ignorar el problema del tiers monde, como a los habitantes de las comenzados ahora una lucha específica contra la fonna particular de poder, contra
colonias franco-africanas. Deleuze, naturalmente, limita su consideración del Tercer Mundo a las compulsiones y controles que se hallan op rimiéndolos. (Foucault, 1977: 2 16)
reflexionar sobre esta élite regional vernácula, que es "idealmente subalterna". En este contexto,
las referencias a un mantenimiento de un ejército extra de trabajadores caen en una Éste es un programa admirable de resistencia localizada. Donde sea posible, este
sentimentalidad étnica que causa el efecto inverso. Dado que está hablando de la herencia modelo de resistencia no se presentará, entonces, como una alternativa, sino como un
territorial imperialista dejada por el siglo XIX, su referencia se dirige al Estado-nación más que complemento de lucha a nivel macrológico a los largo de las trincheras del marxismo. Sin
al centro globalizador: embargo, si la situación es realmente universal, está ajustándose para dar una prioridad no
admitida del sujeto. Sin una teoría de las ideologías, este gesto puede conducir a la más
El capitalismo francés necesita urgentemente un significante flotante de peligrosa de las utopías.
desempleo. En esta perspectiva, comenzamos a verla unidad de las fonnas de la Foucault ha sido, por cierto, un brillante pensador en su capacidad de darle un lugar al
represión; la restricción en la inmigración, u na vez que se ha comprobado que los poder, pero la conciencia de una reinscripción topográfica del imperialismo no logra dar una
puestos más dificiles e ingratos son cubiertos por inmigrantes; la represión en las configuración a sus presuposiciones. Este autor, en rigor, cae en la trampa de una versión
fábricas, porque los franceses deben volver a adquirir el "gusto" por un trabajo que restringida de Occidente producida por la reinscripción q ue así ayuda a consolidar sus propios
se toma cada día más duro; la lucha contra la juventud y la represión en el sistema efectos. Nótese, entonces, según se hace evidente en un pasaje posterior de sus declaraciones, la
educativo. (Foucault, 1977: 211-212) omisión del hecho de que un nuevo mecanismo de poder en el transcurso de los siglos XV!l y
XVIIl (cuando se obtuvo la extracción de plusvalía sin la coerción extra-económica según lo
Este es un análisis al parecer aceptable. Sin embargo, muestra nuevamente que el Tercer desarrolla Marx), aparezca asegurado por medio del imperialismo territorial - la Tierra y sus
Mundo puede entrar en el programa de resistencia de una política de alianzas dirigida contra la productos- "en todas partes". Así para Foucault, sin embargo la representación de la soberanía
"represión unificada" sólo cuando es confinada a grupos provenientes del Tercer Mundo que sería crucial en todos esos teatros de la acción: " En los siglos XV!l y xvm nos encontramos
tienen acceso directo al Primero.53 Esta benevolente apropiación del Primer Mundo y con la aparición de un fenómeno importante, el surgimiento, o mejor dicho: la invención de un
nuevo mecanismo de poder que posee un alto nivel de técnicas específicamente procesales...lo
53
Estos mecanismos de invención del Tercer Mundo como un significante son susceptibles de que es también, creo, absolutamente incompatible con las relaciones de soberanía. Este nuevo
un tipo de análisis dirigido a la constitución de la etnia como un significante e n Carby ( 1982). mecanismo de poder depende más de los cuerpos y de lo que éstos hacen que de la tierra y sus

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productos." (Foucault, 1972-1977: 104). Derrida> ha sido en su mayor parte ahistórica, evasiva a ni vel político y ajena a considerar, en la
A causa de una laguna frente a este primer embate de "discontinuidad geográfica", práctica, el lenguaje como ' discurso' <es decir: lenguaje como función>".ss Eagleton continúa
Foucault puede permanecer impertérrito ante la segunda acometida ocurrida en la segunda recomendando, por ello, el estudio foucaldiano de las "prácticas discursivas". Perry Anderson, a
mitad de nuestro siglo, identificándola simplemente como: " la derrota del Fascismo y la su vez, construye una historia similar: "En Derrida se produce la auto-anulación del
declinación del estalinismo" (Foucault, 1972-1 977: 87). Aquí conviene citar la alternativa que estructuralismo que se hallaba latente con el recurso a la música o a la locura en Lévi-Strauss o
postula Mike Davis: "Fue más bien Ja lógica global de la violencia contrarrevolucionaria, Ja que Foucault. Sin deseo de establecer ninguna exploración de las realidades sociales, Derrida no
creó las condiciones para Ja interdependencia económica pacífica de un imperialismo atlántico tiene tampoco ningún empacho en deshacer las construcciones de sus dos antecesores,
bajo la mirada amonestadora del liderazgo norteamericano ...Fue la integración militar adscribiéndoles una ' nostalgia por los orígenes' --de corte rousseauniano, para el uno, y
multinacional bajo el lema de la seguridad colectiva frente al peligro de la URSS lo que presocrático, para el otro-- y cuestionando con qué derecho estos autores podrían sostener la
precedió y aceleró la interpenetración de las economías capitalistas mayores, haciendo posible a validez de sus respectivos discursos sobre sus propios puntos de partida.',s6
la vez la nueva era de un liberalismo comercial que floreció entre 1958 y 1973".s• El presente ensayo tiene como obj eto, en rigor, sostener la idea, ya sea en defensa de
Allí, dentro de este surgimiento de un "nuevo mecanismo de poder", es donde debemos Derrida o no, de que una nostalgia por orígenes perdidos puede ser negativa para la exploración
leer un establecimiento en los escenarios nacionales de las resistencias a Ja economía y la de las realidades sociales dentro de una crítica del imperialismo. La agudeza de la lectura
acentuación de conceptos tales como poder y deseo que p rivilegian la escala microscópica. Así, favoritista de Anderson no le impide a este autor, por cierto, detectar j ustamente los problemas
por ejemplo, se sigue expresando Davis al respecto: "Esta centralización casi absolutista del que yo estoy poniendo de manifiesto en Foucault: "Foucault tocó la nota profética cuando
poder estratégico militar en manos de los Estados Unidos iba a permitir una subordinación declaró en 1966 que "El hombre se hallará en un proceso de agonía en tanto el problema del
ilustrada y flexible para sus sátrapas principales. En casos especiales demostró ser altamente lenguaje se encuentre encandilándonos en nuestro horizonte cada vez con mayor potencia".
adaptable a las pretensiones residuales imperialistas de los franceses e ingleses...quienes no Pero, ¡,quién es el 'nosotros' que percibe o posee tal horizonte?". Sin embargo, Anderson
dejaban de mantener alta la consigna de una fervorosa movilización contra el comunismo tampoco ve en el Foucault tardío la intrusión de un Sujeto Occidental que se halla en estado de
durante todo el período." Así aun tomando precauciones contra nociones peligrosamente tan ignorancia, un Sujeto que marca su dominio con la desaprobación. Anderson considera la
homogéneas como "Francia'', debe decirse que los conceptos uniformes tales como "lucha de actitud de Foucault del modo habitual, como la desaparición del Sujeto cognoscente como tal; y
clases" o declaraciones lapidarias del tipo de "como el poder, la resistencia es múltiple y puede en Derrida, Anderson encuentra el desarrollo final de esta misma tendencia: "En el hueco del
integrarse dentro de estrategias globales" (Foucault, 1972- 1977: 142), pueden interpretarse en pronombre ' nosotros' yace la aporía de este proyecto" (Anderson, 1983: 52). Considérese,
virtud de la propuesta de Davis. No estoy sugiriendo, sin embargo, como lo hace Paul Bové, que finalmente, el triste dictum de Said, que deja entrever una profunda desconfianza por la noción
"para un pueblo desterrado y sin hogar <se refiere a los palestinos> atacado militar y de "textualidad": " La tarea crítica de Derrida nos lleva hasta dentro del texto, la de Foucault se
culturalmente un problema tal <está aludiendo a la frase de Foucault donde éste declaraba que mueve dentro y fi1era de él" (Said, 1983: 183).
"meterse en política...es tratar de conocer con la mayor honestidad posible si la revolución es de Por mi parte, he tratado de hacer convincente Ja idea de que existe una preocupación
desear"> es una costosa locura propia de la riqueza de los occidentales". (Bové, 1983: 51). mayúscula por la política de los oprimidos y que un reiterado pedido de autoridad a Foucault
Estoy sugiriendo, más bien, que adquirir una versión sobre Occidente que se contenga a sí puede ocultar la actitud de privilegiar lo intelectual y del sujeto "concreto" de la opresión que,
misma es ignorar el lugar que juega en su propia creación el proyecto imperialista. de hecho, es el que realiza el pedido. Mirando las cosas desde un ángulo opuesto, aunque aquí
Algunas veces parecería que Ja llamativa brillantez del análisis de Foucault acerca de no tenga la intención de pasar revista a Ja opinión específica de Derrida promovida por críticos
varios siglos de imperialismo europeo produjera una versión en miniatura de ese fenómeno tan tan prestigiosos [como Eagleton, Anderson y Said], quiero dedicar la siguiente parte del debate
heterogéneo: la ocupación del espacio, pero llevada a cabo por los doctores; el desarrollo de la a algunos puntos de la obra de Derrida que contienen una utilidad de largo alcance para los
administración, pero dentro de los hospicios; las consideraciones de la periferia, pero en pueblos que se hallan fuera del Primer Mundo. Esto no es una disculpa; Derrida es,
términos que dan el protagonismo a los locos, los prisioneros y los niños. Así, Ja clínica, el verdaderamente, de dificil lectura y el obj eto de su estudio es Ja filosofia clásica. Con todo,
hospicio, Ja prisión, la universidad, todos parecen ser territorios de alegorías-biombo que Derrida resulta menos peligroso -cuando se lo entiende-- que el baile de máscaras intelectual
ocultan la lectura de los relatos más amplios del imperialismo. (Se podría abrir una discusión del Primer Mundo como el ausente sin representación que deja que los oprimidos hablen por sí
similar en torno al bestial motivo de la "desterritorialización" en Deleuze/Guattari). Así mismos.
Foucault puede decir en tono menor: "Uno puede muy bien no hablar de algo porque no sabe Voy a considerar un capítulo que Derrida escribió en la década del 60. Se trata de " De
nada sobre el tema" (Foucault, 1972- 1977: 66). Y, con todo, ¿hay que volver a decir que existe Ja gramatología como ciencia positiva" (Derrida, 1967). En este capítulo, Derrida discute la idea
una ignorancia sancionada que todo crítico del imperialismo tiene el deber de registrar? de si la "deconstrucción" puede conducir a una práctica adecuada, ya sea ésta crítica o política.
La cuestión es, entonces, cómo lograr que un Sujeto etnocéntrico mantenga la obj etividad en el
llI propio establecimiento de sí mismo en el momento de definir selectivamente al Otro. Este no es
un proyecto, en rigor, para el Sujeto como tal; más bien se trata de una plataforma para el
Considerando la situación más corriente por la que los académicos norteamericanos intelectual occidental benevolente. Sin embargo, la especificidad del problema es la cuestión
reciben una fuerte infl uencia de la crítica francesa, nos encontramos con la siguiente idea central para aquellos de nosotros que sienten que el "sujeto" tiene una historia y que la tarea del
generalizada: mientras que Foucault trataría de la historia, la política real y los problemas sujeto del conocimiento del Tercer Mundo en nuestro momento histórico es resistir y criticar el
sociales reales; Derrida, en cambio, resultaría inaccesible, esotérico y "textualístico" "reconocimiento" de ese Tercer Mundo cuando éste se logra por "asimilación". Con el objeto de
(textualistic]. El lector de estas páginas se hallará probablemente bien familiarizado con esta proponer una crítica de los hechos más que una crítica basada en el patetismo del impulso
idea recibida. Terry Eagleton, por su parte, comenta: "No puede negarse que la tarea propia <de
" Terry Eagleton, Literwy Theo1y: An lntroduction, Minneapolis, University of Minnesota Press, 1983,
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Mike Davis, "The political economy of late-imperia l America", en New left Re view, 143, Enero-Feb, ¡'¿ 205.
1984, p. 9. Perry Anderson, /111he Tracks ofHistorica/ Ma1erialis111, Londres, Verso 1983. p. 53.

