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Lo trad11jo al castellano
FERNANDO CALLEJA
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Portada de
MANUEL RUIZ ANGELES
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© Copyright by .,
EDICIONES GUADA~RAMA, S. A. ..
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Madrid, 1971
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.i Depósito legal : M . 14.885. 1971
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Pri1ited in Spai11 by ' !
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'¡. ARTES GRÁF.ICAS BENZAL - Virtudes, 7 - MADRID
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Prefacio .. . . .. . . . . . . . . . . . .. " .. ... 13
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. ~ PRIMERA PARTE
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! Antropomorfismo y zoomorfismo . . . . . . . . . . . . . . . . .. 36 . •
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Dios se percibe a sí mismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 79
Entra el profeso1-- . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . .. . . . . 85
• SEGUNDA PARTE
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Este · libro, como · indica su subtítulo, trata de
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<<La psicología en el mundo moderno>>. Esto quizá
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merezca unas palabras de explicación.
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La actual Era de la Ciencia está caracterizada
por los triunfos de la tecnología física que le han
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otorgado el nombre de Segunda Revolución In-
dustrial. Las máquinas de calcular electrónicas,.
la automatización, las- astronaves, la energía y
las bombas atómicas han modificado el mundo
profundame11te en los últimos decenios. Es me~
nos sabido que a la innovación de la tecnología
física ha correspondido un fenómeno ~sencial
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mente i1uevo y sin precedentes: el desarroll9 dy
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una tecnología psicológica, que, en la sociedad.. de
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masas contempor,á nea, tiene consecuencias de no
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menor-- alcance que las derivadas de la invenció11
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de <<artefactos>> de refinamiento creciente. La '
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tec1-iología física el encauzamiento de la natu-
i . raleza ha venido a · quedar suplementada por la ·
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tec110Iogía psicológica, ..por el regi1niento del pro-
•
pío hombre .
Si1nultánean1ente, .la ambivale11cia de ci_e ncia
y tecnología
.
se· ha hecho palmaria. La amenaza
de una guer1·a termonuclear, la explosión demo-
g~ráfica, los problemas sociales de una sociedad
cibernética son cosas de todos los días. El 11is-
- . toriador señal~rá · que otras zozobras, aunque en
tono menor, aquejaron a c1--isis anterio1. es, como
la invención del aeroplano y de los ataques aé-
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greso del xrx, el mejoramiento humano gracias reducida: Puede por ello servir de introdt1cción
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a la ciencia y la tecnología se tuvo por cosa se- a su obra, que harto sabe que se encuentra dis- •
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gura. Aun antes, Platón creyó que se podríaJ en-
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persa en muchos sitios y no resulta por ello fácil
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contrar solución a los problemas humanos si los verla como <<sistema>> organizado, término clave
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f filósofos reinaran o ·1os reyes se trocaran en fi- l
que tomo de la exposicjón que hago en las pági- ·
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El al.1tor, biólogo,
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siente interés por J.os pt1ntos · LUDWIG VON BERTALANFFY
de vista fundamentales, no por la crítica especia-
Edmonton, mayo ·de 1967.
lizada de teorías concretas de la psicología coe-
tánea (y en realidad ni siquiera trata en la obra
de las tales teorías en su propio campo de 1·a bio-
log~a). Si es permisible emplea1,. una expresión
en boga, este ensayo pertenece a la <<sociología
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EL CONCEPTO ORGANICISTA EN PSICOLOGIA
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E11una época que vacila entre esperanzas y
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utopías contradictorias en su 1nayor parte pro-
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mesas de maravillas tecnológicas, médicas y so- •
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( período de muy intensa actividad intelectual. En
aquel tiempo comenzaron no pocas mudanzas
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cuya importancia no resultó p erceptible hasta
mucli.o después.
En 1926 se publicó la primera edición alemana
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de la Psicología evolutiva, de VJerner, en la que
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expuso por vez primera el planteamiento orgá-
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nico-evolutivo. Visto en retrospectiva, pudiera de-
.. cirse que el de Werner fue uno de los primeros
' s istemas enunciados en contra de la filosofía· ·pa.. ·
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paralelismo con las ideas de Werner es palma- castillados en la torre ebúrnea de la ciencia aca,-
.ria. También se publicaron en esos años los grue- l dé1nica. Más bien for1na parte de una cuestión
:sos volúmenes de Cassirer sobre las Formas sim-
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de mayor amplitud: que· la cie11cia, y particular-
:bólicas. l\1ucho me temo que fueron pocos los mente una ciencia del 11ombre .para el hombre, s e 1
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ha tornado muy p1"oblemática en nuestros días.
··e llos. Hoy nos damos cuenta de la trascendencia
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Es cor1--iente ,decir que la utopía del progreso
·de esa obra mont1mental. Los p1"'imeros estudios que ha regido la ciencia pura y la aplicada desde
•
1. de Piaget también pertene~en a ese período. Po- · sus comienzos hasta la fecha se tambaleó en el
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1dría ala1-- garme hasta llega1,. a detalles no poco mundo moderno cuando el dominio .
de las fuer-
uivertidos; por eje1nplo, el redescubrimiento del zas naturales trajo consigo la amenaza del ani-
· cardenal Nicolás de Cusa, que fue en el siglo xv quilamiento atómico y la sociedad quedó caren -
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un especie de padre de la filosofía totalitaria y i
'l te de sentido sintiéndose desgraciada en medio
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perspectivista; Cassirer y yo le saca1nos del ol- de la abundancia. La desilusión, el darse cuenta
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7'"ías sociológicas ·co1ite11iporá1ieas, de Sorokin, en bles maneras. Aludiré sólo a una· de ellas, brillan..
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1928, fuer on un vasto análisis (similar en pla1-i- temente expuesta por un erudito alemán, F1"ie-
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teamiento a su obra mucho más breve T eorías drich Wagner (1964). En una versión moderna de
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modernas del desarrollo) de las doct rinas exis- la tesis de Tucídides ( probablemente desconoci-
tentes, ei1 el que clasificaba
.
a la sociología como da po~ el autor.), Wagner sostie1i.e que la ciencia,
cie1-icia de sisten1as socioculturales sui generis. desde Colón y Copérnico has ta la física nuclear
Podría prolongar esta lista, pero el . punto qt1e y cósmica, las bombas de hid1--ógeno y los viajes
deseo señalar ya r esulta claro . Hubo autores se- por el espacio alle11de la. at1nósfera, es esencial-
.P arados g·eográficarrlente por grandes dista11cias 1-i1e11te una ma·n if estació11. de la hib1,.is hurna11a
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y no rel'a cionados
.
e11tre sí que trabajaban e11 que 11a violado las li11des impuestas por Dios o •
campos muy disti1.1 tos y llegaron a conclusiones lJOr la huma11a i~aturaleza , lo que le ha llevado
de una semejanza esencial, algunas veces hasta i11exorablemente a la propia dest1,.ucción. Mucl10
es lo que pudiera decirse de este concepto del
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Hacia u·n a nueva imagen del hombre El hombre aittómata 23
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". han hecho los sabios con las .fuerzas de la natu-
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que ha liberado fuerzas que sobrepasan con mu- raleza q11e han conquistado, o desencadenado, es-
cho sus recursos intelectuales y éticos para do- tremece pensar en la utopía más reciente, el po-
.. meñarlas. Pero esto es romanticismo en igual
•
sible encauzamiento de la genética mediante la
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medida que creer que. el progreso de la ciencia inseminación artificial y, con el tiempo, e~ logro
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y de la tecnología es ineluctable y no puede ce- de genes fabricados en el laboratorio.
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1 sar. Los hombres ya poseían una habilidad con- · Afortunadamente, no estamos obligados a re-
solver el humano problenia o a proponer teodi-
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l de que existiera una ciencia merecedora de inte- ceas y podemos entregarnos a la consideración
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rés. Difícilmente se podría culpar a la ciencia de de 11na cuestión de menor magnitud y más ma-
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las abominables con.d iciones sociales vigentes en nejable. ¿Qué lugar ocupa la psic.o logía en el mun-
la Edad Media, de la Guerra de los Treinta Años, do moderno? En términos generales se puede
de la Inquisición española y de otros lipdo.s epi- dar una respuesta: la ciencia ha conquistado el
sodios de la historia. El motivo de nuestras an- universo, pero se ha olvidado de la naturaleza hu- ·
gustias no es que la osadía científica y tecnoló- mana, o la ha reprimido. Aquí radica, por lo me-
gica del hombre haya desafiado las ·leyes divinas nos, parte de nuestros problemas.
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o humanas, sino la propia naturaleza del hom- Esta tesis merece una IllJás amplia exposición..
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bre, dividida en animal y er1 algo que supera la de la que yo puedo hacer y habría que remontarse ·
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animalidad. Si la ciencia, con lógica aplastante, •1'
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. hasta Descartes y quizá a un más lejano preté-
rito. Yo me voy a circunscribir al presente siglo ~
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¡- nos. ha llevado hasta el mi·s mo borde de la pro- 1
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!jt1 l pia destrucción por el fuego atómico, no es razo- • •
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nable pretender darle el papel del malvado en .. '
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la tragedia. El curso sangriento de la historia des- EL HOMBRE AUTOMATA
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t: de sus comienzos no revela en el hombre una
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1; bondad superior a la malicia de los estrategas ••
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Reconozcamos un hecho: gran parte de la psi-
de la guerra termonuclear. Más bien parece que 1
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cología moderna es un escolasticismo estéril y .
el instinto de la muerte como ·diría Freud ha prosopopéyico que, provisto de las · orejeras de
acompañado al hombre a lo largo de toda su his- conceptos preconcebidos o supersticiosos, no ve
toria, con ciencia o sin ella, y la única diferencia lo que es evidente'; que encubre la trivialidad de
es qL1e hoy se manifiesta de manera más refina~ sus resultados e ideas con un lenguaje absurdo
da y eficaz. Pero no cab~ negar que la ciencia y que en nada se asemeja al habitual ni recuerda
los hombres a ,ella consagrados mitad Prome- , las teorías científicas normales, y que facilita a
teos -y mitad serviles lacayos del conjunto indus- la sociedad moderna téc11icas ·adecuadas para ir
trial Inili~ar han agravado el problema hasta lo entonteciendo a la humanidad. .
grotesco al hacer posible la propia destrucción de f Parece que nos. encontramos en un dilema. La
la especie, a lo que hay que añadir de momio .., filosofía positivista norteamericana y lo mis-
otros problemas, desde la explosión demográfi- mo se puede decir con más motivo aún de la psj.- ·
ca y la automatización al tedio conducente al sui- cología se dice que ha conseguido la insólita
cidio de una sociedad cibernética. Viendo lo que hazaña de ser a la vez profundamente frívola y ·
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El honibre autómata 25
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tíficas atenerse verdaderan~ente a los hechos tintivo, obedece a influjos externos a los que el
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y . guiarse por la disciplina metódica que se ha organismo ha estado sometido anteriormente : ·el
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desarrollado en el curso de los últin1os siglos. condicionamiento clásico según Pavlov, .e l con-
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La psicología se caracteriza por un empacho ·de dicionamiento instrumental según Skinner, . los.
teorías que van desde la neuroquímica al exis- sucesos vividos .e n la tempra11a infancia según ·
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tencialismo. Karl Bühler inve11tó en 1927 la ex- • Freud, los refuerzos secundarios según.. teorías
presión <<crisis de la psicología>>; pero incluso hoy n~ás recientes. Se deduce de esto, que el aprencti .
se dice que la psicología se encue11tra en <<una zaje elemental, la enseñanza y la vida 11uma11a en
encrucijada>> (Royce, 1965). Cuarenta años es de- general son esencialmente reacciones · a ~ondicio
masiado tieinpo para estar. en crisis o vacilar en nes externas: comienzan en la temprana niñez .
una encrucijada. No obstante, un hecho notable con la i1nposición de normas el~me11tales de liffi.
parece surgir del conflicto de las teorías contra.. pieza y otras interferencias que conduce11 a un
dictorias. comportamiento socialmente aceptable y fre11an
Durante la primera mitad del siglo xx la psico- ~ ~ la conducta que no lo es; siguen con la enseñan-
logía estuvo dominada por un planteamiento po- za, que se da me~jor seg·ú n los principios de Skin-
si ti vista-mecanicista-reduccionista que p·uede ex-
•
. ner de refuerzo de las i'9eac·cio11.es correctas y t1ti-
presarse en ·epítom~ como la image1z del hombre ·
'
lizando máquinas de enseñar; y acaban en un
aut6mata. Pese a las grandes diferencias entre homb1"e adulto .incorporado a una sociedad opt1-
teorías tales como el psicoanálisis, el conductis- lenta que a todos hace venturosos, u11 hom,bre al
rno clásico, el neoconductisrno, el aprendizaje por ·• cual se cond.iciona en forma rigurosan1.ente cien-
la experiencia, <<las máquinas pensadoras>> y la ·si- tífica co11 los medios de información pública de
ITiulación del comportamiento por los orde11ado- las 1nasas para hacf?r de él un consumid.a r per-
1--es electrónicos, todas compartieron u1~ concep- fecto, o sea un autómata que respon.de · adect1a- - .
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d·a mente reaccionando de acuerdo con lo precep- ·u na crianza errónea, de la rivalidad entre los
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tuado por el predominante conju11to industrial.. .h erlllanos o de algo semejante. '
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militar-político.
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del comporta:miento humano. 1
de arreglárselas con un número insuficiente de
El igualitarismo es una de las glorias del pen- 1naestros mal retribuidos que siguen un sistema .·
samiento humano que se transmutaron en carica- • .P edagógico de tal naturaleza que los adolescen-
turas. Se precisaron varios milenios de la histo- tes que llegan a la universidad lo hacen sin co-
ria para avanzar desde la opresión de la mayo- nocer verdaderamente su lengua materna. Lo
ría de los seres humanos hasta su trato, en mismo puede decirse, con ligeras modificacio-
cierto grado, corno iguales y hermanos. Pero bien nes, de los delincuentes y criminales amoro- ·
pronto el ideal ético pasó a ser un dogma cien- samente cuidados mientras se permite que los
tífico. ancianos caigan en la miseria; y también cabe
Como el co:mportamiento y la personalidad es- decirlo de la hez de la sociedad, cuyos miembros
tán determinados por el condicionamiento, en el de todas clases son mencionados en la prensa
sentido datj.o al térm.ino por Pavlov, Skinner o con titulares de gran tamaño precisame.n te por
Freud, no existe gran diferencia entre los distin- ;
su degeneración.
tos seres huinanos, y ni sí.quiera entre palomas, ¡
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.El mismo principio se supone que da buel).os
ratas y primates por una parte y los seres huma- i
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se les dedican y que exceden notoriamente los comportamiento. El estado natural del organis-
que se reservan para lo sano ~' bien dispuesto, mo es la quietud. Cualquier estímulo es una per-
son devueltos al .a prisco de la general uniformi- turbación del equilibrio; la reacción conductista
dad. Después de todo, cuando un niño no es so- • es por tanto su restablecimiento; es la homeos-
ciable o f1'acasa en el colegio, cuando un menor .tasis, la satisfacción de las necesidades o la rela-
comete un estupro o 11n malhechor ¡pobreci- jación de las tensiones. Las necesidades son esen- ' '
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llo! pasa a ser asesino, todo ello es culpa de cialnJente biológicas, principalmente el hambre .
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e znterespecífico en el de entre distintas especies. (N. del T.) tas, los gatos y los monos ofrece la bas~ _,."11ece- · . . )
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28 Hacia una n.u eva _imagen del honibre .El ho1nbre autómata 29
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saria para interpretar y gobernar al ser huma- políticos y los gobiernos no gas taría11 cantida-
r des astronómicas en persuadir a las multitudes
no; lo que parece ser peculiar al hombre es se- r
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c:indario y acaba por reducirse a impulsos bioló- '
'
. y en encauzar su comporta miento si el sistema
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no fuese eficaz.
Por últim_o~ el comportamiento está regido fun-
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Pero las restringidas posibilidades del hombre
damentalm.e nte por .Principios utilitarios. La con- . ~
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·a utómata debieron resultar palmarias. El es que-
servación d~l ·i ndividuo y la supervivencia de la ..'i!J
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1na estímulo-reacción (E-R) descarta una g ran
s ociedad s on la definitiva razón de s er de todo parte del ·c omportamiento que es expresión d e
comp,or~amiento, determinado por el p1..incipio ' 1
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·una actividad autónoma: el juego, el comporta-
1nie1~to explorador y cualquier clas e de creac ión ª
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econon-i1co de alcanzar la meta preceptuada con
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el gasto mínilllo. Esto es aplicable de rnane1..a ge- El ambientismo queda refutado por el hech o ele- •
neral, sea a una rata que hace acopio de peloti- inental de que ni siquiera las moscas drosofilas
llas, a un estudiante que acumula méritos para·
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o los perros de Pavlov son todos iguales.· Mer1os
aprobar o a una persona adulta que busca reunir aplicable es el igualitarismo a los distintos seres .
el sueldo más pingüe posible. La cuestión es la humanos, o el zoomorfismo a la comparación del
mis~a ~n t~dos los casos: · alcanzar el óptimo
comportamiento humano con el subhumano. El
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de corta edad y las personas mentalmente en- gundo, a una abulia del interés 'que acab a aig·u -
f ern:-as ofrecían modelos adecuados del compor-
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11as veces en n eurosis existencial y en suicidio.
1 tamiento humano: las máquinas, porque la con-
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Los deli11cuentes juveniles que cor11eten críme-
ducta acaba por ser explicada en términos de la 11es para divertirse, la nueva psicopatolog·ía pro-
estructura aparentemente n1ec;á nica del sistema vocada por el ocio, el 50 poi~ 100 d e los enfermc)s • •
nervios o; los animales, por la igualdad de los de nuestros inanicomios, todo ello de1nuest.r a
principios de l comportamiento animal y huma- 1 que el esquem a del h o mbre a u t ón1ata no es vá-
no Y porque pueden ser manejados más fácil- lido. Y esto sin m en cionar qt1e la <<ct1l tura>> tras-
1nente; y las criaturas de muy tierna edad, por- ciende los conceptos utilitarios: 11i g·ara11tiza el.
qL1e en ellas . como también en los casos equilibrio m ental a quienes 1.a crean, ni t.i ene un "
•
p atológicos es más f·á cil que en los adultos valor · p e rceptible para la supervive11cia d e las
r1ormales discernir los factores primarios. naciones .o del conjunto humano. .
, Más. co~vi?cente. que la investigación y la teo-
r1a ps1colog1cas es su extensa aplicación e11 la '
·~
vida Y sociedad actuales, a la manipulacÍón del ".
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Sociología del hombre autómata 31 '>
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cen inscritos en esa escuela intercalan mecanis-
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SOCIOLOGIA DEL HOMBRE AUTOMATA '
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mos hipotéticos entre ~stím.ulo y reacción>>, por
lo que la descripción de Koestler. de la actual ¡
•' .
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!.
.
Al llegar aquí espero manifestaciones de pro- psicología es <<engañosa>> y debe ser justamente '
: testa. Se dir,á que mi resL1men es una simplifica- desechada. Si se tiene en cuenta, que Koestler '
!
l'¡
ción desmesurada o una caricatura, que estoy . había estudiado diligentemente lo escrito hasta . -
' t.
!' .
¡-
dando en tierra con un monigote que yo mismo 1960 poco más o menos, y que no ha habido nin- 1
'
.
examen de la investigación y la literatura actua- l·
¡:
cios y en la política no son nuevos mecanis-.
les. Muchas son las críticas que de ell·o se han n1os hipotéticos que expliquen mejor las pecU:-..
publicado (por ejemplo, Allport, 1955; Sorokin7 ¡·'
'
;
liaridades del comportamiento , de la ·r ata de ~a
1956; Koestler, 1964); pero por lo general han ll. boratorio; necesitamos un nuevo concepto del
sido rehuidas más que contestadas, a menuqo ):
·)·
.-
'
!'
. hombre. 1
por el muy sencillo procedimiento de no hacer- M ás iinportante que las sutilezas académicas
1
les caso. En su conjunto, la tesitura prevalecien- es que la psicología constituye hoy una fuerza
te aparece bien resumida en un crítica del Arte social de primer orden que modela para· el hom- _ '
de la creación, de Koestler, hecha por uno de· bre su propia . imagen y gobierna
- .,
la sociedad ·
2
•
conceptós que imperan en psicología y se m.os- ríodo, como lo son a· fin de cuentas
• •
.todos
traba partidario de los principios <<CI"eadores>>~ los conceptos teóricos. El hombre, como má-
coincidiendo en gran parte con los psicólogos: . quina que puede ser progralllada; todas esas má-
._, <<progresistas>> corno G. Allport, Werner, Golds- quinas, idénticas como automóviles salidos de la
tein y otros. El crítico no refuta el argumen-
•
cadena de inontaje; el equilibrio o la comodidad
to de Koestler y es de suponer que no es capaz co1no desiderátum; el compor-t amiento como una
de hacerlo y en su lugar ·manifiesta: · <<Koestle1"" J
' operación comercial de gasto mínimo y . benefi ..
escribe como si aún corrieran los años 1930 y el .1
\'
cio máximo: tal es la expresión pe1--fecta de la fi . .
conductismo estuviese en su infa11cia·. En 1964, "
lf - 1
losofía de la sociedad comercial. Estírnulo-reac.
la mayor parte de los psicólogos que permane- ción, · ingresos-salidas, produc.t or-const1mi<1or, toOQ
,.
~~·' ·.t
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•
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32 Hacia una nueva imagen del hombre Sociología del hombre autómata 33
do _ello corresponde al mismo concepto expre- conoce los rudimentos del cuidado de los enfer- >
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.
sado en términos distintos. Las ideas fundamen- '•'
'•
mos y los ancianos, o la cultura que cua~quier
' .,• /
.
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'1 •
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...
¡ '
tales ·cte la psicología convencional son idénticas nación balcánica pobre puede sufragar, sociedad .·
publicitarias· con exclusión de lo demás; en la <<ló.. mucho lnás no ha sido causado por la ciencia
gica pecuniaria>>, la realidad y la verdad qu~dan r •
ciante; y, por supuesto, se . maneja a la gente • eficacia al siste1na, igual que los sabios atómicos
como se merece, como a agigantadas ratas de se han encargado de preparar los definitivos ho-
Skinner. rrores de la guerra moderna. •
Se me da un ardite en qué medida los profe- Co1i.viene darse cuenta de la fuerza y de las li-
s o1~es A, B o C hayan inodificado a .W atson, Hull mitaciones de la psicología manipuladora y de la
y F reud o remplazado sus tajantes asertos por ingeniería conductista. Si se manipula a un pe- ·
circunloquios más restringidos y alambicados. rro según los procedimientos de Pavlov, a un gato
Pero sí me iinporta, y mucho, que su espíritu siguiendo los de Thorndike, o a una rata de
siga dominándolo todo en nuestra sociedad y, 1
3
, , ' ·· ,. .: 'I . l
' . .. f
¡'
Pero ocurre . que, al hacerlo, desratizáis a las problemas que van desde la incap~cidad de Jua-
•
'
¡
decir, elimináis todo aquello que pueda intere- neurosis de jubilamiento del hombre de r1egocios
•'
1
1 I
1
sarle a una rata en su ambiente natural, trasla- afortunado y la amenaza del ocio en una socie.. '
dáis al gato al <<universo surrealista>> (Koestler) dad cibernética.
de los aparatos de Thorndike. No sabemos lo que Así, pues, lo que necesitamos de manera apre-
siente una rata en una de las cajas de Skinner~
• • miante es una ciencia de persuasión de la mul-
o qué consecuencias supone el experimento para titud (Maloney, 1964), tanto para los manipula-
'¡• su bienestar cerebral. '.T eniendo en cuenta .que
• . dores, siempre a la busca de métodos más efica-
1
,
1
se elige a las ratas como animales de laborato- ces, como para los manipulados, para que sepan
1
rio por su estúpida docilidad, quizá los efectos cómo guardarse de ellos. Pues ahí está lo inalo. . ..
'
sean leves, pero los gatos de Thorndike se enfu- Naturalmente, la persua~ión de la multitud es.
l
'
...
' .. '
1
1
' . Antropomorfismo y zoomorfismo 37
•
..
Debe advertirse que el zoomorfismo es un vi-
ANTROPOMORFISMO Y ZOOMORFISMO
cio de la psicología norteamericana y no de la eto-
logía europea. El programa del etólogd es investi-
w
los creadores del conductismo. Naturalmente, nión expresa o implícita de que no existe una
escogieron la rata por ser animal prolífico, dóc~l diferencia esencial entre la rata y el hombre-
y bastante estúpido, que ·por todos esos m,ot1- la que hace tan profundamente conturbadora a la ..
·v os resultaría fácil de manejar. Lo que no sab1an, psicología norteamericana. Qué ~xiste algo qt1e
y lo que no se ha averiguado hasta hace poco . se denomina cultura humana, con sus millares de
tiempo, es que la rata, en m,asse, es una de ~as manifestaciones, y que nada semejante encontra-
bestezuelas más crueles y belicosas que existen, •
el olor .a l nido y ¡libran .v erdaderas ,batallas .a tenido esos gustos ~T cabe supo11er que siempre
muerte si dos de estos grupos se encuentran o ...·~i. . los tendrá. Pero cuando la minoría intelectual,
.. .
se disputan un territorio. Nos vienen a las mien- -los pensadores y los rectores de la sociedad no
tes los odios entr.e dos familias, como las de los ven en el hombre más que una i~ata muy desarro-
capuletos y rrlontescos del Renacimiento italiano, llada y lo manejan por ello con indudable éxi-
y también entre los bloques de potencias en nues- to llega la hora de se11ti1--se alarmado. Supone
tros días; la sola diferencia consiste en que en ·el un descenso del barómetro espiritual que única-
·~aso de las ·ratas es cuestión del olor físico del
mente· puede presagiar huracanes y desastres in-
nido y en el del hombre se trata del olor simbó- '
·~
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minentes.
lico de su lar • 3
Al final, los efectos de la psicotecnia y · el~ ·Jcy in- .''.
•
. .• !,
•
J
38 Hacia u·na nueva imagen del hombre •J
Antropomorfismo y zoomorfismo 39
,-
g·eniería conductista modernas suponen una des- " mentas sociales en gran escala. En vista de la ne-
cere bración funciona.l , es decir, la exclusión de los cesidad de la <<gt1erra contra la pobreza>> en el
rhás altos centros cerebrales y facultades de la interior de los Estados Unidos y del hambre eró ..
. mente casi con igual . eficacia que si se los extir- nica y manifiesta en grandes zonas del globo, no
para quirúrgicamente . Entonces el comporta- puede sostenerse que el siglo xx haya resuelto el
miento de las ratas, de los gatos y de los hom- . problema social universalmente; pero sí lo ha re-
bres mentalmente enfermos puede sin duda al- suelto en esa amplia zona del mundo occidental
guna utilizarse como modelo del <<comportamien- que ha sido denominada la sociedad opulenta.
1
to hu1nano>> . Ni siquiera la amenaza de la aniqui- Aquí . se dieron las condiciones .n ecesarias para
J
lación atómica puede alterar los hábitos de una hacer el experimento; y esta parte de la humani-
humanidad condicionada, hábitos que están tan dad fue sometida a tratamiento de acuerdo con
principios <<científicos>>: enseñanza optativa; con-
•
1
tible. En términos <<mentalistas>>, esto puede de- '
lajamiento de las nornias sexuales con el propó-
. ~
~¡:
1 • •
nominarse menticidio (Meerloo, ~1·954; von Ber- í.
''
.
sito de evita1. la aparició1'1 de complejos; y así su-
,•
1¡
'
1
r talanffy, 1960c); es un procedimiento más eficaz r
•
cesivamente. Realmente, jamás sociedad alguna
!h
11 •
e irrevocable que las torpes tentativas de geno- se 11a preocupado tanto de ~su salud mental o ha ·
cidio, pues gracias a los poderes regeneradores ••
tratado de aplicar principios <<científicos>> con pa-
•
~ .
de la naturaleza el genocidio, al menos hasta la '
recido denuedo a todo su sistema de vida~ En con-
• ¡
.1 ' fecha, es una medida bastante ineficaz. El exter- ¡·
\•'
·s ecuencia, la sociedad opulenta debería haber lle-
! gado a un estado de bienaventuranza psicosocial ja-
1 • ' •
1
1 .
1
I•
nlinio de inillones de personas no ha destruido
~1
1
" ni razas ni pueblos, sino que tras él han venido más log1"ado en los tiempos de estrechez, tabúes
.l
1
sin tardanza nuevas multitudes e incluso una ex- sexuales, enseñanza . medieval, ignorancia de los
1¡ 1
:
•1
plosión demográfica. Por el contrario, el menti- principios científicos del comportamiento huma-
cidio tiene un gran éxito y no es reversible. Si se no y de toda clase de <<sandeces mentalistas>>~
condiciona a una población mediante las mani- Desgraciadamente, el resultado contradijo las
pulaciones idó11eas, no podrá transmitir a las ge- esperanzas. Y es precisamente en la sociedad opu-
... \
• 1
i•
.
lenta, con su satisfacción de las necesidades bio-
ha perdido; y esto es precisamente lo que busca .
