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APORTE DE LOS FILOSOFOS AL CONCEPTO DE HOMBRE Y DESARROLLO HUMANO

JHONNY PEREZ MARAÑON

Presentado a: Alberto José Yance Rodríguez

En la asignatura de: Desarrollo Humano, Enfoque y Teoría

UNIVERSIDAD DEL ATLANTICO


Programa de Licenciatura en Matemáticas
Facultad de Educación
1er Semestre
Barranquilla, Octubre 7 de 2011
APORTE DE LOS FILOSOFOS AL CONCEPTO DE HOMBRE Y DESARROLLO HUMANO

Platón

Según Platón lo real y verdaderamente humano se encontraba en el alma. Para él el alma es la esencia humana y el cuerpo un
instrumento a su servicio. Entonces, para Platón el ser humano es un alma racional encadenada a un cuerpo material y sensible, que
busca salir de él para retornar a un estado original de perfección a través de una continua lucha por el logro de mayores y más perfectos
conocimientos y evitando caer en los apetitos de su ser sensible y material. De donde se concluye que la función prioritaria de todo ser
humano ha de ser el cultivo de su inteligencia como un deber moral por el rescate de su alma de lo terrenal, DEXA (mundo sensible) y
su retorno al mundo superior, de la perfección llamado EPISTEME (mundo inteligible).

Conclusión
El hombre para platón es un alma que vive accidentalmente en un cuerpo. El alma es superior al cuerpo y lo gobierna como el piloto
gobierna la nave. El cuerpo pertenece al mundo material y el alma al mundo ideal. El alma es lo que da vida al cuerpo y es también la
facultad que conoce las ideas. Quien nace y quien muere es el cuerpo, no el alma; esta es ingénita e inmortal.

Aristóteles

Aristóteles concibe al ser humano de acuerdo con su teoría de la sustancia, es decir, que no es posible la existencia de formas
separadas: la sustancia es un compuesto de materia y forma, y estas no se pueden disolver.

Este filósofo considera al alma como la forma del cuerpo (materia), indisolublemente ligada a él. También la acepta como un principio
vital, ya que todos los seres vivos, tanto animales como vegetales, están dotados de alma.

Coincidirá con Platón, en la concepción de que el hombre es un compuesto de alma y cuerpo; pero se separará de Platón al concebir
esa unión no como accidental, sino como sustancial. Es decir, que no existe el alma por un lado y el cuerpo por otro lado, sino que
ambos existen exclusivamente en la sustancia "hombre", la distinción entre alma y cuerpo es real, pero sólo puede ser pensada.
Tampoco estará de acuerdo con Platón cuando este dice que el alma es inmortal, ya que para Aristóteles no es posible que subsistan
las formas separadamente de la materia. Cuando el hombre muere se produce un cambio sustancial y eso supone la pérdida de una
forma y la adquisición de otra por parte de la sustancia "hombre": la forma que se pierde es la de "ser vivo" (lo que equivale a decir "ser
animado"), y la forma que se adquiere es la de "cadáver" (lo que equivale a decir "ser inanimado").

Las funciones del alma


Aristóteles tampoco estará de acuerdo con la concepción tripartita del alma planteada por Platón, ya que este filosofo dice que el alma
no tiene partes, ella es única y tampoco se encuentra en un lugar determinado ya que no es un cuerpo ni forma parte de él, sino que es
una función del mismo.

Lo que si establecerá es una jerarquía en los seres vivos producida por la heterogeneidad de las funciones vitales que realizan, ya que
no todos los seres vivos tienen las mismas capacidades ni realizan las mismas funciones. Por lo tanto Aristóteles realizo diferentes
niveles de operatividad y funcionalidad donde se establece una diferencia en las funciones del alma con respecto a los seres que la
poseen.

En el primer nivel jerárquico encontramos la función vegetativa, esta ejerce las funciones de asimilación y de reproducción, este tipo de
alma la podemos encontrar en las plantas por lo tanto es la encargada de las funciones propias del mantenimiento de la vida, en lo que
podríamos considerar su escala más baja, ya que son ajenas a ella todas las funciones sensitivas así como el control del movimiento
local. Dado que estas funciones vitales son comunes a todos los seres vivos todos han de poseer un tipo de alma capaz de realizarlas.

En el segundo nivel jerárquico, encontramos la función sensitiva superior a la vegetativa, ya que además de estar capacitada con la
función de nutrición, también controla la percepción sensible, el deseo y el movimiento local. Dice que este tipo de alma es propia de los
animales ya que les permite disponer de las sensaciones necesarias para garantizar su supervivencia.

En el tercer y último nivel, se encuentra la función pensante, es la superior a las anteriores ya que además de tener la capacidad
vegetativa, sensitiva también es capaz de ejercer funciones intelectivas. Por esto decimos que es el tipo de alma propia del hombre. Las
funciones intelectivas son el conocimiento de la verdad en sí misma (la capacidad del conocimiento científico), y el conocimiento de la
verdad con fines prácticos (la capacidad deliberativa). Para Aristóteles, el alma no es solo el principio vital, sino que, al igual que Platón,
dice que es también el principio del conocimiento. De hecho, Aristóteles definirá el hombre como animal racional, atendiendo
precisamente al tipo de alma que le es propia; aunque en la Política lo defina, atendiendo también a las características de su naturaleza,
como animal social o "político".

Los seres vivos están organizados en una jerarquía que se corresponde con sus funciones anímicas:

1. El reino vegetal posee sólo la función nutritiva


2. El reino animal (excepto el hombre) posee las funciones nutritivas y sensitivas.
3. El hombre posee las tres funciones: nutritiva, sensitiva y pensante.
Es ésta última la que le caracteriza esencialmente como hombre.

Conclusión
Para Aristóteles, el ser humano es un compuesto natural, en donde la relación entre el alma y el cuerpo está representada por un lazo
fuertísimo e indisoluble de necesidad mutua, ya que es la coordinadora principal del cuerpo.

