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Dei Verbum
Sobre la Divina Revelación
Resumen
Proemio
1. Acorde al Concilio Tridentino y Vaticano I, se expone la doctrina genuina sobre la divina revelación para que crean el anuncio
de la salvación.
Capítulo I
La revelación en sí misma
2. Dios dispuso en su sabiduría dar a conocer el misterio de su voluntad por medio de Cristo. Hechos y palabras enlazados en la
historia de la salvación.
3. Dios se manifestó a nuestros primeros padres, alentando la esperanza de la salvación y la promesa de la salvación para todos
aquellos que la buscan con perseverancia en las buenas obras.
5. Ante la revelación se presta la “obediencia de la fe”, la cual requiere de la libertad para aceptar y creer la verdad.
Capítulo II
7. La revelación se transmite a todas las generaciones por medio de la predicación de todos los apóstoles, dejando sucesores en el
cargo en lo que al Magisterio respecta. La sagrada tradición y la Sagrada Escritura son como un espejo en el cual la Iglesia
contempla a Dios como anticipo.
La Sagrada Tradición
8. Para que el pueblo viva y aumente su fe la Iglesia debe transmitir tales dones por medio de la doctrina fruto de la comprensión
de las palabras reveladas. El Canon íntegro de los libros sagrados ayuda a que la palabra de Cristo habite en los creyentes de forma
abundante.
10. La ST y SE constituyen un solo depósito sagrado confiado a la Iglesia para que todos perseveren en la comunión. Interpretar
esta palabra ha sido confiada a la autoridad del Magisterio de la Iglesia, la cual no está por encima de la palabra de Dios, sino que
la guarda y expone con fidelidad. La ST, SE y el Magisterio, están entrelazados y unidos y contribuyen para la salvación.
Capítulo III
11. La Iglesia tiene por santos y canónicos tanto al AT como al NT. Los autores sagrados usaron sus propias facultades para que,
inspirados por el Espíritu Santo, con ellos y sus propios medios, fuera Dios mismo el que obrara de la forma en que Él quería.
12. Hablando Dios a la manera humana, el intérprete debe investigar con atención el contexto de los autores, atendiendo a los
géneros literarios, sean históricos, proféticos, poéticos, y otros. La SE debe ser tenida como una sola unidad, teniendo en cuenta la
Tradición viva de toda la Iglesia y la analogía de la fe.
Condescendencia de Dios
Capítulo IV
El Antiguo Testamento
14. Dios eligió un pueblo y realizó un pacto revelándose con palabras como único Dios. La economía de la salvación se conserva
como palabra de Dios en el AT.
15. La economía del AT es para preparar la venida del Cristo Redentor y del Reino Mesiánico. La pedagogía divina implica que
sean recibidos estos libros como doctrina acerca de Dios y sabiduría salvadora para el hombre.
16. Dios inspirador de ambos Testamentos, dispone que el Nuevo está latente en el Antiguo y el Antiguo patente Nuevo.
Capítulo V
El Nuevo Testamento
17. La palabra divina es poder de Dios para la salvación de todo creyente. Suscitar la fe en Jesús, Cristo y Señor, todo eso y más
presente en el NT como testimonio perenne y divino.
19. Los cuatro evangelios, en tanto historicidad, comunican fielmente lo que Jesús Hijo de Dios, enseñó para la salvación de los
hombres. La tradición oral o por escrito, sirvió para los autores sagrados.
20. Las cartas de San Pablo y otros libros apostólicos, bajo la inspiración del ES, declara más genuina la doctrina de salvación.
Capítulo VI
La SE en la vida de la Iglesia
21. La Palabra de Dios como el cuerpo de Cristo distribuido en la Sagrada Liturgia, comunican la palabra del mismo Dios que es
fortaleza de la fe y alimento eficaz.
22. Conviene que los cristianos tengan acceso a la SE. Los LXX y otras traducciones, en especial la Vulgata, han de servir para
promover traducciones en varias lenguas, cuidando sean aprobadas por la autoridad respectiva, incluyendo aquellas en cuya
traducción se contó con la colaboración de los hermanos separados.
23. La Iglesia promueve al más profunda inteligencia de las Sagradas Escrituras, fomentando el estudio de los Santos Padres de
Oriente y Occidente, y de las Sagradas Escrituras. Los exegetas y demás teólogos deben estudiar con dedicación las Letras Divinas
con todos los instrumentos disponibles con el objetivo de nutrir al Pueblo de Dios con el alimento que robustezca e ilumine las
voluntades, encendiendo en todos los corazones el amor de Dios.
25. Todos clérigos y demás diáconos y catequistas dedicados al ministerio de la palabra, se sumerjan con estudio diligente de la
SE. Recurran a todos los medios para meditar, estudiar, orar y predicar las SE.
Epílogo
26. Con la lectura y estudio de los Libros Sagrados la palabra de Dios se difunda y resplandezca, renovando la vida espiritual de la
Iglesia.