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LA PSICOLOGIA EN EL MUNDO MODERNO •



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Fue publicado este libro por


••'' GEORGE BRAZILLER, Nueva Yo1·k, 1967


CONTENIDO
con el título
ROBOTS, MEN AND MINDS l

PSYCI-IOLOGY IN THE MODERN WORLD 1


''

Lo trad11jo al castellano
FERNANDO CALLEJA

< .

Portada de
MANUEL RUIZ ANGELES

"

© Copyright by .,

EDICIONES GUADA~RAMA, S. A. ..
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Madrid, 1971
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.i Depósito legal : M . 14.885. 1971
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Pri1ited in Spai11 by ' !
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Prefacio .. . . .. . . . . . . . . . . . .. " .. ... 13
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. ~ PRIMERA PARTE
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1

, HACIA UNA NUEVA IMAGEN DEL HOMBRE

El concepto organicista en psicología y biología ... 19 ,,


,, ~·
El hombre autómata . . . . . . . . . . . . . . . . :. . . . . . . . . . . . . . .. 23 ••

Sociología del hon1bre autómata . . . . . . . . . . .. . . . . . . . .. 30 ' ·'

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'
1
! Antropomorfismo y zoomorfismo . . . . . . . . . . . . . . . . .. 36 . •

Hacia una nueva imagen del l1ombre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 40


Antropogénesis . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . .. 41
Resumen de una teoría del simbolismo . . . . . . . .. . .. 46
Algunas consideraciones acerca de la evolución del
simbolismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. -. . . . . . . . . . .. . .. . ~ . . . . . 61 .
Teoría de los valores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . 69
El ara inoperante . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 76 V • •


Dios se percibe a sí mismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 79
Entra el profeso1-- . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . .. . . . . 85

• SEGUNDA PARTE

HACIA UNA NUEVA <<FILOSOFIA NATURAL>>

., El sistema abierto de la ciencia . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . .. 91


La cibernética y sus limitaciones . . . . :. . . . . . . . . . . . . . .. 104
· Sistemas generales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . .. 110
;. Los sistemas · abiertos: la llama viviente . . . . . . . .. . . . . .. 115
Una ojeada a la evolución . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 125
"-·A ctividad espontánea . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 135
Percepción creadora . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . -
139.
•·.(

El problema de la inente y el cuerpo . . . . . . . . . . . . . . . .. . 142


Teoría unítaria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 147 .
Algunas consideraciones sobre << culturología>> . . . . . . .. . 153

Educación : ciencia y humanidades . . . . . . . . . . . . . . . . .. 167


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Notas ••• •• • • •• •• • • • • • • • • • • • • • •• • • • • • •• • • • • • • • • • • • • •• • 173
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~ 1 Bibliografía • • • • • • • •• • •• • • • • • • • •• ••• .., • • • • • • ••• •• • • •• 193

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<<La psicología en el mundo moderno>>. Esto quizá
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merezca unas palabras de explicación.
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La actual Era de la Ciencia está caracterizada
por los triunfos de la tecnología física que le han
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otorgado el nombre de Segunda Revolución In-
dustrial. Las máquinas de calcular electrónicas,.
la automatización, las- astronaves, la energía y
las bombas atómicas han modificado el mundo
profundame11te en los últimos decenios. Es me~
nos sabido que a la innovación de la tecnología
física ha correspondido un fenómeno ~sencial­
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mente i1uevo y sin precedentes: el desarroll9 dy
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una tecnología psicológica, que, en la sociedad.. de
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masas contempor,á nea, tiene consecuencias de no

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menor-- alcance que las derivadas de la invenció11
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de <<artefactos>> de refinamiento creciente. La '
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tec1-iología física el encauzamiento de la natu-
i . raleza ha venido a · quedar suplementada por la ·
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tec110Iogía psicológica, ..por el regi1niento del pro-

pío hombre .
Si1nultánean1ente, .la ambivale11cia de ci_e ncia
y tecnología
.
se· ha hecho palmaria. La amenaza
de una guer1·a termonuclear, la explosión demo-
g~ráfica, los problemas sociales de una sociedad
cibernética son cosas de todos los días. El 11is-
- . toriador señal~rá · que otras zozobras, aunque en
tono menor, aquejaron a c1--isis anterio1. es, como
la invención del aeroplano y de los ataques aé-
1

reos, los dolores de parto de la in.dustrialización


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en la era victoriana, la novedad de las ·a rmas de

fuego en la Alta Edad Media, y cabe suponer que·
1 14 Prefacio Prefacio . 15

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la aparición de los carros de guerra cuando los


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del conocin1.iento>>, ·o sea, al estudio de las in-
l• pueblos de las estepas asiáticas se derramaron
1 terrelacio11.es e i11.te1--acciones de la situación so-
!
1 :
. sobre el levante agricultor en la amanecida de ciocultural, la cie11.cia y la perspectiva mt1ndial
i
1

i la historia. El fin del mundo ha sido profetizado en un determinado período.


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' a menudo a lo largo de la historia. Pero lo que El presente libro es un exame11. de conju1~to de
·parece ser i.,1na novedad es el derrumbamiento algunas de las líneas generales del trabajo hecho
de la antigua tesitura intelectual. Desde los tiem-
. 1
1
y de lo pensado por el autor a lo largo de unos
¡ pos de Bacon de Verulam, de los filósofos per- ¡
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cuarenta y cinco años, todo ello presentado sin


1~I feccionistas del siglo XVIII y de la fe en el pro- grandes detalles, en leng·uaj e profano y a escala
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greso del xrx, el mejoramiento humano gracias reducida: Puede por ello servir de introdt1cción
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a la ciencia y la tecnología se tuvo por cosa se- a su obra, que harto sabe que se encuentra dis- •

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gura. Aun antes, Platón creyó que se podríaJ en-

persa en muchos sitios y no resulta por ello fácil
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contrar solución a los problemas humanos si los verla como <<sistema>> organizado, término clave
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f filósofos reinaran o ·1os reyes se trocaran en fi- l
que tomo de la exposicjón que hago en las pági- ·
'

lósofos. El descubrimiento desalentador de nt1es- 1 nas siguientes.


tros días ha sido que la razón no conduce auto- El libro está basado en las lecciones inaugura-
.máticamente a la solución de .los problemas hu- les Heinz Werner dadas en la Universidad de ·
manos y que, en general, influye escasamente Clark (Worcester, Massachúsetts) en en·e ro del
en el sangriento curso de la historia del hombre . , año 1966 . El autor desea expresar su agradeci-
El conocimiento es poder, según ·Bacon; pero ¿ha miento a la Universidad de Clark, al Instituto de
aumentado el poder~o tecnológico la felicidad hu- Psicología Evolutiva Heinz Werner y a su am.i go
• mana? ¿Es deseable una sociedad regida científi- el doctor Seymour Wapner, presidente del Insti-
camente? •
tuto, por haberle dado oportunidad de presentar
Esta índole de preguntas ha situado el proble- este trabajo. .
ma humano, en sí tan viejo como el hombre, en Aunque las lecciones originales están ampliadas
una nueva perspectiva. Este libro trata de algu- considerablemente para expresar ideas · que úni-
.nos aspectos de , ese multiforme p1,.oblema: del camente pudieron ser apuntad~s o esbozadas en
efecto de la tecnología psicológica, de los proble- su forma oral, el autor ha procurado conservar
mas subyacentes de la naturaleza humana y sus • el estilo de coloquio y su sabor porque cree que .
valores y de los avances modernos que pudie- éste permite expresarse más libre y lúcidamente
ran alterar nLtestra visión del mundo y nuestra que el acostumbrado estilo de los textos cientí-
imagen del hombre. ficos. .

El al.1tor, biólogo,
.
siente interés por J.os pt1ntos · LUDWIG VON BERTALANFFY
de vista fundamentales, no por la crítica especia-
Edmonton, mayo ·de 1967.
lizada de teorías concretas de la psicología coe-
tánea (y en realidad ni siquiera trata en la obra
de las tales teorías en su propio campo de 1·a bio-
log~a). Si es permisible emplea1,. una expresión
en boga, este ensayo pertenece a la <<sociología
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HACIA UNA NUEVA IMAGEN


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• DEL HOMBRE

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EL CONCEPTO ORGANICISTA EN PSICOLOGIA
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E11una época que vacila entre esperanzas y
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utopías contradictorias en su 1nayor parte pro-
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1
mesas de maravillas tecnológicas, médicas y so- •

ciales que están a la vuelta de la esqui11a , pero


también época vaticinadora de un día del juicio
'
atómico, de t1n globo terráqueo en el que la mul--.
tiplicada humanidad sólo tendrá sitio para estar
de pie, "J' de una sociedad cibernética de ocio que
no sabrá qué hacer consigo misma, resulta ~
veces tranquilizador inirar l~acia el pasado para
comprobar que perdt1ra la continuidad y ·pa1--a
11alorar las tendencias intelectuales. Nuestr·o te~

ma es la psicología actual vista por un biólogo ~
Permítaseme por ello retroceder a tiempos pa-

sados, hasta la década de 1920, y tomarla como
punto de partida para nuestras meditaciones . . ·
Vinieron aquellos tiempos inmediatamente des-
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pués de la primera gran guerra. Fueron tiempos
duros en verdad pa1"a quien los vivió, como yo,
• ; 1'

en la esquilmada Viena. Fueron asimismo tiem-


pos de ocaso para la antigua cultura europea y J


( período de muy intensa actividad intelectual. En
aquel tiempo comenzaron no pocas mudanzas
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cuya importancia no resultó p erceptible hasta
mucli.o después.
En 1926 se publicó la primera edición alemana
. 1
de la Psicología evolutiva, de VJerner, en la que
1,

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expuso por vez primera el planteamiento orgá-
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nico-evolutivo. Visto en retrospectiva, pudiera de-
.. cirse que el de Werner fue uno de los primeros
' s istemas enunciados en contra de la filosofía· ·pa.. ·
1

1

.2 0 Hacia una nueva imagen del .ho1nbre .


. .
El concepto orga1iici·s ta 21
sitivista-mecanicis·t a-conductista que predominaba
y todavía P.r edomina en psicolog·ía. En biología, el punto de emplea1-- expresiones casi idénticas,,
yo propugné un concepto organicista que p·r esen- En otras palabras: nuevo~ conceptos brotados
té en Teorías modernas del desarrollo el año 1928. de fuentes distintas embriología experimental,
.R esumidos muy sucintame1i.te, los principios de· psicología evolutiva, antropología cultural, filo-

la biología organicista eran éstos: <<El concepto sofía neokantiana, sociología y otras convergie-
.. .
·d el ser vivo como un todo, en contraposición 1~on hacia . concepciones estrechamente 1,.elacio11a-
con el planteamiento analítico y aditivo; el con- dos entre sí ace1,..ca del organismo, del 11ombre y
1
cepto dinámico en contraposición con el estáti- '
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de la sociedad; conceptos nuevos que no fructifi-
..
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co y el teórico-mecanicista; el concepto del or- caron plenamente hasta hace pocos años.
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.. ganismo como actividad primaria, en contraste '
• Y no se trata de una cuestión de teoría abs-
con el concepto de su reactividad primaria>>. El t1~acta y d~. conocimientos privativos de los en-

paralelismo con las ideas de Werner es palma- castillados en la torre ebúrnea de la ciencia aca,-
.ria. También se publicaron en esos años los grue- l dé1nica. Más bien for1na parte de una cuestión
:sos volúmenes de Cassirer sobre las Formas sim-
••
de mayor amplitud: que· la cie11cia, y particular-
:bólicas. l\1ucho me temo que fueron pocos los mente una ciencia del 11ombre .para el hombre, s e 1

·qL1e los leyeron por ento11ces, y yo no fui uno de ~·


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1
ha tornado muy p1"oblemática en nuestros días.
··e llos. Hoy nos damos cuenta de la trascendencia

'
Es cor1--iente ,decir que la utopía del progreso
·de esa obra mont1mental. Los p1"'imeros estudios que ha regido la ciencia pura y la aplicada desde

1. de Piaget también pertene~en a ese período. Po- · sus comienzos hasta la fecha se tambaleó en el

f
1dría ala1-- garme hasta llega1,. a detalles no poco mundo moderno cuando el dominio .
de las fuer-
uivertidos; por eje1nplo, el redescubrimiento del zas naturales trajo consigo la amenaza del ani-
· cardenal Nicolás de Cusa, que fue en el siglo xv quilamiento atómico y la sociedad quedó caren -
1~ i
un especie de padre de la filosofía totalitaria y i
'l te de sentido sintiéndose desgraciada en medio
"
1'
perspectivista; Cassirer y yo le saca1nos del ol- de la abundancia. La desilusión, el darse cuenta
1
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qe que la. cienci.a no es un anchuroso camino


1

vido independientemente, y le dirnos un valor . .


que
e.s er1cialmente idé11tico, en 1927 y 1928. Las Teo- lleve al paraíso, se ha manifestado de innume1--a- •

7'"ías sociológicas ·co1ite11iporá1ieas, de Sorokin, en bles maneras. Aludiré sólo a una· de ellas, brillan..
'
1928, fuer on un vasto análisis (similar en pla1-i- temente expuesta por un erudito alemán, F1"ie-

1'
teamiento a su obra mucho más breve T eorías drich Wagner (1964). En una versión moderna de
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modernas del desarrollo) de las doct rinas exis- la tesis de Tucídides ( probablemente desconoci-
tentes, ei1 el que clasificaba
.
a la sociología como da po~ el autor.), Wagner sostie1i.e que la ciencia,
cie1-icia de sisten1as socioculturales sui generis. desde Colón y Copérnico has ta la física nuclear
Podría prolongar esta lista, pero el . punto qt1e y cósmica, las bombas de hid1--ógeno y los viajes
deseo señalar ya r esulta claro . Hubo autores se- por el espacio alle11de la. at1nósfera, es esencial-
.P arados g·eográficarrlente por grandes dista11cias 1-i1e11te una ma·n if estació11. de la hib1,.is hurna11a
'
!

y no rel'a cionados
.
e11tre sí que trabajaban e11 que 11a violado las li11des impuestas por Dios o •

campos muy disti1.1 tos y llegaron a conclusiones lJOr la huma11a i~aturaleza , lo que le ha llevado
de una semejanza esencial, algunas veces hasta i11exorablemente a la propia dest1,.ucción. Mucl10
es lo que pudiera decirse de este concepto del
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• 1
Hacia u·n a nueva imagen del hombre El hombre aittómata 23
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.'• • hombre como un imprudente aprendiz de brujo í"
". han hecho los sabios con las .fuerzas de la natu-
,
que ha liberado fuerzas que sobrepasan con mu- raleza q11e han conquistado, o desencadenado, es-
cho sus recursos intelectuales y éticos para do- tremece pensar en la utopía más reciente, el po-
.. meñarlas. Pero esto es romanticismo en igual

sible encauzamiento de la genética mediante la
r 1 1
medida que creer que. el progreso de la ciencia inseminación artificial y, con el tiempo, e~ logro
'
-
y de la tecnología es ineluctable y no puede ce- de genes fabricados en el laboratorio.
1
1 sar. Los hombres ya poseían una habilidad con- · Afortunadamente, no estamos obligados a re-
solver el humano problenia o a proponer teodi-
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sumada para labrar su desgracia mucho antes


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l de que existiera una ciencia merecedora de inte- ceas y podemos entregarnos a la consideración
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rés. Difícilmente se podría culpar a la ciencia de de 11na cuestión de menor magnitud y más ma-
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·1
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las abominables con.d iciones sociales vigentes en nejable. ¿Qué lugar ocupa la psic.o logía en el mun-
la Edad Media, de la Guerra de los Treinta Años, do moderno? En términos generales se puede
de la Inquisición española y de otros lipdo.s epi- dar una respuesta: la ciencia ha conquistado el
sodios de la historia. El motivo de nuestras an- universo, pero se ha olvidado de la naturaleza hu- ·
gustias no es que la osadía científica y tecnoló- mana, o la ha reprimido. Aquí radica, por lo me-
gica del hombre haya desafiado las ·leyes divinas nos, parte de nuestros problemas.
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o humanas, sino la propia naturaleza del hom- Esta tesis merece una IllJás amplia exposición..
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bre, dividida en animal y er1 algo que supera la de la que yo puedo hacer y habría que remontarse ·
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animalidad. Si la ciencia, con lógica aplastante, •1'
1
. hasta Descartes y quizá a un más lejano preté-
rito. Yo me voy a circunscribir al presente siglo ~
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¡- nos. ha llevado hasta el mi·s mo borde de la pro- 1
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!jt1 l pia destrucción por el fuego atómico, no es razo- • •

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nable pretender darle el papel del malvado en .. '

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la tragedia. El curso sangriento de la historia des- EL HOMBRE AUTOMATA
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t: de sus comienzos no revela en el hombre una
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1; bondad superior a la malicia de los estrategas ••
11
Reconozcamos un hecho: gran parte de la psi-
de la guerra termonuclear. Más bien parece que 1
'
cología moderna es un escolasticismo estéril y .
el instinto de la muerte como ·diría Freud ha prosopopéyico que, provisto de las · orejeras de
acompañado al hombre a lo largo de toda su his- conceptos preconcebidos o supersticiosos, no ve
toria, con ciencia o sin ella, y la única diferencia lo que es evidente'; que encubre la trivialidad de
es qL1e hoy se manifiesta de manera más refina~ sus resultados e ideas con un lenguaje absurdo
da y eficaz. Pero no cab~ negar que la ciencia y que en nada se asemeja al habitual ni recuerda
los hombres a ,ella consagrados mitad Prome- , las teorías científicas normales, y que facilita a
teos -y mitad serviles lacayos del conjunto indus- la sociedad moderna téc11icas ·adecuadas para ir
trial Inili~ar han agravado el problema hasta lo entonteciendo a la humanidad. .
grotesco al hacer posible la propia destrucción de f Parece que nos. encontramos en un dilema. La
la especie, a lo que hay que añadir de momio .., filosofía positivista norteamericana y lo mis-
otros problemas, desde la explosión demográfi- mo se puede decir con más motivo aún de la psj.- ·
ca y la automatización al tedio conducente al sui- cología se dice que ha conseguido la insólita
cidio de una sociedad cibernética. Viendo lo que hazaña de ser a la vez profundamente frívola y ·

1 • ••

24 Hacia u ·n a nueva imagen del hombre '


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El honibre autómata 25
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tediosa con su indiferencia a.cerca de las cuestio- '


to fundamental que les sirvió de esquema a p ·r io-
nes humanas (Kaufmann, 1957, p. 50). Los famo- ri para la investigación experimental y clínica,
sos batallones de ratas que se mueven dentro. de para sus teorías, en psicopatología, en psicotera-
incontables cajas-problema de Sl{inner tienen pia, etc. Es de importancia ide11tificar esta ideo-
bien poco que decirnos acerca de la humana con- logía predominante. .
dición, de nuestras tribulaciones y de los proble- Fue básico para la interpretación del con-ipor-
inas de los tiempos que corren. Por el contra·r io, · tamiento humano o animal el esq1iema estímulo-
existen vastos esquemas del problema humano, 1~eacción, o lo que también podemos deno1ninar
obra de sintetizadores conio Spengler, Soro4".in, la d·o ctrina de· la reacción primaria del organis-
Toynbee y . l~asta Teilhard de Chardin y los exis- mo psi·c ofisiológico. El comportamiento . es una
tencialistas;
. ,. .
pero la ciencia ortodoxa los rechaza i
reacción provocada por estímulos externos. Este •

casi unan1m.ernente. La cuestión fundamental pa- 1


1 .·
¡. .
.
principio de .la actividad provocada, de la reac-
ra la psicología y · s _o ciología. modernas parece ció1i, presupone el del influjo · del entorno, el am-
co.n sistir en si· pueden ser humanas · ocupa.r se .
bie1itismo, o la <<dirección de otros factores>> se- ·
de ·Jas cuestiones temporales y eternas que ata- ''
1
gún la expresión de Riesman. · En la medida en
'

ñen al hombre y a la sociedad y a . la par cien- que el comportamiento no es connatural o ins-


'
'

tíficas atenerse verdaderan~ente a los hechos tintivo, obedece a influjos externos a los que el
'

y . guiarse por la disciplina metódica que se ha organismo ha estado sometido anteriormente : ·el
'

desarrollado en el curso de los últin1os siglos. condicionamiento clásico según Pavlov, .e l con-

La psicología se caracteriza por un empacho ·de dicionamiento instrumental según Skinner, . los.
teorías que van desde la neuroquímica al exis- sucesos vividos .e n la tempra11a infancia según ·
'

tencialismo. Karl Bühler inve11tó en 1927 la ex- • Freud, los refuerzos secundarios según.. teorías
presión <<crisis de la psicología>>; pero incluso hoy n~ás recientes. Se deduce de esto, que el aprencti .
se dice que la psicología se encue11tra en <<una zaje elemental, la enseñanza y la vida 11uma11a en
encrucijada>> (Royce, 1965). Cuarenta años es de- general son esencialmente reacciones · a ~ondicio­
masiado tieinpo para estar. en crisis o vacilar en nes externas: comienzan en la temprana niñez .
una encrucijada. No obstante, un hecho notable con la i1nposición de normas el~me11tales de liffi.
parece surgir del conflicto de las teorías contra.. pieza y otras interferencias que conduce11 a un
dictorias. comportamiento socialmente aceptable y fre11an
Durante la primera mitad del siglo xx la psico- ~ ~ la conducta que no lo es; siguen con la enseñan-
logía estuvo dominada por un planteamiento po- za, que se da me~jor seg·ú n los principios de Skin-
si ti vista-mecanicista-reduccionista que p·uede ex-

. ner de refuerzo de las i'9eac·cio11.es correctas y t1ti-
presarse en ·epítom~ como la image1z del hombre ·
'
lizando máquinas de enseñar; y acaban en un
aut6mata. Pese a las grandes diferencias entre homb1"e adulto .incorporado a una sociedad opt1-
teorías tales como el psicoanálisis, el conductis- lenta que a todos hace venturosos, u11 hom,bre al
rno clásico, el neoconductisrno, el aprendizaje por ·• cual se cond.iciona en forma rigurosan1.ente cien-
la experiencia, <<las máquinas pensadoras>> y la ·si- tífica co11 los medios de información pública de
ITiulación del comportamiento por los orde11ado- las 1nasas para hacf?r de él un consumid.a r per-
1--es electrónicos, todas compartieron u1~ concep- fecto, o sea un autómata que respon.de · adect1a- - .
~: 1, 1
•¡¡'
'' ' '
"

26 Hacia u·n a nueva imagen del hombre El hombre autómata 27

d·a mente reaccionando de acuerdo con lo precep- ·u na crianza errónea, de la rivalidad entre los
' l.'
tuado por el predominante conju11to industrial.. .h erlllanos o de algo semejante. '

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'

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militar-político.
. : 1• •
\'

Se siente nuestra sociedad fascinada verdade-· ,(1 (' t ',k. .,.


\. ~ .!~ .
' ¡: :~
-l
Filosóficamente, el ambientismo es, claro está, ·r amente por cuanto es enfermizo, degenerado o l
..
una versión de última hora de la tabitla rasa de :s ubnormal. El 3 por 100 de los niños mentalmen- '
't.
Locke. En términos intraespecíficos* significa te retrasados de la población atr~en fuertemente
¡
. ' f'
.."
1

igualitarismo;. en interespecíficos, zoomorfismo la atención pública; el 97 por 100 normal han }~


1
..
•'
del comporta:miento humano. 1
de arreglárselas con un número insuficiente de
El igualitarismo es una de las glorias del pen- 1naestros mal retribuidos que siguen un sistema .·

samiento humano que se transmutaron en carica- • .P edagógico de tal naturaleza que los adolescen-
turas. Se precisaron varios milenios de la histo- tes que llegan a la universidad lo hacen sin co-
ria para avanzar desde la opresión de la mayo- nocer verdaderamente su lengua materna. Lo
ría de los seres humanos hasta su trato, en mismo puede decirse, con ligeras modificacio-
cierto grado, corno iguales y hermanos. Pero bien nes, de los delincuentes y criminales amoro- ·
pronto el ideal ético pasó a ser un dogma cien- samente cuidados mientras se permite que los
tífico. ancianos caigan en la miseria; y también cabe
Como el co:mportamiento y la personalidad es- decirlo de la hez de la sociedad, cuyos miembros
tán determinados por el condicionamiento, en el de todas clases son mencionados en la prensa
sentido datj.o al térm.ino por Pavlov, Skinner o con titulares de gran tamaño precisame.n te por
Freud, no existe gran diferencia entre los distin- ;

su degeneración.
tos seres huinanos, y ni sí.quiera entre palomas, ¡

'1
.El mismo principio se supone que da buel).os
ratas y primates por una parte y los seres huma- i
'

resultados en otros sentidos. Si los rusos nos


nos por la otra. Pueden aplicarse los niismos aventajan en la construcción de, cohetes o bom-
principios a todos, y es buena cosa q11e así sea, bas, dediquemos unos cuant,o s miles de millones
pues esto es la verdadera democracia. De -aquí de dólares a la enseñanza y lograremos una bue-
que convenga que lo que sobresale sea recortado na cosecha _de Einsteins, ITiozos hechos a nues-
para dejarlo del tamañ·o corriente; mientras que tra medid~ por arte de birlibirloque·.
lo subnormal, lo anormal, lo patológico y hasta 1
!
1
El modelo de autómata, o principio de reac-
lo criminal, gracias al interés y a la solicitud que ción, supone asimismo la teoría del equilibrio del •

se les dedican y que exceden notoriamente los comportamiento. El estado natural del organis-
que se reservan para lo sano ~' bien dispuesto, mo es la quietud. Cualquier estímulo es una per-
son devueltos al .a prisco de la general uniformi- turbación del equilibrio; la reacción conductista
dad. Después de todo, cuando un niño no es so- • es por tanto su restablecimiento; es la homeos-
ciable o f1'acasa en el colegio, cuando un menor .tasis, la satisfacción de las necesidades o la rela-
comete un estupro o 11n malhechor ¡pobreci- jación de las tensiones. Las necesidades son esen- ' '

·......'

llo! pasa a ser asesino, todo ello es culpa de cialnJente biológicas, principalmente el hambre .
'
"'

y el deseo sexual. De esto se deduce una vez más •

:Je El autor utiliza aquí y en otros lugares el término in-


trf!'específico en el sentido de dentro de la misma especie,
1
que el com.portamiento de animales como las .ra- •

e znterespecífico en el de entre distintas especies. (N. del T.) tas, los gatos y los monos ofrece la bas~ _,."11ece- · . . )
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28 Hacia una n.u eva _imagen del honibre .El ho1nbre autómata 29


saria para interpretar y gobernar al ser huma- políticos y los gobiernos no gas taría11 cantida-
r des astronómicas en persuadir a las multitudes
no; lo que parece ser peculiar al hombre es se- r
·-
c:indario y acaba por reducirse a impulsos bioló- '
'
. y en encauzar su comporta miento si el sistema
'" '

gicos y a necesidades primarias. ."' '


;
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'
no fuese eficaz.
Por últim_o~ el comportamiento está regido fun-
'
Pero las restringidas posibilidades del hombre
damentalm.e nte por .Principios utilitarios. La con- . ~
. "'
:~
·a utómata debieron resultar palmarias. El es que-
servación d~l ·i ndividuo y la supervivencia de la ..'i!J
l .,


'. '
1na estímulo-reacción (E-R) descarta una g ran
s ociedad s on la definitiva razón de s er de todo parte del ·c omportamiento que es expresión d e
comp,or~amiento, determinado por el p1..incipio ' 1
11
·una actividad autónoma: el juego, el comporta-
1nie1~to explorador y cualquier clas e de creac ión ª
,1,
"t. •.

.
econon-i1co de alcanzar la meta preceptuada con
'

'

el gasto mínilllo. Esto es aplicable de rnane1..a ge- El ambientismo queda refutado por el hech o ele- •

neral, sea a una rata que hace acopio de peloti- inental de que ni siquiera las moscas drosofilas
llas, a un estudiante que acumula méritos para·
.... ,
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i
o los perros de Pavlov son todos iguales.· Mer1os
aprobar o a una persona adulta que busca reunir aplicable es el igualitarismo a los distintos seres .
el sueldo más pingüe posible. La cuestión es la humanos, o el zoomorfismo a la comparación del
mis~a ~n t~dos los casos: · alcanzar el óptimo
comportamiento humano con el subhumano. El

e~u1l1br10 ps1cosocial respondiendo a las exigen-·


'\ principio del equilibrio o de la atenuación d e la
1
c1as externas con reacciones reforzadas. tensión es rebatido por el h echo d e que la com--
Tal es, en esbozo, el 1nodelo del hombre autó-· i'

pleta relajación de las tensiones por ~jemplo,
mata. No cabe duda de que abarcaba una amplia " la i11hibición s ensorial e inclL1so el sen cillo te-
zona de comportamiento, animal y humano. Tam- . dio no conduce a un beatífico estado d e nirva~
bién condujo a un notable grado de unificación
'
'~¡:'" na sino más bien a perturbaciones m e11tales; -e 11
. . f
'
'"
.e l p1~imer caso a estados p sicopáticos, en el se-
teórica. Las :máquinas, los animales, los niños ~

de corta edad y las personas mentalmente en- gundo, a una abulia del interés 'que acab a aig·u -
f ern:-as ofrecían modelos adecuados del compor-
¡,
i""
11as veces en n eurosis existencial y en suicidio.
1 tamiento humano: las máquinas, porque la con-
'

Los deli11cuentes juveniles que cor11eten críme-
ducta acaba por ser explicada en términos de la 11es para divertirse, la nueva psicopatolog·ía pro-
estructura aparentemente n1ec;á nica del sistema vocada por el ocio, el 50 poi~ 100 d e los enfermc)s • •

nervios o; los animales, por la igualdad de los de nuestros inanicomios, todo ello de1nuest.r a
principios de l comportamiento animal y huma- 1 que el esquem a del h o mbre a u t ón1ata no es vá-
no Y porque pueden ser manejados más fácil- lido. Y esto sin m en cionar qt1e la <<ct1l tura>> tras-
1nente; y las criaturas de muy tierna edad, por- ciende los conceptos utilitarios: 11i g·ara11tiza el.
qL1e en ellas . como también en los casos equilibrio m ental a quienes 1.a crean, ni t.i ene un "

p atológicos es más f·á cil que en los adultos valor · p e rceptible para la supervive11cia d e las
r1ormales discernir los factores primarios. naciones .o del conjunto humano. .
, Más. co~vi?cente. que la investigación y la teo-
r1a ps1colog1cas es su extensa aplicación e11 la '
·~
vida Y sociedad actuales, a la manipulacÍón del ".

comportamiento. Los a1'1unciantes, los partidos •



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Sociología del hombre autómata 31 '>
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cen inscritos en esa escuela intercalan mecanis-
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SOCIOLOGIA DEL HOMBRE AUTOMATA '
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mos hipotéticos entre ~stím.ulo y reacción>>, por
lo que la descripción de Koestler. de la actual ¡
•' .
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!.
.
Al llegar aquí espero manifestaciones de pro- psicología es <<engañosa>> y debe ser justamente '

: testa. Se dir,á que mi resL1men es una simplifica- desechada. Si se tiene en cuenta, que Koestler '
!
l'¡
ción desmesurada o una caricatura, que estoy . había estudiado diligentemente lo escrito hasta . -

' t.
!' .
¡-

dando en tierra con un monigote que yo mismo 1960 poco más o menos, y que no ha habido nin- 1

he puesto eri pie. Pues la actual psicología ha •


gu11a i111~ovación 1--evolucioharia desde esa fecha,
remediado los excesos en que , incurrieron el qo11.- cabe dudar de la justicia de tal opinión. Pero es
ductismo · y el psicoanálisis e1-i sus comienzos y

más importante ·que lo dicho parece definir cla-
hoy progresa felizmente impulsada por una nu- ''
.
ramente la ct1estión. Se han inte1"calado rrieca- '

merosa falange de investigadores, doctores, te- •


11ismos hipotéticos, variantes intermedias, fac-
'
sis y facultades a más de generosos subsidios tores auxiliares, sin cambiar los conceptos bá-
concedidos a la investigación. sicos o la tesitura generc;il. Y lo que necesitamos .
Sería menester un estudio más ·detallado para i -no solamente en la psicología académica sino
determinar si el hombre autómata predomina. ..'
' . con mayor urgencia en la vida moderna 1naneja-
'

aún en la psicología académica • ·E n gran parte


1
'
da por los psicólogos propulsores del automatis- .
.."
aún lo hace sin duda, como lo demostraría el mo en los me.d ios de información, en los an·l1n- -
)

'
.
examen de la investigación y la literatura actua- l·

¡:
cios y en la política no son nuevos mecanis-.
les. Muchas son las críticas que de ell·o se han n1os hipotéticos que expliquen mejor las pecU:-..
publicado (por ejemplo, Allport, 1955; Sorokin7 ¡·'
'
;
liaridades del comportamiento , de la ·r ata de ~a­
1956; Koestler, 1964); pero por lo general han ll. boratorio; necesitamos un nuevo concepto del
sido rehuidas más que contestadas, a menuqo ):
·)·
.-
'
!'
. hombre. 1

por el muy sencillo procedimiento de no hacer- M ás iinportante que las sutilezas académicas
1

les caso. En su conjunto, la tesitura prevalecien- es que la psicología constituye hoy una fuerza
te aparece bien resumida en un crítica del Arte social de primer orden que modela para· el hom- _ '

de la creación, de Koestler, hecha por uno de· bre su propia . imagen y gobierna
- .,
la sociedad ·
2

nuestros más sobresalientes psicólogos (Miller, . ~


'~
La imagen del hombre como autómata es la
proyección · sobre la Qiencia del Zeitgeist ctei pe-
r.
• 1964). Se recordará que Koestle1" atacaba los ~¡·.' •

conceptós que imperan en psicología y se m.os- ríodo, como lo son a· fin de cuentas
• •
.todos
traba partidario de los principios <<CI"eadores>>~ los conceptos teóricos. El hombre, como má-
coincidiendo en gran parte con los psicólogos: . quina que puede ser progralllada; todas esas má-
._, <<progresistas>> corno G. Allport, Werner, Golds- quinas, idénticas como automóviles salidos de la
tein y otros. El crítico no refuta el argumen-

cadena de inontaje; el equilibrio o la comodidad
to de Koestler y es de suponer que no es capaz co1no desiderátum; el compor-t amiento como una
de hacerlo y en su lugar ·manifiesta: · <<Koestle1"" J
' operación comercial de gasto mínimo y . benefi ..
escribe como si aún corrieran los años 1930 y el .1
\'
cio máximo: tal es la expresión pe1--fecta de la fi . .
conductismo estuviese en su infa11cia·. En 1964, "
lf - 1
losofía de la sociedad comercial. Estírnulo-reac.
la mayor parte de los psicólogos que permane- ción, · ingresos-salidas, produc.t or-const1mi<1or, toOQ
,.
~~·' ·.t
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"

i '
32 Hacia una nueva imagen del hombre Sociología del hombre autómata 33

do _ello corresponde al mismo concepto expre- conoce los rudimentos del cuidado de los enfer- >
}
l.
.
sado en términos distintos. Las ideas fundamen- '•'
'•
mos y los ancianos, o la cultura que cua~quier
' .,• /
.
'
'1 •
~ . ''
...
¡ '

tales ·cte la psicología convencional son idénticas nación balcánica pobre puede sufragar, sociedad .·

a las de la <<filosofía pecuniaria>> (Henry, 1963) en la que la insensata y despiadada competencia


del mercantilismo. En la _filosofía del anunciante llena millares de manicomios; en la política, que
existe un <<receptáculo cerebral>> la caja negra ha transmutado la democracia de Jefferson en un
de i·o s psicólogos que ha de colmarse de frases rebaño fácil de manejar. Evidentemente, esto y '•'

publicitarias· con exclusión de lo demás; en la <<ló.. mucho lnás no ha sido causado por la ciencia
gica pecuniaria>>, la realidad y la verdad qu~dan r •

moderna, sino que tiene más hondas raíces so-


remplazadas por los deseos soñados y por el con- ciales e históricas. Pero es igualmente verdad
dicionamiento conseguido por el ar·t e del anun- que los defensores del conductismo han dado '

ciante; y, por supuesto, se . maneja a la gente • eficacia al siste1na, igual que los sabios atómicos
como se merece, como a agigantadas ratas de se han encargado de preparar los definitivos ho-
Skinner. rrores de la guerra moderna. •

Se me da un ardite en qué medida los profe- Co1i.viene darse cuenta de la fuerza y de las li-
s o1~es A, B o C hayan inodificado a .W atson, Hull mitaciones de la psicología manipuladora y de la
y F reud o remplazado sus tajantes asertos por ingeniería conductista. Si se manipula a un pe- ·
circunloquios más restringidos y alambicados. rro según los procedimientos de Pavlov, a un gato
Pero sí me iinporta, y mucho, que su espíritu siguiendo los de Thorndike, o a una rata de
siga dominándolo todo en nuestra sociedad y, 1

!. acuerdo con los de Skinner, se lograrán los . re- .


i

lo que es más, que se juzg·ue necesario para la 1

' sultados descritos por estos autores. Es decir, .s i


supervivencia de la misma; es reducir al hon'l- se eligen en la relación conductista las reacciones
bre al nivel inferio1-- de su naturaleza animal. y que pueden dominarse con el castigo o el halago,
n1anipularlo con miras a degradarlo a consumi- se hace· de los animales máquinas que reaccionan
dor autómata y estúpido, a un fantoche mane- a los estímulos .autómatas. Lo mismo pued~ decirse
jado por los l1ill.llos de la fuerza política, enton- de los seres humanos, naturalmente.. Cualquier
teciéndole sistemáticamente con un perverso sis- campaña bi~n dirigida digamos la m ·á s reciente
tema de enseñanza; en resumen, deshumanizán- 1 para fomentar la venta de juguetes bélicos en los
lf
dole más y más poi~ medi.o de una complicada "
días de Nav1dad constituye un experimento con-
!.

tecnología psicológica. Los efectos de tales ma- '


ductista tan minuciosamente planteado como cual-
nejos los vemos en todas partes: en la indecible quiera que se haya hecho en un laboratorio. La
vulgaridad de la cultL1ra popular; en los insufri- · psicología moderna dispone de toda clase de re-
bles niños y en ~os mozalbetes que no saben hablar cursos para convertir a los seres humanos en
su propia le11.gua cuando· ingresan en la universi- autómatas infrahumanos, o en populacho vocife-
dad, pero permanecen embobados ante el televisor • rante que pide el aniquilamiento de un supuesto
'1

cinco horas diarias y no encuentran niejor des- •


enemigo, o el propio; todo es cuestión de la téc-
ahog·o que los estupefacientes, las preñeces pre- nica sobradamente conocida que utiliza cualquier
1naturas o la delincuencia; en una sociedad gris vendedor de automóviles usados o anunciante de
que en m.edio de sus necias superficialidades des- televisión~

3
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' . .. f

34 Hacia u ·n a nueva imagen del hombre !

Sociología del hombre autómata 35 ' .. {.


'

¡'
Pero ocurre . que, al hacerlo, desratizáis a las problemas que van desde la incap~cidad de Jua-

'

ratas y deshumanizáis a los seres humanos. Es . nito para


''
'
'
leer hasta la delincuencia juvenil, la ,

¡
decir, elimináis todo aquello que pueda intere- neurosis de jubilamiento del hombre de r1egocios
•'
1
1 I
1

sarle a una rata en su ambiente natural, trasla- afortunado y la amenaza del ocio en una socie.. '
dáis al gato al <<universo surrealista>> (Koestler) dad cibernética.
de los aparatos de Thorndike. No sabemos lo que Así, pues, lo que necesitamos de manera apre-
siente una rata en una de las cajas de Skinner~
• • miante es una ciencia de persuasión de la mul-
o qué consecuencias supone el experimento para titud (Maloney, 1964), tanto para los manipula-
'¡• su bienestar cerebral. '.T eniendo en cuenta .que
• . dores, siempre a la busca de métodos más efica-
1
,
1
se elige a las ratas como animales de laborato- ces, como para los manipulados, para que sepan
1

rio por su estúpida docilidad, quizá los efectos cómo guardarse de ellos. Pues ahí está lo inalo. . ..
'

sean leves, pero los gatos de Thorndike se enfu- Naturalmente, la persua~ión de la multitud es.
l

recieron y trataron desesperadamente de escapar.


' una de las artes más a11tiguas. Se remonta a los.
En cuanto a los seres humanos, también somos sofistas de Atenas, la retórica de Aristóteles y el
conducidos a un m"L1ndo surrealista lleno de "
trivium medi.eval y llega hasta el famoso manual

• 'l
aparatos pero falto de intereses (excepto los pri- de Hitler. Pero mientras fue un arte, sus efectos
mitivos de la comida, el apetito sexual y el cobi- resultaro11 fluctuantes e imprevisibles, además
jo) , igual que los gatos de Thorndike encontra- de limitados espacial y temporalmente. Era po-
ron únicaITiente clavijas y teclas en un ambiente 1,sible la rebelión incluso contra el dictador más .
i
aterrador en todo lo demás. Si las ratas de los pode1--oso; y es un hecho histórico que los más .
experimentos, como se ha dicho (Howarth, 1954), !'
1

de los dictadores acabaron mal. Esto ca1nb.i ó


son manejadas por un g·igante tan alto como Llna fundamentalmente cuando el arte de persuadir
torre para ellas y han de satisfacer sus caprichos, l a la multitud pasó a ser tina ciel).cia que utiliza-
de muy parecida manera nosotros hemos de acep- · : ba mecanismos y técnicas psicológicas. Entonces
tar una sociedad se1nejante al Leviatán que nos su fuerza, que ya no era aplicada externa, sino
maneja por procedimientos no muy distintos. interiormente, se tornó inmensa y pasó a · ser casi
Como las faculta·des mentales del hombre son al- invencible al verse ayudada por los medios de
go superiores a las de la rata, las consecuencias infOrmació11 pública, CllYO bombardeo no tiene

de las privaciones, de la supresión de las posibi- límites espaciales y es · casi continuo . temporal-
lidades naturales y de verse reducido a reaccio-

1nente. Este, adem1ás de las armas nucleares, es


nar como un at1tómata son más graves, y tene-
• el gran descubrimiento de nuestra época: la fa-
mos lo que se ha denominado acertadamente la . cultad de inodelar a los hombres y trocarlos en
carrera de ratas de la vida moderna, el absurdo, el autómatas «compradores» de todo, desde pasta
existencialismo, los beatniks, las neurosis y todo · dentífrica y Beatles hasta presidentes, la guerra
lo demás. atómica y el propio aniquilamiento. .
Porque tratamos a los seres humanos de act1er- •' ''

do con la pauta seguida por Skinner en sL1s ex- ' '


'
.
. .., ,,
--1.

perimentos con las ratas, porque los convertimos •

en más cumplidos autómatas, provocamos los .



'

...
' .. '
1
1
' . Antropomorfismo y zoomorfismo 37


..
Debe advertirse que el zoomorfismo es un vi-
ANTROPOMORFISMO Y ZOOMORFISMO
cio de la psicología norteamericana y no de la eto-
logía europea. El programa del etólogd es investi-
w

La psicología de los últimos cincuenta años ha gar el comportamiento animal específicamente.


sido una lucha contra lo que se ha denominado No es aso1nbroso que encuentre lo mucho que .
la falacia antropomórfica, o sea el atribuir a los compartirnos con nuestros antepasados y primos
.~animales sentimientos y facultades humanos. animales. Por la misma razón, se hallará predis-,
-Pero se olvidó que también existe una falacia puesto a reconocer lo que es específico del ha-
.zoornórfica que anula ·las diferencias entre el .ani- mo sapie1is al compararlo con otras especies, de
.mal y el hombre. Arthur Koestler lo ha expresa- igual manera que destaca las diferencias de com-
·do más elegant.e mente al decir que <<a trueque de portamiento .d e las diversas especies de peces o
~la evaluación antropomórfica de la rata, la psi-
gansos. Así verr1os que Lorenz profundiza hasta
·cología norteamericana ha conseguido una eva- llegar a las raíces biológicas de la agresión hu-
·1 uación ratimórfica del hombre>> (1964, p. 560). mana y sus semejanzas con la de los animales,
Puede decirse de pasada que la elección de la . pero reconoce <<la posición única del hombre>>, su
rata como modelo del comportamiento humano <<tradición cultural>>, etc.
encierra una ironía siniestra que no percibieron Es la falacia zoomórfica o ratimórfica la opi- •

los creadores del conductismo. Naturalmente, nión expresa o implícita de que no existe una
escogieron la rata por ser animal prolífico, dóc~l diferencia esencial entre la rata y el hombre-
y bastante estúpido, que ·por todos esos m,ot1- la que hace tan profundamente conturbadora a la ..
·v os resultaría fácil de manejar. Lo que no sab1an, psicología norteamericana. Qué ~xiste algo qt1e
y lo que no se ha averiguado hasta hace poco . se denomina cultura humana, con sus millares de
tiempo, es que la rata, en m,asse, es una de ~as manifestaciones, y que nada semejante encontra-
bestezuelas más crueles y belicosas que existen, •

mos entre las palomas y los monos es un hecho


modelo excelente en este sentido de la proclivi- compro-b ado, igual que nos consta que las palomas
dad · del hamo sapiens a las luchas fratricidas. y los monos tienen columna vertebral y que los
Pueden encontrarse . detalles en el libro de Lo- erizos de mar Jr las lomb:i;ices carecen de ella.
renz (1966). En resumen, las ratas constituyen 1
1 No rile pre9cupa que el vulgo prefiera la televi..
st.1perfamilias vinculadas por la descendencia Y 1

sión a Telemann, y el boxeo a Bach. Siempre ha •

el olor .a l nido y ¡libran .v erdaderas ,batallas .a tenido esos gustos ~T cabe supo11er que siempre
muerte si dos de estos grupos se encuentran o ...·~i. . los tendrá. Pero cuando la minoría intelectual,
.. .
se disputan un territorio. Nos vienen a las mien- -los pensadores y los rectores de la sociedad no
tes los odios entr.e dos familias, como las de los ven en el hombre más que una i~ata muy desarro-
capuletos y rrlontescos del Renacimiento italiano, llada y lo manejan por ello con indudable éxi-
y también entre los bloques de potencias en nues- to llega la hora de se11ti1--se alarmado. Supone
tros días; la sola diferencia consiste en que en ·el un descenso del barómetro espiritual que única-
·~aso de las ·ratas es cuestión del olor físico del
mente· puede presagiar huracanes y desastres in-
nido y en el del hombre se trata del olor simbó- '
·~
·¡
minentes.
lico de su lar • 3
Al final, los efectos de la psicotecnia y · el~ ·Jcy in- .''.

. .• !,


J
38 Hacia u·na nueva imagen del hombre •J
Antropomorfismo y zoomorfismo 39
,-

g·eniería conductista modernas suponen una des- " mentas sociales en gran escala. En vista de la ne-
cere bración funciona.l , es decir, la exclusión de los cesidad de la <<gt1erra contra la pobreza>> en el
rhás altos centros cerebrales y facultades de la interior de los Estados Unidos y del hambre eró ..
. mente casi con igual . eficacia que si se los extir- nica y manifiesta en grandes zonas del globo, no
para quirúrgicamente . Entonces el comporta- puede sostenerse que el siglo xx haya resuelto el
miento de las ratas, de los gatos y de los hom- . problema social universalmente; pero sí lo ha re-
bres mentalmente enfermos puede sin duda al- suelto en esa amplia zona del mundo occidental
guna utilizarse como modelo del <<comportamien- que ha sido denominada la sociedad opulenta.
1

to hu1nano>> . Ni siquiera la amenaza de la aniqui- Aquí . se dieron las condiciones .n ecesarias para
J
lación atómica puede alterar los hábitos de una hacer el experimento; y esta parte de la humani-
humanidad condicionada, hábitos que están tan dad fue sometida a tratamiento de acuerdo con
principios <<científicos>>: enseñanza optativa; con-

fuertemente arraigados como el impulso instinti-


vo que lleva a los conejos de Noruega (Myodes dicionamiento, según la mejor psicología mani-
• le1nmus) al suicidio colectivo de manera irresis- . '
puladora, para crear el perfecto consumidor; re- •

1
tible. En términos <<mentalistas>>, esto puede de- '
lajamiento de las nornias sexuales con el propó-
. ~

~¡:
1 • •
nominarse menticidio (Meerloo, ~1·954; von Ber- í.