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eurocéntrico del intelectual europeo, Derrida admite que no puede formular al "Primer Mundo" de la transparencia de los motivos, la palabra "escritura" como denominación del objeto y el
las preguntas que habría que responder para establecer los límites de su argumentación. Este modelo de la gramatología es una práctica que "no podía llamarse escritura sino en la clausura
autor, sin embargo, en ningún momento sostiene que la gramatología pueda elevarse más allá [ció/tire: área cerrada] hislórica, vale decir en los límites de la ciencia y la filosofía" (Derrida,
del empirismo, según lo expone Frank Lentricchia, dado que esa categoría, como sucede con el 1967: 126).
misma empirismo no sirve para contestar a las cuestiones primeras. En este sentido, Derrida En estos pasajes Derrida se encuentra alineándose con Nietzsche y con los discursos
coloca el conocimiento "gramatológico" a la par de los problemas que surgen en la filosóficos y psicoanalíticos, más que con categorías específicamente políticas, con el fin de
investigación empírica. Por lo tanto, " la deconstrucción" no sería un nuevo término para " la sugerir una crítica al eurocentrismo en la constitución del Otro. Como intelectual
desmistificación ideológica", pues cuando la investigación empírica busca refugio en el campo postcolonialista, no me siento perturbada por el hecho de que esta postura no haya sido una vía
del conocimiento gramatológico "debe operar con 'ejemplos"' (Derrida, 1967: 98).57 para mí -como parece ser inevitablemente para los europeos- hacia la meta específica que
Los ejemplos que Derrida despliega para mostrar los límites de la gramatología como esta crítica hace necesaria. Más importante me parece, en cambio, que, en tanto filósofo
ciencia positiva provienen de una auto-justificación ideológica apropiada dentro de un proyecto europeo, Derrida consiga expresar la tendencia del sujeto europeo de constituir al Otro como
imperialista. En el siglo XVD, afirma este autor, existían tres tipos de "prejuicios" que, marginal al etnocentrismo y que le dé un lugar a ese pr oceso como problema, con todos sus
operando en la historia de la escritura constituían, un "síntoma de la crisis de la conciencia empeños /ogocénlricos y, por lo tanto, gramatológicos (dado que la tesis central del capítulo es
europea" (Derrida, 1967: 99): "el prejuicio teológico", "el prejuicio chino" y "el prejuicio la complicidad entre los dos): y no como un problema general, sino europeo. Dentro de este
jeroglifista". El primero puede resumirse en la idea de que Dios escribió un texto primigenio y contexto del etnocentrismo, Derrida trata denodadamente de desjerarquizar al Sujeto del
natural en hebreo o en griego. El segundo indica que el chino es el patrón perfecto para la pensamiento o del conocimiento, a pesar de ser el "blanco textual" (Derrida, 1967: 126); pero lo
escritura filosófica, pero es sólo un patrón, pues la escritura filosófica "es independiente con que es pensamiento por ser "un pasaje vacío", sigue estando en el lexlo y, por ello, debe ser
respecto a la historia" (Derrida, 1967: 105) y transformaría a la lengua china en una escritura consignado como el Otro de la historia. Este vacío [blankness) inabordable fijado en sus límites
fácil de aprender que habría de superar al idioma chino actual. El tercer prejuicio sostiene que la por un texto interpretable es lo que un crítico postcolonialista del imperialismo querría ver
escritura egipcia es demasiado sublime como para ser descifrada. El primer prejuicio mantiene desplegado dentro del área acotada de Europa como el lugar de la producción de teoría. Los
la "actualidad" del hebreo o el griego, los últimos dos ("el racional" y "el místico'', críticos e intelectuales postcolonialistas podemos intentar desplazar su propia producción sólo
respectivamente) entran en colisión con el fin de sostener al primero, donde se ubica el centro presuponiendo ese vacío como inscrip10 en el 1ex10. Pero dar cuenta del pensamiento o del
del lagos visto como el Dios j udeo-<:ristiano (la apropiación del Otro del helenismo a través de suj eto pensante haciéndolo visible o invisible parece, en cambio, ocultar el reconocimiento
asimilación es una historia ya antigua) - un "prejuicio" todavía sostenido con el objetivo de dar implacable del Otro logrado a través de la asimilación. Con tales recaudos Derrida, entonces, no
a la cartografía del mito judeo-<:ristiano el estatuto de una historia geopolítica: proclama que "se deje hablar al otro/ a los otros", sino que convoca a un " llamado" al "otro por
completo" (10111-aulre, como opuesto al otro que se afirma a sí mismo) para "transmitir a modo
El concepto de la escritura china funcionaba como una especie de alucinación euro- de delirio esa voz interior que es la voz del otro en nosotros".58
pea. ( ...) ...ese funcionamiento obedecía a una necesidad rigurosa. (...) No estaba Derrida considera al etnocentrismo de la ciencia europea de la escritura en el siglo XVII
perturbada por el saber, limitado pero real, del que entonces se podía disponer en tardío y temprano siglo XVIII como un síntoma de la crisis general de la conciencia en Europa.
relación con la escritura china, I Al p ropio tiempo que el "prejuicio chino", un Naturalmente que esto es parte de un síntoma más amplio, o quizás la crisis misma en el lento
"prejuicio j erog/iflsla" había producido el mismo efecto de enceguecimiento pasaje del feudalismo hacia el capitalismo a través de las primeras oleadas del imperialismo
interesado. El ocultamiento, lejos de proceder, en apariencia, del desprecio capitalista. Por mi parte, me parece que el trayecto de reconocimiento a través de la asimilación
etnocéntrico, adquiere la forma de la admiración hiperbólica. No hemos terminado del Otro puede ser trazado de modo más interesante aun en la constitución imperialista del
aún de verificar la necesidad de este esquema. Nuestro siglo no se ha liberado de sujeto colonial que en las incursiones reiteradas hacia el psicoanálisis o hacia la "figura" de la
él: siempre que el etnocentrismo es precipitada y ruidosamente conmovido cierto muj er, aunque la importancia de estos dos enfoques dentro del deconstruccionismo no debería
esfuerzo se resguarda silenciosamente detrás de lo espectacular para consolidar una ser minimizada. Pero Derrida no entró (o quizás no pudo entrar) en ese campo de lucha.
situación interna y extraer de él cierto beneficio de puertas adentro. (Derrida, 1967: Cualesquiera que sean las razones para esta ausencia específica, lo que me parece útil es
106) [Traducción modificada por J.A.; subrayado de la autora] el trabajo sostenido y en desarrollo todavía sobre la mecánica de la constitución del Otro.
Podemos usar esto con mayor ventaja analítica e intervencionista que las pretensiones de
Derrida pasa, luego, a ofrecer dos posibilidades características para solucionar el pro- autenlicidad del Otro. A este nivel, lo que sigue siendo útil en Foucault es la mecánica de la
blema del Sujeto Europeo, que busca presentar a un Otro que consolide la situación interna, su disciplinarización e institucionalización, es decir, la constitución del colonizador. Foucault no lo
propio estatuto de sujeto. Lo que sigue en el texto de Derrida es un rendimiento de cuentas de la relaciona con ninguna versión, temprana o tardía, proto o post-imperialista. Pero ello es muy
comp licidad entre la escritura - la apertura de la sociedad privada y pública- y las estructuras fructífero para los intelectuales preocupados por la decadencia de Occidente. La seducción en
del deseo, el poder y el devenir del capitalismo. En este momento, el autor deja fuera de aquéllos (y el temor en nosotros) radica en que puedan permitir la complicidad del suj eto que
consideración la vulnerabilidad de su propio deseo de conservar algo que es, paradójicamente, investiga (el profesional masculino o femenino) para disfrazarse a sí mismos detrás de una
al mismo tiempo, inefable y no-trascendental. Al criticar la producción del sujeto colonial, este pretensión de claridad de objetivos [1ransparency].
lugar inefable y no-trascendental ("histórico") es llenado por el sujeto subalterno. IV
Derrida cierra el capítulo volviendo a mostrar que el proyecto de la gramatología debe
desarrollarse dentro del discurso de la presencia. Esto implica no una crítica de la presencia, ¿Puede hablar el sujeto subalterno? ¿Qué es lo que los círculos de é/i1e deben hacer para
sino la toma de conciencia de que el itinerario del discurso de la presencia en la propia crítica es velar por la continuación de la construcción de un discurso subalterno? En este contexto la
un llamado de atención precisamente en contra de una pretensión demasiado declarada en favor cuestión de la "mujer" parece especialmente problemática. En una palabra: si se es pobre, negra

57 58
(Nota del traductor: La paginación dada aquí pertenece a la edición castellana]. J.Derrida, "Of an apocalytical tone recently adapted in philosophy'', en Semia, p. 7 1.

