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ANALISIS SOCIOLOGICO DE LA PELICULA

“EL NAUFRAGO”
Sociología General

San Salvador, 25 de Julio de 2014


Introducción
¿Cómo funciona esto de la adaptabilidad a cualquier situación? Generalmente el hombre,
en su naturaleza, lleva intrínseco el germen de la adaptación, es decir, el luchar por
sobrevivir y mantener un nivel de vida que le permita resolver sus necesidades básicas,
tanto físicas como espirituales y afectivas...

La verdad es que el hombre, desde los tiempos primitivos, siempre emprendió la dura
tarea de aprender a sobrevivir, a vencer todo aquel obstáculo que le impide o le limita
para poder conseguir salvar una necesidad, ya sea alimenticia o emocional; siempre fue
cuestión de “VENCER O MORIR”, el tratar una y otra vez de conseguir su satisfacción a
cualquier costo, aun el de su propia vida.

En la película a analizar en esta ocasión, “EL NAUFRAGO”, de Zemericks, cuyo protagonista


es Tom Hanks, se estudiará precisamente esta característica adaptativa del hombre,
específicamente en dos circunstancias tan adversas, contradictorias y opuestas como lo
son la CIVILIZACIÓN MODERNA y el PRIMITIVISMO, donde se deja bien claro de que nadie
le enseña a un individuo a sobrevivir, sino que le corresponde a él aprender a adaptarse a
cualquier situación que se le presente y que nadie escoge su realidad, sino que cada uno
debe aprender a vivir con la que le ha tocado vivir.

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SINOPSIS

Una gran película, quizás una de las mejores que describan las distintas facetas del hombre en su
rol en este mundo y que nos refleja cuanto posee ese nivel de adaptabilidad a cualquier situación
que las circunstancias de la vida le presenten.

UNA VIDA “NORMAL”

Al inicio de nuestra película, se nos presenta a un típico “hombre sin rostro”, es decir, a otro de
MILES de seres humanos que se pasan la vida buscando la EFICIENCIA en su trabajo como gerente
de una empresa de encomiendas, que “NO PUEDE DARSE EL LUJO DE PERDER EL TIEMPO”; es así
como conocemos a nuestro personaje, un tipo que se desgasta la vida tratando de ser
FUNCIONAL, sacrificándolo todo por la EXCELENCIA, dentro de una sociedad en donde no es más
que una “pieza de rompecabezas” que conforma un sistema materialista-consumista en el cual él
es uno de tantos “engranajes” que hace funcionar la maquina monstruosa de una sociedad
capitalista eminentemente productiva.

NO HAY TIEMPO PARA NADA

El protagonista en cuestión se concibe a sí mismo como un ente “muy ocupado”, en cuya vida
todo es definido con un ITINERARIO, donde todo es fríamente calculado y basado en una agenda
apretada, donde incluso sus relaciones personales (con su novia, en este caso), están en una total
DEPENDECIA del tiempo, su agenda y sus planes, obviamente una parodia de lo que Marx llama “el
materialismo”, donde el hombre es simplemente “esclavo del sistema”.

UN GIRO DE 180 GRADOS QUE CAMBIA UNA VIDA

En el devenir de los días y en medio de su cotidiano ajetreo, de pronto, LO INESPERADO: un


accidente, una colisión, un avión que se desploma y un NAUFRAGIO… es impresionante como la
vida monótona y agitada de un ser humano ES ALTERADA EN SEGUNDOS; ante ese cambio, hay un
cambio total de la realidad de este individuo; su vida hasta ese instante ya no será la misma, de
pronto y de manera inevitable, se tendrá que enfrentar a los estadios PRIMITIVOS de la raza
humana, experimentando una REGRESION EVOLUTIVA, en la cual toda su perspectiva se reduce al
simple hecho de SOBREVIVIR, sabiendo que en su actual situación solo tiene dos opciones:
SOBREVIVIR o RESIGNARSE A LA MUERTE; deberá aprender, a la brevedad posible, a resolver sus
necesidades básicas (sed, hambre, vestido y protección) a la manera más primitiva y aprendiendo
mediante el método “prueba-error”, lo cual le enseña de forma a veces muy penosa y dolorosa, a
vencer los más terribles obstáculos del ser humano primitivo; quizás su logro más memorable y
aplaudido es el haber APRENDIDO A HACER FUEGO, y su más audaz maniobra el sacarse una
muela podrida con el filo de un patín y una piedra.