''
.
sito de evita1. la aparició1'1 de complejos; y así su-
,•

'
1
r talanffy, 1960c); es un procedimiento más eficaz r

cesivamente. Realmente, jamás sociedad alguna
!h
11 •
e irrevocable que las torpes tentativas de geno- se 11a preocupado tanto de ~su salud mental o ha ·
cidio, pues gracias a los poderes regeneradores ••
tratado de aplicar principios <<científicos>> con pa-

~ .
de la naturaleza el genocidio, al menos hasta la '
recido denuedo a todo su sistema de vida~ En con-
• ¡
.1 ' fecha, es una medida bastante ineficaz. El exter- ¡·
\•'
·s ecuencia, la sociedad opulenta debería haber lle-
! gado a un estado de bienaventuranza psicosocial ja-
1 • ' •

1
1 .
1
I•
nlinio de inillones de personas no ha destruido
~1
1
" ni razas ni pueblos, sino que tras él han venido más log1"ado en los tiempos de estrechez, tabúes
.l
1
sin tardanza nuevas multitudes e incluso una ex- sexuales, enseñanza . medieval, ignorancia de los
1¡ 1
:
•1
plosión demográfica. Por el contrario, el menti- principios científicos del comportamiento huma-
cidio tiene un gran éxito y no es reversible. Si se no y de toda clase de <<sandeces mentalistas>>~
condiciona a una población mediante las mani- Desgraciadamente, el resultado contradijo las
pulaciones idó11eas, no podrá transmitir a las ge- esperanzas. Y es precisamente en la sociedad opu-
... \
• 1

neraciones siguientes los valores y la libertad que . !·


1
l

i•
.
lenta, con su satisfacción de las necesidades bio-
ha perdido; y esto es precisamente lo que busca .
¡

1
lógicas, su aminoramiento de las tensiones, su ·
conseguir la manipulación psic.ológica y lo que ha .J
enseñanza y su condicionamiento según una téc-
logrado e11 buena medida. nica científica, donde proliferan en cuantía sin
Pero ha st1cedido· que el gran experimento con- precedentes las dolencias mentales, la delicuen-
ductista ha fracasado. La hipótesis era que, lo- cia juvenil, el crimen no provocado por la nece-
grado el bienestar n1.aterial, una ·sociedad mane- sidad, sino el crimen por diversión, el grave pro-
jada de acuerdo con principios científicos alcan- blema del ocio en una sociedad automatizada y
zaría la máxima felicidad del máximo número de j
la aparición de nuevos desarreglos n1entales diag-
S"Lls miembros. El experim~nto se hizo todo lo 1
nosticados como enfermedad existencial, ·tedio

bien que es posible cuando se trata de exper_i- maligno, neurosis de retraimiento suicicla y co~
40 Hacia una n~eva imagen del hombre .,... - '
\
i·.

'
.
.·'i ' Antropogénesis • 41
;:'.,,_ .

sas semejantes; en realidad todos los síntomas j'.


·,
he de recurrir 11uevamente a una simplificación
....
de una sociedad enferma. ..
..
.'
sumaria. -
La <<imagen del holllbre>> no es una cuestión
..,
.'..
"
Creo que existen ciertos principios comparti-
teórica; se trata de conservar humano al horrl-
·' ",·•

'
'.

. dos en una emergente psicología del · hombre, y


bre. No es preciso ser un místico como ·Teilhard ..
preferiría decir en una nueva ciencia humana o
de Chardin para discernir en la evolución gene- antropología general, porque va a ser evidente .
ral la de la Illente. .G racias a la psicología y la mente una empresa mancomunada de distintas
tecnología del autómata hemos logrado invertir disciplinas en la que participarán la biología, la
parcialmente la tendencia evolutiva. .
·.';
psiquiatría, la sociología, la lingüística, la econo-
Dice una famosa frase que la guerra es algo mía, las bellas artes y otras ramas del saber .. Las
demasiado importante para dejarla en lT.lanos de palabras clave que propongo para una nueva psi-
los generales; igual ocurre con la psicología: es
.
.' cología son simbo,l isnio .y sistema. Dicho con más
demasiado importante para dejársela a los psi- precisión, hemos de definir lo que es específico
cólogos. Una vez lllás, hemos de · encontrar un del comportamiento humano y de la psicología; .
. .

nuevo concepto del hombre. Algo hay que anda esto es posible hacerl.o en términos de las acti.
fundamentalmente mal; y tenemos .que averiguar ·
vidades simbólicas del hombre. Y en contraposi-
,.
que es, o perecer.
.,...
"
.....
..'
ción al modelo de autómata con reacciones pri-
..
..'
'
marias del organismo, emerge un nuevo concep-
to que, en lenguaje _psicológico, puede se~ expre .
sado diciendo que es el del hombre como siste-
HACIA UNA NUEVA IMAGEN DEL HOMBRE
''
ma activo de personalidad. Llegué a estos con.. -
,,'
r'
'
I,
ceptos, hace mucho tiempo, de resultas de mi ac-
~

La desazón causada durante los últimos años


,. ;
1'
t.'
'
tividad profesional ·como biólogo. Hoy parece que
por la actitud niecanicista ha traído consigo una giran en torno a ellos varias tendencias recientes
plétora de nuevas ideas en psicología que -si son y nuevas de la psicología. Trataré primeramente
diferentes por su contenido, -coinciden en .su re- de las cuestiones del <<simbolismo>> y ·1uego de
pulsa del modelo de _hombre autómata. Entre las relativas al <<sistema>>.
ellas, el planteatniénto organicista-evolutivo de ¡l

Werner fue una de las prin1eras y asimismo una i


,";1

de las de mayor trascendencia. Otros 11ombres ..,_..


¡
i..
ANTROPOGENESIS
y o.tras corrientes se recuerdan · fácilmente: Gor-
don Allport, los Bühler, Piaget, Goldstein,_,; Mas- Los fu11da1nentos biológicos de la evolución del
Io·w , Schachtel, J . . Bruner, el nuevo enfoque de hombre han sido examinados en una copiosísima
la percepciÓ11., el hincapié eI'l el comportamiento literatura, y. yo _mismo he expresado en distintas
.

y poder creador exploratorios, los neofreudia11os ocasiones .mis opiniones sobre ello ~ Me limitaré
'
colllo Rogers y los psicólogos del <<ego.~>, Sorokin por
. tanto a unos sucintos. comentarios.
. Entre los
en sociología, el planteamiento fenomenológico, el , principales supuestos anatómicos y fisiológicos
1
existencialista y otros. El campo es dilatado, pero, ,1 de la antropogénesis cuentan el aun1ento de ta..
apremiado por el tieinpo y corto de sabiduría, maño del cerebro; la erg·uida derechu.r .a, de la · •
.
42 Hacia u·n a nueva imagen del hombre A?itropogénesis 43

postura humana y ·ae su caminar; la carencia te fundamental, pero de poco hab1"ía servido, di-
de especialización y la conservación de caracte- gamos, sin la mano prensil y .e l .retraso determi-
rísticas primitivas~ como la mano con cinco de- nado por el funcionamiento de las glándulas en-
dos de los primates (en contraste con la especial docrinas. La marcha en postura erguida precedió
adaptación perceptible en los ungulados; los car- al aumentó de tainaño del encéfalo, según ha
nívoros, los mamíferos marinos, etc. de la pe- puesto de manifiesto la antropogenia moderna
zuña o el casco), que dio a la mano p~eciosas po- al distinguir entre el hamo ereotus y el hamo sa-
sibilidades como instrumento para <<manejar>> ¡
1

pie1is como fases distintas del desar1~0110 huma-


cosas; el mantenimiento de la pronación y supina-

no. Al erguirse, un ser se eleva literalmente por
ción del miembro delantero en contraste con la encima de sus hermanos que reptan o galopan
fijación pro1~ata de J.a posición . del radio y del y se torna dominador y explorador connatural, •

cúbito en otros órdenes de mamíferos; el ade-



pero solamente si se dan otras condiciones: los
lantamiento de los ejes oculares, que permite la ·c anguros y las ardillas tainbién son bípedos que
visión binocular y la percepción de la profundi- caminan, por lo menos, _parcialmente <<erguidos>>,.
dad; la relativa reducción de la dentadura en •
. pero esto no afectó perceptiblemente a la evolu. .
••f
'I
.\ comparación, por ejemplo, con los. antropoides, ción de su cerebro o de su inteligencia. La <<aber-
l¡'
,',
1: ~
'•
'
lo cual lleva a la subordinación de la estructura ·t ura al mundo>> (véase más adelante) supo11e ca~
I•1 '
i
..
• >

1
ósea facial a la craneana; un cambio· de iinpor- rencia de i11stintos especializados que tiendan a
..;l
r.
..' .,
tantes consecuencias del equilibrio endocrino red11cir el entorno y a convertirlo en . ~1~0 de
..
' 11 '
cuyo resultado es el retraso de la pubertad y del los incontables ambientes de Uesküll (Umwelten),
¡l

.n
...,'
·;
r
pleno desarrollo humano, que a su vez supone pe1,..o esto dejaría a la especie· muy vulnerabl~ si •
: :..
un prolongado período de aprendizaje y distin- •

i10 hubiese compensaciones. Solamente una es-


'' 1•
"1'.¡:.
g11e la curva del crecimiento humano de la ,de >
f
r
..'
pecie parlante dotada del necesario equipo . ana ..
1
j~
.r' otros seres por su trazado bipartito y por la
1
·t ómico puede alcanzar un sistema de comunica~
'j•..
' aparición de una súbita <<aceleración adolescen-
ción oral, pero es rriucho lo que hay que añadir
'l' '
;¡ te>> del crecimiento; el del hombre es el único
>

!1•
,;j,
1

caso de una especie <<nidícola secundaria>>, es de- a los gritos y aullidos para formar una lengua.
f'
ll y así sucesivamente·~ Habla11do en térmi11os de
:1
cir, nace con una considerable cerebralización
¡,

"
¡·
y d-e spués a·e una larga gestación (lo cual debie- genética y de evolución, hay motivos para pre-
t
1'
1

'"
'l
1
ra calificarle anatómicamente co1no animal nidí- l
1
guntarse cómo todo esto y mucho · m·á s quedó
fugo, pero incapaz de protegerse, por lo que per- conjuntado paso a paso por mutaciones casuales.
J
ma11ece largo tiempo bajo la tl1tela materna)·. Los rastros paleontológicos permiten estable-
Estas y otras ~aracterísticas biológicas han si-

ce1,. la ascendencia del hombre casi tan exacta-
mente como la del caballo o la del brontosaurio .
»

do analizadas y subrayadas por muchos autores.


Pero es impresionante que, al parecer, no sea po- Pero, por su p .r opia naturaleza, los huesos y dien-
"
1 sible tomar aisladamente . nin·g una de estas ca- tes revelan muy poco en m.uchos aspectos. Y aun
racterísticas como el factor responsable de que el ) cuando enco11tr·á semos vivo a un australopiteco,
hombre llegara a ser humano. Por ejemplo, el •
}
'•

un pitecantropo, o a un hombre de China o de
aumento del tamaño del encéfalo es evidenteme11- Heidelberg, su aparición dejaría si11 explicar mu-
1
;
!
l
1l
:¡ ,
j
. ..f'' ' ~

44 Hacia una nueva imagen del hombre .1. .


t
Antropogénesis 45
'
¡

chas características que se 11an esfumado en la


(

..••..... .c areciese de impulsos sociales no existiría la so-


noche anterior al amanecer del hombre. ciedad humana. Con el bellum omnium contra
De manera parecida, podemos indicar sin difi- omrte,c; de Hobbes como prístino estado del hom-

c~ltad algunas de las condiciones del corriporta-


l
1
bre no hubiera podido aparecer la sociedad, el
Il1Iento n~c~sarias para la .antropogénesis, pero·
'
.;
r
.
:I Tlatrimonio y otras instituciones. Pero esta so-
no las suf1c1entes. Entre ~llas debiera figurar pro- ·c ialización no debe llegar a quedar inmovilizada
bablemente en primer lugar la escasez de meca- por el instinto como ocurre con las sociedades
nisn:os co.ngé~itos de comportamiento y la au- de insectos, que en muchos aspectos fluidez de
sencia de instintos especializados. Esta es la con- ·s u funcionamiento, ausencia de conflictos, de

trapartida behaviorista de la fa·l ta de adaptacio- problemas sociales, etc. superan en excelencia


nes anatómicas; supone el predominio en el hom- .a las sociedades humanas.
bre del comportamiento aprendido sobre el con- Es importante inventariar el equipo innato o
génito. La <<indefensión biológica>> del hombre le • ·i nstintivo del hombre y considerar sus efectos
hace .a la vez <<abierto al mundo>>. Los animales sobre la conducta humana. Esto nos lleva a pro- .
se encuentran seguros dentro del capullo protec- blemas tales como el de ·1a agresión intraespecí-
tor de su ambiente, o Umwelt (von Uesküll), teji- ''
.
1

·f ica, que se manifiesta en la crueldad humana,


do con su equipo sensitivo y sus reacciones con- la guerra, la posible propia destrucción y otras
génit~s. El rest? del mundo no existe para una ·c osas. Basándose en su incomparable, experien- •

especie en particular. Mas he _a quí que nos en- ·Cia, Lorenz (1966) ha examinado profundamente
contramos con un ser carente de un capullo se-
r
},
'
este problema, y no encuentro aconsejable ·tratar
~ej ante pero dotado de una fuerza cerebral in- i
,d e emularle. Al mismo tiempo, parece que la agre-
1gu~Iada. De aquí que cualquier parte del mun- '!i
¡'
.s ión huinana en gran escala tiene siemp1~e raíces
i'

do, desde las galaxias iITiposibles de percibir direc-.. •


l
s imbólicas. (Véase la página 59.)
~.·
tam~nte Y c~rentes de significado biológico hasta r.
.' .La capacidad oral pa1..ece ser co1i.dició1~ · previa .
los ~ton:os: i~ualmente imperceptibles y sin exis- de un lenguaje en sentido humano (aunque, n a-
tencia b1olog1ca, pueden ser motivos de <<interés>> turalmente, no le faltan al hombre, 11i mucho
para el hombre. Inventa . órganos sensitivos ac- menos, maneras de hablar que no son verbales).
cesorios para explorarlos y aprende a conducir- ·p ara desarr·o llar esta capacidad' son necesarias

se de manera idónea respecto a ellos. Es preci- otras, las creadoras. Aunque los pri1nates y l.os
-
s~~ente la carencia de adaptación orgánica e ins- ·m onos antropoides son animales ruidosos, pare-
i
t1n~1va lo que le hace capaz de conquistar la to- ¡
t
ce que carecen .
de capacidad oral; Langer '
( 1948,
'
talidad del planeta y regiones allende sus con- .·p ágina 85) ha dicho que los monos antropoides
f ines. no desarrollaron un lenguaje hablado porque no
Pocten:os pensar fácilmente en otros requisi- l1acen ruidos orales cuando tienen muy poca
tos previos del comportamiento. Para desarrollar 1

\
·e dad.
el Uniwelt creado por él mismo denominado • i
\
~
Todo esto podría discutirse largamente. Pero
cultura humana , el . hombre ·h a de ser un anÍ-- l restringiremos nuestras consideraciones a . un
rnal social . Unicamente entonces la comunicación I solo aspecto: el hecho fundamental de la antro-
pasa a ser una necesidad biológica. Si el 11ombre pogénesi.s es la evolución del simbo·l ismo. 1
':tU .t1 acia una nueva image1i del hombre Una teoría . del simbolismo 4.7
.. .
Sin esta característica única, cualquie1-- canti- las más egregias distip.ciones intelectuales y en10 ..
' .}
; 'l•·.
". ¡

dad de avances biológicos y de comportamien·to j


"
.•

tivas. Tan importante es la actividad simbólica en


no habría bastado para hacer humano al hombre. ~ •',
_ la vida humana que uno de los más destacados
,.: '
1,'•'
filósofos contemporáneos (Cassirer) ha dicho: 'En

lugar de definir al hombre como animal ra~ionale
RESUMEN DE UNA TEORIA DEL SIMBOLISMO
¡
debiéramos definirle como .a nimal symbolicum. Al
'' ..
l~acerlo así podemos designar su diferencia espe-
Aparte de la satisfacción de las necesidades bio-

cífica ... '>> (Kaplan, 1961 ) .
lógicas que el hombre comparte con los anima- La psicología apenas prestó atención al simbo-
.'
les, el ser hulTiano vive en un universo que · no
'
lismo y a las actividades simbólicas hasta hac~
es de objetos sino de símbolos. Añadamos lo que unos años. En fecha más reciente, se han pL1esto •

añadamos a la psicología de un primate, de una y


o. e moda. · La obra de Werner y Kaplan es bien
rata o de un erizo de mar, y por muy distintos conocida (·1963); la enumeración de los escritos re-
. que sean sus respectivos ambientes uexkulianos cientes sobre el simbolismo tendría que incluir un
o Umwelten, su universo es un universo de cosas número considerable de ·estudios. No voy a ~m­
físicas,. de alimentos, obstácti~os, enemigos y así prender esa tarea; prefiero ·O frecer Un esbozo de
sucesivamente. El hoinbre vive en· un mundo 1, la teoría general del simbolismo, sin cuidarme es-
' •

simbólico de lenguaje, pensamiento, entidades pecialmente de separar lo que yo he contr.i buido


'
1

'
sociales, dinero, ciencia, religión, arte, y el mun- 1 a ella de lo que han aportado los dernás (por
do objetivo que le rodea, desde las tr'ivialidades

¡ ejemplo, Cassirer, 1953-1957; Langer, 1948; ~on .
l· •

que tiene a su alrededor hasta los lib~os, los '


Bertalanffy, 1956, 1965 a). ,
automóviles, las ciudades y las bombas, es una Para empezar, subrayemos una vez inás ~a para-
materialización de actividades simbólicas. 1 . doja de la psicología corriente. Duran·t e largo
Cabe duda1" justificadamente de si el ho1nbre es ¡
(
tiempo, el hombre dio ingenuamente por supues- ·
"
un animal racional. No hace falta recurrir para 1
1
• .ta su superioridad y se consideró el cent1--o del
ello al testimonio· de Freud; la duda resulta -s ufi- universo. La revolución científica lo redujo a su
cientemente justificada si consideramos la vida, la verdadero tamafio; y al correr el tiempo llegó a
sociedad y la historia. Pero no puede dudarse de 1,.egodearse con masoquismo en la idea de no ser
que el hombre es todo él un animal fabricador 1
t: <<sino>> un montón de átomos, un manojo de me-
J
de símbolos, usador de símbolos, dominado por I canismos reflejos, un antropoide aber1--ante .o algo
los símbolos. No podría yo resumir e.l problema del ,. parecido. No se tuvo en cuenta que el zoomorfi.s-
t
s imbolismo mejor que lo hizo Kaplan hace unos mo científico era tan poco objetivo, tan falso y tan
cuantos años: <<En el curso de los últimos cincuen- parcial como el ingenuo antropocentrismo. En
consecuencia, la psicología conductista no encon-
'
ta años se ha ido reconociendo que la actividad .\
si1nbólica es uno de los rasgos más característicos tró nada que decir del <<problema humano>>, de
' de la existencia hi..,1mana y que todo el desarrollo las actividades y cultura simbólicas del hombre;
de la cultura humana está basado en la capacidad de aquí que el término <<símbolo>> ni siquiera apa- •

del hombre de transformar el sencillo material f


'
rece en el índice alfabético de los principales li-
'
sensible en portador de símbolos, en portador de bros de texto de psicología.

...
"'~

'\''•
t
'

48 Hacia u·n a nueva imagen del hombre Una teoría del sinibolismo 49

El psicoanálisis sí encontró . mucho que decir las n1ás elevadas actividades me11tales d el hombre,
acer·ca de los <<símbolos>>, pero de manera bastan.- especialmente con las sin'lbólicas . No se sabe en
te extraña. P·a ra los psicoanalistas cl:á sicos, el sim- ab·s oluto por qué unas zonas l"estringidas del ce-
bolismo era <<una especie de trastera de la civili- rebro están relacionadas co11 los p1~ocesos cons-
zación>> en donde se almacenan las repres·i ones y cientes mientras que la mayor parte del mate1--ial
lo inservible (Rank y Sachs), <<UI'l procedimiento 11.eural 110 lo está.
arcaico de pens~r>> (Janes), aunque resulta difícil El hon1bre se caracteriza por el g1"an desa1--rollo
comprender cóITio las ecuaciones diferenciales, las de la COI"teza cerebral y de las regio1~es específica.is
sinfonías o los automóviles pueden considerarse .
que he mencionado; pero 1'10 se advierte un des-
manifiestamente <<arcaicos>>. Por esto, en buena ar1"ollo semejante en las capas encefálicas subya-
parte, las tentativas psicoanalistas para compre1~­ centes. Cabe suponer que ésta es la razón por la •

der la cultura no se elevaron por encima del nivel que la evolución hun1.ana se conce11tra casi exclu-
alcanzado por el Leonardo da Vinci de Freud, que sivamente en lo intelectual. Los diez millones de

olvida que, fueran las que fueran las experiencias •
neuronas de la corteza hicieron posible progresar
• 1

vividas o los complejos engendrados en su tem- desde el hacha de pedernal a los aeroplanos y la
prana niñez, poco tienen que ver con la pintura bo1nba atómica, desde la mitología primitiva a la

florentina o con los ingeniosos inventos mecáni- teoría qu,.á ntica. Pero 1'10 hubo un desa1"rollo para-
cos del pintor, que únicamente 1--esultan compren- lelo de los instintos. De resultas de ello, los i1'1stin-
sibles en relación con su época y con la cultura tos morales del hon1bre apenas son más enc.o mia-
de ésta. bles que los del chimpa11cé 4

Por ello el biólogo dará muestras de prudencia ¿Cuál es la definició1i del simbolismo como· ca-
evitando las falacias, tanto la antropocéntrica racterística humana? ( von Bertalanffy, 1956;
co1no la zooITiórfica. Es de suponer que esto es lo 1965 a). La palabra <<simbolismo>> ha sido empleada
'

que hace la psicología <<humanística>>. Veamos al- co11 diversas acepciones, posiblemente útiles según
g·unas consecuencias de este punto de vista. la finalidad de la investigació11.. (Incluso reconozco
Para el neurólogo, podemos decir simplificando ·que posiblemente sería aconsejable un 1~uevo té1---
el asunto tnuy notoriamente, existe1~ tres princi- l

mino que encaja mejor con la definición que
'•
pales capas cerebrales superpuestas eh el hombre. \
1
doy.) Creo que tres criterios aplicados conjunta-
1
La primera es el antiguo encéfalo, el paleoencé- I

• 1nente son necesarios y suficientes para distingui1"
falo, que rig·e en los seres humanos las funciones, 1
1

'
el comportamiento si1nbólico humano del c .0111-
impulsos, instintos y emociones primitivas, la pro- po1~tamiento anin1al, que en ciertos aspectos pL1e-
funda personalidad primera. La segunda es el de se1~ pa1"ecido al humano o precursor de éste.
nuevo cerebro, el neoencéfalo o corteza, derivada Recuérdese que 11.ablo como biólogo, y que estoy
trata11do de distinguir ent1 e el hombre y otros se-

en los mamíferos por evolución de los reptiles, 1
(1
1

que es el órgano de la percepció11 consciente y de '


l"eS aplicando criterios empíricos d.e compo1"ta- ..
\
la acción voluntaria. Finalmente encontramos los \ miento, igual que el especializado en taxonomía.
más altos centros, especialmente la región motriz I1 busca difere11cias que distingan a una especie de
y del habla y las grandes zonas asociativas. De una ot1~a; ·mi planteamiento prescinde de consideracio-
)
u otra forma, la neo corteza está relacionada con ·i
.1
11es filosóficas, metafísicas o teológicas.
~1

"...•
'
50 Hacia una nueva i1nagen del hombre Una teoría del simbolismo 51

. Los dos prim.eros criterios. del simbolismo re- dos (Werner y I<.apla11, 1963; otras olJras) h.an de-
sultan bastante evidentes y no precisan de una mostrado la importancia de las características <<fi-
exposición rriinuciosa. Los símbolos son represen- sionóni.icas>> e11 la formación de los símbolos. Se
tativos, es decir, el símbolo ocupa de una u otra han discutido ampliainente las raíces onomatopé··
f arma el lugar de la cosa simbolizada. Adetnás, los yicas del lenguaje. Ciertas palabras primigenias}'
símbolos son transmitidos por la tradició12, o sea, como <<mamá>>, y el hecho de que la palabra <<ma-
por procesos de aprendizaje del individuo, e~ .dre>> comience por <<m>> e11 casi todas las lenguas,
contraste con los instintos innatos. El tercer cri- cualquiera que sea su estructura ( con1L1nicación
terio que juzgo necesario lo denomino c~eació.n personal del desaparecido profesor Klc1ckhohn),
libre. Quizá no sea ésta la expresión mas feliz indican que el vocablo tuvo por orig·en el sonid._o
posible, pero creo que resulta cla~o lo que p~~e­ relacionado con el ruido de los labios del niño al
tende expresar. En el comportamiento cond1c10- abrirse sobre el pecho de la madre ·( cf. Jakob-
nado la relación entre la señal y lo señalado viene son, 1960).
impuesta externamente. Por ejemplo, la campan~ El papel en el lenguaje hablado del grito expre .. •

de Pavlov significa <<comida>> porque tras el so111- sivo, de lo que pudiéramos llamar mi1nesis de los
do de la campana apareció el alimento de acuerdo vocablos y de los factores concomitantes, ha sido
con lo dispuesto por el director del experimento. muy estudiado por la ling·üística; la obra de Cas- .
O, la llama, percibida visualmente, avisa al niño o sirer examina a fondo, por lo menos, la ·biblio-
'al gatito del fuego porque empezaron pOI" que- grafía anterior a la época más reciente. Sin .
em-
marse. La rriisma caracterís-t ica es aplicable al con- bargo, se reconocerá que este proceso no pertenece
dicionamiento instrumental, a, las experiencias in- ·a l plano del condicionamiento biológico clásico,
fantiles de Freud, etc. En contras,t e con esto, no por contigüidad, o i11stru1nental, por refuerzo. La
existe ningitna relación impuesta biológicame~te relación entre el vocablo (o símbolo) y el objeto
entre el símbolo y la cosa representada. Sería ~u­ no est·á <<impuesta biológicamente de manera ex-
nesto que el significado de la luz verde con rela- te1"na>>, sino que se le da un <<sig11ificado>> al sím-

ción a la roja tuviese que ser aprendido por .u n bolo. Por ejemplo, en los conocidos experime11tos
proceso de condicionamiento, es decir empezan?O· de Kohler se e11tregó a una serie de sujetos expe-
por chocar un automóvil contra o~~o, _Y ~u~ s~lo · \ rimentales una figura l"edondeada, a la c11al diero11
'
así adquiriera el hombre una reacc1on i.nh1b1tor1a. J
el nombre de 1nalunia, y a otra figura ,hi1"suta le
"l'
De manera seme .iante, no existe ninguna razón · dieron el de ta;icete. Esto denota una semejanza
biológica para que un cierto animal sea lla1nado . <<fisionómica>> entre la figu1~a y el nomb1"e qt1e se
perro, Hu·n d, chien, cane y así sucesivame:ite, se- le adjudica, pero nada tiene que ver con un cor1di-
gú.n el idioma de que se trate. En este sentido, los cionamiento biológico. Existen características <<fi-
símbolos se escogen libremente. . sionómicas >> y una especie de iso1no1--fismo entre ' .
No quiere decir esto que· el símbolo considerado la i1nagen visL1al y el <<vocablo>>; por ta.nto, la elec-
i10 tenga nada en común co11 el original represen- ción no es arbitra1"ia. Que estas .nuevas palabras
tado o que no exista ningún n1otivo biológico o sean adjudicadas a estructuras anterj~ormente sin •

psicológico que influya en la elección de símbol?s noni.bre resulta facilitado, natural1nente, por los
lingüísticos o de otra índole. Werner y sus asocia- hábitos lingüísticos del hombre desde tien1.] )0S I"e.. - ·
52 Hacia una nueva imagen del honibre
U12a teoría del . sinibolisnio 53
.

motísimos. Pero nuest1·0 c1,..ite1--io subsist e y queda


demostrado: no . existe condicionamiento, refuer- cado >> que trasciende las reacciones I'"'eflejas con-
zo, etc., en la conexión entre fig·ura y nombre· la dicionadas por u11 estí1nulo ve1--bal, y que éste
relación no es impt1esta externamente sino e~ta­ forme estructu1--as g1"amaticales según leyes de los
blecida por un acto <<creador>> basado en la adju- s isten1as sin1bólicos, y así sucesivamente. Parece
dicación de <<significado>> al sí1nbolo-vocablo que justificado preguntar (como Chomsky ' riene a d e-
-represe~t~ al objeto. Este elemento creador aje110
ci1. . i1nplícitamente) por qué existe en absoluto el
al cond1c1ona1niento biológico se revela emotiva- lenguaje en sentido humano, claramente disti11to
·m ente en episodios como el q11e i1arra Helen Kel- por sus propiedades únicas del comportamiento
ler, cieg·a y sordomud.a, acere.a de la manera e11 y la con1unicación ani111ales, si el <<compo1"tamien..
q~1e comprendió por p1""imera v ez el significado d~ e
to verbal>> p1"ocede de principios compartidos por
1as palab1~as, la relació11 del símbolo (en este caso · el 11ombre y la rata y nada más que de ellos &
e11 el leng·uaje táctil) con la cosa representada. La El c1,..ite1"io <<impuesto biológica1nente>> está rela-
sensación de asornbro debió de ser aún 1nás p1--o- c ionado co11 el de <<utilidad biológica>>. Evide11te-
ft1nda cuar1do el horr1bre descubrió por prin'lera ni.ente, el con1portamiento i10 simbólico por lo
vez que pu.ede establecerse u11 nexo entre los sig·- g·e11eral tiene como fin ali dad la conservación del

-n os libreme11te creados (símbolos) y los objetos. i11dividuo y de la especie, poi-- eje1nplo, el co1npor-
Natt,1ralmente, e11 el <<con1portamiento verbal>> tamie1'1to por apre11dizaje, las 1 eacciones y las co-.
9

;(Skinr1er, 195,../), dentro de una sociedad ple11amen- inunicaciones innatas, etc.; aunque en la creación ·
-.t e desarrollad~a en el aspec1~o lingüístico, el esque- de tensiones, en el juego, el comportamiento ex-
:ma convencional del compor·tamiento operante y ploratorio no es puramente r1omeostático sino
del. ·refuerzo deseni.peña un papel importa.nte. Sin una expresión de <<actj_vidad autónoma>> del orga-
emba1'go, co1no ha seña.lado Chomsky (1959) en su l'lismo. En general, pero co11. excepciones, e l com-
crítica del libro de Ski11ner, e l ap1,,endizaje n1e- portan1iento biológ·icamente desve11.tajoso qc1edará
diante <<sig·nificació11>> y <<comprensión>> es esen- pronto eliminado por un proceso de selección. En
cialmente distinto del refuerzo y no ha de co11- co11t1 aste, el comportamiento si1i.1bólico no sola-
1

fundi1,..se con él. En la esquematizació11 de Sl~inner· mente es radicaln1ente creador ( <<autono1nía>> e11
t.ll'l pla1~0 superio1") sino que trasciende lo 'b iológi-
no cabe que una fras e sea <<verdad>> (es d~ecir, qt1e \
corresponda de a.lg1.Ina fo1 n1a al <<l1echo>> ); una
1
l
1 came1'1te deseable. Co1no queda dicho, el valor bio-
frase es ta.,11 válida como otra suponie11d.o que esté

I
lógico y adaptador precisamente de todas las acti-
suficientemente reforzada. Esto, desgraciadame11- vidades s i1nbólicas y culturales r11ás elevadas es
. o
te, es cierto con relación a la psicología manipula- discutible; y en el suicidio, e1i. la guerra, etc., los
do11a, al condicio~a1nientodel anin1.al humano n1e- valores biológ·icos so1'1 poste1. gados a los s imbóli-
diante las costumbres, la metafísica inculcada y cos. Este es el substrato biológico de la a11títesis
los p1"ejuicios, los órganos de información y cosas e11.tre <<natura>> y << c ultura>>. El mu11do sin1bólico
sei:nejantes. DejaJ completamente sin explicar que ' de la cultura es funda1ne11talmente i10-natu1~a1 "'J'
\
exista algo como la busca de la <<verdad objetiva>> trasciende an1plia1ne1'1te y a veces cont1.. adice la
(que es ajena y a veces antagónica al refuerzo y i1aturaleza, la utilidad, la adaptaciór1 y Jos impul-
a la satisfacción animal), y que haya un <<signifi- sos biológicos.
Tomados conju11ta111ente estos t1"es cri tr~1:).ios, be
:f
54 Hacia itna nueva imagen del hombre U1ia teoría del si1nbolismo 55

llegado a la conclusión de que son necesarios y tico. Al tener en cuenta los lenguajes animales, la
SL1ficientes 5
para distinguir el s im.bolismo hu- rná,s amplia connotación del simbolismo compara-
n1ano del comportamiento animal que pueda do con el lenguaje y el probable arraigarr1iento del
ser compa,rado con él de t1na u otra ma1:1era; por lenguaje representativo en capas más profundas
ejemplo, las señales en la reacción condicionada, del simbolismo (como el mito), los observadores
los esquemas del instinto, el llamado lenguaje de mode1--nos han llegado a considerar que el logro
las abejas, e~ alborear de la tradición que pudiera específicamente humano es m iá s bien el simbolis-
percibirse en la enseñanza de los cachorr·o s y crías mo que el lenguaje. Esta conclusión resulta con-
por sus padres, y así sucesivamente. El análisis firmada por el hecho de que las actividades sim-

n1.uestra que en todos estos casos falta uno u otro bólicas (tal como se han descrito más atrás) no
de los criterios enunciados. Otro tanto acontece se advierten entre los anini.ales (incluyendo a los
en los casos humanos aberrantes ~ ·C uando el es·· antropoides), aunque, claro está, sí per·c ibim.os en
quizofrénico inventa nombres caprichosos para las ellos etapas precursoras o preparatorias. En cuan-
cosas, tales nombres no pueden considerarse como to a los primates, los :más sagaces observadores
símbolos o lenguaje. Están presentes los criterios _ expresan esto algunas veces hablando de la <<afa-
de <<libre creación>> y <<representación>>, pero no lo sia>> o <<mudez>> de los chimpancés; esto está rela-

estará el de <<tradición>> en tanto que las palétbras cionado con la ausencia del centro motor del ha-
del esquizoide sean idiosincráticas, como lo son bla en el lóbulo frontal, que únicamente se
.,
dentro de su vivencia autárquica y caótica. Pero encuentra en el hombre '( Rensch, 1958) (sobre los
cuando es aceptado el neologismo (en el más am- lenguajes animales, cf. la obra monumental de
·¡

plio sentido de la palabra) por encajar en una Kainz, 1961).
vivencia universal consisten·t e, entra a formar par- En esto están generalmente de acuerdo los bió-
te del universo simbólico; como ocurre continua- logos (v. g., J. Huxley, Dobzhansky, von Berta..
mente al incorporarse al habla vernácul.a las jergas lanffy), primatólogos, neurofisiólogos (Luria; <<sis-
juveniles y otras tnaneras de decir, o los términos tema de señales secundarias>> según la terminología
inventados por la física, las matemáticas y otras •
de '· Pavlov), psiqt,1iatras (Goldstein, Arieti, Kubie,
ciencias modernas. •
1• Hacker), ·filósofos (Cassirer, Langer), etc. Que la
l psicología norteamericana, hasta años muy recien-
Ta.l vez deba recordarse que los conceptos sim-
bolismo y lenguaje se traslapan, pero no coinci- tes, cometiera el error de no comprender, recono-
den en toda su extensión. Existe un lenguaje que 1
1
ce1" o explorar esta característica fundamental y
no es simbólico; según la proposición de K. Bühler esta diferencia del comportamiento huma110 es una
(1934), pt1ede distinguirse el lenguaje como <<re- de las consecuencias de la falacia zoomórfica y del
presentación>>, .<<expresión>> y <<llamada>> (Darstel- inadecuado reductismo.
lung, Aitsdruck~ .Auslosung). Unicamente el repre- El inrrienso ámbito de los símbolos y de las ac~
sentativo es simbólico; los otros dos (a saber, el tividades simbólicas requiere una más minuciosa
expresivo o los gritos de ·aviso de los animales) clasificación. Existen evidentemente dos campos
no necesitan ·serlo, aunque lo sean en ·Ja comuni.- principales. Uno atañe a las comunicaciones de
' cación humana . Por otra parte, existe, naturalm.en- información cognitiva. El primer ejemplo, no hace
.te, un vastísimo cani.po de simbolismo no lingüís- - falta decirlo, es el lenguaje; más precisarr1ente, el
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57
56 Hacia una nueva image1i del hQnibre U1ia teoría del · si11ibolisnio

lenguaje co1no representación, o Darstellung, se- de tanteo que en lugar de actos físicos emplea el
gún K. Bühler. Su característica fundame1-ital es pensa1-i1.iento~ . · . .
su naturaleza discursiva; por ello cabe habla1.. de Terce1"0: el simbolismo hace posible la i11tenc10-
un caITipo de simbolismo discursivo. nalidad verdadera o aristotélica. La, ineta futl1ra
Por otra parte existe el dilatado campo del sim- es prevista en su imagen simbólica y así p11e de
bolismo no · discursivo que trans1nite información i11flui1~ e11 el acto del mo1nento presente.
de índole no cognitiva sino de ot1~a clase: desde Cu.arto: los ·unive1--sos sitnbólicos creados poi~ el
los símbolos de posición social, como un Cad'i llac ho1nbre cobran indepe1'1dencia, o una especie ele
o una bandera, hasta los poemas líricos, la 111úsi-
1
vida propia. Los sistemas de símbolos, por así de-
ca, el mito, la religión, etc. Parece que po1· lo cirlo, tienen fuerza motriz propia. Consecuente-
general tales símbolos atañen a la comunicación mer1te, gozan de autonomía, o lógica de desar1·ollo
de valores y no de hechos (van Bertalanffy, 1965 a). inter11a. El mito, la pintura renacentista desde
Podemos hablar asimismo de co1nunicación emo- Giotto al Tiziano, la inúsica desde Bach a Richard
cional, especie de información i-io abarcada por la · Strauss, la física desde Galileo a Bohr, el Impe1. io
teoría de la información y que no puede ser expre- británico, la evolución de las lenguas indogermá-
sada ITlediante partículas o decisiones de sí-'o -no nicas, todo ello obede·c e a sus respectivas leyes
en el álgebra booliana. Sin embarg·o, un Cadillac i11ma11entes, que no so11. las leyes psic'o lógicas c1t1~
o un himno nacional tra11smiten información acer- rigen los procesos mentales de sus creadores.
ca de la posición económica o las emociones pa- Esa es la razón por la que, en general y prescin-
trióticas igual que el vocablo <<1nanzana>> nos in- diendo de las transiciones, encontra1nos tres g1~an­
forma ace1"'ca de las p1,..opiedades inherentes a un des áreas o planos en el mu11.do observado: la
cierto objeto. Provisionalmente pudiéramos de110- naturaleza i11animada, los sistemas vivos y el tini-
1ninar a esta clase de símbolos no discursivos co1110 verso simbólico (cultura, la ine11te objetiva de
vivenciales. Hegel, la i1oosfera de T. de Chardir1, el can1po
Las consecuencias de las actividades sirnbólicas s11perorgánico significante de Sorokin, etc.), cada
del hornb1"'e so11 inmensas; tratemos de esbozarlas . u11.o de los cuales tie11e sus propias leyes ca1·ac-·
muy sucinta1nen·t e. La primera salta a la vista . La ;
terís tic as. '

evolución filogenética basada en las mutaciones


1
1
\ Naturalmente,
.
la distinción no supone sepa1·a-
hereditarias es suplantada por la historia ci1nen- ciones absolutas, sino más bien la emerg·encia a
tada en la tradición de los símbolos. Esto, natu-. u11. nivel superior desde otro inferio1--. En estos
l"almente, contribuye a la treinenda velocidad con tie111pos de biología molecula1"' casi 1-io vale la pe11a
que se desarrollan los acontecimientos de la. his- ·aludir a lo que está e11tre lo i11ani111ado y lo vivo,
toria humana en comparación co1-i el pausado acae- aunque ia célula sigt1e sie11do el 1nás s i111ple siste-
c~11t d.e la evolución, ajustada al reloj geológico. n1aJ co11ocido que exr1ibe tod.a s las rrianifes·tacio11es
En seg·t1ndo lugar, el procedimiento de ta11teo
\.
'
de las fu11.cio11es \ritales. En te1,..renos mejoI' co-

queda ren1.plazado poi~ el razonamiento; es decir, '



nacidos, dis1Jo11emos. de u11a bue11a serie que va
por un procedimiento de tanteo basado e11 sím- t desde los anfibios a los reptiles y a los man1ífe-_ •

bolos conceptuales. Los procesos simbólicos sus--


'

ros; pe1,.o estas clasificaciones tienen sentido. De


tituyen a los actos experime11tales: es u11 n1é·t odo n1a11e1,.a semejante, quisiéra1nos i~ebatir a la })Si-- - ·
... ; .
'. . '
·~ '

Hacia una niteva imagen del hombre


'


58 ·~

,,, ....
"~,,,,.'· ,·-
f•

' un.a teoría del simbolismo ' 59
,f. '

cología evolutiva, tanto en el sentido que le da ·c onceptual de lo por venir, que permite una au-
Werner como en el que le atribuye Piaget, cl.1ando téntica inte11cionalidad, provoca a la vez angustia,
,..
postula tln vacío infranqueable entre la biología ..
·e l temor al día de mañana~ y a la m11erte, iniedo
.

y el simbolismo, entre la biosfera y la noosfera, o



1

,·.
que desconocen los animales .
(
como prefiramos enunciarlo~ Pe1--o sin más propó- . ·.:'
Como co11secuencia de su dinámica inmanente,
t
sito que el de descubrir desarrollo y evolución, o de sus leyes, los sistemas. simbólicos .pueden lle-
,,.~

. 1

precursores, transición, ascendencia y así sucesi-· ga1~ a ser inás poderosos que el honi.bre que los
vamente, debemos ante todo ordenar los conceptos .
"'·-
crea. Entonces las entidades simbólicas posición,
y elucidar lo que es específico de cada uno de nación, sociedad, partido, y todo lo que se desee
1 .'
¡:

;'
.
ellos. · '
añadir a la lista pueden llegar a gobe1--nar al hom-
Las leyes independientes de ciertos 11niversos ,.'"·
~:

.
~:
·bre y a regir el humano comportamiento con ma- '

"
si1nbólicos los de símbolos discursivos nos lle- t.
'
¡
yor fuerza que la realidad biológica o que los
van a una quinta consecuencia. El sist~ma adquie- t
.,..,.
impL1lsos org!á nicos. Esa es la base de los más
I"e· propiedades algorítmicas~ Una. algoritmia es i1n subl.i mes logros del hombre y también la causa ·
sistema de símbolos enlazados según reglas esta- de todas las locuras de la historia humana. Las
blecidas previamente. Puede toma1--se como ejem- bo1nbas termonucleares no son solamente el arma
plo el álgebra elemental o cualquier clase de ma- definitiva, sino el definitivo desenfreno de los
temáticas, pero asimismo los leng11ajes vernáculos simbolismos científicos, tecn·o lógicos y políticos.
y técnicos. Dado un conjunto idór1eo de símbolos, _Si surge un choque entre los impulsos .biológi-
es decir, un vocabulario, y ·e stablecidas las reglas cos y los valo1'es simbólicos, o entre mundos sim:
propias del juego, o sea., una gramática, los . sím- bólicos concitados, entonces se crea una situación
bolos pueden ser Illanejado·s como su·c edáneos de de neurosis para el individuo. La neurosis no es
las cosas que representan. Y entonces, según ·la "Ltna simple represión de los <<instintos>> o de las
fan1osa frase de I-Ieinrich Hertz, <<las consecuen- · necesidades biológicas, como supuso Freud; los
cías de las imágenes serán las imágenes de · las psicoanalistas modernos l"*econocen el papel esen-
consecuencias>>. En términos algo diferentes, el '•,~ cial del sin1bolismo (Kubie, 1953; Hacker, 1965) ..
sistema algorít1nico pasa a ser una máquina -~

Lo mismo es esenci.a.l mente aplicable a las socie-


de calcular, como, a la inversa, toda m ·á quina de \• dad. es. Como queda dicho, los conflictos y las
cal.cular es la materialización de L1na algori.t mia. guerras no acontecen en el plano de la supervi-
Una vez que se le suministran a la calculadora los vencia y de la Ju.cha por la vida; son un choque
datos pertinentes funciona de acuerdo con reglas de ideologías o mundos simbólicos. Dicho más
establecidas previamente y acaba por dar llll re- exacta1nente, son el resultado de palabras hipos-
sultado que era imprevisible para .la mente indi- táticas mágicas nacionalismo, libre iniciativa, co-
vidual de capacidad restringida. Esa es la esencia '
.
mu11ismo, dogmas religiosos, etc. que en el 1nejor
del razonamiento matemático, de la predicción ~t~

' l. de los casos reflejan ciertos a.s pectos de la, rea,li-


~~
científica y del dominio tecnológico de la natu- ..
::~

~
dad y en el ·p eor son completamente subjetivas y
raleza. ¡ se truecan en realidades especiosas mediante eJ. ,

.~n sexto lugar ·existen, empero, aspectos som- conocid.o y pernicioso proceso de la materializa-
bríos de los universos simbólicos. La anticipación cj_ó11 de los conceptose
·~;.:
·'
'.'$(
'
'

60 Hacia una. nueva imagen del ho11ibre .La e·v olilción del simbolismo 61

<<Así tiene el hombre que pagar por la singu·la-· <<e go>>. Este proceso puede ser observado e11 el
ridad que lo disting·ue de los demás se1--es. El á1~bol ,d esarrollo del niño; en el desarrollo antropológico
de la ciencia es el árbol de la mue rte>> (von Be1~ . . desde el inito al conocimiento objetivo; en la in-
talanffy, 1956). versión parcial de la psicopatología. Partiendo de
El simbolismo es, poi-- tanto, la mis1na· base de 11na- fase sincrética (We1~11er) o de un estado de
6

la naturaleza hum.ana y de la azarosa situación


"
adualismo (Piaget) y a través de i11undos n1íticos
del hombre. La totalidad del comportamiento, de y iná.gicos, se establece finalmente la separación
los logros, trabajos y padecimientos humanos pue- -d el n1.undo y del yo (cf., por ejemplo, Werner,
de expresarse en términos de acti·v idades simbó- .
1957; Piaget, 1959; Cassirer, 1953-57; von Be1~ta -
7
licas. :·1 anffy, 1964 a, 1966 a; Ariet.i, 1965) •

Para llegar al Inístico 11.úmero siete, añadan1os


lo que tal.
vez sea el más profundo resultado del
simbolismo. Crea el <<YO>> y el <<mundo>>. La expe- ALGUNAS CONSIDERACIONES ACERCA
riencia inmediata, tal con'lo la surninistra1~ las DE LA EVOLUCION DEL SIMBOLISMO
percepciones, los sentimientos, los actos volunta-
rios, es momentánea: do1nina la conciencia t111 Co1110 queda dicl10, ,d istingt1ir e11tre el cornpor·-
mon1ento y se esfuma. Para los animales, el pa- ,tamie1'1to animal y el simbólico no significa que
~ado consiste en huellas dejadas por condiciones .-e xista u11 abismo entre ellos. Igual que hay esta-
que influyen en la conducta subsiguiente, y como dos interrr1edios e11tre lo inanimado y I~ vivo en
mucho en vagas posimágenes de percepciones pa- la natL1raleza, hemos de buscar la evolución del
sadas. Solamente con el simbolis1no emerge un s i1nbolismo. En general, la idea de eni.ei"g·encia
<<universo>> orde11ado. Solamente los símbolos· de- pa1"ece ser exacta: cada nivel del universo átomo,
nominadores truecan los estímulos-Gestalten en inolécula, célula, organismo, universos si1nbólicos
objetos perdurables. Unicame11te entonces existen (con cualquier cantidad de niveles intercalados)-·
'
lo pretérito y lo venidero en sus simbólicas repr~e- \ i:>osee propiedades jT leyes peculia.res que i10 cabe
se1'ltaciones, lo que los hace manejables. De esta ¡ derivar de las del l"espectivo nivel i11fe1"io1· ni re-
ina11.era, el pasado entra a formar parte del uni- ducirlas a ellas; en cada nivel existe asimisn10 una
verso 01--g·anizado; y lo por venir, lo por vivi1--, j

1 g·radació11 de inferior a superior, y la podemos en-


puede ser previsto inediante los símbolos que lo tend. er no por pura y si111ple 1~ect11cció11, s i110 me-
i~epresentan y determinar la conducta presente. El dia nte la ampliaciór1 de nuestros esque111.as co11-
s irribolismo da co,n sistencia al l1niverso: <<Was in ·c eptuales.
s chv1anke1'1der Erscheinung sch'w ebt, befestiget in La formació·n de conceptos y la de sín'1bolos es
dauernden Gedanken>> (Goethe) (<<Lo que flota en u11. problema que atañe al psicólog·o. Pe1~ 0 el biólo-
oscilante aparición se afianza en pensamientos du- 1:
:g·o puede · pregl.1ntar legíti1na11.i.e1'1te cómo se 11a
r·aderos>> )~ clesa,1---rollado , esta 11otabl.e característica exciusiva
11
"A
1

Por inedio del s imbolismo y de los no111.bres, lo -d el hamo sapie1is. La 1~espuesta se e11clien·t ra r~e­
externo, lo q~1.le nos rodea y la n1is1na experiencia, ·c óndita en algú11 lugar de los 500.000 añ9s que nos .
'

-el ello, el ·t ú y el yo se destacan difere11cia.dos ·separan d.el hombre de Heidelberg, y las i11f e-
de la corriente vital; se establece la barrera del 1~encias que saquemos de la psicología E.:\ro1uti·va,-

¡
62 Hacia una n 'ueva imagen del horabre· La evolución del simbolismo OJ

de la antropología cultural y de la psicopatología del plumaje animal. Esencialmente, es lo mismo


serán inevitablemente conjeturales. No dispone- que cuando Skinner manifestó que ciertos 1~esu1M
mos de una respuesta p1--evia1nente elaborada, pero tados del condicionamiento.instrumental 'p rovocan
cabe hacer algunas consideracio11es. un <<comporta1niento supersticioso>> en las palo ..
Con10 en todas las dificultades en el terreno de mas, "J' Henry (1964) se chanceó de la ingenuidad
lo evolt1tivo, es preciso cuidar de distinguir entre de tal comparación. Pues las danzas de la llt1via
el desarrollo paralelo y la verdadera ascendencia. y los rituales de índole comparable están basados,
E l problema es el m11y conocido de la a11alogía y la naturalmente, en una enorme estructura simbólica
convergencia. Las equivalencias funcionales pue- de religión, creencias, organización social y , cosas
den desarrollarse independientemente, como las pa1~ecidas.
alas de los insectos, de las aves y d.e los quirópte- Aquí ·pa1--ece que encontramos el problema resu-
ros, o como los ojos de los vertebrados y los mo- mido en apretado compendio. El coinportamiento
lt1scos, que presentan manifiestas semejanzas; y simbólico, el <<proceso secundario>>~ no puede ser
lo que es inás pertinente, puede1'1 desarrollarse en <<reducido>> o <<resuelto>> convirtiéndolo en proceso
diferentes niveles evolutivos. Las conchas- de al- prin1a1--io, en esquemas de actividad connatural o
gunos foraminíferos unicelulares parecen amoni- en simples p1--ocesos de .a prendizaje. Además, la
tas en miniatura; en los marsupiales y en los .1na- motivación primaria persiste en todos los i1iveles
míferos placentarj.os se han desarrollado estructL1- de co11ducta. Utilizando un ejemplo ya menciona-
ra,s de sorprendente semejanza. do:· 110 cabe reducir la guerra al impulso ag·resivo
• ,. t>.

