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Analysis of skulls of cetacean (Odontoceti) with the tools of the morphometric geometric View project
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Diseño
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Fotografía
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MQTVIWSIPIGXVµRMGS]SHMKMXEPWMRPEHIFMHEEYXSVM^EGMµRIWGVMXETSVIP1MRMWXIVMSHIP1IHMS%QFMIRXI
Citar este tomo del libro del modo siguiente: Ministerio del Medio Ambiente. 2018. Biodiversidad de Chile.
Patrimonio y Desafíos. Tercera Edición. Tomo I 4 páginas. Santiago de Chile.
T E R C E R A E D I C I Ó N - TO M O I
6IWXSJµWMPHIYRHMIRXIHIXMFYVµR'SWXEHI'STMETµ*SXS2MGSP£W4M[SROE
LA BIODIVERSIDAD
EXTINTA DE CHILE
.LSERR'ERXS6MGLEVH*EVM³E7ZIR22MIPWIR1EVX¯R'L£ZI^
,SJJQIMWXIVKaren Moreno5, Jorge Carrillo&VMGI³S6 y Cristian Becker7
La palabra fósil, que deriva del latín fossilis, fue empleada por Plinio EPSWEGXYEPIWIPIJERXIWTIVSQYGLSQ£WVSFYWXEJMKYVE
,EGME
(23- H'
TEVE HIWMKREV PSW SFNIXSW IRXIVVEHSW )R PE EGXYEPMHEH WI 4LMPMTTMen su obra “Los fósiles terciarios i cuartarios de Chile”
VIJMIVIEevidencias de la vida en el pasado geológico, que presentan una presenta las primeras descripciones de fauna fósil de invertebrados y
estructura de origen biológico y que se han conservado en las rocas de la vertebrados, siendo este trabajo el primer catálogo de fósiles para Chile.
cortezaXIVVIWXVI. Con posterioridad, se efectúan varios trabajos aislados sobre otros
Los restos fósiles constituyen la prueba directa de la presencia de grupos de fósiles, ampliando el conocimiento a nivel nacional. Si bien
distintas formas de vida que han existido en nuestro planeta, estos aportes han sido escasos, para dimensionarlos hay que considerar
remontándose los más antiguos a unos 3.000 millones de años. Este gran que entre 1855 y 1980 se publicaron solamente 44 trabajos sobre
rango de tiempo posibilitó la evolución de millones de formas de vida, que vertebrados fósiles, con un total de 429 páginas (Frassinetti, 1982). Sólo
algunos autores (Raup, 1992) estiman entre 5 y 50 millones, la mayoría en 1980, gracias al trabajo de investigadores como Manuel Tamayo y
hoy extintas, sobreviviendo sólo algunos linajes casi sin cambios, Daniel Frassinetti, se dispuso de un catálogo completo de la fauna de mamíferos
mientras que otros evolucionaron y dieron origen a la actual actuales y fósiles de Chile, constituyéndose en un estudio de importancia al revisar
biodiversidad. también los aspectos de la nomenclatura utilizada sobre los materiales fósiles de
La biodiversidad extinta o paleobiodiversidad es rica y variada, pero mamíferos descubiertos en el país. Si bien, los mamíferos son el grupo mejor
desconocida en su conjunto por la falta de especialistas y estudios conocido, también existen importantes estudios sobre otros grupos de vertebrados
continuos. La primera mención documentada que se conoce sobre fósiles fósiles. Afortunadamente en los últimos diez años se han generado valioWEW
de invertebrados en Chile es realizada por Degenhardt en 1839 sobre un MRZIWXMKEGMSRIWUYILERGSRXVMFYMHSEEYQIRXEVWMKRMJMGEXMZEQIRXIIPGSRSGMQMIRXS
bivalvo denominado Pecten alatus]TVSGIHIRXIHI'STMETµJMKYVE
4EVE HIPEFMSHMZIVWMHEHI\XMRXEIR'LMPI'SRPEJMREPMHEHHIJEGMlitar el recorrido por la
IPGEWSde los vertebrados, la primera mención es realizada por Wyman en biodiversidad fósil el capítulo se ha dividido en dos grandes grupos de organismos:
1855 y WIVIJMIVIEPSWVIWXSWHIMastodon andium, una forma muy similar invertebrados y vertebrados.