Sócrates

Es el iniciador de este periodo. Sus enseñanzas hicieron hincapié en aspectos como: la virtud, el amor, la justicia y el conocimiento de
uno mismo. Su misión era tratar de persuadir a los hombres para que cuidaran su alma, que era lo más noble, y también de incentivarlos
a que obtengan virtudes y a que sean personas sabias.

El dice que el hombre está compuesto entre el cuerpo (soma) y alma (psiché), dentro de nosotros se encuentra el alma pero esta no
puede ser captada por los sentidos.

El alma es lo que distingue al hombre del resto de los seres, y también dice que existe una naturaleza humana, con valores éticos
universales que funcionan como guías para orientar la conducta del hombre. Plantea que el saber actuar de forma correcta constituye
nuestra naturaleza, y cree que el vicio es el es producto de la ignorancia, que ninguna persona desea el mal por ello sostiene que la
virtud es conocimiento, y que las personas que conocen el bien, actuaran de forma justa. Lo virtuoso es lo que perfecciona el alma.

Sócrates distingue al hombre, ya que él es el único ser capaz de dar una respuesta racional a cualquier pregunta racional sobre sí
mismo.

Conclusión
Lo que constituye nuestra naturaleza humana es la virtud, entendida como el saber actuar bien. También afirma que la persona es una
criatura en constante búsqueda de sí misma, que en todo momento de su existencia debe mantener bajo examen y escrutinio racional
las condiciones de esta.

Humberto Maturana

La concepción de cultura. Para Humberto Maturana la experiencia humana tiene lugar en el espacio relacional del conversar. Esto
significa que si bien desde un punto de vista biológico somos homo sapiens sapiens, nuestro modo de vivir vale decir, nuestra condición
humana tiene lugar en nuestra manera de relacionarnos unos con otros y con el mundo que configuramos en nuestro diario vivir
mediante el conversar. Sostiene que una cultura es una red cerrada de conversaciones y que el cambio cultural ocurre cuando se
produce un cambio de conversaciones en esa red; cambio que surge, se sostiene y se mantiene en el emocionar de los miembros de la
comunidad. De ello, se desprende que lo humano es cultural: surge como un modo de vivir en el conversar, en redes de
conversaciones, en un entrelazamiento entre el lenguajear y el emocionar. Esto significa, siguiendo a Maturana, que toda la experiencia
humana se da en el momento presente; no existe una programación anterior ni obedece tampoco a intenciones. Aún más, tampoco en
el proceso de la evolución, sea éste biológico o cultural, existe un camino preestablecido. El devenir evolutivo es una deriva, en tanto
que el presente evolutivo humano es resultado de un proceso que conserva una manera de vivir y no un logro de proceso de
adaptación. En el campo de la psicoterapia, el planteamiento de la psicología hasta hoy es que la experiencia humana ya está
construida y compuesta de pensamientos, emociones, conciencia, sensaciones, impulsos, etcétera. El aporte de Maturana es
mostrarnos que esta concepción es un fenómeno cultural, y que tanto el terapeuta como el paciente pueden participar de ese sistema.

La noción del lenguaje. Otro de los aportes más extraordinarios de Humberto Maturana es su teoría del lenguaje, como fenómeno de la
vida, pertenece a la historia evolutiva de los seres humanos. Son los humanos los primeros y únicos animales (primates, concretamente)
que tienen la peculiaridad de vivir en un fluir constante e ininterrumpido una doble dimensión simultánea de experiencia: la primera es la
experiencia inmediata (las emociones), que nos ocurre a todos los animales y según la cual algo simplemente pasa; la segunda, que
nos ocurre sólo al primate humano, es la explicación, que tiene lugar en el lenguaje; sólo en el lenguaje por ejemplo, se admite la
existencia de categorías como lo bueno y lo malo, lo justo y lo injusto, que permiten comprender ese algo que pasa. Ahora bien, el
lenguaje consiste en un operar recurrente de lo que Maturana denomina coordinaciones de coordinaciones conductuales consensuales.
Según ellas, cada palabra o gesto no está relacionado con algo exterior a nosotros, sino con nuestro quehacer y con nuestra
coordinación para ese quehacer con los otros. Son precisamente ese quehacer, y las emociones que están en su base, lo que
específica y da a nuestras palabras su significado particular. Por esto, a nivel de la experiencia inmediata no se puede diferenciar lo que
es una ilusión de una percepción; sólo lo logramos en el lenguaje; y ya que sólo a través del lenguaje el ser humano puede explicar su
experiencia en el vivir y asimilarla a la continuidad de su praxis de vida, el comprender es inseparable de la experiencia humana: todo el
reordenamiento racional cognitivo que pueda elaborarse se basa, en premisas tácitas que han sido proporcionadas por la experiencia
inmediata.

En palabras de Maturana: "Todo sistema racional tiene una base emocional y esto explica por qué no se puede convencer a nadie con
un argumento lógico si no se ha aceptado antes su premisa a priori". Desde el punto de vista de la psicoterapia, este planteamiento es
una alternativa a los enfoques racionalistas que postulan que mediante el ejercicio de la lógica formal es posible cambiar las emociones
del paciente. Pero además, Maturana va más allá y acuña el término lenguajear, con el que denomina a la relación dinámica y funcional
que se da entre la experiencia inmediata y la coordinación de acciones consensuales con los otros y aclara que este lenguajear está
constituido por la relación entre las emociones y el lenguaje. Esta concepción revierte el enfoque empirista clásico que ve al lenguaje
como simple transmisión de información de un individuo a otro, postura que está hoy tan vigente que no se prevé un cambio ni en la
próxima década. En este sentido, la propuesta de Maturana -con su significado emocional y no racional- tendrá que ser reconocida
como la teoría más explicativa. En su enfoque ontológico el lenguajear corresponde a una expresión de la temporalidad humana: todo lo
que ocurre, ocurre en el lenguaje, en el aquí y en el ahora. En la actualidad, estas ideas están permitiendo el desarrollo de lo que se ha
dado en llamar la trama narrativa o el pensamiento narrativo en la construcción de la experiencia humana, que sin duda será
fundamental en la comprensión de la experiencia humana y, por lo tanto, en la psicoterapia del futuro.

