Está en la página 1de 157

La libertad de la voluntad

por

Jonathan Edwards
Acerca de La libertad de la voluntad

Título: La libertad de la voluntad


URL: http://www.ccel.org/ccel/edwards/will.html
Autor (s): Edwards, Jonathan (1703-1758)
Editor: Grand Rapids, MI: Christian Classics Ethereal Library
Fecha de creacion: 09/07/2000
Los sujetos CCEL: Todas; Clásico; Teología;
LC Llame a no: BJ1461
Los sujetos LC: Ética
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

Tabla de contenido

Sobre este libro. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . pag. ii

Pagina del titulo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . pag. 1

Parte I. En donde se explican y afirmó diversos términos y las cosas que pertenecen a la
sujeción del Discurso siguientes. . . . . . . . . . . . . . . . pag. 2

Sección I. En cuanto a la naturaleza de la voluntad ... . . . . . . . . . . . . . . . . . pag. 2

Sección II. En cuanto a la determinación de la voluntad ... . . . . . . . . . . . . pag. 4

Sección III. En relación con el significado de los términos, la necesidad, la imposibilidad,


incapacidad, etc., y de Contingencia ... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . pag. 9

Sección IV. De la Distinción de la necesidad natural y la moral, y la incapacidad ... . . . . . . .


................................. pag. 14

Sección V. En cuanto a la noción de la libertad y de la Agencia Moral ... . . . pag. 18

Parte II. En donde se considera si hay o puede ser cualquier tipo de libertad de la voluntad,
como aquella en la que los arminianos Coloque la esencia de la libertad de todos los agentes
morales; y si tal cosa nunca fue o puede concebirse ... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
....... pag. 21

Sección I. Mostrando el Manifiesto Inconsistencia de la noción arminiano de la libertad de la voluntad, que


consta en el auto-determing de energía de la voluntad. . . . . . . . pag. 21

Sección II. Varias maneras de evadir Supuestos lo anterior razonamiento Considerado ... . .
.................................... pag. 23

Sección III. Si cualquier evento Pese a todo, y Volition en particular, puede llegar a pasar
sin causa de su existencia ... . . . . . . . . . . . . . . pag. 26

Sección IV. La volición si puede surgir sin causa, mediante la actividad de la naturaleza del
alma ... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . pag. 30

Sección V. El mostrar, que si las cosas se afirma en Evasions Estos deben ser supone que es
verdad, ellos son del todo impertinente, y cuándo no pueden ayudar a la causa de la libertad
Arminiana; y cómo, siendo este el estado del caso, escritores arminianas están obligados a hablar
de forma incoherente ... . . . . . . . pag. 33

Sección VI. En cuanto a la determinación de la voluntad en las cosas que están completamente
indiferente en la vista de la mente ... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . pag. 35

Sección VII. En cuanto a la noción de la libertad de la voluntad, que consta en la


indiferencia ... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . pag. 40

Sección VIII. En cuanto a la libertad de la voluntad supone, como opuestos a todo ..


Necesidad. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . pag. 45

Sección IX. De la Conexión de los actos de la voluntad con los dictados del entendimiento
... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . pag. 47

iii
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

Sección X. La volición necesariamente vinculadas con la influencia de Motivos: con observaciones


particulares sobre la Gran Inconsistencia de las afirmaciones y razonamientos acerca de la libertad
de la voluntad del Sr. Chubb ... . . . . . . . pag. 52

Sección XI. La evidencia de los dioses Cierto conocimiento previo de las voliciones de los
agentes morales ... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . pag. 61

Sección XII. Cierto conocimiento previo de Dios de los Voliciones futuras de los agentes
morales, incompatible con un Contingencia los de dichos Voliciones tal cual, sin necesidad ..
Todo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . pag. 73

Sección XIII. Si suponemos que el Voliciones de agentes morales para ser conectado con
cualquier cosa antecedente, o no, sin embargo, deben ser necesarias en tal sentido como para
derrocar Arminiana libertad ... . . . . . . . . . . . . pag. 81

Parte III. Donde se preguntó si tal libertad de la voluntad como arminianos Hold, será
necesario Agencia moral, la virtud, alabar y menosprecio, etc. ... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
...................... pag. 84

Sección I. Moral Excelencia de Dios necesario, sin embargo virtuoso y digno de elogio ... . .
................................... pag. 84

Sección II. Los actos de la voluntad del alma humana de Jesucristo, Santa Necesariamente, sin embargo
verdaderamente virtuoso, digno de alabanza, rewardable, etc. ... . pag. 86

Sección III. El caso de que le sean entregados a Dios al pecado, y del hombre caído en general,
demuestra la necesidad moral e incapacidad para estar en consonancia con culpabilidad ... . . . .
.............................. pag. 95

Sección IV. Comando y la obligación de obediencia, consistente con la incapacidad moral de


obedecer ... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . pag. 99

Sección V. que la sinceridad de los deseos y esfuerzos, el cual, se supone que las excusas
en el incumplimiento de las cosas en sí bueno, en particular Considerado ... . . . . . . . . . . . .
.................. pag. 105

Sección VI. Libertad de la indiferencia, no sólo no es necesario para la virtud, pero completamente
incompatibilidad con el mismo; y todos los hábitos, ya sea o inclinaciones virtuosos o viciosos, es
incompatible con arminianas nociones de libertad y la Agencia Moral ... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
.................. pag. 110

Sección VII. Las nociones de moral arminianas Agencia inconsistente con toda la influencia de la
motivación y estímulo, ya sea en acciones virtuosos o viciosos ... . . . . pag. 115

Parte IV. En donde los argumentos principales de los razonamientos de los arminianos, en apoyo y
defensa de las nociones mencionadas de la Libertad, Agencia Moral, & c. y en contra de la doctrina
opuesta, se consideran ... . . . . . . . . . . pag. 120

Sección I. La esencia de la virtud y el vicio de disposiciones del corazón y de actos de la


voluntad, no radica en su causa, pero su naturaleza ... . . . . pag. 120

Sección II. La falsedad y Inconsistencia de esa noción metafísica de Acción y de la


Agencia, que parece ser entretenido por lo general la pag. 123

iv
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

Los defensores de la doctrina arminiana En cuanto a la libertad, Agencia Moral, etc. ... . . . .
........................................
Sección III. Las razones por las que algunos piensan que Al contrario de sentido común,
suponer aquellas cosas que son necesarias, para ser digno de cualquier alabanza o la culpa ...
................................... pag. 128

Sección IV. Es Conforme a sentido común, y las nociones naturales de la humanidad, para
suponer necesidad moral para ser consistente con elogio y la censura, recompensa y el
castigo ... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . pag. 132

Sección V. En cuanto a estas objeciones, que este esquema de Necesidad Renders todos los
medios y esfuerzos para evitar el de Sin, o la obtención de la virtud y la santidad, Vain y para
ningún propósito; y que hace que los hombres no más que máquinas de tierna Exteriores de
moral y la religión ... . . . . . pag. 137

Sección VI. En cuanto a que la objeción contra de la doctrina que se ha mantenido, que
está de acuerdo con la doctrina estoica de la Fe, y las opiniones de Mr. Hobbes ... . . . . . . .
....................... pag. 141

Sección VII. En cuanto a la necesidad de la voluntad divina ... . . . . . . . . . pag. 143

Índices. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . pag. 149

Índice de Referencias de las Escrituras. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . pag. 149

Las palabras y frases latinas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . pag. 151

v
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

vi
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

PARTE I.

En las que se explica y se ESTABLECIDO TÉRMINOS Y COSAS DIFERENTES


Perteneciente a la MATERIA del discurso POSTERIOR

Sección I.

En cuanto a la naturaleza de la voluntad.

Que posiblemente puede ser pensado, que no existe una gran necesidad de ir a punto de definir o describir la voluntad; esta
palabra está en general, así entendida como cualquier otra palabra que podemos utilizar para explicarlo, y así tal vez sería, no
tenía filósofos, metafísicos y teólogos polémicos, llevado el asunto en el olvido por las cosas que han dicho de él. Pero ya que es
así, creo que puede ser de alguna utilidad, y tenderá a una mayor claridad en el siguiente discurso, decir algunas cosas acerca
de ella.

Y por lo tanto observo, que la voluntad (sin ningún tipo de refinación metafísico) es, aquel por el cual la mente elige cualquier cosa.
La facultad de la voluntad, es que el poder, o el principio de la mente, por la que es capaz de elegir: un acto de la voluntad es lo
mismo que un acto de elección o de elección. Si alguno piensa que es una definición más perfecta de la voluntad, que decir, que es
aquel por el cual el alma adquiere, por elección o se niega, estoy contento con ella; aunque creo que basta con decir, es aquel por el
cual el alma elige porque en cada acto de voluntad en absoluto, la mente elige una cosa en lugar de otra; se elige algo en lugar de
lo contrario o en lugar de la falta o la inexistencia de esa cosa. Así que en cada acto de rechazo, la mente elige a falta de lo negado;
el positivo y el negativo se establecen antes de la mente por su elección, y se elige el negativo; y la mente de efectuar su elección
en ese caso es propiamente el acto de la voluntad: la voluntad de determinar entre los dos, es una determinación voluntaria; pero
eso es lo mismo que hacer una elección. De manera que por cualquier nombres que llamamos el acto de la voluntad, la elección,
rechazando, aprobación, desaprobación, el gusto, aversión, abrazar, rechazar, la determinación, dirección, mando, prohibiendo,
inclinando, o ser reacio, complacido o disgustado con; todo puede reducirse a este de la elección. Para el alma para actuar
voluntariamente, es cada vez más para actuar de forma electiva. Locke (1) dice: “La voluntad no significa otra cosa sino un poder o
capacidad para preferir o elegir.” Y, en la página anterior, que dice: “La palabra prefiriendo parece mejor para expresar el acto de la
voluntad;” pero añade , que “no lo hace con precisión; para, aunque un hombre preferiría volar a caminar, sin embargo, ¿quién
puede decir que alguna vez lo quiere “Pero el ejemplo que menciona, no prueba que no hay ninguna otra cosa en el querer, sino
que simplemente prefieren: para ello se debe considerar cuál es la inmediata objeto de la voluntad, con respecto a los pasos de un
hombre, o cualquier otra acción exterior; que no está siendo retirado de un lugar a otro; en la tierra o en el aire; estos son los objetos
más remotas de preferencia; pero tales o un esfuerzo tan inmediata de sí mismo. Lo siguiente elegido, o prefiere, cuando un hombre
quiere caminar no es su ser trasladado a un lugar donde iba a ser, pero un esfuerzo y el movimiento de las piernas y los pies y C,
como el fin de la misma. Y su dispuestos tal alteración en su cuerpo en el momento presente, es otra cosa que su elección o
prefiriendo tal alteración en su cuerpo en un momento tal, o su gusto mejor que la paciencia de ella. Y Dios así lo ha hecho y

2
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

estableció la naturaleza humana, el alma está unida a un cuerpo en estado adecuado que el alma preferir y la elección de un esfuerzo tan

inmediata o alteración del cuerpo, tal alteración instantánea sigue. No hay nada más en las acciones de mi mente, que yo soy consciente de
mientras camino, sino sólo mi preferir o la elección, a través de momentos sucesivos que no debe haber tales alteraciones de mis sensaciones

externas y movimientos; junto con una expectativa habitual concurrente que va a ser así; habiendo jamás encontrados por la experiencia, que en
una tal preferencia inmediatamente, las sensaciones y movimientos hacen realidad, de forma instantánea, y surgen constantemente. Pero no es

así en el caso de volar; aunque un hombre puede decir a distancia para elegir o prefiere volar; sin embargo, no se prefiera, o el deseo, en

circunstancias en vista, cualquier esfuerzo inmediata de los miembros de su cuerpo con el fin de ella; porque no tiene ninguna expectativa de que
él debe obtener el fin deseado por cualquier esfuerzo y que no prefieren, o inclinación a, cualquier esfuerzo físico bajo esta circunstancia

aprehendido, de que sea totalmente en vano. Así que si distinguimos cuidadosamente los objetos propios de los varios actos de la voluntad, no va
a aparecer por esta, y cosas semejantes casos, que no hay ninguna diferencia entre la voluntad y la preferencia; o que la elección de un hombre

mejor gusto, o estar satisfechos con una cosa, no son lo mismo con su dispuestos esa cosa. Por lo tanto un acto de la voluntad se expresa

comúnmente por su un hombre agradable a hacer de este modo o de este modo; y un hombre haciendo lo que quiere, y hacer lo que le plazca en
el lenguaje común son la misma cosa. porque no tiene ninguna expectativa de que él debe obtener el fin deseado por cualquier esfuerzo y que no

prefieren, o inclinación a, cualquier esfuerzo físico bajo esta circunstancia aprehendido, de que sea totalmente en vano. Así que si distinguimos
cuidadosamente los objetos propios de los varios actos de la voluntad, no va a aparecer por esta, y cosas semejantes casos, que no hay ninguna

diferencia entre la voluntad y la preferencia; o que la elección de un hombre mejor gusto, o estar satisfechos con una cosa, no son lo mismo con
su dispuestos esa cosa. Por lo tanto un acto de la voluntad se expresa comúnmente por su un hombre agradable a hacer de este modo o de este modo; y un hombre hac

Locke (2) dice: “La voluntad es perfectamente distingue del deseo; que a la misma acción puede tener tendencia muy al contrario de lo
que nuestra voluntad nos pone sobre. Un hombre, dice él, a quien no puedo negar, me pueden obligar a utilizar las tendencias a otro,
que, al mismo tiempo que estoy hablando, yo no lo desea, puede prevalecer sobre él. En este caso, es evidente la voluntad y el deseo
van en contra “Supongo que no, que voluntad y el deseo son palabras de exactamente la misma significación:. Will parece ser una
palabra de significación más general, que se extiende a las cosas presentes y ausentes. El deseo respeta algo ausente. Puede que
prefiera mi situación actual y la postura, supongamos que permanecer sentado, o tener los ojos abiertos, por lo que puede quererlo.
Pero todavía no puedo pensar que son tan completamente distinto, que alguna vez se puede decir correctamente ir en contra. Un
hombre nunca, en ningún caso, testamentos cualquier cosa contraria a sus deseos, o deseos de cualquier cosa en contra de su
voluntad. El ejemplo antes mencionado, que el Sr. Locke produce, hay pruebas de que él lo hace. Puede que, en alguna consideración
u otra voluntad para pronunciar discursos que tienen una tendencia a persuadir a otra y todavía puede desear que no lo pueden
persuadir; pero sin embargo, su voluntad y el deseo no vayan en contra de todo: lo que quiere, el mismo que él desea; y no querer una
cosa, y el deseo por el contrario, en ningún particular. En este caso, no se observa con cuidado, lo que es lo querido, y lo que es la
cosa deseada: si lo fuera, sería encontrado, que voluntad y el deseo no chocan en lo más mínimo. Lo querido en alguna
consideración, es pronunciar tales palabras; y, desde luego, la misma consideración por lo que influye en él, que él no desea la
contraria; a fin de cuentas, él elige a pronunciar tales palabras, y no deseo de no pronunciarlas. Y así como a lo que el Sr. Locke habla
de la forma deseada, a saber. Que las palabras, aunque tienden a persuadir, no debe ser eficaz para ello, su voluntad no es contrario
a esto; que no quiere que deberían ser eficaz, sino que quiere que no deben, como él desea. Con el fin de demostrar que la voluntad y
el deseo pueden ir en contra, debe demostrarse que sean uno, al contrario de la otra en la misma cosa, o con respecto al mismo
objeto de la voluntad o el deseo: pero aquí los objetos son dos ; y en cada una, tomada por sí mismos, la voluntad y el deseo están de
acuerdo. Y no es de extrañar que no deben ponerse de acuerdo en cosas diferentes, aunque con poca distinguido en su naturaleza.
La voluntad puede no estar de acuerdo con la voluntad, ni deseo de acuerdo con el deseo, en diferentes cosas. Al igual que en esta
misma instancia que el Sr.

3
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

Locke menciona, una persona puede, en cierta consideración, deseo de utilizar las tendencias, y al mismo tiempo puede desear que
no pueden prevalecer; pero sin embargo, nadie va a decir, que el deseo va en contra de deseo; o que esto demuestra que el deseo
es perfectamente una cosa distinta de Desire.-similares podrían ser observada de la otra instancia Locke produce, de un hombre de
desear ser aliviado del dolor, etc. Sin embargo, no detenerse por más tiempo en esto, si el deseo y la voluntad, y si Preferencia y
Volition sean precisamente las mismas cosas, confiamos en que lo permitido por todos, que en cada acto de voluntad hay un acto de
elección; que en cada volición existe una preferencia, o una inclinación predominante del alma, con lo que en ese instante, que está
fuera de un estado de perfecta indiferencia, con respecto al objeto directo de la voluntad. De modo que en cada acto, o salida de la
voluntad; hay una cierta preponderation de la mente, de una manera y no de otra; y el alma había más bien tener o hacer una cosa,
que otro, o de no tener o hacer esa cosa; y que donde no hay absolutamente ninguna preferir y elección, sino una perfecta, el
equilibrio continuo, no hay voluntad.

Sección II.

En cuanto a la determinación de la voluntad.

Mediante la determinación de la voluntad, si la frase puede utilizar con cualquier significado, tenga por objeto, causando que el acto de la
voluntad o elección debe ser así, y no de otra manera; y la voluntad se dice que se determine, cuando, como consecuencia de alguna
acción, o influencia, su elección se dirige a, y se fijan sobre un objeto particular. Como cuando hablamos de la determinación del
movimiento, nos referimos causando el movimiento del cuerpo a ser en una dirección tal, en lugar de otro.

La determinación de la voluntad, supone un efecto, que debe tener una causa. Si el será determinado, existe un determinante.
Esto se debe suponer que se pretende incluso por los que se dicen, La voluntad determina a sí misma. Si es así, la voluntad es
tanto Determinador y determinado; es una causa que actúa y produce efectos sobre sí misma, y ​es el objeto de su propia
influencia y acción. “¿Qué determina la voluntad” con respecto a esa gran pregunta, sería muy tedioso e innecesario, en la
actualidad, para examinar todas las diversas opiniones, que han sido propuestas en relación con este asunto; ni tampoco es
necesario que sea entrar en una discusión particular de todos los puntos debatidos en los conflictos de esa otra pregunta: “si la
voluntad sigue siempre el último dictamen de la comprensión?” Es suficiente para mi propósito decir, es que motivo, que, tal y
como está a la vista de la mente, es el más fuerte, lo que determina la voluntad. Sin embargo, puede ser necesario que yo un
poco de explicar lo que quiero decir.

Por motivo me refiero a la totalidad de lo que se mueve, excita, o invita a la mente a voluntad, ya sea una cosa por
separado, o muchas cosas conjunctly. Muchas cosas particulares pueden dar su consentimiento, y unir sus fuerzas, para
inducir la mente; y cuando es así, todos juntos son como un motivo complejo. Y cuando hablo del motivo más fuerte, tengo
respecto a la fuerza del todo que opera para inducir un determinado acto de volición, ya sea la fuerza de una sola cosa, o
de muchos juntos.

4
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

Todo lo que es objetivamente un motivo, en este sentido, debe, ser algo que se conserva en la vista o aprehensión del entendimiento, o la
facultad de percibir. Nada puede inducir o sugerir a la mente a voluntad o de actuar de cualquier cosa, más allá de lo que se percibe, o es
un modo u otro a la vista de la mente; por lo que es totalmente inadvertido y perfectamente fuera de la vista de la mente, no puede afectar
a la mente en absoluto. Es más evidente, que no hay nada en la mente, o lo alcanza, o toma cualquier bodega de la misma, cualquier otro
modo que como es percibido o pensado.

Y creo que también debe ser permitido por todos, que cada cosa que se llama propiamente un motivo, emoción, o inducción a
una percepción, agente voluntario, tiene algún tipo y grado de tendencia, o una ventaja para mover o excitar la voluntad, previa
al efecto, o en el acto de la voluntad excitado. Esta tendencia anterior de la motivación es lo que llamo la fuerza del motivo.
Ese motivo que tiene un menor grado de ventaja anterior, o la tendencia a mover la voluntad, o que parece menos atractivo, tal
y como está en la vista de la mente, es lo que llamo un motivo más débil. Por el contrario, lo que parece más atractivo, y tiene,
por lo que parece que en relación a la comprensión o aprehensión, el mayor grado de tendencia anterior para excitar e inducir
la elección, es lo que llamo el motivo más fuerte. Y en este sentido, Supongo que la voluntad está siempre determinado por el
motivo más fuerte. Cosas que existen en la vista de la mente tienen su fuerza, tendencia, o una ventaja para moverse, o
excitar a su voluntad, de muchas cosas que correspondan a la naturaleza y las circunstancias de lo visto, la naturaleza y
circunstancias de la mente que las opiniones y el grado y la forma de su punto de vista; de los cuales tal vez sería difícil hacer
una enumeración perfecta. Pero tanto creo que se puede determinar en general, sin espacio para la controversia, que todo lo
que se percibe o detenido por un agente inteligente y voluntaria, que tiene la naturaleza y la influencia de un motivo a voluntad
o elección, se considera o se ve tan bueno; ni tiene tendencia a participar de la elección del alma en un grado mayor de lo que
parece tal. Para decirlo de otro modo, sería decir, que las cosas que aparecen, tienen una tendencia, por la aparición que
hacen, a ocupar la mente para elegir a ellos, de alguna otra manera que por su aparición elegibles para ella; que es absurdo. Y
por lo tanto debe ser cierto, en cierto sentido, que la voluntad siempre es, como el mayor bien es evidente. Pero sólo, para la
correcta comprensión de esto, dos cosas deben estar bien y claramente observados.

1. Es preciso señalar en qué sentido utilizo el término “buena”; “agradable”, es decir, a partir de la misma con la importación Para
parecer bueno para la mente, como yo uso la frase, es el mismo que para aparecer agradable, o parecen agradables a la mente.
Ciertamente, no aparece nada atractivo y elegibles para la mente, o que tiende a comprometer su inclinación y la elección,
considerado como malo o desagradable; ni tampoco, tan indiferente, y ni agradable ni desagradable. Pero si tiende a señalar a la
inclinación, y mover la voluntad, tiene que ser bajo la noción de lo que se adapte a la mente. Y por lo tanto que debe tener el mayor
tendencia a atraer e involucrar a él, que tal y como está a la vista de la mente, se adapta a lo mejor, y que agrada a la mayoría; y en
ese sentido, es el mayor bien evidente: decir lo contrario, es poco, si algo, a falta de una contradicción directa y sencilla.

La palabra “bueno”, en este sentido, incluye en su significado, la eliminación o evitar el mal, o de lo que es desagradable e
incómodo. Es agradable y agradable, para evitar lo que es desagradable y desagradable, y tener malestar eliminado. Así que
aquí se incluye lo que el Sr. Locke supone determina la voluntad. Para cuando habla de “inquietud”, como la determinación de
la voluntad, él debe ser entendida como el supuesto de que el extremo o apuntar que rige en la volición o acto de preferencia,
es

5
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

el evitar o la eliminación de esa inquietud; y eso es lo mismo que la elección y la búsqueda de lo que es más fácil y
agradable.

2. Cuando digo, que la voluntad es como el mayor bien aparente, o, (como he explicado,) que la voluntad tiene siempre
por objeto la cosa que parece más agradable; hay que observar con cuidado, para evitar la confusión y oposición
innecesaria, que hable del objeto directo e inmediato del acto de la voluntad; y no un objeto al cual el acto de voluntad sólo
tiene un respeto indirecta y remota. Muchos actos de volición tienen alguna relación a distancia a un objeto, que es
diferente de lo más inmediato querida y escogida. Por lo tanto, cuando un borracho tiene su licor delante de él, y él tiene
que elegir si desea beber, o no; los objetos inmediatos, sobre los que su actual volición es versado, y entre las cuales su
elección decide ahora, son sus propias redes, en beber el licor, o dejar que ella sola; y esto sin duda se hará de acuerdo a
lo que, en la vista actual de su mente, tomada en la totalidad de ella, es más agradable para él. Si él elige para beber, y no
dejar que solo, entonces esta acción, tal y como está en la vista de su mente, con todo lo que pertenece a su aparición allí,
es más agradable y agradable de dejar solo.

Pero los objetos a los que este acto de volición pueden relacionarse más remota, y entre las cuales su elección pueden
determinar de forma más indirecta, son el placer presente el hombre espera por la bebida, y la miseria futuro, que juzga serán
la consecuencia de ella: él puede juzga que este futuro miseria, cuando se trata, será más desagradable y desagradable, que
abstenerse de beber ahora sería. Pero estas dos cosas no son los objetos propios que el acto de volición se habla es próxima
al corriente acerca. Para el acto de voluntad que habla, es preocupante presente beber, o se abstenga de beber. Si él quiere
beber, a continuación, beber es el objeto propio del acto de su voluntad; y beber, en alguna cuenta u otra, ahora parece más
agradable para él, y le convenga. Si se opta por abstenerse, a continuación, la abstención es objeto inmediato de su voluntad,
y es más agradable para él. Si en la elección que hace que en el caso, se prefiere un placer presente a una ventaja futura, que
juzga será mayor cuando se trata; a continuación, un placer presente en menor parece más agradable para él que una mayor
ventaja a distancia. Si por el contrario se prefiere una ventaja futuro, que parece más agradable, y le convenga. Y así sigue, la
presente volición es, como el mayor bien evidente en la actualidad es.

más bien he elegido para expresarme de este modo, “que la voluntad es siempre como el mayor bien aparente” o “como lo que
parece más agradable,” que decir “que la voluntad está determinada por el mayor bien aparente” o “por lo que parece más
agradable;”porque una aparición más agradable a la mente, y preferir de la mente, parece apenas distinta. Si estricta propiedad de
expresión se insistirá en, puede ser más propiamente dicho, que la acción voluntaria, que es la consecuencia inmediata de la
elección de la mente, está determinada por lo que parece más agradable, que la elección en sí misma; pero que la volición en sí
está siempre determinado por que en o sobre la visión de la mente del objeto, lo que provoca que aparezca más agradable. Yo digo,
“en o sobre la visión de la mente de' el objeto;” porque lo que tiene influencia para hacer que un objeto en vista agradable, no sólo
es lo que aparece en el objeto visto, sino también la manera de la vista y el estado y las circunstancias de la mente que vistas.
Particularmente para enumerar todas las cosas que pertenecen a la visión de la mente de los objetos de la volición, que tienen
influencia en su aparición agradable a la mente, sería una cuestión de no poca dificultad, y podrían requerir una

6
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

tratado por sí mismo, y no es necesario para mi propósito. Yo por lo tanto sólo mencionaré algunas cosas en general.

I. Una cosa que hace que un objeto propuesto a la elección de acuerdo, es evidente la naturaleza y las circunstancias del
objeto. Y hay varias cosas de este tipo, que tienen influencia en la prestación del objeto más o menos agradable; como, 1.
Lo que aparece en el objeto, haciéndolo hermoso y agradable, o deforme y molesta a la mente; viéndolo como es en sí
mismo.

2. La aparente grado de placer o problemas para asistir al objeto, o la consecuencia de la misma. Tales consecuencias concomitantes y
siendo vistos como las circunstancias del objeto, han de ser consideradas como pertenecientes a la misma; y como si fuera parte de ella, tal y
como está a la vista de la mente un objeto de propuesta de elección.

3. El estado aparente del placer o dificultad que aparece, con respecto a la distancia de tiempo; siendo o bien más cerca o más
lejos. Es una cosa en sí misma agradable a la mente, tener placer con rapidez; y desagradable, para tenerlo retraso: de manera
que si hay dos grados iguales de placer establecido en vista de la mente, y todas las demás cosas son iguales, pero uno se
contemplaron tan cerca, y el otro de lejos; cuanto más cerca aparecerá más agradable, y así será elegido. Porque, aunque la
agradabilidad de los objetos sea exactamente igual, como se ve en sí mismos, pero no como se ve en sus circunstancias; uno de
ellos con la agradabilidad adicional de la circunstancia de proximidad.

II. Otra cosa que contribuye a la agradabilidad de un objeto de elección, ya que se encuentra a la vista de la mente, es la
manera de vista. Si el objeto sea algo que parece estar conectado con el placer futuro, no sólo el grado de influencia tiene
aparente placer, sino también la manera de la vista, especialmente en dos aspectos.

1. Con respecto al grado de asentimiento, con el que la mente juzga el placer de ser futuro. Debido a que es más agradable
que tener una cierta felicidad, de una incierta uno; y un placer ver como más probable, siendo todo lo demás igual, es más
agradable a la mente, que el que está considerado como menos probable.

2. Con respecto al grado de la idea o aprehensión del placer futuro. Con respecto a las cosas que son objeto de nuestros pensamientos, ya sea
pasada, presente o futura, tenemos mucho más de una idea o aprehensión de algunas cosas que otros; es decir, nuestra idea es mucho más

clara, viva y fuerte. Por lo tanto las ideas que tenemos de las cosas sensibles por la sensación inmediata, suelen ser mucho más animado que los
que tenemos por mera imaginación, o por la contemplación de ellos cuando están ausentes. Mi idea del sol cuando miro en ella es más vivo, que

cuando sólo pienso en ella. Nuestra idea del condimento dulce de una deliciosa fruta es generalmente más fuerte cuando probamos que, que
cuando sólo lo imaginamos. Y a veces, la idea que tenemos de las cosas por la contemplación, es mucho más fuerte y más claro, que en otras

ocasiones. Así, un hombre a la vez tiene una idea mucho más fuerte del placer que es para ser disfrutado en comer algún tipo de alimento que él
ama, que en otro. Ahora, la fuerza de la idea o el sentido de que los hombres tienen de futuro bueno o malo, es una cosa que tiene gran influencia

en sus mentes para excitar a voluntad. Cuando dos tipos de placer futuro se presentan para la elección, aunque ambos se supone exactamente

iguales por el juicio, y ambos igualmente cierto, sin embargo, uno de la mente tiene un sentido mucho más animado, que del otro; esta última tiene
la ventaja más grande, con mucho, de afectar y atraer a la mente, Cuando dos tipos de placer futuro se presentan para la elección, aunque ambos

se supone exactamente iguales por el juicio, y ambos igualmente cierto, sin embargo, uno de la mente tiene un sentido mucho más animado, que
del otro; esta última tiene la ventaja más grande, con mucho, de afectar y atraer a la mente, Cuando dos tipos de placer futuro se presentan para

la elección, aunque ambos se supone exactamente iguales por el juicio, y ambos igualmente cierto, sin embargo, uno de la mente tiene un sentido mucho más animado,

7
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

y mover la voluntad. Ahora es más agradable a la mente, a tener el placer de los cuales tiene un sentido fuerte y vivo, que el
de los que sólo tiene una vaga idea. La vista de la antigua se asistió con el apetito más fuerte, y el mayor malestar asiste a
la falta de ella; y es agradable a la mente para tener malestar retirado, y su apetito satisfecho. Y si varios goces futuros se
presentan juntos, como competidores para la elección de la mente, algunos de ellos juzgados como mayores, y otros
menos; la mente también tener una idea más viva en el bien de unos y de otros, una menos; y algunos son vistos como de
mayor certeza o probabilidad que otros; y los placeres que aparecen más agradable en uno de estos aspectos, aparecen
menos por lo que en otros: en este caso, todas las demás cosas son iguales, la agradabilidad de un objeto de propuesta de
elección será en un grado alguna forma agravada del grado de buena supuesta por el juicio, el grado de aparente
probabilidad o certeza de que el bien, y el grado de la vivacidad de la idea de que la mente tiene de asi de bueno; porque
todos juntos concurrir a constituir el grado en el que el objeto aparece en la actualidad agradable; y en consecuencia se
volición ser determinado.

Podría observar además, que el estado de la mente que ve un objeto de propuesta de elección, es otra cosa que contribuye a la
agradabilidad o desagrado de ese objeto; el carácter particular que la mente tiene por naturaleza, o que se ha introducido y
establecido por la educación, ejemplo, personalizado, o algún otro medio; o el marco o estado que está en la mente en una ocasión
particular. Ese objeto que parece aceptable para uno, no lo hace a otra. Y el mismo objeto no siempre aparece por igual aceptable
para la misma persona, en diferentes momentos. Es más agradable para algunos hombres, a seguir su razón; y para otros, para
seguir sus apetitos: a algunos hombres, es más aceptable para negar una inclinación viciosa, que a satisfacerlo; otros que mejor se
adapte para satisfacer los apetitos más viles. Es más desagradable para algunos hombres que en otros, para contrarrestar una
resolución anterior. En estos aspectos, y muchos otros que podrían mencionarse, diferentes cosas van a ser más agradable a
diferentes personas; y no sólo esto, sino a las mismas personas en diferentes momentos. Pero, posiblemente, es necesario
mencionar el “estado de la mente”, como motivo de la agradabilidad de objetos distintos de los otros dos mencionados antes;
verbigracia. La naturaleza aparente y las circunstancias de los objetos vistos, y la manera de la vista. Tal vez, si estrictamente
consideramos la materia, los diferentes temperamento y el estado de la mente no hace ninguna alteración en cuanto a la
amabilidad de los objetos, de otra manera, que ya que hace que los objetos en sí mismos, de manera diferente bello o deforme,
teniendo el placer aparente o dolor asistir ellos; Y, como ocasiones la forma de la vista para ser diferente, hace que la idea de
belleza o deformidad, placer o dolor, a ser más o menos vivo. Sin embargo, creo tanto es cierta, que la volición, en ningún ejemplo
que puede mencionarse, es de otro modo que el mayor bien aparente es, de la manera que se ha explicado. La elección de la
mente nunca se aparta de lo que, en ese momento, y con respecto a los objetos directos e inmediatos de decisión, parece más
agradable y agradable, considerando todas las cosas. Si los objetos inmediatos de la voluntad son las propias acciones de un
hombre, entonces las acciones que aparecen más agradable que lo que quiere. Si es ahora más agradable para él, a fin de
cuentas, a pie, a continuación, que ahora quiere caminar. Si es ahora, sobre la totalidad de lo que en la actualidad se le aparece,
más agradable para hablar, luego eligió hablar; si le conviene mejor para mantener el silencio, entonces opta por guardar silencio.
Apenas hay un dictado más claro y más universal del sentido y la experiencia de la humanidad, que eso, cuando los hombres
actúan de forma voluntaria, y hacen lo que quieren, entonces ellos hacen lo que más les convenga, o lo que es más agradable para
ellos. Decir, que hagan lo que les plazca, pero aún no lo es aceptable para ellos, es el mismo

8
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

cosa que decir, que hagan lo que quieran, pero no actúan a su placer; y es decir, que hagan lo que les plazca y sin
embargo no hacen lo que les plazca.

Según se desprende de estas cosas, que en cierto sentido, la voluntad sigue siempre el último dictamen de la comprensión. Pero
entonces el entendimiento debe ser tomada en un sentido amplio, que incluye toda la facultad de percepción o aprehensión, y no sólo lo
que se llama razón o juicio. Si por el dictado de la comprensión se entiende lo que la razón declara que es mejor, o la mayor parte de la
felicidad de la persona, teniendo en la totalidad de su duración, que no es verdad, que la voluntad sigue siempre el último dictamen de
la comprensión. un dictado tales de la razón es una cuestión muy diferente de las cosas que aparecen ahora más agradable, todas las
cosas se ponen juntos los cuales pertenecen a la presente percepciones de la mente en cualquier aspecto: a pesar de que el dictamen
de la razón, cuando se lleva a cabo, tiene preocupación en la influencia compuesto que se mueve a voluntad; y debe ser considerado
en la estimación del grado de que la apariencia de bien que la voluntad siempre sigue; ya sea por tener su influencia añade a otras
cosas, o subducted de ellos. Cuando tal dictamen de la razón está de acuerdo con otras cosas, entonces su peso se añade a ellos,
como poner en la misma escala; pero cuando se está en contra de ellos, es como un peso en la escala opuesta, resistiendo la influencia
de otras cosas: sin embargo, su resistencia a menudo es superado por su mayor peso, por lo que el acto de la voluntad se determina en
oposición a ella.

Estas cosas pueden servir, espero que, en alguna medida, ilustrar y confirmar la posición establecida en el comienzo de esta
sección, a saber. “Que la voluntad siempre está determinada por el motivo más fuerte”, o por esa visión de la mente que tiene el
mayor grado de tendencia anterior para excitar a voluntad. Pero si he sido tan feliz como razón para explicar lo que consiste la
fuerza de los motivos, o no, sin embargo, mi fracasar en esto no derrocará la propia posición; que lleva gran parte de su propia
evidencia con él, y es un punto de mayor importancia para el propósito del discurso que siguió: Y la verdad de ello, espero,
aparecerán con gran claridad, antes de que haya terminado lo que tengo que decir sobre el tema de la libertad humana.

Sección III.

En relación con el significado de los términos, la necesidad, la imposibilidad, incapacidad, etc.. y de Contingencia.

Las palabras necesarias, imposible, & c. se utilizan abundantemente en las controversias acerca de libre albedrío y la Agencia Moral; y por lo

tanto el sentido en el que se utilizan debe entenderse claramente. Aquí podría decir, que una cosa es luego dice que es necesaria cuando

tiene que ser, y no puede ser de otra manera. Pero esto no sería propiamente una definición de necesidad, más de lo que he explicado la

palabra debe, por la frase, no habiendo necesidad. Las palabras debe, puede, y no puede, necesitan explicación tanto como las palabras

necesarias, e imposible; Con excepción de que los primeros son palabras que, en primeras formas de vida que más comúnmente utilizamos.

La palabra es necesario, tal como se utiliza en el lenguaje común, es un término relativo; y se refiere a una supuesta oposición
hecha a la existencia de una cosa, que la oposición se supera, o resulta insuficiente para impedir o alterarlo. Esto es necesario,
en el sentido original y propio de la palabra, que es, o

9
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

será, a pesar de toda la oposición imaginable. Decir, que una cosa es necesaria, es lo mismo que decir, que es imposible
que no debe ser. Pero la palabra imposible es manifiestamente un término relativo, y tiene referencia al supuesto poder
ejercido a traer una cosa a pasar, lo que es insuficiente para el efecto; como la palabra no es relativo y tiene relación con
la capacidad, o esfuerzo, lo que es insuficiente. También la palabra irresistible es relativa, y siempre ha referencia a la
resistencia que se hace, o puede estar hecho, en cierta fuerza o potencia que tiende a un efecto, y es insuficiente para
resistir el poder, o dificultar el efecto. La noción común de Necesidad e imposibilidad implica algo que frustra esfuerzo o
deseo. Aquí varias cosas han de tenerse en cuenta.

1. Las cosas se dice que son necesarios en general, que están o estarán a pesar de cualquier oposición supposable venga de donde
venga. Pero las cosas se dice que son necesarias para nosotros, que están o estarán a pesar de todo supposable oposición en el
caso de nosotros. Lo mismo se puede observar de la palabra imposible, y otros tales términos semejantes.

2. Estos términos necesario, imposible, irresistible, y c. más especialmente pertenecer a controversias acerca de la libertad y la agencia moral, tal
como se utiliza en el último de los dos sentidos ya se ha mencionado, a saber. según sea necesario o imposible para nosotros, y con relación a
cualquier oposición supposable o esfuerzo de los nuestros.

3. Como la palabra necesidad, en su uso vulgar y común, es relativo, y siempre hace referencia a cierta oposición insuficiente imaginable; por lo

que cuando hablamos de algo tan necesario para nosotros, es con relación a cierta oposición supposable de nuestra voluntad, o un cierto

esfuerzo voluntario o esfuerzo de los nuestros en sentido contrario. Para nosotros no hacemos correctamente oposición a un evento, cualquier

otro modo que a medida que se oponen de forma voluntaria. Las cosas se dice que son lo que debe ser, o no necesariamente son, en cuanto a

nosotros, cuando lo son, o serán, a pesar de que deseamos o intentamos lo contrario, o tratar de prevenir o eliminar su existencia: pero tal

oposición de los nuestros siempre bien consiste en, o implique, la oposición de nuestra voluntad. Es manifiesto que todos tales como las

palabras y frases, como se usa vulgarmente, se entiende de esta manera. Una cosa se dice que es necesario, cuando no podemos evitarlo,

hagamos lo que queramos. Así que cualquier cosa que se dice que es imposible para nosotros, cuando lo haríamos, o tendríamos que llevar a

efecto la esforzará y que; o al menos puede suponerse que desear y buscar ella; pero todos nuestros deseos y esfuerzos son, o deberían tenerlo

vano. Y que se dice que es irresistible, que supera toda nuestra oposición, resistencia, y se esforzará en lo contrario. Y se dice que somos

incapaces de hacer una cosa cuando nuestros deseos presumibles y esfuerzos son insuficientes.

Estamos acostumbrados, en el uso común del lenguaje, para así aplicar y entender estas frases: crecemos con un hábito; la cual, por el
uso diario de estos términos de nuestra infancia, se vuelve fija y establecida; por lo que la idea de una relación con una supuesta
voluntad, el deseo, y el esfuerzo de la nuestra, está fuertemente relacionado con estos términos, cada vez que oyen las palabras
utilizadas. Tales ideas, y estas palabras, por lo que están asociadas, que inevitablemente van juntos, uno sugiere la otra, y nunca se
puede separar fácilmente el tiempo que vivimos. Y a pesar de que usamos las palabras, como términos de arte, en otro sentido, sin
embargo, a menos que seamos muy prudentes, nos deslizamos insensiblemente en el uso vulgar de ellos, y por lo aplicamos las
palabras de una manera muy inconsistente, que engañar y confundirnos en nuestros razonamientos y discursos, incluso cuando se
pretende utilizarlos como los términos del art.

10
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

4. Se desprende de lo que se ha observado, que cuando estos términos es necesario, imposible, irresistible, incapaz, & c. se utiliza en los casos

en donde no voluntad insuficiente se supone, o puede suponerse, pero la propia naturaleza de la propia supuesto caso excluye cualquier
oposición, será, o esfuerzo; entonces no se utilizan en su significado propio. La razón es manifiesta; en tales casos, no podemos utilizar las
palabras con referencia a una oposición suponerse, la voluntad o esfuerzo. Y por lo tanto, si alguno usa estos términos en estos casos, ya sea que

los usa sin sentido, o en algún sentido nuevo, diferente de su significado original y adecuada. Como por ejemplo; si alguno debe afirmar de esta

manera, Que es necesario para un hombre, o de lo que debe ser, que debe elegir la virtud en lugar de vicio, durante el tiempo que él prefiere la
virtud al vicio; y que es una cosa imposible e irresistible, que debería ser de otra manera que la que debería tener esta opción, siempre y cuando

esta elección sigue; el tal sería utilizar los términos deben, irresistible, y c. ya sea con la insignificancia, o en algún nuevo sentido, diferente de su
uso común; que es con referencia, como se ha observado, a supposable oposición, falta de voluntad, y la resistencia; mientras que, aquí, los

excluye suposición mismos y niega tal cosa: para el caso supuesto es la de estar dispuestos, y la elección. supposable a la oposición, falta de
voluntad, y la resistencia; mientras que, aquí, los excluye suposición mismos y niega tal cosa: para el caso supuesto es la de estar dispuestos, y la

elección. supposable a la oposición, falta de voluntad, y la resistencia; mientras que, aquí, los excluye suposición mismos y niega tal cosa: para el
caso supuesto es la de estar dispuestos, y la elección.

5. Se desprende de lo dicho, que estos términos es necesario, imposible, & c. a menudo son utilizados por filósofos y
metafísicos en un sentido bastante diferente de su significado común y original; para las apliquen a muchos casos en los que
no hay oposición es imaginable. Así que los utilizan con respecto a la existencia de Dios antes de la creación del mundo,
cuando no había ningún otro ser; con respecto a muchas de las disposiciones y actos de lo divino Ser, tales como su amante
de sí mismo, su amante de la justicia, odiando el pecado, & c. Así que las apliquen a muchos casos de las inclinaciones y las
acciones de los seres inteligentes creados en donde toda la oposición de la voluntad se excluye en el supuesto del caso.

Necesidad metafísico o filosófico es nada diferente de su certeza. No hablo ahora de la certeza del conocimiento, sino la
certeza de que está en las cosas mismas, que es el fundamento de la certeza del conocimiento, o aquella en la que se
encuentra la planta de la infalibilidad de la proposición que los afirma.

Lo que se da a veces como la definición de necesidad filosófica, a saber, “aquello por lo que una cosa no puede dejar de ser”, o
“cuando por ella no puede ser de otra manera,” falla de ser una explicación adecuada de la misma, por dos razones: En primer
lugar, la las palabras pueden, o no puede, necesita explicación tanto como la palabra Necesidad; y el primero puede así ser
explicada por este último, ya que la segunda por la primera. Por lo tanto, si alguien nos preguntó qué nos referimos cuando
decimos, una cosa puede ser sino, podríamos explicamos a nosotros mismos diciendo, tiene que ser necesariamente así; así como
explicar la necesidad, por decir, es aquel por el cual una cosa no puede ser sino. Y en segundo lugar, esta definición es
responsable ante el gran inconveniente primer plano mencionado; las palabras no pueden, o no, son adecuadamente relativo, y
tienen relación con el poder ejercido, o que puede ser ejercida, con el fin de de que se habla;

La necesidad filosófica es en realidad otra cosa que la CONEXIÓN COMPLETA Y fija entre los cosas significadas
por el sujeto y el predicado de una proposición, que afirma que algo es verdad. Cuando hay una conexión de este
tipo, a continuación, lo afirmado en la proposición es necesario, en un sentido filosófico; si cualquier oposición o
esfuerzo contrario se supone, o ninguna. Cuando el sujeto y el predicado de la proposición, que afirma la
existencia de

11
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

cualquier cosa, cualquiera de los principios, la calidad, acto o circunstancia, tienen una completa y CONEXIÓN CIERTO,
a continuación, la existencia o ser de esa cosa se dice que es necesario en un sentido metafísico. Y en este sentido que utilizo la palabra
necesidad, en el discurso siguiente, cuando me esfuerzo para demostrar que la necesidad no es incompatible con la libertad.

El sujeto y el predicado de una proposición que afirma la existencia de algo, pueden tener un completo, fijo, y ciertos conexión
de varias maneras.

(1) Pueden tener una conexión completa y perfecta en sí mismas; porque puede implicar una contradicción, o absurdo bruto, para
suponer que no conectados. Así, muchas cosas son necesarias en su propia naturaleza. Por lo que la existencia eterna de ser
considerado por lo general, es necesario en sí mismo: porque sería en sí mismo el mayor absurdo, negar la existencia del ser en
general, o para decir que no hubo nada absoluta y universal; y es como si fuera la suma de todas las contradicciones; como podría
ser mostrado si este fuera un lugar adecuado para ello. Así que el infinito de Dios y otros atributos son necesarios. Por lo que es
necesario en su propia naturaleza, que dos y dos deben ser de cuatro; y es necesario que todas las líneas de la derecha trazadas
desde el centro de un círculo a la circunferencia deben ser iguales. Es necesario, en forma y adecuado, que los hombres deben
hacer a los demás, como lo harían que deben hacer para ellos. Así innumerables verdades metafísicas y matemáticas son
necesarios en sí mismos: el sujeto y el predicado de la proposición que ellos afirman, están perfectamente conectados de sí
mismos. (2.) La conexión del sujeto y el predicado de una proposición, que afirma la existencia de algo, puede fijarse y seguro,
porque la existencia de esa cosa ya se procede a pasar; y, o bien ahora es, o ha sido; y también lo ha hecho, por así decirlo, se
aseguró de la existencia. Y por lo tanto, la proposición que afirma la existencia presente y pasado de la misma, puede por este
medio ser hecho cierto y necesariamente y inalterablemente verdad; el evento pasado ha fijado y decidió la materia, en cuanto a su
existencia; y ha hecho que sea imposible, sino que la existencia debe ser verdaderamente predica de él. Así, la existencia de lo que
ya se ha llegado a pasar, ahora se convierten en necesarias; se va haciendo imposible que debería ser lo contrario de lo cierto, que
tal cosa ha sido.

(3.) El sujeto y el predicado de una proposición que afirma que algo es, pueden tener una conexión real y cierto en
consecuencia; y así puede ser necesario, por tanto la existencia de la cosa; ya que puede ser segura y bien conectado con
otra cosa, lo que se necesita en una de las antiguas aspectos. Como se ya sea total y completamente conectado con lo que
es absolutamente necesario en su propia naturaleza, o con algo que ya ha recibido y se aseguró de la existencia. Esta
necesidad se encuentra en, o se puede explicar por la conexión de dos o más proposiciones entre sí .-- Las cosas que
están perfectamente conectados con otras cosas que son necesarias, son necesarios a sí mismos, por una necesidad de
importancia.

Y aquí se puede observar, que todas las cosas que son el futuro, o que en lo sucesivo se comienzan a ser, lo que puede decirse que
es necesario, son necesarios sólo en esta última forma. Su existencia no es necesaria en sí misma; porque si es así, ellos siempre han
existido. Tampoco se ha vuelto necesaria su existencia al ser ya llegar a pasar. Por lo tanto, la única manera de que cualquier cosa
que está por venir a pasar de aquí en adelante es o puede ser necesaria, es por una conexión con algo que es necesario en su propia
naturaleza, o algo que ya es, o ha sido; de manera que el que está siendo supuestamente la otra duda follows.-Y esto también es la
única manera de que todas las cosas del pasado, a excepción de aquellas que eran de

12
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

eternidad, podría ser necesario antes de que vengan a pasar; y por lo tanto la única manera en la que cualquier efecto o evento, o
cualquier cosa que sea que haya tenido o tendrán un comienzo, ha llegado a ser necesariamente, o será en adelante existir
necesariamente. Y por lo tanto esta es la necesidad que pertenece especialmente a las controversias acerca de los actos de la
voluntad.

Puede ser de alguna utilidad en estas controversias, además de observar relativa, la necesidad metafísico, que (agradable a la
distinción antes observada de necesidad, tal como se entiende vulgarmente) cosas que existen puede decirse que sea necesario,
ya sea con una necesidad general o particular . La existencia de una cosa puede decirse que sea necesario con una necesidad
general, cuando, considerando todas las cosas, hay una base para la certeza de su existencia; o cuando en la vista más general
y universal de las cosas, el sujeto y el predicado de la proposición, que afirma su existencia, aparecerían con una conexión
infalible.

Un evento, o la existencia de una cosa, se puede decir que sea necesario con una necesidad especial, cuando no hay nada que se puede
tomar en consideración, en o sobre una persona, cosa o tiempo, altera en absoluto el caso, en cuanto a la certeza de un evento, o la
existencia de una cosa; o puede ser de cualquier cuenta en absoluto, en la determinación de la infalibilidad de la conexión del sujeto y el
predicado en la proposición que afirma la existencia de las cosas; de manera que todo es uno, ya que a esa persona o cosa, al menos, en
ese momento, como si la existencia fuera necesario, con una necesidad que es más universal y absoluta. Por lo tanto, hay muchas cosas
que suceden a personas particulares, en la existencia de los cuales hay voluntad de ellos tiene alguna preocupación, al menos, en ese
momento; los cuales, si son necesarios o no, con respecto a las cosas en general, sin embargo, son necesarios para ellos, y con respecto
a cualquier volición de ellos en ese momento; ya que evitan todos los actos de la voluntad sobre el affair.-tendré ocasión de aplicar esta
observación de casos particulares en los siguientes discourse.-Ya sea que las mismas cosas que son necesarias con una necesidad
especial, no será necesario también con una necesidad general de , puede ser una cuestión de consideración en el futuro. Deje que sea
como lo hará, no altera el caso, en cuanto a la utilización de esta distinción de los tipos de necesidad.

Estas cosas pueden ser suficientes para la explicación de los términos necesarios y la necesidad, como términos de arte, y tan a
menudo utilizado por los metafísicos, y los escritores polémicos en la divinidad, en un sentido diferente de, y más extenso que, a
su sentido original, en común lengua, que fue antes explicado.

Lo que se ha dicho para mostrar el significado de los términos necesarios y la necesidad, puede ser suficiente para la explicación de
los términos opuestos, imposible e imposibilidad. Porque no hay diferencia, pero sólo estos últimos son negativos, y la antigua
positivo. Imposibilidad es la misma que la necesidad lo negativo, o una necesidad que una cosa no debe ser. Y se utiliza como una
expresión de la técnica en una diversidad como del significado original y vulgar, con la necesidad.

Lo mismo se puede observar acerca de las palabras incapaces e incapacidad. Se ha observado que estos términos, en su uso
original y común, tienen relación con el querer como el esfuerzo, como en el caso imaginable, y como insuficiente para la interposición
pase a lo querido y procurado. Pero como estos términos se utilizan a menudo por los filósofos y teólogos, especialmente los
escritores de controversias sobre el libre albedrío, que se utilizan en un sentido muy diferente y mucho más amplia, y se aplican a
muchos casos en donde hay voluntad o esfuerzo para la interposición de la cosa pasar es o puede ser supuesta.

13
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

Como las palabras necesarias, imposible, incapaces, etc.. son utilizados por los escritores polémicos, en un sentido diferente de su
significado común, similar ha ocurrido con el término contingente. Cualquier cosa que se dice que es contingente, o para venir a pasar por
casualidad o accidente, en el sentido original de tales palabras, cuando su relación con sus causas o antecedentes, de acuerdo con el
curso establecido de las cosas, no se discierne; y así es lo que tenemos ninguna manera de prever. Y sobre todo es cualquier cosa que
dice que es contingente, o accidental, en lo que respecta a nosotros, cuando se trata de pasar sin nuestro conocimiento previo, y además
de nuestro diseño y alcance.

Pero la palabra contingente se utiliza abundantemente en un sentido muy diferente; no para que cuya conexión con la serie de
cosas que no podemos discernir, a fin de prever el evento, pero por algo que no tiene absolutamente ninguna base o razón
anterior, con lo que su existencia tiene ninguna conexión fija y determinada.

Sección IV.

De la distinción de la necesidad natural y moral, y la incapacidad.

Esa necesidad que ha sido explicado, que consiste en una conexión infalible de las cosas significadas por el sujeto y el
predicado de una proposición, como seres inteligentes son los sujetos de la misma, se distingue en la necesidad moral y
natural.

No voy a soportar ahora a preguntar si esta distinción sea una distinción propia y perfecta; pero sólo se explicará cómo se
entienden estos dos tipos de necesidad, ya que los términos se utilizan a veces, y ya que se utilizan en la siguiente
discurso.

La frase, necesidad moral, se utiliza de diversas maneras: a veces se utiliza para una necesidad de la obligación moral. Por eso
decimos, un hombre está en necesidad, cuando está bajo bonos conciencia del deber, de la que no se puede descargar. Una
vez más, la palabra se utiliza a menudo necesidad de gran obligación en el punto de interés. A veces por necesidad moral se
entiende que la aparente relación de las cosas, que es la base de la evidencia moral; y así se distingue de absoluta necesidad,
o tan seguro respecto de las cosas, que es una base de certeza infalible. En este sentido, la necesidad moral significa mucho el
mismo que el alto grado de probabilidad, que es normalmente suficiente para satisfacer la humanidad, en su conducta y
comportamiento en el mundo, ya que consultarían su propia seguridad y el interés, y tratar a los demás adecuadamente como
miembros de la sociedad. Y a veces por necesidad moral se entiende que la necesidad de la conexión y la consecuencia, que
surge de tales causas morales, como la fuerza de inclinación, o motivos, y la conexión que hay en muchos casos entre estas y
tales ciertas voliciones y acciones. Y es en este sentido, que utilizo la frase, necesidad moral, en el siguiente discurso.

Por necesidad natural, tal como se aplica a los hombres, me refiero a esa necesidad que los hombres están bajo la fuerza a través de
causas naturales; a diferencia de lo que se llaman causas morales, como los hábitos y las disposiciones del corazón y motivos morales o
coacción. Así, los hombres, colocados en ciertas circunstancias, son los temas de las sensaciones particulares por necesidad: se sienten
dolor cuando están heridos sus cuerpos;

14
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

que ven los objetos presentados ante ellos en una luz clara, cuando se abren los ojos: lo que asentimiento a la verdad de ciertas

proposiciones, tan pronto como los términos son entendidos; como que dos y dos son cuatro, que el negro no es blanco, que dos líneas

paralelas puede uno nunca cruz otro; así que por los órganos naturales de los hombres a moverse hacia abajo de necesidad, cuando no

hay nada para apoyarlos. Pero aquí varias cosas se pueden notar en relación con estos dos tipos de necesidad.

1. necesidad moral puede ser tan absoluta como la necesidad natural. Es decir, el efecto puede ser tan perfectamente
conectado con su causa moral, como un efecto natural es necesario con su causa natural. Si la voluntad en todos los casos
está determinada necesariamente por el motivo más fuerte, o si la voluntad nunca hace ningún tipo de resistencia a tal
motivo, ni nunca puede oponerse a la presente inclinación más fuerte, o no; si el caso debe ser controvertida, pero supongo
que ninguno puede negar, pero que, en algunos casos, un sesgo anterior y la inclinación, o el motivo presentado, puede ser
tan poderoso, que el acto de la voluntad puede ser sin duda y con ella indisolublemente conectado . Cuando motivos o sesgo
anterior son muy fuertes, permitirá que todos los que hay alguna dificultad en ir en contra de ellos. Y si aún eran más fuertes,
la dificultad sería aún mayor. Y por lo tanto, Si todavía más se unieron a la fuerza, hasta cierto punto, tendría la dificultad tan
grande, que sería totalmente imposible superarlo; por esta razón sencilla, porque lo que los hombres de poder pueden ser
supone que tienen que superar las dificultades, sin embargo, que el poder no es infinito; por lo que no va más allá de ciertos
límites. Si un hombre puede superar los diez grados de dificultad de este tipo con veinte grados de fuerza, porque los grados
de fuerza están más allá de los grados de dificultad; sin embargo, si la dificultad se incrementará a treinta o cien, o mil
grados, y su fuerza no también aumentó, su fuerza será totalmente insuficiente para superar la dificultad. Como por lo tanto,
se debe permitir, que puede haber una cosa tal como una conexión segura y perfecta entre causas y efectos morales;

2. Cuando utilizo esta distinción de la necesidad moral y carácter, yo no comprendía suponer, que si cualquier cosa que venga a pasar
por el primer tipo de necesidad, la naturaleza de las cosas no se ocupa en ella, así como en el último. No me refiero a determinar, que
cuando un hábito moral o motivo es tan fuerte, que el acto de la voluntad sigue infaliblemente, esto no se debe a la naturaleza de las
cosas. Pero natural y moral son los términos en que estos dos tipos de necesidad por lo general han sido llamados; y deben ser
distinguidos por algunos nombres, porque no hay una diferencia entre ellos, que es muy importante en sus consecuencias. Esta
diferencia, sin embargo, no reside tanto en la naturaleza de la conexión, como en los dos términos relacionados. La causa con la que
está conectado el efecto, es de un tipo particular; verbigracia. lo que es de naturaleza moral; o bien alguna disposición habitual anterior,
o algún motivo expuesto a la comprensión. Y el efecto es también de un tipo particular; siendo igualmente de naturaleza moral; que
consiste en alguna inclinación o la voluntad del alma, o la acción voluntaria. Supongo, que la necesidad que se llama natural, a
diferencia de necesidad moral, se llama así, porque la mera naturaleza, como la palabra se utiliza vulgarmente, se refiere, sin ninguna
cosa de elección. La naturaleza palabra se utiliza a menudo en oposición a la elección; no porque la naturaleza tiene de hecho nunca
ningún cambio en nuestra elección; pero, probablemente, porque primero obtenemos nuestra noción de la naturaleza de ese supuesto
evidente de eventos, que observamos en muchas cosas en nuestra elección no tiene ninguna preocupación; y especialmente en el
mundo material; los cuales, en muchos partes de ella, fácilmente nos percibimos como en un curso establecido; el orden indicado, y la
forma de sucesión, siendo muy aparente. Pero en el que no discernir con facilidad

15
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

la regla y conexión, (aunque haya una conexión, de acuerdo con una ley establecida, de verdad que tiene lugar,) que significan el tipo de evento

por algún otro nombre. Incluso en muchas cosas que se ven en el material y el mundo inanimado, que no obviamente suceda de acuerdo con
cualquier curso establecido, los hombres no llaman la manera del evento con el nombre de la naturaleza, sino por nombres tales como accidente,

el azar , contingence, & c. Así que los hombres hacen una distinción entre la naturaleza y la elección; como si fueran completamente distinta y
universalmente. Considerando que, supongo que ninguno puede negar, pero esa elección, en muchos casos, surge de la naturaleza, tan cierto

como otros eventos. Pero la conexión entre los actos de elección, y sus causas, de acuerdo con las leyes establecidas, no es tan evidente. Y

observamos que la elección es, por así decirlo, un nuevo principio de movimiento y acción, diferente de la orden establecido de las cosas que es
más obvio, y ve especialmente en lo corporal. La elección también a menudo se interpone, interrumpe y altera la cadena de eventos en estos
objetos externos, y hace que se proceda de otro modo que lo harían, si no hablar. Por eso se habla de ella como si se tratara de un principio de

movimiento totalmente distinto de la naturaleza, y debidamente establecido en oposición a ella. Nombres que se dan comúnmente a las cosas, de

acuerdo con lo que es más evidente, y se sugiere por lo que aparece a los sentidos sin reflexión y la investigación. Por eso se habla de ella como
si se tratara de un principio de movimiento totalmente distinto de la naturaleza, y debidamente establecido en oposición a ella. Nombres que se

dan comúnmente a las cosas, de acuerdo con lo que es más evidente, y se sugiere por lo que aparece a los sentidos sin reflexión y la
investigación. Por eso se habla de ella como si se tratara de un principio de movimiento totalmente distinto de la naturaleza, y debidamente

establecido en oposición a ella. Nombres que se dan comúnmente a las cosas, de acuerdo con lo que es más evidente, y se sugiere por lo que aparece a los sentidos sin

3. Es preciso señalar que, en lo que se ha explicado, como indica el nombre de la necesidad moral, la palabra
necesidad no se utiliza de acuerdo con el diseño original y el significado de la palabra, porque, como se
observó antes, dichos términos, es necesario, imposible, irresistible, & c. en el lenguaje común, y su sentido
más propio, son siempre relativos; haciendo referencia a cierta oposición voluntaria supposable o esfuerzo, es
insuficiente. Pero no hay tal oposición, o la voluntad y el esfuerzo contrario, es imaginable en el caso de
necesidad moral; que es una certeza de la inclinación y la voluntad misma; que no admite la suposición de
una voluntad para oponerse y resistir. Porque es absurdo, suponer la misma voluntad individual para
oponerse a sí mismo, en su acto presente; o la presente elección de ser opuesta a y resistir presente elección:

Lo que se ha dicho de los recursos naturales y la mora! La necesidad, puede servir para explicar qué se
entiende por incapacidad moral árido natural. Se dice que somos naturalmente incapaz de hacer una cosa,
cuando no podemos hacerlo si lo haremos, porque lo que es más comúnmente llamado la naturaleza no
permite de la misma, o debido a algún defecto de impedimento u obstáculo que es extrínseca a la voluntad; ya
sea en la Facultad de entendimiento, la constitución del cuerpo, o de los objetos externos. La incapacidad
moral no consiste en ninguna de estas cosas; pero o bien en la falta de inclinación; o la fuerza de una
inclinación contraria; o la falta de motivos suficientes a la vista, para inducir y excita el acto de la voluntad, o la
fuerza de los motivos aparentes en sentido contrario. O ambos éstos pueden ser resueltos en una sola; y se
puede decir en una palabra, que la incapacidad moral consiste en la oposición o falta de inclinación.

Para dar algunos ejemplos de esta Inability.- moral Una mujer de gran honor y la castidad puede tener una incapacidad moral para
prostituirse a su esclavo. Un niño de gran amor y el deber de sus padres, por lo tanto puede ser incapaz de matar a su padre. Un
hombre muy lasciva, en el caso de ciertas oportunidades y

dieciséis
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

tentaciones, y en ausencia de tales y tales restricciones, pueden ser incapaces de abstenerse de gratificar su lujuria.
Un borracho, en tales y tales circunstancias, puede ser incapaz de abstenerse de tomar la bebida fuerte. Un hombre
muy dañino puede ser incapaz de ejercer actos benévolos a un enemigo, o al deseo de su prosperidad; sí, algunos
pueden ser tan bajo el poder de una disposición vil, que pueden ser incapaces de amar a los que son más dignos de
su estima y afecto. Un fuerte hábito de la virtud, y un alto grado de santidad, pueden causar una incapacidad moral de
amar la maldad en general, y pueden hacer que un hombre no puede tomar la complacencia en personas o cosas
perversas; o elegir un malvado con preferencia a una vida virtuosa. Y por otro lado, un alto grado de maldad habitual
puede sentar un hombre bajo una incapacidad para amar y elegir la santidad;

Aquí puede ser de utilidad para observar esta distinción de la incapacidad moral, a saber. de aquello que es general y habitual, y lo que es

particular y ocasional. Por una incapacidad moral general y habitual, me refiero a una incapacidad en el corazón de todos los ejercicios o actos de
voluntad de ese tipo, a través de una inclinación fija y habitual, o un habitual y declaró defecto o falta de un cierto tipo de inclinación. Así, un

hombre muy mal carácter puede ser incapaz de ejercer tales actos de benevolencia, como otro, que está lleno de buena naturaleza, comúnmente
ejerce; y un hombre cuyo corazón es habitualmente vacío de agradecimiento, puede ser incapaz de ejercer actos de agradecimiento. a través de
ese defecto declarado de una inclinación agradecido. Por particular y ocasional incapacidad moral, me refiero a la incapacidad de la voluntad o el
corazón a un acto particular, a través de la fuerza o defecto de motivos presentes, o de estímulos presentados a la vista de la comprensión, en

este occasion.- Si es así, que la voluntad está siempre determinado por el motivo más fuerte, entonces debe siempre tienen una incapacidad, en

este último sentido, para actuar a lo que está hace; que no fuera posible, en cualquier caso, que la voluntad debe, en la actualidad, ir en contra del
motivo que tiene ahora, considerando todas las cosas, la mayor ventaja para inducir ella.- El primero de estos tipos de inhabilidad moral que se

llama comúnmente por el nombre de la incapacidad; porque la palabra, en su significado más propio y original, tiene relación con algún defecto
indicado. Y esto se obtiene sobre todo el nombre de Incapacidad también de otra cuenta: - porque, como antes observado, la palabra Incapacidad,

en su uso original y más común, es un término relativo; y tiene el respeto a la voluntad y el esfuerzo, como en el caso de suponerse, y como

insuficiente para llevar a cabo la cosa deseada y se han esforzado. Ahora puede haber más de un aspecto y sombra de este, con respecto a los
actos que se derivan de un hábito fijo y fuerte, que otros que surgen sólo de ocasiones transitorios y causas. De hecho la voluntad y esforzarse en

contra, o diferente de los actos presentes de la voluntad son en ningún caso imaginable, si dichos actos sean ocasional o habitual; porque eso
sería suponer la voluntad, en la actualidad, a menos de ser, en la actualidad, lo es. Pero sin embargo, su voluntad y puede ser esforzará contra

futuros actos de la voluntad, o voliciones que puedan tener lugar, como se ve en la distancia. No es ninguna contradicción, suponer que los actos
de la de una sola vez, pueden estar en contra de los actos de la en otro tiempo; y puede haber deseos y esfuerzos para prevenir o excitar futuros
actos de la voluntad; pero tales deseos y esfuerzos son, en muchos casos, vuelven insuficientes y vano, a través de la fijeza de la costumbre:

cuando la ocasión lo devoluciones, la fuerza de la costumbre y supera todos los deflectores tal oposición. En este sentido, un hombre puede estar

en desgraciada esclavitud y la servidumbre a un fuerte hábito. Pero puede ser relativamente fácil hacer una modificación, con respecto a tales
actos futuros, como lo son sólo ocasional y transitoria; porque el motivo o causa transitoria, si está previsto, a menudo puede ser fácilmente
evitado o evitado. A causa de esto, la imposibilidad moral que asiste a los hábitos fijos, especialmente obtiene el nombre de Incapacidad. Y

entonces, como la voluntad puede remotamente e indirectamente resistirse a sí mismo, y hacerlo en vano, en el caso de los hábitos fuertes; por lo

que la razón puede resistir la presente a través de la fijeza de la costumbre: cuando la ocasión lo devuelve, la fuerza de la costumbre y supera

todos los deflectores de tal oposición. En este sentido, un hombre puede estar en desgraciada esclavitud y la servidumbre a un fuerte hábito. Pero
puede ser relativamente fácil hacer una modificación, con respecto a tales actos futuros, como lo son sólo ocasional y transitoria; porque el motivo
o causa transitoria, si está previsto, a menudo puede ser fácilmente evitado o evitado. A causa de esto, la imposibilidad moral que asiste a los

hábitos fijos, especialmente obtiene el nombre de Incapacidad. Y entonces, como la voluntad puede remotamente e indirectamente resistirse a sí

mismo, y hacerlo en vano, en el caso de los hábitos fuertes; por lo que la razón puede resistir la presente a través de la fijeza de la costumbre:

cuando la ocasión lo devuelve, la fuerza de la costumbre y supera todos los deflectores de tal oposición. En este sentido, un hombre puede estar
en desgraciada esclavitud y la servidumbre a un fuerte hábito. Pero puede ser relativamente fácil hacer una modificación, con respecto a tales actos futuros, como lo son

17
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

actos de la voluntad, y su resistencia insuficiente; y esto es más comúnmente el caso también, cuando surgen los actos de fuerte
hábito.

Sin embargo, hay que señalar en relación con inhabilidad moral, en cada tipo de ella, que la palabra incapacidad se utiliza en un sentido
muy diferente de su importación original. La palabra significa solamente una incapacidad natural, en el uso adecuado de la misma; y se
aplica a tales casos, sólo el que una voluntad presente o la inclinación a la cosa, con respecto a la que una persona se dice que es
incapaz, es supposable. No puede decirse con verdad, de acuerdo con el uso ordinario del lenguaje, que un hombre malicioso, que sea
nunca tan malicioso, no puede sostener su mano al golpear, o que él no es capaz de mostrar su bondad vecino; o que un borracho, dejó
que su apetito no sea tan fuerte, no puede mantener la copa de su boca. En el más estricto decoro de expresión, un hombre tiene una
cosa en su poder, si es que lo tiene en su elección, o en su elección: un hombre y no se puede decir realmente que es incapaz de hacer
una cosa, cuando él puede hacerlo si quiere. Se dice de forma inadecuada, que una persona no puede realizar las acciones exteriores,
que son dependientes del acto de la voluntad, y la cual se llevaría a cabo con facilidad, si el acto de la voluntad estaban presentes. Y si
se dice incorrectamente, que no puede llevar a cabo esas acciones voluntarias externas, las cuales dependen de la voluntad, es en
algunos aspectos más inadecuadamente dijo que él es incapaz de ejercer los actos de la voluntad a sí mismos; porque es más
evidentemente falsa, con respecto a éstos, que no puede si va: para decirlo, es una contradicción francamente; es decir, que no puede
querer, si lo hace voluntad. Y en este caso, no sólo es verdad, que es fácil para un hombre a hacer la cosa si lo hará, pero el muy
dispuesto es el hacer; cuando una vez que ha querido, se realiza la cosa; y nada más que queda por hacer. Por lo tanto, en estas
cosas, de atribuir un incumplimiento a la falta de poder o habilidad, no es justo; porque lo que quieren, no es un poder, sino un ser
dispuesto. Hay facultades de la mente, y una capacidad de la naturaleza y todo lo demás, suficientes, pero una disposición: nada es
querer sino una voluntad.

Sección V.

En cuanto a la noción de la libertad y de la Agencia moral.

El significado claro y evidente de las palabras libertad y la libertad, en el lenguaje común, es el poder, la oportunidad o ventaja, de
que cualquiera tiene, a lo que le plazca. O en otras palabras, su estar libre de obstáculos o impedimentos en la forma de hacer, o
llevar a cabo en cualquier aspecto, según su voluntad.
- Y al contrario de la libertad, cualquiera sea el nombre que nosotros llamamos por, es una persona de ser obstaculizado o no puede llevar a

cabo como él quiere, o se hizo necesario hacer otra cosa.

Si esto que he mencionado es el significado de la palabra libertad, en el uso ordinario del lenguaje; como confío que ninguno que
haya aprendido a hablar, y es libre de prejuicios, negará; entonces va a seguir, que en la corrección de expresión, ni libertad, ni su
contrario, pueden ser atribuidas adecuadamente a cualquier ser o cosa, sino la que tiene tal facultad, el poder o la propiedad, como
se llama voluntad. Por lo que se posee de voluntad, no puede tener ningún poder o la oportunidad de hacer de acuerdo a su
voluntad, ni ser necesarios para actuar en contra de su voluntad, ni se le impida que actúe conforme á ella. Y por lo tanto hablar de la
libertad, o al contrario, como pertenecientes a la propia voluntad en sí misma, no es hablar buen sentido; si juzgamos de sentido y sin
sentido, por el significado original y adecuado de palabras.- Para el

18
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

Voluntad misma no es un agente que tiene una voluntad: el poder de elegir, en sí, no tiene un poder de elegir. Lo que tiene el
poder de la voluntad es el hombre, o el alma, y ​no el poder de la voluntad propia. Y el que tiene la libertad de hacer conforme a su
voluntad, es el agente que está poseído de la voluntad; y no la voluntad que está poseído de. Decimos con propiedad, que un ave
dejar suelto tiene el poder y la libertad de volar; pero no que el poder del pájaro de vuelo tiene un poder árido libertad de volar.
Ser libre es la propiedad de un agente, que está poseído de poderes y facultades, tanto como sea astuto, valiente, generoso, o
celo. Sin embargo, estas cualidades son las propiedades de las personas; y no las propiedades de propiedades.

Hay dos cosas contrarias a lo que se llama libertad en el lenguaje común. Una de ellas es la restricción; de lo contrario se llama la
fuerza, la coacción y coacción; que es ser de una persona requerido para hacer una cosa en contra de su voluntad. El otro es la
sujeción; la cual es, a su ve obstaculizada, y no tener poder para hacer conforme a su voluntad. Pero lo que no tiene voluntad, no
pueden ser objeto de estos COSAS.- necesito decir lo menos en este grano, el Sr. Locke haber establecido lo mismo sucesivamente,
con tan gran claridad, en su Ensayo sobre el entendimiento humano.

Pero una cosa más he de señalar con respecto a lo que vulgarmente se llama la libertad; a saber, que el poder y la oportunidad
para que uno a hacer y llevar a cabo como él quiere, o, a su elección, es todo lo que se entiende por ella; sin tomar en el sentido
de la palabra, cualquier cosa de la causa de esa decisión; o en absoluto teniendo en cuenta la forma en que la persona llegó a
tener una volición tales; si fue causado por algún motivo externo, o sesgo habitual interna; si se determinó por algunos volición
antecedente interna, o si ocurrió sin una causa; si se conecta necesariamente con algo anterior, o no está conectado. Deje que la
persona viene por su elección de cualquier modo, sin embargo, si es capaz, y no hay nada en la forma de obstaculizar su
fomento y la ejecución de su voluntad, el hombre es perfectamente libre, de acuerdo con la idea principal y común de libertad.

