Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
ECONOMIA DE FICHAS Ninos Pequenos
ECONOMIA DE FICHAS Ninos Pequenos
La economía de fichas se suele emplear para incorporar, aumentar y/o eliminar ciertas
conductas, previamente establecidas. Es una técnica flexible, de fácil aplicación, y de gran éxito
con niños.
Los pasos a seguir para llevar a cabo una economía de fichas son los siguientes:
1. Selección de los reforzadores: cuáles son las cosas que más le gustan al niño en el
caso de que tuviéramos que premiarle por haber hecho algo bien, intentando establecer
un orden de preferencia, para poder administrar los reforzadores según sea más o
menos costoso el objetivo que le propongamos. Los reforzadores han de ser elegidos
por el niño y por vosotros, los padres, llegando a un acuerdo.
2. Establecimiento de objetivos: una vez que ya sabemos cuáles son las cosas que más
le gustan a vuestro hijo, se delimitan los objetivos que deberá alcanzar para poder
conseguir los premios.
3. Establecimiento de la relación entre objetivos y reforzadores : la consecución de
un objetivo, conlleva la obtención de una ficha. El niño tendrá que obtener un número
determinado de antemano de fichas para conseguir el premio correspondiente. En el
caso de niños muy pequeños, podemos cambiar el criterio. En lugar de un número de
fichas determinado, tendrá que conseguir fichas de diferentes colores.
Gonzalo es un niño de 4 años al que se le aplica un sistema de economía de fichas para que se
acostumbre a realizar tareas que favorezcan su madurez y autonomía. Delimitamos las tareas
que Gonzalo tiene que hacer, así como la recompensa en fichas que obtendrá cuando las haga:
En este caso se usan fichas de parchís. Gonzalo puede escoger entre refuerzos inmediatos (más
baratos) y refuerzos a largo plazo (más caros), pero todos los días debe gastar al menos tres
puntos en los refuerzos. Los refuerzos se dispensan inmediatamente después de la cena y la
lista es la siguiente:
Es importante que al principio del programa, el niño pueda conseguir fichas con facilidad, para
que se motive y aprenda que conseguir fichas tiene beneficios. Para ello, hemos de incorporar
un objetivo que el niño ya suela hacer con frecuencia antes de la implantación del programa: Por
ejemplo, si Gonzalo suele quitarse los zapatos y dejarlos recogidos, incorporaremos ese objetivo
en nuestra lista y lo premiaremos con una ficha.
COSTE DE RESPUESTA
Normalmente, junto con la economía de fichas se lleva a cabo el coste de respuesta, que
consiste en la retirada del reforzador (la ficha) asociado a la emisión de una conducta que es
inadecuada. Por ejemplo, en el caso anterior, retiraríamos dos fichas verdes si Gonzalo se
levanta de su silla sin permiso durante la cena.
Para establecer el coste de respuesta también es necesario concretar qué conductas son las
indeseables y cuántos reforzadores, cuantas fichas, se van a retirar por cada una, de la misma
manera que en la economía de fichas.
Por eso es importante que el niño al principio acumule varias fichas. De otra manera, es
imposible aplicar el coste de respuesta.
En casos extremos, si la conducta del niño es muy disruptiva, se puede aplicar también el
tiempo fuera, que consiste en retirar la posibilidad de que el niño consiga reforzadores durante
un tiempo determinado: Por ejemplo, si Gonzalo nos grita y discute cuando le decimos que tiene
que lavarse los dientes, aplicamos el tiempo fuera. Durante ese día no podrá obtener
reforzadores y si no realiza las tareas, además, se le retirarán las fichas correspondientes.