Conclusión
Estas herramientas permitían al hombre prehistórico repartir y poner en circulación sus conocimientos sobre algo, como por ejemplo el
uso de determinado objeto y por medio de diversas formas de lenguaje se llegaba a comprender el uso y la utilidad de cualquier tipo de
herramienta que les permitiera mejorar las condiciones de vida y así alcanzar nuevos niveles de progreso, por lo tanto es el lenguaje en
sus diversas formas el que logró poner al hombre primitivo en contacto con sus demás congéneres y de esta manera establecer
relaciones y alcanzar condiciones que lo llevaran a un mayor desarrollo.

Fernando Savater

Fernando Savater tiene un concepto global de la condición del ser humano, en el cual éste es un ser “condenado a ser libre” (por mucha
programación cultural y biológica que tenga) pero a la vez condicionado por diversos factores como la sociedad o incluso las propias
costumbres. Es un ser tremendamente complejo, lleno de incertidumbres, contradicciones (el remordimiento), complicaciones pero ante
todo, un ser cuya vida está hecha de relaciones de con los demás. El hombre de Savater, sufre constantemente un proceso de
humanización recíproco (para que los demás puedan hacerme humano, tengo yo que hacerles humanos a ellos).

Como principio fundamental de la naturaleza humana observa la ética o lo que él llama “arte de vivir”, donde comprende la libertad, la
justicia, la dignidad, la moral, la alegría y otros principios éticos fundamentales.

Básicamente para Fernando Savater ser humano consiste en tener relaciones con otros seres humanos y ser tratados como tales en el
amplio concepto que supone tratar a los demás como personas.

Principios éticos fundamentales


La libertad para Savater es decidir, pero también darse cuenta de que estás decidiendo, es lo opuesto a dejarse llevar. Es la facultad
que nos diferencia de los animales, ya que ellos ante un estímulo siempre actúan igual, mientras que los hombres, que poseemos esa
libertad, podemos decidir qué hacer. Gracias a la libertad, poseemos ese poder de decisión, y debido a ello, poseemos una capacidad
de responsabilidad, de la que derivan otros grandes temas como la conciencia, esa voz que nos dice lo que está bien y lo que está mal,
y los remordimientos, que surgen tras saber y aceptar que has obrado mal.
La vida para Savater no es algo en donde la gente se ponga de acuerdo y en donde existen numerosas opiniones. El ser humano debe
de sufrir un proceso constante de humanización mediante el cual, junto con su relación social, pueda formarse mejor como persona.
Nuestra vida, es una mezcla entre realidad cultural, biológica e instintos. También hace referencia a la complejidad de la vida, dado que
no resulta fácil diferenciar entre las cosas que nos convienen, a las que llamamos “buenas” y las cosas que no nos convienen, las
“malas”. Como no resultan fácil diferenciarlas, tampoco resulta fácil reflexionar sobre porqué las consideramos válidas.

Por este motivo, lo que determina y caracteriza a la vida humana es la libertad, de poder decir sí o no. Aquí también cobra un valor
importante la ética, la cual no es más que el intento racional de averiguar cómo vivir mejor.

La alegría es la mayor gratificación o dicho de otro modo, es el mejor placer que puede darnos algo en nuestra vida. La alegría es lo
máximo que podemos obtener de algo, es un “si” espontáneo a la vida que nos brota desde dentro, un “si” a lo que somos y un “si” a lo
que anhelamos ser. Es por tanto, una experiencia que abarca placer y dolor, muerte y vida.

Del mismo modo que todos los otros términos, la alegría está directamente relacionada con la libertad, como también lo está con el
placer; un hombre es totalmente libre para decidir, mediante actos, si desea alegría o, por lo contrario, desea abstinencia. Podríamos
decir que la alegría y el placer, son dos conceptos directamente proporcionales: más placer-más alegría, menos placer- menos alegría.
El arte de poner el placer al servicio de la alegría se le llama templanza. La templanza es amistad inteligente con lo que nos hace
disfrutar, dejando atrás todo tipo de “placeres egoístas”.

Conclusión
El ser humano posee libertad y la utiliza para elegir el tipo de vida que desea, la que más le convenga, que esté de acuerdo con su
forma de pensar y sentir, que cumpla los dictados de su vocación, que construya su persona. "El hombre no solo es, si no también se
hace; es fruto de sí mismo, de su libertad, de sus acciones libres."

Jean Jacques Rousseau

La tarea u objetivo de Rousseau era hallar un orden social cuyas leyes estuvieran en la máxima armonía con las leyes fundamentales
de la naturaleza es decir no por un anhelo por esa condición o deseo que los hombres deben volver a recuperar su libertad y felicidad.
Muchas veces Rousseau es mal interpretado por el anterior punto de vista que dimos. La perfección del hombre la libertad y la felicidad
del mismo y asimismo el creciente dominio sobre su propio destino todo ello dependía de una clara comprensión de las leyes de la
naturaleza. Rousseau creía que la sociedad operaba con las misma leyes de la naturaleza, que quiere decir esto, que la sociedad puede
apartarse de las experiencias de sus leyes naturales, los hombres actúan por sí mismos, son ellos los que los que deben interpretar
esas leyes. A causa de la forma en que el hombre tiene una perspectiva limitada y un conocimiento insuficiente los seres humanos se
equivocan, es decir que al momento que actúan de forma contraria de lo que son, siendo ellos puros como la naturaleza, se equivocan
al ir en contra de ella. Había dos condiciones del objetivo, lo natural y lo social. Para afirmar que el orden social está en conflicto con la
naturaleza del hombre es menester conocer algo de naturaleza. Entonces, si nos ponemos a tratar de entender el punto de vista de
Rousseau como se puede decir que el hombre al entrar a la sociedad violenta al hombre natural, que como conocemos ese hombre
natural si todos los hombres vivimos dentro de una sociedad. Eso fue lo que Rousseau concebía como al hombre en el “estado de
naturaleza”.