Lo que se ha dicho, puede ser suficiente para mostrar lo que se entiende por libertad, de acuerdo con las nociones comunes de la
humanidad, y en la acepción habitual y principal de la palabra; mas la palabra, como el usado por los arminianos, pelagianos, y
otros, que se oponen los calvinistas, tiene un signification.- totalmente diferente Estas varias cosas pertenecen a su noción de la
libertad. 1. Que consiste en un poder de autodeterminación de la voluntad, o una cierta soberanía de la voluntad tiene sobre sí
mismo y sus propios actos, con lo que determina sus propias voliciones; a fin de no depender, en sus determinaciones, en cualquier
causa sin que ella misma, ni se determina por cualquier cosa antes de sus propios actos. 2. La indiferencia pertenece a la libertad
en su noción de ella, o que la mente, previo al acto de voluntad, ya sea en equilibrio. 3. Contingencia es otra cosa que pertenece y
es esencial para el mismo; no en la acepción común de la palabra, ya que ha sido ya explicada, pero en lugar de toda necesidad, o
cualquier conexión fija y determinada con un poco de base o razón de su existencia anterior. Suponen la esencia de la libertad
tanto para consistir en estas cosas, que a menos que la voluntad del hombre sea libre, en este sentido, no tiene verdadera libertad,
la cantidad que sea, él puede estar en libertad para actuar de acuerdo a su voluntad. Un agente moral es un ser que es capaz de
aquellas acciones que tienen una calidad moral y que adecuadamente puede denominar bueno o malo en un sentido moral,
virtuosa o viciosa, loable o defectuoso. Para la agencia moral pertenece una facultad moral, o el sentido del bien y el mal moral, o
de una cosa tal como el desierto o mérito, de la alabanza o la culpa, recompensa o castigo;

19
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

tiene de ser influenciados en sus acciones por incentivos o motivos morales, expuestas a la vista de la
comprensión y la razón, para participar a una conducta conforme a la facultad moral. El sol es muy excelente
y beneficioso en su acción y su influencia sobre la tierra, en el calentamiento y haciendo que da su fruto; pero
no es un agente moral: su acción, aunque bueno, no es virtuoso o meritorio. Fuego que estalla en una ciudad,
y consume una gran parte de ella, es muy travieso en su funcionamiento; pero no es un agente moral: lo que
no es defectuoso o pecaminoso, o merecedores de castigo. Las criaturas irracionales no son agentes
morales: las acciones de algunos de ellos son muy rentables y agradable; otros son muy hirientes: sin
embargo, al ver que no tienen facultad moral, o el sentido del desierto, y no actúan de la elección guiada por
la comprensión,

Aquí cabe señalar, que hay una diferencia entre la Agencia circunstancial moral de una regla y un sujeto. Lo llamo circunstancial, ya que se
encuentra sólo en la diferencia de los incentivos morales, por los que son susceptibles de verse influidos, resultante de la diferencia de las
circunstancias. Un gobernante, que actúa solamente en calidad de tal, no es capaz de ser influenciado por una ley moral, y sus sanciones de

amenazas y promesas, recompensas y castigos, como el tema es; aunque ambos pueden estar influidos por una ciencia del bien y del mal moral.
Y por lo tanto la Agencia moral del Ser Supremo, que actúa sólo en la capacidad de un gobernante hacia sus criaturas, y nunca como sujeto, se

diferencia en que el respeto de la Agencia moral de los seres inteligentes creados. Las acciones de Dios, y en particular los que se ejerce como un
gobernante moral, tienen calificaciones morales, y son moralmente bueno en el más alto grado. Son más perfectamente santo y justo; y hay que
concebirlo como influenciada, en el grado más alto, por lo que, por encima de todos los demás, es propiamente un aliciente moral; verbigracia. el

bien moral que Él ve en tales y tales cosas, y por lo tanto, Él es, en el sentido más adecuado, un agente moral, la fuente de toda la capacidad
moral y Agencia, la fuente y el estado de toda virtud y el bien moral; aunque en razón de su ser supremo sobre todo, no es posible que debería

estar bajo la influencia de la ley o de comandos, promesas o amenazas, recompensas o castigos, consejos o advertencias. Las cualidades
esenciales de un agente moral están en Dios, en la mayor perfección posible; tales como la comprensión de percibir la diferencia entre el bien y el
mal moral; una capacidad de discernir que la dignidad moral y el demérito, por lo que algunas cosas son dignas de elogio, otros que merecen

culpa y el castigo; y también una capacidad de elección, y la elección guiada por el entendimiento, y una potencia de actuar de acuerdo a su
elección o por placer, y ser capaz de hacer esas cosas que están en el más alto sentido loable. Y aquí qué consiste mucho esa imagen de Dios

que hizo al hombre, (que leemos, Génesis 1:26, 27, y cap. 9: 6.) Por el cual Dios el hombre se distingue de las bestias, a saber. en esas facultades
y principios de la naturaleza, la cual Él es capaz de Agencia moral. En esto consiste en gran medida la imagen natural de Dios; mientras que la

imagen espiritual y moral, en el que el hombre fue hecho en un primer momento, consistía en que la excelencia moral de la que estaba dotado.

otros que merecen de culpa y el castigo; y también una capacidad de elección, y la elección guiada por el entendimiento, y una potencia de actuar

de acuerdo a su elección o por placer, y ser capaz de hacer esas cosas que están en el más alto sentido loable. Y aquí qué consiste mucho esa
imagen de Dios que hizo al hombre, (que leemos, Génesis 1:26, 27, y cap. 9: 6.) Por el cual Dios el hombre se distingue de las bestias, a saber. en
esas facultades y principios de la naturaleza, la cual Él es capaz de Agencia moral. En esto consiste en gran medida la imagen natural de Dios;

mientras que la imagen espiritual y moral, en el que el hombre fue hecho en un primer momento, consistía en que la excelencia moral de la que

estaba dotado. otros que merecen de culpa y el castigo; y también una capacidad de elección, y la elección guiada por el entendimiento, y una
potencia de actuar de acuerdo a su elección o por placer, y ser capaz de hacer esas cosas que están en el más alto sentido loable. Y aquí qué

consiste mucho esa imagen de Dios que hizo al hombre, (que leemos, Génesis 1:26, 27, y cap. 9: 6.) Por el cual Dios el hombre se distingue de las bestias, a saber. en e

20
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

PARTE II.

En donde es examinado si es o puede ser cualquier tipo de libertad de la voluntad, AS aquella en la


que los arminianos PLACE La esencia de la libertad de todos los agentes morales; Y si dicha cosa
nunca
Fue o puede concebirse.

Sección I.

Que muestra la inconsistencia manifiesta de la noción arminiano de la libertad de la voluntad, que consiste en la voluntad de

la auto-determinación de energía.

Tener aviso tomada por las cosas que sean necesarias para observar, con respecto al significado de los principales términos
y frases hechas uso de en controversias relativas a la libertad humana, y en particular observado lo que la libertad es de
acuerdo a la lengua común y de la aprehensión general de la humanidad, y lo que es tal como se entiende y mantenido por
arminianos; Procedo a considerar la idea de arminiano de la libertad de la voluntad, y la supuesta necesidad de que el fin de
la agencia moral, o para cualquiera de ser capaz de virtud o el vicio, y debidamente el tema de mando o su abogado, elogio
o culpa, promesas o amenazas, recompensas o castigos; o si lo que se ha descrito, tal como lo entiende por libertad en el
lenguaje común, no sea suficiente, y la única libertad, lo que hace o puede hacer cualquiera un agente moral, y así
adecuadamente el tema de estas cosas. En esta parte, que tendrá en cuenta si tal cosa sea posible o imaginable, como la
libertad de la voluntad, que arminianos insisten en; y procederá a la instrucción, si tal tipo de libertad sea necesario para la
agencia moral, & c. en la siguiente parte.

Y en primer lugar, voy a considerar la idea de un poder de autodeterminación de la voluntad: en la que, de acuerdo con los
arminianos, en qué consiste esencialmente más libertad de la voluntad; y de modo especial a investigar, ya sea no claramente
absurdo, y una inconsistencia manifiesta, suponer que la propia voluntad determina todos los actos libres de la voluntad.

Aquí no voy a insistir en la gran inconveniencia de tales formas de hablar como la voluntad determinante en sí; porque las acciones han
de ser atribuido a los agentes, y no adecuadamente a las facultades de los agentes; de qué manera impropia de hablar conduce a
muchos errores, y mucha confusión, como observa el Sr. Locke. Pero voy a suponer que los arminianos, cuando hablan de la voluntad de
la determinación en sí, lo hacen por el significará el alma dispuesta. Voy a dar por sentado, que cuando se habla de la voluntad, como el
determinante, que significan el alma en el ejercicio de un poder de la voluntad, o actuar de manera voluntaria. Me supongo que esto sea
su significado, porque nada más se puede significaba, sin la más grosera y el absurdo más llano. En todos los casos, cuando hablamos
de los poderes o principios de actuación, o hacer tales cosas queremos decir que los agentes que tienen estos poderes de actuación, que
lo hagan, en el ejercicio de las mismas. Entonces, ¿dónde decimos, peleas con valor de Valor, queremos decir, el hombre que está bajo la
influencia del valor peleas con valor. En la que decimos, el amor busca el objeto amado, queremos decir, la persona busca amante de ese
objeto. Cuando decimos, el entendimiento discierne, nos referimos al alma en el ejercicio de

21
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

esa facultad. Por eso, cuando se dice, la voluntad decide o determina, este significado debe ser, que la persona, en el ejercicio de: Poder de la

voluntad y elección, o el alma, actuando de modo voluntario, determina. Por lo tanto, si la voluntad determina toda su propio libre actúa el alma de

ellos determina en el ejercicio de un poder de la voluntad y la elección; o, lo que es lo mismo, que los determina de elección; que determina sus

propios actos, por la elección de sus propios actos. Si la voluntad determina la elección A continuación, las órdenes y determina la elección; y los

actos de elección son sujetos a la decisión, y siguen la conducta de otros actos de elección. Y por lo tanto, si la voluntad determina todas sus

propios actos libres, entonces cada acto libre de elección está determinada por una ley anterior de elección, la elección de ese acto. Y si ese acto

precedente de la será también un acto libre, entonces por estos principios, en este acto también, la voluntad es auto-determinado: es decir, esto,

de igual manera, es un acto que el alma elige voluntariamente; o, lo que es lo mismo, es un acto determinado todavía por un acto anterior de la

voluntad, la elección de eso. Lo que nos lleva directamente a una contradicción: porque supone un acto de la voluntad que precede al primer acto

de todo el tren, dirigir y determinar el resto; o un acto libre de la voluntad, antes de que el primer acto libre de la voluntad. O de lo contrario

debemos llegar por fin a un acto de la voluntad, la determinación de los actos consiguientes, en el que la voluntad no es auto-determinado, y por

tanto no es un acto libre, en esta noción de libertad: pero si el primer acto en el tren , la determinación y la fijación de los demás, no sea libre,

ninguno de todos ellos puede ser libre; como es manifiesto a primera vista, pero se demostró actualmente. Es decir, este, de igual manera, es un

acto que el alma elige voluntariamente; o, lo que es lo mismo, es un acto determinado todavía por un acto anterior de la voluntad, la elección de

eso. Lo que nos lleva directamente a una contradicción: porque supone un acto de la voluntad que precede al primer acto de todo el tren, dirigir y

determinar el resto; o un acto libre de la voluntad, antes de que el primer acto libre de la voluntad. O de lo contrario debemos llegar por fin a un

acto de la voluntad, la determinación de los actos consiguientes, en el que la voluntad no es auto-determinado, y por tanto no es un acto libre, en esta noción de libertad:

Si la voluntad, que encontramos gobierna los miembros del cuerpo, y determina sus movimientos, no también gobernarse a sí misma, y
​determina sus propias acciones, que, sin duda, los determina de la misma manera, incluso por voliciones antecedentes. La voluntad
determina qué manera las manos y los pies deben moverse, por un acto de elección, y no hay otra manera de la voluntad de la
determinación, la dirección, o al mando de cualquier cosa en absoluto. Pese a todo los comandos, se ordena por un acto de la
voluntad. Y si se tiene en sí bajo su mando, y determina a sí misma en sus propias acciones, que sin duda lo hace de la misma forma
que determina otras cosas que están bajo su mando. Así que si la libertad de la voluntad consiste en esto, que tiene en sí y sus propias
acciones bajo su mando y dirección, y sus propias voliciones se determinan por sí mismo, que va a seguir, que cada volición libre surge
de otra volición antecedente, dirigir y mando que: y si que la volición dirigir ser también libre, en que también se determina la voluntad;
es decir, que la voluntad está determinada por la dirección de otro curso antes de eso; y así sucesivamente, hasta que llegamos a la
primera voluntad en toda la serie: y si esa primera voluntad sea libre, y la auto-determinada voluntad en él, a continuación, que está
determinada por otra voluntad que precede. Lo cual es una contradicción; porque por la suposición, que puede tener ninguno antes de
que, para dirigir o determinar que, al ser el primero en el tren. Pero si esa primera voluntad no está determinada por cualquier acto
precedente de la voluntad, entonces ese acto no está determinado por la voluntad, y por lo tanto no es libre en la noción arminiano de
la libertad, que consiste en la autodeterminación de la voluntad. Y si ese primer acto de la voluntad que determina y fija los actos
posteriores, no puede ser libre, ninguno de los siguientes actos que son determinados por ella puede ser free.- Si suponemos que hay
cinco actos en el tren, el quinto y último determinado por el cuarto, y el cuarto por la tercera, la tercera por el segundo, y el segundo por
el primero; si la primera no está determinado por la voluntad, y por lo tanto no es libre, entonces ninguno de ellos se determinan
realmente por la voluntad: es decir, que cada una de ellas son las que son, y no de otra manera, no es la primera debido a la voluntad,
pero a la determinación de la primera de la serie, que no es dependiente de la voluntad, y es la que la voluntad no tiene ninguna mano
en la determinación. Y siendo esto lo que decide lo que será el resto, y determina su existencia; Por lo tanto, la primera determinación
de su existencia no es de la voluntad.

22
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

El caso es el mismo, si en lugar de una cadena de cinco actos de la voluntad, debemos suponer una sucesión de diez, o cien, o diez mil.
Si el primer acto que no es libre, está determinada por algo fuera de la voluntad, y esto determina el siguiente a ser agradable a sí
mismo, y que la siguiente, y así sucesivamente; ninguno de ellos son gratuitos, pero todo depende de un principio, y se determinan por,
alguna causa fuera de la voluntad; y por lo tanto se excluye toda libertad en el caso, y ningún acto de la voluntad puede ser libre, de
acuerdo con esta noción de libertad. Si debemos suponer una larga cadena de diez mil enlaces, tan conectados, que si el primer enlace
se mueve, se moverá al siguiente, y que el próximo; y así toda la cadena debe ser determinada al movimiento, y en la dirección de su
movimiento, por el movimiento del primer enlace; y que es movido por otra cosa; en este caso, aunque todos los enlaces, pero uno, son
movidos por otras partes de la misma cadena, sin embargo, parece que el movimiento de nadie, ni la dirección de su movimiento, es de
cualquier auto-movimiento o poder de autodeterminación de la cadena, más que si cada enlace se trasladaron de inmediato por algo que
no pertenecía a la chain.- Si el no será libre en el primer acto, lo que hace que el siguiente, entonces tampoco es gratuita en el siguiente,
que es causada por la que primer acto; pues aunque de hecho la voluntad causó, sin embargo, no lo causó libremente; porque el acto
precedente, en la que fue causada, no era libre. Y de nuevo, si el no será libre en el segundo acto, por lo que tampoco puede estar en la
tercera, que es causada por eso; porque de igual manera, que el tercero se determinó mediante un acto de la voluntad que no era libre.
Y así podemos pasar a la siguiente acto, y de ésta a la siguiente; y cuánto tiempo soever la sucesión de actos está, todo es uno: si la
primera en la que toda la cadena depende, y que determina todo lo demás, no ser un acto libre, la voluntad no es libre en la causa o la
determinación de cualquiera de dichos actos; debido a que el acto por el cual se determina a todos ellos no es un acto libre; y por lo
tanto la voluntad no es más libre en la determinación de ellos, que si no causó ellos en all.- Por lo tanto, este concepto arminiano de la
libertad de la voluntad, que consiste en la autodeterminación de la voluntad es, es repugnante a sí mismo, y se encierra completamente
fuera del mundo.

Sección II.

Varias supuestas formas de eludir lo anterior un razonamiento considerados.

Si para eludir la fuerza de lo que se ha observado, hay que decir, que cuando los arminianos hablan de la voluntad de
determinar sus propios actos, no significa que la voluntad de ellos determina por cualquier acto anterior, o que un acto de la
voluntad determina otro; sino sólo que la facultad o el poder de la voluntad, o el alma en el uso de ese poder, determina sus
propias voliciones; y que lo haga sin ningún acto de ir antes del acto determinado; una evasión sería completa del absurdity.-
más bruta confieso, es una evasión de mi propia inventando; y yo no sé, pero debo mal los arminianos, en el supuesto de que
cualquiera de ellos haría uso de ella. Bur, que sea tan bueno como uno que puedo inventar, observo en él algunas cosas.

En primer lugar, si el poder de la voluntad determina un acto de voluntad, o el alma en el uso o el ejercicio de ese poder lo determina,
que es el mismo que para el alma para determinar la voluntad por un acto de voluntad, para un ejercicio de el poder de la voluntad, y un
acto de ese poder, son la misma cosa. Por lo tanto, decir,

23
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

que el poder de la voluntad, o el alma en el uso o el ejercicio de ese poder, determina la volición, sin un acto de voluntad que precede a
la volición determinada, es una contradicción.

En segundo lugar, si un poder de voluntad determina el acto de la voluntad, a continuación, un poder de elección determina. Ya que, como
antes se observó, en cada acto de voluntad, hay una elección, y una potencia de voluntad es un poder de elegir. Pero si un poder de
elección determina el acto de volición, se determina por la elección de la misma. Porque es cosa muy absurdo decir, que un poder de
elección determina una cosa en lugar de otra, sin elegir cualquier cosa. Pero si un poder de elección determina la voluntad por la elección
de ella, entonces aquí es el acto de volición determinada por una elección antecedente, la elección de que la volición. En tercer lugar, por
no decir, que la facultad, o el alma, determina su propia voluntad, pero no por cualquier acto, es una contradicción. Debido a que el alma
particular, decidir o determinar cualquier cosa, es la de actuar; y esto se supone: para el alma se habla aquí como siendo una de las
causas de este asunto, haciendo algo; o, lo que es lo mismo, ejerciendo en sí con el fin de un efecto, cuyo efecto es la determinación de la
volición, o el tipo particular y la forma de un acto de voluntad. Pero sin duda, esta acción no es lo mismo con el efecto, con el fin de la
producción de la que se ejerce; pero debe ser algo anterior a ella. Los defensores de esta idea de la libertad de la voluntad, hablar de una
cierta soberanía en la voluntad, por la que tiene el poder de determinar su propia voluntad. Y por lo tanto la determinación de la voluntad
debe ser en sí mismo un acto de la voluntad; de lo contrario puede haber ejercicio de ese supuesto poder y soberanía. De nuevo, si el Will
determina a sí misma, a continuación, ya sea la voluntad es activo en la determinación de sus voliciones, o no lo es. Si está activo,
entonces la determinación es un acto de la voluntad; y así hay un acto de la voluntad otra determinación. Pero si la voluntad no está activo
en la determinación, entonces ¿cómo se ejerce ninguna libertad en ella? Estos señores suponen que la cosa en la que la voluntad ejerce
la libertad, se encuentra en su determinación de sus propios actos. Pero, ¿cómo puede ser esto, si no es activo en la determinación?
Ciertamente, la voluntad, o el alma, no pueden ejercer ninguna libertad en aquello en que no practica el acto, o en el que no practica
ejercicio en sí. De manera que si se toma una u otra parte de este dilema, este esquema de la libertad, que consiste en poder de
autodeterminación, es derrocado. Si hay un acto de la voluntad en la determinación de todos sus propios actos libres, entonces un acto
libre de la voluntad es determinada por otra; y así tenemos el absurdo de cada acto libre, incluso la primera, determinada por un acto libre
anterior. Pero si no hay acto o ejercicio de la voluntad en la determinación de sus propios actos, entonces hay libertad se ejerce en la
determinación de ellos. De donde se sigue que hay libertad consiste en poder de la voluntad para determinar sus propios actos: o, lo que
es lo mismo, que no hay tal cosa como la libertad que consiste en un poder de autodeterminación de la voluntad.

Si hay que decir, que si bien es cierto, si el alma determina sus propias voliciones, debe ser activa, al hacerlo, y la determinación en
sí debe ser un acto; sin embargo, no hay necesidad de suponer este acto a ser anterior a la volición determinado; pero la voluntad o
alma determina el acto de la voluntad en el querer; que determina su propia voluntad, en el mismo acto de la voluntad; dirige y limita
el acto de la voluntad, provocando que sea así y no de otro modo, en ejercer el acto, sin ningún acto anterior para ejercer eso. Si
ninguno diga de esta manera, deben significar una de estas tres cosas: o bien, (1.) Que el hecho de determinar, aunque sea antes
del acto determinado en el orden de la naturaleza, aún no es antes de que el fin de los tiempos . O, (2) que el acto no es
determinante antes del acto determinado, ya sea en el orden del tiempo o de la naturaleza, ni es verdaderamente distinta de ella;
pero que el alma de la determinación del acto de voluntad es lo mismo con su ejercer el acto de volición: ejerciendo un acto particular
como de la mente, se

24
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

su causa y la determinación del acto. O, (3) que la voluntad no tiene una causa, y se produce ningún efecto; sino que viene a la
existencia, con una determinación tan particular, sin ninguna base o razón de su existencia y determinación. Consideraré estos
distintamente.

(1.) Si todo lo que significa, sea, que el acto determinante no es antes del acto determinado en el orden del tiempo, no va a
ayudar el caso en absoluto, a pesar de que debería permitirse. Si es antes del acto determinado en el orden de la naturaleza,
siendo la causa o fundamento de su existencia, esto tanto prueba que es distinta de, e independiente de ella, como si fuera
antes en el orden del tiempo. Como la causa del movimiento particular de un cuerpo natural en una dirección determinada,
puede no tener la distancia en cuanto a tiempo, sin embargo, no puede ser el mismo con el movimiento efectuado por la
misma, sino que debe ser tan distinta de ella, ya que cualquier otra causa, que es antes de su efecto en el orden del tiempo:
como el arquitecto es distinta de la casa que se construye, o el padre distinto del hijo que engendra. Y si el acto de la voluntad
determinante sea distinto del acto determinado, y antes de que en el orden de la naturaleza, entonces podemos volver de uno
a otro, hasta que llegamos a la primera de la serie, que no tiene ningún acto de la voluntad antes de que en el orden de la
naturaleza, para determinarlo; y por lo tanto es un acto no determinado por la voluntad, y así no es un acto libre, en esta
noción de libertad. Y este es el acto que determina todo lo demás, ninguno de ellos son actos libres. Como cuando hay una
cadena de muchos enlaces, el primero de los cuales sólo se agarra de y dibujada por la mano; todo el resto puede seguir y
ser movido en el mismo instante, sin ninguna distancia de tiempo; pero sin embargo, el movimiento de un enlace es antes de
la de otro en el orden de la naturaleza; el último es movido por otro, y que por el siguiente, y así hasta que llegamos a la
primera; que no está movido por cualquier otra, sino por algo distinto de toda la cadena,

(2.) Si ninguno diga, que el acto determinante no es antes del acto determinado, ya sea en el orden del tiempo, o de la naturaleza, ni es
distinto de él; pero que el esfuerzo de la que acto es la determinación del acto; que para el alma para ejercer una volición en particular,
es por ello que la causa y determinar que acto de voluntad: en este he de señalar, que la cosa en cuestión parece ser olvidado, o se
mantiene fuera de la vista en una oscuridad y unintelligibleness de expresión ; a menos que tal un objetor significaría contradecir
himself.- El acto de volición en sí es, sin duda, una determinación de la mente; es decir, es la mente de la elaboración de una
conclusión, o llegar a una elección entre dos o más cosas propuestas a la misma. Sin embargo, la determinación de los objetos externos
de la elección, no es lo mismo con la determinación del acto de elección en sí misma, entre varios posibles actos de elección. - La
pregunta es, ¿qué influencias, dirige o determina la mente o la voluntad de llegar a una conclusión o de la elección como lo hace así? O
lo que es la causa, tierra, o la razón, por lo que concluye de este modo, y no de otra? Ahora se debe responder, de acuerdo con la
noción arminiano de la libertad, que las influencias Will, órdenes, y determina en sí de este modo de actuar. Y si lo hace, digo, tiene que
ser por algún acto antecedente. Decir, que es causado, influenciado y determinado por algo, y aún no se determina por cualquier cosa
antecedente, ya sea en el orden del tiempo o de la naturaleza, es una contradicción. Por eso es lo que se entiende por una cosa de ser
anterior en el orden de la naturaleza, que es de alguna manera la causa o la razón de la cosa, con respecto a las cuales se dice que
antes. Si el acto particular o esfuerzo de voluntad, lo que viene a la existencia, ser cualquier cosa determinado de forma apropiada en
absoluto, entonces tiene alguna causa de existir, y de existir en una forma determinada tal en particular, y no otro; alguna causa, cuya
influencia se decide la cuestión: ¿qué causa es distinta de la

25
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

efecto, y antes de él. Pero decir, que las órdenes serán o mentales, influencias, y determina a sí misma para ejercer un acto
por el propio muy esfuerzo, es hacer el esfuerzo tanto de causa y efecto; o la ejerciendo un acto tal, a ser una causa de la
esfuerzo de tal acto. Para la pregunta es, ¿cuál es la causa y la razón del alma de ejercer tal acto? A lo que la respuesta es,
el alma ejerce tal acto, y que es la causa de la misma. Y así, por esto, el esfuerzo debe ser distinto, y en el orden de la
naturaleza antes, sí.

(3.) Si el significado sea, que el esfuerzo del alma de un acto particular de la voluntad, es una cosa que viene a pasar de sí mismo, sin ninguna
causa; y que no hay absolutamente ninguna razón del alma está determinado a ejercer una voluntad tal, y hacer una elección, y no en otro; Digo,

si éste es el significado de los arminianos, cuando se sostienen tan seriamente a la voluntad de determinar sus propios actos, y por la libertad de

la voluntad consiste en poder de autodeterminación; no hacen más que confundir a sí mismos ya otros con palabras sin sentido. En la pregunta,

¿Qué determina la voluntad? y en su respuesta, que la voluntad determina a sí misma; y en toda la controversia, ésta parece ser tomado por
sentado, algo que determina la voluntad; y la controversia sobre este punto no es, si su determinación tiene ninguna causa o fundamento en
absoluto; pero donde la base de lo que sea, ya sea en la voluntad propia, o en otro lugar. Pero si lo pretende ser lo que se menciona más arriba,

entonces nada en absoluto determina la voluntad; la volición no tener absolutamente ninguna causa o fundamento de su existencia, ya sea dentro

o without.- Hay un gran ruido producido por el poder de auto-determinación, como la fuente de todos los actos libre de la voluntad: pero cuando el
asunto llega a ser explicado, la significado es, que ningún poder en absoluto es la fuente de estos actos, ni el poder de autodeterminación, ni
ningún otro, sino que surgen de la nada; ninguna causa, ni poder, ni influencia, siendo en todos los interesados ​en la materia. ya sea dentro o

without.- Hay un gran ruido producido por el poder de auto-determinación, como la fuente de todos los actos libre de la voluntad: pero cuando el
asunto llega a ser explicado, el significado es, que ningún poder en absoluto es la fuente de estos actos, ni el poder de autodeterminación, ni

ningún otro, sino que surgen de la nada; ninguna causa, ni poder, ni influencia, siendo en todos los interesados ​en la materia. ya sea dentro o
without.- Hay un gran ruido producido por el poder de auto-determinación, como la fuente de todos los actos libre de la voluntad: pero cuando el asunto llega a ser explica

Sin embargo, esta misma cosa, incluso que los actos libre de la voluntad son eventos que vienen a pasar sin
una causa, es, sin duda implícita en la noción arminiano de la libertad de la voluntad; a pesar de que ser muy
inconsistente con muchas otras cosas en su esquema, y ​repugnante para algunas cosas implícitas en su
noción de libertad. Su opinión implica, que la determinación de la voluntad particular, es sin ninguna causa;
porque sostienen los actos libres de la voluntad de ser acontecimientos contingentes; y contingencia es
esencial para la libertad en su noción de ella. Pero sin duda, aquellas cosas que tienen un terreno antes y la
razón de su existencia particular, un antecedente causa que determina que son, y determina que son tal como
son, no ocurren de manera contingente. Si algo anterior, por una influencia casual y respecto,

Y debido a que se trata en muchos aspectos muy importantes en esta controversia, ya sea los actos libre de la voluntad son
eventos que vienen a pasar sin una causa; Yo estaré en particular en el examen de este punto en las dos secciones siguientes.

Sección III.

Ya sea cualquier caso en absoluto, y Volition, en particular, puede llegar a pasar sin una causa de su existencia.

26
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

Antes de entrar en cualquier discusión sobre este tema, me gustaría explicar cómo iba a ser entendido, cuando uso la palabra
Porque en este discurso; ya que, a falta de una palabra mejor, tendré ocasión de utilizarlo en un sentido que es más amplia que
aquella en la que se utiliza a veces. La palabra se utiliza a menudo en lo que contuvo un sentido como para significar
solamente lo que tiene un rendimiento positivo o influencia para producir una cosa, o hacer que se cumpla. Pero hay muchas
cosas que no tienen tal influencia positiva productiva; Las causas que aún se encuentran en este sentido, que tienen
verdaderamente la naturaleza de una razón por qué algunas cosas son, en lugar de otros; o por qué son por lo tanto, en lugar
de lo contrario. Así, la ausencia del sol en la noche, no es la causa de la caída de rocío en ese momento, en la misma manera
que sus rayos son la causa de la subida de vapores en el tiempo de día; y su withdrawment en el invierno, no es de la misma
manera la causa de la congelación de las aguas, como su enfoque en la primavera es la causa de su descongelación. Pero sin
embargo, la withdrawment o ausencia del sol es un antecedente, con el que se conectan estos efectos en la noche y el
invierno, y de la que dependen; y es una cosa que pertenece a la tierra y por lo que llegan a pasar en ese momento, más que
en otras ocasiones; a pesar de la ausencia del sol es nada positivo, ni tiene ninguna influencia positiva. Se puede observar
además, que cuando hablo de conexión de causas y efectos, tengo respeto a causas morales, así como aquellos que son
llamados naturales a diferencia de ellos. Las causas morales pueden ser causas en un sentido tan adecuado como cualquier
Causas de ningún tipo; puede tener una influencia tan real,

Por lo tanto, a veces uso la palabra Causa, en esta investigación, para significar cualquier antecedente, ya sea natural o moral,
positiva o negativa, en la que un evento, ya sea una cosa o la forma y las circunstancias de una cosa, depende de manera, que es el
suelo y la razón, ya sea en su totalidad o en parte, por qué es, en lugar de lo que no; o por qué es como es, en lugar de lo contrario;
o, en otras palabras, cualquier antecedente con el cual un evento consiguiente está tan conectado, que realmente pertenece a la
razón por la proposición que afirma que es cierto evento; si tiene alguna influencia positiva, o no. Y agradablemente a esto, a veces
uso el efecto palabra para la consecuencia de otra cosa, que es quizás más bien una ocasión que una causa, hablando con más
propiedad.

Yo soy el más cuidadoso tanto para explicar lo que quiero decir, que para cortar la ocasión, de cualquier que podría
buscar la ocasión para poner reparos y el objeto contra algunas cosas que puede decir con respecto a la dependencia
de todas las cosas que en ella han acontecido, en alguna causa, y su relación con su causa. Una vez explicado lo
tanto lo que quiero decir con Causa, afirmo, que nada viene a pasar sin una causa. Lo que es auto-existente debe ser
desde la eternidad, y debe ser inmutable: pero en cuanto a todas las cosas que comienzan a ser, no son
auto-existente, y por lo tanto debe tener algún fundamento de su existencia sin themselves.- que todo lo que empieza
a ser , que antes no era, debe tener una causa por la que comienza a existir, que parece ser el primer dictado del
sentido común y natural que Dios ha implantado en las mentes de toda la humanidad,

Y este dictado del sentido común respetará asimismo sustancias y modos, o cosas y la forma y circunstancias de las cosas. Por lo tanto, si
vemos un cuerpo que ha sido hasta ahora en reposo, comienza de un estado de reposo, y comienza a mover, lo que hacemos como natural
y necesariamente supongamos que hay alguna causa o razón de este nuevo modo de existencia, a partir de la existencia de un cuerpo en sí,
que tenía hasta ahora no se

27
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

existió. Y por lo que si un cuerpo, que se había trasladado hasta entonces en una dirección determinada, debe cambiar de repente la
dirección de su movimiento; o si se debe poner fuera de su antigua figura, y tomar uno nuevo; o cambiar su color: el inicio de estos nuevos
modos es un evento nuevo, y la mente humana necesariamente supone que hay alguna causa o razón de ellos.

Si este gran principio de sentido común sea quitado todo el argumento de los efectos a las causas cesa, y así todo el conocimiento de
cualquier existencia, además de lo que tenemos por la intuición más directa e inmediata, en particular toda nuestra prueba de la
existencia de Dios, cesa : argumentamos Su ser de nuestro propio ser, y el ser de otras cosas, que son sensibles vez no fuera, pero
hemos comenzado a ser; y desde el ser del mundo, con todas sus partes constituyentes, y la manera de su existencia; todos los que
por lo tanto no vemos claramente no son necesarios en su propia naturaleza, y existe por sí mismo, y por lo tanto debe tener una causa.
Pero si las cosas, no es necesario en sí mismos, pueden empezar a estar sin una causa, todo esto argumentar es vano.

De hecho, no lo afirmo, que existe en la naturaleza de las cosas sin fundamento para el conocimiento del Ser de Dios, sin ninguna
evidencia de que a partir de sus obras. Yo supongo que es un gran absurdo negar el ser en general, e imaginar un eterno, absoluto,
nada universal y, por tanto, que no habría, en la naturaleza de las cosas, una base de evidencia intuitiva, que no debe ser un eterno,
, ser más perfecto infinita; si tuviéramos la fuerza y ​la comprensión de la mente suficiente, para tener una idea clara de bienestar
general y universal. Pero entonces no se presenta debidamente al conocimiento del Ser de Dios con el argumento; nuestra
evidencia sería intuitivo: debemos verlo, como vemos otras cosas que son necesarias en sí mismos, los contrarios de los cuales se
encuentran en su propia naturaleza absurda y contradictoria; como vemos que dos y dos son cuatro; y como vemos que un círculo
no tiene ángulos. Si tuviéramos una idea tan clara de los universales, entidad infinita, ya que tenemos estas otras cosas, supongo
que deberíamos ver más intuitivamente lo absurdo de suponer que tales Ser no ser; debe ver de inmediato que no hay espacio para
la pregunta de si es posible que la noción de Ser, en el más general, abstraído de la misma no debe ser. Pero no tenemos que la
fuerza y ​el alcance de la mente, a saber esto sin duda de esta manera intuitiva e independiente, pero el camino que la humanidad
lleguen al conocimiento del Ser de Dios, es lo que el apóstol habla de, Rom. 1:20. Las cosas invisibles de él, desde la creación del
mundo, se hacen claramente visibles; siendo entendidas por las cosas que son hechas; su eterno poder y deidad. Primero
ascendemos, y demostrar a posteriori, o de los efectos, que no debe ser una causa eterna; y en segundo lugar, demostrar mediante
la argumentación, no la intuición, que este Ser debe ser necesariamente existente; y luego tercios, de la necesidad demostrada de
su existencia, que pueden descender, y demostrar que muchos de sus perfecciones a priori.

Pero si una vez que este gran principio del sentido común ser abandonada, que lo que no es necesaria en sí misma, debe
tener una causa; y comenzamos a mantener, que las cosas que hasta ahora no han sido, pueden llegar a existir, y
comienzan a ser de ellos mismos, sin ninguna causa; todos nuestros medios de ascender en nuestra discusión de la
criatura al Creador, y todas nuestras pruebas del Ser de Dios, se corta de un solo golpe. En este caso, no podemos probar
que hay un Dios, ya sea desde el ser del mundo, y las criaturas en el mismo, o de la manera de su Ser, su orden, la belleza
y el uso. Por si las cosas pueden llegar a existir sin ninguna causa en absoluto, entonces, sin duda, puede, sin ninguna
causa responsable ante el efecto. Nuestras mentes no por igual, naturalmente suponen y determinan estas dos cosas; a
saber, que lo que empieza a ser tiene una causa,

28
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

El mismo principio que nos lleva a determinar, que no puede ser cualquier cosa que viene a pasar sin una causa, nos lleva a determinar que no

puede haber más en el efecto que en la Causa. Sí, si una vez que se debe permitir, que las cosas pueden llegar a pasar sin una causa, debemos

no sólo tenemos ninguna prueba de la Ser de Dios, pero debemos estar sin evidencia de la existencia de cualquier cosa que sea, pero nuestra

propia forma inmediata presentar ideas y la conciencia. Para no tenemos forma de probar cualquier cosa, pero con el argumento de los efectos a

las causas: a partir de ahora las ideas de inmediato a la vista, que sostienen otras cosas no inmediatamente a la vista; de las sensaciones ahora

excitados en nosotros, inferimos la existencia de las cosas fuera de nosotros, como las causas de estas sensaciones; y de la existencia de estas

cosas, argumentamos otras cosas, de los que dependen, como los efectos sobre las causas. Inferimos la existencia pasada de nosotros mismos,

o cualquier otra cosa, por la memoria; sólo como argumentamos, que las ideas, que ahora están en nuestra mente, son las consecuencias de las

ideas y sensaciones pasadas. inmediatamente percibimos nada más que las ideas que son este momento existente en nuestra mente. Percibimos

o conocemos otras cosas solamente por medio de éstos, como necesariamente conectados con otros, y dependen de ellos. Pero si las cosas

pueden estar sin causas, toda esta conexión y dependencia necesaria se disuelve, y así todos los medios de nuestro conocimiento se ha ido. Y si

no hay absurdo o dificultad en suponer una cosa para empezar a salir de la no existencia a la existencia, por sí misma sin causa; entonces no hay

absurdo o dificultad en suponer la misma de millones de millones. Para nada, o ninguna dificultad, multiplicada, todavía no es nada, o ninguna

dificultad: nada multiplicado por nada, no aumenta la suma. Y, en efecto, de acuerdo con la hipótesis de que estoy oponiendo, de los actos de la

venida de pasar sin una causa, es la causa de hecho, que millones de millones de eventos están llegando continuamente a la existencia

contingente, sin ninguna causa o razón por la cual lo hacen, todo el mundo, todos los días y horas, a través de todas las edades. Por lo tanto, está

en una sucesión constante, en cada agente moral. Esta contingencia, esto nada eficiente, eficaz este No-Causa, siempre está a la mano, para

producir este tipo de efectos, siempre y cuando exista el agente, y con la frecuencia que tiene ocasión. Si así fuera, que las cosas sólo de una

clase, a saber. actos de la voluntad, parecían llegar a pasar de sí mismos; y se tratara de un evento que era continua, y que ha pasado en un

curso, los sujetos allí donde se encontraron capaces de tales eventos; esto mismo demostraría que hubo alguna causa de ellos, lo que significó

una gran diferencia entre este evento y otros, y que en realidad no sucede de manera contingente. Para contingencia es ciego, y no escoger y

elegir un tipo particular de Eventos. Nada no tiene otra opción. Esta no-Causa, lo que hace que no existe, no puede hacer que la existencia que

viene a pasar, para ser de sólo un tipo particular, que se distingue de todos los demás. Por lo tanto, de que sólo un tipo de materia cae de los

cielos, ni siquiera agua, y que esto viene tan a menudo, tan constante y abundante, en todo el mundo, en todas las edades, muestra que existe

alguna causa o la razón de la caída de el agua fuera de los cielos; y que algo más que la mera contingencia tiene una mano en la materia. que

hizo una gran diferencia entre este evento y otros, y que en realidad no sucede de manera contingente. Para contingencia es ciego, y no escoger y

elegir un tipo particular de Eventos. Nada no tiene otra opción. Esta no-Causa, lo que hace que no existe, no puede hacer que la existencia que

viene a pasar, para ser de sólo un tipo particular, que se distingue de todos los demás. Por lo tanto, de que sólo un tipo de materia cae de los

cielos, ni siquiera agua, y que esto viene tan a menudo, tan constante y abundante, en todo el mundo, en todas las edades, muestra que existe

alguna causa o la razón de la caída de el agua fuera de los cielos; y que algo más que la mera contingencia tiene una mano en la materia. que

hizo una gran diferencia entre este evento y otros, y que en realidad no sucede de manera contingente. Para contingencia es ciego, y no escoger y

elegir un tipo particular de Eventos. Nada no tiene otra opción. Esta no-Causa, lo que hace que no existe, no puede hacer que la existencia que

viene a pasar, para ser de sólo un tipo particular, que se distingue de todos los demás. Por lo tanto, de que sólo un tipo de materia cae de los

cielos, ni siquiera agua, y que esto viene tan a menudo, tan constante y abundante, en todo el mundo, en todas las edades, muestra que existe

alguna causa o la razón de la caída de el agua fuera de los cielos; y que algo más que la mera contingencia tiene una mano en la materia. y no escoger y elegir un tipo pa

Si debemos suponer no entidad estar a punto de dar a luz; y las cosas estaban llegando a la existencia, sin ninguna causa o antecedente,
en el que la existencia, o en especie, o la forma de existencia depende; o que puedan en absoluto determinar si las cosas deben ser
piedras, o estrellas, como de animales, o ángeles, o cuerpos humanos, o almas, o solamente algunos de los nuevos movimientos o figura
en los cuerpos naturales, o algunas nuevas sensaciones en los animales o las nuevas ideas en el entendimiento humano, o nuevos
voliciones en la voluntad; o cualquier otra cosa de todo el infinito número de posibles; entonces, ciertamente, no sería de esperar,

29
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

A pesar de que muchos millones de millones de cosas venían a la existencia de esta manera, toda la faz de la tierra, para
que todos ellos deben ser solamente de un tipo particular, y que debe ser así en todas las edades, y que este tipo de
existencias nunca debe fallar a suceder donde hay espacio para ellos, o un sujeto capaz de ellos, y que constantemente,
cada vez que hay ocasión. Si nadie se imagina, hay algo en el tipo de evento que hace posible que se llegue a existir sin una
causa, y debe decir, que los actos libre de la voluntad son existencias de carácter superior diferente de otras cosas; en razón
de que puedan llegar a existir sin ninguna base o razón de ella anterior, aunque otras cosas no puede: si hacen esta objeción
de veras, sería una evidencia de su extraña olvidarse de sí mismos; porque ellos estarían dando cuenta de algo de terreno de
la existencia de una cosa, cuando, al mismo tiempo que mantendrían no hay motivo de su existencia. Por lo tanto, he de
señalar, que la naturaleza particular de la existencia, ya sea nunca tan diferente de los demás, puede poner ningún
fundamento para esa cosa que viene a la existencia sin una causa; debido a suponer esto, sería suponer la naturaleza
particular de la existencia de una cosa antes de la existencia, y por lo tanto algo que da paso a la existencia, sin una causa o
razón de la existencia. Pero lo que en ningún aspecto, deja paso a una cosa que viene a la existencia, o por cualquier forma
o circunstancia de su primera existencia, debe, ser anterior a la existencia. El carácter distintivo del efecto, que es algo que
pertenece al efecto, no puede tener influencia hacia atrás, para actuar antes de que sea. La peculiar naturaleza de esa cosa
llamada Querer, no puede hacer nada, no puede tener influencia, mientras que no lo es. Y después de que sea demasiado
tarde para que su influencia, porque entonces la cosa se ha asegurado ya de la existencia, sin su ayuda.

Así que de hecho es tan repugnante a la razón, suponer que un acto de la voluntad debe llegar a existir sin una causa, como para
suponer que el alma humana, o un ángel, o el globo de la tierra, o la totalidad del universo, debe llegado a existir sin causa. Y si
una vez que permitimos que una especie de efecto que una volición de este tipo puede llegar a pasar sin una causa, ¿cómo
sabemos pero que muchos otros tipos de efectos pueden hacerlo también? No es el tipo particular de efecto que hace que el
absurdo de suponer que ha de ser sin una causa, sino algo que es común a todas las cosas que siempre comienzan a ser, a
saber. Que no son auto-existente, o necesario en la naturaleza de las cosas.

Sección IV.

La volición si puede surgir sin una causa, a través de la actividad de la naturaleza del alma.

El autor del Ensayo sobre la libertad de la voluntad de Dios y las criaturas, en respuesta a esa objeción contra su doctrina de un
poder de autodeterminación de la voluntad, (p 68 -. 69.) Que no hay nada, o trata de pasar, sin una razón suficiente por qué es, y
por qué es de esta manera y no de otra, permite que sea así en las cosas corporales, que son, correctamente y filosóficamente
hablando, ser pasivo; pero niega que es por lo tanto en los espíritus, que son seres de una naturaleza activa, que tienen la
primavera de acción dentro de ellos mismos, y pueden determinar ellos mismos. Por el cual se supone claramente que un evento
como un acto de la voluntad, puede llegar a pasar en un espíritu, sin una razón suficiente

30
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

por eso llega a suceder, o por qué es de esta manera, en lugar de otra. Pero sin duda este autor, en esta materia, debe ser muy
descuidado y no intencionadas. Por,

1. La objeción o dificultad propuesta por él parece ser olvidado en su respuesta o solución. La misma dificultad, como él
mismo lo propone, es la siguiente: ¿Cómo un evento puede llegar a pasar sin una razón suficiente por qué es, o por qué es
de esta manera y no de otra? En lugar de resolver esta dificultad, con respecto a la volición, como él propone, se olvida de sí
mismo, y responde a otra pregunta muy diversa, a saber. ¿Qué es una razón suficiente por qué es, y por qué es de esta
manera y no de otra! Y se asigna propia determinación del ser activo como la Causa, y una causa suficiente para el efecto; y
deja todas las dificultades sin resolver, incluso, la propia determinación de cómo el alma, que habla de, vino a existir y ser lo
que era, sin causa? La actividad del alma, le permitan ser la causa de los efectos; pero no significa en absoluto permitirá que
sea el tema de efectos que no tienen una causa; que es lo mismo autor supone respecto a los actos de la voluntad.
Actividad de la naturaleza será no más permitir que un ser para producir efectos, y fijar las modalidades de su existencia,
dentro de sí mismo, sin una causa, que fuera de sí, en algún otro ser. Pero si un ser activo debe, a través de su actividad,
producir y determinar un efecto de algún objeto externo, lo absurdo sería decir, que el efecto se produce sin una causa!

2. La cuestión no es tanto, ¿Cómo un espíritu dotado de actividad viene a actuar, como por qué se ejerce tal acto, y no otro; o por qué
actúa con una determinación tan particular? Si la actividad de la naturaleza sea la causa de que un espíritu (el alma del hombre, por
ejemplo) actúa, y no se encuentra todavía; sin embargo, que por sí sola no es la causa por su acción es así y así limitada, dirigida, y
determinado. naturaleza activa es una cosa general; se trata de una capacidad o tendencia de la naturaleza a la acción, por lo general
tomado; que puede ser una causa por la cual el alma actúa como ocasión o motivo se da; pero esto por sí solo no puede ser una causa
suficiente por qué el alma ejerce un acto tan especial, en un momento tal, en lugar de otros. Con el fin de esta tiene que haber algo más
que una tendencia general a la acción; debe haber también una tendencia particular, a ese individuo acción.-Si cabe preguntarse, por qué
el alma del hombre usa su actividad, de tal manera como lo hace; y la respuesta debe ser, que el alma utiliza su actividad por lo tanto, en
lugar de lo contrario, ya que tiene la actividad; sería una respuesta así satisfacer a un hombre racional? ¿No más bien ser considerada
como una muy impertinente?

3. Un ser activo puede traer efectos de pasar por su actividad, pero lo son como consecuencia de su actuación: se produce
nada por su actividad, de otro modo que por el ejercicio de su actividad, y por lo tanto más que los frutos de su ejercicio : que no
aporta nada a pasar por una actividad latente. Pero el ejercicio de su actividad es la acción; y por eso su acción, o el ejercicio de
su actividad, deben ser anterior a los efectos de su actividad. Si un ser activo produce un efecto en otro ser, de la que su
actividad es versado, siendo el efecto del fruto de su actividad, su actividad debe ejercerse primero o ejercida, y el efecto de que
debe seguir. Por lo que debe ser, por la misma razón, si el ser activo es su propio objeto, y su actividad es versado sobre sí
mismo, para producir y determinar algún efecto en sí mismo; siendo el ejercicio de su actividad debe ir antes del efecto, que se
lleva a efecto y determina por ella. Y por lo tanto su actividad no puede ser la causa de la determinación de la primera acción, o
el ejercicio de la actividad en sí, donde los efectos de la actividad surgen; para que implicaría una contradicción; sería decir, el
primer ejercicio de la actividad es antes del primer ejercicio de la actividad, y es la causa de la misma.

31
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

4. Que el alma, a pesar de una sustancia activa, no puede diversificar sus propios actos, sino por la primera actuación; o ser una
causa determinante de diferentes actos, o cualesquiera efectos diferentes, a veces de una clase, ya veces de otra, de otro modo
que como consecuencia de sus propios actos diversos, se pone de manifiesto por esta; que si es así, entonces la misma causa, la
misma influencia causal, sin variación en ningún aspecto, produciría efectos diferentes en diferentes momentos. Por la misma
sustancia del alma antes de que actúa, y la misma naturaleza activa del alma antes de que se ejerce, es decir, antes en el orden
de la naturaleza, sería la causa de efectos diferentes, a saber. diferentes Voliciones en diferentes momentos. Pero la sustancia del
alma antes de actuar, y su naturaleza activa antes de que se ejerce, son lo mismo sin variación. En efecto, es un acto que hace
que la primera variación en la causa, como a cualquier causal esfuerzo, fuerza o influencia. Pero si es así, que el alma no tiene
causalidad diferente o diversa influencia causal, en la producción de estos diversos efectos; entonces es evidente, que el alma no
tiene ninguna influencia en la diversidad de los efectos; y que la diferencia de que el efecto no puede ser debido a cualquier cosa
en el alma; o lo que es lo mismo, el alma no determina la diversidad de los efectos; lo cual es contrario a la supposition.- Es cierto,
la sustancia del alma antes de actuar, y antes de su alguna diferencia en este sentido, puede estar en un estado y circunstancias
diferentes, pero los que me opongo, no permitirá que el diferentes circunstancias del alma que son las causas determinantes de
los actos de la voluntad;

5. Supongamos, ya que estos teólogos hacen, que no existen actos del alma, en sentido estricto, pero Voliciones libres; a
continuación, se sigue que el alma es un ser activo en nada más lejos de lo que es un ser voluntaria o electiva; y cuando cada vez
que produce efectos de forma activa, produce efectos voluntariamente y de forma electiva. Pero para producir efectos por lo tanto, es
el mismo que para producir efectos en consecuencia, y de acuerdo a su propia elección. Y si es así, entonces seguramente el alma no
por su actividad producir todos sus propios actos de la voluntad o de la elección a sí mismos; para esto, por la suposición, es producir
todos sus actos libres de elección voluntaria y de forma electiva o como consecuencia de sus propios actos libres de elección, lo que
eleva el asunto directamente a la contradicción antes mencionada, de un acto libre de elección antes de la primera conexión acto de
elección. - Según la propia noción de acción de estos señores, si surge en la mente un Querer sin un acto libre de la voluntad para
producirlo, la mente no es la causa voluntaria de esa volición; porque no surge de, ni está regulada por, la elección o el diseño. Y por
lo tanto no puede ser, que la mente debe ser la causa activa, voluntaria, la determinación del primer y principal volición que se
relaciona con la affair.- La mente de ser una causa diseño, sólo se le permite producir efectos a consecuencia de su diseño; no se
permitirá que sea la causa el diseño de todos sus propios diseños. La mente es una causa electiva, le permitirá producir efectos sólo
como consecuencia de sus elecciones, y de acuerdo con ellos; pero no se puede permitir que sea la causa electiva de todos sus
propias elecciones; ya que supone una elección antes de la primera elección. Así, la mente siendo una causa activa le permite
producir efectos en consecuencia de sus propios actos, pero no se permitirá que sea la causa determinante de todos sus propios
actos; para esto es, de la misma manera, una contradicción; ya que supone un acto determinar versado sobre el primer acto, y antes
de él, que tiene una influencia causal sobre su existencia, y la forma de la existencia.

No puedo concebir nada más que se puede decir con el alma que tiene poder para causar y determinar sus propias voliciones,
como un ser a quien Dios ha dado un poder de acción, pero esto; que Dios ha dado poder al alma, a veces, al menos, para
excitar Voliciones en su placer, o de acuerdo a su antojo.

32
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

Y esto sin duda supone, en todos estos casos, una elección que precede todos Voliciones que así se hizo, incluso el primero de

ellos. Que desemboca en el mencionado gran absurdo. Por lo tanto, la actividad de la naturaleza del alma no ofrece alivio de las

dificultades con las que se asistió a la noción de un poder de autodeterminación de la voluntad, ni va a ayudar, en lo más mínimo,

sus absurdos e inconsistencias.

Sección V.

Mostrando, que si las cosas afirmadas en estas evasivas deben supone que es cierto, que son del todo impertinente, y no pueden ayudar a
la causa de la libertad Arminiana; y cómo, siendo este el estado del caso, Arminiana
escritores están obligados a hablar de forma incoherente.

¿Cuál fue la última observado en la sección anterior, puede show-no sólo que la naturaleza activa del alma no puede ser una
razón por la cual un acto de la voluntad es, o por qué es de esta manera y no de otra, pero también- que si se pudo demostrar,
que voliciones son eventos contingentes, su ser y manera de ser no fijo o determinado por cualquier causa, o cualquier cosa
antecedente; no sería en absoluto servir al propósito de arminianos, para establecer su noción de libertad, ya que consiste en la
determinación de la voluntad de sí mismo, lo que supone cada acto libre de la voluntad de ser determinada por un acto de la
voluntad de ir antes; en la medida en que la voluntad de determinar una cosa, es el mismo que para el alma para determinar una
cosa por dispuesta; y no hay manera de que la voluntad puede determinar un acto de la voluntad, que por queriendo que acto de
la voluntad, o lo que es lo mismo, elegirlo. Así que aquí debe haber dos actos de la voluntad en el caso, se va antes de que otro,
uno versado sobre la otra, y el segundo el objeto de la primera, y elegido por el primero. Si la voluntad no causa y determinar el
acto por elección, que no causa ni determina en absoluto; en lo que no está determinado por elección, no se determina de forma
voluntaria o de buen grado, y que decir, que la voluntad determina algo que el alma no determina de buena gana, es tanto como
decir, que se haga algo por la voluntad, que la alma no desata con su voluntad.

Así que si Arminiana la libertad de la voluntad, que consiste en la determinación de la voluntad de sus propios actos, se mantenga, el
viejo absurdo y la contradicción deben ser mantenidos, que cada acto libre de la voluntad es causado y determinado por un acto libre
de la voluntad anterior. Los cuales no os constar con los actos libres que surge sin causa, y por ser tan contingente, no debe ser
fijada por cualquier cosa anterior. Para que esta evasión debe ser abandonado, ya que no es en absoluto aliviar este tipo de libertad,
sino destruir directamente. Y si hay que supone, que el alma determina sus propios actos de la voluntad de otra manera, que por un
acto anterior de la voluntad; Todavía no ayudará a su causa si les determina por un acto del entendimiento, o algún otro poder,
entonces la voluntad no determina en sí; por lo que el poder de autodeterminación de la voluntad es abandonado. Y lo que es la
libertad no ejercerse, conforme a su propia opinión de la libertad, por el alma está determinado por algo más que su propia elección?
Los actos de la voluntad, es cierto, pueden ser dirigidas, y se determinó y se fijan eficazmente; pero no se hace por propia voluntad y
placer del alma: no hay ejercicio en absoluto de elección o en la producción de Will

33
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

el efecto: y si voluntariamente no se ejercen en ella, ¿cómo es la libertad de la voluntad ejercida en ella?

Así que vamos a arminianos giro que forma que quieran con su noción de libertad, que consiste en la determinación de la voluntad de sus
propios actos, su noción destruye a sí misma. Si ellos tienen cada acto libre de la voluntad que será determinado por propia y libre elección
del alma, o privarse acto libre de la voluntad; anterior, ya sea en el orden del tiempo, o la naturaleza; esto implica que gran contradicción, que
el primer acto libre perteneciente al asunto, está determinada por un acto libre que está delante de él. O si dicen, que los actos libre de la
voluntad son determinados por algún otro acto del alma, y ​no un acto de la voluntad o de la elección; esto también destruye su noción de
libertad que consiste en los actos de la voluntad de ser determinado por la propia voluntad; o si sostienen que los actos de la se rigen por
nada en absoluto que es anterior a ellos, sino que ellos son contingentes en ese sentido, que se determinan y se fijaron por ninguna causa en
absoluto; esto también destruye su noción de libertad, que consiste en la determinación de la voluntad de sus propios actos.

Este es el verdadero estado de la noción arminiano de la libertad, los escritores que defienden que se ven obligados a inconsistencias brutos, en lo
que dicen acerca de este tema. Para ejemplo, en Dr. Whitby; él, en su discurso sobre la libertad de la voluntad, se opone a la opinión de los
calvinistas, que colocan la libertad del hombre sólo en un poder de hacer lo que será, como aquello en que claramente acuerdo con el Sr. Hobbes.

Y sin embargo, él mismo menciona la misma noción de libertad, como el dictado del sentido y la razón común de la humanidad, y una norma
establecida por la luz de la naturaleza; verbigracia. que la libertad es un poder de actuar de nosotros mismos, o hacer lo que queramos. Esta es,

en efecto, como dice él, una cosa agradable al sentido y la razón común de la humanidad; y por lo tanto no se trata tanto de extrañar, que
reconoce por sorpresa contra sí mismo: porque si la libertad no consiste en esto, ¿qué otra cosa se puede diseñar que debe consistir en? Si se
dice, como el Dr. Whitby insiste en otro lugar, que no consiste solamente en la libertad de hacer lo que queramos, sino también una libertad de la

voluntad, sin necesidad; siendo de nuevo la cuestión, lo que hace que la libertad de la voluntad, sin necesidad consisten en, pero de una fuerza de
voluntad lo que nos plazca, sin ser impedido por una necesidad contraria? o en otras palabras, una libertad para el alma en su dispuestos a actuar

de acuerdo a su propia elección? Sí, esto mismo el mismo autor parece permitir, y supongamos una y otra vez, en el uso que hace de dichos de
los padres, a quien cita como sus vales. Así que cita las palabras de Orígenes, que se produce como un testimonio de su lado; “El alma actúa por
decisión propia, y es gratis para que se incline a cualquier parte ella será “Y los de Justino Mártir.; “La doctrina de los cristianos es éste, que no se

hace nada o sufrió de acuerdo con el destino, pero que cada hombre hace el bien o el mal, a su elección PROPIA. Y a partir de Eusebio, estas
palabras; “Si se establecerá el destino, la filosofía y la piedad son overthrown.- Todas estas cosas, dependiendo de la necesidad introducida por

las estrellas, no en voz alta sobre la meditación y procediendo ejercicio de nuestra selección PROPIA. Y de nuevo, las palabras de MACCARIUS;
“Dios, para preservar la libertad de la voluntad del hombre, que sufre su cuerpo a morir, que podría ser en su opción de convertir al bien o al mal.”

-”Los que se actuó por el Espíritu Santo, no se llevan a cabo bajo cualquier necesidad, pero tienen libertad de volverse a sí mismos, y hagan lo

que quieran en esta vida “. “La doctrina de los cristianos es éste, que no se hace nada o sufrió de acuerdo con el destino, pero que cada hombre

hace el bien o el mal, a su elección PROPIA. Y a partir de Eusebio, estas palabras; “Si se establecerá el destino, la filosofía y la piedad son
overthrown.- Todas estas cosas, dependiendo de la necesidad introducida por las estrellas, no en voz alta sobre la meditación y procediendo
ejercicio de nuestra selección PROPIA. Y de nuevo, las palabras de MACCARIUS; “Dios, para preservar la libertad de la voluntad del hombre, que

sufre su cuerpo a morir, que podría ser en su opción de convertir al bien o al mal.” -”Los que se actuó por el Espíritu Santo, no se llevan a cabo

bajo cualquier necesidad, pero tienen libertad de volverse a sí mismos, y hagan lo que quieran en esta vida “. “La doctrina de los cristianos es éste,
que no se hace nada o sufrió de acuerdo con el destino, pero que cada hombre hace el bien o el mal, a su elección PROPIA. Y a partir de

Eusebio, estas palabras; “Si se establecerá el destino, la filosofía y la piedad son overthrown.- Todas estas cosas, dependiendo de la necesidad introducida por las estrel

Por lo tanto, el Doctor en efecto entra en esa misma noción de libertad que tienen los calvinistas; que, al mismo tiempo condena,
ya que de acuerdo con la opinión del Sr. Hobbes, es decir, el alma actuando por su propia voluntad, los hombres hacer el bien o
el mal de acuerdo a su libre elección, su ser en ese

34
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

ejercicio que procede de su libre elección, teniendo en su elección a su vez a bueno o malo, y hacer lo que
quieran.”Así que si los hombres ejercen esta libertad en los actos de la voluntad sí mismos, tiene que ser en ejercer
actos de lo hará de acuerdo con su propia y libre elección; o, ejerciendo actos de voluntad que proceden de su
elección. Y si es así, entonces que cada uno de los jueces si esto no supone una opción libre de ir antes de que el
acto libre de la voluntad, o si un acto de elección no se va antes de ese acto de la voluntad, que procede de él. Y si
es así con todos los actos libres de la voluntad, a continuación, dejar que cada uno de los jueces, si no se sigue que
haya una libre elección de ir antes de que el primer acto libre de la voluntad ejercida en el caso! Y finalmente,

Si la libertad consiste, como dice el propio Dr. Whitby, en un hombre de hacer lo que quiera; y un hombre haga uso de esa
libertad, no sólo en las acciones exteriores, pero en los actos de la voluntad a sí mismos; entonces la medida en que la libertad se
ejerce en este último, que consiste en querer lo que quiere: y el que dijere: así, una de estas dos cosas debe ser destinado, o bien,
1. Que el hombre tiene poder para disponer, como lo que haga tendrá ; porque lo que él quiere, él quiere; y por lo tanto poder para
disponer lo que tiene poder para disponer. Si esto es su significado, entonces todo este gran controversia acerca de la libertad de
la voluntad y el poder de autodeterminación, procede total a la nada; todo lo que se alegó para no ser más que esto, que la mente
del hombre hace lo que hace, y es el tema de lo que es el sujeto, o que lo que es, es; en donde ninguno tiene cualquier
controversia con ellos. O, 2. El significado debe ser, que un hombre tiene poder para disponer según su propio criterio a la
voluntad: es decir, que tiene poder por un acto de elección para elegir otra; por un acto de la voluntad antecedente para elegir el
consiguiente acto: y en esto para ejecutar su propia elección. Y si esto es su significado, no es más que arrastrar los pies con los
que disputan, y desconcertante su propia razón. Por fijas de nuevo la cuestión, en la que se encuentra la libertad del hombre en
ese antecedente acto de voluntad que eligió el consiguiente acto. La respuesta de acuerdo con los mismos principios que debe
ser, que su libertad en esto también reside en su voluntad como lo haría, o como quisiera, o bien a otro acto de elección anterior a
aquél. Así que la pregunta vuelve al infinito, y la respuesta al igual que debe hacerse en el infinito: con el fin de apoyar su opinión,
su debe haber ningún principio,

Sección VI.

En cuanto a la determinación de la voluntad en las cosas que son perfectamente indiferentes en la vista de la mente.

Un gran argumento a favor de poder de autodeterminación, es la supuesta experiencia que universalmente se tiene de la capacidad de
determinar nuestra voluntad, en los casos en donde se presenta ningún motivo predominante: la voluntad, como se supone, tiene su elección
para hacer entre dos o más cosas , que son perfectamente iguales en la vista de la mente; y la voluntad es, aparentemente, por completo
indiferente; y sin embargo, no tenemos ninguna dificultad en llegar a una elección; la voluntad puede determinar al instante mismo a uno, por un
poder soberano, que tiene sobre sí mismo, sin ser movido por ninguno de los incentivos preponderante.

Así, el autor primer plano mencionado de un ensayo sobre la libertad de la voluntad, & c. (. P 25, 26, 27.) supone, “que hay
muchos casos, en el que la voluntad se determina ni por malestar presente, ni

35
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

por el mayor bien aparente, ni por el último dictamen de la inteligencia, ni por ninguna otra cosa, sino simplemente por sí mismo,
como un poder de autodeterminación soberana del alma; y que el alma no quiere el tal o cual acción, en algunos casos, por
ninguna otra influencia, sino porque lo hará. Por lo tanto, dice que, puedo volver la cara hacia el sur o el norte; Puedo señalar con
el dedo hacia arriba o downward.- Y así, en algunos casos, la voluntad determina a sí misma de una manera muy soberana, ya
que será, sin un motivo tomado de la comprensión: y por la presente se descubre su propia fuente perfecta de elección,
elevándose desde dentro de sí mismo, y libre de toda influencia o la restricción de ningún tipo.”y (p.

66, 70, 73, 74.) este autor supone muy expresamente la voluntad en muchos casos a ser determinado por ningún motivo en
absoluto, y actúa en conjunto sin motivo o motivos de preference.- Aquí me observaría:

1. La misma suposición que se hace aquí, en contradicción directa y derroca a sí mismo. Por lo supone, en este gran argumento
consiste, es, que, entre varias cosas que el realmente elige uno antes que otro, al mismo tiempo que es perfectamente
indiferente; que es la misma cosa que decir que la mente tiene una preferencia, al mismo tiempo, que no tiene ninguna
preferencia. Lo que se entiende no puede ser, que la mente es indiferente antes de que llegue a tener una elección, o hasta que
haya una preferencia; sin duda para este autor no se imaginó que tenía una controversia con cualquier persona al suponer esto.
Además, parece ser, de hecho, que lo que supone, es - no es que la voluntad elige una cosa antes de que otro, y de las cuales
es indiferente antes de que se elige, pero que la voluntad es indiferente cuando se elige; y que siendo de otro modo que
indiferente no es sino hasta después, como consecuencia de su elección; que lo que aparece elegido preferible, y más
agradable que la otra, surge de su elección ya hecha. Sus palabras son, (Pág. 30.) “donde los objetos que se proponen parecen
igualmente en forma o bien, la voluntad se deja sin guía o director; y por lo tanto debe tener su propia elección, por su propia
determinación; que sea propiamente un poder de autodeterminación. Y en tales casos la voluntad lo hace como si fuera a hacer
una buena sí mismo por su propia elección, es decir, crea su propio placer o deleite en esta auto-elegido bien. Así como un
hombre agarrando a un punto de la tierra desocupada, en un país deshabitado, la hace suya la posesión y la propiedad, y como
tal se goza de ella. Donde las cosas eran indiferentes antes, la voluntad no encuentra nada para hacerlos más agradables,
considerada sólo en sí mismos, pero el placer que se siente que surge de su propia elección, y su constancia en el mismo. Nos
encanta muchas cosas que hemos elegido, y sólo porque los elegimos “.

Esto es tanto como decir, que primero comenzamos a preferir muchas cosas, simplemente porque hemos preferido y elegido ellos
before.- Estas cosas deben ser dichas necesidades sin consideración de este autor. Choice o preferencia no pueden ser antes de sí
mismo en la misma instancia, ya sea en el orden del tiempo o de la naturaleza: No puede ser el fundamento de la misma, o la
consecuencia de sí mismo. El acto mismo de la elección de una cosa en lugar de otra, se prefiriendo esa cosa, y que está indicando un
valor superior en esa cosa. Pero que la mente establece un valor más alto en una cosa que otra, no es, en primer lugar, el fruto de su
indicando un valor superior en esa cosa.

Este autor dice, (p 36.). “La voluntad puede ser perfectamente indiferente, y sin embargo, la voluntad puede determinarse a sí misma para elegir
uno u otro.” Y de nuevo, en la misma página, “estoy totalmente indiferente a cualquiera; y sin embargo mi Voluntad puede determinarse a sí
misma para elegir.”Y de nuevo,‘¿Qué voy a elegir debe ser determinado por el mero acto de mi voluntad.’Si la elección está determinada por un
simple acto de voluntad, entonces la elección está determinada por una mero acto de elección. Y en relación con este asunto, a saber. Que el
acto de la

36
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

Voluntad misma se determina por acto de elección, este escritor es expreso. Hablando del caso, donde no hay una aptitud superior en
los objetos presentados (Pág. 72.), que cuenta con estas palabras: “No se debe actuar por su propia voluntad, y determinar como se Plazca.
”¿Dónde se supone que la misma determinación, que es la base y la primavera del acto de la voluntad, es un acto de elección y el placer,
en el que un acto es más agradable que su compañero; y esta preferencia y el placer superior es el fundamento de todo lo lo hace en el
caso. Y si es así, la mente no es indiferente cuando se determina a sí misma, sino que más bien había determinarse a sí misma de una
manera que otro. Y por lo tanto la voluntad no actúa en absoluto en la indiferencia; no tanto como en el primer paso que se necesita. Si
se puede hacer para la comprensión de actuar en la indiferencia, pero sin duda la voluntad nunca lo hace; porque la voluntad de
comenzar a actuar es la misma cosa, ya que comienza a elegir o prefieren. Y si en el primer acto de la voluntad, la mente prefiere algo,
entonces la idea de que lo prefiere, lo hace en ese momento predominan, o prevalecer en la mente: o, que es lo mismo, la idea de que
tiene una influencia predominante en la voluntad. Para que esto destruye por completo la cosa supuesta, a saber. Que la mente puede
por un poder soberano elegir una de dos o más cosas, que a juicio de la mente son, en todos los aspectos, perfectamente iguales, uno
de los cuales no significa en absoluto preponderante, ni tiene ninguna influencia predominante en la mente por encima de otro.

Por lo que este autor, en su gran argumento a favor de la capacidad de la voluntad de elegir una de dos o más cosas, por la
cual es perfectamente indiferente, lo hace al mismo tiempo, en efecto, negar lo que supone, incluso que la voluntad , en la
elección, está sujeta a ninguna influencia predominante de la vista de lo elegido. Y de hecho es imposible ofrecer este
argumento sin derrocarlo; lo supone en ella es que el que niega a sí misma. Suponer la voluntad de actuar en absoluto en un
estado de perfecta indiferencia, es afirmar que la mente elige sin elegir. Decir que cuando es indiferente, se puede hacer lo
que le plazca, es decir que puede seguir su placer, cuando no tiene el placer de seguir. Y por lo tanto si hay alguna dificultad
en los casos de dos tortas, o dos huevos, & c. que son exactamente iguales, uno tan bueno como otro; De la cual este autor
supone la mente, de hecho, tiene una opción, y lo que en efecto supone que tiene una preferencia; que tanto se ocupó de
resolver la dificultad, como lo hace los que él se opone. Porque si estos casos prueban cualquier cosa a su propósito, que
prueban que un hombre elige y sin elección. Y, sin embargo esto no es su propósito; porque si esto es lo que él afirma, sus
propias palabras son tanto contra él, y no tanto lo contradice, ya que las palabras de aquellos que se opone contra la puede
hacer.

2. No hay una gran dificultad en mostrar, en estos casos, como se alega, no sólo que es preciso que sea así, que la mente debe
estar influido en su elección por algo que tiene una influencia preponderante sobre ella, sino también la forma en que se asi que. A
poca atención a nuestra propia experiencia, y una consideración distinta de los hechos de nuestra propia mente, en estos casos,
serán suficientes para aclarar el asunto. Por lo tanto, suponiendo que tengo un tablero de ajedrez antes que yo; y porque yo estoy
obligado por un superior, o deseado por un amigo, o en alguna otra consideración, estoy decidido a tocar alguna uno de los puntos o
cuadrados en el tablero con el dedo. No estando limitado o dirigido, en la primera propuesta, a ninguno en particular; y no habiendo
nada en las plazas, en sí mismos considerados, que recomienda cualquiera de todos los sesenta y cuatro, más que otro; en este
caso, mi mente determina a entregarse a lo que se llama vulgularly accidente, mediante la determinación de tocar esa plaza, que
pasa a ser más a la vista, que el ojo es especialmente sobre en ese momento, o que pasa a ser entonces la mayor parte de mi
mente, o la que tendrá por objeto por algunos otros tales como accidente. Aquí hay varios pasos de

37
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

la mente de proceder (aunque todo se haga, por así decirlo, en un momento). El primer paso es su determinación general de que va a
tocar una de las plazas. El siguiente paso es otra determinación en general a entregarse hasta el accidente, de alguna manera
determinada; como para tocar lo que será la mayor en el ojo o la mente en ese momento, o para alguna otra tales como accidente. El
tercer y último paso es una determinación particular de tocar un punto determinado individuo, incluso esa plaza, que, por ese tipo de
accidente que la mente ha lanzado sobre, en realidad se ha ofrecido más allá de otros. Ahora bien, es evidente que en ninguna de
estas medidas tiene varios proceder a la mente en la indiferencia absoluta, pero en cada uno de ellos se ve influenciada por un
incentivo preponderante. Así es en el primer paso, la determinación general de la mente para tocar uno de los sesenta y cuatro
puntos: la mente no es absolutamente indiferente si lo hace o no; que se induce a que, en aras de hacer algún experimento, o por el
deseo de un amigo, o algún otro motivo que prevalece. Así es en el segundo paso, la mente la determinación de dar en sí hasta
accidente, tocando lo que será la mayor en el ojo, o la idea de que será más frecuente en la mente, & c. La mente no es
absolutamente indiferente si se procede por esta regla o no; pero lo elige, porque aparece en ese momento un recurso conveniente y
necesario con el fin de cumplir con el propósito general. Y lo mismo ocurre en el tercer y último paso, que es determinante para tocar
ese punto individual que realmente prevalece en vista de la mente. La mente no es indiferente con respecto a este; sino que está
influenciado por un incentivo que prevalece y la razón; cual es, que este es un enjuiciamiento de la determinación anterior, que
apareció requisito, y fue fijada antes en la segunda etapa. Accidente volverá a servir a un hombre, sin él dificulta un momento, en un
caso así. Entre una serie de objetos a la vista, uno va a prevalecer en el ojo, o en la idea, más allá de los demás. Cuando tenemos los
ojos abiertos bajo el sol claro, muchos objetos saltan a la vista a la vez, e innumerables imágenes pueden ser pintados a la vez en ella
por los rayos de la luz; pero la atención de la mente no es igual a varios de ellos a la vez; o si es, no por lo que para continuar en
cualquier momento. Y lo mismo ocurre con respecto a las ideas de la mente en general: varias ideas no están en la misma resistencia
a la vista de la mente y la notificación a la vez; o al menos, no siendo así para cualquier continuidad sensible. No hay nada en el
mundo más que varía constantemente, que las ideas de la mente; no se queden exactamente en el mismo estado durante el menor
espacio de tiempo perceptible; como es evidente por la siguiente: - Que todos los tiempos es percibido por la mente, sólo por los
cambios sucesivos de sus propias ideas. Por lo tanto, mientras que las percepciones de la mente permanecen exactamente en el
mismo estado, no existe una longitud perceptible de tiempo, porque hay sucesión sensata en absoluto.