¡
1
lógicas, su aminoramiento de las tensiones, su ·
conseguir la manipulación psic.ológica y lo que ha .J
enseñanza y su condicionamiento según una téc-
logrado e11 buena medida. nica científica, donde proliferan en cuantía sin
Pero ha st1cedido· que el gran experimento con- precedentes las dolencias mentales, la delicuen-
ductista ha fracasado. La hipótesis era que, lo- cia juvenil, el crimen no provocado por la nece-
grado el bienestar n1.aterial, una ·sociedad mane- sidad, sino el crimen por diversión, el grave pro-
jada de acuerdo con principios científicos alcan- blema del ocio en una sociedad automatizada y
zaría la máxima felicidad del máximo número de j
la aparición de nuevos desarreglos n1entales diag-
S"Lls miembros. El experim~nto se hizo todo lo 1
nosticados como enfermedad existencial, ·tedio
•
bien que es posible cuando se trata de exper_i- maligno, neurosis de retraimiento suicicla y co~
40 Hacia una n~eva imagen del hombre .,... - '
\
i·.
.·
'
.
.·'i ' Antropogénesis • 41
;:'.,,_ .
'
'.
nuevo concepto del hombre. Algo hay que anda esto es posible hacerl.o en términos de las acti.
fundamentalmente mal; y tenemos .que averiguar ·
vidades simbólicas del hombre. Y en contraposi-
,.
que es, o perecer.
.,...
"
.....
..'
ción al modelo de autómata con reacciones pri-
..
..'
'
marias del organismo, emerge un nuevo concep-
to que, en lenguaje _psicológico, puede se~ expre .
sado diciendo que es el del hombre como siste-
HACIA UNA NUEVA IMAGEN DEL HOMBRE
''
ma activo de personalidad. Llegué a estos con.. -
,,'
r'
'
I,
ceptos, hace mucho tiempo, de resultas de mi ac-
~
y poder creador exploratorios, los neofreudia11os ocasiones .mis opiniones sobre ello ~ Me limitaré
'
colllo Rogers y los psicólogos del <<ego.~>, Sorokin por
. tanto a unos sucintos. comentarios.
. Entre los
en sociología, el planteamiento fenomenológico, el , principales supuestos anatómicos y fisiológicos
1
existencialista y otros. El campo es dilatado, pero, ,1 de la antropogénesis cuentan el aun1ento de ta..
apremiado por el tieinpo y corto de sabiduría, maño del cerebro; la erg·uida derechu.r .a, de la · •
.
42 Hacia u·n a nueva imagen del hombre A?itropogénesis 43
postura humana y ·ae su caminar; la carencia te fundamental, pero de poco hab1"ía servido, di-
de especialización y la conservación de caracte- gamos, sin la mano prensil y .e l .retraso determi-
rísticas primitivas~ como la mano con cinco de- nado por el funcionamiento de las glándulas en-
dos de los primates (en contraste con la especial docrinas. La marcha en postura erguida precedió
adaptación perceptible en los ungulados; los car- al aumentó de tainaño del encéfalo, según ha
nívoros, los mamíferos marinos, etc. de la pe- puesto de manifiesto la antropogenia moderna
zuña o el casco), que dio a la mano p~eciosas po- al distinguir entre el hamo ereotus y el hamo sa-
sibilidades como instrumento para <<manejar>> ¡
1
1
ósea facial a la craneana; un cambio· de iinpor- rencia de i11stintos especializados que tiendan a
..;l
r.
..' .,
tantes consecuencias del equilibrio endocrino red11cir el entorno y a convertirlo en . ~1~0 de
..
' 11 '
cuyo resultado es el retraso de la pubertad y del los incontables ambientes de Uesküll (Umwelten),
¡l
.n
...,'
·;
r
pleno desarrollo humano, que a su vez supone pe1,..o esto dejaría a la especie· muy vulnerabl~ si •
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un prolongado período de aprendizaje y distin- •
!1•
,;j,
1
caso de una especie <<nidícola secundaria>>, es de- a los gritos y aullidos para formar una lengua.
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ll y así sucesivamente·~ Habla11do en térmi11os de
:1
cir, nace con una considerable cerebralización
¡,
"
¡·
y d-e spués a·e una larga gestación (lo cual debie- genética y de evolución, hay motivos para pre-
t
1'
1
'"
'l
1
ra calificarle anatómicamente co1no animal nidí- l
1
guntarse cómo todo esto y mucho · m·á s quedó
fugo, pero incapaz de protegerse, por lo que per- conjuntado paso a paso por mutaciones casuales.
J
ma11ece largo tiempo bajo la tl1tela materna)·. Los rastros paleontológicos permiten estable-
Estas y otras ~aracterísticas biológicas han si-
•
ce1,. la ascendencia del hombre casi tan exacta-
mente como la del caballo o la del brontosaurio .
»
especie en particular. Mas he _a quí que nos en- ·Cia, Lorenz (1966) ha examinado profundamente
contramos con un ser carente de un capullo se-
r
},
'
este problema, y no encuentro aconsejable ·tratar
~ej ante pero dotado de una fuerza cerebral in- i
,d e emularle. Al mismo tiempo, parece que la agre-
1gu~Iada. De aquí que cualquier parte del mun- '!i
¡'
.s ión huinana en gran escala tiene siemp1~e raíces
i'
se de manera idónea respecto a ellos. Es preci- otras, las creadoras. Aunque los pri1nates y l.os
-
s~~ente la carencia de adaptación orgánica e ins- ·m onos antropoides son animales ruidosos, pare-
i
t1n~1va lo que le hace capaz de conquistar la to- ¡
t
ce que carecen .
de capacidad oral; Langer '
( 1948,
'
talidad del planeta y regiones allende sus con- .·p ágina 85) ha dicho que los monos antropoides
f ines. no desarrollaron un lenguaje hablado porque no
Pocten:os pensar fácilmente en otros requisi- l1acen ruidos orales cuando tienen muy poca
tos previos del comportamiento. Para desarrollar 1
\
·e dad.
el Uniwelt creado por él mismo denominado • i
\
~
Todo esto podría discutirse largamente. Pero
cultura humana , el . hombre ·h a de ser un anÍ-- l restringiremos nuestras consideraciones a . un
rnal social . Unicamente entonces la comunicación I solo aspecto: el hecho fundamental de la antro-
pasa a ser una necesidad biológica. Si el 11ombre pogénesi.s es la evolución del simbo·l ismo. 1
':tU .t1 acia una nueva image1i del hombre Una teoría . del simbolismo 4.7
.. .
Sin esta característica única, cualquie1-- canti- las más egregias distip.ciones intelectuales y en10 ..
' .}
; 'l•·.
". ¡
'
sociales, dinero, ciencia, religión, arte, y el mun- 1 a ella de lo que han aportado los dernás (por
do objetivo que le rodea, desde las tr'ivialidades
•
¡ ejemplo, Cassirer, 1953-1957; Langer, 1948; ~on .
l· •
'
rece en el índice alfabético de los principales li-
'
sensible en portador de símbolos, en portador de bros de texto de psicología.
...
"'~
•
'\''•
t
'
48 Hacia u·n a nueva imagen del hombre Una teoría del sinibolismo 49
El psicoanálisis sí encontró . mucho que decir las n1ás elevadas actividades me11tales d el hombre,
acer·ca de los <<símbolos>>, pero de manera bastan.- especialmente con las sin'lbólicas . No se sabe en
te extraña. P·a ra los psicoanalistas cl:á sicos, el sim- ab·s oluto por qué unas zonas l"estringidas del ce-
bolismo era <<una especie de trastera de la civili- rebro están relacionadas co11 los p1~ocesos cons-
zación>> en donde se almacenan las repres·i ones y cientes mientras que la mayor parte del mate1--ial
lo inservible (Rank y Sachs), <<UI'l procedimiento 11.eural 110 lo está.
arcaico de pens~r>> (Janes), aunque resulta difícil El hon1bre se caracteriza por el g1"an desa1--rollo
comprender cóITio las ecuaciones diferenciales, las de la COI"teza cerebral y de las regio1~es específica.is
sinfonías o los automóviles pueden considerarse .
que he mencionado; pero 1'10 se advierte un des-
manifiestamente <<arcaicos>>. Por esto, en buena ar1"ollo semejante en las capas encefálicas subya-
parte, las tentativas psicoanalistas para compre1~ centes. Cabe suponer que ésta es la razón por la •
der la cultura no se elevaron por encima del nivel que la evolución hun1.ana se conce11tra casi exclu-
alcanzado por el Leonardo da Vinci de Freud, que sivamente en lo intelectual. Los diez millones de
•
olvida que, fueran las que fueran las experiencias •
neuronas de la corteza hicieron posible progresar
• 1
vividas o los complejos engendrados en su tem- desde el hacha de pedernal a los aeroplanos y la
prana niñez, poco tienen que ver con la pintura bo1nba atómica, desde la mitología primitiva a la
•
florentina o con los ingeniosos inventos mecáni- teoría qu,.á ntica. Pero 1'10 hubo un desa1"rollo para-
cos del pintor, que únicamente 1--esultan compren- lelo de los instintos. De resultas de ello, los i1'1stin-
sibles en relación con su época y con la cultura tos morales del hon1bre apenas son más enc.o mia-
de ésta. bles que los del chimpa11cé 4
•
Por ello el biólogo dará muestras de prudencia ¿Cuál es la definició1i del simbolismo como· ca-
evitando las falacias, tanto la antropocéntrica racterística humana? ( von Bertalanffy, 1956;
co1no la zooITiórfica. Es de suponer que esto es lo 1965 a). La palabra <<simbolismo>> ha sido empleada
'
que hace la psicología <<humanística>>. Veamos al- co11 diversas acepciones, posiblemente útiles según
g·unas consecuencias de este punto de vista. la finalidad de la investigació11.. (Incluso reconozco
Para el neurólogo, podemos decir simplificando ·que posiblemente sería aconsejable un 1~uevo té1---
el asunto tnuy notoriamente, existe1~ tres princi- l
•
mino que encaja mejor con la definición que
'•
pales capas cerebrales superpuestas eh el hombre. \
1
doy.) Creo que tres criterios aplicados conjunta-
1
La primera es el antiguo encéfalo, el paleoencé- I
•
• 1nente son necesarios y suficientes para distingui1"
falo, que rig·e en los seres humanos las funciones, 1
1
'
el comportamiento si1nbólico humano del c .0111-
impulsos, instintos y emociones primitivas, la pro- po1~tamiento anin1al, que en ciertos aspectos pL1e-
funda personalidad primera. La segunda es el de se1~ pa1"ecido al humano o precursor de éste.
nuevo cerebro, el neoencéfalo o corteza, derivada Recuérdese que 11.ablo como biólogo, y que estoy
trata11do de distinguir ent1 e el hombre y otros se-
•
en los mamíferos por evolución de los reptiles, 1
(1
1
"...•
'
50 Hacia una nueva i1nagen del hombre Una teoría del simbolismo 51
. Los dos prim.eros criterios. del simbolismo re- dos (Werner y I<.apla11, 1963; otras olJras) h.an de-
sultan bastante evidentes y no precisan de una mostrado la importancia de las características <<fi-
exposición rriinuciosa. Los símbolos son represen- sionóni.icas>> e11 la formación de los símbolos. Se
tativos, es decir, el símbolo ocupa de una u otra han discutido ampliainente las raíces onomatopé··
f arma el lugar de la cosa simbolizada. Adetnás, los yicas del lenguaje. Ciertas palabras primigenias}'
símbolos son transmitidos por la tradició12, o sea, como <<mamá>>, y el hecho de que la palabra <<ma-
por procesos de aprendizaje del individuo, e~ .dre>> comience por <<m>> e11 casi todas las lenguas,
contraste con los instintos innatos. El tercer cri- cualquiera que sea su estructura ( con1L1nicación
terio que juzgo necesario lo denomino c~eació.n personal del desaparecido profesor Klc1ckhohn),
libre. Quizá no sea ésta la expresión mas feliz indican que el vocablo tuvo por orig·en el sonid._o
posible, pero creo que resulta cla~o lo que p~~e relacionado con el ruido de los labios del niño al
tende expresar. En el comportamiento cond1c10- abrirse sobre el pecho de la madre ·( cf. Jakob-
nado la relación entre la señal y lo señalado viene son, 1960).
impuesta externamente. Por ejemplo, la campan~ El papel en el lenguaje hablado del grito expre .. •
de Pavlov significa <<comida>> porque tras el so111- sivo, de lo que pudiéramos llamar mi1nesis de los
do de la campana apareció el alimento de acuerdo vocablos y de los factores concomitantes, ha sido
con lo dispuesto por el director del experimento. muy estudiado por la ling·üística; la obra de Cas- .
O, la llama, percibida visualmente, avisa al niño o sirer examina a fondo, por lo menos, la ·biblio-
'al gatito del fuego porque empezaron pOI" que- grafía anterior a la época más reciente. Sin .
em-
marse. La rriisma caracterís-t ica es aplicable al con- bargo, se reconocerá que este proceso no pertenece
dicionamiento instrumental, a, las experiencias in- ·a l plano del condicionamiento biológico clásico,
fantiles de Freud, etc. En contras,t e con esto, no por contigüidad, o i11stru1nental, por refuerzo. La
existe ningitna relación impuesta biológicame~te relación entre el vocablo (o símbolo) y el objeto
entre el símbolo y la cosa representada. Sería ~u no est·á <<impuesta biológicamente de manera ex-
nesto que el significado de la luz verde con rela- te1"na>>, sino que se le da un <<sig11ificado>> al sím-
•
ción a la roja tuviese que ser aprendido por .u n bolo. Por ejemplo, en los conocidos experime11tos
proceso de condicionamiento, es decir empezan?O· de Kohler se e11tregó a una serie de sujetos expe-
por chocar un automóvil contra o~~o, _Y ~u~ s~lo · \ rimentales una figura l"edondeada, a la c11al diero11
'
así adquiriera el hombre una reacc1on i.nh1b1tor1a. J
el nombre de 1nalunia, y a otra figura ,hi1"suta le
"l'
De manera seme .iante, no existe ninguna razón · dieron el de ta;icete. Esto denota una semejanza
biológica para que un cierto animal sea lla1nado . <<fisionómica>> entre la figu1~a y el nomb1"e qt1e se
perro, Hu·n d, chien, cane y así sucesivame:ite, se- le adjudica, pero nada tiene que ver con un cor1di-
gú.n el idioma de que se trate. En este sentido, los cionamiento biológico. Existen características <<fi-
símbolos se escogen libremente. . sionómicas >> y una especie de iso1no1--fismo entre ' .
No quiere decir esto que· el símbolo considerado la i1nagen visL1al y el <<vocablo>>; por ta.nto, la elec-
i10 tenga nada en común co11 el original represen- ción no es arbitra1"ia. Que estas .nuevas palabras
tado o que no exista ningún n1otivo biológico o sean adjudicadas a estructuras anterj~ormente sin •
psicológico que influya en la elección de símbol?s noni.bre resulta facilitado, natural1nente, por los
lingüísticos o de otra índole. Werner y sus asocia- hábitos lingüísticos del hombre desde tien1.] )0S I"e.. - ·
52 Hacia una nueva imagen del honibre
U12a teoría del . sinibolisnio 53
.
-n os libreme11te creados (símbolos) y los objetos. i11dividuo y de la especie, poi-- eje1nplo, el co1npor-
Natt,1ralmente, e11 el <<con1portamiento verbal>> tamie1'1to por apre11dizaje, las 1 eacciones y las co-.
9
;(Skinr1er, 195,../), dentro de una sociedad ple11amen- inunicaciones innatas, etc.; aunque en la creación ·
-.t e desarrollad~a en el aspec1~o lingüístico, el esque- de tensiones, en el juego, el comportamiento ex-
:ma convencional del compor·tamiento operante y ploratorio no es puramente r1omeostático sino
del. ·refuerzo deseni.peña un papel importa.nte. Sin una expresión de <<actj_vidad autónoma>> del orga-
emba1'go, co1no ha seña.lado Chomsky (1959) en su l'lismo. En general, pero co11. excepciones, e l com-
crítica del libro de Ski11ner, e l ap1,,endizaje n1e- portan1iento biológ·icamente desve11.tajoso qc1edará
diante <<sig·nificació11>> y <<comprensión>> es esen- pronto eliminado por un proceso de selección. En
cialmente distinto del refuerzo y no ha de co11- co11t1 aste, el comportamiento si1i.1bólico no sola-
1
fundi1,..se con él. En la esquematizació11 de Sl~inner· mente es radicaln1ente creador ( <<autono1nía>> e11
t.ll'l pla1~0 superio1") sino que trasciende lo 'b iológi-
no cabe que una fras e sea <<verdad>> (es d~ecir, qt1e \
corresponda de a.lg1.Ina fo1 n1a al <<l1echo>> ); una
1
l
1 came1'1te deseable. Co1no queda dicho, el valor bio-
frase es ta.,11 válida como otra suponie11d.o que esté
•
I
lógico y adaptador precisamente de todas las acti-
suficientemente reforzada. Esto, desgraciadame11- vidades s i1nbólicas y culturales r11ás elevadas es
. o
te, es cierto con relación a la psicología manipula- discutible; y en el suicidio, e1i. la guerra, etc., los
do11a, al condicio~a1nientodel anin1.al humano n1e- valores biológ·icos so1'1 poste1. gados a los s imbóli-
diante las costumbres, la metafísica inculcada y cos. Este es el substrato biológico de la a11títesis
los p1"ejuicios, los órganos de información y cosas e11.tre <<natura>> y << c ultura>>. El mu11do sin1bólico
sei:nejantes. DejaJ completamente sin explicar que ' de la cultura es funda1ne11talmente i10-natu1~a1 "'J'
\
exista algo como la busca de la <<verdad objetiva>> trasciende an1plia1ne1'1te y a veces cont1.. adice la
(que es ajena y a veces antagónica al refuerzo y i1aturaleza, la utilidad, la adaptaciór1 y Jos impul-
a la satisfacción animal), y que haya un <<signifi- sos biológicos.
Tomados conju11ta111ente estos t1"es cri tr~1:).ios, be
:f
54 Hacia itna nueva imagen del hombre U1ia teoría del si1nbolismo 55
llegado a la conclusión de que son necesarios y tico. Al tener en cuenta los lenguajes animales, la
SL1ficientes 5
para distinguir el s im.bolismo hu- rná,s amplia connotación del simbolismo compara-
n1ano del comportamiento animal que pueda do con el lenguaje y el probable arraigarr1iento del
ser compa,rado con él de t1na u otra ma1:1era; por lenguaje representativo en capas más profundas
ejemplo, las señales en la reacción condicionada, del simbolismo (como el mito), los observadores
los esquemas del instinto, el llamado lenguaje de mode1--nos han llegado a considerar que el logro
las abejas, e~ alborear de la tradición que pudiera específicamente humano es m iá s bien el simbolis-
percibirse en la enseñanza de los cachorr·o s y crías mo que el lenguaje. Esta conclusión resulta con-
por sus padres, y así sucesivamente. El análisis firmada por el hecho de que las actividades sim-
•
n1.uestra que en todos estos casos falta uno u otro bólicas (tal como se han descrito más atrás) no
de los criterios enunciados. Otro tanto acontece se advierten entre los anini.ales (incluyendo a los
en los casos humanos aberrantes ~ ·C uando el es·· antropoides), aunque, claro está, sí per·c ibim.os en
quizofrénico inventa nombres caprichosos para las ellos etapas precursoras o preparatorias. En cuan-
cosas, tales nombres no pueden considerarse como to a los primates, los :más sagaces observadores
símbolos o lenguaje. Están presentes los criterios _ expresan esto algunas veces hablando de la <<afa-
de <<libre creación>> y <<representación>>, pero no lo sia>> o <<mudez>> de los chimpancés; esto está rela-
•
estará el de <<tradición>> en tanto que las palétbras cionado con la ausencia del centro motor del ha-
del esquizoide sean idiosincráticas, como lo son bla en el lóbulo frontal, que únicamente se
.,
dentro de su vivencia autárquica y caótica. Pero encuentra en el hombre '( Rensch, 1958) (sobre los
cuando es aceptado el neologismo (en el más am- lenguajes animales, cf. la obra monumental de
·¡
•
plio sentido de la palabra) por encajar en una Kainz, 1961).
vivencia universal consisten·t e, entra a formar par- En esto están generalmente de acuerdo los bió-
te del universo simbólico; como ocurre continua- logos (v. g., J. Huxley, Dobzhansky, von Berta..
mente al incorporarse al habla vernácul.a las jergas lanffy), primatólogos, neurofisiólogos (Luria; <<sis-
juveniles y otras tnaneras de decir, o los términos tema de señales secundarias>> según la terminología
inventados por la física, las matemáticas y otras •
de '· Pavlov), psiqt,1iatras (Goldstein, Arieti, Kubie,
ciencias modernas. •
1• Hacker), ·filósofos (Cassirer, Langer), etc. Que la
l psicología norteamericana, hasta años muy recien-
Ta.l vez deba recordarse que los conceptos sim-
bolismo y lenguaje se traslapan, pero no coinci- tes, cometiera el error de no comprender, recono-
den en toda su extensión. Existe un lenguaje que 1
1
ce1" o explorar esta característica fundamental y
no es simbólico; según la proposición de K. Bühler esta diferencia del comportamiento huma110 es una
(1934), pt1ede distinguirse el lenguaje como <<re- de las consecuencias de la falacia zoomórfica y del
presentación>>, .<<expresión>> y <<llamada>> (Darstel- inadecuado reductismo.
lung, Aitsdruck~ .Auslosung). Unicamente el repre- El inrrienso ámbito de los símbolos y de las ac~
sentativo es simbólico; los otros dos (a saber, el tividades simbólicas requiere una más minuciosa
expresivo o los gritos de ·aviso de los animales) clasificación. Existen evidentemente dos campos
no necesitan ·serlo, aunque lo sean en ·Ja comuni.- principales. Uno atañe a las comunicaciones de
' cación humana . Por otra parte, existe, naturalm.en- información cognitiva. El primer ejemplo, no hace
.te, un vastísimo cani.po de simbolismo no lingüís- - falta decirlo, es el lenguaje; más precisarr1ente, el
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57
56 Hacia una nueva image1i del hQnibre U1ia teoría del · si11ibolisnio
lenguaje co1no representación, o Darstellung, se- de tanteo que en lugar de actos físicos emplea el
gún K. Bühler. Su característica fundame1-ital es pensa1-i1.iento~ . · . .
su naturaleza discursiva; por ello cabe habla1.. de Terce1"0: el simbolismo hace posible la i11tenc10-
un caITipo de simbolismo discursivo. nalidad verdadera o aristotélica. La, ineta futl1ra
Por otra parte existe el dilatado campo del sim- es prevista en su imagen simbólica y así p11e de
bolismo no · discursivo que trans1nite información i11flui1~ e11 el acto del mo1nento presente.
de índole no cognitiva sino de ot1~a clase: desde Cu.arto: los ·unive1--sos sitnbólicos creados poi~ el
los símbolos de posición social, como un Cad'i llac ho1nbre cobran indepe1'1dencia, o una especie ele
o una bandera, hasta los poemas líricos, la 111úsi-
1
vida propia. Los sistemas de símbolos, por así de-
ca, el mito, la religión, etc. Parece que po1· lo cirlo, tienen fuerza motriz propia. Consecuente-
general tales símbolos atañen a la comunicación mer1te, gozan de autonomía, o lógica de desar1·ollo
de valores y no de hechos (van Bertalanffy, 1965 a). inter11a. El mito, la pintura renacentista desde
Podemos hablar asimismo de co1nunicación emo- Giotto al Tiziano, la inúsica desde Bach a Richard
cional, especie de información i-io abarcada por la · Strauss, la física desde Galileo a Bohr, el Impe1. io
teoría de la información y que no puede ser expre- británico, la evolución de las lenguas indogermá-
sada ITlediante partículas o decisiones de sí-'o -no nicas, todo ello obede·c e a sus respectivas leyes
en el álgebra booliana. Sin embarg·o, un Cadillac i11ma11entes, que no so11. las leyes psic'o lógicas c1t1~
o un himno nacional tra11smiten información acer- rigen los procesos mentales de sus creadores.
ca de la posición económica o las emociones pa- Esa es la razón por la que, en general y prescin-
trióticas igual que el vocablo <<1nanzana>> nos in- diendo de las transiciones, encontra1nos tres g1~an
forma ace1"'ca de las p1,..opiedades inherentes a un des áreas o planos en el mu11.do observado: la
cierto objeto. Provisionalmente pudiéramos de110- naturaleza i11animada, los sistemas vivos y el tini-
1ninar a esta clase de símbolos no discursivos co1110 verso simbólico (cultura, la ine11te objetiva de
vivenciales. Hegel, la i1oosfera de T. de Chardir1, el can1po
Las consecuencias de las actividades sirnbólicas s11perorgánico significante de Sorokin, etc.), cada
del hornb1"'e so11 inmensas; tratemos de esbozarlas . u11.o de los cuales tie11e sus propias leyes ca1·ac-·
muy sucinta1nen·t e. La primera salta a la vista . La ;
terís tic as. '
•
58 ·~
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•
' un.a teoría del simbolismo ' 59
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cología evolutiva, tanto en el sentido que le da ·c onceptual de lo por venir, que permite una au-
Werner como en el que le atribuye Piaget, cl.1ando téntica inte11cionalidad, provoca a la vez angustia,
,..
postula tln vacío infranqueable entre la biología ..
·e l temor al día de mañana~ y a la m11erte, iniedo
.
,·.
que desconocen los animales .
(
como prefiramos enunciarlo~ Pe1--o sin más propó- . ·.:'
Como co11secuencia de su dinámica inmanente,
t
sito que el de descubrir desarrollo y evolución, o de sus leyes, los sistemas. simbólicos .pueden lle-
,,.~
. 1
precursores, transición, ascendencia y así sucesi-· ga1~ a ser inás poderosos que el honi.bre que los
vamente, debemos ante todo ordenar los conceptos .
"'·-
crea. Entonces las entidades simbólicas posición,
y elucidar lo que es específico de cada uno de nación, sociedad, partido, y todo lo que se desee
1 .'
¡:
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.
ellos. · '
añadir a la lista pueden llegar a gobe1--nar al hom-
Las leyes independientes de ciertos 11niversos ,.'"·
~:
.
~:
·bre y a regir el humano comportamiento con ma- '
"
si1nbólicos los de símbolos discursivos nos lle- t.
'
¡
yor fuerza que la realidad biológica o que los
van a una quinta consecuencia. El sist~ma adquie- t
.,..,.
impL1lsos org!á nicos. Esa es la base de los más
I"e· propiedades algorítmicas~ Una. algoritmia es i1n subl.i mes logros del hombre y también la causa ·
sistema de símbolos enlazados según reglas esta- de todas las locuras de la historia humana. Las
blecidas previamente. Puede toma1--se como ejem- bo1nbas termonucleares no son solamente el arma
plo el álgebra elemental o cualquier clase de ma- definitiva, sino el definitivo desenfreno de los
temáticas, pero asimismo los leng11ajes vernáculos simbolismos científicos, tecn·o lógicos y políticos.
y técnicos. Dado un conjunto idór1eo de símbolos, _Si surge un choque entre los impulsos .biológi-
es decir, un vocabulario, y ·e stablecidas las reglas cos y los valo1'es simbólicos, o entre mundos sim:
propias del juego, o sea., una gramática, los . sím- bólicos concitados, entonces se crea una situación
bolos pueden ser Illanejado·s como su·c edáneos de de neurosis para el individuo. La neurosis no es
las cosas que representan. Y entonces, según ·la "Ltna simple represión de los <<instintos>> o de las
fan1osa frase de I-Ieinrich Hertz, <<las consecuen- · necesidades biológicas, como supuso Freud; los
cías de las imágenes serán las imágenes de · las psicoanalistas modernos l"*econocen el papel esen-
consecuencias>>. En términos algo diferentes, el '•,~ cial del sin1bolismo (Kubie, 1953; Hacker, 1965) ..
sistema algorít1nico pasa a ser una máquina -~
~
dad y en el ·p eor son completamente subjetivas y
raleza. ¡ se truecan en realidades especiosas mediante eJ. ,
.~n sexto lugar ·existen, empero, aspectos som- conocid.o y pernicioso proceso de la materializa-
bríos de los universos simbólicos. La anticipación cj_ó11 de los conceptose
·~;.:
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'
•
60 Hacia una. nueva imagen del ho11ibre .La e·v olilción del simbolismo 61
<<Así tiene el hombre que pagar por la singu·la-· <<e go>>. Este proceso puede ser observado e11 el
ridad que lo disting·ue de los demás se1--es. El á1~bol ,d esarrollo del niño; en el desarrollo antropológico
de la ciencia es el árbol de la mue rte>> (von Be1~ . . desde el inito al conocimiento objetivo; en la in-
talanffy, 1956). versión parcial de la psicopatología. Partiendo de
El simbolismo es, poi-- tanto, la mis1na· base de 11na- fase sincrética (We1~11er) o de un estado de
6
Por inedio del s imbolismo y de los no111.bres, lo -d el hamo sapie1is. La 1~espuesta se e11clien·t ra r~e
externo, lo q~1.le nos rodea y la n1is1na experiencia, ·c óndita en algú11 lugar de los 500.000 añ9s que nos .