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y mujer la subaltemidad aparece por triplicado. Pero, sin embargo, si esta formulación se En un campo tan acotado como éste, no es fácil formular la pregunta sobre la toma de
transfiere desde el contexto del Primer Mundo al del mundo post-colonial (que no es lo mismo conciencia de la mujer subalterna. En este sentido, resulta más urgente recordarles a los
que e l Tercer Mundo), la cualidad "negro" o "de color" pierde mucho de su connotación radicales pragmáticos que una pregunta semejante no es simplemente un modo idealista de
persuasiva. La estratificación necesaria para la constitución del sujeto colonial en la primera desviar la atención de lo q ue importa. Aunque todos los proyectos feministas o anti-sexistas no
fase del imperialismo capitalista hace de la marca "color" un elemento inútil como significante pueden reducirse al mencionado, ignorarlo sería un gesto de falta de conocimiento político, que,
emancipador. Enfrentados ante la feroz benevolencia normalizadora de la mayor parte del por otra parte, tiene una larga data y que colabora con ese radicalismo masculino que hace que
radicalismo humanista y científico en los Estados Unidos y Europa (con su reconocimiento por el lugar de enunciación del investigador sea tan evidente. Buscando aprender a dirigirse al
asimilación),y ante e l creciente aunque heterogéneo cese del consumismo en la burguesía sujeto históricamente mudo representado en la mujer subalterna (más bien que intentando
"compradora" de la periferia y la exclusión de los márgenes de esa misma articulación de los escucharla o hablar por ella), una intelectual postcolonialista "desaprende" sistemáticamente
centros de la periferia (los "verdaderos y diferentes grupos subalternos''), en esta área la privilegios acordados a la mujer. Este desaprendizaje sistemático implica aprender a criticar el
ana logía de conciencia de c lase más que conciencia de etnia parece prohibida tanto a nivel discurso postcolonialista con las mejores herramientas que él mismo puede proveer y no
histórico, como disciplinar y prácticamente. Y esto sucede de modo igual para los grupos de simplemente a sustituir la figura ya perdida del "colonizado". Así, cuestionar la mudez nunca
izquierda como para los representantes de las derechas. No se trata, empero, justamente de una cuestionada antes de la mujer subalterna dentro del proyecto antiimperialista de los estudios
cuestión de desfasaje doble como no lo es ta mpoco de enc ontrar una alegoría psicoanalítica que sobre subalternidad no es, como sugiere Jonathan Culler, "producir una diferencia difiriendo" o
permita la adaptación de la mujer del Tercer Mundo al del Primero. "apelar a .. .la identidad sexual definida como esencial y p rivilegiar las experiencias asociadas
Los reparos que acabo de expresar son válidos si hablamos de la conciencia en la mujer con esa identidad".60
subalterna, o de modo más aceptable, en el sujeto subalterno. Lo que se requiere hoy en día es La versión de Culler del proyecto feminista es posible dentro de lo que Elizabeth Fox-
hacer informes, o mejor dicho, participar en trabajo anti-sexista entre mujeres de color o entre Genovese ha llamado "La contribución de las revoluciones democrático-burguesas al indi-
mujeres bajo opresión de clase en el Primer Mundo o en e l Tercero. Al mismo tiempo, vidualismo social y político de las mujeres".61 Muchas de nosotras estuvimos obligadas a
habremos de recibir de buen grado todo lo que tenga que ver con el rescate de información en comprender el proyecto feminista según lo describe Culler en este momento, ya cuando
estas áreas silenciadas relac ionada con la antropología, las ciencias políticas, la historia y la estábamos, como en mi caso, todavía organizando la agitación en los centros académicos
sociología. Sin embargo, asumir y construir la concienc ia y a l sujeto, implica tal esfuerzo y norteamericanos.62 Eso significó para mí un paso necesario en mi propia educación hacia un
voluntad que, a la larga, e llo viene a converger con la tarea de constitución de un sujeto "desaprendizaje" y sirvió para consolidar la convicción de que el proyecto principal del
imperialista, entrelazando la violencia epistémica con los avances del aprendizaje y de la feminismo occidental continúa y, a l mismo tiempo, desplaza la batalla hacia e l derecho a l
civilización. Y la mujer subalterna seguirá muda como siempre.59 individualismo entre hombres y muj eres en situac iones de una movilidad social creciente. Es
posible suponer que el de bate entre e l feminismo de Estados Unidos y la " teoría" europea
59
(según se la presenta generalmente entre las mujeres de Norteamérica e Inglaterra) ocupa un
Aun en un texto tan bueno de entrevistas y análisis como el de Gail Omvedt titulado We Will Smash rincón muy importante en ese m ismo campo. Y o veo con agrado la incitación a que e l
This Prison! lndian women in stn1ggle (Londres, Zed Press, 1980), la premisa de que un grupo de
feminismo norteamericano se vuelque más hacia la " teoría". Me parece, sin embargo, que el
mujeres Maharashtri en situación de proletariado urbano al reaccionar contra una violenta mujer blanca
que "las había estigmatizado haciéndolas símbolo del destino de la India" trasunta en el fondo problema de un sujeto mudo en el caso de la mujer suba lterna, aunque no sea solucionado por
esencialismo, dado que se la considera representativa de las "mujeres de la India" o que toca "la una búsqueda "esencialista" de orígenes perdidos, no puede tampoco enco ntrar la respuesta en
conciencia de las mujeres de la India". Estas afirmaciones no son de poca consideración si se tiene en más teoría dentro del ámbito anglo-americano.
cuenta que en una formación social del Primer Mundo la difusión de la comunicación en una lengua La exhortación a una mayor utilización de un pensamiento teórico se presenta a menudo
internacional hegemónica registra y documenta instantáneamente información a quienes no están en nombre de una crítica del "positivismo", que aparece en este contexto como idéntico a l
preparados para recibirla.
La observación de Norma Chincilla, expresada en una mesa redonda bajo el titulo de Deleuze/Guattari, o, a cierta distancia de esta polémica de los proyectos teóricos contemporáneos, en el
"Feminismos del Tercer Mundo: diferencias de forma y contenido"(University of California, Los debate soviético, como la suficiencia doctrinaria del "modo asiático de producción" , que se colocó en un
Angeles, 8 de marzo de 1983), acerca de que el trabajo antisexista en el contexto de la India no es plano de duda al producir para ese esquema varias versiones y nomenclaturas que incluían los modos
genuinamente anti-sexista sino anti-feudal, merece otro comentario. Esto implicaría que se podrían feudal, esclavista y comunitario. (El debate es presentado en todo detalle en el libro de Stephen F. Dunn,
elaborar definiciones de sexismo sólo después que una sociedad determinada haya entrado en el modo de The Fa// and Rise of !he Asiolic Mode of Produc/ion. Londres, Routledge, 1982). Sería interesante
producción capitalista, dado que así se vería una conveniente continuidad entre el capitalismo y el relacionar esto con la represión del "aspecto" imperialista en la mayoría de las discusiones sobre la
patriarcado. Esto también trae a colación las cuestiones tan traídas y llevadas sobre el papel del "modo de transición del feudal ismo al capitalismo que ha tenido lugar durante mucho tiempo en las izquierdas de
producción 'asiático"', afirmando el poder explicativo de la narrativización normativa de la historia a Occidente. Lo que es más importante es que observaciones como la de Norma Chincilla representan una
través del registro de los modos de producción, al mismo tiempo que, sin embargo, se construye esa jerarquización muy difundida dentro del feminismo del Tercer Mundo (más que dentro del marxismo
historia de una manera marcadamente elaborada. occidental), que resulta ubicada dentro de una corriente muy sólida que maneja el concepto metafórico
El curioso papel del nombre "Asia" no es ajeno en este asunto: esto no se limita a un contenido en el término "Asia".
asentimiento o desaprobación de la existencia empírica del modo actual (un problema que se tornó objeto Debo agregar, sin embargo, que todavía no he leido el libro In Seorch of Answers: lndian
de una intensa manipulación dentro del comunismo internacional), sino sigue siendo crucial aun en el womens voices from Manushi. compilado por Madhu Kishwar y Ruth Vanita (Londres, Zed Press, 1984).
60
trabajo de tal sutileza teórica e importancia como el de Barry Hindess y Paul Hirst titulado Pre-Capi1alis1 Jonathan Culler, On Deconslmclion: Theo1y ond crilicism ofier s1r11ct11ralism, Ithaca, Cornell University
Modes of Produclion (Londres, Routledge, 1975) o el de Fredric Jameson, The Politica/ Unconscious. Press, 1982, p. 48.
61
Especialmente en este último estudio todavía sigue obrando una antigua idea; aunque la morfología de los Elizabeth Fox-Genovese, "Placing women's history in history", en New Lefi Review, 133, Mayo-Junio
modos de producción aparezca rescatada de cualquier sospecha de determinismo histórico y haya sido 1982, p. 21.
62
situada en una teoría postestructuralista del sujeto, el modo "asiático" de producción aparece bajo la He tratado de desarrollar esta idea en un modo hasta cierto punto autobiográfico en " Finding feminíst
máscara de "despotismo oriental" como la formación concomitante de un Estado. También juega un papel readings: Dante-Yeats",: Ira Konigsberg (comp.), American Crilicism in 1he Pos1es1nic111ralis1 Age. Ann
significativo en el modo de producción narrativa grotescamente transformada en el Anti-Edipo de Arbor, University of Michigan Press, 1981.

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"esencialismo". Sin embargo, Hegel, el introductor moderno del "trabajo de la negación", no se establecida.65 Del mismo modo como cuando Freud insiste haciendo a la mujer el chivo
mantenía ajeno a la noción de esencias. Para Marx, justamente, la curiosa persistencia del emisario de la situación descrita en "Ein Kind wird geschlagen",66 pero también en otros de sus
esencialismo dentro de la dialéctica era un problema profundo y en ebullición. Así puede textos, ello revela su interés político, aunque de modo imperfecto, también mi insistencia en la
considerarse espuria la estricta oposición binaria entre positivismo/esencialismo (léase EE.UU.), producción del suj eto imperialista en relación con mi frase pone en evidencia mi lugar político
por un lado, y la "teoría", (léase, la teoría francesa o franco-alemana a través de la anglo- de enunciación.
americana), por otro. Además de ocultar la ambigua complicidad entre el esencialismo y la Por otro lado, yo estoy tratando de imbuirme del aura que posee la metodología general
crítica al positivismo (puesta de relieve en el capítulo de su libro que Derrida tituló "De la freudiana en la estrategia de una frase que Freud construyó como una afirmación sacada de las
gramatología como ciencia positiva"), esta corriente yerra al dar por sentado que el positivismo muchas confesiones que su paciente le comunicó. Esto, s in embargo, no significa que yo haya
no es una teoría. Con esta jugada se pretende la aparición de un nombre propio, una esencia de ofrecer un caso de transferencia como un modelo isomórfico para la transacción entre lector
positiva: la Teoría. Y nuevamente lo que queda sin considerar es el lugar de enunciación del y texto (el texto sería aquí mi frase). La analogía entre transferencia y crítica literaria o
investigador. Cuando esta polémica por los territorios se desplaza al Tercer Mundo, no se historiografia no es más que una fructífera catacresis.67 Decir que el sujeto es un texto no
produce ningún cambio en la cuestión del método. La discusión no puede tomar en cuenta, en autoriza a la inversión del tipo "el texto verbal es un suj eto".
rigor, que no existen registros de elementos para constituir el itinerario de una huella del sujeto Más bien me siento fascinada por el modo en que Freud realiza el predicado de una
sexuado que permitan ubicar la posibilidad de la diseminación en el caso de la mujer como historia de represión que conduce a la producción de la frase final. Es una historia con un doble
individuo subalterno. origen, uno oculto en la amnesia de la niña611 y el otro localizado en nuestro pasado arcaico,
A pesar de todo, veo con buenos ojos que el feminismo haga causa común con la crítica donde se asume de modo implícito un espacio pre-originario en el que el ser humano y el animal
al positivismo y la desfetichización de lo concreto. Estoy muy lejos de sentir aversión por el no se hallaban todavía diferenciados. Así nos inclinamos a imponer una homología de la
hecho de aprender algo gracias al trabajo que realizan los teóricos occidentales, aunque también estrategia freudiana al discurso marxista para explicar la disimu lación de la economía política
he aprendido ya a insistir en que se debe señalar el propio posicionamiento del sujeto que imperialista y esbozar una historia de la represión que produce una proposición como la que yo
investiga. Dadas esas condiciones y en calidad de crítica literaria, me he dedicado, por presento. Esta historia tiene también un doble origen, uno escondido en la manipulación detrás
necesidad táctica, a examinar el inmenso problema de la conciencia de la mujer como individuo de la abolición del sacrificio de las viudas llevada a cabo por Gran Bretaña en 1829;69 el otro se
subalterno. Así reinventé el problema en una frase, transformándola en el objeto de una simple halla ubicado en el pasado clásico y védico de la India hindú: el Rg- Veda y el Dharmasiistra.
semiosis: ¡,Qué significa esa proposición? La analogía pasa aquí por la victimización ideológica Sin ninguna duda, existe también un espacio pre-originario indiferenciado que sirve de soporte a
de un Freud y el posicionamiento de un intelectual postcolonialista como sujeto investigador. esta historia.
Como ha demostrado Sarah Kofman, la profunda ambigüedad en el uso freudiano de la La proposición construida por mí es una muestra de entre los muchos desplazamientos
mujer como chivo emisario es una reacción y una formación hacia un deseo inicial y continuo surgidos para describir la relación entre los hombres de piel oscura y los blancos (donde a veces
de dar una voz a la histérica, de transformarla en el sujeto de la histeria.63 La formación se hallan implicadas las mujeres de los dos grupos). Esa afirmación se ubica, por lo tanto, entre
masculinamente imperialista e ideológica que dio forma a este deseo moldeándolo como la otras que expresan "admiración hiperbólica" o una culpa piadosa que Derrida comenta en
"seducción de la hija" es parte de la misma formación que construye la monolítica figura de " la conexión con el "prejuicio j eroglifi sta". La relación entre el sujeto imperialista y sus temas
mujer del Tercer Mundo". Como intelectual postcolonialista, yo tampoco he podido desligarme puede ser considerada, cuando menos, ambigua.
de esa misma influencia. Por ello, parte de nuestro proyecto de "desaprendizaje" consiste en dar La viuda hindú asciende a la pira del marido muerto para inmolarse sobre ella. Esto es
articulación a esa formación ideológica - midiendo los silencios, si es necesario - para conocido como "el sacrificio de la viuda" . (La transcripción tradicional del término sánscrito
introducirla dentro del objeto de investigación. Así, en el momento de considerar estas para "viuda" sería sali, pero los primeros colonizadores británicos lo habían transcripto como
preguntas: ¿Puede hablar el sujeto subalterno? y ¿Puede narrar un sujeto subalterno (en tanto suttee). Este rito no tenía alcance universal ni era establecido en relación a la casta o a la clase
mujer)?, nuestros esfuerzos por dar una voz al individuo subalterno en la historia van a estar social. Pero la abolición del rito por parte de los británicos fue algo comprendido en general
doblemente expuestos a correr el riesgo del discurso freudiano. Como resultado de estas dentro de la máxima "Los hombres blancos están pro1egiendo a las mujeres de piel oscura de
reflexiones, ensamblé las frases del siguiente modo: "los hombres blancos están prolegiendo a las
mujeres de piel osC11ra de los hombres de piel oscura " con un ánimo no demasiado diferente de 65
El texto titulado "Über 'wilde' Psychoanalyse" se encuentra en el Tomo Vlll de la edición alemana de
aquél que se encuentra en las investigaciones de Freud cuando arma la frase ''Ein Kind wird
las Obras completas de Freud ya citadas, pp. 118-125.
geschlagen" ("Le pegan a un niño").64 66
[Nota del traductor: Para una mejor comprensión del texto habría que acotar que el título elegido por
El uso que en este caso hace Freud no implica una analogía isomórfica entre la Freud es ''bivocálico", dado que aparece como una cita ya entrecomillada por el autor).
formación del sujeto y la conducta del colectivo social, que es también una práctica frecuente 67
[Nota del traductor: La catacresis es definida en retórica como el tropo que produce la denominación
- acompañada a menudo de una referencia a Wilhelm Reich- en la conversación mantenida no a través de un verbum proprium, sino basándose en la costumbre; un ejemplo de ello seria el llamar
entre Deleuze y Foucault. De este modo, esto no significa que yo esté sugiriendo que mi frase "patas" a las extremidades de una mesa o silla. Véase: Heinrich Lausberg, Elemente der literarischen
indica una fantasía colectiva sintomática de un itinerario colectivo de represión sado- Rhetorik, Munich, 1963, p. 65. La autora parece aludir aquí, por otra parte, al tratamiento de este tropo
masoquista en una empresa imperialista colecliva. Existe una simetría satisfactoria en tal por Paul de Man, quien considera bajo "catacresis" el acto mismo de nombrar; cf. Paul de Man, The
alegoría, por cierto, pero yo invitaría al lector a considerar lo expuesto como un problema de Resistance to Theory. Minneapolis, University of Minnesota Press, 1986, p. 48)
68
psicoanálisis "salvaje" [lego o incompetente], más bien que como una solución definitivamente [Nota del traductor: La niña en cuestión profiere en el texto de Freud la frase que da título al ensayo y
iue le sirve a su autor para construir su argumentación).
Véase Lata Maní, ''The production of colonial discourse: sati in early nineteenth-century Bengal" (tesis
de maestría, University of California at Santa Cruz, 1983), texto que es un excelente rendimiento de
63
Sarah Kofrnan, L'énigme de Ja f emme: Lafemme dans les /ex/es de Freud, Paris, Galilée, 1980. cuentas de cómo la "realidad" de la auto-inmolación de las viud as se constituyo y "textualizó" durante la
64
El texto se halla en la edición alemana en el tomo XII (Sigmund Freud, Gesammelte Werke, época colonialista. Por mi parte, saqué grao provecho de una discusión con la autora durante la
cltronologisch geordnel, Londres, !mago Publishing Co., 1952). preparación del presente artículo.