Como los actos de la voluntad, en cada paso del procedimiento anteriormente mencionado, no vienen a pasar
sin una causa particular, pero cada acto es debido a una inducción predominante; por lo que el accidente,
como lo he llamado, o lo que sucede en el curso de las cosas incomprensibles, a la que la mente se rinde, y
por el que se guía, no es cualquier cosa que viene a pasar sin una causa. La mente en la determinación de ser
guiado por ella, no está determinada por algo que no tiene causa; cualquier más que si se determina para ser
guiado por una gran cantidad, o la fundición de un dado. Porque aunque el dado cae de manera accidental a
ser lo que arroja, sin embargo, ninguno va a suponer que no hay una causa por la que cae como lo hace. Los
cambios involuntarios en la sucesión de nuestras ideas, aunque la causa no se puede observar, tener tanto
una causa,

38
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

Hay dos cosas en especial, que son probablemente las ocasiones de confusión en el entendimiento de los que insisten en que, para
que la voluntad actúa en una indiferencia adecuada, y sin ser movido por ninguno de los incentivos, en sus determinaciones en los
casos que se han mencionado .

1. Ellos parecen confundir el punto en cuestión, o al menos no para mantenerlo claramente a la vista. La pregunta que se disputa sobre, es decir,

si la mente ser indiferente acerca de los objetos presentados, uno de los cuales se va a tomar, tocado, señaló, & c. como dos huevos, dos tortas,

que aparecen igualmente bueno. Mientras que la cuestión a tener en cuenta, es decir, si la persona sea indiferente con respecto a sus propias

acciones; si no lo hace, en cierta consideración u otro, preferir un acto con respecto a estos objetos antes de que otro. La mente en su

determinación y la elección, en estos casos, no es más inmediata y directamente al corriente acerca de los objetos presentados; pero los actos

que se realizan en relación con estos objetos. Los objetos pueden parecer iguales, y la mente no pueden adecuadamente hacer ninguna elección

entre ellos; pero el siguiente acto de la voluntad de ser acerca de las acciones exteriores a realizar, teniendo, tocar, y c. éstos pueden no aparecer

iguales, y una acción pueden ser adecuadamente elegido antes de que otro. En cada paso del progreso de la mente, la determinación no se trata

de los objetos, a menos indirectamente y de forma inadecuada, sino de las acciones, que ella se da a otras razones que cualquier preferencia de

los objetos, y por razones no tomar a todos los de los objetos. No hay necesidad de suponer, que la mente nunca en toda elegir adecuadamente

uno de los objetos antes de que otro: ya sea antes de haber adoptado, o después. De hecho, el hombre opta por tomar o tocar uno en lugar de

otro; pero no porque se elige lo toma, o tocado, pero a partir de consideraciones extranjeros. El caso es así, que de dos cosas que ofrece, un

hombre puede, por ciertas razones, preferiría tomar aquello que infravalora, y elegir a descuidar lo que prefiere su mente. En tal caso, la elección

de la cosa tomada, y la elección de tomar, son diversas: por lo que están en un caso en el que las cosas que se presentan son iguales en la

estima de la mente, y ninguno de ellos prefiere. Todo ese hecho y la experiencia hace evidente, es decir, que la mente elige una acción en lugar

de otro. Y por lo tanto los argumentos que suelen recoger, con el fin de estar a su propósito, deben ser de probar que la mente elige la acción en

perfecta indiferencia, con respecto a la acción; y no para probar que la mente elige la acción en perfecta indiferencia con respecto al objeto; lo cual

es muy posible, y sin embargo, la voluntad de no actuar en absoluto sin aliciente prevalente, y preponderation adecuada. y optar por el abandono

lo que su mente prefiere. En tal caso, la elección de la cosa tomada, y la elección de tomar, son diversas: por lo que están en un caso en el que

las cosas que se presentan son iguales en la estima de la mente, y ninguno de ellos prefiere. Todo ese hecho y la experiencia hace evidente, es

decir, que la mente elige una acción en lugar de otro. Y por lo tanto los argumentos que suelen recoger, con el fin de estar a su propósito, deben

ser de probar que la mente elige la acción en perfecta indiferencia, con respecto a la acción; y no para probar que la mente elige la acción en

perfecta indiferencia con respecto al objeto; lo cual es muy posible, y sin embargo, la voluntad de no actuar en absoluto sin aliciente prevalente, y

preponderation adecuada. y optar por el abandono lo que su mente prefiere. En tal caso, la elección de la cosa tomada, y la elección de tomar, son

diversas: por lo que están en un caso en el que las cosas que se presentan son iguales en la estima de la mente, y ninguno de ellos prefiere. Todo ese hecho y la experie

2. Otra razón de confusión y dificultad en este asunto, parece ser, no distinguir entre una indiferencia general,
o una indiferencia con respecto a lo que hay que hacer en una vista más distante y general de la misma, y ​una
indiferencia particular, o una indiferencia con respecto a la siguiente acto inmediato, visto con sus
circunstancias particulares y presentes. Un hombre puede ser perfectamente indiferentes con respecto a sus
propias acciones, en el primer aspecto; y sin embargo no en el segundo. Así, en el ejemplo anterior de tocar
uno de los cuadrados de un tablero de ajedrez; cuando se propuso por primera vez que yo toco uno de ellos,
puedo ser completamente indiferente que toco; porque aún puedo ver el asunto de forma remota y, en
general, no es sino el primer paso en el progreso de la mente en el asunto. Pero aún así, cuando en realidad
estoy llegado a la última etapa,

39
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

Sección VII.

En cuanto a la noción de la libertad de la voluntad, que consta en la indiferencia.

Lo que se ha dicho en la sección inevitable, tiene una tendencia en alguna medida a evidenciar lo absurdo de la opinión de como el lugar
de la libertad en la indiferencia, o en el que el equilibrio mediante el cual la voluntad es sin todo sesgo antecedente; que la determinación
de la voluntad de uno y otro lado puede ser enteramente de sí mismo, y que puede ser debido únicamente a su propio poder, y la
soberanía que tiene sobre sí mismo, que va de esta manera en lugar de eso.

Pero como esto ha sido de tal desde hace mucho tiempo, y ha sido por lo general recibida, y tanto insisten los pelagianos,
semipelagianos, jesuitas, socinianos, arminianos, y otros, que pueden merecen una consideración más completa. Y por lo
tanto voy a proceder ahora a una investigación más a fondo en particular y esta noción.

Ahora no sea caso que debería suponer que no entiendo los que sitúan la libertad de indiferencia, o yo debería cargar con falsear su opinión, lo
que significaría, que soy sensible, hay algunos, que, cuando se habla de la libertad de la voluntad como que consiste en la indiferencia, se

expresan como si no serían entendidas en el sentido de la indiferencia de la inclinación o tendencia de la voluntad, sino la indiferencia del poder
del alma, de la voluntad; o que la voluntad, con respecto a su poder o capacidad de elegir, es indiferente, puede ir en cualquier dirección con
indiferencia, ya sea a la derecha oa la izquierda, o bien actuar o abstenerse de actuar, uno como al otro. De hecho, esto parece ser un

refinamiento de algunos escritores particulares solamente, y recién inventadas, que de ninguna manera consistir con la forma de expresión
utilizado por los defensores de la libertad de la indiferencia en general. Deseo dichas refinerías se considere a fondo, ya sea que claramente

conocen su significado, cuando hacen una distinción entre una indiferencia del alma en cuanto a su poder o la capacidad de elegir, y la
indiferencia del alma como a la preferencia o elección en sí misma; y si no se engañan a sí mismos al imaginar que no tienen ningún significado
distinto en absoluto. La indiferencia del alma en cuanto a su capacidad o poder para disponer, debe ser el mismo que la indiferencia del Estado del

poder o facultad de la voluntad, o la indiferencia del estado que el alma misma, que tiene que poder o facultad, que hasta ahora se mantiene en
cuanto al ejercicio de ese poder, en la elección será por y por marca. Deseo dichas refinerías se considere a fondo, ya sea que claramente

conocen su significado, cuando hacen una distinción entre una indiferencia del alma en cuanto a su poder o la capacidad de elegir, y la

indiferencia del alma como a la preferencia o elección en sí misma; y si no se engañan a sí mismos al imaginar que no tienen ningún significado
distinto en absoluto. La indiferencia del alma en cuanto a su capacidad o poder para disponer, debe ser el mismo que la indiferencia del Estado del
poder o facultad de la voluntad, o la indiferencia del estado que el alma misma, que tiene que poder o facultad, que hasta ahora se mantiene en cuanto al ejercicio de ese

Pero no insistir por más tiempo en el hermetismo inexplicable de esta distinción; dejar que lo que se supone con respecto al significado
de los que lo utilizan, esta cantidad de, al menos, se debe entender por arminianos cuando hablan de la indiferencia como esencial para
la libertad de la voluntad, si tienen la intención de cualquier cosa, en cualquier aspecto de su finalidad, a saber. Que es una indiferencia
tal como sale de la no se determina ya; pero libre de la posesión real y vacantes de la predeterminación, hasta el momento, que puede
haber espacio para el ejercicio del poder de autodeterminación de la voluntad; y que la libertad de la voluntad consiste en, o depende,
esta vacante y la oportunidad que le queda a la propia voluntad para ser el determinador del acto que va a ser el acto libre.

Y aquí he de señalar, en primer lugar, que para hacer a cabo este esquema de la Libertad, la indiferencia debe ser perfecta y absoluta;
tiene que haber una libertad perfecta de todo preponderation antecedente o inclinación. Porque si la voluntad ya estar inclinado, antes
de que ejerce su propio poder soberano sobre sí mismo, entonces su inclinación se debe a que no están enteramente en sí: si cuando
se proponen dos opuestos a la

40
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

alma por su elección, la propuesta no encontrar el alma en su totalidad en un estado de indiferencia, entonces no se encuentra en un estado de

libertad para la mera auto-DETERMINACIÓN el menor grado de un sesgo antecedente debe ser compatible con su noción de libertad. Por tanto
tiempo como inclinación previa posee la voluntad, y no se elimina, el anterior se une a la última, de modo que es completamente imposible que la

Will debe actuar de otro modo que agradablemente a ella. Sin duda, la voluntad no puede actuar o elegir contraria a la inclinación predominante
restante de la voluntad. Suponer lo contrario, sería lo mismo que suponer que la voluntad es contraria inclinado a su actual inclinación

predominante, o contrario a lo que se inclina a. Lo que la voluntad prefiere, de eso, todas las cosas consideradas, prepondera y rampas. Es

igualmente imposible que la voluntad para escoger en contra de su propia inclinación preponderante restante y el presente, ya que es a preferir
contraria a su propia preferencia actual, o elige en contra de su propia elección presente. La voluntad, por lo tanto, siempre y cuando se está bajo
la influencia de una antigua inclinación preponderante, no está en libertad para un nuevo acto libre; o cualquiera, que ahora será un acto de

autodeterminación. Lo que es un acto libre auto-determinado, debe ser uno que determina la voluntad en la posesión y uso de una especie

peculiar de libertad; tal como consta en una libertad de toda cosa, que, si fuera allí, haría imposible que la voluntad, en ese momento, debe ser de
otro modo que de esa manera a la que se tiende. o elegir en contra de su propia elección presente. La voluntad, por lo tanto, siempre y cuando se

está bajo la influencia de una antigua inclinación preponderante, no está en libertad para un nuevo acto libre; o cualquiera, que ahora será un acto
de autodeterminación. Lo que es un acto libre auto-determinado, debe ser uno que determina la voluntad en la posesión y uso de una especie

peculiar de libertad; tal como consta en una libertad de toda cosa, que, si fuera allí, haría imposible que la voluntad, en ese momento, debe ser de
otro modo que de esa manera a la que se tiende. o elegir en contra de su propia elección presente. La voluntad, por lo tanto, siempre y cuando se está bajo la influencia d

Si cualquiera debería decir, no hay necesidad de que la indiferencia debe ser perfecto; pero a pesar de un ex inclinación sigue
siendo, sin embargo, si no es muy fuerte, posiblemente, la fuerza de la voluntad puede superar oponen y que: - Este es
groseramente absurdo; por la fuerza de la voluntad, que sea tan grande que nunca, le da tal soberanía y dominio, como para causar
sí preferir y no preferir, al mismo tiempo, o para elegir en contra de su propia elección presente.

Por lo tanto, si hay el menor grado de preponderation antecedente de la voluntad, que debe estar perfectamente abolida, antes de que
la voluntad puede estar en libertad para determinar sí el camino contrario. Y si la voluntad determina en sí de la misma manera, no fue
una determinación libre, porque la voluntad no es totalmente en libertad al hacerlo; su determinación no es del todo de sí misma, pero
se determinó en parte antes, en su inclinación previa y toda la libertad de los ejercicios en el caso, está en un aumento de la inclinación,
que se da a sí mismo, sumado a lo que tenía por una renunciar sesgo; hay tanto de sí misma, y ​por lo tanto es de perfecta indiferencia.
Porque aunque la voluntad tenía una tendencia anterior de esa manera, sin embargo, como a ese grado adicional de inclinación, que no
tenía ninguna tendencia. Por lo tanto la tendencia anterior no es de consideración, con respecto al acto en el que la voluntad es libre. De
manera que se trata de lo mismo que se dijo al principio, que a medida que el acto de la voluntad, en la que la voluntad es libre, tiene
que ser perfecta indiferencia, o de equilibrio.

Para ilustrar esto: supongamos que un poder de auto-movimiento soberano en un cuerpo natural; pero que el cuerpo está en
movimiento ya, por un sesgo antecedente; por ejemplo, la gravitación hacia el centro de la tierra; y tiene un grado de movimiento en
virtud de esa tendencia anterior; sino por su poder de auto-movimiento que añade un grado más a su movimiento, y se mueve tanto
avanzar rápidamente hacia el centro de la tierra de lo que lo haría sólo por su gravedad: es evidente, todo lo que se debe a un
semoviente poder en este caso, es el grado adicional de movimiento; y que el otro grado que tuvo de la gravedad, no es de
consideración en el caso; el efecto es el mismo, como si el cuerpo había recibido de sí un grado de movimiento de un estado de
reposo perfecto. Por lo tanto, si suponemos un poder auto-movimiento dado a la escala de un equilibrio, que tiene un peso de un
grado más allá de la escala opuesto; y si atribuimos

41
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

a ella la posibilidad de añadir a sí mismo otro grado de la fuerza de la misma manera, por su poder de auto-movimiento; esto es sólo
lo mismo que a atribuirle un poder de darse un grado de preponderation de un perfecto equilibrio; y por lo tanto poder como la escala
tiene que darse un equilibrio más de un perfecto equilibrio, por lo tanto poder auto-preponderante auto-movimiento que tiene, y no
más. Por lo que su poder libre de esta manera siempre ha de ser medido desde el equilibrio perfecto.

Necesito decir nada más que demostrar, que si Indiferencia ser esencial para la libertad, tiene que ser perfecta indiferencia; y que la medida en
que la voluntad está desprovisto de esto, hasta ahora es que la miseria de esa libertad por la que está en capacidad de ser su propio
determinante, sin ser en absoluto pasiva, o está sujeto a la potencia y la influencia de alguna otra cosa, en sus movimientos y determinaciones.

Habiendo observado estas cosas, tratemos ahora si esta noción de la libertad de la voluntad que consiste en la indiferencia y el
equilibrio, y la autodeterminación de la voluntad en tal estado, no os absurdo e inconsistente.

Y aquí me gustaría establecer esto como un axioma de la verdad indudable; que cada acto libre se realiza en una pizarra de la libertad, y
no sólo después de un estado tal, si un acto de la voluntad sea un acto en el que el alma es libre, debe ser ejercida en un rancio de la
libertad, y en el momento de libertad. No será suficiente, que el acto sigue inmediatamente a un estado de libertad; Pero la libertad aún
debe continuar, y co-existir con el acto; el alma queda en posesión de la libertad. Porque esa es la noción de un acto libre del alma,
incluso un acto en el que el alma utiliza o ejerza la libertad. Pero si el alma no es, en el mismo momento del acto, en posesión de la
libertad, no puede en ese momento esté en el uso de la misma.

Ahora la pregunta es, si alguna vez el alma del hombre pone adelante un acto de voluntad, mientras que todavía se mantiene en un estado de
libertad, a saber. en el sentido de un estado de indiferencia; o si el alma cada vez ejerce un acto de preferencia, mientras que en ese mismo
momento la voluntad está en un equilibrio perfecto, no se inclina de una manera más que otro. La misma puesta de la cuestión es suficiente para

mostrar lo absurdo de la respuesta afirmativa: por lo ridícula sería para cualquier órgano de insistir, que el alma elige una cosa antes que otra,
cuando en el mismo instante en que es completamente indiferente con respecto ¡a cada! Esto es lo mismo que decir, el alma prefiere una cosa a
otra, en el mismo momento en que no tiene preference.-elección y preferencia no más puede estar en un estado de indiferencia, que el

movimiento puede estar en un estado de descanso, o que el preponderation de la escala de una balanza puede estar en un estado de equilibrio. El
movimiento puede ser el siguiente momento después de un descanso; pero no puede coexistir con ella, en todo, incluso los menos, parte de ella.
Así opción puede ser inmediatamente después de un estado de indiferencia, pero no puede coexistir con ella: incluso el principio de que no se
encuentra en un estado de indiferencia. Y por lo tanto, si esto es libertad, ningún acto de la voluntad, en cualquier grado, se realiza siempre en un

estado de libertad, o en el momento de la Libertad. La voluntad y la libertad están tan lejos de acordar juntos, y siendo uno esencial a otro, que son

contrarias una a otra, y uno excluye y destruye al otro, tanto como movimiento y reposo, la luz y la oscuridad, o la vida y la muerte. De manera que

la voluntad actúa no en todos, no tanto como empiezan a actuar, en el momento de dicha libertad: la libertad ha dejado de ser, en el primer
momento de la acción; y por lo tanto la libertad no puede llegar a la acción, afectar o de calificarlo, o darle una denominación, no más que si

hubiera dejado de ser veinte años antes de que comenzara la acción. En el momento en que deja de ser libertad, deja de ser un título de cualquier
cosa. Si la luz y la oscuridad se suceden de forma instantánea, la luz califica nada después de que ha salido, para hacer cualquier cosa lightsome

o brillante, en el primer momento de completa oscuridad, no más que meses o años después. La vida se denomina nada de vital importancia, en el

Si la luz y la oscuridad se suceden de forma instantánea, la luz califica nada después de que ha salido, para hacer cualquier cosa lightsome o
brillante, en el primer momento de completa oscuridad, no más que meses o años después. La vida se denomina nada de vital importancia, en el

Si la luz y la oscuridad se suceden de forma instantánea, la luz califica nada después de que ha salido, para hacer cualquier cosa lightsome o
brillante, en el primer momento de completa oscuridad, no más que meses o años después. La vida se denomina nada de vital importancia, en el

42
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

primer momento de la muerte perfecta. Así libertad, si consiste en o implica indiferencia, se puede denominar nada gratis, en el
primer momento de preferencia o preponderation. Por lo tanto, es manifiesto, que ninguna libertad la cual se está en posesión de, o
utiliza nunca, en cualquiera de sus actos de voluntad, consiste en la indiferencia; y que la opinión de como suponer, que la
indiferencia pertenece a la esencia misma de la libertad, es el más alto grado absurdo y contradictorio.

Si alguien debe imaginar, que esta forma de argumentar es nada más que un truco y engaño; y para evadir el razonamiento,
debería decir, que lo que la voluntad ejerce su libertad, no está en el acto de elección o preponderation en sí, sino en la
determinación de sí a una cierta elección o preferencia; que el acto de la voluntad en el que es libre, y utiliza su propio
soberanía, consiste en su causar o determinar el cambio o transición de un estado de indiferencia a una cierta preferencia o
determinar para dar un cierto giro a la balanza, que tiene hasta ahora sido aún; y que la voluntad ejerce este acto en un
estado de libertad, o mientras la voluntad todavía permanece en equilibrio, y perfecto maestro de itself.-digo, si alguno desea
expresar su noción de la libertad después de esto, o algo por el estilo, vamos a ver si él puede tener éxito mejor que antes.

Lo que se afirma es que la voluntad, mientras que todavía se mantiene en equilibrio perfecto, sin preferencia, determina que el propio cambio de
ese estado, y excitar en sí mismo una cierta elección o preferencia. Ahora vamos a ver si esto no viene al mismo absurdo que teníamos antes. Si
es así que la voluntad, mientras que aún permanece perfectamente indiferente, determina que ponerse de ese estado, y para darse una cierta

preponderation; entonces me gustaría preguntar, si el alma no determina la de elección; o si la voluntad de llegar a una determinación para
hacerlo, no sea lo mismo que el alma viene a una opción para hacerlo. Si el alma no determina la de elección, o en el ejercicio de la elección,
entonces no determina de manera voluntaria. Y si el alma no determina de manera voluntaria, o por su propia voluntad, Y ¿en qué sentido tiene su
determinará que? Y si la voluntad no lo determina, entonces, ¿cómo está la libertad de la voluntad ejercida en la determinación? ¿Qué clase de
libertad es ejercida por el alma en esas determinaciones, en el que no hay ejercicio de la opción, que no son voluntarios, y en el que la voluntad no

se refiere? Pero si se le permitiera, que esta determinación es un acto de elección, y se insiste en que el alma, mientras que todavía se mantiene
en un estado de perfecta indiferencia, opta por ponerse de ese estado, y para encender en sí mismo uno camino; entonces el alma ya ha llegado a
una elección; y opta por ese camino. Y así tenemos el mismo absurdo lo que teníamos antes. Aquí está el alma en un estado de elección, y en un

estado de equilibrio, las dos al mismo tiempo: el alma ya la elección de un camino, mientras que permanece en un estado de perfecta indiferencia,
y no tiene ninguna opción de una manera más que el otra.- Y de hecho esta forma de hablar, aunque puede ocultar un poco de lo absurdo, en la

oscuridad de expresión, aumenta la inconsistencia. Decir, el acto libre de la voluntad, o el acto que la voluntad ejerce en un estado de libertad y la
indiferencia, no implica preferencia en ella, pero es lo que hace la voluntad con el fin de causar o producir una preferencia, es tanto como decir que

el alma elige (para querer y para elegir son la misma cosa), sin elección, y prefiere sin preferencia, con el fin de causar o producir el comienzo de

una preferencia, o la primera opción. Y esto es, que la primera opción se ejerce sin elección, con el fin de producir por sí mismo! aunque puede
ocultar un poco de lo absurdo, en la oscuridad de expresión, aumenta la inconsistencia. Decir, el acto libre de la voluntad, o el acto que la voluntad

ejerce en un estado de libertad y la indiferencia, no implica preferencia en ella, pero es lo que hace la voluntad con el fin de causar o producir una
preferencia, es tanto como decir que el alma elige (para querer y para elegir son la misma cosa), sin elección, y prefiere sin preferencia, con el fin

de causar o producir el comienzo de una preferencia, o la primera opción. Y esto es, que la primera opción se ejerce sin elección, con el fin de

producir por sí mismo! aunque puede ocultar un poco de lo absurdo, en la oscuridad de expresión, aumenta la inconsistencia. Decir, el acto libre

de la voluntad, o el acto que la voluntad ejerce en un estado de libertad y la indiferencia, no implica preferencia en ella, pero es lo que hace la
voluntad con el fin de causar o producir una preferencia, es tanto como decir que el alma elige (para querer y para elegir son la misma cosa), sin elección, y prefiere sin p

En su caso, para evadir estas cosas, debe poseer, que un estado de libertad y un estado de indiferencia no son los mismos, y que el
primero puede ser sin que este último; sino que debe decir, que la indiferencia sigue siendo esencial para la libertad, ya que es necesario ir
inmediatamente antes de ella; siendo esencial para la libertad

43
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

de un acto de voluntad que debería surgir directa e inmediatamente de un estado de indiferencia; Todavía esto no va a ayudar a la
causa de la libertad Arminiana, o que sea coherente con ella misma. En efecto, si el acto muelles de inmediato fuera de un estado de
indiferencia, entonces no surgen de la elección antecedente o preferencia. Pero si el acto surge directamente de un estado de
indiferencia, sin opción alguna intervención para determinarlo, entonces el acto no se ha determinado por elección, no está
determinado por la voluntad; la mente no ejerce la libre elección en el asunto, y la libre elección y libre no tendrá parte en la
determinación del acto. Que es totalmente compatible con su noción de la libertad de la voluntad. Si cualquiera debería suponer que
estos absurdos se pueden evitar, por decir, que la libertad de la mente consiste en un poder de suspender el acto de la voluntad, y
así mantenerla en un estado de indiferencia, hasta que haya habido oportunidad para su consideración; y así se dice, sin embargo,
que la indiferencia no es esencial para la libertad de tal manera, que la mente debe hacer su elección en un estado de indiferencia,
que es una incongruencia, o que el acto de la voluntad ha de brotar inmediatamente de la indiferencia; sin embargo, la indiferencia
puede ser esencial para la libertad de los actos de la voluntad en este sentido; a saber, que la libertad consiste en un poder de la
mente para omitir o suspender el acto de volición y mantener la mente en un estado de indiferencia por el momento, hasta que haya
habido oportunidad para que la deliberación adecuada: Digo, si alguno se imagina que esto ayuda a la materia, es un gran error: se
reconcilia ninguna incoherencia, y alivia sin difficulty.- Por aquí deben observarse las siguientes cosas:

1. Que esta suspensión de la volición, si hay propiamente tal cosa, es en sí mismo un acto de voluntad. Si la mente determina la
suspensión de su acto, se determina de manera voluntaria; se elige, en cierta consideración, para suspenderlo. Y esta elección o
determinación, es un acto de la voluntad: Y de hecho se supone que es por lo que en la misma hipótesis; para la que se supone que la
libertad de la voluntad consiste en su poder para hacer esto, y que su hacerlo es la misma cosa que la voluntad ejerce su libertad. Pero
¿cómo se puede ejercer la libertad de la voluntad en ella, si no es un acto de la voluntad? La libertad de la voluntad no se ejerza de
cualquier cosa, pero lo que hace la voluntad.

2. Esta determinación de suspender la actuación no sólo es un acto de la voluntad, pero se supone que es el único acto libre de la voluntad;
porque se dice, que esto es lo que la libertad de la voluntad consists.- Si es así, entonces todo esto es el acto de la voluntad que tenemos que
tener en cuenta en esta controversia. Y ahora, la primera cuestión vuelve sobre nosotros; verbigracia. En qué consiste la libertad de la voluntad en

los actos que está libre? Y si este acto de determinar una suspensión sea el único acto en el que la voluntad es libre, a continuación, que consiste
en la libertad de la voluntad con respecto a este acto de suspensión? Y cómo es esencial para este acto Indiferencia? La respuesta debe ser, de

acuerdo con lo que se supone en la evasión en consideración, que la libertad de la voluntad en este acto de suspensión, consiste en una facultad

de suspender, incluso este acto, hasta que haya habido oportunidad para que la deliberación cuidadosa. Pero esto será para sumergirse
directamente en el sentido más grosera, porque es el acto de la propia suspensión que estamos hablando de; y no hay espacio para un espacio de

deliberación y de suspensión con el fin de determinar si vamos a suspender o no. Para que supone, que la suspensión incluso en sí mismo puede
ser diferida: cual es absurdo; para el aplazamiento de la determinación de la suspensión, para considerar si vamos a suspender o no, estaremos

en realidad de suspensión. Ya que durante el espacio de la suspensión, al considerar la suspensión, el acto es, ipso facto, suspendido. No hay

medio entre la suspensión de actuar, y de inmediato en funciones; y por lo tanto no hay posibilidad de evitar ya sea el uno o el otro momento.
porque es el acto de la propia suspensión que estamos hablando de; y no hay espacio para un espacio de deliberación y de suspensión con el fin

de determinar si vamos a suspender o no. Para que supone, que la suspensión incluso en sí mismo puede ser diferida: cual es absurdo; para el
aplazamiento de la determinación de la suspensión, para considerar si vamos a suspender o no, estaremos en realidad de suspensión. Ya que

durante el espacio de la suspensión, al considerar la suspensión, el acto es, ipso facto, suspendido. No hay medio entre la suspensión de actuar, y de inmediato en funcio

44
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

Y, además, esto va acompañado de absurdo ridículo de otra manera: por ahora, al parecer, la libertad consiste totalmente en el poder de
la mente tener que suspender su determinación de si suspender o no; que puede haber tiempo para su examen, ya sea mejor suspender.
Y si la libertad consiste en esto solamente, entonces esta es la libertad bajo consideración. Tenemos que preguntar ahora, ¿cómo la
Libertad, con respecto a este acto de la suspensión de una determinación de la suspensión, consiste en la indiferencia, o cómo la
indiferencia es esencial para el mismo. La respuesta, de acuerdo con la hipótesis de que estamos en, debe ser, que consiste en un poder
de suspender incluso este acto mencionado en último lugar, para tener tiempo para considerar la suspensión de eso. Y luego las mismas
dificultades y investigación de vuelta otra vez con respecto a eso; y así hasta el infinito. Lo cual, si sería una muestra de cualquier cosa,
solo mostraría que no hay tal cosa como un acto libre. Se impulsa el ejercicio de la libertad de vuelta en el infinito; y que es para
conducirlo fuera del mundo.

Y además de todo esto, no es una ilusión, y una gran contradicción latente en el asunto de otra manera; por cuanto al explicar cómo o en qué
sentido, la voluntad es libre, con respecto a un determinado acto de volición, se dice, que su libertad consiste en una facultad de determinar la

suspensión de ese acto, lo que sitúa la libertad no en ese acto de la voluntad, que la investigación está a punto, pero en conjunto en otro acto

antecedente. Lo que contradice la cosa supuesta tanto en la pregunta y la respuesta. La pregunta es, ¿en qué consiste la libertad de la mente en
cualquier acto particular de la voluntad? Y la respuesta, en la que pretende mostrar en donde se encuentra la libertad de la mente en ese acto, en
efecto, dice, que no se encuentra en ese acto en absoluto, pero en otro, a saber. una volición para suspender ese acto. Y por lo tanto la respuesta

es a la vez contradictorio, y en conjunto impertinente y al lado del objetivo. Para que no muestra en la que la libertad de la voluntad consiste en el
acto de que se trate; en lugar de eso, se supone que no consiste en que actúan en absoluto, pero en otro distinto de él, incluso una voluntad para

suspender el acto, y toma tiempo para considerar de la misma. Y ninguna cuenta se pretendió estar dada en el que la mente está libre con
respecto a ese acto, en el que esta respuesta supone la libertad de la mente de hecho consiste, a saber. el acto de suspensión o de la
determinación de la suspensión. Y ninguna cuenta se pretendió estar dada en el que la mente está libre con respecto a ese acto, en el que esta

respuesta supone la libertad de la mente de hecho consiste, a saber. el acto de suspensión o de la determinación de la suspensión. Y ninguna
cuenta se pretendió estar dada en el que la mente está libre con respecto a ese acto, en el que esta respuesta supone la libertad de la mente de

hecho consiste, a saber. el acto de suspensión o de la determinación de la suspensión.

En general, se está excediendo manifiesto, que la libertad de la mente no consiste en la indiferencia, y que la indiferencia no es esencial
o necesario, o por lo todos ellos pertenecientes a ella, como los arminianos suponen; que la opinión de estar lleno de nada más que de
auto-contradicción.

Sección VIII.

En cuanto a la supuesta libertad de la voluntad, como opuesta a toda necesidad.

Se insiste principalmente en por arminianos, en esta controversia, como lo más importante y esencial en la libertad humana, que
voliciones, o los actos de la voluntad, son acontecimientos contingentes; la comprensión de contingencia como opuesto, no sólo a la
fuerza, sino a toda necesidad. Por eso me interesa especialmente examinar esta cuestión.

Y, en primer lugar, me pregunto, si hay o puede ser cualquier cosa, como una volición que está supeditada, en tal sentido, ya
que no sólo a suceder sin ninguna necesidad de coacción o co-acción, pero

45
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

también sin necesidad de la consecuencia o una conexión infalible con cualquier cosa foregoing.- En segundo lugar, si, si así fuera,
esto sería en absoluto ayudar a la causa de la libertad.

I. Me gustaría considerar si la voluntad es una cosa que alguna vez lo hace, o puede llegar a pasar, de esta manera, de forma contingente.

Y aquí hay que tener presente, que ha demostrado ya, que nada puede suceder sin una causa, o una razón, por lo que
existe de esta manera y no de otra; y la evidencia de esto se ha aplicado sobre todo a los actos de la voluntad. Ahora bien,
si esto es así, se puede demostrar que se sigue, que los actos de la voluntad no son contingentes, o sin necesidad, en el
sentido de que habla; la medida en que aquellas cosas que tienen una causa o una razón de su existencia, debe
conectarse con su causa. Esto parece por las siguientes consideraciones.

1. Para que un evento tiene una causa y fundamento de su existencia, y sin embargo no estar conectado con su causa, es una inconsistencia.

Porque si el evento no puede conectar con la causa, no depende de la causa; su existencia es, ya que estaban sueltos de su influencia, y puede
asistir a la misma, o no; que sea una mera contingencia, si se sigue o asiste a la influencia de la causa, o no: ¿Y que es lo mismo que no se

depende de ella. Y decir, el evento no depende de su causa, es absurdo; es lo mismo que decir, no es su causa, ni el caso de que el efecto de la
misma; para la dependencia de la influencia de una causa es la misma noción de un efecto. Si no hay tal relación entre una cosa y otra, que
consiste en la conexión y dependencia de una cosa de una la influencia de otro, entonces es seguro que no hay tal relación entre ellos como se
representa por los términos de causa y efecto. La medida en que un evento depende de una causa, y conectado con ella, por lo tanto no es

causalidad en el caso, y no más. La causa hace, o lleva a efecto, sin más, en todo caso, que depende de ella. Si decimos, la conexión y la
dependencia no es total, sino parcial, y que el efecto, a pesar de que tiene alguna conexión y dependencia, sin embargo, no depende totalmente
de ella; esto es lo mismo que decir que no todo lo que está en el evento es un efecto de esa causa, pero que sólo una parte de ella surge de allí, y

parte de alguna otra manera. no más, en todo caso, que es dependiente de ella. Si decimos, la conexión y la dependencia no es total, sino parcial,
y que el efecto, a pesar de que tiene alguna conexión y dependencia, sin embargo, no depende totalmente de ella; esto es lo mismo que decir que

no todo lo que está en el evento es un efecto de esa causa, pero que sólo una parte de ella surge de allí, y parte de alguna otra manera. no más,
en todo caso, que es dependiente de ella. Si decimos, la conexión y la dependencia no es total, sino parcial, y que el efecto, a pesar de que tiene
alguna conexión y dependencia, sin embargo, no depende totalmente de ella; esto es lo mismo que decir que no todo lo que está en el evento es un efecto de esa causa,

2. Si hay algunos eventos que no están necesariamente conectados con sus causas, entonces se va a seguir, que hay algunas cosas que vienen
a pasar sin ninguna causa, en contra de la suposición. Por si hay algún evento que no fue necesariamente conectada con la influencia de la causa

bajo tales circunstancias, entonces era contingente si sería asistir o seguir la influencia de la causa, o no; que podría haber seguido, y no puede,
cuando la causa era la misma, su influencia la misma, y ​en las mismas circunstancias. Y si es así, ¿por qué se sigue, en lugar de no sigue? De

esto no hay ninguna causa o razón. Por lo tanto, aquí hay algo sin ninguna causa o razón por la cual es, a saber. el seguimiento del efecto sobre

la influencia de la causa, con la que no era necesariamente conectado. Si no hay conexión necesaria del efecto sobre cualquier cosa antecedente,
entonces podemos suponer que a veces el evento seguirá la causa, ya veces no, cuando la causa es la misma, y ​en todos los aspectos en el

mismo estado y las circunstancias. Y lo que puede ser la causa y la razón de este extraño fenómeno, aunque esta diversidad, que en un caso, el

efecto debe seguir, en otro no? Es evidente por la suposición de que esta es totalmente sin ninguna causa o suelo. Aquí hay algo en la forma
presente de la existencia de las cosas, y el estado del mundo, que es absolutamente sin causa. Lo cual es contrario a la suposición, y al contrario

de lo que se ha demostrado antes. y en todos los aspectos en el mismo estado y las circunstancias. Y lo que puede ser la causa y la razón de este

extraño fenómeno, aunque esta diversidad, que en un caso, el efecto debe seguir, en otro no? Es evidente por la suposición de que esta es
totalmente sin ninguna causa o suelo. Aquí hay algo en la forma presente de la existencia de las cosas, y el estado del mundo, que es

absolutamente sin causa. Lo cual es contrario a la suposición, y al contrario de lo que se ha demostrado antes. y en todos los aspectos en el
mismo estado y las circunstancias. Y lo que puede ser la causa y la razón de este extraño fenómeno, aunque esta diversidad, que en un caso, el

efecto debe seguir, en otro no? Es evidente por la suposición de que esta es totalmente sin ninguna causa o suelo. Aquí hay algo en la forma presente de la existencia de

46
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

3. Supongamos que hay algunos eventos que tienen una causa y fundamento de su existencia, que aún no están necesariamente conectados con

su causa, es de suponer que tienen una causa que no es su causa. Así; si el efecto no será necesariamente conectado con la causa, con su
influencia, y las circunstancias influyentes; entonces, como he observado antes, es una cosa posible y supposable, que la causa a veces puede

ejercer la misma influencia, en las mismas circunstancias, y sin embargo, el efecto no seguir. Y si esto ocurre en realidad en cualquier caso, este
caso es una prueba, de hecho, que la influencia de la causa no es suficiente para producir el efecto. Por si hubiera sido suficiente, lo habría hecho.

Y, sin embargo, por la suposición, en otro caso, la misma causa, la perfección la misma influencia, y cuando todas las circunstancias que tienen

alguna influencia son los mismos, se siguió con el efecto. Por ello es manifiesto, que el efecto de esta última instancia no se debió a la influencia
de la causa, sino que debe llegar a pasar alguna otra manera. Para ello se demostró antes, que la influencia de la causa no fue suficiente para

producir el efecto. Y si no fuera suficiente para producirlo, entonces la producción de la misma podría no ser debido a que la influencia, sino que
debe ser debido a otra cosa, o debido a la nada. Y si el efecto no sea debido a la influencia de la causa, entonces no es la causa. Lo que nos lleva

a la contradicción de una causa, y sin causa, que es la tierra y la razón de la existencia de una cosa, y al mismo tiempo no es la base y la razón de

su existencia. Por ello es manifiesto, que el efecto de esta última instancia no se debió a la influencia de la causa, sino que debe llegar a pasar
alguna otra manera. Para ello se demostró antes, que la influencia de la causa no fue suficiente para producir el efecto. Y si no fuera suficiente

para producirlo, entonces la producción de la misma podría no ser debido a que la influencia, sino que debe ser debido a otra cosa, o debido a la
nada. Y si el efecto no sea debido a la influencia de la causa, entonces no es la causa. Lo que nos lleva a la contradicción de una causa, y sin

causa, que es la tierra y la razón de la existencia de una cosa, y al mismo tiempo no es la base y la razón de su existencia. Por ello es manifiesto,
que el efecto de esta última instancia no se debió a la influencia de la causa, sino que debe llegar a pasar alguna otra manera. Para ello se demostró antes, que la influen

Si el asunto no sea ya tan claro como para hacer ningún razonamiento más sobre ella impertinente, diría, lo que parece ser la causa en el
supuesto caso, no puede ser causa; su poder y la influencia que tiene, en un ensayo completo, resultaron insuficientes para producir un efecto tal:
y si no es suficiente para producir, a continuación, no produce la misma. Decir lo contrario, es decir, hay poder para hacer lo que no hay poder

para hacerlo. Si no haya en una causa suficiente potencia ejercida, y en circunstancias suficientes para producir un efecto, por lo que el efecto se
produce realmente en un momento; todas estas cosas Concurrentes, producirán el efecto en todo momento. Y así podemos volver a la inversa; lo

que no resulta suficiente a la vez, no puede él suficiente a otra, con exactamente las mismas circunstancias influyentes. Y por lo tanto, si se sigue
el efecto, no se debe a que la causa; a menos que el tiempo diferente ser una circunstancia que tiene influencia, pero lo que es contrario a la
suposición; para ello se supone que todas las circunstancias que influyen, son los mismos. Y, además, esto sería suponer el momento de ser la

causa; lo cual es contrario a la suposición de la otra cosa es la causa. Pero si sólo la diversidad de tiempo no tiene ninguna influencia, entonces es
evidente que es como mucho de un absurdo decir, la causa fue suficiente para producir el efecto de una sola vez, y no en otro; como para decir,

que es suficiente para producir el efecto en un momento determinado, y sin embargo no es suficiente para producir el mismo efecto al mismo
tiempo. para ello se supone que todas las circunstancias que influyen, son los mismos. Y, además, esto sería suponer el momento de ser la causa;
lo cual es contrario a la suposición de la otra cosa es la causa. Pero si sólo la diversidad de tiempo no tiene ninguna influencia, entonces es

evidente que es como mucho de un absurdo decir, la causa fue suficiente para producir el efecto de una sola vez, y no en otro; como para decir,
que es suficiente para producir el efecto en un momento determinado, y sin embargo no es suficiente para producir el mismo efecto al mismo

tiempo. para ello se supone que todas las circunstancias que influyen, son los mismos. Y, además, esto sería suponer el momento de ser la causa; lo cual es contrario a

En su conjunto, que se manifiesta claramente, que todo efecto tiene una conexión necesaria con su causa, o con lo que es el
verdadero fundamento y la razón de su existencia. Y por lo tanto, si no hay evento sin una causa, como se demostró antes, entonces
ningún caso, todo lo que es contingente, en la forma que arminianos suponen los actos libres de la voluntad de ser contingente.

Sección IX.

47
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

De la Conexión de los actos de la voluntad con los dictados de la Comprensión.

Es manifiesto, que no hay actos de la voluntad son contingentes, en un sentido tal que se podrá contar con toda necesidad, o para
que no sea necesario con una necesidad de la consecuencia y Connexion; porque cada acto de la voluntad es de alguna manera
relacionada con el entendimiento, y es que el mayor bien es evidente, de la manera que ya se ha explicado; a saber, que el alma
siempre quiere o elige lo que, en la vista actual de la mente, considerado en el conjunto de ese punto de vista, y todo lo que le
pertenece, parece más agradable. Debido a que, como se observó antes, nada es más evidente que, cuando los hombres actúan
de forma voluntaria, y hacen lo que quieren, entonces ellos hacen lo que parece más agradable para ellos; y para decir lo contrario,
sería tanto como afirmar, que los hombres no eligen lo que parece adaptarse a ellos mejor, o lo que parece más agradable para
ellos; o que ellos no eligen lo que prefieren. Lo que trae el asunto a una contradicción.

Y ya que es muy evidente en sí misma, que los actos de la voluntad tener alguna relación con los dictados o puntos de vista de la
comprensión, así que esto es permitido por algunos de los principales de los escritores arminianas; sobre todo por el Dr. Whitby y el Dr.
Samuel Clark. El Dr. Turnbull, aunque un gran enemigo a la doctrina de la necesidad, permite que la misma cosa. En su Filosofía
cristiana, (Pág. 196.) que con mucha aprobación cita otro filósofo, a partir de la misma mente, con estas palabras: “Ningún hombre (dice
un excelente filósofo) pone a sí mismo acerca de cualquier cosa, pero en algún punto de vista u otro , lo que le sirve para una razón por
lo que hace; y todo lo facultades que emplea, el entendimiento, con tanta luz como lo ha, bien o mal formada, conduce constantemente;
y por esa luz, verdadero o falso, todos sus poderes operativos están dirigidos. La voluntad misma, la forma absoluta y soever
incontrolable se puede pensar, nunca falla en su obediencia a los dictados de la comprensión. Templos tienen sus imágenes sagradas;
y vemos la influencia que han tenido siempre sobre una gran parte de la humanidad; pero en verdad, las ideas y las imágenes en las
mentes de los hombres son los poderes invisibles que constantemente los rigen; ya éstos todos ellos pagan universalmente una
presentación preparada.”Pero ya sea en una consistencia acaba con ellos mismos y sus propias nociones de libertad, deseo ahora
puede ser considerado imparcial.

El Dr. Whitby supone claramente, que los actos y determinaciones de la voluntad siempre siguen la opinión de la comprensión de la mayor bien a

obtener, o el mal que debe evitarse; o, en otras palabras, que las determinaciones de la voluntad constantemente e infaliblemente siguen estas

dos cosas en el entendimiento: 1. El grado de buena a obtener, y el mal que hay que evitar, propuesta a la comprensión, y aprehendido, visto, y

tomado nota de por ella. 2. El grado de aprehensión de la comprensión de que el bien o el mal; que se incrementa por la atención y consideración.

Que esta es una opinión en la que se está excediendo perentoria, (como él está en cada opinión que mantiene en su controversia con los

calvinistas) con desdén de la opinión contraria, como absurdo y contradictorio en sí mismo, aparecerán las siguientes palabras , en su Discurso

sobre los cinco puntos. “Ahora, es cierto, lo que, naturalmente, hace que el entendimiento de percibir, es prueba propuesta, y aprehendido,

considerados o advertido a: para ninguna otra cosa puede ser necesaria para hacernos llegar al conocimiento de la verdad. Una vez más, lo que

hace que la elegirá, es algo aprobado por el entendimiento; y en consecuencia que aparece al alma tan buena. Y todo lo que no admitió, es algo

representado por el entendimiento, y así aparece a la voluntad, como el mal. De donde todo lo que Dios requiere de nosotros es y puede ser sólo

esto; a desechar lo malo y escoger lo bueno. Por tanto, decir que la prueba propuesta, aprehendido, y considerado, no es suficiente para hacer

que el entendimiento considerados o advertido a: para nada más puede ser necesaria para hacernos llegar al conocimiento de la verdad. Una vez

más, lo que hace que la elegirá, es algo aprobado por el entendimiento; y en consecuencia que aparece al alma tan buena. Y todo lo que no

admitió, es algo representado por el entendimiento, y así aparece a la voluntad, como el mal. De donde todo lo que Dios requiere de nosotros es y

puede ser sólo esto; a desechar lo malo y escoger lo bueno. Por tanto, decir que la prueba propuesta, aprehendido, y considerado, no es

suficiente para hacer que el entendimiento considerados o advertido a: para nada más puede ser necesaria para hacernos llegar al conocimiento de la verdad. Una vez m

48
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

aprobar; o que el mayor bien propuesto, el mayor mal amenazado, cuando igualmente se cree y se refleja en adelante, no es suficiente
para comprometer la voluntad de elegir lo bueno y desechar lo malo, es, en efecto, que decir, que lo único que doth mover la voluntad para
elegir o de rechazar, no es suficiente para enganchar de modo de hacer; los cuales es contradictorio en sí, debe necesariamente ser falsa.
Sé que a continuación es así, que naturalmente tenemos una aversión a las verdades que nos propone en el Evangelio; que sólo puede
hacernos indispuesto para asistir a ellos, pero no puede obstaculizar nuestra convicción, cuando hacemos aprehenderlos, y atender a
ellos.- se trate, que no está en nosotros también una renitency al bien hemos de elegir; que sólo nos puede indisponer a creer que es, y
que lo apruebe como nuestra bondad más grande. Ya sea, que somos propensos al mal que debemos declinar; que sólo puede hacerla
más difícil para nosotros creer que es el peor de los males. Pero, sin embargo, lo que sí realmente creemos que es nuestra bondad más
grande, aún serán elegidos; y lo que aprehendemos a ser el peor de los males, la voluntad, mientras que sí continuará bajo la convicción
de que ser rechazado por nosotros. Por lo tanto, puede ser único requisito, con el fin de estos extremos, que el Buen Espíritu debe por lo
ilumine nuestro entendimiento, que atender y teniendo en cuenta lo que está ante nosotros, debe detener y estar convencidos de nuestro
deber; y que las bendiciones del Evangelio deben ser por lo propusieron para nosotros, ya que podemos discernir a ser nuestra bondad
más grande; y las miserias de TI threateneth, de manera que podemos estar seguros de que ellos son el peor de los males; que podemos
elegir uno y rechazar la otra.”A continuación, dejar que se puede observar, la forma clara y perentoria se afirma, que el mayor bien
propuso, y el mayor mal amenazado, cuando se cree por igual y se refleja en, es suficiente para comprometer la voluntad de elegir el bien
y rechazar el mal, y es que solo los que doth mover la voluntad de elegir o rechazar; y que es contradictorio en sí, para suponer lo
contrario; y por lo tanto debe necesariamente ser falsa; y luego lo que sí realmente creemos que es nuestra bondad más grande todavía
será elegido, y lo que aprehendemos a ser el peor de los males, será, al mismo tiempo que continuamos bajo esa convicción, ser
rechazado por nosotros. Nada podría haber sido dicho más para el propósito, totalmente para significar, que las determinaciones de la
voluntad debe cada vez más siga la iluminación, la convicción y la notificación de la Comprensión, en relación con el mayor bien y el mal
propuesto, calculando tanto el grado de buena y el mal entendido, y el grado de entendimiento, aviso, y la convicción de que ha propuesto
el bien y el mal; y que es por lo tanto necesariamente, y puede ser de otra manera, en ningún caso, por cuanto se afirma, que implica una
contradicción, para suponer que alguna vez a ser de otra manera.

Soy sensible, el objetivo del Doctor en contra de estas afirmaciones es el calvinista; mostrar, en oposición a ellos, que no hay necesidad
de ninguna operación física del Espíritu de Dios en la voluntad, para cambiar y determinar que a una buena elección, pero que el
funcionamiento y la ayuda de Dios es sólo moral, lo que sugiere ideas a la Comprensión; que supone ser suficiente, si esas ideas son
atendidos, infalible para obtener el final. Pero cualquiera que sea su diseño era, nada puede ser más directa y plenamente, que cada
determinación de la voluntad, en la elección y se niegue, es necesario; directamente en contra de su propia noción de la libertad de la
voluntad. Porque si la determinación de la voluntad, cada vez más, de esta manera, sigue la luz, la convicción, y la vista del
entendimiento, en relación con el mayor bien y el mal, y esto es sólo eso lo que mueve a la voluntad, y que sea una contradicción
suponer lo contrario; entonces es necesariamente así, la voluntad sigue necesariamente este punto de vista o vista de la comprensión,
no sólo en algunos de sus actos, pero en cada acto de la elección y se niega. De manera que la voluntad no determina en sí en
cualquiera de sus propios actos; pero cada acto de elección y la negativa depende de, y está necesariamente conectado con, alguna
causa antecedente; el cual causa no es la propia voluntad, ni ninguna medida de su propia,

49
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

ni cosa alguna perteneciente a la facultad, sino algo que pertenece a otra facultad, cuyos actos recorrer antes de la voluntad, en
todos sus actos, y gobernar y determinarlas.

Aquí, si hay que respondió, que si bien es cierto, que de acuerdo con el doctor, la determinación final de la voluntad depende siempre, y está

conectado con infaliblemente, la convicción del entendimiento, y el aviso del mayor bien; sin embargo, los actos de la voluntad no son necesarios;

debido a que la convicción del entendimiento depende en primer lugar en una ley anterior de la voluntad, en la determinación de tomar nota de los

datos exhibidos; por lo que significa que la mente obtiene grado de convicción, que es suficiente y eficaz para determinar la consecuente y última

elección de la voluntad; y que la voluntad, con respecto a ese acto anterior, con lo que determina ya sea para asistir o no, no es necesario; y que

en esta, la libertad de la voluntad consiste en que, cuando Dios diserta suficiente luz objetiva, la voluntad está en libertad si se debe llamar la

atención de la mente a ella o no. Nada puede ser más débil y falta de consideración que una respuesta de este tipo. Para que la ley anterior de la

voluntad, en la determinación de asistir y tener en cuenta, todavía es un acto de la voluntad; Si la libertad de la voluntad consiste en que, como se

supone, como si es un acto de la voluntad, es un acto de elección o rechazo. Y por lo tanto, si lo que el doctor afirma ser verdad, está determinada

por algo de luz antecedente en el entendimiento sobre el mayor bien aparente o mal. Para el autor afirma que es esa luz que solo doth mover la

voluntad de elegir o rechazar. Y por lo tanto la voluntad debe ser movido por que, en la elección de asistir a la luz objetiva ofrecido, con el fin de

otra consecuente acto de elección: por lo que este acto no es menos necesario que el otro. Y si suponemos otro acto de la voluntad, siendo

anterior a estos mencionados tanto, para determinar tanto, sigue que también debe ser un acto de la voluntad, un acto de elección; y así debe, por

los mismos principios, se determinará infaliblemente por algún cierto grado de luz en el entendimiento sobre el mayor bien. Y supongamos que

muchos actos de la voluntad, que le precede otro, lo que nos plazca, sin embargo, ellos cada uno de ellos necesariamente determinada por un

cierto grado de luz en la comprensión, en relación con el mayor y más codiciado bien en ese caso; y así, ni uno de ellos libre de acuerdo con la

noción de la libertad del Dr. Whitby. Y si se puede decir, la razón de por qué los hombres no asisten a la luz celebrado sucesivamente, es debido a

los hábitos nocivos contratados por malos actos cometidos antes, con lo que sus mentes están indispuestos a considerar la verdad llevó a cabo

sucesivamente a ellos, la dificultad no está en absoluto evitarse: todavía de nuevo la cuestión, lo que determinaba la voluntad de los anteriores

actos de maldad? Debe, por los principios del Dr. Whitby, siendo el punto de vista del entendimiento sobre el mayor bien y el mal. Si este punto de

vista del entendimiento de que sea solos, que doth mover la voluntad a elegir o rechazar, como afirma el doctor, a continuación, cada acto de

elección o rechazo, de primera existencia de un hombre, se mueve y determinado por este punto de vista; y este punto de vista de la comprensión

de emocionante y que rige el acto, debe ser antes del acto. Y por lo tanto, la voluntad es necesariamente determinada, en cada uno de sus actos,

de la primera existencia de un hombre, por una causa al lado de la voluntad, y una causa que no procede de o depende de ningún acto de la

voluntad en absoluto. El cual a la vez completamente suprime toda esquema de la libertad de la voluntad del médico; y el, de un solo golpe, ha

cortado los tendones de todos sus argumentos de la bondad, la justicia, la fidelidad y la sinceridad de Dios, en sus órdenes, promesas, amenazas,

llamadas, invitaciones y reconvenciones; que hace uso de, debajo de las cabezas de la reprobación, elección, redención universal, gracia

suficiente y eficaz, y la libertad de la voluntad del hombre; y ha hecho vanos todos sus exclamaciones contra la doctrina de los calvinistas, como

culpando a Dios de injusticia manifiesta, la infidelidad, la hipocresía, la falacia y la crueldad. y la libertad de la voluntad del hombre; y ha hecho

vanos todos sus exclamaciones contra la doctrina de los calvinistas, como culpando a Dios de injusticia manifiesta, la infidelidad, la hipocresía, la

falacia y la crueldad. y la libertad de la voluntad del hombre; y ha hecho vanos todos sus exclamaciones contra la doctrina de los calvinistas, como

culpando a Dios de injusticia manifiesta, la infidelidad, la hipocresía, la falacia y la crueldad.

50
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

El Dr. Samuel Clark, en su demostración del ser y los atributos de Dios, para evadir el argumento para demostrar la necesidad de la
voluntad, de su conexión necesaria con el último dictamen de la Comprensión, supone este último no será diferente de la Ley de la
voluntad propia. Pero si es así, no se altera el caso en cuanto a la necesidad de la ley. Si el dictado del entendimiento sea el mismo con
la determinación de la voluntad, como supone el Dr. Clark, a continuación, esta determinación no es fruta o efecto de la elección; y si es
así, hay libertad de elección tiene ninguna parte en ella: es necesario; es decir, la elección no puede evitarlo. Si el último dictado de
Entendimiento sea la misma con la determinación de la voluntad en sí, entonces la existencia de esa determinación debe ser necesaria
en cuanto a la voluntad; en tanto que la voluntad no puede tener la oportunidad de determinar si ha de existir o no, tener existencia ya
antes de la volición tiene la oportunidad de determinar cualquier cosa. Ella misma es el ascenso y la existencia de la voluntad. Pero una
cosa después de que existe, no tiene ninguna oportunidad de determinar en cuanto a su propia existencia; ya es demasiado tarde para
eso.

Si la libertad consiste en que el que arminianos suponen, a saber. en la voluntad de determinar sus propios actos, teniendo
oportunidad libre y estar sin toda necesidad; esto es lo mismo que decir, que la libertad consiste en poder tener el alma y la
oportunidad de tener lo que las determinaciones de la voluntad que le plazca. Y si las determinaciones de la voluntad, y los últimos
dictados del entendimiento, sea el mismo, entonces la libertad consiste en la mente que tiene el poder y la oportunidad de elegir sus
propios dictados de la comprensión. Pero esto es absurdo; porque es para hacer la determinación de elección antes del dictado de
la comprensión y el suelo de la misma; que no puede consistir en el dictado de Entendimiento siendo la determinación de la elección
misma.

Aquí hay otra alternativa, pero que recurrir a la vieja absurdo de una determinación antes de que otro, y la causa de ello; y otro
antes, la determinación de que; y así en el infinito. Si el último dictado de Entendimiento sea la determinación de la propia voluntad,
y el alma sea libre con respecto a la que dictan, en la noción arminiano de la libertad; entonces, antes de que existe dictado de su
entendimiento del alma, de manera voluntaria y de acuerdo a su propia elección determina, en todos los casos, lo que dictan del
Entendimiento será; de otro modo que dictan, como a la voluntad, es necesario; y los actos determinados por la que también han
de ser necesarias. Así que hay una determinación de la mente antes de que dictan del entendimiento, un acto de elección de ir
antes de que, la elección y la determinación de lo que dictan del Entendimiento será: y este acto anterior de elección, al ser un acto
libre de la voluntad , también debe ser lo mismo con otro último dictado de la Comprensión: ¿Y si la mente también ser libre en ese
dictado de entendimiento, que debe ser determinada todavía por otro; y así hasta el infinito. Además, si el dictamen de la
comprensión y la determinación de la será el mismo, esto confunde al entendimiento y voluntad, y les hace la misma. Ya se trate
de la misma o no, no lo serán ahora disputar; pero sólo sería observar, que si es así, y la noción arminiano de la libertad consiste
en un poder de autodeterminación en el entendimiento, libre de toda necesidad; ser independiente, no determinada por cualquier
cosa antes de sus propios actos y determinaciones; y cuanto más la comprensión es por lo tanto independiente y soberano sobre
sus propias determinaciones, la más libre: entonces la libertad del alma, como un agente moral, debe consistir en la independencia
del Entendimiento relativo a las pruebas o apariencia de las cosas, o cualquier lo que se destaca en absoluto vuelta a la vista de la
mente, antes de la determinación del entendimiento. Y lo que es una libertad es esto! que consiste en una capacidad, la libertad y
facilidad de juzgar, ya sea de acuerdo con las pruebas, o en contra de ella; que tiene un comando soberana

51
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

sobre sí misma en todo momento, a juzgar, ya sea agradablemente o desagradable a lo que se exhibe claramente a su propio punto de vista.
Ciertamente, no es de libertad que hace que las personas de las materias propias de razonamiento persuasivo, argumentos,
reconvenciones, y cosas semejantes medios morales y estímulos. El uso de las cuales con la humanidad es un argumento principal de los
arminianos, para defender su noción de libertad sin toda necesidad. Pues de acuerdo con esto, los hombres más libres, menos que estén
bajo el gobierno de tales medios, menos sujeto a la fuerza de la evidencia y la razón, y más independientes de su influencia, en sus
determinaciones.

Y si el entendimiento y la voluntad son el mismo o no, como el Dr. Clark parece suponer, sin embargo, con el
fin de mantener la noción arminiano de la libertad sin necesidad, la libre voluntad no se determina por el
entendimiento, ni necesariamente conectado con el entendimiento; y el más alejado de tales Connexion,
mayor es la libertad. Y cuando la libertad es total y completa, las determinaciones de la voluntad no tienen
ninguna conexión en absoluto con los dictados de la Comprensión. Y si es así, en vano son todas las
aplicaciones a la comprensión, con el fin de inducir a cualquier acto virtuoso libre; y así en vano son todas las
instrucciones, consejos, invitaciones, reconvenciones, y todos los argumentos y persuasives en absoluto,
pues estas no son sino aplicaciones a la comprensión, y una exposición clara y viva de los objetos de la
elección a la vista de la mente. Pero si, después de todo,

Sección X.

La volición necesariamente conectado con la influencia de Motivos: con observaciones particulares sobre la gran
inconsistencia de las afirmaciones y razonamientos del Sr. Chubb acerca de la libertad de la voluntad.

Que cada acto de la voluntad tiene alguna causa, y en consecuencia (por lo que ya se ha demostrado) tiene una conexión
necesaria con su causa, y por lo tanto es necesario, por una necesidad de la conexión y la consecuencia, es evidente por esto,
que cada acto de la será todo lo que es excitado por algún motivo: que se manifiesta, ya que, si la mente, en el querer a la
manera que lo hace, es excitado por ningún motivo o incentivo, entonces no tiene fin que se propone a sí mismo, o persigue al
hacerlo ; su objetivo es nada, y no busca nada. Y si no busca nada, entonces no ir después de cualquier cosa, o ejercer
cualquier inclinación o preferencia hacia cualquier cosa, lo que trae el asunto a una contradicción; porque para la mente el
querer algo, y para que vaya detrás de algo por un acto de preferencia e inclinación, son la misma cosa.

Pero si cada acto de la voluntad es excitado por un motivo, a continuación, que el motivo es la causa del acto. Si los actos de
la son excitados por motivos, a continuación, motivos son las causas de su ser excitado; o, lo que es lo mismo, la causa de su
existencia. Y si es así, la existencia de los actos de la voluntad es propiamente el efecto de sus motivos. Motivos no hacen
nada, como motivos o incentivos, sino por su influencia; y tanto como lo hace su influencia es el efecto de ellos. Por esa es la
idea de un efecto, algo que se llevó a pasar por la influencia de alguna otra cosa.

52
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

Y si las voliciones son adecuadamente los efectos de sus motivos, a continuación, que están conectados
necesariamente con sus motivos. Cada efecto y evento de ser como se ha demostrado antes, necesariamente
conectado con lo que es la conexión a tierra apropiada y la razón de su existencia. Por lo tanto, es manifiesto, que
la voluntad es necesario, y no es de ningún poder de autodeterminación de la voluntad: la voluntad, que es
causada por el motivo anterior y la inducción, no es causada por la voluntad ejercer un poder soberano sobre sí
misma, para determinar , provocar y excitar voliciones en sí mismo. Esto no es consistente con la voluntad
actuando en un estado de indiferencia y equilibrio, para determinar sí misma a una preferencia; por la forma en
que operan los Motivos, es polarizando la voluntad, y dándole una cierta inclinación o preponderation de una
manera. Aquí puede que conveniente observar que el Sr.

1. Él es abundante en la afirmación de que la voluntad, en todos sus actos, está influenciada por motivo y la emoción; y que esta es
la base anterior y la razón de todos sus actos, y que nunca es otra cosa en cualquier instancia. Dice, (p. 262.) “Ninguna acción puede
tener lugar sin algún motivo para excitar a ella.” Y, (p.
263,) “Volition no puede tener lugar sin alguna razón ANTERIOR o motivo para inducir ella.” Y, (p 310.) "La acción no se
llevaría a cabo sin alguna razón o motivo para inducirlo;. Que sea absurdo suponer, que el facultad activa se ejercería sin
alguna razón ANTERIOR para disponer la mente a la acción.”(Así también la pág. 257.) y habla de estas cosas, como lo que
podemos estar absolutamente seguro de, y que son el fundamento, el único fundamento tenemos la certeza de respetar
perfecciones morales de Dios. (pág 252 -. 255, 261 - 264.)

Y, sin embargo, al mismo tiempo, por su esquema, la influencia de Motivos sobre nosotros para excitar a la acción, ya sea en
realidad una planta de la volición, es consecuencia de la voluntad o de la elección de la mente. Para él insiste en gran manera sobre
ella, que en todas las acciones libres, antes de que la mente es el sujeto de esas voliciones, que excitan motivos, se elige a ser así.
Se elige, si va a cumplir con el motivo, que se presenta a la vista, o no; y cuando se presentan varios motivos, se elige la que
cederá a, y que se va a rechazar. (Pág. 256.) “Todo hombre tiene poder para actuar o abstenerse de actuar, agradablemente con, o
contrario a, cualquier motivo que presenta.” (P. 257.) “Todo hombre es libre de actuar, o abstenerse de la actuación, con
agradablemente, o sea contrario, lo que cada uno de estos motivos, considerados aisladamente, sería excitarlo hombre a.- tiene
poder, y es tanto en libertad, para rechazar el motivo que prevalece, ya que tiene poder y tiene la libertad, para rechazar esos
motivos que no lo hacen.”(Y así, p. 310, 311.)“a fin de constituir una agente moral, es necesario, que debería tener el poder de
actuar o abstenerse de actuar, en tales motivos morales que le plazca.”Y para el propósito, como en muchos otros lugares. De
acuerdo con esto, la voluntad actúa primero, y elige o se niega a cumplir con el motivo que se presenta, antes de que caiga bajo su
influencia predominante, y se determina en primer lugar por el placer o la elección de la mente, qué motivos se puede inducir por ,
antes de que se induce por ellos. Ahora, ¿cómo pueden colgar estas cosas juntas? ¿Cómo puede la mente Primer acto, y por su
acto de voluntad y la elección determinan qué motivos serán el suelo y la razón de su voluntad y elección? Para esto supone, la
elección ya está hecha, antes de que el motivo tiene su efecto; y que la voluntad se ejerce ya, antes de que prevalece el motivo, de
manera que en realidad sea el suelo de la voluntad; y hacer que la prevaleciente en el motivo, la consecuencia de la voluntad, de
los cuales, sin embargo, es el suelo. Si la mente ya ha elegido para cumplir con un motivo, y para ceder el paso a su entusiasmo, la
emoción

53
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

viene en demasiado tarde, y es innecesaria después. Si la mente ya ha optado por ceder a un motivo que invita a una
cosa, lo que implica, y de hecho es, una elección de lo incitó a; y el acto de elección es antes de que la influencia del
motivo que induce, y es el fundamento de la elección; es el hijo de antemano con el padre que lo engendra: la elección se
supone que es el fundamento de que la influencia del motivo, que se supone muy influencia a ser el fundamento de la
elección. Y así viceversa, la elección se supone que es la consecuencia de la influencia del motivo, que la influencia del
motivo es la consecuencia de esa elección misma.

Y además, si la voluntad actúa primero hacia el motivo antes de que caiga bajo su influencia, y la que prevalece del Motivo
sobre ella para inducir a actuar y elegir, ser el fruto y consecuencia de su acto y la elección, entonces, ¿cómo es el motivo “un
caldo de ANTERIOR y la razón del acto y la elección, por lo que en la naturaleza de las cosas, la voluntad no puede tener
lugar sin alguna razón ANTERIOR y motivo para inducirlo;” y que este acto es consecuente con, y sigue el motivo? ¿Qué
cosas Sr. Chubb menudo afirma, a partir de cierta e indudable verdad. Por lo que el mismo motivo es a la vez anterior y la
consiguiente, tanto antes como después, tanto el suelo como fruto de la misma cosa!

II. Conforme a la noción incoherente antes mencionada del primero que actúa hacia el motivo, elegir si va a cumplir con ella, con el fin de que se
convierta en un terreno de actuación de la voluntad, antes de cualquier acto de voluntad puede tener lugar, el Sr. Chubb llama con frecuencia
Motivos y excitaciones a la acción de la voluntad, “el suelo pasiva o la razón de esa acción.” ¿Qué es una frase notable; de lo que supongo que no

hay nada más ininteligible, y el vacío de significado distinto y coherente, en todos los escritos de Duns Escoto, o Tomás de Aquino. Cuando se
representa la voluntad del motivo como pasiva, que debe significar - pasivo en ese asunto, o pasiva con respecto a esa acción, que habla de; de lo
contrario no es nada para el diseño de su argumento: él debe significar, (si es que se puede llamar un significado, ) Que el motivo de la volición se
actúa primero sobre o hacia la volición, la elección de ceder a ella, por lo que es una causa de acción o determinación a buscar a su influencia de
allí; y así para que sea una planta anterior de su propia excitación y la existencia. Que es el mismo absurdo, como si uno debe decir, que el alma

del hombre, anterior a su existencia, optó por lo que causa que llegaría a existir, y actuar en consecuencia su causa, a buscar la influencia de allí,
para traerlo a la existencia; y por lo que su causa era un terreno pasiva de su existencia! optó por lo que causa que llegaría a existir, y actuar en
consecuencia su causa, a buscar la influencia de allí, para traerlo a la existencia; y por lo que su causa era un terreno pasiva de su existencia!

optó por lo que causa que llegaría a existir, y actuar en consecuencia su causa, a buscar la influencia de allí, para traerlo a la existencia; y por lo
que su causa era un terreno pasiva de su existencia!

El Sr. Chubb supone muy claramente el motivo o emoción al ser el suelo del ser de la volición. Se habla de
ella como la base o razón del ejercicio de un acto de la voluntad, (p. 391, y 392.) y dice expresamente, que “la
voluntad no puede tener lugar sin un poco de tierra o el motivo anterior para inducir que,” ​( p. 363.) y habla del
acto como “del motivo y de la influencia del motivo” (p. 352.) “y de la influencia que el móvil tiene en el
hombre, para la producción de una acción”(p 317.). Ciertamente, no hay necesidad de multiplicar palabras
sobre esto; se juzga fácilmente, ya sea el motivo puede ser el suelo de la voluntad que tiene lugar, por lo que
la propia producción de la misma es de la influencia del motivo, y sin embargo, el motivo, antes de que sea el
suelo de la voluntad, es pasivo o se condujo sobre la voluntad. Pero esto me va a decir, que un hombre,

54
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

Si cualquiera debería suponer, que el Sr. Chubb, cuando habla de la motivación como una “planta pasivo de la acción,” no
significa pasiva con respecto a la voluntad, que es la base de, sino algún otro voluntad antecedente, (aunque su propósito y el
argumento, y el discurso entero, de ningún modo permitir de tal suposición,), sin embargo, no ayudarían a la materia en lo más
mínimo. Porque, (1.) Si suponemos un acto, por el cual el alma elige a ceder a la invitación de un motivo a otro volición; Estos
dos supuestos voliciones son en efecto el mismo. Una voluntad de ceder a la fuerza de un motivo invitando a elegir algo,
simplemente trata de la misma cosa que la elección de la cosa que el motivo invita a, como he señalado antes. Así que aquí
puede haber lugar para ayudar a la materia, por una distinción de dos voliciones. (2) Si el motivo sea pasiva, no con respecto a
la misma voluntad para que excita el motivo, sino a una verdad distinta y anterior; sin embargo, por el Sr. Chubb, que la
volición previa no puede tener lugar sin un motivo o la excitación, como motivo de su existencia anterior. Para él insiste, que
“es absurdo suponer ninguna voluntad debe tener lugar sin un motivo previo para inducirlo,” Así que por fin se trata de lo
mismo absurdo, porque si cada voluntad debe tener un motivo anterior, entonces la misma por primera vez en toda la serie
debe ser excitado por un motivo anterior; y sin embargo, el motivo de que la primera voluntad es pasiva; pero no puede ser
pasiva con respecto a otra voluntad antecedente, ya que, por la suposición, es la primera: por lo tanto, si es pasiva con
respecto a cualquier voluntad, tiene que ser lo mismo con respecto a esa misma voluntad de la que es el suelo ,

III. Aunque el Sr. Chubb afirma, como el anterior, que cada volición tiene algún motivo, y que “en la naturaleza de la cosa, sin
volición puede tener lugar sin algún motivo para inducirlo;” sin embargo, afirma que la voluntad no siempre sigue la motivo más
fuerte; o, en otras palabras, no se rige por ninguna fuerza superior del motivo que se sigue, más allá de Motivos en sentido
contrario, anteriores a la propia voluntad. Sus propias palabras (Pág. 258.) son los siguientes:

“A pesar de lo que se refiere a las causas físicas, lo que es más fuerte siempre prevalece, sin embargo, es otra cosa con respecto a
las causas morales. De éstos, a veces el más fuerte, a veces el más débil, predomina. Y el fundamento de esta diferencia es
evidente, a saber, que lo que llamamos causas morales, estrictamente hablando, hay causas en absoluto, pero razones apenas
pasivos de o excitaciones a la acción, o al dejar de actuar: la que excitaciones tenemos poder , o están en libertad, para cumplir con
o rechazar, como he mostrado anteriormente.”Y así todo el apartado, que en una variedad de frases insiste en que la voluntad no
siempre está determinado por el motivo más fuerte, a menos que por más fuerte que preposterously significa en realidad que
prevalece en el evento; que no es en el motivo, sino en la voluntad; pero que la voluntad no siempre está determinado por el motivo
que es más fuerte, por ninguna fuerza anterior a la propia voluntad. Y en otro lugar en abundancia afirma, que la voluntad está
determinada por ninguna fuerza o una ventaja superior, que los motivos tienen, de cualquier constitución o estado de las cosas, o
ninguna circunstancia, previo a la determinación real de la voluntad. Y de hecho todo su discurso sobre la libertad humana implica
que, con todo el esquema se basa en ella.

Pero estas cosas no pueden estar juntos. Hay una diversidad de fuerza en Motivos de elección, previo a la elección
misma. El propio Sr. Chubb supone, que no invitan anteriormente, inducen, excitan, y disponer la mente a la acción. Esto
implica, que tienen algo en sí mismos que se invita, cierta tendencia a inducir y disponer a voluntad previa a la volición en
sí. Y si tienen en sí mismos esta naturaleza y tendencia, sin duda, lo tienen en ciertos grados limitados, que son capaces
de la diversidad; y algunos lo tienen en mayor grado, en otros menos; y los que tienen la mayor parte de

55
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

esta tendencia, considerada con toda su naturaleza y las circunstancias anteriores, a voluntad, son los motivos más fuertes, y los
que tienen menos, son los motivos más débiles.