'
-el ello, el ·t ú y el yo se destacan difere11cia.dos ·separan d.el hombre de Heidelberg, y las i11f e-
de la corriente vital; se establece la barrera del 1~encias que saquemos de la psicología E.:\ro1uti·va,-
¡
62 Hacia una n 'ueva imagen del horabre· La evolución del simbolismo OJ
Reflexiones similares pueden hacerse acerca del del hombre; la guerra y la llamada agres1on esen-
problema que consideramos. Formas de comporta- cial en todas las calamidades que ha padecido el
miento d e notable parecido surgen en los tres prin- hombre desde Tamerl án hasta hoy no solame:r1te
1
cipales niveles: . el de los mecanismos de comporta- suponen instintos sanguinarios y bél.icos, si1J.o un
miento congénito, el de las reacciones aprendidas complejo marco simbólico, una ideología (von
y el de las actividades simbólicas. Por eje111plo, hay Bertalanffy, 1958); y los conflictos inode1. nos, lejos
. poca diferen.cia entre n1.uchos de los rituales a11i- de ajustarse a una ciega acometividad, son conse-
males y hL1ma11os. Un pez o un ave que lucen os-· cuencia de helados .
cálculos (o al menos eso se di-
tentosamente su colorido, qlJ.e adoptan una serie ce·, pL1es no hemos de olvidar las ideas fijas y los
de actitudes llamativas y se mueven amenazado- razonamientos francamente esquizofrénicos de la
•
,1
"'
64 Hacia una 1iueva image12 del hombre La evolució1i del sinibolismo 65
to <<caballe1noso>> que impide al vencedor da1-- la co1nportamiento y del encéfalo como máquina d.e
de11tellada n1ortal . En co11traste con esto, las es- calcular son reqt1isitos previos sin los cuales el
pecies no armadas, como l as pacíficas palomas, proceso secunda1nio, la consciencia y las activida-
~
¡ .
insti11tiva que le frene cuando se trata de asesi- de que las sociedades de los insectos funcionan
na1-- e·n masse utilizando artefactos ajenos a la bio- mucho mejor y con menos trastornos que Ic:is hu-
logía., aunque este mismo hombre sería i11capaz manas lo mismo hay que decir de la tecnología del ·
de << matar una mosca>>, y mucho menos a un .niño, lionio f aber s . Con pocas excepciones 1.a rueda,
co11 las manos o a dentelladas. la · escisión del 1á tomo, los vuelos por el espacio
Adem·á s, el superior nivel simbólico o proceso más allá de la atmósfera , la tecnología de la 11a-
secundario sería imposible de no basarse en el turaleza supera a la humana hasta el punto· de que
proceso primario del subconsciente o de su equi- la tradicional i~elación entre la biología y la tec-
valente nervioso. Lorenz ( 1959) ha s eñalado el ca- nología quedó invertida recientemente: mientras
rácter <<raciomórfico>> del acto reflejo y del instin- que la biología· mecanicista buscaba explicar las
tivo. Incl·L1so un proceso completame11te incons- funciones orgánicas en términos tomados de las
cie11te, como la constancia d e l tamaño de un ob- máquinas construidas por el hombre, la biónica,
jeto al pe1~cibirlo o agarrarlo, supone una cierta ciencia todavía. joven, trata, por el contrario, de
cantidad de <<cálc11lo>> o <<realimentación>>, el fun- imitar los inventos de la naturaleza. Solame11te en
\
cionarniento de una <<compu.t adora nerviosa>> de '•1
un sentido existe ese mysterium treme1i.d um et
fantástica co1nplejidad. Solamente una pequeñísi- 1
. fascinosum: que u1~ organismo biológ·icamente in-
ma cantidad de los <<cálculos>> cerebrales son cons- ' •
1 ferior e inl'1ábil logre con su exclusiva actividad
cientes o <<procesos secunda1"ios>>. La característi- si1nbólica trascender y vencer a la natu1 aleza y a
1
ca. <<raciomórfica>> es responsable del error ant1·0- la evolución. El simbolismo, si se quiere, es la chis-
p omórfico de que el comportamie11to instintivo pa divi11a que distingue al más rui11 de los hombres
(recuérdese, por ejemplo, la forma en que las avis-- verdaderos del animal más perfectamente adapta-
pas paralizan a l.a s .orugas con una delicadísin1a i11- do. Es la difere1itia specifica del hamo sapiens,
yec ción de veneno, puesta magistralmente cerca de ,¡
~~. igual que cualq_uie1~ diferencia t,axonómica distin-
los oportuno~ ganglios, para que si1--van de aliinento '
'
.1
gue a una especie de otra. Este es Ul1 problema
a sus larvas) parezca <<como si>> fuera inteligente l
1 fundamental para la psicología; el ·desarrollo de
y estuviese gobernado por la previsión de- la fi11a- · •
una psicología humana depende de él .
1
lidad buscada; lo que, nat·u ral.mente, no es cierto. ' Como J'ª he apuntado, i1i yo ni nadie podemos
Por el contrario, la estructura <<raciomórfica>> del brindar una solución senci1.la. Se puede l1ftcer·, sin
r:;:
••
•
gran trabajo, ur1a buena lista de precursores, ma- non'lbrado o de 1nagia 1na1iipulante la fig·u-
terial utilizable con finalidades sirr1bólicas. Ya he rilla de bar1"0 es el enemigo, que muere c"L1ando la "
,. .
•,
les co1no precursoras de los símbolos vivencia.l es. 1nos en qué preciso momento de la prehistoria hu-
Al parecer, algu11a clase de percepción-Gestalt glo- mana comenzó la actividad simbólica, la inve11ción
rificada es necesaria como requisito previo: la i11- de rep1--esentaciones de los objetos; pero existía, •
•
tuició11 o el ver como conju11to lo que antes ca- ciertamente, cuando los cazado1,..es paleolíticos
recía de relación mutua (cf. Lorenz, 1960). P:i.sí, 1
1
crearon las mag·níficas pinturas i--upestres de las
cualquier objeto alargado, sea lo que fuer~~, es cuevas francesas y españolas, buscando sin duda
1
f
para Sultán, el mono antropoide de Kohler, u11 crear mágicamente co11diciones cineg·étícas propi-
palo para alcanzar algo; o se ti'"'ueca en nuestros cias. Algo semejante debió de ocurrir en un remo- •
do del antropoide Sultán hasta llegar a Arqt1íme- pr0pio hombre experin1entador. E11 Lln p1--incipio,.
des y aún m iás allá. No es preciso decir que estos e1~ el estado definido po1· Piaget como adualismo,.
procesos, y la creación de símbolos en ge11eral, y co1no sincrético por Wer1i_e1·, las tres se hallan .
.
se desarrollan en gran parte en un plano incons- fundidas conjuntamente; el monigote de arcilla y
ciente; 11abitualmente, lo unico que se hace de el animal pintado e1..an el e11emigo o la pieza ven a-
!nodo consciente es la aplicación de u11 mecanismo toria anhelada, y cua11to se hacía sobre la copia
o aio·oritmo
b '
simbólico ya existente y, 11atu1--aln1e11- según cánones mágicos reper·cutía en el orig·ina l.
te, con todas sus gradt1aciones i11tern1edias . Lo que es más, el ego no tenía límites, por decirlo
El paso decisivo parece ser que el hombre, de en el le11guaje del psiquiatra: el mundo· exterior
una u otra forma, creó una imagen de las cosas l y el yo todavía no estaban . c laran11ente definidos
•
el paleolítico o de imágenes acústicas la pri- cosa, e l símbolo y el yo, fueron distinguiéndose e11-
1ne1'a palabra del lenguaje represe.n tativo . Pero tre sí (cf. Werner y Kaplan, 1963). Esto es lo qt1e
fue decisivo que el hombre, por el procedimiento los psicólog·os de11omi1-ian objetivación progresiva,
que fuera, disociase .de su se1,, algo que pasa1--ía a · que encontramos en el desarrollo mental del 1-iiño
representar u11 algo distinto. Como la Biblia dice y al estudiar las culturas comparativamente. Es
mL1y felizmente, Adán comenzó sus aventuras pa- p1"obable que debamos tomar la expresión más li-
radisíacas dando nombres a, las cosas y a los ani- teralmente de· lo acostumbrado. No es sólo ob~e
I
males, y al hacerlo adquir·i ó dominio sobre ellos. tivaciór1 e11 el sentido episte1nológico, que disti11-
No cabe duda de que el origen del simbolismo est.á gue, paulatinamente y n1ediante un gra11 nún1ero
íntimamente vinculado con la magia; trátese de de agentes p~icológicos, el objeto percibido del
magia verbal una palabra da poder sobre lo sL1jeto perceptor. Más bien se trataría al p r.i.1·1 cipio
.' ' ; _
.."
Teoría de los valores 69
68 Hacia una nueva i?nagen del hombre
paleolítica. Ese fue el período germinativo en que
de objetivación en el sentido literal de hacer cosas
se formó el universo simbólico y lingüístico del
o sonidos, que pasarían a ser sucedáneos de algu-
ho1nbre. Luego el progreso fue rápido, si medimos
na complejidad perceptiva y que poste1~iormente
su ca111i11ar· según la escala temporal geológica, en
podría1'1 quedar separados de su hacedor, inician-
las gra11des culturas que surgieron al abrigo de los
do de esta inanera el proceso de la representación
valles fluviales de Mesopotamia, del Nilo, del Indo
sim.~ólica. Parece plausible supone1~ qL1e la objeti-
y de la China. Y se convirtió e11 torrente cuando
vac1on en ambos sentidos el psicoepistemoló-
(recogiendo u11a exp1~esión que ya he utilizado e11
gico Y el práctico estarían vinculados estrecha-
algún otro lugar) la <<magia verbal>> resultó ineficaz
mente$ La objetivación en el sentido -epistemoló-
y vino a ser remplazada por la muy poderosa <<ma. .
~ico es decir, la diferenciación de objetos y su-
gia de la algoritmia>>, co1'locida generalmente por
Jeto de una experie11cia adualista primaria no •
el 11ombre de ciencia, o predicción y dominio de
se lograría sin atribuir marcas simbólicas (o eti-
los sucesos mediante el uso de sistemas orgánicos
quetar) a ciertos complejos perceptivos. Pe1"0 esto
de símbolos. ·
presupone liacer cosas qu.e sirviera11 de señales
'i dentificadoras o designaciones, tratárase de una Las teorías solamente se demuestran aplicár1-
.articula?ión sonora vir1culada a a.Ig·ún complejo dol as a casos concretos. Es lo que se ha tratado
perceptivo o de una imagen visual o táctil imita- de hacer con varios p1 oblemas de psicología nor-
1
dora ~el objeto el enemigo, la pieza venatoria mal, p~tológica y aplicada (cf. von Bertala11ffy,
la deidad primitiva , que, una vez rnás se iden~ 1965 a). He elegido en este caso para ello un ·pro . .
tificaría de alguna manera con la imagen'. blen1a 1'11uy oportuno, el problema de los valores
liuma·n os. ·
Bl.-1ena cL1enta me doy de lo muy insuficiente que
1
es todo esto, pero su insuficiencia demuestra pre-
cisamente la vastedad del problema. Realmente
TEORIA DE LOS VALORES
nos hallarnos ante el problema c lave de la psico-
logía humana con1.o algo diferente de la psicolog·ía \
Sería vano r1egar que I'lues t1"os tiempos so11 de
de ratas y gatos; y no puedo sino esbozar algunas
. nihilismo en el se11tido nietzscheano, · tie1npos de
preguntas y ciertas ideas.
1 desmoronamiento y pérdida de esti1na de los valo-
En resumen, el simbolismo es el invento básico
res, tiempos en los que se tiene la sensación de
del hombre, y la magia imitativa estuvo con toda
que la vida y los esfue1"zos huma1'los está11 ayunos
p1"obabilidad relacionada con su orige11. H .e mos
de significado, tod.o lo cual se manifiesta e11 L111
de darnos ctienta exacta,mente de la enormidad de
. fantasmal co11ju11.to multicolor que abarca desde
este cambio en relación con el comportamiento
la~ n-iodas a que da vig·e11cia la estulticia hasta los
de los ani1nales infrahumanos. Evidentemente, esto
desafueros c~iminales y los desar·reglos patológi-
supuso un período de gestación de duración pro-
cos de la rnente. Precisa1ne11te porqt1e se han pues-
porcionada. Teniendo esto en cuenta, puede I'"esul-
to en tela de juicio los valores tradicionales se
~tar más claro por qué a juzgar por las herra- \ '
buscan con frenesí otros nuevos y u11a base de
~1!1ientas, qt1e son el único testimonio que ha per- ./
1 los valores en su conjunto. Esto no ocu1..rió en
d11rado al parecer el hombre se estancó durante
períodos e11 que se te11ía por i11co11movible e.1 sis-
ca·s i medio millón de años en u1'1 nivel de cultura ,
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70 Hacia 1iueva imagen del hom,bre Teoría de los valores •
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tema de valorización acepta,do, fuera el cristiano, ' ' .. ' ' ·' '' ' .. ~fá
el código del caballero inglés o e1· perfeccionismo Dl os
.i pero puede proceder sencillamente d.e,·las '.'·;·~<:·:2,··r:,;1:~-~"~~
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cie11tí.f ico, según los casos. Parece aceptable hipó- r·el.aciones con su prójimo· y del connatural deseo·..:. ::···::~:,·:··,·;.3·f~~·~ • • • . ' •-t -¡
satisfactoria. \
''
¡
cu1--iosidad natural, en el deseo común a todos los '
La teoría natitralista está basada ~n la ciencia, 't¡'
1101'11bres de saber algo acerca de Jo qt1e despierta
•
o mejor dicho, en el cientificismo. De una u · otra l
\•
'
1 su· i11terés, sea el funcionamiento de u1~ moto1-- o
forma, se nos ofrecen como valor s upremo la con- ¡
'
j
'
el de ur1 l-1niverso; los conceptos m ·á s abstrusos de ' .
de sobrevivir, el instinto de conservación, y que ptl,e de advertirse hasta en ' los de menos sensibi~ ' ' ' ·. "f 1
g·eneral, nada tiene que ver con los valores espe- 'elevados' pueden considerarse sencillamente c~m-C? .. , '.-
1
cíficamente humanos expresados en la tradicional un. mayor desarrollo de estos · naturales impulsos - · ·.'!
trinidad de lo verdadero, lo bello y lo bueno, que humanos, tina más plena realización de las posi.. :.
conduce a la cultt1ra, la ciencia, el arte y la reli- bilidades distintivas, pero naturales, de ser una:· _ '~,
gión del hombre. ·c1--iatura humana>> ( 1960, p. 63 y siguientes)·.. :·..-... :. .:", :'-i.·:
Para el biólogo, la,s raíces biológicas de los va- \ Es igualmente claro que el hombre es un ani~ ... .>r.
mal que se crea ·e l propio ambiente, eJ · ambi~nte _.:.''·':l:.
'
estar físico, son buenos intrínsecamente, buenos supervivencia no exige una perspicacia muy agu-
1
en sí. Y porq_t.1e _como · ab~tracciones con inicial ~
zada. Pues ni la más brillante de las imagi11aciones
' ·,,
mayúscl-tla, el Bien, la Verdad, la/ Belleza, pudie- '\
.,." logrará demostrar que la escultura ateniense, la
pintura renacentista o la música alemana con..:
·'
lia del Renacimiento, con sus desó1--de11es políticos; la especie? La fe de io·s norteamericanos en el
o Alemania, con sus abon1inables tiranuelos de progreso, en la igualdad absoluta y democrática
la. época de Bach y de Handel. En cua11to a la cien- i10 hace sino glosar un problema aterrador.
cia, naturalmente, ha hecho del hornbre el ani1nal Lo curioso de los valores humanos natur'alis- ·
más poderoso de la tierra, p ero todavía queda por tas es que no son valores hu1nanos en absoluto,
ver en qué acabará su predominio. Depende abso- es decir, valores específicos del homo sapie1is. Los . . t' , .
,
lutamente de nuestro subjetivo sentir el decidir si llamados <<los más altos valores éticos>,> <<el amor "
l
los automóviles, la televisión y la enseña11za popu- de la madre a su hijo y del l1oni.bre a su compañe-
larizada y todo lo demás compensan e l napalm, la '
ra, el estar dispuesto a sacrificar la propia vida
guerra termonuclear y el hambre provocada ·por por la familia o la tribu, y el. ini.pulso de proteg·er
la desmedida multiplicación d el género humano.
¡ l¡ al desvalido, al que padece y al débil>>, segú11. pa-
•
Porque están arraigadas en los instintos de una l labras de un renombrado biólogo (Glass, 1965)-
especie moderadamente social, la divina pauta qt1e l no son si1i.o los valores de una especie dotad.a d el
nos aconseja cómo conducirnos con el prójimo y instinto del rebaño o la manada, que encontra1nos
las normas de -índole semejante son el fundamen- igualados y aun superados en muchas aves, en los
1
to Illoral que comparten la mayoría de los pueb~los ani1nales domésticos y en los lobos. Aquí topamos
1
y de las culturas. Pe.ro, por lo mismo, el enuncia- de nuevo con la falacia zoomórfica. Como li.a man1-
do naturalista se torna problemát ico en las so- f estado la etología moder11a, a menudo de manera
ciedades más avanzadas. Tomemos como ejemplo s orprendentemente detallada, los principios éticos
el juramento hipocrático que presta11 los m édicos, del honio sapiens le proporcionan pocos motivos
precepto moral indudablemente sublime. Fue una de orgullo, pues vienen a ser J~a expresión verbal
''
máxima admirable en Grecia 500 años antes .de .
de· los iii.stintos de animales sociales.
Jesucristo, es decir, en un país poco populoso y •
Esto tiene la subyugadora consecuencia d e vol-
cultivado. Pero , ¿hasta qué punto e s útil, o siquie- ver del revés o cabeza abajo las creencias popu-
ra moral, cuando la higiene y la m edicina moder- \
\ lares acerca de los valores. Por ejemplo, el im-
11as, la prolong·ación de la vida del r1ombre y otras '
1
1 pe1'9ativo categ·órico de Kan·t , juzg·ado corriente-
causas llevan a un gra11 acrecentamiento de la mente como un deber de moralidad estricta, es en
desgracia humana? Concuerda con la ética cris- 1--ealidad la manifestación verbal del instinto . Pues•
1
mo nos es conocido cualquier hecho científico que 1
lidad del confo1"mis1no (qu e nutrió históricamente
el resultado será el de·t erioro de las reservas g·e- el <<espíritu de súbdito>> en la antig·u a Prusia y en
n éticas humanas y la futura multiplicación de ge .. 11
el ni.isn10 Kant), que i10 es aplicable a las empre--
neraciones de idiotas y malhechores? ¿Quién da 1¡
•
sas humanas . El comporta1niento de César, de Na-
I lJOleón, de Jesucristo, de San F1--ancisco de Asís o
la pauta para Lltilizar el pat1,.ón de la conservación '
1
de la vida, de la supervivencia y del p1"ogreso. de ¡ de Buda i10 podría ser base de una ley llI1.i·versal
.
. . ,.~·
' '.
74 Hacia una nueva imagen del hombre ¡~
.·e
; ·T eor·í a de los valores 75 ." . .
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sin desbaratar la sociedad, pero tales han sido ~ las p ústulas y la lepra, que debe ser pisotead·a, •. J
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pI·ecisamente las ft1erzas qt1e se han dejado sen- '
1
1
y destrLlida a la par que su sapiencia>> Coita das por . l
1
(
· r a leza del hombre es esencialmente depravada y TI1Ujeres vírge11es y su recomendación de qt,1e los .. ) .
n1é1li.gna. El hombre es, segí1n esa teoría, agresor, s a.n tos varones s ean deliberadamente sucios p ar a
·est t1prador ·c ongénito, criatura de impulsos fe ro- 1
\
no dis traerse.
ces a duras penas g·obernados por un elemento so- La cuestión es que les extremes se to1lch e1i t ) y
bre11atural, q_u e puede ser según la escuela a que el s obrenaturalismo fervoroso lleva a la misma bes-
se pertenezca la g·racia, la razón o el superego . J
tialización del 1'10111.bre que el zoomorfismo del •
E's to no es sino una apreciación romántica y petLl- cie·n tificismo; lo cual no se encuentra en las ense-
lant e del hombre como orgL1lloso animal de presa, !
•
ñanzas de Jesús, ni en el equilibrio de las dos
co!mo agresor feroz y como· Don Juan insaciable
•
1
if
·n aturalezas humanas de Santo To·m ·á s, i1i en la ex:-
q1~1e solamente pudo concebir la mente .
de los bur- ploración objetiva de ·. la ~ ciencia moderna .
· gueses pt1ritanos o la· de al.gún profesor de · Koe- Realmente, el etólogo llega a una conclusión dis- •
nisberg· o Viena. tinta. La naturaleza original del hombre no es tan
~1aritain ( 1950, p. 185) per·cibe una cierta rela- mala después de todo. Su equipo i11stintivo
. .
es el ·
ció11. entre la libido luterana y la freudiana ·( y, d e una especie Illoderadamente social~ Es. decir, es •
pud.i era añadirse, .algunos ·principios agustinianos agresivo contra las otras especies y contra g rupos
q t1e no encontró aceptables el catolicismo, aunque extraños de s·u propia especie, pero posee instin.:. ·
en otras cosas se apoyó decididamente en Sa11 tos sociales y monógamos bastante pronunciados.
A·g11stín). La concupiscencia,. según Lutero, es in- De lo contrario, la sociedad humana y la inono-
d on1eñable, y el pecado original corrompe la mis- ga11--iia no hubieran podido desarrollarse y per-
m a esencia de nuestra naturaleza, por lo que so- durar. Lorenz (1966) dice acertadamente que
lamente puede salvarnos la fe. Dice Maritain hay
¡
~
'
'1! en un grt1po humano primitivo, por ejemplo
q11e reconocer que no es un testigo imparcial- 1
¡ formado por gentes paleolíticas o por miembros
que <<Lutero se rinde ante las fuerzas del instinto, de las tribus aborígenes australianas, los diez
se s omete a las leyes de la carne y sigue un camino mandami·entos ~ del mosaísmo (o si se prefiere,
i
,•',.
que acaso se nos permita, decir que puede obser- (
·e l imperativo categórico de Kans) serían, y es
·v a,rse en la serie de sus . .sucesivos . retratos, los de suponer que fl,1eron, perfectamente natura-
últ.imos de los Cl,lales son de sorprendente bestia- les e instintivos. Cada pequeño grupo se encuen- ..
maradería, de amistad y de afecto, o sea, de vir- quebrantar la ley, lo que atestigua que el l~onibre
tudes ITiorales muy positivas. 1
es algo más que un animal social.
Las otras dos teorías sobre los valores única-
n1ente requieren un sucinto comentario. La teoría
1
EL ARA INOPERANTE 1
1
.l iunianista gira en torno de la autor1,.ealiza.c ión
·del i11dividuo humano. Es un ideal posrenacen-
. Mas el . p~cado original del hombre fue lo que 1
tista muy tentador. Pero luego de tentados por é l •
dice la B1bl1a, comer el f1 uto del á1~bol de la cien- ·11os viene a la memoria que han existido socieda-
¡
1 1·
cia, lo cual, expresado en tér:minos modernos, se- des en que esto no fue u11 ideal, por e j emplo, la
ría la invención de universos simbólicos. Esto hizo inedieval, la comunista ortodoxa y la de los indios
al h?mbre mejor y peor que las demás especies ·z unitas, según Ruth Benedict. Y si no se enuncia
co11 sus inhere1'1tes impulsos y frenos. Esto inició co11 i~eservas rest1lta se1" una idea de dos filos.
• "
la tremenda historia de la huma11idad, desde las ·p ues el empedernido criminal y el dictador pueden
cavernas hasta los rascacielos, desde el culto de alegar que ·e stán desarrollando plenani.ente sus po.;
los fetiches al freudismo, desde las pintu1"as ru- sibilidades personales, exactamente igual que el
' •
pestres al ~rte pop. Como queda dicho, no cam- hombre probo o el que se entrega a la creación
bió el equipo i11stintivo hu1nano, y e l hombre pasó· artística o científica. Además, . cabe sospechar .q ue
~ ser la bestia indeciblemente peligrosa que es 1
en todo ello hay algo más que un vehemente deseo
Justamente de resultas del choque del mu11do de ele plenitud humana,. ·T omando una vez inás una
sus instintos con el s imbólico, que le llevó a em- feliz frase de Koestler ( 1964), existen muchos pro- ·
plear la manipL1lación simbólica para la agresió1'1. cedimientos de expresa1,.. 11uestra person~lidad que
Una vez más, la Biblia está e11 lo cierto. El p1"i1ner son inás fáciles y cómodos que la inves.tig~ación
homicidio, el de Caín, no fue u11 fratricidio pro- • de los ·á ci.d os nL1cleicos o que la penosa consag1 a-
1
vocado por un impulso i11stintivo; fue una pelea ción a cu.a lquier idea.
t
motivada por un ara inoperante, por un artificio Este es el aspecto supraindividual q11e destaca
simbólico que ii.o quiso fu11cionar a gusto de Caín. la · teoría ontológica. Pe1"0 habla1 de la 11.urn~na
•
1
Esa fue la causa por la que Caír1 dio ml1erte a esencia es plato11is1no y i10 resulta a.ceptable para
Abel, Y no la rivali.d ad entre dos hermanos. Desde nuestra escéptica manera de pensa1-- ~ Forn1amos un
aquel día hasta los presentes, la huma11idad se cierto co1'1cepto.
idealizado del homb1--e, lo defi11i-
ha venido matando a causa de aras inoperantes mos co1no .su esencia, y suponemos que existe,
es decir, por artificios simbólicos nación reli~ o que debe de existir de a lguna forma. Esto es
g·ión, dinastía, democracia, comunismo y añádase u11a materialización de conceptos, procedimiento
lo que se desee creados po1" la llamada razón muy sospechoso por mucha simpatía que nos ins-
humana Y que brindan otros motivos a la ag1. esión pi1,.e el ex,i stencialis1no y su interpretación del IJro-
•
j
ble1na humano.
- "
' .
('
78 If acia it1za nit·e va imagen del honib 1Ae· Dios se percibe a sí 1nismo 79
"',
¿Cómo distinguir entre los símbolos <<auténticos>>· !
a cerca de los universales i10 fue, en términos mo-
. y los <<no auténticos >> (Tillich) sino mediante una d ernos, sino Llna disputa acerca de lo que son o
anterior decisión evaluadora? La cruz gamada f ue s ignifican los símbolos . ·
t a n auténtica para muchos convencidos como la •
\l
' DIOS SE PERCIBE A s·r MISMO
l
-~A --ENT
¡ 1 R A.J ..& AAI
•. !' ' !, +_ ..>+•
"
4•
I:'
~-
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listas en su oscuro lenguaje: ·que la condición hu-
peran criterios básicos comunes a todos ellos. Di- 1
'
' n1a11-a, en contraste con el animal guiado s e gu-
cho con nuestra terminología, los valores tam- 1~ an1e11te por los instintos, es la de libre decisió1i,
bién son creado·s libremen.te, o usando un térmi- o sea, decisión favorable a una de las estructuras
•
no más habitual en la teoría de los valores, son simbólicas que crea el propio hombre. Esta es la
postulados libremente . Es comprensible que estos l dignidad del hombre, tema que puede s eguirse
valores, elegidos o postulados, sean tomados en i
l
si1i. dificultad desde la bella oración así llamada
pa.1"te de la biología. De ella p1"ovienen los valores l
por Pico della Mirandola, el místico renacentista,
humanos universales: la felicidad personal, la su-
!
hasta Kierkegaard y los existencialistas, contem .
-
pe~vivencia de la especie, ·1a norma cristiana de poráneos nuestros. Dice Pico que, al crear al hom-
cómo trata1-- al prójimo, el imperativo categórico .
•
bre, Dios ya había agotado todos los tesoros ~ a r-
Y son universales porque nacen de <<la común es- quetipos y puestos del mundo, pues s e los había
tructura del hombre y de las comunes exigencias adjudicado, con10 una naturaleza i~ígidamente de-
de la existencia social en un mundo social>> ('M u- terminada a las plantas, los animales y los áng·e-
lle1--, 1960, p. 47). Pero el ho1nb1,.e también puede . les. Pero e.l ho1nbre fL1e creado con la m ·á s excelsa
elegir de manera distinta, y lo hacen el mártir y 1'
de las naturalezas, como ser ni terreno ni celes-
el suicida$ El mártir es un ser vivo que elige j
'
'
ti.al, ni perecedero ni inmortal, pero dotado de
valores que predominan sobre la supervivencia 1
lib1. e albedrío. Por ello puede volverse una planta
biológica y los s'i ITibolismos aceptados por la so- \ que vegeta, una bestia i~apaz o un ái1gel y un hijo
ciedad a que pertenece. Los má1"tires cristianos ) de Dios. -
no dieron su vida en aras de unas mejoras socia- Esto por lo que s e refiere al individuo . Pero la
'
les o por la inayor felicidad del pueblo romano. misma línea de pe11sa111iento es aplicable a la so-
Estaban segt1ros de que el mundo y la sociedad ~
.
•
ciedad y a los problemas de nuestros días .
·t ocaban a su fi11 ·Y que se aproximaba el día del .'
, .'
Hace algunos años me impresionó un librillo del
juicio final. Murieron por sus creencias, es decir, d octor Chester Barnard, otrora preside11.te de la
'
por su abstracción simbólica de Dios y del mun.do. Ge11eral Electric 5 de la Fundación Rockefeller y de
Lo mismo es cierto, mutatis mutandis, de todos la Fundació11 Nacional de Ciencias. Contenía el to-
los héroes y mártires. En este sentido, los valores ,.
n1ito una conferencia que había pronunciado el
son creados o postulados libremente. La escala de autor sobre el tema de la ética mercantil (1958).
valores abarca, como es fácil comprender, desde E11 el curso ,de una larg·a carrera que le llevó a
los humanos comune·s a los idiosincráticos de una desempeñar bue1~ número de ca1--gos dirc~ctivos,
!