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los hombres de piel oscura". Las mujeres blancas - según consta en los registros de las comercial a territorial y administrativa. Ello puede ser rastreado en correspondencia con las
misionarias británicas del siglo XIX hasta el de Mary Daly - no han producido una inter- instituciones como los destacamentos policiales, los tribunales de primera instancia y los otros,
pretación que valiera como comprensión alternativa del fenómeno. En contraste con esto, el así como los tribunales de directores y del príncipe regente, etc. Es interesante notar, además,
argumento nativista indio se presenta como una parodia de la nostalgia por los orígenes que desde el punto de vista de un "suj eto colonial", también salido del feudalismo y de la
perdidos: "l as mujeres deseaban, en realidad, la muerte". transición al capitalismo, sati es un significante con una connotación social inversa:
Las dos afirmaciones recorren un largo camino hasta encontrar su mutua legitimación.
Pero lo que no se oye es el testimonio de la propia voz de la conciencia femenina. Tal Se trata de grupos que se han vuelto psicológicamente marginales a causa del
testimonio no sería, por cierto, tampoco trascendente ideo lógicamente o sería catalogado como impacto que les ha producido el contacto con la occidentalización...y se han sentido
"completamente" subjetivo, pero habría servido para sentar las bases de producción de una presionados a demostrar, a otros y a sí mismos, su pureza ritual y su lealtad a la alta
afirmación contraría. Al repasar los nombres (grotescamente mal transcriptos) de aquellas cultura tradicional. Para muchos de ellos el rito de sati se tomó una prueba
mujeres, las viudas sacrificadas, incluidos en los informes policiales de los registros de la East importante de su conformidad a viejas normas cuando esas mismas normas se
India Company, es imposible pensarlos emitiendo una "voz" . Lo máximo que puede deducirse habían vuelto vacilantes desde adentron
es la inmensa heterogeneidad que se filtra a pesar de la ignorancia que trasunta semejante Si este el primer origen histórico de la frase que presento como paradigmática, ese
esbozo de rendimiento de cuentas (así, las castas, por ejemplo, aparecen descritas como origen se pierde en la noche de los tiempos que incluye el trabajo, el relato de la
"tribus"). Ante el entramado dialéctico que representan las dos afirmaciones: "l os hombres expansión capitalista, la paulatina liberación de la fuerza del trabajo como
blancos eslán protegiendo a las mujeres de piel oscura d e los hombres de piel oscura" y "l as mercancía, la narrativa de los modos de producción y la transición del feudalismo
mujeres deseaban, en realidad, la m11erte ", la mujer intelectual postcolonialista formula la pasando por el mercantilismo hasta llegar al capitalismo.
pregunta de una simple semiosis: ¡,Qué significa esto?, para comenzar a tejer una historia.
Marcando el momento en que nace no sólo una sociedad civilizada, sino también una Sin embargo, la precaria normatividad de esta narración está sostenida por la supuesta
"buena sociedad" en el seno de una confusión interna, es el momento también en que se constancia en la fa lta de cambio y en el abismo que separa el modo "asiático" de producción. Se
invocan a menudo acontecimientos singulares que infringen la letra de la ley para realzar en ella afirma esto cada vez que se hace evidente que la historia de la lógica del capital es la historia de
su espíritu. "La protección de las mujeres" llevada a cabo por varones a menudo suministra Occidente, que el imperialismo establece la universalidad del modo narrativo de producción y
tales ocasiones. Se nos recordó, por otro lado, sin embargo, que los colonizadores hacían gala que ignorar al individuo subalterno hoy en día es, quiérase o no, continuar con el proyecto
de su absoluta pretensión de no interferir en las costumbres y las leyes nativas. Es interesante, imperialista. El origen de mi frase paradigmática se pierde, entonces, al mezclarse con otros
entonces, prestar atención a la invocación de esa transgresión sancionada de la letra en aras del discursos más poderosos. Dado que la abolición de sati fue en sí misma admirable, ¿es posible
espíritu como puede leerse en la afirmación de J.D.M.Derrett: "La verdadera primera todavía maravillarse que su descubrimiento revelara deseos intervencionistas, considerando
legislación en la Ley Hindú fue llevada a cabo sin el consentimiento de un solo hindú". La quién podría haber acuñado semejante frase?
legislación carece aquí de nombre. La próxima proposición donde la medida aparece con su La imagen del imperialismo como la instancia que estableció la buena sociedad en la
denominación es igualmente muy interesante si se consideran las implicaciones de una India aparece acompañada por la idea de la mujer como obj eto de protección desde su propio
supervivencia, después de la descolonización, de la "buena" sociedad establecida durante el modo de ser. ¿Cómo es posible analizar la disimulación en la que incurre la estrategia patriarcal,
dominio colonial: " La recurrencia del sati en la India independiente es un resurgimiento que aparentemente le garantiza a la mujer libre elección como sujeto? En otras palabras, ¡,cómo
oscurantista que no ha de sobrevivir por mucho tiempo ni siquiera en las regiones más atrasadas se hace el pasaje desde lo británico a lo hindú? Aun este intento debe mostrar que el
º
del país."7 imperialismo no puede identificarse con el cromatismo o el mero prejuicio contra la gente de
En este caso lo que me interesa no es si la afirmación de Derrett es correcta o no, sino color. Para acercarse a esta cuestión, me referiré brevemente al Dharmascistra (Escrituras
que la protección de la mujer (hoy en día de " la mujer del Tercer Mundo") deviene un fundamentales) y al Rg-Veda (Conocimiento de alabanza). Estos textos representan el origen
significante para el establecimiento de una buena sociedad que, en determinados momentos arcaico en mi homología con Freud. Por supuesto que mi tratamiento del tema no será
fundacionales, debe transgredir la mera legalidad o la justicia de las políticas legales. En este exhaustivo. Mis lecturas son, más bien, un análisis interesado e inexperto, proveniente de una
caso particular, el proceso permitió también la redefinición como crimen de lo que había sido mujer salida del postcolonialismo, que se dirige al modo cómo se construye la represión con el
tolerado, conocido o inclusive alabado como ritual. En otras palabras, este ejemplo fin de construir una narración alternativa de la conciencia femenina, es decir, del ser de la
paradigmático en la legislación hindú trascendió los límites entre lo público y lo privado. mujer, y por lo tanto, de la mujer que es buena, o sea: del deseo de la mujer buena; o sea: del
Aunque la narrativa hislórica foucaldiana al ocuparse sólo de Europa Occidental, des- deseo de la mujer. Paradój icamente, somos testigos del lugar inestable que ocupa la muj er en la
cubre nada más que tolerancia para la criminalidad hasta la fecha del desarrollo de la inscripción de una individuación social. Los dos aspectos en el Dharmasoslra que me interesa
criminología, a finales del siglo XVIll (Derrida, 1972-1 977: 4 1), su descrip ción 1eórica de la tratar son el discurso sobre los suicidios sancionados por la tradición y la naturaleza de los ritos
episleme es aquí pertinente: "La episteme es el ' dispositivo ' que hace posible la separación no fúnebres.72 Enmarcada entre estos dos discursos, la auto-inmolación de las viudas parece una
entre lo verdadero y lo falso, sino de lo que no puede ser caracterizado como científico" ( 1972- excepción a la regla. La doctrina de las Escrituras indica en general que el suicidio es
1977: 197); es decir, el ritual opuesto al crimen, donde lo primero cae bajo la superstición y lo reprensible. Queda un margen, sin embargo, para ciertas formas de suicidio que, en tanto
segundo bajo las ciencias jurídicas. realizaciones que siguen una determinada regulación, pierden la categoría de suicidios. La
El salto dado por el suttee de lo privado a lo público establece una clara aunque primera categoría de suicidios codificados surge del tatvajnona, o conocimiento de la verdad.
complej a relación con el momento de cambio de una presencia británica que pasa de mercantil y
71
Ashjs Nandy, "Sati: a nineteenth-century tale of women , violence and protest", en: VC. Joshi (comp.),
10
J.D.M.Derrett, Hindú l aw Past and Present: Being an accoum of the controversy wltich preceded the Rammohun Roy and tite Process of Moderniza/ion in India, N.Delhi, Vikas Publ.House, 1975, p . 68.
12
enactment of the Hindu code, and text of tite code as enacted, and some comments thereon, Calcutta, La información utilizada aquí proviene mayormente de Pandurang Varman Kane, History of
A.Mukherjee and Co., 1957, p. 46. Dharmasastra, Poona, Bhandarkar Oriental Research Institute, 1963.