Ahora bien, si la voluntad a veces no sigue el motivo que es más fuerte, o tiene tendencia más anterior o ventaja, considerando
todas las cosas, para inducir o excitar, pero sigue el más débil, o lo que, tal y como está previamente a la vista de la mente, tiene
menos tendencia a inducir ella; en este documento la voluntad actúa aparentemente sin motivo en su totalidad, sin ninguna razón
previa para disponer la mente para que, contrariamente a lo que supone el mismo autor. El acto, en el que la voluntad debe
proceder sin un motivo anterior para inducir que, es el acto de preferir el motivo más débil. Por lo absurdo es decir, la mente ve
razón anterior en el motivo, a preferir que el motivo antes que el otro; y al mismo tiempo para suponer que no hay nada en el
motivo, en su naturaleza, estado, o cualquier circunstancia de la que sea, tal y como está en la vista previa de la mente, que le da
ninguna preferencia: por el contrario, el otro motivo que se encuentra en competencia con ella, en todos estos aspectos, tenga la
mayoría pertenecientes a la misma que se invita y en movimiento, y tiene más de una tendencia a la elección y preferencia. Este
es sin duda tanto como decir, existe un terreno anterior y la razón en el motivo del acto de preferencia, y sin embargo ninguna
razón previa para ello. Por la suposición, en cuanto a lo que está en los dos Motivos rivales, lo que tiende a la preferencia, previo
al acto de preferencia, no es en lo que se prefiere, pero en su totalidad en la otra: y sin embargo, el Sr. Chubb supone, que el acto
de preferencia es desde el suelo anterior y la razón, en el motivo que se prefiere. Pero son consistentes estas cosas? ¿Puede
haber suelo anterior en una cosa para un evento que se lleva a cabo, y sin embargo, hay una tendencia anterior en ella a ese
evento? Si una cosa sigue a otra, sin ninguna tendencia anterior a su siguiente, entonces yo debería pensar muy claro, que sigue
sin ningún tipo de razón anterior por lo que debe seguir.

Sí, en este caso, el Sr. Chubb supone, que el evento sigue a un antecedente, como la base de su existencia, que no sólo tiene
ninguna tendencia a la misma, sino una tendencia contraria. El evento es la preferencia, que la mente da a ese motivo, que es
más débil, tal y como está en la vista anterior de la mente; el antecedente inmediato es la vista de la mente tiene de los dos
motivos rivales conjunctly; en el que la vista previa de la mente, todo el preferableness, o la tendencia anterior a la preferencia,
se supone que es en el otro lado, o en el motivo contrario; y toda la indignidad de preferencia, y la tendencia de manera previa
a la negligencia comparativa, o infravaloración, está en ese lado que es el preferido: y sin embargo, en esta concepción de la
mente se supone que es el suelo anterior o la razón de este acto de preferencia, emocionante , y la disposición de la mente a
ella. Que dejo al lector a juzgar, ya sea absurda o no. Si no lo sea, entonces no es absurdo decir, que la tendencia anterior de
un antecedente a un consecuente, es el suelo y por lo consiguiente que no sigue; y la falta de una tendencia previa a un
evento, sí, una tendencia en sentido contrario, es la verdadera razón por la tierra y ese evento se sigue.

Un acto de elección o preferencia es un acto comparativo, en el que la mente actúa con referencia a dos o más cosas que se
comparan, y se destacan en la competencia a la vista de la mente. Si la mente, en este acto comparativo, prefiere lo que parece
inferior en la comparación, entonces la mente en el presente documento actúa absolutamente sin motivo, o inducción, o cualquier
tentación alguna. Entonces, si un hombre tiene hambre la oferta de dos tipos de alimentos, a la vez que se encuentra un apetito, pero
tiene un apetito más fuerte a uno que el otro; y que no haya circunstancias o emociones de ningún tipo en el caso de inducir

56
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

que él tome, ya sea el uno o el otro, sino que se limita el apetito: si en la elección que establece entre ellos, él elige lo que tiene
menos apetito a, y se niegan aquello a lo que tiene el apetito más fuerte, se trata de una elección hecha absolutamente sin motivo
anterior, Emoción, Razón, o la tentación, tanto como si estuviera perfectamente sin todo el apetito a cualquiera; porque su voluntad
en este caso es un acto comparativo, siguiendo una visión comparativa de la comida, que él elige, en el que ver su preferencia no
tiene absolutamente ninguna base anterior, sí, está en contra de todas en la planta anterior y el motivo. Y si hay algún principio en
el hombre, de donde un acto de elección pueda surgir de esta manera, desde el mismo principio de la volición puede surgir en su
totalidad y sin motivo a cada lado. Si la mente en su voluntad puede ir más allá del motivo, entonces se puede ir sin motivo: para
cuando está más allá del motivo, que está fuera del alcance del motivo, fuera de los límites de su influencia, y así, sin. Motivo. Si es
así, esto demuestra la independencia de la voluntad de motivo; y no hay razón para que se le puede dar lo que el Sr. Chubb tan a
menudo se afirma, incluso que “en la naturaleza de las cosas la voluntad no puede tener lugar sin un motivo para inducirlo.”

Si el Altísimo debe dotar a un equilibrio con la agencia o la actividad de la naturaleza, de tal manera, que cuando los pesos sin
igual se ponen en la balanza, la agencia podría permitirle hacer que la escala a descender, lo que tiene el menor peso, y por lo
para levantar el mayor peso; esto sería demostrar claramente, que el movimiento de la balanza no depende de los pesos en la
balanza; al menos, tanto como si el equilibrio debe moverse a sí mismo, cuando no hay peso, en escala. Y la actividad de la
balanza que es suficiente para moverse a sí mismo en contra de la mayor importancia, sin duda debe ser más que suficiente para
moverlo cuando no hay ningún peso en absoluto.

El Sr. Chubb supone, que la voluntad no puede agitar a todos sin algún motivo; y supone también, que si hay un motivo para una cosa,
y ninguno en contra, la volición infaliblemente se sigue que el motivo. Esto es prácticamente suponer una dependencia completa de la
voluntad sobre los motivos; si no fuera totalmente dependiente de ellos, que seguramente podría ayudarse a sí misma un poco sin
ellos; o ayudarse a sí misma un poco en contra de un motivo, sin la ayuda de la fuerza y ​el peso de un motivo contrario. Sin embargo,
su suponiendo que la voluntad, cuando se tiene ante sí varios motivos opuestos, puede utilizarlos a su antojo, y elegir su propia
influencia de ellos, y el abandono de los más fuertes, y siga los más débiles, supone que sea totalmente independiente de Motivos .

Resulta además, en la hipótesis de Mr. Chubb, que la voluntad debe ser sin ningún tipo de suelo previo en cualquier motivo, por lo
tanto: si es, como él supone, que la voluntad no está determinada por ninguna fuerza superior anterior del motivo, pero determina y
escoge su propio motivo, entonces, cuando los Motivos rivales son exactamente iguales, en todos los aspectos, puede seguir
cualquiera de los dos; y puede, en tal caso, a veces seguir uno, a veces el otro. Y si es así, esta diversidad que aparece entre los actos
de la voluntad, es claramente y sin suelo anterior en cualquiera de los motivos; por todo lo que es previamente en los motivos, se
supone precisa y perfectamente igual, sin ningún tipo de diversidad en absoluto. Ahora perfecta identidad, en cuanto a todo lo que es
anterior en el antecedente, puede no ser la tierra y la razón de la diversidad en el consecuente. perfecta identidad en el suelo, no puede
ser una razón por la que no se siguió con la misma consecuencia. Y por lo tanto hay que buscar el origen de esta diversidad de
consecuencia para la otra parte. Y, por último, se puede observar, que por mucho que el Sr. Chubb insiste en que ninguna voluntad
puede tener lugar sin algún motivo para inducirlo, que dispone previamente la mente a ella; sin embargo, como él también insiste en
que la mente, sin referencia a ninguna fuerza superior de motivos, selecciona y escoge para

57
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

su motivo a seguir; él mismo en este documento supone claramente que, con respecto a la preferencia de la mente de un motivo antes
de que otro - no es el motivo de que dispone la voluntad, pero - la voluntad en sí dispone de seguir el motivo.

IV. El Sr. Chubb supone necesariamente que ser completamente inconsistente con la agencia; y que a suponer un ser para ser un
agente en la que es necesaria, es una contradicción llano, p. 311. ya lo largo de sus discursos sobre el tema de la libertad, se supone,
que la necesidad no puede consistir con la agencia o la libertad; y que para suponer lo contrario, es hacer que la libertad y la
necesidad, acción y pasión, la misma cosa. Y por lo que parece suponer que no hay acción, en sentido estricto, pero la voluntad; y que
en cuanto a los efectos de la volición en el cuerpo o la mente, en sí mismas consideradas, siendo necesario, que se dice que son
libres, solamente, ya que son los efectos de un acto que no es necesario. Y, sin embargo, según él, la volición en sí es el efecto de la
voluntad; sí, cualquier acto de libre voluntad; y por lo tanto cada acto de mosto libre voluntad, por lo que ahora se ha observado de él,
será necesario. Que cada acto de libre voluntad es en sí misma el efecto de la volición, se supone abundantemente por él. En p.

341, dice:”Si un hombre es una criatura como lo he demostrado ser, es decir, si se tiene en él un poder de la libertad de hacer el
bien o el mal, y cualquiera de ellos es el sujeto de su propia libre elección, por lo que podría, si lo hubiera querido, han elegido y
hecho lo contrario “- Aquí se supone todo lo que es bueno o malo en el hombre es el efecto de su elección.; y por lo que su bueno o
malo en sí elección es el efecto de su placer o por elección, con estas palabras, “que podría si hubiera querido, han optado por el
contrario.” Así que en pág 356, “aunque sea muy razonable, de que una hombre siempre debe elegir el bien mayor, - sin embargo,
él puede, si le place, elija otro modo “lo que es lo mismo que si hubiera dicho, él puede, si decide elegir otra cosa.. Y luego prosigue,
-”es decir, que puede, si quiere, elegir lo que es bueno para sí mismo,” & c. Y de nuevo en la misma página,”La voluntad no se limita
por el entendimiento, a cualquier tipo particular de buena, ya sea mayor o menor; pero tiene la libertad de elegir qué tipo de bien
que se quiera “- Si hay algún significado en las últimas palabras, debe ser esto, que la voluntad es la libertad de elegir qué tipo de
bien que se elige para elegir.; suponiendo que el acto de elección en sí misma determinada por una elección antecedente. La
libertad Sr. Chubb habla de, no sólo es el poder de un hombre para mover su cuerpo, Conforme a un acto antecedente de elección,
pero para usar o ejercer las facultades de su alma. Por lo tanto, (p. 379.) habla de las facultades de la mente, dice: “El hombre tiene
poder, y está en libertad de descuidar estas facultades, para utilizarlos correctamente, o para abusar de ellos, lo que le plazca.” Y
eso él supone un acto de elección y ejercicio de placer, bien distinta de, y antecedente a, por lo tanto esos actos elegidos, dirección,
mando, y la producción de los actos elegidos, e incluso los mismos actos de elección, es muy normal en p. 283. “Él puede mandar
sus acciones; y en el presente documento consiste en su libertad; que puede dar o negarse a sí mismo que el placer, lo que le
plazca. Y P. 377. Si las acciones de los hombres - no son el producto de una libre elección o elecciones, pero nacen de una
necesidad de la naturaleza, - no puede ser en razón del objeto de recompensa o castigo por su cuenta. Mientras que, si la acción en
el hombre, ya sea bueno o malo, es el producto de la voluntad o de libre elección; por lo que un hombre en cualquier caso, tenía en
su poder, y estaba en libertad de haber elegido el contrario, es el objeto propio de recompensa o castigo, según que él elige a
comportarse.”Aquí, en estas últimas palabras, habla de la libertad de elegir de acuerdo como le plazca. Por lo que el
comportamiento que habla de como sujeto a su elección, es su propia elección, así como su conducta externa como consecuencia
de ello. Y por lo tanto, es evidente, que quiere decir no sólo las acciones externas, pero los actos de

58
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

elección a sí mismos, Cuando habla de todas las acciones libres, como el producto de la libre elección. Y esto es muy evidente en lo

que dice en otro lugar, (p. 372, 373.) Ahora bien, estas cosas implican una doble gran inconsistencia.

1. Suponer, como el Sr. Chubb hace claramente, que cada acto de libre elección que es mandado por, y es el producto de, la libre elección,
es de suponer el primer acto de libre elección que pertenece al caso, sí, la primera libre acto de elección que nunca el hombre ejerce, que es
el producto de un acto antecedente de elección. Pero espero que no necesitan mano de obra en absoluto para convencer a mis lectores, que
es un absurdo decir, el primer acto es el producto de otro acto que iba delante de él.

2. Si fuera posible y real, como insiste el Sr. Chubb, que cada acto de libre elección fuera el producto o el efecto de un acto libre de elección; sin

embargo, incluso entonces, de acuerdo a sus principios, nadie acto de elección sería libre, pero cada uno es necesario; porque, cada acto de

elección siendo el efecto de un acto anterior, cada acto estaría conectado necesariamente con que causa anterior. Por el mismo Sr. Chubb dice,
(Pág. 389.) “Cuando se ejerce el poder de auto-movimiento, se convierte en la causa necesaria de sus efectos.” - Así que su noción de un acto
libre, que es recompensable o castigado, es un montón de contradicciones. Es un acto libre, y sin embargo, por su propia noción de libertad, es
necesario; y por lo tanto por lo que es una contradicción, para suponer que sea libre. Según él, cada acto libre es el producto de un acto libre; por

lo que debe haber un número infinito de actos libres en sucesión, sin ningún principio, en un agente que tiene un principio. Y por lo tanto aquí hay
un número infinito de actos libres, cada uno de ellos libre; y sin embargo, no cualquiera de ellos gratuitos, pero cada acto en toda la cadena infinita
de un efecto necesario. Todos los actos son recompensable o castigado, y sin embargo, el agente no pueden, por ello, ser objeto de premio o

castigo, a causa de cualquiera de estas acciones. Es miembro activo de todos ellos, y en ninguno pasiva; todavía activo en ninguno, pero pasiva
en todo, & c. y sin embargo, el agente no puede, en razón, ser objeto de premio o castigo, a causa de cualquiera de estas acciones. Es miembro
activo de todos ellos, y en ninguno pasiva; todavía activo en ninguno, pero pasiva en todo, & c. y sin embargo, el agente no puede, en razón, ser

objeto de premio o castigo, a causa de cualquiera de estas acciones. Es miembro activo de todos ellos, y en ninguno pasiva; todavía activo en
ninguno, pero pasiva en todo, & c.

V. El Sr. Chubb niega más enérgicamente, que los motivos son causas de los actos de la; o que el principio motor en el hombre
se mueve, o se hace para ser ejercida por los motivos. Sus palabras, (p. 388 y
389.) son: “Si el principio se mueve en el hombre se mueve o se causó a ser ejercidos, por algo externo al hombre, que todos los
motivos son, entonces no sería un principio de auto-movimiento, al ver que sería movido por una principio externo a sí mismo. Y decir,
que un principio de auto-móvil se mueve, o se hace que se ejerza, por una causa externa a sí mismo; es absurdo y una contradicción “, y
c.- Y en la página siguiente, es particularmente y en gran medida insistió, que los motivos son causas en ningún caso, que” son
meramente pasivo en la producción de la acción, y no tienen la causalidad en la producción de la misma, - ninguna causalidad, que es la
causa del ejercicio de la voluntad.

Ahora deseo se puede considerar, cómo esto puede consistir con lo que dice en otros lugares. Nótese aquí, 1. El Sr. Chubb
abundantemente habla de Motivos como excitaciones de los actos de la; y dice que los motivos no excitan a voluntad, e inducen a
ella, y que son necesarios para este fin; que, en la razón y la naturaleza de las cosas, la voluntad no puede tener lugar sin motivos
para excitar a ella. Pero ahora, si Motivos excitan la voluntad, que se mueven; y, sin embargo, dice, es absurdo decir, la voluntad
es movida por motivos. Y de nuevo, si el lenguaje es de alguna importancia en absoluto, si Motivos excitan la volición, entonces
son la causa de que sea excitado; y para hacer que la volición para ser excitado, es hacer que se alargue o excitado. Sí, el Sr.
Chubb dice a sí mismo, es necesario (pág. 317.) motriz para el ejercicio de la facultad activa. Para excitar, es positiva para hacer
algo; y, ciertamente, lo que hace algo,

59
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

es la causa de lo hecho por ella. Para crear, es causar que se cree; para hacer, es hacer que se realice; para matar, es causar a
matar; para acelerar, es causar que ser acelerado; y para excitar, es causar al ser excitado. Para excitar, es ser una causa, en el
sentido más adecuado, no sólo una ocasión negativo, pero una planta de la existencia de influencia positiva. La noción de influencia
excitante, está ejerciendo para causar el efecto que aparece o sale adelante en existencia.

2. El propio Sr. Chubb (p. 317.) habla de Motivos como el suelo y la razón de la acción por la influencia, y al
prevalecer influencia. Ahora, lo que se puede decir con una causa, sino algo que es el fundamento y razón de una
cosa por su influencia, una influencia que es frecuente y eficaz?

3. Este autor no sólo habla de Motivos como el suelo y la razón de la acción, por la influencia que prevalece; pero expresamente de
su influencia como predominante para la producción de una acción, (p. 317.) que hace que la inconsistencia todavía más palpable y
notoria. La producción de un efecto es ciertamente la causa de un efecto; y la influencia productiva es influencia causal, si algo es; y
la que tiene esta influencia predominantemente, para de esta forma convertirse en el caldo de otra cosa, es una de las causas de
esa cosa, si hay alguna cosa como una causa. Esta influencia, el Sr. Chubb dice, los motivos tienen que producir una acción; y, sin
embargo, dice, es absurdo y una contradicción, por no decir que son causas.

4. En la misma página, una vez y otra vez habla de motivos como la eliminación del agente a la acción, por su influencia. Sus
palabras son éstas: “Como motivo, que tiene lugar en el entendimiento, y es el producto de la inteligencia, es necesario a la acción, es
decir, para el ejercicio de la facultad activa, debido a que los profesores no se ejercería sin alguna razón ANTERIOR DISPONER la
mente a la acción; por lo que a partir de ahí que aparezca claramente que cuando un hombre se dice que está dispuesto a una acción
más que otra, esto significa propiamente la influencia predominante de que uno de los motivos tiene a un hombre para la producción
de una acción, o para el bienestar en reposo, antes de todos los demás motivos, para la producción de lo contrario. Para que el
motivo es el suelo y la razón de cualquier acción, por lo que el motivo que prevalece, dispone el agente con el desempeño de esa
acción.”Ahora, si motivos disponer la mente a la acción, a continuación, que causan la mente para ser dispuesto; y para hacer que la
mente para estar dispuesto es causar que sea dispuesto; y para hacer que se esté dispuesto a hacer que es el querer; y eso es lo
mismo que ser la causa de un acto de la voluntad. Y sin embargo, este mismo señor Cacho sostiene que sea absurdo, suponer
motivo para ser una causa de la acción de la voluntad. Y si comparamos estas cosas juntas, tenemos aquí de nuevo un montón
entero de inconsistencias. Los motivos son la planta anterior y la razón de los actos de la; sí, el suelo necesario y la razón de su
esfuerzo, sin la cual no se ejerce, y no puede, en la naturaleza de las cosas, tener lugar; y lo hacen excitar estos actos de la voluntad,
y hacer esto por una influencia dominante; sí, una influencia que prevalece para la producción del acto de la voluntad, y para la
Eliminación de la mente a ella; y sin embargo, es absurdo, suponer motivación para ser una causa de un acto de la voluntad, o que un
principio de la voluntad es movida o causado a ser ejercida por ella, o que tiene cualquier causalidad en la producción del mismo, o
cualquier la causalidad que es la causa del ejercicio de la voluntad.

Una debida consideración de estas cosas que el Sr. Chubb ha avanzado, las extrañas inconsistencias que su noción de libertad
que consiste en poder de vacío libre determinación de todos los de la voluntad

60
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

necesidad, unido a que dictado de sentido común, que no puede haber una voluntad sin él Motivo-condujo en, puede ser
suficiente para convencernos, es completamente imposible nunca para hacer que la noción de libertad consistente con la
influencia de los motivos de la volición . Y como es de manera evidente por sí mismo, que no puede haber un acto de voluntad, o
la preferencia de la mente, sin algún motivo o incentivo, algo que en opinión de la mente que su objetivo es, y va después; por lo
que es más manifiesta, que no hay tal libertad en el universo como arminianos insisten en; ni ninguna tal cosa es posible, o
concebible.

Sección XI.

La evidencia de cierto conocimiento previo de las voliciones de agentes morales de Dios.

Que los actos de la voluntad de los agentes morales no son acontecimientos contingentes, en tal sentido, que sea sin toda necesidad,

parece por cierto conocimiento previo de este tipo de eventos de Dios. En el manejo de este argumento, me gustaría en primer lugar

probar que Dios tiene un cierto conocimiento previo de los actos voluntarios de los agentes morales; y en segundo lugar, mostrar la

consecuencia, o cómo se sigue de aquí, que los Voliciones de agentes morales no son contingentes, de modo que sea sin necesidad de

conexión y consecuencia.

En primer lugar, he de probar que Dios tiene un conocimiento previo absoluto y algunas de las acciones libres de los agentes morales.

Uno podría pensar que en su totalidad no hace falta entrar en un argumento de este tipo con cualquiera que se profesan cristianos: pero también

lo es; cierto conocimiento previo de Dios de los actos libres de agentes morales, es negada por algunos que pretenden creer que las Escrituras
son la Palabra de Dios; y especialmente en los últimos tiempos. Por lo tanto deberá considerar la evidencia de una presciencia tal en el Altísimo,
tan plenamente como los límites de este ensayo diseñados admitirá; -supposing a mí mismo en este documento tenga que ver con como poseer la

verdad de la Biblia.

Arg. I. Mi primer argumento se ejecutarán desde la predicción de tales acontecimientos de Dios. Aquí me gustaría, en primer lugar, establecer
estas dos cosas como axiomas.
1. Si Dios no conoció, no se puede predecir este tipo de eventos; es decir, no puede predecir perentoria y ciertamente ellos. Si Dios no
tiene más que una suposición incierta en relación con eventos de este tipo, entonces se puede declarar no más que una suposición
incierta. Positivamente de predecir, es profesar conocer de antemano, o declarar Presciencia positivo.

Si Dios no duda preconocer los futuros Voliciones de agentes morales, entonces ciertamente no las puede conocer de
antemano los acontecimientos que dependen de estos Voliciones. La existencia de la función de la existencia del otro, el
conocimiento de la existencia de la que depende del conocimiento de la existencia de la otra; y el que no puede estar más
seguro que el otro.

61
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

Por lo tanto, cuántos, qué grande y qué tan extensa soever las consecuencias de las voliciones de agentes morales pueden ser; pesar
de que debería extenderse a una alteración del estado de cosas a través del universo, y debe ser continuado en una serie de
acontecimientos sucesivos a toda la eternidad, y deben en el progreso de las cosas rama sucesivamente en un número infinito de series,
cada una de ellas va en en una cadena sin fin de los eventos; Dios debe ser tan ignorante de todas estas consecuencias, como lo es de
la volición de donde toman su primera subida: y todo el estado de cosas que dependen de ellos, lo importante, extensa y amplia que
sea, debe ser escondida de él.

Estas posiciones son tales como, supongo, ninguno negarán, ahora procedo a observar las siguientes cosas. conducta y
cualidades morales 1. masculino, sus virtudes y sus vicios, su maldad y de buenas prácticas, lo que rewardable y punibles,
a menudo han sido predicho por la conducta moral de Dios.- faraón, al negarse a obedecer la orden de Dios, en dejar ir a
su gente, fue predicho. Dios le dice a Moisés: Ex. iii. 19. “Estoy seguro de que el rey de Egipto no os dejará ir.” Aquí Dios
profesa no sólo para adivinar, sino conocer la desobediencia futuro del faraón. En el cap. vii. 4. Dios dice, “pero Faraón no
os oirá; yo pondré mi mano sobre Egipto,”& c. Y cap. ix. 30. Moisés dice al faraón: “En cuanto a ti, y tus siervos, sé que así
no lo temer al Señor.” Ver también cap. xi. 9.- La conducta moral de Josías, por su nombre, en su celo ejerciendo a sí
mismo para oponerse a la idolatría, en particular los actos, fue predicho por encima de trescientos años antes de su
nacimiento, y la profecía sellada por un milagro, y renovado y confirmado por las palabras de un segundo profeta, como lo
que seguramente no dejaría , (. 1 Reyes xiii de 1 - 6, 32.) Esta profecía fue también, en efecto, una predicción de la
conducta moral de las personas, en la defensa de su cismática y el culto idolátrico hasta ese momento, y la idolatría de los
sacerdotes de los lugares altos , que se predice Josías debe ofrecer sobre aquel altar de Betel. Miqueas predijo la
conducta tonta y pecaminoso de Acab, al negarse a escuchar la palabra del Señor por él, y eligiendo bien el prestar
atención a los falsos profetas, en ir a Ramot de Galaad a la ruina, (1 xxi del Rey. 20 - 22 .) se predijo la conducta moral de
Hazael, en el que la crueldad que debe ser culpable de; en el que Hazael dice, “¿qué es tu siervo, este perro, para que
haga esto!” El profeta habla del evento como lo sabía ser, y no lo que conjeturó, 2 Reyes viii. 12. “Yo sé el mal que harás a
los hijos de Israel: te verás dash sus hijos, y rasgar a sus mujeres encinta.” La conducta moral de Cyrus está predicho,
mucho antes de que tuviera un ser, en su misericordia al pueblo de Dios, y lo que se refiere al verdadero Dios, en la
transformación de la cautividad de los Judios, y la promoción de la construcción del templo, (Is. XLIV. 28. y LXV. 13.
comparar 2 Cron. XXXVI. 22, 23. y Esdras i. 1 - 4.) ¿Cuántos casos de la conducta moral de los reyes del Norte y del Sur,
los casos particulares de la conducta inicua de los reyes de Siria y Egipto, se predijo en el capítulo 11 de Daniel! Su
corrupción, la violencia, el robo, la traición y la mentira. Y sobre todo, ¿cuánto se predijo la maldad horrible de Antíoco
Epífanes, llamado allí “una persona vil,” en lugar de Epiphone, o ilustre! En ese capítulo, y también en el cap.

viii. ver. 9, 14, 23, hasta el final, se predijo su adulación, el engaño y la mentira, el tener “su corazón en conjunto para hacer
mal,” y ajuste “contra el pacto santo,” su “destrucción y pisoteando al pueblo santo ,”de una manera maravillosa, su‘tener la
indignación contra el pacto santo, dejando su corazón contra él, y conspirar contra ella,’su“contaminar el santuario y la
fortaleza, pisando en los términos de pie, quitando el continuo sacrificio, y la colocación de la abominación espantosa;”su
gran orgullo‘ magnificando a sí mismo contra Dios, y proferir blasfemias contra el maravillosas,’hasta que Dios en la
indignación le había de destruir. Con todo, la conducta moral de los Judios, en ocasión de su persecución, se predice. Se
predice, que “se corrompa a muchos por halagos,” (cap XI 32.. -

62
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

34.) Pero que deben comportarse los demás con una constancia y fortaleza gloriosa, en oposición a él, (Ver. 32.) Y que
algunos hombres buenos deben caer y arrepentirse, (ver. 35), Cristo predijo el pecado de Pedro, al negar su Señor, con sus
circunstancias, de manera perentoria. Y así, el gran pecado de Judas, al traicionar a su maestro, y su castigo terrible y eterno
en el infierno, fue predicho en la forma positiva como, Matt. xxvi. 21 - 25, y paralelas lugares en los otros evangelistas.

2. Muchos acontecimientos han sido predicho por Dios, que dependen de la conducta moral de las personas particulares, y se llevaron a cabo, ya

sea por sus acciones virtuosas o viciosas. Por lo tanto, los hijos de Israel de ir a Egipto para morar allí, se predijo a Abraham ,, (Gn xv.), Que fue
provocada por la maldad de José. Hermanos en la venta de él, y la impiedad de la amante de José, y su propia señal de virtud en resistir su

tentación. La realización de la cosa prefigurada en el sueño de José, dependía de la misma conducta moral. La parábola de Jotam y la profecía, (ix
jueces. 15 - 20.) se logró por la conducta de los malvados Abimelec y los hombres de Siquem. Las profecías contra la casa de Eli, (1 Sam chap ii y

iii....) Fueron realizados por la maldad de Doeg el edomita, en acusar los sacerdotes; y la gran impiedad, y la extrema crueldad de Saúl en la

destrucción de los sacerdotes en Nob (1 Sam. xxii.) La profecía de Natán contra David (2 Sam. xii. 11, 12.) fue cumplido por la maldad horrible
Absalón, al rebelarse contra su padre, buscando su vida, y mentir con sus concubinas ante los ojos del sol. La profecía contra Salomón, (1 Reyes

xi. 11 - 13.) fue cumplido por la rebelión de Jeroboam y usurpación, que se habla como de su maldad, la profecía en contra (2 Cron xiii 5, 6. 18.
Ver comparar...) la familia de Jeroboam (1 Reyes xiv.) fue cumplido por la conspiración, traición y asesinatos crueles de Bassha, (2 Reyes 15,27 &

c.). Las predicciones del profeta Jehú contra la casa de Bassha, (. 1 Reyes XVI en el principio,) fueron cumplidas por la traición y parricidio de
Zimri, (1 Reyes xvi 9 -. 13, 20.) (2 Sam. Xii. 11, 12.) se cumplió por la maldad horrible Absalón, al rebelarse contra su padre, en busca de su vida, y

mentir con sus concubinas ante los ojos del sol. La profecía contra Salomón, (1 Reyes xi. 11 - 13.) fue cumplido por la rebelión de Jeroboam y

usurpación, que se habla como de su maldad, la profecía en contra (2 Cron xiii 5, 6. 18. Ver comparar...) la familia de Jeroboam (1 Reyes xiv.) fue
cumplido por la conspiración, traición y asesinatos crueles de Bassha, (2 Reyes 15,27 & c.). Las predicciones del profeta Jehú contra la casa de

Bassha, (. 1 Reyes XVI en el principio,) fueron cumplidas por la traición y parricidio de Zimri, (1 Reyes xvi 9 -. 13, 20.) (2 Sam. Xii. 11, 12.) se
cumplió por la maldad horrible Absalón, al rebelarse contra su padre, en busca de su vida, y mentir con sus concubinas ante los ojos del sol. La profecía contra Salomón,

3. ¿Con qué frecuencia Dios ha predicho el futuro la conducta moral de las naciones y las personas, de los números, los cuerpos y las
sucesiones de los hombres; con un procedimiento judicial de Dios, y muchos otros eventos consecuentes y que dependen de sus virtudes y
vicios; los cuales no pudieron ser conocido de antemano, si, en el que actuaron como agentes morales, no se habían previsto las voliciones de
los hombres! El futuro crueldad de los egipcios en la opresión de Israel, y juzgando de Dios y castigarlos por ello, se predijo mucho antes
aconteció, (Gen.
xv. 13, 14.) La continuación de la maldad de los amorreos, y el aumento de la misma hasta que se debe estar lleno, y madura para la destrucción,

fue predicho por encima de cuatrocientos años antes, (Gn XV. 16. Hechos vii. 6 , 7.) las profecías de la destrucción de Jerusalén, y la tierra de
Judá, fueron absoluta; (Xx 2 Reyes 17 -. 19. cap xxii 15, hasta el final..). Se predijo en el tiempo de Ezequías, y se insiste en abundancia en el libro

del profeta Isaías, que escribió nada después de días de Ezequías. Se predijo en el tiempo de Josías, en el comienzo de una gran reforma, (2
Reyes xxii.) Y es manifiesto por innumerables cosas en las predicciones de los profetas, sobre esta actividad, su tiempo, sus circunstancias, su

continuidad, y fin; el retorno de la cautividad, la restauración del templo, la ciudad y la tierra, y c. Digo, éstas muestran claramente, que las

profecías de este gran evento eran absolutos. Y sin embargo, este evento se conecta con, y depende de dos cosas en la conducta moral de los
hombres: en primer lugar, la rapiña y la violencia perjudicial del rey de Babilonia y su pueblo, como la causa eficiente; el que Dios habla a menudo

de lo que Él altamente resentido, y castigaría severamente; y en segundo lugar, la obstinación final de los Judios. Ese gran acontecimiento es a

menudo mencionado como suspendida en esto, (iv Jer 1 y v 1, vii 1 -.... 7. xi 1 -.. 6. xvii 24, hasta el final, xxv. 1 - 7. xxvi . de 1 - 8, 13, así como
xxxviii. y que castigar severamente; y en segundo lugar, la obstinación final de los Judios. Ese gran acontecimiento es a menudo mencionado

como suspendida en esto, (iv Jer 1 y v 1, vii 1 -.... 7. xi 1 -.. 6. xvii 24, hasta el final, xxv. 1 - 7. xxvi . de 1 - 8, 13, así como xxxviii. y que castigar
severamente; y en segundo lugar, la obstinación final de los Judios. Ese gran acontecimiento es a menudo mencionado como suspendida en esto,

(iv Jer 1 y v 1, vii 1 -.... 7. xi 1 -.. 6. xvii 24, hasta el final, xxv. 1 - 7. xxvi . de 1 - 8, 13, así como xxxviii.
17, 18.) Por lo tanto, esta destrucción y cautividad no pudo ser conocido de antemano, a menos que una moral tales

63
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

conducta de los caldeos y los Judios había sido conocido de antemano. Y luego se predijo, que el pueblo finalmente
obstinado, a la desolación de la ciudad y de la tierra, (vi Isa 9 -.... 11 Jer i 18, 19.
vii. 27 - 29. Ez. iii. 7. y XXIV. 13, 14.)

La obstinación definitiva de los Judios que habían quedado en la tierra de Israel, en su idolatría y el rechazo del Dios
verdadero, fue predicho por él, y la predicción confirmó con juramento, (Jer. XLIV. 26, 27.) Y Dios le dice a la gente, (Is.
XLVIII 3, 4 - 8..) que había predicho aquellas cosas que deben ser consecuencia de su traición y la obstinación, porque
sabía que estarían obstinada; y que había declarado estas cosas de antemano, por su convicción de que él era el único
Dios verdadero, y c. La destrucción de Babilonia, con muchas de las circunstancias de la misma, se predijo, como el juicio
de Dios por el orgullo superior y la soberbia de los jefes de esa monarquía, Nabucodonosor y sus sucesores, y sus
maliciosamente destruir otras naciones, y en particular por su exaltando a sí mismos contra el verdadero Dios y su pueblo,
antes que cualquiera de estos monarcas tenido un ser; (Is. Cap. XIII. Xiv. XLVII. Comparar Habak. Ii. 5, hasta el final, y Jer.
Cap. L. Y li.) Que la destrucción de Babilonia iba a ser “el pago, de acuerdo con las obras de su propia manos “, aparece por
Jer.

xxv. 14.- La inmoralidad de la que el pueblo de Babilonia, y en particular sus príncipes y grandes hombres, eran culpables, esa
misma noche que la ciudad fue destruida, su deleitándose y la embriaguez en el banquete de Belsasar idolátrico, fue predicho,
Jer. li. 39, 57.)

El regreso de los Judios de la cautividad de Babilonia a menudo se predijo muy especialmente, con muchas circunstancias, y
las promesas de que son muy perentoria: (Jeremías XXXI 35 - 40. XXXII y 6 - 15, 41 - 44. y XXXIII... . 24 - 26.) Y el mismo
momento de su regreso fue prefijado; (Jer.. Xxv 11, 12. y
XXIX. 10, 11. 2 Chron. XXXVI. 21. Ez. iv. 6. y Dan. ix. 2.) Y sin embargo, las profecías representan su regreso como
consecuencia de su arrepentimiento. Y su arrepentimiento en sí es muy expresamente y particularmente predicho, (Jer xxix
12, 13, 14. xxxi 8, 9, 18 -....... 31. xxxiii 8. l 4, 5. Ez vi 8, 9, 10.
vii. 16. XIV. 22, 23. y xx. 43, 44.)

Se predijo en el Antiguo Testamento, que el Cristo padeciera en gran medida a través de la malicia y la crueldad de los hombres; como se
establece en gran parte y totalmente sucesivamente, Psal. xxii. aplicado a Cristo en el Nuevo Testamento, (Mat. XXVII. 35, 43. Lucas xxiii. 34.
Juan XIX. 24. He. ii. 12.) Y del mismo modo en Psal. LXIX. el cual, también es evidente por el Nuevo Testamento, se habla de Cristo; (Xv
John. 25. vii. 5, & c. Y ii. 17. Rom.
xv. 3. Matt. xxvii. 34, 48. Marcos xv. 23. Juan XIX. 29.) Lo mismo también se predijo, Isa. LIII. y
l. 6. y micrófono. v. 1. Esta crueldad de los hombres era su pecado, y lo que actuaron como agentes morales. Se predijo, que
no debe haber una unión de paganos y judíos gobernantes en contra de Cristo, (ii Psal 1, 2. en comparación con Hechos iv 25
-... 28.) Se predijo que el Judio generalmente debe rechazar y despreciar la Mesías, (Isa xlix 5, 6, 7. y liii 1 -...... 3. Psal xxii 6, 7
y LXIX 4, 8, 19, 20.) y se predijo, que el cuerpo de esa nación debe ser rechazada en los días del Mesías, de ser el pueblo de
Dios, por su obstinación en el pecado; (. Isa xlix 4 -.. 7. y viii 14, 15, 16. comparación con Rom x 19. y Isa 1xv al principio, en
comparación con Rm x 20, 21.......) Se predijo, que Cristo debe ser rechazado por los jefes de los sacerdotes y gobernantes
entre los Judios, (Psal. cxviii. 22. comparado con Matt.

xxi. 42. Actos IV. 11. mascotas. ii. 4, 7.)

Cristo mismo predijo su ser entregado en manos de los ancianos, de los principales sacerdotes y los escribas, y su siendo
tratados cruelmente por ellos, y condenado a muerte; y que por ellos debe ser

64
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

entregado a los gentiles; y que debía ser burlado y flagelado y crucificado, (Mateo xvi..
21. y xx. 17 - 19. Lucas ix. 22. Juan VIII. 28.) y que las personas deben preocuparse y consentía en su muerte,
(Lucas xx 13 - 18) en especial los habitantes de Jerusalén.; (Lucas xiii. 33
- 35.) El predijo que todos los discípulos deberían ofenderse a causa de él, aquella noche en que fue entregado, y lo
debe abandonar; (. Matt XXVI 31. John XVI 32...) El predijo, que debe ser rechazado de esa generación, incluso el
cuerpo de las personas, y que deben continuar obstinada a la ruina; (Matt xii 45. xxi 33 -... 42. y xxii 1 -.... 7. Lucas xiii
16, 21, 24. xvii 25. xix 14, 27,
41, 44. xx. 13 - 18. y XXIII. 34 - 39.)

Como se predijo en el Antiguo Testamento y el Nuevo que los Judios deben rechazar al Mesías, por lo que se predijo que los
gentiles le deben recibir, y así ser admitidos a los privilegios del pueblo de Dios; en lugares demasiados para ser mencionados en
particular ahora. Se predijo en el Antiguo Testamento, que los Judios deben envidiar a los gentiles en esta cuenta; (Deut. XXXII.
21. comparación con Rom. X.
19.) Cristo mismo predijo a menudo, que los gentiles abrazar la verdadera religión, y se convierten en sus seguidores y las
personas; (Matt viii 10, 11, 12. xxi 41 -... 43. y xxii 8 -. 10. Lucas xiii 28. xiv 16 -.... 24. y xx 16. John x 16.) También predijo la
judios envidia de las naciones en esta ocasión; (.... Matt xx 12 - 16. Lucas XV 26, hasta el final) predijo, que deben continuar
en esta oposición y la envidia, y deben manifestar en las persecuciones crueles de sus seguidores, a su destrucción completa;
(. Matt xxi 33 -.. 42. 6. XXII y XXIII. 34 - 39 Lucas xi. 49 - 51.) La obstinación de los Judios también se predijo, (. Hechos xxii
18.) Cristo menudo predijeron las grandes persecuciones a su seguidores deben cumplir con, tanto de Judios y gentiles; (Matt
x 16 -.. 18, 21, 22, 34 - 36. y xxiv 9. Marque xiii 9. Lucas x...

3. xii. 11, 49 - 53. y XXI. 12, 16, 17. Juan XV. 18 - 21. y XVI. De 1 - 4, 20 - 22, 23.) Se predijo el martirio de personas
particulares; (.... Matt xx 23. 36. Juan XIII y XXI 18, 19, 22.) El predijo el gran éxito del evangelio en la ciudad de Samaria, lo
más cerca que se acerca; que después se cumplió por la predicación de Felipe, (John IV 35 -. 38.) El predijo el
levantamiento de muchos engañadores después de su partida, (Mateo XXIV 4, 5, 11...) y la apostasía de muchos de su
profesada seguidores; (Mat. Xxiv. 10, 12.)

Las persecuciones, que el apóstol Pablo fue reunirse con en el mundo, fueron predichos; (Hechos ix.
16. xx. 23, y XXI. 11.) El apóstol dice a los efesios Cristiano, (Hechos xx 29, 30.) “Yo sé que después de mi partida se lobos
rapaces entrarán en medio de vosotros que no perdonarán al rebaño.; Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen
cosas perversas para arrastrar a los discípulos tras ellos “El apóstol dice, sabía esto:. pero él no lo sabía, si Dios no lo sabía las
acciones futuras de los agentes morales.

4. A menos que Dios conoce de antemano los futuros actos de agentes morales, todas las profecías que tenemos en la Escritura
respecto a la gran apostasía anticristiana; aumento, reine, malas cualidades, y los hechos de “el hombre de pecado”, y sus
instrumentos y adherentes; la extensión y larga continuación de su dominio, su influencia en las mentes de los príncipes y otros, a los
corrompen, y alejarlos a la idolatría, y otros vicios falta; sus grandes y crueles persecuciones; el comportamiento de los santos bajo
estas grandes tentaciones, & c. &.do. Digo, a menos que se prevén las Voliciones de agentes morales, todas estas profecías se
pronuncian sin conocer las cosas predichas.

Las predicciones relacionadas con esta gran apostasía son todos de naturaleza moral, en relación con las virtudes de los hombres y de los
vicios, y sus ejercicios, frutas y consecuencias, y los eventos que dependen de ellos; y son

sesenta y cinco
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

muy particular; y la mayoría de ellos repite frecuentemente, con muchas características precisas, descripciones y limitaciones de
las cualidades, conductas, influencia, efectos, extensión, duración, períodos, circunstancias última cuestión, & c. lo que sería
tedioso mencionar en particular. Y suponer que todo esto se predicen por Dios, sin ningún conocimiento cierto del futuro
comportamiento moral de los agentes libres, sería el mayor grado absurdo.

5. A menos que Dios preconocer los futuros actos de las voluntades de los hombres, y su comportamiento de agentes morales, todas
esas grandes cosas que se predijeron tanto en el Antiguo Testamento y el Nuevo, en materia de instalación, establecimiento, y el
alcance universal del reino del Mesías , se predijo y se comprometió, mientras que Dios estaba en la ignorancia si alguna de estas
cosas habría llegado a pasar o no, y lo hizo, pero adivinar ellos. Para ese reino no es de este mundo, que no consiste en las cosas
externas, pero está dentro de los hombres, y consiste en el dominio de la virtud en sus corazones, en justicia, y la paz, y alegría en el
Espíritu Santo; y en estas cosas que se manifiesta en la práctica, para alabanza y gloria de Dios. El Mesías vino “para salvar a los
hombres de sus pecados, y librarlos de sus enemigos espirituales; para que le sirva en justicia y santidad delante de él: ha dado a sí
mismo por nosotros, que por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas
obras.”Y por lo tanto, su éxito consiste en la obtención de los corazones de los hombres a la virtud, en su puesta a personas
dispuestas de Dios en el día de su poder. Su conquista de sus enemigos consiste en su victoria sobre la corrupción y los vicios de
los hombres. Y tal victoria, y un dominio de este tipo es a menudo predijeron expresamente: que su reino será llenar la tierra; que
todos los pueblos, naciones y lenguas le servirán y obedecerán; y para que todas las naciones deben ir hasta el monte de la casa del
Señor, que les podría enseñar a sus caminos, y que podría andar en sus caminos; y que todos los hombres se sienten atraídos por
Cristo, y la tierra sea llena del conocimiento del Señor (la verdadera virtud y la religión) como las aguas cubren los mares; que las
leyes de Dios debe ser puesto en las entrañas de los hombres, y escrita en sus corazones; y que el pueblo de Dios debe ser todo lo
justo, & c. &do.

Una gran parte de las profecías del Antiguo Testamento se recoge en predicciones tales como these.- Y yo
que iba a observar, que las profecías de la prevalencia universal del reino del Mesías, y la verdadera religión
de Jesucristo, se entregan en de la manera más perentoria, y confirmada por el juramento de Dios, Isa. XLV.
22, al final, “Mirad a mí, y sed salvos, todos los confines de la tierra; porque yo soy Dios, y no hay otro. He
jurado por mi Ser, la palabra ha salido de mi boca en justicia, y no será revocada: Que a mí se doblará toda
rodilla, y toda lengua jurará. Sin duda, se dirá en el Señor está la justicia y la fuerza: á él los de los hombres
venir “, & c. Pero, aquí, esta declaración perentoria y gran juramento del Altísimo, se entregan con tanta
solemnidad poderosa, respetando las que Dios no lo sabía,

Y todas las predicciones de Cristo y sus apóstoles, a los fines similares, deben ser sin el conocimiento: como las de nuestro
Salvador comparar el reino de Dios a un grano de mostaza, con un crecimiento muy grande, desde un pequeño comienzo; y
con la levadura, se escondió en tres medidas de harina, hasta que fermentó el todo, y c.- Y las profecías en las epístolas
relativas a la restauración de la nación judía a la verdadera iglesia de Dios, y llevando en la plenitud de los gentiles; y las
profecías en toda la revelación concerniente al glorioso cambio en el estado moral del mundo de la humanidad, asistiendo a la
destrucción del Anticristo, “los reinos del mundo, convirtiéndose en los reinos de nuestro Señor y

66
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

de su Cristo;”y se concedió a la iglesia para ser‘vestida de que lino fino, blanco y limpio, que es la justicia de
los santos,’& c.

Corolario. 1. De ahí que la gran promesa y juramento de Dios a Abraham, Isaac y Jacob, tanto celebrado en la Escritura, tanto en el
Antiguo Testamento y el Nuevo, es decir, “que en su simiente todas las naciones y familias de la tierra deben ser bendita,”debe
hacerse en las incertidumbres, si Dios no duda preconocer los voliciones de agentes morales. Para el cumplimiento de esta promesa
consiste en que el éxito de Cristo en la obra de la redención, y que el establecimiento de su reino espiritual sobre las naciones del
mundo, que se ha hablado. Los hombres son “bendecidos en Cristo:” ningún otro modo que a medida que se llevaron a reconocerlo,
la confianza en él, el amor y servir a él, como se representa y se predijo en LXXII Psal. 11. “Todos los reyes se postrarán delante de
él; todas las naciones le servirán.”Con ver. 17. “Los hombres serán benditas en él; Todas las naciones le llamarán feliz. ”Este
juramento a Jacob y Abraham se cumple en el sometimiento de las iniquidades de los hombres; como se deduce de la del profeta
Miqueas, cap. vii. 19,

20.

Corolario. 2. De ahí también parece, que la primera promesa del evangelio que jamás se haya hecho a la humanidad, de la gran predicción
de la salvación del Mesías y su victoria sobre Satanás, hecha a nuestros primeros padres, (iii general. 15.) si no haya cierta presciencia de
las voliciones de agentes morales, no debe tener ningún fundamento mejor que una conjetura. Para la victoria de Cristo sobre Satanás
consiste en la de los hombres de ser salvado del pecado, y en la victoria de la virtud y la santidad más que el vicio y el mal, el cual Satanás
por sus tentaciones ha introducido, y en su reino consiste.

6. Si es así, que Dios no tiene una presciencia de las futuras acciones de los agentes morales, que va a seguir, que las profecías de la
Escritura en general son sin conocimiento previo. Para profecías bíblicas, casi todos ellos, si no universalmente, son o bien las
predicciones de los acting y el comportamiento de los agentes morales, o de acontecimientos que dependen de ellos, o de alguna
manera conectados con ellos; dispensaciones judiciales, juicios sobre los hombres por su maldad, o recompensas de la virtud y la
rectitud, notables manifestaciones de favor a los justos, o manifestaciones de misericordia soberana a los pecadores, que perdona las
iniquidades de ellos, y de aumento de las riquezas de la gracia divina; o dispensaciones de la Providencia, en algún aspecto u otro,
relativo al desarrollo de los temas de gobierno moral de Dios, sabiamente adaptados a la misma; ya sea para proporcionar lo que
debería ser en un futuro estado de cosas, a través de las voliciones y acciones voluntarias de los agentes morales, o como
consecuencia de ellos, y regulados y ordenados de acuerdo con ellos. Para que todos los eventos que se predijo, son o eventos
morales, u otros que están conectados con y acomodó a ellos.

Que las predicciones de la Escritura en general deben estar sin conocimiento, si Dios no prevé los Voliciones de los hombres, van a
aparecer más, si se considera que casi todos los eventos que pertenecen al estado futuro del mundo de la humanidad, los cambios y
las revoluciones lo que acontecerá en los imperios, reinos y naciones, y todas las sociedades, dependerá, en formas innumerables,
sobre los actos de las voluntades de los hombres; sí, en una innumerable multitud de millones de Voliciones. Tal es el estado y el curso
de las cosas en el mundo de la humanidad, que un solo evento, que aparece en sí mismo superior despreciable, puede, en el progreso
y la serie de cosas, con motivo de una sucesión de las mayores y más importantes y extensos eventos; haciendo que el estado de la
humanidad a ser muy diferente de lo que de otro modo habría sido, para todas las generaciones venideras.

67
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

Por ejemplo, la entrada en la existencia de esos hombres particulares, que han sido los grandes conquistadores del mundo, que, bajo Dios, han

tenido la parte principal de todo el consecuente estado del mundo, en todas las edades post-; tales como Nabucodonosor, Ciro, Alejandro,

Pompeyo, Julio César, & c. sin duda, dependía de muchos millones de actos de la voluntad, en sus padres. Y tal vez la mayoría de estos

Voliciones dependía de millones de Voliciones en sus contemporáneos de la misma generación; y la mayoría de estos en millones de millones de

Voliciones en anteriores generations.- A medida que avanzamos hacia atrás, siendo el número de Voliciones, que eran de alguna manera con

motivo del evento, se multiplican como las ramas de un río, hasta que llegan al fin, ., ya que "eran, a un número infinito Esto no parece extraño

para cualquiera que así considera el asunto; si recordamos lo que nos dicen los filósofos de las innumerables multitudes de aquellas cosas que

son los Principia, o la resistencia vitae, en cuestión de la generación; la animalcula en Masculo Semine, y los óvulos en el útero de la hembra; la

impregnación o animador de uno de ellos a diferencia de todos los demás, deben depender de las cosas infinitamente minuto relacionados con el

tiempo y las circunstancias del acto de los padres, el estado de sus cuerpos, y c. que debe depender de innumerables circunstancias anteriores y

sucesos; la cual debe depender, infinitas maneras, en renunciar a los actos de su voluntad; los cuales son ocasionados por innumerables cosas

que suceden en el transcurso de sus vidas, en la que su propio comportamiento y el de su vecino debe tener un lado, un número infinito de

formas. Y a medida que las voliciones de los demás debe haber muchas maneras de que se trate en la concepción y el nacimiento de tales

hombres; por lo que, sin embargo, en su conservación, y las circunstancias de la vida, sus determinaciones y acciones particulares, en el que las

grandes revoluciones que eran las ocasiones de, dependía. Como, por ejemplo, cuando los conspiradores en Persia, contra los magos, estaban

consultando sobre una sucesión al imperio, que entró en la mente de uno de ellos, para proponer, que cuyo caballo relinchó en primer lugar,

cuando se reunió la siguiente mañana, debería ser rey. Ahora, una cosa que viene a la mente, podría depender de innumerables incidentes, en los

que las voliciones de la humanidad habían sido afectadas. Sin embargo, como consecuencia de este accidente, Darío, hijo de Histaspes, fue rey.

Y si esto no hubiera sido, probablemente, su sucesor no habría sido la misma, y todas las circunstancias del imperio persa podrían haber sido

mucho lo contrario: Entonces, tal vez Alejandro nunca podría haber conquistado ese imperio; y probablemente las circunstancias del mundo en

todas las edades venideras, podrían haber sido muy otra cosa. Podría continuar ejemplo, en muchas otras ocurrencias; tales como los de la que

dependía la preservación de Alejandro, en los muchos momentos críticos de su vida, en un pequeño poco habría convertido a la escala contra él; y

la preservación y el éxito del pueblo romano, en la infancia de su reino y de la Commonwealth, y después; en la que todos los cambios posteriores

en su estado, y los fuertes revoluciones que después sucedió que en el mundo habitable, dependían. Sin embargo, estos consejos pueden ser

suficientes para cada persona considerada exigente, para convencerlo, que todo el estado del mundo de la humanidad, en todas las edades, y el

ser mismo de toda persona que haya vivido en ella, en todas las edades, desde los tiempos de los antiguos profetas, ha dependido más voliciones

o actos de la voluntad de los hombres, de arenas hay en la orilla del mar. Y por lo tanto, a menos que Dios hace la mayor exactitud y

perfectamente prever el futuro actos de voluntades de los hombres, todas las predicciones que alguna vez pronunció acerca de David, Ezequías,

Josías, Nabucodonosor, Ciro, Alejandro; en relación con las cuatro monarquías, y las revoluciones en ellas; y en relación con todas las guerras,

conmociones, victorias, la prosperidad y calamidades, de cualquier reinos, naciones o comunidades en el mundo, han sido todos sin conocimiento.

ha dependido más voliciones o actos de las voluntades de los hombres, de arenas hay en la orilla del mar. Y por lo tanto, a menos que Dios hace

la mayor exactitud y perfectamente prever el futuro actos de voluntades de los hombres, todas las predicciones que alguna vez pronunció acerca

de David, Ezequías, Josías, Nabucodonosor, Ciro, Alejandro; en relación con las cuatro monarquías, y las revoluciones en ellas; y en relación con

todas las guerras, conmociones, victorias, la prosperidad y calamidades, de cualquier reinos, naciones o comunidades en el mundo, han sido

todos sin conocimiento. ha dependido más voliciones o actos de las voluntades de los hombres, de arenas hay en la orilla del mar. Y por lo tanto, a

menos que Dios hace la mayor exactitud y perfectamente prever el futuro actos de voluntades de los hombres, todas las predicciones que alguna

vez pronunció acerca de David, Ezequías, Josías, Nabucodonosor, Ciro, Alejandro; en relación con las cuatro monarquías, y las revoluciones en

ellas; y en relación con todas las guerras, conmociones, victorias, la prosperidad y calamidades, de cualquier reinos, naciones o comunidades en

el mundo, han sido todos sin conocimiento. en relación con las cuatro monarquías, y las revoluciones en ellas; y en relación con todas las guerras,

conmociones, victorias, la prosperidad y calamidades, de cualquier reinos, naciones o comunidades en el mundo, han sido todos sin conocimiento.

en relación con las cuatro monarquías, y las revoluciones en ellas; y en relación con todas las guerras, conmociones, victorias, la prosperidad y calamidades, de cualquie

68
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

De manera que, de acuerdo con esta noción, Dios no prever las voliciones y acciones libres de los hombres, se podía prever nada
que correspondan a la situación del mundo de la humanidad en las edades futuras; no tanto como el ser de una persona que debe
vivir en él: y podrían conocer de antemano los eventos, sino la que él traería de hacerse pasar por el extraordinario interposición
de su poder inmediato; o cosas que deben llegar a pasar en el mundo material natural, por las leyes del movimiento, y el curso de
la naturaleza, en que es independiente de las acciones u obras de la humanidad: es decir, como podría, como un matemático muy
capaces y astrónomo , con gran exactitud el cálculo de las revoluciones de los cuerpos celestes, y las mayores ruedas de la
máquina de la creación externa. Y si tenemos en cuenta el asunto de cerca, aparecerá razones para convencernos, que no podía
hacerlo, con certeza absoluta, prevé incluso éstos. En cuanto a la primera, es decir, las cosas se hagan por la interposición
inmediata y extraordinaria del poder de Dios, éstos no pueden ser previstos, a menos que se puede prever en que habrá ocasión
para que semejante intervención extraordinaria. Y que no se pueden prever, a menos que se puede prever el estado del mundo
moral. Por lo tanto, cuando Dios se interpone, es en relación con el estado del mundo moral, que requiere tal intervención divina.
Por lo tanto Dios no podía ciertamente prever el diluvio universal, la vocación de Abraham, la destrucción de Sodoma y Gomorra,
las plagas de Egipto, y la redención de Israel fuera de él, la expulsión de las siete naciones de Canaán, y la puesta a Israel en
aquella tierra ; para todos estos están representados como conectado con las cosas que pertenecen al estado del mundo moral.
Dios ni puede conocer de antemano el momento más adecuado y conveniente para el día del juicio y la conflagración general;
para que depende principalmente en el curso y estado de cosas en el mundo moral.

Tampoco, en segundo lugar, podemos en esta suposición razonable pensar, que Dios ciertamente puede prever qué cosas
se cumplirá, en el curso de las cosas, en el mundo natural y material, incluso los que en un estado ordinario de las cosas
podrían ser calculado por un buen astrónomo. Para el mundo moral es el fin del mundo natural; y el curso de las cosas en el
primer caso, es, sin duda, subordinado a los designios de Dios con respecto a este último. Por lo tanto, ha sido testigo de la
causa, de la relación con el estado de cosas en el mundo moral, extraordinariamente interponer, para interrumpir, y se tendió
una detención en el curso de las cosas en el mundo natural; y menos que pueda prever la volición de los hombres, y así
saber algo del estado futuro del mundo moral, que no puede conocer, pero que todavía puede tener tan gran ocasión para
interponer de esta manera, como siempre que tenía:

Corolario. 1. Se desprende de las cosas observadas, que a menos que Dios prevé el Querer de agentes morales, que no puede ser
cierto que se observa por el apóstol Santiago, (Hechos XV. 18.) “Conocidas son a Dios todas sus obras desde el comienzo de el
mundo."

Corolario. 2. Al parecer, a menos que Dios conoce de antemano que el Querer de agentes morales, todas las profecías de la Escritura
no tienen mejor fundamento que una mera conjetura; y que, en la mayoría de casos, una conjetura que debe tener la máxima
incertidumbre; dependiendo de una innumerable multitud de Voliciones, que son todos, incluso a Dios, eventos inciertos: sin embargo,
estas profecías se suministran de predicciones absolutas, y muchos de ellos de la manera más positiva, con aseveraciones; y algunos
de ellos con los juramentos más solemnes.

69
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

Corolario. 3. También se deduce, que si esta noción de la ignorancia de los futuros Voliciones de Dios veraz, y en vano lo dijo Cristo,
después de pronunciar muchas predicciones grandes e importantes, en función de las acciones morales de los hombres, (Mat. Xxiv.
35.) “El cielo y la tierra pasarán; pero mis palabras no pasarán.”Corolario. 4. De la misma noción de la ignorancia de Dios, se
seguiría, que en vano tiene él mismo a menudo se habla de las predicciones de su palabra, como evidencias de conocimiento previo;
de lo que es su prerrogativa como Dios, y su peculiar gloria, que lo distingue en gran medida de todos los otros seres; (Como en Isa.
Xli. 22.- 26 xliii. 9, 10. xliv. 8. xlv. 21. xlvi. 10. y xlviii. 14.)

Arg. II. Si Dios no preconocer los Voliciones de agentes morales, entonces no antes conoció la caída del hombre, ni de los
ángeles, y por lo tanto no podía conocer de antemano las grandes cosas que son consecuencia de estos eventos; tales
como su envío a su Hijo al mundo para morir por los pecadores, y todas las cosas que pertenecen a la gran obra de la
redención; todas las cosas que se hicieron durante cuatro mil años antes de Cristo vino, para preparar el camino para él; y
la encarnación, vida, muerte, resurrección y ascensión de Cristo; Él establecer en la cabecera del universo como Rey del
cielo y de la tierra, los ángeles y los hombres; y el establecimiento de su iglesia y reino en este mundo, y lo que se nombra
al Juez del mundo; y todo lo que Satanás debe hacer en el mundo en oposición al reino de Cristo; y las grandes
transacciones del día del juicio, y c. Y si Dios era por lo tanto ignorante, las siguientes escrituras, y otros como ellos, deben
ser sin ningún significado, o contrario a la verdad. (Ef. I. 4.) “Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo.” (1
Ped. I. 20.) “ya destinado desde antes de la fundación del mundo.” (2 Timoteo .. i 9.) “quien nos salvó y llamó con
llamamiento santo; no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo
Jesús antes de los siglos “. Por lo tanto (Ef. iii. 11.) habla de la sabiduría de Dios en la obra de la redención, “conforme al
propósito eterno que hizo en Cristo Jesús” (Tit. i. 2.) “en la esperanza de la vida eterna, la cual Dios, que no miente,
prometió desde antes que el mundo comenzó.” (Rom. VIII. 29.) “ los que antes conoció, a éstos también los predestinó,”&
c. (1 Pet. I. 2.) “Elect,

Si Dios no antes conoció la caída del hombre, ni la redención por Jesucristo, ni las voliciones del hombre desde la caída; entonces no
antes conoció los santos en ningún sentido; ni como personas particulares, ni como sociedades o naciones; ya sea por elección o por
mera previsión de su virtud o las buenas obras; o cualquier previsión de cualquier cosa sobre ellos en relación a su salvación; o
cualquier beneficio que tienen por Cristo, o cualquier tipo de preocupación de los suyos con un Redentor.

Arg. III. En el supuesto de la ignorancia de los futuros Voliciones de agentes libres de Dios, que va a seguir, que Dios debe en
muchos casos se arrepienten verdaderamente lo que ha hecho, así como correctamente a desear haber hecho de otra manera: por la
razón de que el evento de las cosas en las que asuntos que son más importantes, a saber. los asuntos de su reino moral, siendo
incierta y contingente, que sucede a menudo absolutamente lo contrario de lo que era antes de conocer. Y no habría razón para
entender que, en el sentido más literal, (vi general. 6.) “Se arrepintió Jehová, que él había hecho hombre en la tierra, y le dolió en su
corazón” (y 1 Sam. XV. 11.) contrario a Num. xxiii. 19. “Dios no es el hijo de hombre para que se arrepienta” y 1 Sam. xv. 29.
“También la Gloria de Israel no mentirá, ni se arrepentirá; porque él no es hombre para que se arrepienta.”Sí, a partir de esta noción
se seguiría, que Dios es responsable de arrepentirse y ser dolió en su corazón, en un sentido literal, continuamente; y siempre está
expuesto a un número infinito de decepciones reales en el gobierno del mundo; y al colector, constante, gran perplejidad y aflicción:

70
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

pero esto no es muy consistente con su título de “Dios sobre todo, bendito para siempre;”, que lo representa como poseído de
tranquilidad perfecta, constante e ininterrumpida y la felicidad, como Dios sobre el universo, y en su gestión de los asuntos de
el mundo, como gobernante supremo y universal. (Ver Rom. I. 25. ix. 5. 2 Cor. Xi. 31. 1 Tim. Vi. 15.)

ARG. IV. También se sigue de esta noción, que como Dios es susceptible de ser arrepintiéndonos continuamente de lo que ha hecho;
por lo que debe ser expuesto a estar cambiando constantemente su mente y las intenciones, en cuanto a su conducta futura; alterar
sus medidas, renunciando a sus viejos diseños, y la formación de nuevos esquemas y proyectos. Para sus propósitos, así como a las
partes principales de su esquema, como pertenecen al estado de su reino moral, debe ser siempre susceptible de ser roto, por falta de
previsión; y tiene que estar continuamente poniendo su sistema de derechos, como se pone fuera de servicio, a través de la
contingencia de las acciones de los agentes morales: debe ser un Ser, que, en lugar de ser absolutamente inmutable, debe ser
necesariamente objeto de infinitamente la más numerosos actos de arrepentimiento, y los cambios de la intención, de cualquier ser en
absoluto; por esta razón llano, que su muy extensa carga comprende un infinitamente mayor número de aquellas cosas que le son
contingentes e incierto. En tal situación, debe tener poco más que hacer, pero para reparar los enlaces rotos, así como le sea posible, y
puede rectificar su cuerpo desarticulado y los movimientos desordenados, de la mejor manera el caso lo permite, el Señor Supremo de
todas las cosas deben necesidades estar bajo grandes desventajas y miserables, en el gobierno del mundo que él ha hecho, y de la
que tenga a su cargo, a través de su ser totalmente incapaz de descubrir cosas de mayor importancia, que en lo sucesivo que ha de
venir su sistema; para lo cual, si no lo hacía, pero sabe, que podría hacer que el suministro oportuno. En muchos casos, puede ser muy
grande la necesidad que debe prever, en la forma de sus pedidos y disponer las cosas, para algunos grandes eventos que han de
ocurrir, de la vasta y extensa influencia, y un sin fin importancia para el universo; que puede ver más tarde, cuando ya es demasiado
tarde, y puede desear en vano que había conocido antes, que podría haber ordenado a sus asuntos en consecuencia. Y es en el poder
del hombre, en estos principios, por sus dispositivos, propósitos y acciones, por lo tanto decepcionar a Dios, romper sus medidas, le
hacen cambiar de opinión continuamente, someterlo a disgusto, y traerlo a la confusión.

Pero, ¿cómo estas cosas se componen con la razón o con la palabra de Dios? Lo que representa, que todas las obras de Dios, todo lo que tiene
que hacer cada vez, todo el esquema y la serie de sus operaciones, son perfectamente desde el principio en su opinión; y declara, que todo lo
que los dispositivos y diseños están en los corazones de los hombres, “el consejo del Señor permanecerá, y los pensamientos de su corazón por
todas las generaciones” (Prov.
xix. 21. Psal. XXXIII. 10, 11.) Y “lo que el Señor de los ejércitos ha determinado, ninguno lo impedirá” (Is. Xiv. 27.) Y que
no puede ser frustrado en un diseño o pensamiento, (Job xlii. 2.) Y “ que Dios lo que impide que será para siempre, que
nada se puede poner a la misma, o tomado de ella,”(. Ecl iii. 14.) La estabilidad y la perpetuidad de los consejos de Dios
se habla expresamente de lo relacionado con su conocimiento previo, (Is. 10. XLVI.) “declaro el fin desde el principio, y
desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero “- ¿Y cómo
son estas cosas en consonancia con lo que la Escritura dice de la inmutabilidad de Dios, que lo representa como‘sin
mudanza, ni sombra de variación;.’y habla de él, más particularmente, como inmutable con respecto a sus efectos, (Mal.
iii. 6. ) “Yo soy el Señor; No cambio; por esto, hijos de Jacob, no se consumen.”(Ex. iii. 14.)“YO SOY EL QUE YO SOY. (.
Xxiii Job 13, 14.) “Se determina una cosa; y quién lo hará cambiar? Y lo que su alma deseó, e él os:. Para acabará lo que
ha determinado de mí”

71
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

Arg. V. Si esta noción de la ignorancia de los futuros Voliciones de agentes morales ser considerados a fondo en sus
consecuencias de Dios, que aparecerá a seguir de ella, que Dios, después de haber hecho el mundo, era susceptible de ser
totalmente frustrado de su fin en el la creación de la misma; y así ha sido, de igual manera, susceptible de ser frustrado de su fin
en todas las grandes obras que había forjado. Es manifiesto, el mundo moral es el fin de lo natural: el resto de la creación no es
más que una casa que Dios ha construido, con muebles, para los agentes morales, y el buen o mal estado del mundo moral
depende de la mejora que hacer de su Agencia natural, y por lo tanto depende de sus voliciones. Y por lo tanto, si estos no pueden
ser previstos por Dios, porque son contingentes, y está sujeta a ningún tipo de necesidad, a continuación, los asuntos del mundo
moral son susceptibles de ir mal, en cualquier grado asignable; sí, susceptibles de ser completamente arruinado. Como en este
esquema, bien puede suponerse que ser literalmente dicho, cuando la humanidad, por el abuso de su Agencia mortal, se hizo muy
corrupta antes de la inundación, “que el Señor se arrepintió de haber hecho hombre en la tierra, y apesadumbróse él en su
corazón,”por lo que, cuando él hizo el universo, que no sabía, pero que podría ser tan decepcionado en ella, que le podría llorar en
su corazón que él había hecho. En realidad, demostrado, que toda la humanidad se convirtió en pecado, y una gran parte de los
ángeles apostató: y cómo puede Dios saber antes, que todos ellos no lo haría? Y como no podía conocer a Dios, sino que toda la
humanidad, a pesar de los medios utilizados para recuperarlos, siendo todavía deja a la libertad de su propia voluntad, continuaría
en su apostasía, y en peor,

De acuerdo con el esquema que estoy esforzándome para refutar, la caída de los ángeles ni los hombres ni se podía prever, y Dios debe ser muy
decepcionados en estos eventos; y así el gran artificio para nuestra redención, y destruir las obras del diablo, por el Mesías, y todas las grandes

cosas que Dios ha hecho en el procesamiento de estos diseños, debe ser sólo el fruto de su propia decepción; artificios para reparar, así como
pudo, su sistema, que originalmente era muy buena, y perfectamente bella; pero estaba roto y confundido por la libre voluntad de los ángeles y los

hombres. Y todavía tiene que poder ser totalmente decepcionado por segunda vez: él no podía saber, que debe tener su éxito deseado, en la
encarnación, vida, muerte, resurrección y exaltación de su Hijo unigénito, y otras grandes obras logrado restaurar el estado de las cosas: No podía
saber, después de todo, si existe en realidad sería una medida tolerable de restauración; para esto dependía de la libre voluntad del hombre. Ha

habido una gran apostasía general de casi todo el mundo cristiano, a lo que era peor que el paganismo; que continuó durante muchos años. ¿Y
cómo es posible que Dios, sin prever Voliciones de los hombres, saber si alguna vez volvería la cristiandad de esta apostasía? Y de qué manera

iba a predecir qué tan pronto empezaría? El apóstol dice, comenzó a trabajar en su tiempo; y como no podía ser conocido hasta qué punto se

procedería en esa edad? Sí, como no podía ser conocido que el evangelio que no era eficaz para la reforma de los Judios, volvería a ser eficaz
para el giro de las naciones paganas de su apostasía paganos, que habían sido confirmados en tantos siglos? si existe en realidad sería una

medida tolerable de restauración; para esto dependía de la libre voluntad del hombre. Ha habido una gran apostasía general de casi todo el

mundo cristiano, a lo que era peor que el paganismo; que continuó durante muchos años. ¿Y cómo es posible que Dios, sin prever Voliciones de
los hombres, saber si alguna vez volvería la cristiandad de esta apostasía? Y de qué manera iba a predecir qué tan pronto empezaría? El apóstol

dice, comenzó a trabajar en su tiempo; y como no podía ser conocido hasta qué punto se procedería en esa edad? Sí, como no podía ser
conocido que el evangelio que no era eficaz para la reforma de los Judios, volvería a ser eficaz para el giro de las naciones paganas de su

apostasía paganos, que habían sido confirmados en tantos siglos? si existe en realidad sería una medida tolerable de restauración; para esto dependía de la libre volunta

Se representa a menudo en las Escrituras, que Dios, que hizo el mundo por sí mismo, y lo creó para su placer, obtendría
infaliblemente a su fin en la creación, y en todas sus obras; que, como todas las cosas son de él, por lo que todos ellos
serían para él; y que en el último número de cosas, parecería que él es “el primero y el último.” (Rev. xxi. 6.) “Y me dijo:
Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último.”Pero estas cosas no son consistentes con
la de Dios

72
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

riesgo de ser decepcionado en todas sus obras, ni tampoco con su fracaso de su fin, en todo lo que él ha llevado a cabo.

Sección XII.

cierto conocimiento previo de Dios de los futuros voliciones de agentes morales, inconsistente con una contingencia de tales
esas voliciones tal cual, sin toda necesidad.

Habiendo demostrado, que DIOS tiene un cierto e infalible Prescience de los actos voluntarios de agentes morales, vengo ahora,
en segundo lugar, para mostrar la consecuencia; cómo se sigue de aquí, que estos eventos son necesarios, con una necesidad de
la conexión o consecuencia.

Los jefes de los sacerdotes arminianas, por lo que yo he tenido oportunidad de observar, negar esta consecuencia; y afirmar, que si se
deja tal conocimiento previo, no es ninguna evidencia de cualquier necesidad del conocido de antemano evento. Ahora yo deseo, que este
asunto puede ser particularmente ya fondo investigado. No puedo dejar de pensar que en particular y la plena consideración, puede ser
perfectamente determinada, ya sea de hecho o no.

Con el fin de una adecuada consideración de este asunto, he de señalar las siguientes cosas.

l. Es muy evidente, que, con respecto a una cosa cuya existencia es infalible e indisolublemente conectados con
algo que ya tiene, o ha tenido existencia, la existencia de esa cosa es necesaria. Aquí se puede observar, los datos
siguientes:

1. He observado antes, en la explicación de la naturaleza de la necesidad, de que en cosas que han pasado, su existencia pasada es
ahora necesario: ya habiendo asegurado de la existencia, es demasiado tarde para cualquier posibilidad de alteración en ese sentido;
ahora es imposible que debería ser más que cierto, que la cosa ha existido.

2. Si hay alguna cosa como una presciencia divina de las voliciones de agentes libres, que Presciencia, por la suposición es
una cosa que ya tiene, y hace tiempo tenía la existencia; y por eso, ahora su existencia es necesaria; ahora es
completamente imposible ser de otra manera, que este conocimiento previo debería ser o debería haber sido.

3. También es muy manifiesto, que las cosas que están indisolublemente conectados con otras cosas que son necesarias, son a su
vez es necesario. A medida que la proposición cuya verdad está necesariamente relacionado con otra proposición, que es
necesariamente cierto, es en sí mismo es necesariamente cierto. Decir lo contrario sería una contradicción: sería, en efecto, que
decir, que la relación era indisoluble, y sin embargo no fue así, sino que puede ser roto. Si eso, la existencia de las cuales está
indisolublemente conectado con algo cuya existencia es necesaria ahora, es en sí mismo no es necesario, entonces puede
posiblemente no existe, a pesar de que la conexión indisoluble de su existence.- Si el absurdo no sea evidente, que el lector juzgue .

73
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

4. No es menos evidente, que si hay un conocimiento previo completo, seguro, e infalible de la existencia futura de las voliciones
de agentes morales, a continuación, hay una cierta, infalible e indisoluble conexión entre esos acontecimientos y que
Presciencia; y que por lo tanto, por las observaciones anteriores, esos eventos son eventos necesarios; siendo infalible e
indisolublemente conectada con eso, cuya existencia es ya, por lo que ahora es necesario, y no puede dejar de haber sido.
Decir, el conocimiento previo es cierta e infalible, y sin embargo la conexión del evento con conocimiento previo de que es
disoluble y falible, es muy absurdo. Para afirmarlo, sería lo mismo que afirmar que no hay ninguna conexión necesaria entre una
proposición que se conoce infaliblemente para ser verdad, y su ser cierto en verdad. De manera que se puede demostrar
perfectamente, que si hay algún conocimiento infalible de futuros voliciones, el evento es necesario; o, en otras palabras, que es
imposible, pero el evento debe llegar a pasar. Por si no es imposible, pero que puede ser de otra manera, entonces no es
imposible, pero que la proposición que afirma su futura venida a pasar, no puede ahora ser verdad. No es este absurdo en el
mismo, que no es imposible, pero que no debería ser ahora hay verdad en esa propuesta, que ahora se conoce infaliblemente a
ser verdad.