INVERTEBRADOS
archipiélago estaba lejos de Suramérica durante la formación de éstas
Los invertebrados, entre los que se incluyen grupos como los
calizas, ya que el continente estaba sujeto a glaciación durante este período
equinodermos (erizos de mar, estrellas de mar, etc.),
geológico.
artrópodos (cangrejos, arañas, insecXSW IXG
] QSPYWGSW MRGPY]I
GEPEQEVIWEPQINEWGEVEGSPIWIXG
GSQTVIRHIRQYGLSWJMPSWMuchos de
MESOZOICO (250-66 Millones de años atrás)
estos grupos poseen esqueletos mineralizados que aumentan su
Contrastando con las limitadas ocurrencias del Paleozoico, el registro de
TSXIRGMEP HI UYIHEV IR IPVIKMWXVSJµWMPJMKYVE
edad mesozoica en Chile es muy abundante y diverso. El Triásico está princi-
No obstante, como en Chile nunca se generó una cultura TEPQIRXIVITVIWIRXEHSTSVEQFMIRXIWGSRXMRIRXEPIWGSRWYVIWTIGXMZEǻSVE
paleontológica, los grupos de fósiles relativamente bien estudiados son los y fauna (Gallego et al. 2005) y solamente por pocos registros marinos (Bartel
pocos que sirven directamente a los geólogos como herramienta para 1958; Jaworski 1922). Tanto del Jurásico como del Cretácico se conoce más
determinar la edad de las rocas sedimentarias. El resto ha sido poco bien su fauna marina y especialmente los amonites y los bivalvos del grupo
estudiado porque no existía la conciencia de lo relevante que es conocer HIPEWXVMKSRMEWUYIVIGMFMIVSRQYGLEEXIRGMµRTSVWYZEPSVFMSIWXVEXMKV£Ǻ-
el pasado para entender el presente y para predecir posibilidades del co, lo que en la práctica implica disponer de un ordenamiento de las rocas
futuro en materias de biodiversidad. sedimentarias en el tiempo, basándose en el registro de fósiles. La fauna del
Jurásico inferior y medio del norte de Chile fue fuertemente investigada por
PALEOZOICO (540-250 Millones de años atrás) especialistas alemanes y chilenos quienes revisaron principalmente diferen-
Los depósitos sedimentarios de edad paleozoica son relativamente tes grupos de moluscos, como bivalvos (Aberhan 1993; Pérez et al. 2008;
escasos en Chile. No obstante, hay registros desde el norte hasta el 6I]IW ] 4«VI^
KEWXVµTSHSW +V¾RHIP
] EQSRMXIW ,MPPIFVERHX
extremo sur del país. Entre las regiones con un registro paleozoico más 2002, 2006), pero también corales (Prinz 1991). Existe fauna cretácica tanto
abundante se encuentra Antofagasta, con registros marinos que incluyen del centro como del sur del país (Aguirre-Urreta et al. 2007; Kielbowicz et al
braquiópodos y graptolites (Benedetto et al. 2008), y registros 1983; Lahsen y Charrier 1972; Salazar et al. 2010).
continentales con artrópodos (Covacevich et al. 1988). En el centro de
Chile destaca el Paleozoico tardío marino descrito por Thomas (1958). En CENOZOICO (66 Millones de años hasta hoy día)
el sur de Chile se encuentran registros de sedimentos devónicos con Después de más de cien años de investigación sobre el registro fósil del
trilobites en Chiloé continental (Fortey et al. 1992), mientras que en el Cenozoico chileno, uno de los trabajos Q£W MQTSVXERXIW WMKYI WMIRHS
Archipiélago Madre de Dios hay calizas marinas del Paleozoico tardío “Los Fósiles Terciarios y 'YEVXEVMSW HI 'LMPIŤ HI 6SHYPJS %QERHS
con foraminíferos tropicales (Douglas y Nestell
QSWXVERHSUYIIWI 4LMPMTTM
VERTEBRADOS
Figura 9
Mandíbulas de 1IKEXLIVMYQQIHMREI y 8LEPEWWSGRYWWT., colecciones del
Museo 2EGMSREPHI,MWXSVME2EXYVEP'LMPI
No es sino hasta inicios del presente siglo que el estudio de las aves WYHIWXI SFWIVZ£RHSWI IWTIGMIW WMQMPEVIW E PEW GSRSGMHEW IR 4IV¼ ] PE
fósiles chilenas sufre un fuerte incremento potenciado por dos factores península Antártica. También existen indicios de un declive en la diversidad
principales: el inicio de los estudios IRPE*SVQEGMµR&EL¯E-RKPIWE*MK
de algunas familias a lo largo del Cenozoico, así como del retroceso en
]IPEJMER^EQMIRXSHIPETEPISRXSlogía de vertebrados nacional. En este las áreas de distribución que han llevado a la conformación de las ac-