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En este caso el sujeto cognoscente comprende la insubstancialidad o la mera condición de Su predom inio en esas áreas durante ese período se explica, por cierto, por el hecho de que en
fenómeno (que puede llegar a ser lo mismo que la afenomenalidad) de su propia identidad. En Bengala - a diferencia del resto de la India- la mujeres podían ser herederas. Entonces, lo que
cierto momento, tal /va fue interpretado corno " lo tú" [en inglés: "that you"], pero aun sin esta los británicos leían corno e l caso de pobres muj eres víctimas camino al matadero es de hecho un
lectura, tatva significa "cosidad" [en inglés: "thatness'', "quiddity"]. Así, ese yo iluminado campo de batalla ideológico. Corno ha apuntado correctamente P. V. Kane, el gran historiador
conoce verdaderamente la "cosidad" de su identidad. La destrucción de esa identidad no es del Dharmasiislra, al sostener que el hecho de que:
a1111iig héi1a (un asesinato de sí mismo). La paradoja de conocer los límites del conocimiento es
que la afirmación más fuerte del operativo para negar la acción no puede ser un ejemplo de sí ... que en Bengala la viuda de un miembro que no tiene hijos aun en una familia
mismo. De modo curioso, el au/o-sacrificio de los dioses es sancionado por una ecología natural hindú extensa sea poseedora de prácticamente los mismos derechos sobre el
práctica para la elaboración de la economía de la Naturaleza y del Universo, más que para el conjunto de la propiedad familiar que habría tenido su marido fallecido... debe
auto-conocimiento. En este estadio lógicamente anterior en la cadena particular de haber conducido con frecuencia a los miembros restantes a deshacerse de esa viuda
desplazamientos, al estar habitados por dioses más que por seres humanos, suicidio y sacrificio apelando, en el momento de mayor angustia, a su devoción y amor por el mando.
(iitmaghcita y iilmadiina) se presentan con la pequeña diferenciación de una sanción " interior" (Kane, 1963: II.2. 635)
(auto-conocimiento) o "exterior" (relacionado con un significado físico ecológico).
Este discurso filosófico, sin embargo, no deja lugar para el auto-sacrificio de la mujer. A pesar de ello, la mirada masculina benevolente e ilustrada consideraba y sigue consi-
Para este caso especial, buscamos la esfera de los suicidios codificados que no pretendan derando con simpatía el "coraj e" de la libre elección femenina en este asunto. Por consiguiente,
conocimiento de la verdad corno un estado que, en todo caso, es fácilmente verificable y los varones aceptan la producc ión del sujeto sexuado suba lterno:
pertenece al área de sruti (lo que fue oído) más que smirli ( lo que fue recordado). Esta
excepción a la regla general sobre el suicidio anula la ide ntidad fenoménica del auto-sacrificio, La India moderna no justifica la práctica de sa1i, pero sólo una mente torcida puede
si éste aparece realizado en ciertos lugares más que en cierto estado de iluminación. En este censurar a los indios de hoy por expresar admiración y reverenciar e l frío e
sentido, pasamos de una sanción interior (conocimiento de la verdad) a una exterior (lugar de indoblegable coraje de las muj eres de la India cuando se tomaban satis o realizaban
peregrinación). Una mujer puede, entonces, llevar a cabo este último tipo de suicidio que no es el j auhar para llevar a cabo sus ideales de conducta femenina. (Kane, 1963: II.2.
considerado tal. 73 636).
Sin embargo, éste no es el lugar apropiado para que la muj er anule el nombre propio de
"suicidio" en virtud de la destrucción de su propio yo. Para ella se trata solamente de una auto- Lo q ue Jean-Franc;:ois Lyotard ha denominado el "différend", como la inaccesibilidad o la
inmolación sobre la pira de su mar ido muerto. (Los pocos ejemplos masculinos citados en la intraducibilidad de un modo de discurso dentro de una polémica hacia otro modo de discurso,
antigüedad hindú de auto-inmolación en otra pira, considerados prueba de entusiasmo o aparece vividamente ilustrado en estos ejernplos .74 En tanto e l discurso que los británicos
devoción hacia un maestro o superior, revelan la estructura de dominación dentro del rito). Este percibían como un ritual pagano a parece transformado (Lyotard diría " no traducido") en hecho
suicidio que no es tal puede leerse como el simulacro tanto de un conocimiento de la verdad criminal, una diagnosis de l libre arbitrio femenino es sustituida por otra.
como de piedad del lugar. En el primer caso es como si el conocimiento dentro de un sujeto de La auto-inmolació n de las viudas no fue, por cierto, una prescripción ritual invariable.
su propia insubstancialidad y la mera fenornenalidad se dramatizaran de modo tal que el marido Y, sin embargo, si la viuda realmente decide exceder la letra del ritual, echarse atrás es una
muerto deviniera el ejemplo exteriorizado y e l lugar del suj eto extinguido, mientras que la viuda transgresión para la que se estipula un tipo especial de castigo (Kane, 1963: II.2. 633). Por
se tomaría el (no) agente que "dramatiza el operativo" . Si pensamos en el segundo caso de oposición, ser disuadida después de haberse decidido a la inmolación, ante la presencia del
simulacro, sería como si la metonimia para todos los lugares sagrados fuera ahora ese lecho de ofic ial de la policía británica quien registraba el sacrificio, era en la viuda un signo de rea l libre
madera ardiente, erigido en un elaborado ritual, donde se consume el sujeto femenino, elección, una elección por la libertad. La ambigüedad de la posición de la élite colonial india se
legalmente desplazado de sí. Es justamente en este marco profundamente ideológico del lugar revela en la rornantización nacionalista de pureza, fuerza y amor que se c olocaba en las mujeres
desplazado del sujeto mujer donde entra en juego la pa radoja de una libre e lección. Pa ra el que elegían ser víctimas. Los dos textos c laves al respecto son el canto de agradecimiento de
sujeto masculino, se trata de la felicidad del suicidio, una felicidad que ha de anular más que Rabindranath Tago re dedicado a " las abuelas paternas de Bengala y a su auto-renunc ia" y la
establecer su estatuto corno tal. Para el sujeto femenino, una auto-inmolación sanc ionada, aun si alabanza de l su/lee por parte de Ananda Coomaraswamy como " la última prueba de la perfecta
hace desaparecer el efecto de "caída" (piitaka) relacionada con un suicidio no permitido, unidad entre el alma y el cuerpo" (Sena, 1925: 2. 9 13-914) .
redundaría en alabanza por su propio acto de elección pero sobre otro registro. En la producc ión Obviamente no estoy .aquí abogando po r el asesinato de viudas en la India. Lo que
inexorablemente ideológica del sujeto sexuado, tal muerte puede entenderse desde el suj eto pretendo es sugerir que existen dos versiones contrapuestas de libertad, y q ue la constitución de
femenino como un significante excepcional de su propio deseo, que excedería la regla general sujeto femenino en la vida es el lugar del "diferendo". En el caso de la auto-inmolación, el ritua l
de la conducta de una viuda. aparece redefinido no como supe rstició n sino como crimen. La gravedad de sali consistía, en
En ciertos períodos y regiones esta reglamentació n de excepc ión se tomó ley general en cambio, en que era ideológicamente registrado como "rec ompensa", así como la gravedad del
modo específico relacionada con la clase social. Ashis Nandy da testimonio justamente de su imperialismo consistía en que era considerado como una " misión social" . La explicación de
predominio muy marcado en los siglos XVill y comienzos del XIX en Benga la, debido a Edward Thompson con respecto al "castigo" es digna, por lo tanto, de un comentario. Este autor
factores que van desde el control de la población a una misoginia comunitaria (Nandy, 1975). sostiene que:

73 Puede parecer injusto e ilógico que los mongoles empalaran y despe llejaran vivos a
Upendta Thakur, The Hist0ty of Suicide in India: An /n/roduction, N. Delhi, Munshi Ram Manohan
Lal, 1963, p. 9. Este libro suministra una lista muy útil de las fuentes primarias en sánscrito sobre lugares
los enemigos sin ningún empacho y que otras naciones europeas tuvieran terribles
sagrados, aunque, al mismo tiempo, a pesar de la laboriosidad de la investigación realizada, revela todos códigos penales y q ue un siglo antes que e l su/lee empezara a producir un impacto
los signos de la esquizofrenia en que se halla el sujeto colonial con su nacionalismo burgués, su
comunalismo patriarcal y su "iluminada razonabilidad''. 74
Jean-Fran~ois Lyotard, Le Différend, París, Minuit, 1984.

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Orbis Tertius, 1998, m (6) Orbis Tertius, 1998, m (6)