II. Que ningún acontecimiento futuro puede ser ciertamente conocido de antemano, cuya existencia es contingente, y sin necesidad de todo,
puede ser probado por lo tanto; es imposible que una cosa que se sabe ciertamente a cualquier intelecto sin pruebas. Suponer lo contrario,
implica una contradicción: porque por una cosa que se sabe ciertamente a cualquier entendimiento, es para que sea evidente para que la
comprensión, y para que una cosa sea evidente para cualquier entendimiento que es lo mismo, como para que la comprensión de ver la
evidencia de que: pero ninguna comprensión, creada o increada, puede ver la evidencia donde no la hay; por lo que es lo mismo, como
para ver que para ser lo que no lo es. Y por lo tanto, si hay algo de verdad que es absolutamente sin pruebas, que la verdad es
absolutamente imposible de conocer, de tal manera que implica una contradicción suponer que se sabe.

Pero si hay algún evento futuro, cuya existencia es contingente, sin toda la Necesidad, la existencia futura del evento es
absolutamente sin pruebas. Si hay alguna evidencia de ello, tiene que ser uno de estos dos tipos, ya sea auto-evidencia o
prueba; una cosa evidente debe ser evidente en sí mismo; o evidente en otra cosa: es decir, por la evidente relación con otra
cosa. Pero una cosa futura, cuya existencia es sin toda necesidad, puede tener ninguno de estos tipos de pruebas. No puede
ser evidente por sí mismo, porque si lo es, puede ser ahora conocido, por lo que ahora es para ser visto en la cosa misma; su
existencia presente, o la necesidad de su naturaleza: pero tanto éstos se oponen a la suposición. Se supone, tanto que la
cosa no tiene existencia actual está por verse; y también que no es de naturaleza tal como para ser necesariamente existente
para el futuro: de modo que su existencia futura no es evidente por sí mismo. Y en segundo lugar, tampoco hay ninguna
prueba o evidencia en cualquier otra cosa, o evidencia de relación con otra cosa que es evidente; También por esto es
contrario a la suposición. Se supone que ahora hay nada existente, con el que la existencia futura del acontecimiento
contingente está conectado. Por esa conexión destruye su contingencia, y supone la Necesidad. De este modo se
demuestra, que hay en la naturaleza de las cosas absolutamente ninguna evidencia de la existencia futura de ese evento,
que es contingente, sin toda la Necesidad, (si tal evento no sea,) ni la evidencia ni prueba. Y por lo tanto la cosa en realidad
no es evidente; y así no puede ser visto a ser evidente, o,

74
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

Consideremos esto en un ejemplo. Supongamos que hace cinco mil setecientos sesenta años, no había ningún otro ser, sino el Ser Divino; y luego

este mundo, o algún cuerpo o espíritu en particular, a la vez comienza de la nada a la existencia, y lleva en sí una naturaleza y la forma particular;
todo ello en absoluto Contingencia, sin ninguna preocupación de Dios, o cualquier otra causa, en la materia; sin ningún tipo de fundamento o razón

de su existencia; o cualquier dependencia, o conexión en absoluto con cualquier cosa anterior: Yo digo, que si esto se supone, no hubo evidencia
de ese evento de antemano. No hubo evidencia de que se puede ver en la cosa misma; por la cosa en sí, por el momento, no lo era. Y no había

evidencia de que para ser visto en cualquier otra cosa; para la prueba en otra cosa, es relación con otra cosa: pero dicha relación es contraria a la

suposición. No hubo evidencia de antes, de que esto iba a pasar; por la suposición, no había ninguna razón por la que debe pasar, en lugar de
otra cosa, o en lugar de nada. Y si es así, entonces todas las cosas antes eran exactamente iguales, y lo mismo, con respecto a eso y otras cosas

posibles; no había preponderation, no peso o el valor superior; y por lo tanto, nada de lo que podría ser de un peso o valor para determinar
cualquier entendimiento. La cosa era absolutamente sin pruebas, y absolutamente incognoscible. Un aumento de la comprensión, o de la

capacidad de discernir, no tiene tendencia, y no hace ningún avance, hacia discernir signos o evidencias de que, que sea no aumentó tanto; sí, si

se aumenta infinitamente. El aumento de la fuerza de la vista puede tener una tendencia a permitir discernir la evidencia que está lejos, y mucho
HID, y profundamente involucrada en las nubes y la oscuridad; pero no tiene tendencia a permitir discernir pruebas donde no la hay. Si la vista

infinitamente fuerte, y la capacidad de discernir infinitamente grande, que permitirá ver todo lo que hay, y para ver a la perfección, y con facilidad;
sin embargo, no tiene tendencia en absoluto para permitir que un ser discernir que prueba que no es; sino por el contrario, tiene una tendencia a

permitir discernir con gran certeza que no hay otro. que permitirá ver todo lo que hay, y para ver a la perfección, y con facilidad; sin embargo, no
tiene tendencia en absoluto para permitir que un ser discernir que prueba que no es; sino por el contrario, tiene una tendencia a permitir discernir

con gran certeza que no hay otro. que permitirá ver todo lo que hay, y para ver a la perfección, y con facilidad; sin embargo, no tiene tendencia en
absoluto para permitir que un ser discernir que prueba que no es; sino por el contrario, tiene una tendencia a permitir discernir con gran certeza

que no hay otro.

III. Suponer las futuras voliciones de agentes morales no ser eventos necesarios; o, lo que es lo mismo, los eventos que no es
imposible, pero que no puede venir a pasar; y sin embargo, suponer que Dios ciertamente les conoce de antemano, y conoce
todas las cosas; es suponer el conocimiento de Dios es incompatible con ella misma. Para que decir, que Dios, sin duda, y sin que
toda conjetura, sabe que una cosa va a ser infalible, que, al mismo tiempo que sabe que es por lo contingente, que, posiblemente,
puede no serlo, es suponer su conocimiento incompatibles con el mismo; o que una cosa que sabe, es completamente
inconsistente con otra cosa que sabe. Es lo mismo que decir, que ahora sabe que una proposición sea de cierta verdad infalible,
que él sabe que es de la verdad incierta contingente. Si un futuro voluntad es tan sin toda necesidad, que nada impide, pero no
puede ser, entonces la proposición que afirma su existencia futura, es tan incierto, que nada impide, sino que la verdad de que
puede fallar por completo. Y si Dios conoce todas las cosas, él sabe que esta proposición sea por lo tanto incierta. Y que es
incompatible con su sabiendo que es verdad infalible; y tan inconsistente con su infalible a sabiendas de que es cierto. Si la cosa
sea de hecho contingente, Dios lo ve así, y juzga que sea contingente, si él ve las cosas como son. Si no es necesario ser el caso,
entonces es posible que nunca puede ser: y si es posible que nunca puede ser, Dios sabe que posiblemente puede no ser; y que
es saber que la proposición que afirma su existencia, posiblemente, puede no ser cierto; y que es saber que la verdad de ello es
incierto; lo que sin duda es incompatible con su saber como una cierta verdad. Si voliciones son en sí mismos acontecimientos
contingentes, sin toda necesidad, entonces no es un argumento de la perfección del conocimiento en cualquier siendo para
determinar perentoriamente que van a ser; sino por el contrario, un argumento de la ignorancia y el error; porque sería discutir,
que supone que la proposición sea cierta,

75
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

que en su propia naturaleza, y considerando todas las cosas, es incierto y contingente. Decir, en tal caso, que Dios puede
tener formas de conocer acontecimientos contingentes que no puede concebir, es ridículo; por lo tanto, como para decir,
para que Dios sabe contradicciones para ser verdad, por deberíamos sabemos; o que sepa que una cosa es cierta, y al
mismo tiempo sé que no sea cierta, aunque no podemos concebir cómo; porque no tiene forma de saber lo que no podemos
comprender. Corolario. 1. A partir de lo que se ha observado es evidente, que los decretos absolutos de Dios no son más
incompatible con la libertad humana, a causa de cualquier necesidad del evento, que se desprende de estos decretos, que
el conocimiento previo absoluto de Dios. Debido a que la relación entre el evento y cierto conocimiento previo, es como
infalible e indisoluble, como entre el evento y un decreto absoluto. Es decir, que no es más imposible, que el evento y el
decreto no deberían ponerse de acuerdo entre sí, de que el evento y el Conocimiento absoluta deben estar en desacuerdo.
La conexión entre el evento y el previo conocimiento es absolutamente perfecto, por la suposición: porque se supone, que la
certeza y la infalibilidad del conocimiento es absolutamente perfecto. Y siendo así, la certeza no se puede aumentar; y por lo
tanto la conexión, entre el conocimiento y cosa conocida, no se puede aumentar; de modo que si un decreto puede añadir a
la presciencia, no en absoluto a aumentar la conexión, o que sea más infalible e indisoluble. Si no fuera así, la certeza del
conocimiento podría ser aumentado por la adición de un decreto; lo cual es contrario a la suposición, que es, que el
conocimiento es absolutamente perfecto,

Hay tanta imposibilidad, sino que las cosas que son conocidos de antemano infalible, debe ser, o lo que es lo mismo,
tan gran necesidad de su existencia futura, como si el evento ya se escribieron, y fue conocida y leída por todos la
humanidad, a través de todas las edades anteriores, y no hubo más la conexión indisoluble y perfecta posible entre la
escritura y la cosa escrita. En tal caso, sería imposible el caso de falla de la existencia, como si hubiera existido ya; y
un decreto no puede hacer un evento más segura, más necesario que esto.

Y por lo tanto, si hay alguna, tales Presciencia, ya que se ha demostrado la hay, entonces Necesidad de conexión y la consecuencia no
es en absoluto incompatible con alguna libertad que el hombre, o cualquier otra criatura, disfruta. Y a partir de ahí se puede deducir,
que los decretos absolutos, que no del todo aumentan la necesidad, no son incompatibles con la libertad que el hombre goza, en
cualquiera de dichas cuentas, como que hacen decretó necesaria del evento, y la hacen totalmente imposible sino que debe llegar a
pasar. Por lo tanto, si los decretos absolutos son incompatibles con la libertad del hombre como agente moral, o su libertad en un
estado de libertad condicional, o cualquiera que sea la libertad que le gusta, no es a causa de cualquier necesidad que las decretos
absolutos infieren.

El Dr. Whitby supone, hay una gran diferencia entre el conocimiento previo de Dios, y sus decretos, con respecto a la necesidad de los
acontecimientos futuros. En su Discurso sobre los cinco puntos, (p. 474, & c.), Dice, la presciencia de Dios no tiene influencia alguna en
nuestra actions.- En caso de Dios, dice que, por revelación inmediata, dame el conocimiento del caso de cualquier estado o las acciones del
hombre, sería mi conocimiento de ellos tienen alguna influencia sobre sus acciones? Seguramente ninguno en all.- Nuestro conocimiento no
echa afecta a las cosas que sabemos, para que sean más seguros, más o accesorio, de lo que podrían estar sin él. Ahora, Presciencia en
Dios es el conocimiento. Como lo tanto, el conocimiento no tiene influencia sobre las cosas que son, por lo que tampoco tiene conocimiento
previo sobre las cosas que serán. Y, en consecuencia, el conocimiento previo de cualquier acción que pudiera ser de otra manera libre, no
puede alterar o disminuir esa libertad.

76
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

decreto de la elección es poderoso y activo, y comprende la preparación y exposición de tales medios, como
producirá unfrustrably la end.- Por lo tanto hace que no hay acciones necesarias presciencia de Dios.”Y a este
propósito, (p. 473.) cita a Orígenes, donde dice: “la presciencia de Dios no es la causa de las cosas futuras,
pero su bienestar futuro es la causa de la presciencia de Dios que van a ser:” y Le Blanic, donde dice: “esta es
la resolución más verdadero de esta dificultad, que presciencia no es la causa de que las cosas están futuro;
pero su futuro es ser la causa en la que se prevén “De la misma manera, el Dr. Clark, en su demostración del
ser y los atributos de Dios, (p 95 -. 99.). Y el autor de la libertad de la voluntad, en Dios y la creación,
hablando con el propósito, como con el Dr. Whitby,

A todo lo que yo diría; que lo que se dice de conocimiento, su no tener influencia en la cosa conocida para que sea necesario, no es
nada al propósito, ni tampoco afecta en absoluto el razonamiento anterior. Ya sea Prescience sea la cosa que hace caso necesario
o no, no altera el caso. La presciencia infalible puede probar la necesidad del caso conocido de antemano, y sin embargo no puede
ser lo que hace que la necesidad. Si el conocimiento previo sea absoluta, esto demuestra el caso de que se sabe que es necesario,
o demuestra que es imposible, pero que el evento debe ser, de una manera u otra, ya sea mediante un decreto, o de alguna otra
manera, si hay alguna otra manera : porque, como se dijo antes, es absurdo decir, que una proposición es conocido por ser sin
duda y verdad infalible, que aún puede resultar posiblemente no es cierto.

La totalidad de la fuerza aparente de esta evasión radica en esto; que, en la medida en cierto conocimiento previo no causa un evento sea
necesario, como un decreto hace; por lo tanto, no prueba que sea necesario, como un decreto hace. Pero no hay una fuerza en esta discusión
porque está construido en su totalidad en esta suposición, que nada puede probar o sea una evidencia de que sea necesaria una cosa, pero lo

que tiene una influencia causal para que así sea. Pero esto no puede ser mantenido. Si algún conocimiento previo de la existencia futura de un
evento no sea lo que por primera vez hace que sea imposible que fallara la existencia; sin embargo, puede, y ciertamente demuestran, que es
imposible que falle de la misma, sin embargo, que viene imposibilidad. Si Presciencia no sea la causa, sino el efecto de esta imposibilidad, se
puede demostrar que existe tal imposibilidad, tanto como si se tratara de la causa. Es tan fuerte el argumento del efecto a la causa, a partir de la
causa al efecto. Es suficiente, que una existencia, que está destinado desde infaliblemente, no puede fallar, si esa imposibilidad surge de la

Presciencia, o es anterior a la misma. Es tan evidente que cualquier cosa puede ser, que es imposible que una cosa, que es infaliblemente
conocido para ser verdad, debe demostrar que no es cierto; Por lo tanto, existe una necesidad que debe ser de otra manera; si el conocimiento ser

la causa de esta necesidad, o la necesidad de la causa del conocimiento. Es tan evidente que cualquier cosa puede ser, que es imposible que una
cosa, que es infaliblemente conocido para ser verdad, debe demostrar que no es cierto; Por lo tanto, existe una necesidad que debe ser de otra

manera; si el conocimiento ser la causa de esta necesidad, o la necesidad de la causa del conocimiento. Es tan evidente que cualquier cosa
puede ser, que es imposible que una cosa, que es infaliblemente conocido para ser verdad, debe demostrar que no es cierto; Por lo tanto, existe

una necesidad que debe ser de otra manera; si el conocimiento ser la causa de esta necesidad, o la necesidad de la causa del conocimiento.

Todo conocimiento cierto, ya se trate de conocimiento previo o después en el conocimiento, o el conocimiento concomitante, demuestra
la cosa conocida ahora a él es necesario, de una manera u otra; o demuestra que es imposible ahora debería ser de otra manera que
true.- permito libremente, que Presciencia no demuestra que una cosa es necesaria ninguna Después de más de conocimiento: pero
después en el conocimiento, que es cierta e infalible, demuestra que ahora se ha vuelto imposible, pero que la proposición conocida
debe ser verdad. Después de cierto conocimiento demuestra que es ahora, de una manera u otra, llegar a ser imposible, pero que la
proposición, que predica existencia pasada en el evento, debe ser verdad. Y lo mismo ocurre

77
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

cierto conocimiento previo demostrar, que ahora, en el momento del conocimiento, es, de una manera u otra, se convierten en
imposible, pero que la proposición, que predica la existencia futura en el caso, debe ser verdad. La necesidad de la verdad de las
proposiciones, que consiste en la imposibilidad actual de la inexistencia del hecho afirmado, en ambos casos, es el terreno
inmediato de la certeza del conocimiento; no puede haber ninguna certeza del conocimiento sin ella.

Tiene que haber una certeza en las cosas mismas, antes de que sean conocidas sin duda, o lo que es lo mismo, se sabe que es
cierto. Para certeza del conocimiento es otra cosa que saber o discernir la certeza que hay en las cosas mismas, que son
conocidos. Por lo tanto debe haber una certeza en lo que sea un terreno de certeza del conocimiento, y que preste cosas
susceptibles de ser conocido para estar seguro. Y no hay nada más que la necesidad de la verdad conocida, o que sea
imposible, sino que debe ser verdad; o, en otras palabras, la conexión firme e infalible entre el sujeto y el predicado de la
proposición que contiene esa verdad. Todo certeza del conocimiento consiste en la vista de la firmeza de este respecto. Tan
cierto conocimiento previo de la existencia futura de cualquier acontecimiento de Dios, es su visión de la conexión firme e
indisoluble del sujeto y el predicado de la proposición que afirma su existencia futura. El tema es que posible evento; el
predicado es su existencia futura, pero si la existencia futura estar firmemente e indisolublemente conectado con ese evento,
entonces la existencia futura de ese evento es necesario. Si Dios sabe ciertamente la existencia futura de un evento que es
totalmente contingente, y puede posiblemente no ser, entonces, que ve una conexión firme entre un sujeto y un predicado que
no estén conectados firmemente; lo cual es una contradicción. Dejo que lo que el Dr. Whitby dice que es cierto, que el mero
conocimiento no afecta a la cosa conocida, para que sea más seguro o más futuro. Pero, sin embargo, digo, se supone y
demuestra lo que hay que ser ya, tanto futuro y determinado; es decir, necesariamente futuro. El conocimiento de lo futuro,
supone futuro; y un cierto conocimiento de lo futuro, supone cierta futuro, antecedente de que ciertos conocimientos. Pero no
hay otra cierta porvenir de una cosa, antecedente de la certeza del conocimiento, de una imposibilidad, pero antes de que la
cosa resulte verdadera; o, lo que es lo mismo, la necesidad del evento.

He de señalar una cosa más; que si es como esos escritores antes mencionados suponen, que la presciencia de Dios no es la
causa, sino el efecto de la existencia del evento conocido de antemano; esto es tan lejos de mostrar que este conocimiento
previo, no practica inferir la necesidad de la existencia de ese evento, que se muestra más bien al contrario, el mayor claridad.
Porque demuestra la existencia del evento que se resuelva por esta vía y firme, que es como si ya había sido; puesto que, en
efecto, que en realidad ya existe; su existencia futuro ya ha tenido influencia y eficacia real, y se ha producido un efecto, a
saber. Prescience: existe el efecto ya; y como el efecto supone la causa, y depende enteramente de ella, por lo tanto, es
como si el evento futuro, que es la causa, ya había existido. El efecto es firme como sea posible, ya que tiene la posesión de
la existencia, y se ha asegurado de ello. Pero el efecto no puede ser más firme y estable que su causa, suelo, y la razón. El
edificio no puede ser más firme que la fundación.

I para ilustrar esta cuestión; supongamos las apariencias y las imágenes de las cosas en un vaso, por ejemplo, un telescopio reflector,
siendo los efectos reales de los cuerpos celestes (a distancia y fuera de la vista), que se asemejan: si es así, entonces, como estas
imágenes en el telescopio han tenido una existencia real pasado, y es convertido completamente imposible ahora que debería ser lo
contrario de lo que han existido; asi que

78
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

siendo ellos los verdaderos efectos de los cuerpos celestes que se asemejan, esto demuestra la existencia de esos cuerpos celestes
a ser tan real, infalible, firme y necesaria, ya que la existencia de estos efectos; la que se está conectado con, y totalmente,
dependiendo de la otra.- Ahora supongamos existencias futuras, de una manera u otra, para tener influencia posterior, para producir
efectos de antemano, y causa exacta e imágenes perfectas de sí mismos en un vaso, mil años antes de que existan, sí, en todas las
edades anteriores; pero sin embargo que estas imágenes son efectos reales de estas existencias futuras, dependientes
perfectamente en, y se conectan con su causa. Estos efectos y las imágenes que tienen existencia real ya tenía, hacen que la
cuestión de su existencia perfectamente firme y estable, y absolutamente imposible de ser de otra manera; y esto prueba, como en el
otro ejemplo, que la existencia de las cosas, que son sus causas, también es igualmente seguro, firme y necesario; y que es por igual
imposible, pero que debería ser, como si hubieran sido ya, ya que sus efectos tienen. Y si en lugar de imágenes en un vaso,
suponemos los efectos antecedentes de ser ideas perfectas de ellas en la mente divina, que han existido allí desde toda la eternidad,
que son tan adecuadamente los efectos, como verdadera y propiamente relacionados con su causa, el caso no se altera.

Otra cosa que se ha dicho por algunos arminianos, para despegar la fuerza de lo que se impulsa desde la presciencia de Dios, contra la
continuación de las voliciones de agentes morales, es a este propósito; “Que cuando se habla de la presciencia de Dios, no hay una
estricta corrección en nuestra manera de hablar; y que si bien es verdad, que hay en Dios el conocimiento más perfecto de todos los
eventos desde siempre y para siempre, sin embargo, no hay tal cosa como antes y un después en Dios, sino que ve todas las cosas con
un punto de vista inmutable perfecto, sin ningún sucesión “- a esto respuesta.:

1. Se ha demostrado ya, que todo el conocimiento cierto prueba la necesidad de conocer la verdad; ya sea antes, después o al
mismo tiempo.- A pesar de que es cierto, que no hay sucesión en el conocimiento de Dios, y la manera de su conocimiento es
inconcebible para nosotros, sin embargo, por lo tanto es lo que sabemos acerca de ella, que hay ningún caso, pasado, presente o
por venir, que Dios es siempre incierto. Nunca se, nunca fue y nunca será sin conocimiento infalible de ella; él siempre ve la
existencia de que sea cierta e infalible. Y como siempre ve las cosas tal como son en realidad; por lo tanto, nunca es en realidad
cualquier cosa contingente en tal sentido, como que posiblemente puede suceder que nunca de existir. Si, en sentido estricto, no
hay conocimiento previo de Dios, es porque esas cosas, que son el futuro para nosotros, están tan presentes a Dios, como si ya
tenían existencia: y eso es tanto como decir, que los futuros eventos están siempre a la vista de Dios, como es evidente, claro,
seguro, y es necesario, como si ya lo estaban. Si no hay nunca un momento en el que la existencia del evento no está presente con
Dios, entonces nunca hay un momento en el que no lo es tanto imposible para que falle de la existencia, como si su existencia
estuviera presente, y ya se vienen a pasar.

Dios ver las cosas de manera tan perfecta e inalterablemente, ya que no hay sucesión en sus ideas o juicio, no impide, sino que no es
propiamente ahora, en la mente de Dios, una cierta y perfecto conocimiento de las acciones morales de los hombres, que a nos
encontramos, por tanto, un centenar de años; y aun la objeción supone esto; y por lo tanto ciertamente no impiden, sino que, por las
razones anteriormente expuestas, no es posible ahora estas acciones morales no debe llegar a pasar.

Sabemos, que Dios conoce de antemano las futuras acciones voluntarias de los hombres, en tal sentido, como que es capaz de
predecir sobre todo ellos, y les enseñarán a ser grabada, como a menudo lo ha hecho; y por lo tanto que la conexión necesaria, que
existe entre el Conocimiento de Dios y el evento conocido, tanto

79
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

demuestra que el evento sea necesario de antemano, como si el conocimiento divino se encontraban en el mismo sentido antes del
evento, ya que la predicción o la escritura es. Si el conocimiento ser infalible, entonces la expresión de la misma en la predicción
escrito es infalible; es decir, hay una relación entre infalible que la predicción escrito y el evento. Y si es así, entonces es imposible
que nunca debe ser de otra manera, que la predicción y el evento deben ponerse de acuerdo: y esto es lo mismo que decir, es
imposible, sino que el evento debe llegar a pasar: y esta es la mismo que decir que su entrada a pasar es necessary.- Así que es
evidente, que ya que no hay sucesión correcta en la mente de Dios, no hace ninguna alteración en cuanto a la necesidad de la
existencia de los hechos conocidos. Sí,

2. Esto es tan lejos de debilitar la prueba, dada la imposibilidad de los acontecimientos futuros conocidos, no venir a pasar, ya
que establece las razones anteriormente expuestas, y muestra la claridad de la evidencia. Por,

(1.) La misma razón, ¿por qué el conocimiento de Dios es sin sucesión, es, porque es absolutamente perfecto, en el mayor
grado posible de claridad y certeza. Todas las cosas, ya sea pasada, presente o por venir, siendo vistos con la misma evidencia
y plenitud; futuro las cosas se ven con tanta claridad, como si estuvieran presentes; la vista es siempre en la perfección
absoluta; y absoluta perfección constante admite ninguna alteración, y así hay sucesión; la existencia real de la cosa conocida,
no significa en absoluto aumentar o añadir a la claridad o certeza de lo conocido: Dios llama a las cosas que no son, como si
fueran; todos ellos son uno con él como si ya hubieran existido. Sin embargo, en este documento consiste en la fuerza de la
manifestación antes dada; que es tan imposible que fallara la existencia, como si ya existieran. Esta objeción, en lugar de
debilitar el argumento, establece que, a la luz más fuerte; porque supone que es así en efecto, que la existencia de
acontecimientos futuros está a la vista de Dios tanto como si ya hubiera sido, que cuando vienen realmente de existir, no hace
la menor alteración o variación en su conocimiento de ellos.

(2.) La objeción se basa en la inmutabilidad del conocimiento de Dios, pues es la inmutabilidad de conocimiento que hace que sea sin sucesión.

Pero esto demuestra más directa y claramente lo que insisto en, a saber. que es completamente imposible los acontecimientos conocidos fallara

de la existencia. Por si eso fuera posible, entonces un cambio en el conocimiento y la visión de las cosas de Dios, fuera posible. Porque si el

evento conocido no debe entrar en el ser, como Dios lo esperado, entonces él lo vería, y así iba a cambiar su mente, y ver a su antiguo error; y por

lo tanto no habría cambio y la sucesión en su conocimiento. Pero como Dios es inmutable, y es infinitamente imposible que Su punto de vista debe

ser cambiado; por lo que es, por la misma razón, tan imposible que el evento conocido de antemano no debe existir; y el que será imposible en el

más alto grado; y por lo tanto es necesario el contrario. Nada es más imposible que el Dios inmutable que debe ser cambiado, por la sucesión del

tiempo; que comprende todas las cosas, desde siempre y para siempre, en uno, más perfecta, y la vista inalterable; de modo que toda su duración

eterna es interminabilis vitae, Tota, simul et perfecta Possessio. En general, yo no debía tener miedo a decir que no hay teorema geométrico o

proposición que sea, más capaz de estricta demostración, que seguro Prescience de las voliciones de agentes morales de que Dios es

incompatible con un Contingencia de estos eventos, como es sin toda necesidad; y por lo tanto es incompatible con la noción arminiano de la

libertad. desde siempre y para siempre, en uno, más perfecta, y la vista inalterable; de modo que toda su duración eterna es interminabilis vitae,

Tota, simul et perfecta Possessio. En general, yo no debía tener miedo a decir que no hay teorema geométrico o proposición que sea, más capaz

de estricta demostración, que seguro Prescience de las voliciones de agentes morales de que Dios es incompatible con un Contingencia de estos

eventos, como es sin toda necesidad; y por lo tanto es incompatible con la noción arminiano de la libertad. desde siempre y para siempre, en uno,

más perfecta, y la vista inalterable; de modo que toda su duración eterna es interminabilis vitae, Tota, simul et perfecta Possessio. En general, yo no debía tener miedo a

80
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

Corolario. 2. De ahí que la doctrina de los calvinistas, en relación con los decretos absolutos de Dios, no todos inferir ninguna fatalidad
en más cosas, que evidentemente se derivarán de la doctrina de los teólogos más arminianas, que reconocen la omnisciencia de Dios,
y Prescience universal. Por lo tanto, todas las objeciones que se hacen en contra de la doctrina de los calvinistas, en el sentido de la
doctrina de Hobbes de la necesidad, o la doctrina estoica del destino, se encuentran más en contra de la doctrina de los calvinistas,
que su propia doctrina: y por lo tanto, no practica se convierten en esos teólogos, a plantear tal protesta contra los calvinistas, en esta
cuenta.

Corolario. 3. Por lo tanto todos los argumentos de los arminianos, que poseen la omnisciencia de Dios, en contra de la doctrina de la
incapacidad de los hombres no regenerados para llevar a cabo las condiciones de la salvación, y los mandatos de Dios cuyas funciones
espirituales, y en contra de la doctrina calvinista de la gracia eficaz; por este motivo, que esas doctrinas, aunque no suponen a los
hombres a estar bajo ningún tipo de restricción o coacción, sin embargo, suponer que por necesidad, debe caer al suelo. Y sus
argumentos en contra de la necesidad de voluntades de los hombres, tomada de la razonabilidad de los comandos, promesas y
amenazas de Dios, y la sinceridad de sus consejos e invitaciones; y todas las objeciones contra cualquier doctrinas de los calvinistas
como ser incompatible con la libertad humana, porque infieren necesidad; Digo, todos estos argumentos y objeciones deben ser
justamente estimados vana y frívola, como viniendo de ellos; siendo dirigida contra su propia doctrina, así como contra la de los
calvinistas.

Sección XIII.

Si suponemos que las voliciones de agentes morales a estar conectados con cualquier cosa antecedente, o no, sin embargo,
deben ser necesarias en un sentido tal como para derribar la libertad Arminiana.

Cada acto de la voluntad tiene una causa, o no lo tiene. Si tiene una causa, entonces, de acuerdo a lo que ya se ha
demostrado, no es contingente, pero necesario; el efecto de ser necesariamente dependiente y como consecuencia de su
causa, deje que la causa sea lo que hará. Si la causa es la voluntad misma, por actos que eligen antecedentes y
determinantes; siendo el acto causado determinada debe ser un efecto necesario. El acto, que es el efecto determinado del
acto anterior que es su causa, no puede impedir la eficiencia de su causa; sino que debe ser totalmente sujeto a su
determinación y mando, tanto como los movimientos de las manos y los pies. Las consiguientes ordenado actos de la son tan
pasiva y si es necesario, en relación con el antecedente determinar los actos, ya que las partes del cuerpo son las que
determinan las voliciones y les mandan. Y por lo tanto, si todos los actos libres de la voluntad son todos los efectos
determinados determinados por la propia voluntad, es decir por elección antecedente, a continuación, todos ellos son
necesarios; todos ellos están sujetos a, y decisivamente fijados por, el acto anterior, que es su causa: sí, el acto de determinar
sí misma; para que debe ser determinado y fijado por otro acto anterior, si es un acto libre y voluntario; y así debe ser
necesaria. Así que por esto, todos los actos libres de la voluntad son necesarias, y no puede ser libre a menos que sean
necesarios: porque no pueden ser libres, de acuerdo con la noción arminiano de la libertad, a menos que se determinan por la
voluntad; y esto debe ser determinado por la elección antecedente, que es su causa, les resulte necesario. Y sin embargo, se
suele decir, la necesidad es totalmente incompatible con la libertad. Así que, por su esquema,

81
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

Pero si se toma la otra parte del dilema, que los actos libres de la voluntad no tienen una causa, y están conectados con nada en
absoluto que va delante y les determina, con el fin de mantener su Contingencia adecuada y absoluta, y esto debe ser permitido
de ser posible; Todavía no va a servir a su turno. Porque si la voluntad vienen a pasar por una perfecta Contingencia, y sin
ninguna causa en absoluto, entonces es cierto, ningún acto de la voluntad, ningún acto previo del alma, fue la causa, ninguna
determinación o la elección del alma había ninguna parte en eso. La voluntad, o el alma, era de hecho el tema de lo sucedido a
él por accidente, pero no fue la causa. La voluntad no es activo en la causa o la determinación, sino puramente el sujeto pasivo;
al menos, de acuerdo con su noción de acción y pasión. En este caso, Contingencia impide tanto la determinación de la voluntad,
como una causa apropiada; y en cuanto a la voluntad, era necesario, y no podía ser de otra manera. Para suponer que podría
haber sido de otro modo, si la voluntad o alma hubiera querido, es suponer que el acto depende de un acto previo de elección o
de placer, al contrario de lo que ahora se suponía; es de suponer que podría haber sido de otra manera, si su causa había
ordenado lo contrario. Pero esto no está de acuerdo con lo que no tiene causa o ordenante en ail. Que deben ser necesarias en
cuanto al alma, que depende de ningún acto libre del alma: mas lo que es sin causa, es dependiente de ningún acto libre del
alma; porque, por la suposición, que no depende de nada, y está conectado con nada. En tal caso, el alma se somete
necesariamente a lo que trae accidente de pasar, de vez en cuando, tanto como la tierra que está inactiva, se somete
necesariamente a lo que cae sobre ella. Pero esto no consiste con la noción arminiano de la libertad, que es el poder de
determinar sí en sus propios actos, y ser totalmente activa en ella, sin la pasividad de la voluntad, y sin sujeción a necessity.- Por
lo tanto, pertenece a la Contingencia Arminiana idea de la libertad, y sin embargo, es incompatible con ella. Me gustaría observar
aquí, que el autor de la Ensayo sobre la libertad de la voluntad, en Dios y la criatura, (p. 76, 77.) dice de la siguiente manera. “La
palabra oportunidad siempre significa algo hecho sin diseño. El azar y soporte del diseño en oposición directa entre sí, y la
oportunidad nunca pueden aplicarse adecuadamente a los actos de la voluntad, que es la fuente de todo el diseño, y que diseña
para elegir alguno que escogiere, si hay alguna condición física superior en el lo que se elige o no; y se diseña para determinar sí
a una cosa, donde se proponen dos cosas, perfectamente iguales, el mero hecho de que lo hará.”Pero aquí aparece un gran
descuido. Porque si la habrá la primavera de todo el diseño, como él dice, entonces, ciertamente, no es siempre el efecto de
diseño; y los actos de la voluntad a sí mismos a veces tienen que acontecer, cuando no brotan de diseño; y por lo tanto llegar a
pasar por casualidad, según su propia definición de probabilidad. Y si la voluntad diseños para elegir lo que no elegir, y diseños
para determinar sí mismo, como él dice, entonces se diseña para determinar todos sus diseños. Lo que nos lleva de vuelta de un
diseño a un diseño anterior de determinar que, ya otro que determinar; y así sucesivamente hasta el infinito. El primer diseño
debe ser el efecto del diseño de lo anterior, o de lo contrario debe ser por casualidad, en su noción de la misma.

Aquí se puede proponer otra alternativa, relativa a la conexión de los actos de la anterior con algo que sea su causa, no
hay mucha diferencia con el otro; que es: o bien la libertad humana puede muy bien de pie con voliciones estando
conectados necesariamente con las opiniones de la comprensión, y así es consistente con la necesidad; o es incompatible
con y al contrario de una conexión y Necesidad tales. El primero es directamente subversivo de la noción arminiano de la
libertad, que consiste en la ausencia de toda necesidad. Y si este último ser elegidos, y se puede decir, que la libertad es
incompatible con cualquier conexión necesaria de la voluntad con vistas anteriores del

82
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

comprensión, que consiste en la ausencia de cualquier necesidad de la voluntad, ya que ello implica; entonces la libertad del
alma consiste, en parte al menos, en la libertad de restricción, limitación, y el gobierno, en sus acting, por la inteligencia, en la
libertad y liableness a actuar contrariamente a las opiniones y exigencias de la comprensión, y por consiguiente, la más el alma
tiene de este disengagedness en su actuación, más libertad. Que ahora se considera que lo que esto trae el noble principio de la
libertad humana, sobre todo cuando se está poseído y disfrutado en su perfección, a saber. una libertad y liableness completa y
perfecta para actuar por completo al azar, sin la menor relación con, o la restricción o el gobierno por, cualquier dictamen de la
razón, o cualquier cosa que sea aprehendido, considerado, o vista por el entendimiento; por ser incompatible con la soberanía
plena y perfecta de la voluntad sobre su propio DETERMINACIONES La noción humanidad ha concebido de la Libertad, es un
poco de dignidad o privilegio, algo digno de reclamar. Pero lo que la dignidad o privilegio está ahí, en ser entregado a un
Contingencia tan salvaje como este, para ser perfectamente y constantemente obligado a actuar irracionalmente, y tanto sin la
guía de entendimiento, como si tuviéramos ninguno, o eran tan desprovisto de percepción, como el humo que es impulsado por
el viento!

83
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

PARTE III.

Donde se preguntó si DICHO libertad de la voluntad como arminianos espera, ser necesario MORAL
ORGANISMO, virtud, alabar y menosprecio,
&DO.

Sección I.

Excelencia moral de Dios es necesario, sin embargo, virtuoso y digno de elogio.

Habiendo considerado el primero que propuso, en relación a que la libertad de voluntad que arminianos mantienen; a saber, si
tal cosa hace, nunca lo hizo, ni nunca puede existir, Paso ahora a la segunda cosa propuesta a ser objeto de investigación, a
saber. Si tal clase de libertad sea requisito para la agencia moral, la virtud y el vicio, elogio y la censura, la recompensa y el
castigo, & c. Voy a comenzar con una cierta consideración de la virtud y la agencia del agente moral Supremo, y la fuente de
toda la Agencia y la virtud.

El Dr. Whitby en su Discurso sobre los cinco puntos, (Pág. 14.) dice: “Si todas las acciones humanas son necesarias, virtud y el
vicio deben tener nombres vacíos; que sea capaz de nada de lo que es censurable, o el elogio deserveth; por lo que se puede
culpar a una persona para hacer sólo lo que él no pudo evitar, o al juez que deserveth elogio sólo por lo que no pudo evitar “Para
el propósito, como él habla en lugares innumerables; especialmente en su Discurso sobre la libertad de la voluntad; manteniendo
constantemente, que la libertad no sólo de coacción, sino por necesidad, es absolutamente necesaria, con el fin de acciones que
sea digno de culpa, o digno de alabanza. Y a este acuerdo, como es bien sabido, la doctrina actual de escritores arminianos, que,
en general, espera, que no hay virtud o el vicio, recompensa o castigo, nada digno de elogio o culpado, sin esta libertad. Y sin
embargo, el Dr. Whitby (Pág. 300.) permite, que Dios es sin esta libertad; y, arminianos, por lo que yo he tenido oportunidad de
observar, en general, reconocer, que Dios es necesariamente santo, y su voluntad determinada necesariamente a lo que es
bueno.

Así que, poniendo estas cosas juntas, el infinitamente santo Dios - que siempre solía ser estimado por el pueblo de Dios no
sólo virtuosos, sino un ser en el que es posible la virtud, en la pureza más absoluta y la perfección, el brillo y amiableness;
el patrón más perfecta de la virtud y de la cual todo la virtud de los demás es, sino como los rayos del Sol; y que ha
supuesto ser, (siendo así en todas partes representadas en las Escrituras,) en la cuenta de su virtud y santidad,
infinitamente más digno de ser apreciado, amado, honrado, admirado, elogiado, exaltado, y alabado, que cualquier criatura
- este Ser, de acuerdo con esta idea del Dr. Whitby, y otros arminianos, tiene virtud en absoluto; virtud, cuando se le
atribuye a él, no es más que un nombre vacío; y él es merecedor de ningún elogio o alabanza; porque él está en
necesidad, que no puede evitar ser santo y bueno como él; por lo tanto, no gracias a él por eso. Parece, la santidad, la
justicia, la fidelidad, etc.. del Altísimo, no debe tenerse en cuenta que ser de la naturaleza de lo que es virtuoso y digno de
elogio. Ellos no niegan, que estas cosas en Dios son buenas; pero entonces hay que entender ellos, que son

84
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

no más virtuoso, o de la naturaleza de cualquier cosa loable, que el bien que hay en ningún otro ser que no es un agente
moral como el resplandor del sol, y la fertilidad de la tierra, son buenos, pero no virtuoso, porque estas propiedades son
necesarias para estos cuerpos, y no el fruto del poder de autodeterminación.

Se necesita ninguna otra refutación de esta noción, a los cristianos familiarizado con la Biblia, pero sólo indicando en particular que
lo representa. Para traer los textos de la Escritura, en la que se representa a Dios, como en todos los aspectos, de la manera más
alto virtuoso, y sumamente loable, sería interminable, y es totalmente innecesario, como se han criado en la luz del Evangelio.
Sería de desear que el Dr. Whitby y otros sacerdotes de la misma clase, habían explicado a sí mismos, cuando han afirmado, que
la que es necesaria, no es digna de elogio; al mismo tiempo que han poseído la perfección de Dios a él es necesario, y así, en
efecto, que representa a Dios como un elogio que no merecen. Ciertamente, si sus palabras no tienen ningún sentido en absoluto,
por la alabanza, que deben significar el ejercicio o el testimonio de la estima, el respeto, u honorable respecto. Y van a
continuación, dicen, que los hombres son dignos de que se estima, respeto y honor por su virtud, pequeña e imperfecta como es,
sin embargo, que Dios no es digno de, por su infinita justicia, la santidad y la bondad? Si es así, tiene que ser, a causa de algún tipo
de excelencia peculiar en el hombre virtuoso, que es su prerrogativa, en la que realmente tiene la preferencia; un poco de dignidad,
que es totalmente distinguirse de cualquier Excelencia o amiableness en Dios; no en la dependencia, pero en la preeminencia; que
por lo tanto no recibe de Dios, ni es Dios la fuente o patrón de la misma; ni puede Dios, en ese sentido, que estará en competencia
con él, como el objeto de honor y sentido; pero el hombre puede reclamar un peculiar autoestima, recomendaciones, y la gloria, a la
que Dios no puede tener ninguna pretensión. Si, Dios no tiene derecho, en virtud de su santidad necesaria, se mezcle con la que el
respeto y la alabanza agradecida, debido al hombre virtuoso, que elige virtud, en el ejercicio de una libertad utrumque anuncio; más
que una piedra preciosa, que no puede evitar ser duro y hermoso.

Y si es así, deja que se explica lo que es peculiar respecto, es debido al hombre virtuoso, que se diferencia en la naturaleza y
tipo, de alguna manera de preeminencia, de todo lo que se debe a Dios. ¿Cuál es el nombre o la descripción de esa peculiar
afecto? ¿Se estima, amor, admiración, el honor, la alabanza o agradecimiento? La Escritura en todas partes representa a Dios
como el objeto más elevado de todas estas cosas: hay que leer del alma magnifica al Señor, de “amarlo con todo el corazón,
con toda el alma, con toda la mente y con toda la fuerza”; admirándolo, y sus actos de justicia, o en gran medida con respecto a
ellos, tan maravilloso y maravilloso; honrar, glorificar, exaltar, alabar, bendecir, dar gracias y alabándolo; dando a él toda la
gloria del bien que se hace o se recibe, más que a los hombres; “Que nadie se jacte en su presencia; ”Sino que debe ser
considerado como el ser al que toda la gloria es debido. ¿Cuál es entonces que el respeto? Qué pasión, afecto, o el ejercicio es
lo que llaman arminianos alabanza, diferente de todas estas cosas, que los hombres son dignos de su virtud, y de la cual Dios
no es digno de, en cualquier grado?

Si esa necesidad que asiste perfecciones y las acciones morales de Dios, sea incompatible con ser digna de elogio, como una necesidad de
co-acción; como se deduce claramente en, o inferida a partir, el discurso del Dr. Whitby; entonces ¿por qué debemos dar gracias a Dios por
su bondad, no más que si estuviera obligado a ser bueno, o más de lo que hay que agradecer a uno de nuestros semejantes que hicieron con
nosotros bien, no libremente, y de buena voluntad, o de cualquier la bondad de corazón, sino de la mera coacción, o la necesidad extrínseca?

85
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

Arminianos suponen, que Dios es necesariamente un ser bueno y amable; para esto hacen que el suelo de algunos de sus
principales argumentos en contra de muchas doctrinas mantenidas por los calvinistas; dicen, estos son sin duda falsa, y es
imposible que deberían ser verdad, porque no son consistentes con la bondad de Dios. Esto supone, que es imposible, pero que
Dios debe ser bueno, porque si es posible que él debería ser de otra manera, entonces esa imposibilidad de la verdad de estas
doctrinas cesa de acuerdo a su propio argumento.

Que la virtud de Dios no es, en el sentido más adecuado, recompensable, no es por falta de mérito en sus perfecciones y las acciones
morales, suficiente para merecer recompensas de sus criaturas; sino porque es infinitamente por encima de toda la capacidad de recibir
alguna recompensa. Él ya es infinitamente e inalterablemente feliz, y no puede ser rentable a él. Pero aún así es digno de nuestra
benevolencia suprema por su virtud: y sería digno de nuestra beneficencia, que es el fruto y expresión de benevolencia, si nuestra
bondad podría extenderse a él. Si Dios merece ser agradeció y alabó por su bondad, él, por la misma razón, merecen que también
deberíamos retribuimos su bondad, si eso fuera posible. “? ¿Cómo pagaré al Señor por todos sus beneficios” es la lengua natural de
agradecimiento, y la medida en que en nosotros se encuentra, es nuestro deber para hacer de nuevo de acuerdo con los beneficios
recibidos. Y para que podamos tener la oportunidad de una expresión tan natural de nuestro agradecimiento a Dios, como la
beneficencia, a pesar de su ser infinitamente por encima de nuestro alcance, que ha designado a otros a ser sus receptores, y para
estar en su lugar, ya que los objetos de nuestra beneficencia ; tales son especialmente nuestros hermanos indigentes.

Sección II.

Los actos de la voluntad del alma humana de Jesucristo, necesariamente santa, pero verdaderamente virtuoso, digno de alabanza,

recompensable, & c.

Ya hemos considerado cómo el Dr. Whitby insiste en ello, que una libertad, no sólo de coacción, sino por necesidad, es necesario o
bien a la virtud o el vicio, elogio o menosprecio, recompensa o castigo. También insiste en la misma libertad como absolutamente
necesaria para que una persona sea objeto de una ley, de preceptos o prohibiciones; en el libro antes mencionado, (p. 301, 314, 328,
339, 340, 341, 342, 347, 361, 373,
410.) Y de promesas y amenazas, (p. 298, 301, 305, 311, 339, 340, 363.) Y como requisito para un estado de prueba, p. 297,
& c.

Ahora, por lo tanto, con un ojo a estas cosas, me gustaría investigar la conducta y las prácticas morales de nuestro Señor
Jesucristo, que expuso en su naturaleza humana, en su estado de humillación. Y en primer lugar, me muestro, que su conducta
santa era necesario; o que era imposible que debería ser de otra manera, que debe comportarse su santidad, y que habría de
hacerlo perfectamente santo en cada acto individual de su vida. Y en segundo lugar, que su santo comportamiento era adecuada
a la naturaleza de la virtud, y era digna de elogio; y que fue objeto de la ley, precepto o comandos, promesas y recompensas; y
que estaba en un estado de prueba.

86
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

I. Era imposible, que los actos de la voluntad del alma humana de Cristo debe, en cualquier caso, grado, o circunstancia, ser más
que santo y agradable a la naturaleza de Dios y la voluntad. Las siguientes cosas hacen de este evidente.

1. Dios había prometido tan eficazmente para preservar y hasta detenerlo por su Espíritu, en todas sus tentaciones, que
no podía fallar del fin para el que ha venido al mundo; pero habría fracasado, si hubiera caído en el pecado. Tenemos por
ejemplo una promesa, (Is XLIII 1 - 4...) “He aquí mi siervo, a quien sostengo; mi escogido, en quien mi alma se deleita: He
puesto mi espíritu sobre él: él traerá justicia a las naciones: No clamará, ni alzará, ni hará su voz para ser escuchado en
el street.- Se pondrán juicio sucesivamente a verdad. No se cansará, ni desmayará, hasta que establezca en la tierra
justicia; y las islas esperarán su ley.”Esta promesa del Espíritu de Dios puso sobre él, y su no está llorando y levantando
su voz, & c. se relaciona con el momento de la aparición de Cristo en la tierra; como es manifiesto a partir de la
naturaleza de la promesa, y también la aplicación de la misma en el Nuevo Testamento, (.. Matt xii 18.) Y las palabras
implican una promesa de su modo de ser confirmada por el Espíritu de Dios, que debe ser preservada del pecado;
particularmente de orgullo y vanagloria; y de ser superado por ninguna tentación que debe estar bajo para afectar a la
gloria de este mundo, la pompa de un príncipe terrenal, o el aplauso y gloria de los hombres; y que él debe ser por lo
confirmó, que de ninguna manera debe dejar de obteniendo al final de su entrada en el mundo, de llevar a victoria el
juicio, y el establecimiento de su reino de la gracia en la tierra. Y en los siguientes versos, esta promesa se confirma, con
la mayor solemnidad imaginable. “Así dice el Señor, el que creó los cielos, y el que los despliega; el que extiende la tierra,
y lo que sale de ella; el que da aliento al pueblo sobre ella, y espíritu a los que por ella andan: Yo Jehová te he llamado
en justicia, y sostendrá tu mano; y te guardaré, y te daré por pacto al pueblo, por luz de las naciones, para abrir los ojos
ciegos, para que saques de la cárcel a los presos, y los que habitan en la oscuridad fuera de la casa-prisión. Yo Jehová,
que es mi nombre “, etc..

Muy paralelo con estas promesas es otra, (Is. XLIX. 7, 8, 9) que también tiene una aparente respecto al
tiempo de la humillación de Cristo en la tierra .-”Así ha dicho Jehová, Redentor de Israel, y su Santo uno, al
menospreciado de alma, que le desprecia a la nación, al siervo de los gobernantes; Verán reyes, y se
levantarán príncipes adorarán; porque del Señor que es fiel, el Santo de Israel, y el cual te escogió. Así dice el
Señor, en un tiempo aceptable te he oído; en un día de salvación te ayudé; y te guardaré, y te daré por pacto
al pueblo, para restaurar la tierra,”& .c.

Y en Isa. 50: 5, 6. Tenemos el Mesías expresando su aseguramiento, para que Dios le ayude, por lo que la apertura de la
oreja, o inclinando su corazón a los mandamientos de Dios, que no debe ser rebelde, pero debe perseverar, y no apostatar, o
darle la espalda: que a través de la ayuda de Dios, debe ser inamovible en la obediencia, bajo grandes pruebas de reproche
y sufrimiento; el establecimiento de su rostro como un pedernal: para que él sabía que no debería estar avergonzado o
frustrado en su diseño; y, finalmente, debe ser aprobado y justificado, ya que después de haber hecho su trabajo fielmente.
“El Señor me abrió el oído; de modo que yo no era rebelde, ni me volví la espalda: Di mi cuerpo a los que me golpeaban, y
mis mejillas a los que mesaban la barba; No escondí mi rostro de injurias y de esputos. Porque el Señor Dios me ayudará;
por lo tanto, no la he quede confundido:

87
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

no será avergonzado. Él está cerca de lo que me justifica: ¿quién contenderá conmigo? Nos ponemos de pie juntos. ¿Quién es mi
adversario? Que se acerque a mí. He aquí el Señor Dios me ayudará: ¿quién es el que me condene? He aquí, serán todos envejecerán
como una vestidura, los comerá polilla hacia arriba “.

2. Lo mismo se desprende de todas las promesas que Dios hizo al Mesías, de su futura gloria, reino, y el éxito, en su oficina y el carácter de un

Mediador: el que la gloria no se podrían haber obtenido si su santidad había fracasado y que había sido culpable de pecado. promesa absoluta de
Dios hace las cosas prometidas necesario, y su no tomar lugar absolutamente imposible: y, de igual manera, hace que esas cosas es necesario,

en el que la cosa prometida depende, y sin la cual no puede entrar en vigor. Por lo tanto, parece, que era absolutamente imposible que la santidad
de Cristo debe fallar, de las promesas tan absoluta como estos, (Psal. Cx. 4.) “El Señor ha jurado y no se arrepentirá: Tú eres sacerdote para

siempre, después de la orden de Melquisedec.”Y de toda otra promesa en ese salmo, contenida en cada verso de la misma. (Y Psal. Ii. 6, 7. )

“Anunciaré el decreto: Jehová me ha dicho: Tú eres mi Hijo, hoy te he engendrado: Pídeme, y te dará las naciones por herencia,” & c. (. Psal xlv 3,

4, y c.). “Ciñe tu espada sobre el muslo, oh valiente, Con tu gloria y con tu majestad; y en tu cabalga con prosperidad.”Y así todo lo que se dice
desde allí hasta el final del salmo. (Ver Isa iii. 13 -. 15. y LIII. 10 - 12.) Y todas esas promesas que Dios hace al Mesías, de éxito, dominio, gloria en

el carácter de un Redentor, (Is XLIX cap... ) y en tu cabalga con prosperidad.”Y así todo lo que se dice desde allí hasta el final del salmo. (Ver Isa
iii. 13 -. 15. y LIII. 10 - 12.) Y todas esas promesas que Dios hace al Mesías, de éxito, dominio, gloria en el carácter de un Redentor, (Is XLIX cap...
) y en tu cabalga con prosperidad.”Y así todo lo que se dice desde allí hasta el final del salmo. (Ver Isa iii. 13 -. 15. y LIII. 10 - 12.) Y todas esas

promesas que Dios hace al Mesías, de éxito, dominio, gloria en el carácter de un Redentor, (Is XLIX cap... )

3. Se menudo se comprometió a la iglesia de Dios de edad, por su comodidad, que Dios les daría un Salvador
justos, sin pecado. (. Jer xxiii 5, 6.). “He aquí que vienen días, dice Jehová, en que yo me levantaré a David un
germen justo; y un rey reinará y prosperar, y hará juicio y justicia en la tierra. En sus días será salvo Judá, e
Israel habitará seguro. Y este es el nombre con el cual le llamarán: Jehová, justicia nuestra.”(Así, Jer.. 15.
XXXIII)“Voy a hacer que la rama de la justicia a crecer a David, y hará juicio y justicia en la . la tierra.”(Is. xi 6,
7.)“Porque nos ha nacido un niño; - en el trono de David y de su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio
y en justicia, desde ahora y para siempre: el celo de Jehová de los ejércitos hará esto “(cap.. xi. . 1, etc.)
“Saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces; y el Espíritu del Señor reposará
sobre él, - el espíritu de conocimiento y el temor del Señor: - con justicia juzgará a los pobres, y argüirá con
equidad: - Y será la justicia cinto de sus lomos, y la fidelidad el ceñidor de su cintura.”(cap. LII. 13.)‘Mi siervo
será prosperado’. (Cap. LIII.

9.) “Porque él no había hecho violencia, ni se halló engaño en su boca.” Si es posible, que estas promesas deben
fallan, y es más fácil para el cielo y la tierra pasen, que para una jota ni una tilde de que pasan, a continuación, fue
imposible que Cristo debe cometer ningún Cristo sin.- mismo significado, que era imposible, pero que las cosas que se
decían de él, se cumplirían. (Xxiv Lucas. 44.) “Que todas las cosas deben cumplirse, que fueron escritas en la ley de
Moisés, en los profetas y en los salmos acerca de mí.” (Mat. Xxvi. 53, 54.) “Pero, ¿cómo entonces se cumplirían las
Escrituras, que así conviene que sea hecho?”(Marcos xiv. 49.)“Pero las escrituras para que se cumplan.' Y así el
apóstol, (Hch. 16, 17.) “Esta escritura que se cumpliese necesidades.”

4. Todas las promesas, que se hicieron a la iglesia de edad, del Mesías como un futuro Salvador, a partir de ese hecho a nuestros primeros
padres en el paraíso, a lo que se había entregado por el profeta Malaquías espectáculo

88
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

que sea imposible que Cristo no debería haber perseverado en perfecta santidad. Las antiguas predicciones dadas a la iglesia de Dios,
del Mesías como un Salvador, eran de la naturaleza de las promesas; como es evidente por los propios predicciones, y la forma de la
entrega de ellos. Pero son expresamente y muy a menudo llamado promesas en el Nuevo Testamento; (Como en Lucas i. 54, 55, 72,
73. Hechos xiii. 32, 33. Rom.
yo. 1 - 3. y cap. xv. 8. He. VI. 13, y c) Estas promesas fueron hechos a menudo con gran solemnidad, y se confirmaron con un juramento.; como,

(Gen. xxii. 16, 17.), “Por mí mismo he jurado, dice Jehová, que en Bendiciendo te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del
cielo, y como el arena que está a la orilla del mar: -. y en tu simiente todas las naciones de la tierra serán benditas”(comparar Lucas i 72, 73. y Gal

III 8, 15, 16....) el apóstol en Hebreos . VI. 17, 18. hablar de esta promesa a Abraham, dice: “En donde Dios quiere mostrar más abundantemente a
los herederos de la promesa la inmutabilidad de su consejo, interpuso juramento; que por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que

Dios mienta, tengamos un fortísimo consuelo.”En qué palabras, la necesidad de la realización, o (lo que es lo mismo) la imposibilidad de lo

contrario, está totalmente declarado. Así que Dios confirmó la promesa de la gran salvación del Mesías, hecha a David, por un juramento; (.. Psal
LXXXIX 3, 4.) “He hecho un pacto con mi escogido, he jurado a David mi siervo; tu descendencia establecer para siempre, y edificaré tu trono por

todas las generaciones.”No hay nada tan abundantemente se establece en la Escritura, tan seguro y irrefutable, ya que esta promesa y juramento
a David. (Ver Salmo LXXXIX 34 -........ 36. 2 Sam xxiii 5. Isa lv 4. Los actos ii 29, 30. y 34. xiii) La Escritura habla expresamente de ella como

absolutamente imposible que esta promesa y juramento a David, en relación con el dominio eterno del Mesías, debe fallar. (Jer.. XXXIII 15, & c.)

“En aquellos días, y en ese momento, que hará que la rama de la justicia a crecer a David. - Porque así ha dicho Jehová: No faltará a David varón
que se siente sobre el trono de la casa de Israel “(Ver 20, 21).“Si se puede romper mi pacto con el día y mi pacto con la noche. , y que no haya día

ni noche a su tiempo; a continuación, también puede invalidar mi pacto con mi siervo David, que no debería tener hijo que reine sobre su
trono.”(Así que en el ver. 25, 26.) Por lo tanto abundante es la Escritura en la representación de lo imposible que era, que la promesas hechas de
edad en relación con la gran salvación y el reino del Mesías debe fallar: lo que implica, que era imposible que este Cristo, el segundo Adán, la

simiente prometida de Abraham y de David, debe caer de su integridad, como la primera Adán hizo. ) “Si se puede romper mi pacto con el día y mi
pacto con la noche, y que no haya día ni noche a su tiempo; a continuación, también puede invalidar mi pacto con mi siervo David, que no debería

tener hijo que reine sobre su trono.”(Así que en el ver. 25, 26.) Por lo tanto abundante es la Escritura en la representación de lo imposible que era,
que la promesas hechas de edad en relación con la gran salvación y el reino del Mesías debe fallar: lo que implica, que era imposible que este
Cristo, el segundo Adán, la simiente prometida de Abraham y de David, debe caer de su integridad, como la primera Adán hizo. ) “Si se puede

romper mi pacto con el día y mi pacto con la noche, y que no haya día ni noche a su tiempo; a continuación, también puede invalidar mi pacto con
mi siervo David, que no debería tener hijo que reine sobre su trono.”(Así que en el ver. 25, 26.) Por lo tanto abundante es la Escritura en la

representación de lo imposible que era, que la promesas hechas de edad en relación con la gran salvación y el reino del Mesías debe fallar: lo que
implica, que era imposible que este Cristo, el segundo Adán, la simiente prometida de Abraham y de David, debe caer de su integridad, como la primera Adán hizo.

5. Todas las promesas que se hicieron a la iglesia de Dios en el Antiguo Testamento, de la gran ampliación de la iglesia, y el
avance de su gloria, en los días del Evangelio, después de la llegada del Mesías; el aumento de su luz, la libertad, la santidad, la
alegría, el triunfo sobre sus enemigos, & c. de los cuales tan gran parte del Antiguo Testamento se compone; que se repiten con
tanta frecuencia, se exhiben de manera diversamente, por lo introducido con frecuencia con gran pompa y solemnidad, y están tan
abundantemente sellado con representaciones típicas y simbólicas; Yo digo, todas estas promesas implican, que el Mesías debe
perfeccionar la obra de redención: y esto implica, que debe perseverar en el trabajo, que el Padre le había designado, los seres en
todas las cosas se ajustaban a su voluntad. Thee promesas a menudo se confirmaron con un juramento. (Ver Isa liv 9. con el
contexto;... El capítulo LXII. 18.) Y se representa como absolutamente imposible que estas promesas deben fallar. (. Isa xlix 15.
con el contexto, cap liv 10. con el contexto; cap li 4 - 8. cap xl 8. con el contexto........) Y por tanto que era imposible que el Mesías
debe fallar o cometer pecado.

89
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

6. Era imposible que el Mesías debería fallar de perseverar en la integridad y la santidad, como el primer Adán hizo,
porque esto habría sido incompatible con las promesas que Dios le hizo a la Virgen, su madre, y para su marido; lo
que implica, para que se “salvará a su pueblo de sus pecados”, para que Dios “le dará el trono de David su padre,”
que debe “reinará sobre la casa de Jacob para siempre,” y que “su reino no será . fin”Estas promesas estaban
seguros, y era imposible que deben fallar, por lo que la Virgen María, en confiar plenamente a ellos, actuaron
razonablemente, que tiene una base inamovible de su fe; como observa Elizabeth, (Ver. 45.) “Y bienaventurada la
que cree; , porque se cumplirán las cosas que le fueron dichas de parte del Señor “.

7. Que debería haber sido posible que Cristo pecara, y así fallar en la obra de nuestra redención, no consiste en la
determinación eterna, y el decreto de Dios, revelado en las Escrituras, que proveería salvación para el hombre caído y por
Jesucristo, y que la salvación debe ser ofrecido a los pecadores a través de la predicación del evangelio. Así, gran parte está
implicado en muchas escrituras, (como 1 Cor.
ii. 7.- Ef. yo. 4, 5. y cap. iii. 9 - 11.-1 Ped. yo. 19, 20.) un decreto tan absoluta como esta, arminianos permita que se significado en
muchos textos; su elección de las naciones y las sociedades, y la elección general de la iglesia cristiana, y la elección condicional
de personas particulares, implican esto. Dios no podía decreto antes de la fundación del mundo, para salvar todo lo que debe creer
y obedecer a Cristo, a menos, que había decretado absolutamente, que la salvación debe ser proporcionada, y efectivamente
forjado a cabo por Cristo. Y puesto que (como el arminianos sí enérgicamente mantener) un decreto de Dios infiere

necesidad; por lo tanto, se hizo necesario, que Cristo debe perseverar y trabajar realmente a cabo la salvación para nosotros, y que no
debe fallar por la comisión del pecado.

8. Que debería haber sido posible por la santidad de Cristo a fallar, no es coherente con lo que Dios prometió a su hijo, antes de todas
las edades. Para que la salvación debe ofrecerse a los hombres, a través de Cristo, y concedió a todos sus fieles seguidores, es por lo
menos implicados en esa cierta e infalible promesa de que habla el apóstol, (Tit. I. 2.) “En la esperanza de la vida eterna ; la cual Dios,
que no miente, prometió desde antes del principio de los siglos “. Esto no parece ser controvertida por arminianos.

9. Que debería ser posible que Cristo deje de hacer la voluntad de su Padre, es incompatible con la promesa hecha al Padre por el Hijo, el Logos

que estaba con el Padre desde el principio, antes de asumir la naturaleza humana: como puede verse en Sal. SG. 6 - 8. (.. En comparación con la

interpretación del apóstol, Hb x 5 - 9.) “Sacrificio y ofrenda no hayas desean: mis oídos Has abierto, (o aburridos;) holocausto y expiación que no
has necesario. Entonces dije: He aquí, vengo; en el rollo del libro está escrito de mí, me deleito en hacer tu voluntad, Dios mío, sí, y tu ley está

dentro de mi corazón.”¿Dónde está una alusión manifiesta a la alianza, que el siervo dispuesto, que amaba a su servicio de maestro, hecho con su
maestro, a su siervo para siempre, el día en el que se había aburrido de la oreja; convenio que probablemente se insertó en los registros públicos,

llamado el rollo del libro, por los jueces, que fueron llamados para tomar conocimiento de la transacción; (Ex. Xxi.) Si el Logos, que estaba con el
Padre antes que el mundo, y que hizo el mundo, por lo que dedica a la alianza de hacer la voluntad del Padre que está en la naturaleza humana, y

la promesa fue, ya que se registraron, que, podría hacerse seguro, sin duda, era imposible que fallara; y lo que era imposible que Cristo debe dejar

de hacer la voluntad del Padre en la naturaleza humana. y la promesa era, ya que se registraron, que, podría hacerse seguro, sin duda, era
imposible que fallara; y lo que era imposible que Cristo debe dejar de hacer la voluntad del Padre en la naturaleza humana. y la promesa era, ya

que se registraron, que, podría hacerse seguro, sin duda, era imposible que fallara; y lo que era imposible que Cristo debe dejar de hacer la
voluntad del Padre en la naturaleza humana.

90
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

10. Si era posible que Cristo han fracasado en hacer la voluntad de su padre, y así han fallado de trabajar eficazmente a cabo
la redención de los pecadores, entonces la salvación de todos los santos, que fueron salvados desde el principio del mundo, a
la muerte de Cristo, no se construyó sobre una base firme. El Mesías y la redención que iba a trabajar por su obediencia hasta
la muerte, fue la base de ahorro de todo lo que alguna vez fueron salvados. Por lo tanto, si cuando los santos del Antiguo
Testamento tenían el perdón de sus pecados y el favor de Dios, y la salvación les confirió prometida, todavía era posible que
el Mesías, cuando llegó, podría cometer pecado, entonces todo esto estaba en una fundación que no era firme y estable, pero
susceptible de mal; algo que fue posible nunca podría ser. Dios hizo por así decirlo confianza a lo que su hijo se había
comprometido y se comprometió a hacer en el futuro, y dependía mucho sobre ella, que procedió en realidad para salvar a los
hombres en la cuenta de que, a pesar de que ya se había hecho. Pero esta confianza y dependencia de Dios, en la
suposición de Cristo de ser responsable de hacer que fallen su voluntad, fue apoyado en un bastón que era débil, y,
posiblemente, podrían romperse. Los santos de la antigüedad de confianza en las promesas de una futura redención a ser
forjado y completado por el Mesías, y construyeron su comodidad sobre ella: Abraham vio el día de Cristo, y se regocijó; y él y
los otros patriarcas murió en la fe de la promesa de la misma, (Hebreos xi 13...) Sin embargo, en este supuesto, su fe, su
comodidad y su salvación, fue construido sobre una base falibles; Cristo no era para ellos “una piedra probada, de cimiento
estable;” (Is 16 XXVIII... ) David enteramente descansó en el pacto de Dios con él, en relación con el dominio futuro glorioso y
la salvación del Mesías; y dijo que era toda su salud, y todo su deseo; y se consuela que este pacto era un “pacto perpetuo,
ordenado en todas las cosas, y será,” (2 Sam xxiii 5...) Pero si la virtud de Cristo puede fallar, se había equivocado: su gran
comodidad no se construyó de manera “segura” mientras pensaba que era, siendo fundada por completo en las
determinaciones del libre albedrío del alma humana de Cristo; que estaba sujeto a ninguna necesidad, y podría determinarse
ya sea de un modo u otro. También la dependencia de aquellos que “esperaban la redención en Jerusalén, y lamentó la
consolación de Israel” (Lucas ii. 25, y 38 años) y la confianza de los discípulos de Jesús, que abandonó todo y le siguieron,

11. El hombre Cristo Jesús, antes de que él había terminado su curso de la obediencia, y si bien en medio de tentaciones y pruebas,
era abundante en la predicción positivamente su propia gloria futura en su reino, y la ampliación de su iglesia, la salvación de la
gentiles por medio de él, y c. y en las promesas de bendiciones que iba a otorgar a sus verdaderos discípulos en su futuro reino; en la
que promete que requiere la dependencia completa de sus discípulos, y los discípulos tendrían ningún motivo de dicha dependencia,
si Cristo hubiera sido susceptible de fallar en su trabajo (Juan xiv.): y el mismo Cristo habrían sido culpables de presunción, en por lo
que abunda en promesas imperativas de grandes cosas, que dependían de una mera contingencia; verbigracia. las determinaciones
de su libre albedrío, que consiste en una libertad ad ulrumque,

al pecado o la santidad, de pie en la indiferencia, e incidentes, en miles de casos futuros, ya sea para ir de un modo
u otro.

Por lo tanto, es evidente, que era imposible que los actos de la voluntad del alma humana de Cristo debe ser más que santo,
y conforme a la voluntad del Padre; o, en otras palabras, ellos estaban necesariamente tan adaptadas.

He sido el más largo en la prueba de esta materia, que sea una cosa negada por algunos de los más grandes arminianos, por
Episcopius en particular; y porque lo consideran como un punto de claridad y absolutamente

91
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

la determinación de la controversia entre calvinistas y arminianos, sobre la necesidad de una libertad de la voluntad, como se
insiste en por este último, con el fin de agencia, la virtud, la moral de mando o prohibición, prometer o amenazar, recompensa o
castigo, elogio o menosprecio, el mérito o demérito. Ahora por lo tanto, continuar,

II. Para considerar si Cristo, en su conducta santa en la tierra, por lo tanto no era un agente moral, sujeto a órdenes, promesas,
etc..

El Dr. Whitby muy a menudo habla de lo que él llama un anuncio utrumlibet libertad, sin necesidad, como requisito de la ley y los
comandos: y habla de la necesidad como totalmente incompatibles con los mandatos y prohibiciones. Pero todavía leemos de
Cristo siendo el tema de las órdenes de su padre, (Juan x.
18. y XV. 10.) Y Cristo nos dice, que todo lo que se dijo o hizo, fue en cumplimiento de “mandamientos que había recibido del

Padre;”.. (Juan XII 49, 50. y 31. xiv) Y a menudo leen de la obediencia de Cristo a las órdenes de su padre, (Rom. v. 19. Phil. II. 18.

He.. v 8.) El escritor antes mencionado representa promesas ofrecidas como motivos a la persona a cumplir con su deber, o una

sea movido e inducido por promesas, como totalmente incompatibles con un estado en el que las personas que no tienen una

libertad ad utrumlibet, pero están determinados necesariamente a uno. (Véase en particular, p. 298, y

311.) Pero la cosa que este escritor afirma, es demostrablemente falso, si la religión cristiana es cierto. Si hay algo de
verdad en el cristianismo o la Sagrada Escritura, el hombre Cristo Jesús tuvo su voluntad infalible e inalterablemente
determinada al bien, y que por sí sola; pero aún tenía promesas de recompensas gloriosas hechas a él, con la condición
de su perseverante y perfeccionar la obra que Dios le había designado; (Is. Liii. 10, 11, 12. Psal. Ii. Y cx. Isa. Xlix. 7, 8, 9.)
En Lucas xxii. 28, 20. Cristo dice a los discípulos: “Vosotros sois los que habéis permanecido conmigo en mis pruebas; y
yo os asigno un reino, como mi Padre me lo asignó a mí.”La palabra significa más adecuadamente a designar por el
pacto o promesa. El claro significado de las palabras de Cristo es la siguiente: “A medida que han participado de mis
tentaciones y pruebas, y ha sido firme, y haber superado; Prometo hacerte partícipes de mi recompensa, y para darle un
reino; Como el Padre me ha prometido un reino para continuar firmes y la superación de esos ensayos.”Y las palabras
son bien explicado por los de Rev. iii. 21. “Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono; así como yo he
vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.”Y Cristo no sólo había promesas de éxito glorioso y recompensas
hechas a su obediencia y sufrimientos, pero las Escrituras claramente lo represente como el uso de estas promesas por
motivos e incentivos obedecer y sufrir; y en particular la promesa de un reino que el Padre le había designado, o sentado
con el Padre en su trono; (Como en. Heb XII. 1, 2.) “despojémonos de todo peso y del pecado que nos rodea, y corramos
con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe; el cual por
el gozo puesto delante de él, soportó la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.”

Y lo extraño sería escuchar cualquier aserción cristiana, que el carácter santo y excelente y el comportamiento de Jesucristo, y
que la obediencia que lleva a cabo bajo tan grandes pruebas, no era virtuoso o digno de alabanza; porque su voluntad no era
libre ad utrumque, ya sea a la santidad o el pecado, pero se determinó inalterablemente a uno; que después de esta cuenta, no
hay virtud alguna en toda la humildad de Cristo, la mansedumbre, la paciencia, la caridad, el perdón de los enemigos, desprecio
del mundo, del cielo de miras, la sumisión a la voluntad de Dios, la perfecta obediencia a sus órdenes á

92
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

la muerte, y muerte de cruz, su gran compasión de los afligidos, su amor sin precedentes para la humanidad, su
fidelidad a Dios y el hombre, en estas grandes pruebas; su oración por sus enemigos, incluso cuando clavándolo en la
cruz; que la virtud, cuando se aplica a estas cosas, no es más que un nombre vacío; que no había mérito en cualquiera
de estas cosas; es decir, que Cristo era digno de nada en absoluto a causa de ellos, digno de recompensa, ningún
elogio, ningún honor o respeto por parte de Dios o del hombre; porque su voluntad no era indiferente, y libre de
cualquiera de estas cosas, o al contrario; pero bajo una inclinación o sesgo fuerte, tal a las cosas que eran excelentes,
como hizo imposible que él debe elegir el contrario; que después de esta cuenta, para usar el lenguaje del Dr. Whitby,

De acuerdo con esta doctrina, esa criatura que está presentado claramente en la Escritura como el primogénito de toda criatura, como
teniendo en todas las cosas la preeminencia, y como el más alto de todas las criaturas en la virtud, el honor y la dignidad de la
autoestima, alabanza, y gloria, a causa de su virtud, es menos digno de premio o alabanza, que el más leve de los santos; sí, no más
digno que un reloj o un simple máquina, que es puramente pasivo, y movido por la necesidad natural.

A juzgar por las representaciones de las escrituras de las cosas, tenemos razones para suponer, que Cristo tomó sobre él nuestra
naturaleza, y habitó con nosotros en este mundo, en un estado de sufrimiento, no sólo para satisfacer por nuestros pecados; pero que, al
estar en nuestra naturaleza y circunstancias, y bajo nuestras pruebas, podría ser nuestro ejemplo más adecuado y apropiado, líder y
capitán, en el ejercicio de la virtud glorioso y victorioso, y podría ser un ejemplo visible de final glorioso y recompensa de ella; para que
podamos ver en él la belleza, amiableness, y verdadero honor y la gloria, y superior a beneficio, de esa virtud, que es adecuado para
nosotros los seres humanos a la práctica; y por lo tanto podría aprender, y ser animado, a buscar la gloria y el honor como, y para obtener
la recompensa gloriosa similares. (Ver Heb ii 9 -.. 14. con v 8, 9. y xii 1, 2,..

3. John XV. 10. Rom. viii. 17. 2 Tim. ii. 11, 12. 1 Pet. ii. 19, 20. y iv. 1: 3). Pero si no había nada de cualquier virtud o mérito, ni sea
digno de cualquier premio, gloria, alabanza o elogio en absoluto, en todo lo que hizo, porque era todo lo necesario, y no podía
evitarlo; entonces, ¿cómo es que aquí cualquier cosa de manera adecuada para animar e incitar a nosotros, criaturas libres,
perseverando en bien hacer, buscan gloria de honor y virtud?

