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Para nosotros reducir la pobreza y mejorar la calidad de vida de los habitantes de nuestro
país es una prioridad, ya que aunque hemos tenido un gran crecimiento económico el
(13,9% de la población) son personas cuyos ingresos mensuales se encuentran por debajo
del mínimo para poder subsistir (actualmente corresponde a 9.889 rublos o 158 euros). Una
de nuestras grandes preocupaciones es que además de la pobreza en nuestro país hay
diferentes temas los cuales afectan a nuestra infancia, tales como:
se registra un rápido crecimiento de la epidemia del VIH/SIDA. La cifra oficial de
personas que viven con VIH/SIDA es de 300.000, pero debido a que el estigma del SIDA
es tan grande, es muy probable que el número real oscile de 420.000 a 1.400.000. Uno
de cada cinco niños y niñas nacidos de madres VIH-positivas son abandonados a nacer.
Las tasas de desnutrición y anemia han aumentado. El bocio afecta a cerca de una cuarta
parte de todos los niños y niñas.
La mayoría de los progenitores y muchos médicos carecen de conocimientos básicos
sobre las necesidades de desarrollo de la infancia. Por ejemplo, menos de la mitad de
los niños y niñas reciben amamantamiento durante sus primeros tres meses de vida.
Las tasas de violencia doméstica son alarmantes. Los cálculos indican que miles de
mujeres mueren a manos de miembros de la familia todos los años, y aproximadamente
30.000 niños y niñas huyen de sus hogares. Medio millón de niños y niñas se
encontraban en instituciones en 2004; la terminación de los derechos de paternidad y
maternidad es una de las principales razones.
En Rusia no existe una política nacional de la juventud. Los jóvenes participan cada vez
más en conductas arriesgadas como el abuso del alcohol y las drogas, y las actividades
sexuales sin protección. Muchas veces se utiliza el aborto en lugar de la anticoncepción.
La tasa de suicidio entre adolescentes (45 por cada 100.000) es tres veces superior a la
de Europa occidental.
Miles de niños y niñas viven en las calles, donde son vulnerables a la explotación sexual
y a la trata.
La situación en Chechenia e Ingushetia es especialmente sombría. Las tasas de pobreza
y de mortalidad infantil son dos veces más elevadas que el promedio nacional. Los niños
y niñas están expuestos a la guerra y a la violencia sexual, y las minas terrestres son un
peligro diario.
Por estas y más razones es que nuestro país decidió crear un programa de ayudas
alimentarias el cual promete reducir la pobreza y aumentar la producción.
Semejantes programas "contribuyen a neutralizar el problema de la pobreza en nuestro país
y apoyan al productor nacional", dijo el ministro, preguntado en el Senado ruso por la
necesidad de semejante programa.
"En general, vemos con buenos ojos esos programas (de ayuda alimentaria)", dijo
Al proponer este sistema de apoyo alimentario para personas con bajos recursos el
programa expreso que el estado subsidiara con la compra de alimentos frescos,
perecederos y hechos en Rusia mediante transferencia de dinero a unas cuentas especiales
de ciudadanos subalimentados.
Con programas como este esperamos que se pueda evidenciar el compromiso que tiene
Rusia para reducir los niveles de pobreza y lograr consolidar a Rusia como la potencia
económica más fuerte del mundo.