en la conciencia de los ingleses, en Europa se escenificaran orgías de quema de hallaban debatiendo la propiedad del sati com o forma de suicidio codificado en lugares
brujas y persecuciones religiosas sin que los europeos se sintieran lastimados en sagrados en general (Un debate que no ha cesado en el ámbito académico). A menudo entraba
sus sentimientos. Pero las diferencias se basaban para ellos en esto: que las en la cuestión la proveniencia: de casta. Rara vez, sin embargo, se debatía la ley general para las
víctimas de sus crueldades eran torturadas por medio de la ley que detectaba a viudas ~n cuanto a la obligación de observancia de brahmacaty a. En este sentido, hay que
quienes la infringían, mientras que las víctimas del su/lee no eran castigadas por decir que no es suficiente traducir este concepto como "soltería" [pero no existiría otro término
una infracción, sino que era la debilidad física la que las colocaba a merced del más apropiado; en inglés: "celibacy"]. Debe hacerse notar que de los cuatro años del ser en la
varón. El rito venía a probar así una falla moral y una arrogancia como no se había psico-biografía normativa hindú (o brahmánica), brahmacmya es la práctica social anterior a la
puesto en evidencia en ninguna otra transgresión humana. (Thompson, 1928: 132) inscripción familiar del matrimonio. El varón - ya se trate de un hombre viudo o casado- se
gradúa al pasar por el viinaprastha (la selva de la vida) hacía la "soltería" madura y
Entre la mitad y el fin del siglo XVIIl, siguiendo el espíritu de la codificación de la ley, renunciación de samnyasa (el dejar de lado).76 La muje r como esposa es indispensable para
los británicos colaboraron en la India con brahmanes letrados, consultándolos para decidir si e l garhas1hya, o manutención de los bienes hogareños, y ella puede acompañar a su esposo a
su/lee era legal dentro de la versión homogeneizada con que presentaban la legislación hindú. atravesar la selva de la vida. Según la norma brahmánica ella no tiene acceso, si n embargo, a la
La colaboración fue a menudo muy particular, como en e l caso de la importancia acordada a la "soltería" final de ascetismo, o samnyasa. La muj er com o viuda, por la regla general de la
disuasión ante la inmolación. A veces, como en la prohibición general siislrica en contra de la doctrina sagrada, debe regresar a un estadio anterior transformada en lo inmóvil. Los daños
inmolación cuando ésta iba a tener lugar entre viudas con hijos pequeños, la actitud británica institucionales que acompañan a esta ley son bien conocid os, pero lo que yo estoy considerando
parece confusa.75 Al comienzo del siglo XIX, las autoridades británicas - y especialmente los aquí es el efecto asimétrico de ello sobre la formació n ideológica del suj eto sexuado. Es mucho
británicos en Inglaterra- sugerían de modo constante que esa colaboración hacía aparecer a los más importante q ue no hubiera habido, en rigor, una polém ica abierta en tomo a este destino no
ingleses como avalando las prácticas de inmolación. Cuando finalmente fue aprobada la ley, se excepcional de las viudas - ni entre los hindúes mismos ni en e l diálogo entre hindúes y
borró automáticamente la historia de un largo período de colaboración, mientras se hacía británicos- que el hecho de que fuera condenada activamente la prescripción excepcional de
escuchar un discurso celebratorio del hindú noble que se había opuesto a l hindú malvado, capaz auto-inmolación.n En este caso, la posibilidad de recuperación de un sujeto (sexua lmente)
de toda clase de atrocidades: subalterno aparece una vez más en un estado de pérdida y de sobre-determinación.
Esta asimetría legalmente programada en el estatuto del sujeto que efectivamente define
La práctica del suttee...es repugnante a los senttm1entos de la naturaleza a la mujer como objeto de un marido, opera obviamente llevando agua para el molino del s/atus
humana... En diferentes instancias se han perpetrado atrocidades que han simétricamente legal del suj eto masculino. La auto-inmolació n de la viuda llega a ser, por este
escandalizado a los mismos hindúes ...Actuando baj o estas consideraciones, el motivo, el caso extremo de la ley general más que la excepción a ella. No debe sorprender, por
Gobernador General en la Asamblea - sin intentar separarse de uno de los más lo tanto, que se hable de recompensas celestiales para sa li, dado que la cua lidad de ser de un
importantes principios del sistema británico de Gobierno en la India que consiste objeto que tiene un poseedor único aparece realzada en virtud de una rivalidad con otras
en que a todas las clases de la población se les garantice la observanc ia de sus ritos mujeres, aquellas bailarinas que danzan en el cielo en estado de éxtasis, como parangones de
religiosos, en tanto se pueda suscribir a ese sistema sin violar los exce lsos dictados belleza femenina y goce masculino que cantan en su alabanza:
de la justicia y de la humanidad- se arroga el derecho de establecer las siguientes
normas ... (Kane, 1963: II.2, 624-625) En el cielo, ella, dedicada tan sólo a su marido y a labada por grupos de apsiiras
(bailarinas celestiales], se dedica a competir con su esposo tanto tiempo como
Por supuesto, nadie se dio cuenta de que aquí se trataba de una ideología alternativa imperen los catorce Indras. (Kane, II.2. 63 1)
como codificación graduada que veía el suicidio en tanto excepción y no como rotulación
pecaminosa. Quizás, en cambio, el sati debió haber sido interpretado como martirio, donde el Al ubicar e l libre arbitrio de la mujer en la auto-inm olación, su profunda ironía se revela
difunto habría aparecido como el Uno trascendental, o como la Guerra, y en ese caso el marido una vez más en un verso que acompaña el primer pasaje: "En tanto la mujer [como esposa: stri]
fallecido habría simbolizado a l Soberano o al Estado, por cuyo motivo habría podido ponerse en no se queme a sí misma en la pira por la muerte de su marido, nunca será liberada [mucyate] de
movimiento una ideología transida con la idea de auto-sacrificio. En realidad, el rito fue su cuerpo femenino [strisarir - dec ir: en el c iclo de los nacimientos]". Aun asociando muy
caratulado como asesinato, infanticidio y exposición mortífera de las más añejas tradiciones. sutilmente una liberación general a partir del agente individual, el suicidio sancionado por la
Así se produjo el exitoso bo rramiento de la ambigua ubicación de l libre arbitrio para e l sujeto tradición especialmente para las mujeres obtiene su estrictez ideológica por medio de una
constituido sexuada mente en tanto mujer. Y aquí no hay modo de seguir huellas de un identificación de ese agente con una cate goría supraindividual, como si dijera: " mátese en la
itinerario. Dado que los otros suicidios sanc ionados por la tradición no incluían la escena de esta pira de su marido ahora y así podrá aniquilar su cuerpo femenino en el ciclo entero de la
constitució n, no se adscribieron en el campo de batalla ideológico en el origen arcaico ~n la procreación del futuro".
tradición del Dharmascistra- ni en el marco de la reinscripción del ritual como crimen -que En una ramificación más de esta paradoja, al destacar el libre arbitrio se ratifica, al
estipuló la abolición británica de sati. La única transformación relacionada fue la reinscripción
76
realizada por Mahatma Gandhi de la noción de satyiigraha, o huelga de hambre; como acto de Estamos hablando aquí de las normas regulativas del brahmanismo, más que "de las cosas como fueron
protesta. Éste no es el lugar para discutir los detalles de este enorme cambio. Simplemente me realmente". Véase: Robert Lingat, The Classica/ law of India, Berkeley, University of California Press,
limitaré a invitar al lector a comparar el aura que pudo rodear al sacrificio de las viudas con el 1973, p. 46.
77
Tanto la posibilidad rastreable de un nuevo matrimonio de la viuda en la antigua India como la
que rodeó la resistencia de Gandhi. La raíz etimológica de la primera parte de la palabra
sanción legal en 1856 de un nuevo casamiento son transacciones realizadas por hombres. La nueva boda
satycigraha y sati es, sin embargo, la misma. de una viuda es una excepción completa, quizás porque deja sin rozar el programa de la formación del
Desde e l comienzo de la Era Puránica (desde el año 400), hubo brahmanes que se sujeto. En toda la tradición "folklórica" acerca del nuevo casamiento de una viuda se trata siempre del
padre o del marido, pues ellos son alabados por su coraje hacia la innovación y por su deposición de todo
" En este ejemplo, así como e n el caso del debate de los brahmanes sobre sati, véase Maní, 1983: 71 y ss. egoísmo.

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mismo tiempo, la desdicha particular de poseer un c uerpo femenino. El término usado aquí para de inmovilidad para las viudas (donde sa1i es una excepción) o sobre nigoy a: "señalar a un
el ser que va a arder en la pira es el vocablo corriente de "espíritu" en el más elevado de los hermano o a cualquier deudo cercano para despertar la atención sobre el marido difunto
sentidos (iilman); el verbo " liberar", a través de su vínculo con la raíz de "salvación" en la llevando al altar a su viuda".78
acepción más sublime (muc>moska), aparece en su forma pasiva (mocyate); mientras que, en Así como Kane es la autoridad en el caso de Dharmasiislra el libro Principies ofHindú
cambio, la palabra de aquello que será aniquilado en el ciclo de los nacimientos es el término Law de Mulla es su guía práctica. Este análisis de textos correspondería a lo que Freud llamaría
más común para significar " cuerpo" . El mensaje ideológico subyacente se hace evidente en la "lógica en cadena", puesto que el manual de Mulla aduce, de modo igualmente lapidario, que
admiración puesta de manifiesto de modo benevolente por los historiadores masculinos del siglo los versos Rg-Védicos considerados eran la prueba de que: "el nuevo casamiento de las viudas y
XX: "El Jauhar [grupo de viudas de guerra en auto-inmolación provenientes del aristocrático el divorcio eran reconocidos en algunos de los textos antiguos".79
Rajput o viudas de guerra inminentes] practicado por las damas de Rajput en Chitor y en otros Sólo corresponde mostrar asombro ante el papel j ugado por el término y oni. En este
lugares con el fin de salvarse de las inenarrables atrocidades de los musulmanes triunfantes es contexto, vinculado al adverbio de lugar agré (en el frente), yoni significa "morada" . Sin
demasiado bien conocido como para desarrollarlo con detalle" (Kane, 1963: Il.2. 629). embargo, este sentido no borra su primera acepción genital (aunque no necesariamente referido
Aunque el j auhar no es, hablando estrictamente, un acto de sali y, aunque no quiero sólo a los genitales femeninos). ¿Por qué, entonces, habría de tomarse como autoridad para
tratar aquí tampoco el tema de la violencia sexual tradicionalmente aceptada entre los explicar la elección de las viudas en el auto-sacrificio justamente un pasaje que celebra la
conqu istadores masculinos, ya sean musulmanes o no, es importante decir que la auto- entrada de mujeres ataviadas en una morada que en este caso se denomina yoni cuando habría
inmolación femenina aparece en este marco como una legitimación de la violación en tanto una iconicidad extracontextual que remitiría más bien a una entrada en la producción pública o
hecho "natural", y obra a la larga dentro de una visión interesada de la posesión única genital de en el nacimiento? Paradójicamente, la asociación entre la idea de vagina y fuego presta cierta
la mujer. Las violaciones grupales perpetradas por los ejércitos conquistadores es una fuerza a la pretensión de autoridad antes comentada.80 Esta paradoja se ve acrecentada por la
celebración metonímica de adquisición territorial. Del mismo modo que la ley general en tomo modificación introducida por Raghunandana quien lee lo siguiente: " Dejad que ellas asciendan
a las viudas de la India se presentaba sin cuestionar, así también aquel acto de heroísmo persiste primeras a la morada fluyente [en el sentido de "origen"], oh fuego <o de fuego>". ¿Por qué se
entre los relatos patrióticos contados a los niños, operando, al mismo tiempo, en el nivel más ha de aceptar, además, lo siguiente: "Probablemente esto significa que el fuego sea para ellas
craso de reproducción ideológica. Ese relato ha jugado también un enorme papel, precisamente tan fresco como el agua'" (Kane, 1963: 11.2. 634)? El fluido genital del fuego, es decir, una
en su calidad de significante hiper-marcado, saliendo a la escena en el momento de actuación frase salida de un pasaje corrompido, podría representar una indeterminación sexual para
del comunitarismo hindú. Simultáneamente, la problemática más amplia de la constitución del suministrar la metáfora a la indeterminación intelectual de lattva¡niina (Conocimiento de la
sujeto sexuado aparece ocultada por la silueta más imponente de la evidente violencia del acto verdad).
de sali. Así la tarea de recuperación de un sujeto (sexualmente) subalterno se pierde en la En párrafos anteriores he hablado de una narración alternativa como construcción para
textualidad institucional en las raíces de su origen arcaico. la conciencia femenina> que termina siendo para la mujer que es buena> y de allí para el deseo
Como he dicho antes, al poder transferirse transitoriamente el estatuto del sujeto legal de la mujer buena> que pasa a ser para el deseo de la m ujer. Este desplazamiento puede ser
como poseedor de una propiedad al deudo f emenino, se le daba una fuerza mayúscula al auto- visto también en el propio término de sati, la forma femenina de sal. Esta última palabra
sacrificio de las viudas. Raghunandana, el fines del siglo XV y comienzos del XVI, cuyas trasciende toda noción específicamente sexual de lo masculino, sin embargo, para ascender a la
interpretaciones prestan supuestamente la mayor autoridad a tales prácticas de realce, hace suyo esfera no solamente de la universalidad humana sino al dominio de lo espiritual. Se trata del
un c urioso pasaje del Rg-Veda, el más antiguo de los textos hindúes, el primero de los Srutis (lo participio presente del verbo " ser'', y en este sentido significa no sólo lo "que es'', sino también
que fue oído). Al hacerlo, continúa una centenaria costumbre que conmemora una lectura " Verdad"/ "Dios"/ "Justicia". En los textos sagrados su sentido es "esencia", "espíritu
errónea, que es peculiar e ingenua, como sí allí estuviera el verdadero lugar de la sanción de la universal" . Como prefij o también indica "apropiado", " oportuno", "ajustado". Por otro lado,
tradición. Se trata de versos que ponen de relieve ciertos pasos en el decurso de los rituales pertenece al estilo suficientemente elevado como para servir de traducción a los términos de la
fúnebres. Pe ro aun una simp le lectura pone en evidencia que "no está dirigido de ninguna filosofia occidental moderna, como se da, por ejemplo, en el uso del "Sein" heideggeriano.
manera a mujeres que acaban de enviudar, sino a las damas que forman parte de la servidumbre Pero sali - la forma femenina- significa simplemente " buena esposa" .
del hombre fallecido, pero cuyos propios maridos se hallan con vida" ; ¿por qué fue considerado,
entonces, un j uicio autorizado? La transposición no demasiado realzada del individuo fallecido, 78
Sir Monier Monier-Williams, Sanskrit-English Dictionary , Oxford, C larendon Press, 1899, p. 552. Los
que toma el lugar de los maridos vivos, pertenece a un orden diferente de misterio en el origen
historiadores se muestran a menudo irritados cuando investigadores "modernos" se atreven a introducir
arcaico entre los que hemos venido presentando. El texto prosigue: "Dejad que aquellas cuyos juicios "feministas" dentro de antiguas estructuras patriarcales. Lo que realmente está en j uego, por
maridos son honorables y se hallan vivos entren en la morada con claros ungüentos en sus supuesto, es por qué las estructuras de dominación patriarcal han de ser registradas sin esbozos de critica.
oj os./Dejad que esas mujeres entren primeras en la morada, sin llanto, llenas de salud y Las
magníficamente ataviadas." (Kane, 1963: II.2. 634). Pero esta significativa transposición no es sanciones históricas para acciones colectivas en relación con la justicia social sólo puede ser desarrollada
el único error. La pretensión de autoridad está basada en un controvertido pasaje que, además, si la gente que se halla fuera de la disciplina cuestiona las pautas de "objetividad" conservada como tal
es leído de modo diferente. En la segunda línea citada, el término para "primeras" es en el texto por la tradición hegemónica. No parece, pues, inapropiado señalar que un instrumento tan "objetivo"
original "agre" Algunos ha n leído ese vocablo como "agne" (Oh, fuego). Como el mismo como un diccionario puede usar una expresión explicativa tan profundamente enraizada en un partidismo
Kane aclara, s in embargo, " inclusive sin ese cambio Apararka y otros relacionan el pasaje con sexista como "to raise up issue to a deceased husband" (para despertar la atención sobre un marido
la práctica de sali " (Kane, 1963: IV.2. 199). En este sentido, llegamos a un punto donde se difunto).
79
Véase al respecto: Sunderlal T. Désai, Mulla: Principies of Hindú l aw Bombay, N.M.Tripathi, 1982, p,
produce otra barrera protectora frente al origen de la historia del sujeto femenino subalterno.
184.
¡,Se trata de otro caso de onirocrítica histórica que deba desplegarse sobre la base de una 80
Agradezco a la Profesora Alison Finley del Trinity College (Hartford, CT) por discutir conmigo este
afirmación del tipo de las que hace Kane: "Por lo tanto, hay que admitir que o bien que la letra pasaj e. La Profesora Finley es una experta en el Rg -Veda. Me apresuro a agregar, sin embargo, que ella
está corrompida o que Raghunandana cometió un desliz inocente" (Kane, 1963: Il.2. 634). Hay encontraría mi lectura tan irresponsablemente "crítico-literaria" del mismo modo como los historiadores
que agregar, además, que el resto del poema trata sobre la ley general de brahmacarya en estado tradicionales la encontrarían "moderna".