Dios habla de sí mismo como peculiarmente bien satisfechos con la justicia de este distinguido sirviente. (Is.. 21. XLII)
“El Señor se agrada por su causa de la justicia.” Los sacrificios de edad, se habla de ellos como un olor grato a Dios,
pero la obediencia de Cristo como mucho más aceptable que ellos. (.. Psal xl 6, 7.) “Sacrificio y ofrenda no te agrada:
mina has oído tú abrió [como tu siervo realizar obediencia voluntaria;] holocausto y expiación no has demandado.
Entonces dije: Heme aquí, [como un sirviente que alegremente responde a las llamadas de su amo:] Me complazco en
hacer tu voluntad, Dios mío, y tu ley está en mi corazón “(Mateo xvii 5.... ) “Este es mi Hijo amado, en quien tengo
complacencia.” Y Cristo nos dice expresamente, que el Padre le ama por ese maravilloso ejemplo de su obediencia, su
rendimiento voluntaria a la muerte, en cumplimiento de la orden del Padre, (. John x 17, 18.) “Por eso me ama el Padre,
porque yo pongo mi vida: - Ningún hombre me la quita; pero yo la pongo de mí mismo - Este mandamiento recibí de mi
Padre “.

Y si no había mérito en la obediencia de Cristo hasta la muerte, si no fuera digna de elogio, y de las más gloriosas
recompensas, los ejércitos celestes eran muy equivocada, por la cuenta que es

93
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

determinado de ellos, (. v Rev. 8 - 12.) “Los cuatro animales, y los veinticuatro ancianos, se postró delante del
Cordero, teniendo cada uno arpas, y copas de oro llenas de incienso; - y cantaban un nuevo cántico, diciendo:
Digno eres de tomar el libro y abrir sus sellos; porque tú fuiste slain.- Y miré, y oí la voz de muchos ángeles
alrededor del trono, y los animales, y de los ancianos, y el número de ellos era millones de millones, y millares de
millares, que decían a gran voz, Digno es el Cordero que fue inmolado, de recibir el poder, las riquezas, la
sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza “.

Cristo habla de la vida eterna que había de recibir, como la recompensa de su obediencia a los mandamientos del
Padre. (. Juan XII 49, 50.) “No he hablado de mí mismo; el Padre que me envió, él me dio mandamiento de lo que
he de decir y de lo que he de hablar: y sé que su mandamiento es vida eterna: lo que yo hablo, como el Padre dijo
a mí, por lo que hablo. ”- Dios promete le daré parte con los grandes, y c. por su ser su siervo justo, por su virtud
gloriosa en esas grandes pruebas y aflicciones. (Is. LIII 11, 12.). “Verá el trabajo de su alma y quedará satisfecho;
Por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos; y él llevará las iniquidades de ellos. Por tanto, yo le daré
parte con los grandes, y repartirá el botín con los fuertes, por cuanto derramó su vida hasta la muerte.”Las
Escrituras representan a Dios como recompensándole muy por encima de todos sus otros agentes. (.. Phil II 7 -
9.) “Él tomó sobre él la forma de siervo y se hizo semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre,
se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz; Por lo cual también Dios lo exaltó
y le dio un nombre sobre todo nombre.”(Psal. XLV.

7.) “Has amado la justicia y aborrecido la maldad; por lo tanto Dios, tu Dios, te ha ungido con el óleo de alegría más que a
tus compañeros “.

No hay espacio para fingir, que los beneficios otorgados gloriosos como consecuencia de la obediencia de Cristo,
no son propiamente de la naturaleza de una recompensa. ¿Qué es una recompensa, en el sentido más propio,
sino un beneficio otorgado a consecuencia de algo moralmente excelente en calidad o comportamiento, en un
testimonio del bien beatitud en que la excelencia moral y de respeto y agrado a esa cuenta? Si tenemos en cuenta
la naturaleza de una recompensa más estrictamente, y hacer el máximo de ella, y añadimos a lo que es de esta
descripción mérito propio o mérito, y la concesión de los beneficios como consecuencia de una promesa; Todavía
se puede encontrar, no hay nada que le pertenece, pero lo que la Escritura atribuye más expresamente a la gloria
otorgada a Cristo, después de sus sufrimientos; Como se desprende de lo que ha sido ya observada; hubo un
beneficio otorgado gloriosa en consecuencia de algo moralmente excelente, siendo llamada La rectitud y la
obediencia; hubo gran favor, el amor y bien pleasedness, por esta justicia y obediencia, en el que otorga; no había
mérito propio, ni sea digno de la prestación, en la obediencia; que fue otorgado en cumplimiento de las promesas
hechas para que la obediencia; y fue concedido, por lo tanto, o porque él había realizado que la obediencia.
Puedo añadir a todas estas cosas, que Jesucristo, mientras que aquí en la carne, era manifiestamente en un
estado de prueba. El último Adán, como Cristo se llama, (1 Cor. Xv. 45. Rom. V. 14.) teniendo sobre él la
naturaleza humana, y por lo que la condición de esclavo, y estar bajo la ley, de pie y actuar por nosotros, se puso
en un estado de prueba, como el primer Adán was.- Dr.

94
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

a las tentaciones de Satanás. Pero Cristo fue aparentemente el objeto de cada una de ellas. En cuanto a las promesas hechas a él,
he hablado ya. Las dificultades y aflicciones que conoció en el curso de su obediencia, se llaman sus tentaciones o pruebas, (Lucas
XXII. 28.) “Vosotros sois los que habéis permanecido conmigo en mis pruebas o ensayos.” (. Heb ii. 18 .) “Pues en cuanto él mismo
padeció siendo tentado [o tratado,] que es poderoso para socorrer a los que son tentados.” Y, (cap. iv. 15.) “no tienen un gran
sacerdote, que no puede ser tocado con el sentimiento de nuestras enfermedades; pero fue tentado en todo según nuestra
semejanza, pero sin pecado.”Y en cuanto a su ser tentado por Satanás es lo que ninguno va a disputar.

Sección III.

El caso de ejemplo, se dan de Dios para el pecado, y del hombre caído en general, demuestra la necesidad moral y la incapacidad
para ser coherente con culpabilidad.

DR. DE WHITBY afirma la libertad, no sólo de coacción, sino por necesidad, para ser esencial para cualquier cosa que merece el
nombre de pecado, y para una acción de ser culpable; en estas palabras, (.. Discurso sobre cinco puntos, editar 3. p 348.) “Si ellos
pueden por lo tanto requerían, a continuación, ni sus pecados de omisión o comisión podría merecer ese nombre: que sea esencial
a la naturaleza del pecado, según la definición de San Agustín, que se trate de una acción de un liberum est dúo abstinere. Tres
cosas parecen claramente necesario realizar una acción u omisión culpable; 1. Que se esté en nuestras manos para realizar o
abstenerse de ella; porque, como Orígenes, y todos los padres, por ejemplo, nadie es culpable por no hacer lo que no podía hacer
“y en otras partes del doctor insiste, que“cuando alguna. hacer el mal por necesidad, lo que hacen no es un vicio, que son culpables
de ningún fallo, son dignos de ninguna culpa, menosprecio, o el deshonor, pero son irreprochables “Si estas cosas son ciertas, en el
sentido de la necesidad del Dr. Whitby, se prueban todos los tales para ser perfecto, los que son abandonados de Dios al pecado,
en lo que se comprometen después de ello, se han rendido, -. Eso hay una cosa tal como los hombres se les da judicialmente hasta
el pecado, que es cierto, si la Escritura nos informa con razón; tal cosa siendo a menudo no se habla: como en Psal. LXXXI. 12.
“Por eso los entregó a la dureza de su corazón, y ellos caminaron en sus propios consejos.” (Actos VII. 42.) ‘Y Dios se apartó, y los
entregó que sirviesen al ejército del cielo.’ (Rom . i. 24.) “Por tanto, también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias
de sus corazones, de suerte que contaminaron sus cuerpos entre sí mismos.” (Ver. 26.) “Por esto Dios los entregó a pasiones
vergonzosas afectos.”(Ver. 28.)“Y como a ellos no les pareció tener a Dios en su conocimiento,

No es necesario estar de pie sobre todo para preguntar, lo que “hombres renuncian a los deseos de sus corazones” de Dios
significa: basta con observar que este medio es, sin duda destinado Dios para ordenar o disponer las cosas, en algún aspecto
u otro, ya sea por hacer o no hacer, ya que la consecuencia debería ser hombres que continúan en sus pecados. Tanto como
los hombres se dan hasta, por lo tanto es la consecuencia de su rendido, ya sea menos o más. Si Dios no manda cosas así,
por acción o permiso, que el pecado será la consecuencia, el evento demuestra que no se les da hasta esa consecuencia. Si
bien la consecuencia, en vez del mal, entonces la misericordia de Dios ha de ser

95
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

reconocido en esa buena; el cual merced debe ser contraria al juicio de Dios en renunciar al mal. Si el evento debe
probar, que se les da al mal como consecuencia, a continuación, las personas, que son objeto de la presente
sentencia, deben ser los sujetos de tal evento, por lo que el evento es necesario. Si no sólo la coacción, pero toda
necesidad, probarán los hombres sin mancha, a continuación, Judas era intachable, después de Cristo le había dado
más, y ya había declarado su seguro de la condenación, y que en verdad le iba a entregar. Él era culpable de ningún
pecado en traicionar a su Maestro, en este supuesto; aunque su, al hacerlo, se habla de por Cristo como el pecado
más agravado, más atroz que el pecado de Pilato en crucificarlo. Y los Judios en Egipto, en el tiempo de Jeremías,
eran culpables de pecado, en su no adorar al Dios verdadero, después de que Dios había “jurado por su gran nombre,

El Dr. Whitby (disco en cinco puntos, p 302, 303...) Niega, que los hombres, en este mundo, por lo que se les da siempre por Dios al pecado, que

su voluntad debe determinarse necesariamente al mal; a pesar de que es propietaria, que este medio puede ser sobremanera difícil para los
hombres para hacer el bien, con una fuerte inclinación dobladas y de gran alcance para lo que es malo. Pero si debemos permitir que el caso sea

igual que él representa, a juicio de renunciar al pecado será mejor estar de acuerdo con sus nociones de que la libertad, que es esencial para
alabar o la culpa, que si debemos suponer que para hacer que el evitando del pecado imposible. Porque si una imposibilidad de evitar el pecado
en su totalidad excusas a un hombre; a continuación, por la misma razón, que sea difícil de evitar, lo excusa en parte; y esto sólo en proporción al
grado de difficulty.- Si la influencia de la imposibilidad moral o la incapacidad sea el mismo, para justificar las personas en no hacer o no evitando

cualquier cosa, como el de la incapacidad natural, (que se supone), entonces, sin duda, de igual manera, dificultad mortal tiene la misma influencia
de excusar con dificultad natural. Pero todo lo permitan, que imposibilidad natural wholly excusas, y también que las excusas dificultad natural en
parte, y hace que la acción u omisión de menos censurables en proporción a la dificultad. Todo dificultad natural, de acuerdo con los dictados más

claras de la luz de la naturaleza, excusas en cierto grado, de modo que el abandono no es tan censurable, como si no hubiera habido ninguna
dificultad en el caso, y así mayor será la dificultad es, siendo el más excusable, en proporción al aumento de la dificultad. Y como imposibilidad

natural en su totalidad excusas, y excluye toda culpa, por lo que cuanto más se acerca a la dificultad imposibilidad, siendo el más cercano a una
persona es intachable en proporción a ese enfoque. Y si el caso de imposibilidad moral o necesidad, ya sea de la misma manera con la necesidad
natural o coacción, en cuanto a su influencia para justificar un abandono, a continuación, también, por la misma razón, el caso de dificultad natural

no difiere de la influencia, para excusar un descuido, de la dificultad moral, que surge de un fuerte sesgo o inclinación hacia el mal, como
propietaria Dr. Whitby en el caso de aquellos que se dan a los deseos de sus propios corazones. Así que la culpa de estas personas debe ser

disminuida, en proporción a la dificultad, y el enfoque de la imposibilidad. Si diez grados de dificultad moral hacen que la acción del todo imposible,
y tan completamente excusa, entonces si hay nueve grados de dificultad, la persona está en gran parte excusado, y es de nueve grados en diez

menos censurable, que si no hubiera habido ninguna dificultad en absoluto; y él tiene un solo grado de culpabilidad. La razón es simple, en los

principios arminianas; verbigracia. porque como dificultad, por doblado antecedente y el sesgo de la voluntad, se incrementa, a la libertad de
indiferencia, y autodeterminación en la voluntad, se disminuye; tanto obstáculo, impedimento es allí, en el camino de la voluntad actuando
libremente, por mera autodeterminación. Y si diez grados de tales obstáculos quitan toda esa libertad, a continuación, nueve grados, - llevar nueve

de cada diez partes, y dejar, pero un grado de libertad. Y por lo tanto no hay más que un solo grado de blameableness en el abandono; el hombre

habiendo más censurables en lo que hace o deja de lado, que por doblada antecedente y el sesgo de la voluntad, se incrementa, la libertad de

indiferencia, y la libre determinación de la voluntad, se ve disminuida; tanto obstáculo, impedimento es allí, en el camino de la voluntad actuando
libremente, por mera autodeterminación. Y si diez grados de tales obstáculos quitan toda esa libertad, a continuación, nueve grados, - llevar nueve
de cada diez partes, y dejar, pero un grado de libertad. Y por lo tanto no hay más que un solo grado de blameableness en el abandono; el hombre

habiendo más censurables en lo que hace o deja de lado, que por doblada antecedente y el sesgo de la voluntad, se incrementa, la libertad de

indiferencia, y la libre determinación de la voluntad, se ve disminuida; tanto obstáculo, impedimento es allí, en el camino de la voluntad actuando

libremente, por mera autodeterminación. Y si diez grados de tales obstáculos quitan toda esa libertad, a continuación, nueve grados, - llevar nueve
de cada diez partes, y dejar, pero un grado de libertad. Y por lo tanto no hay más que un solo grado de blameableness en el abandono; el hombre habiendo más censura

96
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

él tiene la libertad en ese asunto, porque la culpa o la alabanza (dicen que) surge enteramente de un buen uso o abuso de la libertad.

De todo lo cual se deduce, que una fuerte inclinación y el sesgo de una manera, y la dificultad de pasar por el contrario, no hace que una
persona sea en absoluto más expuestos al pecado, o cualquier cosa censurable: porque, a medida que aumenta la dificultad, tanto cuanto
menos se requiere y espera. Aunque en un aspecto, se incrementa exposedness al pecado, a saber. por un aumento de exposedness a la
mala acción u omisión; sin embargo, se ve disminuida en otro sentido, para equilibrarlo; a saber, como la pecaminosidad o blamableness de
la acción u omisión está disminuido en la misma proporción. Así que, en general, el asunto, en cuanto a exposedness a la culpa o la culpa,
que queda igual que lo fue.

Para ilustrar esto, supongamos una escala de un equilibrio que sea inteligente, y un agente libre, y indued con un poder de
auto-movimiento, en virtud de los cuales podría actuar y producir efectos hasta cierto punto, ex. gramo. a moverse a sí mismo hacia arriba
o hacia abajo con una fuerza igual a un peso de diez libras; y que, por tanto, puede ser necesario de que, en circunstancias normales, a
moverse a sí mismo hacia abajo con esa fuerza; para lo cual tiene el poder y la libertad completa, y por lo tanto sería censurable si no de
la misma. Pero a continuación, supongamos un peso de diez libras para ser puesto en la escala opuesta, que a fuerza de contrapeso del
todo su poder de auto-movimiento, y por lo tanto hace imposible que se mueva hacia abajo para nada; y por lo tanto totalmente excusas
desde cualquier tal movimiento. Pero si suponemos que haya sólo nueve libras en la escala opuesta, esto hace que su movimiento no
imposible, pero aún más difícil; de modo que ahora sólo puede moverse hacia abajo con la fuerza de una libra; pero sin embargo, esto es
todo lo que se requiere de él en estas circunstancias; se enteramente exento de nueve partes de su movimiento; y si la escala, bajo estas
circunstancias, el abandono se mueva, y permanecen en reposo, todo lo que va a ser culpado por, será su descuido de que una décima
parte de su movimiento; para lo cual tuvo tanta libertad y la ventaja, ya que en circunstancias habituales que tiene para el mayor
movimiento, que en tal caso sería necesario. Por lo que esta nueva dificultad no significa en absoluto incrementar su exposedness a
cualquier cosa censurable. Y por lo tanto el supuesto de dificultades en el camino del deber de un hombre, o la facilidad para el pecado, a
través de una entregados a la dureza del corazón, o de hecho por cualquier otro medio que sea, es una inconsistencia, de acuerdo con el
Dr. nociones de Whitby de la libertad, la virtud y el vicio, la culpa y la alabanza. El evitando de pecado y culpa, y el hacer de lo que es
virtuoso y digno de elogio, debe haber siempre igual de fácil. nociones del Dr. Whitby de la libertad, la obligación, la virtud, el pecado, y c.
lo llevó a otra gran inconsistencia. Él insiste en abundancia, que la necesidad es inconsistente con la naturaleza de pecado o culpa. Dice,
en el tratado antes mencionado, (p. 14.) ¿Quién puede culpar a una persona para hacer lo que él no pudo evitar? Y, (p. 15.) Se siendo
sensiblemente injusta, para castigar a cualquier hombre para hacer lo que nunca estuvo en su poder para evitar. Y, (Pág. 341.) para
confirmar su opinión, que cita a uno de los padres, diciendo, ¿a qué mandó Dios, si el hombre no tiene libre albedrío y el poder para
obedecer? Y de nuevo, en la misma y en la página siguiente, ¿Quién no grita, que es necedad para ordenarle, el que no tiene la libertad
de hacer lo que está mandado; y que es injusto para condenarlo, que lo tiene no en su poder para hacer lo que se requiere? Y P.

373.) cita otro dicho, se da una ley que lo que puede convertir a ambas partes; I. e. obedecer o transgredir ella; pero ninguna ley puede estar en

contra de lo que está obligado por la naturaleza.

Y sin embargo, el mismo Dr. Whitby afirma, que el hombre caído no es capaz de realizar la obediencia perfecta. En
pag. 165, que tiene estas palabras: “La naturaleza de Adán tenía poder para continuar inocente y sin pecado;

97
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

mientras que, lo cierto es nuestra naturaleza nunca tuvo “Pero si no tenemos poder para continuar inocente y sin pecado, entonces el
pecado no es incompatible con la necesidad, y que puede ser pecaminoso en aquello que no tenemos poder evitar.; y esas cosas no
pueden ser verdad, el que afirma en otro lugar, es decir, “que si nos exijan, ni los pecados de omisión ni comisión, merecería ese nombre,”
(Pág. 348.) Si tenemos que no esté en nuestro poder para ser inocente, entonces tenemos que no esté en nuestro poder para ser libre de
culpa; y si es así, nos vemos en la necesidad de ser censurable. Y ¿cómo afecta esto consiste con lo que tan a menudo se afirma, que la
necesidad es inconsistente con la culpa o elogio? Si tenemos que no esté en nuestro poder para llevar a cabo la perfecta obediencia a
todos los mandamientos de Dios, entonces nos vemos en la necesidad de romper algunos comandos, en cierto grado; que no tiene el
poder para llevar a cabo tanto como es mandado. Y si es así, ¿por qué gritar de la sin razón y la locura de mando más allá de lo que los
hombres tienen poder para hacerlo?

Arminianos en general son muy inconsistentes con ellos mismos, en lo que dicen de la incapacidad del hombre caído en este sentido. Ellos
mantienen enérgicamente, que sería injusto en Dios, para requerir cualquier cosa de nosotros fuera de nuestro alcance actual y la capacidad para

llevar a cabo; y también mantenemos que estamos ahora incapaz de realizar la obediencia perfecta, y que Cristo murió para satisfacer las

imperfecciones de nuestra obediencia y ha dado paso, que nuestra obediencia imperfecta podría ser aceptada en lugar de perfecta; en donde
parecen insensiblemente para funcionar a sí mismos en la inconsistencia más grosera. Para (como he observado en otros lugares) “sostienen que
Dios, en su misericordia a la humanidad, ha abolido esa constitución o la ley rigurosa, que estaban bajo un principio, y en lugar de ello, se ha

introducido una constitución más suave, y nos ponen bajo una nueva ley, el cual no requiere más que la obediencia sincera imperfecta, de acuerdo
con nuestras circunstancias pobres impotentes enfermos desde la caída.”Ahora, ¿cómo pueden estas cosas ser coherente? Me pregunto, por lo

que la ley son estas imperfecciones de nuestra obediencia una violación? Si son una violación de ninguna ley que estábamos nunca bajo,
entonces no son pecados. Y si no sean sin pecados, ¿qué necesidad de Cristo morir para satisfacer por ellos? Pero si son pecados, y la violación
de una ley, la ley lo es? No pueden ser una violación de su nueva ley, para que no requiere que no sea la obediencia imperfecta, o la obediencia

con imperfecciones: y por lo tanto tener la obediencia asistido con imperfecciones, no es una infracción de la misma; porque es tanto como lo
requiere. Y no pueden ser una violación de su antigua ley, por cuanto que, según dicen, se abolió por completo; y nunca estábamos bajo ella.-

Dicen, no sería justo a Dios a requerir de nosotros obediencia perfecta, ya que no sería justo para requerir más de lo que podemos realizar, o para
castigarnos por no de la misma. Y, por lo tanto, por su propio esquema, las imperfecciones de nuestra obediencia no merecen ser castigados. Lo
que necesita, por tanto, de la muerte de Cristo, para satisfacer por ellos? ¿Qué necesidad de su sufrimiento, a satisfacer por lo que no es culpa, y

en su propia naturaleza no merece el sufrimiento? ¿Qué necesidad de la muerte de Cristo, para comprar, que nuestra obediencia imperfecta debe
ser aceptado, cuando, de acuerdo con su esquema, sería injusto en sí mismo, que se exija cualquier otra obediencia que imperfecto? ¿Qué

necesidad de Cristo morir para dar paso a la aceptación de Dios de tal obediencia, ya que sería injusto en él no aceptar? ¿Hay alguna necesidad

de Cristo muriendo para prevalecer con Dios no hace injusticia? - Si se dice, que Cristo murió para satisfacer esa antigua ley para nosotros, por lo
que puede ser que no debajo de ella, pero que no podría haber espacio para nuestro ser en virtud de una ley más suave; Todavía me gustaría

preguntar, ¿qué necesidad de Cristo muriendo, que podría no ser en virtud de una ley, que (por sus principios) que sería en sí mismo injusto que
debemos hacernos, si Cristo había muerto o no, porque, en nuestro presente estado, no somos capaces de mantenerlo? Por lo que los arminianos

son incompatibles con ellos mismos, no sólo en lo que se dice de la necesidad de satisfacción de Cristo para expiar esas imperfecciones, que no

podemos evitar, sino también en lo que dicen de la gracia de Dios, concedida a de modo que puede ser que no debajo de ella, pero que podría
haber espacio para nuestro ser en virtud de una ley más suave; Todavía me gustaría preguntar, ¿qué necesidad de Cristo muriendo, que podría

no ser en virtud de una ley, que (por sus principios) que sería en sí mismo injusto que debemos hacernos, si Cristo había muerto o no, porque, en
nuestro presente estado, no somos capaces de mantenerlo? Por lo que los arminianos son incompatibles con ellos mismos, no sólo en lo que se

dice de la necesidad de satisfacción de Cristo para expiar esas imperfecciones, que no podemos evitar, sino también en lo que dicen de la gracia

de Dios, concedida a de modo que puede ser que no debajo de ella, pero que podría haber espacio para nuestro ser en virtud de una ley más

suave; Todavía me gustaría preguntar, ¿qué necesidad de Cristo muriendo, que podría no ser en virtud de una ley, que (por sus principios) que
sería en sí mismo injusto que debemos hacernos, si Cristo había muerto o no, porque, en nuestro presente estado, no somos capaces de mantenerlo? Por lo que los arm

98
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

capacitar a los hombres para llevar a cabo la obediencia sincera de la nueva ley. “Concedo de hecho, (dice el
doctor Stebbing,) que por el pecado original, estamos totalmente discapacitados para el desempeño de la
condición, sin nueva gracia de Dios. Pero Digo, pues, que da tal gracia para todos nosotros, en que la evolución
de la enfermedad, es realmente posible; y sobre esta base se puede ¿Y será más justamente lo requieran.”Si el
Dr. Stebbing tiene la intención de hablar con propiedad, por gracia, refiriéndose sin que la asistencia que es de
gracia, o de libre favor y bondad. Pero sin embargo, en el mismo lugar en el que habla de ella como muy poco
razonable, injusta y cruel, para que Dios requiere que, como la condición del perdón, que ha venido a ser
imposible por el pecado original. Si es así, ¿qué gracia hay en la prestación de asistencia y la capacidad para
llevar a cabo la condición del perdón? O ¿Por qué es llamado por el nombre de la gracia,

Sección IV.

Comando y la obligación de la obediencia, en consonancia con la incapacidad moral de obedecer.

Estando tanto insisten los escritores arminianos, que la necesidad es inconsistente con la ley o mandato, y en particular,
que es absurdo suponer que Dios por su mando debe requerir la de los hombres que son incapaces de hacerlo; no
permitiendo en este caso de cualquier diferencia entre incapacidad natural y moral; Me gustaría, por tanto, sobre todo ahora
considerar este matter.- Y para mayor claridad Me claramente establecer las siguientes cosas.

I. La voluntad en sí misma, y ​no sólo aquellas acciones que son los efectos de la voluntad, es el objeto propio del precepto o Comando. Es
decir, un tal estado o actos de las voluntades de los hombres, son en muchos casos debidamente requeridas por los Comandos de ellos; y
no sólo aquellas alteraciones en el estado de sus cuerpos o mentes que son las consecuencias de la volición. Esto es más manifiesta; ya
que es la única alma que es adecuada y directamente el tema de preceptos o comandos; que sólo ser capaz de recibir o percibir comandos.
Los movimientos o estado del cuerpo son cuestión de Comando, solamente ya que están sujetos al alma, y ​se conectan con sus actos.
Pero ahora el alma no tiene otra facultad mediante la cual puede, en el sentido más directo y adecuado, el consentimiento, el rendimiento a,
o el cumplimiento de cualquier orden, pero la facultad de la voluntad; y es por esta facultad solamente, que el alma puede desobedecer
directamente, o rehusar el cumplimiento: de las nociones mismas de dar su consentimiento, produciendo, aceptando que se ajuste,
rechazando, rechazando, & c. son, según el significado de los términos, nada más que ciertos actos de la voluntad. La obediencia, en la
naturaleza primaria de la misma, es el sometimiento y el rendimiento de la voluntad de uno, a la voluntad de otro. La desobediencia es la de
no permitir, de no cumplir la voluntad del mandado, a la voluntad manifestada del comandante. Otros actos que no son los actos de la
voluntad, como ciertos movimientos del cuerpo y alteraciones en el alma, son obediencia o desobediencia sólo de manera indirecta, ya que
están conectados con el estado o acciones de la voluntad, de acuerdo a una ley establecida de la naturaleza . Por lo que se manifiesta, la
propia voluntad puede ser necesario: y el ser de una buena voluntad es la más adecuada, directa, y sujeto inmediato de comando; y si esto
no puede ser prescrito o requerido por el Comando o precepto, nada puede; para

99
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

otras cosas se puede exigir ningún otro modo que a medida que dependen y son los frutos de una buena voluntad.

Corolario. 1. Si hay varios actos de la voluntad, o una serie de actos, uno después de otro, y uno el efecto de otra, la primera y la
determinación acto es propiamente objeto de comando, y no sólo los actos consiguientes, que dependen sobre ella. Sí, esto sobre
todo es que al que mando o precepto tiene el debido respeto; porque es este acto que determina todo el asunto: en este acto las
obediencia o desobediencia mentiras, de una manera peculiar; los actos consiguientes siendo gobernados y determinadas por él.
Este acto de gobierno debe ser el objeto propio del precepto, o ninguno. Corolario. 2. También se deduce, a partir de lo que se ha
observado, que si hay algún acto, o el esfuerzo del alma, antes de todos los actos libres de elección en el caso, dirigir y determinar lo
que serán los actos de la; ese acto del alma no puede ser adecuadamente sujeta a ningún comando o precepto, a ningún efecto, ya
sea directa o indirectamente, de inmediato o de forma remota. Tales actos no pueden ser objeto de comandos directamente, ya que
hay actos de la; siendo por la suposición previa a todos los actos de la voluntad, la determinación y dando lugar a todos sus actos: no
ser actos de la voluntad, no puede haber en ellos sin el consentimiento o cumplimiento de cualquier comando. Tampoco pueden ser
objeto de comando o precepto indirecta o remota; porque ellos no son tanto como las sectas o las consecuencias de la voluntad,
siendo antes de todos sus actos. Así que si hay alguna obediencia en ese acto original del alma, la determinación de todas las
voliciones, es un acto de obediencia en la que la voluntad no tiene ninguna preocupación en absoluto; lo anterior a cada acto de
voluntad. Y por lo tanto, si el alma ya sea obedece o desobedece en este acto, que es totalmente involuntario; no hay obediencia
voluntaria o la rebelión, sin el cumplimiento o la oposición de la voluntad en el asunto: y qué clase de obediencia o la rebelión es
esto?

Y por lo tanto la noción arminiano de la libertad de la voluntad que consiste en el alma de la determinación de sus propios actos de
voluntad, en vez de ser esencial para la agencia moral, y para los hombres son los temas de gobierno moral, es completamente
inconsistente con ella. Porque si el alma determina todos sus actos de voluntad, es el mismo sujeto a ninguna orden o gobierno moral,
como se ha observado ahora; debido a que su acto determinación original no es acto de la voluntad o de la elección, que sea antes, por
la suposición, a cada acto de la voluntad. Y el alma no puede ser objeto de comando en el acto de la voluntad misma, la cual depende de
la anterior determinación de actuar, y es determinada por él; en la medida en que ello sea necesario, siendo la consecuencia y efecto de
dicho acto la determinación anterior, que no es voluntaria necesario. Tampoco puede el hombre ser objeto de comando o de gobierno en
sus acciones exteriores; porque estos son todos necesarios, siendo los efectos necesarios de los actos de la voluntad sí mismos. Para
que la humanidad, de acuerdo con este esquema, son sujetos de mando o gobierno moral en nada en absoluto; y toda su albedrío se
excluye por completo, y no queda espacio para la virtud o el vicio en el mundo. Por lo que el esquema Arminiana, y no la de los
calvinistas, es totalmente incompatible con el gobierno moral, y con todo el uso de leyes, preceptos, prohibiciones, promesas o
amenazas. Tampoco hay ninguna manera de hacer sus principios consisten con estas cosas. En efecto, si se puede decir, que no hay
previo acto determinación del alma, que precede a los actos de la voluntad, sino que voliciones son eventos que suceden por accidente
puro, sin ninguna causa determinante, esto es lo más palpable incompatibles con todo el uso de las leyes y preceptos; porque nada es
más sencillo de lo que las leyes pueden ser de ninguna utilidad para dirigir y regular accidente perfecta: los que, por la suposición de que
sea puro accidente, es que en ningún caso está regulado para cualquier cosa anterior; pero que pasa, de esta manera o que, por
casualidad, a la perfección,

100
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

sin ninguna causa o regla. La perfecta inutilidad de las leyes y preceptos se desprende también de la noción Arminiana de indiferencia, como
esencial para que la libertad, que es necesaria para la virtud o el vicio. Para el final de las leyes es para unirse a un lado; y el fin de Comandos es
convertir la voluntad de una manera: y por lo tanto no sirven de nada, a menos que se conviertan o sesgo de la voluntad de esa manera. Pero si la
libertad consiste en la indiferencia, entonces su voluntad de solicitación del uno único camino, destruye la libertad; ya que pone la voluntad de
equilibrio. De manera que la voluntad, que tiene un sesgo, a través de la influencia del derecho vinculante, puesto sobre él, no es del todo
abandonada a sí misma, para determinar de qué manera en sí lo hará, sin la influencia del exterior.

II. Después de haber demostrado que la propia voluntad, especialmente en aquellos actos que son originales, lo que lleva y
que determinan, en cualquier caso, es el sujeto propio del precepto y la de comando - y no sólo aquellas alteraciones en el
cuerpo, y c. los cuales son los efectos de la Voluntad - Paso ahora, en segundo lugar, para observar, que la misma
oposición o defecto de la voluntad en sí misma, en su acto original y determinar en el caso, a una cosa propuesta o
mandado, o su en su defecto de cumplimiento, implica una imposibilidad moral de esa cosa: o, en otras palabras, cuando
un comando requiere un cierto estado o acto de la voluntad, y la persona al mando, no obstante el mando y las
circunstancias en las que se exhibe, todavía encuentra su opuesto voluntad o el deseo, en el que, perteneciendo a su
estado o actúa, que es original y la determinación en el asunto, que el hombre es moralmente incapaz de obedecer esa
orden. Esto se manifiesta a partir de lo que se observó en la primera parte relativa a la naturaleza de la incapacidad moral,
a diferencia de la natural: donde se observó que un hombre entonces puede decirse que es moralmente incapaz de hacer
una cosa, cuando está bajo la influencia o la prevalencia de una inclinación contraria, o tiene una falta de inclinación, en
tales circunstancias y puntos de vista. También es evidente, a partir de lo que se ha demostrado antes, que la voluntad es
siempre, y en cada acto individual, necesariamente determinado por el motivo más fuerte; y así siempre es incapaz de ir en
contra del motivo, que, considerando todas las cosas, tiene ahora la mayor fortaleza y ventaja para mover el Will.- Pero no
más que insistir en estas cosas, la verdad de la posición ya establecida, a saber. que cuando la voluntad es opuesta a,

1. La voluntad en el momento del acto diversa o contraria líder o la inclinación, y cuando en realidad bajo su influencia, no es
capaz de ejercer en sí por el contrario, para hacer una alteración, con el fin de un cumplimiento. La inclinación es incapaz de
cambiar sí mismo; y que por esta sencilla razón, que no es capaz de inclinar a cambiarse a sí mismo. opción presente en la
actualidad no puede elegir ser lo contrario: porque eso sería en la actualidad a elegir algo diferente de lo que está en la
actualidad elegido. Si la voluntad, todas las cosas que ahora se consideran, se inclina o decide ir por ese camino, entonces no
se puede elegir, todas las cosas ahora se consideran, a ir hacia el otro, y por lo tanto no puede elegir que se le hizo a ir a otro
lado. Suponer que la mente es ahora sinceramente dispuestos a cambiarse a sí misma a una inclinación diferente, es suponer
que la mente es ahora verdaderamente inclinado lo contrario de lo que es ahora inclinado.

2. Como es imposible que la voluntad debe cumplir con lo mandado, con respecto a su acto que se traduzca, por cualquier acto
propio, en el momento de ese líder diversa o contraria y acto original, o después de que ha llegado realmente bajo la influencia de
esa elección o la inclinación determinación; por lo que es imposible que se debe determinar a un cumplimiento por cualquier acto
anterior; para, por la misma suposición, no hay ningún acto anterior; el acto opuesto o en incumplimiento es que acto que es
original y

101
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

determinar en el caso. Por lo tanto tiene que ser así, que si este acto primero determinando que se encontró que no se ajusten, a
propuesta de la orden, la mente es moralmente incapaz de obedecer. Para suponer que sea capaz de obedecer, es suponer que sea
capaz de determinar y causar su primer acto determinar a ser de otra manera, y que tiene mejor poder para gobernar y regular su
primera gobernar y actuar regulación, lo cual es absurdo; porque es de suponer un acto previo de la voluntad, la determinación de su
primer acto determinante; es decir, un acto antes de la primera, y que conduce y gobernar el acto original y de gobierno de todos; lo cual
es una contradicción.

Aquí si hay que decir, que aunque la mente no tiene ninguna capacidad de querer contrariamente a lo que hace la voluntad, en el
acto líder original y de la voluntad, ya que se supone que hay ningún acto previo para determinar el orden de lo contrario, y la
voluntad no puede cambiar inmediatamente sí mismo, porque no puede en la actualidad inclinación a un cambio; sin embargo, la
mente tiene una capacidad para la presente abstenerse de proceder a la acción, y teniendo tiempo para la deliberación; que puede
ser un motivo del cambio de la inclinación. Contesto, (1.) En esta objeción, que parece ser olvidado que se observó antes, a saber.
que la determinación de tomar el asunto en consideración, es en sí mismo un acto de la voluntad, y si esto es todo el acto en el
que la mente ejerce la capacidad y la libertad, entonces este, por la suposición, debe ser todo lo que se puede mandar o requerido
por la precepto. Y si este acto sea el acto al mando, entonces todo lo que se ha observado en relación con el acto al mando de la
voluntad sigue siendo cierto, que la misma falta de ella es una imposibilidad moral para ejercerla, & c. (2.) Estamos hablando en
relación con el primer y principal acto de la voluntad sobre el asunto; y si la determinación de deliberar, o, por el contrario, para
proceder inmediatamente sin deliberar, ser el primer y principal acto; o ya sea o no, si hay otro acto antes de ella, lo que determina
que; o cualquiera que sea el acto original y líder; siendo la demostración anterior se encuentra bien, que el no cumplimiento de la
ley que lleva implica incapacidad moral de cumplir. Si hay que objetar, que estas cosas hacen que todo inhabilidad moral iguales, y
supongamos que los hombres moralmente incapaces de querer lo contrario de lo que realmente va a hacer, en todos los casos, y
también lo es en todos los casos.

En primer lugar, que si por ser igualmente incapaz, se entiende, ya que realmente no pueden; a continuación, siempre que la incapacidad es
meramente moral, es cierto; la voluntad, en todos los casos, actúa por necesidad moral, y es moralmente incapaz de actuar de otra manera, como

verdadera y, en un caso como otro; como, humildemente concibo, ha sido perfectamente y abundantemente demostrado por lo que se ha dicho en
la parte precedente de este ensayo. Pero, sin embargo, en algunos aspectos, la incapacidad puede decirse que es mayor en algunos casos que

en otros: aunque el hombre puede ser verdaderamente incapaces, (si inhabilidad moral puede ser llamado verdaderamente Incapacidad.) Sin

embargo, puede estar más lejos de ser capaz de hacer algunas cosas que otros. Como lo es en las cosas, que los hombres son naturalmente
incapaces de hacer. Una persona, cuya fuerza no es más que suficiente para levantar el peso de cien libras, es tan verdadera y realmente incapaz

de levantar cien y libras, como diez mil libras; pero sin embargo, está más lejos de ser capaz de levantar este último peso que el anterior; y así, de

acuerdo con el uso común de la palabra, tiene una mayor Incapacidad para ello. Por lo que es en la incapacidad moral. Un hombre es
verdaderamente moralmente incapaz de elegir contraria a la inclinación actual, que en lo más mínimo prevalece; o, al contrario de que el motivo,

que, considerando todas las cosas, tiene la fuerza y ​la ventaja ahora para mover la voluntad, en lo más mínimo, superior a todos los otros motivos

a la vista, pero aún así está más lejos de la capacidad de resistir un fuerte hábito, y una inclinación violenta y profundamente arraigados, o un
motivo muy superior a todos los demás en la fuerza. Y de nuevo, la incapacidad puede, en algunos aspectos, se llamará mayor en algunos pero

sin embargo, está más lejos de ser capaz de levantar este último peso que el anterior; y así, de acuerdo con el uso común de la palabra, tiene una
mayor Incapacidad para ello. Por lo que es en la incapacidad moral. Un hombre es verdaderamente moralmente incapaz de elegir contraria a la

inclinación actual, que en lo más mínimo prevalece; o, al contrario de que el motivo, que, considerando todas las cosas, tiene la fuerza y ​la ventaja ahora para mover la vo

102
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

instancias que otros, ya que pueden ser más general y amplia a todos los actos de ese tipo. Así que los hombres se puede decir que no
puede, en un sentido diferente, y al estar más lejos de la capacidad moral, que tienen esa incapacidad moral, que es general y habitual, lo que
lo que sólo tienen que la incapacidad que es ocasional y en particular. Así, en los casos de incapacidad naturales; el que está ciego de
nacimiento puede decirse que es incapaz de ver, de una manera diferente, y es, en algunos aspectos, más lejos de ser capaz de ver, lo que
cuya vista se ve obstaculizada por una nube pasajera o neblina.

Y, además, lo que se observó en la primera parte de este discurso, en relación con la incapacidad que atiende un hábito fuerte y
asentado, debería estar allí en memoria; verbigracia. que un hábito fijo va acompañada de esta incapacidad moral peculiar, en la que
se distingue de la volición de vez en cuando, a saber, que los esfuerzos para evitar futuras voliciones de ese tipo, que sean aceptables
para tal hábito, con mucha más frecuencia y por lo general resultó vana e insuficiente . Porque aunque es imposible que haya ningún
sinceros esfuerzos en contra de una elección presente, sin embargo, puede estar en contra de las voliciones de este tipo, cuando se
ve a distancia. Una persona puede desear y utilizar medios para prevenir futuros ejercicios de una cierta inclinación; y, con el fin de
que, tal vez desee el hábito podría ser eliminado; pero sus deseos y esfuerzos pueden ser ineficaces. El hombre puede decirse en
cierto sentido, ser incapaz; sí, como la palabra no es un término relativo, y tiene relación con esfuerzos ineficaces; sin embargo, no
con respecto a presentar, pero se esfuerza remotas.

En segundo lugar, debe tenerse en cuenta, de acuerdo con lo que se observó antes, que, efectivamente, hay alguna incapacidad, que
es meramente moral, se llama apropiadamente con el nombre de Incapacidad; y que en el más estricto decoro de expresión, un
hombre puede decirse que tiene una cosa en su poder, si lo tiene a su elección, y no puede decirse que es incapaz de hacer una cosa,
cuando puede, si ahora agrada, o cada vez que tiene un deseo propio, directa e inmediata de la misma. En cuanto a los deseos y
esfuerzos, que pueden estar en contra de los ejercicios de un fuerte hábito, en relación con la cual los hombres se puede decir que sea
incapaz de evitar esos ejercicios, que son los deseos remotos y esfuerzos en dos aspectos. En primer lugar, en cuanto al tiempo; nunca
están presentes en contra voliciones, sino sólo contra las voliciones de tal naturaleza, cuando se ve a distancia. En segundo lugar, en
cuanto a su naturaleza; estos deseos opuestos no son directamente y correctamente contra el hábito y la inclinación en sí, o las
voliciones en la que se ejerce; de éstos, en sí mismos considerados, son agradables, pero en contra de algo más que les asiste o es su
consecuencia; la oposición de la mente se nivela totalmente en contra de esto; las propias voliciones no están en absoluto directamente
opuestos, y por su propio bien; pero sólo indirectamente y de forma remota, en la cuenta de algo extraño.

III. A pesar de la oposición de la propia voluntad, o la misma falta de voluntad de una cosa ordenado, implica una imposibilidad moral de esa cosa;

sin embargo, si es, como ya se ha demostrado, que el ser de un buen estado o acto de voluntad, es una cosa más adecuada requerida por el
Comando; a continuación, en algunos casos, un estado o un acto de voluntad pueden ser requeridos correctamente, que en la actualidad no es, y

que también puede faltar después de que se le ordena. Y por lo tanto esas cosas adecuadamente pueden ser mandado, para que los hombres
tienen una incapacidad moral.

Tal estado o acto de la voluntad, pueden ser requeridos por el Comando, como ya no existe. Por si esa voluntad sólo podrá
ser designado para que sea, que ya está, no puede haber uso de precepto: Comandos en todos los casos sería perfectamente
inútil e impertinente. Y no sólo puede tales Se requerirá, como es querer antes de que el comando se da, sino también como
posiblemente puede querer

103
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

después; tales como la exposición del Comando puede no ser eficaz para producir o excitar. De lo contrario, no hay tal cosa como la
desobediencia a un mandato adecuado y que le corresponde es posible en cualquier caso; y no hay ningún caso posible, en el que no puede
haber una desobediencia defectuoso. Arminianos que no se puede afirmar, de forma coherente con su principio, porque esto hace que la
obediencia a los comandos justo y apropiado siempre es necesario, y la desobediencia imposible. Y por lo que el arminiano derrocaría a sí
mismo, produciendo el mismo punto que estamos en, por lo que niega enérgicamente, a saber. que la Ley y el Comando son consistentes
con las necesidades.

Si simplemente que Incapacidad excusará la desobediencia, que está implícita en la oposición o defecto de inclinación que
permanece después de que el comando se exhibe, entonces la maldad que siempre lleva en él, que lo excusa. Por lo mucho
que la mayor maldad que hay en el corazón del hombre, por tanto es su inclinación al mal más fuerte, y por tanto más, por lo
tanto, tiene que de la incapacidad moral para el bien requerido. Su incapacidad moral que consiste en la fuerza de su
inclinación al mal, es la misma cosa que su maldad consiste; y, sin embargo, de acuerdo con los principios arminianas, debe
ser algo inconsistente con la maldad; y por cuanto más se tiene de ella, por tanto es la que más lejos de la maldad.

Por lo tanto, en su conjunto, es evidente, que la incapacidad moral solo (que consiste en la falta de inclinación) no hace ninguna cosa
incorrectamente el objeto del precepto o Comando, y nunca puede dispensar a cualquier persona en la desobediencia o falta de
conformidad a un comando.

La incapacidad natural, que surge de la falta de capacidad natural, o un obstáculo externo, (que es lo único que se llama correctamente
Incapacidad,) y sin duda wholly excusas, o hace una cosa indebidamente la cuestión de Comando. Si los hombres están excusados ​de
hacer o actuar de ningún bien, se supone que ser ordenado, tiene que ser a través de algún defecto o un obstáculo que no está en el
propio Will, pero ya sea en la capacidad de entendimiento, o el cuerpo, o hacia fuera circumstances.- Aquí dos o tres cosas pueden ser
observadas,
1. En cuanto a los actos espirituales, o cualquier cosa buena en el estado o inminentes actos de la propia voluntad, o de los afectos, (que sólo son
ciertos modos de ejercicio de la voluntad,) si las personas son justificadas con justicia, que debe ser por falta de capacidad en la facultad natural
de la comprensión. Por lo tanto los mismos deberes espirituales, o afectos sagrados y ejercicios de corazón, no puede exigirse de los hombres,

que sean de los ángeles; la capacidad de entendimiento de ser tan inferiores. Así que los hombres no pueden ser obligados a amar a esas

personas amables, a los que no han tenido oportunidad de ver, ni oír, o saber de ninguna manera aceptable para el estado natural y la capacidad
de la comprensión humana. Pero la insuficiencia de motivos no excusará; a no ser que su ser insuficiente, no surge del estado moral de la

voluntad o la inclinación en sí, sino del estado de la comprensión natural. La gran bondad y generosidad de otro pueden ser un motivo suficiente

para excitar la gratitud en la persona que recibe la bondad, a través de su temperamento vil e ingrato: en este caso, la insuficiencia de la
motivación surge del estado de la voluntad o la inclinación del corazón , y no en absoluto excusa. Pero si esta generosidad no es suficiente para

excitar la gratitud, siendo desconocida, ya que no hay medio de información adecuada para el estado y la medida de las facultades de la persona,
esta insuficiencia es atendido con una incapacidad natural, que lo excusa por completo. y no lo hace en absoluto excusa. Pero si esta generosidad

no es suficiente para excitar la gratitud, siendo desconocida, ya que no hay medio de información adecuada para el estado y la medida de las

facultades de la persona, esta insuficiencia es atendido con una incapacidad natural, que lo excusa por completo. y no lo hace en absoluto excusa.

Pero si esta generosidad no es suficiente para excitar la gratitud, siendo desconocida, ya que no hay medio de información adecuada para el
estado y la medida de las facultades de la persona, esta insuficiencia es atendido con una incapacidad natural, que lo excusa por completo.

2. En cuanto a este tipo de movimientos de cuerpo, o ejercicios y alteraciones de la mente, que no consistan en los actos inminentes o
estado de la propia voluntad -, pero se supone que se requiere que los efectos de la voluntad, en los casos en donde no hay falta de una
capacidad de entender que la incapacidad, y que sólo, excusas,

104
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

que consiste en la falta de conexión entre ellos y la voluntad. Si la voluntad cumple totalmente, y el efecto propuesto no prueba, de
acuerdo con las leyes de la naturaleza, para ser conectado con su voluntad, el hombre está perfectamente excusado; él tiene una
incapacidad natural para el que se requiere. Para el propio Will, como se ha observado, es todo lo que puede ser directa e inmediatamente
requerido por el Comando; y otras cosas sólo de manera indirecta, ya que conecta con la Voluntad. Si, por lo tanto, haya un pleno
cumplimiento de la voluntad, la persona ha cumplido con su deber; y si otras cosas no demuestran estar conectado con su volición, es
decir no es penalmente a causa de él.

3. Ambos tipos de Incapacidad naturales, y todo Incapacidad que excusa, se pueden resolver en una cosa; a saber, falta de
capacidad natural o la fuerza; ya sea la capacidad de comprensión, o la fuerza externa. Para cuando existen defectos en el
exterior y los obstáculos, no serían obstáculos, si no fuera por la imperfección y las limitaciones de la comprensión y fuerza.

Corolario. Si las cosas para las que los hombres tienen una incapacidad moral pueden ser adecuadamente la cuestión de precepto o Comando,
entonces pueden también de invitación y consejo. Los comandos y las invitaciones vienen en gran medida a la misma cosa; la diferencia es sólo
circunstancial: Los comandos son tanto una manifestación de la voluntad del que habla, como invitaciones, y tanto testimonios de expectativa de

cumplimiento. La diferencia entre ellos radica en nada de lo que toca el asunto en la mano. La principal diferencia entre el comando y la invitación
consiste en la ejecución de la voluntad del que manda o invitaciones. En este último es su bondad, la bondad de la que surge su voluntad: en el
primero es su autoridad. Pero cualquiera que sea el suelo de la voluntad en él que habla, o la aplicación de lo que dice, sin embargo, al ver que ni

su voluntad, ni su expectativa, es más testificó en un caso que el otro; Por lo tanto, una persona que está siendo dirigida por invitación, no existe
una evidencia de la falta de sinceridad en él que dirige - en la manifestación sea un testamento o de una expectativa que no tiene - que una

persona que está siendo conocido por ser moralmente incapaz de hacer lo que es dirigida por el comando es una evidencia de la falta de
sinceridad. De modo que todo este gran objeción de arminianos contra la incapacidad de los hombres caídos para ejercer la fe en Cristo, o para
realizar otras tareas espirituales, desde la sinceridad de los consejos y las invitaciones de Dios, debe ser sin fuerza. ya no es una evidencia de la

falta de sinceridad en él que dirige - ya sea en la manifestación de un testamento o de una expectativa que no tiene - que una persona que está
siendo conocido por ser moralmente incapaz de hacer lo que es dirigida por el comando es una evidencia de la falta de sinceridad. De modo que

todo este gran objeción de arminianos contra la incapacidad de los hombres caídos para ejercer la fe en Cristo, o para realizar otras tareas
espirituales, desde la sinceridad de los consejos y las invitaciones de Dios, debe ser sin fuerza. ya no es una evidencia de la falta de sinceridad en él que dirige - ya sea e

Sección V.

Que la sinceridad de los deseos y esfuerzos, los cuales, se supone que excusa en el incumplimiento de las cosas de
sí bueno, sobre todo en cuenta.

Es mucho insistió en por muchos, de que algunos hombres, a pesar de que no son capaces de realizar tareas espirituales, tales como el
arrepentimiento del pecado, el amor a Dios, un cordial aceptación de Cristo como expuesto y ofrecido en el Evangelio, & c. sin embargo,
puede desear sinceramente y tratar después de estas cosas; y por lo tanto debe ser dispensado; que sea razonable culpar por la omisión
de esas cosas, que sinceramente desean y se esfuerzan por hacer, pero no puede. Con respecto a este asunto, se pueden observar las
siguientes cosas.

105
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

1. Lo que aquí se supone, es un gran error, y el absurdo bruto; incluso que los hombres pueden elegir sinceridad y el deseo de los
deberes espirituales de amor, aceptación, elección, rechazo, etc.. que consiste en el ejercicio de la misma, o en la disposición y la
inclinación del corazón Will; y sin embargo, no es capaz de desempeñar o ejercer ellos. Esto es absurdo, porque es absurdo suponer que
un hombre directamente, adecuadamente, y sinceramente inclinar a tener una inclinación, que al mismo tiempo es contrario a su
inclinación porque esto es lo que le suponga no ser inclinado a la que se se inclina a. Si un hombre, en el estado y los actos de su
voluntad e inclinación, cae en forma adecuada y directamente con esas funciones, que las lleva a cabo en el mismo: para las tareas a sí
mismos consisten en esa misma cosa; que consisten en el estado y actos de la siendo así formados y dirigidos. Si el alma cae en forma
adecuada y sinceramente con un determinado proyecto de acto de la voluntad o de la elección, el alma en ella hace que la elección de su
propio. A pesar de que cuando un cuerpo en movimiento cae en una dirección propuesta de su movimiento, que es la misma cosa que se
mueva en esa dirección.

2. Lo que se llama un deseo y la voluntad de los deberes hacia el interior, de tal no realizan ellos, tiene el respeto a estos
derechos sólo indirectamente y de forma remota, y está incorrectamente llamado; no sólo debido a que (como se observó
antes) respeta esas buenas voliciones sólo en una vista lejana, y con respecto al tiempo futuro; sino también porque cada vez
más, no estas cosas mismas, sino otra cosa que es extraña, es el objeto que termina estas voluntades y deseos.

Un borracho, que continúa en su embriaguez, estar bajo el poder de un violento apetito para las bebidas fuertes, y sin ningún amor a la virtud; pero

siendo también muy codiciosa y cercano, y muy ejercitado y entristecido por la disminución de su patrimonio, y la perspectiva de la pobreza, en

una especie puede desear la virtud de la templanza; y aunque su voluntad presente es para satisfacer su extravagante apetito, sin embargo,

puede desear que tenía un corazón para abstenerse de futuros actos de intemperancia, y abandonar sus excesos, a través de una falta de

voluntad para separarse de su dinero: pero aún así él sigue con su embriaguez; sus deseos y esfuerzos son insuficientes e ineficaces: un hombre

así no tiene, Libre disposición adecuada, directa sincera de abandonar este vicio, y los actos viciosos que pertenecen a la misma; porque actúa de

forma voluntaria en la continuación de beber en exceso: Su deseo es muy impropiamente llamado una disposición a ser moderado; no es

verdadero deseo de que la virtud; porque no es que la virtud, que termina sus deseos; ni tienen ninguna relación directa en absoluto a ella. Es sólo

el ahorro de su dinero, o el evitar la pobreza, que termina y agota toda la fuerza de su deseo. La virtud de la templanza es considerado sólo es

muy indirectamente y de forma inadecuada, incluso como un medio necesario para gratificar el vicio de la avaricia. Por lo tanto, un hombre de un

corazón perverso y malvado, que no tiene amor a Dios y de Jesucristo, sino que, por el contrario, siendo muy profana y la carne inclinado, tiene el

mayor disgusto de las cosas de la religión, y la enemistad en contra de ellos; aún siendo de una familia, que, de una generación a otra, tienen la

mayor parte de ellos murieron, en la juventud, de un consumo hereditaria; y así tener poca esperanza de vida larga; y habiendo sido instruido en la

necesidad de un amor supremo a Cristo, y la latitud de su muerte y sufrimientos, con el fin de su salvación eterna de la miseria; Si en estas

circunstancias debería, por el temor de los tormentos eternos, deseo que tenía tal disposición; pero su corazón profano y carnal restante, sigue

todavía en su disgusto habitual; y la enemistad con Dios y la religión, y totalmente sin ningún ejercicio de ese amor y gratitud, (como, sin duda, el

mismos demonios, a pesar de todo el diabólico de su temperamento, desearía para un corazón santo, si por ello significa que podrían salir de :)

demonios en este caso, no hay una voluntad sincera de amar a Cristo y seleccione y latitud de su muerte y sufrimientos, con el fin de su salvación

eterna de la miseria; Si en estas circunstancias debería, por el temor de los tormentos eternos, deseo que tenía tal disposición; pero su corazón

profano y carnal restante, sigue todavía en su disgusto habitual; y la enemistad con Dios y la religión, y totalmente sin ningún ejercicio de ese amor

y gratitud, (como, sin duda, el mismos demonios, a pesar de todo el diabólico de su temperamento, desearía para un corazón santo, si por ello

significa que podrían salir de :) demonios en este caso, no hay una voluntad sincera de amar a Cristo y seleccione y latitud de su muerte y

sufrimientos, con el fin de su salvación eterna de la miseria; Si en estas circunstancias debería, por el temor de los tormentos eternos, deseo que

tenía tal disposición; pero su corazón profano y carnal restante, sigue todavía en su disgusto habitual; y la enemistad con Dios y la religión, y totalmente sin ningún ejercic

106
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

él como su principal bien: estas disposiciones sagrados y ejercicios no son en absoluto el objeto directo de la voluntad: que realmente no
comparten parte de la inclinación o deseo del alma; pero todo se termina en la liberación del tormento: y estas gracias y voliciones
piadosas, a pesar de este consentimiento forzado, son considerados como indeseables en sí mismos; como cuando un enfermo desea una
dosis aborrece en gran medida, con el fin de salvar su vida. A partir de estas cosas que aparece:

3. Que esta Disposición indirecta no es que el ejercicio de la voluntad que el comando requiere; pero es totalmente una diferente;
siendo una volición de una naturaleza diferente, y terminado por completo en diferentes objetos; en su totalidad por debajo de las que la
virtud de la voluntad, a la que el comando tiene sentido,
4. Esta otra voluntad, que sólo tiene una cierta preocupación indirecto con el deber requerido, no puede ser excusa para la
falta de que la buena voluntad misma, la cual se ordenó; no siendo lo que responde y cumple la orden, y ser totalmente
privados de la virtud que busca el comando. Además de ilustrar esta cuestión: Si un niño tiene un padre más excelente
que siempre lo ha tratado con bondad paternal y ternura, y tiene todos los sentidos, en el más alto grado, merece su amor
y respecto obediente, y es Con todo muy rico; pero el hijo es de una disposición tan vil, que inveterada aborrece a su
padre; y, sin embargo, que aprehender su odio a él es como para demostrar su ruina, trayendo lo último a esas
circunstancias abyectas, que son muy adversa a su avaricia y la ambición; que, por lo tanto, desea fuera de otra manera:
pero aún queda bajo el poder invencible de su carácter vil y maligno, que continúa todavía en su odio asentado de su
padre. Ahora bien, si la disposición indirecta de tal hijo a amar y honrar a su padre, en todos los absuelve o excusas ante
Dios, por su fracaso de ejercer efectivamente estas disposiciones hacia él, que Dios requiere, debe estar en una de estas
cuentas. (1) Ya sea, que responde y cumple la orden. Pero esto no es así por la suposición; porque lo ordenado es el
amor y el honor de su padre digno. Si el comando sea correcto y justo, como se supone, a continuación, se obliga a lo
mandado; y así nada más, pero que puede responder a la obligación. O, (2) Debe ser por lo menos, porque no es que la
virtud o bondad en su disposición indirecta, que es equivalente a la virtud requerida; y así saldos o countervails de TI, y lo
compensa la falta de ella. Pero eso también es contrario a la suposición. La disposición hijo tiene más que de una relación
con el dinero y el honor, no tiene bondad en él, para contrarrestar la falta del respeto filial pía requerido.

La sinceridad y la realidad, en la que la disposición indirecta, que se ha hablado, no lo hace mejor. Lo que es real y
abundante a menudo se llama sincera; Ya sea en virtud o el vicio. Algunas personas son sinceramente mal; otros son
sinceramente buena; y otros pueden ser sincero y caluroso en las cosas, que son en su propia naturaleza indiferente; como
un hombre puede estar sinceramente deseosos de comer cuando tiene hambre. Pero siendo sinceros, abundante y de
buena serio, no es una virtud, a menos que sea en una cosa que es virtuoso. Un hombre puede ser sincero y caluroso en
formar parte de una tripulación de piratas, o una banda de ladrones. Cuando los demonios clamaron, y rogaron a Cristo no
atormentarlos, no fue una mera pretensión; que eran muy abundantes en sus deseos de no ser atormentado: pero esto no
hacen su voluntad o deseo virtuoso. Y si los hombres tienen deseos sinceros,

Y como la sinceridad de un hombre en un deseo o voluntad de cumplir con su deber, como se ha mencionado, no puede ser excusa para
la falta de realización de forma indirecta, tales; por lo que es con los esfuerzos que surge de una voluntad tal. Los esfuerzos no pueden
tener más bondad en ellos, que la voluntad de los cuales se

107
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

son el efecto y expresión. Y, por lo tanto, sin embargo sincero y real, y por grande que los esfuerzos de una
persona son; sí, a pesar de que debería ser al máximo de su capacidad; a menos que la voluntad de la que
proceden ser realmente bueno y virtuoso, que pueden ser inútiles o peso alguno en el aspecto moral. Lo que no es
verdaderamente virtuoso es, a los ojos de Dios, no sirve para nada, y así puede ser de ningún valor, o influencia, en
su cuenta, para compensar cualquier defecto moral. Pues nada puede contrarrestar el mal, pero bueno. Si el mal
estar en una escala, y nos puso una gran cantidad en el otro de los deseos sinceros y serios, y muchas y grandes
esfuerzos; sin embargo, si no hay bondad real en todo, no hay peso en ella; y por lo que no hace nada para
equilibrar el peso real, que está en la escala opuesta.

De hecho tales esfuerzos pueden tener una influencia negativa buena. Esas cosas, que no tienen virtud positiva, no tienen
ninguna influencia moral positiva; sin embargo, pueden ser ocasión de las personas evitando algunos males positivos. Como si un
hombre fuera en el agua con un vecino a la que tuvo la mala voluntad, y que no sabía nadar, sosteniéndolo por su mano; este
vecino estaba en deuda con él, - el hombre es tentado a dejar que se hunden y ahogan - pero se niega a cumplir con la tentación;
no por amor a su vecino, apuesta desde el amor al dinero, y debido a su ahogamiento se debe perder su deuda; lo que lo hace en
la preservación de su vecino por ahogamiento, no es nada bueno a los ojos de Dios: sin embargo, este medio se evita la culpa
mayor que se hubieran contraído, si él había dejado intencionadamente su disipador vecino y perecerán. Pero cuando
arminianos, en sus disputas con los calvinistas, insistir tanto en sinceros deseos y esfuerzos, como lo que se debe excusar los
hombres, debe ser aceptado por Dios, & c. Es manifiesto que tienen respecto a un cierto peso moral positiva o influencia de esos
deseos y esfuerzos. Aceptar, justificar, excusar o en la cuenta de los esfuerzos sinceros, (como se les llama,) y los hombres
hacen lo que pueden, & c. tiene relación con algún valor moral, algo que es acepta como buena, y como tal, compensatorias
algún defecto.

Pero hay una gran desconocida y el engaño, que surge de la ambigüedad de la frase, sinceros esfuerzos. De hecho hay una gran
imprecisión y unfixedness en la mayoría, o al menos muy muchos de los términos utilizados para expresar las cosas que
pertenecen a los problemas morales y espirituales. de donde surgen innumerables errores, prejuicios fuertes, inextricable
confusión, y un sin fin controversy.- La palabra sincera es más comúnmente utilizado para significar algo que es bueno: los
hombres están habituados a entender por él mismo como honesto y recto; los términos que excita una idea de algo bueno en el
sentido más estricto y más alto; bueno a los ojos de él, que ve no sólo la apariencia exterior, pero el corazón. Y, por lo tanto, los
hombres piensan que si una persona sea sincera, que ciertamente será aceptada. Si se dice que cualquiera es sincero en sus
esfuerzos, esto sugiere, que su corazón es bueno, que no hay ningún defecto del deber, en cuanto a inclinación virtuoso; que con
honestidad y rectitud desea y se esfuerza por hacer lo que se requiere; y esto les lleva a suponer, que sería muy difícil y poco
razonable para castigarlo, sólo porque él no tiene éxito en sus esfuerzos, lo tratado después de estar más allá de su power.-
Considerando que debe observarse, que la palabra sincera tiene estos diferentes significados.

1. La sinceridad, como la palabra se utiliza a veces, significa que no hay más que la realidad de la voluntad y el Endeavour, con respecto
a cualquier cosa que se profesa o fingía; sin ninguna consideración de la naturaleza del principio o fin, de donde esta voluntad real y
surge cierto esfuerzo. Si un hombre tiene un deseo real, ya sea directa o indirecta para obtener una cosa, o realmente se esfuerzan
después de que, se dice sinceramente

108
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

deseo o esfuerzo, sin ninguna consideración de la bondad del principio de la que actúa, o cualquier excelencia o dignidad
del fin para el que actúa. Así, un hombre que es amable a la mujer de su vecino, que está enfermo y languidez, y muy útil
en su caso, hace una demostración de desear y procurar su restauración de la salud y el vigor; y no sólo hace un
espectáculo, pero hay una realidad en su pretensión, él no desear de todo corazón y sinceramente tener su salud
restaurada, y utiliza sus esfuerzos verdaderos y máximos para ello: se dice sinceramente desear y procurar después de
ella, porque lo hace de verdad o realmente; aunque tal vez el principio que actúa desde, no es otro que una pasión vil y
escandalosa; haber vivido en adulterio con ella, sinceramente desea tener su salud y vigor restaurados, para que vuelva a
sus placeres criminales.

2. La sinceridad se entiende, no sólo una realidad de la voluntad y el esfuerzo de algún tipo, ya partir de cierta consideración u
otro, sino una sinceridad virtuoso. Es decir, que en la realización de esos actos particulares, que son la materia de la virtud o
el deber, que hay no sólo la materia, sino la forma y la esencia de la virtud, que consiste en el objetivo que rige el acto, y el
principio ejercido en eso. No es sólo la realidad del acto, es decir como si fuera el cuerpo del deber; sino también el alma, que
debe pertenecer adecuadamente a ese órgano. En este sentido, se dice que un hombre para ser sincero, cuando actúa con
una intención pura; no desde puntos de vista siniestros: no sólo en los deseos de realidad y busca lo que hay que hacer, o
calificación que se obtiene, por un fin u otro; pero él quiere la cosa directa y adecuadamente, ya que ni forzada ni sobornado;

En el primer sentido, un hombre se dice que es sincero, en oposición a una mera pretensión, y el espectáculo de la cosa en
particular que hacer o exhibido, sin ningún deseo real o siempre lo posible. En este último sentido, se dice que un hombre para ser
sinceros, en oposición a esa demostración de la virtud no está en simplemente haciendo la cuestión de deber, sin la realidad de la
virtud en el alma. Un hombre puede ser sincero en el primer sentido, y sin embargo, en este último sea a los ojos de Dios, que
busca en el corazón, un hipócrita vil. En este último tipo de sinceridad, solamente, ¿habrá algo verdaderamente valioso o aceptable
a los ojos de Dios. Y esto es lo que en la Escritura se llama sinceridad, honestidad, integridad, “la verdad en lo íntimo” y “herederos
de un corazón perfecto.” Y si hay una sinceridad tal y tal grado de que ya debería haber , y hay alguna cosa más que el hombre no
es capaz de realizar o que no demuestra estar conectados con sus sinceros deseos y esfuerzos, el hombre está completamente
excusado y absolvió a los ojos de Dios; su voluntad ciertamente se acepta para su escritura: y una voluntad y esfuerzo sincero como
es todo lo que en el que se requiere de él, por cualquier comando de Dios, pero en cuanto a la otra clase de sinceridad de los
deseos y esfuerzos, al no tener virtud en rigor que, (como se observó antes,) puede ser en vano delante de Dios, en cualquier caso,
recomendar, satisfacer, o excusa, y no tiene peso moral positiva o influencia alguna.

Corolario. 1. Por lo tanto se puede inferir, que nada en la razón y la naturaleza de las cosas desprende de la consideración de cualquier
peso moral en la antigua clase de sinceridad, que nos lleva a suponer que Dios ha hecho ninguna promesa positivos de la salvación, o la
gracia, o cualquier tipo de asistencia ahorro, o cualquier beneficio espiritual que sea, a cualquier deseo, oraciones, se esfuerza, esfuerzo,
o la obediencia de los que hasta ahora, que no tienen la virtud verdadera o la santidad en sus corazones; aunque debemos suponer que
toda la sinceridad y el máximo grado de Endeavour, es posible estar en persona sin santidad.

109
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

Algunos objetan contra Dios requiere, como condición para la salvación, esos santos ejercicios, que son el resultado de una
renovación sobrenatural; tales como el respeto supremo a Cristo, el amor a Dios, la santidad de amor por su propio bien, y c. que
estas disposiciones internas y ejercicios están por encima de poder de los hombres, ya que son por naturaleza; y por lo tanto que
podemos concluir, que cuando los hombres son llevados para ser sinceros en sus esfuerzos, y hacer lo mejor que puedan, que son
aceptados; y que esto debe ser todo lo que Dios requiere, con el fin de su ser recibido como los objetos de su favor, y debe ser lo que
Dios ha designado como la condición de la salvación. Con respecto a esto, he de señalar, que en tal manera de hablar como “los
hombres están aceptando porque son sinceros, y hacer lo mejor que puedan,” evidentemente hay una suposición de alguna virtud, un
cierto grado de lo que es verdaderamente bueno; aunque no va tan lejos como era de desear. Porque si los hombres hacen lo que
pueden, a menos que su hacerlo, ser de algún buen principio, disposición o ejercicio de corazón, cierta inclinación virtuoso o un acto
de la voluntad; por lo que su haciendo lo que pueden, es en algún aspecto ni un ápice mejor que si no hicieron nada en absoluto. En
tal caso, no hay bondad moral más positivo en un hombre que hace lo que puede, que en un molino de viento haciendo lo que puede;
porque la acción no hace más procede de la virtud: y no hay nada en tal sinceridad del Endeavour, o haciendo lo que podemos, que
deberíamos hacerla más una recomendación ajuste a favor positiva y la aceptación, o la condición de cualquier premio o beneficio
real , que no hacer nada; por tanto el uno como el otro son nada igual, como a cualquier cierto peso moral o valor.

Corolario. 2. De aquí también se deduce, no hay nada que aparece en la razón y la naturaleza de las cosas, lo que justamente nos puede
llevar a determinar, que Dios sin duda le dará los medios necesarios para la salvación, o de alguna manera u otra otorgar verdadera
santidad y la vida eterna en esos paganos, que son sinceros (en el sentido anteriormente explicado) en sus esfuerzos para averiguar la
voluntad de la Deidad, y para complacerlo, de acuerdo con su luz, para que puedan escapar de su futuro descontento y la ira, y obtener la
felicidad en el estado futuro, a través de su favor

Sección VI.

Libertad de la indiferencia, no sólo no es necesario para la virtud, pero completamente inconsistente con ella; y todo, ya sea virtuoso

o hábitos o inclinaciones viciosas, inconsistentes con las nociones de libertad y arminianas Agencia moral.

Suponer una libertad de la voluntad, tales como arminianos hablar de, sea necesaria para la virtud y el vicio, es muchas maneras contrarias al
sentido común.

Si Indiferencia pertenecer a la libertad de la voluntad, como arminianos suponen, y que sea esencial para una acción virtuosa,
que se realiza en un estado de libertad, ya que también suponen; se sigue, que es esencial para una acción virtuosa, que se
realiza en un estado de indiferencia: y si se realiza en un estado de indiferencia, entonces, sin duda, que debe realizarse en el
momento de la indiferencia. Y por lo que se sigue que el fin de la virtud de un acto, el corazón debe ser indiferente en el
momento de la realización de ese acto y el más indiferente y frío el corazón está en relación con el acto realizado, tanto mejor ;
porque el acto se lleva a cabo con tanto mayor es la libertad. ¿Pero esto es agradable a la vista de la naturaleza? ¿Es aceptable
para las nociones que la humanidad en todas las épocas tienen

110
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

de la virtud, que se encuentra en lo que es contrario a la indiferencia, incluso en la tendencia e inclinación del corazón a la acción
virtuosa; y que cuanto más fuerte la inclinación, por lo que el más alejado de la indiferencia, el más virtuoso el corazón, y tanto más
meritorio el acto que procede de él? Si debemos suponer (al contrario de lo que se ha demostrado antes) de que puede haber un acto
de voluntad en un estado de indiferencia; por ejemplo, este acto, a saber. La voluntad determinante para ponerse fuera de un estado
de indiferencia, y para dar una preponderation sí de una manera; a continuación, se seguiría, en principios arminianas, que este acto o
determinación de la voluntad es que solo el que la virtud consiste, porque esto sólo se lleva a cabo, mientras la mente permanece en
un estado de indiferencia, y así en un estado de libertad: para cuando una vez que la mente se pone fuera de su equilibrio, que ya no
está en un estado tal es; y por lo tanto todos los actos, que siguen después, partiendo de sesgo, pueden tener la naturaleza ni de la
virtud ni vice. O si la cosa que puede hacer la voluntad, mientras que todavía en un estado de indiferencia, y por lo tanto de la libertad,
ya sea sólo para suspender la actuación, y determinar a tomar el asunto en consideración; a continuación, esta determinación es que
solo el que virtud consiste, y no proceder a la acción después de la escala es girada por consideración. Por lo que seguirá, a partir de
estos principios, que todo lo que se hace después de la mente, por cualquier medio, es una vez fuera de su equilibrio, y surge de una
inclinación, no tiene nada de la naturaleza de la virtud o el vicio, y es digno de ninguno culpa o elogio. Pero, ¿cómo es claramente
contrario a esto el sentido universal de la humanidad, y con la noción que tienen de acciones virtuosas sinceramente! Que es, que
proceden de un corazón bien dispuesto y bien inclinado; y cuanto más fuerte, más fijo y determinado, la buena disposición del corazón,
mayor es la sinceridad de la virtud, y por lo tanto más de su verdad y de la realidad. Pero si hay cualquier acto, que se realizan en un
estado de equilibrio, o la primavera inmediatamente de perfecta indiferencia y la frialdad de corazón, que no puede surgir de cualquier
buen principio o disposición en el corazón; y, en consecuencia, de acuerdo con el sentido común, no tienen bondad sincera en ellos,
que no tiene la virtud de corazón en ellos. Para tener un corazón virtuoso, es tener un corazón que favorece la virtud, y es amigable
con él, y no uno perfectamente frío e indiferente al respecto. Y, además, las acciones que se realizan en un estado de indiferencia, o
que surgen inmediatamente fuera de un estado tal, no puede ser virtuoso, porque, por la suposición, que no están determinadas por
cualquier elección anterior. Porque si no anterior elección, entonces la opción interviene entre el acto y el estado de indiferencia; lo
cual es contrario a la suposición del acto que surge inmediatamente de la indiferencia. Pero aquellos actos que no están determinadas
por la elección anterior, no pueden ser virtuoso o vicioso, por principios arminianas, porque no están determinados por la voluntad. De
modo que ni una forma, ni lo otro, pueden ser cualesquiera acciones virtuosos o viciosos, de acuerdo con esos principios. Si la acción
se determinará por un acto anterior de elección, que no puede ser virtuoso; porque la acción no se realiza en un estado de indiferencia,
ni surge inmediatamente de tal estado; y por eso no se hace en un estado de libertad, Si la acción no se puede determinar por un acto
anterior de elección, entonces no puede ser virtuoso; porque entonces la voluntad no es auto-determinado en el mismo. Así que está
hecho cierto, que ni virtud ni vice que se puede encontrar en cualquier lugar en el universo!