·¡ 6
82 Hacia una nueva imagen del ·hombre 1
'1
Dios se percibe a sí 1nismo 83
•
decía Barnard, había observado un fenómeno ex- vante de la ley y como ho1nbre bueno, él jamás ha-
traño. Las empresas, las sociedades anónimas y los bría cometido. Es el problema del ius ge11tium, del
grupos de índole pareja tienen que tomar deci- derecho i11ternacional, traído y llevado desde los
siones no solamente d e naturaleza técnica y ju- tiempos de los juristas del siglo xv11 y qt1e aún
rídica, sino también moral. Y encuentran en esas 1 no han logrado resolver las Naciones Unidas, asa-
coyunturas que los principios de la ética tradi- ber: el individuo está atado a la sociedad por nor~
cional, como los diez mandamientos y los precep-· n1as éticas y legales y puede ser encarcelado y pro,,.
tos divinos que deben regir nuestra conducta con ]'
cesado si las quebranta, pero dichas normas no
l
el prójimo, no sirven de orientación. Barna,rd alu- obligan a las entidades sociales.
. '
'• día a una conferencia para instaurar en el mun_d o· Esa es la historia de algunos personajes que se
' "!
.. E'
¡., una paz justa y duraqera, celebrada en 1944 bajo han movido en la penumbra, con10 el padre José
~ la presidencia de John Foster .
Dulles. Los teólo- de Richelieu, la infame eminencia gris de quien
1 l
' l
'·
1
gos, contaba en su libro, hablaron en térmj_n os de Aldou,s Huxley ( 1941) trazó tan magnífica sem-
•
una sociedad trashumante de ovejas, . corderos y blanza, un hombre santo, sin ambiciones, ascéticoB
1
t.
pastores. Los economistas se apoyaron en artificio- '
ab11egado, que nunca buscó fama o g·Ioria, y que
sos supuestos de máximos beneficios olvidando el .J
al mismo tiempo se co11sagró al culto de su Le-,
estudio d.e los negocios como tales y las funciones ¡ viatán e1i.
.
este caso conocido por el nombre de
1 ..
. de los promotores. Los hon1bres de negocios se Fra11cia con despiadado tesón, recurriendo a las
nlostraron señaladamente locuaces y singularmen- más vituperables añagazas, sacrificando a sangre
!t )}
.,• .J•
1 ..
'
te torpes de expresión excepto cuando trataban fría un número desconocido, pero in1nenso, de víc~•
' inmoralidades y atroces disparates que recomen-· la apurad~ situ'a ción del aprendiz de brujo. En len-
daba pero que, como ciudadano florentino obser- guaje jurídico, según Barnard: los sistema·!S socia..
.
l ..
1
• ¡.,~•.• "
85
•
•
!
J
les tales como las compañías anónimas y otros se- 1 estructuras sociales de nuestra época, desde las
n1ej antes son entidades que merced a u1~a ficción sociedades mercantiles 11asta las naciones y la hu-
legal adquier·en los atributos de la personalidad y ma11idad en su conjunto, los conceptos· éticos de
actúan, y poseen derecho . moral y legal para ac- una sociedad nómada de la edad del bronce de
tuar, como si f11eran verdaderas personas. Algo \ ¡ hace tres mil años es como prete11der, hacer fun-
semejante cabe decir de los gobiernos, las nacio- '
1no personas gracias a fingimientos legales o po- boxeador. La posible excepción es el profesor que
líticos. Aplicar al funcionamiento de las colosales ' ayuda· a fabricar la superbomba o descubre un
86 Hacia una nueva imagen del hombre E1it1r-a el profesor 87
f'
1
1
' procedimiento singularmente eficaz para aumen- por lo que de él ha leído en las columnas de los
.tar las ventas de un . producto desodorante. De consultorios sentimentales del periódico que com-
~
poco se puede vanagloriar el pobre profesor. pra corrientemente . Somos nosotros quienes ver-
Pero cuenta con un procedimiento de vengarse daderamente fabricamos las gafas a través de
sigilosamente. Las ideas son las que hace.n mover- \
!
.c uyos cristales la gente ve el mundo y se ve a sí
se a las cosas, y en ese sentido, los profesores son misma, sin saber y sin darse cuenta de ·q t1iénes
los qL1e manejan sin ser vistos los hilillos de los fueron los que se las cala1"on sobre su metafórica
fantoches de la his toria, los que forjan las opinio- ·O metafísica nariz.
nes y los valores y los que encL1entran soluciones. Es posible que seamos los grandes fabricantes
Y al fin y al cabo los que alzan el telón de fo1~do de gafas de la historia. Por eso, la labor intelec-
contra el qL1e se desenvL1elve la acción del g·ran
1
tual es algo n1ás que acopiar datos o constru.ir in-
drama de la historia. geniosos· artefactos. Es u n a responsabilidad tre-
La naturaleza de los se11timientos y proceder del menda y debemos afrontarla.
noble y del siervo en la Edad Media fue un inven-
to de los profesores de la época; es decir, de los
Padres de la Ig·Iesia. El Renacimiento, que creó li-
teralmente a un homb1~e nuevo, fue obra de pro-
1
1
.,'•''
'
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Freud y Watson, a"L1nqu.e se puede apostar sin ries- 1
•
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1
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SEGUNDA PARTE
•
I-IACIA UNA N'U EVA
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\ •
' EL SISTEMA ABIERTO DE LA CIENCIA
\ t
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f •
,
93
92 Hacia una nueva <<filosofía 1iatural>> El sistenia abierto de la ciencia
'
• que. esto apenas lo consiguió Copérnico ni lo log1'9ó ·c idas; sin embargo, _existen progresos que parecen
Galileo con toda la propaganda que hizo del nue- hacer convergir de alguna forma a todas 19is cien-
vo sistema planetario). La órbita de Marte y ct.e ·c ias, desde la física hasta la sociología y la his--
los demás planetas era un tema que preocupaba . toria.
bien poco a la humanidad y que d espertaba esca~ El concepto del mundo de ayer, el llamado uni-
so interés ge1~eral en el siglo xvr, a excepción tal ' ve1"SO mecanicista, era un mundo de <<leyes cieg·as
'
vez de los astrólogos ocupados en sus turbios que-" ·d e la ·naturaleza>> y de entidades fís icas que se ino-
J
!
haceres. Al hablar de la revolución de Copé1--nico ., rían al azar. El caos era el tantas veces citado ju_e-
1
•
'
aludimos al t1.. emendo cambi.o que trajo consig·o ·g·o caprichoso de los átomos. Accidentalrne11te,
el arrancar al horabre de su tranquilizado1"a po- l1 .ciertos compu·e stos orgánicos y luego u11as molé-
>
sición en el centro del universo y dejarlo suspe11- ct1las capaces de reproducirse aparecieron en la •
•, dido en el espacio i11finito. Ei~ igual sentido, cual- tierra primitiva como precursores de vida. I~o fue
quier innovación científica trascendental cambia 1nenos caótico. el suceso que postula la vige11te teo-
la visión del mundo y es <<filosofía natural>>, o <<me- ría de la evolución, conS!istente en el progreso vital ·
taciencia>>, si des ea1nos utilizar u11a expresión n10- hacia ni.ás perfectas formas gracias a mutac iones .
derna. .
1
"\ casuales y a la selección merced a inudanzas no
En cuanto a la palabra <<nueva>>, se 11an inven- 1ne11os accidentales del ambiente. A cau sa de otro
tado ciencias nuevas bastar1tes veces. Es típico i nexplicable accidente, la mente y la co11ciencia
de las predilecciones y dificuJ.tades h11manas que .a parecieron en algún momento como epifenó meno
la primera Scie1iza nuova fuese la de la artillería, .d e la evolución del sistema ner\rioso. En igual senti-
seg(in el título del libro publicado por Tartaglia ·dO, según el conductismo y el psicoanálisis , la per-
en 1537. Vino después, en 1638, la nt1eva ciencia . sonalidad humana fue un producto fortuj_to de
mecánica de Galileo; y más tarde, en 1725, la nL1e- la naturaleza y de la nut1~ició11, e11 lo que desempe-
va ciencia de Giambattista Vico, que corresponde ñó un papel secundario el mecanismo he1--editario
aproxiinadamente a lo que hoy denominaríarrios y ul)o importa11te los sucesos caprichosos de la
una teoría de la historia. Son éstos ilustres pre- te1~1.prana niñez y, 1L1ego, el co11.dicio11a1rniento. Fi-
decesores, y no encierra especial 01..iginalidad alu . . 11aln'1ente, la his toria humana 11.0 es sino una Stl-
dir a nuestro tiempo c~on el nombre de nueva re- ~
¡,
ces-i ón de esto y lo de más allá, sin 01·den ni
volución científica. '
concierto, según .1a famosa frase del historiador
••
Pero no voy a hablar de fís ica atómica, biología I-I . A. L . Fisher, que la pro1i.u11ció emltland_o a l
molecular, automatización, bomba~. ,· . ~uql~ares y idiota cósmico de Shal{.espeare.
astronáutica, que nos vienen a las mientes como Ahora bien, ·p arece que hoy anda1r1os a la busca
las supremas maravillas de la ciencia moder11a. de otro planteamiento básico, el mu1ido como or-
Más bien voy a considerar una nueva orientación gcl1iización. Este proyecto, s i es .p os ible r ealizarlo,
del pensamiento científico, me11os conocida y co- alte1'taría profundame11te las categ·orías de nues-
mentada pero que bien pudiera resultar más <<re- ~
1 t1"0 pensamie11to e influiría ei1 nuestra conducta.
volc1cionaria>> con el tiempo. Está ir1dudablemente 1 Warren Weaver, coautor de la teoría de la in- .
en su i1~fa.ncia, aún se expresa cor1 cortedad y está for1nación, expresó esto de forma que se ha cita-
muy lejos de las ciencias convencionales estable- do muchas veces ·( 1948). La ciencia clásica, escri-
•
94 Hacia una nueva <<filosofía naíiiral>,. El sistema abierto de la cie1zcia 95
fuerzas de la naturaleza>>, hoy es patente la busca l En sociología, Sorokin (por ejen1plo, 1966 ), ha
,•
de leyes organizadoras. La organización afecta a enunciado lúcidamente el problema al apreciar
·t odos los planos de la realidad y de la ciencia. Un <<el microcosmos del desorden>> en los e\rentos
r
~
96 Hacia iina nueva <<filosofía natural>> 1
1
El sistenia abierto de la ciencia 97
\
microfísicos indeterminados (y en los fenómenos Los Angeles o · de Nueva York que en los días '
socioculturales que no se presentan repetidamen.. de los coches de caballos. Son muy abundantes
te), l"egularidades estadísticas en las congeries de las situaciones semejantes que destacan el con-
1
fe1i.ó1nenos de masas macrofísicas y psicosociales, traste entre una fab,ulosa tecnología física y una
Y leyes ordenadoras por eje1nplo en él orde1i.a.. deplorable falta de técnicas de la organización. ·
miento de ·l os genes, pe1--o que también es de su- La intrincada naturaleza de la vida y tecnología
poner que puedan ser l'lalladas en los sistemas actuales ha traído consigo una inovación, la de la
socioculturales. Puede decirse sin riesg·o que los <<investigación de los sistemas>> en el terreno in-
<<sistemas>> son la noción m ·á s discutida e1'1 la ac- dustrial, comercial y militar. Veamos lo que dice
tt1al sociología. un ex.positor de la ii1vestigación de operaciones:
Lo misrrio hay que decir de la tecnología y disci- <<E11 los últimos dos decenios hemos presenciado
plinas concomitantes. Las complejidades de la tec- la aparición del.
'sistema' como concepto
'
funda-
nología y del comercio de n ·u estro tiempo n.os han mental de la investigación científica. Es cierto que
llevado a nuevos campos y ocupaciones de1'1omi- los sistemas vienen estudiándose desde hace siglos,
nados investigación de los sistemas, análisis de pero algo nuevo ha su1"gido ... La tendencia a es-
los sistemas, ing·e1-iiería de los sistemas, investiga- tudia1" los sistemas como una entidad más bien
'
ción de las operaciones, ingeniería humana y de que co11.1.0 una conglomeración de partes conct1er-
otras maneras (cfº por ejemplo, Ackoff, 1959; Hall, da con la tendencia de la ciencia contemporánea
'
1962; Bogusla·w, 1965; de Hanika, 1965). Estas a ·r10 aislar ya los fenómenos en contextos estre-
innovaciones utilizan concep·t os de la teoría general chamente restringí.d os, sino más bie~ a escudri-
de los sistemas (en su sentido más estricto), de la ña.r las interacciones y examinar trozos gradual-
cibernética, de la i11f ormática., de las teorías del n1ent~ mayores d .e la naturaleza. Bajo el nombre
azar y las decisiones, de la programación linea1~, de i?ivestigación de los sistemas ·( y de sus .muchos
de la teoría de los turnos y de otras, y está11 re- sinónimos) hemos presenciado también la conver-
laciona.d as con la electrónica, la ciencia de los ge11cia de n1uchos avances científicos contem.po-
ordenadores electrónicos, la investigación en el te- ráneos especializados... Esta labo1" de investiga-
r1--e110 de los armamentos, etc. ción y muchas otras están quedando tramadas en-
En lug·ar de ofrecer ejemplos militaristas o utó- tre sí por una tentativa de investigación colabora-
picos prefiero citar uno de la vida cotidiana: atra- dora que aba1~ca u1'1 i1ú1nero sien1pre crecj.ente de
vesamos los contine11tes o los océanos en un aero- ..•
disciplinas científicas y de ingeniería. Estamos
plano a reacción en unas cuantas horas para per- participando en· lo que es probablemente la ten-
manecer otras tantas en espera dE~squiciadora e1~ tativa de mayor alean.ce que jamás se ha hecho
los aeropuertos o .ser conducidos como un rebaño para conseguir una síntesis de los conocimientos
de aquí para allá, aunque algt1nas veces mandados científicos>> (Ackoff, 1959).
po1" una bella azafata. Tenemos automóviles capa- Por últin1.o, aunque no es de ningún modo lo
ces de rodar a 190 kilómetros por hora sobre auto- me1'1os importante, la misma tende11cia ha venido
pistas que han costado muchos millones, pero a afectar a la política y la dirección de los asun- •
hemos de emple~r m ·á s tiempo y correr más tos nacionales. Los rectores de la política pide11
peligros para ir desde una punta a la otra de u11 <<planteamiento sistemático>> de proble:rr1as co-
1
1 ,...,
l '
,.
, I ,
de decir.. Pero para el biólogo y para el médico de muchos fenómenos vitales (lo que es desgracia-
exis te una · profunda diferencia entre lo orga- dame1~te cierto, aunque se vaya re1nediando por
1
nizado para conservar el s istema y lo q~e se t
1
los avances de la i11ves tigación), sino que las cate..
• desordena para destruirlo. ¿Cuáles son los prin- '1
gorías tradicionales d e la ciencia n1ecanicista no
c ipios del ordenamiento y de la organización? ¿Qué \
•
l
• bastan para explicar los aspectos empíricos bási<;r
quieren deQil... <<salud>> y <<norma>> en contraste con cos (o más bien los excluyen). Parece deducirse,
<<enfermedad>> y <<patología>>? Nada, en lo que ata- por ta11.to, que se necesita una a1npliación d.e las
catego1¡.ías, de los n'lodelos y de la teoría para tra~·
'
ñe a las leyes físicas y químicas y cuando se adop-
;ta una filosofía mecanicista . Mas sin ideas como tar del univers.o biológico, del conductista y del
·é stas y otras parecidas no existiría ni la ciencia ni social.
~la medicina., , ni tampoco habría biología. Además, Tercero, como veremos más . adela11te, est·á n
:1a física convencional parece directamente contra- eme1--giendo conceptos que parece que satisfacen "'
"dicha o violad.a -por lo que ocur1-- e en el mundo esas n ecesidades . En contraste con la creciente .
·vivo. Los procesos físicos obedecen al segundo especialización de la ciencia moder1-ia, esta nueva
principio de la terrnodi11.ámica, que determina que cla·s e de modelos es interdisciplinal. El mismo mo~
~vayan hacia una creciente entropía, es decir hacia
'
'''
!
t1"ei11ta a11.os, por lo que 11.ada de ext1--año tier1e q u e
Algunas consideraciones p a recidas son aplica- se e11.cuent1--en lejos d e la inadurez de las cie11ci.a s
bles a las cie ncias p sicológica.s. Además, en el te-
•
102 Hacia una n1.t eva <<filosofía natitral>> El · sistema abierto de la ciencia 103
• 1
hasta Galileo y Newton, para llegar a las leyes me-- les, tales como las técnicas de control, la automa-
{cánicas elementales que están. hoy al alcance de los .. tización, la aplicación de máquinas comp·u tadoras
l'
:ést·u.diantes de bachillerato. Notemos asimismo 1
1
1
electrónicas y su utilización con finalidades indus ..
que solamente t1n historiador de la ciencia muy triales, militares, gubernamentales, etc. La teoría
comp etente es capaz de sacar las f arnosas leyes subyacente es la de la cibernética, robots, compu-
de Kepler de la mezcla de cuidadosas o bservacio- tadoras y <<artefactos>> parecidos. El enorme avan-
n .e s, intuición creadora y fantasías neopitagóricas (
f,
'
'
. ce de estas innovaciones es muy conocido y · se h a
de s11 obra. Hemos qe tener paciencia si las nue- hecl~o de él una intensa propaganda, y otro tanto
, vas tendencias no han alcanzado todavía la. sa- se puede decir de los peligros que supone. La per-
1 •• zón de la física considerada ejemplar por los filó- fección técnica del control, la automatización y la
sofos positivistas. sociedad cibernética presentan nuevos problemas
En I~est1men: existen innovaciones recientes, más pa1"a. el individuo y para la sociedad, amenaza de
o menos circunscritas e11· el concepto de sistema, paro obrero, el destino que se dará al ocio en una
·que tratan de satisfacer las demandas que se han sociedatj. automatizada, la conversión del indivi- ·
~mencionado. En contraste con la creciente y nece- duo humano en un autómata, nuevos problemas
saria especialización de la ciencia moderna, nos de evaluación en una economía superabundante
hacen concebir esperanzas de una nueva integra- en lugar de una economía de estrechez, exceso de.
ción y org·anización concept·u al. H a blando en tér- producción al que solamente se pueda dar salida
minos de la filosofía natural, en contraste con el por el procedimiento orweliano de la guerra, etc.
Inundo como caos, parece estar surgiendo un nue- . La tendencia organicista aJr ranca esencialmente
•
vo concepto del mundo como organismo orde- de.• la ·perogrullada de que <<un · organismo es "L1na
nado. cosa organizada>>, tras lo cual es menester buscar
Señala esta evolt1ción la aparición de una serie principios y leyes acerca de la <<Or_ganización>>, <<in-
de disciplinas nuevas: t eoría genera l de los siste- tegridad>>, <<ordenamiento de P9'rtes y procesos>>,
mas, cibernétic·a, informática, teo1,.ía de las deci- · <<intera.cción multivariable>> y así sucesivamente,
. ,~iones y de los ju·e gos, amén de otras. Difieren en con todo lo cual se creará una ·<<teoría general de
c uanto a los supu.estos básicos, modelos, técnica "l los sistemas>>.
niate1nática e intenciones, y algunas veces se con- 1 l
El objetivo y el término de la teoría general de
t radicen entre sí. Pero están de acuerdo en ser / los sistemas fueron presentados por primera vez
t<ciencias de sistemas>> que estudian aspectos no por mí después de la Segunda Guerra Mundial
atendidos ha.sta ahora y, de una u otra forma, pro- (con anterioridad a la publicación en 1948 de la
b lemas de interacci.ón de mucl1as variantes, de or~ Cibernética de Wiener).
.
Pronto se supo que un
ganización, regulación, elección de metas, etc. número considerable de hombres de ciencia ocu-
Se pueden distinguir dos tendencias b:á sicas en pados en disciplinas diferentes habían orientado
el reciente desarrollo de la <<ciencia de los siste-- sus pensamientos . en parecida dirección. La con-
mas>> . E1'1 obsequio a la concisión pueden ser de- secuencia fue la creación de la Sociedad de In-
nominadas <<mecanicista>> y organicista>>. vestigación de Sistemas Generales, afiliada a la •
La tendencia mecanicista está relacionada con A. A. A. S., que ha publicado A·n uarios desde l.956.
las innovaciones tecnológicas,. industriales y socia- \. No tengo conocimiento de que Heinz vVerner
.,
.,
,,"· '
..
"
104 Hacia una nueva <<filosofía natural>> La cibernética y sus limitaciones 105
haya utilizado el concepto de teoría general de · ~~~ Los conceptos básicos de la cibernética son la
los sistemas. No obstante, creo que coincide con <<realimentación>> y la <<información>>. Los ele1nen-
sus intenciones y que puede suministrar un marco •
tos mínimos de un sistema cibernético son un
teórico a la psicología organicista-evolutiva. P11es <<receptor>> que recoja los <<estímulos>> externos
¿cuál fue la idea básica de Werner? Llegar a p1"in- como información; entonces se transmite un men-
cipios psicológicos .mediante la comparación de saje a un <<centro>> que reacciona ante él de. algu..
niños adultos, gentes primitiva~, casos psicopato- na forma y, generalmente, amplía las señales reci-
lógicos, microgenia de los eventos rrientales, etc., bidas. A su vez, el cent1"0 transmite el inensaje , a
iluminada por paralelismos lJiológicos. Si se gene- 1 un <<actuado1">> que, en su momento, reacciona al
'
raliza esto algo más, como hizo Koestler en su estímulo con una <<respuesta>> informativa. Pero
Acto de creación, se verá que aparecen problemas _ · esta respuesta es transmitida por. un circuí.to d e
parecidos y principios de organización, de dife- realimentación al .,! eceptor, que percibe la respues-
rer1ciación progresiva, en psicología, embriología, ta preliminar y gobierna la subsiguiente actuación
f 01--mación del sisten1a nervioso, cognición, fenó- del sistema de forma tal que se consig·ue el .resul-
menos sociales y en muchos otros terrenos. La tado apetecido, un <<target value>> (Soll1nert). El
busca de una teoría general de los sistemas es sistema se regula a sí mismo de esta forma.
desarrolla1"' una estructura co11ceptual aplicable 1
El funcionamiento del sistema cibernético de- ·
'
en varias fases. pende además de <<mensajes>> recibidos del exte-
La relación entre estas dos tendencias n1erece rior y que circulan entre el receptor, el ce11tro y
sei" ~clarada. el actuado1--; es decir, de l.a transmisión de algo
que por lo general está representado por din1.inu..
ta"s 9.a ntidades de fuerza pero tiene <<Significado>>
LA CIBERNETICA Y SUS LIMITACIONES para el sistema. Esta <<información>> resulta ser una
•
nueva éantidad física en comparación con las me-
·-'):·.. La Inás destacada cier1cia moderna de los siste- didas físicas co11vencionales tales como . energía y
mas de la <<tendencia mecanicista>> es la ciber11é·
•
masa. Es mensurable en bits ~:~, o sea en unidades
tica, en su encarnación de las maravillas tecnoló- 1l
< l
de decisió11.- binaria, y la ecuación que define la in-
g·icas de los servo1necanismos y la automatización, 1
f orn1ación tiene la estructura de una entropía 11e-
en la aplicación de los conceptos cibernéticos a la 1
1 ga tiva. '
regulaciór1 biológica y en las consect1e11cias socia. . Tal es, descrito sucintame1'.1te, el modelo cibe1·-
les de la segunda revolución industrial. El inte- 11ético. Su eje1nplo más sencillo lo encontra1nos
rés que despiertan estas novedades es co111pren- e11. el conocido termostato (en el que un termóme-
sible y merecido en vista del papel que están des- tro actúa como <<receptor>>, la información la
e111peñando en la industria y en la vida moderna te1nperatura reg·istrada del siste1na de cale11ta-
los sistemas cibernéticos, las computadoras, los mie11to realimenta al receptor y éste rige el ulte-
<<servos>> de rriúltiples clases . Con cierta frecuen- 1--io1" su1ninistro de combustible). También enco11-
cia esto ha hecho que se confunda la <<cibernética>>
con la <<teoría de los siste1nas>>º Pe1~0 éste es Lln * Co11tracción de la expresión inglesa binary digit. (Nota
error que necesita corrección.
.,
~
del T.).
\
106 Hacia una niteva <<filosofía natural>>
\
.Lct ci bernética¡ y sus limitaciones 107
\
.
t1-iam9s t1n ejemplo en las máquinas que se orien- la misma estructura formal es aplicable a siste-
tan automáticamente hacia t1n lugar previsto (por :1nas completamente distintos en cuanto a sus coro-
ejen1plo, -los proyectiles autodirigidos), en las que .Ponentes materiales, fuerz·as operantes, funciones
la desviación del blanco constituye el mensaje y, realizadas, etc.
,
m ·e diante la 1--ealimentación contint1a, es corregida Al mismo tiempo, resulta claro que ide11.tificar
casi totalmente con lo que el proyectil acaba .p or ·1a cibernética con la teoría de los sistemas es una
dar en el blanco. Los sistemas cibernéticos suelen ·eq11ivocación. El modelo de realimentación es .so-
ser de gran complejidad, pero siempre se los pue- lamente un tipo bastante especial de sistema que
•
de reducir a circuitos de realimentación. El prin-
1
fabuloso refinamiento. 1
i
1 ·Oct1ltarnos sus limitaciones .
'
•
Evidentemente, el modelo cibernético es aún
j
cibernético era aplicable a una extensa variedad ·<<111ecanicista>> en el sentido de que supone la·
de regulaciones biológicas resuITiidas bajo el ·e xistencia de un <<mecanismo>>, o sea un ordena-
nombre de homeostasis, o conservación de los pa- miento de la estructura, como queda indicado más
;rámetros fisiológicos importantes a un nivel cons- arriba : ~Dicho en térniinos del lenguaje conductis..
tante. Uno de los ejemplos más sencillos es la ho- ta, el modelo cibernético es el conocido esquema
meotermia, o conservación de la teinperatura cor- E-R (o E-0-R) con la añadidura del circuito de
poral en los animales de sangre caliente. En su es- realimentación para hacer autorregulador el sis-
•
tructura, representada esquemáticamente, la ho- ·:tema.~En contraste con esto, i·o s sistemas ge11era-
meotérmia corresponde al funcionamiento de un 1es (en el se11tido de teoría general de la sistemá-
termostato. La conservación a un nivel constante tica, véase la pág. 110 y siguientes) no son mecani-
de la cantidad de azúcar, iones y hor1nonas en la .c istas, en el sentido de que su comportamiento
sangre son otros ejemplos de los muchos que po- l"egulador no está determinado por condiciones
drían citarse. De manera parecida, la conservación de su estructura o <<maquinistas>>, sino por la in~.
•
de la postura, los- movimientos hechos deliberada- •
\
·teracción de .fuerzas .
1nente y muchos otros fenómenos podrían ser des- t .
Dicho en términos epistemológicos: aunque el
.
critos en términos de circuitos de realimenta- 1 prototipo de procesos físicos no dirigidos· es la
ción • 10 cailsalidad linear· (la causa A es seguida por el
Esto ilustra de manera impresionante la natu- efecto B), el modelo cibernético trae consigo la
. raleza interdisciplinal del. modelo cibernético, que cailsalidad circular con el circuito de realimenta-
aunque tuvo con10 9rigen la ingeniería y la tecno- ción y es es.t o lo que determina la autorregulación,
logía :modernas, cubre un campo mucho más am- \ previsión del blanco, homeostasis, étc., del siste. .
plio. El :misnio modelo, representado por un dia- ina. En contraste, el modelo del sistema más ge-
•
grama de transmisión de fuerza o corriente, podría l
• neral es el de la ·interacción dinámica. entre mu-
describir, por ejemplo, la regulación de una má.. ·C has variantes.
•
"'
108 Hacia una nueva <<filosofía natural>> La cibernética ·y sus limitaciones
<<cibernéticos>> se aplican particularmente a las nal, de la ilustración que aporta acerca del coni- ..
regulaciones <<secundarias>>, Il1ientras que los mo- portamiento regulador, ·autoorientador ~y teleoló~· . ·· ,~·. :.:1::
delos <<cinéticos>> son necesarios pa1"a las regula- gico, y para la elucidación de ll1Uchos fenómenos . · ;
ciones <<primarias>>. Así, hablando en general, la específicos, incluso cuando los sistemas de· que., se.. ·. : .:,:,:r
regulación del metabolismo en la célula (por ejem- 'trata son desconocidos o no se han identificado .· ·.
plo, en la respiración o en la fotosíntesis) está· ba- en cuanto a su estructura n1aterial y proce~os que . ·.. · J~
sada en una red de reacciones en u11 sistema a bie1"- ofrecen. No llega a ser una sistemática general .ni"· '. :::·
to; con la evolución progresiva aparecen ineca- bri11da una nueva <<filosofía natural>>. Aunque la ·
1
nismos homeostáticos más y más complicados j> 1 investigación cibernética se intensifica y amplía · ·¡
•1 • como la realimentación ne1"viosa y la hormonal. co11.tinuamente; lo cual está muy justificado, pa-
..-· rece que empiezan a reconoce1,.se las limitacio11es
( . ---\~, Los sistemas cibernéticos son <<cerrados>> res- 1
pecto al intercambio de material con el arp.biente y ·i nt1--ínsecas de su modelo b :á sico: <<Durante algún
solamente están abiertos a la inforrnación1} Por ello
.