Reflexiones similares pueden hacerse acerca del del hombre; la guerra y la llamada agres1on esen-
problema que consideramos. Formas de comporta- cial en todas las calamidades que ha padecido el
miento d e notable parecido surgen en los tres prin- hombre desde Tamerl án hasta hoy no solame:r1te
1

cipales niveles: . el de los mecanismos de comporta- suponen instintos sanguinarios y bél.icos, si1J.o un
miento congénito, el de las reacciones aprendidas complejo marco simbólico, una ideología (von
y el de las actividades simbólicas. Por eje111plo, hay Bertalanffy, 1958); y los conflictos inode1. nos, lejos
. poca diferen.cia entre n1.uchos de los rituales a11i- de ajustarse a una ciega acometividad, son conse-
males y hL1ma11os. Un pez o un ave que lucen os-· cuencia de helados .
cálculos (o al menos eso se di-
tentosamente su colorido, qlJ.e adoptan una serie ce·, pL1es no hemos de olvidar las ideas fijas y los
de actitudes llamativas y se mueven amenazado- razonamientos francamente esquizofrénicos de la

ranlente no hacen sido conducirse como el pro-



política i11ternacional). Pero, asimismo, la guerra
pietario de un Cadillac que corre en él a 150 sería biológicamente imposible a no ser por la po-
kilómetros por h.ora. El fulgor del r ·e 1umb1·ó11 y sibilidad instintiva de la agresión intraespecífica
las amenazas so11 . tan comprensibles P.ara el pez (Lo1--enz, 1966). Aden1ás, las especies <<matadoras>>
corno para el hombre. 'Tampoco erraremos al de- ta1n.bién tienen. mecanismos integrados que fre-
cir que sus motivos el impulso o el <<proceso nan el asesinato int1"aespecífico. Recuérdese, por
primario>> dicho en la jerga psicoanalítica son 1
¡
ejemplo, el conocido caso del lobo que a,l ser
los mismos: demostrar majeza, poderío, virilidad ''
¡
vencido en la lucha contra u11 semejante ofrece al •

y cosas semejantes. Pero, evidentemente, el Ca- 1


1
enemigo la parte más vul11erable de su ct1erpo pa1"a -
dillac no proviene de la evolución del, colorido y q ue le dé muerte y al hacerlo despierta el instin- _

,1
"'
64 Hacia una 1iueva image12 del hombre La evolució1i del sinibolismo 65
to <<caballe1noso>> que impide al vencedor da1-- la co1nportamiento y del encéfalo como máquina d.e
de11tellada n1ortal . En co11traste con esto, las es- calcular son reqt1isitos previos sin los cuales el
pecies no armadas, como l as pacíficas palomas, proceso secunda1nio, la consciencia y las activida-
~
¡ .

que no se harían daño en circunstancias norma- des sirnbólicas no serían posibles.


les, dan muerte sin piedad a las vencidas ·al verse Este es, por tanto, el problema básico. Her:nos di-
sometidas a las condiciones anor1nales de una pro- clrio que la evolución del simbolismo es el prc)ble-
liferación excesiva, porque carecen de mecanismos 1na fundamental de la antropogénesis. Todos los
inhibitorios, que no se .desarrollaro1~ en ellas por \
t
demás logros del hombre son de magnitud infe-
no ser necesarios en su vida salvaje y natural. Este 1
rior· o provienen de éste,. Por ejemplo, el lenguaje:
es ta,mbién el peligro del hombre que posee el ca- las abejas quizá tienen un sistema de comunica-
ñó11 o la bomba a ·t ómica; no .existe una inhibició11 ció11. m ·á s perfecto que el hombre; y no cabe duda •

insti11tiva que le frene cuando se trata de asesi- de que las sociedades de los insectos funcionan
na1-- e·n masse utilizando artefactos ajenos a la bio- mucho mejor y con menos trastornos que Ic:is hu-
logía., aunque este mismo hombre sería i11capaz manas lo mismo hay que decir de la tecnología del ·
de << matar una mosca>>, y mucho menos a un .niño, lionio f aber s . Con pocas excepciones 1.a rueda,
co11 las manos o a dentelladas. la · escisión del 1á tomo, los vuelos por el espacio
Adem·á s, el superior nivel simbólico o proceso más allá de la atmósfera , la tecnología de la 11a-
secundario sería imposible de no basarse en el turaleza supera a la humana hasta el punto· de que
proceso primario del subconsciente o de su equi- la tradicional i~elación entre la biología y la tec-
valente nervioso. Lorenz ( 1959) ha s eñalado el ca- nología quedó invertida recientemente: mientras
rácter <<raciomórfico>> del acto reflejo y del instin- que la biología· mecanicista buscaba explicar las
tivo. Incl·L1so un proceso completame11te incons- funciones orgánicas en términos tomados de las
cie11te, como la constancia d e l tamaño de un ob- máquinas construidas por el hombre, la biónica,
jeto al pe1~cibirlo o agarrarlo, supone una cierta ciencia todavía. joven, trata, por el contrario, de
cantidad de <<cálc11lo>> o <<realimentación>>, el fun- imitar los inventos de la naturaleza. Solame11te en
\
cionarniento de una <<compu.t adora nerviosa>> de '•1
un sentido existe ese mysterium treme1i.d um et
fantástica co1nplejidad. Solamente una pequeñísi- 1
. fascinosum: que u1~ organismo biológ·icamente in-
ma cantidad de los <<cálculos>> cerebrales son cons- ' •
1 ferior e inl'1ábil logre con su exclusiva actividad
cientes o <<procesos secunda1"ios>>. La característi- si1nbólica trascender y vencer a la natu1 aleza y a
1

ca. <<raciomórfica>> es responsable del error ant1·0- la evolución. El simbolismo, si se quiere, es la chis-
p omórfico de que el comportamie11to instintivo pa divi11a que distingue al más rui11 de los hombres
(recuérdese, por ejemplo, la forma en que las avis-- verdaderos del animal más perfectamente adapta-
pas paralizan a l.a s .orugas con una delicadísin1a i11- do. Es la difere1itia specifica del hamo sapiens,
yec ción de veneno, puesta magistralmente cerca de ,¡
~~. igual que cualq_uie1~ diferencia t,axonómica distin-
los oportuno~ ganglios, para que si1--van de aliinento '
'
.1
gue a una especie de otra. Este es Ul1 problema
a sus larvas) parezca <<como si>> fuera inteligente l
1 fundamental para la psicología; el ·desarrollo de
y estuviese gobernado por la previsión de- la fi11a- · •
una psicología humana depende de él .
1
lidad buscada; lo que, nat·u ral.mente, no es cierto. ' Como J'ª he apuntado, i1i yo ni nadie podemos
Por el contrario, la estructura <<raciomórfica>> del brindar una solución senci1.la. Se puede l1ftcer·, sin
r:;:
••

66 Hacia una nueva imagen del homb'll"e Teo1,.ía de los ·v alores 67

gran trabajo, ur1a buena lista de precursores, ma- non'lbrado o de 1nagia 1na1iipulante la fig·u-
terial utilizable con finalidades sirr1bólicas. Ya he rilla de bar1"0 es el enemigo, que muere c"L1ando la "
,. .
•,

mencionado las costumbres rituales de los anima- •


imag·en es traspasada por un alfiler . Desconoce- '.·

les co1no precursoras de los símbolos vivencia.l es. 1nos en qué preciso momento de la prehistoria hu-
Al parecer, algu11a clase de percepción-Gestalt glo- mana comenzó la actividad simbólica, la inve11ción
rificada es necesaria como requisito previo: la i11- de rep1--esentaciones de los objetos; pero existía, •

tuició11 o el ver como conju11to lo que antes ca- ciertamente, cuando los cazado1,..es paleolíticos
recía de relación mutua (cf. Lorenz, 1960). P:i.sí, 1
1
crearon las mag·níficas pinturas i--upestres de las
cualquier objeto alargado, sea lo que fuer~~, es cuevas francesas y españolas, buscando sin duda
1
f

para Sultán, el mono antropoide de Kohler, u11 crear mágicamente co11diciones cineg·étícas propi-
palo para alcanzar algo; o se ti'"'ueca en nuestros cias. Algo semejante debió de ocurrir en un remo- •

s ueños en algo muy distinto, si damos fe a la '{



to pretérito 11umano: · algún acto creador imitó las
interpretación f reudiana. Koestler ( 1964) ha den·o- cosas visilal o sonoramente; tras esta labor irníta-
minado bisociación a este juntar lo anteriormente tiva vet1dría la progresiva disociación de tres en~ ·
inconexo, y lo ha estudiado brillantemente partien- t idades: el objeto, su copia visual o sonora y el
'

do del antropoide Sultán hasta llegar a Arqt1íme- pr0pio hombre experin1entador. E11 Lln p1--incipio,.
des y aún m iás allá. No es preciso decir que estos e1~ el estado definido po1· Piaget como adualismo,.
procesos, y la creación de símbolos en ge11eral, y co1no sincrético por Wer1i_e1·, las tres se hallan .
.
se desarrollan en gran parte en un plano incons- fundidas conjuntamente; el monigote de arcilla y
ciente; 11abitualmente, lo unico que se hace de el animal pintado e1..an el e11emigo o la pieza ven a-
!nodo consciente es la aplicación de u11 mecanismo toria anhelada, y cua11to se hacía sobre la copia
o aio·oritmo
b '
simbólico ya existente y, 11atu1--aln1e11- según cánones mágicos reper·cutía en el orig·ina l.
te, con todas sus gradt1aciones i11tern1edias . Lo que es más, el ego no tenía límites, por decirlo
El paso decisivo parece ser que el hombre, de en el le11guaje del psiquiatra: el mundo· exterior
una u otra forma, creó una imagen de las cosas l y el yo todavía no estaban . c laran11ente definidos

susceptible de representarlas. Probableme11te im- "•\


'
como cosas aparte; todo cua,nto per·te11ecía a la
'i
porta menos el que se tratara de una imagen ta- \ experiencia del ser vivo era part,e del a lma o del
llada como las efigies de animales esculpidas e1i_ \ yo. Sólo muy poco. a poco los tres elementos, la
'

el paleolítico o de imágenes acústicas la pri- cosa, e l símbolo y el yo, fueron distinguiéndose e11-
1ne1'a palabra del lenguaje represe.n tativo . Pero tre sí (cf. Werner y Kaplan, 1963). Esto es lo qt1e
fue decisivo que el hombre, por el procedimiento los psicólog·os de11omi1-ian objetivación progresiva,
que fuera, disociase .de su se1,, algo que pasa1--ía a · que encontramos en el desarrollo mental del 1-iiño
representar u11 algo distinto. Como la Biblia dice y al estudiar las culturas comparativamente. Es
mL1y felizmente, Adán comenzó sus aventuras pa- p1"obable que debamos tomar la expresión más li-
radisíacas dando nombres a, las cosas y a los ani- teralmente de· lo acostumbrado. No es sólo ob~e­
I
males, y al hacerlo adquir·i ó dominio sobre ellos. tivaciór1 e11 el sentido episte1nológico, que disti11-
No cabe duda de que el origen del simbolismo est.á gue, paulatinamente y n1ediante un gra11 nún1ero
íntimamente vinculado con la magia; trátese de de agentes p~icológicos, el objeto percibido del
magia verbal una palabra da poder sobre lo sL1jeto perceptor. Más bien se trataría al p r.i.1·1 cipio
.' ' ; _

.."
Teoría de los valores 69
68 Hacia una nueva i?nagen del hombre
paleolítica. Ese fue el período germinativo en que
de objetivación en el sentido literal de hacer cosas
se formó el universo simbólico y lingüístico del
o sonidos, que pasarían a ser sucedáneos de algu-
ho1nbre. Luego el progreso fue rápido, si medimos
na complejidad perceptiva y que poste1~iormente
su ca111i11ar· según la escala temporal geológica, en
podría1'1 quedar separados de su hacedor, inician-
las gra11des culturas que surgieron al abrigo de los
do de esta inanera el proceso de la representación
valles fluviales de Mesopotamia, del Nilo, del Indo
sim.~ólica. Parece plausible supone1~ qL1e la objeti-
y de la China. Y se convirtió e11 torrente cuando
vac1on en ambos sentidos el psicoepistemoló-
(recogiendo u11a exp1~esión que ya he utilizado e11
gico Y el práctico estarían vinculados estrecha-
algún otro lugar) la <<magia verbal>> resultó ineficaz
mente$ La objetivación en el sentido -epistemoló-
y vino a ser remplazada por la muy poderosa <<ma. .
~ico es decir, la diferenciación de objetos y su-
gia de la algoritmia>>, co1'locida generalmente por
Jeto de una experie11cia adualista primaria no •
el 11ombre de ciencia, o predicción y dominio de
se lograría sin atribuir marcas simbólicas (o eti-
los sucesos mediante el uso de sistemas orgánicos
quetar) a ciertos complejos perceptivos. Pe1"0 esto
de símbolos. ·
presupone liacer cosas qu.e sirviera11 de señales
'i dentificadoras o designaciones, tratárase de una Las teorías solamente se demuestran aplicár1-
.articula?ión sonora vir1culada a a.Ig·ún complejo dol as a casos concretos. Es lo que se ha tratado
perceptivo o de una imagen visual o táctil imita- de hacer con varios p1 oblemas de psicología nor-
1

dora ~el objeto el enemigo, la pieza venatoria mal, p~tológica y aplicada (cf. von Bertala11ffy,
la deidad primitiva , que, una vez rnás se iden~ 1965 a). He elegido en este caso para ello un ·pro . .
tificaría de alguna manera con la imagen'. blen1a 1'11uy oportuno, el problema de los valores
liuma·n os. ·
Bl.-1ena cL1enta me doy de lo muy insuficiente que
1
es todo esto, pero su insuficiencia demuestra pre-
cisamente la vastedad del problema. Realmente
TEORIA DE LOS VALORES
nos hallarnos ante el problema c lave de la psico-
logía humana con1.o algo diferente de la psicolog·ía \
Sería vano r1egar que I'lues t1"os tiempos so11 de
de ratas y gatos; y no puedo sino esbozar algunas
. nihilismo en el se11tido nietzscheano, · tie1npos de
preguntas y ciertas ideas.
1 desmoronamiento y pérdida de esti1na de los valo-
En resumen, el simbolismo es el invento básico
res, tiempos en los que se tiene la sensación de
del hombre, y la magia imitativa estuvo con toda
que la vida y los esfue1"zos huma1'los está11 ayunos
p1"obabilidad relacionada con su orige11. H .e mos
de significado, tod.o lo cual se manifiesta e11 L111
de darnos ctienta exacta,mente de la enormidad de
. fantasmal co11ju11.to multicolor que abarca desde
este cambio en relación con el comportamiento
la~ n-iodas a que da vig·e11cia la estulticia hasta los
de los ani1nales infrahumanos. Evidentemente, esto
desafueros c~iminales y los desar·reglos patológi-
supuso un período de gestación de duración pro-
cos de la rnente. Precisa1ne11te porqt1e se han pues-
porcionada. Teniendo esto en cuenta, puede I'"esul-
to en tela de juicio los valores tradicionales se
~tar más claro por qué a juzgar por las herra- \ '
buscan con frenesí otros nuevos y u11a base de
~1!1ientas, qt1e son el único testimonio que ha per- ./
1 los valores en su conjunto. Esto no ocu1..rió en
d11rado al parecer el hombre se estancó durante
períodos e11 que se te11ía por i11co11movible e.1 sis-
ca·s i medio millón de años en u1'1 nivel de cultura ,
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70 Hacia 1iueva imagen del hom,bre Teoría de los valores •

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t':·: . .~;, $

tema de valorización acepta,do, fuera el cristiano, ' ' .. ' ' ·' '' ' .. ~fá
el código del caballero inglés o e1· perfeccionismo Dl os
.i pero puede proceder sencillamente d.e,·las '.'·;·~<:·:2,··r:,;1:~-~"~~
' • ',' .~. '\ , 1 • .- • - ,·' ~ ·~ lf~-~i~

cie11tí.f ico, según los casos. Parece aceptable hipó- r·el.aciones con su prójimo· y del connatural deseo·..:. ::···::~:,·:··,·;.3·f~~·~ • • • . ' •-t -¡

de ser apreciado por sus semejantes; .su propio ,., ~;-'~


tesis de trabajo (Weisskopf, 1959) distinguir entre


tres p1--incipales teorías de los. ''al ores: la natura- ser es un producto_ social, 9 una 'sociedad' Que .··:.,'..:">~:;:/~~
lista, la humanista y la ontológica. Diremos por cob1~a conciencia de sí misma solamente al perci- . . :. ;;
anticipado que ninguna de ellas res L1lta lo bastante bir· a los demás. La Verdad está arraigada en la. · · :.::, f,:
1

satisfactoria. \
''
¡
cu1--iosidad natural, en el deseo común a todos los '
La teoría natitralista está basada ~n la ciencia, 't¡'
1101'11bres de saber algo acerca de Jo qt1e despierta

o mejor dicho, en el cientificismo. De una u · otra l
\•

'
1 su· i11terés, sea el funcionamiento de u1~ moto1-- o
forma, se nos ofrecen como valor s upremo la con- ¡
'
j
'
el de ur1 l-1niverso; los conceptos m ·á s abstrusos de ' .

la ciencia y la filosofía; los eng·endra el se11ci11o


1

servación del individuo, la supervivencia de la


sociedad o de la especie, la :m áxima felicidad para p·l acer de observar la naturaleza. Lo Bello está . :
el mayor núme1--o posible de personas. Es patente arraigado en el sentido_estético y en el impulso ·......:.' <;.'J,.
que todo animal sano tiene el instinto o impulso creador que comparten todos los hombre? y que ·.'. ..,.:·.:. .¡',•;~~ ' . ,. . ··k.1

de sobrevivir, el instinto de conservación, y que ptl,e de advertirse hasta en ' los de menos sensibi~ ' ' ' ·. "f 1

los animales que viven agrupados poseen instintos


'
lidad, para quienes el arte es afeminado; pues. ;
conducentes a la superviver1cia de la manada. Pero ct1ando admiran una nueva herramienta o .un nue- · ";
precisamente por ser éste un principio biológico vo artefacto dicen: '¡Qué preciosidad!' Los v'alores __ '

g·eneral, nada tiene que ver con los valores espe- 'elevados' pueden considerarse sencillamente c~m-C? .. , '.-
1
cíficamente humanos expresados en la tradicional un. mayor desarrollo de estos · naturales impulsos - · ·.'!
trinidad de lo verdadero, lo bello y lo bueno, que humanos, tina más plena realización de las posi.. :.
conduce a la cultt1ra, la ciencia, el arte y la reli- bilidades distintivas, pero naturales, de ser una:· _ '~,
gión del hombre. ·c1--iatura humana>> ( 1960, p. 63 y siguientes)·.. :·..-... :. .:", :'-i.·:
Para el biólogo, la,s raíces biológicas de los va- \ Es igualmente claro que el hombre es un ani~ ... .>r.
mal que se crea ·e l propio ambiente, eJ · ambi~nte _.:.''·':l:.
'

lores humanos resultan palmarias. El historiador


J. H. ~ Muller lo ,ha expresado b .ie11: <<Puesto que '
;
denominado cultura y civilización. Pero esto · tras~_· . :" · .·~":. ~!- • , .. ~ '·. i,~\(.•

cien de ampliamente la utilidad biológica, tanto·por-··: · ···:_:··:'(~


}

habitualmente se concede a . los. valores más no-


1
bles t1na alta aprobación metafís ica. o religi.osa, 1.
lo que se ·refiere al individuo como a la sociedad. ·. ... ·. .:
vale la pena señalar que no p1,.ecisan de semejan-
'

Decir que no se puede atribuir a la ct1ltura. y .· a . · . :.:


''
.te sanción. IgL1al qu.e las senci11as ventajas del bien- la civilización un ineq11ívoco valor biológico o .d e . \ · ..

estar físico, son buenos intrínsecamente, buenos supervivencia no exige una perspicacia muy agu-
1
en sí. Y porq_t.1e _como · ab~tracciones con inicial ~
zada. Pues ni la más brillante de las imagi11aciones
' ·,,
mayúscl-tla, el Bien, la Verdad, la/ Belleza, pudie- '\
.,." logrará demostrar que la escultura ateniense, la
pintura renacentista o la música alemana con..:
·'

ran considerarse como altisonancias con ribetes ''¡


<

de cursilería en estos tiempos de negocios y tec- '


tribuyeron a la supervivencia de las sociedad.e~
nología, también vale la pena i--ecordar su h11mil- ·e n que florecieron: la Atenas de Pericles, que ni?
de origen. El Bien está arraigado en el hecho de !
¡ tardó e11 suct1mbir ·c terrotada por los bruta.l es Ja..
1
que el hon1bre es un animal social, inclinado a la cedemonios en · la guerra del Peloponeso; la. Ita- .
'.,
·'~
·.:¿;

~~,
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' .,'
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·''
72 Hacia una nueva imagen d el hombre T eo1,.ía de los valo1,.es
1
1

lia del Renacimiento, con sus desó1--de11es políticos; la especie? La fe de io·s norteamericanos en el
o Alemania, con sus abon1inables tiranuelos de progreso, en la igualdad absoluta y democrática
la. época de Bach y de Handel. En cua11to a la cien- i10 hace sino glosar un problema aterrador.
cia, naturalmente, ha hecho del hornbre el ani1nal Lo curioso de los valores humanos natur'alis- ·
más poderoso de la tierra, p ero todavía queda por tas es que no son valores hu1nanos en absoluto,
ver en qué acabará su predominio. Depende abso- es decir, valores específicos del homo sapie1is. Los . . t' , .
,
lutamente de nuestro subjetivo sentir el decidir si llamados <<los más altos valores éticos>,> <<el amor "
l

los automóviles, la televisión y la enseña11za popu- de la madre a su hijo y del l1oni.bre a su compañe-
larizada y todo lo demás compensan e l napalm, la '
ra, el estar dispuesto a sacrificar la propia vida
guerra termonuclear y el hambre provocada ·por por la familia o la tribu, y el. ini.pulso de proteg·er
la desmedida multiplicación d el género humano.
¡ l¡ al desvalido, al que padece y al débil>>, segú11. pa-

Porque están arraigadas en los instintos de una l labras de un renombrado biólogo (Glass, 1965)-
especie moderadamente social, la divina pauta qt1e l no son si1i.o los valores de una especie dotad.a d el
nos aconseja cómo conducirnos con el prójimo y instinto del rebaño o la manada, que encontra1nos
las normas de -índole semejante son el fundamen- igualados y aun superados en muchas aves, en los
1
to Illoral que comparten la mayoría de los pueb~los ani1nales domésticos y en los lobos. Aquí topamos
1
y de las culturas. Pe.ro, por lo mismo, el enuncia- de nuevo con la falacia zoomórfica. Como li.a man1-
do naturalista se torna problemát ico en las so- f estado la etología moder11a, a menudo de manera
ciedades más avanzadas. Tomemos como ejemplo s orprendentemente detallada, los principios éticos
el juramento hipocrático que presta11 los m édicos, del honio sapiens le proporcionan pocos motivos
precepto moral indudablemente sublime. Fue una de orgullo, pues vienen a ser J~a expresión verbal
''
máxima admirable en Grecia 500 años antes .de .
de· los iii.stintos de animales sociales.
Jesucristo, es decir, en un país poco populoso y •
Esto tiene la subyugadora consecuencia d e vol-
cultivado. Pero , ¿hasta qué punto e s útil, o siquie- ver del revés o cabeza abajo las creencias popu-
ra moral, cuando la higiene y la m edicina moder- \
\ lares acerca de los valores. Por ejemplo, el im-
11as, la prolong·ación de la vida del r1ombre y otras '
1
1 pe1'9ativo categ·órico de Kan·t , juzg·ado corriente-
causas llevan a un gra11 acrecentamiento de la mente como un deber de moralidad estricta, es en
desgracia humana? Concuerda con la ética cris- 1--ealidad la manifestación verbal del instinto . Pues•

tiana acoger incluso al más hurr1ilde de nuest1"0S ¡


lo que defi11e ·al ins tinto es que la 1i.01. ma del pro-
hermanos, pero, ¿hasta qué punto son útiles o mo- pio comportamiento pueda ser elevada a ley uni-
l"'ales los cuidados que l'loy prodigall1os a los ret1. a- versal, y la selección natural se cuida de que el
sados mentales, a los dementes · e incluso a los instinto, por lo general~ proteja a la especie. Si se
criminales, si sabemos con tanta certidumbre co- eleva esto al plano simbólico tendremos la mora-
1

1
mo nos es conocido cualquier hecho científico que 1
lidad del confo1"mis1no (qu e nutrió históricamente
el resultado será el de·t erioro de las reservas g·e- el <<espíritu de súbdito>> en la antig·u a Prusia y en
n éticas humanas y la futura multiplicación de ge .. 11
el ni.isn10 Kant), que i10 es aplicable a las empre--
neraciones de idiotas y malhechores? ¿Quién da 1¡

sas humanas . El comporta1niento de César, de Na-
I lJOleón, de Jesucristo, de San F1--ancisco de Asís o
la pauta para Lltilizar el pat1,.ón de la conservación '
1

de la vida, de la supervivencia y del p1"ogreso. de ¡ de Buda i10 podría ser base de una ley llI1.i·versal
.
. . ,.~·
' '.
74 Hacia una nueva imagen del hombre ¡~
.·e
; ·T eor·í a de los valores 75 ." . .
\
'~ :~
..
' I"•
•\ ' .- t'
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¡' .!
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sin desbaratar la sociedad, pero tales han sido ~ las p ústulas y la lepra, que debe ser pisotead·a, •. J
J •J

J
pI·ecisamente las ft1erzas qt1e se han dejado sen- '
1
1
y destrLlida a la par que su sapiencia>> Coita das por . l
1

t ir en la historia. Ma1'*itain, loe. cit. ). Es precis o decir en justicia que


S eg·ún la teoría puritana de la · variedad de no falta1~ cosas semejantes en el catolicismo, como
N11eva Inglaterra, l~antiana o freudiana ·, la natu- ·1a condena qt1e h a ce San Jerónimo del baño d e las ¡

(
· r a leza del hombre es esencialmente depravada y TI1Ujeres vírge11es y su recomendación de qt,1e los .. ) .

n1é1li.gna. El hombre es, segí1n esa teoría, agresor, s a.n tos varones s ean deliberadamente sucios p ar a
·est t1prador ·c ongénito, criatura de impulsos fe ro- 1
\
no dis traerse.
ces a duras penas g·obernados por un elemento so- La cuestión es que les extremes se to1lch e1i t ) y
bre11atural, q_u e puede ser según la escuela a que el s obrenaturalismo fervoroso lleva a la misma bes-
se pertenezca la g·racia, la razón o el superego . J
tialización del 1'10111.bre que el zoomorfismo del •

E's to no es sino una apreciación romántica y petLl- cie·n tificismo; lo cual no se encuentra en las ense-
lant e del hombre como orgL1lloso animal de presa, !

ñanzas de Jesús, ni en el equilibrio de las dos
co!mo agresor feroz y como· Don Juan insaciable

1
if
·n aturalezas humanas de Santo To·m ·á s, i1i en la ex:-
q1~1e solamente pudo concebir la mente .
de los bur- ploración objetiva de ·. la ~ ciencia moderna .
· gueses pt1ritanos o la· de al.gún profesor de · Koe- Realmente, el etólogo llega a una conclusión dis- •
nisberg· o Viena. tinta. La naturaleza original del hombre no es tan
~1aritain ( 1950, p. 185) per·cibe una cierta rela- mala después de todo. Su equipo i11stintivo
. .
es el ·
ció11. entre la libido luterana y la freudiana ·( y, d e una especie Illoderadamente social~ Es. decir, es •

pud.i era añadirse, .algunos ·principios agustinianos agresivo contra las otras especies y contra g rupos
q t1e no encontró aceptables el catolicismo, aunque extraños de s·u propia especie, pero posee instin.:. ·
en otras cosas se apoyó decididamente en Sa11 tos sociales y monógamos bastante pronunciados.
A·g11stín). La concupiscencia,. según Lutero, es in- De lo contrario, la sociedad humana y la inono-
d on1eñable, y el pecado original corrompe la mis- ga11--iia no hubieran podido desarrollarse y per-
m a esencia de nuestra naturaleza, por lo que so- durar. Lorenz (1966) dice acertadamente que
lamente puede salvarnos la fe. Dice Maritain hay
¡
~
'
'1! en un grt1po humano primitivo, por ejemplo
q11e reconocer que no es un testigo imparcial- 1
¡ formado por gentes paleolíticas o por miembros
que <<Lutero se rinde ante las fuerzas del instinto, de las tribus aborígenes australianas, los diez
se s omete a las leyes de la carne y sigue un camino mandami·entos ~ del mosaísmo (o si se prefiere,
i
,•',.
que acaso se nos permita, decir que puede obser- (
·e l imperativo categórico de Kans) serían, y es
·v a,rse en la serie de sus . .sucesivos . retratos, los de suponer que fl,1eron, perfectamente natura-
últ.imos de los Cl,lales son de sorprendente bestia- les e instintivos. Cada pequeño grupo se encuen- ..

lidad>> (p. 11) . Las consecuencias de estas creen- i"


;-
.
':··~ traen estado de gu·e rra perpetua con la naturaleza
.~~
cias son unas máximas de Lutero tan delicadas \\
·í.
y con otros grupos poco ·. nu1nerosos de manera
con10. <<la obra y la palabra de Dios nos dicen ;¡•
.,"
, que no difiere gran .cosa de lo que ocur1--e en las
claramente que la mujer .ha de usarse o para el ina11adas de lobos o las colonias de r·atas. Pero
matrimonio o para la prostitución>>; .<<que viva.n, preci.samente por esta razón, las ag·resiones den-
.
con tal de que paran, que para ello están hecl~as>>; ¡·
,.• . '
l
t1".0 del mismo grupo h.an de estar frenadas sj_
o <<la razón es la meretriz del. diablo, corroída l')C>r es q1--1e ha de sobrevivir. Esto quiere dec:ir· que, en
.'

76 Hacia una nueva imagen/ del hombre


t
1
El ara inopera1ite 77
general, los mandamientos, no matarás, no forni-
carás, no robarás, y los demáB, han de ser cumpli- .i 11traespecífica, la cual, privada de superest1~uctu­
do? por ·r azones puramente biológ·icas. Y aún hay ra s imbólica, no hab.ría causado nu11ca un daño
1

mas, ha de desarrollarse en el grupo un fuerte :g rave.


<<·vínculo>> l a expresión es de Lorenz · de ca- Hablando p a radójicamente, no es la ley, sino ·el •

maradería, de amistad y de afecto, o sea, de vir- quebrantar la ley, lo que atestigua que el l~onibre
tudes ITiorales muy positivas. 1
es algo más que un animal social.
Las otras dos teorías sobre los valores única-
n1ente requieren un sucinto comentario. La teoría
1
EL ARA INOPERANTE 1
1
.l iunianista gira en torno de la autor1,.ealiza.c ión
·del i11dividuo humano. Es un ideal posrenacen-
. Mas el . p~cado original del hombre fue lo que 1
tista muy tentador. Pero luego de tentados por é l •

dice la B1bl1a, comer el f1 uto del á1~bol de la cien- ·11os viene a la memoria que han existido socieda-
¡
1 1·

cia, lo cual, expresado en tér:minos modernos, se- des en que esto no fue u11 ideal, por e j emplo, la
ría la invención de universos simbólicos. Esto hizo inedieval, la comunista ortodoxa y la de los indios
al h?mbre mejor y peor que las demás especies ·z unitas, según Ruth Benedict. Y si no se enuncia
co11 sus inhere1'1tes impulsos y frenos. Esto inició co11 i~eservas rest1lta se1" una idea de dos filos.
• "
la tremenda historia de la huma11idad, desde las ·p ues el empedernido criminal y el dictador pueden
cavernas hasta los rascacielos, desde el culto de alegar que ·e stán desarrollando plenani.ente sus po.;
los fetiches al freudismo, desde las pintu1"as ru- sibilidades personales, exactamente igual que el
' •

pestres al ~rte pop. Como queda dicho, no cam- hombre probo o el que se entrega a la creación
bió el equipo i11stintivo hu1nano, y e l hombre pasó· artística o científica. Además, . cabe sospechar .q ue
~ ser la bestia indeciblemente peligrosa que es 1
en todo ello hay algo más que un vehemente deseo
Justamente de resultas del choque del mu11do de ele plenitud humana,. ·T omando una vez inás una
sus instintos con el s imbólico, que le llevó a em- feliz frase de Koestler ( 1964), existen muchos pro- ·
plear la manipL1lación simbólica para la agresió1'1. cedimientos de expresa1,.. 11uestra person~lidad que
Una vez más, la Biblia está e11 lo cierto. El p1"i1ner son inás fáciles y cómodos que la inves.tig~ación
homicidio, el de Caín, no fue u11 fratricidio pro- • de los ·á ci.d os nL1cleicos o que la penosa consag1 a-
1

vocado por un impulso i11stintivo; fue una pelea ción a cu.a lquier idea.
t
motivada por un ara inoperante, por un artificio Este es el aspecto supraindividual q11e destaca
simbólico que ii.o quiso fu11cionar a gusto de Caín. la · teoría ontológica. Pe1"0 habla1 de la 11.urn~na

1

Esa fue la causa por la que Caír1 dio ml1erte a esencia es plato11is1no y i10 resulta a.ceptable para
Abel, Y no la rivali.d ad entre dos hermanos. Desde nuestra escéptica manera de pensa1-- ~ Forn1amos un
aquel día hasta los presentes, la huma11idad se cierto co1'1cepto.
idealizado del homb1--e, lo defi11i-
ha venido matando a causa de aras inoperantes mos co1no .su esencia, y suponemos que existe,
es decir, por artificios simbólicos nación reli~ o que debe de existir de a lguna forma. Esto es
g·ión, dinastía, democracia, comunismo y añádase u11a materialización de conceptos, procedimiento
lo que se desee creados po1" la llamada razón muy sospechoso por mucha simpatía que nos ins-
humana Y que brindan otros motivos a la ag1. esión pi1,.e el ex,i stencialis1no y su interpretación del IJro-

j

ble1na humano.
- "
' .
('

78 If acia it1za nit·e va imagen del honib 1Ae· Dios se percibe a sí 1nismo 79
"',
¿Cómo distinguir entre los símbolos <<auténticos>>· !
a cerca de los universales i10 fue, en términos mo-
. y los <<no auténticos >> (Tillich) sino mediante una d ernos, sino Llna disputa acerca de lo que son o
anterior decisión evaluadora? La cruz gamada f ue s ignifican los símbolos . ·
t a n auténtica para muchos convencidos como la •

c rt1z de abiertos brazos o la ·b a11dera de · las ba-


rras y las estrellas. Las víctimas de Auscl~·witz, las

\l
' DIOS SE PERCIBE A s·r MISMO
l

d e las guerras de religión y las de Hiroshima S Ll-


f rieron la misma suerte, y sus matadores s intie-- 1
1
Por e llo, me par·ece que es poco lo que p e1"d u ra
ron la misma reconfortante sensación de estar s i1"- l
1
"
d e las teo1--ías ·convencionales de los valores. C1. e o
1
vie11do a Llna <<causa justa>>. Todos ellos, desde lo s que exi.ste una cuarta teoría que está tolera)b le-
r
c a zadores de cabezas de Borneo Ji.asta los esbirr os mente libre de motivos de repulsa. La denomi11a r é •
de Diocleciano que daban muerte a los cristia11os. la teoría simbólica. No es pecar de antropom or-
:i

1 por sus ideas subversivas, incluso los cristianos ( fismo ni supone vanagloria afirmar que en la i1a-
que se asesi11aron mutuamente .por la famosa iota, 1
turaleza existe una escala de seres y de valo1. es.
hasta los defensores de la deITiocracia, el i1acional-
• '
No pasamos por. alto los aspectos viles y atroces
socialismo y el comunismo, todos creyero11 siem- l.
del hombre al deci1-- que es algo superior a 1J1na
pre en t1n ideal <<auté11tico>> en el mejor de los ca- cl1incl1e camera. Hablando con un criterio objeti-
s os ~ y en el peor f11eron inst1'umentos crimi11ales vo, el 11ombre de ciencia puede decir que el li o m o
de una brutal lucha por el poder. sapiens es el producto más perfecto de la evolu-
El juicio evaluador · sigue ·siendo subjetivo º E1i_ ción terrestre. El místico dice esencialmente lo
uno de sus pasajes clave, Tillich ·( 1959, p. 193 ) des- mismo cuando opina que la evolución es Dios que
cubre <<ontológicamente>> el eidos o esencia en u1-i se percibe conscientemente. Esta es la ant i gL1a
pino <<perfecto>>. Yo admiro personalmente los es- sabiduría mística, y Teilhard de Chardin no ha
beltos pinos del Giancolo que se ven desde la pla- hecho sino expresarlo con un giro moderno q'L1e·
za de San Pedro, pero, ¿quién tiene derecho a des.- tal vez no sea el más feliz posible. Pero, entonc·e s,
preciar. los pinos ruines ·y tuertos de las cumbr·es la evolución y la historia son alg·o más que u11 .
alpinas? El eidos del pino y del hombre no existe relato ·vocinglero y embarullado care11te de sig·-

,.•
sino en la imaginació11. nificado y narrado por un sandio .
Entre paréntesis, no es difícil comprender el 'I Si esto es así, no hemos de buscar el éxito
origen de la ontología y del platonismo. El simbo- humano en el reino de lo orgánico. Son inuc hos
lismo es lo que eleva al hon1b1~e por encima d e los •
~•
los animales más bellos que el hombre, más v elo-
<

animales más perfectos. Feliz con su hallazgo, es '


~ ces, más· vigorosos y dotados de otras virtudes fí-
nat"L1ral que el nombre se inclinara a to1nar los •
.l

·1
sicas. El monopolio humano es el que hemos pro-
símbolos por objetos. To1nar los símbolos poi-- '
.'~
t
·.~
curado describir: sus a,ctividades y universos sim~
.,
cosas no es solamente mag·ia primitiva, si1'10 tam- .
'
bólicos .
bié11 lo que en lenguaje filosófico se denomina ,J Lo específicamente hu1nano no son los <<máxi-
I'eal~ismo. Para . Platón los conceptos o las ideas 1 mos valor·es éticos>> del naturalista,, sino la SLtbli-..
no sólo eran iguales a la realidad, sino mejo1"es maciór1 de la sexualidad en la profu11da compre11-
que ella , y la larga polémica de l a Edad M e dia sión del amor conyL1g·al; la tra11sformación de la

-~A --ENT
¡ 1 R A.J ..& AAI
•. !' ' !, +_ ..>+•

"

80 Hacia una nueva imagen del hombre Dios se percibe a sí mis1no 81


I

4•
I:'
~-

ternura materna de la loba en la pietas o la caritas r


ct1ltura, de u11a sociedad, de una comunidad o de
cristianas; la conversión del sacrificio por la fa- u1~ individuo en particular. Los hombres han in-
milia o la tribu en otro por cosas más inteligentes ventado los más extraños tótemes y tabúes a los
que lo que suelen ser la familia y la .tribµ, peque- cuales lueg·o se aferran más tenazmente que a la
ñas o nu1nerosas. Pero todas estas cosas, absoluta,- \ razó11 o a la vida. Esto ocurre porque los valores
mente todas, son supe1"'estructilras simbólicas c1--ea-

¡ se c1~ean libremente.. ·
\
das en un ple;:tno superior al del instinto. Pudiera decirse que esto es una expresión tole-
S i es así, tenemos que comprender el sistema de l
rable1nente objetiva d e lo que dicen los existencia-
b
valores como .un universo simbólico en el que im- (

\'
listas en su oscuro lenguaje: ·que la condición hu-
peran criterios básicos comunes a todos ellos. Di- 1

'
' n1a11-a, en contraste con el animal guiado s e gu-
cho con nuestra terminología, los valores tam- 1~ an1e11te por los instintos, es la de libre decisió1i,
bién son creado·s libremen.te, o usando un térmi- o sea, decisión favorable a una de las estructuras

no más habitual en la teoría de los valores, son simbólicas que crea el propio hombre. Esta es la
postulados libremente . Es comprensible que estos l dignidad del hombre, tema que puede s eguirse
valores, elegidos o postulados, sean tomados en i
l
si1i. dificultad desde la bella oración así llamada
pa.1"te de la biología. De ella p1"ovienen los valores l
por Pico della Mirandola, el místico renacentista,
humanos universales: la felicidad personal, la su-
!
hasta Kierkegaard y los existencialistas, contem .
-
pe~vivencia de la especie, ·1a norma cristiana de poráneos nuestros. Dice Pico que, al crear al hom-
cómo trata1-- al prójimo, el imperativo categórico .

bre, Dios ya había agotado todos los tesoros ~ a r-
Y son universales porque nacen de <<la común es- quetipos y puestos del mundo, pues s e los había
tructura del hombre y de las comunes exigencias adjudicado, con10 una naturaleza i~ígidamente de-
de la existencia social en un mundo social>> ('M u- terminada a las plantas, los animales y los áng·e-
lle1--, 1960, p. 47). Pero el ho1nb1,.e también puede . les. Pero e.l ho1nbre fL1e creado con la m ·á s excelsa
elegir de manera distinta, y lo hacen el mártir y 1'
de las naturalezas, como ser ni terreno ni celes-
el suicida$ El mártir es un ser vivo que elige j
'
'
ti.al, ni perecedero ni inmortal, pero dotado de
valores que predominan sobre la supervivencia 1
lib1. e albedrío. Por ello puede volverse una planta
biológica y los s'i ITibolismos aceptados por la so- \ que vegeta, una bestia i~apaz o un ái1gel y un hijo
ciedad a que pertenece. Los má1"tires cristianos ) de Dios. -
no dieron su vida en aras de unas mejoras socia- Esto por lo que s e refiere al individuo . Pero la
'
les o por la inayor felicidad del pueblo romano. misma línea de pe11sa111iento es aplicable a la so-
Estaban segt1ros de que el mundo y la sociedad ~
.

ciedad y a los problemas de nuestros días .
·t ocaban a su fi11 ·Y que se aproximaba el día del .'
, .'
Hace algunos años me impresionó un librillo del
juicio final. Murieron por sus creencias, es decir, d octor Chester Barnard, otrora preside11.te de la
'

por su abstracción simbólica de Dios y del mun.do. Ge11eral Electric 5 de la Fundación Rockefeller y de
Lo mismo es cierto, mutatis mutandis, de todos la Fundació11 Nacional de Ciencias. Contenía el to-
los héroes y mártires. En este sentido, los valores ,.
n1ito una conferencia que había pronunciado el
son creados o postulados libremente. La escala de autor sobre el tema de la ética mercantil (1958).
valores abarca, como es fácil comprender, desde E11 el curso ,de una larg·a carrera que le llevó a
los humanos comune·s a los idiosincráticos de una desempeñar bue1~ número de ca1--gos dirc~ctivos,
!
·¡ 6
82 Hacia una nueva imagen del ·hombre 1
'1
Dios se percibe a sí 1nismo 83


decía Barnard, había observado un fenómeno ex- vante de la ley y como ho1nbre bueno, él jamás ha-
traño. Las empresas, las sociedades anónimas y los bría cometido. Es el problema del ius ge11tium, del
grupos de índole pareja tienen que tomar deci- derecho i11ternacional, traído y llevado desde los
siones no solamente d e naturaleza técnica y ju- tiempos de los juristas del siglo xv11 y qt1e aún
rídica, sino también moral. Y encuentran en esas 1 no han logrado resolver las Naciones Unidas, asa-
coyunturas que los principios de la ética tradi- ber: el individuo está atado a la sociedad por nor~
cional, como los diez mandamientos y los precep-· n1as éticas y legales y puede ser encarcelado y pro,,.
tos divinos que deben regir nuestra conducta con ]'
cesado si las quebranta, pero dichas normas no
l
el prójimo, no sirven de orientación. Barna,rd alu- obligan a las entidades sociales.
. '
'• día a una conferencia para instaurar en el mun_d o· Esa es la historia de algunos personajes que se
' "!