sentido, los ricos depósitos marinos de la región de Atacama han tuales áreas de endemismo, incluyendo la presencia de aves actualmente
captado el interés de una nueva generación de investigadores, quienes ausentes en nuestro país (ej. Gaviiformes, Anhinghidae, Cariamidae). Los
han prestado especial atención a los abundantes restos de aves. A partir pingüinos son sin duda las aves más abundantes en el registro fósil
de entonces, la paleornitología se ha posicionado como una de las áreas chileno, incluyendo la presencia del pingüino gigante 4EPEIIYH]TXIW
más dinámicas de la paleontología chilena. RevisioRIW VIGMIRXIW HIP durante el Eoceno y numerosas especies relacionadas con los
VIKMWXVS GLMPIRS TYIHIR LEPPEVWI IR 'L£ZI^ ,SJJQIMWXIV (2007), pingüinos modernos durante el Neógeno incluyendo STLIRMWGYW
Rubilar Rogers et al. (2012) y Sallaberry et al. (2015). GLMPIRWMW4]KSWGIPMWGEPHIVIRWMW 4]KSWGIPMW KVERHMW (Fig. B) y )YH]TXIW
GEPEYMRE. Los Procellariformes y Suliformes también se encuentran bien
Los depósitos portadores de aves en Chile continental corresponden en su representados incluyendo albatros, petreles (Fig. A), piqueros y cormoranes a
mayoría a formaciones asociadas con ambientes marinos, siendo la partir del Mioceno. Otro grupo de aves marinas presentes en el registro
localidad de Bahía Inglesa la más importante en cuanto a abundancia chileno son los Pelagornithidae, un linaje cosmopolita
y diversidad de aves fósiles. Esto produce una inmediata selección de completamente extinto en la actualidad y posiblemente relacionado con los
los taxones posibles de hallar en tales localidades, observándose patos. Se trata de aves voladoras grandes, superando los seis metros de
en consecuencia mayoritariamente órdenes de aves marinas y aves asociadas a envergadura, y caracterizados por poseer numerosas proyecciones óseas a
sis XIQEW JPYZMEPIW )W HI IWTIVEVWI UYI PE JYXYVE I\TPSVEGMµR HI modo de dientes a lo largo de sus mandíbulas. Para Chile se conoce
JSVQEGMSRIWcontinentales, amplié el conocimiento de las aves terrestres 4IPEKSVRMW GLMPIRWMW (Fig. C) de la Formación Bahía Inglesa, el cual
presentes en territorio nacional, el cual de momento es muy limitado. fue descrito a partir de uno de los esqueletos más completos conocidos
Temporalmente, la mayor parte de nuestro conocimiento procede del para la familia y del cual especímenes JVEKQIRXEVMSW WI GSRSGIR HIWHI
Neógeno (23-2,6 Ma), existiendo escasos registros para el Mesozoico y JMRIW HI PEH«GEHE HI 4SV ¼PXMQS IP registro de aves continentales
Paleógeno. 2ISKEISVRMW es el único registro de aves conocido para el incluye la presencia de tiuques (1MPZEKS WT
en los depósitos Tlioc«nicos de
Cretácico (72-66 Ma) y posiblemente corresponde a un colimbo, del Antofagasta, posiblemente garzas en el Eoceno y chuñas (familia Cariamidae) en
orden Gaviiformes, S FMIR E YR PMRENI I\XMRXS HI EZIW VIPEGMSREHEW GSR PSW el Mioceno temprano de Magallanes y restos de aves aun sin describir
TEXSW QSHIVRSW mientras que solo recientemente se han presentado los procedentes de numerosos sitios pleistocénicos, incluyendo una posible
primeros registros para el Eoceno (56-34 Ma) de Magallanes y el litoral nueva especie de tagua gigante en Tagua Tagua. Durante el Mioceno
central. temprano también se conoce la presencia de EZIW WIVTMIRXI JEQMPME
0SW JµWMPIW LEPPEHSW IR 'LMPI GSRXMRIRXEP GSRXVMFY]IR WMKRMJMGEXMZEQIRXI E %RLMRKMHEI
JSVQEW TVSTMEW HI EQFMIRXIW JPYZMEPIW y que actualmente están
nuestro conocimiento sobre la evolución de la avifauna marina en el PacíJMGS extintas en Chile.
Figura 11
(IPJMRIWHIV¯SJµWMPIW&VEGL]HIPTLMWWT]4PMSTSRXSWWTGSPIGGMSRIWHIP
1YWIS2EGMSREPHI,MWXSVME2EXYVEP'LMPI
LA SEXTA EXTINCIÓN
0SWGMIRX¯ǺGSWLS]VIGSRSGIRGMRGSI\XMRGMSRIWQEWMZEWIRIPTPERIXEHIWHI
la aparición de las primeras formas de vida. Sin duda, la ocurrida durante el
Pérmico fue la más impactante ya que comprometió el 95 por ciento de
la fauna marina y terrestre.