·tiempo después de la Segunda Guerra Mundial,
el modelo ciber1'1ético no posee las características pareció que la cibernética podría llegar a ser otra·
esenciales de los sistelllas vivos, cuyos componen- ra1na integrante de la ciencia que reuniría mucl1as
t~s están siendo destruidos contin.u amente por ,d isciplinas d-i ferentes y les daría la unidad de. una
procesos catabólicos y remplazados por procesos co11.cepción nueva, profunda y comprensible. La re-
anabólicos, co1i. corolarios tales con10 el crecimien- ci-ente muerte de Norbert Wiener da ocasión para
to, el desarrollo y la diferenciación. observar que se ha esfumado el ambicioso ensue- ' '
Por igual r ·a zón, el sistema cibernético no puede ño. La cibernética continúa siendo, en el mejor. sen~
'
~
ser <<autoorganizador>>; es decir, evolucionar des- tido de la expresió111, una idea fundamental y tam- ·
de un estado a otro más diferenciado. Es cierto -b ién tnuy extendida, pero ha resultado que abarca
que. cua11do se instalan en los sistemas ciber11éti- inenos y, de extraña manera, q1.i~ es menos intere-
cos dispositivos de memoria, pueden aprender, es sante de lo que supusi1nos hace vei11te años, cuan~
decir, cambiar y aumentar su organización d.e re- do fue )concebida>>. (Brono·w slti, 1964.)
sultas de la información que reciben. No puede11 E11 1--esumen: los ordenadores son "Lir1 caso algo
desarrollar procesos de diferenciación, que requie- especial de los ·sistemas generales, ca1"acte1,..izado
1.. en suministro de energía (y de material). Dicho por la presencia de I'"'estricciones qt1e e11cauza11 el
de otra manera,l~los sistemas cibernéticos sola- p1--oceso hacia·Ia caL1salidad circular, lo que le ?er-
mente pueden aumentar en cuanto a su conteni- n1ite regularse a sí misrn.o. El concepto de <<s1ste-
d o entrópico y disrriinuir en cuanto al infor1nativo ~ n1a general>> es en comparació1i. más amplio, Y
p11es la información puede ser co11vertida en so11i- una teoría general de los sistemas debe aba1"ca1--
do pe,i"o no viceversa ( décin10 teorema de Shan..-. la interacció11. dinámica de mucha.s variantes, la
non) :~Los procesos antientrópicos supone1-i la ne- conservación del can1bio· de los elementos com-
cesidad de que el sisteITia sea <<abierto>>, es decir v '.
"l
pone11tes, el crecimiento, la diferen~iac~ó,n p1'"'ogre-
.s iva, la meca.nizacióp y la central1zac1on, ~l au-
'
j
q11e exista una transferencia de inaterial y de t
que f arman parte componentes tales como edifi- y ta1nbién el desa1--rollo de · más procedimientos de .
cios, máqt1inas, dinero y clientela. '
alta eficacia para manejar sistemas que tienen n1u-
Entre las características de los sistemas enco11-
. '
chas partículas pero no las . tie11en infinitas>> (de-
tramos interacciones multivariables, conservación. Shalit, 1966). Conceptos como el de <<camino ., óc...
del todo en la acción recíproca de las partes · ! tuple>> pueden ser considerados como indicio .d e
componentes, organización a :r(1uchos niveles que la orientación de la física hacia una filosofía de
da como resultado sistemas . ·d e orden superior, ' los sistemas.,
diferenciació11, · centralización, 1necanización pro- .
''
gresiva, causalidad directora y actuador.a , regula- En las ciencias vitales el progreso fue indudable-
ción, evolución hacia una organización superior, '-, me11te enorme en la medict·a en que las categorías
teleología y orientación hacia el objetivo de varias
'
\·
"¡
convencionales demostraron ser aplicables. - Pero
n1aner9>S y por diversos procedimientos, etc. )El
;,"'¡
..~ los problemas· b;á sicos y centrales .i ncluidos en l~ts
l •¡ ideas que quedan expuestas más arriba aún se nos
hecho de que estas caracterí's ticas, siempre pre- .l
sentes en el campo biológico, en el del compo1~ta ' escapan, au11que son hechos perti11aces y no una •
.... '
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;, co de ·1a teoría general de los sistenias, estos cíp1"ocas siste1náticas, .collio las magnitudes que
t aspectos resultan científicamente accesibles. El exceden con mucho, por ejemplo, el número de
~ sistema general es, por tanto, u1~ modelo interdis- partículas del ~ni verso ·pero que aparecen incluso
... en sistemas con un número moderado de compo-
.· ~ ciplinal que .necesita desarrollo científico, pero que •' .,
; también puede lograrlo, y por tanto es· aplicable nen tes de acción recíproca; cf. Ashby, 1964; Hart,
:;. a los fenómenos c·o ncretos. · Este es su aspecto 1959; Rapoport, 1959; Repge, 1962) están más allá
..
,· <<cie11tífico>>. Igual que todas las teorías o que to-
~
.. •..
•
y
de las posibilidades de las mate1náticas con que
dos los modelos más generales, también presenta co11tamos y es de supo11.er que exigen i1uevos plan-
aspectos de <<metaciencia>> (Jones) o de <<filos.ofía teamientos. No obsta11.te, f n1Uchos de los pro'b le-
' natural>>. Es decir, influye en nuestra visión del mas de los sistemas pueden. investigal"Se cor1 éxito
:_ :.fi#fl
mu11do; y parece ser más ampl~a y objetiva que la mediante modelos adecuados, abst1"acciones y sim-
a11terior filosofía mecanicista.fi: plif icaciones. Muchas veces las matemáticas ele-
1
"!•
reorientación conceptual y está plagado de dificul- '\
de dispositivos de esa naturaleza. Hoy no existe 1,.ales. Estas entidades, por tanto, se nos presentan
1 .. .
j
8
·1
114 Hacia una nueva <<filo.sofía natural>> Los sistemas abie1,.tos 115
•
idénticas se ve que son aplicables a entidades tan a la química inorgánica y a la dinán1ica demográ-
intrínsecame1~te distin·t as como
. los sistemas qt1í- 1 . f ica) resulta claro •
11
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116 Hacia una nueva <<filosofía natural>>
Los siste1nas abiertos 117
.n oma y la diferenciación, de las tendencias proba-
bles y contrarias al 11atural tropismo, de las nue- nos que, antes, o sea en la física de los sistemas ce-
vas leyes físicas comparada,s co11 las tradicionales. · rrados, parecían contradecir o violar la física, poi.,
1
Sin embargo, porque una buena parte de mi t1.. a-
¡ lo que estaba1~ considerados como atributos ani-
¡
b ajo ha sido el _estudio de los siste1nas abiertos 1nistas que solamente cabía explica1 media11te un
1
viente se mantiene en el cambio de sus elementos ; Se suponía que era una ca1"acterística a11i1nista
1 componentes es tan antigua como el panta rhei de del organismo el 11echo de que en 1n·u chos senti-·
1-Ieráclito y expresa el hecho fundarriental del n1.e- dos se c9nduce eq'Jl:~fiZI(l.l7!!e1ite, es decir, que el
.
·t a bolismo. Sin embargo, hasta hace pocos años inis1no estado final, o <<meta>>, puede ser alcanza- .
gicos, fisiológ·icos y sociales · (cf. von Bertalanffy, 1 f ere11.cias o de u1i.a paralización ten1po·ral del pro-
1~?3, 1964 b). ?etalle interesante es que la expa11-
)
'
ceso de crecimiento. Pero I"esulta que la equifi11a-
s 1on de la teor1a llevó a la incorporación de f enóme- lidad no es u11a propiedad a11in1ista sj11Ó qu.e es.
( e11 pri11cipio, aunque no en detalle) un f:tt1·ibuto
\ ''t
J,
1
118 Hacia una nueva <<filosofía natural>> Los sistemas abiertos 119
de los sistemas abiertos. Si un. sistema abierto se to. Se mantienen en un estado de . fant:á stica im-
1
desarrolla, cuando .se desarrolla, hacia un estado probabilidad, a pesar de los innumerables proce-
' }
i11dependiente del tiempo, 11acia t1n estado deno- sos irreversibles que se· desarrollan en ellos
minado <<estado estable>>, lo hace con independen-
.
continuamente. Y es más, los organismos tanto
cia de las condiciones ii--iiciales y de forma definida en la ontogenia individual como en la evolución
solamente por parámetros tales como el índice de f ilogenética se desarrollan en dirección hacia
reacción y transferencia del sistema. estados aún inás improbables, hacia el aurriento
Otro aspecto todavía más interesante está sien- de la diferenciación y más alta ordenación de la
do aclarado en ciertos sentidos, aunque en otros materia.
suponga pro.blemas formidables. Durante bastan- Aquí parece que tenemos de nuevo un contraste
te más de cien años se observó una antítesis bá- ' fundamental entre la naturaleza inanimada y la •
sica entre la naturaleza inanimada y la viva. La viviente, que sirvió a menudo como argumento a
dirección de· J.os procesos físicos está determinada los animistas.
'
'''. por el segundo principio de la termodinámica, que La termodinámica de los sistemas abiertos da
•"
.,"
..!.
••
•
dice que la tendencia general de los p1. ocesos fí- u11.a respuesta en principio sencilla. En los siste-
•
"
.,1 ". '
sicos es avanzar hacia los estados más probables, mas . abiertos no solamente tenemos producción
,,
! -~---- o sea hacia la ~ntrop_ía ináxima y hacia la destruc- de ent1·opía a causa de los procesos asimismo
I
•
ción progresiva de la diferenciación y el orden. irreversibles que se desarrollan en el sistema; te-
Tomemos el ejemplo más sencillo, un gas ence- ne1nos también transporte de e·n tropía mediante
rrado en un receptáculo cuyas moléculas <<calien- la introducción de materia que puede tener una
tes>> (las que se mueven a gran velocidad) están 1 elevada energía libre o <<entropía negatiya>>: Por
concentradas en la mitad ·del inismo y las <<frías>> 1
ello, el equilibrio en trópico · e11 u ·n sistema abierto
• .en la otra . El sistema . tenderá hacia el ~quilibrio bien puede ser negat1.vo, es decir, el sistema quizá
térmico, o sea hacia 1.a distribució11 más proba- se desarrolle hacta estados de mayor improbabi-
ble de las moléculas, lo que significa la desapari- \' lidad, orden y diferenciación (aunque, naturalmen-
ción de la gradación térmica y la d.istribución uni- ·te, ·1a entropía aumenta en los siste:i;nas mayores
forme definida como entropía máxima. Esto es •
fo1~mados por el organismo y su entorno). Esto
.'
1
aplicable en general. Las formas <<más altas>> de ,.
entropía máJxima; las máquinas se desgastan a mente permisible en los sistemas abiertos. Pero
causa de la fricción; en los ca11ales de comunica- '
•
¿cl1ál es la definición ter1nodinámica de los esta~
ción, la información sólo pL1ede perderse al con- dos estables eventualrnente alcanzado~ con este 1
vertirse en ruido los mensajes, pero no al contra- 1 desarrollo? ;En los siste1nas cerrados, el equilibrio •
•
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.
120 Hacia una nueva <<filosofía natural>> Los sistemas abiertos 121
'
estados estables ·en los sistemas abiertos. Prigo- I"aciones ·pudieran· ayud~rnos a cqmprender el
gine, a quien debe importantes avances la termo- ! problema.
di11ámica irreversible, ha propuesto una respuesta ¡ Prime1 0, debe i--ecord.a rsé que la formació1-i de
1
conocida como teorem~ de Prigogine: l.o s-:es.tados estructuras, el au1nento localizado del orden y la
estables en los sistemas abiertos se definen como disminución de entropía no contradicen el _segu11-
producción míni1na de entropía (la cual, como la ¡
•
'
do principio. Consideremos la formación de un
entropía, es una función matemáticamente defi- · cristal en una solución supersaturada (cf. Haase,
'
nida). Por desgracia, el teorema de Prigogi11e so .. l 1957). En términos de probabilidad, la aglomera-
laITiente resulta válido bajo restriccio11es de mo1-i- ció11 de partículas en un pequeño volumen f or-
ta que no parece que pueda11 aplicarse en biología n1ando una estructura muy compleja sería una.
a los sistemas en desarrollo. El teorema se ma,n- '1
•
'·\
eventualidad in1p1 obabilísima. Pero la formació11
1
'
i11eja11·t es a un hilillo hasta las fibras 1nicroscópi-
la i1aturaleza material y la viv·ie1~te. l cas y el i11úsculo macroscópico; el orde11an1iento
Hemos llegado a los mismos linderos de la cien- l cor1~iente de pelillos y fla.gelos con 011ce n1a11ojos
cia actual y de la <<filosofía natural>>. No conoce- de fib1~ as, nueve periféricos y un par de ell.os er1 •
"
." "
.'Una ojeada a la evolución 125
124 Hacia una nueva <<filosofía 1iatural>> "
. .
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1
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de moléculas, y la presión (densidad 1nolecular) fc ión. Pero esto es añadir u11a dime11sión a la te11..
.
1
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126 Hacia una niteva <<filosofía natural>} 1
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Una ojeada a la evolución 127
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lución, según esta teoría, se basa en 1nutacio11es 1 Una de .las dificultades es la naturaleza circular .
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hereditarias accidentales, la rnayorí·a de las cuales de la argumentación. Se dice que surgió espontá-
•
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o son perjudiciales o carecen de importancia~ En . 1 neamente una <<materia viviente>> Ces decir, proteí- V
'
l.
algunos casos poco frecuentes, sin embargo, son be-- '
¡
¡ nas que actuando como enzimas reduplicaro11. las
nefi·c iosas y por ello son favorecidas por ·l a selec- nucleoproteínas) que se conjuntó por <<selección>>
c ión. La . acumulación durante largos períodos de de las <<mutaciones>> de más éxito para formar sis-
las mutaciones casuales determinadas por la selec- '
'..
temas, primeramente · sencillos protobioblastos,
'
ció1~ conduce.·a la adaptación progresiva y a la evo- luego precursores de células, células, etc. Pero, ;
¡
.
lución. Esta es la doctrina darwiniana. La teoría q11e sepamos, estas moléculas solamente se for- . :
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,.
sintética ha aclarado y profundizado los concep- man mediante la acción recíproca dentro de u11 '
•
•
•
tos de Darw-in. Hoy se define . la mutación como sistema, la célula natural o los dispositivos ade- '
1
una alt.eraciór1 del código genético del DN A en los cuados preparados por un expe1"imentador: las
croITiosomas; la selección es repr9ducción dife- enzimas se forman únicamente en presencia de
rencial, es decir, prevalecerán con el tiempo las nucleoproteínas que regulan la disposición de los .
mu.t aciones que produzcan el mayo1-- número de aminoácidos en la cadena· proteínica, pues es ne-
descendientes en determinadas circunstancias l
'<
cesar'ia la formación de enzimas nucleoproteínicas
ambientales. ...
'
(además de sistemas suministradores de energía,
Lo que no ha cambiado es el contenido básico como el ATP) .. E incluso aunque se dier.a n por
de la explicación · de Dar·w in. Las mutaciones son ·<<supuestas>> complejas moléculas como las nucleo-
casuales. Según una muy conocida comparación proteí11as y las enzimas, no existe _ning·ún· princi..
(Beadle, 1963) son alg·o así como los errores que pio conocido, ni en física ni en . quí1nica, qt1e favo-
coITiete al copia·r un texto un mecanógrafo poco rezca más SU • <<Supervivencia>> que SU deterioro en
cuidadoso, lo que oct1rre algunas veces cuando se
. .
las reacciones casuales. Esto más bien contradice
copia el código del DNA en los cromosomas. O s·e - el segundo principio de la termo;d iriámica, según
gún otra famosa metáfora, la evol·ución es . com'.'" el cual una <<sopa>> compuesta de proteínas, nucleo-
parable a ·1a labor de un industripso 1nono que proteínas, e1~zimas, etc., tendería a alcanzar el
'
baraja un mo11tóD inmenso, de letras durante in- eqLtilibrio quí1nico, es decir, a descomponer las
numerables eones ,Y consigue por fin, después de i¡
1 <<improbables>> proteínas, etc., en compuestos sim··
l
un número indefinido de 'combinaciones sin sen- )
tido, componer el texto de Hamlet. La evolución muerte de cualquier sistema viviente). La selec-
está dirigida por la selección, es decir, por la re- ción, o sea, la s1.ipervivencia preferente de los
producción diferencial bajo las predomi11antes <<mejores>> precur~ores de la vida, . ya presupone
condiciones de ambiente. La evolución, por ta.nto, sistemas abiertos, autárq11icos y complejos capa-
está sometida a ·uria <<dirección externa>>. ces de competir, por lo ·que la selección 110 puede
Las mismas considera.c ione·s son aplicables al ·~
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(
explicar el origen de esos sistemas. Se trata de
problema del origen de la . vida, acerca del cual ...
!
una nueva ve1"sión de la antigua duda acerca de si
se discute mucho hoy . Corno esto supone aún más vino antes la gallina o el huevo. y· aquí parece
extrapolación y más eleme11tos espec11lativos, no que queda en suspenso la cuestión, y que q.ueda...
le dedicaremos sino una breve nota. i • '
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128 Hacia una nueva <<fi losofía natural>> .i
1
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l Una ojeada a la evolución .129
cial_n 1ente nuevo. (Puede encontrarse una disct1- ..
sentados el inmenso número d.e hechos incorpo- y la evolución de formas de más elevada organi-
!ados a la teoría sintética moderna. La cuestión zación .parecen ser dos cosas distintas. '
es si la teoría actual dice todo lo que hay que He de confesar que no advierto ni un adarn1e de '
'
dete11ido o invertido, pero esto' no invalida el he- 1nás allá del conejo, el arenque e incluso la bac-
te1~ia, a los que nada aventaja cuando se tra . .
cho de que, en g~neral, ha habido <<ai1amorfosis>> ·
'
hacia más elevadas formas y funciones, ni prueba ta de inultiplicarse. Esta duda atañe particula1·-
qL1e esto estuviese com.pletan1ente <<dirigido desde me11te a las fases decisivas y transitorias de la
fuera>>. • evolución. La abundancia de restos, por ejemplo,
Este es el quid del asunto. La teoría de la selec- de dinosaurios, atestigua su bt1ena adaptación al
ción considera la adaptación y la evolución bajo ambiente y su capacidad de reproducción . Por el
los mismos términos de referencia, ambas explica- contrario, los primeros mamíferos y aves. con:-
1
temporáneos ·( y posteriormente las formas proto-
¡
q
130 Hacia una nueva <<filosofía natural>> Una ojeada a la evolución 131
J
hulllanas) eran muy vulnerables, formas i11de- 1 tidades físicas a cL1alquier nivel ·á tomos, molé-
cisas y débiles desde el punto de vista de la adap- culas, compuestos moleculares complejos, crista-
•
tación, cuyos escasos fósiles indican su poco nú- les, ácidos nucleicos, etc & siguen leyes revela-
. mero y no hacen creer que se reprodujeran c,o- das progresivame11te por las diferentes ra1nas ·de
piosamente. la ciencia. Se nos exige qL1e creamos que, inás
Se acepten o no se acepten estas observaciones, allá de este nivel, dejan de existi1~ las <<leyes r1atu-
no cabe duda de que suscitan un problema, y u11 rales>> y que solame11te hay sucesos fo1"tuitos pro-
problema fundam.ental. Se le puede reprochar a, la vocados pori <<errores>> que surgen en el 'c ódig·o g--e . .
teoría vigente que soslaya la discusión convirtien- nético, el <<oportunismo>> de la evolución y la <<di""
~
•• 1
. do ·e l problema en una alternativa espu1~ia y en
'
rección e2cterna>> del ambiente. Esto no es ciencia,
" '
. último térrilino metafísica. O deseamos, se dice, objetiva, sino n1etafísica preco1i.cebida. '
una explicació11 científica, la cual solamente es po- De hecho, no es difícil señalar problemas <<Orga..
sible aceptando las mutaciones casuales y la se- f
nicistas>> que 1nerece11. ser investigados mucho más
:
lección (a lo que añaden principios adjuntos tales 1
cuidadosamente de lo que lo han sido. Por' ejem.. ·
corno la corriente genética, el aislamiento, etc.), plo, la genética molecular ha descifrado el vocabu-
o seremos calificados de al.ocados filósofos, meta- lario del código g·enético, es decir, los nucleótidos
físicos, lamarquianos y qué sé yo, que creemos en triples que determinan qué disti11tos a1ninoácidos
el élan vital bergsoniano, en una entelequia al es- han de quedar conjuntados en proteínas ~specíficoC?
1
tilo de Driesch, en un impulso místico hacia la especia,les. Aún no conocemos su · gramática. El
perfección. O sea, que creemos en agentes antro- códig~o genético, en su conjunto, no puede ser una
poITlórficos o i1~tencionales que, según palabras serie fo1"tuita de <<palabras>> (nucleótidos triples)
de Mayr ( 1962')·, <<rechazan unánimemente todos comparable cor:i la <<ensalada verbal>> de un esqui--
los que saben algo de genética moder1~a>>. De ·tna- zofrénico, sino que 11a de tener . un <<significado>>
nera semejante, Simpson (1964) arremete inespe- que diga por qué las proteínas específico-especia-
radamente contra Samuel Butler· para demostrar les inducidas püi el código y que actúan co1no en-
1
'
\
• •
132 Hacia U'n a nueva <<filosofía natural>> Una ojeada a la e'v olució·n 133
ma:r:a den1uestra que sus productos no son opor- parcial. En luga1.. de la 'Vacuidad de pretender que
tunistas en el sentido de que un problema dado todo se explica con las mutaciones fortuitas y la
tenga cualquier número de soluciones, y ni si- selección lo qt1e yo denominé la rueda de ora-
quiera rriuchas soluciones. Un reloj, un ~utornóvil ciones tibetana del seleccio1i.ismo (von Bertalanffy,
o un ordenador . electrónico solamente pueden 1960 a) , existe una gran riqueza de problemas in-
~er construidos de determinadas maneras y, desde
vestigables y subyugadores que cree1nos que abri-
rá1~ i-iuevas perspectivas y llegarán a incluir la
luego, no se los construye al azar por un proce-
·d imiento de tanteo (y éste es el antiguo argumen- · evolución en el esquema intelectual del organicis""
to contra la teoría del azar en la evolución). Pare- mo y los sistemas.
'
ce que algo similar~ es aplicable a la evolución. Diré de pasada que comunicaciones i~ecientes
•
Si va a formarse un ojo, la evolución ha de ir (Mayr, 1965) hacen hincapié en · el <<cambio de
paso a paso, creando un punto de pigmento sensi- construcción del conju11to de genes>> ( Umlconstruk-
•
ble a la luminosidad, un g.l obo ocular y una cáma- tion de1,., inne1,.e1i Ge·1i-Umwelt), co1'1side1~ando el or-
ra oscura; si se prec~sa un pigmento respiratorio, ganismo como <<sistema extremadamente armonio . .
.al parecer sólo existen muy pocos caminos condu- so>> (Gefüge); en la <<armonía· de la función de los
·centes a un pequeño número de pig1nentos, que se genes, quizá superior a la que veíamos hace cin-
(,encuentra1'1 en los animales de las más distintas co años>>; en <<los genes reguladores, que i10 son ·
j
especies. Un sistema circulatorio, un riñón o un menos importantes y tal vez existan en .número
· encé~alo únicamente puede~ ser fabricados siguien- muy sup~rior al de los genes 'est1--ucturales' >> (que
•
· d o ciertas normas tecnológicas; no se trata de una dirigen directame11te los procesos e11zimáticos);
::f abricación oportunista en el sentido de que cual- en la <<unidad de genotipo>>, siendo cada caracte-
:quier procedimiento sea bue1'10. No es arriesgado rística hereditaria ·el producto de la feliz coopera..
slipóner que existen restricciones evolutivas' que ción de docena? o de centenares de genes, pa1~te
será p1.. eciso investigar más cuidadosamente en los de los cuales son estructurales· y parte reg·ula-
varios planos de organización: n'lutaciones de los dores. Vale la pena señalar que estos puntos de·
genes viables, procesos evolutivos posibles y posi- vista precisamente fueron sustentados poi-- mí en
bles configuraciones organizadas. Esto subraya · 1949 y hasta en 1937 con palabras casi idénticas y
esencialmente el estudio de analogías, en contras- mucho antes de la aparición de la biología mole-
te con las homologías que han imperado en el cular. Tambié11 sub1""ayé los <<genes sup1"aordenados
pensamiento evolucionista hasta al1ora (von Berta- di1--ectores de la actividad de muchos otros>>; <<las
•
lanffy, 1960 a). Finalmente, 11emos de buscar las re- especies co1rlo equilibrio de genes establecido ar-
,,
peticiones y las regularidades en la evolución, co- mónicamente>>; la <<colaboración de n1uchos facto-
mo hizo Rensch ( 1961). Principios como el del 1
:res hereditarios o de todos ellos>>; <<la totalidad
crecimiento alométrico pertenecen casi con cer-
..
"
del orga11ismo resultante del conjunto de g·en es>>
teza a las leyes de la evolución, y l~ay otros de etcétera. En aquella época esto fue pasado po;
los que puede decirse otro tanto más o menos alto o ridiculizado por los evolucionistas. Los da--
justificad.amente. tos han aumentado e11orn1en1ente desde entonces
Parece, por tanto, mt1y probable que la actual a causa, sob1~e todo, del floreci1niento de la ge11é.. ·
teoría de la evolución sea sola.mente un aspecto tica molecular, pero las ideas básicas har1 prospe.
134 Hacia una niteva <<filosofía natu1'"al>> •
Act·i vidad espanta-n ea .LVU
.;
ne previos e injustificados supuestos metafísicos. yamos logrado una más amplia perspectiva, un te-
De manera esbozada muy . sucintamente, hasta . ló1'1 de fondo y un escena1~io de la gran obra de
aquí puede ir la ciencia como reconstrucción e in- teat1"0 titulada la tragicomedia humana?
terpretación de los datos empíricos. Existe otra
cuestión <<metacientífica>>, la del sentido o signifi-
cado de la evolución, que exige respuesta si es ACTIVIDAD ESPONTANEA
que he~os de ver en el universo algo más que un
jueg·o de dados (según la conocida frase de Eins- Al comenzar nuestras reflexiones 'dije algo atre-
tein) o que una ruleta. vidamente que ·existen ciertos motivos centrales
· En f orrna algo poética lo denominé un <<inter- que parecen dominar las recientes tentativas de
1udio no científico>> traté de da1.- respuesta así:
k
llegar a formarse una idea del hombre nueva, y
<<Por lo que parece que la ·e volución es algo más es de esperar que m ás objetiva y más halagadora.
1
q"L1e un nlero producto del azar dirigido por el Co1no todo ha ·de exhibir una etiqueta para que
afán de beneficio. Diríase que es una cornucopia la gente hable de ello, los denominé <<simbolismo>>
•
de évolution créatrice, un drama lleno de tensión, \ y <<sistema activo de la personalidad>>, sin querer
i
de movirr1iento y de trágicas peripecias. La vida as- insinuar, naturalmente, que las expresiones publi-
ciende penosaITie11te en torbellino hacia alturas citarias en boga nos pertnitan más sagaces intui-
' siempre más elevadas paga11do por cada paso. ciones y con el único propósito de indicar nuevos
'•
mundo.. Pasa a niveles de mayor diferenciación tivi.dades simbólicas que parecen definir el com-
y centralización y paga por ello coi~ pérdida de •
' il
;
po1"tamiento del hombre y su psicología. El otro
regulabilidad después de los trastornos. Inventa . . término, <<sistema activo de la personalidad>>, lle-
Lln sistema nervioso muy qesarrollado, y a la par \ ga a . ser más que una fórmula mágica sólo des-
,e l dolor. Añade a partes originales del sistema ner- 1 pués de la investigación no poco laboriosa a que
vioso un encéf a,lo que permi·t e la consciencia, con nos hemos entregado .
la que logra mediante todo un mundo de símbolos Hemos ·v isto que la psicología de la primera
"
'
136 Hacia una 'n ueva <<filosofía natural>> Actividad espontánea 137
mitad del siglo estuvo dominada por el concepto un mecanismo de desembrague y embrague; o se
del . hombre como <<autómata>>, con el corolario de mueve11 con absolut.a autonomía cuandq no exis-
que la sociedad moderna ha buscado hacerle más ) ten estímulos exter11.os. Es la diferencia más pal-
•
cull1plido autómata. Si ahora proponemos <<siste- 1 maria que existe entre un perro vivo y un perro
ma>> corno término alternativo de referencia, ya muerto, que el primero corretea de un lado a
sabemos de qué estamos hablando. Hemos reco- '
otro y el segundo no lo hace; y la <<actividad>> se
nocido muchas de las características de los <<sis- ,
'
ha aceptado efectivamente como prueba del esta..
temas>> orden, influjo recíproco, diferenciación, do vivo (y algunas veces de fuerzas vivas que no
regulación, autarquía, evolución, etc. y este se encuentran en la naturaleza inanimada) desde
•
" .!Ji:
cuyos cimientos ya se han puesto, aunque su ter- f con movimiento espontáneo. Las pruebas biológi-
Illinación exigirá mucho trabajo (von Bertalanffy, cas, ne·u1 ofisiológicas, etológicas y psicológicas, to-
1
1966 a). · . .
das indican que la actividad espontánea es de na-
Hemos usado otro término que puede parecer turaleza primaria, y que la de estímulo-reacció11
algo misterioso, o por lo menos indefinido, pero (los reflejos clónico-miotáticos son un caso sen-
que resulta comprensible después de las anterio- cillo) es un mecanismo regulador .
que se le super-
res consideraciones. Hemos hablado del orga11is- pone \ •
12
.