.. E'
¡., una paz justa y duraqera, celebrada en 1944 bajo han movido en la penumbra, con10 el padre José
~ la presidencia de John Foster .
Dulles. Los teólo- de Richelieu, la infame eminencia gris de quien
1 l
' l

1
gos, contaba en su libro, hablaron en térmj_n os de Aldou,s Huxley ( 1941) trazó tan magnífica sem-

una sociedad trashumante de ovejas, . corderos y blanza, un hombre santo, sin ambiciones, ascéticoB
1
t.
pastores. Los economistas se apoyaron en artificio- '
ab11egado, que nunca buscó fama o g·Ioria, y que
sos supuestos de máximos beneficios olvidando el .J
al mismo tiempo se co11sagró al culto de su Le-,
estudio d.e los negocios como tales y las funciones ¡ viatán e1i.
.
este caso conocido por el nombre de
1 ..
. de los promotores. Los hon1bres de negocios se Fra11cia con despiadado tesón, recurriendo a las
nlostraron señaladamente locuaces y singularmen- más vituperables añagazas, sacrificando a sangre
!t )}
.,• .J•
1 ..
'
te torpes de expresión excepto cuando trataban fría un número desconocido, pero in1nenso, de víc~•

' de tecnicismos. Y así, la · ineptitud demostrada en timas


. en su particular ara de Moloch durante la.
esta conferencia, y es de suponer que en otras Guerra de los Trei1i.ta Años. Con algunas variacio-
incontables, tuvo por causa que aunque la ética 11es (¿quién no recuerda la A1itígona de Sófo ..
• tradicional preceptúa el comportamiento personal,. eles?), el mismo tema ha resurgido una y otra vez
no existe ningún código que señale la debida ma- en la historia, y a veces ha provocado situaciones
nera de conducirse a los complejos organismos so- ?
jocosas, como la del <<Rey Católico>> de Francia y
''·
ciales. De hecho, estas entidades. sociales tienen l <<Su Majestad Católica>> de España guerreando en-
normas de conducta distintas de las que debe11 re- tre sí e impetrando simultáneamente del mis1no
f
gir la vida del individuo, y así sucede que <<existen Dios con preces rezadas y sonoros Te ·neums su
. coyunturas en las que sería .i nmoral desde el pun- divina ayL1da para lograr con toda felicidad . el
to de vista del director gerente responsable no ha-· exterminio de los adversarios. En tiempos moder ..
cer cosas que son inmorales e incluso ilegales des- nos se han dado casos similares.
cle el punto de vista personal>>. Volviendo a ·B arnard, podemos definir el pro--
Claro está que el problema expuesto por Barna1--d. blema más clarame1~te. Recordemos lo que 11emos
no
. es nuevo, aunque sea moderna la fraseolog·ía
'
'...
J
dicho acerca de las est1""ucturas simbólicas como
con que lo enuncia. Es e·l viejo pro.blema de· los .J base de la cultura hu111ana, su expansión indepen-
consejos qU:e da Maquiavelo a su Príncipe, de las 1 diente y su capacidad para colocar al hombre en •

' inmoralidades y atroces disparates que recomen-· la apurad~ situ'a ción del aprendiz de brujo. En len-
daba pero que, como ciudadano florentino obser- guaje jurídico, según Barnard: los sistema·!S socia..
.
l ..
1
• ¡.,~•.• "

84 Hacia itna nueva imagen del hombre it Entra el p1(00 fe sor


'

85


!
J

les tales como las compañías anónimas y otros se- 1 estructuras sociales de nuestra época, desde las
n1ej antes son entidades que merced a u1~a ficción sociedades mercantiles 11asta las naciones y la hu-
legal adquier·en los atributos de la personalidad y ma11idad en su conjunto, los conceptos· éticos de
actúan, y poseen derecho . moral y legal para ac- una sociedad nómada de la edad del bronce de
tuar, como si f11eran verdaderas personas. Algo \ ¡ hace tres mil años es como prete11der, hacer fun-
semejante cabe decir de los gobiernos, las nacio- '

cio11ar u11 reactor ató1nico emplea11do la tecnolo-


nes, los Estados, etc. Mas acontece que los princi- gía de un salvaje. Al misn10 tien1po, resulta claro
pios morales que se aplican a los sistemas. socia- l1 por qué este problema, pese a su a11tigüedad, se
, les son diferen·t es de los que rigen a los i~divi­ t l1a agudizado en nuestro período. La causa es, sen-
duos. De donde resulta que los gr11pos hun1anos cillamente, que nunca se ha visto el i11dividuo ta11
organizados pueden hacer (y hace11) impu11emen- atado, tan do1ni1'1ado, tan dirigido en el campo de
te cosas que serían reprobables y punibles en u11 sus 1--ii.ás ·íntimas actividades por fuerzas sociales
individuo, y surgen conflictos entre los valor~es
• impersonales, y por ello frecue11temente inl1uma-
morales del individuo y lqs de la esfera social su- 1
11as. Las exho1--taciones 1no1--ales dirigidas al indi- .
perpuesta. Cabe decir de. paso que Marx demos- • viduo, e incluso su probidad personal, resulta11
tró ·t al vez más aguda perspicacia .que los adali- '
pate1-itemente i1-ieficaces. El problema consiste en

d.es de la libre iniciativa con sus ingenuos <<justi- J
ampliar los códigos modernos para que obliguen .
cias y ladrones>>, con su filosofía no matizad.a acer- a · las entidades sociales superiores y, al ·1nismo

ca del probo mundo libre y de los aviesos comu- tiempo, evite11 que el individuo sea devorado por
nistas, cuando reconoció que el mal n9 nace tanto el Leviatán social.
de la depravación de los <<capitalista>> como del •

sistema, · o sea d.e la estructura de las entidades


superpuestas. ENTRA EL PROFESOR
Aqt.1í encontramos, po1"' lo n1.e11os, u11a respuesta
parcial a la transll1utación d.e valores de Nietzscl1e Quisiera terminar en vena algo más lig·era rin-
.y a su pregunta de por qué los valo1--es e ide~le~ diendo ho1nenaje a un personaje algo ridículo: el
tradicionales han resultado inadecuados. El n1h1- profesor. Nuestra sociedad le mantiene indudable-
lis1no que encontró Nietzsche en nuestra era no i
mente en el lugar que le ha sido adjudicado e11 la
supo11ía verdaderamente el desmoronamie11to de escala social, q~e recuerda la que en el corral ma-
los valores tradicional.es, sino más bie11. que el sis- 11.ifiestan las gallinas al picotear .a la inferior y
t,ema de valores necesario para nuestra complica·- soportar el picoteo de la superior. El rango del
. daJ cívilizació11 todavíaJ no se ha desarrollado. Los profesor es manifíestamente inferior al del direc-
tra dicionales códigos éticos enuncian las normas . ." tor de los almacenes· de artículos baratos de la
del comporta1nie1~to individ11al, pero no el de los ., .......
. '. :·:

calle contigua y se halla aún a mayor distancia


complejos siste1nas sociales que han surgido, en del Illédico e11 su papel de brujo moderno, de una .
los que las dramatis per,sonae· no son seres huma- j

ca11tante de segunda fila · que actúa en televisión,


nos sino entidades abstractas que se conducen co- 1
de una modelo presentadora de modas o de un •

1no personas gracias a fingimientos legales o po- boxeador. La posible excepción es el profesor que
líticos. Aplicar al funcionamiento de las colosales ' ayuda· a fabricar la superbomba o descubre un
86 Hacia una nueva imagen del hombre E1it1r-a el profesor 87
f'
1
1

' procedimiento singularmente eficaz para aumen- por lo que de él ha leído en las columnas de los
.tar las ventas de un . producto desodorante. De consultorios sentimentales del periódico que com-
~

poco se puede vanagloriar el pobre profesor. pra corrientemente . Somos nosotros quienes ver-
Pero cuenta con un procedimiento de vengarse daderamente fabricamos las gafas a través de
sigilosamente. Las ideas son las que hace.n mover- \
!
.c uyos cristales la gente ve el mundo y se ve a sí
se a las cosas, y en ese sentido, los profesores son misma, sin saber y sin darse cuenta de ·q t1iénes
los qL1e manejan sin ser vistos los hilillos de los fueron los que se las cala1"on sobre su metafórica
fantoches de la his toria, los que forjan las opinio- ·O metafísica nariz.
nes y los valores y los que encL1entran soluciones. Es posible que seamos los grandes fabricantes
Y al fin y al cabo los que alzan el telón de fo1~do de gafas de la historia. Por eso, la labor intelec-
contra el qL1e se desenvL1elve la acción del g·ran
1
tual es algo n1ás que acopiar datos o constru.ir in-
drama de la historia. geniosos· artefactos. Es u n a responsabilidad tre-
La naturaleza de los se11timientos y proceder del menda y debemos afrontarla.
noble y del siervo en la Edad Media fue un inven-
to de los profesores de la época; es decir, de los
Padres de la Ig·Iesia. El Renacimiento, que creó li-
teralmente a un homb1~e nuevo, fue obra de pro-
1
1

fes ores, aunque no se les conociese entonces por


ese non1bre, obra ·cte Leon Battista Alberti de
' "

la Academia Medicea, de· Leonardo, de l\!ligL1el



Angel y de todos los demás. La Guerra de los
Treinta Años, que exterminó a un tercio de lapo- •

blación de la Europa centraJl, fue una discusión


entre San Agt,1stín y Santo 'I'om:á s ve1"tida al idio-
.
ma de la lucha por el poder entre los príncipes
•t
europeos y ventilada en en.sangrentados campos
de batalla. La R'e volución francesa y los Estados
tJnidos fueron invenciones de Voltaire, Roussea., u
y los enciclopedistas f~anceses. La Unión Soviética
fue esbozada por Carlos Marx en la rotonda de
lectura del Museo Británico. Y otro tanto sigue •

aconteciendo hoy. La Weltanschauung, el concep-


to qt,1e tiene de ·l a vida y del m11ndo el hombre I•

.,'•''
'

.
'
',¡
'

de la calle (el que nos arregla el coche y nos ven- 1

de pólizas de segur·o s) es obra de Lucrecio ·C aro


" '
Newton, Locl~e, . Darwin, Adam Smith, Ricardo,
1

J
Freud y Watson, a"L1nqu.e se puede apostar sin ries- 1

go que el bacl1iller (y aun el licenciado) jamás ha


oído hablar c:le ellos o conoce a Freud solamente


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1
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SEGUNDA PARTE


I-IACIA UNA N'U EVA

1'

<<FILOSOFIA NATURAL >>


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' EL SISTEMA ABIERTO DE LA CIENCIA
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lt Quizá le extrañe al lector encontrar ei1 el títt.110


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11
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(d e este ensayo la expresión <<filosofía natural>> por
j ·:
estimarla perteneciente a una terminología antici1a-
I
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da.. Pt1es ¿acaso no tiene a gala la cie11cia moder11a
'haber acabado con la filosofía r ancia? ¿Acaso 11an
:t ralJajado en vano los positivistas m.odernos, in-
1

cluj.dos los de la escuela de Viena en donde yo


..
\ .1 nis1no comencé ya va para cuarenta años? ¿Voy
\ a tratar de evocar fantasmas metafísicos? ¿Es que
!
quiero reviv·ificar la superstición del medievo en
1 la era de la física nuclear y de la biología mole-
' . "
·c ular? .

Podría cometer la travesura de replicar que la


ciencia y la filosofía nu11ca se han librado de la
rnetafísica, y que la metafísica del positivismo es
r
si11gt1larmente ingenua y superficial, como 11emos
·t enido ocasión de advertir con relación al mito del
1

hombre autómata. Pero me animan intenciones de


mayor seriedad. La ciencia, empezando por la obra
1nagna de Ne·wton, que lleva el título de Philoso-

phiae Naturalis Pri1icipia Mathe1natica, ·tie11e dos
aspectos. Es uno de ellos, naturalmentey explicar
y g·obernar los _acontecimientos, y eso es lo único
que distingue a la ciencia de las conjeturas discu-

tibies. Pero existe asimismo otro punto de vis·t a,


el de la <<filos·o fía natural>>. Cualquier teoría de
mayor alean.c e su1'Jone una perspectiva del mundo.
Si hablamos de la r evolución provocada por Co-
¡ pérnico, no $8 trató solamente de la cuestión de
1 s i las órbitas de los planetas fueron calculadas .
algo más exactamente que mientras perduró el
• .
;
sistema geocéntrico de Ptolomeo ·(y la ve1"dad es
'• '. t>,>.U• t'

f •
,

93
92 Hacia una nueva <<filosofía 1iatural>> El sistenia abierto de la ciencia
'

• que. esto apenas lo consiguió Copérnico ni lo log1'9ó ·c idas; sin embargo, _existen progresos que parecen
Galileo con toda la propaganda que hizo del nue- hacer convergir de alguna forma a todas 19is cien-
vo sistema planetario). La órbita de Marte y ct.e ·c ias, desde la física hasta la sociología y la his--
los demás planetas era un tema que preocupaba . toria.
bien poco a la humanidad y que d espertaba esca~ El concepto del mundo de ayer, el llamado uni-
so interés ge1~eral en el siglo xvr, a excepción tal ' ve1"SO mecanicista, era un mundo de <<leyes cieg·as
'

vez de los astrólogos ocupados en sus turbios que-" ·d e la ·naturaleza>> y de entidades fís icas que se ino-
J

!
haceres. Al hablar de la revolución de Copé1--nico ., rían al azar. El caos era el tantas veces citado ju_e-
1


'
aludimos al t1.. emendo cambi.o que trajo consig·o ·g·o caprichoso de los átomos. Accidentalrne11te,
el arrancar al horabre de su tranquilizado1"a po- l1 .ciertos compu·e stos orgánicos y luego u11as molé-
>
sición en el centro del universo y dejarlo suspe11- ct1las capaces de reproducirse aparecieron en la •

•, dido en el espacio i11finito. Ei~ igual sentido, cual- tierra primitiva como precursores de vida. I~o fue
quier innovación científica trascendental cambia 1nenos caótico. el suceso que postula la vige11te teo-
la visión del mundo y es <<filosofía natural>>, o <<me- ría de la evolución, conS!istente en el progreso vital ·
taciencia>>, si des ea1nos utilizar u11a expresión n10- hacia ni.ás perfectas formas gracias a mutac iones .
derna. .
1
"\ casuales y a la selección merced a inudanzas no
En cuanto a la palabra <<nueva>>, se 11an inven- 1ne11os accidentales del ambiente. A cau sa de otro
tado ciencias nuevas bastar1tes veces. Es típico i nexplicable accidente, la mente y la co11ciencia
de las predilecciones y dificuJ.tades h11manas que .a parecieron en algún momento como epifenó meno
la primera Scie1iza nuova fuese la de la artillería, .d e la evolución del sistema ner\rioso. En igual senti-
seg(in el título del libro publicado por Tartaglia ·dO, según el conductismo y el psicoanálisis , la per-
en 1537. Vino después, en 1638, la nt1eva ciencia . sonalidad humana fue un producto fortuj_to de
mecánica de Galileo; y más tarde, en 1725, la nL1e- la naturaleza y de la nut1~ició11, e11 lo que desempe-
va ciencia de Giambattista Vico, que corresponde ñó un papel secundario el mecanismo he1--editario
aproxiinadamente a lo que hoy denominaríarrios y ul)o importa11te los sucesos caprichosos de la
una teoría de la historia. Son éstos ilustres pre- te1~1.prana niñez y, 1L1ego, el co11.dicio11a1rniento. Fi-
decesores, y no encierra especial 01..iginalidad alu . . 11aln'1ente, la his toria humana 11.0 es sino una Stl-
dir a nuestro tiempo c~on el nombre de nueva re- ~
¡,
ces-i ón de esto y lo de más allá, sin 01·den ni
volución científica. '
concierto, según .1a famosa frase del historiador
••

Pero no voy a hablar de fís ica atómica, biología I-I . A. L . Fisher, que la pro1i.u11ció emltland_o a l
molecular, automatización, bomba~. ,· . ~uql~ares y idiota cósmico de Shal{.espeare.
astronáutica, que nos vienen a las mientes como Ahora bien, ·p arece que hoy anda1r1os a la busca
las supremas maravillas de la ciencia moder11a. de otro planteamiento básico, el mu1ido como or-
Más bien voy a considerar una nueva orientación gcl1iización. Este proyecto, s i es .p os ible r ealizarlo,
del pensamiento científico, me11os conocida y co- alte1'taría profundame11te las categ·orías de nues-
mentada pero que bien pudiera resultar más <<re- ~
1 t1"0 pensamie11to e influiría ei1 nuestra conducta.
volc1cionaria>> con el tiempo. Está ir1dudablemente 1 Warren Weaver, coautor de la teoría de la in- .
en su i1~fa.ncia, aún se expresa cor1 cortedad y está for1nación, expresó esto de forma que se ha cita-
muy lejos de las ciencias convencionales estable- do muchas veces ·( 1948). La ciencia clásica, escri-

94 Hacia una nueva <<filosofía naíiiral>,. El sistema abierto de la cie1zcia 95

bió Weaver, se preocupaba de la causalidad linear •


átomo es una or'denación organizada (como ya
o de dirección única, la causa seguida por un efec- •
sabía Whitehead), y las perplejidades de la física
to, las relaciones entre dos o algunas variables." actual parecen proceder de que los físicos han en-
. Por ejemplo, la relación entre un sol y un pla11eta contrado, poco más o menos, un centenar de par-
permite los extraordinarios cálct1los de la mecáni- tículas elementales -pero siguen buscando <<leyes
ca celestial, pero el problema presentado por tres de ordenamiento>>. La química de las estructuras
cuerpos no puede resolverse en principio y única-- . explora la organización de las moléculas comer1-
~
mente puede se1~ planteado por aproximació11 .. 1
! zando por los sistemas más simples y pasando
Como psicólogos podemos pensar en el esqt1ema- paulatinamente a complejas estructuras molecu-
• (, 1
estímulo-reacción, en el que el estímulo es inde-- •
lares encontradas en el mundo vivo, que toclavía
·~ pendiente y -la reacción variable y dependiente . no se han explicado del todo. La biología molecu-
•\
Por otra parte, la ciencia se interesaba por la lar debe sus triunfos a conceptos de organización
'
com.p lejidad desorganizada, es deci1~, los fenó1ne- como el modelo expuesto por Watson-Crick del
nos estadísticos consecuencia de eventos casuales. ,
DNA, el código genético, el orden de los procesos
El prototipo es la termodinámica, o . sea lo que de síntesis de las proteínas, que sobrepasan am-
ocurre en un volumen gaseoso. No podemos co- pliamente las ideas bioquímicas de hace unos ct1an-
rrer en pos de las innumerables moléculas c-011te- \ ' tos años.

nidas en el receptáculo, pero su conducta media En las ·c iencias vitales, el mismo postulado ·apa-
queda expresada en la seg·unda ley de la termo- rece con el nombre de <<biología organicista>>.
••• dinámica y en sus muchas derivaciones. De inane- Como vengo diciendo desde hace unos treinta
ra semejante, las leyes estadísticas se aplican a la -años, no sin encontrar una fuerte oposición., el
genética, la sociología recordemos el pronósti- tema de estudio de la biología debe ser <<el orden
co del número de suicidios o de los accidentes de y la org·anización de las partes y los procesos en
at1tomóvil que ocurrirán durante el final de se- todos los niveles del mundo vivo>>. Es curioso que
mana del Día del Trabajo y a muchas otras. \, ahora se enaltezca a la <<biología organicista>>
.
. -
cosas. El negocio de seguros está basado e11. que como un complemento 11.uevo y necesario de labio-
el número de accidentes de auto1nóviles, de fa- logía molecular (por ejemplo, Dobzhansky, 1966;
llecimientos y de sucesos semejantes es predeci- Dubos, 1964, 1967; Commoner, 1961), sin que por
ble, aunque cada caso individual sea dif e1--ente y· } parte de ·1os norteamericanos se me mencione
consecuencia de un gran número de causas indefi- ·•.
como aL1tor, aunque mi papel haya sido reconoci-
nidas. do e11 todos los ·demás lugares, incluso en la URSS
Pero ahora nos enfrentamos con problemas de •
y en los países · de la Europa oriental (·por ejem-
'
otra especie, con los problemas de la complejidad plo, Ungerer, 1966; Blandino, 1960; Tribiño, 1946;
organizada. Si los principios de la física clásica, Kanaev, 1966; Kamaryt, 1963; Bendmann, 1963;
como la ley de la gravedad o de la mecánica, se Afanasiev, 1962) y pese a que nada se ha añadido
referían a eventos no dirigidos y a las <<ciegas ¡
a lo dicho por mí • 9

fuerzas de la naturaleza>>, hoy es patente la busca l En sociología, Sorokin (por ejen1plo, 1966 ), ha
,•
de leyes organizadoras. La organización afecta a enunciado lúcidamente el problema al apreciar
·t odos los planos de la realidad y de la ciencia. Un <<el microcosmos del desorden>> en los e\rentos
r
~
96 Hacia iina nueva <<filosofía natural>> 1
1
El sistenia abierto de la ciencia 97
\

microfísicos indeterminados (y en los fenómenos Los Angeles o · de Nueva York que en los días '

socioculturales que no se presentan repetidamen.. de los coches de caballos. Son muy abundantes
te), l"egularidades estadísticas en las congeries de las situaciones semejantes que destacan el con-
1

fe1i.ó1nenos de masas macrofísicas y psicosociales, traste entre una fab,ulosa tecnología física y una
Y leyes ordenadoras por eje1nplo en él orde1i.a.. deplorable falta de técnicas de la organización. ·
miento de ·l os genes, pe1--o que también es de su- La intrincada naturaleza de la vida y tecnología
poner que puedan ser l'lalladas en los sistemas actuales ha traído consigo una inovación, la de la
socioculturales. Puede decirse sin riesg·o que los <<investigación de los sistemas>> en el terreno in-
<<sistemas>> son la noción m ·á s discutida e1'1 la ac- dustrial, comercial y militar. Veamos lo que dice
tt1al sociología. un ex.positor de la ii1vestigación de operaciones:
Lo misrrio hay que decir de la tecnología y disci- <<E11 los últimos dos decenios hemos presenciado
plinas concomitantes. Las complejidades de la tec- la aparición del.
'sistema' como concepto
'
funda-
nología y del comercio de n ·u estro tiempo n.os han mental de la investigación científica. Es cierto que
llevado a nuevos campos y ocupaciones de1'1omi- los sistemas vienen estudiándose desde hace siglos,
nados investigación de los sistemas, análisis de pero algo nuevo ha su1"gido ... La tendencia a es-
los sistemas, ing·e1-iiería de los sistemas, investiga- tudia1" los sistemas como una entidad más bien
'

ción de las operaciones, ingeniería humana y de que co11.1.0 una conglomeración de partes conct1er-
otras maneras (cfº por ejemplo, Ackoff, 1959; Hall, da con la tendencia de la ciencia contemporánea
'
1962; Bogusla·w, 1965; de Hanika, 1965). Estas a ·r10 aislar ya los fenómenos en contextos estre-
innovaciones utilizan concep·t os de la teoría general chamente restringí.d os, sino más bie~ a escudri-
de los sistemas (en su sentido más estricto), de la ña.r las interacciones y examinar trozos gradual-
cibernética, de la i11f ormática., de las teorías del n1ent~ mayores d .e la naturaleza. Bajo el nombre
azar y las decisiones, de la programación linea1~, de i?ivestigación de los sistemas ·( y de sus .muchos
de la teoría de los turnos y de otras, y está11 re- sinónimos) hemos presenciado también la conver-
laciona.d as con la electrónica, la ciencia de los ge11cia de n1uchos avances científicos contem.po-
ordenadores electrónicos, la investigación en el te- ráneos especializados... Esta labo1" de investiga-
r1--e110 de los armamentos, etc. ción y muchas otras están quedando tramadas en-
En lug·ar de ofrecer ejemplos militaristas o utó- tre sí por una tentativa de investigación colabora-
picos prefiero citar uno de la vida cotidiana: atra- dora que aba1~ca u1'1 i1ú1nero sien1pre crecj.ente de
vesamos los contine11tes o los océanos en un aero- ..•
disciplinas científicas y de ingeniería. Estamos
plano a reacción en unas cuantas horas para per- participando en· lo que es probablemente la ten-
manecer otras tantas en espera dE~squiciadora e1~ tativa de mayor alean.ce que jamás se ha hecho
los aeropuertos o .ser conducidos como un rebaño para conseguir una síntesis de los conocimientos
de aquí para allá, aunque algt1nas veces mandados científicos>> (Ackoff, 1959).
po1" una bella azafata. Tenemos automóviles capa- Por últin1.o, aunque no es de ningún modo lo
ces de rodar a 190 kilómetros por hora sobre auto- me1'1os importante, la misma tende11cia ha venido
pistas que han costado muchos millones, pero a afectar a la política y la dirección de los asun- •

hemos de emple~r m ·á s tiempo y correr más tos nacionales. Los rectores de la política pide11
peligros para ir desde una punta a la otra de u11 <<planteamiento sistemático>> de proble:rr1as co-
1

1 ,...,
l '
,.
, I ,

98 Hacia una nueva <<filosofía natitral>> El sistema abierto de la ciencia 99

mo la contaminación del ambiente, la congestión ;y que


- hizo Wie11.er en su libro (1948); la tercera, las
del tránsito, la represión · del crimen, la sanidad necesidades de la ingeniería derivadas de co1nple-
1 .
y las calan1idades L1rbanas, actitud a la que se le l'
j os procesos de fabricación, de los sistemas hom..
pone el rótulo de <<nuevo concepto revolucionario>> bre-máquina, de la investigación de nuevas armas
y es descrita como quizá <<la única solución ver- y de cosas semejantes.
dadera de los problemas que cuentan entre los , Pod.e mos resumir la motivación de lo que cabe

m,á s importantes y molestos de la nación>> ( Ca1..ter, 1


¡
denominar sucintamente el planteamiento orga-
'
1966). r1icista o sistemático en tres enunciados.
Basta lo dicho para establecer claramente. que '1 P1--imero, hasta tiempos recientes, la física era
1
nos encontramos ante una pocte·r osa fuerza del la única ciencia <<exacta>>; es decir, una estructura

pensamiento y de la vida actuales. No quiere esto conceptual consistente que permite la explicación Jl
deci1.. , por supuesto, que se trate de una novísima 1

• el p1--onóstico y el gobierno de l~ naturaleza. En '


invención. El historiador de la ciencia descubre f
'
fechas más recientes, las ciencias biológicas, deJ
invariablemente que la cantidad de ideas germi- compo1"tamiento y sociales se 11an afianzado y pat· .
nantes es m.uy restringida y que tienden a reapa- recen exigir nuevas f armas de conceptuación, ir10~
recer en torbellino ascendiendo a más altos nive- delos y leyes. Se sig·ue de esto que parezca nece-:-
les de refinamier1to. Por ejemplo, lo~ tres concep- saria una generalizació1z de los conceptos cientí~
tos básicos de la biología, el mecanicista, el vita- •
ficos. ·
lista y el organicista, se remontan después de to- Segundo, encontramos en biología y en las cien~
do a Demócrito, Aristóteles e Hipócrates respec- cias del comportamiento y sociales muchos fenó~
tivaITiente; la idea organicista puede descubrirse menos que no hallamos en la 11aturaleza inanima···
en Claude Bernard, Goethe, Paracelso y en auto- da y para los que el sistema de la física no brinda
res anteriores. En sociología, Sorokin (1964) nos ha conceptos. No pode1nos hablar de las cosas vivas,::
ofrecido un detallado estudio histórico que llega y del comportamiento sino en sentido funcional;
hasta los tiempos modernos. Hemos de evitar el es decir, considerando sus partes y procesos como
caer en la trampa de un .<<nuevo colonismo>> (Soro- •
organizados para el mantenimie11to, desarrollo y "
kin, 1956) y el felicitarnos por el descubrimiento evolución del sistema. Esto no es una proyección
de nuevos continentes ya pis.a dos antes. Pero existe \ antropomórfica de la intencionalida·d de nuest1~os .
una diferencia entre la arribada de los normandos .
1
1 actos o un prejuicio a11i111ista o metafísico. Es,
a Finlandia y la exploración de un continente& De sencillamente, un hecho perceptible y un.a pre-
manera semejante, cabe decir justamente que só- gunta que se hace y que se contesta empírica-
lo ahora ha llegado la ciencia a una etapa que le mente ante cualquier órgano, estructura, pro-
permite explorar . con rigor los nuevos domi.nios . ceso, enzima, hormona o lo que quiera que sea
Hablando en términos amplios, el moderno mo- el objeto de la investig·ación biológica. Pero el ha-
vi1niento de los <<sistemas>> tiene tres raíces. Una cer caso o~iso de este ordenamiento que a todo.
• J
de ellas fue la necesidad .de· una <<teoría general llega, eso sí sería t1n prejuicio metafísico.
de los sistemas>> que yo mismo expuse poco tiem- Los procesos organicistas están ordenados , ha-
po después de la Segunda Guerra Mundial; la se-· bitualmente al manteni1niento del sistema. Pero
gunda, la convincente exposiQión de la cibernética. · ·esto carece de sentido dentro ·ae las ca·tc:~gorías
.. t•.•j • •
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¡ \'.~ti '.. •

100 H·acia una 1iiieva <<filosofía natural>>



\ El sistema abierto de la ciericia 101
..
físicas convencionales. Desde este punto de vista •
tas futuras. La causalidad física no nos ofrece un
no existe ninguna diferencia entre los procesos r


'

modelo de esto. O para decirlo más exactamente,


físicos y quíniicos que se desarrollan en un or- ¡ la intencionalidad y la dependencia de sucesos ve-
ganismo vivo y los q·ue lo hacen en un cadá- 11ideros se califican de fantasmas ajenos a la cien..
ver. Unos y ·o tros obedecen a las mismas leyes cia; o metafísica. La cuestión esencial no es que
físicas y quíniicas, y eso es todo lo que se pue- aún carezcamos de explicaciones fisicoquímicas
'

de decir.. Pero para el biólogo y para el médico de muchos fenómenos vitales (lo que es desgracia-
exis te una · profunda diferencia entre lo orga- dame1~te cierto, aunque se vaya re1nediando por
1
nizado para conservar el s istema y lo q~e se t
1
los avances de la i11ves tigación), sino que las cate..
• desordena para destruirlo. ¿Cuáles son los prin- '1
gorías tradicionales d e la ciencia n1ecanicista no
c ipios del ordenamiento y de la organización? ¿Qué \

l
• bastan para explicar los aspectos empíricos bási<;r
quieren deQil... <<salud>> y <<norma>> en contraste con cos (o más bien los excluyen). Parece deducirse,
<<enfermedad>> y <<patología>>? Nada, en lo que ata- por ta11.to, que se necesita una a1npliación d.e las
catego1¡.ías, de los n'lodelos y de la teoría para tra~·
'
ñe a las leyes físicas y químicas y cuando se adop-
;ta una filosofía mecanicista . Mas sin ideas como tar del univers.o biológico, del conductista y del
·é stas y otras parecidas no existiría ni la ciencia ni social.
~la medicina., , ni tampoco habría biología. Además, Tercero, como veremos más . adela11te, est·á n
:1a física convencional parece directamente contra- eme1--giendo conceptos que parece que satisfacen "'
"dicha o violad.a -por lo que ocur1-- e en el mundo esas n ecesidades . En contraste con la creciente .
·vivo. Los procesos físicos obedecen al segundo especialización de la ciencia moder1-ia, esta nueva
principio de la terrnodi11.ámica, que determina que cla·s e de modelos es interdisciplinal. El mismo mo~
~vayan hacia una creciente entropía, es decir hacia
'

delo abstracto es aplicable a conte1'lidos disti11tos


estados m ás probables que son estados de equili-
1
en campos y disciplinas diferentes. En otras . pala-
brio de distribuc ión. 1111iforme y de desaparición bras, hay fe11ómenos d e conte11ido distinto que
'
de diferencias y de orden. Pero los sistemas vivos
'

inuest1,.a1i. isomorfis11io en su estructura f or111al .


se comporta,n al pa1'ecer de forma completamen- Lo que hemos e11.U11ciado a inodo de postulados
te opuesta. Pese- a los Pl'OCesos irreversibles que es exactamente lo que está ocurriendo. Han apa-
se desarrollan perpetua1ne11.te, tienden a conse1"'- .•
recido ·n~evas. disciplinas científicas que son am-
l
var un estado organizado de fantástica improba - 1

pliacio1ies del sistenia de la física t?,.adicional. T1"a-
bilidad; se IT131ntienen en estado de deseqLlilibrio tan especialmente de conce¡Jtos y 1nodelos deriva ..
y hasta se desarrollan hacia estados más improba- dos de las ciencias biológicas y del comporta112ien-
-bles, aumentando la dj_ferenciación y el orden, to, y son esencialme~te i1ite1"' discipli1iales, aplica.,
con'lo se advierte,. claran1.ente tanto en el des a r1~0110 "

' bles a distintos campos.


individt1al de un or·ganismo como en la evolución

E stas tlerivaciones
.
ape11as cue11ta11 vei11te o
descle la fs"mosa ameba hasta el hombre. ¡

'''
!
t1"ei11ta a11.os, por lo que 11.ada de ext1--año tier1e q u e
Algunas consideraciones p a recidas son aplica- se e11.cuent1--en lejos d e la inadurez de las cie11ci.a s
bles a las cie ncias p sicológica.s. Además, en el te-

l acadé11.'1icas. Parece aconsejable recordar que se


rreno biológ·ico, conductista y sociocultural, pare- I tardó unos tresci.e 11.tos años, desde los días d e los
cen preva~lecer los eventos encaminados hacia me- . lla1nados occamistas de la Universidad ele París
'' .:

102 Hacia una n1.t eva <<filosofía natitral>> El · sistema abierto de la ciencia 103
• 1

hasta Galileo y Newton, para llegar a las leyes me-- les, tales como las técnicas de control, la automa-
{cánicas elementales que están. hoy al alcance de los .. tización, la aplicación de máquinas comp·u tadoras
l'
:ést·u.diantes de bachillerato. Notemos asimismo 1
1
1
electrónicas y su utilización con finalidades indus ..
que solamente t1n historiador de la ciencia muy triales, militares, gubernamentales, etc. La teoría
comp etente es capaz de sacar las f arnosas leyes subyacente es la de la cibernética, robots, compu-
de Kepler de la mezcla de cuidadosas o bservacio- tadoras y <<artefactos>> parecidos. El enorme avan-
n .e s, intuición creadora y fantasías neopitagóricas (

f,
'
'
. ce de estas innovaciones es muy conocido y · se h a
de s11 obra. Hemos qe tener paciencia si las nue- hecl~o de él una intensa propaganda, y otro tanto
, vas tendencias no han alcanzado todavía la. sa- se puede decir de los peligros que supone. La per-
1 •• zón de la física considerada ejemplar por los filó- fección técnica del control, la automatización y la
sofos positivistas. sociedad cibernética presentan nuevos problemas
En I~est1men: existen innovaciones recientes, más pa1"a. el individuo y para la sociedad, amenaza de
o menos circunscritas e11· el concepto de sistema, paro obrero, el destino que se dará al ocio en una
·que tratan de satisfacer las demandas que se han sociedatj. automatizada, la conversión del indivi- ·
~mencionado. En contraste con la creciente y nece- duo humano en un autómata, nuevos problemas
saria especialización de la ciencia moderna, nos de evaluación en una economía superabundante
hacen concebir esperanzas de una nueva integra- en lugar de una economía de estrechez, exceso de.
ción y org·anización concept·u al. H a blando en tér- producción al que solamente se pueda dar salida
minos de la filosofía natural, en contraste con el por el procedimiento orweliano de la guerra, etc.
Inundo como caos, parece estar surgiendo un nue- . La tendencia organicista aJr ranca esencialmente

vo concepto del mundo como organismo orde- de.• la ·perogrullada de que <<un · organismo es "L1na
nado. cosa organizada>>, tras lo cual es menester buscar
Señala esta evolt1ción la aparición de una serie principios y leyes acerca de la <<Or_ganización>>, <<in-
de disciplinas nuevas: t eoría genera l de los siste- tegridad>>, <<ordenamiento de P9'rtes y procesos>>,
mas, cibernétic·a, informática, teo1,.ía de las deci- · <<intera.cción multivariable>> y así sucesivamente,
. ,~iones y de los ju·e gos, amén de otras. Difieren en con todo lo cual se creará una ·<<teoría general de
c uanto a los supu.estos básicos, modelos, técnica "l los sistemas>>.
niate1nática e intenciones, y algunas veces se con- 1 l
El objetivo y el término de la teoría general de
t radicen entre sí. Pero están de acuerdo en ser / los sistemas fueron presentados por primera vez
t<ciencias de sistemas>> que estudian aspectos no por mí después de la Segunda Guerra Mundial
atendidos ha.sta ahora y, de una u otra forma, pro- (con anterioridad a la publicación en 1948 de la
b lemas de interacci.ón de mucl1as variantes, de or~ Cibernética de Wiener).
.
Pronto se supo que un
ganización, regulación, elección de metas, etc. número considerable de hombres de ciencia ocu-
Se pueden distinguir dos tendencias b:á sicas en pados en disciplinas diferentes habían orientado
el reciente desarrollo de la <<ciencia de los siste-- sus pensamientos . en parecida dirección. La con-
mas>> . E1'1 obsequio a la concisión pueden ser de- secuencia fue la creación de la Sociedad de In-
nominadas <<mecanicista>> y organicista>>. vestigación de Sistemas Generales, afiliada a la •

La tendencia mecanicista está relacionada con A. A. A. S., que ha publicado A·n uarios desde l.956.
las innovaciones tecnológicas,. industriales y socia- \. No tengo conocimiento de que Heinz vVerner
.,
.,

,,"· '
..
"

104 Hacia una nueva <<filosofía natural>> La cibernética y sus limitaciones 105

haya utilizado el concepto de teoría general de · ~~~ Los conceptos básicos de la cibernética son la
los sistemas. No obstante, creo que coincide con <<realimentación>> y la <<información>>. Los ele1nen-
sus intenciones y que puede suministrar un marco •
tos mínimos de un sistema cibernético son un
teórico a la psicología organicista-evolutiva. P11es <<receptor>> que recoja los <<estímulos>> externos
¿cuál fue la idea básica de Werner? Llegar a p1"in- como información; entonces se transmite un men-
cipios psicológicos .mediante la comparación de saje a un <<centro>> que reacciona ante él de. algu..
niños adultos, gentes primitiva~, casos psicopato- na forma y, generalmente, amplía las señales reci-
lógicos, microgenia de los eventos rrientales, etc., bidas. A su vez, el cent1"0 transmite el inensaje , a
iluminada por paralelismos lJiológicos. Si se gene- 1 un <<actuado1">> que, en su momento, reacciona al
'
raliza esto algo más, como hizo Koestler en su estímulo con una <<respuesta>> informativa. Pero
Acto de creación, se verá que aparecen problemas _ · esta respuesta es transmitida por. un circuí.to d e
parecidos y principios de organización, de dife- realimentación al .,! eceptor, que percibe la respues-
rer1ciación progresiva, en psicología, embriología, ta preliminar y gobierna la subsiguiente actuación
f 01--mación del sisten1a nervioso, cognición, fenó- del sistema de forma tal que se consig·ue el .resul-
menos sociales y en muchos otros terrenos. La tado apetecido, un <<target value>> (Soll1nert). El
busca de una teoría general de los sistemas es sistema se regula a sí mismo de esta forma.
desarrolla1"' una estructura co11ceptual aplicable 1
El funcionamiento del sistema cibernético de- ·
'
en varias fases. pende además de <<mensajes>> recibidos del exte-
La relación entre estas dos tendencias n1erece rior y que circulan entre el receptor, el ce11tro y
sei" ~clarada. el actuado1--; es decir, de l.a transmisión de algo
que por lo general está representado por din1.inu..
ta"s 9.a ntidades de fuerza pero tiene <<Significado>>
LA CIBERNETICA Y SUS LIMITACIONES para el sistema. Esta <<información>> resulta ser una

nueva éantidad física en comparación con las me-
·-'):·.. La Inás destacada cier1cia moderna de los siste- didas físicas co11vencionales tales como . energía y
mas de la <<tendencia mecanicista>> es la ciber11é·

masa. Es mensurable en bits ~:~, o sea en unidades
tica, en su encarnación de las maravillas tecnoló- 1l
< l
de decisió11.- binaria, y la ecuación que define la in-
g·icas de los servo1necanismos y la automatización, 1
f orn1ación tiene la estructura de una entropía 11e-
en la aplicación de los conceptos cibernéticos a la 1
1 ga tiva. '
regulaciór1 biológica y en las consect1e11cias socia. . Tal es, descrito sucintame1'.1te, el modelo cibe1·-
les de la segunda revolución industrial. El inte- 11ético. Su eje1nplo más sencillo lo encontra1nos
rés que despiertan estas novedades es co111pren- e11. el conocido termostato (en el que un termóme-
sible y merecido en vista del papel que están des- tro actúa como <<receptor>>, la información la
e111peñando en la industria y en la vida moderna te1nperatura reg·istrada del siste1na de cale11ta-
los sistemas cibernéticos, las computadoras, los mie11to realimenta al receptor y éste rige el ulte-
<<servos>> de rriúltiples clases . Con cierta frecuen- 1--io1" su1ninistro de combustible). También enco11-
cia esto ha hecho que se confunda la <<cibernética>>
con la <<teoría de los siste1nas>>º Pe1~0 éste es Lln * Co11tracción de la expresión inglesa binary digit. (Nota
error que necesita corrección.
.,
~
del T.).
\
106 Hacia una niteva <<filosofía natural>>
\
.Lct ci bernética¡ y sus limitaciones 107
\
.

t1-iam9s t1n ejemplo en las máquinas que se orien- la misma estructura formal es aplicable a siste-
tan automáticamente hacia t1n lugar previsto (por :1nas completamente distintos en cuanto a sus coro-
ejen1plo, -los proyectiles autodirigidos), en las que .Ponentes materiales, fuerz·as operantes, funciones
la desviación del blanco constituye el mensaje y, realizadas, etc.
,
m ·e diante la 1--ealimentación contint1a, es corregida Al mismo tiempo, resulta claro que ide11.tificar
casi totalmente con lo que el proyectil acaba .p or ·1a cibernética con la teoría de los sistemas es una
dar en el blanco. Los sistemas cibernéticos suelen ·eq11ivocación. El modelo de realimentación es .so-
ser de gran complejidad, pero siempre se los pue- lamente un tipo bastante especial de sistema que

de reducir a circuitos de realimentación. El prin-
1

1 se regula a sí mismo. El hecho de que se .encuen-


cipio básico sig11e siendo· el mismo, incluso cuan- ·t ren muy frecuentemente sistemas de realimenta-
do se superponen circuitos de realimentación de \ ción en biología (y en psicosociología) no debe •

fabuloso refinamiento. 1
i
1 ·Oct1ltarnos sus limitaciones .
'

Evidentemente, el modelo cibernético es aún
j

Como es bien sabido, se encontró que el, modelo 1

cibernético era aplicable a una extensa variedad ·<<111ecanicista>> en el sentido de que supone la·
de regulaciones biológicas resuITiidas bajo el ·e xistencia de un <<mecanismo>>, o sea un ordena-
nombre de homeostasis, o conservación de los pa- miento de la estructura, como queda indicado más
;rámetros fisiológicos importantes a un nivel cons- arriba : ~Dicho en térniinos del lenguaje conductis..
tante. Uno de los ejemplos más sencillos es la ho- ta, el modelo cibernético es el conocido esquema
meotermia, o conservación de la teinperatura cor- E-R (o E-0-R) con la añadidura del circuito de
poral en los animales de sangre caliente. En su es- realimentación para hacer autorregulador el sis-

tructura, representada esquemáticamente, la ho- ·:tema.~En contraste con esto, i·o s sistemas ge11era-
meotérmia corresponde al funcionamiento de un 1es (en el se11tido de teoría general de la sistemá-
termostato. La conservación a un nivel constante tica, véase la pág. 110 y siguientes) no son mecani-
de la cantidad de azúcar, iones y hor1nonas en la .c istas, en el sentido de que su comportamiento
sangre son otros ejemplos de los muchos que po- l"egulador no está determinado por condiciones
drían citarse. De manera parecida, la conservación de su estructura o <<maquinistas>>, sino por la in~.

de la postura, los- movimientos hechos deliberada- •
\
·teracción de .fuerzas .
1nente y muchos otros fenómenos podrían ser des- t .
Dicho en términos epistemológicos: aunque el
.
critos en términos de circuitos de realimenta- 1 prototipo de procesos físicos no dirigidos· es la
ción • 10 cailsalidad linear· (la causa A es seguida por el
Esto ilustra de manera impresionante la natu- efecto B), el modelo cibernético trae consigo la
. raleza interdisciplinal del. modelo cibernético, que cailsalidad circular con el circuito de realimenta-
aunque tuvo con10 9rigen la ingeniería y la tecno- ción y es es.t o lo que determina la autorregulación,
logía :modernas, cubre un campo mucho más am- \ previsión del blanco, homeostasis, étc., del siste. .
plio. El :misnio modelo, representado por un dia- ina. En contraste, el modelo del sistema más ge-

grama de transmisión de fuerza o corriente, podría l
• neral es el de la ·interacción dinámica. entre mu-
describir, por ejemplo, la regulación de una má.. ·C has variantes.

quina hidrostática, un dispositivo electrónico o La regulación dinámica precede a la realimenta-


la postura o movimiento rj.e un animal. Es decir, •
ción estructural. En consect1encia, los t·nodelos ·

"'
108 Hacia una nueva <<filosofía natural>> La cibernética ·y sus limitaciones

<<cibernéticos>> se aplican particularmente a las nal, de la ilustración que aporta acerca del coni- ..
regulaciones <<secundarias>>, Il1ientras que los mo- portamiento regulador, ·autoorientador ~y teleoló~· . ·· ,~·. :.:1::
delos <<cinéticos>> son necesarios pa1"a las regula- gico, y para la elucidación de ll1Uchos fenómenos . · ;
ciones <<primarias>>. Así, hablando en general, la específicos, incluso cuando los sistemas de· que., se.. ·. : .:,:,:r
regulación del metabolismo en la célula (por ejem- 'trata son desconocidos o no se han identificado .· ·.
plo, en la respiración o en la fotosíntesis) está· ba- en cuanto a su estructura n1aterial y proce~os que . ·.. · J~
sada en una red de reacciones en u11 sistema a bie1"- ofrecen. No llega a ser una sistemática general .ni"· '. :::·
to; con la evolución progresiva aparecen ineca- bri11da una nueva <<filosofía natural>>. Aunque la ·
1
nismos homeostáticos más y más complicados j> 1 investigación cibernética se intensifica y amplía · ·¡

•1 • como la realimentación ne1"viosa y la hormonal. co11.tinuamente; lo cual está muy justificado, pa-
..-· rece que empiezan a reconoce1,.se las limitacio11es
( . ---\~, Los sistemas cibernéticos son <<cerrados>> res- 1
pecto al intercambio de material con el arp.biente y ·i nt1--ínsecas de su modelo b :á sico: <<Durante algún
solamente están abiertos a la inforrnación1} Por ello
.
·tiempo después de la Segunda Guerra Mundial,
el modelo ciber1'1ético no posee las características pareció que la cibernética podría llegar a ser otra·
esenciales de los sistelllas vivos, cuyos componen- ra1na integrante de la ciencia que reuniría mucl1as
t~s están siendo destruidos contin.u amente por ,d isciplinas d-i ferentes y les daría la unidad de. una
procesos catabólicos y remplazados por procesos co11.cepción nueva, profunda y comprensible. La re-
anabólicos, co1i. corolarios tales con10 el crecimien- ci-ente muerte de Norbert Wiener da ocasión para
to, el desarrollo y la diferenciación. observar que se ha esfumado el ambicioso ensue- ' '

Por igual r ·a zón, el sistema cibernético no puede ño. La cibernética continúa siendo, en el mejor. sen~
'
~

ser <<autoorganizador>>; es decir, evolucionar des- tido de la expresió111, una idea fundamental y tam- ·
de un estado a otro más diferenciado. Es cierto -b ién tnuy extendida, pero ha resultado que abarca
que. cua11do se instalan en los sistemas ciber11éti- inenos y, de extraña manera, q1.i~ es menos intere-
cos dispositivos de memoria, pueden aprender, es sante de lo que supusi1nos hace vei11te años, cuan~
decir, cambiar y aumentar su organización d.e re- do fue )concebida>>. (Brono·w slti, 1964.)
sultas de la información que reciben. No puede11 E11 1--esumen: los ordenadores son "Lir1 caso algo
desarrollar procesos de diferenciación, que requie- especial de los ·sistemas generales, ca1"acte1,..izado
1.. en suministro de energía (y de material). Dicho por la presencia de I'"'estricciones qt1e e11cauza11 el
de otra manera,l~los sistemas cibernéticos sola- p1--oceso hacia·Ia caL1salidad circular, lo que le ?er-
mente pueden aumentar en cuanto a su conteni- n1ite regularse a sí misrn.o. El concepto de <<s1ste-
d o entrópico y disrriinuir en cuanto al infor1nativo ~ n1a general>> es en comparació1i. más amplio, Y
p11es la información puede ser co11vertida en so11i- una teoría general de los sistemas debe aba1"ca1--
do pe,i"o no viceversa ( décin10 teorema de Shan..-. la interacció11. dinámica de mucha.s variantes, la
non) :~Los procesos antientrópicos supone1-i la ne- conservación del can1bio· de los elementos com-
cesidad de que el sisteITia sea <<abierto>>, es decir v '.
"l
pone11tes, el crecimiento, la diferen~iac~ó,n p1'"'ogre-
.s iva, la meca.nizacióp y la central1zac1on, ~l au-
'
j
q11e exista una transferencia de inaterial y de t

f~uerza. -~ ) mento del nivel de organización y fenómenos de


'

Por estas razo11es, el modelo cibernético es de igual índole.


gi"a11 valor a causa de su naturaleza interdiscipli-
Sistenias generales 111
"
'"•

te1nológico, arraigado en la metafísica meca11icista


SISTEMAS GENERALES
l
,1
)
tan integrada en la historia de la ciencia occiden-
l' '

tal, parece que es la principal razón de nuestra ig-
La teoría ge1ieral de los sistemas (en el sentido
'
1
11orancia con respecto a problemas esenciales de
n1ás estricto del término) es una discip·l ina que la vida, la mente y la sociedad en comparación
trata de las propiedades y leyes generales de los. ' .._¡ '
co11 el progreso de la física, en la ·que la sim-
<<sistemas>> . ~~\JU11 sistema
l ' '

. ~. se define ,como un con-· ,


.. .. ' P .l if icación ne·w toniana de la casualidad rectilínea
,junto de componentes en estado de inte1:acción 1\ 1
: y de los problemas de dos va.riables es de mc1y gran-
aL111q11e puede definirse con ent1nciados parecj.dos. de utilidad. . .
Tal teo1~ía trata de desarrolla1-- los principios apli- '

Pero incl·uso en física existen limitaciones para


.i ;
cables 'a los sistemas en general, prescindiendo de esa simplificación, como el clásico problema de los '

¡~ i1att1raleza de éstos, de sus partes corriponentes


tres cuerpos en inecánica y su equivalente en
y de las relaciones o <<fuerzas>> e11tre · ellasª Las · física ató·m ica. El profano en física carece de voz
partes componentes del sistema no es necesario . y voto en estos ·asuntos., pero apenas suscitará ob- -
que sean materiales, como por ejemplo en el aná- • jeciones decir que el ulterior desarrollo de la fí-
lisis del sistema de una empresa cqmercial, del ' sic.a nuclear <<necesita n1ucho trabajo experime11tal
' .

que f arman parte componentes tales como edifi- y ta1nbién el desa1--rollo de · más procedimientos de .
cios, máqt1inas, dinero y clientela. '
alta eficacia para manejar sistemas que tienen n1u-
Entre las características de los sistemas enco11-
. '
chas partículas pero no las . tie11en infinitas>> (de-
tramos interacciones multivariables, conservación. Shalit, 1966). Conceptos como el de <<camino ., óc...
del todo en la acción recíproca de las partes · ! tuple>> pueden ser considerados como indicio .d e
componentes, organización a :r(1uchos niveles que la orientación de la física hacia una filosofía de
da como resultado sistemas . ·d e orden superior, ' los sistemas.,
diferenciació11, · centralización, 1necanización pro- .
''

gresiva, causalidad directora y actuador.a , regula- En las ciencias vitales el progreso fue indudable-
ción, evolución hacia una organización superior, '-, me11te enorme en la medict·a en que las categorías
teleología y orientación hacia el objetivo de varias
'


convencionales demostraron ser aplicables. - Pero
n1aner9>S y por diversos procedimientos, etc. )El
;,"'¡
..~ los problemas· b;á sicos y centrales .i ncluidos en l~ts
l •¡ ideas que quedan expuestas más arriba aún se nos
hecho de que estas caracterí's ticas, siempre pre- .l
sentes en el campo biológico, en el del compo1~ta­ ' escapan, au11que son hechos perti11aces y no una •

miento y en el social y objeto de ol::>servación em- s11perstición antropomórfica. De aquí la necesidad


pírica ei-i el c1.irso de la investigación cotidiana y de a1npliar las categorías del pensamie;nto cien-
ci~ntífica, i10 queden incluid.as en los conceptos. tífico _a las q·ue ya hemos aludido.
',,
'
. .
fisicistas tradicionales ha llevado a menudo a que
., "
·~
.,~ ,
l~Lª~,_,teo_rJ.9¡ .., g,e neral_,,.de,, los sistemas . puede ser _con.
sean consider.a_d as como de na·t ural.eza rnetafísica --~~Q.~,r,ªS},ª~· ·.-~.9,ill.9 . ,~.~11ª.,.~.ci~ncta"
,de . Ja . . <<i¡,1tegrictad~>.-, .~.;,o
j .~=/

.... '
-~~1

y , de origen ani1nista, e ir1cluso se ha llegado a ne- \¡ ~


de entidades totalitarias que hasta la fecha,. es
gar su existencia y a anatematizar su i11vestigación . decir, poi· influjo de los prejuicios mecanicistas,
como contra1--ia al sentido corµún y al proceder nor- 1 1
quedaron excluidas por considerárselas a .ienas a
mal en los campos biosociales. Este prejuicio epis- .' la cie11cia, a11imistas ¿· metafísicas. Dentro (ff.31. mar-
'

.~·'
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112 Hacia una nueva <<filosofía natural>> Sistemas ge1ierales 113


.