Por otra parte, que es necesario para una acción virtuoso que realizarse en un estado de indiferencia, bajo una noción de que el ser
un estado de libertad, es contrario al sentido común; ya que es un dictado del sentido común, que la indiferencia en sí, en muchos
casos, es vicioso, y por lo tanto en un alto grado. Como si cuando veo a mi vecino o un amigo cercano, y que tiene en el más alto
grado merecido de mí, en la angustia extrema, y ​por perecer, encuentro una indiferencia en mi corazón con respecto a cualquier
cosa

111
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

propuesto por hacer, que puedo hacer fácilmente, para su alivio. Así que si hay que me propuso en blasfemias contra Dios,
o matar a mi padre, o hacer innumerables otras cosas, que podrían ser mencionados; la indiferencia, por un momento, sería
muy viciosa y vil.

Y se puede observar, además, que a suponer esta libertad de la indiferencia es esencial para la virtud y el vicio, destruye la gran
diferencia de grados de la culpabilidad de diferentes delitos, y se lleva la atrocidad de las iniquidades más abominable, horrible; como el
adulterio, la bestialidad, el asesinato, perjurio, blasfemia, & c. Porque, de acuerdo con estos principios, no hay ningún daño en absoluto
en tener la mente en un rancio de perfecta indiferencia con respecto a estos delitos; es más, es absolutamente necesario para cualquier
virtud en evitarlos, o vice en hacerlas. Sin embargo, para que la mente esté en un estado de indiferencia con respecto a ellos, es estar
al lado de hacerlas: entonces es infinitamente cerca de la elección, y así cometer el hecho, porque el equilibrio es el siguiente paso a un
grado de preponderation ; y uno, incluso el más mínimo grado de preponderation (considerando todas las cosas) es la elección. Y no
sólo esto, sino por la voluntad de estar en un estado de equilibrio perfecto con respecto a este tipo de delitos, es para que la mente esté
en un estado tal, que sea lleno de posibilidades para elegir como para rechazarlos, para hacer como omitirlos. Y si nuestras mentes
deben estar en un estado tal, que es lo más cerca posible elegir como negarse, y en la que se debe por necesidad, de acuerdo con la
naturaleza de las cosas, ser tan propensos a cometer ellos, ya que se abstengan de ellos; ¿dónde está la atrocidad superior de la
elección y la comisión de ellos? Y si no hay daño en la frecuencia de estar en tal estado, donde en la probabilidad de hacer como la
tolerancia son exactamente iguales, existiendo un equilibrio, y no más tendencia a uno que el otro; entonces, de acuerdo a la naturaleza
y las leyes de una contingencia tal, se puede esperar, como una consecuencia inevitable de una disposición de cosas, que debemos
elegirlos con la frecuencia que rechazarlos: que debería generalmente tan caerse es necesario, ya que la igualdad en el efecto es la
consecuencia natural de la igualdad de la tendencia de la causa, o del estado antecedente de cosas de las que surge el efecto. ¿Por
qué entonces deberíamos ser tan excesivamente la culpa, si lo hace caer?

Es evidente de muchas maneras, que el esquema arminiano de la libertad es totalmente incompatible con el ser de cualquier cosas tales
como cualquiera de los hábitos o disposiciones virtuosas o viciosas. Si la libertad de indiferencia sea esencial para la agencia moral,
entonces no puede haber ninguna virtud en cualquier inclinaciones habituales del corazón; que son contrarias a la indiferencia, e implicar en
su naturaleza la misma destrucción y la exclusión de la misma. Suponen nada puede ser virtuoso en el que se ejerce ninguna libertad; pero
lo absurdo es que para hablar de ejercer Indiferencia bajo sesgo y preponderation!

Y si poder de autodeterminación en el será necesario moral Agencia, la alabanza, la culpa, & c. entonces nada hecho por la voluntad
puede ser cualquier más loable o censurable, de la medida en que la voluntad se mueve, se balanceó, y se determina por sí mismo, y
las escalas convertidos por el poder soberano de la voluntad tiene sobre sí mismo. Y por lo tanto la voluntad no debe estar fuera de
su equilibrio, preponderation no debe ser determinada y efectúa antes de mano; y así el acto de auto-determinación de lo previsto. Así
aparece de otra manera, que el sesgo habitual es incompatible con que la libertad, que arminianos supone que ser necesario virtud o
el vicio; y lo que se deduce, que el propio sesgo habitual no puede ser virtuoso o vicioso.

Lo mismo se desprende de su doctrina acerca de la necesidad de Inconsistencia con Liberty, alabanza, menosprecio, y c. Ninguno puede
negar, que el sesgo y la inclinación puede ser tan fuerte como para ser invencible, y no dejar ninguna posibilidad de determinar la
voluntad contraria a ella; y así ser atendido con la necesidad.

112
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

Esto permite que el doctor Whitby en relación con la voluntad de Dios, los ángeles y santos glorificados, con respecto a la buena; y la
voluntad de los demonios, con respecto al mal. Por lo tanto, si la necesidad sea incompatible con la libertad, a continuación, la inclinación
cuando fijo es a un grado de fuerza tal, absolutamente excluye toda virtud, Vice, alabanza, o culpa. Y, si es así, entonces los hábitos más
cercanas están a esta fuerza, más hacer que impiden la libertad, y así disminuir el elogio y la censura. Si los hábitos muy fuertes destruyen
la libertad, los menores proporcionalmente la dificultan, en función de su grado de fuerza. Y por lo tanto va a seguir, que a continuación es el
acto más virtuoso o vicioso, cuando se realiza sin ningún tipo de inclinación o sesgo habitual en absoluto; ya que se realiza a continuación
con más libertad.

Cada polarización fija prepossessing en la mente aporta un grado de incapacidad moral por el contrario; porque la medida en que
la mente está predispuesto sesgado y, por lo tanto no es obstáculo de lo contrario. Y por lo tanto si inhabilidad moral incompatible
con la agencia moral, o la naturaleza de la virtud y el vicio, entonces, la medida en que existe tal cosa como el mal de la disposición
del corazón, o depravación habitual de inclinación; La avaricia, el orgullo, la malicia, la crueldad, o cualquier otra cosa; tanto las
personas más excusables son; tanto menos tienen sus malos actos de este tipo la naturaleza del vicio. Y por el contrario,
cualquiera que sea excelentes disposiciones e inclinaciones tienen tanto que son los menos virtuoso.

Es evidente, que no disposición habitual de corazón puede estar en cualquier grado virtuoso o vicioso, o las acciones
que proceden de ellos en todo loable o censurable. Porque, aunque debemos suponer el hábito de no ser de tal
fuerza, que en su totalidad para quitarle toda la capacidad moral y poder de autodeterminación; o puede ser en parte
de sesgo, y en parte de la libre determinación; sin embargo, en este caso, todo lo que es de sesgo antecedente debe
dejarse de lado, a partir de ninguna consideración; y en la estimación del grado de virtud o el vicio, no más debe
considerarse que lo que surge del poder de autodeterminación, sin ninguna influencia de ese sesgo, porque la libertad
se ejerza en no más: para que todo lo que es el ejercicio de inclinación habitual es tirado, como no perteneciente a la
moralidad de la acción. Por lo que parece, que ningún ejercicio de estos hábitos,

Aquí si alguien debe decir, que a pesar de todas estas cosas, puede ser la naturaleza de la virtud y el vicio en los hábitos de la mente; porque

estos hábitos pueden ser los efectos de esos actos, en el que la mente ejerce la libertad; que, por las razones antes mencionadas se prueban que

no hay hábitos, que son naturales, o que nacen o se crean con nosotros, puede ser virtuoso o vicioso; sin embargo, no van a probar esto de

hábitos, que han sido adquiridos y establecidos por los actos libres repetidos. Para un objetor tales quiero decir, que esta evasión no tendrá por

ayudar a la materia. En efecto, si la libertad de será esencial a la naturaleza misma de la virtud y el vicio, entonces no hay virtud o el vicio, pero

sólo en esa misma cosa, en esta libertad se ejerce. Si un hombre en una o más cosas, lo que hace, ejerce la libertad, y luego por esos actos se

pone en tales circunstancias, que su libertad cesa, y no sigue una larga serie de actos o eventos que suceden necesariamente; esos actos no son

consecuentes virtuoso o vicioso, recompensable o castigado; pero sólo los actos libres que establecían esa necesidad; porque en ellas solo era el

hombre libre. Los siguientes efectos, que son necesarios, no tienen más de la naturaleza de la virtud o el vicio, de salud o enfermedad del cuerpo

tienen adecuadamente la naturaleza de la virtud o el vicio, siendo los efectos de un curso de actos libres de la templanza o la intemperancia; o de

las buenas cualidades de un reloj son de la naturaleza de la virtud, que son los efectos de los actos libres de la recompensable o castigado; pero

sólo los actos libres que establecían esa necesidad; porque en ellas solo era el hombre libre. Los siguientes efectos, que son necesarios, no tienen

más de la naturaleza de la virtud o el vicio, de salud o enfermedad del cuerpo tienen adecuadamente la naturaleza de la virtud o el vicio, siendo los

efectos de un curso de actos libres de la templanza o la intemperancia; o de las buenas cualidades de un reloj son de la naturaleza de la virtud,

que son los efectos de los actos libres de la recompensable o castigado; pero sólo los actos libres que establecían esa necesidad; porque en ellas solo era el hombre libr

113
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

artífice; o la bondad y la dulzura de los frutos de un jardín son virtudes morales, siendo los efectos de los actos libres y fieles del jardinero. Si la

libertad sea absolutamente necesaria para la moralidad de las acciones, y la necesidad totalmente incompatible con ella, como arminianos insisten

en gran medida; entonces no hay efectos necesarios en absoluto, dejar que la causa sea nunca tan bueno o malo, puede ser virtuoso o vicioso;

pero la virtud o el vicio debe ser sólo en la causa libre. Agradablemente a esto, el Dr. Whitby supone, la necesidad de que asiste a los hábitos

buenos y malos de los santos en el cielo, y condenados en el infierno, que son la consecuencia de sus actos libres en su estado de libertad

condicional, no son recompensable o castigado. En general, parece, que si las nociones de arminianos relativos a la libertad y la agencia moral ser

verdad, va a seguir, que no hay virtud en cualquiera de estos hábitos o cualidades como la humildad, la mansedumbre, la paciencia, la piedad, la

gratitud, la generosidad, de espíritu celestial; nada en absoluto digno de elogio en el amor de Cristo por encima de padre y madre, esposa e hijos,

o nuestra propia vida; o de placer en la santidad, hambre y sed de la justicia, el amor a los enemigos, la benevolencia universal a la humanidad, y,

por otro lado, no hay nada en absoluto vicioso, o digno de menosprecio, en la más sórdida, bestial, maligno, diabólico plan; en ser desagradecida,

profano, habitualmente odiar a Dios, y las cosas sagradas y santas; o en ser más traicionero, envidioso y cruel hacia los hombres. Por todas estas

cosas son disposiciones e inclinaciones del corazón. Y, en definitiva, no hay tal cosa como una cualidad virtuoso o vicioso de la mente; hay tal

cosa como virtud inherente y la santidad, o el vicio y el pecado; y el más fuerte esos hábitos o disposiciones son, lo que solía ser llamado virtuoso

y vicioso, cuanto más lejos están de ser tan efectivamente; los deseos de los hombres más violentos, más fija su orgullo, la envidia, ingratitud y

malicia, siendo el más son que de ser censurable. Si hay un hombre que por sus propios actos repetidos, o por cualquier otro medio, ha llegado a

ser de la disposición más infernal, desesperadamente inclinado a tratar a sus vecinos con injuriousness, el desprecio y la malignidad; cuanto más

se deben provenir de cualquier disposición a estar enojado con él, o en lo más mínimo a echarle la culpa. Así que, por el contrario, si hay una

persona, que es más de un excelente espíritu, él se inclina fuertemente a las acciones más amables, admirablemente mansos, benévolo, & c. por

lo tanto es más que de cualquier cosa o recompensable encomiable. En la que los principios, el hombre Jesucristo estaba muy lejos de ser

meritorio para los actos de la santidad y la bondad que lleva a cabo, ser fuerte en su corazón estas propensiones. Y, sobre todo, el Dios

infinitamente santo y lleno de gracia es infinitamente alejado de cualquier cosa loable, siendo infinitamente fuerte sus buenas inclinaciones, y que,

por lo tanto, a la distancia máxima posible de estar en libertad. Y en todos los casos, más fuertes serán las inclinaciones de cualquiera está a la

virtud, y cuanto más lo aman, menos virtuoso, y cuanto más aman la maldad, menos vicioso que are.-si estas cosas están de acuerdo con la

Escritura, que cada cristiano, y cada hombre que ha leído la Biblia, juez: y si están de acuerdo con el sentido común, que cada uno de los jueces,

que tiene entendimiento humano en el ejercicio. el hombre, Jesucristo, estaba muy lejos de ser meritorio para los actos de la santidad y la bondad

que lleva a cabo, estas propensiones siendo fuerte en su corazón. Y, sobre todo, el Dios infinitamente santo y lleno de gracia es infinitamente

alejado de cualquier cosa loable, siendo infinitamente fuerte sus buenas inclinaciones, y que, por lo tanto, a la distancia máxima posible de estar

en libertad. Y en todos los casos, más fuertes serán las inclinaciones de cualquiera está a la virtud, y cuanto más lo aman, menos virtuoso, y

cuanto más aman la maldad, menos vicioso que are.-si estas cosas están de acuerdo con la Escritura, que cada cristiano, y cada hombre que ha

leído la Biblia, juez: y si están de acuerdo con el sentido común, que cada uno de los jueces, que tiene entendimiento humano en el ejercicio. el

hombre, Jesucristo, estaba muy lejos de ser meritorio para los actos de la santidad y la bondad que lleva a cabo, estas propensiones siendo fuerte

en su corazón. Y, sobre todo, el Dios infinitamente santo y lleno de gracia es infinitamente alejado de cualquier cosa loable, siendo infinitamente

fuerte sus buenas inclinaciones, y que, por lo tanto, a la distancia máxima posible de estar en libertad. Y en todos los casos, más fuertes serán las

inclinaciones de cualquiera está a la virtud, y cuanto más lo aman, menos virtuoso, y cuanto más aman la maldad, menos vicioso que are.-si estas cosas están de acuerd

Y, si seguimos estos principios, hallaremos que virtud y el vicio están totalmente excluidos del mundo; y que nunca hubo, ni nunca
puede ser, cualquier cosa tal como una o la otra; ya sea en Dios, los ángeles, o los hombres. No propensión, disposición o hábito
pueden ser virtuoso o vicioso, como se ha mostrado; ya que, la medida en que tienen lugar, destruir la libertad de la voluntad, el
fundamento de toda la agencia moral, y excluir a toda la capacidad de cualquiera de virtud o el vicio. -Y si los hábitos y
disposiciones mismos no sean ni virtuoso vicioso, tampoco el ejercicio de estas disposiciones es así: para el ejercicio de sesgo no
es el ejercicio de la libre voluntad de auto-determinación, y por lo tanto no hay ejercicio de la libertad en él. En consecuencia,
ningún hombre es virtuoso o vicioso, ya sea en ser bien o mal dispuesto, ni

114
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

en la actuación de una disposición bueno o malo. Y si este sesgo o disposición sean habituales o no, si es que existe, pero un momento
antes de que el acto de la voluntad, que es el efecto de la misma, no altera el caso, en cuanto a la necesidad del efecto. O si no hay
disposición anterior en absoluto, ya sea habitual o esporádico, que determina el acto, entonces no es una elección que determina que: por
lo tanto, se trata de una contingencia, que sucede al hombre, que surge de la nada en él; y es necesario, como a cualquier inclinación o la
elección de su; y, por lo tanto, puede hacer que no lo sea la mejor o peor; más que un árbol es mejor que otros árboles, ya que con más
frecuencia pasa a ser iluminada sobre por un ruiseñor; o una roca más viciosa que otras rocas, debido a serpientes de cascabel han
ocurrido más a menudo que trepar por ella. Asi que, que no hay virtud ni vicio en buenas o malas disposiciones, ya sean fijos o transitorios;
ni ninguna virtud o el vicio en la actuación de cualquier buena o mala inclinación anterior; ni tampoco ninguna virtud o el vicio en la
actuación en su totalidad y sin ninguna inclinación anterior. Dónde, pues, hemos de encontrar espacio para virtud o el vicio?

Sección VII.

nociones arminianas de la agencia moral incompatibles con toda la influencia del motivo y la inducción, ya sea en virtuosos
o acciones vicioso.

Como nociones arminianas de esa libertad que es esencial para la virtud o el vicio, son incompatibles con el sentido común, en su
ser incompatible con todos los hábitos y disposiciones virtuosas o viciosas; por lo que hay menos incompatible con toda la influencia
de los motivos de moral actions.- Tal influencia igualmente contra aquellas nociones de libertad, tanto si hubiere, previa al acto de
elección, una preponderancia de la inclinación, o una preponderancia de esas circunstancias, los cuales tienen una tendencia a
mover la inclinación. Y, de hecho, se trata de la misma cosa: decir, las circunstancias de la mente son tales que tienden a
balancearse y girar su inclinación de una manera, que es lo mismo, a decir, la inclinación de la mente, como debajo tales
circunstancias, tiende esa manera.

O si alguno piensa que más apropiado decir, que los motivos no alteran la inclinación, y dan un sesgo neto a la mente, no
alterará el caso, en cuanto a la presente discusión. Porque si Motivos operan dando a la mente una inclinación, entonces ellos
operan mediante la destrucción de la indiferencia de la mente, y poniéndolo bajo un sesgo. Pero para hacer esto, es destruir la
libertad Arminiana: no se trata de dejar la voluntad de su propia auto-determinación, pero a lo pongo en el poder de algo
extrínseco, que opera sobre ella, se balancea y determina que, previa a su propia determinación. Así que lo que se hace desde
motivo, no puede que sea virtuoso o vicioso. Además, si los actos de la voluntad son excitados por Motivos, los motivos son las
causas de los actos de la; lo que hace que los actos de la voluntad necesaria; como efectos siguen necesariamente la eficiencia
de la causa. Y si la influencia y el poder del motivo hace que la voluntad, entonces la influencia del motivo determina la voluntad,
y la voluntad no determina en sí; y por tanto no está libre, en el sentido de arminianos, (como se ha en gran medida que se
muestran,) y por consiguiente no puede ser ni virtuoso ni vicioso.

La suposición de que ya se ha dado cuenta de que una evasión insuficiente en otros casos, sería, de igual manera,
impertinente alegado en este caso; a saber, la suposición de que la libertad consisten en un poder de suspensión de acción
para el presente, con el fin de deliberación. Si hay que decir,

115
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

Aunque es cierto que la voluntad está bajo una necesidad de, finalmente, siguiendo el motivo más fuerte; sin embargo, puede, por el
momento, abstenerse de actuar sobre el motivo presentado, hasta que se ha producido oportunidad a fondo para considerarlo, y comparar su
peso real con el mérito de otros motivos. Contesto de la siguiente manera:

Aquí de nuevo, se debe recordar, que si determinando de este modo a suspender y considerar, ser que acto de la voluntad, en el que la
libertad solo se ejerce, a continuación, en este toda virtud y vice debe consistir; y los actos que siguen a esta consideración, y que son
los efectos de la misma, siendo necesario, no son más virtuoso o vicioso que algunos acontecimientos buenos o malos, que suceden
cuando están dormidos, y son las consecuencias de lo que hicieron cuando eran despierto. Por lo tanto, me gustaría observar aquí dos
cosas:

1. Suponer que toda virtud y el vicio, en todos los casos, consiste en determinar, si tomar tiempo para su
examen o no, no es aceptable para el sentido común, para, de acuerdo con esta suposición, los crímenes
más horribles, el adulterio, asesinato, sodomía, la blasfemia, & c. no del todo consiste en la horrible naturaleza
de las cosas mismas, sino sólo en el descuido de un examen a fondo antes de que se cometieron, que trae su
saña a un pequeño detalle, y hace que todos los delitos iguales. Si se dice, que el abandono de
consideración, cuando se proponen tales males atroces a la elección, es peor que en otros casos: contesto,
esto es inconsistente, ya que supone la misma cosa que sea, que, al mismo tiempo, es supone que no será;
supone todo mal moral, toda maldad y perversidad, no consiste simplemente en la falta de consideración.

2. Si fuera así, que toda virtud y el vicio, en todos los casos, consistió sólo en el acto de la voluntad, con lo que determina si se debe
considerar o no, no alteraría el caso en lo más mínimo, ya que hasta el presente argumento . Para aún en este acto de la voluntad en
esta determinación, que es inducida por algún motivo, y sigue necesariamente el motivo más fuerte; y también lo es necesariamente,
incluso en ese acto en el que solo es ya sea virtuoso o vicioso.

Una cosa más que observaría, en relación con la inconsistencia de las nociones de arminianas Agencia moral con la influencia de Motives.-
supongo que ninguno puede negar, que es posible que tales motivos poderosos para establecer antes de la mente, exhibido en una luz tan fuerte ,

y en tales circunstancias ventajosas, como ser invencible; y como la mente no puede sino ceder a. En este caso, los arminianos dirán, sin duda, la
libertad se destruye. Y si es así, entonces, si los motivos son exhibidos con la mitad de tanto poder, que obstaculizan la libertad en proporción a su

fuerza, y se van a mitad de camino hacia su destrucción. Si un millar de grados de libertad motivo abolir todas, entonces quinientos tomarlo media

de distancia. Si un grado de la influencia del motivo no significa en absoluto infringe ni disminuye la libertad, a continuación, hacer no más de dos
grados; por nada del doble, es todavía nada. Y si dos grados no disminuyen la libertad de la voluntad, no más hacer cuatro, ocho, dieciséis, o seis

mil. Para nada, sin embargo llega a multiplicarse pero nada. Si hay nada en la naturaleza del motivo o la persuasión moral, es decir en absoluto

contraria a la libertad, a continuación, el mayor grado de que no puede hacer daño libertad. Pero si hay algo sea, en la naturaleza de la cosa,
contra la libertad, a continuación, el menor grado de que duele en algún grado; y por consiguiente disminuye la virtud. Si Motivos invencibles a los

actos lo que es bueno, para llevar toda la libertad del acto, y así toda la virtud de ella; a continuación, las más forzadas los motivos son, tanto peor,

tanto menos la virtud; y el más débil de los motivos son, mejor para la causa de la virtud; y ninguno es lo mejor de todo. Para nada, sin embargo
llega a multiplicarse pero nada. Si hay nada en la naturaleza del motivo o la persuasión moral, es decir en absoluto contraria a la libertad, a

continuación, el mayor grado de que no puede hacer daño libertad. Pero si hay algo sea, en la naturaleza de la cosa, contra la libertad, a
continuación, el menor grado de que duele en algún grado; y por consiguiente disminuye la virtud. Si Motivos invencibles a los actos lo que es

bueno, para llevar toda la libertad del acto, y así toda la virtud de ella; a continuación, las más forzadas los motivos son, tanto peor, tanto menos la virtud; y el más débil d

116
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

Que ahora se considera, si estas cosas están de acuerdo con el sentido común. Si se debe permitir, que hay algunos casos en que el
alma elige sin ningún motivo, la virtud que puede haber en esa elección? Estoy seguro de que no hay prudencia o sabiduría en él.
Dicha elección se hace por ninguna buena final; siendo hecha para ningún fin en absoluto. Si fuera para cualquier fin, la vista del
extremo sería el motivo emocionante para el acto; y si el acto sea de buen fin, y así desde la ausencia de buena puntería, entonces
no hay buena intención en ella; y, por lo tanto, de acuerdo con todas nuestras nociones naturales de la virtud, sin más virtud en ella
que en el movimiento de la humo, que es impulsado hacia adelante y atrás por el viento, sin ningún objetivo o fin en lo movió, y que
no sabe a dónde, ni por tanto, que se mueve. Corolario. 1. Por estas cosas que aparece, que el argumento en contra de los
calvinistas, tomado de la utilización de los consejos, exhortaciones, invitaciones, reconvenciones, & c. tanto por insistido en
arminianos, que es verdaderamente contra sí mismos. Por estas cosas pueden funcionar de ninguna otra manera a cualquier buen
efecto, que el motivo que en ellas se exhibe e inducción, que tiende a excitar y determinar los actos de la voluntad. Sin embargo, se
sigue, en sus principios, que los actos de voluntad excitados por estas causas, no pueden ser virtuoso; porque, hasta ahora, ya que
son de estos, no son de poder de autodeterminación de la voluntad. Por lo tanto, se siguen, que no vale la pena ofrecer ningún
argumento para convencer a los hombres a cualquier voluntad virtuosa o acción voluntaria; es en vano de ponerle en el camino de la
sabiduría y amiableness formas de virtud o la odiosidad y la locura de camino del vicio. Esta noción de la libertad y la Agencia moral
frustra todos los esfuerzos para atraer a los hombres a la virtud por la instrucción o la persuasión, precepto o ejemplo: aunque estas
cosas pueden inducirlos a lo que es materialmente virtuoso, sin embargo, al mismo tiempo que le quita la forma de la virtud, porque
destruyen la libertad; ya que, por su propio poder, ponen la voluntad de su equilibrio, determinar y convertir la escala, y tomar el
trabajo de poder de autodeterminación de sus manos. Y la más clara las instrucciones dadas, los más poderosos los argumentos
utilizados, y cuanto más se mueve la persuasión o ejemplos, más probabilidades hay de que disipar su propio diseño; porque tienen
tanto mayor tendencia a poner la voluntad de su balance, para obstaculizar su libertad de autodeterminación; y así excluir la forma
misma de la virtud, y la esencia de todo lo que es digno de elogio.

Así se deduce claramente, a partir de estos principios, que Dios no tiene parte en virtud de alguno, ni tampoco en absoluto promueven, ya sea por

una influencia física o moral; que ninguno de los métodos morales que utiliza a los hombres para promover la virtud en el mundo, tiene tendencia a

la consecución de ese fin; que todas las instrucciones que ha dado a los hombres, desde el principio del mundo hasta este día, por profetas o
apóstoles, o por su Hijo Jesucristo; que todos sus consejos, invitaciones, promesas, amenazas, advertencias y reconvenciones; que todos los

medios que ha utilizado con los hombres, en las ordenanzas, o providencias; sí, todas las influencias de su Espíritu, ordinarios y extraordinarios,
han tenido ninguna tendencia en absoluto para excitar cualquier acto virtuoso de la cabeza, o para promover cualquier cosa moralmente bueno y

recomendable, en ningún aspecto. - Porque no hay manera de que estos o cualquier otro medio pueden promover la virtud, pero uno de estos tres.
O bien, (1) Por una operación física en el corazón. Pero todos los efectos que son hechas en los hombres de esta manera, no tienen ninguna

virtud en ellos, por la voz concurrente de todos los arminianos. O, (2) Moralmente, exhibiendo Motivos para la comprensión, para excitar los

buenos actos de la voluntad. Pero se ha demostrado, que las voliciones excitados por los motivos, son necesarias, y no excitado por una fuente de
auto-movimiento; y por lo tanto, por sus principios, no hay virtud en ellos. O, (3), al limitarse a dar la voluntad la oportunidad de determinar sí en

relación con los objetivos propuestos, ya sea para elegir o rechazar, por su propia cuenta,, la autodeterminación no influenciado inmóvil causada.
Y si esto es todo, entonces todos esos medios no hacen más para promover ) Por una operación física en el corazón. Pero todos los efectos que

son hechas en los hombres de esta manera, no tienen ninguna virtud en ellos, por la voz concurrente de todos los arminianos. O, (2) Moralmente,

exhibiendo Motivos para la comprensión, para excitar los buenos actos de la voluntad. Pero se ha demostrado, que las voliciones excitados por los
motivos, son necesarias, y no excitado por una fuente de auto-movimiento; y por lo tanto, por sus principios, no hay virtud en ellos. O, (3), al limitarse a dar la voluntad la

117
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

virtud que el vicio, porque ellos no hacen más que darle la oportunidad a Will para determinar sí de cualquier manera, ya sea para bien o para mal,

sin poner en los términos de cualquier sesgo a cualquiera: y lo que no es realmente tan gran parte de la oportunidad dada para determinar a favor
de mal, como de bien.

Por lo tanto esa consecuencia blasfemia horrible sin duda sigue de la doctrina arminiana, que cargan sobre los demás; a saber,
que Dios actúa en una parte inconsistente en el uso de tantos consejos, advertencias, invitaciones, súplicas, & c. con los
pecadores, para inducirlos a abandonar el pecado, y girar a los caminos de virtud; y que todos son insinceros y falaz. Se va a
seguir, a partir de su doctrina, que Dios hace estas cosas cuando sabe que, al mismo tiempo, que no tienen ningún tipo de
tendencia a promover el efecto que parece apuntar a; sí, sabe que si tienen alguna influencia, esta misma influencia será
incompatible con tal efecto, y prevenirlo. Pero lo que es una imputación de falta de sinceridad sería esta corrección en él, que es
infinitamente santo y verdadero! - Así que la suya es la doctrina que, de ser perseguido por sus consecuencias, refleja
terriblemente en el Altísimo, y fijar sobre él la acusación de hipocresía; y no a la doctrina de la calvinista, de acuerdo con sus
exclamaciones e invectivas frecuentes y vehementes.

Corolario 2. De lo que se ha observado en esta sección, aparece de nuevo, que los principios y nociones arminianas,
cuando está relativamente examinado y perseguido en sus consecuencias demostrables, no cerrados, evidentemente,
toda virtud fuera del mundo, y que sea imposible que alguna vez ser tal cosa, en cualquier caso; o que tal cosa nunca
debe concebirse. Para, por estos principios, la misma noción de virtud o el vicio implica absurdo y la contradicción. Porque
es absurdo en sí mismo y contrario al sentido común, para suponer un acto virtuoso de la mente sin ninguna buena
intención o finalidad; y, por sus principios, es absurdo suponer un acto virtuoso con una buena intención o finalidad; para
actuar durante un fin, es la de actuar de un motivo. Así que si nos basamos en estos principios, no puede haber un acto
virtuoso, con un buen diseño y finales; y es evidente por sí mismo,

Corolario. 3. Es evidente, que las nociones arminianas de la agencia moral, y el ser de una facultad de la voluntad, no puede consistir
en conjunto; y que si no puede ser cualquier cosa, como tampoco un acto virtuoso o vicioso, no puede ser un acto de la voluntad; Will
no puede ser a todos los interesados ​en el mismo. Por ese acto que se realiza sin inclinación, sin motivo, sin fin, debe ser realizado sin
ninguna preocupación de la voluntad. Suponer un acto de la voluntad, sin éstos, implica una contradicción. Si el alma en su acto no
tiene ningún motivo o fin; entonces, en ese acto (como se observó antes) que no busca nada, va detrás de nada, no ejerce ninguna
inclinación a cualquier cosa; y esto implica, que en ese acto que no desea nada, y opta por nada; de manera que no hay acto de
elección en el caso: y que es tanto como decir, no hay un acto de la voluntad en el caso. Los cuales muy eficazmente cierra todos los
actos viciosos y virtuosos fuera del universo; ya que, según esto, no puede haber ningún acto vicioso o virtuoso en el que la voluntad
se refiere a: y de acuerdo con los dictados más claras de la razón, y la luz de la naturaleza, y también los principios de los propios
arminianos, no puede haber virtuoso o el acto vicioso en el que la voluntad no está preocupado. Y por lo tanto no hay lugar para todos
los actos virtuosos o viciosos en absoluto.

Corolario. 4. Si ninguna de las acciones morales de los seres inteligentes están influenciados por cualquiera de inclinación o motivos anteriores,

otra cosa extraña seguirá; y esto es, que Dios no sólo no puede conocer de antemano cualquiera de las futuras acciones morales de sus criaturas,
pero él no puede hacer ninguna conjetura, no puede dar ninguna conjetura probable que les conciernen. Para toda conjetura en las cosas de esta

naturaleza debe depender de algunos

118
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

más exigentes, o aprehensión de estas dos cosas, la disposición anterior y motriz, el cual, como se ha observado, las nociones
arminianas de la agencia moral, en su consecuencia real, en conjunto excluyen.

119
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

PARTE IV.

En el que el GROUNDS jefe de los razonamientos de arminianos, en apoyo y defensa de los


NOCIONES MENCIONADOS de libertad,
Albedrío moral, & C. Y contra la doctrina opuesta, ARE
CONSIDERADO.

Sección I.

La esencia de la virtud y el vicio De las disposiciones del corazón y los actos de la voluntad, no radica en su causa,
Pero su naturaleza.

Uno principal fundamento de las razones, que son llevados a establecer las nociones primer plano mencionado de la
libertad, la virtud, el vicio, y c. es una suposición, que la virtuosidad de las disposiciones o actos de la voluntad, no
consiste en la naturaleza de estas disposiciones o actos, pero en su totalidad en el origen o causa de ellos; que si la
disposición de la mente, o actos de la voluntad, sea nunca tan bueno, sin embargo, si la causa de la disposición o
acto no sea nuestra virtud, no hay nada virtuoso o digno de alabanza en ella; y, por el contrario, si la voluntad, en su
inclinación o actos, sea nunca tan malo, sin embargo, a menos que surge de algo que es nuestro vicio o defecto, no
hay nada vicioso o censurable en ella. De ahí su gran objeción y se hizo la demostración, o auto-pruebas, en contra
de cualquier virtud y commendableness, o el vicio y la culpabilidad,

Ahora bien, si este asunto se considera así, se parece ser un error por completo, sí, un absurdo bruto; y que es más
seguro, que si hay alguna cosas tales como una disposición virtuoso o vicioso, o la voluntad de la mente, la virtuosidad
o maldad de ellos consiste no en el origen o causa de estas cosas, sino en la naturaleza de ellos.

Si la esencia de la virtud o commendableness, y de maldad o culpa, no reside en la naturaleza de las disposiciones o actos de la mente, que se

dice que son nuestra virtud o culpa nuestra, pero en su causa, entonces es seguro que se encuentra en ninguna parte en absoluto. Así, por

ejemplo, si el vicio de un acto vicioso de la voluntad no está en la naturaleza del acto, pero la causa; de manera que su ser de una mala naturaleza
no lo hará en absoluto culpa nuestra, a menos que surge de alguna determinación defectuosa de la nuestra, como su causa, o algo en nosotros

que es nuestra culpa; a continuación, por la misma razón, tampoco puede la maldad de esa causa se encuentran en la naturaleza de la cosa en sí,

sino en su causa: que la determinación del mal de nuestra no es nuestra culpa, simplemente porque es de una mala naturaleza, a menos que
surja por alguna causa en nosotros que es nuestra culpa. Y cuando hemos llegado a esta causa superior, siendo la razón de la cosa es válida;

aunque esto causa ser de una naturaleza mala, pero no estamos en absoluto la culpa por ese motivo, a menos que surge de algo defectuoso en
nosotros. Ni tampoco puede culpabilidad se encuentran en la naturaleza de esta causa, sino por la causa de ello. Y por lo tanto hay que conducir

de vuelta faultiness paso a paso, desde una de las causas más baja a una más alta, hasta el infinito; y que es a fondo para extirparlo del mundo, y

para permitir que hay posibilidad de la existencia en cualquier lugar en la universalidad de las cosas. En estos principios, el vicio, o el mal moral no
puede existir en cualquier cosa que es un efecto; porque la culpa no consiste en la naturaleza de las cosas, sino en su causa; así como por Ni

tampoco puede culpabilidad se encuentran en la naturaleza de esta causa, sino por la causa de ello. Y por lo tanto hay que conducir de vuelta
faultiness paso a paso, desde una de las causas más baja a una más alta, hasta el infinito; y que es a fondo para extirparlo del mundo, y para

permitir que hay posibilidad de la existencia en cualquier lugar en la universalidad de las cosas. En estos principios, el vicio, o el mal moral no puede existir en cualquier c

120
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

efectos son necesarias, siendo inevitablemente conectado con su causa: por lo tanto, la única causa es el culpable. Y lo que se deduce, que
faultiness puede estar sólo en esa causa, que es sólo una causa, y ningún efecto de nada. Ni tampoco puede estar en esto; para entonces tiene
que estar en la naturaleza de la cosa misma; no en su ser de cualquier determinación de la nuestra, ni nada defectuoso en nosotros, que es la
causa, ni tampoco por cualquier causa en absoluto; para, por la suposición, no es ningún efecto, y no tiene causa. Y por lo tanto el que va a
mantener que no es la naturaleza de los hábitos o actos de voluntad que hace que sean virtuosos o defectuoso, pero la causa, debe ejecutar
inmediatamente a sí mismo de su propia afirmación; y, en el mantenimiento que, insensiblemente, se contradicen y niegan.

Esto es cierto, que si los efectos son viciosos y defectuosa, no de su naturaleza, o de cualquier cosa que les es inherente, sino
porque son de una mala causa, tiene que ser a causa de la maldad de la causa: un mal efecto en la voluntad debe ser malo,
porque la causa es malo, o de una naturaleza maligna, o tiene maldad como una cualidad inherente a ella, y un buen efecto en la
voluntad debe ser bueno, en razón de la bondad de la causa, o su siendo de un buen tipo y naturaleza. Y si esto es lo que se
quiere decir, el supuesto de culpa y la alabanza no puesto en la naturaleza de la cosa, pero la causa, se contradice, y lo hace por
lo menos resolver la esencia de la virtud y el vicio en la naturaleza de las cosas, y supone que originalmente consiste en that.- Y
si un caviler tiene una mente a correr desde el absurdo, al decir: “No, la culpa de la cosa, que es la causa, no radica en esto, que
la causa sí es de una naturaleza mala, pero que la causa es el mal en ese sentido, que es de otra mala causa “, - siendo el
absurdo lo seguirá; porque si es así, entonces la causa antes de cargado se absolvió a la vez, y toda la culpa debe ser puesta a
la causa superior, y debe consistir en que está siendo malos, o de una naturaleza maligna. Así que ahora hemos llegado de
nuevo a echar la culpa de lo censurable, a la naturaleza de la cosa, y no a la causa. Y si alguno es tan tonto como para ir más
alto todavía, y ascender paso a paso, hasta que se llegue a eso que es la primera causa de que se trate en todo el asunto, y va a
decir, toda la culpa radica en que; entonces, por fin, tiene que ser obligado a poseer, que la imperfección de lo que supone solo
culpable, se encuentra totalmente en la naturaleza de la cosa, y no en el original o la causa de la misma; la suposición es, que
no tiene original, se determina por ningún acto de la nuestra, es causada por nada defectuoso en nosotros, siendo
absolutamente sin ninguna causa. Y lo que la carrera ha terminado, pero el evasor se toma en su vuelo! Es agradable a las
nociones naturales de la humanidad, que el mal moral, con su desierto de aversión y repugnancia, y todos sus otros malos
merecimientos, consiste en una cierta deformidad en la naturaleza de ciertas disposiciones del corazón y los actos de la
voluntad; y no en la deformidad de otra cosa, diferente de la cosa misma; que merece repudio, se supone que la causa de ello; -
lo que sería absurdo, porque eso sería suponer una cosa que es inocente y no el mal, en verdad es mala y deficiente, porque
otra cosa es el mal. Esto implica una contradicción; porque sería suponer, lo más esencial que es moralmente malo y
condenable, es inocente y no censurable; pero que otra cosa, que es su causa, sólo es el culpable. Decir, que el vicio no
consiste en lo que es vicioso, pero en su causa, es lo mismo que decir, que el vicio no consiste en el vicio, sino en aquello que lo
produce.

Es verdad una causa puede ser el culpable de ser la causa de vice: puede ser maldad en la causa que produce
la maldad. Pero esto implicaría una contradicción, suponer que estos dos son la misma maldad individual. El
acto malvado de la causa en la producción de maldad, es uno maldad; y la maldad produce, si hay alguna
Editado, es otra. Y por lo tanto la

121
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

maldad de este último no se encuentra en el primero, pero es distinta de ella; y la maldad de ambos radica en la naturaleza
del mal de las cosas que son malos.

Lo que hace que el pecado de odio, es aquel por el que merece la pena; que no es sino la expresión de odio. Y lo que hace que
la virtud preciosa, es la misma que en la cuenta de la que es apto para recibir alabanza y recompensa; que no son sino las
expresiones de estima y amor. Pero lo que hace que el vicio odioso, es su naturaleza odiosa; y que que hace virtud preciosa, es
su naturaleza amigable. Es una cierta belleza o deformidad que son inherentes a ese bien o mal voluntad, que es el alma de la
virtud y el vicio (y no en la ocasión de la misma), que es su mérito de estima o desestima, alabanza o menosprecio, de acuerdo
al sentido común de la humanidad. Si la causa o motivo de la aparición de una disposición de odio o un acto de voluntad, sean
también de odio, supongamos que otro mal voluntad antecedente; eso es totalmente otro pecado, y, merece la pena por sí
mismo, en virtud de una consideración distinta. No es mérito de menosprecio de la naturaleza de una volición mal, y no en su
totalidad, en un acto anterior, que es su causa; de lo contrario la volición mal, que es el efecto, hay mal moral, no más que la
enfermedad, o algún otro desastre natural, que surge de una causa moralmente mal. Así, por ejemplo, la ingratitud es de odio y
digno de menosprecio, de acuerdo con el sentido común; No porque algo tan malo o peor que la ingratitud, fue la causa que lo
produjo; sino porque es odioso en sí mismo, deformidad inherente. Por lo tanto, el amor de la virtud es amable y digno de
elogio, no sólo porque fue algo más antes de que este amor a la virtud en nuestra mente, lo que provocó que tienen lugar allí; -
por ejemplo, nuestra propia elección; elegimos amar la virtud y, por algún método o de otro tipo, labrado a nosotros mismos en
el amor de ella; - pero debido a la amiableness y condescendency de una disposición y la inclinación del corazón tales. Si ese
fuera el caso, que no nos elegir al amor de virtud, y así produce que el amor en nosotros mismos, esta elección en sí misma no
podía ser de otra manera amigable o digno de alabanza, que como el amor a la virtud, o alguna otra inclinación afable, se
ejerció y que implica eso. Si esa elección fue amable en todo, tiene que ser así debido a alguna cualidad amable en la
naturaleza de la elección. Si elegimos amar la virtud, no en el amor a la virtud, o cualquier cosa que estaba bien y se ejerce
ningún tipo de buena disposición para la elección, la elección en sí no era virtuoso, ni digno de cualquier elogio, de acuerdo con
el sentido común, ya que la elección no era de buena naturaleza. Puede que no sea inadecuada para tomar nota de algo dicho
por un autor, que ha hecho últimamente un fuerte ruido en América. “Una santidad necesaria (dice él) hay santidad. Adam no
pudo ser creado originalmente en la justicia y santidad de la verdad, porque tiene que optar por ser justo, antes de que pudiera
ser justo. Y por lo tanto debe existir, tiene que ser creado; sí, él debe ejercer el pensamiento y la reflexión, antes de que él era
justo.”Hay ​mucho más en el mismo sentido en ese lugar, y también en pp. 437, 438, 439, 440. Si estas cosas son así, sin duda
va a seguir , que la primera elección para ser justos hay elección justo; no hay justicia o santidad en ella, porque ninguna
elección para ser justos va delante de él. Para que habla claramente de la elección de ser justo, como lo que debe someterse a
la justicia; y la que sigue la elección, siendo el efecto de la elección, no puede haber justicia o santidad; para un efecto es una
cosa necesaria, y no puede evitar la influencia o la eficacia de su causa; y por lo tanto depende inevitablemente de la causa; y
él dice que una santidad necesaria hay santidad. De manera que ninguno puede elegir entre la justicia sea la justicia o santidad,
ni puede cualquier cosa que es consecuencia de esa elección, y el efecto de la misma, será justicia o santidad; ni puede
cualquier cosa que es sin elección, será justicia o santidad.

122
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

De manera que por este esquema, toda la justicia y la santidad es a la vez excluidos del mundo, y no hay puerta abierta por la que se puede
siempre posiblemente entrar en el mundo.

Supongo que la forma en que los hombres llegaron a entretener a esta noción absurda inconsistente, con respecto a las inclinaciones
internas y voliciones sí mismos (o nociones que implican que,) a saber. que la esencia de su buen o mal moral no reside en su
naturaleza, pero su causa, era, que es de hecho un dictado muy simple del sentido común, que es por lo que con respecto a todas las
acciones externas y los movimientos sensibles del cuerpo; que el bien o mal moral de ellos no se encuentran en absoluto en los propios
movimientos, que, tomada por sí mismos, no son más de naturaleza moral; y la esencia de todo el bien o mal moral que les concierne,
radica en aquellas disposiciones internas y voliciones que son la causa de ellos. Ahora, siempre que se utiliza para determinar esto, sin
vacilación o controversia, relativa a las acciones exteriores, que son las cosas que, en el uso común de la lengua, se significan por
frases tales como acciones de los hombres, o sus obras; Por lo tanto, cuando llegaron a hablar de voliciones, y ejercicios internos de
sus inclinaciones, bajo la misma denominación de sus acciones, o lo que hacen, que imprudentemente determinado el caso deben
también él mismo con estos como con las acciones exteriores; no teniendo en cuenta la gran diferencia en la naturaleza del caso.

Si alguna vez debe oponerse y decir, ¿por qué no es necesario que la causa debe ser considerado, con el fin de determinar si
cualquier cosa que sea digno de culpa o elogio es agradable a la razón y el sentido común, que un hombre debe ser alabado o
culpado por lo que no es la causa o el autor de, y no tiene en la mano?

Respondo: Frases tales como la causa, siendo el autor, con una mano, y similares, son ambiguas. Se entienden más vulgarmente por ser la causa
voluntaria el diseño, o la causa por elección antecedente; y es más seguro, que los hombres no son, en este sentido, las causas o los autores del
primer acto de su voluntad, en cualquier caso, tan cierto como cualquier cosa es o puede ser jamás; pues nada puede ser más cierto que una cosa

no es antes de que sea ni una cosa del mismo tipo antes de la primera hora de ese tipo, y así otra opción antes de la primera choice.- Como la
frase, siendo el autor, puede debe entenderse, no de ser el productor por un acto antecedente de voluntad, sino como una persona tal vez dice
que es el autor del acto de voluntad misma, por su ser el agente de inmediato, o el ser que está actuando, o en el ejercicio de ese acto; si la frase
de ser el autor se utiliza para significar esto, entonces, sin duda, el sentido común exige de los hombres de ser los autores de sus propios actos de
voluntad, con el fin de su ser estimados digna de elogio o menosprecio, a causa de ellos. Y el sentido común enseña, que deben ser los autores

de las acciones exteriores, en el primer sentido, a saber, su ser las causas de ellas por un acto de voluntad o de la elección, con el fin de su ser
culpado o alabado justamente: pero no enseña tal cosa con respecto a los actos de los propios voluntad. Pero esto puede parecer más manifiesta

por las cosas que se pueden observar en la sección siguiente. que deben ser los autores de las acciones exteriores, en el primer sentido, a saber,
su ser las causas de ellas por un acto de voluntad o de la elección, con el fin de su ser culpado o elogiado con razón: pero no enseña tal cosa con

respecto a los actos de la voluntad mismos. Pero esto puede parecer más manifiesta por las cosas que se pueden observar en la sección
siguiente. que deben ser los autores de las acciones exteriores, en el primer sentido, a saber, su ser las causas de ellas por un acto de voluntad o

de la elección, con el fin de su ser culpado o elogiado con razón: pero no enseña tal cosa con respecto a los actos de la voluntad mismos. Pero esto puede parecer más m

Sección II.

La falsedad y Inconsistencia en el que la noción metafísica de Acción y de la Agencia, que parece ser general
Entretenido por los defensores de la doctrina arminiana relativos a la libertad, Agencia Moral, & c.

123
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

Una cosa, que se hace en gran medida un terreno de discusión y supuesta manifestación de los arminianos, en defensa de los
principios de proa a mencionadas relativas a la agencia moral, la virtud, el vicio, & c., Es su noción metafísica de la agencia y la acción.
Dicen que, a menos que el alma tiene un poder de autodeterminación, no tiene poder de acción; si sus voliciones no ser causados ​por sí
mismo, pero se excitan y determinadas por alguna causa extrínseca, que no pueden ser propios actos del alma; y que el alma no puede
ser activo, pero debe ser totalmente pasiva, en aquellos efectos que es el tema de necesariamente, y no de su propio libre
determinación.

El Sr. Chubb sienta las bases de su régimen de libertad y de sus argumentos que la sustentan, en gran medida en esta posición, que el

hombre es un agente, y capaz de una acción, - que sin duda es cierto, pero la autodeterminación pertenece a su noción de acción, y es

la esencia de la misma; de donde se infiere, que es imposible para un hombre a actuar y se actúe sobre ellos, en el mismo lugar, al

mismo tiempo; y que nada de lo que es una acción, puede ser el efecto de la acción de otro, y él insiste en que es necesario un agente o

un agente que es necesariamente decididos a actuar, es una contradicción simple. Pero esos son una especie precaria de las

manifestaciones, que los hombres construyen en el sentido de que arbitrariamente colocar en una palabra; especialmente cuando que el

significado es abstruso, inconsistente, y enteramente diversa desde el sentido original de la palabra en el habla común.

Que el significado de la palabra de acción, como el Sr. Chubb y muchos otros lo utilizan, es totalmente incomprensible e incoherente, es

manifiesto, porque pertenece a su noción de una acción, que es algo en que no hay pasión o la pasividad; es decir, (de acuerdo con su sentido de
la pasividad,) que está bajo el poder, la influencia, o la acción de ninguna causa. Y esto implica, que la acción no tiene una causa, y se produce

ningún efecto; para ser un efecto implica pasividad, o el ser sujeto al poder y la acción de su causa. Y sin embargo, sostienen, que la acción de la
mente es el efecto de su propia determinación; sí, la determinación libre y voluntaria de la mente, que es lo mismo con la libre elección. De manera
que la acción es el efecto de algo anterior, incluso un acto precedente de elección: y por lo tanto, en este sentido, la mente es pasiva, sujeto a la

potencia y la acción de la causa anterior, que es la opción anterior, y por lo tanto no puede ser activo. Así que aquí tenemos esta contradicción,

que la acción es siempre el efecto de la elección anterior, y por lo tanto no puede haber acción; porque es pasiva a la potencia de esa elección
causal anterior; y la mente no puede se activa y pasiva en el mismo, al mismo tiempo. Una vez más, se suele decir, la necesidad es
completamente inconsistente con la acción, y una acción necesaria es una contradicción; por lo que su noción de acción implica la contingencia, y
excluye toda necesidad. Y, por lo tanto, su noción de acción implica, que no tiene ninguna dependencia o conexión con cualquier cosa que lo

anterior es necesario; por ejemplo una dependencia o conexión excluye la contingencia, e implica la necesidad. Y sin embargo, su noción de

acción implica la necesidad, y supone que es necesario, y no puede él contingente. Porque ellos se imaginan, que todo lo que se llama
adecuadamente la acción, debe ser determinada por la voluntad y la libre elección; y esto es tanto como decir, que se debe que sea necesario,

siendo dependiente, y determinado por, algo anterior, es decir, un acto anterior de elección. Una vez más, pertenece a la noción de acción, de lo

que es un acto propio y el mero, que es el principio del movimiento o del ejercicio del poder, pero aún se da a entender en su noción de acción,
que no es el comenzando de movimiento o esfuerzo de potencia, pero es consecuente y depende de un esfuerzo anterior de potencia, a saber. el

poder de la voluntad y elección; porque dicen que no hay acción adecuada pero lo que se elige libremente, o lo que es lo mismo, determinado por
un acto anterior de libre elección. Pero si alguno de ellos deberá y que no puede contingente. Porque ellos se imaginan, que todo lo que se llama

adecuadamente la acción, debe ser determinada por la voluntad y la libre elección; y esto es tanto como decir, que se debe que sea necesario,

siendo dependiente, y determinado por, algo anterior, es decir, un acto anterior de elección. Una vez más, pertenece a la noción de acción, de lo

que es un acto propio y el mero, que es el principio del movimiento o del ejercicio del poder, pero aún se da a entender en su noción de acción,
que no es el comenzando de movimiento o esfuerzo de potencia, pero es consecuente y depende de un esfuerzo anterior de potencia, a saber. el
poder de la voluntad y elección; porque dicen que no hay acción adecuada pero lo que se elige libremente, o lo que es lo mismo, determinado por

un acto anterior de libre elección. Pero si alguno de ellos deberá y que no puede contingente. Porque ellos se imaginan, que todo lo que se llama adecuadamente la acció

124
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

ver motivos para negar esto, y dicen que tienen tal cosa, ya que cada acción se elige o determina por una elección anterior, pero que
el primer ejercicio de la voluntad solamente, no determinada por cualquier acto anterior, propiamente se llama la acción; entonces
digo, una noción tal de hombre de acción implica la necesidad; por lo que la mente es el objeto de, sin la determinación de su propia
elección anterior, es el tema de necesariamente, como a cualquier mano que la libre elección tiene en el asunto, y sin ninguna
capacidad de la mente tiene que evitar que por cualquier voluntad o elección de su propio; porque, por la suposición, se opone a
todos los actos previos de la voluntad o de la elección en el caso, lo que podría prevenirlo. Por lo que es más, en esta otra forma,
implícita en su noción de acto, que es a la vez necesario y no es necesario, otra vez, pertenece a la noción de un acto, que no es
efecto de un sesgo o preponderation predeterminar, pero inmediatamente viene de indiferencia; y esto implica, que no puede ser de
elección anterior, que está condonando preponderation: si no es habitual, pero de vez en cuando, sin embargo, si se produce el acto,
es verdaderamente anterior, eficaz y determinante. Y, sin embargo, al mismo tiempo, es esencial para su noción de la ley, que es lo
que el agente es el autor de, libre y voluntariamente, y que es por elección y el diseño anterior.

Así que, según su noción del acto, considerado en relación con sus consecuencias, estas cosas siguientes son esenciales
para ella; verbigracia. Que sea necesario, y no es necesario; que debe ser de una causa, y sin causa; que debe ser el fruto
de la elección y el diseño, y no el fruto de la elección y el diseño; que habría de hacerlo al principio del movimiento o
esfuerzo, y sin embargo, como consecuencia de un esfuerzo anterior; que debe ser antes de que sea; que debería
primavera inmediatamente fuera de la indiferencia y equilibrio, y sin embargo ser el efecto de preponderation; que debe ser
auto-originada, y también tienen su original a partir de algo más; que es lo que hace que la mente sí mismo, de su propia
voluntad, y puede producir o impedir, según su elección o por placer, y sin embargo lo que la mente no tiene poder para
prevenir,

De manera que un acto, de acuerdo con su noción metafísica de la misma, es algo de lo que no hay ninguna idea; no es más que una
confusión de la mente, excitado por las palabras, sin ningún significado distinto, y es un cero a la izquierda absoluta; y que en dos
aspectos. (1) No hay nada en el mundo que alguna vez lo fue, es, o puede ser, para responder a las cosas que deben pertenecer a su
descripción, de acuerdo con lo que ellos piensan que es esencial para el mismo. Y (2), existe ni es, ni nunca fue, ni puede haber, ninguna
noción o idea de responder a la palabra, ya que utilizan y lo explican. Porque, si debemos suponer que tales nociones, sería muchas
maneras destruirse a sí misma. Pero es imposible cualquier idea o noción deben subsistir en la mente, cuya naturaleza y la esencia que
la constituye, lo destruye. Si algunos aprendieron filósofo, que había estado en el extranjero, en el que da cuenta de las observaciones
curiosas que había hecho en sus viajes, debería decir, “que había estado en Tierra del Fuego, y no había visto un animal, al que llama
por un nombre determinado, al que ha engendrado y produjo a sí mismo, y sin embargo, tenía un padre y la madre distinto de sí mismo;
que tenía un apetito, y tenía hambre antes de que tuviera un ser; que su amo, que lo llevó, y lo rige a su gusto, siempre se rigen por él, y
conducido por él donde quisiera; que cuando se movía, él siempre dio un paso antes de que el primer paso; que se fue con la cabeza
primero, y sin embargo, siempre fue más importante la cola; y esto, a pesar de que no tenía ni cola ni cabeza:”no sería una imprudencia
en absoluto para contar un viajero tales, aunque un hombre culto, que él mismo no tenía ninguna noción o idea de un animal, tal como se
ha dado a una cuenta de, y nunca tuvo, ni nunca debería tener.

125
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

Como la noción primer plano mencionado de acción es muy inconsistente, por lo que es completamente diferente del significado original de la

palabra. El significado más habitual de la misma, en el habla vulgar, parece ser algún movimiento o ejercicio del poder, que es voluntario, o que es
el efecto de la voluntad, y se utiliza en el mismo sentido que hacer; y más comúnmente se utiliza para significar las acciones externas. Así que el
pensamiento es a menudo distinguido de la actuación, y con el deseo y la voluntad de hacerlo.

Además de este significado más habitual y correcta de la palabra de acción, hay otras maneras en las que se utiliza la palabra que son
menos apropiada, que aún tienen lugar en el habla común. A menudo se utiliza para significar un cierto movimiento o la alteración en las
cosas inanimadas, con relación a un objeto y efecto. Así, se dice que el muelle de un reloj para actuar sobre la cadena y ruedas; los
rayos del sol, que actúan sobre las plantas y los árboles; y el fuego, para actuar sobre la madera. A veces, la palabra es útil para indicar
movimientos, alteraciones y esfuerzos de la energía, que se ve en las cosas corporales, considerados absolutamente; especialmente
cuando estos movimientos parecen surgir de alguna causa interna que está oculto; para que tengan un mayor parecido de esos
movimientos de nuestros cuerpos que son los efectos de la voluntad natural, o esfuerzos invisibles de la voluntad. Por lo tanto, la
fermentación de licor, las operaciones de la piedra imán, y de los órganos eléctricos, se llaman la acción de estas cosas. Y a veces, la
palabra acción se utiliza para significar el ejercicio del pensamiento o de voluntad e inclinación: por lo meditando, amar, odiar, inclinando,
disinclining, elegir, y se niega, puede ser a veces llamada la actuación; aunque más raramente (a menos que sea por filósofos y
metafísicos) que en cualquiera de los otros sentidos.

Pero la palabra nunca se usa en el habla vulgar en ese sentido, que adivina arminianas lo usan en, es decir, para el ejercicio de auto-determinante

de la voluntad, o un esfuerzo del alma, que surge sin ninguna conexión necesaria con cualquier cosa que antecede. Si un hombre hace algo

voluntariamente, o como el efecto de su elección, a continuación, en el sentido más propio, y como la palabra es más original y de uso común, se

dice que actúan; pero si esa elección o por voluntad de ser auto-determinado, o no; si se puede conectar con lo anterior, el sesgo habitual; ya sea

el efecto de cierta el motivo más fuerte, o alguna causa intrínseca, no se toma en consideración en el sentido de la palabra. Y si la palabra acción

se utiliza arbitrariamente por algunos hombres de otra manera, para satisfacer algún esquema de la metafísica o la moralidad, ningún argumento

puede ser razonablemente fundada en tal uso de este término, para probar cualquier cosa, pero su propio placer. Para los teólogos y filósofos

enérgicamente para instar a tales argumentos, como si fueran suficientes para apoyar y demostrar todo un esquema de la filosofía moral y la

divinidad, es sin duda para erigir un edificio poderoso en la arena, o más bien en una sombra. Y aunque pueda ahora tal vez, por la costumbre, se

han convertido en natural para a continuación, utilizar la palabra en este sentido, (si es que puede llamarse un sentido o significado, lo que es

incompatible con ella misma,) sin embargo esto no demuestra que es agradable a las nociones naturales los hombres tienen de las cosas, o que

no pueden ser cualquier cosa en la creación que debe responder tal significado. Y aunque apelan a la experiencia, sin embargo, la verdad es que

los hombres están tan lejos de experimentar cualquier cosa parecida, sino que es imposible para ellos tener cualquier concepción de la misma.

Para los teólogos y filósofos enérgicamente para instar a tales argumentos, como si fueran suficientes para apoyar y demostrar todo un esquema

de la filosofía moral y la divinidad, es sin duda para erigir un edificio poderoso en la arena, o más bien en una sombra. Y aunque pueda ahora tal

vez, por la costumbre, se han convertido en natural para a continuación, utilizar la palabra en este sentido, (si es que puede llamarse un sentido o

significado, lo que es incompatible con ella misma,) sin embargo esto no demuestra que es agradable a las nociones naturales los hombres tienen

de las cosas, o que no pueden ser cualquier cosa en la creación que debe responder tal significado. Y aunque apelan a la experiencia, sin embargo, la verdad es que los

Si hay que objetar, que la acción y la pasión son palabras indudables de una significación contraria; Pero suponer que el
agente, en su acción, está bajo el poder y la influencia de algo intrínseco, es para confundir a la acción y la pasión, y hacer
que la misma cosa:

126
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

Respondo, que la acción y la pasión son, sin duda, ya que se utilizan a veces, las palabras de significación opuesta; pero no como
significando existencias opuestos, pero sólo las relaciones opuestas. Las palabras causa y efecto son términos de la significación
opuesto; pero, sin embargo, si afirmo que, lo mismo puede, al mismo tiempo, en diferentes aspectos y relaciones, ser a la vez causa
y efecto, esto no va a resultar que confundir a los términos. El alma puede ser tanto activa y pasiva en la misma cosa en diferentes
aspectos; activa con relación a una cosa, y pasiva con relación a otro. La palabra pasión, cuando se establece en oposición a la
acción, o más bien activeness, no es más que un pariente: significa ningún efecto o causa, ni ninguna existencia propia; pero es lo
mismo con la pasividad, o un ser pasivo, o un ser accionado por algo. Lo cual es una mera relación de una cosa a una potencia o
fuerza ejercida por alguna causa, producir algún efecto en él o en ella. Y la acción, cuando está correctamente ajustada en oposición
a la pasión, o la pasividad, hay existencia real; no es lo mismo con una acción, sino que es una mera relación: es el activeness de
algo en otra cosa, siendo la relación opuesta a la otra, a saber. una relación de poder, o fuerza, ejercida por alguna causa hacia otra
cosa, que es el tema del efecto de que la energía. De hecho, la palabra acción se utiliza con frecuencia para significar algo no
meramente relativo, pero más absoluta, y una existencia real; como cuando decimos una acción; cuando no se utiliza la palabra
transitiva, pero absolutamente, desde hace algún movimiento o ejercicio del cuerpo o de la mente, sin ninguna relación con cualquier
objeto o efecto, y tal como se utiliza por lo tanto, no es propiamente lo contrario de la pasión, que ordinariamente no significa nada
absoluta, sino que simplemente la relación de ser ejecutados. Y por lo tanto, si la palabra acción sea útil en el sentido relativo, como,
a continuación, la acción y la pasión son sólo dos relaciones contrarias. Y no es absurdo suponer que las relaciones contrarias
pueden pertenecer a la misma cosa, al mismo tiempo, con respecto a diferentes cosas. Por lo tanto, suponer que hay actos del alma
por el cual un hombre se mueve de forma voluntaria, y actúa sobre los objetos, y produce efectos que aún ellos mismos son los
efectos de alguna otra cosa, y en el que el alma misma es objeto de algo que actúa sobre, y que influyen que, no en absoluto
confundir acción y pasión. sin embargo, las palabras pueden ser adecuadamente de significación opuesta: puede ser tan real y
verdadera diferencia entre actuar y de ser causados ​a actuar, aunque debemos suponer que el alma es la misma tanto en la volición,
ya que hay entre vivir y ser acelerado, o hecho para vivir. No es más una contradicción, para suponer que la acción puede ser el
efecto de alguna otra causa, además del agente o siendo que los actos, que suponer, que la vida puede ser el efecto de alguna otra
causa, además del hígado, o el ser que vidas, en los que la vida es obligado a ser.

Lo que ha llevado a los hombres en esta noción inconsistente de la acción, cuando se aplica a la volición, como si fuera esencial para esta
acción interna, que el agente debe ser auto-determinado en el mismo, y que la voluntad debe ser la causa de la misma, fue probablemente
esto, - que, según el sentido de la humanidad, y el uso común de la lengua, es así que, con respecto a las acciones exteriores de los
hombres, que son los que en un principio, y de acuerdo con el uso vulgar y más sentido propio de la palabra , se denominan acciones. Los
hombres en estos son auto-dirigido, auto-determinada, y su voluntad son la causa de los movimientos de sus cuerpos, y las cosas externas
que se hacen; por lo que a menos que los hombres lo hagan voluntariamente y de elección, y la acción se determina por su voluntad
antecedente, no es de acción o haciendo de las suyas. De ahí que algunos metafísicos han conducido imprudentemente, pero que superen
absurdo, suponer en sí mismo en relación con la volición, que esto también debe ser determinada por la voluntad; que ha de ser
determinado por la volición antecedente, como el movimiento del cuerpo es; no teniendo en cuenta la contradicción que implica.

127
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

Pero es muy evidente, que en la distinción metafísica entre la acción y la pasión, (aunque hace tiempo que se convierten en común y la
moda en general,) debido cuidado no se ha llevado a conformar el lenguaje de la naturaleza de las cosas, o para cualquier ideas
distintas y claras ; - como lo es en otros términos filosóficos, metafísicos innumerables, que se utiliza en estas disputas; que ha
ocasionado inexpresable dificultad, contención, error y confusión.

Y por lo tanto, probablemente, se llegó a pensar que era incompatible con la necesidad de acción, ya que estos términos se aplican a
voluntad. En primer lugar, estos términos, la acción y la necesidad, se cambian de su sentido original, como significando la acción exterior y
la limitación voluntaria, (en la que, evidentemente, lo que significa que son inconsistentes,) para significar bastante otras cosas, a saber. La
volición en sí, y la certeza de la existencia. Y cuando se hace el cambio de la significación, no se tiene cuidado de hacer concesiones y
reducciones apropiadas para la diferencia de sentido; pero aún así las mismas cosas que se atribuyen a la acción unwarily y la necesidad,
en el nuevo significado de las palabras, que evidentemente pertenecían a ellos en su primer sentido; y por este motivo, las máximas se
establecen sin ninguna base real, como si fueran las más ciertas verdades y por las exigencias más evidentes de la razón.

Pero, sin embargo enérgicamente que se mantiene, que lo que es necesario no puede que propiamente se llama la acción, y que una
acción necesaria es una contradicción, sin embargo, es probable que hay pocos teólogos arminianos, que, si se trató a fondo, tendría la
posibilidad de estos principios. Ellos permiten que Dios es, en el sentido más elevado, un ser activo, y la más alta fuente de la vida y la
acción; y no se niegan, probablemente, que los que son llamados actos de justicia, la santidad y la fidelidad de Dios, son verdadera y
propiamente actos de Dios, y Dios es en realidad un agente de santa en ellos; y, sin embargo, confío, no van a negar, que Dios
necesariamente actúa con justicia y con verdad, y que es imposible para él actuar injustamente y lo profano.

Sección III.

Las razones por las que algunos piensan que al contrario de sentido común, para suponer aquellas cosas que son necesarias,
Para ser digno de cualquier alabanza o la culpa.

En abundancia se afirma e instó a los escritores arminianos, que es contrario al sentido común, y las nociones naturales y temores de
la humanidad, para suponer lo contrario de lo que la necesidad (no haciendo distinción entre necesidad natural y moral) es
incompatible, con la virtud y el vicio , elogio y la censura, la recompensa y el castigo. Y sus argumentos a partir de ahí se han triunfado
en gran medida; y han sido no un poco desconcertante para muchos, que han sido amigable a la verdad, tan claramente revelado en
las Sagradas Escrituras: se ha parecido a ellos realmente difícil, de conciliar doctrinas calvinistas con las nociones comúnmente los
hombres tienen de la justicia y la equidad. Y las verdaderas razones de que parecen ser estos los que siguen.

I. De hecho, es un dictado muy simple del sentido común, que la necesidad natural es totalmente incompatible con sólo alabanza o la culpa.
Si los hombres hacen cosas que en sí mismas son muy buenos, en condiciones de ser traído a pasar, y efectos muy feliz, adecuadamente
contra su voluntad, y no pueden evitarlo; o hacerlas de una

128
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

la necesidad de que es sin su voluntad, o con los que su voluntad no tienen ningún interés o la conexión; entonces es
un dictado llanura de sentido común, que no es ninguna de sus virtudes, ni ningún bien moral en ellos; y que no son
dignos de ser recompensado o alabado, o en absoluto estimado, honrado, o ser querido en esa cuenta. Y, por otra
parte, que si, al igual que de la necesidad, que hacen esas cosas que en sí mismas son muy infeliz y perniciosa, y les
hacen porque no pueden evitarlo; la necesidad es tal, que es todo lo que uno si van a ellos o no; y la razón de por qué
se hacen, es por necesidad, y no de su voluntad: es un dictado muy simple del sentido común, que no son en absoluto
la culpa; no hay vicio, defecto o mal moral en absoluto en el hecho efecto; ni son los que constituyen por lo tanto
requerían, en manera alguna digno de ser castigado,

De la misma manera, si las cosas, en ellos mismos buenos y deseables, son absolutamente imposible, con una imposibilidad
natural, la razón universal de la humanidad enseña, que este total y perfectamente excusas personas en su no hacerlas.

Y también es un dictado llanura de sentido común, que si el hacer las cosas en sí mismas buenas, o evitar las cosas en sí el mal,
no es absolutamente imposible, con una imposibilidad tan natural, pero muy difícil, con una dificultad natural, es decir, una dificultad
antes de, y no en todos consiste en, la voluntad y la inclinación misma, y ​que continuaría siendo el mismo, dejar que la inclinación
sea lo que quiera; a continuación, la negligencia u omisión de una persona es justificada en alguna medida, aunque no en su
totalidad; su pecado se agrava menos que si lo que hay que hacer fuera fácil. Y si en lugar de dificultades y obstáculos, que hay
una propensión contraria natural en el estado de las cosas a lo que hay que hacer, o el efecto que él trajo a pasar, abstraído de
cualquier consideración de la inclinación del corazón; aunque la tendencia no sea tan grande como para equivaler a una necesidad
natural, sin embargo, siendo algunos acercamiento a ella, por lo que la hacía lo bueno ser muy mucho de esta tendencia natural en
el estado de las cosas, y muy poco de una buena inclinación; entonces es un dictado del sentido común, que no es tanto el menor
virtud en lo que se hace; y lo que es menos loable y recompensable. La razón es sencilla, a saber. debido a una propensión o
tendencia natural, es una aproximación a la necesidad natural; y cuanto mayor es la propensión, siendo tanto cuanto más cerca
está el enfoque de la necesidad. Y, por tanto, como la necesidad natural quita o se cierra a toda virtud, por lo que esta tendencia se
acerca a una abolición de la virtud; es decir, que la disminuye. Y, por otro lado, dificultad natural, en el estado de las cosas, es un
enfoque de imposibilidad natural. Y como éste, cuando es completa y absoluta, en su totalidad le quita la culpa, de modo tal
dificultad quita parte de la culpa, o disminuye culpa; y hace que el acto realizado a ser menos digno de castigo.

II. Los hombres, en su primer uso de frases como éstas, deben, no pueden, no puede evitarlo, no puede evitarlo, es necesario, no,
imposible, inevitable e irresistible, & c., Los utilizan para significar una necesidad de la limitación o restricción, un producto natural
necesidad o imposibilidad; o alguna necesidad de que la voluntad no tiene nada que hacer en; que puede ser, si los hombres o
no; y que puede ser supone que es lo mismo, dejar que las inclinaciones y deseos de los hombres sean lo que quieran. Ese tipo
de términos, en su uso original, supongo, en todas las naciones, son relativos; llevando en su significación (como antes se ha
observado) una referencia o respecto a algún contrario voluntad, deseo o esfuerzo, que, se supone, es, o puede ser, en el caso.
Todos los hombres se encuentran y comienzan a encontrar en la primera infancia, que hay innumerables cosas que no se pueden
hacer, lo que ellos desean hacer;

129
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

que debe ser, - que no pueden evitar ellos, van a ser, si ellos o no lo desean. Es para expresar esta necesidad, que los hombres tan
pronto y tan a menudo se encuentran y que tan grandemente y principios de los afecta en innumerables casos, que primero se
forman los términos y frases; y es para significar una necesidad tal, que se utilizó por primera vez, y que se utilizan con más
constancia, en los asuntos comunes de la vida; y no para significar cualquier noción metafísica, especulativa y abstracta, como la
conexión en la naturaleza o el curso de las cosas, que está entre el sujeto y el predicado de una proposición, y que es el
fundamento de la verdad cierta de que la proposición; para significar que, a los que emplean a sí mismos en las investigaciones
filosóficas en el primer origen y las relaciones metafísicas y dependencias de las cosas, han prestado estos términos, a falta de
otros. Pero crecemos de nuestros soportes en un uso de dichos términos y frases totalmente diferentes de esto, y con un sentido
superior diferente de aquel en el que se utilizan comúnmente en la controversia entre arminianos y calvinistas. Y siendo, como se
dijo antes, un dictado del sentido universal de la humanidad, evidente para nosotros tan pronto como empezamos a pensar, que la
necesidad significado por estos términos, en el sentido en el que lo primero que aprender de ellos, hace personas excusa y
liberarlos de toda falta o culpa; por lo tanto, nuestra idea de excusableness o impecabilidad está vinculado a estos términos y frases
por un hábito fuerte, que se inicia en la infancia, tan pronto como empezamos a hablar, y crece con nosotros, y se ve reforzada por
el uso constante y la costumbre, la conexión cada vez más fuerte.

La conexión habitual que está en las mentes de los hombres entre intachabilidad y esos términos antes mencionados, debe, no
puede, no puede, es necesario, imposible, inevitable, y c. se vuelve muy fuerte; porque tan pronto como siempre los hombres
comienzan a usar la razón y el habla, tienen ocasión de excusarse, de la necesidad natural representado por estos términos, en
numerosos casos - No puedo hacerlo; No podría ayudarle. Y toda la humanidad tiene ocasión constante y diario que pueden usar
frases en este sentido, a excusarse y otros, en casi todas las preocupaciones de la vida, con respecto a las decepciones y las cosas
que suceden, que preocupan y afectan a nosotros mismos ya los demás, que son hirientes o desagradable para nosotros o ellos, o
cosas deseables, que nosotros u otros Despiste.