Se trataba de un esquema teórico hipotético donde Rousseau invento un recurso mediante el cual despojaba al hombre de sus aspectos
sociales y culturales. El producto de este esquema le daría un concepto del hombre natural que le podía servir como especie de patrón
para así compararlo con el hombre de una sociedad especifica. Así podemos decir que Rousseau tiene una concepción del hombre
como un hombre malo o de sociedad como lo clasifica a una persona que por causa de la sociedad es controlado por la misma y este
sufre de diversos males, como la codicia, envidia, malicia, egoísmo, que las tiene para satisfacer sus necesidades hacia la sociedad y
no asimismo como algo necesario que el necesita, y en lo del hombre natural o el bueno sería conveniente primero ubicarnos en el
tiempo, era, en el que él vivía, donde el hipotéticamente concibe al hombre completamente aislado, Ej. Campesino, ermitaño, etc., el
cual solo vivía para satisfacer sus necesidades como hombre para sobrevivir esa era el que estaba en paz.

Conclusión
Los hombres actúan por sí mismos, son ellos los que los que deben interpretar esas leyes. A causa de la forma en que el hombre tiene
una perspectiva limitada y un conocimiento insuficiente los seres humanos se equivocan, es decir que al momento que actúan de forma
contraria de lo que son, siendo ellos puros como la naturaleza, se equivocan al ir en contra de ella, el hombre al entrar a la sociedad
violenta al hombre natural, que como conocemos ese hombre natural si todos los hombres vivimos dentro de una sociedad. Eso fue lo
que Rousseau concebía como al hombre en el “estado de naturaleza”.
Carlos Marx

Paralelamente a estas ideas describe al hombre con diversas concepciones: lo considera un ser real de carne y hueso; es únicamente el
resultado de la historia económica, un predicado de la producción de la misma historia.

Piensa que el hombre se realiza modificando la naturaleza para satisfacer sus necesidades en un proceso dialéctico en que la
transformación de agente y paciente es transformación mutua. La autogeneración del hombre es un proceso real, histórico – dialéctico,
entendiéndose la dialéctica como proceso y movimiento a través de la superación sintética de las contradicciones.

Cuando Marx habla de 'realidad' hace referencia al contexto histórico social y al mundo del hombre. Asegura que el hombre es sus
relaciones sociales.

Para Marx, lo que el hombre es no puede determinarse a partir del espíritu ni de la idea sino a partir del hombre mismo, de lo que éste
es concretamente, el hombre real, corpóreo, en pie sobre la tierra firme. El hombre no es un ser abstracto, fuera del mundo sino que el
hombre es en el mundo, esto es el Estado y la sociedad.
La libertad, la capacidad de actuar eligiendo, está limitada a las determinaciones históricas, pero es, al mismo tiempo, el motor de
aquéllas cuando las relaciones sociales y técnicas entran en crisis.

Dios, la Filosofía y el Estado constituyen alienaciones en el pensamiento, alienaciones dependientes de la alienación económica,
considerada para Marx única enajenación real.

En líneas generales, Marx defiende la idea de que la alienación empobrece al hombre sociohistórico negándole la posibilidad de
modificar aspectos de los ámbitos en los que se ve involucrado, provocándole una conciencia falsa de su realidad. Sin embargo, éste es
un hecho que puede suprimirse.

Conclusión
Para Marx el hombre es ante todo el conjunto de sus relaciones sociales "... la esencia humana no es algo abstracto inherente a cada
individuo. Es, en su realidad, el conjunto de sus relaciones sociales". Relaciones que no son puramente espirituales, entre conciencias,
sino la unidad de lo espiritual y lo material, relaciones establecidas a través de la interacción del hombre con la naturaleza en el proceso
de producción y reproducción de su vida material y espiritual.

Edgar Morín

Según Edgar Morín decir que el hombre es un ser biocultural, no es simplemente yuxtaponer estos dos términos, es mostrar que se
coproducen uno al otro y que desembocan en esta doble proposición:

▪ todo acto humano es biocultural (comer, beber, dormir, defecar, aparearse, cantar, danzar, pensar o meditar);
▪ todo acto humano es a la vez totalmente biológico y totalmente cultural.
Comencemos, pues, por el primer punto: el hombre es un ser totalmente biológico.

En primer lugar, es necesario ver que todos los rasgos propiamente humanos provienen de rasgos primates o mamíferos que se han
desarrollado y han llegado a ser permanentes. En este sentido, el hombre es un superprimate: rasgos que eran esporádicos o
provisionales en el primate el bipedismo, el uso de instrumentos e incluso una determinada forma de curiosidad, de inteligencia, de
consciencia de sí han llegado a ser sistemáticos en él. La misma observación debe ser hecha en el dominio de la afectividad: el joven
mamífero es un ser ligado a su madre, es decir, un ser que, en el medio exterior, tiene necesidad de reencontrar el medio interior y es
esta forma primitiva de la afectividad la que llegó a ser fuente del amor y de la ternura humana. Los sentimientos de fraternidad y de
rivalidad que encontramos en los mamíferos también se han desarrollado en nuestra especie: el hombre ha llegado a ser capaz tanto de
la mayor amistad como de la mayor hostilidad con respecto a su semejante.