'·
·~
Lo dicho e1-i último lugar es claramente una
dad_. La actividad_espont ánea, claro está, le es bien ·
1
l
refutación del esque1na E-R, E-0-R o automático
1
<<Inodo activo y pas ivo>> de Schachtel, la <<autorrea- valores biológicos de la subsistencia Y superviven-
lización>> de Goldsteir1 y Maslow, la reciente im- ·c ia . todo esto y más está implícito en el concepto
po1"tancia dada a la <<creación>>, las opiniones edu- de ~rganismo «activo». A SD; vez, ello supone implí-
cativas de J. Bruner y otras manifestaciones citamente una nueva 01--ientación práctica. Por
de la misma tendencia. Véase lo que dije en ·e jemplo, en la enseñanza, al destacar el papel que
1937 : <<Incluso bajo condiciones externas cons- desempeñan la curiosidad natural y el placer fur1-
t·a ntes y e1~ ausencia de estímulos externos, el cional en el p1--oceso de aprendizaje; en los nuevos
organismo . no es un sistema pasivo, sino un planteamientos de la rehabilitación .c_oncen~rados
sistema básicamente activo. Esto se aplica en ·e n la actividad más que en la reparac1on pasiva d el
part icular al funcinamiento del sistema nervio- dañado aparato mental; en la. sociedad en g·en er al,
. s o y al comportamiento. Parece q11e lo funda- al subrayar que los valores cultural~s, lejos de ser
mental es la actividad interna m ás bien que la
1
·u n lujo, pertenecen de hecho a los pilares in?ispe11-
',
·-
reacción a los estímulos. Esto puede ser demos- ·s ables sin los cuales la sociedad humana, incluso
trado con respecto a la evolución de los a11imales en medio de la llamada opulencia y contando con
inferiores y también con relación al desarrollo ... >>; . ~. ~todos los artefactos que le suministra la tecnología,-
y el apoyo expresado poi· un destacado psicólogo: · ~ no puede sobrevivir.
<<En el modelo psicoanalítico fundamental sola- Esto podría y debería ser ampliado. Lo que de-
men~e existe una tendencia básica, a saber: hacia seo señalar es que concebir el organismo qomo ur1 ·
la satisfacción necesaria o relajación de tensión .. . sistema activo lo inserta ·en el m :á s amplio marco
La. biología actual subraya la 'espontaneidad' de de la teoría geneªral de los sistemas. Examinemos
la a,ctividad del organismo que se debe a su ener- algunas otras consecuencias q_ue está,n implícitas
gía act1mulada. El funcionamiento autónomo del en n,uestro punto de vista.
organismo, su 'impulso para. realizar ciertos mo-
••
vimientos', ha sido puesto de relieve por Bertalan..
'
ffy . . . Estos conceptos suponen una completa re-
visión del concepto original de la homeostasis, PERCEPCION CREADORA
que únicatrlente daba importancia a la tendencia
'
Desde tiempos antiguos incluso desde_que L~u
¡
•
,,
'
la parte activa del proceso perceptivo~ El hom- n1isteriosa el mundo externo .. Todos los mundos
bre no es u11 receptor pasivo de estímulos que le
'
'
,;~
...1
.'' :e.
si111bólicos, i1'1cluyendo el más reciente y abst1'" acto
'
lleg·~n desde un r.p.L1ndo exte1--ior, sino que, en un que llamamos ciencia, son una síntesis determina-
. sentido muy concreto, crea su universo. Esto tam- da por innumerables factores de naturalez~ , bioló-
bié1--i puede expresarse de diferentes f 01"mas: en gica, antropológica, lingüística e histórica. La única
términos psicoanalíticos, como lo hace Freud·· en condición es que la síntesis no difiera excesiva-
términos de psicología evolutiva, según Pi~get, n1ente de la realidad <<tal como es>>. Por eje1nplo,
Werner o Schachtel; en térn11inos correspondien- el concepto mítico-mágico del mundo le ha servi-
tes al 'nuevo enfoque de la percepción', que des- '· do bastante bien a la humanidad a lo largo de
taca. las . ..actitudes_· y los factores afectivos y de centenares de miles de años y l1a co11ducido a
mot1vac1on; con referencia a los Umwelt específi- logi,.os qLle no ha podido reproducir o arnpliar
cos de las especies de Vesl~ü~l; o a las 'for1nas sim- ¡ '
la tecnología moderna. El númel"O de plantas y
t
bólicas' de Cassirer; o a la evidencia de los factores 1
1 animales domesticados no ha aume11tado desde la
lingtlísticos (simbólicos y culturales) en la for- '
trocientos años. j
1
De una u otra forma y con las pequeñas modifi-
1
'.
Estas consideraciones de orden biológico se ca"'ciones que se quiera, todas las teorías dieron !'
1
1
aproximan sorprende'n temente al plantearµiento de· por supuesto el dualismo cartesiano de materia y '
última; en la física quántica, lo investigado ya " .. tesiana se ha· <<desn1aterializado>> en física, como
no es la propia naturaleza, -sino la investigaci<5n lo prueban la ecuación einsteniana y las explosio-
hl.1ma11a de la naturaleza. Al término de la inves- nes atómicas. y la mente, concebida antaño con10
tigación física el h.ombre se enfrenta solamente consciencia, se ha vuelto menos problem·á tica a
consigo mismo ·( 1958; cf. vo11 Bertalanffy, 1966 b). partir de la exploración del subconsciente, del
:,•
'
lleva a t,1na nueva cons'ideración del venerable ;
"j lo percibido y lo concebido, pues los dos planos
acertijo filosófico que es el problema de la mente están unidos por niveles intermedios y actúan re-
y el cuerpo (VOI'1 Bertalanffy, 1964 a, 1966 b). cíprocame11te el uno sobre el otro.
Debe resultar evidente hoy que el problema de la. Desde luego, lo que percibimos directame11.te son
mente y el cuerpo no puede res.o lverse por los las cosas externas situadas en el espacio sillas ~
procedimientos de la filosofía tra_d í.cional. Las dis- mesas, casas, estrellas contempladas a través del
cusiones 1nantenidas durante siglos resultar·on no :¡,~
_,,;
:t
telescopio, y células que nos muestra el microsco . .
ser sino refutaciones mutuaJs de las clásicas teo- '! · pío, etc. · y ·e l propio ser que percibe, siente, pien--
rías del influjo recíproco, el paralelismo, la identi- Ir sa y quie1"e. Pero esto no es un se11cillo y último
''
dad, el epife11.om.enalismo; etc., todas las cuales 1 <<supuesto dadG>>. El universo vivencial es el restll-
se demostró con argumentos concluyentes que tado ·cte innumerables factores y procesos median- ·
eran insostenibles. te ·los ·cuales una primi·tiva <<co1~riente vivencial>)
Pero, ¿no pudiera ser que el problema <<mente- queda orga11izada y diferenciada en <<mu11:do exter. .
!
"
pasando las visiones animistas, míticas y mágicas y de sobe1--bia creer que el mundo <<tal como lo ve-
\¡
del mundo, surge al cabo la diferenciación de 1i.~os>> es _decir, el mundo del sentido común del
1
objetos y sujeto, cosas lllater1ales y yo inmaterial ho1nbre <<práctico>> de los siglos modernos es t1n
tal como la conoce el hombre europeo adulto'. pu11to singular de referencia y facsímil del mundo
El mundo que experime11.tan1os es el producto de <<l"eal>>, y al mismo tiempo relegar al limbo de
u1-ia lar~a .evolución, de una historia cultural y del la ilusión y la fantasía caprichosa a otros mundos
aprend1zaJe personal del niño. Como dice11 los psi.. que algunos prójimos nuestros encue11tran intuiti-
quiatras, la <<frontera del yo>> se establece Ie11ta . . vamente no menos convincentes, como el mítico,
me~te Y mediante procesos complicados, pero co .. el aristotélico, el artístico o el que extasía a,l rnís-
noc1dos, Y puede quedar borrada en psicopato- . tico .. Más nos valdría reconocer, de acuerdo co11
14
de nombres, COillO demostró el famoso despertar ejemplo, la de Plató11, al dividirlo en ideas ii1ma-
de He_llen Keller de un estado semejante al del )
te~iales, como auténtica realidad, y en objetos, con-
ensue::io cuando ~ormó sus primeros conceptos. l
siderados como sombras de ellas; y la de Aristóte- •
Lo :n:1smo es apl~~able a la formación del yo 0 les, con su materia <<amorfa>> y la <<forma>> moldea..
propio ser. Tamb1en es algo distinto la visión del dora, a1nén de ot1"as. Estas maneras de c!or1cep-
10
146 Hacia una nueva <<filosofía natural>> ~ 1
· Teor·ía unitaria 147
1
'
'
tuar no distinguían entre <<materia>> y <<me1-ite>>, ni vez más, nos encontramos ante una síntesis de
podían hacerlo partiendo de su experiencia f eno- conceptos (lla1nada subconsciente) para explicar
menológica intuitiva. Sólo con Descartes y a par- 1 lo que ocu1"re en la experi_e ncia inmediata.
tir de él comenzamos a concebir las cosas riue . La física actual es u11a << cie11cia de la materia>i>
nos rodean como materia, y finalmente co1no áto- únicamente en un sentido vulgar. 'l'ampoco la psj...
1nos en el espacio; y la consciencia pasó a ser men- colog·ía es la <<ciencia de la m erite>> , ·puesto que el
te por hipóstasis y quedó convertida en substan- único significado intuitivamente claro de <<me11te>>
'[
cia inmateri·a1, complemento de la materia. -consciencia no abarca de ningú1~ modo la
Esto ft1ncionó admirablemente durante mucl10 tC?talidad de los fenóme11os <<psíquicos >>. Materia y
tiempo, como lo atestigua el éxito de la física ·y de mente se I'lOS presentan como conceptos que re . .
la tecnología. Pero al cabo, esta manera de con- }
l
sultaron inadecuados para el p1"ogreso de la.
¡'1 • •
ceptuar resultó inadecuada. La materia, aquellas c1enc1a. '
fam.osas bolitas de billar que se movían de acuer .. Por consecuencia, la construcción del mundo a; '
do con las leyes de la mecánica, se desmateriali- base de estos dos componentes, aunque cla1--a en,
zó en la física moderna. Ahora nos hallamos an- los. tiempos de la física clásica y de la psicologíq
te la paradoja exigida por el progreso de la racionalista, resulta insuficiente tanto en el lJlano
investig·ación según la cual percibin1os como de la f eno1nenología de :.la experiencia inmediat~1
cosas sólidas las sillas en que nos sentamo,s y J
como en el de la síntesis científica. Se nos ofrece
las mesas en ·que dejamos los objetos aunque como una <<perspectiva>> que tiene un lug·ar definí:-'
e11 realidad son, más que otra cosa, espacio vacuo, do en la historia, pero sería a la vez presuntuoso
.e n el q_ue están diseminados diminutos ce11tl"OS ¡
y pueril consiclerarla como una verdade1"'a i--epre~
de energía esparcidos a distancias astronómicas. sentación de la r eétlidad definitiva.
Hablando con lTI'á s propiedad, lo que en resumidas . 1
j
tidad persistente) que nos queda s on ciertas inva- , Si el dualismo cartesiano resulta. inadec"L1ado~
riables exp1--esadas en leyes de conservación muy ¡ ¿q_ué nuevas proposiciones podemos enuncia1-- acer-
abstractas, tales como la ley de conservació11 de ca de la i--elación de cuerpo y rnente, de ·fisiolog·ía
'
la energía, del irnpt1l.so, de la ca1--ga eléctrica, de la. y psicología?
l"'Otación, de la paridad, etc. Tenemos qi.ie recordar lo que la ciencia la re?
A la par que se desmaterializa.b a la ma,teria se· presentación de los <<supuestos dados>> en síntesis
iba desmentalizando la me1'1te. Media11te un pro- de adecuada conceptuación es y representa de
ceso muy parecido al de la física, la realidad se hecho. La ciencia, con la expansión de los conoci-
extendió allende los confines de la experiencia di- mientos empíricos y el crecien·t e refinamier1to con. .
J~ecta. La consciencia, la res cogitans de Descartes, ceptu-a l, queda sometida a un proceso de desan tro-
i10 es más que un pequeño sector de los eventos pomorfización progresiva (von Bertalanffy, 1955 b)<S
lJsíquicos: los acon·t ecimiei1tos inconscientes, de lí- Es deci~', con el aumento de los conocimientos
111ites muy fluidos, emergen en la consciencia. Una e1npíricos y la conquista de dominios qt1e trascien. .
•
'
síntesis complejas y crecientemente abstractas, p ero capaz d e· abarcar una mayor latitud del
.g enerales e <<inimaginables>>, pero que s on, precisa- mundo físico. Una vez n1ás, el h abitual nexo entre
lnente por eso, mejores para tratar lo que está \
causa y efecto, el cuadro antropomórfico de fuer-
:más allá del niundo de los sentidos y de la acción ,. l zas que in1pelep o tira11, tt1vo que ser 1~emplazado,
·inmediata del anill1al humano. Por esta razón, el poi~ un esquema más ge11eral, más · ab st1--acto, m ás
''C t1adro aristotélico del mundo <<puro sentido . deshu1nanizado, de probabilidades estadísticas
común>>, como dijo Santillana ( 1955) muy justa- que, in1nerso en el inundo quá11tico, es imposible •
:f uerza a distan cia (cf. Koyré, 1958). El mismo me11te , existe un vacío insalvable entre el organis~
p roceso se desarrolla al progresar la fís ica, que 1
~
'
mo físico y el cerebro co1no un turbulento enja.J1n-
culmina en tiempos recientes cuando las catego- bre de átomos o como un conjunto de procesos
rías ltantianas que se supo11ían eternamente fisicoquímicos, y el universo d e la experiencia di-
apriorísticas para cualquier ser pensador tam- recta, el mundo percibido que nos rodea, los pe11-
bién tuvieron que ser descartadas por demas iado san1ie11tos, los se11tirnie11tos, los actos volitivos y
.il
.. l1umanas y apro~ecl1ables únicamente en el mu1'1do '
'!
cosas semejantes. Si el cerebro es una <<máquina >>
1
I
d iferenciación, actividades inte11cionales, depen- ¡
! menta.les, como el tratamiento verbal aplicado
dencia de acontecimientos f11turos, funciones de
1
por el psicoterapeuta, pueden afectar profunda-
J
:l a memoria y similares . Es decir , el comporta- me11te al <<cuerpo>>, a s us fu·1-iciones fisiológicas , i11-
miento orgánico parece <<raciomórfico>> y .desarro- cluso a su desarreglo en la psiconeurosis .
l larse <?Orno si estuviese gob ernado por la <<razón>> Vemos que la función fisiológica en el cornpor-
c·o nsciente, aunque en definitiva no lo ·está. Inclu- ,
tan1iento y la neurofisiología por una parte, y la
s·o los actos sencillos d e la percepción (por ejem- ,,,,
"·
función psicológica en su aspecto consciente y
•
p lo, constancia dimensional de un objeto percibi- ! subconsciente, comienzan a asemejarse cada vez
·~ 1
do aunque varíe SLl imag·en en la retina)· o los 1nás en sus aspectos estructurales. No existe u11a
inovimientos de inspiraci.ón intencional trascien- l
cla,ra frontera entre las funciones corporales, en-
. '! J
;
,
les>>) es como una materialización de las opera-
••
iceberg>>, de Freud. Quiere decir esto que los proce-
!
1
ciones lógicas, y viceversa, las operaciones lógicas
sos conscientes son u11a pequeña parte de un sub-
1 son la contrapartida conceptual
.
del funcionamien-
. , consciente que se manifiesta en las pequeñas y to de un ordenador debidamente construido.. El
·t ontas equivocaciones descritas ei~ Psicopatología álgebra booleana Y. la nt1meración binaria em-
•• de la vida co·t idiana de Freud y en la regulación pleada en los ordenadores modernos, el funcio-
•
• •
152 Hacia una nueva. <<filosofía natural>> <<Culturología>> .153
centralización, cornpetencia, etc., también aplica- tal, subconsciente y co11scie1i.te, fisiología y psico-
•
f
siológicos,. pueden describirse con los mis1nos 1
n1.ental. Repito que éste ·e s un caso especial por l¡ y frívola. · Su ingenuidad difícilmente puede expo-
razones que ya deben 1--esultar· pate11.tes. Pero pt1e-
r nerse inejor de lo que lo hizo Sorokin ( 1963): <cSe
de ser ejemplo de un principio: que un modelo 1 pe11saba en la totalidad del proceso histórico co-
abstracto y psicofísicamente neutral puede apli- mo en u11a· especie de curso universitario bien or-
carse en los dos sentidos. denado en el que el hombre o la sociedad primi-
Es posible que los avances de esta índole lleven tivos eran los estudiantes de p1~imer año, que iban
con el tiempo a, una teoría unitar,i a (Whyte, 1960) ''
pasando luego a las clases de segt1ndo, te1~cero y
en la que <<cuerpo>> y <<n1.ente>>, en sus aspectos cuarto par'a acabar licenciándose, o en 'positivis-
formales o de estructura, queden compren.didos n10', o e11 'libe1--tad para todos', o e11 cualquier:
poi~ un sistema conceptual <<neutro>>. No nos daría
otra especialidad de la que se encap1'"'ichara el es-
i~espuesta a lo que la re.a lidad <<eS>> realme11te tudj_ante ·O fuese de su gusto>>.
(la ciencia nunca lo hace), ni reduciría lo mental Entonces ·¿có1no se aplica 11uestra ciencia de los
a físico o lo físico a mental. Pero acabaríamos por sisten'l.a s al problema?
dispóne1. de una ciencia e11. la que material y i11en ... Realmente·, existe un gran conj·unto dt~ i11~vesti-
•
l
154 Hacia una nueva <<filosofía natural>> ·<e< Cill tu ro lo gía>> 155
.'
gaciones relativas a grandes sistemas de organis- E11 contraste con las especies biológicas, . qt-1e
mos. El est"L1dio de la población animal, su c1--eci- manifiestan su evolución mediante la transforma-
miento, la competencia entre las especies y la ·ción genética, la humanidad presenta el ~~nóme~rio
st1bsiguiente lucha para sobrevivir, la sele.cció11, el de la historia; es decir, el de la evoluc¡on soc10-
aislamiento y ·otros factores, for1na una parte im- cultu1--al . El reino de la naturaleza est·á do:minado
portante de la biología y supone una gran cantidad .,
·p or leyes que la ciencia va . revelando paulatina-
de investigación experimental de la vicJ. a salvaje ;.
),
,,¡, 1nente. ¿Existe11 leyes en la 11.istoria? Puesto que
y de investigación matemática. La investigación de ·.las leyes son relaciones dentro de una estr1:c~u1~~
' los sistemas _también progresa en el estudio de las de conceptos, de una teoría, la pregunta es 1dent1-
relaciones humanas, que son, naturalmente, mu- ·Ca a esta otra: ¿es posible una· historia teóri·c a
cho más complejas. Los principios sistemáticos, ,que vaya inás allá de la descripciór:1 de. :o suce~i-
tales como las leyes del crecimiento llamado alo- do? Si lo es, deberá ser una invest1g·ac1on de sis-
métrico, pueden aplicarse a las con.stelaciqnes so- temas, de grupos, sociedades, culturas, civilizacio-
ciales. Por ejemplo, la alometría e·s aplicable como _n es humanas, o de cualesquiera que sean los-
ley cuantitativa a la organización administrativa, .adecuados términos de referencia.
al pro9eso de urbanización, a la difere11ciación so- Está muy extendido entre los historiadores el
cial (cf. Naroll y von Bertalanffy, 1956; Haire, ·Co11vencimiento de que esto ·no es así. Se dice que
1959). Tenemos asimismo la extensa aplicación del \
Ja ciencia es esencialmente una empresa nomo·té-
análisis de los sistemas a los sistemas de arma- tica, formuladora de leyes. Establece leyes basán-
mentos, a los negocios, el gobierno ·y la política dose en el hecho de que los eventos naturales
internacional. Personalmente, no siento especial .pueden repetirse y se dan iteradamente~ Por el
entusiasmo por la aplicación de los sistemas a la .c ontrario, la historia no se repite. Ocurre una
industria y a la política, pero es un he,c ho. El con- :s ola vez, por lo que la historia solamente puede
cepto de sistema es el centro de la sociología mo- ser idiográfica, es decir, descripción de sucesos
derna en doctrinas como las de Sorokin, Lévi- :i ndividuales que han ocur~ido en el pasado. Ob-
Strauss, · Malinovski, Parsons y muchos otros. "
. ·s ervamos que, desde un p·unto de vista formal,
Sociología es el estudio de los sistemas sociales, '
·e l problema es idéntico al de la evolución orgá-
cualquiera que sea la definición exacta de los i
•I nica, pues de acuerdo con una opinión, la evolu-
mismos. Puede vaticinarse confiadamente que la 1 ~ción también es <<oportunista>> y singular y por
teoría general de los sistemas podrá suministrar tanto no sigue ninguna ley.
un esquema claro y consistente de conceptos. En contra de este parecer que es el ortodoxo
La sociología conce11tra -esencialmente su. inte- '
e11tre los historiadores , han surgido herejes que
rés en los fenómenos coetáneos, en una . muestra f.
,\
'
"''
..'
.o tro procedimiento, de construir una historia teó-
<<sincrónjcas>>, que es el término técnico. ¿Es po-
•
rica. Comenzó este movimiento con el filósofo ita-
sible aplicar consideraciones similares a la suce- • liano· Vicó a principios del siglo xv~rr,. y prosig·uió
sión de aJcontecimientos en el t·i empo, en sección con los sistemas de Hegel, Marx, Spengler, Toyn-
longitudinal, o a leyes <<diacrónicas>>? Ese ·es el bee Sorokin y otros. Las diferencias que existen
problema de una historia te·ó rica. "
.l ent;e estos sistemas son notorias, pero todos coin-
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1 l<Culturología>> 157
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156 Hacia una nueva <<filosofía natu1·al>>
1¡
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1
,a dn11itimos franca1nente que los tres puntos de vis-
.
ciden en que el proceso histórico no es accide11taI. '
~
i
1
·t a son .acertados. Existe el progreso en la, ciencia ·y
'
sino que sigue leyes forrnulables. -e n la tecnología; existen ciclos de arte primitivo,
Hablando en términos generales, parece que hay· ma.duro y decadente; y existe la perseverancia de la
'
tres modos de considerar la historia. Uno .de ellos •
"
' Es evidente que sólo puede haber l eyes e11 don-
'
o invertido, pero que en su totalidad manifiesta. ·de se dé reiteración. Si algo ocurre una sola vez,
un curso ascendente desde aquellas comunidades ·1 '10 hay ley. Una ley únicame11te tiene sentido si
agricultoras de la l\1esopota1nia del año 4.000 a .. -e xisten semejanzas y repeticio11es que pt1edan ser
de J. C. hasta los aviones de reacción, la televisió11. -e nunciadas.
y las bombas de · ~hidrógeno de los tien1pos ino-· '
Por tanto, la teoría' de la historia desde Vico, e
"
del"IlOS. r
incluso desde la doctrina de Platón acerca de la
El seg·undo es el cíclico: Ja historia no es el sucesión de gobiernos, siempre supuso dos con- .
continuo progreso de una humanidad amo1"fa,, sideraciones: la primera, descubrir una est1"'uctu1~a
s ino que está 1n,á s bien constituida por una serie '
común en la corrie11te proteica de sucesos, en el
'i"
de sistemas, sociedades o civilizaciones, entidades {
drama multicolor, brillante, atroz, fascinador Y
distintas que manifiestan seguir leyes de naci- deprimente qt.1e vie11e representándo e l hombre
rriiento, desarrollo, madurez, decade1~cia y muerte. \
· co11 discreción. No hay ricorsi (Vico), es decir, La interdependencia de los dos problemas · el
vuelta o repetición cte· estados anteriores, en nin- problema teórico de las repeticiones, las leyes y
gún proceso histórico, biológico o li.umano. El tér- los ciclos en la historia, y el muy personal de nues-
mino <<cíclico>> más bien debe inte1"pretarse e11 el tro propio presente y porvenir ha dado. a la dis-
sentido de fluctuaciones de contenido distinto, de ,cusió1'1 un encarnizamiento que no l1allamos en
duración variable, etc., pero con semejanzas e11 su 1 ,o tros casos de debate científico ~ Los defensore.s
16
1
estructura. - ¡ de las leyes o ciclos históricos, entre los que Spen-
Finalmente, el tercer modo es el existencialis- 1
' gle1-a y Toynbee ·son los más conocidos, se t1,,ocaro11
.
ta o nihilista; los dos términos coincider1 en este en profetas de calamidades al aplicar su? módulos
'
c ontexto, y también en otros. La his,t oria es, pues, al presente histórico. Tocaror1 un nervio vivo.
una· corriente de sucesos al ma1--ge11 de toda ley, El debate desp~rtó un furor, unas emociones y jui-
ca1--ente de significado y d e razón. Esta era la opi- cios subjetivos que hicieron tan imposible la eva-
nión del Eclesiastés expresada en la Biblia. En luación desapasionada, aunque por razones algo
años recientes fue expuesta brillantemente i:.>or diferentes, como ocurrió con las teorías de Co-
Simone de Beauvoir en Toils les ho·m 'nies sont . pérnico y de Darwin. La solución más sencilla fue
1nortels, que es para 1ní .e l libro más legible del descalificar a Spengler, a Toynbee y a todos los
existencialisn10 fra1~cés, aunque no 1ne gustan las expertos en egiptología, sinología, historia del colo-
obras más eróticas de la Beauvoir. nialismo y muchas otros co11ocin1j_e ntos especiali-
Creo que podemos ahorra,rn.os mucho tiemp.o si
•
j
158 I-1 acia una riueva <<filoso fía 1iat-ur·al>>· <<Culturología>>
zados. Se olvidó <je ma11era manifiestamente vo- Cada autor propone respuestas distintas, Y ningu..
luntaria que, al margen de la tarea sobrehuma11a na de ellas puede aceptarse si11 objeciones. K1--oe-
que es escribir historia universal, los 11istoriado- ber y Kluckhohn (1963) enumeraron UI?-as ~60 de-
1
res profesionales no están de acuerdo ni siquiera !. finiciones de <<cultura>> y no llegaron a n1ngu11a
acerca de sucesos o períodos históricos restringi- satisfactoria. De nuevo, hay que hacerlo constar,
dos, como por ejemplo la historia napoleónica,.. estas dificultades no le son desconocidas a la cien-
~obre los cuales existe g·ran abundancia de docu- cia convencional. El concepto de las especies en
mentos, que · ocurrieron en época nada remota y a biología viene siendo traído y llevado desde ~o~ '
1
los qL1e se les puede aplicar los métodos especiali- días de Aristóteles, y todavía no existe una d ef1n1-
• ·. ..
zados convencionales. Un estudio desapasio11ado· ción satisfactoria. Las unidades taxonómicas s u-
parece que lleva en términos generales a las si-· periores, como los géneros, los órdenes_ o los tipos,
guientes conclusiones. Se pueden e11cor1trar · erro- reciben definiciones distintas de casi todos los
res, equivocaciones e interpretaciones falsas en .._,_ especializados en taxonomía, co1no puede ad_:rer-
cualquiera de los <<grandes ·sistemas>>, lo que no es. tirse cotejando los libros de texto de zoolog1a ~
r
motivo de sorpresa cuando un solo hombre se botánica. No ha de maravillar entonces que Danr-
lanza a la enorme empresa de pasar revista a la. levsky y Spe11gler dividieran el acaecer mucho
.totalidad de la historia humana. Se han escrito ni.ás huidizo de la li.istoria· en unas ocho entida des
verdaderas bibliotecas refutando a Spengler y a culturales Toynbee en una veintena y que Sorokin
To:>rnbee. La .
verdad es que sería cuestión de se11- utilizara sÍntesis distintas. La paleontología no lo-
cillo entretenimiento para los historiadores y aú11 g·ra resultados mucho mejores cuan~o, l?s mis1no.s
para personas de mediana ct1ltura enumera1-- los. huesos, que a diferencia de los sut1l1s1mos f ei:o-
errores evidentes ·en que incurren estos y otros menos culturales cualquiera puede ver, maneJar
historiadores teóricos. Pero si conside1. . amos las."" y medi1", son atribuidos por unos a docenas de es-
faltas como historiadores de la ciencia, nos sen- pecies en tanto que otros no reconocen que per-
timos· inclinados a mostrarnos me11.os dt1r·os. Re-· tenezcan si110 a unas pocas. · .
sulta claro que debemos comparar los comien- .j
1
f '
'
•,, ' ¡
'
cedentes, temperamento, Welta1ischauung y teorías vas contemporáneas, y los límites, méritos y enor-
indica que es cor~recto un cierto enfoque ge1'1eral, 1nes dificultades de la nueva ciencia de la <<cult11-
aunque les resulte ingrato a los academicistas y ,
1
1,..ología>> resultarán evidentes.
a los qt1e han nacido en una época de deprecia- Ante el espectáculo fascinador, caleidoscópico,
ció11 de los valores que ellos más aprecian·. refulgente y siempre fútil de tantas culturas es-
Hace cincuenta años, Spengler exigió una histo- parcidas por todo el globo, olvidadas durante va-
ria universal verdadera y que se descartara la es- rios milenios o aún florecientes antes de que se
trechez de considerar que nuestro legado greco- viera11 sometidas al influjo europeo, un ciclo ge-
romano-occidental es la <<historia>>, encerrada en 11eral vital de mil años ~ de <<organismos-culturas>>,
el angosto marco de tres edades, la antigua, la según Spengler, o unos pocos <<modelos>>, según
i11edia y la moderna. Esta ex·i gencia, se impuso en 1
¡
la más reciente propuesta (1964) de Toynbee, re ..
una medida que Spengler jamás hubiera s11pues- 1'
f
1 sultan de imposible ingenuidad.
