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Beatriz Gonzalez, 58 años.

¿Qué materia le gusta a usted?

De todas las materias me gusta historia y geografía…y lengua también me gusta pero se me
complica mucho porque por ahí entiendo, por ahí no entiendo. Lo que pasa es que a mi me gusta
escribir mucho, y se me ha compuesto muy mucho la letra, imaginate, yo tenía trece años cuando
yo dejé la escuela y después empecé la secundaria, fui tres meses y la abandoné por motivos
familiares no pude seguir estudiando, tenía que trabajar. Y bueno, de ahí nunca mas volví a la
escuela. Y bueno, yo ahora estoy acá por un plan…

El que es…

“Hacemos futuro” Sí, y estoy aprendiendo.

¿Y qué tal, como lo lleva?

Me cuesta, me cuesta bastante porque nada que ver lo que yo hacía antes a lo que hay ahora,
como ser la matemática, lengua, para mi es muy…es muy difícil, me complica un poco.

Lo que me encanta a mi es geografía y historia, me encanta porque son historias que uno a veces,
es decir, pocos la conocen pero yo voy aprendiendo cosas que no sabía igual que en…agroindustria
también

Ahh, ¿y qué hacen ahí?

Nos explica el profesor de lo que pasa, es decir, todo lo que pasa en la tierra, por ahí nos pasa un
video, vemos videos de lo que es de la planta, de la tierra, de las ventas, de todas esas cosas, de
los secados, lo que es carozo, lo que es la uva, la fruta, todo eso

¿Y hacen prácticas?

Ehh…prueba hemos tenido, práctica no, no hemos tenido

¿Son muchos alumnos?

Sí. Se sabe llenar acá, al principio eran muchos, pero muchos han abandonado.

¿Y eran muchos grandes como usted de su edad, o son más chicos?

No, no, las grandes acá somos…es decir, la mayor de todas soy yo, después está ella que es
compañera, después hay otra chica más que tiene más o menos la edad de ella y otra…somos
como cuatro mayores más o menos acá.

¿Se puede saber su edad?

Sí, (risas) cincuenta y ocho tengo


Cuentenos…La primaria, ¿fue diferente?¿Cómo fue?

Sí, sí, muy muy diferente, en todo sentido. Lo que es en lengua, porque lengua antes era lectura,
los verbos y de ahí no salíamos. Matemática ¿qué es lo que era? Problemas, divisiones,
multiplicaciones de tres cifras, cuatro cifras y de ahí no salíamos.

Claro ¿usted hizo hasta séptimo? Porque por ejemplo, yo hice seis años de primaria y seis de
secundaria.

Sí, hice hasta séptimo, antes era así.

¿Y también le gustaba lengua o historia y geografía?

Historia y geografía siempre me gustaron. Me gustan las historias, me gusta la geografía. Me


gusta mucho porque aprendo cosas que antes no sabía. Por ejemplo ahora el profesor nos ha
hecho traer unas fotocopias de lo que es el terremoto.

¿Del 44 o el del 77?

Del 77, que yo lo viví tenía 17 años cuando yo viví ese terremoto. Y fue una experiencia muy mala,
muy fea, algo que no le aconsejo a nadie porque fue…en el momento en que yo lo estuve viviendo
no sabía lo que era. No sabía lo que era porque nunca…es decir, habían temblores, temblores
suaves pero el ruido…el bramido que produce la tierra. Es un bramido que es un zumbido, no sé,
una cosa horrible. A parte las gritas. Yo vi pasar grietas por mis pies.

¿Usted ha vivido siempre acá?

No, yo era primero de Angaco y de ahí me vine para acá. Hace como 35 años que estoy viviendo
acá en San Martín. Pero no soy de acá, soy de otro barrio.

¿Y le queda lejos para llegar a clases?

Sí. Retirado.

¿y en qué se maneja?

En colectivo. Y lo que a mí se me complica es que salimos a las 22.45 hs. y el colectivo pasa para
irme a mi casa pasa 23.30. Entonces tengo que estar ahí 45 minutos para ahí en la esquina. No hay
donde pararse, donde meterse por el frío. Y eso es lo que más me complica, es el estar mucho
tiempo parada esperando el colectivo.

¿Y de ahí hasta su casa cuanto tiene?

Unos diez minutos.

Y sobre su experiencia ¿Alguna experiencia linda que le haya quedado?


Sí, sí. Tuve una experiencia linda porque a ver…Me gustó mucho que cuando yo iba a
séptimo…sexto me parece, sexto grado. Me eligieron de reina del grado y representé a la escuela.