Todo esto para recordar que no hay rasgo propiamente humano que no tenga una fuente biológica: todos portamos la herencia de
nuestro pasado animal en nuestro jugar, en nuestro gozar, en nuestro amar, en nuestro buscar y no solamente en la territorialidad y la
agresión, sectores menores que han sido puestos de relieve por algunos autores. Así pues, el hombre realiza y desarrolla su animalidad,
pero a través de una mutación puesto que él ha creado una nueva esfera, la esfera social y cultural que está claro que no existe en la
animalidad. Llegaría incluso a decir que las actividades espirituales y psíquicas que se desarrollan en el interior de esta esfera son
también actividades vivientes: para mí, la vida del espíritu no es una metáfora. Nuestros mitos y nuestras doctrinas no son puras
superestructuras, son cosas vivientes; nosotros somos un poco su ecosistema y ellas se alimentan de nosotros. Por último, siempre en
esta causalidad circular fundamental que es lo propio de la vida, la misma sociedad aparece como un tipo de organización viviente. La
sociedad vive, no es reducible a la vida de los individuos que somos, tiene su tipo de vida y no es una máquina puramente artificial.
Dicho de otro modo, llamar viviente a la sociedad es complejizarla, mientras que extraerla de la vida no es en absoluto otorgarle un
privilegio sino, por el contrario, rebajarla al rango de un juego de fuerzas mecánicas.

Queda por mostrar, ahora, que el hombre es totalmente cultural. En principio, es necesario recordar que todo acto está totalmente
culturizado: comer, dormir e incluso sonreír o llorar. ¡Sabemos bien, por ejemplo, que la sonrisa del japonés no es la misma que la
risotada del norteamericano!. Y lo más asombroso aquí es que los actos más biológicos son también los actos más culturales: nacer,
morir, casarse. La familia, por ejemplo, es a la vez un núcleo reproductor-biológico, una placenta cultural donde realizamos nuestra
educación y una célula sociológica que forma parte de un conjunto más vasto. Vayamos más lejos: digamos que la misma idea de
naturaleza es el producto de una cultura particularmente evolucionada, capaz de hacer semejante disociación; y esta idea expresa al
mismo tiempo las necesidades de una cultura que quiere reaccionar contra lo que en ella hay de artificial y de constrictivo.

No hay, pues, idea más social que la misma idea de naturaleza o de retorno a la naturaleza. Siempre ha habido concepciones de la
naturaleza pertenecientes a la «izquierda» o a la «derecha»: por ejemplo, Marx estima en Darwin la fecundidad de la idea de lucha,
mientras que Kropotkin toma la idea de selección natural para justificar el valor de la ayuda mutua y la solidaridad. Las diferentes
concepciones de la naturaleza forman parte, pues, del juego de las luchas sociales: lo que nos muestra bien como la naturaleza no
ofrece a la cultura una lección clara y unívoca, sino siempre enseñanzas complejas... La naturaleza es siempre impura, lo mismo que la
cultura.

Conclusión
La idea de una definición biocultural del hombre es fundamental y rica en consecuencias. El proceso biocultural es un proceso
recomenzado sin cesar que, a cada instante se rehace para todo individuo y para toda sociedad. Define, pues, así, el nudo gordiano de
la nueva antropología: el ser humano es totalmente humano porque es al mismo tiempo plena y totalmente viviente, y plena y totalmente
cultural.

Jorge Hegel

Hegel ve al hombre haciéndose a sí mismo mediante el trabajo, lo observa actuar y constata que su mundo no es caótico sino que está
sujeto a constantes, que su conocimiento le pueden otorgar la Libertad.

Su filosofía está expresada en el oscuro lenguaje de La Fenomenología, sin embargo al explorar una nueva imagen del hombre y una
filosofía de nuevo tipo, el filósofo se topa con los procesos derivados del mundo moderno: “trabajo”, “esclavitud”, lucha de los hombres
por el reconocimiento y por tener un lugar en el mundo.

Fue uno de los pensadores más adelantados de la modernidad, al tocar esos asuntos, como la dominación social, y otros donde se
fraguan las lides políticas de la Nueva Era. Fundó un método de conocimiento y alzó la vista a la escrutación del hombre viéndolo como
fruto de su hacer en un mundo ordenado, que no podía serle ajeno a la luz del saber. Hegel entendía que la Naturaleza no es sino la
Idea que ha salido fuera de sí, que se ha alienado, para poder conocerse. El hombre, por lo tanto, es el momento de la aparición del
Espíritu, de la autoconciencia. A través del hombre, Dios comienza a tomar conciencia de sí. Todo tiene sentido, todo está ordenado a
un fin. Todo se despliega como la pequeña semilla que se convierte en un frondoso árbol.

La filosofía de Hegel fue tan grandiosa y compleja que muchos de los filósofos posteriores construyeron sus propias filosofías a partir de
trozos de la gigante obra hegeliana. El filósofo vibraba al abordar estos temas del hombre y su sitio en el mundo ante Dios, frente a sus
propias creaciones humanas como el arte, la religión y la filosofía. Entendía que la cultura tenía un sentido inminente: Hacer al hombre
consciente de su Libertad, de su ser existente y pensante. La filosofía entraba así en la comprensión del hombre como ente expuesto en
el mundo otorgándole armas para entender su trascendencia, su “ser de límites” y poniendo la Razón a su servicio en el eterno
preguntar por su idiosincrasia.

Hegel es todavía un índice de la labor más racional del hombre: la filosofía y su manera de enfocar lo existente, el mundo, la vida, el
destino humano-social del hombre. Pues este sabio que acostumbraba a decir: “No necesito a nadie y puedo vivir en todas partes”.