;, co de ·1a teoría general de los sistenias, estos cíp1"ocas siste1náticas, .collio las magnitudes que
t aspectos resultan científicamente accesibles. El exceden con mucho, por ejemplo, el número de
~ sistema general es, por tanto, u1~ modelo interdis- partículas del ~ni verso ·pero que aparecen incluso
... en sistemas con un número moderado de compo-
.· ~ ciplinal que .necesita desarrollo científico, pero que •' .,

; también puede lograrlo, y por tanto es· aplicable nen tes de acción recíproca; cf. Ashby, 1964; Hart,
:;. a los fenómenos c·o ncretos. · Este es su aspecto 1959; Rapoport, 1959; Repge, 1962) están más allá
..
,· <<cie11tífico>>. Igual que todas las teorías o que to-
~

.. •..

y
de las posibilidades de las mate1náticas con que
dos los modelos más generales, también presenta co11tamos y es de supo11.er que exigen i1uevos plan-
aspectos de <<metaciencia>> (Jones) o de <<filos.ofía teamientos. No obsta11.te, f n1Uchos de los pro'b le-
' natural>>. Es decir, influye en nuestra visión del mas de los sistemas pueden. investigal"Se cor1 éxito
:_ :.fi#fl

mu11do; y parece ser más ampl~a y objetiva que la mediante modelos adecuados, abst1"acciones y sim-
a11terior filosofía mecanicista.fi: plif icaciones. Muchas veces las matemáticas ele-
1

El p1--ograITia está claramente t1--azado; su eje- . 1ne1~tales consigu.en resultados sorprendentes ~


ct1ción no ha~ hecho más que comenzar, exige t1na {f. Si en la actualidad la t.e oría . general . de los sis- .4
' . . . 'lcl
..,
temas es capaz de tratar, en términos exactos,:;I

"!•
reorientación conceptual y está plagado de dificul- '\

tades. ~ Como l~)~t,§.9,ría general . .de "los sistemas ha ,''


-~}ámente un número restringido de fenómenos, i
.1'


de desarrollar nuevos conceptos, inodelos . . y leyes y otros no puede sino tratarlos con un lenguaje.
que abarquen .aspectos de la realidad descuidados r ve1. bal más o menos impreciso o escapan .comple-
d\}rante mucho tiempo, esto supone: 1)· desarro- tamente a nuestra consideración, hallaremos con-
fortación recordando la historia de la ciencia. Los

llos matemáticos para f o·r mular el concepto de ·


<<sistema>> y deducir de él las características de u11ive1"sos de Galileo y de Ne'w ton no eran más· qué
los sistemas en general o de definidas clases subor- l
'
un trozo diminuto del mundo físico conocido por
dinadas; 2) aplicación de consideraciones sistemá- la física del siglo x1x, el cual ha aumentado d~
ticas a las entidades e1npíricas para halla·r .sus 1nanera inconmensurable en nuestros días . Tal ve.z
leyes; con ello 3) los fenómenos que todavía están sea más exacto decir que la teoría de los sistemas
más allá de la comprensión cier1tífica podrá1i. ser se encuentra en una fase comparable a la de la
sometid-o s a la i11vestig?ició11 de la ciencia.~ electrodinámica ·en tiempos de Faraday y antes de
Los sistemas y los principios de los sistemas Maxwell.:· Los ·principios se intuyen, pero hace fal~
pueden ser enfocados de acuerdo con varias téc... ¡ ta u11 genio para encajarlos en una teoría mate-
nicas matemáticas, como el clásico cálct-110 infi.. '
! mática. · . ·
nitesimal, el grupo, las teorías digráficas, la topo .. ; Las caract erísticas generales, como queda ip- ·
1
1

logía, etc ~ (cf. Rapoport, 1966). Los proble1nas de 1


dicado, se repiten ei1 campos y planos diferentes,
variables múltipl.e s ofrecen 1111 vasto campo a la '
'
.~ tales con10 el organismo viviente, las actividades
ordenación electrónica y la simulación por n1edio .)
:;'.~
'

del comportarniento y los fenómenos sociocultu-


-
,,
..._])

de dispositivos de esa naturaleza. Hoy no existe 1,.ales. Estas entidades, por tanto, se nos presentan
1 .. .

como isoniórficas en cuanto a ciertas característi-


ninguna teoría de los ·s istemas que sea co1npren- )
1
..1
)

·siva . Realmente, los problemas que se presentan .).


cas del sistema. Resultado de esto es el hecl10,
(por ejemplo, los sistemas no lineares; los núme-
•1
sorprendente al principio, de que, por ejemplo,
ros <<inmensos>> que aparecen en las acciones re- una cinética generalizada y leyes formalmente . ·

j
8
·1
114 Hacia una nueva <<filo.sofía natural>> Los sistemas abie1,.tos 115

idénticas se ve que son aplicables a entidades tan a la química inorgánica y a la dinán1ica demográ-
intrínsecame1~te distin·t as como
. los sistemas qt1í- 1 . f ica) resulta claro •
11

micos, la población animal y humana y los proce- l


r
}'
Estas conside1--aciones no pueden ·ni estudiar el .
sos económicos. Por otra partej esto subraya el

..
;

estado de la teoría formal de los sistemas , ni citar·


valor de la teoría general . de los sistemas para detalladamente las sus tanciales investigaciones
ahorrar cavilaciones, porque ,los principios esta- que se han hecho. Nuestro propósito es más bie11.
blecidos en un campo pueden ser transferidos a ..•• ! exam!nar algunos problemas de las implicaciones
otro todavía. insuficientemente conocido. , más amplias de la <<filosofía natural>>.
·i
Evidentelllente, esto ha de hacerse con la n ece- -.'.·

saria cautela, distinguiendo acertadan:iente entre


¡
...
'
la <<homología lógica>> (von Bertalanffy, 1960 a) o LOS SISTEMAS ABIERTOS: J.JA LLAMA VIVIENTE
"
<<isomorfismo nómico>> ·( Hempel, 1965), a saber)) la .
'

correspondencia estru.ctt,1ral de los sistemas con- ~'


'

Es característica básica de los sistemas vivien-


1
,

·siderados, y la <<ana1.ogía>> superficial, que puede .. tes el permanecer en un continuo estado de mu~ ,
desorientar de ITlanera total. Pero éste no es un danza de sus componentes. Esto se advierte en
problema peculiar de ·l os sistemas generales, sino

'
.,' todos los planos: cambio de componentes quími..,
J

de la discreción generalmente necesaria para ele- '

cos en la célula, de células en el organismo m.11J~,


gir· modelos conceptuales aplicables a los fenó- ticelul·a r, de individuos en -ia· población, et·c. <<Las
1nenos observados. estructuras orgánicas son en sí expresiones de u n
. . .
La aplicacióp de consideraciones de la teo1~ía d e proceso· ordenado, y solamente s e mantienen e11
los sistemas ha sido extensa. Incluye por ci·t ar este proceso y de resultas de él. Por tanto, el orde-
unos ejemplos muy distintos entre sí. la aplica- l. namiento primario de los procesos orgánicos ha
"'
ción de principios sistemáticos en ingeniería; en

de busca1"se en los propios procesos, y i10 en es-
biofísica, particularmente la teoría de los siste- tructuras previan1ente establecidas>> ; (von Berta-
mas abiertos; en biosociología, siste1nas econó- lanffy, 1960 a, p. 17).
micamente importantes, como · los de la industria '•
" ~ Esto conduce. a una clasificación importante, la
l. 1
pesquera y los de las sociedades h ·u mana,s; e.l cre- .."
.
~
;' • de sistemas ce1'"rados y si.s te1nas abiertos. Los or-
cimiento relativo' como n1edida de diferenciación .~ ,.
'1
,.)¡
::" ganismos son sistemas abiertos. Claro está .que no
en el organismo, en la evolución y en los grupos
;~

! son los únicos sistemas abiertos que existen: una


s ociales ; los principios ge11erales del crecimiento 1 •
lla1na es un sencillo ejemplo de sistema físico
m edido t emporalm.ente; la competencia entre en- 1
<<abierto>> (de do1-ide el antiguo símil del fuego y
t idades a varios niveles, como las moléc11las, los la vida); y la tecnología química utiliza cada vez
organi·s mos indi,riduales, las especi.e s o las enti- más los sistemas de reacciones abiertos, en con-
dades económicas·; la descripción matem\á tica y el traste con los procesos de sistemas cerrados o de
vaticinio de tendencias sociales, como . la carrera . grupo 1~estri11gido. Sin embargo, la distinción entre
de armamentos en el mundo moclerno~ ~ En tales sistemas cerrados y abier·tos es .fundan1ental y nos
casos, el isom.orfismo de las leyes (por ejemplo~ lleva a proble1nas como el de los co11trastes entre
el desarrollo alométrico del organismo y el de los. el mundo inanimado y el vivo, las cuestiones del
grupos sociales, los principios cinéticos aplicables 1

... tiempo, de la ·evolución, de la organizaciór.i aut·ó-


..,,,
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'
116 Hacia una nueva <<filosofía natural>>
Los siste1nas abiertos 117
.n oma y la diferenciación, de las tendencias proba-
bles y contrarias al 11atural tropismo, de las nue- nos que, antes, o sea en la física de los sistemas ce-
vas leyes físicas comparada,s co11 las tradicionales. · rrados, parecían contradecir o violar la física, poi.,
1
Sin embargo, porque una buena parte de mi t1.. a-
¡ lo que estaba1~ considerados como atributos ani-
¡
b ajo ha sido el _estudio de los siste1nas abiertos 1nistas que solamente cabía explica1 media11te un
1

Y de su aplicación a los fenómenos biológicos


agente intencional, o por el ghost in tlie macliine,
restringiré estas consideraciones a unas sucir1ta~ Dos ejemplos, uno de ellos cinético y el otro ter..
observaciones. La idea · de q"L1e u11. organisn10 vi- modinámico, quizá acla1 en esto.
1

viente se mantiene en el cambio de sus elementos ; Se suponía que era una ca1"acterística a11i1nista
1 componentes es tan antigua como el panta rhei de del organismo el 11echo de que en 1n·u chos senti-·
1-Ieráclito y expresa el hecho fundarriental del n1.e- dos se c9nduce eq'Jl:~fiZI(l.l7!!e1ite, es decir, que el
.

·t a bolismo. Sin embargo, hasta hace pocos años inis1no estado final, o <<meta>>, puede ser alcanza- .

'este concepto no ha sido desarrollado de manera do pa1"tie11do de co11diciones iniciales difere11tes ·: o


·científica, lo que supone un fenó1neno que i10 es · utilizando i11edios disti11tos. Esto, por lo g·e11e1"al,
insólito en la historia de la ciencia. r 1
no ocurre en los sistemas inanin1ados, e11. lo.s que
La verdad es que la t,eoría de los ~istemas ·abie.r-
\
1
el estado en el tie1npo t está determinado i11eqt1í-
tos no tiene más de veinte o trei11ta años. La quí- voca111ente po1" el estado en u11 momento ante-
niica ino1--gánica solía limitarse a la investigación rior, to. No ocu1 re lo n1is1'11.0 e11 bL1e 11 11.úmero de
1

i~eg·ulaciones biológicas . Te11en1.os un eje111plo fa-


' ' de , sistemas cerrados que, por motivos bien cla-
ros, son más f áciles de inves tigar pero representan moso er1 la en1briología exp e1 i1ne1i.tal. Un· huevo
1

nor11.1al, por ejen1.plo, el del erizo de mar, una pa.r-


un caso especial, pues siempre se .P uede llegar
,d e la teoría de los sistemas abiertos a la de los te de un huevo, medio huevo, un cuarto de huevo
y hasta u11 octavo, o dos 11uevos fundí.dos, etc., pue-
cerrados dando el valor de cero a los términos
de transferencia, pero no es posible hacer lo con- den dar el misr·n o resultado, una larva 11.orma l de
trario . Desde ento11ces se ha desarrollado una erizo de mar. De hecho, esta equifinalidad fue
cinética de los sistemas ctb1.e rtos que muestra sin- co11siderada con1ó la prueba p1--incipal del vita-·
gulares caracterjsticas. De rnanera parecida sobre- lis1no por el biólogo y filósofo alemá11 Ha11s
vino una ampliación de la te1 111odinámica co110-
1 D1"iesch: si. "L111 huevo e1-i desarrollo es u11a <<ni.á-
.'

cida co1no terniodin.á mica irreversible. Mientras · j


1
qui1'1a>>, evidentemente no puede da1,. el mismo pro-
• que la terll1:-odiná1nica <<clásica>>, o termostática, '
1 1 ducto (un organismo i101~11i.al) si se lo divide, si
1
estudiaba los sistemas cerrados, los procesos re- 1 dos <<máquinas>> son. fu11didas, o si el huevo que
versibles y el equilibrio, hoy se 11an añadido los se desar1"olla sufre . otra clase de perturbaciones.
siste1 71.as abiertos e irreversibles y los estados de · De ·i gual m a 11era, u11 org·a11is1110 qL1e se desar1--olla
desequili brío . · · puede alcanzar el mismo estado final u1'1 cierto

Además, el moclelo de sistema abierto tiene un ..1


tainaño específico, el d e la especie pa1--ti.e11do de
mayor can1po de aplicació11. a problemas bioló-
' '
tamaños dife1"e11tes al i1ace1", o después de i11te1·-
J

gicos, fisiológ·icos y sociales · (cf. von Bertalanffy, 1 f ere11.cias o de u1i.a paralización ten1po·ral del pro-
1~?3, 1964 b). ?etalle interesante es que la expa11-
)
'
ceso de crecimiento. Pero I"esulta que la equifi11a-
s 1on de la teor1a llevó a la incorporación de f enóme- lidad no es u11a propiedad a11in1ista sj11Ó qu.e es.
( e11 pri11cipio, aunque no en detalle) un f:tt1·ibuto
\ ''t
J,
1
118 Hacia una nueva <<filosofía natural>> Los sistemas abiertos 119

de los sistemas abiertos. Si un. sistema abierto se to. Se mantienen en un estado de . fant:á stica im-
1
desarrolla, cuando .se desarrolla, hacia un estado probabilidad, a pesar de los innumerables proce-
' }
i11dependiente del tiempo, 11acia t1n estado deno- sos irreversibles que se· desarrollan en ellos
minado <<estado estable>>, lo hace con independen-
.
continuamente. Y es más, los organismos tanto
cia de las condiciones ii--iiciales y de forma definida en la ontogenia individual como en la evolución
solamente por parámetros tales como el índice de f ilogenética se desarrollan en dirección hacia
reacción y transferencia del sistema. estados aún inás improbables, hacia el aurriento
Otro aspecto todavía más interesante está sien- de la diferenciación y más alta ordenación de la
do aclarado en ciertos sentidos, aunque en otros materia.
suponga pro.blemas formidables. Durante bastan- Aquí parece que tenemos de nuevo un contraste
te más de cien años se observó una antítesis bá- ' fundamental entre la naturaleza inanimada y la •

sica entre la naturaleza inanimada y la viva. La viviente, que sirvió a menudo como argumento a
dirección de· J.os procesos físicos está determinada los animistas.
'

'''. por el segundo principio de la termodinámica, que La termodinámica de los sistemas abiertos da
•"
.,"
..!.
••

dice que la tendencia general de los p1. ocesos fí- u11.a respuesta en principio sencilla. En los siste-

"
.,1 ". '
sicos es avanzar hacia los estados más probables, mas . abiertos no solamente tenemos producción
,,
! -~---- o sea hacia la ~ntrop_ía ináxima y hacia la destruc- de ent1·opía a causa de los procesos asimismo
I


ción progresiva de la diferenciación y el orden. irreversibles que se desarrollan en el sistema; te-
Tomemos el ejemplo más sencillo, un gas ence- ne1nos también transporte de e·n tropía mediante
rrado en un receptáculo cuyas moléculas <<calien- la introducción de materia que puede tener una
tes>> (las que se mueven a gran velocidad) están 1 elevada energía libre o <<entropía negatiya>>: Por
concentradas en la mitad ·del inismo y las <<frías>> 1
ello, el equilibrio en trópico · e11 u ·n sistema abierto
• .en la otra . El sistema . tenderá hacia el ~quilibrio bien puede ser negat1.vo, es decir, el sistema quizá
térmico, o sea hacia 1.a distribució11 más proba- se desarrolle hacta estados de mayor improbabi-
ble de las moléculas, lo que significa la desapari- \' lidad, orden y diferenciación (aunque, naturalmen-
ción de la gradación térmica y la d.istribución uni- ·te, ·1a entropía aumenta en los siste:i;nas mayores
forme definida como entropía máxima. Esto es •
fo1~mados por el organismo y su entorno). Esto
.'

1
aplicable en general. Las formas <<más altas>> de ,.

il es lo que . resulta aplicable de hecho a los org·a-


energía dirigida (mecánica, eléctrica, química) se 1 nismos vivos.
disipan, es decir, se convierten gradL1almente en '
r Pero es necesario decir qt1e aquí es donde em-
las formas más inferiores de ·energía es decir, en
1 '
r
pieza la investigación, y no donde acaba. Como
u1~ flujo molecular térmico no dirigido; los sis- acabo de señalar, el desarrollo hacia estados de
. .
temas químicos t.i enden hacia el eq11ilibrio de la mayor diferenciación y orden es te1,· modinámica- ' . '

entropía máJxima; las máquinas se desgastan a mente permisible en los sistemas abiertos. Pero
causa de la fricción; en los ca11ales de comunica- '

¿cl1ál es la definición ter1nodinámica de los esta~
ción, la información sólo pL1ede perderse al con- dos estables eventualrnente alcanzado~ con este 1

vertirse en ruido los mensajes, pero no al contra- 1 desarrollo? ;En los siste1nas cerrados, el equilibrio •

rio, y así sucesivamente. es definido como· estado de entropía máxima ~ Aút1.


· Los sistemas vivos presentan t1n cuadro distin- carecemos de una definición termodin1ámi.~·~a ele los ~"7
' . '•
.


,I
.
120 Hacia una nueva <<filosofía natural>> Los sistemas abiertos 121
'

estados estables ·en los sistemas abiertos. Prigo- I"aciones ·pudieran· ayud~rnos a cqmprender el
gine, a quien debe importantes avances la termo- ! problema.
di11ámica irreversible, ha propuesto una respuesta ¡ Prime1 0, debe i--ecord.a rsé que la formació1-i de
1

conocida como teorem~ de Prigogine: l.o s-:es.tados estructuras, el au1nento localizado del orden y la
estables en los sistemas abiertos se definen como disminución de entropía no contradicen el _segu11-
producción míni1na de entropía (la cual, como la ¡

'
do principio. Consideremos la formación de un
entropía, es una función matemáticamente defi- · cristal en una solución supersaturada (cf. Haase,
'
nida). Por desgracia, el teorema de Prigogi11e so .. l 1957). En términos de probabilidad, la aglomera-
laITiente resulta válido bajo restriccio11es de mo1-i- ció11 de partículas en un pequeño volumen f or-
ta que no parece que pueda11 aplicarse en biología n1ando una estructura muy compleja sería una.
a los sistemas en desarrollo. El teorema se ma,n- '1

'·\
eventualidad in1p1 obabilísima. Pero la formació11
1

tie1~e' válido con relación a ciertos procesos de ¡


de cristales es un hecho corriente y obedece al
transferencia (como el llamado efecto de Knud- .I segundo principio. La razóI'l es que el movimiento
sen), pero no al caso más i1nportante biológica- tér1nico al azar de las moléculas queda rempla..
mente de los estados estables en los sistemas de zado por las fuerzas ent1"a1nadas que ejercen las
reacción químict1s. Hace poco tiempo, el físico partículas; y esto no contradice el segu11do prin-

ruso Trinche1~ ·( 1965) propuso valientemente aña- •


cipio po1--que el orden localizado que se ·1ogra << se
I
-, dir al principio físico de ent1 opía <<principios de
1
paga>> con el auµlento de la entropía e11 el sistema
adaptación>> y <<evolución>> en biología que, inate- inayor, el del cristal más la solución, 10· que se
máticarn.ente semejantes a los primeros, definen manifiesta como calor de la c1"istalización.
la tendencia hacia una disminución de la ent1~opía Este ejemplo puede generalizarse de f OI"ma b :i o-
y un aumento del contenido i11formativo. Desg1"a- lógican1ente adecuada. Las estructuras biológ·icas
ciadaniente, esta solución no es muy satisfactoria, también son posibles a causa de la existencia de
pues el principio de la entr·o pía en física no es \ fuerzas y leyes <corganizadoras>> . . En el campo de
solaITiente L1na descripción matem.át~ica de la ter1- '•
\
'

la química son bien conocidas como valenc:i as,
dencia general de los procesos, sino que su expli- , fuerzas de van der Waals y con ·o tros i~omb1'es.
cación se encu.entra en la mecánica estadística:
i
Se las conoce parcialmente en química 1nolecL1la1--
s egún la deducción de Boltzmann, el aumento de 1 supe1"ior; y parece que las <<vemos>>, sin que has t a
la entropía representa la tendencia hacia la distri- la fecha 11ayamos podido enu11ciar sus leyes,
. .
en el
bti.ción más probable. Ei'1 contraste con esto, los 1
vasto campo de las est1--ucturas ·elect1"0-microscó .
principios biológicos de Trincl1er no tienen L111a picas ent1--e las entidades bioquí1nicas y las estruc-
base física que conozcamos hoy, y adem:á s, lo qt1e turas de células 1nicroscópicas. Recordemos, por
resulta sorp1. . e11dente por tratarse de un investi- eje1nplo, las estructuras de los virus; l.a escala de
gador ruso, paree~ que su propuesta trae nueva~ ordenamientos fibrosos, desde las n1oléculas se .
..·~
i11e11te a colación una es·pecie de dualismo ent1"e .,
1

'
i11eja11·t es a un hilillo hasta las fibras 1nicroscópi-
la i1aturaleza material y la viv·ie1~te. l cas y el i11úsculo macroscópico; el orde11an1iento
Hemos llegado a los mismos linderos de la cien- l cor1~iente de pelillos y fla.gelos con 011ce n1a11ojos
cia actual y de la <<filosofía natural>>. No conoce- de fib1~ as, nueve periféricos y un par de ell.os er1 •

n1os t,1na respuesta, per·o algunas otras co11side- '


."1

'1
~
j el ce11tro. Indudablemente, los p1"'ogresc)S e11 la

,•
122 Hacia una nueva <<filosofía natiiral>> Lo·s .sistemas abiertos 123
1
qt1ímica multimolecular, la microscopia electróni- r lulas, los organismos multicelulares, etc. Pero hay
ca, la biología molecular y campos relacionados algo más.
con ellas, elucidarán gradualmente las <<leyes de 1
Se recordará segura1nente que Heinz Werner
organización>> de los varios niveles biológicos . proclamó en psicología como principio básico la
Sin embargo, las estructuras estables como los
'
diferenciación progresiva desde estados primiti-
cristales, los flagelos, etc~, son una cosa, y las vos amorfos o <<sincréticos>> como él los den o-
estruct11ras mantenidas o elaboradas en una co- '
mina , a una mayor organización; lo que consti-
rriente de material son otra. Observando en gene- , 1
tuye, naturalmente, una diferencia importante del
ral los f enólllenos biológicos, no se puede negar 1 planteamiento evolutivo en contraposición con las
l
r
que sé aprecian dos principios fenomenológicos \ teorías corrientes del autómata y del aprendizaje.
muy generales, uno, el m.antenimiento de los sis- I-Iablando en general, en comparación con las je-
temas vivos en un continuo flujo ordenado de ra,rquías .resultantes de la unión de partes antes
procesos, y el otro, una tendencia al aumento de f separadas, las <<jerarquías de diferenciación>> son
la diferenciación y el orden (<<anamorfosis>>, se- características del mundo viviente. El zigoto y la·
gún el término del biólogo . alemán Woltereck). agrupación de células a que da lugar se encuen-

Observé esto ya en 1929, y Needham, en 1934, al
'
tra11 diferenciados en capas de gérmenes, tejidos
. " · ter1ninar su monumental obra sobre embriología y órganos del cuerpo .multi.c elular. La evolución
química, percibió la. relación con una expansión de <<desde la ameba al hombre>> diferencia las fun-
la termodinámica, aún acaecida en aquella época. <c iones vitales básicas, presentes primeramente
La primera característica de la <<conservación :sólo en una célula única y luego en una mt1.ltitud
del sistema en un flujo ordenado de procesos>> 1
de tejidos, órganos, funciones especializadas, me"4
1
es, en principio aunque no en detalle, explicable i
' rc anismos de comportamiento y demás. Los orga-
por la teoría de los estados estables en los siste- nismos sociales,, pasan . de su primitivo estado
mas abiertos. En casos bien estudiados, como la amorfo a formar gr11pos siempre más complejos,
fotosíntesis y la respiración de las células, la red organismos, divisiones del trabajo, etc. Algo pa-
de reacciones es bien conocida y está descrita en 1--ecido ·pudiera aplicarse incluso a la cosmología,
términos matemáticos; y gra.n cantidad de fenó- • cuando, según t,1na teoría, el átomo primigenio es-
menos del crecimiento, de la, excitación, de la di- '
1
i
·talló con gran ruido al comenzar el proceso uni-
nán1ica· demográfica, etc., resultan elucidados por !
versal para diferenciar un centenar de especies
el mismo modelo. El problema que presenta difi-

1 de ·á tomos de los elementos químicos.
cultades especiales es el segundo, como conse- La diferenciación de un sistema físico, como
cuencia ·cte aspectos extraños a la física cor1--iente.
'
queda observado, no es posible en las máql.1inas
_,,,_..---- La organización. <<superior>> y los niveles jerár- .q ue reciben como alimentación solamente infor-
- quicarnente m ás altos se logran algunas veces por
1 "·
"
1
rnación, pues exige ·energía para logra1--se . Es po-
la 11nión de elementos. en sistemas según leyes sible energéticarnente en los sistemas abiertos,
<<organizadoras>>~ Ese es el caso de la conocida es- l y el ejemplo más sencillo es el experimento
cala natural desde las partículas elementales a 1 de Knudsen a que he aludido: se mantiene ~n g~as
ideal en dos cámaras comunicadas en la.s que la
,•

los átomos, las moléculas, las concatenaciones mo- l


lecL1lares, las estr11cturas submicroscópicas, las cé- "'
"
'.
temperatura es distinta y la presión ig11t:il al co-
'

"
." "
.'Una ojeada a la evolución 125
124 Hacia una nueva <<filosofía 1iatural>> "
. .

..
!
1
t
.

una formación previa, gratuita y bastante fantás-



Inenzar el experimento; conservando el su·m inis- tica, suponiendo que toda la información o todas
tro de energía de tal forma que las cá1naras con- las codificaciones que rigen el desarrollo humano
t inúen a temperaturas distintas, se obtiene la inás i
> estaban ya presentes en la ameba primigenia, he- ·
sencilla diferenciación u orden en un est.a do es- ·1 nos de admitir que la cantidad de información
table al que se llega con un continuo intercambio ge11ética ha aumentado ei1 el curso de la evolu.. .
. 'f' •.'
:'

•.
de moléculas, y la presión (densidad 1nolecular) fc ión. Pero esto es añadir u11a dime11sión a la te11..
.
1
(

'

pern1anece constante (y diferente) en las dos cá- ~.

' dencia negentrópica del mundo viviente.


m a ras. Este y posiblemente otros aspectos tendrán que
Evidentemente, . este ni.odelo de diferenciació11. se1" integrados para llega1" a u11a teoría de un p1~0-
<<heterónoma>> provocada por condiciones impues- blema muy hondo del n1.undo vivo. No deseamos
tas externamente (la diferencia de temperatura en deducir de las cuestiones por resolver 11na nueva
las dos cámaras) es insuficiente en cuanto a la 1

<<fuerza vital>> o <<entelequia>>, pero hay que espe-


f
diferenciación <<independiente>> o propia que ei'l- •'
)

rar que sobrevenga un nuevo avance, posibl~me:i~e


contrarnos, por ejemplo, en el embrión en vías en el terre110 de una más con1pleta general1zac1011
de desarrollo ' la. cual no está influida por factores y unificación de la ter1nodiná1nica, 1a teoría tje ·1a
· externos. información y la genética molecular. · .
En los organis1nos actúa otro agente, el código ..

ge11ético del zigoto que dirige o gobierna el pro-


ceso de desarrollo , se supo11e que por el sumi- UNA OJEADA A LA EVOLUCION
nistro de· enzimas determinado por las especifica-
ciones transmitidas en las cadenas de DNA en los 1 Esto nos lleva necesariamente a la evolución . La
cromosomas. (La secuencia de las ternas de nu- '
actual teoría de la evolución, cuando no pasa por
cleótidos del DNA tra11smiten <<info1"1nación>> en el alto los problemas que estamos exami11~nd.o, su-
curso de procesos complejos pero elucidados en po11.e que éstos se resuelve11 por a~o1--itec1m1~ntos
buena medida: el mensajero RNA se forma · de ,
~.
·~ casuales. Tomando por esta especie de ataJO se
acl,1erdo con el molde de DNA; éste · gobier11a la .:¡;•1
"i
.
eli111inarían las difíciles cuestiones del orig~n del
síntesis de prot.eí1'1as especiales-·e specíficas con la ;'
código aenético y de su evolución, de la <<a11amor-
colaboración de los ribosomas, RNA transfe1--ido, j º .
f osis>> del mundo vivie11.te, de su tend. enc1a <<11egen-
I
e nzimas y el sistema ATP producto1~ de energía; t1,.ópica>>, ,etc. Por ello es de singula1.. importancia
I
las proteínas así f orn1adas actúan como enzi1'11as pa.ra nuestra filosofía natural y fi11aln~ent~ par~
que gobie1~11a11 los procesos del desarrollo. ) Parece . la imagen que f orn'lemos del hombre d1luc1dar s1
que las exigencias · mí11imas de un <<organismo vi- 1
~\ este atajo es posible. .
vie11te>> que muestra. autodifere11ciación son u1i. sis- 1 Como es sabido, la moderna <<teoría sintética>>
tema abierto (metabolizador) que su11~i1i.istre la 1·~
·~
''.J de la evolución es esen.cialmente la doctrina de
e n.erg·ía i1ecesaria, y un código genético que enea/u- · 1

Da.1"Wi1~ a la que se han incorporado la g·e1iética,


ce el proceso media11te la· infor1nació11 alrna- la citología, la biolog·ía molecular, la ecolo~ía, la
cenada. dinámica de la població11 y otras disciplinas, for-

En cuanto a la información genética, el p1·oble- ll

n1ando todo ello un conju11to inonume11tal . La evo-


mas se complica aún más. Si no queremos aceptar •


,,
126 Hacia una niteva <<filosofía natural>} 1
~
i~ ,,
Una ojeada a la evolución 127
'
..
••
' 1 ·. }
'~
lución, según esta teoría, se basa en 1nutacio11es 1 Una de .las dificultades es la naturaleza circular .
'
' ..!
'
¡

'
hereditarias accidentales, la rnayorí·a de las cuales de la argumentación. Se dice que surgió espontá-

' ' ~

.'
'

o son perjudiciales o carecen de importancia~ En . 1 neamente una <<materia viviente>> Ces decir, proteí- V

'
l.
algunos casos poco frecuentes, sin embargo, son be-- '
¡
¡ nas que actuando como enzimas reduplicaro11. las
nefi·c iosas y por ello son favorecidas por ·l a selec- nucleoproteínas) que se conjuntó por <<selección>>
c ión. La . acumulación durante largos períodos de de las <<mutaciones>> de más éxito para formar sis-
las mutaciones casuales determinadas por la selec- '
'..
temas, primeramente · sencillos protobioblastos,
'
ció1~ conduce.·a la adaptación progresiva y a la evo- luego precursores de células, células, etc. Pero, ;
¡
.
lución. Esta es la doctrina darwiniana. La teoría q11e sepamos, estas moléculas solamente se for- . :
l
')'
,.
sintética ha aclarado y profundizado los concep- man mediante la acción recíproca dentro de u11 '



tos de Darw-in. Hoy se define . la mutación como sistema, la célula natural o los dispositivos ade- '
1

una alt.eraciór1 del código genético del DN A en los cuados preparados por un expe1"imentador: las
croITiosomas; la selección es repr9ducción dife- enzimas se forman únicamente en presencia de
rencial, es decir, prevalecerán con el tiempo las nucleoproteínas que regulan la disposición de los .
mu.t aciones que produzcan el mayo1-- número de aminoácidos en la cadena· proteínica, pues es ne-
descendientes en determinadas circunstancias l

'<
cesar'ia la formación de enzimas nucleoproteínicas
ambientales. ...
'
(además de sistemas suministradores de energía,
Lo que no ha cambiado es el contenido básico como el ATP) .. E incluso aunque se dier.a n por
de la explicación · de Dar·w in. Las mutaciones son ·<<supuestas>> complejas moléculas como las nucleo-
casuales. Según una muy conocida comparación proteí11as y las enzimas, no existe _ning·ún· princi..
(Beadle, 1963) son alg·o así como los errores que pio conocido, ni en física ni en . quí1nica, qt1e favo-
coITiete al copia·r un texto un mecanógrafo poco rezca más SU • <<Supervivencia>> que SU deterioro en
cuidadoso, lo que oct1rre algunas veces cuando se
. .
las reacciones casuales. Esto más bien contradice
copia el código del DNA en los cromosomas. O s·e - el segundo principio de la termo;d iriámica, según
gún otra famosa metáfora, la evol·ución es . com'.'" el cual una <<sopa>> compuesta de proteínas, nucleo-
parable a ·1a labor de un industripso 1nono que proteínas, e1~zimas, etc., tendería a alcanzar el
'
baraja un mo11tóD inmenso, de letras durante in- eqLtilibrio quí1nico, es decir, a descomponer las
numerables eones ,Y consigue por fin, después de i¡
1 <<improbables>> proteínas, etc., en compuestos sim··
l
un número indefinido de 'combinaciones sin sen- )

¡ ples <<probables)> (como ocurre después de ·1a


tido, componer el texto de Hamlet. La evolución muerte de cualquier sistema viviente). La selec-
está dirigida por la selección, es decir, por la re- ción, o sea, la s1.ipervivencia preferente de los
producción diferencial bajo las predomi11antes <<mejores>> precur~ores de la vida, . ya presupone
condiciones de ambiente. La evolución, por ta.nto, sistemas abiertos, autárq11icos y complejos capa-
está sometida a ·uria <<dirección externa>>. ces de competir, por lo ·que la selección 110 puede
Las mismas considera.c ione·s son aplicables al ·~
..'.•
•'
~ '

r¡'
'

•J
(
explicar el origen de esos sistemas. Se trata de
problema del origen de la . vida, acerca del cual ...
!
una nueva ve1"sión de la antigua duda acerca de si
se discute mucho hoy . Corno esto supone aún más vino antes la gallina o el huevo. y· aquí parece
extrapolación y más eleme11tos espec11lativos, no que queda en suspenso la cuestión, y que q.ueda...
le dedicaremos sino una breve nota. i • '
:~

,1 " rá así hasta que se descubra algún princip:ic'.) esén~ · : ...

' :¡ . ~· '
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't..
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~:i.

·~•·1 •,

¡
128 Hacia una nueva <<fi losofía natural>> .i
1

'
l Una ojeada a la evolución .129
cial_n 1ente nuevo. (Puede encontrarse una disct1- ..

sión filosófica muy sa·g az, aunque no examina los


1
1
das en términos de mutaciones no dirigidas, de '

datos pertinentes, en Harris, 1965.) 1


ventaja selectiva y de reproducción diferencial.
1 •

Pero la adaptación a las c611diciones del entorno · . ·¡ :.1 '


Naturalmente, tenelllos que aceptar y dar por .
'
'

sentados el inmenso número d.e hechos incorpo- y la evolución de formas de más elevada organi-
!ados a la teoría sintética moderna. La cuestión zación .parecen ser dos cosas distintas. '

es si la teoría actual dice todo lo que hay que He de confesar que no advierto ni un adarn1e de '
'

decir. Discrepando de la abrumadora mayoría de pruebas de que la evolución, en el sentido de prow


mis colegas, yo que creo que i10. greso desde organismos menos complejos a otros
No es este l.ugar idóneo para hacer un análisis l de mayor complejidad, tenga algo que ver con la
a fondo de tan inmenso pro'b lema. Solamente pro- mejora de la adaptación, la ventaja selectiva, la
pondré un argumento referente a las cuestiones más elevada producción de progenie, o con cual-
discutidas. f quier otro enunciado del concepto darvviniano. La
La transición a n1ás elevadas f 01,..mas de vida en f adaptació11 al ambiente parece posible en cual-
1
la tierra durante la historia geológica es un hecl10 {
quier nivel de organización, como lo atestigua la ·
empírico. Que un insecto co1nparad.o con una lom-
\ presencia en casi todos los medios de organismos
briz, o un hombre y un mamífero comparados con que pertenecen a muy distintos niveles de organi-
un reptil o Lln anfibio son formas <<superiores>> no zación. El problema de la adaptación a un am-
es una opinión subjetiva, sino la afirmación de un· biente específico se puede resolver, y se ha· resuel-
hecho que se puede elaborar ad líbitum con tér- to con éxito, mediante similares soluciones <<tec-
minos relativos a la estructura anatómica, diferen- nológicas>>. De ahí provienen las analogías a n1e~
ciación de funciones, comportamiento, etc. No con- nudo sorprendentes, anatómicas .y fisiológicas, en-
tradice esto el descubrimiento de que en ci.e rtas
t
tre organismos perte11.ecientes a clases diferentes.
1
condiciones, tales como el parasitismo, la domes-
1
Precisamente por esta razón, la adaptación a las
ticación, las circu11stancias específicas de los ani- co11.diciones del ambien·t e no me parece que ex-
1nales cavernícolas y en otros casos, puede darse ¡
plique el hecho histórico de que el mundo viviente

una evolución retrógrada; o que hayan sobrevivido progresara desde niveles de organización inferio-
algunos <<fósiles vivos>> sin al·t eración alguna du·
1
1 res a otros más altos. Si se dice que la selección
rante centenares de millones de años. En condi- I dirige la evolución porque <<aumenta o disminuye
ciones acerca de las cuales tenemos una idea
1
la probabilidad de la feliz reproducción.>> (Mayr,
bastante exacta el proceso evolutivo puede ser 1965), resulta difícil ver por qué la evolución fue ·

dete11ido o invertido, pero esto' no invalida el he- 1nás allá del conejo, el arenque e incluso la bac-
te1~ia, a los que nada aventaja cuando se tra . .
cho de que, en g~neral, ha habido <<ai1amorfosis>> ·
'

hacia más elevadas formas y funciones, ni prueba ta de inultiplicarse. Esta duda atañe particula1·-
qL1e esto estuviese com.pletan1ente <<dirigido desde me11te a las fases decisivas y transitorias de la
fuera>>. • evolución. La abundancia de restos, por ejemplo,
Este es el quid del asunto. La teoría de la selec- de dinosaurios, atestigua su bt1ena adaptación al
ción considera la adaptación y la evolución bajo ambiente y su capacidad de reproducción . Por el
los mismos términos de referencia, ambas explica- contrario, los primeros mamíferos y aves. con:-
1
temporáneos ·( y posteriormente las formas proto-
¡
q
130 Hacia una nueva <<filosofía natural>> Una ojeada a la evolución 131
J

hulllanas) eran muy vulnerables, formas i11de- 1 tidades físicas a cL1alquier nivel ·á tomos, molé-
cisas y débiles desde el punto de vista de la adap- culas, compuestos moleculares complejos, crista-

tación, cuyos escasos fósiles indican su poco nú- les, ácidos nucleicos, etc & siguen leyes revela-
. mero y no hacen creer que se reprodujeran c,o- das progresivame11te por las diferentes ra1nas ·de
piosamente. la ciencia. Se nos exige qL1e creamos que, inás
Se acepten o no se acepten estas observaciones, allá de este nivel, dejan de existi1~ las <<leyes r1atu-
no cabe duda de que suscitan un problema, y u11 rales>> y que solame11te hay sucesos fo1"tuitos pro-
problema fundam.ental. Se le puede reprochar a, la vocados pori <<errores>> que surgen en el 'c ódig·o g--e . .
teoría vigente que soslaya la discusión convirtien- nético, el <<oportunismo>> de la evolución y la <<di""
~

•• 1
. do ·e l problema en una alternativa espu1~ia y en
'
rección e2cterna>> del ambiente. Esto no es ciencia,
" '

. último térrilino metafísica. O deseamos, se dice, objetiva, sino n1etafísica preco1i.cebida. '

una explicació11 científica, la cual solamente es po- De hecho, no es difícil señalar problemas <<Orga..
sible aceptando las mutaciones casuales y la se- f
nicistas>> que 1nerece11. ser investigados mucho más
:
lección (a lo que añaden principios adjuntos tales 1
cuidadosamente de lo que lo han sido. Por' ejem.. ·
corno la corriente genética, el aislamiento, etc.), plo, la genética molecular ha descifrado el vocabu-
o seremos calificados de al.ocados filósofos, meta- lario del código g·enético, es decir, los nucleótidos
físicos, lamarquianos y qué sé yo, que creemos en triples que determinan qué disti11tos a1ninoácidos
el élan vital bergsoniano, en una entelequia al es- han de quedar conjuntados en proteínas ~specíficoC?
1
tilo de Driesch, en un impulso místico hacia la especia,les. Aún no conocemos su · gramática. El
perfección. O sea, que creemos en agentes antro- códig~o genético, en su conjunto, no puede ser una
poITlórficos o i1~tencionales que, según palabras serie fo1"tuita de <<palabras>> (nucleótidos triples)
de Mayr ( 1962')·, <<rechazan unánimemente todos comparable cor:i la <<ensalada verbal>> de un esqui--
los que saben algo de genética moder1~a>>. De ·tna- zofrénico, sino que 11a de tener . un <<significado>>
nera semejante, Simpson (1964) arremete inespe- que diga por qué las proteínas específico-especia-
radamente contra Samuel Butler· para demostrar les inducidas püi el código y que actúan co1no en-
1

la nulidad de la opinión discrepante. Es decir,


'

'
\

zimas se ordenan de tal forma que· en ·u n caso pro-


arremete contra un novelista muy interesante cuya ducen u11a bacteria y en otros una mosca o un
única pretensión de b _iólogo sería, e11 el mejor o. e ser l1L1mal)o. Existen buenas razones, y pueden ex-
los cas os, haberse dedicado con éxito en Aust1~a1i~ ponerse 'detalladamente, para creer que el código
a la cría de ganado lana1". tiene, e11 efecto, propiedades organizadoras y re-
Pe1~0 es que la alternativa, o explicación <<cientí- g·uladoras que no se conoce11 bien hoy, pero que
fica>>, basada en acontecimien·tos casuales gober11a- indican que no todas las inutaci.011es son igt1al-
dos por el ambier1te, o animista (teleológica, inten- me.n te probables. Además, en .el plano organicista,
cio1-ial, perfeccionista, etc.) es falsa pate11.teme~te, se dice que la evolución es <<oportu11ista>>, o que
coino vengo diciendo desde hace más de treinta
'
ta11 bueno es un camino como otro pa1. . a ella. Esto
años. Nadie supone que un áton10, un cristal o bie!l puede vale1-- por lo que concie1. . ne a estructu-
un compuesto químico sean la obra de un demo- . 1.. as como la de los cue1. .11os de los antílopes men-
nio animista; pero tampoco son el resultado · de '
1
cionados por Simpso11, o los dispositivos de flo-
un accidente. La estructura y la formación de en- 1
tación de que trata Mayr. Pero la tecn(Jlogía hu..
'

• •
132 Hacia U'n a nueva <<filosofía natural>> Una ojeada a la e'v olució·n 133

ma:r:a den1uestra que sus productos no son opor- parcial. En luga1.. de la 'Vacuidad de pretender que
tunistas en el sentido de que un problema dado todo se explica con las mutaciones fortuitas y la
tenga cualquier número de soluciones, y ni si- selección lo qt1e yo denominé la rueda de ora-
quiera rriuchas soluciones. Un reloj, un ~utornóvil ciones tibetana del seleccio1i.ismo (von Bertalanffy,
o un ordenador . electrónico solamente pueden 1960 a) , existe una gran riqueza de problemas in-
~er construidos de determinadas maneras y, desde
vestigables y subyugadores que cree1nos que abri-
rá1~ i-iuevas perspectivas y llegarán a incluir la
luego, no se los construye al azar por un proce-
·d imiento de tanteo (y éste es el antiguo argumen- · evolución en el esquema intelectual del organicis""
to contra la teoría del azar en la evolución). Pare- mo y los sistemas.
'

ce que algo similar~ es aplicable a la evolución. Diré de pasada que comunicaciones i~ecientes

Si va a formarse un ojo, la evolución ha de ir (Mayr, 1965) hacen hincapié en · el <<cambio de
paso a paso, creando un punto de pigmento sensi- construcción del conju11to de genes>> ( Umlconstruk-

ble a la luminosidad, un g.l obo ocular y una cáma- tion de1,., inne1,.e1i Ge·1i-Umwelt), co1'1side1~ando el or-
ra oscura; si se prec~sa un pigmento respiratorio, ganismo como <<sistema extremadamente armonio . .
.al parecer sólo existen muy pocos caminos condu- so>> (Gefüge); en la <<armonía· de la función de los
·centes a un pequeño número de pig1nentos, que se genes, quizá superior a la que veíamos hace cin-
(,encuentra1'1 en los animales de las más distintas co años>>; en <<los genes reguladores, que i10 son ·
j
especies. Un sistema circulatorio, un riñón o un menos importantes y tal vez existan en .número
· encé~alo únicamente puede~ ser fabricados siguien- muy sup~rior al de los genes 'est1--ucturales' >> (que

· d o ciertas normas tecnológicas; no se trata de una dirigen directame11te los procesos e11zimáticos);
::f abricación oportunista en el sentido de que cual- en la <<unidad de genotipo>>, siendo cada caracte-
:quier procedimiento sea bue1'10. No es arriesgado rística hereditaria ·el producto de la feliz coopera..
slipóner que existen restricciones evolutivas' que ción de docena? o de centenares de genes, pa1~te
será p1.. eciso investigar más cuidadosamente en los de los cuales son estructurales· y parte reg·ula-
varios planos de organización: n'lutaciones de los dores. Vale la pena señalar que estos puntos de·
genes viables, procesos evolutivos posibles y posi- vista precisamente fueron sustentados poi-- mí en
bles configuraciones organizadas. Esto subraya · 1949 y hasta en 1937 con palabras casi idénticas y
esencialmente el estudio de analogías, en contras- mucho antes de la aparición de la biología mole-
te con las homologías que han imperado en el cular. Tambié11 sub1""ayé los <<genes sup1"aordenados
pensamiento evolucionista hasta al1ora (von Berta- di1--ectores de la actividad de muchos otros>>; <<las

lanffy, 1960 a). Finalmente, 11emos de buscar las re- especies co1rlo equilibrio de genes establecido ar-
,,
peticiones y las regularidades en la evolución, co- mónicamente>>; la <<colaboración de n1uchos facto-
mo hizo Rensch ( 1961). Principios como el del 1
:res hereditarios o de todos ellos>>; <<la totalidad
crecimiento alométrico pertenecen casi con cer-
..
"
del orga11ismo resultante del conjunto de g·en es>>
teza a las leyes de la evolución, y l~ay otros de etcétera. En aquella época esto fue pasado po;
los que puede decirse otro tanto más o menos alto o ridiculizado por los evolucionistas. Los da--
justificad.amente. tos han aumentado e11orn1en1ente desde entonces
Parece, por tanto, mt1y probable que la actual a causa, sob1~e todo, del floreci1niento de la ge11é.. ·
teoría de la evolución sea sola.mente un aspecto tica molecular, pero las ideas básicas har1 prospe.
134 Hacia una niteva <<filosofía natu1'"al>> •
Act·i vidad espanta-n ea .LVU

.;

rado. Si se aceptan los hechos indicados por Mayr, ..'