. to, y al hacerlo dio al traste con las ocho culturas, Por otra parte, las alzas y bajas de la historia
•
poco más o menos, que Spe11gler c1---eía que abar- no son espejismos subjetivos, sino u11 hecho de
caban toda la historia del hon1bre. Es motivo de dominio público que permanece inalterable si nos
01~gullo para los pasados decenios el .que, a la par uni1nos a McNeill ( 1963) para contemplar el na-
:
''
.,
que .aumentaron de inanera incon1nensurable el '
cimiento de Occidente más bien que su .spengle-
universo astronóITiico y penetraron en el mundo 1 riana ·decadencia. A pesar de la enorme expan-
subatómico, otorgaron una nueva dimensión a la sión de la latitud de la investigación histórica, ar-
historia humana. Desde que ·S chliemann descubrió queológica y antropológica, el conjunto de . las •
Troya y Micenas, y Evans la civilización minoi- g1~andes culturas i10 ha cambiado esencialmente,
ca, han salido a la luz veintenas de culturas per- / au1~que hayan sido definidas y enumeradas de ma-
dictas y olvidadas durante m11cho tiempo. Desde nera distinta por Spengler, Toynbee y Sorokin.
las murallas de Jericó, ocho milenios antes de El descubrimiento básico parece ser que la his-
nuestra era, hasta los rascacielos de Nueva York; toria
.
no es el progreso de una, humanidad amor-
desde las extrañas figuras de Pietá de la Cerdeña fa, sino que corre a cargo de un número relati-
del 800 antes de , Jesucristo a los altares empa- vamente pequeño de sistemas socio-cul.turales, lla-
pados en sangre de la América precolombina; i' 1nados de varias maneras: culturas, civilizaciones,
1
desde la misteriosa Zimbabue africana a la Sibe- supersistemas, etc. Muestran en su desarrollo re-
I'ia escita y sus áureos teso1--os; desde la cultura gularidades que, usando . una tosca met áfora, re-
1
megalítica de las costas atlá11ticas con su secreta sultan comparables con el crecimiento, la rriadu-
diosa la Gran Madre a la lejana isla de Pascua, la rez, la decadencia y la extinción. So1'1 los únicos
historia y la prehi~toria del hombre hoy alcanza1'1 que han tenido y han hecho historia, en contraste
u11os diez mil años, y tiene in11umerables ca1"as, .
con los centenares de <<culturas>> de Ja antropolo-
I"eencarnaciones, cimas y valles, como una co1,..rien- '
gía que per1nanec.i eron en un estado paleolítico .
te de curso majestuoso y muchos afluentes. Añá- o neolítico hasta que los europeos llevaro11 allí los
dase a lo conseguido por la pala del arqueólogo admirables y sospechosos <<progresos de la civi-
•
el trabajo de los antropólogos afanados en la ex- lización>>. El ·desarrollo y la historia de estas <<ele-
1
ploración de los vestigios de cien culturas primiti- '>
1
vadas culturas>> están íntimamente relacionados
•
11
.";¡
·<.¡l
con la aparición de mayores colonizaciones, de do se le aplica a cosas tan poco románticas como
<<ciudades>>; de ahí procede la palabra <<civiliza- 1
el desa.rrollo de las organizaciones de negocios
ción>>~ que supone muy justificadamente la exis~ 1
'
y mercantiles, y lleva a ·fórmulas cua11.titativas
i
tencia de un nexo entre la cultura refinada y la muy exactas . ·
urbanización. Apenas puede dudarse dé que , en'
Reducido el tema a estos términos escuetos,
sus aspectos <<sincrónicos>> y también en los . <<dia- se evaporan el misticismo que empapa la obra
crónicos>>, los fenómenos socio-culturales no son ~i{
de profetas como Spengler y Toynbee y el furor
ni el resultado acumulado de los actos individua- !i
.,,''
,,
~
que sus tentativas de aficionados provocan en los ''
'
'
Esto, claro está, :po es· decir que las socj_edades ajenos a las academias que por profesores espe-
.\ o las culturas sean <<organismos>> como los a11i111a- cializados. Pero en el an1anecer de ciencias nue-
les o las plantas, cosas vivas bien separadas entre vas, los ·aficionados han desempeñado a menudo
sí y con un ciclo vital predeterminado. Es más .~
'.~
un papel importante, antes de que se . encargaran
bien la superficialidad de los críticos que .la meta- .:;;>''!
del asunto los profeso res y las facultades uní.,,
:
'
'
'
.
! física de Spengler lo que ha hecho interpretar una versitarias. Los primeros aficionados al micros'"'
metáfora o símil como una realidad patentemente copio del siglo xvrr, Da1--win, Mendel, el a1,.queólo~
'' absurda. E s to resulta claro si recordamos la na-
•
go Schliemann o los 'principescos coleccionistas
turaleza de los modelos científí.cos. Todo modelo que crearon la numismática, todos son ejernpló.s •
.es una representación conceptual de ciertas ca- del hecho frecuente de que los despreciados pro--
racterísticas o estructL1ras formales de entidades , l fanos sean l·o s adela11tados de lo que luego llega
.,
empíricas. Cuando el modelo se convierte en rea- l a ser ciencia verdadera y, con el tie1npo, ciencia
lidad metafísica, el resultado es el . desastre in-
l
ortodoxa. Parece que la . <<historia teórica>>, pese
telectual. Esto es cierto de cualquier m.odelo,. \ ·~
• a las protestas de los profesionales, se ·encuentra
'
trátese de las bolas de billar del atomismo meca- l¡'
en una situación semejante.
nicista, de la máquina animal de Descartes, del i
,,J
La defi11ición de su terna, dada por Vico hace
'
1
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!
va in.torno alle comuni nature delle naziorii>> y
1 ,','
·q ue reconozcamos que son posibles y pertinentes yes; extrapolaciones y .vaticinios, no hacemos sino
varios niodelos distintos. De hecho, el modelo· emplear palabras que están muy eri boga. Lbs
<<organicista>>, que tanto horror causa a los histo-
•
científicos y tecnólogos contemporáneos de. i-.e ..
riadores, está muy aceptado en sociología cuan~ ~
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1
nombre no • tienen inconveniente en vatic:ir.1 ar có-
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mo . ser:á el rrlundo el año 2000 o mil siglos des- vista de la poca popularidad y del general des-
pués, ni nadie los denuesta por ello. Si11 advertir, conocimiento de la obra.) de Spengler en el mundo·
al parecer, lo mucho que J.a sociedad y ·e1 con- anglosajón, por lo que ha ·de excluirse la hipóte-
junto del rnµndo han cambiado en unos cua1'1tos sis de una influencia directa o de u11a simpatía.
a ños de · resultas de algunos acaecin1ientos esca- Estos diagnósticos se hicieron, al menos e11 par·te,
s amente conspicuos e impredecibles, por ejem- de n1.a11era completamente independiente. La apa-
plo, el invento del transistor y la posibilidad de 1--ició11 del hombre masa; el al1toritarismo, sea en
~
reducir otros apa ra·t os a dimensiones mínimas. '1¡' guisa de dictadores s in anibages o de minorías
Las predicciones de los <<culturólogos>>, au:qque , gober11antes pseudodemocráticas; la decadencia
duramente censuradas por la historia académica, de la creación en las artes, que llega al punto,
parecen tener niás peso y responsabilidad. \
¡
{
por ejemplo, de que resulte imposible distinguir •
·q ue sus predicciones, hechas l!ace cincuenta o una profecía; es un hecho real que ha llegado
:años, mucho antes de la aparición de la guerra / algo antes de lo que supusieron Speng·Jer y Al-
atómica y de que se soña1"a con la emergencia dous Huxley. El espléndido desa1~rollo cultural
de la Unión Soviética y de la Chi11a, han resultado que comenzó en los países europeos alrededor del
alarmantelllente exactas y se han convertido en aJño 1000 y que trajo consigo las catedrales gót.i-
realidad en una medida que sob1·epasa con mu- cas, el arte del Renacimie1'1to, a Shakespeare y a
cho el éxito conseguido con los bonitos modelos .j Goethe, la precisa arquitectt1ra de . la física d~
matemáticos que están en boga en la sociología Newton y toda la gloria de la cultura europea,
!
moderna. ·O tro tanto cabe decir de Danilevsky,
.. el todo ese enorme ciclo de la historia ha acabado
'
oscuro y poco conocido predecesor de Spengler y i10 es posible reanimarlo por medios artificiales.
de hace cien años. Al parecer se advierte pocas Hasta aquí, naturalmente, estamos siguiendo
veces que obras hoy aclamadas por la sociología el modelo cíclico de la historia y encontramos en
11orteamericana, desde el Murido feliz de Aldous nuestros tiempos síntomas que se presentan repe-
Huxley y el 1984 de 01,.well hasta La rebelión de tida1nente en las civilizaciones decadentes. Pero
Zas masas de Ortega, la <<sociedad enferma>> de e11 contra de las teorías cíclicas de Ja historia , y
Fromm, <<el hombre dirigido>> de Riesman, el de los profetas. de cataclismos definitivos, no po-
Hombre organización de Whyte, el Verdadero cre- demos substraernos a la observación del hecho
yente de Hoffer, no son sino variaciones sobre
l
de que la civilización mode1"na es única en ciertos
temas spenglerianos. Lo cual resulta notable en aspectos y que por ello 110 es comparable ·c o11 las ·
.....", •
1 •
166
'
Hacia una nueva <<filosofía natural>> ''
Educación: Ciencia y humanidades 167
Estas son en verdad singularidades que hacen nueva filosofía natural que parece que está emer-
estallar el marco cíclico de la historia y sitúan giendo. En este sentido, no es difícil atribuir a lo~
nuestra civilización en un plano distinto de las acontecimientos que he examinado su debido lu-
precedentes. E11 la medida en que es posible la ¡ gar en la historia de la .ciencia y de la filosofja.
extrapolación racional es decir, suponiendo que Cada período hist·ó rico trata de acoplar los re-
no se interfiera ningún factor incalculable, que no tazos y fragmentos de su limitada experiencia para
~ formar una visión del mundo, una metaciencia o
sobrevenga la destrucción universal atómica de
· resultas del fallo de alguna precaución de seguri- '
1•
concepción filosófica que se ajuste lo más posible
dad o de la explosión demográfica en la China , al estilo predominante del pensarnie11to científico.
la predicción parece bastante aceptable. Una vez más, se trata de una simplificación exce-
Hem.os de tener . en cuenta la desnuda realidad siva, pero ·esencialmente exacta: primero vinieron
de otra civilización que está emergiendo: la civi- los avances matemáticos, y a consecue11cia las fi-
li_z ación multitudinaria, tecnológica, internacional losofías ajustadas al sistema :matemático, more
qL1e aba1. car.á toda la tierra y toda la humanidad, geometrico, según Spinoza, Descartes y sus coetá-
en la que los valores culturales y creadores de an- neos. Vino luego el auge de la física; la física
taño ser·á n remplazados por nuevos .artefactos. clásica encontró su concepto del mundo en la fi ..
Hoy la lucha por el poder, en su actual fase ex- Iosofía mecanicista, en el juego de las· unidades
plosiva, puede llevar a la devastación atómica. Si materiales, en el mundo como caos, según hemos
no lo hace, las diferencias ideológi.cas y raciales, visto. Más tarde, la biología y las ciencias del
a la larga y de Llna u otra forma, acabarán por hombre han ocupado la primera fila. Y a.quí la
ser insig·nificantes ar1te la identidad de la cultura organización parece ser un concepto bási()O, ur1
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168 Hacia una nueva <<filosofía natural>> Educación: Ciencia y huma1iidades 169
concepto organicista del mundo que tiene en cuen .. lliam Jan1es: las novedades empiezan por ser re-
•
vocabulario muy copioso. Hoy es aceptado co- Esto me lleva al final de mis reflexiones. Mucho
'
rrientemente. Los - ~ libros d e t exto de biología mo- es lo que se habla hoy acerca de las metas de
lecular, bioquíITiica y biofísica, fisiología, ecología, la enseñanza, y principalm.ente del a11tago11is1no
están llenos de h allazgos acerca del <<orden y la entre la cie11cia y las humanidades, las <<dos cul-
organizació1'1 de p artes y procesos>> cuya investí~ turas>> según el libro elogiado con exceso de e·. P.
gación era el t enor del concepto organicista. Otro Sno·w. Yo quisiera decir que no veo a11títesis al- ''
tanto ocurrió con los sistemas generales una guna entre la ciencia y 'las letras. Sería fácil mos-
idea absurda, una .empresa completalllente impo- ~• trar, . recurriendo a la historia, que .l a ciencia es 1 • • •
t
si,b le (po1· ejetrlplo, Egler, 1953) hasta que la una empresa <<humanista>> y que las g·randes fi.. · ,,
investigación y el desarrollo ofrecieron pingües guras de la ciencia así lo han pensado; más que "· ·. ·.-' ~"'.:.
s ueldos a los analistas de sisterr1as con el hun1a- hacer propaganda de los beneficios que podían
ni tario propósito de que investigaran la manera '
Siempre ocurre lo que pas~ba en el r e lato de Wi- Pronto llega la noche, todo calla entonces .
•
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170 Hacia una nueva <<filosofía natural>> · . Educació1i: Ciencia y humanidades 171
' •
esperar se de su investigación, sacaron de ellas .l idad, sin denegar u olvidar los intereses hurr1a-
L1na satisfacción estética y lograron atisbos que, nos. Si es así, la ciencia es algo más que la acu-
en términos abstractos, son compa rables con la ffiLllación de datos y la explotación tecnológ·i ca de
1
sabiduría del mís tico al fundirse con la realidad. 1
>
los conocimientos en beneficio de la minoría rec-
H a blando personalmente, yo me he d.edicado a. ·t ora; aún podrá, tal vez, presentar un gr an esqu e-
h acer experimentos acerca de la respiración celu-
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' 1na y hacerse profundamente humanista e n el
la1-- o del cáncer, he cultivado la biología matemá-
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curso de su tarea. Si logramos aportar algo a la
tica, la filosofía de la ciencia y alguna que otra
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hu1nanización de la ciencia, habremos cumplido
vez l'le escrito versos, pero jamás advertí que exis- ·nL1estra misión en servicio de la sociedad y de la
\
tiera contradicción o antítesis entre esas ac.t ivi- í c ivilización.
dades.· l' '
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...¡ te incluidos en el título de ciencias y humanidades ¡~
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y a nunciar síntesis siri aplastar o minimizar las
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profundas diferencias que existen efectivamente
ent1·e las entidades del dominio de la ciencia y J
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NOTAS
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cesos simbólicos>> entran en juego, y qué teoría es necesa- cerlo para conservar la vida. Pero si esta necesidad no
ria para tratarlos de manera adecuada? 1
existe cuando están sometidos a condiciones de laboratorio, ;
<<La rata de laboratorio está co11finada en un ambiente" aún precisan hacerlo en cualquier caso, po1"que todos los
artificial en el que sus necesidades básicas están satisfe- movi1nientos instintivos están provocados por una fuente
chas de tal manera que hace superfluos los impulsos na- interna de estímulos·, y solamente eJ_ momento y el lugar
turales y los mecanismos fundamentales para hacer frente de su manifestación es lo que está gobernado por estímu..
a la tensión del ambiente ... Pese a que la rata domesticada los externos>> (Lorenz, 1966.)
ha sido condicionada a un ciclo diurno artificial, este pro- Esta observación, claro está, es evidente y trivial; los
..
ceso no altera la sensibilidad de los receptores visuales. '
etólogos no han descubierto nada del otro jueves al reco-
cuyos órganos extremos están adaptados a la busca noctur- \ no~er que la actividad interiormente regida, la exploración,
na del sustento. A consecuencia, en la situación discrimi- el Juego y los comportamientos parecidos pertenecen a la
natoria normal desarrollada en condiciones de luminosidad lista de instintos imperativos de muchas especies que, pri-
f ototópica, el animal quedará parcialmente cegado por un va?as d.e ellos, se hubieran perdido en la lucha por la
fulgor que constituye la iluminación normal para el expe- ..
1
l¡
ex1stenc1a; realmente no son menos vitales que los su- -.
rimentador. Esta situación de discriminación es análoga, puestos impulsos primarios del hambre, la sed y el apetito
digamos a modo de comparación, a la que se produce al sexual. Los psicólogos norteamericanos, tras hacer millones
enfocar luces brillantes sobre los ojos de un sujeto huma- de experimentos con ratas, no fueron capaces de advertir
no y pedirle que, por ejemplo, dé un salto de diez pies en lo evidente. <<Hasta hace unos quince años estas clases de.
el aire. Debajo de su plataforma, a 30 pies de distancia, hay comportamiento fueron pasadas por alto por la literatura
una red, y si se resiste a saltar recibe una potente des- 1
"'
teórica y experimental>> (Berlyne, 1966)~ <<Antes de 1950 no
carga eléctrica en la planta de los pies d escalzos (además, podían encontrarse investigaciones sistemática.s ·de estos
naturalmente, l e está hostigan.d o constantemente una ra·t a actos>> (Fowler, 1965, p. 3). Fue menester que apareciese
g·igantesca de cie11 pies de altura). Resulta muy sorpren- ) la larga obra de Berlyne (1960) y su neologismo de com-
dente que los experimentadores psicológicos se hayan pre- portamiento <<lúdico>> para que se viera lo que -saltaba a
ocupado sencillamente de lo que denominan reacciones la vista; _Y .la conducta exploradora, el juego, etc . aún serían •
se la 11aya atemperado y matizado. Los criterios acerca / estímulos, información, conocimientos, novedacles, intere-
del <<concepto del autómata>> enumerados en el texto se ses, amor, manejo de objetos, recreo, según Berelson y
encuentran fácilmente en las obras recientes, por lo que Steiner, 1964, p. 244-249) fueron más bien una consecuen-
no puede decirse, de . ningún modo, que se hayan desear- cia derivada de la guerra fría y una cuestión técnica
tado, con la posible excepción de algunas tendencias mo- con ella relacionada que una verdadera reorientación .
dernas de las que hablaremos más adelante. Los pocos Difícil1nente encontraríamos un ejemplo mejor del efecto
ejemplos que sig·ue11 buscan inás bien ilustrar que probar ' entontecedor y del falseamiento· de la realidad po.r las
lo dicho pues, si se tienen en cuenta las incontables opi- J ideas preconcebidas. Incluso l1oy se encierran en el férreo
niones y matices, esa prueba apenas es posible. · esquema de la teoría del impulso <<la curiosidad y el
El organisnio reactivo. Co1no ha dicho Lorenz, <<los rato- comportamiento investigador>> (Fowler, 1965; cf. nota 12.)
nes tienen que roer, las gallinas, picotear, las ardillas, saltar Igualitarismo y ambientismo. Es un lugar com.ún bioJó...
•
de aq11í para allá. En condiciones norn1ales han de ha- gico que los se~es vivientes son diferentes como j.J1e1i1rlduos,
176 Notas Notas 177
' .
nes viables (por ejemplo, los grupos sanguíneos), a los 'f' parte del esque1na de adaptació11 de las especies y única-
factores genéticos que únicamente detern1inan predisposi- mente puede entenderse cuando se le considera como el
ciones débiles que, según las condiciones, pueden manifes- proceso de adquisición de habilidades y actitudes que tienen
tarse o no. Muchas enfermedades hereditarias, posiblemen- impo1.. tancia evoluti\ra para la especie en el ambiente al
te incluso la esquizofrenia, per·t enecen a esta segunda clase. cual está adaptada>>. (Washburn y otros, 1965). Y en un co·
Tuvo que ser la psicología norteamericana la que negase \1 i11entario crítico acerca de un reciente si1nposio sobre el
lo evidente. La famosa sentencia de Watson acerca del compo1"ta111iento de los pri1nates, Altmann (1965) escribió
grupo de muchachos que él sería capaz de pre,d isponer c1ue <<Ja inayor parte de la investigación considerada (la
-condicionar para que fueran médicos, abogados, men- lleva1·on a cabo) personas que sabían poco y se cuidaban
digos o ladrones puede darse al olvido en vista de los re- aún ine11os de la.s adaptaciones d el comportan1iento de
cientes estt1dios sobre las idiosincrasias. Pero incluso hoy sus a.ni1nales>>, por lo que llegaron a <<conclusiones increí- 1
las diferencias genéticas y raciales (que no es sinónimo de ble1ne11te ingenuas>> basadas en <<los correteos de macacos,
racismo o nazismo) parece que necesitan disculpas '(Hirsch, ..' titíes, gatos , ratas y ardillas. .. sin hacer caso alg11no· de
~_J
1963.) las g·randes diferencias de adaptación de estas especies>>.
Es ttn hecho que los pueblos occidentales edificaron Teo1'"ía del impulso, homeostasis y equilibrio. En un re-
catedrales góticas y crearon la ciencia de Galileo, Newton cie11te congreso, uno de 11.uestros más destacados psiquia-
y Darwi11., amén de otras cosas; y ·q ue los aborígenes de '
1
t1. as llegó a la conclusión: <<Er1 mi opinión, condiciones
Australia y los caníbales de Nueva Guinea no lo hicieron. tales co1no las reacciones provocadas por una angustia in-
(0 como lo expresaba el cómico norteamericano, que cuan- tensa., la esquizofrenia o los estados paranoicos tienen poco
do los británicos todavía se pintaban de azul, los judíos ' que ver con el hambre, la sed y el apetito sexual en sí,
ya padecían diabetes.) Esto no es etnocentrismo, colonialis· pero t.iene11 mucho que ver con el conflicto que surge del
mo o arrogancia de una raza predominante (que poco de- complic ado inu11do conceptt.1al del ho1nbre>> ,(Arieti, 1965).
recho tendríamos a sentir en vista del estado a que han Evidentemente, esta manifestación de un conocido p s iqt1ia-
reducido el mundo· la sociedad y civilización de Occiden- tra ft1e necesaria en vista de las ideas pre domi11a.n tes y
te). Pero ¿mejora el mundo, o lo hacen las propias na- lo que s t1pone es de alcance considerable. Pero ¿a quién
ciones <<en vías de desarrollo>>, cuando equiparamos a las . que e s t.é e11 stis caba les se le puede ocurrir que el hambre
tribus de cazadores de cabezas de Borneo o a las afri- es capa.z de llevar a la depresión suicida o que un hombre
canas en perpetuo ·estado, de guerra, o a los indios adora- pueda creerse el e1nperador de la China porqt1e no ha al ~
dores de las vacas y hambrientos (por ello, con los herede- canzado sus propósitos con una mujer?
ros del D·a nte, de Shakespeare y de Goethe, para conver- No es menester aducir ejemplos del predo111inio de las
tirlos a todos en <<iguales>> y <<demócratas>>? !
ideas acerca del equilibrio y la ho111eostasis; se trata de
Según Skinner, no existe diferencia esencial (la frase es ello suficientemente en el texto.
suya) entre gatos, ratas, palomas, monos y el hombre, ex- L? carencia de una teoría consistente er1 psicolog·ía se
cepto en que éste no ha sido tan bien estudiado a causa expl·i ca a menudo subrayando que se trata de una ciencia
de los entorpecedores prejuicios nacidos de la introspec· <<joven>> que estudia u11 asunto de inmensa con1p.lej jdad, lo
•
12
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•
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que explica sus imperfecciones. Es una disculpa que no consultar los co1nentarios de I{oestler acerca de la <<Socie-
resulta aceptable. La herencia, por ejert1plo, no es tema dad para evitar la crueldad con. los caballos mi:tertos>>
sencillo; pero las leyes de Mendel enuncia,das en 1865 toda- (apéndice 2 en The Ghost in the Macliine}, que son pareci- 1
¡
1
'
vía son perfectamente válidas hasta donde llegan . Aunque ' dos, au11que más ing·eniosos, a las observacion.es hechas.
1
Mendel carecía de microscopio y nada sabía de células, de '
núcleos o de ácidos nucleicos, sus leyes son fundan1entales
en el fa11tástico progreso que condujo a la biología mole- 2Quizá valga la pena recordarle . al lector algunos datos
cular. En contraste con esto, el estudio <<científico>> del acerca de la <<persuasión de las masas>> en los Estados. Uni- - 1
'!
comportamiento humano a enorme escala puede que haya dos, que en obsequio a la co1nodida.d están tomados del
conseguido 1.045 <<descubrimientos demostrados por prue- Waste Makers de Packard, aL1nque otros parecidos pueden . ¡
.: '' leyes de la percepción Gestalt. La <<juventud>> de la psico- l1 los contribuyentes tuvieron que pagar 190 millones de dó-
logía es tan mala disculpa como la calificación de <<Un país lares para enjugar el déficit del departamento de Correos
'
joven>>, con que se trata de explicar la corrupción de la po- pro:rocado por la circulación como <<impresos>) a tarifa re ..
lítica ca.n adiense o los disparates de la norteamericana. En duc1da de los tales anu11cios . .
·
contra del <<nuevo colonismo>> que pretenden. algunos es- Las en1presas ,de productos farmacéuticos gasta·r on alre ..
critores, justamente amonestados por So.r okin (1956), la .
->j
'l dedor de 5.500 dola~es por cada uno de los médicos que 11 ay
psicolog·ía y la sociología tienen un.a histo1..ia bastante larga, en los Estados Unidos para promover la venta de sus fár-
según decidamos que ésta comenzó con Wundt, Fechner, macos, ~ ~mplearon a 27 .000 representantes para inclinar ·
Herbart, Locke o Platón. Las penetrantes censuras de So- ) a los. I'11ed1cos a recetar sus inarcas y a los farn1 acéuticos
rokin están confirmadas por sagaces psicólogos. a venderlas. En otras palabras (L. v. B.), a pesar de las
<<Así que me 'decidí. por la psicología', me impresionó la protest~s de ho11radez de la cla~e médica, de las relaci.one·s •
"
medida en que los antiguos pensadores griegos se. adelan- p~rsona1es entre doctor y paciente, qe la necesidad del mé·- ~ .
¡
t,aron a tan gran parte de la . psicología actual. Nunca ha ' d1co de conducirse dignamente (y de ct1idar de los ingTe-
dejado de impresionarme el grado en que mucha de la so~ _que de ello proceden, que incluso en el caso de l os
investigación contemporánea p.a rece estar basada en no i~1ed1cos de cons~ma~a mediocridad son siempre u.r1 múl-
reconocer en absoluto la trascendencia de lo pensado e in- tiplo. de s1~ autoridad académica), de la asombrosa activi-
vestigado anteriormente>> (W. A. S ª Smith, 1966). dad investigadora de las empresas farmacéuticas, etc~, .re--
La pretensión de· que la <<psicología científica>> sola1nente sulta que i10 es el médico quien receta un medicamento •
comenzó hace unos cincuenta años es un mito. de acuerdo con sus conoci1nientos profesionales y con el . '
La física nuclear, por el contrario·, sólo tiene unos veinti- ~stado del enfermo, sino que· lo hace el vendedor (el dibll- l·
cinco años, y la biología molecular apenas cuenta doce. Ja1:1te de lo~ ~nui:icios, etc.) que domina el mercado con· sus ·
Tampoco es la psicología, una ciencia <{nueva>>, ni puede g~1~os publ1Q1tar1os (posiblemente con excepción de la as-
pretenderse que los científicos conductistas inventaron un p1r1na que, en el ejercicio de la medicina norteamerica11a . ; ,·
nuevo <<método científico>>. Sus defectos provienen de la 1 parece q~e se ut~li~a co1no panacea cuando no le viene,·¡ ~ , . · :. <
penuria . de nociones y del efecto entontecedor de las ideas
' .
1~ n'lemor1a al n1ed1co el nombre de un medicamento anufi. . '. · · ,·:
preconcebidas, . que no puede quedar cornpensado.
median- ciado). Y en .otras palabras ta1nbién, los usos y costurn'b res ·:, , :·:· ..
te investigaciones acerca de la cadena . de montaje. ~ ·~.
•' •1 de los cu~anderos del Oeste i:orteamericano y sus ungüe.n --} .·,'"'..· .:, :.:
las facultades universita1--ias c.o n objeto de apreciar la per- . <<Una encuesta de .Gallup ha cornprobado que la mayói·. pa~·~ i~":.·;{· ·:·'. ~· ·. ·:'·,:
sistencia
. '
de la <<filosofía positivista-conductista-comercia- 1 te de los.,.nortean:ier1canos ·pregu11tados no pudieron recordar:·~·.·:;.:'.'':,·: .... :.
lista>> citada ~nterio1·mente. En general, el ·juicio expresado
en el texto parece exacto; es decir, la tesitura ha sido mo-
l ¡
haber leido 11n libro durante el año anterio1~>>. <<Piénsese.: eri.. · , · · ··(, 1
que no han alterado los conceptos básicos. El lector puede porc1.o n preponderante de los condados de los Esta,1.b~)- · urii~ .· :·
:, .