Para Hegel, es en la Historia en donde se expresa la máxima Realidad del Ser, del absoluto; es justamente en la Historia en donde éste
se expande y se autorreconoce más plenamente; en donde cobra plena autoconsciencia de sí. Ello es posible por la dialecticidad que le
compete preferentemente a la historia en virtud del Trabajo del hombre y, correlativamente, por las distintas y diversas producciones en
las que el espíritu humano se objetiva y se autorreconoce; entre ellas, le corresponde a la Filosofía (hegeliana) el lugar privilegiado. Este
privilegio es doble: el hombre se conoce a sí mismo en ella y, al mismo tiempo, capta en su historicidad la lógica intrínseca de la
realidad, capta al absoluto realizándose y conociéndose en y por la historia de la humanidad, en y por la historia de la filosofía. Por ello,
la Lógica de Hegel no puede ser un conjunto de normas o reglas de razonamiento: es la expresión pensada de la esencia ontológica de
lo real, abstraída del devenir histórico-real del espíritu por el pensar filosófico que no es otra cosa que el absoluto manifestándose y
cobrando consciencia plena de sí mismo.

Conclusión
Según George Hegel el hombre se hace el mismo por medio del trabajo para así poder obtener un buen reconocimiento en la sociedad y
en el mundo.

Walter Riso
Según Walter R. Sentirse Bien toma como tema principal uno de los principales enemigos potenciales y reales del ser humano: el
pensamiento. El realiza un considerable aporte a la prevención del desajuste y del malestar que la irracionalidad de nuestro
pensamiento puede causarnos. Pensar es lo que más hacemos en la vida.

La mente humana tiene una doble potencialidad. En ella habita el bien y el mal, la locura y la cordura, la compasión y la impiedad. La
mente puede ser la causante de los actos más nobles y altruistas o la responsable del egoísmo infame. La mente es la principal
responsable de nuestros sufrimientos.

Cambiar implica pasar de un estado a otro, lo cual hace que inevitablemente, el sistema se desorganice para volver a organizarse luego
asumiendo otra estructura. El cambio requiere que desechemos durante un tiempo las señales de seguridad de los antiguos esquemas
que nos han acompañado durante años, para adoptar otros comportamientos con los que no estamos tan familiarizados ni nos generan
tanta confianza.

Walter R. estudió filosofía y bioética, pues siempre le han interesado las ciencias humanistas que tengan que ver con el desarrollo del
potencial humano, una mente abierta al cambio, sin poner barreras, contribuye al progreso del individuo y la sociedad.

La flexibilidad mental es mucho más que una habilidad o una competencia: es una virtud que define un estilo de vida y permite a las
personas adaptarse mejor a las presiones del medio. Una mente abierta tiene más probabilidades de generar cambios constructivos que
redunden en una mejor calidad de vida; una mente rígida no solo está propensa a sufrir de todo tipo de trastornos psicológicos, sino
que, además, afectará negativamente al entorno en el que se mueve, según el psicólogo Walter Riso en su texto El poder del
pensamiento flexible, una persona que genera pensamientos flexibles establece enfoques mentales desde diferentes perspectivas, todo
lo contrario del pensamiento rígido o dogmático.

La flexibilidad permite a las personas desarrollar habilidad de adaptación a las circunstancias del entorno. Lo contrario a una persona
rígida, a quien le será difícil y casi imposible el proceso de adaptación. Entonces una persona flexible podrá encontrar formas creativas
de solucionar las dificultades y problemas; en cambio, una persona rígida intentará resolver sus dificultades siempre de la misma
manera, aunque no obtenga los resultados que desea. Incluso difícilmente da su “brazo a torcer”, a tal punto de perder en sus
interacciones, puesto que no sabe ceder. En cambio, un pensamiento flexible permite a las personas tener facilidad para relacionarse en
los diferentes ambientes; además, permite estar en capacidad de interactuar y de aceptar a los demás tal y como son.

Afectos y emociones
La mente flexible fortalece el yo, por eso lo mejor que los padres pueden hacer por sus hijos es proporcionarles el apoyo afectivo y
emocional que necesiten para crecer y desarrollarse, creándoles un clima propicio en el que se sientan totalmente queridos. “Al igual
que una planta necesita sol y lluvia, el niño necesita cariño y protección, pero también requiere que se respeten sus gustos, creatividad,
sus actitudes constructivas, talentos y vocación. Los hijos no son propiedad de nadie y hay que alentarlos a que desarrollen su
individualidad, el respeto y consideración por los demás”, dice Santillán.

Si los padres tratan que su hijo sea algo para lo cual no tiene talento o vocación, su calidad de vida se debilitará, y su futura capacidad
de felicidad y alegría se acabará. La infancia es un buen inicio para enseñar a desarrollar en los niños una mente flexible (el juego es
uno de los medios efectivos), aunque naturalmente los valores y principios como honestidad, respeto, solidaridad, entre otros, no son
sujeto de variación.

En una relación matrimonial es vital la necesidad de empatía, situación que no será factible si no se cultiva y se mantiene un
pensamiento flexible. La contribución del hombre a las tareas y responsabilidades del hogar y de los hijos es primordial para que todo
marche bien. El antiguo paradigma de que dicha situación solo debía ser responsabilidad de la mujer era un pensamiento machista.
“Lastimosamente, todavía persiste abundantemente en nuestra sociedad”.

Por último, el pensamiento flexible es un innegable factor de protección contra las enfermedades psicológicas, genera mayor bienestar y
mejores relaciones interpersonales, y nos acerca a una vida más tranquila y feliz. “Si decidimos ser flexibles, nos quitaremos un enorme
peso de encima al ver que nada está predeterminado y que, por lo tanto, tenemos que decidir por nosotros mismos”.
Conclusión
Una mente abierta al cambio, sin poner barreras, contribuye al progreso del individuo y la sociedad.

La flexibilidad mental es mucho más que una habilidad o una competencia: es una virtud que define un estilo de vida y permite a las
personas adaptarse mejor a las presiones del medio.