<
prever y encauzar lo por venir; al mismo tiempo
estos aspectos merecen ser SL1brayados e investi- .se ve obligada a sumar la angustia por lo venide-
gados tanto corno los relativos a la mutación ar- ¡ •
ro, que desconocen los brutos; finalmente, bien
bitra1"ia y a la selección no regulada. La evolt1ción !
f pudiera ser que tenga que pagar este desarrollo
se nos presenta entonces como codeterminada por con la destrucción de sí misma. El significado de
<<factores internos>> (von Bertalanffy, 1960 a, p . 103; esta obra se desconoce, a no ser qL1e sea .lo que
Whyte, 1965) o <<internamente orientada>>. Enton- los inísticos han llamado la percepción de Dios de
ces e l dogmatismo, antes criticado, d.e la denomi- sí inismo>> (von Bertalanffy, 1960 a).
nada teoría s intética res"L1lta anticuado, y la cues- Tras un largo rodeo hemos regresado a 1~uestro
tión de si la evolt1ción es azar o le'y se trueca en ·ten1.a central, el hombre, los problemas de su exj.s-
un problema empírico que necesita ser investiga- tencia y sus problemas en estos tiempos que co-
do mucho más prof~ndamente, pero que no supo-. . 1--ren. ¿Nos cabe esperar que en esta excursión ha- •

ne previos e injustificados supuestos metafísicos. yamos logrado una más amplia perspectiva, un te-
De manera esbozada muy . sucintamente, hasta . ló1'1 de fondo y un escena1~io de la gran obra de
aquí puede ir la ciencia como reconstrucción e in- teat1"0 titulada la tragicomedia humana?
terpretación de los datos empíricos. Existe otra
cuestión <<metacientífica>>, la del sentido o signifi-
cado de la evolución, que exige respuesta si es ACTIVIDAD ESPONTANEA
que he~os de ver en el universo algo más que un
jueg·o de dados (según la conocida frase de Eins- Al comenzar nuestras reflexiones 'dije algo atre-
tein) o que una ruleta. vidamente que ·existen ciertos motivos centrales
· En f orrna algo poética lo denominé un <<inter- que parecen dominar las recientes tentativas de
1udio no científico>> traté de da1.- respuesta así:
k
llegar a formarse una idea del hombre nueva, y
<<Por lo que parece que la ·e volución es algo más es de esperar que m ás objetiva y más halagadora.
1

q"L1e un nlero producto del azar dirigido por el Co1no todo ha ·de exhibir una etiqueta para que
afán de beneficio. Diríase que es una cornucopia la gente hable de ello, los denominé <<simbolismo>>

de évolution créatrice, un drama lleno de tensión, \ y <<sistema activo de la personalidad>>, sin querer
i

de movirr1iento y de trágicas peripecias. La vida as- insinuar, naturalmente, que las expresiones publi-
ciende penosaITie11te en torbellino hacia alturas citarias en boga nos pertnitan más sagaces intui-
' siempre más elevadas paga11do por cada paso. ciones y con el único propósito de indicar nuevos
'•

Se desarrolla de lo unicelular a lo multicelular y pu1'ltos de referencia.


al mismo tiempo da entrada a la muerte en el Hemos hablado con alguna extensión de las ac-

mundo.. Pasa a niveles de mayor diferenciación tivi.dades simbólicas que parecen definir el com-
y centralización y paga por ello coi~ pérdida de •
' il
;
po1"tamiento del hombre y su psicología. El otro
regulabilidad después de los trastornos. Inventa . . término, <<sistema activo de la personalidad>>, lle-
Lln sistema nervioso muy qesarrollado, y a la par \ ga a . ser más que una fórmula mágica sólo des-
,e l dolor. Añade a partes originales del sistema ner- 1 pués de la investigación no poco laboriosa a que
vioso un encéf a,lo que permi·t e la consciencia, con nos hemos entregado .
la que logra mediante todo un mundo de símbolos Hemos ·v isto que la psicología de la primera

"
'
136 Hacia una 'n ueva <<filosofía natural>> Actividad espontánea 137

mitad del siglo estuvo dominada por el concepto un mecanismo de desembrague y embrague; o se
del . hombre como <<autómata>>, con el corolario de mueve11 con absolut.a autonomía cuandq no exis-
que la sociedad moderna ha buscado hacerle más ) ten estímulos exter11.os. Es la diferencia más pal-

cull1plido autómata. Si ahora proponemos <<siste- 1 maria que existe entre un perro vivo y un perro
ma>> corno término alternativo de referencia, ya muerto, que el primero corretea de un lado a
sabemos de qué estamos hablando. Hemos reco- '
otro y el segundo no lo hace; y la <<actividad>> se
nocido muchas de las características de los <<sis- ,
'
ha aceptado efectivamente como prueba del esta..
temas>> orden, influjo recíproco, diferenciación, do vivo (y algunas veces de fuerzas vivas que no
regulación, autarquía, evolución, etc. y este se encuentran en la naturaleza inanimada) desde

conocimiento puede utilizarse en una psicología 1


tiempos inmemo1--iales.
más adecuada que las preyiame11te ensayadas. Y es Podemos exponer de manera defi11itiva qué
más, existe una teoría de los sistemas que a pesar !
1
1
quiere decir que un sistema es <<activ·o>> y qué con-
diciones ha .de reunir para se1..lo. La <<actividad>>
1

de sus defectos se está desarrollando muy rápida-


rnen te, ha podido explicar aspectos a1~tes no ad- es una consecuencia del hecho de que el organis-
vertidos y se aplica y ha sido probada en muchos .
mo sea un sistema. abierto, capaz de mantenerse e11
casos. La teoría general de los sistemas creemos u11 estado lejano del equilibrio y : de utilizar las
,

" .!Ji:

que puede brindar una nueva ar1nazón a la teoría . ''


. fuerzas potenciales existe11tes. Por ello puede <<ac-
psicológica. Se trata de un proyecto hacedero I tuar>> de 1"esultas de estímulos de <<embrague>> o
'

cuyos cimientos ya se han puesto, aunque su ter- f con movimiento espontáneo. Las pruebas biológi-
Illinación exigirá mucho trabajo (von Bertalanffy, cas, ne·u1 ofisiológicas, etológicas y psicológicas, to-
1

1966 a). · . .
das indican que la actividad espontánea es de na-
Hemos usado otro término que puede parecer turaleza primaria, y que la de estímulo-reacció11
algo misterioso, o por lo menos indefinido, pero (los reflejos clónico-miotáticos son un caso sen-
que resulta comprensible después de las anterio- cillo) es un mecanismo regulador .
que se le super-
res consideraciones. Hemos hablado del orga11is- pone \ •
12
.

rno <<activo>>, del sistem.a psicofísico o personali-


\~

·~
Lo dicho e1-i último lugar es claramente una
dad_. La actividad_espont ánea, claro está, le es bien ·
1
l
refutación del esque1na E-R, E-0-R o automático
1

conocida al observador de la nat·u raleza viviente.


'1
1
1
como · n1odelo básico de comportamiento. Hoy el
Realme11te, se trata de la diferencia más antig·ua concepto de <<actividad primaria>> es aceptado ge-
y evidente entre las ·c osas muertas y las vivas. neralmente por los psicólogos prog1--esistas, au11-
1
Las primeras . desde ·u n guijarro que abandona · q ue la terminología pueda va1"iar y no haya sido
la honda hasta una partícula que sigue un cierto eliminado el domina11te influjo y el efecto entor-
curso entran en movimiento solani.ente con la pecedor del esquema E-R. Quiero subrayar que
intervención de fuerzas o agentes extraños (o si- . yo hice hincapié e11 la <<actividad inmanente>> corno
gL1en moviéndose <<pasivamente>> una vez que han "
1
parte del concepto orga11icista en biología mucho
coinenzado a hacerlo en o}?edie11cia a la ley de la ·a11tes de que fuese reconocido en psicología a
inercia). Las segundas son <<automóviles>>, aunque · causa de fenómenos tales como el descubriinie11to
se ven atraídas y repelidas por estímulos que no de los mecanismos de excitación en el cerebro,
\
son fuerzas motrices en sí pero que actúan como el comportamiento activo, lúdico y explorado1~, el
\
100 Hacia ·u na nueva <<fitoso¡ia 1iaiurat>> Pe1.. cepción creadora ..L. U V

<<Inodo activo y pas ivo>> de Schachtel, la <<autorrea- valores biológicos de la subsistencia Y superviven-
lización>> de Goldsteir1 y Maslow, la reciente im- ·c ia . todo esto y más está implícito en el concepto
po1"tancia dada a la <<creación>>, las opiniones edu- de ~rganismo «activo». A SD; vez, ello supone implí-
cativas de J. Bruner y otras manifestaciones citamente una nueva 01--ientación práctica. Por
de la misma tendencia. Véase lo que dije en ·e jemplo, en la enseñanza, al destacar el papel que
1937 : <<Incluso bajo condiciones externas cons- desempeñan la curiosidad natural y el placer fur1-
t·a ntes y e1~ ausencia de estímulos externos, el cional en el p1--oceso de aprendizaje; en los nuevos
organismo . no es un sistema pasivo, sino un planteamientos de la rehabilitación .c_oncen~rados
sistema básicamente activo. Esto se aplica en ·e n la actividad más que en la reparac1on pasiva d el
part icular al funcinamiento del sistema nervio- dañado aparato mental; en la. sociedad en g·en er al,
. s o y al comportamiento. Parece q11e lo funda- al subrayar que los valores cultural~s, lejos de ser
mental es la actividad interna m ás bien que la
1
·u n lujo, pertenecen de hecho a los pilares in?ispe11-
',

·-
reacción a los estímulos. Esto puede ser demos- ·s ables sin los cuales la sociedad humana, incluso
trado con respecto a la evolución de los a11imales en medio de la llamada opulencia y contando con
inferiores y también con relación al desarrollo ... >>; . ~. ~todos los artefactos que le suministra la tecnología,-
y el apoyo expresado poi· un destacado psicólogo: · ~ no puede sobrevivir.
<<En el modelo psicoanalítico fundamental sola- Esto podría y debería ser ampliado. Lo que de-
men~e existe una tendencia básica, a saber: hacia seo señalar es que concebir el organismo qomo ur1 ·
la satisfacción necesaria o relajación de tensión .. . sistema activo lo inserta ·en el m :á s amplio marco
La. biología actual subraya la 'espontaneidad' de de la teoría geneªral de los sistemas. Examinemos
la a,ctividad del organismo que se debe a su ener- algunas otras consecuencias q_ue está,n implícitas
gía act1mulada. El funcionamiento autónomo del en n,uestro punto de vista.
organismo, su 'impulso para. realizar ciertos mo-
••
vimientos', ha sido puesto de relieve por Bertalan..
'
ffy . . . Estos conceptos suponen una completa re-
visión del concepto original de la homeostasis, PERCEPCION CREADORA
que únicatrlente daba importancia a la tendencia
'
Desde tiempos antiguos incluso desde_que L~u­
¡

hacia el equilibrio. El psicoanálisis identificó con


'
el principio original de la homeostasis su teoría cipo enunciara su teoría de los eido·l a, o pequenas
de la descarga de tensiones como única tendencia imáaenes emitidas por las cosas que nos rodean
la p~icología de la cognición y la epistemología .es:

primaria>> (C. Bühler, 1959).


J11ntc) con el reconocimiento del simbolismo, el ·t uvieron dominadas por lo que Kaplan denomino
co11cepto del organismo activo en contraposición irreverentemente <<el dogma de la inmaculada per-
al reactivo o automático es básico en la actual cepción>>. El organismo era un receptor pasiv? de
orientación de la psicología. La importancia dada estímulos, datos suministrados por los sentidos,
. a las actividades exploratorias y lúdicas, el carác- información désele el nombre apetecido- .Qtle
ter creador de los seres· humanos, los aspectos le llegaba desde los objetos externos; y esto, por
qt1e no son utilitarios y trascienden la homeosta- procedimiento bastante misterioso, era. vuelto a
s is, la adaptación a los factores externos y los proyectar al espacio para f armar percepciones que


,,
'

140 Hacia una nueva <<filosofía natural>> '


'

Percepción creadora 141




,
reflejaban mas o menos fielmente el mundo ex- y Whorf, etc. 'El mundo que vivimos es produc-
terno. ¡ to de la percepción, no su causa' >> (Cantril).
De ffi1J.Chas maneras, harto r1umerosas como t
Así, pues, el principio del organismo activo, psi-
para que las podamos exponer aquí, la psicología cofísico, atañe no solamente a la parte motriz o
moderna ha demostrado que esto no es así. En <<transmisora>> del comportamiento, sino también
un sentido lllUY real, el organismo crea el inun- a la <<receptora>>, a los procesos perceptivos. La
do .que lo rodea. La <<·confusión zumbadora y .f lo-· \
percepción no es un reflejo pasivo de un mundo
'
reciente>> de · datos sensoriales de William James ,e xterno sen1ejante a una fotografía en colores;
queda moldeada, por así decirlo, por las categorías ., Inás bien las informaciones recibidas quedan or-
1

humanas, si hablamos en lenguaje filosófico; ·y si ·g anizadas para .constituir un universo mediante


en1plean1os términos psicológicos, por factores in- ¡
1

un acto creador. La psicología de la percepción in- •

nume1·ables que provienen de la evolución bioló- !


vestiga el inmenso número de procesos que en
g·ica;I moldeada eri la historia de la cultura, en la ·e lla intervienen, tanto fisiológicos como psicoló-
. estructura del lenguaje, en el desarrollo indivi- • gicos. Por la misma razón, como ha puesto de
dL1al Y en lo.s procesos de aprendizaje del niño .. relieve von Uexküll, los universos vividos son
El p .r oceso de objetivación lo describen de var·i as ~ 1nuy diferentes· en el caso de una 11ormiga, u1~a ra-
maneras en el psicoanálisis · (cf. lVfeerloo 1956) ',.
'
,n a, un niño recién nacido, un aborigen australia110,
Werner, Piaget, Schachtel y otros, que pr~bable­ un ateniense de la época de Pericles, un monje del
Il1ente definen aspectos diferentes de un fenómeno medievo y un neoyorquino de nuestro tiempo • •
13

comple_]o. Citaremos un breye compendio de ello,


Lo mismo es cierto en el plano co11ceptual, es
que reconocemos que es incompleto (von Berta-
lanffy, 1964 d): <<Será exacto decir que la tendencia decir, en la reconstrucción del universo vivencial
g·eneral de la psicología y psiquiatría n1odernas ,, en los sistemas simbólicos. Aquí, de nuevo, no se
apoyada por los hallazgos biológicos, es reconocer tra,ta de que los conceptos reflejen de n1anera

la parte activa del proceso perceptivo~ El hom- n1isteriosa el mundo externo .. Todos los mundos
bre no es u11 receptor pasivo de estímulos que le
'
'
,;~
...1
.'' :e.
si111bólicos, i1'1cluyendo el más reciente y abst1'" acto
'

lleg·~n desde un r.p.L1ndo exte1--ior, sino que, en un que llamamos ciencia, son una síntesis determina-
. sentido muy concreto, crea su universo. Esto tam- da por innumerables factores de naturalez~ , bioló-
bié1--i puede expresarse de diferentes f 01"mas: en gica, antropológica, lingüística e histórica. La única
términos psicoanalíticos, como lo hace Freud·· en condición es que la síntesis no difiera excesiva-
términos de psicología evolutiva, según Pi~get, n1ente de la realidad <<tal como es>>. Por eje1nplo,
Werner o Schachtel; en térn11inos correspondien- el concepto mítico-mágico del mundo le ha servi-
tes al 'nuevo enfoque de la percepción', que des- '· do bastante bien a la humanidad a lo largo de
taca. las . ..actitudes_· y los factores afectivos y de centenares de miles de años y l1a co11ducido a
mot1vac1on; con referencia a los Umwelt específi- logi,.os qLle no ha podido reproducir o arnpliar
cos de las especies de Vesl~ü~l; o a las 'for1nas sim- ¡ '
la tecnología moderna. El númel"O de plantas y
t
bólicas' de Cassirer; o a la evidencia de los factores 1
1 animales domesticados no ha aume11tado desde la
lingtlísticos (simbólicos y culturales) en la for- '

revolución agrícola del período neolítico. La ima-


mación del universo vivencial de vo11 Humboldt gen mágica del mundo no quedó suplar1f~ada por
i
1
¿
...
""
.\ .

142 Hacia u1ia nueva <<filosofía 1iatural>> "


Percepción · creadora 14·3

la ciencia sino en los últimos trescientos · o cua- ¡


1 . .
cuerpo>> lo crearan las .catego1~izaciones er1~óneas? }

trocientos años. j
1
De una u otra forma y con las pequeñas modifi-
1
'.

Estas consideraciones de orden biológico se ca"'ciones que se quiera, todas las teorías dieron !'
1
1

aproximan sorprende'n temente al plantearµiento de· por supuesto el dualismo cartesiano de materia y '

la física moderna que arranca de consideraciones 1


.. mente, de cosas y consciencia, de objeto Y. sujeto,
Il1Lty diferentes, en especial del influjo recíproco de 1,..es extensa y res cogitans, aceptando la existen-
1
de la o bseryación y lo observado en rnicrof ísica cia de las dos categorías como algo dado e i11du~
(relación de Heisenberg). Como dice el propio Hei.- bitable y tratando de establecer entre ellas algt1na
senberg, la física ha abandonado la esperanza de .J
relación inteligible. Hoy resulta evidente que ni la
encontrar <<t1na cosa en sí>>, tal como el átomo del i
• <<materia>> ni la <<mente>> pudieron resistir la prue-
inundo mecanicista, en su categoría de realidad '''
1' • ba de la investigación científica. La materia car- '

última; en la física quántica, lo investigado ya " .. tesiana se ha· <<desn1aterializado>> en física, como
no es la propia naturaleza, -sino la investigaci<5n lo prueban la ecuación einsteniana y las explosio-
hl.1ma11a de la naturaleza. Al término de la inves- nes atómicas. y la mente, concebida antaño con10
tigación física el h.ombre se enfrenta solamente consciencia, se ha vuelto menos problem·á tica a
consigo mismo ·( 1958; cf. vo11 Bertalanffy, 1966 b). partir de la exploración del subconsciente, del
:,•

Entre otras cosas, el concepto de los sistemas ··~'


i
cual la consciencia ·no es más que una peqt1eña
supone una nueva epistemología; en pocas pala- I
' fracción y posiblemente no la más decisiva.
bras, remplazar la filosofía .
absolutista por una El a.1 1álisis se ha desarrollado en dos. planos:
filosofía d.e la perspec't iva. el de la fenomenología, es decir, el de la experien-
cia directa que abarca la percepción de las cosas
externas, el sentir, el pensar, el querer, etc~, Y el
EL PROBLEMA DE LA MENTE Y EL CUERPO de las síntesis coriceptuales, o sea, la reconstruc.,
.
.
. ción de la experiencia directa en sistemas· de sím.,
No debemos dejar de observar que la destruc- l!
'l
bolos que culminan en la ciencia. Debe quedar enoc
' ción del <<dogma de la inn1aculada percepción>> j
¡
tendido que no existe vacío absolut<? alguno entr~
~
1

'
lleva a t,1na nueva cons'ideración del venerable ;
"j lo percibido y lo concebido, pues los dos planos
acertijo filosófico que es el problema de la mente están unidos por niveles intermedios y actúan re-
y el cuerpo (VOI'1 Bertalanffy, 1964 a, 1966 b). cíprocame11te el uno sobre el otro.
Debe resultar evidente hoy que el problema de la. Desde luego, lo que percibimos directame11.te son
mente y el cuerpo no puede res.o lverse por los las cosas externas situadas en el espacio sillas ~
procedimientos de la filosofía tra_d í.cional. Las dis- mesas, casas, estrellas contempladas a través del
cusiones 1nantenidas durante siglos resultar·on no :¡,~
_,,;
:t
telescopio, y células que nos muestra el microsco . .
ser sino refutaciones mutuaJs de las clásicas teo- '! · pío, etc. · y ·e l propio ser que percibe, siente, pien--
rías del influjo recíproco, el paralelismo, la identi- Ir sa y quie1"e. Pero esto no es un se11cillo y último
''
dad, el epife11.om.enalismo; etc., todas las cuales 1 <<supuesto dadG>>. El universo vivencial es el restll-
se demostró con argumentos concluyentes que tado ·cte innumerables factores y procesos median- ·
eran insostenibles. te ·los ·cuales una primi·tiva <<co1~riente vivencial>)
Pero, ¿no pudiera ser que el problema <<mente- queda orga11izada y diferenciada en <<mu11:do exter. .

!
"

144 Hacia un.a nueva <<filosofía natural>> Percepción creadora 145

mundo del poeta y el mís·t ico, que pe1"ciben una ~


..
no>> Y <<YO>>; procesos que, como queda dicho !
1

inv~~tiga la psicología de la percepción. La objeti~ !


í11tin1a unidad entre el universo y el yo. Poclría-
vac1on y la s ubjetivación, el <<hacer>> las cosas y el l
1
mos seguir poniendo ejemplos. Todo esto es ig·ual
yo, es un proceso largo y sutil. Partiendo de un que decir que la experiencia directa o fenomeno-
aduali~mo primario (según el término de Piaget); lógica que nos es posible tener como seres huma-
a traves de etapas sinestésicas y sincréticas en las nos adultos en determinada situación socio-cultu-
~ue l?ercepcio:ies, concepciones, emociones y mo-
1'
ral no puede ser tomada como única forma de ex-
t1vac1ones estan fundidas conjuntamente (acerca pe1"iencia, co1no último <<supuesto dado>>.
.
de lo cual Werner tiene rnucl10 que decir); sobre- Por ello, es sí11toma de singular estrechez mental •

pasando las visiones animistas, míticas y mágicas y de sobe1--bia creer que el mundo <<tal como lo ve-

del mundo, surge al cabo la diferenciación de 1i.~os>> es _decir, el mundo del sentido común del
1

objetos y sujeto, cosas lllater1ales y yo inmaterial ho1nbre <<práctico>> de los siglos modernos es t1n
tal como la conoce el hombre europeo adulto'. pu11to singular de referencia y facsímil del mundo
El mundo que experime11.tan1os es el producto de <<l"eal>>, y al mismo tiempo relegar al limbo de
u1-ia lar~a .evolución, de una historia cultural y del la ilusión y la fantasía caprichosa a otros mundos
aprend1zaJe personal del niño. Como dice11 los psi.. que algunos prójimos nuestros encue11tran intuiti-
quiatras, la <<frontera del yo>> se establece Ie11ta . . vamente no menos convincentes, como el mítico,
me~te Y mediante procesos complicados, pero co .. el aristotélico, el artístico o el que extasía a,l rnís-
noc1dos, Y puede quedar borrada en psicopato- . tico .. Más nos valdría reconocer, de acuerdo co11
14

logía. · la i11vestig·a ción psicológica, la lingüística, la filo-


. P~1: tanto, en su aspecto fenomenológ·ico, la dis- sofía crítica, la física moderna, y mucl1as discipli-
t~nc1on entr~ <<~osas externas situadas en el espa- 11as n1ás, que cada visión del mundo es una cierta
cio>~ Y <<sent1m1entos inmateriales, pensamientos, perspectiva de la realidad desconocida vista a tra-
etcetera>> es una forma especial de experiencia vés de los espejuelos de categ·orías generalmente
directa. Los niños aún no la tienen; el Umwelt 11umanas, cultu1"ales y semánticas.
uexküliano de los animales es indudablemente dis- De l~ expe1"iencia inmediata el hombr·e ·pasa a
.¡ formar conceptos gracias a s u capacidad de crea-
tinto del nuestro y ha de ser explorado en cada
caso particular. En nuestro caso se trata esencial- / dor de símb.olos. En una determinada etapa, apro-
mente de un mundo visual y t!á ctil y el dualismo es ximadame11te el .Período posterior al Renacimien-
confuso en nuestros llalllados sentidos inferiores to, conceptuó las dos mitades en que había divi-
como el olfato, el gusto, el de la algestesis· l~ dido el gran bizcocho del universo vivido como
. . ' · <<1nateria>> y <<mente>>. Quede entendido que tam-
c?nsc1enc1a que experimentamos de objetos per-
sistentes en un ,mundo externo está I"elacionada 'bién se han concep·t uado de otras maneras las dos
con la formación de conceptos y la adjL1dicación pa1,.tes del bizcocho y otras se atisban ya • Por15

de nombres, COillO demostró el famoso despertar ejemplo, la de Plató11, al dividirlo en ideas ii1ma-
de He_llen Keller de un estado semejante al del )
te~iales, como auténtica realidad, y en objetos, con-
ensue::io cuando ~ormó sus primeros conceptos. l
siderados como sombras de ellas; y la de Aristóte- •

Lo :n:1smo es apl~~able a la formación del yo 0 les, con su materia <<amorfa>> y la <<forma>> moldea..
propio ser. Tamb1en es algo distinto la visión del dora, a1nén de ot1"as. Estas maneras de c!or1cep-
10
146 Hacia una nueva <<filosofía natural>> ~ 1
· Teor·ía unitaria 147
1
'
'

tuar no distinguían entre <<materia>> y <<me1-ite>>, ni vez más, nos encontramos ante una síntesis de
podían hacerlo partiendo de su experiencia f eno- conceptos (lla1nada subconsciente) para explicar
menológica intuitiva. Sólo con Descartes y a par- 1 lo que ocu1"re en la experi_e ncia inmediata.
tir de él comenzamos a concebir las cosas riue . La física actual es u11a << cie11cia de la materia>i>
nos rodean como materia, y finalmente co1no áto- únicamente en un sentido vulgar. 'l'ampoco la psj...
1nos en el espacio; y la consciencia pasó a ser men- colog·ía es la <<ciencia de la m erite>> , ·puesto que el
te por hipóstasis y quedó convertida en substan- único significado intuitivamente claro de <<me11te>>
'[
cia inmateri·a1, complemento de la materia. -consciencia no abarca de ningú1~ modo la
Esto ft1ncionó admirablemente durante mucl10 tC?talidad de los fenóme11os <<psíquicos >>. Materia y
tiempo, como lo atestigua el éxito de la física ·y de mente se I'lOS presentan como conceptos que re . .
la tecnología. Pero al cabo, esta manera de con- }
l
sultaron inadecuados para el p1"ogreso de la.
¡'1 • •
ceptuar resultó inadecuada. La materia, aquellas c1enc1a. '

fam.osas bolitas de billar que se movían de acuer .. Por consecuencia, la construcción del mundo a; '

do con las leyes de la mecánica, se desmateriali- base de estos dos componentes, aunque cla1--a en,
zó en la física moderna. Ahora nos hallamos an- los. tiempos de la física clásica y de la psicologíq
te la paradoja exigida por el progreso de la racionalista, resulta insuficiente tanto en el lJlano
investig·ación según la cual percibin1os como de la f eno1nenología de :.la experiencia inmediat~1
cosas sólidas las sillas en que nos sentamo,s y J
como en el de la síntesis científica. Se nos ofrece
las mesas en ·que dejamos los objetos aunque como una <<perspectiva>> que tiene un lug·ar definí:-'
e11 realidad son, más que otra cosa, espacio vacuo, do en la historia, pero sería a la vez presuntuoso
.e n el q_ue están diseminados diminutos ce11tl"OS ¡
y pueril consiclerarla como una verdade1"'a i--epre~
de energía esparcidos a distancias astronómicas. sentación de la r eétlidad definitiva.
Hablando con lTI'á s propiedad, lo que en resumidas . 1

cuentas permanece en pie en la física es un <<algo>> ~


ciertas conformaciones que pueéle1'1 describirse en TEORIA UNITARIA
términos matemáticos. La única << substa11cia>> (en-· 1

j
tidad persistente) que nos queda s on ciertas inva- , Si el dualismo cartesiano resulta. inadec"L1ado~
riables exp1--esadas en leyes de conservación muy ¡ ¿q_ué nuevas proposiciones podemos enuncia1-- acer-
abstractas, tales como la ley de conservació11 de ca de la i--elación de cuerpo y rnente, de ·fisiolog·ía
'
la energía, del irnpt1l.so, de la ca1--ga eléctrica, de la. y psicología?
l"'Otación, de la paridad, etc. Tenemos qi.ie recordar lo que la ciencia la re?
A la par que se desmaterializa.b a la ma,teria se· presentación de los <<supuestos dados>> en síntesis
iba desmentalizando la me1'1te. Media11te un pro- de adecuada conceptuación es y representa de
ceso muy parecido al de la física, la realidad se hecho. La ciencia, con la expansión de los conoci-
extendió allende los confines de la experiencia di- mientos empíricos y el crecien·t e refinamier1to con. .
J~ecta. La consciencia, la res cogitans de Descartes, ceptu-a l, queda sometida a un proceso de desan tro-
i10 es más que un pequeño sector de los eventos pomorfización progresiva (von Bertalanffy, 1955 b)<S
lJsíquicos: los acon·t ecimiei1tos inconscientes, de lí- Es deci~', con el aumento de los conocimientos
111ites muy fluidos, emergen en la consciencia. Una e1npíricos y la conquista de dominios qt1e trascien. .


'

148 Hacia una nueva <<filosofía natural>>


T eoría unita1,.ia 149
den COI'). mL1cho la experiencia cotidiana, las for-
1nas específicamente humanas de conocimiento. y sica anterior pasaron a ser co11siderados como
categorías, buenas para ma11ejar e l peque ño uni- un reflejo antropomórfico de un continuo de cua-
ve1--so del Il1undo diario del hombre, van quedan- _ tro dimensiones imposible de ser i--ep1~esentado
do modificadas y eliminadas, remplazadas por visualmente y dotado d e ext1~añas i'.)ropiedadesll
"

síntesis complejas y crecientemente abstractas, p ero capaz d e· abarcar una mayor latitud del
.g enerales e <<inimaginables>>, pero que s on, precisa- mundo físico. Una vez n1ás, el h abitual nexo entre
lnente por eso, mejores para tratar lo que está \
causa y efecto, el cuadro antropomórfico de fuer-
:más allá del niundo de los sentidos y de la acción ,. l zas que in1pelep o tira11, tt1vo que ser 1~emplazado,
·inmediata del anill1al humano. Por esta razón, el poi~ un esquema más ge11eral, más · ab st1--acto, m ás
''C t1adro aristotélico del mundo <<puro sentido . deshu1nanizado, de probabilidades estadísticas
común>>, como dijo Santillana ( 1955) muy justa- que, in1nerso en el inundo quá11tico, es imposible •

.mente tuvo que ser d escartado y substituido ¡


d e l"epresenta1" visua;lmente y· s ólo pue de expre-
.por el sist,ema d e Copérnico-Newton, que contra- sarse co11 fórmulas n1atemáticas . E11. esta for1na
·decía violentamente a la observación directa (des- deshumanizada, la ciencia es u11a sí11tesis co1n- -
pués de todo, vemos que el sol se rpueve, y no la pleja de co11ceptos que represe11ta ciertas I"ela-
tier1~a) y era irnposible de <<imagi11ar>> (de ser r e- cio11es fo1~n1ales ·o de est·r uc tura e11 una <<X>> des-
·presentado mediante i1nágenes) en aquellos tie1n- ¡• conocida.
!
·pos y p ara el propio Ne·w ton, que nunca pudo Parece que algo semej a11te resulta aplicable al
·comprender cón10 es posible la actuación .
de una 1
• problerna que estamos considerando. Evide11te-> '

:f uerza a distan cia (cf. Koyré, 1958). El mismo me11te , existe un vacío insalvable entre el organis~
p roceso se desarrolla al progresar la fís ica, que 1
~
'
mo físico y el cerebro co1no un turbulento enja.J1n-
culmina en tiempos recientes cuando las catego- bre de átomos o como un conjunto de procesos
rías ltantianas que se supo11ían eternamente fisicoquímicos, y el universo d e la experiencia di-
apriorísticas para cualquier ser pensador tam- recta, el mundo percibido que nos rodea, los pe11-
bién tuvieron que ser descartadas por demas iado san1ie11tos, los se11tirnie11tos, los actos volitivos y
.il
.. l1umanas y apro~ecl1ables únicamente en el mu1'1do '
'!
cosas semejantes. Si el cerebro es una <<máquina >>
1

co1~riente de las dimens iones inter1nedias, pero i10


i
¡ (es decir, u11 conju11to de piezas que fu11 cio11a se-
e.n el de las dimensiones in111.ensamente pequeñas gún .una << c iega>> causalidad), se i1ecesita I"'e cur1.. ir
e inmensamente grandes que surgieron e1i. el cam- al fa1noso deus ex machina para explicar las ca-
po de la investigación científica. De esta manera, racterísticas no mecánicas., la actividaJd que bus-

los objetos de la percepción humana y los si1n- ca una m eta, la a1i.ticipació11 del porvenir, los pro-
páticos y durísi1nos 1á tomos de que estaban far- cesos decis ivos , etc.
mados (ése fue el primer rnodelo <<visualizable>>) 1 La cosa cambia si re11unciamos a los inodelos
desaparecieron en n1edio de una humareda de en- l fácilmente rep1~ese ntables y nos conce11t1,..amos en
'

tidades abstractas (la energía y lo demájs ) que ¡·t


'
las <<estru ct ·u ras>> ; es d ecir, en l as relaciones abs-
únicamer1te son descriptibles por sus aspectos tractas. Entonces resultan evidentes d.os aspectos.
matemáticos fol"Il1ales. De ma11era sen1ejante, el El pri111ero, el organis1no físico (o fisiológico)
espacio de la pe1. cepción y el euclidiano de la fí- se nós presenta como org·anizado n1uy específica-
1nente, co11 características tales como adaptación,
·~
·..~
1
•••
l SO 1-1 acia itna n ·i ieva <<filosofía natural>> •
1
151
1
.

I
d iferenciación, actividades inte11cionales, depen- ¡
! menta.les, como el tratamiento verbal aplicado
dencia de acontecimientos f11turos, funciones de
1
por el psicoterapeuta, pueden afectar profunda-
J
:l a memoria y similares . Es decir , el comporta- me11te al <<cuerpo>>, a s us fu·1-iciones fisiológicas , i11-
miento orgánico parece <<raciomórfico>> y .desarro- cluso a su desarreglo en la psiconeurosis .
l larse <?Orno si estuviese gob ernado por la <<razón>> Vemos que la función fisiológica en el cornpor-
c·o nsciente, aunque en definitiva no lo ·está. Inclu- ,
tan1iento y la neurofisiología por una parte, y la
s·o los actos sencillos d e la percepción (por ejem- ,,,,

función psicológica en su aspecto consciente y

p lo, constancia dimensional de un objeto percibi- ! subconsciente, comienzan a asemejarse cada vez
·~ 1
do aunque varíe SLl imag·en en la retina)· o los 1nás en sus aspectos estructurales. No existe u11a
inovimientos de inspiraci.ón intencional trascien- l
cla,ra frontera entre las funciones corporales, en-
. '! J
;

den la capacidad de las máquinas; estos actos pa- ;

tre la mente consciente y la subconsciente. En fin


r~cen dirigidos por una inte.l igencia conscie11te, y
de cuentas podrían ser lo mismo.
s 1 110 · por un orde11ador electrónico. Lorenz
( 1959) ,..ha destacado . muy . justamente que incluso En segundo lugar, tenemos una teoría naciente,
las mas. sencillas funciones <<raciomórficas>> exi- aunque no resulte adecuada o completa, acerca de
g·~n tremendas <<máquinas de calcular>> muy supe-
los aspectos que estamos considerando. De algún
1--1ores a las que hoy se fabrican pero aparecidas modo, es la teoría de las máquinas pensadoras,
evolutivamente en el transcurso de los eones geo-
l
calculadoras, reguladoras, ·intencionales. Desde
lógicos. El organismo, lejos de ser una colección luego, la operaci-ó n lógica realizada consciente-
de átomos movidos, por fuerzas físicas <<ciegas>>, o mente, y la estructura y funcionamiento del cere . .
·una máquina de la física clásica, parece ser cada bro no <<es>> un ordenador electrónico con tra1'1..
vez más la <<gran razón·del cuerpo>> de que hablara sistores, cables, corrientes, progran:ias y todo lo
Nietzsche. · ·' · demás. Pero en su estructura formal resultan com-
Por otra parte te11emos la experiencia conscien- parables. Los algoritmos similares dan: un orde-
·t e, aunque éste no sea un terreno aislado y pro- ,
,-
r
~
nador (y un cerebro en sus aspectos <<raciona-
visto de claras ~indes sino <<la parte. visible del
•..•

,
les>>) es como una materialización de las opera-
••
iceberg>>, de Freud. Quiere decir esto que los proce-
!
1
ciones lógicas, y viceversa, las operaciones lógicas
sos conscientes son u11a pequeña parte de un sub-
1 son la contrapartida conceptual
.
del funcionamien-
. , consciente que se manifiesta en las pequeñas y to de un ordenador debidamente construido.. El
·t ontas equivocaciones descritas ei~ Psicopatología álgebra booleana Y. la nt1meración binaria em-
•• de la vida co·t idiana de Freud y en la regulación pleada en los ordenadores modernos, el funcio-

psicofisiológica y hasta en las sublimes cimas de •


namiento de las · sinapsis según la. ley de todo-o-
.. la capacidad creadora del genio . ~1 '
na.da y la lógica de Aristóteles tienen la misma
La psicopatologia atestigua la íntima trabazón
'
estructura; el mismo algoritmo o modelo abs-
que existe entre las , dos mitades de la experien- tracto resulta aplicable.
ci~, el cuerpo y la mente, '1a función fisiológica y Pero las máquinas del tipo examinado f arman
la conscie11cia. Los ataques brutales físicos y quí- un género dentro de una clase más extensa deno.. .
micos drogas, electrochoque, neurocirugía- minada <<sistemas generales>>. Estos muestran ca-
afectan profundamente a la <<mente>>. Los sucesos ra.cterísticas tales como organización escaJ.onada,

• •
152 Hacia una nueva. <<filosofía natural>> <<Culturología>> .153

centralización, cornpetencia, etc., también aplica- tal, subconsciente y co11scie1i.te, fisiología y psico-

bles a los eventos fisiológicos y psíquicos. · .