Que un ser acostumbrado a una unión de ideas diferentes, desde la primera infancia, hace que la conexión
habitual extremadamente fuertes, como si tal conexión se debe a la naturaleza, se manifiesta en innumerables
casos. Es del todo por una conexión de este tipo habitual de las ideas, que los hombres juez de la grandeza o la
distancia de los objetos de la vista, desde su aparición. Por lo tanto, se debe a una conexión establecida tales
principios, y creciendo con una persona, que juzga a una montaña, que ve a las diez Miles Distance, a ser más
grande que la nariz, o más lejos que el final de la misma. Después de haber sido utilizado tanto tiempo para
unirse a una distancia y magnitud considerable con tal apariencia, los hombres imaginar que es por un dictado
de sentido natural: mientras que, sería muy de otro modo con uno que tenía los ojos recién abiertos, que había
sido ciego:

III. Cuando los hombres, después de haber sido tan habituado a conectar ideas de inocencia o inculpabilidad con tales términos, que la
unión parece ser el efecto de la mera naturaleza, vienen a escuchar los mismos términos que se utilizan, y aprender a utilizarlos a sí
mismos, en un primer plano -mentioned nuevo y sentido metafísico, para significar otra muy distinta especie de necesidad, que no tiene ese
tipo de relación con una voluntad contraria supposable y esfuerzo; la notación de irreprochabilidad llanura y manifiesta, por este medio, es
decir, por un perjuicio fuerte, insensiblemente y unwarily transfiere a un litigio en que de ninguna manera pertenece: el cambio

130
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

del uso de los términos, a una significación que es muy diversa, no ser tomado nota de, o advertido a. Y hay varias
razones por las que no lo es.

l. Los términos, tal como se utiliza por los filósofos, no son muy nítida y clara en su significado: pocas ellos utilizan en un sentido
determinado fijo. Por el contrario, su significado es muy vaga y confusa, - que es lo que normalmente ocurre a las palabras que se usan
para significar cosas intelectual y moral, y expresar lo que el Sr. Locke llama a los modos mixtos. Si los hombres tenían una
comprensión clara y distinta de lo que se pretende con estos términos metafísicos, que serían capaces más fácilmente al compararlos
con su sentido original y común; y así no sería tan fácilmente llevado en el engaño por cualquier tipo de términos en el mundo, como
por las palabras de este tipo.

2. El cambio de la significación de los términos, es el más insensible, porque las cosas significadas, aunque de hecho muy diferentes, pero lo

hacen en algunos generales están de acuerdo. En la necesidad, lo que vulgarmente se llama así, hay una fuerte conexión entre la cosa dice que
es necesario, y algo antecedente de que en el orden de la naturaleza; por lo que también se encuentra en necesidad filosófica. Y aunque en

ambos tipos de necesidad de la conexión no puede ser llamado por ese nombre, con relación a una voluntad contraria o esfuerzo, a la que es
superior; que es el caso en necesidad vulgar; sin embargo, en tanto la conexión es anterior a la voluntad y el esfuerzo, y así, en algunos aspectos,
superior. En ambos tipos de necesidad, existe un fundamento para alguna certeza de la proposición que afirma la event.- Los términos utilizados
son los mismos, y las cosas significaban estar de acuerdo en estas y otras circunstancias generales; y las expresiones, tal como se utiliza por los
filósofos, no siendo bien definidos, y así de la significación oscura y suelta; por lo tanto, las personas no son conscientes de la gran diferencia y las

nociones de inocencia o imperfección, que fueron tan fuertemente asociadas con ellos, y fueron estrictamente unidos en sus mentes, desde que
tienen uso de razón, se mantienen unidos con ellos todavía, como si la unión eran por completo natural y necesario; y los que van a punto de
hacer una separación, les parecen hacer una gran violencia, incluso a la propia naturaleza. que fueron tan fuertemente asociadas con ellos, y

fueron estrictamente unidos en sus mentes, desde que tienen uso de razón, permanecer unidos con ellos todavía, como si la unión eran
totalmente natural y necesario; y los que van a punto de hacer una separación, les parecen hacer una gran violencia, incluso a la propia

naturaleza. que fueron tan fuertemente asociadas con ellos, y fueron estrictamente unidos en sus mentes, desde que tienen uso de razón, permanecer unidos con ellos to

IV. Otra razón por la que parece difícil de conciliar con razón, que los hombres deben ser culpados por lo que es necesario, con
una necesidad moral, (que, como se observó antes, es una especie de necesidad filosófica) es, que por falta de la debida
consideración , los hombres se entretienen por dentro que la aprehensión, que esta necesidad puede estar en contra de las
voluntades de los hombres y los esfuerzos sinceros. Se van con esa idea, que los hombres de verdad la voluntad y deseo, y se
esfuerzan, que puede ser de otra manera, pero que la necesidad invencible interpone en el camino. Y muchos piensan en relación
tanto a sí mismos: algunos, que son los malos, piensan que desean que eran buenos, que aman a Dios y la santidad; pero aún no
encuentran que sus deseos producen los effect.- Las razones por las que los hombres piensan así, son los siguientes: (1)
Encuentran lo que puede llamarse una disposición indirecta de tener una mejor voluntad, en la forma antes observada. Porque es
imposible, y una contradicción, suponer la voluntad de ser directa y adecuadamente contra sí mismo. Y no tienen en cuenta, que
esta disposición indirecta es del todo una cosa diferente de lo dispuesto adecuadamente que es el deber y la virtud requerida; y
que no hay virtud en ese tipo de disposición que tienen. No tienen en cuenta, que las voliciones la que un hombre malvado puede
tener que amaba a Dios, hay actos de la voluntad a todos contra el mal moral de no amar a Dios; pero sólo algunas consecuencias
desagradables. Sin embargo, el hacer la distinción necesaria requiere más cuidado de la reflexión y el pensamiento que la mayoría
de los hombres están acostumbrados. Y los hombres, a través de un perjuicio en su propio favor, están dispuestos a pensar bien
de sus propios deseos y disposiciones, y para tener en cuenta los buenos y virtuosos,

131
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

que es virtuoso que realmente excita o termina sus inclinaciones. (2) Otra cosa que insensiblemente se presta y seduce
a los hombres en la suposición de que esta necesidad moral o imposibilidad es, o puede ser, contra la voluntad de los
hombres y verdaderos esfuerzos, es la derivación y la formación de los propios términos, que a menudo se utilizan para
expresar ella, que es tal como parece directamente al punto a, y ejerce en este sucesivamente. Tales palabras, por
ejemplo, como no puede, inevitable, imposible, irresistible, que llevan una clara referencia a una fuente de supposable
ejercida, se esfuerza utilizan, resistencia hecho, en oposición a la necesidad; y las personas que los escuchan, sin
considerar ni sospechar, sino que se utilizan en su sentido propio; siendo ese sentido, por tanto, entenderse, no hace
naturalmente, y por decirlo así necesariamente, surgen en sus mentes una suposición, que puede ser así de hecho,

V. Otra cosa, lo que hace que las personas más dispuestos a suponer que sea contraria a la razón, que los
hombres deben ser expuestos a las sanciones que amenazaba con el pecado, para hacer las cosas que son
moralmente necesaria, o no hacer esas cosas moralmente imposible, es decir, que la imaginación fortalece el
argumento, y aumenta mucho el poder y la influencia de las razones aparentes en contra de ella, de la
grandeza de ese castigo. Para permitir que puedan ser justamente expuestos a un pequeño castigo, no sería
tan difícil. Considerando que, si había alguna razón en el caso, si fuera realmente un dictado de la razón, de
que esa necesidad era incompatible con imperfección, o justo castigo, la manifestación sería igualmente cierto
con respecto a un pequeño castigo, o cualquier castigo a todo, como una muy grande; pero no es igualmente
fácil de la imaginación.

Sección IV.

Eso es conforme al sentido común, y las nociones naturales de la humanidad, suponer necesidad moral para ser
En consonancia con elogio y la censura, recompensa y castigo.

Si las razones que se han dado, por lo que parece difícil de algunas personas para conciliar con el sentido común de la
alabanza o culpar, recompensar o castigar a aquellas cosas que son moralmente necesario, se cree satisfactoria, o no; sin
embargo, parece más evidente, por las siguientes cosas, que si este asunto se entiende correctamente, dejando de lado toda
ilusión que surge de la incorrección y la ambigüedad de los términos, esto no es en absoluto incompatible con las
aprehensiones naturales de la humanidad, y ese sentido de las cosas que se encuentra en todas partes en la gente común, que
están más lejos de tener sus pensamientos pervertidos de su canal natural, por sutilezas metafísicas y filosóficas; pero, por el
contrario, en conjunto agradable a, y la propia voz y dictado de, esta sensación natural y vulgar.

132
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

1. Esto aparecerá, si tenemos en cuenta lo que la noción vulgar de culpabilidad es. La idea, que la gente común, a través de todas
las edades y naciones, tienen de imperfección, que supone que debe ser claramente esto; ser de una persona o hacer el mal, con
su propia voluntad y placer; que contiene estas dos cosas: 1. Su haciendo mal cuando él hace según su voluntad: 2. Sus placeres
estar equivocado. O, dicho de otro modo, tal vez la expresión más inteligible su noción, de tener mal el corazón de una persona; y
hacer el mal de su corazón. Y esta es la suma total de la materia.

La gente común no ascienden en sus reflexiones y abstracciones metafísicas a las fuentes, las relaciones y las dependencias de las
cosas, con el fin de formar su noción de imperfección o culpabilidad. Ellos no esperan hasta que hayan decidido por sus refinados, lo
que determina en primer lugar la voluntad; si se puede determinar por algo extrínseca o intrínseca; si la volición determina la volición,
o si la comprensión determina la voluntad; si hay alguna cosa tal como metafísicos entienden por contingencia (si tienen algún
significado); sea ​que haya una especie de una soberanía extraña, inexplicable en la voluntad, en el ejercicio de los cuales, por sus
propios actos de soberanía, que aporta a pasar todos sus propios actos soberanos. Ellos no toman ninguna parte de su noción de
falta o culpa de la resolución de cualquiera de estos problemas. Si este fuera el caso, hay multitudes, sí, el extremo mayor parte de la
humanidad, novecientos noventa y nueve de cada mil, que viven y mueren sin tener ninguna noción como la de culpa cada vez que
entra en la cabeza, o sin tanto como uno que tiene cualquier concepción que cualquier cuerpo debía ser ya sea culpado o elogiado
por cualquier cosa. Para estar seguro de que sería un largo tiempo antes de que los hombres llegaron a tener tales nociones.
Considerando que se manifiesta, son algunas de las primeras nociones que aparecen en los niños; que descubre, tan pronto como
se les ocurra, o no habla, o actuar en todas las criaturas racionales, una sensación de desierto. Y, desde luego, en la formación de su
noción de la misma, que no hacen uso de la metafísica. Todo el suelo que vaya a consiste en que estas dos cosas, la experiencia, y
una sensación natural de una cierta aptitud o agradabilidad que hay en la unión de tales mal moral como está descrita anteriormente,
es decir, un ser o hacer el mal con la voluntad, y el resentimiento en los demás, y el dolor infligido a la persona en quien este mal
moral es. ¿Qué sentido natural es lo que llamamos por el nombre de la conciencia.

Es cierto, la gente común y los niños, en su noción de cualquier acto defectuoso o de hecho, de cualquier persona, no suponga que es
propio acto y obra de la persona. Pero esto es todo lo que pertenece a lo que entienden por una cosa de estar propia escritura o la
acción de una persona; incluso que es algo hecho por él de elección. Que algo de ejercicio o movimiento deben empezar por sí
mismo, no pertenece a su noción de una acción o haciendo. Si es así, sería pertenecen a su noción de la misma, que es algo que es
la causa de su propio principio; y que es tanto como decir, que se trata antes de que comience a ser. Tampoco es su noción de una
acción, algo de movimiento o ejercicio que comienza por accidente, sin ninguna causa o motivo; por lo que es contrario a uno de los
dictados principales de sentido común, es decir, que todo lo que empieza a ser, tiene alguna causa o razón por la que es.

La gente común, en su noción de una escritura o el trabajo defectuoso o digna de elogio hecho por cualquiera, no suponen que el
hombre lo hace en el ejercicio de la libertad. Pero entonces su noción de libertad es solamente de una persona que tenga la oportunidad
de hacer lo que le plazca. No tienen idea de la libertad que consiste en la primera actuación de la voluntad, y así causar sus propios
actos; y determinar, y así provocando sus propias determinaciones; o la elección, y así provocando su propia elección. Tal noción de
libertad es lo que ninguno tiene, pero los que han oscurecido su propia mente con la especulación metafísica confusa, y

133
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

términos abstrusos y ambiguo. Si un hombre no se le impida que actúe como su voluntad determina, o
constreñido a actuar de otra manera, entonces no tiene libertad, de acuerdo a las nociones comunes de
libertad, sin tener en la idea de que gran contradicción del todo, siendo las determinaciones de la libre
voluntad del hombre los efectos de las determinaciones de su will.- libres ni tienen los hombres comúnmente
cualquier noción de libertad que consiste en la indiferencia. Porque si es así, entonces sería aceptable para él
su idea, que los hombres mayores de indiferencia actuar con la mayor libertad de actuar con; mientras que lo
contrario es cierto. El que, en la actuación, se procede con la inclinación máximo, hace lo que hace con la
mayor libertad, de acuerdo con el sentido común. Y hasta ahora es que sea aceptable para el sentido común,
que tal libertad como consta en la indiferencia es un requisito para alabar o la culpa, que,

II. Si fuese incompatible con el sentido común de la humanidad, que los hombres deben ser la culpa o elogiaron en cualquier
voliciones que tienen o deje de alcanzar, en caso de necesidad moral o imposibilidad; entonces seguramente también ser
aceptable para el mismo sentido y la razón de la humanidad, que cuanto más cerca el caso se acerca a una necesidad o
imposibilidad moral tal, ya sea a través de una fuerte propensión moral antecedente, por un lado, o una gran oposición
antecedente y la dificultad de la otra, más cerca no se acercan a un ser ni censurable ni encomiable; de modo que los actos
ejercida con tal propensión anterior, sería digna de elogio proporcionalmente menos; y cuando se omite, el acto que se atendió
con tanta dificultad, la omisión sería digno de menos culpa. Es así, como se observó antes, la necesidad natural y la
imposibilidad, propensión y la dificultad: ya que es un dictado llanura del sentido de toda la humanidad, que la necesidad natural
e imposibilidad quitan toda culpa y alabanza; y por lo tanto, que cuanto más cerca el enfoque es a estos, a través de propensión
anterior o dificultad, por lo elogio y la censura son proporcionalmente disminuida. Y si fuera tanto un dictado del sentido común,
que la necesidad moral de hacer o imposibilidad de evitar quita todo elogio y la censura, ya que la necesidad natural o
imposibilidad hace esto; entonces, por una paridad perfecta de la razón, sería tanto el dictado del sentido común, que un enfoque
de necesidad moral de hacer, o la imposibilidad de evitar, disminuye elogio y la censura, ya que una aproximación a la necesidad
natural e imposibilidad hace . Es igualmente la voz del sentido común, que las personas son excusables, en parte, al descuidar
las cosas difíciles contra de su voluntad, como que son excusables en su totalidad al descuidar cosas imposibles contra de su
voluntad. Y si no había ninguna diferencia, si la imposibilidad fuera natural y en contra de la voluntad, o acostado en la voluntad,
en cuanto a excusableness moral; por lo que tampoco habría alguna diferencia, si la dificultad, o acercamiento a la necesidad,
sean naturales en contra de la voluntad, o moral, tumbado en la propensión de la voluntad.

Pero es evidente, que el reverso de estas cosas es cierta. Si hay una aproximación a una necesidad moral en el esfuerzo de
un hombre de buenos actos de la voluntad, que es el ejercicio de una fuerte propensión a la buena, y un muy poderoso amor
a la virtud; es tan lejos de ser el dictado del sentido común, que es menos virtuoso, y menos a ser apreciado, amado y
alabado; que es agradable a las nociones naturales de toda la humanidad, que es tanto mejor hombre, digno de un mayor
respeto, y más alto elogio. Y cuanto más fuerte es la inclinación, y cuanto más se acerca a la necesidad en ese sentido; o
imposibilidad de dejar de lado el acto virtuoso, o de hacer un círculo vicioso uno; siendo el más virtuoso y digno de elogio
más alto. Y, por otro lado, si un hombre ejerce actos malvados de

134
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

mente; como, por ejemplo, actúa de orgullo o de malicia, de un hábito o principio de soberbia y malicia, y una propensión violenta
de corazón a tales actos arraigada y fuerte; de acuerdo con el sentido natural de los hombres, es tan lejos de ser el menos odio y
censurable en esa cuenta, que es tanto más digno de ser detestado y condenado por todo lo que le observe. Por otra parte, es
evidente que no es parte de la idea de que la humanidad suelen tener de un acto censurable o digno de alabanza de la voluntad,
que es un acto que no está determinado por un sesgo antecedente o motivo, sino por el poder soberano de la voluntad misma;
porque, de ser así, los mayores de mano tales causas tienen en la determinación de cualquier acto de la voluntad, tanto menos
virtuoso o vicioso iban a ser contabilizados; y al menos parte, el más virtuoso o vicioso. Mientras que lo contrario es cierto: los
hombres no piensan un buen acto sea menos loable del agente que se está determinada en gran medida en él por una buena
inclinación o un buen motivo, pero cuanto más. Y si bien la inclinación o motivo tiene poca influencia en la determinación del
agente, que no crean su acto tanto más virtuoso, pero cuanto menos. Y así, en relación con los actos malignos, que son
determinados por motivos malignos o inclinaciones.

Sí, si se supone, que las disposiciones buenos o malos son implantados en los corazones de los hombres por la naturaleza
misma; (Que, es cierto, se supone vulgarmente en innumerables casos,), sin embargo, no se supone comúnmente, que los
hombres son dignos de elogio o sin menosprecio de tales disposiciones; A pesar de lo que es natural es sin duda necesario,
siendo la naturaleza antes de que todos los actos de la voluntad de ningún tipo. Así, por ejemplo, si un hombre que parece ser de
una disposición muy altivo o maliciosa, y se supone que es así por su carácter natural, no es ninguna idea vulgar, sin dictados del
sentido común y la aprehensión de los hombres, que tales disposiciones hay vicios o males morales, o que estas personas no
son dignas de falta de estima, o odium y de confusión; o que los actos maliciosos orgulloso o que se derivan de tales
disposiciones naturales, son dignos de ningún resentimiento. Sí, tales disposiciones naturales viles, y la fuerza de ellos,
comúnmente se mencionarán más bien como una agravación de los actos malvados que vienen de una fuente tal, que una
atenuación de ellos. El su ser natural para los hombres actúan de este modo, se observa a menudo por los hombres en la altura
de su indignación: ellos dirán: “Es su propia naturaleza; él es de un temperamento natural de vil; es tan natural para él para
actuar así, como lo es para respirar; no puede dejar de servir al diablo,”& c. Pero no es así con respecto a, iniquidades que hace
daño, que todo son los sujetos o de las ocasiones, por necesidad natural, en contra de sus inclinaciones. En tal caso, la
necesidad, por la voz común de la humanidad, se hablará de como excuse.- completo lo tanto, es muy sencillo, que el sentido
común hace una gran diferencia entre estos dos tipos de necesidad,

Y estos dictados de la mente de los hombres son tan natural y necesario, que puede ser mucho dudaba de que, los mismos
han arminianos nunca se deshizo de ellos; sí, sus más grandes doctores, que han ido más lejos en la defensa de sus
nociones metafísicas de la libertad, y han traído sus argumentos a su mayor fortaleza, y, como ellos suponen, a una
manifestación, en contra de la consistencia de la virtud y el vicio con cualquier necesidad; que deba ser interrogado, si hay
tanto como uno de ellos, pero que, si él sufrió mucho de los hechos lesivos de un hombre bajo el poder de una soberbia
invencible y la malignidad de los estribos, no lo haría, desde la extremidades anteriores mencionado sentido natural de la
mente, resienten muy al contrario, que si tan grandes sufrimientos llegaron a él desde el viento que sopla, y el fuego que arde,
por necesidad natural; y por otra parte de lo que lo haría,

135
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

conducta de un hombre perfectamente delirante; sí, a pesar de que presentó por primera vez su distracción sobre él de alguna manera por su
propia culpa.

Algunos parecen desdeñar la distinción que hacemos entre necesidad natural y moral, como si se tratara del todo impertinente en esta
controversia: “lo que es necesario (dicen que) es necesario; que es lo que debe ser, y no se puede prevenir. Y lo que es imposible, es imposible, y

no se puede hacer: y por lo tanto no puede ser el culpable de no hacerlo,”y estas comparaciones se hacen uso de, como el mando de un hombre

en caminar que ha perdido sus piernas, y condenar y castigarla por no obedecer; atractivo y de requerir a un hombre que está encerrado en una

prisión fuerte, para venir, & c. Sin embargo, en estas cosas, arminianos son muy poco razonable. Deje que el sentido común determinará si no
hubiere una gran diferencia entre estos dos casos; el uno, el de un hombre que ha ofendido a su príncipe, y es echado en la cárcel; y después que
haya puesto allí un rato, el rey viene a él, lo llama para venir a él; y le dice, que si lo hará, y se va a caer delante de él, y humildemente pedirle

perdón, será perdonado y puesto en libertad, y también ser enriquecido en gran medida, y avanzó a cumplir; el prisionero de corazón se arrepiente

de la locura y la maldad de su ofensiva contra su príncipe, está dispuesto a rebajarse a fondo, y aceptar la oferta del rey; sino que se limita por

paredes fuertes, con puertas de bronce, y barras de hierro. El otro caso es el de un hombre que es de un espíritu muy razonable, de una
disposición arrogante, ingrato, intencional; y, por otra parte, se ha criado en principios traidores, y ha poseído su corazón con una enemistad

extrema e inveterada a su legítimo soberano; y por su rebelión está echado en la cárcel, y se encuentra siempre allí, cargado de cadenas
pesadas, y en circunstancias miserables. Por fin, el príncipe compasiva trata de la prisión, ordena a sus cadenas a ser derribado, y sus puertas de

la prisión-que se establezcan de par en par; las llamadas a él, y le dice, si él saldrá a él, y caer delante de él, reconocer que lo ha tratado
indignamente, y pedir su perdón, será perdonado, poner en libertad, y situado en un lugar de gran dignidad y el beneficio en su corte. Pero él es

fuerte y stomachful, y lleno de malignidad soberbio, que no puede estar dispuesto a aceptar la oferta: su arraigado fuerte orgullo y malicia tienen

un poder perfecto sobre él, y por así decirlo se unen a él, mediante la unión de su corazón: la oposición de su corazón tiene el dominio sobre él,
que tiene una influencia en su mente muy superior a la gracia y condescendencia del rey, ya todos sus amables ofertas y promesas. Ahora, ¿es

aceptable para el sentido común para afirmar y que se pusiese a ella, que no hay diferencia entre estos dos casos, como a cualquier mérito de la
culpa de los prisioneros; porque, ciertamente, existe una necesidad en ambos, y el acto se requiere en cada caso es imposible? Es cierto, malas

disposiciones de un hombre puede ser tan fuerte e inmuebles como los cerrojos de alcázar. Pero que no puede ver, que cuando un hombre, en

este último caso, se dice que es incapaz de obedecer la orden, se utiliza la expresión inadecuada, y no en el sentido que tiene en un principio, y en
el lenguaje común; y que adecuadamente se puede decir que estar en el poder de los rebeldes a salir de la prisión, al ver lo que puede hacer
fácilmente si le plazca; aunque por razón de su humor de perros del corazón, que es fijo y arraigado, es imposible que le guste más? que no hay
diferencia entre estos dos casos, como a cualquier mérito de la culpa de los prisioneros; porque, ciertamente, existe una necesidad en ambos, y el

acto se requiere en cada caso es imposible? Es cierto, malas disposiciones de un hombre puede ser tan fuerte e inmuebles como los cerrojos de

alcázar. Pero que no puede ver, que cuando un hombre, en este último caso, se dice que es incapaz de obedecer la orden, se utiliza la expresión
inadecuada, y no en el sentido que tiene en un principio, y en el lenguaje común; y que adecuadamente se puede decir que estar en el poder de

los rebeldes a salir de la prisión, al ver lo que puede hacer fácilmente si le plazca; aunque por razón de su humor de perros del corazón, que es fijo

y arraigado, es imposible que le guste más? que no hay diferencia entre estos dos casos, como a cualquier mérito de la culpa de los prisioneros;

porque, ciertamente, existe una necesidad en ambos, y el acto se requiere en cada caso es imposible? Es cierto, malas disposiciones de un
hombre puede ser tan fuerte e inmuebles como los cerrojos de alcázar. Pero que no puede ver, que cuando un hombre, en este último caso, se
dice que es incapaz de obedecer la orden, se utiliza la expresión inadecuada, y no en el sentido que tiene en un principio, y en el lenguaje común;

y que adecuadamente se puede decir que estar en el poder de los rebeldes a salir de la prisión, al ver lo que puede hacer fácilmente si le plazca; aunque por razón de su

Sobre el todo, supongo que no hay ninguna persona de buen entendimiento, que sin acepción considera las cosas que se
han observado, pero voy a permitir, que no es evidente, a partir de los dictados del sentido común, o nociones naturales de
la humanidad, que moral necesidad es incompatible con elogio y culpa. Y, por lo tanto, si los arminianos probaría cualquier
inconsistencia, debe ser por algunos argumentos filosóficos y metafísicos, y no el sentido común.

136
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

Hay una gran ilusión en la manifestación que se pretende con arminianos del sentido común. La fuerza principal de todas
estas manifestaciones radica en que el prejuicio, que surge a través del cambio insensible del uso y significado de los
términos tales como la libertad, capaz, incapaz, necesario, imposible, inevitable, invencible, acción, & c. de su sentido original
y vulgar, a un sentido metafísico, enteramente diversa; y la fuerte conexión de las ideas de inculpabilidad, & c. con algunos de
estos términos, por un hábito contraído y estableció si bien estos términos se utilizaron en su primer significado. Este prejuicio
y la ignorancia es la base de todas aquellas posiciones que establecen como máximas, por lo que la mayor parte de las
Escrituras, que alegan en esta controversia, se interpretan, y en la que todos sus demostraciones pomposas de la Escritura y
la razón dependen. De esta ilusión secreta y los prejuicios que tienen casi todas sus ventajas; es la fuerza de sus baluartes, y
el borde de sus armas. Y ésta es la base principal de todo el derecho que tienen que tratar a sus vecinos en lo que
suponiendo una manera, y para insultar a otros, tal vez como sabios y buenos como ellos mismos, como intolerantes débiles,
los hombres que habitan en las cuevas oscuras de la superstición, contra toda lógica establecer, con obstinación cerrando
sus ojos de la luz del mediodía, enemigos al sentido común, el mantenimiento de los primogénitos de absurdos, & c. &do.
Pero tal vez una consideración imparcial de las cosas que se han observado en las partes anteriores de este mensaje, puede
permitir a los amantes de la verdad mejor para juzgar, cuya doctrina es de hecho absurdo, abstruso, contradictorio en sí
mismo, e incompatible con el sentido común,

Corolario. De las cosas que se han observado, que va a seguir, que es agradable al sentido común suponer que los santos
glorificados no tienen su libertad en absoluto disminuida en ningún aspecto; y que Dios mismo tiene la mayor libertad posible de
acuerdo con la verdadera y propia significado de la expresión; y que es, en el más amplio respeto, y un agente activo en el ejercicio
de su infinita santidad; a pesar de que actúa en el mismo, en el más alto grado necesariamente; y sus acciones de este tipo, se
encuentran en el, de manera más absolutamente perfecto más alto, virtuoso y digno de elogio; y son así, por esa misma razón,
porque son más perfectamente es necesario.

Sección V.

Con respecto a estas objeciones, que este esquema De necesidad Renders todos los medios y esfuerzos para el evitar el pecado, o de la
obtención de la virtud y la santidad, vano e inútilmente; Y que hace que los hombres
No hay más que máquinas Mere en los asuntos de la moral y la religión

Arminianos dicen, si es así, que el pecado y la virtud llegado a pasar por una necesidad que consiste en una conexión segura de
causas y efectos, antecedentes y consecuentes, nunca puede valer la pena el tiempo para utilizar cualquier medio o esfuerzos
para obtener el uno, y evitar el otro; al no ver esfuerzos puede alterar el futuro del evento, el cual ha venido a ser necesario por
una, conexión ya establecida. Pero deseo que este asunto puede ser considerado plenamente; y que puede ser examinada con
un rigor a fondo, si va a seguir, que los esfuerzos y medios, con el fin de evitar u obtener cualquier cosa futura, deben estar más
en vano, en el supuesto de una conexión de antecedentes y consecuentes tales que si al contrario suponerse.

137
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

Para los esfuerzos sean en vano, es que ellos no tengan éxito; es decir, para ellos, no con el tiempo a ser el medio de la
cosa dirigida a, que no puede ser sino en una de estas dos maneras; o bien, en primer lugar, que si se utilizan los
medios, sin embargo, el evento dirigido a no sigue; o, en segundo lugar, si el evento se sigue, no es debido a los medios,
o de cualquier conexión o dependencia del evento en los medios: el caso hubiera llegado a pasar así sin los medios
como con ellos. Si cualquiera de estas dos cosas es el caso, entonces los medios no son adecuadamente éxito, y son
realmente en vano. El successfulness o unsuccessfulness de los medios, con el fin de un efecto, o su ser en vano o no
en vano, consiste en ser conectados esos medios o no relacionados con el efecto, de una manera como este, a saber.
que el efecto es con los medios, y no sin ellas; o, que el ser del efecto es, por una banda, conectado con los medios, y la
falta de efecto, por otro lado, está conectada con la falta de los medios. Si hay que tal conexión, ya que esto entre
medios y fin, los medios no son en vano; más hay de tal conexión, el más que son de ser en vano; y menos de tal
conexión, más que son en vano.

Ahora, por lo tanto, la pregunta que debe responderse, (con el fin de determinar, si se sigue de esta doctrina de la conexión
necesaria entre las cosas que anteceden y los consiguientes, que significa utilizar con el fin de cualquier efecto son más inútil de
lo que serían de otra manera ), es decir, si se sigue de ello que hay menos de la conexión antes mencionada entre los medios y
efecto; es decir, si, en el supuesto de que exista una conexión real y verdadera entre medios y efecto, que en el supuesto de que
no exista conexión fija entre las cosas antecedentes y los consecuentes; y la misma indicando de esta pregunta es suficiente
para responder a ella. Debe aparecer a todo aquel que desee abrir sus ojos, que esta cuestión no se puede afirmar sin el absurdo
más grosera e inconsistencia. Los medios son que antecede cosas, y los efectos están siguiendo cosas. Y si no hubiera conexión
entre renunciar a las cosas y siguientes, no puede haber relación entre medios y fines; y así todos los medios serían totalmente
inútil e infructuosa. Para que es en virtud de sólo algunos de conexión, que se convierten en un éxito. Se observa cierta conexión
o revelado, o conoce de otra manera, entre las cosas antecedente y siguientes, eso es lo que dirige en la elección de los medios.
Y si no hubiera tal cosa como una conexión establecida, no puede haber elección en cuanto a los medios; una cosa no tendría
más tendencia a un efecto que otro; habría que no hay tal cosa como la tendencia en el caso. Todas esas cosas que son medios
exitosas de otras cosas, no en ella demuestran antecedentes conectados de ellos; y por lo tanto, afirmar que una conexión fija
entre antecedentes y consecuentes hace medios vano e inútil, o interpone en el camino para impedir la conexión entre el medio y
el fin, es tan ridícula como para decir, que hay una conexión entre los antecedentes y consecuentes interpone en el camino para
impedir una conexión entre antecedentes y consecuentes. Como tampoco ninguna supuesta conexión de la sucesión o el tren de
antecedentes y consecuentes, desde el principio de todas las cosas, la conexión se está realizando ya seguro y necesario, ya
sea por las leyes establecidas de la naturaleza, o por éstos junto con un decreto de interposiciones inmediatos soberanos del
poder divino, en tales y tales ocasiones, o de cualquier otra manera (si cualquier otro haya); Digo, no hay tal conexión necesaria
de una serie de antecedentes y consecuentes en lo más mínimo puede tienden a obstaculizar, pero que los medios que
utilizamos pueden pertenecer a la serie; y por lo tanto pueden ser algunos de esos antecedentes que están conectados con los
consecuentes Nuestro objetivo es en el curso establecido de las cosas. Esfuerzos que utilizamos, son cosas que existen; y por lo
tanto pertenecen a la cadena general de los eventos; Se supone que todas las partes de que la cadena a ser conectado; y así se
supone que se esfuerza para ser conectado con

138
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

algunos efectos, o algunas cosas consiguientes u otros. Y desde luego esto no impide, sino que los eventos que están
conectados con el, pueden ser los que nos proponemos, y que nosotros elegimos, porque juzgamos más probabilidades de
tener una conexión con los eventos del orden establecido y el curso de las cosas, que observamos, o de algo en la revelación
divina.

Supongamos una conexión real y verdadero entre un hombre de tener los ojos abiertos en el día-luz clara, con buenos
órganos de la vista, y ver; por lo que ver es conectado con su abrir los ojos, y no ver con su sin abrir los ojos; y también
la conexión como entre dicho un hombre está tratando de abrir los ojos, y su realmente hacerlo: la conexión establecida
supuesta entre estos antecedentes y consecuentes, dejar que la conexión sea nunca tan seguro y necesario, sin duda
no prueba que es en vano para un hombre en tales circunstancias para tratar de abrir los ojos, con el fin de ver: su
objetivo en ese caso, y el uso de los medios, siendo el efecto de su voluntad, no se rompe la conexión, o dificultar el
éxito.

Por lo que la objeción de que estamos al no reside en contra de la doctrina de la necesidad de los acontecimientos de una certeza de conexión y

consecuencia; por el contrario, es verdaderamente la fuerza en contra de la doctrina arminiana de contingencia y la autodeterminación; que es

incompatible con dicha conexión. Si no hay conexión entre esos eventos en el que virtud y el vicio consisten, y cualquier cosa antecedente;

entonces no hay conexión entre estos eventos y cualquier medio o esfuerzos utilizados con el fin de ellos; y si es así, a continuación, estos medios

deben estar en vano. Lo que queda es la conexión entre las cosas anteriores y siguientes, tanto menos existe entre medios y fines, los esfuerzos y

el éxito; y en la misma proporción son medios y esfuerzos ineficaces y en vano. Se sigue de principios arminianas que no hay grado de conexión

entre la virtud y el vicio, y cualquier evento anterior o cosa; o, en otras palabras, que la determinación de la existencia de la virtud o el vicio no es

así en lo más mínimo depende de la influencia de cualquier cosa que viene a pasar antecedente, de la cual la determinación de su existencia es,

como su causa, significa, o suelo; porque hasta el momento, ya que es así, no es de libre determinación; y, por lo tanto, hasta ahora no hay nada

de la naturaleza de la virtud o el vicio. Y lo que se deduce, que la virtud y vice no son en absoluto, en ningún grado, dependiendo de, o conectados

con, cualquier acontecimiento anterior o existencia, como su causa, planta, o medios. Y si es así, entonces todos los medios arriba mencionados

deberán ser totalmente en vano. que la determinación de la existencia de virtud o el vicio no en lo más mínimo dependerá de la influencia de

cualquier cosa que viene a pasar antecedente, de la que la determinación de su existencia es, como su causa, significa, o suelo; porque hasta el

momento, ya que es así, no es de libre determinación; y, por lo tanto, hasta ahora no hay nada de la naturaleza de la virtud o el vicio. Y lo que se

deduce, que la virtud y vice no son en absoluto, en ningún grado, dependiendo de, o conectados con, cualquier acontecimiento anterior o

existencia, como su causa, planta, o medios. Y si es así, entonces todos los medios arriba mencionados deberán ser totalmente en vano. que la determinación de la exist

De aquí se deduce, que no puede no, en cualquier consistencia con el esquema Arminiana, ser cualquier motivo razonable de tanto
como una conjetura relativa a la consecuencia de cualquier medio y esfuerzos, con el fin de escapar vice, o la obtención de virtud, o
cualquier elección o preferencia de los medios, como tener una mayor probabilidad de éxito por algunos que otros; ya sea desde
cualquier conexión natural o dependencia del fin de los medios, oa través de cualquier constitución divina, o la forma revelada de Dios
de otorgar o traer a pasar estas cosas, como consecuencia de cualquier medio, esfuerzos, oraciones, o hechos. Conjeturas en este
último caso, dependen de una suposición, que el mismo Dios es el dador, o causa determinante, de los eventos solicitados; pero si
dependen de la libre determinación, entonces Dios no es el autor de determinar o disponer de ellos; y si estas cosas no son de su
disposición, entonces no se puede hacer conjeturas, desde cualquier revelación que ha dado, en relación con cualquier forma o
método de su disposición de ellos. Sí, en estos principios, no sólo va a seguir, que los hombres no pueden tener ningún motivo
razonable de juicio o conjetura de que sus medios y esfuerzos para obtener la virtud, o evitar el vicio, será

139
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

éxito, pero pueden estar seguros de que no lo harán; que pueden estar seguros de que serán en vano; y que si alguna vez lo que
ellos buscan, llega a pasar, no será en absoluto debido a los medios que utilizan. Para medios y esfuerzos pueden no tener
ningún efecto en absoluto, a fin de obtener al final, pero en uno de esos dos maneras; ya sea (1) A través de una tendencia
natural y la influencia de preparar y disponer la mente más a los actos virtuosos, ya sea haciendo que la disposición del corazón
para estar más a favor de tales actos, o llevando la mente más en la visión de gran alcance motivos y estímulos; o, (2) Al poner
personas más en el camino de la concesión de los beneficios de Dios. Pero ninguno de estos puede que el caso. No es la última;
porque, como se ha observado simplemente, que no consiste en la idea arminiana de la autodeterminación, que suponen esencial
a la virtud, que Dios debe ser el que otorga, o (lo que es lo mismo) el autor disponer la determinación de la virtud. No es la forma;
por la influencia natural y la tendencia supone la causalidad y la conexión, y supone la necesidad de evento, lo cual es
incompatible con la libertad Arminiana. Una tendencia de los medios, polarizando el corazón en favor de la virtud, o llevando la
voluntad bajo la influencia y el poder de motivos en sus determinaciones, son tanto incompatible con la libertad Arminiana de
voluntad, que consiste en la indiferencia, y soberano libre determinación, como se ha demostrado en gran medida.

Sin embargo, para la eliminación más completa de este prejuicio en contra de la doctrina de la necesidad, que se ha mantenido, como si se
tendió a favorecer un abandono total de todos los esfuerzos como vano; las siguientes cosas pueden ser considerados: -

La cuestión no es si los hombres no pueden por lo tanto mejorar esta doctrina, - sabemos que muchas doctrinas verdaderas y sanas son
abusados; pero, si la doctrina da cualquier ocasión sólo para dicha mejora; o si, en el supuesto de la verdad de la doctrina, un uso de ella como
sería razonable? Si alguna afirmará, que no lo haría, pero que la naturaleza misma de la doctrina es tal que imprima solo ocasión para ello, tiene
que ser en esta suposición; a saber, que una necesidad tan invariable de todas las cosas que ya se estableció, debe hacer que la interposición de

todos los medios, esfuerzos, conclusiones o acciones de la nuestra, con el fin de la obtención de cualquier extremo futuro absoluto, perfectamente
insignificante; porque no pueden en absoluto alterar o variar el curso y la serie de cosas, en cualquier caso o circunstancia; todos ya estando fijada
indeciblemente por necesidad; y que, por tanto, es una locura para los hombres a usar cualquier medio para cualquier fin; pero su sabiduría para
ahorrarse la molestia de los esfuerzos, y tomar su facilidad. Ninguna persona puede hacer una inferencia tal de esta doctrina, y llegar a una
conclusión, sin contradecirse a sí mismo, y va en contra de los principios mismos que pretende actuar sobre; que ya llega a una conclusión y toma

un curso, con el fin de su fin, incluso su caso, o el ahorro de sí mismo de molestias que se busca algo futuro, y utiliza medios con el fin de una
cosa futura, incluso en su elaboración a esa conclusión, que buscará nada, y el uso de ninguna manera el fin de cualquier cosa en el futuro; que

busca su facilidad futuro, y el beneficio y comodidad de la indolencia. Si la necesidad previa, que determina todas las cosas, hace vano todas las

acciones o conclusiones de la nuestra, con el fin de cualquier cosa futura; entonces tiene vanas todas las conclusiones y la conducta de los
nuestros, con el fin de nuestro futuro facilidad. La medida de nuestra facilidad, con el tiempo, modo y cada circunstancia de que, ya está fijada, por

todo lo determina la necesidad, tanto como cualquier otra cosa. Si dice que dentro de sí mismo: “¿Qué felicidad o miseria futuro voy a tener, ya
está, en efecto, determinado por el curso y la conexión de las cosas necesarias; Por lo tanto, yo voy a ahorrar la molestia de trabajo y diligencia

que no se puede agregar a determinado grado de felicidad, o disminuir mi miseria; pero tomará mi gusto, y podrán disfrutar de la comodidad de la

pereza y negligencia”- un hombre así contradice a sí mismo; dice, la medida de su felicidad futura por todo lo determina la necesidad, tanto como
cualquier otra cosa. Si dice que dentro de sí mismo: “¿Qué felicidad o miseria futuro voy a tener, ya está, en efecto, determinado por el curso y la

conexión de las cosas necesarias; Por lo tanto, yo voy a ahorrar la molestia de trabajo y diligencia que no se puede agregar a determinado grado
de felicidad, o disminuir mi miseria; pero tomará mi gusto, y podrán disfrutar de la comodidad de la pereza y negligencia”- un hombre así

contradice a sí mismo; dice, la medida de su felicidad futura por todo lo determina la necesidad, tanto como cualquier otra cosa. Si dice que dentro

de sí mismo: “¿Qué felicidad o miseria futuro voy a tener, ya está, en efecto, determinado por el curso y la conexión de las cosas necesarias; Por
lo tanto, yo voy a ahorrar la molestia de trabajo y diligencia que no se puede agregar a determinado grado de felicidad, o disminuir mi miseria; pero tomará mi gusto, y po

140
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

y la miseria ya está fijada, y no va a tratar de disminuir el uno, ni añadir a la otra; pero sin embargo, en su misma conclusión,
esto contradice; para el que hace desaparecer esta conclusión, para agregar a su futura felicidad, por la facilidad y comodidad
de su negligencia, y disminuir su futuro problemas y miseria al ahorrar la molestia de utilizar medios y teniendo dolores.

Por lo tanto, las personas no pueden razonablemente que esta mejora de la doctrina de la necesidad, que van a ir en una negligencia
voluntaria de los medios para su propia felicidad. Para los principios que deben ir a, con el fin de esto, son incompatibles con su hacer
ninguna mejora en absoluto de la doctrina; para hacer una cierta mejora de la misma, debe ser influenciado por él, para llegar a alguna
conclusión voluntaria, en lo que se refiere a su propia conducta, con un poco de vista u objetivo; pero esto, como se ha demostrado, es
incompatible con los principios que pretenden actuar. En resumen, los principios son tales que no se puede actuar en absoluto, o, en
cualquier aspecto, de forma coherente. Y por lo tanto, en cada pretensión de actuar sobre ellos, o hacer cualquier mejora en todos ellos,
hay una contradicción en sí misma.

En cuanto a la objeción en contra de la doctrina, que he tratado de demostrar, que hace que los hombres sean simples
máquinas; Yo diría, que a pesar de esta doctrina, el hombre es del todo, perfectamente, y indeciblemente diferente de una
simple máquina, en la que él tiene razón y el entendimiento, y tiene una facultad de la voluntad, y es tan capaz de voluntad y
elección; y en que su voluntad es guiado por los dictados o puntos de vista de su entendimiento; y en que sus acciones y
comportamientos externos, y en muchos aspectos también sus pensamientos, y los ejercicios de su mente, están sujetos a
su voluntad; por lo que no tiene libertad para actuar de acuerdo a su elección, y hacer lo que le plazca; y, por medio de estas
cosas, es capaz de hábitos morales y actos morales, tales inclinaciones y acciones, como, de acuerdo con el sentido común
de la humanidad, son dignos de elogio, amor propio, el amor, y la recompensa; o,

En estas cosas es la diferencia de las simples máquinas, como a la libertad y la agencia, que sería toda la perfección, la dignidad, o
privilegio, en ningún aspecto; toda la diferencia que se puede desear, y todo lo que puede concebirse; y de hecho todo lo que las
pretensiones de los arminianos mismos vienen a, ya que a menudo se ven obligados a explicar por sí mismos. (A pesar de sus
explicaciones derrocamiento y la abolición de las cosas afirmado, y fingió ser explicado,) Para que se ven obligados a explicar un
poder de autodeterminación de la voluntad, por una potencia en el alma para determinar a su antojo o voluntad; que viene a ser no
más que esto, que el hombre tiene un poder de elegir, y en muchos casos, puede hacer lo que quiera, - que es una cosa muy diferente
de la contradicción, la que tiene el poder de elegir su primer acto de elección en el caso.

O, si su esquema hace que cualquier otra diferencia que esto entre hombres y máquinas, es para peor; es tan lejos de suponer que
los hombres tengan una dignidad y un privilegio por encima de las máquinas, que hace que la forma de su determinándose aún más
infeliz. Mientras que las máquinas están guiadas por una causa entendimiento, por la mano hábil del obrero o propietario; la voluntad
del hombre se deja a la orientación de nada más que absoluta contingencia ciega.

Sección VI.

141
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

En cuanto a que la objeción contra de la doctrina que se ha mantenido, que está de acuerdo con el estoico
Doctrina de la Fe, y las opiniones de Mr. Hobbes.

CUANDO calvinistas se oponen a la idea arminiana de la libertad de la voluntad, y la contingencia de la volición, e insisten en que no hay
actos de la voluntad, ni cualquier otro evento que sea, pero lo que son atendidos con algún tipo de necesidad; sus opositores claman en
contra de ellos, ya que de acuerdo con los antiguos estoicos en su doctrina del destino, y con el Sr. Hobbes en su opinión de la
necesidad.

No valdría la pena tomar nota de tan impertinente una objeción, si no hubiera sido instado por algunos de los
escritores arminianas principales. Había muchas verdades importantes mantenidas por los antiguos griegos y
romanos filósofos, y especialmente los estoicos, que son nunca es el peor para en poder de ellos. Los
estoicos, por el acuerdo general de los teólogos cristianos y teólogos, incluso arminianas, eran los más
grandes, más sabia, y lo más virtuoso de todos los filósofos paganos; y en su doctrina y en la práctica llegó la
más cercana al cristianismo de cualquiera de sus sectas. ¿Con qué frecuencia son los dichos de estos
filósofos, en muchos de los escritos y sermones, incluso de teólogos arminianos, producidos, no como
argumentos de la falsedad de las doctrinas que ellos entregan, sino como una confirmación de algunas de las
más grandes verdades de los cristianos religión,

Y es muy notable, en relación con el Dr. Whitby, que pese a que afirma el acuerdo de los estoicos con nosotros, en donde se supone que
mantienen la doctrina como con nosotros, como un argumento en contra de la verdad de nuestra doctrina; sin embargo, este mismo Dr.
Whitby alega el acuerdo de los estoicos con los arminianos, en donde se supone que enseñaron la misma doctrina con ellos, como un
argumento a favor de la verdad de su doctrina. De manera que, cuando los estoicos están de acuerdo con ellos, esto (al parecer) es una
confirmación de su doctrina, y una refutación de la nuestra, como muestra de que nuestras opiniones son contrarias al sentido natural y la
razón común de la humanidad: Sin embargo, cuando los estoicos de acuerdo con nosotros, se argumenta hay tal cosa en nuestro favor; pero,
por el contrario, es un gran argumento en contra, nosotros, y muestra nuestra doctrina para ser pagana.

Se observa por algunos escritores calvinistas, que simbolizan los arminianos con los estoicos en algunas de esas doctrinas que se
oponen por los calvinistas; en particular en su negar una,, la corrupción total de innata original y depravación del corazón; y en lo
que ellos llevan a cabo de la capacidad del hombre para hacerse verdaderamente virtuoso y se ajustaban a Dios; y en algunas
otras doctrinas. Se puede observar además, es sin duda hay mejor objeción contra nuestra doctrina, que está de acuerdo, en
algunos aspectos, con la doctrina de los antiguos filósofos estoicos, que lo es contra la suya, en la que se diferencian de nosotros,
que está de acuerdo, en algunos aspectos, con la opinión de la peor de los filósofos paganos, los seguidores de Epicuro, que el
padre del ateísmo y el libertinaje, y con la doctrina de los saduceos y los jesuitas.

No soy mucho interesados ​conocer con exactitud lo que los antiguos filósofos estoicos llevan a cabo en relación con el destino, con el fin de
determinar lo que es verdad; como si se tratara de una forma segura de estar en la derecha, para tomar buena atención a diferir de ellos.
Parece que diferían entre sí; y, probablemente, la doctrina del destino, como sostiene la mayoría de ellos, era, en algunos aspectos, errónea.
Pero cualquiera que sea su doctrina

142
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

era, si alguno de ellos tenía un destino, como es repugnante para cualquier libertad, que consiste en nuestro hacer lo que nos plazca
Me niego completamente ese destino. Si se llevan a cabo tal suerte que no es consistente con las nociones comunes y universales que
la humanidad tiene de la libertad, la actividad, la agencia moral, la virtud y el vicio; Me renuncian a cualquier cosa parecida, y creo que
he demostrado que el régimen mantengo hay tal esquema. Si los estoicos, por el destino, quiere decir cualquier cosa de naturaleza tal
que se pueda suponer que interponerse en el camino de la ventaja y beneficio de la utilización de los medios y esfuerzos, o hacerlo
menos vale la pena el tiempo para que los hombres desean y buscan después cualquier cosa que su virtud y felicidad consiste; No
tengo ninguna doctrina que este sucio con tal inconveniente, no más que cualquier otro esquema que sea; y de ninguna manera tanto
como el esquema de Arminiana de contingencia; como se ha demostrado. Si se llevan a cabo tal doctrina de la fatalidad universal
como es incompatible con cualquier clase de libertad, que es o puede ser cualquier perfección, la dignidad, privilegio o beneficio, o
cualquier cosa deseable, en cualquier aspecto, para cualquier criatura inteligente, o con cualquier libertad que es posible o imaginable;
Abrazo a tal doctrina. Si se llevan a cabo tal doctrina de suerte que es incompatible con el bienestar del mundo en todas las cosas
sujetas a la disposición de un agente inteligente inteligente, que preside, no como el alma del mundo, pero como el Señor soberano del
universo, que rige todo cosas por propia voluntad, la elección y el diseño, en el ejercicio de la libertad concebible más perfecto, sin
sujeción a ningún tipo de restricción, o estar adecuadamente bajo el poder o la influencia de cualquier cosa antes, por encima, o sin él;

En cuanto al Sr. Hobbes de mantener la misma doctrina acerca de la necesidad; Confieso que sucede Nunca he leído el Sr. Hobbes.
Dejó que su opinión sea lo que quiera, no tenemos que rechazar toda verdad que se demuestra con pruebas claras, el mero hecho de
que una vez fue sostenida por algunos mal hombre. Esta gran verdad, que Jesús es el Hijo de Dios, no se echó a perder, ya que fue
una vez y otra vez proclamado en alta voz por el diablo. Si la verdad está tan contaminado, porque se habla por la boca o por escrito
por la pluma, de algún hombre traviesa enfermos de mente, que nunca debe ser recibido, nunca sabremos cuando nos llevamos a cabo
ninguna de las verdades más preciosas y evidentes por una tenencia segura. Y si el señor Hobbes ha hecho un mal uso de esta
verdad, que es de lamentar; pero la verdad no es digno de ser pensado rechazo en esa cuenta. Es común que las corrupciones de los
corazones de los hombres malos abusen de las mejores cosas que viles propósitos. También podría tomar nota de su haber sido
observado, que los arminianos están de acuerdo con el Sr. Hobbes en muchas más cosas que los calvinistas; - que, en lo que se dice
que tienen relación con el pecado original, al negar la necesidad de la iluminación sobrenatural, al negar la gracia infusa, al negar la
doctrina de la justificación por la fe sola; Y otras cosas.

Sección VII.

En cuanto a la necesidad de la voluntad divina

Algunos pueden posiblemente objetar en contra de lo que se ha supuesto del absurdo y la inconsistencia de un poder de
autodeterminación de la voluntad, y la imposibilidad de que sea otra cosa que la voluntad debe ser determinada en cada caso por
algún motivo, y por un motivo que (tal y como está en la vista de la comprensión) es de una resistencia superior a cualquier
apareciendo en el otro lado; que si éstos

143
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

lo que es verdadero, se sigue que no sólo la voluntad de mentes creadas, pero la voluntad de Dios mismo, es necesario en todas sus
determinaciones. Con respecto a la cual, dice el autor del Ensayo sobre la libertad de la voluntad de Dios y en la criatura, (pp. 85, 86)
“Lo que extraña doctrina es ésta, en contra de todas nuestras ideas del dominio de Dios? ¿no se destruya la gloria de su libertad de
elección, y le quita el creador y gobernador y benefactor del mundo, que la mayor parte libre y soberana agente, toda la gloria de
este tipo de libertad? no parece que hacer de él un tipo de soporte mecánico del destino, e introducir la doctrina de la fatalidad y la
necesidad del señor Hobbe en todas las cosas que Dios tiene que ver con? ¿No parece representar el bendito Dios como un ser de
gran comprensión, así como el poder y la eficiencia, pero todavía dejarle sin un testamento para elegir entre todos los objetos dentro
de su punto de vista? En resumen, parece que tiene el bendito Dios una especie de ministro todopoderoso de destino, bajo su
influencia universal y supremo; como lo fue el sentimiento profeso de algunos de los antiguos, que el destino estaba por encima de
los dioses “.

Esto es declamando, en lugar de discutir; y una aplicación a la imaginación y prejuicios de los hombres, más que a la mera razón. Pero me calma
esforzará a considerar, si hay alguna razón en este representation.- espantosa, pero antes de entrar en una consideración particular de la materia,
que debería observar lo siguiente: que es razonable suponer, que debería ser mucho más difícil de expresa o concebir las cosas de acuerdo a la

verdad metafísica exacta, relativa a la naturaleza y la forma de la existencia de las cosas en la comprensión divina y la voluntad, y la operación de
estas facultades (si así puede llamarlos) de la mente divina, que en el mente humana; que es infinitamente más dentro de nuestro punto de vista, y

más a una proporción a la medida de nuestra comprensión, y más acorde con el uso e importación de la voz humana. El lenguaje es de hecho
muy deficiente en relación de términos para expresar la verdad precisa acerca de nuestra propia mente y sus facultades y operaciones. Palabras
se formaron primero para expresar cosas externas; y los que se aplica para expresar cosas interna y espiritual, están casi todos prestado, y se

utiliza en una especie de sentido figurado. De dónde son, la mayoría de ellos, con la presencia de una gran cantidad de ambigüedad y unfixedness
en su significación, ocasionando innumerables dudas, dificultades y confusiones, en las investigaciones y controversias acerca de las cosas de

esta naturaleza. Pero el lenguaje es mucho menos adaptado para expresar las cosas en la mente de la Deidad incomprensible, precisamente
como son. y los que se aplica para expresar cosas interna y espiritual, están casi todos prestado, y se utiliza en una especie de sentido figurado.
De dónde son, la mayoría de ellos, con la presencia de una gran cantidad de ambigüedad y unfixedness en su significación, ocasionando

innumerables dudas, dificultades y confusiones, en las investigaciones y controversias acerca de las cosas de esta naturaleza. Pero el lenguaje es
mucho menos adaptado para expresar las cosas en la mente de la Deidad incomprensible, precisamente como son. y los que se aplica para

expresar cosas interna y espiritual, están casi todos prestado, y se utiliza en una especie de sentido figurado. De dónde son, la mayoría de ellos, con la presencia de una

Nos encontramos con una gran cantidad de dificultades para concebir con exactitud la naturaleza de nuestras propias almas. Y a pesar de
todo el progreso que se ha hecho, en los siglos pasados ​y presentes, en este tipo de conocimiento, mediante el cual nuestra metafísica, en lo
que respecta a estas cosas, es llevado a una mayor perfección de una vez fue; sin embargo, aquí todavía queda trabajo suficiente guardado
para futuras consultas e investigaciones, y espacio para el progreso aún no se ha hecho, durante muchos siglos y generaciones. Pero tuvimos
que necesita ser infinitamente capaces metafísicos, concebir con claridad, de acuerdo con la estricta verdad, correcta y perfecta sobre la
naturaleza de la esencia divina, y los modos de la acción y el funcionamiento de los poderes de la mente divina.

Y se puede observar sobre todo, que a pesar de que estamos obligados a concebir algunas cosas en Dios como consecuente y
dependiente de los demás, y de algunas cosas que pertenecen a la naturaleza divina y la voluntad como fundamento de los demás, y por lo
tanto antes de que otros en el orden de la naturaleza; como, hay que concebir el conocimiento y la santidad de Dios como antes, en el
orden de la naturaleza, a su felicidad; la perfección de su entendimiento, como la base de sus sabios propósitos y decretos; la santidad de
su naturaleza,

144
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

como la causa y la razón de sus santos determinaciones. Y, sin embargo, cuando hablamos de causa y efecto, antecedente y
consecuente, fundamental y dependiente, la determinación y decidida, en el primer Ser que existe por sí mismo, independiente,
de la simplicidad y la inmutabilidad perfecta y absoluta, y la primera causa de todo cosas; sin duda debe ser menor decoro en
tales representaciones, que cuando hablamos de seres dependientes derivados, que se agravan, y susceptibles de mutación
perpetua y la sucesión.

Habiendo premisa esto, procedo a observar en relación con la exclamación del autor primer plano mencionado acerca de la
necesaria determinación de la voluntad de Dios, en todas las cosas, por lo que ve a ser más fuerte y mejor. Que toda la fuerza
aparente de tales objeciones y exclamaciones debe surgir de una imaginación que hay algún tipo de privilegio o la dignidad de
estar sin una necesidad moral, tales como hará que sea imposible hacer cualquier otra que siempre elegir lo que es mejor y
más sabio; como si no hubiera alguna desventaja, la mezquindad, y sujeción, en tal necesidad; una cosa por la que se limita la
voluntad, mantenido bajo, y se mantiene en la servidumbre por algo, lo cual, por decirlo así, mantiene un poder y dominio fuerte
e invencible sobre ella, por lazos que lo tenían rápido, y que podía, de ninguna significa, salvará su vida de. Mientras, esto
debe ser toda la mera imaginación y la ilusión. No es ninguna desventaja o el deshonor a un ser, necesariamente para actuar
de la manera más excelente y feliz, de la perfección necesaria de su propia naturaleza. Esto aboga ninguna imperfección,
inferioridad o dependencia, ni ninguna falta de dignidad, privilegio o ascenso. No es incompatible con la soberanía absoluta y
perfecta de Dios. La soberanía de Dios es su capacidad y la autoridad para hacer lo que le agrada; por el que “se hizo
conforme a su voluntad en el ejército del cielo, y entre los habitantes de la tierra; y no hay quien detenga su mano, y le diga:
¿qué haces “- Los siguientes cosas pertenecen a la soberanía de Dios: a saber. (1.) Supremo, y poder infinito universal por el
que él es capaz de hacer lo que le plazca, sin control, sin ningún tipo de confinamiento de ese poder, sin ningún tipo de
sujeción, en el menor medida, a cualquier otra potencia; y así, sin ningún obstáculo o restricción, que debería ser imposible, o
en absoluto difícil para él para cumplir su voluntad; y sin ninguna dependencia de su poder en cualquier otro poder, de donde
debe derivarse, o que debió estar en cualquier necesidad de; tan lejos de esto, que el resto de la energía se deriva de él, y es
absolutamente dependiente de él.

(2.) Que tiene autoridad suprema; derecho absoluto y perfecto para hacer lo que quiere, sin sujeción a ninguna autoridad superior,
o cualquier derivación de la autoridad de cualquier otro, o la limitación por ninguna autoridad independiente distinta, ya sea
superior, igual o inferior; siendo él el jefe de todo el dominio, y la fuente de toda autoridad; y también sin restricción por cualquier
obligación, lo que implica ya sea la sujeción, derivación, o dependencia, o la limitación adecuada.

(3.) Que su voluntad es suprema, no derivada, e independiente de cualquier cosa sin él; siendo en cada cosa determinada por su
propia decisión, al no tener otra regla pero su propia sabiduría; su no va a estar sujeto a, o restringido por la voluntad de cualquier
otro, y otros testamentos siendo perfectamente sujeta a la suya.

(4.) Que su sabiduría, lo que determina su voluntad, es supremo, perfecto, no derivada, autosuficiente e independiente; de
manera que se puede decir, como en Isaías 40:14, "¿A quién pidió consejo y quién le dio instrucciones, y le enseñó el
camino del juicio, o le enseñó conocimiento, y mostró a

145
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

él el camino de la inteligencia? -No hay otra soberanía divina pero esto; y esto es adecuadamente soberanía absoluta: no otro es
deseable; ni tampoco cualquier otro ser honorable o feliz y, de hecho, no hay otra concebible o posible: Es la gloria y la grandeza de
la Soberana divina, que la voluntad de Dios está determinada por su propio infinito, la sabiduría toda suficiente en todas las cosas; y
en nada en absoluto está bien dirigido por ninguna sabiduría inferior, o por ninguna sabiduría; mediante el cual se convertiría en la
arbitrariedad sin sentido, la determinación y actuar sin razón, diseño, o al final.

Si la voluntad de Dios está firme y seguramente viene determinado en cada cosa por la sabiduría suprema, entonces es en cada cosa

determinada necesariamente a lo que es más prudente. Y, sin duda, sería que una desventaja e indignidad a ser de otra manera. Porque si la

voluntad divina no se determinó necesariamente a lo que, en todos los casos, es mejor y más sabio, debe ser objeto, a un cierto grado de

contingencia undesigning; y así, en el mismo grado susceptible al mal. Suponer lo Divino será susceptible de ser llevada de aquí para allá al azar,

por el viento incierta de contingencia ciega, que se guía por ninguna sabiduría, ningún motivo, ningún dictado inteligente que sea, (si tal cosa fuera

posible), sin duda argumentar un alto grado de imperfección y la mezquindad, infinitamente digno de la Deidad. Si es una desventaja para la

voluntad divina a la que asistirán con esta necesidad moral, entonces la más libre de ella, y cuanto más se fue al azar, la mayor dignidad y la

ventaja. Y, en consecuencia, para ser perfectamente libre de la dirección de la comprensión, y universalmente y se deje completamente sin

sentido a la contingencia, sin sentido, para actuar absolutamente al azar, sería que la gloria suprema. Se argumenta no más cualquier

dependencia de la voluntad de Dios, que su sabia voluntad suprema es necesario, de lo que sostiene una dependencia de su ser, que su

existencia es necesaria. Si es algo demasiado bajo para el Ser Supremo para que su voluntad determinada por necesidad moral, de modo que

necesariamente, en todos los casos, el querer en el más alto grado santo y feliz; entonces ¿por qué no es también algo demasiado baja para que

él tenga su existencia, y la infinita perfección de su naturaleza, y su felicidad infinita, determinado por la necesidad? No es más que el deshonor de

Dios de ser necesariamente sabia, que ser necesariamente santo. Y si ninguno de ellos sea a su deshonra, entonces no es necesariamente el

deshonor a su actuar santa y sabiamente. Y si no es deshonroso que ser necesariamente santa y sabia, en el mayor grado posible, no es más que

la media y deshonrosa, necesariamente actuar santa y sabiamente en el mayor grado posible; o, lo que es lo mismo, para hacer eso, en todos los

casos, lo que, por encima de todas las demás cosas, es mejor y más sabio. Y si no es deshonroso que ser necesariamente santa y sabia, en el

mayor grado posible, no es más que la media y deshonrosa, necesariamente actuar santa y sabiamente en el mayor grado posible; o, lo que es lo

mismo, para hacer eso, en todos los casos, lo que, por encima de todas las demás cosas, es mejor y más sabio. Y si no es deshonroso que ser

necesariamente santa y sabia, en el mayor grado posible, no es más que la media y deshonrosa, necesariamente actuar santa y sabiamente en el

mayor grado posible; o, lo que es lo mismo, para hacer eso, en todos los casos, lo que, por encima de todas las demás cosas, es mejor y más

sabio.

La razón por la que no es deshonroso ser necesariamente más santa, es decir, porque la santidad en sí mismo es una cosa excelente y
honorable. Por la misma razón, no es ninguna deshonra ser necesariamente más sabios, y, en cada caso, para actuar más sabiamente,
o hacer lo que es el más sabio de todos; la sabiduría es también en sí mismo excelente y honorable.

El autor primer plano mencionado del “Ensayo sobre la libertad de la voluntad,” & c. como se ha observado, representa que la
doctrina del ser de la Divina Voluntad en cada cosa determinada necesariamente por una aptitud superior, como hacer que el
Dios bendito una especie de ministro omnipotente y medio mecánica del destino; y insiste, que esta necesidad moral y
imposibilidad es, en efecto, lo mismo con la necesidad física y natural e imposibilidad (pp 93, 94,.); y en pp. 54, 55, dice: “El
esquema que determina la voluntad siempre y desde luego por el entendimiento y la comprensión por la apariencia de las cosas,
parece llevar la verdadera naturaleza del vicio y la virtud. Para la más sublime de las virtudes, y el más vil de los vicios, y no
parecen ser cuestiones del destino y la necesidad, que fluye de forma natural

146
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

y necesariamente de la existencia, las circunstancias, y la situación actual de las personas y cosas; para esta
existencia y situación necesariamente hace una aparición como a la mente; de este aspecto fluye una
percepción y el juicio necesaria sobre estas cosas: este juicio determina necesariamente la voluntad; y por lo
tanto, por esta cadena de causas necesarias, la virtud y el vicio perderían su naturaleza, y se convierten en
las ideas naturales, y cosas necesarias, en lugar de las acciones morales y libres.”Y sin embargo, este mismo
autor permite, (pp. 30, 31,) que un ser perfectamente racional elegirá constantemente y desde luego lo que es
más conveniente; . Y dice, pp 102, 103, “Concedo, y siempre he concedido, que donde quiera que existe tal
condición física superior, antecedente de las cosas, Dios actúa de acuerdo con ella, por lo cual nunca
contradecirla; y, en particular,

Así que, según este autor, poniendo estos varios pasajes de este ensayo juntos, no hay virtud, ni cosa alguna de naturaleza moral, en los actos y

ejercicios más sublimes y gloriosos de la santidad, la justicia y la fidelidad de Dios; y él nunca hace cualquier cosa que es de por sí sumamente

digna, y, por encima de todas las demás cosas, en forma y excelentes, pero sólo como una especie de medio mecánico del destino; y en lo que

hace que el juez y gobernador moral del mundo, que no ejerce la excelencia moral, hacer ejercicio hay libertad en estas cosas, porque actúa por

necesidad moral, que es, en efecto, lo mismo con la necesidad física o natural; y por lo tanto sólo actúa por una fatalidad Hobbistical; “Como un

ser hecho de gran comprensión, así como el poder y la eficiencia, (como se dijo antes,) pero sin una voluntad para elegir, siendo una especie de

administrar omnipotente de destino, actuando bajo su influencia suprema.”Por lo permite, que en todas estas cosas, la voluntad de Dios se

determina constantemente y desde luego por una aptitud superior, y que no es posible para él actuar de otra manera. Y si estas cosas son así,

¿qué gloria o alabanza pertenece a Dios para hacer santa y justa; o tomar el camino más conveniente, santo, sabio y excelente, en cualquier

instancia? Considerando que, según las Escrituras, y también el sentido común de la humanidad, no es así, en lo más mínimo, establecer

excepciones al honor de cualquier ser, que a través de la perfección moral de su naturaleza necesariamente que actúa con sabiduría suprema y la

santidad; sino por el contrario, su alabanza es la mayor; en el presente documento consiste en la altura de su gloria. El mismo autor (. P 56)

supone que en la presente memoria aparece el excelente carácter”de un hombre prudente y bueno, que a pesar de que puede elegir en contra de

la aptitud de las cosas, sin embargo, no lo hace; pero sufre a sí mismo a ser dirigida por la aptitud;”y que, en esta conducta,‘que imita el Dios

bendito’Y sin embargo se supone que es contrario con el Dios bendito.; No es que se sufre a sí mismo a ser dirigida por la aptitud, cuando se

puede elegir, en contra de la conveniencia de las cosas, pero que no puede elegir en contra de la conveniencia de las cosas; como él dice, (p. 42),

“que no es posible que Dios actúe de otra manera que de acuerdo con esta aptitud, donde hay alguna condición física o la bondad en las cosas.”

Sí, él supone, (p. 31), para que si un hombre “eran perfectamente sabio y bueno, no podía hacer otra cosa que estar constantemente y sin duda

determinada por la aptitud de las cosas.” pero sufre a sí mismo a ser dirigida por la aptitud;”y que, en esta conducta,‘que imita el Dios bendito’Y sin

embargo se supone que es contrario con el Dios bendito.; No es que se sufre a sí mismo a ser dirigida por la aptitud, cuando se puede elegir, en

contra de la conveniencia de las cosas, pero que no puede elegir en contra de la conveniencia de las cosas; como él dice, (p. 42), “que no es

posible que Dios actúe de otra manera que de acuerdo con esta aptitud, donde hay alguna condición física o la bondad en las cosas.” Sí, él

supone, (p. 31), para que si un hombre “eran perfectamente sabio y bueno, no podía hacer otra cosa que estar constantemente y sin duda

determinada por la aptitud de las cosas.” pero sufre a sí mismo a ser dirigida por la aptitud;”y que, en esta conducta,‘que imita el Dios bendito’Y sin

embargo se supone que es contrario con el Dios bendito.; No es que se sufre a sí mismo a ser dirigida por la aptitud, cuando se puede elegir, en contra de la convenienci

Una cosa más me gustaría observar, antes de concluir esta sección; y eso es, que si se aparte nada de la gloria de Dios para ser
necesariamente determinada por la aptitud superior en algunas cosas, entonces tampoco se determina así en todas las cosas; de
cualquier cosa en la naturaleza de tal necesidad, como en todo menoscabo de la libertad de Dios, la independencia, la supremacía
absoluta, o cualquier dignidad o la gloria de su naturaleza, estado, o modo de actuar; ni en el sentido de cualquier enfermedad,
restricción o sujeción. Y

147
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

si la cosa sea tal que así consta con la gloria de Dios, y no tiene nada en absoluto que tiende a restar de ella; entonces no debemos
tener miedo de atribuir a Dios en muchas cosas, no sea que por lo tanto debemos restar valor a la gloria de Dios demasiado.

148
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

índices

Índice de Referencias de las Escrituras

Génesis
1:26 01:27 3:15 6: 6 7: 4 9: 6 9:30 11: 9 15 15:13 15:14 15:16 22:16 22:17
éxodo
3:14 3:19 21
Números
23:19
Deuteronomio
32:21
jueces
9: 15-20
1 Samuel
2 2 15:11 15:29 22
2 Samuel
12:11 12:12 23: 5 23: 5
1 Reyes
11: 11-13 13: 1-6 13:32 14 16 16: 9-13 16:20 21: 20-22
2 Reyes
08:12 15:27 20: 17-19 22 22: 15-20
2 Crónicas
13: 5 13: 6 13:18 36:21 36:22 36:23
Esdras

1: 1-4
Trabajo
23:13 23:14 42: 2
Salmos
2 2: 1 2: 2 2: 6 2: 7 10: 4 18:22 22 22: 6 22: 7 33:10 33:11 40: 6 40: 6-8 40: 7 45: 3 45: 4 45 : 7 69 69: 4 69: 8
69:19 69:20 72:11 72:17 81:12 89: 3 89: 4 89: 34-36 110
Proverbios
19:21
Eclesiastés
03:14

Isaías
1 3: 13-15 6: 9-11 8:14 8:15 8:16 11: 1 11: 6 11: 7 13 14 14:27 15 28:16 40: 8 40:14 41: 22-26 42 : 21 43: 1-4
43: 9 43:10 44: 8 44:28 45:21 45: 22-25 46:10 46:10 47 48: 3 48: 4-8 48:14 49 49: 4- 7 49: 5 49: 6 49: 7 49: 7
49: 7 49: 8 49: 8 49: 9 49: 9 49:15 50: 5 50: 6 50: 6 51: 4-8 52:13 53 53 : 1-3 53: 9 53:10 53: 10-12 53:11
53:11 53:12 53:12  
54: 9 54:10 55: 4 62:18 65:13

149
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

Jeremías
1:18 1:19 4: 1 5: 1 7: 1-7 7: 27-29 11: 1-6 17: 24-27 23: 5 23: 6 25: 1-7 25:11 25:12 25 : 14 26: 1-8 26:13
29:10 29:11 29:12 29:13 29:14 31: 8 31: 9 31: 18-31 31: 35-40 32: 6-15 32: 41- 44 33: 8 33:15 33:15 33:20
33:21 33: 24-26 33:25 33:26 38:17 38:18  
44:26 44:26 44:27 50 50: 4 50: 5 51 51:39 51:57
Ezequiel
3: 7 4: 6 6: 8 6: 9 06:10 07:16 20:43 20:44 24:13 24:14 24:22 24:23
Daniel
8: 9 8:14 8:23 9: 2 11:32 11: 32-34 11:35
Miqueas

5: 1 7:19 7:20
Habacuc
2: 5-20
Malaquías

3: 6
Mateo
8:10 8:11 8:12 10: 16-18 diez y veintiuno 10:22 10: 34-36 12:18 12:45 16:21 17: 5 20: 12-16 20: 17-19 20:23 21:
33-42 21: 33-42 21: 41-43 21:42 22: 1-7 22: 6 22: 8-10 23: 34-39 24: 4 24: 5 24: 9 24:10 24: 11 24:12 24:35 26:
21-25 26:31 26:53 26:54 27:34 27:35 27:43  
27:48
marca
13: 9 14:49 15:23
Lucas
1:55 1:72 1:72 01:54 1:73 1:73 2:25 2:38 9:22 10: 3 11: 49-51 12:11 12: 49-53 13:16 13:21 13 : 24 13:28 13:
33-35 14: 16-24 15: 26-32 17:25 19:14 19:27 19:41 19:44 20: 13-18 20: 13-18 20:16 21: 12 21:16 21:17
22:20 22:28 22:28 23:34 23: 34-39 24:44
John
02:17 4: 35-38 7: 5 08:28 10:16 10:17 10:18 10:18 12:49 12:49 12:50 12:50 13:36 14:31 14 15:10 15: 10 15:
18-21 15:25 16: 1-4 16: 20-22 16:23 16:32 19:24 19:29 21:18  
21:19 21:22
Hechos
1:16 1:17 2:29 2:30 4:11 4: 25-28 7: 6 7: 7 7:42 9:16 13:32 13:33 13:34 15:18  
20:29 20:30 21:11 20:23 22:18
Romanos
1: 1:20 1:24 1:25 1-3 1:26 01:28 05:14 05:19 08:17 08:29 9: 5 10:19 10:19 10:20 diez y veintiún  
15: 3 15: 8
1 Corintios
2: 7 15:45
2 Corintios
once y treinta y uno

Gálatas
3: 8 3:15 3:16
Efesios
1: 4 1: 4 1: 5 3: 9-11 3:11

150
La libertad de la voluntad Jonathan Edwards

filipenses
2: 7-9 2:18
1 Timoteo
06:15

2 Timoteo
1: 9 2:11 2:12
Tito
1: 2 1: 2
Hebreos
2: 9-14 2:12 2:18 4:15 5: 8 5: 8 5: 9 6:13 6:17 6:18 10: 5-9 11:13 12: 1 12: 1 12: 2  
12: 2 12: 3
1 Pedro
1: 2 1:19 1:20 1:20 2:19 2:20 4: 1-3
Revelación
3:21 5: 8-12 21: 6

Índice de palabras y frases latinas

• un liberum est dúo abstinere.


• ad ulrumque
• ad utrumlibet
• ad utrumque
• animalcula en Semine Masculo
•óvulos

• Principia
• resistencia vitae
• interminabilis Vitae, Tota, simul et perfecta Possessio

151

También podría gustarte