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CICLO BIOLÓGICO de las GIMNOSPERMAS: En las gimnospermas hay flores masculinas y

femeninas. En ellas se forman esporas masculinas y femeninas. En las gimnospermas, las flores
reciben el nombre de conos. La flor femenina consiste en una escama que lleva en su superficie
dos óvulos. Estos contienen en su interior una célula haploide, la macrospora o espora femenina,
que se forma mediante Meiosis. La macros ora da origen al gametófito femenino, un pequeño
grupo de células, una de las cuales es la oosfera, el gameto femenino. La flor masculina está
formada por varias escamas pequeñas, en cuyo interior se forman por meiosis las esporas
masculinas, que son los granos de polen. En las gimnospermas suelen tener unos pequeños sacos
llenos de aire, que ayudan al polen a ser arrastrado por el viento. Cuando un grano de polen llega
hasta la escama de una flor femenina, germina y da lugar al gametófito masculino, también
llamado tubo polínico. Este es un tubo que llega hasta el óvulo y en cuyo extremo viaja el gameto
masculino, que fecunda a la oosfera. La oosfera fecundada se transforma en el cigoto, diploide,
que da origen a un embrión, una planta en miniatura que interrumpe su desarrollo
temporalmente. El embrión, con el resto del óvulo, constituye la semilla. Esta contiene una reserva
de sustancias nutritivas que servirán de alimento al embrión durante las primeras etapas de su
desarrollo.
CICLO BIOLÓGICO de ANGIOSPERMAS: Es el proceso en el cual los gametos masculinos o
Anterozoides se unen con los gametos femeninos (Oósfera y Núcleo Secundario). Como resultado
de estas uniones el primordio seminal u óvulo se transforma en Semilla y el Ovario en Fruto.
Concluida la Polinización, el grano de polen mediante sus Púas, se fija firmemente sobre el Estigma
del Gineceo. El Estigma elimina un Jugo azucarado, que además de fijar el grano de polen,
favorece el crecimiento y desarrollo del Tubo Polínico. Este tubo resulta del crecimiento del grano
de polen. La Intina (Membrana interna del grano de polen), es delgada y elástica y se exterioriza
por uno de los poros de la Exina (Membrana externa del grano de polen) y formando un tubo se
introduce en el Estigma y desciende por el Estilo. En el extremo del Tubo Polínico, como regulador
de su desarrollo, se ubica el Núcleo vegetativo, que luego se desintegrará cuando el tubo polínico
se desarrolle. El Tubo Polínico completa su desarrollo y penetra en el Óvulo a través de la
Micrópilo. Mientras esto ocurre, la Célula Generativa, que estaba dentro del grano de polen, sufre
un proceso de división que da origen a los 2 Anterozoides o gametos masculinos. Formado el Tubo
Polínico, los 2 Anterozoides descienden por el mismo tubo y penetran en el Saco Embrionario. Allí
tienen lugar los 2 hechos más importantes de este proceso:
a) 1ra FECUNDACIÓN, en la cual el 1er Anterozoide se une con la Oósfera para formar la Célula
Huevo o cigoto, que se multiplicará para formar el Embrión.
b) 2da FECUNDACIÓN, en la que el 2do Anterozoide se une con el Núcleo Secundario y da origen a
la célula que, al reproducirse, formará la Sustancia de reserva que servirá como alimento para el
Embrión. Luego el Ovario se transformará en Fruto.

Los fósiles y la deriva continental


Muchos hechos observables en la naturaleza dan idea de que los continentes no estaban en el
pasado en el mismo lugar que ahora. Wegener analizó muchas de estas pruebas para formular su
teoría y descubrió otro indicio sorprendente: en distintos continentes alejados mediante océanos,
encontró fósiles de las mismas especies, es decir, habitaron ambos lugares durante el periodo de su
existencia. Y lo que es más, entre estos organismos se encontraban algunos terrestres, como reptiles
o plantas, incapaces de haber atravesado océanos, por lo que dedujo que durante el periodo de vida
de estas especies el supercontinente Pangea había existido.
Estudios de la distribución de plantas y animales fósiles también sugieren la existencia del
supercontienente Pangea. Impresiones de hojas de un helecho, Glossopteris, están ampliamente
distribuidas en rocas de África, Sudamérica, India y Australia. La reconstrucción de Gondwana
restringe el área de influencia de Glossopteris a una región contigua del supercontinente.
La distribución de fósiles de vertebrados terrestres también apoya esta interpretación. Ya que la
existencia de tetrápodos en todos los continentes durante el Triásico es una indicación de que
había conexiones terrestres entre las masas continentales. En particular la distribución del reptil
fósil Mesosaurus en África y Sudamérica, dadas sus características tan distintivas y la ausencia de
especies similares en otras regiones es un fuerte indicio de una continuidad entre estos continentes
durante el Pérmico.
Wegener averiguó que las distribuciones de fósiles de diversos organismos apoyaban su teoría de
que los continentes habían estado unidos.

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