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Es el momento ahora de revelar que sati o suttee, como el nombre propio del rito de palabra, "comfort", porta la marca de connotación de una de las forrnas de los estereotipos sobre
auto-inmolación de las viudas en la India, guarda la memoria de un error gramatical por parte de la India: la magnificencia de las ecuménicas Upanishad. ¿O acaso "Consuelo/Comfort" estaba
las autoridades británicas, del mismo modo que la nomenclatura de "indio americano" traduciendo el nombre más doméstico de "Swasti " ("comodidad")? Y entonces habría que
conmemora un error concreto por parte de Colón. La palabra en numerosas lenguas de la India relacionarlo con la "swastika", la marca ritual brahmánica para el bienestar hogareño (del tipo
significa "el arder de sati" (es decir, de la "buena esposa"), quien así escapa a la inmovilidad "Dios bendice nuestro Hogar"), llevado hasta el estereotipo como parodia criminal de una
regresiva de la viuda en brahmacm y a. Esto ejemplifica la hiper-marcación de etnia, clase y hegemonía aria. Entre estas dos apropiaciones, Shanti y Swasli, ¿dónde quedó nuestra viuda
diferencia sexual en toda la situación. Pero tal vez esta sobre-<leterrninación sólo puede ser bella y constante quemada en la pira? El aura de los nombres propios les debe mucho a
percibida cuando se lleva a la parodia de sí misma, al mostrar cómo se impone sobre algunas escritores como Edward FitzGerald, traductor de las Rubayy al de Ornar Khayyam, quien
mujeres una compulsión ideológica más extensa en el acto de provocar la identificación, dentro colaboró a construir cierta imagen de la mujer oriental, bajo el presupuesto de la objetividad de
de la práctica discw:~iva, de la virtud de "buena esposa" con la auto-inmolación en la pira del su versión, que era entendida, por ello, como una pintura exactamente sociológica.81 Gracias a
marido. En la otra cara de esta constitución del objeto, la abolición de aquello que justamente este tipo de reconocimiento, los nombres de pila traducidos al azar de una serie de filósofos
daría la ocasión para el establecimiento de una buena sociedad en la India, que va más allá de franceses contemporáneos o el cuerpo de directores de cualquier prestigioso consorcio sureño
una sociedad puramente de buenas costumbres, es lo que estoy tratando de debatir, en tanto norteamericano habría de servir de prueba de una feroz adscripción a una teocracia angelical y
implica la manipulación hindú de la constitución del sujeto mujer. hagiocéntrica. Tales deslizamientos de la pluma pueden naturalmente transferirse también a los
Antes he mencionado la obra de Edward Thompson titulada S111tee y publicada en 1928. sustantivos comunes, pero el nombre propio es el más susceptible para la trampa. Y es este
Aquí no puedo, sin embargo, dedicarle a esta obra el comentario que ella se merece como singular misterio de sali desde el punto de vista inglés lo que estamos discutiendo aquí.
perfecto ejemplo de una verdadera justificación del imperialismo en su papel de misión
civilizadora. He de decir, con todo, que en ningún momento de ese libro, escrito por alguien que Después de semejante domesticación del suj eto y del tema, Thompson puede escribir
declara "amar a la India'', se problematiza la injerencia británica y su "beneficiosa crueldad" bajo el título de "La psicología de "Sa11" lo siguiente: "He tratado de examinar esta cuestión,
como caso motivado por un expansionismo territorial o una planificación de capitalismo pero la verdad es que cesó de intrigarrne" (Thompson, 1928: 137).
industrializado (Thompson, 1928: 37). El problema que se halla en este libro es, por cierto, una Entre el patriarcado y el imperialismo, entre la constitución del suj eto y la forrnación del
cuestión de representación: la construcción de un concepto continuo y homogéneo de la objeto, lo que desaparece es la figura de la muj er, pero no esfumada en la Nada prístina, sino
categoría "India" en térrninos de autoridades del Estado y de administradores británicos, por lo que ella sufre un violento traslado basado en una figuración desplazada de "la muj er del Tercer
menos desde la perspectiva del sentido común, que sería la expresión clara de un humanismo Mundo" atrapada entre tradición y modernización. Estas consideraciones pueden servir, pues,
razonable. " La India" puede ser representada también, en otro sentido, por sus dominadores para revisar cada uno de los detalles de los juicios que parecen valederos para una historia de la
imperiales. La razón para las referencias a su/lee en este párrafo tiene que ver con la versión que sexualidad en Occidente:
presenta Thompson de esta palabra desde la primera frase de su obra donde aparece con el
sentido de " leal" <Jaithfi1f), una traducción inadecuada que, siendo una licencia poética, le Te! serait le propre de la répression, et ce qui la distingue des interdits que
perrnite insertar al sujeto femenino en el discurso del siglo XX (Thompson, 1928: 15). maintient la simple loi pénale: elle fonctionne bien comme condamnation il
Considérese también el elogio de Thompson para el General Charles Hervey en su disparaitre, mais aussi comme injonction de silence, affirrnation d ' inexistence, et
apreciación acerca del problema de sati: "En Hervey se encuentra un pasaje donde su autor consta!, par conséquent, que de tout cela il n·y a rien il dire, ni il voir, ni il savoir.
consigue provocar piedad por un sistema que buscaba solamente la belleza y la constancia de la
mujer. Así Hervey registró los nombres de satis que habían muerto en las piras de Bikanir Esto sería la cualidad propia de la represión y lo que la distingue de las
Rajas, y la lista contenía "Reina del Rayo", "Rayo de Sol", " Delicia de Amor", "Guirnalda", prohibiciones mantenidas por la simple ley penal: funciona bien en tanto condena
"Virtud Encontrada", "Eco", "Consuelo'', "Claro de Luna'', "Frase de Amor", "Corazón que insta a desaparecer, pero también como exhortación al silencio, como
amado", "Juego de la Mirada", "Nacida del Follaje", "Sonrisa", "Capullo de Amor'', "Sino afirrnación de inexistencia, y constatación, por lo tanto, de que de todo eso no hay
feliz", ''Vestida de Niebla" o "Salto de Nube", siendo el último el más repetido" . En esta cita, nada que decir, ni ver ni saber.82
Thompson no hace más que imponer una vez más el mandato típico de la alta clase inglesa de la
época victoriana sobre lo que el llama preferentemente "his woman'', tomando posesión de la El caso de suuee como ejemplo de la mujer en el imperialismo podria significar un reto
mujer hindú para salvarla en contra del sistema. Además, Bikanir pertenece al área de y, como tal, reconstruiría esta oposición entre sujeto (la ley) y el objeto del conocimiento (la
Rajasthan, y allí cualquier discusión en tomo al tema de la auto-inmolación, especialmente si se represión), marcando el lugar de la "desaparición" con algo diferente que el silencio o la no
daba dentro de la clase dominante, se hallaba íntimamente vinculada a la construcción positiva o existencia, como una violenta aporía entre el estatuto del suj eto y del objeto.
negativa del comunitarismo hindú (o ario). "Sati" es un nombre propio muy difundido hoy en día en la India. El dar a una niña el
Una consideración en cuanto a la transcripción erróneamente patética de los nombres de nombre de "buena esposa" encierra una ironía en su prolepsis. Y esta ironía es tanto mayor en el
satis provenientes del artesanado, del campesinado, de la clase sacerdotal pueblerina, de sentido de que en esta cultura el significado de los sustantivos comunes no es un principio de
prestamistas o del clero y de grupos sociales en el área de Bengala, donde el auto-sacrificio era gestación de los nombres propios.83 Detrás de este procedimiento se instala en este caso la Sali
más común, seguramente no hubiera proporcionado la misma cosecha florida. [Y es de notar de la mitología hindú: Durga como manifestación de "buena esposa" .84
que para Thompson los bengalíes son "imbéciles"). O quizás sí. Pues no hay más peligroso
juego que transponer nombres propios a sustantivos comunes, para usarlos después como 81
El texto más autorizado sobre el tema es el libro de Edward Said, titulado Orienlalism de 1978.
evidencia sociológica. He tratado de reconstruir los nombres de esa lista y así empecé a percibir 82
Michel Foucault, Histoire de la sexualité, /. La vo/1111/é de savoir. París, Gallimard, 1976, p. 10.
la arrogancia que ocultaba la estratagema de Hervey y Thompson. ¡,Cómo pudo haber sido el 83
Además el hecho de que el término haya sida utilizado como forma de vocativo dirigido a una muj er de
nombre Consuelo [Comfort) en hindú? ¿Era acaso Shanli? Se recomienda a los lectores de este buena familia (en el sentido de "lady") no hace sino complicar las cosas.
artículo recordar el último verso de "La tierra baldía" (The Wasl Land), de T.S.Eliot. Allí esa 84
Debe agregarse, sin embargo, que está atribución no agota sus funciones dentro del panteón hindú.