~
logía, podrían quedar incluidos e11. síntesis o mo-
La belleza de la teoría de los sistemas reside
f.
¡
t
f
delos de profunda abstracción. Aparte de lo q·ue
estas síntesis pueda11 aportar por añadidura, el
:'

en que es psic·o físicamente neutral. Es decir, sus


conceptos y modelos pueden aplicarse a ios f ei1ó- concepto de sistema y el de organizació11 ·t endrán
menos materiales y a los no materiales. Esto es en ellas un papel centralª .
cierto en cuanto a la clase más moderna de má-
'
.'
"
",.'
", •
..•
quinas, con las operaciones lógicas, de adaptación '
.
~
y de realimentación que ejecutan, y también en ' '
ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE
cuanto a sistemas ~<diná1nicos>> n~ás generales. Si '
1 <<CULTURO LOGIA>>
los eventos mentales y de comportamiento, o· fi- I'
1
r •

f
siológicos,. pueden describirse con los mis1nos 1

' Pe1"0 aún deseo ver cómo nuestro esqv.en1.a de


inodelos, esto significa que e}ciste isonio1,.fismo ·811.- referencia se aplica al más amplio marco hu1nano .
tre ellos . No es preciso q.ue sea ese isomorfisn10 a los grupos, sociedades· e historia del hombre .
.geométrico algo ingenuo propuesto por la teoría Al acabar su gran obra sobre la decade11cia del
de la Gestalt; por ejemplo, cuando l·a percepción '
Imperio 1"01nano, Gibbon escribió: <<Podemos mos-
de un círculo se ~upone paralela a una zona circu- ''
t1"arnos acordes con la agradable conclusión de
)
lar de excitación en el cerebr·o geométricamente \

que todas las eras· del mundo han aun1entado yT


similar. La codificación, la si1nulación en los. orde- siguen aumentando la verdadera riqueza·, la f eli.-
nadores, la topología, etcª nos han enseñado clases •
cidad, la sabiduría y, quiz·á , la virtud de la ·raza ,
de isomorfismo mucl1.o má~ generales y alambica-
humana>>.
das. Pero, para poner un ejerr1plo especial y senci-
llo, el mismo diag·ran1a de corriente puede repre- A nosotros, la doctrina de lo que I"ecibió el
sentar, por una. parte, una reacción de comporta- i1ombre de <<perfeccionisn10>> en el siglo xv11r, y de
mie1i.to, y por otra, el desarrollo de un proceso
'
<<progreso>> eii. el xrx, nos parece poco convince1-ite
l

n1.ental. Repito que éste ·e s un caso especial por l¡ y frívola. · Su ingenuidad difícilmente puede expo-
razones que ya deben 1--esultar· pate11.tes. Pero pt1e-
r nerse inejor de lo que lo hizo Sorokin ( 1963): <cSe
de ser ejemplo de un principio: que un modelo 1 pe11saba en la totalidad del proceso histórico co-
abstracto y psicofísicamente neutral puede apli- mo en u11a· especie de curso universitario bien or-
carse en los dos sentidos. denado en el que el hombre o la sociedad primi-
Es posible que los avances de esta índole lleven tivos eran los estudiantes de p1~imer año, que iban
con el tiempo a, una teoría unitar,i a (Whyte, 1960) ''
pasando luego a las clases de segt1ndo, te1~cero y
en la que <<cuerpo>> y <<n1.ente>>, en sus aspectos cuarto par'a acabar licenciándose, o en 'positivis-
formales o de estructura, queden compren.didos n10', o e11 'libe1--tad para todos', o e11 cualquier:
poi~ un sistema conceptual <<neutro>>. No nos daría
otra especialidad de la que se encap1'"'ichara el es-
i~espuesta a lo que la re.a lidad <<eS>> realme11te tudj_ante ·O fuese de su gusto>>.
(la ciencia nunca lo hace), ni reduciría lo mental Entonces ·¿có1no se aplica 11uestra ciencia de los
a físico o lo físico a mental. Pero acabaríamos por sisten'l.a s al problema?
dispóne1. de una ciencia e11. la que material y i11en ... Realmente·, existe un gran conj·unto dt~ i11~vesti-

l
154 Hacia una nueva <<filosofía natural>> ·<e< Cill tu ro lo gía>> 155
.'

gaciones relativas a grandes sistemas de organis- E11 contraste con las especies biológicas, . qt-1e
mos. El est"L1dio de la población animal, su c1--eci- manifiestan su evolución mediante la transforma-
miento, la competencia entre las especies y la ·ción genética, la humanidad presenta el ~~nóme~rio
st1bsiguiente lucha para sobrevivir, la sele.cció11, el de la historia; es decir, el de la evoluc¡on soc10-
aislamiento y ·otros factores, for1na una parte im- cultu1--al . El reino de la naturaleza est·á do:minado
portante de la biología y supone una gran cantidad .,
·p or leyes que la ciencia va . revelando paulatina-
de investigación experimental de la vicJ. a salvaje ;.
),
,,¡, 1nente. ¿Existe11 leyes en la 11.istoria? Puesto que
y de investigación matemática. La investigación de ·.las leyes son relaciones dentro de una estr1:c~u1~~
' los sistemas _también progresa en el estudio de las de conceptos, de una teoría, la pregunta es 1dent1-
relaciones humanas, que son, naturalmente, mu- ·Ca a esta otra: ¿es posible una· historia teóri·c a
cho más complejas. Los principios sistemáticos, ,que vaya inás allá de la descripciór:1 de. :o suce~i-
tales como las leyes del crecimiento llamado alo- do? Si lo es, deberá ser una invest1g·ac1on de sis-
métrico, pueden aplicarse a las con.stelaciqnes so- temas, de grupos, sociedades, culturas, civilizacio-
ciales. Por ejemplo, la alometría e·s aplicable como _n es humanas, o de cualesquiera que sean los-
ley cuantitativa a la organización administrativa, .adecuados términos de referencia.
al pro9eso de urbanización, a la difere11ciación so- Está muy extendido entre los historiadores el
cial (cf. Naroll y von Bertalanffy, 1956; Haire, ·Co11vencimiento de que esto ·no es así. Se dice que
1959). Tenemos asimismo la extensa aplicación del \
Ja ciencia es esencialmente una empresa nomo·té-
análisis de los sistemas a los sistemas de arma- tica, formuladora de leyes. Establece leyes basán-
mentos, a los negocios, el gobierno ·y la política dose en el hecho de que los eventos naturales
internacional. Personalmente, no siento especial .pueden repetirse y se dan iteradamente~ Por el
entusiasmo por la aplicación de los sistemas a la .c ontrario, la historia no se repite. Ocurre una
industria y a la política, pero es un he,c ho. El con- :s ola vez, por lo que la historia solamente puede
cepto de sistema es el centro de la sociología mo- ser idiográfica, es decir, descripción de sucesos
derna en doctrinas como las de Sorokin, Lévi- :i ndividuales que han ocur~ido en el pasado. Ob-
Strauss, · Malinovski, Parsons y muchos otros. "
. ·s ervamos que, desde un p·unto de vista formal,
Sociología es el estudio de los sistemas sociales, '
·e l problema es idéntico al de la evolución orgá-
cualquiera que sea la definición exacta de los i
•I nica, pues de acuerdo con una opinión, la evolu-
mismos. Puede vaticinarse confiadamente que la 1 ~ción también es <<oportunista>> y singular y por
teoría general de los sistemas podrá suministrar tanto no sigue ninguna ley.
un esquema claro y consistente de conceptos. En contra de este parecer que es el ortodoxo
La sociología conce11tra -esencialmente su. inte- '
e11tre los historiadores , han surgido herejes que
rés en los fenómenos coetáneos, en una . muestra f.
,\
'

mantienen lo contrario y han tratado, por uno u


·, representativa del humano acontecer, en las leyes "
• ;¡

"''
..'
.o tro procedimiento, de construir una historia teó-
<<sincrónjcas>>, que es el término técnico. ¿Es po-

rica. Comenzó este movimiento con el filósofo ita-
sible aplicar consideraciones similares a la suce- • liano· Vicó a principios del siglo xv~rr,. y prosig·uió
sión de aJcontecimientos en el t·i empo, en sección con los sistemas de Hegel, Marx, Spengler, Toyn-
longitudinal, o a leyes <<diacrónicas>>? Ese ·es el bee Sorokin y otros. Las diferencias que existen
problema de una historia te·ó rica. "
.l ent;e estos sistemas son notorias, pero todos coin-
." •

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1 l<Culturología>> 157
j
156 Hacia una nueva <<filosofía natu1·al>>

ij

1
,a dn11itimos franca1nente que los tres puntos de vis-
.
ciden en que el proceso histórico no es accide11taI. '
~

i
1
·t a son .acertados. Existe el progreso en la, ciencia ·y
'

sino que sigue leyes forrnulables. -e n la tecnología; existen ciclos de arte primitivo,
Hablando en términos generales, parece que hay· ma.duro y decadente; y existe la perseverancia de la
'
tres modos de considerar la historia. Uno .de ellos •

<<naturaleza humana>>, especialmente en cuanto a


ve la historia como un progreso conti1iuo de la, ·s us aspectos básicos, la guerra y la violencia.
humanidad, es cierto que a veces inter1~umpido"
..
))

"
' Es evidente que sólo puede haber l eyes e11 don-
'
o invertido, pero que en su totalidad manifiesta. ·de se dé reiteración. Si algo ocurre una sola vez,
un curso ascendente desde aquellas comunidades ·1 '10 hay ley. Una ley únicame11te tiene sentido si
agricultoras de la l\1esopota1nia del año 4.000 a .. -e xisten semejanzas y repeticio11es que pt1edan ser
de J. C. hasta los aviones de reacción, la televisió11. -e nunciadas.
y las bombas de · ~hidrógeno de los tien1pos ino-· '
Por tanto, la teoría' de la historia desde Vico, e
"
del"IlOS. r
incluso desde la doctrina de Platón acerca de la
El seg·undo es el cíclico: Ja historia no es el sucesión de gobiernos, siempre supuso dos con- .
continuo progreso de una humanidad amo1"fa,, sideraciones: la primera, descubrir una est1"'uctu1~a
s ino que está 1n,á s bien constituida por una serie '
común en la corrie11te proteica de sucesos, en el
'i"
de sistemas, sociedades o civilizaciones, entidades {
drama multicolor, brillante, atroz, fascinador Y
distintas que manifiestan seguir leyes de naci- deprimente qt.1e vie11e representándo e l hombre
rriiento, desarrollo, madurez, decade1~cia y muerte. \

a lo largo de los milenios; y la segunda, atribuir


Evidentemente, si es que. el tér1nino <<cíclico>> al propio prese11te actual un lugar definido e 1'l el
ha de emplearse en absoluto, será preciso hacerlo \d rama. 1 ,

· co11 discreción. No hay ricorsi (Vico), es decir, La interdependencia de los dos problemas · el
vuelta o repetición cte· estados anteriores, en nin- problema teórico de las repeticiones, las leyes y
gún proceso histórico, biológico o li.umano. El tér- los ciclos en la historia, y el muy personal de nues-
mino <<cíclico>> más bien debe inte1"pretarse e11 el tro propio presente y porvenir ha dado. a la dis-
sentido de fluctuaciones de contenido distinto, de ,cusió1'1 un encarnizamiento que no l1allamos en
duración variable, etc., pero con semejanzas e11 su 1 ,o tros casos de debate científico ~ Los defensore.s
16

1
estructura. - ¡ de las leyes o ciclos históricos, entre los que Spen-
Finalmente, el tercer modo es el existencialis- 1
' gle1-a y Toynbee ·son los más conocidos, se t1,,ocaro11
.
ta o nihilista; los dos términos coincider1 en este en profetas de calamidades al aplicar su? módulos
'

c ontexto, y también en otros. La his,t oria es, pues, al presente histórico. Tocaror1 un nervio vivo.
una· corriente de sucesos al ma1--ge11 de toda ley, El debate desp~rtó un furor, unas emociones y jui-
ca1--ente de significado y d e razón. Esta era la opi- cios subjetivos que hicieron tan imposible la eva-
nión del Eclesiastés expresada en la Biblia. En luación desapasionada, aunque por razones algo
años recientes fue expuesta brillantemente i:.>or diferentes, como ocurrió con las teorías de Co-
Simone de Beauvoir en Toils les ho·m 'nies sont . pérnico y de Darwin. La solución más sencilla fue
1nortels, que es para 1ní .e l libro más legible del descalificar a Spengler, a Toynbee y a todos los
existencialisn10 fra1~cés, aunque no 1ne gustan las expertos en egiptología, sinología, historia del colo-
obras más eróticas de la Beauvoir. nialismo y muchas otros co11ocin1j_e ntos especiali-
Creo que podemos ahorra,rn.os mucho tiemp.o si

j
158 I-1 acia una riueva <<filoso fía 1iat-ur·al>>· <<Culturología>>

zados. Se olvidó <je ma11era manifiestamente vo- Cada autor propone respuestas distintas, Y ningu..
luntaria que, al margen de la tarea sobrehuma11a na de ellas puede aceptarse si11 objeciones. K1--oe-
que es escribir historia universal, los 11istoriado- ber y Kluckhohn (1963) enumeraron UI?-as ~60 de-
1
res profesionales no están de acuerdo ni siquiera !. finiciones de <<cultura>> y no llegaron a n1ngu11a
acerca de sucesos o períodos históricos restringi- satisfactoria. De nuevo, hay que hacerlo constar,
dos, como por ejemplo la historia napoleónica,.. estas dificultades no le son desconocidas a la cien-
~obre los cuales existe g·ran abundancia de docu- cia convencional. El concepto de las especies en
mentos, que · ocurrieron en época nada remota y a biología viene siendo traído y llevado desde ~o~ '
1

los qL1e se les puede aplicar los métodos especiali- días de Aristóteles, y todavía no existe una d ef1n1-
• ·. ..
zados convencionales. Un estudio desapasio11ado· ción satisfactoria. Las unidades taxonómicas s u-
parece que lleva en términos generales a las si-· periores, como los géneros, los órdenes_ o los tipos,
guientes conclusiones. Se pueden e11cor1trar · erro- reciben definiciones distintas de casi todos los
res, equivocaciones e interpretaciones falsas en .._,_ especializados en taxonomía, co1no puede ad_:rer-
cualquiera de los <<grandes ·sistemas>>, lo que no es. tirse cotejando los libros de texto de zoolog1a ~
r
motivo de sorpresa cuando un solo hombre se botánica. No ha de maravillar entonces que Danr-
lanza a la enorme empresa de pasar revista a la. levsky y Spe11gler dividieran el acaecer mucho
.totalidad de la historia humana. Se han escrito ni.ás huidizo de la li.istoria· en unas ocho entida des
verdaderas bibliotecas refutando a Spengler y a culturales Toynbee en una veintena y que Sorokin
To:>rnbee. La .
verdad es que sería cuestión de se11- utilizara sÍntesis distintas. La paleontología no lo-
cillo entretenimiento para los historiadores y aú11 g·ra resultados mucho mejores cuan~o, l?s mis1no.s
para personas de mediana ct1ltura enumera1-- los. huesos, que a diferencia de los sut1l1s1mos f ei:o-
errores evidentes ·en que incurren estos y otros menos culturales cualquiera puede ver, maneJar
historiadores teóricos. Pero si conside1. . amos las."" y medi1", son atribuidos por unos a docenas de es-
faltas como historiadores de la ciencia, nos sen- pecies en tanto que otros no reconocen que per-
timos· inclinados a mostrarnos me11.os dt1r·os. Re-· tenezcan si110 a unas pocas. · .
sulta claro que debemos comparar los comien- .j
1

Conocidos y reconocidos plenamente sus erro-


zos de la <<historia teórica>> con los primeros
'
'l 1 res los grandes e11unciados de la historia teórica,
ensayos en otros campos más que con la cien- 1
ctes'de Vico a Sorokin, salen mejor librados de lo
cia convencional de los libros de texto. Vistas '
que pudiera · esperarse teni~1;~º en cuenta q~e
así las cosas, Spengler resulta bastante ine1~os 1
se trata de un tema muy d1f1c1l y poco desarr o-
fantás tico al enuncia1" sus hechos que Kepler y · llado. Se utilizan términos distintos; se pueden
menos egocéntrico y arbitrario que Galileo. No se aplicar inodelos diferentes, y quizá deban ser ªJ?li-
puede deduci1" lógicamente que porque Spengler· cados· las lí11eas divisorias se t1--azan de varias
y Toynbee se ·equivocaron en muchas cosas la 'I n 1 ane;as. Sin embargo, como les sucedió a Soro-
historia teórica no sea científica en principio y kin (1963)· y :kroeber (1957), a pesa1-- de sus mu~
haya de ser descartada. ' chas discrepancias y del gran hi11capié que sobre
Pl.pa'r te de los problemas de hecho, son eno1'"11:1es \ ellas hicie1"on desde diferentes puntos de vista , se
los problem.as de concepto. ¿Qué son · los <<siste- llega a un _rá rea amplia de acuerdo. El consenso
mas >>socio-culturales? ¿Cómo deben ser definidos? ~ de escritores muy dist~i,11tes e11tre sí por, sus ante~
'•

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. 1
"" J. .

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'

160 Hacia una 1iueva <<filosofía natural>> <<Culturología>> 161


cedentes, temperamento, Welta1ischauung y teorías vas contemporáneas, y los límites, méritos y enor-
indica que es cor~recto un cierto enfoque ge1'1eral, 1nes dificultades de la nueva ciencia de la <<cult11-
aunque les resulte ingrato a los academicistas y ,
1
1,..ología>> resultarán evidentes.
a los qt1e han nacido en una época de deprecia- Ante el espectáculo fascinador, caleidoscópico,
ció11 de los valores que ellos más aprecian·. refulgente y siempre fútil de tantas culturas es-
Hace cincuenta años, Spengler exigió una histo- parcidas por todo el globo, olvidadas durante va-
ria universal verdadera y que se descartara la es- rios milenios o aún florecientes antes de que se
trechez de considerar que nuestro legado greco- viera11 sometidas al influjo europeo, un ciclo ge-
romano-occidental es la <<historia>>, encerrada en 11eral vital de mil años ~ de <<organismos-culturas>>,
el angosto marco de tres edades, la antigua, la según Spengler, o unos pocos <<modelos>>, según
i11edia y la moderna. Esta ex·i gencia, se impuso en 1
¡
la más reciente propuesta (1964) de Toynbee, re ..
una medida que Spengler jamás hubiera s11pues- 1'
f
1 sultan de imposible ingenuidad.
. to, y al hacerlo dio al traste con las ocho culturas, Por otra parte, las alzas y bajas de la historia

poco más o menos, que Spe11gler c1---eía que abar- no son espejismos subjetivos, sino u11 hecho de
caban toda la historia del hon1bre. Es motivo de dominio público que permanece inalterable si nos
01~gullo para los pasados decenios el .que, a la par uni1nos a McNeill ( 1963) para contemplar el na-
:
''
.,
que .aumentaron de inanera incon1nensurable el '
cimiento de Occidente más bien que su .spengle-
universo astronóITiico y penetraron en el mundo 1 riana ·decadencia. A pesar de la enorme expan-
subatómico, otorgaron una nueva dimensión a la sión de la latitud de la investigación histórica, ar-
historia humana. Desde que ·S chliemann descubrió queológica y antropológica, el conjunto de . las •

Troya y Micenas, y Evans la civilización minoi- g1~andes culturas i10 ha cambiado esencialmente,
ca, han salido a la luz veintenas de culturas per- / au1~que hayan sido definidas y enumeradas de ma-
dictas y olvidadas durante m11cho tiempo. Desde nera distinta por Spengler, Toynbee y Sorokin.
las murallas de Jericó, ocho milenios antes de El descubrimiento básico parece ser que la his-
nuestra era, hasta los rascacielos de Nueva York; toria
.
no es el progreso de una, humanidad amor-
desde las extrañas figuras de Pietá de la Cerdeña fa, sino que corre a cargo de un número relati-
del 800 antes de , Jesucristo a los altares empa- vamente pequeño de sistemas socio-cul.turales, lla-
pados en sangre de la América precolombina; i' 1nados de varias maneras: culturas, civilizaciones,
1

desde la misteriosa Zimbabue africana a la Sibe- supersistemas, etc. Muestran en su desarrollo re-
I'ia escita y sus áureos teso1--os; desde la cultura gularidades que, usando . una tosca met áfora, re-
1

megalítica de las costas atlá11ticas con su secreta sultan comparables con el crecimiento, la rriadu-
diosa la Gran Madre a la lejana isla de Pascua, la rez, la decadencia y la extinción. So1'1 los únicos
historia y la prehi~toria del hombre hoy alcanza1'1 que han tenido y han hecho historia, en contraste
u11os diez mil años, y tiene in11umerables ca1"as, .
con los centenares de <<culturas>> de Ja antropolo-
I"eencarnaciones, cimas y valles, como una co1,..rien- '
gía que per1nanec.i eron en un estado paleolítico .
te de curso majestuoso y muchos afluentes. Añá- o neolítico hasta que los europeos llevaro11 allí los
dase a lo conseguido por la pala del arqueólogo admirables y sospechosos <<progresos de la civi-

el trabajo de los antropólogos afanados en la ex- lización>>. El ·desarrollo y la historia de estas <<ele-
1
ploración de los vestigios de cien culturas primiti- '>
1
vadas culturas>> están íntimamente relacionados

11
.";¡
·<.¡l

162 Hacia un.a nueva <<filosofía nat111·al>> "'.l!


"':!
""
"
<<Cultil1~ología>> 163
"'

con la aparición de mayores colonizaciones, de do se le aplica a cosas tan poco románticas como
<<ciudades>>; de ahí procede la palabra <<civiliza- 1
el desa.rrollo de las organizaciones de negocios
ción>>~ que supone muy justificadamente la exis~ 1
'
y mercantiles, y lleva a ·fórmulas cua11.titativas
i
tencia de un nexo entre la cultura refinada y la muy exactas . ·
urbanización. Apenas puede dudarse dé que , en'
Reducido el tema a estos términos escuetos,
sus aspectos <<sincrónicos>> y también en los . <<dia- se evaporan el misticismo que empapa la obra
crónicos>>, los fenómenos socio-culturales no son ~i{
de profetas como Spengler y Toynbee y el furor
ni el resultado acumulado de los actos individua- !i
.,,''
,,
~
que sus tentativas de aficionados provocan en los ''
'
'

les, ni la obra de la humanidad a1norfa, si~o el •


' historiadores académicos. Son cuestiones que se
resultado de <<sistemas>> supraindividuales cuyas prestan a la explo1"ación científica, aunque hasta
l :
\

ieyes aún necesitan una mayor investigación. i


~
'
;
la fecha hayan sido estudiadas más por 1101nbres
'

Esto, claro está, :po es· decir que las socj_edades ajenos a las academias que por profesores espe-
.\ o las culturas sean <<organismos>> como los a11i111a- cializados. Pero en el an1anecer de ciencias nue-
les o las plantas, cosas vivas bien separadas entre vas, los ·aficionados han desempeñado a menudo
sí y con un ciclo vital predeterminado. Es más .~
'.~
un papel importante, antes de que se . encargaran
bien la superficialidad de los críticos que .la meta- .:;;>''!
del asunto los profeso res y las facultades uní.,,
:

'
'
'
.
! física de Spengler lo que ha hecho interpretar una versitarias. Los primeros aficionados al micros'"'
metáfora o símil como una realidad patentemente copio del siglo xvrr, Da1--win, Mendel, el a1,.queólo~
'' absurda. E s to resulta claro si recordamos la na-

go Schliemann o los 'principescos coleccionistas
turaleza de los modelos científí.cos. Todo modelo que crearon la numismática, todos son ejernpló.s •

.es una representación conceptual de ciertas ca- del hecho frecuente de que los despreciados pro--
racterísticas o estructL1ras formales de entidades , l fanos sean l·o s adela11tados de lo que luego llega
.,
empíricas. Cuando el modelo se convierte en rea- l a ser ciencia verdadera y, con el tie1npo, ciencia
lidad metafísica, el resultado es el . desastre in-
l
ortodoxa. Parece que la . <<historia teórica>>, pese
telectual. Esto es cierto de cualquier m.odelo,. \ ·~
• a las protestas de los profesionales, se ·encuentra
'
trátese de las bolas de billar del atomismo meca- l¡'
en una situación semejante.
nicista, de la máquina animal de Descartes, del i
,,J
La defi11ición de su terna, dada por Vico hace
'

hombre autóITiata de la psicología norteameri- l


¡
250 años, es difícil de mejorar: <<Una scienza nuo-
cana, del modelo freudiano de la personalidad,
"

1
"
!
va in.torno alle comuni nature delle naziorii>> y
1 ,','

' ' de los <<organismos>> culturales o de cualqt,1ier


'
<<una storia ideale eterna sopra la quale corra la
· otro concepto modelo. Si tomamos las teorías de- storia di tutte . le nazioni>>. Si 11oy hablamos de
la hist.o ria como ·modelos artict1lados que nos per-· •
<<modelos>> del proceso histórico que hay que cons-
; , miten
.
ver ciertas regularidades, y hoy por hoy
'
truir, .<<idealizar>> (partiendo, como ocurre con
como modelos aú1~ muy inmaduros y contradic- todos los modelos científicos, de los físicos más
torios, nos ITlostraremos m ·á s eq.uitativos, aun- elementales), apuntando esperanzadamente a le-

·q ue reconozcamos que son posibles y pertinentes yes; extrapolaciones y .vaticinios, no hacemos sino
varios niodelos distintos. De hecho, el modelo· emplear palabras que están muy eri boga. Lbs
<<organicista>>, que tanto horror causa a los histo-

científicos y tecnólogos contemporáneos de. i-.e ..
riadores, está muy aceptado en sociología cuan~ ~
'l
1
nombre no • tienen inconveniente en vatic:ir.1 ar có-

1
-~

'j
1
1
.!
'
...

16'4 !-lacia un.a nue·v a <<filosofía natural>>


j
·¡ <<Culturología>> 165
1
l

mo . ser:á el rrlundo el año 2000 o mil siglos des- vista de la poca popularidad y del general des-
pués, ni nadie los denuesta por ello. Si11 advertir, conocimiento de la obra.) de Spengler en el mundo·
al parecer, lo mucho que J.a sociedad y ·e1 con- anglosajón, por lo que ha ·de excluirse la hipóte-
junto del rnµndo han cambiado en unos cua1'1tos sis de una influencia directa o de u11a simpatía.
a ños de · resultas de algunos acaecin1ientos esca- Estos diagnósticos se hicieron, al menos e11 par·te,
s amente conspicuos e impredecibles, por ejem- de n1.a11era completamente independiente. La apa-
plo, el invento del transistor y la posibilidad de 1--ició11 del hombre masa; el al1toritarismo, sea en
~
reducir otros apa ra·t os a dimensiones mínimas. '1¡' guisa de dictadores s in anibages o de minorías
Las predicciones de los <<culturólogos>>, au:qque , gober11antes pseudodemocráticas; la decadencia
duramente censuradas por la historia académica, de la creación en las artes, que llega al punto,
parecen tener niás peso y responsabilidad. \
¡
{
por ejemplo, de que resulte imposible distinguir •

La confirmación más importante de cualquier 1


entre. las pinturas con prete11.siones de seriedad
teoría la encontraremos en la exactitud de sus y la obra de un chimpa11cé, todo esto y mucho
predicciones. Esto nos lleva a la cuestión de nt,1es- más l!a llegado a ser t~n corriente que sería re~
tra propia posición en la historia. Sea o no sea de dundante cualquier discusión. Los pro1'1ósticos
:n uestro agrado,' háganse las objeciones que se equivocados de Spengler (fáciles de encontrar)
.,
·d eseen hacer a los procedimientos intuitivos son pocos en comparac1on .
.y <<poco científicos>> de Spengler, a sus discuti- Es inútil pasar por alto los hechos refug'iándose
"bles teorizaciones, a su metafísica, a su dogma- en utopías sociológ·icas, astron·á uticas o genéticas.
·tismo y a· su militarismo~ persiste el hecho de La <{decadencia de Occidente>> no es una hipótesi~ '

·q ue sus predicciones, hechas l!ace cincuenta o una profecía; es un hecho real que ha llegado
:años, mucho antes de la aparición de la guerra / algo antes de lo que supusieron Speng·Jer y Al-
atómica y de que se soña1"a con la emergencia dous Huxley. El espléndido desa1~rollo cultural
de la Unión Soviética y de la Chi11a, han resultado que comenzó en los países europeos alrededor del
alarmantelllente exactas y se han convertido en aJño 1000 y que trajo consigo las catedrales gót.i-
realidad en una medida que sob1·epasa con mu- cas, el arte del Renacimie1'1to, a Shakespeare y a
cho el éxito conseguido con los bonitos modelos .j Goethe, la precisa arquitectt1ra de . la física d~
matemáticos que están en boga en la sociología Newton y toda la gloria de la cultura europea,
!
moderna. ·O tro tanto cabe decir de Danilevsky,
.. el todo ese enorme ciclo de la historia ha acabado
'
oscuro y poco conocido predecesor de Spengler y i10 es posible reanimarlo por medios artificiales.
de hace cien años. Al parecer se advierte pocas Hasta aquí, naturalmente, estamos siguiendo
veces que obras hoy aclamadas por la sociología el modelo cíclico de la historia y encontramos en
11orteamericana, desde el Murido feliz de Aldous nuestros tiempos síntomas que se presentan repe-
Huxley y el 1984 de 01,.well hasta La rebelión de tida1nente en las civilizaciones decadentes. Pero
Zas masas de Ortega, la <<sociedad enferma>> de e11 contra de las teorías cíclicas de Ja historia , y
Fromm, <<el hombre dirigido>> de Riesman, el de los profetas. de cataclismos definitivos, no po-
Hombre organización de Whyte, el Verdadero cre- demos substraernos a la observación del hecho
yente de Hoffer, no son sino variaciones sobre
l
de que la civilización mode1"na es única en ciertos
temas spenglerianos. Lo cual resulta notable en aspectos y que por ello 110 es comparable ·c o11 las ·
.....", •
1 •

166
'
Hacia una nueva <<filosofía natural>> ''
Educación: Ciencia y humanidades 167

civilizaciones que florecieron y perecieron en el material de una sociedad de masas industriali-


·p asado. Las características que la señalan están zada. ¿Qué papel le corresponderá al individuo?
bien a la vista. Una de ellas es el desarrollo tec- Lo que le atañe es conservar los vestigios de la
1
nológico, que permite encauzar a la naturaleza 1 cultura de otrora en la medida en que se lo per-
como jamás se consiguió antes y hace · posible mita la sociedad de masas. No es una perspectiva
remplazar una economía de hambre por otra de muy halagüeña, especialmente para un e:1ropeo
abundancia. La otra es la naturaleza global de ". por regenerar como yo, pero se me antoja más
nues·t ra civilización . Las anteriores estuvieron li- práctica que la filosofía de los beatniks o de los
niitadas por fronteras geográficas y solamente profetas del paraíso en la tierra.
abarcaron a ·grupos restringidos de seres huina ..

nos. Nuestra ·civilización abraza a todo el planeta ,.
y hasta se extiende más allá con la conquista del 1
EDUCACION: CIENCIA Y HUMANIDADES
espacio extraterrestre. Nuestra civilización tecno-
lógica no es privilegio de una sociedad relativa- Af 01,.tunadamente, como dije al principio, no se
mente poco numerosa como Atenas o el Imperio nos pide que elaboremos aquí una teodicea o el
romano, o los alerrianes, los franceses o los euro- por\renir del hombre. Nuestro propósito es res-
peos blancos . Está abierta a todos los seres hu- tringido: esbozar ·el puesto de la psicología en la
Illanos, sea cual fuere su color, raza o credo. ciencia lTIOderna y considerar someramente la
'

Estas son en verdad singularidades que hacen nueva filosofía natural que parece que está emer-
estallar el marco cíclico de la historia y sitúan giendo. En este sentido, no es difícil atribuir a lo~
nuestra civilización en un plano distinto de las acontecimientos que he examinado su debido lu-
precedentes. E11 la medida en que es posible la ¡ gar en la historia de la .ciencia y de la filosofja.
extrapolación racional es decir, suponiendo que Cada período hist·ó rico trata de acoplar los re-
no se interfiera ningún factor incalculable, que no tazos y fragmentos de su limitada experiencia para
~ formar una visión del mundo, una metaciencia o
sobrevenga la destrucción universal atómica de
· resultas del fallo de alguna precaución de seguri- '
1•
concepción filosófica que se ajuste lo más posible
dad o de la explosión demográfica en la China , al estilo predominante del pensarnie11to científico.
la predicción parece bastante aceptable. Una vez más, se trata de una simplificación exce-
Hem.os de tener . en cuenta la desnuda realidad siva, pero ·esencialmente exacta: primero vinieron
de otra civilización que está emergiendo: la civi- los avances matemáticos, y a consecue11cia las fi-
li_z ación multitudinaria, tecnológica, internacional losofías ajustadas al sistema :matemático, more
qL1e aba1. car.á toda la tierra y toda la humanidad, geometrico, según Spinoza, Descartes y sus coetá-
en la que los valores culturales y creadores de an- neos. Vino luego el auge de la física; la física
taño ser·á n remplazados por nuevos .artefactos. clásica encontró su concepto del mundo en la fi ..
Hoy la lucha por el poder, en su actual fase ex- Iosofía mecanicista, en el juego de las· unidades
plosiva, puede llevar a la devastación atómica. Si materiales, en el mundo como caos, según hemos
no lo hace, las diferencias ideológi.cas y raciales, visto. Más tarde, la biología y las ciencias del
a la larga y de Llna u otra forma, acabarán por hombre han ocupado la primera fila. Y a.quí la
ser insig·nificantes ar1te la identidad de la cultura organización parece ser un concepto bási()O, ur1


.1 ·l '· • '
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'

168 Hacia una nueva <<filosofía natural>> Educación: Ciencia y huma1iidades 169

concepto organicista del mundo que tiene en cuen .. lliam Jan1es: las novedades empiezan por ser re-

ta aspectos de la realidad que antes fueron olvida- /


chazadas como simplezas; en una segunda etapa,
dos. Al mismo tiempo, esta nueva concepción se J
)
'
se dice de ellas que son evidentes y triviales; h asta
percata de algo que las anteriores, en su hi.b ris que el tercer estadio lleva a sus detractores a ase-
científica, habían pasado por alto: de que ningún gurar que las descubriero11 ellos.
concepto del mt1ndo, incluyendo el organicista, es Después de todo, aunq\le me d~ cuenta de
la última verdad, la postrera realidad; todos son las limitaciones de orden particular y gene1.' al
una perspectiva o un aspecto, cori limitaciones 1
que entrañan nuestras construcciones, algo de sen-
muy humanas que provienen de la servidumb1. e 1 tido tienen. Lo que carece de sentido es el co11-
natural y cultural del hombre. Por tanto, la . teo- cepto del inundo vigente ayer, que nos ha co11-
ría organicista es a la par perspectivista y cons- ducido a u11 desierto cultural y que, equipado
ciente de sus liITiitaciones: no es una filosofía del con todos los artefactos suministrados por u11a
<<no va más>> que cree que lo sabe todo y todo lo sociedad comercializada, ha suprimido todo lo qt1e
ha dicho, sino que es tolerante con las otras filo- es humano en el hombre, una contradicción en sí

sofías y experiencias en las artes, la moral., la lllisma que ha llevado a la desesperanza, la a11-
religión que quizá reflejen otros . aspectos de 1,
gustia intelectual, la enfermedad y la delincue11-
"
la realidad insondable • 1 7 cia. Queda mucho por l1acer y la tarea es i1npor-
Aunque se trata de una gr·osera y excesiva sim- / ta11te. Si estuviese dirigiéndome a un público ale-
plificación, se le encontrará utilidad al esquen1a. inán, le citaría unas palabras de Goethe, como

Recuerdo las tremendas dificultades con que topé hace11 todos los profesores alernanes:
cuando comencé a defender el punto de vista or- '

ganicista en biología. lt,ue calificado de conjetura '"'


Noch ist es Tag, da rege sich der Mann,
irrazonable, de metafísica, de vacua filosofía y de Bald kommt die Nacht, wo niemand werken
todo lo inalo que les vino a la cabeza a los tradi-
l
kann ~:~.
cionalistas, que afortunadamente no tienen un
l,
¡j
.
'
j

vocabulario muy copioso. Hoy es aceptado co- Esto me lleva al final de mis reflexiones. Mucho
'

rrientemente. Los - ~ libros d e t exto de biología mo- es lo que se habla hoy acerca de las metas de
lecular, bioquíITiica y biofísica, fisiología, ecología, la enseñanza, y principalm.ente del a11tago11is1no
están llenos de h allazgos acerca del <<orden y la entre la cie11cia y las humanidades, las <<dos cul-
organizació1'1 de p artes y procesos>> cuya investí~ turas>> según el libro elogiado con exceso de e·. P.
gación era el t enor del concepto organicista. Otro Sno·w. Yo quisiera decir que no veo a11títesis al- ''

tanto ocurrió con los sistemas generales una guna entre la ciencia y 'las letras. Sería fácil mos-
idea absurda, una .empresa completalllente impo- ~• trar, . recurriendo a la historia, que .l a ciencia es 1 • • •

t
si,b le (po1· ejetrlplo, Egler, 1953) hasta que la una empresa <<humanista>> y que las g·randes fi.. · ,,
investigación y el desarrollo ofrecieron pingües guras de la ciencia así lo han pensado; más que "· ·. ·.-' ~"'.:.
s ueldos a los analistas de sisterr1as con el hun1a- hacer propaganda de los beneficios que podían
ni tario propósito de que investigaran la manera '

de mejorar los procedimientos de destrucción. * Aún es de día, se mueve el hombre, ' •


"" ·'

Siempre ocurre lo que pas~ba en el r e lato de Wi- Pronto llega la noche, todo calla entonces .

' '' '
'
.,
.. .'J·

.'

170 Hacia una nueva <<filosofía natural>> · . Educació1i: Ciencia y humanidades 171
' •
esperar se de su investigación, sacaron de ellas .l idad, sin denegar u olvidar los intereses hurr1a-
L1na satisfacción estética y lograron atisbos que, nos. Si es así, la ciencia es algo más que la acu-
en términos abstractos, son compa rables con la ffiLllación de datos y la explotación tecnológ·i ca de
1
sabiduría del mís tico al fundirse con la realidad. 1
>
los conocimientos en beneficio de la minoría rec-
H a blando personalmente, yo me he d.edicado a. ·t ora; aún podrá, tal vez, presentar un gr an esqu e-
h acer experimentos acerca de la respiración celu-

(_~

'
.
i~ '
' 1na y hacerse profundamente humanista e n el
la1-- o del cáncer, he cultivado la biología matemá-
: '
'
curso de su tarea. Si logramos aportar algo a la
tica, la filosofía de la ciencia y alguna que otra
·.¡

1" '
hu1nanización de la ciencia, habremos cumplido
vez l'le escrito versos, pero jamás advertí que exis- ·nL1estra misión en servicio de la sociedad y de la
\
tiera contradicción o antítesis entre esas ac.t ivi- í c ivilización.
dades.· l' '

,, Además, los conceptos unificadores como los de f



la teoría general de los sistemas parece que pue-
.,.
"'
d en abarcar campos que estaban tradicional:men- A

••
...¡ te incluidos en el título de ciencias y humanidades ¡~
{ ....'
J

'
y a nunciar síntesis siri aplastar o minimizar las
i
;
profundas diferencias que existen efectivamente
ent1·e las entidades del dominio de la ciencia y J
1

las del campo socio-cultural. En enseñanza, estos


conceptos pueden .contribuir a la unificación de '

los conocimientos, lo que nos permitiría percibi1 1

un gran plan o estructura en lo que de otra forma ~


se nos presenta como especialidades distintas y \ !

divergentes (cf. Jones). · i '

El verdadero contraste solamente surge con el


cientificismo; es decir, con la ·a evaluación de la
, ..

ciencia que la deja en una labor rutinaria como


."..·1
'
la del tenedor de libros o la del mecánico y con
la intrusión de maneras de pensar científicas (o
J
más bien pseudocientíficas) en el terreno de la
experiencia humana, en el que nada tienen que
hacer. Es esa filosofía positivista, tecnológica, '1
J

conductista y .comercial la que menoscaba al i.,


hombre, lo deja convertido en un autómata y lo
maneja como· a un monigote. En vez de esta auto-
matización del hombre podemos aspirar a. una
humanización de la ciencia. La tenden~ia de que
hemos hablado parece llevar hacia la ciencia; es
decir, a modelos conceptuales ajustados a la rea-
..

,
Il •
1
'

\'
NOTAS
"
,, '

1 La psicología ha perdido evidentemente la alegre auda-


l
cia de que disfrutaba cuando Watson, Hull y Skinner, cada

\ uno a su mane1~a , creían haber encontrado la gran fórmula
¡
¡ laplaceana de la conducta, que al mismo tiempo ofrecía el
programa para reorganizar la sociedad según la teóría hu-
lliana o de Walden Two Ccf. Matson, 1964).
Lo que antes se consideraba un dogma es puesto en tela
de juicio. Incluso el reducto de la psicología <<científica>>
1
-la teoría del aprendizaje ha sufrido embates en años
recíentes (Miller, Gallanter y Pribram, 1960; Pressey, 1963)
porque se ha reconocido que el condicionamiento instrumen-
tal (incluido el de las máquinas de enseñanza) no llega a
) constituir una enseñanza <<significativa>> en un ho.m bre do-
·t ado de funciones simbólicas.
Sin embargo, este proceso parece entrañar concesiones
hechas sin gran seguridad bajo el influjo de las circunstan.-
cias más que un cambio de la manera de sentir y una re-
visión de la filosofía positivista-conductista-comercialista
11onda1nente implantada en la vida y el pensa111iento norte-

americanos.
Existen, en primer lugar, los experimentos con animales
co1no base de <<leyes>> psicológicas y, es de suponer que
para entender la conducta 11umana, los batallones de ratas,
1
tanta.s veces citados, atareados en hacer funcionar cajas de
Skinner y otros aparatos. El biólogo ingenuo se p1·egunta
en ocasiones si los investigadores qt1e utilizan co111plicados
apara.t os y refinadas técnicas estadísticas han tenido .de
niños un gato o un perro, y si han visto algu11a vez a un
anin1al fuera de las ináquinas.
¿Se ha dado respuesta a la pregunta de si la.s <<ratas
torturadas>> o los gatos sumidos en el <<universo sur1·ealista>>
·d e las cajas de Thorndike (Koestler, 1964) permiten sacar
conclusiones acerca del comportamiento 1iormal? ¿Hasta
q ué punto son las normas y <<leyes>> encontradas de tal
1
• guisa no solamente disociaciones de laboratorio si110 arte-
/actos de laboratorio? ¿Son el condicionamiento clásico y
funcional, el aprendizaje de ·sílabas carentes de se11tido, etc.
• aplicables en Rbsoluto a los procedimientos nor1nales de
aprender, cuando la <<estructura de las percepcio.n es>>, <<el
significado>>, <<el entendimiento de la si·t uación >>1 <elos pro-
174 Notas· Notas 175

cesos simbólicos>> entran en juego, y qué teoría es necesa- cerlo para conservar la vida. Pero si esta necesidad no
ria para tratarlos de manera adecuada? 1
existe cuando están sometidos a condiciones de laboratorio, ;

<<La rata de laboratorio está co11finada en un ambiente" aún precisan hacerlo en cualquier caso, po1"que todos los
artificial en el que sus necesidades básicas están satisfe- movi1nientos instintivos están provocados por una fuente
chas de tal manera que hace superfluos los impulsos na- interna de estímulos·, y solamente eJ_ momento y el lugar
turales y los mecanismos fundamentales para hacer frente de su manifestación es lo que está gobernado por estímu..
a la tensión del ambiente ... Pese a que la rata domesticada los externos>> (Lorenz, 1966.)
ha sido condicionada a un ciclo diurno artificial, este pro- Esta observación, claro está, es evidente y trivial; los
..
ceso no altera la sensibilidad de los receptores visuales. '
etólogos no han descubierto nada del otro jueves al reco-
cuyos órganos extremos están adaptados a la busca noctur- \ no~er que la actividad interiormente regida, la exploración,
na del sustento. A consecuencia, en la situación discrimi- el Juego y los comportamientos parecidos pertenecen a la
natoria normal desarrollada en condiciones de luminosidad lista de instintos imperativos de muchas especies que, pri-
f ototópica, el animal quedará parcialmente cegado por un va?as d.e ellos, se hubieran perdido en la lucha por la
fulgor que constituye la iluminación normal para el expe- ..
1


ex1stenc1a; realmente no son menos vitales que los su- -.

rimentador. Esta situación de discriminación es análoga, puestos impulsos primarios del hambre, la sed y el apetito
digamos a modo de comparación, a la que se produce al sexual. Los psicólogos norteamericanos, tras hacer millones
enfocar luces brillantes sobre los ojos de un sujeto huma- de experimentos con ratas, no fueron capaces de advertir
no y pedirle que, por ejemplo, dé un salto de diez pies en lo evidente. <<Hasta hace unos quince años estas clases de.
el aire. Debajo de su plataforma, a 30 pies de distancia, hay comportamiento fueron pasadas por alto por la literatura
una red, y si se resiste a saltar recibe una potente des- 1

"'
teórica y experimental>> (Berlyne, 1966)~ <<Antes de 1950 no
carga eléctrica en la planta de los pies d escalzos (además, podían encontrarse investigaciones sistemática.s ·de estos
naturalmente, l e está hostigan.d o constantemente una ra·t a actos>> (Fowler, 1965, p. 3). Fue menester que apareciese
g·igantesca de cie11 pies de altura). Resulta muy sorpren- ) la larga obra de Berlyne (1960) y su neologismo de com-
dente que los experimentadores psicológicos se hayan pre- portamiento <<lúdico>> para que se viera lo que -saltaba a
ocupado sencillamente de lo que denominan reacciones la vista; _Y .la conducta exploradora, el juego, etc . aún serían •

' exactas' o ' equivocadas' .. sin prestar atención a los resul- ~


<< superst1c1ones mentalistas>> si los psicólogos no hubiesen
tados in·t ernos de una intensa tensión>> (Howarth, 1954.) tt descu?~erto e_l si~t.ema activador reticular, lo que dio i~es­
El esbozo hecho en el texto de la <<teoría del autó1nata>> ~¡~ petab1l1dad c1ent1f1ca al comportamiento activo.
es, naturalmente, un cuadro compuesto n1ás que un trozo De manera semejante, en la psicología educativa, Piaget,
tomado de un autor específico. Creemos que describe jus- J . .Bruner y otros difícilme!lte se hubiesen puesto de moda
, tamente la filosofía que inspiró .la psicología norteameri- 1 a no haber sido por una reacción <<provocada externa-
cana hasta los años 1950 (aproximadamente, hasta la muer. . mente>> que es bastante típica. Puede suponerse · sin riesg·o
t.e de Hull en 1952); y puesto que, como se dijo en una •
que el interés por la << excelenci.a>>, la <<curiosidad natural>>
'
ocasión algo parecida Cvon Bertalanffy, 1960 a, p. 21), <<la
'
la <<actividad creadora>>, etc. no se habría despertado si
dependencia de las actitudes prevalecientes es tanto más los rusos no hubieran lanzado el Sputnik. La gran discu..
fuerte cuanto menos se advierte>>, la verdad es que el pre- sión educativa y e l concomitante reconocimiento de las
dominio de esa actitud es considerable incluso hoy, aunque necesidades <<no fisiológicas>> (por ejemplo, la busca. de •

se la 11aya atemperado y matizado. Los criterios acerca / estímulos, información, conocimientos, novedacles, intere-
del <<concepto del autómata>> enumerados en el texto se ses, amor, manejo de objetos, recreo, según Berelson y
encuentran fácilmente en las obras recientes, por lo que Steiner, 1964, p. 244-249) fueron más bien una consecuen-
no puede decirse, de . ningún modo, que se hayan desear- cia derivada de la guerra fría y una cuestión técnica
tado, con la posible excepción de algunas tendencias mo- con ella relacionada que una verdadera reorientación .
dernas de las que hablaremos más adelante. Los pocos Difícil1nente encontraríamos un ejemplo mejor del efecto
ejemplos que sig·ue11 buscan inás bien ilustrar que probar ' entontecedor y del falseamiento· de la realidad po.r las
lo dicho pues, si se tienen en cuenta las incontables opi- J ideas preconcebidas. Incluso l1oy se encierran en el férreo
niones y matices, esa prueba apenas es posible. · esquema de la teoría del impulso <<la curiosidad y el
El organisnio reactivo. Co1no ha dicho Lorenz, <<los rato- comportamiento investigador>> (Fowler, 1965; cf. nota 12.)
nes tienen que roer, las gallinas, picotear, las ardillas, saltar Igualitarismo y ambientismo. Es un lugar com.ún bioJó...

de aq11í para allá. En condiciones norn1ales han de ha- gico que los se~es vivientes son diferentes como j.J1e1i1rlduos,
176 Notas Notas 177
' .

razas y especies. Quienquiera que tenga en casa un perro ¡'


l
ció11 (1963, p. 336). Siento la sospecha de que el profesor
o un pájaro sabe q.ue son individt1aln1ente distintos. de los l Skinner, que no posee una cabeza inediocre ni mucho
demás perros y pájaros.. Pavlov lo sabía perfectamente. ine11os, dijo esto irónican1ente, y yo le admiraría por ello.
Cualquier estudiante de genética elemental aprende que Pero interpretándole prima facie (como no cabe duda de
e xisten tinas qt1inientas mutaciones o razas de la drosofila, que I1arán n1uchos estudiantes inocentes), s e inclina 11no
con diferencias entre ellas que no son demasiado difíciles a pregunta1"se cón10 pudo decir semejante cos a.
de reconocer. En principio no existe problema de <<natura>> Si exis ten manifiestas diferencias en el comportamiento
y <<11utrición>> en biología, aunque existe un problema en de las distintas especi~s de peces,' o .e ntre el ganso gris y
cada caso individual. Lo que se hereda no son los caracteres '
el ganso blanco, diríase que es evidente que hay diferencias
l algo 111á.s p erceptibles entre las ratas y los seres l1umanos.
fenot ípicos, sino las posibilidades (denominadas algunas 1
ve ces norma de reacción) de desarrollar caracteres siempre 1
¿Hizo caso de este poco meritorio atisbo. de la etología la
y cuando concurran condiciones adecuadas. Esto abarca psicología experimental? Parece que no; no hace todavía
toda la escala, desde los genes <<buenos>> de los ge11eticis- 1
inuclrio tie1npo 1111 renombrado especialista en primates
tas, que fructifican fenotípicamente en todas las condicio- i
juzgó· i1ecesario subrayar lo siguiente: <<El aprendizaje es •

nes viables (por ejemplo, los grupos sanguíneos), a los 'f' parte del esque1na de adaptació11 de las especies y única-
factores genéticos que únicamente detern1inan predisposi- mente puede entenderse cuando se le considera como el
ciones débiles que, según las condiciones, pueden manifes- proceso de adquisición de habilidades y actitudes que tienen
tarse o no. Muchas enfermedades hereditarias, posiblemen- impo1.. tancia evoluti\ra para la especie en el ambiente al
te incluso la esquizofrenia, per·t enecen a esta segunda clase. cual está adaptada>>. (Washburn y otros, 1965). Y en un co·
Tuvo que ser la psicología norteamericana la que negase \1 i11entario crítico acerca de un reciente si1nposio sobre el
lo evidente. La famosa sentencia de Watson acerca del compo1"ta111iento de los pri1nates, Altmann (1965) escribió
grupo de muchachos que él sería capaz de pre,d isponer c1ue <<Ja inayor parte de la investigación considerada (la
-condicionar para que fueran médicos, abogados, men- lleva1·on a cabo) personas que sabían poco y se cuidaban
digos o ladrones puede darse al olvido en vista de los re- aún ine11os de la.s adaptaciones d el comportan1iento de
cientes estt1dios sobre las idiosincrasias. Pero incluso hoy sus a.ni1nales>>, por lo que llegaron a <<conclusiones increí- 1

las diferencias genéticas y raciales (que no es sinónimo de ble1ne11te ingenuas>> basadas en <<los correteos de macacos,
racismo o nazismo) parece que necesitan disculpas '(Hirsch, ..' titíes, gatos , ratas y ardillas. .. sin hacer caso alg11no· de
~_J
1963.) las g·randes diferencias de adaptación de estas especies>>.
Es ttn hecho que los pueblos occidentales edificaron Teo1'"ía del impulso, homeostasis y equilibrio. En un re-
catedrales góticas y crearon la ciencia de Galileo, Newton cie11te congreso, uno de 11.uestros más destacados psiquia-
y Darwi11., amén de otras cosas; y ·q ue los aborígenes de '
1
t1. as llegó a la conclusión: <<Er1 mi opinión, condiciones
Australia y los caníbales de Nueva Guinea no lo hicieron. tales co1no las reacciones provocadas por una angustia in-
(0 como lo expresaba el cómico norteamericano, que cuan- tensa., la esquizofrenia o los estados paranoicos tienen poco
do los británicos todavía se pintaban de azul, los judíos ' que ver con el hambre, la sed y el apetito sexual en sí,
ya padecían diabetes.) Esto no es etnocentrismo, colonialis· pero t.iene11 mucho que ver con el conflicto que surge del
mo o arrogancia de una raza predominante (que poco de- complic ado inu11do conceptt.1al del ho1nbre>> ,(Arieti, 1965).
recho tendríamos a sentir en vista del estado a que han Evidentemente, esta manifestación de un conocido p s iqt1ia-
reducido el mundo· la sociedad y civilización de Occiden- tra ft1e necesaria en vista de las ideas pre domi11a.n tes y
te). Pero ¿mejora el mundo, o lo hacen las propias na- lo que s t1pone es de alcance considerable. Pero ¿a quién
ciones <<en vías de desarrollo>>, cuando equiparamos a las . que e s t.é e11 stis caba les se le puede ocurrir que el hambre
tribus de cazadores de cabezas de Borneo o a las afri- es capa.z de llevar a la depresión suicida o que un hombre
canas en perpetuo ·estado, de guerra, o a los indios adora- pueda creerse el e1nperador de la China porqt1e no ha al ~
dores de las vacas y hambrientos (por ello, con los herede- canzado sus propósitos con una mujer?
ros del D·a nte, de Shakespeare y de Goethe, para conver- No es menester aducir ejemplos del predo111inio de las
tirlos a todos en <<iguales>> y <<demócratas>>? !
ideas acerca del equilibrio y la ho111eostasis; se trata de
Según Skinner, no existe diferencia esencial (la frase es ello suficientemente en el texto.
suya) entre gatos, ratas, palomas, monos y el hombre, ex- L? carencia de una teoría consistente er1 psicolog·ía se
cepto en que éste no ha sido tan bien estudiado a causa expl·i ca a menudo subrayando que se trata de una ciencia
de los entorpecedores prejuicios nacidos de la introspec· <<joven>> que estudia u11 asunto de inmensa con1p.lej jdad, lo

12
... j'

178 Notas Notas .1


1

"

que explica sus imperfecciones. Es una disculpa que no consultar los co1nentarios de I{oestler acerca de la <<Socie-
resulta aceptable. La herencia, por ejert1plo, no es tema dad para evitar la crueldad con. los caballos mi:tertos>>
sencillo; pero las leyes de Mendel enuncia,das en 1865 toda- (apéndice 2 en The Ghost in the Macliine}, que son pareci- 1
¡
1
'

vía son perfectamente válidas hasta donde llegan . Aunque ' dos, au11que más ing·eniosos, a las observacion.es hechas.
1
Mendel carecía de microscopio y nada sabía de células, de '
núcleos o de ácidos nucleicos, sus leyes son fundan1entales
en el fa11tástico progreso que condujo a la biología mole- 2Quizá valga la pena recordarle . al lector algunos datos
cular. En contraste con esto, el estudio <<científico>> del acerca de la <<persuasión de las masas>> en los Estados. Uni- - 1
'!
comportamiento humano a enorme escala puede que haya dos, que en obsequio a la co1nodida.d están tomados del
conseguido 1.045 <<descubrimientos demostrados por prue- Waste Makers de Packard, aL1nque otros parecidos pueden . ¡

bas concluyentes>> (Berelson y . Steiner, 1964) (at1nque es .,


recogerse cotidianamente de la prensa popular. Por ejem-
. . l plo, una típica familia norteamericana estuvo expuesta al
preciso manifestar reservas acerca de lo <<concluyente>> de .l
'
i'
'
esas pruebas), pero ha añadido poco a las escasas <<leyes >> influjo de 1.518 mensajes de ve11tas en un día corriente· sin
1 de psicología, como la vieja ley de Weber-Fechner o las · inclui1~ lo.s 16.000 millones de anuncios al año por los' que
;.