•::
. ¡¡,
; i l'¡:
.•·'{{,!¡
.,
,\,)¡
. '.~
'• ..,,t;
sor de dicha técnica;, el doctor T. Levitt, llega a la, conclu-
•
.'
) de la lt,1cha e11tre la escuela conductista ang·losajona y
sión de que <<las consecuencias espirituales, sociales, mora- . §
··-·~¡
la etológica del continente. europeo. En este contexto ,es in-
les, etc ., no son de su incu11~be11cia (del industrial o i1eg·o- '.;)
ción de símbolo'>>. Pe1~0 preg·unta si los tres criterios adu- creta. La imagen y los conceptos son una unidad indivisi-
cidos bastan, peles según Hayakawa, <<los símbolos están ble. La concepción y la descripción de una cosa no son acti-
,
?rgar;iizados en sistemas, lo que quiere ·decir a su vez que vidades separadas>> (p. 271). La .naturaleza del lenguaje del
¡
I niño y del hombre primitivo es originalmente <<holofrásti-
los s1mbolos han de ser combinados según reglas y si no se
combinan así pierden su significado>>. Estoy ~ompleta ca>> (se expresa una frase con una sola palabra), y partiendo
mente de acuerdo, pero creo que he hecho suficiente de aquí se van diferenciando los conceptos y las palabras
hincapié en los sistemas de símbolos, sus leyes inmanentes, ¡~
.}
individuales. Según la hipótesis de Humboldt, <<las palabras
su carácter d_e algoritmia, etc. Además, resulta conce-
. ,,,.
·.
"¡'¡
surgen por un proceso de separación o diferenciación paula-
bible q11e pt1edan darse símbolos aislados q11e se ajus- tina de la totalidad (holofrásti.ca) del discurso>> (p. 305 Y
ten a estos tres criterios, por ejemplo, un lenguaje de siguientes).
señales en el qt.1e cada bandera tiene un significado pro-
pio sin relación con las demás y sin << g·ramática>>. Es 7 El hacer hincapié en las actividades sin~bó licas com o
posible que algo comparable fue se el · origen del lengua- criterio empírico del comportamiento humano en contra-
je hablado, por eje mplo, alguna onomatopeya pt.1do ser el posición con el animal no menoscaba, naturalmente, e l
símbolo representativo de un animal o de un acaecimiento· subconsciente y lo que de perdurable tiene la obra de
' Freud. Los procesos <<creadores>> (la <<bisociación>> de Koes-
el <<sistema>> la gramática vendría solamente después.
Con una perspectiva más amplia, sin· e1nbargo, reconozco tler) ocurren por lo general en el plano subconsciente Y en •
sin dificultad que los símbolos tienen se1'1tido o significa- f 01..rr1a de conceptos no expresados verbalmente, o sincréti-
ción sólo en un marco más dilatado; un código de señales cos que sólo cristalizan lentamente. Es de suponer que éste
únicamente tiene significado en tina institución fundada es ~l significado del oscuro concepto de <<intuición>>, ~u~
sobre símbolos denominada << escua.dra>> o <{marina>>; y algún los científicos originales reconocen con bastante unan1m1-
sistema implícito según el cual las articulaciones sonoras dad como fuente de sus hallazgos conceptuales Cc.f. la apa.-
l
<<representan>> cosas di1"íase · que es aplicable a los orí- ' sionada apología de Sorol{in, 1962, como ejemplo de muchas
gen es más remotos del primitivo lenguaj e habla.do. manifestaciones parecidas) que los llevaron a ver luz re-
'
pentinamente, aunque dicho concepto es aborrecido por _los
6
Alguna.s citas de la anterior obra de Werner (1957) empiristas en la ciencia y en la historia , pues c~ns1de- ·
a cerca de su concepto del <<sincretismo}>: la concepción pri- ran que es completamente ajeno a la ciencia: sometidos a
mitiva tiene un carácter sincrético, es decir, los elementos la servidumbre de una metafísica positivista dan la sensa-
,
causales · y afectivos están fundidos con la percepción. De ció11. de estar poco enterados de lo ocurrido en la historia
aquí qtie los objetos de la percepción no sean pasivos, sino de la ciencia y de los descubrimientos científicos. La act·i -
vidad simbólica consciente, en particular la aplicac.i ón de
!
'
que representan focos de fuerzas dinámicas (p·. 337). O dicho
de otra forma (p. 340): <<El sincr·etismo de la función psíqui- un algoritmo ya dado· en el lenguaje, las matemáticas, las
ca en la experiencia original, la fu.sión de sentimiento y artes figurativas, la música, etc., es, en este sentido (que no
percepción, d_e lo diriámico-afectivo y lo concreto . .percepti- corresponde exactame11te al que le da.n los freudianos), un
vo , de la percepción y la imag·en.>> El pensamiento primitivo <<proceso secundario>>. Una de las objeciones importantes
no es solamente conc1·eto, sino también afectivo. Está de- y bien conocidas que se le hacen a Freud es qu.e para él
terminado en1ociona lmente en la rpedida en que incorpora el subconsciente es una <<guardilla>> adonde van a parar to-
.lo q11e e stá relacionado afectivamente (p. 302). dos los trastos de las represiones sexuales; lo que contras-
<<El hombre primitivo está seguro de que no existe di- ta con la opinión de los anteriores exploradores del sub-
j consciente (Novalis, Eduard von Hartmann, Bergson y
f e r encia fundamental entre la esfera de los fenómenos sub- '
jetivos y la de los ~enón1enos objetivos (intraobjetivos). otros), que le dieron iinportancia como fuerza creadora
E sta creencia sigu·e siendo considerada verdadera en el (cf. Wl1yte, 1960); una falsa interpretación que sólo hace po-
mt1ndo de la mag·ia. Realmente, de resultas de esta fusión 1
co tiempo ha quedado remediada p9r modificaciones re-
han evolucionado las mag·ia.s y las 1naneras de pensar reli- J
1
cientes. Algunas de las ba,ses del desarrollo de las activida-
giosas mág·icas>> (p. 338 y siguie11tes). (El término <<fusión>> 1 des si1nbólicas en los procesos subconscientes se conside~
debiera ser remplazado por <<carencia y posterior pre- ran en el texto.
sencia de creciente diferenciación>>, como se hizo en obras '1 •
arrollo tj.el lenguaje culminación de las formas ii.1ás ele- · desarrollo del <<concepto organicista en biología>>, que, co1no
mentales en que se expresó el hombre y se dio a entender- se dice en el texto, son generalmente reconocidos y apare~
fue incomparablemente más trascendental que la confección J
1
cen a menudo citados en la bib¡iografía internacional (otras
¡
de toda una montaña de hachas. En comparació11 con la co- l
citas, en von Bertalanffy, 1960 a).
ordinación relativamente sencilla e~igida por el e1npleo de !' Science and the Modern World, de Whitehead se publicó 9
herramientas, la delicada acción recíproca de multitud de e11 1925. Mis primeros estudios aparecieron en 1926, y el
órganos necesaria para la creación del habla articulada fue concepto organicista fue resu1nido en Kritische Theorie der •
)
<<El hecho sorprendente (acerca del despertar de la ci- se 1·e1nontan, naturaln1ente, a la fixité du milieu intérieur ·
f
vilización) es, técnicamente, que no fue el resultado de in- de CI.aude Bernard. Pero la obra de Bernard era poco co-
ve_n ciones mecánicas, sino de un tipo radicalmente nuevo de nocida en los países de habla alemana por entonces; en
organización social: producto del mito, la magia, la reli- iní no pudo influir. Desarrollé más la idea organicista en
gión y la naciente ciencia astronómica. Este estallido con- Theoretiscñ,e Biologie, de 1932 (segi.1ndo tomo, 1942, 1951). La
centrador de sagrado_f¿ poderes políticos y de facilidades tec- idea de la <<teoría gene1..al de los sistemas>> la concebí er1
nológicas no puede explicarse haciendo un inventario de los años 1930. y la enur1cié por primera vez en confe1·encias
las herramientas, de las sencillas in.áqu.inas y de los proce- '
ei1 1937, y luego en otras. A causa de los trabajos de labo-
sos técnicos con que el hombre contaba entonces. Ni el ratorio y de otras circunstancias, no presenté las prin1e-
carro· de ruedas, ni el arado, ni el rudimenta1"io torno del 1 ras comunicaciones 11asta después de la guerra (1945 y .a11os,
alfarero, ni el carro de guer1~a hubieran bastado por sí solos siguientes). De esta fecha datan los primeros estudios de.
para lograr la profundísima transfor1nación que ocurrió en ¡ Ashby (por ejemplo, 1945), que ·11egóJ independientemente a · ¡
los anchurosos valles de Egipto, de Mesopotamia, de la l
-~
conclusiones semejantes; la · obra de .Lotka .fue , pr~euisb1~a . ;.
India, y que luego se extendió en suaves y mesuradas olas ··1 ( 1925). Aparecía la Cyber1zetics ...de,,::"Wiep~J:.'':eh· ~~?J9f,8,·,;,;~;:JiJ..~:,Jqii(J.~,'.~::.'":&.'~t 1:~.,:·i :f,;~;.
l . ,. 1 t ,. . ( · d... ··11 · ·. ·· . t.:/Á ~·~ ·"·:;1. :·. ·~•:\~ ·~t;.,. . , ;~;,,.,. ·~1"f~:-:\¡. ":t-)1'..·!:""·... ~·~~;,~t:'~.<:i
a otras partes del planeta.>> ··. ¡ 1··.
· <<El · estudio que hice de la Era de las Pirá1nides para pre- í'
! g lo xv11r) e inició el movimiento
· · · · ' . . • ·. '"<" .· ·. ", • · · · .;.},.,·. ., . \ ... 5~',.,. ..,.. ,~,. ·~· 1'"·'" (hr~ ·-'.~(, "~ !!¡'
¡ · ' .. r , ,¡'
parar mi The City in History me reveló inesperada111ente cienGias sociales y biología; a'1,n~1i~·.r;~:?.~sy ': :-.A~$.p~~tj·~\~R~~~Íl~f!~~!~~~~~~~~~~ '.
. que existía un estrecho paralelismo entre las primeras . civi- los Estados Unidos, los modelo~ , ó..~:~'-rea\\~~\'\\~~\Q~::::;:~~hf·f.~i~~14f~~~~;~.14 ·~ .i
lizaciones autocráticas del próximo Oriente y la nuestra,, nómenos fisiológicos ya habían siQ.() ~~~~-·~--~~~~~~~·.'.~~~~~~r:/i!i~~%i~~~}:,,;:j
aunque los más de nuestros contemporáneos aún op_inan n1u-y ant~-riC)"t ~a1: R. Wagner, a mediados de .tos años 192D, · ··
que las técnicas mode1 nas no son sólo la culmina-c ión del
1
y por Hess, por e)emplo, en 194:'2 .. La teoría general de .los
desarrollo intelectual humano sino que se trata de un fe- sistemas encontró su órgano en la << Society f or General
nóme:p.o cornpletamente nuevo. Por el contrario; descubrí Systems Research>>, fu11dada por von Be1~talanffy, Bouldit1g, ·
que lo que los economistas denominarían con el tiempo la Gerard y Rapoport en 1954 (afiliado a la A. A..A. S.).
Era de la Máquina o la Era de la Energía no tuvo su ori- •
'
'
'
senstein (1960, 1966); <<Progress i11. BiocyberneticS>> (serie di-
máquina arquetípic'a compuesta de piezas humanas>> (p . 9). rigida poi~ Wie11et y Schadé desde 1964) publica investigacio-
nes especiales que tan1bién se e11cue11tran en muchas otras
9
Res11lta halagador para un autor y hombre consagrado publicaciones.
·a la ciencia el que 'llnas ideas enunciadas por él se l1agan 1
•
anónimas, pues esto denota que ha11 entrado a formar parte <<General Systems>> (publicación dirigida por von Be1·-
11
,
del co1nún pensar.. Pero es i1"ritante que estas ideas se nos talanffy y Rapoport desde 1956) es la mejor introducción a
presenten como cosa nueva y que se <<olvide>> cómoda.men- la teoría ge11eral de los sistemas y a sus diversas aplica~
•
te su origen. Por ello doy unos c ·u a11tos datos ace1·ca . deJ: c1ones.
186 Notas •
.Notas 187
12
Como los hechos básicos de la <<primacía de la activi-
· En los mamíferos y en el hombre se está dando creciente
dad >> en el organismo y en el compor·tamiento no los co- ·importancia a las actividades espontáneas (esto es, activi-
nocen habitualmente los psicólogos, par·e ce oportuno ofre- 1
1 ·dades que no son causadas por estí1nulos externos ni son
cer un sucinto resumen . 1 consecuencia del condicionamiento o el ap1"endizaje; accio-
1'
En la evolución, parece que la actividad espontánea es an- ·nes frecuentemente inútiles y no premiadas con alimentos,
terior a la reacción a los estímulos (y naturalmente .al com- bebida o desahogo sext1al, etc .), co1no el juego o el com-
portamiento aprendido y al condicionamiento). El estado portamiento explorador, efectos de la <<curiosidad>>.
normal · del paramecio, por ejemplo, no es el de r·eposo, sino La actividad <<lúdica>> en su nivel más alto (cf. Huizir1ga,
el de movimiento incesante (Jennings). Más bien q11e los · ·1955), es decir~ al nivel simbólico característico del hombre, ,
reflejos clónico-miotáticos, como el · rotular, que es el ejem- -es la <<cultura>> humana, que puede tener aplicaciones · uti-
plo I11ás sencillo (o la preparación nervo-muscula.r), los ·1 itarias (la tecnología), pero ·qt1e radicalmente (<<básicamen-
movimientos automático-rítmicos, p-o r ejemplo los de 11na te>>, en contraste con la ciencia aplicada, el arte, la religión,
medusa (o los del corazón de un vertebrado) parecen ser -l a vivencia mística) no está condicionada por impulsos ex-
el prototipo más primitivo del comportamiento animal. ·t ernos o por la satisfacción de necesidades bio~ógicas, y al- '
ada.pta1" el automatismo p1"imario a las m·udadi2as condicio- las cumbres (el espacio extraterrestre, el átomo, los aspec-
nes periféricas (von Holst, 1937). ·t os más viles de la naturaleza humana, y · lo que se quiera
.
· De igual manera, · en el desarrollo embrionario, los pri- )
' añadir) <<están ahí>> para ser conquistadas · y no son. estírnu-·
'
meros movimientos de un embrión o feto (de ajolote, gato, ' ·1os c.o ndicionados · o sin condicionar que provoquen activi-
ser humano, etc.) son <<movimientos del conjunto>> espontá- dades para restablecer el perturbado <<equilibrio>> psicoló-
neos y se manifiestan antes .
de que aparezcan los reflejos
. 'g ico o social.
clónico-miotáticos . Se encontrará una relación completa de ) Por razones ya expuestas, constituyó una ingrata sorpresa
los resultados anteriores en Herrick, 1956; el examen de la ""<:¡
t para la psicología norteamericana que se descubriera lo
!
·t eoría E-R (estímulo-reacción) desde el pl1nto de vista bio- ·1
,j
evidente, o sea que la <<máquina>> E-R, necesidad-satisfa,c-
"
';
ción, de una rata hambrienta puede · preferi1· explorar· lo
1
do esencialmente en vigor. ' que la rodea a la comida, y que explora sin estar condi-
El descubrimiento más reciente del sistema activador re- ·c ionac1a por premios, etc. Porque esto daba en tierra con
ticular (y ot1·os) de la base del cerebro es bien. conocido el E-R de sus ilusiones fueron precisos los minuciosos es-
(Magoun, 1958) . Subrayó una vez más la actividad del sis- -tudios de Berlyne, de los Harlo':v y otros .con miras a de ..
tema nervioso en contraste con la reactiv·ación y el esqt1e- mostrar lo que habría resultado paten·t e con sólo observar
ma E-R. el comportamiento natural de una rata. Fowler (1965, p . 23)
El comportamiento inst,intivo o innato, s~gún Lorenz, está expresa bien el einbarazo de la psicología convencional :
basado en mecanismos de liberación inna·t os (I. R. 1\1.); es- <<La tarea de definir la curiosidad "J' la exploración parece
to es, el comportamiento instintivo se pone en marcha im- difícil, si no imposible, pues diríase que no existe tln ob-
pulsado por estímulos, pero en ausencia de és·t os puede jeto codiciado o condición a los que responda el organis-
<< dispararse>> espontáneamente en reacciones denominadas
•
mo.>> Fueron pocas e infrecuentes las opiniones que no
in-vacuo, o motrices inútiles, como cuando un _ave que ca.. vieron ·e n la <<curiosidad y actividades exploradoras>> de la
rece de materiales ·para constrt1ir un nido desarrolla· activi- rata un misterio (creado únicamente por el prejuicio a priori
dades simuladoras, es decir, realiza inútilmente a pesar de qt1e una rata tenía que ser una máquina E-R,), sino algo
de ello los movimientos condticentes a la construcción del ¡' perfectamente natural y hasta desprovisto de importancia.
nido sin tener con qué construirlo. . li
! Por ejen1plo, las afirmaciones de Arnold (1960, p. 223), que
Por tanto, biológicamente carece de fundamento tomar se parecen mucho a las ·c itadas - en el texto Cvon Berta-
como prototipo de comportamiento el esquema E-R, o sea, lanffy, 1960 a y 1·937): <<Siempre que los motivos se explican
concebir el organismo viviente como un sistema <<en equi- con10 rest1ltado de instintos, impulsos, necesidades, estímti-
librio>> que reacciona a los -estímulos. los o mecanismos homeostáticos, se supone q_ue el orga-
,,
1
11ece inmóvil a no ser que se le aplique una fuerza que fines no es única; 111ás bien, a) la fi11alidad cognitiva puede
lo mueva. Hoy, desde que la física subatómica nos ha ha- alca.nzarse por m edios distintos; y b) 1-ln <<medio>> p11ede
bituado a la incesante actividad de los electrones, los neu- servir para fines diferentes. a) se refiere especialmente a
trones y los protones dentro del átomo, actividad que no los estados de desarrollo: operaciones sen sorio-motrices,
está motivada por fuerzas externas, debiera resultar mucho 1 perceptivas y conceptual-simbólicas; b) a la a111pliación de •
intrínsecas . Realmente, laJ misma definición de un ser vi- de ta.l for1na · que pueda quedar remplazada por el proce-
viente es que se trata de un sistema que se sostie1ie a sí dimiento visual. 3) Las intenciones del organis1110 respecto
mismo, se repara a sí mismo y se mueve a sí mismo.>> a l inundo no son invariables; inás bien las intenciones yo-
Esto lo fundamentó en el descubrimiento entonces re- 1n1-1ndo varían, y también lo hace la cognición influida
cien·t e del s istema activador re·t icular. Es semejante el des- po1" esas i11tenciones o actitudes. 4) La teoría del desa.r1"ollo
cubrimiento heterodoxo, pero bastante evidente, de G. All- perceptivo no debiera restringirse a la pe1·cepción, pues ésta
r '
port (1961, p. 90) de que <<el niño o el adulto sanos están esta estrecl1a1nente relacionada con el con1porta111iento ·sen- ·
creando continuamente tensiones en fonna de nuevos inte-
)
sorio-motbr por una pa1. te y con el conceptual~ sirr1bólico
reses y trascienden con mucho el nivel básico y seguramen- por la otra. 5) I\J"o debe ser restring·ida a una n1.odalidad
te establecido de la homeostasis; ·el adquirir conocin-iientos sensitiva, especialmente a la visión, porque ésta es un des-
por adquirirlos, la creación de obras bellas o útiles los aJrrollo último y único de la evolución; los sentidos infe-
actos de amor o inspirados en el sentido del deber, etcé- ' riores táctil-cinéticos ta1nbién deben ser te11idos en consi-
tera, nada de esto puede reduci1"'se a psicología de los deración. 6) Esta teoría no debe restringirse a los can'1bios
impulsos>>. . ontogenéticos; el término <<desarrollo>> quiere decir una
Aunque Arnold (1960, p. 223) ya había dicho que <<partien- mudanza idealizada (at11nento de la diferenciació11 y de la
do del supuesto dé la actividad i11herente más que de la integración jerárquica o <<principio ortogenético>>) igualmen-
1·eactividad, no tene1nos que buscar especiales fuerzas ni.o- te aplicable a la psicolog·ía general, a la IJSicopatología, a la
trices, sean insti11tos, impulsos o necesidades que espoleen acción de las drogas p sicofarn1acéuticas, a la reg·resión, al
al ser vivo a actuar>>, Fowler ( 1965) en su reciente texto e nvejecimiento, etc. 7) De i11anera parecida, esta t,eo1"ía no
(escrito para estudiantes) todavía hace el desesperado es- se limita a los cambios p1"og·r esivos o regresivos temporales,
fuerzo de incluir con la ayuda de innumerables, compli- sirio qt1e también debiera aplicarse a la estratificación orw
cados y contradictorios experimentos con ratas el <<com- ganicista de las ope1--aciones cognitivas en t111a situación •
cepto de <<proyección>>, tanto en el sentido de la tradicional. derrota de ésta en la Primera Guerra Mundial volvió a
teoría de la percepción y episte1nología (las imág·enes de darse con el fantástico éxito popular alcanzado por Toynbee
la retina son <<proyectadas>> en el espacio) como en el de la cuando la Segunda Guerra Mundial no trajo consigo el
<<comprensión de la otra mente>> (empatía), . incluyendo, siglo de Norteamérica y el establecimiento de las liberta-
la proyecció11 freudiana (<<proyectamos>> n11estros sentimien- /
1
des rooseveltianas. Además, ·tan sólo en la fecha más re-
tos, etc., en otro ser hun1ano, pero también en los · animales ciente de desilusión consiguió el libro de Spengler un i110- ·
y según el sentir animista en el resto del inundo) . En derado éxito en los Estados Unidos (Bagby, 1958; · Hughes ,
contraste, la percepción de los objetos 1~0 es una proyec- 1958, 1962; Sorokin, 1963; Mazlish, 1966). Yo prefiero a
ción de imágenes ·ae la retina, y la empatía no es la pro- Spengler, por toda una serie de razones: un temprano in-
yección de nuestras emo.ciones; más bien el yo y las cosas, terés por su obra (cf. van Bertalanffy, 1924); el hecho de
el yo y el tú, se cristalizan o diferencian partiendo de una que Spengler fue el original y Toynbee una copia desvaída;
vivencia sincrética, sinestética y adualista. Por esta razón, 1
de que en comparación con la espectacular visión de Spen-
la empatía no es una <<inferencia>> compleja de <<otras men- gler de las épocas pasadas, Toynbee carece de relieve y
tes>> formada a base de manifestaciones conductistas, sino resulta pedestre; y de que a Spengler le interesa la << Cl,ll- '
algo muy prin1itivo o pr·imigenio. más desarrollado en los tura>> y todos sus refulgentes aspectos, mientras que la
primitivos y, es de suponer, en los animales q11e en el Historia de Toynbee (él ·mismo lo l'"econoce) solamente trata
l~ombr~ civilizado. El hecho de que el animismo y el pan- de las luchas políticas y de religión. Por otra parte, sus
psiquismo precedan antropológica1nente a los complejos defectos son casi idénticos; por ello en la tremenda disputa"
procesos de inferencia y a <<Un mundo exánime>>, y se dé un acerca de Toynbee en los años l.940 y 1950 se repitió la
proceso semejante en la psicología infantil, confirma la <<lucha en torno a Spengler>> (Schroter, 1922 y 1949) de alre-
últin~a opinión y refuta la teoría d e la proyección. Por tan- dedor de 1920, a menudo con utilización de idénticos argu-
to, la · crítica del <<dogma de la inmaculada percepción>> mentos. La franca concesión de Spengler de que _la <<intui-
supone no solamente la revisión de la psicología aceptada ción>> es su método resulta preferible a las pretensiones de
de la cognición y la epistemología, sino asimismo de la teo- ' Toynbee de seguir su <<método empírico>>; pertenece a la na-
ría freudiana, que en este sentido se apoya en el pensar t uraleza de las cosas el que un <<modelo>> (sea cual fuere la
convencional. - tarea científica) s urja en primer lugar con10 tina visión O ·
<<intuición>> y jamás esté formado por una mera colección
14
Como enunciado conciso del parecer del místico : <<La de <<hechos>> como pretende Toynbee, en pos qe los empi-
realidad última es inconmensurable para nuestra naturale-
• ristas ingleses. La escatología del Ocaso de los Dioses de
za ilusoria y nuestra imperfección; pt1es las funciones del Spengler, como lo demuestra la historia r eciente, se acerca
intelecto dependen del lenguaje, y nuestro vocabulario y algo más a la realidad que el milenarismo que Toynbee
nuestra sintaxis se crearon precisamente para tratar de esa profesa bajo la desplegada bandera de un c1·istianismo pro-
imperfección y de esa ilusión, para las qt,1e Dios es incon- testante de naturaleza anglicana y un tanto desvaído.
m ·e nslirable. La realidad
'
última no puede ser aprehendida · El Uritergang (Decadencia es una traducción que menos-
sino intuitivamente, n~ediante un acto de la voluntad y del caba el significado de la palabra original) de Spengle1" Cf;l.U-
afecto>> (A. Huxley, 1945). só escándalo en la Ale1nania de alrededor de 1920 y fue
15
Los l1niversos h11manos, ct1ltural y lingüísticamente li- tenido como un inesperado ataque contra los más a1nados •
mitados (tanto los perciQ.idos como los concebidos), son ideales y valores d e una· humanidad en desarrollo progre-
un caso especial de los varios universos . vivenciales, Um- sivo; 11asta que con los desengaños y vejaciones que lt1ego
ti vinieron, las gentes se habituaron a vivir a gusto entre
welten (von Uexküll), o ambientes de los animal.es que J
j
"
'
1
1
192 Notas
des>>, producto del milita1. ismo prusiano y de su derrota, I Allport, G. W., Beco11ii1ig. New Haven: Yale University
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pectivista>>. Pero lo que yo sostengo deriva de mis estudios Grundlagenkrise der Geschichtswissenschaft. <<I-fistoriscl1e
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24. Va1"ios: La nueva~ novela europea. 67. A. Delaunay: La aparición de la vida y d el lio1nbre.
25. Mircea Eliade: lliito y realidad. ·68. Andrés · Bosch: La revuelta (novela) . 1
26. ·varios': La ci·v ilizació1i del oc'io. 69. Alfonso Ai.lbalá: Los días del odio (novela).
27. B. Pas ternak: Cartas a Renata. '70., M. García-Viñó: El escorpión (novela).
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28. A, Breton: Manifiestos del surrealismo. 71. J. Soustelle: Los Cuatro Soles. Origen y ocaso de las
29. G. Abetti : E x ploración df.~ l un.i.verso . culturas.
30. A. Latreille: La S~gunda Guerra Mu1idial (2 to111.0S) .. 1
31. Jacques Rueff: Visión quántica 'del universo. Ensayo 72. A. Balakian: El movimiento simboli.')ta.
73. C. Castro Cubells: Crisis en la concie1zcia cristiana.
1
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U RS S, tomo II .
94. J. M. Goulemot-M. La11nay: El Siglo de las Luces.
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95. A. Montagu: La mitjer, sexo fuerte.
96. A. Garrigó : La r ebeldía universitaria. .
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97. T. Marco: Musica española de vanguardia . .
98. J. Ja1'1n: Muntu: Las culturas de la negritud.
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99. L. Pirandello: Uno, ninguno y cien mil.
100. L. Pirandello: Teatro, II.
i' 101.. A . Albalá: 1·ntroducción al periodis1no.
íl' 102. G. Uscatescu: lVlaquia·,v elo y la pasión del poder.
J'.
•.
103. P. Naville: La psicologí(l, del co1nportamiento.
104. E. J"ünger: Juegos africanos.
105. A. Gallego Morell: En torno a Garcilaso y otros en-
sayos. .
• 106. R. Sédillot: Europa, esa utopía .
107. J. Janh: Las literaturas · neoafrica·n as.
108. A. Cublier: lndira Gandhi.
io9. M. Kict1~om: El capitalis1no occidental de la pos~
1 guerra.
110. R. Ciudad: La resistencia palestina . .
lll. J. Marías: Visto y no visto. Cró1iicas de cine, I.
112. J. Marías: Visto y no visto. Crónicas de cine, II. •
1.
11
115. E. Ruiz García: América Latina hoy, II.
i"' 116. ..J. Vogt: El concepto de la histo1"ia de Ranke a Toyn-
bee. .
117. G. de Torre: I-Iistoria de las literaturas de van-
' guardia, I.
118. G. de Torre: 1-Iistoria de las l'i teraturas de van-·
guardia, II. ·
119. G. de Torre: Historia de las literaturas de van-
guardia, III. . ,
" 120. P. L. Mignon: Historia del teatro contemporaneo.
121. A. Berge: La sexualidad hoy. . .,
122. J. Salvador y Conde: .E l libro de la peregrznaczo·n • •
a Santiago ·de Compostela.
123. E. J. Hobsbawm: Las revoluciones burguesas, IiI
124. E. J. Hobsbawm: Las r·evoluciones burguesas, .
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