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Orbis Tertius, 1998, II1 (6) Orbis Tertius, 1998, 1I1 (6)

En una parte de la historia, Sati -que es mencionada ya bajo este nombre- llega a la descubrió que Bhuvaneswari era miembro de uno de los muchos grupos envueltos en la lucha
corte de su padre sin haber sido invitada y careciendo de una invitación para su divino esposo armada por la independencia de la India. Como se supo luego, se le había asignado a esa j oven
Shiva. Su padre comienza a hablar mal de Shiva, por lo que Sati muere de pena. Shiva, por su cometer un crimen político. Incapaz de llevar adelante esa tarea, pero, al mismo tiempo,
parte, arriba a la corte enfurecido y danza sobre el universo transportando sobre sus hombros el consciente de su responsabilidad, Bhuvaneswari puso fin a su vida.
cadáver de Sati. Vishnu provoca el desmembramiento de su cuerpo de modo que partes de él se Ella sabía también que su suicidio habría de ser interpretado como resultado de una
dispersen por el mundo. En tomo a cada pieza de ese cuerpo desmembrado se gesta un gran pasión ilícita. Por ese motivo, esperó hasta el momento de aparición de su menstruación. En este
lugar de peregrinación. acto de espera, Bhuvaneswari, en tanto brahmaciirini, que sin duda pensaba en la cualidad de
Estas figuras, como la diosa Atenea - "hijas de sus padres y como tales declaradamente "buena esposa", reescribió quizás el texto social del suicidio por sati de una manera
no contaminadas por el útero materno"- son de utilidad en el momento de establecer la auto- intervencionista. (Una explicación alternativa de su acto enigmático había sido una posible
humillación ideológica de las mujeres, que debe separarse de una actitud deconstructiva frente a melancolía originada en las ofensas de su cuí\ado que le hacía ver que ella estaba superando la
un sujeto esencialista. La historia de la Sati mítica, al invertir cada narratema del rito, realiza edad en la que otras jóvenes ya estaban casadas). Con su resolución, Bhuvaneswari llevó a
una función similar: el marido vivo venga la muerte de su esposa, de modo que una transacción condición general el motivo sancionado para los suicidios femeninos, pero tomándose el terrible
entre los grandes dioses masculinos lleve a cabo la destrucción del cuerpo femenino que pasa a trabajo de desplazar (no solamente negar) un signo, inscribiéndolo de manera fisiológica en su
inscribirse en la tierra como geografía sagrada. Pero ver esto como una prueba del feminismo cuerpo, para borrar todo aprisionamiento que apuntara a una pasión por un hombre en
del hinduismo clásico o considerar que si la cultura india aparece centrada en una diosa se trata, particular. En el contexto inmediato, su acto fue visto como absurdo, como un caso de delirio
por lo tanto, de un sistema feminista, es, sin embargo, una contaminación tan ideológica dentro más que de cordura. Pero el gesto de desplazamiento -esperar hasta el momento de la
del nativismo o de un etnocentrismo inverso como lo fue para el imperialismo el proceso de menstruación- es la primera inversión de una prohibición que impedía a las viudas el derecho
borrar la imagen de la preclara Madre Durga en su lucha, connotando el nombre propio Sati sólo a inmolarse: la viuda impura debía esperar públicamente hasta que el baí\o purificador del
con el significado de la pira de auto-inmolación de la viuda desprotegida que, por consiguiente, cuarto día mostrara que su período menstrual había terminado, para así poder reclamar su
debe y puede ser salvada. En este movimiento no hay margen para que el sujeto sexuado dudoso privi legio.
subalterno pueda hablar. En mi lectura, el suicidio de Bhuneswari Bhaduri es una escritura subalterna, sin
Si los oprimidos en una sociedad capitalista no tienen necesariamente acceso inmediato alharaca y ad hoc, del texto social del suicidio como sati, pero, al mismo tiempo, es también el
a una resistencia que pueda considerarle "correcta", ¡,puede, entonces, la ideología del rito de relato hegemónico de esa Durga, destellante, luchadora y familiar. Las posibilidades del
sa1i, en tanto proveniente de la periferia, ser subsumida a un modelo de práctica disentimiento que surge en el relato hegemónico de la madre luchadora se hallan bien
intervencionista? Me corresponde proceder por vía de ejemplos en este momento, dado que este documentados y son recordados muy bien a nivel popular a través del discurso de los líderes y
trabajo opera con la premisa de considerar tales sospechosas nostalgias como contornos bien participantes masculinos en el movimiento independentista. El individuo subalterno como muj er
perfilados hacia orígenes perdidos -especialmente como base para una producción ideológica no puede ser escuchado o leído todavía.
contra-hegemónica.85 (Debe quedar claro, además, que el ejemplo que ofrezco no va a abogar Por mi parte, me enteré de la vida y muerte de Bhuvaneswari por vía de relaciones
por la instauración de una hermandad violenta de auto-destrucción entre las mujeres. Para la familiares. Antes de ponerme a investigar el caso más exhaustivamente, le pedí a una mujer
comprensión de estos ejemplos hay que recordar, por otra parte, que la definición de la ley indo- bengalí - una filósofa y especialista en sánscrito cuya producción intelectual temprana es casi
británica como "Ley Hindú" es una de las marcas de la guerra ideológica contra las autoridades idéntica a la mía- que iniciara la búsqueda. Sus dos respuestas fueron: 1. ¡,Por qué está usted
Mughal musulmanas en la India. Una llamativa escaramuza en esa guerra todavía inacabada fue interesada en la vida desdichada de Bhuvaneswari, cuando sus dos hermanas - Saileswari y
la división del subcontinente indio. Y lo que es más: en mi opinión estos ej emplos individuales Raseswari- llevaron una vida tan completa y maravillosa?; 2. Les pregunté a sus nietas. Les
de una situación se manifiestan como fracasos trágicos en tanto modelos de una práctica parecía que su caso estuvo signado por un amor clandestino.
intervencionista, en la medida en que yo misma cuestiono la producción de modelos en su En este artículo he tratado de utilizar la deconstrucción derrideana, pero, al mismo
condición de tales. Por otra parte, como objetos de análisis discursivo para todo intelectual que tiempo, traspasarla, en el sentido de que no la presento como una celebración del femi nismo
no baje los brazos, pueden iluminar un aspecto del texto social, aunque más no sea de modo como tal. Sin embargo, en el contexto de la problemática tratada, considero la morfología de
azaroso). Derrida más concienzuda y útil que las de Foucault y Deleuze, dado que la del primero aparece
Una joven de 16 o 17 aí\os, Bhuvaneswari Bhaduri, se ahorcó en la modesta casa de su relacionada de modo inmediato y sustantivo con los planos "políticos" (pienso en la invitación
padre en 1926 en el Norte de Calcula. El suicidio se presentó como un enigma, pues dado que la deleuziana a "devenir mujer''), lo que hace que su influencia pueda ser más peligrosa para la
joven se hallaba menstruando en el momento de su muerte resultaba claro que la motivación de academia norteamericana así como también es radicalmente entusiasta. Derrida seí\ala, en
su acto no provenía de un embarazo involuntario. Aproximadamente una década después, se efecto, una crítica radical, pero ello se acompaí\a del peligro de apropiarse del otro por
asimilación. Derrida lee la catacresis en los orígenes; exhorta a la reescritura de un impulso
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Una propuesta en contra de la nostalgia como base de una producción ideológica contra-hegemónica no estructural utópico "reproduciendo como delirante la voz interior que es la voz del otro en
implica una utilización negativa. Dentro de la complejidad de la economía política contemporánea, sería nosotros". En este sentido, quiero expresar aquí mi reconocimiento por la unidad en sentido
altamente cuestionable, por ejemplo, imponer la idea de que el extendido crimen entre la clase obrera, por macroestructural de los textos de Jacques Derrida que ya no encuentro en los autores de
el cual se produce el sacrificio por el fuego de la novia que aporta una dote insuficiente, disfrazando el Historia de la sexualidad y Mil mesetas.86
asesinato como suicidio es el uso de un abuso de la tradición de la auto-inmolación de sati. Lo más que se
puede exigir es un desplazamiento en la cadena semiótica con el sujeto femenino como el significante, lo
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que nos retrotraería al discurso inicial de nuestro trabajo. Es evidente, además, que se debe hacer todo lo No había leído el trabajo de Peter Dews, "Power and subjectivity in Foucault", aparecido en New left
posible para detener el crimen del sacrificio por el fuego de las novias en todo sentido. Sin embargo, si Review l 44, 1984, al comienzo de la redacción de este artículo. Espero ansiosamente la aparición de so
esa tarea es cumplida mediando una nostalgia no revisada o, con su opuesto, el desdén por el pasado, el próximo trabajo sobre la misma temática [Peter Dews: The log ic oí Desintegraron: Post-strucutralism
operativo va a colaborar ayudando a establecer la noción de raza I etnia o la más crasa genitalidad como 1hough1and1he claims ofcritica/ theory, Londres, Verso, 1987]. Existen muchos puntos en común entre
el significante que ocuparía el lugar del sujeto femenino. su postura critica y la mía. Sin embargo, lo que puedo decir a partir del breve artículo de 1984 es que

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Orbis Tertius, 1998, II1 (6)

El individuo subalterno no puede hablar, pues no existe mérito alguno en la lista


completa de la lavandería donde la "mujer" sea vista como una prenda piadosa. La repre-
sentación no se ha marchitado. La mujer intelectual tiene como intelectual una tarea
circunscripta que ella no puede desheredar poniendo un florilegio en su firma.

Dews escribe desde una perspectiva acrítica sobre la teoría crítica y la norma intersubjetiva que puede ser
confundida de modo demasiado fácil con " individual" o con "sujeto" en la manera en que sitúa al "sujeto
epistémico". La lectura que hace Dews de la relación entre "la tradición marxista" y "el sujeto autónomo"
no es la mía. Además su relato del "callejón sin salida de la segunda fase del post-estructuralismo como
una totalidad" aparece, a mi juicio, viciado por la no consideración de la figura de Derrida, quien se ha
promovido e n contra de privilegiar el lenguaje desde su obra más temprana (cf. su traducción del libro de
Edmund Husserl, El origen de la geome1ria, que aparece con una introducción suya con el título de E.
Husserl: l 'origine de la géomélrie, París, Presses Universitaires de France, 1962). Lo que coloca el
excelente análisis de Dews en una posición muy alejada de la mía es, por cierto, que para él el Suj eto
dentro de cuya Historia ubica la obra de Foucault es el Sujeto de la tradición europea (pp. 87-94).

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