QUÉ PROBLEMAS MORALES Y ÉTICOS SURGIERON A PARTIR DEL CONCEPTO HOMBRE Y DESARROLLO HUMANO,
ARGUMENTADO POR:

Se dan dos concepciones fundamentales de la ciencia ética, esto es: 1) aquella que la considera como ciencia del fin al que debe
dirigirse la conducta de los hombres y de los medios para lograr tal fin y derivar, tanto el fin como los medios de la naturaleza del
hombre; 2) aquella que la considera como la ciencia del impulso de la conducta humana e intenta derivarla con vistas a dirigir o
disciplinar la conducta misma. Estas dos concepciones son fundamentalmente distintas y hablan dos lenguajes distintos, aunque se han
entrelazado de manera diferente tanto en la Antigüedad como en el mundo moderno.

En efecto, la primera habla del lenguaje del ideal al que el hombre se dirige por su naturaleza y, en consecuencia, de la "naturaleza",
"esencia" o "sustancia" del hombre. En cambio, la segunda habla de los "motivos" o de las "causas" de la conducta humana o también
de las "fuerzas" que la determinan y pretende atenerse al reconocimiento de los hechos.

En este contexto, la dimensión ética de la existencia del hombre tanto en su aspecto individual como social ha sido objeto de la reflexión
filosófica en todas las épocas, especialmente en ciertos períodos o coyunturas de crisis y de grandes cambios estructurales. Pero aquí,
como en todos los problemas filosóficos, el planteamiento del problema y las líneas de solución configuran abundantes ramificaciones
temáticas, según las escuelas y autores.

El universitario, como cultor de la filosofía, debe acostumbrarse al despliegue pluralístico en todos los campos del saber, dado que al
interior de las ciencias especiales son múltiples los intentos de explicar los fenómenos con diferentes marcos teóricos, técnicas y
procedimientos.
La dimensión ética de la vida humana se funda primero en el hecho de la moralidad, es decir, en el comportamiento práctico del hombre
que se expresa en juicios, actitudes y normas en su interacción social y cultural. José Luis Aranguren hace notar que, en su raíz
etimológica, este hecho designa originariamente un modo de ser más que los actos o costumbres que se remiten al modo específico de
lo humano como existir consciente y responsable (Etica, en Rev. De Occidente, Madrid, 19729). Según este autor, prevaleció la
designación latina (mores) y su connotación originaria (eJos), con doble matiz, se perdió en la reflexión y la orientación misma de la
ética.

De todos modos, la ética quiere referirse a la fundamentación teórica de la conducta humana en todas sus dimensiones queriendo ser el
soporte de su praxis concreta. Además de la justificación racional de la moralidad, esta fundamentación quiere expresar un conjunto de
normas y principios básicos orientadores de las situaciones concretas.

¿Qué hacer en una situación determinada? Sólo puede ser enfrentado dentro de un marco amplio de criterios y pautas que se remiten
en última instancia a la reflexión ética, pero ésta no dice el hacer concreto sino que da el criterio para enfrentar la situación y decidir. La
ética no es un catálogo de normas concretas sobre el horizonte infinito de las decisiones humanas, sino el conjunto normativo esencial
orientador desde la cual el hombre asume sus propias y auténticas responsabilidades en cuanto ser social, colectivo que decide no sólo
por sí mismo sino por los demás en cuanto sus actos no son puramente individuales sino sociales. Pero este marco orientador es plural,
pues depende de la ética a la cual se refiera y se remita, bien a una ética marxista, existencialista, utilitaria, hedonista, cristiana, etc.

La ética (cuya raíz originaria es la libertad, es decir, la distinción entre el comportamiento específico del hombre como ser consciente y
equidistante no determinado por el dinamismo instintivo) abre en él ese espacio de una conducta que se hace y se asume a través de la
intencionalidad del sujeto, que al mismo tiempo que elige, construye poco a poco un modo de ser, su eJos. Esta dimensión, fundada en
el carácter específico de la conducta humana que no se ajusta a un inmediatismo frente a la realidad, es una libertad situada, al mismo
tiempo, con limitaciones y ataduras, pero, de todos modos, la fuente de la moral y la ética.

Con mucha razón Emerich Coreth sustenta: "Vivimos la experiencia de que nos sale al paso un valor reclamando su afirmación y
realización, que nos expresa un deber absoluto y que tal vez exige la renuncia a otra forma de comportamiento agradable y habitual.
Quizá apartamos la vista e intentamos arrinconarlo marginándolo de nuestro campo visual. Y, sin embargo, percibimos una llamada
imperante, una demanda obligatoria, que reclama nuestra libre decisión, pero que impone a nuestra libertad una obligación vinculante.
Este fenómeno forma parte de las experiencias fundamentales de la existencia humana. De ahí que incesantemente haya preocupado a
los filósofos de todos los tiempos. Es un fenómeno de tipo ético. ¿Qué significa y cómo hay que explicarlo? ¿Qué es un valor ético, un
precepto moral, una actuación ética?" (¿Qué es el hombre?, 1982)
Si bien luego abordaremos el problema de los valores, aquí debemos reconocer el carácter histórico social de las normas morales y que
subsiste un fondo de exigencia incondicional y un fondo universalizante que le atañe y le toca a su estructura básica como ser humano.
Por ello, Coreth afirma: "Ante la pluralidad de valores y de campos de valor, no sólo de lo útil, de lo útil y práctico y de lo vitalmente
ventajoso, sino también de los valores intelectuales, estéticos y culturales, se plantea esta pregunta: ¿existen también valores que
afectan al hombre en cuanto hombre, que le llevan al desarrollo y realización plena en su ser propiamente humano? ¿Existen valores
por los que el hombre se hace, no sólo buen músico, un buen estudiante y deportista, un buen jurista, físico, médico, etc., es decir, no
sólo se hace "bueno" en éste o en aquel sector particular de la actividad humana, sino un hombre bueno, o lo que es lo mismo, un
individuo que en lo peculiar y esencial de su ser humano ha llegado a su pleno desarrollo y realización? Esa es la esencia de la moral. A
un valor de este tipo lo llamamos un valor moral, lo moralmente bueno. Todo aquello que corresponde al autodesarrollo esencial y
común a todos los hombres es moralmente bueno. Por el contrario, todo lo que se opone a dicho desarrollo es moralmente malo"(¿Qué
es el hombre?).