Como hacen con las reinas de la primavera

¡Para la primavera! Fue para la primavera. Esa fue una experiencia linda que tuve. Y otra
experiencia que… que me causa mucha risa porque tenía una maestra que era muy…bueno, antes
las maestras eran muy rectas. Si te tiraban las orejas o te agarraban las patillas a los muchachos
ningún padre se quejaba. Ahora un profesor, o un maestro le llega a decir algo a “A” a un alumno
le hacen un juicio. Antes había mucho respeto, muy mucho respeto hacia los profesores. Nosotros
veíamos un profesor y temblábamos enteros. Eran como un padre, como una madre, porque se
hacían respirar. Cambió muy mucho todo eso. Y…me acuerdo que había una maestra que era
directora pero maestra a la vez y yo me comía mucho las letras, entonces ella me empezó a sentar
en el primer banco, me seguía comiendo las letras. Me llevó a su escritorio y me seguía comiendo
las letras y la llamó a mi mamá y le dijo que tenía que llevarme al oculista porque algo me pasaba.
Mi madre me lleva al oculista y no tenía nada. Vuelvo a la escuela y me preguntó si me había dicho
algo el oculista y yo “no, me ha dicho que no tengo nada, que está todo bien”. Entonces se me
arrima la maestra y me dice “sos una bruta, sos un animal” y la miro yo y le digo “¿por qué?”
“¿cómo te vas a cortar las pestañas, bruta?” (risas) yo me había cortado las pestañas al trunco
(risas) ¡y era por eso que no veía! Y ahí me explicó que las pestañas son la sombra que tenemos. Y
claro, ella no se había dado cuenta antes. Fue porque una compañera me dijo “cortate las
pestañas porque te van a crecer más largas” y vengo yo y me las corto al tronco. (Risas)

y…le gustaría seguir estudiando después de esto? ¿En qué año está?

En primero…pero que es lo que pasa, que el año pasado yo empecé pero el año pasado yo tenía
un trabajo de las dos de la tarde hasta las diez, once de la noche; trabajaba en una planta
potabilizadora y era mucha responsabilidad. Y mi jefe ya me había marcado, ya. No podía
abandonar, yo la ponía a mi hija pero me dice “le llega a pasar algo a tu hija y yo no me hago
responsable” porque todo era corriente. Entonces yo venía y por ahí mi hija “mami pasa esto” y
ahí nomás me iba, me iba y no me importaba que fuera que clase, no me importaba. Yo me iba
porque no quería perder el trabajo, hace 17 años que estaba trabajando ahí. Y bueno de ahí, este
año me pasaron a otro lugar, porque esa planta la cerraron y abrieron otro pozo y nada que ver.
Así que bueno, estoy trabajando en lo mismo pero en otro lado y en la mañana, por eso puedo
venir.

¿Cómo se siente con usted con los jóvenes de 16 o 17 años?

Mal, mal. Lo que a mí no me gusta es que a veces hay profesores que meten a todos en una bolsa
y no es así. Tendría que tener…bueno, no todos. Hay algunos que son una maravilla, la profesora
de inglés es una maravilla, la de matemática es una maravilla, el de biología una maravilla, la de
lengua es una maravilla. Pero hay profesores que, como sea la vez pasada tuvimos una prueba,
tenía una compañera yo que tiene cuarenta y pico de años, ella se sienta, sobraba un banco
adelante. Y se fue a meter la mano al bolsillo para sonarse la nariz y viene él y se pone delante
suyo y dice “¿quién se sienta acá? Venga uno a sentarse acá delante” Creía que nos estábamos
macheteando. Después le dio oportunidad a los otros chicos que no hicieron la prueba y los
machetes iban y venían. Pero a nosotras nos marcó. Y él se tiene que dar cuenta que nosotros
somos gente grande. Que en vez de separarnos, tratar de ayudarnos las unas a las otras. Está bien,
es una prueba que tenemos que saber nosotras solas, pero somos gente grande que necesita
ayuda, porque la juventud es la que va a tener futuro, yo ya no tengo futuro. A mi me gusta
aprender, me gusta saber, lo que más me encanta es escribir. Pero yo tengo 58 años, si yo paso ¿a
qué edad voy a salir? ¿qué futuro tengo con 60, 61 años? A mi nadie me va dar trabajo porque voy
a ser una mujer grande.

Estoy acá por 1) por el plan, y otra porque me gusta aprender, porque hay cosas que yo no sabía y
ahora las estoy aprendiendo. Pero a mí me duele que un profesor te marque a vos siendo que sos
una persona grande. A parte no me gusta tampoco que a veces está un profesor y hay un grupito
que no deja escuchar, se ríen, hay una compañera que tiene la boca como un fuego y no me gusta.

Lo lindo para mi sería tener un grupo de mayores todos juntos.

¿Y qué consejo nos daría a nosotros como futuros profesores para que podamos ayudarlos a
ustedes?

Bueno, yo como persona mayor que tengan comprensión, que no me marquen porque no me
gusta eso a mí y me cuesta, me cuesta mucho. Yo estar acá me cuesta y hay veces que me siento
como sapo de otro pozo, es difícil.

Bueno, Beatriz, muchísimas gracias por su tiempo, por compartir su historia.

Gracias a ustedes y mucha suerte.

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