.: '' leyes de la percepción Gestalt. La <<juventud>> de la psico- l1 los contribuyentes tuvieron que pagar 190 millones de dó-
logía es tan mala disculpa como la calificación de <<Un país lares para enjugar el déficit del departamento de Correos
'
joven>>, con que se trata de explicar la corrupción de la po- pro:rocado por la circulación como <<impresos>) a tarifa re ..
lítica ca.n adiense o los disparates de la norteamericana. En duc1da de los tales anu11cios . .
·
contra del <<nuevo colonismo>> que pretenden. algunos es- Las en1presas ,de productos farmacéuticos gasta·r on alre ..
critores, justamente amonestados por So.r okin (1956), la .
->j

'l dedor de 5.500 dola~es por cada uno de los médicos que 11 ay
psicolog·ía y la sociología tienen un.a histo1..ia bastante larga, en los Estados Unidos para promover la venta de sus fár-
según decidamos que ésta comenzó con Wundt, Fechner, macos, ~ ~mplearon a 27 .000 representantes para inclinar ·
Herbart, Locke o Platón. Las penetrantes censuras de So- ) a los. I'11ed1cos a recetar sus inarcas y a los farn1 acéuticos
rokin están confirmadas por sagaces psicólogos. a venderlas. En otras palabras (L. v. B.), a pesar de las
<<Así que me 'decidí. por la psicología', me impresionó la protest~s de ho11radez de la cla~e médica, de las relaci.one·s •
"
medida en que los antiguos pensadores griegos se. adelan- p~rsona1es entre doctor y paciente, qe la necesidad del mé·- ~ .
¡
t,aron a tan gran parte de la . psicología actual. Nunca ha ' d1co de conducirse dignamente (y de ct1idar de los ingTe-
dejado de impresionarme el grado en que mucha de la so~ _que de ello proceden, que incluso en el caso de l os
investigación contemporánea p.a rece estar basada en no i~1ed1cos de cons~ma~a mediocridad son siempre u.r1 múl-
reconocer en absoluto la trascendencia de lo pensado e in- tiplo. de s1~ autoridad académica), de la asombrosa activi-
vestigado anteriormente>> (W. A. S ª Smith, 1966). dad investigadora de las empresas farmacéuticas, etc~, .re--
La pretensión de· que la <<psicología científica>> sola1nente sulta que i10 es el médico quien receta un medicamento •

comenzó hace unos cincuenta años es un mito. de acuerdo con sus conoci1nientos profesionales y con el . '
La física nuclear, por el contrario·, sólo tiene unos veinti- ~stado del enfermo, sino que· lo hace el vendedor (el dibll- l·

cinco años, y la biología molecular apenas cuenta doce. Ja1:1te de lo~ ~nui:icios, etc.) que domina el mercado con· sus ·
Tampoco es la psicología, una ciencia <{nueva>>, ni puede g~1~os publ1Q1tar1os (posiblemente con excepción de la as-
pretenderse que los científicos conductistas inventaron un p1r1na que, en el ejercicio de la medicina norteamerica11a . ; ,·
nuevo <<método científico>>. Sus defectos provienen de la 1 parece q~e se ut~li~a co1no panacea cuando no le viene,·¡ ~ , . · :. <
penuria . de nociones y del efecto entontecedor de las ideas
' .
1~ n'lemor1a al n1ed1co el nombre de un medicamento anufi. . '. · · ,·:
preconcebidas, . que no puede quedar cornpensado.
median- ciado). Y en .otras palabras ta1nbién, los usos y costurn'b res ·:, , :·:· ..
te investigaciones acerca de la cadena . de montaje. ~ ·~.
•' •1 de los cu~anderos del Oeste i:orteamericano y sus ungüe.n --} .·,'"'..· .:, :.:

tos Y potingues no .t:an camb1ado gran cosa en el ejercicio··,·/:·......(.,.. ·....~


l 1
Sería una tarea ·igualmente gigantesca y estéril pasar re- -~¡.
';~

vista a las publicaciones sobre psicología y ·a la labor de actual de la profes1on ~ .


· · ·'· · · ·
,. . ~4. ; l; :~. .. . ' ..' '· . ·' ' . .. •, ':1 •·• • ""'
' -._"t • ., .•• : ··', .·,~. ." ' ' ·.

las facultades universita1--ias c.o n objeto de apreciar la per- . <<Una encuesta de .Gallup ha cornprobado que la mayói·. pa~·~ i~":.·;{· ·:·'. ~· ·. ·:'·,:
sistencia
. '
de la <<filosofía positivista-conductista-comercia- 1 te de los.,.nortean:ier1canos ·pregu11tados no pudieron recordar:·~·.·:;.:'.'':,·: .... :.
lista>> citada ~nterio1·mente. En general, el ·juicio expresado
en el texto parece exacto; es decir, la tesitura ha sido mo-
l ¡
haber leido 11n libro durante el año anterio1~>>. <<Piénsese.: eri.. · , · · ··(, 1

t cualquier ,libro importan·t e y serio del último año. No se :


dificada en ciertos-detalles o se han añadido algunas cosas l enco!1,..trara ni un solo ejemplar en parte alguna. de~ .la pro,~ ... . "

que no han alterado los conceptos básicos. El lector puede porc1.o n preponderante de los condados de los Esta,1.b~)- · urii~ .· :·
:, .
•::
. ¡¡,
; i l'¡:
.•·'{{,!¡
.,
,\,)¡

. '.~

180 .i.7\f otas .-.,


..
i..
Notas 181
.
dos, según un cálculo del Consejo Nor·t ea1nericano d e Edi- una pipeta a t1·avés d e un microcospio de i1uevo diseño (o
.tores>>. contemplando un rollo de papel 11igiénico o una caja de s11-
<<Es interesante que~ aunque los impuestos (pa,ra cuidar positorios vaginales) con expresión extasiada, co11 expresión
J
de los ancianos, la enseña11za, los hosp·i tales, etc.) son teni- •
de un nuevo a111or primaveral .
l.
dos generalmente como af1~ entosos , esto no ocurre con las r E11 vista de lo que antecede (y podría añad.irs e int1cho
contribuciones que se destinan a construir cua1·teles en inás), este autor juzga ampliamente jus tificada Sll afirma-
c;a1·0Iina del Norte 'o a inantener guarniciones militares en ción (1956) de que la <<vuelta a los reflejos co11dicio11ados>>
:Marruecos>> (en 1967 inás bien para pagar la gu e rra d el de los ani1nales de labor·atorio y el abandono de la deci.-
Vietnam), porque, según. el econon1ista Robert Heilbroner, s ión ·t ípica del r10111b re es u.na característica señalada de
lo s gastos n1ilita1--es son u11a fuente <<ideal>> de estímul os nuestra ·época..
vivificadores de la economía;, y no sólo en lo que atañe a ¡
.
.aviones, construcción de . buques, s iderurgias, edificación, ;I•
1
3 Esto lo pone en duda Barnett (1967) e i1 su crítica del
!etcét e ra, :sino porque, en general, los dineros del erario libro d e Lorenz (1966), en la que dice que <<nada de esto
público pueden gastarse sin perturbar la economía pa.rticu- (el co1nportamiento social d e las ratas e11 estado salvaje, es-
·1 ar. La novela 1984 fabricación de bienes con la inten-
• pecialmente las <<sangrientas batallas e nt,re n1ucl1as de
·ción d e destruirlos ya es Ltna realidad en 1967; la guerra ellas>>) apa1.. ece en ni11guna desc1. ipción detallada (de las cos-
es necesaria para conservar el _sistema e11 marcha. tumb1. es) de esta especie>>. Según I_Jore11z (1966, pág·. 158),
Este sistéma es el de <<la libré iniciativa>>, en el que, sin em- <<F. Steiniger e I. Eibl-Eibesfeldt hicieron este importante
bargo, <<veinticinco empresas puede decirse que están fabri- !!
._. a
r
1
'I
!'J
descub1. imiento (<<matanzas que sobrevenían . al inezclar
·'cando el mismo medicamento con veinticinco nombres di- ...:~..'
,,
-·! dos colonias>>) casi sin1ultáneamente, pe1--o cada uno por su
.• •
ferentes a precios mLIY distintos. Unos artistas del idioma lado, Steiniger con la r·ata parda, su col ega Eibl-Eibesfeldt .
·inventan los nombres de las marcas y suele11 procu.rar que con el ratón casero>>. Con10 los dos citados son · etólogos
·se asemejen al de otro fármaco de gran éxito>>. . ¡ f bien conocidos (el segundo, del público no1"teamericano po1.
Los anunciantes no desconocen el aspecto moral del asun- la l abor c1ue desarrolló en las islas de los Galápag·os, y pue- •
"to. Pero en u11 ar·t ículo de << Advertising Age>> , t itulado ¿Es- do decir de pasada que fu e discípulo mío), no puedo con1-
>tán la propaganda y la técnica de ventas y 1nercados co- prender que se nieg·u en estos h echos, que son evideqte-
·:r romviendo a l a sociedad? Eso 1io l e atañe a usted, el ase-

1nente fáciles de obser var; excepto qL1e es si11to11~ático


'• ..,,t;
sor de dicha técnica;, el doctor T. Levitt, llega a la, conclu-

.'
) de la lt,1cha e11tre la escuela conductista ang·losajona y
sión de que <<las consecuencias espirituales, sociales, mora- . §
··-·~¡
la etológica del continente. europeo. En este contexto ,es in-
les, etc ., no son de su incu11~be11cia (del industrial o i1eg·o- '.;)

'í teresante observa1" que Barnett acertadamente rechaza


·1
ciante). La ve1·dad ·es que el negociante existe pa.ra u11 solo las << i11citaciories de los insti11tos>>, los << in1pulsos agresivos»>,
fin, e l de crear y satisfacer d eseos co11 beneficio pa1"a él>> . . las <<amenazas>>, calificá11dolos de <<cualidades ocultas>>, pe1·0
El p~ralelismo entre los consumidores co11dicionados ~r los no dice que los <<anhelos>>, << tensio11es >>, <<va.riables i11tern1e-
per1.~os condicionados de Pavlov (señalado por vo11 Be:ta- dias >>, <<expectación>>, <<curiosidad>> y otros pu11tales de la
lanffy, 1956) es bien conocido de los hon1bres de 11egoc1.c:s . <<teoría co11d...u ctista >> sean exactan1e11te d.e la mis1na natu- ••
En el <<Printer's Ink>> del 29 d e ene1--o de 1960, la cu.est1on l raleza. "
apareció er111nciada sin ambages: <<Quizá lo más i1nportante )
de todo, (los inves.t igadores) se están f:tpr oximan.do a la ' 4
Co1no escolie> del texto, enc.ue11tro l a siguiente n1anifes-
cuestión decisiva de la propaganda comercial: CÓITIO puede tación de Portmann ( 1944, p. 59): <<Los centros d e l a regió11
e11señarse a l consumido1. , igual que al p e rI"O de Pavlov (en hípotalán1ica d el diencéfalo están clara1nente i11ás dife1·encia-
1·96'7, inerced a los prog·resos de los expe r imentos . Y d e la dos en los a11.irnales inferiores que ei1 los a11tropoides y e11 el
teoría en psicología, sería más indicado decir << igt1al que la hombre. Ta1nbié11 los de los inonos son e11. esto superio1. es
1.. a ta co11dicio11ada de · Skir1r1er >>·' L. v . B.) , a .a,dquiri1" e l lJ.á-
'
a las cor1·espondientes regiones d.el encéfalo de los antro-
bito d e comprar una marca deter1ninada. >> poides. Este hecho debe ser i11terpretado en relaciórl con
-· El estímulo condicionad. or salta a la vista: casi la tota- el e1npo breci11i.ie11to de la esfera de los i11stintos y la tras;.
lidad del comportan1iento d e l consu1-i1idor d_e cigarrillos, lación de centros de funciones importa11tes a la . corteza:>>
'd e lJerfumes, de automóvil(~S, de lo que sea está enlazado
t;On .l a séxt1aJ·i dad (Riesman, 1964); la propag·anda llega al 5
Opina un crítico (Dettering, 1966) que lo que a.ntecede -
a bsurdo extremo d e· mostrar a una .b ella n'1uchacha 1ni1~ando •

es <<el I'11ás valienté i11tento que conoc:e de ti··ata.r· l ::i 'definí-


182 /\lotas Notas

ción de símbolo'>>. Pe1~0 preg·unta si los tres criterios adu- creta. La imagen y los conceptos son una unidad indivisi-
cidos bastan, peles según Hayakawa, <<los símbolos están ble. La concepción y la descripción de una cosa no son acti-
,
?rgar;iizados en sistemas, lo que quiere ·decir a su vez que vidades separadas>> (p. 271). La .naturaleza del lenguaje del
¡
I niño y del hombre primitivo es originalmente <<holofrásti-
los s1mbolos han de ser combinados según reglas y si no se
combinan así pierden su significado>>. Estoy ~ompleta­ ca>> (se expresa una frase con una sola palabra), y partiendo
mente de acuerdo, pero creo que he hecho suficiente de aquí se van diferenciando los conceptos y las palabras
hincapié en los sistemas de símbolos, sus leyes inmanentes, ¡~
.}
individuales. Según la hipótesis de Humboldt, <<las palabras
su carácter d_e algoritmia, etc. Además, resulta conce-
. ,,,.
·.
"¡'¡
surgen por un proceso de separación o diferenciación paula-
bible q11e pt1edan darse símbolos aislados q11e se ajus- tina de la totalidad (holofrásti.ca) del discurso>> (p. 305 Y
ten a estos tres criterios, por ejemplo, un lenguaje de siguientes).
señales en el qt.1e cada bandera tiene un significado pro-
pio sin relación con las demás y sin << g·ramática>>. Es 7 El hacer hincapié en las actividades sin~bó licas com o
posible que algo comparable fue se el · origen del lengua- criterio empírico del comportamiento humano en contra-
je hablado, por eje mplo, alguna onomatopeya pt.1do ser el posición con el animal no menoscaba, naturalmente, e l
símbolo representativo de un animal o de un acaecimiento· subconsciente y lo que de perdurable tiene la obra de
' Freud. Los procesos <<creadores>> (la <<bisociación>> de Koes-
el <<sistema>> la gramática vendría solamente después.
Con una perspectiva más amplia, sin· e1nbargo, reconozco tler) ocurren por lo general en el plano subconsciente Y en •

sin dificultad que los símbolos tienen se1'1tido o significa- f 01..rr1a de conceptos no expresados verbalmente, o sincréti-
ción sólo en un marco más dilatado; un código de señales cos que sólo cristalizan lentamente. Es de suponer que éste
únicamente tiene significado en tina institución fundada es ~l significado del oscuro concepto de <<intuición>>, ~u~
sobre símbolos denominada << escua.dra>> o <{marina>>; y algún los científicos originales reconocen con bastante unan1m1-
sistema implícito según el cual las articulaciones sonoras dad como fuente de sus hallazgos conceptuales Cc.f. la apa.-
l
<<representan>> cosas di1"íase · que es aplicable a los orí- ' sionada apología de Sorol{in, 1962, como ejemplo de muchas
gen es más remotos del primitivo lenguaj e habla.do. manifestaciones parecidas) que los llevaron a ver luz re-
'
pentinamente, aunque dicho concepto es aborrecido por _los
6
Alguna.s citas de la anterior obra de Werner (1957) empiristas en la ciencia y en la historia , pues c~ns1de- ·
a cerca de su concepto del <<sincretismo}>: la concepción pri- ran que es completamente ajeno a la ciencia: sometidos a
mitiva tiene un carácter sincrético, es decir, los elementos la servidumbre de una metafísica positivista dan la sensa-
,

causales · y afectivos están fundidos con la percepción. De ció11. de estar poco enterados de lo ocurrido en la historia
aquí qtie los objetos de la percepción no sean pasivos, sino de la ciencia y de los descubrimientos científicos. La act·i -
vidad simbólica consciente, en particular la aplicac.i ón de
!

'
que representan focos de fuerzas dinámicas (p·. 337). O dicho
de otra forma (p. 340): <<El sincr·etismo de la función psíqui- un algoritmo ya dado· en el lenguaje, las matemáticas, las
ca en la experiencia original, la fu.sión de sentimiento y artes figurativas, la música, etc., es, en este sentido (que no
percepción, d_e lo diriámico-afectivo y lo concreto . .percepti- corresponde exactame11te al que le da.n los freudianos), un
vo , de la percepción y la imag·en.>> El pensamiento primitivo <<proceso secundario>>. Una de las objeciones importantes
no es solamente conc1·eto, sino también afectivo. Está de- y bien conocidas que se le hacen a Freud es qu.e para él
terminado en1ociona lmente en la rpedida en que incorpora el subconsciente es una <<guardilla>> adonde van a parar to-
.lo q11e e stá relacionado afectivamente (p. 302). dos los trastos de las represiones sexuales; lo que contras-
<<El hombre primitivo está seguro de que no existe di- ta con la opinión de los anteriores exploradores del sub-
j consciente (Novalis, Eduard von Hartmann, Bergson y
f e r encia fundamental entre la esfera de los fenómenos sub- '
jetivos y la de los ~enón1enos objetivos (intraobjetivos). otros), que le dieron iinportancia como fuerza creadora
E sta creencia sigu·e siendo considerada verdadera en el (cf. Wl1yte, 1960); una falsa interpretación que sólo hace po-
mt1ndo de la mag·ia. Realmente, de resultas de esta fusión 1
co tiempo ha quedado remediada p9r modificaciones re-
han evolucionado las mag·ia.s y las 1naneras de pensar reli- J
1
cientes. Algunas de las ba,ses del desarrollo de las activida-
giosas mág·icas>> (p. 338 y siguie11tes). (El término <<fusión>> 1 des si1nbólicas en los procesos subconscientes se conside~
debiera ser remplazado por <<carencia y posterior pre- ran en el texto.
sencia de creciente diferenciación>>, como se hizo en obras '1 •

posteriores de la escuela werneriana, L. v. B.) ª


L. Mumford (1967) puede decirse que ha llega.dt) esen-
<<Los conceptos del niño siempre tienen un contenido con- cialmente a las mismas conclusiones: <<Según es t o, el des-
'
J.
(

184 Notas Notas .185

arrollo tj.el lenguaje culminación de las formas ii.1ás ele- · desarrollo del <<concepto organicista en biología>>, que, co1no
mentales en que se expresó el hombre y se dio a entender- se dice en el texto, son generalmente reconocidos y apare~
fue incomparablemente más trascendental que la confección J
1
cen a menudo citados en la bib¡iografía internacional (otras
¡
de toda una montaña de hachas. En comparació11 con la co- l
citas, en von Bertalanffy, 1960 a).
ordinación relativamente sencilla e~igida por el e1npleo de !' Science and the Modern World, de Whitehead se publicó 9

herramientas, la delicada acción recíproca de multitud de e11 1925. Mis primeros estudios aparecieron en 1926, y el
órganos necesaria para la creación del habla articulada fue concepto organicista fue resu1nido en Kritische Theorie der •
)

un avance palmariamente más notable. Este esfuerzo debió ~


Fornibildung, de 1928, título inglés, Modern Theories of De -
de requerir el empleo de la _mayor pa1·te del tie1npo, la '
'
1
velopment, 1933, editado en libro de bolsillo en 1962.
energía y la actividad mental del hombre primitivo, puesto '
El concepto de la homeostasis de Cannon fue formt1lado
que el producto colectivo final, el lenguaje 11ablado, fue in- en 1929 y 1932. Más o inenos cont.e mporáneos son el estu-
finitamente más complejo y sutil en el amanecer de la ci- dio históricamente i1nportante de Ritter y Hailey sobre el
vilización que todas las herramientas acopiadas en Egipto concepto <<organismal>> (1928) y los de Woodger, Wl1eeler y·
y Mesopotamia>> (p. 7). . .. ot1..os. El concepto de la ho1ueostasis y la idea, orgar1icista •

<<El hecho sorprendente (acerca del despertar de la ci- se 1·e1nontan, naturaln1ente, a la fixité du milieu intérieur ·
f
vilización) es, técnicamente, que no fue el resultado de in- de CI.aude Bernard. Pero la obra de Bernard era poco co-
ve_n ciones mecánicas, sino de un tipo radicalmente nuevo de nocida en los países de habla alemana por entonces; en
organización social: producto del mito, la magia, la reli- iní no pudo influir. Desarrollé más la idea organicista en
gión y la naciente ciencia astronómica. Este estallido con- Theoretiscñ,e Biologie, de 1932 (segi.1ndo tomo, 1942, 1951). La
centrador de sagrado_f¿ poderes políticos y de facilidades tec- idea de la <<teoría gene1..al de los sistemas>> la concebí er1
nológicas no puede explicarse haciendo un inventario de los años 1930. y la enur1cié por primera vez en confe1·encias
las herramientas, de las sencillas in.áqu.inas y de los proce- '
ei1 1937, y luego en otras. A causa de los trabajos de labo-
sos técnicos con que el hombre contaba entonces. Ni el ratorio y de otras circunstancias, no presenté las prin1e-
carro· de ruedas, ni el arado, ni el rudimenta1"io torno del 1 ras comunicaciones 11asta después de la guerra (1945 y .a11os,
alfarero, ni el carro de guer1~a hubieran bastado por sí solos siguientes). De esta fecha datan los primeros estudios de.
para lograr la profundísima transfor1nación que ocurrió en ¡ Ashby (por ejemplo, 1945), que ·11egóJ independientemente a · ¡
los anchurosos valles de Egipto, de Mesopotamia, de la l
-~
conclusiones semejantes; la · obra de .Lotka .fue , pr~euisb1~a . ;.
India, y que luego se extendió en suaves y mesuradas olas ··1 ( 1925). Aparecía la Cyber1zetics ...de,,::"Wiep~J:.'':eh· ~~?J9f,8,·,;,;~;:JiJ..~:,Jqii(J.~,'.~::.'":&.'~t 1:~.,:·i :f,;~;.
l . ,. 1 t ,. . ( · d... ··11 · ·. ·· . t.:/Á ~·~ ·"·:;1. :·. ·~•:\~ ·~t;.,. . , ;~;,,.,. ·~1"f~:-:\¡. ":t-)1'..·!:""·... ~·~~;,~t:'~.<:i
a otras partes del planeta.>> ··. ¡ 1··.

p-o puIar1zo e er1n1no· ya ···~rnP . e~ .:- o.?#.C?r;"'~f:l.:.~,~;iv.,f!.!Y..~r~f:;.i,~;·1[i~~,-¡i~;~flf4![;;:~·~{;t~J;:~:,~~-''.)~J


·:·'cibernéti'oof~;'eil >1·1rl}Ye~n1~1+fit~:~~~;,~~~:~~~,·r-~:l ,t~~:~~il -~~
'

· <<El · estudio que hice de la Era de las Pirá1nides para pre- í'
! g lo xv11r) e inició el movimiento
· · · · ' . . • ·. '"<" .· ·. ", • · · · .;.},.,·. ., . \ ... 5~',.,. ..,.. ,~,. ·~· 1'"·'" (hr~ ·-'.~(, "~ !!¡'
¡ · ' .. r , ,¡'

parar mi The City in History me reveló inesperada111ente cienGias sociales y biología; a'1,n~1i~·.r;~:?.~sy ': :-.A~$.p~~tj·~\~R~~~Íl~f!~~!~~~~~~~~~~ '.
. que existía un estrecho paralelismo entre las primeras . civi- los Estados Unidos, los modelo~ , ó..~:~'-rea\\~~\'\\~~\Q~::::;:~~hf·f.~i~~14f~~~~;~.14 ·~ .i
lizaciones autocráticas del próximo Oriente y la nuestra,, nómenos fisiológicos ya habían siQ.() ~~~~-·~--~~~~~~~·.'.~~~~~~r:/i!i~~%i~~~}:,,;:j
aunque los más de nuestros contemporáneos aún op_inan n1u-y ant~-riC)"t ~a1: R. Wagner, a mediados de .tos años 192D, · ··
que las técnicas mode1 nas no son sólo la culmina-c ión del
1
y por Hess, por e)emplo, en 194:'2 .. La teoría general de .los
desarrollo intelectual humano sino que se trata de un fe- sistemas encontró su órgano en la << Society f or General
nóme:p.o cornpletamente nuevo. Por el contrario; descubrí Systems Research>>, fu11dada por von Be1~talanffy, Bouldit1g, ·
que lo que los economistas denominarían con el tiempo la Gerard y Rapoport en 1954 (afiliado a la A. A..A. S.).
Era de la Máquina o la Era de la Energía no tuvo su ori- •
'

g·en en l.a llamada revolució11 industrial del siglo xv1rr, ·~"••


10 Los mejores estudios de biocibe1·nética son los de Has..
"'~
sino en los mismos comienzos de la organización de una ••
!(;

'
'
senstein (1960, 1966); <<Progress i11. BiocyberneticS>> (serie di-
máquina arquetípic'a compuesta de piezas humanas>> (p . 9). rigida poi~ Wie11et y Schadé desde 1964) publica investigacio-
nes especiales que tan1bién se e11cue11tran en muchas otras
9
Res11lta halagador para un autor y hombre consagrado publicaciones.
·a la ciencia el que 'llnas ideas enunciadas por él se l1agan 1

anónimas, pues esto denota que ha11 entrado a formar parte <<General Systems>> (publicación dirigida por von Be1·-
11
,

del co1nún pensar.. Pero es i1"ritante que estas ideas se nos talanffy y Rapoport desde 1956) es la mejor introducción a
presenten como cosa nueva y que se <<olvide>> cómoda.men- la teoría ge11eral de los sistemas y a sus diversas aplica~

te su origen. Por ello doy unos c ·u a11tos datos ace1·ca . deJ: c1ones.
186 Notas •
.Notas 187
12
Como los hechos básicos de la <<primacía de la activi-
· En los mamíferos y en el hombre se está dando creciente
dad >> en el organismo y en el compor·tamiento no los co- ·importancia a las actividades espontáneas (esto es, activi-
nocen habitualmente los psicólogos, par·e ce oportuno ofre- 1
1 ·dades que no son causadas por estí1nulos externos ni son
cer un sucinto resumen . 1 consecuencia del condicionamiento o el ap1"endizaje; accio-
1'
En la evolución, parece que la actividad espontánea es an- ·nes frecuentemente inútiles y no premiadas con alimentos,
terior a la reacción a los estímulos (y naturalmente .al com- bebida o desahogo sext1al, etc .), co1no el juego o el com-
portamiento aprendido y al condicionamiento). El estado portamiento explorador, efectos de la <<curiosidad>>.
normal · del paramecio, por ejemplo, no es el de r·eposo, sino La actividad <<lúdica>> en su nivel más alto (cf. Huizir1ga,
el de movimiento incesante (Jennings). Más bien q11e los · ·1955), es decir~ al nivel simbólico característico del hombre, ,
reflejos clónico-miotáticos, como el · rotular, que es el ejem- -es la <<cultura>> humana, que puede tener aplicaciones · uti-
plo I11ás sencillo (o la preparación nervo-muscula.r), los ·1 itarias (la tecnología), pero ·qt1e radicalmente (<<básicamen-
movimientos automático-rítmicos, p-o r ejemplo los de 11na te>>, en contraste con la ciencia aplicada, el arte, la religión,
medusa (o los del corazón de un vertebrado) parecen ser -l a vivencia mística) no está condicionada por impulsos ex-
el prototipo más primitivo del comportamiento animal. ·t ernos o por la satisfacción de necesidades bio~ógicas, y al- '

La neurofisiología llega a l.tna conclusión similar. Las ac- 1


l gunas veces contraría directamente a la satisfacción bioló-
tividades locomotrices primitivas están causadas por auto- . 1
'
·gica, a la supervivencia del individuo o del grupo y a otros
mat,ismos centrales que no necesitan estímulos externos, 1
<<Valores biológicos>>. Incluso podría afirmar·se que la me_ -
~
por lo que se conservan en el animal indiferenciado; el re- .~j táf.o ra de Toynbee <<reto-reacción>> es mt1cho rnás carac-
"'•'
flejo no es t1n elemento primario, sino un mecanismo para

' . t erística del comportamiento humano que el esquema E-R: •

ada.pta1" el automatismo p1"imario a las m·udadi2as condicio- las cumbres (el espacio extraterrestre, el átomo, los aspec-
nes periféricas (von Holst, 1937). ·t os más viles de la naturaleza humana, y · lo que se quiera
.
· De igual manera, · en el desarrollo embrionario, los pri- )
' añadir) <<están ahí>> para ser conquistadas · y no son. estírnu-·
'
meros movimientos de un embrión o feto (de ajolote, gato, ' ·1os c.o ndicionados · o sin condicionar que provoquen activi-
ser humano, etc.) son <<movimientos del conjunto>> espontá- dades para restablecer el perturbado <<equilibrio>> psicoló-
neos y se manifiestan antes .
de que aparezcan los reflejos
. 'g ico o social.
clónico-miotáticos . Se encontrará una relación completa de ) Por razones ya expuestas, constituyó una ingrata sorpresa
los resultados anteriores en Herrick, 1956; el examen de la ""<:¡
t para la psicología norteamericana que se descubriera lo
!
·t eoría E-R (estímulo-reacción) desde el pl1nto de vista bio- ·1
,j
evidente, o sea que la <<máquina>> E-R, necesidad-satisfa,c-
"

lógico (von Bertalanffy, 1960 a, to1nado de 1937) sigue estan- ~


,¡:

';
ción, de una rata hambrienta puede · preferi1· explorar· lo
1
do esencialmente en vigor. ' que la rodea a la comida, y que explora sin estar condi-
El descubrimiento más reciente del sistema activador re- ·c ionac1a por premios, etc. Porque esto daba en tierra con
ticular (y ot1·os) de la base del cerebro es bien. conocido el E-R de sus ilusiones fueron precisos los minuciosos es-
(Magoun, 1958) . Subrayó una vez más la actividad del sis- -tudios de Berlyne, de los Harlo':v y otros .con miras a de ..
tema nervioso en contraste con la reactiv·ación y el esqt1e- mostrar lo que habría resultado paten·t e con sólo observar
ma E-R. el comportamiento natural de una rata. Fowler (1965, p . 23)
El comportamiento inst,intivo o innato, s~gún Lorenz, está expresa bien el einbarazo de la psicología convencional :
basado en mecanismos de liberación inna·t os (I. R. 1\1.); es- <<La tarea de definir la curiosidad "J' la exploración parece
to es, el comportamiento instintivo se pone en marcha im- difícil, si no imposible, pues diríase que no existe tln ob-
pulsado por estímulos, pero en ausencia de és·t os puede jeto codiciado o condición a los que responda el organis-
<< dispararse>> espontáneamente en reacciones denominadas

mo.>> Fueron pocas e infrecuentes las opiniones que no
in-vacuo, o motrices inútiles, como cuando un _ave que ca.. vieron ·e n la <<curiosidad y actividades exploradoras>> de la
rece de materiales ·para constrt1ir un nido desarrolla· activi- rata un misterio (creado únicamente por el prejuicio a priori
dades simuladoras, es decir, realiza inútilmente a pesar de qt1e una rata tenía que ser una máquina E-R,), sino algo
de ello los movimientos condticentes a la construcción del ¡' perfectamente natural y hasta desprovisto de importancia.
nido sin tener con qué construirlo. . li
! Por ejen1plo, las afirmaciones de Arnold (1960, p. 223), que
Por tanto, biológicamente carece de fundamento tomar se parecen mucho a las ·c itadas - en el texto Cvon Berta-
como prototipo de comportamiento el esquema E-R, o sea, lanffy, 1960 a y 1·937): <<Siempre que los motivos se explican
concebir el organismo viviente como un sistema <<en equi- con10 rest1ltado de instintos, impulsos, necesidades, estímti-
librio>> que reacciona a los -estímulos. los o mecanismos homeostáticos, se supone q_ue el orga-
,,
1

188 Notas No ta.s 189

nismo es un sistema pasivo de reacció·n actuado por esos


13 El planteamiento 11eowerneriano de la cognici.ó n (que
ni.otivos. (Varios autores han señalado recienteni.ente que procu1"a integrar el estudio de las operaciones perceptivas
los motivos no son energéticos, principalmente Maslow 1 en el de las sensorio-motrices y conceptual-simbólicas) fue
'
1
compendiado por Wap11er (1965) en una serie de negaciones
[1954], McClelland [1953] y Hebb [1949]. Sostienen que el 1
'

org·anismo ya está dotado de e11ergía y que los inot.ivos '


'
y en sus contrapartidas organicista-evolutivas: .
1

únicamente dirigen su actividad.) La analogía establecida


'
1) El orga11ismo no debe considerarse como un receptor
entre el organismo y un objeto inanimado o un sistema de pasivo de estímulos: n1ás bien, la cog·nició11 presupone una
fuerzas procede evidente1ner1te del concepto que data de los a.ctividad organicista (<<equilibrio>> entre los estírn·u los 'j, el
tiempos de la fí~ica clásica, según el cual ·un objeto pe1·ma- estado clel organismo). 2) La relación entre los n1edios y los

11ece inmóvil a no ser que se le aplique una fuerza que fines no es única; 111ás bien, a) la fi11alidad cognitiva puede
lo mueva. Hoy, desde que la física subatómica nos ha ha- alca.nzarse por m edios distintos; y b) 1-ln <<medio>> p11ede
bituado a la incesante actividad de los electrones, los neu- servir para fines diferentes. a) se refiere especialmente a
trones y los protones dentro del átomo, actividad que no los estados de desarrollo: operaciones sen sorio-motrices,
está motivada por fuerzas externas, debiera resultar mucho 1 perceptivas y conceptual-simbólicas; b) a la a111pliación de •

j funciones, por eje1nplo, de la definición táctil de los objetos .


más fácil admitir que las cosas vivas tienen actividades ¡

intrínsecas . Realmente, laJ misma definición de un ser vi- de ta.l for1na · que pueda quedar remplazada por el proce-
viente es que se trata de un sistema que se sostie1ie a sí dimiento visual. 3) Las intenciones del organis1110 respecto
mismo, se repara a sí mismo y se mueve a sí mismo.>> a l inundo no son invariables; inás bien las intenciones yo-
Esto lo fundamentó en el descubrimiento entonces re- 1n1-1ndo varían, y también lo hace la cognición influida
cien·t e del s istema activador re·t icular. Es semejante el des- po1" esas i11tenciones o actitudes. 4) La teoría del desa.r1"ollo
cubrimiento heterodoxo, pero bastante evidente, de G. All- perceptivo no debiera restringirse a la pe1·cepción, pues ésta
r '

port (1961, p. 90) de que <<el niño o el adulto sanos están esta estrecl1a1nente relacionada con el con1porta111iento ·sen- ·
creando continuamente tensiones en fonna de nuevos inte-
)
sorio-motbr por una pa1. te y con el conceptual~ sirr1bólico
reses y trascienden con mucho el nivel básico y seguramen- por la otra. 5) I\J"o debe ser restring·ida a una n1.odalidad
te establecido de la homeostasis; ·el adquirir conocin-iientos sensitiva, especialmente a la visión, porque ésta es un des-
por adquirirlos, la creación de obras bellas o útiles los aJrrollo último y único de la evolución; los sentidos infe-
actos de amor o inspirados en el sentido del deber, etcé- ' riores táctil-cinéticos ta1nbién deben ser te11idos en consi-
tera, nada de esto puede reduci1"'se a psicología de los deración. 6) Esta teoría no debe restringirse a los can'1bios
impulsos>>. . ontogenéticos; el término <<desarrollo>> quiere decir una
Aunque Arnold (1960, p. 223) ya había dicho que <<partien- mudanza idealizada (at11nento de la diferenciació11 y de la
do del supuesto dé la actividad i11herente más que de la integración jerárquica o <<principio ortogenético>>) igualmen-
1·eactividad, no tene1nos que buscar especiales fuerzas ni.o- te aplicable a la psicolog·ía general, a la IJSicopatología, a la
trices, sean insti11tos, impulsos o necesidades que espoleen acción de las drogas p sicofarn1acéuticas, a la reg·resión, al
al ser vivo a actuar>>, Fowler ( 1965) en su reciente texto e nvejecimiento, etc. 7) De i11anera parecida, esta t,eo1"ía no
(escrito para estudiantes) todavía hace el desesperado es- se limita a los cambios p1"og·r esivos o regresivos temporales,
fuerzo de incluir con la ayuda de innumerables, compli- sirio qt1e también debiera aplicarse a la estratificación orw
cados y contradictorios experimentos con ratas el <<com- ganicista de las ope1--aciones cognitivas en t111a situación •

portamiento curioso y explorador>> en el apacible recinto de dada.


la teoría de los impulsos motores, sin darse cuenta de que Consúltese el estudio de Wa.p11er si se quiere e11contrar
la misma idea de curiosidad, exploración novedad tedio la prueba experimental de estas tesis, especial111ente por lo
significado, etc ., pert~nece a las <<tonte;ías ment~listas>; que I'especta a la <<polarización>) del i)ropio ser y el objeto.
que no deberían adm,itirse en la <<teoría objetiva>> d el com- P ero c1.ebe de haber quedado patente la gran_ sen~ejanza
portamiento; o de que los <<impulsos motores>> son seres que existe er1tre el <<planteani.iento organicist,a-evolutivo>> en
initológ·icos cuya utilidad explicativa es exactarr1ente igual psic.o logía, basado en la observación y la expe1·imen·tac~ión
a cero cuando se ajustan a posteriori y en f orina epicíclica psicológicas, y lo s u stentado por ni.í: con10 biólogo er1
'
al resultado de los experimentos (que con frecue11cia se "
' ejercicio f o:r111ulé mis ideas sin co11tar con las ventajas de •

contradicen mutuamente). \ los ex1Jerimentos· de la psicología i1i con el conoci111iento



íntimo de los 1nás recientes adelantos de la mis111a .
Lo q~e antecede s upone igual1nente la revisión del con-
190 Notas~ Notas 191

cepto de <<proyección>>, tanto en el sentido de la tradicional. derrota de ésta en la Primera Guerra Mundial volvió a
teoría de la percepción y episte1nología (las imág·enes de darse con el fantástico éxito popular alcanzado por Toynbee
la retina son <<proyectadas>> en el espacio) como en el de la cuando la Segunda Guerra Mundial no trajo consigo el
<<comprensión de la otra mente>> (empatía), . incluyendo, siglo de Norteamérica y el establecimiento de las liberta-
la proyecció11 freudiana (<<proyectamos>> n11estros sentimien- /
1
des rooseveltianas. Además, ·tan sólo en la fecha más re-
tos, etc., en otro ser hun1ano, pero también en los · animales ciente de desilusión consiguió el libro de Spengler un i110- ·
y según el sentir animista en el resto del inundo) . En derado éxito en los Estados Unidos (Bagby, 1958; · Hughes ,
contraste, la percepción de los objetos 1~0 es una proyec- 1958, 1962; Sorokin, 1963; Mazlish, 1966). Yo prefiero a
ción de imágenes ·ae la retina, y la empatía no es la pro- Spengler, por toda una serie de razones: un temprano in-
yección de nuestras emo.ciones; más bien el yo y las cosas, terés por su obra (cf. van Bertalanffy, 1924); el hecho de
el yo y el tú, se cristalizan o diferencian partiendo de una que Spengler fue el original y Toynbee una copia desvaída;
vivencia sincrética, sinestética y adualista. Por esta razón, 1
de que en comparación con la espectacular visión de Spen-
la empatía no es una <<inferencia>> compleja de <<otras men- gler de las épocas pasadas, Toynbee carece de relieve y
tes>> formada a base de manifestaciones conductistas, sino resulta pedestre; y de que a Spengler le interesa la << Cl,ll- '

algo muy prin1itivo o pr·imigenio. más desarrollado en los tura>> y todos sus refulgentes aspectos, mientras que la
primitivos y, es de suponer, en los animales q11e en el Historia de Toynbee (él ·mismo lo l'"econoce) solamente trata
l~ombr~ civilizado. El hecho de que el animismo y el pan- de las luchas políticas y de religión. Por otra parte, sus
psiquismo precedan antropológica1nente a los complejos defectos son casi idénticos; por ello en la tremenda disputa"
procesos de inferencia y a <<Un mundo exánime>>, y se dé un acerca de Toynbee en los años l.940 y 1950 se repitió la
proceso semejante en la psicología infantil, confirma la <<lucha en torno a Spengler>> (Schroter, 1922 y 1949) de alre-
últin~a opinión y refuta la teoría d e la proyección. Por tan- dedor de 1920, a menudo con utilización de idénticos argu-
to, la · crítica del <<dogma de la inmaculada percepción>> mentos. La franca concesión de Spengler de que _la <<intui-
supone no solamente la revisión de la psicología aceptada ción>> es su método resulta preferible a las pretensiones de
de la cognición y la epistemología, sino asimismo de la teo- ' Toynbee de seguir su <<método empírico>>; pertenece a la na-
ría freudiana, que en este sentido se apoya en el pensar t uraleza de las cosas el que un <<modelo>> (sea cual fuere la
convencional. - tarea científica) s urja en primer lugar con10 tina visión O ·
<<intuición>> y jamás esté formado por una mera colección
14
Como enunciado conciso del parecer del místico : <<La de <<hechos>> como pretende Toynbee, en pos qe los empi-
realidad última es inconmensurable para nuestra naturale-
• ristas ingleses. La escatología del Ocaso de los Dioses de
za ilusoria y nuestra imperfección; pt1es las funciones del Spengler, como lo demuestra la historia r eciente, se acerca
intelecto dependen del lenguaje, y nuestro vocabulario y algo más a la realidad que el milenarismo que Toynbee
nuestra sintaxis se crearon precisamente para tratar de esa profesa bajo la desplegada bandera de un c1·istianismo pro-
imperfección y de esa ilusión, para las qt,1e Dios es incon- testante de naturaleza anglicana y un tanto desvaído.
m ·e nslirable. La realidad
'
última no puede ser aprehendida · El Uritergang (Decadencia es una traducción que menos-
sino intuitivamente, n~ediante un acto de la voluntad y del caba el significado de la palabra original) de Spengle1" Cf;l.U-
afecto>> (A. Huxley, 1945). só escándalo en la Ale1nania de alrededor de 1920 y fue
15
Los l1niversos h11manos, ct1ltural y lingüísticamente li- tenido como un inesperado ataque contra los más a1nados •

mitados (tanto los perciQ.idos como los concebidos), son ideales y valores d e una· humanidad en desarrollo progre-
un caso especial de los varios universos . vivenciales, Um- sivo; 11asta que con los desengaños y vejaciones que lt1ego
ti vinieron, las gentes se habituaron a vivir a gusto entre
welten (von Uexküll), o ambientes de los animal.es que J
j

están determinados por · su equipo receptor-actuador. Cada


'
bombas, beatniks, naciones subdesarrolladas, la guerra con·
Umwelt es un reflejo particular, un sector o un aspecto tra la pobreza en una sociedad supuestamente opulenta y
de la <<realidad>>; no un reflejo exacto de la propia <<reali- otros inconvenientes de la Civilización con mayúscula8 Sólo
'
dad>>, sino isomórfico con relación a ella hasta el punto 11ace poco se ha descubierto que la profecía de Speng·Jer
de hacer posible la supervivencia (Cf. von Bertalanffy,
no fue producto de la hipocondría de un catedrático ale-
1955 b). mán de Gymnasium, sino que Spengler fue un eslabón en
una larga cadena de pensadores, parte de los cuales gozan
16
Quizá sea interesante observar que el furor provocado de excelente reputación. La idea germinativa se r~emonta
por el libro de Spengler (1918) en Alemania después de la a \Tico. La anticipación de la mayor parte de las ideas de ·

"
'
1
1

192 Notas

Spengle1-- por Danilevsky, en 1869, se ha vuelto a desc.u1?1:ir


hace poco tiempo. Jacob Burckhardt, Nietzsche (<<n1h1l1s-
1no}>), Dilthey, Henry Adams y otros, por no citar a Marx,
J
percibiero1~ la decadencia de Occidente, y también la ad-
1
virtió Dostoievsky al otro la.do del telón. El fin du siecle '
1'
y el fin du monde de Osear Wilde y Beardsley ·f11eron la i •
~
expresión ar·t ística del rnis1no fenómeno. Como lo fue, en BIBLIOGRAFIA
·térn1inos científicos, el derrumbamiento del universo new-
·t oniano, el 1naravilloso m11ndo ·const1"'uido de acuerdo con Acko ff, R. L., Ga1nes, Decisio1is, a1zd Orga1iizations. <<Gene-
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·taria de lo diminutos que son el hombre <<racional>>, la ''
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1
sociedad y la historia. No debe1nos considerar a · Spen- zeptio1i. <<DeL1tsche Zeitschrift fü1'" Philosopl~ie>>, 10, 1033-
gler y Toynbee como extravagantes <<pr·ofetas de cala111ida- 1046, 1962.

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6. J. Bloch-lVIichel: La <<nueva novela>>. 53. A . I-Iauser: I1itroducció1i a la historia del arte.
7. J. Mar·itain: .. .Y Dios perniite el mal. 54. Carleton S. Coon: Las 1'°azas humanas actuales .
8. N. Sarraute: La era del recelo . 55. A. L. I<::roeber: El estilo y la evolución ele la cult1lra.
9. G. A. Wetter: Filosofía y ciencia en la U1iión Soviética ~ 56. J. Castillo: Irztroducción a la sociología.
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15. R. Evans : Co1iversaciones con Ju1ig. 61. G. ~iró: Libro de Sigüenza.
16. J. Monnerot ·: Dialéctica del marxismo. '62. Pierre de Boisdeffre: Metamorfosis de la Literatura,
l'"/. M. García-Viñó: Pintura española neofigu1. ativa. I: Barres-Gide-Mauriac-Ber11anos.
18. E. Altavilla: Hoy co1i los espías. 63. Pierre de Boisdeffre: Metamorfosis de la Literatura,
19. A. Hauser: 1-listoria social de la Literatura y el Artee II: Montherlant-Malraux-Proust-Valéry.
Tomo I. 64. Pierre de Boisdeffre: Metamorfosis de la Literatura.
20. A. I-Iauser: Hist.o ria social de la Literatilra y el Arte .. III: . Cocteau-Anouilh-Sartre-Carr1us.
Tomo II. ·65. R. Gutiérrez-Girardot: Poesía y prosa en Antonio
21. A. Ha1user: Historia social de la Literatura y el A1Ate . Machado.
Tomo III. '66. Heimendahl - Weizsacker - Gerlach - Wieland - Max
22. Lo.s cuatro evangelios. Born - Günther - Weisskopf: Físic-a y Filosofía. Diálogo
23. J'ulián Marías: A ·n álisis de los Estados Unidos . de Occidente. .
24. Va1"ios: La nueva~ novela europea. 67. A. Delaunay: La aparición de la vida y d el lio1nbre.
25. Mircea Eliade: lliito y realidad. ·68. Andrés · Bosch: La revuelta (novela) . 1
26. ·varios': La ci·v ilizació1i del oc'io. 69. Alfonso Ai.lbalá: Los días del odio (novela).
27. B. Pas ternak: Cartas a Renata. '70., M. García-Viñó: El escorpión (novela).

28. A, Breton: Manifiestos del surrealismo. 71. J. Soustelle: Los Cuatro Soles. Origen y ocaso de las
29. G. Abetti : E x ploración df.~ l un.i.verso . culturas.
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35. S. Lupasco: Nuevo.s aspectois del arte y de la ciencia. .·77. L. Marcuse ; Filosofía americana.
36. The o Stamn~en: Sistemas políticos ·actuales. ·78. K. Jaspers: Entre el destino y Za volu1ztad.
37 ~ Lecomte du Noüy: De la ciencia a la fe . ' 79. M. Eliade: Mefistófeles y el andrógino.
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poranea. temporanea, II.
83. G. Marcel ~ Diario metafísico. 128. A. Timm: Pequeña histori·a de la tecn.ología.
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