¿Cuál es el fundamento de la moral?. Ha sido objeto de diversos caminos desde Aristóteles, Santo Tomás de Aquino, a pesar del giro
racionalista y autonomista de la ética kantiana y la crítica despiadada (pero injusta) de Nietzsche a la moral judeocristiana.
Paralelamente se han desarrollado diversas teorías para explicar la conducta moral desde otros marcos, como los análisis de Marx,
Freud, Piaget, Skinner. Con todo, a inicios del siglo veintiuno subsiste una gran proliferación de escritos sobre la ética que copan gran
parte de la filosofía analítica, incluso del problema de la ética en el marxismo, la ética de la situación inspirada en los planteamientos de
Sartre y Simone de Beauvoir. Con todo y a pesar de los múltiples obstáculos que se le ponen, la reflexión de orientación cristiana se va
redescubriendo.
COMPARATIVO DE CONCEPCIONES

|a) |PLATON |SOCRATES |


| |Platón concibe al hombre como ciudadano de dos mundos: el | |
| |mundo sensible y el mundo inteligible, aunque como ser |El dice que el hombre está compuesto entre el cuerpo (soma) y alma |
| |racional está llamado a serlo definitivamente del segundo. |(psiché), dentro de nosotros se encuentra el alma pero esta no |
| |Definición de Platón del hombre: “Hombre. Animal sin alas, |puede ser captada por los sentidos |
| |con dos pies, con las uñas planas; el único entre los seres | |
| |que es capaz de adquirir una ciencia fundada en | |
| |razonamientos”. | |
|b) |SOCRATES |ARISTOTALES |
||||
| |El dice que el hombre está compuesto entre el cuerpo (soma) |Aristóteles ve al hombre a diferencia de todos los animales en la |
| |y alma (psiché), dentro de nosotros se encuentra el alma |posesión de la razón o al menos de saber utilizarla. Nos da a |
| |pero esta no puede ser captada por los sentidos |entender con mayor claridad en este texto: |
||||
| | |Se admite que hay tres cosas por las que los hombres se hacen |
| | |buenos y virtuosos, y esas tres cosas son la naturaleza, el hábito |
| | |y la razón. Los otros animales viven primordialmente por acción de |
| | |la naturaleza, si bien algunos, en un grado muy pequeño, son |
| | |también llevados por los hábitos; el hombre, en cambio, vive |
| | |también por acción de la razón, ya que es el único entre los |
| | |animales que la posee; de manera que estas tres cosas deben guardar|
| | |armonía recíproca entre sí. Los hombre, en efecto, obran con |
| | |frecuencia de manera contraria a los hábitos que han adquirido y a |
| | |su naturaleza a causa de su razón, si están convencidos de que |
| | |algún otro camino de acción les es preferible. |
|c) |ROSSEAU |HEGEL |
||||
| |El hombre nace libre, pero en todos lados está encadenado. |Hegel ve al hombre haciéndose a sí mismo mediante el trabajo, lo |
| | |observa actuar y constata que su mundo no es caótico sino que está|
| |El hombre es bueno por naturaleza |sujeto a constantes, que su conocimiento le pueden otorgar la |
| | |Libertad. |
||||
| | |El filósofo se topa con los procesos derivados del mundo moderno: |
| | |“trabajo”, “esclavitud”, lucha de los hombres por el reconocimiento|
| | |y por tener un lugar en el mundo. |

|d) |HEGEL |CARLOS MARX |


||||
| |Hegel ve al hombre haciéndose a sí mismo mediante el |El humanismo marxista no se basa en una concepción general abstracta |
| |trabajo, lo observa actuar y constata que su mundo no es |del hombre, sino en una visión histórica y social, es decir concreta |
| |caótico sino que está sujeto a constantes, que su |de lo humano; donde el hombre es, a la vez que creador, resultado de |
| |conocimiento le pueden otorgar la Libertad. |la sociedad en que vive. |
||||
| |El filósofo se topa con los procesos derivados del mundo | |
| |moderno: “trabajo”, “esclavitud”, lucha de los hombres por| |
| |el reconocimiento y por tener un lugar en el mundo. | |
|e) |MATURANA |EDGAR MORIN |
||||
| |El lenguaje en sus diversas formas el que logró poner al |Todo acto humano es biocultural (comer, beber, dormir, defecar, |
| |hombre primitivo en contacto con sus demás congéneres y de|aparearse, cantar, danzar, pensar o meditar). |
| |esta manera establecer relaciones y alcanzar condiciones | |
| |que lo llevaran a un mayor desarrollo. |Todo acto humano es a la vez totalmente biológico y totalmente |
| | |cultural. |
|f) |EDGAR MORIN |SAVATER |
||||
| |Todo acto humano es biocultural (comer, beber, dormir, |El hombre no solo es, si no también se hace; es fruto de sí mismo, de|
| |defecar, aparearse, cantar, danzar, pensar o meditar). |su libertad, de sus acciones libres. |
||||
| |Todo acto humano es a la vez totalmente biológico y | |
| |totalmente cultural. | |
|g) |SAVATER |RIZZO |
||||
| |El hombre no solo es, si no también se hace; es fruto de |Una mente abierta al cambio, sin poner barreras, contribuye al |
| |sí mismo, de su libertad, de sus acciones libres. |progreso del individuo y la sociedad. |
||||
| | |La flexibilidad mental es mucho más que una habilidad o una |
| | |competencia: es una virtud que define un estilo de vida y permite a |
| | |las personas adaptarse mejor a las presiones del medio. |

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