WILSON Y LA NECESIDAD SOCIAL

El hombre es, por naturaleza, un ser social; no puede estar solo, surge en nuestro personaje la
necesidad de compañía, afecto, apoyo y sentir que hay alguien con quien compartir su realidad;

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esta necesidad es resuelta de la forma más inverosímil (y quizás hasta ridícula) que se puede
imaginar: UN BALON DE VOLIBOL, al cual denomina “Wilson”, al cual convierte en un amigo
imaginario (lo cual supone incluso una regresión a la etapa de la niñez, en la cual se da este
hacho); con este “personaje” desarrollara una especie de FETICHISMO; Wilson es su apoyo, su
compañía, su aliento y el confidente de sus temores, sentimientos y angustias; a pesar de ser un
objeto inanimado (y él tiene plena conciencia de que lo es), Wilson “tiene vida”, cobra vida, es un
ser amado, su familia, su mejor compañero… Lo es TODO; se alegra con él, convive con él, lo hace
todo por él y hasta LLORA POR EL; el náufrago sabe que su VIDA SOCIAL está resuelta gracias a
“Wilson”; en cierto modo es su “razón de vivir”.

LA ADAPTACION Y LA SALIDA

Cuatro años después, nuestro náufragoha SUPERADO LAS EXPECTATIVAS: sabe pescar, tiene su
cueva donde vive, sabe coser, sabe recolectar agua, sabe hacer fuego, sabe interpretar las señales
del clima y la marea… su vida en la isla está prácticamente RESUELTA; incluso Wilson sigue siendo
su solución al problema de la vida en sociedad; sintiéndose preparado, con la habilidad necesaria y
el conocimiento óptimo, tomará la decisión más riesgosa y audaz de su vida: PARTIR MAR
ADENTRO EN BUSCA DE LA CIVILIZACIÓN; quizá en algún momento debe haber pensado en
resignarse a seguir su vida de náufrago en la isla, más aquí es donde entra su mayor incentivo para
marcharse: EL RELOJ CON LA FOTO DE SU AMADA; este es el motor que le lleva a hacer quizás el
último intento de su vida para “salvarse”; para él es mejor morir en el intento que no hacerlo.

ADIOS WILSON Y EL RESCATE

Nuestro hombre hace una balsa de madera y cuerdas de corteza de árbol; la balsa es fuerte y logra
superar el oleaje para salir mar a dentro; en cierto momento siente NOSTALGIA al ver a su isla
desaparecer en el horizonte; sabe que no ha de regresar más; él rema sin cesar por varios días,
hasta que le sorprende una tormenta que casi le destruye su balsa y a raíz de la cual “PIERDE” a su
amado Wilson; surge otra decisión en su vida: SALVAR A WILSON O SALVARSE EL MISMO; con todo
el dolor de su alma, deja que la corriente se lleve a Wilson, por el cual llora amargamente cual si se
tratara de un ser querido de carne y hueso; los demás días el parece caer en un letargo, ya no
rema, ya no lucha… hasta que una mañana, estando el dormido, pasa un barco y le rescata.

EL SHOCK DEL REGRESO A SU MUNDO

Su primer “balde de agua fría”: PARA TODO EL MUNDO EL ESTA MUERTO, incluso se entera de que
le han enterrado y hecho su funeral; sin él, la vida siguió igual, el mundo no cambio, su ausencia
no altero ni modifico NADA en su entorno; incluso su prometida, tras de su “desaparición”, decidió
casarse con otra persona (su dentista); en un momento quizá pensó si no hubiera mejor haberse
quedado en su isla en donde tenía ya resuelta su vida; pero estaba de regreso y debía “volver a
adaptarse”; muy probablemente esta adaptación pudo ser igual de dura y penosa que la anterior,
quizá no en lo físico, más bien en lo EMOCIONAL; interesantísimo el momento en que observa el
aparato de que sale fuego con solo presionar un botón (recordando lo mucho que le costó a él
hacerlo con madera) y cuando le dice a su ex prometida, ya casada y con una hija, que “siga con su
vida y regrese a casa”, renunciando a la idea de quedarse con ella. Al final, se le presentan nuevas
opciones, nuevos horizontes y la opción de seguir enfrentando y resolviendo su vida actual.

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Conclusión

¿Qué podemos aprender de “EL NAUFRAGO? Más que una lección puramente de
supervivencia ante una crisis, quizá lo más digno de apreciar en esta película es LA
CAPACIDAD DE DECISION Y ADAPTACIÓN que el protagonista nos demuestra en cada
momento de su drama; el no quedarse en donde está, no resignarse a perder su
esperanza y su deseo de superarse, sino buscar, aunque esto signifique un sinfín de
errores y tropiezos, la forma de poder resolver sus problemas, mostrando ante todo una
actitud audaz y luchadora; sobre todo la toma de conciencia de darse cuenta de la
situación en la cual se encuentra y de cómo debe tratar de afrontarla usando su lógica, su
conocimiento y hasta su ingenio; es de reconocer que a veces sus soluciones parecen ser
ridículas (crear a Wilson) e incluso peligrosas (la forma de sacarse la muela), mas algunas
muestran ser tan acertadas (la “vela” para su balsa) como eficaces (hacer el fuego).

En síntesis, “El Naufrago” nos muestra un bosquejo, quizás básico, de lo que es la historia
evolutiva humana y su lucha por la adaptación con el mundo que lo rodea.

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